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FERTILIDAD DE
SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco*
Manuel Iván Gómez Sánchez**
Pág.
Pág.
INTRODUCCIÓN
Las plantas necesitan alimentarse. La nutrición mineral es el proceso fi-
siológico de absorción, transporte y utilización de asimilados por los cultivos.
Los elementos involucrados en este proceso son los nutrientes, los cuales son
exclusivamente de naturaleza inorgánica o mineral.
Figura 1. Ilustración de cómo una planta utiliza el agua, los nutrientes del suelo
y el oxígeno del aire para la formación de carbohidratos (A), grasas (G)
y proteínas (P). (Potash & Phosphate Institute, 1988).
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FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 223
El sodio (Na), cobalto (Co), silicio (Si) y vanadio (V) son necesarios para
algunas plantas. Aunque no son considerados esenciales, se aceptan como be-
néficos o mejoradores del desarrollo de determinados cultivos, ya que pueden
estimular la absorción o el transporte de otros elementos esenciales, limitar la
absorción de otros que se encuentren en exceso o suplir parcialmente la falta
de algún elemento esencial. Entre la comunidad científica actual existe cierta
controversia ante la inclusión del silicio como elemento esencial (Alley,
Vanlauwe, 2009).
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Tabla 5. Contenido de elementos que aportan a la fertilidad del suelo varios minerales
formadores de rocas (IGAC, 1995).
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Tabla 6. Resumen de las características de los minerales arcillosos como indicadores de fertilidad del
suelo (Benavides y Forero, 1978, citados por Castro, 1998).
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*E.I. = Espacio Interlaminar; (A°) = Angstrom = 10-8 cm. ** C.I.C. /100 g material
La fertilidad física del suelo puede ser natural o inducida mediante siste-
mas adecuados de manejo, especialmente los relacionados con labranza, riego,
drenaje y control de salinidad. Un suelo de buena calidad física permite que el
agua penetre y se distribuya fácilmente dentro del volumen de suelo ocupado
por las raíces. Además, permite que el suelo se acomode a la presión ejercida
por las raíces en crecimiento. El suelo debe tener una porosidad de por lo
menos 50%, con una buena distribución de macro, meso y microporos, para
facilitar el almacenamiento y movimiento de agua y aire. Por ejemplo, los sue-
los de textura fina presentan mayores posibilidades de contacto con los pelos
absorbentes y también mayor facilidad de actuación de los agentes de altera-
ción que promueven la liberación de nutrientes asimilables, con menos pérdi-
das de nutrientes; caso contrario sucede en suelos de texturas gruesas, con
mayor tendencia a la compactación (Castro, et al., 2006).
Bajo compactación la absorción mineral queda inhibida por la ausencia de
oxígeno; a medida que la atmósfera del suelo disminuye el oxígeno, es menor
la respiración de las raíces y la absorción mineral. Generalmente las raíces dismi-
nuyen su absorción hasta valores inferiores al 10% de espacio aéreo en el suelo,
aunque esto depende mucho de la especie en cuestión (para el arroz el valor
crítico se sitúa en 3%).
CIENCIA DEL SUELO
234 Principios básicos
Figura 8. Capacidad productiva de un suelo vista por la relación del pH, las bases
intercambiables y la CICE (Adaptado y complementado de Torrez y Chinchilla, 2006).
CIENCIA DEL SUELO
236 Principios básicos
Figura 10. Explicación gráfica del significado del componente biorgánico del suelo
como indicador de fertilidad (Castro, 2004).
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Tomado de: (1) Bertsch F. 2003; (2) Contreras, A. 2002 (3).IFA. 1992; (4).IPI, 2007; (5).IPNI Norte de Latinoamérica, 2007; (6) Gómez,
2006a; (7) García, et al., 2006; (8) Melgar R. y M. Díaz Zorita, 1997; (9) Guerrero, 2001; (10) Torrez y Chinchilla, 2007.
FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 245
Tomado de: (1) Bertsch, 2003; (2) IFA. 1992; (3) IPNI NorthCentral-USA, 2007; (4) INPOFOS, 2003; (5) Halevy J. y M. Bazelet, 1992;
(6) INPOFOS, 1999. (7) Gómez, 2006a. (8) Munevar, 2001. (9) Ciampitti y García; 2007; (10) Posada, 2008; (11) Cenicafé, 2008.
Figura 13. Síntomas de deficiencia de nutrientes en diversos cultivos (Gómez, Castro, 2009).
CIENCIA DEL SUELO
252 Principios básicos
basadas en correlación de campo (Figura 14). Las tres etapas son importantes
para evaluar el grado de deficiencia y disponibilidad de los nutrimentos y para
determinar las cantidades de fertilizantes que se deben aplicar (Kidder, Espinosa,
2002).
Figura 14. Elementos que integran un análisis de suelos (Kidder, Espinoza, 2002).
Figura 16. Calibración del análisis de potasio y determinación del nivel crítico para plátano
de alta densidad en Colombia. Potasio extraído con acetato de amonio (Espinosa, et al., 1996).
Relación
Nota: Para el control de acidez el cálculo de t.ha-1 CaCO3 se efectúa teniendo en cuenta que 1 me Al+3.100-1 g de suelo del análisis, se
neutraliza con 400 Kg.ha-1 de calcio equivalente a 1 t.ha-1 de CaCO3. También es posible estimar las t.ha-1 CaCO3 asumiendo el % mínimo
de aluminio tolerado por el cultivo (se sugiere <15%) mediante la fórmula: CaCO3 (t.ha-1) = [1.5 (saturación Al+3 existente – saturación
Al+3 deseada) x CICE]/100. El control de la acidez se debe plantear con criterio de mejoramiento integrado de la concentración de
bases (Ca+Mg) y de fósforo para lo cual se recomienda el uso combinado de materiales encalantes. Ej: si debo aplicar 1 t.ha-1 CaCO3,
esta dosis en términos de materiales encalantes comerciales equivale a incorporar en forma combinada al suelo 360 Kg.ha-1 de cal
hidratada (80% Ca (OH) 2 ), 480 Kg.ha -1 de dolomita (55% CaCO 3 +33%MgCO 3 ) y 170 Kg.ha -1 de abono paz del río
(48%CaO+1,2%MgO+10%P2O5). Fuente: Castro y Gómez, 2009.
255
CIENCIA DEL SUELO
256 Principios básicos
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Fuente: Adaptado de “FEDEARROZ, 2000”; “Barrera, 1998”; “Munevar, 2001”; “INPOFOS, 2001”; “Castro, 2001”; “CENICAÑA, 1995”; “Bernal, 2003”.
Métodos de análisis usados: C.O. (Walkey Black); P (Bray II), S (tubidimetría); bases de cambio (acetato de amonio 1N); elementos menores (Olsen).
257
CIENCIA DEL SUELO
258 Principios básicos
Figura 17. Calibración de niveles críticos foliares para boro en palma de aceite.
Zona Centro-Colombia. (Gómez, Castro, 2009).
Tabla 15. Contenido adecuado de elementos primarios y secundarios en el tejido foliar de cereales,
hortalizas, frutales y leguminosas de interés agrícola. (Malavolta, et al., 1989).
CULTIVO %N %P %K % Ca % Mg %S
Arroz 2,5-3,0 0,25-0,40 2,5-3,5 0,75-1,0 0,50-0,70 0,15-0,20
Maíz 2,75-3,25 0,25-0,35 1,75-2,25 0,25-0,40 0,25-0,40 0,15-0,20
Trigo 3,0-3,3 0,20-0,30 2,30-2,50 1,0-1,4 0,3-0,4 0,2-0,4
Frijol 3-5 0,2-0,3 2,0-2,5 1,5-2,0 0,4-0,7 0,5-1,0
Lechuga 3 0,35 5 1,2 0,3 0,3
Tomate 3 0,35 4 1,4-1,8 0,4 0,3
Papa 3 0,35 5 2 0,75 0,35
Yuca 5,1-5,8 0,3-0,5 1,3-2,0 0,75-0,85 0,29-0,3 0,26-0,30
Piña 2,0-2,2 0,21-0,23 2,5-2,7 0,3-0,4 0,4-0,5 0,2-0,3
Banano 2,8-4,0 0,2-0,25 3,0-4,0 0,8-1,2 0,20-0,46 0,23-0,27
Cacao 1,9-2,3 0,15-0,18 1,7-3,0 0,9-1,2 0,4-0,7 0,17-0,20
Algodón 3,5-4,0 0,20-0,25 1,4-1,6 3,0-4,0 0,4-0,5 0,2-0,3
Soya 4-5 0,25-0,50 1,7-2,5 0,4-2,0 0,3-1,0 0,25
Caña de azúcar 1,9-2,2 0,18-0,24 1,1-1,5 0,5-1,0 0,2-0,3 0,2-0,3
Palma de aceite 2,4-2,6 0,15-0,21 1,0-1,5 0,5-0,7 0,24-0,30 0,20-0,23
Gramineas forrajeras 1,1-1,8 0,08-0,12 1,1-1,8 0,2-1,0 0,12-0,23 0,11-0,70
Leguminosas
2,6-3,5 0,40-1,50 2,7-5,0 2,1-3,7 0,4-0,7 0,1-0,4
forrajeras
CIENCIA DEL SUELO
260 Principios básicos
4. RECOMENDACIÓN DE NUTRIENTES
Según Sammer (2001), las recomendaciones de nutrientes pueden afinarse
si los análisis de diagnóstico de suelos, foliar y aguas se usan conjuntamente
con la información de los requisitos nutricionales totales de un cultivo. Esta es
una medida real (expresada en kg.ha-1) de lo que consume un cultivo de la
siembra a la cosecha y es la cantidad del nutriente a la que debe tener acceso
un cultivo para producir un determinado rendimiento (Bertsch, 2003). Estos
datos se los puede hallar en la literatura, tal como lo registran las Tablas 10 y 11
de este capítulo y son una buena ayuda; sin embargo, es mejor hacer determi-
naciones del consumo total de nutrientes de las variedades o híbridos locales
(Guerrero, 2001).
Todos estos datos se obtienen relacionando el peso seco de la planta (ente-
ra o de cada una de sus partes) con la concentración del nutriente en la biomasa
total. Se toman muestras en los estados fenológicos más importantes del culti-
vo y con estos datos se calcula la absorción total y se determina la dinámica de
absorción del nutriente por la planta (Bertsch, 2003). La curva de absorción es
de mucha ayuda para el manejo del fraccionamiento de las dosis de nutrientes
en el campo. Esto es particularmente importante para N, pero funciona igual
para otros nutrientes. La curva indica las épocas de mayor absorción y permite
organizar el fraccionamiento del N para incrementar su eficiencia (Figura 18).
Figura 18. Acumulación de materia seca y curva de absorción de N del híbrido Fedearroz
50 cultivado en Colombia (Bertsch, 2003).
FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 261
Otro análisis sobre el tema indica que la mejor forma de determinar las
cantidades de nutrientes a aplicarse a un cultivo con la labor de fertilización es
usando los niveles críticos y los rangos de respuesta del cultivo a la fertilización
obtenidos por investigación (Terry, 2002).
De acuerdo con los criterios anteriores, se concluye que la recomendación
de nutrientes para una adecuada fertilización de cultivos debe hacerse mediante
un diagnóstico integral de las entradas y salidas de los elementos en el sistema
productivo donde se consideren antecedentes históricos, factores y procesos del
suelo, relación de extracción edáfica- absorción foliar, y factores bióticos y abióticos
(clima) en el sistema. Bajo estos lineamientos, Munevar (2008), sugiere un mo-
delo para el cultivo de palma de aceite, cuyos principios pueden aplicarse a cual-
quier cultivo del trópico (Figura 19). Asunto importante es identificar con qué
herramientas de diagnóstico se cuenta de acuerdo con el sistema productivo
para así establecer los modelos de fertilización.
NF = Rpp – S x 100
E
En donde:
NF = Necesidades de fertilización para un nutriente determinado (Kg.ha-1/cosecha)
Rpp= Requerimiento nutricional ponderado para un potencial de producción estimado
(Kg.ha -1/cosecha)
S= Disponibilidad del nutriente en el suelo (Kg.ha-1)
E= Eficiencia de la fertilización (%)
La eficiencia de la fertilización depende de los mecanismos involucrados
en la pérdida de nutrientes generalmente causada por procesos de lixiviación,
fijación, volatilización, escorrentía superficial, inmovilización por
microorganismos, coberturas diferentes al cultivo y sitios no alcanzados (mala
ubicación y distribución). Por tanto, es muy importante para los cálculos, te-
ner en cuenta el factor de eficiencia de los nutrientes aplicados al suelo a través
de los fertilizantes (Tabla 17).
Tabla 17. Factor de eficiencia para nutrientes aplicados al suelo a través
de fertilizantes (Guerrero, 2001).
N 60 – 80% Mg 55 – 60% Mn 5 – 20%
P 10 – 45% S 60 – 70% Cu 10 – 20%
K 60 – 75% B 25 – 30% Zn 10 – 20%
Ca 55 – 75% Fe 5 – 20% Mo 2 – 5%
Equivalente Químico
Sustancia Pura Fórmula Molecular
(EQ Caco3)
Carbonato de calcio 100 CaCO3
Oxido de calcio 179 CaO
Hidróxido de calcio 138 Ca(OH)2
Hidróxido de magnesio 172 Mg(OH)2
Carbonato de magnesio 119 MgCO3
Oxido de magnesio 248 MgO
Tabla 20. Materiales encalantes ofrecidos para programas de control de acidez y mejoramiento
químico de suelos desde la presiembra (Castro, Gómez, 2008).
Composición promedia (%) t.ha-1** requerido
Equivalente
Materiales para neutralizar
químico
encalantes 1meq Al+3/100 g
CaCO3 MgCO3 CaO Ca(OH)2 MgO P2O5*** S (EQCaCO3)
suelo
Cal viva molida
(Nobsa) 75 134 0,75
Cal hidratada o
apagada (Nobsa) 80 110 0,90
Dolomita – Huila
(roca molida) 55 33 94 1,06
Escorias básicas
de siderúrgica* 59 11 132 0,75
Yeso (sulfato de 27
calcio) 0.5 15 51 - 64 1.5 – 1.9
CaSO4.2H2O 36
* Material de residuo industrial no comercial; ** a menor dosis mayor reactividad química del material; *** fósforo de baja solubilidad
en agua.
Nota: 1 meq Al+3/100g de suelo se desplaza con 400 Kg.ha-1 de Ca+2(1000 Kg CaCO3).
los carbonatos (CaCO3 puro), dolomita, escorias básicas y abono paz de río,
mientras la roca fosfórica no ofreció una respuesta significativa en el manejo
de la acidez (Figura 21).
Figura 21. Pruebas de incubación realizadas en suelos sulfatados ácidos improductivos (SSAI)
con diferentes materiales encalantes de origen natural e industrial (Gómez, 2006b).
Arroz X X X
Maíz 40 <25
Sorgo 15 <20
Trigo 10 <10
Soya X <10
Fríjol X <20
Maní 40 <25
Papa 30 <20
Yuca 75 <60
Plátano X <25
Banano X <15
Cítricos X <20
Cacao X <20
Café 40 <25
Palma de aceite X <15
Caña de azúcar X <20
Remolacha azucarera X <10
Piña X <30
Tabla 22. Propuesta integral de encalamiento dirigida al control de acidez y mejoramiento químico
del suelo desde la presiembra (Castro y Gómez, 2008; Gissat, 2006).
La reacción del azufre es lenta. Los suelos sódicos que han recibido azu-
fre para su corrección química no deben ser lavados sino después de cierto
tiempo para permitir que este elemento se oxide por acción de las bacterias
(Thiobacilus thiooxidans). Una vez formado H2SO4, para tener CaSO4 es nece-
sario que en el suelo estén presentes carbonatos alcalinotérreos (Castro, 1998).
De acuerdo con investigaciones de Coamo (2001), la cantidad de enmien-
da de yeso a aplicar depende de la neutralización de saturación de sodio y tipo
de textura, como sigue:
• Suelos arenosos (<15% de arcilla, eficiencia = 90-100%): 0.5 t.ha-1
• Suelos francos (15 – 35% de arcilla, eficiencia = 70-80 %): 1.0 t.ha-1
• Suelos arcillosos (36 – 60% de arcilla, eficiencia = 60-65 %): 1.5 t.ha-1
• Suelos muy arcillosos (>60% de arcilla, eficiencia = 40-50 %): 2.0 t.ha-1
Para disminuir el impacto por la presencia de sodio intercambiable par-
tiendo de un porcentaje de Na óptimo en el suelo menor a 7%, estequio-
métricamente se pueden utilizar las siguientes ecuaciones:
• cmol/kg Na a neutralizar = (% Na actual - % Na óptimo)*CICE*(100/EF).
La eficiencia depende del tipo de textura, como se mostró
anteriormente.
• 1 meq Na = 1.85 ton sulfato calcio (30% CaO)
• 1 meq Na = 0,98 ton azufre agrícola (98% S)
7. ENMIENDAS ORGÁNICAS
La materia orgánica en razón a su naturaleza tiene múltiples efectos sobre
las características físicas, químicas y biológicas del suelo. Bio-estructura, pre-
servación de humedad, permeabilidad, absorción de calor y en general protec-
ción del suelo contra fenómenos de erosión son efectos positivos reconocidos a
la adición de materiales orgánicos. Los efectos de la materia orgánica humificada
sobre las características químicas del suelo se manifiestan, directa o indirecta-
mente, en la disponibilidad de elementos minerales para los cultivos. La mate-
ria orgánica tiene igualmente un efecto muy favorable sobre la biología del
suelo al incrementar considerablemente la cantidad y diversidad de macro y
microorganismos comprometidos con la alteración y transformación de sus-
tancias orgánicas.
El empobrecimiento de los suelos en humus es un hecho evidente que
tiene consecuencias netas sobre la fertilidad química, la estabilidad estructural
y la vida microbial del suelo (Burbano, 1998). Prácticas habituales como el uso
intensivo del suelo en ausencia de esquemas conservacionistas, la quema de
rastrojos y residuos de cosecha, el monocultivo y la ineficiente cultura de
FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 281
7.1. Estiércoles
El estiércol es fuente de nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos esen-
ciales que son disponibles gradualmente para las plantas de acuerdo con su
tasa de mineralización. El estiércol es uno de los bioproductos agrícolas que
requiere de cuidados en su manejo y aplicación para evitar que se pierdan
varios de sus componentes. Una desventaja de incorporar grandes cantidades
de estiércol radica en la posibilidad de aumentar la salinidad del suelo.
Tabla 23. Riqueza media de nitrógeno, fósforo y potasio de distintos tipos de estiércol
(Castro, 2004).
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Paralelo al interés por evitar las pérdidas del suelo y mantener su fertilidad
en el largo plazo, el aprovechamiento de los residuos vegetales dejados en su-
perficie después de las cosechas adquiere importancia para un manejo
conservacionista y sostenible del suelo. Algunos de los beneficios de la utiliza-
ción de los residuos de cosecha se resumen en los siguientes puntos: protegen
el suelo contra la erosión por actuar como cobertura o mulch, cuando se incor-
poran al suelo mejoran el contenido de materia orgánica y las propiedades
físicas, mejoran almacenamiento de agua en el subsuelo y químicamente resti-
tuyen en parte algunos de los nutrientes extraídos por el cultivo anterior, espe-
cialmente potasio en el caso de cereales y nitrógeno cuando se cultivan legu-
minosas (Tabla 24).
FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 283
7.4. El compost
Según Burbano (1998), el proceso de compostaje se puede definir como la
descomposición aeróbica y termofílica de los residuos orgánicos por las pobla-
ciones microbianas quimiorganotróficas que existen en los propios residuos,
bajo condiciones controladas, y que produce un material parcialmente estabi-
lizado de lenta descomposición, cuando hay condiciones favorables.
El compostaje es un tratamiento de los residuos orgánicos seguro e impor-
tante para la protección del medio ambiente. De ahí el creciente interés de los
agricultores, desde hace siglos, por buscar la reconversión de los desechos or-
gánicos disponibles en sus predios para mejorar la fertilidad del suelo de for-
ma integral y sostenible.
Son muchos los materiales que sirven para preparar este abono: todo tipo
de plantas frescas y secas, terrestres y acuáticas; pajas, aserrín; sobras de comi-
da, cascarillas; residuos de matadero, huesos molidos y estiércol animal. Mien-
tras más variada sea la mezcla de materiales, más rica será su composición en
nutrientes.
El proceso de compostaje es, por tanto, una compleja interacción entre el
sustrato, los microorganismos, la aireación y la producción de agua y de calor.
Consta de dos fases: estabilización y maduración. Durante la primera se alcan-
zan altas temperaturas, al principio con participación de microorganismos
quimiorganotróficos se oxida la materia orgánica de fácil descomposición y se
genera calor que favorece el desarrollo de los microorganismos termófilos y la
inactivación de patógenos. Al disminuir la fuente de energía, cae la temperatu-
ra y los mesofílicos se reactivan, la materia orgánica ya se ha estabilizado y sólo
permanece la de difícil degradación. Luego se inicia la fase de maduración,
con lenta degradación de la materia orgánica remanente.
El compostaje se puede hacer en pilas con o sin aireación forzada, o en
reactores con control de aireación, humedad, temperatura y tiempo de reten-
ción. En estos últimos, el proceso se puede completar entre 5 y 7 días, en tanto
que, en las pilas, puede tomar de 4 a 12 semanas o hasta más, para producir un
compuesto satisfactorio.
CIENCIA DEL SUELO
284 Principios básicos
Figura 25. Presentación de diferentes fertilizantes minerales. Izq.: gránulos de urea, cristales
gruesos de KCl, gránulos compactados portadores de elementos menores. Der.: fertilizantes
en cristales finos de KCl (estándar) y polvos secos (Kieserita). Gómez, 2006a.
8.2. Grado
El grado de un fertilizante se define como la relación del contenido
nutricional expresado en porcentaje (peso), en el siguiente orden: N – P2O5 –
K2O. En consecuencia, el fertilizante cuyo grado es 13:26:10, por ejemplo, con-
tendría 13% de nitrógeno (N), 26% de fósforo (P2O5) y 10% de potasio (K2O).
En el caso de los fertilizantes compuestos, el grado se emplea usualmente para
designar el respectivo producto (FAO e IFA, 2002).
Contrariamente al término grado, la fórmula del fertilizante se refiere a las
proporciones relativas de los nutrientes respectivos: el grado 15:15:15 debería te-
ner una relación 1:1:1 de N:P2O5:K 2O, mientras un grado 12:24:12 debería
tener una relación 1:2:1. Es importante conocer el análisis o grado del fertili-
zante para calcular correctamente la cantidad a aplicar según la dosis (Kg.ha-1)
de nutrientes requeridos por el cultivo. Por ejemplo, un agricultor necesita de
8 bultos de 50 Kg (400Kg) del grado 15:15:15 para aplicar una dosis de 60kg
N: 60kg P2O5: 60kg K2O por hectárea. Lo anterior depende del cálculo del
nutriente, producto de la recomendación.
Para entender la sumatoria de los componentes de los fertilizantes, tema
muy controvertido entre técnicos y productores, Castro (2010), considera
muy importante tener idea clara del proceso de fabricación industrial de los
fertilizantes (compuestos complejos). Una vez se define la fórmula por cálculos
FERTILIDAD DE SUELOS Y FERTILIZANTES
Hugo Eduardo Castro Franco, Manuel Iván Gómez Sánchez 287
La mayoría de los países exigen que una proporción del contenido del
nutriente en el fertilizante sea soluble en agua y otra en ácidos débiles; por
ejemplo, solución de citrato de amonio o ácido cítrico o fórmico. Para el caso
del fósforo de los fertilizantes se acepta como P-asimilable la suma del fósfo-
ro soluble en agua y del fósforo soluble en citrato de amonio neutro (Guerre-
ro, 2004).
Los valores de solubilidad en agua de los fertilizantes N-P-K simples y
complejos, procedentes de fuentes amoniacales, nítricas, rocas aciduladas con
H2SO4, H3PO4, HNO3, no presentan cuestionamiento en su aprovechabilidad
nutricional. La solubilidad de fertilizantes portadores de calcio, magnesio y
azufre depende en alto grado de las materias primas empleadas en los proce-
sos de fabricación: nitratos > oxisales > sulfatos > carbonatos > silicatos. En el
proceso de fabricación de fertilizantes micronutrientes el factor
aprovechabilidad puede en muchos casos cuestionarse, principalmente por el
desconocimiento del producto de solubilidad de muchas reacciones que ocu-
rren al mezclar, moler, compactar y granular fuentes simples NPK con otras
materias primas como cales, magnesitas, yeso, azufre elemental y polvos o
cristales de sustancias portadoras de menores (Castro, 2010).
Los fertilizantes que exhiben un nivel significativo de solubilidad en agua se
denominan hidrosolubles y su aprovechabilidad es inmediata. Los fertilizantes
con baja o nula solubilidad en agua, pero con alta solubilidad en citrato o ácido
cítrico, se denominan citrosolubles, y el ejemplo más conocido es el caso de las
escorias thomas y las rocas fosfóricas (Castro, Gómez, 2008) Tabla 27.
Tabla 27. Valores de solubilidad para diferentes fertilizantes de uso común (Guerrero, 2004).
FERTILIZANTES NITROGENADOS
Producto Solubilidad en agua (g/100ml) 20ºC
Urea 108
Nitrato de amonio 187
Sulfato de amonio 80
FERTILIZANTES FOSFÓRICOS
Solubilidad
Producto Agua (%) Citrato (%)
Superfosfato triple 85
Fosfato monoamónico 95
Fosfato diamónico 95
Escorias thomas <2 80.0
Roca fosfórica Carolina del Norte 0 20.9
Roca Huila 0 16.3
Roca Pesca 0 9.0
FERTILIZANTES POTÁSICOS
Producto Solubilidad en agua (g/100ml) 20ºC
Cloruro de potasio 35
Sulfato de potasio 12
Sulfato doble de potasio y magnesio 25
Nitrato de potasio 32
CIENCIA DEL SUELO
292 Principios básicos
La fertilización foliar se debe realizar bajo el concepto de diagnóstico integral teniendo en cuenta
los factores de la planta, las condiciones del ambiente y la técnica de aplicación utilizando fuentes de
comprobada respuesta en campo que aseguren aportes mínimos de las exigencias nutricionales (Gómez
y Castro, 2008).
• Para estimular la absorción edáfica de nutrientes: Zn, Mn, B, aminoácidos, citoquininas, sacarosa.
• Para mantener la actividad fotosintética de la planta: Mg, Zn, Fe, Mn, K, N, aminoácidos.
• Para promover el desarrollo vegetativo, brotación de yemas u homogenizar crecimiento en el
follaje: ácido giberélico, N, Zn, Mg, aminoácidos.
• Diferenciación de estructuras florales: B, Zn, N, aminoácidos, citoquininas.
• Amarre de estructuras florales y frutos: P, Ca, B, K, Mg, auxinas.
• Para promover la elongación de estructuras (tallos, tubos polínicos, frutos): N, K, Zn, B, Mn,
ácido giberélico o auxinas, triptofano, glicina (aminoácidos).
• Para estimular la traslocación de solutos a órganos productivos y acumulación de azúcares: K, B,
P, Mg, ácido giberélico.
• Para retardar o disminuir el desarrollo vegetativo de la planta: citoquininas, S, K, Ca, B, +
(daminozide/ paclobutrazol /uniconazol), ácidos fúlvicos.
• Maduración de frutos: manejo de fuentes conjuntas de fosfatos de potasio, boratos de potasio y/o
ácidos fulvicos.
• Para promover el enraizamiento: auxinas, fósforo, niacina (aminoácidos), ácidos fúlvicos, Ca, B y
Zn.
• Defoliación: inductores de acido abscísico, Cu, Zn, Fe, S, B (altas concentraciones, > 1% en
formas de sales de sulfato).
• Inducción de resistencia sistémica y manejo de enfermedades o plagas: K, Ca, Cu, B y respecto a
sustancias se ha evidenciado el uso de fosfonatos, ácido salicílico, ácido monosilícico.
• Para prevenir o contrarrestar situaciones de estrés: estrés hídrico por exceso o defecto
(aminoácidos con alta concentración en prolina, glicina, sacarosa, Mg, K, N); toxicidad (N, S,
aminoácidos con base en cisteína, glicina, Mg, Zn, Cu); heladas (N, Mg, K, polisacáridos,
aminoácidos, ácido giberélico); salinidad (K, Ca, Mg, polisacáridos, aminoácidos);
envejecimiento prematuro de tejidos, golpes de sol, manejo de antioxidantes (algas marinas,
ácido ascórbico, complejos de micronutrientes metálicos, azufre, cisteína).
Se han establecido algunas clases de fertilización foliar de acuerdo al objetivo que se persigue:
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