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El documento describe la espiritualidad del diácono permanente. Explica que los diáconos deben servir a Dios y a su pueblo como Jesús sirvió, con humildad y entrega. También destaca la importancia de la oración, los sacramentos y la devoción a María para fortalecer su vocación de servicio en la Iglesia.
El documento describe la espiritualidad del diácono permanente. Explica que los diáconos deben servir a Dios y a su pueblo como Jesús sirvió, con humildad y entrega. También destaca la importancia de la oración, los sacramentos y la devoción a María para fortalecer su vocación de servicio en la Iglesia.
El documento describe la espiritualidad del diácono permanente. Explica que los diáconos deben servir a Dios y a su pueblo como Jesús sirvió, con humildad y entrega. También destaca la importancia de la oración, los sacramentos y la devoción a María para fortalecer su vocación de servicio en la Iglesia.
El diacono permanente tiene su fuente a la vocación a la Santidad en el
Bautismo de la Fe, ya que todos estamos llamados a ser Santos ( Lev 19.2; Lev 11.44 ). El sacramento del Orden confía a los diáconos “ una nueva consagración a Dios al servicio de su pueblo para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef 4.12), como lo indica la palabra diacono debe tener el espíritu de servicio, como también tener claro lo que Jesús declaro al con lo concerniente a la Misión que debían de hacer, que “El Hijo del hombre no ha venido a ser servid, o sino a servir i a dar su vida como rescate por muchos ( Mc. 10,45; Mt. 20,28). Así el diacono sabe y vive hondamente la conciencia de Cristo en cuanto al servicio y en la Iglesia Servidora en obediencia a Cristo. El diacono Permanente es llamado a ser un fiel servidor de Jesús y de su Iglesia, con sus responsabilidades en la Familia, en su Trabajo, en su parte Social, siendo modelo de Fe, con su comunidad y dando animo entre sus hermanos, pero sobre todo siguiendo el camino trazado por Dios al cual lo ha invitado. Siempre debe ser coherente y verdadero testimonio de vida para todos los hermanos para que así lleguen a su Iglesia Redentora; en lo espiritual deben dar la importancia a los sacramentos de la gracia que van en fila a su santificación y fortalecer el cuerpo de Cristo, como también creerle a Dios. El diacono permanente debe resaltar, que la diaconía de la caridad induce necesariamente a impulsar la comunión en el interior de la Iglesia particular; orando en todo tiempo para fortalecernos a estar en pie delante del Hijo del hombre (Lc 21,36; Fil 4, 6-7), consolidado en la oración debemos dejarnos preparar por las diversas formas de oración, por la celebración de la Liturgia de las Horas, profundizando en la Lectio Divina, retiros Espirituales de la comunidad. Todo diacono debe mirar a María con afecto y veneración, ya que nuestra vida debemos imitarla con el amor y al amor tan grande que Dios nos da ya que será el estilo para incorporar en la Iglesia la dimensión mariana que es tan inherente de la consagración del diacono.