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EL NACIONAL DOMINGO 24 DE ENERO DE 2021

Papel Literario 9

ENSAYO >> EL DÍA DE LOS DEMÓCRATAS VENEZOLANOS

23 de enero de 1958:
La representación simbólica de lo político
“¿Acaso alguien se decisiva es la posición antidictatorial
del sector empresarial. Es decir, de-
atrevería a negar el cisivo es el enfrentamiento de los fac-
tores de poder contra el régimen. Las
23 de enero como cosas no podían ser de otra manera
si examinamos en retrospectiva esa
fecha fundacional de vieja tradición venezolana de hacer

la democracia a la la política desde lo alto y no desde el


propio tejido social. En tal sentido, la
venezolana?” derrota de la dictadura la determina
un pacto entre los factores de poder y
no el enfrentamiento de la población
LUIS RICARDO DÁVILA contra el aparato dictatorial.
En cuanto a lo segundo, ¿fue el pue-
Pero entonces, ¿para qué celebrar lo blo venezolano el sujeto histórico de la
ocurrido aquel enero del ‘58? transformación democrática? La res-
¿Qué hacer para protegernos de la puesta, sesenta y tres años más tarde,
fuerza de tanta desmemoria? es negativa. Obviemos la parte de la
Luis Castro Leiva, 1999 demostración que no viene al caso en
un texto como este, para señalar gros-
El registro de la memoria so modo algunos rasgos. Si el lector
Éramos cinco, al final solo quedamos más suspicaz revisa un par de docu-
tres. Desde la azotea del liceo vimos mentos fundamentales como lo son
llegar el camión cargado de soldados “El pacto de Punto Fijo”, suscrito por
arremetiendo contra el estudiantado AD, Copei y URD, el 31 de octubre de
quien avanzaba sin tregua en medio 1958, y el “Programa mínimo de go-
de la calle al son del “Gloria al bra- bierno”, del 6 de diciembre del mismo
vo pueblo”. Durante la balacera, to- año, no encontrará ninguna alusión al
dos contuvimos la respiración. Del pueblo como sujeto histórico del pro-
mismo sitio donde estábamos, vola- ceso en ciernes. Este sujeto es otro: los
ron botellas encendidas convirtien- partidos políticos en conjunción con
do el camión en una inmensa bola de las diferentes fuerzas sociales, entre
fuego. Lo que obligó a los soldados a las que se cuenta marginalmente al-
abandonarlo y emprender la retira- gunos sectores de la población: sindi-
da a pie. catos obreros, intelectuales, estudian-
La represión no logró contener la tes. De manera que el 23 de enero de
protesta estudiantil, que muy pron- 1958 anuncia la llegada de los factores
23 DE ENERO DE 1958 / WIKIPEDIA
to se habría de convertir en protes- de poder económicos y políticos sos-
ta general. Era el final de un modo Las representaciones más notables cia la democracia” (Carrera Damas rá su verdadero rostro cuando la uni- tenidos por el pueblo. Lo cual no es lo
de hacer política y el comienzo de Es cierto que toda sociedad requiere dixit). No obstante, el discurso de dad invocada difiera de la realidad mismo que la constitución del pueblo
otro. Ninguno de nosotros imaginó de la creación del dispositivo simbóli- sus actores, la propia historiografía vivida. Se utiliza el símbolo unitario como sujeto histórico. No obstante,
reflexionar, 63 años después, sobre lo co para asegurar la cohesión mental oficial y la representación simbólica como única manera de conciliar am- surte una vez más su efecto la repre-
que presenciara nuestra incrédula de sus miembros. Luego la inercia de han logrado, incorporar al imagina- bos extremos. sentación simbólica o la fantasmago-
mirada aquel 21 de enero. la tradición con la ayuda de la ideo- rio colectivo la ilusión del origen, de 3. Una tercera representación del ría del poder popular.
En los días siguientes todo era jú- logía se encarga de inflar el conteni- la fundación que implica esta fecha. 23 de enero es la que hace aparecer
bilo en el país: el dictador huyó y do de tales símbolos, hasta hacerlos 2. Una segunda representación al pueblo, primero, como el principal Más allá del 23 de enero
el régimen fue depuesto. En aque- aparecer como realidades incontes- muy significativa a nivel del símbolo protagonista de los acontecimien- Nuestra mirada se mantuvo incrédu-
lla turbulenta madrugada del 23 de tables, jugando con su opacidad. Lo fue la de la unidad. Toda la protesta tos, luego, como el sujeto histórico la desde aquel 21 de enero, aún más
enero de 1958 irrumpió de nuevo en que antes era representación, ahora estudiantil, el pronunciamiento de de la transformación en marcha. La en la medida en que se fueron reve-
el escenario nacional un espécimen se transmuta en realidad. Esto ocu- las cuatro fuerzas del ejército contra protesta popular es muy importan- lando los mecanismos de la nueva
casi desaparecido: el militante políti- rre con el 23 de enero de 1958, tal co- el dictador, las cartas antidictadura te para el desenlace de los aconte- lógica de lo político. Esa increduli-
co. Su discurso volvería a convocar o mo ocurrió con el 19 de abril de 1810, que hicieron circular las distintas cimientos –cómo negarlo– pero no dad, casi convertida en escepticismo,
disolver multitudes. Algunos térmi- con el bolivarianismo, con el federa- fuerzas políticas, económicas y socia- es decisiva. En rigor, al hablar de la es la que nos aporta las condiciones
nos olvidados como libertad, justicia, lismo, el guzmanato, el gomecismo, el les culminaron en una casi milagroso participación popular en la caída de para tomar distancia crítica respecto
pueblo, nación, democracia, unidad, año 1936, el 18 de octubre de 1945. Son consenso sobre el que se instituyó el la dictadura, habría que diferenciar a estas fechas simbólicas, plenas de
consenso, recuperaron su existencia momentos de ruptura, de legitima- orden de lo político, quebrantado hoy entre el pueblo de Caracas, que fue el significantes vacíos que –paradóji-
y eficacia interpeladora en virtud de ción y distribución de los poderes, de día por el proyecto castro comunista más combativo, y el pueblo del resto camente– entre más vacíos se enun-
la palabra militante. Desde ese mo- repartición del espacio político entre que mantiene secuestrada la socie- del país. Pero, con todo y eso, la ac- cian, más significan en el imaginario
mento el poder político pasó a ma- gobernantes y gobernados. Son mo- dad venezolana. La unidad nacional ción popular no ejerce la presión sufi- colectivo. A esto se une la falsifica-
nos de los capaces de hacerse escu- mentos subversivos que dan lugar a se invocó en aquellos días con mucha ciente para hacer ceder la dictadura. ción democrática en marcha y el des-
char como portavoces populares. El lo político, a lo antagónico. vehemencia. Los venezolanos fueron Si tomamos como ejemplo la Huelga vanecimiento actual de las ilusiones
centro del poder se desplazaba del 1. ¿Acaso alguien se atrevería a ne- interpelados por el eco emocional de General convocada por la Junta Pa- colectivas puestas en regímenes que
aparato dictatorial hacia un nuevo gar el 23 de enero como fecha funda- expresiones del tipo: “la unidad na- triótica el 21 de enero, ¿cuál fue su se dicen populares.
aparato: el partido político, cuyo dis- cional de la democracia a la venezo- cional es una imposición lógica de resultado? Un parcial fracaso, en la Es necesario desmontar críticamen-
curso se construye sobre un estilo de lana? He allí una primera y eficaz la historia”, “la unidad es el camino medida en que algunos sectores obre- te todo ese sistema de representacio-
interlocución basado en ese fantasma representación simbólica: el 23 de más corto para realizar la democra- ros y trabajadores de los servicios pú- nes simbólicas que tanta eficacia ha
lógico llamado voluntad y soberanía enero es la fecha fundacional del pro- cia”, “unidad nacional y tregua polí- blicos desobedecen el llamado a huel- tenido para ocultar realidades y jun-
popular. yecto democrático. En los hechos esto tica”. Aún los más radicales hablaban ga por la misma presión que ejerce la to a ello descubrir las inconsecuen-
En esta coyuntura, como en tantas no ocurre tan así. El acontecimiento de la necesidad de una “convivencia dictadura. Las acciones de calle más cias de las ideologías con la práctica.
otras, es posible discernir una doble que se consolida en esta fecha, había entre izquierdas y derechas”. agresivas son neutralizadas por el to- Lo que se resume en la búsqueda de
dinámica: la de la acción y la de la re- comenzado a gestarse al menos tres Si bien fue necesario un acuerdo que de queda o por las metrallas gu- nuevos sentidos a la lógica de lo polí-
presentación. Junto a la correlación décadas antes, cuando en 1928 un mínimo para la formulación de las bernamentales que en su momento tico que nos permitan salir airosos de
de fuerzas, políticas, económicas y so- grupo de estudiantes universitarios, reglas del juego político y la integra- cumplían una orden terminante: “ti- este atolladero histórico en que nos
ciales; al lado de los pactos explícitos sin destino dentro del gomecismo, en- ción del poder, la tan aludida unidad ren a matar”. encontramos como sociedad.
e implícitos, junto al comportamien- frentaron abiertamente al régimen. nacional resultó muy frágil, tal co- Es que el pueblo como tal no exis- En suma, el 23 de enero es una fe-
to de los distintos sujetos, a la crea- De la asonada estudiantil surgía, sin mo lo evidencian los acontecimien- tía, no se trataba de la masa de la po- cha positiva para la larga marcha
ción de instituciones y de normas de embargo, un nuevo liderazgo político tos posteriores: la lucha armada, las blación: se trataba del pueblo como democrática, en la medida en que
convivencia, todo lo cual forma parte y social y, en consecuencia, un nuevo divisiones de Acción Democrática, la construcción por el discurso y por es el resultado de una proliferación
del orden de la acción, coexiste el or- proyecto político que, luego de mucho desintegración de la “ancha base”. los actos. Eran las prácticas popu- de iniciativas, más allá de las consig-
den de la representación: el discurso, tránsito ideológico y estratégico, co- El llamado “gobierno de unidad na- lares intentando definir una acción nas verbales, de una movilización de
sus postulados, los sentidos creados menzó a perfilarse como democráti- cional” salido del voto popular en di- democrática, a través de la creación las energías colectivas que lograron
por las palabras, la justificación del co (“Somos un pueblo que está irre- ciembre de 1958, se desmorona poco de espacios específicos, de la organi- modificar la relación de la sociedad
nuevo estado de cosas, enfin la ima- vocablemente resuelto a encontrar su tiempo después, convirtiéndose en zación de los distintos sectores so- con sus instituciones políticas. Es-
gen que la sociedad se quiere dar de propio camino”, Betancourt). Luego un gobierno estrictamente acción de- ciales sobre las que se apoyaba, de ta fecha supone, en consecuencia, el
sí misma, como resultado de los pro- fue necesario el exilio, la prisión, la mocratista. A los partidos y a su in- una parte, la lógica de la autonomía redescubrimiento de lo político; esto
pósitos, de las circunstancias y de la muerte natural de Gómez, el annnus fatigable labor organizativa se debe, y, de otra, la revalorización del siste- es, el momento cuando la democra-
voluntad de sus dirigentes. Este or- mirabilis de 1936, el atajo insurreccio- fundamentalmente, la reconquista de ma electoral por sufragio universal. cia se expresa en sí misma y no como
den se elabora en torno a símbolos nal del 18 de octubre de 1945, la trai- las libertades democráticas, de los de- Porque, ¿qué es lo que hace que un mero proyecto político opositor a la
que no pueden sino ser opacos, como ción a Gallegos con el contragolpe rechos ciudadanos y de sus leyes. El pueblo sea un pueblo-político, si no dictadura. Es que también se puede
todas las representaciones políticas del 24 de noviembre de 1948, la déca- sistema derivado fue un sistema polí- la articulación de sus diferencias ex- vivir bajo dictaduras democráticas,
lo son. En acontecimientos como los da dictatorial, para que estos líderes tico de partidos, actuando como una presadas en cadenas de equivalencia en especial en estos tiempos de glo-
del 23 de enero de 1958, se produce la otrora estudiantiles pudieran afinar democracia representativa y popu- que solo adquieren sentido a través balismo enceguecedor y polarización
elaboración del imaginario político los términos y consensos del proyec- lar que para bien o para mal se logró de símbolos representativos de esta ideológica. Pero la ilusión democrá-
colectivo, en virtud del cual se reor- to, sus sujetos, así como consolidar el mantener durante cuatro décadas. articulación? tica ha llegado a su cima y las tareas
denan las relaciones y se reinterpre- vehículo de su futura conducción so- Se puede, entonces, decir en rigor Fueron decisivos los contactos de de aquellas generaciones engendra-
tan los hechos históricos. Se trata de cial: el partido político de masas. que el horizonte de las fuerzas polí- dirigentes políticos en el exilio en la das en días de terror y de esperanzas
la producción imaginaria y simbóli- Así las cosas, el 23 de enero de 1958 ticas de aquel momento era más uni- búsqueda de un acuerdo de unidad es, precisamente, romper con las ilu-
ca de aquella incipiente democracia no es en sentido estricto un aconteci- forme que unitario, más de consenso táctica para enfrentar la dictadura; siones, con las manipulaciones sim-
venezolana, la misma a la que hoy la miento fundacional, sino un momen- que de unidad. Persiste una profun- decisiva fue la sublevación de la Ma- bólicas, para contribuir a estructurar
jauría autocrática y militarista ha da- to de ese proceso llamado “la larga da diferencia dentro de un anhelo de rina y de la guarnición de Caracas; una verdadera democracia de ciuda-
do al traste. marcha de la sociedad venezolana ha- unidad táctica, lo cual pronto revela- decisiva es la protesta de la Iglesia; danos, libres y conscientes.

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