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Con profundo agradecimiento dedico este libro a mis principales maestros: Per
Winther, Shri J. Yogendra y su esposa Hansaji, B.K.S. Iyengar, K. Pattabhi Jois,
T.K.V y K. Desikachar, Dona Holleman, Swami Ekananda y Swami
Digambarananda, por haber encendido en mí y mantenido siempre viva, la llama
del Yoga. Lo dedico también a todos los otros maestros que he encontrado
dentro y fuera del Yoga, tanto en la India como en occidente. Han sido muchos,
y todos me entregaron algo, pero sobretodo, el ferviente deseo de trasmitir... de
traspasar a otros sin egoísmo alguno, los conocimientos y enseñanzas recibidas,
y porque me dieron el aliento necesario para seguir mi propio camino y destino
en la búsqueda de armonía entre el cuerpo, las emociones y los pensamientos.
Dedico finalmente este libro a todos los estudiantes que he tenido desde que
comencé a enseñar en 1987 y a todos aquellos que en 1997 descubrieron el Yoga
en la antigua casa donde hoy se alza el Yogashala. Sus diferentes cuerpos y
necesidades han sido sin duda alguna mi mejor escuela y una gran oportunidad
como profesor de poner en práctica todo lo aprendido.
1997 Mis primeros estudiantes reunidos con motivo de la primera visita de Marina Chaselón a Chile en la
Villa Vida Natural de Tomás Moro.
Agradecimientos
Mis más sinceros agradecimientos a todos ustedes, por haber contribuído de una
u otra forma a dar vida a este libro: Alicia y Julio (mis padres), Camila Salfate,
Daisaku Ikeda, Gloria Bofarull, Elizabeth De Michelis, Javiera Larraín, Juan
Marín, Kali Ray, Mauricio Wolff, Miguel Serrano, Nelson Letelier, Pedro
Kupfer, Per Winther, Sharath Rangaswamy, Swami Digambar y Swami
Ekananda.
“Juventud es flexibilidad física y mental; Juventud es tener
energía; Juventud es tener quietud mental”
Colección Cuerpo-Mente:
La Ciencia del Cuerpo y del Alma © 2008, Gustavo Ponce
www.sattvayoga.cl
Contenido
Dedicatoria 4 Agradecimientos 5 Prólogo de Swami Digambar 13 Introducción
19 Historia de una pasión 31
“En cada uno de nosotros hay un animal, un ser humano y un ser divino: esas
son las tres dimensiones de nuestra existencia. Nuestro estado actual es el
intermedio y no el definitivo. En estos momentos el hombre se encuentra
explorando las posibilidades de expandir su conciencia. Las condiciones están
cambiando y la humanidad se ha vuelto más receptiva a las nuevas ideas”
11
Prólogo a la colección Cuerpo -
Mente
Prólogo
Swami Digambar
El imparable florecimiento del Yoga obedece a una verdadera necesi - dad social
e individual. Las condiciones de vida se han vuelto un tanto inhumanas (stress,
competitividad, consumismo exagerado, desnaturalización del medio, escasez de
ideales, etc.) y la estructura y organización de la sociedad (planteamientos
políticos, económicos, culturales y religiosos) no satisfacen la necesidad esencial
del individuo. Por dichos motivos la población en general, y el individuo en
particular, necesitan de un medio que les ayude a recuperar el contacto con su
verdadera identidad y un sentido más profundo de su existencia. Sin lugar a
dudas, el Yoga está demostrando que satisface plenamente esta necesidad social
e individual.
Nadie mejor que Gustavo podría hacernos esta gran aportación. Un practicante
experto, que es además: profesor, estudioso e investigador y que por encima de
todo ama profundamente el Yoga. Asombra el enorme y generoso trabajo
realizado por el autor, en el que se conjugan magníficamente la perspectiva de
una visión global, el conocimiento profundo de los temas y una sólida
experiencia personal. Y todo ello plasmado en un lenguaje ameno, claro y
preciso.
Mi hijo Gustav-Konstantin, como la mayoría de los niños de seis años, tiene una
inmensa facilidad para desarmar sus juguetes, pero cuando trata de volver a
armarlos no le resulta tan fácil. En general desarmar es más fácil que armar, pero
los juguetes funcionan bien solamente cuando están completos. Lo mismo ocurre
con el Yoga. Cuando los primeros Yoguis vinieron a occidente a enseñarnos
Yoga, empezando con Swami Vivekananda en 1893, espiritualmente éramos
como niños, y al igual que los niños, separamos sus prácticas para examinarlas.
En el proceso descubrimos ejercicios que pueden mejorar nuestra calidad de
vida, pero nos desviaron del propósito final del Yoga: conocernos a nosotros
mismos. Movido por el deseo de reintegrar los aspectos físicos, sicológicos y
espirituales de la práctica de Yoga para que el estudiante serio tenga una visión
general, decidí escribir esta colección.
Yoga es una herramienta cuya práctica podemos continuar hasta cualquier edad;
no tiene rival con otras formas de utilización del cuerpo, con la excepción de la
natación. Todos los deportes en general tienen un lado positivo y uno negativo.
El positivo es que son buenos para el cuerpo; el negativo es que lo dañan. Por
ejemplo en deportes competitivos como el fútbol y el tenis, el daño al cuerpo es
innegable y cuando el deportista llega a la edad de treinta años es considerado
viejo para continuar jugando competitivamente. Los bailarines sufren un daño
menor y pueden continuar hasta los cincuenta o sesenta años, en cambio las
personas que hacen Yoga pueden continuar hasta el último aliento.
Los antiguos sabios de la India que meditaron sobre la condición humana25 hace
más de 5000 años definieron cuatro grandes caminos para alcanzar Samadhi, el
estado de súper-conciencia: Jnana Marg, el camino del conocimiento en el que el
aspirante aprende a discriminar entre lo real y lo irreal; Karma Marg, el camino
de la acción, del servicio desinteresado; Bhakti Marg, el camino del amor y la
devoción, y Yoga Marg, el camino mediante el cual la mente y sus acciones son
controladas. Según el maestro Iyengar, con el paso del tiempo una gran
confusión se empezó a producir cuando todos estos diferentes caminos
empezaron a tener un apellido común: Yoga. Del mismo modo, con el transcurrir
de los siglos, el camino del Yoga -Yoga Marg-, fue dividido a su vez en
numerosas corrientes que corresponden a las diferencias en el temperamento
humano, y que examinadas cuidadosamente, son prácticamente lo mismo, sólo
que el énfasis está más acentuado en uno u otro aspecto. De ahí surgió Mantra
Yoga (Yoga de la repetición de sonidos sagrados, unidos por medio del sonido);
Laya Yoga (el de la disolución de la mente como resultado de la eliminación de
pensamientos); Jnana Yoga (o la unión por medio del conocimiento); Hatha
Yoga (Yoga de la firmeza y disciplina, o unión por medio del coraje); Bhakti
Yoga (el de la purificación y armonización de la energía emocional a través de la
devo- ción al Ser Supremo, Avatar o maestro); Karma Yoga (el Yoga de la
acción o trabajo desinteresado. Tiene la intención de purificar, corregir y educar
aspectos egóticos de la personalidad. Karma Yoga es el trabajo hecho con
cuidado, sin egoísmo y con alegría, para bien de toda la comunidad); Raja Yoga
(Yoga Real o unión por medio de la determinación y fuerza de voluntad), y
muchos otros; basta mencionar que el Bhagavad Guita, menciona dieciocho
diferentes tipos de Yoga, cada uno con su propio énfasis, pero los más conocidos
son los ya mencionados.
Las herramientas del Hatha Yoga son aquellas descritas en el Hatha Yoga
Pradipika, el Gheranda Samhita y otros textos. Tanto Swami Ekananda
Saraswati como Kali Ray nos dan en esta Segunda Parte una visión bastante
aterrizada sobre los Mudras, una de las herramientas utilizadas por el Yoga que
son además la antesala del proceso meditativo.
A través del libro el lector se encontrará con una gran cantidad de términos
sánscritos, pues esta lengua, aunque muerta, no está muerta para el Yoga. Es
importante conocer las raíces de este idioma y la forma cómo se pronuncia.
Hemos incluido en consecuencia un interesante artículo sobre sánscrito.
En el “Desarrollo del Yoga Moderno” nos referirnos a ciertos tipos de Yoga que
se han desarrollado principalmente gracias a la interacción de algunos
occidentales interesados en las religiones de la India y a un cierto número de
indios más o menos occidentalizados en los últimos 150 años. Se podría decir
que el “Yoga Moderno” es una especie de injerto de una rama occidental en el
árbol indio del Yoga. La mayor parte del Yoga practicado 27 y enseñado en
occidente cae dentro de esta categoría. Teniendo solo 150 años, se podría decir
que es la rama más joven del árbol del Yoga, que es la única que se ha extendido
a través de océanos y continentes más allá de Asia. De todos los tipos de Yoga,
el Hatha Yoga es el Yoga de nuestros días pues es el que llega a la mayor
cantidad de personas. Está claro que como todas las formas de Yoga, este tipo de
Yoga ha sido “contaminado positivamente” por otros tipos de Yoga como Raja
Yoga y otros, y vice-versa.
Con el fin de que el practicante tenga una idea de la historia del desarrollo del
Yoga en nuestro país investigamos cuáles eran los centros que existían en Chile
antes de la aparición del Yogashala en 1997 y descubrimos que posiblemente el
primer centro, que se estableció en Chile fue el de Shivananda, en 1965.
Además, damos una breve reseña de algunas personas que consideramos como
los “pioneros del Yoga en Chile”.
Escribo estas líneas desde CANAL OM OCEAN RESORT & SPA. La belleza
de este lugar mágico, la paz y tranquilidad, el susurro constante del mar, el trinar
de los pájaros, la compañía fiel de mi perra “Toti”, la buena cocina vegetariana y
la pureza del aire que oxigena mis pulmones, sin duda han conspirado para
darme la inspiración y el coraje necesarios para lanzarme a escribir esta
colección de libros y además, permitirme antes de abordar temas propios del
Yoga, de compartir con ustedes recuerdos casi olvidados, que inevitablemente
harán que esta parte del libro tenga un carácter un tanto autobiográfico, una
especie de “Memorias de un Yogui chileno”.
Chile 1947-1968
Como todas las historias comienzan al nacer y rara vez uno tiene claros
recuerdos de su infancia y adolescencia, le pedí a mi madre Alicia Lérou, que ya
cumplió 90 años, que escribiera para este libro algo sobre mis primeros años:
Fui a conversar con el rector del Barros Arana y le llevé las cartas que había
guardado. Se rió mucho porque en ellas además contaba cosas muy graciosas. Se
dio cuenta que Gustavo había cambiado y lo recibió nuevamente. Dos años más
tarde terminaba sus Humanidades.
35
A veces surgen dudas sobre las decisiones que se toman. Por mi parte nunca
dudé sobre lo que quería hacer con mi vida: enseñar. La decisión surgió
espontánea, a los 17 años. Nada tuve que hacer, nada estaba haciendo. Era
verano. Reposaba yo en cama desde hacía cuatro meses aquejado de una
hepatitis rebelde que había chupado toda mi energía y lo único que podía hacer
con toda libertad era contemplar el curso de mis pensamientos y a veces,
“abandonar mi cuerpo” para viajar a países lejanos, casi siempre con una
sensación de “déjà vue”. No tuve dudas: debía aprender para enseñar. En ese
tiempo mi pasión era el Judo que había practicado seriamente desde los 10 años
con mis amigos japoneses de La Cruz, los Suzuki, cuya amistad estimuló mi
curiosidad por conocer más de su país, de sus costumbres y por supuesto de sus
artes marciales, por lo que mi decisión natural fue viajar a Japón tan pronto
como pudiese, regresar, abrir una academia y enseñar. Lo que en ese momento
no sabía era que regresaría para enseñar Yoga.
1967 La familia Suzuki en La Cruz
Ese 15 de Enero no lo olvidaré jamás porque fue el día en que tomé la mayor
decisión de mi vida, decisión que cambiaría para siempre el curso de mi destino
y también porque justo en el momento en que me despedía de mis padres en la
ciudad fronteriza de Los Andes, mi mamá me deslizó una gran moneda de oro.
“Por si alguna vez estás en apuros”. A partir de ese momento siempre llevé esa
moneda conmigo, como si fuese un talismán.
Cruzando océanos
Después de numerosas peripecias, y de días en que sentía flaquear mi voluntad,
logré finalmente embarcarme en un carguero holandés que me depositó en el
puerto de Kobe, Japón. Mi vida habría sido muy diferente de no ser por Renato
Mateazzi, un argentino que me alentó a continuar con el destino que me había
trazado. Lo conocí el mismo día que me bajé del autobús cuando caminaba por
una tranquila calle de un barrio relativamente pobre de Buenos Aires con mi
mochila a cuestas en la que había cocido una pequeña bandera chilena. De
pronto escuché sonidos familiares que salían de una casa. Me acerqué curioso y
como era verano y hacía mucho calor húmedo, las ventanas de la casa que daban
a la calle estaban abiertas. Me asomé y vi justamente lo que pensaba: una clase
de Judo. El profesor -Renato- tan pronto me vio asomado por la ventana me hizo
señas para que entrara. Observé la clase hasta el final y cuando los estudiantes
comenzaban a hacer abandono de la sala Renato me preguntó que hacía allí con
una mochila al hombro. Mi historia que recién se iniciaba le causó mucha
impresión, pues su sueño
-me dijo- era justamente ir a Japón a estudiar Judo. Al saber que no tenía un
lugar donde quedarme me llevó a su humilde casa de dos habitaciones que
compartía con su madre en un apartado barrio de Buenos Aires. Recuerdo que
había que tomar el tren desde la estación de Retiro. Renato era obrero en una
maestranza de aceros y su sueldo apenas le alcanzaba para vivir. En sus horas
libres enseñaba Judo, pero más bien por entretención, pues sus alumnos eran tan
pobres como él. Durante el primer fin de semana que pasé en su casa me llevó al
puerto. Aprendí así el camino de ida y vuelta a su casa. Viniendo de una familia
acomodada, lo más notable de mi estadía en Buenos Aires fue que Renato me
cediera su cama y que él durmiera en el suelo tirado sobre un colchón. Esto me
sucedió también en Bagdad, pero esa es otra historia. Se creó con Renato una
gran amistad, de esas que surgen y se mantienen cuando se tienen sueños
comunes. Nos mantuvimos en contacto durante varios años hasta que sus cartas
dejaron de llegar. Mucho tiempo después me enteré por su madre que había sido
fusilado durante el gobierno militar por haber participado en actividades
subversivas.
1968 Renato Mateazzi
En Cape Town fui atacado en una noche por dos hombres bastante grandes y
gracias a mis conocimientos de Judo -disciplina que practicaba desde los diez
años-, logré reducirlos sin mayor dificultad. Menciono este hecho porque cuando
la gente se entera que fui artista marcial con estudios en Japón, siempre me
pregunta “¿Te han servido alguna vez tus conocimientos para defenderte?”
Varias ocasiones como esta ocurrieron en años posteriores y afortunadamente
mis conocimientos-reflejos, siempre me fueron de gran utilidad.
1968 En el puerto de
Tamatave, Madagascar, con un marinero chino.
La casa de Susumu era una casa tradicional hecha totalmente de madera, con
puertas de correderas de papel de arroz y piso de “Tatami” (paja de arroz
prensada). Vivía con sus padres y sus dos hermanos. Todos trabajaban en el
negocio familiar, pero tenían aficiones diferentes. Su hermano mayor por
ejemplo, cultivaba “Bonsai” (árboles enanos); su hermana y su madre amaban la
cocina; su padre dedicaba la mayor parte de su tiempo al trabajo y a mirar
televisión y Susumu se la pasaba soñando con viajar al extranjero. Fueron días
muy felices. Vida de familia, comida casera -la tradicional, no la que uno come
en los restaurantes japoneses- y aprendizaje acelerado del idioma. Durante los
meses que pasé con los Sugiura43no me topé con ningún extranjero, pero hice amigos entre los
Yakuza, la
A medida que pasaba el tiempo y que mi japonés mejoraba, pedí permiso para
trabajar sólo algunas horas cada día y así poder estudiar Judo en el Kodokan.
Allí conocí a “Che Carlos”, una de las tantas personas que habían venido de
diferentes partes del mundo a estudiar artes marciales. Por ser argentino y tener
un idioma común nos hicimos amigos rápidamente. “Che Carlos” no podía creer
que yo trabajara en una gasolinera, pues la principal fuente de trabajo de los
extranjeros en esa época -y muy bien pagada-, era enseñar su lengua materna o
ser modelo si tenían figura y cara de modelos. Como ese no era mi caso, pronto
me vi enseñando español en escuelas de idiomas y más tarde a ejecutivos de
empresas que tenían relación con España o con Latinoamérica. Como no me
sentía bien seguir viviendo con los Sugiuras sin trabajar, tan pronto pude
independizarme económicamente me arrendé una habitación donde apenas cabía
acostado. Se trataba de un inmueble de un piso construido con material ligero
con muchas habitaciones unidas por un largo, estrecho y oscuro pasillo. El único
baño era compartido por todos los que allí vivían, la mayoría de ellos artistas de
la noche en los establecimientos controlados por los Yakuzas, de manera que
frecuentemente era despertado en la noche por mujeres con unos tragos de más.
Cuando hablo de baño me refiero solo al excusado y al lavamanos, pues si uno
quería bañarse tenía que caminar una cuadra hasta el baño público -“Sentoo”-,
que hacía poco había dejado de ser mixto, aunque la costumbre de bañarse juntos
todavía se mantiene en algunos pueblos que tienen “Onsen”, aguas termales,
pero cuando llegué a Tokio los hombres y las mujeres ya se bañaban separados
en grandes piletas con agua que siempre se mantenía a temperaturas entre 38 y
42 grados.
Los fines de semana siempre iba a visitar a la familia Sugiura. Un día Susumu
me dijo que quería realizar su sueño de viajar al extranjero y empezar en Chile,
país que conocía a través mío. Su padre le puso dos condiciones para viajar: que
lo recibiera mi familia y que al cabo de un par de años regresara a Japón a
casarse con la mujer que ellos se encargarían de buscarle, siguiendo la
antiquísima tradición de “Omiai”, matrimonios arreglados en beneficio de los
hijos. Estos matrimonios son notablemente muy estables, pues intervienen
astrólogos en la búsqueda de la compatibilidad de caracteres de la pareja, se
toma además en consideración la educación de los hijos, la situación económica
de las respectivas familias y sobre todo, porque no interviene para nada el
concepto occidental de “Amor”. Lo que se enfatiza es la posibilidad de que la
pareja desarrolle una buena amistad que muchas veces adquiere las
características de lo que nosotros llamamos “Amor”. Curiosamente el éxito en
Yoga –según algunos textos- depende de la introversión de la mente y de los
órganos de los sentidos. En esos textos se encuentran referencias a las “malignas
tendencias de la mente”, tales como “Amor y Odio” y a las “malignas tendencias
de los órganos de los sentidos”, continuamente atraídos hacia objetos externos…
En fin, para resumir el cuento: Susumu llegó con bastante dinero a Chile justo a
comienzos de la Unidad Popular. Sus dólares compraban cada día más y lo
estaba pasando “bomba”, a tal punto que cuando sus padres le pidieron que
regresara, se negó rotundamente. Hubo un tremendo tira y afloja que se prolongó
durante varios meses. Su padre lo amenazó con desheredarlo y borrarlo para
siempre de la familia. Finalmente Susumu claudicó y hoy es un feliz padre de
dos varones, que lo ayudan en su propia gasolinera.
En Japón descubrí que además del Judo existían otras artes marciales como el
Aikido, Kobudo, Karate, y varias otras a las que también me aboqué con 45
ahínco, porque quería aprovechar la oportunidad de que estaba en ese momento
en el país donde se originaron esas artes. Me propuse aprender lo más posible
para poder enseñar al regresar a Chile. En todas estas disciplinas obtuve el
cinturón negro, la distinción máxima. Mis esfuerzos y pasión por las artes
marciales se vieron recompensados ampliamente cuando me fui a vivir a Europa
como les contaré más adelante. Tuve también la satisfacción de introducir el
Aikido en Chile en 1976, cuando regresé por primera vez después de haber
salido del país en Enero de 1968.
1969 Con mi diploma de cinturón negro en Judo
1970 Con mi profesor de Judo Uemoto
Antes de seguir con el relato, para los amantes de las artes marciales japonesas
que pudieran estar leyendo estas páginas, quiero escribir algunas líneas sobre
Aikido y Judo. Ambos fueron desarrollados relativamente hace poco por dos
visionarios que se inspiraron en el tradicional Ju-Jitsu. El Judo obtuvo su forma
defini- tiva cuando su creador, Jigoro Kano (1860-1938) fundó el famoso
Kodokan, la meca del Judo en 1882. El Aikido por su parte obtuvo su forma
definitiva cuando Morihei Ueshiba (1883-1969) o “O Sensei” –gran maestro-
como se le llama, consolidó en 1952 su técnica y le puso el nombre actual de
Aikido. Judo significa “el camino de la suavidad” y Aikido, “el camino de la
armonía”. Ambas disciplinas tienen en común el término “Do” que las conectan
con el Tao chino. Ambas usan el mínimo de esfuerzo físico y redirigen la
energía e impulso del adversario. Ambas cultivan el arte de la paz lo que las
transforma en disciplinas que cultivan la unidad cuerpo-mente y preparan para
enfrentar las vicisitudes y dificultades de la vida. Instauran una férrea disciplina
y fuerza de voluntad, por medio del despertar de la conciencia corporal y del
trabajo con la energía. El enfoque varía, pero los puntos de contacto con Yoga
son muchos, y al igual que en el arte del Yoga, se percibe en éstas y otras artes
marciales la influencia del Taoísmo, y dentro de éste, del Yin y Yang.
47 1968 M. Ueshiba con Iimura Sensei (foto tomada por G. Ponce)
En Judo mi progreso fue similar y varios años antes de abandonar Japón ya había
conseguido el tercer Dan, cinturón negro. Debido a múltiples lesiones no pude
dar el examen requerido para obtener el cuarto Dan. En lo que se refiere a artes
marciales mis conocimientos, que más tarde me serían de gran utilidad, no se
limitaron al Judo y Aikido, sino que también se extendieron a otras disciplinas
como Iaido, Kendo y a lo que se conoce genéricamente como Kobudo (artes
marciales antiguas), tales como Bojitsu, Sai, Nunchaku, etc. donde obtuve
también el cinto negro, primer Dan.
1968 Mi carné del Kodokan, la meca del Judo mundial
Creo que todo tiene una razón de ser en la vida. Muchas veces no nos 49damos cuenta como la
vida nos va poniendo en nuestro camino personas y oportunidades que nos van
enriqueciendo y formando como seres humanos. La vida es una sucesión de
eventos encadenados entre sí por una razón. No creo que sea sólo el azar. El
libro de Paulo de Cuelho “El Alquimista”, describe convincentemente el círculo
que le toca recorrer y completar al pastor, el protagonista. Mi propio círculo
comenzaba también a dibujarse: un día que me encontraba enseñando español a
un grupo de estudiantes en “La casa de España”, me hizo llamar la directora. En
su oficina había dos señores del Canal Fuji de televisión que estaban buscando a
un chileno que hablara español para que sirviera de intérprete a dos chilenos que
ellos habían invitado para el programa “Bankoku Bikkuri Show” (cosas
sorprendentes del mundo).
1970 Con Arturo Martinez,“El hombre pájaro”
Uno de estos chilenos hacía sonar los nudillos de sus manos como si fueran
castañuelas; el otro, Arturo Martínez, más conocido como “El hombre pájaro” en
Chile, podía imitar perfectamente el sonido que hacían las aves o cualquier
animal y también aviones, helicópteros, o el sonido del mar y del viento. Mi
trabajo como intérprete gustó, y a juzgar por la llamada telefónica que recibí del
canal un par de semanas después, también les gustó mi desplante frente a las
cámaras y el hecho de que siendo extranjero tuviera un aspecto físico similar al
de los japoneses. Se me dijo incluso que me parecía mucho a un conocido galán
de cine. Lo concreto es que pronto me vi participando en “Talk Shows”, paneles
de cualquier tipo, y posteriormente el canal creó especialmente para mí un
programa especial que consistía en contar cuentos vistiendo “Kimono”, una
versión bastante relajada del cuenta cuentos tradicional, que debe estudiar
muchos años para servirse de su abanico para expresar situaciones e impostar su
voz para interpretar a sus diferentes personajes. Esta antigua profesión se llama
“Rakugoo” y lo que yo hacía, lo llamaron “Seiyoo Rakugoo”, o “Rakugoo
occidental”. Para mí era simplemente un trabajo, un modo de obtener bastante
dinero sin transpirar demasiado. Espero no haber ofendido mucho a los
profesionales.
1969 En uno de mis “Talk Shows”
Me hice famoso, gané mucho dinero -por lo menos para mí-, y pude abandonar
mi estrecha habitación y arrendarme un apartamento con dos habitaciones, baño
y cocina, todo al estilo japonés.
rología. Incluso ayudé en esa época a organizar la pelea de Godfrey Stevens por
el título mundial de boxeo categoría pluma, que Godfrey quiso arrebatarle al
monarca japonés Shozo Saijo, el 8 de febrero de 1970. Godfrey fue ídolo de
todos los chilenos en la década de los 60 y 70. Me contaron mis padres que Chile
entero sintonizó los aparatos de radios para escuchar y seguir el combate
boxeril.A pesar de que cada día tenía más trabajo, nunca descuidé mi práctica de
artes marciales.
1969 Vestido para uno de mis programas de televisión
No recuerdo el mes en que llegué a Estados Unidos, pero debe haber sido a
mediados del año 1970. Podría buscar la fecha exacta en alguno de los 18
pasaportes que he repletado con timbres de todos los países que he visitado,
algunos de ellos, una y otra vez, pero esto haría perder fluidez al relato. Durante
el primer tiempo de mi estadía en Japón tenía que viajar cada tres meses a Corea
a renovar mi visa de turista. Cada una de estas travesías a Corea era una aventura
pues viajaba en tren ordinario hasta el puerto de Shimonoseki en el sur de la isla,
y de ahí cruzaba en un trasbordador nocturno hasta el puerto de Pusán en Corea.
Al día siguiente tomaba otro tren a Seúl -el tren del ajo-, así llamado por el
predominante olor a ese tubérculo dentro del tren. El viaje de regreso era igual.
2003
No sólo por amor me fui a Estados Unidos. Necesitaba alejarme de Japón por un
tiempo porque mi popularidad y fama aumentaba día a día… era un “rostro” de
la TV, como se dice hoy, y como no disponía de auto, siempre debía viajar en
buses y metros atestados de gente y no faltaba el que me reconociera y me
pidiese un autógrafo. Muchas cosas les podría contar sobre las persecuciones de
las “Fans”, pero ciertamente no sería apropiado para un libro de Yoga. La verdad
es que ya no daba más. Me sentía constantemente observado y era blanco de
bromas entre mis compañeros de artes marciales.
La primera parte del tiempo que pasé en Estados Unidos la dediqué enteramente
a aprender inglés y a comer toneladas de helados frente al televisor. Un día,
estudiándome frente al espejo descubrí que había desaparecido el joven y
musculoso galán de la TV japonesa y en su lugar había un tipo con una enorme
barriga y con muchos, muchos kilos de más. No sólo había engordado fuera de
toda proporción, sino que no hacía nada por ganarme la vida.
Como en Estados Unidos también estaba con visa de turista no podía trabajar
legalmente de modo que estaba obligado a competir con todos los mexicanos
ilegales, que como yo, vivían en Los Angeles. Los trabajos que lograba
conseguir eran sólo por el día y muy mal pagados. Las pocas plazas disponibles
se llenaban rápidamente. Justamente el día en que una vez regresé a casa con los
zapatos totalmente estropeados por haber estado limpiando tambores con
productos químicos conocí a un cubano que por su manera de hablar y actuar
parecía ya “haberse hecho la América”. Me explicó con gran entusiasmo que
tenía una compañía que vendía puerta a puerta objetos religiosos desde
California hasta Texas, o en cualquier parte donde hubiera mexicanos. El
negocio exigía disponer de un vehículo y someterse a un prolijo entrenamiento.
Recuerdo que el vehículo me costó algo así como 250 dólares. La empresa del
cubano vendía solo dos productos: una linda Biblia, y un cuadro de Jesucristo
tridimensional que al enchufarse se iluminaba, y cuando uno pasaba frente a él,
Jesucristo guiñaba un ojo. Los mexicanos, en su mayor parte de origen humilde
se maravillaban con estos dos productos estrellas. Nosotros exigíamos un “Down
Payment” (una cantidad de dinero inicial) para poder hacer el pedido.
Posteriormente el cubano desde su oficina les enviaba los productos. Los
vendedores nos quedábamos con el “Down Payment”. Era nuestro sueldo. Con
él pagábamos los moteles, la comida y la gasolina y nos quedaba bastante dinero
para ahorrar, pues en un día visitábamos muchas familias mexicanas. Una noche
reposando en la cama de un motel de Kansas City Missouri me entró un
tremendo cargo de conciencia (de lo que quedaba de ella). No podía continuar
con este trabajo. Si bien es cierto que el cubano enviaba los productos, sentía que
estaba engañando a los mexicanos. Vendí el auto y me tomé el “Grey Hound
Bus” de vuelta a Los Angeles. Días después, tras ignorar los lamentos de mi
amiga, me encontraba a bordo de un barco rumbo Japón, vía Hawai. Ese barco
era bastante diferente al que me llevó a Japón la primera vez; era un “Cruiser”,
un barco de lujo norteamericano con orquestas, piscina y comidas exquisitas.
Europa 1971
Durante todo el tiempo que llevaba fuera de Chile mantuve contacto con
Christian Krarup, uno de mis mejores amigos en el Internado Nacional Barros
Arana. No sólo somos de la misma edad, sino que todos los fines de semana via-
jábamos en el tren que salía de la estación Mapocho hasta La Calera. Nuestras
familias vivían a escasos siete kilómetros y frecuentemente nos veíamos también
durante el fin de semana. Christian es descendiente de daneses y actualmente
empresario y profesor de agronomía en la Universidad Católica. Con Christian
habíamos quedado de encontrarnos en Estocolmo a fines del verano (europeo) de
1971, después que él concluyera sus estudios de post - grado en Dinamarca y
recorrer juntos Europa. Para ese cometido Christian había comprado una “liebre”
Volkswagen (una especie de “van”) que había adaptado con un par de camas y
un anafe.
Mi paso por Kuwait fue quizás una de las experiencias más fuertes que he
tenido. Cuando llegué Kuwait, un país carísimo, había agotado totalmente mis
reservas económicas. De pronto me vi entre la espada y la pared: si llamaba a
Chile o a Japón, para pedir dinero, éste no llegaría a tiempo. Necesitaba
urgentemente comer y un lugar donde dormir. Se me hacía agua la boca al pasar
por delante de las tiendas donde venden carne de cordero ensartada en una
especie de palo vertical y de donde van cortando con un inmenso cuchillo lonjas
de carne. 61 Creo que a eso le llaman “Shish Kabab”. Caminando por las calles
del centro de la ciudad, la mayor parte de ellas sin pavimentar, pero transitadas
por lujosísimos autos conducidos por hombres vestidos con una especie de
camisón y un paño en la cabeza sujeto por un banda circular negra. Algunos se
detuvieron para hacerme “proposiciones deshonestas”. Al parecer esa costumbre
está arraigada en todos los países árabes. En ese momento me di cuenta cómo se
sienten las mujeres cuando caminando tranquilamente por la calle son acosadas
por hombres en auto. En la puerta de un edificio vi un occidental, un inglés de
cara amable que me sonrió, como siempre sucede cuando dos occidentales se
encuentran en países donde uno es claramente extranjero. Es una especie de
código que nace en forma espontánea. Él trabajaba en los pozos petroleros como
asesor técnico. Me contó muchas cosas increíbles de los árabes y la
discriminación a la que sometían a sus mujeres. También me habló de las
estrictas medidas disciplinarias que tomaban cuando sorprendían a alguien que
hubiese consumido alcohol. Los extranjeros, al no poder comprar alcohol,
fabricaban el propio en forma clandestina, y con mucho temor a ser descubiertos.
Me dijo que la manera más fácil y rápida de hacer dinero era vendiendo sangre
en el hospital. La verdad es que no tenía alternativa, pues necesitaba el dinero
urgente y además tenía que comprar un pasaje en barco hasta India, donde me
esperaba un poco de dinero, por lo menos eso creía, y constantemente cruzaba
los dedos para que así fuese. Estaba claro que nadie iría a donar su sangre
voluntariamente en un país donde el estado se encargaba con creces del bienestar
económico de su gente. En el banco de sangre hice gala de desconocidas dotes
de negociador: Mi sangre O RH negativo, que es sumamente escasa en el
mundo, la vendí una y otra vez durante tres días, dos veces al día, a precio de
oro. Después del tercer día no me admitieron en el hospital pues según ellos,
estaba poniendo en riesgo mi salud. Afortunadamente pude comer y comprar el
pasaje más barato que había a la India. El barco hizo una interesante escala en el
puerto de Karachi. Años más tarde con un grupo de amigos visité nuevamente
Pakistán y compré en una fábrica de alfombras unas cuantas, todas hechas a
mano por niños y niñas de entre 6 y 10 años, algunos de ellos prácticamente
ciegos pues trabajaban en la penumbra para sensibilizar el tacto. El consuelo que
tengo de haber comprado estas alfombras, sabiendo quien las había tejido, es que
logré deslizarles a varios de esos niños una suculenta propina.
India 1972
El barco atracó en el puerto de Bombay. Posiblemente fines de Marzo. En la fila
para la inmigración, había un norteamericano justo delante mío. No sé de donde
salió, porque no recuerdo haberlo visto en el barco. Su comportamiento era
extraño; tenía variados “tic”. Esperaba impaciente su turno para que le timbraran
el pasaporte para salir a la calle. Como mi único equipaje era la consabida
mochila con la bandera chilena cocida en ella, y que a esas alturas estaba
bastante liviana por el tremendo calor que había empezado a hacer después que
salí de Irak, me fue fácil seguir al norteamericano para ver qué iba a hacer una
vez fuera del recinto de inmigración. No bien llegó a la calle, comenzó, eufórico,
a despojarse de su ropa mientras caminaba, hasta que quedó totalmente desnudo.
Su última posesión era una pequeña bolsa cuyo contenido, dinero y otras cosas
esparció entre los sorprendidos indios. Finalmente, gesticulando y gritando con
el pasaporte en la mano, lo tiró a la multitud para zambullirse en ella segundos
después. Cuando hablo de multitud, hay que haber estado en India para saber
realmente lo que es eso. Experiencias como ésta y otras incluso más bizarras, vi
muchas. Hay que recordar que durante esos años la India y en especial la ciudad
de Goa estaban llenas de “Flower People” que consumía libremente todo tipo de
estupefacientes.
1972 En la Puerta de Bombay
Sólo cuando uno está en India se da cuenta de que todo lo que uno ha leído o
escuchado sobre ese país sólo se comprende realmente por medio de la
experiencia directa. No hay otro camino, pues India es un asalto directo a los
sentidos: sus paisajes, olores, colores, sonidos, sabores, son completamente
diferentes y exóticos para nosotros los occidentales, sin mencionar la
desmesurada extrema pobreza de sus habitantes y la extrema riqueza de unos
pocos. Pero, para experimentar ese país y formarse una opinión propia, hay que
dejar de lado hábitos y
63
rutinas, como levantarse a la misma hora, acostarse a la misma hora, comer sólo
ciertas comidas, tomar el mismo camino para ir al trabajo, etc. Al estar ahí,
abandonamos, queramos o no, lo que para nosotros es lo normal y en ese
momento es cuando empezamos a crecer, y esto puede ocurrir en cualquier parte.
Regresé a Japón hacia fines del verano (invierno nuestro) de 1972. Calor, lluvia
y humedad. Como siempre, no me costó nada incorporarme a mis actividades
habituales. Lo único diferente fue la presencia de mi novia danesa. Quiso
asegurarse de que no la olvidaría y me vino a ver por un par de semanas. Como
el alojamiento que yo le podía proporcionar no estaba a su altura, le pedí a mi
amigo Susumu que nos alojara en la casa de su familia para que ella pudiese
disfrutar de un ambiente típico japonés y conocer de cerca las costumbres
japonesas. Habiendo prometido unirme a ella en Dinamarca tan pronto pudiese,
unas cuantas semanas después de su regreso a Dinamarca se me ocurrió poner en
un gran sobre una carta y fotocopias de mis diplomas en artes marciales
japonesas y lo envié a la policía danesa, sin mayores expectativas de que me
fueran a tomar en cuenta. En realidad fue un momento de inspiración el
habérseme ocurrido ofrecer a la policía de Dinamarca mis servicios como
instructor de defensa personal. Debo haber tenido el ego por las nubes en ese
tiempo, o bien era mi juventud, a la sazón 25 años. Uno no le teme a nada.
Enorme fue la sorpresa cuando recibí una carta llena de timbres de Dinamarca en
la que me pedían que fuese a una entrevista asegurándome que de ser aceptado
en la institución, ellos mismos se encargarían de regularizar mis papeles para
que pudiese permanecer indefinidamente en el país.
69
Europa 1973-1975
Así fue como en Enero de 1973 hice las maletas (por primera vez me desprendía
de la consabida mochila) y partí en avión a Dinamarca. Iba confiado pues mi
currículo era bueno.
1973 Con la estatua “Little Mermaid”, símbolo nacional de Dinamarca
En realidad todo iba bien, pero pensé que podría ir incluso mejor si montaba mi
propia escuela de artes marciales, pero como necesitaba financiamiento, recurrí
al padre de mi novia, uno de los magnates del cuero de Escandinavia. Fabricaba
cuero para pelotas de fútbol, para sofás, ropa, etc. Era un hombre riquísimo y
junto a él trabajaban sus dos hijos varones. La hija, mi novia, nunca se educó
convencionalmente ni tampoco trabajó. Hizo todos sus estudios con tutores
privados que venían a la mansión donde vivían en Troense, en la isla de Finn.
Ahora le encuentro cierta razón al padre cuando me negó su ayuda, pero en ese
momento me dio rabia. El padre del hijo de mi novia era un barón francés que
había engatusado al magnate del cuero y a su hija con su título de nobleza, pero
en realidad era más pobre que una rata. Pero eso no era todo. Lo peor era la
infidelidad y el abuso físico al que tenía sometida a mi novia y a su propio hijo.
Cuando aparecí en escena el barón se escondió. Sólo hacía notar su presencia
con llamadas telefónicas insultantes de brevísima duración. Eso se mantuvo
durante bastante tiempo, hasta que un día lo enfrenté en la calle. Creo que se
murió de miedo, posiblemente porque sabía a lo que me dedicaba. Al no poder
instalar mi academia en Dinamarca paulatinamente fui perdiendo interés por
permanecer en el país. Querer establecer una academia fue posiblemente el
primer indicio de mi veta empresarial, pues la vocación de profesor creo que
siempre estuvo ahí. Lo único que me retuvo en Dinamarca un par de años más
era mi novia y su hijo, mi primer profesor de danés a quien llegué a querer
mucho. Hoy debe tener unos cuarenta años y todavía nos mantenemos en
contacto.
Entrando en el año 1975 la desazón era tan grande que finalmente le hice caso a
mi intuición y partí solo de regreso a Japón.
Rusia 1975
Fines de febrero de 1975. Pleno invierno. Las temperaturas en el norte de Europa
rara vez subían de cero. A pesar del frío me embarqué en una nueva aventura,
cuyas consecuencias ni siquiera soslayaba. Creo que necesitaba tiempo para
pensar, para decidir mi futuro. Tomé entonces la vía más larga de regreso, una
que ya conocía: por tren a través de Siberia y desde ahí por barco hasta
Yokohama. Cuando el tren se detuvo en Viborg, el paso fronterizo entre
Finlandia y Rusia, uniformados rusos subieron al tren pidiendo ver los
pasaportes. Cuando vieron mi pasaporte chileno intercambiaron miradas y se
dijeron algo en ruso. Me hicieron bajar del tren con mi equipaje y me dejaron
solo en una habitación de la estación desde donde vi momentos más tarde el tren
ponerse en marcha. En Dinamarca yo vivía en otro mundo, ocu73 pado de mis
cosas, de mi nueva familia, de aprender el idioma y totalmente ajeno a lo que
pasaba en el resto del mundo y en Chile. Fuera del contacto epistolar que
mantenía con mis padres, prácticamente no tenía otra relación con el país. En
septiembre de 1973 me enteré por supuesto que había habido un golpe de estado
en Chile y que ahora los militares estaban en el poder. Seis años alejado del país
me parecían muchísimos más. Toda una vida. Si me hubiese quedado siempre en
el mismo lugar, posiblemente seis años me hubieran parecido sólo seis años. La
noticia no me tocó mayormente, en especial porque nunca tuve interés en
política. Es cierto que a partir del mes de septiembre comencé a ver grupos cada
vez más numerosos de chilenos desfilando con banderas por el centro de
Copenhague. Pensaban que nadie entendía nuestro idioma y gritaban consignas
cargadas de bilis y de groserías. Los daneses los miraban desde lejos con una
mezcla de curiosidad y de disgusto. Hay que conocer un poco a los daneses y
escandinavos en general para darse cuenta que los carnavales no es algo que les
nace naturalmente. Estoy conciente de que a algunos lectores posiblemente no
les agrade que escriba sobre estas cosas, pero en realidad lo hago para ser
coherente con el relato. Para una persona como yo, ignorante de las
repercusiones políticas del golpe de estado, grande fue entonces la sorpresa que
agentes soviéticos me hicieran descender del tren por el simple hecho de ser
portador de un pasaporte chileno. (En ese entonces era de color rojo). Ahora que
lo pienso, fue una estupidez haberme ido a meter a Rusia en ese momento. No
importaba si uno era partidario de Allende, de los militares, o de nadie. Ser
chileno ya era ofensa suficiente para los rusos de esos años.
Japón 1975
La primavera estaba por llegar. Un olor en el aire muy particular que solo he
experimentado en Japón, imposible de describir en palabras. Las primeras flores
de cerezo pronto florecerían.
Mi estadía esta vez en Japón fue relativamente corta, pero marcada por un hecho
que una vez más cambiaría el rumbo de mi vida: Esta empresa, una de las más
grandes de Japón, con 125 oficinas en 73 países en esa época, estaba buscando
un chileno que hablase perfectamente japonés para que sirviera de intérprete-
secretario-jefe de relaciones públicas, al nuevo gerente general de la recién
establecida oficina de la empresa en Santiago, el señor Kenkichi Ishihara.
Chile 1976
De vuelta en Chile en mayo de 1976, continué con mis actividades habituales,
que incluían vida de familia, una práctica diaria de artes marciales, y mi trabajo
en la oficina. En esa época introduje en Chile el Aikido, arte marcial hasta
entonces desconocida en nuestro país. A mis primeros alumnos les enseñaba
gratuitamente a la hora de almuerzo en un local que me prestaba un amigo cerca
de la oficina.
Pero, como siempre ocurre, nunca faltan las personas mal habladas y mal
pensadas que vieron en mi nombramiento la influencia de mi hermano mayor
que estuvo casado con una de las hijas del general. Mi hermano se casó con ella
cuando Pinochet era teniente o capitán de una guarnición del Ejército en Iquique.
Más tarde se divorciaría de Verónica para casarse nuevamente. Sea como sea, lo
que escribo en estas páginas es lo que realmente sucedió.
Así fue como nuevamente el destino me devolvía a Japón. Y, al igual que los
japoneses hicieron conmigo, antes de regresar a asumir funciones como
representante de Prochile en Japón, asimilado al rango diplomático de
“Agregado Comercial”, recibí junto a los otros cuatro representantes un intenso
entrenamiento, pero no en las artes diplomáticas, sino en conocer a fondo las
debilidades y fortalezas económicas del país y para eso visitamos industrias de
todo tipo desde el norte al sur del país para empaparnos literalmente del enorme
potencial del país en las áreas donde éramos fuertes: minería, pesca, agricultura
y silvicultura.
81
Recuerdo que en 1977 viajé por primera vez a China, a Beijing. Más tarde
viajaría a ese país con bastante frecuencia para promover la venta de productos
derivados del yodo en China. Pero ese primer viaje fue un viaje inesperado: no
recuerdo exactamente que pasó, pero un día me desperté con tortícolis o algo
parecido, sólo que no se iba con el pasar de los días y mi desesperación
aumentaba: no podía enderezar el cuello. Visité varios médicos en Japón, me
hice masajes Shiatsu, incluso acupuntura, pero todo era en vano. Un funcionario
de la Embajada me sugirió que llamara al embajador chileno en China y que le
explicara lo que me estaba pasando. Los japoneses tienen una relación muy
especial con China a raíz de los muchos problemas bélicos que tuvieron a través
de los años, pero sienten un profundo respeto por la cultura china. Llamé
entonces al embajador García Huidobro quien me hizo una cita con el director
del Hospital de Medicina Tradicional de Beijing. El director del hospital me
sentó en una mesa de la que quedé con los pies colgando. El se sentó en un
pequeño piso frente a mis piernas y me clavó en los costados de las pantorrillas
las agujas más grandes que jamás haya visto. Indescriptible dolor. Después de un
momento el doctor me indicó que moviera el cuello y como por arte de magia,
recobré de inmediato la movilidad de mi cuello. Muchas son las cosas que vi en
ese hospital, una operación a tajo abierto al corazón con la paciente riendo con
los médicos, complicados trabajos de odontología teniendo como anestesia solo
las agujas, etc. Tengo fe absoluta en la acupuntura, pero no en todos los
acupunturistas. Hoy, una vez a la semana me hago una sesión de acupuntura con
el doctor Yan, médico invitado por la Universidad de Santiago para impartir
cursos a médicos alópatas. También en ese primer viaje y sucesivos mi
curiosidad me acercó a famosos maestros de Chi Gong y de Tai Chi. Pude
apreciar también los impactantes efectos del trabajo energético de estas dos
disciplinas.
A partir de 1978 regresé a Chile todos los años, a veces hasta dos veces al año a
rendir cuentas de mi gestión. Los numerosos artículos que se publicaron en
diarios y revistas de la época sobre el aumento en el intercambio económico
entre Chile y Japón dan testimonio del trabajo que hicimos.
Sin la menor intención de querer probar por medio de estas páginas el fructífero
trabajo de equipo que hicimos en la embajada, quiero poner a continuación la
foto de una entrevista que en 1985 nos hizo a todos los agregados comerciales de
Prochile, el periodista de “Economía y Negocios” de “El Mercurio” y que más
tarde sería candidato a la presidencia de la república: Joaquín Lavín. Para todos
nosotros, ex-agregados, es un “documento histórico”.
Durante el largo período que trabajé en la Embajada que culminó en 1987 con
mi nombramiento como Embajador, y que finalizó con el cambio de gobierno en
1990, las exportaciones a Japón y las inversiones de ese país a Chile se
multiplicaron en tal medida que Japón desplazó a Estados Unidos y a Alemania,
nuestros destinos comerciales tradicionales, para pasar a ser el primer socio
comercial de Chile. Todo un trabajo de equipo que hicimos respaldados por un
país que se abría por primera vez al comercio con nuestros vecinos asiáticos
(separados sólo por el océano pacífico), y que contaba con los mecanismos para
fomentar el comercio y daba los resguardos y seriedad necesaria para que los
inversionistas del todo el mundo trajeran su dinero a nuestro país.
1988 Con el primer ministro de Japón, Sr. Uno y el canciller chileno Hernán Felipe Errázuriz.
El Día Decisivo
En 1979 el presidente Pinochet me pidió que tradujera al japonés su libro, 85 el
“El Día Decisivo”, (Kestudan No Hi). Para mi fue un reto de proporciones
siderales que puso a prueba mis conocimientos del idioma. En 1982 la Editorial
Sankei publicó el libro, -30.000 ejemplares-, cuyo lanzamiento se programó para
que coincidiera con la muestra pública de un auténtico Moai de la Isla de Pascua,
primero en Tokio y luego en la ciudad de Osaka. Era la primera vez que un Moai
salía de la isla para ser exhibido en el extranjero. Tanto la noticia del
lanzamiento del libro como la exhibición del Moai acapararon la atención de la
prensa local.
Augusto Pinochet Gustavo Ponce
1982 Sankei Shimbun
Hirohito
Un encuentro notable en 1987, fue el que tuve con Hirohito, el Emperador de
Japón.
1901-1989 Hirohito
Este era el hombre ante quien tuve que hacer entrega de mis credenciales. El
estricto protocolo que la Casa Imperial exigía a los diplomáticos no me era
desconocido, pues había, como dije, formado parte de la delegación en la
presentación de credenciales de mis dos predecesores. Durante unos tres días
aproximadamente recibí en la Embajada al jefe de protocolo de la Casa Imperial,
quien quería asegurarse de que seguiría estrictamente las reglas del protocolo: en
primer lugar, en ningún caso podía dirigirle directamente la palabra sino que a
través del intérprete de la Casa imperial, apostado a unos cuantos metros del
emperador; segundo, tenía que hablar en mi propio idioma; tercero, al retirarme
de la gran sala junto con mis acompañantes, debía hacerlo retrocediendo, de
manera de no darle jamás la espalda, y varias otras reglas que en este momento
no recuerdo. Entre risas, ensayamos diligentemente junto a los otros funcionarios
diplomáticos. Cuando llegó el gran día y la carroza tirada por espléndidos
caballos me fue a buscar para llevarme al palacio imperial, empecé a sentir una
especie de nerviosismo, similar al que experimenté cuando hacía antesala en la
oficina del general Pinochet. El tráfico había sido detenido en las calles que
conducían al palacio. La carroza iba precedida por uniformados en motocicletas
y detrás de la carroza, en dos grandes limusinas negras, venía el personal
diplomático de la embajada. La gente se detenía al paso de la carroza y saludaba
alegremente. La entrada a través de la gran puerta y cuidados jardines del palacio
fue majestuosa. Nos hicieron esperar en una inmensa sala donde habían sobre las
mesitas cigarrillos con el crisantemo impreso en ellos. El crisantemo, “Kiku”, es
el emblema de los emperadores. Esta flor de origen chino, apareció por primera
vez en Japón en el siglo 8 D. de C. Tanto se impresionaron los japoneses que la
adoptaron como el emblema y el sello oficial del emperador. Algu- nos de mis
funcionarios fumaban nerviosamente los cigarrillos con el sello imperial. Nos
ofrecieron te verde y nos dijeron que esperáramos.
89 1987 Momentos antes de presentar credenciales junto al jefe de protocolo y al personal diplomático de
la Embajada
Condecoración
En 1987 Daisaku Ikeda, presidente mundial de Soka Gaikai me condecora por
haber demostrado interés en la filosofía de esta organización budista laica. Como
tenía muchos amigos en Soka Gakkai, una vez a la semana nos reuníamos a
discutir temas relacionados con el budismo.
1987 Gustavo con Daisaku Ikeda
Daisaku Ikeda es uno de los escritores más prolífico de Japón sobre temas
relacionados con el budismo. Sufrió junto a su familia los horrores de la guerra
por lo que desde su adolescencia desarrolló un profundo sentimiento pacifista y
un respeto hacia aquellos que también habían sufrido la persecu-91 ción del
Estado japonés por sus creencias anti-bélicas. Junto con su mentor, Toda,
crearon Soka Gakkai, un movimiento que promueve la paz, cultura y educación
a nivel mundial. Ikeda fue distinguido con la Medalla de la Paz de las Naciones
Unidas. Soka Gakkai ha creado varias universidades e institutos de filosofía
oriental en diversos países y está representado en el parlamento japonés con su
propio partido político: Komeito. En Chile la organización tiene también una
sede.
En 1979 una “cita a ciegas” organizada por una amiga me permitió conocer a
quien sería mi segunda esposa. Nos dimos cita frente a la estación de trenes de
Shibuya, junto a la estatua de “Hachiko”, erigida en honor al perro que iba a
recibir todos los días a su amo. La historia cuenta que el amo falleció mientras
trabajaba y nunca regresó a casa, pero el perro, incansablemente, siguió yendo
todos los días a la estación hasta el día de su propia muerte frente a la estación,
lugar donde hoy está la estatua.
En esa época no todo era trabajo, vida familiar y artes marciales, que cada vez
practicaba menos debido a mis achaques físicos. También hice cosas
entretenidas, como por ejemplo ser promotor y organizador de otra pelea de
boxeo, la pelea de Martín Vargas por el título mundial de peso mosca contra
Yoko Gushiken en Junio de 1980. Junto con sus patrocinadores, Juan Cueto y el
político Juan Hamilton, vimos la desgarradora pelea desde la esquina del
aguerrido luchador chileno.
1980 Martin Vargas
A comienzos de 1980 empecé a tener serios problemas con ambas rodillas, con
los hombros y columna, resultado de múltiples y recurrentes lesiones derivadas
de la práctica de las artes marciales. También estuve a punto de operarme de la
columna, pero afortunadamente no lo hice gracias al Yoga, que hasta ahora me
ha mantenido alejado del bisturí. Ya en el año 1974 me había operado a tajo
abierto de la rodilla izquierda. En esa época no existía la artroscopia y como la
extirpación de los meniscos fue completa, con el pasar de los años fui
desarrollando artrosis en esa rodilla, lo que ha seguido empeorando y no hay
nada que hacer. El arduo aprendizaje de las artes marciales en Japón, cinco horas
diarias, seis días a la semana durante tantos años y el desafío que significó ser
instructor de defensa personal de la policía danesa, me inculcaron una férrea
disciplina que me ayudó a amortiguar en 1982, un lapidario diagnóstico médico:
si continuaba practicando artes marciales podría quedar inválido para siempre.
Tenía entonces 35 años. Con un cuerpo inutilizable mi sueño de toda una vida se
derrumbaba. En ese momento conocí el significado de la palabra depresión. Mi
vida carecía de sentido. Ya no tenía ninguna motivación, ningún sueño, ningún
proyecto. Pero el destino puso en mi camino a Per Winther, un noruego que
había pasado más de quince años estudiando Yoga al pie de los Himalayas.
Jamás hizo el menor aspaviento de las extraordinarias proezas físicas que podía
hacer. Era el sinónimo de la humildad y simpleza. Hoy nos asombramos al ver a
alguien practicando las series avanzadas de Ashtanga Vinyasa Yoga… Per, que
jamás se enteró de la existencia de este método podría haber hecho sin dificultad
alguna todas las posturas de todas las series, sin embargo, le daba gran
importancia a las técnicas de purificación (Shatkarmas), al Pranayama y a la
meditación. Me inició gradualmente, y gradualmente se fueron minimizando los
dolores a mi espalda con lo que comencé a posponer indefinidamente la fusión
de vérte- bras que el médico me había aconsejado. Sostuvimos largas
conversaciones e hizo que se despertara en mí un extraordinario interés por ir a
la “fuente”, a India, a revivir las experiencias de las que él siempre me hablaba
con tanto entusiasmo. Así fue como emprendí seriamente el estudio del Yoga, mi
pasión de todos estos años.
95 Per en Chakorasana II
Per Winther
Per en Eka Hasta Adho Mukha Vrksasana
India: 1985-1986
A fines de 1985, después de más de dos años estudiando con Per, de nuevo
emprendía viaje a India, pero esta vez con un propósito bien definido: Aprender
Yoga para poder algún día enseñar en mi propio país. Con 38 años y un cuerpo
castigado y achacoso, aterricé en Mumbai (Bombay), y me dirigí de inmediato al
“The Yoga Institute of Santa Cruz”, que queda muy cerca del Sahar International
Airport. Como iba recomendado por Per, fui acogido con gran deferencia. Estaba
realmente contento en este instituto dirigido por el matrimonio Yogendra.
Practicábamos mucha meditación, Asanas, Pranayama y Kriyas, y una vez al día
nos reuníamos a conversar sobre filosofía Yóguica con el Dr. Jayadeva
Yogendra o con su esposa Hansaji. Eran momentos realmente enriquecedores y
sin darme cuenta, transcurrían los días y semanas en el instituto, que en realidad
es un Ashram, pues no estaba permitido salir sin la autorización del doctor.
Echaba de menos, sin embargo, una práctica física más fuerte que la que se hacía
en el instituto.
1986 El doctor Jayadeva Yogendra y su esposa Hansaji 97
En esa época Guruji enseñaba asistido por su hija mayor Geeta y su hijo
Prashant. Hoy prácticamente no enseña, excepto la clase que más le apasiona:
Yogaterapia, que él llama “Medical Class”. Por supuesto continúa practicando
dos veces al día, dictando conferencias y haciendo demostraciones a través del
mundo. Verlo practicar es de no creerlo, ¡Sobretodo cuando se piensa que tiene
90 años!
1986 Prashant, Gueeta y B.K.S. Iyengar
101 Iyengar
Sólo algunos meses después de iniciar mis estudios con el profesor Iyengar sentí
que los efectos del Yoga sobre mi cuerpo y mente eran bastante profundos.
Físicamente me comencé a sentir más liviano, fuerte, flexible. Mental y emocio-
nalmente mucho más tranquilo y lleno de energía. Mi decisión de dedicar mi
vida a enseñar, pero esta vez Yoga, se reafirmó más que nunca. Las artes
marciales habían templado mi voluntad, pero el Yoga templaba mi espíritu.
1986 Esta foto fue sacada al día siguiente de haber regresado a Tokio, después de mi primer período de
estudios intensivos con el profesor Iyengar en Pune.
Estudiar con el profesor Iyengar es como ser alcanzado por un rayo: Tanto
sucede tan rápido que es difícil no marearse. Tardé solo algunos minutos en
darme cuenta que la comprensión del cuerpo humano que tiene este hombre
puede opacar a los más experimentados médicos. A cada rato lanzaba una nueva
idea de cómo trabajar cierta parte del cuerpo, instrucciones tan sofisticadas que
uno podría pasar un mes practicando diariamente una sola de ellas para poder
asimilarla. Pero no había tiempo ni siquiera para tomar una nota mental pues
Iyengar ya estaba en la instrucción siguiente y la siguiente. Después de la clase
traté de escribir lo que recordaba, pero de las tantas instrucciones recibidas solo
fui capaz de recordar dos o tres. Estudiar con el profesor Iyengar puede hacernos
sentir estúpidos rápidamente. Un inglés me dijo que en su caso dejaba que su
cuerpo absorbiera las instrucciones sin tratar de entenderlas con la mente.
En la época en que comencé a estudiar con Iyengar él enseñaba dos clases al día,
(un total de cuatro a cuatro horas cada día). Siempre era asistido por sus hijos
Gueeta y Prashant y unos cinco a seis otros ayudantes. Seis clases cada semana
estaban dedicadas a la práctica de Asanas y cuatro a la de Pranayama. El maestro
Iyengar rara vez estaba satisfecho con nuestro rendimiento. “Lo máximo que
entregaste ayer debe ser lo mínimo de hoy”. Cada vez que uno cree que ya
entendió algo, veinte nuevas ideas son puestas delante de uno. Realmente uno se
da cuenta que el Yoga es un pozo sin fondo cuando uno está en presencia de
Iyengar.
Una de las cosas que noté en esa primera y sucesivas clases, fue que el mensaje
de Iyengar se puede resumir en dos palabras: estar conciente. Para la mayoría de
nosotros la concentración comienza al estar concientes de solo un área del
cuerpo a la vez. Iyengar describe nuestra práctica: “Cuando estiras tu mano,
olvidas tu pierna. Si estiras tu pierna olvidas tu columna. Si estiras tu 105
columna olvidas tu pecho, ¿correcto?” Cuando tratamos de llevar nuestra
conciencia a todas las partes de nuestro cuerpo simultáneamente, el practicante
desarrolla fuertemente su “poder de concentración o Dharana. El estar conciente
comienza con el cuerpo pero se va adentrando cada vez más hacia niveles cada
vez más sutiles, pero el principio básico de “estar atento” está siempre presente.
En cierto modo Yoga es como practicar Zen, la mente está siempre enfocada.
Iyengar trataba de enseñarnos a mantener vivo en nosotros el sentido de la
curiosidad durante la práctica, de modo que cada día nuevos puntos de enfoque
mental pudieran ser descubiertos. Decía, “Para un Yogui, el cuerpo es un
laboratorio, un lugar para experimentar e investigar”. Trataba de hacernos sentir
que estábamos haciendo algo nuevo cada vez que hacíamos una Asana, que
estábamos descubriendo algo diferente en Asanas que habíamos hecho millones
de veces antes. Frecuentemente comentaba, “Por lo general, cuando una persona
domina una postura, le resulta poco interesante. Esta es la razón por la cual uno
ve a tanta gente haciendo en forma mecánica una postura. Sus mentes están en
otra parte”.
Una vez habló sobre Virasana (Ver quinto libro de esta colección). Según él, una
de las posturas más fáciles: “Cuando haces Virasana doblas las piernas y te
sientas sobre tus glúteos. Crees que has hecho la postura perfectamente. Pero
¿Cuántos de ustedes se dan vuelta para mirar en qué dirección apuntan los dedos
del pie derecho y los del pie izquierdo?... Cuando lo haces aparece una duda:
¿Por qué este pie mira en esta dirección y el otro en esa otra? El pie puede estar
derecho y los dedos parecen estar bien puestos, pero mirando más de cerca verás
que el talón está un poco girado hacia la derecha y el talón del pie opuesto girado
en otra dirección… y mirando más de cerca todavía aparecerá otra duda: ¿Por
qué un tobillo está más grueso que el otro? Sientes que la piel de un tobillo está
tirante y la del otro no… Al comienzo muchas son las dudas que aparecen, pero
a medida que vas progresando en tu práctica, tu inteligencia llegará a todas las
áreas del cuerpo y cuando lo consigues, la inteligencia deseará penetrar un poco
más profundamente y cuando eso sucede tus facultades discriminatorias
aumentan.”
Rajneesh
En el año 1974 Rajneesh se traslada a Pune donde abre su “Ashram”. Su fama
comienza a expandirse por el mundo y sus discípulos principalmente extranjeros
cansados de las religiones tradicionales y del orden establecido en sus
respectivos países lo siguen ciegamente absorbiendo cada una de sus palabras y
enseñanzas especialmente en relación con la práctica del amor libre por lo que
más tarde Rajaneesh sería más conocido como el “Sex Guru”. Dos veces al día
hablaba frente a una creciente cantidad de seguidores. Todos sus discursos
fueron registrados y publicados por sus discípulos en más de 700 libros y
traducidos por lo menos a unos 40 idiomas. Según “The Guiness Book of
Records” es el autor más prolífico que jamás haya existido. Basta haber visitado
la librería del Ashram cuyas paredes y estanterías están tapizadas con sus libros
para darse cuenta de esta afirmación. Personalmente me encantaban sus
discursos porque se atrevía a decir todo lo que pensaba de una manera tan lógica
que todo lo que uno interiormente sabía o sospechaba sobre la vida, las
relaciones entre personas, la meditación, o cualquier tema, de pronto todo
comenzaba a tener sentido. Sus libros son realmente una experiencia que nadie
debiera dejar de tener. Son realmente entretenidos y sobretodo, “quiebra-
esquemas”. A comienzos de 1980 su salud comienza a empeorar. Sufría de
diabetes y problemas a la espalda. Un par de años más tarde sus discípulos
norteamericanos compran una extensa propiedad en el desierto de Oregón.
Rápidamente construyen una comunidad-ciudad que se llamó “Rajneeshpuram”
a la que Rajneesh se muda. Dentro de poco tiempo le tocaría enfrentar la ira de
los sectores más convencionales de Estados Unidos. A mediados de los años 80
surgieron a la luz pública muchos escándalos y actos ilegales que aparentemente
fueron obra de su secretaria personal y de algunos miembros cercanos de su
organización, lo cual le dio fuerzas al movimiento cristiano contrario a las ideas
de Rajneesh. Rajneesh es arrestado y posteriormente deportado a India y la
comunidad disuelta. India no lo quería de vuelta por lo que a comienzos de 1986
Rajneesh inicia un tour alrededor del mundo en busca de un país que lo acogiera
a él y sus discípulos para construir una nueva comunidad. El tour duró varios
meses y abarcó países como Grecia, Suiza, Inglaterra, Irlanda y otros. Sólo se le
permitió109 permanecer en estos países con visa limitada de turista. A mediados
de 1986, al no ser aceptado por ningún país, Rajneesh regresa a su Ashram de
Pune a pesar de la fuerte oposición local que lo consideraba “persona
controvertida”. El gobierno de la India hace “vista gorda” y el Guru finalmente
establece su base definitiva en Pune.
A pesar de eso, más tarde me hicieron una entrevista en el diario del Ashram, el
“Rajneesh Times”.
111
Osho, como se hizo llamar en los últimos años de su vida, abandonó su cuerpo
en enero de 1990. Su gigantesca comuna de Pune es según sus seguidores, “el
mayor centro de crecimiento espiritual del mundo”. En mi opinión hoy día es
una especie de “Club Med espiritual”. La palabra Osho, según entiendo viene de
“Oceanic”, es decir, tan grande como el océano. Osho dedicó su vida entera a
provocar a todo el mundo para remecerlos en sus más arraigados fundamentos
para que duden de todo lo que han venido creyendo a ciegas, obedeciendo a las
tradiciones y a la fe.
Un día invité a una amiga alemana que pertenecía al círculo más cercano de
Osho a un masaje con Kusum en mi hora habitual. Quedó tan impresionada que
me pidió que la convenciera para dar masajes en el Ashram. En general los
indios tenían y siguen teniendo una cierta reticencia hacia Osho y sus ideas.
Pero, a Kusum le pareció una excelente idea y comenzó a masajear a los
Sannyasin de Osho. El entusiasmo siguió creciendo y en el Ashram le pusieron
al masaje que daba Kusum nombres exóticos. Poco tiempo pasó hasta que
aparecieron sus primeros “discípulos” y “terapeutas”. Hoy día Kusum es
conocida incluso en el extranjero.
Gustavo recibiendo un masaje Ayurvédico de parte de Kusum
1987: Japón
Fue en Diciembre del año 1987 que mi vida daría otra vez un vuelco inesperado:
Yo regresaba de un viaje a India y mientras esperaba que salieran mis maletas,
divisé a un ángel de pelo largo, rubio y ondulado, envuelto en un abrigo de color
verde, esperando su equipaje en el carrusel vecino. En ese momento, de haber
sabido el sufrimiento que vendría acompañado de insospechados efectos sobre
mi salud física y mental, probablemente no me habría acercado a hablarle.
Podría escribir todo un libro sobre la relación en la que nos embarcamos, cuyo
título podría haber sido “Historia de una obsesión”. La obsesión fue tal que me
separé de mi esposa australiana y de mis hijas cuando la menor tenía solo seis
meses. Pero de esta relación, la más larga y dramática que he tenido, nació en
2001 Gustav-Konstantin, mi único hijo varón y en este momento, mi mayor
alegría. Se podría decir entonces que por cada cosa mala, hay una buena, o lo
que es aparentemente malo en un momento determinado, puede ser bueno en
otro, como le sucedió al rey que fue a cazar acompañado de un recio
guardaespaldas. Mientras limpiaban las lanzas y dagas y se disponían a salir de
palacio, el rey se hizo un corte profundo en una mano. El guarda espaldas le dijo
en ese momento: “todo es por algo. Todo tiene un lado positivo”. Al rey le
pareció que el comentario era una clara falta de respeto y lo mandó encerrar en
un calabozo y partió solo a cazar alejándose cada vez más del palacio. En la
jungla fue sorprendido y tomado prisionero por un grupo de salvajes que tenían
por costumbre hacer sacrificios humanos. Cuando llegaron a la aldea
comenzaron a lavar al rey prolijamente y en ese momento descubrieron la mano
ensangrentada. El cuerpo tenía un desperfecto y no podía ser ofrecido a la
divinidad por lo que lo dejan en libertad. Regresó a palacio y fue directamente a
ver al guarda espaldas para liberarlo pues había comprendido el significado del
comentario que había considerado insultante. Des- pués de contarle lo que le
había sucedido le pregunta al guarda espaldas: “¿Pero, cuál es lado positivo de tu
encarcelamiento?”. El guarda espaldas le respondió: “Si hubiese ido con usted,
tan pronto ellos se hubiesen dado cuenta que usted no servía para el ritual, me
habrían matado a mí”.
Estando en Japón, cada vez que podía, iba a la India a continuar mis estudios con
el profesor Iyengar. Algunos años fui hasta tres veces en el año. Fue también en
1987 cuando comencé a enseñarles a mis amigos más cercanos. La experiencia
me gustó mucho, y a partir de ese momento comenzó a germinar la semilla de
ser más adelante profesor de Yoga.
Chile, 1987
También en el año 1987 ocurrió un hecho de gran importancia, sobre todo para
los días que estoy viviendo: encontré Canal Om.
115
Desde niño siempre soñé con tener algún día un lugar junto al mar, pero no muy
alejado de Santiago. Desde niño visualicé las características que tenía que tener
este lugar: debía ser un lugar solitario, pero próximo a mis padres que viven en
Maitencillo y próximo a Santiago, no solo por la facilidad de transporte, sino que
también porque en caso de emergencia por accidente u otra causa, se puede
volver a la ciudad rápidamente; otra característica era que tenía que ser una
mezcla de campo y playa. El mar era de la máxima importancia, pues el lugar
debía contar con playa propia. Pero la principal consideración era que el lugar
tenía que ser lo suficientemente grande como para recibir mucha gente con quien
compartir mis intereses.
Con todo lo anterior en mente, en uno de mis viajes a Chile desde Japón, arrendé
una avioneta y me vine bordeando la costa desde Valparaíso hacia el norte en
busca de la tierra prometida. Veinte años atrás en el área comprendida entre
Pichidangui y Los Vilos no había ni una sola casa, es decir el requisito de que
tenía que ser un lugar apartado de todos, se cumplía, pero lo que más me
sorprendió desde el aire fue la increíble belleza natural de toda esa zona. Al día
siguiente me vine por tierra y haciendo averiguaciones di con el propietario del
fundo en el que estaba la playa rocosa soñada. El dueño del fundo me dijo que
justamente estaba loteando el fundo y que el lugar que yo le describía estaba a la
venta, y que por ser el primer interesado me la vendería en un precio módico.
Cuando me dijo el precio por hectárea realmente no lo podía creer e inicialmente
incluso pensé que se había equivocado. Compré de inmediato las tres hectáreas
que tiene Canal Om. El valor de la tierra fue realmente barato, especialmente
para mí, acostumbrado a los altísimos precios de Japón. El gasto vino más tarde
cuando a partir de 1998 comencé a construir las diferentes dependencias con las
que cuenta Canal Om Ocean Resort & Spa que ocupa un lugar muy importante
en mi corazón y si me detengo a pensar un segundo, tengo que concluir que mi
vida o lo importante de mi vida en este momento transcurre entre el amor que
mantengo a la distancia con mis hijas australianas, con mi hijo Tin Tin, mis
padres, mi pareja, el Yoga, el Yogashala y Canal Om. Las personas y los lugares
mencionados me proporcionan todo lo que necesito para sentirme plenamente
realizado y feliz, a pesar de los muchos momentos difíciles y desagradables que
me ha tocado vivir, pero como se dice, estos momentos también forman parte de
la vida.
Japón 1990
A pocos meses de dejar la Embajada de Chile en Japón fui entrevistado por la
periodista y fotógrafa Mónica Oportot, madre de la conocida actriz Antonia
Zegers, una de mis primeras alumnas. Mónica se encontraba en Japón
entrevistando al monje budista Zen, Patricio Goycolea, más conocido como
“Jiku San”. Justo cuando pasó a verme a la Embajada yo estaba saliendo a
hacerme un tratamiento de “Reito Chiryohoo” y la invité a venir conmigo para
registrar la experiencia.
Más atrás escribí que la razón por la cual había abandonado las artes marciales
japonesas en 1982 y comenzado a practicar seriamente Yoga fue para aliviar los
dolores producidos por el abuso al que había sometido mi cuerpo desde mi
niñez. A pesar de la práctica de Yoga y de los infructuosos esfuerzos del
profesor Iyengar en su “medical class” por sanar mi rodilla derecha y sobretodo
los hombros que no me permitían levantar los brazos sobre la cabeza sin dolor,
seguía sufriendo seriamente. Fue en ese momento que leí en una revista japonesa
que el doctor Toshima Yamauchi había abierto hacía algunos años una clínica en
Yokohama, ciudad-puerto cercana a Tokio, donde había curado a miles de
personas de reumatismo y artrosis por medio del frío: “Reito Chiryohoo”. La
técnica consiste en exponer al paciente a temperaturas extremadamente bajas (en
algunos casos hasta menos 192 grados centígrados) durante un minuto
aproximadamente para luego someterlo a un intenso trabajo físico aprovechando
de que el cuerpo está completamente insensible y la reacción de calor que
sobrevendrá al frío.
Para mí esta experiencia límite más que un desafío era una promesa de sanación
que no podía dejar pasar. Estuve frecuentando la clínica durante unos dos meses
hasta convencerme que no experimentaba ninguna mejoría, al igual que con la
“medical class” del profesor Iyengar. Me hacían entrar en un “freezer” gigante
con nada más que un short, una mascarilla, un par de orejeras y dos trozos de
tela adhesivas sobre los pezones para evitar que el frío los desprendiera. El
tiempo de permanencia en el “freezer” se iba aumentando paulatinamente a lo
largo del tratamiento. Logré llegar a permanecer durante un minuto y medio a
una temperatura de menos 180 grados; en cada oportunidad pensaba que mi
organismo no resistiría, pero la temperatura la controlan de acuerdo a la fortaleza
mental del paciente, de su edad, condición física, estado cardíaco y otras
características.
117
En Bélgica, ya a fines del año 1990 fui a ver a uno de los más famo - sos
médicos del deporte de toda Europa, el Dr.Gert Declerck. Después de someterme
a numerosos exámenes que incluyeron la resonancia magnética nuclear,
determinó que la única forma de aliviar los dolores a los hombros y a mi rodilla
derecha era quirúrgicamente, pero que en el caso de los hombros, me advirtió, el
dolor pasaría pero nunca podría conseguir mucha flexibilidad y lo máximo que
podría levantar los brazos sería a la altura de la cabeza, pues los tendones de los
hombros estaban cortados y no había nada fuera de la
1990 Artículo de la revista Paula
Bélgica 1990-1995
El cambio de gobierno en Chile significó para mí un importante cambio de vida.
Mi sentido de la lealtad hacia la persona que me había dado el trabajo que me
había llevado de vuelta a Japón, éticamente, no me permitió continuar en el
cargo. Pensé: “Si se va él, es lógico que yo también me vaya”. Por lo tanto, hice
coincidir entonces mi salida del gobierno con la de Pinochet, de modo que el 11
de marzo de 1990 nuevamente me encontraba sin trabajo. Esta situación duró
poco, pues las ofertas comenzaron a llover: una para quedarme a cargo de una
empresa en Japón, otra para crear una nueva empresa de representaciones
japonesas en Chile y una última, que acepté: hacerme cargo de la oficina de
SQM en Bélgica, oficina que se ocupaba en esa época de la venta y distribución
del salitre, yodo y litio en prácticamente todo el mundo. Me tocó viajar mucho.
En realidad me pasaba casi todo el tiempo arriba de los aviones. Muchos viajes
hice a la ex Unión Soviética, a pesar de que me había jurado nunca más regresar.
Las historias y anécdotas de esos cinco años viviendo en Europa a cargo de esa
importante empresa multinacional podrían llenar decenas de páginas.
1993 Convención Iyengar Yoga, Londres (B.K.S.Iyengar al centro)
1993 Convención Iyengar Yoga, Londres (B.K.S.Iyengar al centro)
El moderno Samurai
Estando en Bélgica recibí un día una llamada telefónica de Héctor Véliz Mesa,
conocido periodista, escritor, rostro televiso y profesor universitario, quien
además es dueño de la Editorial Cerro Huelén. Héctor –a quien yo conocía desde
hacía algunos años- me preguntó si me interesaría escribir para su editorial una
especie de guía para los hombres de negocios chilenos que viajan a Japón. Lo
que Héctor tenía en mente era más bien una guía turística. Yo le dije que de eso
había mucho, pero que podría enviarle algunos ensayos o pequeños artículos
sobre cosas curiosas y aspectos desconocidos de la mentalidad del japonés
moderno. Así fue como surgió el libro “El moderno Samurai”, en 1992.
1994: Peste Bubónica
Sólo a mí me podía ocurrir: Fui el único occidental que contrajo la plaga maldita
de la que escribió en 1947 Albert Camus en su clásico, “La peste”. Hay que
recordar que esta plaga que asoló muchas regiones del planeta desapareció del
mundo hace más de 100 años y que hoy sabemos sobre ella justamente a través
de libros como el de Camus.
121
A fines del año 1995 con casi 30 años fuera de Chile, entré en un dilema
existencial: O continuaba mi exitosa carrera de empresario internacional y
aseguraba para siempre el bienestar económico de mi familia en Australia, o me
dedicaba a ser profesor, mi verdadera vocación. Esta última alternativa era
incierta pues desconocía si a la gente le interesaría el Yoga en Chile. Me dejé
llevar por mi intuición. Siempre he creído que en la vida hay que hacer lo que
uno realmente desea hacer y no quedarse atrapado en la aparente conveniencia
de las cosas. Para sorpresa de muchos renuncié a mi trabajo y me fui otra vez a
India.
Chile 1996
Regreso temporalmente a Chile a fines de 1996 a ver una propiedad que estaba
en venta en la calle M. Sánchez Fontecilla: el futuro Yogashala, y me quedo
hasta comienzos del año 1997. Durante ese tiempo enseñé gratuitamente a un
pequeño grupo de personas que al momento de mi partida ya eran 50. A esos
primeros estudiantes dediqué este libro, pues fueron los que le pusieron el
corazón al proyecto que hoy late fuerte y acompasadamente. El año 1997 marca
entonces el nacimiento del Yogashala.
1997 Mis primeros alumnos
125
Estando en Chile en 1996 le escribo al profesor Iyengar comunicándole que
había comenzado a enseñar su método en Chile y que percibía que el interés por
aprender Yoga crecería en el futuro. Inicio con el profesor Iyengar un prolífico
intercambio de cartas. De esa época, la más relevante es aquella en la que me
dice que está feliz de prestarme su nombre para establecer el primer centro
Iyengar en Chile.
127
1996 Carta del maestro Iyengar.
“Soy Eusebia. Nos conocemos desde hace mucho, mucho tiempo. En otros
tiempos fuimos tiernos amantes. Veo que estás muy deprimido. Puedo decirte
que ella tiene la cabeza en las nubes; veo que su corazón habla de ti, pero no veo
que vuestra relación se rehaga, aún cuando la volverás a ver. Debes ir hacia otro
corazón. Debes reabrirte al amor, recomenzar, descubrir que en torno tuyo hay
corazones alegres, livianos. Ella ha experimentado mucho amor por ti, y está
acostumbrada a ser tomada de la mano; tú has sido como su padre. Veo mucha
tristeza en ella. Es una muchacha muy insegura, siempre necesitando que alguien
la tome de la mano, que alguien la mantenga. Su temperamento es inestable:
sube y baja. Va de la alegría a la tristeza. Amor mío, la relación con ella está
terminada. Lo siento.
Las mujeres que has podido amar en tu vida han sido muchas. El amor no ha
sido avaro contigo, por el contrario, muy generoso. Veo una mujer lista para ti,
pero recuerda que nada es para toda la vida. Cada amor y cada cosa tienen un
significado en el momento en que se viven. Un gran amor puede durar sólo un
día. No me preguntes si el amor con la mujer que te espera durará un día, un año
o mil. Te ruego, amor mío, vive cada momento.
Te ruego también echar raíces en tu propia tierra tan pronto puedas. Debes
regresar a ella y llevar no sólo lo que has aprendido sino que toda la experiencia
que has acumulado. Haz uso de tu sensibilidad. Tu proyecto en verdad no es un
proyecto, sino un paso obligado que debes dar. En tu tierra no existe todavía
nadie que pueda hacer lo que tú sí puedes. Esta es una tarea; no es un proyecto.
Te ruego que no le tengas miedo a la soledad, porque en el fondo has tenido
pocos momentos para pensar en ti mismo y sentir en toda su potencia, tu voz
interior. Momentos de soledad tendrás. Agradécelos. Esos momentos te
permitirán dar mucho amor a quienes se acerquen a ti. Ya no eres el hombre que
eras. Reconoce cuánto has cambiado. Has muerto en ti mismo para renacer con
una piel nueva y un corazón nuevo. Tu andar por el mundo no ha sido otra cosa
que tomar una valija para irte a buscar a ti mismo. Ya te has encontrado, amor
mío. Puedes regresar a casa y construir tu verdadera casa interior. Sé que todavía
tienes tareas que hacer, pero créeme: hay árboles llenos de frutos maduros para ti
y no tendrás más que estirar la mano para recogerlos. Estás a punto de crear
nuevos aspectos del amor, porque tú no fundarás una escuela de Yoga, tú
fundarás una escuela de amor, donde le enseñarás a la gente que viene a ti a
cuidarse, a amarse. Habrá mujeres, hombres, jóvenes, niños, ancianos que se
acercarán con curiosidad a tu centro. Todos te amarán a su manera. Escucha
entonces esos corazones. Amor mío, escucha el amor en cualquier forma que te
sea ofrecido. Pese a que te dije que de aquí a poco habrá otra mujer para ti, ella
partirá y no te sentirás nunca más solo. Habrás descubierto que eres capaz de dar
y de dar con conciencia. Tengo que decirte, mi querido y amado corazón que
hace mucho tiempo estuve al lado tuyo y te amé apasionadamente. Ahora no
tengo carne ni brazos, pero te abrazo, y aunque no tengo labios, te beso. Mi
pasión por ti es mucho más profunda, pues no es una pasión terrenal, sino
celestial. Recuerda, que aunque estés en uno y mismo lugar, cada día vivirás un
viaje. Buen viaje”.
Días después nuevamente me dirigía a la India, pero esta vez con un propósito
bien definido: estudiar Ashtanga Vinyasa Yoga con Shri K. Pattabhi Jois, en
Mysore, a quien había conocido, junto a su nieto Sharath en el año 1992. La idea
era aprender este método que consideraba muy apropiado para la gente joven.
(Sobre Ashtanga Vinyasa Yoga encontrarás amplia información en el libro 3 y
en el libro 14 de la colección Cuerpo-Mente. El libro 14 versa exclusivamente
sobre este método. Por el momento diré solamente que es el sistema de ejerci131
cios aeróbicos más antiguo del mundo).
Mysore 1997
El ambiente en la escuela de Pattabhi Jois –todos extranjeros-, el trabajo duro
que comenzaba todos los días a las 4:30 A.M. y el desafío de ser con 50 años el
alumno de mayor edad, me sirvió para ir adormeciendo paulatinamente las
emociones y los pensamientos más negativos hacia mi ex novia. En el año 1992
cuando estuve por primera vez en Mysore, Pattabhi Jois tenía muy pocos
alumnos. En esa primera visita a su escuela sentí que no estaba listo para
embarcarme en un nuevo método. Para mí en ese momento no existía otra cosa
que el método Iyengar, pero ahora me venía como anillo al dedo: Mientras más
dura era la práctica, mejor. Mientras más sufría físicamente más aliviaba los
dolores del corazón.
1997 Pattabhi Jois y Gustavo
contra alguien es como tomar veneno y querer que le haga mal al otro…En lugar
de desarrollar sentimientos de rabia hacia alguien que nos ha hecho daño, hay
que tratar de desarrollar sentimientos de compasión, antes del que el odio se
instale. No se trata de ser hipócrita y decir: “¡No pienso odiar a esa
desgraciada!”.
Hoy estoy experimentando los últimos coletazos de la tormenta (sobre ella les
hablaré cuando lleguemos al año 2003). Las aguas se han aquietado al menos por
ahora. Patanjali en sus famosos “Yoga Sutras” afirma que para ser feliz es
imprescindible la práctica y el desapego. Práctica es la atención constante que
debemos poner para no olvidar lo que realmente es importante en la vida;
desapego es simplemente reconocer que no tenemos nada. La sensación de
posesión es virtual, apenas el uso momentáneo de algo que creemos que es
nuestro, pero que tarde o temprano perderemos. Patanjali nos aconseja que
vivamos el presente y que recordemos siempre que hemos sido convidados a una
fiesta de la cual no podemos llevarnos nada material.
T.K.V. Desikachar que nació en 1939 creó el centro para perpetuar las
enseñanzas de T. Krishnamacharya, su padre, que murió a la edad de 101 años.
El “Krishnamacharya Yoga Mandiram ofrece clases en la modalidad uno-a-uno,
es decir, un profesor, un alumno, como se enseñaba en la antigüedad. Se enseñan
Asanas, Pranayamas, meditación, filosofía, Mantras, etc. Se le da gran énfasis a
la investigación sobre los efectos del Yoga en pacientes con asma, esquizofrenia,
problemas al corazón y desórdenes mentales, así como a los programas de
enseñanza en aldeas remotas. Muchísimas son las personas que frecuentan el
centro cada día. El KYM está principalmente enfocado al servicio de la
comunidad local.
Después del desayuno nos íbamos a dormir una buena siesta matinal. Eso es lo
que pasa con Ashtanga Vinyasa Yoga: cansa. Luego nos juntábamos a almorzar
en algunos de los pocos sitios donde la comida no era tan picante y más tarde
nos dábamos cita en la piscina del Hotel Southern Star, el único de 5 estrellas
dentro de la ciudad. Nos quedábamos hasta tarde, disfrutando del calor de la
India y hablando de…. Yoga. A veces organizábamos paseos a las lamarías
budistas que se encontraban en las afueras de la ciudad o bien a la reserva
natural de pájaros. En la noche por lo general comíamos en la casa de algún
amigo o bien cada cual preparaba su propia cena, muy liviana pues la práctica
siempre era muy temprano a la mañana 137 siguiente, excepto los sábados,
nuestro único día de descanso. Como yo era residente de largo aliento toda la
gente que llegaba me consultaba sobre donde arrendar una moto, donde comer,
donde mandarse a hacer ropa, quién alquilaba apartamentos, etc. Era interesante
ver pasar tanta gente, en especial de Estados Unidos, pero también vecinos
nuestros, como Pedro Kupfer a quien conocí en esa época.
Con Manju Jois (hijo de Pattabhi) y Sarath
Venkatesh
No solo tenía yo problemas a las rodillas sino que las hernias de mi columna
vertebral me impedían doblarme hacia atrás estando de pie para caer sobre mis
manos, una práctica habitual en Ashtanga Vinyasa Yoga. Hablando un día con el
dueño de un lugar donde tenían Internet, me dijo que a la vuelta de la esquina
había un señor que tenía una pequeña escuela de Yoga, que en su juventud había
sido campeón de la India en una competencia de Asanas. Lo fui a ver y le pedí
que trabajara conmigo para flexibilizar mi espalda para hacer “Drop Back”.
Trabajamos intensamente, y aún cuando lo conseguí, no perseveré en esta
práctica puesto que me producía fuertes dolores. Sin embargo, consideré que era
un buen profesor y lo comencé a recomendar a todos mis amigos “Ashtanguis”,
quienes a su vez lo promovieron y hoy Venkatesh es muy conocido tanto en
Mysore como en algunos países a los cuales ha sido invitado en los últimos años.
Demás está decir que su pequeña escuela creció considerablemente.
Con Venkatesh
“Drop Back”
139
Sólo compartiré con ustedes los sorprendentes y más relevantes aciertos, tal cual
los anoté el 23 de Abril de 1997, el día de la sesión de astrología védica:
3) Trabajo: Que tendría, por el resto de mi vida, dos vehículos con los que
conmutaría entre el centro de Yoga que estaba pensando crear en Santiago (del
Yogashala nada le había hablado) y una especie de parque junto al mar (Canal
Om, del que tampoco nada le había dicho), lugar que sería frecuentemente
visitado por mis padres y por muchos estudiantes de Yoga de todo el mundo.
Que un hombre de piel oscura que llevaría a Chile a trabajar conmigo se pondría
celoso de mí y me sería desleal y que finalmente me engañaría.
Me dijo también que los idiomas que sabía, en especial el español y el inglés me
serían de gran ayuda para enseñar y relacionarme con mis alumnos. Que debía
explotar la facilidad que tenía para comunicar mis ideas y conocimientos, a pesar
de tener una personalidad contradictoria: por un lado sociable y por otro,
ermitaño, y que por tener una constitución Pitta-Vatta, tenía una gran capacidad
de trabajo, resistencia y concentración. Tendría momentos de intensa actividad
física y otros, de intensa actividad mental.
Por último, me dijo que mucha gente ha mal interpretado y continuará mal
interpretando mis acciones, a pesar de que ellas sean bien intencionadas. No
podré evitar que se hable mal de mí y de que se me calumnie. Es mi Karma, y
tendrá que suceder el resto de mi vida. Nada podré hacer al respecto.
141
Pero, ¿Cómo me transformé en un héroe local en Mysore?
Una noche yo había invitado a dos compañeras, una española y la otra italiana, a
comer al Lalitha Mahal, en las afueras de la ciudad camino a Chamundi Hill, un
palacio que perteneció al último Maharaja de Mysore y que ahora es el hotel más
exclusivo de Mysore. Desde la ciudad tardamos unos treinta minutos en
“rickshaw” (moto de tres ruedas) hasta la puerta de entrada del parque donde
está el palacio. Eran cerca de las nueve de la noche y ya estaba oscuro. En la
entrada un pelotón de policías detiene el “rickshaw” y nos hacen bajar. Nos
dicen que no nos pueden dejar entrar porque el presidente de India se encuentra
en el hotel junto a su comitiva. Yo les digo que simplemente habíamos venido a
cenar y que habíamos reservado una mesa, lo que no era verdad, pero
consideramos que siendo extranjeros decir eso sería suficiente para que nos
dejaran pasar. El policía que estaba a cargo del grupo después de preguntarme
mi nombre envía a uno de sus subalternos a la recepción del hotel. Al enterarse
de que no había hecho ninguna reserva, comienza a tratarme de mentiroso y de
muchas otras cosas más. Finalmente, montando en falsa cólera nos dice que
quedábamos bajo arresto por haberle mentido a un oficial de policía de la India.
Después de dos horas esperando en la oscuridad dentro del “rickshaw”, el policía
jefe nos increpa nuevamente y se dirige en términos lascivos hacia las damas que
me acompañaban. Todos sus subalternos celebraban sus ocurrencias con
ruidosas carcajadas. Para nosotros dos horas era una eternidad, pero no para los
policías que habían encontrado una diversión y tenían que cuidar la puerta de
entrada de todas maneras durante la noche. Todavía dos horas más tarde el
policía jefe, rodeado de sus subalternos adopta una actitud amenazante y
claramente muestra intenciones viles hacia mis amigas. Empiezo a temer por su
seguridad. A esa altura de la noche comenzaba a ser evidente para mí que estaba
tratando de ablandarme con un propósito bien claro: extorsionarme. Le pido que
por favor deje en libertad a las mujeres y les permitan regresar en el “rickshaw”
a sus casas pues yo estaba dispuesto a hablar de platas. Al momento de partir le
pido a Arantxa, mi amiga española que vaya a mi hotel, el Southern Star, y que
desde mi habitación llame a Benjamín Concha, embajador de Chile en New
Delhi, a quien yo conocía bien pues trabajamos juntos en la embajada de Chile
en Tokio cuando yo estaba allá. Apresuradamente le pido que le explique la
situación en la que me encuentro.
Finalmente llegamos a acuerdo con el policía jefe. Eran ya cerca de las dos de la
madrugada. Tenía frío y no había comido nada desde el almuerzo. Me hace
vaciar mis bolsillos y entregarle todo el dinero que tenía, que encontró
insuficiente. Le digo que tengo más en el hotel. Acordamos que me haría
acompañar al hotel por un subalterno en su motoneta. Ordenado por su jefe, el
subalterno levanta el asiento de su motoneta y saca una camisa y se la pone
sobre el uniforme. Agarrado al subalterno en el camino hacia el hotel que se iba
iluminando con el foco de la motoneta, y mientras el viento soplaba en mi cara
fui pensando qué haría al llegar. Es conocida la corrupción rampante que existe
en la India y sobretodo dentro de la policía, por lo que temía represalias si
denunciaba a los policías. Ellos habían anotado las direcciones de mis amigas y
sabían donde yo estaba alojado. ¿Qué hacer? No quería darle el dinero
convenido que en realidad para nuestros estándares occidentales no era mucho;
era más bien una cuestión de principios y además pronto me encontraría en un
lugar seguro. Temía sin embargo por mis amigas.
Rishi no daba crédito a sus ojos: un policía de uniforme queriéndome besar los
pies y yo, retrocediendo...Rishi, a quien muchos de los que están leyendo este
libro conocen, -pensando retrospectivamente-, es una persona con una suerte
extraordinaria; además, nadie puede desconocer que es inteligente como la
mayor parte de los indios, que se disputan a menudo con los judíos el cetro en el
campo de las investigaciones y de la ciencia en Estados Unidos y otros lugares
del mundo. Rishi también es un gran emprendedor y ha sabido aprovechar cada
oportunidad que se le ha presentado y al igual que el personaje de Jeffrey
Archer, Abel Rovnosky, en su libro “Kane and Abel”, vino a occidente
literalmente a “hacerse la America” y lo está consiguiendo en menos de diez
años. ¿Qué puede depararle el futuro? Probablemente nuevos éxitos económicos.
El verdadero nombre de Rishi, que es un apodo que significa “sabio”,
“iluminado”, es Scariya Joseph Viruthiyil. Este apodo, se lo adju- dicó él a si
mismo. A Scariya Joseph Viruthiyil lo conocí en Nayar Dam, en el Ashram de
Shivananda, cerca de la ciudad de Trivandrum en el sur de la India. Me
encontraba en dicho Ashram debido a que mi novia estaba estudiando allí. Un
día alrededor de las cuatro de la mañana nos despertaron para ir en una caminata
nocturna a través de la jungla, hasta una montaña rocosa desde cuya cima se
dominaba todo el lugar. Cuando ya comenzaba a iluminarse la creación con los
primeros rayos del sol, en la cima de la montaña veo a un hombre haciendo
“Natarajasana”, una postura que exige gran equilibrio, cuadriceps y articulación
de hombros elongados y una espalda flexible. Una 145 postura avanzada. Me
impresionó. También me causaron una buena impresión sus facciones y
dentadura impecable, como las teclas de un piano. Su piel, como la de todos los
indios del sur, es tan oscura como la de los negros de Africa, solo que en lugar
de tener el pelo rizado lo tienen liso. Yo estaba en ese momento buscando a un
indio para traer conmigo a Chile pues ya había echado a andar el “proyecto
Yogashala”. Una década atrás el conocimiento que la gente común tenía del
Yoga era prácticamente nulo, pero la mayoría sabía que era algo que provenía de
la India. Por esto, me pareció que la presencia de un indio, ayudaría a mi
propósito de introducir el Yoga en Chile. Durante varios días lo observé sin que
él lo supiera: el lugar donde dormía (una especie de carpa hechiza cubierta con
un plástico), lo observaba durante las comidas, y especialmente durante las
prácticas. No tenía ningún alineamiento corporal, pero si gran flexibilidad hacia
atrás. Un día me acerqué a él y lo invité a conversar. Mi novia participó de esa
conversación y de otras que tuvieron lugar en el Ashram. Me habló de la pobreza
en la que vivía su familia en una plantación de cocos, y de que había sido el
único seleccionado por los misioneros católicos para el sacerdocio, pero que
posteriormente lo había abandonado. Le pregunté si le interesaría irse a vivir a
Chile. Recuerdo que me preguntó si Chile estaba en Europa. Nunca había
escuchado hablar ni de Iyengar ni de Pattabhi Jois. Estaba en Nayar Dam en un
programa mediante el cual a cierto número de indios se les permitía estudiar
gratuitamente.
Luego vino la gran experiencia, en febrero de 1998: el viaje a Chile. Los grandes
aeropuertos, las escaleras mecánicas, el subirse por primera vez a un avión.
Todas experiencias intimidantes pero que al mismo tiempo lo llenaban de
asombro. Recuerdo nítidamente ver a Rishi caminando de una forma muy
peculiar en el aeropuerto de Frankfurt, como quien camina sobre brasas
encendidas. Eran los zapatos. Nunca en su vida se había puesto zapatos. En
realidad, a no ser que uno tenga que viajar al extranjero o ir a una metrópolis
basta con sandalias o con las “hawaianas” que usaba Rishi. Cuando llegamos a
Chile lo llevé a todas partes, incluyendo la casa de mis padres en Maitencillo.
También visitamos a mi amigo Roberto Guzmán Lyon, abogado y poseedor del
único parque urbano que todavía existe en Zapallar. Aunque era febrero Roberto
tenía la chimenea encendida. Rishi no podía creer lo que estaba viendo: ¡fuego
dentro de la casa!
Bueno, esta es la historia contada a grandes rasgos, de este joven de Kerala que
se vino al otro lado del mundo a enseñar Yoga en el Yogashala. Durante los
primeros seis meses vivió conmigo, pues le acogí en mi departamento. En mi
casa conoció a una periodista -Olga Madariaga-, enviada por la “Revista Mujer”
a hacerme una entrevista. Al ver a Rishi quedó prendada en el acto e iniciaron
una relación sentimental. Ella comenzó a tomar clases en el Yogashala, lo que
cambiaría el rumbo de su vida.
Decía más arriba que los indios eran inteligentes y que saben aprovechar en su
beneficio las oportunidades que se les van presentando. En los dos años que
Rishi trabajó conmigo hizo amistad con varias personas que siguen siendo claves
en su vida: primero “Olguita” por supuesto, luego un ex ministro de economía
que le consiguió su permiso de residencia en Chile, un abogado147 que trabaja en
un importante estudio y a H.S. Arun, un indio de Bangalore que al igual que
Rishi nunca había salido de su país y que traje también al Yogashala.
Aprovechamos la visita que Sharath nos hizo al Yogashala para grabar el único
video que existe en el que él hace la tercera serie completa de Ashtanga Vinyasa
Yoga.
1999 Sharath y Gustavo al centro
Chile 1998-1999
A partir de 1998, habiendo regresado para los tijerales de la construcción del
Yogashala, gradualmente comienzo a pasar más y más tiempo en Chile.
Mientras se termina la construcción doy clases en el gimnasio de la “Escuela de
Ciegos Hellen Keller” de Ñuñoa, escuela a cargo de Gloria Bofarull, prima mía,
y en la actualidad directora del Yogashala.
Por otro lado, en esa época incluimos también en nuestra malla curricular
Satyananda Yoga y Kundalini Yoga, métodos que ya existían en Chile.
En ese tiempo inicié los primeros cursos de formación, y a traer profesores del
extranjero para asistirme en la difícil tarea de desmitificar el Yoga, pues hasta el
momento en nuestra sociedad Yoga era “algo de la India” y sinónimo de “cosas
raras que hace mi mamá o mi abuelita”. Existían sólo unas cuantas escuelas que
funcionaban en casas o apartamentos y casi siempre revestidas de un aire
demasiado esotérico y misterioso.
Una OBE puede conducir a una “Proyección Astral”. Una proyección astral es
una interpretación paranormal de una “experiencia fuera del cuerpo” que se
puede conseguir por ejemplo, por medio de la meditación profunda. El concepto
de proyección astral presupone la existencia de otro cuerpo, separado del cuerpo
físico capaz de viajar a planos no físicos de la existencia. Este fenómeno se
experimenta cuando el cuerpo astral abandona el cuerpo físico. Esto es reportado
con cierta frecuencia por pacientes que han sido sometidos155 a cirugía y como
consecuencia han tenido alguno tipo de trauma. Creo que eso fue lo que
precisamente me sucedió:
Durante toda mi vida sufrí de sinusitis crónica. Consulté médicos alrededor del
mundo. Me sometí a tratamientos de acupuntura, de aplicaciones de luz ultra
violeta y otras cosas, pero cada tres meses inevitablemente tenía un episodio de
sinusitis que sólo podía curar con antibióticos. Mi organismo se iba poniendo
cada vez más resistente a los antibióticos por lo que cada vez tenía que tomar los
de “última generación”. En mi vida he consumido kilos y kilos de antibióticos.
Estaba realmente cansado de tomar y de depender de medicamentos. Un día
conversando con un primo que es otorrino-laringólogo de una de las principales
clínicas privadas de Santiago, me recomienda ver a un colega suyo en la clínica
que venía llegando de Alemania con la última palabra en cirugía nasal y
específicamente problemas como el mío, que según mi primo se debía a una
mala formación de los pasajes nasales.
Se fija hora el día y la hora para la cirugía. El médico me dice que será una
operación “ambulatoria”, es decir, con anestesia local regresando el mismo día a
casa. Informo a mis familiares y también a mi amiga Paulina Peñafiel, una
respetada astróloga. Paulina me dice que cambie la fecha de la operación porque
el día fijado coincidía con la luna llena. Según ella nunca hay que operarse con
luna llena pues la acción de la luna sobre los fluidos es muy fuerte, y si
pensamos que nuestro cuerpo está compuesto de más de un 70% de agua, no
deja de tener razón. Me advirtió que podría haber peligro de hemorragia. A pesar
de haber leído sobre la influencia de la luna en los animales y en los humanos, y
a pesar de estar consciente de que una de las “prohibiciones” del método
Ashtanga Vinyasa Yoga es practicar con luna llena o con luna nueva, no le hice
caso a Paulina. Hasta el último día trató de convencerme de que desistiera y
cambiara de fecha.
El médico que no quiero nombrar, -por temor a que me meta un juicio por
difamación-, me dio su tarjeta donde anotó su celular y todos los teléfonos,
incluyendo el de su casa por si hubiese necesidad de contactarlo. No habían
pasado ni siquiera dos horas cuando comienzo a ahogarme en mi propia sangre.
Toco el timbre. La enfermera se pone a llamar frenéticamente al médico.
Imposible ubicarlo. Su teléfono celular estaba apagado. Llega la noche. El
médico a cargo de urgencias hace que me lleven al quirófano. A esa hora no
había ningún otorrino. El médico de turno me saca los tapones que nunca
terminaban de salir y ahí comienza la función. No sé que hora sería. Lo que se es
que me pasé toda la noche en el pabellón de cirugías y que alrededor de las seis
de la mañana fui llevado a la UTI (Unidad de cuidados intensivos). La hora la
recuerdo perfectamente porque lo peor ya había pasado.
Para concluir este capítulo debo agregar que la operación sólo empeoró mi
problema de crónico de sinusitis. Sólo a fines de 2006 cuando dejé por completo
todos los productos lácteos solucioné de raíz el problema. Desde entonces ni
siquiera me he vuelto a resfriar.
A fines del año 2003 mi cielo se cubrió con una pesada sombra llamada cáncer.
El lado luminoso fue que me obligó a reflexionar sobre qué me llevó a hacer una
enfermedad como ésta, la que a pesar de los avances de la ciencia siempre lleva
el estigma terrible de ser letal, y que muchas personas cuando escuchan el
diagnóstico lo hacen como si estuviesen recibiendo una sentencia de muerte.
Comenzaré el relato sobre “mi sombra” con anotaciones que hice mientras
estaba en el hospital:
“Hoy es 6 de Julio de 2004 Escribo estas líneas desde la habitación número 418
de la sección para pacientes oncológicos de la Clínica Las Condes. Estoy en mi
octavo y último ciclo de quimioterapia esperando “con los dedos cruzados” los
resultados de la biopsia de médula ósea que me hice hace una semana de mis
crestas ilíacas que, junto con el esternón son los lugares donde se “fabrica” la
sangre. Una vez que lleguen los resultados de las biopsias que fueron enviadas
hace una semana a la Clínica Mayo y al MD Anderson Cancer Center de Estados
Unidos, sabremos si se produjo una remisión total a nivel molecular de las
células cancerosas. El procedimiento de la biopsia es bastante desagradable, una
experiencia que ya tuve en dos ocasiones antes de partir con el tratamiento: a
uno lo acuestan boca abajo y el cirujano, en este caso el doctor de Del Favero
ayudado por su propio peso, introduce una especie de sacacorchos en ambas
crestas ilíacas, atravesando unos cuatro centímetros el hueso con un ruido y
dolor apreciables.
“Si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: Si te gana,
te libera del cuerpo que es tan molesto; y si le ganas, serás más humilde, más
agradecido”.
Facundo Cabral
15 de Diciembre de 2003, mi primer día de quimioterapia, acompañado por mi hijo Gustav-Konstantin
(Tintín)
¿Cómo es que me encuentro en esta situación?
En occidente la mayoría de nosotros pensamos que la vida nos debe algo. Todos
debiéramos vivir, si somos chilenos, por lo menos unos 74 años163 y si somos
chilenas unos 76, de acuerdo a una estadística que acabo de leer en El Mercurio.
Durante todos estos años la vida debiera ofrecernos placeres, desafíos
profesionales interesantes, y felicidad. La mayoría de nosotros ni siquiera somos
capaces de contemplar la posibilidad de morir jóvenes, aún cuando todas las
tradiciones espirituales nos recuerdan que podemos morir en cualquier momento.
Incluso nos cuesta incluso concebir la idea de morir cuando viejos. La mente
humana se resiste ante el prospecto de ser forzada fuera del cuerpo que habita.
Incluso cuando un amigo o pariente muere, dentro de pocos días,
reprogramamos nuestro mundo interior para que continúe sin ellos. Esto no debe
sorprendernos pues nuestro cerebro está diseñado para la sobre vivencia.
El primer día de cada sesión de quimioterapia es el más difícil, pues una de las
drogas, el anticuerpo monoclonal Mabtera (Rituximab), puede afectar el
funcionamiento del corazón; los corticoides por su parte producen mucho calor y
otras molestias. La Mabtera en realidad no es propiamente quimioterapia sino
que el paso previo a los tres días siguientes de quimioterapia. El día empieza con
un perfil bioquímico que incluye un completo hemograma con información
sobre los niveles de Creatinina en los riñones, que al igual que otros órganos,
deben ser capaces de soportar las drogas. Luego me inyectan diversos
medicamentos antialérgicos como el Dexametasona, el Clhorpimetron y la
Ranitidina. Enseguida viene la Mabtera, que es una molécula que en su mayor
parte proviene de proteínas de ratón y está dirigida específicamente contra un
marcador de las células del linfoma para destruirlas y potenciar la quimioterapia
del segundo día. El paso de la Mabtera es lento, gota a gota, 70 ml. por hora;
tiempo durante el cual uno está conectado a la máquina la mayor parte del
primer día y de la noche.
Por otro lado, y a medida que avanza el tratamiento, más le cuesta a los glóbulos
blancos recuperarse en forma natural, de modo que para estar listo para la
quimioterapia siguiente y promover la actividad de la médula ósea, debo
inyectarme en el abdomen yo mismo durante siete días consecutivos Neupogen,
un medicamento que cuesta los dos ojos de la cara.
• Dr. Jorge Gutiérrez de la Clínica Las Condes, que a pesar de no creer en “esas
pamplinas alternativas” siempre me está infundiendo ánimo y siempre tiene
tiempo para explicarme en términos comprensibles para mí mis dudas e
inquietudes relacionadas con la enfermedad.
•Tom Heckel, un ser muy espiritual, autor del libro Baba Om. Tuve con él un par
de sesiones en las que “se conectó” con sus maestros y les pidió consejos para
ayudarme. Tom es un convencido que la medicina alopática167 solamente
elimina los síntomas, no la enfermedad, y que la curación está en las manos de
cada individuo.
• Dr. Ronald Schultz, médico ginecólogo dedicado hoy a las regre - siones. Aún
cuando todavía no logra hipnotizarme para hacer aflorar mi inconsciente y
hacerme regresar a la niñez para explorar desde ahí pasados traumas, ha sido
muy interesante conocer de cerca esta alternativa.
• Amrit Singh Khalsa, maestro de Kundalini que me ha enseñado nume- rosas
técnicas de su especialidad.
•Mayo Shibazaki, la secretaria que tuve durante todos los años que tra - bajé en
la embajada chilena en Japón y que mes a mes me envía concentrados de
Gingseng que ella consigue en Corea y que según el Dr. Kim conocido medico
chino que también está tratando de ayudarme, aumenta las defensas y da mucha
energía.
•Cristina Sárraga, una mujer que tiene la capacidad de “tocar” el aura de las
personas y que está tratando de desbloquear mis nudos emocionales para
ayudarme a descubrir porqué se produjo esta enfermedad en primer lugar.
• Dr. Antonio Cordero, médico cubano que vivió muchos años en China. Me
enseña Chi-Kung y Tai Chi para fortalecer mi sistema inmunológico.
Aunque la lista es larga, debo aclarar que no todos me tratan al mismo tiempo.
Quizás debiera decir que he “probado la mano” de cada una de las personas
mencionadas y que cada uno de ellos ha hecho sus mejores esfuerzos para
ayudarme en sus respectivas especialidades.
Sentir que tenemos designios superiores en esta vida nos hace fuertes. Los
animales no saben que van a morir, nosotros sí. Muchas personas que recurren a
ayuda sicológica buscan aliviar su frustración existencial, porque se sienten
vacíos y no encuentran un motivo, una razón para vivir. No hay duda de que los
ideales, cualquiera que éstos sean, nos hacen crecer. Exaltar la vida espiritual
nos ayuda a desprendernos de los lastres del apego. Las personas con una vida
espiritual intensa son más fuertes ante la adversidad y emocionalmente más
maduras porque aprenden a renunciar y a darse por vencidas cuando deben
hacerlo.
Pienso que todos hemos nacido para algo especial. Es posible que aquel pequeño
esbozo de genialidad infantil haya sido cercenado por nuestros padres, “por tu
bien”. Creo que nunca es tarde para desarrollar la verdadera vocación, tenga uno
la edad que tenga. La vida se encargará de los detalles. La mayoría de las
personas deambulan de un lugar a otro tratando se sobrevivir por sobrevivir. Ese
no es el camino. Hay que buscar en el interior de uno mismo y sacar a relucir la
singularidad propia. Hay que abrirle espacio a la vocación. Si uno no lo hace
perderá mucho más que una oportunidad, se farreará la vida. No importa cuán
exitoso o exitosa uno sea. 171 Cuando está enfermo, postrado con fiebre y
dolores, lo último que a uno le importa saber es si la empresa cumplió o no con
sus objetivos de venta. La gente vale por lo que es y no por lo que tiene. Las
mejores ganancias en la vida suelen carecer del signo pesos. En mi caso la idea
que surgió espontáneamente cuando tenía 18 años, mientras me encontraba
postrado preso de hepatitis, de dedicar mi vida a enseñar, nunca me abandonó,
era mi vocación. Sólo tuve que esperar para poder hacerlo y así fue como mi
proyecto de vida se concretó en libros como éste, en mis hijos, en el Yogashala y
en Canal OM. Creo que mi obra trascenderá, pues no me cabe la menor duda que
después que abandone el cuerpo estos dos centros y posiblemente otros que
surgirán a partir de ellos, se proyectarán hacia las generaciones venideras y
beneficiarán a mucha gente, tal como está ocurriendo hoy, y esto me hace
sentirme verdaderamente feliz y completo, y el miedo inicial que sentí cuando
me diagnosticaron esta enfermedad se está transformando en alegría y en un
constante descubrimiento. Podría incluso decir que he logrado una cierta
“tranquilidad interior” para contemplar la creación, disfrutarla y cuidarla.
Después de todo estamos de paso en este mundo y... vamos de regreso a casa.
“Estoy a bordo del avión que me lleva desde Florianópolis a Sao Paulo donde
me quedaré un par de días para dictar otro curso de Prana Shakti Yoga. Acabo de
participar en el VI Sangam, o VI Encuentro de Yoga que tuvo lugar entre el 12 y
el 16 de octubre en el maravilloso balneario de Mariscal que queda a unos 70
km. de Florianópolis. Este evento es organizado cada año por Pedro Kupfer. En
esta oportunidad no solo reunió a profesores mundialmente famosos como Kali
Ray y otros profesores norteamericanos, sino que también a la flor y nata de los
profesores brasileros. Este evento congrega a practicantes de Yoga, y a músicos
de fama internacional que cantan Kirtans al inicio y al término del Sangam, y
cada día después de la cena. Esta sexta edición del Sangam contó, entre otras
personas, con la presencia de Shri Hanuman que vino de Rishikesh, India, y
Mercury Max, de Estados Unidos.
Este fue mi segundo. Sangam. En el año 2002 enseñé Iyengar y Dynamic Yoga,
y en esta ocasión me tocó hablar sobre “Yoga, una efectiva herramienta contra el
cáncer” y mostrar mi nuevo método, Prana Shakti Yoga a los 250 participantes
que allí se dieron cita. Una experiencia inolvidable enseñar a un mar de gente
que ocupó completamente el salón de convenciones del Hotel Atlántico. Aunque
para ninguno de los profesores fue fácil enseñar con micrófono, el entusiasmo de
todas aquellas personas ávidas de conocimiento es realmente estimulante.
Después de mis clases e intervenciones en los foros que ahí tuvieron lugar,
muchas personas se acercaron para preguntarme si este nuevo (y al mismo
tiempo antiquísimo) método se encontraba en algún libro. Ese fue el empujón
que necesitaba para continuar escribiendo.”
Los ejercicios que hacemos en Prana Shakti Yoga son moderados y pensados
para estimular principalmente el sistema inmunológico. La medicina actual
parece estar de acuerdo en que es mucho mejor para el cuerpo y la mente que
aquellos ejercicios que demandan demasiada energía. En todas las culturas
antiguas el ejercicio siempre fue un complemento a la medicina. Los chinos por
ejemplo, siempre han considerado que sus populares sistemas, Tai Chi, Chi
Gong y Wing Chun, fueron creados para focalizar la mente y desarrollar la
fuerza interior.
175
179
Con la llegada de la primavera comienzo a sentirme cada vez más fuerte física y
anímicamente. Esto se debe a que emocionalmente estaba más tranquilo y mi
sistema inmunológico cada vez más fuerte. Tres fueron los eventos más
importantes de esa estación:
2) El encuentro con Rebeca Markus fue determinante para eliminar de raíz todos
los problemas de sinusitis crónica y perennes resfríos que he padecido desde mi
niñez, a pesar de haber sido operado. Rebeca es brasilera y doctora en medicina
Ayurvédica. Después de someterme a un extenso interrogatorio sobre mis
hábitos, concluyó que debía erradicar de raíz todos los productos lácteos pues
producen mucosidad en especial en personas de mi constitución Ayurvédica.
Esto ya me lo había vaticinado el Dr. Shankaranaya. Gracias a Rebeca, hasta el
momento que escribo estas líneas no he tenido ni un solo episodio de sinusitis o
resfrío, y me siento con mucha energía. Desde el momento en que conocí a
Rebeca no he tomado un solo antibiótico. Creo que en mi vida me he tragado
todo el stock de una farmacia.
1. Por medio de mini secuencias creadas tomando como base algún segmento de
la secuencia madre: “Secuencias Sáttvicas”.
2. En parejas. Bauticé este trabajo con el nombre de “Sintonía fina” porque tanto
la persona que ejecuta la postura como la que ayuda deben estar en perfecta
sintonía.
3. Combinando Sattva Yoga con Prana Shakti Yoga. Este es un trabajo muy
interesante pues se utiliza una gran gama de los elementos que conforman una
completa práctica de Yoga: Mudras, Pranayamas, Prana Vidya, Bandhas, Kriyas,
Meditación, relajación, etc., de manera que el practicante puede ampliar sus
horizontes Yóguicos mucho más allá de las Asanas y tener una práctica variada,
creativa y de alto contenido.
El Dr. Hamer
Comencé este capítulo diciendo que había encontrado a un inmunólogo en
Buenos Aires buscando al Dr. Hamer. La reputación del Dr. Ryke Geerd Hamer
fue lo que me hizo buscarlo. Durante años trabajó en las clínicas universitarias
de Tübingen y de Heidelberg donde ejerció también la docencia. Tiene diversas
especialidades las que incluyen la medicina interna, la pediatría y la radiología.
Fue además jefe del departamento de medicina interna en la Universidad de
Munich. Tiene además un hobby singular: patentar inventos. Por ejemplo, dentro
del marco de la cirugía plástica, el escalpelo eléctrico Hamer que permite operar
sin traumas casi 20 veces más finamente que un bisturí, y también una sierra
especial para las intervenciones óseas. Recibió durante largos años el respeto y
la admiración de sus colegas, y el agradecimiento de sus pacientes. Su carrera
profesional e investigaciones -clásicas y ortodoxas-, reforzaban día a día su
posición de reputado especialista.
Cuando Hamer comenzó a investigar las historias de sus pacientes con cáncer
concluyó que como él, todos habían experimentado un trauma repentino de
algún tipo. Llevó sin embargo su investigación mucho más lejos: Siguiendo la
hipótesis de que todos los procesos corporales son controlados por el cerebro,
analizó los escáneres cerebrales de sus pacientes y los comparó con los registros
médicos y psicológicos correspondientes. Para su asombro, encontró una clara
correlación entre los traumas y cómo éstos se manifiestan en los órganos y cómo
todos estos procesos están conectados al cerebro. Hasta entonces, ningún estudio
había investigado el origen de la enfermedad en el cerebro ni el papel del cerebro
como mediador entre la psique y el órgano enfermo.
El Dr. Hamer descubrió que cada enfermedad se origina por un trauma que nos
toma completamente por sorpresa. En el momento que el conflicto inesperado
ocurre, el trauma impacta un área específica en el cerebro causando una lesión
(más tarde llamada foco de Hamer) visible en un escáner cerebral como un
grupo de nítidos anillos concéntricos. Las células cerebrales que reciben el
impacto envían una señal bioquímica a ciertas células del cuerpo provocando el
crecimiento de un tumor, la necrosis de un tejido o la pérdida funcional,
dependiendo de la capa del cerebro que reciba el golpe sorpresivo. Según Hamer
la razón por la cual ciertos conflictos están irrefu- tablemente unidos a áreas
específicas del cerebro se debe a que a través de nuestra evolución, cada área del
cerebro fue programada para responder de manera instantánea a conflictos que
pudieran amenazar de alguna manera nuestra supervivencia. Mientras el tallo
cerebral (la parte más antigua de nuestro cerebro) está programada con
cuestiones básicas de supervivencia como respiración, reproducción y
alimentación, el cerebro (la parte más nueva) está más relacionada con temas de
tipo social y territorial. El Dr. Hamer descubrió también que cada enfermedad
progresa a través de dos fases: una activa, al inicio del trauma, caracterizada por
estrés emocional, extremidades frías, falta de apetito, falta de sueño, y
posteriormente, en caso de que se resuelva el conflicto, una fase de curación.
Este es el periodo en el que la psique, el cerebro y el órgano correspondiente
entran en la fase de recuperación, frecuentemente un proceso difícil, marcado
por fatiga, fiebre, inflamación, infección, y dolor. Hamer llamó a sus
descubrimientos “Las cinco leyes biológicas de la nueva medicina”, debido a
que su investigación es completamente concordante con las leyes naturales de la
embriología y la lógica de la evolución. A través de los años, el Dr. Hamer ha
sido capaz de confirmar sus descubrimientos con más de 40.000 estudios de
caso. El resultado de este trabajo científico es la creación de un diagrama
“Psique-Cerebro-Órgano” que señala la enfermedad, el contenido del conflicto
biológico que la causa, el sitio en el escáner cerebral donde la lesión
correspondiente puede ser observada, cómo se manifiesta esa enfermedad en la
fase activa del conflicto, y qué se debe esperar en la fase de curación.
Antes de que el Dr. Hamer identificara las lesiones anulares en el cere - bro, los
radiólogos los consideraban como artefactos creados por una falla en la máquina.
Pero Siemens, un fabricante de equipos de tomografía computarizada certificó
que estas lesiones no provenían de ningún defecto en las máquinas porque aún
cuando la tomografía es repetida y tomada desde diferentes ángulos, la misma
formación anular aparece siempre en el mismo lugar.
La teoría del Dr. Hamer parece tener sustento en la frase del médico
norteamericano Larry Dossey: “Existe una profunda reciprocidad, un nexo
inquebranta187 ble entre la hediondez de una enfermedad y el perfume de la
salud”. No existe por lo tanto la enfermedad cuya causa sea exclusivamente de
orden físico. Siempre estamos bajo la influencia de varios aspectos de orden
emocional, social y psí- quico. La peculiar combinación de estos factores sobre
nuestra salud siempre será una manifestación única y exclusiva, lo que significa
que el organismo de cada individuo reaccionará de una forma diferente frente a
cada estímulo u impacto. En la dinámica de un paciente de cáncer, enfermedad
que hasta hoy desafía la ciencia, la influencia de muchos de estos aspectos es
claramente detectable, de modo que un tratamiento que tome a todo el individuo
y no solamente la enfermedad, debe considerar todos los aspectos relacionados
al proceso que produjo la enfermedad. En realidad nuestro cuerpo necesita de
cosas bastante simples para estar bien. Esto se podría sintetizar en estar atentos a
nuestras necesidades más básicas, como caminar, beber, comer, dormir, etc. Lo
que realmente necesita de cosas más sofisticadas para satisfacerse es nuestra
mente, nuestro ego.
Nos pasamos la vida sin conocer nuestros cuerpos, sin tocar nuestra alma.
Estar en contacto con nosotros mismos es mucho más que un jergón de esta “Era
Acuario”. Es un hecho incuestionable especialmente cuando nos enfrentamos a
una enfermedad (¡aunque ésta no sea fatal!), haciéndonos reflexionar qué nos
llevó a esa situación. La represión de las emociones es sin duda alguna, causa
segura de futuras enfermedades. La emoción, es un movimiento que necesita ser
expresado, tal cual lo indica la etimología de la palabra: “E” (para afuera) y
“Moción” (movimiento). Siendo así, nada más natural para un ser humano que
entrar en estados emocionales y en la medida apropiada, expresarlos.
Son varias las cosas que están dando cada vez más sentido y alegría a mi vida:
primero que nada mi salud. Contra todas las predicciones –golpeo madera- estoy
gozando de una excelente salud, o por lo menos me siento saludable y lleno de
energía. Mi corazón y mi mente están tranquilos. Mi hijo crece y crece y me
llena de alegría. Cada día descubre nuevas palabras, y ahora que acaba de
cumplir 6 años, habla perfectamente tres idiomas: español por supuesto, inglés y
noruego.
Tan pronto regresé a Chile comencé -como escribí más atrás- a enseñar Iyengar
y Ashtanga Vinyasa Yoga, pero con el tiempo me di cuenta de la necesidad de
buscar una respuesta a la necesidad de mis alumnos de tener una práctica sin
“Props” (accesorios) como los que se usan en el método Iyengar y que no fuese
tan exigente como la que se hace en el método Ashtanga Vinyasa Yoga.
Inspirado en el trabajo de varios profesores norteamericanos, antiguos
practicantes de Iyengar y de Ashtanga Vinyasa Yoga que desarrollaron
alternativas propias conocidas hoy en día como “Vinyasa Yoga”, “Vinyasa
Flow”, “Power Yoga”, “Yogic Art”, etc. empecé a investigar porqué estas
practicas estaban creciendo con tanta rapidez, pero al mismo tiempo investigué
de qué carecían. En el laboratorio que es mi cuerpo, comencé a experimentar y
como la filosofía taoísta y las artes marciales fueron parte de mi vida desde que
era pequeño, la infuencia de estas disciplinas pasó a ser un ingrediente que el
practicante serio de Dynamic Yoga sin duda puede detectar sin dificultad. Surgió
entonces una definición para el método: “Meditación en la quietud y en el
movimiento entre posturas”. El elemento “Yin” y el elemento “Yang” está
siempre presente, como todo en la vida, solo que en Dynamic Yoga se trabajan
en una clase estas manifestaciones con total conciencia en base a una secuencia
claramente definida, que en su parte propiamente Yang semeja más bien a los
movimientos del “Tai-Chi” donde las posturas se mantienen solo unas cuantas
respiraciones; las posturas se mantienen durante largo tiempo en la etapa Yin de
la secuencia. Tanto en su aspecto Yin como Yang las posturas se van
transformando lentamente en otras y todavía en otras, como la luz se va
transformando casi imperceptiblemente en oscuridad y la oscuridad en luz y una
contiene a la otra. La secuencia es definida por el profesor en su mente o el
practicante antes de comenzar -una especie de visualización. Esto no significa
entonces que todas las clases de Dynamic Yoga sean iguales; muy por el
contrario todas pueden ser diferentes pero deben señirse a un patrón determinado
y ése es justamente el elemento innovador y que lo distingue de otras prácticas
de Yoga. En 2002 vio la luz la primera edición del libro “Dynamic Yoga” y
algunos años más tarde apareció un video. El libro número 13 de esta Colección
Cuerpo-Mente entrega una visión mucho más precisa de cómo se debe practicar
el método. Dynamic Yoga se practica con música apropiada para cada aspecto
de la práctica. Todas las posturas que se emplean son posturas de Yoga, aunque
últimamente he comprobado que algunas ex alumnas mías que vienen de la
danza o de la gimnasia han distorsionado en cierta manera la forma original de
trabajar con el método, lo que evidentemente no está bien.
Canal Om
Marzo de 2008
OM NAMO NARAYANA (De la oscuridad nace la esperanza) 191
PRIMERA PARTE
LAS RAÍCES
La India Eterna
“Si alguien me preguntara bajo qué cielo la mente humana ha
explorado los más profundos problemas de la vida encontrando
soluciones para algunos de ellos, lo que debería merecer la
atención incluso de aquellos que han estudiado a Platón y Kant,
yo indicaría la India. Y si yo me preguntara de qué literatura,
nosotros que hemos sido alimentados casi exclusivamente con los
pensamientos de los griegos y romanos y en los de una raza
semítica, los judíos, podríamos obtener lo necesario para hacer
nuestra vida interna más perfecta, mas comprensible, más
universal, de hecho más humana, de nuevo apuntaría a la India”.
Curiosamente, el primer libro que leí sobre la India fue el de Juan Marín, libro
que el destino puso en mis manos cuando tenía dieciocho años. (Acostumbro a
ponerle fecha a todos los libros que leo). Siempre pensé que era un excelente
libro y que todos aquellos que fuesen a la India ya sea físicamente o en sueños,
deberían leer. El libro desapareció o simplemente olvidé su existencia, pero
cuando el otro día pensé que sería interesante iniciar este libro entregando una
breve visión de la India, me acordé del libro. Lo busqué en mi biblioteca y
apareció en menos de un minuto. Sentí que era una señal y que en lugar de darles
mi visión, debía dejar hablar a Juan Marín y a Miguel Serrano, pues ellos se
empaparon del país, de su legado espiritual y de sus tesoros culturales de una
forma como no he conocido a nadie lo hiciera previamente, especialmente
chilenos.
Juan Marín
1900-1963 Juan Marín Escribe:
La pureza de la doctrina védica fue desapareciendo para dar paso a los dioses
antropomorfos, que los Aryos nunca adoraron. Los templos se poblaron de
estatuas de Vishnu, Shiva, Brahma, Ghanesa, Hanuman, cuyo origen hay que
trazar a rutas muy distantes de los Vedas. El hermoso Ramayana, que narra las
proezas del héroe “solar” Rama, dio paso al Mahabarata, en que se cuentan las
batallas entre los Kurus y los Pandavas, de la familia “lunar”. Y Krishna, el dios
que guía y protege al héroe Arjuna en las batallas – dios desconocido totalmente
de los Vedas y de los Upanishads-, entra a ocupar un sitio dominante en los
altares, junto a los demás dioses del panteón Brahmánico.
Es en ese momento histórico -en el año 563 A.C.- que aparece Buda en la escena
de la India y promueve una revolución religiosa sin precedentes en Asia,
eclipsando a los brahmanes por un plazo de mil años. Aunque tradicionalmente
Buda y los Budas que lo precedieron pertenecen a la raza “solar”, el Buda
Sakyamuni era de la casta de los Kshatryas o guerreros y su prédica entrañó un
ataque a fondo contra el brahmanismo, del mismo modo que las enseñanzas de
Cristo fueron un ataque contra los fariseos. El Gautama Buda, predicando la
abolición de las castas, la igualdad de todos los hombres y la liberación del dolor
y del nacimiento por medio del Nirvana, movilizó a todos los desposeídos y
humildes de la sociedad hindú. Más, su triunfo final no habría de venir sino 200
a 300 años después de la muerte de Buda -del mismo modo que el cristianismo
con Constantino-, cuando el emperador Ashoka, “el Piadoso”, convirtiéndose al
budismo, oficializó y dio un auge enorme a la nueva religión. Pero, -y el paralelo
con el cristianismo puede aún llevarse más lejos-, del mismo modo que el
cristianismo jamás arraigó entre los judíos, sino que prosperó entre los
“gentiles”, el budismo estaba condenado a morir en India y a propagarse entre
pueblos extranjeros: China y Japón, Birmania y Tailandia, Indochina y Ceilán,
Mongolia y Tibet, Java y Corea, etc.
203
La furia destructora de los “Hijos del Profeta” se ejerció sin piedad sobre los
bellos templos brahmánicos y jainistas, pero no contra los de Buda, pues éstos ya
casi no existían en la tierra que había alumbrado su doctrina. La conversión
voluntaria o forzosa de la India al credo musulmán, con sus episodios de sangre
y fuego, es cosa que ha durado ocho siglos y que ha tenido solución solamente
en la pasada década con la Partición de la India en 1947 en un Estado hindú y
otro Estado musulmán.
No hemos mencionado en este esquema otras invasiones menores que, aunque
importantes cultural e históricamente hablando, no lograron conquistar toda la
India o permanecer en su territorio durante un tiempo suficientemente largo
como para justificar su inclusión es esta síntesis. Entre ellas, la incursión de
Alejandro Magno, el gobierno de sus generales en los reinos greco-bacthianos, la
invasión de los Yue-chi, de los Kushan, los Sakas y finalmente los Khanes
mongoles, que en el siglo XV establecieron su imperio en la India hasta el siglo
XVIII, que vio llegar a los ingleses y el advenimiento del “colonialismo
europeo” en toda el Asia. Esa nueva forma de conquista se encuentra hoy en
pleno declinar, y nuestra generación o la siguiente verán su fin definitivo”.
Su Alteza el Yuvraj Sadar Ryased Karan Singh, jefe del Estado de Janmu y
Cachemira nos ha invitado a pasar una tarde con él en su “Pabellón del Lago”,
sobre el lago Dal, en las cercanías de Shrinagar, sitio encantador, paraíso de
holganza y refinamiento de los grandes emperadores moghules de la India. Sobre
una isleta rodeada de flotantes praderas de lotos rosados y contra un telón de
fondo grandioso de nevadas cordilleras y de viajeras nubes, destaca el “Pabellón
del Lago” su graciosa silueta, que vista desde la distancia semeja un templete
griego en las playas de una Jonia lejana.
Es hombre joven este príncipe hindú, último vástago de la que fuera poderosa
dinastía de los Droogas. Circunstancias excepcionales derivadas de la
independencia y partición de la India y de la invasión del Estado por su vecino,
Pakistán, motivaron el exilio de su padre, el Maharaja Hari Singh, y colocaron a
este muchacho de 24 años sobre el trono. Su esposa, una hermosísima princesa
nepalesa, apenas llega a los 19.
Desde el primer momento hemos hecho una gran amistad con la principesca
pareja, que se prepara a desarrollar un gobierno liberal y progresista en
Cachemira, en estrecho acuerdo y conformidad con el gobierno de Nerhu en la
India y a cubierto de las asechanzas de los musulmanes de Pakistán.
El principal atractivo de esta invitación es presenciar demostraciones de
Yoguismo a cargo de un Yogui del Punjab, discípulo directo del célebre Guru de
Krishnapathi, de Hardwar. Nos toca presenciar fenómenos aparentemente
antifisiológicos, actuando como médico y espectador a la vez en la memora - 205ble sesión del
“Pabellón del Lago”. Tal es el caso de la suspensión del pulso y detención del
corazón a voluntad. En el libro del médico hindú V.G. Rele, titulado “Yoga”,
habíamos leído algo acerca de la notable prueba efectuada por un Yogui en el
seno de la “Medical Association de Bombay”, paralizando el pulso y corazón
bajo el más severo control imaginable de médicos y fisiólogos con todos sus
aparatos de laboratorio. Desde el momento de aquella lectura esperábamos con
gran interés la oportunidad de ser testigos de una prueba semejante.
Conociendo gracias al libro de doctor Rele, los trucos habituales que hay que
vigilar cuando se asiste a un espectáculo de esta clase, nuestra atención se
mantuvo siempre alerta y nuestros sentidos muy despiertos para evitar ser
víctimas de superchería. Igualmente para no dejarnos sugestionar o hipnotizar,
peligro muy real, ya que en el curso de esa misma sesión el hombre de Punjab
hipnotizó a voluntad a varios servidores del príncipe.
Podemos afirmar que sin recurrir a truco alguno este hombre extraordina - rio,
simplemente mediante contracciones musculares del sistema de musculatura lisa
y mediante un impresionante juego de movimientos inspiratorios forzados,
suspendía su pulso radial izquierdo y derecho y paralizaba las contracciones de
su corazón por más de medio minuto, y no una sino varias veces, todas cuantas
se lo pedimos. ¿Es necesario invocar la acción de poderes sobrenaturales para la
ejecución de esta prueba? No. Esta es simplemente una prueba de Yoga a la cual
se llega mediante un largo entrenamiento y ciertas disposiciones naturales.
Yoga es una palabra derivada del sánscrito “Yug” que significa “unir”,
“dominar”. Es la misma raíz que encontramos en el “Jujum” latino, que se
traduce por “yugo”. El Yogui aspira a dominar la materia (su cuerpo) mediante
el espíritu; y a unir su alma, “Jiva” con el Espíritu Universal, “Paratman” o
“Brahman”. El sistema Yoga comprende dos grupos de actividades: ejercicios
respiratorios llamados “Pranayama” y posturas del cuerpo denominadas
“Asanas”. Hay muchas categorías de Yoga: la más elevada desde el punto de
vista espiritual es “Karma Yoga”, que es la práctica prescrita en el Baghavad
Guita y que consiste en consagrar todas las acciones y pensamientos a Dios;
Jnana Yoga, que ordena la identificación total y plena del alma con Dios; “Laya
Yoga” o “Yoga Kundalini” o “de la Serpiente”, que es la que aprendió y practica
nuestro Yogui de Punjab y de la cual diremos algunas palabras explicatorias más
adelante. El profesor Arturo Castiglione, en su libro admirable “Adventures of
the Mind”, cree que la ciencia Yoga puede ir más lejos aún de lo que
generalmente se admite y que su objetivo final sería despertar el “inconsciente
freudiano”, restableciendo con ello las rela- ciones existentes “pero dormidas”
entre el individuo y el Cosmos.
Digamos ahora a manera de paréntesis que en todo este proceso el número seis
juega un papel de primera magnitud: 6 son –según ya dijimos- los plexos o
“nidos de serpiente”, así llamados por los sabios antiguos, y 6 –o múltiplo de 6-
son siempre los períodos de tiempo en que el Yogui detiene su pulso o los
latidos de su corazón.
Según el libro “Hatha Yoga Pradipika”, Kundalini es “el Guardián del Umbral”,
es la serpiente que guarda el estrecho pasaje que conduce al sitio207 secreto
donde se asienta Brahma, esto es “el cuarto ventrículo”. La serpiente duerme,
enrollada y vigilante, en Kanda (la región sacro-perineal), pero cuida la entrada a
los dominios de Brahma, es la “conciencia (en el cerebro) de todas las
sensaciones corpóreas. A menos que ella no sea “despertada”, es decir, hecha
concientemente activa, “cerebrada”, el alma encarnada o sea “Jivatman”
–que según los sabios orientales tiene su morada en el sitio del corazón- no logra
entrar en los dominios de “Brahma-Randra” en el “cuarto ventrículo” y no
consigue su liberación.
Es por esto que la estrella de seis puntas o “Estrella de David”, alumbra en todos
los altares de las logias teosóficas y rosacrucistas del mundo. Dentro del
conjunto de sistemas religiosos del hinduismo, el 6 es el símbolo de Vishnu, el
“Preservador de la Vida”, y en su forma esquemática de hexagrama representa a
la “flor de lys” o también el loto, que tan importante papel juega en el budismo y
en la simbología de otras grandes religiones. El 6 es también el principio de
“doble trinidad” o sea el que completa, armoniza y apacigua a las 3 fuerzas del
Bien con las del Mal, poniéndolas en equilibrio; es la base de la pirámide
“tridimensional” del Cosmos.
Los seis plexos del nervio “neumogástrico” son descritos en los libros del
“Tantrismo” Shivaico e hindú-tibetano con el nombre de “Chakras” y se define
como “unidades autónomas”, poseedora cada cual de su propia “Shakti”,
ejerciendo influencias opuestas e inhibitorias sobre el sistema nervioso
cerebroespinal. Sin entrar en mayores detalles, digamos simplemente que el
estudio de estas “Chakras”, partiendo de la base de la identidad de la Serpiente
Kundalini con el nervio “vago”, nos permite entender con cierta claridad los
fenómenos del Yoguismo que hemos tenido la ocasión de conocer y ver de
cerca, tales como: la proyección del intestino grueso hacia fuera, el volteo de la
lengua hacia atrás en la faringe (gracias al cual es posible la sepultura cataléptica
en vida), el lavado de estómago” a entera voluntad, la “levitación” (mediante
acumulación de enormes cantidades de aire en los pulmones y aún en los vasos y
tejidos de otros órganos) y otros actos de “Tantrismo” esotérico y de naturaleza
sexual cuya revelación no es posible en este ensayo.
Miguel Serrano
No recuerdo desde cuando supe de su existencia, pero ciertamente desde que me
comencé a interesar en la India. A fines de los ochenta visité un centro espiritual
en las afueras de Benares (hoy Varanasi), creo que fue el de Ananda Mai, la
Madre, y cuando dije que era chileno, todo el mundo exclamó: “¡Embajador
Serrano!”. Hoy al leer la obra que me obsequió en 1992, “La Serpiente del
Paraíso” puedo comprobar que Miguel Serrano siempre fue una persona en
permanente búsqueda y por lo que escribe, se encontró con hombres notables,
que nosotros como estudiantes de Yoga conocemos solo desde la distancia, a
través de los libros y de las enseñanzas trasmitidas por los discípulos de los
discípulos de los maestros que a él le tocó conocer. Los pasajes que transcribo a
continuación tienen que ver con algunos aspectos de la India milenaria que no
han cambiado mucho hasta nuestros días.
Miguel Serrano
Badrinath
“Hace algún tiempo, en Badrinath, apareció un ´Saddhu´, al parecer de prestigio.
Se instaló entre dos rocas a la entrada de una caverna y allí se quedó, soportando
las inclemencias del tiempo y de la nieve. Los fieles empe- zaron a visitarle y a
llevarle alimentos. El hombre tenía sus extravagancias; pero, en fin, se las
aceptaban como a todo hombre santo, hasta que colmó la medida. Un día
empezó a pedir leche de madre, leche de mujer, declarando que éste era su único
alimento. Algunas mujeres devotas le llevaron leche en tazones, pero el santo
varón la rechazó, declarando que la leche debería tomarla directamente en el
pecho de la mujer. Cuando la noticia llegó a mis oídos fui a hablar con el
´Saddhu´. Le encontré allí, tal como se me había dicho, en meditación. Cuando
le consulté sobre el asunto, no negó nada, aceptó el hecho, agregando que era un
misterio del Yoga que yo no podría comprender…”.
Miguel Serrano: Escritor, filósofo y diplomático. Como pocos occidentales, se
213
Las Religiones de la India
Introducción
“La verdad es una sola, los sabios la llaman por muchos nombres”
Esta frase del Rig Veda, ha sido el cimiento del carácter cultural y religioso de la
India. En ninguna parte del mundo como en la India, tanta gente de diversas
culturas, y tantas religiones, ha encontrado un hogar. Durante miles de años
muchos grupos de personas con diferentes culturas y religiones viajaron a la
India donde encontraron un hogar donde crecer y florecer. Pareciera que en la
rica y fértil tierra de la India hay algo conducente al desarrollo de la conciencia
religiosa –y esto es válido no solo para el Hinduismo y sus ramificaciones, sino
que también para las religiones semitas - Islam, Cristianismo y Judaísmo- que
llegaron a la India desde occidente. India es realmente una tierra de fe, y dentro
de sus confines se pueden encontrar seguidores de todas las principales
religiones del mundo.
Los orígenes del Hinduismo se pierden en el tiempo, pero hasta hoy sus
seguidores suman cientos de millones tanto en la India como en otros países.
Único entre las grandes religiones del mundo, el Hinduismo no debe su origen a
una sola persona o libro, sino que a la sabiduría colectiva y visión espiritual de
un gran grupo de hombres iluminados conocidos como “Rishis”. Tiene una gran
riqueza y diversidad en sus creencias religiosas y prácticas; podría ser
comparado a una enorme orquesta filarmónica compuesta de numerosos
instrumentos, que juntos expresan una gran armonía.
La tercera religión que nació del Hinduismo debe su origen al santo Guru Nanak.
La tierra de los Sikhs en la India es el estado de Punjab, pero un gran número de
ellos vive también en otros estados y en el extranjero. La fe mística fundada por
Guru Nanak fue transformada por el décimo gran maestro del Sikhismo, Guru
Gobind Singh, en una religión militante y dinámica. El templo dorado de
Amritsar es el centro espiritual de la religión Sikh, muy respetada por todas las
comunidades de la India.
Aparte de las cuatro grandes religiones que se originaron en la India, cuatro otras
han florecido allí también durante siglos. La religión del profeta de Irán,
Zoroastro, llegó a la India cuando los Zoroastrianos se escaparon de Irán después
de la conquista árabe. Aún cuando numéricamente son una comunidad
relativamente pequeña, los Parsis han jugado un notable rol en el desarrollo de la
India en los dos últimos siglos. El libro sagrado de los Parsis, el Avesta, continúa
siendo reverenciado por sus seguidores, y su adoración al fuego es practicada en
las principales ciudades.
El Islam ha estado por mil años en tierra India desde que se produjo el primer
contacto comercial con los árabes. A partir de entonces ha existido una compleja
relación entre el Hinduismo y el Islam, siendo una de las cosas más positivas el
desarrollo del Sufismo que va más allá de las barreras religiosas. Hasta hoy los
templos de los santos musulmanes son venerados por todas la comunidades. El
Islamismo ha hecho importantes contribuciones en diferentes esferas de la vida
de la India, incluyendo el idioma, música y arquitectura. La otra gran religión
occidental, el Judaísmo, tiene también sus adherentes en la India, y una sinagoga
ha estado activa durante siglos en el estado de Kerala.
Del mismo modo que la India tiene una gran diversidad de idiomas, razas y
cultura, también tiene una gran variedad de creencias religiosas, lo que es
bastante inusual en el mundo. El aforismo Védico, “La verdad es una sola, los
sabios la llaman por muchos nombres”, ha sido siempre un concepto clave en
India, y es por eso que a pesar de las tensiones y conflictos que se producen de
vez en cuando, todas las religiones del mundo han florecido en la India.
Trataremos de destacar en este capítulo las principales características y riquezas
filosóficas de sus religiones.
Hinduismo: La Fe Eterna
La religión que hoy se conoce como Hinduismo es sin duda alguna la más
antigua y variada religión entre las grandes religiones del mundo. La palabra
Hinduismo es un término geográfico basado en el nombre sánscrito del río que
cruza la frontera norte de la India, el Sindhu. Para aquellos que vivían en el otro
lado de este río, toda la región al sur este del Sindhu, que los griegos llamaron
Indus, era llamada la tierra de los Hindus, y el vasto espectro de creencias que
florecieron ahí adquirieron el nombre genérico de Hinduismo. Pero el
Hinduismo se llama a sí mismo Sanatana Dharma, la fe eterna, porque no está
basado en las enseñanzas de un solo maestro, sino que en la sabiduría colectiva e
inspiración de grandes sabios y maestros iluminados, desde el amanecer de la
civilización india.
Los Vedas son los textos en sánscrito más antiguos que existen, y para 219 los
hindúes, los más sagrados. Una característica notable de estos textos es que cada
himno o verso, ha sido atribuido a un autor diferente. Se cree que estos himnos y
versos les fueron revelados oralmente a Rishis o sabios por Dios, o al menos
fueron inspirados por él; cada uno de ellos lleva el nombre de un Rishi diferente.
Lo curioso es que nombres tales como Vasistha, Visvamitra, Narada, son
nombres de personas que vivieron en épocas muy diferentes, lo que sugiere que
cientos de años transcurrieron entre las diferentes fechas de su composición. Se
cree también que los Vedas fueron enseñados oralmente desde hace más de
25.000 años atrás y que finalmente, fueron compilados por el sabio Veda-Vyasa,
en lo que hoy se conoce como Tibet, hace unos 3.200 años.
Los Vedas dieron origen a lo que hoy se llama el “Período Védico”, que se
remonta a lo menos a 2500 años antes de Cristo. Es la era en que las tribus Arias
(una palabra sánscrita que significa “noble”) bajaron desde Afganistán y Asia
Central a India donde empezaron a infiltrarse por el noreste y a hacer de ese país
el propio. Eventualmente estas tribus controlaron todo el norte de la India, hasta
Vindhya Hills, y muchos de los habitantes de esas regiones fueron empujados
hacia el sur. Los invasores trajeron con ellos a sus dioses del fuego y de la
guerra, Agni e Indra, respectivamente, y también su tradición de comer carne.
Fue durante este tiempo que los Vedas fueron compuestos, mucho antes de que
la escritura fuera introducida en India. En este tiempo se implementó también el
sistema de castas, para distinguir a los Arios de los nativos indios, cuyas tierras
ellos habían conquistado.
La palabra Veda significa “sabiduría”, y los cuatro Vedas –El Rig, el Sama, el
Yajur y el Atharva-, cada uno de ellos con cuatro secciones, contienen en
conjunto sobre cien mil versos que incluyen algunos de los más grandes poemas
místicos jamás producidos en la historia de la humanidad. La parte escrita en
versos, se llama Mantra, que a su vez se compone de Surkyas (himnos y versos).
Hay también otra parte, la parte Brahmana que se compone de tratados en prosa
sobre liturgia y rituales. La porción en versos es considerada como más antigua
que el trabajo en prosa y los libros en los cuales se coleccionó el trabajo en
versos se llama Samhita (colecciones), que en su mayor parte están conectados
con los Brahmana. Hay además, en prosa y en versos, dos tipos de tratados
conocidos como Aranyaka y Upanishad.
Los Upanishads se conocen como Vedanta, o el fin de los Vedas, porque están
al final de la colección de Vedas y porque representan la culminación de las
enseñanzas Védicas. Ciento ocho Upanishads han sido preservados, de los cuales
catorce son los más importantes. Estos notables diálogos entre el maestro y uno
o más discípulos tratan los más profundos problemas de la existencia humana, de
la muerte, del propósito de la vida y de las etapas de la realización espiritual. El
Ishavasya Upanishad, que sólo contiene 18 versos, es considerado como el más
importante de todos. Los primeros versos contienen la esencia del Hinduismo:
“La totalidad del cosmos, cualquier cosa que se mueva o esté quieta, está
penetrada por lo Divino”.
221
Eres el fuego.
Eres el sol.
Eres el aire.
Eres la luna.
Eres el firmamento estrellado.
Eres el Brahman supremo:
Eres las aguas.
Eres el creador de todo:
Eres mujer, eres hombre.
Eres la juventud, eres la virgen.
Eres el viejo vacilante con su bastón.
Estás presente en todas partes.
Eres la oscura mariposa.
Eres el loro verde de ojos rojos.
Eres la nube que truena, las estaciones, los mares.
Sin serlo, eres.
Más allá del tiempo, más allá del espacio.
Eres aquél del que saltaron los tres mundos.
Lleno de Brahman es todo lo que vemos;
Lleno de Brahman fluye todo lo que es;223 Todo es Brahman, y nunca cambia.
La segunda gran percepción de los iluminados Védicos fue que del mismo modo
que el mundo exterior siempre cambiante estaba penetrado por Brahman, en el
mundo cambiante dentro del hombre estaba el inmortal “Atman”. Se dieron
cuenta de que, “como el maíz, el mortal madura, y como el maíz, vuelve a
nacer” (Katha Upanishad, 1.1.6). La entidad humana nace y vuelve a nacer a
través de los tiempos, recogiendo infinidad de experiencias, moviéndose gra-
dualmente hacia la posibilidad de perfección. Esta chispa inmortal fue llamada
“Atman”.
Hay también 18 Puranas, ricos en mitos y símbolos, entre los cuales los más
conocidos son el Shrimad Bhagavatam, los Brahma Sutras que contienen
filosofía Vedántica en forma de aforismos, y los Tantras que tratan aspectos eso-
téricos y de búsqueda espiritual. Hay también aquellas que contienen códigos de
conducta, como el Manusmriti que busca relacionar la religión a la vida social de
los hindúes.
Cada vez que la humanidad se aparta del buen camino, Oh Bharata, Y el mal
aparece, entonces me manifiesto sobre la tierra. Para dar el bien, destruir a los
malos y reestablecer la rectitud. Nazco de era en era.
(4.7-8)
Otra característica del Guita es que fusiona los cuatro caminos en un solo
movimiento integral hacia lo divino. Se refiere a los cuatro Yogas, pero constan-
temente busca integrarlos en la relación primordial entre Arjuna y Shri Krishna,
lo humano y lo divino. Mientras que el Brahmán de los Upanishad es impersonal
y referido como “Eso”, en el Guita, Shri Krishna aparece como el Ser Divino
que trasciende tanto lo manifestado como lo no manifestado en toda la
conciencia.
229
Lo divino en el Guita no es un concepto personalizado. Al final de la enseñanza,
Shri Krishna instruye a Arjuna con estas palabras:
El Señor, Oh Arjuna, está sentado en el corazón de todos los seres, creando con
su poder divino todo el cosmos
que da vueltas como si fuera una máquina.
Refúgiate en El con todo tu ser, O Bharata;
por su gracia ganarás paz suprema en la morada eterna. (18.61-62)
El antiguo arte de contar historias ha sido en gran medida reemplazado hoy por
el cine y la televisión, un ejemplo de esto es la adaptación del Mahabharata que
hizo para el cine Peter Brook. Esta película fue mostrada por capítulos por la
televisión estatal de la India en los años 80, y vista por cientos de millones de
personas.
Mientras que hay muchos Avataras en las escrituras hindúes que incluyen
manifestaciones de Shiva en el sur de la India, las más conocidas son las 10
encarnaciones de Vishnu, conocidas como Dashavatara. Han tenido una
profunda influencia en el Hinduismo popular, e incluyen dos de las más
populares y ampliamente adoradas figuras en el panteón hindú. Rama y Krishna.
Es intere- sante notar que estas 10 encarnaciones representan la escalera de la
evolución de una manera bastante notable: Empiezan con Matsya, el pez; luego
Kurma, la tortuga anfibia; enseguida Varaha, el jabalí; luego Narsimha, el
hombre-león; enseguida Vamana, el enano; luego Parashurama, el que empuña
la gran hacha; enseguida Shri Rama, el noble héroe del Ramayana; después Shri
Krishna, el flautista divino y guiador del carruaje en el Mahabharata: luego el
Buda, y, en su encarnación final de este ciclo, y todavía no manifestado, el Kali
Avatara, des- crito como un magnífico joven cabalgando un hermoso caballo
blanco con una espada sembrando la muerte y la destrucción por todas partes,
quizás simbolizando algún conflicto nuclear de proporciones catastróficas.
Hinduismo clásico
Los principales contornos del Hinduismo se han definido con la explicación que
hemos dado sobre los Vedas, los Upanishads y las escrituras auxiliares que
culminan con el Bagvadguita. A diferencia de otras grandes religiones, donde un
solo maestro o escritura constituye la última palabra, en el Hinduismo ha habido
en los últimos dos mil años un proceso continuo de reinterpretación y
redefinición por parte de una larga cadena de notables hombres y mujeres.
Algunos fueron reyes y eruditos, otros, gente común, a menudo analfabetos y sin
ninguna sofisti- cación. Algunos pertenecían a la casta de los Brahmanes y a la
de los Kshatriyas, otros pertenecían a las castas inferiores, incluyendo a los
descastados. Algunos hablaban Sánscrito puro, y otros cantaban en sus dialectos
locales. Algunos vivían en grandes palacios o templos, otros en simples cabañas,
o deambulaban por el país sin echar raíces. Algunos eran devotos de Shiva, el
gran Señor sentado en su majestuosa soledad en la punta de una montaña; otros
lo eran de Krishna, el eterno amante tocando su flauta divina en los bosques de
Vrinda- van. Algunos adoraban a la gran Madre en alguna de sus innumerables
formas, belleza entronada en el asiento del poder; otros rendían homenaje a una
o varias de las numerosas deidades del panteón hindú.
233
Otro gran Acharya del sur fue Madhva (nacido en 1199 D. de C.), cuyo sistema
puede ser descrito como dualista en el sentido de que Dios y el alma individual
son eternamente diferentes, y la salvación no depende de su fusión entre sí, sino
en que el alma permanece eternamente cerca de Dios, disfrutando la
contemplación de su gloria. Madhva también sostuvo que las almas que
consistentemente se desvían hacia el mal, finalmente son expulsadas en forma
per- manente del universo a un estado de condenación eterna.
Vishnu es representado acostado sobre una gran serpiente que flota en un vasto
océano de leche, el Kshirasagara. En esta forma es adorado en muchos templos,
especialmente en el sur, pero en otras partes de la India es más popular en dos de
sus principales encarnaciones asociadas con las dos grandes epopeyas –Shri
Rama y Shri Krishna. Estos dos nombres han permitido traspasar el mensaje del
Hinduismo a billones de hombres y mujeres a través de los años. Shri Rama es
representado con un arco en la mano, acompañado de su esposa Sita, su hermano
Lakshmana, y su devoto seguidor, el hombre- mono, Hanuman. Shri Krishna es
representado de varias formas, comenzando cuando era todavía un bebé, Bala
Krishna, culminando con el cochero de Arjuna, Parthasarati. Pero su forma más
atractiva es la de un joven vaquero, Gopala Krishna, oscuro de piel y
resplandeciente, de pie con un pie cruzado sobre el otro, tocando su flauta
mágica. Es normalmente adorado junto con Radha, la pastora que ha llegado a
simbolizar la esencia del culto de devoción a Krishna. Vishnu es tambíen
adorado en alguna de sus encarnaciones como por ejemplo Narshimha, el
hombre-león que aparece para salvar al mundo del rey-demonio
Hiranyakashyapu y también salvar a su hijo, Prahlada.
Numerosos libros sobre Yoga y sus diferentes aspectos pueden ser encontrados
en la literatura hindú, la mayoría de ellos basados en Patanjali. Incluyen Tantras,
o textos esotéricos que tratan diversas prácticas y técnicas relacionadas con el
despertar de Kundalini y la adquisición de poderes psíquicos. Estos poderes
milagrosos o Siddhis, son aceptados como un aspecto importante de las prácticas
Yóguicas, pero su mal uso o demostraciones no son bien visto, pues pueden ser
un obstáculo para llegar a la meta suprema. A través del tiempo y hoy también,
siempre ha habido en India un número importante de personas que poseen tales
poderes.
Demás está decir que al igual que en muchas otras religiones, existe también en
el Hinduismo la cuota usual de charlatanes disfrazados de maestros espirituales.
En el Mundaka Upanishad se describen las dos cualidades esenciales que debe
tener un Guru: Debe ser en primer lugar Shrotriya, es decir experto en las
escrituras y en segundo, Brahmanishtha, es decir, establecido en Brahman o en
la divina conciencia. El Hinduismo cree que es necesaria la participación de un
Guru para alcanzar altos niveles de espiritualidad, aún cuando acepta que en
lugar de un Guru, un libro o escritura puede ser suficiente. Hay también
instancias en las cuales algunas personas han sido iniciadas por algún ser
espiritual durante el sueño.
El movimiento Bhakti
A pesar de los grandes disturbios que tuvieron lugar en el norte de la India por
muchos siglos debido a las sucesivas incursiones y conquistas de los
musulmanes, el Hinduismo continuó prosperando. De hecho, un importante
aspecto en su desarrollo durante la supremacía musulmana, cuya religión
aborrece muchas de las prácticas centrales del Hinduismo, en especial la
adoración de imágenes, fue un movimiento hacia la devoción, que se denominó
Bhakti, uno de los más interesantes en la larga historia del Hinduismo.
A lo largo de la Edad Media, aparecieron una serie de santos que predicaron el
evangelio del amor divino y del éxtasis. Mientras que las enseñan241 zas previas
habían sido exclusivamente en sánscrito, este nuevo movimiento quebró la rígida
y conservadora dominación de la tradición Brahmánica, y por primera vez usó
idiomas regionales y dialectos para propagar su mensaje. Esto conllevó una
revuelta en contra del rígido sistema de castas, restricciones y tabú que se habían
transformado en un aspecto negativo del Hinduismo clásico. Estos santos no solo
venían de diferentes castas y comunidades, incluyendo a musulmanes y a
algunas mujeres notables, sino que el mensaje estaba dirigido al hombre común.
En el Islam también ocurrió lo mismo: En contra del Ulema o clérigo, siempre
hubo una corriente de buscadores místicos intoxicados con el amor a Dios. Se
los llamó Sufis, y fue precisamente con la tradición Sufi que el movimiento
Bhakti desarrolló una particular afinidad. El primer gran maestro Sufi que llegó
a la India fue Khwaja Moinuddin Chisti (nacido en 1142). Llegó a Delhi hacia el
final del siglo doce y se estableció en Ajmer donde tuvo muchos discípulos,
tanto hindúes como musulmanes. El gran santuario que existe allí, el Dargah
Shareef, es probablemente hoy el más importante centro de peregrinación
musulmana fuera de la Mecca y Medina, y también atrae a muchos peregrinos
hindúes cada año. Por el lado hindú, la primera gran figura del misticismo
medieval fue Ramananda (1370-1440). Aunque fue discípulo de Ramanuja,
Ramananda se alejó de la tradición ortodoxa, desafió la división entre las castas
y predicó en Hindi en lugar de sánscrito. Uno de sus discípulos más ilustres fue
Guru Ravidas, quien era zapatero de profesión. Gracias a sus méritos espirituales
llegó a ser uno de los maestros más respetados de su tiempo y todavía tiene
millones de seguidores.
Kabir tuvo muchos discípulos, pero hay dos maestros que fueron influen - ciados
por él, y que merecen una mención especial. El primero fue Nanak (1469-1538)
el fundador de la fe de los Sikh. Constantemente enfatizaba que en los ojos de
Dios, “no habían hindúes ni musulmanes”, y muchos de los himnos contenidos
en el Granth Sahib, el libro sagrado de los Sikhs, respaldan este concepto. Otro
seguidor de Kabir fue Dadu (1544-1603) quien también fundó un poderoso
movimiento basado en sus enseñanzas, conocidas como DaduPanth. Escribió
hermosos himnos, y en uno de ellos dice:
Surdas, considerado por algunos críticos como un poeta aún más notable, se
quedó ciego en su juventud. A pesar de eso compuso hermosos poemas
devocionales dirigidos a Shri Krishna. Sus descripciones de la niñez de Krishna,
sus travesuras, su coqueteo con las Gopis (las pastoras) de Vrindavan, sus
hazañas mágicas, su resplandeciente personalidad que tipifica al amante Divino
que llama a las almas humanas con las notas doradas de su flauta eterna, son
parte de la gran herencia del Hinduismo. Tanto Tulsidas como Surdas, junto con
un gran número de santos, incluyendo a Pathan Rakshan, otro devoto de Shri
Krishna, dieron un gran impulso al Hinduismo popular. En los tiempos en que la
dominación musulmana se establecía sobre casi toda la India, y la antigua
ortodoxia comenzaba a perder su ascendencia sobre la mente de la gente, el
movimiento Bhakti demostró una vez más la capacidad de recuperación del
Hinduismo, la capacidad de permitir a sus seguidores reestablecer y reinterpretar
las eternas verdades en aquellos tiempos de cambio.
Ninguna crónica sobre el movimiento Bhakti, aunque sea breve, puede excluir
los nombres de dos notables mujeres que dejaron profundas huellas de sus logros
a las generaciones futuras. Lalleshwari (1317-1372) era una santa de Kashmir
que consiguió la realización de Dios a una temprana edad, y cuya vida está llena
de leyendas e historias milagrosas. Ella enseñó el camino a la realización a
través de un intenso amor hacia lo divino, renunciando todo apego hacia las
posesiones mundanas y lazos de familia, levantándose por sobre las dualidades
de casta y creencias. Escribió:
La otra gran figura del movimiento Bhakti es Mirabai (1450 1512), una prin -
cesa Rajput casada a temprana edad con el Rana de Udaipur. En su niñez se
había hecho devota de Krishna y dedicado su vida a él. Después de su
matrimonio continuó dedicando todo su tiempo a adorar a Krishna, incurriendo
en el disgusto de su marido, que incluso trató de envenenarla. Por la gracia de
Krishna, sin embargo, la copa que contenía el veneno se transformó en miel y
ella bailó en éxtasis ante la imagen del Señor. A continuación Mirabai renunció a
su vida mundana y deambuló a través de la India cantando sus hermosas
composiciones las que están entre las más conmovedoras canciones
devocionales del Hinduismo. Una de sus canciones de amor más conocida es la
siguiente:
Con cadenitas atadas a sus pies, Mira baila en éxtasis, la gente dice que Mira
enloqueció.
Su suegra dice que avergüenza al clan.
El Rana le envió una copa envenenada,
que Mira bebe riendo.
Me he transformado en la eterna sirviente de mi Narayana;
el Dios de Mira es Giridhar, el que levanta montañas. ¡Oh, Indestructible! Únete
a mí pronto,
en tu eterno abrazo!
Vemos así que en su período más difícil, el Hinduismo produjo una brillante
galaxia de santos – cantantes que aparecieron en diferentes partes del país y que
inspiraron a millones por su devoción y poesía presentada en un idioma que las
masas podían comprender sin dificultad alguna. Estaban re-expresando las
grandes verdades védicas –la unidad de Atman y Brahman, de lo humano y lo
divino- de una forma diferente que llevó el mensaje incluso a las aldeas más
humildes, donde la mayoría de los hindúes siempre ha vivido.
Sin embargo, una vez más el milagro se produjo: aparecieron hombres notables
que con el poder de su iluminación espiritual volvieron a encender el fuego con
las chispas que aún quedaban. En 1857, después de lo que comúnmente se llama
el “gran motín de la India”, que muchos ahora prefieren llamar, “la primera
guerra de la independencia”, India estaba aplastada a los pies de los
conquistadores, quebrada no solo en cuerpo, sino que también en espíritu. La
gente había empezado a perder fe en su herencia cultural y religiosa y una nube
de oscuridad espiritual se expandía por toda la India. Y, en solo 90 años, no solo
se había la India levantado de las cenizas, cual ave fénix, sino que había
conseguido su libertad y empezado un proceso gradual de descolonización. Este
increíble logro en gran medida se puede atribuir al resurgimiento del Hinduismo.
247 Esto no significa que las otras comunidades no ejercieron ningún rol en este
resurgimiento, pero al ser los hindúes quienes conforman la mayor parte de la
sociedad, fueron ellos quienes proveyeron el sustento cultural necesario para
volver a recobrar su identidad.
Bajo la influencia del Brahmo Samaj, varios otros movimientos comen - zaron
en otras partes de la India, notablemente el Prarthana Samaj, fundado en
Mumbay en 1867 por los grandes eruditos M.G. Ranade y R.D. Bhandarkar.
Estas sociedades, que influían principalmente en la delgada línea de la socie- dad
educada por los británicos jugó sin embargo un rol importante al traer una nueva
conciencia intelectual sobre la sociedad hindú, e incentivó a los hindúes
educados a re-examinar su herencia religiosa a luz de las nuevas condiciones. Lo
mismo se puede decir de la Sociedad Teosófica fundada por Madame Blavatsky
y el Coronel Olcott en Nueva York en 1875, que ganó considerable atención en
India en gran parte gracias al trabajo de la señora Annie Besant.
Simultáneamente, el redescubrimiento de los textos antiguos por parte de
eruditos europeos como Max Müller, Ferguson y Cunningham, y el trabajo de
arqueologistas y lingüistas occidentales que expusieron los extraordinarios
logros del pasado hindú que había prácticamente desaparecido después de siglos
de dominación foránea. Todo esto sirvió para darles a los hindúes del siglo
diecinueve una nueva y rica conciencia de su herencia cultural y un renovado
orgullo en su antigua religión.
A todos lo que vinieron a él les dio el mismo mensaje: les pidió que no perdieran
el tiempo peleando sobre tal o cual religión, y que en cambio buscaran a Dios
con un corazón puro y dedicado. El afirmaba con su propia expe- riencia
espiritual que todas las creencias y religiones llevaban finalmente a la misma
meta. Expresaba sus enseñanzas con ejemplos que incluso los más ignorantes e
iletrados podían entender sin problemas. Sus dichos y la historia de su vida
siguen siendo hasta hoy una gran fuente de inspiración.
Se dice en India que uno tiene que remontarse a Sócrates y Platón para encontrar
un paralelo con la relación creada entre Ramakrishna y Vivekananda. Aunque
aparentemente pertenecían a polos opuestos, fue el discípulo el que llevó el
mensaje del maestro a todo el mundo. Vivekananda era un hombre de cualidades
poco comunes, con un físico imponente y un gran intelecto. Justo antes de morir,
Ramakrishna designó a Vivekananda su heredero espiritual. Después de
deambular por toda la India esparciendo las enseñanzas de su maestro,
Vivekananda decide participar en el Parlamento Mundial de las Religiones que
tendría lugar en Chicago en 1893. A pesar de las dificultades que significó llegar
a Esta-251 dos Unidos, su presencia, poderosa oratoria, su voz sonora y buen
manejo del inglés, creó una gran sensación, a tal punto que el Parlamento de ese
año es hoy recordado básicamente por su participación en él.
Las enseñanzas de Shri Ramana versaban sobre el camino del auto conocimiento
Vedántico y todos sus trabajos originales y comentarios sobre los clásicos
hindúes se referían al proceso de auto cuestionamiento. La pregunta, “¿Quién
soy Yo”?, se encuentra en la mayoría de las tradiciones religiosas porque la
búsqueda del auto conocimiento está en el corazón de la conquista espiritual.
Pero, Shri Ramana hizo de esta pregunta el hito máximo de toda su filosofía. A
cada pregunta él respondía haciendo una contra pregunta: “¿Quién es el que
pregunta?” Así, cuando el cuerpo, los sentidos y la mente son excluidas, el
verdadero “YO” comienza a aparecer en toda su gloria.253
Este proceso de introspección espiritual fue presentado por Shri Ramana con
gran claridad. También enseñó técnicas de Pranayama para asistir a los iniciados
a aquietar los movimientos de la mente y enfocarse en la energía psíquica al
hacer la pregunta, “¿Quién soy Yo?”. El comparaba esto con una antorcha usada
para encender una gran hoguera. No solo la enciende y sus llamas suben en
dirección del cielo, sino que la antorcha se consume también en el proceso. Shri
Ramana enseñó que si la pregunta “¿Quién soy Yo?” es hecha persistente y
repetidamente, tenía la capacidad de destruir todas las ilusiones y finalmente
desaparecer con el amanecer de la realización espiritual.
Shri Ramana Maharshi
Shri Aurobindo escribió mucho sobre este gran salto, y presentó como medio
para conseguirlo un camino propio que llamó Yoga Integral, que busca unir los
cuatro caminos del Yoga, en uno solo, multifacético. La meta de Shri Aurobindo
no era la salvación individual, ni siquiera la salvación de la raza, sino un cambio
fundamental en la textura de la conciencia terrestre, la creación de “un nuevo
cielo y una nueva tierra”. A menudo ha sido descrito como un pionero de lo
sobrenatural. El Yoga Integral de Shri Aurobindo, trabajado en conjunto con su
compañera, la francesa Madame Alfassa, más conocida como “la Madre”, tenía
tres direcciones principales: primero, una entrega completa e integral a lo divino;
segundo, levantar la conciencia humana a un nivel sobrenatural, y tercero, un
retorno a la tierra después de absorber el poder y la luz de lo sobrenatural de
modo que su influencia pueda ser sentida en la vida terrestre. Este énfasis en
evolución, basado esencialmente en los textos hindúes, marca un nuevo
desarrollo en el Hinduismo contemporáneo.
Otra contribución hecha por Gandhi, fue involucrar a las mujeres, en grandes
números, en el movimiento de liberación, y el énfasis que puso en su
emancipación social. Su “programa constructivo”, que incluía la propagación y
comercialización de artesanías, tuvo un efecto igualitario en la sociedad hindú.
Todas sus reuniones en las que se oraba, comenzaban con “Randhun”, el nombre
del Señor, y su concepto de gobierno perfecto estaba representado por “Ram
Rajya” el gobierno en los días de Shri Rama. Escribió también un comentario
sobre el Bhagvadguita, texto que para él era una permanente fuente de
inspiración. Incentivó la adoración de las vacas, no tanto por razones religiosas,
sino como un símbolo de simbiosis benevolente entre los humanos y los
animales.
1869 - 1948 Gandhi
Entre aquellos todavía activos al momento de escribir estas líneas y otros que no
hace mucho estaban vivos, hay que destacar a Shankaracharya de Kanchi
Kamakoti Pitha en el sur de la India; al Swami ciego, Gangeshwarananda, que
ha hecho un trabajo notable interpretando y popularizando los Vedas; Maharishi
Mahesh Yogui con su Meditación Trascendental; Swami259 Ranganathananda y
otros santos de la Misión Ramakrishna; Swami Chinmayananda, que fundó su
propia misión para la regeneración del Hinduismo; el brillante, pero
controvertido Bhagwan Shri Rajneesh (Osho); Sai Baba con sus sorprendentes
materializaciones y Shri Madhava Ashish, que continúa con la tradición de su
Guru, Shri Krishna Prem, en Mirtola. Una palabra especial se merece también J.
Krishnamurti quien, aunque él no lo acepte, está profundamente enraizado en la
tradición hinduista, y Pandit Gopi Krishna, que ha escrito notables libros sobre
Kundalini.
El Jainismo
El Jainismo, al igual que el Hinduismo y el Budismo, es una de las tres grandes
religiones de la India. Mientras que las otras se esparcieron más allá de las
fronteras de la India, el Jainismo se ha mantenido dentro de sus límites. Se
estima que el número de seguidores de esta religión sea hoy de unos cinco
millones, la mayoría de los cuales pertenecen a la comunidad mercantil.
El Jainismo no tiene líderes y sus seguidores no adoran a ninguna deidad. Siguen
las enseñanzas de 24 Tirthankaras o santos. El último de ellos, y el más
significativo fue Mahavira.
La palabra Jain deriva de Jina, o aquel que ha conquistado enemigos tales como
el apego, la pasión, los celos, etc. En la antigüedad, se llamaba a los grandes
santos, o a aquellos que habían logrado liberar su alma, Jina o Buda.
Los Tirthankaras
Los Jain creen que los veinte y cuatro Tirthankaras aparecen en cada mitad de un
ciclo-tiempo y han hecho esto desde el inicio de los tiempos y continuarán
haciéndolo. Las dos mitades, Aras, de cada ciclo-tiempo se llaman Utsarpini, u
orden ascendente en el progreso gradual del hombre, y Avasarpini, u orden
descendente que muestra el retroceso gradual del hombre. La doctrina Jain es
por lo tanto, eterna, y los Tirthankaras la reestablecen de tiempo en tiempo. De
los veinticuatro Tirthankaras que florecen en el Avasar- pini actual, Rishaba o
Adinatha, de un pasado muy remoto, fue el primero; el número veinte y dos fue
Neminatha o Arishtanemi, que en la mitología Jain se asocia con Krishna, como
primo, y que obtuvo el Nirvana sobre el Monte Girnar, en Saurashtra, Gujarat.
Las vidas de veinte y dos Tirthankaras, desde Rishaba a Neminatha, pertenecen
más al dominio de la mitología que al de la historia. Pero el Tirthankara número
veinte y tres, Parshva es aceptado por los investigadores modernos como un
hombre histórico que vivió en el siglo ocho Antes de Cristo, alrededor de 250
años antes de la muerte del último Tirthankara, Varddhamana Mahavira.
Mahavira
Ahimsa
Los Jain creen que los pensamientos son la fuente de la acción. La violencia en
el pensamiento (Bhavahimsa), precede al daño físico, (Dravyahimsa). La
violencia en pensamiento surge de la pasión, de los apegos y de las aversiones.
La violencia en pensamiento es la mayor y más sutil forma de violencia.
Literatura Canónica
Hay dos tipos de monjes: Los Jina Kalpins que andan desnudos y usan el hueco
de la palma de sus manos para comer o beber y no tienen posesión material
alguna, y los Sthavira Kalpins que usan ropa, tienen un pocillo para mendigar,
un objeto para remover el polvo y un pedazo de tela para tapar la boca e impedir
que entren insectos. Ambos tipos de monjes deben cuidarse de dañar cualquier
forma de vida, mentir, robar, tener sexo, posesiones, comer por la noche,
sentarse sobre un sofá o silla, etc.
Arte e iconografía
Tanto los Jains como los hindúes creen en la doctrina del Karma, siendo el
principio básico de Samsara, el ciclo eterno de nacimiento y muerte, y vuelta a
nacer.
265
Budismo
Aunque tuvo su origen en India, esta religión se esparció más allá de sus
fronteras durante el reinado de Ashoka, y penetró en casi todo el sur-este
asiático, China y el lejano oriente. Recientemente, su influencia ha empezado a
ser notada fuertemente también en occidente. Una de cada cuatro personas en el
mundo es hoy budista. El budismo es más bien una filosofía espiritual que una
religión. Su camino es un camino práctico. Su énfasis en la ética, humanismo,
compasión y sabiduría, tiene todos los elementos para hacer de esta religión, una
religión universal.
En tiempo, el budismo cubre más de 2.500 años. En espacio cubre los países
Theravada como Sri Lanka, Birmania, Tailandia, Camboya, Laos y partes de
Bangladesh e India. También cubre los países Mahayana como Nepal, Bután,
Tibet, Mongolia, Corea, Vietnam, Japón y China, aún cuando China no es
estrictamente budista ya que el Taoísmo y el Confucianismo son igualmente
importantes en ese país. Sin embargo, el budismo ha dominado el pensamiento
chino durante muchos siglos.
A cualquier parte que llegue el budismo, influencia la cultura de ese país, sea
éste China, Japón, Corea o Tailandia. El arte de la dinastía T´Sang de China es
considerado como uno de los más refinados en el mundo y es en gran medida
budista. Muchas pagodas o templos tienen hermosas imágenes de Buda, estupas
de Sancho, cuevas de Amanta, pilares de Ashoka, etc. son un testimonio del
exquisito arte que se desarrolló bajo la influencia del budismo.
El budismo siempre luchó contra las castas, colores de piel y otras distinciones
odiosas. Apoyó la libertad de las mujeres y su derecho de alcanzar los más altos
pináculos espirituales. Su amor por los animales y la naturaleza se refleja
profundamente en las escrituras. Un enemigo puede ser conquis- tado no con
odio sino que con amor, tal como lo dice el verso número 5 del Dhammapada:
En este mundo,
el odio jamás cesa por medio del odio, sino que por medio de no odiar. Esta es la
ley eterna.
El mensaje del Buda no solo cambió el curso del pensamiento indio, sino que
también influenció enormemente los países vecinos. Una parte importante de la
literatura budista pertenece a la literatura universal.
Buda
Nació alrededor del año 563 antes de Cristo, aunque hay un poco de controversia
sobre esa fecha. El nombre de su padre era Shuddhodana y el de su madre,
Mahamaya. Durante un viaje que hizo Mahamaya a la casa de sus padres dio a
luz en el bosque de Lumbini. El emperador Ashoka visitó el lugar del nacimiento
y para conmemorar el acontecimiento erigió allí un pilar con la inscripción
“Aquí nació Buda”. UNESCO desarrolló en Lumbini un centro internacional de
peregrinaje. Al niño se le dio el nombre de Siddhartha; su nombre de familia era
Gautama. Todo el mundo parece estar de acuerdo que Gautama abandonó su
hogar cuando tenía 29 años y logró la iluminación o Boddhi bajo el árbol Bodhi
en Boda Gaya cuando tenía 35 años y murió a la edad de 80.
Gautama meditó solo durante seis años, sin ninguna guía, practicando las más
austeras y severas técnicas de tortura personal por lo que se debilitó mucho. Sin
embargo gracias a su gran fuerza de voluntad pudo conservar su cuerpo.
Conquistó el miedo, dejó de lado cualquier deseo carnal, controló totalmente su
mente, pero no pudo todavía alcanzar la iluminación. Gautama había disfrutado
la vida de la riqueza y de los placeres mundanos. Ahora veía la otra cara de la
medalla, con austeridades y mortificación personal.
Se dio cuenta entonces que ningún extremo era bueno y que no conducían a
ninguna parte. Decidió dormir y comer con moderación. Acompañándolo en sus
penurias había cinco ascetas, que también estaban tratando de ver la verdad. Al
ver el cambio de actitud del Buda lo abandonaron con disgusto, pensando que
Gautama regresaría a la vida de lujos y placeres.
Un día Buda aceptó una tasa de leche y un poco de comida que le ofreció Sujata,
la hija de un hombre rico. Después de comer y de bañarse, se sentó con las
piernas cruzadas debajo de un árbol, que más tarde fue conocido como el árbol
Bodhi, determinado a iluminarse o a morir. Dijo, “Dejen que mi piel, mis
nervios y mis huesos se pudran y que mi sangre se seque, pero no me moveré de
aquí hasta no conseguir la iluminación.
Asi comenzó Buda a predicar durante cuarenta y cinco años, en los que encontró
nobles y gente del pueblo. Quienquiera que se encontrara con el maestro se
convertía de inmediato. Algunos eran discípulos laicos o Upasakas y otros,
monjes o Bikkus, miembros del Sangha.
Buda entró en Mahaparinirvana a la edad de ochenta años. Nació entre dos
árboles y también murió en el mismo lugar. Justo antes de morir dio sus últimas
instrucciones a miles de monjes y seguidores que se habían reunido para estar
con el maestro en sus últimas horas. Sus palabras memorables fueron: “Todas las
cosas son pasajeras. Esfuérzate diligentemente por tu propia salvación”.
Los restos de Buda fueron cremados con honores reales. Su muerte ocurrió
durante la luna llena, en Abril-Mayo, del mismo modo que su nacimiento e
iluminación. El Vaishaka Purnima, es celebrado por todos los budistas.
Debe ser dicho que en los primeros tiempos del budismo Buda era retratado más
como un hombre que como un súper-hombre, o como una deidad omnipotente.
En su vejez, Buda se quejó de dolores de espalda. Los textos hablan de Buda
como un hombre apuesto que inspiraba confianza. El proceso de endiosamiento
comenzó muchos años después de su muerte, con el advenimiento de la secta
Mahasanghika.
Buda fue un profesor por excelencia, siempre confiado en sí mismo, con mucha
facilidad de palabra, compasionado, siempre instruía a sus discípulos cómo
llevar una vida virtuosa y ayudar a sus semejantes. Hay muchos ejemplos de la
compasión de Buda por sus semejantes. En una oportunidad un monje estaba
muy enfermo, pero sus compañeros lo abandonaron puesto que ya no servía al
Sangha. Cuando Buda se enteró de esta situación, él fue personalmente a
cuidarlo. Dijo en aquella ocasión al grupo de monjes: “Ustedes no tienen ni
padre ni madre que los cuide. Si no se cuidan entre ustedes, ¿Quién los va a
cuidar?”
La vida de Buda era un libro abierto. Nunca se guardó sus conocimientos. Muy
por el contrario siempre los compartió. En una ocasión declaró: “Abran sus
oídos, pues la liberación de la muerte se encuentra aquí y ahora”.
Los budistas de los Himalayas en lugares como Ladakh, Sikkim, etc. se podrían
llamar “budistas tibetanos”, pues su práctica es básicamente una parte del
Mahayanismo con un cierto contenido de prácticas como Tantra, ocultismo y
esoterismo. En lugares como éstos siempre ha habido una fuerte inclinación de
sus habitantes por la religión. La gente tiene gran fe en sus Lamas. Hay
numerosos monasterios y Stupas.
El exilio del Dalai Lama y de los refugiados tibetanos después de la ocupación
china, ha sido una bendición disfrazada para la gente que vive en la región de los
Himalayas, pues ha enriquecido la vida cultural y religiosa de toda la región.
Sri Lanka recibió el budismo a través del hijo de Ashoka, Mahindra y de la hija,
Sanghamitra, en el siglo tres antes de Cristo. A China entró en primer siglo
después de Cristo, cuando el emperador Min Ti invitó a dos monjes indios. A
Birmania entró en el mismo siglo. Japón lo recibió en el siglo VI después de
Cristo, a través de Corea. De este modo el budismo fue entrando en cada región
de Asia, y hoy día es una de las principales religiones en el mundo.273
Reencarnación
El budismo cree en la reencarnación de la cual se liberará sólo cuando haya
conseguido Nirvana. Suena paradójico que haya reencarnación pero no alma. El
budismo no cree en nada que salga del cuerpo al momento de la muerte y se
reencarne en otro cuerpo.
La mente y su poder
Budismo Zen
El budismo Zen cada día atrae más adeptos tanto en oriente como en occidente.
Se desarrolló en Japón. Llegó a Japón desde China, pero sus raíces están en
India. El propósito del Zen es ir más allá del intelecto. El intelecto es solo un
instrumento del conocimiento. El Zen apunta a la iluminación directa e
instantánea. Todo lo demás debe ser abandonado. Incluso el Dharma.
Theravada
Hinayana
Significa “Pequeño Vehículo”, que lo lleva a uno a la iluminación. Busca su
propia iluminación y no guía a los demás.
Mahayana
Significa “Gran Vehículo”, que lo lleva a uno a la iluminación. Los segui - dores
de esta escuela creen que Buda enseñó la salvación universal. Uno no debiera
tratar de conseguir un Nirvana personal. Uno debe tratar de transformarse en un
Bodhisattwa y preocuparse de actividades altruistas. Un Bodhisattwa es un
futuro Buda.
Sikkismo
La religión Sikh que se originó en Punjab a partir de las enseñanzas de Guru
Nanak (1469-1539), es una fe monoteísta, cuyos adherentes se encuentran en
todas partes de la India y en muchas otras partes del mundo. Se estima su
número en veinte millones. El área principal de concentración del Sikkismo se
encuentra en el Punjab, pero muchos Sikhs se encuentran también en los estados
vecinos como Haryana, Delhi, Himachal Pradesh, Janmmu y Cachemira. Los
Sikhs son considerados excelentes agricultores. En las grandes ciudades como
Mumbay y Calcuta los Sikhs están involucrados en diferentes comercios. Tienen
sus propias escuelas y universidades. Son conocidos también por contribuir a las
obras de caridad. En occidente la mayor población de Sikhs se encuentra en
Inglaterra, donde tienen sus propios templos.
Los Sikhs son fácilmente reconocibles por su apariencia física. Nunca se cortan
ni el pelo ni la barba, y se cubren la cabeza con un turbante. No se les permite
que usen ningún otro tipo de adminículo en la cabeza. Uno debe dirigirse a ellos
usando el honorífico “Sardar” o “Sirdar”, que significa “hombre de gran
respeto”. Todos los nombres Sikhs terminan en “Singh”, que significa león. Esta
es una orden que emanó del último apóstol, Guru Gobind Singh.
El fundador de la fe Sikh fue Guru Nanak. Nació en el campo, en una familia sin
mayores recursos económicos. Su casta era Khatri, que en las aldeas combinan
labores agrícolas con pequeños negocios. Se narran ciertos milagros que habría
hecho en su juventud.
Para difundir sus enseñanzas y tratar de terminar con las disputas entre religiones
y entre sectas, caminó en cuatro diferentes direcciones y tardó en total treinta
años. En sus peregrinaciones el mensaje era el mismo: bañarse en lugares
sagrados no tenía según él ningún mérito, si el corazón de uno no estaba libre de
maldad. Bañar el cuerpo y dejar la mente impura era para él como lavar por
fuera un jarrón lleno de veneno por dentro.
En los tiempos de Guru Nanak India estaba bajo el control de los gobernantes
musulmanes cuya aristocracia explotaba al hombre común. Los hindúes, en
especial la casta sacerdotal en esa época era muy corrupta. El mensaje a 277
ambas comunidades siempre fue un mensaje de humanidad, compasión y
conducta ética. En India en esa época proliferaban las sectas de todo tipo
agrupadas bajo el nombre genérico de Yoga.
Guru Nanak expuso en sus escritos e himnos la verdadera naturaleza del Yoga.
Decía que el verdadero Yoga nada tiene que ver con el “pocillo” del mendicante,
con el cuerpo cubierto de cenizas, con los aros de vidrio, con los cuernos
musicales o con sustancias alucinógenas. Vivir entre las impurezas del mundo
como la flor de loto en el agua, enraizada en ella y sin embargo inmaculada,
debiera ser el ideal del Yogui.
Guru Nanak
Nanak fue duro para expresar su aversión a las invasiones foráneas, en especial
las de Babar. Lamentó en cuatro himnos incluidos en el Granth Sahib, el
sufrimiento de musulmanes e hindúes, quizás por primera vez en la historia.
Guru Nanak murió a los setenta años, en 1539. Aquellos que se transformaron en
sus seguidores y que decidieron vivir de acuerdo a sus enseñanzas fueron
llamados Sikhs. Sikh es la forma popular del término sánscrito, Shishya, que
significa discípulo. Para que su mensaje no se perdiera, se registró en el libro
Adi Granth, que está en la forma de himnos de amor divino e idealismo
espiritual. Como sucesor nombró a su discípulo Angad.
La doctrina
Otros Gurus
El templo fue atacado y demolido por los invasores Mughales, que pretendían
terminar con la naciente fe. Miles de personas murieron defendiéndolo y se
transformaron en mártires. En el siglo diecinueve, Ranjit Singh, el gran rey de
Punjab, lo rehizo y cubrió sus paredes con mármol y revistió totalmente sus
cúpulas con placas de oro, dándole gran magnificencia.
Templo Dorado
Otro de los logros del período de Guru Arjan fue la compilación de la escritura
sagrada de la fe Sikh. Esto se conoce como Adi Granth. También se le llama
Granth Sahib. La palabra Granth viene del sánscrito, y al igual que la Biblia o el
Corán, significa libro, “El libro”. El texto final fue completado en 1604 y se
depositó en el Hari Mandir.
Guru Arjan fue torturado y ejecutado por el rey Jahangir. Su hijo Guru
Hargobind le sucede a la edad de once años. Desarrolló un espíritu guerrero,
dejó de lado las austeridades y se sentó en el trono. Guru Hargobind a su vez fue
de lado las austeridades y se sentó en el trono. Guru Hargobind a su vez fue
1675), quien fue otro Guru que tuvo una muerte trágica a manos del Islam. Su
hijo, y sucesor, Guru Gobind Singh tenía solo nueve años cuando lo sucedió. Fue
un Guru guerrero. Creó el Khalsa. El Khalsa es una orden. Fue creada en 1699
cuando miles de seguidores se reunieron en Anandpur anunciando allí que
necesitaba cinco hombres dispuestos a entregarle sus cabezas. Con la espada en
la mano, esperó una respuesta. Después de una pausa inicial, uno, luego otro,
cinco hombres se ofrecieron. Fueron los primeros que entraron en esta nueva
orden. Estos primeros cinco y los miles que siguieron después fueron iniciados
en una ceremonia con una daga, llamada Amrit o Khanda-Pahul. Se estableció
un nuevo código con énfasis en estricta rectitud, heroísmo y disciplina. En la
nueva orden cada cual debía velar por los otros como si fuesen hermanos, sin
distinción de castas. Todos debían usar como segundo nombre el sufijo “Singh”,
león. El código incluía las cinco K” –Kesh, prohibición de cortarse el pelo; Kara,
un bracelete de acero; Kach, calzones; Kangha, peine y Kirpan, espada. Estos
requerimientos fueron hechos obligatorios y son observados por todos los Sikhs
hasta hoy.
Conclusión
Las escrituras
Se dice que cuando nació sonrió y todo el país se llenó de luz. Las fuerzas del
mal trataron de acabar con él cuando era un bebé pero los dioses lo protegieron.
A la edad de 20 años se fue a vivir en las montañas donde pasó diez años
meditando. Fue así como recibió la inspiración y el mensaje de fundar esta nueva
religión. A los 30 años regresa a su ciudad natal y se dedica a difundir su
religión y a formar sus primeros discípulos. Nada se sabe sobre su muerte, pero
de acuerdo a la tradición, murió a la edad de 77 años.
Monoteísmo
La vida humana
283
Pero nuestra vida es también un deber. Como seres humanos tenemos deberes
hacia Dios, hacia nosotros mismos y deberes hacia los otros. Dios nos ha dado la
vida y todas las buenas cosas que existen. Es, por lo tanto, nuestro deber
mantener nuestros cuerpos limpios, sanos y puros de pensamiento, palabra y
acción.
Sol y fuego
Entre las buenas creaciones de Dios está el sol y el fuego. Ahura Mazda es el
espíritu más benévolo, pero invisible para el hombre. Ahura Mazda está
supuestamente “lleno de lustre, lleno de gloria”. En consecuencia todas las
creaciones luminosas son consideradas como representantes de Ahura Mazda.
En muchas partes de Irán había “fuegos sagrados” que se mantenían siempre
encendidos. Se construyeron incluso templos para albergar estos fuegos.
SegundA pArTe
¿Qué es yoga?
Yoga es un secreto. Es un secreto que no se puede comunicar. Cada uno debe
descubrirlo por sí mismo. La literatura sobre Yoga crece y crece; cada autor
tiene una mirada diferente sobre el mismo tema; esto es comprensible pues cada
uno ha experimentado algo diferente y la gama de enseñanzas en tan vasta que es
imposible que una sola persona domine todos los temas. Este libro contiene una
visión más.
El Dr. Garote del Kaivalya Dham Institute de Lonavla dice que “la finalidad del
Yoga es el desarrollo armónico de toda la persona: cuerpo, mente y espíritu”.
Todas las genuinas escuelas de Yoga tienen la misma finalidad. Difieren sólo en
los medios para conseguirla. Hatha Yoga es el tipo de Yoga más difundido en
occidente. Hatha es una palabra sánscrita que significa “fuerza” y se refiere a la
actividad física, característica de esta forma de Yoga. Las posturas del cuerpo
juegan un rol prominente, junto con los ejercicios de respiración y relajación.
Difieren de los ejercicios o gimnasia occidental que persiguen aumentar la
fuerza y velocidad, o conseguir altos rendimientos físicos. El propósito del Yoga
es obtener flexibilidad muscular junto con tranquilidad corporal, mental y
espiritual.
El Yoga es una forma suave, pero potente para obtener fuerza, flexibi - lidad,
resistencia y serenidad mental. Aunque tuvo su origen en India, más y más
personas en occidente están comenzando a practicar esta disciplina como una
forma de lidiar con el estrés y las dificultades de la vida moderna. La persona
común sabe hoy en consecuencia, que la práctica de Yoga hace el cuerpo fuerte
y flexible y que reduce el estrés, una de las principales causas de hipertensión,
insomnio, problemas respiratorios y digestivos. También sabe que el Yoga
mejora el funcionamiento del sistema respiratorio, circulatorio, digestivo y
hormonal. Pero lo que muchos no saben, es que el Yoga proporciona estabilidad
emocional y claridad mental. Nuestra cultura occidental tiende a darle mucha
más importancia y credibilidad a lo que se ve que a lo que no se puede ver. Todo
el tiempo, sin embargo, nos afecta, y profundamente, lo que no se ve: sufrimos
de ansiedad, depresión, tristeza, confusión, miedo, nerviosismo y de muchas
otras cosas que a veces escapan al ojo. Las prácticas de Yoga nos proporcionan
los elementos para trascender estos sufrimientos, y también para trascender los
momentos de felicidad, porque incluso estos momentos contienen la semilla de
sufrimientos futuros cuando la felicidad se acaba. Cuando realmente tenemos la
“experiencia” de Yoga, de unión con el ser interno, experimentamos el aquí y el
ahora.
El Yoga no solo se preocupa de nuestra salud física, sino que también de nuestra
salud mental, y en este sentido nos entrega herramientas para purificar nuestra
mente y para alcanzar aunque sea parcialmente, autosuficiencia emo- tiva y
espiritual. Digo parcialmente, pues es muy dificil alcanzar autosuficiencia total
en estas dos áreas. Cuando seamos capaces de abandonar concientemente
nuestros odios y resentimientos, la salud mental se hará cada vez más patente.
Los miedos por su parte, tienen su propio mecanismo y cuando se exageran nos
transformamos en víctimas. El Yoga nos ayuda a tomar conciencia de la
necesidad de buscar en el subconciente el origen de muchos de nuestros
problemas sicológicos y mentales que influencian negativamente nuestra salud
mental. La herramienta más socorrida en Yoga para llegar a la fuente de nosotros
mismos, de nuestro Yo, es la meditación. A través de ella tenemos la posibilidad
de abrir 291 la ventana mental a la bodega donde se almacenan todas las
experiencias, agradables y desagradables que hemos acumulado en nuestra vida.
Otra ventana que se abre en forma natural a lo mismo, es cuando soñamos, pero
en ese caso, no estamos concientes. Durante uno de los seminarios de Swami
Digambar en nuestro Yogashala, él hizo una analogía bastante facil de entender
en los tiempos en que vivimos cuando se refería al subconciente: “cuando uno
trabaja en el computador la mente sabe en qué archivo ha almacenado cierta
información. Los archivos equivaldrían a la mente subconciente, que se hace
conciente cuando somos capaces de extraer la información; una vez extraída
podemos utilizarla, como por ejemplo para auto curarnos. Pero cuando queremos
ir más allá, al propósito final del Yoga, es decir, descubrir y actualizar el
potencial infinito latente en el “inconciente”, la mente colectiva de la que
hablaba Carl Gustav Jung, entonces debemos conectarnos a Internet, para tener
de inmediato acceso a toda la información referente al universo y
experimentarnos como parte integral de la conciencia cósmica”.
La palabra Yoga deriva de la raíz sánscrita Yug, que significa “yugo”, “unión”.
Yoga, entonces, es la unión del cuerpo, la mente y el espíritu. Esta es la
definición tradicional. Sin embargo, a medida que el practicante avanza en su
práctica, la palabra Yoga se irá tiñiendo para él de un sentido diferente. Por mi
parte, deseo compartir, las siguientes definiciones, empezando por las más
clásicas:
“Yoga es una ciencia que incorpora una amplia gama de prácticas y técnicas que
pueden ser adaptadas y adecuadas a tu constitución personal y personalidad”. (D.
Farhi)
“Yoga es cualquier método que nos permita despertar y ver quiénes somos
realmente y cuál es nuestro papel en la vida. Todo aquello que nos permita estar
más concientes de nosotros mismos y más conectados con la vida es una forma
de Yoga. Cualquier cosa que hagamos si la hacemos con total conciencia es
Yoga. Estar concientes es la llave” (Swami Shankardev Saraswati)
“La gran paradoja del Yoga es que no hay recompensas en el futuro; la práctica
es la recompensa”. (D. Farhi)
“Yoga es una de las más antiguas tradiciones de la India que con el tiempo ha
desarrollado un vasto arsenal de técnicas físcas y mentales dirigidas a ganar
control sobre el sistema nervioso para conseguir, a voluntad, estados de
trascendencia concientes y supraconcientes”. (G. Feuerstein)
Como seres humanos, somos una expresión, una configuración espe - cial de
energía, de fuerza vital. La energía fluye a través nuestro, nos da vida y hace que
seamos lo que somos. Si por alguna razón el flujo de energía se obs- truye o
disminuye, nuestra salud se resentirá y surgirán problemas. La habilidad de
nuestro cuerpo para funcionar como un conducto eficiente para el flujo de la
energía, está limitada por la dureza y el anquilosamiento de nuestras
articulaciones. La habilidad de nuestra mente para funcionar adecuadamente está
limitada por la manera cómo la mente piensa de sí misma, por la opinión que
tenemos de nosotros mismos. Yoga es una herramienta para romper las
obstrucciones y limitaciones del cuerpo y de la mente.
Practicar Yoga nos hace sentirnos bien, de la misma manera como nos sentimos
cuando vamos a comer a un buen restaurante. Cuando salimos a comer, el único
propósito que tenemos en mente es el de pasarlo bien. Lo mismo ocurre con
Yoga: un regalo para el cuerpo y la mente en medio de la jornada diaria, del
tráfico de la gran ciudad, un oasis en el que podemos estar con nosotros mismos.
Cuando estiramos el cuerpo por medio de las posturas que hacemos durante una
o dos horas, todo fluye más libremente, pues esta- mos estimulando la
circulación de la sangre, de los fluidos corporales, de la energía nerviosa y de la
electricidad del cuerpo.
Es bastante probable que el origen del Yoga haya sido la necesidad -que
descubrieron los antiguos pensadores de la India-, de encontrar una fórmula, un
medio que nos permitiera conocer nuestra mente y poder así resolver situaciones
producidas por ella. Se dice, por lo tanto, que el Yoga es la primera disciplina
que apareció en el mundo que trabaja directamente con la mente, aún cuando
hoy día se acredita a S. Freud con el descubrimiento del sicoanálisis. Basta
estudiar los textos antiguos para darse cuenta de que todo esto ya había sido
estudiado en profundidad algunos siglos antes de Cristo. Los antiguos eran
personas físicamente muy activas: debían caminar para ir a buscar agua o para
lavar sus ropas en el río; y si querían comer tenían que salir a procurarse la
comida. Es decir no tenían la necesidad de hacer posturas, pues estaban
físicamente muy bien, y descubrieron que debían en cambio, desentrañar los
secretos de la mente para descubrir su verdadero Yo. Es por este motivo que ya
en el segundo aforismo de los Yoga Sutras, Patanjali indica el objetivo y
propósito último del Yoga: calmar las fluctuaciones de la mente. De los 195
aforismos, sólo tres están dedicados a las posturas; cinco o seis a la práctica de
Pranayama; sesenta a setenta a la meditación -aunque mucha gente ignora que la
meditación es la esencia del Yoga. Es claro entonces que el propósito del Yoga
no son las posturas, aún cuando la mayoría de las personas identifica el Yoga
con posturas.
En los tres aforismos dedicados a las posturas, se deja entrever que las
indicaciones son solamente para aprender a estar sentado cómodamente y
practicar Pranayama y meditar. La meditación, por lo tanto, es el propósito
último del Yoga, pero para eso hay que preparar el cuerpo y sentarse en alguna
postura que 297 nos permita permanecer en ella por largos períodos de tiempo,
cómoda y relajadamente. A través de la meditación es posible conseguir la
liberación o Moksha.
La vida moderna nos provee hoy día de todo lo que necesitamos: basta abrir el
refrigerador para alimentarnos; poner la ropa en la máquina lavadora para que se
lave, etc. por lo tanto cada vez más, estamos físicamente inactivos, de ahí que
apareciera la imperiosa necesidad de hacer ejercicios y el Yoga puede ser una
extraordinaria herramienta para mantenernos en óptima forma física,
promoviendo además los poderes curativos naturales del cuerpo, con la ventaja
de que puede ser usado por cualquier persona para curarse de una gran gama de
problemas físicos y emocionales.
Para contar la historia del Yoga debemos tener presente que se trata de una
tecnología espiritual concreta. El Yoga es inherente al ser humano y siempre
estuvo vivo en la memoria de la humanidad. Cuando los niños juegan
espontáneamente hacen técnicas de Yoga. Y esto es así porque forma parte de
nuestra esencia. El Yoga nace a partir de la comprensión de las manifestaciones
externas de la naturaleza y sus repercusiones subjetivas sobre la conciencia
humana.
Posiblemente los primeros Yoguis no hicieron otra cosa que escuchar y observar
su propia naturaleza y para eso, posiblemente también, se internaron en la foresta
para estar en contacto con la naturaleza y aprender de ella. El Yoga puede haber
surgido a partir de ciertas preguntas esenciales en relación a su propio destino en
el mundo y del deseo de querer transformar ese destino y ser dueños de su propia
existencia. Eso los llevó a descubrir las fuerzas latentes en sí mismos, Purusha y
Prakriti. La primera representa la fuerza cognitiva y la 301 segunda, la energía
manifestada.
El Yoga surge bastante antes que las filosofías especulativas que aparecie - ron
para fundamentarlo. La fundamentación teórica del Yoga surge en respuesta a la
necesidad de los primeros Yoguis de explicar sus vivencias a sus primeros
discípulos.Surge así también la trasmisión de conocimientos de una larga cadena
de maestros y discípulos, llamada Parampara. El Yoga comenzó a atravesar el
tiempo. Durante ese proceso fueron apareciendo nuevas técnicas y experiencias
que pasaron de generación en generación. Se puede decir entonces que existe
una línea directa entre el practicante de hoy día y el primer Yogui.
Desde nuestra perspectiva podemos distinguir algunas líneas bien defini - das
que nacen del Yoga prehistórico de los tiempos Védicos (unos 6.500 años antes
de Cristo). Veda significa aquello que fue visto. Constituyen la forma de
literatura más antigua de la India y de la humanidad. Los Vedas son cuatro: Rig,
Yajur, Sama y Atharva. Fueron compuestos unos 4000 años antes de Cristo y
están escritos en versos. Muestran las creencias, costumbres y formas de vida del
pueblo incluyendo fórmulas mágicas, encantamientos y oraciones dirigidas a las
fuerzas de la naturaleza. Constituyen una excepcional obra literaria de inusitada
profundidad que contiene en forma embrionaria todas las formas de pensamiento
de la India a través de la historia, dando origen al Brahmanismo y
posteriormente al hinduismo, incluyendo al Yoga. Como todas las religiones, la
del pueblo Védico se originó como un culto animista en el que los fenómenos
naturales adquirían personalidad propia por lo que se los podía invocar
directamente. Sin embargo, los Vedas son mucho más que eso: constituyen una
impresionante estructura cosmogónica con raíces profundas en la astronomía y el
cálculo matemático.
Se hacen muchas referencias al Yoga a lo largo del Rig Veda. En este texto
encontramos incluso una descripción cifrada del cuerpo sutil, Kundalini y los
siete Chakras sobre los que se basan los diferentes Yogas Tántricos. El Rig Veda
transpira Yoga en toda su extensión siendo Agni la representación de Kundalini
y Soma la personificación del licor sagrado, el néctar (Amrita) de Sahasrara
Chakra. Los cuatro principales dioses Védicos se identifican con diferentes tipos
de Yoga: Agni, dios del fuego, se relaciona con Jnana Yoga, el Yoga del
conocimiento; Soma se vincula al Bhakti Yoga, el Yoga devocional; Indra
simboliza el Prana, la fuerza vital, relacionándose por lo tanto con todos los
Yogas que usan Pranayama; Surya, el sol, se asocia a la realización por medio de
la auto disciplina, estudio y sabiduría.
En cierta parte, el Katha Upanishad dice, “Cuando los cinco sentidos y la mente
están detenidos y la razón descansa en el silencio, comienza el camino supremo.
La paz de los sentidos se llama Yoga, pero uno debe estar atento, pues el Yoga
viene y va”.
El último texto de este grupo, Maitri, posee apenas doce estrofas, pero se
concentra en la sílaba OM y describe los cuatro estados de conciencia contenidos
en cada una de las letras del Pranava: “Este Atman es el Mantra eterno Om, y
sus tres sonidos, A, U y M son los tres primeros estados de conciencia”.
El segundo grupo de Upanishads se caracteriza por dar más detalles sobre las
técnicas de Yoga. Muchos de los Upanishads, como es el caso del Maitri y Katha
se basan en conocimientos más antiguos, porque con frecuen- cia se puede leer
la frase “porque fue dicho en otra parte…”. Por ejemplo las instrucciones para
practicar Dharana que encontramos en el Maitri (VI: 20) contienen detalles
conocidos de todos los practicantes de Yoga: “quien com- prime la punta de la
lengua contra el paladar domina su voz, su conciencia y su respiración”. En este
texto también está escrito, “Este conocimiento no se debe trasmitir a los hijos o
discípulos a no ser que estén aptos para reci- birlo”.
Entre los Upanishads tardíos, llama la atención el Yogatattva, por su tendencia a
lo concreto y lo experimental. Es un verdadero manual de instrucciones para
Yoguis pues describe en detalle diversas técnicas como Asana, Mudra y
Pranayama, así como cuatro tipos de Yoga: Mantra, Laya, Hatha y Raja.
Algunos autores como Mircea Eliade sostienen que el Yoga ya era conocido y
practicado en la antigua civilización del Indo que floreció en los milenios tercero
y segundo A. de C. Las excavaciones arqueológicas realizadas en más de sesenta
lugares entre el mar de Arabia y la cordillera del Himalaya así lo evidencian.
Esta civilización pudo haberse agrupado en torno a dos ciudades: Mohenjo-Daro
en el sur y Harappa en el norte. En esta área se han descubierto numerosas
figuritas de personas practicando posturas Yóguicas y meditación, lo que
demuestra que el Yoga era conocido antes de que los Arios invadieran el
subcontinente indio. Los Arios fueron un impetuoso pueblo guerrero que
inviadió India hacia el año 1500 A. de C. y en cuyo seno germinó la cultura
Védica.
En cuanto a los textos clásicos son los Vedas quienes mencionan el Yoga por
primera vez (Rigveda y Atharvaveda), y aunque no revelan las prácticas, sí
aluden a conceptos básicos del Yoga, como la existencia del principio dinámico
Vayu (Prana o energía) y su vinculación directa con la respiración. También
hacen referencias a la existencia de los centros y canales psíquico-energéticos
(Chakras y Nadis).
Los Upanishads que son los últimos Vedas, contienen la esencia de éstos y han
dado soporte a la filosofía Vedanta. En ellos el Yoga ya adquiere una base sólida
y una forma definida. El mensaje esencial de los Upanishads es que el Ser
(esencia de uno mismo) solo puede conocerse a través de la Unión (Yoga), y no
por la especulación. El Ser no puede realizarse fuera de uno mismo, sino en
nuestro interior más profundo. Los Upanishads describen ampliamente la energía
o Prana y sus implicaciones, los canales energéticos (Nadis), el concepto de
Kundalini (energía primordial que yace dormida en el área del perineo), la
meditación, el espíritu del Karma Yoga (Yoga de la acción), la concentración en
el Mantra OM, etc. El Yogachudamani Upanishad describe aspectos prácticos de
las posturas (Asanas), la regulación consciente de la respiración (Pranayama) y
los centros psíquicos (Chakras). El Madukya Upanishad explica las
características del Mantra OM. Sin embargo, aunque son textos que desarrollan
una gran información, lo hacen en forma desordenada y nunca sistemática. Su
interés no es enseñar sino inspirar y sugerir.
Otros textos importantes en los que se mencionan aspectos del Yoga son:
Mahabharata, Ramayana y Yoga Vashishtha. Posteriormente aparecieron los
Yoga Sutras de Patanjali donde por primera vez se sistematiza la práctica de
Raja Yoga (Yoga mental). Más tardíamente se escribieron muchos otros textos
entre los que se cuentan los que describen el Hatha Yoga (Yoga físico): “Hatha
Yoga Pradipika, Goraksha Samhita, Gheranda Samhita, etc.
Los diferentes tipos de Yoga
Desde el comienzo del siglo veinte, escuelas, Ashrams, centros y organizaciones
de Yoga han comenzado a proliferar en todo el mundo occidental. Muchos son
los profesores que han desarrollado técnicas propias, creando así “nuevos”
métodos. De este modo las escuelas de Yoga tradicionales y no tradicionales
continúan ramificándose en más y más escuelas. Chile no es la excepción. Hay
ya tantas escuelas, que resulta difícil elegir entre ellas. Los tipos de Yoga como
Hatha, Bhakti, Karma, Raja, etc. no deben confundirse con las “escuelas de
Yoga”, un fenómeno moderno, cuyos nombres sólo distinguen el estilo de
enseñar de un Guru o un establecimiento de otro. Las “marcas” más famosas del
momento incluyen Iyengar, Bikram, Ashtanga, Dynamic y Shivananda. Para
aumentar la confusión algunas escuelas de Yoga se han apropiado de palabras
sánscritas que definen aspectos de sistemas o tipos de Yoga tradicionales, para
nombrar sus escuelas. “Ashtanga Yoga” por ejemplo, saca su nombre de los
ocho miembros o partes del Yoga enunciados por el sabio Patanjali en sus Yoga
Sutras.
Los antiguos sabios de la India que meditaron sobre la condición humana hace
más de 5000 años definieron cuatro grandes caminos para alcanzar Samadhi, el
estado de super-conciencia, un estado imposible de describir en palabras y que
desde el punto de vista de nuestra vida ordinaria, solo podría ser descrito como
un estado de trance, pero es justamente lo opuesto: el hombre espiritual está tan
despierto y consciente del momento presente, que en nuestro lenguaje podríamos
decir que está bañado en la luz de la auto-realización. Estos cuatro caminos -
Marg-, son:
313
Seamos francos, ¿Podríamos concebir hoy una clase de Hatha Yoga que no se
inicie con un Mudra y que no termine con una meditación o con un buen Yoga
Nidra, marca registrada de Satyananda Yoga? ¿O alguna clase donde no se
reciten Mantras, entendamos o no su significado, o que no se hable de los
Chakras? Por otro lado, ¿No han visto como muchas tradiciones de Yoga que
siempre se mantuvieron alejadas de las Asanas hoy también las practican,
aunque en forma suave, sin descuidar el “alineamiento”, marca registrada del
método Iyengar?
Los cuatro Yogas o caminos hacia lo
Divino
La palabra Yoga deriva de la raíz “Yuj” que significa unir o enyuntar, y se
refiere a la unión de Atman con Brahman, a la unión del alma individual con el
ser divino universal. En la visión hindú existen varios métodos que permiten esta
unión y cada aspirante espiritual elige aquel que se adecua mejor a sus
condiciones internas y externas. Aunque el camino es esencialmente uno solo,
varía a tal punto que el énfasis se pone en las diferentes facultades humanas. A
través del tiempo, cuatro tipos de Yoga, o caminos se desarrollaron: Jnana,
Bhakti, Karma y Raja. Jnana es el camino de la discriminación intelectual,
apropiado para aquellos cuyo intelecto está altamente desarrollado y para
aquellos a los que se les ha enseñando a discriminar entre lo real y lo irreal, lo
efímero y lo eterno, hasta conseguir la realización espiritual. Bhakti, o el camino
de la devoción a una forma personal de Dios, se basa en un impulso emocional y
en el poder soberano del amor como vehículo para la búsqueda espiritual. En
este camino hay una profunda relación emocional entre lo humano y lo divino,
hermosamente expresado por Arjuna en el Guita en la relación entre el padre con
su hijo, entre un amigo con su más querido amigo y entre un enamorado con su
enamorada. Karma, o el camino del trabajo, es más apropiado para aquellos que
se sienten atraídos al servicio social, a aliviar el sufrimiento humano, y cuya
constante compulsión al trabajo está dirigida hacia lo divino. Finalmente, Raja
Yoga contiene variadas prácticas espirituales que incluyen prácticas físicas y
psíquicas de acuerdo a las instrucciones del trabajo clásico de Patanjali, los
Yogasutras. Estos caminos de ninguna manera se excluyen, por el contrario,
están en una muy buena simbiosis.
“Todos son diferentes caminos que conducen al mismo centro –Dios. En efecto,
la variedad de creencias religiosas son una ventaja, puesto que todas las fe son
buenas en cuanto incentivan al hombre hacia una vida religiosa. Mientras más
sectas existan, más oportunidades habrán para llamar al divino instinto en todos
los hombres”.
No podemos concluir este capítulo sin hacer una breve mención sobre el Tantra,
tema que se trata en profundidad en el volumen Nº 12 de esta colección.319
Tantra
Por Swami Digambar
La teoría y la práctica del Tantra están recogidas en los “Tantras” del Hinduismo
y Budismo; están escritos en un lenguaje simbólico en la forma de un diálogo
entre los amantes Shiva y Shakti. Shiva actúa de maestro respondiendo las
preguntas de su compañera y discípula Shakti, también llamada Devi.
La aparente separación que existe entre Yoga y Tantra se produjo a causa del
lugar que ocupa la sexualidad dentro del Tantrismo. El Tantra fue duramente
criticado por su libre aceptación de la sexualidad que se usa como un medio de
trascendencia, de transmutación de energía. Desde la antigüedad todas las
religiones han negado este aspecto considerándolo sucio y pecaminoso. Por este
motivo, algunos maestros separaron la práctica Yóguica del Tantra para que
321pudiera sobrevivir. En otras palabras abandonaron la parte que era criticada y
La imagen deformada y parcial que existe sobre el Tantra hace que las personas
que escuchan la palabra “Tantra” automáticamente piensen en sexo, lo que sería
muy similar si al mencionar la palabra “cuerpo”, inmediatamente nuestra mente
se fuera a los órganos sexuales. Es evidente que los genitales son parte del
cuerpo físico, pero son solo un componente más y no parece lógico perder la
perspectiva del conjunto del cuerpo. Con la popularización del Yoga en
occidente y los cambios en nuestra sociedad, pienso que gradualmente se va a
comenzar a comprender la amplitud del Tantra y el verdadero papel que juega la
sexualidad dentro de él.
La sexualidad Tántrica
El Tantra sostiene que el ser humano no tiene que negar ni luchar con su propia
naturaleza, sino que aceptarla y vivirla profundamente hasta llegar a comprender
el sentido y el por qué de cada cosa. La energía sexual no puede ser ignorada
pues es la fuente de toda vida, la energía primordial. El Tantra acepta la energía
sexual y ve en ella un medio de acercarse a la esencia de la vida.
Desde la óptica del Tantra, la vida sexual puede tener tres propósitos:
procreación, placer y “Samadhi” (súper conciencia). Este último aspecto es el
que interesa al Tantrismo. Los Yoguis descubrieron que a través de ciertas
técnicas y en especial de ciertas actitudes, el sexo puede ser un acto espiritual.
Para conseguir esto es necesario aproximarse al acto sexual con una actitud
meditativa, como si fuese un acto sagrado –para el Tantrismo lo es. En la
relación sexual ordinaria suele existir un alto grado de posesión y dependencia,
mientras que en la unión sexual Tántrica (Maithuna), la pareja conserva una
mente libre y desapegada. Los amantes se unen con una actitud de devoción y
entrega. No ven en el otro la personalidad, sino la esencia divina de todos los
seres humanos. El acto sexual Tántrico es un acto despojado de lujuria y
apasionamiento carnal donde lo importante es la trascendencia y no la
gratificación sexual. Esta experiencia con- duce directamente a un estado de
profunda meditación. No todo el mundo puede acceder al sexo Tántrico pues se
requiere de una larga preparación. Es común que los iniciados practiquen
primero durante largos años el Tantra de la mano derecha (Dakshina Marga).
Maithuna es practicado con muy poca frecuencia, quizás una vez cada seis
meses, o una vez al año ya que es una experiencia muy fuerte cuyos efectos
duran mucho tiempo.
Para terminar este artículo es preciso agregar que en la relación Tántrica se sigue
el mismo esquema de la creación. La mujer es la energía creadora (Shakti) y el
hombre (Shiva), el testigo pasivo del juego de Shakti. La mujer hace el papel de
maestra o iniciadora, mientras que el hombre juega el rol de discípulo. El éxito
de la relación depende finalmente de la destreza de la mujer. Ella es la que actúa;
el hombre es un medio. Debe saber despertar la energía de su compañero
evitando que pierda su semen (Bindu).
Tantra, Yoga y Sexo
Por Swami Ekananda Saraswati
Introducción
Los factores fisiológicos que mejoran la capacidad sexual son la vitalidad,
abundantes reservas de energía, buen tono muscular, músculos y articulaciones
flexibles y un eficiente funcionamiento del sistema nervioso, circulatorio y
glandu- lar. Por el lado psicológico, el sentirse bien sexualmente depende de
estar libre de tensiones y ansiedades, y de tener una actitud abierta y relajada. El
Yoga promueve todos estos factores.
Es comprensible que en los Ashrams de India y de otras partes del mundo, se
imponga la castidad para poder canalizar mejor las energías vitales que requieren
las disciplinas del cuerpo y la mente para alcanzar las alturas de contemplación e
iluminación mística. Pero la abstinencia sexual (Brahmacharya) no se requiere
de la persona común, de la mujer u hombre que practica Yoga en su casa o asiste
a clases en una escuela unas cuantas veces por semana. Se espera de esta
persona, por el contrario, que utilice la unión sexual para intensificar y
desarrollar su vida espiritual. El coito entre una pareja que se ama puede llegar a
ser un acto de contemplación Yóguica, una especie de rito sagrado, es decir lo
que ocurre en Tantra Yoga.
Es normal que la vida sexual entre marido y mujer adquiera una nueva frescura,
vitalidad y brillo cuando uno de los dos practica Yoga y mucho más, si los 327dos
lo hacen. Las Asanas o posturas aumentan la gracia y vitalidad mejorando la
capacidad sexual. Hay, sin embargo posturas específicas que restauran el vigor
sexual. Entre éstas podemos mencionar Supta Virasana, Sarvangasana, Halasana,
Bhujangasana, Dhanurasana, Salabhasana, Matsyendrasana. Todas estas posturas
y sus variaciones aumentan la libido, tonifican las glándulas sexuales y los
órganos reproductivos, mejorando la flexibilidad y movilidad de la región
pélvica. Estas posturas son además altamente beneficiosas para controlar la eya-
culación prematura, corregir los desórdenes de la menstruación y de la
menopausia, hipertrofia de la próstata, frigidez e impotencia. Pero son los
Bandhas y los Mudras que más adelante se explican, los que actúan más
directamente sobre los músculos y órganos sexuales.
El Hatha Yoga Pradipika enumera diez Mudras y Bandhas que “deben ser
mantenidos en secreto, como quien guarda una caja con joyas”. Son: Maha
Mudra, Maha Bandha, Maha Vedha, Khechari Mudra, Uddiyana Bandha, Mula
Bandha, Jalandhara Bandha, Viparita Karani Bandha, Vajroli Mudra y Shakti
Kalana Mudra.
Se dice que las parejas orientales pueden mantener el coito durante más tiempo
que las parejas occidentales: factores como las preocupaciones, el andar siempre
apurado o el tratar de obtener rápidamente cualquier placer, influirían en esta
desigualdad.
Por otro lado, tanto hombres como mujeres, durante la madurez e incluso más
tarde, pueden ejercitar los músculos de control que sirven para dar y recibir
placer. Uddiyana Bandha y Mula Bandha son una de las tantas técnicas que
existen para este objeto.
El sexo es un tema muy amplio que puede ser enfocado desde distintos ángulos
para descubrir las fuerzas energéticas que contiene y usarlas para cargar de
vitalidad extra el cuerpo y la mente, además de disfrutarlo sanamente y en
plenitud.
Podemos así, apreciar que la relación sexual del hombre primitivo fue netamente
instintiva, animal, para conservar la especie. A medida que evoluciona el
humano surgen los sentimientos que marcan una connotación diferente del sexo
y a medida que progresa en su desarrollo racional, emocional e intelectual, da a
lo sexual diferentes enfoques, dependiendo de su ubicación geográfica, de su
cultura, de la época. Estas diferentes concepciones sobre la sexualidad hacen que
siendo el sexo algo común a la especie humana, sea visto y tratado de forma
diferente.
1917 Egon Schiele: El abrazo
El pueblo judío vivió sometido a una férrea ley sexual basada en el antiguo
testamento. Una ley prohibía desear la mujer del prójimo; la adúltera era
apedreada hasta la muerte. El Levítico condenaba la sexualidad entre personas
del mismo sexo y la relación sexual se permitía solo con fines repro- ductivos.
Unos 200 años A. C. surge en Grecia el repudio por los placeres mundanos y
aparece un gran auge por la búsqueda espiritual, que siglos más tarde influiría
con gran peso en el pensamiento de los primeros padres de la iglesia católica
para que éstos promovieran la castidad y el celibato.
En cuanto a los habitantes de Esparta, querían que sus mujeres engendraran hijos
sanos, aptos para engrosar las filas de su ejército. Si el marido no era apto,
toleraban que el padre fuese otro. Por ser fundamentalmente madre la mujer
espartana, gozaba de gran respeto y a diferencia de las griegas, confinadas en su
hogar, podían tener experiencias extra-matrimoniales.
Por otra parte en Oriente y Asia la visión del sexo tenía marcadas diferencias.
Por ejemplo, en China el sexo y su expresión era algo sagrado, un rito. El placer
del hombre se relacionaba con la satisfacción de la mujer. La dicha del hombre
aumentaba en la medida del goce de su compañera. En el Tao leemos: “un
hombre no logrará la dicha erótica si él y su compañera no están en armonía”.
Los chinos le dieron tal importancia al goce del sexo que idearon variadas
prácticas para que las parejas lo disfrutaran en plenitud como parte de la
felicidad.
Tantra Yoga
Para muchas personas la palabra Tantra no es desconocida. Además aparece en
revistas y textos cada cierto tiempo. Mi maestro espiritual es Tántrico y
basándome en sus enseñanzas explicaré algunos aspectos del Tantra.
El Tantrismo es un sistema filosófico de India. Además de la teoría incluye
conceptos metafísicos, religiosos, y por sobre todo, práctica. Es una corriente de
pensamiento de naturaleza Pan-India, que influyó notoriamente en los otros
sistemas filosóficos, en la religión hindú y el Yoga, influencia que dura hasta
nuestros días.
Yoga y sexo
Según el Tantra el sexo se usa para tres cosas: para procrear, por placer 333 y
para tener una experiencia espiritual. Las personas que aspiran a caminar por el
sendero Tántrico pueden ser dividas en tres categorías:
El Tantra aconseja que la mujer asuma un rol más activo durante la copulación y
el hombre uno más pasivo. El hombre debe tener, en lo posible relaciones
sexuales sin llegar a la eyaculación. El orgasmo produce en el hombre depresión,
lasitud. Si el hombre logra reprimir su orgasmo se cargará de energía y vitalidad,
tanto física como mental y la meditación será mucho más intensa.
Relieve en piedra de un templo de Khajuro
Dentro de los sistemas de Yoga el Tantra nos enseña que el sexo es para
disfrutarlo, un derecho inherente al ser humano, pero también para proyectarse
espiritualmente, lo que a la luz de la religión podría ser un contrasentido, y la
explicación fundamental es que el Tantra ve que la experiencia espiritual se
produce cuando las polaridades energéticas se unen y se fusionan. Esta unión y
fusión puede ser interna cuando la persona medita y puede ser externa cuando un
hombre y una mujer, dos polaridades distintas se fusionan en el acto sexual. De
manera que de acuerdo al Tantra el sexo no es el objetivo sino que un medio
para que la polaridad negativa del varón se una con la polaridad positiva de la
mujer. No debe haber orgasmo físico, ni menos eyaculación, sino más bien
orgasmo energético que por lo general se siente en la columna. Este enfoque
revierte por completo la actitud de la pareja en el acto sexual. Detiene esa carrera
loca que tienen algunos hombres hacia el orgasmo. Carrera que a veces parece
una competencia agresiva y tensa. Todos sabemos que hombres y mujeres somos
fisio- lógicamente diferentes y en lo que se refiere al sexo la respuesta de ambos
tiene una gran distancia. En algunos casos ella asume una actitud pasiva,
mientras él, sobreactúa. Es un error porque él responde más rápidamente a los
estímulos, mientras que ella es más lenta. Si a esto le agregamos la tensión
producto de la vida acelerada que se lleva, tenemos que el varón llega
rápidamente al orgasmo eyaculatorio mientras ella queda defraudada. Más
graves son los casos de impotencia en él y de frigidez en ella, como secuela de la
tensión. La realización del sexo no es siempre feliz para las parejas, a pesar de
que juega un rol importantísimo en la felicidad de las personas, y por eso el
enfoque del Tantra es muy positivo porque enseña que quien tiene la mayor
carga de energía positiva es la mujer y no el hombre. Su tremenda vitalidad
energética le permite gestar el bebé durante nueve meses. Es por esta razón que
el Tantra dice que la mujer debe tener un rol más activo que el hombre en el acto
sexual.
335
Relieve en piedra de un templo de Khajuro
Por su parte el varón debe asumir un rol pasivo casi todo el tiempo. Para esto
debe adoptar Shavasana, la postura del cadáver, tendido boca arriba. Esta
posición tiende a disminuir su sobreactuación, retardando el instante
eyaculatorio, creando una actitud de espera generosa con su compañera.
La pareja Tántrica no piensa tanto en la culminación del acto sexual. Piensa más
en el placer bio-eléctrico-energético y emocional. El varón disfruta, pero guarda
sus reservas energéticas sin eyacular y se mantiene vigente por largo tiempo. Al
conservar su energía evita que la pérdida continua lo deteriore más rápidamente
que a la mujer, que como ya dijimos, constitucionalmente, tiene una mayor
energía que él. La vida real nos demuestra esto. Frecuentemente vemos parejas
de 70 años en que ella se mantiene en perfectas condiciones, mientras que él se
mantiene en pie por milagro.
Los Mantras Védicos, son palabras y frases con sonidos mágicos y sagrados, que
reflejan el proceso mismo a través del cual los universos fueron creados, se han
mantenido y disuelven, y a través del cual las almas individuales entraron en el
ciclo del renacer una y otra vez en pos de la auto-realización. Se cantan siempre
en sánscrito y la vibración que producen en la mente es instantánea y
maravillosa.
Este lenguaje fue perfeccionado con el propósito de que fuese capaz de expresar
conceptos profundos y sutiles. Es tan extraordinaria su capacidad para expresar
sutilezas espirituales y filosóficas, que se dice que fue obra de Dios. Aparece por
primera vez en los Vedas y otros textos sagrados.
No hay duda que OM (AUM), es el Mantra más antiguo que existe. Sobre su
origen se sabe poco, a pesar de que no escasean las teorías. En Mantra Yoga una
potencia mágica o mística se le atribuye a ciertas palabras. La más potente, la
más sagrada de todas es OM. “Al comienzo estaba la Palabra.” Para los hindúes
esa palabra es OM.
El Mandukya Upanishad explora la famosa teoría de los cuatro estados de
conciencia: vigilia, ensueño, sueño profundo sin sueños, y el estado de
conciencia elevada. Esto, es terreno conocido para los que practican Meditación
Trascendental. El Mandukya Upanishad explica el poder y el simbolismo
místico de OM, el Mantra más venerado por el Hinduismo. OM es todo: pasado,
presente, futuro. Todo en el universo es OM.
Los tres primeros sonidos son básicos: AAA-UUU-MMM, y todos nacen del
cuarto, representado en la letra OM, por un punto en su parte superior. Este
punto se llama Anuswar. Es el sonido sin sonido, o lo que los budistas Zen
llaman el sonido que se produce al aplaudir con una sola mano. El Mandukya
Upanishad sólo lo llama “el cuarto”.
Los tres primeros sonidos representan los tres estados y el cuarto, nuestra
verdadera naturaleza. El hombre es como el sonido OM, un universo en
miniatura. Si logramos descifrar hombre, podremos descifrar toda la existencia.
La manera más rápida de comprender la existencia, el universo, es conociéndose
a sí mismo.
Es por esto que en oriente mucha gente es muy tradicionalista, muy ortodoxa.
No valoran lo nuevo y viven obsesionados con lo viejo. La tradición es más
importante que el descubrimiento. El pensamiento oriental clásico nos dice que
los tiempos pasados siempre fueron mejores y el momento presente es el peor.
En occidente, en cambio la visión es distinta y todo se concentra en el futuro;
existe la ilusión de que todo está por hacerse. En oriente hay una especie de
fatalismo, que ya nada puede hacerse, Kali Yuga: el peor momento.
341
El primer sonido en psicología moderna correspondería a la conciencia; el
segundo a la subconciencia y el tercero a la inconciencia.
Cuando trabé contacto con Yoga, todo era nuevo .... Por no saber todavía que se
trataba fundamentalmente de descubrir mi verdadero Yo, todo parecia exótico y
extraño. Decidí entonces comenzar a estudiar la mitología india, más que todo
por una especie de fascinación.
El primer contacto com la mito logia índia fue ligeramente espeluznante.
A partir del momento que comencé a entender que en sánscrito los nombres se
forman a partir de radicales que no pierden jamás su significado, la fas- cinación
aumentó.
Aksara
El conjunto de los
alfabeto. Se llama
fonador humano (vac). El término es lo que nosotros tendemos a entender como
significa sonido producido a partir del aparato significa guirnalda. Una guirlanda
de flores fonador humano (vac). El término significa guirnalda. Una guirlanda de
flores es de Una guirlanda de sonidos o fonemas,
¿Quieres escuchar una conclusión absurda, pero verdadera? Los indios piensan
diferente a nosotros. Esto no es solo una cuestión de costumbres. Es más
profundo. Está presente en el fundamento del pensamiento, de la palabra, de la
acción.
La práctica de Yoga funciona y trae beneficios; hacer eso y estudiar sáns - crito
nos hace comprender mejor lo que estamos practicando. No se trata solamente
de entender los nombres de las asanas, pero hacer que nuestra mente comience a
funcionar como las mentes de las personas que definieron las bases del Yoga.
Esquemas de transliteración
El aparato fonador
Equivalencias fonéticas
“La lengua sánscrita, cualquier edad que tenga, es de una estructura maravillosa;
más perfecta que el griego, más concisa que el latín y más perfectamente
refinada que ambas ..
Antes de abordar el tema de los Sutras de Pantanjali, algunas palabras sobre él:
Es considerado como el padre del Yoga, pues recopiló y sistematizó las
enseñanzas que surgieron de la experiencia y sabiduría de muchos otros sabios, o
Rishis, que vivieron en épocas anteriores a la suya. Su recopilación, los Yoga
Sutras, dieron origen a lo que hoy se llama “Yoga clásico”, o como
frecuentemente se le llama, Raja Yoga, (Yoga real), aún cuando no hay ninguna
353
Aún cuando jamás se ha encontrado algún registro sobre él, o sobre su escuela,
podemos decir con cierta certeza que Patanjali fue un profesor de Yoga. Más de
2.000 años después de haber escrito los Yoga Sutras, se lo considera todavía
como la referencia clásica sobre Yoga y es traducido, publicado y comentado
hasta nuestros días. Adicionalmente, los Yoga Sutras siguen siendo el texto
básico usado en todas las escuelas de Yoga de la India, y ahora es también
enseñado en occidente. Pata significa “caer” y Anjali, “manos en posición de
oración”.
Se dice que vivió 200 a 300 años A. de C. posiblemente incluso un poco más
tarde, pero demasiado temprano para que nosotros nos formemos una imagen de
cómo era. De hecho, lo poco que se sabe sobre él surge de los innumerables
estudios que se han hecho sobre los Yoga Sutras. De estos estudios se desprende
que era un profesor con intelecto cristalino, un genio para expresar sus
pensamientos usando la menor cantidad de palabras posible.
Sutra es una palabra sánscrita que significa “hilo”, “cordel”, “sarta”. Cada Sutra
es como una perla en un collar. En nuestra cultura hablamos de “perlas de
sabiduría”, y esa es exactamente la idea: sólo unas pocas palabras, una frase
corta expresando una gran idea, un gran concepto. El libro es corto; sus
aforismos breves. Pero está lleno de profunda sabiduría expresada en un
admirable orden y detalle. Su tema central es el nacimiento del hombre espiritual
a partir del hombre físico –el tema de todas las escrituras sagradas. Es tan claro y
al mismo tiempo está tan condensado, que a uno le dan ganas de decir, al igual
que Omar cuando refiriéndose al Corán declaró, “¡Quemen las bibliotecas, pues
todo su valor se encuentra en este libro!”. A pesar de que es claro, es
inmensamente profundo, por lo que gran parte de los libros sobre Yoga no son
otra cosa que comentarios sobre los Yoga Sutras, porque ignorarlos es
imposible.
Purusha y Prakrti
Aproximadamente unos mil años antes de los Yoga Sutras de Patanjali, los
poetas Védicos habían escrito sobre “El Único”, dándole crédito a algunas
fuerzas dinámicas o a alguna forma de conciencia que permitió la creación del
mundo. “Los rayos de los sabios esparcieron luz sobre la oscuridad: ¿Pero,
estaba El Único arriba o estaba abajo? La fuerza creativa estaba allí, y también el
fértil poder. Abajo estaba la energía, arriba el impulso. ¿Quién sabe con certeza?
¿Quién puede declarar esto aquí? ¿De dónde nació, y de dónde vino esta
creación?” (del Himno de la Creación del Rig Veda).
Los Yoga Sutras de Patanjali (195 en total, aunque algunas ediciones tienen 196)
están divididos en cuatro capítulos o Padas, palabra que traducida literalmente
significa “partes de un libro”. Son:
Samadhi Pada
En este capítulo Patanjali define el Yoga y los movimientos de la conciencia,
Chitta Vrtti. Samadhi es la última etapa del Octuple Sendero del Yoga. Samadhi
es ver el alma cara a cara, un estado en el que se disuelven todas las diferencias
entre cuerpo, mente y alma. Samadhi es descubrir la fuente de la conciencia.
Patanjali dedica 51 Sutras a este capítulo.
Sadhana Pada
Vibhuti Pada
Habla sobre los efectos divinos de la práctica Yóguica. La primera parte de esta
sección se ocupa de las prácticas internas que conducen a Samadhi, y en la
segunda, se describen los Siddhis, o poderes sobre naturales que es posible
conseguir. Se le advierte que ignore sus tentaciones y que siga el camino
espiritual. Vibhuti significa “poder divino”. Patanjali dedica 55 Sutras a este
capítulo.
Kaivalya Pada
Como ya dijimos, Yoga es uno de los seis sistemas ortodoxos del Hinduismo,
trasmitido en forma de Darshana por el sabio Patanjali en sus Yoga Sutras
posiblemente alrededor del segundo o tercer siglo antes de Cristo. Darshana se
podría traducir como la ciencia del conocimiento o filosofía. Lite- ralmente es
“manera de ver”, o más específicamente, “ver dentro”. Cuando se habla de
Darshana normalmente es para referirse a los seis sistemas clásicos del
pensamiento hindú, es decir, Vedanta, Mimamsa, Samkhya, Vaisesika, Nyaya y
Yoga.
Puesto que el sistema de Yoga tiene por objeto purificar la mente en preparación
para la iluminación espiritual, Patanjali expone en los Yoga Sutras el método
práctico por medio del cual el Yo, el Atman, personificado en el Bhagavad Guita
como Arjuna, puede liberarse de las aflicciones del ego para seguir su camino
sin distracciones. “Experiencias de placer y de dolor son los frutos de méritos y
deméritos, respectivamente”, dice Patanjali en el Sutra catorce del segundo
capítulo, “Pero el hombre que tiene discriminación espiritual considera todas
estas experiencias como dolorosas puesto que el disfrute del placer de este
momento es doloroso ya que tememos su pérdida. El placer pasado es doloroso
porque nuevos deseos surgen de las impresiones361 que ha dejado en nuestra
mente. ¿Y como puede cualquier felicidad durar si solo depende de nuestro
estado de ánimo? Estos estados de ánimo están cambiando constantemente,
puesto que uno u otro de los Gunas toma control de la mente”.
Puesto de otra forma, puro interés personal, pura gratificación personal, vanidad
y auto engaño nunca puede ser el camino hacia la paz y la felicidad, hacia la
moralidad o hacia las fundaciones de ninguna disciplina religiosa.
Los 195 Sutras de Patanjali sientan las bases de todas las formas de Yoga. Sin
embargo, es necesario precisar que si uno estudia detenidamente las formas de
Yoga que existen hoy día, es posible encontrar que algunas de ellas contienen
elementos de uno o varios de los seis sistemas filosóficos del Hinduismo
ortodoxo.
Patanjali llamó a su Darshana “el camino de los ocho caminos, o Yoga de los 8
miembros” o Ashtanga Yoga. Algunas personas lo definen también como Raja
Yoga. Estos ocho caminos o principios nos conducen hacia el perfecto Yoga,
hacia la unión con el espíritu universal, o Purusha. En ruta por este camino el
Yogui puede conseguir una visión más amplia y completa de la vida, trascender
la realidad y encontrar finalmente un estado de iluminación.
Son:
YAMA
NIYAMA
ASANA
PRANAYAMA
PRATYAHARA
DHARANA363 DHYANA
SAMADHI
(Capítulo 2, Sutra 29)
Yama
Normalmente se traduce Yama como principios morales. Aquí ofrecemos otra
traducción o interpretación: “Conjunto de actitudes que desarrolla el practicante
para armonizar su vida en relación a la sociedad, o dicho de otro modo, actitudes
que debe evitar: violencia, engaño, codicia, sexo indiscriminado y egoísmo”. En
sánscrito, estas actitudes son: Ahimsa, Satya, Ashteya, Brahmacharya y
Aparigraha.
Ahimsa
Swami Digambar, autor del libro “Claves del Yoga”, piensa que la palabra
“amor” es la que mejor describe el verdadero significado de Ahimsa. Amor
hacia todos los seres y cosas. En tanto que Vyn Bailey, sacerdote australiano
católico, avanzado meditador Yogui y autor del libro “Patanjali’s Meditation
Yoga”, ofrece la siguiente definición: “No permitas que nada ni nadie, tenga
miedo de ti”. Una traducción más literal del Sutra 35, del cual Ahimsa es sólo la
primera palabra podría ser: “Si uno practica el no causar daño, cesarán las
hostilidades alrededor tuyo”.
Algunos comentaristas de los Yoga Sutras dicen que todos los enemigos,
incluyendo los animales de presa dejan de lado la hostilidad en la presencia de
alguien que realmente practica este principio. Una creencia popular es la de que
los animales, particularmente los perros, pueden detectar el miedo en una
persona, y esperando ser agredidos, a veces atacan. Bien puede ser también que
detecten nuestra serenidad y carencia absoluta de hostilidad y permanezcan
tranquilos.
- No, el cuerpo del hombre es precioso. Posee el más alto valor evolutivo porque
tiene un cerebro y centros espinales únicos, Chakras. Ninguna de las especies
inferiores está así capacitada. Es cierto que uno incurre en la deuda de un pecado
menor si se ve obligado a matar una criatura, pero los Vedas enseñan que la
pérdida injustificada de un cuerpo humano es una trasgresión muy seria contra la
ley Kármica”.
Ahimsa y Anekantavada
Todos los monjes y religiosas Jains son vegetarianos estrictos y su aplicación del
principio de Ahimsa, es riguroso: Caminan a cualquier lugar que tengan que ir.
Nunca se suben a un bus o a un tren o a cualquier vehículo, tenga éste dos o
cuatro ruedas, pues piensan que estas máquinas son un peligro potencial para
cualquier forma de vida. Por supuesto jamás usarían un caballo o un burro o se
servirían de ellos para arrastrar carga. Algunos de los más ortodoxos ni siquiera
salen de sus casas durante la estación de las lluvias pues temen pisar algún
insecto, gusano o cualquier otra criatura, que normalmente aparece con la
llegada de esta estación del año.
A pesar del gran énfasis que el Jainismo pone en Ahimsa, es cuidadoso también
en expresar que no es posible ser absolutamente no-violento. El simple acto de
respirar, caminar o de tener un cuerpo es violento para algo o para alguien. El
concepto de Anekantavada ayuda a templar un tanto la visión de Ahimsa que
tienen los Jains. Anekantavada sostiene que para tener una comprensión
verdadera de cualquier situación es necesario verla de todos los ángulos posibles.
Si hacemos esto nos daremos cuenta que es imposible que una acción sea
totalmente negativa o totalmente positiva. Cualquier acción puede ser vista como
violenta o no-violenta, dependiendo de quien sea afectado.
Jiddhu Krishnamurti, uno de los grandes filósofos del siglo pasado, pro - puso la
idea que ser completamente no-violento era una ilusión. Incluso más, dijo que ni
siquiera podemos a empezar a entender el principio de Ahimsa hasta que no nos
encontremos cara a cara con las semillas de violencia que moran dentro de
nosotros mismos.
Los Jains enseñan que lo que debemos hacer es simplemente lo mejor que
podamos. En sus términos, en cada momento debiéramos maximizar la
reverencia hacia todas las formas de vida y minimizar la violencia. Esto significa
que debiéramos pasar cada día observando y observándonos concien- temente,
aceptando calmadamente el mundo tal cual es, sin apegarnos a los frutos de
nuestro esfuerzo. Respiramos, practicamos. Caminamos sobre la tierra tan
cuidadosamente como podemos de acuerdo a nuestro nivel de conciencia y
atención. Eso es todo.
Los Jains llaman a este tipo de práctica Upa Yoga, el Yoga de la vigilancia
constante, de la observación constante sobre uno mismo y sobre los demás,
incluyendo la violencia. En sus discursos Krishnamurti recomendaba mirar de
frente la violencia dentro de nosotros mismos para poder entenderla y no tenerle
miedo. Cuando seamos capaces de hacer esto –decía- podemos comenzar a
transformarla.
Satya es decir la verdad; es ser auténtico con los demás y con uno mismo; es no
aparentar lo que uno no es. El Sutra 36, dice más o menos así: “Siendo fieles a la
verdad, podremos tener la certeza de que nuestras acciones fructificarán”. Si uno
se ciñe siempre a la verdad, lo que uno dice eventualmente se transformará en
realidad. Los resultados parecieran seguir a la acción. En consecuencia, siempre
debemos decir la verdad tanto en pensamiento, como de palabra, o de hecho.
En la práctica de Asanas, Satya nos enseña a ser honestos con nosotros mismos y
a no tener expectativas egoístas. Nos enseña a aceptar el nivel de nuestra
práctica, tal cual es en ese momento.
Ashteya
Esta persona es la antítesis del que ve una hermosa flor y debe cortarla de
inmediato para llevársela a casa. El goce no está en su belleza, pero en su
posesión. Esto priva a otros de su propia chance de disfrutar de la belleza de esa
flor, que al día siguiente estará marchita y sus semillas jamás podrán germinar.
Bramacharya
En India, antes de que el sistema educacional se expandiera por todo el país, era
usual que a los doce años los niños fuesen encargados a algún Guru para que los
educara y entrenara por un período de doce años. El Guru les mostraba el
camino de dios, y los encaminaba por la senda del bien. Los niños eran, en
estricto rigor, Brahmacharis. La continencia sexual, era por lo tanto, parte del
paquete. De ahí que la palabra adquiriera connotaciones sexuales, que todavía
perduran. En Hindi moderno, Brahmachari significa “soltero”.
Sin embargo, el asunto no es tan simple, pues hay que considerar qué se entiende
por día y qué por noche. Y por si esto fuese poco, también el momento
apropiado para la copulación. Normalmente se considera día al período entre la
salida y la puesta del sol. Y noche, al período comprendido entre la puesta de sol
y su nueva salida. Para los Yoguis, sin embargo, la manera de diferenciar el día
de la noche es diferente. El Yogui se fijará en si está usando la ventanilla dere-
cha o la ventanilla izquierda de la nariz para respirar. Si respira por la ventanilla
derecha estará usando el Surya Nadi, el Nadi solar, y si respira por la ventanilla
izquierda, estará usando el Chandra Nadi, el Nadi lunar. A través del Surya Nadi
pasa la energía solar, la energía caliente y activa; a través del Chandra Nadi pasa
la energía lunar, la energía fría y pasiva. Nuestra energía espiritual pasa a través
del Sushuma Nadi, que corre a lo largo de la columna vertebral, pero permanece
cerrado mientras no se equilibren los Surya y Chandra Nadis por medio de la
práctica de Yoga.
Durante el día, es decir entre la salida y la puesta del sol, y para los efectos de la
copulación, Surya y Chandra Nadis deben ser ignorados, sin embargo, deben ser
tomados en cuenta durante la noche. Si, por ejemplo, durante la noche sentimos
que el flujo del aire inhalado y exhalado se produce a través del Surya Nadi, es
decir a través de la ventanilla derecha de la nariz, debemos pensar que estamos
de día y por lo tanto, no ha lugar tener relaciones sexuales. Si, por otra parte
durante la noche, sentimos que la respiración se mueve solamente a través del
Chandra Nadi, entonces ésa es la ocasión para copular. (Si el Chandra Nadi se
activa durante el día, no debe ser tomado como una invitación para tener
actividades sexuales). Esta es entonces, la manera cómo el Yogui distingue el día
de la noche, en materias sexuales según Pattabhi Jois.
Además de la cuestión del día y la noche, el Yogui debe tener también muy en
cuenta el ciclo menstrual de su esposa. El intervalo entre el cuarto y el décimo
sexto día del ciclo de la mujer es considerado como el momento correcto para el
coito según las sagradas escrituras. Más allá del décimo sexto día, deja de ser
correcto: la vitalidad será malgastada, y no dará ningún fruto, pero también están
prohibidas las relaciones sexuales los días de luna nueva y llena (cuando el sol
entra en una nueva constelación).
Aparigraha
Aparigraha, como los celos, tiene que ver con lo que es nuestro. Por este motivo,
en la traducción del Sutra 39 se usó la palabra no-posesión. La mezquindad, el
acaparamiento, el ser posesivo con otra persona y el ser reacio a prestar o a
compartir, caen dentro de esta categoría. Todas, expresiones de deseo, y en este
caso, deseo a aferrarnos a lo que tenemos.
Sri K.Pattabhi Jois refiriéndose a este principio hace hincapié en la comida. Dice
que comer más allá de las verdaderas necesidades del cuerpo, es Aparigraha.
En la práctica de, Asanas este principio podría ser aplicado a la posibilidad que
todos tenemos de compartir desinteresadamente con otros practicantes menos
avanzados nuestros conocimientos. También puede ser aplicado al hecho que no
debemos “enviciarnos” con la práctica e ir más allá de nuestros límites físicos y
mentales. El progreso en la práctica debiera producirse en forma gradual.
Niyama
Es el conjunto de actitudes que desarrolla el practicante para armonizar su
mundo interno, o dicho de otro modo, lo que debe observar: limpieza,
contentamiento, auto-disciplina, estudio personal y devoción a dios. En
sánscrito, estas actitudes son: Shaucha, Santosha, Tapas, Swadhyaya e
Ishwarapranidhana.
Shaucha
La cuestión es que una atención meticulosa y constante sobre el cuerpo nos deja
sin ninguna ilusión sobre su naturaleza. Cualquier belleza que pueda tener es
solo a nivel de piel y la piel requiere también de atención constante para evitar
que sea una fuente de disgusto, vergüenza e incluso infecciones. Algunas
personas desarrollan una especie de nerviosismo sobre su propio cuerpo, una
marcada conciencia de su naturaleza burda y material, una constatación que
podría impedir progresos en el campo espiritual. Este podría ser el primer paso
en la comprensión de que “Yo no soy este cuerpo; su naturaleza burda y terrenal
nada tiene que ver con quien realmente soy”. Bailey piensa que la palabra
Jugupsa traducida como aversión y disgusto es demasiado fuerte y sugiere en
cambio reemplazarla por “alejamiento”.
Sau, es una forma de Su, que significa bueno, o bien. Y Manas, es la palabra más
frecuentemente usada para significar mente. Esta serenidad mental es la
sensación de que todo está bien en nosotros, dentro y fuera. Eka, es uno, y Agra,
punta o punto. Por el momento, podemos pensar que es la habilidad de
concentrarnos. Concentración en uno solo punto, es una palabra usada hoy en día
para expresar esto, y cuando más adelante hablemos de la técnica de meditación
veremos cuán importante y deseable es esta cualidad de la mente. (Libro 17 de
esta Colección)
Santosha
Los hombres santos de la India visten túnicas color naranja, porque es el color de
la llama del fuego, y las llamas purifican. Para ellos, las cenizas de la madera de
sándalo son sagradas. Simbolizan la pureza, el resultado de haber quemado las
impurezas. La palabra Tapas deriva de la raíz Tap, que significa “caliente”,
“quemar”.
¿Pero, como se logra esto? Recuerda: Práctica contínua junto con constante
desapego. ¡ABHYASA VAIRAGYA!
El resultado será una extraordinaria experiencia de libertad a medida que nos
liberemos de nuestros deseos, hábitos y obsesiones.
Swadhyaya
En la India antigua a los estudiantes se les enseñaba sin usar libros y se les exigía
que memorizaran los textos sagrados por medio de la repetición y el canto.
Cuando el texto era completamente memorizado, sólo entonces el profesor
explicaba y hablaba sobre él.
¿Pero qué es lo hay que estudiar? –Para los Yoguis, una excelente introducción a
la espiritualidad de la India es el Bhagavad Guita, el manual religioso de los
hindúes. Para aquellos que tienen inclinaciones teológicas, los Upanishads son
una mina de oro. No solamente leemos, estudiamos (Svadhyaya). De repente nos
encontramos con un pasaje que puede servir de tema de meditación, y ahí nos
quedamos. Una frase puede ser usada como un Mantra, y lo hacemos nuestro.
Ishwarapranidhana
Yama y Niyama
Tanto lo que hay que evitar como lo que hay que observar, Yama y Niyama,
deben ser practicados en tres niveles: físico, verbal y mental, pues se refieren al
estilo de vida del meditador; nos muestran cómo vivir una vida que nos hará más
fácil meditar. Concentrándonos en estas dos primeras ramas del árbol del Yoga,
sentiremos el beneficio no sólo en nuestra vida diaria, sino también cuando nos
sentamos a meditar, y por supuesto también en la práctica de Hatha Yoga. De no
ser así, las posturas no serían más que otra forma de hacer ejercicios físicos, y
como practicantes, perderíamos la oportunidad de cosechar los frutos del árbol
del Yoga.
Asana
La palabra que emplea Patanjali cuando habla de “postura”, es Asana. El verbo
As, en sánscrito significa sentarse, de manera que el significado original de
Asana es sentarse. Cuando Hatha Yoga fue desarrollado, la palabra comenzó
también a ser usada para todas las posturas corporales. Pero para Patanjali,
Asana es la postura sentado, de las cuales hay varias clásicas, siendo la más
conocida la del loto. Patanjali describe las dos características que debe tener la
postura para meditar: debe ser Sthira (sin movimiento) durante todo el período
de la meditación y Sukha (confortable).
Para el Hatha Yoga, la palabra Asana significa todas las posibilidades en que el
cuerpo puede ser puesto a fin de conseguir efectos y beneficios específi- cos,
tanto físicos como mentales. Un cuerpo flexible, fuerte y equilibrado puede
permanecer durante bastante tiempo confortablemente inmóvil durante la
meditación, el propósito final del Yoga, para entrar en el estado de Moksha,
liberación. En otras palabras las Asanas, son un vehículo, un elemento tan
importante como Yama y Niyama para ir adentrándonos en los misterios de la
mente.
Pranayama
A primera vista se podría pensar que Pranayama, que tiene que ver con el control
de la respiración, es una función netamente física, porque el Hatha Yoga se basa
en ejercicios físicos. Sin embargo, hay algo único en la respiración y en el acto
de respirar concientemente: transforma una práctica física en un trabajo
espiritual. La respiración está tan íntimamente ligada con la conciencia que es
difícil separarlas: Cuando la primera respiración anima los pulmones de un
recién nacido, comienza en ese momento su vida y aparece la conciencia; y con
la cesación de la respiración al momento de la muerte, la conciencia desaparece.
Sin la respiración no puede funcionar la mente ni los sentidos. La respiración es
el Señor del Cuerpo, y por esta razón se dice que Brahma toma en el cuerpo la
forma de la respiración. La persona que practica Raja Yoga, por lo tanto, debe
preocuparse de cultivar la respiración junto con la conciencia. Cuando esto
sucede, Pranayama se transforma en una práctica de Raja Yoga, a pesar de que
es un ejercicio físico. Es en este punto donde Hatha y Raja Yoga se juntan.
“Mi maestro no tenía ningún temor a los mosquitos. Su poder Yoguístico era tal
que bien podía impedirles que le picaran o escapar de ellos gracias a su
invulnerabilidad interior. Un Yogui debe conseguir la supraconciencia y
permanecer en ella sin importarle las múltiples distracciones alrededor suyo. Ya
sea el zumbido de los mosquitos o la luz del día, u otra cosa, pero lo cierto es
que el testimonio de los sentidos debe ser apartado. El sonido y la vista se abren
entonces hacia mundos más bellos que los del perdido Edén”.
Los poderes omnipresentes del Yogui, por medio de los cuales ve, oye, gusta,
huele y siente su Unidad con la creación sin hacer uso de los órganos
sensoriales, es descrito en el Taittiriya Aranyaka:
“El ciego perforó la perla, el sin-dedos enhebró el hilo a través de ella; el que no
tiene cuello se puso el collar, y el sin lengua alabó el hecho”.
Dharana
La palabra que Patanjali emplea para concentración mental es Dharana. Cuando
los estímulos externos y la actividad psíquica han sido neutralizados por medio
de Pratyahara, la mente se concentra en una sola cosa, excluyendo todas las
demás. En la práctica de Asanas, cuando logramos verdaderamente
concentrarnos, nuestra mente permanece enfocada exclusivamente en la
inhalación y exhalación. Durante una práctica de meditación la mente puede ser
concentrada sobre algún objeto, un símbolo psíquico, un sonido sagrado
(Mantra), la respiración, etc. La elección dependerá de cada practicante, según
su preferencia. La preferencia está marcada por la facilidad para mantener la
atención. Cuando la atención está totalmente concentrada en la técnica elegida,
la mente se inmoviliza y nace el estado de meditación, Dhyana.
Dhyana
Dhyana significa meditación. Nada tiene que ver con el sentido de reflexión
intelectual con que identificamos esta palabra en occidente. Surge al mantener el
flujo continuo de la atención sobre el objeto de nuestra concentración. Es un
proceso que no puede ser forzado; sólo se puede preparar el terreno para que se
manifieste. Dhyana es la etapa anterior al estado de contemplación.
Samadhi
Samadhi es el estado de contemplación. No existen palabras para describir
adecuadamente este estado. Significa mucho más que un estado de súper
conciencia. Es poner todo en armonía dentro de la unidad de nuestro ser. La
desarmonía entre nuestros apetitos corporales, nuestras aspiraciones mentales y
nuestros deseos espirituales es la causa de muchas enfermedades. En Samadhi el
Yogui se libera y trasciende todas las dualidades: Samadhi es la meta de todos
los Yoguis, el fruto del árbol del Yoga. Es donde alcanza la experiencia máxima
383 que lo eleva al estado de “iluminado”. En algunas formas de Yoga, Samadhi
es el “despertar del Kundalini”, la energía espiritual latente en todos los seres
humanos. Se dice que hay tres categorías de Samadhi, pero resulta difícil
explicarlas para quien no ha tenido la experiencia, como es el caso del autor.
El Yoga de 8 miembros de Patanjali en una práctica de Hatha Yoga
Algunos profesores de Hatha Yoga dicen que en una práctica de Yoga es posible
detectar la presencia del Yoga de los ocho miembros de Patanjali. Dicen que a
medida que comenzamos a profundizar en la práctica empezamos a darnos
cuenta de que sentimos más amor hacia todo y todos; nos damos cuenta de cómo
nos alimentamos y de cómo interactuamos con el mundo a nuestro alrededor.
También nos damos cuenta de que nuestra disciplina y atención hacia nosotros
mismos mejora. A partir de esta constatación comienzan a tomar importancia los
conceptos de Yama y Niyama. Al aplicar total conciencia a la respiración al
hacer cada postura, estamos realmente practicando Asanas y Pranayama. Y a
medida que mantenemos nuestra mente enfocada en el sonido y calidad de
nuestra respiración, los sentidos sienten la necesidad de replegarse hacia dentro,
Pratyahara. Luego, cuando mejoramos nuestra habilidad para impedir que
nuestros sentidos se dispersen durante la práctica, las sutiles cualidades de la
concentración naturalmente se manifestarán en la forma de Dharana. Con el
tiempo la práctica irá siendo cada vez más una experiencia interna, la
concentración se irá refinando, para tomar la forma de Dhyana, meditación, pero
meditación en movimiento. A partir de este punto, estamos creando un tremendo
potencial para alcanzar la meta final del Yoga, Samadhi, el estado de súper
conciencia.
Introducción al Samkhya Karika de
Ishvarakrsna
Dra. Alicia Souto
Puede afirmarse que el Sâmkhya es realista al comenzar con dos rea - lidades,
aunque concluya con una exposición en que Prakrti, como evolución mutable, no
existe para el espíritu realizado. Esta conclusión parece coincidir con la hipótesis
de que la visión de unidad fue vista después de revelarse contra ella.
Kapila, el fundador del Sâmkhya es elogiado aun por aquellos que condenan su
sistema. La mayor parte de los investigadores se refieren al Sâmkhya Kârikâ
como la referencia más antigua. Los Sâmkhya Sûtra parecen ser una producción
posterior, aunque se le adjudiquen a Kapila.
El Sâmkhya Kârikâ es el manual más antiguo del sistema y los dos comentarios
más conocidos son el de Gaudapada y el de Vâcaspati Misra. Parece ser el
Sâmkhya Kârikâ una síntesis de enseñanzas más antiguas y casi todo lo que está
en Sastitantra, excepto las parábolas y refutaciones de los sistemas rivales.
No es seguro que este Gaudapada sea el mismo maestro Advaita sobre cuyas
Kârikâs Mândûkya escribió Shankara. Esto parece difícil ya que se considera
también que Gaudapada se basó en una síntesis del Mâthara Vrtti con algunos
agregados.
389
El Sâmkhya Kârikâ fue traducido al chino por Paramârtha, monje budista del
siglo VI D. de C.; se cree que la traducción incluía también el Mâthara Vrtti. De
todos modos, el límite considerado para Îshvarakrsna es del siglo V D. de C.,
aunque otros opinan que perteneció al siglo III y aun al I o II D.de C.
Prakrti
Mahat
Ahamkâra
Sattva Rajas Tamas
Vaikrta Taijasa Bhûtâd
Indriyas Tanmatras
Jñanedriyas
Manas Srotra Tvak Chaksus Rasma Ghrâna Karmendriyas
Vâk Pâni Pâda Payu Upastha
Shabda Sparsa Sûpa Rasa Gandha Mahâbhûtas
Akâsha Vayu Tejas Apah Pritivî
Sâmkhya y Yoga
Hatha Yoga
Esta es la forma de Yoga más conocida en occidente, pero pocas veces la gente
se detiene a explorar sus fundamentos espirituales y filosóficos. Para la mayoría
de las personas Hatha Yoga es el “Yoga físico”, es decir, el Yoga de las
posturas, de las Asanas. En realidad Hatha Yoga es bastante más que eso, pues
es un conjunto de técnicas psico-fisiológicas que tienen como finalidad despertar
las energías vitales del cuerpo y la mente, utilizando para ello una gran cantidad
de técnicas que purifican el cuerpo y estabilizan sus energías. Aparte de las
Asanas (posturas), incluye Pranayama (expansión de la energía vital a través de
la respiración conciente), Kriyas (purificaciones), Mudras (gestos psíquicos),
Shat Karmas (técnicas de purificación interna del cuerpo), Bandhas (sellos
energéticos), Relajación y Meditación.
El sonido Tha hace referencia a la corriente energética del lado izquierdo del
cuerpo y tiene por objeto abastecer de energía la mente. Su polaridad es
negativa. Estimula la mente, inhibiendo la acción física. Produce introversión.
Cuando esta energía predomina sobre la energía Ha, o “solar”, hace bajar la
temperatura corporal, por lo que se la considera como una energía “fría”,
representada por el color blanco. Esta corriente energética se relaciona con el
sistema nervioso parasimpático, que influye en el hemisferio derecho del
cerebro. Su símbolo es la luna.
Ambas corrientes energéticas -Ha y Tha- se mueven entre dos polos: uno de
polaridad positiva en el cráneo y u otro de polaridad negativa en el sexo. Hatha
Yoga es entonces un sistema que equilibra la energía mental con la corporal. El
desequilibrio entre estas energías, según el Yoga, favorece la aparición de
enfermedades. Cuando predomina la energía corporal, en desmedro de la mental,
puede aparecer una enfermedad física, debido al exceso de energía corporal; por
el contrario, el aumento de la energía mental y la disminución de la corporal
facilita la aparición de enfermedades mentales.
Por medio de los ejercicios físicos del Hatha Yoga destinados a disciplinar el
cuerpo y la mente, se inducen cambios en la conciencia, alzándose ésta sobre sus
niveles normales. Hatha Yoga parte de la premisa de que el cuerpo debe estar
sano y bajo perfecto control. A medida que el cuerpo se va controlando, la mente
intensifica su poder sobre el cuerpo, y la mente, a su vez, cae bajo la dominación
de su naturaleza espiritual. El famoso sicólogo suizo Carl Gustav Jung escribió:
“En India, en donde estas ideas y prácticas se desarrollaron, y en donde miles de
años de tradición ininterrumpida crearon las bases espirituales necesarias, el
Yoga es, en mi opinión, el método perfecto y apropiado para unir cuerpo y
mente. Esta unidad crea una disposición sicológica que hace posible la intuición
que trasciende la conciencia ordinaria”. Por su parte el Dr. Miguel Fraile,
conocido terapeuta y profesor de Yoga español escribe, “El trabajo que hacemos
en Hatha Yoga, es un trabajo intrapsíquico, pues el individuo se esfuerza y
trabaja consigo mismo y para sí mismo. Cada cual debe enfrentar su propio
cuerpo y su propia mente con esfuerzo, dedicación y constancia”.
Esto es al mismo tiempo, una declaración de amor por el Hatha Yoga y una
defensa de los aspectos olvidados de esta antigua práctica. Estamos
acostumbrados a aceptar sin mayores cuestionamientos que el Hatha Yoga, de
origen Tántrico, es bastante reciente y que está completamente separado de los
sistemas anteriores a él, como el Raja Yoga de Patanjali, el Jnana Yoga, o el
Karma Yoga, etc. como si esos sitemas pertenecieran a un universo totalmente
diferente del contexto en el que nació el Hatha Yoga.
Solo para ilustrar con un ejemplo los muchos que se encuentran en la cultura
hindú, la gran tarea de los geógrafos de la época consistía no en medir o
describir las características físicas o demográficas de tal o cual región o de tal o
cual civilización, sino en elaborar sistemas que explicasen que la estructura
física de la Tierra reflejaba la armonía mayor del macrocosmos. De esta forma,
la Tierra era vista con un hemisferio sustentado por cuatro enormes elefantes
apoyados sobre una tortuga gigante que flotaba sobre el océano de las aguas
causales. Sobre el hemisferio estaba Jambudvipa, “la isla del manzano”,
organizada en la forma de un Mandala en torno del eje del mundo, el monte
Meru, la morada del dios Shiva que, a su vez, estaba rodeada por otras siete
montañas.
Regresando a la edad real del Hatha Yoga, existen estudiosos y prac - ticantes
que prefieren ver esta disciplina como parte de una tradición cuyas raíces están
ligadas a los primeros Upanishads, antiguos textos del segundo milenio A. de C.
En esta perspectiva nos arriesgamos a afirmar que el Hatha Yoga forma parte de
la tradición Védica y está totalmente integrado a ella. Pro- fundizaremos a
continuación esta conexión entre el Hatha Yoga y los Upanis- hads:
Maitri Upanishad
Otro sistema que se destaca en esta obra es le Nada Yoga que sería retomado
más tarde tanto en el Hatha Yoga Pradipika como en el Gheranda Samhita.
Aparece por primera vez la expresión Shabda Brhman (cuerpo sonoro absoluto),
para designar el Mantra sagrado OM. Textos como el Maitri nos revelan mucho
más de lo que imaginamos, yendo más allá del Hatha a la parte psico-espiritual
que esta práctica tuvo desde el comienzo, lo que no debemos olvidar en nuestra
práctica diaria.
En Hatha Yoga el enfoque de todas las prácticas es el cuerpo que se usa como
punto de partida para la investigación de las realidades sutiles y profundas de esa
unidad llamada ser humano.
Los aspectos no visibles del cuerpo humano están conformados por el cuerpo
sutil (Pranamaya Kosha), los centros y canales de energía (Chakras y Nadis), el
potencial psico-espiritual (Kundalini), los poderes psíquicos (Siddhis), la
reflexión sobre la verdadera naturaleza del Ser (Atma) y su relación con el
mundo (Jagat)
Hasta el surgimiento del Hatha Yoga -hasta nuestros días el sistema de Yoga
más conocido y popular-, la visión que se tenía del cuerpo humano en el mundo
de la espiritualidad de la India era francamente negativa. El cuerpo era
considerado como una bolsa de piel rellena de carne, huesos, secresiones e
impurezas, fuente de sufrimiento, de apego y de dolor. Desde el inicio el Hatha
Yoga rechazó esa visión, unificando la visión Tántrica del cuerpo que lo
considera el templo de la divinidad, con la constatación Vedántica de que todo lo
que existe en la creación es la expresión del Ser, que es al mismo tiempo,
creador y agente material de la creación.405
Samhita como las demás obras antiguas de Hatha Yoga tratan sobre este tema.
El trabajo que se hace en Hatha Yoga puede considerarse como un largo camino
de preparación a través de acciones purificatorias físicas y psí- quicas que
limpian el espejo del alma para que ésta pueda reflejar su verda- dera cara. Ese
camino incluye la práctica de ética, la disciplina a través de las Asanas, la
purificación de los elementos por medio de Shatkarmas, la purificación de la
energía vital a través de la respiración y la purificación del psiquismo mediante
la meditación.
Los textos más conocidos del Hatha Yoga aparecieron entre los siglos VI y XVI
D. de C. Son:
En esta oportunidad la Dra. Souto nos hablará sobre los dos más famosos: el
Hatha Pradipika o Hatha Yoga Pradipika, como también se le conoce, y el
Gheranda Samhita.
Llenar esta laguna no fue empresa fácil. Animada por mi profesor el Dr.M.L.
Gharote, director del Kaivalyadhama College of Yoga de Lonavla, India
comencé a traducir y comentar estas dos obras, distribuidas por la librería Kier,
de Buenos Aires. Mis traducciones y comentarios se produjeron en forma más
bien espontánea al cabo de enseñar durante muchos años la cátedra de Teoría y
Práctica de las Técnicas del Yoga en la Escuela de Estudios Orientales de la
Universidad del Salvador, Argentina, y en las Facultades Metropolitanas Unidas
de San Paulo, Brasil.
En estas páginas encontrarás un extracto de estos dos antiguos textos que espero
despierten en ti el interés por estudiar en mayor profundidad la literatura antigua
de la India, condición indispensable para un mejor entendimiento del Yoga.
Para definir el Hatha Yoga podemos recurrir al Yoga Bija (89-90): “Es la unión
de Prana con Apana, o la del Rajas (principio femenino) y el Retas (principio
masculino), o la del sol y la luna, o la de Jivatman y Paramatman. En síntesis, la
fusión de todos los pares de opuestos se denomina Yoga”.
Los cuatro textos más conocidos del Hatha Yoga son el Goraksha Shataka
(Samhita), el Hatha Pradipika, el Gheranda Samhita y el Shiva Samhita.
Hatha Pradipika significa literalmente “la pequeña lámpara del Hatha Yoga”, o
“Luz sobre el Yoga”, y los cuatro pasos que presenta son Asanas, Pranayamas,
Mudras y Nadanushandhanas, o proceso para llegar al Samadhi.
Este texto fue escrito por Svatmarama que influyó en los estudiosos y
practicantes del Yoga transformándose en una importante fuente de inspiración
para escritores posteriores de Hatha Yoga. Esta obra, al igual que los otros tres
tratados citados, pertenece a la tradición de los Natha Yoguis que reconocen en
Adinatha Ishwara al Señor de los Yoguis, identificado con el dios Shiva, por lo
que los Natha Yoguis son esencialmente Shivaístas. Esta tradición es un
movimiento espiritual popularizado por Goraksanath (Siglo X u XI),
considerado tan importante como su Guru, Matsyendranath. Svatmarama llamó a
su tratado Hatha Pradipika y no Hatha Yoga Pradika, como lo hacen
comentaristas posteriores.
Es común que se considere que el Hatha Yoga incluye sólo las prácticas
corporales, en tanto que el Raja Yoga se diferencia de éste por cuanto 411
comprende prácticas en las que el cuerpo casi no se usa. Sin embargo, en los dos
primeros versos del Hatha Yoga Pradipika se menciona explícitamente que el
Hatha Yoga o el Hatha Yoga Vidya fueron creados para alcanzar Raja Yoga. El
Hatha Yoga no puede ser perfeccionado sin Raja Yoga, ni éste sin el Hatha
Yoga. Las características del éxito en Hatha Yoga son liviandad de cuerpo,
fulgor del rostro, claridad de la voz, brillo de la mirada, estar libre de
enfermedades, estimulación del fuego gástrico y purificaciones de Nadis.
Asanas
Mudras
Gheranda Samhita
Este texto difiere del Hatha Pradipika en su contenido, presentación y
racionalidad o aproximación filosófica. El Gheranda Samhita trata sobre el Yoga
de siete partes distinguiéndose así del Yoga de seis partes del Goraksha, del
Yoga de cuatro partes del Hatha Pradipika y del Ashtanga Yoga o Yoga de ocho
partes de Patanjali.
El autor se refiere al cuerpo como Ghata, que es un término técnico que significa
la unión psicofísica de la persona responsable de sus acciones. Con la ayuda del
Yoga de siete partes que busca “Ghata Shuddhi” se puede cambiar y modificar el
verdadero sustrato psicofÌsico responsable de las acciones. El término “Ghata
Suddhi” significa no sólo la purificación sino también el forta- lecimiento de la
unidad psicofísica. El proceso de “Ghata Shuddhi” incluye siete métodos:
purificación, fortalecimiento, estabilidad, compostura, liviandad, realiza- ción y
aislamiento.
Este texto se diferencia de otros por varias razones: primero porque el Yoga que
describe es denominado “Ghatastha Yoga”, término que no es utilizado en otros
tratados sobre Hatha Yoga. En segundo lugar, porque a pesar de ser un tratado
de Hatha Yoga de acuerdo a su contenido, no aparece la palabra Hatha Yoga
utilizada en un sentido técnico. En tercer lugar, la secuencia de prácticas es muy
distinta a las de otros textos, especialmente del Hatha Pradipika. En cuarto lugar,
algunas prácticas como Dhauti y Kapalabhati no sólo están descritas
elaboradamente, sino que la información que se da es también nueva. La sección
de Mudras incluye también técnicas de Asanas, Kriyas y concentración. Se dan
efectos del Pranayama y Kriyas que sobrepasan el límite del cuerpo y la mente.
En quinto lugar, usa términos específicos como “Shakti Nadi” “Chiti Mula”
“Lau- liki”, “Ghata”, que no se encuentran en otros textos.
Los tres textos clásicos del Hatha Yoga son el Hatha Pradipika de Svatmarama
probablemente escrito entre el siglo XIV y XVI, el Shiva Samhita, el más largo
de los tres y con un contenido algo más filosófico influenciado por la escuela
Vedanta, y el Gheranda Samhita del que estamos haciendo una breve síntesis.
Shatkarmas
El Shodhana Kriya del Gheranda Samhita describe trece Dhautis, dos formas de
Vasti, una de Neti, una de Trataka, una forma de Nauli y tres de Kapalabhati, en
total, veinte y un Kriyas. La purificación del cuerpo conduce a la liberación o
Mukti. El Gheranda Samhita conecta estas prácticas con ciertos resultados como
por ejemplo el escuchar sonidos místicos internos a través de la práctica de
Dhauti, o la práctica de Neti que facilita el proceso de Khechari que a su vez
conduce al Samadhi; Trataka no solo destruye las enfermedades oculares sino
que posibilita Divya Dristi que conduce a Shambhavi Mudra.
Asanas
En relación con este tema describe treinta y dos Asanas, empezando por417
Siddhasana.
Los Yoga Sutras de Patanjali no citan Asanas, pero dan sus características:
estabilidad y confort. El Hatha Pradipika describe quince; el Gheranda Samhita
treinta y dos, el Goraksha Shataka dos, Hathasanketa Chandrika, cuarenta y
ocho, Hatharatnavali, setenta y ocho. Se piensa que el n˙mero total de Asanas es
desconocido y que solo Shiva las conoció todas.
Está claro que aunque las Asanas se practican con el cuerpo, los efectos se
sienten también en la mente. El Tejobindupanishad la define como “lo que
posibilita contemplar el Absoluto continuamente y por un largo tiempo”. En el
Gheranda Samhita se describe Shavasana como produciendo efectos de quietud
y alivio mental, o sea, se entra en el plano psicológico; y en la descripción de
Bhujangasana se refiere al despertar de Kundalini. La descripción o el nombre
de las Asanas no siempre coinciden con las de otros textos.
Mudras
Pratyahara
Pranayama
Dhyana
ASANAS
PRANAYAMA SHATKARMAS MUDRAS
BANDHAS
Asana 423
La finalidad de una Asana es siempre de naturaleza mental, aunque las
consecuencias sobre el cuerpo no son menos potentes. Hacer ejercicios es una
terapia en sí; tener una rutina de ejercicios puede ser más efectivo que cualquier
terapia, ya que cuando se desbloquea la energía y se liberan las tensiones
musculares, las emociones y los sentimientos aparecen. Uno se siente más
vibrante. La respiración fluye más fácilmente.
La palabra que emplea Patanjali cuando habla de “postura”, es Asana. (Sutra 46,
segundo capítulo: Sthira Sukham Asanam). El verbo As, en sánscrito significa
sentarse, de manera que el significado original de Asana es sen- tarse. Cuando el
Hatha Yoga fue desarrollado, la palabra comenzó también a ser usada para todas
las posturas corporales. Pero para Patanjali, Asana es la postura sentado, de las
cuales hay varias clásicas, siendo la más conocida la del loto. Patanjali describe
las dos características que debe tener la postura para meditar: debe ser Sthira (sin
movimiento durante todo el período de la meditación) y Sukha (confortable).
En español se habla de una persona con buena o mala postura. Una buena
postura conlleva un buen y natural funcionamiento de nuestro cuerpo a través de
una distribución equilibrada de energía, de modo que cada parte del sistema
realiza su propio trabajo en armonía con el resto. Una mala postura, por el otro
lado, tiene un alto precio pues perjudica la respiración y comprime
indebidamente las articulaciones y los órganos internos en forma más o menos
permanente. Esto trae irremediablemente dolores de espalda, jaquecas, fatiga,
hipertensión, alteraciones gastrointestinales y problemas sexuales. Una mala
postura desequilibra la coordinación natural del cuerpo. Algunas partes efectúan
demasiado trabajo y otras, demasiado poco. ¿Necesitamos por ejemplo, tensar
tanto el cuello y alterar nuestra respiración para cepillarnos los dientes? Las
posturas Yóguicas, Asanas, nos ayudan a reestablecer concientemente nuestro
equilibrio natural. No hay que olvidar que el cuerpo es un organismo
autocurativo. Las posturas y la respiración crean las condiciones ideales para que
el cuerpo mismo se haga cargo de sus problemas. El cuerpo no solo es un
organismo autocurativo, sino que prospera en el delicado equilibrio entre
ejercicio y descanso. Este equilibrio se consigue con la práctica de Yoga.
Para el Hatha Yoga la palabra Asana significa todas las posibilidades en que el
cuerpo puede ser puesto a fin de conseguir efectos y beneficios espe- cíficos,
tanto físicos como mentales, pues un cuerpo flexible, fuerte y equili- brado
puede permanecer durante bastante tiempo confortablemente inmóvil durante la
meditación, el propósito final de todas las formas de Yoga. En otras palabras las
Asanas son un vehículo, un medio para adentrarnos en los misterios de la mente.
Las Asanas han sido cuidadosamente pensadas para tomar contacto con cada
nervio, órgano, glándula y músculo del cuerpo, estirándolos y fortaleciéndolos.
Son una herramienta de comunicación con el cuerpo para despertar las energías
en él contenidas. Son además un vehículo para integrar cuerpo y mente, una gran
oportunidad para unificar las diferentes partes del Ser y conectarnos con nuestra
propia realidad; un proceso de sensibilización creciente en el cual la atención
impregna cada parte del organismo. Los Yoguis de la antigüedad descubrieron
que hacer ejercicios físicos en forma de ritual tenía enormes consecuencias
metafísicas.
Pranayama
Las técnicas que permiten regular a voluntad la respiración reciben el nombre
sánscrito de “Pranayama”, cuya traducción más común es “la regulación
consciente de la respiración”. Aprender a regular conscientemente la respiración
tiene múltiples implicancias para el cuerpo, la mente y las emociones.
Prana, en sánscrito no sólo significa respiración, sino que también aire, aliento,
fuerza vital y energía cósmica. Sin Prana no existe la vida. Se encuentra en el
aire, sin ser aire; en los alimentos, sin ser alimento; en al agua, sin ser agua; en
los minerales, sin ser mineral. Sobretodo el aire está saturado de Prana y
mediante la respiración el organismo puede absorberlo sin dificultad. El aire
puro nos permite en consecuencia almacenar Prana. El Prana es la base y origen
de todas las formas de energía y también materia, pues la materia no es otra cosa
que energía condensada. El Prana penetra y nutre no solo nuestro cuerpo, sino
que también nuestra mente. Cuando el Prana abandona el cuerpo, éste muere;
cuando escasea, se debilita; cuando desarmoniza, enferma. El Prana, al igual que
la electricidad a) se polariza: Ha, corriente de energía positiva; Tha, corriente de
energía negativa, b) puede ser acumulado, transformado y conducido.
Pranayama, el cuarto Anga de Ashtanga Yoga del que nos habla Patanjali en sus
Yoga Sutras (Segundo capitulo, Sutra 9), trata del manejo de la fun427 ción
respiratoria, sin la cual no seria posible practicar Yoga ya que el flujo y el ritmo
respiratorio están directamente relacionados con el flujo y ritmo del pen-
samiento. Por lo tanto, el control de la respiración es, en definitiva, el control del
pensamiento, la finalidad del Yoga. Pranayama supone la manipulación de la
respiración más allá de su límite normal, estirando, acelerando y disminuyendo
su ritmo para así experimentar la diversidad total de la respiración y sus efectos
tanto a nivel denso como sutil. Transforma una práctica física en un trabajo
espiritual.
Las técnicas respiratorias del Yoga, desde el punto de vista de la salud, tienen
como objeto dilatar lo más posible la caja torácica con lo que se consigue un
importante incremento en la oxigenación de todo el organismo. Al incrementar
la oxigenación celular en todo el cuerpo, se produce un retraso en el
envejecimiento. El envejecimiento celular, y en consecuencia del cuerpo, se
produce por el aumento paulatino de los depósitos a nivel intracelular de los
“radicales libres”. Los radicales libres son en realidad desechos que van
quedando al interior de las células, y se producen como consecuencia del
proceso bioquímico mediante el cual las moléculas de glucosa se convierten en
energía para las diferentes funciones del organismo. La acumulación de los
radicales libres en los tejidos se llama “oxidación”. Uno de los medios que
conoce la medicina actual para combatir la oxidación de los tejidos a nivel
bioquímico y evitar que los radicales libres permanezcan dentro de las células, es
el aporte de elevadas dosis de vitamina C en la alimentación pues está
demostrado que dicha vitamina es uno de los mejores compuestos antioxidantes
que existen. Muchos son los estudios que revelan que las técnicas de Pranayama
disminuyen la oxidación de los tejidos ayudando a eliminar los radicales libres,
una extraordinaria forma de retrasar el envejecimiento del organismo.
La mayoría de las personas no tiene conciencia de que respira mal. Han olvidado
cómo se respira plena y totalmente con la energía y vitalidad del recién nacido.
Las investigaciones que la ciencia moderna ha hecho sobre relajación indican
que las técnicas de respiración pueden ayudar a prevenir las enfermedades
haciéndonos menos susceptibles a los virus reduciendo además los niveles de
presión sanguínea y de colesterol. Cuando respiramos de una manera relajada
pasamos de un estado metabólico destructivo a uno constructivo. Este cambio
puede afectar la síntesis de proteína, grasa y carbohidratos, aumentar la
producción de células que activan el sistema inmunológico y favorecer la
regeneración ósea y el crecimiento, además de mejorar todos los demás sistemas
del cuerpo.
En el esoterismo del Yoga, se dice que cada hombre sólo tiene derecho a un
determinado número de respiraciones para cada una de sus reencarnaciones. De
esta manera, aquel que respira precipitadamente morirá más joven y el que vive
sosegadamente y respira calmadamente vivirá mucho más tiempo. La muerte se
produce, en consecuencia, cuando la persona agota todas sus respiraciones,
como si fuese un cronómetro decreciente que se detiene al llegar a cero. Según
esta idea, las técnicas de Pranayama al hacer que respiremos menos veces por
minuto, alargarían nuestra vida.
La quietud y sutilezas del trabajo con uno mismo, son mucho más fáciles de
entender y percibir en la práctica de Pranayama que en la de Asanas. Los
movimientos de los Asanas son, en opinión del profesor Iyengar, una distracción
para la práctica de Pranayama. Cuando nos sentamos o acostamos a practicar
Pranayama los movimientos naturales del cuerpo desaparecen y es posible
concentrarse completamente en las cualidades internas del trabajo con la
respiración. Al hacer esto uno puede familiarizarse a un nivel celular con la
experiencia de quietud y calma. Uno descubre que hay una especie de ritmo en
el cuerpomente. Cuando comenzamos a experimentar este ritmo a través de una
práctica diaria de Pranayama, sus efectos se manifiestan también en forma
espontánea en la práctica de Asanas, y una vez que uno se da cuenta de las
sutiles y rítmicas cualidades de la respiración y del cuerpo, y cómo nos ayudan a
enfocar la mente, nos damos cuenta también de que este ritmo siempre estuvo
presente en la práctica de Asanas. Simplemente no nos habíamos dado cuenta
antes porque toda nuestra atención estaba en el desafío muscular de las posturas.
Shatkarmas
Como escribió la Dra. Alicia Souto en sus artículos sobre el Hatha Pradipika y el
Gheranda Samhita, los Shatkarmas también son llamados Shodhana Kriyas, pues
son potentísimas técnicas que desintoxican y purifican el cuerpo desde adentro
hacia fuera. Algunas de estas técnicas han sido consideradas por algunos
occidentales como “asquerosas” y continúan choqueando incluso a muchos
practicantes de Yoga. Los Shatkarmas nos enseñan cómo relacionarnos más
íntimamente con nuestros procesos internos y pueden ser una gran herramienta
para superar la forma de cómo muchos nos relacionamos con nuestras funciones
corporales. Cuando aprendemos a ayudar a nuestro cuerpo en sus procesos
eliminatorios, facilitamos al mismo tiempo el camino hacia el bienestar y la auto
curación. Por cierto, todas las prácticas de Yoga actúan como Shodhana, pero el
primer capítulo del Gheranda Samhita se refiere específicamente a los seis
procesos purificatorios que curiosamente tienen ciertas similitudes con el Pancha
Karma del Ayurveda. Por su parte, el Hatha Pradipika presenta los Shatkarmas
en el capítulo dedicado al Pranayama lo que indica cuán importante es purificar
el cuerpo de exceso de mucosidad y toxinas antes de emprender la práctica de
Pranayama.
El Shodhana Kriya del Gheranda Samhita describe trece Dhautis, dos formas de
Vasti, una de Neti, una de Trataka, una forma de Nauli y tres de Kapalabhati, en
total, veinte y un Kriyas. La purificación del cuerpo conduce a la libera- ción o
Mukti. El Gheranda Samhita conecta estas prácticas con ciertos resultados como
por ejemplo el escuchar sonidos místicos internos a través de la práctica de
Dhauti, o la práctica de Neti que facilita el proceso de Khechari que a su vez
conduce al Samadhi; Trataka no solo destruye las enfermedades oculares sino
que posibilita Divya Dristi que conduce a Shambhavi Mudra.
Las seis técnicas de purificación física son: Dhauti, Vasti, Neti, Trataka, Nauli y
Kapalabhati. Todas estas técnicas no solo purifican internamente el cuerpo, sino
que también ayudan a armonizar las energías sutiles del cuerpo y de la mente.
Nunca hay que usar los Shatkarmas (Kriyas) como antitodo para los desmanes
alimenticios o para hacer experimentos con uno mismo. Es absolutamente
importante practicarlos con un instructor calificado o con un buen especialista en
medicina Ayurvédica.
Dhauti
Los 13 Dhautis que describe el Gheranda Samhita son:
1. Vatsara Dhauti:Purificación por medio del aire. Consiste en tragar aire por la
boca y expulsarlo por el ano.
2. Varisara Dhauti:Purificación por medio del agua. Consiste en beber mucha
agua salada y expulsarla por el ano.
3. Agnisara Dhauti:Porificación por medio del fuego. Consiste en con- traer y
expandir el abdomen rápidamente con los pulmones vacíos.
431
4. Bahiskrita: Lavado del intestino grueso.
5. Danta Dhauti: Limpieza de los dientes por medio de su frotación con ciertos
polvos.
6. Jihva Dhauti: Limpieza de la lengua.
Es un refinamiento de Agnisara
Dhauti. Consiste en aislar los múscu
los abdominales y girarlos a volun
tad, produciendo un intenso masaje
a los órganos internos que estimula la
perístasis de los intestinos y ayuda a la
digestión y eliminación. Hay que prac
ticarlo de preferencia temprano en la 435mañana y con el estómago vacío.
Kapalabhati
Por su parte, el conocido autor André Van Lisbeth dice lo siguiente sobre
Kapalabhati:
Es también una técnica que permite limpiar completamente los pulmones pues
provoca una expulsión masiva del CO2 cuya proporción en la sangre baja
rápidamente. Es una limpieza total del organismo si se hace por lo menos
durante unos tres minutos. La sangre por su parte, se satura de oxígeno y las
células se apresuran a obtener lo que les corresponde, expulsando al mismo
tiempo su CO2. Estimula de este modo la respiración celular que se manifiesta
por una sensación de calor en todo el cuerpo. El diafragma desempeña una
importante función activadora de la circulación pues aspira la sangre venosa que
es devuelta al ciclo re-oxigenada. Todas las vísceras de la cavidad abdominal se
tonifican y reciben un masaje en forma fisiológica. Activa también el
peristaltismo y lucha contra el estreñimiento. Tiene efectos muy profundos sobre
el sistema nervioso, en particular sobre el neurovegetativo.
Mudras
En relación a los Mudras y Bandhas hay gran divergencia en cuanto al número,
nombre y características en los textos Puránicos de Hatha Yoga y también en los
Tántricos. En el tercer capítulo del Hatha Pradipika se describen los siguientes
diez Mudras: Mahamudra, Mahabandha, Mahavedha, Khechari, Uddiyana
Bandha, Mula Bandha, Jalandhara Bandha, Viparita Karani, Vajroli y
Shaktishalani. De éstos, Khechari es el más elogiado.
El texto Tántrico Sarada Tilada dice que el término Mudra nace de “Mud”
(disfrutar y ser feliz) y Ra (dar). Los comentaristas de este texto interpreta
Mudra como una sensación de bienestar.
Swami Digambar autor del libro “best–seller” “Claves del Yoga”, define Mudra
como “una postura, gesto o ejercicio especifico que canaliza la energía creada
por las Asanas y Pranayama hacia los centros psíquicos (Chakras), colaborando
con el despertar del Kundalini (energía espiritual). Los Mudras constituyen la
antesala del proceso meditativo y sus repercusiones más directas son la
estabilización emocional y la concentración interiorizada. Hay Mudras muy
simples, mientras que otros son una compleja combinación de Asana, Pranayama
y Bandhas. En ocasiones algunos Mudras se producen espontáneamente como
consecuencia de la regulación del fuído Pránico y de una actitud mental
adecuada”.439
Aswini Mudra
Práctica:
Siéntate sobre un talón en Siddhasana de modo de tener una buena sensación del
área del periné. Si esta postura te resulta difícil, siéntate en cualquiera otra de
piernas cruzadas. Haz ahora Mula Bandha. Respira profundamente unas cuantas
respiraciones. Al comienzo, después de una inhalación profunda contraerás y
levantarás toda la región pélvica. Retén el aliento manteniendo la región pélvica
levantada. Después de unos cuantos segundos, suelta suavemente el aire y Mula
Bandha. Respira normalmente.
Repite este procedimiento unas cuantas veces. Enseguida, haz lo mismo, pero
esta vez durante Kumbhaka suelta la contracción, pero rápidamente
reestablécela, vuelve a contraer, vuelve a soltar, y así repetidamente hasta que
sientas que es suficiente. Exhala suavemente y respira nuevamente en forma
normal. Este es un “round” de Aswini Mudra. Puedes hacer cuantos “rounds”
desees, y a medida que practiques comenzarás a diferenciar los músculos que
intervienen de modo que dejarás de usar algunos de ellos. No te preocupes si los
genitales y todo el periné se mueven al mismo tiempo, es normal.
A las personas a quienes les resulte fácil esta operación se les recomienda hacer
Aswini Mudra entre “rounds” de Kapalabhati o Bhastrika, mientras se enfocan
en el tercer ojo. No es importante cuantos hagamos al comienzo. Lo importante
es ir aumentando el número en forma gradual y consistente. Evidentemente no
hay que ocasionar tensión o estrés.
Beneficios:
Tonifica y relaja el área del recto. Prepara para Mula Bandha y Vajroli Mudra.
Los aspectos sutiles de Aswini Mudra se experimentan cuando se puede, a
voluntad, producir una onda de conciencia de apertura, y relajo en esa región,
eliminando las tensiones e interferencias con los movimientos dinámicos de
Apana. Aswini Mudra tiende a reducir Apana Vayu e incrementar Prana Vayu.
Ejecución:
- Acostado boca arriba en el suelo, levantar las piernas hasta formar un águlo
recto.
- Levantar las caderas y sostenerlas con las manos. Las piernas deben estar bien
estiradas y verticales en relación con el suelo.
- El pecho no presiona el mentón, como ocurre en Sarvangasana
- Se aplica Mula Bandha.
El concepto de Surya en el ombligo y luna en el paladar y néctar segregado por
la luna y su consecuente absorción por parte del sol no es comprendido en
términos de anatomía y fisiología moderna. De acuerdo a la fisiología y mística
Yóguica, el Amrita (néctar) que segrega la luna es consumido por el fuego del
sol, cuya función es destruir por combustión. Del mismo modo en la reabsorción
cósmica (Pralaya) Rudra devora los mundos a través del sol que absorve toda la
humedad de la tierra y la savia de las plantas y criaturas. Se refiere a revertir la
polaridad magnética interna del organismo sutil con lo que se activa Kundalini.
Pero los gestos o Mudras simbólicos no son privativos del Yoga, de la cultura de
la India, ni de su religión, ya que los encontramos también en los ritos de otras
confesiones religiosas como el budismo, el cristianismo católico ortodoxo 445y en
las creencias primitivas de todos los pueblos, lo que viene a confirmar la
Hay Mudras para los ojos, la lengua, el cuerpo y en donde mejor los vemos
representados es en la danza clásica de India en la que la bailarina realiza
complejos y significativos Mudras demostrando sentimientos, emociones y
estados de ánimo. La mayoría de los Mudras son para las manos. Los más
conocidos son:
Jnana Mudra : Este Mudra se usa principalmente durante la meditación y
durante la práctica de Pranayama. En este Mudra los dedos índice y pulgar de
cada mano se juntan y el resto de los dedos se estiran; el dorso de las manos se
apoya sobre las rodillas. Este gesto conecta los polos positivos y negativos,
representados por los dedos índice y pulgar de cada mano. Por ellos pasa una
corriente de bajo amperaje.
Jnana Mudra
Pronam Mudra
Sanmukhi Mudra : En este Mudra los oídos están tapados con los pulgares y
los codos se mantienen a la altura de los hombros. Los dedos índices y medio
cubren suavemente los ojos. Los dedos anulares angostan las ventanillas de la
nariz y los meñiques se ponen sobre el labio superior. Este Mudra es una
práctica de Nada Yoga y se usa para escuchar sonidos interiores.
Sanmuki Mudra
2. Enrosca la lengua hacia arriba y hacia atrás, de modo que la punta presione el
paladar blando. Al comienzo la lengua se cansará, pero pronto te acostumbrarás.
En la práctica de Yoga los Mudras ocupan un lugar muy importante, pero se van
incorporando gradualmente a medida que el alumno va avanzando. En los
aspectos rituales del Tantra Yoga está la mayor cantidad de Mudras para activar
y manejar energías dormidas. Por este motivo estas técnicas deben ser
aprendidas con un instructor idóneo.
Hasta Mudra con Kali Ray
Los Hasta Mudras provienen del Natya Shastra, un texto medieval que describe
el arte dramático hindu, una mezcla de música, danza, lenguaje gestural y teatro
que expresan diferentes estados de ánimo, sentimientos, emociones, etc.El
público poco informado interpreta los Mudras simplemente como posturas
manuales, pero hay Mudras de muy diferentes tipos. Algunos de los Mudras del
Hatha Yoga, Kundalini Yoga y el Kriya Yoga son prácticas de meditación.
Los Hasta Mudras (Mudras de las manos) que he seleccionado para este artículo
del libro de mi amigo Gustavo Ponce, se usan en un contexto devocional.
Normalmente se enseñan uno por uno y luego como una secuencia, en la que un
Mudra se transforma en el siguiente. También pueden ser mantenidos en cada
lugar durante varias respiraciones. La posición de las manos en, o frente al
cuerpo es importante para el flujo energético del Prana. En la secuencia que he
preparado para esta ocasión, se indica claramente en qué parte debe ubicarse
cada Hasta Mudra en particular. La respiración debe ser rítmica, idealmente la
respiración natural diafragmática. Los ojos pueden451 estar abiertos con un
enfoque relajado, o cerrados y la mente concentrada en Ajna Chakra. La postura
del cuerpo debe ser relajada y la mente debe estar serena.
Al describir los Mudras, he numerado los dedos para que se entienda mejor la
explicación. El pulgar es el primer dedo, y el resto están enumerados a partir de
ahí, siendo el meñique el número cinco.
1. Jnana Mudra: Las palmas hacia arriba o hacia abajo sobre las rodillas:
Bandhas
En el cuarto libro de esta colección –Iyengar Yoga- hay una reseña completa
sobre el tema de los Bandhas, las llaves energéticas. En los textos clásicos las
prácticas de Mudras y Bandhas no estaban diferenciadas por lo que una misma
técnica era considerada Mudra y otras veces Bandha. A partir de la
sistematización del Hatha Yoga se diferenciaron los Mudras de los Bandhas.
Los Bandhas son como compuertas internas dentro del cuerpo, que nos permiten
regular el flujo de Prana o energía vital generada por las posturas y la
respiración. Estas compuertas concentran la energía en diferentes puntos del
cuerpo y la proyectan, desde la base de la columna hacia arriba por medio de una
red de 72.000 canales energéticos que pertenecen a nuestro cuerpo energético, y
que se conocen con el nombre de Nadis. Luego, nuestras células asimilan esta
energía para equilibrar el sistema nervioso.
Los Bandhas son herramientas de las que se sirven solamente las personas que
practican Yoga. En otras disciplinas o en la vida cotidiana también son usados,
pero no en forma consciente como en el Yoga. Los Bandhas no sólo distribuyen
la energía, protegen y estabilizan la columna vertebral, sino que también
contribuyen a aumentar la vitalidad general. Su uso debe ser aprendido bajo la
dirección de un profesor experimentado.
Bandha es una palabra sánscrita que significa “juntar, concentrar, sellar”. Todos
los puntos del cuerpo donde la energía es atrapada y concentrada –Bandhas-
tienen forma de arco. Los Bandhas más usados en Yoga son los que se forman
en el arco de la planta de los pies (Pada Bandha); el arco de la pelvis con el
diafragma pélvico (Mula Bandha); el arco de las costillas inferiores con el
diafragma inferior torácico (Uddiyana Bandha); el arco de los huesos de las
mandíbulas con el piso de la lengua (Jalandhara Bandha), y la palma de la mano
(Hasta Bandha). En el caso del arco de la planta de los pies, es claro el efecto
que produce en el resto del cuerpo: por un lado, la acción de la fuerza de
gravedad hace que los pies se “enraícen” en el suelo creando una fuerza de
rebote o “Fuerza Normal de Newton”, y por el otro, para atrapar la energía
dentro del arco, los músculos de la periferia de los pies deben concentrarse en el
centro del arco. Esta doble acción de “enraizar” y de concentrar la energía en el
centro, hace que suba hacia el resto del cuerpo. Los Bandhas, en consecuencia,
distribuyen y conectan la energía entre las diferentes partes del cuerpo.
En este capítulo nos concentraremos en el Yoga para niños y Yoga para el adulto
mayor. El libro Nº 10 de esta colección está dedicado a la mujer.
Los niños, a partir de los 6 o 7 años pueden iniciar la práctica de Yoga, sin
importar sus habilidades físicas y aunque ya hayan perdido la flexibilidad que
tenían cuando bebés. En la India tradicionalmente se inicia a los niños en el
Yoga a la edad de 8 años y se les empieza enseñando básicamente tres técnicas
para equilibrar los tres niveles: físico (Suryanamaskar); emocional (Gayatri
Mantra); y mental (Nadi Shodana Pranayama).
Los niños necesitan ejercicio, pero pocas personas saben que realizar ejercicios
equivocados es tan dañino o más, que no hacer ningún ejercicio. Muchos padres
empujan a sus hijos a hacer ejercicios demasiados vigorosos y competitivos, sin
darse cuenta de los problemas que se pueden presentar a largo plazo.
El Yoga ayuda a los niños desde una temprana edad, a comprender como trabaja
el cuerpo. Les ayuda a desarrollar ese sentido común del cuerpo, la base para
construir una vida significativa.
Las posturas se mantienen sólo algunos segundos. No hay que congelar a los
niños en posiciones inconfortables. La clase no debe durar más de una hora y los
últimos 10 minutos se dedican a hacer algo tranquilo. Los adultos usualmente
practican todos los días, pero para los niños basta con una o dos veces a la
semana. Los adolescentes estresados se benefician mucho practicando todos los
días, aunque sólo sea durante 15 minutos.
Alice Ponce
No hay duda que la osteoporosis afecta mayormente a las mujeres, pero los
hombres no se escapan: Acabo de leer en el Mercurio que el 13% de los hombres
que sufren una fractura a la cadera fallece en el transcurso de un mes, sobretodo
por complicaciones cardiovasculares y neurológicas. Así de frágil es la situación
masculina frente a la osteoporosis. Independientemente del sexo y de la edad, los
niños y adultos que mantienen una vida activa tienen mucha más masa ósea que
sus contrapartes sedentarios.
¿Qué es envejecimiento?
Es la menor capacidad de las células y de los diferentes sistemas del cuerpo para
reaccionar. ¿Qué le sucede al cuerpo a medida que envejecemos?
• Sistema nervioso: Las células del cerebro no pueden regenerarse como antes y
su eficiencia se ve disminuida. La entrega de nutrientes y oxígeno se ve también
reducida debido al debilitamiento del corazón, lo que afecta el funcionamiento
del cerebro. Lo mismo ocurre con otras áreas del sistema nervioso. El aumento
de toxinas en las neuronas causa variadas enfermedades. Las funciones
intelectuales de la mente sufren. El número de horas de sueño decrece y es
notoria la pérdida de memoria.
465
• Vista, oído y olfato: Empeoran debido a que la sangre a estos órganoss
disminuye.
No hay medicina que pueda impedir que nuestros sistemas fallen cuando nos
ponemos viejos. Sólo el ejercicio y una dieta sana pueden ayudarnos a llevar
mejor el peso de los años. Es cierto que algunas personas no han hecho un sólo
ejercicio en sus vidas y sin embargo viven muchísimo tiempo, pero la calidad de
vida de estas personas no siempre es tan buena como uno desearía. Vivir no es
tan importante como vivir bien. Gozar de buena salud durante toda la vida es
mucho más significativo. Sólo los ejercicios Yóguicos pueden preservar la salud
“celularmente” hablando. No son agresivos ni tienen efectos secundarios.
Durante la práctica del Yoga y la relajación guiada propia del Yoga, la mente
controla la producción de radicales libres. Si hay demasiado estrés en la mente,
el cuerpo sufre. Si la mente no es usada, el cuerpo asimila los radicales. Una
mente sana optimiza la producción de radicales libres y su descarte.
El Yoga dice que la edad solo afecta el cuerpo, no afecta el ser interior. El ser
interior no envejece si eliminamos el sufrimiento de nuestra forma de vivir, si
entendemos el verdadero propósito de la existencia y si tenemos una razón para
estar vivos. Envejecer con gracia es un arte, un arte que puede ser practicado por
todos.
Deepak Chopra, en su libro “Ageless Body, Tímeles Mind”, sugiere que antes de
responder la pregunta título de este capítulo, hay que detenerse un momento a
considerar primero de qué tipo de edad estamos hablando. Según Chopra hay
tres tipos de edad:
La edad cronológica es la menos confiable, pues hay personas jóve - nes según
el calendario que tienen cuerpos como si fuesen realmente viejos y están
plagados de enfermedades. Hay otras personas mayores, también según el
calendario, que nunca se enferman y que tienen cuerpos saludables. Para saber
realmente cuán viejo o cuán joven uno es, lo que importa es la edad biológica.
Nos dice cómo el tiempo ha afectado nuestros órganos y tejidos en comparación
con otras personas de una edad cronológica similar.
Se sabe que la edad biológica puede ser alterada mediante el ejercicio regular. Se
sabe que el ejercicio regular hace bajar la presión sanguínea, el sobrepeso, el
desequilibrio en el azúcar y la merma en la musculatura. Los geriatras afirman
que aquellos adultos mayores que deciden adoptar una rutina que incluya
ejercicios y cambio de hábitos puede agregar como promedio, diez años a la vida
de esa persona. Tu cuerpo entonces, rejuvenece o envejece dependiendo de
cómo lo trates.
Tu tercera edad, la edad sicológica, es aún más flexible. Al igual que la edad
biológica, es completamente personal. Es imposible que dos personas tengan la
misma edad sicológica porque no pueden haber tenido exactamente las mismas
experiencias en la vida.
Podemos decir también que la edad biológica está influenciada por la edad
sicológica.
¿Qué personas tienen más posibilidades de llegar a los 100 años?
Es cierto que hay muchas personas que simplemente vegetan, que no tienen un
deseo especial por mantenerse vivos, que son rígidos en sus costumbres y que a
pesar de esto, llegan a tener incluso más de 100 años. Sin embargo, los estudios
científicos han demostrado que entre aquellas perso- nas que llegan a tener 100
años o más, las cualidades positivas de estas personas parecen ser determinantes,
y tienen que ver cómo se adaptan mentalmente. Según los expertos, las personas
con mejores chances de llegar a los 100 años son:
Si nada tiene que ver contigo 0 puntos Si a veces tiene que ver contigo 1 punto
Si generalmente tiene que ver contigo 2 puntos Si casi siempre tiene que ver
contigo 3 puntos
12. Si se me da a elegir entre un trabajo que paga bien, pero que es aburrido, y
un trabajo que paga la mitad, pero que es entretenido y me gusta, tomo este
último trabajo.
13. Mi estilo de trabajo con las personas que tengo a mi cargo es dejarlos que
hagan lo que quieran en lugar de tenerlos totalmente controlados. Trato de
interferir lo menos posible.
Evaluación de tu puntaje:
50 puntos o más:
30-40 puntos:
20-30 puntos:
Tienes ideas bien definidas sobre lo que es correcto y lo que no es, y pones una
alta prioridad en defender tus puntos de vista. Trabajar en tu crecimiento
personal no ha sido hasta ahora la principal prioridad de tu vida. Eres
probablemente una persona bien organizada y con metas claras. Si te encuentras
en una situación conflictiva o de competencia, definitivamente quieres estar en el
lado ganador.
Bajo 20 puntos:
Has sido probablemente dominado por uno o ambos padres cuando niño. Temes
el rechazo y te pones muy crítico cuando la gente no está de acuerdo contigo.
Tienes tu forma de hacer las cosas y no te agradan las sorpresas. Es probable
también que seas obsesivo con el orden y tengas muchas preocupaciones
escondidas, o al revés, que seas muy desorganizado y reacciones fuertemente
cuando algo te ocurre.
El método Iyengar está cambiando continuamente; cada vez que alguien regresa
de Pune, cuenta que “ahora han incluído en el método tal o cual postura o
técnica”, que no existía previamente. El saludo al sol, por ejemplo, se les
enseñaba antiguamente sólo a los niños, pero ahora también se les enseña a los
adultos, y como no existe una sóla forma de hacer Suryanamaskar, presentamos
dos de ellas:
1) Saludo al Sol apropiado para niños y
adultos mayores
477
2) Saludo al Sol apropiado para niños y adultos jovenes
El saludo al sol, normalmente se repite doce veces, para simbolizar los doce
nombres que tiene el dios Sol en la mitología hindú. Según algunas tradiciones,
cada vez que se hace un saludo hay que mencionar cada uno de sus nombres.
Hasta hace solo unos cuantos años atrás los días viernes en la tarde el profesor
Iyengar solía hacer, para deleite de todos nosotros, 108 Viparita Chakrasana de
corrido. Un verdadero espectáculo de coordinación, fuerza y belleza. Esta es una
técnica aconsejada por el maestro para trabajar con adolescentes y personas que
deseen estar en óptimas condiciones físicas. Los profesores la deberían incluir
también en su práctica, por lo menos una vez a la semana, para dar el ejemplo.
El número 108 en la tradición hindú tiene una connotación especial pues
representa los 108 nombres de Dios.
479
Beneficios del Hatha Yoga
El Hatha Yoga además de desarrollar elasticidad, fuerza y tonicidad muscular,
retarda el envejecimiento, mejora el funcionamiento de los órganos internos, da
más energía, mejora la concentración y la memoria, desarrolla la voluntad y
combate la depresión. Dependiendo del método de Hatha Yoga que se practique,
algunos de ellos pueden producir dramáticos resultados en el acondicionamiento
cardiovascular y respiratorio. Sus beneficios pueden ser apreciados incluso
durante las primeras semanas de práctica diaria. Es imposible no detenerse a
pensar en que esta ciencia que usa el cuerpo como instrumento, es un
extraordinario medio para preservar y purificar también la mente.
El doctor Francisco Soza, jefe de cirugía artroscópica del Hospital San Borja
Arriarán y especialista en medicina deportiva explica que las posturas del Yoga
hacen trabajar todos los grupos musculares del cuerpo, tonificándo- los y
dándoles flexibilidad. Es por este motivo que muchas personas se acer- can al
Yoga para mejorar su rendimiento en los deportes o bien, su apariencia. El
doctor Soza dice que hay numerosos estudios científicos que demuestran los
efectos positivos del Yoga en la disminución de la hipertensión arterial y que
ciertas posturas ayudan a los pacientes post infarto a recuperarse más
rápidamente. Agrega que los ejercicios de flexibilización y relajación del Yoga
ayudan a estimular el sistema inmunológico, porque aumentan la oxigenación
celular y mejoran la irrigación sanguínea, lo que beneficia todo el funciona-
miento interno del organismo. Por su parte Ruth Weinstein, psicóloga clínica de
la Universidad de Chile, recomienda el Yoga a las personas con baja auto
estima o a quienes tienen problemas derivados de desordenes con la alimen481tación, depresión,
En general los beneficios sobre la salud del Hatha Yoga son el resul - tado de
una práctica regular de Asanas, del control de la respiración, de las técnicas de
relajación y limpieza interna del cuerpo, de una alimentación apropiada, de la
meditación y de numerosas otras técnicas.
Beneficios fisiológicos:
Beneficios sicológicos:
Beneficios bioquímicos:
• Disminuye el colesterol y el azúcar en la sangre.
• Aumenta las proteínas de suero.
• Aumenta los niveles de plasmáticos de testosterona.
• Aumenta los niveles de hemoglobina y hematocrito en la sangre.
• Disminuye el PH de la sangre y el nivel del lactato arterial.
• Aumenta la vitamina C.
• Al mejorar el perfil bioquímico general se produce un efecto anti-estre-
• Obesidad.
• Hipertensión.
• Angina (dolor al pecho) debido a la isquemia (falta de oxígeno al músculo
• del corazón).
• Asma bronquial.
• Diabetes.
• Enfermedades crónicas a los pulmones.
• Dolores de cabeza.
• Dolores de estómago.
• Tabaquismo.
• Mejora notablemente.
• Según la postura el torrente sanguíneo puede ser cambiado en cualquier
dirección.
• Las arterias y venas se mantienen blandas y elásticas.
Pulmones
clima.
Sistema gastrointestinal
• Los órganos abdominales son masajeados.
• Las secreciones digestivas pueden aumentar o disminuir.
485
Riñones
• Se regula la función de los riñones, debido al masaje que reciben.
• La función muscular de la vejiga se mantiene en buenas condiciones.
Sistema endocrino
Sistema nervioso
Sistema locomotor
• No hay desgaste.
• Articulaciones, ligamentos y músculos se mantienen blandos y flexibles.
• El rango de movimiento aumenta enormemente con la práctica de Yoga.
• No se produce fatiga química en los músculos. Los huesos se mantienen
Quien desee familiarizarse con los beneficios y los efectos que una postura
particular puede tener en el organismo o en la mente, puede consultar textos
como “Light on Yoga” de B.K.S. Iyengar o “Integral Yoga” de Swami
Satchidananda, dos obras muy respetadas como libros de referencia.
HATHA YOGA
tura externa
• La toma de conciencia es interna
Chakra del entrecejo Sentidos, intuición, telepatía, meditación, comprensión profunda, clarividencia.
Chakra del corazón Aire, compasión, amor hacia los otros. Altruismo.
Glándula Pituitaria
Podría enviar señales a las glándulas de que secreten menos hormonas estresantes.
Glándula Tiroides
Podría enviar señales para que secreten menos hormonas metabólicas.
Corazón
Fortalece el sistema circulatorio;baja la presión sanguínea.
Pulmones
Mejora la respiración profunda.
Glándulas Adrenales
Podría desactivar la respuesta de estrés suprimiendo adrenalina.
Riñones
Promueve el drenaje de desper
LO MÍSTICO
Para conseguir la iluminación y tener buena salud es necesario que la energía vital fluya libremente (Prana)
y que los siete principales chakras (vórtices energéticos) estén alineados. (Un octavo chakra, o aura, rodea y
engloba los otros siete). Los tres Chakras inferiores se ocupan de las necesidades físicas del cuerpo, en tanto
que los Chakras superiores están asociados con el campo espiritual.
Musculatura
LO CIENTÍFICO
Se ha demostrado que los ejercicios respiratorios hacen disminuir la presión sanguínea y bajan los niveles
de las hormonas que causan estrés. El elongamiento del cuerpo por medio 491 de las posturas promueve un
mejor drenaje de los vasos linfáticos, el sistema que tiene el cuerpo para deshacerse de sus desechos.
Mantener las posturas podría desarrollar tono muscular, que realza el bienestar físico y protege las delicadas
articulaciones contra lesiones.
En general caemos en el engaño de creer que nos conocemos, pero Carrel tiene
razón al sugerir que el conocimiento de nosotros mismos es el más493 deficiente
de todos. Pocos de nosotros comprendemos el delicado equilibrio que nuestro
cuerpo mantiene, por no mencionar la fuente de nuestros sentimientos y deseos.
Sin embargo, sin saber estas cosas no podemos dar una respuesta sensata a la
pregunta: “¿Dónde reside la vida humana?”
Siendo así las cosas, resulta cuestionable que estemos en situación de llevar una
vida plena o de abrir un sendero a la felicidad humana, en el sentido en que
Carrel lo proponía. En mi opinión, comprender la propia vida es una condición
necesaria para llevar una vida plena y feliz.
Un ser humano tiene en sí unos cinco mil millones de partículas de ADN que le
dan una enorme cantidad de información heredada. Estas partículas son tantas
que nadie podría utilizar toda esa información en una sola vida; se piensa que la
mayor parte de los hombres utiliza sólo una pequeña fracción de ella. La
información trasmitida por los genes de ADN se podría identificar con lo que
Jung consideraba la sabiduría y la experiencia acumuladas de la humanidad.
Como ejemplo de sabiduría acumulada, es posible que la generalizada repulsión
de los seres humanos hacia las serpientes sea el recuerdo heredado de una era
prehistórica en que debimos luchar contra los reptiles por el dominio de la
Tierra.
La información trasmitida por los genes permanece en su mayor parte, sin usar.
Aún en los genios más notables, cuando menos dos terceras partes del cerebro
permanecen en estado latente durante toda la vida. Una vida no basta para
emplear todo el potencial del cerebro. Si en verdad se lo utilizara a pleno, la
gente poseería una capacidad intelectual mucho mayor que la actual. Esto se
parece mucho a decir que en la vida humana hay potencialidades ilimitadas. No
debemos olvidar que el hombre está dotado por la naturaleza de la capacidad del
bien y el mal. Puede llegar a ser verdaderamente sabio o astuto y malvado. Aún
si pudiéramos utilizar plenamente nuestra información innata, quedaría en pie la
cuestión de utilizarla para buenos o malos propósitos.
Esta idea recibe sorprendente apoyo de dos fenómenos fisiológicos. Uno 495 es la
capacidad del cuerpo de renovarse y, bajo ciertas circunstancias, de curarse a sí
mismo. El otro es el proceso de inmunización.
Sin las células cerebrales no habría fenómenos espirituales, pero las células
cerebrales en sí, no son la vida. Son la manifestación de la energía vital que lleva
a cabo la actividad espiritual. Para comprender la verdadera naturaleza de la ley
espiritual de la vida, que es una parte integral de la vida, debemos observar más
de cerca la esencia de la energía vital.
Introducción
Aunque el Yoga fue introducido en occidente hace poco más de 100 años, sólo
hace unas tres o cuatro décadas empezó a ser realmente conocido, y en gran
parte, gracias a los famosos. En 1968, los Beatles y Mia Farrow fueron a la India
a sentarse a los pies de Maharishi Mahesh Yogui. A partir de ese momento el
desarrollo del Yoga, y en especial en los últimos 10 a 15 años, ha sido
vertiginoso a tal punto que cada vez uno oye hablar con mayor frecuencia de “La
Industria del Yoga”. Al comienzo, el mensaje era limpieza mental, una forma no
tóxica de emprender vuelo. Luego se empezó a ver el Yoga como una especie de
medicina preventiva para reducir el estrés y en estos precisos momentos en que
escribo estas líneas, el mensaje es “Fitness”, “Fitness”, es decir, estar en forma,
ser flexible, fuerte y resistente. Hoy en día no hay gimnasio que se precie que no
tenga entre sus actividades clases de Yoga, que en estos lugares no pasa de ser
una mera práctica física para mantenerse en forma, no muy diferente a la
gimnasia aeróbica. No hay nada de malo en esto, pero pensar solamente en el
cuerpo es alejarse de la esencia del Yoga. Como profesores debiéramos
esforzarnos más en integrar armónicamente todas las direcciones que ha tomado
el Yoga en los últimos 30 a 40 años y mantener su esencia, es decir, dar a
conocer a nuestros alumnos las herramientas para limpiar la mente, prevenir
enfermedades y mantener el cuerpo en forma.
505
Christy Turlington (portada gentileza de la revista Time)
Hoy son millones los occidentales que practican Yoga, en especial en Estados
Unidos y Europa. En Latino América recién comienza, pero con mucha fuerza.
Sobretodo en la televisión norteamericana se invita regularmente a participar en
“Talk Shows” (conversaciones con gente famosa, a cargo de una conductora
también famosa) a los “Gurus” del momento, desde Deepak Chopra hasta
Rodney Yee a hablar de Yoga. También es común ver en estos programas a
modelos, actores y actrices, hablando de lo bien que les ha hecho el Yoga: bajé
de peso; dejé de fumar; ya no tengo miedo a volar; salvé mi matrimonio; he
vuelto a dormir, etc. La lista de famosos en Norteamérica incluye a Madonna,
Sting, Julia Roberts, Sarah Jessica Parker, Kristin Davis, Paul Simon, Ruby
Wax, Gwyneth Paltrow, Mariella Frostrup, Angelina Jolie, Meg Ryan, Dennis
Quaid, Charlie Sheen, Gwyneth Paltrow y tantos otros que la lista sería más
corta si mencionaramos solamente a los que no hacen Yoga. En la escena chilena
podríamos decir, a juzgar por los actores y actrices y “rostros” de TV que están o
han pasado por Yogashala que aquí también ocurre lo mismo. En el mundo del
deporte también son varios los que han sido cautivados, por ejemplo, la estrella
del baloncesto Kareem Abdul-Jabbar y el beisbolista Orlando Hernández. Leí
incluso en una revista que hasta Mónica Lewinsky fue vista en el centro
Jivamukti en Nueva York.
El explosivo interés de los famosos y por supuesto de todos aquellos que los
imitan, dio origen a una verdadera industria: vacaciones de Yoga en Grecia,
Goa, Sinaí, Machu Pichu, Costa Rica, Ibiza, México, y muchos otros lugares.
Han surgido también agencias de turismo especializadas en peregrinajes a los
sitios sagrados en los Himalayas y a los Ashram indios y también a las
multitudinarias celebraciones conocidas como los Kumbha Melas a orillas del
rio Ganges. Una oportunidad única para purificar el alma para toda la vida con
una buena zambullida en sus aguas. Esperamos que pronto nuestro “Yoga Resort
& Spa Canal Om”, sea también incluído en la lista de lugares para practicar y
tomar vacaciones al mismo tiempo.
No hay duda, que en el Yoga hay plata, de hecho, en muchos casos ser profesor
de Yoga, más que una vocación, es una carrera. Pero no sólo los “Gurus” que en
nuestro país se hacen llamar “maestro” hacen dinero, sino que también la
industria que vende todo tipo de tées y productos alimenticios Yóguicos, la
industria que vende cintas, compact discs, música de relajación y New Age,
libros como éste, revistas especializadas y una inmensa parafernalia de la India,
como estatuillas, imágenes del panteón de dioses, objetos decorativos e
inciensos. Incluso Hollywood hizo una película, The Next Best Thing, en la que
la protagonista, nada menos que Madonna, actúa como instructora de Yoga. Es
probable que esta película no le haga un gran favor al Yoga como tal, pero a
través de ella, millones de personas, por primera vez, se enteraron de la
existencia de una tradición que de otra manera habría continuado siendo
desconocida para ellos.
Madonna a la salida de una clase de Yoga en Londres, 1999. (Gentiliza de S. Rangaswami)
Hemos visto como una milenaria tradición está comenzando a tomar importancia
y un lugar en nuestra sociedad. Tanto es así que muchos investigadores y
507científicos de mente amplia han considerado que el Yoga puede llegar a ser una
Cada día que pasa el Yoga es más popular y mayor el interés por saber de qué se
trata, especialmente en este momento en que en todas las sociedades del mundo
hay más gente obesa y más ruido ambiental que nunca. Por el momento, los
obesos se han mantenido alejados del Yoga, aunque son los que más lo
necesitan. Mientras más ruido en el ambiente más necesidad de buscar el
silencio y la paz. Más de 100 años después de que el Yoga llegara a occidente y
a juzgar por la nueva y creciente “Industria del Yoga”, existe hambre universal
por tener respuestas a las preguntas claves de la existencia que hasta el momento
no han sido satisfechas ni por las religiones convencionales ni por la ciencia
moderna. El comienzo de este nuevo milenio ha encontrado un público cada vez
más hambriento de aventuras espirituales.
Mi primera clase de Yoga
Hoy cumplo 35 años. Verano de 1991: Un amigo me arrastra a tomar mi primera
clase de Yoga. Voy con una mente abierta. Probaré. Después de todo, nada
pierdo. Sé que no me va a gustar, pero de todas maneras probaré. En realidad no
me entusiasma mucho la idea de participar en una clase donde uno va a estirar
los músculos dirigido por un Gurú cuyos antecedentes posiblemente son turbios
y según he escuchado a los Gurús los sigue gente fanática. En mi caso voy todos
los días al gimnasio, levanto más de 100 kilos y corro 7 kilómetros diarios. En
realidad no necesito nada de esto, pero ya que me están invitando…
Entro en una sala repleta de gente. Es una clase Nivel 1-2. Con algunas pocas
excepciones la mayoría parece estar físicamente en condiciones normales y
definitivamente se ven mucho más débiles que yo. Constato que no habrá ningún
traspié.
Pasa la primera media hora. Mis brazos y piernas tiemblan fuertemente, y lo que
es peor, tengo la sensación de que voy a vomitar. Me asombra la cantidad de
sudor que despide mi cuerpo, no son gotas, es una corriente de sudor513 que cae
al suelo comenzando a formar una poza debajo de mí. Con horror veo que la
poza se desplaza de mi estera de goma por el suelo de madera moviendose
peligrosamente en la dirección de la mano de una linda mujer.
Crisis. Estoy rendido. Exhausto. No doy más. Llegué a mi límite. Pero la clase
todavía no termina. Ahora el profesor nos pide que nos paremos sobre las
manos. “Debe estar bromeando”, pienso en voz alta.
Finalmente la clase terminó. ¡Gracias a Dios! Nos dijeron que nos acostáramos.
Me quedé dormido profundamente. Después me dicen que ronqué. Perfecto.
Camino al auto mi amigo se disculpa: “Lo siento, pensé que la clase sería más
Nivel 1 que 2”.
“Ningún problema”, miento. Pero la verdad es que nunca más volveré a tomar
una clase de Yoga. Nunca.
Así fue. Y para mis amigos tiesos como yo, les tengo buenas noticias: La
práctica deja de ser dolorosa después de un tiempo. Si te tragas tu orgullo y
empiezas en una clase para principiantes y vas al ritmo de ellos, practicando
constante y diligentemente, en muy poco tiempo dejará de ser una tortura
medieval. De hecho he encontrado en la práctica muchas cosas altamente
satisfactorias y de paso, eventualmente, sólo eventualmente, serás capaz de
llegar a agarrar los dedos de tus pies.
Dos fechas son cruciales para marcar el inicio del Yoga moderno: 1849 y 1896.
La primera hace referencia a la afirmación que por primera vez hace un
occidental al declarar que es “un practicante de Yoga”. Se trata del
Trascendalista Henry Thoreau, quien nunca dejó de ser occidental, es decir, no
se fue “con los nativos”.
517 Henry Thoreau
Por ahora sólo hablaremos de los eventos que han tenido lugar en la segunda
mitad del siglo diecinueve y durante el siglo pasado, pues es un hecho conocido
que el Yoga se remonta a épocas muy pretéritas. Dos eventos marcan a fines del
siglo diecinueve la propagación de ideas y conceptos filosóficos hin- dúes en
occidente: la fundación de la Theosophical Society en 1875 en Estados Unidos
por Madame Helena Blavatsky, una mujer excéntrica que decía tener orígenes
rusos aristocráticos, y la participación de Swami Vivekananda en el Parlamento
de las religiones de Chicago, en 1893. Estos sucesos son un ejemplo de
fertilización cruzada: Swami Vivekananda viajó a Estados Unidos y los
Theosophist se trasladaron desde Nueva York a India en 1878. Este proceso de
fertilización cruzada se aceleró principalmente gracias al desarrollo del
transporte y las comunicaciones.
Helena Petrovna Blavatsky
una versión actualizada de Hatha Yoga presentada como una herramienta nativa
respetable, que podía ser usada con fines terapéuticos y educaciona- les. Este fue
y todavía es el mensaje de los dos primeros modernos institutos de Yoga: The
Yoga Institute of Santa Cruz, fundado en la ciudad de Mumbay (Bombay) en
1918 por Shri Yogendra, y el Kaivalyadhama Shrimad Madhava Yoga Mandir
Samiti fundado en Lonavla en 1921 por Swami Kuvalayananda. (Lonavla está a
mitad de camino entre Mumbay y Pune).
Shri Yogendra
Swami Kuvalayananda
En las dos décadas después de 1925 se produjo un desarrollo sostenido del Yoga
moderno. La literatura sobre Yoga continuó creciendo tanto en India como en
occidente. Un libro, en particular, tuvo gran éxito, The Ten Point Way to Health,
del Rajah de Aundh, publicado por primera vez en Inglaterra en 1938. Este libro
describe como hacer Surya Namaskar, el Saludo al Sol, una secuencia de
posturas que su autor recomienda para conseguir y mantener fuerza y salud.
Elizabeth Haich
Selvarajan Yesudian
La British Wheel of Yoga, por otro lado, fue fundada y dirigida siempre por
occidentales de acuerdo a las líneas de un cierto tipo de Yoga representado por
su principal exponente, el belga André van Lysebeth, quien fue discípulo de
Swami Shivananda y también uno de los primeros estudiantes extranjeros de
Pattabhi Jois. El contenido religioso de esta escuela de Yoga y sus conexiones
con la tradición india están más bien diluidos. Una excepción podría ser la
escuela Viniyoga Britain, otra línea de Yoga que tuvo su origen en las
enseñanzas de T. Krishnamacharya.
A partir de 1980, y hasta nuestros días, las escuelas de Yoga siguen aumentando
y consolidándose en occidente.
André Van Lisebeth. Foto tomada en abril de 1963, en la ribera del Ganges, en Rishikesh, en el Ashram de
Swami Shivananda, quien fallece el 14 de julio de ese mismo año.
Metodología
Debido a la proliferación de escuelas y grupos usando diversas formas de Yoga,
es bastante fácil, especialmente para el no iniciado, confundirse. ¿Cuál es la
diferencia entre Shivananda Yoga y el Raja Yoga de los Brahma Kumaris? ¿El
Yoga que practican los Sahaja Yoguis es parecido al Yoga de los seguidores de
Iyengar Yoga?
Existe un alto nivel de compatibilidad entre ambos tipos de escuelas, puesto que
hoy sus prácticas son más bien complementarias y se superponen. Por ejemplo,
los Brahma Kumaris practican una forma de meditar que ellos dicen que es Raja
Yoga. Sin embargo, lo que verdaderamente distingue a un Brahma Kumaris de
un no Brahma Kumaris es la visión religioso-filosó- fica que tienen del mundo
los primeros. Muchas personas que practican Hatha Yoga moderno, no
necesariamente suscriben a las ideas religioso-filosóficas de los líderes de sus
respectivas escuelas. Otro ejemplo: personas que practican Meditación
Trascendental, practican a veces posturas de Hatha Yoga, que son tomadas como
una ayuda en la práctica de meditación y no como el elemento principal.
Meditación Trascendental
Maharishi Mahesh Yogui
En occidente, el panorama Yóguico puede reducirse a tres denominadores
dependiendo de la preferencia de quien practique.
• Las escuelas tienden a crear estructuras institucionales y/o expandir las que ya
tienen. Los cursos de formación de profesores se estandarizan y aparece el
sistema de “certificación”.
• Desde un punto de vista psicosomático los beneficios del Hatha Yoga son
innegables. Estudios serios sobre adicciones han revelado que el ejercicio físico
puede ser como una espada de doble filo: excitación psicosomática indu- cida en
forma voluntaria puede transformarse en adictiva, y puede, bajo ciertas
circunstancias, tener matices patológicos. Mientras que esto probablemente no se
producirá en formas suaves de Hatha Yoga, tal escenario es teoréticamente
posible en el caso de disciplinas Yóguicas más demandantes. Quizás por este
motivo en la antigüedad existía hermetismo en relación a esta disciplina.
“Cuando entro a mi tan familiar centro donde tomo clases de Hatha Yoga, ya
siento como que me he separado del agitado mundo exterior. Dejo mis zapatos a
la entrada y pongo en el locker mi cartera y teléfono celular junto con mi estrés y
plazos fatales que tengo que cumplir. Con las preocupaciones de lado, entro al
santuario de la sala de clases.
La sala tiene un gran ventanal a través del cual se puede apreciar parte del
hermoso jardín de bambúes; el cielo tiene una lucarna a través de la cual la luz
ilumina suavemente el piso de madera y las paredes color crema de la sala. Los
suaves sonidos que emanan de una cinta de música New Age, y unas cuantas
plantas que cuelgan crean la ilusión de que acabo de entrar a un jardín secreto.
Encuentro un lugar donde extender mi Yoga Mat entre unos veinte o más
estudiantes, la mayoría de ellos, mujeres, que también parecen haber dejado su
estrés en la puerta. Nuestra instructora, Beth, está sentada en la posición del loto,
de cara a los estudiantes, saludándonos con una gran y amistosa sonrisa a medida
que nos acomodamos en nuestra propia versión del loto.
Ella comienza la clase con una oración. De su voz emana calma, lo que me
ayuda a descansar mis ojos, a relajar mi cuerpo de modo que mi mente se pueda
enfocar. A partir de ahí hacemos una serie de elongaciones. Con cada postura,
encuentro un nuevo músculo que se estira y suelta con la ayuda de mi
respiración. A pesar que los movimientos son lentos, mi cuerpo trabaja mucho
para mantener cada pose y puedo sentir el sudor en mi espalda y calor en todo el
cuerpo.
Yoga es uno de los seis sistemas filosóficos indios ortodoxos y con - forme a la
tradición se le reconoce a la India el mérito de haberlo conservado a lo largo de
milenios.
El Yoga surge de la búsqueda del ser humano para encontrar una respuesta al
sufrimiento humano y la forma de aliviarlo.
Cuando me acerqué al yoga hace unos 40 años atrás, existían dos o tres centros
que impartían Yoga y algunos instructores que lo hacían en sus casas a grupos
reducidos de alumnos. Un par de municipalidades lo habían incluido en las
actividades de sus centros culturales.
Pero, según lo que recuerdo, dentro de los pioneros del Yoga en Chile se destaca
la Gran Fraternidad Universal de la cual surgieron varias personas que hoy día
enseñan otras modalidades de Yoga.
Otro lugar fue el centro Shivananda de Yoga Vedanta fundado por Swami
Shivapremananda, filósofo indio, cuyo respaldo lo hacía el más calificado y que
hoy funciona en la calle Antonio Varas.
Las condiciones para una difusión masiva de Yoga se habían dado hasta el año
1997 en que llega a Chile Gustavo Ponce Lérou, después de una ausencia de 32
años. Por razones de salud él se había acercado al Yoga y durante más de 30
años estudió y practicó Yoga en India con varios maestros, entre los cuales cabe
mencionar a Shri Yogendra, B.K.S. Iyengar, Pattabhi Jois y T.K.V. Desikachar.
Al fundar Yogashala le dio un impulso al Yoga que nunca antes había tenido. El
fue capaz de llevar a la práctica un proyecto de gran envergadura y bastante
arriesgado porque se trataba de una inversión económica y de energía
importante, ofreciendo un producto poco conocido y por decir lo menos, extraño
para su época y sobre el cual aún existían ciertas aprehensiones.
Hari Om.
Nadie que practique Yoga en Chile desconoce que todos los centros donde se
enseña Iyengar Yoga, Dynamic Yoga, Ashtanga Vinyasa Yoga, Viniyoga, Sattva
Yoga y Prana Shakti Yoga tuvieron su origen en el Yogashala, pues Yogashala
introdujo estos métodos en Chile. A modo de ejemplo: Yoga Mukti (Rishi
Joseph), Yoga Lab (Marco Casali), Prana Yoga de Viña del Mar (Andrés
Wormuld); Yoga Studio de Viña del Mar (Claudia Iglesias); Academia Chilena
de Yoga (René Espinosa), Ayuh (José Francisco Winther), Yoga Chicureo
(Kety Gómez), Ashtanga (Loreto Cortés) y varios otros centros más
pequeños.533
A pesar de los años que han pasado desde el establecimiento de este centro, su
presencia ha pasado casi inadvertida.
Dirección: Antonio Varas 759, Providencia, Santiago Tel: 223 4856
El IDH está en la calle Compañía 1516. Metro Santa Ana. Fono 698 3907 y 696
5946. www.idh.cl
Dirección: Rosario Rosales 921, Las Condes, Santiago. Tel: 229 5356 – 475
2608
www.yogasakhyam.cl
Yoga Intregral, o Purna Yoga es una síntesis moderna del Yoga, un deseo de
reformular Yoga para nuestras necesidades modernas. Fue desarrollado por Shri
Aurobindo, un filósofo y místico de la India. Purna Yoga no tiene técnicas fijas,
ni rituales, posturas, ejercicios de respiración que sean obligatorios. El aspirante
solo debe abrirse al Poder Superior, que él identifi- caba con la Madre.
7. Centro de Yoga la Dehesa. Centro fundado por Alena Lang y Vinka Kegevic.
Ambas seguidoras de Swami Vishnudevananda, discipulo directo de Swami
Shivananda. Swami Vishnudevananda vino a Chile en 1995, invitado por estas
dos profesoras. Actualmente han expandido sus actividades y fuera del método
Shivananda, enseñan también Iyengar Yoga.
Fue en esta época en que decide tener un mayor compromiso con el Yoga y entra
en el gran Ashram (monasterio) de Shivananda en Rishikesh dirigido por 539
Swami Chidananda a quien toma como su Guru o maestro y quien la inicia en la
orden monástica de Sannyas con el Nombre de Prastantananda, y se convierte en
la primera Swami chilena. Su conocimiento y capacidad es reconocida por el
Ashram que la considera como experta en temas filosóficos y es autorizada para
traducir el Bhagavad Guita según Gandhi para los paises de habla hispana. En
dicho texto aparece un reconocimiento del Presidente de la Divine Life Society
de India.
A su regreso a Chile comienza a dar clases de Yoga, reuniones de meditación y
conferencias públicas, todo lo que se ve interrumpido por una enfermedad mal
tratada y con un pronóstico tardio; dejó el cuerpo quedando interrumpidos
muchos proyectos.
Más conocida como “Piti Santa Cruz “, tiene en la actualidad más de 90 años y
ha sido una de las personas que introdujo el Yoga en Chile. Comenzó a
practicarlo por razones de salud. Debido al tiempo transcurrido y por no haber
sido posible entrevistarla desconocemos con quien inició su practica.
Visitó India en reiteradas ocasiones y su amistad con la Sra. Inés Lazo (Swami
Prashantananda) le permitió conocer respetadas escuelas de Yoga y maestros
serios como Swami Chidananda, presidente de la Divine Life Society quien le
sugirió conociera a Swami Satyananda de Bihar cuya enseñanza estudió y
practicó siendo la primera persona que trajo el conocimiento del método
Satyananda Yoga a Chile.- Actualmente no da clases.
Ghislaine de Mussy
Comenzó a practicar Yoga en el Instituto Cultural de Providencia de Santiago
hace muchos años con la profesora Mónica Cubillos. En 1970 se trasladó a
tomar clases con la profesora Carmen Santa Cruz de quien llegó a ser su
ayudante.
541
Laura Madrigal
Inicio el estudio y la práctica de Yoga en 1968 en un Instituto ubicado en el
Centro de Santiago. Al poco tiempo supo del regreso a Chile de una antigua
amiga, Inés Lazo Preuss, profesora de filosofia quien volvia de India y con quien
tomó clases. En ese año se inscribió en el Curso sobre filosofia de la India que
daba la Sra. Lazo en la Universidad de Chile. En 1972 viaja a India en compañia
de Carmen Sta. Cruz con la intención de profundizar sus conocimientos sobre
Yoga y de preferencia en Yogaterapia.
A los Yoguis se les ha puesto letreros, o ellos mismos lo han hecho para
distinguirse de las demás personas, como dejarse crecer barba, el pelo, vestir
ciertos uniformes, andar con collares y medallas “Om” o cualquier otra forma de
publicitar que están vendiendo algo. Y, es fácil encontrar compradores, porque la
gente es insegura. Los Yoguis son personas como todas las demás, cada una un
universo, con sus similitudes y diferencias.
Para Swami Ekananda un Yogui es quien lleva una vida acorde con las normas
del Yoga y que vive una experiencia de vida con una mente y actitud Yóguica.
Para él, un Yógui debe tener una proyección espiritual. Si una persoma hace
Asanas difíciles no significa que su conducta como ser humano lo haga
merecedor del título de “Yogui”.
El profesional del Yoga
“Shri T. Krishnamacharya, el profesor de B.K.S. Iyengar y de muchos otros
profesores reconocidos internacionalmente en el siglo veinte en el campo de las
Asanas y Pranayama, fue el primer profesional del Yoga.”
¿Cómo es la vida del profesional del Yoga, en otras palabras, del profesor de
Yoga? Estamos hablando del profesor común, como tú y yo. No estamos
hablando de los profesores “producidos”, de los “profesores estrellas” que
ilustran las portadas del Yoga Journal que publicitan marcas de ropa para hacer
Yoga y aparecen en programas de la televisión norteamericana hablando de
temas “profundos”. No, estamos hablando del profesor común y corriente, cuya
notoriedad escasamente traspasa los confines de su barrio, a lo más de su ciudad.
El profesor de Yoga piensa, respira, sueña con Yoga. Sus colegas son sus
mejores amigos. Habla sobre su tema predilecto cada vez que tiene la ocasión.
Es monotemático. Recomienda el Yoga para todas y cada una de las
enfermedades y sufrimientos del ser humano. Se gana la vida haciendo lo que le
gusta, pero lo que gana a veces no le alcanza para pagar el arriendo de su
apartamento y darle de comer al gato, y menos para mantener una familia. Pero
el Yoga lo saca feliz de la cama muy temprano por la mañana con una gran
sonrisa y muchas ganas de comenzar a enseñar, (siempre y cuando no sean
demasiadas horas en el mismo día). El Yoga es su gran amor y pasión. Sabe que
el mundo tiene hambre de alimento espiritual y sabe también que tiene una
oportunidad para tratar de satisfacer esa necesidad.
El futuro profesor, el que descubrió que le gustaría serlo, debería saber ciertas
cosas que comentaremos ahora, pues seguir la carrera de profesor de Yoga
muchas veces no es tan romántico o relajado como podría pensarse. Es cierto
que si uno tiene un trabajo convencional y trabaja como todos, entre las 9 y las 5
de la tarde, cosa que nunca ocurre en Chile pues las jornadas de trabajo son
muchísimo más largas, la libertad horaria a primera vista pudiera parecer muy
atractiva, pero hay que detenerse a pensar que los que nos dedicamos a esto
frecuentemente tenemos que enseñar los fines de semana, (muchos de corrido),
que ganamos entre USD 15 y 20 por clase de hora y media. (Los que más ganan,
son los que enseñan en grandes empresas, entre USD 40 y 50 y otros que a veces
participan en programas televisivos).
Hay que detenerse a pensar también que tenemos que llevar nuestra propia
contabilidad y pagar nuestros impuestos, que tenemos que enseñar a veces en
oficinas en las que hay que comenzar por arrimar a la pared escrito- rios, sillas y
estantes para crear espacio, y aparece una alfombra manchada que no ha sido
aspirada durante largo tiempo. No hay que olvidarse tampoco de la ansiedad de
verse imposibilitado de dar una clase por enfermedad, viajes u otra causa, y que
hay que buscar desesperadamente un reemplazante -quien se lleva la tuición-,
para mantener la continuidad de la enseñanza y sobretodo para no perder la
fuente de trabajo.
Gustavo Ponce corrigiendo una postura.
Vocación
La mayor parte de las personas que hoy día enseña, no empezó con la idea de ser
profesor. A medida que iban practicando iban haciendo descubrimientos, como
por ejemplo tomar conciencia de sus cuerpos y respiración de una manera que
les era totalmente desconocida; desenterrar emociones hace mucho olvidadas y
experimentar otras nuevas. Un buen día surge la ocasión que hace que se
despierte el “bichito”, ya sea en la forma de un reemplazo a un profesor que no
encontró a ningún otro para que lo reemplazara, y que después de la clase los
estudiantes se le acercaron para decirle que les encantó su clase y él/ella
descubre que también disfrutó mucho dando esa primera clase, o bien surge
cuando un centro ofrece un curso de formación de instructores y lo toma por
curiosidad, sin ningun interés todavía en abandonar su trabajo normal. En fin, las
razones son variadas, pero son muchos los instructores que confiesan que
quisieron hacerse profesores para “compartir con otros la alegría que el Yoga
trajo a sus vidas”. Una especie de Karma Yoga. La vocación de profesor siempre
estuvo ahí, sólo que estaba encubierta y olvidada.
Si piensas que eres demasiado viejo, gordo, torpe o tieso para ser un instructor
de Yoga, debes detenerte un momento a recapacitar. Invariablemente, los
mejores profesores son aquellos que han tenido más dificultad en el apren-
dizaje. Recuerdo por ejemplo a Tim y a Lynn, dos ingleses que hace un par de
años tomaron un curso de formación de profesores en el Yogashala. El, un
geólogo trabajando en las minas chilenas parecía que jamás había hecho
ejercicios de elongación, pues cada postura era para él, un martirio; ella,
aficionada a la cocina, tenía mayor flexibilidad, pero algo de sobrepeso. Como
parte del entrenamiento del curso, debieron dar clases, y los alumnos los
adoraban. Hoy ambos están radicados en el sur de España donde montaron su
propio centro de Yoga, están felices y tienen muchos alumnos. Los que han
tenido dificultad en la práctica de las posturas saben lo que eso significa y
pueden identificarse fácilmente con los estudiantes, cuya gran mayoría está en la
misma situación.
Enseñar puede ayudarte a ser una mejor persona, porque enseñar es Tapas, el
fuego que quema todas las impurezas, especialmente en la relación con los
demás. Uno aprende a apreciar a sus estudiantes y a verlos como personas con
inquietudes y conductas no demasiado diferentes de las propias; aprende a ser
multifacético y a estar atento a que nadie se lesione, a dar instrucciones a la clase
en general o a una persona en particular. Uno se pone inmensamente creativo
para hacer la clase entretenida y al mismo tiempo variada. Muchas veces
pasamos de la explicación de un Asana en particular a un tema filosófico. A
veces traemos a la clase un modelo de una pelvis para mostrarles a los
estudiantes donde está la articulación sacroilíaca y cómo rotan los huesos de los
muslos dentro de la articulación de la cadera. Uno está conciente que demostrar
en uno mismo o en un estudiante una postura ayuda muchísimo, porque la
mayoría de las personas ve mucho más de lo que escucha. La creatividad y el
sello personal en la enseñanza no son instantáneos. Al comienzo la mayor parte
de los profesores imitan las instrucciones y la forma de dar las instrucciones de
sus profesores, pero a medida que enseñan van teniendo más confianza en ellos
mismos y desarrollan su propia forma de enseñar, incluyendo matices en el tono
de voz, según el progreso de la clase.
Reflexión
Un último aspecto a considerar es que mientras más clases hace un profesor, más
experiencia obtiene y en consecuencia será mejor profesor, pero siempre debe
enseñar como si fuera la primera clase. En mi caso que llevo enseñando mucho
tiempo, cuando me detengo a pensar en las clases que daba los primeros años,
me doy cuenta que sólo recientemente he comenzado a sentir que estoy
realmente enseñando. El antiguo proverbio latín “docendo discitur” (enseñando
aprendes), cobra aquí toda su fuerza.
La relación Estudiante-Profesor
Uno de los aspectos más gratificantes de practicar/enseñar Yoga es sentir como
uno contribuye a mejorar la sociedad haciendo que seamos mejores personas
favoreciendo al mismo tiempo la creación de una comunidad donde todos
tenemos una pasión en común. Esta pasión en común permite que gradualmente
se vayan creando amistades que muchas veces perduran durante mucho tiempo.
La relación estudiante-profesor que es sensible y delicada, puede ser sin
embargo, intricada. A medida que el estudiante se va interesando en el Yoga
hasta transformarse en una especie de “yogadicto” y participa cada vez más de la
comunidad del Yoga, tiende muchas veces a enamorarse de sus profesores, y el
enamoramiento no siempre es platónico. Comienza a fantasear, a aproximarse al
profesor/a y a dejar en claro que está disponible. Este fenómeno no creo que sea
exclusivo del Yoga, pues es sabido que las secretarias se enamoran de sus jefes,
pero en el caso del Yoga, la relación que se crea entre el estudiante y el profesor
es más directa, más física, más cargada de lenguaje corporal. Además como el
profesor frecuentemente está en mejor forma física que los hombres/mujeres de
su edad y puede manejar su cuerpo hábilmente, e incluso puede hablar sobre
temas que a veces son un poco más profundos que los temas superficiales al que
algunos estudiantes están acostumbrados a conversar en casa o en la oficina, es
probable que algunos de ellos comien- cen a suspirar. Pero el acercamiento no
siempre es de parte del estudiante. El profesor/a contribuye a generar el interés
prestando más atención a un/a alumno en particular, hablándole después de la
clase y preocupándose por él/ ella un poco más de la cuenta. Como seres
humanos que somos y atendiendo al campo totalmente limitado al mundo del
Yoga que tiene el profesor, no es raro que busque entre sus alumnos compañía
del sexo opuesto. Teóricamente el profesor y el alumno avanzado o que quiere
seguir progresando en el camino del Yoga debe ser Brahmachari, es decir célibe
para conservar su energía vital, pero sobretodo para no apartarse de la búsqueda
debido a la interferencia de los sentimientos. Pedro Kupfer, gran conocedor de
estos temas, coincide en que una vida de celibato es difícil de sustentar para el
hombre que vive en el559 mundo real.
A su vez, la relación del estudiante y del profesor “picado” por el bicho del Yoga
con sus conocidos, familia y pareja, es también intricada, pues en la medida que
se van adentrando más en la “comunidad del Yoga”, mayor es el distanciamiento
con las personas que han sido sus más cercanas. Ya no hay temas en común, y
uno pasa a ser un“rayado”. Es muy importante en consecuencia, no perder el
contacto con los seres queridos e interesarse por los temas que a ellos les
interesan, o bien intentar hacerlos participar en actividades organizadas por la
gente que hace Yoga.
“Intuyo, -me decía Swami- que en cierto sentido esto tiene que ver con el
complejo de inferioridad que sienten algunas personas con respecto a sus tutores.
Estas personas en determinado momento sienten la necesidad de destruir al tutor
para poder llegar a ser ellos mismos. El tutor les representa una gran
competencia a veces insuperable y no encuentran otra solución que matarlo”.
Es común constatar que algunos profesores renieguen del centro que los formó o
del maestro que los inició en el camino del Yoga y que prefieran decir después
de un corto viaje a la India, que fue allí donde obtuvieron sus conocimientos. Es
menos común, pero sucede y seguirá sucediendo, constatar que aquellos pocos
extranjeros, a los cuales se les dio la oportunidad de venir a Chile y de enseñar
en el centro que los acogió, manifiesten públicamente su ingratitud hacia el
centro y hacia la persona que les dio una nueva vida.
Estoy seguro que también para las personas mencionadas en el párrafo anterior
este libro será de gran utilidad y se darán cuenta que todavía tienen mucho que
aprender.
Abhyasa: Práctica.
Ahimsa: No violencia. Amor hacia todo y todos.
Anga: Miembro, parte.
Annamayakosha: Cuerpo físico.
Antara Kumbhaka: Retención del aliento con los pulmones llenos. Asana:
Postura
Ashrama: Define los cuatro períodos en la vida de una persona.
Aradhana: Oraciones.
Aswini Mudra: Mudra del caballo. Similar a los ejercicios Kegel.
Atman: En las religiones de origen hinduista el Atma o Atman este término
podría asociarse al concepto occidental de alma, o la esencia espiritual, si bien
posee un significado específico para los hinduistas. El Atma es la parte de
Brahma que está dentro del hombre, y que es necesario conocer para concluir el
ciclo de las reencarnaciones. Cuando se alcanza el conocimiento del Atma
propio, se habrá llegado a la perfección, siendo conscientes entonces de la
realidad eterna que subyace detrás de Maya (ilusión), superando así el ciclo de
las reencarnaciones. Avatar: En el marco del hinduismo, un Avatar es la
encarnación terrestre de un dios, en particular Vishnu. Se dice por ejemplo que
el dios Krishna es el octavo Avatar de Vishnu. El término proviene del sánscrito
Avat_ra, que significa “el que desciende”.
Avidya: Ignorancia
Ayurveda: “Ciencia de la Vida”. Medicina tradicional de la India.
B563
Bahya Kumbhaka: Retención del aliento con los pulmones vacíos. Bandha:
Sello energético. Compuertas internas del cuerpo que permiten regular el flujo
de Prana.
Bhakti Yoga: Yoga de la devoción
Bhastrika Pranayama: Respiración cuyo sonido se parece al que hace un
fuelle.
Bhavana: Visualización.
Brahman: La realidad absoluta
Brahmines: Casta sacerdotal de la India. Brahmacharya: Conducta
brahmánica.
Hatha Yoga: Yoga que busca equilibrar la energía positiva con la negativa en el
cuerpo energético. Ha, significa sol; Tha, luna.
I
Ida y Pingala nadi: Canal energético negativo y Canal energético positivo.
Indriyas: Los órganos de acción y los sentidos.
Ishta Devata: Divinidad personal.
Jain: Persona que practica la fe Jain. Fue fundada por Mahavira. Jalalandhara
Bandha: Cierre parcial de la garganta al bajar el mentón. Jivatman: El Atma
manifestado como sí mismo y encarnado en un cuerpo. Jnana Mudra: Mudra
en el que se unen los índices y pulgares de cada mano.
Kaivalya: Liberación.
Kapalabhati: Técnica que consiste en hacer potentes y rítmicas exhalaciones.
Kapha:El humor agua es denominado Kapha y significa literalmente aquello
que “se adhiere o se pega”. Kapha gobierna la forma y la sustancia y es
responsable por el peso, la cohesión y la estabilidad. Es la solución fluida, el
océano interno en el cual se mueven las otras dos Doshas y constituye la mayor
sustancia del cuerpo. Es responsable de la lubricación, de la excreción de
secreciones y de la protección de los nervios, la mente y los sentidos. Kapha
predomina en los varios tejidos del cuerpo y en la parte superior del cuerpo tales
como el estomago, pulmones y la cabeza donde se acumula mucosidad. Está
relacionado con los sentidos de gusto y olfato correspondiendo al agua y a la
tierra. Kapha gobierna los sentimientos, las emociones y la capacidad de la
mente para afe565 rrarse a la forma. Provee calma mental y estabilidad pero
puede prevenir el crecimiento y la expansión. El deseo y el apego excesivo son
las emociones más afectadas así como el apego mental a los objetos lo cual
puede agobiar la mente.
Karma: Acción.
Karma Yoga: Yoga de la acción y del servicio desinteresado.
Kechari Mudra: Gesto mediante el cual se enrosca la lengua y se pega contra el
paladar blando.
Kosha: Envoltura del cuerpo.
Kriya: Técnica de purificación. Acción.
Kumbha: Vasija
Kumbhaka: Retención del aliento.
Kriya: Técnicas de purificación.
Kundalini: Energía espiritual que yace dormida en la base de la columna.
Kundalini Yoga: Sistema de Yoga que tiene por objeto despertar la energía
dormida en la base de la columna.
Sadhaka: Estudiante.
Sadhana: Práctica de meditación.
Sama Vrtti Pranayama: Pranayama en que la razón de Puraka, Rechaka y
Kumbhaka tiene la misma duración.
Samadhi: Estado de súper consciencia.
Samkhya: Uno de los seis sistemas filosóficos de la India.
Sannyasa: Renunciación.
Sattva: Equilibrio, armonia. Es uno de los tres Gunas.
Shakti: Energía.
Shambhavi Mudra: Dirigir la mirada al entrecejo.
Shanti: Paz.
Shatkarmas: Ejercicios de purificación interna del cuerpo.
Siddhi: Poderes o facultades sobre naturales.
Shavasana: Postura del cadáver.
Shirshasana: Postura del equilibrio sobre la cabeza.
Surya Namaskar: Saludo al Sol.
Sushumna Nadi: Canal energético central.
Sutra: Aforismo.
Swami: Título respetuoso que significa “maestro de uno mismo”.
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April, 20th, 2001573
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¿AMAR O DEPENDER?
Editorial Norma S.A. 1999, Bogotá