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EL YOGA FÍSICO
Curiosamente, estos antiguos textos mencionan poco el yoga que
practicamos hoy en día, que es el de las posturitas, el de a ver quién
se retuerce más y aguanta el equilibrio sobre el miembro del cuerpo
más inverosímil. En la antigüedad, el yoga físico se hacía con la
intención de permanecer en la postura de meditación, sentado lo
más cómodo posible, cuanto más tiempo te dieran las piernas sin
dormirse. Vaya, que los indios no pretendían conquistar al pibonazo
de turno con sus habilidades yóguicas de contorsionismo extremo,
como podríamos hacer ahora a través de las redes sociales como si
fuera lo único que importara en esta vida. Recuerda, el yoga se
inventó con la intención de alcanzar la liberación espiritual y el
autoconocimiento. Y eso solo lo podemos encontrar en el estado de
samadhi, a través de una práctica regular de meditación.
Sri Patanjali, pues, no consideraba el cuerpo humano como parte de
la búsqueda espiritual. Fue la filosofía tántrica la que dijo que a ver
por qué no, si el cuerpo está lleno de energía (prana) que circula por
canales (nadis) a través de los centros (chakras). Y de ahí que
surgieran los bandhas, para bloquear esa energía a su gusto, los
mudras, para sellarla, y los shatkarmas, para limpiar todos esos
canales que de vez en cuando se engorrinan y no permiten que la
energía o prana circule libremente, lo que entorpecería que
alcanzásemos el samadhi, por mucho tiempo que estuviéramos ahí
dale que te pego a vaciar la mente en posición del loto.
Y fueron los tántricos esos, junto con la tradición de los Sutras y el
Bhagavad Gita, los que sentaron las bases del hatha yoga, que es el
yoga que practicamos hoy en día, del que todos los estilos actuales
derivan. Ha significa ‘prana’ y tha representa a la mente, por lo que
hatha significaría ‘la unión de las fuerzas pránicas y mentales’.
También significan ‘sol’ y ‘luna’, respectivamente. El objetivo del
hatha yoga es llegar a un equilibrio entre dos fuerzas opuestas. Su
meta, como siempre, es conseguir la iluminación mediante la
autodisciplina y el autocontrol; por lo tanto, este yoga buscará
preparar la mente para ello, ya que, según el texto Hatha Yoga
Pradipika, escrito en el siglo XV, si nos forzamos a ser disciplinados
y a tener autocontrol sin que la mente esté preparada para ello, nos
volveremos majaras y generaremos más conflicto que paz interior.
Este texto es otra de las grandes obras de referencia del yoga y el
primer libro donde empezamos a encontrar más evidencia de las
asanas o posturas de yoga que practicamos actualmente.
Estos son los orígenes del yoga pero, ¿quiénes son los precursores
de los estilos que conocemos hoy en día? La figura más importante
a destacar es Tirumalai Krishnamacharya (1888-1989), quien
desarrolló el estilo vinyasa a partir de secuenciar las posturas del
hatha yoga y combinarlas con las técnicas de respiración. Este
estilo, físicamente exigente, influido por la gimnasia y otras
disciplinas indias puramente deportivas, le dio una fama que le sirvió
para ir por toda la India haciendo demostraciones. Nunca fue a
Occidente, pero no le hizo falta; tuvo tres discípulos, aún hoy
mundialmente famosos, que se encargaron de difundir sus
enseñanzas: su cuñado B. K. S. Iyengar (1918-2014), quien más
tarde desarrolló un estilo con su propio nombre basado en una
estricta alineación del cuerpo; Sri K. Pattabhi Jois (1915-2009),
quien fundó el estilo de ashtanga con su conjunto de series de
secuencias de yoga predefinidas, y el hijo de Krishnamacharya, T. K.
V. Desikachar (1938-2016), quien desarrolló el viniyoga, que se
basa en un yoga terapéutico para grupos reducidos con el fin de
satisfacer las necesidades individuales de los alumnos.
Todos estos maestros viajaron a Occidente para promocionar el
yoga. Incluida Indra Devi, la primera alumna mujer de
Krishnamacharya, algo revolucionario ya que hasta entonces el
yoga pertenecía a una tradición puramente masculina. Devi,
además, fue la introductora del yoga entre las estrellas de
Hollywood. Swami Vishnudevananda, por su parte, llevó el yoga
sivananda a San Francisco. Estos y otros yoguis difundieron el yoga
en Occidente, especialmente en Estados Unidos, donde se puso al
yoga en una bandeja, se le echó dinero y, bien mezcladito con un
poco de marketing, se metió en el horno, y al poco salió el delicioso
yoga que tenemos hoy en día. ¿Quién se acordaba entonces del
samadhi teniendo el programa yogabutt para conseguir unos glúteos
redondeados y sexys?
LOS 3 GUNAS
Como los Reyes Magos o los 3 cerditos, los gunas son tres. Uno,
dos y tres. Y son las cualidades que cada cosa tiene en la vida. La
naturaleza y hasta el mismo Universo las poseen. Estas cualidades
están presentes en todo, en la comida, en la actitud, en el
comportamiento, en la personalidad y en el ambiente, en todos
lados.
Sattva
Es equilibrio, calma, balance, claridad, descanso. Es una cualidad
iluminadora. Apoyará tus esfuerzos para vivir con alegría y sosiego,
así como te ayudará en tu práctica de meditación.
Rajas
Es pasión, drama, inquietud. Es la cualidad de movilidad que genera
en la persona una actividad frenética y tensa. Sobreestimula las
emociones y nos aleja de nuestro centro.
Tamas
Es inerte, vago, apagado, soso. Es la cualidad de la oscuridad,
obstruye el flujo de energía vital, obstaculiza el trabajo y desvitaliza
hasta al más motivado.
Cada persona tiene un mayor o menor porcentaje de cada uno de
los gunas. El predominio de uno de ellos sobre los otros hará que
seamos o nos comportemos de una manera u otra. En ello influye
nuestra dieta y en general el ambiente en el que nos movamos, la
época, las relaciones, pues los gunas están en todas las cosas.
Seguro que tienes el típico amigo al que cuesta arrancar del sofá,
que nunca tiene ganas de nada, que todo es apatía y para el que
nada vale la pena. Tienes delante a una persona tamásica. Pero
también conocerás a otras personas llenas de energía, pero también
de odio y envidia, que no paran quietas, calculadoras, con deseos
insaciables, que buscan la aprobación de los demás. Ahí está el
rajásico de turno. Y también están ese tipo de personas
equilibradas, amables, dulces y sinceras que carecen de malicia,
que de buenas son casi tontas, felices por naturaleza, que nada los
disturba. Pues esos, si no eres tú, son los sáttvicos, y es a lo que
todos deberíamos aspirar.
A través de un intenso estudio y arduo trabajo, se pueden reducir los
índices de tamas y rajas en una persona. Sabiendo qué actos,
palabras y pensamientos proceden de cada cualidad, podemos
controlarlas y llegar a un estado mental sáttvico.
La comida, por su parte, puesto que es algo que metemos entre
pecho y espalda, y la llevamos a todas partes hasta que la
desechamos por los canales tradicionales de retirada de residuos,
influye decididamente sobre nuestro ánimo. Si solemos comer cosas
tamásicas, como la comida industrial, tendremos tendencia al
empane mental, a la remolonería y al «¿por qué lo voy a hacer
ahora si lo puedo hacer mañana?». Por el contrario, si ingerimos
comida rajásica, como café, chocolate y demás estimulantes, nos
vendremos arriba y no habrá quien nos pare, nuestra mente estará
tan inquieta que ahí te las apañes tú en tu clase de yoga sin ponerte
nervioso como te pongan a hacer un ratito de meditación. En
cambio, comer diariamente productos sáttvicos, como aquellos
orgánicos, locales y de temporada, nos hará tener unos niveles
energéticos adecuados, acordes con nuestra actividad y estilo de
vida, dejando que seamos nosotros con nuestra práctica de yoga
quienes decidamos si activarnos o relajarnos.
MENS SANA… LA
CLAVE DEL ÉXITO
OM Y EL MIEDO A LA ESPIRITUALIDAD
El om es el mantra más popular entre los yoguis. Se trata de la
vibración más básica atribuida al universo. El canto de este mantra
tiene un gran poder curativo tanto a nivel físico (acalla la mente y
calma el sistema nervioso) como espiritual (genera sensación de
conexión con todos los seres vivos). Sin embargo, en nuestra
sociedad occidental el om se encuentra muchas veces relegado a
esa (de momento) minoría yogui que practica un yoga más
espiritual.
4) Autosuperación y autoestima
Cuando tenía 20 años y mi vida era más que sedentaria le pregunté
a un amigo por qué hacía triatlones y me contestó: «Para
autosuperarme». Yo parpadée varias veces y le volví a preguntar:
«¿Para qué quieres autosuperarte?». Por entonces, mi mayor logro
había sido despertarme temprano un sábado, por lo que no entendía
el concepto de la autosuperación. Años después, cuando fui
añadiendo logros académicos a los éxitos personales, fui
haciéndome una idea de lo que se debía de sentir, pero yo seguía
teniendo muy arraigado que no servía para cualquier actividad que
hiciera trabajar al corazón. Sin embargo, hace poco, y con una
práctica de yoga consolidada, salí al campo a hacer una excursión
bastante dura, donde nos separaban en grupos y nos ponían
pruebas. Fue increíble notar tan claramente los efectos del yoga en
mi cuerpo. No solo por la tremenda agilidad para moverme por el
monte sorteando obstáculos, sino también por la capacidad de
manejar mi respiración para optimizar la energía. También mi
cabeza era más resistente al cansancio y fue muy fácil trabajar la
resiliencia en los momentos más duros. Recordé entonces cuando
de adolescente salía con mi familia al campo y a los 20 minutos ya
no podía con mis piernas y me atormentaba ser tan poco ágil siendo
tan joven. Ahora, con 31, me sentía súper ligera subiendo y bajando
rocas, atravesando ríos y hasta escalando algún que otro árbol.
5) Mantener la salud
Independientemente de que tu salud sea buena o mala, el yoga nos
retuerce y aprieta, crea espacio y nos mueve por dentro. Física y
mentalmente. Conforme nos vamos haciendo mayores acumulamos
recuerdos y, con estos, remordimientos, que muchas veces no nos
dejan avanzar en un ámbito determinado de nuestra vida y no
sabemos identificar la razón. El yoga te ayuda a conocerte por
dentro, a encontrar las espinitas que seguimos teniendo clavadas,
que nos siguen doliendo, y a dejarlas ir.
Por otro lado, la vida sedentaria nos apalanca y hace que al cuerpo,
en general, le cueste más arrancar. El yoga, con tanta flexión,
extensión y torsión, hace que todos nuestros órganos espabilen y
comiencen a moverse haciendo que su funcionamiento sea el
adecuado. Algo tan común como el dolor de barriga por
acumulación de gases en la tripa te lo solucionan unas cuantas
rondas de saludo al sol, ya que pone en movimiento los gases y los
incentiva a dirigirse hacia la salida.
6) Ser más compasivo, comprender a los demás
La práctica del yoga suele traer consigo una transformación
personal bastante grande, visible incluso para los que te rodean. El
hecho de notar un antes y un después en tu persona te hace ser
más compasivo, especialmente con aquellos que jamás han
probado el yoga, pues suelen carecer de herramientas para el
autoconocimiento. Si no nos conocemos a nosotros mismos ni
manejamos con inteligencia nuestras emociones, es más difícil
interactuar con las de los demás y esto hace que las relaciones
personales sean más ásperas. Cuando eres compasivo, identificas y
reconoces el dolor ajeno, y tu voluntad para ayudar a los demás es
mucho mayor.
HATHA YOGA
Es el original dentro de la tradición del yoga; sin embargo, las clases
pueden variar sustancialmente de un profesor a otro, ya que cada
uno desarrolla su propio estilo dentro del hatha yoga. Por lo general,
en una clase de hatha se suelen combinar posturas de yoga más o
menos estáticas, con tiempos de descanso entre unas y otras para
que la postura «respire». También se hacen pranayamas o técnicas
de respiración y se dedica un tiempo a la meditación.
¿Cuándo practicarlo? Cuando te apetezca llevar a cabo una práctica
más integral, centrada no solo en el plano físico sino también en la
conexión mente-cuerpo y en la introspección.
¿Cuándo evitarlo? Cuando quieras sudar como una bestia y quemar
el cocido de tu suegra.
ASHTANGA VINYASA
Se trata de un estilo dinámico de yoga en el que la secuencia de
posturas es fija, por lo que la clase es siempre la misma. Es un
estilo inventado en la década de 1930 por Sri T. Krishnamacharya y
Pattabhi Jois. Su nombre viene de las 8 ramas del yoga de
Pantanjali en los Yoga Sutras.
En ashtanga, se pone un énfasis especial en el uso de bandhas, en
fijar la mirada en un punto en cada postura (drishti) y en utilizar
siempre la respiración ujjayi. Hay seis series diferentes que actúan
como niveles: no puedes pasar a la siguiente si no has dominado la
anterior. Por ello, la mayoría de las clases de ashtanga realizan solo
la primera serie.
¿Cuándo practicarlo? El hecho de que sean siempre las mismas
posturas deja espacio a la meditación en movimiento; es decir, una
vez que tienes una práctica regular ya no tienes que escuchar al
profesor, pues ciertas partes ya las dominas, por lo que puedes
centrarte en la respiración y en tu interior. Esto hace que pueda
llegar a ser una sesión profundamente integradora y beneficiosa.
¿Cuándo evitarlo? Entre secuencias se realizan las mismas tres
posturas (a lo que también se le llama vinyasa) y que son:
chaturanga dandasana (postura del bastón), urdhva mukha
svanasana (perro arriba) y adho mukha svanasana (perro abajo).
Esto supone un intenso trabajo de fuerza en los brazos que revienta
hasta al más ciclado. Si además te aburre realizar siempre las
mismas secuencias y quieres creatividad, este no es tu estilo.
En los últimos años ha surgido un estilo basado en el ashtanga,
llamado rocket, muy popular entre las nuevas generaciones de
yoguis por saltarse las reglas del yoga clásico, de ahí que lo llamen
«el yoga rebelde». El rocket yoga se caracteriza por mezclar las
series de ashtanga en una sola sesión y realizarlas a un ritmo
mucho más acelerado. De ahí su nombre, ya que, como un cohete,
«te lleva donde quieres llegar más rápido».
MYSORE
Este estilo nació en la ciudad de Mysore, en la India, y se basa en
las series de ashtanga. No obstante, las clases de mysore suelen
ser sesiones de tres horas en las que los estudiantes llegan cuando
quieren, hacen su práctica individual, cada uno a su ritmo y
empezando por la primera serie, y cuando lo desean, terminan y se
van. El trabajo del profesor consiste en llevar un seguimiento de
todos los asistentes y corregirles si se han saltado una postura, si no
han respirado bien o si hay un error de alineación. Esto le supone al
profesor tener ojos hasta en el cogote y una memoria de elefante.
Las sesiones de mysore se hacen siempre por la mañana temprano,
ya que es cuando la mente está más receptiva para la práctica y
cuando más lo necesita el cuerpo.
¿Cuándo practicarlo? Debes tener un fuerte afán de autosuperación
ya que mysore, como en el cole cuando te caen las mates y no te
dejan pasar de curso, no te permite realizar la siguiente postura o la
siguiente serie si no te has convertido en un pro de la anterior. Vaya,
que si se te atraganta baddha konasana, de ahí no pasas hasta que
la claves. No obstante, esto hace que sea una práctica muy
gratificante, ya que cada progreso te hace sentir tal deleite y orgullo
que ni tu madre el día de tu graduación.
¿Cuándo evitarlo? Como en todo, va a haber días en los que sientas
haberte levantado a las 6 de la mañana para dar brincos en la
esterilla y tener a un profesor gritándote los fallos. Esos son los
peores días, pero también los que más nos enseñan.
BIKRAM YOGA
Otro estilo creado con una secuencia fija es la clase de bikram yoga.
Una sesión es siempre de 90 minutos, durante la cual se realizan 26
posturas y dos ejercicios de respiración en una habitación a más de
cuarenta grados y una humedad tal que sudan hasta las paredes.
Se tiene siempre un espejo delante, no sé si para comprobar lo mal
que te quedan las mallas, lo relamido que se te ha quedado el
flequillo o para constatar que la alineación de la postura es correcta.
IYENGAR YOGA
Este estilo se caracteriza por tener un enfoque fundamentalmente
basado en la estricta alineación del cuerpo. En una clase de iyengar,
aguantas la postura varios minutos, durante los cuales el profesor va
dándote instrucciones tan sutiles que acabas alineando hasta los
pelos de las cejas. No deja títere con cabeza. El uso de accesorios
como bloques, cinturones, sillas e incluso la vajilla del ajuar no solo
están permitidos sino que son altamente recomendados. Esto te
permite llegar a las exigencias de alineación sea cual sea tu edad,
flexibilidad o agilidad (física… ¡y mental!).
¿Cuándo practicarlo? Sobre todo si estás empezando a practicar
yoga, es extremadamente útil para aprender a realizar las posturas
correctamente y evitar adquirir malos hábitos.
¿Cuándo evitarlo? Cuando no te apetezca que te den la chapa. En
serio, a algunos profesores de iyengar les obsesiona tanto situarte
en el punto exacto que les falta sacar la escuadra y el cartabón…
FORREST YOGA
Ana T. Forrest diseñó este estilo de yoga para curar el dolor físico y
emocional; para ello integra la respiración, la fuerza, la agudización
de los sentidos y la personalización de las asanas en la práctica del
yoga. Su fundadora defiende que la falta de conexión mente-cuerpo
produce lesiones, por lo que promueve un yoga que facilite el uso
inteligente del cuerpo, integrando además el desarrollo del espíritu
en la práctica.
¿Cuándo practicarlo? El forrest está especialmente diseñado para
corregir problemas corporales resultado del estilo de vida moderno.
Si tienes los hombros ringaos debido a una mala posición en la silla,
además de aprender a sentarte bien, es preferible que practiques
forrest yoga antes que otro estilo de yoga más agresivo y menos
centrado en curar este tipo de problemas, como ashtanga o bikram.
¿Cuándo evitarlo? Cuando prefieras no hacer ejercicios de
pranayama, pues dedican un tiempo importante a ello, o cuando no
te apetezca hacer otro ejercicio típico del forrest yoga como es
realizar abdominales con un bloque entre las piernas, por ejemplo.
DHARMA YOGA
El dharma yoga es un estilo que está causando furor allá donde va.
Fue fundado hace unos años por Sri Dharma Mittra y está basado
en el hatha-raja yoga, es decir, tiene profundas raíces tanto físicas
como espirituales. Normalmente, los estilos de yoga tiran más hacia
un lado u otro, mientras que el dharma es bastante extremo en
ambas vertientes. Esto significa que en una sesión cantas mantras
normalmente acompañados de un armonio y un profesor que no
desafine, se practican posturas donde se trabaja intensamente la
flexibilidad, los equilibrios de brazos y las posturas invertidas, se
acaba cantando de nuevo y haciendo algún comentario a la práctica
devocional y a la importancia de mantener una mente limpia y un
corazón abierto.
¿Cuándo practicarlo? Cuando estés motivado para poner a prueba
tus límites físicos y mentales. El dharma, sobre todo si encuentras a
un profesor que haga buenos ajustes, te empuja a ir un paso más
allá y acabas en las posturas más inverosímiles, asanas que jamás
pensabas que podrías hacer y que una vez dentro te preguntas:
«¿Cómo he acabado yo aquí?». Después de una sesión de dharma,
es muy probable que te sientas capaz de comerte el mundo.
¿Cuándo evitarlo? Para hacer una clase de dharma se requiere una
gran fuerza mental, motivación y venir merendado dos veces. El
esfuerzo físico es tal que debes estar dispuesto a tener agujetas al
día siguiente. Ya puedes ser un atleta de élite que después de tu
primera clase de dharma es muy probable que necesites la ayuda
de un andador.
YOGA RESTAURATIVO
Es un estilo muy suave en el que se trabaja el cuerpo y la mente de
una forma más terapéutica. Además, está especialmente pensado
para relajar el sistema nervioso y liberarnos de estrés por la
sobrecarga informativa y la sobreestimulación de los sentidos a los
que estamos sometidos. La mayor parte de las posturas se realizan
tumbado en el suelo con cojines, bloques y otros accesorios.
¿Cuándo practicarlo? Cuando tu mente te pida un descanso,
cuando todo lo que necesites sea desconectar.
¿Cuándo evitarlo? Si eres puro nervio o tienes azogue, no pongas
un pie en una clase de yoga terapéutico o es probable que cuando
salgas vayas directo al manicomio. Primero asegúrate de desfogar
ejercitando el cuerpo y, una vez habiéndolo llevado al borde de la
extenuación, prueba el yoga terapéutico. Es muy probable que
entonces lo disfrutes, y tu sistema nervioso te lo agradecerá.
YIN YOGA
En este estilo de yoga se precisa que los músculos estén blandos y
relajados, pues las posturas se aguantan pasivamente durante unos
3-5 minutos, a veces más, con el fin de trabajar sobre las capas
sutiles del cuerpo: los tejidos conectivos, los fascias, tendones,
articulaciones y los principales canales de energía.
¿Cuándo practicarlo? Cuando quieras hacer yoga pero no tengas
fuerzas para trabajar activamente el cuerpo pero sí la mente. El yin
resulta físicamente agradable pero mentalmente exigente, ya que
aguantar una postura durante mucho tiempo puede ser muy retador.
Si consigues enfocar tu concentración en la respiración y encontrar
el punto de estiramiento que no sea terapéutico pero tampoco
doloroso lograrás dominar esta práctica y sacarle todo el partido. De
las clases de yin bien hechas, sale uno como recién planchado: listo
para llevar y lucir como nuevo.
¿Cuándo evitarlo? Si lo que quieres es espanzurrarte y decir que
has hecho yoga, no vayas a yin. Estas clases son mentalmente
exigentes así que, si la haces, tienes que estar dispuesto a trabajar.
¡Ese esfuerzo merece la pena!
NIDRA
El yoga nidra es el único estilo de yoga donde se nos permite dormir
en savasana o la postura del cadáver. Es el yoga del sueño, pero no
es un sueño normal. No se trata de dormir a pierna suelta tirado en
el sofá en forma de asterisco. Se trata de acceder al sueño previa
inducción hacia un estado profundo de relajación en el que los
ronquidos y quedarse sopa es más que bienvenido y hasta
aconsejado.
¿Cuándo practicarlo? Cuando quedarte frito viendo los
documentales de La 2 ya no sea suficiente y necesites resetearte.
¿Cuándo evitarlo? Si eres de los que se puede quedar durmiendo
en lo alto de un junco, quizá no te haga tanta falta y prefieras otros
estilos más activos, aunque vale la pena probarlo por lo menos una
vez en la vida. Por otro lado, evita introducir a tus amigos en esta
práctica o lo utilizarán como excusa para no acompañarte a clase de
estilos más dinámicos.
ACROYOGA
Dicen que el acroyoga es cuando los yoguis juegan, y no les falta
razón. Es el único estilo en el que no trabajas individualmente, ya
que se trata de realizar posturas de yoga con acrobacias en parejas
o en grupos. En acroyoga la comunicación y la conexión entre las
personas son básicas para realizar correctamente las posturas
acrobáticas de yoga en el aire. Este particular estilo tiene una parte
solar (acrobática) y otra lunar (terapéutica), por lo que no todo es
postureo en acroyoga. Aunque es cierto que la espiritualidad no se
trabaja, sí se pone énfasis en las habilidades interpersonales como
medio para conocerte a ti mismo y mejorar tus relaciones
personales… y ya de paso divertirte, ¿por qué no?
¿Cuándo practicarlo? Dicen que no dejamos de jugar porque
envejecemos, sino que envejecemos porque dejamos de jugar. El
acroyoga te da la oportunidad de conectar con la gente utilizando tu
parte más lúdica, más inocente, más pura, que es la de un niño. En
nuestra vida diaria escondemos nuestras emociones, reprimimos la
frustración y el entusiasmo, nos centramos en lo que se considera
importante. En acroyoga dejamos las facturas y la hipoteca a un
lado para juntarnos con otros adultos-niños desconocidos y
preguntarles: «¿Quieres jugar?». A partir de ahí se crean vínculos
muy fuertes, pues con ellos y a través de las posturas te enfrentas,
casi sin enterarte, a miedos y temores, alcanzas objetivos y trabajas
habilidades interpersonales, como la confianza y la comunicación,
extrapolables a todos los ámbitos de la vida. Y además te reirás
como nunca. ¿Qué más necesitas?
¿Cuándo evitarlo? El contacto físico en acroyoga es estrictamente
necesario, así que si te de asquete tocar manos, pies y, a veces,
glúteos ajenos, mejor evitar esta práctica. ¡El espacio vital aquí no
existe!
ROPA
Elige la ropa que mejor se adapte a tu cuerpo y que te permita
mayor libertad de movimiento. Las escuelas más tradicionales de
yoga aconsejan la ropa holgada y de algodón para que no oprima el
cuerpo y permita la transpiración. Además, tiene que ser de color
blanco si eres sadhaka o practicante de yoga, pues es el color del
desapego y la pureza. Ya, si eso, cuando te conviertas en swami o
maestro, podrás llevar el color naranja. Sin embargo, las escuelas
más modernas dejan esta decisión en manos del practicante y
cualquier atuendo es válido. Eso sí, no vayas a clase con
pantalones cortos de correr a menos que quieras mostrar al resto de
la clase el color de tu ropa interior. También asegúrate de que las
leggings elegidas para la ocasión no se transparentan. Si es
necesario, haz yoga en el probador de la tienda para cerciorarte de
que luego no vas a dar el cante.
EQUIPACIÓN
La esterilla es imprescindible. En realidad, puedes utilizar cualquier
toalla, manta, trapo o incluso el mismo suelo para practicar. Pero si
quieres empezar una práctica consistente, tienes que proteger tus
rodillas y evitar resbalones. Para ello, te recomiendo invertir en una
buena esterilla. Pero no lo hagas inmediatamente. Cómprate alguna
barata y pruébala. Después de un tiempo de práctica sabrás qué es
lo que tu cuerpo necesita para practicar cómodamente. Si tiene poco
grosor te haces daño en las rodillas y si tiene mucho tienes menos
estabilidad en las posturas de equilibrio. Unos sudan más que otros
y, por lo tanto, necesitan más agarre. Yo personalmente prefiero las
esterillas de un grosor normal (sobre 5 mm) pero con mucho agarre.
El resto de accesorios, como mantas, bloques o cinturones, suelen
pasar desapercibidos al principio pero, si aprendes a utilizarlos
correctamente, son imprescindibles para llevar tu práctica al
siguiente nivel. Además, corrigen malas alineaciones, suponen un
apoyo extra para las posturas de preparación de invertidas, liberan
de tensión al músculo y ayudan a profundizar en el estiramiento en
las posturas de flexibilidad. Lo mejor es colocarlos a mano desde el
principio de la clase para evitar interrumpir la práctica a medio hacer
y utilizar otros accesorios más incómodos, como tu pelo en
gomukhasana.
PELO
Si tienes el pelo largo, recógetelo, como quieras, hay múltiples
opciones, el reto es que una de ellas te resulte cómoda durante toda
la sesión. Pero no te dejes el pelo suelto. Probablemente no estés
tan mona, pero hacer yoga con el pelo en la cara no es nada
cómodo. Me gustaría recalcar este punto si eres profesora, ya que
es totalmente imprescindible que tus alumnos vean la alineación de
tu cuello, por lo que no es solo tu cara la que debe estar despejada,
sino también tu cuello y tus hombros.
CONSULTA CON UN ESPECIALISTA
Si comienzas tu práctica por decisión propia, es recomendable que
consultes antes con tu médico o con tu fisio. Aunque te encuentres
sano al 100 %, es bueno preguntarles, ya que ellos conocen tu
cuerpo mejor que nadie y te sabrán decir, en el caso de que tengas
algún punto débil, qué ejercicios sería mejor evitar y cuáles trabajar
más. Ten en cuenta que tu nuevo profesor de yoga aún no te conoce
y, en una clase con más gente, es difícil que llueva a gusto de todos.
Sin embargo, siempre que tengas alguna molestia o lesión, debes
avisar a tu profesor antes de comenzar la sesión. Él dará variantes
para que puedas seguir la clase sin problemas.
CONOCE TU CUERPO
Disponer del consejo de tu médico es recomendable, pero en última
instancia la responsabilidad de llevar a cabo determinadas posturas
es tuya y solo tuya. Normalmente, la gente que nunca ha practicado
yoga, incluso aunque practique deporte habitualmente, no dispone
de una buena conexión mente-cuerpo, por lo que se dedica a hacer
lo que otros le mandan (profesor, vídeo de YouTube, etc.). Sin
embargo, es imprescindible que tratemos de conocer nuestro
cuerpo. Si tenemos tendencia a cargar la espalda baja, sufrimos
tendinitis en la muñeca de vez en cuando o sabemos que la rodilla
izquierda a veces nos da guerra, tengámoslo en cuenta a la hora de
practicar con o sin guía. Siente cada ejercicio y haz caso a las
señales que tu cuerpo te manda.
CUÁNDO PRACTICAR
Cualquier momento es bueno para practicar. No obstante, se
aconseja realizar una práctica vigorosa por la mañana para afrontar
el resto del día con energía o llevar a cabo unas secuencias
calmantes a la noche para ayudarnos a relajarnos y a soñar con los
angelitos. Eso sí, no se te ocurra hacerlo al revés, porque o bien
querrás volver a la cama o bien no habrá Brahma que te ayude a
conciliar el sueño por la noche. Estuve un tiempo practicando
acroyoga los miércoles hasta las 9 y media de la noche y, aunque
me levantaba a las 5 de la mañana y trabajaba todo el día por ahí
hasta que empezaba la clase, luego no había forma de dormir
aunque contase todas las ovejas de la provincia de Albacete y parte
de las de Ciudad Real. Si haces una práctica vigorosa por la noche,
asegúrate al menos de realizar asanas o posturas calmantes (como
sarvangasana, por ejemplo) para relajar el sistema nervioso, o serás
un búho por la noche y un zombi por la mañana.
TIPOS DE POSTURAS
En yoga, la práctica de asanas o posturas tiene el fin de hacer que
la columna se mueva en todas las direcciones posibles,
maximizando su rango de movimiento, haciéndola más flexible y
fuerte. Para ello, se realizan distintos tipos de posturas con el fin
obtener un cuerpo estirado y fortalecido equitativamente.
A continuación encontrarás los tipos de posturas que podrás (y
deberías) encontrar en una clase de yoga:
Son aquellas asanas en las que
Posturas de meditación
permanecemos sentados con las piernas cruzadas.
Sukhasana es la más fácil, la que menos flexibilidad
requiere por parte del sadhaka o practicante. Los
siguientes niveles exigen un gran rango de
movimiento en las caderas y tobillos, hasta llegar a
la postura del loto o padmasana, que es la postura
típica del yogui meditando. ¿Sabías que las posturas
de yoga se inventaron con el objetivo de hacer el
cuerpo lo suficientemente flexible como para estar
cómodos en la posición del loto durante horas? Esta
o sus variantes son la «postura madre» y su misión
es tranquilizar la mente e invitar a la introspección
mientras se mantiene el tronco erguido.
Posturas de flexión hacia delante Cuando te sientas
ansioso o cabreado y quieras gritar, correr o golpear
algo, haz cualquier postura de flexión hacia delante y
lleva toda tu atención a la respiración. Verás cómo te
tranquilizas en un santiamén. Estas posturas son
milagrosas. Tienen el poder de facilitar la relajación
del sistema nervioso, calman las emociones e invitan
a la relajación. Además, estiran toda la parte
posterior del cuerpo y masajean los órganos
internos. Una maravilla, tanto aquí como en Sevilla.
No sabemos lo desequilibrados
Posturas de equilibrio
que estamos física y mentalmente hasta que no nos
retan a mantenernos quietos sobre una pierna. Y si
el equilibrio es sobre los brazos, el tortazo está
asegurado. Mejorar el equilibrio sobre el cuerpo no
solo nos da un mayor control sobre nuestros
miembros y coordinación entre las partes, sino que
incrementa nuestra capacidad de concentración
llegando a integrar el cuerpo y la mente de una
manera sorprendente.
SALUDO AL SOL
Lo primero que conocemos cuando nos hablan de la parte física del
yoga es probablemente el saludo al sol, pues suele realizarse al
principio de cada clase. Surya namaskar es su nombre original en
sánscrito y tiene casi tantos años como el sol. Desde hace siglos las
comunidades más espirituales atribuyen al sol propiedades curativas
ya que, en última instancia, él nos da vida.
¿Qué es?
Se trata de una fluida secuencia de 12 posturas donde la respiración
y el movimiento están sincronizados.
¿Cuándo lo practicamos?
Si se practica aisladamente, se recomienda hacerlo bien al
amanecer o al atardecer (de ahí su nombre), que es, de hecho,
cuando se aconseja, en general, practicar yoga. El motivo es
sencillo: cuando nos levantamos o cuando nos vamos a dormir
nuestra mente está más tranquila, por lo que resulta más fácil la
práctica de asanas y de meditación.Si se practica en clase, se debe
hacer siempre al principio, tras un estiramiento suave previo.
Si alguna vez tienes un día ajetreado y no puedes dedicarle tiempo
a tu práctica, con solo hacer 3 rondas completas al levantarte antes
de desayunar, sentirás tu cuerpo más flexible y te dará energía para
afrontar el día. Te llevará solo 10 minutos. Eso sí, te advierto, hacer
yoga nada más despertarte puede convertirse en un gran desafío al
principio. Nuestro cuerpo, tras horas de inactividad, se levanta rígido
como el mármol y cualquier estiramiento, por mínimo que sea, se
convierte en un suplicio a esas horas... ¡Como si no fuera suficiente
castigo el madrugar! Pero también es cierto que, una vez
superamos la frustración de sentirnos como un playmobil en la
primera ronda, nos volvemos más ágiles, y cuando terminamos
estamos preparados para comernos el mundo. ¡Haz la prueba!
¿Cuáles son sus beneficios?
Practicar la secuencia de 12 posturas del saludo al sol no solo
ejercita nuestro corazón y pulmones; también genera un calor
interno, llamado agni, que prepara nuestro cuerpo para la práctica.
Otra gran ayuda es la acción de la liberación de líquido sinovial en
nuestras articulaciones, que actúa como lubricante y facilita el
movimiento. Por otro lado, también calma la mente y, al dejar que
nuestra respiración lidere los movimientos, mejora
considerablemente la concentración.
Con el saludo al sol aprendemos a respirar correctamente en cada
postura, ya que se especifica cuándo inhalar y cuándo exhalar. Por
lo tanto, la sincronización de la respiración con el movimiento nos
ayuda a llegar al final bien ejercitados, calentitos y con energía para
afrontar el resto de la sesión.
1. Exhala: tadasana (o
El saludo al sol en 12 pasos
postura de la montaña) con las manos en oración.
2. Inhala: arquea la espalda en tadasana extendida.
3. Exhala: flexión hacia delante en uttanasana.
4. Inhala: pie derecho hacia atrás en zancada.
5. Retén la respiración: kumbhakasana.
6. Exhala: ashtanga namaskar (o postura rodillas-pecho-barbilla).
7. Inhala: bhujangasana.
8. Exhala: adho mukha svanasana.
9. Inhala: pie derecho delante en zancada.
10. Exhala: flexión hacia delante en uttanasana.
11. Inhala: arquea la espalda en tadasana extendida.
12. Exhala: tadasana con las manos en oración.
Esta secuencia de 12 posturas es solo en un lado. Una vez
finalizada, repítela en el lado izquierdo para hacer la ronda
completa. Cuanto más fluida te salga, mejor. Es como un baile ¡pero
sin twerking!
Traducción
Postura de la tabla o plancha.
Descripción
Esta postura se suele utilizar como transición a chaturanga
dandasana o como postura de acción sobre el abdomen.
Aprenderás a quererla con el tiempo, pues te pondrás más fuerte
que el vinagre.
Técnica
Mantén los hombros encima de las muñecas y los brazos
estirados.
El resto del cuerpo, desde los pies, pasando por el tronco y
llegando a la cabeza, permanece rígido como una tabla y bien
alineado.
Piernas, glúteos, abdomen, pecho y espalda fuertemente
activados.
Empuja el suelo con las manos para asegurarte que no haya
hueco entre las escápulas.
Dristhi
Punta de la nariz.
Efectos y beneficios
Efecto vigorizante.
Fortalece brazos, tronco y piernas.
Reduce la tensión entre las escápulas.
Advertencia
En caso de problemas en las muñecas, hacer la postura sobre
los antebrazos.
Advertencia
En caso de problemas de espalda, dobla las rodillas.
Advertencias
Evitar en casos de presión arterial alta o problemas de corazón.
En caso de problemas en el hombro, apoyar las manos en las
caderas.
En caso de problemas de cuello, no girarlo, mantenerlo neutro.
Advertencias
Si tienes problemas de cuello, mira hacia abajo.
Nunca apoyes la mano sobre la rodilla.
Consejo Yoguineando Lo que dificulta mantener el
equilibrio en esta postura es mirar hacia la mano
elevada. Si tienes un día tontorrón y no te apetece
darlo todo, mantén la mirada en el suelo. Si, en
cambio, te has venido arriba y quieres hacerlo más
difícil, gira el cuello hacia el cielo, y si tienes narices,
cierra los ojos. ¡A ver quién es el guapo que
mantiene el equilibrio en trikonasana!
VRKSASANA
Traducción
Postura del árbol.
Descripción
Se considera la postura de equilibrio más fácil; sin embargo,
requiere mucha concentración. No subestimes esta postura, he visto
caer tantos árboles a plomo que más de una vez se me ha quedado
la clase desforestada.
Técnica
Desde tadasana, deja el peso en el pie derecho y pon la mano
derecha sobre la cadera. Levanta la pierna izquierda y ayúdate
de la mano para dirigir el pie. Puedes posar el pie izquierdo
sobre el tobillo derecho o sobre la parte interior del gemelo o del
muslo cerca de la ingle, con los dedos del pie apuntando hacia
el suelo. Nunca te apoyes sobre la rodilla.
Junta las palmas de las manos en el pecho. Al inhalar, súbelas
por encima de la cabeza y alarga el tronco. En la exhalación,
separa las manos en chin mudra y abre los brazos.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia un punto fijo en frente de nosotros o hacia el infinito.
Contraposturas
Balasana, uttanasana, tadasana.
Efectos y beneficios
Efecto de conexión con la tierra.
Refuerza los tobillos, gemelos, muslos y columna.
Mejora el equilibrio y la concentración.
Calma la mente e invita a la meditación.
Advertencias
Evitar en caso de presión arterial baja, problemas de oído o
vértigos.
En caso de presión arterial alta o problemas en los hombros, no
elevar brazos.
Precaución en caso de problemas en los tobillos y rodillas.
Traducción
Postura del rey de los bailarines.
Descripción
Es un equilibrio bastante exigente ya que tienes que enraizarte al
suelo con una pierna y empujar hacia el cielo con la otra. Esa
asimetría dificulta las labores de construcción de la postura pero, ¿y
lo bonita que queda?
Técnica
Desde tadasasana, eleva el brazo izquierdo en chin mudra. En
el brazo derecho, el hombro se abre hacia atrás y la muñeca
está abierta hacia afuera. Dobla la rodilla derecha y agarra el
tobillo desde atrás o el pie desde la cara interna.
Ve elevando la pierna derecha a la vez que te vas inclinando
hacia delante abriendo pecho y el brazo izquierdo va quedando
paralelo al suelo.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia la punta de los dedos de la mano avanzada.
Contraposturas
Balasana, savasana.
Efectos y beneficios
Efecto rejuvenecedor y energizante.
Abre hombros y pecho.
Estira muslos, ingles y abdomen.
Fortalece piernas y tobillos.
Invita a la concentración y mejora el equilibrio.
Advertencia
Evitar en caso de presión arterial baja, problemas en el sacro,
hombros, caderas, rodillas o tobillos.
Consejo Yoguineando
Activa el glúteo de la pierna elevada para proteger la espalda, subir
más la pierna y darte más estabilidad. Haz respiraciones constantes
pero no profundas, para no perder el equilibrio al expandir el
abdomen.
MALASANA
Traducción
Postura de la guirnalda.
Descripción
Esta postura no solo trabaja en la apertura de caderas, también en
la de los tractos intestinales. Así que, si tienes problemas para
evacuar, recuerda: malasana es el mejor apaño para ir al baño.
Técnica
Desde tadasana, separa los pies a una anchura mayor que la
de tus caderas y gira los pies hacia afuera ligeramente.
Dobla las rodillas y ponte de cuclillas.
Lleva las manos al pecho en posición de oración y, mientras
presionas una mano contra otra, empuja las rodillas hacia atrás
y abre pecho.
Estira la columna desde la cabeza hacia arriba mientras
mantienes la presión sobre las rodillas y la cara interna de los
muslos.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, uttanasana, adho mukha svanasana.
Efectos y beneficios
Efecto calmante.
Estira tobillos e ingles.
Tonifica el abdomen y la espalda.
Masajea los órganos abdominales.
Incrementa la movilidad en las caderas.
Advertencia
Evitar en caso de problemas en la zona lumbar, tobillos o
rodillas.
Consejo Yoguineando
Si tus talones no llegan al suelo, utiliza bloques para que tus pies
descansen.
NAVASANA
Traducción
Postura de la barca.
Descripción
Se trata de una asana de acción sobre el abdomen que requiere
mucho esfuerzo. Tienes que aguantar unas piernas pesadas que no
se quieren estirar, luchar contra unas lumbares que se quieren
curvar, notar las lorzas amontonarse en tu tripa... No es de extrañar,
por eso, que a la gente no le guste esta postura. Pero es tan
importante para crear una faja abdominal que proteja nuestra
columna que, al final, es imposible no quererla.
Técnica
Sentado con las piernas estiradas, pon las palmas de las
manos en el suelo y, presionando contra la esterilla, abre pecho
y estira la espalda. Activa abdominales y mantén fuerte el
tronco.
Inclinándote ligeramente hacia atrás, levanta las piernas
doblando las rodillas.
Si tu flexibilidad te lo permite, ve estirando poco a poco las
piernas hasta que los pies queden a la altura de tus ojos.
Extiende los brazos hacia delante y sitúa las manos con las
palmas mirándose entre sí.
Dristhi
Hacia los dedos de los pies.
Contraposturas
Savasana, paschimottanasana.
Efectos y beneficios
Efecto fortificante.
Estimula órganos abdominales.
Tonifica torso y piernas.
Fortalece flexores de cadera.
Advertencias
Problemas de corazón.
Lesión en el cuello.
Traducción
Postura de la cobra.
Descripción
Se trata de la postura de la discordia ya que, debido a la intensidad
de la extensión de espalda, nuestra columna corre cierto riesgo.
Algunos expertos afirman que es necesario activar los glúteos para
proteger la zona lumbar. Otros aseguran que, si haces esto,
comprometes la salud de la articulación sacroilíaca, por lo que es
mejor relajar los glúteos. Después de mucha investigación sobre el
tema y acaloradas discusiones con eruditos en el asunto, no me
queda más remedio que concluir que, al realizar bhujangasana,
tienes dos opciones: 1) alargar el cuerpo imaginando que te tiran de
la cabeza y de los pies en direcciones opuestas para evitar la
compresión de las vértebras o 2) elegir qué parte del cuerpo
prefieres lesionarte (las lumbares o la articulación sacroilíaca).
Independientemente de lo que elijas, recuerda las instrucciones del
profesor a tu cuerpo, sintiendo de forma progresiva y consciente
cada movimiento.
Técnica
Tumbado boca abajo con las piernas estiradas y activas,
presiona los empeines y el hueso púbico sobre la esterilla.
Mantén los glúteos fuertes pero asegurándote que están
rotados internamente y los tobillos abiertos hacia afuera para
proteger la articulación sacroilíaca.
Las manos se encuentran bajo los hombros y los codos
pegados al cuerpo. Inhalando, presiona las manos contra la
esterilla y levanta la frente del suelo, luego la barbilla. Ve
estirando los brazos y arqueando la espalda.
Dirige los hombros hacia atrás y hacia abajo, creando espacio
entre los hombros y las orejas.
Si te animas, realiza la variante de la viñeta, flexionando las
rodillas y llevando tus pies hacia la cabeza.
Dristhi
Al tercer ojo o arriba hacia el infinito.
Contraposturas
Balasana, uttanasana, adho mukha svanasana.
Efectos y beneficios
Efecto fortificante y energizante.
Abre garganta, pecho, pulmones y abdomen.
Tonifica glúteos y refuerza la columna.
Estimula los órganos abdominales.
Advertencias
Evitar en caso de embarazo.
Evitar en caso de problemas en la espalda o utilizar la variante
de la esfinge.
Traducción
Postura del señor de los peces o de la media torsión.
Descripción
Esta torsión es otra postura que hace maravillas también sobre el
sistema digestivo. Si se comienza abrazando la pierna derecha, la
presión de nuestra pierna contra el abdomen al respirar incentivará
el tráfico de residuos del colon ascendente al descendente para que
después, en el lado izquierdo, les demos otro empujón en su
marcha hacia la salida. ¿No es esto asquerosamente maravilloso?
Técnica
Sentado con las piernas extendidas, dobla la rodilla derecha,
crúzala por encima de la otra y coloca la planta del pie al lado
de la rodilla izquierda. Dobla la pierna izquierda y coloca el talón
tocando la cadera derecha.
Inhala, eleva los brazos y estira la columna. Asegúrate de que
los glúteos están apoyados por igual en el suelo. Al exhalar,
lleva el brazo derecho hacia atrás y coloca la mano pegada al
sacro, manteniendo el codo estirado.
Lleva la mano izquierda hacia delante y abraza la pierna
derecha. Otra opción es mantener el brazo doblado con la
mano en alto y empujar con el codo contra la parte exterior del
muslo derecho (como en la viñeta).
Comienza a rotar la columna desde la cintura progresivamente
hasta la cabeza, mirando por encima del hombro y manteniendo
la barbilla paralela al suelo.
Cierra los ojos y respira, medita en la postura.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Por encima del hombro de atrás.
Contraposturas
Balasana, paschimottanasana.
Efectos y beneficios
Efecto armonizador, tanto estimulante como calmante.
Estimula el hígado y los riñones.
Alarga hombros, caderas y el cuello.
Estimula la digestión.
Masajea órganos internos.
Advertencias
En caso de problemas de espalda o columna, realizar la postura
bajo la supervisión de un profesor experto.
Evitar en caso de operación reciente en el cerebro, corazón o
zona abdominal, hernia inguinal o lesión de rodillas.
La liberación intervertebral que se
Consejo Yoguineando
produce en las torsiones agudiza el efecto relajante
de estas posturas. Aprovecha para meditar sobre tu
práctica: ¿la estoy disfrutando?, ¿cómo me estoy
sintiendo?
BALASANA
Advertencias
Evitar en caso de embarazo.
Evitar en caso de lesión en las rodillas.
Contraposturas Cualquiera.
Efectos y beneficios
Efecto relajante.
Tonifica cuerpo y mente.
Calma los nervios y relaja todos los músculos del cuerpo.
Reduce el estrés y la presión arterial.
Advertencia
En caso de embarazo, apoya los pies en el suelo con las
rodillas dobladas para apoyar el sacro sobre la esterilla o
túmbate sobre el lado izquierdo con una manta o cojines entre
las piernas.
Traducción
Postura fácil o perfecta.
Descripción
Más de uno tendría unas cuantas palabras con la persona que eligió
el nombre de esta postura. ¿Quién dijo que fuera fácil? ¡Pues
menuda flexibilidad de caderas hay que tener!
Técnica
Sentado en el suelo con las piernas estiradas, flexiona las
rodillas y cruza las piernas de modo que cada pie descanse
bajo la rodilla opuesta.
La cabeza, el cuello y la espalda están estirados, los hombros
girados hacia arriba y hacia atrás.
Las muñecas se posan gentilmente sobre las rodillas en chin
mudra.
Dirigimos los codos ligeramente hacia la cintura y relajamos los
hombros.
Dristhi
Hacia delante.
Contrapostura
Balasana.
Efectos y beneficios
Efecto de equilibrio y concentración.
Calma la mente, reduce la ansiedad y anima a la meditación.
Estimula la columna, el abdomen y la vesícula.
Estira caderas, ingles, tobillos y rodillas.
Advertencia
Evitar en caso de lesión en las caderas, rodillas o tobillos.
CHATURANGA DANDASANA
Traducción
Postura de la cara de vaca.
Descripción
Postura que trabaja en la apertura de caderas y hombros. Es
también una postura ideal para hacernos más conscientes de que
no somos igual de flexibles en ambos lados del cuerpo. Un dato
curioso, cuanto menos.
Técnica
Sentado con las piernas estiradas, flexiona la pierna derecha y
crúzala sobre la izquierda, colocando el pie derecho al lado de
la cadera izquierda. Dobla ahora la pierna izquierda y coloca el
pie al lado de la cadera derecha.
En la medida de lo posible, las rodillas deben estar una encima
de la otra y los glúteos apoyados sobre el suelo
equitativamente.
Dobla el brazo derecho hacia atrás e intenta tocar con los
dedos la parte más alta de la espalda. Levanta el brazo
izquierdo, dóblalo hacia atrás y trata de agarrar los dedos de la
otra mano.
Abre pecho llevando los brazos en direcciones opuestas.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia arriba.
Contraposturas
Chaturanga dandasana, baddha konasana (ver siguiente asana).
Efectos y beneficios
Efecto calmante y armonizador.
Estira tríceps, axilas, tórax, caderas, muslos y tobillos.
Abre pecho y hombros.
Advertencia
Evitar en caso de lesión en los tobillos, rodillas, caderas y
hombros.
Consejo Yoguineando
Si no llegas a unir las manos detrás, utiliza una cinta o, incluso, tu
propio pelo si es lo suficientemente largo. ¡No sería la primera vez
que yo lo hago!
BADDHA KONASANA
Traducción
Postura del ángulo ligado o del zapatero.
Descripción
Yo la llamo cariñosamente postura del niño apestoso. Y es que,
cuando eras pequeño, en las fiestas de cumpleaños metían a 20
chiquillos en una habitación de 3 metros cuadrados. Hacía tanto
calor como en un estudio de bikram yoga, y claro, si te sudaban
hasta las ideas, ¿cómo no te iban a sudar los pies? Por entonces,
con esas articulaciones casi recién estrenadas, gozabas de un
mínimo de flexibilidad y recurrías a esta postura para comprobar que
no eras tú el culpable del olor a pies cuando se lanzaban severas
acusaciones desde las altas esferas parentales. ¡Quién te iba a
decir que estabas haciendo baddha konasana!
Técnica
Sentado con las piernas estiradas, flexiona las rodillas y coloca
una planta del pie contra la otra. Acércalas lo máximo posible
hacia las ingles.
Coloca el dedo pulgar en la palma de cada pie y ábrelos como
si fueran un libro. Eso acercará las rodillas al suelo.
Inhala, abre pecho y con la espalda recta ve exhalando y
doblándote hacia delante mientras vas abriendo los codos, que
su vez empujan las rodillas hacia el suelo. Las manos continúan
en los pies abriendo las palmas.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz o hacia delante.
Efectos y beneficios
Efecto de apertura.
Estimula los ovarios, la próstata, la vesícula y los riñones.
Estira ingles, la parte interna de los muslos y las rodillas.
Advertencias
Problemas en las rodillas o las ingles: descansa las rodillas en
bloques o mantas.
Evitar en caso de problemas en los tobillos.
Si tu flexibilidad ya no te permite
Consejo Yoguineando
comprobar el nivel de toxicidad de tus pies de
primera nariz, hagamos un ejercicio de humildad y
aceptemos que quizá necesitemos un bloque para
colocar bajo los glúteos y así evitar que la pelvis se
vaya hacia atrás y consigamos mantener la espalda
recta.
PASCHIMOTTANASANA
Traducción
Postura del oeste o postura de la pinza sentado.
Descripción
Se llama así porque en la India se practica mirando hacia el este,
por lo que la parte posterior del cuerpo, que es la que se estira, está
orientada hacia el oeste.
Técnica
Sentado con las piernas estiradas, sube los brazos y estira la
columna hacia el cielo.
Activando abdominales, ve bajando hacia delante y asegúrate
de doblarte desde las caderas. Agarra los pies, tobillos o
piernas.
La tripa ha de tocar los muslos; si tienes más flexibilidad,
entonces el pecho toca las rodillas, y si aún puedes llegar más
lejos, la frente descansará en las espinillas.
Mantén la espalda recta en todo momento, la tripa hacia dentro
y los pies flexionados con los dedos apuntando al cielo.
Dristhi
Hacia los dedos de los pies o hacia el tercer ojo.
Contrapostura
Savasana.
Efectos y beneficios
Efecto calmante, reduce el estrés y la ansiedad.
Estira toda la parte posterior del cuerpo, alarga hombros,
columna e isquiotibiales.
Estimula los órganos internos.
Ayuda a la digestión.
Advertencias
Evitar en caso de problemas de espalda o cirugías abdominales
recientes.
Evitar en caso de problemas de asma.
Traducción
Postura de la grulla.
Descripción
Este es el primer equilibrio de brazos que se suele aprender. Puede
resultar aterrador solo el ver al profesor hacerlo. Sin embargo, no es
tan difícil. Solo tienes que seguir las instrucciones.
Técnica
Desde malasana, estira los brazos y sitúalos paralelos al suelo.
Apoya las palmas de las manos justo debajo. Desde ahí levanta
los glúteos y echa el peso hacia delante.
Coloca cada rodilla lo más cerca posible de la axila, ese será tu
punto de apoyo.
Inclínate hacia delante, abre pecho y mira al frente.
Dejando el peso sobre las axilas y activando los músculos del
suelo pélvico, levanta un pie y luego el otro.
Presiona activamente las manos sobre la esterilla y, una vez
arriba, estira los brazos todo lo que te sea posible.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, adho mukha svanasana.
Efectos y beneficios
Efecto fortalecedor.
Tonifica brazos y muñecas.
Estira la espalda y refuerza los abdominales.
Mejora la concentración y el equilibrio.
Advertencias
Evitar si se sufre del síndrome del túnel carpiano.
Evitar en caso de embarazo.
Traducción
Postura del mono.
Descripción
Aunque siempre se nos vende que el objetivo de esta postura es
llegar hasta el suelo y lucir como una bella gimnasta, lo cierto es que
lo importante en esta postura es simplemente abrir las piernas en
tijera y estirar. Punto y pelota. Como en toda postura de flexibilidad,
estés donde estés no importa, lo esencial es intentar llegar un
poquito más lejos cada vez y tratar de disfrutar en cada intento.
Técnica
Desde adho mukha svanasana o perro mirando hacia abajo,
inhala y lleva la pierna derecha hacia delante entre las manos
con la rodilla flexionada. Los dedos y el empeine del pie
izquierdo están en contacto con el suelo.
Haciendo presión sobre las manos, ve empujando con el talón
derecho hacia delante para estirar la pierna poco a poco hasta
llegar al suelo o a tu tope.
Es importante mantener las caderas alineadas apuntando hacia
la pierna de delante.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contrapostura
Balasana.
Efectos y beneficios
Efecto relajante.
Estira los cuádriceps, isquiotibiliales e ingles.
Estimula los órganos internos.
Advertencia
Evitar en caso de lesiones en las ingles o isquiotibiliales.
Traducción
Postura sentada del ángulo amplio.
Descripción
Otra postura-pesadilla para los estudiantes rígidos. Para mí era, sin
duda, una de las posturas que más minaba mi autoestima. Sin
embargo, con el tiempo y con los trucos que me dieron mis
profesores, fui aprendiendo a quererla. Simple y llanamente porque
esta postura me ha enseñado a enfrentarme a mis frustraciones.
Con ella aprendí que en la vida a veces hace falta hacer cosas que
no nos gustan para ayudarnos a crecer como personas. Pues con el
yoga, igual.
Técnica
Sentado con las piernas juntas, ábrelas todo lo que puedas
hacia los lados manteniendo las corvas pegadas al suelo y los
pies en flexión.
Apoya las manos a los lados de las caderas y empuja la pelvis
hacia delante para apoyar bien los glúteos y los genitales sobre
el suelo.
Coloca las manos hacia delante y, si eres flexible, extiende tu
tronco en el suelo y estira los brazos.
Si no eres flexible, con la espalda recta intenta doblarte desde
las caderas hacia delante. Utiliza las manos para empujar los
tobillos o los gemelos hacia afuera mientras activas con fuerza
los abdominales.
Dristhi
Hacia delante y hacia arriba.
Contraposturas
Balasana, dhanurasana, gomukhasana.
Efectos y beneficios
Efecto relajante.
Estira las piernas y las ingles.
Refuerza la columna y los músculos abdominales.
Masajea órganos internos.
Advertencias
En caso de problemas en la zona lumbar, utiliza una manta o
bloque para sentarte encima y mantén la espalda recta en todo
momento.
Evitar en caso de lesión en las ingles, aductores o isquiotibiales.
Traducción
Postura de la vela.
Descripción
Dicen que lo más difícil de esta postura es ser capaz de relajar el
cuello, ya que pone un poco nervioso notar todo el peso de tu
cuerpo sobre los hombros y las cervicales. Sin embargo, qué
quieres que te diga, me parece un ejercicio de fuerza mental mayor
el enfrentarte cara a cara con tus lorzas. Nunca se me han antojado
tan feas y amenazantes. Por eso el yoga mejora la autoestima, pues
con el tiempo aprendes a quererlas... o a meterte antes la camiseta
por dentro del pantalón.
Técnica
Tumbado boca arriba, pon las manos a los lados del cuerpo y
presiona con ellas sobre la esterilla para levantar las piernas y
luego el tronco hacia arriba.
Con los codos lo más cerca del cuerpo posible, flexiona los
brazos y coloca las manos en la zona lumbar con los dedos en
dirección a la columna y los pulgares en la cintura.
Lleva el mentón hacia el pecho, relaja cuello, hombros y
piernas, y deja que sean los brazos los que soporten el peso.
Dristhi
Hacia los dedos de los pies.
Contraposturas
Balasana, matsyasana, halasana (ver siguiente asana).
Efectos y beneficios
Efecto equilibrador.
Estimula la tiroides y los órganos abdominales.
Estira cuello y espalda.
Tonifica glúteos y piernas.
Mejora la circulación sanguínea.
Ayuda a la atención y la concentración.
Advertencia
Evitar en caso de presión arterial alta, glaucoma o lesiones en
el cuello.
Consejo Yoguineando
Cerrar los ojos en esta postura no hará desaparecer los rollitos de tu
barriga, pero te relajará bastante.
HALASANA
Traducción
Postura del arado.
Descripción
Un desafío para los más rígidos y quizá un mal rato para los
claustrofóbicos. La flexión de espalda es tan intensa que halasana
te estira hasta el flequillo. La parte anterior del cuerpo está activa y
comprimida, de ahí que sea un mal momento para tragar saliva o
incluso hablar.
Técnica
Desde sarvangasana, pon fuertes los músculos del abdomen y
la espalda, y ve bajando poco a poco las piernas detrás de la
cabeza hasta llegar al suelo o a algún soporte (silla, bloques,
mantas, etc.).
Relaja la garganta y el cuello.
Retira los brazos de la zona lumbar, estíralos, entrelaza los
dedos y presiona los brazos activamente contra el suelo.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Adho mukha svanasana, savasana.
Efectos y beneficios
Efecto restaurador.
Reduce el estrés y la fatiga.
Estimula la tiroides y los órganos abdominales.
Estira la columna, hombros y cuello.
Advertencias
Evitar en caso de problemas de cuello.
En caso de asma, apoyar las piernas en algún soporte.
Traducción
Postura del pez.
Descripción
La postura del pez en su variante más básica es más impactante de
lo que luego en realidad es. Al apoyar la mayor parte del peso sobre
los brazos, el cuello no sufre. Y, sin embargo, supone una apertura
de pecho increíblemente beneficiosa, especialmente para los que
sufren de asma o ansiedad.
Técnica
Tumbado boca arriba, eleva las caderas, estira los brazos por
debajo del tronco y coloca las manos bajo los glúteos,
presionando las palmas sobre el suelo.
Pon los glúteos sobre los antebrazos y estira las piernas con los
pies flexionados.
Inhala y arquea la espalda y el cuello, a la vez que flexionas los
codos.
Pon prácticamente todo el peso sobre los brazos y deja que la
cabeza cuelgue hacia atrás descansando levemente sobre el
suelo.
Dristhi
Hacia el tercer ojo.
Contraposturas
Balasana, savasana.
Efectos y beneficios
Efecto estimulante.
Alarga el psoas (flexor de cadera) y los músculos intercostales.
Estira los músculos del vientre, la espalda y el cuello.
Estimula los órganos abdominales y la garganta.
Incrementa la capacidad pulmonar.
Advertencia
Evitar en caso de sufrir de migraña, presión arterial alta o baja,
lesión en el cuello o en las lumbares.
Consejo Yoguineando
Mantén los pies flexionados, con los dedos apuntando al cielo para
activar así el psoas y, con ello, proteger la espalda.
ASANAS NO TAN
«CASI FÁCILES»
PARSVA BAKASANA
Traducción Postura lateral de la grulla.
Descripción Se trata de uno de los equilibrios de brazos
más traicioneros, ya que solo puedes apoyar el peso
en un brazo; el otro codo tiene que estar libre y
despegado del cuerpo. De ahí el motivo de la viñeta:
un solo codo con su muñeca y mano tiene que
aguantar dos piernas, dos glúteos y un tronco con
una cabeza pegada. Increíble, ¿verdad? ¡Pues la
gente lo hace! ¿Por qué tú no vas a poder?
Técnica
Siéntate sobre tus talones con los pies de puntillas y las rodillas
juntas.
Gira el tronco hacia el lado izquierdo y coloca las palmas de las
manos en el suelo a la anchura de los hombros.
Inclínate hacia delante y pon más peso sobre las manos.
Asegúrate de colocar la rodilla derecha sobre la izquierda y la
izquierda sobre el brazo derecho.
Levanta los glúteos y transfiere el peso a los brazos mientras
doblas los codos.
Levanta un pie y luego el otro manteniendo las rodillas juntas.
Repite en el otro lado.
Hacia la punta de la nariz.
Dristhi
Contraposturas Balasana, uttanasana.
Efectos y beneficios
Efecto vigorizante.
Fortalece muñecas y brazos.
Alarga la parte superior de la espalda y refuerza los músculos
del abdomen.
Masajea los órganos internos.
Advertencia
Evitar en caso de síndrome del túnel carpiano y en caso de
embarazo.
Consejo Yoguineando El truco de la postura es inhalar a
la vez que activas los músculos abdominales y el
suelo pélvico en cuanto los pies despegan del suelo.
Esto te ayuda a flotar sin esfuerzo y a que el peso se
distribuya mejor en la base de apoyo. ¡Pruébalo,
verás la diferencia!
VASISTHASANA
Advertencias
Evitar en caso de lesión de muñecas, codos u hombros.
En caso de lesión en el cuello, mirar al frente y no subir la
pierna.
Consejo Yoguineando Lo importante es construir una
buena base. Esto se consigue apoyando bien la
palma de la mano sobre el suelo y abriendo y
separando bien los dedos. Sube las caderas
utilizando los abdominales oblicuos como si fueras a
dar un caderazo a golpe de bachata. Esto te ayudará
también a tener más superficie del pie sobre el suelo
y, por lo tanto, más apoyo y estabilidad.
EKA PADA RAJAKAPOTASANA
Traducción
Postura de la paloma regia con una sola pierna.
Descripción
Estabilidad, concentración y flexibilidad es lo que se necesita para
conseguir esta postura. ¿Te falta de todo eso? ¡No pasa nada! Hay
mil variantes que podemos ir haciendo mientras vamos trabajando
esas cualidades.
Técnica
Desde adho mukha svanasana o perro mirando hacia abajo,
lleva la pierna derecha hacia delante y coloca el pie pegado a la
muñeca izquierda y la rodilla pegada a la mano derecha. Si crea
mucha tensión en la rodilla, flexiona más la pierna, dirigiendo el
pie hacia tu cadera. La pierna izquierda se mantiene estirada en
contacto con el suelo.
Mirando hacia el frente, abre el pecho en una extensión y lleva
también la cabeza y los hombros hacia atrás apoyando las
manos en el suelo.
Dobla la pierna izquierda y dirígela hacia la cabeza.
Con la mano izquierda, agarra el pie. Después, prueba con las
dos y trata de tocar la cabeza con los pies.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia el tercer ojo.
Contrapostura
Balasana.
Efectos y beneficios
Efecto energizante.
Estira muslos, ingles, psoas, abdomen, tórax, hombros y cuello.
Estimula órganos internos.
Abre pecho y hombros.
Advertencia
Evitar en caso de lesión en la articulación sacroilíaca, en las
rodillas o en los tobillos.
Traducción
Postura del arco.
Descripción
Preciosa extensión de espalda, ¿verdad? Sin embargo, ni siquiera
en la más bella de las asanas los dedos meñiques pueden mantener
la compostura...
Técnica
Tumbado boca abajo, flexiona las rodillas y agárrate los tobillos
por la parte exterior de la pierna. Asegúrate de que la
separación de las piernas es de la misma anchura que la de tus
caderas.
Inhalando, levanta la cabeza a la vez que alejas los tobillos de
los glúteos. Después, abre pecho mientras subes las piernas y
levantas los muslos del suelo.
Activa glúteos para proteger la espalda baja.
Si eres flexible, prueba la variante de la viñeta: agarra los dedos
de los pies con las manos desde el exterior, después acerca los
codos entre sí por encima de tu cabeza hasta que se queden a
la misma distancia de tus hombros y estira los brazos poco a
poco.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, ardha matsyendrasana.
Efectos y beneficios
Efecto energizante.
Estimula los órganos abdominales.
Fortalece la espalda y mejora la postura.
Estira toda la parte anterior del cuerpo desde los tobillos,
muslos, pasando por las ingles, el tórax y la garganta.
Advertencia
Evitar en caso de migraña, reciente cirugía abdominal, tensión
arterial alta o baja y problemas lumbares o cervicales.
Consejo Yoguineando
Si te duele el pubis cuando haces esta postura, lleva el peso hacia
la tripa y haz pequeñas inhalaciones manteniendo siempre una
respiración constante. Esto evitará que nos mezamos demasiado.
MAYURASANA
Traducción
Postura del pavo real.
Descripción
Mi postura preferida. Parece difícil, pero el secreto está en encontrar
el punto de equilibrio. Mucha gente lanza las piernas hacia arriba o
da pequeños brincos para intentar «saltar hacia el equilibrio». Sin
embargo, el truco está en inclinarte hacia delante y mantener
siempre el cuerpo activado desde la cabeza hasta los pies. Si estás
correctamente apretado e inclinado, las piernas se elevarán solas
como por arte de magia.
Técnica
De rodillas en el suelo, coloca las manos bajo los hombros con
los dedos apuntando hacia las rodillas.
Intenta juntar los codos lo máximo posible.
Flexiona los codos y apoya el tronco, activado y fuerte, sobre la
parte posterior de los brazos.
Mientras te inclinas hacia delante, los codos aprietan contra la
zona del ombligo.
Ve transfiriendo poco a poco el peso hacia las manos mientras
las piernas, activadas y fuertes también, se van elevando.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, adho mukha svanasana.
Efectos y beneficios
Efecto vigorizante.
Fortalece las muñecas y los antebrazos.
Tonifica el abdomen.
Refuerza la espalda y las piernas.
Advertencia
Evitar en caso de lesión en las muñecas o los codos.
Consejo Yoguineando
Si te cuesta hacerlo sobre el suelo, prueba sobre una mesa robusta
tipo las de barbacoa que hay en el campo. Tendrás más rango de
movimiento y será más fácil.
EKA PADA GALAVASANA
Traducción
Postura del cuervo volador.
Descripción
Otro equilibrio de brazos que vale la pena practicar. El pie que
abraza los tríceps hace de unión entre las partes que conforman la
base, mientras que el otro pie erige la torre de la asana. Por ello,
una vez conseguida, esta postura confiere un sentimiento de
seguridad y empoderamiento formidable.
Técnica
Desde tadasana o la postura de la montaña, flexiona las rodillas
y lleva el tobillo derecho sobre el muslo izquierdo. Apoya las
manos delante de ti en el suelo a la anchura de los hombros.
Eleva los glúteos e inclínate hacia delante. Nota cómo la rodilla
derecha se apoya sobre tu axila derecha y el pie presiona y
abraza el tríceps del otro brazo.
Transfiere el peso hacia las manos y lentamente apoya la
cabeza en el suelo. Levanta la pierna izquierda del suelo
llevando el talón hacia los glúteos y poco a poco estira la pierna
completamente.
Utilizando la fuerza de los brazos. estíralos poco a poco y
levanta la cabeza del suelo manteniendo las piernas y el tronco
en la misma posición.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, series vinyasa.
Efectos y beneficios
Efecto vigorizante.
Refuerza brazos y muñecas.
Tonifica la barriga y la columna.
Advertencias
vitar en caso de síndrome del túnel carpiano.
Evitar en caso de lesión en las muñecas, codos o zona lumbar.
Para realizar esta postura con la
Consejo Yoguineando
máxima seguridad, debes tener en cuenta dos
cosas: 1) es imprescindible que el pie de la base
abrace activamente el brazo todo el tiempo; 2) los
dedos de tus manos equilibran el peso mientras la
pierna sube.
Si esta postura no te da confianza, coloca un cojín debajo de la
cara. Y si te aterroriza, igual la idea del casco no es tan
descabellada...
SIRSASANA
Traducción
Postura sobre la cabeza.
Descripción
Aunque hay numerosas variantes de esta postura, el pino sobre la
cabeza es la postura madre, la clásica. También la más segura y
beneficiosa ya que, construyendo la pared protectora con las
manos, creamos más soporte para la cabeza y las cervicales sufren
menos.
Técnica
Sentado sobre los talones, lleva los codos hacia el suelo y
agárralos con la mano contraria. Esta es la distancia que debe
haber entre ellos. Sin moverlos, apoya los antebrazos en el
suelo, entrelaza los dedos para crear una pared de seguridad y
deja los pulgares apuntando hacia arriba. Abre las palmas y
apoya la coronilla en el suelo.
Inhalando, levanta las rodillas y acerca poco a poco los pies a
los codos manteniendo las piernas estiradas.
Al espirar, levanta primero una pierna y después la otra o
puedes llevar las dos rodillas a la vez hacia el pecho y desde
ahí estirarlas poco a poco. Utiliza los músculos abdominales
para mover las piernas y mantener el equilibrio.
Presiona activamente los antebrazos contra el suelo y crea
espacio entre los hombros y las orejas.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, adho mukha svanasana, sarvangasana.
Efectos y beneficios
Efecto armonizador.
Estimula la glándula pituitaria y la pineal.
Refuerza brazos, tronco y piernas.
Tonifica los órganos internos.
Mejora la circulación sanguínea.
Reduce el estrés y la ansiedad.
Advertencia
Evitar en caso de presión arterial alta, problemas cardiacos,
lesiones en el cuello o en la espalda.
Consejo Yoguineando
Si te da miedo, lo más importante es hacer un ejercicio de
visualización antes. Verte a ti mismo en la postura: preparándote
para ella, subiendo poco a poco y aguantándola sin miedo, con
comodidad y disfrutando de ella.
EKA PADA KOUNDINYASANA
Traducción
Postura del sabio Koundinya.
Descripción
El desafío de esta postura es no perder el equilibrio al abrir las
piernas una vez que has conseguido subir sobre los brazos. Difícil
peripecia que requiere mucha práctica, paciencia y, sobre todo,
¡cuidado!
Técnica
Desde parsva bakasana o la grulla lateral, abre las piernas.
Estira hacia delante la pierna de apoyo sobre el brazo y lleva
hacia atrás la pierna de arriba.
Repite en el otro lado.
Dristhi
Hacia la punta de la nariz.
Contraposturas
Balasana, adho mukha svanasana.
Efectos y beneficios
Efecto fortificante.
Refuerza brazos y muñecas.
Tonifica el tronco y las piernas.
Flexibiliza la columna.
Mejora la concentración y el equilibrio.
Advertencias
Evitar en caso de lesiones en las muñecas, codos o síndrome
del túnel carpiano.
Evitar en caso de embarazo.
Consejo Yoguineando
Si no quieres que tu dentista se forre contigo, coloca un cojín debajo
de la cabeza para que aterricen tus piños en caso de caída.
Mis consejos para practicar durante esos días son los siguientes:
Crea espacio Dedícate a realizar posturas que alarguen
tu columna y creen espacio en la zona abdominal.
Ayúdate de accesorios como bloques y cojines y sé
suave contigo misma. Bastante hinchadas y
doloridas nos sentimos ya como para apretar y
estrujar zonas delicadas.
La medicina china
Céntrate en cuidar los riñones y el hígado
asegura que la chi (energía) de los riñones es
responsable de la salud de nuestro sistema
reproductor mientras que la chi del hígado se
encarga de equilibrar nuestras emociones. Sea
como fuere, a mí el dolor de regla se me sube hasta
las lumbares, así que me gusta poner énfasis en mi
práctica de yin durante esos días en estas dos
zonas.
Actualmente, en la cultura
Ni «no pain, no gain», ni leches
de la autosuperación, para animar al personal se
recurre a frases tipo «no pain, no gain» (sin dolor no
hay resultados) y otras del estilo. Pero si bien es
cierto que el progreso hay que ganárselo, esto no
debe darse a costa de lesionarse. El principio
universal del yoga es que en esta disciplina no hay
dolor. Hay molestia, incomodidad, cosica aquí y allá.
Pero las posturas no duelen, y si lo hacen, es que te
estás lesionando. Aborta postura cada vez que
sientas algo más que desagrado y agitación en una
parte de tu cuerpo, especialmente si es un dolor
agudo.
Las lesiones en la
La columna, el espacio sagrado del yoga
columna suelen venir por culpa de no acatar las
reglas básicas del yoga. Estas normas no las puedes
respetar si no tienes ni idea de cuáles son. Cuando
llega un estudiante nuevo a mis clases, incluso
aunque ya haya practicado yoga con anterioridad, le
doy algunas pautas, para mí, esenciales.
No estamos acostumbrados a mover el esqueleto demasiado y con
tanto vaivén de columna (flexión, extensión, torsión…) es muy fácil
hacerse daño. Así que les pido siempre que en las flexiones de
espalda metan un poquito el ombligo hacia dentro y activen los
abdominales. También en las torsiones para crear espacio. Y es que
no nos damos cuenta de que las barrigas pesan, y hacer que
nuestras lumbares carguen con ellas en las flexiones hacia delante
es una imprudencia. Otro truquillo para los principiantes es flexionar
un poquito las rodillas para que podamos doblarnos mejor desde la
cadera y asegurarnos así de que la zona lumbar está siempre plana.
Por el contrario, en las extensiones de espalda les pido que
alarguen la columna tirando de la cabeza hacia el cielo y de los pies
en dirección opuesta para después activar ligeramente los glúteos
sin dejar que los muslos se abran y roten hacia fuera. Esto hará que
tanto las lumbares como la articulación sacroilíaca estén a salvo.
MULADHARA CHAKRA
(«¿Me lo dará o no me lo dará?») Significado Raíz.
Lugar
Perineo en hombres y cérvix en las mujeres.
Color
Rojo.
Con qué se relaciona Estabilidad, supervivencia y
necesidades básicas.
SVADHISTHANA CHAKRA
(«Esta va sin nada…») Significado Sitio propio.
Lugar
Está situado dos dedos por debajo del ombligo, muy cerca del
primer chakra.
Color
Naranja.
Con qué se relaciona Creatividad, sexualidad y
relaciones.
MANIPURA CHAKRA
(«Tempura chakra») Significado Ombligo.
Lugar
Entre el ombligo y el corazón, por lo que está asociado con el plexo
solar.
Color
Amarillo.
Con qué se relaciona Poder, voluntad y acción.
Color
Verde.
Color
Azul.
Color
Morado.
Color
Violeta.
En el
Anahata chakra El chakra de Ana Amor, alegría
corazón
En la Expresividad,
Visuddha chakra Me la suda chakra
garganta verdad
Intuición,
Ajna chakra La tía Ajna chakra Entrecejo
sabiduría
IDA NADI
Ida es nuestra parte yin. Significa ‘confort’ en sánscrito. Es el nadi
lunar, por lo que se caracteriza por ser frío e introvertido por
naturaleza. También se asocia con la parte más femenina de
nuestra personalidad y con todos los procesos mentales. A menudo
este canal energético es representado por los colores blanco o azul,
que lo asocian con su poder de vibración sutil.
Las personas en las que ida domina sobre pingala se caracterizan
por ser amables y tener una clara tendencia maternal. Tienen mucho
potencial, pero les falta motivación y determinación, cualidades solo
posibles de ser manifestadas a través de pingala y sin las cuales no
podrán convertir ese potencial en algo productivo.
SUSHUMNA NADI Sushumna nadi se encuentra justo
en la columna vertebral, a lo largo de la espina
dorsal. Es el canal neutral, donde la conciencia plena
tiene lugar. Por él circula la energía kundalini para
alcanzar el séptimo chakra en samadhi. En este
canal los pensamientos están llenos de pureza,
sabiduría y paz.
Si trazamos un paralelismo entre nuestro cuerpo y una red viaria, los
coches serían nuestros pensamientos, que van circulando por los
nadis o carreteras de energía, y sushumna actuaría de vía principal,
desde la cual el resto de vías (autopistas, carreteras secundarias,
caminos) se ramifican. Es el eje central y actúa de guía. Es como si
te subieras a un puente que cruza una autopista: solo desde este
punto podemos ver claramente el movimiento de los coches
(nuestros pensamientos) y entenderlos.
Desde pingala pensamos en cosas concretas, por ejemplo, en que
me duele el juanete. Desde ida, por su parte, pensamos en cómo se
sienten las cosas, por ejemplo, en la sensación de dolor que me
está causando el juanete. Según Geshe Michael Roach, en ambos
canales circulan los pensamientos negativos que tenemos y van
generando bloqueos en el cuerpo. Sushumna, en cambio, es la vía
por donde circulan los pensamientos buenos.
Mula
Perineo, Contraer testículos Hacer como
bandha,
Mula esfínter anal y (en hombres) o la si te
más terco
bandha la zona baja cérvix uterina (en aguantaras el
que una
del ombligo mujeres) pis
mula
TIPOS DE MUDRAS
Mana mudra Son los mudras realizados con la cabeza.
En ellos, los ojos, las orejas, la nariz, la lengua y los
labios se ven involucrados. Se trata de bloquear la
energía vital e impedir que salga por cualquiera de
estos puntos. Este sería shambhavi mudra.
Kaya mudra Estamos hablando del mudra postural, es
decir, has de realizar una postura de yoga completa
y combinarla con la respiración y la máxima
concentración posible para que funcione. Este
conjunto de acciones crea el sello necesario para
preservar el prana. Un ejemplo sería yoga mudra, en
el que nos sentamos en la posición del loto,
cruzamos las manos detrás de la espalda y nos
inclinamos hacia delante hasta tocar el suelo con la
frente. Inspiramos y aguantamos la respiración 20
segundos. Después exhalamos y volvemos a la
posición inicial.
Bandha mudra También llamados mudras del bloqueo.
Son los mudras combinados con los bandhas, que
hemos visto en el capítulo anterior. Un ejemplo sería
maha mudra, en el que nos sentamos con las
piernas estiradas. Desde ahí flexionamos la pierna
izquierda y nos sentamos sobre el talón de modo
que se oprima el perineo. Entonces flexionamos el
tronco hasta tocar, si llegamos, con la frente en la
rodilla derecha. Desde ahí activamos jalandhara
bandha y mula bandha, a la vez que inhalamos y
retenemos la respiración hasta casi el límite.
Entonces exhalamos dulcemente.
Adhara mudra O el mudra del perineo. Durante la
exaltación del acto sexual, utilizamos este mudra
como si no hubiera un mañana, pero tienes que
saber que este no es el único momento propicio para
usar este mudra. También puedes hacer ashwini
mudra sentándote en cualquier postura de
meditación, concentrar la atención en el ano y
contraerlo y relajarlo repetidamente. Lo sé, no es tan
divertido como el anterior, pero si a tu pareja también
le gusta hacer yoga, puedes proponerle
inocentemente practicar adhara mudra juntos. Lo
que haga falta por preservar el prana.
Hasta mudra Es el tradicional, por llamarlo de algún
modo. Son los mudras realizados con las manos.
Generalmente sirven para aumentar la concentración
durante la meditación, pero también se realizan
durante las asanas. Otros los utilizan para la
sanación física y mental. Los dedos se unen entre sí
de maneras muy distintas, la presión es diferente y la
combinación de dedos muy variada. Cada mudra
tiene un significado diferente, pues según combines
los dedos, obtendrás un efecto u otro. Esto se debe
a que cada dedo tiene una energía distinta como
resultado de su correspondencia con otros
elementos. Hasta que descubrí el yoga, de mis
manos solo me preocupaba no morderme las uñas y,
si eso, echarles crema en los secos meses de
invierno de la Mancha profunda. Sin embargo, se
conoce que los dedos están conectados con órganos
del cuerpo, desatan determinadas emociones, se
corresponden con elementos de la naturaleza y
hasta con planetas. De ahí que los dedos se
combinen de diversos modos para formar los sellos,
obteniendo en consecuencia resultados distintos.
Por otro lado, el efecto de los mudras es muy sutil.
Cierto, pero sutil. No esperes milagros ni tragedias,
son siempre un complemento, un apoyo a la práctica
de asanas o de la meditación. A continuación te
presento los más populares: Anjali mudra o mudra
de la oración: Se juntan las palmas de las manos y
se colocan en el centro del pecho. Este mudra lo
usan en la India en todas partes, ya sea para
saludar, dar las gracias o expresar respeto hacia el
otro. En la comunidad yogui se emplea al inicio o al
final de cada clase, junto con la palabra namasté,
que significa algo así como ‘me inclino ante ti’,
aunque algunos la traducen como ‘mi parte divina
reconoce tu parte divina’. Pero también se usa para
la realización de asanas, durante la práctica o
durante la meditación, a la vez que es un símbolo de
oración, ya que en la antigüedad se pensaba que el
yogui tenía que rogar así a Dios. Este mudra
armoniza los dos hemisferios del cerebro y al
presionar los pulgares sobre el pecho nos recuerda
la importancia de hacer las cosas siempre con
corazón. Para la meditación viene estupendamente,
ya que nos ayuda a poner más atención y a entrar
en silencio dentro de nuestra mente.
Chin mudra o mudra de la conciencia: El dedo pulgar, que
simboliza la conciencia absoluta (la Divinidad), se une al meñique,
que simboliza la conciencia individual (el hombre). Los otros tres
dedos, que se han de mantener estirados, representan los 3 gunas
(tamas, sattva y rajas). Este mudra fomenta la respiración abdominal
y la relajación. Chin mudra se hace también con las palmas de la
mano hacia abajo, mientras que al revés, con estas apuntando hacia
arriba, a veces es llamado jñana mudra o mudra del conocimiento.
MUDRAS NO HOMOLOGADOS
Si te cuesta creer todo esto, piensa en la cantidad de políticos o
personas que se dedican a hablar en público y pon atención en sus
manos. Muchos de ellos mantienen un mudra durante un rato, o
quizá durante toda la charla. Dependiendo del mudra que utilicen,
este les da seguridad, serenidad, foco o relajación. Por no hablar de
los mudras «no homologados» que utilizamos diariamente: un corte
de manga para mandar lejos a alguien, destacar el dedo corazón
como muestra de rechazo y agresividad, o poner el dedo pulgar en
la nariz y agitar el resto de los dedos para expresar burla o la
opinión de que alguien, de tan inocente, es tonto. Son gestos que
forman parte de nuestro lenguaje corporal más maleducado, y
utilizándolos cargamos de energía (en este caso, negativa) el
organismo y aprovechamos para mandar un mensaje (que está
feísimo, por cierto).
OTRAS INDICACIONES
Interesante esto de los mudras, ¿verdad? La teoría es maravillosa,
pero solo la práctica te llevará el conocimiento. Así que allá van
unos consejos finales:
Te habrás dado cuenta de lo fácil que es crear tus propios
mudras,aunque la verdad, habiendo ya tantos, para qué
queremos más.
Los mudras se deben practicar una vez tengamos controlada la
parte de asana, pranayama y bandha. Cuando esto sucede, el
cuerpo genera mayor cantidad de prana, que fluye a través de
los nadis y los chakras. Si deseamos preservarla y aumentar
nuestro nivel de concentración y alcanzar unos estados de
conciencia más profundos, debemos entonces incorporar los
mudras.
El efecto de los mudras es muy sutil; por ello, se necesita ser un
practicante avanzado y ser capaz de entrar en un estado de
profundo silencio primero; solo así serás consciente del
resultado.
Mi recomendación es incorporar un mudra a tu práctica habitual
durante un tiempo, hasta interiorizarlo y perfeccionarlo, antes de
pasar a otro. Si practicas varios mudras a la vez, tendrás los
dedos bien ejercitados pero también un cacao de energías de
aúpa.
Se aconseja que el mudra se mantenga durante un tiempo
determinado y se realice al menos una vez al día.
LOS SHATKARMAS O
SERVICIO DE
MANTENIMIENTO EN
CARRETERA
Los danta dhauti, por su parte, son una serie de técnicas de limpieza
especiales para orejas, dientes y lengua, mientras que moola
shodhana consiste en meterse el dedo por el ano y moverlo en la
dirección de las agujas del reloj, para más tarde hacerlo en dirección
contraria. Como ves, estos antiguos yoguis estaban un tanto
obsesionados con la higiene personal y le sacaban brillo hasta al
recto, aunque fuera más que nada por una cuestión espiritual…
Para hacer jala basti hay que sentarse de cuclillas, apoyando los
gajos del culo sobre los talones e introducir un tubito de plástico por
vía intergajal (es decir, por el ano) que comunique con un barreño
de agua. De este modo, al realizar uddiyana bandha, nauli y un
mudra específico, contrayendo y dilatando el esfínter anal, se
consigue hacer efecto ventosa y el agua sube desde el barreño por
el colon, los intestinos y llega hasta el ombligo. Después, por
supuesto, todo lo que sube, baja, y, al relajar el ano, se acaba
expulsando el agua (y todo lo que arrastre a su paso) por la misma
vía por la que entró. Antiguamente los yoguis practicaban este
shatkarma en los ríos… ¡Una gozada tendría que ser bañarse allí
después!
Como vimos en el
KAPALABHATI («Cráneo brillante»)
capítulo de pranayama, la respiración kapalabhati
representa también un shatkarma por su capacidad
de eliminar toxinas a través de una respiración
vigorosa y activa (en contraposición con la
respiración pasiva que hacemos normalmente).
Cuando respiramos conscientemente, y sobre todo si
estamos nerviosos, no exhalamos completamente.
La respiración kapalabhati se ocupa de espirar
consciente y activamente. Cuando practicamos estas
exhalaciones masajeamos el tejido cerebral (de ahí
su nombre) y distribuimos sangre fresca y nutrientes
por todo el cuerpo. Su nombre real traducido del
sánscrito es ‘cráneo brillante’ y resulta fácil de
recordar ya que las primeras veces que lo practicas
suele marear un poco.
Siendo honestos, los shatkarmas o kriyas son una parte del yoga
que se practica bien poco. No es cuestión de hacerlo cada semana,
pero ni siquiera en los textos antiguos se especifica el momento de
llevarlos a cabo. Es como lo de cambiarse de pijama, no existe
protocolo. Lo que sí es cierto es que es algo de lo que los yoguis
normalmente no hablan, bien porque no lo practican, bien porque es
un tema tabú, al incorporar técnicas un tanto escatológicas. No es
común oír a alguien decir «hoy me he metido la corbata por la
garganta y la he sacado sin vomitar». En cambio, todos publican en
internet el «antes» y el «después» (y si pueden el «durante»,
también) de su práctica de asanas. En todo caso, se agradece no
ver la práctica de shatkarmas de otros: no debe de ser muy
agradable ver a nadie haciendo basti.
Lavado estomacal e
Dhauti Dhauti una vuelta por dentro
intestinal
CÓMO MEDITAR
Se recomienda meditar en una habitación libre de ruidos y de
interrupciones, a ser posible siempre la misma y a la misma hora. El
lugar debe tener una atmósfera sattvica. Puedes encender incienso,
velas y, en general, crear una especie de santuario. Dicen que lo
mejor es posicionarnos hacia el norte o el oeste para sacarle mayor
partido a los efectos del campo magnético terrestre, y el momento
ideal es entre las 4 y las 6 de la mañana, porque en el ambiente hay
más fuerza espiritual. Pero a esas horas lo que no hay es fuerza de
voluntad. Así que si quieres meditar a la hora de la siesta, con los
platos sin lavar y mirando hacia La Gomera, hazlo sin
remordimientos. El caso es practicar.
Se me va la cabeza
Si te relajas demasiado, a veces la cabeza acaba inclinándose hacia
delante y otras hacia atrás. Cuidado con eso. Tenemos que imaginar
que nos tiran de un hilo desde la coronilla hacia el cielo. El cuello se
alarga pero el mentón sigue paralelo al suelo.
Pasa el escáner
Desde la punta del dedo meñique del pie hasta el cuero cabelludo.
Elimina cualquier punto de tensión que tengas en el cuerpo y
envíale a tu cerebro la orden de relajar los músculos. Pero no te
pases, no queremos dormirnos, no es una relajación, sino una
sesión de meditación. Se trata de encontrar una postura estable y
cómoda e ir entrando poco a poco en un estado de calma y
serenidad adecuado. Después, para que sea más fácil concentrarse
en la meditación, aconsejan poner la atención en un punto fijo, como
el entrecejo. A mí personalmente mirar hacia ajna chakra me da un
poco de tiricia, porque acabo poniéndome bizca, así que prefiero
centrarme en el centro del pecho, pero puedes elegir el que quieras.
DESPISTES
¿Qué ocurre cuando meditamos? Que no es tan sencillo. De
repente te acuerdas de que has puesto una lavadora y hay que
tenderla, de que no has comprado pan y van a cerrar o de que has
dejado a alguien en el WhatsApp con el doble tic azul y vas a
quedar fatal. Eso cuando no oyes al vecino gritar, a un perro ladrar,
el claxon de un coche o los muebles crujir.
Pues sí, así es, cuando comienzas a meditar pasan dos cosas por tu
mente: las obligaciones que tienes pendientes y los pensamientos
más tontos que se te puedan ocurrir. Como de qué color son los
calzoncillos del Papa, a qué olerá en el espacio o si de verdad las
verduras se conmueven cuando les cantan mantras. Pero ten
paciencia y, sobre todo, no te juzgues ni te insultes por tener ese
tipo de ideas. Es una forma de conocernos y de ver lo
absurdamente creativos que podemos llegar a ser. Créeme que
algún día le sacarás mucho partido a esto. Y por si te lo estabas
preguntando, como yo: sí, ese tiempo en el que pensamos en cosas
estúpidas sí cuenta como meditación. Porque en eso consiste
meditar, en enfrentarnos con nuestros pensamientos e ir
apartándolos poco a poco hasta llegar a la quietud mental. Unas
veces lo conseguiremos y otras no.
TIPOS DE MEDITACIÓN
Meditación solo hay una, pero técnicas hay demasiadas, muchas
muy parecidas y algunas hasta diría que un tanto enrevesadas. Yo
las he clasificado en dos grupos: las que solo precisan de nuestro
cerebro e imaginación y las que requieren de cierta «equipación».
Usando objetos
Trataka: También es un kriya, como ya hemos visto en capítulos
anteriores. (Para leer la explicación, ve a la página 201).
Malas: Seguramente habrás visto a yoguis llevar collares parecidos
a un rosario, pues son los llamados malas. Son collares de 108
cuentas que se usan para meditar. El mala se coloca en la mano
derecha y cada vez que se inhala pasas una cuenta. También se
utiliza para contar las repeticiones de la meditación con mantras.
Con esta técnica ganas foco y se hace más fácil la meditación. De
hecho, es la primera técnica que me enseñaron, por lo que está
totalmente recomendada a los principiantes.
BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN
Estoy segura de que más de una vez has leído u oído que la
meditación:
Combate el estrés, la ansiedad y la depresión
Acaba con el insomnio
Acentúa tu lado intuitivo
Potencia la sabiduría y la capacidad de ver las cosas con
perspectiva
Incrementa la memoria y la concentración
Nos bombardean continuamente sobre los beneficios de la
meditación, porque son realmente buenos y necesarios para llevar
una vida plena, pero, ¿sabemos realmente por qué obtenemos esos
resultados?
Por eso dicen que la meditación tiene tantos beneficios. Los leemos
en revistas, artículos en internet, los vemos enumerados y
pensamos «ah, qué bien», pero pensamos que están ahí escritos
por rellenar, que cómo es posible que uno se sienta absolutamente
dichoso solo por estar sentado. «Yo me paso 8 horas sentado en el
trabajo todos los días y soy un desgraciado», puedes decir. La
diferencia estriba en lo que haces con la mente. Subestimamos
enormemente nuestra capacidad para alcanzar la felicidad por
nosotros mismos, así como los beneficios de la meditación. Todos
ellos son fruto de la misma acción, que es centrar nuestra mente en
nuestro interior.
Yo ya medito en el baño
Independientemente de la legitimidad de los métodos y lugares
elegidos para la meditación de cada uno, cuando me hacen este
comentario me parece apropiado destacar que no es lo mismo
meditar en la soledad de tu baño que en la grata compañía de otros
estudiantes. Al igual que no es lo mismo una clase de meditación
que una de asana, donde también se suele meditar. Incluso aunque
no se dediquen expresamente unos minutos a esta práctica, cuando
uno se acostumbra a la realización de asanas, sobre todo cuando
son las mismas secuencias (léase, en estilos como ashtanga), la
práctica se convierte en una meditación en movimiento y es
sumamente beneficiosa y más gratificante, me atrevo a decir, que
meditar durante el entrañable proceso de evacuaciónen el baño de
tu casa. Al estar con otras personas unidas con el mismo fin, las
vibraciones no son las mismas... y el olor, esperemos, tampoco.
EN CASA
A todos nos encantaría ser lo suficientemente pudientes como para
permitirnos una casa con jardín en un bello entorno rodeado de
naturaleza y con un clima tan agradable que nos permita practicar
siempre fuera respirando aire fresco, a ser posible en pelotas y sin
vecinos mirones. Y ya puestos, añádele un perro que se saque a
pasear solo y que haga yoga contigo todas las mañanas (y si se
sabe alguna figura de acroyoga, para qué queremos más). Pero no
es lo normal. Yo me conformaría con tener una habitación libre en
casa para tener mi esterilla y mis accesorios de yoga. Lo ideal sería
disponer de este espacio propio única y exclusivamente para tu
práctica.
Pero lo normal es que seas un currante que llegue a las 8 de la
tarde a casa con ganas de tirarse en el sofá. Si ya no vives con tus
padres, probablemente compartas piso con otros dos o tres muertos
de hambre a los que si les ofreces el plan de hacer juntos una clase
de yoga en YouTube te tirarán el ordenador a la cabeza o te
castigarán con sacar la basura todas las noches durante una
semana. O quizá eres un padre o madre de familia y desenrollar una
esterilla en el suelo de tu casa se convierta en una absoluta
temeridad, ya que si no te clavas una pieza de Lego en la rodilla,
seguramente pises un piano minúsculo que se queje con un
estruendo melódicamente distorsionado (si es en la hora de la siesta
de los niños las probabilidades de que esto pase son más altas) o
se te suban los hijos encima queriendo hacer el caballito cuando tú
ni siquiera has terminando el primer saludo al sol. Eso cuando no te
dan ellos lecciones de flexibilidad o intentan hacer el pino sin
manos. Además, es muy probable que tu pareja te acuse de haber
«agitado a los chiquillos» justo antes de dormir, «ahora que ya los
tenía relajados para irse a la cama sin rechistar». Así que no es de
extrañar que la práctica del yoga en casa a veces se convierta en
misión imposible.
Pues bien, si tu situación se parece a alguno de estos dos casos,
imagino que la práctica en casa se te antoja poco atractiva. He aquí
algunas claves para hacerla más sexy:
Asigna un espacio fijo para practicar
Aunque tengas que enrollar y desenrollar la esterilla cada vez, al
menos ya sabes que ese es tu lugar de práctica. Desde que
descubrí el yoga, he vivido en lugares distintos y en ninguno podía
disponer de un espacio amplio para mí. En Italia practicaba en una
habitación llena de muebles, adornos, figurines, carteles y libros por
todos sitios. No había ni un solo centímetro de pared donde
descansar la vista de tanta información. En España tenía que ser en
casa de mis padres, siempre con gente entrando y saliendo,
rodeada de guitarras o gente cantando. En Londres tenía una
habitación tan pequeña que no me podía ni estremecer, así que
practicaba en la cocina, junto a la trampa para cazar a Felipe,
nuestro ratón okupa.
Practicar así es un desasosiego y te va a dar más pereza ponerte
cada día que si tienes un espacio donde sabes que ningún visitante
inesperado va a interrumpir la sesión. Si es posible, acondiciona el
lugar casi de la misma forma que si fueras a tener una noche
romántica: apaga luces, coloca velas, incienso, pon música si
quieres… pero olvídate del conjunto de encaje negro y enfúndate la
ropa para el yoga. El ambiente tiene que invitar a la introspección y
la meditación; el desorden, los ruidos, las luces o los olores muy
fuertes y la incomodidad en general son los enemigos.
No practiques al tuntún
Cuando comencé a hacer yoga practicaba en mi casa donde pillaba
y como pillaba. Colocaba la esterilla en medio del salón y, sin
calentar siquiera, me ponía a hacer vrkasana o la postura del árbol,
de ahí directamente a sirsasana o parada sobre la cabeza… Una
insensatez. Lo primero que debemos hacer antes de comenzar la
sesión es ponerle una intención a la práctica. Por ejemplo: «Hoy me
siento débil, voy a ser suave conmigo mismo» o «estoy a tope, voy a
darlo todo». Dependiendo de esa intención haremos un
calentamiento más o menos completo, y elegiremos unas
secuencias centradas en una parte del cuerpo o en otras. Practica
con un objetivo y créate unas secuencias, aunque sean cortas y la
sesión dure 20 minutos, pero pon el foco en algo. No practiques por
practicar o la motivación te durará dos días.
«Pero no sé cómo secuenciar una sesión, no soy profesor de yoga»,
me dirás. Cierto, si no eres un profesor experto, aunque en el
capítulo 7 explico las reglas básicas para secuenciar una sesión de
yoga, es mejor que tu práctica en casa sea más «de
mantenimiento», pues probar cosas nuevas sin conocimiento puede
dar lugar a lesiones. Pon en práctica en casa lo que ya has hecho
en clase. Ten paciencia: con práctica, formación y tiempo, las
secuencias saldrán solas.
Aprovecha cuando estés solo o el ruido sea mínimo en casa
El silencio es el mejor compañero del yoga. Recuerda que lo
importante no es conseguir dominar cierta postura, sino alcanzar la
máxima concentración. Pero también es importante saber practicar
cuando hay ruido y ser capaz de aislarse de los estímulos externos.
Si tu casa es una jungla y siempre hay algún grillo dando el cante,
aprovecha el reto y practica igualmente.
Si puedes, asiste al menos a una clase de yoga semanal
Asistir a clase de yoga al menos una vez a la semana influirá
decisivamente en nuestra práctica ya que no solo tendremos una
guía básica de la que partir y que nos garantiza una práctica segura,
sino que además tendremos la oportunidad de trabajar lo ya visto en
clase y podremos avanzar y aprovechar más la siguiente sesión con
nuestro profesor.
Yo siempre digo que las sesiones más satisfactorias son, en casa,
cuando has seguido una secuencia coherente como en una clase, y
en clase, cuando has mantenido la mirada hacia el interior como
haces en casa.
EN LA OFICINA
¿Cuántas veces has estado trabajando delante del ordenador
durante horas sin darte cuenta de que no te has movido de esa
posición de primate deprimido ni por un segundo? Pasarse, por lo
menos, 8 horas al día sentado produce un letargo muscular que, se
ha comprobado, supone problemas para la salud tan graves como
fumar. Aunque no podemos eludir nuestras obligaciones laborales,
sí podemos tomar una serie de medidas en nuestro lugar de trabajo
para no abocarnos al camino de la decadencia física y mental…
Por supuesto, practicar yoga antes o después de trabajar, influirá
decisivamente en la salud de tu cuerpo. No solo porque al menos
habrás estirado y activado los músculos que normalmente
permanecen relajados durante la jornada laboral, sino porque ellos
mismos te pedirán, cada rato, unos cuantos «estiramientos de
mantenimiento». Es curioso ver cómo una práctica de yoga regular
hace que el cuerpo se vuelva más inteligente y sepa cuándo pedir
estirarse otra vez, aunque sea con menos intensidad y durante
menos tiempo. Esto pasa porque los músculos y tu columna saben
que necesitan moverse para seguir rindiendo y mantener la misma
energía y la calidad de sus movimientos.
No obstante, tengas o no el tiempo de realizar yoga cada día, es
importante que no ignores este problema y realices alguna que otra
parada durante tu jornada laboral para moverte y «desintoxicar» el
cuerpo del letargo muscular que supone estar sentado en la misma
posición durante horas.
Siéntate, pero hazlo bien
Asegúrate de que el tiempo que estás sentado, lo haces
correctamente. Las normas más básicas son tener la pantalla del
ordenador a la altura de los ojos, sentarse sobre los isquiones (si
ahora mismo estás sentado, tócate un glúteo, siéntate sobre la
mano y lo encontrarás), mantener la espalda recta y los hombros
hacia atrás. Es importantísimo cambiar de postura, por lo menos,
cada 20 minutos para evitar desequilibrios corporales, sobre todo si
tiendes a sentarte de cualquier forma.
Levántate cada cierto tiempo
Y no me refiero para ir a la fotocopiadora, a pedirle el cargador a tu
compañero o las vacaciones al jefe. Levanta el culo de la silla
deliberadamente cada hora como mucho, para dar una vuelta y
estirar. Métete en el baño si quieres, pero no lo dejes. Lo gracioso
es que en las oficinas suele haber una habitación de descanso o
para comer, donde te encuentras a la gente, de nuevo, sentada. Lo
suyo sería tener unas esterillas para que el personal haga unos
cuantos estiramientos y, si el aforo está completo, al menos
disponer de una pared para hacer unas cuantas invertidas. En
realidad, cualquier espacio es bueno para ponerse a estirar y
moverse un poco. Yo estuve trabajando un tiempo en un sitio tan
pequeño que utilizaba el pasillo para practicar cuando todo el mundo
estaba almorzando y no había clientes. Cierto es que siempre hay
cierto miedo a ser pillado por un cliente o por el jefe, pero si te pilla
el primero puedes explicar que en tu empresa se aboga por la salud
de los trabajadores, y si te pilla el segundo, explícale que le va a
salir más barato que hagas esos descansos que estar de baja por
estrés o por lesiones, contracturas o tendinitis por no cambiar de
posición durante horas.
Si tu trabajo consiste en sentarte frente a un ordenador, centra tu
práctica en estirar el tren superior, especialmente los hombros,
trapecios y cuello. Unos saludos al sol también te ayudarán a estirar
las piernas. Si, por el contrario, pasas muchas horas de pie,
dedícate a movilizar el tren inferior con secuencias dinámicas y
termina con unas invertidas para estimular la circulación sanguínea.
Pero muévete, siempre. La inactividad mata.
Instalaciones adecuadas
Algo menos importante pero decididamente influyente sobre nuestro
bienestar en un estudio de yoga son las facilidades que sus
instalaciones ofrezcan. Por ejemplo, que haya esterillas suficientes
para todos los estudiantes, así como el resto de accesorios
(bloques, cinturones, cojines, etc.). Por otro lado, que dispongan de
duchas es un plus, pero de nada servirán si están sucias, no tienen
agua caliente, champú o gel.
Horarios compatibles
De nada sirve que un estudio esté al lado de tu casa y sea precioso,
limpísimo y tenga los mejores profesores si no se adapta a los
horarios de, al menos, la mayoría de los estudiantes. No hablo de
poner una clase a las 2 a.m. los viernes porque te guste practicar
después de tomar unas copas con los amigos, sino de conocer bien
el mercado al que te diriges y satisfacer sus necesidades yóguicas
en la medida de lo posible.
Rigor y seguridad
Para mí, cada vez tiene más peso lo que dicen de un profesor sus
alumnos y cómo transmite en sus clases que dónde haya hecho su
formación y los años que lleve enseñando. También creo que es
imprescindible que los estudios tengan en su equipo profesores que
tengan una práctica de yoga constante y firme, independientemente
de las horas que den clase a la semana. Sin una autopráctica
decente no puedes enseñar ni transmitir yoga por mucho que des 20
clases semanales. En yoga no funciona así. Enseñamos lo que
experimentamos en nuestra propia práctica.
Confianza
La atención debe ser siempre personalizada desde el momento en
el que pones una falange en el estudio por primera vez. Al pedir
información, han de preguntarte primero qué esperas de tu práctica
de yoga, en vez de soltar la retahíla de los horarios tan buenos y la
variedad de paquetes de clases que ofrecen (eso ya lo puedes leer
tú en internet). Deben asegurarse de que sus clases satisfarán tus
necesidades yóguicas y de que estás a gusto en sus instalaciones.
Una vez decides probar ese estudio y comienzas a asistir
regularmente, lo suyo es que se molesten en conocerte un poco
más. Cuando en un estudio de yoga entras por la puerta, te sonríen
y te llaman por tu nombre, es como entrar en casa. Que el lugar
donde vas a dedicar un tiempo a meterte en las turbias aguas de tu
interior sea de confianza es clave para disfrutar de unos momentos
a la semana para ti mismo. Si el trato es excelente, no necesitarás
buscar otros. Si te tratan como una esterilla más, tardarás poco en
marcharte.
Cercanía y humildad
Los profesores de yoga no son Dios por mucho que algunos lo
parezcan, y no lo saben todo aunque se traguen el Bhagavad Gita
con el roibos del almuerzo. El yoga es tan complejo que todos
moriremos sabiendo una parte ínfima de lo que esta disciplina nos
puede aportar. Por eso, no es de extrañar que después de clase los
alumnos corran hacia el profesor a hacerle mil preguntas: «¿Por qué
hay que inhalar y no exhalar en la postura de la cobra?». «¿Se
llama savasana porque cuando la practicas te quedas frío y
necesitas una sábana para taparte?». «Cuando dices que abra el
pecho, ¿quieres decir que lo raje en canal?».
Disponibilidad
Un buen profesor de yoga llega antes y se va después. Es cercano,
amable y está disponible para sus alumnos. Precisamente para dar
la oportunidad a sus estudiantes de que saquen de él más
enseñanzas que las que se imparten en clase. Los profesores de
cualquier disciplina son fuentes de sabiduría andantes, son libros
que hablan y vídeos que podemos ver offline. ¡Aprovechémoslos!
Aportan valor
Que el profesor se mueva por toda la clase, corrigiendo,
demostrando, que se le oiga bien, que transmita con la voz, que
explique los beneficios de las posturas, que dé detalles sobre
anatomía, que aporte variantes para los principiantes y para los más
avanzados, son algunos de los factores clave que hacen que
continúe asistiendo a las clases de un profesor o me busque otro.
En general, todo ello se resume en que sea una persona que aporte
valor a aquellos que se han tomado el tiempo y la molestia de
invertir entre 60 y 90 minutos de su día en asistir a esa clase.
Carisma y humor
He hecho yoga con profesores en clases de las que prácticamente
salí llorando. Y no porque hiciéramos muchas extensiones de
espalda, la meditación me hubiera dejado tocada o porque ese día
estuviera especialmente sensible. No. Resulta que antiguamente el
yoga se enseñaba de maestro a discípulo con clases privadas en las
que el estudiante tenía que demostrar de mil y una formas que de
verdad estaba dispuesto al sacrificio y al esfuerzo con tal de
aprender yoga. Hoy en día, estos profesores disciplinados,
autoritarios y exigentes siguen existiendo. Imparten sus clases con
arrogancia, siempre desde una mirada altiva, divinizada y no
perdonan ni una. Lo peor es que se olvidan de que la mayoría de
sus alumnos no son para nada como los de antaño. Es decir, no
tienen ni esa disciplina ni ese espíritu de sacrificio: solo quieren
sudar el brownie que se cascaron la noche anterior y que la clase no
se alargue demasiado para llegar a tiempo a recoger a los chiquillos
de la sesión de piano. En yoga debería aceptarse que cada cual
pudiera practicar independientemente de que su objetivo fuera llegar
o no a samadhi algún día. Sería ideal tener solo estudiantes
completamente comprometidos con su práctica, pero no lo puedes
pretender. Esos profesores no lo entienden ni lo aceptan. En sus
clases, te gritan y te ofenden con su mirada ofuscada ante tu pobre
alineación. Cada vez que pasan por tu lado dictando las
instrucciones, tu corazón se acelera y tu respiración se entrecorta y
entonces te gritan aún más fuerte porque no estás respirando
correctamente. Hace tiempo que dejé de asistir a este tipo de
clases. Creo que la humillación, la autoridad y la arrogancia en yoga
no están nunca justificadas, aunque seas la encarnación de Buda o
el primo de Pattabhi Jois.
EN ESPAÑOL
Anatomía del yoga, de Leslie Kaminoff y Amy Matthews, Tutor,
2013.
Aunque solo sea por las ilustraciones, este libro merece totalmente
la pena. De un simple vistazo puedes entender los músculos
envueltos en una postura. Y no solo eso; sus explicaciones,
especialmente aquellas sobre el sistema esquelético, muscular, etc.
del principio del libro, son absolutamente esclarecedoras. No lo son
tanto, en cambio, las que se dan individualmente en cada postura.
Pero si eres mínimamente entendido sobre el tema, te será de gran
ayuda.
EN ITALIANO
Yoga tutor, de Mark Kan, Elika, 2014.
Mark Kan es un profesor polémico dentro de dharma yoga en
Londres. Tiene fama de altivo, algo en total contraposición con los
principios del dharma. Sin embargo, tiene un regimiento de
seguidores que lo admiran y veneran sus clases. Personalmente, la
única vez que asistí a su clase, no sabía que era el señor del libro
que tanto me había gustado y la clase en sí me encantó. Solo me
percaté cuando, al terminar la sesión, comenzaron a entrar caras
conocidas a su clase de dharma avanzado. Entonces me di cuenta
de que eran todos los modelos de su libro. Anécdotas aparte,
independientemente de su fama o forma de ser, la clase me pareció
muy adecuada a dharma: intensa, con muchos ajustes, invertidas y
extensiones de espalda con explicaciones precisas para avanzar en
tu práctica. Y el libro, claro y completo, como debe ser. (También
disponible en inglés).
EN INGLÉS
The yoga sutras of Patanjali, de Sri Swami Satchidananda, Integral
Yoga Publications, 2016.
Se trata de un libro de guía, consulta y referencia, del que aconsejo
leer un ratito cada noche, pero no tratar de zampártelo en una
semana como si de una novela policíaca se tratara, ya que puedes
salir turulato. Es arduo, como todos los libros antiguos de yoga, y
complicado de entender, por lo que aconsejo paciencia. Es bueno
tratar de releerlo cada cierto tiempo, para intentar asimilar los
conocimientos que no has podido entender antes.