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El Rol de Las Iglesias Evangélicas en El Espacio Público
El Rol de Las Iglesias Evangélicas en El Espacio Público
Por muchos años, la iglesia evangélica ha jugado un rol estelar en la co-gestión junto al
regiones del país, por lo que la labor de denuncia y defensa de nuestros valores ya ha
nuevo para nosotros. Siempre hemos hablado de esos temas en los cultos de los
domingos con ayuda de la Biblia durante décadas. El trabajo orientador desde los
La exégesis acerca de los valores y la soberanía son temas bíblicos. No hace falta
aclarar que en muchas ocasiones Jesucristo instó a través de los evangelios a ejercer
misericordia (basta con leer el Sermón del Monte) y a ser “sal y luz de la tierra”.
Es por eso que decimos que la iglesia evangélica en el país así como en América Latina,
ha sido una socia y aliada natural del Estado en políticas sociales durante décadas a
través del trabajo autogestionario, sin prácticamente ningún apoyo estatal en todas las
Por ejemplo, La Iglesia Evangélica que agrupa alrededor de nueve mil iglesias en el
identidad de la nación.
Escribo todo esto, porque ahora ciertos actores del sistema político quieren dar a
Segunda precisión tiene que ver con el concepto “iglesias evangélicas”. ¿Quiénes son
estas? ¿Cuáles los criterios para identificarlas y distinguirlas de las que serían las
“iglesias no católicas”? No se trata de una cuestión ociosa. Conviene recordar que, en
los Estados Unidos, el concepto evangélico se refiere mucho más a cuestiones
ideológico-doctrinales que a aspectos denominacionales. En efecto, el evangelicalismo
es un movimiento fundamentalista que trasciende las fronteras denominacionalistas.
Así, podemos encontrar bautistas evangélicos y no evangélicos; metodistas,
presbiterianos, congregacionalistas, etc., que también pueden asumirse como
evangélicos o no.
Una tercera definición tiene que ver con a quién reconocemos como “iglesia”. La
tendencia general privilegia el reconocimiento a las instituciones legitimadas ya sea
por razones históricas, sociales, doctrinales y/o legales. Cada vez más, en nuestro país
se asume como iglesias legítimas aquellas que han obtenido la calidad de asociaciones
religiosas. que legalmente y de hecho, sufren aquellas que no han ejercido su derecho
de optar o no por la obtención de su registro constitutivo como asociaciones religiosas.
Peor aún, al interior de las mismas comunidades religiosas existe una menosprecio que
se traduce en desconfianza hacia estas y; si se me permite la expresión, un menoscabo
de la estima propia de las iglesias que no han obtenido, por la razón que sea, la
presunta legitimación derivada de su estatus como asociación religiosa.
Intentar dar cuenta de las percepciones del liderazgo evangélico Venezolano respecto la
relación entre la misión de la iglesias y la acción social. El referido estudio cobra relevancia por
dos razones.
Primero, las iglesias están experimentando intensos procesos de transición en cuanto a sus
modos de mirar la realidad y ejercer su misión en la sociedad;
Segundo, los estudios socio-religiosos dan cuenta que las iglesias evangélicas han empezado
cada vez más a visibilizarse y a empoderarse en la esfera pública. En términos estadísticos es
posible notar un acelerado crecimiento de la población evangélica en Venezuela.
No es difícil constatar que el crecimiento de los evangélicos en las últimas décadas es una
realidad. A principios de los años 60s sólo éramos el 0.43% de la población; es decir, más o
menos 85.000 evangélicos entre 19 millones de habitantes. Hoy día, algunos se animan a decir
que la comunidad evangélica está formada ya por el 10% al 12 % de la población.
Es importante notar que los problemas vinculados a la moralidad personal o individual tienden
a ser mencionados en primer orden. El discurso alrededor de estos problemas tiende a
vincularse de manera cercana con la carencia de los valores cristianos. En ese mismo sentido,
la mayoría de líderes muestras una particular preocupación por el modo como, desde su
perspectiva, hay una fuerte tendencia hacia la desintegración familiar. Esto está ligado con el
imaginario evangélico que sostiene la idea de que la familia es un elemento más
fundamental para el desarrollo de la sociedad. …si la familia no establece los valores, la
sociedad se corrompe¨. Si la familia, entendida como madre, padre e hijos, no inculca los
valores necesarios a sus hijos, la sociedad sufre. Desde la perspectiva de los líderes,
principalmente el homosexualismo, el divorcio, el aborto y el madre-padre-solterismo son los
problemas sociales que más afectan la estabilidad espiritual de la familia. El abuso sexual y el
maltrato infantil son problemas abiertamente identificados. Estos son considerados como
problemas que amenazan el bienestar de los niños y de la familia. También se hace referencia
al hecho de que la prostitución infantil se ha incrementado y se ha perpetuado, siendo los
propios padres de los menores unos de los perpetradores. Por otro lado, los líderes identifican
a la drogadicción como un problema muy relevante en sus comunidades. Hay un claro
consenso en el sentido de que el quiebre moral de la sociedad conduce al uso y adicción a las
drogas. Por otro lado, se menciona que este problema está vinculado también a flagelo del
narcotráfico. Es interesante observar que la violencia vinculada al conflicto armado interno no
ocupa un lugar prioritario en la preocupación de los líderes evangélicos. Sin embargo, ellos
expresan una marcada preocupación respecto a las otras violencias, las comunes y cotidianas,
como las pandillas juveniles.