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Luis María Zieher

María Zorrilla Zubilete

Tratado de
Psícofarmacología y Neurociencía
Volumen V
Adicciones
Neurobiología y consideraciones diagnósticas
Luis María Zieher
María Zorrilla Zubilete

Tratado de
Psicofarmacología y Neurociencia
Volum en V
Adicciones
Neurobiología y consideraciones diagnósticas

Editorial Sciens
BUENOS AIRES
Tratado de psicofarmacoLogía y neurociencia : vol. V adicciones neurobiología y
consideraciones diagnósticas / Luis María Zieher ... [et.al.l ; dirigido por Luis
María Zieher. - 1a ed. - Buenos Aires : Sciens, 2012.
160 p. ; 24x17 cnn.

ISBN 978-987-27370-1-6

1. Psicofarmacología. 2. Farmacología. 3. Neurología. I. Zieher. Luis María II.


Zieher, Luis María, din
CDD 615.1

ERRNVPHGLFRVRUJ
PRIMERA EDICIÓN
ABRIL DE 2012

IMPRESO EN ARGENTINA

Queda hecho el depósito


que establece la Ley 11.723

ISBN 978-987-27370-1-6

© 2012, Editorial Sciens S.R.L. ®


Juan F. Seguí 3569, T "C". C.A.B.A.
Tel/Fax: [5411)4802-8775
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lización u otros m étodos, sin el perm iso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723
y 25.¿¿6.
índice

A u to r e s ......................................................................................................................................................................................10

P r ó lo g o ......................................................................................................................................................................................13

Luis M aría Zieher. M aría Zorrilla Zubiiete

Descripción de la obra ..................................................................................................................................................... ..15

1 - Neurobiología de las adicciones y procesos de plasticidad in v o lu c ra d o s ............................................21

Luis M aría Zieher

2 - M ecan ism o s m o le c u la re s y vías de señalización en la neurobiología de las a d ic c io n e s ..............31

M aría Zorrilla Zubiiete

3 - A ctualización en adicciones y sus m eca n is m o s s u b y a c e n te s .................................................................. 53

Rafael Groisman

i* - Efectos psicobiológicos de las drogas de a b u s o ............................................................................................ 71

Daniel 0 . Fadel, Héctor Alejandro Serra

5 - Tabaquism o: adicción a n ic o tin a .............................................................................................................................93

Débora Serebrisky, Fernando W. M üller

ó • M an ifestacio n es clínicas d u ran te la adicción a cocaína

re s u lta n te s de d iferen tes eventos m o le c u la r e s .................................................................................................. 111

Daniel 0 . Fadel, Héctor Alejandro Serra

7 - Violencia y riesgos asociados en a d o le s c e n te s ............................................................................................ 125

EM Serfaty. E Casanueva. M Zavala, JH Andrade, HJ Boffi-Boggero, N Leal Marchena. AE Masaútis. V Foglia

8 - Depresión y consum o de sustancias p s ic o a c tiv a s ....................................................................................... 1 3 7

Edith Serfaty. Jorge Andrade. Alicia Masautis

E D IT O R IA L S C IL V S
Director
Luis María Zieher
Médico.
Ex Profesor Titular y Director del Curso de Médico Especialista en Farmacología.
Cátedra de Farmacología. Facultad de Medicina. Universidad de Buenos Aires (DBA].
Investigador Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICETI.
Director de la Maestría en Psiconeurofarmacología. Universidad Favaloro.
Presidente del Comité Independiente de Ética para Ensayos en Farmacología Clínica.
FEFyM.

Editora
María Zorrilla Zubilete
Bióloga.
Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Área Farmacología.
Investigadora Asociada Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos iCEFyBD-CDNICETl.
Docente Autorizada en Farmacología de la Cátedra de Farmacología. Facultad de
Medicina. UBA.
Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Farmacología. Facultad de Medicina. UBA.

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Autores

Jorge H Andrade
Epidemiólogo del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia de Medicina.

HJ Boffí-Boggero
Médico fallecido

E. Casanueva
Médico Pediatra. Consejo del menor familia y adolescencia.

Daniel 0. Fadel
Médico Especialista en Psiquiatría.
Profesor Adjunto de Farmacología. Facultad de Medicina. UCA de Buenos Aires.
Profesor Adjunto de Terapias Biológicas, de la Carrera de Médico Especialista en Psiquiatría.
Universidad del Salvador
Jefe de Trabajos Prácticos. Cátedra de Farmacología Facultad de Medicina. DBA.
Director del Curso de Posgrado Avanzado "Bases Neurobiológicas y Farmacológicas de la
Terapéutica Psiquiátrica" Facultad de Medicina. DBA.
Servicio de Salud Mental "Instituto de Investigaciones Médicas" Prof. Alfredo Lanari. Facultad
de Medicina. DBA.
E-mail: dfadelOfmed.uba.ar; dafadelOgmail.com

V Foglia
Ingeniero

Rafael Groisman
Médico especialista en Psiquiatría.
Magister en Psiconeurofarmacología (Universidad Favaloro).
Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Miembro del Grupo Universitario de Neuropsicofarmacología.
Colaborador docente en la materia Neurobiología en el Instituto Superior de formación de pos­
grado de la Asociación de Psiquiatras Argentinos y en el Instituto Universitario de Salud Mental
de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires.
Profesor adjunto de Psicopatología, carrera de Psicología. Universidad del Museo Social Argentino.

N Leal Marchena
Médica Pediatra. Consejo del menor familia y adolescencia.

Alicia E Masaútis
Licenciada en Estadística.

Fernando W. MüUer
Médico especialista en clínica médica y medicina interna - UBA
Miembro del Capítulo de Drogadependencias y Alcoholismo de APSA

ED ITO R IA L SC 11:N S
Miembro Fundador de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT)
Miembro de la Sección Tabaquismo de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria lAAMR]
Miembro de la Sección Adicciones de la Asociación Argentina de Salud Mental lAASMl
Miembro de ATTUD
Docente de Global Bridges
Asesor Científico de la Unión Antitabáquica Argentina (DATA]
Fundador y Director del grupo MEDEF (Médico Especialista en Dejar de Fumar)
Docente de Tabaquismo en numerosos cursos de formación de profesionales, jornadas, con­
gresos.
fwladimiro(3speedy.com.ar

Débora Serebrisky
Médica Especialista en Psiquiatría - DBA
Master en la problemática del uso indebido de drogas. CEA - DBA (tesis en redacción!
Presidente del Capítulo de Drogadependencias y Alcoholismo de APSA ¡Asociación de
Psiquiatras Argentinos)
Miembro fundador de la Agrupación Eradicciones Argentina
Miembro de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT)
Fundadora del grupo de cesación tabáquica Libertab
Docente de Adicciones y Tabaquismo en numerosos cursos de formación de profesionales, jo r­
nadas. congresos.
debserebrisky(3yahoo.com

Edith Mirta Serfaty


Doctora en Ciencias Médicas lUBA).
Médica Psiquiatra (UBAl.
Investigadora del Centro de Investigaciones Epidemiológicas. Academia Nacional de Medicina
de Buenos Aires.
Integrante Comité Técnico Asesor (SEDRONAR).
Miembro fundador del Colegio Latinoamericano de Neuropsicofarmacología.
Miembro del Collegiun Internationale Neuro-Psychopharmacologicum (CINP).
Integrante Comité Ejecutivo, Federación Internacional de Epidemiología Psiquiátrica.
Secretaria de Task Forcé for Adolescent Psychiatry-World Federation of Biological Soc.

Héctor Alejandro Serra


Médico Especialista en Farmacología (DBA).
Profesor Titular de Farmacología. Facultad de Medicina. UCA de Buenos Aires
Docente Adscripto en Farmacología, Facultad de Medicina, DBA.
Subdirector de la Carrera de Médico Especialista en Farmacología. DBA.
E-mail: haserrafarmacoOgmail.com

MG Zavala
Médica Pediatra. Consejo del menor familia y adolescencia.

12
P r ó lo g o

Las adicciones representan en la Argentina uno de los grandes problemas de los últi­
mos tiempos por haber cobrado incidencia en el cuerpo social. Ante este contexto,
padres y/o adultos referentes de la juventud, desbordados por esta problemática, no
siempre ofrecen un continente adecuado que permita a niños y adolescentes la posi­
bilidad de diálogo, de escucha y de decodificación de sus mensajes y necesidades. Es
necesario el abordaje en un modelo integral en la comprensión de las adicciones que
otorgue un peso relativo a factores biológicos, psicológicos y sociales. Las concepcio­
nes parciales fracasan al enfocar un solo factor de esta compleja problemática. El
ejemplo conocido del adolescente que aprende a resolver sus problemas tomando
alguna bebida alcohólica para neutralizar sus temores fue con frecuencia banalizado
como problema y una trasgresión casi esperable. para encontrar hoy. sin embargo,
que esto no se limita ya a sustancias legales. El alcohol es la primera causa de adic­
ción en Argentina, seguido por los medicamentos, el tabaco y la marihuana, informó
hoy el Comité Asesor en Materia de Control de Tráfico Ilícito de Estupefacientes.
Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja. En tanto, los consumidores de
éxtasis o cocaína tienen acceso a una compañía de medicina prepaga u obra social,
recursos educativos y familiares, mayores. Es conocido que los procesos adictivos
acarrean importantes déficits cognitivos que alteran la calidad de vida de los indivi­
duos. de sus familias y representan una creciente preocupación para la salud pública.
Suele dejarse en el olvido o no considerar importante, el hecho demostrado del incre­
mento de cuadros esquizofreniformes detectados en adultos que fueron consumido­
res juveniles de cannabis (marihuana) en particular aquellos portadores del alelo
val/val en el gen de la COMT (de baja actividad metabolizante de dopamina).

En este volumen se desarrollan múltiples conceptos neurobiológicos con una visión


integral de los procesos que subyacen a las manifestaciones adictivas. que permiten
obtener una evaluación diagnóstica de los actuales abordajes farmacológicos y tera­
péuticos que revisten mayor consenso aportando de esta manera, una nueva perspec­
tiva en la terapéutica y actualización para el tratamiento de las adicciones.

Prof. Dr. Luis María Zieher


Director
Dra. María Zorrilla Zubilete
Editora

EDITORIAL SCIENS
D escripc ió n de la obra

Capítulo 1
Neurobiología de las adicciones y procesos de plasticidad involucrados
En este prim er capitulo se desarrollan aspectos generales de la neurobiología de las
adicciones describiéndose tres niveles de procesamiento [nivel físico, nivel neuropsicológi-
co -reflejado en la descripción de las áreas involucradas- y nivel de consumo y la interre-
lación en el procesamiento de la información en condiciones de adicción. Se brinda una
concepción integradora que permite una mejor compresión de la neurobiología subyacen­
te en estos procesos de adicción y de plasticidad asociados para generar alternativas far­
macológicas o psicoterápicas para un efectivo tratamiento.

Capítulo 2
Mecanismos moleculares y vías de señalización en la neurobiología de las adicciones
En este capítulo se desarrollan los mecanismos moleculares que participan en la adic­
ción a sustancias de abuso y sus vías de señalización. Se describen nuevos conceptos que
han surgido sobre la remodelación de la cromatina como requisito previo para la regula­
ción de la expresión de genes y los nuevos hallazgos acerca de estas modificaciones en
mecanismos epigenéticos y de la histona H3 en genes involucrados en los procesos de
adicción a drogas de abuso.

Capítulo 3
Actualización en adicciones y sus mecanismos subyacentes
En este capítulo se proponen algunos modelos y se destaca el valor de la actualización
permanente, el autor desarrolla un esquema que prioriza la integración de la información
en sentido horizontal. Establece vínculos entre las áreas del cerebro involucradas en el
desarrollo de las adicciones, los estadios de estos procesamientos, y los fármacos que se
utilizan en ellos. Propone el esquema de niveles de acción, como modelo coherente con las
llamadas investigaciones traslacionales. en las que los hallazgos realizados en un nivel, se
continúan con los que se obtienen en el nivel inmediatamente superior o inferior, con el
objetivo de facilitar la transición de la investigación básica en aplicaciones clínicas que
redunden en beneficio de la salud.

Capítulo 4
Efectos psicobiológicos de las drogas de abuso
En este capítulo los autores desarrollan los efectos psicobiológicos de las drogas de

15
ED ITO R IA L SCIKNS
abuso entendiendo que no hay sólo adicción a drogas, sino que estos aprendizajes abarcan
un amplio espectro que incluye el trabajo, el juego, el sexo, la conducta maternante. la a li­
mentación. la conducta ética en sociedades que promueven dichas acciones, etc.
Describen que dicho proceso se instaura en etapas tempranas de la vida, y su "instalación"
como “ programa", dispondrá de una ventana de oportunidad incomparable con otras
adquisiciones cuyos tiempos de configuración son posteriores. Desatacando la importan­
cia de la consideración neurofarmacológica con una adecuada y actualizada base farm a­
cológica de las repercusiones cerebrales y sistémicas de las adicciones. Declaran que el
médico debe determinar el cuidado clínico para cada paciente sobre la base de los datos
de los que dispone para cada caso en particular.

Capítulo 5
Tabaquismo: adicción a nicotina
En este capítulo se desarrolla uno de los tipos de adicción más frecuente y menos acep­
tada socialmente como conducta adictiva: el tabaquismo. Los autores afirman que el ciga­
rrillo y otras formas de tabaco son adictivos. debido a que contienen nicotina [sustancia
que causa adicción! y que las características farmacológicas y conductuales que determi­
nan la adicción al tabaco son similares a aquellas que determinan la adicción a otras sus­
tancias Icomo la heroína o la cocaína!. Consideran que los psiquiatras, aun los especialis­
tas en adicciones, ignoran el problema del tabaquismo en sus pacientes. Asimismo, des­
criben de manera detallada el mecanismo de acción y los sustratos neurobiológicos invo­
lucrados en este tipo de adicción. Todas estas consideraciones sirven para acercarnos a
conocer esta compleja enfermedad que es el TABAQUISMO, primera causa de muerte pre­
visible según la QMS. que tiene una prevalencia en nuestro país en torno al 30% en mayo­
res de 15 años, muy superior al de la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades
vasculares y otras.

Capítulo 6
Manifestaciones clínicas durante la adicción a cocaína resultantes de diferentes eventos
moleculares
En este capítulo se abordan y detallan: conocimientos moleculares y neurobiológicos que
permiten explicar la farmacodependencia de ciertas sustancias de abuso; el conocimiento
médico-sanitario del consumo de estas con sus efectos devastadores que provocan en lo
individual y en lo social y la problemática médico-legal por los problemas tóxico-letales. Se
considera especialmente al delirium agitado fatal por cocaína IDAFCI. como una forma no
muy frecuente de toxicidad que puede ocurrir en consumidores crónicos, el cual no es
inducido por sobredosis y se presenta en forma espontánea y es capaz de provocar en el
lapso de 1 a 2 horas la muerte en forma inesperada, sin que la autopsia detecte una sobre-
dosis de cocaína.

16
Capítulo 7
Violencia y riesgos asociados en adolescentes
En este capítulo se determinan las características de los adolescentes violentos y su aso­
ciación con antecedentes personales, familiares y del entorno en relacionados al Consejo
Nacional del Menor y la Familia en 1997. Se concluye que en los varones se encuentra una
asociación con trastornos de conductas disocíales y el consumo de tabaco, marihuana,
cocaína y sedantes. En mujeres se asoció con diagnóstico de depresión leve, distimia. tras­
torno de conducta desafiante, antecedentes de acoso sexual y consumo de tabaco.
Finalmente, se propone actuar tempranamente sobre los factores de riesgo detectados
como forma de prevenir la violencia y sus nefastas consecuencias.

Capítulo 8
Depresión y consumo de sustancias psicoactivas
En este capítulo se estudia la posible asociación entre la depresión y el consumo de sus­
tancias tóxicas, que constituyen dos de los problemas psicopatológicos con repercusiones
sociales más frecuentes, que afectan a los adolescentes y jóvenes. Como objeto de estudio
se toma una población de la misma edad y sexo de Ciudad de Buenos Aires. Nordeste y
Sudeste de la Pcia. de Buenos Aires y de las Provincias de Córdoba y Mendoza. Sobre un
cuestionario anónimo y autoadministrado se detecta una asociación entre la depresión leve
y los consumos de tabaco, alcohol diario, marihuana y cocaína.
1
Neurobiología de las adicciones y procesos de
plasticidad involucrados*

Luis María Zíeher

Resumen
Las evidencias acumuladas en los últimos diez años, indican que las drogas de
abuso pueden cooptar los mecanismos de plasticidad en circuitos cerebrales involu­
crados en las recompensas a reforzadores naturales (comida, bebida, sexo, etc), resul­
tando en una forma patológica pero poderosa, de memoria y aprendizaje. El circuito
involucra esencialmente, el sistema dopaminérgico mesolímbico (area tegmental ven­
tral [VTAl, nucleus accumbens [NAccl y estructuras límbicas asociadas).
La plasticidad sináptica en las áreas involucradas incide particularmente en la abs­
tinencia, la recurrencia, la reincidencia y la pérdida del autocontrol.
La ínsula y en particular, la ínsula anterior derecha, participa en las percepciones de
los estados emocionales corporales que generan las urgencias de consumo y las
saliencias de incentivos corporales. Esto se refleja en los estudios imagenológicos
funcionales y se confirma por la pérdida del hábito al consumo de tabaco en los casos
de lesiones cerebrales en éstas áreas específicas.

La adicción puede ser definida como la adicción genera estrés y sus esperables
pérdida de control sobre el uso de dro- consecuencias. Como en todos estos
gas, su búsqueda compulsiva y su consu- procesos la vulnerabilidad involucra:
mo a pesar de las consecuencias adver- • Una base genética
sas derivadas de esto. La adicción • Un entorno o contexto psico-social en
requiere la exposición a dosis repetidas el que el abuso se consuma,
de la droga y es condición necesaria la Los individuos adictos muestran inten-
existencia de un cerebro y un cuerpo vul- so anhelo {craving, urges) y el riesgo de
nerables, ya que todo el proceso de la recaída o recurrencia es muy alto aún

•Publicado en la revista P s ic o fa rm a c o lo g ía 7 \. de noviem bre de 2011.

EDITORIAL SCIENS ^
LM Zteher • H ZorrilU Zsbitete II Triu d o de Psicofvmacolo^ía y Nesrocieocta. VoOimeo V. Uktiom . Neurotiloto^a y consMetactones «agaostics

después de años o décadas de abstinencia. y responde a los reforzadores naturales


Esto nnarca los efectos estables y dura­ como la comida, la bebida, el sexo y los
deros (plásticos) responsables de anor­ reforzadores sociales. Tres elementos
malidades conductuales que duran toda son característicos:
la vida. • La tolerancia
Aún cuando los blancos nnoleculares de • La dependencia
las drogas de abuso son diferentes • La sensibilización
(opioides agonistas sobre receptores mu. Tanto el estrés como el consumo aso­
cocaína inhibiendo los transportadores ciado a claves simbólicas contextúales
de dopamina. alcohol facilitando la trans­ (cues) involucran a más del ATV-Nacc a
misión GABAérgica e inhibiendo la fun­ otras áreas cerebrales como
ción NMDAr canabinoides agonistas • La amígdala
sobre receptores CB1 y CB2. etc. • El hipocampo
Los efectos y características de las • y la corteza cerebral, en particular las
adicciones resultantes de la exposición a cortezas interoceptivas y la ínsula.
drogas tan diferentes, comparten, sin
embargo, acciones comunes y dentro de Plasticidad sináptica y adicción
ellas, la más importante es la activación Los mecanismos bien conocidos de
del sistema dopaminérgico mesolímbico plasticidad sináptica. la potenciación de
con aumento de las descargas de las largo término (LTP), (un reforzamiento,
neuronas dopaminérgicas en el área teg- dependiente de actividad de la transmi­
mental ventral (VTAl del cerebro medio y sión sináptica que dura por lo menos una
sus proyecciones al estriado ventral y hora) y su contrapartida, la depresión de
nucleus accumbens (NAcc) con aumento largo término (LTD) o debilitamiento de la
de la DA liberada (extracelularl. Las fuerza sináptica. inicialmente se asocia­
acciones pueden ser directas sobre estas ron con el aprendizaje y la memoria, en
áreas o indirectas activando vías que particular en las estructuras del hipo­
convergen en estos sitios, de lo que campo. Con el tiempo se demostró que
resultan efectos netos similares (gene­ tanto LTP como LTD son propiedades
ralmente una inhibición de las neuronas básicas de la mayor parte de las sinapsis
medianas espinosas del NAcc. MSSNI. excitatorias de todo el SNC y son utiliza­
En buena parte, esto es debido a que los dos por múltiples funciones del cerebro
receptores a opioides y canabinoides y (aparte del aprendizaje y la memorial
los receptores dopaminérgicos. todos entre otras la estabilización o elimina­
ellos acoplados a Gi se expresan en las ción de sinapsis durante el neurodesa-
mismas neuronas del NAcc. El proceso rrollo y la sintonía fina de circuitos neu-
reforzador sobre el consumo está vincu­ rales en muchas áreas de las cortezas
lado a estos mecanismos, ya que el siste­ sensoriales primarias.
ma dopaminérgico mesolímbico es muy En la última década se ha acumulado
antiguo desde el punto de vista evolutivo evidencia que demuestra que las drogas

22
IM Zieher // Neurobiología de las adicciones r procesos de plasticidad itiToiucrados

de abuso pueden cooptar los mecanis­ por las cortezas interoceptivas y la corte­
mos de plasticidad en los circuitos cere­ za insular anterior, regiones que reciben
brales involucrados en el reforzamiento y aferencias de los núcleos talámicos y se
recompensa a drogas. Una hipótesis que conectan con la CCAy la corteza prefron-
gana terreno, es que la acción represen­ tal (RFC), donde se les otorga a las emo­
ta una forma de aprendizaje y memoria ciones corporales la valencia afectiva
patológica pero poderosa. Las áreas positiva como la euforia Ihigh], o negativa
involucradas en estos procesos inequívo­ como la disforia o el displacer Idown]. La
camente. aunque el circuito puede ser vinculación con las áreas de inervación
complejo, comprenden el sistema dopa- dopaminérgica son cruciales para com­
minérgico mesolímbico. VIA. NAcc y las prender esta apreciación [setf-aware-
estructuras límbicas asociadas. Las ness] del propio cuerpo como elemento
interacciones entre las drogas adictivas y fundamental de todo proceso adictivo y
la plasticidad sináptica en diferentes en especial poder comprender los meca­
regiones del cerebro contribuyen con nismos psicológicos del anhelo Icraving].
aspectos específicos de la adicción como Las lesiones de la ínsula anterior dere­
es el anhelo de consumir Icraving], la cha al quitar esta apreciación retiran el
abstinencia y quizás lo más importante, componente afectivo o hedónico y cesa
la recurrencia, con reincidencia en el -por ejemplo- la adicción al tabaco.
consumo. La potenciación de largo plazo (LTP)
La adicción no es gatillada instantá­ requiere la activación de receptores
neamente luego de la exposición a dro­ NMDA (NMDARl por el glutamado libera­
gas de abuso. Involucra múltiples y com­ do presinápticamente cuando la mem­
plejas adaptaciones neurales que se brana postsináptica es significativamente
desarrollan con diferentes cursos tem­ despolarizada. Esto releva el bloqueo vol­
porales desde horas y días a meses. taje dependiente del NMDAR por magne­
Las respuestas tempranas involucran sio y permite al Ca 2+ entrar a las espinas
plasticidad sináptica en el VTA mientras dendríticas postsinápticas. El ingreso de
que las más tardías corresponden a las Ca 2+ al compartimiento postsináptico es
regiones inervadas por el VTA. Los cam­ crucial para el LTP y desencadena com­
bios sinápticos río abajo del NAcc repre­ plejas cadenas de señalización intracelu-
sentan la formación de vínculos persis­ lar. en particular la CAMK II. El mecanis­
tentes y poderosos entre los aspectos mo primario que subyace al aumento de
reforzadores de la experiencia a drogas y la fuerza sináptica durante el LTP es un
las múltiples claves simbólicas (cues) cambio en el tráfico de receptores AMPA
tanto internas como externas, asociadas (AMPARI que resulta en un incrementado
al consumo de drogas. número de estos en la membrana postsi­
En ese sentido, es importante recordar náptica sin efecto en los receptores
el "sentir" del propio cuerpo [self-fee- NMDA. Dentro de pocas horas, el mante­
ting], como experiencia emocional leída nimiento del LTP requiere síntesis de

25
EDITORIAL SCIENS
LH Zieher • M ZorrilU Zubilete II T r iM o de Pskotvmacolo^ía y N Q V. Adíccioaes. Neut0bi0(09ia y consMeraciofles dugnóstius

proteínas acompañado de un alarga­ botrópicos


miento de las espinas dendríticas y cam­ • LTD mediado por endocanabinoides
bios asociados en las densidades postsi- que luego de un ingreso transiente de Ca
nápticas. Estos cambios estructurales 2+ gatilla la síntesis de endocanabinoides
parecen ser esenciales para sostener el que por vía retrógrada se fijan a recepto­
proceso de almacenamiento de informa­ res CB1 de la presinapsis y deprimen la
ción iniciado en las sinapsis luego de la liberación de neurotransmisores por
inducción del LTP. Las alteraciones en muchos segundos.
subunidades del NMDAR o un switch • La fuerza sináptica puede ser regula­
entre las mismas pueden cambiar el da cuando los cambios en los niveles de
umbral de las corrientes sinápticas actividad perduran prolongadamente y el
mediadas por NMDAR y alterar la induc­ decremento global de actividad aumenta
ción de plasticidad sináptica. la fuerza sináptica y viceversa, la activi­
Hay formas de LTP presinápticas. que dad global aumentada tiende a disminuir
no dependen de NMDAR pero sí del la fuerza sináptica en un proceso
ingreso al terminal presináptico de Ca 2+ homeostático en escala.
en un proceso dependiente de actividad LTP gatillado por drogas de abuso en el VJA:
incrementada del AMPc y la PKA que lle­ Las células dopaminérgicas del VTA
van a un persistente aumento de la libe­ expresan tanto LTP como LTD dependien­
ración de glutamato (GLU) que liberan los tes de NMDAR's y además. LTD depen­
terminales en cada potencial de acción diente de mGLUR en las sinapsis del VTA.
que alcanza la terminación. Son crucia­ Para monitorear in vivo el efecto de las
les las proteínas Rab3A y RIMlalfa que drogas adictivas (Malenka) se midió el
coordinan las interacciones de las vesí­ cociente de las corrientes excitatorias
culas sinápticas con las zonas activas postsinápticas dependientes de AMPAR
presinápticas para el incremento de GLU versus el mediado por NMDAR (cociente
liberado en dichas zonas. AMPAR/NMDAR) y luego de una única
El LTD dependiente de NMDAR se pre­ dosis de cocaína se produjo un gran
senta cuando el ingreso de Ca 2+ a la incremento de este cociente que duraba
estructura postsináptica es menor (por más de 24hs en stices de células DA en el
menor despolarización de la membrana) VTA. Similar potenciación fue causada
lo que activa moléculas de señalización por otras drogas de abuso, nicotina,
diferentes a las activadas en el LTP inclu­ anfetamina y etanol. Drogas no adictivas
yendo fosfatasas que deforforilan subs­ (fluoxetina y carbamazepinal no produje­
tratos críticos, incluyendo receptores ron ese incremento del cociente de
AMPA, que resultan endocitados vía dina- AMPAR/NMDAR.
mina y clatrina. El estrés, un potente desencadenante
Otras formas de plasticidad sináptica de recaída en los procesos de adicción
incluyen también incrementó el cociente
• LTD dependiente de receptores meta- AMPAR/NMDAR y al igual que con la

24
IM Zíehef U Neurobiología (k las adicciones f procesos de plasticidad inrobaados

cocaína fue bloqueado por antagonistas nas se originan en el hipotálamo lateral,


de NMDAR. Sin ennbargo. el aunnento del se ha relacionado con recompensa y
cociente AMPAR/NMDAR inducido por adicción a drogas.
cocaína es bloqueado por antagonistas Potenciales excitatorios postsinápticos.
D1 y no el producido por estrés. A su vez. mediados por NMDAR (no por AMPAR)
los antagonistas de receptores glucocor- son seguidos por incremento de
ticoides bloquean el LTP por estrés y no AMPAR/NMDAR. 3 a 4 horas después de
el generado por cocaína. En sunna. si bien la exposición por 5 minutos a orexina A.
estrés y cocaína inducen adaptaciones La administración de un antagonista a
sinápticas similares en las neuronas DA del orexina A bloquea el incremento del trá­
VIA. lo hacen por distintos nnecanismos. fico de receptores AMPA por tratamien­
La LTP de las sinapsis excitatorias en tos con cocaína y sus correlatos conduc-
las neuronas DA del VTA se vinculan con tuales (sensibilización locomotora). Lo
la significación nnotivacional de la expe­ mismo ocurre cuando el antagonista se
riencia con la droga o con el aprendizaje aplica al VTA (localmente).
asociativo entre contexto y experiencia a La transmisión inhibitoria GABAérgica
la droga. también juega un rol importante ya que la
cocaína disminuye las conductas inhibi­
¿Qué sucede con el tiempo? torias postsinápticas. lo que facilita LTP
Aún con inyecciones diarias el cociente (LTP GABAl y promueve inhibición sobre
AMPAR/NMDAR permanece al mismo neuronas DA aumentando sus descargas.
nivel que a las 24hs de una única inyec­
ción. Luego de la suspensión, retornan a Cambios plásticos en el NAcc
los niveles controles luego de 10 días. De Distintas formas de aprendizaje depen­
lo que se deduce que si bien la potencia­ diente de recompensas se han relaciona­
ción AMPA es requerida para incentivar do con los cambios en los inputs excitato­
el valor de la experiencia a la droga o al rios sobre las neuronas GABAérgicas
estrés, las conductas asociadas con las espinosas medianos del NAcc (MSSN).
experiencias a más largo plazo, requie­ Sus proyecciones (inhibitorias) se ejercen
ren procesos adaptativos río abajo en los sobre el pálido ventral y el VTA. y recibe
circuitos involucrados en la adicción. En inputs excitatorios de las áreas límbicas.
ese sentido, los niveles de BDNF en el hipocampo, amígdala y también de la
VTA se incrementan en animales, duran­ PFC. Son justamente estos ingresos exci­
te prolongada abstinencia, precedida por tatorios sobre las MSSN del NAcc los que
aumento de cFos. lo que vincularía los disminuyen por drogas de abuso (cocaína
cambios a largo plazo con factores de y anfetamina) y su administración crónica
crecimiento. aumenta la densidad de las espinas den-
dríticas en las MSSN. la expresión en
Receptores a orexina y LTP en VTA superficie de AMPAR y las respuestas con-
El sistema orexinérgico. cuyas neuro­ ductuales a la infusión AMPA en NAcc.

25
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • H ZorriUa Zubilete // Trstddo de Psicolvmacoto^ía y N a V. AdkciOMS. Neut^lot09ia y consMeraciones di»9iM$ti(«

La administración crónica de psicoesti- Craig los designa como “ estados inte-


mulantes produce cambios en la excita­ roceptivos" siguiendo los pioneros con­
bilidad intrínseca de las neuronas del ceptos de James y Damasio. Los senti­
NAcc por modulación de conductancias mientos conscientes colocan a la ínsula
dependientes de voltaje y esto por si solo, en una red de regiones que gatillan cam­
causa respuestas conductuales de sensi­ bios corporales (amígdala y VMPFC).
bilización a cocaína. censan estados corporales (ínsula, corte­
Otros sectores del SNC son también za somotosensorial. tallo cerebral e hipo-
afectados por drogas de adicción entre tálamo) y le otorgan valor o valencia
ellos el núcleo en cama de la estría ter­ afectiva (CCA).
minal (BNSTl y la amígdala. En el modelo de Damasio. la ínsula
genera una representación explícita (dis­
El rol de la ínsula en adicción: ponible conscientemente) a los estados
La ínsula es una parte de la corteza corporales generados por estímulos emo­
ubicada en la profundidad del manto cionalmente competentes. Esto genera
cerebral situada entre las paredes de la sentimientos emocionales (o emociones
cisura de Silvio. Las regiones posteriores sentidas) cuando se integran los objetos
(granulares) reciben ingresos del tálamo o eventos y su representación, con la
y de las cortezas asociativas (parietal, generación de estados corporales. Las
occipital y temporal) y se vinculan con la “ redes de sentimientos" que incluyen a
integración somatosensorial. autonómi­ la ínsula (en particular la ínsula anterior
ca y visceral. Las regiones más anterio­ derecha) son activadas por emociones
res. agranulares. se conectan recíproca­ primarias, miedo, enojo langeñ. tristeza,
mente con las regiones límbicas. la CCA. felicidad, y los estados que involucran
la corteza prefrontal ventromedial, la deseos:
amígdala y el estriado ventral e integran • Hambre
información visceral y autonómica en • Sed
funciones motivacionales y emocionales. • Excitación o deseo sexual
Al "mapear" los estados corporales tie­ • Urgencias para consumir drogas
nen especial relevancia en el manteni­ (“ urges“ )
miento de la homeostasis (dolor, tempe­ La ínsula agranular (anterior) recibe
ratura. gusto, sensaciones viscerales, fuerte inervación dopaminérgica y contie­
inflamación, prurito, y toque sensual) ne alta densidad de receptores DI y par­
censando en todo momento los cambios ticipa en algunos de los procesos de
en el estado corporal que se relacionan recompensa a drogas de abuso y a los
con la supervivencia y poseen valor hedó- de plasticidad neural que subyacen al
nico: se asocian con las cualidades sub­ desarrollo de la adicción. También la
jetivas placenteras o displacenteras con­ ínsula agranular posee alta concentra­
formando el “ sentir el propio cuerpo" (el ción de opioides endógenos, receptores
self-feeting de Damasio). mu-opioides y receptores de hormona

26
LM 2ieher // Nevrotiiología óe (as adicawies f procesos de plasticidad ínToluaados

liberadora de corticotrofina (CRH o CRFl urgencias asociadas a claves simbólicas


lo que guarda relación con las motivacio­ (cues) que revelan la activación de siste­
nes relacionadas con el estrés para con­ mas corticales:
sum ir drogas y generó el desarrollo • Corteza cingulada anterior
reciente de antagonistas de esos recep­ • Corteza orbitofrontal (COF)
tores ICRF antagonistas). • Corteza prefrontal ventro medial
La ínsula participa en la percepción (VMPFC)
gustativa y también en las experiencias • ínsula
de "disgusto", así como su percepción en Los procesos interoceptivos involucran
los otros. Pero, además, recibe aferentes roles adicionales ya que involucran ritua­
talámicos de las sensaciones viscerales, les imbuidos de sentido emocional (tanto
el estómago, las vías aéreas y el sistema positivo como negativo) para el individuo
cardiovascular adicto. Así. la aspiración de cocaína
Wise, en su teoría de la motivación genera:
"psicoestimulante". propone la asocia­ • Gusto amargo
ción del sistema dopaminérgico meso- • Sensación áspera en la raíz y gargan­
límbico para mediar las respuestas de ta (vía sensores orofaríngeos)
aproximación {wanting] y placer \tiking]. • Aumento de la frecuencia cardíaca y
El consumo habitual sensibiliza el siste­ de la PA
ma dopaminérgico mesolímbico y la • Mediadas por los efectos simpatico-
excesiva descarga dopaminérgica incre­ miméticos
menta la “ saliencia" al consumo incenti­ • Algo similar ocurre con la aspiración
vo que es entonces, patológicamente de / o fumar marihuana.
atractivo. En este proceso participan El fumar también activa miríadas de
también el sistema de la amígdala exten­ efectos corporales y autonómicos no sólo
dida y una anormal (insuficiente) activi­ generados por nicotina sino sobre afe­
dad de la RFC para inhibir temprana­ rentes sensoriales. También se ponen de
mente conductas de búsqueda asociadas manifiesto sensaciones interoceptivas
con recompensas inmediatas. luego de la abstinencia y sus efectos son:
Todos estos estudios han puesto el • Vagales
énfasis en los aspectos observables • Glosofaríngeos
(externos) de la adicción y en las estruc­ • Trigeminales
turas subcorticales con especial foco en y cuando el individuo fuma los efectos
las alteraciones en proyecciones dopa- sensoriales son percibidos como placen­
minérgicas al Nacc. amígdala, etc. teros y disminuyen la "urgencia" mucho
Por el contrario, los estudios imageno- más efectivamente que la simple sustitu­
lógicos en humanos abusadores de dro­ ción por nicotina. De ahí el énfasis de la
gas han tratado de enfocar las experien­ industria manufacturera de maximizar el
cias internas cuando los sujetos son “sabor", el "arom a" y el "impacto" para
expuestos a la droga (por ejemplo las conseguir adictos fieles a la marca. Es

27
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zorrilla Zabilete // Trtu d o de Psicof^macología y Nevocieocta. Voiumet V. Mictiom. Neurotiloto^ y consMetaciooes «agM stkas

por eso que los cigarrillos denicotiniza- consumir tabaco que los que poseían
dos y los inhalantes irritantes parecen lesiones cerebrales en regiones alejadas
ser efectivos para reemplazar el efecto de la ínsula. La cesación de la adicción
sobre las vías aéreas (en terapias coad­ llegó en un caso de paciente consumidor
yuvantes a la nicotina para prevenir abs­ de 2 paquetes de cigarrillos diarios a
tinencia y reincidencia). Las sustancias decir que su "cuerpo olvidó la urgencia
irritantes inhaladas señalizan en la ínsula. de fumar".
Naqvi y Bechara proponen que la ínsu­ Tanto las sensaciones interoceptivas
la es una estructura clave para la repre­ asociadas al uso de drogas como las cla­
sentación de los efectos interoceptivos de ves simbólicas (cues) son estados emo­
las drogas, como las sensaciones en vías cionales aprendidos. Al comienzo, los
aéreas y autonómicas del fumar el gusto efectos interoceptivos resultan desagra­
del alcohol, los efectos simpaticomiméti- dables pero con los usos rituales, estas
cos de la cocaína, el dolor de las inyec­ mismas sensaciones son fuentes de pla­
ciones intravenosas, etc. A su vez. la cer a través de procesos de plasticidad
ínsula se conecta con estructuras río neural dependientes de dopamina (Ínsu­
abajo como la VMPFC y la amígdala que la. VMPFC y amígdala) con dos efectos:
procesan el valor de la recompensa y for­ • Un cambio [switch] de valor de sensa­
man parte de la apreciación consciente ción interoceptiva que de negativa se
del placer. La dopamina liberada en estas vuelve positiva
aéreas por el efecto directo de las drogas • Asociación entre las representacio­
sobre el SNC, modula las experiencias nes interoceptivas con los objetos o even­
placenteras. tos que"predicen" su ocurrencia.
Con el tiempo, las asociaciones con Todo ello hace, a través de un proceso
símbolos (cues) tanto implícitas como estable de representaciones interocepti­
explícitas se convierten en fuertes incen­ vas. que el uso de las drogas siempre se
tivos para el sentimiento de anhelo o asocia con el recaer o reincidir en el con­
urgencia al consumo. sumo aún luego de años de abandonar el
Es ahí donde la ínsula juega un rol cru­ uso. Estos efectos plásticos que en el
cial: ver a otra persona consumir o los comienzo se relacionan con la expresión
rituales asociados al consumo o la de genes de respuesta temprana en
misma abstinencia como proceso VMPFC e ínsula, con el tiempo generan
homeostático derivado de la ausencia de cambios estructurales en muchas regio­
la droga en el organismo. nes y explican que el daño de la ínsula
Los estudios en que se examinan los vuelve al fumador adicto al estado ante­
efectos de las lesiones en la ínsula con rior al primer consumo y que la mera
fumadores adictivos fueron cruciales idea de fumar se vuelva "disgustante".
para esta concepción ya que aquellos Como vemos, en la percepción intero­
pacientes con lesiones insulares tenían ceptiva se imbrican bidireccionalmente
hasta 100 veces menos urgencia para tres niveles de procesamiento:

28
LMZieher H Meurobiología ite las adicciones f procesos de plasticidad Inrobcrados

• Un nivel físico que se refleja en c a m ­ (Volkowl.


bios en sistem as m oleculares de proce­ La neurociencia de sistem as se v islu m ­
sam iento a nivel c e lu la r y de redes bra como única concepción integradora
• Un nivel neuropsicológico reflejado que p erm itiría la com presión de la neu-
en las áreas involucradas, tanto en las robiología subyacente a estos procesos
fases iniciales de la adicción como en los de adicción para g e n e ra r alternativas fa r­
cam bios a largo plazo. m acológicas o psicoterápicas. con el
• Un nivel de consumo, ejecutivo, que objetivo de ayudar al enferm o adicto a
trastorna la experiencia conductual y su s u perar o aliviar las consecuencias d e ri­
evaluación por las áreas de la corteza vadas del consumo, tanto para su propia
fron tal que reciben inform ación dopam i- persona como para la sociedad en la que
nérgica con pérdida del au to co n tro l se inserta.

Referencias bibliográficas a consultar { s ó lo r e v is io n e s )


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29
E D IT O R IA L SC IE N S
2
Mecanismos moleculares y vías de señalización
en la neurobiología de las adicciones
María Zorrilla Zubílete

Resumen
Los cambios a largo plazo que se producen en estructura y función del cerebro que
acompañan a la exposición crónica a drogas de abuso sugieren que las alteraciones
en la regulación de genes contribuyen sustancialmente al fenotipo adictivo. En este
capítulo se examinan los múltiples mecanismos por los cuales las drogas alteran el
potencial de la transcripción de los genes. Estos mecanismos van desde la moviliza­
ción o la represión de la maquinaria transcripcional - incluyendo los factores de
transcripción AFOSB, el AMP cíclico que responde a las proteínas de elemento de res­
puesta ICREB) y el factor nuclear-kB (NF-kBl - a la epigenética - incluidas las modifi­
caciones en la accesibilidad de los genes dentro de su estructura de la cromatina nati­
va inducida por las modificaciones de la cola de histonas y la metilación del AON. y la
regulación de la expresión génica mediante ARN no codificantes. Todas las investiga­
ciones evidencian diversos mecanismos de regulación de genes que inducen las dro­
gas de abuso generando cambios duraderos en el cerebro, y esta revisión describe
novedosas propuestas para la terapia de la adicción.

Introducción drogas de diferentes categorías. La tole-


Relativamente pocas personas comien- rancia y la dependencia física no implican
zan sus problemas de adicción a las dro- abuso o la adicción. Esta distinción es
gas por el mal uso de los medicamentos importante porque los pacientes con
recetados. Existe confusión debido a que dolor a veces se ven privados de la medi-
el uso correcto de los medicamentos cación opioide adecuada, simplemente
recetados, por ejemplo para la hiperten- porque no han demostrado evidencia de
sión, el dolor y la ansiedad frecuente- tolerancia o presentan síntomas de abs-
mente produce tolerancia y dependencia tinencia si el uso de analgésico se detuvo
física. Estas son las adaptaciones ñor- abruptamente. El término adicción,
males fisiológicas al uso repetido de las cuando se usa aquí, se refiere al uso

31
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • H ZorrilU ZiAilete II Trsudo de Pskotarmacolo^ía y Heurocietióa. Voüimen V. Adíctioaes. Neur^lo(09ia y consMeraciwies dugnóstiCA

compulsivo de drogas. La American se producen cuando la administración


Psychiatric Association define la depen­ del fármaco en una persona físicamente
dencia de sustancias (adicción) como un dependiente se termina abruptamente.
conjunto de síntomas que indican que el Los síntomas de abstinencia tienen al
individuo continúa el uso de la sustancia menos dos orígenes: (1) la eliminación de
a pesar de importantes problemas rela­ la droga y (2) a causa de la hiperexcita-
cionados con sustancias. La evidencia de ción del SNC y la readaptación a la
la tolerancia y el síndrome de abstinencia ausencia de la droga.
se incluyen en la lista de los síntomas. La El abuso de drogas representa un pro­
dependencia (adicción) requiere tres o blema de salud significativo. Las princi­
más de los síntomas, mientras que el pales sustancias usadas incluyen el
abuso puede ser diagnosticado cuando cannabis. opiáceos, alcohol, cocaína,
sólo uno o dos síntomas están presentes. anfetamina. metanfetamina y éxtasis. Las
La naturaleza crónica y recidivante de la alteraciones de las vías de mensajeros
dependencia (adicción) cumple con los intracelulares. factores de transcripción
criterios de una enfermedad crónica y genes tempranos inmediatos en el sis­
iMcLellan et al.. 2000). tema de recompensa del cerebro parecen
La dependencia física es un estado que tener una importancia fundamental para
se desarrolla como resultado de la adap­ el desarrollo de la adicción y el abuso de
tación (tolerancia) producida por un rea­ drogas. Aún son poco conocidos los fac­
juste de los mecanismos homeostáticos tores de riesgo genéticos y los cambios
en respuesta al uso de drogas repetido. en la expresión de genes asociados con
Las drogas pueden afectar a los sistemas el abuso de dichas drogas. Sí se conoce
que antes estaban en equilibrio, estos que existen complicaciones cardiovascu­
sistemas tratan de encontrar un nuevo lares. síntomas psiquiátricos y neurológi-
equilibrio ante la presencia de la inhibi­ cos asociados a dicha adicción y que
ción o estimulación de un medicamento éstas son las manifestaciones más
específico. Una persona es dependiente comunes de toxicidad. Un amplio espec­
físicamente si requiere la administración tro de cambios que afectan al SNC se
continuada del fármaco para mantener la observa en los consumidores de dichas
función normal. Si la administración de drogas. El abuso de la metanfetamina.
la droga se detuvo de repente, hay otro anfetaminas y el MDMA se ha relaciona­
desequilibrio, y los sistemas afectados do con la neurotoxicidad en humanos a
una vez más tienen que pasar por un pro­ largo plazo y el riesgo de desarrollar
ceso de readaptación a un nuevo equili­ enfermedad de Parkinson.
brio sin la droga. La aparición de un sín­ Investigaciones histológicas, inmuno-
drome de abstinencia se da cuando la histoquímicas y morfométricas han
administración de la droga se termina, es demostrado profundas alteraciones m or­
la única prueba real de la dependencia fológicas en el cerebro de los abusadores
física. Signos y síntomas de abstinencia a diferentes drogas de abuso. Los princi­

32
M ZorríUa Zubilete // Mecanismos moleculares r irías de señatizacíófl en U neurobiología de las adicawies

pales resultados incluyen la pérdida neu- genes que se encuentren involucrados en


ronal. alteraciones neurodegenerativas, los procesos de adicción a drogas de
una reducción de la proteína glial fibrilar abuso (1|.
ácida en astrocitos, daño axonal genera­
lizado con la activación microglial conco­ Adicción a drogas y sustrato neurobíológíco
mitante. así como cambios reactivos y La farmacología clásica ha establecido
degenerativos de la microvasculatura los blancos moleculares para casi todas
cerebral. Estas observaciones demues­ las drogas psicotrópicas de uso común,
tran que las drogas de abuso inician una tanto aquellas para uso terapéutico como
cascada de activación de factores que las drogas de abuso. Los genes que codi­
interactúan en procesos tóxicos, vascula­ fican esos "blanco" han sido clonados:
res e hipóxicos, que finalmente dan lugar por ejemplo, el psicoestimulante cocaína,
a disturbios generalizados dentro de la bloquea el transportador de recaptación
compleja red de neuronas que se vincu­ de DA prolongando su acción sináptica; la
lan con redes celulares de otros sistemas. anfetamina. un psicoestimulante con
Asimismo, las drogas de abuso inducen efectos conductuales similares a la coca­
neuroadaptaciones a través de la regula­ ína. es introducida a los terminales ner­
ción de la expresión génica. Aunque la viosos a través de un transportador de
atención se ha centrado en las activida­ DA donde estimula la liberación de DA.
des de los factores de transcripción, los En todos los casos, el efecto farmacoló­
nuevos conceptos que han surgido gico inicial puede ser alcanzado con la
recientemente profundizan la importan­ primera dosis pero sólo después de
cia en la remodelación de la cromatina, varias semanas (cronicidad) los efectos
como requisito previo para la regulación conductuales son evidentes. Luego de
de la expresión de genes en las neuro­ perturbaciones repetidas adecuadas
nas. Por lo tanto, para que la transcrip­ mediadas por las drogas de abuso, el sis­
ción se produzca, la cromatina debe rela­ tema nervioso genera una respuesta
jarse. un proceso dinámico que depende ■'adaptativa''.
de modificaciones postraduccionales de Esa respuesta se llama ''adicción''
las histonas. cuando un individuo se auto-administra
En este trabajo se describirán los nue­ ciertas cantidades de drogas tales como
vos hallazgos acerca de estas modifica­ opiáceos, cocaína, anfetaminas. nicotina
ciones con especial énfasis en mecanis­ o alcohol a lo largo de un cierto tiempo.
mos epigenéticos y el papel de la histona Parecería que estas drogas producen un
H3 y su fosforilación en el promotor de "reforzamiento" o brain reivarc/mediante
genes específicos, incluyendo c-fos y c- la activación de circuitos límbicos involu­
jun. También se describirán todos los crados en el control de la conducta moti-
mecanismos moleculares conocidos vacional. El circuito más prominente es
hasta la fecha y las modificaciones en las la vía dopaminérgica mesolímbica que
histonas que regulan la transcripción de proyecta desde el área tegmental ventral

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EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M Z o r iM i Z ritik te II T r t M o de Pskotom acoiOQía y Nevoclencia. V o lu m N V . Adicciotes. N«vr0bi0(09a y conslderacioiies « t g M S t i c e

IVTA) hacia el núcleo accum bens |NAc|. Se cree que un m ecanism o com ún en
El reforzam iento es una fornna de p lasti­ estas diversas form as de la adicción es la
cidad conductual en el cual ocurren c a m ­ activación del circuito de recom pensa
bios conductuales en respuesta a una cerebral, que se centra en las neuronas
exposición aguda a una droga reforzante. dopam inérgicas en el VTA del cerebro
Se llam a reforzante si la probabilidad de m edio y sus proyecciones a l sistem a lím -
que se produzca una respuesta de “bús­ bico, en p a rtic u la r el NAc. tam bién cono­
queda de droga" está au m en tad a cuando cido como ven tral estriado, el estriado
se produce la exposición a la droga. La d o rs a l, la a m íg d a la , el hipocam po y
mayoría de las drogas de abuso en una regiones de c o rteza p re fro n ta l (CPP)
exposición aguda actúan como reforzan ­ (Figura 1). Este circuito de recom pensa
tes positivos. La exposición crónica a dro­ se activa por estím ulos o por búsquedas
gas reforzantes puede conducir a la adic­ que promueven la aptitud evolutiva del
ción que tam bién se caracteriza por un organism o, tales com o los alim e n to s
au m ento en la conducta de “búsqueda". nutritivos, e l sexo y la e s tim u la c ió n
Los sujetos adictos exhiben un aum ento social. Com o las drogas de abuso activan
sostenido en la conducta de búsqueda aún este circuito mucho m ás fu erte y persis­
cuando la droga no está o es retirada. tente que las recom pensas naturales, y

FIG UR A 1

Esquema del circuito de recompensa

A) Se observan las a fere n te s do pam inérg icas que se orig inan desde e l VTA y lib e ra n DA a l NAc y a otra s áreas
lím b icas. Tam bién se observan otros núcleos do pam inérgicos com o e l Locus C oeru leus ILC I y los núcleos s ero -
tonérgicos do rsales d e l R aphe (DR] los cuales m odu lan e l circuito de recom pen sa a dm g a s y o tra s acciones.
6 ) Se resaltan proyecciones g lu ta m a té rg ic a s que son im p o rta n te para e l circuito de recom pen sa com o la co rte ­
za pre fro n ta l m ed ia l (m P FC I, corteza o rb ito frin ta l (OFC). corteza cingulada a n te rio r (A C O . e l tá la m o (Th alj. hipo­
cam po y a m íg d a la , en donde todos ellos envían proyecciones excitato rias a l NAc. Las drogas de abuso a lte ra n
e ste circuito de recom pen sa conduciendo a la adicción.

M odificado de Robinson y N es tle r, 2011.

34
M Zorrilla Zubilete H Mecanismos moleculares y vías de señalización en la neurobiologia de las adicciones

sin e s ta r asociado a resultados en el roquím icas, las cuales pueden g e n e ra r


comportanniento. la exposición crónica a tanto déficits m otivacionales como m a n i­
drogas m odula las regiones cerebrales festaciones som áticas de los m ism os.
de recom pensa en parte, a través de una Todas las drogas de abuso inicialm ente
desensibilización hom eostática que hace interactúan con proteínas localizadas en
que el individuo sea incapaz de a lca n zar las m em b ran as. Sin em bargo, aunque
los sen tim ien to s suficientes de rec o m ­ los efectos iniciales de las drogas de
pensa en ausencia de fárm aco. abuso son extracelulares, a m ayoría de
La activación continua del circuito de los efectos se producen vía m ensajeros
recom pensa c e re b ra l que proyecta desde in tra c e lu la re s que tra n s d u c e n estas
e l VTA a l NAc por el uso crónico de dro­ acciones extracelulares. Por otra parte,
gas puede conducir a alteracio n es neu- estas cascadas bioquím icas de transduc-

F IG U R A 2

M e c a n is m o s tra n s c rip c io n a ie s y e p ig e n é tic o s re g u la d o p o r la s d ro g a s d e a b u s o

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in trs c d lu U ir signallirg
and cytosfcetetat protens A ctive g ene

adsplaliv*
changes nwirof»aHunc<>on N u c la u s !

Er^ células eucariotas e l ADN está cor^densado form ando ovillos alrededor de histonas para fo rm a r los nucleoso-
m as, que luego se cor^densan para fo rm a r los crom osom as. La crom atina com pactada puede relajarse tem po­
ra lm e n te el ADN en un gen específico y hacerse accesible a la m aquinaria transcripcional. CREB: proteínas de
unión a elem entos de respuesta al A M P cíclico: ONMTs: m etiltransferasas de A D N . HATs: acetiltransferases de
histonas; HDAC: histonas desacetilasas: HDM S: histonas desm etilasas; HMTs: m etiltransferasas de histonas;
N F -k 6 : factor n uclear-kB , pol II: enzim a ARN polim erasa II.

Modificado de Robison y col.. 2011 y Cao. J. L y col. 2010.

35
EDITORIAL SCIENS
LM Zteher • H Zorrilla Zabiiete // Tfstddo de Psicoftfmacotogía y Neifocieticta. Voium et V. AdicciOM S. N e u to b lo lo ^ y consMetaciones d ü g M S t k »

ción de señales también inician efectos a muchos otros blancos nucleares, inclu­
largo plazo en la transcripción génica a yendo las proteínas reguladoras de la
través de cambios postraduccionales de cromatina. los mecanismos involucrados
los factores de transcripción y de sus en la regulación sináptica de la cromati­
proteínas asociadas como las histonas. na y las proteínas siguen siendo aún poco
conocidos. Estos procesos finalmente
Adicción y transcripción de genes darán lugar a la inducción o represión
Aunque los fármacos difieren en sus de determinados genes, incluidos los de
mecanismos de acción, el proceso común los ARN no codificantes, como los
de la adicción sugiere que la activación microRNAs, la expresión alterada de
crónica de estos mecanismos agudos algunos de estos genes pueden a su vez
distintos, inducen a adaptaciones mole­ regular la transcripción de otros genes.
culares en las regiones del circuito de Se propone que algunos de estos cam­
recompensa del cerebro que median en bios inducidos por las drogas de abuso -
la naturaleza duradera en el fenotipo a nivel de la cromatina- son extremada­
adictivo. Nestler y col. han propuesto que mente estables y por lo tanto subyacen a
los cambios inducidos a largo plazo en la los comportamientos de larga duración
maquinaria transcripcional de genes (a que definen la adicción.
través de las acciones sobre los factores En los últimos 5 años, estudios a nivel
de transcripción, modificaciones en la de la cromatina han confirmado la parti­
cromatina y en regiones no codificante cipación de estos mecanismos de trans­
del ARNl contribuyen sustancialmente a cripción in vivo. Por otra parte, más allá
los cambios que dan como resultado las de los cambios estables en estado esta­
neuroadaptaciones en situaciones de cionario los niveles de mRNA, este traba­
exposición crónica a drogas de abuso (2). jo ha demostrado que la ''inducibilidad''
Sabemos que muchos mensajeros de un gen (su capacidad de ser inducido
(mRNAsl muestran expresión alterada en o reprimido en respuesta a la exposición
el cerebro después de la exposición cró­ al fármaco siguiente o algún otro estímu­
nica de drogas, lo que sugiere que la lo del medio ambiente) también se ve
transcripción de los genes individuales alterado por la exposición crónica a dro­
está diferencialmente regulada en estas gas. y que un "preparado" de esos genes
condiciones (Figura 2). o “desensibilización" está mediada por la
Las drogas de abuso en la sinapsis estabilidad de fármaco-inducida por
actúan a través de mecanismos como de cambios en el estado de la cromatina
la recaptación presináptica. canales ióni­ alrededor de genes individuales (Figura
cos y receptores de neurotransmisores 3). Este modelo de regulación de la
(NTl activando cascadas de señalización transcripción y de cambios epigenéticos
intracelular en la postsinapsis. Esto con­ del consumo crónico de la droga ofrece
duce a la activación o la inhibición de los un posible mecanismo para entender las
factores de transcripción (TFsl y de influencias ambientales durante el desarro-

36
MZ(KriUa Zubilete H Mecanismos moleculvesf vías de señaüzacíófi en la netirobiología de las adicciones

Uo que puede a u m e n ta r (o dism inuir) el tan co m plejos com o es e l caso de la


riesgo de adicción en un futuro d urante el adicción a drogas.
transcurso de la vida. Por ejem plo, hay La evidencia p re lim in a r sugiere que los
p ru ebas crecie n tes de que el estrés m ecanism os epigenéticos son im po rtan ­
durante la adolescencia aum enta e l ries­ tes en la m ediación de preparación de
go de adicción (ver Psicofarm acotogía, dicho gen y de su desensibilización, y que
voL52. 2008) y que la exposición a las dro­ m uchos de estos cam bios son latentes,
gas en el útero au m en ta el riesgo en la lo que significa que no reflejan los cam ­
adolescencia (3. 4). bios estables en los niveles de m R N A en
La m odificación de los com ponentes estado estacionario. En su lugar, estos
de la cro m a tin a, que producen cam bios cam bios a lteran la estructura de la cro­
h e re d a b le s en la e x p re s ió n g é n ic a . m atina. de modo que un desafío posterior
fo rm a la base de la reg u lación ep ig e n é - a las drogas induce un gen dado a una
tica que es capaz de c o n tro la r procesos tasa m ayor (preparado) o m en o r (desen-

FI6 URA 3

Exposición crónica a la d

™ \
G en desensibilizado

Exposición a la droga

Gen activado

A d e m á s cié re g u la r e l estacio cié los niveles de expresión de ciertos genes, la cocaína induce efectos la te n te s en
m uchos otros genes, que a lte ra n su inducibilidad en respuesta a un estím u lo subsiguiente. La acetilación (Al. la
m etilación (M |. la fosforilación |P |. la enzim a A R N po lim e ra s a II (pol II).

M odificado de Robison y col.. 2011.

3 7
E D IT O R IA L SC IE N S
LM Zieher • H Zo rrilU Zubilete II T r t M o de PsiciXtfflucoto^ía y N a V. Adktio o es. Neut0bl 0(09ia y consideraciones dt»giÑ$tiC4 S

sibilizado) medida sobre la base de las señalización celular, se unen a secuen­


modificaciones epigenéticas que son cias específicas de ADN. generalmente
inducidas por la exposición crónica previa en el promotor o potenciador de las
a drogas. Un objetivo importante de la regiones de los genes blanco -y de esta
investigación actual es el de identificar manera aumentan o reprimen la expre­
las formas de la cromatina que son la sión de genes por la promoción o el blo­
base del preparado de genes y la desen­ queo del complejo transcripconal de la
sibilización. ARN polimerasa II. Los factores de trans­
Cambios duraderos en la transcripción cripción operan como parte de un gran
del gen o en el potencial resultados de la complejo proteico, con sus mecanismos
transcripción en los primeros años de de acción que implican modificaciones a
vida al estrés o la exposición a la droga la estructura de la cromatina (véase más
(mediadas en el nivel de la cromatina en adelante). Aunque las neuronas contie­
la ausencia de diferencias genéticas en la nen cientos de factores de transcripción,
secuencia primaria del ADN) podría los estudios de las adaptaciones induci­
representar un cerebro adulto más vul­ das por el abuso de drogas se han cen­
nerable al proceso adictivo. Las altera­ trado principalmente en un pequeño sub-
ciones en el potencial transcripcional grupo.
pueden durar muchos años, este modelo
también explica cómo la recaída puede AFOSB
producirse a pesar de décadas de absti­ El factor de transcripción AFOSB (5)
nencia. Recientes estudios de modelos está codificada por el gen FosB y tiene
de adicción en roedores permiten postu­ homología con otros factores de trans­
lar esta hipótesis y han contribuido sus­ cripción de la familia proteica de POS.
tancialmente a la comprensión de la Forma heterodímeros con proteínas de la
regulación in vivo de la transcripción y de familia de Jun para formar el factor de
la epigenética en el cerebro. En este sen­ transcripción activador 1 (API), estos
tido. se destacan los principales ejem­ complejos se unen a los sitios API en
plos de la transcripción y los mecanis­ respuesta a los genes que regulan la
mos epigenéticos de acción de la droga, y transcripción. Existe alguna evidencia a
se identifican a continuación algunos de partir de los estudios in vitro que AFOSB
los posibles nuevos blancos terapéuticos también puede formar un complejo como
para la intervención en el proceso de homodímero (6). A pesar de todas las
adicción. proteínas que se inducen de la familia
FOS en forma transitoria por exposición
Factores de transcripción en adicción aguda de drogas, la administración cró­
El mecanismo clásico de la regulación nica de cualquier droga de abuso induce
de la expresión génica es a través de las la expresión específicamente de AFOSB.
acciones de los factores de transcripción: un proceso que es más notorio en el NAc
proteínas que. en respuesta a las vías de y que en el estriado dorsal, pero también

38
M ZorríUa Zubilete U Mecanismos moleculares y vías (te señatizacíófl en (3 neurobiología (te (as adica(wes

se observa en varias otras regiones del administración de cocaína |13|. La sobre-


cerebro relacionadas con la recompensa, expresión también aumenta la impulsivi­
incluyendo corteza prefrontal (7. 8). dad durante la abstinencia de drogas, y
La inducción AFOSB en el NAc y en el ambos efectos promueven aún más auto­
cuerpo estriado dorsal por las drogas de administración de la droga (13). Hay
abuso, sin tener en cuenta si el fármaco estudios que indican que AFOSB es nece­
se administra por el investigador o es sario y suficiente para muchos de los
auto-administrado, se produce sólo en el cambios que se producen en el cerebro
subtipo de neuronas espinales medias por la exposición crónica de drogas. Es
iMSNl que expresan receptores de dopa- importante destacar que AFOSB también
mina DI (DI de tipo MSN) (5). AFOSB es es inducido en NAc vía receptores DI por
una parte de la secuencia completa de el consumo crónico de otros compuestos
FosB que se obtiene por truncamiento en naturales, incluyendo la sacarosa, la
el extremo carboxi-terminal por spticing comida rica en grasas y el sexo y ello
alternativo. Su ausencia produce un fomenta aún más el consumo de tales
aumento de cuatro veces la proteína de compuestos IH . 16). Esto implica que
estabilización (9). Además. AFOSB es fos- AFOSB se halla presente en la regulación
forilada in vivo en un residuo de serina 27 de las recompensas naturales en condi­
lasí como en muchos otros sitios) y la ciones normales y. tal vez. durante los
fosforilación ayuda a estabilizar la prote­ estados patológicos.
ína diez veces, tanto ¡n vitro como in vivo Asimismo se induce AFOSB en NAc por
lio). Esta intrínseca estabilidad de la pro­ consumo de cocaína mediante la regula­
teína es una interesante función de la ción de numerosos genes que están rela­
molécula, ya que proporciona un meca­ cionados con la arquitectura de las espi­
nismo molecular por el cual las drogas nas dendríticas como son sinaptotagmi-
pueden inducir cambios en la expresión na. proteínas asociadas a los microtúbu-
del gen que puede persistir durante los. la proteína asociada al citoesqueleto
semanas aún después de haber detenido (CRAl. kinasas dependientes de ciclina 5
el consumo de drogas. (CDK5|ykinesinas(18-20|.
AFOSB se ha vinculado directamente a Casi todas las drogas de abuso alteran
varios comportamientos relacionados la conectividad estructural de las neuro­
con adicción a drogas. En ratones trans- nas en el circuito de recompensa, un
génicos adultos, en los cuales se induce efecto que es más evidente en dichos
la sobreexpresión AFOSB específicamen­ cambios es el número, forma y el tamaño
te en MSN de los receptores DI en NAc y de las espinas dendríticas en las neuro­
estriado dorsal, causa un aumento de la nas espinosas medianas (f^ISNl en el
locomoción con sensibilidad a la cocaína núcleo accumbens iNAcI (21) (Figura 4).
l i l i , un aumento de preferencia de lugar El grupo de Ruso y col. demuestran los
condicionado a la cocaína y morfina |12|. aumentos inducidos por el consumo de
y un aumento de consumo por auto­ cocaína en el número de espinas dendrí-

39
EDITORIAL SCIENS
IM Seher • M ZorrHb Zubilete // Tratólo de Pskdarmacoltgía y Mevoclentía, VoUimen V. Adcckines. N e v t^ o l 09ia i consideraciones dt»9n6$tic4$

ticas, que pueden ser bloqueadas por la cam bios varía según la sustancia que se
sobreexpresión viral de G9a ó A JU N D , o consum e, e l tiem po de la retirada y el
sim u lad o por la sobreexpresión viral de m étodo de la ingesta, incluso dentro de
AFOSB. A dem ás, la n atu raleza de estos una única región cereb ral. Por otra parte.

FIGURA 4

Cocain
♦ iJ U N D

Cam bios en la transcripción de genes y m odificaciones de la crom atina pueden afectar al complejo de transcrip­
ción en procesos como la adicción. Dichas m odificaciones deben d a r lug ar a una salida funcional, por ejem plo un
cam bio en la excitabilidad neuronal Has propiedades intrínsecas de la m em branal o en la conectividad le í n ú m e­
ro de sinapsisl. De hecho, está claro que casi todas las drogas de abuso alteran la conectividad estructural de
neuronas en el circuito de recom pensa, un efecto que es m ás evidente en los cam bios, en el núm ero, form a y el
tam año de las espinas dendríticas en las neuronas espinosas m edianas IM S N I en e l núcleo accum bens iNAcl len
la figura, una parte, m uestra los aum entos inducidos por la cocaína en e l núm ero de espinas dendríticas que pue­
den s e r bloqueadas por la sobreexpresión viral de G9a o A JU N D . o imitado por la sobreexpresión viral de AFOSB).
Estos cam bios parecen s e r conductualm ente relevantes, ya que se correlacionan con e l com portam iento. Estos
cam bios varían según la sustancia que se consum e, el tiem po de la retirada y e l método de la ingesta, incluso
dentro de una m ism a región cerebral única. Por ejem plo, al adm inistrar cocaína aum enta el núm ero de espinas
en MSN NAc. Los opiáceos y psicoestim ulantes inducen la actividad locomotora de form a aguda, y e l circuito de
recom pensa cuando se adm inistran crónicam ente, m ien tras que la m orfina reduce consistentem ente la densi­
dad de espinas. Un objetivo clave es identificar cóm o los factores epigenéticos que controlan genes del citoes-
queleto regulan la morfología de las espinas dendríticas.

Modificado de Robinson y N estler. 2Ú11.

40
M ZorríUa Zubitete // Mecanismos moleculares y vías ói señatizacíófl en U neurobiología ói tas adicawies

los opiáceos y psicoestimulantes pueden del receptor de Af^lPA y la calmodulina


tanto inducir la actividad locomotora en quinasa II dependiente de Ca2 + (CaMKIII.
forma aguda, y del aparato locomotor y lo que es consistente con la hipótesis de
de la recompensa de sensibilización cró­ que media la plasticidad sináptica que se
nicamente (24). mientras que la morfina exhibe luego de la exposición a drogas en
reduce consistentemente la densidad de MSN. AFOSB es mucho más estable que
espinas en MSN del NAc. La resolución otros factores de transcripción que se
de esta discrepancia es un importante han vinculado a la adicción hasta el
objetivo de la investigación en el futuro. momento. Sin embargo, una recaída
También es probable que la plasticidad puede ocurrir después de décadas de la
estructural de la NAc desempeñe un abstinencia.
papel en la voluntad y la toma de decisio­
nes. como otros medicamentos que sue­ CREB
len provocar grandes cambios en la den­ El elemento de unión a proteína en res­
sidad a las mismas dosis administradas. puesta al AMP cíclico lAMPc) cuya sigla
Aunque las bases moleculares de estos es CREB forma homodímeros que se
cambios estructurales siguen siendo no pueden unir en sitios específicos de ele­
del todo comprendidas. Han sido implica­ mentos de respuesta ICRESI de otros
dos varios factores que controlan la genes. Su principal transcripción se acti­
transcripción de genes y regulación de la va después de que ha sido fosforilado en
cromatina como ser: AFOSB. elemento un residuo de serina 133 (por cualquiera
de respuesta al Af^lP cíclico (CREBI |25l, de las proteínas kinasas existentes); esta
el factor específico 2 de los miocitos fosforilación permite el reclutamiento de
IMEF21 60. G9a37 y el ADN 3A metiltrans- la proteína ICBPI para formar un comple­
ferasa (DNfv1T3Al. cada uno de los cuales jo proteico que activa la transcripción
se ha vinculado directamente a la cocaí­ (véase Figura 5) (26). El mecanismo por
na respecto de la regulación de la densi­ el cual la activación de CREB reprime la
dad de las espinas dendríticas en el NAc. expresión de ciertos genes es menos
Un objetivo clave es identificar afiora entendido. Los psicoestimulantes (por
cómo están regulados los factores epige- ejemplo, cocaína y anfetaminal y los opiá­
néticos para controlar genes del citoes- ceos aumentan la actividad de CREB de
queleto y. consecuentemente, inducir forma aguda y crónica, medida por el
cambios en los circuitos neuronales y las aumento de fosfo-CREB (pCREBi o en
conductas relacionadas con la adicción. ratones transgénicos con la actividad de
Se sugiere que AFOSB sirve como un CRE-lacZ expresado en múltiples regio­
control maestro de las proteínas que nes del cerebro, incluyendo el NAc y el
rigen esta plasticidad estructural. AFOSB estriado dorsal (27). Los experimentos
también regula las proteínas que son que implican la sobreexpresión de CREB
importante para la función sináptica glu- inducible o de una forma mulante domi­
tamatérgica y la plasticidad, incluida la nante negativa de CREB. han demostrado

EDITORIAL SCIENS
LH Zieher • M ZoriHte Zibilett H TrsMIo tfe PskoftftnacoEoqía y Neitoci^BCta. Votunei V. Adicckiies. H«urobioEo9ía y <on$l4era(ion» dí»gM$Üc«s

que la inducción de CREB en el NAc, que exposición a A9-tetrahÍdrocannabinol


ocurre en ambos D1-D2, disminuye los (THC, el compuesto activo de la marihua­
efectos de recompensa de la cocaína y de na) aumenta pCREB en la corteza pre-
los opiáceo (28). Este fármaco promueve frontal y el hipocampo, y los estímulos
la auto-administración, presumiblemen­ que se asocian con elaumento naturalde
te a través de reforzamiento negativo. pCREB. Otras proteínas de la familia
CREB muestra una complicada y varia­ CREB, tales como el represor inducible
da respuesta a las drogas de abuso que de AMPc (ICER) y activador de la trans­
no sean la cocaína y los opiáceos. Por cripción factores (ATF), también han sido
ejemplo, administración crónica de nico­ implicados en las acciones a largo plazo
tina y etanol reducen los niveles de de las drogas de abuso pero aún se
pCREB en NAc. pero la actividad de requieren más estudios. La actividad de
CREB parece ser necesaria para estable­ CREB se ha vinculado directamente a la
cer un lugar de preferencia. Además, la funcionalidad de los MSN en NAc. La

FIGURA 5

Esquema de las múltiples señales y de las múltiples facetas que involucran la activación de CREB

Presynaptk:
O term inal

Adaptado de Biosciences Inc.

42
M Z(KriUa Zubilete II Mecanismos moleculares señaUzacíóci en la neurobiología ite tas adicciones

excitabilidad eléctrica de MSN incremen­ encontrado que aumenta la excitabilidad


ta por la sobreexpresión de CREB, mien­ neuronal y por lo tanto puede mediar
tras que un dominante negativo CREB la aspectos de la tolerancia al medicamen­
disminuye. Numerosos genes CREB que to y la dependencia (Figura 6).
median estos y otros efectos en MSN NAc
han sido identificados. Los ejemplos NF-kB
incluyen la dinorfina péptido opioide, que El factor nuclear-kB (NF-kB), un factor
retroalimenta y suprime la señalización de transcripción que se activa rápida­
dopaminérgica de la NAc. así como cier­ mente por diversos estímulos, se estudió
tos canales iónicos y de subunidades del inicialmente su rol en la inflamación y en
receptor a glutamato en NAc. Es intere­ las respuestas de inmunidad, y más
sante comparar estos efectos de CREB recientemente se lo ha relacionado con
en el NAc con datos similares del locus plasticidad sináptica y memoria (29,30).
coeruleus, donde CREB también se ha NF-kB ha demostrado ser inducida en el

FIGURA 6

C ontrol M orphine Q Firing rate

I Opioid
receptor C hannels

M orph ine

M orph ine
+ Naioxone

M orph ine
+ R p -c A M P

M orph ine
+ dnCREB

M orph ine
in Ac8 KO
H Effect of chronic m orp h in e

Urtd adm istración aguda de m orfina disminuye la tasa de disparo \fn n g \ en neuronas de LC. m ientras que una
exposición crónica retorna a niveles basales, fenóm eno que se conoce como tolerancia. La m orfina crónica e je r­
ce su efecto sobre la tasa de disparo en parte por la sobre activación de CREB. incluyendo e l factor AC8.

M odificado de Robison y col.. 2011.

43
EDITORIAL SCIENS
LM Zielier • H ZorriU» Zabilete II T r iM o de P$ic«f»maco(09ía y Hevocienóa. Vobimea V. U k í o m s . Neutoblo(09ia y consMetactooes «s g M S tic »

NAc mediante la administración repetida Cdk5. que es blanco para genes AFOSB.
de cocaína, donde se requiere para el también podrían estar implicados. Esta
aumento inducido por cocaína en NAC reducción en la actividad de MEF2 es
dendríticas MSN densidad de las espinas necesaria para aumentar el número de
dendríticas (Figura 61 y la sensibilización espinas dendríticas en MSN. pero parece
a los efectos gratificantes de la drogas de inhibir la sensibilización conductual a
abuso (30). Un objetivo importante de la cocaína (31). Aunque estos datos sugie­
investigación actual es determinar el ren que MEF2 juega un papel importante
blanco a través del cual los genes NF-kB en los cambios estructurales y de com­
causan plasticidad celular y de compor­ portamiento que resultan de la adminis­
tamiento. Curiosamente, la cocaína indu­ tración a repetición de cocaína, también
ce la expresión de NF-kB a través AFOSB demuestran una aparente inconsistencia
(51. ilustrando las complejas cascadas de entre el aumento de espinas dendríticas
transcripción que participan en la adic­ de MSN y la sensibilización conductual a
ción a drogas. Recientemente se ha la cocaína por lo que se requieren estu­
ampliado el rol de NF-kB en espinogéne- dios. Aunque el etanol ha demostrado
sis de MSN a modelos de estrés y de disminuir la expresión deMEF2 en car-
depresión. Este hallazgo es de particular diomiocitos de rata, poco se sabe sobre
importancia teniendo en cuenta la los efectos de otras drogas de abuso
comorbilidad de la depresión y la adic­ sobre la función de MEF2 en el cerebro.
ción. y el fenómeno bien estudiado de
estrés inducido por la recaída al abuso de Epigenética y adicción
drogas. Durante la última década, la investiga­
ción sobre la regulación transcripcional
MEF2 mediante la modificación del ADN y la
Factor potenciador de múltiples mioci- estructura de la cromatina ha incremen­
tos específicos tipo 2 (MEF2). dichas pro­ tado de manera considerable. Las inves­
teínas se expresan en el cerebro (inclu­ tigaciones de los mecanismos epigenéti-
yendo en NAc MSN), donde forman cos han dado sus frutos en numerosos
homodímeros y heterodímeros que pue­ campos, incluyendo en la adicción a las
den activar o reprim ir la transcripción de drogas. A continuación, se describirán
genes dependiendo de la naturaleza de tres mecanismos principales de la regu­
las proteínas que reclutan (por ejemplo, lación epigenética: 1) modificación de la
co-activador p300 y co-represores cono­ cola de histonas. 2) metilación del ADN y
cidos como histonas deacetilasas de 3) los microARNs. vinculando cada uno
clase II (HDAC). Trabajos recientes sugie­ de estos mecanismos a la adicción.
ren que la exposición crónica a cocaína Modificación de la cola de histonas. La
inhibe la actividad en el estriado de mayor parte del ADN en eucariotas célu­
MEF2. en parte a través del receptor DI. las está densamente condensada for­
La inducción mediada por cocaína de mando la cromatina. donde U 7 pares de

44
M Zorrilla Zubitete // Mecanismos moleculares r vías (te señatización en (a neurobiología (te (as adica(wes

base (pbl se envuelven alrededor de incluyen fosforilación, ubiquitinación y


nucleosoma. Los nucleosomas están ADP ribosilación. entre muchas otras. La
compuestos de octámeros que contienen perspectiva para descifrar el código de
cuatro homodímeros de histonas. una de las histonas es de enormes proporcio­
cada una de las histonas H2A, H2B, H3 y nes. teniendo en cuenta el número apa­
HA. con H1 vinculante a tramos de ADN rentemente infinito de posibles patrones
no nucleosomal. Numerosos tipos de de modificaciones de las histonas. y la
modificaciones postraduccionales en las posibilidad de que un mismo patrón
colas de las histonas alteran la compac- puede tener varios significados, depen­
tación de la cromatina para generar un diendo del gen y de la persona involucra­
estado más "relajado o abierto" (eucro- da. No obstante, nuevas herramientas
matina, que es transcripcionalmente están acelerando los avances en la carto­
permisiva) frente al estado ''cerrado'' grafía del estado epigenético en los pro­
(heterocromatina. que es transcripcio­ motores de genes individuales y en el
nalmente represivo) (Figura 3). Muchos genoma como un todo, y la investigación
residuos en las colas de las histonas futura determinará la viabilidad de iden­
pueden ser modificados covalentemente, tificar funcionalmente códigos de signifi­
resultando en un complejo "Código" que cativa importancia en la cromatina.
se cree que es el control de la accesibili­ Múltiples drogas de abuso inducen
dad a los genes individuales en la maqui­ cambios en la acetilación de histonas en
naria transcripcional (32). La acetilación el cerebro, y la evidencia demuestra que
de las histonas. en donde se agrega una estas modificaciones inducen alteracio­
carga positiva a los residuos de Usina en nes funcionales en modelos de adicción.
la cola de histonas. se asocia con activa­ En primer lugar, los niveles de acetila­
ción transcripcional. Este proceso es ción H3 y de H4 se incrementan en el NAc
controlado por las histonas acetiltransfe- tras una exposición aguda o crónica a
rasas (HAT) y por las histonas desacetila- cocaína (33. 34). A pesar de estos aumen­
sas HDACs. estos procesos comprenden tos globales, muchos genes muestran
varias clases de enzimas cuya expresión una disminución después del consumo
y actividad están exquisitamente regula­ crónico de cocaína de la acetilación de
dos. La mutilación de la histona se ha las histonas. que plantea una cuestión
asociado con activación y represión clave en cuanto a la regulación de la
transcripcional. dependiendo del residuo expresión de genes específicos. Otra
y la extensión de la metilacion. Puede ser cuestión clave se refiere a las precisas
metilada por varias familias de histonas cascadas de señalización intracelular a
metiltransferasas (HMTs) tanto en los través de las cuales la cocaína induce
residuos de Usina como de arginina. y cambios en la acetilación de la histona.
esta reacción puede ser revertida por En segundo lugar, se ha demostrado que
histonas demetilasas (HDM). Otras modi­ la abstinencia de alcohol aumenta la
ficaciones en las colas de las histonas actividad HDAC y reduce la acetilación de

45
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorriUa 2ubil«te II TfsM Io de Psicot^macoto^ía y Newocieflcta. VoUimea V. Adtccioaes. NeutoblolOQía y consMetaciDoes dügiMStic»

las histonas en la amígdala del ratón |35|. aumenta las repuestas de recompensas
En tercer lugar, la exposición al THC a cocaína |19). La inducción a SIRT1 y
aumenta la expresión de HDAC3 en célu­ SIRT2 está asociada con un aumento de
las del trofoblasto |36|. acetilación H3 y AFOSB aumentada que
A corto plazo la administración sisté- se ha vinculado a su promotor (19). lo que
mica o intra-NAc de inhibidores no espe­ sugiere que las sirtuinas son objetivos
cíficos de HDAC potencia las respuestas intermedios de AFOSB. Se requieren más
del aparato locomotor a los psicoestimu- estudios para identificar las proteínas
lantes y a los opiáceos (34. 371. Los estu­ que son afectadas por cocaína por la
dios de isoformas específicas de HDAC regulación de estas sirtuinas.
han aportado información interesante: la La metilación de las histonas también
sobre-expresión de HDAC4 o HDAC5 dis­ está directamente regulada por las dro­
minuye las respuestas de comporta­ gas de abuso: los niveles globales de la
miento a cocaína (34. 37). mientras que la histona 3 Usina 9 dimetilación |H3K9me2)
supresión genética de HDAC5 hipersen- se reducen en el NAc después de la expo­
sibiliza a ratones a los efectos crónicos sición a cocaína crónica (39). La disminu­
Ipero no a efectos agudos) de la droga ción generalizada de la H3K9me2 en el
|37). De manera similar, los ratones NAc es probablemente mediada por
mutantes con reducción de expresión de regulación inducida por cocaína |19).
la CBP. el mayor HAT en el cerebro, dis­ Curiosamente, existe un circuito de
minuye la sensibilidad a la exposición realimentación funcional entre G9a y
crónica a cocaína (38). Muchos más estu­ AFOSB: AFOSB parece ser responsable
dios son necesarios para definir la por la supresión de G9a inducida por
influencia de HAT y subtipos de HDAC en cocaína, y se une a G9a reprimiendo el
la adicción. La complejidad que pueda promotor fosB, de tal manera que la dis­
existir en la acetilación de histonas en los minución de G9a puede promover la acu­
modelos de adicción está en la actuali­ mulación de AFOSB que se ve luego de
dad orientada por los últimos estudios exposición crónica a cocaína (19).
sobre las sirtuinas, que se consideran de La administración crónica de cocaína
HDACs clase III, pero en realidad influyen también regula H3K9me3. una marca de
muchas proteínas no-histonas. Estudios la heterocromatina. específicamente en
del genoma completo de alteraciones de el NAc. este cambio está asociado con
la cromatina en el NAc después de la una disminución en la cantidad total de
administración de cocaína crónica revela heterocromatina en NAc en núcleos de
una regulación de dos sirtuinas. NAD- MSN y un aumento en el volumen de
dependiente deacetilasa sirtuina 1 estos núcleos (40).
iSIRTIl y SIRT2. La inhibición farmacoló­ A pesar de las implicancias funcionales
gica de sirtuinas disminuye la preferencia de esta fina regulación que aún no se
de lugar para cocaína y la autoadminis­ conocen en detalle, estos resultados
tración. mientras que la activación ponen de relieve los profundos efectos

46
M Zw rilla Zu b ikte H Mecanismos moleculares señalización en la neurobiología de las adicciones

que ejerce la cocaína en el genoma den­ CDK5 en el NAC inducida por cocaína
tro de las neuronas NAc. implica una cascada de eventos,
Otros estudios son necesarios para incluyendo la unión AFOSB al promotor
examinar las acciones de otras drogas de del gen Cdk5. seguido por el recluta­
abuso sobre las histonas. así como el miento de la CBP. el aumento de acetila-
efecto de los fármacos en muchos otros ción H3 y el reclutamiento de factores
tipos de modificadores de histonas que específicos de remodeladores de la cro­
se sabe que regulan la expresión de matina (Figura 7).
genes en células eucariotas, en modelos
de adicción. Los ejemplos incluyen las Conclusiones
observaciones más recientes de cocaína Esta revisión ha resumido la creciente
crónica que media la regulación de la variedad de datos que apoyan un rol
metilación en residuos de arginina en potencial para la regulación de la trans­
histona y poli-ADP ribosilación, de varias cripción de múltiples genes en el cerebro
de las familias proteicas que remodelan luego del consumo de drogas de abuso.
la cromatina y de las variantes de subu- Los mecanismos de regulación de la
nidades de histona en el NAc. todos los transcripción y epigenéticos son en sí
cuales ilustran la complejidad de los mismos estudios variados y muy comple­
cambios epigenéticos que están asocia­ jos. y en el futuro será necesario descu­
dos con la exposición a drogas de abuso. brir una gran cantidad de eventos regula­
Además, será importante para relacio­ dores que ocurren para entender así, con
nar las modificaciones inducidas por fár­ mayor precisión, los mecanismos subya­
macos sobre las histonas. que se produ­ centes que están involucrados. Una pre­
cen en genes específicos regulados por gunta clave es qué controla el encendido
drogas. Por ejemplo, los primeros estu­ o apagado en un individuo de la traduc­
dios han demostrado que la expresión de ción de proteínas reguladoras de un gen

FIGURA 7

B a s e s e p ig e n é tic a s d e la re g u la c ió n de la e x p re s ió n de g en es

Gen activado por la droga Gen reprim ido por la droga

Se m uestra e l m ecanism o por el cual la adm inistración crónica de cocaína es regulado por a FOSB.

Modificado de Robison y col., 2011

47
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • H Zorrilto Zubilete I I Trstddo de Psico(»maco(ogía y N a V. Adíccwoes. Neui^lotogia y nnsidetaciMes dtsgoósbc»

blanco particular. humanos, después de años o incluso


La hipótesis es que el estado epigené- décadas de abstinencia.
tico subyacente de ese gen es un factor Todos estos avances en la neurobiolo-
determinante. Por otra parte, ¿cuáles gía celular y molecular han permitido
son las cascadas de señalización intrace- entender porqué las drogas de abuso no
lular que transducen la acción inicial de son efectivas cuando se dan ocasional­
la droga a nivel del receptor-neurotrans- mente. en dosis muy bajas o durante cor­
misor en el núcleo neuronal para regular tos períodos. La cronicidad y la fuerza de
el estado epigenético? las perturbaciones manejan mecanismos
Aunque estos ensayos de connporta- homeostáticos hasta que las señales
miento proporcionan infornnación útil celulares adquieren un nuevo estado
sobre la sensibilidad de un animal a las adaptativo cuantitativa y cualitativamente
acciones de drogas de abuso en el circui­ distinto al del estado normal.
to de recompensa del cerebro, no propor­ El hecho de que muchas de las carac­
cionan medidas directas en el sistema de terísticas de la adicción a las drogas en
recompensa de drogas o en la adicción seres humanos puedan ser reproducidas
en sí. En su lugar, estos necesitan pro­ en animales de laboratorio implica que
fundizar en los estudios mayor uso de la dichos estudios experimentales permiten
auto-administración de drogas y de la investigar los mecanismos neurobiológi-
recaída. De manera similar, en la mayo­ cos básicos de esta anormalidad conduc-
ría de los estudios las drogas de abuso tual. Esta información podría conducir a
fueron administradas por el experimen­ una mejor comprensión de la adicción a
tador. pero sabemos que las drogas ejer­ las drogas de abuso, así como al desarro­
cen algunas acciones distintas al autoad- llo de nuevos tratamientos para las per­
ministrado o dentro de un determinado sonas adictas, ya que muchas de las
medio ambiente. Todos los estudios tam­ moléculas intermediarias podrían ser
bién son relativamente de corto plazo en candidatas a ser utilizadas en el trata­
la mayoría de los experimentos actuales, miento y la prevención de la adicción.
por ello también son necesarios poder Finalmente, para entender la sutileza
examinar los puntos finales de la trans­ de esta compleja red de señalización es
cripción y de la epigénesis después de necesario integrar todos los niveles de
períodos mucho más largos en la exposi­ acción de una droga de abuso desde lo
ción al fármaco y un mayor período de molecular y epigenético hasta lo social
retirada en la exposición al fármaco. para poder abordar su tratamiento de
Tales estudios podrían dar lugar a una manera eficaz y con un sufrimiento
hipótesis molecular que explicaría el menor para la persona adicta.
fenómeno de la reincidencia en adictos

48
MZwriUa Zubiiete // Mecanismos tnoleculves y vías de señatizacíófl en ta neurobiología de las adicciones

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51
E D IT O R IA L S C IE N S
Actualización en adicciones y sus mecanismos
subyacentes

Rafael Groísman

Resumen
Las adicciones, con o sin la participación de sustancias de abuso, son fuente de gran
padecimiento e imponen a la sociedad una pesada carga en términos económicos y de
salud. Resulta de gran importancia desarrollar tratamientos adecuados y comprender
los mecanismos subyacentes. El vertiginoso avance de las investigaciones requiere de
un ordenamiento de la información obtenida, que permita su integración y mejor asi­
milación. Se proponen algunos modelos y se destaca el valor de la actualización per­
manente.

"Tal como nos ha sido impuesta, ia vida uso de sustancias con el padecimiento
nos resulta demasiado pesada, nos depara cotidiano, incluyendo los estudios que
excesivos sufrimientos, decepciones, encuentran similitudes entre las adiccio­
empresas imposibles. Para soportarla, nes que no involucran el uso de una sus­
no podemos prescindir de calmantes.... tancia (las que quizás Freud hubiera lla­
Los hay quizá de tres especies: distrac­ mado "distracciones" o "satisfacciones
ciones poderosas que nos hacen parecer sustitutivas"). y las conductas que conlle­
pequeña nuestra miseria: saf/s/acc/ones van el uso de una droga. Este trabajo
sustitutivas que la reducen; narcóticos intenta aportar información respecto de
que nos tornan insensibles a ella". los avances en el estudio y la compren­
sión de las adicciones en general, y de los
Sigmud Freud. trastornos por abuso de sustancias (TUS)
El malestar en la cultura. 1929 en particular Para ilustrar el esfuerzo
que se impone a quien busca adentrarse
Introducción en el tema, señalemos que en Pubmed se
Mucho se ha investigado desde que el registran, al 1/1/12. 7.672 entradas para el
creador del psicoanálisis relacionara el término Addictions, 3.527 para Drug addic-

53
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorrilU Zubilete II T ra M o de Psicofvmacolo^ía y Ikurociencta. VoUineo V. A«cciOMS. Neutoblolo^ y consMeraciofles «agnóstica

tions, y que bajo Addictive behaviors pue­ pública, el que incluye la desintegración
den encontrarse 9.082 citas. de la familia, la pérdida del empleo, el fra­
Adennás. la definición y los conceptos caso en la escuela, la violencia doméstica y el
relacionados con estos trastornos están abuso infantil (http;//www.drugabuse.gov
en continua revisión, conno señalan Steve /infofacts/understand.htmll.
y Alan N. Sussnnan, en su artículo de La situación es también preocupante
octubre de 2011. en el que estudian la en nuestro ámbito. En efecto, como
relación de los TUS con los apetitos que señala el informe de la SEDRONAR
las conductas adictivas buscan saciar, [lo (Secretaría de Programación para la
que se consigue sólo tennporariamentel. Prevención de la Drogadicción y la Lucha
la preocupación que despierta dicha con­ contra el Narcotráfico), el costo total atri-
ducta en quienes padecen estos trastor­ buible al abuso de drogas en la Argentina
nos. y la pérdida de control asociada a para el año 2008. fue estimado en U .H 9
consecuencias negativas. millones de pesos argentinos [4.477.50
Dentro de estas úUinnas. diversas MU$S|. lo que corresponde a cerca de
investigaciones destacan las pérdidas y 390 pesos argentinos per cápita (U$S
los efectos dañinos en los ánnbitos 123). La magnitud relativa del problema,
socioeconónnico y de la salud. En efecto, representa un 3.69% del producto bruto
el estudio del NIDA. (Instituto Nacional interno. De este costo anual, corresponde al
de Abuso de Drogas de los Estados tabaco el 38.7%. al alcohol el 37.3% y. a las
Unidos. 20101 se señala que los TUS drogas ilegales el 24% |http://www.sedro-
afectan profundannente a la sociedad. nangov.ar/data/destacados.asp?t=33|.
Cada año. el abuso de drogas ilícitas y del Los costos de atención en salud, repre­
alcohol contribuye a la muerte de más de sentan un 5.65% del costo total. Cerca de
100.000 estadounidenses, mientras que dos tercios de los mismos, corresponden
el tabaco está vinculado a alrededor de a los tratamientos especializados (com­
AAO.OOO muertes anuales. pletos y/o incompletos) de recuperación,
Según algunos cálculos, el costo total rehabilitación y reinserción de personas
del abuso de sustancias en los Estados con problemas de adicción a las sustan­
Unidos —incluyendo los costos relacio­ cias psicoactivas [SPA) y. el resto, a los
nados con la pérdida de productividad, a servicios médicos brindados por las admi­
la salud y al crimen— excede los 600 mil siones/egresos hospitalarios por causas
millones de dólares anuales. Esta cifra relacionadas con el uso de las SPA.
incluye aproximadamente $181 mil m illo­ Uno de los puntos a tener en cuenta en
nes por drogas ilícitas. $193 mil millones esta problemática, es la relación entre
por tabaco y $235 mil millones por alco­ riesgo y tentativas de suicidio y adiccio­
hol. A pesar de lo abrumadoras que son nes. lo que fue estudiado por Serfaty y
estas cifras, no logran ilustrar cabalmen­ col. [20111. quienes muestran la correla­
te el verdadero impacto del abuso de dro­ ción entre consumo de sustancias e
gas y de la drogadicción sobre la salud intentos de suicidio en una población

54
R 6foisman // ActuaUzatíón en adicciones j sus mecanismos subyacentes

asistida en la guardia de un hospital (APSA) realizó en el año 2011 una jorna­


general polivalente. Los autores desta­ da donde se estudiaron las característi­
can que efectuar planes de prevención cas de estos padecimientos y se puso de
del consumo de sustancias, podría ser un manifiesto que. al igual que las drogode-
camino para prevenir también los inten­ pendencias. estas condiciones patológi­
tos de suicidio, dada la cantidad de gente cas presentan tolerancia, dependencia y
joven que realiza intentos autolíticos y abstinencia (http://www.apsa.org.ar/docs
que refirió fiaber consumido sustancias psi- /jornadasjuego2011.pdf).
coactivas en el mes anterior a esa tentativa. En el mismo sentido, y en un reciente
Todo lo anterior nos muestra que los número de la prestigiosa publicación
TUS tienen un impacto insidioso, dañan­ Nature Reviews Neurosdence (noviembre
do las relaciones humanas, y además, de 2011). Paul Kenny estudia los meca­
gran parte de los elevadísimos costos nismos celulares y moleculares en
económicos que ocasionan, se asocian común que podrían existir en la obesidad
con conducta antisocial. Se trata, sin y la adicción a las drogas. El autor seña­
dudas, de un problema mayor en salud la que las propiedades hedónicas del ali­
pública. Para algunos investigadores, el mento pueden estimular la conducta de
tratamiento de la adicción debería seguir la alimentación inclusive en ausencia de
un modelo de enfermedad crónica y un requerimiento energético contribu­
mantener un cuidado continuo de los yendo al aumento de peso y la obesidad.
pacientes, de acuerdo con la severidad de De una manera similar, los efectos pla­
las sustancias abusadas. centeros de las drogas de abuso pueden
Al mismo tiempo, en los últimos años motivar su ingesta excesiva, lo que cul­
se ha desarrollado un creciente interés mina en adicción. Los sustratos en
por las llamadas adicciones sin substan­ común del cerebro regulan las propieda­
cias. manera de designar a aquellas con­ des hedónicas de las comidas con pro­
ductas compulsivas, que remedan las piedades palatables y las drogas de
etapas de las clásicas adicciones, y con abuso, y reportes recientes sugieren que
las que parecen tener una neurobiología la ingesta excesiva de alimentos o drogas
en común. Así. por ejemplo, en el año de abuso inducen respuestas neuroadap-
2009 se llevó a cabo un Foro Internacional tativas similares en los circuitos de
del NIDA en la ciudad de Reno, que buscó recompensa. En el mencionado artículo,
esclarecer las características en común los autores revisan la evidencia que
de las enfermedades de la adicción, sugiere que la obesidad y el abuso de
incluyendo, además de las vinculadas drogas pueden compartir mecanismos
con las drogas de abuso, a la obesidad, el moleculares, celulares y sistémicos en
sexo compulsivo y el juego patológico. común.
En nuestro medio, el Capítulo de Juego En efecto, hay un creciente interés en la
Patológico y otras Adicciones Conductuales capacidad que tienen los neuropéptidos
de la Asociación de Psiquiatras Argentinos involucrados en la alimentación, de

55
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M Zorrilla Zubiiete II Tra M o de Psicofvmacoto^ía y Neutociencta. VoUimei V. U a i O M S . Neurotiloto^a y consMetaciiNies «a gM Stics

modular los circuitos importantes para la Diferentes abordajes para el estudio de una proble­
respuesta a las drogas de abuso. mática compleja
Picciotto (2010). se dedica a estudiar uno La evolución del conocimiento en esta
de estos péptidos. la galanina, que pro­ problemática podría pensarse como el
mueve la ingesta y las propiedades anal­ armado de un complejo "rompecabezas"
gésicas de los opiáceos. La galanina que reúne la información que describe y
también disminuye la liberación de dopa- permite integrar los diferentes aspectos
mina de las neuronas dopaminérgicas en y niveles de hallazgos, tanto clínicos
cortes del estriado y disminuye la tasa de como de laboratorio, referidos a las adic­
disparo de las neuronas noradrenérgicas ciones con o sin drogas de abuso. Si bien
en el loe. Coeruleus, areas involucradas en podrían pensarse varios modelos que
la recompensa a las drogas y los sínto­ ilustren la forma en que se agregan nue­
mas de abstinencia, respectivamente. vas perspectivas, deseo destacar espe­
Estos datos sugieren que polimorfismos cialmente dos. dado que los considero
(variantes funcionales) en los genes que especialmente útiles y abarcativos.
codifican para galanina o para los recep­ Además, pienso que estos dos sistemas o
tores a galanina podrían estar asociados modelos pueden ser pensados como una
con la susceptibilidad para el abuso de suerte de "grillas", a la manera de la
opiáceos. Más aún. los receptores a la tabla periódica de los elementos de
galanina podrían ser blancos potenciales Mendeleiev. Estos modelos son:
para el desarrollo de nuevos tratamien­
tos para la adicción. 1. El modelo de los niveles de acción
De esta forma, se ponen de manifiesto El modelo de los niveles de acción,
los diversos ámbitos (social, económico, modificado por Zieher (2001). le permitió
de la salud pública, legal) en los que las a este autor ilustrar el mecanismo de
adicciones generan problemáticas de acción de los antidepresivos. Aquí lo
difícil solución. Por otra parte, el estudio adapto para utilizarlo en la presente
de estos padecimientos a través de temática. Este modelo presenta la rela­
numerosas líneas de investigación, abar­ ción entre sistemas y subsistemas, orde­
ca hallazgos en varios niveles: conduc- nados a lo largo de un eje bidireccional.
tual. de los circuitos cerebrales involu­ Puede recorrerse un camino "ascenden­
crados. moléculas de señalización como te" desde el nivel molecular hasta el de
los péptidos. genes de riesgo, etc. El pro­ expresión conductual a nivel social, o
pósito del presente trabajo es destacar el bien seguir un recorrido "descendente"
valor de la actualización permanente y desde las intervenciones psicosociales
dar cuenta de algunas líneas de investi­ que llegan a ejercer una influencia sobre
gación que buscan mejorar la compren­ los circuitos y los elementos. - gradual­
sión y el tratamiento de estos padeci­ mente de menor dimensión - . que los
mientos. componen: neuronas, receptores, infor­
mación genética, etc. Podríamos pensar

56
R 6roisiTi3n U Actualización en adicciones y sus mecanismos subyacentes

que se trata de un modelo que organiza usados para identificar tratamientos para
los nuevos conocinnientos en un sentido las adicciones que eventualmente pue­
vertical (Ver Figura 1). dan ser exitosos en ensayos clínicos y
facilitar así. ulteriores desarrollos de
2. El modelo de la "Piedra de Rosetta" (1) modelos en animales y humanos. Esta
Koob y colaboradores (2009) nos mues­ información puede finalmente proveer
tran otro modelo que. sin resultar exclu- una base racional para la combinación de
yente respecto del anterior esquema de terapias tales, que múltiples componen­
niveles, integra la información obtenida tes del ciclo de adicción pueden ser tra­
en investigaciones con animales de expe­ tados por una determinada estrategia
rimentación. con la que se obtiene a par­ farmacológica. A mi modo de ver. se trata
tir de estudios en humanos, y también los de un esquema que prioriza la integra­
resultados de tratamientos farmacológi­ ción de la información en sentido hori­
cos. La articulación de estas tres diferen­ zontal. Además. Koob y colaboradores
tes "lenguas" permitiría, como en el caso establecen vínculos entre las áreas del
del desciframiento de los jeroglíficos cerebro involucradas en el desarrollo de
egipcios, desentrañar los secretos del las adicciones, los estadios de estos
desarrollo de las adicciones iVer Figura 2). padecimientos, y los fármacos que se uti­
Un aspecto crucial del propuesto abor­ lizan en los mismos (Ver Figura 3).
daje de Piedra de Rosetta es el feedback Retomando el esquema de niveles de
dinámico, desde los modelos en anima­ acción, es interesante señalar que este
les y los datos clínicos, que pueden ser modelo es coherente con las llamadas

FIGURA 1
Una aplicación del modelo de niveles de acción de los fármacos a la comprensión de las adkclones

Modificado de Zieher 2001.

57
EDITORIAL SCIENS
LM Seher • M ZoriiU» Zritilete II TriM Io de Psicol • V. A dkc iO M S. N e u r ^ o lo ^ a y consideracioaes d i»g M S b c e

F IG U R A 2

La aproximación de' Piedra de Rosetta" para el desarrollo de fármacos


No existe un modelo que de cuenta de todos los aspectos de la adicción

Nuevos compuestos

Estudios de monitoreo en
animales:
• modelos múltiples
• comparación con
compuestos de referencia

Modificado de Koob y col. 2009.

investigaciones traslacionales, en las que recompensa", juega un rol crucial en el


los hallazgos realizados en un nivel, se desarrollo de la dependencia a las dro­
continúan con los que se obtienen en el gas. Si seguimos el camino ascendente
nivel inmediatamente superior o inferior, hacia la salida conductual, el concepto de
con el objetivo de facilitar la transición de endofenotipo resulta especialmente útil.
la investigación básica en aplicaciones Los endofenotipos o "fenotipos internos"
clínicas que redunden en beneficio de la (es decir que no "saltan a la vista"), son
salud. marcadores, capaces de llenar la brecha
Si tomamos como ejemplo las adiccio­ entre los genes y la signosintomatología
nes. y comenzamos la descripción desde observable durante el proceso de la
el nivel molecular, en sentido ascenden­ enfermedad (Alvano. 2005). Si aplicamos
te (ver Figura 1). podemos decir que se este concepto específicamente al estudio
trata de un desórden cerebral multigéni- de las adicciones, resulta interesante el
co. que involucra cambios en la expresión trabajo de Ersche de 2010, en el que
de varios cientos de genes. Las drogas de señala que la impulsividad es un endofe­
abuso inducen cambios neuroadaptativos notipo conductual que media el riesgo
persistentes a través de mecanismos para dependencia de substancias y que
regulatorios de los genes, lo que lleva a puede ser exacerbado por la exposición
la adicción. En el nivel de los circuitos, la crónica a las drogas.
plasticidad sináptica dependiente de acti­ Recorramos ahora, -en la misma
vidad del sistema dopaminérgico meso- Figura 1 los distintos niveles en senti­
límbico, conocido como “ circuito de do descendente, es decir, desde el nivel

58
R Groisman U ActuUzdción en adicciones y sus mecanismos subyacentes

F IG U R A 3

Intoxicación: T h alam u s : lálanr^o: DS: estriad o do rsal: GP: globo pálido: V5: estriad o v en tra l
Abstinencia: VS: estriad o ven tra l; B NST; núcleo d e l lecho de la e s tría te rm in a l; A M G : am íg d a la
Craving: OFC: corteza ó rb ito -fro n ta l; m PFC : C P F m ed ia l; H ippocam pus: hipocam po

Modificado dé Koob y col. 2009.

sociológico al molecular, formando parte reducirse por una estimulación similar al


del primero la totalidad de las influencias lamido, y verificaron que las ratas que
ambientales, lo que incluye tanto las psi­ recibieron estimulación táctil temprana
coterapias interpersonales como los vín­ presentaron una respuesta a la anfetamina
culos o estímulos favorecedores de las diferente en la adultez (actividad locomoto­
adicciones. Resulta interesante aquí des­ ra, sistema dopaminérgico) (Lovic y col.
tacar los trabajos de Lovic y col. quienes 2006).
concluyen que la separación maternal
temprana y el aislamiento social produ­ La integración de los modelos y el avance en la com­
cen un incremento de la impulsividad en prensión de las adicciones
ralas (rápida toma de decisiones, accio­ Volkow y col. (Neuron 2011) "tiran de
nes prematuras, tolerancia reducida a la los hilos neurales" de las conductas
demora en la gratificación). Además, los sociales para presentarnos una integra­
investigadores señalan que esto puede ción de conocimientos que nos permiten

59
EDITORIAL SCIENS
L H Z íe h tr • M Zo riH te U Traisd o de Ps k o fvm a c o lo g ía y M eacocleKía. V o lu n e i V . AdkciOffe$. Neurobiología y consideraciones d i» g M $ t lc «

Corteza prefrontal
(orbitaria, m edial /cín g u la d al:

Información
sensorial

A m íg d a la basolateral:
indicios condicionados

C alam ina Efectos h ip o ta lá m ic o s y del


la llo encefálico (autonóm icos,
som áticos y neuroendócrinos)

Preocupación o anticipación:
Abstinencia o efecto negattvo Atracón e inioxicactón
"craving"

Medicaciones existentes Medicaciones existentes Medicaciones existentes


- Acam prosalo - M etafona - Buprenarfina - O isulfiram • Naltrexona
• Bupropion - Varenidina • Parche de nicotina - M etadona • Buprenafina
Farm acolerapias potenciales Farm acoterapias potenciales Farm acolerapias potenciales
- M oduladores CABA Ireseteadores hom) - M oduladores GABA Ireseteadores hom) - Antagonistas parciales d el receptor
- Antagonistas CRF (reductores estrésl - Antagonistas CRF (reductores estrésl involucrado (bloqueantes intox.i
• M oduladores GLU (reductores hábitos) • Antagonistas opioides k (reductores disO • Vacunas específicas (bloqueantes intox.)

R esetead ores hom .: re s e te a d o re s h o m e o s tá tic o s


R educ disf.; re d u c to re s d e d isfo ria
B loq ueadores intox.; b lo q u ea d o re s intoxicación

v is u a liza r, -p o n ie n d o e l ac e n to en los c ir­ exag era e l individuo ad icto e l v a lo r o to r­


cuitos in v o lu c ra d o s -, las d ife re n c ia s de gado a la re c o m p e n s a p or la droga, m á s
fu n c io n a m ie n to e n tre un ce re b ro no a d ic ­ d evaluado re s u lta e l p o te n c ia l im pacto
to y otro a tra p a d o en este p ad e c im ie n to negativo: destru cció n d el lazo fa m ilia r,
iV er F ig u ras 4 y 5 |. violencia re la c io n a d a con la droga, etc.
L as m is m a s fa lla s fu n c io n a le s que D u ra n te la adicción, e l a u m e n to d e l valo r
hacen a un individuo ad icto m á s resp o n ­ de la droga en los circuito s de re c o m p e n ­
sivo a la droga de ab uso y sus s eñ ales, sa , m otivación y m e m o ria vence a l con­
ta m b ié n red u cen su sen sib ilid ad a e s tí­ tro l inh ib ito rio ejercid o p o r la corteza
m u lo s p re v ia m e n te g ra tific a n te s com o la p re fro n ta l, favoreciendo de esta fo rm a un
fa m ilia y los am ig o s. L a m e n ta b le m e n te , y fe e d b a c k positivo iniciado p or e l consu­
com o s e ñ a la n los a u to re s , cu anto m ás m o de la droga y p e rp e tu a d o p o r la a c ti-

60
R Gfoisinan // Actuaización eci adicciones r sus mecanhinos subfacentes

FIGURA 4

Cerebro no adicto

Modelo que compone una red de cuatro circuitos


involucrados en la adicción: recompensa, motiva­
ción / impulso, memoria y control

STOP Estos circuitos trabajan juntos y cambian con la


experiencia

Cada uno está vinculado con un concepto importante

Recompensa: valor de los reforzadores positivos y negativos


Impulso: incentivo para la motivación
Memoria: asociaciones aprendidas/condicionamiento
Control: resolución de conflictos

Modificado de Volkow y col. 2003.

FIG U R A 5

Cerebro adicto
Durante la adicción, el aumento del valor de la
droga en los circuitos de recompensa, motivación
y memoria vence al control inhibitorio ejercido por
la corteza prefrontal, favoreciendo de esta forma
un feedback positivo iniciado por el consumo de la
droga y perpetuado por la activación incrementa­
da de los circuitos de motivación / impulso y
memoria. CO
Este funcionamiento hace que los individuos adic­
tos tomen decisiones erróneas a perar de tener
consciencia de las posibles consecuencias nega­
tivas.

Modificado de Volkow y col. 2001.

vación in c re m e n ta d a de los circuito s de F ra n k (2011). La propia Volkow. ju n to a


m otivación / im pu lso y m e m o ria . Estos G oldstein iN a tu re R eview s N e u ro s c ie n c e
procesos involucran el a p re n d iza je por n oviem bre 2011) a m p lía n e l estudio de la
re fo rz a m ie n to , d e s c rip to s p or M a ia y disfunción de la c o rte za p re fro n ta l en la

61
E D IT O R IA L S C IE N S
LM Zielier • H Zorrilb ZubiUte II Tratado de PsicofvmacolOQía y N a V. Adícctooes. Neut^lo(09ía y coftsMeiaciwies dtdgnóstius

adicción, estableciendo un correlato está involucrada en múltiples funciones,


entre los hallazgos neuroimagenológicos la CPF dorsal (incluyendo la corteza cin-
y las implicancias clínicas. Los autores gulada anterior, la corteza prefrontal
señalan que recientes estudios de neu- dorsolateral y el giro frontal inferior) ha
roimágenes han revelado un patrón sido implicada predominantemente en el
ennergente de disfunción generalizada de control top-down y en las funciones
la CPF en individuos adictos que está meta-cognitivas (incluyendo la conscien­
asociada con una peor evolución: nnayor cia). la CPF ventromedial (incluyendo la
uso de drogas, peor rendimiento en corteza cingulada subgenual y la corteza
tareas que involucran a la CPF. mayor orbitofrontal medial) en la regulación de
posibilidad de recaídas.Una amplia acti­ las emociones (incluyendo el condiciona­
vación de la CPF en individuos adictos a miento y la asignación de la saliencia e
drogas, luego de la administración de incentivo de las drogas y sus indicios
cocaína u otras drogas y luego de la pre­ relacionados), y la CPF ventrolateral y la
sentación de indicios relacionados con corteza orbitofrontal lateral en las ten­
las drogas es reemplazado por una dencias de respuestas automáticas (p ej.
amplia hipoactivación CPF durante la desviaciones de la atención relacionados
exposición a desafíos emocionales y cog- con las drogas) y la impulsividad. La dis­
nitivos de alto orden, y/o durante la abs­ función de estas regiones de la CPF
tinencia prolongada cuando no son esti­ puede contribuir a empeorar la inhibición
mulados. La naturaleza de los hallazgos de la respuesta y la atribución de la
en la CPF es diferente cuando los adictos saliencia (iRISA) en la adicción, que son
son estudiados durante la intoxicación o mecanismos neuropsicológicos que sub-
el craving y cuando son estudiados yacen al desarrollo del craving. uso com­
durante la abstinencia aguda o prolonga­ pulsivo y disminución de la auto cons­
da. lo que es esperado considerando el ciencia (lo que previamente se llamaba
rol diferente de la CPF en estos procesos. "negación" de la enfermedad y/o de la
Regiones de la CPF pueden estar impli­ necesidad de tratamiento), que son sínto­
cadas en lo que parecen ser procesos mas característicos de la adicción a las
opuestos. Esto puede reflejar la resolu­ drogas. La disfunción de la CPF puede en
ción temporal limitada de las tecnologías algunas instancias preceder al uso de
de imagenología o una variabilidad meto­ drogas y conferir vulnerabilidad para [o
dológica. Los procesos también reflejan protección contra) el desarrollo de tras­
el funcionamiento de redes más que de tornos por uso de sustancias.
regiones aisladas, de manera que la sali­ Biomarcadores específicos pueden ser
da de una región puede diferir en la desarrollados con intenciones de inter­
medida que esta conecta con diferentes vención. Por ejemplo, anormalidades en
redes. SÍ bien la actividad entre las regio­ la CPF podrían usarse para identificar
nes de la CPF es altamente integrada y niños y adolescentes que se podrían
flexible, de manera que cualquier región beneficiar más de los esfuerzos en la

62
R Groisman if Actualización en adicciones y sus mecanismos subyacentes

prevención intensiva del abuso de dro­ aprendizaje aberrante y disfunción fron-


gas. La combinación de intervenciones toestriatal-, todas ellas argumentan a
farnnacológicas sobre determinados favor de una explicación unitaria de la
blancos (por ej. para incrementar la neu- adicción a las drogas. Esta perspectiva es
rotransmisión dopaminérgica) con ejerci­ desafiada por hallazgos conductuales.
cios cognitivo-comportamentales (por ej. cognitivos y neurobiológicos en el labora­
para incrementar el control inhibitorio y torio en animales y humanos. Los inves­
la motivación no relacionada con la tigadores sostienen que la adicción a los
droga, y reducir las desviaciones de la opiáceos y la adicción a psicoestimulan­
atención relacionadas con las drogas) tes son conductual y neurobiológicamen-
podría normalizar selectivamente algu­ te distintas y que las diferencias tienen
nas funciones de la CPF. El mejoramien­ implicancias importantes para el trata­
to de estos déficits podría ayudar a los miento de las adicciones, como así tam­
sujetos adictos a involucrarse en el trata­ bién para desarrollar teorías sobre ellas y
miento de rehabilitación. guiar futuras investigaciones.
Si bien el modelo de Volkow y col. Otro aporte valioso, que integra aspec­
resulta de gran utilidad por su claridad y tos de los modelos anteriormente pre­
valor explicativo, considero interesante sentados. y que pone énfasis en los
señalar que Badiani y col [Nature aspectos terapéuticos, es el de Potenza y
Reviews Neuroscience, noviembre 2011) col. (Neuron 2011). Los autores destacan
introducen un aspecto polémico al soste­ que los procesos neurales que son el
ner que la adicción a los opiáceos pre­ blanco en el tratamiento de las adiccio­
senta diferencias respecto de la adicción nes pueden ser caracterizados como top
a los psicoestimulantes. cuestionándose down (de arriba abajo) o bottom up (de
de esta manera el modelo de Volkow. que abajo hacia arriba).
tiende a la generalización. Señalan Las intervenciones top down intentan
Badiani y col. que la publicación de la cambiar las cogniciones y conductas a
teoría de la estimulación psicomotora de través de un incremento del funciona­
la adicción en 1987 y el hallazgo de que miento de la corteza prefrontal y el con­
las drogas adictivas incrementan las trol ejecutivo. Las intervenciones bottom
concentraciones de dopamina en el sis­ up toman como blanco los procesos
tema mesolímbico de las ratas en 1988. subcorticales, incluyendo las vías de
han llevado a la predominancia de teorí­ recompensa del estriado que median los
as psicobiológicas que consideran la síntomas disfóricos y las vías de apren­
adicción a los opiáceos y la adicción a dizaje asociativo que no requieran de la
psicoestimulantes como fenómenos actividad cortical. En general, los trata­
esencialmente idénticos. mientos conductuales parecen ser más
Más aún -continijan los autores-, las eficaces en el cambio de la actividad top
actuales teorías de la adicción: -allosta- down. mientras que los tratamientos
sis hedónica. sensibilización al incentivo. farmacológicos tienden a tomar como

65
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M Zoriida Zrititete II Tr>t«lo de Psicofyinacolo^ía y He K O Cie ita a. Vohimn V. A «K io te s . Neutobio(09ia i conslderaciofles «agM$tic«s

F IG U R A 6

Mejoradores
CPF: funciones ejecu­ Ttos.
de la cognición
tivas. inhibición frente Conductuales

a indicios y de con­ (CBT y otros)


Agonistas
ducta de búsqueda
parciales nAChR
\ ^

A g o a 2 e inh
del NET

Modificado de Potenza y col. Neuron, 2011.

blanco los procesos bottom up (Ver dos en la neuroplasticidad y en la función


Figura 6). de las sinapsis.
Recientes estudios (Dreyer 2010) han
Un nuevo avance: los m íRNA en el estudio de las adic­ identificado cambios en la expresión de
ciones numerosos perfiles de miRNAs específi­
Los miRNAs (micro ARN) son ARN cos y en polimorfismos que afectan la
pequeños, no codificantes, particular­ interacción entre los miRNA y sus blan­
mente abundantes en el sistema nervio­ cos en desórdenes cerebrales, incluyen­
so. que juegan un rol clave como molé­ do las adicciones. El propio Dreyer ofrece
culas regulatorias en procesos tales este esquema, que ilustra, de manera
como neurogénesis. desarrollo de sinap- simplificada, las vías involucradas en la
sis y plasticidad en el cerebro. El lector regulación por miRNA de la expresión de
encontrará en Zieher (2011) una clara genes en la adicción (Ver Figura 7).
introducción al tema. Los neurotransmisores activan las vías
Los miRNA también actúan como regu­ de señalización intracelular a través de la
ladores espaciotemporales durante la unión a sus diferentes receptores, llevan­
morfogénesis dendrítica. controlando la do a la activación de los factores de
expresión de cientos de genes involucra­ transcripción. La activación transcripcio-

64
R Groisman // Actualización en adicciones y sus mecanismos subfacentes

FIG UR A 1

Panoram a simplificado de las vías involucradas en la regulación por m iR NA de la expresión de genes en la adicción

^ BONF

Do pam in e ^ GABA

(^ o 2 /R ^ miR
TargjJ^co^ition
Represión
la traducción /
BO N F deadenilácíón o
. ^ , NAC cUvaje de miRNA
P !4 K 2 B 0er*5 Gene* | CRE8
r 6S 4^ D o pam in e D3R
Synaptic plasticity PER2 \ 7 SEMA4C. SEMA6A Inhibición de
protein (a expresión
PLAU
miR-124aÍ NRP 2
Opíod receptor
RESTI

Modificado dé Oreyer, 2010.

n al induce la transcripción de un annplio maduro seleccionada se une con Ago2 y


progranna de genes vinculados a la p las­ e l complejo Risc para in te ra c tu a r con su
ticidad. -lo que lleva a la adaptación blanco específico. Una perfecta com bina­
sináptica y favorece la form ación de un ción con e l m R N A blanco induce la
fenotipo ad ictivo - junto con la tra n s c rip ­ d e s a d e n iliz a c ió n y c o rte d el m R N A ,
ción de los p rim e r m iRN As. Los prim er m ientras que una com binación im perfec­
miRNAs son procesados por Drosha ta im pide la unión a los ribosom as y blo­
/DGCR8, y luego exportados por exportina 5 quea la traducción en am bos casos, la
como precursores m iR N A s para se r con­ expresión es silenciada.
vertidos en m iR N A m aduros por dicer y En muchos casos, los m iR N A s regulan
otras nucleasas. La cadena de m iR N A la expresión de genes (incluyendo los

65
E D IT O R IA L S C IE N S
LM Zieher • M ZoriiU» Zabilete // T r tM o de PskotemacDtOQía y Neatociencta. VoUimM V. AdictiOMS. NeuroMoto^a y (onslderaciiwes «ig M S tk e

genes vinculados con la plasticidad) en del miR-124 a y let-7d.


un doble loop de retroalimentación nega­ Claramente. miRNAs específicos han
tiva dinánnica (como se ejemplifica en la emergido como reguladores clave en el
parte inferior de la Figura 7), con el camino hacia la adicción, y podrían servir
miR181a/miR-l24/let-7d, involucrado en como valiosos blancos para terapias más
la cocaína. El miR-124 cerebral es supri­ eficientes. Los cuadros 1, 2 y 3 presentan
mido por uso crónico de cocaína en la vía un listado de los miRNAS involucrados
mesolímbica dopaminérgica [presumi­ en adicciones.
blemente por inducción de REST, repre­ Una más profunda comprensión de los
sor transcripcional). el cual induce la aspectos genéticos en juego en las adic­
expresión de genes que codifican para ciones. permite además reflexionar res­
blancos del miR-124 (BDNF, integrina B pecto de los resultados terapéuticos. Es
1. NAC1). moléculas que guían al axón el caso del trabajo de Heilig y col. [Nature
como SEMAóA, y otras), mientras que la 2011). en el que los autores realizan una
down regulation de let-7d por cocaína aproximación farmacogenética al trata­
resulta en la inducción de genes que miento de la adicción al alcohol. Los inves­
codifican sus blancos (receptor opioide tigadores señalan que el uso del alcohol
m. receptor dopaminérgico D3R. semafo- da cuenta de la mayor carga de enferme­
rinas (señales neuronales, rechazan dad que cualquier otra droga adictiva. a
algunos axones) SEM6A y SEM4C, PLAU y excepción de la nicotina.
otras. Estos genes (upregulados por El descubrimiento de la naltrexona
cocaína) inducen marcadamente miR- como medicación para el alcoholismo,
181 a. causando la down regulation de fue una revolución en términos concep­
sus blancos (RGS4. P14K2B. Per2, y otras) tuales -sostienen Heilig y col.- porque
las cuales a su vez regulan la expresión demostró la factibilidad de una farmaco-

CUADR01
M iR N A s involucrados en adicciones

Droga m iR N A involucrado M ecan ism o afectado

Cocaína m iR -2 1 2 D is m in u y e la activid a d d e l C R E B y e l T O R C I, y c o n tro la la exp re sió n


d e l g en q u e co d ifica p a ra B D N F vía in te ra c c ió n con M e C P 2
m iR -1 8 1 a U p re g u la d o p o r co c aín a ; a fe c ta la exp re sió n de g e n e s q u e cod ifican
p a ra B D N F . DAT. C R E B . H o m e r i y D rd 3 .
le t-7 d D o w n re g u la d o po r co c aín a ; tie n e c o m o b la n c o s e m a ío rin a s , B D N F .
n e u ro p ilin a s y m G lu R 5
m iR -1 2 á D o w n re g u la d o p o r c o c aín a , tie n e co m o blan co D r3 , DAT y FosB
m iR -3 2 á -5 p In d u cid o p o r A rg 2 en n e u ro n a s D rd 2 ; r e g u la c d k 5 r1 . FosB y M e f2 d

m iR -3 6 9 -3 p In d u cid o p o r A rg 2 en n e u ro n a s D rd 2 ; r e g u la c d k S r l, FosB y M e f2 d
Nicotina m iR - U O Inducido p o r nicotina; reg u la dyn am in -1 , reg u la endocitosis sináptica
m iR -5 0 á U p re g u la la co d ifica ció n d e l g e n d e l Drd1
Modílicado de Dreyer, 2010.

66
R Gfoisinan // ActuaDzación en adicciones y sus mecanismos subyacentes

terapia para un trastorno adictivo usando los m etaanálisis han indicado a m p lia ­
un m ecanism o diferente de la terapia de m ente que la respuesta clínica a la n al­
reem plazo. Sin em bargo, en su conjunto, trexona es m arcad am en te variable. Más
e l efecto de la naltrexona dem ostró ser de una década atrás, fue descubierta la
pequeño, y a pesar de su base de eviden­ variación genética funcional en el locus
cia. esta m edicación no ha ganado un uso que codifica para el blanco de la naltrexo­
clínico difundido. La experiencia clínica y na. el receptor opioide mu (MOR), y esto

C UAD RO 2

MiRNAs involucrados en adicciones


Droga miRNA involucrado Mecanismo afectado
Opiáceos miR-23b Induce mOR
miR-190 Inducido por mOR por upregulation de talin2
miR-15b Inducido por morfina
miR-181b Inducido por morfina
miR-133b Disminuido por morfina, esto incrementa la excreción del gen que
codifica para Pitx3 e induce TH y DAT

Arg2, arginase, type II; cdkr5rl, cyclin-dependent kinase 5. regulatory subunit 1. CREB, cAMP-res-
ponsiveelennent binding protein; BDNF, brain-derived neurotrophic factor; CYP3A4, cylochrome P450
3Aá; DAT, dopamine transporter; Drdl, dopamine receptor D1r; Drd2, dopamine receptor D2R; Drd3,
dopamine receptor D3R; FosB, FBJ murine osteosarcoma viral oncogene homolog B; MeCP2, methyl
CpG binding protein 2; Mef2d, monocyte enhancer factor2D; mGluRS. metabotropic glutamate recep­
tor 5; SSRI, selective serotonin reuptake inhibitor; TH. tyrosine hydroxylase; T0RK1. transducer oí
regulated CREB activity 1; ZO-1, tihgt junction protein.
Modificado de Dreyer, 2010.

CUAD RO 3

MiRNAs involucrados en adicciones


Droga miRNA involucrado Mecanismo afectado
Antidepresivos, miR-133b Específicamente expresado en neuronas dopaminérgicas,
alcohol y downregula la expresión del gen que codifica Pitx3; éste
CYPSAÜ induce la producción de TH y DAT y regula la maduración de
las neuronas dopaminérgicas mesencefálicas
miR-16 Inducido por IRSS en neuronas serotonérgicas; reduce la
expresión del gen que codifica para el SERT
miR-9 Inducido por alcohol; downregula los canales BK
miR-212 Inducido por alcohol; disminuye ZO-1. afecta la permeabili­
dad celular
miR-27b Downregula CYP3A¿
mir-298 Downregula CYP3Aá
Modillcado de Dreyer, 2010.

6 7
E D IT O R IA L SC IE N S
LM Zieher • H ZorrilU Ziibilete // T f s M o de Psicof^macoto^ía y Neurocieacá VoUimea V. Adiccioiies. Neutobloto^ y considetaciMes dügiMStic»

fue seguido rápidamente por la sugeren­ respuestas conductuales y emocionales


cia de que la eficacia de la naltrexona al estrés. Trabajos recientes han mostra­
podría estar restringida a los portadores do que el sistema del CRF se activa luego
del alelo menor de este locus. de una prolongada historia de exposición
Recientemente, una serie de estudios prolongada al alcohol, y su actividad es
traslacionales en humanos, primates no clave para la búsqueda y uso de alcohol
humanos y ratones, han provisto un sos­ por reforzamiento negativo. Se han
tén consistente a la noción de que la encontrado variaciones genéticas que
recompensa por alcohol está en parte influencian la actividad funcional del sis­
mediada por una cascada compuesta por tema del CRH en ratas, primates no
el alcohol, los opioides endógenos y humanos y humanos, y se ha demostra­
dopamina. y que esta cascada se activa do que está asociado con varios fenotipos
más vigorosamente por el alcohol en de uso de alcohol en las tres especies.
portadores el alelo menor del locus del Esto sugiere que puede ser necesario
gen 0PRM1 que codifica para el MOR. y considerar los efectos farmacogenéticos
que esos sujetos son. o se transforman, cuando se desarrollen para el tratamien­
en particularmente o quizás selectiva­ to del alcoholismo los antagonistas del
mente. sensibles a la naltrexona. receptor CRH 1. Las neurotransmisiones
El reforzamiento por alcohol está gabaérgica y serotonérgica también
mediado por múltiples sistemas, entre están involucradas en la fisiopatología
los cuales los opioides y la dopamina son del alcoholismo, y los efectos farmacoge­
sólo dos. y están sobre todo involucrados néticos de variantes dentro de ambos
en los efectos placenteros de reforza­ sistemas también se han sugerido. Una
miento positivo del alcohol, experimenta­ implicancia potencial de estos hallazgos,
dos en su mayor parte en los estadios -concluyen Heilig y col.- es que los efec­
tempranos del proceso adictivo. En la tos farmacogenéticos pueden a su vez
medida en que los pacientes continúan transformarse en la regla más que en la
con un uso excesivo del alcohol, se pro­ excepción, y que tendrá que prestarse
duce una activación patológica de los sis­ mucha más atención a la farmacoterapia
temas cerebrales de estrés, y establece personalizada de los trastornos adictivos.
la situación para el uso del alcohol por
reforzamiento negativo, es decir, el uso Conclusiones
del alcohol que tiene por objeto eliminar Los distintos autores consultados coin­
la ansiedad y la disforia que emerge ciden en señalar que los trastornos adic­
durante la abstinencia. El factor liberador tivos son frecuentes y representan una
de corticotrofina (CRHi. que es el factor enorme carga de enfermedad, para lo
hipotalámico liberador de la hormona que se necesita un mejoramiento de los
adrenocorticotrofina hipofisaria (ACTHl. tratamientos médicos. La adicción utiliza
está también ampliamente expresada en a su servicio los circuitos necesarios para
redes extrahipotalámicas que median las el insight, la recompensa, la motivación y

68
R Groisman U ActuaCzdción en ddicciones y sus mecanismos subyacentes

las conductas sociales. Tiene un fuerte como la estigmatización y el aislamiento


componente genético y tanto el estadio pueden dañar aún más el funcionamien­
evolutivo del individuo conno un ambiente to de los sistemas neuronales necesarios
estresante juegan un rol crucial en la para la recuperación de una persona
modulación de la vulnerabilidad para adicta, realza la necesidad de tratar las
TUS, lo que marca la vigencia de la clási­ adicciones como enfermedades y no
ca fórmula G x E (gen x entorno) en la como conductas crim inales". Por su
comprensión de la etiopatogenia,- y el parte. Potenza y col. sostienen que:
tratamiento-, de estas condiciones pató­ “ Si bien se han realizado significativos
genas. Resulta importante recordar que avances en los tratamientos conductua-
al hablar de "entorno", se incluyen las les y farmacológicos de las adicciones,
alteraciones epigenéticas (Robison y promover el desarrollo terapéutico al
Nestler. 2011), que modifican la adapta­ siguiente nivel requiere desarrollar nue­
bilidad de un individuo y contribuyen sus­ vos abordajes, particularmente los que
tancialmente al estado de adicción. se basan en los hallazgos neurobiológi-
Volkow y col. destacan que "el recono­ cos de los mecanismos que dan sustento
cimiento de que estresores sociales a las adicciones..."

Bibliografía
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S c ie n c e a n d P r a c tic e : E v id e n c e -B a s e d T r e a t m e n t a n d P re v e n tio n in D iv e rs e P o p u la tio n s a n d S e ttin g s

c o n fe re n c e .

- S e c r e ta r ía de P r o g ra m a c ió n p a ra la P re v e n c ió n d e la D ro g a d ic c ió n y la Lucha c o n tr a e l

N a r c o tr á fic o h t t p ; / / w w w .s e d r o n a r g o v .a r /d a ta /d e s ta c a d o s .a s p ? t= 3 3 .

- S e rfa ty y coL C o n s u m o d e tabaco , a lc o h o l, d ro g a s y su re la c ió n con los in te n to s d e su ic id io e n p o b la ­

ción a s is tid a e n la g u a rd ia d e un h o s p ita l g e n e r a l p o liv a le n te P s ic o fa rm a c o lo g ía 11:6 6 . F e b re ro 20 1 1 .

- N I D A n t e r n a t io n a l F o r u m 2 0 0 9 : C o m m o n a lit ie s A m o n g th e D i s e a s e s o f A d d ic tio n : Im p lic a tio n s fo r

T r e a t m e n t a n d P r e v e n tio n . J u n e 1 9 - 2 3 , 2 0 0 9 .R e n o . N e v a d a .

- h t tp ://in t e r n a t io n a l.d r u g a b u s e .g o v /m e e t in g s /in t e r n a t io n a l- f o r u m /e x e c u t iv e - s u m m a r ie s /2 0 0 9 -

n id a - in te r n a t io n a l-f o r u m .

69
EDITORIAL SCIENS
LH Zieher • M Zorillb Zubilete II T riu do de PsicoIyinacotOQía y Neuroclentia. Voüimen V. Aácüom. Neuroblotogia y (onsideraciones dUgnóstiMs

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70
4
Efectos psicobiológicos de las drogas de abuso

Daniel 0. Fadel Héctor Alejandro Serra

Resumen
Las drogas psicoactivas son aquellas sustancias químicas que al ser incorporadas
al ser humano, ya sea por ingestión, inhalación o inyección, pueden modificarle la
cognición, el ánimo o los estados de conciencia. Adicionalmente, inducen depen­
dencia y sobre todo, producen manifestaciones negativas para el propio individuo y
la comunidad de la que forma parte, razones por las cuales son consideradas sus­
tancias peligrosas.
Constituyen un grave problema médico-social a nivel mundial y casi el 9% de la
carga total de morbilidad mundial del año 2002 correspondió al uso de alcohol (4.1 %l.
tabaco (4%) y estupefacientes ilegales (-1%). Carga que no correspondió solamente a
la marginalidad y delito sino a la expansión de enfermedades relacionadas con su con­
sumo como el enfisema o el SIDA. Y no sólo eso. el consumo tiende a crecer, sobre
todo en países con estrictas normas penales, y sin importar el nivel educativo de la
población afectada. Esto se debería a que la adicción se establece sobre circuitos con-
ductuales primitivos [circuito de la recompensa o rewardl que refuerzan los aprendi­
zajes beneficiosos para el individuo y su comunidad. Así. se entiende que no haya sólo
adicción a drogas, sino que estos aprendizajes abarcan un amplio espectro que inclu­
ye el trabajo, el juego, el sexo, la conducta maternante. la alimentación, la conducta
ética en sociedades que promueven dichas acciones, etc. Dicho proceso se instaura en
etapas tempranas de la vida, y su "instalación" como "programa", dispondrá de una
ventana de oportunidad incomparable con otras adquisiciones cuyos tiempos de con­
figuración son posteriores.

Introducción Adicionalmente, inducen dependencia y


Las drogas psicoactivas son aquellas sobre todo, producen manifestaciones
sustancias químicas que al ser incorpo- negativas para el propio individuo y la
radas al ser humano, ya sea por ingés- comunidad de la que forma parte, razo-
tión. inhalación o inyección, pueden nes por las cuales, son consideradas
modificarle la cognición, el ánimo o los sustancias peligrosas,
estados de conciencia (CMS. 2005). Existen tres categorías socio-legales

EDITORIAL SCIENS
LH Zieher • H ZorrilU Zabilete II Trtutfo de Psicofvinacoto^ía y Mesociencta. Vokimei V. U c tio te s . Neurotiloto^a y consMeractones d ü g M S tk s

que definen el consumo y uso de estas entiende que no haya sólo adicción a dro­
sustancias (QMS. 2005): gas. sino que estos aprendizajes abarcan
1) fármacos utilizados para alivio del un amplio espectro que incluye el traba­
dolor, la mejora del sueño o el tratamien­ jo. el juego, el sexo, la conducta mater-
to para desordenes psiquiátricos (por nante. la alimentación, la conducta ética
ejemplo, metilfenidato. pseudoefedrina, en sociedades que promueven dichas
benzodiazepinas, etc.). acciones, etc. A la vez. dicho proceso se
2) sustancias que los países, a partir de instaura en etapas tempranas de la vida,
tres tratados internacionales bajo el aus­ lo cual implica que su instalación como
picio de la Ot^S (1961. 1971 y 1988). con­ programa, dispondrá de una ventana de
sideran de tráfico y consumo ilegal (por oportunidad incomparable con otras
ejemplo, opiáceos, cannabis, cocaína, adquisiciones cuyos tiempos de configu­
alucinógenos. etc.I; éste aspecto les ración son posteriores.
otorga cierto atractivo por lo que ciertas Por lo expuesto, es objetivo de este
poblaciones o grupos etarios tienden a capítulo es abordar los aspectos psico-
consumirlas. neurobiológicos del consumo de sustan­
3) sustancias de consumo lícito según cias de abuso y. con una orientación
lo elija el consumidor (por ejemplo, alco­ médica, indicar ciertas nociones de trata­
hol y tabaco). miento farmacológico de aquellas adic­
Las drogas de abuso constituyen un ciones con suficiente evidencia científica
grave problema médico-social a nivel y que hayan sido aprobados por los entes
mundial. Según la Of^lS. casi el 9% de la regulatorios de países desarrollados.
carga total de morbilidad mundial del Al respecto, se pretende señalar qué
año 2002 correspondió al uso de alcohol planes globales de recomendaciones lle­
(4.1%). tabaco [A%] y estupefacientes ile­ van a cabo estos países, como por ejem­
gales (-1%). Carga que no correspondió plo. desintoxicación, abordaje de la
solamente a la marginalidad y delito sino enfermedad psiquiátrica y el tratamiento
a la expansión de enfermedades relacio­ de la conducta adictiva. Sin embargo, se
nadas con su consumo como el enfisema debe advertir que en nuestro medio no se
o el SIDA (Ot^S. 20051. Y no solo eso. el cuenta con programas de suministro de
consumo tiende a crecer, sobre todo en drogas sustitutivas para el abordaje de
países con estrictas normas penales, y las conductas potencialmente delictivas
sin importar el nivel educativo de la que puedan ejercer los adictos.
población afectada (Degenhardt L. 2008).
Esto se debería a que la adicción se esta­ Mecanismos y efectos clínícos de las sustancias de abuso
blece sobre circuitos conductuales prim i­ Las diversas sustancias de abuso pro­
tivos (circuito de la recompensa o ducen un efecto agudo y cuadros de
rewardl que refuerzan los aprendizajes sobredosis en caso de ingesta extrema,
beneficiosos para el individuo y su comu­ que son dependientes de su mecanismo
nidad (Fadel DO. y col. 2003). Así. se de acción inicial sobre las distintas neu-

72
DO Fad el HA Serra U Efectos psKobMógicos de las drogas de abuso

rotransmisiones. Estos resultan diferen­ tos y sistemas. Por ello se ha menciona­


tes del efecto crónico que ellas mismas do al principio la importante contribución
pueden generar, e inducen modificacio­ que el abuso de drogas hace a la morbi­
nes estables neuroplásticas del circuito lidad general de la población mundial.
de la recompensa (Fadel DO. y col.2003|. Las sustancias de abuso operan en el
En cada oportunidad en que la mente SNC mediante dos mecanismos princi­
experimenta una vivencia de gratifica­ pales o la suma de ambos determinando
ción. aumenta la tasa de disparo de las una mayor cantidad de DA en el NAc:
neuronas dopaminérgicas cuyo locus - Aumento del neurotransmisor por
mesencefálico se sitúa en el Área modificación de la actividad de las term i­
Tegmental Ventral lATVl y cuyas proyec­ nales dopaminérgicas del NAc;
ciones se dirigen tanto a los núcleos de la • Liberación tiramínica de DA. anfeta-
base del cerebro, como el núcleo accum- mina y aminas derivadas.
bens (NAc) dentro del estriado ventral • Inhibición de la recaptación de DA vía
llamado camino meso-límbico o hacia la DAT. cocaína y derivados.
corteza prefrontal (CPFl por el camino • Agonistas de heteroceptores seroto-
meso-cortical. De esta manera, las dis­ nérgicos 5-HT2A. LSD. psilocibina.
tintas conductas mencionadas, son capa­ • Modulación glutamatérgica vía recep­
ces de inducir un incremento de la dispo­ tor NMDA. ketamina.
nibilidad de DA en las sinapsis. Ello, se • Agonistas de los heteroceptores
acompaña de la vivencia de gratificación nicotínicos a4/p2. nicotina.
que hemos descripto con anterioridad. • Antagonistas de los heteroceptores
Asimismo, es capaz de configurar el res­ muscarínicos. trihexifenidilo.
pectivo engrama de memoria asociativa y
los cambios en la expresión génica por - Activación de las neuronas dopami­
los cambios en la expresión de los facto­ nérgicas del ATV:
res de transcripción, por lo cual, se van • Inhibición de la inhibición GABAérgica:
reuniendo las condiciones para estable­ - Agonistas de los receptores
cer un reforzamiento de dicha experien­ MOR. KOR y DOR. opiáceos.
cia y así el sujeto "volverá por más". SÍ se - Agonistas del receptor CB1.
trata de conductas para la supervivencia, cannabis.
se puede decir que generaron conductas - Agonistas parciales del receptor
adaptativas. Si en cambio, están al servi­ 5-HT2C. LSD.
cio del consumo, son de carácter mal- • Modulación glutamatérgica vía recep­
adaptativo (Fadel DO. y col. 2003). tor NMDA. ketamina.
Debido a la integridad y unidad orgáni­
ca. es dable esperar que las drogas de - Mecanismos mixtos o desconocidos:
abuso no solo afecten desde el punto de • Depresores generales del SNC. barbitú-
vista orgánico y funcional al SNC y perifé­ ricos, etanol. solventes, y-hidroxibutirato.
rico. sino también al resto de los apara­

73
EDITORIAI. SCIENS
LM Zieher • H Zorrilla Zubilete II Trstddo de Psic«f»mdco(ogía y Neufocinoa. VoUimea V. Adtccioaes. Heutoblología y consMetactones diagnóstic»

Asimismo, los efectos no centrales de plejas como la alimentaria, si bien parten


estas moléculas pueden ser directos, indi­ de circuitos centrales modifican el plan
rectos y derivados de la forma de aplicación: corporal, pudiendo causar obesidad y
- Los efectos directos son resultado de síndrome metabólico y hoy se conocen
la acción colateral; como las sustancias muy bien las repercusiones de dicho sín­
psicoactivas modifican distintas neuro- drome en las especialidades cardiología,
transmisiones a nivel central, la presen­ nutrición y diabetes, endocrinología y en
cia de los mismos receptores y mecanis­ la clínica general. Los trastornos del
mos de respuesta a nivel periférico son apetito pueden ser desencadenados por
responsables del trastorno observado. la marihuana y derivados, al modificar
Por ejemplo, los psicoestimulantes, los circuitos hipotalámicos de la conduc­
anfetaminas y cocaína exhiben un impor­ ta alimentaria. Tal como quedó probado
tante efecto simpaticomimético por afec­ con el ya retirado rimonabant. existe un
tar respectivamente la liberación y la mejor control metabólico en pacientes
recaptación periférica de NA. De esa con diabetes tipo 2 y en dislipémicos si se
forma queda más cantidad de NA en con­ usan antagonistas canabinoides para el
tacto con sus receptores alfa y beta. En el control del peso y del apetito (Rucker D.
músculo liso vascular, los receptores alfa et al. 20071.
son responsables de la vasoconstricción - En cuanto a la técnica de administra­
y del efecto hipertensivo. En el miocardio, ción. la forma cigarrillo, al introducir
los receptores beta son responsables de humo en el aparato respiratorio genera
la taquicardia y del efecto proarrítmico. una mala saturación de la hemoglobina.
También, puede observarse un efecto En forma aguda esto se debe al CO pro­
sim ilar al estim ular los receptores ducto de la mala combustión del material
nicotínicos ganglionares (a3). acción que y en forma crónica por el enfisema oca­
ejerce la nicotina y que genera descargas sionado por el daño de los tabiques fibro-
simpáticas vasoconstrictoras. elásticos interalveolares tras largos perí­
- Los efectos indirectos son más difíci­ odos de exposición a elementos corrosi­
les y complejos de explicar Unos son vos usados en la preparación o en el
resultado de la modificación de la activi­ rebajado del estupefaciente. Si además,
dad de los circuitos de control autonómi­ la sustancia adictiva tiene propiedades
co de ubicación hipotálamo-bulbares, y vasoconstrictoras puede ocasionar
otros son resultado de un cambio en las hipoxemia y estrés oxidativo en los
conductas complejas. En el primer caso, lechos terminales. La técnica de aplica­
cambios en la actividad de los circuitos ción intravenosa de la sustancia de abuso
autonómicos o de las aferencias vagales trae frecuentemente como resultado la
inducen alteraciones agudas de la pre­ aparición de endocarditis bacteriana
sión arterial, tal como la hipotensión por derecha, pues normalmente es hecha en
opiáceos o la hipertensión de la ketami- condiciones promiscuas y no se practican
na. Los cambios en las conductas com­ las debidas esterilizaciones.

74
DO F « i e l HA Serra // Efectos psicobMógkos de las drogas abuso

La severidad y repercusión de los tras­ mente (y paralelamente su eficacia clíni-


tornos centrales y periféricos derivados ca): por lo tanto se debe aumentar la
del consumo de las sustancias de abuso dosis administrada para obtener el
dependen en la mayoría de los casos de mismo grado o intensidad del efecto.
la dosis, es claro que la sobredosificación Este fenómeno toma el nombre de tole­
favorece los accidentes vasculares isqué- rancia y es característico de este grupo
mico-hemorrágicos en los órganos blan­ de drogas. A pesar que éste fenómeno se
co típicos (infarto agudo de miocardio, establece con la primera dosis, la tole­
accidente cerebro vascular). Sin embar­ rancia se manifiesta clínicamente a par­
go. en otros casos la idiosincrasia y otros tir de los 15 a 21 días de iniciarse el tra­
factores ambientales agregados conspi­ tamiento continuo. La tolerancia se ins­
ran para que el cuadro sea catastrófico tala con mayor rapidez si se utilizan altas
como en el caso del delirium agitado fatal dosis con intervalos interdosis cortos;
por cocaína. En caso de aumento de peso por lo tanto, en el uso clínico en aborda­
en el mediano plazo, subsiguiente al jes del dolor, se recomienda la adminis­
incremento de la masa adiposa visceral y tración de la mínima dosis efectiva junto
la dislipemia. producto del mal manejo a intervalos interdosis más prolongados
hepático de los ácidos grasos, son facto­ para disminuir o retardar la aparición de
res de riesgo cardiovascular y de insulino tolerancia. El grado de tolerancia para los
resistencia que contribuyen al desarrollo distintos efectos farmacológicos de estas
de ateromas. enfermedad isquémica y drogas es variable:
trastornos del retorno venoso, pero que - Se observa tolerancia elevada para los
no se manifestarán en lo inmediato; es efectos analgésico, sedante, emetizante
menester estar preparados para enfren­ (náuseas y vómitos), psicomiméticos
tarlos y la primera medida es reconocer (euforia, disforia). cognitivos. depresor
qué harán las sustancias de abuso en el respiratorio o ventilatorio y antitusivo.
organismo (Fadel DO. Serra HA. 2009; - Se observa tolerancia intermedia para la
Fadel DO y col. 2005; Karch SB. 1996; bradicardia [efecto cronotrópico negativo).
Mets B. 1996). - Se observa tolerancia mínima o nula
para el efecto miótico. las convulsiones y
Terapéutica farmacológica con alto nivel de evidencia la constipación.
A d ic c ió n a o p io id e s Una característica de gran importancia
Las características de la adicción a opioi­ clínica es la existencia de tolerancia cru­
des son las siguientes (Fadel y col. 2002): zada para los opioides. Por esto, si existe
Tolerancia: Con el uso continuo de tolerancia para la morfina, también se
opioides no peptídicos (llamados opiáce­ desarrolla para los otros opioides. Existe
os. pues derivan de los alcaloides del tolerancia para los opioides agonistas
opio, jugo lechoso desecado del Papaver completos [selectivos y no selectivos),
somniferumi. la intensidad de los efectos agonistas-antagonistas y agonistas par­
farmacológicos disminuye progresiva­ ciales; pero ésta es de menor grado para

75
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zo rrilb Zvbilete 6
II Trstddo t PskofvmacoiOQía y Ne w o ciM tta . VoUireea V. Adictioftes. NeutotilolOQia y consMetaciofles «a g n ó s tic »

los agonistas-antagonistas (para estos Dependencia física y síndrome de abs­


opioides no existe tolerancia cruzada). tinencia: La dependencia física a opioides
Dependencia psíquica o psicológica: Se se instaura en el paciente luego de 7 a 10
manifiesta por una conducta compulsiva días de recibir en forma continua estas
para conseguir el opioide. La falta del drogas.
opioide determina en el individuo la apa­ El síndrome de abstinencia o de supre­
rición de un cuadro clínico caracterizado sión (físico) por opioides puede ser desen­
por inquietud, irritabilidad, ansiedad, cadenado: a) Por la administración de un
excitación psicomotora. angustia, desaso­ opioide agonista-antagonista (por ejem­
siego e insomnio. Los efectos psíquicos o plo. nalbufina) en un paciente que recibe
psicológicos que determinan el consumo en forma aguda o crónica un opioide ago­
ilícito (no médico) de opioides no peptídi- nista completo, b) Por la administración
cos o drogas morfinomiméticas están de un antagonista opioide (por ejemplo:
representados por: un estado placentero naloxona. naltrexona) en un paciente que
de corta duración, el cual es similar o recibe en forma aguda o crónica un opioi­
semejante a un orgasmo intenso; segui­ de agonista completo, c) Por el retiro
do de un período más o menos prolonga­ brusco y rápido de cualquier opioide
do de euforia, el cual se acompaña de (especialmente agonista completo), en
indiferencia a los estímulos externos. pacientes con tratamientos mayores de
Con la administración de sucesivas dosis 10 días de duración.
de opioides se desarrolla tolerancia a Los signos y síntomas que constituyen
estos efectos psíquicos, por lo cual obliga el síndrome de abstinencia (o de supre­
a incrementar la dosis. Se debe recordar sión) por opioides son secundarios a una
que frecuentemente, en las primeras hiperactividad noradrenérgica central,
administraciones de opioides puede pre­ son los siguientes:
dominar la disforia (sensación no placen­ epífora. rinorrea, midriasis. sudora-
tera). acompañada de náuseas y vómitos. ción, piloerección. náuseas y vómitos,
La dependencia psíquica no genera sín­ diarrea, hipertermia, temblores muscu­
tomas físicos de abstinencia y puede ser lares. taquicardia, hipertensión arterial,
transitada sin inconvenientes. Sin embar­ taquipnea-hiperpnea, insomnio, escalo­
go. el consumo de opioides en estos pri­ fríos y mialgias generalizadas. El cuadro
meros estadios (aunque no desarrolla clínico que constituye el síndrome de
dependencia física) logra desencadenar abstinencia a opioides aparece general­
modificaciones cuanti y cualitativas en la mente luego de 8 a 12 hs. de la última
neurotransmisión dopaminérgica sin dosis administrada; presenta su pico
actuar sobre receptores a la dopamina o entre las 36 y 72 hs. desapareciendo en
influir en la recaptación directamente. Lo forma espontánea a los 5 u 8 días. La
hace por vía de la liberación de DA y de intensidad de las manifestaciones depen­
los co-transmisores peptidérgicos en el de de la dosis del opioide recibida, el
estriado ventral (dinorfina-encefalina). tiempo total de utilización (exposición) y la

76
DO Fadel HA Serra H Efectos psicobiotógkos de U s drogas de abuso

forma de utilización (continua o alternante). minas neurotransmisoras. lo que provoca


Los nnecanismos por los cuales se mayor síntesis de éstas. Clínicamente
desarrolla la tolerancia y el síndronne de esto produce un mayor arousal [desper­
abstinencia serían los siguientes (Fadel tar. excitabilidad), gran inquietud, agita­
DO y col. 2002): ción. insomnio, trastornos conductuales
La morfina y otros opioides (heroína) y de la conciencia y respuestas autonó­
actúan a través de los receptores opioi­ micas intensas (variaciones de la tensión
des. MOR o (I. DOR o 6 y KOR o k. Estos arterial, taquicardia, piloerección. sudora-
pertenecen a la superfamilia de recepto­ ción. diarrea, etc.).
res ligados a las proteínas G inhibitorias Para prevenir el síndrome de abstinen­
(Gil. En la administración aguda, tras la cia por opioides en tratamientos prolon­
unión a los receptores, se inhibe la ade- gados. es decir mayores de 7 a 10 días, se
nil-ciclasa (AC) y se abren canales de K+ debe disminuir la dosis en forma lenta y
con lo que las neuronas se hiperpolari- progresiva; esto corresponde a un des­
zan y se inhiben. En la administración censo no mayor del 25% de la dosis dia­
crónica (una exposición reiterada, en ria. cada no menos de 3 a 5 días. SÍ el
tiempos y dosis suficientes) se produce paciente recibe opioides por un lapso
como compensación la up-reguiation de menor a una semana, se puede retirar
los receptores y de los caminos de seña­ sin un descenso tan gradual de la dosis
lización citosólico-nucleares del AMPc [Fadel DO y col. 2002). Para eliminar los
(PKA y CREB respectivamente), cuyas síntomas y signos que constituyen el sín­
consecuencias clínicas dependerían de drome de abstinencia por opioides se
las distintas regiones cerebrales involu­ puede utilizar la clonidina o la guanfaci-
cradas. Por ejemplo, en el locus coeru- na. combinada con agonistas a opiáceos
íeuslLC], la up-reguiation sería la princi­ como metadona o la buprenorfina. El uso
pal causa del cuadro de dependencia físi­ de clonidina es la base del tratamiento de
ca y del síndrome de abstinencia. Al pro­ la adicción a opioides. ya que puede
ducirse la deprivación de morfina o ante constituir una herramienta farmacológi­
la presencia de antagonistas de los ca de primera elección para neutralizar
receptores opioides (naloxona). se produ­ el aumento del tono noradrenérgico cen­
ce desactivación de la proteína Gi. desinhi­ tral y periférico. La clonidina es un ago­
biéndose la AC. El aumento brusco de los nista parcial no selectivo de los autocep-
niveles de AMPc activa a la PKA por lo tores a2 por lo que disminuye la tasa de
que se fosforilan todos los blancos cito- disparo y el íurnoi^erde catecolaminas en
sólico-nucleares. ahora ampliamente sus sinapsis. Esta acción neutraliza la
expresados. De esta manera, al cambiar disautonomía que desencadena la agita­
la dinámica fosforilación/defosforilación, ción psicomotora. la cual sería peligrosa
hay un aumento explosivo de la actividad para el paciente y para terceros pues en
de la enzima tirosina hidroxilasa (TH). dicho contexto, el paciente puede delin­
paso limitante de la síntesis de catecola- quir ferozmente, dada la compulsión a

77
EDITORIAL SCIENS
LM Zielier • M ZorrilU Zabilete II Trjudo de Psicoftfmacotogía y N t V. Adíctiotes. NeutoblotOQia y considetactones dtagMsticas

restituir el consumo necesario para de U a 15 días, a dosis iniciales peque­


atemperar la sintomatología. A su vez. si ñas. con aumentos y descensos de dosis
hay un estado de agitación psicomotora muy graduales y bajo estricto control car­
se requiere una intervención terapéutica diológico. Si para cuando se realiza la
inmediata agregando benzodiazepinas. deprivación de metadona se instituye tra­
Es un error clásico, abordar estos cua­ tamiento con clonidina en pequeñas
dros con antipsicóticos a altas dosis dosis, ésta permite el "destete" de meta-
como eje terapéutico, pues la sintomato­ dona con mayor estabilidad psíquica y
logía descripta no tiene nada en común física del paciente, porque evita que los
con la esquizofrenia u otras psicosis síntomas de rebote o abstinencia, alteren
capaces de generar excitación psicomo- el curso del descenso iGold MS. et al.
triz. Como los opiáceos disminuyen el 1984). La clonidina fue originalmente
umbral convulsivo, el agregado de un autorizada por la agencia estadouniden­
antipsicótico podría desencadenar con­ se (FDAl y comercializada para el trata­
vulsiones. Debe recordarse además, que miento de la hipertensión arterial, pero
por la mayor síntesis y liberación de desde el año 1978 ha sido utilizada para
dinorfina a través de la recurrente colate­ el abordaje de la deprivación de opioides
ral de las neuronas GABAérgicas del en adictos, en un uso off labet (Charney
NAc. disminuye la liberación de DA lo que DS. et al. 1981: Kleber HD et al. 1985:
genera mayor disforia y conducta de bús­ Strobbe S. et al. 2003) aún cuando cuen­
queda. Se debe tener presente que los ta con el consenso de la Escuela
neurolépticos típicos son antagonistas Americana de Psiquiatría (Alling FA.
competitivos del receptor dopaminérgico 1992). sobre la base de la evidencia clíni­
D2 . lo que implica disminuir aún más los ca disponible.
efectos de la ya escasa cantidad de DA en Posee ventajas por sobre la metadona
biofase desde que se produjo la supre­ porque:
sión del consumo. Solo bajas dosis de 1. No produce intoxicación por opioides
antipsicóticos favorecen el tratamiento ni reforzamiento.
de la abstinencia, dado que por bloquear 2. La PDA no la clasifica como droga
el autoceptor D2 generan un aumento de potencial de abuso.
la liberación de DA. Algunos agonistas 3. Dado que la clonidina no se liga al
parciales dopaminérgicos del receptor receptor MOR. la desintoxicación se lleva
D-| se encuentran en fase 2 de investiga­ a cabo sin opioides.
ción y pueden mejorar la disponibilidad A. No requiere ninguna prescripción
de DA a nivel del NAc. disminuyendo la especial, porque no es un psicofármaco.
disforia. Sin embargo, a pesar de neutralizar
gran parte de los síntomas de abstinen­
Tratamiento del síndrome de abstinencia a cia. como no resuelve el insomnio, el
opioides; dolor muscular, y el anhelo de droga
Clonidina: Se administra por un lapso (cravingl, no es la preferencia de los adic­

78
DO F » l e l HA Serra // Efectos psicobM ógkos de las drogas de abuso

tos. No obstante ello, sí hay evidencia de finalización del tratamiento y siempre


alta eficacia en pacientes opioide-depen- con estricto control cardiológico.
dientes que 1l no usaron heroína. 2) Metadona: Es un fármaco muy usado
poseen un sistema de seguro nnédico y 3) para el tratamiento de la deprivación
han reportado un bajo índice de síntonnas opioide. aunque la PDA no lo ha aprobado
de dependencia psíquica a los opioides formalmente para este uso. Debido a que
iStrobbe S. et al 2003). la duración de su efecto varía con el
En mujeres embarazadas adictas a correr del tratamiento, en los primeros
opioides. la droga de elección podría ser tres días se emplearán dosis de hasta 1
también la clonidina. dado su amplio uso mg/kg/dosis cada 8 hs. hasta controlar
para el tratamiento de la hipertensión los síntomas de abstinencia, y a partir del
arterial del embarazo (eclampsia) y cua­ cuarto día. la dosis total titulada se admi­
dros relacionados. El tratamiento de la nistrará en 1 única toma diaria. Luego de
adicción en embarazadas debe imple- conseguirse la estabilización del cuadro y
mentarse cuanto antes, ya que existe el en forma gradual, se procederá a dismi­
riesgo de parto prematuro a la vez que el nuir dicha dosis a razón de un 20% cada
recién nacido desarrolle el síndrome de A8 o 72 hs. Debe considerarse que cuan­
abstinencia post-parto. Debido a que do se realiza la deprivación de la metado­
durante el embarazo, disminuye la dispo­ na. luego de la supresión de heroína, el
nibilidad de albúmina por la hemodilu- descenso será más lento, a razón de 5 a
ción fisiológica, muchas drogas de uso 10 mg por semana hasta lograr una dosis
terapéutico o de abuso, pueden aumen­ diaria de 30 a 40 mg. para recién consi­
tar su fracción libre (no ligada a proteínas derar la estabilización y seguir con el
transportadoras) y por lo tanto, aumentar esquema de reducción del 20%. La meta-
así la toxicidad sobre la madre y el feto dona se presenta en comprimidos de 5 y
iGanrot PO. 1972; Dean M. et al. 1980). 10 mg o en solución de 10 mg/mL. La
Además, el metabolismo de la droga metadona posee la capacidad de prolon­
puede aumentar durante el embarazo, gar el intervalo QT y ello quedó evidencia­
motivo que lleva a la mujer a incrementar do en al menos dos reportes (Krantz MJ.
su consumo, tal como ocurre con la et al. 2003: Martell BA. et al. 2003). El pri­
metadona (sobre todo en el tercer tri­ mero da cuenta de la ocurrencia de tor-
mestre) (Pond SM. et al. 1985). A pesar sade de pointes en pacientes que se
que la clonidina y la buprenorfina no encontraban recibiendo 400 mg/diarios
exhiben efectos teratogénicos. el consen­ de metadona: lo relevante fue que 6 de 17
so del NIH. EE.UU.. correspondiente al pacientes que desarrollaron la fibrilación
año 1999 ha recomendado para las muje­ ventricular. habían incrementado la dosis
res embarazadas adictas a opioides el de metadona en el último mes iKrantz
mantenimiento con metadona (NIH. 1999). MJ. et al. 2003). Por otro lado. Martell y
Guanfacina: Se pueden utilizar dosis col. mostraron que durante los dos prime­
siempre graduales para el comienzo y la ros meses de tratamiento la metadona

79
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorrilU Zabiiete II Triu d o de Psicofamacología y Nevociencta. Voiumei V. U c tio te s . Netitobloto^ y consMetactones «ig M S tka s

produjo un incremento del intervalo QT en por vía oral pueden establecerse entre 6
forma significativa e independiente de la y 8 mg/día. ésta última equivalente a 60
dosis usada. mg de metadona cuando se utiliza en
El leva-acetil-metadol (LAAM) se ha fase de mantenimiento. Una vez fijada
usado mucho menos que la metadona. A ésta, se procederá a reducir la dosis de
partir de 2001, después de haberse aso­ forma similar a la metadona. Un estudio
ciado con arritmias cardíacas, la agencia controlado aleatorizado. comparó la efi­
europea (EMEAl prohibió su comerciali­ cacia de tres tratamientos de depriva­
zación en Europa, mientras la FDA lanzó ción: LAAM (75 a 115 mg/díal. buprenor­
una advertencia, que consistió en reco­ fina (16 a 32 mg/díal y metadona (60 a 100
mendar el uso de LAAM como segunda mg/díal. siendo los tres equivalentemen­
línea, recién cuando hay fracaso terapéu­ te efectivos para reducir el uso de opioi­
tico con metadona (Schwetz BA. 2001). des ilícitos (Johnson RE et al. 2000|. Otro
De acuerdo con las guías del CSAT. cuan­ estudio sobre la eficacia de la buprenor­
do un paciente ingresa a un plan de tra­ fina. demostró que dosis diarias de 8
tamiento con LAAM. debe configurarse mg/día para la solución o de 8 a 16
un consentimiento informado donde mg/día para los comprimidos (dosis
conste la advertencia sobre potenciales equivalentes a 60 mg/día de metadonal.
riesgos cardiovasculares entre otros eran muy útiles para el control a largo
(CSAT 1999). En nuestro medio, no exis­ plazo (más de un añol de la deprivación
ten los programas de asistencia con opioide a la vez que eran bien toleradas y
suministro de opioides como el LAAM. la seguras (Johnson RE et al. 2003|. La
metadona o la buprenorfina. pero como buprenorfina ha sido vinculada a consti­
éstos deben ser usados en la etapa de pación. cefaleas, náuseas, vómitos y a
deprivación aguda, para evitar el síndro­ nivel hepático, hay reportes de incremen­
me de abstinencia por supresión rápida, to importante de las enzimas. De acuer­
debe ser contemplado dicho riesgo car­ do con Petry y col. (Petry NM et al. 20001.
diovascular y establecerse el consenti­ ello puede estar vinculado al mal uso de
miento informado para el caso de usar la droga por los adictos (vía endovenosa)
metadona. con el irremplazable testeo car­ que predispondría a hepatitis viral (ver el
diológico antes y durante el tratamiento. reporte de Auriacombe y col. Auriacombe
Buprenorfina: Se comporta como ago­ M. et al. 2003) quienes refieren al menos
nista parcial y si bien su tVz (vida medial 53 casos de hepatitis C en Francia por el
plasmática es de 3 hs; es 25 a 50 veces mal uso de buprenorfina!.
más potente que la morfina. La equiva­ Buprenorfina-naloxona: También la
lencia para 10 mg de morfina es de 0.4 combinación de buprenorfina y naloxona
mg de buprenorfina. Se presenta en ha demostrado eficacia en el uso ambu­
comprimidos de administración sublin­ latorio de los pacientes adictos, en fase
gual con 0.2 mg cada uno. en ampollas de mantenimiento del tratamiento de la
de 0.3 mg por mi. y en parches. Las dosis desintoxicación (Fudala PJ. et al. 20031.

80
DO Fad el HA Serra U Efectos psicobMógicos de las drogas de abuso

Naltrexona: Es un antagonista opioide de madres que han consumido drogas


efectivo que tiene alta afinidad por los morfinosímiles durante el embarazo
receptores MOR. Dicha afinidad es mayor (Fadel DO y col. 2002). El síndrome de
que la que posee la heroína, la morfina y abstinencia comienza a las pocas horas
la metadona, motivo por el cual, la nal­ del nacimiento; su cuadro clínico es muy
trexona puede desplazar a estas drogas semejante al del adulto, siendo la morta­
de los receptores MOR y bloquear sus lidad elevada (50 a 90% de los casos). La
efectos, dado que posee afinidad química prevención también implica el abordaje
pero no actividad intrínseca. De esta de la deprivación de opiáceos con deriva­
manera puede precipitar abstinencia en dos opiáceos cuya farmacodinamia o far-
pacientes que no han hecho la depriva­ macocinética pueda ser de utilidad para
ción guiada a opioides de corta duración evitar el síndrome de abstinencia, tales
en los últimos 7 días, previos al uso de como la buprenorfina pues es agonista
naltrexona o en el caso de los de vida parcial, siendo escasa la posibilidad de
media prolongada como la metadona. al generar dependencia. A su vez. la meta-
menos los últimos 10 días previos al uso dona por su prolongada VA de elimina­
de naltrexona. Respecto de la buprenorfi- ción (48 hs) constituye un recurso acepta­
na. la naltrexona logra desplazarla en do (ver consenso NIH 1999). Es de resal­
altas dosis. Como la naltrexona no posee tar que para el uso de estos opiáceos, se
eficacia, no es capaz de desarrollar efec­ debe documentar prolijamente la depen­
tos narcóticos y no desencadena absti­ dencia o intoxicación crónica a morfina o
nencia. La dosis de 50 mg/día puede blo­ derivados, dado que de lo contrario
quear los efectos opioides por 2A horas, y podría ser interpretada como una pres­
la de 100 o 150 mg/día puede hacerlos cripción médica de un opiáceo.
por más de 72 hs (O'Brien CP et al.
1975). La FDA ha aprobado en el año Adicción a nicotina;
1984. el uso de naltrexona para el trata­ El abuso nicotínico es el gran flagelo de
miento de mantenimiento de la depriva­ nuestros tiempos determinado por el
ción a opioides. sobre la base de sus pro­ enorme consumo mundial de cigarrillos.
piedades farmacológicas y sin requerir Este consumo trae aparejado una serie
mayores evidencias clínicas a través de de trastornos en la salud individual y
ensayos clínicos (O'Conoor PG. et al. pública con importante morbÍ-mortalÍ-
20GG). Uno de los cuidados que deben ser dad. derivados de la acción de los diver­
tenidos en cuenta, es la evaluación perió­ sos componentes del humo sobre el
dica de la función hepática en los pacien­ organismo pero en especial, las vías res­
tes que reciben naltrexona. por su hepa- piratorias y el aparato cardiovascular
totoxicidad. característica que no presen­ (Rose JE. 2007. Fadel DO. Serra HA. 2007).
tan la metadona o LAAM. La adicción nicotínica es resultado de la
Es bastante frecuente observar el sín­ activación de los circuitos coUnérgicos
drome de abstinencia en recién nacidos centrales, es decir los que usan como

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LM Zieher • H Zorrilb Zubilete // T fs M o de hMxnacdtoqi» y N n V. AdkciOMS. Neut^lot09ia y consMetactones diagnóstic»

neurotransmisor a la acetilcolina (ACh) (subtipos a9 y alO) y II (subtipo a7) están


iMineur YS. et al, 2007; Fadel DO y col. constituidas por homopentámeros a. La
20031. En el encéfalo existen muchos sis­ subfamilia III (subtipos a2; a3; aA: a5 y
temas colinérgicos que lo cubren amplia­ a6l está conformada por
mente: dos sistemas principales de pro­ heteropentámeros con dos subunidades
yección que se originan en sendos acú- a de las mencionadas y tres p (estructura
mulos neuronales. uno en el tronco y otro 2a - 3p. por ello es común en la
en el cerebro anterior, y varios circuitos nomenclatura los términos a4/p2
locales, uno de ellos ubicado dentro del ó a3/p¿t|. Finalmente, la subfamilia IV
NAc en el circuito de la recompensa (subtipo a l o muscular) está integrada
iMineur YS. et al, 2007; Fadel DO y col. por heteropentámeros con dos
20031. Por ello, entre las varias funciones subunidades a l y tres de diverso tipo
atribuidas a la neurotransmisión colinér- (estructura 2 a - p - 6 - y ó e l (Cordero-
gica central se reconocen la cognición, la Eurasquin M. et al. 2000).
memoria, el control extrapiramidal del Electrofisiológicamente. las subfami­
movimiento y la gratificación-recompen- lias I y II se desensibilizan muy rápido y
sa. La neurotransmisión colinérgica pro­ conducen preferentemente Ca2+. mien­
duce sus respuestas a través de dos tipos tras que las subfamilias III y IV se desen­
de receptores pre y postsinápticos, los sibilizan más lentamente y conducen Na+
receptores nicotínicos InAChRl y los y K+. Farmacológicamente, los nAChR no
muscarínicos (mAChRi. llamados así por tienen agonistas y antagonistas ultrase-
los agonistas, nicotina y muscarina. que lectivos. muchas drogas operan sobre las
sirvieron para identificarlos (Fadel DO y diferentes poblaciones de nAChR centra­
col. 2003. Cordero-Erausquin M. et al. les según las concentraciones alcanza­
2000: Krejci A. et al. 2002). Los nAChR se das. siempre y cuando puedan absorber­
hallan ampliamente distribuidos por el se por distintas vías y pasar la barrera
organismo y especialmente dentro del hematoencefálica (Cordero-Eurasquin M
circuito de la recompensa; estos interac- et al. 2000). La nicotina y la galantamina
túan con la nicotina para producir sus (un anticolinesterásico) son agonistas no
efectos adictivos (Mineur YS. 2007). selectivos de estos receptores. La epiba-
Los nAChR son pentámeros que cie­ tidina. aislada de la toxina de la piel de un
rran un canal o poro central catiónico y batracio, es un agonista de las subfami­
se clasifican en diferentes subtipos lias II y III y ha sido estudiado como anal­
según qué subunidad a participa en el gésico. La toxina antagonista a-bungaro-
receptor activo agrupados a su vez en toxina. proveniente del veneno de las
cuatro subfamilias (Cordero-Eurasquin cobras, sirve para discriminar entre la
M. et al. 20001: las tres primeras corres­ subfamilia III que es insensible y las
ponden a los nAChR neuronales (tanto demás. Los curares no despolarizantes
centrales como periféricos) y la última al (d-tubocurarina. pancuronio. vecuronio)
nACh muscular. Las subfamilias I son antagonistas predominantes de los

82
DO Fadel HA Serra U Efectos psicobiológicos de U s drogas de abuso

receptores musculares, mientras que el olfatorio y en los ganglios autonómicos.


hexametonio y el trimetafan son Se ha demostrado que el subtipo a7
antagonistas de los a3 ganglionares (nin­ posee un papel importante en el creci­
guno de estos compuestos actúa sobre el miento del polo dendrítico. además de
SNC, ya que por ser compuestos de amo­ estar involucrado en los fenómenos de
nio cuaternario no atraviesan la barrera remodelación sináptica del SNC adulto
hematoencefálica). Algunos compuestos (Levin ED. etal. 1999).
como la gallamina son antagonistas sin La activación por nicotina es diferente a
unirse a los sitios clásicos de fijación de la provocada por la ACh puesto que la
ACh, a estos se los designa inhibidores droga no se degrada a la misma veloci­
del canal y probablemente se fijen a dad y por ello es capaz de potenciar la
sitios moduladores alostéricos del liberación de DA y Glu dentro del circuito
nAChR (Fadel DO. et al. 2003; Foulds J. generando un reforzamiento mayor Sin
20061 . embargo, existen otros aspectos que
Los nAChR neuronales más abundan­ deben ser aclarados y que diferencian
tes corresponden a la subfamilia III; la esta adicción y su terapia farmacológica.
mayor cantidad corresponde a aA que se La nicotina inhalada por un fumador pro­
expresa en todo el SNC y le sigue a3 que medio pasa la barrera hematoencefálica
se expresa en la periferia. La forma y se fija a los nAChR. Debido a la abun­
a3/pA se encuentra también en la habé- dancia relativa de cada subtipo es casi
nula medial y en el NAc. Los subtipos a5 probable que los efectos centrales de la
y a6 se hallan en los núcleos catecolami- droga sean resultado de la interacción
nérgicos del tronco (Sustancia Nigra pars con los aA/p2 y a7. Los a4/p2 serían res­
compacta. SNc. ATV y LC) y en estructu­ ponsables de incrementar el tono dopa-
ras límbicas, y por ello contribuirían en minérgico y glutamatérgico dentro del
gran medida a la liberación de las cate- NAc por su papel de heteroceptores pre­
colaminas en los ganglios de la base, en sinápticos. Esto está avalado por el
las cortezas límbicas y en el hipocampo. hecho que ratones knock out para la
Es de destacar que los hetero y autocep- subunidad p2 tienen disminuida la capa­
tores presinápticos nicotínicos pertene­ cidad de autoadministración de la droga y
cen a esta subfamilia, así pues su esti­ en ellos la nicotina no es capaz de
mulación induce la liberación de seroto- aumentar la liberación de DA (Picciotto
nina (5HT), DA. noradrenalina (NA). Glu. MR. et al 1998; Maskos U. et al. 2005). La
GABA y la propia ACh en estructuras nicotina tiene una vida media de elimina­
blanco (Summers KL. et al. 1995; Ji D. et ción entre 1 y 2 hs. bajo estas circunstan­
al. 2000). El representante de la cias pueden observarse niveles séricos
subfamilia II. a7. se distribuye por las basales de 25 a 75 nM al despertar y.
cortezas cerebral e hipocámpica. en el según la intensidad y frecuencia del
hipotálamo, en la sustancia gris peria- fumar, concentraciones oscilantes entre
cueductal del tallo (SGPl. por el bulbo 450 y 620 nM a lo largo del día (Rose JE.

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EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zorrilte Zutiitete II T r s M o de Psicoltfmacotogía y Neurocienóa. VoUimei) V. Uicáom. Neutobiolo^ y Mnsidetaciwies dt»go6$tic«

2007). Dada la afinidad relativa de los rarían el craving necesario para reinsta­
receptores a4/p2 por la droga, con los lar la conducta (Fadel DO. Serra HA.
niveles indicados el 90% permanecen 2007). Un hecho de difícil explicación es
ocupados por varias horas. Ya que un que el fumar puede generar en principio
receptor ocupado tanto tiempo se desen- más aversión que gratificación. Tal vez
sibiliza, se piensa que esta variante los receptores a7 del ATV al activar tanto
media la mayoría de los efectos de la a las neuronas dopaminérgicas como a
droga, pero no la reincidencia en el hábi­ las GABAérgicas. inhiben indirectamente
to de fumar. al vecino núcleo pendúnculo-pontino
Para explicar la reincidencia se han (NPPl: esta inhibición produciría aver­
propuesto algunas alternativas, por sión. conducta que se extingue al poco
ejemplo, que la ocupación sostenida tiempo predominando la gratificación
aA/p2 induce activación génica como puesto que las neuronas dopaminérgi­
cambio plástico mediato o up regulation cas. "aprenden" a dispararse solas.
(Foulds J. 2006: Perry DC. et al. 1999; Instaurada la conducta adictiva es muy
Vallejo YF, et al. 2005). En tal caso, la dificultoso revertiría. Si bien se han
sobreexpresión deja libres más sitios usado con éxito la administración percu-
para ocupar por la nicotina y el hábito se tánea de nicotina, el antidepresivo
reinstaura. Otra idea Índica que. los bupropión y el agonista selectivo aA/p2
receptores a7 por ser menos afines y por vareniclina. es importante la psicoterapia
su relativa abundancia en el ATV podrían adicional. Tal enfoque es probable que
ser los responsables de favorecer la con­ cause la extinción activa y este fenómeno
ducta adictiva (Rose JE 2007). A las con­ sería el que. al remodelar las sinapsis
centraciones señaladas, estos recepto­ (cambio estructural), determine el cam­
res estarían ocupados un 1% y sólo des­ bio conductual necesario para dejar de
pués de fumar: este on-off periódico fumar.
sería suficiente para reinstalar la con­
ducta ya que por la poca ocupación nunca Adicción al alcohol:
estarían desensibilizados (Foulds J. El alcoholismo en todo el mundo es la
2006). Puesto que la alternancia es un segunda causa de adicción y un verdade­
rasgo de ncn/e//y (saliencia dopaminérgi- ro problema social (OMS 2005). El consu­
ca). el acto de fumar cada nuevo cigarri­ mo de alcohol puede ser único o presen­
llo y la oscilación de los niveles de nicoti­ tarse en combinación con otras sustan­
na sanguíneos que le siguen, darían las cias de abuso y por consiguiente, agravar
condiciones para provocar un patrón de más el problema ya que puede actuar
hábito y reforzamiento, debido al control como puerta de entrada a adicciones
colinérgico de la neurotransmisión dopa- más sofisticadas. Los trastornos ocasio­
minérgica en el ATV y en el estriado ven­ nados por el consumo no racional del
tral. En esta línea, la caída de los niveles alcohol, pueden consistir en el abuso o la
de nicotina y de DA subsiguientes, gene­ dependencia. De acuerdo con el DSM IV.

84
DO Fad el HA Serra II Efectos psicobMógkos de las drogas de abuso

en el abuso se encuadran los consunnos pocas horas o días de tal hecho, apare­
recurrentes de alcohol que son capaces cen signos y síntomas característicos,
de configurar un patrón desadaptativo tales como: disfunción autonómica con
con compronniso de las actividades labo­ palpitaciones, sudoración. nauseas, vómi­
rales. acadénnicas o vinculares, revistien­ tos. temblor en miembros, insomnio, alu-
do peligro físico y legal al menos por un cinosis. agitación, ansiedad, estrecha­
año. Mientras que por otro lado, la miento del campo de conciencia y en
dependencia se instala cuando durante casos graves, convulsiones. El trata­
un año. se presenta tolerancia farmaco­ miento consistirá en neutralizar dichos
lógica expresada por la necesidad de un síntomas, prevenir complicaciones y
consumo marcadamente creciente para diseñar la rehabilitación iniciando una
lograr el efecto deseado, y que dicho deprivación sin abstinencia. Los predic-
efecto a la inversa del consumo, va dis­ tores de severidad del síndrome son: 11 la
minuyendo progresivamente a medida co-ocurrencia de enfermedad médica. 2)
que pasa el tiempo; siendo posible que. una historia de consumo de grandes can­
de no realizarse el consumo habitual, se tidades de alcohol larga e intensa y 3) una
manifieste un cuadro de abstinencia, el historia familiar previa de adicción al
cual cede si la sustancia es nuevamente alcohol. Si el grado de abstinencia es
consumida, y denota un fracaso de todo leve, el paciente puede ser abordado en
intento de suspensión de la ingesta con un un contexto ambulatorio, el cual requiere
marcado compromiso de las actividades igualmente un seguimiento muy estrecho
sociales (DSM IV). con control de signos vitales varias veces
El abordaje terapéutico de la adicción al día (APA 2006; Soyka M. et al. 2006).
alcohólica incluye el de la intoxicación, la Como primera medida se estudiará clíni­
deprivación, los trastornos neuropsiquiá- camente al paciente para detectar posi­
tricos derivados de la dependencia bles focos médicos desencadenantes de
(Wenicke-KorsakoffI. y la iniciación y la sintomatología neuro-psiquiátrica. Se
mantenimiento de la deprivación para deberá cuidar estrechamente el "medio
evitar la recaída. En estos casos se interno" supliendo una hidratación ade­
emplean fármacos pero es muy necesa­ cuada y un aporte calórico suficiente. Es
rio el enfoque conductual-social. En este importante también revertir la potencial
último caso, a pesar del abordaje profe­ deficiencia de vitaminas, especialmente
sional. la forma más común de abordaje del grupo B (y entre ellas la tiamina) para
de esta adicción continúa siendo la inter­ evitar el desarrollo del síndrome de
vención de los grupos de autoayuda o Wenicke-Korsakoff. El grupo farmacoló­
Alcohólicos Anónimos (AAl. gico de primera elección para el síndro­
Síndrome de abstinencia alcohólico: me de abstinencia lo constituyen las ben-
Este se presenta al disminuir o suspen­ zodiazepinas. dado que la evidencia dis­
der la ingesta o ante la aparición de algu­ ponible las ha encontrado eficaces para
na intercurrencia clínica. A partir de unas lograr a) la sedación, bl mejorar el

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EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M ZorfilU Zabilete II Tratólo de Psicoftfnucotogía y N t V. AdíKiOMS. Neut^lo(09ía y consMetactones dt»gM$tic«

umbral convulsivo (debido al compromi­ también pueden ser utilizados, porque


so de la neurotransmisión GABAérgica a además de mostrar eficacia comprobada
raíz del consumo de alcohol) y el revertir en dicho trastorno, no generan adicción
la confusión y los síntomas autonómicos como potencialmente pueden producir las
iMayo-Smith MF. et al. 2004). Existe una benzodiazepinas en los abordajes más
diferencia de criterio sobre los beneficios prolongados (Ait-Daoud N. et al. 1983).
de usar benzodiazepinas de vida media Deliríum Tremens: Esta es la situación
plasmática intermedia y escaso metabo­ más riesgosa de la abstinencia alcohóli­
lismo (como el lorazepam o el oxazepami ca. con una duración de aproximadamen­
o prolongada con amplio metabolismo te 48 a 72 hs. aunque puede persistir por
(como el diazepami por las consecuen­ más tiempo. El paciente indefectible­
cias que ellas pueden generar en el mente debe permanecer internado, sien­
manejo del cuadro. Las de vida media do imprescindible el control de la agita­
prolongada pueden inducir una estabili­ ción y la prevención de convulsiones. Es
zación más pareja, con administración aconsejable la inducción y el manteni­
más espaciada (lo cual favorece el cum­ miento del sueño, mientras se transita el
plimiento del tratamiento ambulatorio en período crítico, debido al riesgo de picos
las formas leves). Sin embargo, desde el hipertensivos concomitantes. El uso de
punto de vista farmacocinético, las de benzodiazepinas es de primera elección
vida media intermedia no sufren fenóme­ por sobre el uso de antipsicóticos (a
nos de oxidación hepática a través de los pesar de la presencia de alucinosisl.
sistemas microsomales del hígado (fase I pues disminuyen drásticamente la dura­
de metabolizaciónl siendo solamente ción del deliríum y la mortalidad (Mayo-
conjugadas con ácido glucurónico (fase II Smith MF. et al. 2004). Es muy frecuente
de conjugación), hecho que las convierte el uso de la vía intravenosa para lograr la
de elección en los casos de compromiso adecuada dosificación. SÍ el grado de
hepático (Mayo-Smith MF. 1997). SÍ bien, confusión y alucinosis son de difícil
cada caso puede ser medicado de acuer­ manejo, se puede utilizar haloperidol,
do con la situación particular. Sellers y evitándose los antipsicóticos típicos de
col. han establecido un criterio al respec­ baja potencia (fenotiazinasi debido al
to. consistente en utilizar una dosis de riesgo de descenso del umbral convulsi­
carga fija de diazepam, a razón de 20 mg vo. En caso de presentarse hipertensión
cada hora, hasta que cedan los síntomas que no ceda con las benzodiazepinas. el
(Sellers EM. et al. 19831. Otro posible clínico puede recurrir a la clonidina o a
método, de acuerdo con cada caso y a las bloqueantes p adrenérgicos, dado que las
equivalencias entre distintas drogas, es marcas de tensión arterial pueden supe­
utilizar diazepam en dosis de 10 mg o rar los 160 mm Hg.. de presión sistólica y
lorazepam 2 mg o clordiazepóxido 50 mg los 100 mm Hg.. de diastólica (Horwitz TI.
cada 6 horas. En segunda instancia, la et al. 1980). El clometiazole está aproba­
carbamezepina y el divalproato de sodio do por la EMEA, siendo su uso muy

86
DO Fad el HA Serra U Efectos psicobMógicos de (as drogas de abuso

amplio en Europa, pero escaso en esquizofrénico, con alteraciones senso-


EE.UU.. dado que además no se encuen­ perceptivas tanto auditivas como visua­
tra aprobado por la PDA. Tampoco hay les. Se diferencia del delirium. porque el
importante evidencia sobre la eficacia de campo de conciencia permanece conser­
la carbamazepina para el abordaje del vado en su amplitud al igual que el sen­
deliríum tremens. sorio. El tratamiento puede contemplar
Intoxicación Alcohólica: En estos casos, la combinación de antipsicóticos con
el paciente debe estar internado, por el benzodiazepinas. aunque estas últimas
riesgo de progreso del cuadro hacia la no deberían perpetuarse a largo plazo,
depresión del sensorio y la depresión debido al riesgo de dependencia y a que
respiratoria, garantizándole asistencia res­ no hay evidencia de un mayor riesgo de
piratoria mecánica lARM) en caso de ser convulsiones iTsuang JW. et al. 1995;
necesaria. G lassIBet al. 1989Vb|.
Convulsiones por alcohol: Dado que la Síndrome de Wernicke-Korsakoff: El
mayor parte de las convulsiones por tratamiento debe hacerse con tiamina.
alcohol se expresan como episodios de tan pronto como sea diagnosticado o sos­
"gran mal", cualquier otro tipo de convul­ pechado. Los efectos tardíos del uso cró­
sión como las crisis focales, o las crisis nico de alcohol, capaces de desencade­
parciales pueden indicar complicaciones nar déficit cognitivo persistente por alco­
médicas concomitantes o adicionales de hol o demencia de Korsakoff. no tiene
la intoxicación alcohólica, como hemo­ tratamiento consensuado.
rragia intracraneal, isquemia cerebral,
alteraciones metabóUcas. infecciosas, Conclusiones
traumáticas o neoplásicas. Ello puede Dado que las enfermedades psiquiátri­
deberse al descenso del umbral convul­ cas y también sus tratamientos interfie­
sivo que genera tanto la presencia de ren con el abordaje de las adicciones, se
alcohol, como la intoxicación o la absti­ deben encarar todos los aspectos del
nencia. y que cualquier factor orgánico problema, ya que pueden existir interac­
podría expresarse en esas condiciones. ciones farmacológicas de importancia y a
Si ocurre una convulsión, es necesario la vez objetivos prioritarios sobre otros
que el paciente permanezca internado no (Antón RF. 1999). El médico general, no
menos de 24 hs. Si fuera el primer episo­ solo el especialista, debe entrenarse
dio. y no hay razones médicas extras o continuamente para el abordaje de todas
complicaciones que pudieran haberla estas problemáticas mencionadas dada
causado, no sería necesario el diseño de la alta frecuencia con que estas se pre­
un protocolo de farmacoterapia antiepi­ sentan. y en forma concomitante, en la
léptica (Hillbom M. et al. 2003). práctica diaria (Drake RE. et al. 2001;
Psicosis por Alcohol: El alcoholismo Drake RE. et al. 2000). Por ello, todo
crónico puede generar un cuadro persis­ paciente adicto debe ser evaluado por
tente de alucinosis similar a un cuadro Clínica Médica. Cardiología y Neurología

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EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M Zorrilb Zabilete II T rs M o de Pskoftfmacoto^ía y Nevociencta. Vokimea V. A « r í o m s . Neurotiloto^a y MnsMeraciMies diagnóstics

entre otras especialidades, junto con un de dicha excitación psicomotriz. gene­


buen asesoramiento de un Especialista rándose un círculo vicioso de mayor hipo­
en Farmacología para la confección de dopaminergia a la ya acontecida por la
una adecuada historia clínica farmacoló­ supresión de la adicción. El desconoci­
gica. Además, debe realizarse el monito- miento de la mutación neuroquímica
reo de drogas y los exámenes de labora­ altamente dinámica que tiene lugar en
torio especiales para el mejor diagnósti­ dichos circuitos cerebrales y de las
co y tratamiento, pues el consumo de repercusiones cardiovasculares que se
sustancias de abuso, compromete la producen en dichos estados de agitación
salud en un sentido integral. psicomotriz. implica aspectos éticos en
La esquizofrenia y la adicción es un el abordaje médico de la situación, toda
ejemplo clínico que sintetiza la importan­ vez que puede inducir una escalada de
cia de la recomendación mencionada de medidas farmacológicas antidopaminér-
realizar abordajes integrales y no focales gicas iatrogénicas progresivas, que en
desde el punto de vista farmacológico. lugar de dignificar y mejorar el tránsito
No debe ser olvidado que cuando un hacia la deprivación, lo empeoran
paciente esquizofrénico es también adic­ pudiendo configurar un ensañamiento
to a sustancias de abuso, tiene altas terapéutico de insospechadas conse­
posibilidades de cursar un síndrome de cuencias médicas, humanitarias y lega­
abstinencia cuando se produce una sus­ les. Por ello, entre otras razones, tiene
pensión abrupta del consumo tal como tanta importancia el conocimiento de las
ocurre en un paciente no esquizofrénico, bases farmacológicas de las repercusio­
o bien, cuando es internado psiquiátrica­ nes cerebrales y sistémicas de las adic­
mente por la reagudización de su psico­ ciones.
sis a raíz de la hiperdopaminergia que la
droga le generó. Dicha abstinencia causa Declaración
en el cerebro un estado opuesto al indu­ Esta guía no se propuso ser interpretada o
cido por la droga, pasándose de una ser usada como una práctica médica están­
hiperdopaminergia límbica a una franca dar Las recomendaciones aquí establecidas,
hipodopaminergia en dicha región. La son expresión de los consensos internaciona­
importancia de dicha consideración neu- les de las distintas escuelas psiquiátricas
rofarmacológica radica en que la excita­ citadas y no reemplazan una ajustada evalua­
ción psicomotriz desencadenada, podrá ción clínica de cada situación en particular
empeorar si se usan altas dosis de agen­ realizada por el médico. Además están suje­
tes antidopaminérgicos para el abordaje tas a cambios dependientes de la actualiza­
ción científica y tecnológica. El médico debe
determinar el cuidado clínico para cada
paciente sobre la base de los datos de los que
D O F a d e l H A S erra H Electos p sK o b to ió g k o s de las d rogas de abuso

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92
Tabaquismo; adicción a nicotina'

Débora Serebrisky, Fernando W. Müller

Introducción gran parte de la población, profesionales


El diagnóstico de dependencia al taba­ de la salud inclusive, siguen consideran­
co fue añadido por primera vez al Manual do al tabaquismo como una elección.
Diagnóstico y Estadístico de los Como bien señala la Dra. Reznik. a pesar
Desórdenes Mentales (DSM-llll, elabora­ de que la nicotina reúne todos los crite­
do por la Asociación de Psiquiatría rios para ser catalogada como adictiva
Americana, en la tercera edición corres­ por el DSM IV. y aún cuando no se trate
pondiente al año 1980. El diagnóstico fue de un tema "opinable ”, nos encontramos
cambiado a Dependencia Nicotínica en la a diario con opiniones diversas. Los
tercera edición revisada (DSM-lll-Rl fumadores, aún teniendo acceso a la
publicada en 1987. En los años siguien­ información general creen, o prefieren
tes. luego de que este diagnóstico fuera creer, que fumar es una elección. "YO
introducido por primera vez como una TENGO DERECHO A FUMAR". "LAS PER-
dependencia química, no ocurrió mucho, SONAS ELIGEN CÓMO VIVEN Y QUÉ
hasta que recientemente se empezó a HACEN". (21
enfatizar la necesidad de tratamiento de El famoso informe del Departamento
esta patología, primera causa de muerte de Salud de los Estados Unidos (1) con­
prevenible en el mundo. cluyó que los cigarrillos y otras formas de
Desde el reporte del Departamento de tabaco son adictivos. debido a que contie­
Salud de los Estados Unidos en 1988 (1). nen nicotina (sustancia que causa adic­
sobre las consecuencias a la salud pro­ ción) y que las características farmacoló­
ducidas por el consumo de tabaco y la gicas y conductuales que determinan la
adicción a la nicotina, se le ha empezado adicción al tabaco son similares a aque­
a prestar más atención a los aspectos llas que determinan la adicción a otras
adictivos del consumo de cigarrillos y de sustancias (como la heroína o la cocaína).
otras formas de tabaco, y a pesar de eso Sin embargo, los psiquiatras, aún los

‘ P ublicado en la revista Psiquiatría 15. de se p tie m b re de 2011 y a m p lia d o para esta edición.

93
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorriUi 2ubil«te II TrsM Io de Pskoftfmacotogía y Mewocieflcta. VoOimea V. Adiccioaes. NeuroblolOQia y consMeractoies dügM Stic»

especialistas en adicciones, venimos Sistema Nervioso Periférico y Sistema


ignorando el problema del tabaquismo Nervioso Autonómico. Es un potente esti­
en nuestros pacientes. mulante del SNC y compite con la acetil-
colina (ACh) por sus receptores.
Dependencia a la nicotina La nicotina es el principal alcaloide del
El tabaquismo es una enfermedad cró­ humo del tabaco y el determinante de la
nica y recurrente sostenida por una triple dependencia farmacológica, se cree que
dependencia: química, psicológica y social. es la sustancia responsable del sabor
Para que exista farmacodependencia se característico del tabaco. Durante la
requiere la convergencia de tres condiciones: combustión del cigarrillo, la nicotina se
1*^ el consumo de un producto psicoactivo destruye en un 35%. otro 35% va a parar
2® una actitud, caracterizada por la al humo ambiental, el 22% se inhala a
conducta de "búsqueda de droga" través de la corriente principal y el res­
3® la existencia de estímulo exterior tante 8% se retiene en la porción no con­
asociado al consumo sumida del cigarrillo. En su forma ioniza­
El producto psicoactivo capaz de gene­ da. la que predomina a pH ácido, la nico­
rar farmacodependencia o adicción a tina atraviesa con dificultad las barreras
sustancias, debe provocar cambios en el celulares, mientras que en estado de
humor, la cognición o la conducta. base libre, cuando el pH es alcalino, lo
El comportamiento de "búsqueda de hace con extrema facilidad. Este es el
droga" es una actitud de auto administra­ motivo por el cual, la nicotina del humo
ción que queda condicionada por sus con­ del puro o de la pipa que tiene un pH de
secuencias o efecto reforzador positivo. aproximadamente 8.6 (alcalino), se
Se considera estímulo exterior, a las absorbe con rapidez a través de la muco­
situaciones vivenciales asociadas al con­ sa oral, mientras que el humo del ciga­
sumo. pueden ser externas (música, lla­ rrillo. que tiene un pH alrededor de 5.5
mado telefónico, olores, sabores) o inter­ (ácido), se absorbe en un 90% a través de
nas lira, hambre, miedo, alegría). Estos los pulmones. Esto explicaría por qué los
estímulos suelen ser neutros, es decir no fumadores de puro y pipa no suelen tra­
están relacionados con las propiedades garse el humo, al contrario que los de
farmacológicas de la sustancia (32). cigarrillos que si precisan inhalar el
La nicotina es el producto psicoactivo. humo para alcanzar sus efectos.
componente del tabaco responsable de la Presenta absorción rápida por el tracto
adicción. Es una amina terciaria con una respiratorio, y limitada por mucosa bucal,
piridina y un anillo de pirrolidina. Es un piel y estómago. Se metaboliza por híga­
alcaloide líquido natural con propiedades do (80 - 90%). riñón y pulmón, siendo sus
insecticidas. Es una base débil volátil de metabolitos la cotinina y la nicotina-1-N-
aspecto incoloro, de olor fuerte y sabor Óxido. La concentración sérica de nicoti­
quemante. Tiene acción bifásica sistémi- na aumenta velozmente tras su consu­
ca en Sistema Nervioso Central (SNC), mo. logrando cifras máximas a los 10 o

94
D Serebriskf. FW Müller II Tabaquismo; adicción a nicotina

15 minutos. Una vez en el torrente san­ nicotina, más rápido que si se la adminis­
guíneo el 95% se ioniza y circula como trara por vía endovenosa. El efecto sobre
nicotina libre, el restante 5% se une a el hipotálamo es inmediato. La vía de
proteínas. A los 20 minutos cae la con­ ingreso de una sustancia al organismo
centración en sangre por captación de define cuán adictiva puede ser; cuánto
los tejidos. Esta dinámica de distribución más rápido se produce el estímulo,
hace que los valores de nicotina en el mayor capacidad adictiva tendrá la sus­
SNC no coincidan con la concentración tancia. Es importante recordar que la
de nicotina en plasma. Tiene una vida inhalación es la vía más rápida de llegada.
media de 2 horas y se excreta por riñón, El mecanismo de acción de la nicotina
saliva y leche. Es el "paradigma" de las es muy complejo. Por su similitud
sustancias adictivas. su consumo es estructural con la acetilcolina (ACh).
legal y aceptado universalmente por lo actúa sobre los mismos receptores origi­
que resulta la droga de abuso más difun­ nando una estimulación ganglionary una
dida del mundo (32). desensibilización posterior La acción de
Cuando un fumador le da una pitada a la nicotina sobre el sistema nervioso está
su cigarrillo, el humo llega de inmediato estrechamente relacionada con los pro­
a los alvéolos pulmonares y de allí la cesos de refuerzo de conductas, que tie­
nicotina pasa rápidamente a los capila­ nen su asiento en los "circuitos de
res. dado que el pulmón es la mayor recompensa" que influyen en los estados
superficie de absorción de nuestro orga­ de ánimo y en las sensaciones placente­
nismo. La nicotina llega a los neurorre- ras. ligados al uso de sustancias (legales
ceptores del SNC en 8 a 12 segundos. El e ilegales), incluida la adicción a la nico­
fumador recibe una dosis significativa de tina. Cuando una persona consume una

FIGURA 1

95
EDITORIAL SCIENS
LM Zíe h e r • M Zo riH te Z vM le te H Tratado de P s íc o f«n iK o [iH |ía y H e u to c l^ K ia . Volumen V . Adiceíones. N eu toUolOQía y consIderaciOBes diagr^stíeas

su s ta n c ia q ue e s tim u la este s is te m a . gica de d o p a m in a ), lo q ue h a rá que el


te n d rá un a u m e n to de su sensación de individuo ten g a deseo de re a d m in is tra rs e
p la c e r (m ed iad a p or lib eració n no fis io ló - dicha s u stan cia, (m e c a n is m o fisio p ato ló -

F I6 U R A 2

N atural Rew ards Elevate


Dopam íne Levels

Food Sex
200
NAc Shell

1 150
3
O
<
S 100
Empty^
Box Feeling

° F em a le present
I I I I I I I I
60 120 180 S am ple 1 2 3 ¿ 5 6 7 8
T im e (min) n um ber

M odificado de Di Ch iara et a l.. N euroscience, 1999, Fiorino and Phillips. J. Neuroscience. 1997.

F IG U R A S

1 2 3hs
Time afler drug

M odificado de Di Ch iara and Im p erato . PNAS. 1988.

96
D Serebrisky. FW Müller // Tabaquismo; adicción a nicotina

gico para la aparición de la dependencia). normales esenciales para la superviven­


Las gratificaciones naturales aumen­ cia de la especie humana.
tan la transnnisión dopanninérgica. Por Las drogas de abuso, nicotina inclusive,
ejennplo. conner o tener sexo puede también aumentan los niveles de dopa­
aumentar los niveles de dopamina (DA), mina en los circuitos de recompensa,
reforzando estas conductas. Este refuer­ como se puede observar en la Figura 3.
zo de conducta, desarrollado en el siste­ Efecto de la nicotina [0.6 mg/kg (s.c.)]
ma límbico del mesencéfalo, está desti­ sobre el flujo de dopamine del accumbens
nado a preservar la especie y es una de y del caudado. Los resultados se expresan
las condiciones más primitivas de la como porcentaje de los valores basales.
escala animal (cerebro reptil). La nicotina ejerce un efecto doble sobre
En los siguientes gráficos (Figura 2). la liberación de dopamina (Figura 4).
que miden los niveles de dopamina en La combinación de los dos efectos:
cerebros de animales, podemos ver el aumento de la liberación de dopamina y
aumento que se produce en respuesta a la disminución de la respuesta inhibitoria
estímulos fisiológicos como comida o gabaérgica, da lugar a una amplificación
sexo. Este mecanismo básico ha sido cui­ de las propiedades gratificantes de la
dadosamente formado y calibrado por la nicotina.
evolución para recompensar actividades

FIGURA 4

GABA

L a n ic o tin a e s tin n u la la s n e u ro n a s d e l Á r e a
T e g n n e n ta l V e n tr a l (ATV) p a r a q u e lib e r e n DA

NIC en e l N ú c le o A c c u m b e n s (N A c ).
ToN ac
Estinnula la lib e r a c ió n d e g lu ta n n a to (G lu)
p ro d u c ie n d o u n a lib e r a c ió n a d ic io n a l d e DA.
L a s c é lu la s d e l ATV e s tim u la n la lib e ra c ió n d e
G A B A p a ra m o d e r a r e l e fe c to d o p a m in é rg ic o .

GABA

U n o s m in m á s t a r d e , la s c é lu la s g lu t a m a *
té r g ic a s s ig u e n e s tim u la n d o la lib e r a c ió n d e
N ic
D A (-t-’f). p e ro la lib e r a c ió n d e G A B A e s in h ib id a
(•). r e s u lta n d o e n n iv e le s a lto s y s o s te n id o s d e
+ +
DA en NA c.

Modificado de Di Chiara and Imperato. PNAS. 1988.

97
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • H Zo riU i Zvbitete // Triudo de PsK»(«tna(0(09ia y Mevocieocia. Votereea V. AdicciOMS. NeurobM o^ y consMeraciMes ««gnóstius

Craving casi completa, indicando que los fumado­


El concepto de craving ha resurgido con res tabaco-dependientes mantienen sus
fuerza en la investigación y clínica de las receptores saturados durante el día.
drogodependencias en los últimos años, Dado que la nicotina se une a su receptor
aunque se conoce desde hace más de de manera prolongada desensibilizándo-
medio siglo. La traducción del término lo. la extensión de ocupación de los recep­
anglosajón al castellano no siempre con­ tores hallada por Brody y Col [A], sugiere
sigue una correcta adecuación. El cra­ que el tabaquismo podría aliviar los sín­
ving por drogas ha sido conceptuado tomas de abstinencia manteniendo los
como "anhelo" de consumo de drogas o receptores en estado de desensibilización.
"apetencia" por reexperimentar los efec­ Los grandes fumadores no logran
tos de una droga, como un fuerte "deseo" refuerzo positivo por dopamina porque
o "ansia" irresistible. (3) sus receptores ocupados permanente­
En la imagen podemos observar como mente por nicotina permanecen bloquea­
la nicotina proveniente de un cigarrillo se dos, estos sujetos sólo fuman para evitar
une a los receptores nicotínicos despla­ los síntomas de abstinencia.
zando el marcador radiactivo (rojo y ama­
rillo indican altos niveles del marcador, Síndorme de abstinencia
verde indica niveles intermedios, y el azul Cuando un fumador deja de fumar,
indica niveles bajos). La nicotina de tres sufrirá el síndrome de abstinencia a la
pitadas desplaza el 75% del marcador, y nicotina, caracterizado por los siguientes
la nicotina de tres cigarrillos, desplaza síntomas:
casi todo (Figura 5). • Estado de ánimo disfórico o depresivo
Un típico fumador diario tiene ocupa­ • Insomnio
dos sus receptores a4p2-nACh en forma • Irritabilidad

FIGURA 5

3 p ita d a s lo g ra n d e s p la z a r 3 c ig a r r illo s lo g ra n d e s p la ­
7 5 % d e l m arcad o r. z a rlo cas i p o r connpleto.

Brody. A.L., et al. Cigarette smoking satúrales brain alpha ó beta 2 nicotinic acetylcholine receptors. Archives of General
Psychiatry 63|8|;907.915. 2006.

98
D Serebrisky, FW Müller // Tabaquismo: adicción a túcofina

• Frustración transmisorl produce una down-reguta-


• Ira tion (reducción en el número de recepto­
• Craving res). mientras que una exposición cróni­
• Ansiedad ca a un antagonista (molécula que se fija
• Dificultad en la concentración en el receptor y bloquea la acción del
• Disminución de la frecuencia cardíaca neurotransmisori produce el efecto
• Aumento del apetito y del peso opuesto, una up-regulation. La nicotina
• Enlentecimiento en el EEG produce en el receptor el efecto opuesto,
• Cambios en los REM ya que experimenta una up-regulation en
• Disminución de catecolaminas y cortisol su presencia. Cuando la nicotina se une
al receptor, una vez que lo despolariza, el
Los receptores nicotínicos de acetilcoli- mismo cambia su configuración desensi-
na lAChRnl abundan en la corteza cere­ bilizándose durante un tiempo, hasta que
bral. el tálamo y el núcleo interpeduncu- la nicotina sea metabolizada. Cuando eso
lar y en menor medida en la amígdala, el suceda, el receptor podrá ser estimulado
septum, núcleos motores del tronco del nuevamente.
encéfalo y locus ceruleus (LcCi. Las neu­ Hay evidencia de que la nicotina esti­
ronas dopaminérgicas del ATV proyectan mula el sistema dopaminérgico de las
hacia el NAc y otras estructuras límbicas recompensas (6. 7. 8) al ser captada por
(incluyendo la amígdala, el hipocampo), el receptor colinérgico nicotínico (AChRn)
la corteza prefrontal y el núcleo pálido del ATV. Este proceso de estimulación,
ventral. La nicotina incrementa la fre­ que descarga DA en el Nac, es seguido
cuencia de disparo de neuronas en el ATV por un fenómeno de tolerancia aguda
y facilita la liberación de DA en el NAc. (taquifilaxia) característico de la nicotina,
Las neuronas dopaminérgicas expresan que consiste en un bloqueo temporal del
al menos tres subtipos de receptores AChRn para la respuesta neurofisiológica
nicotínicos. Dos de ellos tienen en común (apertura de los canales iónicos y despo­
la presencia de subunidades p2 y una larización celular). Este corto período de
composición más heterogénea de subu­ inacción continúa con un nuevo estímulo,
nidades a. mientras que el tercero está una vez que el AChRn se sensibiliza.
compuesto de sólo subunidades a7. (5) Como la nicotina circula ionizada y libre
Ciertas características de los recepto­ durante las dos horas que dura su pre­
res nicotínicos podrían dar una idea de sencia en el SNC. estimula e inhibe el
algunos aspectos de la dependencia al AChRn de manera bifásica. (9)
tabaco. Estas características se relacio­ El consumo crónico de nicotina o la
nan con el fenómeno de tolerancia. La aplicación prolongada en experiencias de
regla normal en farmacología de los laboratorio, junto a la comentada acción
receptores, es que una exposición cróni­ bifásica, son responsables del efecto
ca a un agonista (molécula que se fija en denominado tolerancia crónica, que pro­
el receptor y simula el efecto del neuro- voca cambios adaptativos en el cerebro.

99
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M Zorrilla ZiAilete // T r iM o de Psicot^rnacotogía y N a V. AdíRWMS. Neut0til0(09ia y consideraciones dugaosticas

por desensibilización del sitio de unión tabaco y. principalmente por el potencial


en el receptor colinérgico. La presencia de abuso de la nicotina, el fumador
permanente de nicotina ionizada y la queda atrapado entre el "premio" por
desensibilización crónica del AChRn. fumar y el "castigo" por no hacerlo. Con
pronnueven cambios estructurales en el el paso de los años y dependiendo de fac­
SNC, dando lugar a una multiplicación o tores genéticos, culturales y personales,
sobre expresión de los AChRn del ATV se transformará en adicto a la nicotina,
[up-regutation]. con el grave riesgo para la salud y calidad
Los fenómenos de tolerancia aguda y de vida que esto implica (32).
crónica asociados al consumo de tabaco
son característicos de la nicotina y la dis­ Farmacocinética y personalidad
tinguen de los mecanismos implicados Washton y Boundy (11) en su libro
en la adicción a otras sustancias, hacien­ "QUERER NO ES PODER: Cómo com­
do que la misma se comporte más como prender y superar las adicciones ", reali­
antagonista que como agonista colinérgi­ zan una detallada descripción de lo que
co para el AChRn. (9. 10) ellos denominan el "Sistema de creen­
cias adictivo".
El rol de La noradrenalína: el mecanismo de "premio ..."Constituyen un conjunto de creen­
y castigo" cias. decires básicamente referidos a
La descarga de un pulso inmediato de cómo deberían ser el mundo y uno
DA en el Nac provoca placer, euforia o mismo"... "Estas creencias por lo general
recompensa por fumar y opera a modo no son conscientes. Son creencias pro­
de refuerzo positivo. fundas que impulsan a las personas a
La presencia de nicotina en los AChRn comportarse de cierto modo, aunque no
del LcC descarga NA en el circuito nor- tengan conciencia de la motivación de
adrenérgico del SNC. responsable del fondo"...
estado de alerta y de la reducción del Algunas de estas creencias son: el per­
estrés. De esta manera, la ausencia de feccionismo y la sobre exigencia, la idea­
nicotina no sólo implica la falta de refuer­ lización. la búsqueda de aprobación, la
zo dopamínico sino que además desequi­ fantasía de omnipotencia, la sensación
libra el circuito de la abstinencia en las de impotencia, la intolerancia a la frus­
vías noradrenérgicas que se inician en el tración. la gratificación inmediata (arre­
LcC del tronco cerebral, desencadenando glo rápido), la dificultad con los límites y
un síndrome de deprivación en el que se la anestesia emocional. La Dra. Reznik
suman una serie de síntomas aversivos (2) explica detalladamente cómo se apli­
característicos de la falta de nicotina. can estas creencias al caso del fumador
Evitar el displacer que aparece en estas y cómo eso incide en su actitud hacia su
condiciones ante la privación de nicotina, propia conducta adictiva.
opera a modo de refuerzo negativo. Sólo nos gustaría destacar que los
Al poco tiempo de iniciar el consumo de pacientes con patología adictiva suelen

10 0
D Serebrisky. FW Müller // Tabaquismo; adicción 3 nicotina

presentar intolerancia a la frustración y ría de los fumadores prueban el cigarrillo


deseos de gratificación inmediata. Como por primera vez en su adolescencia y
es sabido, estos rasgos denotan un cier­ continúan fumando por años, obviamen­
to grado de inmadurez en la estructura te. a pesar de conocer por lo menos algu­
de la personalidad. El fumador busca, nos de sus efectos dañinos para la salud.
frente a la frustración de la vida cotidia­ También hay sobradas evidencias de que.
na. un elemento que le provea de gratifi­ habiendo logrado dejar de fumar, son
cación inmediata. Algo que. de alguna muy frecuentes las recaídas. Los estu­
manera oculte su dolor. Nada "mejor" dios demuestran que sólo un bajo por­
para ello que un cigarrillo: tan al alcance centaje (entre 2 y 8% según los estudios
de la mano, tan económico, tan adaptable consultados) de quienes intentan dejar
a las necesidades... de fumar sin ayuda, logran sostener la
abstinencia a los 30 días (12). O sea. que
El tabaquismo, una adicción el tabaquismo es una enfermedad cróni­
La gente fuma tabaco por los mismos ca y recurrente. En cuanto a las conse­
motivos que se consumen otras sustan­ cuencias nocivas para la persona adicta y
cias: para sentirse bien - experimentar para quienes lo rodean, nada tan nocivo
nuevos sentimientos y sensaciones, como el humo ambiental del tabaco. El
compartirlas - o para sentirse mejor; en tabaquismo es la única adicción que
un intento de disminuir la ansiedad, las enferma de las mismas enfermedades al
preocupaciones, los miedos, la soledad, adicto y a quienes lo rodean, fenómeno
la depresión o la desesperanza. El NIDA conocido por el nombre de "fumadores
(National fnstitute on Drug Abusel deUne pasivos" o “tabaquismo secundario". Por
la drogadicción como una enfermedad último, faltaría referirnos a la pérdida del
crónica del cerebro, a menudo con recaí­ autocontrol ante el consumo de cigarri­
das. caracterizada por la búsqueda y el llos. Los estudios de Joseph DiFranza
consumo compulsivo de sustancias a (13). de la Universidad de Massachusetts.
pesar de las consecuencias nocivas para han demostrado disminución de la auto­
la persona adicta y para quienes lo nomía habiendo fumado muy pocos ciga­
rodean. SÍ bien es cierto que la decisión rrillos. Utilizando una encuesta auto-admi-
inicial de consumir sustancias es volun­ nistrada iHooked on Nicotine ChecktistI.
taria en el caso de la mayoría de las per­ que fue completada por 367 fumadores
sonas. con el tiempo los cambios que adolescentes en Massachusetts. Di Franza
ocurren en el cerebro pueden afectar el corroboró los hallazgos acerca de la pér­
autocontrol y la habilidad del usuario dida de la autonomía frente al cigarrillo
para resistir los impulsos intensos de en jóvenes norteamericanos. Sus datos
consumirlas. confirman los resultados del estudio de
Intentemos analizar esta definición en Nueva Zelanda, mostrando autonomía
función del tabaquismo. Que el tabaquis­ disminuida entre los sujetos que habían
mo es crónico, no cabe dudas. La mayo­ fumado sólo uno o dos cigarrillos.

10 1
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorriUi Zriiilete II T n M o de Psicotemacología y Nevociencta. Voiutnei V. Uccioaes. Neurobloto^ y consideraciones AügMSticas

Tabaquismo y trastornos mentales simple, trastornos por ansiedad genera­


La primera pregunta que podríamos lizada (TAG), abuso o dependencia al
hacernos, considerando que la adicción a alcohol, abuso de otras sustancias, per­
la nicotina guarda similitudes con otros sonalidad antisocial, trastornos de la
cuadros por abuso de sustancias, sería conducta o psicosis no afectivas. Los
¿por qué co-ocurren los trastornos men­ sujetos fueron categorizados en tres gru­
tales y el abuso de sustancias? Las teorí­ pos: 11haber padecido un trastorno men­
as más aceptadas en la actualidad son tal (en cualquier momento de la vida), 2)
las siguientes: trastorno psiquiátrico activo (durante el
1. Automedicación: el abuso de sustan­ último mes) o 3) sin trastorno psiquiátri­
cias comienza para aliviar los síntomas co. Por otro lado, se definió la categoría
de un trastorno mental preexistente. de "alguna vez fumador", para aquellos
2. Efectos causales: el abuso de sus­ sujetos que fumaron diariamente duran­
tancias podría aumentar la vulnerabili­ te un mes o más. y "fumador actual" se
dad a padecer un trastorno mental, para definió a quienes fumaron diariamente
el cual determinados sujetos tiene una durante el último mes. Los participantes
predisposición genética. con historia de trastorno mental tenían
3. Causas comunes o correlacionadas: mayores tasas de tabaquismo, que
los factores de riesgo de enfermedad aumentaban aún más entre el grupo de
mental y abuso de sustancias podrían trastorno psiquiátrico activo (durante el
estar relacionados o superpuestos. último mes). Las tasas de tabaquismo a
De hecfio, sea cual fuera la [hipótesis, la lo largo de la vida para los tres grupos
prevalencia de tabaquismo en la pobla­ fueron: grupo sin trastornos psiquiátri­
ción psiquiátrica es significativamente cos 39.1%. trastorno psiquiátrico en
mayor que en la población general. La algún momento de la vida 55.3% y para el
probabilidad de que una persona que grupo con trastorno psiquiátrico activo
padezca un trastorno mental fume es 59.0%. siendo la diferencia estadística­
aproximadamente el doble de la que pre­ mente significativa (P<.001) [U |.
senta una persona que no lo padezca (13. El consumo de tabaco es más preva-
U . 15. 16). Los datos del National lente en casi todo tipo de patología psi­
Comorbidity Sun/ey (NCSI. administrado quiátrica. Las patologías en las que más
en los EEUU entre septiembre de 1990 y ampliamente ha sido estudiada esta
febrero de 1992. a 8098 personas de las comorbilidad han sido los trastornos psi-
cuales 4411 respondieron preguntas cóticos. los trastornos afectivos y de
sobre tabaco, confirmaron esta hipótesis. ansiedad y el consumo de otras sustan­
Este estudio incluyó en la categoría de cias psicoactivas (30). Estos pacientes
enfermedad mental uno o más de los reúnen más frecuentemente los criterios
siguientes cuadros: depresión mayor, de dependencia nicotínica o del tabaco,
trastorno bipolar, distimia, trastornos siendo además ésta más intensa, si se
por pánico, agorafobia, fobia social, fobia mide por los criterios habitualmente

10 2
D Serebriskf. FW Müller II Tabaquismo; adicción a nicoúna

establecidos (18. 19). En general, existe En el caso de las alteraciones del


una relación directamente proporcional ánimo, el tabaquismo diario resultó un
entre la intensidad de la clínica psiquiá­ elemento predictor independientemente
trica y la gravedad de la dependencia de que el tabaquismo fuera actual o
tabaquica |20|. pasado. En el caso de los trastornos por
Pero el camino inverso también es váli­ pánico y agorafobia, el tabaquismo actual
do. Breslau y colaboradores (21) compro­ fue predictor del desarrollo de este cua­
baron que el tabaquismo sería un factor dro. pero no el tabaquismo pasado. Más
de riesgo para el desarrollo de trastornos aún. el riesgo de padecer estos cuadros
psiquiátricos. Estos autores utilizaron los disminuyó en los ex fumadores conforme
datos provenientes del National Comorbidity aumentaba el tiempo desde la cesación
Survey INCS). una muestra representativa tabáquica. En el caso de los trastornos
de la población norteamericana de 15 a por uso de sustancias, el tabaquismo
54 años. El efecto estimado de tabaquis­ actual, pero no el pasado, predijo el
mo diario varía según el trastorno psi­ desarrollo de estos cuadros, sin variacio­
quiátrico considerado. Estos autores nes en función del tiempo transcurrido
concluyeron que el tabaquismo actual desde la cesación.
diario preexistente era un predictor signi­ Farrel et al (22) hicieron el camino
ficativo de: opuesto y compararon la prevalencia de
1. Depresión mayor trastornos mentales en población depen­
2. Distimia diente y no dependiente, demostrando
3. Trastornos de pánico que el tabaquismo es más prevalente en
4. Agorafobia población dependiente (Figura 6). siendo
5. Abuso o dependencia de otras sus­ la prevalencia de trastornos mentales en
tancias la población no dependiente (de ninguna

FIGURA 6

T rasto rn o m e n ta l

No dep endie nte s Dep. de n icotina Dep. de a lc o h o l Dep. de o tra s sustancias

103
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M ZorriUi Zrttikte II T r tM o de Psii « V. Adictiotes. Neutobioto^a y o eractones dttgMSttce

sustancia) del 12% mientras que en la de 32 a 48 años de edad, de las cuales


población con dependencia a la nicotina 246 eran fumadoras y 307 eran no fuma­
la prevalencia era del 22%. dores. Las participantes fueron evalua­
En un estudio realizado por Grant das para determinar si había alguna rela­
Bridget y colaboradores (23). en los ción entre la historia de los trastornos
EEUU, en el que se evaluaron 43.093 psiquiátricos y la gravedad de los sínto­
adultos, entre 18 y 24 años, se demostró mas de abstinencia de la nicotina. Se
que los pacientes con trastornos menta­ identificaron tres grupos según la severi­
les fuman proporcionalmente mayor can­ dad de los síntomas de abstinencia: leve,
tidad de cigarrillos. Los fumadores con moderado y grave. En esta cohorte, las
patología psiquiátrica representan el mujeres con depresión mayor, depen­
30,3% de todos los fumadores en los dencia al alcohol, trastornos de la con­
EEUU, y sin embargo, este grupo consu­ ducta y fobia social mostraron tener 3.91
me el 46.3% de todos los cigarrillos que (2.02-7.56). 16.29 (7.88-33.71). 21.81
se fuman en los EEUU. (7.74-61.41). 6.28 (2.47-15.96). y 6.42
Pero además, si estos pacientes quisie­ (2.11-19.54) mayores probabilidades de
ran dejar de fumar se encontrarían con experimentar abstinencia nicotínica
mayores dificultades que los demás severa que las mujeres sin trastornos
pacientes dado que los fumadores con un psiquiátricos.
historial de trastornos psiquiátricos tie­ Otro aspecto interesante asociado al
nen mayor probabilidad de experimentar tabaquismo es el aumento de los índices
abstinencia grave. Madden y col (24) de suicidio en fumadores. Dolí (25) reali­
estudiaron hermanas gemelas adultas. zó un estudio que comenzó en 1951, con

FIGURA 7

E xiste u n a fu e r te a s o c ia c ió n e n tre e l ta b a q u is m o p e s ad o y a lto s ín d ices de su icid io

57
s 60-
L. tO

1o s 4 0 -
29
V) 1
0) ¿ 23
20-

¡a
S c 0
ü ‘3

Js N unca Ex funnad ores


fu m a d o re s
C ig a r r i ll o s / O í a
F u m a d o re s a c tu a le s
H o m b re s

104
D Serebrisky. FW Müller // Tabaquismo; adicción 3 racotina

el envío de un cuestionario sobre hábitos de la salud realizado en los EEUU iThe


tabáquicos a todos los hombres y muje­ Health Professionals FoUow-Up Studyl.
res en el registro médico británico resi­ Este estudio se realizó en 1986 en EEUU,
dente en el Reino Unido. Respondieron en 51.529 hombres de 40 a 75 años. El
muchos más hombres (n = 34.439) que grupo de estudio estaba compuesto por;
mujeres (n = ó.194), y por eso se hizo 29.683 dentistas. 10.098 veterinarios.
seguimiento de los hombres entre 1971 y 4.185 farmacéuticos. 3.745 optometris-
1991. contando al final del período en tas. 2.218 médicos osteópatas y 1.600
estudio con 10,615 sujetos respondedo­ podólogos; la mayoría de los cuales eran
res. Los grandes fumadores, definidos adultos mayores blancos. El objetivo del
como aquellos que fuman 25 o más ciga­ estudio era evaluar factores de riesgo de
rrillos por día. fueron significativamente enfermedades cardíacas y de cáncer, por
más propensos a cometer suicidio que lo que incluyó preguntas sobre historia
los nunca fumadores o los fumadores de tabaquismo. Se eligió como población
leves (Figura 7). de estudio a los profesionales de la salud
El lector avezado seguramente se esta­ por considerarlos más predispuestos a
rá preguntando si el aumento en los índi­ sostener su compromiso con el estudio a
ces de suicidio observados en el estudio lo largo de los años. Los profesionales
de Dolí no estará relacionado con la encuestados recibieron cuestionarios de
patología psiquiátrica asociada al taba­ seguimiento cada dos años durante ocho
quismo. Podríamos intentar encontrar años. Fumar 15 o más cigarrillos/día se
una respuesta a ese interrogante en el definió como "fumadores pesados". 1 a
estudio de seguimiento de profesionales 14 cigarrillos/día se definió como "fuma-

FIGURA 8

P<.001

,1 6
3
£
S. i

1.0

Nunca fumadores Ex fumadores 1 -U ln-1333) 215 ln-22¿11

Cígarrillo$/día
fumadores actuales

105
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • H ZorrilU Zrtiiiete II T r iM o de PsKoftfRUcología y Ikvociencta. Voiiimei V. A «c tiO M S . Neutoblo(o^ y consideraciones «a g M S tk s

dores livianos". Las causas de muerte de estudio examinó la relación entre los
los participantes fueron obtenidas de sus comportamientos suicidas y el tabaco,
parientes cercanos, connpañeros de tra­ utilizando una muestra de seguimiento
bajo. autoridades postales y de los índi­ de 990 personas, representativas de la
ces de Mortalidad Nacionales. El riesgo muestra total. Todos los participantes
relativo se definió conno la incidencia de fueron evaluados con la entrevista
suicidio entre los que tenían historia de estructurada. Diagnostic Interview
tabaquisnno sobre los índices de suicidio Schedute for D5M-III-R. del Instituto
entre los nunca fumadores (Figura 8). Nacional de Salud Mental de los EEUU,
Tabaquismo y riesgo aumentado de para realizar diagnóstico de trastornos
suicidio en profesionales de la salud. mentales. La primera entrevista fue en
En la Figura 8 podemos observar el 1989 y posteriormente se realizaron
riesgo relativo de suicidio según estatus entrevistas de seguimiento a los 3, 5 y 10
fumador. El riesgo relativo se ajustó años. En la primera entrevista se evaluó
según período de tiempo, edad, consumo antecedentes de trastorno psiquiátrico a
de alcohol, y estado civil. A lo largo de los lo largo de la vida y tabaquismo diario. Se
ocho años de seguimiento. 82 personas agruparon la ideación suicida con los
cometieron suicidio. Miller y colaborado­ intentos de suicidio. Las odd ratios ajus­
res (26) encontraron que el riesgo relati­ tadas (para historia de depresión mayor y
vo de suicidio era A.3 veces mayor para trastornos por uso de sustancias) para el
los fumadores comparado con los nunca aumento del riego de conductas suicidas
fumadores (95% Cl. 2.2-8.5; P<.001). El en fumadores actuales en comparación
riesgo relativo de suicidio para los fuma­ con los nunca fumadores fue de 1.82
dores livianos era 2.5 (95% Cl. 0.9-7.3) y (95% Cl. 1.22-2.69: P<.05|.
para los ex-fumadores 1.A (95% Cl. 0.9-2.4) Mientras que el aumento del riesgo de
comparados con los nunca fumadores. muerte por suicidio resulta esperable
Pero no solamente el riesgo de suicidio para la población con patología psiquiá­
se encuentra aumentado en los fumado­ trica. un alto porcentaje de estos pacien­
res sino que también se observa riesgo tes mueren prematuramente por causas
aumentado de conductas suicidas. El asociadas al tabaquismo. En los distritos
consumo de tabaco se asocia con un de salud de Worcester y Kidderminster
mayor riesgo de conductas suicidas entre en Inglaterra se realizó un estudio basa­
los adolescentes y adultos, independien­ do en los registros poblacionales de
temente de otras sustancias, los sínto­ casos psiquiátricos, para evaluar causas
mas depresivos y la ideación suicida de muerte asociadas a enfermedad psi­
anterior Breslau et al (21) realizaron un quiátrica (27). Se evaluaron todos los
estudio longitudinal, en población de ingresos al registro entre los años 1974 y
entre 21 y 30 años de edad, todos miem­ 198A (n = 16871. entre 15 y 89 años de
bros de una organización de manteni­ edad. Un estudio preliminar de todos los
miento de la salud de Michigan. Dicho pacientes que usan esos servicios psi­

106
D Serebrískf. FW Müller U Tabaquismo; adicción a ticolina

quiátricos mostró que las m uertes entre m aturam ente eran: depresión (en m uje­
estos pacientes excedieron las muertes res y varones), dependencia de alcohol y
esperadas para la población general de sustancias, y trastornos de la personali­
esa zona en un 80%. y que el riesgo rela­ dad (en varones). El Reino Unido es único
tivo fue máximo durante el prim er año en cuanto a su dedicación a combatir el
luego de en trar al registro (aumento sig­ tabaquismo, ofreciendo apoyo conduc-
nificativo para ambos sexos y para todos tual a todos los fumadores de manera
los grupos etarios). Al evaluar las causas gratuita a través del Servicio Nacional de
de m uerte prem atura se encontraron con Salud, con farmacoterapia a bajo costo.
un aumento de m uertes debido a acci­ El servicio ha demostrado ser efectivo y
dentes (incluyendo los suicidios) y enfer­ costo-efectivo, no obstante lo cual sólo
medades respiratorias. Uno podría supo­ una minoría de los fumadores lo usa
ner. considerando lo a n terio rm en te actualm ente, lo que explicaría la alta
expuesto, que las muertes por enferm e­ mortalidad en este grupo de pacientes.
dades respiratorias deben estar relacio­ También al exam inar la evolución del
nadas con las características particula­ cuadro de base de estos pacientes, nos
res del tabaquismo en esta población. encontramos con factores de peor pro­
Los diagnósticos psiquiátricos más fre­ nóstico asociados al tabaquismo, como
cuentes en la población que murió pre­ surge del estudio de Iván Montoya y cola-

FIGURA 9

Usos de drogas ilícitas


Pacientes psiquiátricos que fuman tienen;
30-
22.3
% 20- P-.OOOO
- Incidencia mayor de uso de sustancias ilícitas
10- 2 .9

No fumadores Fumadores activos

Falta de adherencia
60-
• Menor adhesión al tratamiento P=.0000
% ^0"
20-
0 -
No fumadores Fumadores activos

S 60- P - .O O O
- Puntaje más bajo en la escala GAP VI
(Evaluación Global de Funcionamiento! g AQ-
§ 20-
u.
á 0-
No fumadores Fumadores activos
Modificado de Montoya et al. Am j Addict, 20Q5:U(5):441«454.

107
ED ITO R IA L SCIEN S
LM Zieher • M ZorriUa Zabiiete II TrtM Io de Psicofvinacoto^ía y M i V. AdíccMMS. Neut0bl0(09ia y consideraciones diagMStks

boradores (28) en el cual se comparó consumo (Refuerzo Positivo) 70.000


pacientes psiquiátricos fumadores con veces en un año y millones de veces en la
no fumadores. Se le administró un cues­ vida de un fumador Los lugares, circuns­
tionario a 615 psiquiatras, todos miem­ tancias o estados de ánimo en los que
bros de la Asociación Americana de estos refuerzos sucedan quedarán ínti­
Psiquiatría, que dedicaban 15 floras mamente ligados a la nicotina y al acto
semanales o más a la atención directa at de fumar Pero cuando un fumador se
paciente (Figura 9). Los psiquiatras pro­ abstiene de fumar una cascada de sínto­
porcionaron datos sobre 18¿i3 de sus mas aversivos vuelven a reforzar el con­
pacientes. Se excluyeron los pacientes sumo (refuerzo negativo).
sobre los que no había información sobre La fusión entre refuerzos positivos,
su estado de fumador, por lo que queda­ negativos y gestuales con la enorme faci­
ron 1.752 pacientes. De estos pacientes, lidad para acceder al consumo de tabaco,
el 16.6% eran fumadores y el 83.A% no. asociada a los actos de vida del fumador,
Los pacientes fumadores tenían mayor constituyen la base de esta adicción (32).
incidencia de uso de sustancias ilícitas, Existe alta prevalencia de comorbilidad
menor adherencia al tratamiento psi­ psiquiátrica entre tabaquistas y alta pre­
quiátrico y puntajes más bajos en la valencia de tabaquismo entre pacientes
escala de Evaluación Global de psiquiátricos. Los pacientes psiquiátricos
Funcionamiento, todos factores de mal fuman más cigarrillos (proporcionalmen-
pronóstico en cuanto a la evolución de su tel y presentan abstinencia más severa al
cuadro psiquiátrico. intentar dejar de fumar. El tabaquismo se
asocia a factores de mal pronóstico
Conclusiones (mayor uso de sustancias ilícitas, menor
Todas estas consideraciones sirven adherencia al tratamiento y menor pun­
para acercarnos a conocer esta compleja taje en GAF) de la patología psiquiátrica
enfermedad que es el TABAQUISMO. 1® que suele motivar la consulta. Las muer­
causa de muerte previsible según la OMS tes entre estos pacientes exceden las
(31) y que tiene una prevalencia en nues­ muertes esperadas para la población
tro país en torno al 30% en mayores de 15 general en un 80% a expensas de acci­
años, muy superior al de la diabetes, la dentes (incluye suicidios) y enfermeda­
hipertensión arterial, las enfermedades des respiratorias, asociadas al tabaquis­
vasculares y otras. mo. La cesación tabáquica mejoraría la
La convergencia de factores químicos, evolución del cuadro psiquiátrico de base
físicos, psicológicos y sociales transfor­ y disminuiría la morbimortalidad asocia­
man a esta enfermedad en una patología da al tabaquismo, por lo que resulta de
compleja y multifacética. gran importancia que esta problemática
Veinte cigarrillos diarios refuerzan el sea abordada por el equipo de salud mental.

108
o Serebriskf. FWMülter // Tabaquismo: adicción a nicotina

Referencias bibliográficas

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110
Manifestaciones clínicas durante la adicción a
cocaína resultantes de diferentes eventos
moleculares*
Daniel 0. FadeL Héctor Alejandro Serra
Resumen
Los conocimientos moleculares y neurobiológicos actuales permitieron explicar la
farmacodependencia inducida por ciertas sustancias de abuso; mientras el conoci­
miento médico-sanitario del consumo de las mismas se halla centrado en los efectos
devastadores que éstas provocan en lo individual y lo social. Una prueba de ello son los
programas de tratamiento comunitarios. Pero desde hace dos décadas, han surgido
nuevos problemas por la producción y el tráfico ilegal de estupefacientes, en escala
símil industrial, que derivan en su consumo crónico y masificado. De la preocupación
médico-sanitaria, se ha pasado a la problemática médico-legal por los problemas tóxi-
co-letales. Entre estos trastornos, debe considerarse al delirium agitado fatal por
cocaína (DAFC), como una forma no muy frecuente de toxicidad que puede ocurrir en
consumidores crónicos, el cual no es inducido por sobredosis y se presenta en forma
espontánea. En este trastorno, en lugar de instalarse los efectos buscados propios del
consumo recreativo o los efectos tóxicos agudos reversibles, aparecen en el organis­
mo consumidor cambios catastróficos cualitativamente diferentes y capaces de provo­
car en el lapso de 1 a 2 horas la muerte en forma inesperada, sin que la autopsia
detecte una sobredosis de cocaína.
Esta revisión estudia los cambios moleculares que sobrevienen al consumo crónico
de cocaína y que se vinculan con la toxicidad letal que origina el delirium agitado fatal
por cocaína (DAFC).

Introducción ñas de Sudamérica (1). Dicho alcaloide.


La cocaína es el principal alcaloide de introducido a fines del siglo XIX como
la planta de la coca [Erythroxylon coca], anestésico local, es. en el contexto
arbusto originario de las regiones andi- actual, un potente psicoestimulante y
simpaticomimético puesto que produce

‘ Publicado en la revista P s ic o fa rm a c o lo g ía 37. de abril de 2006.

EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M ZorriUt Zobitete II Trtudo de Psicolartnacolo^ía y Nenrociencia. VoUimea V. Adíctioaes. NeutoblotOQia y considetaciofles diagnóstics

la inhibición de la recaptación presinápti- consumidores de fencicüdina (PCPl y


ca de monoaminas tanto central como opiáceos (10). Las víctimas son individuos
periférica, mediada por los transportado­ jóvenes, generalmente de sexo masculi­
res de dopamina (DAT), de noradrenalina no. sin ninguna etnia particular y de con­
INET) y en menor medida, de serotonina textura robusta. La hipertermia surge por
ISERT) (2. 3). pertenecientes a la superfa- disbalance del centro termorregulador
milia de las proteínas transportadoras hipotalámico que obliga a la contracción
solubles Isolute carríer proteins o SLCI [A]. sostenida de los músculos esqueléticos y
Debido al incremento del consumo al hipermetabolismo. Esta sostenida
mundial de cocaína que se ha registrado contracción muscular produce una grave
en las últimas décadas (5). las causas de rabdomiolisis. con el incremento de
muerte entre los adictos deben revisarse hasta 40 veces de la concentración plas­
(6). Además de la toxicidad aguda por mática de la creatinfosfokinasa (CPK) y la
sobreingesta. en la actualidad debe consi­ mioglobina. El estado de hipertermia
derarse también la excitación psicomotriz induce taquipnea con profusa transpira­
con hipertermia marcada. Se acuñó el ción y deshidratación. Finalmente, esta
término delirium agitado fatal por cocaí­ situación clínica mencionada conduce al
na (DAFCl (7. 8) a partir de la identifica­ desarrollo de (11. 12. 13):
ción de los primeros casos a mediados 1) una alteración del medio interno de
de la década del '80 (9). tipo irreversible.
En realidad, una entidad caracterizada 2) un estado de coagulación intravascu-
por presentar conductas bizarras, gran lar diseminada (CID).
agresividad, hiperactividad. franca idea­ 3) la producción del colapso cardio­
ción paranoide. alucinaciones, intenso vascular.
despliegue muscular y desenlace fatal se A] el fallecimiento en pocas horas.
describió por primera vez en 1849 bajo Aquellos pacientes que no mueren en
las denominaciones de delirium agitado, el contexto del DAFC. sucumben días o
catatonía letal, manía aguda extenuante, meses después a consecuencia de las
delirium excitado o B e ll's manía |10|. secuelas de la CID desencadenada o. por
Presentaba un comienzo agudo caracte­ la falla renal derivada de la marcada mio-
rístico. que requería la contención o res­ globinuria generada.
tricción del paciente por varias personas De acuerdo a Pounder (U). el 39% de
en simultáneo, prontamente exhibía las víctimas con DAFC se encontraba
hipertermia marcada y evolucionaba, en bajo custodia policial cuando se produjo
la mayoría de los casos, de modo irrever­ el desenlace fatal. Ello constituye un ele­
sible al colapso y muerte del paciente a mento médico-legal de suma importan­
las pocas horas (10). cia. puesto que si la ocurrencia de dicho
Se estima que el DAFC ocasiona el 10% cuadro se da en un contexto de conducta
de las muertes actuales por cocaína, antisocial del paciente, puede ser consi­
aunque también se detecta en sujetos derado como maltrato o abuso policial

112
DO FadeL HA Serra // ManHestaciotKS clínicas durante la adicción a cocaína resultantes de diferentes eventos moleculares

más que como un episodio accidental. De el estímulo cardiovascular Dosis más


la misma forma, debido a que estos altas promueven euforia de breve dura­
pacientes pueden consumir hallándose ción con mayor deseo de consumo y pue­
bajo tratamiento psiquiátrico y/o psicoló­ den inducir movimientos anormales,
gico ambulatorio, toda conducta bizarra conductas estereotipadas, ideación para-
peligrosa provocada por la víctima del noide y en algunos casos alucinosis (1).
DAFC (por ejemplo, arrojarse contra un De acuerdo a recientes investigaciones,
auto o al vacío) no debería ser interpreta­ se ha demostrado que. en el núcleo
da como una negligencia médica si se accumbens (NAcj, la cocaína es capaz de
conocieran bien tanto la imprevisibilidad incrementar 35 veces la disponibilidad de
como los mecanismos productores de DA mecanismo por el cual aparentemen­
este trastorno (5. 15). te. genera el reforzamiento típico de la
Sobre la base de lo descripto. esta revi­ adicción (3. 16).
sión tiene como propósito sentar las La vivencia high puede durar de 10 a 30
bases moleculares del DAFC para permi­ minutos y es seguida de un nuevo anhelo
tir una mejor comprensión de este cua­ Idrug craving behaviouri que puede o no
dro de gran implicancia social, sanitaria y reiniciar otro evento de conducta de bús­
médico-legal. Dicha correlación molecu- queda Idrug seeking behaviourl. depen­
lar-clínica permite vincular los fenóme­ diendo de la variabilidad emocional y
nos que se expresan en distintos niveles cognitiva de cada sujeto (31. De no con­
de complejización y así lograr una pre­ cretarse la nueva ingesta, la sensación
vención mejor, un diagnóstico adecuado y de mayor rendimiento y de desinhibición
un abordaje terapéutico y legal correcto. desaparece a las dos horas aproximada­
mente. Se instala gradualmente un esta­
E l D A FC en el contexto de la farm acodependencia a la do de declinación física que se denomina
cocaína crash (17). Sin embargo con el uso cróni­
El mecanismo de acción de la cocaína, co. la sensación desfatigante y excitante
consiste en bloquear los transportadores decrece por tolerancia farmacodinámica
de recaptación de monoaminas (3). aun cuando se sostenga la dosis y fre­
Debido a esta acción, los neurotransmi- cuencia habitual, razón por la cual, el
sores dopamina (DA), noradrenalina (NA) sujeto va aumentando la cantidad que
y serotonina (5-HT) incrementan sus con­ ingiere en forma progresiva (12. 16).
centraciones en el espacio sináptico. El En cambio, en ciertos adictos crónicos
mayor tono monoaminérgico central y a la cocaína, un consumo habitual en
periférico resultante produce las mani­ lugar de prolongar el estado eufórico,
festaciones clínicas agudas del consumo, puede ocasionar a las pocas horas un
tales como una sensación de mayor estado cualitativamente diferente: el
potencia física y mental, una menor fati­ DAFC.
ga y cansancio, la desinhibición psíquica, En general, la etiología del delirium es
la hiperactividad. el mayor deseo sexual y orgánica, se observa tras enfermedades

115
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zoriilb Zabilete II TrtM Io de Pslcoftfinacoto^ía y Hevocietióa. VoUimea V. AdictiOMS. Neutoblologia y consMeraciones dügiMStic»

infecciosas como sepsis o meningo- en la que los efectos clásicos esperados


encefalitis, intoxicaciones y estados de van virando hacia la producción de mani­
shock traunnático o ennotivo. El delirium festaciones nocivas consideradas "com­
es un desorden psíquico o una perturba­ plicaciones tóxicas" las cuales pueden
ción global del psiquismo Imind disorderl progresar hacia la muerte.
secundario a una alteración cerebral En suma, una vez gatillado el DAFC. se
(brain disorderl tanto central conno gene­ pueden verificar cuatro estados secuen-
ral y puede asunnir al menos cuatro for­ ciales (23):
mas clínicas: el simple, el oniroide, el agi­ • la hipertermia.
tado y el estuporoso (181. • la conducta agitada.
Las conductas de un sujeto en deli- • el paro respiratorio y
rium. de las que no puede dar cuenta por • la muerte.
su estado crepuscular de conciencia, Ahora bien, este trastorno no es rever­
implican actos y dichos que no son guia­ sible como otros estados en los que erra­
dos por deducciones lógicas o racionales. dicada la causa orgánica revierte la com­
En esas condiciones, sus actos no son plicación psiquiátrica. Es irreversible y
acciones conductualmente reprochables fatal porque los pasos descriptos cursan
ni interpretables psicoterapéuticamente. simultáneamente con alteraciones del
No se les puede asignar ninguna inten­ medio interno y con elevación importante
ción contra sí mismos (autoinjuria) o con­ de las catecolaminas circulantes, lo cual
tra terceros (heteroagresividad). dado genera una desconfiguración homeostá-
que la condición de delirium implica sus­ tica de tipo irreversible, como fue men­
pensión del juicio, por lo cual, todo acto cionado anteriormente (11, 12. 131.
de auto o heteroagresividad no ha podido
ser programado, ni hay un componente Nuevas hipótesis sobre la neurobiología del consumo
cognitivo que lo sostenga. Como tampoco crónico de cocaína a partir del D A FC
hay un déficit del estado anímico, sino Los cambios neuropsicológicos y socia­
que el déficit es del campo de conciencia les inducidos por la cocaína son resulta­
con compromiso del sensorio, su índole do de las modificaciones precoces y tar­
no es psíquica sino orgánica. En el DAFC días en los distintos niveles cerebrales
pueden presentarse alteraciones senso- (bioquímico, genómico. sináptico y neu-
perceptivas similares a las macro o ronall y mentales (aprendizaje y conduc­
microzoopsias del delirium tremens ta) que transcurren en paralelo como
alcohólico (gusanos de cocaína) (1). lo consecuencia del bloqueo del DAT. el
cual induce la producción de un estado NETy el SERT.
de agitación e ideación delirante no
estructurada bajo la forma de delirium N iv e l b io q u ím ic o -g e n ó m ic o
agitado. En estos casos, el cuadro clínico A nivel bioquímico-genómico. las modi­
se inicia luego del consumo de una de las ficaciones precoces aparecerán con el
tantas y habituales ingestas de cocaína consumo agudo de cocaína, siempre y

1U
DO FadeL HA Serra II ManHestaoones cUníus durante id adicción a cocaína resultantes de diferentes eventos moleculares

cuando éste no persista. Por ejennplo. predominan los fenómenos simpaticomi-


entre 1 y A horas postingesta, en el NAc méticos y estimulantes cardiovasculares
se verifica una mayor expresión de genes debidos al aumento de NA (1). Asimismo,
tempranos (immediately eady genes o por acción inhibitoria del DAT en el NAc
lEGl c-fos, c-jun y otros miembros de la (23). junto a la euforia aparecen las expe­
familia fos iFrasler) respuesta a la hiper- riencias gratificantes producto de la
dopaminergia generada. Como resulta­ hiperdopaminergia generada (3. 20).
do. se forman los terceros mensajeros En los adictos, los cambios tardíos
(AP-ll que controlan otro juego aún implican la up regulation del DAT (16. 2A]
mayor de genes. Estos genes tardíos son seguida de variaciones en la densidad de
responsables de la producción de com­ los receptores dopaminérgicos pre y post
ponentes celulares esenciales, enzimas, sinápticos. En esta nueva situación, la
receptores, transportadores y canales. down regulation del receptor DI a nivel
Los ARNm y proteínas derivadas de los cortico-estriatal sumada a una leve sub-
lEG son inestables y no duran más que 12 sensibilización del receptor Ü2 es la
horas. En cambio, cuando el consumo se resultante más frecuentemente observa­
sostiene en el tiempo, se producirá la da en el consumidor crónico (25). El
aparición de modificaciones tardías, que aumento de la expresión del DAT se veri­
son el producto de la expresión y acumu­ fica en los ganglios de la base (GB).
lación de miembros Fras de gran núcleo caudado (porción ventromediall y
estabilidad como el AFosB. Debido a que AMcen mayor medida (16). Esta situación
ésto modifica los terceros mensajeros neuroquímica se asocia con el desarrollo
resultantes, también se modifica cuati y de un estado de hipofrontalidad con défi­
cuantitativamente la tasa de expresión de cit en las funciones cognitivas, promo­
los genes tardíos (20. 211. Estas modifica­ viendo el incremento del consumo como
ciones de los componentes celulares parte de una falsa solución a dicho défi­
cambiarán el patrón de fosforilación pro­ cit. y colaborando en la constitución del
teica. de liberación de calcio (Ca^'*’). de fenómeno de tolerancia.
contactos sinápticos. de disparo neuro- Adicionalmente, en los consumidores
nal, entre otros, los cuales remodelan la crónicos, la cocaína causa una sobreex-
maquinaria intracelular que pasa a presión de a-sinucleína, cuya función
depender de un nuevo dríve que induce normal aparentemente se asocia al
nuevos caminos no programados natural­ armazón sináptico (26). y además es el
mente (22). principal componente estructural de los
cuerpos de Lewy hallados en la sustancia
Nivel neuronal-sináptico nigra pars compacta iSNcI de los pacien­
A nivel neuronal-sináptico. los proce­ tes con enfermedad de Parkinson [21].
sos detallados se llevan a cabo en los cir­ Este cambio plástico, caracterizado por
cuitos monoaminérgicos centrales y peri­ la sobreexpresión de a-sinucleína. con­
féricos. Por ejemplo, en forma precoz duce a un depósito anómalo submem-

115
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorriU^ Zubilete // Tratado de Psicofarmacotogía y Neurocietióa. VoUimeQ V. AdíKiOM S. Neut^lotOQía y consMeractones dugnóstius

branar de dicha proteína en forma fibrilar tienen normalmente conexiones con la


de un modo parecido a lo que ocurre en corteza orbitofrontal se establece un
los cuerpos de Lewy de los pacientes con "diálogo" cortico-subcortical capaz de
enfermedad de Parkinson. Asimismo, configurar saliencias o señales, producto
este cambio plástico induciría que la DA de la capacidad que posee la neurotrans-
captada se convierta, en el ambiente misión dopaminérgica de constituir un
submembranar creado, en especies input o señal, a partir del ruido de base
reactivas como la DA quinona. Esta espe­ (22). Las saliencias. en forma tardía,
cie reactiva cierra un círculo perjudicial comienzan a generar reforzamientos a
ya que favorece el depósito de más a - partir del reward experimentado con el
sinucleína. produciendo mayor daño y a consumo (3). Incluso, las mismas neuro­
su vez. catalizando acciones pro-apoptó- nas dopaminérgicas pueden incrementar
ticas dependientes de la DA (28. 291. su tasa de disparo y hasta armar trenes
En el DAFC. a diferencia de lo que suce­ repetidos de potenciales de acción (burst
de en el consumidor crónico, se produce firin g l con mayor reclutamiento del
a nivel neuronal-sináptico por mecanis­ número de neuronas respondedoras ante
mos aún no bien comprendidos, la expre­ la expectativa de reward (3).
sión de una resultante infrecuente (25. 30): El aprendizaje asociativo que se produ­
• la falta de up regutation del DAT y ce en el sujeto adicto determina el riesgo
• la down regutation Ü2 en varias par­ de recaída, debido a que cualquier even­
tes del cerebro límbico y en el estriado. to gratificante que haya transcurrido bajo
Parece ser. que en los individuos pre­ los efectos de la sustancia de abuso,
dispuestos existiría una falla del rol de la "evoca" a ésta y por lo tanto el sujeto
a-sinucleína que repercutiría en el DAT. recae aún estando "recuperado" de la
Hay evidencias que sostienen que la pro­ adicción. Ello se debe a la sinaptogénesis
teína es necesaria para el alojamiento y que construye continuamente nuevos
la permanencia del DAT en la membrana contactos neuronales y arma engramas
celular (28); si la a-sinucleína se halla de memoria en los que la sustancia de
afuncionante por una subexpresión. es abuso puede ser evocada a través de
dable esperar que en ciertos casos se cualquier palabra, olor, sabor, imagen,
produzca la down regutation del DAT y objeto o recuerdo que la haya incluido en
por ende el desarrollo del DAFC. Las dicho engrama. Estos eventos de neuro-
autopsias de individuos fallecidos a con­ plasticidad. no favorecen al sujeto, sino
secuencia del DAFC avalan lo anterior­ todo lo contrario, lo someten a la "tiranía
mente expresado (29). de la droga", por lo que son considerados
eventos neuroplásticos responsables de
Nivel mental conductas mal-adaptativas y fanáticas (22).
A nivel mental se genera una acción En el DAFC. la sintomatología de extre­
cognitiva que se lleva a cabo en áreas ma agitación, labilidad afectiva, delirio,
subcorticales límbicas. Como éstas man­ alucinaciones e hipertermia. podría

116
DO FadeL HASerra If ManKestaciot>e$ ctinkas durante la adicción a cocaína resultantes diferentes erentos moleculares

constituir la prueba clínica de un estado increm ento m etabólico y a la contracción


de h ip erd o p a m in e rg ia s u b c o rtic a l en m u scu lar (tem blor), el cuadro de h ip er­
gran escala. Este estado es el ''motor", term ia está dispuesto para la génesis de
en los individuos predispuestos, de re s ­ una im portante rabdom iolisis. Esta pro­
puestas súbitas y catastróficas re s u lta n ­ duce un increm ento m arcado de los nive­
tes de un m ayor tono sobre los recepto­ les plasm áticos de mioglobina y la consi­
res D-| (dada la down regulation D 2 I y de guiente m ioglobinuria, la cual produce un
una neurotoxicidad presináptica (27, 28) severo daño ren al (6).
presente en las regiones inervadas por Por ello, el DAFC es accidental e ÍdÍo-
fibras dopam inérgicas: sincrático. La tabla 1 m uestra a modo de
- En el estriado ven tral [NAc, caudado) resum en los cam bios m oleculares origi­
producirá los cuadros s im ila re s a la nados en el DAFC y su correlato clínico
esquizofrenia. forense.
- En el hipotálam o la "desconfigura­
ción" del "set point" del centro te rm o rre - Discusión y conclusiones
g u la d o r d e se n c a d e n a rá h ip e rte rm ia . Las sustancias psicoactivas han sido
Debido a que para lo g rar una m ayor te m ­ usadas desde la antigüedad, de m anera
p e ra tu ra . e l organism o re c u rre a un que su consum o no puede considerarse

TABLA1
Correlatos moleculares y clínico-forenses en el deliriutn agitado fatal por cocaína (DAFC)

Cambios Moleculares Manifestaciones clínico-forenses


1. A) Incremento marcado de DA en biofase Los hallazgos de autopsia ratifican
y niveles menores de DAT (falla el ctearance del • la menor densidad de DAT. de
exceso de DA) receptores D2 (general e hipotalámico) y de a-
B] Escasa modificación de los niveles dea-sinu* sinucleína.
cleína. • Hiperdopaminergia.
2. A) Marcada down regulation Ü2 en hipotála­ Más frecuente en verano con mayor temperatu­
mo: hipertermia. ra y humedad ambiente.
3. A) Stress, mayor liberación NA central y peri­ • Predominio en hombres con
férica marcada agitación, sudoración profusa y fatiga,
B] Cardiotoxicidad adicional que se suma a la del las convulsiones son poco frecuentes.
consumo crónico de cocaína. • Cardiomegalia
C) Rabdomiolisis y mioglobinuria. • Hipertensión arterial
• Falla renal
• Coagulación intravascular
Sobrevida ~ 2 hs; Muerte bajo custodia policial
(dos tercios en la escena 0 durante el trayecto al
hospital): el resto muere en semanas.
• Una frívola interpretación de la causa de
muerte invita al litigio.

117
E U n O R IA L SC IE N S
LM Zieher • H Zorrilb ZiAiKete II T r tM o de Pstcotvmacotogía y Neurocienóa. VoUimea V. Adktioftes. Neutobloto^ y consMetaciofles «agnóstius

un problema moderno. Sin embargo, el de déficit.


crecimiento de la producción, la distribu­ Se debe tener en cuenta que el cerebro
ción. la comercialización, la difusión y el del adolescente se encuentra en un perí­
consumo de estupefacientes en esta odo de vulnerabilidad debido a la transi­
época es preocupante. Por ello, se puede ción en la que se encuentra y que finaliza
decir que en la actualidad se asiste, en cuando logra la madurez esperada. En
entre otras, a la "epidemia " mundial de ese contexto, la introducción de sustan­
cocaína por abuso o por dependencia. cias adictivas en un circuito vital para la
Epidemia que no es severa solamente supervivencia, como es el circuito de la
por la alta afectación individual y social, recompensa (rewardl, puede producir su
sino por haber sido subestimada y hasta modificación y reprogramación a través
negada durante muchos años, creyéndose de los nuevos aprendizajes y memorias
que la cocaína era una sustancia inocua. construidas bajo dicho consumo. Por las
Otro grave problema de las drogas de acciones reforzadoras de las sustancias
abuso es que estas comienzan a ser uti­ de abuso, se "instala" un nuevo patrón a
lizadas en edades cada vez más tempra­ largo plazo, capaz de generar conductas
nas de la vida, siendo los adolescentes el "m al-adaptativas" persistentes, ten­
grupo etario más vulnerable y más afec­ dientes a perpetuar el consumo (22).
tado. Esto se debe a algunas de las Se han podido descubrir los cambios
características que este grupo erario neuroplásticos a corto y largo plazo que
presenta: la búsqueda de novedad, la las sustancias de abuso son capaces de
conducta impulsiva, la búsqueda de inde­ inducir a nivel genómico y neuroplástico
pendencia y de autonomía entre otras (331. Estos cambios son capaces de con­
motivaciones (31). Además, dicho grupo figurar nuevos patrones (patternsl de
poblacional. transita cambios cerebrales, funcionamiento y procesamiento que
consistentes en una "pérdida" o "poda" cuando se perpetúan, se instalan en cir­
fisiológica de conexiones sinápticas Ipru- cuitos que normalmente son utilizados
ningl, producida en forma programada para la supervivencia, generando una
(321. Mientras se realiza esta remodela­ reprogramación de sus motivos origina­
ción del sistema nervioso central, el ado­ les. Ello se observa cuando, en lugar de
lescente se encuentra en un estado las vivencias gratificantes (por ejemplo,
característico de anhedonia. hipobulia. la alimentación, la sexualidad, el buen
tendencia al aislamiento, falta de cuidado accionar ético, entre otras, y que tienen
e higiene personal, lo cual es congruente la capacidad de generar un estado de
con la hipofrontalidad temporaria que gratificación en el sujeto por lo que anhe­
transita, debido al proceso fisiológico de lará volver a reiterarlas), se instala el
pruning. Dicha transición expone a algu­ consumo reiterado de la sustancia de
nos adolescentes a un mayor riesgo de abuso como el componente motivacional
requerir el consumo de psicoestimulan- que guía sus conductas (22). aún a pesar
tes en un intento de revertir dicho estado del conjunto de síntomas no gratificantes

118
DO Fadel HA Serra II ManHestdaones dioicas durante la adicción a cocaína resultantes de dHerenles eventos moleculares

que genera el estado de farmacodepen- ciencia de enfermedad y de situación.


dencia. Las propiedades "reforzadoras" Puede padecer un "delirio onírico de
de las sustancias de abuso, pronnueven preocupación profesional" cuando el
nuevos y reiterados consumos, aún des­ contenido delirante surge a partir de sus
pués de períodos de abstinencia prolon­ actividades cotidianas que incluyen lo
gados (recaídas). Esta dependencia física laboral, reproduciendo diálogos o actos
y sus consecuencias en las áreas psico- relacionados con su profesión. Pero si
sociales, ocupan la nnayor atención de los prevalecen las alteraciones sensoper­
equipos de abordaje terapéutico. ceptivas con macrozoopsias. o personas
El delirium es una condición grave pro­ a las que adjudica intención de agresión
ducto de una afección orgánica del siste­ autorreferencial, el fenómeno se lo deno­
ma nervioso central (18). En una variante mina "delirio onírico de miedo". Los suje­
agitada, el sujeto presenta gran excita­ tos jóvenes pueden sufrir un "delirio
ción psicomotriz, logorrea y se constituye expansivo" caracterizado por sentirse per­
como interlocutor de sus propias altera­ sonajes importantes o héroes de tramas
ciones sensoperceptivas, por lo cual construidas en el contexto del delirium.
habla y contesta a sus alucinosis. Este El delirium afecta cognitivamente al
estado conduce a una incontrolable ten­ sujeto comprometiendo funciones pri­
dencia a la irritabilidad, gran agitación e mordiales para el procesamiento de la
ingobernabilidad conductual, por lo que información como lo es la atención. Así
su deambulación se torna peligrosa para se configura un estado de obnubilación
sí mismo o para terceros. A su vez. se por estrechamiento del campo de con­
caracteriza por franca vivencia de extra- ciencia llamado estado crepuscular de
ñeza, despersonalización, incertidumbre, conciencia, con sensorio conservado
perplejidad y labilidad emocional con aunque a veces puede estar disminuido.
intenso miedo ante la constelación catas­ Prevalecen formas espontáneas con gran
trófica de su vivencia. En una forma clíni­ inestabilidad y fatigabilidad atencional,
ca oniroide vive y relata su delirio, está impidiendo una concentración o focaliza-
insomne por su estado hiperalerta deri­ ción voluntaria sostenida. El signo pri­
vado de la interpretación aberrante del mordial en la esfera del pensamiento y la
sueño. El contenido de los sueños pasa a ideación es la descontextuación de la
incorporarse en los acontecimientos información dado que sin configurarse
diurnos (fenómenos disociativos del un delirio sistematizado u organizado
sueño). En esta situación, se presentan que perdure en el tiempo, las ideas deli­
ilusiones y alucinosis generalmente rantes coexisten con el delirium y no
visuales, pero pueden ser auditivas, continúan una vez finalizado éste: incluso
cenestésicas. táctiles o cinéticas, lo cual pueden desaparecer totalmente de la
desconfigura aún más la formalización conciencia por la amnesia de fijación
del pensamiento, dando lugar a la sus­ (amnesia lacunar que puede abarcar
pensión del juicio, con falta total de con­ todo el período en el que estuvo confuso).

119
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zorrilla ZutiiUte II T f s M o de Pstcotvmacología y Neutocietióa. VoUimefl V. A«ccMoes. Neutoblolo^ y consMetactones diagnóstius

La descontextuación se configura a partir do de conductas violentas y agresivas que


de hechos o personas con los que el muchas veces requiere la contención por
sujeto tuvo contacto real pero que distor­ parte de las fuerzas de seguridad, pre­
siona el contexto temporal o espacial o sentándose sin pródromo alguno, como
construye deducciones persecutorias si la última ingesta de cocaína se ase­
autoreferenciales que lo impregnan de mejara a la "última cena" (7. 8. 9. 10, K .
miedo. 25. 301.
El DAFC que sobreviene luego de uno o Bajo estas condiciones, existe una gran
varios días de consumo de cocaína, surge preocupación entre los psiquiatras abo­
como consecuencia de una hiperdopami- cados al tratamiento de las adicciones,
nergia en las zonas límbicas. Estos cam­ los especialistas en medicina crítica
bios centrales inducen un cuadro psicóti- asignados en las Unidades de Cuidados
co y un descontrol autonómico, indepen­ Intensivos (UTII. y los anestesistas, pues
dientemente de la calidad o nivel de con­ crece la cantidad de demandas judiciales
sumo de cocaína. El trastorno implica el tanto civiles como penales, debido a que
desarrollo de un cuadro de hipertermia los sujetos adictos, son víctimas de even­
marcada, taquipnea y taquicardia. Es tos fatales ocurridos en cuestión de
importante destacar que si el individuo horas y muchas veces en el marco de un
bajo este estado, durante y luego del gran estado de confusión mental acaecido
despliegue de fuerza y conducta antiso­ durante su asistencia (14. 30).
cial. transpira profusamente y presenta Todas estas evidencias, llevan a la
fatiga extrema, es muy probable que la reflexión que así como la hipertensión, la
descompensación y el desenlace nefasto diabetes, la dislipemia. transcurren
ocurran en un lapso breve. Sin embargo, durante años en forma silente, el día que
lo más llamativo es que en los momentos se desencadena un accidente vascular,
previos a ese nuevo y lamentablemente no es el día en que los factores de riesgo
último consumo, los pacientes no mani­ irrumpieron, sino que fue el día en que se
festaban signo alguno de alarma psiquiá­ llegó al umbral necesario para que el
trica. habiendo ingerido iguales dosis y la daño se exprese clínicamente. De esta
misma calidad de cocaína que siempre. manera, el pensar así al DAFC. no hace
Podría concluirse que estos individuos responsable de la ocurrencia de dicha
son víctimas de un desenlace fatal carga­ expresión catastrófica fatal a ningún otro

12 0
DOFadel HASerra U Manifestaciones clínicas durante la adicción a cocaína resultantes de diferentes eventos moleculares

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125
E D IT O R IA L S C IL V S
7
Violencia y riesgos asociados en adolescentes
EM S e rfa ty *, E Casanueva^, M G Zavala^, JH Andrade, H J B o ffi-B o g g e ro ', N Leal M archena^, A E M asaútis*, V Fogüa*

El presente trabajo obtuvo el ler.Premío al mejor trabajo científico ‘ Dr. Carlos BiatKuUi' en el Congreso Argentino de Adolescencia realizado en
Córdoba. Argentina, 1999.

Resumen
Introducción: El fenómeno de la violencia en los centros urbanos es entendido como
un proceso social que comprende las más variadas formas de agresión que tiene un
efecto multiplicador y expansivo que no sólo afecta a las víctimas sino a la sociedad en
pleno, por lo cual su aumento es motivo de preocupación. Objetivo: Determinar las
características de los adolescentes violentos y su asociación con antecedentes perso­
nales. familiares y del entorno en adolescentes relacionados al Consejo Nacional del
Menor y la Familia en 1997. Material y métodos: Se definió como adolescente violento
aquel que participó en peleas (agresión física) en el último año. Población: Fueron
estudiados 522 adolescentes de ambos sexos y de 10 a 21 años de edad, asistidos en
dependencias del Consejo Nacional del Menor y la Familia. Instrumento utilizado: Dos
fichas epidemiológicas, que incluyeron el Present State Examination. registrando el
estado psíquico actual y los antecedentes personales, familiares y del entorno. Análisis
estadístico: Se estableció la frecuencia de adolescentes violentos y se analizaron las
asociaciones posibles con ciertas variables, utilizando el Chi Cuadrado y el Riesgo
Relativo.
Resultados: El 21.3% de la población había tenido conductas violentas. En los varo­
nes se encontró una asociación significativa con el diagnóstico de trastornos de con­
ductas disociales y el consumo de tabaco, marihuana, cocaína y sedantes. En las
mujeres se asoció significativamente con los diagnósticos de depresión leve, distimia.
trastorno de conducta desafiante, antecedentes de acoso sexual y consumo de tabaco.
Actuar tempranamente sobre los factores de riesgo genéricos detectados es una
forma de prevenir la violencia.

Introducción años para delimitar la adolescencia.


La Organización Mundial de la Salud Los problemas de salud que afectan
definió en 1989 (1) las edades de 10 y 20 nnás frecuentemente en la actualidad a los
* Centro de Investigaciortes Epidemiológicas. Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires.
# Consejo Nacional del Menor y la Familia.

EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorrilU Zobilete II T n M o de Psicofvflucolo^ía y N evocieocá VoUimen V. AActiOAes. Neutoblolo^a y consMeracioiies diagiMStks

adolescentes y jóvenes en Latinoamérica ciación frecuente con los consumos de


pertenecen al área psicosocial; son alte­ sustancias tóxicas (7).
raciones psicopatológicas que repercuten En Argentina cerca de la mitad de los
en ellos misnnos y en la comunidad (2. 3). adolescentes varones muere por causas
Un aspecto que se observa con cre­ violentas (accidentes, suicidio, homici­
ciente preocupación es el aumento de la dio). siendo mucho menor entre las
violencia, (asaltos, robos a mano armada, mujeres. Los adolescentes varones son
atentados contra la propiedad, peleas, victimarios y víctimas de otros adolescen­
homicidios y suicidios) especialmente en tes violentos (8).
los grandes centros urbanos, constitu­ Avery en Nueva York, detectó conductas
yendo un problema que requiere urgente violentas en el 21.4% de los adolescentes
atención [A. 5. 6). varones escolarizados y en el 52.9% de
El fenómeno de la violencia es entendi­ las mujeres (9). Como comenta el Prof.
do como un proceso social que compren­ Otto Dorr (10). el dilema de si el ser
de las más variadas formas de agresión y humano es naturalmente agresivo aún
que se caracteriza por tener un efecto está lejos de resolverse.
multiplicador y expansivo que no sólo Una de las características de los actos
afecta a las víctimas, sino a la sociedad violentos entendidos como desorden
en pleno. El drama secreto y diario de la patológico, es su brusquedad; se produ­
violencia fam iliar no es padecido en cen rápidamente, duran poco tiempo y
forma exclusiva por las clases bajas; sin suelen ser imprevistos para la víctima.
embargo, resulta innegable, que la insa­ Son conductas destructivas, tanto hacia
tisfacción de las necesidades básicas así uno mismo (autolesiones. conducta suici­
como también la falta de expectativas de da) como hacia los demás (lesiones,
cambio, genera situaciones de violencia robos, homicidios).
en el núcleo fam iliar como respuesta a Aquellos adolescentes que no viven con
los conflictos que no puede resolver (6). sus familias y lo hacen en otros hogares
Si bien la adolescencia se caracteriza transitorios o en la calle, están mas
por ser una etapa de cambios, de desajus­ expuestos a ser víctimas o victimarios de
tes transitorios de la conducta, de inesta­ hechos de violencia (9) así como de abuso
bilidad emocional, cuando llegan a per­ sexual (11).
turbar al entorno familiar o producen El Estado Argentino tiene responsabili­
daños a terceros, constituyen de por sí un dades con respecto a los menores de
desorden, no clasificado aún como una edad, volcadas en leyes nacionales, espe­
patología específica, sino que obedece a cialmente cuando se considera que un
complejas situaciones, tiene característi­ niño o adolescente se encuentra en peli­
cas cada vez más definidas en cuanto a gro moral y/o material. Recientemente
síntomas, el diagnóstico de base, su se actualiza este compromiso al ratificar
substratum biológico y estructura fami­ la Convención sobre los Derechos del
liar en la cual asienta, así como su aso­ Niño, que en este momento es parte de la

126
EM Seftaty. E Casanueva. MG Zarala, JH Andrade, H J Botfi-Boggero, N leal Marchena. AE Masaútis, V FogÜa II Víotencia y ríeseos asociados en adolescentes

Constitución Nacional Argentina. estudio.


Estas funciones del Estado son delega­ Teniendo en cuenta la cantidad de ado­
das en instituciones de menores con el lescentes que ingresan a los estableci­
fin de propender a la protección integral mientos se realizó el estudio durante 10
de los niños. meses de marzo a diciembre de 1997.
En el nnarco de un convenio realizado abarcando 522 personas de ambos sexos.
entre el Consejo Nacional del Menor y la
Familia, dedicado a la asistencia de niños y Criterio de violencia
adolescentes y el Centro de Investigaciones Se definió como adolescente violento a
Epidemiológicas de la Academia Nacional aquel que participó en peleas con otros
de Medicina de Buenos Aires, se desarro­ jóvenes o con adultos por medio de gol­
lló el presente estudio. pes. objetos punzantes o cortantes y/o
uso de armas y que causó lesiones pro­
Objetivos pias o a otros en el último año (12).
Determinar en adolescentes y jóvenes
de 10 a 21 años de edad de ambos sexos, Variables asociadas
asistidos en las dependencias del Se obtuvo la frecuencia de aquellos
Consejo Nacional del Menor y la Familia adolescentes que reunían el criterio de
la frecuencia de adolescentes con con­ conducta violenta y se analizó la asocia­
ductas violentas y su asociación con ción con las variables presentes:
antecedentes: personales, familiares y al Sexo de los examinados,
del entorno. bl Diagnóstico psiquiátrico (de acuerdo con
el Present State Examination, Clasificación
Material y métodos Internacional de Enfermedades) de: psico­
Población estudiada sis. trastorno obsesivo, fobias (social,
Se diseñó un estudio transversal en la agorafobias y fobias específicas), trastor­
población de adolescentes que se asiste nos afectivos (depresión, hipomanía,
en el Consejo Nacional del Menor y la ciclotimia), trastornos de conducta dÍso-
Familia. Esta población se vincula por ciales y disocial desafiante
una necesidad de amparo, de protección, c) Consumo de sustancias psicoactivas:
al compartir diversas actividades organi­ tabaco, alcohol, marihuana, cocaína,
zadas por la institución, o para realizarse sedantes.
controles médicos ambulatorios; por d) Antecedentes de violencia en el
haber tenido problemas de convivencia entorno: violencia familiar, abandono, y si
familiar, o por dificultades en la interac­ habían sido víctimas de violencia familiar
ción social. y/o abuso sexual.
Del total de dependencias del Consejo
Nacional del Menor y la Familia, se Instrumentos: se utilizaron dos fichas epi­
seleccionaron aquellas cuyos profesiona­ demiológicas
les estuvieron motivados para realizar el a) Ficha epidemiológica I

127
EDITORIAL SCIENS
LM Seher • H Zoriilto 2ubii«te II Trsudo de Pstcotvmacolo^ía y Heivocientía. Voüinea V. U a to n e s . Neutoblo(09ia y consMeraciofles diagnóstius

Se elaboró una ficha epidemiológica, trastornos obsesivos, fóbicos, trastornos


estructurada y autoadministrada con las de conducta desafiante y disocial. depre­
siguientes preguntas: sión y excitación.
Datos generales
- Edad y sexo Metodología operativa
Antecedentes familiares y del entorno Capacitación para los encuestadores
- Antecedentes de conflictos familiares especializados en Salud Mental
y sociales. Se realizaron cuatro talleres de capaci­
b) Ficha epidemiológica Ih examen psí­ tación. de jornada completa con la finali­
quico. administrada por un profesional dad de compenetrar y comprometer al
Incluyó los siguientes ítems (presentes personal interviniente sobre el propósito
en las últimas cuatro semanas): del estudio, explicar el lenguaje utilizado
Consumo de sustancias tóxicas. en los instrumentos a fin de obtener uni­
- Consumo de tabaco, si consumió dad de criterios: la confidencialidad de la
alguna vez y si consume actualmente. información obtenida y su utilización con
- Consumo de alcohol: consumo actual. fines científicos. Se examinaron los ins­
- Consumo de drogas: se preguntó tructivos de llenado de la ficha epidemio­
sobre consumo actual de diferentes sus­ lógica. así como los criterios del Present
tancias: opiáceos, marihuana, sedantes, State Examination (PSEl.
cocaína, estimulantes, pegamentos y/u Una prueba piloto en 30 adolescentes
otras. del Consejo tuvo como finalidad el ajuste
Antecedentes de alteraciones personales de la metodología a emplear.
al Intentos de suicidio, cuantas veces y Recolección de la información
forma (ingestión de medicamentos, heri­ Desde marzo a diciembre de 1997 se
da de arma, ahorcamiento, salto al vacío, llevó a cabo el registro de los 522 jóvenes
electricidad y/o otros). incluidos en el estudio.
b) si tiene alguna marca o cicatriz, tipo El CIE programó un software y su
Imarca, tatuaje, quemadura) y la forma correspondiente instructivo, confeccio­
lautoprovocada. de causa médica, provo­ nándose la base de datos con la informa­
cada por otros) ción obtenida en cada Centro.
c) Examen psíquico actual: se evaluó el Análisis estadístico
estado actual len las últimas A semanas), En la ficha del examen psíquico II para
utilizando los criterios del Present State definir cada una de las entidades que se
Examination (13). la Clasificación detallan se tuvieron en cuenta los crite­
Internacional de Enfermedades (K ). el rios de la Clasificación Internacional de
Manual Estadístico de Diagnóstico de Enfermedades lU ). considerando su pre­
Enfermedades Mentales DSM IV |15| y la sencia durante el último mes.
Clasificación Multiaxial de niños y ado­ Depresión: Depresión leve, moderada,
lescentes con desórdenes psiquiátricos grave y distimia. fobias. trastornos obse­
116). Se incluyeron los diagnósticos de sivos y fóbicos. Psicosis: Esquizofrenia.

12 8
EM Sertaly. E Cdsanueva. M6 Zavald, JH Andrade, H J BoKi-Boggero. N leal Marchena. A E Masaútis, V FogÜa U VioleiKia y riesgos asociados en adolescentes

síndrome delirante, trastornos de con­ Resultados


ducta. La población de jóvenes estudiados fue
Para suicidio se consideró; a) si ha pen­ de 522. correspondiendo el 58.8% varo­
sado seriamente el suicidio; b) si se ha nes y el 41.2% a mujeres.
autolesionado o realizado algún intento; Del total de los examinados 111 (21.3%)
el si se ha autolesionado gravemente y d) habían tenido conductas violentas en el
si hizo un intento de suicidio. último año. Dentro de este grupo se
Además, a los examinados de acuerdo detectó un predominio en el sexo mascu­
con el criterio utilizado de violencia se los lino 81.8% sobre el femenino 18.9%
clasificó en: (Tabla 1).
1. Adolescentes con y sin conductas Entre los violentos, los desórdenes psí­
violentas quicos diagnosticados frecuentemente
2. Con y sin alteraciones psíquicas; fueron los trastornos de conducta
trastorno obsesivo; fóbico, psicósis. tras­ (Gráfico 1) y los consumos de tabaco,
tornos de conducta y otros. alcohol, marihuana, cocaína y sedantes
3. Consumo de tabaco, alcohol, mari­ (Tabla 2. Tabla 4).
huana. cocaína, sedantes, psicoestimu- En aproximadamente 1 de cada dos
lantes. pegamentos, opiáceos y otros. adolescentes violentos, se registró el
El análisis de la información obtenida
TABLA 2
se efectuó utilizando los paquetes esta­
A d olescentes seg ún actos violentos y co n sum o de
dísticos SPSSy EPI INFO.
sustan cias tóxicas
Se analizó la asociación entre las con­
Actos violentos
ductas violentas y las variables indicadas
S ustancia No Si Total
en el cuestionario utilizando la prueba consum ida N = 411 N = 111 N = 522
del Chi cuadrado y/o el test de probabili­ N % N % N %
dad exacta de Fisher según correspon­ Tabaco 194 4 7 .2 81 72.9 27 5 5 2 .6
diera. para establecer cuales asociacio­ A lco h o l 119 2 8.9 44 39 .6 163 3 1 .2
nes fueron significativas y los riesgos M a rih u a n a 25 6.0 23 2 0.7 48 9.1
relativos con sus intervalos de confianza C o caín a 18 4.3 16 14.4 34 6.5

de 95%. S e d a n te s 11 2.6 15 13.5 26 4 .9

TABLA 3
TABLA 1
A d o lescentes seg ún actos violentos y an tece d en ­
D istribución de ad o lescentes seg ún sexo y actos tes del entorno del ado lescente
violentos 1998
Antecedentes No Si Total
Actos violentos
N = 411 N == 111 N = 522
Sexo No Si Total N % N % N %
N % N % N % Violencia famitiar 172 4 1 .8 54 4 8 .6 226 43.2
V a ro n e s 217 52.8 90 8 1 .8 307 58.8 Victima de violencia ^ H a r 138 3 3 .5 46 4 1 .4 184 35.2
M u je re s 194 47.2 21 18.9 2 15 4 1 .2 Victima de abuso sexual 45 10.9 10 9.0 55 10.5
T o ta l 411 100,0 111 100.0 5 22 100.0 Ha sido abandonado 94 22.8 3 5 3 1 .5 129 24 .7

129
EDITORIAL SCIENS
LM Ziehtr • M ZoriiUa hihMt II TraUdo i k PsKotvmacoiogia y Neutociencia. Voltimei V. AdicciOMS. Neuiobioiogia y coiKlikraciones dídgM Stic»

T A B LA 4

Riesgo relativo de los adolescentes con actos violentos para las patologías consideradas según sexo

N = 522

P a to lo g ía s Varones Mujeres

RR 10 RR IC
Depresión leve 1.0¿ ( 0 . 3 6 - 3.13) 1.99 ( 1 . 0 7 - 3 .7 1)*
Depresión m oderada 0.96 (0.30 - 13.02) 2.91 (0.71 - 11.85)
Distim ia 1.20 (0.11 - 13.02) 5.07 ( 1 . 5 0 - 17.13)*
Fobia
Situacionales 0 .3 7 ( 0 .1 3 - 1.03) 1.70 (0.87 - 3.32)
Sociales 0 .3 0 (0 .0 7 - 1.28) 1.63 (0.52 - 5.11)
Síntom as psicóticos
Psicosis 1.81 (0.41 - 7.92) 2.36 ( 0 . 2 8 - 20.13)
Psicosis tóxica 7.23 ( 0 .7 6 - 6 8 .6 2 ) 0.54 (0.67 - 3.54)
Trastornos de conducta
H iperquinético 1.38 (0.60 - 3.17) 1.85 (0.43 - 7.88)
D isocial desafiante 1.30 ( 0 . 5 4 - 3.15) 3.08 ( 1 . 3 7 - 6.90)*
D isocial fa m ilia r 1.36 (0.72 - 2.57) 1.85 (0.43 - 7.88)
Otros disociales 1.26 ( 1 . 0 8 - 1.47)* 1.15 (0.29 - 4.68)
Consumo actual
Tabaco 1.26 ( 1 . 0 7 - 1.49)* 1.96 (1.37 - 2.81)
Alcohol 1 .1 2 (0 .8 2 - 1.51) 1.66 (0.85 - 3.23)
M arih u a n a 2.53 ( 1 . 4 6 - 4 .3 6)* 2.31 ( 0 . 2 7 - 19.72)
Cocaína 2.78 ( 1 . 3 8 - 5.61)* 1.85 (0.23 - 15.08)
S edantes 3.62 ( 1 . 6 9 - 7.75)* .

Antecedentes
Violencia fa m ilia r 1 .3 8 (1 .0 4 - 1.83)* 1.05 (0.68 - 1.61)
Víctim a de violencia fa m ilia r 1 .3 2 ( 0 .9 5 - 1.84) 1.37 (0.88 - 2.14)
Víctim a de abuso sexual 0.60 ( 0 . 1 3 - 2.78)* 2.00 (1.08 - 3.70)
Ha sido abandonado 1.39 (0.95 - 2.03) 1.10 (0.49 - 2.47)
I* Significátivo)

TA B LA S

Riesgo relativo de intento de suicidio y m arcas en el cuerpo en adolescentes con actos violentos
Conducta Varones Mujeres
autodestructiva
RR IC
Intento de suicidio 3.62 (1.53 - 8.55) N o Significativo
M arcas en e l cuerpo 2.74 (1.76 - 4.28) N o Significativo
RR Riesgo Relativo/IC Intervalo de Confianza del 95%

130
EM Sertaty, E Cssanueva. M 6 Zavala, JH Andrade, H J BoHi-Boggero, N leal Marchena. AE MasaúKs, V FogÜa II Viotencia y riesgos asociados en adolescentes

antecedente de haber sido víctima de vio­ an haber tenido este tipo de conductas (9).
lencia fanniliar (Tabla 3. Tabla 4). El diagnóstico de trastorno de conduc­
Analizando separadamente los varones ta fue la patología detectada con mayor
y mujeres con actos violentos se detectó: frecuencia entre los adolescentes violen­
una asociación estadísticamente signifi­ tos. destacando los trastornos disociales
cativa entre los varones violentos y los (que cuestionan y se oponen a la autori­
trastornos de conducta disociales dad). los disociales desafiantes, los diso­
(RR=1.2ó|, con antecedentes de violencia ciales familiares (conductas transgresoras
fam iliar (RR=1.38|, y que consumían a nivel familiar).
tabaco (RR=1.2ó|, marihuana (RR=2.53|. En otras investigaciones se encontró
cocaína (RR=2,78) y sedantes (RR=3,62| una frecuencia de trastornos disociales
(Tabla 4. Gráfico 2). entre los adolescentes violentos, en
En las mujeres se detectó una asocia­ muestras de población general en
ción significativa entre aquellas con actos Canadá (3.7%). Nueva Zelanda (3.1%) y
violentos y la depresión leve (RR=l, 99). la EE.UU. (6%) (3).
distimia (RR=5.07|. los trastornos de con­ Los adolescentes del presente estudio
ducta disociales desafiantes (RR=3,08|. tienen frecuentemente escasa conten­
antecedentes de abuso sexual (RR=2.00| ción familiar y esta situación hace que se
y con consumo de tabaco (RR=1,96| encuentren mas expuestos a las situa­
(Tabla 4. Gráfico 3). ciones de violencia (17).
Se encontró una asociación estadísti­ Los consumos de sustancias tóxicas,
camente significativa entre los varones entre los adolescentes violentos del pre­
con conductas violentas y con conductas sente estudio fueron muy superiores a
autodestructivas: intentos de suicidio los encontrados en anteriores estudios
(RR=3,621 y que tenían marcas en el de la Ciudad de Buenos Aires, en mues­
cuerpo (RR=2,7^I. no detectándose esta tras de población general de varones de
asociación entre las mujeres examinadas 18 años: 72.9%. versus para el
(Tabla 5). tabaco; 20.7% versus 11% de marihuana,
y U.4% versus 5% de cocaína respectiva­
Discusión mente (18).
Una de las particularidades de este Entre los violentos los varones estuvie­
estudio fue haber tenido la posibilidad de ron más vinculados a este tipo de con­
examinar a los adolescentes violentos, ya ductas que las mujeres: 81.8% vs. 18.9%
que la mayoría de las investigaciones se respectivamente. Tomás Silber realizó
realizan sobre las víctimas. estudios en adolescentes de EE.UU..
Uno de cada cinco de los adolescentes obteniendo resultados de mayor violencia
examinados había tenido conductas vio­ entre los varones (2).
lentas en el últim o mes. Avery. en En la Ciudad de Buenos Aires así como
Estados Unidos, encontró en población en la mayoría de los países del mundo
adolescente que el 21.4% de ellos referí­ existe un perfil definido de morbimortali-

131
EDITORIAI. SCIENS
IM Seher • M ZoaH U 2ubilete II TrstMio de Psicolarmacotogía y HeiiociMCia, VoUiinefl V. Adcciones. Neut^oto^ia y conslderacioies (bgnósticas

6RÁFICQ1__________________________________________________________________________________

Adolescentes con actos violentos según


desorden psíquico detectado (n=111)

Psicosis

Psicosis tóxica 12,7

Psicosis ^3,6

Síntomas

Objetivos

Fobias

Social

Situacionales

Trastornos afectivos

Distim ia 3.6

D epresión leve 11.7

Trastornos de conducta

H iperquinético

D isocial d esafiante 11.7

Oisocial fa m ilia r 3 1 3 .6

O tros disociales 3 6 3 .9
—1— —j— I —1“ I -n %
10 20 30 50 60 70

6i^FIC0 2

Varones violentos, según antecedentes personales y


familiares, diagnóstico psicopatológico
y consumo actual de sustancias
Riesgo
relativo

9 T 7.75
8 ■■
7 ■■
6■ 5.61

5 ■ ¿.36
¿ ■■ 3.62
3 1.83 2.53 2,78
2 ■■ 1.¿7 1.¿9
-» .26 -í.1 .3 - » 1.26 1.69
1 ■■ 1.08 .
1 0/4 1.07
1.66 1.38
0 -

Tras. cond. Violencia Consumo de Consumo de Consumo de Consumo de


Disocial fam iliar tabaco marihuana cocaína sedantes

132
EM Sertaly. E Cdsanueva. M6 Zavala, JH Andrade, H J Botfi-Boggero. N leal Marchena. A E Masaúfis, V Foglia U Violencia y riesgos asociados en adolescentes

dad por violencia en los varones adoles­ entre los varones violentos fue significati­
centes. observable tanto en las tasas de vo. Estudios de O'Keefe (19). destacaron
suicidio como en honnicidios y accidentes. que ese antecedente podría ser un factor
Estas constituyen nnás de la mitad de las predictor de violencia en este sexo.
causas de mortalidad entre los adolescentes El diagnóstico psicopatológico femeni­
varones (3.8). no que predomina en las adolescentes
El diagnóstico psicopatológico predo­ violentas es el trastorno de conducta
minante entre los varones violentos fue­ desafiante. Este se caracteriza por la
ron los trastornos de conducta disocia- presencia marcada de desobediencia,
les, entendiendo por ello, conductas conductas de provocación, y la ausencia
agresivas repetitivas y persistentes con­ de otros trastornos que violen la ley o los
tra los demás. Se trata de una conducta derechos de otros (7). Esta delimitación
mucho más grave y acentuada que la configura una tendencia marcada a pro­
rebeldía juvenil normal. vocar a los otros y a deprimirse simultá­
Los varones con conductas violentas neamente. sin llegar a constituir un deli­
consumían el doble o más. de sustancias to. Es decir, provocan la agresividad en
tóxicas que la población general de esa los demás, sufriendo luego las conse­
edad influyendo en las conductas violen­ cuencias: es una conducta agresiva que
tas al disminuir la autocrítica y aumentar genera, si encuentra eco. una conducta
la impulsividad. más violenta aún.
El antecedente de violencia familiar El antecedente de abuso sexual, encon-

6RÁFIC0 S

M u je re s violentas, seg ún an tece d en tes p erso n ale s y


fa m ilia re s , diagnóstico psicopatológico
Riesgo y co n sum o a ctu al de sustancias
retativo
20 1
18 ■
17.13
16 ■

u ■
12-

10-
8 ■ 6.9
6 ■
- ■ 5.07
¿ - 3.71 3 .7
2,81
3 .0 8
2 ■ - L i .99 I 2 .O + 1.96
1^0
0-1
JIM __ 0 5_____ 37 1,08 1.37

D e p re s ió n D is tim ia C o n d u c. disoc. A b u so sex u al C o n s u m o de


leve d e s a fia n te ta b a c o

F:lnv/Mela/Ooc/V>olenciaAdolesc

153
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zorrilte Zib ile te II Trstddo de Psicof»m aco(ogía y N e iro cie n aa . Volum et V. Adicciotes. Neu io blo toya y consMeiaciOfles « a g t o s b c »

trado significativo en las nnujeres violen­ A. En las mujeres predominó el diag­


tas. se entendería conno una fornnación nóstico de depresión leve, distimia. tras­
de la personalidad en una situación de torno de conducta desafiante; como
violencia (el abuso). Estudios de antecedente, el haber sido víctima de
Covington (12) en USA. detectaron que abuso sexual y como situación asociada,
las adolescentes embarazadas y violen­ el consumo de tabaco.
tas habían sufrido de abuso sexual en el 5. Se ratificó con una metodología epi­
68% de los casos. demiológica. hallazgos de la clínica en
La asociación significativa encontrada cuanto al vertientes de la violencia (auto
entre las conductas violentas, las nnarcas o heteroagresión).
autoprovocadas y los intentos de suicidio ó. Si bien el presente estudio se realizó
en los varones, ha sido estudiada y corro­ sobre la base de los datos subjetivos
borada en numerosas investigaciones aportados por los adolescentes, se utilizó
desde la biología psiquiátrica, estando la metodología de repreguntar y asentar
implicadas las alteraciones del metabo­ la impresión diagnóstica por parte de los
lismo de la serotonina en ambas (20. 21). profesionales investigadores.
Generalmente los estudios epidemioló­
Conclusiones gicos en psiquiatría se basan en hechos
Se intentó en este estudio caracterizar subjetivos, pero justamente en esta
los adolescentes asistidos en el Consejo materia se resalta la importancia de la
Nacional del Menor y la Familia, con con­ autopercepción como válido.
ductas violentas:
1. Se detectó una frecuencia alta de Recom endaciones

adolescentes violentos (21.3%). Detectar precozmente los factores de


2. Existió una diferencia genérica (varo­ riesgo presentes en algunos adolescen­
nes y mujeres) en los adolescentes con tes es una de las formas de prevenir la
este tipo de conductas, con un perfil psi- violencia y sus nefastas consecuencias.
copatológico y de situación de riesgo Surge la necesidad de focalizar las
diferentes. acciones de prevención:
3. En los varones predominó como • en los varones hacia la detección y
desorden psicopatológico. el diagnóstico abordaje precoz de la violencia familiar y
de trastorno de conducta disocial; como el consumo de sustancias tóxicas.
antecedente, la violencia familiar; y como • en las mujeres hacia la detección y
situación asociada, el significativo consumo abordaje precoz del abuso sexual y de la
de tabaco, alcohol, marihuana, cocaína y depresión.
sedantes.

134
EM Sertaty. E Casanueva. M6 Zafala, JH Andrade. HJ Botfí-Boggero. N leal ktochena. AE Masaútís. V Foglia II VioteiKia y riesgos asociados en adotescentes

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135
E L ^ n O R IA L SC IK N S
8
Depresión y consumo de sustancias psicoactivas
Edith Serfaty, Jorge Andrade, Alicia Masautis

Resumen
La depresión y el consumo de sustancias tóxicas constituyen dos de tos problemas
psicopatológicos con repercusiones sociales más frecuentes, que pueden afectar a los
adolescentes y jóvenes en las últimas décadas.
Material y métodos: Se estudiaron 2.518 varones de 18 años, residentes y represen­
tativos de la población general de ta misma edad y sexo de tas siguientes zonas:
Ciudad de Buenos Aires, Nordeste y Sudeste de la Pcia. de Buenos Aires y las
Provincias de Córdoba y Mendoza. Se elaboró un cuestionario anónimo y autoadminis-
trado, que incluyó el Cuestionario de Depresión de Beck, adaptado a los patrones cul­
turales y del grupo de edad a ser aplicado, y diversos antecedentes; y que comprendió
39 preguntas de respuestas cerradas.
Resultados: Se detectó una asociación estadísticamente significativamente entre ta
depresión Leve y tos consumos de tabaco, alcohol diario, marihuana y cocaína. No sien­
do significativa la asociación con el consumo de medicamentos no recetados y ta
depresión.
La depresión moderada estuvo asociada significativamente con los consumos de
tabaco, alcohol diario, marihuana, cocaína y medicamentos no recetados.
La depresión grave estuvo asociada significativamente con los consumos de tabaco,
alcohol diario, marihuana, cocaína y medicamentos no recetados.

Depresión de las tasas de suicidio en los extremos


La depresión es frecuente en todas las de la vida,
edades, pero se ha notado un incremen- La depresión presenta una constela-
to en las edades más tempranas (infan- ción de síntomas que en su conjunto
cia y adolescencia) y en las tardías (terce- hacen el diagnóstico, correspondiendo a
ra edad), coincidiendo con un incremento los criterios básicos de esta entidad. En

137
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorriUt Zobilete II T r t M o de Pskofvmacoio^ía y Newocieflcta. Voüimet V. AdiKiotes. Neutoblo(09ía y consMetaciooes dt»gM$tk«$

cada etapa de la vida, la depresión que les impide disfrutar de las pequeñas
adquiere características diferentes, que cosas de la vida. Este cuadro detenta
varían de ese “patrón básico". Cada edad también un pesimismo respecto del futu­
le otorga a la depresión signos propios ro. Esa desesperanza podía originar
que la hacen presentarse de modo dife­ ideas de culpabilidad y de suicidio. Este
rente. Pero para reconocer estas varia­ humor depresivo puede coexistir con sín­
ciones es necesario primero conocer tomas de ansiedad, con inquietud y nece­
esos componentes básicos de la sinto- sidad de estar en movimiento. Esta
matología depresiva. inquietud se observó junto con falta de
Kraepelin relataba que los fundamen­ alegría, de entusiasmo y de placer.
tales eran "la dificultad para captar estí­ Inhibición psicomotora y del pensa­
mulos. para pensar, distimia depresiva o miento: todas las funciones psíquicas se
ansiosa e inhibición de la voluntad" (18). encuentran enlentecidas. Es como si el
Schneider describió como signos "motor" del aparato psíquico se encon­
básicos al compromiso de los senti­ trara con muy poco "lubricante". Le
mientos vitales, con opresión precor­ cuesta avanzar y retroceder; todo el fun­
dial y cefaleas (31). cionamiento está limitado. Los pacientes
R Pichot en Francia, habló de cinco se mueven, hablan, gesticulan, caminan,
grupos de síntomas: humor depresivo, piensan mucho más lentamente de lo
autoagresividad. enlentecimiento. dismi­ habitual. La mímica está disminuida, la
nución de la vitalidad y síntomas somáti­ voz es monótona, de tono bajo y lenta. La
cos (261. imaginación y la creatividad se encuen­
A. Beck sostuvo que "el paciente depre­ tran disminuidas o aun anuladas transi­
sivo tiene una visión global negativa de sí toriamente.
mismo, del mundo, del futuro, que queda El pensamiento es lento, con dificulta­
expresada dentro de un amplio rango de des de prestar atención voluntariamente
distorsiones cognitivas negativas" (2). y por lo tanto, fijar nuevos conocimientos.
G. Huber. describió como síntomas La evocación de los recuerdos está
fundamentales de la depresión: el humor enlentecida, y pareciera que hubieran
depresivo, la inhibición psicomotora y los fallas en la memoria, pero realmente tar­
síntomas somáticos (U|. dan más tiempo en recordar y finalmente
El humor depresivo, se caracteriza por lo hacen.
una tristeza notable y se acompaña de Por esta misma inhibición y dificultad
disminución de la autoestima y senti­ de sentir, así como el pesimismo, tienen
mientos de desvalorización. Puede existir menos iniciativas y planes para el futuro.
simultáneamente una disminución de la Síntomas somáticos: se caracterizan
capacidad afectiva de reaccionar. Estas por tener una mayor repercusión física.
personas tenían disminuida su capacidad Los más característicos son la fatiga, la
de sentir amor y odio. Tienen conciencia sensación de pérdida de la energía vital.
de esta especie de “anestesia afectiva" Es frecuente que los pacientes cuenten

138
E Sertaty. J Andrade, A Masautis // Depresión y consumo de sustanctas pskoacthras

sensaciones cenestésicas: opresión pre­ dios depresivos se intercalan con episo­


cordial. dolores y opresiones abdomina­ dios de excitación psicomotriz.
les. dificultades en la respiración, cefale­ Ante situaciones adversas, las perso­
as de tensión. Otras veces tienen tras­ nas reaccionan de diferentes formas
tornos vegetativos: constipación, náu­ según su estructura y vivencias previas.
seas. vónnitos. taquicardia, bradicardia. La mayoría enfrenta los conflictos y los
mareos. resuelve. Otros los niegan, los dejan sin
Las alteraciones en el apetito son fre­ resolver, y esto va acumulando una carga
cuentes. generalmente en el sentido de de tensión que origina a la larga una cri­
anorexia. con el consecuente adelgaza­ sis por desborde. En esta descarga, es
miento a lo largo de tiempo. frecuente que el destinatario de la agre­
El sueño se encuentra perturbado en sividad no sea el original. Otros se esca­
general, en forma de insomnio: les resul­ pan. se evaden y entran en el consumo de
ta dificultoso dormirse o se despiertan alcohol o drogas. Finalmente, algunas
muy temprano. personas reaccionan ante situaciones
Despersonalización: frecuentemente adversas de la vida con un cuadro depre­
las personas con depresión sienten que sivo. Es decir, que existiría una "vulnera­
no son las mismas de antes, no se reco­ bilidad" o punto débil en ellas que las
nocen en cuanto a la modalidad de pen­ lleva a reaccionar depresivamente.
samiento. a la forma de reaccionar, a Debido a esta modalidad de reacción es
verse inactivos e insensibles, a la dismi­ que frecuentemente las personas vulne­
nución en el rendimiento, a la fatiga fácil. rables tienen varios episodios depresivos
Tareas que antes realizaban sin esfuerzo, a lo largo de su vida: la depresión tiende
ahora les cuesta casi un sacrificio. A a repetirse.
veces imaginan tener enfermedades En la depresión se detecta casi siempre
incurables o muy graves. Se ven distintos un cambio de humor en la historia del
físicamente: con menos brillo en la mira­ joven. A partir de determinado momento
da. la piel más pálida, adelgazados, poco se lo ve o él mismo dice que se siente
arreglados con sus ropas, por la falta de triste, y esta situación se mantiene a tra­
ganas de hacerlo. vés de los días; diferente de la personali­
La constelación de síntomas relatada dad con características depresivas,
corresponde a la descripción básica de la donde no existe ese antecedente de cam­
depresión en la edad adulta. Existen bio y el humor triste fue constante (15).
variantes a partir de allí en cuanto a las A lo largo de la vida, la depresión va
formas clínicas: simple, ansiosa, deliran­ adquiriendo características "prestadas"
te. estuporosa. Depresión leve, moderada por la propia edad. Siempre se expresan
o grave, de acuerdo con la Clasificación como un cambio y éste perdura en el
Internacional de Enfermedades (7). tiempo (quince días o más).
Monopolar (si se repiten episodios depre­ En los bebés la depresión se pone de
sivos solamente) o bipolar, si los episo­ manifiesto frecuentemente por trastor­

139
EDITORIAI. SCIENS
LM Zieher • H Zo rriU t Zubilete II T r t M o de Psicofvinacolo^ía y Neurocieocia. Voüim en V. A «e c io o e s . N e u to b lo lo ^ y consMeractones d ia g iM S tk s

nos en la alimentación y en el sueño. lloran, se encierran, envían cartas a los


Connen poco o dejan de conner sin una amigos o familiares, intentan comunicar­
causal clínica, tienen cólicos frecuentes, se. Los varones en cambio, ocultan sus
adelgazan. Lloran frecuentemente y se sentimientos, sobre todo aquellos que
los ve con "cara depresiva". Pocas veces pueden ser vistos como "debilidad, ter­
se sonríen, les resulta difícil conciliar el nura. flaqueza" y por lo tanto no lloran,
sueño y se despiertan varias veces de no dicen que están tristes, no piden
noche. ayuda. Detectar la depresión en los varo­
En la primera infancia la depresión se nes en este punto puede significar impe­
expresa como retraimiento, falta de ale­ dir que la misma se profundice o aparez­
gría. de inciativa. fatiga fácil. No quieren ca una consecuencia irremediable: el
jugar con sus amiguitos habituales, suicidio.
pasan horas mirando pasivamente la En la adolescencia media (H-16 años)
televisión. el aburrimiento y la inquietud, así como
Coexisten también trastornos en la ali­ el desinterés y la falta de concentración
mentación: anorexia u adelgazamiento, o son constantes de la depresión. Se
ansiedad e hiperfagia. El sueño se acompaña de sentimientos de hostilidad
encuentra alterado en forma de insomnio y aún de agresividad hacia los familiares.
nocturno y somnolencia diurna. Tienen La irritabilidad y el descontrol de los
dificultades en la concentración, con fati­ impulsos son también frecuentes, así
ga y cansancio que no guardan relación como características de inestabilidad: si
con las horas de clases. Frecuentemente bien el malhumor, la irritabilidad, el abu­
el rendimiento escolar se encuentra dis­ rrimiento y la fatiga dominan el cuadro,
minuido. esto se ve interrumpido por cortos perio­
En la segunda infancia es habitual que dos de actividad normal. Son signos indi­
los niños con depresión se manifiesten rectos de depresión en esta edad las difi­
con trastornos de conducta, movimiento cultades escolares, la disminución en las
incesante, escapadas de la casa sin avi­ calificaciones y aún el abandono escolar
sar previamente, traumatismos y enfer­ En la adolescencia tardía y juventud
medades menores a repetición. A veces (17-24 años) la depresión va adquiriendo
ellos mismos provocan a otros chicos características similares a la del adulto.
para ser castigados o golpeados. Su El incremento de la capacidad de refle­
autoestima es casi siempre baja: se sien­ xión hace que aparezcan ideas de culpa­
ten malos, feos, no queridos, poco capa­ bilidad. autorrecriminaciones. disminu­
ces. que defraudan a su familia y a los ción marcada de la autoestima. En estu­
profesores. dios efectuados sobre depresión en varo­
En la adolescencia temprana (10-13 nes jóvenes. Serfatyy col. encontraron, a
años), es raro de observar un cuadro través de un análisis factorial, que los
"depresivo típico". Las mujeres expresan principales síntomas de depresión en
más frecuentemente lo que les sucede y esta edad eran: la tristeza, el desconten­

UO
£ Sertatr. J Andrade, A Masautis U Depresión y consumo de sustancias psicoacthras

to. el pesimismo, aburrimiento y las despidos o accidentes en aquellos que


ideas de culpabilidad y suicidio. Síntomas trabajan con herramientas, en altura o
somáticos: alteraciones en el sueño y con máquinas.
peso, fatiga, irritabilidad y preocupación El consumo de sustancias tóxicas es
excesiva por su salud; disminución en el otra posible y nefasta consecuencia, y el
rendimiento, indecisión y dificultad para suicidio una salida irreparable (9).
realizar las tareas habituales; aislamien­ La necesidad de conocer la magnitud
to y disminución de la autoestima (33). en términos de prevalencia de la depre­
Son pocos los adolescentes y jóvenes sión y en grandes poblaciones y unificar
que llegan a la consulta refiriendo tener los criterios de diagnóstico en las investi­
una depresión. En el estudio referido gaciones y entre los profesionales, ha
anteriormente (33) se observó que la promovido la construcción y creciente
mayoría de los jóvenes con depresión utilización de escalas de medición de
percibían que tenían este problema. depresión que proporcionen resultados
Posiblemente no le den importancia a los comparables y disminuyan considerable­
síntomas, y por lo tanto no busquen mente la subjetividad del entrevistador
ayuda, o algunos que sí deciden hacerlo, Bajo ningún concepto se pretendió des­
no saben muy bien a quien recurrir La valorizar la entrevista clínica psiquiátrica,
tasa de suicidios en estas edades siguen que sigue siendo soberana a la hora de
incrementándose en la mayoría de los examinar a un paciente y realizar un
países occidentales (25). representando diagnóstico psiquiátrico.
el A.5% del total de defunciones para ese El Instituto de Salud Mental de Estados
grupo de edad en Argentina (28) y consti­ Unidos de América, en 1977 confeccionó
tuye un índice indirecto de la alta fre­ un cuestionario denominado CES-D ¡The
cuencia de depresión, dada la estrecha C enter fo r Epidem iologic Studies
asociación encontrada entre ambas pro­ Depression Scaiel (11). Zung propuso la
blemáticas (36). Escala de Automedición de Depresión
Varios estudios señalan el incremento (40) y en Francia P. Pichot confeccionó un
de la frecuencia de la depresión en la Cuestionario de autoevaluación de sinto-
infancia y la adolescencia (9. 10. 16). matolgía depresiva, el QD2) ( 27).
La depresión puede tener repercusio­ A. Beck. en 1965. desarrolló su
nes sociales en el desarrollo del adoles­ Cuestionario de Depresión, que ha sido
cente y joven, interfiriendo en las etapas utilizado y validado en varios países (2).
de maduración cuando se prolonga en el La utilización en encuestas autoadmi-
tiempo. Socialmente puede ocasionar nistradas crea condiciones de mayor
aislamiento, disminución en el rendi­ espontaneidad de los jóvenes en sus res­
miento y aún deserción escolar por no puestas y facilita su aplicación en terre­
poder cumplir con los objetivos de los no. ya que pueden ser completadas
programas. A nivel laboral puede produ­ varias al mismo tiempo, bajo adecuada
cir una disminución en el rendimiento. supervisión.

141
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H ZorfilU Zubitete II T r t M o de Psicoltfmacología y Neurocienóa. VoUimea V. Adictiooes. Neutobioiogia y MnsidetaciMies dügiÑstic»

Utilizando esta forma de medición, El consumo de marihuana entre los


Rutter encontró síntomas depresivos en jóvenes varones de Argentina fue del 12%
el 20,8% de varones de U -15 años. (30): (36). en Chile 4%; en Brasil el 40% de
Kandel y David estimaron una prevalen- ellos la probaron alguna vez (22).
cia de síntomas depresivos en el 13 a El uso de cocaína en Latinoamérica
28% de 4.20A adolescentes (16); Kaplan. registró cifras más bajas que el anterior
aplicando el Cuestionario de Beck, consumo: Argentina 5.4% (36). 10% en
detectó una prevalencia de 13,5% de Brasil y el 26% en Perú, entre los jóvenes
depresión leve. 7.5% moderada y 1.3% varones (22).
grave en adolescentes escolarizados (17). Entre los jóvenes varones residentes en
Bomba, en un estudio de 1.033 adoles­ la Ciudad de Buenos Aires, se observó
centes de 16-17 años encontró una fre­ una disminución, entre 1988 y 1992 del
cuencia de depresión en el 27.4% (4): consumo de tabaco (del 44.4% al 37.1 %l y
Garhson en EDA. señaló una prevalencia un incremento de los consumos de alco­
del 9% de depresión grave en adolescen­ hol (del 51. 1% al 63.3%). de marihuana
tes (11) y Deykin encontró una prevalen­ (del 5.7% al 12%) y de cocaína (del 2.3% al
cia de episodio depresivo en el 6.8% de 5.3%). todas estas variaciones fueron sig­
una muestra de adolescentes (8). nificativas estadísticamente (36).
En Argentina. Serfaty y col. encontraron Se detectó en el estudio mencionado
una prevalencia de depresión del 30.1% anteriormente, que el 76.8% de los que
en varones residentes en la Ciudad de fumaban en 1992. consumían además
Buenos Aires (33). otra sustancia (alcohol, marihuana y/o
cocaína) (36).
Consum o de sustancias tóxicas Entre los que consumían alcohol, la
El consumo de sustancias tóxicas es mitad consumía esta sustancia sola,
otro de los problemas de presentación mientras que la otra mitad también con­
cada vez más frecuente entre los adoles­ sumía tabaco, marihuana y/o cocaína (36).
centes y jóvenes. En nuestro medio las El consumo de sustancias tóxicas pro­
sustancias que habitualmente utilizan duce en los adolescentes y jóvenes efec­
son el tabaco, el alcohol, marihuana y tos inmediatos y mediatos.
cocaína. Entre los primeros se encuentran las
El alcohol es la sustancia que más con­ diversas alteraciones del nivel de con­
sumen los jóvenes de Latinoamérica. En ciencia. así como un grado variable de
Chile un 75% de los jóvenes varones lo incoordinación psicomotriz. A nivel psí­
consumen, un 65% en Costa Rica y en quico se detecta una omnipotencia (todo
Argentina; un 23% en Brasil (20). lo puedo) que unido a lo anterior hace
El tabaco es la sustancia que le sigue que los jóvenes no midan las situaciones
en frecuencia de consumo, en jóvenes de riesgo en su punto justo, ni puedan
varones de Argentina 38%. Cuba 42%. controlar la situación o un automóvil o
Perú 53% y en México el 30% (36. 21). moto, produciéndose accidentes.

142
E Sertatr. J Andrade, A Masautis II Depreswi j consumo de sustanóas pscoactivas

Estos accidentes son frecuentes en los cas en los adolescentes y jóvenes produ­
adolescentes y jóvenes los fines de ce daños a nivel orgánico, fundamental­
semana, en que se acentúan los consu­ mente del sistema nervioso central, de
mos de sustancias tóxicas. los órganos de los sentidos, del aparato
El consumo de drogas puede estar aso­ digestivo y respiratorio, que se ponen en
ciado a conductas delictivas: muchos evidencia en la edad adulta. El consumo
adolescentes y jóvenes roban para tener de tabaco está vinculado con las más fre­
dinero y comprar más droga, o venden cuentes causas de mortalidad en el adul­
para poder consumir to; el consumo de alcohol ocasiona
Los consumos de alcohol y drogas muertes o discapacidades, el consumo
están vinculados con conductas violen­ de drogas produce un deterioro clínico y
tas: en el ámbito familiar, agresiones, psíquico a medida que transcurren años
maltrato físico o emocional (19. 39); vio­ de consumo.
lencia dentro de las instituciones (escue­ En los últimos años se incrementaron
la. trabajo) en la forma de indisciplina, los estudios sobre las causas del consu­
rotura de muebles, agresiones al perso­ mo de sustancias tóxicas entre los ado­
nal; a nivel social conductas violentas lescentes y jóvenes.
contra transportes públicos, negocios, Se efectuaron investigaciones buscan­
robos, lesiones a terceros, homicidio. En do causas personales, así J. Maag
Latinoamérica el homicidio es la segun­ encontró una mayor frecuencia de uso de
da causa de muerte en las edades de 15- tabaco y marihuana entre los adolescen­
25 años en varios países (25). En un estu­ tes con problemas de aprendizaje (23).
dio efectuado en Australia (para el grupo Otros estudios buscaron factores fami­
de 10-24 años) de todas las muertes vin­ liares. Isohanni en Finlandia encontró un
culadas con el uso de sustancias tóxicas, mayor uso de alcohol entre los adoles­
el 77% estuvieron vinculadas con el alco­ centes que tenían una familia no están­
hol y el resto con drogas (20). dar. con ausencia de uno de los padres
En síntesis, el consumo de sustancias (13). El consumo de sustancias tóxicas
tóxicas puede estar vinculado con las por parte de alguno de los miembros de
conductas violentas y éstas pueden oca­ la familia, fue encontrado como un riesgo
sionar la muerte, o producir discapaci­ para el consumo entre los adolescentes
dades permanentes (físicas o mentales) 112. 29).
(19. 32. 39). Otros estudios detectaron una asocia­
Las causas de mortalidad en el grupo ción entre la presencia de síntomas
de 15-24 años, vinculadas a la violencia, depresivos y el consumo de sustancias
varían entre los sexos, en las mujeres tóxicas: S. Young en EDA. encontró que el
representan el 34.2% de todas las cau­ 20% de los varones que consumían dro­
sas. mientras que en los varones son el gas tenían síntomas depresivos (39).
62.9% (25). M. Wang encontró en una muestra
El consumo crónico de sustancias tóxi­ nacional de 6.900 adolescentes de EUA,

14 5
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • H Zorrilla Zabikte II T r iM o de Psicoftfmacotogía y Hewocieficia. Vobimet V. U c tio ie s . Neutoblo(09ia y consMetaciones d ú g M $ tk «

una fuerte correlación entre los consu­ Córdoba y Mendoza.


midores de tabaco y síntomas de depre­ El estudio se llevó a cabo simultánea­
sión (38). Hussong en similar población, mente con el examen de aptitud para
encontró una asociación entre el consu­ realizar el Servicio Militar, es decir que
mo de alcohol y la presencia de síntomas fue población general, supuestamente
de depresión (12). sana, que no consultaban por ningún
motivo.
O bjetivos del presente estudio Muestra: se diseñó para cada lugar
Con la finalidad de estudiar la relación estudiado una muestra aleatoria de
existente entre la presencia de depresión tamaño suficiente para lograr el objetivo.
y el consumo de sustancias tóxicas, se Se consideró una probabilidad esperada
efectuó el presente análisis de la infor­ de depresión del 15%. una precisión del
mación obtenida en jóvenes varones de 3% y un nivel de confianza del 95%.
18 años, de población general, residentes Las muestras obtenidas en cada Centro
en cinco zonas (Ciudad de Buenos Aires. fueron: Ciudad de Buenos Aires 619 jóve­
Nordeste y Sudeste de la Pcia. de Buenos nes. Nordeste de la Pcia. de Buenos Aires
Aires. Pcias. de Mendoza y Córdoba) de 595; Sudeste de la Pcia. de Buenos Aires
Argentina. 452; Pcia. de Córdoba 400 y Pcia. de
Fueron los objetivos del presente estu­ Mendoza A52.
dio investigar: En el presente estudio se aunaron los
1. La relación existente entre la presencia datos obtenidos en todos los centros
de depresión leve, moderada o grave detec­ mencionados, considerándose en su
tada mediante el Cuestionario de Beck y conjunto 2.518 jóvenes varones, a fin de
al el antecedente de haber tenido lograr el objetivo establecido.
depresión anterior
bl el consumo en los últimos 30 días de b) Cuestionario epidemiológico
tabaco, alcohol diario, marihuana, cocaí­ El Centro de Investigaciones Epidemio­
na y medicamentos no recetados. lógicas elaboró un cuestionario anónimo
2. La relación existente entre al y bl: y autoadministrado. que incluyó el
depresión anterior y el consumo de las Cuestionario de Depresión de Beck.
sustancias mencionadas. adaptado a los patrones culturales y del
grupo de edad a ser aplicado, y diversos
Material y métodos antecedentes y que comprendió 39 pre­
a) Población estudiada guntas de respuestas cerradas:
Se estudiaron 2.518 varones de 18 al datos generales: edad, nivel de esco­
años, residentes y representativos de la laridad. y condición de estudiante (pre­
población general de la misma edad y guntas 1 y 21
sexo de las siguientes zonas: Ciudad de bl cuestionario de Depresión de Beck
Buenos Aires. Nordeste y Sudeste de la (2| que consistió en 21 preguntas cada
Pcia. de Buenos Aires y las Provincias de una con cuatro opciones de respuestas

144
E Sertaty. J Andrade, A Masautis II Depresión y consumo de sustancias psicoacthras

(preguntas 3 a 231 c) Desarrollo operativo


c) situaciones de posible riesgo; En cada Centro seleccionado, dos
características de temperamento en la encuestadores y un supervisor, todos con
infancia. situaciones conflictivas, formación profesional, aplicaron la meto­
ausencias del hogar por más de 2A dología propuesta para la selección de
horas sin avisar, accidentes de tránsito, los jóvenes a ser estudiados, controlando
detenciones policiales, violencia fami­ el llenado de la ficha epidemiológica de
liar. separación de los padres (pregun­ acuerdo con el diseño muestral estable­
tas 24 a 28. 30. 35 a 37 y 39) cido. Se efectuaron previamente, encuen­
di percepción del joven de la depre­ tros de entrenamiento del procedimiento
sión: ¿Te sentís deprimido últim am en­ operativo con todos los profesionales
te? (pregunta 29) intervinientes.
e) antecedente de depresiones anterio­ Los criterios de selección de los jóve­
res: ¿Tuviste anteriormente algún estado nes para su inclusión fueron:
depresivo? a) Corresponder al número de orden
f) ¿Cuántas veces? ¿A qué edades? establecido en el diseño de la muestra.
(pregunta 38) a) Tener residencia en la zona corres­
g) consumo, en los últimos 30 días, de pondiente
tabaco, alcohol (más de dos vasos de b) Pertenecer a la clase 1974. que
bebidas alcohólicas -cerveza, vino, correspondía a la edad de 18 años en
whisky, grapa, caña, etcétera- en el 1992.
mismo momento), marihuana, cocaína y c) Saber leer y escribir.
medicamentos sin haberlos recetado el Cuando el joven no se encontraba
médico (preguntas 31 a 3A]. incluido dentro de estos criterios o tenía
En el presente estudio se trabajó con algún impedimento psicofísico que no le
las variables indicadas en b) d) e) y f). permitiera comprender y/o llenar la
Con respecto al consumo de alcohol, se encuesta, debía ser registrado en una
seleccionaron aquellos que respondieron planilla para permitir evaluar la correcta
que consumían diariamente, consideran­ aplicación de las normas establecidas en
do que constituyen los de mayor situa­ el proyecto.
ción de riesgo por las consecuencias del Cada uno de los encuestados recibió
consumo agudo y de la conducta de instrucciones sobre la forma de llenado
dependencia implícita en el consumo del cuestionario, garantizándole la abso­
diario. El consumo de medicamentos, luta confidencialidad de la información y
realizado en forma habitual y sin la pres­ su utilización exclusiva con fines estadís­
cripción de un facultativo, se consideró ticos y en la promoción de programas de
una situación de riesgo, por cuanto indi­ prevención.
ca una tendencia a la automedicación y Finalizado el operativo en terreno,
dependencia de fármacos. todas las encuestas fueron auditadas por
personal del Centro de Investigaciones

14 5
EDITORIAL SCIENS
LM Seher • H ZorrilU Zubiiete II Traudo de PsicofvmatDto^ía y Nevodeflcta. Vohimet V. AdiccwMS. Neutobioto^a y unsideracioties «a g M S tk s

Epidemiológicas antes de su ingreso a la Se tomó en consideración la respuesta


base de datos. a la pregunta: ¿Te sentís deprimido
actualmente?
d) Análisis estadístico Su respuesta podía ser NO o SÍ. Se
Se confeccionó una base de datos, uti­ seleccionaron del total de 2.518 jóvenes,
lizando el Data Entry del paquete esta­ aquellos cuyas respuestas a esta última
dístico SPSSPC+ V3 ÍStatisticat Package pregunta fueran coincidentes con la
for Sodai Sciences! fijándose rangos de depresión actual detectada por el
valores adnnisibles para todas las variables. Cuestionario de Beck. De esta forma
El Cuestionario de depresión de Beck resultaron un total de 1572 jóvenes: en
otorgó a cada pregunta una puntuación 837, (53.2%) coincidían en sentirse depri­
de O a 3. totalizando un posible total de midos y estar deprimidos según el
63. Se consideró sin depresión O a U Cuestionario de Beck. y en 835 (46.8%)
puntos, depresión leve de 15 a 21 puntos; coincidían en no sentirse deprimidos y no
depresión moderada 22 a 24 y depresión estarlo de acuerdo con el mencionado
grave 24 puntos y más. Cuestionario. Refirieron haber tenido
De acuerdo con ello, se clasificó a los depresión anterior el 23% de los analiza­
jóvenes en: 1) sin depresión. 2) con dos. encontrándose asociaciones signifi­
depresión leve y 3) con depresión grave, cativas estadísticamente entre aquellos
coincidentes con los criterios de la que dijeron haber tenido depresiones
Clasificación Internacional de Enferme­ anteriores y aquellos coincidentes en ser
dades de la Organización Mundial de la clasificados como deprimidos de acuerdo
Salud. 10 Edición para Trastornos con Beck y sentirse deprimidos actual­
Mentales y del C om portam iento (F mente. Asimismo se encontró una aso­
32.0. F32.1 y F32.2I (7). ciación significativa entre ambas situa­
Para determinar la confiabilidad de las ciones: depresión anterior y los consu­
respuestas a la pregunta: ¿Tuviste ante­ mos de tabaco, alcohol, marihuana,
riormente algún estado depresivo?, se cocaína y medicamentos no recetados, y
efectuó el siguiente procedimiento: entre la depresión actual y los consumos

C o in c id e n te s e n : P e rc e p c ió n de
d e p re s ió n a c t u a l D e p r e s ió n a n t e r io r
D e p r e s ió n s e g ú n C . d e B e c k

C o n s u m o s d e ta b a c o , a lc o h o l d ia r io , m a r ih u a n a , c o c a ín a , m e d ic a m e n to s no r e c e ta d o s

14Ó
E Ser(at)f. J Andrade, A Masautis !í Depresión y consumo de sustancias psicoactiras

mencionados. Resultados
Dados los resultados obtenidos en este Características descriptivas
análisis separado de la subpoblación de
1.572 jóvenes coincidentes en las res­ Depresión
puestas. se estinnó que la contestación a De acuerdo con la aplicación del
la pregunta: ¿Tuviste anteriormente esta­ Cuestionario de Beck. la proporción de
dos depresivos? era confiable. Es decir jóvenes con depresión actual leve fue del
que los jóvenes percibían correctamente 21,3%, moderada del 11%y gravedeU.1%.
estar deprimidos actualmente y por lo Del total de encuestados, el 53% no
tanto anteriormente. tuvo depresión actual (según el Cuest. de
En la población total de 2.518 jóvenes, Beck) ni ningún antecedente de depre­
para estudiar el efecto de las variables sión anterior El 22,9% tuvo episodios
depresión anterior, y consumo de tabaco, depresivos anteriores y el 37.2% tenía
alcohol diario, marihuana, cocaína y depresión actual según Beck. El 13,1% de
medicamentos no recetados sobre la ellos, tenía depresión actual y anteriores.
existencia de depresión actual leve, De los que dijeron haber tenido depre­
moderada y grave, según el Cuestionario siones anteriores, cerca de la mitad (38%
de Beck. se buscó la asociación y se refirieron un episodio, el 23% dos episo­
midió su significación utilizando la prue­ dios. el 15% tres episodios, el 5% cuatro
ba del Chi cuadrado o la probabilidad episodios, el 4% cinco episodios y el resto
exacta de Fisher. y el Riesgo Relativo con seis o más.
sus intervalos de confianza del 95%. Entre aquellos que dijeron haber tenido
episodios depresivos anteriores: el 25%
dijo que el primero fue a los 16 años, el

F re c u e n c ia s de c o n s u m o s de s u s ta n c ia s tó xicas,
en los ú ltim o s 30 d ías, en 2 .5 1 8 v a ro n e s d e 18 a ñ o s - A rg e n tin a

3 8 .4

6 .7

3.9

Tab aco M a rih u a n a M ed ie C o caína A lcoh ol


no re c e t d iario

147
EDITORIAL SCILVS
LM Zieher • M ZorrIlU Zritiieie II T ra M o de Psic«f»maco(ogía y Nevociencia. Votum n V. Adictntes. Neurobioto^a y consideraciofles d tig M S tic e

Riesgo de consumo de sustancias tóxicas


según antecedente de depresión anterior

3.5
3 .2 ¿ o no
3 ¿y] J.UJ
2.5
1 7 77
.? 17 • 7.]9 • 2T3Z
2
1 'Í9 M .7 7 1 A? 1.81
1.5
P1 1 1
1
0.5 t . t Z

O -------------------- 1-------------------1------------------- 1------------------- 1------------------- 1


Tabaco Alcohol Medie no Cocaína Marihuana
p<0.0005 diario p<0.05 p<0.0001 p<0.0001 p<0.0001

23% a los 17 años, el 16% a los 15 años, tenido d epresio n es a n te rio re s , tenían
e l 10% a los U años, el 10% a los 18 m ayores probabilidades de te n e r d epre­
años, el 5% a los 13 años, el 5% a los 12 sión a ctu al leve (RR= 1.73). m oderada
años, y el 1% a losl 1. el 1% a los 10. el 1% (RR= 3.39) y grave (RR= 3.07) (Tabla 11.
a los 9. el 1% a los 8 años y un solo joven
dijo haber tenido un episodio depresivo a Depresión actual, según el Cuestionario de
los 6 años de edad. Beck, asociado con el consumo de tabaco,
alcohol diario, m arihuana, cocaína y m edi­
Consumo de sustancias tóxicas camentos no recetados.
El 38.5% de los jóvenes dijeron consu­ Se detectó una asociación estadística­
m ir h abitualm ente tabaco, el 3.4% alco­ m ente signficativa entre la depresión leve
hol diario, el 8.4% m arih uan a, el 6.7% y los consum os de tabaco lp<0.05). alco­
m edicam entos no recetados por el m é d i­ hol diario (p<0.001). m arihuana |p<0.00001)
co y el 3.9% cocaína. y cocaína |p< 0.001) no siendo significativa
la asociación con el consum o de m ed ica­
Depresión actual, según el Cuestionario de m entos no recetados.
Beck. asociado con el antecedente de La depresión m oderada estuvo asocia­
depresión anterior da significativam ente con los consum os
Aquellos con antecedentes de haber de tabaco (p<0.0005). alco h o l diario

TA B LA 1

Riesgo* de depresión actual (cuestionario de Beck) según antecedentes de depresión anterior


Depresión anterior
Depresión actual RR 10 Valor de p
Leve 1.73 1.48-2.01 <0.00001
Moderada 3.39 2.78-á.13 <0.00001
Grave 3.07 2.11-4.á6 <0.0001
R R : rie s g o r e l a t i v o / / IC : ir^lervalo d e cor^fianza d e l 9 5 %
* L a a s o c ia c ió n se m id ió co n e l te s t d e l C h í c u a d r a d o

148
E Sertaty. J Andrade, A Masautis // Depresión y consumo de sustancids psicoacthas

TABLA 2

D e p re s ió n a n te r io r co m o rie sg o d e l c o n s u m o de s u s ta n c ia s tóxicas

Depresión anterior
C o n su m o RR IC V a lo r de p
Tabaco 1.25 1 .1 2 - 1 .3 9 <0.0005

A lc o h o l d ia rio 1 .7 7 1 .1 5 - 2 .7 2 <0.05
M a r ih u a n a 2 .3 4 1 .8 1 - 3 .0 3 < 0.0001
C o c a ín a 2 .1 9 1.Ü 7 -3 .2 Ü <0.0005
M e d ic a m e n to s n o r e c e ta d o s 2 .1 7 1 .6 2 -2 .9 1 < 0.0001
RR: riesgo re la tiv o // IC: intervalo de confianza del 95%

(p<0.0005), marihuana (p<0.00001), cocaí­ sustancias tóxicas.


na (p<0.00001) y medicamentos no rece­ Si bien numerosos estudios señalan la
tados (p<0.00001|. mayor frecuencia de la depresión entre
La depresión grave estuvo asociada las mujeres, también es cierto que en
significativamente con los consumos de todos los países occidentales, las tasas
tabaco (p<0.00001|. alcohol diario de suicidios entre los varones duplican a
(p<0.0001), marihuana (p<0.00001), cocaí­ las de las mujeres. Éstas realizarían más
na (p<0.005) y medicamentos no receta­ intentos y los varones se suicidan. Se ha
dos |p<0.0001) (Tabla 2). encontrado una estrecha relación entre
la depresión y el suicidio (3), surgiendo
La depresión anterior asociada con el con­ entonces el interrogante sobre si la
sumo de tabaco, alcohol diario, marihuana, depresión en los varones es menos fre­
cocaína y medicamentos no recetados cuente o es que no consultan (restan
El antecedente de depresión anterior importancia a los síntomas, o no saben a
fue una situación de riesgo para los con­ quien recurrir). Puede influir la presión
sumos de: tabaco (RR=1.25), alcohol dia­ cultural de algunas sociedades, en el
rio (RR=1,77). marihuana (RR=2.34), sentido de no mostrar debilidad.
cocaína |RR=2.19) y medicamentos no El consumo de sustancias tóxicas:
recetados |RR=2,17|. tabaco, alcohol diario, marihuana, cocaí­
na. es más frecuente entre los adoles­
Discusión centes y jóvenes varones, en casi todos
Este estudio se efectuó con jóvenes los países (1, 21, 22. 32).
varones representativos de la población También las conductas violentas: agre­
general, teniendo en cuenta que más de siones. maltrato, robo, homicidio, son
la mitad de las causas de mortalidad más frecuentes entre los varones.
para este sexo, están vinculadas con la La mitad de los encuestados no tuvie­
violencia. ron antecedentes de depresión anterior
Se estudiaron fundamentalmente dos ni actual, lo que indicaría que en ellos no
aspectos: la depresión y el consumo de existiría una vulnerabilidad o modalidad

U9
EDITORIAL SCIENS
LM Zieher • M ZorriUa Zubitete II Tratado de Pskotvmacologia y Neutocietióa. VoUimefl V. UitOom. Neutobiolo^ y Mnsidetaeiwies diagiMStic»

de reacción depresiva. riesgos inmediatos (35). por los efectos


Casi la cuarta parte de los encuestados agudos del alcohol y su vinculación con
dijeron haber tenido depresiones anterio­ los accidentes y conductas violentas y a
res a los 18 años; la gran nnayoría tuvo un largo plazo, por la carencia que produce
episodio anterior, en general a los 16 de nutrientes, minerales y vitaminas y la
años de edad, pero también algunos rela­ relación con procesos degenerativos en
taron haber tenido hasta 8 episodios, y en aparato digestivo (20).
edades muy tempranas. 6.7. 8. 9 años. El consumo de marihuana fue declara­
Existen estudios realizados sobre la do en el 8.4% de los jóvenes, siendo
depresión en la niñez. Albert y Beck. (12) mayor que lo detectado en Suiza (5% de
encontraron un 33% de niños deprimidos varones de 15-16 años). México (5% en
en escuelas, en edades de 11-15 años. varones de 14-18 años). Chile [4% en
En España. Domenech y Polaino detecta­ varones de 18-29 años) y menor a las
ron una prevalencia de depresión mayor halladas en Holanda [13% de varones de
infantil del 3.8% y de distimia en el 11.4% 17-18 años). Canadá (27% en varones de
en niños de 8 a 10 años y de 11,6 y 25.6% 12-18 años), y España (28% en varones de
respectivamente en niños de 11 años o 15-27 años) (22).
más (101. El consumo de cocaína declarado del
La proporción encontrada (37%) de 3.9%. fue más baja que la frecuencia
jóvenes con depresión es mayor que la detectada en Perú del 9% en estudiantes,
hallada por Spaner del 22% (371. Esto y del 10% en estudiantes universitarios
sugeriría que los episodios depresivos en de Brasil. En Europa y Australia los con­
los adolescentes y jóvenes vulnerables sumos de esta sustancia fueron menores
(51. pueden ser de corta duración, pero se [entre el 2y 5%) (22).
repiten frecuentemente en la misma per­ El consumo de medicamentos no rece­
sona (34). tados del 6.7% revela que entre la pobla­
Los consumos de sustancias tóxicas ción de jóvenes estudiada, la automedi-
detectados entre los jóvenes, compara­ cación fue frecuente. Se ha señalado el
do con otros estudios fueron, para el uso seguido de fármacos con otras
tabaco (38.5%) sim ilar al encontrado en drogas (22).
EUA (30%). Italia (22%). y Alemania La asociación significativa encontrada
(30%) y menor que la encontrada en entre la depresión leve, moderada o
Perú (55%) (21). grave, según el Cuest. de Beck. destaca
El consumo de alcohol diario detecta­ la frecuente coexistencia de ambas pro­
do. del 3.4%. fue menor al observado en blemáticas. coincidiendo con investiga­
Brasil del 6% (en varones de 9-18 años). ciones efectuadas en EUA (23.30.38,39) y
Australia 10% (varones de 17-18 años), o en Grecia (24).
Chile 18% [varones de 15-29 varones) (20). Algunos estudios relatan que la depre­
Se consideró el consumo diario dado sión grave está vinculada con conductas
que fue considerado el grupo de mayores suicidas y homicidas (39).

15 0
E Serlaty. J Andrade, A Masautis II Depreswi y consumo de sustanoas pscoacthras

Aquellos con el antecedente de depre­ La depresión en edades tempranas de


sión anterior tenían más riesgo de tener la vida, constituye un riesgo para el con­
depresión actual, según el Cuestionario sumo de sustancias tóxicas. Si no es
de Beck. Esto sugiere que las depresio­ diagnosticado y tratado, puede ocasionar
nes en edades tempranas de la vida, tie­ la búsqueda por el adolescente mismo,
nen la tendencia a repetirse (3. 5. 15). de "paliativos" contra ese malestar: el
También aquellos con depresión ante­ consumo de tóxicos.
rior tenían más probabilidades de consu­ Un adolescente deprimido y que consu­
m ir tabaco, alcohol diario, marihuana, me sustancias tóxicas está expresando
cocaína y medicamentos no recetados su sufrimiento, por no poder hacerlo de
posteriormente. otra forma. No ofrecerle la posibilidad de
un tratamiento adecuado, puede acen­
Conclusiones tuar las secuelas.
Los resultados del presente estudio Todo adolescente, cualquiera sea su
constituyen un llamado de atención de medio, necesita de una oportunidad.
los profesionales de la salud, sobre la Frecuentemente, la sociedad tiene
problemática de la depresión y el consu­ hacia los adolescentes y jóvenes una
mo de sustancias tóxicas por los jóvenes actitud negativa o a lo sumo, tolerante
varones. pasivamente. Muchas veces se pretende
La edad de la adolescencia y juventud, un "comportamiento adecuado", que se
por las características de inestabilidad estén quietos, que no alboroten. Esa
emocional, inseguridades, tendencias a fuerza interior de los adolescentes es la
la actuación, constituye de por sí una potencia del futuro, no se puede ni debe
etapa de mayor vulnerabilidad. Si a ésta anular. Es un deber de los adultos facili­
se le agregan síntomas depresivos, la tar que la canalicen hacia empresas
situación se agrava y puede desembocar colectivas positivas y útiles. Si no lo
en el consumo de tabaco, alcohol, o drogas. hacen, la desviarán por canales perjudi­
Estos consumos, a su vez. pueden ori­ ciales hacia ellos mismos y para toda la
ginar situaciones de agresión y violencia, sociedad: depresión, suicidio, consumo
tanto hacía sí mismos (lesiones, intentos de tóxicos, destrucción y violencia.
y suicidios consumados) como hacia los El potencial de la juventud, si no se
demás (robos, lesiones, incendios, homi­ emplea, explota.
cidios).

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E U IT O R IA L S C IE N S
Esta edición de 5.100 ejemplares
se terminó de imprimir en
PRIMER IMPACTO
Thames 1791, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
en el mes de abril de 2012.
T ratado de
Psicofarmacología
y Neurociencia
Volumen V
Adicciones
Neurobiología y consideraciones diagnósticas

Una adicción es una enfermedad física y psicoemodonal, según la Organización Mundial de la


Salud. Está representada por los deseos que perturban los pensamientos y el comportamiento
(síndrome de abstinencia) de la persona adicta, y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas
para conseguir la sensación o el efecto deseado (comportamientos adictivos). A diferencia de los
simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son "dependencias " que traen consigo
graves consecuencias en la vida real que deterioran físicamente, afectan negativamente los
vínculos sociales, y destruyen relaciones, además de deteriorar la capacidad de funcionar de
manera efectiva. Entre las adicciones, se encuentran el alcoholismo, la farmacodependencia y la
adicción a las sustancias psicoactivas. que es un estado psicofísíco causado por la interacción de
un organismo vivo con un fármaco o sustancia, caracterizado por la modificación del
comportamiento, a causa de un impulso irreprimible por consumir una droga o sustancia de
abuso. En la actualidad también se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no
sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como
por ejemplo puede existir, adicción al sexo, al juego (ludopatía). a la pornografía, a la televisión, a
las nuevas tecnologías (tecnofilia). etcétera.
En el tratado de Psicofarmacología y Neurociencia. el volumen dedicado a adicciones, consta de
varios capítulos en los que se describe tanto la neurobiología y sus sustratos neuroanatómicos
afectados más frecuentemente, como también la evaluación neuropsicológica diagnóstica, los
abordajes farmacológicos y terapéuticos que revisten mayor consenso en la actualidad. Todos los
trabajos conforman una aproximación actualizada a este grave problema médico-social con el
deseo que este volumen se transforme en un medio accesible para la actualización, formación y
consulta especializada.

SCIKNS

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