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Instituto Superior de Formacion

Docente Salome Ureña


Recinto Urania Montas
San Juan de la Maguana, R.D.

PRESENTACION
ASIGNATURA:
Actividad Física y Salud.

ESTUDIANTE:
Wanderson Michael Nin Nuñez.

TEMA:
Actividad 6: Enfermedades crónicas no transmisibles.

MAESTRO:
Mtro. Santo Hugo Beltre Ramirez M.A.
1- De manera individual realizará un informe escrito donde se vean
evidenciadas las respuestas dadas a las siguientes interrogantes:

¿Qué es la presión arterial?


La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de
las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo.
La presión arterial incluye dos mediciones: la presión sistólica, que se mide
durante el latido del corazón (momento de presión máxima), y la presión
diastólica, que se mide durante el descanso entre dos latidos (momento de
presión mínima). Primero se registra la presión sistólica y luego la presión
diastólica, por ejemplo: 120/80. También se llama presión sanguínea arterial y
tensión arterial

¿Qué la tensión arterial?


La tensión arterial o presión sanguínea es esencial para que la sangre pueda
circular por los vasos sanguíneos y cumpla su función de llevar a todos los
tejidos del organismo el oxígeno y los nutrientes que necesitan para mantener
correctamente su actividad. Se puede definir como la fuerza que la sangre
ejerce sobre las paredes de las arterias, que es más alta (presión sistólica)
cuando el corazón la bombea hacia las arterias y más baja (presión diastólica)
entre un latido y otro del músculo cardiaco.

¿Qué es la sístole?
Movimiento de contracción del corazón y de las arterias para empujar la sangre
que contienen.
Esta contracción produce un aumento de la presión en la cavidad cardiaca
auricular, con la consiguiente eyección del volumen sanguíneo contenido en
ella.

La contracción de las aurículas hace pasar la sangre a los ventrículos a través


de las válvulas auriculo-ventriculares. Mediante la sístole ventricular aumenta la
presión interventricular lo que causa la coaptación de las válvulas auriculo-
ventriculares e impiden que la sangre se devuelva a las aurículas y que, por lo
tanto, salga por las arterias, ya sea a los pulmones o al resto del cuerpo.
¿Qué la diástoles?
La diástole es el período en el que el corazón se relaja después de una
contracción, llamado periodo de sístole, en preparación para el llenado con
sangre circulatoria. En la diástole ventricular los ventrículos se relajan, y en la
diástole auricular las aurículas están relajadas. Juntas se las conoce como la
diástole cardíaca y constituyen, aproximadamente, la mitad de la duración del
ciclo cardíaco, es decir, unos 0,5 segundos.1

Durante la diástole las aurículas se llenan de sangre por el retorno venoso


desde los tejidos por la vía de la vena cava superior e inferior y se produce un
aumento progresivo de la presión intra-auricular hasta superar la presión intra-
ventricular.

¿Cuáles son los valores normales de la presión arterial?


La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg1 cuando el corazón late
(tensión sistólica) y de 80 mm Hg cuando el corazón se relaja (tensión
diastólica).

Cuando la tensión sistólica es igual o superior a 140 mm Hg y/o la tensión


diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión arterial se considera alta o
elevada.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión, también conocida como tensión arterial alta o elevada, es un
trastorno en el que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente
alta, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late, bombea sangre a
los vasos, que llevan la sangre a todas las partes del cuerpo. La tensión arterial
es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al
ser bombeada por el corazón. Cuanta más alta es la tensión, más esfuerzo
tiene que realizar el corazón para bombear.

¿Cuáles son sus principales factores de riesgos? Explique tres de ellos.


Cuanta más alta es la tensión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y
a los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones.
La hipertensión es la causa prevenible más importante de enfermedades
cardiovasculares y ACV del mundo.

Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto de miocardio, un


ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardiaca. Los vasos
sanguíneos pueden desarrollar protuberancias (aneurismas) y zonas débiles
que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. La tensión arterial
puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente
cerebrovascular. La hipertensión también puede provocar deficiencia renal,
ceguera y deterioro cognitivo.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la hipertensión arterial?


La mayoría de las personas con hipertensión no muestra ningún síntoma; por
ello se le conoce como el "asesino silencioso". En ocasiones, la hipertensión
causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor
torácico, palpitaciones del corazón y hemorragias nasales, pero no siempre.
¿Cómo la actividad física puede ayudar a mejorar esta enfermedad?

Describa dos complicaciones de la hipertensión arterial.


Las consecuencias de la hipertensión para la salud se pueden agravar por
otros factores que aumentan las probabilidades de sufrir un infarto de
miocardio, un accidente cerebrovascular o insuficiencia renal. Entre ellos cabe
citar el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, el uso nocivo del alcohol,
la inactividad física y la exposición a un estrés permanente, así como la
obesidad, el colesterol alto y la diabetes mellitus.
¿Qué tipos de ejercicios están contraindicados en una persona
hipertensa y por qué?
La prescripción de ejercicio físico en los pacientes hipertensos requiere de una
valoración previa por parte de del personal sanitario y, en función de la
situación de cada paciente, se determinará el tipo de ejercicio, la intensidad de
éste, la frecuencia y la duración.

Están contraindicados los ejercicios isométricos o de levantamiento de pesas


para trabajar la musculatura son poco recomendables para este tipo de
personas, ya que aumentan la llamada “poscarga cardiaca” y no tiene otros
efectos favorables.

¿Qué es la hipotensión arterial?


Una lectura de la presión arterial inferior a 90 milímetros de mercurio (mm Hg)
para el número superior (sistólica) o 60 mm Hg para el número inferior
(diastólica) se considera, generalmente, presión arterial baja.

La presión arterial baja puede parecer deseable, y para algunas personas, no


causa problemas. Sin embargo, para muchas personas, una presión arterial
anormalmente baja (hipotensión) puede causar mareos y desmayos. En casos
graves, la presión arterial baja puede poner en riesgo la vida.

¿Por qué se produce y cómo afecta la salud?


Las causas de la presión arterial baja pueden variar desde la deshidratación
hasta trastornos médicos graves. Es importante averiguar cuál es la causa de
la presión arterial baja para que se la pueda tratar.

La hipotensión extrema puede provocar esta enfermedad que pone en riesgo la


vida. Los signos y síntomas incluyen los siguientes:

 Confusión, especialmente en las personas mayores


 Piel fría, húmeda, pálida
 Respiración superficial y rápida
 Pulso débil y rápido
Incluso las formas moderadas de presión arterial baja pueden causar mareos,
debilidad, desmayos y riesgo de lesiones por caídas.

Una presión arterial extremadamente baja puede privar al cuerpo del oxígeno
suficiente para llevar a cabo las funciones, lo que provoca daños en el corazón
y el cerebro.
¿Qué tipo de ejercicios debe hacer unas personas hipotensas y cuáles
no?
Ser propenso a una tensión baja no implica abandonar el deporte. Practicar
ejercicios de resistencia, como el running, con una intensidad moderada y bajo
la supervisión de expertos mejora los problemas de hipotensión pues fortalece
el corazón y activar la circulación.

Las altas temperaturas y los procesos de deshidratación pueden provocar


episodios de hipotensión e incluso desmayos. Para evitarlos los expertos
aconsejan adaptar el ejercicio a las necesidades de cada momento para no
forzar el organismo

Entre los ejercicios de resistencia que permiten reducir los episodios de


hipotensión se encuentran la carrera, la natación o el ciclismo. Caminar, trotar o
correr, según lo permitan la resistencia y la forma física de cada persona,
estabiliza la presión arterial al aumentar el rendimiento cardiaco. Se pueden
combinar periodos de carrera con trote más lento para dosificar el esfuerzo. En
el caso de la natación, además de los beneficios del propio ejercicio aeróbico,
la presión del agua mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos, haciendo
que mejore la circulación.

Las personas con baja presión arterial deben ser conscientes de ralentizar los
cambios de postura cuando entrenan. Ponerse en pie rápidamente por ejemplo
puede inducir mareos. Así como se deben evitar posturas con la cabeza por
debajo del nivel corazón sobre todo cuando las temperaturas son muy
elevadas. En disciplinas como el yoga la transición entre una postura y otra
debe ser lenta y consciente para minimizar los efectos sobre la presión arterial.

Con sus propias palabras explique la influencia de la actividad física en la


prevención y tratamiento de la hipertensión arterial.
El estilo de vida juega un papel importante en la prevención de la hipertensión
arterial como también en su control y la prevención de complicaciones una vez
que se ha diagnosticado la hipertensión. Dentro de los hábitos del estilo de vida
que contribuyen para controlar los valores de presión arterial, está el nivel de
actividad física diario de la persona. La inactividad física es un factor de riesgo
importante para el desarrollo de la HTA y de enfermedades cardiovasculares y
metabólicas asociadas a la HTA.

En general, las personas que tienen un hábito de actividad física regular y un


buen nivel de acondicionamiento físico disminuyen el riesgo de hipertensión
arterial en especial hombres de raza blanca.

El ejercicio aeróbico, como caminar, pedalear, trotar, correr o nadar después de


algunos meses de ser realizado regularmente, disminuye la presión arterial en
personas con presión arterial normal y con hipertensión arterial, igual en
hombres y mujeres y en adultos jóvenes como en adultos mayores.

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