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Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


63 “Buenos días, General,
su custodia personal”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA INSTITUCIONALIZACIÓN podemos dejar vivo a ninguno porque si no des- tenía que generar lo que generó. Perón, es cierto,
l año 1972 tiene que dar respues- pués los van a liberar como en el ‘73”), abrir las era autoritario. Él diría que, sin haberlo sido, no

E ta a la pregunta crucial, definiti-


va, la pregunta que todos se
hacen, la que resolverá 15 años de
la política del país: ¿Vuelve o no
vuelve Perón? En medio de esta coyuntura, se
establece algo que los analistas políticos llaman
“ajedrez”. Se trata de una pulseada. El ajedrez
puertas de las prisiones el 25 de mayo de 1973?
En estas cosas que algunos, en la Argentina,
pueden y deben hacer y otros no, está el secreto
más hondo de las leyes que rigen nuestra histo-
ria. Lanusse era un general de la nación. Era un
hombre de bien. Se había levantado en armas,
no contra un gobierno constitucional, sino con-
habría podido hacer lo que había hecho a favor de
los pobres. ¿Cómo no prestarle atención? Todos
los teóricos del socialismo plantean una dictadura
como etapa fundamental para vencer la resistencia
de la burguesía. Marx llega a decir que el mayor
aporte de su filosofía política es el de la dictadura
del proletariado. Durante los primeros meses de
entre Lanusse y Perón. Pienso que se trata de tra una dictadura populista que había avanzado, 2008, el gobierno de Cristina Fernández –sin
un curioso ajedrez en que los dos jugadores por medio del poder del sufragio que un pueblo duda con ineficacia o torpeza o con mala trasmi-
sobreactúan, ya que los dos –cada uno a su ignorante le había conferido, sobre las libertades sión de sus intenciones– intentó tocar algo de las
manera– quieren lo mismo. La institucionaliza- de los ciudadanos dignos de la República. El grandes ganancias del sector más tradicional de la
cion del país. A Lanusse le costaba mucho decir golpe del ‘55 es un golpe contra una tiranía y se Argentina. Estuvo a punto de ser volteada. Tuvo a
esa palabra que –para colmo– tenía que decir a hace en nombre de la libertad. ¿Cómo no libe- todos los sectores sociales en contra. Nunca repri-
cada momento. Empezaba acentuando larga- rar a Lanusse, que había dado el ejemplo de mió. No censuró a nadie. La democracia no sufrió
mente la “i” y esto le daba aire para largar cui- levantarse antes que todos contra ese orden ningún daño. Al contrario, los que se dieron el
dadosamente el resto. Íns... titucionalización, así demagógico? Por otra parte, los liberados el 25 lujo de ocupar tácticamente el país fueron los due-
lo decía. Se rumoreaba que, para sus adentros, de mayo eran subversivos, enemigos de la Repú- ños de la tierra, seguidos por los pequeños pro-
maldecía: “¡Maldita palabra peronista!” Pero blica, soltarlos era una irresponsabilidad. Era ductores. Un símbolo perfecto de los tiempos de
nunca falló, siempre la dijo bien. Al querer la demostrar que el nuevo gobierno (al que sólo desconcierto o vaguedad ideológica en que se vive.
institucionalización el que mayor precio pagaba desdichadas circunstancias de la política y esa El gobierno siguió sin reprimir, calmo y, por fin,
por ese paso estratégico era Lanusse. Todo el necia y persistente adhesión de ese pueblo de cedió. Todo se resolvió, por fin, por medio de una
sector gorila del Ejército se enfurecía. El general brutos a ese general tiránico) estaba con los gue- votación en el Senado de la Nación que permane-
Toranzo Montero, símbolo de la Libertadora, rrilleros. Esto se sigue pensando hoy. Hoy más cerá como uno de los episodios más bizarros de
protagonista de muchos de los célebres “plante- que en otras etapas de nuestra vida democrática. nuestra historia. ¿Qué habría hecho Perón? Prepá-
os militares” que se le hicieron a Frondizi, Sigue vigente este pensamiento. Y adhieren a él rense: ahora vamos a entender tal vez más que
exclama: “¡Esto es una traición al espíritu de los nuevos intelectuales no progresistas. Orgu- otras veces por qué Perón los injurió tanto. Perón
septiembre del ‘55!” Notable frase. El “espíritu llosos de no serlo. Orgullosos de diferenciarse –como era un dictador– les sacó todos los medios
de septiembre de 1955” era el que había preva- de esos jóvenes de ayer, extraviados y violentos. de comunicación a sus opositores. “Ustedes, seño-
lecido durante todos esos años. Las Fuerzas Y de los populistas de hoy que todavía los respe- res, no hablan más. Las radios son del Estado y
Armadas fueron quienes lo cuidaron, quienes lo están a su servicio. Como el
preservaron. A cada gobierno civil y subalterno Estado somos nosotros, los
que ponían le habrán dicho sin duda: “Ustedes medios de comunicación son
están ahora en el Gobierno. Gobiernen. Lo nuestros.” La oposición decisiva
único que no vamos a tolerar nunca es que se al gobierno de Cristina Fernán-
viole ‘el espíritu de septiembre de 1955’”. Se lo dez provino de los medios de
dijeron a Frondizi, al mínimo Guido y al buen comunicación, que están en
viejito Illia. Cada uno de ellos –lo hemos visto– manos de algunas pocas empre-
asumió con la esperanza de poder hacer algo sas. Desde los medios un perio-
propio. De no someterse por completo a ese dismo eficaz se dedicó a denos-
espíritu. Frondizi lo violó antes de asumir el tar al Gobierno y a ejercer un
Gobierno con el pacto con Perón. Illia con su persistente, exitoso ejercicio de
voluntad de democratizar el país, con algunos penetración ideológica. Resulta-
gestos, tenues, de dialogar en serio con el pero- do: todos terminaron por
nismo. Lo notable es que Toranzo Montero hablar un mismo lenguaje, el
–aun en 1972– le echara en cara a Lanusse una que recibían desde los medios.
traición al espíritu del ‘55. ¿Cuánto suponía que Con Perón, eso no. Porque era
ese “espíritu” –cuyo eje fundamental era excluir un dictador.
al peronismo– podía durar? Para Lanusse había
terminado. Y nadie podría decir que Lanusse no Un autoritario. No era un
era gorila. ¡Qué gorila era Lanusse! Joven, a los demócrata. Demócratas fueron
33 años, ya es parte esencial del golpe del ‘51, el los del ‘55 que ni de lejos les
de Benjamín Menéndez contra Perón. Un golpe mostraron un micrófono a los
por el cual Perón –desoyendo los consejos de peronistas. Pero esto no se dis-
Evita– no fusila a nadie. Decreta el Estado de cute. Aquí, cuando algunos
Guerra Interno. La Libertadora, apenas tiene hacen una cosa está mal. Cuan-
una intentona cuartelera, se descuelga con los do la hacen otros, está bien. Y
célebres fusilamientos. Los historiadores, sin el motivo es claro: unos defien-
embargo, hablan del Perón dictatorial, del den la libertad y la democracia,
Perón fascista que decreta el Estado de Guerra tan y piensan que –acaso sí– muchos estaban los otros o son populistas o demagógos o subversi-
Interno y omiten la causa: el golpe de Menén- equivocados, muy equivocados. Pero que en vos. Perón, a los dueños de la tierra, les quita el
dez. Sólo hablan del Estado de Guerra Interno este país los grandes asesinos están de un solo poder de comercializar sus cosechas. Es el Estado
que le permite ganar las elecciones del ‘51. ¡No lado. Los grandes, eh. Los que aprendieron con el que compra y vende. ¿Cómo es posible hacer
lo habría decretado si Menéndez no hace ese los paras franceses, con la inteligencia fría, con eso? Porque Perón era un dictador. Perón aumen-
golpe! Pero total, mentir es gratis: suprimimos la racionalidad instrumental que los herederos ta un 33% la participación de la clase trabajadora
el golpe de Menéndez (respaldado por todos los de Descartes aplicaron en Argelia. Ya desde en el producto bruto nacional. ¡Ese hombre es un
políticos opositores y luego grandes “democráti- 1958 empezaron a llegar. Los militares argenti- mago! ¿Cómo lo logró? Era un dictador. En El
cos” de la Libertadora: Balbín, Frondizi, Ghiol- nos los acogieron con fervor. Consideraron sus avión negro, una obra de 1970 de Cossa, Somi-
di, Palacios y la mar en coche), ¿y qué tenemos? técnicas como las mejores en contrainsurgencia. gliana, Halac y Talesnick, un negrazo con bombo
Que una buena mañana Perón se despierta En esta tragedia (porque no olvidemos jamás y todo le habla a Perón (que no está en escena, se
medio torcido y decreta el Estado de Guerra esto: todo lo que está ocurriendo es el camino trata de un monólogo del morocho): “General, no
Interno. Bien, de ese golpe de Menéndez forma sinuoso, acaso evitable, pero si lo era fracasó hay caso. ¡Hay que meterlos en cana a los oligar-
parte Lanusse. Ahí, en 1951, ya está anotado. estrepitosamente en serlo, hacia una tragedia de cas! Si no, no se puede hacer nada. Porque cuando
La cosa le sale cara: se come cuatro años de pri- desmedidas proporciones) no es fácil señalar ellos pueden –y casi siempre pueden– nos meten
sión en el sur. Lo liberan en 1955. Porque los quiénes fueron los que podemos llamar “ino- en cana a nosotros. ¡No podemos estar los dos
libertadores liberan a todos los presos del pero- centes”. Cuando algo así ocurre todos hicieron afuera, general! O ellos están afuera y nosotros
nismo. Tomemos el caso de Lanusse. Estaba lo suyo para que el camino no pudiera desviarse adentro. O ellos están adentro y nosotros afuera.
preso por alzarse en armas contra las institucio- del abismo hacia el que conducía. Hay, sin Hágame caso, general. Si quiere gobernar tranqui-
nes de la Nación. Y uno se dice: ¿no era por ese embargo, una diferencia: algunos son culpables lo, ¡meta a todos los oligarcas en cana! Y algo más.
motivo que estaban presos los combatientes (los de no haber podido evitar el rumbo, otros son Tiene que dictar una ley general. Una ley nueva.
que practicaban la lucha armada y los que no) culpables por haberlo deseado casi enfermiza- No, ya sé que los ferrocarriles son nuestros. Lo del
que liberó Cámpora? No hay cierta incómoda mente, de haber hecho lúcida y eficazmente lo IAPI también lo sé. La Fundación de la señora
similitud entre los dos acontecimientos. ¿Por que había que hacer para llegar a él. ayudó, sí. Yo digo algo más importante, general.
qué es totalmente legítimo y hasta un canto a la Una ley definitiva: ‘A partir del día de hoy y para
libertad abrirle las puertas de la cárcel a Lanusse DICTADURA DEL siempre, ¡se prohíbe joder a los negros en todo el
que se había alzado en armas contra un Estado PROLETARIADO territorio de la Nación!’”. Más ceñida a los países
democráticamente elegido (¡y era liberado por Como sea, queremos dejar clara una tesis cen- marginales, a los países pobres o periféricos, una
un gobierno de facto!) y es una aberración, un tral de este libro: el Decreto 4161 destila sangre. posible filosofía de la historia sería la siguiente: a)
agravio que costará la sangre de muchos, que Los odios que despertó la Argentina Gorila desde Gobiernan, como siempre, las clases dominantes.
servirá para justificar la matanza del ‘76 (“No 1955, el país al que maniató durante 18 años Hay cierta democracia pero para los poseedores.
II
Los pobres tienen que trabajar duro y comen casa y no la puso en algún cementerio? Porque che”, dice uno de los de la mesa. Y entra Mingui-
poco. Los diarios que funcionan son los de las teme que las peregrinaciones ya no vayan a Puerta to reventando de orgullo. Y así, orgulloso, feliz,
empresas poderosos. Y uno que otro medio “zur- de Hierro sino a donde yacen los restos “de la desbordante, saluda a todos: “¡Buona sera!” El país
dito” para cubrir ese espacio. Respalda al Gobier- señora”. (Aquí levantó la puntería.) Sigue: se refie- entero largó la carcajada.
no el país imperial y el Occidente cristiano; b) Por re ahora al “retorno de Perón”. El famoso retorno Al día siguiente del discurso de Lanusse, Perón
medio de una revolución, o golpe de mano, o de Perón. Dice: “Señores: o regresa antes del 25 responde asumiendo el papel del razonador frío,
coyuntura inesperada, sube al poder un gobernan- de agosto o tendrá que buscar un buen pretexto sensato, del político ajeno al desborde: “Después
te socialista o populista. Se acabó la democracia para mantener el mito de su eventual e hipotético del discurso descompuesto de Lanusse en el Cole-
para los ricos. Hay democracia para los pobres, a retorno”. Hasta ahora, afirma, no vino por razo- gio Militar, si es que a eso se le puede llamar así,
los que el régimen expresa. Censura a la prensa. nes de seguridad o para mantener su condición de no me siento inclinado a comentar sus incon-
Relaciones difíciles con el Imperio. Apertura a conductor estratégico. No hay necesidad de estar gruencias. La calumnia, la diatriba y el insulto
otras geopolíticas. Distribución del ingreso. a miles de kilómetros para distinguir la conduc- son, en casos como éste, homenajes que se rinden
Expropiación de las superganancias de los dueños ción estratégica con la táctica. Eso lo sabe hasta un a un mérito o a un valor (...) Habla de Gran
de la tierra. Nacionalización del sistema bancario. cadete de primer año. Yo digo que nada reempla- Acuerdo y pacificación nacional e inicia una gue-
Grandes concentraciones populares. El pueblo y za “la presencia física del comandante”. “Si hasta rra abierta contra todos los que no sienten o pien-
el líder populista o socialista se expresan su amor, Cristo, que era Dios, vino a dar la cara, no se san como él, a los que amenaza violentamente”. Y
su mutuo reconocimiento. El pueblo, al fin, vive mantuvo en el puesto de ‘comandante de conduc- ahora viene la injuria más dura, la que más le
horas de verdadera felicidad. El líder empieza a ción estratégica’, vino acá. Claro, terminó en la habrá dolido a Lanusse: “Indudablemente se sien-
verse rodeado por un gran aparato de protección. Cruz, pero triunfó estando en la Cruz”. Y se te como si estuviera al frente de su escuadrón en la
Su seguridad lo obsesiona. Se establece una doctri- manda a fondo: “Dije que si necesita fondos para formación de la tarde, sin percatarse siquiera de
na. Un Partido de afiliación masiva. Una gigan- financiar su venida, se los voy a dar. Pero aquí que que ahora el asunto es un poco más grande”
tesca burocracia crece a la sombra del Partido y se no me corran más a mí, ni voy a admitir que (Galasso, Ibid., p. 1109. El Perón de Galasso es
instala en el Gobierno. Culto a la personalidad del corran más a ningún argentino diciendo que no una obra monumental, de necesaria consulta. Lo
líder. Su rostro, su figura cubren el país. Cerrado viene porque no puede. Permitiré que digan ‘por- único que yo le reprocharía –con todo el cariño
en sí mismo, sofocado por su grupo privilegiado, que no quiere’ pero en mi fuero interno diré ‘por- que tengo por este viejo y fiel y honesto militante
el líder se aleja de las masas. El Ejército comienza que no le da el cuero para venir’”. Observemos el de las causas populares, un ejemplo ante el alud de
a desconfiar de él. El líder responde con una tono personal del discurso. Si necesita fondos, “se “conversos” que nos azotan– es su amor por
represión considerable. Hasta que los ricos, las cla- los voy a dar”. No se los dará el Estado Argentino. Perón. Porque o yo me equivoco o Galasso no era
ses tradicionales, el Imperio, el Ejército descon- Él se los va a dar. Como de su propio bolsillo. Y la peronista cuando estaba en la izquierda nacional,
tento, los burócratas traidores, voltean al líder. El frase “no le da el cuero” fue dicha para la historia. con Enea Spilimbergo y Ramos. Editó, en pleno
pueblo permanece pasivo pues si algo no les ha Tenía, en alguna medida, razón. No es que a fuego cruzado, un pequeño libro en el que optaba
dicho nunca el líder es cómo defenderse. Empie- Perón no le diera el cuero para venir. Que no fuertemente por la “patria socialista”, después de
za, otra vez, con sus adecuados protagonistas, o tuviera coraje para hacerlo. De hecho, vino. Pero
sea: los ya conocidos, (a). Se trata de uno de los no sólo era cuestión de “venir”. Era venir y gober-
mecanismos más reiterados de la Historia. nar. Venir y ordenar el movimiento justicialista.
Venir y ordenar el país. Para eso (y Lanusse sin
LANUSSE: “SI LO TRAIGO, duda lo sospechaba) no le dio el cuero. En suma,
LO MATO” el Plan Lanusse podría resumirse así: “Si lo traigo,
Habrá otras interpretaciones, otras conjeturas, lo mato”. Le salió. El final del discurso es de una
pero no dudaría en afirmar que Lanusse se empe- enorme virulencia personal. Está cargado de odio.
ñó en traerlo a Perón. A veces pareciera que no Si Lanusse juega al GAN (Gran Acuerdo Nacio-
porque El Cano tenía un carácter podrido y se nal), si ésa es su estrategia, la frase de su discurso
salía a menudo de sus casillas. En la década del la niega por completo: “La República no puede
‘90 se largó una frase que probablemente expresa- seguir viviendo extorsionada por los caprichos de
ra su más hondo sentir, su verdad: “Tengo para un hombre que está muy próximo a que quede
mí que no se puede ser buena persona y ser pero- demostrado que no tiene mucho interés en servir
nista”. Algunos salieron a responderle esgrimiendo a su patria, sino por el contrario; lo digo levantan-
nombres prestigiosos del peronismo: Ramón do la voz (aquí ya estaba a punto de gritar, JPF) y
Carrillo, Jauretche, Manzi, Scalabrini. Nadie dijo: haciéndome plenamente responsable de lo que
“Perón”. Lanusse se hubiera retorcido de la risa. digo: de lo que tiene interés es de seguir sirviéndo-
No lo quería nada. Por eso quería destruirlo. Ya se de la patria, como lo hizo toda la vida”.
era hora. Elige la metodología del enfrentamiento
directo: “A ver, venga”. No lo dice así, pero lo “¡SIAMMO TANTI!”
dice así. Creo que Lanusse es ese militar que des- Se armó un lío espectacular. Era una bofetada y
cubre el único modo de terminar con Perón: tra- había que contestarla. “La fecha del regreso la
erlo al país. Aramburu no quería traerlo para ter- pone Juan Perón.” “Perón vuelve cuando se le
minar con él, sino para transparentar la legalidad canten las pelotas.” Tato Bores ironiza sobre el
institucional. Controlar a Perón con la asimilación discurso de Lanusse: “Nunca se sabe cuánto cuero
al régimen. Lanusse no quiere controlarlo. Quiere hay en un país como la Argentina. En una de ésas
erosionarlo, deteriorarlo y, si es posible, destruirlo. hay más del que algunos piensan”. Poco antes de
Sabe el alto costo de gobernar un país, y más aún regresar, Perón habla desde la televisión italiana. Ezeiza. Que fue la “patria” que Perón rechazó más
la Argentina. Ese viejo de mierda, piensa, la juega Es la primera vez que se lo escucha hablar en ita- que con vehemencia. Ahora, esta obra monumen-
de vivo allá en Madrid. Todos le hacen el juego. liano. Todos se sorprenden: ¡qué bien habla italia- tal, que merece gran respeto, se presenta casi
Lo van a ver. Y él juega con todos. Bueno, venga. no el Viejo! Perón enfrenta las cámaras con una como una hagiografía. Galasso, incluso, lo llama
Vamos a ver cómo se las arregla. seguridad pasmosa. Ni que fuera Perón. ¿Cómo “Juan” a Perón, como se llama a un amigo o a un
El paso decisivo lo da en un discurso excepcio- no vamos a triunfar?, se pregunta. Sonríe, mira a hermano. Se ve que lo quiere mucho. No podría
nal. Ante mil oficiales, en el Colegio Militar de la cámara, abre los brazos y dice: “¡Siammo tanti!” decir que este cariño deteriore el enorme material
Nación, el 27 de julio de ese año de 1972, en Ni Sordi habría estado tan gracioso. Lanusse no que entrega la obra. Acaso sus opiniones persona-
horas del atardecer, Lanusse toma largamente la podía contra eso. Perón, quién no lo sabe, era un les. Pero eso nos pasa a todos. Yo no lo quiero a
palabra: “Creo que nadie podrá dudar que este milico especial, sabía aflojarse, sabía no ser milico Perón como Galasso. No sé si alguna vez lo quise
individuo (Perón) es una realidad, nos guste o no cuando no había que serlo. Esa noche, en Polémi- a Perón o fue siempre la contraseña para estar en
nos guste. Puede haber gente a la que le guste ca en el bar, que estaba en su mejor momento, que ciertos lugares donde quería estar. Como sea, pre-
Juan Domingo Perón y a esta gente la respeto. No era un programa formidable, notablemente hecho fiero leer a Galasso que tolerar el odio mediocre
me respetaría a mí mismo si hoy, delante de uste- por actores de gran talento, han llegado todos al de un periodista como Gambini. O las constantes
des, les dijera que a mí me gusta Juan Domingo bar menos Minguito Tinguitella. A la mesa están agresiones de Luna que deterioran –aunque él
Perón. Repito que nadie puede dudar que Perón Jorge Porcel (que era muy gracioso en 1972), diga que no– un libro como Perón y su tiempo,
es una realidad que juega un papel singular (...) A Fidel Pintos, nada menos, alguien más que lamen- que pudo ser mejor. A Perón, a veces se lo quiere,
Perón se lo pretendió combatir en el terreno en el tablemente no recuerdo y Gerardo Sofovich, que pero a veces no. Absolutamente no. Sin embargo,
que considero que sin duda es el más fuerte: la no era lo que fue después. Al contrario, era el tipo se trata de asumir esa dificultad (a Dorrego, sin
trampa, el engaño, la intriga, los procedimientos que había ideado ese programa esencialmente por- más, se lo quiere, por ejemplo) y trabajar por su
oscuros o algunos, como el avestruz, pretendiendo teño, entrañable, argentino al mango. Minguito medio la complejidad de la Historia, que no tiene
ignorarlo”. Dice que su Gobierno va a proceder Tinguitella era Juan Carlos Altavista, el personaje una sola cara, que no es el lugar donde se enfren-
de otra manera. Que se acabó la proscripción de más popular de la mesa, no por ser el más conoci- tan “buenos” y “malos”. En Perón reside la difi-
Evita. Que ya la tiene en sus manos. Que la tiene do, sino porque era el que expresaba al “pueblo”. cultad para entender el peronismo. Era un tipo
guardada en su casa, donde “vive con su tercera Vestía con pantuflas agujereadas, llevaba un som- raro, urdido por muchas contradicciones. Si uno
esposa”. (Este toque es inefable: Perón es, como brero que le quedaba chico, una bufanda que quiere puede simplificarlo todo y decir: “Lo ama-
siempre, un promiscuo. Un militar no tiene “tres siempre era la misma y un escarbadientes que no ron los humildes y lo odiaron los poderosos”. O
esposas”. Tiene una y listo. Para colmo, se sabe, cesaba de mordisquear. A medida que el peronis- “lo amó el pueblo y lo odió la oligarquía”. De
Perón tuvo amores con la menor Nelly Rivas. mo se acercaba al poder, que el regreso de Perón acuerdo, eso fue algo que Perón provocó. Que
Aquí Lanusse desciende a la moralina de lo peor se presentía más cercano, Minguito, sin vueltas, se Perón conquistó. Pero un balance definitivo no es
del gorilismo.) Sigue: ¿por qué tiene a Evita en su asumió como peronista. “Ahí viene el Mingo, tan simple. Y no es éste el momento de hacerlo.
III
Ya –por otra parte– lo venimos haciendo larga- Tía también lo eran o los de la Franco Inglesa o Buenos Aires era la civilización del capital, de la
mente. Seguiremos haciéndolo. Pero quererlo “a los de Casa Muñoz. No era privativo de los jóve- burguesía tecnocapitalista que arrasaba el
lo Galasso” nos resulta imposible. Es difícil “que- nes militantes. Era privativo de los tiempos. Más mundo hasta llegar a ese día en que Heidegger
rer” a Perón. Perón no es un tipo para ser queri- adelante, analizaremos la célebre consigna: No dirá: “Esto en lo que el hombre vive ya no es la
do. Irigoyen lo era, pese a su hermetismo, pese a somos putos/ no somos faloperos/ somos soldados de tierra”. ¿Y, quién podría todavía decir que el
su autismo. Perón es sinuoso. Puede perder el Perón y montoneros que es totalmente coyuntural. neocolonialismo llevó al progreso y a la igualdad
control. Pero no es un apasionado. Rep hizo en Al día siguiente de Ezeiza, los fachos sacan una con los países metropolitanos a los países subal-
una de las tapas de estos suplementos un dibujo enorme solicitada en todos los diarios en la que ternos, periféricos? ¡No, señores! Eternizó su
impecable: le dibujó un cerebro en la cabeza y un se dice: Los drogadictos y los homosexuales contra atraso. Por eso Felipe Varela, absurdamente
cerebro en el corazón. Y es todo por ahora. Por- Osinde. Ahí surge esa consigna en que la comu- quizá, guerreaba contra el Imperio Británico. En
que las peores cosas de Perón aún están muy nidad gay argentina –al calor de los análisis de el Nº 2 de Envido yo había publicado un breve
lejos, y van a ser duras de entender, de integrar Sebreli y de una aceptable novela del periodista ensayito sobre Felipe Varela. Se llamaba: Felipe
en una figura armónica. Salvo que uno busque Osvaldo Gallone, La más maravillosa música, que Varela y la lógica de los hechos. Alguien, cierta
una totalización simplista: “nazi”, “facho”, “líder presenté en la Feria del Libro, y lo digo para que noche, me dice: “Che, lo vi a Ortega Peña. Está
popular antIimperialista”, “viejo hijo de puta”, vean que de homofóbico no tengo nada– haciendo una huelga de hambre en (me dice la
“milico represor”, o “ese viejo hijo de puta que encuentra el pecado de homofobia de los mili- dirección). Cuando le dije que era amigo tuyo
nos recontracagó”, algo que la militancia juvenil tantes de los ‘70. Pobres: los boletearon a casi me pidió que te felicitara por tu trabajo sobre
le ha dicho no pocas veces luego de su muerte. todos y ahora, además, les dicen homofóbicos. Varela y que quería hablar con vos”. Me fui
¿Con razón, sin ella? Hay que seguir.) Sin embargo, lo que hay que rescatar de la con- rajando a la dirección que tenía. Y Ortega había
signa “homofóbica” es la creatividad que había levantado la huelga de hambre. Se había ido a
ORTEGA PEÑA en las tribunas de Nueva Chicago. Nadie había morfar, el turro. Nos cruzamos sólo un par de
EN NUEVA CHICAGO ido con esa consigna preparada. Surgió al calor veces. Esa noche, en Nueva Chicago, la pelada
La respuesta más dura que recibió Lanusse se del discurso de Norma Kennedy. Cuando dice: le brillaba como nunca. Se larga a hablar. Una
armó con una rapidez notable. Fue el extraordi- Lanusse compadrea con una hombría que no oratoria poderosa. Representaba a la Asociación
nario acto en Nueva Chicago. Era el 28 de julio de Abogados Peronistas.
de 1972, era una noche espléndida y toda la Dice: “Esta juventud de hoy
militancia llenó las gradas con estrépito, con tomará las armas y seguirá la
furia. Es una de las primeras veces que la consig- lucha, sin pedir y dar cuar-
na Luche y vuelve suena atronadoramente. Se tel, hasta el triunfo final (...)
había levantado una plataforma en medio de la Hay que apoyar la consigna
cancha y, sobre ella, se veían los protagonistas. ‘Luche y vuelve’ y Perón
Algunos, muy pronto, habrían de agarrarse a los será traído por el movimien-
tiros. Porque estaban Norma Kennedy y Rodolfo to pronto, muy pronto, y
Galimberti, ya a esta altura el líder de la Jotapé. hay que tener presente lo
Hablarían esa noche, todos. Pero el que habría que Perón dijera a todos
de entregar un discurso inolvidable, incluso aquellos que quieren entre-
espectacular sería Rodolfo Ortega Peña. Fui con gar la Argentina a los mono-
mi amigo Arturo Armada, que dirigía nuestra polios extranjeros, que son
revista Envido. Arturo y yo éramos tranquilos y vendepatrias, nosotros les
buscamos, según costumbre, un lugar de buena decimos a esos que son hijos
visual y cierta seguridad. O sea, que tuviera una de puta” (Felipe Celesia,
puerta cerca para salir rajando. La primera lucha Pablo Waisberg, La ley y las
de consignas (empezó en ese acto) fue la que se armas, Biografía de Rodolfo
dio entre la Patria Peronista y la Patria Socialista. Ortega Peña, Aguilar, Bue-
Con Arturo decíamos: “Es lo mismo. Es lo nos Aires, 2007, p. 223). El
mismo”. La Jotapé ya tenía una buena consigna: Estadio estalló unánime.
“La Patria Peronista es la Patria Socialista” y ten- Pero eso no fue todo. Ni fue
dría aún otra mejor: “Vamos a hacer la Patria lo más importante. Ortega
Peronista/ Vamos a hacerla/ Montonera y Socia- Peña apeló a un recurso
lista”. Había cerca de 20.000 personas. Cerraría el visual poderoso. Ahí, se
acto Héctor Cámpora. El Luche y vuelve ya era adueñó de todos. Dijo: “En
una realidad incontrastable. Todos lo voceaban. cuanto al discurso de Lanus-
Era lo que daba unidad a todas las fuerzas dife- tiene... Ahí nomás se arma la consigna. (Atención, se ante los mil afiliados del Partido Militar... En
renciadas que desbordaban las tribunas de Mata- atención/ se corre la bolilla/ que Lanusse es cuanto a ese discurso, compañeros... Lo que
deros. Hay una muy buena de foto de Galimber- maricón). Era un diálogo entre los oradores y las hago, ¡es esto!” Y de algún lado sacó una pode-
ti en este acto. Se lo ve con su sacón de cuero tribunas, que respondían creando consignas. O rosa cantidad de papeles hechos trizas y los arro-
negro. La mano en alto remarcando alguna frase. que imponían temas con sus cánticos. Si vocea- jó al campo de juego. Como soplaba ya un vien-
Los ojos grandes y claros y el pelo bien a la gomi- ban: Ni votos ni botas/ fusiles y pelotas daban testi- tito nocturno los papelitos fueron largo rato de
na. Nunca se me hubiera ocurrido que se parecía monio de su rechazo a las elecciones (“ese recur- un lado a otro mientas las tribunas lo vivaban,
mucho a un tacuara. Simplemente porque me so del régimen”) y su apoyo a la lucha armada, a lo aplaudían y llenaban de puteadas a Lanusse.
había olvidado por completo de esos personajes la toma del poder por medio de la violencia. Ese era Ortega Peña. Había nacido en septiem-
del pasado. Todos los que nos rodeaban canta- (Algo que ni remotamente pasaba por la cabeza bre de 1935. Estudió fuertemente filosofía, fue
ban empecinadamente: “FAP, FAR y Montone- de Perón aun cuando en ese momento les envia- compañero de Ernesto Laclau. Estudió con el
ros, son nuestros compañeros”. Lo cantaban ra cartas incendiarias.) mítico Raúl Sciarreta. Pero se decidió por la
demasiado. Le daban distintos ritmos. Saltaban o Pero el gran discurso es el del brillante Rodol- abogacía. Ahí, con perdón, le faltaron pelotas.
movían los brazos y las manos. No eran militan- fo Ortega Peña. ¡Cómo admiraba, en 1972, a Porque a todos los que estudiamos filosofía nos
tes de Montoneros, organización que aún no se Ortega Peña! Lo seguí admirando pero ya en la ponen la alternativa de hierro: “Mirá, te vas a
había dado una política de superficie pues, disidencia por su adhesión excesiva –según lo morir de hambre. Mejor estudiá Derecho y
obviamente, debía seguir en la clandestinidad. veía yo– a la lucha armada. Pero en 1972 Orte- mantenés la filosofía como un hobby”. A mí no
Pero tenía vigencia ese deslumbramiento por la ga Peña era la cumbre de la inteligencia al servi- me pasó. Pero, en cambio, me faltaron pelotas
lucha armada. “Lucha armada/ Perón en la Rosa- cio de la militancia. Él y Duhalde (da bronca, para muchísimas de las cosas que hizo. Sólo
da”, “Fusiles y machetes por otro diecisiete”. Al hoy, tener que aclarar “Eduardo Luis”) habían quiero recordar un momento suyo. Después
poco tiempo, la derecha responderá: “Yo hice el creado la editorial Sudestada y editaban libros hablaremos más. En 1972, lo encuentro en un
diecisiete/ sin fusil y sin machete”. Algo cierto que ellos escribían y de otros autores. Pero los bar. Está con dos tipos más. Habla y habla y
pero que poco incomodaba a la Jotapé. Este 17, de ellos eran excepcionales. Facundo y la monto- maneja papeles, pone unos arriba de otros y des-
el de hoy, el que habría de traerlo a Perón, sería nera y Felipe Varela contra el Imperio Británico pués los cambia de nuevo y sigue hablando.
con fusiles y machetes, porque el 45 había que- eran dos joyas totales. Más adelante voy a anali- ¡Qué vivo estaba ese hombre! ¿En qué andaba?
dado muy atrás y estos eran tiempos duros, revo- zar Felipe Varela contra el Imperio Británico Quería extraditarlo a Krieger Vasena, ese eterno
lucionarios. El Che no existía en 1945. Hoy, según la hermenéutica del segundo Heidegger. servidor del gran capital. Sabía que había come-
señalaba el camino. Una consigna homofóbica Nos vamos a sorprender, pero Heidegger habría tido delitos económicos graves y quería que se lo
–de esas que indignan a Sebreli– se canta luego admirado ese libro. Y sobre todo su título. ¡Qué juzgara. En ese momento era un acto casi
de algo que dice Norma Kennedy: que Lanusse desafiante es! Ortega Peña y Duhalde se dan demencial.
“hace gala de una hombría que no tiene”. Y de cuenta de la disparidad enorme de las fuerzas Krieger era un intocable. No pudo extraditar-
todas las tribunas, 20.000 voces gritan: Atención, que están enfrentando, pero saben que es así: lo. A él, en cambio, lo asesinó la Triple A. Krie-
PROXIMO atención/ se corre la bolilla que Lanusse es maricón. que contra quien peleaba Felipe Varela era con- ger siguió asesorando exitosamente a todos los
DOMINGO Decirle “maricón” a un general de la Nación era tra el Imperio Británico. Contra la apropiación poderosos de este país. Y a los del exterior.
un agravio serio. Además, en 1972, todo el técnica de la naturaleza a manos de la extraviada Nadie, nunca, lo molestó. Así estamos.
mundo decía “maricón” o “puto”. No había sur- razón occidental. Varela era el agónico defensor
“Buenos días, gido la valoración de las diferencias. De modo de un mundo que se resistía a ser arrasado por la Colaboración especial:
General, su custodia que si quieren decir que la Jotapé era homofóbi- razón técnica, por el hombre occidental que ha Virginia Feinmann - Germán Ferrari
personal” (II) ca podríamos decir que los empleados de Casa olvidado al ser en su conquista de los entes.

IV Domingo 1° de febrero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


62 El Día de la Militancia

Suplemento especial de

PáginaI12
ACTUALIZACIÓN, piensa que fueron unos boludos. Al menos, los trasvasamiento generacional se pasaba a la actuali-
TRASVASAMIENTO, toman más en serio: fueron el “foco marxista” zación doctrinaria. Era otra bandera que el Viejo
SOCIALISMO NACIONAL que denunció en mayo de 1973 el general Sán- les daba a los jóvenes. Claro que sí, ¡hay que
i bien es cierto que Perón acomo- chez de Bustamante. Hay cosas de las que los actualizar la doctrina! Los nuevos tiempos lo

S da a su visión ancestral del pero-


nismo los conceptos nuevos que
le tiran Solanas y Getino –o que
elaboran en colaboración con él–,
no lo es menos que toman vida propia en la
palabra y la escritura de los militantes. Quiero
decir: si Perón dice del socialismo nacional poco
radicales no se curarán nunca. Como los pero-
nistas, desde luego. Pero los radicales se creen
algo así como los dueños de la democracia y las
instituciones y grandes enemigos del fascismo.
Que, en la Argentina, es el peronismo. Y esos
boludos de los ’70 quieren hacer de ese viejo
facho un socialista. Qué boludos, ¿no? “Me
exigen. El mundo ha cambiado. Todos sabemos
que marcha hacia el socialismo. ¿Cómo nos
vamos a quedar en las 20 verdades? Eso era para
la década del ’40. Estuvo perfecto pero quedó
atrás. Ahora, actualizar la doctrina. Que era un
trámite muy sencillo. Era pasar del peronismo
distributivo y nacional y popular de los ’40 y los
o nada que pueda unirlo con algún rigor al divertí mucho.” Claro: ¿algo puede ser más ’50 al peronismo de hoy, el peronismo tercer-
socialismo (menos aún al socialismo que la divertido que la historia de un viejo fascista y de mundista, el peronismo que requiere la América
Revolución Cubana, como acontecimiento fun- unos jóvenes idiotas que lo siguen como si fuera latina de la Revolución Cubana. Todo estaba
dante, echa a rodar por América latina), la mili- Lenin? Sólo esto: ¿por qué los mataron enton- claro. Todo armonizaba. Todo era para la
tancia revolucionaria sabe que el concepto es ces? ¿Tan peligrosos son los boludos? ¿Por qué “juventud maravillosa”. Trasvasamiento genera-
para ella. Socialismo nacional es claramente un esa masacre? ¿Para qué matar 30.000 boludos en cional: los jóvenes son la vanguardia. Actualiza-
socialismo que debe crearse a partir de la lucha lugar de 30.000 radicales piolas enemigos del ción doctrinaria: al ser los jóvenes –precisamen-
de quienes están contra el imperialismo y sus fascismo? Pero es así: en la Argentina se muere te– la vanguardia del Movimiento hay que
aliados internos. No es el socialismo soviético. sin gloria. El líder que esos jóvenes levantaban actualizar la doctrina, aggiornarla. Una doctrina
Al ser latinoamericano, está cerca del socialismo –al margen de lo que antes hubiera sido– era un joven para una generación joven. Socialismo
de Cuba. Al ser tercermundista forma parte de anciano rodeado de un círculo siniestro. La nacional: es el resultado del encadenamiento
los movimientos de liberación del Tercer Conducción “revolucionaria” a la que muchos conceptual. Si los jóvenes (trasvasamiento)
Mundo. Walsh (en Quién mató a Rosendo) lo adherían era lamentable, demencial, los mandó actualizan la doctrina (actualización doctrinaria)
pone en boca de uno de sus personajes: el pero- a morir bajo estrategias y tácticas terriblemente inevitablemente lo harán llevando la doctrina
nismo es “un movimiento de liberación”. Ade- equivocadas, sólo posibles por un iluminismo peronista al socialismo (socialismo nacional).
más, la juventud traducía las cosas que largaba el inhumano, por un desdén inmenso por la vida
Viejo al lenguaje que requería su militancia. de sus militantes. Cuando uno mira la foto en “SI LA JUVENTUD
Socialismo nacional podía transformarse senci- que Salvador Allende se prepara a vender cara su NO SALVA ESTO,
llamente en “socialismo” sin que nadie se opu- vida, a defender su causa hasta el fin, en La NO LO SALVA NADIE”
siera. De hecho lo expresa la célebre consigna: Moneda, al frente de los pocos que ya quedan a A un par de meses de las elecciones del 11 de
“Perón, Evita, la patria socialista”. Luego, el su lado, el respeto lo invade, la envidia también. marzo del ’73, Perón dará un reportaje incendiario
desengaño la transformará en “Perón evita la ¡Qué digno ha de haber sido luchar y hasta a Mayoría, periódico que había sido casi fundado
patria socialista”. Aunque, para expresar desen- morir con un hombre como ése! Los pibes de para la campaña electoral y que dirigía Marcelo
gaños, la mejor habrá de ser una que ya se pinta Malvinas, lo mismo. Fueron a una guerra que Sánchez Sorondo. El momento es así: las eleccio-
hacia fines del ’73: Volvé Lanusse, te perdonamos. no entendían. Los maltrataron, los estaquearon nes no están aseguradas, Perón quiere golpear al
Era tan divertida como dolorosa. (Nota: Porque sus propios jefes. Los ingleses los cazaron como gobierno de Lanusse, irritarlo. Adelanta, entonces,
hay algo que acaso sea el momento de decir: hay a liebres. Al volver, no los esperaba nadie. Hoy, sus piezas duras. Nunca, como en este reportaje, le
gente que se divierte con esta tragedia. Gente ya son tantos los que se han suicidado desde dio toda la manija a la juventud. “O ellos llaman a
para la cual se trató de una comedia entre una entonces como los que murieron en las islas. Se elecciones o provocan una guerra civil”, decía
generación de jóvenes pelotudos y un viejo hijo muere sin gloria en la Argentina. Para colmo, Perón. Y aclaraba que una guerra civil “es lo peor
de puta, del que esos jóvenes, de puro pelotu- después vienen los lúcidos, los que se las saben que puede pasar, pero también suele ser el único y
dos, nunca averiguaron cómo había sido en el todas, y a los que murieron les dicen boludos, último remedio”. No se puede amenazar con una
pasado. Cierta vez, en la redacción de Clarín, ingenuos, o se callan, o se ríen.) Seguimos: si el guerra civil y no adelantar las tropas más temidas
me crucé con el notable dibujante Hermenegil- socialismo nacional se leía como la lucha por la por el enemigo. Perón, además, sabe que se está
do Sábat y le di un ejemplar de mi libro López toma del poder era claro que la consigna había por largar la campaña electoral y sabe también que
Rega, la cara oscura de Perón. Sería el año ’87, sido radicalizada. En ningún momento de “Actua- quienes realmente la harán serán los jóvenes. De
fecha en que ese libro se publicó. El libro aborda lización política y doctrinaria para la toma del modo que todo el peso de la tarea lo pone ahí: “O
una serie de cuestiones decididamente trágicas. poder” Perón habla de quitarle el poder a la bur- la juventud toma esto en sus manos y lo arregla,
Ezeiza, la Triple A, López Rega, la muerte de guesía. De establecer un gobierno basado en la aunque sea a patadas, pero lo arregla, o no se lo va
Perón, en fin: todo el descalabro del peronismo clase obrera. De llevar a los obreros a la toma del a arreglar nadie”. No dice: “No lo arregla nadie”.
a partir del 20 de junio de 1973. Poco después poder. El socialismo se inventó para eso. Para Dice: “No se lo va a arreglar nadie”. Que significa:
me cruzo de nuevo con Sábat y le pregunto qué que la clase obrera dejara de ser la clase explota- “Esto hay que arreglarlo para ustedes. Y son uste-
le pareció el libro. “Ah, sí –dice–, me divertí da por el capitalista y se adueñara del poder. des quienes lo tienen que arreglar”. Luego es toda-
muchísimo.” “¿Te divertiste?” Me hablaba y Para eso era necesaria una dictadura y un férreo vía más claro: “Los viejos no van a arreglar esto; los
sonreía, como alguien que recuerda un buen control del Estado y el Partido, que expresaban viejos no están en la evolución. Es un mundo que
chiste. “Sí, me reí muchísimo.” Me despedí de los intereses de los obreros revolucionarios. Se cambia, y los muchachos tienen razón. Y si tienen
él y me fui algo turbado, confundido. Caramba, podía hacer ahora o paulatinamente pero –por razón hay que dársela y hay que darles el gobierno
me decía, ese libro cuenta una tragedia. Después más nacional que sea– el socialismo no puede (...) Si la juventud no salva esto, no lo salva nadie”
me dijeron que Sábat era muy antiperonista. prescindir de un decisivo traslado del poder (Mayoría, 11 de enero de 1973, las cursivas nos
Pero, ¿tanto? También me dijeron que no se lo desde las clases dominantes hacia las dominadas. pertenecen). Cinco meses después, en junio de ese
puede ni debe criticar. Diga lo que diga. Porque Pero no por eso dejaba de recibirse con beneplá- año, la juventud pasará a ser la “juventud cuestio-
es muy talentoso. Caramba, Heidegger fue un cito un concepto como el de “socialismo nacio- nada” y los peronistas tienen que volver a la con-
genio y muchos perseveran en decir que fue nal”. Al cabo, el Viejo tiene que decir “eso” para ducción del movimiento y “somos lo que las vein-
nazi. Pero está bien, acepto. Me alegra haberle no asustar tanto. Una vez con la manija en la te verdades peronistas dicen”. “Usted es uno de los
hecho pasar un momento divertido al maestro. mano la historia va a ser otra. El trasvasamiento tantos otarios que andan por ahí, mi amigo”, diría
Me sucedió (no exactamente igual) otras veces. generacional se complementaba con el socialis- el general. Es un giro muy lindo que usa en Con-
Con un director de cine. Era radical y odiaba al mo. Como muchas veces dijo Perón “no era ducción política: “La otra vez vino a verme un ota-
peronismo por algo que el peronismo le había tirar todos los días un viejo por la ventana”, rio. Uno de los tantos otarios que andan por ahí”.
hecho a su viejo. Había sido, en efecto, una pero una aceptación de un evolucionismo bioló- Creemos que nos diría eso. Y también: “¿Qué pre-
injusticia, una afrenta. De todos modos, uno no gico necesario. Los jóvenes debían reemplazar a tende? Yo digo lo que hay que decir en el momen-
puede tomar una posición política propia por los viejos. Con lo cual Perón les decía a los mili- to que hay que decirlo. Cuando le tiré a Lanusse
algo que le pasó a su viejo. Tal vez debiera tener tantes que –poco a poco o no tanto– el Movi- con ‘los muchachos’ por la cabeza necesitaba pre-
en cuenta (o poner en la balanza para darle un miento quedaría en sus manos. Son los jóvenes sionarlo. Y a fondo. Usted sabe que en enero de
fundamento más serio a su decisión) qué le pasó los que tienen que realizar el socialismo, a secas 1973 decir ‘los muchachos’ era más que decir sen-
al resto del país. La cuestión es que –cierta vez– o nacional. Todo era parte de un juego de “dar cillamente ‘la juventud’. ‘Los muchachos’ se les
estoy con este cineasta cenando en Chiquilín y manija”. Era el momento del “ala dura”. Había decía a los de las formaciones especiales. Había que
hablando del guión sobre un film que íbamos a que golpear a los milicos. Y Perón sabía que eso golpear y lo hice. Conseguí resultados inmediatos.
hacer y no se hizo. De pronto sale el tema de la no lo iban a hacer los sindicatos. Ni los políti- ¡Otra vez los imbéciles me prohibieron! El Comité
represión y los desaparecidos. De pronto el tipo cos. Los sindicatos tenían que cuidar lo suyo y Federal de Radiodifusión prohibió que se propaga-
dice: “Pobres pibes ésos, ¿no? Morir por bolu- no podían arriesgarse en una lucha incierta. ra mi palabra por cualquier medio: radio, televi-
dos. Por Perón. Por no haberse calentado en Desde Onganía que venían negociando con esta sión, gráfico. En la otra situación que usted men-
averiguar que ese hijo de puta era un nazi”. llamada “Revolución Argentina” y lo seguirían ciona ¡el país había cambiado por completo! Era-
Estas cosas son habituales. Y son dolorosas. En haciendo siempre que fuera necesario. Para jugar a mos gobierno y teníamos que ordenar la patria.
la Argentina se muere sin gloria. Son muchos la rebeldía estaba la CGT de Ongaro, que todo Un país no se ordena con los duros. Hay que
los que piensan que los jóvenes peronistas del el tiempo hablaba de los “traidores”. Los sindi- negociar, hay que hablar, hay que unir. ‘Los
’70 fueron unos pelotudos que no sabían nada catos eran factores de poder. Tenían que asegu- muchachos’ no servían para eso. Si el ataque fron-
de Perón. Como saben ellos, los que dicen eso. rarles muchas cosas a los obreros y no era cues- tal terminó usted retrocede esa pieza. Y avanza
Porque ellos sí saben qué fue Perón. Lo supie- tión de perderlas si a Perón se le ocurría no vol- otras. ‘Los muchachos’ no supieron entenderlo. Y
ron siempre. Fue un facho. En general son radi- ver porque sí nomás o porque estiró la pata, cosa eso que yo lo dije claro: ni apresurados ni retarda-
cales los que piensan así. La derecha-derecha no que todos siempre tenían muy en cuenta. Del tarios. Todo en su medida y armoniosamente”. El
II
reportaje de Mayoría sacudió al país. Lanusse (un reproche que hasta una mujer inteligente habían exiliado, o porque no podían hacerlo o
aprovechó para –según creía– asustar a la gente: como Alicia Dujovne Ortiz hace en su libro sobre porque no querían, solían hacerse cautelosas reu-
“Van a gobernar Perón y la Juventud Peronista”. Eva Perón) es porque se desconoce la interioridad niones para evaluar la seguridad. Nunca se llegaba
O sea, un viejo y la subversión. Pero no asustó a del fenómeno. La juventud se sentía protagonista. a ninguna conclusión. Sólo a una: se mataba a
nadie. El país estaba con el peronismo y la clase Sentía que era parte de la historia y hasta que la mansalva. La frase que se decía era: “A cualquiera
media amaba a la juventud. Todos los jóvenes se estaba haciendo. Se burlaba de la bronca de sus por cualquier cosa”. Nadie esperaba algo así. Nin-
metían en la Jotapé. Los otros partidos perdían viejos. De sus consejos llenos de sabiduría gorilona guna juventud pagó más caras sus rebeldías. Si
afiliados a patadas. La historia iba por otro lado. sobre “lo que de verdad fue el peronismo y vos no aceptamos eso que se dice, que siempre se paga un
Ser joven era ser Jotapé. Un tipo que conozco sabés porque sos muy joven”. Ni les importaba precio por los pecados de juventud, el precio que
–que deambula entre la política, los medios, los saberlo. O tenían mejores lugares donde averiguar- pagaron los jóvenes del ’70 fue –cuanto menos–
libros, sin cerrar nunca en nada pero siempre lo. La plenitud estaba ahí. Era irresistible. Había demasiado alto. Seguramente pecaron demasiado,
entretenido–, sin preocuparse por su homofobia, que ser parte de ella. De aquí que mi amiga soció- se excedieron en sus pecados. Pecaron, antes que
suele decir: “Hoy, si un hijo te sale rebelde se te loga estuviera metida en eso. No por boluda, sino como jóvenes, como sujetos, como protagonistas
hace puto. En los ’70 se te hacía montonero”. por buscar los caminos de la vitalidad histórica. Sí, de un cambio histórico, revolucionario. Y eso, los
Cierto o no, la juventud peronista era un imán. todo se fue a la mierda. Pero, ¿hay algo que no se padres terribles de este país de orden lo castigaron
Parecía incontenible. Su propio entusiasmo la haya ido a la mierda en este país? ¿Hay algo que no hasta más allá del horror.
hacía ser vista así. ¿Dónde está el fervor, el fuego, se haya ido a la mierda en el mundo? Sí, mi amiga
el compromiso, lo nuevo, el riesgo? Estaba en la está muerta. Nunca estuvo en la guerrilla, pero dio “SÁNCHEZ, SALLUSTRO,
Jotapé. En el ’73 yo vivía en un lindo departamen- clases en la Universidad del Sur, en Bahía Blanca, AL PUEBLO LE DA GUSTO”
to de la calle Virrey Loreto. Cierta noche, en una y los matarifes del general Vilas la mataron. Habrá Con el empuje de las palabras fuertes del Viejo
reunión del Consejo de Redacción de Envido, sido porque le descubrieron uno o dos libros de en Mayoría, Galimberti se anima a una declara-
oímos unos cánticos atronadores. Salimos al bal- Marx en la bibliografía de la materia que dictaba. ción que, sin duda, estaba destinada a herir a los
cón. Sería enero o febrero del ’73. La campaña Sí, el cineasta que dice que todos fueron “unos otros sectores del Movimiento: “La Juventud
electoral. La noche era cálida, con brisa, con luna, boludos” está vivo. ¿Saben algo? Es un viejo bolu- Peronista está dando en este momento una políti-
con todo. No sabíamos de dónde, pero de algún do. No hizo una buena en su vida. Hará una o dos ca para el conjunto del Movimiento”. Fue el
lado nos llegaba un coro enorme de voces de películas malas todavía. En medio del resentimien- momento de mayor romance entre el Viejo y la
muchachos y de chicas que cantaban las estrofas to y la amargura porque –para colmo– lo agarró juventud: la campaña electoral de febrero de 1973.
Jotapé de la marcha peronista: “Ayer fue la Resis- esta ola de directores-autores-jóvenes-geniales. Fue un febrero inolvidable: todos eran jóvenes y el
tencia/ Hoy Montoneros y FAR/ Y mañana el Que se joda. Y después de esas dos películas se va a futuro esperaba por ellos, los requería. Había que
pueblo entero/ en la lucha popular”. ¿Quién iba a morir. Como vivió: como un boludo. Pero zafó de ganar las elecciones, ocupar el gobierno y empezar
detener eso? ¿Quién podía negarse al deseo de ser todas. No se metió en ninguna. Tal vez, un poco, la revolución. José María Rosa –que tenía asegura-
parte de esa fiesta? “Si Perón y Evita, en los cin- en la más obvia: el alfonsinismo del ’84. Pasó por do el Ministerio de Educación y que, desde luego,
cuenta, hubieran tenido este respaldo masivo de la la vida sin dejar la más mínima huella. Tampoco no lo tuvo– decía exultante: “Apenas asuma man-
juventud no los paraba nadie”, me comentó acaso la vida trazó en él una marca. Pero era un piola damos un barco a Southampton y lo traemos al
esa misma noche una socióloga brillante, una bárbaro. Se las sabía todas. No como esos boludos Restaurador”. Cada uno imaginaba su mejor futu-
mujer de una inteligencia privilegiada. Puedo que se hicieron matar por nada. Como mi amiga ro. Cada uno imaginaba lo que no habría de tener.
jurar, sin duda alguna, que era diez veces más inte- socióloga: ¡morir por meter dos libros de Marx en Lo “mejor” –en la Argentina de comienzos del
ligente que el cineasta que me dijo: “Murieron por la bibliografía! A quién se le ocurre. Y algo más: la ’73– no pertenecía al futuro. Estaba en el presente.
boludos”. O por no saber que el Viejo había sido y matanza fue tan descontrolada, la sed de venganza Y no volvería a estar en ninguna otra parte.
era nazi. Ella sabía de sobra quién había sido el tan impiadosa, tan enorme la necesidad del “casti- El año ’72 se define por la pulseada entre Perón
Viejo. Pero lo que estaba pasando iba más allá de go ejemplar”, tan deliberado el plan de introyectar y Lanusse. Cierto es que poner dos nombres fuer-
eso. No importaba qué era o no era el Viejo. El fer- el terror en la sociedad para dominarla durante tes para encerrar una época tan sobredeterminada
vor revolucionario de toda una generación de jóvenes, décadas, tan asesinas las bandas que ejercieron la la empobrece. Estaban llenos de sujetos actuantes
un fervor que encontraba su cohesión en torno del represión, que miles, miles de jóvenes y obreros y esos meses. Había un exceso de historicidad.
peronismo, que el peronismo y el líder prohibido, y profesionales e intelectuales murieron por nada. Todos sentían el peso de la coyuntura. ¿Cómo
las masas postergadas, y la torpeza de la Argentina Porque no habían hecho nada. Nada como para podría definirse esto? No hay quien no conozca
gorila, conservadora, reaccionaria y macartista, habí- morir. Nada para morir, además, como murieron. esa sensación. Sobre todo en un país tan agitado
an nucleado, habían dado forma de rebeldía, habían Porque no debieron haber muerto. Murieron víc- como la Argentina. Es levantarse cada mañana y
transformado en descontento revolucionario, en timas de un delirio represivo, de una matanza sentir que ese día no va a terminar sin que pase
ambición de una sociedad más justa, esto era lo que paranoica, de una locura de muerte y de crueldad algo inesperado. Un hecho o muchos. Sentir que
importaba. Cuando se les reprocha a los jóvenes que se desató desde el poder. Entre los aterrados todas las fraguas desbordan fuego. Sentir, también,
del ’70 no haber averiguado si Perón era o no nazi que permanecían en el país, o porque aún no se que todo lo desborda a uno. Que miles de cosas

III
–que pueden afectarlo seriamente– están fuera entre los militantes y les decían un par de estas enfoque había sido ajustado y sensible: un país
de su alcance o de su conocimiento. Y del de frasecitas y casi los arruinaban o los llenaban de que había acorralado a su pueblo, que lo había
todos. Que hay demasiados sujetos. Demasiadas amargura. “Nacionalismo burgués.” “Concilia- perseguido, hambreado, no había hecho sino
praxis diferenciadas. El 10 de abril de ese 1972 ción de clases.” “Bonapartismo.” “Populismo conseguir la rebelión de sus mejores hijos. Eran
volvía al hotel, en Córdoba, cansado, con mi de transclase.” “Populismo demagógico y mani- los hijos de los gorilas del ’55. “Estos jóvenes
attaché (que me había sacado un callo en la pulador.” “Heteronomía de la conciencia obre- (dice en un testimonio que recoge Norberto
palma de la mano y provocaba las cargadas de ra.” Todo esto eran capaces de decírselo a unos Galasso) sienten, con una fuerza que no senti-
mi hermano y socio: “¡Al fin sos un trabaja- pibes salteños para llenarles la cabeza de confu- mos los viejos, la monstruosidad de que un
dor!”) y miro, como siempre, los diarios y las siones y escupirles el asado. quince por ciento posea más bienes que el
revistas de los kioscos. Leo: “Fueron asesinados Lanusse le pide a Perón que condene los asesi- ochenta y cinco por ciento restante. Viven en
el general Sánchez y el empresario Sallustro”. natos de Sánchez y Sallustro. Se lo pide, en un estado de indignación y de irritación (...)
No me alegraban para nada esas noticias. O Madrid, el embajador Rojas Silveyra. Perón, ni Por eso son fervorosos del socialismo. No por fe
pensaba: “Los milicos no negocian más y salen a loco. “Los muchachos que sigan dando.” Esto, en el sistema sino por castigar con él a sus
meter bala por todo el país”. O que se venía una luego, se le volverá en contra. Al menos mucha padres individualistas. Por eso ven con buenos
guerra civil y que todas nuestras discusiones gente se lo echará en cara. Es cuando tenga sus ojos al peronismo Y reaccionan en contra de las
sobre la movilización y la organización popular, enfrentamienmtos con las guerrillas: “¡Ah, él les pestes oídas contra él (...) Esos jóvenes presencia-
sobre la política de masas, sobre el entrismo en el dio alas, ahora que no se queje! Los hubiera ron el regocijo exultante de la oligarquía en el
movimiento peronista para trabajar desde aden- parado antes”. ¿Podía Perón desautorizar a las festín de sangre de junio del ’56” (Galasso,
tro, desde las convicciones reales de la clase guerrillas, aun a la del ERP? Difícil. Era muy Ibid., p. 1110, tomo II). Era un viejo apasiona-
obrera, se iban al diablo. Habían sido por com- probable que el temible general Sánchez fuera do, un cura hermoso. Se ven pocos de ésos.
pleto inútiles. un torturador de presos políticos. Los abogados Hoy, casi ninguno. Pero hoy –para qué negar-
La tapa de Gente era catastrófica. Los títulos de esos presos habían hecho las correspondientes lo– de todo lo bueno se ve poco. Entre tantas
gigantescos del diario Córdoba aterraban. Nadie denuncias y Lanusse no podía alegar descono- cosas que ya no hay no hay un cura como Her-
decía nada. Los de los kioscos voceaban las cerlas. ¿Por qué no lo destituyó en un acto claro, nán Benítez. De pronto nos dice: “Leo mucho a
noticias. En un mismo día. Por qué. Oberdan ejemplar? Lanusse estaba al frente del país. No Rodolfo Puiggrós. ¿Lo leen ustedes?” Le deci-
Guillermo Sallustro fue secuestrado por el ERP podía presentarse como víctima de cosas atroces mos que sí, que por supuesto. Admirativo, dice:
el 21 de marzo. Era el gerente general de Fiat que hacían los otros. Sánchez torturaba y los “¡Qué hombre ése!, ¿no? ¡La chorrera de libros
Concord. “El capo de la Fiat.” Casi nada. Lo marinos de Trelew cometían una masacre. que ha escrito!” Esa frase de Benítez me marcó.
tenían en cautiverio y negociaban. Ese 10 de Perón podría haberle dicho: ¿Por qué no condena ¿No es hermoso que se le agradezca a un escri-
abril la policía encuentra el lugar en que lo usted lo de Trelew? ¿Por qué no releva a los mari- tor haber escrito una “chorrera” de libros? ¿Qué
guardan. Hay un tiroteo infernal. Hay, tam- nos de la base Aalmirante Zar? ¿Por qué no pone se quiere decir con eso? Lo que Benítez le reco-
bién, dos versiones. Una: los del ERP, al huir preso al capitán Sosa? Así que Perón no condena nocía a Puiggrós: que el tipo había sido genero-
del lugar, le pegan un tiro a Sallustro para que lo de Sánchez ni lo de Sallustro. Están dentro de so con sus lectores, que se había arriesgado, que
no lo recuperen vivo. Otra: son tantos los bala- su ajedrez. Se sabe: “los muchachos” golpean algunos de sus tantos libros serían mejores que
zos que arroja la policía que son ellos mismos duro. Aunque en este caso los muchachos hayan otros, que algunos serían mediocres y otros
los que matan a Sallustro. Días antes, el segun- sido los del ERP, que no reconocían ni locos ser decididamente formidables o malos o apenas
do de Sallustro, el que lo sucede en la conduc- sus muchachos. Sin embargo, era Perón el que buenos, pero que el tipo seguía dándole a su
ción de la Fiat, les habla a los del ERP en capitalizaba sus acciones. Era Perón el que se pre- oficio de escritor. Oficio que consiste, precisa-
medio de un reportaje que le hace la televisión. sentaba ante el régimen como la garantía para mente, en eso: en escribir. Además, era fantásti-
El hombre sorprende porque era un reportaje a frenar a la guerrilla. “A la violencia se la comba- co que un cura admirara a un escritor marxista.
él. Y de pronto empieza a hablarles a los secues- te con la justicia social”, había dicho con mucho Era un símbolo de los tiempos. Aún no hemos
tradores. “Si ustedes luchan contra el fascismo tino. Pero esto significaba algo evidente: A la hablado del diálogo entre marxistas y católicos.
–dice–, tienen que saber que Oberdan Sallustro violencia se la frena conmigo. Él era la justicia Pero habrá que hacerlo. Fue importante. De ahí
y yo también lo hicimos. Fuimos partisanos. social. De esta forma, cada acto de los “troskos” salen los Sacerdotes del Tercer Mundo. Y noso-
Luchamos para echar a los nazis de Italia.” Inú- antiperonistas del ERP jugaba objetivamente a tros tuvimos en Envido a uno excepcional:
til esfuerzo. Cualquier militante del ERP le favor del esquema de Perón. Lo fortalecía. Domingo Bresci. Al que quiero y admiro desde
habría dicho: “Sí, pero ahora son dos capitalis- “Denle duro, muchachos. El que recoge las el día en que lo conocí. Nadie me pareció más
tas de mierda que se afanan la guita de nuestro fichas soy yo.” La alternativa del ERP era terri- cercano a la santidad que él, que Domingo.
país”. Boleta. En cuanto a Sánchez no cabe ble: o suspender las acciones armadas o servir al Durante la dictadura, la revista Para Ti, de Edi-
duda de que el hombre no habrá sido un custo- ajedrez de Perón, ser funcionales a él. Difícil que torial Atlántida, lo denunció con nombre y apelli-
dio de los derechos humanos. Era el comandan- esto se le haya escapado a Santucho, pero es evi- do. Aquí, en esta parroquia, da misa un cura
te del Segundo Cuerpo de Ejército en Rosario. dente que decidió pagar ese costo. No tenía subversivo. Ya hablaremos de Domingo. Se
Se lo había visto un par de veces por la TV otra. puede consultar el libro de Lucas Lanusse: Cris-
haciendo declaraciones durísimas. Ese hombre Perón no podía desautorizar a las formaciones to revolucionario, la Iglesia militante, Vergara,
estaba lleno de odio. Se lo acusaba de dar auto- especiales. ¿Cómo habría de hacerlo si los mili- Buenos Aires, 2007. Hay un largo capítulo
rización a torturas de presos políticos o de par- tantes de la Jotapé quedaban deslumbrados por dedicado a Domingo.
ticipar en ellas. Pero responderle borrándolo del sus acciones? Eran tiempos de violencia. La Ya estamos cerca del 17 de noviembre de
mapa era llevarlo todo al terreno de las armas. lucha armada tenía –sobre todo a través del 1972, el Día de la Militancia. El del primer
Echaba a perder el trabajo de base porque siem- Che– un aura romántica. La estética del fusil. regreso de Perón, que fue muy lindo, no como
pre había represalias. Cierta vez, Miguel Hurst, Después de las muertes del general Sánchez y de el otro, el de la espantosa memoria. Antes habrá
en una reunión, comenta: “Ayer, en la Unidad Oberdan Sallustro, en los actos masivos de la que analizar el discurso de Lanusse en el Colegio
Básica de Palermo, bien de noche, unos tipos juventud se canta una consigna abiertamente Militar, el 27 de julio, ante mil uniformados.
trataron de levantar la cortina metálica y entrar. dura. Sobre todo se la canta en el de la Federa- De donde saldrá la frase sarcástica: “Los mil afi-
Qué macana”. “¿Por qué? –dijo otro–, tenemos ción de Box, del 9 de junio, fecha recordatoria liados del Partido Militar”. El acto en Nueva
que estar preparados. Contestar”. “Sí –le dijo de los asesinatos de José León Suárez. La consig- Chicago y el espectacular discurso de Rodolfo
Miguel–, pero eso es la guerra y nosotros esta- na es: “Sánchez, Sallustro, al pueblo le da gusto”. Ortega Peña. Y luego, el primer regreso del
mos con el laburo de base. En la guerra las Y hay otra (en la que se toma al teniente Azúa, Viejo.
bases se retraen. Y el peronismo siempre fue un también liquidado durante ese año): “Sánchez, “José.” “Qué hacés, Miguel.” “¿Sos boludo o
movimiento de masas. No un ejército.” Esto no Azúa, la lucha continúa”. ¿Cómo iba Perón a te hacés?” “No me jodás, Miguel. Recién llego a
tenían por qué compartirlo los del ERP. Y no lo desautorizar a las formaciones especiales si le mi casa. Catorce horas en tren. No pegué un
compartían. Ellos no hacían trabajo de base. informaban que entre ocho y diez mil jóvenes ojo. Estoy fundido. Ni un paso puedo dar.”
Tenían cierta estructura de superficie, pero la habían voceado esa consigna en la Federación de “Oíme.” “Sí.” “Vuelve Perón, flaco.”
militancia barrial, sindical, universitaria, etc., Box? –Vuelve Perón, flaco –dice Miguel.
no era lo de ellos. De aquí que fuera una para- Yo era flaco en 1972. Y Miguel estaba vivo. Y
doja que se llamaran a sí mismos Ejército Revo- HERNÁN BENÍTEZ: sí, carajo, volvía Perón.
lucionario del Pueblo. ¿De qué pueblo? Res- “PERÓN NO DEBE CONDENAR –¿Dónde nos vemos? –pregunté.
puesta: una vanguardia armada, una estructura A LA GUERRILLA” –En ninguna parte –dice–. Vos andá a bus-
militarista actúa por afuera del pueblo. Insertar- Durante esos días los de Envido nos reunimos carlo a Domingo. Está en su parroquia con cua-
se en el pueblo es lo propio del populismo. Eso con el padre Hernán Benítez. Había sido el tro curas más. Después nos buscan a nosotros.
lo hacen los Montoneros con el peronismo. confesor de Eva Perón. El que oficio la última Me dio una dirección. Me metí en el Renault
Porque son populistas. Nacionalistas burgueses. misa por su recuperación... junto a Virgilio 12 y fui en busca de Domingo Bresci y los otros
¡Cómo usaban esto los del ERP y la izquierda Filippo, el que escribía los libelos paranoicos curas del Tercer Mundo. Creo que no fuimos
antiperonista en general! En muchas unidades contra la hidra del comunismo internacional. muy heroicos ese 17 de noviembre. Al menos
básicas de la Jotapé se planteaba la cuestión una Benítez dijo una hermosa oración en el sepelio –cuando me llamó a la noche– Miguel me
PROXIMO y otra vez: “Vino un tipo de la izquierda y nos de Fernando Abal Medina. Estaba jugado a recontraputeó. Creo que no es por Domingo ni
DOMINGO dijo que el peronismo no era revolucionario. favor de la juventud. Era ya un hombre viejo por mí ni por los otros cuatro curitas del Tercer
Que era un movimiento nacionalista burgués. pero tenía una energía espléndida: “Va a hacer Mundo que le dicen el Día de la Militancia.
Nadie supo qué decirle”. Hasta una vez me lo muy mal Perón si condena a la guerrilla”, nos Pero la pasamos muy bien.
dijo un pibe salteño, fuera de la ciudad, preocu- dijo claramente. “Esos muchachos son lo más
“Buenos días, General, pado, casi angustiado, sin saber qué respuesta puro que tenemos y los que más luchan por el Colaboración:
su custodia personal” tenía eso. ¡Si los habremos puteado! Se metían pueblo.” En el sepelio de Fernando Abal su Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 25 de enero de 2009


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

61 El paraguas de Rucci como concepto

Suplemento especial de

PáginaI12
TRELEW, LA EXPLICACIÓN
DE LA MASACRE
relew es un escándalo. Todo el país

T reacciona con indignación. Lo que se


dice desde los distintos sectores es: así
no. Eso es un asesinato en masa. Los
militares ofrecen una inmediata
explicación. Nadie les cree. La “explicación” corre a
cargo del contraalmirante Hermes Quijada, que
hasta acude a un pizarrón para demostrar lo inde-
mostrable. El ERP 22, un desgajamiento del ERP,
se cobrará la vida de este marino en 1973. Precisa-
mente el 30 de abril de 1973. Una fecha excepcio-
nalmente oportuna para que todo se pudriera bien
podrido y entonces se abrieran las puertas de una
“situación revolucionaria”. Pensemos que Cámpora
gana las elecciones el 11 de marzo. Que los militares
tienen que entregar el gobierno el 25 de mayo. ¿Qué
mejor fecha que el 30 de abril para boletear a un ex
jefe del estado mayor conjunto? Ahora es posible
acariciar esa utopía: que no haya traslado del gobier-
no. Que los militares se enfurezcan, no lo entreguen
y las masas salgan a las calles a hacer la revolución.
Los militares estuvieron a punto de darle el gusto al
ERP 22. Se alimentan mutuamente. Los que no
querían entregar el gobierno brindaron con cham-
pagne la noche del asesinato de Hermes Quijada. Lo
enterraron en medio de amenazas terribles. La más
poderosa fue la del almirante Horacio Mayorga, de
la línea más feroz de la Marina. Dijo: “Cuesta
mucho resistir la tentación de ordenar antes el país y
entregarlo después”. O sea, la ESMA ahora. No per-
damos tiempo. Basta de joder con Perón. Ese viejo
no va a arreglar. El Ejército en pleno puede liquidar
a todos estos guerrilleros y a toda esta ola subversiva
en poco tiempo. Lo que proponía Mayorga –al fin y
al cabo– era sólo adelantar en unos meses el golpe de
Chile. El ERP 22 le facilita el juego. ¿Que Hermes
Quijada no era precisamente una buena persona?
¿Que, sin duda, había tenido responsabilidad en la
masacre de Trelew? ¿Y eso qué significaba? El pue-
blo había votado. El justicialismo había ganado lim-
piamente el gobierno en las urnas. Se esperaba
–entre dudas, con incertidumbres– la entrega del
gobierno. ¡Y estos heroicos centuriones acribillan a
un tipo porque fue el que “explicó” la masacre de te de los sectores humildes. De los obreros, de los jeturas, pero seguramente ninguna se acercaba a lo que
Trelew! Pero el motivo era otro: que no se entregara villeros, de las clases medias bajas. Con Cámpora en ocurrió segundos después. De forma imprevista los
el gobierno. Que no se instalara la “democracia bur- el Gobierno regresaría Perón. Ése era el sueño. No uniformados comenzaron a disparar sus ametrallado-
guesa”. El mismo, el exacto motivo del almirante más balas y más muertos. ras. La balacera duró 20 minutos. Los presos, indefen-
Mayorga. Se logra algo más: Lanusse y la Junta de Lo de Trelew fue, sin duda, un asesinato en masa. sos, nada podían hacer frente a las balas militares. Los
Comandantes en Jefe declaran “zonas de emergen- “El 15 de agosto (escribe Jorge Luis Bernetti) se pro- cuerpos caían de a uno. Algunos, aún con vida, se
cia”. Nada menos que Buenos Aires, Córdoba, duce la evasión, de la cárcel de Rawson, de presos de retorcían de dolor en el suelo del penal; Sosa y compa-
Santa Fe, Tucumán y Mendoza. ¡Establecen conse- las organizaciones Montoneros, FAR y ERP, con la ñía no dudaban en darles el tiro de gracia en la nuca.
jos de guerra y juicios sumarios! A pocos días del toma del aeropuerto de Trelew, la captura de un Entre los gritos de los heridos y moribundos, Jorge
triunfo peronista en las urnas. A pocos días de entre- avión y el exilio a Chile de 10 integrantes de aquellos Alejandro Ulla alcanzó a gritar a los militares ‘hijos de
gar el gobierno. Si analizamos lo que metodológica- grupos armados. Una semana después, el país se estre- puta’, antes de ser rematado. María Antonia Berger
mente buscaba la guerrilla es lo que busca en sus mece cuando el 22 los fugados que se habían rendido escribió en la pared de la celda con su propia sangre
peores momentos de enajenación política: que nada a las autoridades en el aeropuerto de Rawson, son lomje (libres o muertos, jamás esclavos)” (Christian
se estabilice institucionalmente, que las contradic- ametrallados en la base Naval Almirante Zar: 16 gue- Petralito, Alberto Alderete, Trelew, Nuestra América,
ciones de clase se tornen visibles, que las Fuerzas rrilleros son muertos y tres gravemente heridos. Una 2007, p. 65.). Los libros sobre Trelew que deben leer-
Armadas sigan reprimiendo para que el pueblo vea a gran cantidad de organizaciones populares y sindicales se son el que acabo de citar, el de Humberto Costanti-
su verdadero enemigo en acción, sin la careta demo- plantearon sus dudas o su franco rechazo por la expli- ni, Libro de Trelew, y el de Tomás Eloy Martínez, La
crática. De aquí en más, esta enajenación de las gue- cación brindada por el Estado Mayor Conjunto de las pasión según Trelew. Tomás presentó este libro en
rrillas (enajenación respecto de las masas, sus intere- Fuerzas Armadas” (revista Envido, octubre de 1972, 1973, en plena campaña electoral de Perón-Perón.
ses y sus opciones, las cuales las guerrillas suelen des- pag. 61. La nota está firmada como “Claudio Ramí- Una etapa de momentánea elasticidad. Me llamó la
conocer por completo) se irá acentuando. “Vamos a rez”, seudónimo que Bernetti usaba para escribir en atención que un periodista tan exitoso se metiera en
obligarlos a sacarse la careta”. Cuando los militares nuestra revista y no perder el puesto en Panorama. un lío tan comprometido. Además, no tenía trayecto-
se la sacan matan a todos: a los combatientes arma- Espero no equivocarme. Para nosotros era un honor ria militante en la izquierda peronista ni en la marxis-
dos, a sus familiares, a sus amigos, a los sindicalistas que un periodista como Jorge nos escribiera las notas ta. Y en la foto que exhibía La Opinión se lo veía con
y a cualquier perejil que ande por ahí. Pero eso sí: se de actualidad). una barba intempestiva. Más allá de esto o más acá, el
ha demostrado que no son democráticos. Que usa- “Los minutos de terror se avecinaban en la Base libro es excelente, está tan bien escrito como sólo
ban una careta. Lo que indigna de esa acción mili- Almirante Zar de Trelew. Eran las 3.30 de la madru- Tomás y algunos otros pueden escribir en este país y le
ciana del ERP 22 es que se trata de la negación gada del 22 de agosto cuando se les impartió a los costó lo que sin duda habría de costarle: persecución y
absoluta de lo que la mayoría del pueblo esperaba en prisioneros una orden insólita: salir de sus celdas con exilio.
ese momento. Se esperaba la entrega del gobierno. la vista fija en el piso y detenerse ante la puerta de
Se habían ganado las elecciones. No importa lo que cada uno de sus calabozos en dos hileras. ‘¡El mentón UN BUEN POLICÍA
vino después. Todos sabemos lo que vino después. contra el pecho! ¡La mirada en el suelo!’, gritó el Trelew se transformó en un símbolo de la venganza.
En ese momento nadie lo sabía. Se vivía en medio capitán Sosa. Los faenadores del ‘76 no dejaron vivo a uno que se
de una esperanza. Y esa esperanza era principalmen- “Por sus cabezas pueden haber pasado muchas con- hubiera expresado elogiosamente sobre los mártires o
II
condenatoriamente sobre los asesinos. Mataron a los “Está bien, déjenlo ahí”. ¡Insoportable! Pero era así. La pibes cómo se carga un rifle. Una metralleta. Cómo
que hicieron obras de teatro. A los que simplemente, juventud, en sí, era un valor. Se hablaba de los funda- cargás una pistola. Cómo se limpia. Dónde te la guar-
en un reportaje, mencionaron condenatoriamente el dores de la corriente nacional y se nombraba a los de das cuando salís a la calle. Comprendelos a los compa-
hecho. “¿Dijiste algo contra la matanza de Trelew? siempre. A Hernández Arregui, Puiggrós, Jauretche, ñeros. No es que no les interese lo que les dijiste, pero
Rajate, hermano. Eso solo cuesta la vida”. ¿Por qué? Scalabrini, etc. Pero uno ya los había dejado atrás. ¡no vas a comparar!” No hace mucho, en Canal 7, le
¿Por qué esa saña? Porque condenar Trelew era conde- Siempre respeté a Cooke. A Milcíades. Y siempre reco- dedican un programa. La gacetilla decía: “Paco Uron-
nar la metodología que, ahí, ya se decidió para comba- mendé Revolución y contrarrevolución en la Argentina do, el hombre que encontró para el poema el arma de
tir a la guerrilla no bien se diera la oportunidad, que del Colorado Ramos. Pero poca bola a los demás. Sin la palabra justa”. (Cito de memoria, pero era casi así.)
los militares veían cerca dada la edad de Perón y las embargo... ¡Ah, sin embargo! Había otros, que no la Contra esa fascinación nada se podía. Al año siguiente,
líneas terriblemente antagónicas dentro del justicialis- jugaban de teóricos, y nos barrían alevosamente. No lo vuelvo a ver a Paco. Fue en la concentración en
mo. Trelew, entre los militantes y entre la guerrilla, no había nada que pudiera igualarlos. Ni la mejor de las Avenida Maipú para “romper el cerco del Brujo López
fue la feroz advertencia que debió haber sido. Era sólo charlas sobre metodología revolucionaria. O sobre la Rega”. Tenía puesto un sobretodo y parecía como si
un acto de barbarie de la Marina. Uno más. Expresa- cuestión nacional y social. O sobre el Estado y la lucha hubiera engordado 15 kilos. Sonreía con su irresistible
ba, es cierto, “El carácter desafiante, la soberbia repre- de clases. O sobre las contradicciones internas del con- sonrisa, andaba con ese bigotazo amarronado que era
siva de los altos mandos, la técnica de la ‘masacre cepto de “Pueblo”. Esta vez sí recuerdo dónde era: la como un uniforme y estaba paradito, quieto. No pare-
disuasora’” (Envido, Ibid., p. 4 de la sección Situación, Facultad de Arquitectura. Llego y tengo que subir a un cía con ánimos de caminar mucho, o de poder hacer-
casi siempre brillantemente escrita por Horacio Gon- escenario. Me presenta un pibe que termina con el lo. Los pibes, con admiración, decían: “Miralo, mira-
zález). Pero todo eso habría de ser controlado apenas consabido: “Si Evita viviera sería Montonera, compa- lo, ¡sabés la de fierros que debe tener abajo de ese
el pueblo llegara al poder y el General Perón a la ñeros”. Y todos aplaudían. Era la perfecta forma de sobretodo!”. Tal vez siga siendo algo inexplicable la
patria. Hubo bronca con lo de Trelew, pero no hubo redondear cualquier discurso cuando a alguien se le facilidad con que las Orgas (sobre todo Montoneros)
miedo. O muy poco. Se enfrentaba a un enemigo acababa el rollo. Decía eso y listo, cerraba y lo aplaudí- se adueñaron de la Jotapé, pero no tanto. Este enamo-
cruel, brutal. Pero las fuerzas propias eran tantas que an. El otro era: “Porque luchamos por el regreso del ramiento con la lucha armada. Esta admiración por
lo dominarían fácilmente. Por fin, Trelew fue concep- general Perón y el triunfo de la Patria Justa, Libre y sus combatientes. Considerarlas “el lugar más riesgoso
tualizado como un acto de desesperación de la Marina Soberana, ¡la Patria Socialista, compañeros!” Aplausos de la lucha” y, por tanto, el más privilegiado, ése en
reaccionaria. Para algunos exaltados: la declaración de y se acabó, el ñato zafaba. No me pasó eso aquella que la vida más se arriesgaba, tuvo mucho que ver.
la guerra civil. Yo estaba en Córdoba, en la oficina de noche en Arquitectura. Primero, porque yo no decía También concebir la militancia como esa forma de
un defensor de presos políticos. Ahí nos enteramos los esas consignas. Eran más para los pibes. Y segundo, vida que exige los extremos, dar la vida. Si morir es la
dos. El tipo empezó a dar zancadas por el escritorio y porque había algo contra lo cual ninguno de nosotros, forma extrema, perfecta, inapelable del ser del militan-
aullaba: “¡Esto es la guerra civil!” Seguía: “Basta, los tipos de superficie, podía competir: la lucha arma- te, los que más arriesgan la vida son quienes merecen
basta”. Y de pronto larga la frase de Ghioldi: “Se acabó da. Doy mi charla. Hasta tenía puesto mi sacón de ser la vanguardia.
la leche de la clemencia”. Le di los números de Envido cuero marrón, que me hacía sentir bravo, comprome- De aquí que las otras expresiones del Movimiento
que le había llevado y partí de regreso a Buenos Aires. tido. Hablo y hablo y nada. Termino. Algunos aplau- fueran despreciadas. Su estamento político. Y su esta-
Todos concordaban en que ése no era el camino. sos. Nada mal. Pero nada del otro mundo. Ahí nomás. mento sindical. La CGT era la traición. Sus dirigentes,
Los muertos de Trelew fueron velados en la sede del Le pregunto a uno de los que me invitó: “Che, qué lejos de arriesgar la vida, robaban, engañaban a los
Partido Justicialista. Pero el sanguinario, el brutal tibios estuvieron. ¿Me mandé alguna cagada?” “No, obreros, negociaban con los patrones, eran parte del
comisario Alberto Villar arrasó la puerta ¡con una tan- pero, qué querés, flaco. El jueves pasado estuvo Paco capitalismo corrupto y entreguista. Y el pueblo era esa
queta! Cagó a palos a todo el mundo. Familiares, Urondo. Y durante una hora y media les explicó a los entidad amada, en nombre de la que todo se hacía. Y
madres, ancianos, jóvenes. Se llevó los féretros y desa-
pareció. Este señor –el tipo que hizo esta bestialidad–
fue nombrado por Perón al frente de la Policía Federal
en 1974. Cuando le objetaron la medida dijo: “¡Pero
es un buen policía!”
Se hacen actos importantes. Uno, memorable, en el
Sindicato de Prensa. Para honrar la memoria de Emi-
lio Jáuregui. Cada uno estaba por una revista. Rodolfo
Walsh por el periódico de la CGT de los Argentinos.
José Ricardo Eliaschev por Nuevo Hombre, que dirigía
Silvio Frondizi, publicación muy ligada al ERP. Algu-
no más que olvidé. Y Horacio González por Envido.
Eliaschev dijo algo patético y trágicamente divertido:
“A los de Nuevo Hombre ya nos amenazaron, nos
pusieron varias bombas. No sé, ¡sólo falta que nos
maten!”. Por supuesto: sólo eso faltaba. Y eso pensa-
ban hacer. Walsh estaba como hundido en su silla.
Malhumorado, rojo como si tuviera 30 de presión.
Dijo dos o tres cosas y al diablo. Horacio estuvo for-
midable y fue el único que evocó a Jáuregui y reflexio-
nó sobre la decisión última del militante: poner en
riesgo su vida. Apareció alguien de la revista La Comu-
na y anunció la adhesión “del intelectual David
Viñas”. Hubo varias bromas. “¡Pobre Viñas, si se ente-
ra que lo definieron como un intelectual lo mata al
salame éste.” ¿Intelectuales? No, todos debíamos ser
militantes. Soldados de la causa nacional y popular. El
tipo debió decir “del militante David Viñas”. No “del
intelectual”. “Intelectual” no daba riesgo, no daba
compromiso, no daba militancia. Daba Torre de Mar-
fil. Lejanía, demasiados libros y poca praxis. Así eran
los tiempos. Ahora, que estamos a punto de ver el
encandilamiento con la guerrilla y con las armas lo
entenderemos mejor.
Los que ya dábamos charlas o éramos profesores
aliados de la JUP no nos privábamos de la petulancia
de los años jóvenes. Cierta vez llego a un sindicato –no
recuerdo cuál– y saludo a los compañeros, todos más
jóvenes que yo, y me dispongo a empezar la charla.
Alguien me dice: “En la otra sala está Hernández Arre-
gui”. Me doy vuelta y leo una placa de bronce que
identifica la sala: Sala para jubilados. Me río y digo:
III
que era –y esto es muy le tengo reservado un lugar de importancia en
importante– valor de esta historia, a él y a sus compañeros. Bueno, el
verdad. La concepción del que no pasó por encima nada de eso fue Richard
pueblo como valor de verdad –una Gillespie, a quien Lanusse da por “superado”.
característica típica de los movimientos (Ojo: Lucas Lanusse es un tipo de primera. Nada
populistas– era constitutiva del espíritu y la teo- serio con él.) Gillespie se leyó toda la colección
ría de la izquierda peronista. El populismo había de Envido, de Antropología del Tercer Mundo y
nacido en Rusia y el ruso Herzen, padre del popu- hasta cita mi primer libro, de 1974, El peronismo
lismo, fue su creador. La palabra, en ruso, se lee: ño patriótico y, en rigor, poniendo lo y la primacía de la política. Que, por supuesto, es
narodnichestvo y proviene de narod. O sea, pue- mejor de sí) le preguntaba por el socialis- un libro peronista. Más exactamente: un libro
blo. Entre los jóvenes de los ’70 no se da con mo nacional, Perón, casi siempre luego de Jotapé. Y fue escrito al calor de los hechos. Se
las características de misticismo y religiosidad ese “¡Natural!” que ahora interpretaremos, edita en 1974 (lo edita Miguel) pero sus materia-
profundos con que se da en Rusia. Ni con decía: “Nuestro Movimiento, en ese sentido, les van del ‘71 al ‘73. Lo escribí entre mis 27 y
los aditamentos raciales, de sangre y de es mucho más simple, es indudablemente de mis 29 años. Más escrito “al calor de los hechos”
tierra con que se da en Alemania. De base socialista. ¿Por qué? Porque pivotea sobre imposible. Gillespie lo toma en cuenta para mos-
aquí que compararlos mecánica- la justicia social, que es la base de toda nuestra trar cómo tratábamos de manipular las frases
mente carezca de sentido y hasta promoción revolucionaria”. ¡General, eso casi es licuadas que mandaba el Viejo. (¡Que hasta cita a
de honestidad. La entidad lo que decía Esteban Echeverría en el Dogma Confucio! ¡Citarle a Confucio a la juventud
“populista” que Socialista, de 1838! “Mucho tiempo hace peronista!) Cito a Gillespie: “Ante la vaguedad
privó en la Argen- que andamos como todos en busca de de sus ideas sobre el significado del ‘socialismo
tina de fines de los una luz de criterio socialista (...) Un pueblo nacional’, algunos, de acuerdo con José Pablo
sesenta y comienzos que esclaviza su inteligencia a la inteligen- Feinmann, creían que tal tendencia y el justicia-
de los setenta fue algo a lo que se llamó: pueblo cia de otro pueblo es estúpido y sacrílego (...) lismo eran ‘conceptos equivalentes’; que no se
peronista. Este pueblo se caracterizaba por su des- Todo privilegio es un atentado a la igualdad” trataba de una Cuarta Bandera del Justicialismo,
pojamiento. Se le había quitado lo esencial. Su (Esteban Echeverría, Dogma Socialista y otras sino de la ‘síntesis más profunda del proyecto
participación en la riqueza de la patria. Su amada páginas políticas, Estrada, Buenos Aires, pp. 100/ político de poder popular que animó al peronis-
virgen, su santa, su compañera, su guía, su ado- 116/ 119. Las cursivas son de Echeverría). mo desde sus orígenes” (Gillespie, Ibid., p. 100).
rada Eva Perón. Y su líder. Su palabra se expresa- General, lo que Solanas le pregunta es si el Se trataba de demostrar que socialismo nacional
ba en el modo de la pasividad. Era un todo. Era socialismo nacional es, por lo menos, elemental- implicaba poder popular. En suma, injerencia
el “pueblo peronista” y su palabra tenía valor de mente socialista. Es decir, si va a hacer una refor- creciente del pueblo en los mecanismos del Esta-
verdad. Todo lo que debía hacerse se debía hacer ma en el régimen de propiedad de la tierra. Si va do. Gillespie, con razón, dice: “Todos ellos, sin
en su nombre. Todos lo representaban. “Lo a intervenir decididamente en el régimen banca- embargo, crearon un Perón a su propia imagen y
mejor que tenemos es el pueblo”. “Defendemos rio. Si va a avanzar en la expropiación de las semejanza” (Ibid., p. 100). Por supuesto. Tam-
un solo interés: el del pueblo”. Con claridad, con riquezas abusivas. Sabemos de memoria que el bién cita (sólo Gillespie los cita y fue un libro
dureza, la juventud siempre aclaró que “el pue- peronismo pivotea sobre la justicia social. Pero fundamental, ¿qué les pasa a los ensayistas argen-
blo” no eran “todos”. Que había, interna a la una cosa es la justicia social entendida como una tinos?) el libro Peronismo: antecedentes y gobierno
“cuestión nacional”, una “cuestión social” y que redistribución más piadosa del ingreso en bene- de Juan Pablo Franco y Fernando Alvarez, edita-
una no se resolvía sin la otra. O sea (y que quede ficio de los pobres. Y otra es la justicia social de do por Cuadernos de Antropología del Tercer
claro para los que nunca lo entienden), la cues- la que habla Echeverría: “Todo privilegio es un Mundo. Y de Juan Pablo Franco: Notas para una
tión nacional no estaba destinada a oscurecer la atentado a la igualdad”. ¡Y eso que Echeverría historia del peronismo, un suplemento que publi-
cuestión social. Este populismo revolucionario pertenece por completo a lo que usted llama có Envido en junio de 1971. El libro de Franco y
tenía muy claro que el imperialismo sólo podía “tradición anglosajona” de nuestra historia! Y él, Alvarez (Peronismo: antecedentes y gobierno) fue
dominar al país por su complicidad con su aliado ese liberal amigo de Lavalle y los franceses, larga fundamental para los militantes. Era el responde-
interno: la oligarquía y todos los sectores aliados frases más duras que las suyas. “No hay caso”, todo del peronismo. Todos los puntos que los
a ella. La Iglesia preconciliar y el Ejército. La me decía Miguel. “No larga nada el Viejo.” El gorilas señalaban Franco y Alvarez los respondí-
liberación nacional y social de la patria era una y Viejo daba más manija en las cartas y en las cin- an. De ahí sacaban las respuestas los militantes y
la misma: no existía una sin la otra. Esto lo soste- tas grabadas. Y a las formaciones especiales ganaban las discusiones. En esa época demostrar
nía la Jotapé. No lo sostenían los sindicatos. Ahí nunca les dijo: “Cautela”. No, el mensaje fue que Perón había desarrollado o no la industria
se hablaba de la “liberación nacional”. Tampoco claro: “Sigan dando, muchachos”. Pero, en el pesada era una cuestión de vida o muerte. ¿Por
Perón hablaba de “la liberación nacional y social plano teórico, Perón nunca fue más allá de sí qué no hizo la Reforma Agraria? Fue gatopardis-
de la patria”. Nunca. Perón siempre habló de la mismo. De Conducción política. Un par de frases ta, fue nacionalista burgués, fue bonapartista,
“liberación de los dos imperialismos dominan- altisonantes, sólo eso. fue... Alvarez y Franco respondían todo. Era una
tes”. Lo cual era una falacia. Porque la Argentina tarea abrumadora inventarlo al peronismo. Pero
no dependía del “imperialismo soviético”. LOS TEÓRICOS DE LAS la Jotapé tenía que poder ponerse esa máscara.
Dependía del norteamericano. Motivo por el CÁTEDRAS NACIONALES Cuando (hacia 1967) emergí de las páginas de
cual a veces Perón sólo decía “el imperialismo Los teóricos de las Cátedras Nacionales tuvie- El Capital o de Lire Le Capital (de Althusser,
norteamericano”. Pero su fórmula conceptual era ron más influencia en el ámbito de la militancia. no traducido aún) pregunté: “¿Dónde está
“los dos imperialismos¨. De ella salía la vieja idea La misión era tironear para la izquierda las frases nuestro proletariado británico?” Me dijeron:
de la Tercera Posición de la que, muy oportuna- del Viejo. Pero mucho más también. Y aquí me “No tenemos proletariado británico aquí”.
mente, Perón extraía la del Tercer Mundo que, voy a permitir expresar una sorpresa que hace “¿Qué tenemos?” “Lo tenemos a Perón y a sus
de ese modo, terminaba por haber sido inventa- años me domina. Que los socialdemócratas anti- negros, que lo aman.” “Bueno, ¡seamos peronis-
da por él. peronistas del Club Socialista hayan ignorado tas!”. La izquierda peronista fue todo lo peronista
Lo más que consiguen sacarle Solanas y Geti- por completo a las Cátedras Nacionales y a las que pudo ser. Y Perón fue todo lo socialista que le
no al Conductor es la idea del socialismo nacio- revistas Envido y Antropología del Tercer Mundo pareció necesario. Pero no eran uno para el otro.
nal, que Perón había embarrado seriamente al se puede llegar a entender. Hicieron cosas peo- En algún momento eso habría de estallar.
decir que él, en su viaje por Europa a fines de res. Pero que los nuevos periodistas que se lanzan Alguien se sacaría la máscara. Perón, en su dis-
los ‘40, había encontrado en Italia y Alemania. a investigar los ‘70 no hayan encontrado todavía curso del 21 de junio de 1974, al día siguiente
Encontré, dijo, “formas de socialismo nacional”. esas dos revistas que bajaron línea durante años de Ezeiza, se la arrancó de un tirón. “¡Este soy
Los jóvenes se querían morir. Los que buscába- decisivos es inexplicable. Larraquy trabaja muy yo, imberbes! Soy lo que las 20 verdades pero-
mos el aggiornamento del peronismo nos quería- bien en su López Rega, que se ve documentado. Y nistas dicen.” Al día siguiente, aún aturdida, la
mos morir. Además, cuando Perón hablaba del Lucas Lanusse (que se jacta de haber leído todo juventud se preguntaba: “¿Qué mierda son las
PROXIMO socialismo nacional, hablaba siempre de la justi- sobre los ‘70) traza un buen retrato de la Iglesia 20 verdades peronistas?”. Entre otras cosas, eran
DOMINGO cia social. Creo que le gustaba jugar al pícaro. militante en Cristo revolucionario. Pero lo incluye el paraguas de Rucci. El sindicalismo (la colum-
Acaso cuando se iban los jóvenes cineastas les a Domingo Bresci e ignora que una de las princi- na vertebral) custodiando al líder del Movi-
dijera a Isabelita o a López: “Estos me quieren pales tareas militantes que hizo Domingo la hizo miento.
hacer decir fracesitas marxistas. Me quieren con nosotros, los pendejos “inteligentes” de
El Día de la Militancia hacer hablar como Castro. Van a tener que espe- Envido. Domingo era nuestro Sacerdote del Ter- Colaboración especial:
rar sentados”. Si Pino Solanas (con loable empe- cer Mundo. No voy a hablar de él ahora porque Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 18 de enero de 2009


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

60 Trelew, la prefiguración de lo porvenir

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “MOVIMIENTISMO” el justicialismo creó un apotegma que dice que mero que el hombre ha de discernir cuando con- jodimos todos. Esa frase, además, hace de la gue-
erón no cesa de hablar. Es un para un peronista no puede ni debe haber nada duce es establecer, claramente, cuáles son sus rra un acto de masacre. Si no rige una “justicia de

P torrente de palabras. No duda ante


ninguna pregunta. ¡Por supuesto! Se
conoce ese Evangelio desde hace lar-
gas décadas. Para ser claros: Perón,
en “Actualización política y doctrinaria para la toma
del poder” no dice nada esencial que no haya dicho
en “Conducción política”. Su propuesta no pasa de
mejor que otro peronista. Entonces, ¡cómo es posi-
ble que un señor que está en la misma lucha esté
luchando contra otro peronista cuando tiene un
enemigo contra quien naturalmente debe luchar!
(...) de manera que no hay que mirar al costado
para ver qué hace el compañero, hay que mirar al
frente para ver qué hace el enemigo (...) Todos
amigos y sus enemigos. Y esto ya no lo dice Mao.
Lo digo yo: al amigo todo, al enemigo ni justicia”.
Algunos niegan que Perón haya dicho esta frase.
Pavadas de programas televisivos. Una vez
mencioné en uno que Sarmiento había dicho
algo que notoriamente dijo: “No ahorré san-
gre de gauchos. Es lo único de humano que
guerra” para los prisioneros esto significa la consa-
gración de la orden más terrible de todas las gue-
rras: “No tomar prisioneros”. O sea, la matanza
extrema. Perón comete una irresponsabilidad
imperdonable al ofrecer al Movimiento ese apo-
tegma (como él gustaba decirles a sus frases “tras-
cendentes”). La Triple A, el C. de O., la CNU, los
la vieja propuesta –que figuraba ya en las Veinte están luchando por lo mismo, porque el dispositi- tienen esos bípedos”. Y algún otario que “verdes” de los sindicatos, Osinde, Villar, fueron
Verdades del Justicialismo – acerca de “humanizar vo de la lucha táctica necesita estar articulado: andaba por ahí, un “invitado a dialogar”, los asesinos desmadrados que aplicaron el apoteg-
el capital”. Siempre que sus entrevistadores le pre- unos están en una acción contemplativa, otros están dijo: “Esa es una frase sacada de contex- ma. Porque la guerrilla no incurrió (salvo un par
guntan por el socialismo, él responde, ante todo, en una acción de superficie, otros están en una to”. Dale que va. Así se fabrican un de ejemplos desdichados) en las brutalidades de
“¡Natural!” o “¡Naturalmente!” Luego resuelve la acción violenta y activa, otros se están preparando Sarmiento-Billiken que no sirve para los escuadrones de la muerte. Atar con alambres
cosa muy fácil: El justicialismo es socialista porque para la futura acción con estudios tecnológicos, etc. entender nada. (No hay que ir a pro- de púa a los que habrían de matar, torturarlos y
pivotea sobre la justicia social. Si S y G preguntan Cada uno de ellos está trabajando por lo mismo” gramas de TV y menos a “debatir” con después fusilarlos con ochenta y un balazos como
por la eliminación de la explotación capitalista, (Todas las cursivas son nuestras, JPF). Esto no les cualquier mongui que invitan. Mejor a Atilio López. Cuando llegue el momento hare-
Perón responde que en la comunidad organizada decía nada a los que Solanas y Getino querían estar en casa y escribir. No queda mos un análisis de importancia: cómo trató la gue-
no habrá explotación porque todos trabajan para destinar el film. Era sencillamente la vieja mezco- tiempo para perder.) En Mi defensa, rrilla a sus víctimas y cómo las trataron los milita-
la comunidad, obreros y capitalistas. Se elimina el lanza que nucleaba a todos en un Movimiento texto escrito durante su exilio en res. Ninguna organización armada empaló a nadie
egoísmo del capital. Y se elimina el sometimiento (“ni sectario ni excluyente”) en manos de una Chile en 1843, este gigante escribe: ni lo cocinó vivo ni la tortura figuraba entre sus
del individuo al Estado marxista. ¿Qué queda ahí? conducción estratégica que les daba unidad a los “Ya he mostrado al público mi faz métodos. Este es un punto esencial para negar de
La Tercera Posición. Una comunidad justa en la proyectos antagónicos que podían existir en él. El literaria; vea ahora mi fisonomía polí- plano la teoría de los dos demonios. El dolor apli-
que todos realizan. En que la economía se pone al peronismo estaba lleno de contradicciones irreso- tica; ¡verá al militar, al asesino!” (Sar- cado al otro, pasado un punto, da un salto cualita-
servicio del hombre y no el hombre al servicio de lubles ya en 1971, fecha del reportaje fílmico a miento, Civilización y Barbarie, Pró- tivo: se transforma en eso que Walsh llamará la
la economía. S y G se formulan ciertas preguntas Perón, y esas contradicciones, aunque el Mago de logo de Alberto Palcos, El Ateneo, “tortura metafísica”. No hubo dos demonios tam-
más irritativas: “Pero, la economía, general, ¿en la Historia creyera que serían arcilla fácil en sus Buenos Aires, 1952, p. 552). Si uno poco en eso: ese demonio habitó sobre todo en la
manos de quién está, en manos del pueblo o en manos, no lo serían. Acaso en 1971 se sintiera cita estas cosas, algunos nabos, de ESMA y en todos los otros campos de detención.
manos de la burguesía capitalista?” Perón también fuerte como acometer esa tarea de unidad. Pero los los que está llena la cultureta oficial, Lo digo ahora, anticipándome, para los que supo-
tiene una respuesta para eso. La economía está en antagonismos de 1971 eran mucho más poderosos lo acusan de “revisionista”. Medio- nen que mis críticas a la violencia (contra la cual,
manos del Estado. El Estado administra y estable- que los de los dos primeros gobiernos peronistas. No cres, yo los acuso de traidores a Sar- en efecto, estoy, y a las organizaciones armadas)
ce el equilibrio. Ese equilibrio es el de la comuni- hubo formaciones especiales entre 1946 y 1955. No miento, de reducir su grandeza, de me puede velar la visión crítica y caer en la teoría
dad. Los patrones no tienen que ganar tanto. Los tantos habían dado su vida por la causa de Perón. jibarizarlo como el “educador”, el de los dos demonios. Hubo uno solo. En rigor, el
obreros tienen que ganar más y sentir que el Esta- Nadie se sentía autorizado a pasarle ninguna “maestro del aula”. Ese titán era de siempre. El que mencionó hace poco un rura-
do los protege. “Pero, general, ¿ése es el socialismo cuenta. Nadie podía decir: Pusimos la sangre y los más que eso. Pero bueno: sigamos lista torpe o ingenuo o demasiado sincero: el Ejér-
nacional?” “¡Naturalmente! Porque es el socialis- muertos, somos los que más poder merecemos. La con lo nuestro. Perón, en efecto, cito, la Iglesia y la oligarquía, las clases que domi-
mo nuestro. No es el socialismo del mujik soviéti- ecuación: sangre por poder sólo la plantearían los dice la frase fuerte que buscaban naron el país, las que lo dominan. “Eso me enseñó
co sino el de nuestros paisanos. Son cosas distin- Montoneros. Víctimas también de una soberbia Solanas y Getino. Y para aquellos mi maestra de Historia”, dijo el sincero agro-diri-
tas. Nuestro socialismo tiene que ser argentino. Y que los llevaba a una equivocación mortal: “A que aún buscan disculparlo dicien- gente. Claro que te enseñó eso. Y a ella le enseña-
el socialismo es nacional por ese motivo. Es nacio- Perón lo trajimos nosotros”. Hagamos una pre- do que la frase es de Mao, pues no, ron que eso te tenía que enseñar. Y vos lo apren-
nal porque es justicialista. Porque responde a la gunta incómoda: ¿y si se demostrara que a señores: el mismo Perón aclara que diste con entusiasmo. Porque, antes de que te lo
justicia social. A que el obrero sienta que debe Perón lo trajo más Lanusse y el Ejército dialo- es suya. Porque, el que dice algo así, enseñaran, ya creías en eso. Siempre ganaron.
esforzarse en su trabajo pero que nadie lo esclavi- guista que la lucha de la guerrilla? ¿Y si lo tiene motivos para sentirse orgulloso Siempre fueron el verdadero poder de este país.
za. A que el capitalista gane lo suyo y ceda el resto trajo justamente para eso: para que frenara de eso. No es una frase como cual- Cuando una generación –con errores, torpezas o
al Estado para que éste haga las obras que benefi- a esas formaciones especiales que tanto quier otra. Es una frase poderosa. Es ingenuidades, pero con una gran valentía y sincera
ciarán a todos. Nosotros, no lo olviden, estamos había alentado? Todavía Lanusse creía una consigna brutal. Exige violencia y entrega a la causa de los humildes y del país– se les
tan lejos de uno como del otro de los imperialis- que Perón (al que odiaba y al que crueldad y la alienta por su forma breve, por enfrentó en serio, la masacraron con una impiedad
mos dominantes.” Es un diálogo de sordos. S y G murió odiando, como a todo el su expresión directa, algo así como un bala- que debía servir de enseñanza a todas las por
quieren que Perón les diga que el socialismo peronismo: “Tengo para mí que zo, como sacar el revólver y hacer venir.
nacional implica expropiar a las clases explotado- no se puede ser peronista y fuego. Al amigo todo, al enemigo ni Volvemos a la frase de Perón. Además, ¡cómo la
ras, a los grandes terratenientes, a las empresas buena persona”) podría frenar justicia. La Jotapé vivaba este dice! Con una convicción, con una firmeza temi-
multinacionales. Hacer un gobierno con hegemo- a los muchachos de los fierros momento del film. Lejos esta- bles. Y cuando emite el durísimo “ni justicia”
nía obrera, popular, nacional y revolucionaria. con un costo bajo. Y si no los ba de sospechar que esa frase quiebra la boca en un gesto desdeñoso que no le
Perón a todo eso les dice, ante todo, “¡Natural!” y frenaba se arruinaría, naufra- volvería sobre ella, les sería impide mostrar los dientes. “Ni justicia” se llevó a
después les larga las concepciones de siempre: El garía en su fracaso. El almi- aplicada a sus desdichados cabo por medio de la política de las desaparicio-
peronismo es la humanización del capital. Una con- rante Mayorga, por el contra- militantes, a los cautivos nes. Así como el “cinco por uno” se transformó en
cepción simple, cristiana y humanista de la vida. rio, hombre ligado al espíritu del horror militar. A “cincuenta por uno”. Las otras frases de Perón
Scalabrini Ortiz, en un esfuerzo imaginativo, dijo de las soluciones tipo Trelew, comienzos de 1977, en sobre la violencia no tienen la misma fuerza, no
que “humanizar el capital” era proponer destruirlo habría deseado barrer a la gue- medio del desamparo, de hay en ellas un elemento de crueldad. “La violen-
porque el capitalismo era “inhumano”. No, para rrilla y entregar luego el la indefensión absoluta, un com- cia de arriba genera la violencia de abajo” es una
Perón el capitalismo puede humanizarse. La gobierno. Lo dirá, como vere- pañero me dice: “Hay que lograr por frase justa, perfecta para definir lo que ocurrió en
humanización del capital es la comunidad organiza- mos, en el entierro de Hermes lo menos que se aplique la justicia bur- la Argentina desde el golpe del ‘55 en adelante. Lo
da. Perón dice todo esto con gran fluidez. Y le Quijada, el “explicador” de la guesa”. No le dije nada. Estaba demasia- hemos desarrollado largamente. Y “a la violencia
gusta tanto escucharse hablar que cuando redon- masacre al que nadie creyó una do abatido. Debí decirle: ¿ahora pedís responderemos con una violencia mayor” es una
dea una frase con precisión sonríe. Todo el tiempo palabra de lo que dijo. Notable: su la justicia burguesa?, ¿no era esa justi- frase de manual de estrategia militar, muy a lo
dice: “Todo esto es muy sencillo, señores”. Gusta explicación de la masacre no hizo cia la del Estado burgués capitalista?, Clausewitz. Es el ni justicia lo que marca el grado
citar a Mao Tsé Tung. No ve en el líder chino a más que confirmarla. ¿no era la justicia que expresaba los de latente fiereza, la exigencia de crueldad que hay
un burócrata soviético, sino a un compañero de intereses de una clase?, ¿una clase en esa frase estremecedora. (Algunos filósofos uti-
los países que deben hacer su liberación nacional. AL ENEMIGO, NI adueñada de un Estado al que había lizan este verbo –estremecer– para calificar algunas
Su opción por China en lugar de la URSS es clarí- JUSTICIA que derrocar y llevar al socialismo? Y frases de Nietzsche. Hablan, así, de las frases estre-
sima. “Dice Mao Tsé Tung que el que lucha con- Perón, por fin, otorga algo. peor: ¿ahora pedís justicia? ¿Vos, que mecedoras de Nietzsche. Hay también unas cuan-
tra un compañero es que se ha pasado al bando Una frase desdichada que –sin gritabas “Bravo, general” cuando el tas frases estremecedoras de Perón. No las ignora-
contrario.” embargo– es festejada con vítores Viejo se mandaba esa atrocidad de “al ron nunca sus enemigos. Cuando veamos un largo
Es de alta relevancia que veamos cómo concibe por parte de los jóvenes cuando ven enemigo ni justicia”? Bueno, compa- texto que publicó en los diarios la Comisión de
Perón la unidad del Movimiento Peronista. ¿Lo el film de S y G. La pregunta es: ñero, hay que joderse: estos milicos Homenaje a la Revolución Libertadora hacia
podrá hacer una vez que arribe a la patria? Para él “¿Cómo identificamos al aliado y al ene- asesinos están haciendo exactamente 1973, en plena campaña electoral, ciatremos algu-
no puede haber contradicciones internas: “El que migo?” Perón dice: “Bueno, un aliado es el lo que Perón recomendó a la nas. Como sea, ese informe anti-Perón sirve más
defiende un ideal no puede tener controversias que trabaja por la misma causa que trabaja- muchachos: “Al amigo todo, al ene- para condenar a los obstinados gorilas que lo per-
con otro que defiende el mismo ideal (...) por eso mos nosotros. También lo dice Mao: ‘Lo pri- migo ni justicia”. Y, en efecto, nos geñaron que a Perón, a quien llegan a acusar... de
II III
haberse acostado con el boxeador african- el ERP. Cualquiera podía comprender nadie. A los guerrilleros se los mata. Aquí,
american (o sea, negro, escupamos sobre lo cómo interpretaba Perón al Movimiento. Si en Trelew, al menos entregan los cadáveres.
políticamente correcto) Archie Moore. Sería había alguien que fuera movimientista, ése Todavía no estaba perfeccionado el sistema
divertido que Perón respondiera con ese giro era Perón. El ERP, entonces, se abre del de las desapariciones ni existía el poder para
suyo habitual y sarcástico: “Sí, ¿por qué no?” peronismo. No queremos someternos a la aplicarlo. Los muertos son: Carlos Heriberto
Hoy se ganaría muchísimos votos. Queda conducción de un líder burgués. No quere- Astudillo (FAR), 28 años; Rubén Pedro
claro, supongo, que Perón ha sido superior a mos compartir un espacio –el del Movi- Bonet (ERP), 30 años; Eduardo Adolfo
todos sus adversarios. No necesitaba dema- miento Peronista– con burócratas, burgue- Capello (ERP), 24 años; Mario Emilio Del-
siado para eso. Él mismo lo decía (lo dijo ses y traidores. Los Montoneros tenían que fino (ERP), 29 años; Alberto Carlos del Rey
muchas veces): “No es que nosotros haya- saber que la política del entrismo tenía un (ERP), 26 años; Alfredo Elías Kohon (FAR),
mos sido buenos, los otros fueron peores”. costo: ser parte del Movimiento Justicialis- 27 años; Clarisa Rosa Lea Place (ERP), 24
Que está tomado de una frase formidable ta y acatar la conducción de Perón. Dudo años; Susana Lesgart (Montoneros), 22
–un refrán español– que él también cita: que no lo hayan entendido. Pensaban que años; José Ricardo Mena (ERP), 20 años;
“Detrás de ti vendrán los que bueno te podrían generar los hechos revolucionarios Miguel Angel Pólit (ERP), 21 años; Maria-
harán”.) que lograran un giro en Perón. También no Pujadas (Montoneros), 24 años; María
hay que tomar en cuenta que nunca care- Angela Sabelli (FAR), 23 años; Ana María
TODOS SON IGUALES cieron de la soberbia necesaria como para Villarreal de Santucho (ERP), 36 años;
EN LA LUCHA creer que podrían imponerle al viejo líder Humberto Segundo Suárez (ERP), 23 años;
Solanas y Getino llevan la cosa con inteli- la necesariedad de compartir la conducción Humberto Adrián Toschi (ERP), 26 años;
gencia. Sucede que a este Viejo zorro (más con ellos. La idea de apoderarse de Perón y Jorge Alejandro Ulla (ERP), 28 años (Ver:
Vizcacha que Fierro) no se le gana de ningu- ponerlo tras la causa montonera es esencial Tomás Eloy Martínez, La pasión según Tre-
na manera. Le preguntan por la solidaridad al tipo de conducción que estableció Fir- lew, Aguilar, Buenos Aires, 2004).
que se les debe a “aquellos compañeros que menich. Montoneros sobrevalora excesiva- ¿Quién decidió la masacre de Trelew?
están realizando una lucha activa y armada”. mente el papel de la lucha armada en el Lanusse no la condenó, pero no fue una
Perón da una respuesta formidable. No país y los réditos que de ella obtendrá no decisión suya. Tampoco de su ministro del
había más que leer esto sin anteojeras para bien el peronismo llegue al poder. Perón Interior, Arturo Mor Roig. Fue una decisión
darse cuenta de lo que pensaba. Responde no piensa lo mismo. Para Perón es el Movi- de la Marina. El contraalmirante Hermes
que sí, que naturalmente hay que ser solida- miento en totalidad el que marcha hacia la Quijada tratará de explicar los hechos, paté-
rios con “esa gente que se está sacrificando”, toma del poder. Todos son iguales en la ticamente. Cada cosa que decía tornaba más
pero que todos los peronistas luchan en todas lucha. No hay peronistas privilegiados. evidente la realidad de la masacre. El ERP
partes, en el puesto que sea. “Nosotros (dice Todos los que forman parte del Movimien- 22 de Agosto lo asesina el 30 de abril de
con total transparencia) somos solidarios to tienen un lugar en la lucha. Y todo ese 1973 y el asesinato sirve para que los milita-
con todos los que están en el dispositivo complejo lleno de contradictorios que es el res más duros cuestionen la entrega del
luchando cada uno a su manera, porque Movimiento Peronista tiene un conductor. poder. Cámpora deberá asumir el 25 de
aquí cada uno lucha de acuerdo a las condi- El conductor realiza la síntesis. Todos pue- mayo. En el sepelio de Hermes Quijada, un
ciones que tiene para luchar (...) Para noso- den estar en el Movimiento, pero lo esen- personaje del ala más dura de la Marina (si
tros, todos los que luchan contra los enemi- cial para poder hacerlo es aceptar la con- es que puede hablarse de algo así, la Marina
gos de nuestro país son nuestros amigos”. ducción de Perón. Un movimiento no tiene Argentina no tuvo jamás ala blanda), el
Esta es la concepción que Perón tiene del vanguardia. Para Perón, no hay un lugar almirante Mayorga (vigente aún durante
Movimiento. Esto es lo que muchos encua- privilegiado de la lucha. El mayor riesgo que estos días como fervoroso reivindicador de
dramientos de la juventud discutieron con corren algunas de las partes no implica supe- los horrores de la dictadura, condenados por
los que ponían a la lucha armada como rioridad sobre ninguna de las otras en tanto toda la cultura occidental, por sus mejores
vanguardia de la lucha. El slogan “Si Evita todas son necesarias. Montoneros nunca lo teóricos, sumados incluso a los grandes
viviera sería Montonera” era agresivo hasta creyó así. La Jotapé (sobre todo cuando se genocidios del siglo XX, por Primo Levi, por
con el propio Perón. ¿Por qué habría Evita transforma en Tendencia Revolucionaria) ejemplo, nada menos) dice que es muy difí-
de ser Montonera? Hay, aquí, una concep- tampoco. Esa autodenominación fue equi- cil resistir la tentación de “ordenar el país y
ción vanguardista que se antepone al Movi- vocada. Llevaba en sí la propuesta de la después entregarlo”. De modo que Mayorga
miento. No todas las luchas son iguales. Hay alternativa independiente. Afirmarse como debe saber muy bien cómo se hizo lo de
una que es la más riesgosa y en ella están Tendencia Revolucionaria implicaba mar- Trelew. Era el modo en que él y los suyos
los más comprometidos. Hay un plano de car una superioridad sobre los otros secto- pensaban “ordenar el país”. Era, sin más,
superioridad que se basa en el riesgo, en la res del Movimiento. Era un grave error enfrentar en serio a la guerrilla. El Ejército
sangre, en la decisión de perder la vida y conceptual y un pecado de soberbia. Era, aún no lo había hecho. La Marina, en Tre-
hasta en la dura decisión de matar. De aquí también, desconocer a Perón y hasta poner- lew, señala el camino. Para ellos, habría sido
que la vanguardia se asuma como vanguar- se afuera de la historia del peronismo. deseable hacer antes esa limpieza a fondo y
dia armada. Durante los años en que las Siempre fueron los sindicatos la columna ver- después ver a quién le entregaban el país.
formaciones especiales empiezan a actuar tebral del Movimiento. La Columna Verte- Pero aún no podían. La apuesta de Lanusse
ya hay montones de teóricos que explican bral es más importante que la Tendencia era más inteligente: que se ocupara Perón.
la consigna sobre el montonerismo de Evita Revolucionaria. Sin su Columna Vertebral Apostar a su fracaso, a su desgaste, a su
diciendo que, si viviera, estaría en el lugar el Movimiento se derrumba. Una “tenden- muerte y, entonces sí, ordenar el país. Sin
más arriesgado de la lucha. Los Montoneros cia” puede diluirse, desaparecer. Una embargo, Lanusse nunca habría ordenado el
se apropiaron de la Jotapé no sólo por su “columna vertebral” nunca. Jamás Perón país como Mayorga y Massera. Fue el único
enlace con Galimberti. Había una fascina- dejó de decir que los sindicatos seguían militar de alto rango y prestigio presidencial
ción por la lucha armada. Siempre me pare- siendo la “columna vertebral”. Jamás dijo que se enfrentó a las huestes de Videla.
ció peligrosa. Nunca la compartí. Pero era que la “tendencia revolucionaria” era la “Detenciones, señores. No secuestros.” Esta
imposible luchar contra ella. Perón no vanguardia. Pese a todos los elogios que frase trascendió en el país aterrorizado de
pudo ser más claro y lo dijo muchas veces: tácticamente arrojó sobre la “juventud 1976. Se la había dicho Lanusse a la Junta
el peronismo enfrentaba al régimen como maravillosa” nunca dejó de señalar que la Militar. Lo agredieron fieramente. La revista
Movimiento de Liberación Nacional. Den- estructura del Movimiento era la que él Cabildo publicó una foto suya abrazándose
tro de ese Movimiento estaban las forma- había pensado desde siempre. El movimien- con Allende, en Chile. Secuestraron a su ex
ciones especiales. Notemos que él las bautizó to entendido como un todo en el que todas las secretario de prensa Edgardo Sajón, que
así y les puso especiales. Eran a-típicas. partes, en tanto cumplen una función necesa- jamás apareció. Persiguieron a otros de su
Tenían gran importancia porque había que ria, son iguales, valen lo mismo, ninguna entorno. Curiosa figura la de Lanusse. Faná-
golpear al régimen por todas partes, en puede ser privilegiada por sobre otra. No tico antiperonista, se opuso sin embargo a la
todo lugar donde le doliera. Pero esa era la bien la Jotapé se define como “tendencia” macabra metodología de un Ejército que ya
tarea de todo el Movimiento. Perón nunca se define como “alternativista”. Se pone no era el que él había presidido, o el que él
admitió la vanguardia. La noción de “van- fuera del esquema del Movimiento, tan deseaba. “Detenciones, señores. No secues-
guardia” negaba su concepción del lideraz- celosamente custodiado por Perón. tros.” Esto eliminaba la metodología de la
go. De aquí que cuando le preguntan por desaparición, esencial para Videla y los
su solidearidad con quienes están en la LA MASACRE DE TRELEW suyos. Para Massera. Para la Marina, con su
lucha armada él dice: “Sí, cómo no. Claro En agosto de 1972 se produce un hecho línea impecable de operar: bombardeo del
que vamos a ser solidarios con ellos”. Pero macabro, imperdonable. En Trelew, en la 16 de junio, Trelew, la ESMA. Por eso con-
en seguida aclara: “Nosotros somos solida- base Almirante Zar, son asesinados dieciséis jeturo –aun cuando sé que muchos se van a
rios con todos los peronistas”. Para Perón guerrilleros. Los matan sus guardiacárceles oponer– que, si bien Trelew ocurre bajo el
es tan importante un dirigente sindical por órdenes sin duda emanadas de los altos gobierno de Lanusse, es algo que la Marina
PROXIMO como un guerrillero. Incluso un dirigente mandos de la Marina. Dentro del esquema le hace para entorpecer su linea conciliadora
DOMINGO sindical dialoguista, conciliador. Porque el interpretativo de la época el hecho avala la con el peronismo. Seguiremos tratando el
Movimiento también tiene que dialogar. Él teoría de la guerrilla como lugar de máximo tema.
lo necesita tanto a Rucci como necesita a riesgo. Pero, más allá de esto, el horror está
El paraguas los Montoneros. Rucci fue mucho más en que prefigura la metodología criminal
de Rucci como vivo: jamás le discutió la conducción, jamás que habrán de seguir los militares argentinos Colaboración especial:
concepto quiso compartirla con él. Más coherente era a partir del golpe de 1976. No se juzga a Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 11 de enero de 2009


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

59 “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”

Suplemento especial de

PáginaI12
HEIDEGGER Y PERON, pasional y la más decidida en la lucha, estaría, si vivie- ATENCIÓN, América, por el otro”. Europa es, para el genial autor
FRIBURGO Y MADRID ra, en el lugar más arriesgado de ella. O sea, sería Mon- HABLA EL GENERAL PERÓN de Ser y tiempo, Alemania, la razón más centralmente
a izquierda peronista no se desvivía por tonera. “Guardia” respondía con una consigna poco Empecemos. Perón –de movida– se manda una ubicada de Occidente. Ocupa su mismo centro. La

L leer los textos de Perón. Los textos doctri-


narios. Menos aún los de algún otro viejo
“teórico” del Justicialismo tipo Raúl
Mendé. De Perón tenía suficiente con las
cartas que llegaban. O con las fuentes autorizadas de
los popes de la “corriente nacional”. No había docu-
mento de la JP que no nombrara a Jauretche, Hernán-
inspirada, algo larga, pero conceptualmente clara:
Evita, Evita vive/ en la revolución/ Evita es peronista/ y
está junto a Perón. Señalaba bien que Evita no estaría
combatiendo en la Argentina en tanto Perón negocia-
ba desde Madrid. Que el peronismo era un Movi-
miento y no tenía “vanguardias”. El concepto de
“vanguardia” no era peronista. Perón podría haber
frase, por decirle de algún modo, desmoralizante.
Sucede que fue sincero. Y no se trataba de eso. Se tra-
taba de que hablara para las bases combatientes del
movimiento. Dice: “La concepción justicialista que
nace en 1945 es una concepción simple con una base
filosófica firme, y que obedece a un concepto cristiano
y humanista de la política”. ¿Cómo? ¿Qué hacemos
nación que ha heredado a los griegos. En nosotros,
dice, “el pasado es aún”. Grecia late en nosotros.
Debemos encarnar su grandeza porque ella ya ha pasa-
do por sobre nosotros, es ahora nuestra meta. Este
genial trazado del eje Atenas-Berlín sólo Heidegger
pudo hacerlo tan brillantemente. No obstante, Perón
también logra lucirse. Al vuelo atrapa el concepto de
dez Arregui, Scalabrini Ortiz, Puiggrós, José María dicho: el que fija las grandes líneas estratégicas es el con eso? ¿Qué hacen los militantes de las fábricas, los moda: el Tercer Mundo. Y dice: Lo inventamos noso-
Rosa o Jorge Abelardo Ramos. Pero del general no conductor. ¿No es eso la vanguardia? Lo veremos jóvenes que hacen trabajo barrial, los universitarios, tros, los justicialistas. ¡La Tercera Posición ya era el
sabían un pito. Habían mirado un poco La hora de los mejor en Actualización política, etc. las comisiones internas de los hospitales? ¿Qué somos? Tercer Mundo! ¡Gran jugada ideológica! Si hasta se
pueblos. Y no mucho más. La bibliografía era otra. Volvamos a los heideggerianos de “Guardia”. Era Cristianos y humanistas. ¿Eso qué quiere decir en la torna creíble. ¿Por qué no? ¿O no se opuso Perón a
Lenin, Marx, Fanon, Guevara, Giap, etc. Era necesa- duro discutir con ellos. Sólidos en filosofía, grandes época de las revoluciones, del nacionalismo popular y “los dos imperialismos”. Lo mismo ahora.
rio divulgar la palabra del líder. Casi nadie había leído lectores de Heidegger, habían encontrado en la Intro- revolucionario, del antiimperialismo, del Tercer Luego plantea una consigna que a él, al menos, le
el llamado “Manual de Conducción, que, además, no ducción a la metafísica del filósofo de la Selva Negra Mundo? Perón (ya en pleno enfrentamiento con la agrada mucho: la del Continentalismo. Dice: “Ahora
estaba por ninguna parte. En Platero, una librería de la conexión indiscutible con el peronismo. Jotapé) va a repetir esta fórmula en uno de esos dis- ustedes vivirán la etapa del Continentalismo, y es posi-
la calle Talcahuano, yo me conseguí la edición origi- Heidegger dicta ese curso en 1935. Ya no es cursos (muchos, en verdad) que dio durante 1973 en ble que sus nietos y sus bisnietos lleguen a la futura y
nal de Conducción política y me la devoré con sumo rector de la Universidad de Friburgo. Pero la CGT y que pronto tendremos el displacer de anali- última integración, que es el universalismo como aspira-
interés. Era de 1951. Clases que Perón había dado en se presenta ante los alumnos y les habla de zar. (Honestamente: nada de lo que pasa en 1973 le ción de una humanidad realizada”. ¿Qué gansada era
la Escuela Superior Peronista. los destinos trascendentes de la Alemania produce a uno mucho placer. Más bien ganas de llo- ésta? ¿Para qué quería la Jotapé el Universalismo?
Había, sin embargo, encuadramientos que exhibían de ese momento histórico. Habermas dirá rar.) Pero desde la CGT –para enfrentar la concepción General, queremos la lucha de clases, la señalización del
una fuerte “formación doctrinaria”. Las huestes del (en 1953) que Heidegger no les decía nada “trosca” del peronismo que denunciaban los sindica- enemigo: las corporaciones financieras, los terratenien-
Gallego Álvarez eran brillantes en esos aspectos. Los distinto a lo que luego les exigirían como listas con Rucci a la cabeza– Perón dijo que nadie se tes, la camarilla militar, la Iglesia. ¿Por qué mier-con
Demetrios también. El FEN, de Roberto Grabois, un oficiales. El texto “peronista” de Heidegger llamara a engaño, que el justicialismo era un movi- perdón-da nos habla del Universalismo? Pero era así:
poco menos. Pero Guardia de Hierro –el encuadra- era el siguiente: “Esta Europa, en atroz miento cristiano y humanista, eso y ninguna otra Perón solía irse a los caños. De pronto, sin embargo,
miento que lideraba Álvarez– tenía una solidez doctri- ceguera y siempre a punto de apuñalarse a cosa. En las siguientes movilizaciones la Jotapé largó desciende hacia la historia. ¡Se pone revisionista! S y G
naria que la tornaba invencible. Con el paso de los sí misma, yace hoy bajo la gran tenaza for- una consigna muy jodona y muy buena: No somos acercan su Cámara, ansiosos. Vamos, que ya viene lo
años (y con el horror que fomentó el alfonsinismo a mada entre Rusia, por un lado, y América, troscos no somos comunistas/ somos cristianos/ cristianos y bueno. “Nosotros, colonia española, pasamos a ser
ciertos meros nombres del peronismo de los ‘70) pasó por el otro. Rusia y América, metafísica- humanistas. ¡La cara que habrán puesto Solanas y colonia inglesa”. ¡El Viejo había leído a don Pepe Rosa!
a creerse que Guardia era no menos que las SA o las mente vistas, son la misma cosa: la misma Getino cuando el Viejo empieza decir sus frases Sigue: “Por eso en la Argentina ha habido una línea
SS. Falsedad total. Eran ortodoxos. No estaban con la furia desesperada de la técnica desencadena- “duras” con esta huevada del humanismo cristiano! anglosajona y una línea hispánica. La línea hispánica fue
violencia, pero tampoco en contra. Decían algo intere- da y de la organización abstracta del hombre ¿Mejora? Veamos: “Entonces es necesario que ofrezca- la que siguió con la idea independentista, la otra es la
sante: “El guerrillero no puede hacer la tarea de adoc- normal” (Heidegger, Introducción a la metafísica, mos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices línea colonial”. Hum, ya se está por ir otra vez a los
trinamiento porque está demasiado preocupado por la Nova, Buenos Aires, 1959, p. 75. No sé si debiera (...) Pueblos felices, trabajando por la grandeza de un caños. ¿Qué es esto de la “línea hispánica”? ¿No se le
seguridad. Eso corresponde a nosotros”. Manejaban decir esto, pero uno dice tantas cosas que ya ignora mundo futuro, pero sin sacrificios y sin dolor. Que habrá pegado de estar tanto tiempo tan cerca de Fran-
dos textos: Conducción política y, sobre todo, La comu- cuáles pueden caer bien o mal. Acaso ésta pueda ser eso es lo humano, que eso es lo natural, y que es tam- co? “Y en nuestro país la línea nuestra es la línea, dire-
nidad organizada, la ponencia de Perón en el Congreso útil. Los 55 fascículos de filosofía que –tan laboriosa- bién lo científico”. Lo humano. Lo natural. Y lo cien- mos, de la Primera Junta, que era independentista. De
de Filosofía de Mendoza escrita por Nimio de Anquín, mente escritos como éstos– publiqué en este diario de tífico. Perón mezclaba todo. Cuando quería hablar sin Rosas que defendió eso, de Yrigoyen, que fue otro
un tomista arcaico y conservador (lo cual es un pleo- locos fantásticos que aceptaron la empresa forman decir nada no había quién lo superara. Supongamos hombre que defendió eso. Y de Perón. Todos los demás
nasmo: ser tomista es ya ser arcaico y ya ser conserva- hoy un voluminoso y no barato libro. Se llama como que, hasta aquí, está calentando los motores. Ahora gobiernos argentinos han pertenecido a la línea anglo-
dor), y por, se dice, Carlos Astrada, algo que no me se llamaron los fascículos: La filosofía y el barro de la habla de la tercera posición. “Entonces debe haber sajona y la han servido de una manera directa o indirec-
parece posible pues Astrada era un tipo inteligente, lo historia. Son 814 páginas. Como dije, no es barato. una tercera posición que es la que concibe el justicia- ta”. A ver, ¿qué se podía sacar de aquí? La línea Rosas,
necesario al menos como para no haber metido mano Pero piensen en cuántas huevadas gasta uno la guita. lismo, donde el hombre, en una comunidad que se Yrigoyen, Perón. Lástima que el Viejo no mencionó a
en ese fárrago que leyó Perón, en que se citaban todos Por ejemplo: en comprar un ejemplar de la revista realiza, pueda también realizarse como ente humano. San Martín. Pero ahí está la línea nacional: Rosas, Yri-
los grandes nombres de la filosofía, de Platón a Hei- Gente con Los personajes del año. Uno mira eso y se Esa es la verdadera concepción justicialista que veni- goyen, Perón. Sin embargo, ¿la Primera Junta? ¿Cómo
degger. Como sea, los de Guardia de Hierro se devora- quiere morir. No es la Biblia junto al calefón porque mos expresando desde hace 25 años.” La frase que va a estar la Primera Junta dentro de la línea hispánica
ban La comunidad organizada. Para nosotros era hoja- ahí no hay ninguna Biblia. El que se mete en esa foto propone la realización del hombre dentro de la comu- si Moreno y Castelli y Belgrano los rajaron a patadas a
rasca del pasado. “La comunidad organizada –solíamos se mete en la ética y la estética del calefón. Pero nidad Perón la toma de Clausewitz, que la toma de los gallegos? Y bueno, será una genialidad del Viejo. A
decir– no dice más allá de lo que dice su título: que bueno: yo ya ni la miro. Un actor amigo me decía: Hegel. La comunidad en la que el hombre se realiza seguir. Se manda su célebre frase: “El año dos mil nos
hay que organizar la comunidad.” De todos modos, “Cada vez que la miro tengo que tachar la mitad de es, para Hegel, el Estado. Clausewitz lo sigue. Y Perón encontrará unidos o dominados”. Es buena. Marca un
para un “republicano” la palabra “comunidad” tiene mi agenda de teléfonos”. Bueno, si no compran esa elabora una buena frase: Nadie se realiza en una comu- punto para la lucha. Hay que ganar antes del dos mil. Y
un perfume fascistoide que lo desagrada por completo. basura y alguna otra, ya está. Se compran mi nidad que no se realiza. Ojalá fuese así, pero el capita- sólo se gana con la Unidad Latinoamericana. Cuando
Para nosotros era una pavada. Pero, insisto, la gente de libro de filosofía. No tendrán a Miguens, lismo (más aún: el neoliberalismo post-Muro) prueba Perón vuelve –Ezeiza– se hace correr una bola: durante
Alejandro “Gallego” Álvarez se sabía el texto de Buzzi, De Angeli y las infaltables musas de la que en la comunidad no se realiza nadie salvo unos los primeros días el general se consagrará al Continen-
memoria. El “Gallego” Álvarez era un personaje céle- patria, Legrand y Giménez, pero se van a pocos que acumulan tremendas riquezas y no les talismo, a la unidad de América Latina. Eso lo decía
bre pero secreto de la época. Yo no lo vi nunca. Se dice encontrar con Foucault, Sartre, Heidegger, importa si la comunidad se realiza o no. Porque no Cámpora todo el tiempo. Y por medio de Cámpora, los
que todavía transita los caminos de este mundo, inclu- Hegel, Deleuze y Baudrillard. No creo que quieren una comunidad. O sí: pero la quieren para Montoneros. Lógico: se lo querían sacar de encima.
so los de este país. “Guardia de Hierro” se puso al ser- se arrepientan. Y lo juro: no quiero vender rapiñarla. Las comunidades –tal como hoy se nos pre- Vaya, general, haga la Unidad de América Latina así
vicio de la ortodoxia peronista cuando volvió Perón y más libros. Sólo desearía que la muchedum- sentan– se forman por una casta de factores de enor- nosotros manejamos tranquilos el país. No era posible-
se dio la lucha ideológica contra la “infiltración mar- bre de la patria, engañada, manipulada, me poder que vampirizan a la comunidad sin impor- mente la política que convocaba primariamente al Tío,
xista”. Fueron los principales animadores de un Con- sofocada su inteligencia por los culos y las tarle su realización o no. Para esos poderes no hay pero el buenazo del Tío estaba jugado con los Monto-
greso ideológico que se organizó hacia mediados de tetas del embrutecimiento, emergiera un comunidad. Sólo hay territorios que saquear. neros, con la Jotapé, de modo que no le disgustaba el
1973 en el Teatro San Martín y que tuvo por gran poco, olfateara que hay otra cosa, y que vale la Pero en el momento en que Perón habla la idea proyecto. Además, creía sinceramente en él. Perón se lo
figura a Amelia Podetti, una mujer de gran talento de pena buscarla.) Como vemos, este Heidegger de nación y de Estado son muy fuertes y él había hecho creer. Y no porque el Tío fuese un inge-
la que ya hablaré. de 1935, que, en la Universidad de Friburgo, quiere decir que un Estado debe garantizar la nuo, sino porque Perón seguía siendo capaz de conven-
Formaban parte de Guardia los peronistas heidegge- habla de una Alemania atenazada por la Unión posibilidad de que todos se realicen en él. cer a cualquiera de cualquier cosa. Del Continentalis-
rianos. Algunos de cuyos nombres me guardaré. Pero Soviética y Estados Unidos, es un precursor del Perón era un político genuinamente populis- mo había hablado lo necesario como para que cualquie-
eran tipos sólidos, profesores de filosofía y antimarxis- Perón de la Tercera Posición, de la teoría de los ta. Lo fue siempre. Lo que su populismo se ra se lo comprara. Era un producto medio absurdo: un
tas, desde Perón y desde Heidegger. Algunos lo saben, dos imperialismos. Los filósofos de “Guardia” le propone es la humanización del capital, no político que apenas ha conseguido volver a su país
la gran mayoría no, pero Heidegger fue el primer teó- agregaban luego otros textos de Heidegger a éste y su eliminación. Es un keynesiano sincero. ahora se va a encargar de unir a América Latina. Esto lo
rico de la Tercera Posición. De aquí que los profeso- eran imbatibles en ciertas discusiones doctrinarias. Un distribucionista convencido. Seguimos ponía por encima de todos. Hablaba de un no-dicho
res heideggerianos de Guardia de Hierro lo asumie- También los Demetrios eran doctrinariamente sólidos. leyéndolo. El título que ponen S y G pero sí-dicho liderazgo continental. Pero, ¿quién iba a
ran. Heidegger y Perón, un solo corazón. Estos hei- Pero un poco monguis. A los dos “Demetrios” (era (Solanas y Getino) es ahora: El antiimperia- discutirle algo a Perón? También se le daba por hablar
deggerianos de Guardia ni se molestaban por prestarle difícil saber quiénes eran) los encontraron boleteados lismo del Tercer Mundo. Aquí Perón les da de la ecología. Para nosotros, en 1970, la ecología remi-
alguna atención a Fanon. La cosa era otra. Ojalá no se dentro de un auto en plena época de la Triple A. un poco el gusto. Dice: “Tan distante de tía más a los enanitos de jardín que a la revolución. Un
aburran con estos temas porque son centrales para “Arreglo de cuentas”, se dijo. El “Gallego” Álvarez uno como de otro de los imperialismos día, sin embargo, entro en el Departamento de Filoso-
entender la época y dudo que sean conocidos por los también era inhallable. Yo nunca lo conocí. Pero dominantes, lógicamente el Tercer Mundo fía y encuentro a uno de los genios de Guardia de Hie-
laboriosos periodistas que se ocupan de ella. Pero “Guardia” era el encuadramiento más sólido de está en la Tercera Posición”. No dejen de rro leyéndose un libraco de ecología, “porque el general
Guardia de Hierro movía muchos militantes y los que se diferenciaban de esa Jotapé que luego pasar esa frase: Tan distante de uno como de lo dice”. Se lucía el Gallego Alvarez con la ortodoxia
muchos de los que luego hicieron carrera política fue la Tendencia. No eran cookistas. Una diferen- otro de los imperialismos dominantes. ¡La tena- mongoloide. Para la Jotapé la ecología era la Sierra
durante la democracia vinieron de ahí. Negaban la cia esencial. Cierta vez le dije a Amelia Podetti: za heideggeriana! Perón y Heidegger, un solo Maestra y eran un montón de plantas abundantes y
teoría de la vanguardia armada. Aceptaban la violen- “Cooke es, para mí, un ideólogo fundamental del corazón. Algún gorila melancólico, de esos que húmedas que habían reventado los pulmones del Che
cia en tanto la aceptara el Conductor, pero sus libros peronismo”. Hosca, seca, pero aun así sonriente, con todavía le dan manija a la cuestión del nazis- en Bolivia. O sea, la ecología era reaccionaria. O no era
y su interpretación del peronismo nada tenían que ver una sonrisa que te hería, dijo: “El único ideólogo del mo, dirá: “No en vano Heidegger fue nazi, nada. Era una de esas huevadas con las que rompía
con el marxismo. Incluso habían elaborado una con- peronismo es Perón”. Siguiendo este apotegma (pala- como Perón”. No perdamos tiempo en esto. Perón. “Ojo, mirá que el Viejo vive en Europa. Debe
signa para oponer a la de la izquierda que afirmaba bra abusivamente utilizada por Perón) es que Solanas La cosa va más allá. Heidegger decía: “Esta saber mucho sobre cómo viene la mano en algunas
que Evita sería Montonera si viviera, una consigna de y Getino viajan a Madrid y filman Actualización polí- Europa, en atroz ceguera y siempre a punto cosas”. La ecología modernizaba a Perón. Tonterías: la
enorme arraigo entre la JP que implicaba una glorifi- tica y doctrinaria para la toma del poder. de apuñalarse a sí misma, yace hoy bajo la Jotapé ardía por escucharlo hablar del socialismo, del
cación de la vanguardia armada: Evita, al ser la más gran tenaza formada entre Rusia, por un lado, y poder, de la revolución latinoamericana.
II III
¿QUÉ ES LO QUE DEFINE A que es el Movimiento) que dio a Perón el con- les” sean la subversión misma del todo movi-
UNA PERSONA COMO trol total del Movimiento. La distancia le evitó mientista. Esto fue lo que intentaron los Mon-
PERONISTA? el desgaste de la historicidad. La imagen de toneros. Cuando una parcialidad quiere ejercer
A esa tarea siguen consagrados Solanas y Perón le estaba sustraída al país. Apareció por la totalización le está discutiendo al líder nada
Getino. Le preguntan y le preguntan y las res- primera vez en los kioscos de revistas cuando se menos que la conducción del Movimiento.
puestas del Viejo nunca resultan del todo permitió exhibir un ejemplar de la revista “Las Conducción/ conducción/ Montoneros y Perón.
duras. Cuando habla del “Movimiento Justi- Bases”. Recuerdo la sorpresa de muchos: “¡Qué Para colmo, las imposiciones de la “rima” lle-
cialista” es claro y trasparente: “La única fuerza viejo que está!” Otros descubrían sus manchas vaban a anteponer el nombre de Montoneros
cívica que conserva su estructura y su potencia y sus marcas de viruela. Perón empezaba a his- al de Perón. Un agravio.
es el peronismo y dentro de él la clase trabaja- torizarse. Levemente. Pero tenía ahora cierto
dora. Estas fuerzas representan el eje del movi- compromiso con lo real. No lo tuvo hasta FIRMENICH Y GALIMBERTI
miento revolucionario nacional”. Aquí está Ezeiza. Desde lejos, desde los 15.000 kilóme- MEAN A PERÓN
todo. Perón no mentía tanto. Sin duda esas tros, podía ejercer en plenitud su teoría de la Pero esto que ha dicho Perón es el estilo de
cartas a la Juventud o a las formaciones espe- conducción de lo heterogéneo o del desorden. conducción peronista. El conductor estratégi-
ciales o el lamento ante la muerte del Che (“se Volvamos a la pregunta de Solanas y Getino: co establece las grandes líneas tácticas. No se
fue el mejor de nosotros”) eran marcadamente ¿Qué es lo que define hoy a una persona como mete en la conducción táctica a menos que sea
tácticas, decían lo que él tenía que decir para peronista? La respuesta de Perón es formidable. necesario. Por ejemplo: cuando se forman dos
tener de su lado a los combativos. Pero en el Si alguien quiere entender qué es el peronismo bandos peronistas. Pero el peronismo, al ser
film de Solanas y Getino Perón apenas si va o por qué el peronismo ha sido y es así, preste un Movimiento, al aceptar la más amplia
algo más allá de “Conducción política”. Son tan- atención: “En eso (dice Perón) no hay que diversidad por tener un líder que, en última ins-
tas las frases que repite de sus viejas clases de extremar la cosa, el Movimiento Peronista tancia, podrá decidir en bien del conjunto,
1951 que es lícito preguntarse si leyó algo más jamás ha sido ni excluyente ni sectario. Nues- puede (y hasta debe para ser lo que es) integrar
en la soledad del exilio. Clausewitz, Licurgo, tro Movimiento, por ser de una tercera posi- todo tipo de personajes. Muchos durante estos
Napoleón y sus propios apotegmas. Observe- ción, es un movimiento de gran amplitud, ése días se desgarran las vestiduras por la incorpo-
mos que ha hablado del eje del movimiento de es el peronismo”. La lógica de la frase es de ración del carapintada Aldo Rico al Frente de
la revolución nacional. No es la militancia juve- una inexactitud fenomenal. Porque sucede la Victoria. Me han dicho que Kirchner se
nil. Mucho menos las formaciones especiales. todo lo contrario. A ver, con permiso, general, reunió con los intelectuales de Carta Abierta
Es el peronismo. Así, en totalidad, como (recu- veamos: el peronismo expresaba una tercera para explicar la decisión. No es necesario.
rrimos otra vez a la fórmula de Laclau) gran posición porque estaba opuesto a los dos impe- ¿Qué hizo? Hizo peronismo. En 2003 (hace
referente vacío. Y “dentro de él” el único conte- rialismos dominantes. No formaba parte del siglos) yo le decía a Kirchner que no se defi-
nido que admite es “la clase trabajadora”. Sola- imperialismo soviético. No formaba parte del niera como peronista, que no tomara la jefatu-
nas y Getino formulan la pregunta del millón. imperialismo yanqui. Lo que queda, en lugar ra del partido, que creara algo nuevo, un par-
Lo sigue siendo. Todavía hoy (hoy, luego de de ser de una gran amplitud, es simplemente tido de centroizquierda. No lo hizo, y posible-
tantos años y tantas idas y vueltas, menos que lo que los dos imperialismos han dejado como mente no haya podido. Hizo política impeca-
nunca) no tiene respuesta. Preguntan: ¿Pero, resto. Somos la tercera posición porque no blemente peronista. Se quedó con el aparato,
¿qué es lo que define hoy, en la Argentina, a una somos ni la primera ni la segunda. Al ser la pri- con la presidencia del partido y ahora lo tiene
persona como peronista? Perón va a dar su res- mera y la segunda los dos grandes imperialis- a Aldo Rico. ¿Justificarse? Puede recurrir a
puesta. Hay, sin embargo, que reconocer. mos... ¿qué es lo que queda? No pareciera cien ejemplos de Perón. Para neutralizar a
“Algo” debe definir a una persona o a una poder ser mucho. Queda lo que los dos impe- Rico pondrá a otro. Perón se reía de estas
determinada política como “peronista” por- rialismos no se han preocupado por conquis- cosas. Durante su primer regreso ofrece una
que, de lo contrario, serían vanos los enconos tar. Pero esto no amedrenta a Perón. Sigue con conferencia de prensa por televisión. Memora-
de tantos antiperonistas como han florecido en gran empuje: “Ahora, dentro de la acción polí- ble. Un periodista le pregunta: “El general
los últimos años. Hay gente que ha vivido tica que se desarrolla todos los días, vemos Lanusse dice que reza el Padrenuestro todas
odiando al peronismo. Alguien que vive odian- mucha gente que proviene de otros sectores las noches. ¿Y usted?” Perón lo mira de un
do otra cosa de la que él es hace de ella el senti- políticos, que pueden ser del comunismo o modo inolvidable, como si le preguntara: “¿A
do de su existencia, o uno de sus principales pueden ser del conservadurismo. Porque de dónde me querés llevar, boludo?” Y le contes-
sentidos. Hipótesis de trabajo: para saber qué todo hay en la huerta del señor. Por aquí han ta: “¡Sí! ¿Por qué no?” Por qué no. Total, ¿de
es el peronismo mejor preguntarles a los anti- pasado las más diversas tendencias, yo a todas qué merda sirve rezar el Padrenuestro? Eso
peronistas que a los peronistas. Magdalena les digo exactamente lo mismo: vean señores, que lo haga el chupacirios de Lanusse. Luego,
Ruiz Guiñazú, Beatriz Sarlo, Morales Solá, cuando nosotros formamos el justicialismo otro periodista le pregunta: “¿Qué opinión le
Sebreli podrían tal vez decir más sobre el pero- vinieron hombres conservadores como el doc- merece John William Cooke?” Perón: “Era un
nismo que aquellos que, sencillamente, adhie- tor Remorino (era secretario de Julito Roca, así eminente argentino”. Había un par de pero-
ren a él. Por el momento, veamos qué dice que imagínese, el riñón de la oligarquía) y fue nistas de izquierda conmigo: “¡Bien!”, excla-
Perón. Adelanto algo: es la indiferenciación un gran peronista, un buen servidor y un gran maron. En seguida: “Algunos dicen que era
misma. Lo que esencialmente dijo Perón del peronista. Del otro lado vinieron sectores muy izquierdista. Pero tuvimos otros que eran
peronismo es que era un movimiento ni secta- socialistas, como Bramuglia, como Borlenghi, muy derechistas, como el doctor Remorino”.
rio ni excluyente. Un movimiento no es un par- como, en fin, un montón. Y también del “Otra vez nos cagó”, dicen los pibes de la
tido. Un movimiento es una totalidad. Un par- comunismo y todos esos hombres han demos- Jotapé. Pero la hora de las definiciones tajan-
tido es una particularidad en un régimen repu- trado a lo largo de estos añosa que han sido tes llegará para el líder. Lo veremos elegir y
blicano-democrático de particularidades que se buenos peronistas (...) En este sentido, el elegir con saña, gente de lo peor, asesinos pro-
expresan por medio de las instituciones. Movimiento Justicialista, para ser realmente fesionales. Todavía falta. Será cuando esa
(Observen qué bien conozco el verso republi- justicialista, debe admitir que todos los hom- parte que se niega a ser parte y quiere ser todo
cano. ¡Qué bien les vendría si me pusiera en bres pueden ser buenos, y que todos pueden (los Montoneros) le discuta la conducción. La
venta! Sin embargo, soy un adversario que a tener razón, e incorporarlos a servir al Movi- actitud de Perón no será la del Padre eterno.
veces cultiva las buenas maneras. El conoci- miento”. Luego desliza esas frases regocijantes La de los Montoneros no le irá a la zaga en
miento profundo que tengo de su ideología y de Viejo Vizcacha que eran parte de su encan- agresividad. Seguramente tuvieron una alta
su historia me ha permitido saber que son casi to, de la seducción que sabía ejercer sobre las responsabilidad en el pronto desgaste de la
invencibles y que nuestra tarea será, al menos, personas: “El bruto es siempre peor que el salud del líder. De modo que nos atreveremos
la de molestarlos. El mundo es irredimible malo, porque el malo suele tener remedio, el a una reformulación de ese chiste que conta-
porque es de ellos y nosotros sólo podremos bruto no. He visto malos que se han vuelto mos: que Firmenich y Quieto están enterra-
conseguir tornarlo algo menos brutal.) La idea buenos; jamás un bruto que se haya vuelto dos, aparece Perón y mea sobre sus tumbas. Se
de movimiento en tanto totalidad permite la inteligente”. Poco más adelante dice algo muy va. Al rato, desde las tumbas se oye: “Che,
ausencia de la exclusión. Una totalidad no claro: “Las pasiones y los intereses individuales Quieto”. “Qué.” “¿No te dije que el Viejo no
excluye nada, incluye todo. Al entrar en la son los que desvían y deforman la actuación nos iba a cagar?” El escenario es ahora otro.
totalidad, lo que se incluye no pierde el senti- peronista”. La pasión individual no se integra Perón es el que yace bajo tierra. Vienen Fir-
do que tenía en tanto particularidad, pero como particularidad dentro de la estructura menich y Galimberti y le recontramean la
ahora lo tiene como particularidad dentro de totalizadora del Movimiento. La pasión indivi- tumba. Al tener próstatas jóvenes –y no la
una totalidad que la redefine constantemente. dual lleva a querer imponer la propia particula- próstata ya averiada del Viejo– los orines sur-
Cada una de las particularidades se relaciona ridad como verdad del Movimiento. Una sola gen con mayor intensidad. Después se van.
con las otras por mediación de la totalidad. Y particularidad quiere totalizar. Al querer totali- Un momento de quietud. Silencio. Luego se
la totalidad, que totaliza a todas, es siempre zar se propone hegemonizar a las otras, domi- oye la voz de Perón: “Siempre supe que los
más que la mera suma de sus particularidades. narlas. Imponerles su propia concepción como Montoneros no me iban a cagar”. La posibili-
Pero en el Movimiento Peronista hay una reto- concepción totalizadora del Movimiento. Sale dad de los dos chistes marca el sentido profun-
talización que está afuera de la totalidad. Esta del juego de las partes entre sí y de las partes do de la tragedia. Uno de los temas que más
PROXIMO retotalización o totalización totalizadora es la con el todo. Su parte, sometiendo a las otras, vamos a tratar a partir de los sucesos de Ezeiza
DOMINGO que hace el líder del Movimiento. El que en quiere ser el todo. Al serlo, se enfrentará a la es el de la verdad. ¿Quién tenía la verdad?
definitiva totaliza es Perón. Los 15.000 kilóme- instancia totalizadora final o a la totalización ¿Dónde estaba la verdad? Y por último: ¿qué es
tros de distancia que su liderazgo mantuvo con totalizadora que es la que realiza el líder, ya la verdad?
Trelew, el terreno de las operaciones permitió esta tota- que todas las totalizaciones remiten a la totali-
la prefiguración lización totalizadora o totalización de la totali- zación final del líder, que para eso lo es. De Colaboración especial:
de lo por venir zación (en tanto el líder totaliza a esa totalidad aquí que las “pasiones y los intereses individua- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 4 de enero de 2009


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


58 Hacia el primer regreso de Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
EL JUEGO DE MASCARAS También luego se daba un salto al Cordobazo. Esa era sólo de él herederos. Eran herederos de Perón y de EL REGRESO DE LA PATRIA
emos dicho que Fanon y Perón no tenían la prueba: el pueblo de la lucha del Frigorífico Lisan- Ernesto Guevara. Quiero decir: no exactamente Firme- DEL “PULQUI”

H similitudes, no había casi nada que los


ligara. Para la militancia de los ’70 era
indudable que sí: Perón era un líder del
Tercer Mundo. Perón, además, se había
puesto esa máscara. Una de las posibles lecturas de la
relación entre Perón y la Jotapé es la de un juego en un
baile de máscaras. Yo me pongo la máscara que vos que-
dro de la Torre, el pueblo del Cordobazo. Y se pueden
añadir otros momentos de exaltación revolucionaria.
O que abonaban esa hipótesis: que el pueblo de Perón
era revolucionario. Bien, hemos llegado, no casual-
mente, a una frase importante: el pueblo de Perón. El
que diga que el pueblo peronista no era el pueblo de
Perón no entiende nada, no vivió la época, no conoció
nich, que era “catolicuchi”, sino la enorme masa de los
militantes de izquierda que vieron en el peronismo el
más que posible giro a la izquierda de un movimiento
nacional y popular que llevaba ya –contando desde el
’45– 25 años de existencia. Si 25 años atrás se había
podido tanto, ahora había que avanzar al calor de los
nuevos tiempos. Al calor del Che, de Fanon, de Viet-
Volvemos al punto en que estábamos. Dijimos: La
radicalización política de los sectores medios no se correspon-
dió con una radicalización de la clase obrera peronista. En
ese curso agitado y numeroso que –como dije– dicté en
2007 sobre Qué es el peronismo todos los que rompían (ya
imaginan qué) levantando la mano a cada rato para dar su
imprescindible opinión sobre cualquier cosa, lo hacían
rés de mí. Sabemos que usted, general, nos quiere pero- a los obreros peronistas o a los trabajadores peronistas nam, de Ho Chi Minh, de Giap, de Cooke, etc. Era bajo el pretexto, al parecer inapelable, de: “Yo estaba ahí”.
nistas: aquí estamos, cantamos la marcha, vengamos a rurales. Eran peronistas de Perón. Voy a decir algo correcto. Pero había algo que no pertenecía a la tempora- A uno le dije: “¿Y dónde creés que estaba yo? ¿En el living
Valle, matamos a Aramburu, hablamos todo el tiempo terrible para algunos. Pero aquí hay que jugarse a lidad en que la izquierda peronista se incluía. Y atención, de mi casa?” Significa que hay hechos históricos sustanciales
del pueblo peronista y decimos vivas por usted y juramos fondo en busca de la verdad. Que nunca va a ser una. esto es complejo. Alguna vez escuché que el Comandan- en la historia trágica de estos años en los que todos, los
morir por usted, como corresponde a buenos peronistas. Pero al menos que nadie se ahorre –a esta altura de los te Guevara había fracasado porque no había leído a Alt- que estamos vivos todavía, estuvimos. Entonces, ¿no
Ya que así está establecido: no hay nada más peronista tiempos– el trabajo de buscarla hasta donde ya esté husser. En fin, una exageración. Pero nosotros debimos escucharon a los obreros peronistas gritarles a los Monto-
que prometer dar la vida por usted, el conductor estraté- seguro de su ausencia. El pueblo peronista está más pensar en Althusser. Al menos quienes lo habíamos neros “zurdos de mierda, troscos, infiltrados”, etc.? Por
gico. Usamos su lenguaje: táctica, estrategia, cuadros cerca de la interpretación que de él dieron artistas como leído. Igual era poco lo que habríamos podido conseguir. supuesto. Esto es así. Tan cierto como que la plaza no
auxiliares de conducción, cuadros medios, bastón de Daniel Santoro o Leonardo Favio que de la creada por la ¿Qué nos ofrecía Althusser? Algo importante: no hay una quedó vacía. Ni siquiera la mitad se fue. Se fue un tercio,
mariscal en la mochila de cada combatiente. Leemos a izquierda peronista, la Tendencia, la Jotapé de las Regio- temporalidad lineal. No hay una historia lineal. Este fue que no es poco. Pero no es lo que se pretende. O sea
Clausewitz. Somos –ahora crecidos y militantes– los nales o, directamente, los Montoneros. A mí Favio uno de los grandes errores de la militancia en los ’60 y “Aserrín, aserrán, es el pueblo que se va” las pelotas. Al
niños privilegiados de su patria de la felicidad. Somos los nunca me cayó bien. Y si asegura dar por fin su defini- los ’70. La Historia no cambia toda al mismo tiempo. pueblo lo tenía Perón. Y el pueblo quería, como siempre,
autores de esa formidable pintada: “General, sus privile- tiva versión del “palco de Ezeiza” sería deseable (por Hay temporalidades diferenciadas. Eso que está en las carnaval y no “asamblea popular”. ¿O no habíamos escu-
giados de ayer somos sus combatientes de hoy”. Somos esa lucha necesaria en favor de cierta posible verdad Tesis de Filosofía de la Historia de Walter Benjamin. Alt- chado a Hugo del Carril cantar la versión peronista del
esos pibes de los que usted dijo: “La primera elección la histórica) que lo haga cuanto antes. Pero Favio –en los husser habla de la diferente temporalidad de las esferas Día del Trabajo? Jornada de protesta, no. Ni mártires de
ganamos con los hombres, la segunda con las mujeres, ’70– era un personaje que me era difícil entender. No de una estructura. Michel Foucault –en un trabajo genial Chicago ni ninguna de esas cosas siempre lloronas y
cuando voten los pibes ¡pobre de ellos!” Amamos al pue- me importaba mucho porque era un “famoso”. O era sobre Nietzsche y la genealogía y la historia– destruye la macabras de los “zurdos”. Fiesta del peronismo. Fiesta de
blo, vamos a las villas, pintamos las casas de chapa, alfa- un “actor”. O un “cantante”. O un “director de cine”. interpretación, propia del marxismo, sobre una historia los trabajadores. Festejo por tener trabajo, casa, aguinal-
betizamos, organizamos a los que no tienen cómo hacerlo A mí me agradaba –a mediados de los ’60– escucharlo lineal, que progresa linealmente. Gran parte de su traba- do, vacaciones, festejo por haber llegado al 53% de parti-
porque no tienen trabajo, compañeros. Militamos en los cantar Fuiste mía un verano. O una que refería a los jo está dedicado a esto. Sartre –pese a que la Crítica de la cipación en el producto bruto, cosa que se veía en la inva-
barrios, nos peleamos con nuestros viejos, con frecuencia pantalones cortos y esa rueda que llevábamos con un razón dialéctica es la negación de la tesis de la linealidad sión proletaria a Gath y Chaves, en los veraneos, en las
les ganamos y los hacemos peronistas (a ellos, que siem- alambre y la hacíamos girar hasta hartarnos. ¡No tení- necesaria– cae en ella en el Prólogo a Fanon y fue ese comidas de los domingos, en la alegría del fútbol, en los
pre nos hablaron pestes de usted y nos convirtieron, muy amos juegos nosotros! Otra que videogames. La figuri- texto el que seguimos. Por decirlo concretamente: la carnavales. Hugo del Carril lo decía claro: “Esta es la fies-
a su pesar, por pura torpeza nomás, al culto maldito de ta, los barriletes, los autitos con plastilina. La joda clase trabajadora peronista pertenecía a otra temporali- ta del trabajo/ unidos por el amor de Dios”. La clase tra-
adorarlo, de quererlo aquí, en la patria, para que les arrui- loca. Bué, algo de esto decía la canción de Favio. Para dad ideológica que las clases medias nacionalizadas, bajadora peronista había permanecido peronista. Era lo
ne la fiesta a todos), polemizamos con la izquierda gorila, mí, era un huevón más del “mundo del espectáculo”. socialistas. Si hacemos eso que Althusser llamaba corte que decía Favio. Es lo que Daniel Santoro pinta. Santoro
les robamos las bases a los comunistas, a esos bolches de (Ahora el “mundo del espectáculo” reina y los huevo- sincrónico, podríamos decir que la radicalización de los tiene rasgos de crueldad en esas imágenes de Evita
la Fede que ven, desesperados, que se les rajan todos los nes somos nosotros. La “revolución” fue a parar a sectores medios (y su expresión armada) se insertaba en comiéndose las tripas del Che. No las entiendo. En ver-
militantes y se vienen con nosotros, porque, su imbatible manos de Tinelli. Perdón por la franqueza.) Nunca una distinta línea temporal que la de la clase trabajadora dad, entiendo poco. Acepto más de lo que entiendo. Es
glamour de maldito, se nos pega, nos adorna, nos vuelve me creí que fuera un genio o un gran director. (En peronista. Creo que esta clase no fue más allá –en un gran artista y el film sobre el “Pulqui” es conmovedor.
fascinantes. fin, ya escribí sobre esto: ver Retrato del artista primiti- muchas cuestiones organizativas, modalidades de lucha Y sí: ahí está. El regreso de la patria del “Pulqui”, eso quiere
Yo, muchachos, sé que ustedes me necesitan combati- vo en Escritos imprudentes II.) Cierto día, ya cerca del y, sobre todo, en la aceptación de la violencia– de la el verdadero peronista. (El “Pulqui” era el avión del primer
vo y tercermundista. Yo los necesito y no los voy a per- ’73, lo veo aparecer en un programa de TV junto a huelga del Lisandro de la Torre. El Cordobazo fue muy peronismo.) Con dolor, con rabia, frustrados, como se
der. Porque los sindicalistas tienen demasiados intereses y Palito Ortega, que de peronista nada, nada. Palito era escasamente obra de la clase trabajadora peronista y sí de quiera (total: si a algo hemos tenido que acostumbrarnos
son parte de cualquier gobierno. Son burócratas, traido- Palito y punto. Hubo un huevón del “espectáculo” los sectores del sindicalismo de clase cordobés más la es a aceptar los desengaños y las derrotas, pero al menos
res. Ustedes están llenos de ideales. Quieren usarme, que buscó acercarse al calor peronista de los tiempos y militancia de los estudiantes. Ni Tosco ni Salamanca contemos honestamente nuestra historia), tendremos que
claro. Los comprendo. Yo también a ustedes. ¿Cómo me no fue Palito, sino Donald. No Donald el Pato. Sino eran peronistas. Rucci (“argentino y peronista”) obscena- admitir que Favio y Santoro tenían y tienen razón: ése, el
quieren? Lo sé: duro y combativo. Bien, entonces digo un cantante que se llamaba Donald. No era un nom- mente insultaba a Tosco con los insultos del más crudo de ellos, era el pueblo peronista. Por el contrario, la tem-
que con el Che se fue el mejor de los nuestros y les entre- bre para la época. Y el joven no había leído el libro de macartismo: “Zurdo, comunista, marxista, trosco”. A poralidad revolucionaria, que incluía inevitablemente la
go las consignas de una “nueva etapa” que elaboré para Ariel Dorfman y su amigo francés, eso se notaba. Rucci elige Perón. Rucci estaba en la misma esfera tem- violencia, cabalga en la temporalidad insurreccional de la
ustedes. Tengo que darles manija y sé cómo hacerlo. A También había un miembro de El Club del Clan que poral de la clase trabajadora peronista. Fueron muchos Revolución Cubana, del cookismo, de la guerrilla vietna-
ver, qué les parece: Actualización Doctrinaria, Trasvasa- llevaba por nombre Johnny Tedesco. Fue aniquilado de estos trabajadores los que gritaron a los Montoneros mita. El Ejército seguía en la misma esfera temporal gori-
miento Generacional y Socialismo Nacional. Somos un por Palito y sobre todo por el gran artista de gran que abandonaban la Plaza el 1º de mayo del ’74: la del ’55: Lanusse. La Marina (como para dejar todo
Movimiento de Liberación Nacional del Tercer Mundo. talento que dio ese grupo: Chico Novarro. (Salud “¡Vayansé, zurdos de mierda!” En suma, no todo cambia bien claro) revive, en Trelew, el terrorismo de Estado de
Estamos contra los dos imperialismos: el yanki y el ruso. Chico: gloria eterna a tus obras maestras Algo contigo y al mismo tiempo. La radicalización política de los sectores la matanza de José León Suárez. El único que ha cambia-
Estamos por la liberación nacional de la patria. Ustedes Cuenta conmigo y muchas otras, ¡hasta El orangután es medios no se correspondió con una radicalización de la clase do –¡oh, sorpresas de la historia!– es Aramburu. Pero sólo
agreguen, también, “social”. Ustedes se ponen esa másca- inmortal!) Pero cierto día llegó la guerra de Malvinas y obrera peronista. Cuando la clase obrera se radicalizó en busca de una solución pactada que pueda abrir la sali-
ra para mí. Yo me pongo esta para ustedes. Todo va a ir Johnny, el Tedesco, vio la posibilidad de retornar a Perón había muerto, gobernaban Isabel, López Rega y da conciliadora. Nada de esto lo quiere ver la Jotapé. Se
bien. Sospecho que en algún momento nos vamos a tener primer plano. ¿Luchábamos contra los ingleses? Bravo: la Triple A. Fue la clase obrera de Villa Constitución. toman dos deserciones (¡solo dos!) como las de Licastro y
que sacar las máscaras. Ahí quizás ustedes revelen lo que él le daría a la patria un ejemplo de entrega, de fervor. Esa clase obrera fue aplastada por los metalúrgicos de Fernández Valoni a modo de signo de una desbandada en
son: unos marxistas hijos de puta que quieren usarme Sacó (o aceptaron sacarle) en los diarios un sueltito Lorenzo Miguel y todo el aparato criminal del Estado el seno del Ejército. Los curas del Tercer Mundo oblite-
para implantar en la patria algo que nada tiene que ver que decía: “A partir de ahora el cantante Johnny Tedesco vomitar toda la mierda que me tuve que comer en este paz. Eran esos lugares en que –como diría impecablemen- terrorista de Isabel Perón. Era la nueva clase obrera que ran una adecuada visión de la eternamente reaccionaria
con el peronismo. Ahí me saco yo la máscara. Se van a comunica a sus compatriotas que ha decidido llamarse primer bloque y vuelvo”. Así, con ese talento que –si de te Lorenzo Miguel– los peronistas, definiendo qué era surgía después de la muerte de Perón. No pensaba en la Iglesia Católica. La clase media estaba harta de los años
sorprender, muchachos. Yo de gil no tengo nada. Sé que Juan Tedesco”. La Thatcher casi frena a los gurkas. Regre- mujeres hablamos– uno sólo encuentra en una Griselda serlo, comían tallarines los domingos con la vieja. Casas de comunidad organizada, pensaba, combativamente, en de prohibición del peronismo y quería el retorno del líder
piensan que estoy viejo. Que me voy a morir antes de so a Donald. Era célebre por una canción bastante pelo- Gambaro o esa gracia, esa exquisitez que entrega Naomi gente que no pasaba apuros. Que tenía una vivienda digna defender su autonomía (sin unirse a ningún otro sector ausente. O sea, la clase media sí, en efecto, estaba de parte
poder sacarme la máscara que me puse para ustedes y tuda que, por consiguiente, todo el mundo cantaba: “Las Watts en cada película que hace. Bien, supongamos que (la casa de la vieja o la casa de la familia o la nueva casa del social en ningún otro frente “nacional antiimperialis- del regreso de Perón. Admiraba a los guerrilleros. Les
que, entonces, me van a heredar. Son riesgos que hay que olas y el viento y el frío del mar”. Pero, entre frase y frase, era el programa de Mirtha. Ahí los veo a Palito y Favio. hijo o la hija que se casan y traen al mundo un nuevo ta”). Ahí, lo vieron todos, estaba el peligro verdadero. decía “los muchachos”. Grupos líderes como “el clan Sti-
correr. Se lo digo a los míos. Sin los muchachos no volve- había que decir: “¡Sucundum, sucundum!” La gilada de Se los presentaba un poco como antagonistas. Favio era gronchito peronista, como genuinos gronchitos eran Pali- Estudiaremos (ocurrió en marzo de 1975) esa historia vel” estaban con Perón. ¡La clase media estaba contra la
mos. Hay que darles lo que necesitan. ¿Necesitan esta la época –si uno no hacía alguna piolada que le proponí- muy peroncho y Palito, qué sé yo, otra cosa. Pero Favio to y Favio, algo que nadie puede negar: lo eran, no eran cuidadosamente porque, en lo conceptual, su impor- oligarquía, contra la Sociedad Rural, contra La Prensa,
máscara? La van a tener. ¿Y si te morís con esa máscara an– te decía: “A vos te falta sucundum, flaco”. En las his- –ante mi genuina estupefacción, dejándome aturdido y blanquitos del Nacional Buenos Aires, ni judíos marxistas) tancia es decisiva. Es cierto que la quiere copar el ERP. contra La Nación, contra los militares y a favor de la
puesta? Suele preguntarme Isabelita, que, lo sé bien, sólo torietas de Isidoro Cañones era posible verlo al insoporta- hasta algo turulato– se larga a hablar en un idioma que un trabajo digno, unas vacaciones dignas y un líder al que Pero es una huelga. Una huelga –lo hemos dicho sobra- Juventud Peronista! (Nota: Notable, en verdad. Escribo
sabe decir lo que López le ha dicho antes. Entonces me ble garca de Dante Quinterno bailando la tonadita de yo desconocía o creía ya parte del pasado. Dice: “Por amaba. Esas casas no eran “fortines montoneros”. Una con- das veces– no es una operación miliciana, no requiere esto en las Navidades de 2008 y sucede todo lo contrario.
río: ahí se van a tener que joder ustedes y los milicos. No Donald y diciendo “Sucundum, sucundum”. Donald, sin favor, Palito y yo no tenemos diferencias. Somos gente de signa como “Sánchez, Salustro, al pueblo le da gusto” grupos armados minoritarios. Requiere bases, organiza- Faltan los militares. No hay tanques, pero hay tractores. Y
puedo cambiar de máscara antes de estar en suelo argen- embargo, acepta incorporarse a los nuevos tiempos pero- paz. ¿A quién hacemos mal tocando, él y yo, la guitarra habría irritado a Favio. ¿Cómo al pueblo le iba a gustar la ción y dirigentes honestos y combativos. Algunos dirán un señor –que es un poco frontal, un poco rústico diga-
tino. Y los que me van a devolver a la patria son los nistas y se une a Hugo del Carril. El gran Hugo, que ter- changa, changa, changa, changa?” Changa changa era el violencia, la muerte de un trabajador (aunque fuera jerár- que se pueden complementar. Que la guerrilla puede mos– declaró: “No bien volvamos a las rutas no salimos
muchachos. A joderse y a correr el riesgo. Y para redon- minó bien pobre, andaría detrás de algunos mangos y sonido de la guitarra. Favio decía changa changa y se ras- quico) y de un militar (que Perón lo era)? En esas casas “ayudar” a la huelga. Falso de toda falsedad. ¿En qué más”. Bué, no voy a perder el tiempo en esto. Pero es
dearlo les digo esa frase que tanto me gusta: “No hay que acepta grabar con el opa nuevaolero (que hasta flequillo caba, más menos, la panza como si tocara ese instrumen- peronistas de Favio –que eran, insisto, casas de gente de puede ayudar la guerrilla a un obrero que subvierte el interesante ver cómo en el esquema golpista de hoy los
cambiar de caballo en medio del río”. gastaba) un tema que se llama: Compañeros. Y –muy ins- to. Y siguió: “Yo soy peronista y él no, pero los dos trabajo y de paz y no fortines de guerra– es donde hay que sistema no acudiendo al trabajo? ¿Hay acaso una herra- agraristas –con sus herramientas de trabajo– podrían
piradamente– dice: “Compañeros, compañeros, compa- somos argentinos. Y el general Perón viene para unir a los ubicar la otra gran frase de este tipo de peronismo. La que mienta más subversiva que suspender la producción? reemplazar al antiguo poder militar. Ya que han declara-
¿QUE ES EL “PUEBLO PERONISTA”? ñeros, siempre fuimos compañeros, compañeros, compa- argentinos. Para que el pueblo vuelva a ser feliz. Para que –como ya dijimos– dijo Lorenzo Miguel: “Ser peronista es Los fierreros no lo van a entender nunca. En un curso do también que –debido a sus tareas– tienen necesidad de
Fanon era un militante de la causa tercermundista y un ñeros”. Girri, Perlongher, Pizarnik y Gelman abandonan tenga trabajo, comida, educación. El general vuelve para comer tallarines los domingos con la vieja”. Favio jamás se que dicté en 2007 aparecieron algunos diciendo que si andar siempre armados. En suma, tractores –que algo de
gran teórico. Pero está la cuestión de la violencia. Siempre la poesía. (No quiero lastimar a quien no lo merezca: de la felicidad de la patria. El general vuelve para que los acercó a la Jotapé. Siempre tuvo claro su peronismo. Creo la guerrilla ponía algunos caños podía colaborar con los tanques tienen– y armas. Más una clase media llevada a la
aparece en estos análisis la cuestión de la violencia. Y hay El Club del Clan salió también Raúl Lavié, un notable argentinos nos demos un gran abrazo de amor. Eso es lo que sabía más de Perón que todos nosotros juntos. Sólo huelguistas. Sí, sólo a que se declare ilegal la huelga por militancia combativa por un periodismo que –como dije-
que remitir este tema al pueblo peronista. Todo lo que se cantante de tangos.) Vuelvo a Palito. No, a Favio. De ahí que quiere el pueblo. Y el general lo sabe”. Bien, aquí eso: lo conocía. Después veremos dónde lo ubicó su inter- apelar a la violencia. Que se llame al Ejército ante un ra Nicolás Casullo– es “el verdadero partido de la dere-
hacía fundaba su legitimidad en esa esencia. Toda la mili- venía. Cierta vez lo veo en un programa de TV. Sería quería llegar: Favio tenía más razón que nosotros. A mí, en pretación. Porque, aunque basada en un conocimiento estado de guerra. ¿Cuándo van a entender algunos ota- cha”, todo eso sumado ofrece un interesante modelo de
tancia actuaba en nombre del pueblo peronista o por el (¿cuál podría ser?) el de Mirtha Legrand. (¡Sólo lo verda- ese momento, su discurso me pareció pura melaza fascis- primario de las bases y de Perón, no era al cabo más que rios algo de filosofía política? Piensan con los fierros en “Golpe siglo XXI”. Acaso este país se encuentre más cerca
pueblo peronista. Toda la lucha era una lucha de libera- deramente grande perdura en este país!) O el de “La toide. Negaba la lucha de clases. Ni hablaba de la lucha otra –o la primitiva, la más elemental, silvestre– interpre- la cabeza. Villa Constitución es una huelga de la clase de un choque violento de lo que nos animamos a creer.
ción por la clase obrera cuya identidad política era el Chona”. Que era la actriz Haydée Padilla. Hacía Almor- del pueblo por la toma del poder. Ni hablaba del poder. tación de un movimiento que había cambiado como todo obrera no peronista, revolucionaria. La primera huelga Ojalá me equivoque. Pero no veo demasiada lucidez ni
peronismo. Se dibujó entonces un perfil del pueblo pero- zando con la Chona y su touch de originalidad residía en Sólo hablaba de la felicidad, de la unión de los argentinos cambia con los tiempos. Desde este punto de vista, es con Perón muerto. No necesita más que eso. Se perjudi- responsabilidad democrática en los cerebros a-neuronales
nista que respondiera a los ánimos revolucionarios de la cerrar cada bloque diciendo “un provechito y volvemos”. y de todo lo que recuperaría el pueblo de Perón con el correcto que Firmenich reivindique a la Tendencia como ca más al capitalismo paralizando la producción que de los dos carnavalescos dirigentes de la FAA. Ni en el
época. Se decía que el pueblo peronista era combativo ¿Qué tiempos ingenuos, no? Hoy habría que hacer retorno de su líder. Eso eran –para Leonardo Favio– “las legítima hija de Perón. “Le guste o no, somos sus hijos”, cometiendo la cruelmente inútil imbecilidad de matar glorioso vicepresidente de las traiciones patrióticas. Ni en
porque ahí estaba, a la mano, el ejemplo de la Resistencia. Almorzando con la Negra Vernacci. La Negra diría: “Voy a casas peronistas”. Eran lugares de gente de trabajo y de dijo varias veces. Pero no sólo de Perón eran hijos. No policías. Y si esto no se entiende no se entiende nada. ninguno de los periodistas cuyo odio les impide pensar.
II III
El esquema que manejan es simple. ¿Cómo per- estás liquidado”. Es posible que los militantes de ACTUALIZACION
mitir que siga adelante un gobierno conducido la UES creyeran ciegamente que Perón era un DOCTRINARIA/
por una pareja desde la “intimidad de su alco- revolucionario socialista. Pero los que estaban en TRASVASAMIENTO
ba”? Esto me preguntó un periodista que viene la elaboración de las estrategias o el trazado de GENERACIONAL/ SOCIALISMO
del alfonsinismo. Un mediocre que me prome- las líneas ideológicas no se planteaban esto. Perón NACIONAL
tió un reportaje sobre mi libro de filosofía –el era un pragmático y habría de ser lo que fuera Pero la verdadera “manija” que Perón les dará
que acaba de salir– y terminó, desde luego, pre- necesario ser para ganar la batalla. Era entonces a sus muchachos revolucionarios será una opera-
guntándome esa bobería patológica. Le dije: necesidad de la militancia llevar las cosas a un ción cuidadosamente planeada y realizada. Es la
“¿Por qué desde ‘la intimidad de su alcoba’? estado en que Perón no tuviera más remedio que lleva a cabo el Grupo Cine Liberación en
¿Qué erótico suena eso, no? ¿No lo pueden que dar cobertura a una situación revolucionaria Madrid entre junio y octubre de 1971. Es el
haber decidido en el comedor o en la cocina?” si quería volver. Esa situación revolucionaria era film de Octavio Getino y Fernando “Pino”
Escuché, a través del teléfono (era telefónico el la que se estaba creando. Perón, a su vez, advertía Solanas. El proyecto –según se decía entre los
reportaje), las risas de las asistentes del “periodis- que su arma más poderosa era la caudalosa mili- militantes– era “ir a sacarle frases duras al
ta libre” que hacía las preguntas de sus patrones. tancia juvenil (hecho único en nuestra historia: Viejo”. Veremos qué dijo el Viejo. Qué delica-
Me pareció sugestiva la connotación sexual de nunca se vio un movimiento social y estudiantil do, inteligente trabajo de “organización” del tra-
ubicar la “decisión” en “la intimidad de la alco- tan numeroso, tan desbordante, de jóvenes mili- bajo hicieron Solanas y Getino, sobre todo por
ba”. Recordé el texto célebre en que Cané se tando detrás de una misma causa) y las llamadas medio del titulaje de los temas. También algu-
entrega a la paranoia de proteger a las vírgenes formaciones especiales, temor obsesivo de los sec- nos militantes –que no estaban en contra sino
de su clase, inocentes todas, ante el ataque de la tores “de orden”, algo que debían detener para que decían esto casi admirativamente– pondera-
chusma ultramarina. Y bueno, es así.) que el país pudiera funcionar o corrían el riesgo ban ese titulaje porque a veces decía o “lo que el
Sigamos con lo nuestro: sólo los sectores de que ningún empresario extranjero se instalara Viejo no había dicho” o “le daba una orienta-
medios y el estudiantado se han unido al pero- en la Argentina, además de la inseguridad de las ción de izquierda a lo que el Viejo decía”. Como
nismo. Todo el resto del establishment sigue clases altas y la policía y hasta los cuadros del fuere, el Viejo se despachó con todo. El film fue
donde estaba. Pero –y he aquí lo esencial– las Ejército, blancos frecuentes de esas formaciones. visto masivamente por la militancia y llevó por
clases medias y el estudiantado sueñan con un Perón lo sabía: Si vuelvo, vuelvo montado en esta título el famoso que casi todos conocen: Actuali-
proceso político perfectamente diferenciado al ola. La militancia de la izquierda peronista lo zación política y doctrinaria para la toma del
de la clase obrera peronista. Sucede que los sabía: O lo traemos nosotros o no lo trae nadie. poder. Desarrollaba los tres temas centrales que
obreros peronistas no se manifiestan. Esperan a Creía también: si lo traemos nosotros le vamos a Perón había elaborado para su ala izquierda:
Perón y siguen en sus casas, van a sus trabajos o imponer nuestra política. Aquí había una sobre- Actualización doctrinaria, trasvasamiento genera-
se reúnen en sus sindicatos. Y los sindicatos valoración de la propia lucha y una subvalora- cional y socialismo nacional. En el discurso del 21
exhiben una notable cautela. Insistamos: los sin- ción del poder del propio líder, por anciano que de junio de 1973, al día siguiente de la tragedia
dicatos no arriesgan. ¿Por qué esa cautela? Lógi- estuviese. de Ezeiza, cuando Perón dijo: “Nosotros somos
co: no querían arriesgar lo que tenían por una Perón hizo su trabajo impecablemente. En justicialistas (...) No creo que haya nuevos rótu-
posibilidad como cualquier otra, eso era para agosto de 1972, desde Madrid, envía un Mensa- los que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra
ellos el regreso de Perón. Sólo la CGT de Onga- je a la juventud. Dice: “Yo no sé si es la insensa- ideología. Somos lo que las veinte verdades
ro y los sindicatos de la izquierda cordobesa tez o la ignorancia lo que enceguece a los que dicen”, muchos entendieron que a la actualiza-
peleaban contra el régimen. Los otros llevaban usurparon el poder para no comprender a una ción doctrinaria se la iban a tener que meter sin
años negociando y seguirían así. Ellos podían juventud que no quiere ser un simple número hesitación alguna en el más profundo socavón
vivir con Perón o sin Perón. De aquí la bronca en los cálculos comerciales de los monopolios de sus culos revolucionarios, y, si entraban, tam-
que despierta ese paraguas que agarra Rucci para extranjeros. Y es una pena que sea necesario que bién ahí habrían de introducir al trasvasamiento
cubrir a Perón. Lo pone a Perón bajo el paraguas una parte de ella comience a decirlo a tiros, pero y al socialismo nacional. ¿Pensó en serio Perón
de un movimiento obrero que muy poco había también es un aviso serio (...); Esa juventud que que un freno tan brutal habría de ser posible?
hecho por su retorno. Se jugó más el anciano cura ha aprendido a morir por sus ideales es lo único ¿Qué creía, que venía, pegaba cuatro gritos y las
Hernán Benítez por el regreso de Perón y por que puede salvar al país en su futuro preñado de esperanzas, los años de lucha, los muertos, todo
recomendarle que no renegara de la guerrilla acechanzas y peligros (...). Hagan llegar mi se iba a tirar por la ventana? “Vean, muchachos,
que los mandamás de los sindicatos. Quienes recuerdo y mi homenaje a todos los compañeros no se los dije porque quería volver. Pero, de
–una vez de regreso Perón– se arrojan a la lucha que han caído, como a los que han sufrido vejá- socialismo nada, eh. Lo único que puedo ofre-
contra la militancia juvenil. Con el apoyo franco menes y torturas físicas y morales en manos de cerles es un proyecto manejado en lo económi-
del líder, que es lo que los autoriza y también los la canalla entronizada” (Perón, Mensaje a la co por la pequeña y la mediana burguesía, en lo
desboca. juventud, en Envido Nº 7, p. 74). Ya en febrero sindical por esa burocracia que no movió un
de 1971 había enviado su primera carta a Mon- dedo para que yo volviera y en la conducción
“UNA ACCION DESEADA POR toneros. Les decía que en nada habían interferi- yo, por supuesto yo, como siempre yo. A eso le
TODOS LOS PERONISTAS” do sus planes. Esta había sido una versión del pongo el nombre de pacto social. Y llamo a la
Pero hay una inmensa pequeña burguesía que “partido militar”: que los Montoneros, al matar unidad de todos los argentinos. Ustedes espe-
vive una temporalidad propia. Una temporalidad a Aramburu, habían interferido importantes pla- ren. Gracias por los servicios prestados.” Pero
revolucionaria. A esa pequeña burguesía, que es nes de Perón. Se dejaba traslucir que Perón esto –que vamos a desarrollar hasta el extremo
activa, que es lo que Perón necesita en esta etapa andaba en algo con Aramburu, versión que, de la trágica y sangrienta comedia que fue, por-
de enfrentamiento al régimen, hay que darle muerto Aramburu, Perón desmiente sin ningún que sin duda fue el más macabro de los chistes–
manija. Hay que darle elementos que la entu- costo: “Estoy completamente de acuerdo y sería recién en 1973. Entre junio y octubre de
siasmen. Hay que darle el Perón que necesita. En encomio todo lo actuado. Nada puede ser más 1971, Perón ofrece a sus militantes sus mejores
resumen, la situación es la siguiente: lo que se falso que la afirmación que con ello ustedes frases, sus más fervorosas justificaciones de la
establece entre Perón y los sectores militantes y estropearon mis planes tácticos porque nada violencia. Y esas tres categorías que tan bien
combatientes de la Argentina es un juego al que puede haber en la conducción peronista que pudie- sonaban: actualización doctrinaria, trasvasa-
podríamos llamar: “Te digo lo que necesitás que ra ser interferido por una acción deseada por todos miento generacional, socialismo nacional. Las
te diga”. Buscar inteligir esto a través del dualis- los peronistas”. La frase es importante: Una analizaremos a fondo. Ahora, ¿no hay algo que
mo verdad/mentira es absurdo. Estamos hablan- acción deseada por todos los peronistas. Este deseo no pareciera funcionar tan eficazmente en la
do de un período de intensa creatividad política. peronista de la muerte de Aramburu es lo que for- conducción del “conductor genial”? ¿Era nece-
Muy torpemente, un periodista del alfonsinismo talecerá siempre la tesis del montonerismo de los sario ofrecer tanto si se corría el riesgo de luego
(durante los ’80) sacó una nota llamada El comienzos acerca de visualizar esa acción como tener que quitarlo todo? O también: si tanto se
malentendido. Era Pablo Giussani. Todos los parte de la “justicia popular”. Ese deseo y la había ofrecido, ¿qué justificaba sacarlo todo?
radicales de esos años la jugaban de grandes pio- situación de profunda ilegalidad institucional ¿No era una amputación exagerada, impolítica,
las que no se habían tragado las mentiras de que ya hemos exhaustivamente analizado. Lo no había otro camino más moderado, integra-
Perón. ¿Por qué? Porque ya sus papis les habían verdadero es que la frase de Perón revela el acier- dor, político? Para los fachos cavernícolas
advertido que era nazi y malo. En cambio, los to de Montoneros en la elección de “la muerte” sedientos de sangre que rodeaban al líder todo
jóvenes de la izquierda peronista habían perpe- que necesitaban para aparecer ante el pueblo era una fiesta. Pero se suponía que Perón era el
trado un malentendido. Creer que Perón era un peronista como los que venían a cumplir con sabio, el “Padre Eterno”, que sabía conducir el
revolucionario. Mario Wainfeld, en Unidos, “una acción deseada por todos los peronistas”. Esta desorden. Aquí no condujo el desorden. Direc-
supo decirlo bien: “Lo que querían decir era que frase de Perón era, para ellos, un respaldo pode- tamente le cortó la cabeza a una de sus alas. Así
todos habíamos sido unos boludos”. Hay gente roso. Más adelante, Perón les entrega unos con- le fue. Así nos fue. Como sea, recordemos: aquí
que todavía piensa así. Llevando esto al terreno sejos a propósito de las Fuerzas Armadas. ¿Eran no hay santos ni herejes. Hay una infinita can-
de los desaparecidos queda claro que habían atinados? Veamos: 1) “La mayoría de los subofi- tidad de gente que se equivoca porque cree
muerto “por boludos”. Así lo decían. Bien, el ciales son nuestros”. 2) 20% de la oficialidad es tener la verdad. Eso es lo que transforma en tra-
“enfoque mongui” ya está planteado. Vayamos favorable al campo popular, 20% no. El resto es gedia al gran relato peronista. Esperando que esa
en busca de algo más serio. Dejamos de lado, indiferente. 3) El 60% restante es también indi- tragedia devorara a sus protagonistas estaban los
PROXIMO como dijimos, el dualismo verdad/mentira. El ferente. Es “legalista”, pero su legalidad radica carniceros, los matarifes. Todo llevaba hacia
DOMINGO juego era “Te digo lo que necesitás que te diga”. en “servir al que gana”. Si vamos ganando ellos. Todos parecían hacer lo necesario como
De parte de la militancia juvenil revolucionaria “podremos contar con ellos”. Pareciera ser para entregarles el país en bandeja a los más
había otra expresión paralela a ésta: “Decime lo demasiado optimista este encuadre de Perón grandes asesinos de su sangrienta historia.
Actualización política que necesito que me digas; si no, no puedo sobre la situación de las FF.AA. ¡Qué lejos esta-
y doctrinaria para la jugarme la vida por vos. Y si esperás venir sólo ban todos de imaginar al monstruo que en esas Colaboración especial:
toma del poder por la lucha de los burócratas de los sindicatos entrañas se estaba gestando! Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 28 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


57 Fanon y Perón, ¿un solo corazón?

Suplemento especial de

PáginaI12
ORDEN COLONIAL Y ORDEN por los que establecían la identidad Argelia = Argentina) na– pidieron consejo a los generales expertos en torturar ante nada. Heidegger nada ha escrito sobre las operaciones
NEOCOLONIAL era una colonización directa. El colonizador estaba en el argelinos, en masacrar insurgentes. Aquí es imposible sosla- punitivas, sobre las operaciones de exterminio en –por
a película de Gillo Pontecorvo fue mundial- lugar de los hechos. El ejército de colonización era el ejér- yar un aporte propio, nuestro, esencial a esta maquinaria ejemplo– nuestro país, pero habría dicho que era así como

L mente aclamada. Todos salían con la certeza de


haber visto un documental. No, era un film de
ficción. Con actores, con una asombrosa foto-
grafía de Marcello Gatti, con un montaje per-
fecto de Mario Serandrei y Mario Morra, con una produc-
ción de Yacef Saadi, que había sido líder del Frente de
Liberación Nacional. Es una de las más grandes películas
cito francés, ejército extranjero. Aquí no: era el ejército
argentino. De aquí que cuando llega la democracia y el
Ejército debiera apartarse de la escena una de las frases
más dichas fuera: “El ejército argentino de ocupación es
un ejército que no tiene dónde retirarse”. Sí: los franceses
se volvieron a Francia. Los militares argentinos debían
adaptarse al nuevo país que hasta hacía poco colonizaban.
del horror. La picana eléctrica la inventa el hijo del poeta
Leopoldo Lugones y la aplica ferozmente bajo el gobierno
del fascista Uriburu, que duró poco, porque entre nosotros
el fascismo (su terror, sobre todo) se realiza por medio de
los liberales oligárquicos, los dueños de la tierra. Pero hay
algo –una oscura relación de causa y efecto– que es cruel-
mente insoslayable entre el “poeta nacional” Lugones y su
actuaba la técnica capitalista. Habría dicho que ése no era el
Progreso. Y hasta posiblemente se hubiese interesado más
por los gauchos federales como hombres unidos a la tierra
que por los “racionales librecambistas”. Pero Heidegger es
el filósofo que dice que el hombre ha olvidado al ser y se ha
consagrado a la conquista de los entes y que esta conquista
la realiza la razón, la razón del capitalismo en su expresión
de guerra. En 1966 no podía ya causar demasiados proble- A esta altura de los tiempos no hay teórico serio que hijo torturador. El padre, en 1924, en Lima, en el Centena- más despiadada y mercantilista. ¿Cuál es el “progreso” que
mas en Francia. Esos problemas habían sido patrimonio de acepte al colonialismo del siglo XIX como progresivo. Los rio de la batalla de Ayacucho, proclama la llegada de “la dejó el colonialismo? ¿Cuál el que dejó el “imperialismo
la genial película de Kubrick Paths of Glory (traducida con valores de la civilización, del progreso fueron la bandera de hora de la espada”. Y su hijo, en los sótanos lúgubres de las bueno”? Cualquiera nos acusaría de ser “revisionistas histó-
el absurdo título de La patrulla infernal). La peli de ese colonialismo y también la de las clases altas que los comisarías, en Buenos Aires, inventa la picana eléctrica, ricos”. No, no nos basamos en esos textos que han quedado
Kubrick (que tiene guión del gran Jim Thompson) es de aceptaron. Toda la burguesía de la periferia, de la subal- “su” espada, el instrumento que él desenvaina cuando su tan atrás como los libracos liberaloides de, pongamos,
1957, en pleno conflicto de Argelia. ¡Hacerle a Francia esta ternidad (uso este término de Gayatri Spivak) planteó que padre reclama la espada de la “última aristocracia”, el Ejér- Ricardo Levene o Ricardo Rojas. Adorno, Horkheimer,
película en 1957! Una película en que el alto mando del nada se podría hacer en los países que no pertenecían a la cito. Esta relación entre padre poeta e hijo torturador, entre Heidegger y todo el pensamiento filosófico contemporáneo
ejército francés es visto como una caterva de cínicos, trepa- centralidad del mundo sin ingresar en la teleología impe- espada como símbolo de lucha gloriosa y picana como reali- condenan la expansión colonialista (o, en nuestro caso, neo-
dores, cobardes y hasta asesinos. La gloriosa patria de Saint rialista de Europa. El esquema era simple: unirse a Europa dad sucia de esa lucha, es una metáfora –ineludible, creo– colonialista) por su rapiña y por haber debilitado a estos
Just y Bonaparte la prohibió durante casi 20 años. El film era unirse al tren de la historia. Implicaría para los países de la relación entre la racionalidad y el terror. países en lugar de conducirlos al progreso. Esto es totalmen-
de Pontecorvo, no. Aclaremos: los dos fueron acentuando neo-coloniales (como el nuestro) un desarrollo tan potente Vuelvo a Alberdi. Lo habíamos dejado diciendo que te visible en nuestros días. ¿Quién podría decir en nuestros
con los años su enorme prestigio. Hoy son de visión obli- que habrían de alcanzar o sobrepasar a los países de la “nuestras simpatías con la Francia no son sin causa”. Sigue días que Inglaterra jugó un papel “progresivo” o “progresis-
gatoria en todo el mundo para cinéfilos, estudiosos, teóri- centralidad europea. Esto es lo que Tulio Halperin Don- y explica: “Nuestras instituciones democráticas no son sino ta” en la Argentina? ¿Quién que seguimos el progreso britá-
cos de la guerra, analistas de la condición humana y su pul- ghi (a quien nadie puede acusar de revisionista histórico, una parte de la historia de las ideas francesas. El pensamien- nico como parte del tren de la historia? ¿Quién es todavía
sión de muerte. algo que lo horrorizaría) llama orden neocolonial. En to francés envuelve y penetra toda nuestra vida republica- incapaz de ver que los planes de las clases ilustradas de Bue-
La batalla de Argelia conquista su realismo documental suma, lo que aquí se constituyó desde mayo de 1810 en na”. No es relevante aquí trazar toda la relación entre los nos Aires nos dieron un país atrasado, perdedor, marginal,
por las influencias (lúcida, deliberadamente incorporadas) adelante fue un orden neocolonial. Un orden neocolonial sectores dirigentes argentinos y la cultura francesa. Nuestra pobre? No hablemos aquí de esa vieja cuestión: si otro
del neorrealismo de Rossellini y las técnicas de edición de no es un orden colonial. De aquí que la traslación mecánica oligarquía habla en francés. El viaje a París es el viaje a la camino hubiera sido posible. No importa. Pero seremos cla-
Eisenstein. Hay un solo actor profesional: Jean Martin, el de “Argelia” a “Argentina” resultara abusiva. Escribe Hal- centralidad, al origen, al sentido. No, el propósito es otro. ros (junto con muchos de los mejores y más honestos filóso-
que interpreta al coronel Mathieu. Vamos al grano: los perin Donghi: “Las nuevas funciones de América Latina La masacre argentina fue salvaje en sus resultados, en su fos europeos) en decir no hubo imperialismo “bueno”. No lo
periodistas siguen a Mathieu, son franceses, quieren saber en la economía mundial son facilitadas por la adopción de crueldad. Pero fue racional en su aplicación. Nuestros mili- hubo en ningún lado. Las relaciones entre las metrópolis y
cómo va la lucha, si el ejército francés avanza o Argelia políticas librecambistas (...) El librecambio (rodeado de tares no fueron unas bestias incomprensibles, inhumanas. las neocolonias sólo beneficiaron a las metrópolis y conde-
logrará su liberación nacional. Mathieu contesta vagamen- prestigio excepcional no sólo porque ofrece a las áreas Trajeron el espíritu francés a esta tierra tal como lo trajo naron a un atraso miserable a las neocolonias. Que algunas
te. De pronto pregunta: “¿Qué novedades hay en Francia?” metropolitanas, como gustan recordar amargamente los Echeverría, el poeta, a partir de 1830. No trajeron el –hoy– estén emergiendo (como China, como India) causa
Un periodista le informa (observemos: le informa sólo eso, estudiosos de las marginales, un admirable instrumento romanticismo, claro. Sino otra faceta, la que necesitaban en pánico en el Occidente colonialista. Las otras siguen balbu-
eso sólo como lo más importante que ha ocurrido en Fran- ideológico de penetración económica en estas últimas, 1976. La periodista Marie-Monique Robin le pregunta al ceando algunas palabras de autonomía. América latina
cia): “Sartre publicó un nuevo artículo”. Mathieu reflexio- sino también porque promete cumplir dentro de aquéllas general López Aufranc, encargado de interpretar y traducir recién se arriesga a un tibio populismo agredido brutalmen-
na. Luego dice: “¿Por qué los Sartre están siempre en la una función de reconciliación social en el marco del a la “realidad nacional” la doctrina francesa: “¿Es cierto que te por las clases altas no bien se sienten perjudicadas en
vereda de enfrente?” El periodista pregunta: “¿Eso quiere orden capitalista) es la fe común de dirigentes políticos y los Estados Unidos estaban celosos?” “Claro –responde el algo.
decir que lo admira?” Mathieu responde: “No, pero me sectores altos locales” (Tulio Halperin Donghi, Historia general–, querían que los franceses se fueran. Veían con mal Incluso es parte de ese neocolonialismo que los franceses
gustaría tenerlo de mi lado”. Eduardo Grüner, que será lar- contemporánea de América Latina, Alianza, Buenos Aires, ojo el rol de Francia. Pero los americanos no sabían nada de de Argelia hayan instruido a los genocidas argentinos en
gamente citado en este capítulo, escribe: “Ser Sartre es estar 1997, p. 223. Halperin Donghi publicó este ensayo por guerra revolucionaria.” Los franceses, sí. De modo que los tácticas de contrainsurgencia. Es otra vez la razón instru-
siempre en la vereda de enfrente”. Luego Mathieu ofrece primera vez en 1967). Este “prestigio excepcional” del generales argentinos (en la lucha por defender al Occidente mental, son las luces de Europa. La cultura de Francia en el
una conferencia de prensa. Sé que he citado este ejemplo librecambio (penetración de las áreas metropolitanas en cristiano que hegemonizaba Estados Unidos) recurren al Plata. Si Mitre, Sarmiento (que lo conoció) y Roca han de
en otros trabajos o en mis cursos, pero lo cito aquí por un las marginales) se arropa a sí mismo con valores irrenun- viejo, venerable tutor francés. “La Europa nos pondrá el haber tenido muy presente al general Bougeaud, sin duda
motivo muy simple: aquí no lo cité nunca. Los periodistas ciables. Roma conquistaba en nombre de su grandeza. remo en la mano hasta que aprendamos el arte de la navega- Videla tomó lecciones de los paracaidistas franceses. El y
le hacen al coronel preguntas más o menos banales. De Territorio que el gran Imperio ocupaba tenía el orgullo, el ción”, dice Sarmiento en Facundo. Y el libro (el gran libro López Aufranc y el resto de la gavilla.
pronto, uno, juntando todo su coraje, le dice que “se dice” honor de pertenecer a la magnificencia de Roma. Eso era de nuestra literatura) se inicia con una anécdota que inclu-
que se aplican torturas a los detenidos argelinos. Mathieu todo: pertenecer al Imperio era la gloria de todo territorio ye, decisiva, una frase en francés. Sarmiento huye a Chile GRÜNER ESCRIBE SOBRE
responde: “Usted no me tiene que preguntar si nosotros que el Imperio ocupara. No es así con la expansión colo- perseguido por la “barbarie federal” y escribe “On ne tue EL “PRÓLOGO” DE SARTRE
torturamos. Usted tiene que preguntarse si Francia tiene nial o neocolonial europea. Donde entra el capital inglés point les idées”. Frase que atribuye a Fortoul, que Paul Siempre es bueno admirar a alguien. Limar a fondo las
que quedarse o no en Argelia. Si lo quiere, no me pregunte (por medio del librecambio) o la cultura de Francia Groussac, un petulante intolerable que dirigía la Biblioteca envidias, las competencias, reconocer la calidad, la honesti-
por los métodos que yo aplico para conseguirlo”. entran también una serie de valores. Las “áreas metropoli- Nacional y era venerado por su irrefutable origen francés, dad o el talento cuando uno lo encuentra en otro. Creo
Un breve párrafo sobre la situación argelina: el Frente de tanas” seducen a las “marginales” con los grandes valores dice que pertenece a Volney –injuriando a Sarmiento como que hay –en este momento– en la Argentina algunos inte-
Liberación nacional –a partir de 1954– se arroja sin retro- que dicen representar: la Civilización, el Progreso, la un bárbaro más– y que los federales no entienden, no saben lectuales de mérito que están coincidiendo en ciertas cosas.
ceso posible a una confrontación abierta con el colonizador Ciencia, la Historia, la Cultura y el Hombre que esa cul- traducir, lo que revela su barbarie: no pertenecen al espíritu Voy al punto: siempre leo con agrado los textos de Eduar-
francés. Señalemos lo siguiente: los franceses estaban en tura produce. El hombre que la sostiene. El hombre occi- de lo nuevo, al republicanismo que Francia expresa y el país do Grüner. Salvo algunas referencias a Lacan, algo excesi-
Argelia. Un argelino veía un francés y veía un enemigo. No dental. Occidente es, así, la cultura encargada (por medio debe incorporar. Los generales argentinos entendieron la vas tal vez, me sería difícil decir en qué discrepo con él.
tenía más que mirar el color de su piel o sus ropas para de su razón) de incorporar a los valores de su racionalidad cuestión incurriendo en la racionalidad instrumental del Coincidimos, en cambio, en algo que nos aleja de la cultu-
saber que era un colonizador. todo francés que estuviera en (que es, al mismo tiempo, la verdad) a las áreas margina- terror: las ideas se matan porque los hombres son infinita- ra académica, de las modas filosóficas, de la omnipresencia
Argelia pertenecía al bando enemigo: el de los colonizadores. les. Esta penetración de Occidente fue vista (por los secto- descripción de José Ingenieros– a los de la Revolución Díaz Bessone porque Francia fue de Descartes a Bigeard y mente exterminables. Ya no es necesario que la Europa nos de la French Theory. Somos dos bichos raros. Quedan
Es, sin más, la colonización directa, sin mediación alguna. res liberal-capitalistas) como el necesario desarrollo de la Francesa. A fines de 1810, Vicente López y Planes escribe, Aussaresses. Como Alemania fue de Goethe y Bramhs a ponga el remo en la mano, ya aprendimos el arte de la nave- pocos de los nuestros. Creo que somos los últimos sartrea-
Los franceses tienen que “llegar” a Argelia. Hay colonos Humanidad. Donde entraba Occidente entraba el Hom- no el Himno Nacional, sino lo que sigue: “Gloria al grande Hitler. Somos, así, parte de la tragedia de la modernidad. gación. Ahora lo que hace falta es que el general Bigeard nos. O, sin duda, ya que acaso no se pueda ser hoy “sartre-
franceses, desde luego, pero ésa no es su tierra. Es la tierra bre. Balcarce; eterna gloria/ a su legión guerrera/ que enrojeció Del sueño monstruoso de la razón. Si nuestra Revolución se nos entregue su picana y nos inicie en el arte de la tortura, ano” como tampoco se pueda ser nada salvo un tipo abier-
de los argelinos que ellos están usufructuando para sí. Así, cuando en 1830 Francia entra en Argelia, lo que la espada carnicera/ con sangre de rebeldes”. El espíritu del hizo bajo las luces de la razón iluminista no veo por qué del interrogatorio. De eso que –impecablemene– los masa- to a un mundo preapocalíptico, que se resiste a ser abarca-
Hacia 1956, para defender y sostener esta situación, Fran- entra es el Hombre Occidental. La razón iluminista. La país de Descartes y Voltaire lleva a nuestros próceres a habríamos de eludir la dialéctica de esa razón que explicita- cradores llaman “el trabajo de inteligencia”. Aquí el análisis do por “una” filosofía, aunque sea una de lo “múltiple”
cia necesita tener 400.000 soldados en Argelia. O sea, el razón europea. El decurso necesario de la Historia. ¿Cómo derrotar al godismo arcaico, reaccionario y a entrar en la ron Adorno y Horkheimer y cuya trama profunda condujo estremece. Primero: al trabajo de “información” (absoluta- (que ya estamos hartos de ellas) o una de lo “uno” (que
ejército que hay en Argelia no es argelino, es francés. oponerse a eso? Si el general Bougeaud (“el conquistador modernidad, en la peculiar modernidad periférica a la que de la instrumentalidad en el dominio de la naturaleza (que mente central en la lucha de contrainsurgencia) se le llama viven en la modalidad del fundamentalismo bélico, nortea-
La extrema derecha colonialista se expresa por medio de de Argelia”, tal es su título) quema vivos a 500 argelinos accedimos: cambiar la globalización española por la france- impone el Iluminismo) a los campos de exterminio en Ale- “de inteligencia”. Segundo: el trabajo “de inteligencia” radi- mericano o islámico, occidental o musulmán). Sin embar-
los colonos franceses a los que el ejército apoya. Sus genera- eso es sólo un costo del Progreso. Era necesario. La histo- sa y la inglesa, las grandes naciones del Progreso. Nunca se mania. Si el racionalismo de Descartes y el iluminismo de ca en el interrogatorio al detenido. Tercero: la metodología go, encuentro en lo que escribe Grüner algo que a mí me
les son tenaces, obstinados y sanguinarios: son Massu (en ria, dice Hegel, avanza por su lado malo. Avanza dolorosa- dudó de este Progreso. No se dudó en ninguno de los paí- los Enciclopedistas desembocan en Auschwitz, ¿por qué no del interrogatorio es la tortura, siempre. pasa: una gran admiración por Sartre. Una lectura apasio-
quien se inspira el Mathieu de La batalla de Argelia), Salan mente. Tiene precios que pagar. Esa Argelia reconocería en ses de la marginalidad. Alcanzarían todos la grandeza de los pensar en una dialéctica argentina del Iluminismo que par- La Dialéctica del Iluminismo es un libro que Adorno y nada de todos sus textos. Una convicción acerca de su
y Challe. Hace unos años (en un documental de una cine- el futuro que las luces de Francia se encarnaban en el gene- países metropolitanos al solo costo de complementarse con tiría del Plan de Operaciones y llevaría a la ESMA? Se trata Horkheimer escriben, exiliados en Santa Monica, Estados actualidad. La “ausencia” de Sartre, la “negación” de Sartre
asta francesa al que recurriremos en su momento), el gene- ral Bougeaud y, aunque éste cometiera atrocidades, era un ellos. de una hipótesis de trabajo sobre nuestra historia, nuestra Unidos, entre 1940 y 1944. Demuestran que la filosofía de grita su “presencia”. Leí por ahí que Barthes dijo: “Cuando
ral Salan admitió haber instruido a los militares argentinos. error considerarlas de ese modo. Eran el modo de abrir el A partir de 1830 Echeverría regresa de París, trae el cultura, pero no creo que ningún estudioso de la Escuela de las luces (a través del dominio técnico de la naturaleza) con- volvamos a pensar en una moral vamos a volver a pensar en
Esta gente funda una organización terrorista (con semejan- país a las nuevas fuerzas de la civilización. romanticismo, se consolida la generación romántica, la Frankfurt, ningún lector atento de Dialéctica del Iluminismo duce a la racionalidad instrumental, a la planificación de los Sartre”. Es hora de pensar en una moral. Grüner escribe
zas con la Triple A) a la que llaman OAS (Organization de librería de Marcos Sastre, el Salón Literario, la Asociación la desdeñe. Como sea, si la mayoría de la filosofía europea campos de concentración. El afán por el dominio de la con fluidez, con claridad, con fuertes convicciones. Tal vez
la Armée Secret). Le ponen una bomba a Sartre, que, sin ¿CUÁL FUE EL “PROGRESO DEL de Mayo. Alberdi escribe el Fragmento Preliminar al Estu- de los últimos treinta años denuncia a la razón instrumental naturaleza se habría extendido al de los hombres y por fin a se encuentre menos neuróticamente que yo consagrado a
ofuscarse, sigue adelante. El portero de su edificio comen- NEOCOLONIALISMO”? dio del Derecho (1837) y aborda la cuestión del idioma. como la que termina por instalar los campos de exterminio, su exterminio. En 1940 era inevitable que vieran que un construir una obra “oceánica” casi como homenaje al
ta: “Qué raro que le hayan puesto una bomba al señor Sar- Queremos ver la influencia de Francia en la cultura Estamos en un punto decisivo. La modernidad periférica no sería sorprendente que un país que ha vivido en lo ideo- suceso iniciado en Francia (la “culpa” originaria se retrotrae maestro. Porque él lo hizo así, voy a seguirlo. Porque
tre. Es un hombre de costumbres muy tranquilas”. Ben argentina para mostrar nuestro caso. La Revolución de argentina se hizo hablando en francés. De esta forma, lógico reflejando los vaivenes del pensamiento europeo haya a Descartes) se realiza en Alemania. Pero no necesariamen- nunca paró de escribir, de opinar, de comprometerse, de
Bella, el fundador del Frente de Liberación Nacional, que Mayo es hija de la Revolución Francesa. El grupo ilustrado claro, contundente, Alberdi escribe: “Nuestras simpatías seguido un itinerario semejante. El Ejército Argentino del te. También se realiza en Argelia. La “razón instrumental” apelar a todos los recursos necesarios para expresarse, trata-
había sido arrestado en 1954, es liberado: Francia exhibe su porteño admiraba el rigor, la decisión, la voluntad de los por la Francia no son sin causa”. Bien, aquí voy a correr un ‘76 demostró un alto grado de racionalidad instrumental, iluminista lleva a la “razón instrumental” de la “inteligen- ré de hacer lo mismo, dentro de mis límites. Pero voy a
buena voluntad. Hay un período de movilizaciones popu- jacobinos, de Robespierre, de Saint Just. Se habían educa- riesgo: creo que esta frase pudo haberla dicho –agradecien- de cartesianismo exterminador al “importar” el método cia” de los paracaidistas torturadores, a Bigeard, a Aussares- seguirlo. Digo esto porque voy a transcribir largamente un
lares muy potentes, al margen del FLN. Francia decide do –secretamente, en Chuquisaca, Moreno– leyendo a los do las tácticas en contrainsurgencia– el general Díaz Besso- francés de contrainsurgencia aplicado en Argelia. Tan fran- ses. Nosotros, ahí estamos. “El pensamiento francés penetra texto de Grüner. Me hubiera gustado escribirlo. Y hasta
retirarse de Argelia. Les ofrece a sus colonos que se queden Enciclopedistas. Estaban hartos de España, esa nación ne. El riesgo –que me resultaría repugnante e imperdona- ceses nosotros. Tan franceses, siempre, nuestros liberales. Se y envuelve toda nuestra vida republicana”, escribía Juan podría haberlo hecho. Pero sucede que él ya lo hizo. Y lo
o fijen un plazo para retirarse. Sabiamente, los colonos se ajena a la agresividad del espíritu del capitalismo; admira- ble si se realizara– es el de suponer que algo tienen que ver inspiraron en Francia, no en Alemania. El que leía a Clause- Bautista. ¿No hay entonces una dialéctica argentina del Ilu- hizo muy bien y lo comparto por completo. De modo que
van de inmediato. Sin el poderoso ejército de ocupación ban a Francia y su gran revolución burguesa, a Inglaterra y el joven y brillante Alberdi del Fragmento... con el citado witz y a Colmar von der Goltz era Perón y eran también los minismo? ¿No lleva del Contrato Social, traducido por lo que sigue de aquí en más está escrito por Eduardo Grü-
que los protegía con sus tácticas “de inteligencia” se sienten su Revolución Industrial. Moreno traduce a Rousseau. El general. No, lo que rastreamos es otra cosa. Es la presencia simpatizantes nazis del GOU. Los liberales del ‘76 –herede- Moreno, a la traducción de Bigeard y Aussaresses por Díaz ner. No voy a poner comillas. Es parte de este texto.
muy desprotegidos. Argelia alcanza su soberanía en 1962. contrato social alienta las jornadas de Mayo y los ejércitos de la cultura francesa en nuestra patria, su lado luminoso, ros de la racionalidad iluminista de Moreno y Rivadavia y Bessone y López Aufranc? La razón instrumental o la racio- Empezará a renglón seguido y va a terminar cuando cite la
Lo que había en Argelia (algo que debió ser advertido que la Junta envía al Interior semejan –según la entusiasta sus catacumbas de horror. Nosotros fuimos de Alberdi a de toda la cultura de la Francia exquisita, racional, cartesia- nalidad técnica (por decirlo con Heidegger) no se detendrá fuente de donde lo tomé. Es así:
II III
A los que –había unos cuantos, y éste es un hacer en la Argentina!” No hice mayor esfuerzo, ria, entonces, se escribe en la periferia, se escribe
debate de “los setenta” no terminado de saldar– por intuirlo inútil, de convencerlo de otra cosa. en las luchas de liberación de los pueblos colo-
no comulgábamos ideológicamente, o nos pare- Pero pensé: Sonamos. ¿Esto es lo que hay que niales. Esta “universalidad” –agregamos noso-
cía directamente un disparate suicida, con la hacer? ¿En Argentina? ¿En un país que no es tros– debe tener la “particularidad” de no some-
“política-guerra” de las “formaciones especiales” formalmente una colonia ocupada por una ter a ninguna otra “particularidad”. Se trataría
(por convicciones políticas basadas en la “orga- potencia extranjera, que no tiene una población de crear una nueva forma de la historia en que
nización de las masas” y no en las “vanguardias de 90% de campesinado paupérrimo como unas naciones no colonicen a otras. De la libera-
iluminadas”, o por dejos de un eticismo filosó- Argelia, donde hay –como lo había entonces– ción de la marginalidad surgiría una historia
fico que nos hacía repugnante el “atentado un comparativamente alto nivel de industriali- libre, una historia del hombre. Como vemos, no
individual”, o por lo que fuere), ya nos había zación, donde hay –como la había entonces– era demasiado demencial tomar muchos ele-
preocupado, en el pasado inmediato, cierta lec- una clase obrera fuertemente sindicalizada, con mentos de Sartre/Fanon para el esquema de
tura de un cierto Sartre que hacían ciertos mili- profundísimas tradiciones de lucha organizada? “lucha antiimperialista” que se proponía en la
tantes de la izquierda más o menos peronista. ¿Qué acaba –como acababa entonces– de hacer Argentina y en América latina. Pero Argelia no
Era obvio –aparte de sus innumerables declara- nada menos que el Cordobazo? Esto puede ser era Argentina. No era una colonia. Era una neo-
ciones o artículos de coyuntura– el caso ya cita- el desastre.) Que se entienda bien: no pretendo, colonia. Y todo traspaso mecánico de una situa-
do del Prólogo a Fanon, que se nos aparecía retroactivamente, haber acertado desde el ción histórica a otra corre serios riesgos. Grüner
(...) como un llamado un tanto irreflexivo a la vamos. Mucho menos haber tenido la lucidez los señala: 1) Argentina no era una colonia ocu-
celebración de la libertad (y más: del pasaje a premonitoria que tantos, ahora, se autoadjudi- pada por una potencia extranjera; 2) No tenía
un nuevo estado de humanidad del colonizado, can en su nuevo entusiasmo de arrepentidos: una población del 90% de campesinado en esta-
y en esto Sartre parecía seguir casi literalmente era, simplemente, una posición política (y do de extrema pobreza como Argelia; 3) Argen-
a Fanon) mediante la violencia, incluso la lamento, en cierto modo, tener que seguir pen- tina tenía entonces un alto nivel de industriali-
“terrorista”, contra el colonizador. Por supues- sando que entonces fue la más correcta: la otra zación comparado con la nulidad que exhibía
to: entendíamos, o creíamos entender, perfecta- costó demasiado). Mucho menos pretendo cul- Argelia en ese nivel; 4) Argentina tenía una clase
mente, porque tratábamos de seguir las ense- par a los que pensaban así entonces –puede ser obrera fuertemente sindicalizada, con profundí-
ñanzas del maestro respecto de la puesta en que tengan sus culpas, y con toda seguridad sus simas tradiciones de lucha organizada; 5) En
situación, que Sartre hablaba de Argelia –y, por responsabilidades: yo, hoy, no soy quién para Argentina acababa de hacerse el Cordobazo.
extensión, de todo el Africa colonial–. Es decir: exigir cuentas–. (Y también había otras maneras Una lucha autónoma de la clase obrera ligada a
de un territorio ocupado militarmente por una de pensar cierto “sartre–fanonismo” –aun sin la industria de automóviles, con conciencia de
potencia expoliadora y extranjera, tal como a su nombrar explícitamente esos autores, ni seguir- clase, con movilización popular, con sindicatos y
manera lo había estado en su momento Francia los puntualmente en sus ideas– que pudieran líderes combativos.
–la propia potencia colonial que ahora era la mantener la diferencia: sin internarnos en análi- Esa lucha de la clase obrera cordobesa entron-
ocupante–, y a la que había opuesto la “heroi- sis, Rozitchner lo ensayó en, por ejemplo, Ser caba con el peronismo pero no exactamente con
ca” Resistencia en la que el propio Sartre (...) Judío o en Moral Burguesa y Revolución, Fein- su larga tradición. Lo que no advirtió el “entris-
había participado. Y ése no era el menor de sus mann algo más tarde en, por ejemplo, Filosofía mo” de la izquierda peronista es que el pueblo
argumentos: el cinismo canalla con el que los y Nación, y así) Y sin duda que esa lectura no que esperaba y amaba a Perón vivía recordando
adalides de la LibEgFrat no sólo condenaban era culpa de Sartre: hay que insistir, él, equivo- los años de “la patria de la felicidad”. No era un
como victimarios lo que habían glorificado cado o no, hablaba de otra “situación”, desde pueblo combativo. La lucha nunca iba a ser la
como víctimas, sino que utilizaban ellos mis- otro lugar. Se podrá decir: sí, pero él no era de un pueblo armado más una guerrilla acompa-
mos el terror, la tortura, los asesinatos clandes- cualquiera; tenía la obligación de prever que su ñándolo. Perón no había formado a su pueblo
tinos (solo mucho después, incluso hoy mismo, palabra podía ser, por ejemplo, abusivamente para eso. Lo había formado para ser un pueblo
se “desayunaron” muchos de cuánto tenían que universalizada. Puede ser. Es muy cierto, nadie protegido por el estado de bienestar. Y así
ver esos humanitarios franceses con lo que puede controlar los efectos de lo que escribe, demostró ser. Los argelinos sufrían una doble
entonces era nuestro próximo, casi inmediato, pero tampoco tiene el derecho de desentenderse humillación distinta de la del pueblo peronista.
futuro). Pero además, para colmo, Sartre era cuando lo que escribe produce efectos. Eso es Una humillación nacional, clasista y racista.
también, precisamente, francés. Tenía que éticamente obvio. Al mismo tiempo, no obstan- Tenían al ejército francés en su territorio. De
hablar por las víctimas de su propio país, del te, y recíprocamente, no puede endilgársele al aquí que incurrieran tanto en el terrorismo (que
propio Estado del cual él era citoyen, y por lo escritor cualquier cosa que uno quiera entender es la violencia indiscriminada). Si ponían una
tanto, de alguna involuntaria manera, cómplice. por otras razones que las que están allí escritas. bomba en un bar de franceses sabían que ahí no
Eso, necesariamente, redoblaba su virulencia, su Porque –es lo que pienso hoy– ésa era una mala había inocentes, porque eran todos franceses. Y
elocuencia retórica (proverbial, pero potente lectura (y no en el sentido más inofensivo de la ellos eran enemigos de todos los franceses. El
hasta lo sublime en el prólogo de marras), su “deslectura creativa” de Harold Bloom) de Sar- guerrillero argelino podía decir: “todo francés es
estrategia argumentativa en el elogio, incluso el tre, incluida la del prólogo a Fanon. mi enemigo”. El guerrillero argentino jamás
panegírico, de los resistentes argelinos. Tenía Al prólogo a Fanon puede dársele, no cabe habría podido decir: “todo argentino es mi ene-
por consiguiente que demostrar, a los gritos si duda, un alcance “universal”: pero está en el migo”.
hacía falta, que a los “violentos” del FLN no les método de pensamiento, no en el tema. El Reflexionamos sobre estas cuestiones y sobre
habían dejado otra salida. Cosa, por otra parte, “tema”, como siempre en Sartre, está del lado Sartre y sobre Fanon porque fueron esenciales
no muy difícilmente demostrable, como sucede del universal–singular. Argelia (o Africa, si se lecturas de la militancia revolucionaria de la
con harta frecuencia en toda guerra de libera- quiere extenderlo lo más posible) era allí el com- época. Y esa época fue una de las caras más fasci-
ción colonial. Pero, eso era Argelia. Sin embar- ponente de la singularidad: servía para hacer la nantes del peronismo. Si Favio, en un film de
go, aquellos ciertos militantes de los que hablá- crítica de una falsa universalidad, la de Europa. seis horas, le dedica diez minutos, allá él. Hay
bamos hace un momento leían allí –y no sólo Al “universalizar” abstractamente –puesto que una concepción ideológica detrás de eso y ya
apelando a chistes homofónicos facilongos– trasladar Argelia a la Argentina, un país tan dife- veremos cuál es. Pero Fanon estaba en manos de
Argentina. O sea: aun leyendo a Sartre / Fanon rente, era hacer eso– lo que Sartre decía de Arge- todos. Y las palabras “sublimes” de Sartre se
en castellano, traducían: la Argentina también lia, era traicionarlo sin querer (Eduardo Grüner, leían con devoción. Era difícil, para muchos,
era una “colonia” (“Patria sí”, etcétera), y tam- Prólogo inédito a El idiota de la familia, de Jean leer “el arma de un combatiente es su humani-
bién estaba “ocupada militarmente” (por el Paul Sartre). dad” y no exaltarse. Y los textos más terribles,
Ejército que de “Nacional” sólo tenía el nom- más exasperados y guerreros se leían entre estre-
bre), que también había torturado y asesinado FANON Y PERÓN, mecimientos, parecían clarinadas: “Porque, en
(ahí estaban Vallese, Pampillón, Jáuregui, todos ¿UN SOLO CORAZÓN? los primeros momentos de la rebelión, hay que
ellos): para ellos, las referencias comparativas se En suma, el gran error consistía en trasladar matar: matar a un europeo es matar dos pájaros
habían literalizado por fuera de los sesudos aná- mecánicamente “Argelia” a “Argentina”. Sartre de un tiro, suprimir a la vez a un opresor y a un
lisis políticos, sociológicos, histórico-culturales había opuesto una singularidad (la del coloniza- oprimido: quedan un hombre muerto y un
que procuraban detectar con la mayor precisión do) a una universalidad (la del colonizador euro- hombre libre; el superviviente, por primera vez,
posible la diferencia argentina y latinoamerica- peo). Y no se equivocaba: el colonialismo siem- siente un suelo nacional bajo la planta de los
na para pergeñar la mejor estrategia de resisten- pre presenta sus valores como valores universa- pies” (la cursiva es de Sartre). Esto se discutía
cia, o incluso de “toma del poder”. Y esa lectura les. Lo que le entrega al colonizado son los valo- ardientemente. Tendremos que seguir analizán-
de Sartre –lo decimos así porque estamos res universales de la civilización. Sartre criticaba dolo. Por ahora respondamos a la pregunta de
hablando de Sartre: era por supuesto algo este esquema y se ponía del lado de la singulari- este capítulo. Aunque, formalmente, Argelia y
mucho más vasto, de una importancia vital , y dad, del lado del colonizado. Avanzaba más y Argentina o Argelia y América latina, mostraran
no sólo filosófica– nos preocupaba, porque de decía que, a través de su lucha, el colonizado iba coincidencias, la equiparación (que tenía como
ella no podía desprenderse otra cosa que el FLN a crear su propia “universalidad”, ya que el Pró- corolario la elección de la lucha armada como
y sus tácticas. La política-guerra, y no la guerra logo termina diciendo: “Pero eso, como suele método: he aquí la gravedad de la cosa) era peli-
política. (Otra viñeta de época: a fines de 1969, decirse, es otra historia. La historia del hombre. grosa. En suma, ¿Fanon y Perón un solo cora-
a la salida de otra sempiterna proyección tras- Estoy seguro de que ya se acerca el momento en zón? No. Y hasta por otro motivo que aún no
nochada de La batalla de Argelia en el Lorraine, que nos uniremos a quienes la están haciendo”. hemos mencionado. Fanon y Perón no tenían
PROXIMO me encuentro con un compañero de facultad, O más todavía: que el colonizado –al luchar nada, pero nada en común. También esto
militante del entonces FEN –sigla sugestiva- contra la falsa universalización del colonizador– importa. Y mucho.
DOMINGO
mente cercana a la argelina–, que portaba el no sólo crea su propia autonomía, su propia Continuaremos.
infaltable Fanon prologado por Sartre bajo el “universalidad”, sino que lucha por una nueva
Hacia el primer brazo. Entusiasmado una vez más con el film, historia, la historia del hombre, y convoca a sus Colaboración especial:
regreso de Perón me espetó: “¿Viste? ¡Esto es lo que hay que compatriotas franceses a unirse a ella. La histo- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 21 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


56 “La Casa de Gobierno
cambió de dirección”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA OTRA VERTIENTE DE LA generosidad social. Baschetti lo ha resumido parecido al de otros pueblos que luchan por su
JOTAPÉ bien: “Ahí iban los secundarios organizando a liberación. El no, él siempre fue un revoluciona-
ero la marejada vino de otros lados. los suyos y convirtiendo a los turnos noche en rio, siempre tuvo una concepción del destino de

P De montones de lados. Y hasta de


todos lados. Ese pequeño grupo de
“catolicuchis” que se cargó a Aram-
buru hizo una operación espectacu-
lar y deseada por muchos, por incontables pero-
nistas y hasta no peronistas hartos de las dictadu-
ras, de los militares. Lejos de desautorizarla,
foros de discusión y acción; peleaban los univer-
sitarios para lograr que la facultad estuviese tam-
bién abierta para los hijos de los obreros; los
muchachos en los barrios organizaban a los veci-
nos para que hicieran valer sus derechos; otros
iban a las villas para que también a estos lugares
eternamente postergados llegaran la educación y
la clase trabajadora. Y él nos explicó las causas
por las que estábamos derrotados, el papel del
imperialismo, el papel de la oligarquía, y el
papel de la burocracia en el peronismo: esos
recitadores de los días de fiesta. Aprendimos lo
que significaban los movimientos de liberación
en el resto del mundo, y por qué nosotros tenía-
Perón la aplaudió. Pero aplaudió también a la la salud, el progreso y un futuro digno. Las mos que desembocar en un movimiento de libe-
marejada. A partir del ’68 se da el fenómeno de fábricas dejaron de ser cotos de caza de patrones ración” (Rodolfo Walsh, ¿Quién mató a Rosen-
la “nacionalización de los sectores medios” y de y burócratas desde el mismo momento en que se do?, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1984, p.
una gran cantidad de la clase obrera. Nace la organizó una juventud que aglutinó a los secto- 22. Esta non-fiction de Walsh es uno de sus
Juventud Peronista de los ’70. La “maravillosa res sindicales más combativos y revolucionarios. más admirables trabajos. Aparece como texto
JP”. Vamos a ver que sus orígenes, sus lecturas, A tal punto llegó esta efervescencia y decisión de combativo en el combativo periódico de la
sus pasiones por la militancia de superficie, su cambiar las cosas en Argentina, que por primera CGT de los Argentinos. Se propone desenmas-
decisión de no elegir la clandestinidad sino el vez –en gran número– jóvenes pertenecientes a carar la acción contrarrevolucionaria del sindi-
trabajo a la luz del día, definirán su caudaloso los sectores más poderosos y oligárquicos de calismo vandorista. Pero recoge la pasión del
rostro. Es esta militancia la que muchos recuer- nuestra sociedad se convirtieron en “renegados autor por el género policial. El título –¿Quién
dan como parte de los años más apasionados y de clase” y pasaron a engrosar con su inteligencia mató a Rosendo?– rinde homenaje al policial de
apasionantes de su vida. Los jóvenes y los no tan y decisión la causa peronista, nacional, popular y enigma, a la inglesa, en el que descubrir al asesi-
jóvenes y hasta los ya no jóvenes se iban de todas revolucionaria”. (Baschetti, La memoria de los de no lo es todo. La novela dura de los yanquis es
partes y se metían en el peronismo. El glamour abajo, ed. cit., p. 24). distinta: importa más la descripción de un
de lo prohibido los deslumbraba. Estaban hartos mundo sombrío, lleno de perdedores sin reden-
de militares, de curas, de cardenales, de políticos PERONISMO, MOVIMIENTO ción, en que el problema habrá de planteársele al
de derecha, de gobiernos radicales cómplices DE LIBERACIÓN DEL detective. Walsh empezó escribiendo ficciones a
(sabemos que no son lo mismo Frondizi e Illia, TERCER MUNDO la inglesa: sus Variaciones en rojo. Pero a sus tex-
que Illia era un buen tipo y es un ángel al lado Había, sin embargo, un encuadre filosófico y tos comprometidos, políticos, de denuncia,
de cualquiera de los asesinos del ’76 o de los político que pugnaba por ir más allá de este entu- llevó el andamiaje del policial duro. Sin embar-
mercenarios del lopezreguismo, pero no debió siasmo. Era necesario. Lo que aquí ocurría era go, el título de esta novela responde al clásico
prestarse a la farsa antidemocrática), de econo- excepcional, pero no único. La Argentina y el Whudunit de los británicos. Al clásico quién lo
mistas antipopulares, de la brutalidad represiva, peronismo revolucionario formaban parte de un hizo. Es notable cómo el talento de este escritor
del asalto a las universidades y de la prohibición movimiento liberacionista mundial: el Tercer destellante de nuestra literatura distribuía sus
del peronismo y de Perón. Para muchos, la pre- Mundo. En sus entregas para el diario de la CGT materiales. Título de policial inglés, prosa de
gunta surgía con fuerza: ¿qué pasaba con el hom- de los Argentinos, Walsh dibuja tenuemente lo novela negra, personajes populares, temática
bre de Puerta de Hierro? ¿Por qué era intragable que sucede. Raimundo Villaflor habla de las política, asesinatos entre sindicalistas. Observe-
para el régimen? En esos años nadie se pregunta- enseñanzas que les dispensó, a él y a sus compa- mos la perfección hammetiana, la prosa impeca-
ba si Perón había sido nazi o no. Recuerdo un ñeros, alguien a quien llamaban “El Viejo”, ble de este fragmento: “A José Petraca no le gus-
pasaje de la biografía de Eva de Alicia Dujovne “Mingo”, “El Griego”, “El Químico” y era taba cómo lo estaba mirando ese hombre de
Ortiz (que pareciera, durante estos días, no Domingo Blajaquis y les habló, por primera vez, ojos oscuros y cara angulosa. Ya no le habían
seguir el camino alfombrado hacia el establish- del peronismo y los movimientos de liberación gustado algunas cosas que le pareció oír de la
ment que otras señoras de la cultura han elegido) nacional. Vamos a tratar de explicitar el marco otra mesa. Y cuando aquella gente pagaba para
en que ella, Alicia, se pregunta si la Juventud teórico que se le dio al peronismo para que tuvie- irse, el hombre lo seguía estudiando, con ese
Peronista sabía algo sobre la entrada de nazis en ra –además de lo obvio: su prohibición y la de su gesto, medio de burla y de desprecio” (Walsh,
la Argentina o el periplo europeo-mussoliniano líder, su aura formidable de fruta prohibida del Ibid., p. 59). Debió corregir la cacofonía entre
de Perón de fines de los ’30. Más o menos dice: Paraíso de las clases dominantes– una contun- “angulosa” y “cosa”, pero sin duda trabajaba
no, ésas eran historias de viejos. Claro que sí: los dencia en el campo conceptual, y pudiera pole- con apuro. Además, ¿qué importa una cacofonía
jóvenes que eligen el peronismo a fines de los ’60 mizar con todo el aparato teórico de la izquierda cuando el ritmo de la prosa es tan infrecuente,
están hartos de oír hablar pestes de Perón. Har- “marxista” que se le oponía. Ahí, en esos tiem- tan personal, una caricia a los oídos del lector?
tos de sus padres gorilas. Desde niños les han lle- pos, los cuestionamientos de la oligarquía, del El lenguaje es arisco, indomeñable. Le reprocho
nado la cabeza sobre las canalladas del tirano gorilaje tradicional, eran totalmente ineficaces, la cacofonía entre “angulosa” y “cosa” y apenas
prófugo. ¿Que se trata de una rebelión contra los pero no los de la izquierda que buscaba demos- un renglón abajo escribo “prosa”. ¡Tenía que
padres? Por supuesto, ¿hay algo de malo en eso? trar lo de siempre: que el peronismo era un movi- escribir “prosa”! Ahí, cuando la cacofonía va
Con una gracia de porteño atorrante irredimible miento nacional burgués, que no era revolucio- contra el concepto, optar por el concepto, y si
escuché cierta vez a un político peronista decir: nario y que, por tanto, no haría la revolución. Sí, algo no suena tan bien como lo habríamos dese-
“En los ’70 un pibe rebelde se te hacía montone- quién no lo sabe. Hoy cualquiera dice: “Tenían ado, mala suerte. No seguimos porque dedicare-
ro. Hoy se te hace gay”. (Nota: No dijo “gay”, razón”. Pero hoy, caballeros, todos tienen razón. mos cuanto menos un capítulo entero a Walsh.
dijo algo más fuerte, más “homofóbico”, por El mundo se ha ido a la mismísima merde, la Este artista de excelso talento, a pocos días de su
decirlo en ese lenguaje tan cuidadoso que hay revolución no la hizo nadie, la burguesía enterró muerte, aún está discutiendo con la conducción
que usar en estas cuestiones para no entrar en esa al proletariado y estamos navegando entre borras- de Montoneros, Firmenich, Vaca Narvaja, Per-
zona de sospecha que acecha a los “héteros” de cas apocalípticas. De modo que si algún revolu- día, cuestiones elementales de política, de tácti-
este tiempo: ser homofóbicos por ser homose- cionario “marxista” de los ’70 cree que ganó esa ca y estrategia, de sobrevivencia. Como si fueran
xuales reprimidos o, más aún, aterrorizados. En discusión será atinado decirle que esa discusión a entenderlo. Y esta es sólo una cara de esta gran
rigor, el político dijo “puto” que –me dispongo a no la ganó nadie, la perdieron todos. Pero no sal- tragedia que estamos narrando).
demostrar más adelante– no tenía en ciertas per- temos etapas. Eso, en los ’70, decían los ayudan- ¿Qué establece el peronista Walsh? (Porque,
sonas una carga de negación sino de integración tes de trabajos prácticos de Juan Carlos Portan- para qué negarlo, el entrañable guerrero irlandés,
afectuosa, festiva, hasta jubilosa. En la marcha tiero. Lo decía el ERP, con Ernst Mandel de este hombre de sangre caliente y opciones extre-
hacia Ezeiza, cuando Néstor Perlongher, el poeta guía, y lo decía, mejor que nadie, Milcíades Peña. mas, se compró y contribuyó a imprimir todos
que armó el Frente de Liberación Homosexual, Pero eso, a los que se metían en el peronismo, les los boletos del peronismo revolucionario, con los
se une para ir con la Jotapé –los comunistas los importaba poco. El peronismo era el lugar para que viajó hasta el final, con el último que le que-
habían sacado a patadas y otros, muchos, tam- estar. Ahí se jugaba la historia. Eso era lo que le daba. Era el mejor de todos y ya no era un boleto
bién–, los pibes los reciben con aplausos, con molestaba al régimen. Porque no sé si lo han sino una carta memorable que tallaría su perdu-
alegría y con cánticos. Los cánticos decían: “¡Los advertido: en la Argentina, al Poder siempre le rable, incluso venerada, posteridad.) Que el pero-
putos con Perón!”. Eso se dijo con la mejor molestó más el peronismo que la izquierda, el nismo, dice, es un movimiento de liberación
onda, yo lo vi. No existía la palabra “gay” enton- peronismo que el PC. Por alguna causa que no nacional. Aquí entra la cuestión del Tercer
ces. Y Perlongher fue con la izquierda peronista. sería arduo explicitar nunca las izquierdas de la Mundo. La revolución se había deslizado a esta
Esto se puede leer en una novela que escribió un Argentina convocaron a los pobres, a la negritud. zona del planeta. La guerrilla vietnamita derrota-
personaje ya algo indescifrable de la Argentina Y no porque el peronismo se los robara. ¡Qué ba al poderío bélico norteamericano. La Revolu-
que, alguna vez, fue un escritor. La novela se pobre argumento! Sino porque no supieron cap- ción Cubana postulaba su condición de vanguar-
llama: Los reventados y su autor es Jorge Asís.) La tarlos. El peronismo los retuvo desde el Gobierno dia en la lucha por la liberación de América lati-
Jotapé estaba de moda. Perón se pone de moda. y desde el llano, desde la proscripción, la difama- na. El Che moría en Bolivia. Pero su mensaje era
A los guerrilleros la clase media les dice “los ción y aun bajo el padecimiento de los aparatos claro: el foco puede crear las condiciones del pro-
muchachos”. Para colmo, los chicos de los “fie- represivos de todos los gobiernos que se empeña- ceso revolucionario, no necesita esperarlo. Tam-
rros” reparten alimentos, que se afanaron de ron en borrarlo del mapa del país. poco necesita esperar a las masas. El foco puede
“supermercados del imperialismo”, en las villas Vuelvo a Walsh. Raimundo Villaflor cuenta convocarlas. En Chile, la Unidad Popular de Sal-
de los pobres, las llamadas “miseria”, y esto lo que escuchó de labios de su maestro Domin- vador Allende era incontenible. Francia había
derrite el corazón del medio pelo. Pero la Jotapé go Blajaquis: “Porque él (Blajaquis, J. P. F.) nos sido derrotada en Argelia. Y Gilo Pontecorvo
es un gran momento (creo que el más grande) de sacó todos esos berretines que teníamos, de ser había filmado una película que todos veían. Ver
la pequeña burguesía argentina, de su clase peronistas por el solo hecho de serlo, y no com- La batalla de Argelia y leer Los condenados de la
media. Se meten en el corazón del riesgo, de la prender que el peronismo es un movimiento tierra de Frantz Fanon y, muy especialmente, el
II
“sublime” (la expresión es de Eduardo Grüner y el judaísmo, poco que ver. Los judíos de la Jotapé presente. Aquí, Heidegger era propiedad de los
la comparto) Prólogo que Jean Paul Sartre le no eran como los católicos que le seguían rezan- militantes de Guardia de Hierro, el encuadra-
había escrito en una noche en que acaso tuviera do a la Virgen. Olvidaron a Jehová, a Moisés, a miento de Alejandro “Gallego” Alvarez. Ya vere-
fiebre o se le hubiese ido fuertemente la mano Abraham y a quien fuera. Eran más bien tirando mos eso.
con las anfetaminas, eran obligaciones de la a ateos y descifraban apasionadamente a Hegel, a
época. Marx, a Sartre, a Fanon y a Mariátegui. La “cues- “LA BATALLA DE ARGELIA”
tión nacional” la empezaron a analizar sin dema- Vamos a La batalla de Argelia. Junto a La hora
EL HOMBRE ES EL CENTRO siados apoyos. Es bastante mitológica esa “delan- de los hornos, el film de Pino Solanas y Octavio
DE LA POLÍTICA tera” de héroes del pensamiento nacional que Getino, la obra de Gilo Pontecorvo fue vista por
Estas lecturas no eran las frecuentadas por los suele enunciarse: Hernández Arregui, Jauretche, toda la militancia de la época. El film se realizó
“cristianuchis”. Todo ese polo del cristianismo Puiggrós, Scalabrini, Ramos. Se los leía, sí. Pero en 1966, era una producción entre Italia y Arge-
revolucionario leía a Teilhard de Chardin, vene- desde las Cátedras nacionales los jóvenes profeso- lia. En los cines o en los secretos lugares en que se
raba a Camilo Torres, gestó Cristianismo y revo- res empezaban a escribir sus propios textos. proyectaba, cada vez que un argelino mataba a
lución y, sin duda en uno de sus mejores (Nota: Sería una injusticia no confesar el placer un francés o el Frente de Liberación Nacional
momentos, recibió clases de Conrado Eggers con que leí Revolución y contrarrevolución en la Argelino volaba un bar colmado de colonialistas
Lan en Córdoba. En verdad, sólo el grupo origi- Argentina de Jorge Abelardo Ramos en la gloriosa (franceses y argelinos cómplices de la domina-
nario de Montoneros –y algunos otros sectores edición en dos tomos de Plus Ultra que todavía ción), el auditorio estallaba en aplausos y en vivas
desde luego, pero restringidos– puede calificarse conservo. ¡Qué buena pluma! Qué uso del sarcas- a la revolución, a la lucha contra los opresores y a
como “católico”, “clase alta” y de origen tacua- mo, qué gloriosas patadas para el stalinismo en el los guerrilleros (o terroristas en el caso de Argelia;
rista con la evolución que ya hemos señalado: Plata, qué manejo virtuosístico de textos de ya estudiaremos la diferencia entre guerrilla y
MNRT y luego el peronismo. Los que recibie- Marx, Engels, Lenin y Trotsky. Qué saludable terrorismo) que la encarnaban. Pero esto no es lo
ron clases de Eggers Lan en Córdoba formaron falta de respeto, deliberada rudeza y hasta tosque- principal que me propongo analizar. Créase o no
una importante escisión crítica de Montoneros dad por las figuras egregias de la oligarquía: Sur, (y, sin duda, se creerá), La batalla de Argelia es
que se llamó los “Sabinos”. Habrían de publicar, Borges, Victoria, Bioy. Qué dislate los capítulos una película fundamental para la formación de
en julio de 1972, el llamado “Documento sobre Roca. Qué placer me produjo leer ese libro. los sofisticados cuadros militares de la contrain-
Verde” donde tempranamente realizan críticas Hernández Arregui escribía mal y su marxismo surgencia. Voy a citar largamente (por su impor-
muy atinadas a la conducción de la orga “hege- no lo llevaba a ningún puerto, a ninguna pleni- tancia, por la fascinante paradoja que encierra)
mónica”. Bien, por un lado los católicos y tud. Scalabrini como literato, no gran cosa. un fragmento del libro Terrorismo y contraterro-
muchos de ellos, como Conrado Eggers, buscan- Como investigador de los ferrocarriles, y bueno, rismo, comprendiendo el nuevo contexto de la segu-
do afanosamente una integración entre cristia- no estaba mal. Puiggrós era pesado, su prosa ahu- ridad, de Russell D. Howard (coronel de
nismo y marxismo que condujera por fin al yentaba. Y Jauretche se hacía el piola todo el EE.UU.) y Reid L. Sawyer (mayor, EE.UU.). La
peronismo. Eggers Lan jamás tuvo nada que ver tiempo. Tenía ingenio. Sabía pelear. Pero no traducción pertenece al capitán de fragata Arturo
con la lucha armada. Sus pasiones eran Cristo y mucho más. El gran teórico que leí en esos años Guillermo Marfort y ha sido editado por el Insti-
Marx. Como sea, llevó a muchos de los católicos fue John William Cooke. Peronismo y revolución
cordobeses al estudio de los Manuscritos del ’44, era un texto brillante. Voy a decir un exceso: era
bellísimos textos de Marx que Eggers amaba digno de Sartre, que había inspirado al Gran
profundamente y en los que veía esa unión entre Gordo en ese libro. La prosa de Cooke mordía,
cristianos y marxistas. Pero la otra vertiente venía cortaba, era la exhibición impecable de la lucidez
de la lectura de El capital y de la Fenomenología militante. Después leímos –no digo todos, pero
del espíritu. Conocía de memoria el Prólogo de muchos– muchísimos de los libros que editaba
Sartre a Fanon y la obra de Fanon. Había visto Hachette, esos azules y blancos, los de la colec-
miles de veces La batalla de Argelia. No partici- ción El pasado argentino. Y a Pepe Rosa, cómo
paba de la lucha armada sino que se asumía no. Eramos capaces de discutir durante horas si la
como productora de elementos ideológicos que Ley de Aduanas de 1835 había protegido o no al
fortalecieran al peronismo en sus discusiones y interior mediterráneo. Y leí, concienzudamente,
en su “actualización doctrinaria”, fórmula que el manual de Conducción política de Perón. Lo
Perón tiró para los que buscaban el socialismo subrayé, lo anoté, con regla, con lápices de distin-
desde las veinte verdades. tos colores. Escribí sus márgenes. Tomé notas en
Su expresión más poderosa se dio en el debate mis cuadernillos. No lo podía creer: ¡estaba
de ideas y tuvo lugar en los claustros universita- leyendo al tirano prófugo con la seriedad con que
rios. Fueron las Cátedras nacionales. Sobre esta había leído a Hegel o a Heidegger! Volveremos
otra vertiente de la juventud que adhiere al pero- sobre estas cuestiones.)
nismo es importante señalar que nadie se preocu- Pero era Fanon el que más nos convocaba.
paba mucho por la fe, por Cristo, por la Ciudad Fanon, el Prólogo de Sartre y la película de Pon-
Terrena o la Ciudad Celestial. El diálogo entre tecorvo. ¿Qué hacían los otros profesores de filo-
marxistas y cristianos les importaba poco porque sofía? Lo habitual: el estructuralismo arrasaba.
venían del marxismo y no eran cristianos. Como Eran todos etnólogos con Lévi- Strauss, lingüistas
muchos de ellos eran judíos (que fueron luego con Saussure, marxistas con Althusser y los suyos,
especialmente flagelados en los campos de concen- ya se leía a Foucault y su consigna de “la muerte
tración de la dictadura) me atrevería a una bouta- del hombre” (¿qué podía significar eso para los
de. Es la siguiente: si la primera vertiente de la que en América latina militaban u ofrecían su
Jotapé es católica, la otra, la que va del marxismo vida por el hombre nuevo?), Barthes y la muerte
al peronismo, es judía. O atea. O agnóstica. En la del autor y del estilo, empezaba a entrar Lacan de
AMIA hay un mural de importantes dimensio- la mano de Masotta, el Di Tella andaba en lo
nes. Cierta vez (bajo la administración anterior a suyo (alejado totalmente de este mundo, como la
la presente) me invitaron a almorzar. Les digo: militancia ignoraba por su parte las exquisiteces y
“Pero ustedes no pueden hablar sólo del genoci- las verdaderas muestras de talento que ofrecía el
dio del pueblo judío. Hubo otros. El armenio. Y Di Tella junto con las idioteces habituales que
el nuestro. La ESMA es nuestro Auschwitz. abundan en esos lugares de intelectuales y artistas
¿Cómo no hablan de eso?”. Por toda respuesta exquisitos) y la filosofía europea exaltaba a
me llevaron a ver el mural. Es una gran placa de Nietzsche y a Heidegger en tanto sepultaba a Sar-
hierro forjado. En ella se lee: “En memoria de los tre. La tarea del estructuralismo era la de salir del
30.000 detenidos-desaparecidos de la Argentina. sujeto. Liquidar la idea del hombre. Entre noso-
2000 de ellos eran judíos”. Les dije que sí, que así tros, un insólito y excepcional artículo de Hora-
debía ser porque yo había conocido infinidad de cio González era leído por todos o, sin duda, por
militantes con apellidos judíos en la Jotapé. Me muchos: Humanismo y estrategia en Juan Perón.
atreví, amable pero algo provocador, a decirles: Su título tenía algo de desafiante: tratar a Perón
“La mayoría de ellos pensaba que el Estado de como un autor “académico”. Ese “en Juan
Israel es un enclave del imperialismo yanqui en Perón” parodiaba el giro predilecto de tantas
Medio Oriente”. Me respondieron: “No importa. monografías que se escribían durante esos días.
Igual eran judíos”. En suma, es exagerado decir “El dionisismo en Nietzsche”, “Lo práctico-inerte
que la vertiente que viene del marxismo es en Sartre”, “El concepto de sobredeterminación
“judía”, pero interesa señalar que la militancia de en Althusser”, “El análisis de ‘Las Meninas’ en
los ’70 no fue sólo la montonera con ese origen Foucault” y así. La fórmula central que proponía
católico preconciliar que tanto gustan señalar el texto de Horacio era: El hombre es el centro de
algunos. No, los Montoneros empezaron siendo la política. Entre nosotros, lejos de morir, los
diez, veinte o cuarenta tipos. No importa. Pero el sujetos prácticos de la historia, los hombres con-
huracán generacional que se vuelca al peronismo cretos de la política, estaban en la centralidad, esa
revolucionario tiene orígenes de todo tipo. “centralidad” que la deconstrucción postestructu-
Muchos de católicos no tenían nada. Eran judíos. ralista vendría a destruir. Ya se sabe: detrás de la
O provenían de familias judías, ya que ellos, con naciente French theory estaba Heidegger, omni-
III
tuto de publicaciones navales del Centro Naval. se lo hizo la Marina. Una típica “apretada”. Un humana habrá de perderse. Será el espacio del
Fecha de edición: 2005. Recuerden que la repre- típico peñasco sanguinario para impedir la acti- odio y la vejación. “Massu y sus hombres (escri-
sión del “Proceso” se hizo en la Argentina tud negociadora ante Perón. El “general herbí- be Hoffman) no tenían problema alguno (...).
siguiendo el modelo que aplicaron los franceses voro” peleaba serenamente desde su bunker de Justificaron los medios para la obtención de
en Argelia. Quiero decir: La batalla de Argelia Puerta de Hierro. En verdad, la consigna –alta- inteligencia con argumentos de costo-beneficio.
tenía dos caras. Por un lado, mostraba las accio- mente imaginativa– que la Jotapé larga en Gas- La filosofía exculpatoria adoptada por los para-
nes del FLN, que entusiasmaban a la militancia par Campos durante el primer regreso de Perón caidistas franceses se resume mejor en la creencia
de la izquierda peronista. Por el otro (algo que (La Casa de Gobierno cambió de dirección/ está en intransigente de Massu de que “el inocente (esto
esa militancia, en pleno triunfalismo, desechó Vicente López por orden de Perón) pudo ser apli- es, las próximas víctimas de los ataques terroris-
por completo), detallaba los métodos que los cada desde el momento en que el líder del movi- tas merece más protección que el culpable”
paracaidistas franceses pusieron en práctica para miento se instala en Puerta de Hierro. A partir (Hoffman, Ibid., p. 330).
derrotar a los guerrilleros argelinos. La batalla... de ese momento la política argentina empieza a Perón parecía no ver estos peligros. Parecía, si
termina con la liberación de Argelia, pero luego decidirse más en Madrid que en el país, aunque algún conocimiento de ellos poseía, despreciar-
de un salto en el tiempo y a causa de la apari- les doliera aceptarlo a los héroes del Estado los. El peronismo era un movimiento de masas.
ción fulminante de las masas, que no pudieron Gorila. Las Formaciones especiales sólo formaban el ala
ser contenidas. Además, la acción represiva armada del mismo. El, como líder supremo,
sufría un fuerte desgaste cuando este aconteci- “LA BATALLA DE ARGELIA” como Padre Eterno amado por el pueblo, habría
miento se produjo. El libro de Russell y Sawyer COMO MANUAL DE de dominarlas cuando quisiera. Ahora, a darles
(editado por la Marina, hoy) asume para sí las CONTRAINSURGENCIA máquina. Luego se vería. Era “la violencia de
lecciones del film de Pontecorvo. Esas lecciones Sin embargo, con el paso del tiempo duele abajo”. Era causa, no efecto. La causa era la
–de aquí, nos permitimos insistir, que no sea comprobar que el espíritu triunfalista de la mili- “violencia de arriba”. La violencia fue aceptada y
casual que sea la Marina la que edite el libro: fue tancia juvenil y de los combatientes de la guerri- motorizada con entusiasmo. “Si Evita viviera
ella la institución que aplicó en la ESMA esas lla les impidiera ver El otro rostro de “La batalla sería montonera” significaba que estaría “en el
lecciones– son centrales para la enseñanza de la de Argelia”: el de la ferocidad de la contrainsur- puesto más arriesgado de la lucha”. ¿Quién
lucha contrainsurgente. Ni los Montoneros ni el gencia. No se detiene ante nada. Hoffman cuen- había determinado eso? No, señores. El peronis-
ERP ni nadie pudo leer, en los setenta, un libro ta que está en Sri Lanka y, al saber que es un mo era un movimiento. No tenía “vanguardia”.
así. Es probable que hubiesen sosegado sus especialista en terrorismo y contraterrorismo, lo Todo el movimiento era el puesto más avanzado de
ímpetus. Aunque tampoco nadie se ocupó de llevan a conocer a un oficial del ejército al que la lucha. Los Montoneros, desde la muerte de
averiguar la metodología del general francés llaman “Terminator”. Conversan largamente. Aramburu, exigieron sangre por poder. “La san-
Massu a fondo. Ni siquiera se ocuparon de asu- Terminator le dice: “‘Uno no puede combatir al gre la pusimos nosotros. Ahora queremos en el
mir lo que el film, claramente, exhibía. El triun- terrorismo recorriendo todos los procedimientos poder un reconocimiento proporcional a ese
falismo no cedía espacio para estas conductas. legales’. Creía que el terrorismo podía ser com- sacrificio.” Querían –ya bajo esa conducción de
El artículo que tomamos del libro está escrito batido solamente ‘aterrorizando’ concienzuda- Firmenich– compartir la conducción con Perón.
por Bruce Hoffman; no un militar, un civil, un mente a los terroristas (...). Thomas (el nombre Hubo, lamentablemente –trágicamente– una
experto internacional en terrorismo y violencia ficticio que el autor le pone por fin Terminator, sobrevaloración de los “fierros” que llevó a la
política. Esto permitirá explicar que nos exhiba J. P. F.) no confiaba en que yo pudiera entender guerrilla a creerse “más” que todos. Y a exigirle a
un rostro sensible y preocupado ante las atroci- lo que él estaba diciendo” (Ibid., p. 332). Usted Perón compartir el poder. Compartir nada
dades de la contrainsurgencia. De hecho, su tra- es un académico, le dice Thomas, no entiende menos que algo que Perón jamás había compar-
bajo se titula Un trabajo repugnante. Algo que de esto. Esto lo sabemos nosotros. Los que tene- tido ni compartiría: la conducción del movimien-
seguramente provocaría la hilaridad de los tortu- mos que proteger la vida de nuestros ciudada- to. Perón se habrá indignado: “Estos tipos están
radores franceses, muy seguros y orgullosos de nos. Le voy a dar un ejemplo sobre cómo se locos. Por unos cuantos muertos que tiraron
su imprescindible tarea para “salvar vidas ino- hacen estas cosas. Lo lleva a un lugar secreto de sobre la mesa creen igualarme a mí, que soy
centes”. Escribe Hoffman: “Muchas veces les he la ciudad. Hay tres terroristas. Pareciera que querido y reclamado por el pueblo desde 1955,
dicho a los soldados, a los espías y a los estu- saben dónde ha sido colocada una bomba en que nadie puede hacer política al margen de mi
diantes que si quieren entender cómo combatir algún lugar de la urbe agredida. Thomas se les nombre coreado por las masas de un extremo a
al terrorismo miren The Battle of Algiers (...). La acerca. Les pregunta dónde está la bomba. No le otro del país”. Nadie le discutiría la conducción
difunta Pauline Kael, decana de los críticos de responden. Les dice que hará una vez más la a Perón. Nadie la compartiría con él. Nadie, a
cine estadounidenses (lo cual es cierto, se trata pregunta y luego los matará. Hoffman, entre su lado, podría asumirse como “vanguardia”.
de una mujer que pudo haber destruido la carre- incrédulo y asustado, presencia la situación. Todo eso lo era Perón. Los Montoneros parecie-
ra de Woody Allen, algo que sin duda intentó, Thomas saca la pistola de su cartuchera, la ran no haberlo comprendido nunca. Como no
ya que no dejó film sin erosionar, sin atacar apoya en la frente de uno de los terroristas y entendieron la naturaleza del pueblo peronista
impiadosamente; es temible, tiene mucho poder hace fuego. Los otros dos confiesan. La bomba que Perón había forjado. Es posible que los
y es muy inteligente, J. P. F.), siete años después es desactivada y se salvan numerosas vidas. Tho- tiempos fueran, hoy, otros. Que muchos pue-
de su estreno, todavía parecía embelesada cuan- mas, luego, le cuenta peores torturas. Pero, al blos giraran al socialismo. El pueblo peronista,
do en una crítica de 900 palabras describía la lado del Tigre Acosta o del general Camps, se ve no. Seguía siendo el del ’45-’55. Y quería lo que
película como una “epopeya bajo la forma de un como un hombre humanitario. Thomas, a tuvo entonces. La Argentina de los años felices.
documental”, “la publicidad revolucionaria más Hoffman, le exhibe la tortura como medio para Eso que Daniel Santoro llama “la patria de la
grande de los tiempos modernos” y “el llamado obtener un fin. Una vez logrado el objetivo, se felicidad”. Los Montoneros querían la guerra, la
a la revolución más apasionado y astuto jamás acabó el procedimiento. En los campos de revolución. El choque era inevitable. Otra con-
realizado”. Sin embargo, las mejores críticas han Argentina la tortura era constante y no sólo obe- ducción habría comprendido: Nosotros fuimos
venido de los terroristas –miembros del IRA, de decía a fines “de inteligencia”. Era por el mero vanguardia durante la etapa de lucha, de asalto al
los Tigres de Tamil en Sri Lanka y de los revolu- castigo. O por la execrable vehiculización del gobierno. Ahora nuestro lugar es la retaguardia. Es
cionarios afro-estadounidenses de la década de sadismo de los verdugos. Thomas no le confiesa el momento de reconstruir el Estado y pacificar el
1960– que la han estudiado asiduamente. En a Hoffman haber empalado a nadie. O haberlo país. Perón no viene sólo por nuestra lucha.
una época en la que el ejército de Estados Uni- despellejado en vida. O haberlo quemado vivo Viene condicionado por el poder militar, que
dos ha enrolado a libretistas de Hollywood para también (“el asadito”). De todas formas, uno no aún es temible, vigoroso, una fuerza compacta y
ayudar a concebir escenarios de futuros ataques sabe dónde puede detenerse Thomas. Si un superior. A esperar. Nuestra tarea, hasta aquí,
terroristas, no parece tirado de los pelos apren- terrorista se le resiste más de lo deseado el casti- está hecha. Es la hora de dialogar, de pactar y de
der las dificultades de combatir al terrorismo go será cada vez mayor y más truculento. Entre ir lentamente avanzando. Firmenich estaba a
mediante una película que los mismos terroristas nosotros existió la venganza, el ultraje, el sadis- distancias siderales de entender algo así. Y cuan-
han estudiado” (Ibid., pp. 328/329). mo sin límites y la tortura por la tortura misma. do enfrentó a Perón, el viejo líder les contestó
Hasta donde yo sé tampoco Perón mencionó No podemos, sin embargo, saber si Estados del peor modo posible. Narramos una tragedia.
este film ni las tácticas contrarrevolucionarias Unidos no habrá ya llegado o superado (si es Sin malos ni buenos. Una historia que termina
que los generales franceses habían elaborado en posible) esos límites. El mismo civilizado, acadé- en una masacre inhumana no tiene héroes, no
Indochina y aplicado ferozmente en Argelia. Al mico, Hoffman confiesa haber mirado fotos de tiene gloria. Todos hicieron lo suyo. De otro
Perón madrileño lo enfrentaba un Ejército que, muchísimos de los cadáveres de las 5000 perso- modo, la catástrofe se habría evitado. Cierto es
al final de la lucha, cayó en manos del general nas que murieron el 11 de septiembre (el nine que el principal error de Perón no pudo evitarlo:
Lanusse. Este hombre, al que le decían “El eleven) y se sincera descarnadamente: “Recuerdo morirse. Pero, para volver así, casi moribundo,
cano” por su pelo blanco y hasta plateado, esta- al enemigo despiadado que Estados Unidos ¿debía volver? Para aguantar unos pocos meses y
ba en contra de estos métodos. Durante la carni- enfrenta, y me pregunto hasta dónde deberemos dejar todo en manos de los asesinos que lo rode-
cería del videlismo trascendió una frase que dijo llegar para derrotarlo” (Ibid., p. 333). Cuando aban, ¿se justificaba su aterrizaje en el campo de
a sus compañeros de armas: “Detenciones, seño- esa pregunta surge, cuando el sujeto se atreve a batalla, en los campos de las feroces contradic-
res. No secuestros”. Esto le valió la muerte de su formulársela es tarde, la decisión está tomada: Se ciones, donde él, lejos de ser el que podía conci-
amigo Edgardo Sajón y la impiadosa persecu- deberá llegar hasta cualquier parte, hasta el más liarlas desde la lejanía, desde Madrid, era sólo
ción de Malek, otro de su grupo. Y si no lo inimaginable de los horrores. Hoy ya se empieza a una más? Esa Casa de Gobierno que tenía en
PROXIMO mataron a él fue porque era Lanusse, pero lo considerar su posibilidad y a elaborar su justifi- Madrid, ¿sirvió que la trasladara a Buenos Aires?
deben haber insultado rabiosamente en todos cación, basada siempre en la crueldad superior Continuaremos.
DOMINGO
los lugares donde se elaboraban los métodos de (e injustificada) del enemigo. La condición
“inteligencia”. Contra Lanusse, Perón se podía humana cada vez más indaga en sus abismos, en
Fanon y Perón, lucir, como lo hizo. Se podía guerrear, como se aquellos agujeros negros cuya existencia ni sospe- Colaboración:
¿un solo corazón? hizo. Sucedió lo de Trelew. Pero eso, a Lanusse, chaba. Ahí, en ellos, todo respeto por la vida Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 14 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


55 “Vuelve Perón, flaco”

Suplemento especial de

PáginaI12
“DESAUTORICE A hasta en los sindicatos. Y Perón les mandaba sus padreando, cuando el gobierno de Perón lo conducción. Y el Zar de la
LA GUERRILLA” amables cartas, validándolos. No hay por qué no “asciende” en el rango municipal de su insignifi- lucha armada. Que todavía
o sería aconsejable creer en el fer- entenderlos: aceptamos a Perón, pero no a su cante puesto en la Biblioteca “José Mármol” de la no lo era tan decididamen-

N vor democrático de Aramburu o


de Lanusse. No era por “demó-
cratas” o por “patriotas” o porque
buscaban la “unidad y la concor-
dia nacional” que aceptaban el diálogo con los
peronistas y hasta el negociado regreso de Perón.
Seguían siendo tan gorilas como siempre. Quizá
“núcleo marxista”. Para peor, el “núcleo” crecía
sin cesar. Pronto “núcleo” en lugar de significar:
“sector pequeño pero agresivo”, iba a significar lo
que significa “núcleo”: el punto central de una
esfera, de una totalidad, de un movimiento polí-
tico. Si la JP pasaba a ser el “núcleo” reemplazaría
a Perón. De lo cual los militares deducían que
calle Carlos Calvo a inspector de aves y huevos
en los mercados municipales, se siente muy incó-
modo. Esto no habría ocurrido con la fórmula
radical Tamborini-Mosca, “la fórmula de la
bosta”. ¡Semejante afrenta de la barbarie a seme-
jante escritor! “Días después, la Sociedad Argen-
tina de Escritores, presidida por el narrador
te Firmenich porque vivía
el mitológico Negro Sabi-
no Navarro. Son dos
muertes, la de Fernando
Abal Medina y la del
Negro Sabino, las que lle-
van la conducción de
mi pintura de Aramburu haya sido algo benigna. harían suyo al Movimiento y lograrían su temido comunista Leónidas Barletta, tenaz enemigo de Montoneros a manos de
O no. Pero habría que comprender lo siguiente y giro al “marxismo”. Contra el que, según cual- Borges desde los días de Martín Fierro, organizó Firmenich. Lástima. José
yo debo explicarlo bien: el planteo de Aramburu quiera sabe, Occidente, durante la Guerra Fría, un nuevo desagravio. En la mesa de homenaje, Sabino Navarro no venía
–más allá de lo que él interiormente sintiera– estaba en guerra, y de las fronteras hacia adentro después de que Barletta elogiara el coraje cívico de Tacuara ni del Movi-
tendía a una democratización de la sociedad. esa guerra la libraban los ejércitos nacionales. En del renunciante, habló el homenajeado. En su miento Nacionalista Revo-
Pero, ¿por qué había llegado a ese punto? Porque suma, negociamos todo menos la guerrilla. discurso precisó: “Las dictaduras fomentan la opre- lucionario Tacuara (su
no se podía avanzar más con la proscripción del Usted, si quiere volver, desautorícela ya mismo. sión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dic- escisión por izquierda) ni
peronismo. Aramburu es el que dice: “Nos equi- Seguían sin conocerlo a Perón. Si Drácula lo visi- taduras fomentan la crueldad: más abominable es el del catolicismo ni su fami-
vocamos. O damos marcha atrás o nos hundimos taba en Madrid y le decía que quería ser peronis- hecho de que fomenten la idiotez...” (Horacio lia tenía fortuna. Al con-
todos”. Muerto Aramburu, Lanusse es el encarga- ta, Perón lo sumaba. A Drácula y al mismísimo Salas, Borges, una biografía, Planeta, Buenos trario: el viejo del Negro
do de llevar adelante esa tarea. Hacen política. Príncipe de las Tinieblas, el bebé de Rosemary. Si Aires, p. 221). ¡Oh, qué exquisito! La idiotez. Eso Sabino era analfabeto. El,
No la hacen por bondad. No la hacen por mal- los sumaba y le obedecían, ni loco los iba a agredía a las inteligencias patricias. La idiotez de que había nacido en 1942,
dad. Actúan según –al fin– una certera visión de desautorizar. Eso pasaba con la guerrilla. El tema los torpes, de los inferiores, de los ignorantes, de tampoco había conocido
la encrucijada argentina. Lo intentaron todo con de la des-autorización (prefiero escribir así esta los bárbaros. ¿Qué otra cosa sino la idiotez podí- de pibe el Barrio Norte ni
el peronismo: bombardeos, fusilamientos, matan- palabra-concepto) empezó apenas encontraron el an exhibir? Bien, Borges, créame: también las había ido al Nacional de
zas clandestinas, torturas, desprestigio, ataque cadáver de Aramburu. Pero aun antes –el domin- dictaduras de Aramburu y el energúmeno de Buenos Aires. (Nota: Pero
ideológico intenso, educación en las escuelas (los go 31 de mayo– Perón declara que nada tiene Rojas, de Onganía el leporino, de Levingston el nunca hay que olvidarlo:
“libertadores” fueron tan lejos o más que el pero- que ver con el secuestro del ex presidente y que caído del Cielo y de Lanusse fomentaron la ¡cuántos pibes asesinaron
nismo en meter propaganda en las mentes de los ningún grupo peronista, que él sepa, se halla en idiotez. Ante ellos, ese a quien usted acusaba de del Nacional de Buenos
estudiantes) y nada resultó. Han pasado 15 años. esa cuestión. Pero se detiene y arroja una frase fomentarla en el pasado, se lució como un estra- Aires! Ya hablaremos de
Es necesaria la jugada más riesgosa. Ellos no pue- urticante: él no puede hacer declaraciones sobre tega y un líder que condujo a todo un complejo eso. Leer entre tanto: La
den arreglar el país. Aramburu todavía podía pro- los sucesos del país porque es un expulsado, care- movimiento de voluntades acaso bélicamente otra Juvenilia de Santiago
poner una tarea de conjunto. El Cordobazo lo ce de ese derecho. Aparece Aramburu, aparece en diferenciadas hacia un mismo fin. Ustedes eran Garaño y Werner Pertot.
tenía bien alerta sobre los conflictos sociales que Timote cubierto de cal. Hay solemnes funerales. aprendices al lado de Perón. ¿Sabe por qué? ¿Está Y el gran trabajo fotográfi-
se avecinaban si el rumbo seguía siendo el de Y Héctor Sandler, de Udelpa, quiere decir un listo para sorprenderse? Porque Perón era más co de Marcelo Brodsky,
siempre, el del Estado Gorila. Lanusse ya actúa discurso que Levingston, ya a cargo de la Presi- malo, pensaba peor de los hombres que ustedes, y hecho a partir de la desa-
en un país altamente crítico, caldeado. Al borde dencia, impide. En Munro, cerca de la fábrica de había estudiado estrategia, para lo cual había parición de su hermano,
del enardecimiento. Hay que traerlo a Perón. conductores eléctricos que tenía con mi hermano leído muy bien a Clausewitz. Que a nadie altere Buena memoria, con textos
Esto lo tiene que arreglar Perón. En rigor, el rela- y mi viejo, cultivaba yo la costumbre de almorzar que diga que Perón era más malo que sus enemi- de Gelman, Caparrós y
to es instructivo: lo echaron a Perón en 1955, lo con los obreros, serían unos quince, de la peque- gos. En política, como en fútbol (deporte táctico míos. Pronto haremos un
agraviaron incesantemente, no lo dejaron llegar ña planta. Uno de ellos dice: “Yo no les creo y estratégico si los hay), la maldad es parte central análisis de esos jóvenes
en 1964, y a partir de 1970 empiezan a soñar con nada. A ellos se les pierde. Ellos lo encuentran. ¿Y del asunto. Lo dice Perfumo, que sabe. Si viene desaparecidos. Veremos la
su regreso. Lanusse, más que soñarlo, lo lleva a nosotros? Giles de la popular. Miramos el partido un delantero con pelota dominada, podrá pasar inmensa cantidad de
cabo. (Por supuesto: es la lucha popular la que de lejos y no entendemos una mierda”. Munro, la pelota, el delantero no. Como ninguno de alumnos judíos. En suma,
acorrala al Estado Gorila y lo atemoriza al punto hermoso feudo de la pequeña y mediana indus- ustedes tuvo estatura moral, el único elemento no hay que confundirse:
de obligarlo a negociar.) Pero la cosa –en resu- tria nacional, no derramó una sola lágrima por con el que habrían podido ponerse por encima de los Montoneros podrían
men– es así: “Venga y arregle el desastre que hici- Aramburu. Hacia fines de 1971, los obreros ya Perón estaba en el campo del pragmatismo políti- tener, como tuvieron, su
mos por echarlo a usted y tenerlo prohibido habían puesto grandes fotos de Perón y Evita co, el viejo león herbívoro los barrió. Tenía, ade- origen católico y tacuaris-
durante 15 años”. Perón lo dijo: “No es que yo dentro de la fábrica. Yo, ningún problema. Mi más, al pueblo y a los fierros con él. ¡Ustedes, con ta, pero la Juventud Pero-
haya sido bueno. Los otros fueron peores”. Gran hermano refunfuñaba. Pero era inútil. Era la gran sus increíbles torpezas, se los habían entregado! nista estuvo llena de
frase irónica. La frase desdeñosa de un ganador. ola peroncha y no se podía parar. “¿Lo mataron a En el entierro de Fernando habla su hermano muchachos judíos. Todos
Si Aramburu aún habría podido negociar, Lanus- Aramburu? Mirá vos. ¿Qué querés? ¿Que llore? A Juan Manuel, que pronto llegará a ser secretario se movilizaron juntos en la
se escasamente. Sabía que su tarea era hacer un ése se la tenían jurada. Hizo méritos de sobra general del Movimiento Justicialista. Habla no lucha por traer a Perón y
traspaso del gobierno. Pero había algo en lo que para ganársela, y se la ganó.” como un amigo, no como un hermano, sino después eligieron su desti-
no iba a ceder. No sólo él. El Ejército al que como un camarada. Habla de un solo deber que no en medio del desastre
representaba: Perón tenía que desautorizar a la LA CIUDAD TERRENA a todos convoca: el de una guerra justa por una que fue gestándose como
guerrilla. Si volvía era para hacer un país demo- Y LA CIUDAD CELESTE tierra carnal. Dice, también, con intensa expresi- una maldición irrefrena-
crático. “Gobierno de las mayorías con respeto No públicamente sino en voz baja, en la tona- vidad, que una muerte sólo se agota en ese ble. Analizaremos esto.) El
por las minorías”. El único gran miedo del Ejér- lidad de lo secreto, se le exige a Perón que conde- momento en que las causas que la llevaron a Negro era correntino.
cito –y de las clases dirigentes, propietarias– era ne la muerte de Aramburu. El “asesinato” dicen enfrentarla son para siempre barridas. Y recurre a Llega a Buenos Aires a los
ese “foco marxista” que señalaría Sánchez de Bus- claramente los hombres del Régimen. Perón, no. San Agustín. Y, emocionado, dice: “Frente a la doce años. Vive en una
tamante. (Nota: Observemos que para el Ejército No les da el gusto. No cede. Supongo que pode- Argentina melancólica de ahora, estos cuerpos prefabricada en San
–Sánchez de Bustamante es perfectamente claro– mos entenderlo: si condena la muerte de Aram- –montoneros de la Ciudad Terrena que han Miguel. Está entre el
la izquierda peronista, con su expresión armada: buru condena a sus “muchachos” de la guerrilla. alcanzado ya la Ciudad Celeste– representan a la grupo fundador de Mon-
las formaciones especiales, no era, como tanto des- Y no lo va a hacer nunca. Salvo cuando lo jodan Argentina Prometida, que Dios quiso que naciera toneros. Es incierto si par-
pistado dijo, ya fuesen los erpianos o los “izquier- a él. Pero falta. Mientras liquiden a tipos como del amor de su coraje y su silencio”. ticipó o no en el secuestro de Aramburu. Parecie- ni por casualidad de la liberación nacional y momento para la historia argentina, y no exage-
distas” o los “socialdemócratas” o los “comunis- Aramburu, Perón les dará manija. Se establece ra que no. Pero no es seguro. Al morir Fernando social de la patria pero lo hacía demasiado feliz. ro. El 22 de julio anda por Río Cuarto. Tiene un
tas”, la pequeña burguesía nacionalizada, no era entonces la rica relación epistolar. Los sectores LA CONDUCCIÓN DE Abal Medina en William Morris (el 7 de sep- Feliz hasta el riesgo y la perdición. Les dice a los operativo en vista. Necesita un par de automóvi-
la juventud que adhería a un proyecto burgués combativos del Movimiento tienen todavía un “MONTONEROS” CAE EN tiembre de 1970) asume la conducción de Mon- canas que tiene sus documentos en el baúl del les. Se los está afanando cuando aparece la cana y
nacional, era el marxismo. Acaso no el marxismo temor: que Perón se eche atrás. Que reniegue de MANOS DEL “NEFASTO” toneros. Pero no le dura mucho. Cuenta Baschet- coche, en un maletín. Abre el baúl, abre el male- empiezan los tiros. El Negro –y los que lo acom-
teórico. De esto sabían más los de Pasado y Pre- ellos. El sepelio de Fernando Abal Medina, ¿Cómo llegan los Montoneros a Perón? Fácil: ti: “En julio de 1971 Navarro es sancionado con tín, saca un 38 largo y apunta hacia los canas. pañan– huye. Lo persiguen. Lo hieren en un
sente que los militantes de la Jotapé. Sino el mar- muerto en la localidad de William Morris apa- por medio del gran aventurero de la izquierda una despromoción y enviado a Córdoba. Dicha Uno se le tira encima. El Negro lo elude y des- hombro, en una pierna y lo obligan a retroceder
xismo político, el subversivo, el que agredía la rentemente por una delación, genera un velatorio peronista. El líder de JAEN (Juventud Argentina decisión tiene que ver con su labia y su pinta, pués –veloz, decidido, mientras la Silecki veía las hasta la zona serrana. “Antes de morir desangra-
seguridad nacional. El marxismo que buscaba y un entierro conmovedores. Habla el Padre por la Emancipación Nacional), el inefable Rober- aunque parezca mentira. Es que a las mujeres no maravillas que podía hacer su varón metalúrgico do, tiene tiempo para ordenar a un compañero
aniquilar el orden occidental y cristiano. No se Benítez: “Vivimos en una nación para el goce de to Galimberti. El que terminaría haciendo nego- les resultaba indiferente ese trabajador metalúrgi- y morocho– los liquida a los dos, sin asco. Toda- suyo (Jorge Alberto Cottone) que se escabulla;
equivocaba Sánchez de Bustamante: el verdadero pocos y el sacrificio de muchos. A los ojos de cios con Susana Giménez, asociado a los Born, el co con ciertos aires a Emiliano Zapata. Por lo vía más: les saca las armas, va al patrullero y se como éste no quiere dejarlo solo, le ordena: ‘Yo
marxismo, el de extrema peligrosidad, estaba en Dios, los que juzgan preguntando si has dado de que se casaría en Punta del Este, en medio de la que el ‘Negro Sabino’ tenía una amante llamada queda con la metralleta que ahí encuentra. Sube soy el Jefe y ordeno que usted se salva’ (...).
el peronismo. Era ése, no otro. No les preocupa- beber al sediento son respondidos por Carlos fastuosidad, de la frivolidad y de la abierta burla a Mirta Silvia Silecki, de 25 años de edad, ajena a a su Peugeot rojo y se va. El episodio aparece en Navarro fallece el 28 de julio de 1971 a la edad
ba el Negro Portantiero. Ni Horacio Sueldo. Ni Gustavo (Ramus) y Fernando Abal (Medina) que toda una generación, de una inmensa carcajada la militancia y al ámbito político...” (Roberto “una revista montonera de la Juventud Peronista, de 29 años” (Baschetti, Ibid., p. 81.)
Juan Carlos Coral. Ni Ismael Viñas (si es que dieron sus vidas, con acierto o con error, para ante los muertos, con una hija de Jorge Born, Baschetti, La memoria de los de abajo, hombres y pero nada se dijo en el relato de la mujer que lo Con la muerte de Fernando Abal Medina y del
aún no había partido hacia Israel). Ni ninguno que en el mundo no hubiera más sed ni hambre”. que acepta a su secuestrador como socio y miem- mujeres del peronismo revolucionario, 1945-2007, acompañaba; según ese relato todo lo acontecido Negro José Sabino Navarro (que no era “cristia-
de los prestigiosos izquierdistas que provenían de Ese 10 de septiembre de 1970, el viejo confesor bro de su familia. Difícil averiguar qué clase de De la Campana, 2007, vol. II, p. 80). Cierta le había ocurrido a él solo. Es que resultaba muy nuchi”, gran anotación de Baschetti) sucede lo
la revista Contorno, siempre bien mirada por los de Eva Perón llega más hondo que nunca cuando locura tenía. Pero hacia fines de los ‘70, comien- noche la cana lo encuentra en un Peugeot 404, difícil de explicar para la moral montonera y peor: la conducción de Montoneros cae mansa-
ámbitos cultos, en tanto que Envido es “populis- explicita descarnadamente que los jóvenes que zos del ‘71, Galimba, fascinado por la guerrilla, ¡rojo!, apretando con la piba Silecki, que debía ‘cristianuchi’ de la época, que el ‘Hombre mente en manos... del Nefasto. (Por eso dije que
ta”, o sea, “grasa”. A los milicos les preocupaba la han sido abatidos vivieron en una Argentina dic- se acerca a los Montoneros y, diciéndoles que estar buenísima y al Negro le importaba poco Nuevo’, el ‘Guerrillero Heroico’, se encamara la destitución del Negro y, más aún, su posterior
izquierda peronista. Las otras no. Eran impoten- tatorial, injusta, de proscripciones. Una Argenti- viaja a Europa y va a entrevistarse con el General, que militara o no militara; total: para salvar a la con otra mujer que no era su esposa...” (Baschet- muerte, implican un desafortunado momento
tes. No molestaban a nadie. Pero los “zurdos” de na que los ahogó hasta hacerlos explotar. Una les pregunta si quieren que le lleve algo. Los patria estaba él. Tenía la captura recomendada, ti, Ibid., p. 81). Por tal motivo... el Negro Sabino para la historia argentina.) El Nefasto no tiene la
la Jotapé habían tenido la nefasta idea, para el Argentina que los arrojó a la violencia. Benítez no Montoneros le dan una carta. La primera que le de modo que le era necesario cuidarse, y mucho, –en julio de 1971– es sancionado por la Organi- pinta de endemoniado dostoyevskiano de Fer-
régimen, de meterse en el peronismo. Y los acep- tiene dudas, nosotros tampoco: es el empecina- escriben al león herbívoro madrileño. Galimberti posiblemente más que cualquiera. Pero se ve que zación. ¡El, que en ese momento era el jefe! Lo nando Abal, de jacobino alucinado a lo Castelli.
taban. Las bases y Perón. Porque hacían trabajo miento gorila, la ceguera, la bobería, lo que tapa viaja, se ve con Perón y le da la carta. De paso a Sabino las hormonas lo podían. O que su mandan a que se haga cargo de la Regional Cór- No tiene la pinta bien nacional y popular, el ori-
en las villas, en los barrios, en las universidades y todos los canales de participación. Borges, com- saca patente de Correo de los Zares. El Zar de la mujer era medio bagayo y la Silecki no le hablaba doba. Se lo sacan de encima. Desdichado gen humilde, el trajinar metalúrgico del Negro
II III
Sabino Navarro. Nada de eso. Es más bien “una verdadera clase de estrategia” (revista Lucha saber cómo iban a salir las cosas? Fue una mar-
tirando a gordito. Tiene la cara del “Manolito” Armada, año 2, Nº 5, p. 11). Y lo es: una verda- cha de fe, un enorme gesto de esperanza, el deseo de
de Quino. (Y, en efecto, le dicen “Manolito”.) dera clase de estrategia que la conducción monto- una patria generosa, para todos, que todos anhela-
No tiene talento, no tiene una inteligencia nera no entendió, o no quiso entender o, con ban, querían, una apuesta al futuro, el deseo
remarcable, sino apenas una memoria privilegia- perdón, se la pasó por las pelotas, así de bruta era. humano nunca satisfecho de la felicidad, de la ple-
da, que es, de algún modo, la antítesis de la inte- Escribió Walsh: “Cabe suponer que las masas nitud. Desear estas cosas tan intensamente con-
ligencia, cuya cualidad fundante es pensar. Pero están condenadas al uso del sentido común. For- lleva el enorme riesgo de una frustración pro-
es frío y ambicioso. Es –lo sabemos– Mario Fir- zadas a replegarse ante la irrupción militar, se porcional al deseo. “Perón” había terminado por
menich. Y ahora es el jefe de Montoneros y lo están replegando hacia el peronismo que nosotros significar tanto que inevitablemente su historiza-
seguirá siendo. dimos por agotado (...). En suma, las masas no se ción, su abandono de la patria del mito y su ate-
repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero rrizaje en la realidad debía ser traumático.
CUESTIONES DE ESTRATEGIA conocido, hacia relaciones que dominan, hacia No lo fue el primer regreso. Pero ya ahí todos
En William Morris y en la soledad serrana se le prácticas comunes, en definitiva hacia su propia sintieron el poder que tenía el aterrizaje del míti-
abrió la posibilidad de la jefatura. Es innegable historia, su propia cultura y su propia psicología, co avión negro. Cuento una breve historia: Eran
que la conducción de Fernando Abal Medina o sea los componentes de su identidad social y las 7.30 del 17 de noviembre de 1972. Acababa
habría sido fría y hasta despiadada. El era capaz política. Suponer, como a veces hacemos, que las de llegar de Córdoba en El Rayo de Sol. No había
de ser despiadado consigo mismo. Pero tenía una masas pueden replegarse hacia el montonerismo, podido tomar el avión de la noche anterior. No
inteligencia superlativa y habría llevado las cosas es negar la esencia del repliegue, que consiste en me importó. Siempre me gustó viajar en tren.
con mayor habilidad. Un tipo inteligente sabe desplazarse de posiciones más expuestas hacia Fue un viaje difícil. El país vivía en un absoluta-
cuándo no envanecerse, cuándo no ir al choque posiciones menos expuestas” (citado por Salas, mente inédito estado de exaltación. El tren
inútilmente, cuándo avanzar, cuándo retroceder. Ibid., p. 11). Formidable clase de estrategia. Lás- demoró 13 o 14 horas en llegar a Buenos Aires.
En la revista Militancia del 6 de septiembre de tima que Walsh haya esperado al 2 de enero de Siempre era un viaje de 10 horas. Fundido, entro
1973 (un momento en que el Viejo estaba ama- 1977 para acercársela a esa conducción extravia- en mi casa. Dejo la valija, caigo en un sillón y...
ble con la JP porque los necesitaba para la campa- da, perdida por su soledad, su egolatría y su suena el teléfono. Es mi amigo Miguel Hurst. Ya
ña electoral, y hasta había hecho el patético desfi- mesianismo. Lástima que recién el 13 de diciem- voy a hablar (y quizá bastante) de él. Era el dueño
le de “unidad del Movimiento” del 31 de agosto, bre de 1976 le haya dicho que la “situación de las de la mítica librería Cimarrón, de la calle Inde-
en que pasaron ante él los que se habían enfrenta- masas” es “de retirada para la clase obrera, derrota pendencia. Ahí se editaban las clases de las Cáte-
do en Ezeiza y los que se masacrarían a partir de para las clases medias y desbande en sectores inte- dras Nacionales. Nos editaba Envido. “José.”
su muerte) hay una nota que se titula “El manda- lectuales y profesionales” (Lucha armada, propues- “Qué hacés, Miguel.” “¿Sos boludo o te hacés?”
to político de Fernando Abal Medina”. Presumo tas de Rodolfo Walsh al Documento de la Conduc- “No me jodás, Miguel. Recién llego a mi casa.
que la hicieron Rodolfo Ortega Peña y Eduardo ción, Ibid., p. 136. Cursivas nuestras). Cierto: Catorce horas en tren. No pegué un ojo. Estoy
Luis Duhalde. Tiene algo muy valioso. Un resu- más vale tarde que nunca. Pero, para muchos fundido. Ni un paso puedo dar.” “Oíme.” “Sí.”
men del proyecto político de Fernando Abal. combatientes enviados por esa Conducción a una “Vuelve Perón, flaco.” Y había que ir a buscarlo.
“Sus pautas esenciales (dicen Ortega Peña y lucha desigual, sin ningún anclaje de masas, a la Desafiar el cerco represivo de Lanusse (“No tole-
Duhalde) podemos sintetizarlas en: 1) asunción que ellos no se negaron a ir, pero que –al haberse raremos ninguna ‘pueblada’”). Hasta hubo que
de la guerra popular; 2) adopción de la lucha atrevido– merecían una información más real de cruzar el río Matanzas. Y yo con 14 horas de viaje
armada como la metodología que hace viable esa quienes debían darla, es decir, de sus conduccio- encima, soñoliento, abombado. Pero esto no
guerra popular, mediante formas organizativas nes estratégicas, tarde fue trágicamente nunca. importa. De otra cosa quiero hablar: el tono. El
superiores; 3) absoluta intransigencia con el Siste- “Muchas veces (escribe Horacio Verbitsky en tono de Miguel. Nunca lo voy a olvidar. No alzó
ma; 4) incansable voluntad de transformar la rea- texto que de buen grado firmaría) me he pregun- la voz. No le puso ninguna emotividad. Simple-
lidad; 5) identificación de la burocracia, como tado cómo fue posible que personas de notable mente lo dijo: “Vuelve Perón, flaco”. Nada más
formando parte del campo revolucionario; 6) en- aptitud e incluso brillo intelectual se sometieran a increíble podía ser dicho en la Argentina. Nada
tronque efectivo en las luchas del pueblo; 7) con- los dictados de un liderazgo paupérrimo” (Hora- más negado. Nada más deseado. Era el avión
fianza ilimitada en la potencialidad revolucionaria cio Verbitsky, Prólogo a Cristina Zuker, El Tren negro. Lo que nunca iba a pasar. Lo que no podía
de la clase trabajadora peronista; 8) caracteriza- de la Victoria, Sudamericana, Buenos Aires, 2003, pasar. Ese viejo general de Madrid se iba a morir
ción del General Perón como conductor estraté- p. 9). ¿Cómo es posible que Walsh discutiera con ahí. Pero volver, nunca. Habían pasado 17 años.
gico; 9) correcta evaluación sobre los amplios personajes como Firmenich, Vaca Narvaja y Per- Habíamos crecido escuchando que Perón alguna
márgenes posibilitantes de actuación dentro del día? ¿Saben por qué el libro de Cristina Zuker se vez volvería al país. Habíamos crecido escuchan-
Movimiento Peronista; 10) decisión de luchar llama El Tren de la Victoria? Porque “reproduce do que no, que nunca. Habíamos escuchado a
hasta el costo de la propia vida...” (Militancia, Nº una expresión con la que Roberto Perdía recluta- nuestros viejos decir que sí o que no. En 1955 yo
13, 6/9/1973, p. 11). Ortega Peña y Duhalde ba militantes para ingresar en forma clandestina estaba en sexto grado de la primaria, colegio José
señalan que Fernando aún no tenía claro si una al país subyugado por la dictadura militar. No Hernández, en Pampa casi avenida Forest. Cayó
organización guerrillera debía definirse como debían perder ‘El Tren de la Victoria’, les decía Perón y entró en el aula el señor Grassi, el direc-
brazo armado, foco irradiador de conciencia u en las narices de los servicios de informaciones tor del colegio. Nuestro maestro le cedió su lugar.
organización revolucionaria de masas. Aquí es sembrados en las colonias del exilio. Después, un Grassi habló toda la hora. Que el país había
donde radica la diferencia que (creo, ojo: creo) asistente recogía en una bolsa los papelitos con los reconquistado sus libertades democráticas. Que el
habría establecido Fernando de haber vivido. Fir- datos de quienes accedían a esa conscripción” tirano había huido. Que teníamos suerte, y
menich –a partir del asesinato de Rucci y del (Verbitsky, Ibid., p. 8). “El Tren de la Victoria” mucha. Que creceríamos en una Argentina libre.
pasaje de la organización a la clandestinidad– llega a la Argentina en 1979. No quedó uno de Que los mediocres se quedarían al borde del
rechaza la opción de la “organización revolucio- sus militantes. Se repetiría la operación en 1980. camino. (¡Cómo me asustó esta frase! Doce años
naria de masas”. Elige la del brazo armado y la del del ‘55 no son los de ahora. Yo era un boludo a
foco irradiador de conciencia. Ya veremos a “VUELVE PERÓN, FLACO” los doce años. Me pregunté: ¿y si soy un medio-
dónde lo conduce esto. Cosa que muchos cono- Con fecha 9 de febrero de 1971, los Monto- cre, y si me quedo a un costado del camino?) Que
cen. Fernando habría advertido –pese a su jacobi- neros envían su primera carta a Perón. Dicen: los laboriosos, los que supieran usar la libertad
nismo pero a causa de su inteligencia– que una “Al pueblo le queda claro que el sistema es siem- ahora reconquistada, los que lucharan por la dig-
“organización revolucionaria” o es “de masas” o pre el mismo cualquiera sea la fachada que pre- nidad de la República, por la democracia, por los
no es “revolucionaria”. Y si la situación evidente sente (...). Por todo esto es que a diario cosecha- valores que nuestros próceres nos habían legado y
que se detecta es la de un reflujo de masas, ese mos, en el apoyo popular creciente, los frutos de que el Tirano agravió, llegarían al triunfo en la
reflujo debe ser acompañado por la organización, este ajusticiamiento histórico” (Baschetti, Ob. vida. “Son libres. Son jóvenes. El país de la
y bajo ningún punto de vista debe ésta continuar cit., 1970-1973, Tomo I, p. 124). No se equivo- democracia los aguarda. Vivan por él y luchen
las acciones por su cuenta bajo el riesgo de con- caban en esto. Formaban parte de un enorme por él. Nunca jamás permitan que sus libertades
vertir su violencia en una violencia de aparato que movimiento popular que pedía una sola, simple sean pisoteadas. Nunca jamás permitan que
sólo servirá al régimen tiránico. Por si la palabra cosa: que Perón regresara al país. De aquí que regrese un Tirano como Perón para someterlos a
“reflujo” necesitara algún acompañamiento que todo lo que se hiciera (en medio de una dictadu- sus mentiras, a su demagogia, a su enfermizo
colabore a su necesaria, traslúcida comprensión, ra, de un país cuya ilegitimidad llevaba ya casi deseo de poder, a su régimen tiránico.” El señor
entrego algunos sinónimos: descenso - merma - 16 años) le caía bien al pueblo peronista, que Grassi se fue. ¡Qué feliz estaba ese hombre! Y nos
reducción - disminución. Estas son anotaciones aceptó con beneplácito la muerte de Aramburu. había venido a ver a nosotros, los pibes de sexto
momentáneas de temas calientes que trataremos Perón tenía que volver. Los militantes de las grado, porque éramos los mayores y nos íbamos
extensivamente cuando llegue su momento, aun- Formaciones especiales empiezan a ser llamados del colegio hacia otros horizontes, al secundario, a
que tal vez los venimos afrontando desde el inicio “los muchachos” no sólo por las clases bajas la vida. Pensé: “Ojalá nunca vuelva Perón y sea-
de este trabajo. Pero no somos sólo nosotros los peronistas, sino por la clase media, por los inte- mos felices para siempre”. Todos pensamos eso.
que pensamos así. Hay tipos muy valiosos, de lectuales, por los artistas. Su aceptación –algo Hasta mis viejos lo pensaban. Y eso que nunca
gran conocimiento estratégico-político que han que ya en ese momento les costaba entender– me parecieron muy antiperonistas. Pero ahora
dicho lo mismo: Rodolfo Walsh, por ejemplo. dependía de su inclusión en ese anhelo amplia- hablaban pestes del Tirano.
Sigamos a Ernesto Salas, que escribe en Lucha mente popular. Es difícil trasmitir a las nuevas –Vuelve Perón, flaco –dice Miguel.
PROXIMO Armada un excepcional trabajo titulado: “El generaciones lo que significaba “el regreso de Yo era flaco en 1972. Y Miguel estaba vivo. Y
debate entre Walsh y la conducción montonera”. Perón”. No, es imposible. Sólo bastará pregun- sí, carajo, volvía Perón.
DOMINGO
Salas se refiere a dos informes que Walsh escribió tarse cómo fue posible que marcharan a Ezeiza –¿Dónde nos vemos? –pregunté.
con fecha 2 de enero de 1977, cuando, en efecto, dos millones y medio de personas. Acaso tres.
“La Casa de Gobierno estaba trabajando su Carta de un escritor a la ¿Qué eran? ¿Eran todos Montoneros? No. ¿Fue Colaboración especial:
cambió de dirección” Junta Militar. Cita un texto al que define como una gigantesca equivocación? No. ¿Quién podía Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 7 de diciembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


54 Las “genialidades” del Viejo

Suplemento especial de

PáginaI12
LAS DOS MINAS DEL GENERAL Brascó haciéndose un banquete en una radio, analizando las Nacional. Tenía nombre de antibiótico: Frecilina. Desde ese ces, ¿para Tosco no debe haber nada mejor que Rucci? ¿Para sino por la salvación de la patria. Si es por eso, no hay pueblo Si el pueblo no es escuchado, si no participa del gobierno, si
CARCAGNO diferencias entre “Cagaso” y “Cagazo”. Trágico era asimismo frente se opone al GAN de Lanusse. Quienes buscan acercar- un villero no debe haber nada mejor que el policía que lo más unido que el argentino. La frase de Perón era otra vez la es pasivo, si sólo se lo reprime en lugar de comprenderlo, la
Perón, los veteranos le decían “el general”. que la mayoría de los afilados analistas no podían lucirse se al GAN son denunciados como “integracionistas”, “conci- revienta a palazos? ¿Para un militante no debe haber nada vieja frase de la unión nacional de todos, de todos los que violencia surge inevitable”. Sigue el reportaje de Esquiú: “Lo

A Pero los muchachos de la JP –afectuosamen-


te– le decían “el Viejo”. El Viejo era sabio. El
Viejo se las sabía todas. Había una cierta fas-
cinación con ese “viejo” que a la distancia
manejaba el caos inherente al justicialismo. Perón asume esa
condición de genio de la política. Su “ajedrez madrileño”
tiene ese talante. Es el hombre que, desde la lejanía, desde el
demasiado porque les era imposible decir por radio la palabra
“cagazo”. No eran los tiempos del fascismo guarango de hoy
o de las minas liberadas que putean a diestra y siniestra. No
se decían esas cosas. Pero los Montos eran –además de todo–
“niños terribles” y otra de sus modalidades subversivas era
apelar a las palabras negadas por el “buen gusto” de la bur-
guesía. Hoy, eso no asusta a nadie. Hasta se escriben largos y
liadores”, “dialoguistas”. Horacio González inventa una pala-
bra: “lanusardos”. ¿Qué buscaba Lanusse? Una propuesta de
integración. Pretendía manejarla él y el peronismo ya estaba
muy fuerte como para cederle ese privilegio. Pero es impor-
tante establecer, lo más claramente posible, la diferencia entre
“gorilas” e “integracionismos”. Escribe Horacio González, en
caliente, en pleno octubre de 1972, a un mes del primer
mejor que un empresario? ¿Para un torturado no debe haber
nada mejor que un torturador? ¿Para un obrero no debe
haber nada mejor que su patrón? La consigna del Viejo era
insostenible. Eso lo sabían todos. Teóricamente, lo sabía muy
bien Perón, que era un maestro de las antinomias irreducti-
bles: patria y antipatria, pueblo y antipueblo, peronistas y
antiperonistas, propios y contreras, leales y traidores, etc.
nunca se han unido ni pueden ni podrán unirse porque viven
bajo un sistema que postula la necesaria desigualdad entre los
hombres. Y no sólo la postula sino que la aplica. Funciona
así: des-igualando a los hombres. Perón ni siquiera recurría a
la unidad de todos aquellos “objetivamente enfrentados al
imperialismo”, que fue siempre la consigna de la “causa
nacional” que logra unir a las burguesías nativas con sus cla-
que hace falta es destruir una estructura social injusta y obso-
leta y reemplazarla por una estructura social construida sobre
bases justas y equitativas” (Pigna, Ibid., p. 172). Hablaba
como un peronista: “Una estructura social construida sobre
bases justas y equitativas” es una frase peronista. Aramburu se
les había extraviado. Estaba, para sí mismo, en un lugar exce-
sivamente peligroso. A la izquierda del régimen gorila que él
otro lado del océano, maneja todos los hilos. Hay dos chistes acaso pretenciosos ensayos apelando a las malas palabras. regreso de Perón: “La herencia de la Revolución Libertadora Pero no le importaba: él daba órdenes. Decía a quién amar y ses pobres en los países periféricos. No: Perón pide la unidad inauguró y a la derecha de los jóvenes rebeldes que su régi-
memorables. Llevo años diciendo que los chistes añaden Este, por ejemplo. Pero, cómo no. Es parte de la materia tra- se compone de la disputa sobre si quien conduce la lucha a quién no. Ahora, de golpe, debían amarse todos. La izquier- imposible. La unidad del congelamiento. La que beneficia a men gorila engendró. Pareciera alguien que selló su propia
conocimiento, que revelan más que algunos hechos el sabor, tada la habitualidad carajeadora. (Escribimos sobre el pero- contra el peronismo ha de ser el gorilismo o el integracionis- da no peronista disfrutaba la cosa: ¿cómo se hace una revolu- los dueños del poder. Y eso lo descubría cualquiera. Más aún suerte. Ya no les hablaba a los gorilas con el lenguaje de
el colorido, la intransferible atmósfera de una época histórica. nismo, carajo.) Lo que llevó a lo sublime la tapa del Desca fue mo. El enfoque gorila supone básicamente una visión del ción en un país donde para cada uno de sus habitantes no la izquierda peronista y sus críticos erpianos, que bien podían Aramburu, sino con el de Perón. Y les hablaba a los Monto-
Cuando Perón colisiona con la conducción de Montoneros, el error de ortografía. No faltará quien diga que fue delibera- peronismo en términos de ‘ilegalidad’, lo que en el plano de debe haber nada mejor que otro? ¿Ya no hay contradicciones? disfrutar de este Perón burgués, amigo del régimen, que neros con el lenguaje de Perón, pero era Aramburu. En los
cuando, luego de Ezeiza, cuestiona a la ex “juventud maravi- do. Si lo fue, la idea rozó lo genial: nadie, durante un tiempo, las formas de procedimiento político se traduce en una per- ¿No más régimen y pueblo? ¿Y la lucha de clases? ¿Ya no hay venía a dar la mano que se le pedía. Una mano para la estabi- dos lados era el hombre inadecuado en el momento inadecuado.
llosa”, aparecen dos chistes que surgen de la militancia de habló de otra cosa. Y, según vemos, todavía hablamos de ella. cepción de ‘guerra civil’, precio indispensable para depurar y lucha de clases? ¿Ya no hay patrones? ¿No hay oligarquía, lidad burguesa, para la integración, para frenar la violencia, Esto selló su tragedia. Sólo dejemos que diga algo más: “Los
superficie o tal vez de esa usina crítica poderosa que era la Había gente con talento en la orga. ¿A quién se le habrá ocu- recuperar el control de todos los mecanismos del Estado que empresas transnacionales, Ejército? Perón proponía el pacto para establecer en lo posible una incipiente democracia luego disturbios sociales se desencadenan por enfoques políticos
revista Militancia, que dirigían Ortega Peña y Duhalde. Uno rrido si el error fue deliberado? Hay genios para elegir. habían sufrido una radical transformación durante el poder social, que era su versión del GAN. De donde podemos de tantos años de luchas sin frutos, o con frutos muy amar- desacertados. El gobierno no escucha al pueblo”. ¡Esto, a un
de ellos decía que Firmenich y Quieto estaban siendo ahorca- Walsh, Urondo, Gelman y, desde luego, Oesterheld, nada peronista (...). El integracionismo resuelve condicionar la lega- deducir esto: El regreso de Perón se debe a que las clases domi- gos. Aún vendrían peores. año del Cordobazo! Hablaba acerca de los disturbios sociales,
dos por una gavilla de fachos. Y que Firmenich, sereno, con- menos que él. Que ya tenía casi lista La guerra de los antartes. lidad del peronismo en la misma medida que éste se muestre nantes, el Ejército y la Iglesia advierten que el único que puede Hay, así, una continuidad. Aramburu-Lanusse-Perón. Unir no del Día del Ejército. Vestía siempre de civil, claro. Algo
fiado, le decía a Quieto: “No te preocupes. Debe ser otra Nos ocuparemos adecuadamente del querido viejo y su trage- ‘responsable’ para acompañar estrategias de ‘crecimiento eco- hacer el GAN es Perón. Sin duda se decidió lo siguiente: nos a los argentinos. El que lo va a hacer es Videla, asesinando a más: “Hay que buscar la salida democrática que devuelva el
genialidad del Viejo”. El otro es más divertido. Quieto y Fir- dia peronista, montonera, argentina. El Eternauta II es un nómico’ o de ampliación de la base de consenso del Estado. tenemos que jugar la última carta, no hemos podido destruir todos los que están contra él. Así sí: esa unión es posible. La gobierno al pueblo. El poder debe descansar en la soberanía
menich están bajo tierra, enterrados en sus tumbas. Viene texto imprescindible para analizar el peronismo revoluciona- La ‘percepción de guerra civil’ no forma parte de la metodo- ni controlar ni integrar al peronismo desde 1955. El Gran unión de los cementerios, del terror. Videla supo cómo solu- popular” (Pigna, Ibid., p. 172). Decir esta última frase y decir
Perón, se abre la bragueta y mea feliz sobre ellas. Luego se rio de los ’70. Expresado, ahí, por un creador, por un escritor logía integracionista, para la cual lo crucial es la captación de Acuerdo Nacional es una apuesta de Lanusse que él no está cionar esa cuestión. Los que estaban contra él, morían. Los “hay que llamar a elecciones democráticas, con el peronismo
aleja. Se escucha, entonces, la voz de Firmenich: “Che, Quie- genial. Vayamos desde ya rogando a las musas que nos otor- diversos ‘factores’ del peronismo, desintegrándolo como tota- en condiciones de llevar a cabo. El único que puede hacer el que no, vivían y aceptaban. Muertos y cómplices: he aquí la y con Perón si es necesario” era lo mismo. Aramburu buscaba
to”. “¿Qué?” “¿No te dije que el Viejo no nos iba a cagar?” guen el don de estar a la altura de esa historieta trágica, extra- lidad política, social e histórica, para poder captarlo como GAN es Perón. Hay que negociar su regreso sobre esa base: fórmula para la unión de los argentinos. La otra es la de la el Gran Acuerdo Nacional. Lo inventó él. Se le adelantó a
Los chistes intentaban decir que Perón manejaba todo a su viada, sólo comparable –en su demencia creativa– a los más facción” (Horacio González, Gorilas, integracionistas y lanu- usted vuelve, pero no para hacer la revolución socialista que democracia y su respeto por el “diferente”. Una democracia Lanusse. Porque Levingston no hizo nada en ese sentido. Lo
antojo. Que los Montoneros eran unos tarados que le creían altos momentos del Nietzsche de La voluntad de poder. sardos, reflexiones a propósito de la maldición peronista y de la piden sus muchachos, sus formaciones especiales, sus curas sin justicia social no es la “unidad de los argentinos”. Una llamó a Aldo Ferrer y desató una campaña de tintes naciona-
hasta el fin, hasta muertos y enterrados se admiraban de que revolución peronista, Envido, Revista de Política y Ciencias rebeldes. A ellos los viene a controlar. Nosotros lo respalda- democracia con justicia social no existe. Es una utopía. Sería listas contra “los monopolios”. Tapa de Panorama: “Mono-
sólo los meara. Sólo eso, porque cagarlos, nunca. Sin embar- ARAMBURU-LANUSSE-PERÓN: Sociales, octubre de 1972, N 7, p. 35). Muerto el proyecto mos si nos hace el GAN. Sólo usted lo puede hacer. Y es lo el socialismo. Pero ni eso. El socialismo buscó imponer la polios, ¿quién tira la primera piedra?”. De pronto, todo el
go, todo estaba muy lejos de ser así. Perón, es cierto, los que- LA BÚSQUEDA DEL GRAN gorila se impone el integracionista. También que hay que hacer o el país cae en el abismo de la gue- unidad desde el Estado y desde el Partido. No funcionó. El país hablaba de los monopolios. Nadie se lo tomó en serio.
ría cagar y era evidente que hacía todo para hacerlo. Pero los ACUERDO NACIONAL el regreso de Perón (y no sólo también rra civil. Su gente lo pide. El pueblo que lo sigue. único ente libre termina siendo el Estado, en manos de la Lo tiraron de un bofetón, de una cachetada desdeñosa.
Montoneros ya no le creían. Le matan a Rucci y le arruinan Falta para eso. Como sea, los chistes también revelan la fe sino muy especialmente) debe leerse como Los sindicatos. La clase media no violenta. El burocracia y todo sometido a la persona del dictador, al cual, “¿Para qué te pusimos ahí, monigote? ¿Para que la jugués de
el Pacto Social. Lo que Perón quería hacer con los Montone- que se tenía en el Perón madrileño. El Perón de la lejanía. el triunfo del proyecto integracionista empresariado nacional y hasta los más sensatos de para colmo, se le rendirá culto. milico nacionalista que viene a salvar la soberanía de la
ros los Montoneros lo querían hacer con Perón. Sería inge- Ese Perón era imbatible. Su palabra era Ley. Todos necesita- sobre el proyecto gorila dentro de las nosotros. Más no podemos hacer. Sabe que usted no Pero nadie buscaba tanto. El Pacto Social de Perón habría patria?” Asume Lanusse y larga su GAN. Pero le pasa lo
nuo creer que los Montoneros tenían esa fe extrema en él. ban ser validados por él, el Padre Eterno. Esto alimentó una luchas intestinas de la Libertadora. nos gusta ni nos va a gustar, pero alguien tiene que instrumentado un Estado distribucionista, una fuerza sindical mismo que a Aramburu. Perón dice: “No me vengan con la
Un chiste es un chiste. Y los que conté provenían seguramen- trágica megalomanía en Perón. Supongo que debe ser bastan- Era el proyecto que Aramburu dar el paso. Nos equivocamos. Ya no más: vuelva. poderosa, habría custodiado los intereses de los grandes capi- ‘soberanía popular’ ni con el ‘Gran Acuerdo Nacional’ uste-
te de la izquierda erpiana, que reprochaba a los “nacionalistas te inevitable, si se es Perón, creérsela. También, si se es había explicitado a sus secuestra- Pero vuelva para la unidad de la nación. Para el tales (aunque fijándoles topes en las superganancias y obli- des que hace 15 años que pisotean eso. Se acordaron tarde. El
burgueses” montoneros su fe en Perón. Así, cuando la Ten- Perón, si se es, como pretendía serlo, un viejo sabio, esa sabi- dores. Al tercer día de su secues- GAN. gándolos a la reinversión y al distribucionismo), habría nego- único que puede hacerlo soy yo. ¿Quién fue la víctima del
dencia hace con el Ejército, por medio del general Carcagno, duría debiera prevenirlo, decirle que existen obstáculos en la tro, el domingo, sale en la revista ciado con los dueños de la tierra, alentado entusiastamente el arrasamiento de la soberanía popular? Yo. ¿A quién quiere
adicto a la orga, el Operativo Dorrego, aparece en Militancia realidad, que no todo se somete a los arbitrios de un líder por Criterio un reportaje en que lo aclara PERÓN: “UNA SOLA CLASE desarrollo de la pequeña y mediana industria y habría prote- incorporar ese Gran Acuerdo Nacional? A mí. Bueno, no se
el que acaso sea el mejor de los chistes de Tendencio, un per- más respaldo popular que tenga. Ese general sabio, ese políti- sin vueltas. El reportaje se había hecho DE ARGENTINOS” gido, dentro de la larga tradición del movimiento, a los traba- molesten. Esas tareas me corresponden. Soy yo el que debe
sonaje con el que en la revista de Ortega Peña y Duhalde se co genial, que todo podía contenerlo, controlarlo y totalizar- antes, como es lógico, sólo es llamativo De aquí que ya el 21 de junio –al día siguiente de jadores. De traje blanco, en la cabecera de una larga mesa, protagonizarlas y desmantelar la Argentina gorila y excluyen-
reían de la Jotapé y sus planes con Perón. Se ve a Tendencio lo, se veía muy favorecido por estar fuera del sistema político que apareciera precisamente cuando Ezeiza– Perón diga con brutal claridad: “El Justicia- aún lo recuerdo a Perón reunido con empresarios y diciéndo- te que ustedes crearon”. ¿Qué podía decir Lanusse? Que sí,
(que era sólo una línea sólidamente trazada que daba la ima- argentino, fuera de la escena. Todo se unificaba en Perón. Aramburu estaba en manos de sus lismo, que no ha sido nunca ni sectario ni excluyen- les: “En nuestro país no puede haber sumergidos. Eso no lo como lo hizo. Pero con una condición: “Usted, Perón, viene,
gen de un hombrecito tonto, terriblemente cándido) atado a (Nota: Esto es lo que Ernesto Laclau llama significante vacío, captores y siendo juzgado por el te, llama hoy a todos los argentinos, sin distinción de podemos tolerar”. Era 1973. El evento se televisó. de acuerdo. Viene y hace en la Argentina lo que hay que
un árbol. Frente a él, tres tiradores. Junto a los tres tiradores, pero yo le tengo cierta aversión a la semiología y no me cae proyecto que ahí enunciaba. banderías, para que todos, solidariamente, nos pon- Volvamos a Aramburu. El fusilador del ayer proponía la hacer”. Lo que había que hacer (para Lanusse como para
un coronel con un sable dispuesto a dar la orden de fusila- bien Lacan, o no me cae tan bien como a Laclau. Digamos Ese proyecto –según ahora gamos en la perentoria tarea de la reconstrucción armonía de los argentinos en 1970. Es el domingo 31 de Aramburu) era el GAN. Una Argentina occidental, capitalis-
miento. Tendencio pregunta: “Entonces, general, ¿así termi- que me pasa de costado. De modo que me manejo con otras veremos– era muy similar al de nacional, sin la cual estaremos todos perdi- mayo de ese año y, posiblemente, los Montoneros, en Timo- ta, con su movimiento de masas incluido en la democracia,
na el ‘Operativo Dorrego’?” No sería apropiado olvidar que categorías. De las que Laclau, por suerte, no deja de hacer Lanusse, tal como se lo dicen dos. Es preciso llegar así y cuanto antes a te, hayan leído las declaraciones que Aramburu hiciera a la en el sistema de partidos. Que Perón negoció este retorno es
el segundo de Carcagno en la cuestión era nada menos que el uso: recurre bastante a Spinoza, Hegel y Marx en el parágrafo los Montoneros. Pero (¡y ésta es una sola clase de argentinos: los que revista católica Esquiú. Ese día empezaba también el campeo- indudable, totalmente lógico. Si no, el general Sánchez de
que sería ministro del Interior de Videla, el sarcástico, el cíni- “La dialéctica de la universalidad”, por ejemplo. El que quie- la complejidad que hay que luchan por la salvación de la patria” nato mundial de fútbol en Perú, para el que Argentina, en Bustamante, que comandaba el Primer Cuerpo de Ejército,
co y sanguinario Albano Harguindeguy. Carcagno –este dato ra adueñarse bien del concepto de significante vacío, que no pensar!) era también similar al (Ver: Baschetti, Documentos, 1973- 1969, no había conseguido clasificarse. El DT de Onganía no les habría dicho a sus subordinados de elite lo que les dijo
disfrútenlo porque es una de las cosas increíbles de la época– es complejo, puede consultar Emancipación y diferencia, p. que Perón, en el ’73, intenta 1976, volumen I, ed. cit., p. 106. era Adolfo Pedernera, no Menotti. Aunque nadie veía a pocos días antes de las elecciones del 11 de marzo.
le había otorgado un reportaje a El Descamisado. Los del 101 de la edición de Ariel. Postula que la “exterioridad” de plasmar con Gelbard y Las cursivas son nuestras.) En rigor, Pedernera como DT de Onganía ni pensaba que un triunfo
Desca lo titularon con una frase que, presumimos, se le habrá Perón le permitía asumir el momento de la “universalidad” Rucci. ¿Por qué Perón cómo no decir esta sencilla ver- argentino podía favorecer a la dictadura, que no era tan GENERAL SANCHEZ DE BUSTAMANTE:
escapado al general en un arranque de sinceridad demencial: del que el movimiento carecía por su dispersión organizativa cambia una de las verda- dad, esa clase de argentinos espantosa como para merecer tanta pena. Que uno deseara LA “AGRESIVIDAD MARXISTA”
“Se acabó la época en que los yankis nos metían dos minas en e ideológica. Escribe: “En tales circunstancias, él estaba en las des peronistas en plena nunca faltó en el país. Siem- que la selección nacional perdiera, digo. Habría venido bien DEL PERONISMO
la cama para comprarnos”. El Ejército seguramente se habrá condiciones ideales para pasar a ser un ‘significante vacío’ que “etapa dogmática”? Al pre estuvimos colmados de jugar esa copa, que fue la última que jugó Pelé y en la que Primero analiza la estructura militar. La disciplina es el
incomodado: la frase no era expresión de eso que se llama encarnara el momento de la universalidad en la cadena de día siguiente de Ezeiza, “esa clase de argentinos”. El hizo maravillas inigualadas. Habría sido lindo verlo atajar a valor prioritario. La instrucción debe ser intensiva, poderosa.
una virtud sanmartiniana. Tal vez, del modo en que vienen equivalencias que unificaba el campo popular”. Esto se quie- en su discurso del 21 coronel Varela, cuando Cejas, que estaba en su mejor momento. Pelé se lo llevó al Debe crear “el hábito de la obediencia mecánica”. Este es el
las cosas y los sorprendentes descubrimientos, se encuentre bra dramáticamente cuando Perón regresa: “Perón ya no era de junio, Perón inau- mataba esquiladores en la Santos y estuvo ahí 5 años. El primer partido del Mundial “hábito” que más valora este militar de 1973, representante
alguna frase de San Martín parecida. Por qué no. Por ejem- un significante vacío sino el presidente del país, y tenía que gura la “etapa dog- Patagonia, creía luchar por del ’70 lo jugaron México y la Unión Soviética. ¿Lo habrán unívoco de la esencial formación antidemocrática y antihu-
plo: “Se acabaron los tiempos en que los españoles nos metí- llevar a cabo políticas concretas. Pero las cadenas de equiva- mática”: “Somos lo “la salvación de la patria”. visto los Montoneros en Timote mientras decidían cómo manista de las Fuerzas Armadas. El “hábito de la obediencia
an dos gallegas en la cama para que no cruzáramos Los lencias construidas por las distintas facciones de su movi- que las veinte verda- Ramón Falcón, cuando les matar a Aramburu? Difícil saberlo. Más probable es que mecánica” es lo que debe constituir esencialmente a un solda-
Andes”. Pero se aclararía que San Martín siempre rechazó a miento habían ido más allá de toda posibilidad de control des peronistas decía a sus cosacos que hayan leído el reportaje de Esquiú. “La violencia es el resul- do. La disciplina y la instrucción existen para lograr esa clase
esas dos gallegas y por eso es el Padre de la Patria. Los genera- –incluso por parte de Perón–. El resultado fue un sangriento dicen”. O sea, el que hicieran fuego sobre los tante de un mal social”, decía Aramburu. “El pueblo no es de hombres: los de la “obediencia mecánica”. Pero no nos
les argentinos, en cambio, aceptaban a las dos rubias yankis y proceso que condujo a la dictadura militar de 1976” (Laclau, quiera cambiar la anarquistas de la FORA, escuchado ni participa del gobierno. Los actuales gobernantes desviemos. No es nuestro tema. Sánchez de Bustamante va a
así fue como entregaron el país. Eso es lo que parecía decir Ibid., p. 102). En mi ya lejano libro Ignotos y famosos, de doctrina que se vaya, creía luchar por la salva- le han asignado un papel totalmente pasivo, de simple espec- hablar del peronismo. Acepta que regrese. Pero no aceptará
(o, en rigor, decía) Carcagno. Ese día, en algún lugar del 1994, en los trabajos “La invención de Perón”, “La realidad es un “zurdo con la ción de la patria. Rado- tador. Este estado de cosas debe por fuerza generar violencia (...). que se retorne “al pasado”. ¿Qué significa esto? “Cuando
generalato, se habrá decidido el fin de su carrera. La manio- de la razón” y “La muerte mítica de Perón” abordo estas camiseta peronista”. witzky, cuando le tiró una Y esto no se resuelve con leyes represivas, sino gobernando en hablamos de un no retorno al pasado nos estamos refiriendo
bra de los Montoneros para comprometerlo con ellos había cuestiones. De todos modos, en este ensayo volveré a ocupar- No obstante, Perón (¿y bomba, también. Wilc- comunión con el pueblo” (Cfr.: Felipe Pigna, Lo pasado pen- al peronismo, al peronismo como régimen, al peronismo
sido un poco extrema. El pobre Carcagno, al leer su frase, se me de ellas y espero que aún mejor, algo que tal vez no sea quién sino él?) se da el kens, cuando le tira su sado, entrevistas con la historia argentina (1955-1983), Plane- como expresión política de la arbitrariedad en el ejercicio del
habrá aterrorizado. Probablemente pensó en los costos de demasiado difícil. (Lo digo para no se molesten en buscar ese lujo de violar la “etapa dog- bomba a Varela, también. ta, Buenos Aires, 2008, p. 172. Pigna es un excelente entre- gobierno” (J. P. F., El peronismo y las fuerzas armadas, Revista
meterse con esos guerrilleros imprudentes y malhablados. libro, que no creo que lo merezca.) Y había una consigna que mática” y cambiar una de las (“Dos bombas cargadas de amor”, vistador. Deja hablar al entrevistado, casi no repregunta y el Envido, N 9, Buenos Aires, ps. 23/24). ¿Cómo lo quiere al
Porque –es el momento de anotar esto– los Montos se jacta- también daba una identidad a todos, la misma: Perón vuelve. “veinte verdades peronistas”. Es dice un poema libertario que cita material que queda es un testimonio desnudo en el que, ante peronismo este general de altísima, inestimable importancia
ban de sus malas palabras. El grito de guerra: “¡Montoneros, El general creyó que las cosas podrían funcionar del mismo la que dice: “Para un peronista Bayer en La Patagonia rebelde.) Uri- la pasividad del entrevistador, el entrevistado se entrega más en el esquema militar de poder en 1973 y que habrá, luego,
carajo!” ya era fuerte y pegaba. Pero lo trágico y patético y a modo aquí. Veremos. no debe haber nada mejor que buru, cuando lo tira a Yrigoyen, lo de lo que pensaba y termina por decir cosas que acaso, con de decidir, entre tantas otras cosas, la expulsión de Osvaldo
la vez inevitablemente divertido ocurre durante el ’73. Se Hay una linealidad que nos vamos a animar a seguir. Los otro peronista”. Perón dice: ahora hace por la salvación de la patria. un entrevistador más “estrella”, de esos que sobran, de los Bayer del país con el golpe del ’76? A lo que dijo ese día Sán-
rumoreaba que Perón andaba mal de salud, algo que era Montoneros le reprochan a Aramburu –y es uno de los prin- cambiamos. Ahora decimos: “Para Justo, cuando lo aparta a Uriburu, lo que se mueren si no meten un bocadillo a cada rato, no chez de Bustamante nadie le dio importancia. Seguramente el
mucho más que cierto. El Desca saca una tapa memorable. cipales motivos por los cuales lo matan– estar armando un un argentino no debe haber nada mismo. Los que torturaban en la habría dicho. Habrá que defender a Pigna de sus muchos ata- ERP o los Montoneros daban alguna conferencia de prensa y
Decía así: GAN (Gran Acuerdo Nacional), nombre que le puso Lanus- mejor que otro argentino”. Una con- ESMA lo hacían por la salvación de la cantes, cuyas posturas políticas no tienen el riesgo de las todos creían que la historia (la historia del Poder en la Argen-
se al proyecto que él impulsó. Las propagandas del GAN se signa de unidad nacional. Un patria. Los que matan a Rucci ni qué suyas, y que no saben llegar a los lectores del modo directo y tina) transitaba por esos rumbos. No: era Sánchez de Busta-
Siempre fue de gorilas hablar de la salud del general, veían abrumadoramente en la tele y en los diarios. Eran dos GAN. La “salida democrática” hablar. Los que derrocan al primer honestamente ilustrativo con que él lo hace.) ¿Y ahora qué mante el que estaba expresando eso que sería posible y eso
pero compañeros... jugadores de fútbol disputando una pelota. Se les notaba la de Aramburu. La consigna Perón, por la salvación de la patria. Los dirán los que claman que los Montoneros, el 29 de mayo de que no, eso que de ningún modo lo sería. Sigamos. El
¡Qué cagaso! alegría de jugar. La limpieza. El locutor, voz en off, decía: “para un argentino no debe que ultrajan y esconden el cadáver de 1970, iniciaron la violencia en la Argentina? No, señores. comandante del Primer Cuerpo quiere un peronismo que
“Gran Acuerdo Nacional: un partido que debemos jugarlo haber nada mejor que otro Eva, por el mismo motivo. Valle se levan- Escuchen hablar a la mismísima víctima de esa jornada. Es el actúe “como partido justicialista sujeto a las reglas del juego
Glorioso momento del periodismo argentino. Esa “horri- todos”. O algo muy parecido. También así se leía en los dia- argentino” cae mal, horrible- ta contra Aramburu por la salvación de propio Aramburu el que les dice: “Este estado de cosas debe que están expresadas en el estatuto de los partidos políticos”.
ble” palabra jamás había aparecido en la tapa de una revista. rios o en los afiches que se pegaban en las paredes de las mente mal, en la militancia del la patria. Aramburu lo fusila por el por fuerza generar violencia”. Les habría dicho, de poder Pero... no cree que sea posible. No fácilmente, al menos. Sán-
Y, para colmo, mal escrita. Recuerdo, por ejemplo, a Miguel calles. El peronismo crea el Frente Cívico de Liberación peronismo de izquierda. Enton- mismo motivo. Aquí, nadie hizo nada hacerlo: “Aquí lo ven. Mi muerte es la prueba de lo que digo. chez de Bustamante señala el motivo diabólico, inintegrable,
II III
con que se presenta ahora el peronismo: “Se presenta los médicos, los psiquiatras, las comisiones internas blishment, del Poder. Es uno de ellos. Al establish-
con un ingrediente de nítida fisonomía marxista y de de las fábricas que rehuían a la burocracia cegetista, ment ya no le importan los malos modales, las tos-
una tremenda agresividad, que llama a preocupación los militantes de las villas. ¿Qué se puede decir? Dos quedades de quienes le sirven. Al muñeco le permi-
a los hombres de armas y a los hombres de orden, y millones y medio de personas fueron a Ezeiza a bus- ten todo. Hasta que lo ponga a Rosas en los billetes
también a los hombres de orden que hay dentro de car a Perón. No eran todos Montoneros. Eran parte de veinte pesos. Luego De la Rúa. Luego la transi-
sus propias filas”. Esta era la contundente, la latente de esa globalidad que era la Jotapé, hegemonizada, ción de Duhalde. Y luego... la desagradable sorpresa.
y macabra preocupación –que podría transformase sí, por Montoneros, pero autónoma y muy creativa El peronismo retorna. Néstor Kirchner, para colmo,
en ira en cualquier momento– que el poderoso Ejér- en miles de aspectos. Todo esto era marxismo puro no sólo recupera el rol del Estado, los toques keyne-
cito Argentino de entonces (¡tan mal valorado por la para los militares. Subversión, alzamiento, situación sianos, el intento de redistribución del ingreso, sino
militancia revolucionaria, heredera del voluntarismo pre-revolucionaria. No podían permitirlo. Era tarea que incorpora a su gobierno a muchos de los que
del Che!) cobijaba acerca del peronismo. “Un ingre- de Perón frenar esa marejada. Poner orden. No hay formaban, en el pasado, el “foco maléfico”, el “eje
diente de nítida fisonomía marxista y de una tremenda unidad nacional sin orden. Perón tenía que hacer la marxista del mal”. Con Kirchner el peronismo vuel-
agresividad.” La izquierda peronista –acusada de más excepcional de sus jugadas de Mago de la His- ve a ser intolerable. De aquí tanto odio. Las divisio-
reformista y burguesa por el ERP– era irrefutable- toria: Pasar del “al amigo todo, al enemigo ni justicia” nes. Las peleas. Caramba, ¡después del Perón del ’45-
mente marxista para el comandante del Primer al “para un argentino no hay nada mejor que otro ’55 no hubo un gobierno más podridamente pero-
Cuerpo. Eso, jamás lo aceptarían. Sánchez de Busta- argentino”. ¿Quién ha desatado semejantes fuerzas nista que éste! ¡Abran fuego como en los viejos tiem-
mante dice entonces que la única garantía frente a para llegar podrá frenarlas para mantenerse? pos! Creíamos tenerlo dominado al peronismo. Y
eso es “que las FF.AA. se comprometan consigo mis- “Perón”, dice Jorge Antonio, testigo privilegiado si éstos se atreven a cualquier cosa. Nos juzgan a los
mas a hacer que determinados valores y determina- los hay, “estaba convencido de que los Montoneros militares del Proceso, que hicieron su tarea de un
das pautas continúen rigiendo en el país, más allá de le iban a responder siempre. Yo le aseguré que no, modo desprolijo, pero la hicieron. Había que hacer-
la transferencia del poder” (J. P. F., Ibid., p. 24). La porque yo tenía mucho más contacto con los Mon- la. ¡Hasta Perón, de haber vivido, la habría hecho!
guerra, su hipótesis central de conflicto, quedaba toneros que él” (Pigna, Ibid., p. 245). Jorge Anto- (Mentira: Perón estaba muy lejos de Videla. No era
perfectamente dibujada: si la agresiva fisonomía mar- nio había comprado Primera Plana y se la dio a los un asesino. Bajo su gobierno murió Ingalinella en
xista del peronismo, por medio de su tremenda agre- Montoneros. Era una joda: de pronto, teníamos manos de la policía de Rosario. Hubo torturas, pero
sividad, atacaba los valores y las pautas que regían el Primera Plana, la revista de los exquisitos de los muchas menos que en la Libertadora y en el Conintes
país, las FF. AA. habrían de intervenir. Trasferencia sesenta. Hasta salimos los de Envido en una nota de Frondizi. Nada justifica nada. Ni una simple tor-
o no del Poder. Porque el poder no se transfería. Sán- que nos hizo el luego desaparecido Leonardo Betta- tura. Pero el gobierno que menos muertos tiene es el
chez de Bustamante, con sinceridad inequívoca, nín. Leonardo la tituló: “Los jóvenes lúcidos”. ¡Para de Perón. ¿Qué habría hecho para frenar a las forma-
supo decirlo: “Frente al slogan de ‘Cámpora al qué! Las cargadas fueron infinitas: “Che, José, yo ciones especiales? Algo se vio y no fue precisamente
Gobierno, Perón al Poder’, yo le antepongo este: creía que eras un tipo piola, no un joven lúcido”. La agradable. Alzó contra ellas a una canalla delictiva.
‘Cámpora al Gobierno, el Ejército al Poder’” (J. P. cosa es que todos salían en Primera Plana. Guiller- Pero estaba sorprendido. Como sea, sobre este tema
F., Ibid, p. 24). El texto se publicó en Nueva Plana y mo Gutiérrez por Antropología del Tercer Mundo. sólo conjeturas se pueden hacer. Nada podría con-
yo lo incluí en mi trabajo sobre las FF.AA. de mayo Alcira Argumedo, que hablaba de los curas del Ter- vencerme –de todos modos– de que Perón habría
de 1973. Ahí está todo. Dentro de ese encuadre cer Mundo y de Mugica y le pusieron como título sido capaz ni del 2% de las atrocidades del Proceso.
viene Perón. Vamos a decirlo de una vez por todas: irónico: “De curas y ricuras”. La “ricura” era Alcira, Acaso su muerte se deba a que veía que esa tarea –la
Perón no regresa para hacer la patria socialista, ni que era muy bonita, en serio. Flaca inteligente de de la represión intensiva de las formaciones especia-
siquiera regresa para hacer la patria peronista. Regresa grandes ojos verdes. La cuestión es que Jorge Anto- les– le sería inevitable y se sintió sin fuerzas ni con-
para hacer el Gran Acuerdo Nacional con toques de nio los conoce bien a los Montos. En una tapa lo vicciones para hacerla. Es una suposición, sólo eso.
la genuina sensibilidad popular que define al movi- sacan a Martín Fierro con una metralleta cargada a Pero agradecería su cuidadoso tratamiento. Perón
miento. Gran Acuerdo Nacional más Estado de Bie- la espalda, un símbolo un tanto directo. Algunos podía gritar y amenazar con fuerza. No era un asesi-
nestar keynesiano. Pero sobre todo, general Perón, lectores de la vieja Primera Plana se horrorizaban: no. Videla, Massera, Bussi, Saint-Jean, Vilas eran
usted regresa para conjurar el demonio que ha desa- “Pero, ¡esto es una mierda facho peronista!”. Facho matarifes. Y los sectores civiles que los apañaron y...
tado, que ha alimentado, al que le ha puesto el nom- no era. Era bien agresiva y marxista Primera Plana. Mejor, por ahora, nos detenemos aquí. No tenemos
bre sonoro y algo pomposo de Formaciones especiales. Eso que preocupaba a los hombres de orden de la espacio para analizar problemas como el de la culpa
A usted lo aceptamos. A usted con sus marxistas, no. Argentina, según Sánchez de Bustamante. Sigue colectiva. Si llegamos, sería deseable, a la dictadura
Es más: lo aceptamos porque acaso pueda frenarlos Jorge Antonio: “El tenía contactos, les daba directi- procesista, lo haremos.)
sin sangre. Comprométase a eso. De lo contrario, lo vas, pero ante él no se explayaban. Ante mí se expla- Dijimos, de Perón, “estaba sorprendido”. Anali-
mandamos de vuelta a Madrid y los frenamos noso- yaban con más claridad. Yo le advertí a Perón: cemos esta sorpresa. ¿Qué le pasó al “Viejo Genial”
tros. Pero el costo es un baño de sangre que por ‘Mire que esto es riesgoso. No les dé tantas alas en cuando aterrizó en la patria? Se acabaron las “genia-
ahora queremos evitar. el país porque después usted va a tener un proble- lidades”. La cantidad de torpezas que cometió fue
¿Por qué creen ustedes que los de Kirchner y ma’. El me dijo: ‘No, Jorge, quédese tranquilo que considerable. Cierto es que tenía que frenar lo irre-
Cristina son dos gobiernos tan odiados por la dere- cuando lleguemos al país y lleguemos al poder, si los frenable. Lo que él había lanzado al frente de guerra
cha y por las clases altas? Con esos gobiernos, por muchachos se ponen ariscos –fueron textuales pala- con furia incontenible. ¿Qué creía el Viejo? ¿Que
primera vez desde 1955, regresó el peronismo que bras– yo voy a agarrar un vaso de agua, micrófono, hablaría y se le someterían? Cuánto Ego, general.
les molesta. Lo explico: cae Perón en 1955. Todo hablaré y se irán tranquilos a su casa’. Le dije: ‘Ahí se Qué costo tan alto el de ese Ego. Qué mala, inexac-
bien. Se aniquila a Lonardi, salida negociadora, y va a llevar la primera gran desilusión. Ahí se va a lle- ta versión de la realidad le entregó. Usted no estaba
empieza la persecución gorila. Perón los había inco- var usted el primer susto que le van a dar las juven- bien. En febrero de 1973 lo operan de próstata.
modado seriamente. No lo aguantaban un minuto tudes actuales, y lo comprometo a que me lo recuer- Durante la operación tiene un infarto. Al poco
más. Quieren borrarlo del mapa. No pueden. La de’. Me dice: ‘No. Quédese tranquilo que eso lo tiempo, en Madrid, lo visita Juan Manuel Abal
desperonización es imposible. Aramburu, en 1970, manejo muy bien’” (Pigna, Ibid., p. 245. Cursivas Medina, secretario del Movimiento Nacional Justi-
propone la primera salida racional: respeto por la nuestras). cialista, que usted puso con buen tino y mucho
“soberanía popular”. Integrar al peronismo al siste- agrado. Veintisiete años tenía Juan Abal. Se sienta
ma democrático. Los Montos lo matan. Aparecía el KIRCHNER: OTRA VEZ EL frente a usted, que está reponiéndose. “¿Cómo está,
efecto más indeseado de la proscripción gorila: “la “PERONISMO INTOLERABLE” general?” “Bien, doctor. ¿Qué novedades me trae?”
fisonomía marxista del peronismo”, una fisonomía En suma (y por el momento), Perón no puede Abal Medina es un personaje querido por la JP. Es
de “tremenda agresividad”. Santucho se sorprende- organizar el país y muere en medio de un esfuerzo el hermano de Fernando. Que él esté donde está,
ría: “Marxistas o trotskistas o zurdos verdaderos que ya era demasiado para él. Ahora se trata de lo como secretario del Movimiento, es una garantía.
somos nosotros”. No, Santucho. El marxismo preo- principal: frenar el “foco marxista de tremenda agre- Tal vez debió sacarle el paraguas a Rucci durante el
cupa en serio cuando prende en las masas. Cuando sividad”. Lo intenta Lopecito con la Triple A. Pero primer regreso de Perón, allá, en Ezeiza, cuando el
gana “el corazón de las masas”, como decía Marx, a es ineficaz, desordenado. Los militares esperan. líder bajó del avión. ¿Qué derecho tenía Rucci, que
quien tal vez leíste escasamente. Los Montos, pese al Dejan que todo se pudra, se caiga a pedazos. Contri- no había hecho casi nada para traerlo a Perón, de
origen monaguillesco de su conducción, habían buyen al caos. Y dan el golpe. Se acabó el peronis- cubrirlo ahora, protegiéndolo, con ese paraguas, que
tenido la sagacidad de mezclarse con las masas. Ahí mo. Perón está muerto. El foco marxista es aniquila- era, súbitamente, un símbolo poderoso? Juan
se torna peligrosa una vanguardia. Si no, no pasará do con una celeridad humillante. Los meten y los Manuel debió haber hecho eso. Pero Rucci estaba
jamás de ser un conjunto de locos, de aventureros masacran en los campos de concentración. La Argen- agrandado. Ya Perón le había dicho: “Me voy a res-
aturdidos por la teoría del foco insurreccional, esa tina ha solucionado el problema que arrastraba desde paldar en ustedes. En el sindicalismo organizado”.
desgracia. Por eso los Montoneros, para Sánchez de 1955. Recién se resuelve en 1976 con una masacre Pero a Juan Manuel se lo quería. La JP, en sus mar-
Bustamante, que sabía lo que decía, sabía hacia que se lleva treinta mil vidas. Luego viene la demo- chas, cantaba una consigna fuerte y clara: “Abal
dónde apuntar sus cañones y hacer fuego, “el mar- cracia y el peronismo pierde en las urnas por primera Medina/ el nombre de tu hermano/ es fusil en la
xismo”, la fisonomía de “tremenda agresividad” que vez. No hay problema. Gobierna Alfonsín. Cuando Argentina”. Ahora, Juan Abal, está frente a Perón,
presentaba el peronismo era su ala izquierda. Perón se hartan de él le hacen un golpe de mercado y... ¡le que acaba de preguntarle “¿Qué novedades me
pacta su regreso y viene a frenar lo que alentó. Las entregan el gobierno a un peronista! Que el Poder en trae?” El joven Juan Manuel empieza a hablar. Se
Formaciones especiales. ¿No fueron arcilla blanda en la Argentina haga esto es impensable. Pero no: el concentra en lo que dice. De pronto, lo mira Perón.
manos del viejo genial? ¿Cómo negar que alguna Poder se lo ceden a Carlos Menem, quien, con la El Viejo se ha quedado dormido. ¿Así, general, que-
“genialidad del Viejo” los va a desarmar no bien ate- complicidad del justicialismo, lleva a cabo el progra- ría usted frenar a la izquierda peronista? ¿En ese
rrice en la patria? El “ala izquierda”, en su expresión ma del establishment. El neoliberalismo arrasa con la estado de salud? Cossio y Taiana se lo dijeron: “Si
PROXIMO
armada, eran los Montoneros, pero la Jotapé tenía Argentina peronista. Se desmontan las nacionaliza- no vuelve a la Argentina podrá vivir dos años. Si
DOMINGO una masividad y hasta un estado interno deliberati- ciones del Estado keynesiano. Se aniquila el Estado vuelve, seis meses”. Así ocurrió.
vo de gran riqueza. Era temible. Eran demasiados. de Bienestar que constituyó la identidad del pueblo
“Vuelve Perón, Eran todos los sectores medios estudiantiles (en peronista (algo cuya importancia veremos en deta- Colaboración especial:
Flaco” Francia esos sectores habían hecho el Mayo del ’68), lle). Menem se convierte en un hombre del esta- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 30 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


53 Las dos vertientes
de la Juventud Peronista (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EXCURSO: ALGUNOS acuerdo con la tercera posición tal como Nasser la que ya no permite disimular la violencia clasista tras
DOCUMENTOS entiende.” la legalidad –siquiera formal– del gobierno democrá-
Un interregno acaso necesario, pero tal vez no tanto. tico representativo; los órganos encargados de aplicar
Documentos, fuentes, versiones, verdades, mentiras, En 1967, en Montevideo, nada menos que Cooke lleva la coerción resolvieron asumir el poder, del cual eran
complejidades, dificultades. Lo arduo, lo difuso, lo a cabo una encendida defensa de José Luis Nell ante el sostén exclusivo y visible, liquidar el dispositivo ya
ensombrecido, las mentiras que se cruzan, la utopía de intento de la dictadura de Onganía de extraditarlo. inoperante de la política clásica e integrar directa-
establecer una verdad, o su abierta imposibilidad, su Queda claro que Onganía, legalmente, no tenía mente a los grupos económicos predominantes
frustración. Del modo que sea, los que siguen son docu- derecho a nada. Ni a gobernar el país. Que haya hecho designando para las altas funciones administrativas
mentos. No son inhallables. Pero hay que buscarlos. redactar un “Estatuto de la Revolución Argentina” del estado a los directivos y apoderados de los gran-
Después, más adelante, intentaremos establecer entre para hacerlo valer como “Constitución Nacional” es des consorcios locales y extranjeros.
esta maraña algunas certezas. Porque algunas tiene que meramente una payasada de un tiempo constitucional- ”La usurpación no es novedad sino lo habitual a
haber. No puede morir tanta gente sólo por meras mente enfermo, acostumbrado a su propia ilegalidad, través de 80 de los 104 años de vigencia de nuestra
dudas, por hipótesis contrapuestas. Arriesgar la vida que confundiendo con el derecho y la justicia su total Constitución. Pero por primera vez la práctica de la
requiere creer en una verdad, y esa creencia debe ser falta de derecho y de justicia, se permitiera pedir extra- violencia no se recubre con los siete velos de la legali-
fuerte. ¿Cómo se consolidaron esas verdades? ¿Cómo las diciones, dictar leyes, encarcelar personas, prohibir dad republicana: la actual dictadura militar no pidió,
consolidó cada uno de los protagonistas? movimientos de masas, líderes populares, llevar a cabo como las anteriores, reconocimiento como gobierno
torturas, avasallamientos a la educación, a la prensa, a ‘de facto’, justificado como necesidad transitoria con
“MUNDO ISRAELITA” ENTREVISTA la libre opinión y a la expresividad democrática de los el fin de restablecer el normal funcionamiento de las
A TACUARA ciudadanos. Culpables de esto son el Estado gorila y instituciones, sino que se títuló emanada de una
n octubre de 1962 la revista Mundo todos quienes colaboraron con él y vieron como algo legalidad propia que cancela la preexistente. Los

E Israelita realizó un reportaje conjunto a


los dos principales líderes del movimien-
to Tacuara, Ezcurra y Baxter. El perio-
dista que protagonizó la entrevista, Ariel
Zafran, fue acompañado por su colega Rogelio Gar-
cía Lupo, quien había trabado una relación con Bax-
ter a partir de que éste, en su trabajo como telefonis-
“normal” esa Argentina ilegítima que sólo podía gene-
rar lo que generó: una violencia del hartazgo, que odia-
ba a la democracia y a todas las instituciones del país
burgués por mentirosas, represivas y huecas.
Pasamos a ver el texto de John Willian Cooke.
comandantes en jefe de las tres armas declararon que
asumían el ‘poder constituyente’ y fijaron los impre-
cisos objetivos de la ‘revolución’, que tienen preemi-
nencia por sobre los textos constitucionales; designa-
ron presidente a Onganía, otorgándole también
facultades legislativas y sin término a su mandato, y
reemplazaron a los miembros de la Suprema Corte.
ta internacional del turno nocturno de la compañía EL CASO NELL, CLAVE PARA EL Por consiguiente el gobierno no prestó juramento
estatal de comunicaciones, lo conectara con los PROCESO POLÍTICO ARGENTINO ante el alto tribunal sino que los integrantes de éste
medios de prensa del exterior. juraron acatamiento a la nueva juridicidad (...)
La nota, escrita con un clima intimista, describió Por John William Cooke (1967) ”En un país donde los aviones navales han bom-
todas las sensaciones que Zafran tuvo en la casa de bardeado a una multitud obrera indefensa en Plaza
Tacuara: “En estos días ha de expedirse la Justicia del Uru- de Mayo –y mañana lanzarán rocíos de napalm
“Llegamos con García Lupo a la casa colonial de guay con respecto a la extradición de José Luis Nell, con idéntico ánimo alegre–, donde se movilizan
la calle Tucumán, donde tiene su sede Tacuara. En requerido por las autoridades argentinas como pre- los tanques contra la protesta obrera, donde cada
la semipenumbra subimos las escaleras que condu- sunto integrante del comando del Movimiento prócer castrense moviliza ‘su’ guarnición o ‘su’
cen a los altos. Allí nos encontramos, en un corre- Nacionalista Revolucionario Tacuara que asaltó el barco en las confrontaciones internas por el poder,
dor, frente a varias puertas herméticamente cerra- Policlínico Bancario de Buenos Aires en agosto de la única violencia que causa escándalo es la de
das. Golpeamos a una de ellas y alguien nos observó 1963. A los efectos de ese pronunciamiento, es irre- Nell, mala plusvalía.
por una pequeña mirilla practicada en la puerta. levante el que Nell haya o no cometido los hechos ”Desde la Argentina, una regencia de bayonetas
Reconocido mi acompañante, se nos franqueó el que se le imputan: lo que se discute es si fueron per- que tutela los privilegios de dentro y de fuera exige la
acceso a una habitación en la que un calentador de petrados con fines políticos, puesto que las leyes núcleos paramilitares, lejos de ser dispositivos de sus acciones, eso es lo que distingue a los activistas fin, estamos en que son peores que los criminales. remisión de un prisionero de guerra que escapó a sus
alcohol hacía irrespirable el ambiente. La estancia excluyen expresamente la extradición por delitos combate revolucionario, eran engranajes del ‘Esta- revolucionarios, y no la prueba de que son personali- Igualmente errátil es la lógica que descalifica como guardias de hierro. Las saturnales revanchistas son
lucía una más que franciscana pobreza de medios. políticos o por delitos comunes conexos con lo polí- blishment’, que fustigaban al imperialismo pero lo dades aberrantes. El ideal perseguido puede parecer simulaciones los fines subversivos proclamados; para catarsis para estas ciudadelas del Occidente imperial,
Sobre una de las paredes se ubicaba un histórico tico, ya sea que formen parte de la ejecución del acto servían con una práctica inspirada en las consignas horroroso a los que pertenecen al sistema de valores luego señalar que su práctica pone en peligro el acechadas por hordas oscuras cuya irrupción presa-
retrato del abrazo de José de San Martín con Ber- político o ejecutados en forma aislada pero con obje- del ‘occidentalismo’ y orientada por energúmenos de atacado, pero el rebelde tampoco concibe como orden constituido. Lo que equivale a decir que los gian signos intranquilizadores.
nardo O’Higgins flanqueado por un retrato de Juan tivos políticos. Es un principio intangible y universal sacristía, rezagados del milenio corporativo, nostálgi- ‘normal’ el acondicionamiento espiritual en el seno MNRT lograban como revolucionarios los fines que ”Además, Nell es un militante revolucionario, es
Manuel de Rosas y la efigie de José Antonio Primo que tutela los derechos humanos del asilado, y que cos medievales y agentes de los Servicios de Informa- de una estructura socio-política injusta y deforman- simulaban como pseudo revolucionarios. Bravo. decir, un subversivo que pretende esconder que el
de Rivera con un escudo de Falange en el ángulo los despotismos buscan burlar fraguando procesos ción. te, ni que esas almas frígidas sean la pauta, para Finalmente, los tribunales argentinos pueden confi- poder económico y el poder de fuego son monopo-
superior derecho. Un joven rubio, que hablaba cas- comunes a sus enemigos expatriados. ”Nell, ligado directamente a la lucha de la masa medir los ‘desajustes’. No pretendemos que nuestros nar a quienes atentan contra los cimientos de la lios sagrados en ese mundo de pequeños déspotas sin
tellano con un marcado acento alemán, nos invitó a ”La requisitoria de la dictadura argentina es tan trabajadora y capaz de asimilar críticamente los datos salomones aborígenes compartan ese punto de vista sociedad al octavo círculo del infierno carcelario; lo cabeza, de arcángeles blindados que vigilan la insu-
sentarnos. García Lupo lo hizo sobre un sillón cristalinamente improcedente que presupone magis- de la realidad contemporánea, fue uno de los prime- de los marginales, pero aun dentro de la juridicidad que no pueden es hacer de eso una causal de extradi- misión de las masas hambreadas, de adoradores de
cubierto por un poncho rojo, cuyas gradas estaban trados uruguayos carentes del más elemental buen ros en tomar conciencia de que, en nuestras naciones del statu quo, el inconformismo integral no puede ción, pues si en algo coinciden los juristas de todo el fetiches, de payasos solemnes, de respetuosos de la
compuestas íntegramente por esvásticas negras. Yo, sentido o susceptibles de ser inducidos a violentar los dependientes, no hay nacionalismo de derecha posi- reducirse a fenómeno de patología psicológica; y una mundo es en que ese tipo de infracciones son políti- respetabilidad, de púrpuras y togas tendidas para que
a mi vez, sobre un destartalado mueble, cubierto preceptos legales y la tradición jurídica de su país. ble, y, con ese punto de partida, concluir que a esta infracción a la ley es política o no de acuerdo con cas por excelencia. no se vean las verdades peligrosas”.
por arpilleras, procedí a acomodarme (...) ”No pretendo leer en la brumosa interioridad de altura ni siquiera es posible un nacionalismo bur- criterios elaborados por la ciencia penal, y no de
”Estimé que las edades de los jóvenes que vagaban las mentes gorilas: cabe también la hipótesis de que gués. Esa evolución determinó que un grupo se sepa- acuerdo con requisitos que un magistrado fije por su Violencia sagrada y violencia John W. Cooke
por el departamento aquel día oscilaban entre los 13 esa demostración de menosprecio no refleje una con- rase de Tacuara –que en 1963 era la más poderosa cuenta para que una concepción merezca la calidad desfachatada Acción Revolucionaria Peronista
y los 22 años. Uno de ellos era Rodolfo Galimberti. vicción real sino que sea una astucia primitiva con la organización derechista– para formar el Movimiento de lo político. [Publicado en Marcha, 1967]
Me asombré de que no se tutearan entre ellos. Ya finalidad de prolongar la detención de Nell y some- Nacionalista Revolucionario Tacuara (pronto cono- ”Para sustentar ese frívolo diagnóstico, ¿qué ele- ”Veamos qué régimen inefable de convivencia
había pasado una hora desde nuestro arribo. García terlo a los perjuicios de una tramitación semejante. cido como “la Tacuara de izquierda”), del cual Nell mentos de juicio objetivos permiten afirmar que los estuvieron por corroer las modestas hazañas de estos La pluma brillante de Cooke (qué bien escribía ese
Lupo, hechas las presentaciones, se había retirado. A Aparte de que estamos seguros de que esa tentativa fue figura destacada y miembro de la delegación que móviles invocados son simples ‘pretextos’, ‘una reos. Cuando delinquieron, en la Argentina estaban gordo inteligente, asertivo, corajudo y sarcástico, ¿no?)
la habitación entraban y salían camaradas. Hacían el correrá la suerte que se merece, para nada podemos viajó a China y otros países revolucionarios; rápida- cobertura supuestamente ideológica?’. Cabría supo- cerradas las vías legales de expresión popular, y la explica lo esencial del caso Nell. Nosotros, en el final de
saludo nazi a su jefe y se retiraban. Pero ahí ya no se gravitar en un litigio que se dirime en el ámbito mente se completa el tránsito hacia los planteos más ner que se apoya en la constancia de que los MNRT acción directa era la única política que quedaba. Fue la entrega anterior, le reprochamos las dos muertes del
podía hablar con tranquilidad. De manera que se forense. Pero precisamente porque es un problema radicales: el carácter global de la lucha liberadora del invirtieron el producto del atraco para fines persona- ese carácter falseado de la representatividad demo- Policlínico. Bien, insistimos. Toda muerte es un escán-
decidió continuar el reportaje en un café cercano al político, nos interesa exponer sus datos esenciales, Tercer Mundo, la Revolución Social y la liberación les, o en bienes suntuarios, timbas, orgías, perfume crática la que invocaron las Fuerzas Armadas para dalo. Pero atención: que nadie crea que Onganía tenía
comando de Tacuara. Mientras bajábamos las esca- que contribuirán a la comprensión de la realidad nacional como aspectos indisociables de un proceso francés, mulatas incandescentes y otras delicias de la dar el golpe de junio de 1966. Al fin y al cabo, lo más derecho a matar que Nell. Onganía encabezaba
leras nuevos imberbes camaradas saludaban a su argentina, velada aún por tenaces equívocos y malen- único, el papel de la Revolución Cubana, etc. opulencia. Pues, no: el mismo juez se encarga de mismo que se planteaban Nell y los suyos, con la un orden subversivo, ilegal. Era el jefe retrocatólico,
jefe, quien respondía displicentemente. Los genera- tendidos. ”Teniendo presente esta ubicación ideológica, el informarnos, en otro pasaje de su fallo, que ‘se trata diferencia de que, no disponiendo del instrumental cursillista, adorador bobo de la Virgen María, que
les no dan demasiada importancia a la venia... Sen- ”Así mientras basta la existencia de un móvil polí- ‘caso Nell’ entra en su verdadera perspectiva, desde de una verdadera sociedad criminosa que ora con bélico del Estado, tuvieron que recurrir al asalto para asaltó un Estado vacío, que vino a seguir manteniendo
tados a una mesa comenzó la segunda parte de la tico para que la extradición sea ilegal, independiente- la praxis insurreccional hasta el ensañamiento repre- propósitos de índole insurreccional, ora con el pro- armarse. Pero desde el punto de vista técnico, eso en la ilegalidad del oprobio a las mayorías y a su jefe.
entrevista. Baxter y Ezcurra apuraron sus dobles mente de cuál sea la concepción ideológica sustenta- sivo y este pedido de extradición en base a funda- pósito de allegar fondos, armas, municiones, y otros tampoco rompe la similitud de ambas situaciones Vamos a decirlo claro: todas las muertes que generó
ginebras y respondieron a todas las preguntas del da esto es lo más importante para nosotros. La tra- mentos que, por el contrario, demuestran su impro- elementos para la consecución de objetivos declara- jurídicas: el dinero del Policlínico Bancario pertene- el Estado gorila, que reinó desde 1955 hasta 1973,
extenso cuestionario. yectoria de Nell ejemplifica la de muchos jóvenes cedencia. dos por sus integrantes, proyectó y llevó a cabo cía a los tacuaras tanto como pertenecen a los milita- fueron asesinatos. Ese Estado no podía asumir la jus-
”Los dos repitieron durante la entrevista algunos que iniciaban su vida política hace más o menos una hechos de carácter delictivo...’. Como señala el letra- res las armas que paga el pueblo para defender su ticia porque era la negación de la misma. Porque
de los latiguillos habituales de Tacuara. Que no década, en medio de las frustraciones de una Argen- Los barullos del surrealismo do defensor de Nell, es imposible hacer una descrip- soberanía y que ellos utilizan para despojarlo de esa había surgido de la injusticia. Toda muerte –aun la
eran antisemitas sino antisionistas, porque el sionis- tina manejada por una minoría rapaz que abdicaba jurídico ción más exacta de lo que la doctrina penal considera soberanía y hacer con el país lo que se les da la gana. del más desdichado y triste delincuente– era un asesi-
mo, decían, es una forma de imperialismo. Tam- nuestra autodeterminación política y económica, delitos políticos conexos. La raíz de las contradiccio- “Las FF.AA., responsables de la deformación nato. Porque a ese hombre lo mataba un Estado ile-
bién amenazaron con que el movimiento todavía mientras el pueblo, superexplotado y proscripto, no ”El juez argentino que condenó al grupo del nes e incongruencias es política, y está explícita en representativa durante once años, no vacilaron en gal. Una dictadura anticonstitucional. Suponemos
no había comenzado a agredir y que el día que lo lograba traducir su protesta en una lucha efectiva MNRT sostiene que no son delincuentes políticos otro parágrafo del dictamen judicial. Esta especie de hacer mérito de esa anomalía para justificar el alza- que esto habrá de golpear fuerte en los corazones libe-
hiciera los resultados serían terribles. A su vez, ata- por la toma de poder. Debo omitir referirme al com- sino ‘seres inadaptados que con el pretexto de móvi- organización delictiva es más peligrosa y amenaza miento contra el gobierno civil (elegido en comicios rales y antiperonistas, pero es hora de que lo sepan:
caron verbalmente a la Guardia Restauradora plejo de circunstancias que llevó a un sector de la les sociales o patrióticos dan rienda suelta a pasiones tomar un incremento mucho mayor por los recursos presididos por los militares y con proscripción de los gobernaron en medio de la más profunda inconstitu-
Nacionalista ya que, según ellos, predicaba una juventud a ver en las organizaciones nacionalistas de criminales realizando acciones que algunos tratan de de que se vale y los medios que emplea, que las sim- candidatos mayoritarios). Lo sorprendente es que el cionalidad desde 1955. Su reino fue el del decreto
especie de nacionalismo conservador, mientras que extrema derecha el camino para terminar, por medio persuadirse a sí mismos como de carácter epopéyico ples bandas criminales que actúan sin esa cobertura golpe triunfante, en lugar de redimir esos vicios de la 4161. Todos: los gorilas como Aramburu y Rojas, los
Tacuara por el contrario representaba el nacionalis- de la acción directa, con este estado de cosas. Pero, o justiciero...’. supuestamente ideológica, razón por la cual debe práctica política, arrasó con todo el dispositivo de “inteligentes” y pactistas como Frondizi, los sumisos e
mo revolucionario. Para ellos, Nasser era marxista y en la medida que los impulsaba un auténtico fervor ”Ese buceo en la psiquis de los procesados está combatírsela más severamente porque hace peligrar participación ciudadana en la elección de los manda- insignificantes como Guido, los buenos y dulces como
un soldado de la liberación nacional, egipcia y popular y patriótico, fueron percibiendo la naturale- reñido con las normas de imparcial administración los cimientos de nuestra sociedad. tarios del estado, disolvió los partidos y convirtió en Illia, los brutos y los toscos como Onganía, los caídos
árabe. El panarabismo decían que era un ejemplo za de ese nacionalismo violento, reaccionario y fol- de justicia y constituye una fuga hacia la arbitrarie- ”Primero eran delincuentes comunes; luego resul- delito toda actividad política, aún pacífica y tradicio- del cielo, los alien como Levingston y los furiosos
para el movimiento, ya que quería de la misma klórico, que tras el fuego de su retórica no ofrecía un dad de las afirmaciones infundadas. Por lo pronto, tó que eran comunes pero no tanto, y hubo que nal. Como caso de ‘simulación’, éste alcanza propor- negociadores como Lanusse gobernaron en medio de
forma que ellos la unidad latinoamericana. Finali- programa revolucionario sino saldos y retazos ideoló- son los propios protagonistas quienes deben estar fijarles un limbo clasificatorio que los separaba del ciones de maravilla. Detrás de este atropello está la la ilegalidad constitucional. En medio de la proscrip-
zaron expresando que estaban completamente de gicos trasplantados a los fascismos europeos. Sus ‘persuadidos del carácter epopéyico o justiciero...’ de hampa pero sin entreverarlos con los políticos; por crisis permanente del sistema capitalista argentino, ción de las mayorías. Son los grandes culpables de la
II III
violencia. Los que la generaron desde el sofocamiento transporte hacia la acción, Baxter llevaría a cabo un conoce a fondo su pensamiento teórico. Seduce a todo
de la libertad social y política. periplo increíble entrevistándose con Perón en el mundo. Debió haber sido arrollador el gordo.
Madrid, con Nasser en El Cairo y con Ben Bella en ¡Guerrillero y amante de Ava Gardner! A ver, ¿quién
JOE BAXTER, SÍMBOLO Argelia. En su paso por España tendría un romance iguala eso? Lo invitan a China. Tiene seis meses de
DE UNA ÉPOCA circunstancial con la actriz Ava Gardner, y nueva- entrenamiento a su disposición.
Por Esteban Crevari, mente en Uruguay (en la localidad de Punta Carre- Baxter, se insiste, es un personaje cinematográfico.
en PaísGlobal, 2003. tas) procedería a reunirse con el ex presidente brasi- Hay que filmar su vida. En verdad, los personajes cine-
leño Joao Goulart, quien en ese momento también matográficos en toda esta historia sobran. El motivo es
“Los episodios vinculados al fenómeno de la insu- se encontraba en Montevideo en calidad de exiliado. simple: toda la historia es cinematográfica. Es una
rrección armada protagonizados por las organizacio- ”Su peregrinar no terminaría allí. Viajaría a China enorme tragedia. Pero Baxter podría poner eso que los
nes guerrilleras argentinas cuentan –al menos desde para recibir entrenamiento militar y posteriormente cineastas y los editores de las editoriales llaman el
el retorno de la democracia– con abundante infor- se haría presente en Vietnam, donde disfrazado de “comic relief”. El alivio del momento cómico, el toque
mación literaria y documental. militar ingresaría al club de oficiales del ejército nor- de comedia. Aquí lo tenemos, invitado por los vietna-
”Aquellos que cuentan con un particular interés teamericano acantonado en Saigón. Por tal suceso mitas, recorriendo el frente de combate. Viste un uni-
sobre esta compleja e intrincada etapa de la historia Ho Chi Minh lo condecoraría con una medalla al forme verde que le dieron. Está feliz, en su salsa. Se
argentina, pueden llegar a coincidir en una cuestión valor. En 1968 viajaría a Cuba con su compañera mete en la selva espesa del Vietcong en busca de nortea-
singular: toda vez que se procede a releer a las diferen- boliviana Ruth, y allí nacería su hija Mariana. mericanos. De pronto, ¡un ruido ensordecedor! Son
tes y profusas publicaciones, siempre ofrecen algún ”En junio de 1970 Joe Baxter llevaría a cabo un aviones de la marina yanqui que arrojan sus bombas.
nuevo detalle desde donde resulta posible repensar a nuevo giro. A partir de la amistad con Mario Rober- Desde las trincheras, los vietcong responden con sus
uno de los ciclos de mayor movilización social y de to Santucho viajaría a las islas Lechiguanas en el morteros. Siempre una guerra desigual. El combatiente
mayor virulencia que registramos como país. extremo norte del Delta del Paraná, para formar que está junto a Baxter ¡muere! La esquirla de una
” Las primeras impresiones que se establecen al parte de la fundación del Ejército Revolucionario del bomba le borra la cara. Baxter no duda un instante:
adentrarse en dicha temática, coadyuvadas por los Pueblo durante el desarrollo del V Congreso del Par- ocupa el lugar del soldado y empieza a disparar contra
estigmas y la cristalización de la historia convencional, tido Revolucionario del Pueblo. Su participación no los yanquis. Aquí lo tenemos: de cagar judíos a cadena-
tienden a reafirmar los esquemas políticos y doctrina- estaría limitada a una mera presencia física: junto a zos, de apedrear sinagogas, de empezar a descifrar el
rios de las diferentes organizaciones juveniles (junta- Santucho modificarían sustancialmente el documen- peronismo, a disparar furiosamente contra los aviones
mente a los modos de operar en materia de acción to original que previamente había redactado Urteaga norteamericanos en plena selva vietcong. Todo termina.
directa), como a los perfiles de los máximos protago- para la consideración del plenario de delegados. Agarra un casquillo de mortero y después, en Montevi-
nistas y responsables políticos en un parcializado con- ”En septiembre de 1970, se daría lugar al ‘bautismo deo, se lo regala a Gladys Pérez de Iriarte, apellido que
texto político de época. Es que probablemente lo más de fuego’ de la nueva organización portadora de una popular no da, en cuya casa se hospeda en Montevideo.
atinado se vincule con empezar a pensar la historia estrella roja de cinco puntas como estandarte. El blan- Pero falta lo mejor. Lo sublime. Su hazaña corre de
desde lo que fue: una verdadera tragedia. co elegido sería la Comisaría 24 de Rosario, y en boca en boca entre los combatientes heroicos de Viet-
”Como bien se desprende de los diversos trabajos dicho acto morirían dos agentes policiales. Dicho epi- nam del Norte. Ese gordo argentino tiene un coraje
publicados por el Doctor Arnoldo Siperman, funda- sodio dio lugar a la primera crisis interna de la organi- excepcional, dicen. No sé cómo se dirá “pelotas de
mentalmente aquel en donde analiza el pensamiento zación, donde Baxter criticaría ácidamente el proceder acero” en vietnamés, pero algo así le deben haber dicho
trágico desde la óptica de Isaiah Berlin, la tragedia por las bajas ocasionadas. Dicha crítica no quedaría a Ho Chi Minh. Y aquí viene lo increíble. ¡Ho Chi
griega fue un recurso desde el cual se canalizaban inadvertida ya que la animosidad hacia Rafael se Minh lo condecora por su coraje! ¡El gordo Baxter se
representaciones concretas de determinados conflic- incrementaría. Al desdén del que resultaba objeto por vuelve a América latina con una condecoración de Ho
tos de los que la política como actividad esencial de su eventual inconsecuencia y charlatanería, se agrega- Chi Minh! Créase o no, éstos eran también símbolos de
la vida pública no alcanzaba a dar cuenta. La vida y ría ahora el calificativo de ‘morenista’ (propio de quie- la época (Alejandra Dandan, Silvina Heguy, Joe Bax-
la muerte; la vejez y la juventud; el complejo de nes expresaban una ‘línea blanda’ semejante a la que ter, del nazismo a la extrema izquierda. La historia
Edipo; constituyen algunos ejemplos en los que la desde Palabra Obrera esgrimiese Nahuel Moreno en secreta de un guerrillero, Norma, Buenos Aires, 2006,
dramatización griega daba cuenta de ciertas díadas tiempos de organización del PRT). pp. 218/219).
propias de la condición humana. ”Aunque permanecería un tiempo más como res- En fin, es una pena. Baxter “terminó muy lejos de
”Los sucesos comprendidos en el período que ponsable de ciertos operativos delegados por la con- Alberto Ezcurra Uriburu, el otro fundador de
transcurre entre 1955 y 1983 merecen ser vistos de ducción central del ERP, con destinos internos y en Tacuara, quien finalmente se ordenó como cura en
acuerdo a dicha óptica. Así como la tragedia del el exterior (Chile), poco a poco Baxter sería margina- el seminario de Paraná. Desde el púlpito fue un
fenómeno insurreccional se inscribe fundamental- do de los ámbitos de decisión. En 1971 sería separa- defensor del golpe militar de 1976 y un crítico de
mente en términos ambientales, la violencia consti- do del Comité Ejecutivo acusado de ineficiencia. La quienes pedían por los desaparecidos de la dictadu-
tuye el fluido que se deriva directamente de un crisis se incrementaría aún más como consecuencia ra” (Dandan y Heguy, cuyo trabajo es, hay que
contexto en el que la convulsión fue la regla más de las críticas propinadas a los fugados del penal de decirlo, excelente, algo lateral porque Baxter se late-
que la excepción, junto a un colectivo desdén por Rawson, a los que responsabilizaba de haber abando- ralizó, pero una investigación de gran nivel, Ibid., p.
toda forma asimilable a la democracia como forma nado a sus pares posteriormente asesinados. 399). Acaso este vertiginoso personaje no encuentra
de vida. ”Víctima del descrédito y probablemente también la muerte que merecía. Viaja en un Boeing de la
”Es lógico suponer que en aquel medio turbulen- preso de una singular ansiedad, Baxter abandonaría empresa brasileña Varig y, el 21 de julio de 1973,
to surgieran individuos motivados existencialmente el ERP luego de una escisión interna de la que surgi- cinco minutos antes de aterrizar, el Boeing se come
por una pulsión primordial: el protagonismo como ría la fracción ERP-22 de Agosto (que cobraría cele- la pista y todo termina en una tragedia que se lleva la
derivado de la acción directa; o como se solía afir- bridad a partir del asesinato del almirante Hermes vida de Baxter. Siempre que un activista revolucio-
mar: la primacía de la praxis. Lo que probablemente Quijada en 1973) y PRT Fracción Roja, a la que el nario tiene una muerte “no gloriosa” se impone pos-
hoy pueda ser incluido dentro de los cánones de un incansable personaje en cuestión se sumaría por tular la existencia de una mano negra en el evento.
comportamiento eminentemente errático, al menos poco tiempo más. Lo mismo con Juan García Elorrio, el director de
a la luz de cierto eclecticismo ideológico, resultó en ”Joe Baxter fue sorprendido por la muerte de una Cristianismo y revolución, que lo atropelló un auto y
aquellos tiempos un fenómeno muy usual. Es el manera que probablemente pueda ser absolutamente se acabó. Todos, aún, dicen: “circunstancias sospe-
caso que se desprende de un singular personaje homologable al desenfreno de su vida. El 11 de julio chosas”. También de Baxter: habría sido “sospecho-
como Joe Baxter. de 1973 el avión que lo conducía a Francia se estre- so” el accidente del avión de Varig. Qué se puede
”Sus primeros pasos de actividad política fueron llaría en el aeropuerto de Orly”. decir. Si se muere un escritor o un profesor de socio-
en la organización Tacuara, de neto corte naciona- logía nadie ve manos negras por ningún lado. El
lista, católica anticomunista, antidemocrática y Alejandra Dandan y Silvina Heguy han emprendi- boludo cruzó mal la calle o tomó el avión que no
antisemita del que surgirían años después destaca- do la loca tarea de biografiar la vida de Baxter. debía tomar. Aunque hayan sido militantes revolu-
dos cuadros de Montoneros; fundamentalmente en “Loca”, digo, porque hay que tener ganas para meter- cionarios. Nadie dice que Barthes fue víctima de
la agrupación Tacuara del Colegio Nacional de se con semejante tipo que, al fin, no pasó de ser un alguna conjura. No, él, un semiólogo, no vio el
Buenos Aires. colorido símbolo de época. Pero es cierto que la refleja semáforo y cruzó mal: lo liquidó el camión de una
”En 1962 y desde dicha organización, Joe Baxter en muchas aspectos. Creo que el Baxter que siguió lavandería. Murió como un boludo. Un pensador
–también conocido con el nombre de guerra Rafael– adelante –al no morir absurdamente como el verda- puede morir así. Precisamente por eso: porque piensa
cobraría cierta notoriedad a partir del millonario atra- dero– fue Galimberti, que cumplió un periplo aún demasiado y se distrae. Pero, ¿un revolucionario?
co perpetrado al Policlínico Bancario. Aunque nunca más sorprendente. Nunca. A un revolucionario lo tienen que matar.
del todo aclarado, lo extraído habría sido destinado a En la biografía de Dandan y Heguy hay un pasaje Tenemos que poder llorar sobre su cuerpo otra infa-
acrecentar los fondos de la causa nacionalista. exzcepcional en el que Baxter logra visitar a a Perón en mia del imperialismo. Hay una negación algo infan-
”Con idéntico compromiso, Baxter posteriormen- Puerta de Hierro. Justo ese día, Perón recibe una invi- til ante la muerte errática de estos personajes. Como
te asumiría posiciones opuestas –aunque similar- tación de Ho Chi Minh para enviar a uno de los suyos si todos merecieran el calvario de Guevara y la espec-
mente radicalizadas– que lo llevarían a revistar cerca a un encuentro de guerrilleros en Hanoi. (Como vemos: tacular foto del piletón de Vallegrande. Y bueno, no.
del Movimiento Tupamaros del Uruguay, funda- también Ho Chi Minh consideraba a Perón de su También los grandes aventureros se mueren por
mentalmente como consecuencia de un obligado lado.) Perón no tiene nadie a mano y, de pronto, repa- cualquier cosa. Hasta por pisar el jabón en el baño y
exilio en Montevideo mientras huía de la Justicia ra en Baxter. “¿Usted es guerrillero, no?” “¡Por supues- romperse la cabeza con el filo del bidet.
PROXIMO argentina. to, General!” Y ahí va Baxter hacia Vietnam. Nos espera otra cara de la Juventud Peronista. No
”Sin embargo el verdadero desenfreno recién Llega a Hanoi, que era una fiesta. Desbordaba de menos fascinante, no menos estridente, no menos
DOMINGO
comenzaba. Uruguay sólo sería un punto de perma- revolucionarios, de hombres dispuestos a cambiar el sobredeterminada, poderosa. Con menos armas, con
nencia transitoria mientras se volcaba a viajar por el mundo por medio de las armas. Baxter está como pez menos tiros, pero con más ideas, creo.
Las mundo con pasaporte falso a fin de preservar eficaz- en el agua. Entra en contacto con la delegación
“genialidades” mente su identidad. Desde esa vida extremadamente china. Les dice que él es un peronista marxista, un Colaboración especial:
del viejo vertiginosa, donde la ideología sólo representaba un erudito en el pensamiento de Mao Tse-tung. Que Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 23 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


52 Las dos vertientes
de la Juventud Peronista

Suplemento especial de

PáginaI12
LOS CHICOS DE TACUARA Y LA caídos de la organización. Decían sus nombres y alza-
VIOLENCIA CATÓLICA ban la mano al estilo nazi. No pude escuchar muchas
os que andamos por los sesenta y hasta un otras cosas. Todas eran parecidas. Algunas incluían

L cachito más solemos recordar muchas


cosas. No sé quién anda vaticinando que
hoy la expectativa de vida es hasta los qué sé
yo cuántos años, pero juro que a lo largo de
estos seis u ocho meses esa aseveración se me ha vuelto
cuestionable. Del modo que sea, todos sabemos que la
Huesuda es implacable y que, en algún momento, ten-
algún ataque a una sinagoga o la paliza a un judío.
Hablaban de la patria. De su gran defensor: Rosas. Y de
uno que otro tema. Llevaban la estrella federal en la
solapa. Y cruces.
Cierto día aparezco por la plaza y uno de los dos
rubios se me acerca. Después vi esa cara en muchas
películas. Es la del nazi perverso que se ríe porque sabe
dremos que discutir con ella. Discusión que es absurda que te va a reventar. La risa tiene un toque de locura y
porque Ella suele ganarla con el simple trámite de otro de crueldad. Una crueldad que, aunque aún no
matarnos. Nada de pedirle unos años más. De repro- ejercida, el tipo ya la disfruta por anticipado, con sólo
charle que su decisión de retirarnos del show ha sido pensar en ella, con sólo planearla. El rubio me dice:
prematura. Que aún teníamos muchos planes. Que “Qué hacés, Fainman”. Nadie, jamás, había pronuncia-
todos nos decían: “¡Estás hecho un pibe!” No. Cuando do así mi apellido. No hasta 1957 al menos. Pero decir
la Huesuda te dice: “Vení”, lo mejor es que vayas. Te “Fainman” y decir “judío de mierda, no nos tragamos
tocó y te jodés. Pero durante estos meses se ha empeci- más la historia de tu vieja católica o no nos interesa
nado en aumentar nuestra soledad quitándonos la cer- porque con ese apellido vos, para nosotros, sos una rata
canía cálida de algunos amigos sólo por la arbitraria semita” era lo mismo. Me di vuelta y me fui. Ahí dejé
decisión de hacerlos crepar, manía que Ella tiene y en la para siempre un posible camino que pudo tener mi
que se especializa. De aquí que en amables reuniones adolescencia. Ahí quedaron las fiestas en lo de David.
con amigos que aún andan por aquí surge con frecuen- Los bailes. Cristina. Nunca supe bailar bien. Siempre
cia el tema de los viejos tiempos. Cuando éramos jóve- fui un tronco. Con Cristina hubiera aprendido. Como
nes y de la Huesuda nada sabíamos o se llevaba a otra la vida siempre te abre puertas me metí por otro cami-
gente: a viejos de mierda, por ejemplo, que ya habían no y sobreviví. Pero hubiera preferido el anterior. Ade-
vivido lo suyo y nada habían dejado que justificara su más, era la primera vez (y creo que acaso fue la única o
paso por el mundo. Cuando hablamos del pasado suele también, y esto es importante, creo que luego supe
aparecer el recuerdo de los años escolares. De la prima- defenderme y hasta dejar en ridículo al facho de turno)
ria. De la secundaria. La otra vez alguien largó una pre- que sentí qué era ser un desplazado, un marginado. No
gunta: un judío. Pero también un judío. Porque hay pocas
–¿Se acuerdan de Tacuara? cosas más difíciles que defenderte de algo que no sos,
–Eran jodidos esos tipos. Yo les tenía un cagazo que que no sentís. Bueno, este es otro tema. En alguna
ni te cuento. novela lo debo haber narrado. Pero pensemos en
Alguien, que la tiene más clara, dice: David. El estaba contento. Nos daba su casa. Quería
–Siempre me asombró algo. Tenían nuestra edad ser nuestro amigo. Hacer las fiestitas. De pronto, los
pero tenían una ideología construida. Tenían forma- nazis.
ción. Parecían mayores que nosotros. En los colegios la cosa era peor aún. En el Roca de
Unánime: todos les tenían miedo a los militantes de Belgrano. Aquí eran una peste. En el Sarmiento. No
Tacuara. Eran, en rigor, un grupo de choque ultracató- tanto en el Manuel Belgrano. Casi nada en el Avellane-
lico. Tenían el estilo de las pandillas nazis que asolaban da. Y mucho en el Nacional Buenos Aires. En Dere-
Berlín y otras ciudades de Alemania hacia 1931. Tuve cho, más tarde, se adueñaron del sindicato y, sé que
una cercana relación con esos muchachos. La vida me conté esto que, además, es muy conocido, una noche
puso en un lugar que me permitió verlos surgir y pade- entraron al comedor y cagaron a cadenazos a todos.
cerlos. En 1957 yo me reunía con unos amigos en la Judíos o no judíos. Como locos, gritaban: “¡Vivan los
Plaza Castelli de Belgrano R. Estaba en segundo año generales Valle, Tanco y Cogorno!”. Una chica murió
del bachillerato. A esa edad era un perfecto boludo. baleada. Porque sí nomás. Porque a algún canalla
Quiero decir: era un pibe. Leía revistas de historietas y tacuarita, a algún chico malo católico nacionalista, se le
–por esas marcas tempranas de la vida– leía a Kafka y ocurrió practicar tiro.
escribía. Pero de Kafka entendía poco y escribía sobre Se discute o se oculta el origen tacuara de algunos
cowboys y piratas y hasta sobre gauchos. Con los pibes montoneros. Pero cuando se anda tan cerca de algo la
que se reunían en la plaza empezamos a organizar algu- cercanía se torna peligrosa. Hubo una evolución. Pero
nas fiestitas. Eran en la casa de un chico que –sólo habrá que ver si en todos. La semejanza de símbolos es
recuerdo esto– se llamaba David. Pero vivía en un total. Entre la tacuara, que era el arma primitiva y más
quinto piso de Conde y Echeverría y era un amplio, pura de combate de la montonera gaucha, y la elección,
muy lindo departamento. Los padres se lo cedían siem- sumamente correcta, del nombre Montoneros para
pre que se armaba una fiestita. Ahí estaba yo: empezan- expresar la continuidad de una lucha popular que viene
do una adolescencia normal. La adolescencia de los de lejos y que estuvo encarnada, en el siglo XIX, por el
años cincuenta. Fiestitas, bailar, alguna noviecita. Me federalismo del Interior, por sus caudillos y sus masas, y
gustaba una piba. Cristina, se llamaba. David era judío. una actual que prolonga esa guerra que los gauchos per-
Pero esto no parecía preocuparle a nadie. La mayoría de dieron, hay una simetría impecable. Aquí es donde se
los pibes de la Plaza Castelli eran tibiamente antisemi- notan las lecturas que hicieron los pibes tacuaras ya en
tas. Cosas que les habían dicho los padres. Las de siem- los cincuenta. Los pandilleros que aparecieron por la
pre: que los judíos habían “matado a Dios”. Pero no plaza Castelli en 1957 ya tenían las cosas claras. Pero no
pasaba nada. Además, acudiendo a mis dotes de tem- por Jauretche, ni por Jorge Abelardo Ramos ni aun por
prano charlatán, yo les había aclarado que mi vieja era José María Rosa. Ellos habían leído a los hermanos Ira-
católica y eso te hace católico y que yo era católico y zusta, la biografía de Rosas de Carlos Ibarguren, la de
que no me jodieran más. Hasta que llegaron los Tacuara. Manuel Gálvez y La unidad nacional de Ricardo Font en busca del capellán de su batallón “para que bautizara distintas geografías de la ciudad. La izquierda, los general: “Dos potencias se saludan”. En fin, no tanto. paradoja (y es sólo una anotación momentánea) diga-
Tendrían dos años más que nosotros. En seguida fas- Ezcurra. De aquí les venía la unión entre el rosismo y el en seguida al recién nacido. Como estuviera ausente su comunistas, defendía la “laica”. Los tacuaritas, la Los que aquí se saludan son, más bien, dos piantados mos que muchos de los jóvenes peronistas de origen
cinaron a todos. David, solito, dejó de aparecer. Creo catolicismo. Luego, el siniestro padre Julio Menvielle, capellán, y nadie diera razón de él en ese momento, “libre”. Acusaban a comunistas, judíos y masones de descomunales, dos aventureros que irían de lo risible a judío a los que torturaban creían más que ellos y con
que un tacuara le dio una piña. Algo así. Metían tanto que estaba bastante chiflado, hizo lo suyo. llamó al del batallón tercero, doctor Pantaleón de Riva- querer borrar la identidad católica e hispánica de la lo abiertamente ridículo. Uno (Rambo Kelly) duraría más fundamentos y convicciones que el sionismo era
miedo que el poseedor del hermoso departamento La acción más importante de los Tacuara, la que los rola. El teniente pensaba que el vástago de un Ortiz de nación. No había un solo judío que peleara por la más que el otro, mucho. Pero, ahora, en Las Heras, agente del imperialismo yanqui y que Israel era el encla-
donde hacíamos nuestras fiestitas desapareció. Nunca lleva al conocimiento público, es decir, el de aquellos a Rozas debía, el primer día de su vida, ser ungido a la “libre”. Todos estaban con la “laica”. De modo que fue están juntos. Baxter le habla pestes de los judíos, del ve de Occidente en Oriente medio. Eran los judíos de
más las fiestitas. Pero mis otros amigos no lo lamenta- quienes aún no habían reventado a cadenazos en algún vez católico y militar, y por ello empeñose en que fuera fácil para los tacuara identificar a la “laica” con el juda- sionismo como agente del imperialismo anglo-yanqui la JP. Sobre ellos volveremos en detalle. Volvamos a
ron. Rodeaban a los tacuaras y escuchaban sus historias. lugar de la ciudad, dado que los otros jamás podrían castrense el sacerdote que pusiera óleo y crisma a la cria- ísmo. Hubo muchas piñas, cadenazos, insultos entre internacional. Kelly, que había sido el líder de la Alian- Menvielle. Fue el que tempranamente formó a los
Hablo de 1957, eh. Recién aparecían. Había dos her- olvidarlos, es el célebre asalto al Policlínico Bancario, tura” (Carlos Ibarguren, Juan Manuel de Rosas, su vida, “fachos” y “judíos bolches”. Para los tacuaras todo era za Libertadora Nacionalista, y que, créase o no, era más tacuaristas. ¿Qué pensaba este tipo?
manos que estaban cerca de lo siniestro o tal vez más que hasta mereció que se filmara una película, bastante su drama, su tiempo, Ediciones Theoria, Buenos Aires, claro: el judaísmo internacional, el sionismo, tenía que vivo que Baxter, le dice que no, que no es así. Baxter no En Independencia y Salta había un convento. Era
allá. Eran adecuadamente rubios y sonreían amenaza- rigurosa, con Alfredo Alcón y Mirtha Legrand. Pero 1972, p. 7. En la portadilla, la editorial –que editaba borrar la identidad de la nación para apropiarse de ella. lo puede creer. Kelly, sin más, le dice que el sionismo viejo, de aspecto austero. Hacía él iba Ezcurra Uriburu,
doramente. Yo, en seguida, les largué el asunto de antes me permitiré redondear algo. Para ellos, lo “mili- autores de la derecha nacionalista aunque también al ¿Cómo no iba a proponer alejar a la religión de los pla- no es un agente del imperialismo. Ya se había apartado jefe de los Tacuara, y junto con él los tacuaristas. Suena
mamá católica y yo católico y no me jodan. Me acepta- tar” era tan importante como lo “católico”. Y esto lo siempre querible Fermín Chávez– describe a Ibarguren nes educativos, de las escuelas, de los colegios, cómo no del racismo retrógrado que practicaban los tacuaristas. bien Ezcurra Uriburu como apellido de un jefe tacua-
ron. Pero con pocas ganas. habían encontrado de modo espléndido en la figura de como sigue: “Católico por bautismo y militancia, dio iba a agredir a los colegios religiosos? Se ponían unos (Ver: Daniel Gutman, Tacuara, historia de la primera rista. Ezcurra remite a la feroz mujer de Juan Manuel
Se sentaban en los bancos verdes de la plaza y noso- Juan Manuel de Rosas. La biografía que más frecuenta- ejemplo de vida familiar, amó a su prójimo y siempre brazaletes verdes y salían a dar palos. (Años después, guerrilla argentina, Vergara, Buenos Aires, 2003, p. 83.) de Rosas, Encarnación Ezcurra, que le organiza a Rosas
tros los rodeábamos. No recuerdo todo lo que nos hací- ron fue la del fascista Carlos Ibarguren, hombre del prestó testimonio de su fe”. Amén.) otros fachos, los de la Juventud Sindical, organizados Pero era difícil que los tacuaras pudieran hacer algo la “revolución de los restauradores” de 1834, algo así
an saber, el mundo del que nos llevaban a participar. gobierno de Uriburu entre muchas otras cosas (Nota: No es complejo descifrar el andamiaje ideológico de por los sindicatos en 1973, también se identificarían así fácilmente. Su maestro había sido Julio Menvielle. como el 17 de octubre de Rosas que habrá de llevarlo
No recuerdo nombres. Lamento eso. Pero hablaban de El libro en que Ibarguren desarrolla casi mejor que el los muchachos tacuaristas. Era elemental. Hay un solo por el color verde y se les diría “los verdes”.) Joe Baxter No dudo de que el cura que mencionaban los tempra- hacia su segundo gobierno, el de 1835, el de las faculta-
sus reuniones. Se reunían a menudo en un caserón de propio Duce la ideología del fascismo es La inquietud aspecto sobre el que me propongo detenerme: la violen- andaba metido en todas esas bataholas. Cierta vez, en nos tacuaras que aparecieron en la plaza Castelli era jus- des extraordinarias, el de la Ley de Aduanas, el de la
no sé dónde. En ellas un cura les hablaba. Y después un de esta hora. De 1934. Debiera reeditarse.) Don Carlos cia. Estaban dotados para la violencia. Durante la presi- febrero de 1960, llega Ike Eisenhower a la Argentina. tamente este personaje penoso pero siniestro. No hay Mazorca, el del bloqueo del Almirante Leblanc en
historiador los sumergía en los torrentes deslumbrantes inicia su biografía de Rosas, coherentemente, narrando dencia de Frondizi se desata el conflicto entre la “laica” Lo previsible: Tacuara y también la izquierda salen a que olvidar que esta clase de tipos dio muchas lecciones 1838, el de la invasión de Lavalle en 1840, el de la
del Tercer Reich. Hablaban de Hitler como de Dios. Y su nacimiento. Al hacerlo, expresa la inefable, sublime y la “libre”. La “laica” era la educación liberal, no reli- repudiar al embajador del imperialismo yanqui. Luego, a las Fuerzas Armadas de este país; no es casual que Vuelta de Obligado, el del levantamiento de Urquiza y
después pasaban a Rosas. Y después a los judíos. Termi- unión que se da entre el catolicismo y lo militar: no giosa. La “libre” era la de los colegios religiosos. La de en la cárcel de Las Heras, Baxter conoce a Guillermo durante la represión del Proceso del ‘76 el ensañamien- la batalla de Caseros en 1852. Y Uriburu remite al jefe
naban cada encuentro rindiendo un homenaje a dos bien “el párvulo” echa a llorar su padre corre al cuartel los chicos chupacirios. Surgieron luchas muy duras en Patricio Kelly. ¡Qué momento! Como le dijo Gatica al to con el judío fuera particularmente intenso. Como del golpe fascista de 1930, con Lugones como ideólogo
II III
y Lugones hijo con la picana eléctrica para ejemplificar que el catolicismo los entregaba en manos de curas película estaban bien documentados. Tacuara surge
a qué tipo de espada se refería su padre cuando decía siniestros y, también, en manos del racismo antisemita junto con un revival del folclore. Los chicos malos de
que su hora había llegado. (Los judíos mataron a Dios). La fascinación por la vio- las familias de guita se reúnen entre ellos y cantan sam-
lencia conllevaba una pasión por las armas que la mayo- bas, chacareras, vidalitas. Hay una samba que cantan
En el convento de Independencia y Salta había una ría jamás habría de abandonar. Y no menos cierto es mucho. Doy fe. Estuve en una reunión y apareció un
Casa de Ejercicios Espirituales. Aquí “los recibía el más que existía en la mayoría de ellos un factor de clase que guapito de estos. Perfecta cara de malo, peinado a la
importante teórico del antisemitismo que existió en la los hacía sentir especiales: pertenecían, en general, a gomina, brillante. Trajeado y con guitarra. Ahora que
Argentina: el presbítero Julio Menvielle. Doctor en familias pudientes, los dueños de la tierra y de la patria. lo recuerdo: les había perdido el miedo. Esto ya sería
Filosofía y teología, Menvielle escribió en la mayoría de La aparición espectacular de Tacuara, el que es consi- por 1962 y en 5 años un muchacho crece mucho. Me
las revistas nacionalistas y escribió numerosos libros derado como “el primer operativo urbano de la guerri- parecían patéticos, rufianes, compadritos de clase alta.
donde repudió la democracia, el liberalismo, el comu- lla argentina”, es el Operativo Rosaura. Sigo, central- Fachos que encarnaban hoy a los pendencieros de la
nismo y el judaísmo. El se convertiría en un referente mente, el relato de Gutman y también el de Alejandra Liga Patriótica, a los niños bien de Manuel Carlés. El
central de los primeros años de Tacuara” (Gutman, Dandan y Silvina Heguy en su biografía de Joe Baxter. caso es que el tipo cantó El indio poeta. “Ha muerto el
Ibid., p. 60). La amistad entre Ezcurra y Menvielle era También el film de Luis Barone (Los malditos caminos) indio poeta / silencio le hacen los cerros”. O “los cerros
estrecha. Compartían una cosmovisión, que el segun- y el primero de todos: el de Fernando Ayala, Con gusto lo están velando”. Alguna huevada más y por fin: “Llo-
do, sobre todo, se había encargado de explicitar. Hay a rabia. El “Operativo Rosaura” (al que se le pone así ran los sauces su muerte”. Era patético: sus antecesores
un libro del cura energúmeno (que, sin embargo, fasci- por la conocida novela de Marco Denevi Rosaura a las habían liquidado a todos los indios. Un genocidio al
nó a estos muchachos destinados a mejores cosas) lla- diez) se lleva a cabo el 29 de agosto de 1963. Es un día que David Viñas habría de llamar “la Segunda Con-
mado El judío en el misterio de la historia. Todo antise- desafortunado. Al menos para dos personas. quista de América”, pero los tacuaritas le cantaban al
mita es un paranoico: ve judíos por todos lados. Tam- La noche anterior, Nell y dos de sus compañeros “indio poeta”. Coherente: era el único indio al que
bién hay judíos que ven antisemitas por todos lados y estaban cambiando la chapa de uno de los autos que Roca habría aceptado. Un indio poeta, un indio ino-
más si alguien les reprocha las políticas belicistas y utilizarían en el asalto cuando aparece un patrullero de fensivo. No el indio de los malones. A ése, leña. De
represivas del artillado Estado de Israel. ¿Qué verán la Federal. Suben al auto y huyen a alta velocidad. Tal esos no quedo casi ni uno. “Indios poetas” nadie sabe si
muchos en Daniel Barenboim: ¿un gran músico o un como en una de tiros. Van en un Valiant. Desde él, existieron, pero los patrones les cantaban canciones.
hombre al servicio del terrorismo? Pero Menvielle era uno de los hombres de Nell, Duaihy, “bajó los siete El film de Fernando Ayala está tan bien documenta-
un bicho detestable. Un enfermo. Pensemos en el título tiros del cargador de una 45 y logró frenar al coche de do que Luis Barone lo utiliza para ilustrar el asalto al
de esa obra. Por un lado: el judío. Por el otro: el miste- la Policía, pinchándole una de las gomas delanteras. Sin Policlínico. Si es así, entonces ahí está Nell ametrallan-
rio de la historia. ¿Dónde está el judío? En el misterio de embargo, Nell, que manejaba, no pudo controlar el do como un tarambana, como un principiante aturdi-
la historia. En su centro. Es su matriz explicativa. Es tal volante, chocó contra un auto estacionado y los tres do, a los que se le presenten, a los que estén a tiro, a
el odio por el objeto abominado que se termina por tuvieron que escapar corriendo” (Gutman, Ibid., p. cualquiera, a todos. Barone sigue el recorrido de la vida
hacerlo el factor fundamental de la historia humana. 175). de Nell. Que es detenido pero logra fugarse del Palacio
Menvielle, que también era escuchado por los jóvenes Al día siguiente: el “Operativo Rosaura”. Nell y dos de Tribunales. Conoce a Carlos Mugica. Luego viaja a
tacuaristas en las charlas de la librería Huemul, les más van de guardapolvo blanco. “Todos estaban arma- China, a entrenarse militarmente. Apenas si anda por
explicaba su teoría de la historia. Paganos, judíos, dos con pistolas 45, menos uno: Nell cargaba una ame- los 25 años. Vuelve por Montevideo, se entremete con
musulmanes y cristianos se estaban disputando desde tralladora PAM, robada un tiempo atrás en el Tiro los Tupamaros. Cae preso y lo guardan en el penal de
hacía siglos el dominio del mundo. Otras civilizaciones Federal” (Gutman, Ibid., p. 175). También los Monto- Punta Carreta. En 1972 coprotagoniza la fabulosa fuga
no contaban en el desarrollo de la humanidad. Así, por neros habían robado en el Tiro Federal las armas que de los Tupamaros. Ciento once presos cavan túneles. Y
ejemplo, los africanos “serán un pueblo pero siempre atesoraban en el sótano de Timote, donde mataron a se escapan. Los ejércitos se escandalizan. Alicia Eguren,
un pueblo inferior, disminuido, siempre a remolque de Aramburu. El “Operativo Rosaura” es complejo de des- en Nuevo Hombre, que dirige Silvio Frondizi, escribe:
otros pueblos”. (Muchas influencias de Hegel en esto. cribir. Esto da una imagen de la ambición que lo ani- “Nada es imposible para la guerrilla urbana”. Nell se
Aunque también de Alfred Rosenberg, que decía que maba. Nunca se había visto un operativo así. Esto incorpora a Montoneros. Se enamora de Lucía Cullen,
Francia terminaría por ser un atolón de Africa goberna- asombró a la prensa cuando dio la noticia del hecho. que había estado enamorada de Carlos Mugica, quien
do por judíos, JPF.) “En cuanto a los que sí movían el Pero todo se desarrollaba tranquilamente, con preci- habrá de casarlos. Se teje entre los tres una historia
mundo, Menvielle tenía la esperanza de que paganos y sión, hasta que ocurrió lo inesperado: “De pronto, una entrañable, potente. Lucía queda embarazada. Y llega
musulmanes pasaran al mundo de los cristianos. Estos voz grave y potente, de estilo militar, paralizó a todos. Ezeiza. Aquí, toda la mala suerte del mundo se descarga
afrontarían la lucha ‘irreductible y decisiva’ contra los ‘¡Alto!’, gritó José Luis Nell, que había bajado de la sobre José Luis Nell. Lo hieren en la columna vertebral
judíos, de quienes no sólo los separaba la religión sino ambulancia y se acercaba. Había emergido detrás de un y queda cuadripléjico. El, un hombre de acción, un
también ‘concepciones opuestas en política, en econo- pequeño arbusto. Un pañuelo de colores le cubría la militante de primera línea, un guerrero, en una silla de
mía y en todos los aspectos de la vida’. En ese contexto cara, mientras los apuntaba con la ametralladora (...). A ruedas. No puede tolerarlo. Cerca de unas vías abando-
debe entenderse el comentario que escribió Menvielle los que estaban en la playa de estacionamiento y a los nadas del Ferrocarril Mitre decide terminar con su vida.
en 1949, acerca de la creación del Estado de Israel un que escucharon desde sus habitaciones, esa única pala- Hacia ahí se dirige. Es de noche. Alguien, un notable
año antes: ‘Los planes milenarios de un universo domi- bra de José Luis Nell les pareció capaz de paralizar al escritor y pensador, habrá de escribir en un libro perdi-
nado por los judíos parecieran en vías de firme cumpli- mundo entero (...). La forma en que los hechos se desa- do en la vorágine de los años y las desgracias: “¡Quién
miento’ (...). Muchas de esas concepciones de la histo- rrollaron a partir de entonces esconde una circunstancia lo ha visto pasar en su silla de ruedas!”. Así, con signos
ria, de la política y de la vida fueron incorporadas por que nunca fue aclarada. El sargento Martínez era el de admiración, marcadamente, como una exhalación
los tacuaristas en el convento de la avenida Indepen- único que estaba armado de todas las personas que Nell postrera. Nell se suicida. Lucía muere en la ESMA. Y
dencia” (Gutman, Ibid., ps. 60/61). tenía enfrente. ¿Hizo un movimiento de uno de sus de Carlos Mugica ya hablaremos. En su féretro, la
brazos como para sacar la pistola de su cinturón? El noche de su velatorio, su cara era de una blancura
JOSÉ LUIS NELL, DEL POLICLÍNICO policía juraría que no. Nell, y también Rossi, asegurarí- asombrosa. Todos pasaban a su alrededor y la mayoría
BANCARIO AL SUICIDIO an que sí” (Gutman, Ibid., p. 178). Es evidente que el lloraba. Yo lloré cuando leí esa frase destinada a Nell:
En esa cárcel de Las Heras en que Guillermo Patricio policía no movió una sola de sus manos. Nell lo tenía “¡Quién lo ha visto pasar en su silla de ruedas!”. Pude
Kelly le dijo a Joe Baxter que no odiaba al sionismo, cubierto con una PAM. El tipo no era un suicida. Y verlo. Pude imaginar al guerrero caído, al militante cua-
también estaba otro personaje que habría de ser impor- aunque hubiera hecho un movimiento, ¿necesitaba dripléjico, al hombre que va solo hacia la muerte arras-
tante en la JP que provino de Tacuara. Se crió en el Nell descargar su ráfaga de ametralladora? ¿No pudo trándose en una silla de ruedas. Con una pistola, la
barrio de Flores. Tiene 15 años cuando su madre resul- decirle “Quieto o te quemo”, “Quieto o sos boleta” o suya, cargada con balas para él. Con una. Con la defini-
ta herida en los bombardeos de Plaza de Mayo. Esto, simplemente “Quieto, boludo”? No, lo que hizo fue tiva. Aun así no puedo dejar de tener una bronca que
desde luego, habrá de ser decisivo en las elecciones que descargar casi sin ton ni son su PAM. Causó estragos. debo decir si quiero ser totalmente sincero. Asesinaste a
tomará en su vida. Una vida excesivamente desdichada. Dos muertos y varios heridos. Disparó porque sus ner- dos tipos, José Luis. A sangre fría. Ni justicia popular ni
Vale decir: injustamente desdichada. Se trata de José vios estaban alterados. No bien vio algo que le pareció pelotas. Un asesinato de punta a rabo. Por ahí eran
Luis Nell, “que como muchos tacuaristas había estudia- raro usó su PAM. Se llevaron la guita. “La ambulancia peronistas. Laburantes peronistas y vos eras apenas un
do en un colegio de curas, se había incorporado a la voló por la avenida Gaona hacia el lado de Flores, tacuara que olfateaba el movimiento nacional. Uno es
UNES en 1958, cuando Tacuara todavía estaba en su haciendo sonar la sirena” (Gutman, Ibid., p. 179). Se un boludo, un gallina, un blando al lado tuyo. No tuvo
etapa embrionaria” (Gutman, Ibid., p. 83). Vean qué rajaron. Se alzaron con 14.000.000 de pesos. Todo un ni tendrá tu coraje en ninguno de los actos de su vida.
temprano me los encontré yo en la plaza Castelli, a los éxito. En el Policlínico el panorama era distinto: “Nelly Pero difícil que asesine a dos tipos con una PAM. Te
14 años, en 1957. Los que conocí, aunque Tacuara Culasso y Bóvolo sólo tenían heridas menores en los gustaba la PAM, se comprende. Hay tipos que nacen
estuviera en su etapa embrionaria, no eran embriona- brazos y el sargento Martínez sería operado en el con la fascinación de los fierros. Otros les tienen miedo.
rios para nada. Tenían todo claro. Sobre todo lo que mismo Policlínico para sacarle una bala del hombro”. O una cautela tan cautelosa que se parece mucho al
siempre me desagradó, o para ser más claro: me repug- “A otros les había ido peor. miedo. Es que matar los volvería locos. No quiero decir
nó, de Tacuara: el matonismo, la violencia, la violencia “Cogo, el chofer, había recibido un tiro a la altura de que no puedan. Insisto: a todo hombre toda conducta
de las cadenas y las manoplas al modo de las SA de la tetilla izquierda, prácticamente en el corazón. Murió humana le es posible. Algunos requieren condiciona-
Röhm en las calles de Berlín reventando bolcheviques y instantáneamente. Morel, el ordenanza-quinielero, mientos extremos, otros todavía más. Pero vos hiciste
judíos. Pero José Luis Nell es un caso excepcional de había sido alcanzado por un balazo en la espalda, que le fuego demasiado rápido, José Luis. Tan rápido como
cambio político-ideológico. Es posible (y lo es) que, dejó un orificio de salida en el centro del pecho. Apenas todo fue rápido en tu vida: la militancia, las armas, el
PROXIMO luego de la caída de Perón, la juventud argentina –o un alcanzaron a recibirlo en la guardia cuando falleció” asalto, el asesinato, China, Punta Carretas, Montone-
DOMINGO importante sector de ella– no tuviera otra salida para (Gutman, Ibid., p. 180). ros, Lucía, Carlos Mugica, Dios, Ezeiza, la tragedia de
expresar su rechazo al régimen que la violencia de ultra- El “Operativo Rosaura” tuvo tal impacto que de la invalidez, el ferrocarril Mitre, la noche del final, tu
derecha. Es posible. El caso es que así se dio. Estos jóve- movida se llevó al cine. A Nell se lo describe como “un propia pistola, el suicidio.
Las dos
nes empezaron su rechazo a lo establecido por medio muchacho provinciano, miembro de un grupo terroris-
vertientes del odio fascista. Cierto es que hay que engañarse ta de ultraderecha”. Es Alfredo Alcón. Peinado a la
de la Juventud mucho para creer que el odio fascista implica un recha- gomina, siempre de malhumor y rasgando una guitarra. Colaboración especial:
Peronista (II) zo a lo establecido. Creo que les fascinaba la violencia, Canta el muchacho. Canta folclore. Los que hicieron la Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 16 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


51 Consideraciones teóricas sobre
“El secuestro de Aramburu”

Suplemento especial de

PáginaI12
LA ILEGALIDAD INSTITUCIONAL bardeo de 1955. Pero sobre todo: es la violencia insti- traron al tipo más lúcido en medio de esa caterva de
s hora de que la derecha en la Argentina tucional la que arroja a la juventud a la violencia. descerebrados. Al que había entendido la única posi-

E se haga cargo de una realidad incuestio-


nable. Ya que sigue llenándose la boca
con las palabras democracia, república,
instituciones, tiene que asumir una aberra-
ción de la cual es responsable y que ha acarreado
enormes males para el país. Entre el 16 de septiembre
de 1955 y el 12 de octubre de 1973 la República Argen-
También a los obreros, a los sindicalistas, a los hom-
bres del Cordobazo, del Rosariazo, del Mendozazo.
¿Cómo es posible pretender amordazar a un país por
18 años y que algo no estalle? ¿Cómo pudieron ser
tan torpes, tan brutos, cómo pudieron odiar tanto,
temer tanto, perseguir tanto? El Sistema de Exclusión
del Peronismo (SEP) buscó mantenerse a cualquier
bilidad que el país tenía para salir antes de hundirse
en un baño de sangre. Terminar con el SEP. Reem-
plazar al Sistema de Exclusión del Peronismo por el
Sistema de Inclusión del Peronismo. Al SEP por el
SIP. Ese tipo era Aramburu. Firmenich cuenta que
entre sus ropas, luego de matarlo, encontraron unos
escritos. Lo dice en el célebre artículo que publica en
tina vivió en estado de ilegalidad institucional. Esta precio. Se burló de todos y de todo. Tuvo miles de 1974 en La causa peronista. Dice: “Después encontra-
ceguera, esta obstinación, este odio, parecieran a veces responsables. Todos son cómplices. Los que hicieron la mos en el bolsillo de su saco lo que había estado
no poder explicarse. Uno, que lo ha vivido, acaso se Junta Coordinadora. Los que hicieron la Reforma escribiendo la noche del 31. Empezaba con un relato
haya acostumbrado al clima de esos tiempos y a esas Constitucional. Los “partidos del comisario” como la de su secuestro y terminaba con una exposición de su
modalidades. “¿Por qué no puede venir al país Unión Cívica Radical del Pueblo de Balbín. Alfredo proyecto político. Describía a sus secuestradores
Perón?”, era algo que no se preguntaba. Todos sabían Palacios y su porte de patriarca socialista. Todos los como jóvenes peronistas bien intencionados pero
la respuesta: “Porque los militares no lo dejan”. Nadie protagonistas del SEP son cómplices de la tragedia a que equivocados. Eso confirmaba a su juicio, que si el
preguntaba por qué. No hace mucho, sin embargo, vi se llegó. Ellos crearon la violencia. Que yo sepa (y algu- país no tenía una salida institucional, el peronismo
por televisión al joven ensayista Lucas Lanusse expli- na vez hay que reconocerle algo a Sabato) fue Ernesto en pleno se volcaría a la lucha armada”. ¡Jóvenes
car la caída de Frondizi. Y cuando dio el motivo Sabato el único que denunció las torturas de la Liber- peronistas bien intencionados! Están a punto de
determinante les dijo a los teleespectadores: “Ustedes tadora. Todos los demás fueron cómplices del error matarlo y dice que sus intenciones son buenas. Uno
hoy no lo van a creer. Pero todo fue porque el 18 de demencial de la oligarquía terrateniente, del Ejército, no sabe si esto es cierto. Lo cuenta Firmenich. Arros-
marzo de 1962 el peronismo había ganado las eleccio- de los grupos financieros que se fueron consolidando tito, que figura en el reportaje, niega luego esa parti-
nes provinciales y eso no podía ser tolerado por el con la entrada del Fondo Monetario Internacional y cipación. O sea, el que habla todo el tiempo es Firme-
Ejército. Se anularon las elecciones y el día 29 Frondi- la Iglesia. Básicamente los sectores que el tosco, torpe, nich. Hay algo notable. Aramburu sale de esa historia
zi es arrestado y enviado a Martín García”. Lucas pero sincero Roulet (dirigente agrario) señaló como muy digno. Hasta uno se sorprende: ¿Tan inteligente
Lanusse tiene razón. Alguien, cualquier joven, aunque los baluartes que en la Escuela le dijeron habían era? ¿Tan tranquilo estuvo ante la muerte? Puede ser.
sea argentino, al que hoy se le dice algo así no lo hecho el país. “Mi maestra me dijo que el país lo Pero si dijo lo que Firmenich dijo que dijo. Si dijo: a)
puede creer. ¿Qué pasaba? Intentemos explicarle la hicieron la Iglesia, el Ejército y el campo.” ¡Claro que “Jóvenes peronistas bien intencionados”; b) “Pero
situación a un extranjero. “Vea, en la Argentina había sí! Eso se dice en la Escuela. Esa es la educación argen- equivocados”; c) Y si dijo que el país debía tener
un partido totalmente mayoritario. Pero su líder no tina. Eso se nos ha enseñado autoritariamente a todos. una salida institucional o todo el peronismo se
podía volver al país. Ni su nombre podía ser pronun- Una doctrina que atribuye la creación del “maravillo- volcaría a la lucha armada, esto bastaba para dife-
ciado. Los militares les cedían el gobierno a algunos so” país en que vivimos a sus sectores dominantes. Esa renciar a Aramburu de toda la Argentina Gorila.
civiles que lo aceptaban, transformándose en cómpli- educación –que tan abierta e ingenuamente enuncia De aquí que se postulen tantas teorías sobre su
ces. No bien estos civiles otorgaban nuevas elecciones el señor Roulet– es el resultado de un hecho de poder. muerte. En un país de imbéciles, ¿cómo no van
ganaba el partido proscripto. Entonces los militares Es la educación de los ganadores de las guerras civiles a querer asesinar a un tipo inteligente? ¿Quién
echaban a patadas a esos civiles y empezaba de nuevo del siglo XIX. Todos creen que es “nuestra” educa- lo mató? Sin duda, los Montoneros. Pero
la farsa.” Seamos insistentemente claros: obstinadas ción. No lo es. Es la educación que diseñaron las cla- habrían deseado hacerlo muchos otros. ¿Y si
por excluir al peronismo de la vida institucional, las ses altas para educarnos a todos según sus valores. Si los Montoneros no lo hubieran matado? ¿Y
clases altas mantuvieron al país en situación de ilegali- La razón de mi vida es un hecho educacional delezna- si Aramburu lograba su salida institucional
dad durante 18 años. A ver si entienden esto los seño- ble, no lo es más que la educación impuesta por la oligar- en diálogo con Perón? ¿Perón habría
res que se adueñan de palabras que han pisoteado. quía. ¿Por qué he tenido que leer Juvenilia, el libro de aceptado o sólo quería volver como
Había otros caminos. En principio, el general Lonardi un tipo miserable como Miguel Cané que era un “frutilla de la torta”, según me han
ya había dicho su célebre “Ni vencedores ni vencidos” racista y que redactó la Ley de Residencia (para terror dicho? Teniendo en cuenta lo horri-
no bien triunfó el movimiento sedicioso que encabe- de los inmigrantes) a la que llamó “deliciosa ley de blemente mal que salió todo, el costo
zaba. Muchos sabían que el camino más racional era expulsión”? ¿Dónde estaría hoy Miguel Cané? Estaría altísimo en vidas humanas que tuvo,
el de no proscribir al peronismo. Pero no. La trampa en alguna de esas radios repulsivas que hablan del la sangre que corrió incontenible,
consistió en identificarlo con el nacionalsocialismo y peligro de los inmigrantes, a los que llaman bolitas, el GAN de Aramburu y Perón,
–de este modo– así como los nazis estaban prohibidos brasucas, chilotes, yoruguas. Cané no es mejor que el de darse, habría frenado la
en todos los lugares del mundo debía estar prohibido señor Hadad y su equipo de xenófobos. Era, desde matanza. Perón volvía más
el peronismo en la Argentina. Esta ceguera pudo luego, un xenófobo. ¿Por qué tuvimos que leer ese joven. Aún la gue-
haber durado dos años, tres. Se eternizó. La Revolu- libro? Porque narraba la educación de los jóvenes de rrilla no se había
ción Libertadora se denominó a sí misma (además de las clases altas en el Colegio Nacional de Buenos desarrollado
“Libertadora”) “gobierno provisional”. Su nombre Aires. Hasta los chicos de las provincias más empo- tanto. La
completo era: “Gobierno Provisional de la Revolución brecidas tuvieron que enterarse de cómo se habían juven-
Libertadora”. No, de ninguna manera. Seamos, otra educado los señoritos de Buenos Aires, los que forma- tud
vez, contundentemente claros: la “Revolución Liber- rían la Generación del ’80, “la que hizo el país”.
tadora” no sólo no fue un “gobierno provisional” sino
que gobernó el país durante 18 años. ¿Está claro? “JÓVENES BIENINTENCIONADOS”
Tuvimos 18 años de “Revolución Libertadora”. Todo se Volvamos a la época del SEP. ¿Qué pretendía el
hizo según la ideología de la Revolución Libertadora. país que iba a surgir de ese amordazamiento?
Si Aramburu fue quien desplazó a Lonardi para ¿Por qué nadie pidió que se institucionalizara
implantar el feroz antiperonismo que se adueñó larga- en serio el país? ¿Por qué no lo pidieron los
mente del país, su determinación de desperonizarlo se iluminados de Primera Plana? Porque eran
mantuvo inalterable. Ya sea para desperonizarlo como estúpidamente gorilas. Incapaces de ver
para evitar que se peronice. El Decreto 4161 nunca se que detrás de toda esa rusticidad que a
derogó. Siempre estuvo vigente. La Argentina vivió ellos les repugnaba del peronismo había
18 años bajo el imperio de ese decreto. Se pudo nom- un pueblo, el pueblo pobre, que genuina-
brar a Perón, de acuerdo. Pero el peronismo no podía mente esperaba a Perón. ¿Por qué la izquier-
ingresar al ámbito institucional. Si lo esencial del da no pidió el blanqueo inmediato de la
Decreto 4161 era expulsar al peronismo de la polis ese situación institucional? Porque también se había
decreto duró 18 años. Además, el repugnante escamo- comido el verso del fascismo de Perón. Más aún:
teo del cadáver de Eva Perón se mantuvo inalterable. había sido central en su creación. Aun cuando
Todo esto lo determinaba el odio y el miedo. Evita en Perón fuese fascista había que permitirle volver.
el país los hacía temblar. Las masas acudirían a cual- ¿Cuántos fascistas había en la Argentina de los
quier lugar en que la enterraran y sería imposible con- sesenta? ¿Cuántos hubo entre 1955 y 1973? ¿Por
tenerlas. Las masas –a esta altura de la Guerra Fría, de qué no los expulsaron a todos? ¿Onganía no era
la Doctrina de la Seguridad Nacional– no sólo eran el fascista? ¿Por qué se toleraban las dictaduras?
peligro del “peronismo” sino el del camino al comu- ¿Por qué se aplaudió el golpe de Onganía?
nismo, ya que las masas para las clases altas y los mili- Bueno, señores: en medio de ese país ile-
tares son sinónimo de marxismo, de disolución, de gal, tramposo, dictatorial, prohibitivo,
peligro. ¿Hay alguna autocrítica por esto? ¿Alguien ha cavernícola, lleno de odio, idiotamen-
pensado la violencia extrema que esto implicaba? Si te gorila, anticomunista según los
José Claudio Escribano quiere creer que con la muer- valores de la Escuela de las Américas,
te de Aramburu “se abrió formalmente un largo perí- o “marxista” y gorila como lo eran
odo de violencia en la Argentina” puede creerlo. Pero todas las revistas de nuestra elegante y
está equivocado o miente o elabora el esquema ideoló- culta izquierda que seguían la línea de
gico que le permitirá defender los intereses que La Vanguardia y veían en el peronismo
defiende. La muerte de Aramburu no inaugura el perío- a una manada de monos con navaja, en
do de violencia en la Argentina. Lo inaugura, supo- ese país de la revista Sur, en ese país que
niendo que la violencia se inaugura en algún momen- Onganía consagró a la Virgen, en ese
to en lugar de haber estado siempre presente, el bom- país aparecieron los “montoneros”. Secues-
II
tampoco. En 1970 no querían el socialismo “para medida en que tiene pocas de sus características. Si el revista Lucha Armada, que da por tierra con estas
hoy”. Todo habría sido distinto. Mas, ¿quién puede cuento recurre al recorte de una situación, o a una patrañas: “El falso enigma del ‘Caso Aramburu’”, año
saberlo? ¿Podría haber conseguido Aramburu –por trama que no se resuelve o aun que no existe, o a la 1, Nº 2.
medio de sus pactos con Perón y el Ejército–- una habitual sorpresa final (el abuelo juntó kerosene durante
salida electoral para 1971? De haber sido así se habrí- un mes para quemarnos a todos, sus familiares, nosotros, “LAS PAGÓ, JORGE”
an ahorrado miles, decenas de miles de muertes atro- apareció un día, nos vació un bidón encima y nos arrojó Despejada esta cuestión nos concentramos en el
ces. La historia NO es tal como sucedió. Siempre un fósforo, pero el abuelo estaba muy viejo, medio idiota viaje a Timote. Lo han planeado bien. Van por un
pudo ser de otro modo. Pero la torpeza gorila, el odio ya, y no juntó kerosene, sino agua, cuando arrojó el fósfo- camino más largo pero más seguro. Bonasso dice que
de clase, los militares y los empresarios y la Iglesia y ro todos reímos, todos lo humillamos, entonces enfureció, le meten cloroformo. Pero no parece probable. Aram-
los grandes medios de comunicación gestaron un país sacó un revólver que ignoro dónde habría conseguido y buru, desde el inicio, se porta como un caballero.
que sólo dio espacio para un grito de furia, un gesto nos llenó de balas en tanto carcajeaba demoníacamente Durante el viaje casi no hay diálogos. Llegan a Timo-
extremo de rebeldía. Sólo dio espacio para el sótano con su boca desdentada, abuelo hijo de puta, quise decir- te. Aquí, un inconveniente inesperado. Don Acébal,
de Timote. le, pero no pude, ya estaba muerto), que tiene mil for- el capataz. He insistido en este personaje y acaso si
No más que algunas pequeñas notas en torno de la mas posibles (una mujer visita a un fotógrafo. “Sáque- emprendo una novela aparte de este ensayo lo haga
“verosimilitud” de la nouvelle. Llamamos nouvelle a me hermosa”, le dice, “atrape con su cámara el azul más. Acébal, el capataz, es el hombre fiel. En toda
una novela breve, que se desarrolla como una novela, calmo de mis ojos, la tersura de mi piel, mis pezones estancia hay un Acébal. Ramus sabe cómo tratarlo.
que incorpora sus leyes y se aleja del cuento en la rosados que ahora le muestro, ¿los ve?, ¿alguna vez vio Firmenich se le acerca también. Ramus se lo tiene que
algo así?, ¿quiere ver el misterio de mi ombligo?, ¿la quitar de encima. Le dice que se vaya al pueblo. Le da
magia de mi vello púbico?, ¿apresará el rojo sangre de unos pesos. Más de los habituales. Acébal se sorpren-
mis labios?, ¿mis piernas largas, bien torneadas, perfec- de. Tómese unos buenos tragos, Acébal. Podría
tas? Espere, ahora se las muestro, apuesto a que nunca haberle dicho: Quédese unos días por el pueblo. Fer-
vio nada igual”, el fotógrafo, harto, seco, hirientemente, mín, el dueño del almacén, es su amigo, ¿no? Acébal
dice: “oiga, abuela, si quiere que saque la foto, quédese asiente: claro que sí. Aquí tuve una tentación. Que
quieta, quiere”), el cuento de la sorpresa final es el más Ramus o Firmenich, más osado, caradura, le sugiera
clásico, los dos que narré, arreglados por mí, son de que se busque una hembra. Pero creo que Acébal se
Humberto Costantini; La noche boca arriba de Cortá- habría ofendido. ¿Una hembra? Si hoy es viernes,
zar es también un ejemplo del cuento sorpresa. Pero Carlitos. Porque Acébal, a Ramus, lo tutea. Y le dice
la nouvelle no busca la sorpresa. Busca una condensa- Carlitos porque lo conoce de pibe. Eso es así. Son las
ción de los hechos. Una economía de las palabras. leyes de las estancias. ¿Cómo va a andar Acébal con
Decirlo todo en una extensión moderada. Acaso gol- una hembra en día viernes, que es laborable? Firme-
pear, sí, pero por su brevedad. Esa brevedad le da nich insiste: ellos tienen una reunión especial. No lo
contundencia al relato. El lector tiene que decir: “Me van a necesitar. Acébal se va. Hay, en el relato, una
la devoré”. Timote apuesta a eso. La escritura es breve. anotación: el único personaje realmente popular es
Frases cortas. Los adjetivos necesarios, pero no escati- expulsado de inmediato de la trama.
mados. Apenas señalar algunos rasgos físicos de los Entran. Le dicen que lo han secuestrado para some-
personajes. Los otros, que los ponga el lector. terlo a un Juicio Revolucionario. Por la muerte de
El relato parte del secuestro de Aramburu. La Valle y los militantes populares. Por el escamoteo del
ausencia de custodia lleva a la tesis de una colabora- cadáver de Eva.
ción de los Montoneros con Onganía. Es un disparate Aquí, es el momento de plantearlo con toda crude-
y está fundada en las hipótesis de dos personajes poco za, queremos responder a este interrogante. ¿La
creíbles. Son dos loquitos de la Libertadora, que estu- muerte de Aramburu fue un asesinato? Si lo fue, no
vo llena de loquitos. Uno es Aldo Luis Molinari, capi- fue un acto de la Justicia Popular, como sostienen los
tán de navío, subjefe de la Policía Federal que asumió Montoneros y como sostuvo toda la militancia de la
la investigación de la Quema de Templos, Quema de izquierda peronista. Fue un asesinato político.
la Bandera, Torturas y ¡el caso Duarte! Molinari ¿Representaban los Montoneros al pueblo peronista?
publica Aramburu, la verdad sobre su muerte, un ¿Actuaban legítimamente en su nombre o no? Si no,
mamarracho que buscaba unir a los servicios de inteli- fue un asesinato. Ahora analicemos la otra cara.
gencia de Onganía con los Montoneros. El otro es ¿Recogían los Montoneros una corriente interna de
más loco, mucho más y más pintoresco. Es el famoso la historia, un deseo del pueblo que se expresaba
“Capitán Gandhi”. Decía llamarse Próspero Germán soterradamente pero no era por eso menos real? ¿Se
Fernández Alvariño. Cuando, junto con Héctor Oli- encarnaron en él expresándolo? ¿Quería el pueblo la
vera, hice el guión del film Ay Juancito, basado en la muerte de Aramburu? Si es así, tomaron una causa
vida de Juan Duarte, me di de narices con este perso- que latía en los socavones de la historia, la encarna-
naje. Vivía obsesionado por demostrar que Juan ron y ejecutaron un acto justiciero, el acto que todo
Duarte, lejos de haberse suicidado, un pueblo deseaba. Lo realizaron además en medio
había sido enviado a los cielos o al de un régimen ilegal, ilegítimo, en medio de una dic-
infierno por los sicarios de Perón. tadura represiva. Esto torna tan compleja la muerte
Para hacerlo no tiene mejor idea de Aramburu. Lo de Rucci es un asesinato. Nadie
que desenterrar el cadáver, cortar- quería la muerte de Rucci. Y muere en medio de una
le la cabeza y pasearse con ella por democracia. A dos días del triunfo aplastante de
la Jefatura de Policía. Según Perón en elecciones democráticas. Esto es fácil: asesi-
informaciones que hemos recogi- nato y punto. Pero con Aramburu hay demasiados
do solía aparecerse por el Con- elementos en juego. Yo estoy en contra de la pena de
greso Nacional para exhibir su muerte. Matar es malo. Pero el hombre mata desde el
trofeo. Un día lo llama a Cám- principio de los tiempos y sigue matando. No puedo
pora, amigo de Duarte, y pone atarme a un ideal y no ver la realidad. Que Arambu-
ante él una bandeja de plata ru SE GANÓ la muerte, de esto no caben dudas.
con algo sobre ella pudorosa- Esto no quiere decir que debía o merecía morir. Sólo
mente cubierto por una enor- que hizo todo lo necesario para ponerse en la línea de
me servilleta. “A ver, Campo- fuego de los vengadores. Había despertado demasia-
rita, si recordás esta cara.” dos odios. Para colmo, su proyecto político de
Saca la tela y vemos la cabeza mediador lo ubica entre dos fuegos, en pleno fuego
semiputrefacta de Juan Duar- cruzado. No hay lugar más peligroso que el de los
te. El Capitán Gandhi intro- conciliadores. Si los bandos no quieren conciliarse,
duce un lápiz en un agujero de los conciliadores fastidian, estorban, están de más.
la calavera. “Este agujero, ¿se lo Hay que matarlos. Hasta en esa encrucijada se había
hicieron ustedes o él?” Cámpo- puesto Aramburu. No había dejado una por hacer.
ra apenas si puede hablar, pero Cuando lo matan, Jorge Antonio lo llama a Perón a
Gandhi insiste: “Vamos, che, Puerta de Hierro y le da la noticia. Seco, frío, dura-
largá. ¿Lo suicidaron ustedes?” mente, Perón dice: “Las pagó, Jorge”. ¡Qué frase para
Cámpora se pone de pie y con una lápida!
firmeza dice: “Juancito era mi Las posiciones de cada uno de los sujetos actuantes
amigo. Se suicidó. Era el hermano en la tragedia están expuestas en el relato. Fernando
de Evita. Nadie se habría atrevido Abal le dice a su prisionero que él y la Argentina
a matarlo”. Este paranoico, este Gorila lo han hecho ser lo que es. Ustedes me inven-
débil mental se encarga de investi- taron. Soy lo que ustedes me hicieron ser. Esto es
gar la muerte de Aramburu. Y ela- irrefutable. Hay, para validar el acto de Fernando,
bora la teoría de la colaboración dos elementos centrales: esa generación fue arrojada a
entre Onganía, Imaz y los Mon- la violencia por la necedad del Estado Gorila, el que
toneros. Existe un excelente tra- fundó Aramburu. La empecinada desperonización es
bajo de Ernesto Salas, en la Aramburu quien la inicia, para eso lo echó a Lonardi.
III
Su firma es la primera que aparece en el Decreto incesante ambición. Cada polvo, un escalón más. gamos: una manifestación del orgullo gay) dice esa
4161. Cada uno es responsable de lo que hace. Y si El Che muere en la lucha, agotándose, es el asma el frase: “Hay que matarlos a todos”. También lo dijo
el Monstruo del doctor Frankenstein se vuelve con- que lo agota. Se lo ve en el piletón de Vallegrande, de los “subversivos”, muchos de los cuales pertene-
tra él y lo mata no es del Monstruo la culpa, sino con los ojos abiertos, como si aún viviera, como si cían a su propia clase. Volvamos: ¿habría querido el
del doctor alucinado que lo creó. El error, la cegue- nunca fuera a morir porque es inmortal. Evita pueblo peronista matar a Aramburu? ¿No hemos
ra, el odio clasista y racista del Estado Gorila es muere de cáncer y el cáncer lo tiene entre las pier- visto que es un pueblo pacífico, el pueblo del Wel-
inaudito. ¿Qué podía surgir de ahí? La Argentina nas. Todo es sucio en ella, hasta eso. Evita les faltó fare State? Hay una respuesta. La respuesta está en
del Decreto 4161 se prolonga demasiado. ¡Prohi- el respeto. Más que el Che. Le añadió al odio el lo que hicieron al enterarse de la noticia: festejaron,
birle al candidato peronista asumir una goberna- mal gusto y la bastardia y la mala vida. bailaron, rieron, bebieron, fueron felices. El pueblo
ción que había ganado en libre juego democrático! Inaugura, ese primer peronismo, algo que no peronista no festejaba la venganza por lo de Valle.
Pero, ¿qué creían ser estos militares y los civiles que cesa. Que crece. Que no se puede frenar. El maldito Esto había quedado atrás, en el olvido. Simplemen-
los apoyaban? Los dueños del país, desde luego. El país no se desperoniza. Perón maneja todo desde te odiaban a Aramburu y sabían que era quien
peronismo había sido una derrota que castigarían Madrid. No le van a dar nada. No van a tolerar que había derrocado y expulsado a Perón. La situación
severamente y que jamás volverían a padecer. Acaso se venga con la nueva puta con que se juntó, esa es compleja. Los Montoneros se montan sobre el
deban pensar en esto los militantes de la izquierda. cabaretera. Porque el tipo es un enfermo. Elige, odio genuino de las clases populares. Pero, ¿era ésa
Por decirlo claramente, podemos decir mil cosas como compañeras, a prostitutas. No puede volver. la única forma de castigar a Aramburu? ¿Matarlo en
del peronismo y de Perón y de Evita, pero, por la Además, ¿quiénes lo reclaman? Los negros. Que se un sótano a menos de un metro de distancia? Pron-
conducta que asumieron las clases altas, la Iglesia y jodan. Para eso son negros, son brutos, son ignoran- to se estrenará el film de César D’Angiolillo Gaby,
el Ejército, pareciera que nadie en nuestra historia tes. No entienden nada. El demagogo les dio un par la montonera. Por primera vez, veladamente, con
les metió más hondamente un dedo en el culo que de cosas y lo han hecho un dios. De modo que dic- mucha cautela, a través de un ventanal, se ve la eje-
ellos. Y no nos vamos a arrepentir de esta expre- taduras o gobiernos títeres. Y el que busque nego- cución de Aramburu. Es dura de ver. Un hombre
sión. Es nuestra. Pertenece a nuestra modalidad de ciar con el tirano se va. Y ponemos a otro. Y al final joven eleva una pistola y, a menos de un metro, le
habla y es impecablemente expresiva. El dedo en el nos ponemos nosotros. Pero la peste no cede. De dispara a quemarropa un balazo a un hombre de
culo es el dedo no querido. Es el dedo que agrede, pronto aparecen estos pibes. Chicos de nuestra edad, que cae de inmediato. Un amigo que veía
que injuria, que viola. El primer peronismo es el clase. Católicos, cultos, educados. ¡Y son peronistas! conmigo el film dijo: “Si eso no es un asesinato...”.
único Gobierno de nuestra historia que mete ese ¿Cómo es posible? ¿No entienden que es por ellos Se parece a la famosa foto en que un teniente de
dedo en el culo de la oligarquía. Tal vez, un poco, que hacemos lo que hacemos? ¿Que queremos dar- Saigón hace fuego apuntando a la cabeza de un viet-
Rosas. Pero con menos determinación, con menos les un país limpio, gobernado por doctores, por cong, que cierra los ojos y ya está muerto en el
lucidez, por pura picardía de gaucho malo y rebel- gente bien, por gente educada, blanca, no por momento en que la foto se toma. Otro dijo: “Qué
de. El peronismo los molestó mucho. No tanto negros de mierda, no por los sucios demagogos que pelotas tenía ese pibe, eh”. Otro: “Eso no es justicia
como pedía Milcíades Peña, es cierto. Pero no sé si los cortejan, que los conquistan porque los negros popular. ¿Quién les había delegado la justicia popu-
lo que pedía Milcíades habría sido posible. No se son brutos y cualquiera que les da un par de zapatos lar?” Otro dijo algo patético y tristemente gracioso:
intentó y nunca lo vamos a saber. Sin embargo, la los tiene con él? “¿Y qué querés que hicieran? ¿Qué recorrieran los
ofensa tuvo que ser muy grande para generar tanto barrios y las villas preguntando en cada casa: ‘Per-
odio. La injuria tuvo olor a pata de morochos inso- ¿QUIÉN DELEGÓ EN USTEDES dón, señora, usted quiere o no quiere que matemos
lentes, llevó a los cabecitas hacia la falta de sumi- LA JUSTICIA POPULAR? a Aramburu?’”.
sión a los patrones, les hizo alzar la cabeza. Hubo En ese país mentiroso, autoritario, antidemocráti- Al final de este trabajo trataré de esbozar una teo-
una violación de las reglas elementales a que la oli- co, en ese país que prohibía películas, libros, todo lo ría de la violencia. Yo detesto la violencia. Desde
garquía estaba acostumbrada. El peronismo era que irritara a la Iglesia católica y a los grupos inqui- pibe. En mi barrio vivíamos agarrándonos a las
grasa. Era ignorante. Era la zapatilla contra el libro. sitoriales católicos del poder, en ese país de milita- piñas. Yo aceptaba eso como un modo de pertene-
Por eso la FUBA se unió a la Argentina oligarca. res, de cárceles, de persecuciones, de prohibiciones, cer al grupo barrial, de no quedarme solo. Porque
Los comunistas de los teatros independientes. Sólo creció Fernando Abal Medina. “Yo puedo contarte después jugábamos al fútbol o íbamos al cine. Pero
vieron la relación entre un coronel fascista y una cosas abominables de Perón”, le dice Aramburu. ya odiaba la violencia. Y odiaba sentirla en mí.
manga de negros que no sabían nada. Brutos, igno- “Yo crecí escuchando cosas abominables de Perón”, Todos llevamos dentro a la violencia. Nadie puede
rantes, manipulables “obreros sin experiencia sindi- le dice Abal. Hacían exposiciones de autos suntuo- decir si será capaz o no de matar a otro. Nadie.
cal anterior”. Y el mal gusto. Y la Yegua, la Puta, la sos. De pieles suntuosas. De joyas faraónicas. Y Dependerá siempre de las circunstancias. Asomarse
Trepadora. decían: “Pertenecieron a Perón y a Evita”. “Soy lo a la propia violencia es un ejercicio temible. Aterra
que ustedes hicieron de mí”, dice Fernando Abal. imaginar lo que podríamos ser capaces de hacer.
EVITA, EL CHE Y HOLLYWOOD “Soy el fruto perfecto de la Argentina Gorila. Uste- Años después, cuando revientan la lancha de
Ahora Hollywood hace una película sobre el des me inventaron. Ahora, jódanse.” Aramburu Villar (el sanguinario policía que Perón pone al
Che. La de Benicio del Toro. ¿Por qué los yankis entiende que le salió el tiro por la culata. Que su frente de la Federal) los Montos pintan: “Villar, jus-
aceptan al Che y escupen sobre Evita? Porque el odio hizo de Perón un dios. Ahora es tarde. Estos ticia popular”. No es lo mismo. Eso es un asesinato
Che es un muchacho de buena familia. Un pibe muchachos saben lo que piensa el pueblo. Lo que planeado con un talento en el que se ve la mano del
urbano. Es hombre, no es mujer. No tiene un pasa- piensa de Aramburu. Saben que lo odia. Saben que Profesor Neurus, de Walsh. O no: sólo lo supongo.
do sórdido. Si cogió, es un hombre y nada más ha llegado el momento de llevar la lucha a los extre- Pero lo de Aramburu es distinto. Como sea, debo
natural ni estimulante que un hombre coja. Eso lo mos. Porque no queda otra. Porque en América decir que todo acto que implique matar a un ser
hace un macho. Si Evita cogió, es una puta. Si latina es la hora de la lucha armada. Del foco gueva- humano es un asesinato. Que los Montoneros no
cogió para trepar, peor todavía. Es una mujer. rista. De la guerrilla urbana. De todo lo que inau- tenían nada que ver con la clase social cuya justicia
Mujer que coge, mujer puta. Era populista y no guró la Revolución Cubana. La idea de matar, en dicen asumir. Que esto no importa. Ni Rosa
marxista. El Che tiene tras de sí Das Kapital. Evita, 1970, le era accesible a todo militante. La militancia Luxemburgo, ni Lenin, ni Trotsky, ni Marx y
los folletines baratos que se leían en las provincias era parte de una guerra. Era la guerra del pueblo mucho menos Engels eran proletarios. Que los
hacia 1930. El Che se llama Guevara de la Serna. para traer a su líder. La consigna Perón vuelve ani- Montoneros se montan sobre un largo proceso his-
Tiene una familia. Es hijo legítimo. Tiene padre, maba todas las acciones. Les daba vida. Les otorga- tórico que Aramburu había iniciado y que acabó
madre. Es culto. Ha estudiado. Conoce la Univer- ba un sentido. Sólo eso hacía falta. “¿Vos por qué devorándoselo. Que podría defender con mil argu-
sidad. Jugó al rugby. Evita es una bastarda. Hija arriesgás tu vida? ¿Por el socialismo, por el comunis- mentos que la muerte de Rucci fue un alevoso asesi-
ilegítima de un viajante de comercio pobretón. Se mo, por la destrucción anarquista del Estado, por nato. Que no tengo tantos argumentos con Aram-
dice que en la casa de su madre funcionaba un bur- una verdadera democracia?” “No me jodas. Yo buru. Que tengo más comprensión por esos mucha-
del. Se rajó de Junín porque se acostó con el can- quiero traerlo a Perón. Como todos. Queremos que chos arrojados a la violencia por el régimen de la
tante Magaldi, apenas a los dieciséis años. El Che Perón vuelva. Después vemos.” Pocas consignas Argentina autoritaria que por los que siguieron con
recorrió en moto América latina. Se emocionó en tuvieron tanta fuerza, tanto poder de unidad y, a la la violencia luego del 11 de marzo. De éstos, nada.
los leprosarios como el mismísimo profeta de vez, tanta simpleza. “Perón Vuelve.” Si para las elec- Todo lo que se haya hecho después de esa fecha fue
Nazareth. Evita agredió, para trepar, a la lustrosa ciones del ’46, el poeta popular Zoilo Laguna decía ilegal, antipopular. Que es tan complejo el caso
oligarquía argentina. El Che derrotó a un tirano “Sin asco a darle cruzao/ que en esta patria el desti- Aramburu que puedo y debo decir que fue un asesi-
sangriento, a un sargento bruto y bastante negrazo. no/ ya tiene un nombre argentino/ ¡Perón y asunto nato y puedo y debo decir que fue un acto de vio-
Si le pulimos la ideología, si atenuamos sus rasgos arreglao!” El “Perón Vuelve” lo resumía todo. Vuel- lencia largamente trabajado por la historia. Que no
antiimperialistas haremos de él lo que queremos ve Perón... y asunto arreglao. tengo una respuesta contundente. Que no puedo
hacer: un héroe, el símbolo del aventurero, del ide- Hay otra cuestión. Y la plantea Aramburu: ¿quién tenerla porque el hecho está supremamente sobre-
alista. Total, ya no jode a nadie. A Evita que la delegó en ustedes la justicia popular? ¿Por qué creen determinado. Que sé que esa muerte, la de Aram-
haga Faye Dunaway, que aparezca bastante desnu- que encarnan la voluntad del pueblo? ¿Hicieron buru, es el disparador de la furia vengativa de los
da en el afiche y con una gorra militar en la cabeza. alguna asamblea? ¿Por qué creen pertenecer al pue- militares procesistas. Que, en ese sentido, la detesto
Se la sacó, para juguetear, al teniente o al coronel blo si son apenas unos cuantos chicos católicos de por el mal que causó. Que la violencia fue trágica
con el que se acostó esa noche. Que la haga buenas familias? Ningún revolucionario ha pertene- en la Argentina. Que ese camino sólo llevó a justifi-
Madonna, que da puta, que da loca, que canta y se cido a la clase por la que luchó. Las vanguardias lo car la masacre del Proceso y no consiguió nada
PROXIMO pone la mano entre las piernas. ¿Por qué esta dife- son porque sus integrantes van más allá que el pue- importante. Que costó demasiado. Que su precio
DOMINGO rencia? ¿Por qué el imperialismo se traga al marxis- blo. A veces demasiado. A veces creen interpretar al fue altísimo. Desde este punto de vista, no tengo
ta Guevara y escupe sobre la populista Eva? Por lo pueblo y se equivocan. A veces giran en el vacío y dudas: ojalá Fernando Abal Medina no hubiese
dicho. Evita es el insulto, la agresión, la falta de dicen representar a un pueblo que no está o que los hecho fuego en el escueto sótano de la estancia La
Las dos
respeto. Porque Evita es el Otro. El Che es de la desconoce. Pero Fernando Abal sabe que el pueblo Celma, en Timote.
vertientes misma estirpe. Porque el Che es un muchacho de peronista odia a Aramburu. Pero, ¿quiere matarlo?
de la Juventud clase alta, de linaje, educado. Evita es una rea, una La clase media argentina se caracteriza por una frase Colaboración especial:
Peronista bastarda y una trepadora que usa el sexo para su terrible. Siempre que ve algo que le disgusta (pon- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 9 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


50 El secuestro de Aramburu
(conclusión)

Suplemento especial de

PáginaI12
5. sionero–. Usted fusiló a Valle y era el presidente de la
n momento –se resiste Aramburu–. ¿Así República. El hombre más fuerte del país. Lo pudo

U nomás? ¿Ni afeitarme puedo?


–¿Para qué quiere afeitarse? –dice,
encrespado, Ramus–. Nadie lo va a ver.

–Yo me voy a ver. Nunca imaginé morir sucio. Pre-


sentarme sucio ante Nuestro Señor. Tendrían que per-
mitir que me bañara al menos.
matar en la Casa Rosada si quería. Tenía todas las posi-
bilidades. Al tenerlas, sólo la crueldad, sólo el odio expli-
can que le haya destinado la pared de una penitenciaría.
–¿Y qué puede explicar que usted me mate en este
sótano?
–Yo no lo mato, general –dice Fernando, seco y firme
como siempre–. Lo ajusticio. Represento el deseo del
–General –dice, con voz potente y algo irritada, Fer- pueblo. Somos la justicia popular.
nando–, basta de vueltas. Dios lo va a recibir en sus bra- –¡No me joda, Fernando! Usted es un pendejo de
zos llegue como llegue hasta El. mierda altanero. El pueblo ni sabe lo que está haciendo.
–Siempre pensé llegar limpio. Ni se enteró. No sé si ese pueblo al que usted tanto
–A nuestro Señor sólo le importa la limpieza del invoca, el pueblo peronista, querría que mataran en un
alma. Piense si eso es lo que le ofrece. sótano a un general de la República. Es gente de trabajo,
–Ni San Agustín le ofreció eso. pacífica. Ustedes ni los conocen.
–San Agustín era un pecador sufriente. Sólo su gran –No voy a discutir eso.
dolor lavó sus pecados. No veo en usted un gran dolor. –Discutamos otra cosa entonces –dice, encendido de
–Tampoco lo veo en ustedes y van a cometer un furia, Aramburu–. ¿Cuánto mide este sótano? ¿Dos
pecado supremo. metros, dos metros y medio? Dígame, Fernando,
–Puede ser. Pero si nos arrepentimos no va a ser hoy. ¿dónde va a ubicar a sus tiradores?
Tenemos tiempo. –Fernando se pone muy serio. Su –No va a haber tiradores. Entienda esto, Aramburu:
entrecejo se frunce y dos rayas verticales, muy marcadas, somos una organización revolucionaria. Usted era el
se dibujan entre sus cejas–. Le prometemos algo. Vamos Estado. Podía darse el lujo de tener tiradores. Nosotros
a rezar por la salvación de su alma. Hoy mismo, general. no. Trabajamos en la clandestinidad. ¿Sabe qué es la
–Quiero un sacerdote –exige Aramburu. clandestinidad? Es vivir en los sótanos. Usted muere a
–No podemos –dice Firmenich–. No juegue con manos de clandestinos y su muerte es una muerte clan-
nosotros. Usa trampas hasta el último instante. ¿Cómo destina. Sólo podemos ofrecerle este sótano.
quiere que traigamos un sacerdote aquí? Todas las rutas Aramburu se sienta en una banqueta, contra la pared.
están vigiladas. Lo seguirían. Nos encontrarían. Todo Ahora parece cansado. Pero se recupera.
habría sido inútil. –No me van a poder matar con rifles. Con fusiles.
–¿Cómo? –dice Aramburu, incrédulo–. ¿No tienen Un fusilamiento se llama así por las armas que emplea.
un sacerdote? ¿No se ocuparon de traer uno? ¿O de Fusiles, Fernando. Desde siempre.
tenerlo aquí, esperándonos? ¿Qué clase de católicos son –La ejecución será a pistola –dice Fernando–. No hay
ustedes? Yo no les hubiera negado un sacerdote. De espacio para otra cosa.
haber tenido que fusilarlos, lo primero habría sido reser- –¿Quién se hará cargo?
varles uno. Sépanlo: Valle lo tuvo. Tuvo a su párroco, a –Yo, el jefe del operativo.
monseñor Devoto. Pudo abrazarse a él. Descargar sus –Bien, Fernando. Ahora trate de entender esto: usted
pecados, tener su absolución. ¿Dónde está la mía? Valle no me fusila. Usted me da un tiro de gracia. Es el tiro
tuvo a su hija hasta último momento. Pasó ante el pelo- de gracia el que se da a la distancia desde la que usted se
tón de fusilamiento, que la respetó. Uno de los solda- dispone a dispararme. El tiro de gracia es distinto al
dos, un quebrado, llorando le dijo: “Te juro que yo no fusilamiento. El pelotón que hace fuego ignora quién
disparo”. ¿Quién me va a decir eso a mí? mató al condenado. Luego, alguien procede al tiro de
–¡Nadie! –estalla Fernando–. Deje de chantajearnos. gracia. Es un acto muy impresionante. Porque el que lo manta no está ahí por azar. Está por dos motivos. Fer-
¿Qué sacerdote tuvieron los masacrados de José León hace sabe que es él quien remata al condenado que nando cree que los muertos merecen respeto. Que están
Suárez? ¿Qué sacerdote consuela a los obreros peronistas quedó vivo. Es un tiro a quemarropa. A menudo ese indefensos ante la mirada de los vivos. Que hay siempre
perseguidos, hambreados por su dictadura? ¿Qué sacer- tiro se descarga sobre alguien que aún vive. Si usted me una indefinible sensación de superioridad en el que
dote tuvo Felipe Vallese? ¿Qué sacerdote tuvo cada uno permite, yo diría que se parece demasiado a un asesinato mira a un cadáver. No quiere ese deshonor para Aram-
de los militantes populares que murió por Perón duran- a quemarropa. Eso va a hacer usted ahora. Va a asesinar- buru. Y también porque el de Aramburu no es un cadá-
te estos 15 años? –Se serena. No quiere quitarle solem- me. ver fácil de ver. Sobre todo si es uno el que lo mató. Pre-
nidad a la ejecución. No quiere que, justo ahora, en el –¡Viejo de mierda! –grita Firmenich–. ¡No nos va nuncia demasiadas cosas: venganzas, catástrofes, escán-
momento culminante, se desbarranque todo. Calmosa- enredar con esa dialéctica de milico cagón! ¿Dónde dalos, persecuciones. Y la sangre. Este hecho ha sido,
mente, dice–: Basta, general. Camine hacia ahí. Hacia el aprendió eso, en la Escuela de las Américas? para él, inesperado. Como lo es que despierte en su con-
sótano. –No –dice Aramburu–, lo acabo de aprender ahora. ciencia, obsesivamente, como un timbal que no cesa,
–¿Y mi familia? –dice Aramburu–. ¿Qué va a pasar Ustedes me están asesinando. que marca un ritmo sistemático, acompasado y lúgubre,
con ella? Fernando sonríe apretando los dientes. una de las tantas frases que dijo Aramburu, casi previsi-
–Le vamos a enviar sus pertenencias. Y nada más, –Usted fue juzgado por un tribunal revolucionario. ble, pero que ahora esa sangre torna presagiosa, temible-
general. Su familia no corre riesgo alguno. El régimen la Usted es un asesino. Un enemigo del pueblo peronista. mente profética: “Mi sangre va a reclamar la de uste-
va a cuidar como un tesoro. Como víctimas sufrientes. Un defensor del régimen de explotación que somete a des”.
Como los que van a llorar por el resto de sus vidas al nuestra patria. Un hombre que injurió a Eva Perón, Se acerca hacia la escalera.
verdugo de la Argentina de Perón. Vamos, camine. mujer que valía más que usted y que todos nosotros. No –¡Vengan, carajo! –grita.
Se asoman a la escalera del sótano. Es vieja, insegura. me importa dónde ni cómo lo mato. Sólo sé que tengo Son las 7.30 de la mañana del 1º de junio de 1970.
La baranda se bambolea. No hay mucha luz. El sótano que hacerlo. Y que ese acto es justo. Y yo, al hacerlo, Todos saben qué hacer. Empiezan a cavar un pozo.
es tan viejo como la casa. Tiene setenta años o más. Se también. –Gira hacia los suyos–. Váyanse. Vos, Pepe, Cavan hondo. Como si los hubiera apresado ese viejo
trata de un lugar estrecho y lúgubre. En febrero del ’69, ponete a golpear una morsa con una llave. Hay que temor: que los muertos no regresen, para eso los ente-
buscando armamentos, el grupo originario de Monto- ahogar el ruido de los balazos. rramos, para que tengan paz y para que la tengamos
neros asaltó el Tiro Federal de Córdoba. Una operación Salen. nosotros. Terminan la tarea.
simple, pero les redituó más de lo esperado: un montón Fernando y Aramburu quedan solos. –Acérquense –dice Fernando, que está junto al cadá-
de fusiles que terminaron por guardar en este sótano. Fernando saca la 9mm. ver. Dice–. Voy a retirar la manta. Quiero que todos lo
Ahora, la escalera se zarandea peligrosamente. Y si se –No va a sufrir, general –dice. veamos muerto. Que llevemos esa imagen en nuestros
piensa que Aramburu está amarrado, la situación se –No me importa sufrir. Lamento perder mi vida. corazones. Ese cuerpo muerto de ese general asesino es
torna alarmante. Firmenich baja delante del general, –Terminaron las palabras –dice Abal. nuestra obra. Nuestra primera gran operación. Exigió su
protegiéndolo, impidiendo que pueda caer. Levanta la pistola y apunta hacia el cuerpo de Aram- vida y va a exigir la de otros. Estamos en guerra. Tal vez
Llegan al sótano. El lugar es estrecho y apenas si buru. A lo sumo, un metro escaso lo separa de él. sea tan dura, tan larga, que exija también las nuestras.
media un par de metros de largo. –Voy a proceder, general. Quita la manta y todos miran el cadáver de Arambu-
Entonces Aramburu dice: Aramburu se pone en pie. Se miran por última vez. ru. Fernando, otra vez, lo cubre. Lo depositan en el
–¿Aquí me van a matar? ¿En este sótano? Aramburu dice: pozo. Lo cubren de tierra. A golpes de pala aplastan la
Fernando es un joven de convicciones firmes y res- –Proceda. tumba. Luego apilan sobre ella tres bolsas de cal.
puestas rápidas. Fernando hace fuego. Le dispara al pecho. No al Fernando se concentra en sí mismo. Apoya su men-
–Aquí, general. Aquí mismo. Supongo que lo siente corazón, no a la cabeza. Al pecho. Por ahí entra la bala. tón en su pecho. Con voz clara, sensible. Con cautela,
indigno de usted. Tendrá que aceptarlo. Aramburu sale despedido hacia atrás y queda en el con un inocultable sentimiento cristiano de piedad, sus
–¿Y ustedes me reprochaban haber fusilado a Valle en hueco entre la banqueta y la pared. Pero su sangre esta- compañeros lo escuchan decir:
la Penitenciaría Nacional? ¿Ustedes, que me van a fusi- lla en las paredes. Y hasta mancha la camisa de Fernan- –Que Dios, Nuestro Señor, se apiade de su alma.
lar en un sótano? do. Y su cara. Amén.
Es un diálogo violento. Nada importa la estridencia Fernando se le acerca. Y le tira, con la 9mm., dos –Amén –dicen todos.
de las voces, los tonos. La violencia está en lo que se tiros más. Luego guarda la 9mm. y saca la 45. Le dispa-
dicen. Son las últimas frases que intercambian y tienen ra de nuevo. A la cabeza. Otra vez la sangre lo salpica. 6.
el dramatismo de las cuestiones últimas, extremas, esas Acaso, aquí, piense sorprendido que el viejo tenía dema- Esperan la noche para volver a Buenos Aires.
en que se discuten la vida, la muerte, el honor. siada sangre. No esperaba eso. Durante el día, hablan poco. Fernando se la pasa dur-
–Hay cosas que usted no puede entender, Aramburu Lo saca del hueco en que está y lo acuesta sobre el miendo.
–dice Fernando, quitándole, ahora sí, el cargo a su pri- suelo. Pudorosamente, lo tapa con una manta. Esa A eso de las 20 se alejan de Timote.
II
al ya clásico que los Montoneros publicaran en La causa
peronista, N° 9 del 3 de septiembre de 1974. La revista
fue cerrada luego de este número, por lo cual – según ver-
siones de la época– Montoneros habría publicado el relato
para lograr ese resultado y avalar el pase a la clandestini-
dad de la organización. O sea, ya nada se podía hacer “en
superficie”. El fragmento es el del final y narra el juicio y la
ejecución de Aramburu. Notarán los lectores que aún no
hemos utilizado la palabra “ajusticiamiento” ni el concepto
de “justicia popular”, así como tampoco la palabra “asesi-
nato”. Requerirán cuidadosos análisis posteriores. Sé que
esta actitud enfurecerá a los que sostienen –enfrentadas– las
dos posiciones (asesinato/ ajusticiamiento): ¿para qué tantos
“cuidadosos análisis” ante un evidente asesinato o una
clara acción de justicia popular? Tampoco faltarán los que
ya empiecen a hablar de esa maquinaria de no pensar que
es la “teoría de los dos demonios”. No jodan más: no hay
dos demonios. Hace rato que lo dijimos. Pero eso no nos va
a frenar para analizar los asesinatos de la guerrilla argenti-
na. Acaso convenga ya decirlo aquí: en el relato que se ha
leído hay una sola frase que arrasa con la teoría de los dos
demonios. Y es cuando Abal Medina le dice a Aramburu:
“Los montoneros no torturan”. Luego asesinarán alevosa-
mente a Rucci, a Mor Roig y a muchos más. Pero es cierto:
la tortura no formó jamás parte de la estrategia de la gue-
rrilla. En tanto que llegó a niveles de crueldad indescripti-
ble en las patotas militares, en sus repugnantes cuadros
genocidas.
La “cuestión Aramburu” encuentra en el “juicio” su
nivel más hondo. De aquí que, de La causa peronista,
transcribamos ese fragmento.
Es el siguiente:

“Empieza el juicio

”Metimos a Aramburu en un dormitorio, y ahí


mismo esa noche le iniciamos el juicio. Lo sentamos en
una cama y Fernando le dijo:

”–General Aramburu, usted está detenido por una


organización revolucionaria peronista, que lo va a some-
ter a juicio revolucionario. Recién ahí pareció compren-
der. Pero lo único que dijo fue:
Van en la pick-up Gladiator. Es noche cerrada. Hay supuesto, lleva la conducción estratégica, como siempre.
una luna alta, tan perfectamente circular como el sueño Pero esa conducción, ahora, la comparte con nosotros. ”–Bueno.
de un compás infalible, perfecto. Hay estrellas. Es una Es necesario, general. Por su edad. Porque hay que pen-
noche de otoño espléndida. Fernando se empeñó en sar en quién lo va a heredar. ¿Y quién sino nosotros? Los ”Su actitud era serena. Si estaba nervioso, se domina-
manejar. No le gusta a Firmenich. Lo ve asumiendo que lo trajimos. Los que pusimos las pelotas, arriesga- ba. Fernando lo fotografió así, sentado en la cama, sin
todo. Si él no lo hace, se hace mal o no se hace, o se mos la vida, liquidamos gorilas al por mayor. Y si no le saco ni corbata, contra la pared desnuda. Pero las fotos
estropea. Es el vicio, la altanería y hasta la demencia de gusta, le va a tener que gustar, vea. Porque son tantas las no salieron porque se rompió el rollo en la primera vuel-
los malos jefes: sentirse irremplazables. No delegar nada. cosas que vamos a hacer. Es tanto el poder que vamos a ta.
Al final terminan jugándose la vida en todos los operati- acumular en este país, que, o se nos une, o se vuelve a
vos y los revientan en el más pelotudo de todos. Habrá Madrid, con los perritos bandidos, con las pantuflas, ”Para el juicio se utilizó un grabador. Fue lento y fati-
que vigilarlo a Fernando. Nadie mata a Aramburu y con esa puta de Isabelita, cabaretera de mierda, la ver- goso porque no queríamos presionarlo ni intimidarlo y
sigue siendo el mismo tipo. Es posible que el Pepe tenga sión degradada, cómica, de Eva. La única. Que si viviera él se atuvo a esa ventaja, demorando las respuestas a
razón. Que Fernando se sienta la encarnación de la His- estaría aquí, con nosotros. En esta pick-up, general. cada pregunta, contestando: ‘no sé’, ‘de eso no me
toria. El vengador de todos los mártires del peronismo. Rajándose de Timote. Feliz como nunca, porque en el acuerdo’, etc.
Sería una lástima. O no tanto. El Pepe es un tipo con momento más álgido, cuando yo bajaba la escalera para
ambiciones, con demasiadas. El extravío de Fernando reventarlo a Aramburu, me dijo: “Pará, pibe. No me ”El primer cargo que le hicimos fue el fusilamiento
dejaría la jefatura en sus manos, algo que no le desagra- saqués ese gusto”. Y lo amasijó ella. Y si no me cree, le del general Valle y los otros patriotas que se alzaron con
da. Lo mira a Fernando. Tiene la mirada fija en el cami- juro algo, por mi honor se lo juro: cuando hice fuego él, el 9 de junio de 1956. Al principio pretendió negar.
no. Es un camino de mierda. De tierra, poceado, húme- sobre el gorila fusilador era ella la que estaba en mi cora- Dijo que cuando sucedió eso él estaba de viaje en Rosa-
do. Patinás y te vas de cabeza a la banquina. Para colmo, zón, dándome coraje. Mire qué hermosa noche, general. rio. Le leímos sílaba a sílaba los decretos 10.363 y
Fernando no le hace asco a la velocidad. Las estrellas no caben en el cielo sin nubes. Y la luna es 10.364, firmados por él, condenando a muerte a los
–¿En qué pensás? –le pregunta. redonda, inmensa. Como si quisiera iluminar nuestro sublevados. Le leímos la crónica de los fusilamientos de
Fernando no contesta. Piensa en tantas cosas que no triunfo de hoy y hasta los que vendrán. Entonces, casi civiles en Lanús y José León Suárez.
oyó la pregunta de Firmenich. Muerto Aramburu, sin proponérselo, inesperadamente, le brota una frase
Montoneros adquiere un prestigio mítico entre los que oyen todos, porque le brota fuerte, plena, llena de ”No tenía respuesta. Finalmente reconoció: ‘Y bueno,
peronistas. No fue un asesinato. Hicimos lo que el pue- esperanzas, comiéndose el futuro. nosotros hicimos una revolución, y cualquier revolución
blo quería. Hicimos su justicia. La justicia del pueblo. Supongamos que dice: fusila a los contrarrevolucionarios’.
Lo ajusticiamos al gorila sanguinario. Estaba en el espí- –No nos para nadie.
ritu de los tiempos. Está en el corazón de los pobres. De Acelera. ”Le leímos la conferencia de prensa en que el almi-
los que tienen en su casa la foto de Evita, la de Perón en rante Rojas acusaba al general Valle y los suyos de mar-
el caballo pinto. Los que a la foto de Evita todavía le 7. xistas y de amorales. Exclamó: ‘¡Pero yo no he dicho
ponen velas. Porque, para ellos, es una santa. A esa santa eso!’ Se le preguntó si de todos modos lo compartía.
se la niega, la crueldad de Aramburu y los suyos. Ahora MONTONEROS Dijo que no. Se le preguntó si estaba dispuesto a firmar
van a aflojar. O nos dan a Evita o los seguimos amasi- COMUNICADO N° 4 eso. El rostro se le aclaró quizá porque pensó que la cosa
jando a todos. Si nos dan a Evita, no se la damos a 1 de junio de 1970 terminaba ahí. ‘Si era por esto, me lo hubieran pedido
Perón. Nos vamos a las villas, a la 31 sobre todo, y la AL PUEBLO DE LA NACION: en mi casa’, dijo, e inmediatamente firmó una declara-
ponemos en manos de los pobres, a los que ella ayudó. La Conducción de Montoneros comunica que hoy a las ción en que negaba haber difamado a Valle y los revolu-
Es de ellos, les pertenece. Vivió para ellos y ellos la tie- 7.00 horas fue ejecutado Pedro Eugenio Aramburu. cionarios del ’56. Esa declaración se mandó a los diarios,
nen que tener. Y después, nos damos una organización Que Dios, Nuestro Señor, se apiade de su alma. y creo que apareció publicada en Crónica.
de superficie. La juventud se va a enamorar de nosotros. PERON O MUERTE - VIVA LA PATRIA
La juventud quiere guerreros, tipos que se juegan las ”El proyecto de GAN’ (Gran Acuerdo Nacional)
pelotas. Claman por vanguardias. Nosotros le vamos a Fin de
dar la mejor. A la mierda con los planes electorales de “El secuestro de Aramburu” ”El segundo punto del juicio a Aramburu versó sobre
los milicos. Ni votos ni botas, fusiles y pelotas. Qué bien el golpe militar que él preparaba y del que nosotros tení-
suena eso. Y así, a los tiros, lo traemos al Viejo. Y le ■■■ amos pruebas, lo negó terminantemente. Cuando le
decimos: General, usted es el líder, pero nosotros somos dimos datos precisos sobre su enlace con un general en
la organización revolucionaria de vanguardia y, sin TESTIMONIOS actividad, dijo que era ‘un simple amigo’. Sobre esto,
nosotros, usted no volvía. De modo que usted, por El fragmento que reproducimos a continuación pertenece frente al grabador, fue imposible sacarle nada. Pero ape-
III
nas se apagaba el grabador compartiendo con noso- dad. A mí me mandó arriba a golpear sobre una ble y ridícula la tarea de sus captores. Los que narra-
tros una comida o un descanso, admitía que la situa- morsa con una llave, para disimular el ruido de los ron el asesinato pretendieron ser cínicos al describir
ción del régimen no daba para más, y que sólo un disparos. los detalles, pero, como envueltos en una fuerza admi-
gobierno de transición –para el que él se consideraba rativa más rigurosa que el deseo de mostrarse desde-
capacitado para ejercer– podía salvar la situación. Su ”‘General’ –dijo Fernando–, ‘vamos a proceder’. ñosos, no pudieron ocultar su impresión ante las acti-
proyecto era, en definitiva, el proyecto del GAN, que –Proceda –dijo Aramburu. tudes de una víctima que los juzgaba desde la altura
luego impulsaría Lanusse: la integración pacífica del de su entereza. Tenían ante ellos a un hombre sobra-
peronismo a los designios de las clases dominantes. ”Fernando disparó la pistola 9 milímetros al pecho, damente maduro que, con las manos atadas, antes de
Después hubo dos tiros de gracia, con la misma arma dar él mismo la orden para que el matador apretase el
”Eva Perón y uno con una 45. Fernando lo tapó con una manta. gatillo, le indicó al asesino que le atara los cordones de
Nadie se animó a destaparlo mientras cavábamos el los zapatos. Era una manera de poner las cosas en su
”Es posible que las fechas se me confundan, porque pozo en que íbamos a enterrarlo. lugar y a los protagonistas en su respectivo nivel.
los que llevamos el juicio adelante fuimos tres: Fer- Todo esto lo han contado los mismos que, arrastrados
nando, el otro compañero y yo. Ramus iba y venía ”Después encontramos en el bolsillo de su saco lo por un impulso irresistible, acaban de apoderarse del
continuamente a Buenos Aires. De todas maneras yo que había estado escribiendo la noche del 31. Empe- ataúd en un acto que concluye por aproximarse a la
creo que el tema de Evita surgió el segundo día del zaba con un relato de su secuestro y terminaba con necrofilia y a la devoción patológica más que a una
juicio, el 31 de mayo. Lo acusábamos, por supuesto, una exposición de su proyecto político. Describía a venganza saturada por el vaho de los sepulcros’.
de haber robado el cadáver. Se paralizó. Por medio de sus secuestradores como jóvenes peronistas bien
morisquetas y gestos bruscos se negaba a hablar, exi- intencionados pero equivocados. Eso confirmaba, a su ■■■
giendo por señas que apagáramos el grabador. Al fin, juicio, que si el país no tenía una salida institucional,
Fernando lo apagó. el peronismo en pleno se volcaría a la lucha armada. ”Esa escena con el condenado pidiendo a quienes
La salida de Aramburu era una réplica exacta del van a disparar mortalmente contra su cuerpo que se
”‘Sobre ese tema no puedo hablar’, dijo Aramburu, GAN de Lanusse. Este manuscrito y el otro en que ocupen del aliño de zapatos que no tendrán más uso
‘por un problema de honor. Lo único que puedo ase- Aramburu negaba haber difamado a Valle, fueron que en el acto de morir en apenas unos instantes, era
gurarles es que ella tiene cristiana sepultura’. capturados por la policía en el allanamiento a una por sí misma suficientemente abarcadora del perfil
quinta en González Catán. El gobierno de Lanusse no moral del teniente general Aramburu. Pero, en ver-
”Insistimos en saber qué había ocurrido con el los dio a publicidad.” dad, el ex presidente había requerido algo más: la visi-
cadáver. Dijo que no se acordaba. Después intentó ta de un sacerdote, que hubiera clemencia con su
negociar: él se comprometía a hacer aparecer el cadá- El otro testimonio que ofrecemos es el de un ideólogo familia y que le alcanzaran elementos para afeitarse.
ver en el momento oportuno, bajo palabra de honor. de la ratio militar. Un hombre que defendió con pasión ”Eugenio Aramburu, su único hijo varón, recuerda
las acciones del Proceso de Reorganización Nacional. Se haber escuchado más de una vez de su padre la volun-
”Insistimos. Al fin dijo: ‘Tendría que hacer memo- trata de José Claudio Escribano. Esperemos que el señor tad de presentarse lo más decorosamente posible ante
ria’. Escribano tenga sentido del humor y disfrute del siguien- el Creador cuando le llegara la hora de la muerte.
te chiste político. Se encuentran dos personas. Toman
”‘Bueno, haga memoria’. unos tragos juntos en el lobby de un hotel. Empiezan a ”La confesión hecha públicamente por los Monto-
conocerse. Uno le pregunta al otro: “Y dígame, ¿cuál es su neros confirmó que Aramburu había logrado ese pro-
”Anochecía. Lo llevamos a otra habitación. Pidió ideología política?”. El otro responde: “¿Lo ubica a pósito en la trágica hora final. Menos conocido por
papel y lápiz. Estuvo escribiendo antes de acostarse a Hitler?”. “Sí, claro.” “Bueno, yo, un cachito a la dere- todos es que El Vasco nunca consiguió visitar España
dormir. A la mañana siguiente, cuando se despertó, cha.” a pesar de la intensidad de su anhelo por hacerlo.
pidió para ir al baño. Después encontramos algunos El escrito de José Claudio Escribano se publicó el lunes
papelitos rotos, escritos con letra temblorosa. Volvi- 29 de mayo de 2000 en el diario La Nación. ”Se negó a pisar tierra española mientras rigiera la
mos a la habitación del juicio. Lo interrogamos sin Es el siguiente: dictadura, que detestaba, del generalísimo Francisco
grabador. A los tirones contó la historia verdadera: el Franco. Quienes sí cultivaban, desde sus orígenes
cadáver de Eva Perón estaba en un cementerio de “La dimensión moral de un prisionero hasta el fin de la Guerra Civil Española, la amistad
Roma, con nombre falso, bajo custodia del Vaticano. con tamaña dictadura eran algunos de los fascistas
La documentación vinculada con el robo del cadáver ”Los diarios se equivocan, y es así, simplemente, vernáculos que habían inspirado al grupo originario
estaba en una caja de seguridad del Banco Central a por la sencilla razón de que están escritos por hom- de Montoneros, precisamente el que operó en el
nombre del coronel Cabanillas. Más que eso no podía bres. Publican con mayor o menor frecuencia errores secuestro y asesinato del teniente general Aramburu.
decir, porque su honor se lo impedía. informativos y de apreciación, que enmiendan según
la importancia acordada a cada traspié y al sentido de ■■■
”La sentencia responsabilidad profesional con el cual actúan en su
”Era ya la noche del 1ro. de junio. Le anunciamos relación con los lectores. Es un capítulo definido por ”En un viaje que realizó a Europa, después de
que el Tribunal iba a deliberar. Desde ese momento normas, estilos y tradiciones de conducción editorial. haber sido presidente, todo lo que Aramburu pudo
no se le habló más. Lo atamos a la cama. Preguntó ”Otras veces –afortunadamente, las más– la relectu- lograr fue reunirse con sus parientes del país vasco en
por qué. Le dijimos que no se preocupara. A la ra de viejas piezas periodísticas no suscita en el alma San Juan de Luz, en territorio francés, próximo a la
madrugada Fernando le comunicó la sentencia: de un diario sino la convicción de que debería volver frontera franco-española.
a ser escrito exactamente como lo había sido en su
”General, el Tribunal lo ha sentenciado a la pena momento. Eso no obsta para que gentes con diferen- ”La Francia de la libertad, la fraternidad y la igual-
de muerte. Va a ser ejecutado en media hora. tes criterios o compromisos ante la vida puedan pre- dad era tan apropiada para la figura democrática de
tender que un diario se rectifique de opiniones sobre Aramburu como la España de Franco lo fue para aco-
”Ensayó conmovernos. Habló de la sangre que las cuales él siente que nada debe corregir respecto de ger al dictador que en 1955 recorrió sucesivos capítu-
nosotros, muchachos jóvenes, íbamos a derramar. lo que en el pasado afirmó sobre instituciones o per- los del exilio y desde allí estimuló a esas ‘formaciones
Cuando pasó la media hora lo desamarramos, lo sen- sonas. especiales’ que, después de haber contribuido a su
tamos en la cama y le atamos las manos a la espalda. ”Ilustra, sobre tal tipo de observaciones, la repro- retorno y acceso al poder, recibieron de su parte, el 1º
Pidió que le atáramos los cordones de los zapatos. Lo ducción de un fragmento de la desaparecida columna de mayo de 1974, en la Plaza de Mayo de los grandes
hicimos. Preguntó si se podía afeitar. Le dijimos que de opinión de La Nación ‘La semana política’, publi- actos del peronismo, el puntapié histórico en el lugar
no había utensilios. Lo llevamos por el pasillo interno cada en la edición del domingo 20 de octubre de innombrable por ensoberbecidas e ‘imberbes’.
de la casa en dirección al sótano. Pidió un confesor. 1974. Ese fragmento está referido al robo del féretro
Le dijimos que no podíamos traer un confesor porque de Aramburu, que la banda terrorista Montoneros, Así trató a las ‘formaciones especiales’ como Mon-
las rutas estaban controladas. que lo había asesinado en 1970, acababa de perpetrar toneros, desde el balcón que sería de Madonna en los
en el cementerio de la Recoleta. noventa, el general-presidente que ya veía asomarse la
”‘Si no pueden traer un confesor’ –dijo–, ‘¿cómo ”En el periódico La causa peronista, los Montoneros muerte entre los arrumacos de su mujer, Isabelita, y
van a sacar mi cadáver?’ habían hecho poco antes, por añadidura, un relato del poderoso ministro-mayordomo José López Rega.
pormenorizado del secuestro, ‘juzgamiento’ y ‘ejecu- La Argentina, entretanto, se hundía aceleradamente
”Avanzó dos o tres pasos más. ‘¿Qué va a pasar con ción’ del ex presidente provisional de la Nación. El en uno de sus períodos más siniestros.”
mi familia?’, preguntó. Se le dijo que no había nada artículo con la reconstrucción por los propios actores
contra ella, que se le entregarían sus pertenencias. del crimen con el cual se abrió formalmente un largo (NOTA: Termina aquí la entrega N° 50. Son las
período de violencia en la Argentina corresponde a la que habíamos prometido. Habrá, por supuesto,
”El sótano era tan viejo como la casa, tenía setenta edición de La causa peronista, del 3 de septiembre de muchas más, dado que estamos recién dando fin a la
años. Lo habíamos usado la primera vez en febrero del 1974. cuestión Aramburu. Lo que resta es enorme. Ya pasó
’69, para enterrar los fusiles expropiados en el Tiro ”Con prescindencia de la jerga utilizada por los ase- esto con “La filosofía y el barro de la historia”. Iban a
Federal de Córdoba. La escalera se bamboleaba. Tuve sinos para intentar teñir de legalidad ese hecho ser 20. Luego 35. Terminaron siendo 55. Hoy son un
que adelantarme para ayudar su descenso. horrendo, La Nación opinó de la manera siguiente: libro de 814 páginas. No podemos calcular cuántas
PROXIMO ‘...el grupo que secuestró a Aramburu actuó con la entregas faltan. Entramos en terrenos decisivos y terri-
DOMINGO ”‘Ah, me van a matar en el sótano’, dijo. Bajamos. certeza de que tenía en su poder a un hombre capaz bles. Todos lo saben. Lo que se avecina es una trage-
Le pusimos un pañuelo en la boca y lo colocamos de influir en el curso de los acontecimientos más pro- dia seguida de una catástrofe humanitaria. ¿Quién
contra la pared. El sótano era muy chico y la ejecu- fundos de la vida del país. Al parecer, al tenerlo cauti- podría decir cuántas palabras, cuántas páginas harán
Consideraciones ción debía ser a pistola. vo y oír sus serenas razones para avanzar hacia la con- falta para narrarlas? Ojalá podamos hacerlo.)
teóricas sobre ciliación entre todos los argentinos, los secuestradores
“El secuestro ”Fernando tomó sobre sí la tarea de ejecutarlo. Para resolvieron quitarle la vida como un modo de aceptar Colaboración especial:
de Aramburu” él, el jefe debía asumir siempre la mayor responsabili- que la dimensión moral del prisionero hacía insosteni- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 2 de noviembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


49 El secuestro de Aramburu (V)

Suplemento especial de

PáginaI12
1. derlo. Sabíamos que había pibes como vos.
Hablamos varias veces de ustedes en el Círculo
amus llega para el juicio. Sabe que Militar.

R tiene que estar. Fue y vino de la


Capital muchas veces. Se perdió
todo, o casi todo. Pero sabe que
cumplió con su parte. Alguien
tenía que tender el lazo entre Timote y el mons-
truo de mil cabezas, esa ciudad en la que todo
adquiría dimensiones vastas, imponentes.
–Qué honor.
–¿Qué quieren de ese viejo de mierda? Es un
vicioso, un canalla. No merece una sola de las
vidas jóvenes de ustedes. ¿Quién les llenó la
cabeza? ¿Quién los convenció de todos los dispa-
rates en que creen?
Fernando no responde. Aramburu transpira.
–El despelote es infernal –describe–. Nadie Se lo ve agitado. Se lo ve, también, gastando sus
sabe nada. Todos saben todo. La cana anda últimas municiones. Si esto no resulta, se acabó.
como loca por todas partes. Onganía no sabe Podría decirle peores cosas de Perón. Podría
qué hacer. Sabe que esto se le cae encima. Que decirle cosas terribles. Cosas que él y sólo algu-
todos van a creer que es el gran culpable. Directo nos más saben. Fernando lo mira impasible,
o indirecto, pero culpable. O un asesino o un siempre los ojos en los suyos.
ineficaz. –Pibe, ¿vos qué sabés de Perón? ¿Querés que te
Se quedan en el comedor. Sentados a la mesa hable de él? ¿Querés saber por qué mierda de
parecen lo que dicen ser, lo que están certeros de tipo me vas a matar? Te puedo decir cosas abo-
ser: un Tribunal Revolucionario en funciones. minables de Perón.
–Ya vengo –dice Fernando. –No se gaste, general. Desde hace 15 años
–Estamos todos listos –dice Firmenich–. escucho cosas abominables de Perón. Yo y todos
Cuando quieras empezamos. los míos. Todos los pibes como yo. Toda mi
–Eso le voy a decir. Que empezamos. generación. Por eso estamos con él. Usted pre-
Fernando entra en el dormitorio. Aramburu gunta quién nos convenció de todos los dispara-
está atado a la cama. Le exhibe sus manos. Pre- tes en que creemos. Ustedes, general. Ustedes
gunta: hicieron de nosotros lo que somos. Nos inventa-
–¿Es necesario esto? ¿Creen que me voy a esca- ron. Somos el fruto perfecto del país gorila.
par? Ni sé dónde estoy. Ahora, jódanse. –Camina hacia la puerta. Se
–Medio país lo está buscando, general. Usted detiene. De espaldas, dice–: Cuando termine
lo sabe. No nos pida algo que no podemos hacer. el juicio voy a venir a decirle el veredicto.
–Cualquiera puede hacer cualquier cosa si –Gira con brusquedad. Otra vez lo mira–.
quiere. No es que no pueden. No quieren. Le ruego evite tutearme de aquí en más. Si
–¿Lo lastiman esas ataduras? conservamos las formas hasta ahora, no
–Lo que me lastima es estar así. veo motivo para abandonarlas. Ni usted
–No se queje. No lo tratamos mal. es mi padre ni yo soy su hijo. Usted es
–¿Le parece? Sacarme de mi casa, traerme mi prisionero. Yo me propongo some-
hasta aquí, interrogarme, no saber si me van a terlo a juicio. Esa, no otra, es nuestra
matar como a un perro o me van a tirar vivo por relación.
ahí, en medio de la nada, ¿eso qué es? ¿Tratarme Cierra la puerta.
bien?
–Mejor que usted a Valle. 2.
–¿Seguro? Si mi mujer quisiera hablar con –Es hábil el general –dice Fernan-
usted, ¿qué le diría? ¿Que está durmiendo? Ni do–. Esto le juega en contra. ¿Raro,
eso le podría decir. La pobre no sabe dónde está no? Si fuera lento, torpe, milico
usted. Dónde estoy yo. Nada sabe. La de Valle bruto, eso podría salvarle la vida.
tuvo dónde ir para pedir clemencia. La mía, ni Pero apeló a tantos recursos para
eso. evitar su muerte que se condenó.
–General, hay cosas que usted no entiende. O Sólo un tipo inteligente puede
finge no entender. Resulta más que evidente que argumentar con tantas falacias,
su mujer debe ignorar dónde estoy yo. Si lo con tantas celadas, con tantos
supiera, tendríamos a medio ejército rodeando argumentos sagaces, aunque fal-
esta propiedad. Con Onganía al frente. Haga el sos, para no morir.
favor. No diga macanas. Lo tratamos bien. Lo Firmenich chasquea la lengua,
nombramos siempre por su rango. Le dimos de con fastidio.
comer. Nadie lo injurió. No sufrió castigos. No –Con tantas patrañas –dice–.
se queje –Se detiene. Carraspea. Mira fijo al Cree que puede tomarnos por
general. Siempre actuó de ese modo Fernando: boludos. Que su edad lo autori-
mirándolo, hundiendo sus ojos en los de Aram- za. Su experiencia. No hay caso:
buru, como si buscara que éste descubriera en tenemos proyectos que no pue-
ellos la certidumbre severa de sus actos. Seca- den armonizar. No hay unidad
mente, dice–: Vine a hablar de otra cosa. El Tri- nacional. No hay pacificación
bunal Revolucionario está reunido. Comenza- nacional. Lo quieren a Perón
mos a deliberar. para contener a las masas sin
Aramburu, en voz baja, susurrando casi, bus- reprimirlas.
cando hacerle sentir a Fernando, a quien sabe el Ramus golpea la mesa. Un vaso
jefe del operativo, que el diálogo que ahora pro- cae y estalla contra el piso.
pone es sólo entre ellos, íntimo, dice: –Tranquilo, compañero –dice
–Pibe, no seas tonto –Fernando se sorprende. Firmenich.
No sólo lo ha tuteado. También le dijo pibe. –Tranquilo las pelotas. Todo está
Asumiendo, por primera vez, una realidad vela- demasiado claro. No pueden reprimir
da, que todos fingieron desconocer desde el más. No después del Cordobazo. Un
comienzo. Aramburu es un hombre grande, casi regreso de Perón controlado por el régi-
viejo. Ellos son demasiado jóvenes. Aramburu es men es la última carta que les queda.
un figurón de la República. Un general del Ejér- Aquí hay una disyuntiva de hierro, compa-
cito. Un bronce del país antiperonista. ¿Cómo ñeros. Lo traen ellos. O lo trae la lucha del
no va a tutearlos? ¿Cómo no va a decirle, ahora, pueblo peronista. Si lo traen ellos es para el
a Fernando, pibe? eterno cuento chino de la unidad nacional.
–¿Cómo dijo? –dice Fernando y una vena Con perdón, me cago en la unidad nacional. Es
viboreante y abultada se dibuja en su frente. sencillamente sumar al proletariado al proyecto
–Que no seas tonto. Puedo ser tu padre. Escu- de la burguesía, como socio menor. Esto tiene
chame: no te arruinés la vida. No cargués sobre un riesgo enorme. Pero con Perón ese riesgo se
tu espalda un cadáver como el mío. Te va a pesar reduce. Puro gatopardismo, compañeros. Ceda-
mucho. Te van a perseguir siempre. Hasta que te mos algo para que todo quede igual. No pudi-
maten. ¿Y esto, todo esto, se lo vas a dar a Perón? mos vencer al peronismo en 15 años, hagámoslo
Si lo traés de vuelta, te va a cagar. nuestro. ¿Quién no lo sabe? Si no podés derrotar
–Su lenguaje, general. Me sorprende. ¿Tan a tu enemigo, te le unís. Esa es la historia en que
perdido se siente? está Aramburu. La nuestra es otra.
–Lo hago por vos, pibe. No vale la pena lo que –Los cargos –dice Abal Medina.
hacés. Sacrificar tu vida así, por el anciano de –¿Qué cargos? –dice Firmenich–. Vinimos a
Puerta de Hierro. Te lo juro, me cuesta enten- Timote con los cargos bien estudiados. No
II
vamos a empezar a repasarlos ahora. Pajerías no.
Este juicio ya se hizo. Ese juicio decidió el
secuestro.
De pronto, “el otro compañero”, ese al que
arbitrariamente hemos decidido llamar “Julio”
dice algo que nadie dijo hasta ahora:
–Hay que matarlo. Por todo, por lo que ya
sabemos. Pero por algo que aún no dijimos. Que
no hicimos explícito. Nuestra organización
tiene que aparecer espectacularmente. En
nuestro debut en la escena política argenti-
na. Eso nos va a dar prestigio, poder
sobre los otros grupos armados, el pue-
blo nos va a ver como a vengadores
míticos. Matamos al Vasco y venga-
mos a Valle, a Eva, frustramos la
intentona de burocratizar al pero-
nismo y, de la noche a la maña-
na, somos célebres. Ya todo el
país habla de nosotros. Somos
la rebelión y somos la justicia
revolucionaria. Somos jóve-
nes. Somos lo nuevo. Eso va
a entusiasmar a las bases
peronistas. Cumplimos su
deseo.
–Eso es decisivo –dice
Fernando–. El pueblo
peronista va a festejar. El
jefe de la fusiladora pagó
sus pecados. Lo merecía.
Y lo castigaron unos
mocosos con pelotas para
hacerlo.
–Suficiente –dice Abal
Medina–. Voy a hablar
con él.
–¿Lo ajusticiamos en
el sótano? –dice Ramus.
–No hay otro lugar
–dice Fernando–. Es
estrecho, oscuro, sórdi-
do. Pero no se merece
algo mejor. Los compa-
ñeros de José León Suá-
rez murieron en los basu-
rales. No hay por qué
darle a Aramburu lo que
ellos no tuvieron. Si lo
pensamos bien, igual lo
tiene. A los de José León
Suárez los mataron canas
mercenarios. Asesinos del
sistema. El va a ser ajusticia-
do por un grupo revoluciona-
rio. Con ideales. Por jóvenes
que luchan por el pueblo. Y
por el retorno de su líder. –Fer-
nando se detiene. Bebe algo más
de Coca Cola. Después se sirve
un vaso de cerveza. Los mira a
todos, uno por uno. Dice, muy
firme–: Le voy a comunicar la sen-
tencia.
–¿Quién la va a ejecutar? –pregun-
ta Ramus.
–¿Cómo quién? –dice Firmenich,
algo ofuscado–. Fernando, por supuesto.
Hace rato que decidimos eso. El es el jefe.
–Y si hace rato que se decidió, ¿para qué el
juicio?
–Entendeme, Carlos. No te hagas el distraído.
¿Qué querés demostrar? No hubo juicio. Sólo
nos dijimos lo que sabíamos. Nada de lo que
argumentó Aramburu cambió nuestras decisio-
nes. Estaba condenado desde que decidimos
secuestrarlo.
–Basta de boludeces –dice Fernando, malhu-
morado–. Voy a hablar con él.
Sale del comedor.

3.
Aramburu lo mira entrar. ¿Qué le va a decir
este afiebrado? Cada vez le ve más cara de loco,
de jacobino. De jacobino sin pueblo. Sin Revo-
lución Francesa. Se la inventó él a la Revolu-
ción. No puede contenerse. Dice:
–¿Y? ¿Qué decidieron? ¿Se suman a mi pro-
yecto o se hunden en las letrinas de la clandesti-
nidad?
III
–Qué frase, general –ironiza Fernando–. La ¿qué lograría? Le fallaron los suyos. No lo temor y los malos presentimientos, los peores.
voy a recordar. encontraron a tiempo. ¿Lo habrán buscado en Este país todavía no conoce la furia del Ejército
–¿Cuándo? serio? Argentino. Y lo que vimos hasta ahora, ¿qué
–Cuando lo recuerde a usted. –¿Quién puede saberlo? Hay muchos creti- fue? ¿Una muestra gratis? ¿La cola de una pelí-
–Me matan entonces. nos detrás de Onganía. Gente que me odia. cula de terror que todavía no se estrenó? Mal-
–¿Cómo puede suponer que nos vamos a Que le repugna mi plan de negociar con dito viejo, habría sido mejor decirle el fallo y
incorporar a su proyecto? Perón. Quieren verme muerto. Ustedes les van listo. General, vamos a matarlo. Y se acabó.
–Porque no puedo suponer que quieran sui- a hacer ese favor. Firmenich tenía razón. Ahora dice:
cidarse. Le voy a hablar claro, Abal Medina. –A nosotros también nos repugnan sus pla- –Yo creo que te equivocás. Que es un tipo
Aunque sea la última vez que lo haga. nes de arreglar con Perón. Pero por otro moti- común. Un gorila más. Importante, pero uno
–Hable. Nadie nos escucha. Nunca se va a vos. más. Hacenos un favor: terminemos con esto.
saber lo que nos dijimos en esta habitación. –Sin embargo, coinciden. Si volvés a hablar con él voy a tener que amasi-
–Yo estoy pagando por la sangre derramada –De ningún modo. Ellos quieren sostener el jarlo yo.
de Valle. La historia es eso. Una cadena de Estado Gorila. Nosotros queremos destruirlo. –Tranquilo, Pepe –dice Fernando, y esa vena
venganzas. Mi sangre va a reclamar la de uste- –Pero los dos quieren matarme. vuelve a viborearle en la frente. Firmenich lo
des. Matándome se condenan a morir, a que –Por distintas razones. Grave sería si fuera sabe: es peligroso cuando le pasa eso. Más de
los maten. Alguien me va a vengar. No lo por lo mismo. Usted se puso en un lugar peli- una vez dijo: “Si a Fernando lo ves con la vena
dude. Alguien, alguna vez, se va a sentir con groso. El de los conciliadores. Si las partes no hinchada, rajá”. Fernando dice–: Al general lo
tanto derecho como ustedes ahora. Este país quieren conciliar, los matan. Fuego cruzado. ejecuto yo. Y nadie más. –Agarra dos pistolas
todavía no conoce la furia del Ejército Argenti- Pero usted nos incomoda más que Onganía, el que hay sobre la mesa. Una de 9 mm. La otra
no. Tenemos un Ejército formado por la OAS otro que podría querer su vida. Usted no quie- es una 45. Dice–: Vamos.
y por la Escuela de las Américas. Si usted re sostener el Estado Gorila. Quiere crear un Empieza a amanecer.
supiera en serio, a fondo, lo que se enseña allí, nuevo régimen con el peronismo adentro. Los Aramburu los mira entrar. Ahí están: vienen
vacilaría. gorilas son brutos. Ni piensan en eso. Sólo a matarlo. Se acabaron las palabras. Cada uno
–Nosotros también nos formamos para la piensan en seguir con la represión. Su plan es sabe dónde está el otro. Qué piensa. Qué quie-
guerra. Pero no nos formaron torturadores sino el más hábil. Es hacer de Perón un general re hacer. Sobre todo –en su caso– qué hizo.
revolucionarios. No se equivoque. No va a manso dominado por la burguesía. Eso nunca. ¿Pensará Aramburu en Valle? Difícil. No me
conseguir que tenga miedo. Ni que vacile. Aramburu regresa al tuteo. Siempre que lo matan por lo de Valle. Soy un símbolo. El tipo
–Hágase esta pregunta. Se la hizo Gutiérrez hace es porque se siente perdido. Porque es su que lo tiró a Perón. Uno sabe los riesgos que
de la Concha a Castelli, cuando éste se prepa- última carta. toma. Debió prever esto. Pero nunca imaginó
raba para fusilar a Liniers. Le preguntó... –Sos un idiota, pibe. que podrían aparecer pibes así. Revolucionarios
–No se gaste, general. Hace tiempo que yo –Le exigí que no me tuteara. y peronistas, vengativos, irresponsables o
me hice esa pregunta. Me sorprende que usted –¿Cómo no te voy a tutear si sos un pendejo? valientes, lo mismo da. Pero con cojones.
la conozca. Vas a arruinar tu vida. Tu idealismo de los Carajo, quién lo hubiera dicho.
–Son sus prejuicios. Cree que los militares veinte años te va a costar muy caro. Yo tam- Le quitan las ataduras de las manos. Aram-
somos brutos. bién tuve veinte años. También tuve sueños de buru se restriega las muñecas. Las tiene hincha-
–Podría pasarme la noche ofreciéndole prue- juventud. Pero esos sueños no exigían la muer- das, hay algo de sangre.
bas. Volviendo a Castelli: Castelli era abogado. te de nadie. –Sentimos mucho eso, general –dice Fernan-
Gutiérrez de la Concha le preguntó qué juris- Fernando lo mira con desdén. Aramburu do–. De haber podido, lo habríamos evitado.
prudencia era la que lo autorizaba a matar pri- recibe de pleno esa mirada. Acaso nunca lo –Está dentro de las reglas –concede Arambu-
sioneros. Una pregunta tonta. Castelli era un miraron así. No con odio, sino como a un ru–. Siempre se amarra a los prisioneros. Pri-
revolucionario. El y su amigo Moreno. La pobre tipo. Lleva 15 años recibiendo halagos, sionero que se escapa deja de serlo. Secuestra-
jurisprudencia eran ellos. Toda revolución crea homenajes, reconocimientos. Pero este pibe se dor sin prisionero, también.
su propia jurisprudencia. ¿O ustedes hicieron permite mirarlo con menosprecio, con una –Somos muchos más que sus secuestradores
otra cosa? También la contrarrevolución crea repulsa tan extrema que hiere, que deshonra. Y –dice Firmenich.
sus propias leyes. O deroga las de los revolucio- con una altanería, con un irreverencia que, –¿Por qué?
narios. recién ahora, aparece en estado puro, sin los –Somos sus jueces. Lo juzgamos y decidimos
–Gutiérrez de la Concha dijo algo más. velos, sin las cortesías forzadas entre captores y que era culpable.
–A ver, general. Dígalo. ¿Lo leyó en Billiken? prisioneros. Ese menosprecio se expresa feroz- –Y ahora van a ejecutarme.
–Voy a dejar de lado esa ofensa. Olvidemos a mente, lejos de toda civilidad, de todo trato –Exactamente.
Castelli. Si cree que mis citas vienen del Billi- entre caballeros cuando le dice: –¿Puede pedirle algo, juez Firmenich?
ken voy a evitarlas. La cuestión se la voy a plan- –General, perdone mi franqueza. Pero usted, –¿Dice eso con ironía?
tear yo. Con mis palabras. Porque son mis a los veinte años, ya era un milico de mierda –¿Hubo ironía en mi voz?
ideas. con alma de asesino. –No me pareció.
–Soy todo oídos. Fernando abandona la habitación. Cierra de –Porque no la hubo.
–Usted se me presenta como un revoluciona- un portazo. –¿Qué quería pedirme, general?
rio. Quiere cambiar el régimen al cual yo pre- –Una tontería. Pero no querría caminar
tendo integrar a Perón. Usted, por el contrario, 4. hacia la muerte con el riesgo de cometer una
quiere usar a Perón para destruirlo. También Se reúne con los suyos. Firmenich lo recibe torpeza que me ponga en ridículo. ¿Me com-
Castelli quería cambiar un régimen. Fusilar a mal. prende, verdad?
Liniers era parte de ese cambio. –¿Tanto tardaste en decirle algo tan sencillo? –Por completo, general. ¿De qué se trata?
–Parte sustancial de ese cambio. General, lo vamos a amasijar. Eso era todo. –Ateme los cordones de los zapatos.
–Gutiérrez de la Concha le pregunta: doctor –No es un tipo común –dice Fernando. Aga- –Disculpe. No lo había notado.
Castelli, ¿qué clase de sistema es el que empieza rra un pedazo de pan y le pone manteca. No Firmenich apoya una rodilla en tierra y ata
de este modo? ¿Qué clase de sistema empieza sabe por qué, pero hablar con Aramburu le dio los cordones de Aramburu. Se pone en pie. Lo
fusilando prisioneros indefensos? hambre. ¿Qué pasa? ¿Le incomodó algo de lo mira. Aramburu no dice nada.
–No busque conmoverme, general. Son que dijo el condenado? No sabemos esto. Sabe- –Tenemos que atarle las manos a la espalda
demasiados argumentos para defender apenas mos que se acerca el final y que será Fernando –dice Fernando.
una vida. Aunque sea la suya. Gutiérrez, a el que tendrá que matarlo. Tal vez no haya sido –¿Otra vez atarme las manos? Vieron mis
quien llamo así para evitar la parte incómoda conveniente que lo conociera más allá de lo muñecas. Están a la miseria.
de su apellido, decía boludeces, con perdón. necesario. Aramburu era, para Fernando, una –No tanto, general –dice Fernando–. Sólo a
Una revolución tiene el derecho de matar a construcción ideológica: el que lo tiró a Perón, tono con las circunstancias. Así son las cosas.
quienes quieren impedirla. Si empieza así, el que lo fusiló a Valle, el que escondió a Evita, Los que enfrentan a un pelotón de fusilamien-
empieza bien. Usted me plantea una cuestión el gorila, el hombre de reserva del régimen. to lo hacen siempre con las manos atadas a la
de ética política. Una mariconada liberal. Todo Ahora corre el peligro de convertirse en un ser espalda.
sistema que empieza matando empieza mal. humano. Debiera haberlo previsto. Es más fácil –¿Me espera un pelotón de fusilamiento?
¿Usted me plantea eso? ¿El fusilador Arambu- matar a un rival ideológico que a una simple –No haga preguntas cuya respuesta conoce.
ru? Toda revolución que empieza y no mata persona. Le impresionó cuando quiso librarse –No por completo. Sé que no habrá pelotón.
cuando tiene que matar está perdida. de las ataduras. Cuando se lastimó las muñe- ¿Cómo me van a matar entonces?
–Van a matarme entonces. cas. Cuando le salió sangre. Ahí, el miedo del –Falta poco para lo sepa –Fernando mira a
Fernando no responde. Se toma un tiempo general se le volvió traslúcido. Se tenía prohibi- sus compañeros. Con su habitual parquedad,
que a Aramburu le parece eterno. Después, sin da la piedad. Había leído bien a Clausewitz: con aspereza, con ese tono acerado con que
solemnidad, pero con cierto aire marcial o con “Toda consideración de humanidad os hará sabe dar órdenes, dice–: Al sótano.
una clara dureza, dice: más débiles”, algo así. ¿Fue por eso que habló
–General Aramburu, el Tribunal lo senten- con Aramburu, que se arriesgó a escucharlo? (Continuará)
ció a la pena de muerte. Va a ser ejecutado en ¿Por una consideración de humanidad? Si por
PROXIMO
media hora. esa boludez le llegara a temblar la mano en el
DOMINGO Aramburu busca romper sus ataduras. Se las- momento decisivo, no se lo perdonaría. Y ade-
tima las muñecas. Le brota sangre. más: esa frase. Esa frase sobre el Ejército
El secuestro de –Ese nudo está muy bien hecho, general Argentino. No pudo evitar que se alojara en Colaboración:
Aramburu (conclusión) –dice Fernando–. Y aunque lograra desatarse, algún punto oscuro de su conciencia. Entre el Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 26 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


48 El secuestro de Aramburu (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
¿
1. menos inesperado. Un montón de giles, de aven-
Qué podía decirles de Evita? ¿Podían tureros han de haber largado carne podrida por
ellos, mocosos entre 20 y 23 años, armar despelote nomás. El país está ardiendo.
entender algo de lo que él les explica- Nadie sabe nada. Pero los “héroes” no cesan de
ra? ¿Ustedes creen conocerla? Yo la vi surgir. De derecha, de izquierda. Hay que parar la
de cerca, la vi caminar, la vi sentarse, mano. Cerrarles la boca. Todavía no se puede
pararse, estreché su mano incontables veces, vi sus decir la verdad. Decir: fuimos nosotros. Somos un
vestidos carísimos, sus zapatos, la escuché hablar, grupo armado de cristianos y peronistas. Nos lla-
la vi sonreír, nunca la vi llorar. Después vi su rode- mamos Montoneros y lo hicimos boleta a Arambu-
te, ese traje sastre que se puso como un uniforme, ru. Cualquier otro boludo que ande escupiendo
como un soldado en la batalla. La vi empezar a comunicados por ahí, miente. La verdad –y no
morir y poco faltó para que la viera muerta. La vi sólo en esto– es nuestra. Por ahora, Gaby decide
volverse pálida. La vi perder la redondez, la salud escribir otro comunicado.
espléndida, bella, de su cara. Le salieron unos
pómulos como rocas. Se le afinaron los labios. Perón vuelve
Hasta los tobillos se le afinaron, porque los tenía Comunicado Nº 2
gruesos y eso la atormentaba. Se le transparentaron
los huesos de las manos. Su voz se hizo dura. Sólo Al pueblo de la Nación:
parecía saber dar órdenes. Hasta que se murió. Ante la difusión de falsos comunicados atribui-
Después, pese al circo que montó Perón, vi que dos a organizaciones armadas proclamando la
el pueblo la lloraba de verdad. Ya les voy a hablar detención de Pedro Eugenio Aramburu e impo-
del pueblo de Evita. Pero que la quería, la quería. niendo condiciones para su rescate, la Conduc-
Con ganas, con humildad y hasta con sometimien- ción de nuestra Organización se ve en la obliga-
to, sin vergüenza, sin honor. No se puede querer ción de aclarar las siguientes declaraciones:
así a una persona. No le queda a uno lugar para 1) El día 29 de mayo a las 9.30 horas nuestro
amarse a sí mismo. No le queda orgullo. Vi a ese comando Juan José Valle procedió a la detención
pueblo entregarse a ese amor hasta perderse, hasta de Pedro Eugenio Aramburu.
no tener presencia, hasta inmolarse. Si uno les 2) Para demostrar la veracidad de esta afirma-
hubiera preguntado qué eran. Qué eran ellos, ción, daremos los siguientes detalles:
entienden. Habrían dicho: somos nuestro amor a a) Pedro Eugenio Aramburu no lleva en su
Evita. Así, ella podía manejarlos como quería. Sé poder ninguna documentación.
que ustedes dirán: “Fueron tan lejos en su amor a b) Los efectos personales que llevaba enci-
ella por el odio con que ustedes siempre los trata- ma comprenden: una medalla llavero con la ins-
ron. Era la primera vez que recibían amor. ¿Cómo cripción “El Regimiento 5 de Infantería al Gral.
no iban a entregarse a él? ¿Cómo no iban a amar a Pedro Eugenio Aramburu - Mayo de 1955”; dos
Eva hasta el punto de no amarse a sí mismos? Sé bolígrafos Parker; un calendario plastificado del
que ustedes dirán: estaban llenos de amor. Nunca Banco del Interior; un pañuelo; una traba de cor-
un pueblo amó tanto. ¿Qué les importaba darle bata de oro y un reloj pulsera automático.
todo su amor si tenían el de ella? No necesitaban c) La detención se produjo en la sala
amarse a sí mismos porque ella los amaba. Con eso comedor de su domicilio.
era suficiente. Con eso les bastaba”. Como verán 3) Por la naturaleza de los cargos que decidie-
he pensado la cuestión. Pero hay otro aspecto. ron la detención de Pedro Eugenio Aramburu, a
Aramburu jamás les dirá lo que él llama el otro fines de someterlo a Juicio Revolucionario, resulta
aspecto. Aramburu piensa que ese pueblo amó totalmente descartada la posibilidad de negociar
tanto a Eva porque era un pueblo ignorante. Por- su libertad con el régimen.
que eran mestizos recién llegados del interior. 4) Que solicitamos a las organizaciones cuyos
Cabecitas negras, grasitas, como ella les decía. Un nombres han sido utilizados la pronta desmentida
pueblo culto no puede amar así a un gobernante. de los falsos comunicados.
Un pueblo culto no pierde su dignidad crítica.
Nadie puede extraviarse, ahogarse en otro. Sólo ¡Perón o muerte! ¡Viva la Patria!
un pueblo de brutos, de fanáticos, pudo llegar a MONTONEROS
un amor tan extremo. ¿Qué puede esperarse de
ese pueblo? Demasiado, lo peor. El amor de los 3.
fanáticos arrasa con todo. No hay decretos contra –No tengo mucha información sobre eso. Pasó
las pasiones de los ignorantes. Quien no ha sido por otras manos.
pulido, trabajado por la cultura, sólo atesora la Firmenich niega con la cabeza. Se toma su
pasión, la furia de la barbarie. Sé qué me van a tiempo para decir:
preguntar: por qué la escondimos. ¿Qué espera- –No le creemos. Todo pasaba por sus manos.
ban? ¿Que les dejáramos a esos brutos su Difunta Aramburu finge sorprenderse.
Correa? Para peor, una Difunta Correa vengativa, –¿Con Rojas al lado? ¿Con el odio de la Marina
borrascosa, bélica. No, no estábamos locos. Evita, en la vicepresidencia?
en la Argentina, habría hecho estallar el país. –Ni Rojas podía hacer algo que usted no supie-
Habría sido el punto de concentración de todas ra –dice el otro compañero. El que hemos decidi-
las rebeliones. El altar de todos los odios. Habría- do llamar Julio.
mos vivido limpiando de flores su tumba. Para Aramburu dice:
empezar de nuevo al día siguiente. Y al otro. Y al –Agradecería un cigarrillo.
otro. Habrían ido los curas populares. Habrían –Esto es un juicio –dice Fernando–. No se
celebrado misas tumultuosas. Los más fanáticos fuma aquí. ¿Dónde está Eva?
vivirían esperando que se levantara de esa tumba Aramburu pareciera impacientarse.
para llevarlos a la batalla, al triunfo. Habríamos –¿Qué tienen ustedes con Evita? –dice, malhu-
tenido que cagarlos a palos. O que matarlos. Hoy morado–. Ni la conocieron. Son jóvenes de fami-
me estarían juzgando por muchas otras muertes. lias pudientes. No creo que le deban nada. Ni una
No por las de Valle y sus compañeros. No por las casa. Ni un juguete. Ni una botella de sidra y un
de los basurales de José León Suárez. Por muchas pedazo de pan. Esas cosas con que se ganaba el
otras. Por las muertes de montones de negros de corazón sencillo de los pobres.
mierda, fanáticos, indignos de un país culto como –Tendríamos respuestas para esas infamias que
éste. Ya la habíamos aguantado viva. Por suerte, se usted farfulla –dice Fernando–. General, ni el
fue pronto. Aguantarla muerta habría sido corazón de los pobres es sencillo. Ni se lo compra
demencial. Sé que ahora me preguntarán dónde con una sidra y un cacho de pan. Insisto: ¿dónde
está. Que la van a querer para ustedes. Para dárse- está Eva?
la al pueblo. Para iniciar una gran pueblada con el –¿Para qué la quieren?
cadáver de la Yegua como bandera. No, ni una –El pueblo peronista la quiere.
palabra sobre eso. No voy a traicionar a mi país. –¿Y ustedes se la van a dar?
Ni a los míos. La Puta, lejos. –Díganos dónde está y se la damos. No es nues-
tra. Es de ellos.
2. –Es de Perón.
Arrostito esperaba algo así. Los servicios no des- –Perón y el pueblo son lo mismo. Si se la
cansan nunca. Reaccionan rápido. Aparecieron damos a Perón, se la damos al pueblo. Si se la
varios “comunicados” de “organizaciones arma- damos al pueblo, reposará en las mismas manos
das”. A Aramburu lo secuestró medio mundo. que en las de Perón. Eso queremos: que repose.
Hay que añadir un dato más penoso, pero no –Ella reposa. La enterramos cristianamente.
II
Fernando lo mira con furia. Le brillan los ojos
cuando mira así, frunce el ceño y se le pone tiran-
te la cara. Aprieta los dientes.
–Tiene una idea extraña de un sepelio cristiano
usted –dice–. Se entierra cristianamente a alguien
cuando lo entierran los suyos, sus familiares, sus
amigos, sus camaradas. No sus enemigos. Cuando
un sacerdote dice palabras del Evangelio. Un
sacerdote elegido por la familia. Cuando el cadá-
ver fue velado durante una larga noche en que
nadie durmió. Cuando las manos que alzaron el
féretro fueron las de familiares, o las de esos ami-
gos o hermanos tramados por el dolor, por el
amor y por el adiós irreparable. Eva habrá tenido
un entierro clandestino. Un operativo secreto de
quienes la odiaban. De quienes quisieron quitár-
sela al pueblo. Y hasta hoy lo lograron.
–No podíamos enterrar a Eva Perón en la
Argentina. Ustedes tienen que entenderlo.
–Si muere, usted va a ser enterrado en la
Argentina.
–No es lo mismo. Escuché que le decían Fer-
nando. ¿Se llama así?
–Si escuchó eso.
–Hay muchas diferencias entre Evita y yo, Fer-
nando –es la primera vez que Aramburu lo llama
por su nombre. Se arrepiente: una muestra más
de que –si vive– los denunciará con lujo de deta-
lles. Sus nombres, sus ropas, sus caras, el tono de
sus voces. De ésta no salgo, piensa. También se
sorprende: ¿por qué cometió un error tan torpe,
tan pueril? Tampoco a Fernando le interesó des-
mentirlo: “No, escuchó mal. No me llamo así.
No va a saber mi nombre”. Habría sido más lógi-
co. Si lo soltaban, él lo diría: “Uno se llamaba
Fernando. O no lo negó cuando se lo pregunté”.
No había, en sus secuestradores, una técnica, una
mínima lógica del ocultamiento. Esto es grave, se
dice. Si no buscan ocultar sus identidades es por-
que saben que yo no voy a vivir para denunciarlos
a nadie. Ahora es tarde. Lo hecho, hecho está. Es
muy temprano aún. Vaya a saber qué rumbo
tomarán las cosas. Por ahí quieren proponerle que
se una a ellos. ¿Por qué no? Todo es posible.
Todo es imposible. Sigue:
–Yo soy un militar retirado. Eva es un mito.
Un culto. Un objeto religioso. Puede convocar
multitudes.
–Que ustedes tendrían que matar.
–Que reprimir.
–Para ustedes reprimir es matar.
–No estoy de acuerdo. Usted nos dibuja como
monstruos. ¿Qué país notable, no? Ustedes pien-
san de nosotros lo mismo que nosotros pensamos
de ustedes. ¿Sabe a cuántos radicales, conservado-
res y comunistas torturó la policía de Perón?
¿Sabe a cuántos católicos como ustedes? Durante
los últimos días del régimen. Los del conflicto
con la Iglesia. Los jóvenes católicos estaban contra
él entonces.
–Ahora no.
–Sí, y me cuesta entenderlo. Pero si yo cambié,
¿por que no ustedes? Eso es lo extraño: cambiamos
para el mismo lado. Para el lado del peronismo.
Yo no me hice peronista, pero quiero entenderlo.
¿Por qué no podemos entendernos nosotros?
–Por el pasado.
–El pasado está atrás. Nadie quiere volver ahí.
Lo que murió, murió. Es hora de...
–Ahórrese frases de discursos escolares –inter-
viene, muy veloz, Firmenich–. Usted no dejó
atrás el pasado. Usted quiere retocarlo. Adecuarlo
a los nuevos tiempos. Integrar al régimen lo que
no pudieron destruir. Pero sus intereses son siem-
pre los mismos: los del régimen. Ahora, con el
peronismo adentro. Usted, con su gorilismo inte-
ligente, es el más peligroso de nuestros enemigos.
El rostro de Aramburu se ensombrece. De
pronto, es el hombre que ha entendido todo. La
completa, la entera totalidad de la cuestión.
–Si lo mejor que tengo para ofrecerles me
transforma en el más peligroso de sus enemigos,
¿para qué seguir hablando, señores? Dicten sen-
tencia y fusílenme ya mismo.
Los jóvenes católicos se quedan sin palabras.
Para responder a esa frase, al menos. Tiene razón
ese general. Lo mejor que les ha ofrecido es traer a
Perón. Lo que ellos y el pueblo peronista piden.
Pero el Perón de Aramburu es un Perón para for-
talecer al régimen. El de ellos, para hacer la revo-
lución. O lo trae Aramburu o lo traen ellos. Si lo
III
trae Aramburu se consolida el sistema. Habrá Nosotros nos preguntamos: ¿por qué, por qué el mismo modo de siempre. Primer modo: lo
democracia burguesa con Perón dentro de ella. no vamos a preguntarle eso, qué nos lo prohíe? único que puede hacer el torturado es mentir. Si
En medio de un mundo que marcha fatalmente Nos lo prohíbe usted. Usted, que dice: sé que yo no tengo la verdad que me piden, si no
al socialismo, ¡usar al más grande líder de masas está en algún cementerio. No sé en cuál. ¿Y si no puedo convencerlos de que no la tengo, sólo me
de América latina para el proyecto de la burgue- le creemos? Notará que usted se ubica demasia- resta inventarla. Aquí, el torturado, miente.
sía! Una locura, un sinsentido, un idiotismo his- do cerca de la verdad. Roma, cementerio de Segundo modo: el torturador no le cree. O por-
tórico. De ahí que tenga razón Aramburu: lo Roma, hay más de uno pero no muchos, no que quiere seguir torturándolo. O porque no le
que les ofrece lo transforma en el más peligroso demasiados, en uno de ellos está Eva Perón. sirve la verdad que el torturado ofrece. O por-
de sus enemigos. En su blanco prioritario. Si Todo esto sabe usted. Lo que dice ignorar es que descubre que el torturado fabula, inventa. A
alguien debe morir, es él. muy poco. Sólo ignora en qué cementerio está. esta altura, delira. La tortura sigue sin detenerse.
¿Lo ignora o no nos lo quiere decir? Dígame, Sigue hasta el fin. El torturado muere. El tortu-
4. general, ¿cómo se sale de este problema? rador se queda con las manos vacías. Y hay otra
Al día siguiente lo interrogan sin grabador. La –Por medio de la tortura. posibilidad. La más sencilla. Ustedes se dispo-
barba de Aramburu está más crecida. Esto le dis- –En efecto. nen a torturarme. Pero yo no tolero el dolor.
tingue aún más las arrugas. Y las mejillas se le –Sé algunas cosas sobre la tortura –dice Aram- Me aterroriza el sufrimiento. La vejación. La
han caído por completo, son dos colgajos que buru–. Podrían serle útiles. casi segura muerte. Confieso sin que me tortu-
enmarcan tristemente su cara. No parece con –Hable. Pero quiero dejar algo establecido. ren. Confieso todo. Ustedes han triunfado. Tie-
muchas ganas de luchar. Sus jueces están ente- Mi posición sobre el tema ya está tomada. Nada nen lo que desean: la verdad que yo cobijaba. Y
ros. Tampoco se han afeitado, pero tienen de lo que usted diga podría cambiarla. tienen un enemigo sano. Un enemigo al que
menos barba. Detalle por el que, célebremente, Pese a que esta frase lo intranquiliza, Arambu- desprecian. Nada es más despreciable que un
años después, el líder que hoy defienden, busca- ru no se detiene. Desarrolla su teoría: cobarde. Entonces me matan. O no. Puede
rá agredirlos: Imberbes, les dirá. –Descreo de la eficacia de la tortura. No digo suceder que me dejen libre. Regreso a mi casa.
–¿Quieren seguir hablando de Evita? –pre- que no dé sus resultados. Si no, no se acudiría a Me encierro en mi habitación. Me pego un tiro.
gunta. ella con tanta abusiva frecuencia. Sin embargo, No puedo vivir con mi cobardía.
–Nosotros hacemos las preguntas, general veamos. Hice cursos. Leí libros de contrainsur- –En las cuatro posibilidades el torturado
–dice Firmenich–. Aunque le cueste creerlo, gencia sobre esta cuestión. El torturador supone muere –dice Fernando.
aunque no nos vea rodeados por todo ese solem- que el torturado tiene una verdad que él desea –Así es –dice Aramburu.
ne carnaval con que la burguesía adorna a la jus- conocer. Extraerle. Para ello, lo tortura. El tor- –¿Cuándo pensó todo eso?
ticia, usted, aquí, está frente a un Tribunal. turado puede tener o no tener esa verdad. Si la –Vi demasiadas torturas. Bajo Perón. Bajo la
–Lo sé muy bien. Sólo espero que esa justicia tiene y es valiente... Valiente, si me permiten, Libertadora. Sobre todo, como imaginarán, a
sea justa. aquí sólo significa tolerar el dolor. manos de la Marina. Bajo el Conintes de Fron-
–Más justa que la de la burguesía, sin duda. –¿No cree que la firmeza en las propias con- dizi. Y en otros países también. Pude llegar a
No está al servicio de la oligarquía, ni de las cor- vicciones ayuda a esa tolerancia? –pregunta Fir- algunas conclusiones.
poraciones ni del imperialismo. Está al servi- menich, entrando en el diálogo. –¿Qué otros países, general? Aunque tenemos
cio... –Sí, pero puede perjudicarlas. Voy a sincerar- nuestras sospechas.
–Del pueblo. Ya lo sé. Si me prohibió hacer me. No estoy hablando de cualquier tortura. –Las van a confirmar. En 1959 estuve en
discursos escolares. Ahórreme a mí los discursos Hablo de la que ustedes se sienten tentados a Argelia. Durante una entera semana hablé con
revolucionarios. aplicarme a mí. un general de la OAS. El me enseñó todas esas
Firmenich sonríe de costado. Supongamos –De acuerdo, ¿para qué ser abstractos si esta- teorías sobre la tortura. Tenía una posición des-
que piensa: gorila de mierda, todavía te das el mos en la más concreta de las situaciones? –dice piadada sobre el torturado: nunca debía quedar
lujo de compadrear, no sé qué debés creer, que Fernando. vivo. Después estuve en la Escuela de las Améri-
somos boludos, que en cualquier momento cae –Supongamos que me torturan. Supongamos cas. Los franceses son superiores. Los yanquis no
la cana y te rescata, que nos vamos a cagar en los que soy valiente. Que tolero el dolor porque creo manejan la cuestión psicológica. Masacran al
pantalones y te vamos a devolver a tu casa, sano demasiado en la causa que represento. Ahí, fraca- objeto interrogable y listo. Creo, sin embargo,
y salvo, con tu mujer y tus pantuflas. samos los dos. Ustedes, no tienen la informa- que son más efectivos que los franceses. Tengo
Sin embargo, la esperanza de la salvación ha ción. Yo, de puro valiente que he sido, me quedé algunas otras teorías para contarles, pero no
ido alejándose de Aramburu. Ya no busca ganar en la tortura. Tienen una cosa y no tienen otra, quiero aburrirlos. Ustedes sabrán cómo torturar.
tiempo. Se ve que no aciertan a encontrarlo. O precisamente la que querían. Tienen mi cadáver Tendrán sus propios métodos. Pese a los france-
que la policía de Onganía no pone muchas y no tienen mi verdad. No se las he dicho. Vea- ses y a los americanos, créanme que a muchas de
ganas. Esta certeza lo fue atrapando hora tras mos otro punto de vista. Ustedes me torturan y las teorías llegué solo. El tema me interesa.
hora: ¿para qué querría salvarlo Onganía? Debía yo, que no tolero el dolor más allá de cierto –Hay una a la que no llegó, general –dice Fer-
saberlo todo el leporino. Serenidad y pistas falsas punto, les digo dónde está enterrada Eva Perón. nando–. Si nos contó sus elaboradas teorías fue
habrá sido su consigna. Pero, ¿y sus amigos? ¿Y Pero muero. Confesé, pero resistí demasiado. para que no lo torturemos. Para llevarnos a
los que estaban con él en la patriada de tirarlo Confesé cuando era tarde. Cuando ya no podían comprender que en cualquiera de los casos posi-
abajo? Nada, impotentes por completo. Les revivirme. Es un problema para ustedes. Siempre bles usted moriría. Supone que no queremos
habrán negado todo. No los habrán dejado par- es un problema para el torturador que el tortura- eso. Y tiene razón. No podemos quererlo toda-
ticipar en nada. ¿Se quedaron sin el líder, no? do muera. ¿Dije toda la verdad? ¿Me guardé vía. Ni siquiera se ha reunido el Tribunal. Pero
Jódanse, sin Aramburu no hay golpe. No hay algo? ¿Morí antes de tiempo? ¿Morí antes de hay algo que se le escapó. Que no tuvo en cuen-
pieza de recambio. Sigue Onganía. Veinte o confesar todo? ¿Les alcanza con lo que obtuvie- ta. Que no lo sabe. ¿Cómo podría tomarlo en
treinta años más. Como él dijo. ron? Pasemos a otro aspecto de la cuestión. Es cuenta si lo desconoce por completo? Escuche,
–General, por última vez –dice Fernando–. casi el más habitual y el más cruel. Aquí, el tortu- general Aramburu: usted no va a ser torturado.
¿Dónde está Evita? El grabador está apagado. Lo rador suele llegar a los límites de su barbarie. Porque existe otro punto de vista sobre la tortu-
que diga, aquí queda. –De su inhumanidad –dice Fernando. Pero ra. Se lo dije: es el nuestro. También le dije:
Aramburu respira hondo y suelta sonoramen- luego, repentino, corrige–: Si es que creemos nada de lo que usted diga habrá de variarlo. Y
te el aliento. Dice: que es inhumano torturar. Yo diría que es un ese punto de vista es el de negarse a torturar.
–Está en un cementerio de Roma. No me arte completamente humano. A cada rato deci- Nuestra organización no tortura, general. Los
pregunten en cuál. Hay más de un cementerio mos de alguien que es un bestia o una bestia. O Montoneros no torturan. Si fuera por medio de
en Roma. Sé que en alguno está Eva Perón. No por su ignorancia o por su brutalidad. Estoy la tortura que usted nos dice dónde está Eva
sé en cuál. harto de oír que el torturador se hunde en la Perón, nos sentiríamos indignos de ella. El tor-
Fernando se pasa una mano por la cabeza, bestialidad cuando tortura. Falso. Las bestias no turador, usted lo sabe, es un ser ruin, miserable.
como peinándose. Imposible que se peine ese torturan. Continúe, general. Está logrando Siempre termina odiándose a sí mismo. Noso-
pelo engominado, brilloso. Pero ese gesto le per- entretenernos. tros somos católicos, general. Creemos en Dios.
mitió ganar un par de segundos. Lo que pensó –No es mi intención. Lo estamos juzgando por crímenes que usted
en esos segundos fue terrible. La idea cruzó su –¿Cuál es, entonces? cometió. No queremos cometerlos nosotros.
cabeza como un tornado. Se la dijo a Aramburu. –Sigamos –dice Aramburu–. ¿Cuál es este Aramburu sabe que Fernando no miente. Le
–General, voy a serle sincero. Este es el nuevo aspecto de la cuestión? El que definí asombra salvarse de la tortura. Al salir el tema de
momento, el preciso momento, en que un pri- como el más habitual y el más cruel. Simple: el Eva Perón, dio el hecho por seguro. En algún
sionero es sometido a la tortura. Repasemos la torturado no tiene nada que ofrecer. No lleva en sí lugar de sus corazones –deduce–, pese al odio
situación: usted dice que Eva Perón está en un la verdad que el torturador requiere. Esto nos que los anima, está presente el torturado de la
cementerio de Roma. Nosotros necesitamos conduce a los límites del horror. Si el torturador Cruz y su fe de católicos, que ahora juzga since-
saber en cuál. Saberlo, es de gran importancia le creyera al torturado, no sería así. Pero, para su ra, les impide torturar.
para nuestra organización. Si lo sabemos, en enorme desgracia, el torturado nunca logra ser –Por ahora, suspendemos –dice Fernando.
menos de dos días el cuerpo de la abanderada de todo lo convincente que el torturador necesita. Salen de la habitación.
los humildes, de la mujer más amada de la Además, cuando el torturador empieza su tarea Aramburu queda solo. El nudo que le sujeta
Argentina, está en nuestra manos. Si lo está, es difícil que algo lo detenga. La situación puede fieramente las manos a la cama arrasa con la piel
hablamos con Perón. Nos volvemos milagrosos. prolongarse interminablemente. El torturador, de sus muñecas y ya brota la sangre. Se pregunta
PROXIMO
Conseguimos lo que nadie pudo. El régimen torturándolo, le exige al torturado una verdad si ésa, aunque leve, no es una tortura.
DOMINGO nos respeta. El pueblo nos ama. Perón nos nece- que cree él atesora. Pero no es así. El torturado (Continuara)
sita. Como verá, los motivos para conseguir esa no tiene lo que el torturador necesita. Sólo que
El secuestro información son poderosos. Usted nos dice: No el torturador no le cree. Esto se resuelve de dos Colaboración especial:
de Aramburu (V) me pregunten en qué cementerio está Eva Perón. modos. Aunque, finalmente, se desbarranque en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 19 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


47 El secuestro de Aramburu (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
1 –Del sistema de partidos. De la partidocracia. cagar en las patas cuando en las redacciones del
upongamos que Aramburu dice: Del régimen. cipayaje periodístico lean ese Comunicado. Se lo

S –No es mucho lo que puedo decirles


sobre el cadáver de Eva Perón.
Supongamos que Firmenich dice:
–No es el momento de hablar de eso.
Fernando se le acerca. Le gusta mirarlo fijo a
Aramburu. Sobre todo cuando le dice frases de
importancia. Como ahora.
–Yo hablo de la democracia, no del régimen
–dice Aramburu, firme.
–Ya conocemos la democracia de ustedes, gene-
ral. Cuando es mansa, la respetan. Cuando no, la
tiran. Como a Perón.
–Perón no era la democracia –dice Aramburu–.
Al menos, no como yo la imagino.
van a pasar de mano en mano. No van a saber si es
auténtico o no. O peor: si es auténtico, no se van a
animar a publicarlo. Y si lo publican será con el
culo a cuatro manos.
Arrostito no se equivoca. El Comunicado sacude
al país. Años después, en medio del terror de la dic-
tadura de Videla, otro texto llegará a las redaccio-
–Usted está planeando un golpe de Estado. Si lo –¿Cómo la imagina usted? –pregunta otro com- nes: la Carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar.
niega, no se lo vamos a creer. Tenemos buenas pañero. Está sentado a la mesa, come. Habla poco. No asustó a nadie. En la revista Gente se la pasaban
fuentes. Su nombre no trascenderá. Nadie sabrá quién es, de mano en mano y se ahogaban de la risa. ¡Míren-
–Cuáles. quién fue. No importa: sabemos que estuvo ahí. lo al loco éste! ¿Quién se cree que es? El solo contra
Fernando nombra un par de generales. Podríamos, si quisiéramos, elegirle un nombre. No la Junta Militar. Deben estar temblando los
–Usted confunde amigos con conspiradores hay relato confiable sobre lo que narramos. Ni lo Comandantes. Siempre fue un loquito ese irlandés.
–dice Aramburu. habrá. Sólo hay narradores privilegiados. Firme- Ya lo deben haber metido en un horno. Esa revista
Con un gesto veloz, Fernando apaga el grabador. nich, sobre todo. El estuvo y él ofreció una narra- estaba llena de “verdugos voluntarios de Videla”.
Es un Geloso que carga unos buenos años encima, ción de la historia. Pero se contradice burdamente Se mata de muchas maneras. Cuando el Ejército
pero ofrece esa seguridad de las cosas bien hechas. a veces. Dice que Aramburu bajó amordazado al necesite fraguar la muerte de Arrostito, en Gente
Dice: sótano en que Abal habrá de matarlo. Luego omite sacarán una tapa que se estudia y se estudiará como
–Ahora puede hablar tranquilo. decir que le quitaron la mordaza. O no se la quita- un ejemplo impecable de la banalidad del mal. Está
Aramburu no habla. Sólo dice: ron o no hubo mordaza. Porque, ¿cómo podría la foto de la Gaby y –cubriéndola parcialmente–
–Tengo hambre. decir Proceda un hombre amordazado? Así que a un sello burocrático, un sello de oficina estampado
Organizan una comida leve, ligera. Nada de este personaje al que se le dice compañero le dire- con fuerza, con brutalidad. La palabra impresa es:
vino. Sólo gaseosas. O agua. Cuando pone una mos Julio. Total, habla poco. Y de aquí en más Muerta.
Coca Cola sobre la mesa, Firmenich –que suele probablemente hable menos que poco. Una pala- Pero el Comunicado N° 1 de Montoneros estre-
sonreír más que Fernando– comenta: bra o dos. Probablemente no hable. Ha dicho, sin mece a todos.
–El mejor invento del imperialismo. embargo, algo importante. La cosa es grave.
Supongamos que Ramus –que va y viene, que –¿Cómo la imagina usted? –dice. Con ironía, tal En Gente acaso hayan repetido una frase dicha
oficia de contacto con la realidad exterior– ironiza: vez. Porque todos saben que la democracia que años atrás a causa del secuestro de un embajador
–Para el general, el mejor invento del imperialis- Aramburu imagina no es la de ellos. Ellos, más extranjero en Guatemala: ¿En qué nos tendremos
mo es el imperialismo. bien, se cagan en la democracia. No les faltan que transformar para sobrevivir?
–Se equivocan conmigo –dice Aramburu–. No motivos: nunca la conocieron, sólo fue una palabra Exactamente en lo que se transformaron.
soy un agente del imperialismo. Onganía, sí. Yo en boca del régimen para justificar sus atropellos, Para su desgracia, pocos habrán de averiguarlo
soy un demócrata. para negarle al pueblo sus derechos. También los tan exhaustivamente como Norma Arrostito.
–No nos tome por tontos –dice Fernando–. Un yanquis se llenan la boca con esa palabra. Y son los Después del “aramburazo” se transforma en un
demócrata no fusila a un compañero de armas en yanquis. Son eso que el Che dijo que eran: los ene- mito. De aquí su permanencia excesiva en la
la Penitenciaría Nacional. Como a un delincuente. migos del género humano. ESMA. Su tortura se prolonga porque no quieren
Como a un perro. –Hablo de una democracia que nadie conoce matarla. Es un trofeo. La Marina la exhibe con
–También se equivoca. Eso fue en 1956. Yo no –dice Aramburu–. Que es nueva en este país. Que orgullo. Ellos la tienen. Tienen a la “concha” de los
era un demócrata. Presidía un gobierno revolucio- ni yo ni ustedes vivimos nunca. Montoneros. Le dicen así: la concha de los Monto-
nario. Habíamos derrocado a un dictador y tenía- neros. Hay secretas historias que la atrapan y le
mos que ser duros con quienes quisieran reponerlo. 2 otorgan protagonismos sorprendentes. Que, en
–Aramburu hace una pausa. Uno por uno, los mira La Gaby se ha sentado ante una máquina de 1974, Perón, buscando desarmar la conducción de
a todos–: Ahora soy un demócrata. Soy un general escribir. ¿Cuál podría ser? ¿Una Olivetti, una Montoneros, le dice a Juan Manuel Abal Medina
que quiere un gobierno democrático y amplio para Remington? Supongamos: una Lettera 32. ¿Escribe que quiere hablar con ella. Pero, ¿cómo encontrar-
su patria. Amplio, no sé si soy claro. Con el pero- ella los comunicados o ya estaban escritos? Raro la? Y también: ¿puede Perón, en 1974, hablar con
nismo incluido. Para eso tengo que voltearlo al que ya estuviesen escritos. Nadie puede escribir el Norma Arrostito sin que los suyos, ese poderoso
bruto de Onganía. Para eso, no lo niego, conspiro futuro. O prefigurarlo en comunicados. Probable- círculo nazi-fascista que él fortaleció, se lo impi-
junto a los generales que nombraron, todos hom- mente Ramus –es una posibilidad– que ha ido de dan? ¿Puede haber algo más loco para ese Perón a
bres de bien, demócratas como yo. La Celma a la casa en que está Norma y luego ha meses de morir que hablar con la Gaby?
–Gorilas como usted –dice Ramus, algo impru- regresado. Que se mueve sin que sepamos muy
dentemente. bien por dónde. Probablemente él sea quien le ha 3
–No soy un gorila. Los gorilas me odian. Soy el informado el desarrollo de los acontecimientos. Aramburu sigue:
menos gorila de los militares. Escuchen, Onganía Gaby redacta el primer Comunicado o le da forma –La democracia de Perón era incompleta: margi-
se cae. No da más. Lo de Córdoba lo hundió. Sólo definitiva al boceto que ya había escrito Fernando. naba a los antiperonistas. La de los antiperonistas
es cuestión de darle un empujón. El resultado es lo que sigue: también: lo marginó a Perón, los marginó a uste-
–¿Quién se lo va a dar? –pregunta Fernando, que des. Lo que nunca hubo fue una democracia para
lo sabe–. ¿Usted? “Perón Vuelve todos. Peronistas y antiperonistas. Un Congreso
Aramburu come un poco de jamón crudo. Tam- Comunicado N° 1 con todos los partidos. Un Estado que gobierne
bién hay un buen queso de campo en su plato. con sus tres poderes. Elecciones transparentes. Sin
Bebe Coca Cola. “Al pueblo de la Nación: trampas, sin proscripciones. Esa es la democracia
–Muy bueno el jamón crudo –comenta–. Bien Hoy a las 9.30 hs. nuestro Comando procedió a que yo imagino.
de campo. Estas cosas llegan degradadas a las ciu- la detención de Pedro Eugenio Aramburu, cum- Fernando chupa de la bombilla de un mate. Se
dades. Son los intermediarios. Una de las desgra- pliendo una orden emanada de nuestra conducción lo habrá pedido al Vasco Acébal. A Firmenich no
cias de este país. Arruinan la pureza de los alimen- a los fines de someterlo a Juicio Revolucionario. le gusta que se le acerquen a Acébal. Fiel o no, el
tos. O para venderlos más fácilmente o para Sobre Pedro Eugenio Aramburu pesan los cargos Vasco nada debe saber. Hasta ahora lo han mante-
aumentar las ganancias. de traidor a la patria y al pueblo y asesinato en la nido lejos. O lo mandan al pueblo. O le dicen que
–O para las dos cosas –dice Firmenich. persona de veintisiete argentinos. haga sus tareas lejos de la casa. Si no hay nada que
–O para las dos cosas –acepta Aramburu. Actualmente Aramburu significa una carta del hacer por ahí, que lo invente.
–Pero no son los intermediarios –dice Fernan- régimen que pretende reponerlo en el poder para –Escuche la radio, don Acébal –le ha dicho Fir-
do–. Es el capitalismo. El capitalismo no tiene tratar de burlar una vez más al pueblo con una falsa menich. Casi sabe tratarlo mejor que Ramus. Le
moral. democracia y legalizar la entrega de nuestra patria. tiene algún afecto. Siempre esa clase de afecto: la
–Vuelvo a lo de Onganía –dice Aramburu, igno- Oportunamente se darán a conocer las alternativas del joven de privilegio que se acerca al gauchaje.
rando el comentario de Fernando. Con el que, del juicio y la sentencia dictada. En momentos tan No todos saben hacerlo. Hay que tener un par de
desde luego, no concuerda–. Caído Onganía, lo tristes para nuestra Argentina que ve a sus gober- cosas claras. De ideas claras y de sentimientos
que hay que hacer es muy fácil. Un gobierno de nantes rematarla al mejor postor y enriquecerse genuinos. No cualquier burguesito le da la mano a
transición. inmoralmente a costa de la miseria de nuestro pue- un capataz. O un abrazo, un abrazo de verdad,
–¿Otro más? –dice Fernando. Y ahora, burlón, se blo, los Montoneros convocamos a la resistencia cálido. El Pepe, sí. Hasta llega a decirle algo que
ríe. armada contra el gobierno gorila y oligarca, sorprende al Vasco–: Y si se aburre mucho váyase
–Otro más, no –dice Aramburu–. El último. Si siguiendo el ejemplo heroico del general Valle y de al pueblo y búsquese una buena hembra. Total,
lo presido yo es el último. Les doy mi palabra. todos aquellos que brindaron generosamente su nosotros vamos a estar ocupados uno o dos días
Apenas si durará un par de meses. Sólo lo necesario vida por una Patria Libre, Justa y Soberana. más. Por la comida, olvídese. Nosotros nos arregla-
para convocar a elecciones. Con la inclusión del mos. Aproveche, don Acébal.
peronismo. ¿Se dan cuenta? Con el peronismo ¡Perón o muerte! ¡Viva la Patria! El Vasco se va. No le dice que no ni que sí. Más
adentro. Lo que piden desde 1955. Comando Juan José Valle bien lo avergonzó la propuesta de Firmenich.
–¿Adentro de qué, general? –dice Fernando. MONTONEROS” ¿Cómo va a abandonar la estancia de los patrones?
Aramburu suelta los cubiertos. Sorprendido, No es su día franco. Para colmo, por una hembra.
clava sus ojos en los de Fernando. La Gaby se recuesta contra la silla. Repasa el Pero el Pepe lo quiere silencioso. Lo quiere ausen-
–¿Cómo de qué? –dice–. De la democracia. texto. No lo puede creer. Carajo, ¡lo que hicieron! te. Si se precipitó en algo, si metió alguna pata,
Supongamos que Fernando dice: El despelote que se va a armar en el país. Se van a motivos no le faltaron. Sabe algo terrible. Si don
II
Acébal los descubre. Si por una de esas cosas lo ve –Exijo respeto. Soy el general Aramburu. Claro –Nos llevaría lejos esa discusión.
a Aramburu. Si lo reconoce. Lo van a tener que que saben con quién están hablando. De ustedes, –¿Tiene apuro?
matar. Y nadie quiere hacer eso. Y casi nadie que- en cambio, ni siquiera sé si les dicen Juan o Pedro. –¿Qué cree? Nadie sabe nada de mí. Mi pobre
rría hacerlo. Pero sería necesario. Raje de aquí, –Ni lo va a saber. mujer, por ejemplo. ¿No piensan en ella? ¿No
don Acébal. No se arriesgue al pedo. Aquí se juega –Volvamos a la cuestión de su democracia –dice existen los demás para ustedes? Debe estar deses-
la Historia. Y un hombre simple como usted tiene ¿Julio? ¿Por qué no? Si es un compañero, si está perada.
que estar lejos. No se manche de sangre. Usted es aquí, algo ha de haber dicho. Es una tercera voz: –Volvamos adentro –dice Fernando.
un inocente. Un alma de Dios. Déjenos a noso- Fernando, Firmenich y él. De tanto en tanto,
tros la carga pesada de hacer la tarea sucia. Bús- cuando regresa, Ramus. No podemos desperdiciar 4
quese una hembra. No joda. Es por su bien que se a Julio. Ha hecho, por de pronto, retornar el diálo- Otra vez Aramburu está sentado en la cama.
lo digo. De don Acébal ya no sabrán más. Se go a su cauce: la democracia. Veamos qué dice Así, en mangas de camisa, con el cansancio de la
borra del relato. Aramburu. Algo inesperado. Sorprende a sus inte- jornada en la cara, las arrugas que le marcan esos
–Le va a costar entenderlo, general –dice Fer- rrogadores: surcos profundos, sobre todo las dos que le salen
nando–. Pero esa democracia suya es lo que hace –Díganme: ¿y Perón? ¿Es un gran hombre? de las comisuras de la boca hacia abajo, las dos
de usted el hombre más peligroso de la Argentina. –Perón es un gran líder de masas. Hay que tener que le dibujan ese gesto de amargura. Con los
Para nosotros, se entiende. ¿Habló ya con Perón? grandeza para serlo. El pueblo no elige a líderes de ojos tristes, con los pantalones arrugados, así, no
–Todavía no. Pero tengo los mejores contactos. barro –dice Fernando. parece Aramburu. Pero lo es. Y todo lo que está
Gente fiel, honesta. Que me aprecia a mí. Que lo –Disiento con eso. El pueblo se equivoca. ¿Tie- ocurriendo en la estancia La Celma y todo lo que
respeta a él. En cualquier momento, hablamos. nen un cigarrillo? habrá de ocurrir es por eso, porque lo es. Y aun-
–Qué conmovedor, vea –dice Firmenich, y –¿Usted fuma? que lo quiera, aunque cada vez con mayor certeza
muestra esos dientes saltones, que parecieran no –Cuando me están por matar, sí. crea que serlo será morir, no tiene retroceso, no
acomodarse nunca en su boca–. Los enemigos de –Nadie dijo que lo vamos a matar. puede dejar de serlo.
ayer son los aliados de hoy. –Entonces olvide lo del cigarrillo. –Perón no va a arreglar nada con usted –dice
–¿Qué hay de malo en eso? –dice Aramburu–. Fernando se pone en pie y camina lentamente Firmenich.
En política hay que tener grandeza. Los grandes alrededor de la mesa. La comida ha terminado. –Si ustedes me matan, no.
hombres... Probablemente se alargó más de lo razonable. Pero –Habla más de la muerte usted que nosotros.
–No diga tonterías –se exalta Fernando–. Usted hay algo que no quiere dejar pasar. –Muy simple: si alguien tiene que morir de los
no es un gran hombre. –Muy de usted decir que el pueblo se equivoca que estamos aquí, soy yo. Estoy solo. No tengo
–Jovencito, no olvide con quién está hablando. –dice–. Muy de alguien acostumbrado a gobernar armas. –Cambia de tema. Como si no le interesa-
–Sé muy bien con quién estoy hablando. sin el pueblo. O contra él. ra hablar de algo tan evidente. Dice–: ¿De dónde
III
sacaron que Perón no va a arreglar nada con- –Nosotros también –dice Firmenich–. Si lo Guerra. Leyó bien a Clausewitz. Pero es más
migo? secuestramos fue para eso: para traerlo a Perón. anticomunista que yo, lo juro. Y el orden le
–General, la democracia que usted propone es –No me interprete mal –dice Aramburu–. gusta como a todos nosotros. Como a todos los
la burguesa –dice Fernando–. La democracia del Yo digo tenerlo ahora. Aquí, entre nosotros. militares. Somos hijos del orden y nos educan
régimen. El peronismo no es el régimen. Uste- Podríamos hacerle un par de preguntas. O para defenderlo. Si quieren, me creen. Si no,
des nunca lo van a poder integrar. Para hacerlo dos. Solamente dos. Por ejemplo... –Se detie- prepárense para sorprenderse.
tendrían que negarse a sí mismos. Que desapare- ne. Es visible que busca encontrar la formula- El 31 de mayo fue el último día del juicio.
cer. Usted representa a las clases poseedoras. ción perfecta de las dos preguntas. No es fácil. Aramburu sabía que sólo restaba un tema. El
Perón, a los explotados. A la clase obrera. No Le cuesta tramar la pregunta de sus captores. más difícil. El que más miedo le metía.
hay arreglo posible. Lleva horas escuchándolos. Algo aprendió de Fernando Abal Medina dijo:
–Perón hizo ese arreglo. Durante su primer su lenguaje. Sabe que no son marxistas, ni –Hablemos de Eva Perón.
gobierno los obreros y las clases altas convivie- comunistas. Son peronistas. Son cristianos. Y (Continuará.)
ron. Después, perdió el rumbo. también –y esta faceta lo desconcierta, porque
–Justamente –dice Firmenich–. Porque el a veces le da esperanzas, pero otras se las quita Nota: Esta aclaración nada tiene que ver con
rumbo no es la conciliación. Ahora Perón lo por completo– son idealistas. No son merce- el relato. Y hasta acaso sea por completo inne-
sabe. El único rumbo es el de la revolución narios. No obedecen a nadie. No son gente de cesaria. Creo, sin embargo, que no introduje
nacional antiimperialista. La destrucción de la Onganía ni de Imaz. Eso es impensable. Son adecuadamente esta nouvelle. No dije algunas
oligarquía y del Ejército cipayo. No hay otro demasiado finos, se los ve cultos. Sus familias cosas que ahora voy a decir. Si alguien se ha
rumbo, general. han de ser gente honesta, gente de las clases sorprendido por el pasaje del ensayo a la narra-
–¿Perón les dijo eso? altas. Pero el idealismo es la fuerza secreta de ción ficcional tiene sus motivos. Como sea,
–Todavía no hablamos con él –dice Julio. los fanáticos. No hay más grande idealista que siempre aclaré que este ensayo pretendía ser una
¿Tendrá autoridad como para revelar algo así? un fanático. Nadie, como un fanático, encarna novela teórica. Aquí alcanza su punto hegemó-
Difícil. Será más acertado darle esta línea a Fer- la certeza, el deber íntimo y la legitimación de nico la esfera ficcional. No podía ser de otro
nando. matar. modo. O era el lugar para hacerlo. Nadie sabe
–Todavía no hablamos con él –dice Fernan- –¿Por ejemplo...? –se impacienta Firmenich. cómo fue el crimen de Timote. Todos los ensa-
do. –Ustedes le preguntarían: General Perón, yistas nos basamos en un texto que apareció en
–A mí no me dijo eso. Igual, ya sabemos ¿quiere ponerse al frente de una revolución la revista La Causa Peronista, revista de la Orga-
cómo es Perón. Si hablan con él, les va a decir lo nacional? ¿Quiere enfrentar definitivamente a la nización Montoneros, el 3 de septiembre de
que ustedes necesiten oírle decir. clase obrera peronista con la oligarquía? ¿Quiere 1974. Era su N° 9. Era un texto oportunista. La
–¿También hace eso con usted? romper relaciones con los Estados Unidos? revista buscaba ser clausurada por el régimen de
Aramburu lo piensa. Se rasca la nariz. De ¿Quiere...? Isabel-López Rega. Con lo cual lograba dos
pronto, estornuda. Se pasa una mano por la –Son muchas preguntas –interrumpe Fernan- cosas: mostrar el carácter represivo del régimen
cara. do. (para lo cual no era necesario esforzarse mucho)
–Es posible. Pero si yo lo echo a Onganía. Si –Es una sola: ¿quiere ponerse al frente de una y abonar la decisión del pasaje a la clandestini-
monto un gobierno de unidad nacional. Si lo revolución nacional? Perón sabría entender qué dad. Esto raramente se marca. Pero la decisión
llamo a Perón, él viene. significa eso. de Montoneros fue: si contamos lo de Arambu-
–Por eso usted es tan peligroso para nosotros, –¿Qué le preguntaría usted? ru no van a tener más remedio que prohibirnos.
general –dice Firmenich–. Si logra lo que dice, –Perón... Si nos prohíben, se justifica la imposibilidad del
el peronismo como fuerza revolucionaria muere. –Empezó mal. No le restituyó el cargo. trabajo de superficie y la necesariedad de la
Porque es cierto: Perón tiene sus años. Y si le –Perón y yo nos conocíamos. Yo le decía opción de la lucha clandestina. Así fue. Nunca
ofrecen el desagravio. El uniforme. Y elecciones Perón y él Aramburu. más salió La Causa Peronista. Este aspecto polí-
limpias, por ahí se viene. Y consolida la demo- –Digamos que sí. Siga. tico coyuntural ya echa sombras sobre la verosi-
cracia del régimen. Estamos aquí para impedir –Perón, ¿quiere ponerse al frente de una militud del relato, construido con otros fines
eso. democracia legítima, consagrado por el voto que los de la contribución a la verdad histórica.
–El pueblo no quiere un peronismo de saco y libre de toda la ciudadanía, con su traje de gene- El texto aparece como un relato de Norma
corbata –dice, ahora sí, Julio–. Quiere un pero- ral y liberado de todos los cargos que se le han Arrostito y Mario Firmenich: “Mario Firme-
nismo que haga la revolución. Como Evita lo formulado? nich y Norma Arrostito cuentan cómo murió
pidió. Raro, Aramburu sonríe y los mira con aire de Aramburu”. Luego, Arrostito renegaría de su
–¿Puede preguntarles algo? –dice Aramburu. vencedor. Los montoneros no demoran su res- participación. Lo más probable, entonces, es
Todos, muy seriamente, siguen mirándolo. puesta. que la misma haya corrido por parte de Firme-
Aramburu se siente autorizado–: ¿Cómo saben –Usted no lo conoce al general –dice Fernan- nich. El mayor “error” que se le suele encontrar
ustedes lo que quiere el pueblo? ¿Por qué hablan do–. Sabe muy bien que hoy el pueblo sólo lo fue mencionado: Aramburu no puede decir
en su nombre con tanta certeza? Si esta estancia seguiría si se pone al frente de una revolución “Proceda” si está amordazado. Se trata de algo
es de alguien de ustedes, les comunico que el antiimperialista. Hoy, él representa eso. Le guste sin importancia. Firmenich pudo haberse dis-
pueblo no tiene estancias. Y que ustedes no son o no, eso es lo que tiene que hacer. América lati- traído. Me interesa lo siguiente: si lo único que
parte de él. na vive horas revolucionarias. La Revolución tenemos es el relato de Firmenich, ¿por qué
–Eso es una estupidez, general –dice Fernan- Cubana, general. Ningún líder popular puede someternos a él? ¿Por qué creerle a Firmenich?
do, ofuscado–. Nosotros somos un grupo de ofrecer menos al costo de negarse como tal. No ¿Dijo la verdad o dijo sólo lo que tenía que
vanguardia. Ni Lenin ni Trotsky ni el Che eran somos tontos. No importa lo que piensa Perón. decir para que la publicación fuera prohibida?
proletarios. Pero sabían lo que el pueblo quería. Importa lo que objetivamente representa y lo Decidimos, entonces, ofrecer nuestra versión de
Porque, a diferencia de usted y los suyos, lo que va a tener que aceptar. Hoy, nadie puede ser la tragedia de Timote. Escribir la nouvelle que
escuchaban, sabían de sus sufrimientos, de la Perón y no ser un revolucionario. Porque eso se está leyendo. De ella pueden estar seguros
explotación a que ustedes lo someten. Ese dis- esperan el pueblo y la Historia de él. acerca de su falsedad. Pero la ficción es un arma
cursito que se nos endilga a los que tenemos más –¿Un nuevo Castro? poderosa para crear verdades por medio de
de diez pesos en el bolsillo, que dice que no –Pero argentino –dice Firmenich–. La revolu- mentiras. Todo es mentira porque nada puede
podemos entender al pueblo porque no somos ción ha ido muy lejos en América latina. Si ser verificado. Pero, ¿es verosímil? ¿Pudieron los
pobres es una infamia. Y una tontería. Perón vuelve tiene que sumarse. Con su histo- hechos ocurrir de ese modo? ¿Podemos pensar-
–Creo que este es un diálogo de sordos –dice ria, con el amor que le tienen las masas, no le los desde ese punto de vista? Lo que se dicen
Aramburu, fatigado por primera vez. queda otra. Y créame, general: eso es lo que va a sus protagonistas, ¿responde a lo que ellos fue-
–Es posible –dice Firmenich–. Pero sepa esto, hacer. Porque es vivo. Porque es un artesano de ron en la llamada “realidad”? ¿Nos los ilumina
general: no habrá democracia del régimen. No la Historia. Trabaja con los materiales que tiene. de un modo inesperado? Tal vez ni Fernando
habrá peronismo de saco y corbata. No van a Lo que ahora tiene es un pueblo y una ideología Abal Medina ni Aramburu dijeron una sola
integrar nunca al peronismo. El peronismo y el incontenible: el socialismo. palabra de las que dicen en este relato, pero
régimen no van juntos. Siempre los obreros van –Ustedes no lo conocen a Perón. ¿pudieron haberlas dicho? Aquí es donde la fic-
a pedir salarios que ustedes no quieren o no –Es usted el que no lo conoce –dice Firme- ción entrega riquísimos materiales. El riesgo es
pueden pagar. Que no puedan es sólo un modo nich–. Y lo entendemos. No puede sino mirarlo grande. El mayor es poner en boca de los prota-
de decirlo. Poder, pueden. Lo que no pueden es con su pequeña ideología de milico. De hombre gonistas frases que jamás habrían podido decir.
reducir los márgenes de ganancia. La gula capi- de orden. Pero si logramos poner alguna que sí, alguna
talista. Aramburu sonríe. Es como si supiera algo que que podrían haber dicho y no dijeron, ¡qué
Aramburu se recuesta contra la pared. Lamen- esos jóvenes no pueden sino ignorar. Por eso: triunfo! Tendríamos algo más valioso que un
ta no haberlo hecho antes. Ahora estaría menos porque son jóvenes. Por algo más: porque no documento: un fragmento de vida, una situa-
cansado. Se lo impidió esa dignidad que los son militares. Y por último: porque nunca tuvie- ción nueva y verosímil que merece ser pensada,
militares depositan en todo lo erecto. Firmes, ron un mano a mano con Perón. Un diálogo en otra luz donde creíamos que ya no era posible
vista al frente, fusil al hombro, mirar la bandera, la quietud de un casino de oficiales, al atardecer, ninguna. En eso estamos. De todos modos, al
arriba, en lo más alto. No doblarse jamás. Usar cuando ellos, los militares, de tan temprano que terminar escribiremos unas Apostillas a “El
calzoncillos de dos medidas menos: aprietan se levantan, ya empiezan a tener sueño. secuestro de Aramburu”. Trataremos de ahondar
PROXIMO
bien los huevos y uno alza la cabeza, eleva la –Oiganme bien, y después hagan lo que quie- más en las líneas que el relato propone. Ojalá
DOMINGO mirada. Como Belgrano junto al Paraná. Y por ran. Yo, el gorila Aramburu, no soy ni la mitad sea posible.
eso tenemos bandera. de milico que es Perón. Puede que mi ideología
El secuestro –Lo que daría por tenerlo aquí a Perón –dice, sea más pequeña que la suya. Perón es el tipo del Colaboración:
de Aramburu (IV) inesperadamente, Aramburu. milico inteligente. Dio clases en la Escuela de Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 12 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


46 El secuestro de Aramburu (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
1. 2.
odo le parece extraño a Aramburu. A diferencia de los demás se inició en el mar-

T ¿Lo están secuestrando? ¿Tan fácil


es secuestrarlo a él? ¿No se dan
cuenta estos jóvenes de la gravedad
de lo que hacen? El es él, es Pedro
Eugenio Aramburu. No es un político, no es un
civil. No es un militar de poco rango y poca
importancia. El país va a estallar si algo le pasa.
xismo. Nada de iglesias, ni sermones desde el púl-
pito ni hostias ni reverencias al torturado de la
Cruz. Leyó a Marx, a Lenin. No a Hegel, pero
algo leyó. O encontró cosas suyas en otros auto-
res. Con lo que llegó a esa conclusión a los que
todos, alguna vez, llegamos: Hegel está en todas
partes. O como dijo alguien: cada época se define
Mucha gente le debe mucho. El país le debe por el modo en que lee a Hegel. Leyó otras cosas
mucho. El país, también, es mucho lo que y vio películas decisivas. Leyó a Fanon y a Sartre.
espera de él. El lo tiró a Perón. Todo se Esta mujer valiente, que habrá de soportar los
complicó desde ahí. Pero ahora el que puede más terribles dolores sin soltarles una palabra a
poner las cosas otra vez en orden es él. Soy el sus verdugos, sabe de memoria frases de Sartre,
militar que mejor entiende la salida que necesita de ese Prólogo incendiario que escribió para el
este país. Soy el más preparado. El que consiguió libro de Fanon: “En los primeros momentos de la
apartar de sí el odio que tantos mantienen vivo. rebelión”. ¿Y qué son éstos, los nuestros, sino eso:
El único grande que puede hablar mano a mano los primeros momentos de la rebelión? ¿Qué dice
con Perón. Yo lo tiré, yo lo rescato para la patria. Sartre, Gaby? ¿Qué hay que hacer en estos
Les guste o no. Necesitamos a ese viejo momentos? “Hay que matar: matar a un europeo
autoritario, fascista. Cambió. Yo cambié. El es matar dos pájaros de un tiro, suprimir a la vez
también. Es más: yo puedo alejarlo de las a un opresor y a un oprimido: quedan un hom-
tentaciones de la izquierda. Si no lo sumamos bre muerto y un hombre libre.” ¡Qué hermana-
otra vez al Ejército de la patria, los marxistas lo dos ve los destinos de Argelia y Argentina! Si
van a seducir. A Perón sólo le importa el poder. hasta en los nombres se da la unidad, si hasta los
Para atraparlo apelará a cualquier cosa. Si tiene nombres señalan que la lucha es la misma: Arge-
que ser el marxismo, al que odia porque en el lia/Argenliana. Argentina sufre un colonialismo
fondo, como yo, es un militar argentino, será el interno. También externo. Está sometida por el
marxismo, que está cada vez más fuerte en imperialismo y por sus aliados locales. De aquí
América latina. Podría hacer de la Argentina otra que la liberación tenga que ser nacional y social.
Cuba. Tiene a todos los obreros con él. No sólo Y tienen que darse juntas. No son dos etapas. Es
eso: se le está acercando gente desde los lugares una sola. En la misma lucha hay que liberarse del
más impensados: curas, jóvenes católicos, imperialismo y de las clases dominantes naciona-
estudiantes, guerrilleros, más todos los suyos, los les que lo representan. Somos parte del Tercer
que siempre tuvo. Los sindicalistas, por ejemplo. Mundo. Nuestro sometimiento no es colonial
Ni siquiera a ellos, que viven hundidos y felices como el de Argelia. En esto nos diferenciamos.
en la corrupción, los pudimos comprar. Son Nuestro sometimiento es neocolonial. El coloni-
peronistas. O lo agarramos nosotros o se lo lleva zador no está adentro. Tiene a sus socios adentro,
el marxismo internacional. ¿Quién si no yo sí. A las clases cipayas que han unido sus intereses
puede impedir semejante atrocidad? ¿Será por al imperialismo. Y al Ejército que defiende el pro-
eso que estoy aquí? ¿Serán estos jóvenes sicarios yecto entreguista, neocolonial. Pero el verdadero
de Onganía, de Imaz? Porque para que yo pueda colonizador, el que sostiene el sistema de la colo-
conseguir que Occidente retenga a Perón, hay nización es el colonizador externo, los yankis. No
que sacarlo a Onganía, que habrá pasado por la hay retroceso, sabe Gaby. Se lo dice Sartre: “La
Escuela de las Américas, pero como soldado de descolonización está en camino; lo único que
Occidente da risa. ¿Tendrá coraje para hacerme pueden intentar nuestros mercenarios es retrasar-
secuestrar? Bruto es, pero no tanto. ¿Y si son la”. Como los soldados del Ejército Gorila. Mata-
castristas estos muchachos? Es la otra cara del rán a diez, matarán a cien. No pueden matar a la
asunto. Usted nos lo quiere robar a Perón. Historia. La Historia camina hacia el socialismo y
Nosotros lo queremos para el marxismo, usted en él se ordenará el mundo, se vengarán las inju-
para Occidente. Y es el único que puede lograr-lo. rias, se vengará el pasado infame, se arreglarán las
Olvídese de seguir vivo, general. Luchamos por cuentas pendientes, se fusilará a los mercenarios.
una causa. Y nuestra causa requiere su muerte. Ya no habrá mercenarios. Ya nadie intentará fre-
Aquí, Aramburu se estremece. Por primera vez nar la Historia. Sólo estarán ellos para impulsarla
le ha encontrado un motivo a su muerte. La pala- hacia el futuro. Leyó, Gaby, a Fanon. Le pareció
bra causa lo estremece. Sabe que los hombres devastadora su furia. Para colmo, negro. Para
hacen cualquier cosa por eso. Que mueren y que colmo, culto. ¿Cómo no habría de odiar con la
matan por eso. Sabe que no hay nada más peligro- vastedad de sus entrañas al colonizador blanco?
so que un hombre con una causa. Mira a sus Habla de la violencia absoluta. ¿Es, se pregunta,
secuestradores. Le preocupa que no oculten sus matar a Aramburu la violencia absoluta? “El colo-
rostros. El, luego, podrá reconocerlos. Algo, sin nizado está dispuesto en todo momento a la vio-
embargo, le preocupa más: en esos rostros se dibu- lencia.” Pero Fanon avanza hasta confines temi- tareas. Ninguna de ellas menos importante que
ja la obstinación de una causa. Esos jóvenes tienen bles. Hasta ella, que no teme a nada, a veces vaci- las de sus compañeros. Llegan a Figueroa Alcorta
una causa. Si esa causa requiere su muerte, está la. La palabra locura le produce vértigo. No es un y Pampa. Gaby, le dicen La Flaca, Maza y otro
perdido. Sólo le resta esperar que no la requiera. vértigo humanista. Algo que le haga decirse: más se bajan de la camioneta. Cargan los bolsos
O convencerlos de ello. ¿cómo voy a matar a un semejante, a otro ser con los uniformes. Cargan los fierros. Y se van a
Sigue arguyendo que son militares. Hay cierto humano? Eso es mierda humanitaria. Chatarra la casa de un compañero. Tienen una misión
desdén en esta creencia. En el fondo, cree, como gandhiana. Si alguien mata a otro es porque ese decisiva: escribir algo que estallará en las redac-
casi todos los militares, que los civiles son cago- otro no es, para él, un semejante. Ni otro ser ciones de todos los diarios. Que los locutores lee-
nes. La violencia los espanta. Sin embargo, ¿qué humano. El fusilador Aramburu no es mi seme- rán una y otra vez, miles de veces, con voz alar-
clase de militares? ¿Cómo ignoró él o nadie de jante ni “otro” ser humano. Es sólo un asesino. mada, dolorida y también con un miedo oscuro,
los suyos le dijo que había surgido un grupo Un asesino al servicio de un régimen explotador. indefinible: el de saber que algo muy grave acaba
nuevo, nacionalista o peronista o ligado a los Eso lo despoja de su humanidad. La humanidad de suceder en el país.
planes de Onganía? Un grupo de acción. Capaz se gana. Se gana poniéndose del lado de la causa
de semejante cosa. Pero toda acción exige el fac- del hombre. La causa del hombre es la libertad. 3.
tor sorpresa. Si los hubiéramos detectado esto no La muerte de la opresión. La liberación de la En la pickup, Ramus y Capuano quedan adelan-
estaría ocurriendo. Esto, su secuestro. ¿Quiénes patria. La creación de una nueva humanidad. De te. Aramburu, Fernando y Firmenich, atrás.
son? Ni lo sospecha. No es el momento de decír- un nuevo hombre. El que está en contra de eso, Empiezan, los jóvenes centuriones, a sentir que las
selo. De describir su militancia y (sobre todo) los no tiene humanidad. ¿Qué nos impedirá matarlo? cosas están saliendo bien. Hasta demasiado bien.
motivos de esa militancia. Pero, general, lo Fanon, ante el colonizador, rechaza todo método ¿Será así de fácil? ¿O el destino se prepara para sor-
hemos dicho. Acaso usted no prestó atención. O que no sea violento. A los oprimidos, sólo esa prenderlos? No piensan mucho. No hay tiempo.
estaba en otra cosa, en otro lugar. Algo así. Los locura, la violencia, puede arrancarlos de la opre- Poco después, otro cambio. Suben a una Gladiator.
que afrontaron el Operativo fueron: Mario sión colonial. ¿Estamos, entonces, locos? Sí, locos Nada de esto importa mucho. Tienen una meta:
Eduardo Firmenich como cabo de la policía, de justicia. Locos porque no somos cuerdos. Los Timote. Saben cómo llegar. Durante un largo mes
Carlos Capuano Martínez como chofer, Carlos cuerdos no se juegan la vida. Nosotros sí. Nos la estudiaron la ruta. Una ruta directa. ¿Qué significa
Maguid como cura, Ignacio Vélez y Carlos Gus- jugamos por la liberación de los demás, de todos directa? Que eluda todo puesto policial. No es por
tavo Ramus como los civiles en el Peugeot, Fer- los oprimidos de esta tierra. Estamos, entonces, excesivo temor. Policía que aparezca, policía que
nando Luis Abal Medina como teniente primero, locos de amor. Y no me vengan con que ésta es la muere. Pero si se puede evitar, mejor. También
Emilio Maza como capitán. Y una mujer, la frase de una mujer. Tiene que ser la frase de todo quieren eludir toda ciudad importante. Lo consi-
única del grupo, la montonera Esther revolucionario. Nosotros matamos por amor. guen. Fernando, íntimamente, siente ya el sabor
Norma Arrostito. Gaby para los amigos. Gaby no sigue junto a los demás. Tiene otras del triunfo. Todo ha sido fácil. Todo sigue siendo
II
conspirar para darle vida al régimen, para hacer
un peronismo “de saco y corbata”. No, general.
Hoy tuvo un problema. Pero no inesperado. Tal
vez usted lo considere inesperado. Pero este pro-
blema le nació a usted hace muchos años. Cuan-
do firmó el decreto 4161. O el día de la fusila-
ción de Valle. O el de la desaparición de Eva.
Hizo todo lo posible para estar donde ahora está.
Su destino, que nosotros someteremos a juicio,
fue usted el que lo diseñó. Desde este punto de
vista, somos su creación. O no sólo la suya. Somos
la creación perfecta, impecable, de la Argentina
gorila. ¿Qué otra cosa esperaban engendrar?
¿Jóvenes obedientes, que aceptaran sumisos sus
arbitrariedades, sus desdenes? No hay jóvenes así.
Un hombre es joven cuando sabe ponerse del
lado de la injusticia. Y ustedes, a la natural injus-
ticia de todo pueblo sometido a la expoliación
capitalista, le añadieron al nuestro la orfandad
política, le quitaron a su líder, le impidieron
decir el nombre de ese conductor de pueblos al
que aman, del que sólo recuerdan días felices,
soleados, en que se sintieron parte esencial de la
patria y no sus desechos, su mano de obra mal
paga, sus laboriosos ofendidos, vilipendiados. Y
le quitaron a su abanderada. A Eva, la mujer que
los amó hasta quemarse en el fuego de ese amor,
tan ardiente era. Ahora, ellos, en nosotros, bus-
can su venganza. Si los humillados no se rebelan,
habrá siempre jóvenes de corazón puro que lo
harán por ellos, indicando el camino, asumiendo
la vanguardia. A joderse, general. Llegó la hora
de pagar la cuenta.
Prestemos atención a Aramburu. ¿Podremos
presumir lo que piensa, será posible? Se lo ve
silencioso. ¿En qué piensa un hombre silencioso
que se sabe entre enemigos, que viaja entre sus
secuestradores, que tampoco le hablan? A veces, el
silencio ha de haberse tornado un grito en esa pic-
kup Gladiator. ¿Temerá que lo maten? ¿Aceptará
dentro de lo posible que esos jóvenes se atrevan a
ultimarlo? No, dialogarán con él. Le harán saber
qué quieren. Secuestrarlo a él es secuestrar a un
hombre que dialoga con lo más alto del poder de
la República. Que probablemente –incluso– sea él
mismo quien pronto lo encarne. Secuestrarlo a él
es hacerse oír por alguien que, si los escucha,
puede hacer reales algunas o muchas de sus peti-
ciones. Hoy les concederá unas cuantas. Está dis-
puesto a decir que sí. A prometer. Después verá.
Pero si se trata de decirles que hará lo que le
pidan, lo hará. Son muy jóvenes. Todo joven es
un idealista. Se sabe: incendiario a los veinte,
bombero a los cuarenta. Será amplio, generoso,
hasta bonachón. Sí, va a zafar de ésta. Creemos
que algo así habrá pensado Aramburu en ese viaje
largo, por caminos poceados, terrosos, húmedos.
A las cinco y media, seis de la tarde llegan a La
Celma. Es un casco de estancia. No es ajeno. No
entran en un lugar que no les pertenezca. Es de la
familia de Gustavo Ramus. Aramburu se da
fácil. Para qué negarlo: es fácil matar a alguien en cado, el asesinato de un sindicalista por el que cuenta. Esto lo tranquiliza aún más. Son jóvenes
la Argentina. Si lo es con Aramburu, lo es con pocos se morían de amor, pero al que menos de buenas familias, de familias ligadas a la tierra,
cualquiera. La pregunta lo sorprende: ¿lo será con todavía querían ver muerto. Perón, el primero. a la patria. Bajan. Caminan hacia la casa. De
ellos? Ellos son el viento. Son inapresables. No Ahora mira el paisaje y se siente orgulloso. “Esto pronto, un inconveniente. En toda estancia hay
están en ninguna parte, y están listos para estar en es un paseo”, se dice. Y lo es: en toda su existen- un capataz fiel. Ese tipo de hombre que dedica su
todas. Son la guerrilla urbana, y la guerrilla urbana cia operativa –que ya es extensa– no recuerda un vida a una familia, a cuidarle los bienes, a vivir
es invencible. No se puede contra ella. Es como escape más fácil, más simple, con menos escollos cerca de los patrones sin jamás, pero jamás, con-
arena. Se escurre entre las manos del poder. Y es que éste. ¡Y se lo cargaron a Aramburu! Le preo- fundirse con ellos. El capataz tiene que ser un
como roca: cuando golpea, destruye. cupa un poco la llegada a la Gral. Paz. Se sabe: hombre sin ambiciones, un alma simple, un alma
Con razón o no –se verá–, la narración no ha circulan autos y camiones por ahí. A veces, obediente, alguien que encuentre su felicidad en
requerido la presencia del joven que hizo de cabo muchos. Suele haber problemas de tránsito. la felicidad de sus patrones. El hombre es un
de policía durante el operativo. Tiene 22 años y Suele haber policías para evitarlos. Hoy, ni una vasco y se llama Acébal. Ramus se le adelanta.
de todos los que en esta jornada se juegan la vida cosa ni la otra. Salen por Gaona y se meten en No quiere que el sirviente fiel se acerque al grupo
para terminar con la de Aramburu será el único caminos de tierra que conocen, que estudiaron revolucionario. Ramus sabe cómo hablarle. Todo
que conservará la suya. Es Mario Eduardo Firme- con anterioridad. No habrá problemas. Si las patrón sabe hablar con su capataz. Sabe compar-
nich. Católico, nacionalista, egresa con medalla cosas se preparan bien, los operativos no fallan. tir su mate. Comer sus bizcochos. Preguntarle
de oro del Nacional de Buenos Aires. No será el No fallará éste. Al que han llamado Operativo por su mujer, cuyo nombre conocerá. Y por sus
héroe de la jornada, aunque en el interrogatorio Pindapoy, por el nombre de un jugo de naranja. hijos, cuyos nombres también conocerá. Des-
de Aramburu tendrá mucho que decir. Las bue- Difícil saber si por algo más. pués, como siempre, le deslizará unos buenos
nas novelas evitan describir el aspecto físico de Hay que cruzar el río Luján. Saben cómo pesos en sus manos ásperas, castigadas por el tra-
los personajes. Firmenich lo necesita menos que hacerlo. Hay un puente viejo y sólido, hecho con bajo de décadas. Y le dirá “don”. Y le dirá: “¿Qué
muchos. Se lo conoce. Se lo quiere poco. O se lo materiales nobles. Lo probaron. Es de madera, me dice, che?” Este “che” es importante. Es un
odia. O se lo cuestiona. O aún conserva adictos pero aguantará. Se toman ocho horas para hacer lazo. Un gesto íntimo. El patrón desciende al
que se alteran sinceramente cuando no se lo pone un trayecto que llevaría cuatro. Pero eluden todo mundo del capataz. Todo patrón sabe hacer esto.
en el altar que ellos le desean. Personaje enigmá- sitio que pueda esconder un riesgo. Porque es así: También sabe despedirse. Sabe dejarlo solo al
tico, se podrá decir de él tanto que fue un autén- los riesgos no están a la vista. Se esconden y nos capataz, en su mundo. Y él unirse al suyo. Que
tico revolucionario como un agente de la CIA. sorprenden. Hoy, uno, lo sorprendió a Arambu- no se tocan ni se tocarán. Pero esto no niega lo
Falta mucho aún. Pero este hombre –que, antes, ru, de aquí que ahora esté con ellos, no en su que se construye en ese momento que les perte-
se adueñará de la conducción política de Monto- casa, con su mujer, tomando ese café que segura- nece, que es de ambos. “¿Cómo anda, don Acé-
neros– ordenará, en un acto brutalmente equivo- mente tomaría después del almuerzo, antes de bal?” “Bien, patrón. Todo en orden.” Luego,
III
Ramus le dice que se vaya a dar una vuelta. el narrador. Cuesta atraparlo a veces. Aramburu piensa que creen de sí mismos los jóvenes que lo
Acaso que se vaya al pueblo esa noche. Por eso demora sus respuestas, busca tiempo, busca que están juzgando? Se lo dijeron: “Somos una orga-
le da unos buenos pesos, más que de costum- ese interrogatorio se extienda inmoderadamente. nización revolucionaria”. ¿Qué cree que es él
bre. No demasiados: no quiere que Acébal sos- Sabe algo: medio país ya debe estar buscándolo. para esos revolucionarios? Un contrarrevolucio-
peche nada. Pero lo justo: “Vaya y pase un Cuanto más tiempo gane, más tiempo hay para nario. Si toda revolución tiene el derecho de
buen rato, don Acébal. Mañana será otro día”. que lo encuentren. Responde con vaguedades. fusilar a los contrarrevolucionarios, ¿qué espera
Se les une Firmenich. Después, Ramus, entra –No sé –dice. que hagan con él sus enjuiciadores? Nadie, en
en la casa. Ahora, él, no Acébal, es el pueblo. O también: medio de este clima tenso, recuerda una frase
Cualquiera comprende y acepta que Ramus –No me acuerdo. que todos conocen. Aramburu, porque la leyó
no puede decirle una palabra de lo que sucede a Supone que la desmemoria puede salvarlo. Si como admirador de Lavalle. Sus jóvenes rapto-
su capataz. O al capataz de la estancia de su no se acuerda de nada, ¿de qué se lo puede acu- res porque la leyeron como fanáticos de Dorre-
familia. Que, por lo visto, por el trato amistoso sar? ¿Qué pueden saber estos chicos? Lo que go, a quien, de algún modo, también están ven-
que tiene con él, es tan suyo como de cualquier leyeron. Lo que les contaron. Pero, ¿qué pruebas gando hoy. Es la frase de Salvador María del
otro, y tal vez más porque Ramus sabe tratarlo, tienen? Al no tener pruebas dependen de su Carril, ese frío unitario que busca convencer a
sabe hablarle, como Fabio Cáceres a Don confesión. Supongamos que él se las niega. ¿Qué Lavalle para que mate a Dorrego. Era, más o
Segundo. Reclama, sin embargo, nuestra aten- harán? No le gusta este camino. Otra vez los menos, así: “Una revolución es un juego de azar
ción un hecho innegable: el único personaje del mira a los ojos. Otra vez descubre lo que ya en el que se gana hasta la vida de los vencidos”.
pueblo que aparece en toda la historia es aparta- sabe: en esos ojos brilla la determinación, la fie- –Queremos leerle unas declaraciones del almi-
do por completo, es al que más se lo aleja del reza que sólo la lucha por una causa puede dar. rante Rojas –dice Firmenich.
centro de la escena. Lo dicho: se comprende. Son, además, peronistas. Deben odiarlo. –¿Por qué yo y no él? –dice bruscamente
Pero hay cierta paradoja que late en ese comple- Fernando se pasea otra vez por la habitación. Aramburu–. Si hay un gorila en este país es
jo socavón. Por fin, dice: Rojas. El también decidió los fusilamientos. Y
–Voy a formularle el primer cargo de peso. muchas otras cosas. Si por él hubiera sido... –Se
4. Usted, general, en junio de 1956, ordenó el fusi- detiene. Piensa mejor. Dice–: De los dos, el
Fernando Abal y otro compañero meten a lamiento del general Valle y de otros patriotas moderado soy yo. El...
Aramburu en la casa. Este compañero baja algo que se alzaron con él. –El es un payaso –lo interrumpe Fernando–.
distraído, “algo boleado”, dirá Firmenich, del Aramburu responde de inmediato. Se ve que Es un bruto. Siempre fue usted el inteligente. El
auto: lleva la metralleta en la mano. Don Acébal esa respuesta la ha elaborado a través de los que tomó las decisiones. Y es usted el que ahora
no lo advierte. Firmenich, ya sin el traje de poli- años. Que no es la primera vez que le mencio- está en algo que es posiblemente el motivo cen-
cía, se une a Ramus y al capataz y participa un nan ese incómodo asunto y no es la primera vez tral de este juicio.
poco de la conversación. Esto nos revela que lo que él ofrece una respuesta que lo satisface. –¿Cuál?
conoce a don Acébal, que no es la primera vez Que, cree, lo cubre, lo protege. Lo torna ino- –Ya lo va a saber. Vuelvo a las declaraciones
que va a la estancia La Celma. Ahora, también cente. de Rojas. Acusó a Valle y a sus compañeros de
ellos entran en la casa. Ahí, a puertas cerradas, –No es así –dice–. No estaba en Buenos Aires marxistas y amorales.
sucederá lo que resta. Todo, hasta el final. cuando ocurrieron esos lamentables sucesos. –¿Lo ven? Yo jamás habría dicho eso. ¿Cómo
Aramburu está en mangas de camisa. Tampo- –¿Lamentables? voy a decir eso? ¿Cómo voy a decir eso de Valle?
co tiene corbata. Sigue sin tener nada claro. Esto –Lamentables. Todo fue lamentable. La ridí- Un católico, un hombre de familia.
no va a durar mucho: pronto tendrá todo quizá cula asonada y los fusilamientos. Yo estaba en –Necesitamos que firme una declaración.
demasiado claro. Lo meten en un dormitorio. Rosario. No pude impedirlos. Que diga lo que acaba de decirnos. Que Valle
Lo sientan en una cama. Los jóvenes se pasean –No es así, general –dice Fernando–. Tene- no era un marxista ni un amoral. Que Rojas
en silencio. Es posible que fumen. Se fumaba mos pruebas. mintió.
mucho en esa época. No sabemos si Aramburu Aramburu, como sorprendido, se arquea hacia
pide un cigarrillo. No sabemos si le ofrecen 5. atrás y abre las manos.
algo. Un café, al menos. Le deben esa atención. Las pruebas son implacables. Somos lo que –¿Eso quieren?
El, o su mujer, les ofreció un café. Pero los jóve- hacemos. Nadie escapa de su pasado. El de –Eso.
nes parecen concentrados en lo que están por Aramburu lo está atrapando precisamente cuan- –Pero eso... Eso podríamos haberlo hecho en
iniciar. Nada menos que el juicio. Estos jóvenes do él quería ser otro. Ya no soy el que fui, cam- mi casa.
de 23 y 22 años van a juzgar a un veterano gene- bié. Ya no odio a los peronistas, quiero inte- Fernando Abal sonríe apenas. Es la primera
ral de 67. Un hombre ya casi viejo. Tengamos grarlos a la democracia. Ya no fusilaría a nadie. vez que lo hace.
en cuenta la fecha: 1970. Han pasado muchos Creo que eso quedó atrás o es ahí donde debe –Usted no entiende, general. Queremos eso y
años. En 1970 –y más aún para pibes de 23 y 22 quedar. Con odio no se construye un país. ¿Por queremos otras cosas también. Queremos que
años–, un hombre de 67 era un viejo, o un qué estos jóvenes me recuerdan lo de Valle? Ya nos hable del golpe contra Onganía. Usted está
hombre decididamente mayor. Pero Fernando y no soy el que hizo fusilar a Valle. Los años no al frente y el propósito es integrar el peronismo
Firmenich no lo ven así. Lo ven como un mojón me pasaron en vano. Tengo 67. No viví en al sistema. Ponerle saco y corbata. Amansarlo.
de la historia del país, un testigo, un protagonis- vano. Viví para cambiar. Para enmendar mis Entregarlo al régimen liberal democrático de las
ta desalmado. Aunque esto, todavía, espera el errores. Mis jueces son muy jóvenes para enten- clases dominantes.
juicio correspondiente para ser establecido. derlo. Creen que uno no cambia. Creen que –No lo interpreto así. Pero comprendo que
Hay otra cama frente a la de Aramburu. Fer- uno es siempre lo que es cuando es joven. ustedes lo hagan. –Aramburu se detiene. ¿No
nando se sienta en ella. Apoya los codos en sus Creen eso porque están orgullosos de lo que son quiere seguir hablando? Frunce el entrecejo.
muslos y entrelaza sus manos. Mira con fijeza al y no les gustaría cambiar. Pero se puede cam- Aprieta los labios, como si buscara impedir que
general. Le dice: biar para ser mejor de lo que uno fue. Nunca lo le brotaran palabras. Al cabo, dice–: Si quieren
–General, nosotros somos una organización entenderían. Hoy, ellos sienten que jamás serán hablar de eso apaguen el grabador. Es demasia-
revolucionaria peronista. Si lo detuvimos es por- mejores. Que jamás serán más puros ni tan ide- do grave.
que vamos a someterlo a juicio revolucionario. alistas. Será inútil convencerlos de otra cosa. –Pero no es lo más grave –dice Fernando.
Aramburu, ahora, entiende todo. Lo entiende Aramburu, con desaliento, lo sabe: esos jóvenes –Queremos hablar de algo más grave, general
y lo acepta con naturalidad. Aquí, hagamos una lo han congelado en junio de 1956. A ese Aram- –dice Firmenich–. Mucho más grave.
pregunta: ¿esperaba esto? Sabía que andaban por buru están juzgando. Al hacerlo, creen que este Aramburu entra en uno de sus largos silen-
ahí grupos guerrilleros peronistas. Hacían una de hoy es también aquél. Para el vengador, su cios. No se queda en blanco. Es notorio que
cosa y otra, nada grave. ¿Nunca pensó que podí- víctima tiene que ser siempre la que cometió el piensa. Que no se evade. Pero, ¿por qué tanto
an incomodarlo? Si lo pensó, nada indica que lo acto que exige su venganza. tiempo? ¿Es cuidadoso, sensato, le gusta elegir
haya hecho. Lo sabemos: ni custodia tenía. –Sobre todo el decreto N 10.364, general sus palabras, buscar la expresión justa? ¿O es, sin
Cuando la tuvo, fue esa custodia la que lo –dice Fernando–. Ese es el que ordena, por deci- más, lento? Nuestra suposición es otra, la diji-
secuestró y la que ahora lo está juzgando. Dice: sión directa del Poder Ejecutivo, o sea: Usted, mos: necesita tiempo. Necesita ganar tiempo
–Bueno. que se fusile a los sublevados. ¿Cómo le hizo para quienes lo estarán buscando.
Los jóvenes lo ven sereno. Si disimula, lo hace decir a la mujer de Valle que dormía? Nadie que Todo lo que dice es:
muy bien. Fernando intenta sacarle unas foto- firme un decreto así puede dormir. –Qué.
grafías, pero la cámara se estropea. Para el juicio –Tenía la conciencia en paz –dice Arambu- Fernando está de pie. Algo alejado. Lo mira
apelan a un grabador. Deseando que no tenga la ru–. Estaba seguro de mis actos. Escuchen, desde arriba. Secamente, dice:
misma suerte. El grabador cumple su función: nosotros hicimos una revolución. La hicimos –Queremos hablar del cadáver de Eva Perón.
graba todo el juicio. Deben haber gastado unas contra un gobierno antidemocrático, tiránico, Aramburu lo esperaba. Lo temía. Al demorar-
cuantas cintas porque el juicio se dilata, se alarga que alimentaba el odio de clases. Un gobierno se tanto el tema creyó que no estaba en juego,
más de lo esperado. Los jóvenes no quieren pre- personalista y corrupto. Una revolución exige que se libraría de él. Pero aquí está: Eva Perón.
sionarlo, no lo quieren –dirán años después– dureza para sostenerse. Los peronistas eran No hay peronista que no enfurezca cuando sale
intimidar. No parece hombre como para intimi- muchos y conspiraban incesantemente. Por fin, el tema de esa mujer que ellos, malamente, le
darse el vasco Aramburu. Advierte que los jóve- Valle nos hace una contrarrevolución. La aplas- han escamoteado. No hay venganza que Eva
nes demoran sus preguntas. Hay algunas dila- tamos. Y pusimos a los sediciosos frente a un Perón no justifique, no reclame. No hay modo
PROXIMO
ciones que buscan darle tiempo para responder pelotón de fusilamiento. Supongo que no nece- de reparar esa injuria.
DOMINGO con precisión. El las aprovecha. No sabe por sito instruirlos sobre este punto: toda revolución Aramburu, ahora sí, siente que está en peligro.
qué, pero cree que toda demora juega a su favor. fusila a los contrarrevolucionarios.
El secuestro O sí: lo sabe. Somos nosotros los que no lo ¿Advierte Aramburu lo que acaba de decir? Colaboración:
de Aramburu (III) hemos advertido. El viejo zorro va más allá que ¿Acaba de firmar su condena de muerte? ¿Qué Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 5 de octubre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


45 El secuestro de Aramburu

Suplemento especial de

PáginaI12
1. una mano a su viejo enemigo, mirar hacia el Hay problemas. El general vive en el octavo piso.
ay una primera certeza: el horizonte con rencores agonizantes, desleídos, Hay que llegar hasta allí sin despertar sospechas.

H general suele salir de su casa


alrededor de las once de la
mañana. Pero no siempre. Lo
que demuestra que no habrá
certezas absolutas. Salvo la decisión de matarlo,
pero esa certeza es de ellos. Lo demás, la
realidad, no ofrece garantías de ningún tipo.
tiene grandeza. ¿La tendrá Perón? Si no la tiene,
tendrá otra cosa: el cansancio de los años, el
deseo de reposar. La guerra terminó. Venga,
otra vez es uno de los nuestros. Un militar de la
nación. Ponga a cualquiera de los suyos de
candidato y punto. Si ganan, ganan. Usted no,
a usted no lo vamos a dejar. Presidente, usted,
En la Argentina de 1970 nadie despertaba menos
sospechas que un militar. Al contrario, desperta-
ba temor, reverencia. Gobernaban y eran duros
gobernando. Los jóvenes toman una decisión bri-
llante: habrán de subir hasta el octavo piso disfra-
zados de oficiales del Ejército Argentino. Ignoran
(porque ellos también lo ignoran todo o casi
Todo es riesgo, terreno inseguro. El general sale no. Créame, es un favor que le hacemos. todo) que habrán de terminar su carrera usando
a veces, a veces no. De modo que atraparlo en la Desgasta mucho el poder. Le damos lo que también uniformes militares. Pero falta para esto.
calle será azaroso. Y dejar las cosas libradas al quiera, lo que pida, pero no la presidencia. No Falta demasiado. Esta historia recien empieza.
azar no es aconsejable. Hay que partir de hechos puedo. Puedo mucho, pero no todo. Nadie Uno de ellos, al que le dicen el Gordo Maza,
seguros, que tengan la regularidad del puede todo. Ni usted pudo. Pero le doy mi sabe cómo caminan, cómo miran, cómo hablan
movimiento de los astros. Hoy salió. Mañana, palabra: Onganía se va. El escollo es él, la gente los militares: fue liceísta. Todo tipo que pasó por
quién sabe. Lo ven desde la vereda de enfrente, como él. Usted los conoce bien. Son esos a los un Liceo Militar algo se llevó de ahí. Algo de
desde una sala de lectura, tal vez una biblioteca, que llama gorilas. No toleran ni escuchar su milico se le pegó para toda la vida. Algunos, por
del colegio Champagnat. El general camina nombre. No cambiaron. Yo sí. Soy el hombre ejemplo, caminan erguidos y levantan el culo.
tranquilo, no tiene apuro. Está en medio de que este país necesita. Usted es el otro. Rabiosos Otra cosa: les cuesta dejar el hábito de levantarse
muchas tramas, tiene demasiados planes. Está enemigos de ayer, hoy estamos juntos y le temprano. Todo civil conoce esa frase con que se
en el centro –un centro opaco porque es secreto, vamos a crear una salida a este laberinto que nos ironiza sobre esa invariable habitualidad militar:
conspirativo– de la política nacional. Quiere sofoca desde hace ya 15 años. Tiene mi palabra Al pedo, pero temprano. El Gordo Maza le enseña
que Onganía se vaya. Es un torpe corporativista, de caballero y de soldado. Pero usted ponga lo al compañero que entrará a buscar a Aramburu
un Franco tardío, alguien que no entiende suyo, Perón. O si lo prefiere, y sé que lo cómo, si no ser, al menos parecer un militar. El
nada. El general, sí. El general entiende. Hay prefiere, general Perón. Nada de comunidad compañero aprende rápido. Tiene esa tendencia:
que negociar en serio con el peronismo. El organizada, republicanismo. El Partido la rapidez; odia lo lento, lo mediato, incluso lo
esquema de excluirlo, de marginarlo del juego Justicialista, si entra al sistema, entra como complejo. Esto lo define como lo que es: un
político, debe terminar. No va más. El lo partido del sistema, ¿está claro, no? Póngales hombre de acción. Se llama Fernando Abal
intentó al principio, en 1955, cuando lo echó a freno a los sindicalistas duros, a los sacerdotes Medina, tiene 23 años y un pasado tumultuoso.
Lonardi, que los respetaba demasiado a los levantiscos, a los guerrilleros que andan Tenemos que hablar de él, ya. Será el que cargará
peronistas, que los quiso integrar desde el invocando su nombre y a los que no. Estamos a sobre sí el peso de la ejecución. Porque ese día,
vamos. Ni vencedores ni vencidos. Un tonto, un tiempo. Podemos hacerlo sin que corra ese viernes de mayo, el general habrá de morir y
flojo, un nacionalista católico con el corazón de demasiada sangre. Nada de Movimiento él habrá de matarlo.
un monaguillo ingenuo. Estos nacionalistas Peronista, general. El país necesita un Fernando nace en 1947. Importa señalar que
apenas si saben hacer bataholas, alzamientos. democrático Partido Justicialista si quiere entrar ocho de sus primeros años los pasó bajo el primer
Después, los liberales tienen que arreglar todo. en la carrera electoral. Yo voy a ir con el mío, gobierno de Perón. Ese gobierno –esto se sabe–
Gobernar. A Uriburu tuvo que arreglarle el con Udelpa. Si gano, gano. Si no, me decía estar en contra de todos los privilegios,
desorden Justo. A Lonardi, él. No, ahí, en el ‘55 conformaré con haber sido el artífice del menos uno: el de los niños. En la nueva Argentina
sólo era posible la mano dura. O eso le pareció. ordenamiento definitivo de la república. los únicos privilegiados son los niños. Fernando
Tiene que ser posible desperonizar a este país de vivió ocho años como un niño peronista feliz y
mierda, se dijo con rencor, con bronca, con sed 2. privilegiado. Tenía otro privilegio: formaba parte
de revancha. Si no alcanzó con el bombardeo de Ahora ha vuelto a su casa. Ni sospecha que lo de una familia próspera y católica. Entra en el
junio, con el golpe de septiembre, habrá que vigilan. Ahí nomás, desde la sala de lectura del Nacional de Buenos Aires. Es alto, flaco, tiene
insistir. Seguir pegando fuerte, donde les duela. Champagnat. Si lo supiera, acaso pensaría que una cara como tallada, con pómulos rocallosos.
Esconderles a la Perona, que no la vean más. Si somos arcilla blanda, fácil, en manos de una his- Tiene, también, una inteligencia notable. Pero
no, el desastre. Dondequiera que la pongamos toria que creemos hacer y nos hace entre sorpre- hay en él más fuego, más ardor que reflexión. O
irán en manadas a rendirle culto. Otra que la sas, pasmos. Que uno cree ser el creador de suce- piensa de tal modo que las ideas se le vuelven tor-
Difunta Correa. No, la difunta Eva, en el país, sos nuevos, impensados. El patriota que lleva la mentas, atrapan los acontecimientos con celeri-
nunca. Llévensela. Pónganla en cualquier lugar historia del país a un lado, luego a otro. El hom- dad y esa celeridad busca la acción, esa acción,
del mundo. Aquí, no. Nadie podrá negarle al bre providencial. El que ayer echó al peronismo, que proviene de un temple fragoroso, se dará, casi
general el empeño que puso en desperonizar el el que hoy lo traerá para beneficio de todos. Pero siempre, en la modalidad de la violencia. No es
país. Inútil. El país se obstinaba en ser no lo sabe. No sabe nada. Se deja llevar por sus azaroso que a los 14 años lo encontremos en el
peronista. El, que llevó la desperonización al pensamientos, tiene cientos de ideas, de imáge- Movimiento Nacionalista Tacuara. Ahí coincide
extremo de la muerte, que hizo fusilar al general nes, de proyectos. Imagina un país de unidad, de con sus compañeros del Buenos Aires: Mario Fir-
Valle en una penitenciaría, que no recibió a su paz ciudadana, de progreso. Un país hecho posi- menich y Carlos Ramus. Los conoció repartiendo
mujer, que le dijo que dormía, él, que ordenó o ble por su sincero, honesto patriotismo. Tiene, cadenazos y puteando a todo el que les pareciera
aceptó sin que un solo pelo se le moviera los cree, todo bajo control, el plan perfecto, el que desagradable. Si era judío, peor. Habrán de cam-
asesinatos clandestinos, hoy quiere negociar, no puede fallar, el que le tallará esa estatua que biar. Todavía no. Ahora están en Tacuara. Les
hablar con los enemigos. Es lo único que resta y no duda merecer. Pero sólo hay algo que ignora. gusta ser malos. Se ponen de moda. No ellos,
lo que sin duda funcionará. Con cautela: Ignora que, desde la vereda de enfrente, lo vigi- Tacuara. Se peinan a la gomina, bien tirante,
primero con los sindicalistas y los políticos lan. Ignora que, en poco tiempo, lo matarán. hacia atrás. Conocen a Rodolfo Galimberti, de
democráticos, conciliadores. Decirles con Ignorar eso es ignorarlo todo. La vida es así, tan breve paso por la organización, más joven que
claridad: habrá, pronto, elecciones y ustedes se imprevisible que mete miedo. ellos, pero un tacuarista que jamás habrá de aban-
podrán presentar. Y si ganan tendrán lo que Los jóvenes lo ven entrar en el edificio. Ahí, donar el pelo a la gomina. Que usará sacones de
ganaron. Y si es el Gobierno, será el Gobierno. donde vive. Todavía no saben dónde secuestrarlo cuero, a lo Rommel. Son los primeros años de la
Y si quieren traerlo a Perón, hablaremos. Todo ni cómo. Saben que lo van a hacer, sea como sea. década del sesenta. Por la televisión, un comercial
puede ser. Pero en calma. Todos tirando para el Toman notas. A eso le dicen “fichaje externo”. se dirige a ellos. Un comercial de Brancato, la
mismo lado, el de la democracia argentina, el de Nadie los molesta. La sala de lectura o biblioteca gomina de la época. El comercial es así: aparece
la institucionalización. Al general, ni siquiera le es un páramo o un lugar en que aparece, rara- un tipo joven y se pasa, feliz, la mano por su pelo
resulta paradójico que sea él quien se haya mente, algún distraído, busca un libro y se va. tirante, bien Tacuara. En off una voz dice: “Bran-
puesto al frente de eso. La historia –suele Fichan, también, desde la avenida Santa Fe. Ahí cato, como te gusta a vos, Juan Manuel”. Juan
confesarse– nos cambia a todos. Algo habrá hay un cabo con sobrepeso, de pelo rubio. Esto Manuel es por Juan Manuel de Rosas, el caudillo
hecho también con Perón. Eso, lo que hizo con debió haberles llamado la atención. El pelo rubio. federal al que los Tacuara admiran. Aquí, uno
él: cambiarlo. No puede ser el mismo. Si él, que Pero el tipo tendría cara de poca cosa, un simple podría pensar: están perdidos. Sólo van a ser otra
es un vasco cabeza dura, supo apartar los viejos cabo de consigna; nada grave. Todo parece fácil. pandillita de pibes fascistas, violentos, con cade-
odios de su corazón, ¿por qué no el hombre de ¿Por qué no aprovechar esa caminata matinal y nas y manoplas. Fajadores de judíos y de homose-
Puerta de Hierro? Al cabo, los años no pasan en levantarlo en la calle? Bastaba con tapar la luneta xuales, sólo eso. No, nada –en esta historia– es
vano y a Perón le han pasado unos cuantos. Se del auto con una cortina y las dos ventanillas col- lineal. Presumiblemente habrán concurrido a
lo ve viejo, o cansado. Como si sólo el odio o el gando dos trajes: uno en una; otro en otra. Dese- charlas secretas y cavernícolas de un cura caverní-
afán de la revancha lo mantuvieran en pie, chan la idea. La calle es siempre un riesgo. Hay cola: Julio Menvielle. Tal vez otro cura, Sánchez
lúcido. Si le damos un par de gustos, se va a que aprovechar la debilidad que ofrece la víctima. Abelenda, no les haya sido desconocido. Pode-
calmar. Le devolvemos el uniforme. Lo Esa debilidad es que carece de custodia. Suena mos, con coherencia, inferir que una educación
ascendemos a teniente general. No ha de haber raro, pero es así. El tipo que fusiló a Valle, que política basada en lecturas de Maurras, de Alfred
dolor más grande para un hombre de armas que escamoteó al pueblo el cadáver de Eva, que mató Rosenberg y de Adolf Hitler no será la base ade-
la degradación y la ausencia de la patria a cuya a los compañeros de José León Suárez, no tiene cuada para la militancia de izquierda que luego
defensa dedicó su vida, o juró hacerlo. Le custodia. Nadie lo cuida ni él pide que lo hagan. iniciarán. La escasa o nula frecuentación de libros
devolvemos el uniforme y se acabó: es nuestro. ¿Se considera invulnerable o inocente? La ausen- como las Lecciones sobre la filosofía de la historia
Ahora, calme el país. Póngase del lado de la cia de custodia decide la modalidad del operativo. universal, El Capital, El Estado y la revolución o
gente de honor. El general cree, con orgullo, Ellos le darán la custodia. Ellos serán su custodia. los Cuadernos de Antonio Gramsci tiene que
que la suya es la tarea de un verdadero estadista. Lo custodiarán hasta su muerte. Pero, ahora, tie- haber pesado en errores que habrán de cometer.
O más: la de un patriota. Ese gesto, tenderle nen que custodiarlo en tanto lo sacan de su casa. Entre tanto, los apasiona más el vivere pericolosa-
II
mente mussoliniano que la dialéctica del Amo y una dictadura a un gobierno civil obediente e ile-
el Esclavo de Hegel, que ignoran y casi todos gítimo y luego a otra dictadura, sofoca a los jóve-
ignorarán siempre. Se acercarán a Hegel leyendo nes de corazón puro y los arroja a la violencia.
a Clausewitz. Pero falta. Será cuando se hagan No es de ellos la culpa. No es ése, el de la violen-
peronistas. Todavía están en Tacuara. Les atrae el cia, el camino que habrían elegido en un país
revisionismo histórico nacionalista: los hermanos libre, democrático, sin proscriptos ni proscripcio-
Irazusta, Ernesto Palacio, José María Rosa, Car- nes. Son víctimas, pensará Mugica, los jóvenes
los Ibarguren, Ricardo Font Ezcurra. También cristianos han sido arrojados a la violencia por la
Jauretche, pero Jauretche es otra cosa. Probable- ceguera de los gobernantes, por la oligarquía, por
mente en él, en esa prosa juguetona, hiriente, los militares, por los malos curas, por la insensi-
siempre polémica, hayan olfateado el olor del bilidad de esa Iglesia contra la que él, infructuo-
peronismo. samente, luchará siempre. Deberemos ver, ahora,
qué ha priorizado Fernando del mensaje de
3. Mugica. Porque amar al pueblo es odiar a quie-
Fernando, al poco tiempo, habrá de conocer al nes lo explotan. Y cuanto más se ame al pueblo
sacerdote Carlos Mugica. Todo, ahora sí, empie- más se odiará a sus explotadores. Y cuanto más se
za a cambiar. El Movimiento Nacionalista los odie más necesario se tornará matarlos. Por
Tacuara se escinde en el Movimiento Nacionalis- eso Fernando, ese viernes de otoño, está decidido
ta Revolucionario Tacuara. El demoníaco cura a matar al general Aramburu, ese asesino de
Menvielle enfurece y crea la Guardia Restaurado- patriotas, ese militar transformado en político,
ra Nacionalista, que son como Tacuara o peor. ese político que busca una salida para el régimen,
Su sigla, hay que reconocer estas cosas, es inge- ese régimen que explota a los pobres, ese régimen
niosa y cruel: GRN. Es un rugido. Menvielle y que hay que voltear, aniquilar de raíz. Aramburu
su Guardia son felinos rabiosos dispuestos a cazar quiere abrirle una salida, salvar, con mejores
comunistas, judíos y masones. Fernando no. modales, con inteligencia política, la estructura
Nadie conocía a Carlos Mugica y seguía siendo del país capitalista explotador. Y meter a Perón
el mismo. Mugica ha hermanado a Jesús con la en esa aventura infame. Duro con él. Fernando
justicia social. Era un hombre de ojos claros, no duda: hay que librarse de Aramburu. Sólo así
rubión, estatura mediana, no alto, inteligente, el país se salva, la patria se torna posible.
sensible. La revolución no era para él un atajo
para dejar los hábitos. Creía que Jesús había 4.
venido a traer la espada, no sólo la cruz. No sólo Es decisivo que Emilio Angel Maza tenga
el amor, sino el amor que se expresa a través de la conocimientos militares. Pero además de tener
lucha. El único amor: el que nos lleva a amar a esos conocimientos hay que ser visto como un
los desposeídos. Imaginaba a un Cristo como el militar. Fernando es muy joven. Sin embargo, ha
que Evita imaginara en un texto que él no llegará practicado con eficacia. No le resultó demasiado
a conocer, Mi mensaje. Le habría gustado leer arduo meterse en la piel de un milico. Fernando,
esta frase: “Tenemos que convencernos para esto debe ser dicho aquí, es la pareja de la única
siempre: el mundo será de los pueblos si los pue- mujer de la operación. Le dicen Gaby y es
blos decidimos enardecernos en el fuego sagrado Norma Arrostito, la montonera. Mujer al fin,
del fanatismo. Quemarnos para poder quemar, arregla el uniforme de Fernando, que le cuelga
sin escuchar la sirena de los mediocres y de los por todas partes, aguja e hilo. Para algo fue niña,
imbéciles que nos hablan de prudencia. Ellos se jugó con muñecas, las vistió, les hizo vestiditos o
olvidan que Cristo dijo: ‘Fuego he venido a traer arregló los suyos. Es improbable que haya estu-
sobre la tierra y qué más quiero sino que arda’”. diado corte y confección como las mujeres de la
Estas palabras habrían sido un vértigo para Fer- época. Difícil imaginarla en eso. Pero vistiendo y
nando. Mugica las encarnaba menos. No le era desvistiendo a sus muñecas, lejos, en sus prime-
ajena la decisión esencial del católico revolucio- ros años, sí. Mírenla ahora: cosiendo la ropa de
nario. La que, mejor que nadie, dice Eva: que- Fernando, que es su pareja, que están juntos
marse para poder quemar. Pero Fernando la desde hace dos años. Gaby es mayor que él. Eso
encarnaba hasta los confines. Su vida era eso. Se le gusta. Admira el coraje y el ardor de Fernando, el asiento trasero, van el Gordo Maza, con uni-
destinó para que eso fuera, y eso fue. Fernando su niño belicoso. Hoy se escriben libros sobre forme de capitán, y Fernando, que se sabe de
Abal Medina se quemó para poder quemar. Lo ella, se hacen películas. ¿Qué fascinación ejercen memoria cómo habla, cómo se mueve y hasta
que no buscó en los grandes teóricos del socialis- estos jóvenes? Lo veremos, pero no son destinos cómo piensa un milico, con uniforme de tenien-
mo se lo entrega Mugica. Porque no alcanza con rutinarios. Hoy, siglo XXI, todo se ha vuelto te primero. No lo dudan: no los para nadie.
la decisión de quemarse para poder quemar. Hay demasiado previsible. No hay aventuras. No hay Tampoco lo dudan: si algo sale mal, si todo se
que saber cómo quemarse. Y, sobre todo, qué osados. Probablemente esto explique la bronca pudre, si tienen que morir, morirán. Detengá-
quemar. Mugica le habla del cura guerrillero que muchos –escritores jóvenes, periodistas monos en esto. Saben que pueden morir. Que
Camilo Torres, el colombiano. Le habla de la retro-posmodernos, políticos de derecha, defen- cualquier error y los matan. ¿Qué los lleva a
lucha armada. Le hace conocer a los Sacerdotes sores de los criminales de Estado– tienen hoy por aceptar, a asumir, un riesgo tan extremo, el más
del Tercer Mundo. Le habla del peronismo. De Fernando y sus compañeros. Y más aún: por la extremo? ¿Qué saben de Valle y los fusilados de
la Revolución Cubana. Hasta de John William amplia, la numerosa izquierda peronista en gene- José León Suárez? Poco. Sólo han leído Opera-
Cooke le habla. Lo arranca del nacionalismo vio- ral. Se niega a toda una generación. Es posible ción Masacre de Walsh y Mártires y verdugos de
lento de Tacuara. Y hasta de la escisión, el Movi- que no nos preocupemos por ese tema. Que se Salvador Ferla. ¿Basta tan poca bibliografía para
miento Nacionalista Revolucionario Tacuara, preocupen ellos. Si quieren vivir envenenados eli- jugarse la vida? Aclaremos: nadie podría repro-
que enfureció a Menvielle. Carlos Mugica le gieron un buen camino. De la generación del ‘70 charles haber consultado poca bibliografía. No
habla del pueblo y del amor a los desesperados. no habrá de librarse nunca este país. hay otra. Si la hay, está en algún sótano, oculta.
Le dice que un revolucionario no es un hombre Hay inconvenientes, pero los superan. Una Lo de Valle y la masacre de José León Suárez, al
que odia, sino un hombre que ama. Y lo que un cuadrilla de luz o de gas empieza a arreglar la ser el punto más negro de la Libertadora, ha sido
revolucionario ama es el pueblo. Ser revoluciona- calle Montevideo. Se encrespan: ¿justo ahora? sistemáticamente silenciado por el país gorila.
rio es amar a los pobres, optar por los pobres. Le Pero no demoran en encontrar un sitio en que el Sólo dos patriotas, dos tipos honestos, un pero-
dice también algo definitivo: los pobres, en nues- pavimento no está roto. Todo se soluciona. El nista como Ferla y un escritor que empieza a
tro país, son peronistas. Fernando es ahora parte camino hacia Aramburu se despeja. Casi no dibujar su poderoso destino como Walsh, se le
del rebaño de Mugica. Años más tarde, Mugica temen, no vacilan: todo saldrá bien. Tienen, en han atrevido al gran crimen soterrado, ese crimen
será asesinado. Los servicios de información bus- Villa Urquiza, una casa operativa. De ella han que la complicidad de todos, de todos, condenó a
carán acusar a la organización que fundó, junto a partido ese día, desde ella fueron en busca de su la inexistencia. Pero estos jóvenes no se alimen-
sus amigos (los que están por secuestrar a Aram- objetivo. Está en Bucarelli y Ballibián. Hay lin- tan sólo de bibliografía. Estos jóvenes están tra-
buru), Fernando: Montoneros. Pegarán afiches dos cines por ahí. Cines de barrio que luego mados, construidos prolijamente por 15 años de
en el microcentro. En ellos se ve a Mugica rodea- serán barridos por los cines de los shoppings. Al dictaduras, de farsas militares y de farsas civiles.
do de corderos. Entre ellos, hay lobos. Se lee una cine de barrio uno entraba. Al cine del shopping, Onganía es un ser abominable, intolerable. Que
frase en el afiche. La frase dice: “Había lobos en no. Entra al shopping. Una vez adentro busca el ese troglodita se halle al frente del país es una
tu rebaño”. Fernando jamás habría podido ser el cine. Villa Urquiza es un barrio de clase media afrenta al pueblo argentino. Para colmo, cuando,
lobo de Mugica. Ni él ni ninguno de sus amigos. baja. De gente laboriosa, que abre temprano las después de proclamar la pena de muerte, caiga, a
A Mugica lo matarán los que habrán de pegotear persianas de sus negocios, que se alimenta de los su sucesor, un oscuro general que viene de Esta-
esos afiches por Buenos Aires. Pero falta para eso. créditos accesibles de las cooperativas. Está cerca dos Unidos, un milico al que nadie conoce, lo
Y mucho. Anotemos esto: la influencia de Mugi- de Saavedra, ese barrio marechaliano. Tienen, los anunciarán por televisión a eso de las 6 de la
ca es decisiva. El amor antes que el odio. Amar al Montoneros, un laboratorio fotográfico. Salen en tarde. O antes. O después. Le dicen al país que
pueblo, luchar por él y hasta matar por él. Pero busca de su presa. Que esa presa sea Aramburu hay un nuevo presidente y el país se entera, ató-
no matar por odio, matar por exceso de amor y transforma la aventura en un acto desbordante nito, por televisión. Esto es un agravio. Una tor-
porque no les han dejado otro camino. Porque de historicidad. Pasemos algunos detalles por peza. Una risotada cuartelera, autoritaria. El país
un país ilegal, antidemocrático, que se desliza de alto. Importa lo siguiente: en un Peugeot 404, en no sólo no votaba, no elegía a sus candidatos. A
III
este tipo ni la cara le conocía. Lo habían elegido pueblo) con más del 60% de los votos. Aram- no hubiese estado en Tacuara. Hay muchos
los comandantes. Era el colmo del país banane- buru muere víctima de la necedad, del odio, de libros que contradicen esta afirmación. Como
ro. Entre tanto, el líder que convocaba a millo- la violencia de su propia clase. Muere en medio sea, lo digo para que se tenga en cuenta. Juan
nes de votantes seguía prohibido. Los jóvenes de un pueblo hastiado. En medio de una dicta- Manuel es un testigo privilegiado de toda esta
que suben en busca de Aramburu podrían pre- dura cavernícola, fruto de la política gorila que historia y un hombre de una inteligencia privile-
guntarse y preguntar: ¿eso no es violencia? Pri- él inauguró. Aquí nos detenemos. No dejare- giada. Si Fernando no hubiese estado en Tacua-
varnos de nuestros más elementales derechos mos de volver sobre estas complejidades, sobre ra habría militado en grupos católicos no violen-
políticos, ¿no es violencia? ¿Quién creó la vio- esta historia espesa, oscura. No impenetrable, tos. Y luego habría encontrado su camino al
lencia, nosotros o el odio de ustedes, el país pero esa penetrabilidad, de por sí ardua, tiene peronismo y a Montoneros por medio de Carlos
cerrado que hicieron desde el maldito ‘55? Esta- con frecuencia un resultado desalentador: cuan- Mugica. Yo, pese al respeto y la estima que
mos a punto de secuestrar a Aramburu. Y lo to más penetramos en ella más compleja se tengo por Juan Manuel, creo que la imagen del
vamos a someter a un juicio revolucionario. vuelve, escamoteándonos la posibilidad de una personaje queda desdibujada si le extraemos el
Algo que ustedes no le concedieron a Valle ni a certeza, de una totalización que cierre una des- pasaje por el Movimiento Nacionalista Tacuara
los que faenaron en José León Suárez. Si lo totalización incesante. Sigamos. y luego su paso al Movimiento Nacionalista
declaramos culpable, lo vamos a matar. Pero no Revolucionario Tacuara. Hay versiones muy
vengan a decirnos que nosotros iniciamos la 5. encontradas en todo esto. Daniel Gutman arroja
violencia. El lo hizo. El y todo el Ejército gorila Hay algunos leves sucesos que añaden ten- sobre Juan Manuel una militancia en la Guardia
que bombardeó una ciudad abierta, indefensa, sión al relato. Los dejamos de lado. Nos con- Restauradora Nacionalista, “instrumento de los
en junio del ‘55. Ahí, para nosotros, empieza la centramos en lo esencial. Aquello que no puede delirios antisemitas de Menvielle” (Daniel Gut-
violencia. Ese cargo le vamos a hacer. Dirá que sino ser narrado. De pronto, para los que están man, Tacuara, historia de la primera guerrilla
fue la aviación de la Marina, que él no sabía afuera, sucede lo increíble, pero lo deseado: sale urbana argentina, Vergara, Buenos Aires, 2003,
nada. Sabremos refutarle esa patraña. Si espera Aramburu por la puerta de Montevideo. El p. 108). Difícil. Muy joven aún, Juan Manuel
salvarse con ella, se equivoca. De las bombas de Gordo Maza lo lleva, campechano, con un acompañó a Marcelo Sánchez Sorondo en el
junio surgió el golpe de septiembre. De ese brazo sobre el hombro. Parece, incluso, que lo periódico nacionalista Azul y Blanco. No creo
golpe, la tiranía. Con distintas máscaras ha palmeara como a un viejo amigo. Fernando lo que la cosa haya pasado de ahí. Para haber mili-
seguido hasta hoy y, con distintas formas, usted tiene del otro brazo, fuertemente. Caminan sin tado en la GRN tendría que haber estado antes
piensa continuarla. ¿No tiene el pueblo el dere- apuro. Es un día cálido, luminoso. ¿Por qué no en Tacuara y nadie ha detectado su presencia en
cho de sublevarse contra la tiranía? salir a dar una vuelta? Pero, un momento: esa organización. La de su hermano, sin duda.
Aquí surge un problema complejísimo. ¿cómo se llegó a esto? ¿Cómo se logró sacar a Y, según vimos, la de Ramus, Y la de un tem-
Alguien tiene que hacer la pregunta. Alguien Pedro Eugenio Aramburu de su casa? prano Galimberti. Volveremos sobre Tacuara,
tiene que preguntarles a estos pibes de 23, 22 y Fernando y el Gordo Maza llegan al octavo José Luis Nell, Joe Baxter y el asalto al Policlíni-
21 años: ¿quién les dijo a ustedes que son “el piso. El Gordo tiene una pinta de milico que co Bancario. Descartamos por ridícula la versión
pueblo”? En el Cordobazo se expresó el pueblo. voltea. Fernando, menos. Pero lleva una metra- que pretende fundar una relación entre el nacio-
Pero ustedes, ¿quiénes son? ¿Quién delegó en lleta bajo el pilotín. Nadie podría decir que no nalista Onganía y los nacionalistas Montoneros
ustedes la representación del pueblo? ¿Por qué está preparado para cualquier cosa. El pilotín es a partir de la temprana adhesión de Fernando a
artilugio asumen algo tan complejo como “la verde oliva. Tocan el timbre. Abre la mujer de Tacuara. Supone, ella, que esto habría determi-
justicia popular”? ¿Cómo pueden encarnar al Aramburu. nado una unión entre el gobierno de la Morsa
pueblo si el pueblo se va a enterar por los dia- –¿Sí? leporina y los montos para sacar del medio a
rios de la muerte de Aramburu? ¿Hubo una –Somos oficiales del Ejército, señora. Veni- Aramburu, el hombre que quería negociar con
asamblea al menos? ¿El pueblo delegó su repre- mos a hablar con el general. Perón. A esta interpretación pareciera venirle
sentatividad en ustedes? Insistamos, esto no La señora es. ¿Qué es la señora? O muy inge- bien que Fernando Abal haya estado en Tacua-
tiene que resultar fácil: que ustedes maten a nua o muy confiada o está tan lejos de la ver- ra. Absurdo. Onganía tenía de ministro de Eco-
Aramburu, ¿por qué milagro de la historia dad, tan lejos de lo que su marido significa y de nomía al ultraliberal Adalbert Krieger Vasena.
habría de convertirse en un acto de “justicia los riesgos que puede correr, que se entrega a Jamás los Montoneros se habrían aliado con él.
popular”? Nadie osaría negar que el pueblo una amabilidad de dama británica, calma, dadi- Además, la muerte de Aramburu liquidó a
peronista odia a Aramburu. Pero también a vosa. Además, en 1970, una puerta se abría con Onganía. ¿Qué quiso hacer, suicidarse? Lo
Rojas. ¿Por qué no castigarlo a él? Cierto: el más serenidad que ahora. Entre otras cosas, dicho: ridículo.
pueblo peronista no sabe que es Aramburu la porque no había muerto Aramburu. Lo decimos una vez más: esto es sólo el
figura de recambio del régimen. ¿Se lo dijeron? –Mi marido está bañándose. ¿Querrían comienzo. Habrá, siempre, hechos contradicto-
No, lo saben ustedes. Ustedes son la vanguar- tomar un café? rios. Nuestra tarea, de todos modos, es más her-
dia. La vanguardia siempre sabe más que el pue- Los “oficiales del Ejército” aceptan. Aparece menéutica que heurística. La heurística se preo-
blo. Por eso es la vanguardia. Pero ese saber Aramburu. Se lo ve de buen humor. Acompaña cupa por la acumulación de los hechos. Cree, a
condena a la vanguardia a actuar al margen del con un café a estos jóvenes hombres de armas. menudo, que los hechos hablan, que deciden,
pueblo. A alejarse de él. Este alejamiento es Les pregunta algo elemental. Se los tiene que que son contundentes. La hermenéutica es el
peligroso. Produce un resultado paradójico y a haber preguntado. arte complejo de la interpretación de los
menudo trágico: el pueblo no sabe lo que sabe –¿A qué han venido? hechos. Aquí es donde trato de ubicar a la filo-
la vanguardia; la vanguardia no sabe lo que sabe –Usted está sin custodia, general. A nuestros sofía política. A veces, ante versiones contradic-
el pueblo. Al no saberlo, tampoco sabe lo que superiores les pareció una situación inadecuada torias, es la reflexión la que debe decidir. La
quiere. ¿Quería el pueblo peronista la muerte y nos enviaron a solucionarla. A partir de ahora interpretación. Puedo tener mil informaciones
de Aramburu? ¿Quería, incluso, la de Rojas, al puede considerarnos sus custodios. diferentes acerca de Fernando Abal Medina:
que odiaba más? ¿Conocen ustedes al pueblo Aramburu agradece. La última frase la ha sobre si estuvo o no en Tacuara. Por fin, será el
peronista, a ese pueblo al que tanto invocan? dicho el Gordo Maza. Aramburu lo mira y tra- ensayista el que deberá dar su interpretación.
Ustedes, jóvenes de clase media alta, que vienen tando de ser suelto y agradable, dice: Por ejemplo: creemos que la totalización que
del Nacional de Buenos Aires, del ultracatolicis- –Usted es cordobés, ¿no? cubre al personaje y que lo explica y dentro de
mo, del nacionalismo reaccionario, que son, –Sí, general –responde el Gordo Maza. la cual él encuentra su explicación totaliza con
aunque lo vean como una virtud y acaso en De pronto, la mujer dice: mayor coherencia si Fernando estuvo, en efec-
algún punto lo sea, demasiado jóvenes, ¿qué –Tengo que retirarme. to, en Tacuara: todo nuestro análisis, nuestro
saben del pueblo peronista? Sin duda, algo –¿Dónde vas? –dice Aramburu, extrañado. esfuerzo hermenéutico acerca del personaje nos
saben. Pero, ¿tanto como para hacer justicia en –Tengo que hacer un par de diligencias. No lleva a esa conclusión. La filosofía política no es
su nombre, matando? Son preguntas incómo- voy a demorar mucho. Te dejo bien acompaña- una ciencia. Es el modo de interpretar el
das, y lo son porque son las que hay que hacer. do. Entre ustedes, los militares se sienten más mundo desde la praxis de sus sujetos. Si la polí-
En ellas es demasiado lo que se juega. Adelante- cómodos. tica es praxis, la filosofía es reflexión sobre la
mos algo: estos jóvenes probablemente no La mujer se va. Ni Fernando ni el Gordo praxis y los sujetos que la encarnan. Los sujetos
representen al pueblo ni ejerzan ningún tipo de Maza se ponen de pie. Algo que debió alertar a actúan por convicciones –sean ellas simples,
justicia popular. Pero el acto que están por Aramburu. Sin embargo, parece más preocupa- espontáneas, poco trabajadas o elaboradas wel-
cometer había sido trabajado por la compleja do por el alejamiento súbito de su mujer. Que- tanschauung, concepciones del mundo–, la filo-
trama de la historia. No es un acto cualquiera, dan en silencio. Nadie sabe qué decir o nadie sofía nos debe entregar los fundamentos de esas
más allá de cómo terminemos por referirnos a quiere decir nada. Se miran, como descifrándo- concepciones, no las debe tornar traslúcidas. La
él. Tal vez no exista un concepto que pueda se. política, cómo el sujeto que las porta las ha
contenerlo, agotarlo. El acontecimiento Aram- La cara de Fernando se ha endurecido. El vehiculizado en la praxis. Esto no es una ciencia
buru es una creación impecable de toda una general lo advierte, preocupado. Es tarde. Fer- porque nada es verificable. No hay experimen-
trama histórica, de todo un desarrollo de nando se pone de pie. Se abre el pilotín y saca tación. No hay posibilidad de repetición del sis-
hechos que convergen hacia ese 29 de mayo de la metralleta. tema experimental porque la praxis político-his-
1970, y cuyos principales creadores han sido los –General –dice–, usted viene con nosotros. tórica no es un sistema experimental, es una
que abominarán de él. Estaba en el espíritu de El café de Aramburu quedó sobre la mesa. trama siempre abierta, que no cierra nunca.
los tiempos. Expresaba el elemento en que la Está, ahora, frío. Seguiremos con estos temas. También se verá
PROXIMO
historia transcurría. El asesinato de Rucci es un (Continuará.) su instrumentación en el modo de tratar los
DOMINGO asesinato sin otra lectura posible. La palabra hechos que encaramos.
“asesinato” lo expresa por completo, lo contie-
El secuestro ne. Ocurre en un país cuyo mayor líder político NOTA: Tuvimos una larga conversación con Colaboración especial:
de Aramburu (II) ha sido consagrado por el pueblo (y aquí sí: el Juan Manuel Abal Medina. Negó que su herma- Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 28 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


44 El acontecimiento Aramburu (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ACONTECIMIENTO ARMA SU 1962, Frondizi es arrestado en Olivos y lo tiran excesivamente a los militares: el 29 de mayo de
PROPIA TELEOLOGIA en Martín García. (Luego Frondizi hará de esto 1966, a pocos días del golpe, hay elecciones en
ería sencillo ceder a una tentación su punto de honor. Sólo tres presidentes –dirá– la Legislatura de Catamarca. Ya se sabe cómo

S frecuente: que la historia tiene un


sentido lineal, que de unos hechos
se siguen necesariamente otros, y
que, entre todos ellos, van
tramando un relato, una narración que los
ordena con un sentido finalista, necesario. A
esto se le llama teleología. Un estudio de los
estuvieron en Martín García: Yrigoyen, Perón y
él. Pero a él lo llevaron de mala manera. Como
un esbirro que había hecho mal los deberes.) El
país se queda sin presidente. Es un día que
muchos comparan con el de “la anarquía del
año ’20”. Los diarios de la tarde sacan titulares
catástrofe: ¿Quién gobierna? Lo cierto es que
funciona este país: cada resultado, grande o
pequeño, prefigura el futuro de modo
inapelable. Gana la Unión Justicialista con
27.156 sufragios. Horror. El general Pistarini,
jefe del Ejército, ya casi anuncia el golpe. Todos
lo saben, pero nadie lo sanciona. Pistarini,
tranquilo. No pueden sancionarlo: son hijos,
fines de la historia, de su finalidad. Nos sería entre las 5 de la mañana y las 5 de la tarde el lacayos suyos, han sido puestos ahí para que
sencillo armar una narración inmanente y país está sin presidente. Aquí se dan los dos eviten precisamente lo que ocurrió en
necesaria entre el fusilamiento de Valle y la surcos diferenciados del relato: 1) El Catamarca, el triunfo del justicialismo. Si no
muerte de Aramburu. Sería así: alejado Juan comandante del Ejército, general Raúl Poggi pueden, deben irse. El 3 de junio Illia declara
Perón del gobierno por el golpe oligárquico- (que le había pedido a Frondizi, de modo que su gobierno puede resistir cualquier golpe
militar, el pueblo peronista queda a la altisonante y hasta brutal, su renuncia), quiere de Estado. El del 28 de junio, no. Asume
intemperie, sometido a la represión del poder asumir la Presidencia. Es más: ya se sienta en el Onganía. Lo hace el día 29. Un mes después, el
gorila. Su primera rebelión importante es el sillón de Rivadavia; 2) El Ejército Gorila 29 de julio, interviene las universidades y se
golpe del 9 de junio de 1955. El golpe de Valle. encuentra a un nuevo civil obediente. Al cabo, produce “la noche de los bastones largos”. La
Este golpe es necesario resultado del golpe del si el Presidente se tiene que ir y hay un negra noche de la Universidad argentina. Pero,
’55, que expulsa a Perón del poder. Se realiza, presidente del Senado, lo totalmente ¡qué importa eso! Al día siguiente se inaugura la
también, porque el pueblo está desamparado y constitucional es que sea éste quien asuma la 100ª exposición, en Palermo, de la Sociedad
sometido a la represión. Porque el líder está Presidencia. El presidente del Senado es un Rural Argentina. A ver si está claro: al día
exiliado y el cadáver de Eva, desaparecido. hombre pequeño (en todo sentido), endeble, siguiente de la sangrienta intervención a las
Internamente estos hechos van provocando con lentes y una enorme capacidad de sumisión. universidades. Onganía llega al lugar en carroza.
otros, que se desprenden necesariamente de ellos. Sin embargo, algunos lo ven como el salvador Yo, lo juro, todavía lo veo: era la forma más
Valle se levanta contra el aramburato. Fracasa y de la democracia argentina. ¡Ya se estaba por perfecta de la injuria, de la burla. Una carroza
es fusilado. La Libertadora, exhibiendo su rostro sentar el ambicioso Poggi en el sillón real y, dentro de ella, el nuevo Uriburu, paladín
asesino, derrama sangre inocente: la de los presidencial y gracias a este civil honesto que es del anticomunismo, católico cavernícola, amigo
fusilados en José León Suárez. Esta sangre, Guido seguimos teniendo democracia! Muchos fervoroso de los Estados Unidos, gorila
desde este lugar, José León Suárez, pedirá no ser razonaban así. La clase media sobre todo, claro. ignorante, bruto y violento. La carroza dio toda
nunca negociada. No se bajarán nunca las La oligarquía habría querido colgar a Frondizi y una larga vuelta –un círculo perfecto– al predio
banderas por las que esa sangre se derramó. Esta luego bombardear la CGT y los barrios obreros de la Rural. En las tribunas, la oligarquía había
determinación se desprende necesariamente del en el mejor estilo junio ’55. Pero el Ejército despegado sus multimillonarios culos de las
crimen clandestino. Valle, en una carta a Gorila triunfa: quieren ser democráticos. Hay butacas, es decir: se había puesto de pie, y
Aramburu, le dice: asesino. Graba esa palabra en que tener claro que los norteamericanos aplaudía apasionadamente al nuevo salvador de
la frente de su verdugo, esa palabra lo señala, es acababan de hacer derrocar a las dictaduras del la patria y sus negocios. Algunos cagatintas de
una mancha imborrable que lo arroja a los ’50, todavía querían que se buscara una hoy son acaso demasiado jóvenes para haber
tiempos futuros como un marcado, como solución democrática. Era la temporalidad- vivido estas cosas, de aquí el súbito
alguien que carga sobre sí un crimen infame, un Kennedy. El relato, entonces, no se bifurca. enamoramiento que han experimentado por ese
crimen que reclama reparación. La derrota de Sigue su línea recta. Ya veremos hacia dónde. símbolo patrio que es la Sociedad Rural. Hacen
este primer intento armado peronista produce el Esa línea insiste en el siguiente esquema: bien: ahí, de ese lado, no se pierde nunca.
endurecimiento de los sectores obreros. El gobierno civil sin representatividad alguna pero Sabemos cómo sigue el relato: Onganía
régimen no es proclive al diálogo y se empecina con exclusión del peronismo. Empieza a consagra el país a la Virgen. De la Universidad
en no legalizar al peronismo. De este hecho se gobernar Guido. Lateralmente hay un hecho arrasada surgirá un estudiantado diferente. Un
deduce necesariamente que el peronismo deberá cuya enorme proyección futura ignoramos: se caso único. Onganía no llevó a fondo la
luchar por conseguir su legitimación, que se acusa al Movimiento Nacionalista Tacuara del limpieza de la Universidad. Curioso: creo que
expresará en la consigna que pide el regreso del secuestro y tortura de la joven judía Graciela hasta se olvidó de ella. Surgen las Cátedras
general Perón. La huelga del Frigorífico Narcisa Sirota, que tiene 19 años. Por otra Nacionales. El nacionalismo se une al
Lisandro de la Torre es la decisión de los parte, el 23 de agosto (1962) la Policía de proletariado peronista. Surge la cuestión
obreros de no integrarse al régimen salvo que se Guido y el Ejército Gorila detienen al dirigente nacional. El nacionalismo les es arrebatado a los
respete su identidad política. Se los reprime metalúrgico Felipe Vallese. Lo torturan hasta anticomunistas, ultracatólicos, racistas del
fuertemente. Frondizi ha llegado al gobierno matarlo. Se convierte en un símbolo de la tacuarismo y es asumido por el estudiantado de
con los votos peronistas, pero no puede Resistencia Peronista. El 29 de agosto de 1963, formación hegeliano-marxista. Por los lectores
gobernar para el peronismo y para los gorilas otro hecho, por ahora lateral: los muchachos de Sartre-Fanon. De Giap. Del Che. Surge la
(militares y civiles). Llegó al gobierno porque el nazis, antisemitas de “Tacuara”, asaltan el izquierda peronista. Que surge del estudiantado,
Ejército Gorila se lo permitió. El Maquiavelo Policlínico Bancario y se llevan 14 millones de de los estudiantes que entendieron la lección del
argentino creyó poder usar y burlar a todos. pesos. Uno de ellos, José Luis Nell. Cooke golpe de Onganía: “No somos una isla
Consecuencia necesaria: lo sacan a patadas los habrá de defenderlo. Su evolución política democrática. Estamos tan desvalidos, tan a la
propios militares. Porque Frondizi, por sus requerirá toda nuestra esforzada comprensión, a intemperie como los perseguidos obreros
compromisos con el peronismo, permite veces extenuante. El 12 de octubre de 1963 peronistas”. Algunos se preguntan (un poco
elecciones libres en las provincias. Consecuencia asume Illia. Ya conocemos el esquema: “Te retóricamente, conociendo la respuesta): ¿cuál
necesaria: gana el peronismo. Consecuencia ponemos ahí porque necesitamos la farsa es el sujeto de nuestro pensamiento
necesaria: los militares echan a Frondizi. Ellos lo democrática. Vas a conservar ese puesto revolucionario? ¿Cuál es la materia de la
pusieron ahí para cubrir la fachada democrática mientras no hagas nada que pueda llevar al revolución en la Argentina? ¿Con qué tiene que
del país sin que el peronismo fuera legalizado. peronismo a meterse en ‘nuestra’ democracia. trabajar la teoría revolucionaria? Con el pueblo
El proyecto del Ejército Gorila es: una No te la creas. Te pusimos y te sacamos cuando peronista. Con los obreros peronistas. Y si lo
democracia sin peronismo. Este proyecto es queremos”. El ministro de Economía de Illia quieren más claro: con los negros del
necesariamente imposible porque la mayoría de es... ¡Eugenio Blanco! El que fue ministro de peronismo. Hacia ahí hay que ir. Ahí hay que
los obreros y de los pobres del país son Hacienda de Aramburu. El que dijo: “Vuelve la trabajar. ¿A quién adhieren ellos? Es hora de
peronistas. La narración sigue su curso lógico, Argentina de nuestros padres y nuestros saberlo: nuestro sujeto revolucionario tiene un
su trama interna. Es una fuerza que va abuelos”. Con ellos fue a reunirse al año líder. Lo espera. Lo ve llegar en un avión negro.
encadenando racionalmente los hechos. Lo que siguiente: muere en 1964. Perón vuelve a la Es Perón, ese tipo que odiaban nuestros viejos
ocurre explica lo que ocurrirá y para entender lo Argentina. El 2 de diciembre de 1964 se frustra (se dicen los jóvenes revolucionarios, los
que por fin ocurrió hay que remitirse a lo que su propósito. Responsables: todos. El Ejército nacional-populares, los deslumbrados por la
antes había ocurrido, pues lo-que-ocurrió es su Gorila, el cancilller de Illia Zavala Ortiz (por cuestión nacional). Hay que trabajar ahí. Si hay
lógico y necesario resultado. Eliminado consiguiente: Illia, los radicales), los Estados una revolución en este país no puede desconocer
Frondizi, el Ejército Gorila intenta seguir Unidos y la dictadura brasileña. Aquí, el relato su materia prima. Entre tanto, unos jóvenes
cubriendo la fachada civil-democrática. Pero pudo haberse alterado seriamente. Supongamos: católicos, que no saben un pomo de marxismo,
hay un factor que el Ejército Gorila sustrae y Perón regresa al país, se instala provisoriamente que apenas si oyeron el nombre de Hegel, que
esta sustracción le impide democratizar el país, en la CGT y empieza a reorganizar el partido anduvieron con manoplas y cadenas, ex
ya que el Ejército Gorila persigue un imposible: peronista. Illia (al fin y al cabo, el “viejito tacuaristas ahora peronistas, ejecutan el
una democracia sin peronismo. Quiere bueno”) renuncia y convoca a nuevas elecciones acontecimiento desde el que se ordena todo este
extirparle el peronismo a la democracia, tarea verdaderamente democráticas. La Marina se relato. El acontecimiento que da unidad a todos
que pareciera no ser posible. No obstante, pone en pie de guerra pero el Ejército la frena y estos hechos. Que actúa como el punto exquisito
insiste. Hay un momento en que el relato advierte que es posible una pacificación en que todos se fusionan. En que todos
pareciera tener la autonomía, el azar, la profunda, honesta, con el peronismo. Este adquieren su máxima transparencia. Matan, en
imprevisión, de ceder a dos posibilidades. Si hay relato no sucedió. ¿Era necesario que no la localidad de Timote, a Pedro Eugenio
dos posibilidades se elimina el relato único, el sucediera o podría haber sucedido? ¿Hay algo Aramburu. ¿Asesinato, venganza, crimen,
devenir necesario de la historia. ¿Cuáles eran necesario en la historia? Todo sigue igual. Illia atentado o justicia popular? Todavía falta para
aquí las dos posibilidades? El 29 de marzo de gobierna hasta que unos resultados preocupan ajustar esta conceptualización que –como la
II
mayoría de las cosas que tratamos aquí– no del historicismo en el llamado siglo de la Historia: Nietzsche, se va bastante a los caños. Hay que
dejará contento a nadie. Pero este acontecimiento Nietzsche. En la Segunda consideración intempesti- leer, para comprenderlo, Nietzsche, la genealogía y
traza una línea: de Valle a Aramburu. La línea va (que habrá de ser el fundamento de la episteme la historia, un texto de 1971 que está en Microfísi-
que traza no es previa al acontecimiento. Es el histórica de Foucault) escribe sobre Hegel: “Tal ca del poder. Dice, ahí, Michel: “La historia será
acontecimiento el que traza desde sí, hacia atrás, concepción ha acostumbrado a los alemanes a ‘efectiva’ en la medida en que introduzca lo dis-
esa línea, inexistente antes de él. hablar del ‘proceso del mundo’ y a justificar su continuo en nuestro mismo ser (...) Socavará
propia época como la consecuencia ineludible del aquello sobre lo que se la quiere hacer descansar,
NO HAY NECESARIEDAD mismo (...). De este modo, para Hegel, la cima y y se encarnizará contra su pretendida continuidad
DIALECTICA ENTRE el punto final del proceso del mundo hallan su (...) Las fuerzas presentes en la historia no obde-
VALLE-ARAMBURU culminación en su propia existencia berlinesa (...); cen a un destino ni a una mecánica, sino al azar
No hay una dialéctica interna, necesaria, inma- ha implantado, en las generaciones acidificadas de la lucha. No se manifiestan como las formas
nente, de la historia que lleve de Valle a Arambu- por su filosofía, esa admiración por el ‘poder de la sucesivas de una intención primordial; no adop-
ru. No la hay porque la historia no es dialéctica, Historia’ que transforma prácticamente todo tan tampoco el aspecto de un resultado. Aparecen
lo que ocurre en ella no ocurre necesariamente. momento en pura admiración del éxito, condu- siempre en el conjunto aleatorio y singular del
Cuando sucede un hecho no se desprende, de él, ciendo así a la idolatría de los hechos” (Friedrich suceso” (Michel Foucault, Microfísica del poder,
otro que necesariamente lo sigue. La cadena dia- Nietzsche, Segunda consideración intempestiva, Ediciones de La Piqueta, Madrid, 1992, pp.
léctica que otorgaba unidad al sistema hegeliano Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2006, pp. 20/21. Cursivas nuestras). Bravo. No hay destino
entró en crisis. Hoy, en un mundo en que los 114/115). La idea de “progreso” (progreso dialécti- ni hay mecánica. Está el azar de la lucha. Las fuer-
desarrollos de la historia pululan, en que los polos co) fue constitutiva de la izquierda. Desde el zas no son resultado. Recordemos a Hegel: “El
de historicidad no dejan de surgir, en que el caos Manifiesto ya Marx había profetizado que la bur- resultado es el resultado más todo aquello de lo
es casi nuestra experiencia más cercana, en que el guesía generaría a su propio enterrador, el prole- que resulta” (cito de memoria). Y en lugar del
apocalipsis es más que una amenaza bíblica o la tariado. Esta misión poderosa llevó al genio del resultado, el suceso. Que es el “acontecimiento”. O
pesadilla de San Juan, es arduo sostener la certeza British Museum a visualizar en cada avance de la el “evento”. Este concepto nace en el Heidegger
hegeliana de un devenir racional de la historia. burguesía un avance de la Historia. Vaciló algo en de Identidad y diferencia. Lo retoma Foucault. Lo
Estas tesis –en los ochenta y aun en los noventa– sus años finales, pero levemente. El Epílogo de El continúa (como a tantas otras cosas de Michel)
fueron conocidas por medio de la exitosa moda capital que citamos es bastante tardío y ahí Marx Deleuze. Y cae en manos de Badiou, que titula
posmoderna. Pero vienen de lejos. Y de fuentes se muestra más dogmático que nunca en relación con él su extensísimo El ser y el acontecimiento.
más sólidas, más confiables. Los posmodernos, con el tema. Está bien, así vio la cuestión. Benja- Entre tanto, Sartre, en la Crítica de la razón dia-
sin duda, se inspiraron en ellas. Pero nosotros min –en sus Tesis sobre Filosofía de la Historia–
pensábamos estas cosas acerca de la dialéctica hablará del Angel de la Historia (del Angelus
mucho antes que ellos, porque habíamos trabaja- Novus) y le hará ver una cadena de ruinas ahí
do antes, o porque ellos vinieron después. Por donde Hegel y Marx veían un decurso racional,
ejemplo: “La dialéctica, desde la perspectiva teóri- necesario, inmanente, dialéctico. Luego dirá:
co-política de la periferia, lejos de ser una herra- “Nada ha corrompido tanto a los obreros alema-
mienta revolucionaria, ha sido una herramienta nes como la opinión de que están nadando con la
de colonización, en tanto siempre (ya sea en corriente”. Nosotros podríamos decir que poco
manos de Hegel o Marx) concibió a los territorios nos favoreció creer –como buenos dialécticos–
periféricos como un momento particular en el que el mundo marchaba necesariamente al socia-
proceso de universalización emprendido por las lismo. Hay centenares de frases en los más gran-
burguesías europeas. Y este proceso, para noso- des pensadores de la revolución que expresan la
tros: hispanoamericanos, se lo viera como se lo certeza de que la Historia es incontenible, que
viese, santificado por el monarquismo del viejo marcha hacia la resolución de sus injusticias,
Hegel o por el socialismo de Marx, fue reacciona- hacia la derrota del colonialismo, del capitalismo.
rio” (JPF, Filosofía y nación, estudios sobre el pensa- Tomemos la más poderosa por provenir de un
miento argentino, Legasa, Buenos Aires, 1982, p. poderoso pensador: “La descolonización está en
100. El texto, en verdad, es de 1975. Dije bien: camino; lo único que pueden intentar nuestros
1975. Pero no pude publicar el libro. Amorrurtu mercenarios es retrasar su realización” (Sartre en
tenía el propósito de hacerlo en 1976. Mal su Prólogo al libro de Fanon Los condenados de la
momento). Sé que este texto ha puesto fuera de sí Tierra). ¿A qué viene todo esto? Buscamos trans-
a ciertos fundamentalistas del marxismo o a des- parentar lo siguiente: entre la muerte de Valle y la
tacados socialdemócratas de los ochenta, ligados de Aramburu no hay necesariedad alguna, no hay
al alfonsinismo, y luego amigos de las institucio- desarrollo dialéctico de la Historia, no hay sentido
nes, la república y durante estos días apasionados interno, no hay nada anterior ni interior que lleve
militantes de la “nueva” Sociedad Rural, del forzosamente de una a la otra. En suma, no hay
“nuevo” agrarismo, de los “nuevos” terratenien- teleología. Creer que la Historia es teleológica es
tes, de la oratoria del señor Miguens o del colori- creer que marcha internamente determinada
do lumpenaje –que recoge el espíritu de Don hacia un fin. La palabra griega telos significa “fin”.
Segundo, la estirpe güiraldeana– de esos gauchos La teleología sería el estudio de la finalidad, el
combativos, puros y fértiles como la tierra, que estudio de los fines. Detectamos una concepción
son los líderes de la Federación Agraria. Pero la teleológica de la Historia siempre que se encuen-
dialéctica –al montarse sobre el desarrollo de la tra en ella algo que necesariamente se cumplirá.
racionalidad occidental– exigió el sometimiento La Idea en Hegel. La sociedad sin clases en Marx.
de todas las regiones donde ella entrara. Esto no El triunfo de la Ciencia en el positivismo. El
lo voy a discutir otra vez. Ya fue pensado en Filo- triunfo de la técnica, de la sociedad de mercado,
sofía y nación y ha sido desarrollado en las dilata- en el capitalismo. En Marx, en el marxismo o en
das páginas de La filosofía y el barro de la historia el socialismo, el concepto ha colapsado dramáti-
que saldrá en octubre. Me refiero a otra cosa. La camente. El proletariado –supuesto sucesor ani-
dialéctica –en Hegel y, por consiguiente en Marx, quilante de la burguesía– fue enterrado por ésta.
que lo siguió en este aspecto– introduce una line- El capitalismo se sucede a sí mismo. No hay dia-
alidad en la historia, un proceso necesario, un léctica, sólo un continuum, un discurso intermi-
decurso ininterrumpido, que expresa su racionali- nable del capital que, triunfante en la Guerra
dad. (Nota: No puedo detenerme mucho en esto. Fría, se lanza a un esquema de “guerras preventi-
Recomiendo leer el Epílogo de Marx a la segunda vas” desastrosas y cuasi apocalípticas.
edición de El capital, fechado en Londres en Siguiendo con lo nuestro: no hay una relación
1873. Está en la edición de Siglo XXI, en la p. 20 de desarrollo dialéctico entre Valle-Aramburu.
del tomo I, volumen I. Marx lo dice con todas las No hay necesariedad. La habría si la muerte de
letras: “En su forma mistificada, la dialéctica estu- Aramburu estuviera contenida en la de Valle, si
vo en boga en Alemania, porque parecía glorificar todo lo que ocurre a partir del hecho sanguinario
lo existente. En su figura racional es escándalo y de la Penitenciaría Nacional ocurriera necesaria-
abominación para la burguesía y sus portavoces mente hasta llegar a Timote. Así, la historia ten-
doctrinarios, porque en la intelección positiva de dría un sentido interno, una teleología. No hay
lo existente incluye también, al propio tiempo, la teleología. La historia es tan incierta como el
inteligencia de su negación, de su necesaria ruina; átomo de hidrógeno para Werner Heisenberg.
porque concibe toda forma desarrollada en el fluir No bien se establece que el átomo puede existir,
de su movimiento, y por tanto sin perder de vista por lo menos, en dos formas diferentes, se acaba-
su lado perecedero; porque nada la hace retroce- ron las certezas infalibles de la física nuclear. Hay
der y es, por esencia, crítica y revolucionaria”.) que aceptar el principio de incertidumbre. Hay que
Esta racionalidad implica que la dialéctica no incorporar a la Historia el principio de incertidum-
retrocede. Es el concepto de superación de los con- bre. ¿Alguien todavía puede negar esto? Pero la
tradictorios el que la hace avanzar. Las críticas incertidumbre no es el caos. En esto es que Fou-
empezaron a surgir por parte del gran enemigo cault, basándose en la Segunda intempestiva de

III
léctica, no ha tomado este concepto (Sartre, deli- llegamos al gobierno en elecciones democráti- destotaliza no bien acontece, pues de inmediato
berada, apasionadamente ignoró al Heidegger cas, pero nos vimos forzados a intervenir por la pasa a ser otra cosa. La que sigue al aconteci-
posterior a Ser y tiempo y nada hay que repro- ilegalidad democrática en que había incurrido miento. La cual vuelve a expresar la incertidum-
charle por eso) pero crea algo impensable para el gobierno que derrocamos. Somos, así, baluar- bre habitual de los hechos hasta que otro acon-
Hegel y Marx: una dialéctica de la libertad. No tes de la democracia, sus más puros defensores, tecimiento los convoca. La historia no se fija en
hay necesariedad alguna en la dialéctica sartrea- pues hemos hecho por ella algo que no habría- el acontecimiento. En él logra una inusitada
na. Hay un movimiento dialéctico que va de la mos querido hacer: dejar nuestras específicas condensación y traslucidez. Hay que atrapar eso
totalización a la destotalización y a la retotaliza- funciones militares, nuestro profesionalismo, y que el acontecimiento nos dice. Pero el aconteci-
ción. Aunque neguemos el sentido, finalista, derrocar a un gobierno legítimamente elegido miento no dice una cosa. Los significantes que el
teleológico de la dialéctica, la categoría de totali- que se había ilegitimado en el ejercicio del acontecimiento arroja son infinitos. ¿Cuál es el
dad no será dejada de lado. Al unirla a la de poder. Una feroz dictadura sólo comparable significado definitivo del significante
acontecimiento es que nos diferenciaremos de con los fascismos europeos. De modo que si Aramburu? No hay uno, son infinitos. Entra-
las discontinuidades foucaultianas, demasiado algunos mandos se sublevan en defensa de ese mos en el terreno de la hermenéutica. Ella, en
semejantes a las tempestades dionisíacas de orden antidemocrático, ilegítimo, repudiado tanto disciplina de la interpretación, será el espa-
Nietzsche. Ahora, creo, podremos definir qué por la ciudadanía católica y culta de este país, cio en que se juegue la verdad del significante
entendemos por acontecimiento Aramburu. por sus estudiantes y sus Fuerzas Armadas, les Aramburu. Pero la verdad es hija del poder. En
haremos sentir el peso de la ley. Nosotros resumen, y acaso instrumentando una termino-
EL ACONTECIMIENTO somos la Justicia. Somos la Revolución de la logía que a algunos les sonará sartreana, hay un
ARAMBURU, ¿ASESINATO O Libertad. Les aplicaremos la justicia que mere- en-sí y un para-sí del acontecimiento. El en-sí son
AJUSTICIAMIENTO? cen sus enemigos. De este modo, para Arambu- todos los hechos que el acontecimiento, desde
La muerte de Aramburu fue un aconteci- ru, matar a Valle fue justo, fue un acto de justi- sí, constituye hacia atrás como su propia teleo-
miento en la historia argentina. Un aconteci- cia revolucionaria. También, si se quiere, un logía, que no podría existir previa al aconteci-
miento o un suceso no está fuera de la historia, acto de justicia democrática y republicana, pues miento. Ya que es él, insistimos, el que la ins-
pero produce en él una condensación de senti- fue en defensa de esos valores que esas vidas se taura al acontecimentalizarse. Esos hechos, que
do. Si Foucault, para eludir la Metafísica de lo segaron. La de Valle y sus secuaces. Para los recién ahora forman una cadena de datos, son el
Uno caía en una Metafísica de lo Múltiple, el Montoneros, matar a Aramburu fue un acto de en-sí, la materialidad del acontecimiento. El
acontecimiento produce una Acumulación de lo justicia popular. Ellos expresaban el sentir del para-sí es más complejo. El acontecimiento no
Múltiple. No es previo a nada. Puede ocurrir/ pueblo. El pueblo odiaba a Aramburu porque toma conciencia de sí por sí mismo, a partir de
Puede no ocurrir. No es necesario que ocurra. había derrocado a Perón, escamoteado el cadá- sí o desde sí. ¿Dónde toma conciencia de sí el
No responde a ninguna necesariedad, a ningu- ver de Eva y fusilado a Valle y sus compañeros. acontecimiento? Afuera de sí. En las infinitas
na teleología de la Historia. Pero una vez que Había, también, impulsado el decreto 4161. interpretaciones que de él se realizan. Esto es
ocurre funda una teleología, pero hacia atrás. Es Ahí, ya había firmado su sentencia de muerte. relativamente sencillo. ¿Cuántas interpretacio-
el “acontecimiento Aramburu” el que nos per- La cuestión es: Aramburu dice representar a la nes del acontecimiento Aramburu hay en
mite trazar, partiendo de él, la sucesión de democracia. Los Montoneros dicen representar juego? Muchas. Tantas, como fuerzas políticas
hechos que tuvieron que ocurrir para que ese al pueblo. ¿Es así? Si es así, ambos han cometi- diferenciadas existen. Esas, digamos, lecturas
acontecimiento se produjera. El acontecimiento do –eliminando cada uno la vida de su corres- del acontecimiento son su para-sí. El aconteci-
crea su propia teleología. Elimina, desde sí, la pondiente condenado– un acto de justicia. Si miento trama fuera de él su conciencia de sí. Él
visión azarosa de la Historia. Todos los hechos no es así, han cometido un asesinato. Sin no puede elaborarla. El acontecimiento no
que –desde él– ahora se ordenan no se habrían embargo, conjeturo, aunque la cuestión está piensa, es pensado. No interpreta, es interpreta-
ordenado si el acontecimiento no hubiera esta- certeramente planteada, no agota en modo do. No hay jamás una interpretación definitiva.
llado. No podemos decir: “La muerte de Aram- alguno la densidad del problema. Aclaremos, en Es decir, el acontecimiento está siempre en estado
buru estaba en la lógica de los hechos”. Porque principio, algo, sólo una punta de la cuestión, de interpretación. Su en-sí queda trazado no
no hay lógica de los hechos. La historia es una punta, creo, muy sugerente (por ahora): bien acontece: sabemos, desde él, los hechos
incertidumbre. Pero una vez producido el acon- tanto Valle como Aramburu perdieron sus que han llevado hasta él. Jamás sabremos dónde
tecimiento podemos leer –hacia atrás– todo lo vidas, no bajo gobiernos democráticos, sino habrá de detenerse la tarea hermenéutica. Hay y
que contribuyó a producirlo y todo lo que no. bajo durísimas dictaduras. Valle, bajo la dicta- habrá muchas interpretaciones del “arambura-
Por ejemplo: el estreno de la película Ben Hur, dura de Aramburu. Aramburu, bajo la dictadu- zo”, es decir, del significante Aramburu o de,
en la década del sesenta, poco habrá contribui- ra de Onganía. A Valle lo mata el jefe de la dic- más exactamente, el acontecimiento Aramburu.
do a la muerte de Aramburu. El acontecimiento tadura. A Aramburu, no. No lo mata Onganía. Nos vamos a pasar la vida discutiendo si fue un
Aramburu la deja de lado. La candidatura de Lo mata un grupo civil, un grupo de jóvenes asesinato, un atentado, un crimen, un fusila-
Horacio Thedy en no-recuerdo-qué-elecciones que se oponen a esa dictadura en la que ven una miento o una venganza. Esto no se detiene
tampoco. El programa Tropicana Club, con continuación, una heredera de la suya. Lo nunca. En esas controversias el acontecimiento
Marty Cosens, María Concepción César y matan, también, porque creen que Aramburu es es pensado. En ellas adquiere, contradictoria-
Chico Novarro, tampoco. La aparición consa- la pieza esencial para que la dictadura de Onga- mente, conciencia de sí. Sólo que esta concien-
gratoria de la novela Sobre héroes y tumbas de nía pueda lograr una salida digna, democrática cia de sí, como el para-sí sartreano, es diaspórica.
Ernesto Sabato, casi imposible. La serie televisi- pero controlada por el poder “gorila” de siem- Nunca es una. Nunca un acontecimiento reposa
va del Canal 7 Patrulla de caminos, en que el pre. Una perversa continuidad, en suma. Hay en la mismidad de una sola interpretación.
fornido actor Broderick Crawford decía la céle- semejanzas. Y hay diferencias. Nada es reflejo Nunca atraparemos su verdad definitiva. Sería
bre frase “20.50 llamando a Jefatura”, menos. de nada. Todo acontecimiento tiene su propia hacer de él una cosa. El acontecimiento sigue
Pero hay muchos, muchísimos hechos que, leí- densidad. Está sobredeterminado. Y ni uno solo vivo en la medida en que aún no se ha instalado
dos desde el acontecimiento Aramburu, se orde- de sus elementos puede no ser puesto en juego una verdad sobre él. Nietzsche dijo: no hay
nan, tienen un sentido teleológico y nos entre- si queremos lograr su total traslucidez. Si quere- hechos, hay interpretaciones. Más aún del aconte-
gan a la tentación de leer “en los hechos” todo mos totalizar sin haber dejado nada de lado, cimiento, que lleva en sí múltiples caminos que
lo que llevaba “inexorablemente” a ese hecho. nada en el camino. Una totalidad contiene en sí han confluido hacia él. Lo que puede establecer,
Pero no: es al revés. Es ese hecho el que nos todos los elementos que la constituyen, se rela- por sobre las otras, una interpretación es la fuer-
lleva, desde sí, a descifrar, en retroceso (en eso ciona con cada uno de ellos por mediación de za. Es la fuerza que tiene el poder. Foucault ana-
que Sartre llamaría una metodología “regresi- las partes y las partes se relacionan con la totali- lizó bien la relación entre verdad y poder. La
va”), todo lo que tuvo que ocurrir para que dad y con las partes a la vez, por su mediación. vamos a exasperar un poco: La verdad es una cre-
Aramburu muriera. A su vez, el acontecimiento Cada relación que se establece implica también ación del poder. La “verdad” no existe. Lo que
Aramburu abre una temporalidad de persisten- una relación mediada por todos los otros ele- existe es la verdad del poder. Tener poder es obligar
cias. No se agota, no muere en sí mismo. Se mentos de la totalidad. Como se sabe: la totali- a los otros a aceptar mi verdad como la verdad de
prolonga. En resumen: el acontecimiento crea dad no se reduce a la suma de sus partes sino todos. Si en este país la verdad del diario La
una teleología hacia atrás y una persistencia que es siempre más que la mera suma de ellas. Nación tal como –veremos– la expresa José Clau-
hacia adelante. La totalidad es el acontecimiento, pero lo es en la dio Escribano se impusiera por sobre todas las
Nuestra cuestión es ahora candente. Sería forma del acontecer y no bien el acontecimiento demás tal como los intereses de ese sector se
más sencillo para nosotros pasar esta cuestión se acontecimentaliza empieza su destotalización. impusieron a partir de 1976, la verdad del acon-
por encima, pero hay que ir a fondo. La incó- Esta palabra –évenementialization– es de cuño tecimiento Aramburu sería: fue un asesinato y sus
moda pregunta que exigirá una sólida (o lo más foucaultiano y es Deleuze quien más la desarro- ejecutores fueron vulgares delincuentes, vulgares
sólida posible) respuesta es: ¿La muerte de lla. Pero si bien yo la utilizo para quebrar, para asesinos. Entre 1976-1983 ésta fue la verdad. La
Aramburu fue un asesinato o un ajusticiamiento? efectuar la ruptura de toda linealidad histórica, lucha por la verdad es la lucha por el poder. Aquí
Que fue una venganza es tan obvio que casi no de toda necesariedad, de toda esa hojarasca que es donde llegamos a la importancia de los medios
lo trataremos. Cualquiera advierte que se trata les fija a los hechos un devenir inexorable, de de comunicación. La acumulación de medios es
de una venganza: Aramburu por Valle. Pero toda constancia, de todo sentido que se exprese la acumualción de poder para imponer verdades.
aquí está en juego el tema de la justicia. Para internamente a los hechos, no acepto en absolu- El que tiene más poder comunicacional tiene más
Aramburu fusilar a Valle fue un acto de justicia. to los ataques a la antropología que Foucault- poder para imponer o crear verdades. Tenemos,
Un acto de un gobierno revolucionario que Deleuze –sin poder escapar del posestructuralis- pues, que ir de a poco. Vamos a dejar –en princi-
PROXIMO
debía matar a los sediciosos que lo agredieran, mo– llevan a cabo. La historia, aun en la moda- pio– que sean los mismos Montoneros quienes
DOMINGO que desconocieran su autoridad. Su legitimidad lidad de la incertidumbre y precisamente por nos cuenten cómo mataron al fusilador de Valle.
estaba dada por la ilegitimidad democrática del eso, está hecha por el ente antropológico, por
El acontecimiento gobierno al que la Libertadora había derrocado. los sujetos, en fin, por los hombres. Y el aconte- Colaboración especial:
Aramburu (III) Nosotros, dirían y dijeron los “libertadores”, no cimiento, aconteciendo, se impone a todos. Se Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 21 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


43 El acontecimiento Aramburu

Suplemento especial de

PáginaI12
EL “PAREDÓN” esencial de una revolución. ¿Cómo no habría de sin mí: la nuestra. Ya no soy necesario aquí, Fidel.
os metemos con Guevara porque ser duro el Che en la fortaleza de La Cabaña? Mi horizonte...

N queremos pulir la idea de la


teoría del foco guerrillero, que
fue, más que probablemente, un
genuino aporte de Guevara al
marxismo y que él mismo habría de practicar.
También las guerrillas latinoamericanas. El Che
era más partidario de la guerrilla campesina que
Insisto: Aramburu, para justificarse, dice
“éramos revolucionarios, teníamos que fusilar”.
(Nota: ¿No se habrá negado Perón a fusilar a
Menéndez por respetar la condición
democrática de su gobierno, elegido por el voto
popular? Para sorpresa de muchos
antiperonistas, esto demostraría que su gobierno
Fidel: –Tu horizonte está siempre demasiado
lejos. Se te ha quedado chica nuestra revolución.
Ya no encuentras el modo de ser heroico en ella.
Te aburres. Y no me lo has dicho, pero me lo
dices todo el tiempo: “No quiero ser un burócrata
como tú, Fidel. Yo, si no soy un héroe, no puedo
estar”. (Con gravedad): Una vez más te lo digo: el
de la guerrilla urbana. De aquí que el ERP haya fue más democrático que el cacareado gobierno heroísmo no sólo está en la batalla, también está
elegido el monte tucumano y los Montos se de la libertad de los “libertadores”.) en la paciencia.
concentraran en las ciudades. La teoría del foco Che: –Te está gustando demasiado la paciencia,
no era parte de la experiencia de la Revolución LA REVOLUCIÓN ES PACIENCIA Fidel. La serena certidumbre de la ayuda de los
Cubana. Castro contó siempre con un Pero el Che empieza a sentirse incómodo “den- rusos. De nuestras cosechas de azúcar. De la
campesinado que le fue fiel, con soldados tro” de la Revolución Cubana. Lo sorprendemos renuncia a mis planes de industrias. Seguimos
batistianos que se pasaron a sus filas. Este ahora hablando con Fidel. Éste, aún, no ha anun- siendo lo que éramos: una isla de monocultivo.
segundo aspecto es contingente. Lo central de la ciado que la Revolución es comunista, aún no ha Sólo que en lugar de comprarles basura a los yan-
Revolución de Castro es el ascendente que éste transcurrido el tiempo suficiente. Lo dirá, pero quis, nos la regalan los rusos. Ayuda económica y
ya había logrado en los campesinos y en el prefiere esperar un poco. Guevara lo apura: ¿por coexistencia pacífica. Paciencia, dicen los rusos.
apoyo que de ellos recibía. En tanto en Bolivia qué no decir la verdad? Prestemos oídos a esa con- Nada de industrias, monocultivo. Paciencia. Nada
los campesinos de ese país terminaron por ser versación: de revoluciones en América latina, coexistencia
delatores de la guerrilla guevarista, en Cuba los Fidel: –Esa verdad nos perjudica en este pacífica. Y vos aceptás, Fidel. Porque te volviste
hombres de la tierra recibieron bien a Castro. momento. Por ahora sólo somos unos barbudos paciente. Como quieren los rusos: un revolucio-
Estaban hartos de Batista y sus horrores. Hartos pintorescos que luchamos contra una dictadura nario paciente, controlable, sumiso. Un político
de una dictadura feroz. Estos jóvenes barbudos incómoda. con una verborragia algo estridente. Pero un polí-
que venían en incontenible avance les Che: –¿Incómoda? Vamos, Fidel: sanguinaria, tico al fin.
despertaban esperanzas. Ese avance era cada vez cruel, genocida.
más incontenible porque los campesinos se Fidel: –Incómoda para el Departamento de
convertían en guerrilleros y aumentaban las Estado.
fuerzas del Ejército Rebelde. Una vez que la Che: –¡Pues que se vayan dando cuenta! ¡No
Revolución triunfa, América latina festeja. Pero venimos a mejorarle la imagen al Departamento
no festeja el triunfo de una “revolución de Estado en Latinoamérica! Venimos...
socialista”, sino el de unos barbudos rebeldes Fidel (Muy firme): –Sí, ya sé a qué venimos.
que han destituido a una dictadura sangrienta Pero no nos conviene decirlo por ahora. El socia-
que ya avergonzaba e incomodaba a los mismos lismo los espanta.
norteamericanos. La Revolución Cubana Che: –Es que a eso venimos: a espantarlos.
cuenta, en sus primeros pasos, con el apoyo de Fidel: –Tenemos que hacer política.
todos. Fidel se establece en la conducción. Y Che: –¿Y qué es hacer política? ¿No decir la ver-
Guevara es el Saint-Just, el ala jacobina. Aunque dad?
a Fidel no le faltaba garra para asumir, siempre Fidel: –No decir siempre la verdad.
que lo quisiera, este papel. Lo primero que Che: –Esconderse, mostrarse, dar la cara, no
incomoda al mundo libre son las ejecuciones dar la cara, decir la verdad, no decirla, sonreír sin
masivas de adictos al régimen batistiano. Ahí ganas, darles la mano a los hijos de puta, abrazarse
nace la palabra “paredón”, que es una la palabra con los cretinos, hablar, callarse, decir sí sin decir
genuinamente cubana, genuinamente castrista. sí, decir no sin decir no... ¿eso es hacer política?
La idea del “fusilamiento” de los opositores Fidel (Mirándolo muy fijamente. Muy conven-
peligrosos (en primera instancia) acompaña casi cido): –Exactamente eso.
automáticamente a la de “revolución”. No hay Che: –Eso no es para mí. No voy a ser un buen
revolución sin fusilamientos. Incluso Aramburu, político, Fidel.
justificándose, tratando de relativizar la Fidel: –Entonces déjame la política a mí. Tú
importancia del fusilamiento de Valle, les dirá, ocúpate de la guerra.
en su cautiverio, a los Montoneros que ellos –los Che: –Es que la guerra está por terminar. Ahora
de la Libertadora– habían hecho una revolución empieza la revolución.
y en una revolución siempre se fusila. No hay Fidel: (Asiente con un gesto. Luego): –Y la
por qué sorprenderse si Castro y el Che también revolución es paciencia. Una larga paciencia.
lo hicieron. Es el modelo revolucionario de la Tenemos que gobernar, Che. Y gobernar... no
Revolución Francesa. El modelo que siempre siempre es heroico (JPF, Dos destinos sudamerica-
manejaron Marx y Engels. Volveré a citar un nos, cuestiones con Ernesto Che Guevara, Obra tea-
texto de Engels que cito desde hace años pero tral en un acto, Ob. cit., p. 30).
no lo he citado aquí y aquí lo requiero otra vez. Guevara deja su papel de Saint-Just cuando
Discutiendo con “demócratas empieza a ocuparse de la economía cubana. Pero
antiautoritaristas”, Engels se encrespa y dice: no dura mucho ahí. Su temple está para otras
“¿No han visto nunca una revolución estos tareas. En Cuba, mientras están Fidel y el Che,
señores? Una revolución es, indudablemente, la uno de los dos sobra. El Che mira con malos ojos
cosa más autoritaria que existe: es el acto por los arreglos con la Unión Soviética. Su idea es lan-
medio del cual una parte de la población zar el concepto y la realidad de la Revolución Fidel: –Sé lo que quieres. Y es algo más específi-
impone su voluntad a la otra por medio de Cubana a la conquista de América latina. Lo que co que la revolución en América latina. Quieres la
fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios luego propondrá: dos, tres, muchos Vietnam. revolución en Argentina.
si los hay; y el partido victorioso, si no quiere Fidel estrecha relaciones con los soviéticos. Esto le Che: –Por supuesto. Pero no voy a empezar por
haber luchado en vano, tiene que mantener este permite soportar todos los problemas que le crean la Argentina.
dominio por el terror que sus armas inspiran a los norteamericanos. Pero Cuba empieza a depen- Fidel: –Tampoco vayas a Bolivia. No...
los reaccionarios. ¿La Comuna de París habría der excesivamente de su grandote protector. Se Che: –A ver, decilo: “No están dadas las condi-
durado acaso un solo día de no haber empleado dice de Castro: “Es otro mariscal del Kremlin”. Se ciones”. ¿Es eso?
esta autoridad de pueblo armado frente a los dice que la economía de la isla se sostiene fácil Fidel: –Eso. (Lo mira fijamente): No están
burgueses? ¿No podemos, por el contrario, porque todos los meses llega “el cheque de los dadas las condiciones.
reprocharle el no haberse servido lo bastante de rusos”. Nada de esto le gusta a Guevara. Quiere Che: –Nunca están dadas las condiciones. Una
ella?” (Marx, Engels, Obras escogidas, Ediciones mayor independencia para Cuba. No quiere revolución es eso: crear las condiciones. El foco
en Lenguas Extranjeras, Moscú, Tomo I, 1955, pegarse a los rusos ni apoltronarse en la comodi- guerrillero es eso: crear las condiciones. Ningún
p. 671. Cursivas mías). El texto es de una dad del “cheque”. Para él, así, la revolución pierde régimen está esperando a que te lo devores como a
potencia y claridad notables. Uno lo ha citado dinamismo, se adormece. Más aún si no realiza su una fruta madura. Ningún régimen se cae solo,
casi ya a lo largo de los años. Tiene otros para tarea fundamental: llevar a la lucha a los restantes siempre hay que voltearlo. (Nota: Esta notable
citar. Pero, ¿para qué? Engels lo dijo pueblos de América latina. Pero esto es lo que frase de John William Cooke me pareció digna de
impecablemente y era, además, Engels. De aquí menos quieren los rusos. La Guerra Fría los com- ser dicha por Guevara. De aquí que se la haya
que, por más que acumulemos lecturas, la promete en una política de coexistencia. No pue- adjudicado en este diálogo con Fidel.)
condensada sabiduría a la que improbablemente den financiar a un país que altera las relaciones de Fidel: –La mayoría de los campesinos bolivia-
podamos acceder algún día se encierre, se poder en el patio trasero de los yanquis. El Che, nos son dueños de sus parcelas. No te respaldarán.
condense apenas en unas pocas lecturas. como primera etapa, quiere ir a África. Che: –¿Quiénes te dijeron eso? ¿Los rusos? ¿La
Observen las bastardillas que puse esta vez: el Fidel: –No te necesitan en África. Si no eres inteligencia soviética en Latinoamérica?
terror. Hasta eso acepta Engels de la Revolución necesario, no lo eres. Hay revoluciones que pue- Fidel: –Sin los campesinos no habríamos hecho
Francesa. Eso que disgustó tanto a Hegel como den hacerse sin ti. nuestra revolución. Sin los campesinos, no la
a Beethoven, Engels lo acepta como parte Che: –Hay una revolución que puede hacerse harás tú en Bolivia. (Pausa. Casi con calidez): No
II
vayas aún, Che. Una revolución es saber atacar yo”. O: “Porque me la regalaron”. La respuesta, Historia estaba a favor de su causa, como casi
cuando es sensato. No vayas. casi siempre, fue: “Porque era un valiente, un todos creían en esos años: “La Alianza para el
Che: –¡Carajo, no puedo creer que me estés rebelde, un tipo que peleaba contra el sistema”. O Progreso es un intento de refrenar lo irrefrenable”
diciendo algo así! ¿Tanto te ablandaron los rusos? también: “Porque era un chabón con unos huevos (Ibid.). Su experiencia boliviana es crística. Son
Una revolución es lo menos sensato que hay. de acero”. O también porque era recopado, por- tantos los padecimientos que describe en su Dia-
Siempre hay que estar un poco loco para hacer que se jugaba la vida por lo que creía, porque rio que uno entiende que sólo un hombre con
una revolución. Un hombre sensato lee el diario a peleaba por un mundo mejor. Nadie podrá, una voluntad casi sobrehumana puede afrontar-
la mañana, va a su trabajo, regresa a su casa, come nunca, desmentirle esa frase a Guevara: puso siem- los. También creía que la voluntad revolucionaria
y duerme hasta el día siguiente. Eso es la sensatez, pre el pellejo para demostrar sus verdades. No podía vencer los escollos de la realidad. (No en
Fidel. No fue sensato asaltar el Moncada. No fue queda casi nada de lo que concretamente hizo por- vano el libro de Anguita y Caparrós sobre la mili-
sensato navegar en el Granma. Si lo hiciste fue que no pegó ni una. Se metió en la Revolución tancia revolucionaria del setenta lleva por título
porque eras un insensato. Un loco. Un revolucio- Cubana, pero bajo la conducción de Fidel. Ganó La voluntad). En fin, sé que por más que diga que
nario. Ahora corrés el peligro de convertirte en un la batalla de Santa Clara, pero el ejército batistia- admiro a este hombre y que creo que es justo se
burócrata. no era débil, corrupto y ofrecía poca resistencia. haya transformado en el símbolo de la rebeldía,
Fidel: –Y tú en un mesiánico. En un héroe, en Igual, ganó esa batalla en una guerra que él no los guevaristas, que son impiadosos, no me perdo-
un mártir... pero no en un revolucionario. conducía. Fracasó como ministro de Industrias. narán estas páginas. Han sido sólo un bosquejo
(Se hace un silencio. Ya se han dicho todo. Fracasó en su enfrentamiento con la Unión para entender los errores de la guerrilla argentina.
Fidel saca un cigarro y se lo ofrece al Che, que Soviética. Fracasó en África. Y, trágicamente, fra- Que no tuvo ni por asomo un Guevara y que
acepta.) casó en Bolivia. Con ese fracaso fracasa la teoría agravó esos errores. Este libro no trata de él. Pero
Che: –Estás engordando. (JPF, Cuestiones con del foco. Ignoró con ligereza la aristocracia de los es inevitable tomarlo en cuenta porque fue el
Ernesto Che Guevara, Ibid., pp. 52/53/54). obreros del estaño. La advertencia de Castro acer- mentor de quienes creyeron y aplicaron la teoría
ca de la situación de los campesinos: eran dueños del foco. Algo que ocurrió en toda América lati-
EL AVENTURERO de sus parcelas. Se aisló de los políticos bolivia- na. En sus diálogos con Castro tal vez sea él quien
Los hechos son conocidos. Guevara hace su nos. Los desdeñó. Solo, con unos pocos incondi- se ubica en el lugar más brillante, más osado, pero
experiencia africana y fracasa por completo. cionales, penetró en una selva húmeda que fue es Castro el que le está dando una dura lección de
Luego regresa a Cuba. Y prepara su viaje a Boli- fatal para sus pulmones. No le importó la guerra política, el que le exhibe las aristas ásperas de la
que Bolivia había sostenido con Paraguay. El ejér- historia, algo que lo remite a una teoría que el
cito boliviano difundió una mentira que erosionó Che interpreta como “paciencia” y Castro como
seriamente su credibilidad ante los campesinos: trabajo político, como esa tarea ardua, difícil, de
que esos locos barbudos que andaban por la selva limar los muros que la realidad se empeña en
eran paraguayos. Suficiente: los campesinos, pri- levantar ante la “voluntad revolucionaria”. Es
mero, empezaron a tratarlo con recelo. Luego, sin posible que Castro no quede como la bandera del
más, lo delataron. Sólo citaré algunos textos del rebelde, pero fue el que toleró el desgaste, las
Diario en Bolivia: “Alto Seco es un villorrio de 50 negociaciones, el paso del tiempo. Es posible,
casas situado a 1900 metros de altura que nos también, que ahora quiera morir sin haber retro-
recibió con una bien sazonada mezcla de miedo y cedido, algo que lo acercaría definitivamente a la
curiosidad”. Luego: “Por la noche Inti dio una gloria del Che. Es posible que en este hecho se
charla en el local de la escuela (1 y 2 grados) a un encuentre el secreto del empeño en su perdurabi-
grupo de 15 asombrados y callados campesinos lidad. Un Castro al que la muerte atrapa sin que
explicándoles el alcance de nuestra revolución” (el haya entregado a Cuba es un Castro que llega a
subrayado es mío). Son dos textos del 9 de sep- las alturas de la rebeldía del Che. De aquí que el
tiembre de 1967. Le quedaba un mes de vida. El empecinamiento que muestra desde hace años en
24 del mismo mes dice que un solo campesino no “democratizar” la isla sea expresión de un
quedó en una casa a la que habían llegado (él deseo: seguir siendo Fidel, no alterar su imagen,
con un ataque al hígado, vomitando). Sólo seguir siendo el mismo, el que mantuvo y mantie-
quedó Sóstenos Vargas. “El resto huye al ver- ne a Cuba fuera de las garras del imperialismo.
nos.” Y en el Resumen de septiembre anota: Porque lo sabe bien: detrás de todas las exigencias
“Las características son las mismas del mes pasa- para que democratice Cuba late el deseo de ani-
do, salvo que ahora sí el ejército está demostran- quilarlo a él. Una Cuba sin Castro sería pasto
do más efectividad en su acción y la masa cam- fácil para una penetración gusano-imperialista de
pesina no nos ayuda en nada y se convierten en elevadas proporciones. Una Cuba con Castro es
delatores”. En la carta a sus hijos había escrito una Cuba detenida, no democrática, fijada en un
un texto bellísimo: “Sobre todo, sean siempre pasado de esplendor cuyo presente no logra
capaces de sentir en lo más hondo cualquier expresar, pero para él, para Castro, es la garantía
injusticia cometida contra cualquiera en cual- de su coherencia, el dibujo perfecto de su figura.
quier parte del mundo. Es la cualidad más linda Si el Che murió en Bolivia siendo el Che, dejan-
de un revolucionario”. Es cierto. Pero sentir las do a la posteridad la imagen perfecta, intocada, de
injusticias que se cometen en diversas partes del Ernesto Guevara, un Castro que muera “en la
mundo no alcanza para ir a esos lugares y luchar Cuba de Castro”, en la isla todavía indemne, can-
con efectividad por los sometidos. En Bolivia, sada pero rebelde, anacrónica pero pura, sería el
esos sometidos lo denunciaban. Castro perfecto, el Castro que muere dejando
Hay un pequeño texto de Guevara que se también a la posteridad la imagen perfecta, la
llama: “Cuba, ¿excepción histórica o vanguardia en imagen intocada del héroe de la Sierra Maestra,
la lucha contra el colonialismo?”. Luego de refutar del revolucionario, del hombre que nunca se
las tesis de los “excepcionalistas”, el Che concluye entregó, del nunca vencido, del obstinado que le
via. Ahí hará la experiencia práctica de su teoría que Cuba es la vanguardia en la lucha contra el dice a la historia, no que lo absolverá, sino que él
del foco insurreccional. Escribe varias cartas, des- colonialismo. Quienes creyeron esto creyeron un se ha absuelto a sí mismo, que su voluntad de ser
pidiéndose. Todas son cristalinas. En todas expre- error. Quienes vieron en la teoría del foco una hasta el final lo que fue desde el principio lo igua-
sa la idea que tiene de sí mismo y de su misión posibilidad revolucionaria, no meditaron lo sufi- la al otro empecinado, al de Bolivia, lo torna tan
revolucionaria. A los padres: “Otra vez siento bajo ciente sobre la propia experiencia del Che en puro como él, lo transforma en el único político
mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al Bolivia. Hay muchos textos de Guevara que pos- que, sin dejar de transitar los caminos del desgas-
camino con mi adarga al brazo”. No teme compa- tulan una participación mayor de la guerrilla en el te, de los largos años que erosionan toda posible
rarse con el personaje de Cervantes porque no trabajo de masas, pero siempre defendió el foco. gloria, ha llegado, sin embargo, al fin con la pure-
teme que le digan aventurero. Si hay, en política, El poder galvanizador de la guerrilla. Partir del za del mártir, con la voluntad indomable del
un mote que hiere y desacredita a quien se lo foco e ir incorporando a las masas. El ERP ensaya aventurero, sin quebrarse. Así, Castro va en busca
gana es el de “aventurero”. No le preocupa a esta operatividad en Tucumán. La guerrilla argen- de una gloria aún mayor que la de Guevara: la de
Guevara. “Creo (dice) en la lucha armada como tina fue preferentemente urbana. Guevara no haber sido, a la vez, los dos, él y el otro. El que
única solución para los pueblos que luchan por pensaba así: “Esas son las consideraciones que nos murió puro en Bolivia. Y el que morirá puro en la
liberarse y soy consecuente con mis creencias.” hacen pensar que, aun analizando países en que el isla de Cuba, invicta. Como él.
Esta fidelidad a sus creencias lo lleva a luchar predominio urbano es muy grande, el foco cen-
donde sea, donde quiera que haga falta. Si hay tral político de la lucha puede desarrollarse en el DE LA PENITENCIARÍA
que ir, si él lo cree así, agarrará su Rocinante y campo” (Cuba, ¿excepcionalidad histórica o...?). NACIONAL A TIMOTE: LA LARGA
cargará con su adarga bajo el brazo. “Muchos me Hay textos, sí, en que se desliza, como dije, hacia MANO DE LA HISTORIA
dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo la fundamental captación de las masas (aunque ¿Qué habrá pensado Aramburu el 29 de mayo
diferente y de los que ponen el pellejo para siempre partiendo desde el foco): “Los guerrille- de 1970? Lo dijimos: la fecha está cuidadosa-
demostrar sus verdades.” Acaso en este acto hoy, ros no pueden olvidar nunca su función de van- mente elegida. Se cumple, ese día, un año del
más que infrecuente, insólito, esté la permanencia guardia del pueblo, el mandato que encarnan, y Cordobazo. Se festeja, ese día, el Día del Ejérci-
del Che en el imaginario de los pueblos del por tanto, deben crear las condiciones políticas to. De ahí en más, ese día, será el de la muerte de
mundo. Más de una vez (no demasiadas) le pre- necesarias para el establecimiento del poder revo- Aramburu. (Dejamos para más adelante, cuando
gunté a un pibe por qué tenía la camiseta del lucionario basado en el apoyo total de las masas” tengamos todos los datos en la mano o todos los
Che. Ninguno me dijo: “Porque sí”. O: “Qué sé (Guerra de guerrillas, un método). Creía que la que se pueden tener, si ese hecho fue un asesinato
III
o un ajusticiamiento. O si fue algo todavía algo llama Susana y habrá de ser importante en los John William Cooke: La lucha por la revolución
más complejo. Algo que probablemente no años que vendrán. A ella, Valle le da las cartas nacional.
pueda ser encerrado en una sola palabra.) ¿Qué que escribió. La de Aramburu (célebremente Jorge Camarassa: La última noche de Juan
habrá pensado el hombre de la Libertadora, el hoy) empieza utilizando la palabra asesinato: Duarte.
fusilador de Valle, cuando le dijeron que lo “Dentro de unas horas usted tendrá la satisfac- José Amorin: Montoneros, la buena historia.
iban a matar y que el motivo principal era el de ción de haberme asesinado”. “Dentro de unos José Luis Romero: Las ideas políticas en la
la muerte de Valle? “Nunca creí que iba a tener años (podría haber dicho) tendré yo la satisfac- argentina.
que pagar por eso”, quizá. Pero lo que uno ción de verlo morir a usted, de saberme venga- José Natanson: Kirchner: el presidente inesperado.
piensa, lo que hoy podemos pensar con la sere- do. Pero usted no morirá a manos de un pelo- José Pablo Feinmann: Dos destinos sudamerica-
nidad de los años (no con la frialdad de los tón del ejército gorila que hoy comanda, sino a nos: Eva perón - Ernesto Che Guevara.
años, sólo con esa serenidad que nos permite manos de jóvenes idealistas, que lo matan en – Escritos imprudentes I.
atrapar los hechos en su compleja trama, sin nombre de la justicia social, de la libertad de los – Escritos imprudentes II.
dejar nada afuera, tornando visibles todas las pueblos.” Acaso el profundo sentimiento cristia- – Filosofía y Nación.
determinaciones que se cruzan en la trama de la no que animaba a Valle le habría impedido sen- – Ignotos y famosos.
historia, en un hecho que las convoca a todas) tir “satisfacción” por la muerte de nadie, ni ale- – La crítica de las armas.
es que la mano de la historia es larga, que la gría por un acto de venganza. Pero se habría – La sangre derramada.
persistencia de ciertos sucesos se prolonga deslumbrado por lo mismo que nos atrae a – López Rega: la cara oscura de Perón.
imprevisiblemente. Aramburu se habrá sorpren- nosotros: por el largo brazo de la historia, por Joseph Page: Perón (Tomos I y II).
dido. ¿Quiénes eran estos muchachos? ¿Serían esa línea tendida entre el patio de la Penitencia- Juan Domingo Perón: Actualización política y
capaces de matarlo por un asunto como el de ría Nacional y el barro de la estancia de Timote. doctrinaria para la toma del poder.
Valle? ¿No había quedado eso atrás? ¿No está- Entre el oficial de la Libertadora que ordena – Apuntes de historia militar.
bamos ahora preocupados por encontrarle una “¡Fuego!” y el joven Fernando Abal Medina que – Conducción política.
salida política a la Revolución Argentina? ¿No dice: “Voy a proceder, general”. – La fuerza es el derecho de las bestias.
soy yo precisamente el garante de esa salida, el La bibliografía que detallo a continuación es Juan Gasparini: David Graiver, el banquero de
hombre ideal para encarnar ese proyecto? Diga- dispar. Algunos libros son buenos, otros son los Montoneros.
mos una suposición disparatada: ¿y si pensó, malos, otros son excelentes. Todos son útiles – Final de cuentas.
súbitamente, “debí haber recibido a la mujer de para el que quiera seguir trabajando estas temá- Juan José Hernández Arregui: La formación de la
Valle esa noche”? “Si hubiera tenido esa cle- ticas. Son cerca de cien libros. Abarcan todas las conciencia nacional.
mencia tal vez estos muchachos serían ahora posiciones ideológicas, o casi todas. Siempre – Imperialismo y cultura.
más clementes conmigo.” En fin, no importa. puede haber una que uno no conoce. Si la entre- Julio González: Isabel Perón.
Pero algo ha de haber intuido acerca de los go es porque son muchos los lectores que la han Karl Von Clausewitz: De la guerra (Editorial
complejos caminos de la historia. Que son solicitado. También hay materiales valiosos en Labor).
imprevisibles, que suceden sin causalidad algu- Internet. Pero siempre que haya un libro sobre León Rozitchner: Perón, entre la sangre y el
na, pero tienen, algunos de ellos, una densidad un tema específico, primero el libro. tiempo.
asombrosa. La muerte de Aramburu condensa Marcelo Larraquy: Galimberti.
toda la tragedia argentina desde el 16 de junio Colaboración especial: – López Rega.
de 1955 en adelante. Esa muerte se la había Virginia Feinmann - Germán Ferrari – Fuimos soldados.
ganado. No estoy diciendo que fuera justa. Marcos Novaro: Historia de la Argentina contem-
Menos un tipo como yo que detesta la violencia BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL: poránea.
y cree que nadie debería morir, pero no es tan Abel Gilbert-Miguel Vitagliano: El terror y la María Seoane: Todo o nada (Santucho).
ingenuo como para no saber que la historia está gloria: la vida, el fútbol y la política en la Argenti- – El burgués maldito (Gelbard).
escrita con sangre, que el hombre es el lobo del na del Mundial 78. María Seoane - Vicente Muleiro: El dictador
hombre, que el capitalismo es un sistema que Alain Rouquié: Poder militar y sociedad civil en (Videla).
sólo puede engendrar injusticias y odios. Que la la Argentina. Mariano Plotkin: Mañana es San Perón.
violencia se cierne sobre este mundo desde sus Alejandro Horowitz: Los cuatro peronismos. Mario Rapoport: Historia contemporánea, políti-
orígenes y perdura hoy como si nada hubiera Alfredo Mason: Sindicalismo y dictadura. ca y social de la Argentina (1880-2003).
pasado, perdura aún con mayores posibilidades Alfredo Pucciarelli: Empresarios, tecnócratas y Maristella Svampa: La sociedad excluyente.
destructivas. Ya haremos algo así como una militares. Marysa Navarro: Eva Perón, la biografía.
ontología de la violencia. El resultado deberá Andrew Graham-Yooll: Agonía y muerte de Juan Miguel Bonasso: Diario de un clandestino.
confrontar el postulado bíblico “No matarás” Domingo Perón. – El presidente que no fue.
con el postulado antropológico e histórico “El – Tiempo de tragedias y esperanzas: cronología his- – Recuerdo de la muerte.
hombre no puede no matar”. Aramburu, como tórica, 1955-2005, de Perón a Kirchner. Miguel Mazzeo: Cooke, de vuelta.
todo ser humano, no merecía morir, pero la Beatriz Sarlo: La batalla de las ideas (1943- Miguel Murmis - Carlos Portantiero: Estudios
muerte se la había ganado. Había hecho 1973). sobre los orígenes del peronismo.
muchas de las cosas necesarias que suelen con- – La pasión y la excepción. Milcíades Peña: Masas, caudillos y elites.
denar a los hombres. Había despertado odios. Carlos Altamirano: Bajo el signo de las masas Munú Actis / Cristina Aldini / Liliana Gardelia
Había ordenado muertes. Había sido impiado- (1943-1973). / Miriam Lewin / Elisa Tokar: Ese infierno: Con-
so, vengativo. Había desoído pedidos desespera- Carrera, Grau, Martí, Agustín Tosco: La clase versaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la
dos de clemencia. Hacerle decir a la mujer del revolucionaria. ESMA.
general al que va a fusilar que él, el único que Colección de la revista Lucha Armada: números Pablo Gerchunoff: El ciclo de la ilusión y el
puede impedir esa ejecución, “duerme” es de 1 al 8. desencanto.
una crueldad inaudita. Ante todo, la debió Cristina Zuker: El tren de la victoria: una saga Pablo Giussani: Montoneros: la soberbia armada.
haber recibido. Debió haber tenido la dignidad familiar. Paco Ignacio Taibo: Ernesto Guevara, también
y el coraje de decirle en la cara por qué mataba Eliseo Verón - Silvia Sigal: Perón o muerte. conocido como el Che.
a su marido. Y si no, no debió ordenar que le Ernesto Guevara: Cuba, ¿excepción histórica o Pilar Calveiro: Poder y desaparición.
dijeran que él dormía. Era decirle: “Yo tengo la vanguardia de la lucha revolucionaria en América – Política y/o violencia.
conciencia en paz, señora. La muerte de su Latina? Richard Gillespie: Soldados de Perón, Mon-
esposo no me quita el sueño. Su desesperación – Diario en Bolivia. toneros.
tampoco. Usted, para mí, no vale nada porque – Mensaje a la Tricontinental. Robert Potash: El Ejército y la política en la
es, precisamente, su mujer. El motivo que cree Ernesto Jauretche: Violencia y política en los Argentina.
la autoriza a pedirme clemencia es el mismo por setenta. Roberto Baschetti: Documentos de la Resistencia
el que yo no la quiero ver. Porque se casó con Ernesto Salas: Uturuncos, el origen de la guerrilla Peronista: 1955-1970.
un peronista, señora. Porque supo que él se alza- peronista. – Documentos 1970-1973: De la guerrilla pero-
ría contra nuestro gobierno, que es el que res- – La Resistencia Peronista: La toma del Frigorífico nista al gobierno popular.
tauró la libertad y la democracia en nuestro país, Lisandro de la Torre. – Documentos 1973-1976: Volumen I: De Cám-
y siguió a su lado. Denunciarlo habría sido Eva Perón: Mi mensaje. pora a la ruptura.
mucho, tal vez. No le pido tanto. Pero haber Felipe Celesia - Pablo Waisberg: La ley y las Rodolfo Walsh: Carta de un escritor a la Junta
seguido con él es imperdonable. Y si él no le armas - Biografía de Rodolfo Ortega Peña. Militar.
dijo nada usted debió darse cuenta. En algo raro Félix Luna: El 45, un año decisivo. – El violento oficio de escribir.
anda mi marido. Eso debió advertir. De eso – Perón y su tiempo. – Operación Masacre.
debió darse cuenta. Usted es una peronista Frantz Fanon: Los condenados de la Tierra. – ¿Quién mató a Rosendo?
como él. Por eso, si se dio cuenta, lo dejó seguir. Gabriela Saidón: La montonera: Biografía de Santiago Garaño - Werner Pertot: La otra Juve-
Todo salió mal. Hay que pagar. La que esta Norma Arrostito. nilia: militancia y represión en el Colegio Nacio-
noche no va a poder dormir es usted. Yo no. Yo Gustavo Plis-Sterenberg: Monte Chingolo nal de Buenos Aires - 1971/1986.
ya estoy durmiendo. Se lo hago saber para que Horacio Tarcus: El marxismo olvidado en la Sergio Olguín (compilador): Perón vuelve.
usted, justamente, sepa hasta qué punto mi con- Argentina: Silvio Frondizi y Milcíades Peña. Sergio Pujol: Discepolo.
PRÓXIMO
ciencia está serena”. Además hizo fusilar a Valle Hugo del Campo: Sindicalismo y peronismo: los Tomás Eloy Martínez: La novela de Perón.
DOMINGO en una penitenciaría. Como a un reo. Como a comienzos de un vínculo perdurable. – La pasión según Trelew.
un delincuente común. Feo lugar para morir. A Hugo Gambini: Historia del peronismo. – Santa Evita.
El acontecimiento él le habrá de tocar uno todavía peor. La hija de Hugo Vezzetti: Pasado y presente: guerra, dicta- Tulio Halperin Donghi: Argentina en el callejón.
Aramburu (II) Valle lo acompaña hasta el último momento. Se dura y sociedad en la Argentina. – La larga agonía de la Argentina peronista.

IV Domingo 14 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


42 El foco y el movimiento de masas

Suplemento especial de

PáginaI12
UN PROLETARIADO personas (sobre todo entre las parejas: se cogía
UNIDO Y CONSCIENTE muy mal, era el ejemplo) porque la situación del
l Cordobazo es el mayor hecho de país era agobiante, porque se vivía bajo una dicta-

E combatividad de masas de la historia


argentina. Se sabe que las
afirmaciones tajantes tienen sus
riesgos. Por ejemplo: no digo que el
17 de octubre no haya sido fundamental. Se sabe
de sobra. Pero no tuvo la agresividad, el alto
nivel de participación obrera y estudiantil del
dura, no había libertad, etc. Estaba claro: al no
haber libertad las mujeres no tenían orgasmos. A
los hombres no les importaba porque el autorita-
rismo militar les impedía hablar francamente con
sus mujeres. Y ellas no les decían nada porque
–también– no había libertad. Ergo, no podía
haber sinceridad. Pero la obra entusiasmaba al
Cordobazo. Además, el 17 de octubre, los público que estaba harto de Onganía. Voy a esto:
estudiantes, los grupos ilustrados, hasta –por en una escena entra Stivel a su casa, deja su saco y
ejemplo– el Teatro Independiente (que provenía el televisor está encendido. De pronto, el tipo se
del PC y tenía a la URSS como referente), no se transforma. “¡Vení, flaca”, grita. “Vení, mirá
unieron a la protesta popular. Que no era esto.” La mujer se pone junto a él y miran la tele.
exactamente obrera. No eran obreros Y él, exultante, feliz, dice: “Mirá cómo los hacen
encuadrados en sindicatos clasistas, eran los rajar. Mirá cómo se cagan los milicos. Con pie-
obreros jóvenes de escasa experiencia sindical y dras los hacen rajar.” Veían, sí, la famosa escena
una clase media que quería cambios en el país. en que jóvenes del Cordobazo arrojan piedras
El Cordobazo es otra cosa. Se tiene clara sobre la milicada y la milicada retrocede. En ver-
conciencia de lo que se quiere. Córdoba es una dad, se les habían terminado los gases lacrimóge-
ciudad con industrias de importancia, sobre todo la nos (una versión). Y también es cierto que estaban
automotriz, y esto genera un proletariado unido y sorprendidos los milicos. No lo podían creer. La
consciente. Si se planteara aquí el tema de la fogosidad de la militancia era fuerte. Y los caballos
conciencia de clase habría que responder empezaron a ir para atrás. Era una escena inédita
afirmativamente: hubo conciencia de clase en el en la Argentina. Una manifestación popular hacía
Cordobazo, hubo conciencia de que los reclamos retroceder a los temibles policías antichoque. Y el
eran obreros, de que los obreros tenían flaco de clase media que hacía Stivel se ponía loco
conducciones y pertenecían a sindicatos que los de contento. Algo iba a cambiar. Los milicos
representaban. Es notable, además, cómo a retrocedían. Pronto el país sería otro. Esa llama de
partir de la gesta obrero-estudiantil se afianza la esperanza prendió el Cordobazo en tantas almas.
necesariedad de seguir adelante con las La gente que miraba la obra –de vacaciones en
comisiones internas en las fábricas. Sitrac-Sitram Mar del Plata– estallaba en aplausos. También, a
son los sindicatos autónomos de Fiat-Concord y esa altura, la clase media empezaba a entusiasmar-
Fiat-MaterFer. Surgen, del seno de la lucha, las se con la guerrilla. No sólo cuando el ERP repar-
grandes figuras sindicales: Agustín Tosco, tía comida en las villas miseria, sino hasta cuando
Gregorio Flores, José Francisco Páez y René “boleteaban” a alguien. Eran cosas de “los mucha-
Salamanca. Y de esta misma lucha surgen chos”. Se habían cansado. Estaban hartos y habían
también las organizaciones guerrilleras que agarrado los caños. “Los muchachos” pasaron a
–hasta ese momento– sienten que forman parte formar parte del imaginario entusiasta de la clase
de una lucha generalizada, de un gesto de media: se los vio como la cara combativa, juvenil,
rebeldía que empieza a cubrir todo el país. En el valiente y justiciera de un país agobiado por mili-
Cordobazo –a partir de él– toman su decisión de tares, empresarios y curas como Caggiano.
dar la lucha y de darla junto a las masas los
Montoneros (los que más plantean una LA VANGUARDIA ES LA CLASE
participación dentro de las luchas del peronismo) OBRERA Y SU ORGANIZACIÓN
y el ERP y las FAR, que tendrán modalidades Hay algo irrepetible en el Cordobazo. El Cor-
distintas. (Sobre todo al no aceptar la dobazo es el fruto maduro de una sociedad indus-
conducción de Perón. Algo que luego harán las trializada. No en vano se le dice el Mayo cordo-
FAR en su unión con Montoneros.) bés. Habría que ver con qué grado de precisión,
El Cordobazo se expresa también en muchas pues en el Mayo cordobés el sector hegemónico
provincias. Una de las más grandes sorpresas fue de la lucha es la clase obrera. No desvalorizamos
el Mendozazo, dado que Mendoza había sido una el aporte estudiantil, pero el Cordobazo es una
provincia tradicionalmente conservadora. El rebelión del proletariado. En el Mayo francés fue-
Rosariazo golpea fuerte. Ya empieza a ser hábito ron los estudiantes el sector más dinámico. Esto
ver a las multitudes ganando las calles, a los obre- se nota en el ingenio, es la calidad literaria de las
ros y a los estudiantes emprendiendo una lucha consignas. Ni Tosco ni los suyos habrían de escri-
común. “Se llegó a una situación que ha sido bir: “Debajo de los adoquines está la playa”. Creo
caracterizada como ‘toma de la ciudad’, en la cual que se habrían reído de tal exceso poético. Inclu-
la actuación de la policía fue totalmente superada, so hasta lo de la imaginación al poder les habría
habiéndonse quedado sin gases y sin nafta. Según resultado extraño. No, la imaginación no. Son los
el cálculo de Tosco, hubo unas cincuenta mil per- obreros los que están luchando por el poder. Es la
sonas peleando en la calle. A las cinco de la tarde clase obrera la que quiere el poder o la que discu-
intervino el Ejército, que intentó controlar la te el mayor poder que desea para sí. Por decirlo
situación desplazando tropas en la ciudad. A las de un modo contundente: El Cordobazo es hijo de
ocho de la noche, cumpliendo la previsión del sin- la industria automotriz. Marx se habría sentido
dicato, los encargados de hacer saltar los tapones satisfecho con esto. Es el moderno proletariado
de la usina central dejaron a Córdoba a oscuras, de la rica provincia que ocupa la centralidad de la
apagón que duró más de cuatro horas. A la noche República Argentina la que se rebela eligiendo su
fueron tomadas comisarías y sedes de la policía en arma esencial: la paralización de las actividades.
la periferia” (Carrera, Grau y Martí, Agustín Córdoba era un espacio tramado por la industria
Tosco, la clase revolucionaria, ed. cit., p. 117). de fabricar automóviles. Sus obreros recibían los
Nadie, según parece, había previsto la llegada del mejores salarios del país. Lo que demuestra que la
Ejército. Acaso se pensó que la debilidad del régi- pobreza no lleva a la rebelión. Lleva al embruteci-
men no se arriesgaría a una represión militar. O miento. A la marginación. El obrero industrial
también se pensó que precisamente por estar aco- con buen salario y asociado a su sindicato es el
rralado Onganía habría de arrojar zarpazos renco- que puede alcanzar una visión más totalizadora los dirigentes. Que irán a la lucha con ellos o
rosos, irresponsables. Como fuere, se siguió de su lucha. Esto es cierto. No lo es –ya lo hemos ellos irán a la lucha con sus cabezas. Si digo que
luchando. Hubo un desplazamiento a la periferia visto sobradamente– el uso que ciertos teóricos el Cordobazo lo hizo la industria automotriz es
de la ciudad, la lucha se siguió dando desde los de “izquierda” le dan a la carencia de estos ele- porque es hijo de la urbanización industrial. Las
barrios. “Finalmente el Ejército logró desalojar el mentos. No por carecer de buenos sueldos ni sin- comisiones internas sacan la gente a la calle. Elpi-
centro haciendo fuego indiscriminadamente” dicatos los obreros están condenados a la hetero- dio Torres, Agustín Tosco y Atilio López lideran
(Carrera, Grau, Martí, Ibid., p. 117). nomía y a ser manipulados por un proyecto bur- la protesta. Hoy, el Cordobazo es imposible. Cór-
En enero de 1971, el llamado “Clan Stivel”, un gués. El Cordobazo es muy distinto del 17 de doba ya no es una provincia industrial. La indus-
grupo que formaron David Stivel, Bárbara Muji- octubre. Aquí no hay un líder que rescatar. No tria automotriz se desmanteló y se fue de Córdo-
ca, Emilio Alfaro, Norma Aleandro y Carlos hay un proletariado virgen de experiencia sindi- ba y de la Argentina. El neoliberalismo aniquiló
Carella (que hicieron en televisión un éxito que se cal. No hay migrantes. También los estudiantes al capitalismo productivo. Al morir la burguesía
llamó Cosa juzgada) presentaron una obra teatral son otros. Dan su lucha junto a los obreros. Los de la producción mueren los grandes centros
en Mar del Plata. No recuerdo de quién era. No que tienen, sin duda, mayor experiencia sindical. industriales. Los obreros se quedan sin fábricas.
era buena. El esquema central radicaba en demos- Tienen una ya larga experiencia en la fábrica. Se quedan en la calle. Ya no son obreros. Son
trar que en el país todo estaba pésimo entre las Saben organizarse entre compañeros. Tratar con marginados, excluidos y, por fin, delincuentes.
II
la de la naciente guerrilla que golpeaba aquí y
allá dentro de un esquema popular y masivo de ase-
dio al régimen, no dentro de la soledad de los “elegi-
dos” (por nadie). En Córdoba estaba la Fiat, esta-
ba la Renault. La Renault había comprado la
mítica Industrias Kaiser Argentina (la IKA) que
se había radicado en la ciudad mediterránea
desde 1955. El gran triunfo del liberalismo de
mercado fue desmantelar la estructura industrial y,
con ella, la posibilidad de la rebelión obrera.
Donde ahora está el hambre, antes había fábri-
cas, obreros, delegados, sindicatos e ideas genera-
das desde el seno de la clase obrera. El Cordoba-
zo, por último, fue el movimiento de masas en
acción. Fueron las masas, fue el pueblo, fueron los
obreros los que asumieron la vanguardia de la
lucha. Es cierto que hubo francotiradores, pero
no tuvieron relevancia. Más bien “contamina-
ron” la gesta. El Cordobazo no necesitaba fran-
cotiradores, los cuales, como siempre, dieron
argumentos a la derecha. El Cordobazo es la
pureza de la rebeldía obrera, en que la vanguardia
son los cuadros, la clase social, las ideas generadas
en la “centralidad de la fábrica” y los líderes sin-
dicales que se ponen al frente de las columnas,
no como iluminados que tienen la verdad, sino
como obreros que tienen la responsabilidad que
sus compañeros les dieron, la de la conducción,
la de estar al frente con todos los otros detrás,
apoyándolos y, si es necesario, empujándolos.
¿Vieron las fotos de Agustín Tosco al frente de
las columnas obreras del Cordobazo? Esa es la
violencia de la clase obrera. Su masividad, su
número. Pero su número transformado en fuer-
za, como decía Cooke. Porque no alcanza con
que sean muchos. Tienen que ser muchos, saber-
lo y organizarse. Así, la cantidad adopta la cuali-
dad de la fuerza. Cualquier otra violencia sólo
podrá legitimarse –dentro de un régimen no
democrático, dentro de una dictadura como la de
Onganía– subordinándose a ésta. La vanguardia
es la masa, es la clase obrera y su organización.
¿Qué creen que les habrían dicho Tosco o Atilio
López el 29 de mayo de 1969 cuando abandona-
ban las plantas fabriles y marchaban en busca del
centro de la ciudad? “No, muchachos. Aquí, al
frente, vamos nosotros. Los obreros y sus diri-
gentes. Esta es la lucha de una clase social. Es
una lucha de masas. No tiene nada que ver con el
‘foco’ del compañero Guevara ni necesitamos
que nos galvanicen los compañeros de la pequeña
burguesía que han agarrado los fierros. Cuando
haga falta, si hace, los vamos a llamar. Hasta
entonces, en el mazo, muchachos.” No descarto
que, en los días previos, algún diálogo de este
tipo haya sido posible.

LA MUERTE DE LA ARGENTINA
DEL CORDOBAZO
Esa Argentina –trágicamente– murió. La mató,
primero, el golpe del ’76, que arrasó con todo y
que se produjo ante la urgencia de frenar los
movimientos obreros de Villa Constitución,
denunciados por el radical Ricardo Balbín al
hablar de “la guerrilla en las fábricas”. Y la mató
después el peronista Carlos Menem, desde el neo-
liberalismo, con todo el Partido Justicialista res-
paldándolo, festejando en el Congreso las privati-
zaciones como si fueran goles de la selección
argentina, con el sindicalismo en silencio y con
todo el establishment frotándose las manos: ya no
tenían que llamar a los militares para tener poder,
para frenar a las masas. Ahora, eso se lo daba el
peronismo. Nunca un partido político traicionó
hasta tal punto sus orígenes. La Argentina que
Perón y Evita habían construido la destruyeron
En la sociedad de la exclusión se ha suprimido la “El Cordobazo es peronista”. Para otros era de la los mismos peronistas. Como decía Eva: “Yo no
protesta del obrero sindicalizado. Muerta la izquierda. Tosco no era peronista. Pero Atilio le temo a la oligarquía que derrotamos el 17 de
industria, sólo quedan los peones de campo fieles López sí. Y sería acribillado por el peronismo del octubre, le temo a la que pueda nacer en el cora-
a la palabra de sus patrones. Los hemos visto Estado mafioso y criminal de López Rega e Isa- zón de los dirigentes peronistas”. En suma, fue
“hacerles número” durante los días de confronta- bel. Ochenta y un balazos, a Atilio López. Fue, si Carlos Menem, desde el peronismo, el que dio el
ción entre el gobierno de Cristina Fernández y se quiere, del trotskismo. Fue de la izquierda. impacto brutal y final a la Argentina del Cordo-
“el campo”. La industria genera “centralidad en Fue del clasismo. Pero el Cordobazo se inscribe bazo. Falta para llegar a esa infamia.
la fábrica”. La “centralidad en la fábrica” genera dentro de la lucha del peronismo por traer a Hace tiempo que cualquier escritor sabe que no
delegados, comisiones internas, abogados y afilia- Perón. Dentro de la tradición de lucha que el debe escribir “los acontecimientos se precipita-
ción masiva al sindicato. Entre todo esto serpen- peronismo venía desarrollando desde la Resisten- ban”. Menos luego del prestigio que la palabra
tea la línea ideológica. ¿Fue clasista el Cordoba- cia. El Cordobazo encuentra sus antecedentes en “acontecimiento” ha cobrado a partir de su uso
zo? Sí. ¿Fue peronista? Se inscribía, sin duda, hechos como la huelga del frigorífico Lisandro de por Foucault y Deleuze, quienes, basándose en el
dentro del peronismo combativo que jaqueaba al la Torre. Nada tiene que ver con el sindicalismo Heidegger de Beiträge zur philosophie (von ereig-
régimen desde la prohibición del movimiento y vandorista. Pero sí con la lucha de todos los nis), cuya traducción en la Argentina apareció
de su líder. Hubo muchas pintadas en la época: otros. La de Ongaro, la de los cuadros juveniles, como Acerca del evento, la hicieron suya y desarro-
III
llaron algunos puntos valiosos a partir de ella. semáforo y lo aplastó un camión de lavandería. nadie dude: la verdad estará de su parte y yo
Ya utilizaremos (y ya trataremos de justificar por Las FAP toman el destacamento de la Prefectura habré recordado mal y citado imprudentemen-
qué) la palabra acontecimiento. No exactamente de Tigre. Se llevan quince ametralladoras, doce te.) Pero la justicia revolucionaria es veloz y no
como Foucault, menos aún como Deleuze y fusiles y pistolas. La guerrilla actúa: el 26 de da segundas oportunidades. Ni a un anciano ni
mucho menos como Heidegger. Pero se nos tor- abril asalta una comisaría en Rosario; el 28, una a un joven de dieciséis años o algo más. Pero
nará indispensable para inteligir el acontecimien- en Córdoba; el 29, una en Villa Devoto. Onga- aquí no nos proponemos hablar de esto. El
to acaso más complejo de todo cuanto venimos nía pierde la paciencia: nuevos poderes a la poli- esquema de la revolución sangrienta, de la revo-
tratando: el acontecimiento Aramburu. Podemos, cía para combatir a la guerrilla. El 27 se reúne lución que castiga y limpia el panorama de ene-
entonces, si cautelosamente dejamos de lado el con Lanusse y 52 generales en actividad. Les migos dominaba el espíritu de los cubanos. El
concepto de acontecimiento, y sin ignorar lo dice que la “Revolución Argentina” tiene aún número de fusilados que se maneja va de 600 a
transitado de la frase, decir: “los hechos se preci- por delante quince o veinte años más. Con él a 1500. Posiblemente ninguna de las dos cifras sea
pitaban”. Antes del Cordobazo, el ambiente ya su frente, claro está. Lanusse mira de reojo a verdadera. Posiblemente ninguna de las dos
venía caldeado. En abril (1969) un grupo de las uno que otro general y ya está: los días de Onga- importe. Lo que importa es que se establecieron
FAL ataca un puesto de la guarnición de Campo nía están contados. 29 de mayo de 1970: Es el juicios revolucionarios sumarísimos y el paredón
de Mayo. (Nota: Sigo, a partir de aquí, la rigu- Día del Ejército, y el primer aniversario del Cor- se hizo famoso en el entero mundo. “Al pare-
rosa cronología trabajada por Andrew Graham- dobazo y será el día del secuestro de Aramburu. Es dón”, fue una frase célebre. O “Paredón, pare-
Yool en Tiempo de tragedias y esperanzas, Crono- un día verdaderamente sobredeterminado. Pocos dón, para todos los traidores, que vendieron la
logía histórica, 1955-2005, Buenos Aires, Edito- años antes, en sus libros Lire Le Capital y Pour nación” fue una conocida consigna de la JP.
rial Lumière, 2006). El cardenal Antonio Ca- Marx, Louis Althusser, que había criticado la Bien, el paredón era ése. Era enorme y estaba
ggiano critica a los sacerdotes rebeldes. Dice que linealidad de la concepción hegeliana de la his- lleno de agujeros.
la Iglesia se encuentra ante una crisis de fe. Asal- toria, toma, sin embargo, de éste, el concepto de Cuando regresé a Buenos Aires escribí el
to a una armería de Buenos Aires. Por supuesto: determinación. Una determinación, en Hegel, es guión. Guevara no era San Ernesto de La Higue-
se llevan armas. Conferencia de obispos en San un punto de la historia o un elemento del pen- ra. Era un personaje contradictorio, en ebullición
Miguel. Se manifiestan de acuerdo con los obis- samiento lógico. Althusser creía en el concepto casi permanente, conté los hechos de la fortaleza
pos de la Conferencia de Medellín. Elementos de sobredeterminación. Ese punto de la historia de La Cabaña, la aventura desesperada de Boli-
guerrilleros atacan puestos militares en Magdale- presenta tal complejidad, son tantas las líneas via, un martirio crístico, una lucha contra la
na, Salta y otros lugares. El 3 de mayo es deteni- que en él confluyen, que estamos ante una sobre- humedad de la selva (que el asma del Che no
do Raimundo Ongaro. Lo liberan dos días des- determinación. Esas tres poderosas líneas que se resistía) y contra las delaciones de los campesi-
pués. Juan José Cabral, de 22 años, que estudia- cruzan ese 29 de mayo de 1970 hacen de ese día nos. El Instituto de Cine Cubano, al mando de
ba medicina en Corrientes, es asesinado por la uno de los más sobredeterminados de la década Alfredo Guevara, un personaje que solía andar
policía. La muerte se produce a raíz de la partici- que se inicia: Día del Ejército, primer aniversa- con un sobretodo sobre los hombros, y que no
pación de Cabral en una manifestación por el rio del Cordobazo y secuestro de Pedro Eugenio tenía relación familiar con el Che, rechazó el
aumento de precios en el comedor universitario. Aramburu. Hasta aquí queríamos llegar. Antes guión y dijo que si el guionista insistía en partici-
En Córdoba los metalúrgicos declaran una huel- de seguir deberemos volcar nuestra atención par del proyecto Cuba no facilitaría las locacio-
ga de 48 horas. El asesinato de Cabral caldea el hacia el comandante Ernesto “Che” Guevara, nes. Me apartaron amable pero culposamente del
ambiente del país. Es una de las causas del Cor- hoy, en pleno siglo XXI, nada menos que el ros- proyecto y escribí poco después una obra de tea-
dobazo. Hay manifestaciones en casi todas las tro casi universal de la rebeldía. tro para darme el gusto. Pero los aspectos oscu-
ciudades. En una de ellas, en Rosario, un oficial ros del Che eran intocables. Mi posición era la
de policía hiere a Alberto Ramón Bello, de 22 “¿TÚ CREES QUE SOMOS contraria: sólo el coraje de meterse con esos
años. Bello muere al día siguiente. Su sepelio se IGUALES A ELLOS?”, aspectos posibilitaría una gran película. ¿Qué
hace en Rosario. Se clausura la Universidad de DIJO EL CHE salió? La peor película de Desanzo. El Billiken de
Córdoba. Al día siguiente, en Córdoba, Elba En 1997 se publican varias biografías sobre Ernesto Guevara. Un héroe inmaculado. Una
Canelo queda ciega de un ojo por una granada Ernesto Guevara. La de Anderson, la de Paco película en la que se veía todo lo que ya se sabía.
de gas. El 21: marcha de silencio en Rosario. El Taibo, la de Pierre Kalfon y la de Jorge Castañe- El santo de la Escuelita de La Higuera. Incluso
pueblo toma la ciudad. Un joven de 15 años da. Se cumplían treinta años de la muerte del Desanzo le dio unos “toques Favio” por los cua-
muere de un balazo en la espalda, Luis Norberto Che en la Escuelita de La Higuera. Luego del les el Che, al ser elevado por un helicóptero su
Blanco. El general Fonseca se adueña del territo- buen suceso que nuestra película sobre Eva cadáver, parecía ascender a las alturas.
rio y hace retroceder a quienes habían tomado la Perón había obtenido, unos productores nos Pierre Kalfon se anima a insinuar o más que
ciudad. Onganía ordena la ocupación militar de convocan a Desanzo y a mí, al director y al insinuar una teoría temible. “Los guerrilleros
Rosario. Sepelio del joven Blanco. Se confirma, guionista del film, para que hiciéramos una (escribe) derribaron un régimen más frágil de lo
en Washington, a John Davis Lodge como sobre Guevara. La primera tarea será viajar a que parecía, desgastado por la corrupción y la
embajador en la Argentina. Lodge declara que Cuba y ver y preguntar y olfatear. Desanzo esta- ineficacia de su personal” (Pierre Kalfon, Che,
Onganía llegó al gobierno en forma democráti- ba afónico por el esfuerzo de la filmación del Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo,
ca. Día 29: el Cordobazo. Al día siguiente, el film sobre Evita, de modo que la tarea de hablar Plaza y Janés, Barcelona, 1997, p. 268). Lejos de
Ejército entra al Barrio Clínicas, donde se con- con los entrevistados me correspondía. Durante tratarse de una controversia universitaria esta-
centra la población estudiantil. 14 muertos en una semana pregunté, desde Froilán González mos en presencia de un punto decisivo en la
los dos días del Cordobazo. Se establecen tribu- hasta Roberto Fernández Retamar, si el Che interpretación de la Revolución Cubana. Esta
nales militares: Elpidio Torres, de Smata, es tenía algún defecto. Ninguno. Yo alegaba que interpretación llevará a la muerte a muchos que
condenado a cuatro años de prisión. Agustín no podría escribir un guión de cine sobre un en América optarán por la praxis del “foco insu-
Tosco (“el hombre del Cordobazo”) a ocho. Y personaje que no tuviera un quiebre, alguna rreccional”. “El Che (escribe Pierre Kalfon) basa
así sigue la cosa: el 26 de junio se queman 15 zona oscura, en contradicción con su cara diur- su teoría revolucionaria en el modelo matricial
supermercados Minimax, pertenecientes a la na, con la más conocida, la más célebre. De lo de una guerrilla de campesinos que prevalece
cadena de la familia Rockefeller. contrario saldría un caramelo, no un hombre. sobre un ejército profesional. Pero si no fueron
30 de junio de 1969: balean a quemarropa a Quería la cara del cuadro de Alberto Korda, sí. los guerrilleros los que ganaron sino el régimen
Augusto Timoteo Vandor, el cruzado del “pero- Pero tenía que existir otra. Nada. Cierta tarde carcomido de Batista el que se hundió, entonces
nismo sin Perón”, el enemigo de la CGT de los (no recuerdo por qué no estaba Desanzo), el el malentendido es inmenso, y la pasmosa hazaña
Argentinos, lugar en el que ni se lo nombraba, coronel del Ejército Revolucionario que nos de trescientos campesinos venciendo a un ejército de
se le decía “el traidor”. La CGT estaba dividida habían amablemente puesto como chofer me cincuenta mil hombres se reduce a un accidente
en la “de los Argentinos” y “la de Azopardo”. dice: “Venga, lo llevaré a un lugar donde no va de la historia” (Kalfon, Ibid., p. 268). En Santa
Esta, que llevaba su nombre por estar en esa nadie”. Me llevó a la fortaleza de La Cabaña, Clara (único aporte totalmente propio del Che a
calle, tenía la orientación pactista que le impo- donde se había instalado el Che a comienzos del la revolución, lo demás: jefatura de Fidel), Gue-
nía el Lobo Vandor. Para los de Ongaro eran ’59 y donde se iniciaron los juicios de los tribu- vara gana una batalla contra un ejército sin dis-
“los traidores”. La muerte de Vandor no entris- nales revolucionarios. El coronel me mostró el ciplina, cuyos soldados no quieren pelear.
teció a nadie. Se lo veía como un tipo sinuoso, célebre “paredón”. Era enorme. La fortaleza era Pero hay un episodio que muestra al Che en
un maestro de la negociación perenne y un trai- una bellísima construcción española del siglo un gesto notable. Un miliciano que no se quiere
dor a su clase y a cualquier otro compromiso XVI. El paredón estaba lleno de agujeros. “Si se identificar con la crueldad, con la inhumanidad
que pudiera tomar. Sigue la cosa: asume un pregunta por qué no hay más –dijo el coronel–, del enemigo contra el que se ha alzado en armas
nuevo ministro de Economía, José María Dag- es porque la mayoría de las balas pegaban en el precisamente para no ser como él. Orestes Coli-
nino Pastore. Refiriéndose a un famoso libro de blanco.” Para Guevara las revoluciones se hacían na, un combatiente fiel de la revolución, se
geografía que todos habíamos tenido en el a lo Saint Just. Los que allí fusiló habían cometi- encuentra con el Che, quien viene con un
secundario se dice que, de geografía al menos, do atrocidades. Eran soldados batistianos o tipos teniente del ejército batistiano al que lleva preso.
algo sabrá. Juan García Elorrio, el director de de la policía secreta. Osvaldo Bayer, sin embar- Orestes Colina, en un ataque de furia, le dice:
Cristianismo y revolución, muere, el 27 de febre- go, vio juzgar a dos jóvenes soldados (dos terri- “Lo que tenemos que hacer es matar a éste”. El
ro de 1970, embestido por un automóvil. Con- bles, brutales asesinos o torturadores sin duda) Che responde la respuesta adecuada, la respuesta
moción entre la militancia. García Elorrio era con una velocidad que le pareció –digamos– que resume todos los valores que el siglo XX
un hombre muy respetado, había buscado unir demasiado veloz. El Tribunal los condenó a ser pisoteó: “¿Tú crees que somos iguales a ellos?”.
PRÓXIMO
el cristianismo y el marxismo con las luchas fusilados. Bayer se preguntó largo tiempo si, Prometo entregar una extensa bibliografía en
DOMINGO nacionales. Nadie quería creer que simplemente dada la corta, muy corta edad de esos soldados, el próximo suplemento.
lo había matado un auto. Pero no hubo forma no podían ser enviados a un campo de rehabili-
El acontecimiento de demostrar que no fuera así. Una muerte tación, permitirles una segunda oportunidad. (Si Colaboración especial:
Aramburu absurda. A lo Barthes: semiólogo que no vio el Bayer desmiente esto o da otra versión, que Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 7 de septiembre de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


41 Ernesto “Che” Guevara,
la teoría del foco insurreccional

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ONGANIATO Estados Unidos defendía a todos los países de
Y LAS UNIVERSIDADES la órbita occidental del enemigo externo.
l tosco, adusto y muy católico, y Básicamente: el comunismo. Dijo, entonces, a

A fanático anticomunista, general


Juan Carlos Onganía se le
otorgaba la condición de ser
algo que acaso a él le gustara,
pero que el país no terminó de aceptar. Se le
decía “El Franco argentino”. ¡A las cosas que
llegaba la Argentina gorila 1955-1973! Los
los países de lo que se llamaba Tercer Mundo
que sus ejércitos debían reprimir al enemigo
interno. Hay, así, en la Argentina como en
muchos otros países, una internalización del
enemigo. A este enemigo interno que acecha
constantemente se le da el nombre de
subversión. “Durante la Guerra Fría (escribe
eficaces militares, los comandos de la Samuel P. Huntington), la política global se
Libertadora, los marinos de Rojas, los convirtió en bipolar, y el mundo quedó
socialistas de Ghioldi, de la señora Moreau de dividido en tres partes. Un grupo de
Justo, los oligarcas de Victoria Ocampo habían sociedades, en su mayor parte opulentas y
expulsado gloriosamente al general nazifascista democráticas, encabezado por los Estados
para entronar ahora a un “Franco argentino”. Unidos, se enzarzó en una rivalidad ideológica,
Es que en 1966 ya se habían hecho muchos política y económica y, a veces, militar
intentos para frenar al peronismo, para hacer generalizada con un grupo de sociedades
un país que no lo incluyera. Ahora se apelaba a comunistas más pobres, asociadas a la Unión
una figura un tanto absurda. ¿Necesitaba el Soviética y encabezadas por ella. Gran parte de
país un Franco? Sí, si se trataba de frenar a este conflicto tuvo lugar fuera de estos dos
Perón y a los peronistas, bienvenido sea un campos, en el Tercer Mundo, formado por lo
Franco. Además, no hay ninguna sorpresa. general por países pobres, carentes de
(Nota: “Que nadie se llame a engaño”, como estabilidad política, recién independizados y
decían los políticos y los militares de esa era y que se declaraban no alineados” (Samuel P.
de otros años que siguieron también. Habría Huntington, El choque de civilizaciones, Buenos
que hacer un mural con esta frase. Es la frase Aires, Paidós, 1997, p. 21). La “Guerra Fría”
del idiotismo que ha animado a tanto fanfarrón fue una guerra que no se libró en ninguno de sus
que se ha subido a un podio para hablarle al dos bloques, se libró en países ajenos a la
país. Reflexionemos un cacho: ¿qué significa centralidad. No hubo una sola batalla en Estados
“que nadie se llame a engaño”? ¿Qué quiere Unidos. No hubo una sola batalla en la URSS.
decir con eso el que lo dice? Que nadie se El campo de batalla fue el Tercer Mundo. De
equivoque. No digan que no se los advertí. aquí que nuestras tragedias desde 1955 en
Estoy siendo absolutamente claro. Los que adelante, pero, mayormente, desde 1966 en
crean algo distinto de lo que yo creo “se llaman adelante, con la instauración de la Teoría de la
a engaño”. Los que “se llaman a engaño” se Seguridad Nacional a partir de Onganía, son
equivocan. O peor: se quieren equivocar. O se episodios de la Guerra Fría. Nuestra gran
equivocan a propósito. Se “llaman a engaño” tragedia de 1976, la masacre, la tortura, los
porque no advierten la gravedad de la empalamientos, las desapariciones, son un
situación. Se pierden en artilugios engañosos. “episodio” de la Guerra Fría. Cuya
O creen en “ideologías foráneas”, que siempre característica era librarse fuera del territorio de
llaman “a engaño”. Sin duda, llamar a Engaño los polos que se enfrentaban. Uno de esos
era una de las peores cosas que un argentino “episodios” fue el que es llamado La Noche de
podía hacerles a los tipos que advertían qué los Bastones Largos a causa de los bastones con
debía hacerse y qué no. Además, uno “se” que la policía molió a palos a profesores y
llamaba a Engaño. Acaso esta reflexividad, este estudiantes. Se los hizo salir en dos filas de las
pronombre que remite a uno mismo terminara facultades y se los castigó con toda la furia que
por señalar que Engaño era uno mismo. Lo una policía desatada puede desplegar el día en
cual era peor que “llamarse a engaño”, era ser el que (¡por fin!) puede entrar impunemente a la
engaño mismo. Es lo que querían decir: los que Universidad, ese refugio de zurdos. El bruto
“se llamaban a engaño” eran engañadores. leporínico de Onganía creía que el “monstruo
Fingían llamarse “a engaño” para engañar la comunista” habitaba en ese espacio. Los
buena fe de los buenos ciudadanos.) ¿Por qué alumnos de Historia de la Filosofía Moderna,
habría de ser sorpresivo que Mariano sin embargo, estaban estudiando el Discurso del
Grondona, Mariano Montemayor y la Iglesia y método y se preguntaban, con Descartes, acerca
el gorilismo ilustrado pidieran un Franco? Se de la posibilidad de demostrar la existencia de
habían equivocado mucho con Illia. ¿A quién la “realidad externa” (la res extensa), la cual se
iba a frenar el viejito? El peronismo requería les hizo presente con inaudita ferocidad.
mano dura. No se lo podía manejar de otra Se detuvo a un número significativo de per-
manera, no se lo podía impedir de otra forma. sonas. Cerca de 400. A partir del hecho se ini-
Un psicoanálisis del pasaje que el gorilismo ció una polémica interna que (creo) es poco
hace de Illia a Onganía sería regocijante. ¡No conocida. Muchos profesores optaron por el
queremos a ese viejito impotente! ¡Queremos a exilio. Renunciaron a sus cátedras y se fueron.
un macho! No bien asume Onganía o al poco El argumento era: no colaborar con la Univer-
tiempo, la revista popular cachivachera Ahora sidad del onganiato. Otros decidieron quedar-
–que editaba Héctor Ricardo García, fervoroso se. Si no los echaban no iban a renunciar. Este
adherente al golpe del ’66, algo que no hacía de esquema de enfrentamiento es conocido: entris- se necesitó demasiado coraje para hacerlo. A ver
él un tipo original, por otra parte– publica en mo y salidismo. Los que se fueron llegaron al si me explico: en 1966 yo tenía apenas 23 años.
tapa una enorme foto de Onganía en uniforme número de 300. Se ubicaron en universidades Ahora tengo muchos más, pero los que tengo
de gala. Y al pie sólo dos palabras, también en de Estados Unidos y Canadá, o en Europa o en me permiten hablar de ese episodio y hasta
gran tamaño: “Un Hombre”. Sólo eso: “Un Venezuela y Perú. Lo paradójico es lo de Esta- contar los colores, los olores, las sombras, las
Hombre”. ¡Todo lo que decía ese título! dos Unidos. Se trata, sin duda, de un país de luces y los matices que tenía, luego del asalto de
Señores, al fin encontramos a un milico que las contrastes. Por un lado, la CIA o el Departa- Onganía, la Facultad de Filosofía y Letras de la
tiene bien puestas, a un Franco nacional, a un mento de Estado promueven y aprueban una calle Independencia. Por ejemplo: el enorme
tipo que va a terminar a palos con el peronismo dictadura fascista en Argentina para frenar el mono que colgaba en el hall de entrada no sé
si es necesario. Teníamos a un viejito de avance del comunismo. El bestia de turno de dónde y que tenía un cartel que decía Fuera
mierda. Ahora tenemos a “Un Hombre”. Que rompe todo, entra a caballo en las universida- yankis de Vietnam no colgó más, lo tiraron a la
tiemblen los peronistas y los comunistas des. Hace cagar a palazos a los profesores, a los mismísima. De todos los afiches, carteles, pan-
también. Porque este “Hombre” es, por sobre alumnos, a toda esa basura zurda. Por otro, las cartas, declaraciones que inundaban las paredes
todas las cosas, un custodio de Occidente. Lo liberales, democráticas universidades “america- no quedó uno. La Facultad era un prodigio de
cual era perfectamente cierto. Onganía venía nas” dan asilo a los “sabios” que han emigrado. limpieza. Tal como Onganía lo soñaba. De la
como alumno de la Escuela de las Américas, ese “Caramba, vean lo que les han hecho en ese carrera de Psicología –una de las más agredi-
lugar siniestro donde los norteamericanos país de salvajes en que Uds. viven. Quédense das– no se dictó casi ninguna materia en el
formaron a los dictadores de su patio trasero. entre nosotros y vivirán seguros.” segundo cuatrimestre. Porque recién ahí empe-
Onganía, además, venía como parte del zaron a funcionar de nuevo las casas de estudio.
esquema de la Guerra Fría. Era el representante LOS “MANUSCRITOS” Entre tanto habían pasado unos meses y todo el
de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Esta DE MARX EN LA UNIVERSIDAD mundo se reunía y discutía qué hacer. Yo apro-
Doctrina otorgaba a los ejércitos de los países DE ONGANÍA veché el interregno y me di el gusto de rajarme
latinoamericanos el papel de policía interna. Onganía no avanzó con lo de las Universida- a la literatura, olvidar la filosofía por un rato.
Estados Unidos se encargaría de defender todas des. En Filosofía muchos nos quedamos y Escribí una novela que se llamaba Moishe y era
las fronteras. ¿Qué significaba esto? Que nuestra consigna fue: Pelear desde adentro. No malísima. Una horrible copia de esos cuentos
II
criptos en una materia de nuestra carrera! Era siempre. Le preguntamos qué teníamos qué
imposible. No, explica Eggers. Pasaba que en hacer. Y nos dijo: “Seguir leyendo a los grandes
Psicología (que tenía muchísimos inscriptos) maestros del pensamiento filosófico: a Hegel y
no se dictaban materias ese cuatrimestre (o una a Marx”. Eso no nos aclaró mucho qué debía-
que otra, no recuerdo esto) y los alumnos, para mos hacer políticamente ante el onganiato.
no perder el cuatrimestre, se habían inscripto Pero Mercado Vera estaba devorado por Hegel
en Antropología filosófica, que les serviría y Marx (tenía un enorme conocimiento del
como materia optativa. El problema que tenía tema) y nos entregó el consejo que para él era
Eggers era que la carrera de Filosofía no tenía el mejor que podía darnos.
suficientes ayudantes de trabajos prácticos para
cubrir tantas comisiones. Entonces había deci- LAS “CÁTEDRAS NACIONALES”
dido convocar a sus alumnos más cercanos, Pero el onganiato posibilitaría algo mucho
aunque no tuvieran título, aunque no se hubie- más fuerte que nuestras clases sobre Marx en
ran recibido. Se dicta la materia. ¿Qué dicta 1966. El estudiantado, muerta la “isla demo-
Eggers? Su obsesión de esos años: Marx. ¿Qué crática”, muerta la Universidad de la Reforma,
texto de Marx tenía más relación con los temas se politiza nacionalmente. En lugar de Fuera
de una materia como Antropología filosófica? yankis de Vietnam, los nuevos carteles, las nue-
Los Manuscritos económico-políticos de 1844. vas pancartas dirán: Patria sí, colonia no. En
Que se leerían en las comisiones de trabajos un trabajo que contiene una frase histórica, y
prácticos. Pero yo no sólo no me había recibi- que nadie se ha ocupado de recuperar, que
do, lo cual habría sido un tema menor porque nadie conoce, sencillamente porque ninguna
en esos tiempos los ayudantes de trabajos prác- institución, ninguna Facultad, ninguna edito-
ticos dictaban clases sin haberse todavía recibi- rial ha logrado todavía sacar la colección com-
do, ¡tampoco había cursado y aprobado aún la pleta de la revista Envido, Alcira Argumedo
materia! A Conrado no le importó. Y aquí que- escribía su famosa frase: Onganía hizo más por
ría llegar: en medio de la dictadura del Franco la nacionalización del estudiantado que cincuen-
argentino, a dos meses y medio de La Noche de ta años de reforma. En el número 3 de Envido,
los Bastones Largos, yo, insólitamente, me pre- en abril de 1971, Argumedo escribía su texto
sentaba en un aula con más de 200 alumnos Cátedras Nacionales: una experiencia peronista
para dar clases... ¡sobre Marx! A la vez cursaba en la universidad. Decía: “Las Cátedras Nacio-
la materia. Pero no di el examen final. Eggers nales de la Facultad de Filosofía y Letras no
me dijo: “Tengo que tomarles examen a 700 son sino expresión de un fenómeno más
alumnos, no voy a perder tiempo con usted. amplio que se desarrolla a partir de la inter-
Váyase a su casa y déjeme su libreta”. Me puso vención a las universidades nacionales. Esta
“sobresaliente”. Fue incorrecto, pero ¿qué era medida rompe con la tradicional ‘isla demo-
correcto en esos días? Como fuere, la experien- crática’ y la política del país penetra los claus-
cia de dar los Manuscritos del inmenso pensa- tros universitarios: como el pueblo desde
dor de El Capital en plena dictadura de Onga- 1955, los estudiantes entran en la proscrip-
nía fue para todos apasionante, insólita, abso- ción. El año 1966 marca el comienzo de un
lutamente argentina. Esto resultó impensable camino de confluencia de los sectores estu-
en la dictadura de Videla. Ahí reventaron en diantiles con el movimiento popular, que
serio a la Universidad. Ottalagano (agente fas- alcanzará su primera expresión masiva en los
cista de López Rega e Isabel) entró con la espa- sucesos que a partir de mayo de 1969 se pro-
da y la Cruz. Declaró a Buenos Aires “la cuarta ducen a lo largo de todo el país. Este fenóme-
Roma” y nadie entendió por qué y no quedó no aparece como algo totalmente nuevo si se
un solo ente que oliera a algo que no fuera tiene en cuenta el papel jugado por las mayorí-
catolicismo ultramontano. Ahí me rajaron de as estudiantiles desde 1945. Paradójicamente,
la Facultad. Curiosamente dictaba Antropolo- el gobierno de Onganía había hecho más por
gía filosófica, y también el titular era Eggers y una politización real del estudiantado que los 50
yo era profesor adjunto, ya recibido. años de reforma” (Alcira Argumedo, revista
Pero el episodio revela que el ambiente uni- Envido, Nº 3, abril de 1970, p. 55. Cursivas
versitario era muy complejo. Que tal vez la mías.) El texto marca la aparición de la llama-
frase “luchar desde adentro” sea jactanciosa, da cuestión nacional en los ámbitos del Saber.
efectista. Es cierto. En seguida advertimos que Se trata de ir en busca de una realidad nacional
se podría “luchar desde adentro” porque no a la que la Universidad siempre dio la espalda.
nos iban a matar, una variable que siempre Sigue Argumedo: “Una ciencia social sólo es
complica las cosas y las torna temibles. Pero posible cuando, explícitamente identificada
será difícil que pierda la certeza de que algo con un proceso de liberación –que en nuestro
hicimos. Que se pudo dar parte de la obra de país tiene su eje dinámico en el movimiento
Marx a 700 alumnos. Que se pudo dictar la peronista– intenta recuperar la riqueza de sig-
materia. Y que luego se pudo seguir. nificados que gestan los sectores populares en
Los principales que se exiliaron fueron: el desarrollo de sus luchas. Tomar la historia
Rolando García, Sergio Bagú, Manuel real como fuente de las categorías que permitan
Sadovsky, Tulio Halperin Donghi, Risieri su inteligibilidad es la propuesta que se enfren-
Frondizi, Gregorio Klimovsky, Telma Reca y ta a la concepción de los ‘científicos sociales’
varios más. Algunos –como Rolando García– que, en sus diferentes corrientes academicistas,
en que Abelardo Castillo se metía con el tema volvieron y se comprometieron con nuevas intentan la adaptación distorsionadora de la
judío. De pronto, nos enteramos de que Víctor causas. Otros no volvieron más. O encontraron realidad a teorías ‘universalmente’ establecidas.
Massuh iba a ser el interventor en Filosofía. En muy buenas oportunidades o estaban hartos de Sólo a partir de este marco consideramos fruc-
1963 tuve dos maestros (tenía veinte años): la Universidad argentina. Era cierto: el período tífero incorporar críticamente los aportes reali-
Víctor Massuh y Conrado Eggers Lan. Massuh 1955-1966 había sido brillante. Uno de los zados por los grandes teóricos revolucionarios.
era brillante, trágico y antimarxista. Eggers era grandes períodos de la Universidad. Pero insis- Porque la teoría revolucionaria en el Tercer
un católico fascinado por el marxismo y un to: a partir de 1966 se pudo seguir. En octubre Mundo, que necesariamente se desarrolla
estudioso del tema. Que Massuh aceptara ser de 1966, 200 alumnos, la mayoría de Psicolo- desde una experiencia común de lucha por la
interventor de Onganía abrió un interrogante y gía, recibieron clases sobre Marx de un pendejo liberación, debe ser capaz de recuperar la par-
una brecha en una relación que para mí, en de veintitrés años que, por otra parte, era la ticularidad de este proceso en cada país (...),
1963, había sido muy valiosa y nunca dejaré de primera vez que lo hacía. Nunca he dejado de en nuestro caso el trabajo universitario sólo
agradecer. Con pocos, luego, pude hablar de pensar que los que se fueron en esa oportuni- constituye un aspecto parcial de un compro-
Kierkegaard, de Dostoievski y de Chestov dad lo hicieron apenas el país empezó a resul- miso más amplio con el movimiento de
como con él. Pero era terriblemente antimar- tarles incómodo. Esa incomodidad se agravaría masas” (Alcira Argumedo, Ibid., p. 55. Cursi-
xista y un antiperonista furibundo, de esos que tanto, se haría tan extrema que la Universidad vas mías). Lo que señala el texto de Argumedo
te cuentan la quema de las iglesias, el incendio del onganiato (que no tuvo la cara horrible que es una paradoja o una secreta dialéctica entre
de la biblioteca del Jockey Club. Este último presagiaba la famosa Noche de los Bastones la aberrante invasión a la Universidad refor-
hecho había marcado a Massuh: “Yo miraba Largos) quedaría como el recuerdo de un tiem- mista y el resultado no previsto, un aconteci-
atónito a los bomberos llevándose los libros”. po en que el peligro todavía no era en serio. miento, del hecho. Los estudiantes de la Uni-
Cierto día, lo inesperado: me llaman de parte Nuestras tareas siguieron siendo el estudio y la versidad reformista vivían en la “isla democrá-
de Eggers Lan, la Facultad de Filosofía empieza docencia. A pocos días del golpe, junto con tica”. Aclaremos esto: ¿cómo era posible que
a funcionar y Eggers se hace cargo de la mate- mis compañeros de estudio Jorge Lovisolo y en un país donde no había democracia brillara
ria Antropología filosófica. Nos reunimos cua- Ariel Sibileau, lo fuimos a ver a Andrés Merca- en sus claustros la libertad y seguridad de pro-
tro alumnos con Conrado. Nos dice que la do Vera, que, en Historia de la Filosofía Con- fesores y estudiantes? Esto creaba una ilusión y
materia tiene 700 inscriptos. ¡Setecientos ins- temporánea, nos había enseñado Hegel para esa ilusión les cerraba a los estudiantes la expe-
III
riencia de vivir las experiencias del pueblo. no R abundaban los Tacuara) y, cortándose nizan y los obreros también. Millares y milla-
Esto se veía desde las Cátedras Nacionales. el pelo, hay un pendejo de 17 años con un res de volantes reclamando la vigencia de los
Hoy se tiene escasa idea de estas cuestiones. muñón donde debía estar su mano izquierda derechos conculcados inundan la ciudad los
Se ha hecho todo por olvidarlas. Al peronis- y el muñón estaba cubierto por una capucha días previos.
mo no le interesan. Y a los antiperonistas de goma negra. Se va y el peluquero me dice: “El 29 de Mayo amanece tenso. Los traba-
menos. Lloran la pérdida de la Universidad “Fue a poner una bomba y le explotó en la jadores de Luz y Fuerza son atacados con
de la Reforma. Incluso fueron premiados, en mano”. “¿Dónde puso la bomba.” “Se la bombas de gases a la altura de Rioja y Gral.
el 2005, 70 profesores que renunciaron en puso a unos judíos”, me dijo. Buenos pibes. Paz. Una vez más la represión está marcha.
1966. De acuerdo: cualquiera tenía motivos Unos revolucionarios de la gran siete. Las “Las columnas de los trabajadores de las
para renunciar en 1966. Cualquiera tenía Cátedras Nacionales no surgieron de ahí. No fábricas automotrices llegan a la ciudad y son
motivos para no hacerlo. El planteo de Alcira tuvieron ningún contacto con los Montone- atacados. El comercio cierra sus puertas y la
incluye una opción por el peronismo que ros. Se enteraron de la muerte de Aramburu gente inunda las calles.
hace el estudiantado a partir de La Noche de por los diarios. Pero surgió la “cuestión “Corre la noticia de la muerte de Máximo
los Bastones Largos. “Caramba, ya no nos nacional” y la lectura de Cooke, Hernández Mena, obrero mecánico. Se produce un esta-
respetan. Qué horror. Qué agresión a la cul- Arregui, Rodolfo Puiggrós, Arturo Jauretche, llido popular, la rebeldía contra tanta injusti-
tura. Que prohíban a los negros, a los pero- Abelardo Ramos y el revisionismo histórico. cia, contra los asesinatos, contra los atrope-
nistas. Pero a nosotros, profesores, investiga- Corriente en la que se diferenció al naciona- llos. La policía retrocede. Nadie controla la
dores, cerebros que nos fugaremos si nos tra- lismo oligárquico (que confundía a la patria situación.
tan mal, cómo se atreven.” La otra versión es con la estancia) del nacionalismo antiimpe- “Es el pueblo. Son las bases sindicales y
la siguiente: “Caramba, ya no nos respetan. rialista: FORJA y los autores que cité. Y estudiantes que luchan enardecidas. El apoyo
Se acabaron nuestros privilegios. Vivimos en luego se leyó apasionadamente a Frantz total de la población.
la ilegalidad democrática desde 1955. Nin- Fanon. Llegaremos a esto. Los jóvenes que “Es la toma de conciencia contra tantas
gún gobierno gobernó con el voto libre de estaban al frente de las Cátedras Nacionales prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores
toda la ciudadanía. El país está viciado de ile- pertenecían a la carrera de Sociología. Eran del poder, ni de cómplices participacionistas.
galidad. Pero nosotros vivimos en un mundo Roberto Carri, Alcira Argumedo, Fernando “El saldo de la batalla de Córdoba, ‘El Cor-
aparte. Gobierno tripartito. Libertad de Alvarez, Juan Pablo Franco, Gunnard Olsson dobazo’, es trágico. Decenas de muertos,
temas. Nada se prohíbe. ¿Hasta cuándo nos (posiblemente estoy escribiendo mal su nom- cientos de heridos. Pero la dignidad y el cora-
proponíamos vivir al margen de la suerte del bre, me disculpo), Horacio González y otros. je de un pueblo florecen y marcan una página
país? ¿No es hora de admitir que la universi- Los de Envido los respaldábamos. Nos sentía- histórica argentina y latinoamericana que no
dad que queremos es un lujo que no pode- mos parte de ese acontecimiento. se borrará jamás” (Rodolfo Walsh, periódico
mos permitirnos? Nos gobiernan los milita- de la CGT de los Argentinos).
res. Inventan gobiernos civiles. Después los EL PENSAMIENTO CRÍTICO NO ¿Por qué nos proponemos el estudio de las
tiran y ponen a otro y lo tiran y ahora se DEBE PLANTEARSE LÍMITES teorías de Ernesto Guevara sobre el foco insu-
ponen ellos y son lo que han sido siempre: El tema que empieza a debatirse es el de la rreccional? Porque fueron acogidas por la
brutos. Ven en el Saber a un enemigo. Ven lucha armada. Se lee al Che. Se analiza la teo- izquierda guerrillera latinoamericana. Porque
en la libertad de pensamiento el camino al ría del foco insurreccional (que es título de vamos a fundamentar que están lejos de las
comunismo. Quieren prohibir libros. Quie- este suplemento y, como otras veces, no llega- tradiciones de lucha de la clase obrera y recu-
ren prohibir todo lo que pueda entrañar un ré a tratar). Se lee a Giap. Se ve La batalla de rren a una teoría de la vanguardia que no ha
peligro al Occidente cristiano. Si asaltaron el Argelia. Y muy pronto: La hora de los hornos. sido beneficiosa y ayudó al distanciamiento
Estado, ¿por que no habrían de asaltar la Antes, sin embargo, Córdoba arrebata las de los milicianos y aun de los militantes con
Universidad? ¿Qué hay que hacer? Muy sim- pasiones de la militancia. Estalla el las bases populares. Como fuere, el tema es
ple. Ahora que hemos visto que nuestra suer- Cordobazo. Podemos entrar en él a través de delicado y polémico. Y apunta hacia la gran
te es la de los otros, unirnos a ellos”. El pro- la pluma de Rodolfo Walsh, que, en el perió- discusión que permanece sobre los años seten-
blema para muchos es que “ellos” son pero- dico de la CGT de los Argentinos (prolija y ta. La discusión entre la política y los fierros. La
nistas. Ergo, ese problema no tiene solución. cuasi religiosamente repartido por todos discusión honesta, abierta, sin concesiones
Pero las Cátedras Nacionales surgieron de nosotros en nuestra Facultad de Filosofía y sobre la violencia política. Una discusión que
una respuesta creativa, original y valiente al Letras) publica su fiction/non fiction “¿Quién debe darse en el ámbito de la izquierda. En el
problema supuestamente insoluble: ir en mató a Rosendo?” y entrega una crónica nota- ámbito de los derechos humanos. Sin darle
busca del pueblo. Es como dice Argumedo: ble del Cordobazo, que sólo su talento litera- armas a una derecha que –hoy– en nuestro
“En nuestro caso, el trabajo universitario sólo rio y periodístico podía tornar posible. Es la país reivindica desvergonzadamente, es decir,
constituye un aspecto parcial de un compro- siguiente: sin tapujo alguno, algo que ha sido universal-
miso más amplio con el movimiento de mente condenado como uno de los grandes
masas”. Hay una foto que recuerdo pero no Cordobazo, por Rodolfo Walsh: genocidios del siglo XX: las matanzas de los
tengo. Un cartel cuelga de una ventana de la “Trabajadores metalúrgicos, del transporte militantes del ’76. Los crímenes de lesa huma-
Facultad de Filosofía y Letras. El cartel dice: y otros gremios declaran paros para los días nidad. Los crímenes cometidos desde el apa-
“Facultad tomada por las Cátedras Naciona- 15 y 16 de Mayo, en razón de las quitas zona- rato del Estado. Sabemos que están ahí. Que
les”. La mayoría de estos profesores venían de les y el no reconocimiento de la antigüedad podrán utilizar las reflexiones críticas que lle-
Sociología. Estaban seriamente formados por por transferencias de empresas. vemos a cabo. Pero nadie puede impedirse
Marx y por Weber. No venían de Tacuara ni “Los obreros mecánicos realizaban una pensar por lo que la derecha pueda o no hacer
del catolicismo. Señalo esto porque la versión asamblea y son reprimidos, defienden sus con lo que uno piensa. Eso de “no darle
vigente hoy sobre la izquierda peronista es derechos en una verdadera batalla campal en armas a la derecha” funciona como un freno
que esa izquierda fueron los Montoneros, el centro de la ciudad el día 14 de Mayo. al pensamiento, a la crítica. Tenemos que
quienes, sí, venían del catolicismo y algunos “Los atropellos, la opresión, el desconoci- revisar todo. Una historia crítica del peronis-
de Tacuara. De esos peronistas, nosotros ni miento de un sinnúmero de derechos, la ver- mo (o sea: un estudio acerca de los alcances y
idea. Los que buscamos la “cuestión nacio- güenza de todos los actos de gobierno, los límites que tuvo y tiene ese movimiento, si es
nal” a partir del golpe del ’66 creíamos en la problemas del estudiantado y los centros veci- que aceptamos el concepto como definitivo,
unión entre el marxismo y las luchas nacio- nales se suman. el de movimiento) no puede ya frenarse por la
nales contra el imperialismo. Las luchas que “Se paraliza totalmente la ciudad el 16 de advertencia de “no darle armas a la derecha”.
se habían dado en la Argentina bajo el fede- Mayo. Nadie trabaja. Todos protestan. El Tampoco puede frenar la tarea reflexiva, al
ralismo, el yrigoyenismo y el peronismo. gobierno reprime. pensamiento crítico, la “teoría de los dos
Veníamos de las entrañas de Hegel y Marx. “En Corrientes es asesinado el estudiante demonios”. No bien se critican los errores de
También de Lenin y del Che. Con ese baga- Juan José Cabral. Se dispone el cierre de la la guerrilla se recibe la advertencia: “Guarda
je, los profesores de las Cátedras Nacionales Universidad. que eso está cerca de la ‘teoría de los dos
buscaron la sustancialidad, la materialidad “Todas las organizaciones estudiantiles pro- demonios’”. Uno se apichona, se julepea y
del sujeto revolucionario en los obreros pero- testan. Se preparan actos y manifestaciones. piensa: “No, eso nunca”. Y no piensa más. Se
nistas. Alguien solía decirles a los marxistas Se trabaja en común acuerdo con la CGT. trata, por el contrario, de pensar. Dejémonos
gorilas: “Les guste o no, nuestro proletariado “El día 18 es asesinado en Rosario el estu- de joder: ¿cómo no vamos a pensar crítica-
británico son los negros peronistas”. El sujeto diante Adolfo Ramón Bello. Se realiza con mente, descarnadamente, dolorosamente o
de la revolución, la clase obrera, aquí, tenía estudiantes, obreros y sacerdotes tercermun- como se quiera, pero a fondo, una historia que
una identidad, el peronismo. Hacía ahí nos distas una marcha de silencio en homenaje a terminó en una catástrofe humanitaria? Cuan-
dirigíamos. Con Marx. No con Tacuara ni los caídos. do Baschetti (en su notable tarea de recupera-
con Joe Baxter, que nos parecía un aventure- “El 23 de Mayo es ocupado el Barrio Clíni- ción de documentos) escribe la cronología de
ro fascistoide. A otros no. Y a la mayoría no cas por los estudiantes y son apoyados por el los años 1974-1975 la titula: Cronología de un
le importaba Joe Baxter, ni suponía que tení- resto del movimiento estudiantil. desastre. Un desastre tiene muchas causas. No
PRÓXIMO amos algo que ver con Tacuara, que, para mí, “El 26 de Mayo el movimiento obrero de todas están del lado del Estado criminal. Ana-
era un grupo de choque con ideología nacio- Córdoba resuelve un paro general de las acti- lizar un desastre no es fácil. Hay que tener el
DOMINGO
nalsocialista. Los pibes de Tacuara aparecie- vidades de 37 horas a partir de las 11 horas, coraje de ir hasta las últimas causas. Y eso
ron a comienzos de los ’60. Eran bastante para el 29 de Mayo, con abandono de trabajo suele doler.
El foco siniestros. Se reunían en lugares semiclandes- y concentraciones públicas de protesta.
y el movimiento tinos. Hacían el saludo nazi. Cierta vez, voy a “Los estudiantes adhieren en todo a las Colaboración especial:
de masas la peluquería en Pampa y Superí (en Belgra- resoluciones de la CGT. Los estudiantes orga- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 31 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


40 El Cordobazo,
pueblada y organización

Suplemento especial de

PáginaI12
EL PROGRAMA DE LA FALDA que hoy enoja a algunos. Pero los más tradiciona-
n un documento trascendente les lo asumieron sin más en esos tiempos. El

E publicado en mayo de 1973, luego


del triunfo eleccionario de Cámpora,
la JP Regionales emite un
documento de importancia. Se llama
Compromiso con el Pueblo. Por ahora, lo que de él
nos interesa es que reconoce como antecedentes
de la lucha obrera en el plano sindical a tres
volante decía: “Si gorilismo significa...” Y aquí
venía toda la larga enumeración de los horrores
peronistas según la oligarquía... entonces “llene el
Congreso de gorilas”. En cuanto a Udelpa, su slo-
gan no era muy sutil: “¡Vote Udelpa... y no vuel-
ve!” Toda la ideología programática de un partido
político sostenida en impedir que un político
documentos que se elaboraron anteriormente. regrese al país. ¡Eso sí que es darle importancia a
Ellos son: el de La Falda (1957), el de Huerta alguien! Un tipo que no entendiera nada de este
Grande (1962) y el de la CGT de los Argentinos país (como tantos y como tantos de nosotros en
(1968). Será necesario pegarles una mirada que tantos aspectos) diría: “Pero... ¿a quién le tienen
nos dirá las posiciones del Movimiento Obrero tanto miedo? ¿Quién es ese monstruo que todos
en cada uno de esos momentos y por qué la tiemblan si vuelve? ¿Cuál es su poder?”
Tendencia (en 1973) los recupera como El Programa de Huerta Grande (en su sección
antecedente válido y combativo de sus proyectos. de Antecedentes Históricos) relata que el 18 de
El Plenario Nacional de Delegaciones Regiona- marzo de 1962 las urnas de la provincia de Bue-
les de la CGT y de las 62 Organizaciones emite nos Aires revientan de votos peronistas. Pese a la
en La Falda, en 1957, un programa de gobierno actitud de “colaboracionistas” como Augusto
que se diferencia plenamente del que aplica el Timoteo Vandor, a quien ya se tiene bien ficha-
gobierno dictatorial de la Libertadora. El Progra- do: el líder del sindicalismo blando, dialoguista,
ma se inicia con un repaso de las luchas sindicales conciliador, el sindicalismo sin Perón, el peronis-
en lo que se llama la Resistencia Peronista y pasa mo sin Perón. Al reventar las urnas de votos pero-
luego a enumerar las medidas que un gobierno nistas los milicos lo echan a Frondizi. Se hace
verdaderamente peronista debiera adoptar. La pri- entonces el Plenario de las 62 Organizaciones en
mera sección habla del Comercio Exterior. Punto Huerta Grande. Presentan su documento en una
1: “Control estatal del comercio exterior sobre las coyuntura que consideran favorable para la lucha
bases de un monopolio estatal”. Punto 3: “Con- de los pueblos: “Los procesos de Cuba y Egipto
trol de los productores en las operaciones comer- están muy presentes”. Y dicen (atención): “En un
ciales con un sentido de defensa de la renta nacio- Plenario de las ‘62 Organizaciones’ realizado en
nal”. Punto 6: “Planificación de la comercializa- Huerta Grande (provincia de Córdoba), se aprue-
ción teniendo presente nuestro desarrollo inter- ban como objetivos programáticos a imponer al
no”. Es claro: sólo un control estatal del comercio gobierno los puntos que constituirán una profun-
exterior puede planificar la comercialización dización de los contenidos antioligárquicos del
teniendo en cuenta el desarrollo interno. De lo Peronismo, de acuerdo con el ‘giro a la izquierda’
contrario, la comercialización que por sí mismos alentado por el General Perón desde Madrid”.
hacen los productores beneficia primordialmente Como vemos, lo del “giro a la izquierda” ya lo
sus propios intereses y los de sus socios monopo- manejaba Perón en 1962 y desde antes también.
listas internacionales. Plantear el desarme de este Señalo esto porque uno se ha encontrado a lo
esquema (que fue el que hizo a la Argentina desde largo de estos años con tantos otarios que le han
1880) significa la posesión de un Estado popular dicho que la izquierda peronista se tragó el cuen-
intervencionista, un “control estatal del comercio to del “aggiornamento” de Perón. Hasta recuerdo
exterior”. que en 1984 el periodista Pablo Giussani, en La
La segunda sección habla de la situación interna. Razón, sacó una nota que se llamaba “El Malen-
Punto 1: “Política de alto consumo interno; altos tendido” y buscaba demostrar que la JP había
salarios. Luego: desarrollo de la industria liviana, “malentendido” a Perón. Que se había comido el
desarrollo de la industria pesada”. Punto 4: cuento de que había girado a la izquierda y no
“Nacionalización de las fuentes naturales de ener- advertía que era un fascista. (Como, durante esos
gía”. (Se recurre aquí al artículo 40 de la Constitu- años, todo el furioso antiperonismo que desató el fijando líneas de prioridades y estableciendo topes
ción del ‘49.) Nacionalización de los frigoríficos alfonsinismo y sus aliados en la política y la uni- mínimos y máximos de producción (Roberto Bas-
extranjeros “a fin de posibilitar la eficacia del con- versidad lo decía abierta y sonoramente.) Vean, chetti, Ob. cit. Volumen 1, p. 228).
trol del comercio exterior, sustrayendo de manos en todo caso el cuento del “giro a la izquierda” ya Sólo tantos años de derrotas, tantos muertos y
de los monopolios extranjeros dichos resortes bási- se lo comían los obreros reunidos en Huerta todo el cinismo y la desesperanza que se acumuló
cos de nuestra economía”. Punto 8: Programa Grande que posiblemente merezcan más respeto y durante la década del ’90 nos llevan a ver con cier-
agrario sintetizado en: “Expropiación del latifundio hayan sabido más de política que todos los piolas ta piedad este Programa de los obreros de Huerta
y extensión del cooperativismo agrario, en procura que hablan de los boludos que se tragaron los Grande. Sólo este mundo de hoy en que los obre-
de que la tierra sea de quien la trabaja”. Propuestas cuentos de Perón. Estos obreros de la combativi- ros son excluidos, hambrientos, “inmigrantes
para la Soberanía Política. Punto 2: “Fortaleci- dad de la Resistencia necesitaban, reclamaban, “el indeseables” y no obreros, en que tienen que
miento del Estado nacional popular, tendiente a giro a la izquierda” del peronismo. Y si Perón lar- arriesgar sus vidas para llegar a los países ricos a
lograr la destrucción de los sectores oligárquicos gaba la consigna se la tomaban. Le creemos, gene- mendigar algo, en que tienen que saltar muros,
antinacionales y sus aliados extranjeros, y teniendo ral. Cómo no. Porque Perón no podía decir otra cruzar aguas peligrosas, mortales, en que al llegar a
presente que la clase trabajadora es la única fuerza cosa en ese momento. Cuando después le cambió los países en que esperan salvarse son agredidos
argentina que representa en sus intereses los anhe- el panorama (en 1973) y tuvo que “girar a la por leyes que los expulsan, por grupos vandálicos
los del país mismo”. derecha”... ¡giró a la derecha! ¿Qué le vamos a que los persiguen y los matan. Sólo en estos días
hacer? Carecía de la pureza intachable y de la fir- en que esa “oligarquía terrateniente” a la que pen-
EL PROGRAMA meza de principios esencial de todos los otros saban “expropiar sin ningún tipo de compensa-
DE HUERTA GRANDE políticos argentinos, hecho fácilmente comproba- ción” se da el lujo de manejar el país, el periodis-
El Programa de Huerta Grande es de 1962. Se ble con sólo repasar un poco nuestra historia. mo, de arrear a pequeños productores que debie-
redacta durante los días del derrocamiento de El Programa de Huerta Grande proponía las ran diferenciar sus intereses (y que no debieran
Frondizi. Sus antecedentes históricos toman la siguientes medidas: depender de una evidente torpeza de un gobierno
huelga del frigorífico Lisandro de la Torre como el 1. Nacionalizar todos los bancos y establecer un para unirse al traste de los poderosos, de los que se
hito de la lucha obrera a la que habrá siempre que sistema bancario estatal y centralizado. los van a comer no bien tengan ganas, ¿o no saben
remitirse y recuerdan que, luego de esa huelga, 2. Implantar el control sobre el comercio exte- pensar por sí mismos?), podemos sentir y creer
Frondizi larga el Plan Conintes, que los peronistas rior. que esas reivindicaciones obreras son absurdas. Es
no olvidan jamás y los desarrollistas llevan en su 3. Nacionalizar los sectores clave de la economía: bueno leer ese documento para ver la profundidad
mala conciencia. Frondizi concede esas elecciones siderurgia, electricidad, petróleo, frigoríficos. de la derrota. Para saber por qué se mató a tanta
que llevan al triunfo del peronismo en la provincia 4. Prohibir toda exportación directa o indirecta gente. Esos obreros eran peronistas. El mismo Perón
de Buenos Aires. La conducción peronista –no de capitales. los hubiera mandado al diablo si le hubieran ido
bien se sabe legalizada para competir en eleccio- 5. Desconocer los compromisos financieros del con ese programa en 1973.
nes– saca un slogan que era totalmente verdadero: país, firmados a espaldas del pueblo.
“Ya hemos triunfado”. Lo pasaban por televisión y 6. Prohibir toda importación competitiva con EL PROGRAMA DE LA CGT
la imagen principal era la de unos gauchos y unos nuestra producción. DE LOS ARGENTINOS
indios que galopaban tumultuosamente por la 7. Expropiar a la oligarquía terrateniente sin nin- El 1º de mayo de 1968, la CGT de los Argenti-
pampa. Los gorilas se extasiaban (creían que los gún tipo de compensación. nos, el núcleo duro y combativo de los trabajadores
negros peronistas iban a perder): “¿No ven?”, decí- 8. Implantar el control obrero sobre la produc- que se opone a la CGT de Azopardo manejada por
an. “Ellos mismos admiten que son salvajes.” El ción. el Lobo Vandor emite su Programa. En uno de sus
comercial peronista era asumir esa representación 9. Abolir el secreto comercial y fiscalizar riguro- pasajes resume los puntos que la clase obrera ha
de la barbarie. Eran, sí, los bárbaros: lo que los samente las sociedades comerciales. establecido en programas anteriores y que ellos
cultos, los patrones, no pueden asimilar. Los gori- 10. Planificar el esfuerzo productivo en función piensan retomar. Son los siguientes:
las asumen, para las elecciones de 1963, este mote de los intereses de la Nación y el Pueblo Argentino, -La propiedad sólo debe existir en función social.
II
expresiones más puras de los sectores pobres de la usted se tomó en serio lo de la careta democrática y
Argentina. nos lo quiere traer a Perón, o nos quiere meter a su
No debieran ser tirados al canasto de los trastos pandilla en la próxima contienda electoral.
viejos o de los sueños imposibles o, peor, absur-
dos, estos programas de La Falda, Huerta Grande LOS POBRES: “CAYÓ PERÓN,
y CGT de los Argentinos. Es posible que hayan ESTAMOS JODIDOS”
sido sólo sueños. Lo fueron. Fueron los sueños Lo repugnante de esta historia es que no sólo
que daban sentido a las luchas de los obreros en fueron los milicos los que quisieron echar a Illia.
esas encrucijadas de la historia argentina. Sabemos Fue casi todo el país. Que Perón no haya movido
que célebremente se ha planteado que para ser un dedo para defenderlo se comprende, creo. Illia
realista hay que pedir lo que no es posible. Sin había proscripto como todos al peronismo y le
embargo, quiero poner un ejemplo: en la contra- había inferido al líder una herida política tan pro-
tapa del libro de Baschetti sobre la Resistencia funda que muchos lo dieron por terminado luego
peronista hay una foto. Se trata de una pintada de ese episodio, sobre todo en Estados Unidos. Y
popular, militante, sobre un portón metálico de los sindicalistas del peronismo sin Perón, los van-
una fábrica cerrada. Es una pintada de los lucha- doristas. Además, los peronistas no creían en
dores de la Resistencia, y más aún: de los resisten- nadie. Habían sido traicionados varias veces y los
tes barriales, zonales, de esos que llevaron a casi radicales (aliados genuinos de la Libertadora, salvo
pueblos enteros a resistir la agresión gorila contra el “traidor”, el “maquivélico” Frondizi) no tenían
los sectores populares. La pintada dice: “Los yankis por qué serles confiables. Pero, ¿y el resto del país?
los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Nadie defendió a Illia, de cuyo gobierno, por
Villa Manuelita no” (la pintada no tiene signos de ejemplo, Guillermo O’Donnell califica como el
puntuación. Así la reproducimos. Sólo “Villa más democrático de la historia argentina. Califica-
Manuelita” está escrito al pie, como si fuera una ción siempre cierta y siempre manca. Porque es
firma, un compromiso. Que, por supuesto, lo es). cierto que Illia respetó las libertades públicas y
Se podría decir qué le importa a la Libertadora hasta diría más: es muy posible que haya sido una
que Villa Manuelita no la reconozca si la recono- de las mejores y muy pocas buenas personas que
cen los yanquis, los rusos y las potencias. Sin gobernó este país. Pero sobre los cimientos de una
duda, es posible decir eso. Se puede decir de enorme base de su población sin cobertura políti-
todo: que los de Villa Manuelita son patéticos, ca. Sé de radicales que se emocionan con Illia y
que no tienen noción de las relaciones de poder, dicen con sinceridad que Illia se habría legalizado
que nada significa que ellos reconozcan o no en poco tiempo más, y que su democracia habría
algo. He aquí el punto exacto: “Señores, que sido completa. Ese día ya no sería presidente de la
ustedes reconozcan o no algo no cambia nada”. República. Tendría el honor, que no es poco, de
Falso: cambia a la gente de Villa Manuelita. Una haber luchado como nadie por la transparencia de
cosa sería Villa Manuelita si reconociera a la su democracia. Pero aparecieron las tortugas en la
Libertadora. Otra si, como ocurre, no la recono- Plaza de Mayo. Supongo que en la Argentina hay
ce. De algo podemos estar seguros: aunque el tanta maldad como en cualquier país, pero nunca
mismísimo Dios se pronunciara desde los Cielos menos. “Manos anónimas” arrojaron tortugas en
y dijera: “Yo reconozco a la Libertadora”, no la Plaza de Mayo para decir que el presidente era
ocurriría eso en Villa Manuelita. La Libertadora, un lento, un provinciano, en fin, un tarado. Y algo
en Villa Manuelita, no será reconocida jamás. Y más. Por decirlo claro: que le faltaban pelotas.
esto, ante todo, sirve para todos los que viven en ¿Saben ustedes dónde estaban las pelotas que eran
Villa Manuelita. Si sirve para algo más, no pode- necesarias para gobernar el país y poner en vereda
mos saberlo. Acaso no importe. O no sea lo más al peronismo en 1966? En los cuarteles. Este país
importante. De ese material están hechos algu- culto, que hacía gala de su vanguardia en el Di
nos de los más grandes mitos de la historia. Era Tella, que tenía pilas de revistas literarias y edito-
absurdo que Ernesto Guevara se fuera a Bolivia a riales nacionales que editaban a escritores argenti-
desafiar a los Estados Unidos y a la estrategia de nos y a muchos extranjeros, este país que editaba
-Los trabajadores, auténticos creadores del patri- la URSS para América latina con un par de esco- libros que los españoles no podían leer, pero, a la
monio nacional, tenemos derecho a intervenir no petas y otros pocos más como él. Hoy es el sím- vez, este país de mierda, de milicos cuadrados, de
sólo en la producción sino en la administración de bolo universal de la rebeldía. empresarios cavernícolas, de oligarcas brutos, te
las empresas y la distribución de los bienes. El golpe del 28 de junio de 1966 intentó un sin- obligaba a viajar a Montevideo para comprar La
-Los compromisos financieros firmados a espal- ceramiento. Los únicos que podemos hacer esto ideología alemana de Marx y Engels, pero el país
das del pueblo no pueden ser reconocidos. somos nosotros, se dijeron los militares. Basta de del Lorraine, de El Escarabajo de Oro, el país de los
-Los monopolios que arruinan nuestra industria cederle el gobierno al radicalismo, en sus distintas ‘60, estaba vivo, aunque más vivo y poderoso era el
y que durante largos años nos han estado despo- formas, para que luego ande tironeando en quedar otro, el país de Primera Plana, revista que todos
jando deben ser expulsados sin compensación de bien con nosotros y con el peronismo. Frondizi, leían, semanario de izquierda en lo cultural (o de
ninguna especie. tan denostado y “maquiavélico”, había abierto la centroizquierda) y abiertamente militarista en su
-Sólo una profunda reforma agraria, con las posibilidad eleccionaria al peronismo. Creía, muy sección política, con gorilas imbatibles, con golpis-
expropiaciones que ella requiera, puede efectivi- equivocadamente, que no ganaría en la Provincia tas rabiosos como Mariano Grondona y Mariano
zar el postulado de que la tierra es para quien la de Buenos Aires. Al ganar, el peronismo se le Montemayor, y el país en que Francisco Manrique
trabaja. pudre todo. Illia, que tuvo una modalidad de hablaba por televisión (tenía un microprograma a
-Los hijos de los obreros tienen los mismos dere- gobierno más democrática que Frondizi, que no mediodía) y afirmaba enfático, serio, con ceño muy
chos a todos los niveles de educación de que hoy puso en marcha ningún Conintes, tenía planes aún fruncido: “Hoy, las Fuerzas Armadas son un blo-
gozan solamente los miembros de las clases privile- más peligrosos para los militares. Ese espíritu que monolítico”; este país tiró tortugas en la Plaza
giadas (Baschetti, Ibid., pp. 517/518). democrático que anidaba en el “viejito bueno” lo de Mayo: que se vaya ese viejo de mierda, quere-
En el Compromiso con el Pueblo que lanza en llevaría sin duda a levantar casi todas las proscrip- mos a un hombre para que gobierne este país, que-
mayo del ‘73 el Consejo Superior de la Juventud ciones. ¿Y si levantaba la de Perón? No era impen- remos a un milico que las tenga bien puestas. Y
Peronista, un senador nacional, diputados nacio- sable. Tal vez la osadía, la grandeza que lo frenó en apareció Onganía que, poco después, le consagra-
nales, diputados provinciales, concejales munici- 1964 fuera asumida a lo largo de su experiencia ría el país a la Virgen. Y antes habría de entrar en
pales, consejeros escolares e intendentes munici- presidencial. Aquí es donde Illia se vuelve sospe- carroza (una carroza entre colonial y monárquica)
pales, en su sexto punto se lee: “Impulsar el cum- choso, donde empieza a implicar un peligro. Es en el predio de la Sociedad Rural, donde fue ova-
plimiento y la profundización del programa del cierto que su actitud ante la Ley de Medicamentos cionado como nunca en su vida.
Frente Justicialista de Liberación, atendiendo ya lo puso ante la mira del establishment argentino Los militares le habrán dicho a Illia que no lo
especialmente las propuestas programáticas surgi- y los Estados Unidos. Pero no fue por eso que lo habían puesto para que fuera “democrático” sino
das del seno de la clase trabajadora en La Falda, voltearon. Se habló mucho de un golpe preventi- para que fuera todo lo democrático posible con el
Huerta Grande y el programa del 1º de mayo de vo. Pero, si usamos esta categoría, convengamos peronismo (el enemigo de la democracia) prohibi-
la CGT de los Argentinos” (revista Envido, Nº 9, que el de Frondizi también fue un golpe preventi- do. Usted se tomó en serio esto. Nosotros no que-
mayo de 1973, p. 6). vo. Un golpe preventivo se expresa como anticipa- remos una democracia completa. Queremos una
Perón, al leer esto en Madrid, habrá pensado ción. Hagamos esto antes de que nuestros enemi- democracia sin el peronismo. Por eso lo pusimos a
que la pendejada estaba loca y que habría que gos hagan aquello. Illia pasa a ser enemigo de los usted. Illia habrá argumentado que eso nunca sería
ponerla en vereda no bien él regresara a la Argenti- militares cuando se propone hacer algo antes de una verdadera democracia. Y los militares y todos
na porque con esos locos no se podría gobernar. que aquéllos se le anticipen. Lo que se propone los gorilas le habrían dicho la verdad. Gran parte
No desearía detenerme todavía en esta cuestión. El hacer es legalizar hasta el extremo que le sea posi- de la verdad era ésta: se intentaba demostrar que el
tema es revisar los programas surgidos “del seno de ble (cualquier extremo era, en rigor, imposible) al peronismo en la Argentina era como el nazismo en
la clase trabajadora” (como bien se dice en el peronismo. Los militares se le anticipan. En este Alemania. El gran enemigo de la democracia. Era
“Compromiso con el Pueblo”) y que, en su sentido el golpe de 1966 es preventivo. Usted nos eso: era “el régimen peronista”. No se podía incluir
momento, Perón habrá aceptado y reflexionar por va a traicionar –es el subtexto de los milicos–. Lo en la democracia a quien la negaba. Igual que los
qué han quedado tan lejos y hasta parecen patéti- pusimos ahí para que le ponga una careta demo- alemanes con Hitler. ¿O de estar vivo le habrían
cos, cuando, en verdad, constituyen una de las crática al país y, a la vez, proscriba al peronismo, y permitido presentarse en elecciones? (Si no lo hací-
III
an puré los rusos o no lo colgaban en Nurem- izquierda a la que todos llaman “jurásica” o naciones. En su papel de “policía interna”, Onga-
berg.) El peronismo era el nazismo. Se habían “cavernícola” habla de Reforma Agraria. Por eso nía emprende su gloriosa batalla contra un ene-
hartado de decirlo. Nadie imagina el nazismo es “jurásica”. Porque no entiende que eso no se migo poderoso: la Universidad de Buenos Aires.
dentro de la democracia alemana. Así como los puede hacer. ¿Por qué no se puede? Porque no se Pero se sabe que para los zapallos cursillistas y
alemanes prohíben el nazismo, nosotros prohibi- puede. Porque no hay un solo punto de la reali- católicos a ultranza en la universidad se acumulan
mos el peronismo, que es la expresión argentina dad desde el que sea posible partir para hacer los peores comunistas que sea posible ubicar en el
del nazismo. algo así. No hay ninguna fuerza histórica que país. Así, la policía del onganiato viola la autono-
Sí, pero hay una diferencia. En 1966 no había abra ese campo de posibilidad. Un campo de mía universitaria y revienta a palazos a los profe-
un alemán que fuera nazi. Y Hitler había dejado posibilidad se abre en el campo histórico cuando sores y alumnos sobre todo de Ciencias Exactas, y
a Alemania destruida. Y estaba muerto. En la hay un sujeto que pueda protagonizarlo. Cuando luego de Filosofía. Los que estudiaban Descartes
Argentina, la mayoría del pueblo era peronista. ese sujeto ha crecido por la fuerza de los hechos en Historia de la filosofía moderna se preguntaban
La democracia es el gobierno de todos, por todos o porque ha sido creado por una voluntad histó- cómo demostrar la existencia de la “realidad
y para todos. En Alemania funcionaba. No había rica. Cuando ese sujeto no existe, tampoco exis- externa”. Se lo demostraron los simios de la poli-
nazis. Si los había, eran pocos o estaban escondi- te, como posibilidad, el proyecto que debería cía de Onganía. Durante esos años, para un mili-
dos. En la Argentina, los peronistas amenazaban protagonizar. Algo así ocurría con Perón. Nadie tar cagar a palos a un estudiante era algo orgásmi-
siempre con desbordar las urnas. Ese esquema no se preguntaba: ¿por qué no vuelve Perón? ¿Por co. ¡Aquí estamos, se acabó “la isla universitaria”,
funcionaba. Alguna diferencia tenía que haber qué no permiten que el peronismo participe en “la isla democrática”, al fin podemos reventarlos
existido entre Perón y Hitler para que esta situación elecciones libres? Porque no se puede. En este a palazos, inmundos marxistas, judíos de mierda!
tuviera lugar. Ergo, el argumento gorila era un caso, había un motivo obsesivo y fijo: porque los Esos eran los gritos de triunfo en tanto formaban
sofisma. Ante todo porque fingía ignorar algo militares no quieren. La vida política argentina una doble fila, hacían pasar por ella, como gana-
esencial: Hitler había perdido una guerra y había desde 1955 hasta el advenimiento de la demo- do, a los estudiantes y les descargaban palazos
dejado a Alemania en ruinas, al pueblo hambrea- cracia gira alrededor de los militares. Es mentira cargados de rencor, palazos que durante años
do, aterrorizado ante la entrada de los rusos y –según la historia oficial de los radicales– que lo habían soñado descargar. Se llamó al hecho,
luego dividido por la potencias triunfadoras. haya hecho desde 1930. El gobierno de Perón como se sabe, “La noche de los bastones largos”.
Hitler había resultado una catástrofe para Alema- no fue un gobierno de base militar. No fue un Entretanto, el ministro de Economía, Adalbert
nia. El Reich que iba a durar mil años (ya hará su gobierno militar y fue tirado por los militares y Krieger Vasena, de cálido recuerdo en el corazón
paráfrasis Felipe Romeo en la siniestra El Caudi- la Iglesia como punta de lanza. Y a partir de del pueblo, modifica la Ley de Indemnizaciones
llo: “Por mil años de nacional-justicialismo”), 1955 son absolutamente los militares quienes por despidos (¡bajándola, por supuesto!) y
duró algo más de diez. Pero Juan Domingo gobiernan el país. Quienes lo ordenan. Lo dise- aumenta la edad para jubilarse. Si no la puso en
Perón era arrojado de su gobierno elegido demo- ñan. Bien, todos sabían esto. Nadie se pregunta- cien años fue porque alguien le dijo que a esa
cráticamente con un pueblo que no había perdi- ba entonces por qué no volvía Perón. Era parte edad usualmente la gente no llega, y la jubilación
do su fe en él. Por los barrios se decía: “Cayó del inconsciente colectivo de la época. Si es que no tendría sentido. Eran brutos, fachos, troglodi-
Perón. Los pobres estamos jodidos”. Por más aceptamos llamar “inconsciente” a algo que tas y violentos. (NOTA: En 1972, Krieger Vase-
Congreso de la Productividad, por más pan todos saben pero jamás cuestionan, ni someten a na estaba prudentemente fuera del país. Rodolfo
negro (además, si había pan negro en el peronis- problematicidad alguna. “Eso” –que Perón vol- Ortega Pena inicia un trámite para repatriarlo y
mo, había pan negro para todos), por más Con- viera– estaba totalmente internalizado como un juzgarlo. Lo vi a Ortega en una mesa de un café
trato con la California, por más que el líder pase- imposible del que ni hablar tenía sentido. Como frente a Tribunales con tres compañeros más. Le
ara en la pochoneta (algo que le ponía en contra hoy la Reforma Agraria. Así y todo, la piden los brillaba la pelada y derrochaba energía y entusias-
de la clase media, pero no de los pobres, que se sectores de la izquierda “jurásica”. Pero es pedir mo y juventud. Tal vez ayude a entender la suer-
divertían viendo a Perón en su caballo pinto y en por pedir. Si a estos tipos a los que habría que te de este país que Ortega Peña fue acribillado
la pochoneta), a Perón los pobres lo seguían que- sacarles la tierra (según esa izquierda), les quisie- por las balas de la Triple A y Krieger Vasena
riendo y sabían lúcidamente eso: “Cayó Perón, ron meter (torpemente, de acuerdo: si el Gobier- siguió asesorando a grandes corporaciones como
estamos jodidos”. De aquí la infamia gorila de la no hubiera hablado de entrada, aparte, con la el talentoso técnico que era, como el protegido
equiparación con el nazismo. Fue una infamia de Federación Agraria, algo mejor se habría conse- hombre del establishment que también era y al
todos los militares, de las clases altas y medias. guido) unas retenciones y se largaron en una cual se le debían tantos, pero tantos favores. Krie-
(NOTA: Es cierto que las universidades, por embestida brutal a barrer con todo y hasta a pro- ger podría haberse excedido en lo de la jubilación
ejemplo, mejoraron notablemente con la Liberta- ponerse hacerlo a la brevedad otra vez, ¿qué sen- –no hasta el punto en que yo lo dije–, pero era
dora. Y que Aramburu se tomó un interés perso- tido tiene ocupar un lugar de nuestro ser cons- una pieza de oro para las corporaciones.)
nal en la cuestión. Se fueron todos los fascistas, ciente en el tema de la Reforma Agraria? Eso era ¿Qué más hace Onganía? Crea un organismo
los neo-tomistas, los católicos ultramontanos que Perón. De aquí que su regreso definitivo llevara impecablemente macartista al que da el nombre
Perón había amontonado ahí. Y vinieron excelen- a Ezeiza casi 2 millones de personas o más. ¡Era de Dirección de Investigación de Políticas Antide-
tes profesores de gran prestigio. También es cier- un acontecimiento inverosímil! Un aconteci- mocráticas (DIPA). Todo esto dentro de la Ley de
to que eran hondamente antiperonistas y que no miento imposible. No era posible que Perón vol- Represión del Comunismo que le imponía la Doc-
habrían aceptado cargos bajo Perón, de modo viera. No era posible que hablara otra vez desde trina de la Seguridad Nacional. Disuelve los par-
que –sin intentar justificar una política nefasta– su balcón en la Rosada. Había ocurrido algo tidos políticos, cierra el Congreso y toda activi-
algo de cierto hay en que Perón no tenía dema- impensado en la historia. Quizás, entonces, algu- dad política es declarada ilegal. Antes de morir,
siada materia prima. De ahí a apelar a la peor hay nas otras cosas fueran posibles. Y no me refiero este hombre de fe, “que consagró a la Virgen un
un paso que no debió darse. Pero facultades sólo a cosas políticas como, por ejemplo, la revo- país rematado al imperialismo”, según frase de la
como, por ejemplo, Arquitectura y Filosofía lución. No, algo más simple, algo que la gente época, tuvo el descaro de presentarse a elecciones
tuvieron un renacer auspicioso. Que cortó, como sintió durante esos días de hechos imposibles en democracia y declaró, muy suelto de cuerpo,
veremos, el gorila Onganía, que veía marxistas y que se tornaban reales: ser felices, por ejemplo. que la suya había sido una “dictablanda”. ¡Al lado
peronistas en todas las universidades. Volvere- de Videla, Idi Amin parece Sor Juana Inés de la
mos, por supuesto, sobre esto. Sobre “La noche EL ONGANIATO Cruz! O no tanto. Pero el leporino se comparaba
de los bastones largos”.) Como el mote de nazis- Y EL CORDOBAZO –claramente– con Videla. Desde ahí se atrevía a
mo o de fascismo le había sido adosado al peronis- Entre tanto, el César leporino empezaba a hablar de la suya como una “dictablanda”.
mo desde sus orígenes, fue sencillo reflotarlo para pagar caro la cantidad de dislates solemnes que se Entretanto aparecía –en las jornadas del Cor-
justificar su expulsión de la vida democrática, “tal había mandado. Hubo pocos dictadores con dobazo– el Periódico de la CGT de los Argentinos
como hicieron los alemanes”. Pero ocurría una menos gracia que Onganía. Cuando aparecía en dirigido por Raimundo Ongaro y Ricardo de
paradoja fatal para los antiperonistas: el partido los noticiosos le ponían música de Elgar, el autor Luca, situado a Paseo Colón 371, valía 50 pesos
que era la negación de la democracia era, a la vez, inglés de “Pompa y circunstancia”, música desti- y éste era el Nº 46. Su título principal: La unidad
el que representaba a la mayor parte del pueblo. nada a la reina de Inglaterra. Interviene bruta- se logró en la calle. Y luego: “Los generales fusila-
O había que adoptar el voto calificado (¡Si habre- mente (era un soberano bruto, ¿de qué otro dores de 1956 son los padres de 1969”. ¡Qué pre-
mos oído esto los que tenemos algunos años!) o modo podría hacerlo?) las universidades. ¿Por sentes estaban los fusilamientos de 1956! En esa
había que gobernar a espaldas del pueblo. Yo no qué? Por la Doctrina de la Seguridad Nacional, memoria implacable se dibujaba ya la suerte de
quiero, dice Illia. Una democracia debe ser verda- ese resultado nefasto de la Guerra Fría: basta de Pedro Eugenio Aramburu.
dera. Quiero llegar a eso. ¿Ah, sí? Bueno. Tortu- doctrina nacional, de nación en armas, de seguri- En tanto, entre la organización de los mecáni-
ga y a los caños. Aquí hace falta un hombre. Se dad para la guerra, basta de la “única forma de cos, la combatividad de Sitrac-Sitram, se va
necesitan pelotas para gobernar contra el pueblo. mantener la paz es prepararse para la guerra”. abriendo la figura de un sindicalista notable:
Onganía estaba seguro de tenerlas. Todos jura- Para la guerra “exterior” están los Estados Uni- Agustín Tosco. Habría de decir o ya había dicho:
ban que las tenía. Un verdadero hombre en la dos. Para la “guerra interna”, los ejércitos nacio- “No hay, evidentemente, posibilidad de llevar
Presidencia. Empezaba una nueva etapa. Ahora nales, que muy orgullosos pasan a ocupar el papel adelante una tarea revolucionaria sin una con-
verían esos peronistas. Vendrían al pie. Qué duda de policía interna, como el de Juan Lavalle y los ciencia, sin una ideología revolucionaria”. Y tam-
podía caber. de Mitre. El primero, barriendo la provincia de bién: “Yo no represento a una persona sino a la
Buenos Aires luego de liquidar a Dorrego, atando posición colectiva de todos mis compañeros”
PRÓXIMO POSIBILIDADES E a gauchos e indios a los cañones y ordenando (Nicolás Iñigo Carrera, María Isabel Grau, Ana-
DOMINGO IMPOSIBILIDADES hacer fuego; el segundo, limpiando las montone- lía Martí, Augusto Tosco, la clase revolucionaria,
Toda época histórica crea sus posibilidades y ras de Peñaloza y Varela, luego de Pavón (batalla Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2006, pp. 5
sus imposibilidades. Nadie se pregunta por qué de la inconmensurable traición de Urquiza, y 7). Continuará.
Ernesto Che Guevara. hoy es imposible aplicar el Programa de la CGT nunca superada hasta los días recientes) y decla-
La teoría del foco de los Argentinos. Está en el inconsciente colec- rando la “guerra de policía” que les permitía Colaboración especial:
insurreccional tivo. No se puede porque no se puede. Sólo la matar a los gauchos fuera de las leyes de las Virginia Feinmann y Germán Ferrari

IV Domingo 24 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


39 El ajedrez madrileño de Perón

Suplemento especial de

PáginaI12
LA HUELGA TRANSFORMA dirigente piquetero Raúl Castells le pidió al héroe “Los congresos de delegados que se sucedían
EL NÚMERO EN FUERZA de las recientes jornadas Don Luciano Miguens: periódicamente, en las sedes de la Unión Obrera
a huelga del Frigorífico Lisandro de la “Don Luciano, ¿no me daría unas vaquitas para Metalúrgica en ese período –al igual que en

L Torre queda en nuestra historia como


uno de sus momentos más genuinos.
En verdad, podríamos llamar a ese
episodio “La Comuna de Mataderos”.
Fue derrotado. Sí, la Comuna también. El
capitalismo ha derrotado todos los esfuerzos que
hizo la clase obrera para arrancarle mejoras o para
los pobres de mi provincia?” “Pero, cómo no”,
dijo el generoso terrateniente. Creo que ese
–como símbolo– es el momento de mayor bajeza
de lo que haya quedado hoy –si es que algo
quedó– de la clase obrera. Los pobres andan por
ahí, mendigando. Y los otros son presa de los
sindicatos. En la Comuna de Mataderos no
muchos otros sindicatos y agrupamientos (las 62,
los 19, etc.)– eran verdaderas asambleas políticas
donde se debatía la conveniencia o no de la ‘huelga
general revolucionaria’ y en los que los distintos
sectores (peronistas, comunistas, trotskistas, etc.)
estrechaban filas, cada uno en su sector claramente
definido, para mocionar a favor de una u otra alter-
obtener poder. Si así no fuera, el mundo actual habrían podido creer este diálogo. Un obrero no nativa, con debates tan lúcidos, pasionales y demo-
no sería ese canto macabro a la injusticia, al le pide nada a un patrón. Un obrero nunca pide cráticos, como, al menos yo, nunca volví a encon-
avasallamiento, a la planificación del hambre, al solo. Se reúne con sus compañeros y deciden qué trarlos en el movimiento sindical ni en los partidos
odio al inmigrante que hoy es. Si así no fuera, hacer. Un obrero forma parte de un sindicato y el políticos.
sería impensable que la Sociedad Rural fuera sindicato tiene que expresar las luchas obreras. “Hubo en esa época, marcada por algunas inédi-
saludada como una clase progresista en este país Viene de lejos la consigna: “Con los delegados a tas ocupaciones fabriles, como la de la textil Berna-
arrasado por el neoliberalismo en los ’90, lleno de la cabeza o con la cabeza de los delegados”. El lesa (con control obrero de la producción) y la de
excluidos, de hambrientos, de sindicatos sindicalismo de la Resistencia surgía de la misma CARMA-SIAM de Monte Chingolo –ver La hora
burocráticos y con marcadas tendencias mafiosas. desdicha que la clase a la que representaba: el de los hornos, parte II– que no sólo sirvieron de
La etapa 1956-1959 es la etapa gloriosa de la gobierno de la “Revolución Fusiladora” como valioso antecedente a Sebastián Borro y a los com-
Resistencia Peronista donde no sólo sucedían empezaron a llamarlo después de los pañeros del Frigorífico Municipal, sino que se ins-
cosas como la Comuna de Mataderos, sino fusilamientos de 1956. cribían además en un proyecto de ‘emancipación
también otras. Lo del Lisandro de la Torre fue de la Patria’, dentro del cual se había programado
incluido en estas páginas como herramienta LA RESISTENCIA: una sucesión de huelgas escalonadas por tiempo
conceptual: queríamos mostrar una huelga obrera UN TESTIMONIO indeterminado que culminarían –tema del cual J.
en la cual no había participado ninguna guerrilla. DE OCTAVIO GETINO W. Cooke no estaba ausente– en una huelga gene-
Ante todo, porque no había guerrillas. No había “Los casi tres años que duró el gobierno dictato- ral de ese mismo carácter. Primero, los metalúrgi-
teoría del foco. Lo que había era la certeza de que rial –escribe Germán Ferrari–, manchado de fusila- cos, luego los textiles y tras ellos la carne, en accio-
la herramienta de lucha de la clase obrera era su mientos, persecuciones y resquebrajamiento de la nes superpuestas, serían el factor desencadenante
masividad. Esa masividad era su múmero. Bien, economía, mostraron al sindicalismo peronista con de lo que se proyectaba como movimiento nacio-
la huelga es lo que transforma el número en fuerza. antiguos dirigentes encarcelados y exiliados, otros nal dirigido a subvertir efectivamente el poder de la
(Parafraseo aquí una gran frase de Cooke.) El alejados de la actividad pública y con participación dictadura militar y de sus cómplices en el campo
arma de los obreros es que son muchos. Al serlo, activa en la ‘resistencia’, y una nueva camada que político seudodemocrático.
su número es alto. Pero aunque el número sea comenzaba a hacer sus primeras experiencias en las “Así lo vivíamos en encuentros de cientos de
infinito, si no se organiza jamás se transformará luchas gremiales” (Germán Ferrari, Sindicalismo y delegados, por ejemplo de la seccional Avellaneda
en fuerza. En cuanto al tema de la violencia, la “Libertadora”, revista Nómada, N 6, p. 9). Quien de la UOM –yo integraba la comisión interna,
huelga es una clase de violencia. Impide la también hacía estas primeras experiencias era un rama empleados de SIAM Monte Chingolo–,
producción. Frena la dinámica del sistema muy joven Octavio Getino, el codirector de La cuando estábamos convencidos en apasionadas
capitalista. Pero los obreros de la Comuna de hora de los hornos. Su testimonio tiene un valor sesiones que transcurrían desde las 7 u 8 de la tarde
París empuñaron las armas. Yo (creo que esto lo documental, pero también es muy emotivo. Habla hasta pasadas las 5 de la mañana del día siguiente
he dicho) estoy contra la violencia. Pero tampoco del fervor de otras épocas. Cuando había obreros, (había que marcar tarjeta antes
puedo ser boludo. Si se vienen dos mil soldados fábricas, dirigentes honestos, un horizonte por el de las 6) de que dicho pro-
artillados hasta los dientes y con la orden (emitida que valía la pena pelear, traiciones que aún no yecto era absolutamente
por el gobierno) de aniquilar a los obreros, éstos habían sucedido, menos muertos, menos masacres, necesario y, por encima de
tienen la obligación de sobrevivir, de proteger a ni un genocidio. Había cosas que encolerizaban y todo, viable. Y no sólo para
sus familias, a sus mujeres, a sus hijos. ¿O a qué unían a los obreros: pocos días después de la llega- los trabajadores, sino para
mandó Frondizi 2000 soldados? ¿A preguntarles a da de Aramburu al poder, la Marina (¡ah, la Mari- la emancipación de todos
los obreros si necesitaban comida, ropa, a na en nuestro país!, sus aviones bombarderon Bue- los argentinos, o lo que
anunciarles que los patrones habían cedido a sus nos Aires el 16 de junio, su gran jerarca Massera, es igual ‘de la
reclamos? No, los enviaron para que los hicieran, con el apoyo de todos, hizo la ESMA, iniciaron la Patria’”. (Octavio
sin más, mierda. A esta agresión hay que metodología procesista con los sanguinarios hechos Getino, mail
responder. Pero una cosa son las armas en manos de Trelew y, antes, lo que a continuación narra- dirigido al
de la clase obrera agredida por el régimen. Una mos:) secuestró el cadáver de Eva Perón y lo hizo autor. El mail
cosa es que los obreros (que eligieron, ante todo, desaparecer. (Ya usaba esa técnica: hasta con cadá- no fue reto-
la metodología desarmada de la huelga masiva) veres embalsamados.) Se lo llevó de la CGT inter- cado por
respondan violentamente a la violencia represora venida por un tipo célebre entonces que se llamaba mí. No
del régimen y otra es que una orga mate a un Alberto Patrón, cómico apellido para alguien que hizo falta
policía o a un empresario. O que cien tipos se interviene una central obrera. Igual que Robustia- para
vayan al monte, lo declaren primer territorio libre no Patrón Costas, al que habían elegido presidente nada. Así
de la patria, y preparen acciones desde allí. Por el en la Cámara Argentino-Británica antes de que el lo escribió,
momento no hagamos valoraciones. Es muy GOU diera el golpe del ’43. Pero Alberto Patrón se de un tirón,
difícil hacerlas cuando uno también sabe que esos dio cuenta y se agregó Laplacette. ¿No tenía algo Getino.
cien tipos (equivocados) fueron asesinados al mejor? Porque “Laplacette” suena jodido también Como
margen de todo juicio, de toda ética, de todo para los obreros. “Laplacette”: “el palacete”. El vemos, circu-
comportamiento mínimamente humano, como “palacete” del “patrón” O sea, ahora la CGT, la buena prosa
bestias, torturados, animalizados por un poder intervenida, era “el palacete de Alberto Patrón”, o en los mails. Y
tan brutal y arbitrario como jamás hubo en este de Alberto Patrón Palacete. Como sea, la Marina se no todo es basu-
país y en muchos otros. Se trata de señalar cuál es lleva el cadáver de Evita. ¿Tanto miedo le tenía a ra, insultos, obras
la conducta genuinamente obrera, lo que nos una muerta? Sí, porque los obreros la amaban y maestras del racis-
permitirá también analizar qué esperaba el pueblo habría un lugar de encuentro y de lucha en cual- mo, agravios asque-
peronista del regreso de Perón por el que había sido quiera en que la hubiesen enterrado. Pero que antes como en esos foros
el primero en luchar. Porque la Comuna de hayan desaparecido a Eva siguió siendo un factor que se abren para que el anonimato cloacal dé rien-
Mataderos puede ser llamada así porque participó de unión, un motivo de lucha, de bronca, de con- da suelta a sus diversas patologías. Gracias, Octa-
en ella el pueblo. Las mujeres cocinaron quistas. Volvamos al testimonio de Getino. Viva- vio.)
alimentos, entregaron ropa, fueron una mos el clima de lucha genuina, de fervor, que Quiero detenerme brevemente en esto: “Apasio-
retaguardia inestimable. Y sabían en qué lucha transmite: “Recuerdo, por ejemplo, las asambleas y nadas sesiones (escribe Getino) que transcurrían
estaban sus hombres. Y muchas también se congresos de delegados que tuvieron lugar en los desde las 7 u 8 de la tarde hasta pasadas las 5 de la
mezclaron con ellos. ¿Qué gobierno pedían? ¿Qué gremios más combativos y politizados de esa época mañana del día siguiente (había que marcar tarjeta
otro podían pedir? El de Perón. Querían que –metalúrgicos, textiles y carne– donde junto con antes de las 6)”. ¿Cómo no iban a ser “apasiona-
volviera Perón. Con ese gobierno se habían tratar la defensa de la industria y el patrimonio das” esas sesiones? No dormían con tal de discutir,
sentido amparados. No creo (estoy seguro que nacional (la “nacionalidad”) crecía el debate sobre de planear, de organizar las acciones de resistencia
no) que pensaran instalar soviets en la Argentina. los caminos a desarrollar para “subvertir” la política o de planear una huelga. ¿No es hermoso estar
El peronismo les había dado una conciencia de la dictadura y de sus cómplices clasemedieros, desde las 7 u 8 de la tarde hasta más allá de las
antipatronal. Esto lo comprobaban una y otra libertadores y “democratistas” (radicales, socialistas, cinco de la mañana (porque a la seis tenían que
vez. Para ellos era muy simple: lo otro eran los demócrata cristianos, etc.) e imponer una salida fichar) discutiendo con compañeros de clase? Eso
patrones. Ellos eran los que se quedaban con la nacional y popular (la palabra “democracia” no fue también, legítimamente, el peronismo. Esa
gran tajada de la torta. Los que no les resultaba popular ni confiable ya que quienes la pasión de la resistencia. Esas luchas contra la patro-
aumentaban los salarios. Los que les quitaban invocaban aparecían como cómplices de la pros- nal. Esa furia por el robo del cadáver de Evita. Por
(junto con los gobiernos que los servían) sus cripción política, los fusilamientos, las represiones, las medidas antiobreras de Alberto Patrón Palacete.
derechos sindicales. Contra ellos era la huelga. el Conintes, es decir, la más explícita y salvaje anti- Por los compañeros en cana. Por la proscripción
Hace poco –en estos tristes días– el lumpen- democracia). del Partido. Por la de Perón. Por la imposibilidad
II
de decir “Evita” o “Perón” en voz alta. Lo decías y de las expresiones más duras de esta lucha. Empie- tiene? Surge del corazón de la clase obrera. Surge
te metían en cana. Todo ese ardor, esas ganas de za la era del ‘caño’, de los millares de artefactos del corazón de la lucha. Era, esa conducción, pero-
luchar, esa certeza de oro: nuestra lucha es para explosivos de fabricación rústica y peligroso mane- nista en su casi totalidad y estaba encabezada por
todos, para la emancipación de todos los argenti- jo, que inquietaron el sueño de los militares y los el hoy mítico dirigente Sebastián Borro, que se
nos, para la emancipación de la Patria. Hoy decís empresarios. Domingo Blajaquis era uno de los había forjado en los años de la Resistencia. Se
“patria” y sacás patente de boludo o peor: de hombres que vivieron para eso, y como él hubo sumaron a Borro delegados comunistas. Y Héctor
facho, de nacionalista, de populista. Hoy es la oli- muchos, convencidos de que a la violencia del Saavedra, un cuadro valiosísimo que acababa de
garquía la que dice “Patria” y todos aplauden. opresor había que oponer la violencia de los opri- regresar al país luego de su exilio por participar en
Obreros hay pocos, los tienen cautivos los sindica- midos: al terror de arriba, el terror de abajo. Era los comandos peronistas. Lo que no hubo, en la
tos. Y a los otros –los marginados, los excluidos, una lucha condenada por falta de organización y Resistencia, fue una conducción centralizada en
los de las villas, los arrojados al camino sin retorno de conducción revolucionaria, pero alteró el curso Perón ni en eso que los Montoneros, posiblemente
de la delincuencia o de la droga– mejor no les de las cosas, derrotó las ilusiones del ala más dura de acuerdo con Walsh, llamaban una “conducción
digas “Patria” porque te escupen, y con razón. de la revolución libertadora y facilitó el triunfo de revolucionaria”: un grupo que asume, en exteriori-
Pero hay que seguir. Y una forma de hacerlo es su ala conciliadora y frondicista” (Rodolfo Walsh, dad, la dirección de la lucha porque tiene el dia-
recordar a estos obreros de otros tiempos. Porque ¿Quién mató a Rosendo?, Ediciones de la Flor, Bue- grama de la estrategia de esa lucha. Cuando Perón
no todo está terminado. Y acaso unos nuevos tiem- nos Aires, p. 138). El texto de Walsh es muy rico: vuelve al país, la consigna que larga, entre muchas
pos puedan reclamar nuevos protagonistas y vuel- admitir que la condena de la Resistencia fue su otras, Montoneros es: “Conducción/ Conducción/
van a aparecer las sombras de ayer en los luchado- falta de conducción es reclamar una “conducción” Montoneros y Perón”. Aparte de la arrogancia y
res de hoy. Difícil, pero quién sabe. Ni siquiera para las luchas obreras. La Resistencia no habría del franco enfrentamiento con todos los otros sec-
esta historia –que parece inmodificable en su cami- tenido ni organización ni conducción. No es exac- tores del Movimiento que la consigna implicaba,
no al apocalipsis– está decidida para siempre. tamente así. En sus luchas zonales la Resistencia queda claro que un grupo como Montoneros se
tuvo conducciones. Sin duda, creía legitimado para ejercer una conducción sobre
EL TIEMPO no tuvo una Conducción las masas peronistas con el mismo derecho que
Y LA SANGRE Nacional. Pero en la Perón. “Nosotros pusimos los muertos, nosotros
Sobre la “resistencia”, en ¿Quién mató a huelga que hemos anali- queremos compartir la conducción.” No importa
Rosendo?, escribirá Rodolfo Walsh: “Nace entonces zado, la del Lisandro de hasta qué punto es verdadera la afirmación “noso-
una etapa oscura y heroica, que aún no tiene su la Torre, el 7 de tros pusimos los muertos”, lo que revela la frase de
cronista: la Resistencia. Su punto de partida es la diciembre de 1958 los los Montoneros es que le negociaban a Perón un
fábrica, su ámbito el país entero, sus armas la huel- obreros eligieron una trueque de sangre por poder. Quienes más sangre
ga y el sabotaje. Las 150.000 jornadas perdidas en comisión directiva sin- pusimos más poder nos merecemos. Para desilu-
la Capital en 1955, suben al año siguiente a dical nueva. ¿Qué sión de este esquema, Perón, no bien regresa, esta-
5.200.000. La huelga metalúrgica del ’56 es una mérito insoslayable blece uno de sus apotegmas más inspirados: La pri-

III
macía del tiempo sobre la sangre. “La lucha (dirá razón no es exterior al pueblo”. (El texto no es de era un Perón marxista. Esto era restar del Movi-
en agosto de 1973, ante los gobernadores de pro- Rosa L. Me tomé el atrevimiento de “hacerla miento a todos quienes no lo eran. No, Cooke.
vincias) ha finalizado por lo menos en su aspecto hablar” pero juro que no la he traicionado.) En Me quedo en Madrid.
fundamental. Esa lucha enconada, difícil, violen- suma, la enorme soberbia de la vanguardia es Madrid es la lejanía. Y la lejanía alimenta el
ta en algunas circunstancias, ya ha terminado; y que cree que posee algo que la clase obrera no, mito. El mito crecía día a día y era la prohibi-
comienza una lucha más bien mancomunada, de algo de lo que la clase obrera, completamente, ción la que lo hacía crecer. Políticos y sindicalis-
todas las fuerzas políticas en defensa de los intere- carece: el conocimiento científico de las leyes de la tas habían negociado ya un “peronismo sin
ses y objetivos nacionales” (2/8/73). Esto hace historia. Esto es una enorme falacia. Una menti- Perón” (en el fondo, el propósito montonero era
una conducción, que se la acate o no es otra cosa. ra interesada. Hoy, lo es más. Hoy, el marxismo el mismo: al heredar a Perón, hacer un peronis-
Pero supongamos que Perón les dice: “Estoy de no puede presentarse como un conocimiento cien- mo sin Perón, que sería revolucionario), pero las
acuerdo: ustedes pusieron la sangre. Pero esa tífico de las leyes de la historia. Pero en la época masas detestaban ese intento. Aparecían en
etapa terminó. Y con ella terminaron ustedes. Lo del castrismo, del guevarismo y de los Montone- seguida carteles que decían: “Nada sin Perón”.
digo en este sentido: no pueden ocupar la van- ros, sí. Pero aun entonces era una falacia. La El vandorismo fue el intento más poderoso den-
guardia de la nueva etapa. ¿Y si se me han acos- vanguardia posee una teoría exterior a las masas tro del campo sindical. Y el paladinismo (Jorge
tumbrado demasiado a la sangre? Tengo que y esa teoría no puede ser aplicada del mismo Daniel Paladino) lo buscó en el político. Paladi-
dejarlos reposar. Ahora viene la etapa de la pri- modo en todas partes. Cada proceso revolucio- no era el representante de Perón ante Lanusse,
macía del tiempo. La sangre ha sido para conquis- nario debe forjar sus propias armas teóricas. Y no aunque pronto empezó a decirse que era el de
tar el gobierno. El tiempo lo necesitamos para será la vanguardia, que trabaja en exterioridad, la Lanusse ante Perón. Esto le costó el puesto.
gobernar. Ustedes, que fueron la vanguardia de más autorizada para “crear” la teoría revolucio- Como ejemplo de la política sumatoria de Perón
aquella etapa, no pueden ser la vanguardia de naria. Deberá hundir sus raíces en las bases si veamos una carta al Movimiento Sacerdotes del
ésta”. Que nadie lo dude: Perón les dijo esto a los desea hacerlo. Y serán las bases las que elijan su Tercer Mundo, Movimiento que acabaría
Montoneros. Ellos insistieron en su esquema: conducción. Las masas no merecen que se les sumándose a la Tendencia. Escribía Perón: “O la
riesgo = poder. Riesgo = Conducción. Perón bus- niegue la real posibilidad de un nivel de instruc- Iglesia vuelve a Cristo o estará en grave peligro
caba otros tiempos. Otros tiempos reclamaban ción. (Esto le conviene a la vanguardia.) Y la en el futuro (...) De estos simples hechos fluye la
otros hombres. (Admitamos que la mayoría que vanguardia niega también la democraticidad de admiración y el cariño que siento por los Sacer-
puso Perón fueron abiertamente repulsivos. ¡La la organización de las bases y la legítima repre- dotes del Tercer Mundo a los que deseo llegar
derecha para que barriera a la izquierda!) sentatividad de los dirigentes. Esto, por ahora. con mi palabra de aliento y encomio porque
Pero el peronismo –a partir de su caída en ellos representan la Iglesia con que siempre he
TEORÍA DE LA 1955– no requirió vanguardia alguna. Todos se soñado” (Baschetti, 1955-1970, Volumen I,
VANGUARDIA subordinaron a la conducción del líder del movi- Ibid., 613). Los religiosos se ponían muy con-
Pero el esquema de la Conducción que mane- miento, Juan Perón. Perón tenía un esquema tentos: compartían la lucha del pueblo. Una vez
jan los Montoneros es el del grupo de iluminis- militar de conducción (que ya hemos estudiado) llevaron a varios en cana. Sueltos, uno de ellos
tas que conoce la teoría de la revolución y sus y consideraba que la cabeza del movimiento era nos dijo: “Cuando íbamos en los celulares cantá-
caminos y debe, por consiguiente, “bajarla” a los el conductor y luego los conductores auxiliares. bamos cánticos religiosos”. Los muchachos de la
trabajadores. Desde este punto de vista, la clase Sabía atemperar esta centralización diciendo que JP les decían: “¿Y por qué no cantaron la marcha
obrera jamás podría tener una conducción obre- todo conducido (“hasta el último hombre que es peronista?” Eran chicanas. Buscaban decir:
ra. Los obreros no son ilustrados, no conocen las conducido”) tiene un papel en la conducción. Y “Cómo les cuesta ser peronistas a ustedes, ¿eh?”
teorías de la revolución y no pueden trazar las que todos llevan en su mochila el bastón de Reflexionemos algo más sobre la política suma-
grandes líneas estratégicas. La teoría de la van- Mariscal. Pero, sobre todo una vez instalado en toria. Cierta vez –durante su primer regreso– le
guardia que introduce desde afuera la teoría revo- Madrid, su ajedrez demuestra una precisión exce- preguntan (era un reportaje televisivo) a Perón:
lucionaria en las masas es de cuño leninista. Está lente. Para Perón se trata de mantener unido al “¿Qué opinión le merece John William Cooke?”
en el ¿Qué hacer? Si bien es cierto que Lenin la Movimiento. De sumar a él a todos los que quie- Perón, muy seguro, responde: “Era un eminente
diseñó para las particulares encrucijadas con que ran sumarse. De tener un ala dialoguista. Un ala argentino”. Y luego, con esa sonrisita canchera,
se encontró la revolución soviética, no es menos conciliadora en lo político. Un ala dura en lo sin- socarrona, esa sonrisa que decía “soy el más piola
cierto que raramente se abjuró de ella. Tiene un dical. Y un ala blanda. Y cuando aparezca la gue- de todos” y más lo decía si, al decirlo, guiñaba
gran atractivo: la clase obrera es reformista per se. rrilla (“los muchachos”) les dará el nombre de un ojo, añade: “Cierto, algunos dicen que era
Es parte del sistema de producción capitalista. “formaciones especiales”, tolerará que se conduz- demasiado izquierdista. Pero también había
Siempre, por fin, termina por generar una con- can por su cuenta, acaso porque no había otra otros que eran demasiado derechistas, como
ciencia trade-unionista. Una conciencia sindical. posibilidad. El caso es que todos los caminos (Jerónimo) Remorino”. Esto lo basaba en frases
Hasta –por qué no– podríamos decir una con- conducen a Puerta de Hierro y Perón pasa a ser que había dicho en 1951, en la Escuela Superior
ciencia peronista. El peronismo es un movimien- el general de las cartas y de las cintas grabadas. Peronista: “En cuanto a ideología, en el Movi-
to que desde su base sindical forma parte del sis- Este sistema valida a todos. No hay grupo que no miento Peronista tiene que haber de todo”. Por
tema capitalista, con el que negociará permanen- tenga una carta o una cinta grabada en la que decirlo claro: Perón confiaba tanto en su poder de
temente los intereses de los trabajadores. Lenin Perón lo confirma como parte del Movimiento. conductor de masas y de hombres que creía llevar
busca otra cosa. Se propone eliminar el sistema “Si llego con los mejores, llego con muy pocos.” hacia un mismo fin a la derecha y a la izquierda.
capitalista. Pero la conducción no la pueden Grande y verdadera frase de Perón. Pero se le Todos se someterían a sus dictámenes porque
tener los obreros. El destino de la clase obrera en podría haber dicho: “General, si llega con todos ellos expresaban su conducción. La palabra de
cuanto logra mejoras es integrarse al sistema llega con el caos”. Perón era el “plato” de Perón. O se estaba con los
capitalista. No tiene una ideología de cambio, una pies dentro del plato o afuera. Si se estaba afuera
ideología revolucionaria. ¿De dónde habría de CONDUCCIÓN: no se era peronista. Este sistema de conducción
venirle? Pues del Partido Revolucionario de Van- ENTRE EL AFUERA le dio grandes réditos durante su primera expe-
guardia, el cual estaría formado por un grupo de Y EL ADENTRO riencia de Gobierno. (Nota: Aquí no había teni-
elite que conocerá las leyes de la historia, la ideo- Perón, en Madrid, comienza a sufrir un equí- do un grupo armado como Montoneros que le
logía revolucionaria del proletariado, y la hará voco feroz. Algo que no advierte. Desde afuera, disputara la conducción. El mayor rival de Perón
penetrar en las masas. Pero la conducción queda en exterioridad, se puede manejar el Todo. durante su primer gobierno, el cuadro político
en manos de la elite ilustrada. En esta etapa del Desde adentro, en interioridad y como parte de que más trabajo le dio conducir, si es que lo
pensamiento marxista leninista (fortalecido por el la misma historicidad que todos, no. Perón, en logró, fue Evita.) Pero ahora había alimentado
castrismo) se afirmaron los Montoneros. Ellos serí- Madrid, vive en otra historicidad. Es lo que le demasiadas fuerzas antagónicas y todos sabían
an el Partido de Vanguardia que pedía Lenin. decía Cooke: “Usted es el prisionero de Puerta de que estaba viejo y pronto moriría. No era el
Son conocidas las críticas de Trotsky y de Rosa Hierro”. Perón creía otra cosa: creía ser el gran Perón de 1945-1955. Nadie se le atrevía enton-
Luxemburgo a estos trágicos planteos de Lenin ajedrecista de Puerta de Hierro. El conductor ces. Y eso que el gran ajedrecista formaba parte
que llevarán vertiginosamente al culto a la perso- estratégico. El que dirige el montón. Y el que del juego. Hasta 1973, desde la distancia madri-
nalidad, a Stalin. Trotsky dijo lo evidente: el dirige el montón no puede formar parte de la leña, ocurrió esto. Hasta que regrese nos somete-
aparato del Partido sustituye al Partido. Surge batalla. Napoleón no formaba parte de la batalla. mos. Cuando vuelva, se verá.
un Comité Central conducido por una burocra- La conducía en lejanía para poder ver el todo. Si Entre tanto, en 1966 asume la presidencia del
cia altiva, soberbia y corrupta. Esta burocracia se hubiera metido en la batalla habría visto sólo el país el general Juan Carlos Onganía. Perón no
consagra a un dictador que sustituye la conduc- lugar en que estaba metido. Si yo me meto en la derrama ni media lágrima por la caída de Illia.
ción del Comité Central por la propia. Y se conducción táctica (reflexionaba Perón) voy a ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Por un nuevo fraca-
acabó: lo que viene después de esto es la lamen- terminar dirigiendo a un conjunto, no al Todo. so de la democracia argentina? ¿Illia era la demo-
table historia de la Revolución Rusa, Stalin. Cooke le pedía que se impregnara de los olores cracia argentina? Para Perón era otro más que
Rosa Luxemburgo hace un planteo entrañable, revolucionarios de América Latina. Pero Perón mantenía las prohibiciones vejatorias sobre su
conmnovedor y posiblemente el más atinado: sabía que él, en Cuba, habría estado a la sombra persona. Ahora venían los militares a mostrar la
“Señores, el espontaneísmo de las masas no es de Castro. Se habría transformado en un castris- jeta directamente. Basta de farsas electorales.
irracionalismo. Es la acción directa de las masas. ta. En un marxista. Y en un completo inasimila- Basta de poner en el gobierno a partidos sin fuer-
PRÓXIMO Si ustedes creen que esa acción está privada de ble para los militares de Argentina y para los za que eran presa fácil de los sindicatos, de Perón,
conciencia revolucionaria es porque son unos Estados Unidos. Sobre todo, creo, Perón rechaza de las huelgas, y de los milicos desconformes.
DOMINGO
miserables pequeñoburgueses, con pretensiones la invitación de Cooke a La Habana por orgullo. Ahora, ellos, los mismísimos milicos daban la
intelectuales y ambición de conductores. No les Y no le faltaba razón: él mandaba sobre las masas cara. Y tenían labio leporino.
El Cordobazo, diré que el pueblo tiene razón porque de inme- de un enorme país como la Argentina. ¿Para que
pueblada diato me acusarían de populista. Pero les diré, iba a ir a ponerse a la sombra del prestigio revolu- Colaboración especial:
y organización con toda la firmeza de la que sea capaz, que la cionario de Castro? Además, un Perón en Cuba Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 17 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


38 Onganiato y Cordobazo

Suplemento especial de

PáginaI12
HACIA UNA FENOMENOLOGÍA menos por la solución política. Ahora los que baciones de todo orden, las huelgas, los paros, las
DE UNA HUELGA EJEMPLAR queremos guerra somos nosotros, pero guerra a protestas tumultuosas, los panfletos, los rumores
ay un encuadre político del que nuestro modo, no al de ellos. Vamos a ver si de todo tipo, la baja producción y el desgano, la

H no pueden salir los militares ni


los partidos no peronistas. La
Libertadora se había
autodenominado “Gobierno
Provisional”. Lo hizo cuando creía que
despacharía sin mayores problemas al
peronismo. Que la desperonización del país sería
podrán gobernar cuando el pueblo llegue a la
resistencia sistemática. Veremos también quién
será el que pierda con la ruina general. me daría
un gran placer si algún día, en la obra en que yo
trabajara, tuviera a los oligarcas y a los ‘petiteros’
acarreándome baldes de mezcla” (Perón-Cooke,
Correspondencia, Volumen II, Ibid., 46/47/49).
desobediencia civil, la violación de las leyes y
decretos, el no pago de los impuestos, el sabotaje
a la administración pública, solapada e insidiosa,
etc., son recursos que bien ejecutados pueden
arrojar en pocos días a cualquier gobierno (...) Yo
creo que la eficacia de los pequeños métodos es
temible (...) Por eso creo que la resistencia no ha
sencilla. También la izquierda apostó a algo Qué tipo este Perón. Cómo sabía decirle a cada sido bien llevada, porque la gente se ve más atraí-
similar: hay que desperonizar a la clase obrera uno lo mejor para tenerlo de su lado. Observemos da por las bombas y los incendios, que son efecti-
para que gire a la izquierda y se encuentre por que el texto tiene una potencia notable y que sin vos si no se olvidan las cosas más pequeñas, pero
fin con su verdadera ideología de clase, que es la duda a Cooke le habrá revuelto la cabeza. Así diri- que ejecutadas en millones de partes resultan
que sostienen los partidos de izquierda. El gía Perón la Resistencia Peronista. Ése era el len- mayores y más efectivas que hacer volar un puen-
problema es que el socialismo argentino guaje preciso. Observemos que la frase: “Al terror te o incendiar una fábrica” (Perón-Cooke, Corres-
participa de los enjuages de los “libertadores” no se lo vence sino con otro terror superior” anti- pondencia, tomo II, 1970, p. 39. Esta cita corres-
para suprimir al peronismo. Reforma de la cipa a la que dirá “A la violencia del régimen ponde a la edición de Granica que es la citada por
Constitución, Junta Consultiva Nacional, opondremos una violencia mayor”, que será ofre- Alonso, Elizalde y Vázquez, que son los autores
disolución del Partido Peronista, intervención cida a los cuadros combativos de los setenta. de un más que excelente libro: La Argentina del
de la CGT, etc. Un engendro como la Junta Ahora, le dice a Cooke, somos nosotros los que siglo XX, Aique, Buenos Aires, 1997, p. 129). El
Consultiva Nacional, por ejemplo, estaba queremos guerra. Pero (aclara) “a nuestro modo”. texto de Perón es formidable: traza todo un plan
presidido por el almirante Rojas y se proponía la O sea: nada de fusilamientos, nada de matanzas de resistencia de
consolidación de los principios liberales del clandestinas, de crímenes en basurales. ¿Cuál es el sabotaje des-
Gobierno y la desperonización del país, que modo que Perón considera “nuestro”, es decir, de tructivo
había quedado en situación de catástrofe los peronistas? Ese modo estará
democrática luego del peronismo. Para esto plasmado cuando el pueblo llegue a
serviría la Junta Consultiva Nacional. Era un la resistencia sistemática. Es el pue-
organismo asesor de la Libertadora. En esto se blo el que ejerce y el que encarna la
anotaron José Aguirre Cámara, Horacio Thedy, resistenca sistemática. Ese es
Miguel Zavala Ortiz y Oscar Alende (cuya “nuestro modo”, dice
evolución todos conocemos), muchos otros Perón. Perón
radicales y los socialistas Nicolás Repetto, ni pensaba en
Américo Ghioldi y Alicia Moreau de Justo, la la guerrilla en
Victoria Ocampo de la izquierda, cuyo nombre estos años. Sólo
engalana una avenida importantísima de Puerto incorporará este
Madero, hoy. No había forma de desperonizar el concepto luego
país ni a su clase obrera. Por consiguiente, los de la aparición
“libertadores” conceden elecciones “libres”. Y de los Montone-
aquí empieza la farsa. A la cual se prestan todos ros. Pero es muy
los partidos políticos. Ninguno es capaz de decir sugerente el modo
“mientras el peronismo esté prohibido no puede en que nombra a
haber elecciones democráticas”. Todos esperan los grupos guerri-
llegar al gobierno y, desde ahí, negociar con el lleros: formaciones
peronismo y controlarlo. Los militares abren la especiales. ¿Por
farsa pero permanecen como los “patrones de la que son especiales
vereda”. Controlan todo. Ponen y sacan. Hemos estas formaciones?
visto ya la experiencia de Frondizi y la de Illia. Porque actúan individual-
Los militares los ponen para que el país tenga mente. Forman parte de la lucha del
una máscara democrática. Ellos aceptan. Llegan pueblo, pero no luchan como el pueblo.
y empiezan a negociar con el peronismo. Luchan de un modo especial. Luchan fuera de
Cuando estas negociaciones llegan a un punto la masa. Colaboran con la masa. Pero no sur-
peligroso, los militares los sacan. gen de ella ni pelean desde ella. Son “espe-
La historia argentina transitaba otros carriles, ciales”. Son “formaciones”. Cuando estamos
tenía experiencias más auténticas, totalmente diciendo que son “especiales” estamos
genuinas, y vendrían del propio peronismo. diciendo que estas “formaciones” matan,
Nuestro propósito –aquí– es hacer la fenomeno- matan gente. Trabajan con la muerte. La
logía de una huelga. ¿Qué entendemos por feno- masa trabaja con la masividad. El pue-
menología? Ir describiendo sus hechos, enume- blo trabaja con el número. Si se orga-
rándolos, mostrándolos en exterioridad y concluir niza, transforma su número
que esos hechos son, a la vez, la esencia de lo que en fuerza. Pero no una
buscamos. Los hechos nos narran su historia y fuerza organizada
nos dicen a la vez qué significa esa historia, qué para matar. Las “for-
puntos conceptuales afirma, cuáles niega. La pre- maciones especiales”
gunta es: ¿qué es una huelga obrera? Como más no trabajan con la
adelante –bastante más adelante– nos preguntare- masividad, aunque
mos ¿qué es el foco insurreccional?, queremos ahora adhieran a ella. Tra-
exhibir el mecanismo ejemplar (paradigmático, es bajan con formaciones
decir: el ejemplo perfecto) de una huelga obrera. reducidas. Estas formaciones
Ese ejemplo lo dio la huelga del Frigorífico Lisan- llevan incluida en todas sus accio-
dro de la Torre. Fue uno de los grandes momen- nes la decisión de matar. Su lucha es
tos de la clase obrera argentina. Y fue el ejemplo armada. La lucha de las formaciones especiales
de lo que una huelga es. es la lucha armada. La lucha genuina de la clase
Tempranamente Perón apela a la lucha violen- obrera no es la lucha armada. Su arma esencial, el sin actos violentos de envergadura. También era
ta. Una lucha violenta que se encarna en los mili- arma que define el ser de la clase obrera en su faz consciente de esa posibilidad. La guerrilla se le
tantes del peronismo. Poner caños, bombas de combativa, es la huelga. De aquí que nos detenga- impone a Perón. Como se le impone a la socie-
plástico, recurrir a sabotajes. En carta a Cooke del mos a analizar la gran huelga de los obreros pero- dad. La mayoría de la sociedad la acepta. Nadie
3 de noviembre de 1955, firmada en Caracas, le nistas: la del Frigorífico Lisandro de la Torre. parece entristecerse demasiado por el asesinato del
dice: “Algunos ‘angelitos’ piensan en la posibili- gorila fusilador Aramburu. Más aún en mayo de
dad de la ‘pacificación’ (...) Yo también era paci- LA HUELGA, EL ARMA GENUINA 1970, después del Cordobazo, cuando la idea del
fista hasta el 9 de junio pero, después de los crí- DE LA CLASE OBRERA regreso de Perón, traído por la lucha del pueblo
menes cometidos por los tiranos, apoyados por Sólo algo respecto de la relación de Perón con en todas sus formas, empieza a vislumbrarse como
los partidos políticos, ya no tengo esperanzas que la violencia. Lo sabemos: Perón es un político de una posibilidad. Lo que está claro es que la muerte
esto se pueda solucionar sino en forma cruenta (...) múltiples facetas y muchas de ellas están determi- de Aramburu se incluye como un hecho más de
Cuanto más violentos seamos mejor: al terror no nadas por sus estados de ánimo. El texto que una lucha que es mucho más que eso, que es la
se lo vence sino con otro terror superior (...) Algunos vamos a citar, y que le dirige a Cooke, es un lucha de todo un pueblo por el retorno de su líder
idiotas temen el caso de que se produzca un caos. Manual lapidario sobre las acciones que puede proscripto. Muchos jóvenes y los propios Monto-
Las revoluciones como la nuestra parten siempre tomar un pueblo resistente ante un gobierno dic- neros se empezaban a visualizar como vanguardia
del caos, por eso no sólo no debemos temer al tatorial: “El sabotaje, el boicot a las compras y al de la lucha porque eran los que “más arriesgaban”
caos sino tratar de provocarlo (...) Se trata de no consumo, el derroche de agua, las destrucciones en ella. “Si Evita viviera sería Montonera” es por-
dar escape a la dictadura por ningún lugar y de las líneas telefónicas y telegráficas, las pertur- que, ella, la más combativa figura del peronismo,
II
hoy estaría en el lugar más arriesgado de la lucha, proyecto de Ley de Carnes que contemplaba la acuden a presionar, a hacer sentir su presencia.
en su vanguardia armada. Ahí empieza al deterio- privatización del frigorífico nacional que, situado Llevan con ellos a un ternero. Le han colgado un
ro de la opción por la masas y su reemplazo por en el barrio de Mataderos, abastecía el consumo cartel. El cartel dice: “Señores diputados: no me
la opción por los fierros, que llevará al fracaso. de la Capital Federal. El objetivo manifiesto era entreguen. Quiero ser nacional”. Se trata de un
Ahora sí, vayamos a las jornadas masivas, pro- venderlo a la CAP (Corporación Argentina de hecho remarcable: en tanto el Frigorífico es del
letarias, de la huelga del Lisandro de la Torre. Productores), un ente mixto controlado por los Estado los obreros consideran que es “nacional”.
Sólo obreros ahí. Esgrimiendo su arma esencial: ganaderos. El interés de éstos en la posesión de Por ser “nacional” sienten que ese ternero es de
la huelga revolucionaria. El libro más adecuado establecimientos frigoríficos era reciente, pues el ellos, los expresa a ellos. Pero la ley se promulga en
para estudiar este complejo hecho histórico es el mercado internacional para las carnes argentinas Diputados y en Senadores ni necesita ser debatida
de Ernesto José Salas, La Resistencia Peronista, la había decaído y el mercado interno era el destino por tener el oficialismo una mayoría absoluta. El
toma del Frigorífico Lisandro de la Torre, la gente obligado de las mismas.” parlamentarismo les ha dado un duro golpe a los
del portal [Humano Buenos Aires, http://huma obreros del Lisandro de la Torre y ha legislado,
nobsas.wordpress.com] lo ha comentado con nota- DEL ESPACIO DE LA FÁBRICA AL una vez más, en beneficio de los patrones, de los
ble rigor. Voy a utilizar el trabajo de ellos. Es el ESPACIO DE LA MILITANCIA poderosos. Se produce entonces la resistencia
que sigue y es totalmente confiable: Hasta aquí tenemos: pocos recuerdan hoy la obrera. El 15 de enero de 1959 todos van a traba-
“Durante la segunda mitad de enero de 1959 huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre. No jar y toman el Frigorífico. No se van del edificio.
la ocupación del frigorífico ‘Lisandro de la hay sorpresa en esto. Se recuerda poco, se sabe Se convoca a una asamblea general. Asisten a ella
Torre’ y su posterior desalojo por fuerzas milita- menos y se sabe mal. O se sabe con mala fe. 8000 obreros. Se decide mantener la toma del
res y policiales desencadenó el estallido insurrec- Durante la década del ‘60 la huelga del De la Frigorífico y se declara la huelga por tiempo
cional del barrio de Mataderos y el inicio de una Torre fue símbolo de la lucha obrera del peronis- indeterminado. En la lucha colaboran los familia-
mo de la Resistencia. Durante la primera mitad res: padres, madres, hijos, hermanos. Toda la
de enero de 1959 los obreros ocupan el Frigorífi- gran barriada está conmovida, alerta y sabe que
co. Esto no se hace fácilmente. Han tenido puede desatarse la represión. Frondizi, apurado
mucho que hablar los militantes más activos con por los grandes ganaderos de la CAP, no puede
los obreros menos politizados. Es un diálogo demorar esta medida. Un Estado no puede per-
entre compañeros. Es un obrero que habla con mitir que unos obreros se apropien de un frigorí-
otro. Comparten la misma situación. La única fico. Los obreros se manejaban con un esquema
diferencia: uno está convencido de tomar el Fri- optimista: si el Frigorífico es del Estado es,
gorífico, el otro aún no. Cuando el otro tome entonces, nacional. Si es nacional tiene que ser de
conciencia de la necesidad de la medida estarán los obreros. O son ellos quienes tienen que luchar
totalmente identificados. La relación que se esta- para que no sea privado. Para que no se entregue
blece en la fábrica es central. De aquí la impor- a manos de las familias de siempre, los dueños de
tancia del trabajo para la clase obrera y tam- la tierra y del ganado que pasta sobre ella. Desta-
bién la importancia del neoliberalis- quemos esto: en el momento en que se está por
mo en haber reducido los desatar la rebelión los obreros no están solos en la
centros de trabajo. lucha, se han incorporado sus familias y hasta el
En la fábrica los entorno barrial.
obreros se rela-
cionan en tanto LA REPRESIÓN: 2000 SOLDADOS
compañeros y en El gobierno declara ilegal la huelga. Los obreros
tanto artífices de habían dado un paso de más no tolerado por la
la producción. legalidad burguesa: habían ocupado el Frigorífico.
Dentro de este Y el Frigorífico no es de ellos aunque sea del
capitalismo de la Estado. El Estado actúa como un ente de repre-
producción la sentación de los sectores dirigentes. A ellos les
huelga es posible pertenece todo. El Frigorífico podrá ser estatal.
por la identifica- Pero el Estado no es nacional. El Estado frondi-
ción y la cercanía cista –por referirnos solamente a él– era un Esta-
que el trabajo pro- do de dominación de clase. Su función era expre-
duce. Si desaparece el sar políticamente a los grandes empresarios y a las
trabajo, los obreros Fuerzas Armadas, que veían en los obreros del
pasan a ser marginados y Lisandro de la Torre a una gavilla de peronistas y
su unidad ya no se da por medio comunistas subversivos, alteradores del desarrollo
de la producción. En el Lisandro de normal y racional de la sociedad. Se hallaban cla-
la Torre eran todos compañeros y eran ramente dispuestos a reprimirlos en nombre de
los que hacían la tarea. Se identificaban de los valores de Occidente. La cuestión es clara: si
modo inmediato: compartían, ante todo, el el Estado expresa a las clases hegemónicas (a la
espacio de la fábrica. Se pasa del espacio de la vieja oligarquía y a los empresarios unidos a ella,
fábrica al espacio de la militancia. o sea: a las clases dominantes), el Frigorífico Lisan-
Frondizi quiere venderle el Frigorífico a la dro de la Torre pertenece al ámbito inviolable de
CAP (Corporación Argentina de Productores). la propiedad privada. En suma, los obreros se han
Al vendérselo a la CAP lo privatiza. La CAP está adueñado de una propiedad que no les pertenece.
en manos de los grandes ganaderos, que advier- Que les ha sido privada porque es de otros. De
ten, en ese momento, posibilidades concretas en quienes es el país. Y adueñarse de una propiedad
el mercado mundial. Los del Lisandro de la ajena es el más escandaloso delito de una socie-
Torre entienden que esa cesión que hace Frondi- dad basada en el orden del capital. Los obreros
zi es otro regalo para la oligarquía de las vacas y del Lisandro de la Torre han subvertido ese orden
las grandes extensiones de tierra. Deciden no y deben ser severamente reprimidos. Se ordena
entregar el Frigorífico. (Esto ocurrió en 1959. desalojar el establecimiento el día sábado.
Tal vez los obreros no habían madurado y aún no Como la orden no se obedece se desata la
huelga general nacional que puso en jaque la entendían que la oligarquía ganadera es una clase represión. Se movilizan contra los obreros fuerzas
fragilidad institucional del gobierno de Arturo revolucionaria que merece el apoyo de la izquier- que jamás se habían reunido para reprimir una
Frondizi. Hoy, estos hechos son poco conocidos da y del periodismo progresista. Además del ya huelga obrera. Este es uno de los momentos más
para muchos argentinos, pero en las dos décadas tradicional del establishment. En esa época, no. notables, más genuinos en la historia del peronis-
inmediatamente posteriores serían parte de los Entregarle el Frigorífico a la oligarquía era –para mo. Fue, si se quiere, nuestra Comuna de Mata-
relatos transmitidos oralmente y un antecedente los obreros– una maniobra reaccionaria. Se usa- deros, porque la participación de las barriadas
de los estallidos urbanos de finales de la década ban todavía estas viejas palabras.) adyacentes al Frigorífico fue importante. Pero la
de 1960. En los primeros días de enero, el presi- Sólo unos meses atrás los obreros habían elegi- represión fue desmedida. Expresaba también el
dente Arturo Frondizi ajustaba los detalles de su do una nueva comisión interna. La mayoría eran miedo de los poseedores, la presión de la oligar-
visita a los Estados Unidos; sería el primer man- peronistas. La comisión interna expresa el funcio- quía, el odio de clase, el odio a la soberbia de la
datario argentino en visitar oficialmente la namiento de la democracia en el interior de la chusma, el eterno “¿cómo se atreven?”, el eterno
potencia dominante de la posguerra. Su política fábrica. Son los obreros los que eligen sus comi- “hay que enseñarles”, “ahora van a ver quiénes
reciente había dado muestras sobradas de alinea- siones. Ellos se conocen y saben a quiénes eligen. mandan en el país”, el eterno “negros de mierda,
miento: los contratos petroleros, la Ley de Radi- Son elegidos los más combativos, los más fieles a se han soliviantado, hay que bajarles el copete”.
cación de Capitales y, a fines de diciembre de los intereses de clase, los que poseen mayor for- Los piquetes de guardia en las esquinas del frigo-
1958, el anuncio al país de la aplicación del pri- mación ideológica, algo que les permitirá nego- rífico fueron los primeros en dar la alarma. Lo
mer Plan de Estabilización elaborado a partir de ciar mejor con los patrones. La lucha común for- que vieron fue una poderosa fuerza represiva que
las recomendaciones del Fondo Monetario Inter- talece los lazos comunes: todos son compañeros avanzaba hacia el establecimiento: “22 ómnibus
nacional”. que resisten una medida que perjudica, también, cargados con agentes, carros de asalto de la Guar-
“En este contexto, el 10 de enero de 1959, el a todos. dia de Infantería, camiones de bomberos, patru-
Poder Ejecutivo envió a las cámaras un nuevo Se trata la ley en el Senado. Dos mil obreros lleros, cuatro tanques Sherman del Regimiento
III
de Granaderos a caballo y varios jeeps con sol- valor. Es un texto teórico. Dice: la vanguardia ria. Calificar a estas actitudes de “subversivas” es
dados provistos de ametralladoras, estos últimos de la nacionalidad, la vanguardia combatiente e de un cinismo elemental. Es el que prohíbe la
al mando del Teniente Coronel Alejandro Cáce- indiscutida son las masas trabajadoras. No hay manifestación del pueblo quien ejerce la subver-
res Monié”. La fuerza así reunida era de unos nada que enorgullezca más a la clase obrera que sión. En este sentido, todos los gobiernos que
dos mil hombres. A las cuatro de la madrugada sentirse vanguardia de su propia lucha. Jamás, actuaron entre 1599 y 1973 fueron subversivos
llegaron refuerzos de Gendarmería y un tanque legítimamente, debe delegar esa vanguardia en pues subvirtieron el funcionamiento de la demo-
ocupó posición frente al portón. Los obreros, en ningún grupo que no haya surgido de ella, que cracia. Cuando el movimiento obrero (siempre
grupos, se treparon a los muros y a la puerta de no sea parte de su estructura organizativa y dentro de ese esquema que le impide desarrollar
entrada. Ricardo Barco, delegado comunista exprese su lucha. en democracia su identidad política) emprende
que observaba la escena la cuenta así: “Avanzan Sigamos con el documento: una huelga en defensa de sus intereses, el Estado
los tanques. Estábamos colgados de los porto- “3.- Desde el 17 de octubre de 1945 –en que ilegítimo (Frondizi, los militares gorilas) le
nes, porque un poco en la bronca y otro poco por primera vez las masas laboriosas irrumpen envía una fuerza represora descomunal. Repase-
de inconsciencia, lo que pensamos es que iban a en el campo político y deciden el destino autén- mos la composición de la fuerza represiva.
meter la arremetida pero que lo iban a parar [...] tico del país– hasta esta gran huelga de enero de Semejaba el deseo de tomar una colina inexpug-
Yo, desde el portón, cuando el portón pegó el 1959, sólo las masas trabajadoras se han mante- nable en medio de la más feroz de las guerras.
cimbronazo, pasé por arriba de los árboles y fui nido fieles y consecuentes a los principios y 1) 22 ómnibus cargados con agentes de policía;
a caer en un cantero allá como a cinco o seis objetivos de la argentinidad, en una forma clara, 2) “Carros de asalto de la Guardia de Infantería,
metros... y todavía allí cayeron otros [...] En definida y continua. camiones de bomberos, patrulleros, cuatro tan-
medio de eso, que el tanque entra, avanza, la 4.- Y al mismo tiempo, desde el 17 de octu- ques Sherman del Regimiento de Granaderos a
gente se da vuelta, se para en el mástil y empieza bre de 1945, sólo el Movimiento Peronista, por caballo y varios jeeps con soldados provistos de
a cantar el Himno Nacional... no hay palabras encima de la incapacidad y el temor de muchos ametralladoras, estos últimos al mando del
para decir lo que siente uno en ese momento”. de sus dirigentes, ha probado que es capaz de Teniente Coronel Alejandro Cáceres Monié”;
“La resistencia duró tres horas, aunque la jugarse entero (...) en defensa del destino del 3) Eran cerca de 2000 hombres. A las 4 de la
mayoría de los obreros saltaron los muros y se patrimonio y del Pueblo Argentino (...) Somos mañana llegan refuerzos de Infantería y plantan,
refugiaron en su barrio. Desde el cuarto piso, los primeros en propugnar la unidad de todos en posición de tiro, un tanque frente al portón
un grupo tiraba con todo lo que tenía al alcan- los sectores nacionales contra la Oligarquía de la fábrica. Esto expresa la brutalidad del régi-
ce. A las siete de la mañana, la policía retomó el venal y el imperialismo extranjero, pero afirma- men y también su temor.
control: 95 obreros fueron detenidos y nueve mos que el Movimiento Peronista, consustan- Pero los obreros habían ganado (ya) muchísi-
resultaron heridos. El plenario de las 62 Organi- ciado con los trabajadores, se ha ganado el dere- mo. Se sentían unidos. El compañerismo de
zaciones reunido esa noche declaró un paro por cho innegable a conducir la lucha de todo el clase se había afirmado. Las acciones se visuali-
tiempo indeterminado que apoyaron los otros Pueblo, hasta liquidar al Gobierno entreguista y zaban más poderosas si eran colectivas. A nadie
dos nucleamientos sindicales. restaurar la vigencia de la Soberanía y de la Dig- se le pasó por la cabeza organizar comandos de
“La indignación por lo ocurrido recorrió el nidad argentina” (Baschetti, Ibid., p. 150/151). guerrillas. Y, en caso de hacerlo, habrían sido
barrio. Durante varios días obreros y vecinos El punto (2) lleva por título “La heroica actua- elegidas en asamblea y habrían surgido de las
libraron duras batallas contra las fuerzas de ción de la barriada de Mataderos”. Dice: “El entrañas de la clase obrera. ¿Qué habría hecho
seguridad. Mataderos se convirtió en el barrio segundo hecho relevante que demuestra la efica- un grupo miliciano externo que hubiera decidi-
de las barricadas, se hacían con adoquines saca- cia de la fuerza popular ha sido el comporta- do arreglar la situación? Habrían apuntado sus
dos de las calles, vías del tranvía, cubiertas de miento de la barriada de Mataderos, significati- armas hacia la Corporación Argentina de Pro-
ómnibus de líneas incendiadas y clavos migueli- vamente silenciado por los cronistas de la Oli- ductores. Ahí todos eran tipos importantes de
tos aportados por la Juventud Peronista. Por la garquía y del Imperialismo. Durante cinco días la oligarquía. El gobierno estaba en sus manos
noche los activistas cortaron el alumbrado y la consecutivos un enorme sector de la ciudad, o, al menos, debía servir decididamente a sus
policía fue recibida a pedradas desde las azoteas. comprendido entre Avenida Olivera y la Aveni- intereses y eso estaba haciendo. Si el grupo
En tanto, el gobierno allanó varios sindicatos y da General Paz y abarcando los barrios de Mata- miliciano secuestra a dos personajones de la
detuvo a varios dirigentes, entre ellos al “Lobo” deros, Villa Lugano, Bajo Flores, Villa Luro y CAP y dice que anulan la medida de privatizar
Vandor, John William Cooke, Susana Valle y parte de Floresta, ha estado ocupado por el Pue- el Lisandro de la Torre o los matan, quizá (sólo
Felipe Vallese. Además, declaró ‘zona militar’ a blo, ofreciendo una tenaz, entusiasta y exitosa quizá) Frondizi y los militares gorilas habrían
las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada y resistencia a los organismos de represión” (Bas- negociado con más cautela. Había vidas en
ordenó su custodia con tropas militares. Entre chetti, Ibid., p. 154). Y el 17 de enero de ese juego. Supongamos lo extremo. El triunfo total
tanto, Sebastián Borro y otros dirigentes de gre- año de 1959 (justamente cuando Fidel Castro y del grupo miliciano. El gobierno quiere salvar
mios chicos, como Jorge Di Pasquale, organiza- los suyos entraban triunfalmente en La Habana la vida de los personajones con apellidos sono-
ban la huelga. Desde los Estados Unidos, Fron- acompañados por todo el pueblo que se les ros y tradicionales, bien oligárquicos, y se sus-
dizi declaró: “La conducción del país la tiene el había reunido a lo largo de la lucha, sobre todo pende la medida de la privatización del Lisan-
gobierno y no los gremios”. Luego de tres días el el pueblo campesino) será nada menos que John dro de la Torre. ¿En qué benefició esto a la
movimiento de fuerza se debilitó: los colective- William Cooke quien fije algunas de las conse- clase obrera? Los superhéroes de la guerrilla se
ros trabajaron el martes y los nucleamientos cuencias conceptuales más importantes de la presentan en el Frigorífico y les dicen les trae-
comunistas y ‘democráticos’ abandonaron la huelga del Lisandro de la Torre. Refiriéndose a mos la solución. Los obreros debieran decirles:
huelga. El miércoles 21, las 62 Organizaciones las acciones populares, dice: “Si los medios de “Váyanse a la mierda. La solución la queríamos
decidieron el cese de las medidas de fuerza” lucha que ha usado no son del agrado de los conseguir nosotros. No queremos salvadores,
(Ver: http://humanobsas.wordpress.com). personajes que detentan posiciones oficiales, les queremos fortalecer la capacidad de lucha de la
recordamos que los ciudadanos no tienen la clase obrera que, ella sí, es la vanguardia de la
HUELGA OBRERA Y GUERRILLA posibilidad de expresarse democráticamente y lucha revolucionaria”. De aquí que sea muy
Un movimiento como éste deja plasmados deben alternar entre persecuciones policiales y difícil que un grupo miliciano pueda sumarse a
documentos importantes, dado que busca expli- elecciones fraudulentas (o sea: entre el plan una huelga obrera. Los obreros no amenazan
car los fundamentos de su acción y denunciar CONINTES –CONmoción INTerna del ESta- con matar a nadie. Su arma es paralizar la pro-
aquello contra lo cual lucha. El Comando Nacio- do– que impulsa Frondizi y las elecciones ama- ducción. Y esa posibilidad, a raíz de su anclaje
nal Peronista emite un documento interno con ñadas con la proscripción del partido mayorita- en las masas, era genuinamente peronista. Sé
fecha 3 de enero de 1959. Sus líneas centrales rio, el fraude descarado, infame, que nadie, nin- que estos textos traerán discusiones y para eso
son las siguientes: gún partido debió aceptar, JPF). No es posible están escritos. Para que se discutan. Para tirar
“a) El Paro General: proscribir al pueblo de los asuntos nacionales y “miguelitos” o poner uno que otro caño los
1.- “El paro general realizado por todo el Pue- luego pretender que acepte pasivamente el atro- obreros no necesitan milicianos. El miliciano
blo argentino los días 18 y 19 de enero de 1959, pello de sus libertades, a sus intereses materiales actúa individualmente. Al margen de la organi-
ha sido la más formidable expresión de repudio y a la soberanía argentina. No sé si este movi- zación de la clase obrera. Con frecuencia no
a un gobierno que se conoce en nuestra historia. miento nacional de protesta es ‘subversivo’, eso es pertenecen a ella. Son tipos con cierta cultura,
2.- Desde el punto de vista de la lucha por la una cuestión de terminología, y en los países colo- atosigados de lecturas del Che, de Fanon y de
Liberación Nacional, el paro general ha confir- niales son las oligarquías las que manejan el dic- Giap. El obrero sabe que en su unidad con sus
mado la ubicación de las masas trabajadoras cionario. Pero sí puedo decir que el único culpa- compañeros está su camino de lucha. Si le man-
como vanguardia combatiente e indiscutida de la ble de lo que pasa es el gobierno, heredero en dan 2000 soldados, tanques y morteros, lo
Nacionalidad. Una vez más los trabajadores han esta materia de la oligarquía setembrina. Por derrotarán. Pero también al grupo miliciano.
demostrado que su fuerza, su unidad y su ello el pueblo está en su derecho de apelar a Veo que no he podido tratar el tema que
homogeneidad constituyen la única garantía real todos los recursos y a toda clase de lucha para había anunciado. No había medido la impor-
para la emancipación de la Patria” (Roberto impedir que siga adelante el siniestro plan tancia que le daría a la huelga del Lisandro de la
Baschetti, Documentos de la Resistencia Peronista, entreguista” (Baschetti, Ibid., pp. 160/161. Las Torre y a sus consecuencias teóricas. Tratare-
1955-1970, Ibid., p. 150. Cursivas mías.) bastardillas son de Cooke). mos, desde luego, el onganiato y el Cordobazo.
Cuando el delegado Ricardo Barco dice que no Pero más adelante. Tenemos que explicitar los
tiene palabras para expresar la emoción que le LO QUE COOKE PLANTEABA: planes de La Falda, Huerta Grande y CGT de
PRÓXIMO produce ver a sus compañeros cantar, unidos, el UN PUEBLO SOFOCADO ESTÁ los Argentinos. Y desarrollar las principales tesis
Himno Nacional ante los tanques del gobierno, CONDENADO A LA VIOLENCIA de los teóricos que influyeron en las guerrillas
DOMINGO lo que dice es que esos compañeros están con- Plantea Cooke algo sensato, sencillo: apartar a de América Latina y en las de nuestro país.
duciendo la lucha del pueblo, aun en la inmi- un pueblo de las decisiones del país lo arroja a
El ajedrez madrileño nente derrota. Lo que dice el documento del un estado de orfandad cívica y social que lo Colaboración especial:
de Perón Comando Nacional Peronista es de enorme conduce a la violencia o a la huelga revoluciona- Virginia Feinmann y Germán Ferrari

IV Domingo 10 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


37 Los 18 años de lucha

Suplemento especial de

PáginaI12
LA PROSCRIPCIÓN Y LOS nocida. Illia no era un “viejito bueno”. Fue parte de Peronismo escrita por ¡Osiris Troiani y Hugo Gam-
FUNDAMENTOS DE LA los 18 años de exclusión del peronismo. Como bini! En ella publicaba Mariano Grondona. Gorilas
VIOLENCIA todos, dijo que sí, que aceptaba la proscripción del irredentos como Ramiro de Casasbellas. Y era la
l concepto “18 años de lucha” movimiento de masas. Es posible que pensara variar exquisitez, la elegancia, el éxito. El peronismo

E pertenece a la militancia juvenil de


los ’70. Los otros ámbitos de los que
pudo haber salido eran el Partido
Justicialista o el sindicalismo, que
hegemonizaba a ese partido de un modo a veces
sofocante. Pero no fue raro que no saliera de ahí.
A partir del golpe de 1966 la verdadera oposición
esta posición y esto le costó el golpe del ‘66. Pero,
¿qué habría ocurrido si Illia (o más claramente: el
radicalismo) dejaba de jugar como alternativa insti-
tucional de los milicos gorilas y decía que no, que
no aceptaba concurrir a elecciones con el peronismo
proscripto? Ah, señores: ésas son las causas de la
violencia. ¿Cómo se iba a perder el radicalismo la
recién empieza a tener una publicación de prestigio
con el periódico de la CGT de los Argentinos. Este
fue un gran paso. Ongaro y Rodolfo Walsh. Walsh
no escribía en Primera Plana. En 1968 éramos
muchos los estudiantes que repartíamos por las
aulas de Filosofía el periódico de Ongaro y Walsh.
(No repartíamos Primera Plana: la revista éxito de
al régimen gorila irá surgiendo cada vez más de las oportunidad de gobernar? Imaginen todos los cana- la clase media gorila.) Y en otras facultades sucedía
filas de la juventud. El Partido es anodino y no se llitas que le habrían objetado a Illia una decisión lo mismo. Pero sólo eso. Todo lo demás era rabioso
aleja demasiado del funcionamiento burocrático negativa. ¿Está loco este viejo? ¿Tenemos el gobier- antiperonismo. También en el estudiantado. Hasta
de cualquier partido. Y el sindicalismo es una no a la mano y no lo quiere agarrar? Pero Arturo que se produce la “Revolución Argentina” y la
organización que remite ante todo a sí misma, a Umberto Illia, como todo ser humano, era libre Noche de los Bastones Largos. Ahí comienza la
sus burócratas, a sus capitostes y a su poder. Ese para tomar una decisión libre: si decía que no el nacionalización del estudiantado. Hubo, en ese
poder está en constante negociación con el país se habría visto en una alternativa de hierro. O entonces, una frase célebre. La dijo una vieja com-
régimen, de modo que mal puede existir un permitirle al peronismo participar del juego demo- pañera (hoy un poco enredada en las telarañas agra-
enfrentamiento agresivo. El comportamiento de crático o adelantar el golpe de 1966. En dos opor- rias pero va a zafar, no lo dudo) y tiene una notable
los sindicatos será de gran cautela y no es escasa la tunidades el radicalismo se presta a la infamia insti- precisión: “Hizo más Onganía por la nacionaliza-
manija que Perón le dio a ese comportamiento: el tucional del Ejército Gorila: con Frondizi y con ción del estudiantado que cincuenta años de Refor-
poder justicialista descansaba en sus organiza- Illia. Dejemos de lado a Guido. La tragedia argenti- ma” (Alcira Argumedo dixit).
ciones gremiales, las que no debían agotarse en na se incuba en esos 18 años. Los años de la prohi- El caso es que los 18 años de ilegalidad en que
una lucha frontal. Así lo entendían los burócratas, bición. Los años del gorilaje extremo. No, ante el país vivió, los 18 años de dictaduras cubiertas o
personajes más dispuestos a servirse de sus puestos todo, a Perón. No al peronismo. Y (muy especial- encubiertas, justifican la figura de la legitimidad de
que a servir desde ellos, según la frase célebre de mente) no a la devolución del cadáver de Evita. Era los pueblos de levantarse contra la tiranía. Pero tie-
Evita, que los odiaba. El “burócrata sindical” es tan irritativo el peronismo de esos 18 años que no nen que ser los pueblos. Habrá que analizar delica-
una figura que se hace célebre en el folclore fue posible resolver ni lo de Evita. A ver si se entien- damente la relación entre pueblo y violencia que
político de la década del ’60 (la gran década de un poco esto: un país que proscribe a su partido se dio en la Argentina. Cuándo se dio. Cuándo no
gorila). Es el tipo que está al frente de un gremio o mayoritario durante 18 años y ni siquiera es capaz se dio.
en alguna posición de privilegio y vive como un de enterrar en su territorio el cuerpo de la mujer de
personaje de la clase alta. O de la alta clase media. un ex presidente por el terror que le despierta la EL PACTO PERÓN-FRONDIZI-
En El avión negro (1970), obra de teatro de Cossa, reacción de las masas es un fracaso, sólo puede COOKE-FRIGERIO
Halac, Somigliana y Talesnik, autores de distintos gobernar por medio del autoritarismo, de la violen- No es mi propósito analizar aquí la figura de
niveles de talento, hay un sketch, que cia, de la inconstitucionalidad, del antirrepublica- Arturo Frondizi. Todavía despierta tibias adhesio-
protagonizaba Oscar Viale, en que se ve a un nismo, del desprecio a las instituciones. ¿Qué gene- nes en intelectuales valiosos, en economistas. Busca
sindicalista negociando ladrillos para su casa en ra esto? violencia. hacerse de Frondizi casi una figura trágica, tramada
tanto hace una compra para el sindicato. Los de buenas intenciones o de buenos intentos que no
espectadores asistían al sketch como participantes LEVANTARSE EN ARMAS pudieron ser. Vamos de a poco. Es cierto que “el
de un lenguaje compartido con los autores. Todos CONTRA LA TIRANÍA caballo del comisario” para las elecciones de febrero
sabían que un sindicalista era eso. Al que más se Y los gobiernos que colaboraron con ese esquema de 1958 no era Frondizi sino Balbín, su viejo com-
dibujaba en el retrato que hacía Viale era a del militarismo gorila (que era un bloque) son cóm- pañero de lucha. La pintada “Balbín-Frondizi” era
Rogelio Coria. Como la obra se daba en el Teatro plices de toda esa tragedia. Cómplices de toda esa la expresión máxima de la oposición durante el
Regina, de la calle Santa Fe, el público era casi época de ilegalidad que hizo surgir la violencia. De populismo autoritarista de Perón. Había “aventuras
todo clase media. Pero era clase media la que se modo que el “viejito bueno” acaso lo haya sido, nocturnas” que residían en salir a pintar “Balbín-
estaba peronizando también y la que sabía que ese pero eso no lo llevó a tener un gesto de grandeza: Frondizi”. Sin embargo, la separación fue irrepara-
sindicalismo era una lacra que debía ser no me presento sin el peronismo, no voy a limpiar- ble. Balbín expresa la opción militar gorila. Había
erradicada. Y que además no era responsabilidad les a Uds. una situación institucional injusta, no les que gobernar con la proscripción del peronismo.
del peronismo (o no solamente) que existiera, sino voy a lavar la cara, me niego a ser el pelele “demo- Esta había sido la conclusión de la Libertadora y,
del poder militar que lo sostenía para conciliar crático” de un país que no lo es. ¿Qué habría pasa- también, la toma de conciencia de su fracaso: había
con él y contener a Perón y a las bases do? ¡Que nadie venga a justificar lo que pasó! Por- sido imposible desperonizar el país. Notable suceso:
justicialistas. que nada puede haber sido peor que lo que pasó. ¡todo lo que se había hecho desde 1955 en materia
Veremos la conducta sindical desde el protago- Seamos más claros aún: la proscripción del peronis- de propaganda y de injuria y los peronistas seguían
nismo durante la Resistencia hasta su actitud conci- mo impide el ejercicio de la democracia en el país. siendo peronistas! Por ejemplo: hubo exposiciones
liadora, sus negociaciones con el onganiato y luego Se vive entre gobiernos civiles ilegítimos (Frondizi, de las “joyas y los vestidos” de Evita. De las fotos de
sus reservas ante el regreso de Perón. Nadie va a Illia) o dictaduras militares (Aramburu, Onganía, Perón en la UES. De Gina Lollobrigida desnuda
encontrar al sindicalismo peronista jugándose por el Lanusse). Este sofocamiento institucional lleva a la por el famoso truco fotográfico. Todo eso se mon-
regreso de Perón (el paraguas de Rucci es sólo el violencia. La guerrilla nace el día en que se dicta el taba en un lugar amplio y se invitaba al público. A
aprovechamiento de una coyuntura a la que poco decreto 4161. La frase “la violencia de arriba genera la salida ponían un gran tacho con la leyenda:
habían colaborado) ni activando durante la campa- la violencia de abajo” no la inventó Perón. Pertene- “Usted puede arrojar aquí su carnet de afiliación al
ña electoral. El eje de la campaña electoral de 1973 ce al corpus de múltiples análisis sobre las distintas Partido Peronista”. Bien, aunque esos tachos eran
(que se dio durante el inolvidable verano de ese revoluciones en la historia. Si se da por sentado lo luego exhibidos llenos hasta el desborde el país no
año) fue la militancia juvenil. Los sindicatos mos- de la frase de María Antonieta y su influencia sobre se desperonizó. Ni los chistes de Pepe Arias. Ni las
traron una vez más su cautela. Este protagonismo la Revolución Francesa, podemos ver ese esquema comisiones investigadoras. Ni las comedias de Leo-
habría de llevar a la Tendencia (o sea: la militancia interpretativo en funcionamiento. Si no fue María nor Rinaldi. Nada. Ergo, hay que recurrir a una
juvenil ya hegemonizada por Montoneros) a equí- Antonieta quien dijo esa frase, alguna otra habrá salida electoral, pero el empeño de los peronistas
vocos serios en su relación con Perón. De todos dicho u otro idiota de Versalles habrá largado la (que son, además, tantos, demasiados, innumera-
modos, todo lo que empieza luego de esa campaña suya. La cuestión es que el pueblo bajo era agredido bles, maldición) en no desperonizarse obliga a blo-
y luego del triunfo de Cámpora es una tragedia por el lujo y el desdén versallesco. Y por la violencia quear su participación en las elecciones. Se harán,
llena de opacidades para su intelección, algo terri- represiva del orden tiránico de la monarquía. María pero sin el peronismo. Sin embargo, empieza a ocu-
blemente difícil de entender, de interpretar. Acaso Antonieta dice: “Si el pueblo no tiene pan que rrir algo notable. Los partidos no tienen votos pro-
algo ininteligible, lo cual se juzgará excesivo decir coma pasteles” (violencia de arriba). El pueblo hace pios para ganar. Ganará el que cuente con los votos
de una etapa de la historia y a 25 años de su aconte- la revolución y le corta la cabeza (violencia de peronistas. Pero para contar con esto necesitan
cer, pero tenemos la certeza de la complejidad, de la abajo). Pero lo más importante es que el pueblo hace garantizarle a ese partido que, si gana, lo legitima-
sobredeterminación, de la infinitud de hechos oscu- la revolución. Esta es la verdadera violencia de abajo, rán. Sólo que si hacen esto los militares lo tiran
ros que harán esa tarea, si no imposible, sí altamen- mucho más que la ejecución de la reina. La frase de abajo. Es una especie de patética comedia de enre-
te ardua. la reina tiene el poder de conducir al pueblo a ejer- dos en la que –trágicamente– se va tejiendo el cami-
Había afiches de la JP que mostraban a un gen- cer el más legítimo de sus poderes: levantarse en no al horror. La resolución de la Libertadora es: no
darme arrastrando de los pelos a un joven y la armas contra la tiranía. Este derecho de los pueblos hemos podido ni se podrá desperonizar al país, prohi-
leyenda decía: 18 años así. Los militantes radicales no ha sido negado y forma parte de la concepción bamos para siempre al peronismo. Como vemos, esta
hacían oír sus quejas: durante el gobierno de Illia las liberal democrática de la política. imposibilidad del régimen para estabilizarse a causa
cosas habían sido diferentes. Ningún cartel se retiró Vayamos a los 18 años de lucha. ¿Dónde está la de la existencia del peronismo es lo que expresa la
a causa de esas quejas. El mito oficial del “viejito violencia de arriba? No deja de existir un solo ins- frase de Cooke acerca del “hecho maldito del país
bueno” (instalado sobre todo durante la campaña tante. Se vive en la ilegitimidad como si fuera nor- burgués”.
alfonsinista de 1983) no existía entonces: Illia sólo mal que así sea. Se da por aceptado que el peronis- Lo notable de la situación es que se trabajaba
era otro gorila que había aceptado presentarse a mo no puede participar de la vida política. La revis- sobre un malentendido: para mantener la continui-
elecciones con el peronismo proscripto. Lo cual era ta cool de la década, Primera Plana, es una publica- dad de la democracia era necesario proscribir al pero-
rigurosamente cierto. Uno adoraría vivir en una ción tramada por los más elegantes gorilas de ese nismo. Esto era tan naturalmente asumido por la
democracia manejada por el “viejito bueno” Illia, entonces. La leían todos. Se morían por salir en Pri- sociedad que nadie parecía ver su costado negro: ¿de
pero eso sólo podría ocurrir en la dimensión desco- mera Plana. Y la revista publicaba una Historia del qué continuidad democrática se hablaba? ¿De qué
II
democracia se hablaba si las mayorías y el partido
que las representaba sufrían la proscripción, vivían
fuera de la vida “democrática”? Había calado muy
hondo en la farsa que se representaba que la nega-
ción de la democracia era el peronismo. Si lo era, la
democracia debía abjurar de él, negarlo. Sólo podría
haber democracia sobre la base de la proscripción de la
gran fuerza antidemocrática del país: el peronismo.
Pero la Libertadora no puede manejar las cosas
como quiere. Les sale eso que los norteamericanos
llaman a pain in the ass (“un grano en el culo”) y
ese grano se llama Arturo Frondizi. Frondizi es el
primero en decirse: aquí, si alguien quiere ganar
tiene que arreglar con Perón. Con lo cual se trans-
forma en “el traidor de la República”. Siendo un
pibe, en Necochea, en un veraneo de esos, mi viejo,
orgulloso, me llevó a escuchar una conferencia del
venerable Alfredo Palacios, socialista. ¡Lo que no
dijo Palacios de Frondizi! “Tenemos que denunciar
a los que arrojan sus convicciones por la borda y
hacen arreglos con el tirano. A los que traicionan
sus ideas de ayer y caen en el contubernio.”
¡Contubernio! Esta fue la palabra de la época. Se
la escuché de pibe al socialista Palacios. Mi viejo
lo respetaba. Me solía relatar una anécdota que
le merecía una gran admiración: don Alfredo
Palacios estaba preso. Preso por el fascismo
peronista. Y les gritaba a sus carceleros: “¡Ven-
gan a atender a un hombre libre!” No estaba
mal. El Gran Hombre dio su conferencia y
luego le hicieron preguntas. La primera fue:
“¿Qué es la libertad?”. Y Palacios, para res-
ponder, recitó un poema. No había quien no
hablara de la libertad. Pero Frondizi los jodió
a todos. Le dijo a Frigerio: arreglemos con
Perón. Nos vamos de la UCR, hacemos
otro partido, hablamos con el general y le
pedimos sus votos, a cambio le ofrecemos
normalizar la CGT, la CGE, los sindi-
catos y nos comprometemos a que los
candidatos peronistas, si hay eleccio-
nes provinciales, puedan presentar-
se, que fue, este último ofreci-
miento, el que lo liquidó. Ya lle-
garemos. Arreglan con Perón y la
palabra escandalizada que todo el
país gorila pronuncia es ¡contuber-
nio! Las palabras que hace surgir el
gorilaje argentino. Yo recuerdo que
no entendía qué mierda quería
decir “contubernio”. Imagínense las
bases peronistas. ¿Qué está haciendo
el general con Frondizi? ¡Contuber-
nio! ¿Y eso qué es? En realidad, signi-
ficaba que Frondizi quería ser más
vivo que Perón y usarle los votos y
después hacerle un corte de manga.
¿Saben qué es contubernio? Sí, pero
igual veamos sus sinónimos: confabula-
ción, componenda, complicidad, conjura,
complot. Casi nada.
El Pacto Perón-Frondizi es un hito en la
historia del peronismo. Perón acepta apoyar a
un candidato extrapartidario y (aunque algunos
queridos amigos ex desarrollistas o aún desarrollis- buenos oficios y su influencia política para lograr sobre enseñanza libre. Se anulaba así el monopolio
tas se enojen conmigo) sinuoso. Un tipo que juga- el clima pacífico y de colaboración popular indis- estatal que existía en la enseñanza superior con res-
ba a demasiadas puntas, creyéndose el más hábil de pensable para llevar a cabo los objetivos estableci- pecto a la Iglesia (...). El entonces rector de la Uni-
todas ellas y terminando por perder en todas. No dos en el presente Plan”. Lo firman Perón-Frondi- versidad de Buenos Aires, Risieri Frondizi, se opuso
hubo error que no cometiera Frondizi. Aunque le zi-Cooke-Frigerio (Cfr. Correspondencia Perón- a la nueva ley en una etapa relevante de la universi-
vamos a dar a Héctor Valle, por el respeto que le Cooke, Ibid., pp. 656/657). dad pública argentina (...). Por otro lado, renegan-
tenemos (es uno de nuestros más relevantes econo- do de su pasado socializante y antiimperialista,
mistas y un economista que está del lado del que EL GOBIERNO DE FRONDIZI: Frondizi se convirtió a la libre empresa; librepensa-
los economistas no suelen estar: el lado de los inte- HAGAMOS LO QUE PODAMOS dor y laicista, declaró su fe católica y apoyó la ense-
reses populares), amplio espacio para que defienda Fue Rogelio Frigerio el ideólogo de Frondizi y lo ñanza libre. Severo antiperonista, resultó electo por
ciertas políticas de Frondizi, algo que abrirá el hizo desde la legendaria revista Qué. La posición de los votos peronistas. Sus equívocos no tardaron en
espectro problemático. No es ésta una historia de Qué era la defensa de la industria pesada contra la enajenarle el apoyo de sus electores y en enardecer a
ángeles y demonios precisamente. El Pacto Perón- concentración del capital en el sector agrario, lo sus opositores (Rapoport, Ibid., p. 425). ¡Para
Frondizi se firma en febrero de 1958. Algunos de que daba poder a los sectores reaccionarios del país. colmo Frondizi tuvo a su Julio Cobos! Pareciera
sus párrafos: “De asumir el Gobierno, el Doctor Por el contrario, derivar el capital hacia el desarro- destino de los vicepresidentes radicales el ejercicio
Arturo Frondizi se compromete a restablecer las llo de la industria pesada nos arrancaría de nuestra de la traición. Muchos habrán recordado a Alejan-
conquistas logradas por el pueblo en los órdenes eterna existencia pastoril y pondría al país en la dro Gómez durante estos días. “Pero fue en el pro-
social, económico y político”. Deberá, luego, adop- modernidad capitalista. Qué planteaba, además, pio gobierno que se produjo la principal crisis
tar una serie de medidas: revisará todo lo impuesto temas muy afines al peronismo: política proteccio- cuando el vicepresidente, Alejandro Gómez, en
en materia económica por la Libertadora. Que ha nista centrada en el Estado, debilitamiento de los desacuerdo con la política de Frondizi, se aproximó
sido totalmente lesivo para la soberanía nacional. sectores oligárquicos, amnistía a los presos políti- a la oposición para provocar una ruptura dentro del
Deberá anular todas las medidas tomadas por el cos, retorno a la legalidad sindical y levantamiento oficialismo. La dimisión de Gómez fue el primer
régimen militar “con propósitos de persecución de la intervención a la CGT (Mario Rapoport, His- éxito de la oposición política sobre el gobierno” (Rapo-
política”. “Devolución de sus bienes a la Fundación toria económica, política y social de la Argentina port, Ibid., p. 425. Cursivas mías). A Frondizi le
Eva Perón”. “Reconocimiento de la personería del (1880-2003), Ibid., p. 424). Pero empezaron las encajaron el apodo de “Maquiavelo” como un fal-
Partido Peronista”. “Por su parte, el General Juan aflojadas. Y una de ellas fue fatal para el Gobierno: sario de la política, que apelaba a cualquier meto-
Domingo Perón se compromete a interponer sus “En el área educativa, logró la aprobación de la ley dología para realizar sus planes. (Era una interpre-
III
tación muy mezquina del gran pensador florenti- “Finalmente, todo lo reseñado no supone igno- verdad maniató a Frondizi fue el esquema del
no. Pero así es la política argentina. Dispara con rar ni desdeñar la importancia de los errores, que “dame y te doy y después hago lo que quiero,
todo. Como sea.) En las luchas callejeras por no fueron menores y quizá más decisivos que los pero no lo puedo hacer porque no me dejan”.
“Laica” o “Libre” los estudiantes se agarraban a supuestos males de sustituir importaciones petro- Veamos: 1) Dame: dame tus votos, Perón; 2) Te
piñas. Los de la Libre llevaban unos brazaletes leras cagándose en el ya famoso libro Petróleo y doy: todo lo que te firmé. Hasta te autorizo a que
verdes que lograban, a veces, intimidar. Eran Política. Desde mi punto de vista, el gobierno del se presenten tus candidatos en elecciones provin-
todos garcas de los colegios católicos, desde luego. ’58 adoptó por lo menos dos decisiones estratégi- ciales; 3) Hago lo que quiero: Ahora que estoy en
Pero pelearon bien. Los “laicos” pintaron en una cas de graves y quizá de no previstas consecuen- el Gobierno el que manda soy yo. Actúo como si
pared: “Donde hay un libro hay una vela que se cias, las que tuvieron gran potencia desestabiliza- me hubieran votado a mí los que me votaron. O
enciende... y un cura que sopla. Victor Hugo”. dora: una fue la ley de enseñanza libre y la otra esa en el caso de Illia: soy un presidente democrático.
Qué importaba. Para los niños católicos ese Vic- permanente negativa inclaudicable a reprimir al Soy la institucionalidad. (Nota: Lamentamos
tor Hugo habría sido un comunista y acaso un Ejército gorila, cuando tenían las condiciones informar a la mitología radical sobre el “viejito
peronista totalitario. ¿O van a decir que en los militares suficientes para, por lo menos, intentar- bueno” que la frase –tan utilizada durante la cam-
colegios católicos estudian a Victor Hugo? lo. ¡Cuántos menos tecnócratas al servicio del paña de 1983– que Illia le dirige al general Julio
Frondizi seguía retrocediendo. Quiere ahora liberalismo hubiéramos sufrido sin la UCA! y Alsogaray cuando éste va a relevarlo del mando es
sosegar a los milicos en el plano económico y cuánta menos sangre se hubiera derramado cor- totalmente absurda: “Yo soy [habría dicho Illia] el
acepta poner en su gobierno a uno de los persona- tándole las alas a tiempo al ejército colorado y al presidente de la República y usted es un bandido
jes más nefastos de nuestra historia política: ¡apa- azul también. Creo que fueron políticas fatales –y que se rebela contra las instituciones”. Todos
rece el inefable Alvarito! Rabioso anticomunista, no me vengan con el viejo verso de que una cosa aplaudían a rabiar en los cines durante la campaña
guerrero de Occidente, hombre de contactos con explica la otra para por esa vía juzgar el autobaste- de Alfonsín. Pero no. El general Julio Alsogaray,
la CIA y con los grupos de contrainsurgencia nor- cimiento petrolero– que generaron en algunos un serenamente, le debió haber respondido [acaso lo
teamericanos, enceguecido anticastrista, sospecho- desánimo profundo y en otros un odio ciego, que hizo]: “Se equivoca, doctor Illia. Yo no soy un
so de haber colaborado en la captura del Che en han impedido evaluar adecuadamente otras deci- bandido que se rebela contra las instituciones. Yo
Bolivia, el tipo que aconsejó, en febrero de 1976, siones que fueron realmente transformadoras, no soy el bandido que lo puso aquí. Si no fuera por
no dar “todavía” el golpe porque convenía dejar solo como las del programa energético o el side- bandidos como yo y mis compañeros de armas
desgastar aún más al gobierno de Isabel Perón y rúrgico sino también los grandes cambios progre- usted no sería presidente de la República. Así que
luego tendría el caradurismo de decir que él se sistas operados en la Universidad, el desarrollo de marche preso”.); 4) Pero no puedo hacer nada:
había opuesto al golpe por haber dicho eso, pero- organismos públicos de investigación como el ¡Claro que no! No eran presidentes legítimos. Y
nista pragmático con Menem, padre de una diri- INTI o encarar tantas grandes obras públicas que los primeros en saberlo eran los militares. Apenas
gente corrupta, de una mujer con un desparpajo y luego maduraron, todas de origen desarrollista.” Frondizi o Illia querían salirse del libreto los tira-
un desprecio total por las formas políticas, súbita, “Pero si algo no se puede seguir repitiendo, a ban. Los dos caen por el mismo motivo: autorizar
inesperada vedette que se hacía fotografiar con esta altura de los acontecimientos, es que los la participación del peronismo en la vida política.
pieles mostrando sus piernas porque estaba con- hombres y mujeres, pocos o muchos, comprome- Al ganar Framini en la provincia de Buenos Aires
vencida de la belleza de las mismas, fracasada y tidos con aquel proyecto, con esas ideas y con cae Frondizi. No es un golpe contra Frondizi, es un
ridícula limpiadora, desinfectadora del Riachuelo, aquellos dirigentes (por entonces o más adelante) golpe contra el peronismo. No es a Frondizi al que
María Julia Alsogaray fue la digna hija de su éramos o somos una manga de boludos (‘sufridos voltean, voltean a Framini, impiden que el pero-
padre. Los males que don Alvaro le ha hecho a intelectuales’ a tu decir) o ventajeros, que adheri- nismo se adueñe de la provincia de Buenos Aires.
este país tal vez no puedan ser contabilizados. mos a políticos en quienes creímos, mientras los Y con Illia lo mismo: no lo voltean por la ley de
Cuando Frondizi lo pone de ministro (esto sólo ‘lúcidos intelectuales’ nos observaban con carita medicamentos. Esa es una ilusión para creer que a
sería imperdonable para un político: haber puesto de reproche desde una mesa del café La Paz, y ahí Illia lo voltean por “militante antiimperialista” o
a Alsogaray es para Frondizi como para Perón siguen” (Carta al autor de febrero del 2008). por algo que hizo él. Que es a él a quien voltean.
haber puesto a Alberto Villar, cada uno arrasaba De esta Carta hay dos postulaciones que anali- Y no. Illia (y aquí sí tiene funcionalidad el con-
al país en su esfera), Alsogaray se adueña de la zaremos en la próxima entrega y que son priorita- cepto de “viejito bueno”) es, en efecto, un tipo
televisión. Demuestra una capacidad histriónica rias. ¡Cuántos menos tecnócratas al servicio del con sensibilidad democrática y todo indica que
admirable y es uno de los primeros en advertir liberalismo tendríamos sin la UCA! Y la otra, la cada vez más va a ir abriéndole puertas al peronis-
que los medios, en efecto, comunican. Pone piza- más densa, la más mo y le permitirá participar en las próximas elec-
rrones, traza líneas, líneas que suben, líneas que trascendente: debimos haber derrotado al Ejér- ciones presidenciales. Este mérito suyo, este
bajan, hasta que, por fin, dice la frase que lo cito gorila, al azul y al colorado ahí mismo. Debi- auténtico espíritu democrático, tal vez más valioso
inmortalizará: “Hay que pasar el invierno”. mos haberles cortado las alas, dice. Eso, ¿habría que el asunto de la ley de medicamentos, esta acti-
sido posible? Valle dice que se tenían los medios tud por la cual limpiaría su origen espurio y se
PUDIMOS HABER REPRIMIDO AL militares necesarios como para, por lo menos, legitimaría democráticamente, determina su
EJÉRCITO GORILA intentarlo. Es impensable cuántos aliados habrían caída. Los militares, que lo han puesto, no lo
El gobierno de Frondizi está acabado. Los mili- sumado. Qué otros sectores del Ejército (de un pusieron para que legitimara al peronismo. Es
tares controlan cada cosa que hace. Los planteos Ejército formado por los hombres que habían como Frondizi abriéndole las puertas de la pro-
son casi diarios. Son, casi, payasescos. ¡Treinta mantenido la fidelidad al peronismo) habrían vincia de Buenos Aires a Framini. No, señor: no
planteos le hicieron los milicos a Frondizi! Por deseado repetir la intentona de junio de 1956, lo pusimos para eso. Y a Illia lo mismo. El golpe
cada planteo, otro gorila al gabinete o a algún ahogada en sangre y aún muy cerca. contra Illia no es contra él. Es un golpe contra la
puesto de poder. “Cada concesión del presidente Esto de Héctor Valle asombrará a los mismos posibilidad de la participación del peronismo en elec-
se tradujo en un nuevo avance del poder militar desarrollistas: ¿cuántos se lo habrán planteado? ciones presidenciales. Es cierto que esa posibilidad
sobre el poder civil” (Rapoport, Ibid., p. 426). ¿Frondizi? El “Maquiavelo” de la UCRI no hizo la estaba tornando posible el propio Illia. Pero no
Luego vendrá el Conintes. La concesión de las más que ceder ante los planteos militares. Pero podía. Porque quería realizarla con un poder que
elecciones, con participación del peronismo que apretado por sus cuadros más decididos –que no era suyo. Con un poder que le habían dado pre-
Frondizi, acaso en su ceguera final, creía que sería debían buscar apoyo en el peronismo–, el planteo cisamente para bloquear esa posibilidad. ¿Cómo,
derrotado. Triunfa Framini en la provincia de es que no habría sido excesivamente ilusoria una ahora te querés hacer el vivo, te hacemos presi-
Buenos Aires y se acaba todo. Volveremos sobre ofensiva contra el Ejército gorila que llevó al país dente y vos nos querés meter adentro al peronis-
esto. Quiero dejar espacio para la carta de Héctor a la catástrofe. La reflexión sobre la historia inclu- mo? Bueno, los bandidos que te dieron el poder
Valle. Que dice así: “Para un país como la Argen- ye lo impensado. Y hasta requiere reflexionar te lo van a sacar. Porque vos, te guste o no, sos
tina de los ’60 (o el Brasil de Quadros, sin ir más sobre lo imposible. Ocurre que es un rostro fruto del bandidaje. Fue un acto de bandidaje
lejos), sin condiciones políticas objetivas para demasiado extremo de lo imposible imaginar a presentarse a elecciones con la proscripción del
expropiar a los terratenientes y descartando la via- cualquier sector del Ejército aceptando la jefatura partido mayoritario. ¿No lo pensó Illia? Cuando
bilidad de aumentar el grado de explotación del de Frondizi para reprimir a otro. Porque, en caso él le dice a Julio Alsogaray: “Usted es un bandi-
trabajo, carentes de desarrollo tecnológico autó- de –como dice Valle– haber contado con medios do que se levanta en armas contra las institucio-
nomo pero con una capa no desdeñable de militares suficientes como para al menos “inten- nes, contra la democracia, contra el orden insti-
empresarios y científicos nacionales en condicio- tarlo”, ¿quién habría sido el comandante en jefe tuido” (contra todo lo que se quiera), Julio Also-
nes de integrarse a un proyecto de desarrollo, que- de esa represión? ¿Alguien imagina a Frondizi asu- garay, con total coherencia, le puede decir: “Y
daban pocas opciones a la hora de sintonizar con miendo el rol de comandante en jefe de las Fuer- usted es un bandido que llegó a la presidencia de
la fase que en ese momento histórico preciso vivía zas Armadas que le correspondía en tanto presi- la República en medio de una ilegitimidad
el capital multinacional. No pecamos de ingenuos dente, ordenar la represión del Ejército azul y del democrática profunda. Llegó apadrinado por
(...). Pero admitamos que restaban pocas opcio- colorado? Difícil. bandidos a los que recién ahora, cuando se vuel-
nes, en tanto se asumiera que era vidrioso encon- ven contra usted, denuncia. Cuando le sirvieron,
trar algo parecido a la Sierra Maestra. A partir de ILLIA: LOS QUE LO ECHAN SON nada dijo. Los utilizó y se puso la banda”. De
esa consideración no puede ignorarse que: LOS MISMOS BANDIDOS QUE donde vemos que el “viejito bueno” tenía unas
‘Durante esa malhadada presidencia’ (¡¡), la LO PUSIERON cuantas aristas oscuras. Tenía la ilegitimidad
Argentina dio un paso decisivo en su moderniza- El problema con Frondizi (más allá de las cues- profunda de todos los gobiernos que les servían a
ción, e ignorarlo, particularmente con la perspec- tiones económicas y del autoabastecimiento ener- los militares de careta institucional y democráti-
tiva que dan los años es ya, por lo menos, un ana- gético) es, desde luego, político. Era, como lo fue- ca. Su frase a Julio Alsogaray no tiene sentido. El
PRÓXIMO
cronismo. Apenas sirve para no desentonar en los ron todos, un presidente ilegítimo. Sus votos no milico gorila se habrá dicho: “Pobre viejo: se la
DOMINGO medios que uno frecuenta, donde la crítica a los eran suyos. De aquí que tampoco uno lo imagine creyó”. Y lo metió preso.
desarrollistas es algo tan políticamente correcto e al frente de los milicos antigorilas. Estos, en todo
Onganiato infaltable como usar la camiseta con la foto del caso habrían obedecido a Perón. Pero Frondizi Colaboración especial:
y Cordobazo Che. ¡Si lo sabré!”. era por Perón que estaba donde estaba. Lo que en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 3 de agosto de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


36 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (IV)

Suplemento especial de

PáginaI12
PERÓN LO LLORA AL CHE
no de los puntos más brillantes en

U la ensayística de Cooke es el que se


centra en el concepto de
burocracia. Pocos como él lo
analizaron con tanto rigor. No fue
casual: pensaba que la burocracia era el cáncer del
peronismo. Algo muy parecido pensaba Evita.
Solía decir: el burócrata es el que se sirve de su
puesto para beneficiarse a sí mismo, no para
beneficiar al pueblo. Hay aquí una diferencia
entre la mujer pasional y el ideólogo formado por
Marx y por Sartre. Evita, para definir al burócrata,
centrará el tema en la ambición. Lo cual es
indiscutible. Pero Cooke lo centrará en la
ideología. Lo burocrático es una categoría
ideológica. El burócrata se empeña en definir al
peronismo como policlasista. Insiste, así, en que no
debe ser clasista. Cooke señala que hay aquí una
deliberada, perversa confusión: el Movimiento
peronista tiene una composición policlasista. En un
frente de lucha, o, por decirlo más claramente, en
la lucha antiimperialista que emprende el
Movimiento, el policlasismo funciona, pues suma
a todos aquellos sectores objetivamente enfrentados
al imperialismo. Pero no hay que confundir el
policlasismo del Movimiento como frente de
lucha con su ideología. El burócrata cree que hay
ideologías policlasistas o neutras. Ideologías en las
que entra todo lo que políticamente entra en un
frente táctico de lucha. No es así. El Movimiento
puede ser policlasista pero su ideología no. La
ideología del Movimiento es: 1) O la ideología
reaccionaria o reformista de la burguesía; 2) O la
ideología revolucionaria del proletariado.
Lo que Cooke busca demostrar (sobre todo en un
texto brillante como Peronismo y revolución) es que
lo que define al burócrata es negarse a hacer del
peronismo un movimiento revolucionario. Para
lograrlo, busca identificar la composición policlasista
del Movimiento con su ideología. Una ideología
policlasista no es revolucionaria. Es una ideología
“neutra” destinada a expresar a todas las clases que
actúan en el Movimiento, al intentar expresar a
todas no expresa a ninguna y menos aún a la ideolo-
gía del proletariado, cuya diferenciación de la bur-
guesía debe ser muy clara. Este es un punto de
excepcional importancia en lo que diferenciaba a
Cooke de Perón. Perón tiene lo que para Cooke es
la ideología del burócrata. Perón jamás le daría al
peronismo “la ideología revolucionaria del proleta-
riado”. Al criticar al burócrata Cooke critica la
orientación ideológica que Perón da al Movimiento.
Lo que aquí centralmente sucede es que Perón
está al frente de un Movimiento, y Cooke le está
pidiendo que ese Movimiento tenga la ideología de
un partido de extrema izquierda. Perón podría clusiones que se desprenden de él no pudieran ser Cuba. Eso le importa más que cualquier lucubra-
decirle: “Con lo que usted me propone yo sólo asumidas sobre los militantes de la Tendencia. Más ción ideológica. Ese acto poderoso barrería con
armo un partido de izquierda. No armo un movi- claras no podían estar las cosas. Todo lo que se venía todas las vacilaciones ideológicas. Igualmente (aun-
miento”. Cooke le diría: “Si el peronismo expresa a estaba en la Correspondencia entre Perón y Cooke: que se obstina en no viajar a Cuba), escribe cartas
la clase obrera argentina tiene que tener la ideología Perón se negaba al giro a la izquierda. Había dado memorables con motivo de la muerte del Coman-
revolucionaria del proletariado”. Perón le diría: señales, bien en su estilo, porque necesitaba mante- dante Guevara. El texto que vamos a leer es muy
“Pero esa ideología, para usted y para cualquiera, es ner cautivos a sus aguerridos militantes de izquierda. posible que Perón se lo haya dictado a López Rega y
el marxismo. Y yo quiero que el peronismo sea un Con ellos, golpeo. Con los otros, con los políticos, que el monje umbandista lo haya copiado fielmen-
movimiento nacional, no un partido marxista”. con los sindicalistas, negocio. Con respecto a “los te, con el entusiasmo que ponía en todas las tareas
Perón está siendo fiel a la tradición y a la historia muchachos”, el proyecto de Perón es que él se ha que le daba el general. La carta dice así: “Compañe-
del peronismo. A Cooke le irrita esa indefinición aggiornado. Que el peronismo ha cumplido una pri- ros: Con dolor profundo he recibido la noticia de
ideológica. Quiere para la clase obrera peronista la mera etapa entre 1946-1955, que en ella él pudo una irreparable pérdida para la causa de los pueblos
ideología de esa clase. Pero (y he aquí la cuestión), “haber sido el primer Castro de América” y que fra- que luchan por su liberación. Quienes hemos abra-
¿es el marxismo la ideología de la clase obrera pero- casó ese intento. Jamás explicitó muy bien Perón zado este ideal, nos sentimos hermanados con todos
nista? Lo es de la clase obrera. Pero Perón no puede por qué. Pero, para haber sido el primer Castro de aquellos que en cualquier lugar del mundo luchan
darle a la clase que define el rostro de su Movimien- América, tendría que haber hecho lo esencial que contra la injusticia, la miseria y la explotación (...).
to una ideología marxista porque él, que es el líder Castro hizo para ser, él sí, el primer Castro de América: Hoy ha caído en esa lucha, como héroe un héroe, la
de ese Movimiento, no es marxista. Cooke busca declararse marxista e iniciar un proceso revolucionario. figura más extraordinaria que ha dado la revolución
presionarlo y producir el ansiado “giro a la izquier- Perón hace los gestos necesarios para fortalecer en Latinoamérica: ha muerto el comandante Ernes-
da” del peronismo. Pero Perón sabe que la masivi- esta imagen del populista que se ha aggiornado, del to ‘Che’ Guevara”.
dad del peronismo, su componente nacional, lo es mero intervencionista de Estado que ahora sabe que “Su muerte me desgarra el alma porque era uno de
porque él ha sabido no ser “sectario ni excluyente”. es el momento del socialismo, y da todo tipo de los nuestros, quizás el mejor (...). Su vida, su epopeya,
Hay que sumar. “Si llego sólo con los buenos, llego señales, que los combativos asumen con entusiasmo es el ejemplo más puro en que se deben mirar nues-
con muy pocos.” Cooke habrá de pensar que será y los conciliadores, los burócratas entre la cautela, la tros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina (...)
mejor tener claridad ideológica, ser menos pero ser desazón y la incredulidad. Conocen al Viejo y saben El Peronismo, consecuente con su tradición nacio-
buenos y saber claramente lo que se quiere que con- que es una máquina de emitir significantes. O men- nal y popular y con su lucha, como Movimiento,
tinuar siendo el gigante invertebrado y miope que, sajes que incluyan a todo el mundo. Lo patético Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emo-
para él, es el peronismo. entre Cooke y Perón es que éste quiere aglutinar a cionado al idealista, al revolucionario, al Coman-
Estas posiciones diferenciadas se explicitan en un todos y tiene, en efecto, una carta, una cinta graba- dante Ernesto ‘Che’ Guevara, guerrillero argentino
corpus notable y único en la literatura política da para que nadie se quede sin su cobertura política muerto en acción empuñando las armas en pos del
argentina. La Correspondencia Cooke-Perón. La edi- y Cooke quiere un partido marxista revolucionario. triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamé-
torial Granica la publica en 1972. El impacto sobre Con una ideología revolucionaria que, en ese rica.” Juan Domingo Perón. En otro fragmento afir-
la militancia es enorme. El libro se transforma en un momento, en los años sesenta, no era otra que el ma: “Las revoluciones socialistas se tienen que reali-
best-seller. Pese a ser tan abundantemente leído, no socialismo. Y, en América latina, el socialismo cuba- zar”. Soplaban estos vientos. Perón se sumaba a
hay mayores debates sobre él y pareciera que las con- no. Anticipándonos: Cooke lo quiere a Perón en ellos. La izquierda del movimiento, feliz. La derecha
II
luchas calientes de la Guerra Fría se libraban en la
periferia y que estaba dispuesto a impedir las ambi-
ciones del Tercer Mundo. Pero, ¿qué podría hacer
si se empantanaba en Vietnam? Si, además, la
Unión Soviética ganaría la Guerra Fría, ¿de dónde
sacaría fuerzas para frenar un proceso que respon-
día al avance de la historia? Esta certeza en el avan-
ce de la historia fue un error teórico grave. Lo ali-
mentaba la idea de la dialéctica: la dialéctica es una
lógica de la finalidad. Todos los hechos que se pro-
ducían se encadenaban dialécticamente y llevaban a
un mismo fin, a una misma totalización, a la supe-
ración revolucionaria de todas las contradicciones
burguesas. Era una metafísica de la historia. Hegel y
Marx había anunciado esa necesariedad de los
hechos, la inmanencia de su desarrollo dialéctico.
Hegel había divinizado la Historia. Y Marx aceptó
el esquema por el cual el proletariado victorioso
suplantaría a la burguesía. Lo que él y Engels, en
sus escritos finales, complejizan y ven mucho más
arduo de lo que parecía, no es tomado por los revo-
lucionarios del siglo XX. A la izquierda le era sus-
tancial la idea de progreso. Más rápido o más lenta-
mente, el capitalismo habría de caer y la lucha de
los pueblos era fundamental para que eso ocurriera.
Porque si algo tuvo claro la izquierda latinoameri-
cana fue que no era cuestión de sentarse a esperar
que estallaran las contradicciones del capitalismo.
No: la praxis militante y la praxis armada era fun-
damentales. Y si no, ahí está esa frase de Cooke que
levantaba el ánimo combativo de los jóvenes mili-
tantes: “Un régimen nunca se cae, siempre hay que
voltearlo”.
En medio de todo esto, desde Madrid, Perón,
que no quería una revolución socialista sino un pro-
yecto nacional y popular que integrara a la mayor
cantidad posible de argentinos a un país más justo,
más distributivo, con un Estado que velaría por los
pobres, lejos estaba de proponerse medidas socialis-
tas de expropiación de la tierra, de enfrentamientos
inconciliables con Estados Unidos y con una acción
coligada con la Cuba de Castro, algo que implicaba
una adhesión inmediata al bloque soviético del cual
Cuba era parte evidente y que había provocado las
iras del Che. Acaso Perón (al ser el Gran Estratega
que Cooke le reconocía que era) no veía para nada
que el Imperio Norteamericano fuera “derechito a
la liquidación” y no quisiera alinearse bajo la égida
cubana. Por otra parte, ¿por qué habría de subordi-
narse a La Habana el líder del movimiento de masas
más numeroso de América latina? Cooke llevaba
una lucha perdida y probablemente equivocada.
Aunque, es cierto, él hacía lo que tenía que hacer.
Ya era un revolucionario cubano. Su misión (y lo
que seguramente le había prometido u ofrecido a
Fidel) era llevarlo a Perón al frente latinoamericano.
preocupada, ¿qué le pasa al general, se volvió comu- rables y cuál va derechito a la liquidación” (Corres- Pero no tenía sentido. Perón se enfrentaba al poder
nista? Y los militares y los curas cerraban filas: “Ese pondencia, Ibid., p. 551, Cursivas mías). “Derechi- en la Argentina. Ese poder era muy superior al que
loco aquí no vuelve más”. to a la liquidación”: era la fe de la época. Cuidado: Castro había volteado. Necesitaba una tropa mucho
que nadie se sienta superior a Cooke porque no más poderosa y variada, que atacara en muchos
ESPAÑA O CUBA adivinó el futuro o porque se equivocó en las ten- frentes. Perón, en Cuba, habría tenido que decidirse
Cooke, por su parte, desde por lo menos 1962 y dencias de la historia. Todos se equivocaban por por una sola opción. Por la extrema, por la radical.
antes, desde el estallido de la Revolución Cubana, ese entonces. Y en gran medida porque confundían Por la que Cooke le pedía: “El peronismo debe con-
hecho que marcó su vida, le pide a Perón que regre- el desarrollo de los hechos históricos con el desarrollo de vertirse en un partido de extrema izquierda”. Perón,
se a América latina. Que abandone la España de sus deseos. Nadie puede luchar, arriesgar la vida y en Madrid, era un líder latinoamericano en el exilio
Franco. Que Castro lo recibirá y su presencia en el hasta morir sin una esperanza sólida que lo impul- europeo (aunque fuera la muy poco prestigiosa
continente dinamizará la Revolución, tal como lo se. Yo no me considero más sabio que Cooke por- España de Franco) y eso lo mantenía alejado de
había iniciado la Revolución Cubana. Perón lo que escribo desde el 2008 y tengo todo el fracaso, todas las facciones. Le daba la distancia que él nece-
escucha. toda la catástrofe ante mi vista. Los perros vivos no sitaba. En la que se sentía cómodo. Seamos claros:
Cooke precisa los puntos de diferencia: “Lo cier- pueden sentirse superiores a los leones muertos. Cooke Perón, en Cuba, al primero que habría sorprendido
to es que con la mira puesta en distintos objetivos, trabajaba sobre una hipótesis de hierro, una hipóte- sería al propio pueblo peronista. ¿Cómo, no éramos
existe una bifurcación de pensamientos en cuanto a sis fundamentada por los tiempos: el mundo marcha peronistas nosotros? ¿Ahora somos castristas, comu-
los medios de alcanzarlos. Y que se debe a la distin- hacia el socialismo. Pocas veces el desarrollo necesa- nistas? ¿Qué le pasa al general? ¿A la vejez viruela?
ta ubicación geográfica: Las conclusiones son distintas rio de un proceso histórico se había instalado como Nosotros lo esperamos y lo queremos porque es
según el ángulo de visión sea España o Cuba. ¿Acaso entonces. Pocas veces se instauró en la Historia un Perón, porque es peronista, como nosotros. Porque
porque es usted ‘occidentalista y cristiano’, como devenir tan lineal y necesario: nada podía impedir- es el general del caballo pinto. El general al que no
dicen los manijeres de la claudicación? Aparte de lo. Estaba en la dialéctica interna de los hechos. Es se le cae la sonrisa. El que alza los brazos a lo campe-
que ese infundio no tiene fundamento, Ud. se ha más: eso era la dialéctica. Que la Historia no se ón. El que dice “Compañeros” desde el balcón de la
ocupado expresamente de difundir la mendacidad detenía y que avanzaba hacia el socialismo negaría Rosada. A ese Perón, Cooke quería ponerle una
de los slogans ‘occidentalistas’” (Perón-Cooke, la etapa capitalista e iría instalando en cada país los barba cubana.
Correspondencia, tomo II, Ibid., p. 551. Cursivas sistemas socialistas de liberación. Esa lucha era
mías). Y aquí viene la arremetida más poderosa de hegemonizada por el Tercer Mundo. Sartre, en el EL PRISIONERO DE
Cooke: “Cada vez que Ud. analiza la situación del Prólogo al libro de Fanon (que aún no hemos estu- PUERTA DE HIERRO
mundo, demuestra que el estar en España –con los diado), decía: “La descolonización está en marcha. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta –con
consiguientes perjuicios de la falta de informacio- Lo único que pueden hacer nuestros mercenarios es toda seriedad– el punto de vista de Cooke. No lo
nes, de tener que manejarse con datos parciales y demorarla” (cito de memoria). No frustrarla, no quiere a Perón en Europa. Le pone un nombre a lo
deformados– no le impide seguir perfectamente la impedirla, no aniquilarla. Sólo demorar un proceso Alejandro Dumas: El prisionero de Puerta de Hierro.
evolución histórica contemporánea y ubicarnos en que estaba inscrito en el corazón de los hechos. Aunque Cooke no sabe hasta qué punto está en lo
la coyuntura actual. Como político –y hasta como Nada podía detener la revoluciones del Tercer cierto, aunque en esta calificación ni piensa (porque
experto en estrategia– está seguro sobre cuál de los blo- Mundo. Se ignoraba que el imperialismo tenía lo ignora) lo que realmente implica esa cárcel en la
ques mundiales tiene una correlación de fuerzas favo- total conciencia de estos hechos. Que sabía que las que ve al líder de los trabajadores, es bien cierto que
III
pareciera una premonición estremecedora la de su gado (...). Por eso le digo que es el prisionero de abanderado posible” (Perón-Cooke, Ibid., p. 582).
definición. Cooke le dice al general que es el pri- Puerta de Hierro. Está limitado en sus elementos Aquí se presenta un problema. Perón retorna
sionero de Puerta de Hierro porque ese exilio euro- de juicio, obligado a descifrar la realidad de entre hacia fines de 1964. La carta de Cooke que acaba-
peo lo aleja de una visión cercana, concreta, viven- un aluvión de falsedades, a extraer la verdad desde mos de citar es de agosto. Faltaban un par de
cial de los sucesos revolucionarios de América lati- indicios parciales e informes fragmentarios (...). meses. Perón es interceptado en El Galeao y difun-
na. Cierto. Pero (maestro, Cooke: ¡si usted lo Está limitado, en fin, en su libertad para operar. de algunos de sus comunicados más virulentos.
hubiera sabido!) la verdadera prisión era otra. El Tiene que ver el mundo por una ventanita, actuar Cooke, poco después, dirá su discurso en Córdo-
prisionero de Puerta de Hierro era preso de carce- desde una reclusión, permanecer como rehén” ba, a la FUC, y escribirá su célebre Informe a las
leros más mínimos, domésticos, mediocres, mise- (Perón-Cooke, Ibid., p. 557). Pensemos, aquí, la bases. El, sin duda, lo quería en la isla de Castro.
rables y sanguinarios. Perón no está preso por otra reclusión de Perón: la de su círculo íntimo. A Pero Perón vuelve a la Argentina. Este es un punto
acontecimientos de un continente que le impedían López Rega adueñándose cada vez más de su per- misterioso en la historia del peronismo. ¿Volvía a
ver los de otro, los del suyo. Estaba preso en las sona. Recibiendo y hasta abriendo su correspon- ponerse al frente de la lucha? ¿A que lo tomaran
mazmorras de López Rega, de Isabel, de Lastiri, de dencia. Apropiándose del poder de decidir quién preso, tal como iba a ocurrir? ¿A exigir elecciones
la P-2, de una derecha que nadie sospechaba. Que habría de ver al general y quién no. Y algo que libres? ¿Sabía que habrían de detenerlo en El Gale-
nadie imaginaba. Ante tan grotesca, penosa reali- pocas veces hemos mencionado, algo que pareciera ao y fue un gesto de apriete? ¿Una compadrada
dad, los análisis de Cooke son de un refinamiento indigno de entrar en los límites de la reflexión, de histórica? ¿Se habían organizado comisiones para
excepcional, no sólo porque en sí mismos lo son, ser tomado en serio al pensar la historia: el mísero recibirlo? ¿Se había movilizado al pueblo? La con-
sino porque, al contrastarlos con la realidad pavo- Eusebio, el aprendiz de Rasputín, Lopecito era moción interna que provoca “este” retorno nada
rosa, macabra y farsesca que vivía Perón, semejan a quien le hacía los masajes de próstata al general. tiene que ver con la que provoca el de 1972, que
un brillante teórico de la política escribiendo desde De esta cárcel era también prisionero Perón. Una obliga a un impresionante despliegue militar y a
América latina cartas dignas de Montesquieu o de de las frases que le destina Cooke lo resume todo. una pueblada que pone el pecho a las balas de
Maquiavelo o de Rousseau a un general que vive Tiene la potencia con que escriben los que saben y goma y cruza el río Matanzas. ¿Por qué Cooke no
inmerso en un drama cuya trama esbozó Corín los que saben pensar: “Porque Ud. no está en Occi- se da por satisfecho con este retorno? La cuestión
Tellado, cuya sangre y cuya crueldad introdujo el dente, sino en Santa Elena” (Perón-Cooke, Ibid., p. es que, dos años después, desde La Habana, desde
Marqués de Sade, cuyos laberintos secretos, cuya 557). Y continúa: “No crea que le estoy haciendo el lugar al que no había dejado de insistir tenía que
estética esotérica y de puertas cerradas añadió Ras- un escrutinio psicológico. Ya he señalado que el emigrar Perón, le escribe las frases de la ruptura,
putín encarnado en un clown paranoico y asesino, medio ambiente no le embota las facultades inte- las que dan fin a la correspondencia: “Mis argu-
un Eusebio sanguinario que divertía a un Rosas lectivas ni la sensibilidad. No dejará Ud. de com- mentos, desgraciadamente, no tienen efecto: Ud.
cansado, viejo, demasiado sensible a sus bromas, prender el problema de los argentinos, de los cuba- procede en forma muy diferente a la que yo preco-
incapaz de discernir que no lo eran sino que eran nos o de los indonesios. Lo imposible es que capte nizo, y a veces en forma totalmente antitética.
planes de masacre, o capaz de hacerlo pero sin la ‘vivencia’, que sólo da el contacto concreto, el Pero aunque Ud. sea invulnerable a mis razones,
fuerzas para impedirlo ni demasiadas convicciones. intercambio con hombres y partidos. Es como si lo que indudablemente me reconoce es que no
A este general, desde Cuba, desde la isla que expre- Eisenhower hubiese dirigido y planeado el desem- tengo reservas en exponerlas, que soy claro en mis
saba en América, en ese momento, a poco tiempo barco de Normandía desde un campo de concen- puntos de vista y que, las pocas veces que le escri-
de Bahía de Cochinos, los sueños de toda la tración alemán” (Perón-Cooke, Ibid., p. 558). Bri- bo, comienzo por demostrarle mi respeto al no
izquierda revolucionaria, Cooke le escribía: “Esta llante. Qué escritor era Cooke. Dónde están estos hacerme el astuto, disimular propósitos o disfrazar
es la manera que se me ocurre para definir su tipos. Nos hemos ido al demonio, a la mismísima concepciones. Lo mismo ocurre con mi conducta
situación actual. No le estoy diciendo nada que mierda. Hoy es inimaginable un pensador político política” (Perón-Cooke, Ibid., pp. 622/623).
ignore, pero la estrechez de su encierro es todavía de la talla de Cooke en la Argentina. Hay dos o El retorno por El Galeao no era el que Cooke
mayor de lo que me parece, y justifica que emplee tres pensadores políticos para tomar en cuenta. El quería. Era apresurado y sería, como lo fue, senci-
lo que parece un título para novelas para Alejandro resto es basura de cagatintas que creen saber pen- llamente abortado. Cooke tenía otro sueño: imagi-
Dumas”. sar. Un barullo fascistoide y petulante y sometido naba a Perón en Cuba porque juzgaba que el pres-
“El nudo de la diferencia entre su modo de ver a poderes fácticos poderosos. El mundo de Cooke tigio del general argentino que tenía detrás al más
las cosas y el mío está aquí, de que mi angustia y la se hizo añicos. Hoy vivimos en medio de los restos grande movimiento de masas de América latina
pasión con que hablo de renovar totalmente nues- patéticos de ese mundo que él describe, que le des- consolidaría la obra de Castro. Además –y aten-
tra política no es por desacuerdo con lo que Ud. pertaba esas esperanzas y alimentaba esa prosa. Le ción a esto– Cooke siempre consideró que Perón
hace sino porque considero que estamos dejando escribe a Perón: “Ud. no es un exiliado común: es estaba mal informado. De hecho, cuando Perón
de hacer todo lo que es posible y necesario para un doble exiliado. Exiliado de su Patria y exiliado por fin regresa el maldito 20 de junio de 1973,
acercarnos a nuestros objetivos”. del mundo revolucionario donde se decide la his- dice, en su discurso del día siguiente: “Conozco
“Ud. hace maravillas con las cartas que tiene, toria y donde tiene sus hermanos de causa” (Perón- perfectamente lo que está ocurriendo en el país.
sabiendo que son formas tangenciales de apoyo a Cooke, Ibid., p. 558). Los que crean lo contrario se equivocan” (Baschet-
una tarea que no puede ser sino insurreccional. ti, Ibid., volumen I, p. 106). Esta “atajada” es sos-
Mi pregunta es: ‘¿Y no hay otras cartas de verda- PERÓN-COOKE: EL FIN pechosa. ¿Para qué aclarar que conocía lo que
dero valor, cartas que sean de verdadero triunfo Cooke escribía inmerso en una certeza hoy pasaba en el país si no fuera porque muchos pensa-
para la revolución nacional?’ (Perón-Cooke, perdida: la historia todavía podía ser decidida. Se ban que no sabía nada o sabía poco por su largo
Ibid., p. 555/556). Salga de su encierro, clama podía hacer algo con la historia. La visión del exilio. Cooke pedía que se diera un baño de reali-
Cooke dramáticamente. Y aquí hay elementos futuro no era sólo la del apocalipsis, o principal- dad latinoamericana pero desde Cuba. Lo quería
muy importantes que empiezan a jugar a su mente. Había pueblos que se rebelaban y lo hací- inmerso en las luchas de América latina y en las
favor. Cooke no habla solamente de Argentina y an en busca de su dignidad. De aquí que él pro- del Tercer Mundo.
las masas peronistas, educadas en el Estado de pusiera el encuentro del peronismo con la lucha Hemos dado tan largo desarrollo a este tema
Bienestar. Está hablando de todo un amplio de esos pueblos. Como esa lucha era una lucha de porque John William Cooke es una de las más
movimiento insurreccional que se está dando la izquierda revolucionaria Cooke le pide, coheren- puras personalidades que el peronismo ha dado.
internacionalmente y del que Perón (inmerso en temente, a Perón un “giro a la izquierda” del pero- Porque Perón le otorgó una importancia excepcio-
el ajedrez argentino y la conducción de sus buró- nismo. “Lo que la prensa llamó ‘giro a la izquier- nal: delegado absoluto, delegado personal, jefe del
cratas) no tiene la menor idea. Escribe: ‘Hay en el da’ no es más que el desenvolvimiento lógico de Movimiento en la Resistencia y ese inmenso epis-
mundo nuevos movimientos, nuevas relaciones nuestros presupuestos teóricos y de nuestra tolario que con nadie, ni remotamente, mantuvo.
entre pueblos y partidos, nuevos líderes que sur- acción práctica. El programa de Huerta Grande ¿Qué lo llevó a cambiar tantas cartas, durante
gen y vienen perfilándose en el seno de sus nacio- (que ya analizaremos, JPF) compendia, en un tanto tiempo, con un hombre que era tan distinto
nes. El conocimiento que Ud. tenga será siempre abanico de soluciones, un pensamiento central a él? Desde el comienzo se veía ya la divergencia de
indirecto y no reemplaza, ni cuantitativa ni cuali- coherente. En lo internacional esto se comple- los dos pensamientos. Cada carta, se decía en 1972
tativamente, la aprehensión viva, directa, perma- menta para afianzar los vínculos con el campo cuando Granica editó el libro, es una clase de polí-
nente que sólo le puede dar la relación inmediata socialista” (Perón-Cooke, Ibid., p. 560). tica. Si no es así, no le anda lejos. Hay grandes tex-
con el proceso y sus actores” (Perón-Cooke, Ibid., Ese afianzamiento, para Cooke, sólo puede rea- tos en ese epistolario. Y es la historia de un desen-
p. 556, cursivas mías). lizarse por medio de la unión con Cuba. Cuba está cuentro. Cooke, dijimos, muere en 1968. Su com-
Observen la desesperación del siguiente texto de en América. Perón necesita a Cuba. Y Cuba nece- pañera, Alicia Eguren, muere en la ESMA. Cooke,
Cooke. Pensemos si no tiene razón. ¿Sólo al gene- sita a Perón. Escribe Cooke: “Cuba es el único conjeturamos, habría sido una de las primeras víc-
ral del caballo pinto quieren las masas argentinas? país de América donde al peronismo se lo respetó timas de la Triple A. ¿Dónde se habría tomado la
Pero, caramba, la historia está yendo más allá de y no sufre campaña de propaganda en contra. Los decisión de su muerte? Si en vida de Perón, cerca
ese pintoresquismo. La liberación de los pueblos discursos de Fidel nos mencionan elogiosamente, de él. No la habría tomado él. Pero el aparato
no pasa por un paternalismo de estampita. Que al la televisión y la prensa difunden nuestro mensaje parapolicial que se había armado bajo su mirada
general se lo viera pintón arriba de un caballo no y nuestros triunfos. Los equívocos iniciales desapare- (bajo su “desaprensión”, como él había dicho de
va a llevar a los pueblos a romper con sus ataduras cieron por completo y se nos valora como corresponde” Bidegain y Troxler ante las acciones del ERP)
ni a participar de las revoluciones que están en (Perón-Cooke, Ibid., p. 570, cursivas mías). Cooke, actuaba impunemente en sus cercanías. De modo
camino en el resto del mundo: “¿Y cómo es posi- ya hacia el final de la correspondencia, pareciera que, probablemente, Perón, algo alejado, leyendo
ble que el líder de las masas argentinas no conozca apresurarse. No hay tiempo que perder. La historia el diario del día o algún libro, escuchara surgir de
en forma directa –personal, si es posible– el pensa- no espera. Perón tiene que estar ya en América una reunión que, ahí nomás, tenían Almirón,
miento de Ben Bella, de Sekú Torué, de Nkruma? latina. Porque, sencillamente, no ha concluido su Villar y López Rega, un nombre, alguna vez, que-
PRÓXIMO ¿Que no esté en relación directa –no formal ni obra: “La adversidad hizo que quedara a mitad de rido: “Cooke”. Y no dijera nada.
DOMINGO protocolar– con Nasser, con Tito (...). Pero Ud., camino en 1955; la fortuna quiere que, en 1964,
que dirige un sector vital de ese frente revoluciona- todavía cuente con las masas capaces de acompa- Colaboración especial:
Los 18 años de lucha rio extendido en todo el planeta, está aislado, segre- ñarlo en la liberación nacional que no tiene otro Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 27 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


35 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (III)

Suplemento especial de

PáginaI12
LA SUSTANCIA DE LA masas que llevarían al peronismo al encuentro con la ideolo- otro, el peronismo alla Kirchner, que no puedo analizar aquí.
REVOLUCIÓN SON LAS MASAS gía de los tiempos que corrían: el socialismo. Cuando –en Notable es que muchos antiperonistas están del lado peronis-
i siquiera se requiere ser un buen lector de 1974– la historia se redujo al enfrentamiento entre aparatos ta. Es cierto: el otro extremo apesta a gorilismo, a derecha, a

N Marx para saber algunas cosas. Alcanza con


leer el Manifiesto comunista. Ahí, Marx
expone, de un modo tal vez algo directo pero
con pasajes brillantes, la dialéctica histórica.
Si le canta un Himno a la burguesía (la clase más
revolucionaria de la historia humana) es porque de las
revoluciones burguesas, que implican la destrucción de
armados todo esto fue destruido y la tarea terminó. El motivo
por el cual habíamos entrado al peronismo fue liquidado por
las balas de la clandestinidad montonera y de la barbarie de la
Triple A. El motivo por el cual habíamos entrado al peronis-
mo era (en gran medida) Perón. Con Perón muerto, con las
masas en reflujo por la balacera de las orgas, había (ya) que
retroceder. Toda la segunda mitad del año ‘74 y todo el año
reacción, a golpismo. Pero es bueno ver a Cossa, Viñas,
Rozitchner, Jitrik de un lado que no pudieron o no supieron
elegir en 1955. Acaso era también imposible que lo hicieran.
Era mucho más difícil, es cierto. La cosa es: aquí están. Y
cerca de 300 intelectuales más, peronistas o no. Queda claro
que no se trata del apoyo a un gobierno, ni al peronismo (que
vaya uno a saber qué es hoy, está lleno de peronistas del lado
todos y cualquiera de los sistemas de producción anteriores ‘75 es guerrilla sin pueblo. Los que estuvieron en eso se equi- garca, ¡Barrionuevo está!), sino de la defensa del orden insti-
a ella, habrá de surgir el proletariado, la clase obrera. La vocaron. O no entendían a Marx o no entendían la esencia de tucional ante el ataque poderoso de las fuerzas más retrógra-
violencia se encarna en esta clase y es ella la que la realiza. la izquierda peronista. El momento del reflujo no fue el del das del país.
La idea del foco era por completo ajena a Marx. En América ‘76. Ahí ya estaba todo perdido. Fue apenas muere Perón. Las cámaras de televisión se meten entre las “masas” del
latina es el Comandante Guevara el que la impulsa, sin Ahí había que frenar. Lejos de ello, la guerrilla pasa a la clan- acto de la Sociedad Rural y aparece una fauna que nosotros
partir de ninguna experiencia empírica. Tal como lo dije. destinidad, deja al descubierto a todos sus cuadros de superfi- (los tipos como nosotros, porteños de la Gandhi, del San
Porque la Revolución Cubana no es la huevada esa de los cie y la Triple A se hace un festín. Marx había escrito: “La Martín, de Chiquilín o Lalo, universitarios, intelectuales,
doce heroicos guerrilleros que vencieron al ejército fuerza material debe ser abatida por la fuerza material; pero tipos que no tenemos programas de radio, que no escribimos
batistiano. Fidel contó con la adhesión fervorosa del también la teoría se transforma en fuerza material en cuanto se en los grandes diarios, que todavía polemizamos sobre el foco
campesinado cubano y sin él (y sin el deterioro del ejército apodera de las masas” (Introducción a la crítica de la Filosofía guerrillero o nos interesan los derechos humanos y el castigo
de Batista, más la pasividad de los Estados Unidos que del Derecho de Hegel). Si decimos esto ahora no es sólo para a los genocidas) apenas si conocemos: todo el garquerío esta-
apoyaron o toleraron de buen grado la revolución de “los esclarecer puntos teóricos que llevaron al desastre en el pasa- ba ahí. Impresiona la nitidez en la diferenciación de clases. Si
pintorescos barbudos”) no habría existido la Revolución do (porque, ¿se llegó al desastre o no?, ¿no es hora de pregun- esta no es la lucha de clases, la lucha de clases ¿dónde está? Cua-
Cubana. Pero Fidel trabajó todo el tiempo, sin desmayar un tarse seriamente por qué sin importar a quién se cuestiona?) tro terratenientes que hablan en nombre de Anchorena, Pérez
instante, con el campesinado que se pondría masivamente sino para hacer política hoy. Un grupo que va armado a una Companc, Gómez Alzaga, Blaquier, Pereyra Iraola, Wert-
de su parte. Y se puso. En Bolivia, al Che, los campesinos lo movilización se equivocó de práctica. Los delirantes que le heim, Bunge y Born, Bemberg, Bullrich y Ledesma por no
delataban. ¿Cuál era la diferencia? Fidel hacía la Revolución reventaron la cabeza al miserable de Fernando Siro le hicie- seguir, son los líderes de un movimiento que busca erosionar
desde el corazón de la Cuba sometida. Fidel era cubano. ron un favor a la policía y victimizaron a una persona detesta- a este gobierno de base peronista. Medio país está con ellos.
Conocía a los cubanos. Hablaba y sólo escucharlo era ble como Siro, a quien nadie jamás habría compadecido. Hasta algunos que solían jugarla de progres. Ocurre que son
escuchar a un cubano. En Bolivia, el Che tenía que Además, la hora de la violencia, si llega, nunca llega para un periodistas y el periodismo, en la Argentina como en todas
aprender quechua. Inti Peredo reunía a unos indios grupo, nunca llega para cuatro o cinco. Una piña del señor partes, es un poder que se ha concentrado notablemente: el
azorados y les hablaba de un hecho incomprensible y D’Elía arruina una concentración de cuadros o aun de lúm- que trabaja en un diario trabaja en un grupo que abarca tanto
mágico: la Revolución Cubana. Esto no lo pretendemos penes dándoles pasto a las cámaras y a las fotos del periodis- que el tipo siente que si lo tachan no labura más. Ergo, obe-
dejar liquidado aquí, pues estas cosas son delicadas, no sólo mo canalla que está esperando exactamente eso: una piña de dece a los patrones. Hay situaciones risibles. Un día, el perio-
teóricamente sino por las sensibilidades que hieren. El Che D’Elía para decir lo que necesita decir, ahí está la barbarie dista agrede al Gobierno, sostiene con fervor sus ideas, desa-
es, hoy, el símbolo más puro que los hombres rebeldes peronista. Un cuadro políticamente formado no hace eso. rrolla argumentos con pasión. Al día siguiente le dicen: “Che,
tienen de la rebelión. No es cuestión de tirarlo abajo. Pero Una piña, en política, no la pega un solo tipo. O se entiende nuestro Grupo arregló con el Gobierno”. Con la misma
yo no trabajo ahora sobre símbolos. Yo llevaría una pancarta o no. Pero si no se entiende es grave, es peligroso, el fracaso pasión el periodista empieza a hablar bien del Gobierno, a
del Che en una movilización, como cualquiera que no sea está al alcance de la mano. Y cada vez es más difícil retornar encontrarle aristas positivas, etc. Esta mercantilización de las
un garca de esos que pululan en la Argentina de hoy, que, si de los fracasos. personas, esta, en última instancia, humillación a que se las
nos descuidamos, llevan la pancarta con más entusiasmo Mi posición final sobre la violencia acaso sea un delirio somete, se relaciona con que los pools periodísticos no tienen
que cualquiera de nosotros. Pero el Che, como creador de la utopista, un imposible poético, una huevada bíblica. Pero ideología, tienen intereses. Si los intereses cambian, cambia lo
teoría del foco, dio un paso equivocado en las luchas ahora no estoy hablando de eso. Hablo de la diferencia entre que se enuncia. Y es el periodista el que da la cara y el que
revolucionarias, que tuvo un saldo trágico y lo sigue la violencia de masas y la teoría del foco insurreccional. Para tiene que hacer malabares para travestir su discurso. A veces
teniendo. Para Marx, que sabía de teoría revolucionaria y de ser claro: si mañana 150.000 musulmanes invaden París e hasta resulta divertido ver estos pasajes.
politología más que el Che, la violencia sólo es incendian todo, destruyen la columna Vendôme (como hicie- En suma, pareciera que la frase de Cooke La antinomia
revolucionaria cuando se encarna en las masas. Como bien ron los comuneros de 1871), tiran abajo la Torre Eiffel, lo peronismo/antiperonismo es la expresión de la lucha de clases en
dice al final del Manifiesto: los comunistas no ocultan sus apuñalan a Sarkozy, a todos los nazis de Le Pen y violan repe- la Argentina tiene vigencia hoy como la tuvo en épocas pasa-
propósitos, voltearán al régimen burgués por la violencia, tidas veces a Carla Bruni, bien: que se jodan los franceses. Se das. Los teflón-boys y las teflón-girls poco tienen que ver con
pero esa violencia tiene un sujeto de clase: el proletariado, buscaron esa rebelión masiva. El racismo, el desdén, la sober- la gente de las villas o los obreros de los sindicatos, quienes,
las masas. Y si el “proletariado” suena a “proletariado bia, la exposición de la riqueza en las narices de los miserables desde luego, todos, pero todos, han sido llevados al acto. Por
británico”, reemplacemos el concepto por el de “masas”. posibilitaron todo eso. La exclusión, el no admitir como ciu- un choripán o por cien pesos. En cambio, los teflón-citizens
¿Cómo se hace la revolución con las masas? El trabajo es dadanos a personas que hace rato ameritan tal reconocimien- van por su propia voluntad, en sus propios coches y haciendo
mayor que el que requiere la teoría del foco. Pero to. Todo eso hizo posible la violencia. La violencia vino des- ejercicio de su lucidez, de su clara y valiente visión de las
apuntemos esto: no hay revolución sin la participación pués. La Resistencia peronista fue violencia de masas. Había cosas. Como sea, estos acontecimientos están todavía en
activa de las masas. La tarea de las vanguardias es la de un pueblo proscripto, un partido mayoritario prohibido, un juego y no es nuestra tarea analizarlos aquí. Menos aún cuan-
acompañar a las masas. En todo caso irlas ideologizando en líder enviado al exilio y el cadáver de la mujer que había do están todavía por ocurrir. Pero lo que decimos, lo que
el curso de la lucha. Pero no bien la vanguardia va más allá amado a ese pueblo y que ese pueblo amó permanecía vil- analizamos, el estudio que hacemos es para entender este pre-
de las masas se aísla. Cae en la soberbia. Pierde sustancia. La mente escamoteado, los que metieron caños, los que hicieron sente. La historia argentina sigue latiendo en el peronismo y
sustancia de la revolución son las masas. De aquí que el sabotajes actuaron con todo eso como base. Cuando se dice en el odio al peronismo. Pocas veces como durante estos días.
peronismo se presentara tan tentador. Con un empujoncito las bases se dice eso. No es sólo una clase. Sino una situación Peor si se trata de un gobierno que juzga a los genocidas del
más hacemos de este pueblo un pueblo revolucionario y el líder histórica. La base de la Resistencia Peronista era lo que acaba- pasado a quienes pronto la derecha va a proponer canonizar.
no tendrá más que aceptarlo. No se trabajaba sólo para mos de describir. Ahora bien, para representar a esa base hay O al menos se encuentra a punto de exigir el juicio a los
obedecer a Perón y aceptar su conducción linealmente. No, que surgir de ella o estar en contacto permanente con ella. “subversivos” de ayer como asesinos de lesa humanidad.
señores, No. Se trabajaba para que el pueblo peronista diera Hay que conocerla. Yo no puedo ser un boludo de clase media Error, señores: ya se los juzgó. Las Fuerzas Armadas, al servi-
hacia adelante el paso que aún lo alejaba de las consignas de que ni idea tengo de la clase obrera y poner un caño en su cio de los intereses que ustedes encarnan, los mataron a casi
lucha socialistas. Una vez producido esto, Perón no tendría nombre. Para Marx y Engels el ejemplo de violencia de masas todos. ¿Quieren un juicio más terminante? Además, quién no
más remedio que aceptarlo. El que entiende esto entiende todo fue la Comuna. Quien no leyó los trabajos de Marx, Engels y lo sabe, no se trató de un juicio, sino de ejecuciones sumarísi-
el complejo fenómeno de la izquierda peronista. Las guerrillas Lenin sobre ese hecho histórico que lo haga ya antes de decir mas, antecedidas de torturas a cuyo nivel de racionalidad y
formaban parte de esa tarea global jaqueando al régimen, zonceras sobre algunas cosas que se dicen en este trabajo. eficacia ni los nacionalsocialistas alemanes se acercaron. En
pero no tenían la conducción de la lucha. Perón no se Alemania se torturó menos que en la Argentina. Los nazis no
equivocaba en llamarlas formaciones especiales. (Volveremos LA LUCHA DE CLASES, ¡HOY! necesitan obtener información de los judíos, deseaban exter-
sobre esta conceptualización. Pero el concepto de “especiales” Sigamos con Cooke. Abordamos un trabajo de 1967, La minarlos. Aquí, como en Argelia, se hizo lo que se llama
expresa que, para Perón, no eran lo natural de la lucha, no revolución y el peronismo. En él, Cooke aclara sus consignas “tarea de inteligencia”, que es la tortura al servicio de la infor-
eran el medio por el cual el pueblo acostumbraba a enfrentar a más célebres: El peronismo es el hecho maldito del país burgués mación. En un reciente film un miembro de la CIA atormen-
las dictaduras. Eran “especiales”. Los muchachos tenían que y la contradicción peronismo/antiperonismo es la expresión de la tado (personaje improbable si los hay) le dice a un superior
golpear, decía Perón, y no dejar de golpear, pero la lucha era lucha de clases en la Argentina. No podemos posar de científi- que ha presenciado torturas en Irak. El superior responde:
la del pueblo todo. El gran error de la Juventud Peronista cos de no-sé-qué y eludir el momento histórico en que se “Estados Unidos no tortura. Obtiene información”.
fue encandilarse con la guerrilla. Que ya dejaron, para ella, escriben estas páginas. Hoy es el día en que en la plaza Sar-
de ser “formaciones especiales” para pasar a ser vanguardia. miento se reunió toda la Argentina garca (me encanta esta CONTRA LOS ADMIRADORES
Se incorporó también una sobrevaloración de la Muerte que palabra que usan inconteniblemente los de la revista Barcelo- DE MITOS Y FETICHES
sólo podía producir lo que produjo: cadáveres. “Rucci, na) y en el Congreso el peronismo que se nuclea alrededor de La célebre máxima de Cooke (“el peronismo
traidor, a vos te va a pasar lo que le pasó a Vandor”, se la figura de Néstor Kirchner. La asistencia a los dos actos fue es el hecho maldito del país burgués”) sólo
cantaba en el acto de Atlanta del ‘73 con un entusiasmo pareja. El país está dividido en dos. Por un lado, un movi- encuentra su transparencia situándola entre los
festivo, abiertamente festivo.) miento destituyente (perfecta expresión acuñada por un 18 años que van de 1955 a 1973. Durante ese
grupo de intelectuales) encabezado por la Sociedad Rural, los interregno el país no puede encontrar ninguna
MUSULMANES: periodistas progres, la izquierda jurásica y el PCR liderado forma de organización institucional porque,
¡VIOLEN A CARLA BRUNI! por un personaje que pasará a la historia (no sé a qué historia: no bien ceda a cualquiera de ellas, el peronis-
La conducción era, de acuerdo, la de Perón pero, sobre si a la universal, a la nacional o a la del lumpenaje agro- mo habrá de imponerse. El peronismo y
todo, la de los militantes de superficie que hacían trabajo ide- comunista, sospecho que a ésta) de nombre tanguero: Alfredo Perón. No olvidemos que el odio de los milita-
ológico y de formación de cuadros, pues de ahí saldrían las De Angeli, sobre el que ya están escribiendo libros. Por el res gorilas estaba muy focalizado en la figura
II
de Perón. Y el temor de su regreso era el de una pueblada
incontrolable. Pensaban: vuelve Perón y el país peronista se
subleva. Tenemos que matar a miles (después lo hicieron) o
entregarle el país. La opción para los militares era: carniceros
o peronistas. No deseaban ninguna de las dos. Hay que com-
prender con claridad qué significa un desborde de masas para
un militar: lo inaceptable. El miedo a Perón era el miedo a lo
inaceptable. Si volvía, ¿quién contenía a las masas? Todavía
no existía –seriamente– la guerrilla y ya imaginaban puebla-
das incontenibles. Era el país burgués que se asustaba ante el
regreso del líder del enemigo de clase. Haya sido Perón lo que
haya sido: burgués, pequeñoburgués, milico, fascista, lo que
se quiera. Era objetivamente, inscrito en el orden de las
cosas, de los hechos, inalienable al sentido que
la historia durante esa etapa había adquiri-
do en la Argentina, Perón era el líder
de las clases peligrosas. Por eso, al
final, se encontró en él al
único que podía pararlas.
La decisión fue tardía.
Cuando vuelve el pro-
blema de Perón no es
parar al pueblo
peronista, acostum-
brado a su conduc-
ción, sino a las fuerzas
que la lucha por su retor-
no hizo necesario desenca-
denar. Ya era (y fue) más
difícil.
Cooke define bien al
peronismo en un trabajo de
1967 (La revolución y el
peronismo): “El peronismo
fue el más alto nivel de con-
ciencia al que llegó la clase
trabajadora argentina. Por
razones que sería largo
explicar aquí, el peronismo
no ha reajustado su visión
y sigue sin elaborar una
teoría adecuada a su situa-
ción real en las condicio-
nes político-sociales con-
temporáneas (...). Por eso
es que hemos sido formi-
dables en la rebeldía, la
resistencia, la protesta; pero
no hemos conseguido ir
más allá porque, como algu-
na vez lo definimos –con
gran indignación de los
admiradores de mitos y feti-
ches– seguimos siendo, como
Movimiento, un gigante inver-
tebrado y miope” (Cooke, ob.
cit., p. 72. Se trata del trabajo La
revolución y el peronismo incluido en
La lucha por la liberación nacional).
Como vemos, también a Cooke (nada menos
que a Cooke) le granjeaba la indignación de
muchos atreverse a escribir con libertad y con la
mayor audacia posible y necesaria sobre el pero-
nismo. La indignación no sirve de nada. El que
se indigna es porque no está seguro de lo que
piensa. Siente que si le sacan dos o tres de
sus creencias el mundo se le viene abajo.
Pero uno siempre tiene que estar abier-
to a esto: ¿cuántas veces se nos vino el
mundo abajo? ¿Cuántas veces descu-
brimos que eso nos ayudó a pen-

III
sar, a pensar de otro modo, desde otro ángulo, nosotros– desde el siglo XXI han sido negados mo. Vandor estaba liquidado. No había nego-
que le dio vida y novedad a lo que ya teníamos sin piedad. A) La historia no es lineal; B) No ciación con el régimen que no incluyera a
anquilosado, a lo que nos empobrecía? Es cier- sabemos si avanza; C) No sabemos, si es que Perón. Y Perón era inintegrable para el régi-
to, no se puede pensar y vivir seguro. Ni avanza, hacia dónde avanza; D) Los hechos no men. Tal vez los jóvenes que hoy lean esto ten-
siquiera la fe en Dios es un anclaje seguro. Si tienen una relación interna de necesidad; E) El gan que hacer un esfuerzo de inmersión en una
alguien cree verdaderamente en Dios, esa fe componente de azar en la Historia es tan pode- historicidad que no es la suya, pero sólo al
debe estar jaqueada por la duda, alimentada roso como el principio de incertidumbre que costo de hacerlo comprenderán los motivos de
por ella, fortalecida por ella. La llamada “fe del Heisenberg encuentra en la materia; F) De lucha de una generación alrededor de una figu-
carbonero” es sólida pero es siempre la misma. ninguna forma histórica surge necesariamente ra política poderosa. Todo el establishment
Admiro la fe de los hombres simples, pero pre- otra; G) Hay, como genialmente demostró Sar- giraba en torno de evitar el retorno de Perón al
fiero elegir la de los tipos que aceptan los quie- tre, totalizaciones parciales, destotalizaciones gobierno. Ese fue el sentido de la historia argen-
bres, las rupturas. Si yo creo ciegamente en constantes y retotalizaciones, pero no hay una tina durante 18 años. No era un sentido que
Dios me disuelvo, me desbarato en él. Es Dios totalización final, conciliatoria, que contenga a tuviera resuelta su culminación, pues esa cul-
quien se apodera de mí y yo me pierdo en su los contrarios en una síntesis superior que pro- minación dependía de la lucha del pueblo. A
inmensidad. Pero si mi fe se cuestiona a sí venga necesariamente de un proceso llamado Perón lo traía el pueblo. Pero ninguna lucha se
misma, si se pregunta por la bondad divina, “dialéctico”. emprendería al margen de esta conquista:
por la existencia del Mal, por la ausencia, por Pero en los sesenta se estaba muy lejos de Perón debía volver a encontrarse con su pue-
el silencio de Dios, por su palabra que quisiera pensar esto. Y acaso dentro de unos años se blo. Si uno se concentra en el ardor y en la
más audible, por mis palabras que requeriría retorne a pensar en cierta necesariedad de la esperanza de este momento se entenderán
saber si son atendidas, por el pecado que late historia, pues el concepto de azar y el de inde- mejor las desgracias posteriores, la dimensión
en mí, por la fascinación con que el Mal me terminación no son fáciles de tolerar. Como de las tragedias por venir. La Argentina era una
posee a veces con más pasión que la fe en la sea, en los sesenta, para Cooke y los cuadros fiesta. De todos los países de América latina éra-
bondad del Señor, entonces esa fe está abruma- que empezaban a integrar la juventud peronis- mos el único que aguardaba a un líder cuya sola
da, agobiada por la duda. La fe y la carencia de ta, el peronismo era el corazón de la dialéctica. proximidad con las masas, cuyo solo encuentro
ella, la fe y su cuestionamiento doloroso, la fe Y su superación necesaria por el socialismo con ellos garantizaba una situación más que pre-
que no es un refugio, que no es una certeza estaba inscripta en la lógica de los hechos. Por- revolucionaria. ¿Era poco? Era, para la militan-
cálida, tranquilizadora acerca de todo lo crea- que los hechos tenían una lógica y esa lógica cia revolucionaria, una dádiva de la historia
do, esa fe es la fe. ¿Qué quiero decir con esto? era dialéctica. Si en 1945/55, Perón había sido que había que aprovechar. Además todos los
Que en esta historia nadie es incuestionable. tan osado, tan desafiante, si había convocado militantes de las villas y de las fábricas y de los
No hay un Dios ni hay dioses. Todos tienen con tanta pasión la voluntad movilizadora de barrios lo decían: el pueblo lo espera a Perón y
matices, facetas, caras. Esas caras pueden llegar las masas, ahora, luego, sobre todo, de la Revo- nos quiere a nosotros porque sabe que pelea-
a ser desagradables. Aquí, “los adoradores de lución Cubana, el peronismo pasaría a su etapa mos por traerlo. Se entraba en las casas. Se
mitos y fetiches”, como los llama Cooke, tiem- dialéctica siguiente, el socialismo. Además, el hablaba con las familias. Se hacía militancia
blan. Como tiemblan los hombres simples socialismo era la fe de ese tiempo. Una de las barrial. Todo militante tenía un barrio detrás.
cuando el Dios que atempera todas sus pregun- frases fetiche era: “el mundo marcha al socialis- Cooke sabe que hace falta más. Que el pero-
tas, todas sus angustias, se debilita. En esta his- mo”. Se decía con la naturalidad con que se nismo tiene que ir más allá de sí mismo: “El
toria hay hombres y mujeres. Como todos, lle- decía que América latina debía unirse, que el peronismo (...) jaquea al régimen, agudiza su
nos de contradicciones. Tercer Mundo debía llevar adelante su proceso crisis, le impide institucionalizarse, pero no
de liberación nacional, que el imperialismo tiene fuerza para suplantarlo, cosa que sólo le
LOS PELIGROS DE LA caería porque ya estaba cayendo en Vietnam será posible por medios revolucionarios” (Cooke,
DIALÉCTICA ante una guerrilla inasible, que, con el solo Ibid., p. 74, cursivas mías). Esos “medios revo-
Cooke veía en el peronismo (en 1967) un artilugio de mimetizarse con su entorno selvá- lucionarios” son el socialismo. Nos acercamos a
momento necesario en la dialéctica de la revo- tico, enloquecía a toda la maquinaria imperia- la dramática correspondencia Perón-Cooke, en
lución. Escribe: “El peronismo será parte de lista. Cuando Perón lanza el concepto de socia- la que Cooke le pide a Perón que dé los pasos
cualquier revolución real: el ejército revolucio- lismo nacional lo hace para dar satisfacción a necesarios para incluirse, él, como líder de
nario está nucleado tras sus banderas, y el pero- este espíritu que latía en sus bases juveniles. masas, latinoamericano, en esos “medios revo-
nismo no desaparecerá por sustitución sino Nadie pareció advertir que, en un número de lucionarios”. Y Perón responde esgrimiendo
mediante superación dialéctica, es decir, no la revista Las Bases, José López Rega había razones que habrá que escuchar. Cooke quería
negándoselo sino integrándolo en una nueva dicho que el socialismo nacional era el nacional hacer del peronismo un partido de extrema
síntesis” (Cooke, Ibid., p. 73). Esta era la cre- socialismo. O que Perón –hablando de su izquierda, y el viejo zorro Perón sabía que,
encia de la época. Todo cuadro militante de la experiencia europea– había dicho que en Ale- poniéndose al frente de un partido de esas
JP, con su Marx aceptablemente leído y, cómo mania e Italia habían existido “formas” de características, no regresaba nunca al país. O
no, con su Cooke bien incorporado creía lo socialismo nacional. No importaba. O eran regresaba con diez o veinte militantes. Y lo
siguiente: el peronismo había sido una profun- boludeces del “Viejo”. Distracciones. O eran derrotaba. Y, señores, lo más importante, lo
da experiencia popular en la década de payasadas de ese sirviente que tenía. Lo que se que el Viejo Perón, que conocía mucho a “su”
1945/1955. La historia avanza y avanza dialéc- imponía (y con razón) era lo otro: el socialismo pueblo, posiblemente más que Cooke, sabía
ticamente. Es decir, superando sus momentos nacional era la meta porque el peronismo reali- que ese pueblo, el que lo quería de vuelta, no
anteriores pero no negándolos sino integrándo- zaría la síntesis entre el socialismo y lo nacio- lo quería como un líder socialista, algo que, en
los en una nueva síntesis, como bien dice nal. Dejando atrás los pésimos recuerdos de los ese momento histórico, sólo podía hermanarlo
Cooke, que ha dicho Hegel y ha dicho de socialismos internacionalistas. ¿O no había sido con el barbudo cubano, lo quería como Perón,
nuevo Marx. Hay aquí una creencia en el avan- socialista Américo Ghioldi? Había que agregar- como el general del caballo pinto, como el
ce de la historia. Y más aún: en el sentido de la le algo al concepto de socialismo para que no general de los días felices, como el único que
historia. Hegel y Marx le entregan un sentido a se confundiese o para que se diferenciase del habría de pensar en los pobres, y darles otra vez
la Historia. Ese sentido es un desenvolvimiento, socialismo del que habían hablado todos esos un Estado generoso y sindicatos para ellos y
un avance de formas nuevas que dejan detrás viejos gorilas: los hermanos Ghioldi, Repetto y acabaría con la violencia. Volverían los días
formas superadas, pero sin destruirlas. Lo esen- la vieja ésa, ¿cómo se llamaba?, ésa: la Victoria felices. Perón volvería, para el pueblo peronis-
cial de lo dialéctico es que integra a lo supera- Ocampo de la izquierda, ah, sí: Alicia Moreau ta, como el líder de siempre, sin aufhebung
do en una nueva síntesis. De esa nueva síntesis de Justo. Gran figura de la Libertadora. Ade- hegeliano, ¿qué mierda era eso?, volvería como
lo superado es parte esencial. Entonces todo más lo “nacional” de este socialismo entronca- el general campechano, generoso, duro con los
era claro: el peronismo del 45/55 se incluía en ba con el pasado argentino: con los caudillos, gorilas para defender a los pobres, haría casitas,
la dialéctica histórica como un momento esen- con el federalismo, con las montoneras del hospitales, aumentaría los sueldos, y volvería a
cial que era superado pero incluido por las nue- interior. Era el socialismo de la patria. Si se hablar desde los balcones de la Casa Rosada,
vas formas que adquiría la Historia en su quiere: era el socialismo peronista. acto que constituía tal vez el acto simbólico
desenvolvimiento dialéctico. Ese movimiento más anhelado por ese pueblo.
era inmanente y necesario. Si la Historia es dia- “EL HECHO MALDITO Nos acercamos a los choques irresolubles
léctica es porque viene de algún lado y se dirige DEL PAÍS BURGUÉS” entre Perón y Cooke. ¿Qué pasaba con Cooke?
a otro. El horizonte de la dialéctica, en los Con gran brillantez continúa Cooke: “El ¿Tanto desconocía a Perón? ¿Tanto desconocía
sesenta, era el socialismo. Nada más razonable régimen no puede institucionalizarse como al pueblo peronista al que había representado
que pensar que el peronismo, necesariamente, democracia burguesa porque el peronismo desde joven en el parlamento peronista? Por-
debía desaparecer para incluirse en una nueva obtendría el gobierno” (Cooke, Ibid., pp. que si hay alguien del que no puede decirse
totalización que lo contuviera en tanto negado. 73/74). Aquí está la postulación del peronismo que fue un infiltrado es de Cooke. El querido
La nueva totalización era la síntesis que el pen- como hecho maldito. El régimen no puede Bebe, antes de volcarse al socialismo, había
samiento hegeliano establecía por medio de un consolidar su democracia burguesa. Hacerlo sido un peronista de Perón y de Evita. Tanto,
concepto célebre en la historia del pensamien- sería llevar el peronismo al gobierno. Al impe- que Perón le delega todo su poder. ¿Qué respon-
PRÓXIMO to. El aufhebung del maestro de Jena significa, dir esa consolidación burguesa el peronismo deremos a esto? ¿Se equivocó ingenuamente un
DOMINGO a la vez, superar/conservando. El peronismo, funciona como “hecho maldito”. Los llamados hombre de una inteligencia excepcional? No,
de esta forma, era superado pero conservado por la militancia “18 años de lucha” son los no se equivocó. Hizo lo que tenía que hacer.
por el socialismo, que era la nueva forma que fracasos del régimen por integrar al peronismo. Ya veremos cómo.
John William Cooke, adquiría el avance histórico. Todos los supues- “Sin Perón, nada” era una consigna de rigor
el peronismo que tos de este pensamiento son claros y si los conceptual e importancia movilizadora. Basta Colaboración especial:
Perón no quiso (IV) miramos –como no podemos evitar hacerlo de peronismo sin Perón. Basta de neoperonis- Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 20 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


34 John William Cooke, el peronismo
que Perón no quiso (II)

Suplemento especial de

PáginaI12
PARTIDO Y MOVIMIENTO peronismo (y si no pregúntenle al establishment) representa a
empranamente empieza Cooke a recibir señales la negrada, a los grasas, a los gordos de los sindicatos, a los

T de Frondizi tendientes a un acuerdo con el


peronismo. “Cooke no tenía ilusiones políticas
respecto a Frondizi y dudaba especialmente de
sus promesas nacionalistas, aunque al parecer
creía, al mismo tiempo, que un acuerdo podía dar un respiro
al movimiento peronista en un contexto fuertemente
represivo. Viaja a Caracas para obtener la palabra final de
gronchos y, como siempre, al mal gusto. Y ése es su peligro
latente. De aquí que aunque se empeñe en hacer buena letra,
nunca los Estados Unidos lo mirarán con buena cara. El
peronismo es popular. O “lo popular” se empecina en ser
peronista. De este hecho, la responsabilidad de la torpeza
política y organizativa de la izquierda argentina es enorme. El
peronismo no tiene “la culpa” de que los obreros no sean socialis-
Perón sobre el asunto y en febrero de 1958 es el signatario del tas, la culpa la tiene el socialismo.
pacto secreto celebrado con Perón, Frondizi y Rogelio Frigerio” Perón podría reprocharle a Cooke desear solamente la crea-
(Tarcus, Ibid., p. 149. Cursivas mías. Será correcto ción de un partido revolucionario de vanguardia. Cooke le
mencionar aquí que el excelente trabajo sobre Cooke del reprocharía querer fundar un movimiento de masas, un movi-
Diccionario de Tarcus corresponde a su colaboradora Victoria miento del pueblo con un líder que ejerza sobre él una conduc-
Basualdo). Con la elección de Frondizi, muchos peronistas de ción práctica y teórica. Se trataría, tal vez, de una discusión
la “línea blanda”, de esos que durante la época combativa entre Lenin y Mao. Y mucho de ello lo veremos al analizar la
solían ser llamados “dialoguistas”, “pactistas” o Correspondencia que mantuvieron.
“conciliadores” (el concepto de “burocracia pactista” es En enero de 1959 encontramos a Cooke entremezclado con
importante en Cooke y será uno de los que con más la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre, uno de los más
intensidad se apropiará la JP) se adueñan de posiciones de altos momentos de la Resistencia peronista. Pero aquí es donde
poder dentro del Movimiento. Coherentemente, intentan arremeten contra él quienes creen que es un comunista metido
desplazar “a Cooke y a los sectores más radicales del en el peronismo, que Perón ha confiado demasiado en él y
peronismo. Perón reacciona frente a esta confrontación tiene una peligrosa tendencia a hacerlo y que hay que sacárselo
garantizando la autonomía de los diferentes grupos, lo que de encima. Los conciliadores, los dialoguistas, los macartistas
debilita la posición de Cooke y su puesto de jefe de la (los que dicen, como Frigerio, que la huelga del Lisandro de la
División Operaciones (...). Cooke intenta fortalecer la Torre está manejada por un sector comunista del movimiento)
tendencia revolucionaria buscando convocar a trabajadores y acorralan a Cooke y consiguen desalojarlo de los niveles de
miembros de la ‘línea dura’ del movimiento” (Tarcus, Ibid., conducción y, aún más, intentan expulsarlo del peronismo.
p. 149). Recordemos, aquí, la fecha en que se lanza la huelga del Lisan-
Tenemos planteadas ya las diferencias fundamentales entre dro de la Torre: enero de 1959. Es el momento en que, glorio-
Perón y Cooke, antes aun de haber analizado la Corresponden- samente, entran en La Habana Fidel, el Che, Raúl Castro y
cia que mantuvieron. En la distinta respuesta a esta situación Camilo. Era un momento de exaltación para la izquierda lati-
está todo. Perón tiene una concepción sumatoria de la política. noamericana. No sé si a Cooke le habrán importado mucho
Hay que sumar fuerzas. Cuantos más seamos, más fuertes sus retrocesos en la conducción del peronismo. Su horizonte,
somos. Pero no somos todos iguales ni pensamos lo mismo, se ahora, estaba puesto en la Cuba de Castro. Quería ser parte de
le podría decir al conductor y, de hecho, Cooke se lo dirá esa experiencia.
varias veces. Pero Perón suplanta la ideología por la conduc- En efecto, los blandos, los conciliadores, lo destituyen. Pasa
ción. En el peronismo –dirá una y otra vez– en cuanto a ideo- a la clandestinidad y, al poco tiempo, junto con su mujer, Ali-
logía tiene que haber de todo. No importa la ideología de los que cia Eguren, se exilia en Cuba. “Una vez allí, profundamente
se incorporan, lo que une a todos es la conducción del líder. Hay impactado por la revolución que había triunfado en ese país,
aquí un núcleo poderoso de la personalidad y del estilo de con- empieza a considerar la posibilidad de la guerra de guerrillas
ducción de Perón que funcionó siempre... hasta el 20 de junio como un medio para resolver, a largo plazo, las contradiccio-
de 1974. Ahí se produjo la gran sorpresa hasta para el propio nes dentro del peronismo y de la sociedad argentina. Ejerce
Perón que, además, estaba físicamente deteriorado para resol- influencia sobre la primera iniciativa de guerrilla rural en la
verla. Pero el pensamiento de Perón radicaba en la posibilidad Argentina denominada Uturuncos, de filiación peronista, que
del conductor de conducir a todos. La unificación no la daba la operó brevemente en la provincia de Tucumán hacia fines de
ideología, la daba la conducción. “¿Usted es fascista, usted es 1959” (Tarcus, Ibid., p. 150). Lleva jóvenes a Cuba para ini-
zurdo?, entren los dos. Pero si acatan mi conducción.” Es un ciarlos en las prácticas de la guerrilla, pero rechaza a los del
pensamiento militar. Importa más la disposición de las fuerzas Partido Comunista porque sostenían una postura antifoquista.
que el pensamiento que las mueve. Además, las fuerzas no tie- (Que Cooke, en sus más profundos desarrollos teóricos, no avalará
nen por qué pensar. Tienen que acatar a la conducción. Es cier- en modo alguno.) Se produce Bahía de Cochinos y se pone el
to que Perón decía esas cosas que solía decir: que hasta el últi- uniforme de miliciano. Hay una foto entrañable en la que lo
mo que es conducido tiene un papel en la conducción. O ese vemos así vestido: gordo, realmente con mucho sobrepeso,
otro célebre macanazo: que todos llevan en su mochila el bas- sonriendo, con su gorra, su fusil, con todo lo que tiene que
tón de mariscal. Para Cooke, todo es distinto. Cooke es un ideó- tener menos pinta de combatiente. Es el Gordo Cooke de
logo. Cooke tiene una ideología. Es, sí, un tipo de izquierda. todas las encrucijadas: un tipo que nació para pensar, para dis-
De una izquierda amplia. Que lleva adelante el pacto con cutir, para dar discursos, para escribir, no para agarrar las
Frondizi. Que ve el papel objetivamente revulsivo que tiene la armas. Es la antítesis del soldado. Conmueve igual que lo haya
figura de Perón en las masas, no sólo argentinas sino latinoa- intentado: él era así, nunca dejaba de hacer las cosas en que
mericanas. Pero, para Cooke, un fascista es un fascista. Y la creía. Y en la invasión de Bahía de Cochinos había que defen-
política no es el arte de sumar a todos. Es el arte de sumar a los der a Cuba. (A propósito: la novela Rosa de Miami, de Eduar-
propios. De lo contrario, lo que se organiza es una mermelada, do Belgrano Rawson, es una joya de nuestra literatura que
ese gigante invertebrado que siempre fue el peronismo. De narra, precisamente, la invasión a Cochinos. Pocos como Bel-
aquí la actitud diferenciada que ambos tienen ante la inclu- grano son capaces de narrar –con una prosa brillante y preci-
sión de los “blandos”, de los “dialoguistas” en el Movimiento. sa– un hecho histórico y llevarlo a los niveles del arte literario.
Cooke no los quiere. Se dan vuelta en cualquier momento. Ya lo ha hecho con la guerra del Paraguay en su notable
Un “blando” es un tipo siempre preparado para la traición. El Setembrada.)
“dialoguista” también. Tanto dialoga, que al final lo conven-
cen los otros y traiciona. Sucede que Cooke no se ve a sí LA VIOLENCIA Y LA TEORÍA DEL FOCO
mismo como un gran conductor estratégico que puede “con- El texto mítico que produce (el que buscábamos o celosa-
ducir el desorden”, como se jactaba Perón. No se creía “el mente custodiábamos si lo habíamos conseguido) es Informe a
Padre Eterno”. Para Cooke, la conducción era la praxis más la las bases. Se constituye en el gran teórico del peronismo revolu-
teoría revolucionaria o la teoría revolucionaria más la praxis. cionario. “Cooke es elegido de manera unánime para conducir
Perón impulsó una teoría para el peronismo. La teoría la las delegaciones de la Argentina a las Conferencias de la Tri-
hacía él. Plasmó, dibujó una doctrina adecuada a un movi- continental (a la que envía Guevara, desde Bolivia, su célebre
miento. Un movimiento es un concepto tan amplio que en él texto sobre la creación de los muchos Vietnam en América lati- ólogo del peronismo revolucionario porque es el ideólogo del
entra todo. Porque el peronismo es un “movimiento” resulta na, que estudiaremos, JPF) y OLAS en 1966 y 1967 por parte entrismo en las masas. Seamos peronistas porque las masas lo
posible que los peronistas de la Triple A asesinen al peronista de las organizaciones miembros, en las que se considera válida son y debemos llevarlas hacia la lucha por la liberación nacio-
Troxler. No es –hablando con precisión– eso que la izquierda la vía de la lucha armada y la guerra revolucionaria prolonga- nal. No dejó, además, de usar nunca estos conceptos: libera-
llama un movimiento “policlasista”. Desde luego que es da” (Tarcus, Ibid., p. 150). Funda la Acción Revolucionaria ción nacional. Encontraba en el peronismo “lo nacional” y no
“policlasista”. Tampoco vale la pena discutir qué clase tiene la Peronista. Es muy influido por el pensamiento de Guevara quería perderlo.
hegemonía. La hegemonía la tiene Perón. Que para algunos sobre el foco guerrillero. Algo que no está del todo definido en Muere de cáncer el 19 de septiembre de 1968. Tenía 48
representará a la burguesía y, por consiguiente, el peronismo su pensamiento, pues si Cooke adhiere tan persistentemente al años de edad. Un enorme signo de interrogación se abre aquí.
será un movimiento burgués. Pero aquí hay que salir de estos peronismo es porque considera que las masas peronistas pue- ¿Qué habría hecho Cooke ante el regreso de Perón? ¿Qué
venerables conceptos. El peronismo podrá representar todo lo den y deben ser la base de todo hecho revolucionario, lo que se habría hecho Cooke después de Ezeiza? ¿Se habría unido a los
que se quiera que represente. Pero –mirando las cosas desde opone a la teoría del foco, que parte del grupo guerrillero y del Montoneros? ¿Se habría unido al ERP, posibilidad nada desde-
el año 2008– lo que el peronismo ha terminado por represen- carácter galvanizador de la guerrilla. Nunca emprendió una ñable? ¿Habría creado una organización propia? ¿Habría sacado
tar para la clase media y para la oligarquía o para las corpora- acción guerrillera propia. Posiblemente porque no estaba física- una revista, como hizo Ortega Peña con Militancia? ¿Habría,
ciones financieras no es la burguesía. Aunque la represente. mente preparado para tal cosa. O por alguna vacilación de tipo antes, aceptado las negociaciones con Lanusse, la salida electo-
Aunque ella haga sus negocios por medio de sus políticas. teórico que acaso vayamos descubriendo. Pero no es correcto ral? ¿Y si su jefatura, su poder como figura mítica del peronis-
Aunque siempre esté lejos de proponerse una revolución. El hablar de un Cooke foquista. Cooke, por el contrario, es el ide- mo, se imponía sobre la de Firmenich y la Galimberti, cuando
II
desarrollar esta concepción ante el escozor que me producía el
iluminismo de grupos armados como el ERP (al que la rela-
ción con las masas no le importaba en modo alguno) y las
posibilidades de Montoneros de seguir en la lucha armada
una vez instalado el gobierno democrático peronista. Esta
posibilidad, atinadamente, Montoneros la había declinado
ante el triunfo electoral, un triunfo por el que mucho había
hecho, ya que la campaña la llevó adelante la Tendencia, los
muchachos de la Patria Socialista. Cito el texto: “Desde que
Lenin, en ‘Qué hacer’, citó a Kautsky y aceptó aquello de que
la conciencia socialista debía ser introducida como ‘elemento
externo’ en la clase obrera, la cuestión se ha vuelto a plantear
una y otra vez: ¿cuáles son las relaciones entre la teoría revolu-
cionaria y las masas? Rosa Luxemburgo, oponiéndose a las
tesis de Lenin, no tuvo dudas: la teoría revolucionaria estará
determinada por el movimiento espontáneo de las masas. Para
Althusser, sin embargo, éste es un típico error teórico ‘izquier-
dista’. Aquí va: ‘La ciencia marxista-leninista (...) no podía ser
el producto espontáneo de la práctica del proletariado: ha sido
producida por la práctica de intelectuales que poseían una alta
cultura, Marx, Engels, Lenin, y fue aportada ‘desde afuera’ a la
práctica proletaria, a la que modificó de inmediato al transfor-
marla profundamente” (Louis Althusser, La filosofía como
arma de la revolución, Pasado y Presente, Córdoba, 1968, p.
38) (...) Lo que aquí está en juego, y lo que realmente hay que
definir, es el concepto de vanguardia. Si bien es cierto que la
auténtica conciencia revolucionaria es aquella que puede
conectar las luchas parciales con una estrategia global de
poder, no lo es menos que esa conciencia no puede ser patri-
monio de un grupo de elegidos consagrados a introducirla
como “elemento externo” en las masas. Acabarían, fatalmente,
condenados a generar una conciencia abstracta y suprahistóri-
ca, una especie de burocratismo iluminista. Y Cooke no dejó
de ver claro en esto: “La política revolucionaria no parte de
una verdad conocida por una minoría sino del conocimiento
que tengan las masas de cada episodio y de las grandes líneas
estratégicas” (Cooke, La lucha por la liberación nacional, Papi-
ro, Buenos Aires, 1971, p. 42). La vanguardia revolucionaria,
en suma, nada tiene que ver con los grupos minoritarios de
científicos de la revolución consagrados a elaborar teorías sin
pueblo... (J. P. F., Cooke, peronismo e historia, revista Envido,
marzo de 1973, Buenos Aires, N° 8, p. 23). Y luego citába-
mos otro texto en el que Cooke decía que no era posible
conocimiento alguno exterior a la práctica de las masas. Que
el conocimiento revolucionario es la experiencia directa de esa
lucha enriquecida por el pensamiento crítico. Estas cosas las
publicábamos en Envido en marzo de 1973. Firmenich leía
nuestra revista, pues días después la pidió para la organiza-
ción. (Nota: Los que nos opusimos a tomar esta medida
–reclamando la libertad que la revista siempre había tenido–
perdimos la partida. Pero sólo un número más salió de Envido
y al supremo jefe no le agradó. Envido no era proclive a la vio-
lencia y menos aún luego del triunfo del 11 de marzo. Ade-
más, nunca adhirió a la teoría del foco, por considerarla ajena
a la experiencia de masas del peronismo.)

LA VIOLENCIA Y LAS MASAS


O sea, la idea central que da origen al nacimiento de la
izquierda peronista, es decir, que hay que estar en el peronismo
porque ahí están las masas y sin las masas no hay revolución
posible, sino que se genera el vanguardismo sin pueblo que ter-
mina girando en el vacío (algo que luego habrá de decirles,
tarde, Rodolfo Walsh), estaba bien expuesta por todos los
miembros de Envido. No había uno que no pensara eso y que,
de una u otra manera, no lo hubiese escrito en la revista. La
política de superficie de Montoneros responde a esta precisa
concepción teórica. Le dura hasta el asesinato de Rucci. Ahí
prescinde de las masas.
Pero el texto de Cooke que valía oro para mí y en el que me
basaba para desarrollar la teoría de las masas como base de
toda acción política y como único elemento que, bajo la pros-
cripción dictatorial y ejerciendo el derecho de los pueblos a
sublevarse contra la tiranía, podía justificar la violencia, era el
que he citado ya en mi trabajo (lejano) de 1973: La lucha por
la liberación nacional. Sobre él trabajaremos ahora para desa-
la Juventud Peronista se transforma en la Tendencia? ¿Y si la relación que establece entre la lucha (armada o no) y las rrollar los temas centrales del pensamiento de Cooke. Se com-
directamente abría él el espacio del peronismo revolucionario y masas. La violencia sólo se legitima cuando hunde sus raíces prenderá que no utilice el texto de Papiro de 1971 porque
confluían ahí todas las corrientes de izquierda? Es impensable. en el pueblo. Cooke es peronista porque en el peronismo ignoro en qué encrucijada de la vida (y del terrorismo de Esta-
Era demasiado fuerte su presencia como para que, incluyéndo- encuentra la sustancia de la lucha. Y esa sustancia es para él el do) se me extravió.
la, podamos no pensar que los cambios habrían sido importan- pueblo peronista. Si no, no habría andado tanto tiempo El texto célebre de Cooke que inicialmente todos empeza-
tes. De todos modos, cabe pensar también que se murió a detrás de Perón. Si Cooke lo requiere a Perón es porque quie- mos a leer fue el Informe a las bases. Se trataba de un análisis
tiempo. Que nada habría podido protegerlo de las bandas ase- re una verdadera violencia revolucionaria. La que surge como revolucionario del regreso de Perón en 1964. Cooke desarrolla
sinas que se desatan después de la muerte de Perón. Que el respuesta de un pueblo en lucha contra una dictadura. Para ahí sus principales puntos teóricos. Es necesario señalar que
aparato parapolicial montado en vida de su viejo líder, del colmo, la situación argentina era todavía más injusta: el pue- conocía muy bien la Crítica de la razón dialéctica de Sartre,
hombre en el que tanto confió, al que tanto esperó y del que blo reclamaba por un líder. Por un hombre al que había tal libro que desarrolla de modo brillante y contundente la temá-
esperaba tanto, lo habría asesinado con tanta saña como a vez idealizado (sin duda ayudado por la maldición de los tica del Grupo en fusión. Si hay, por otra parte, un texto que no
Troxler, como a Ortega Peña. poderes ilegítimos) pero al que genuinamente quería. Con ese toma en cuenta el concepto de vanguardia es el de Sartre, pues
Pese a su experiencia cubana y pese a sus transitorios (o no) líder, con esas masas, no hacía falta foco guerrillero alguno y todo su esfuerzo se concentra en mostrar la totalización dialéc-
deslumbramientos con la teoría del foco insurreccional, debi- se eludían los eternos peligros de las vanguardias. En marzo tica que va del individuo al lugar de la historia.
dos, en gran medida, a su admiración por el Comandante de 1973, en el N° 8 de la revista Envido, en un artículo que El texto de Cooke surge de una conferencia que dio en
Guevara, el punto que más sigo admirando de Cooke es el de llevaba por título: “Cooke, peronismo e historia”, buscaba yo Córdoba a la FUC (Federación Universitaria de Córdoba) el
III
4 de diciembre de 1964. Habla del fracaso de la mo no es Cooke, es Perón”. Era la posición de (Cooke, Ibid., p. 66). Y atención ahora: “Con-
operación retorno: Perón, en efecto, fue deteni- los intelectuales de derecha. De los mejores cua- dolerse por la condición de los niños norteños es
do en el aeropuerto de El Galeao y regresado a dros de Guardia de Hierro. De los Demetrios. lo que viene haciendo la oligarquía desde hace
Madrid. Ante este fracaso hay varias reacciones, Se conocían de memoria Conducción política y cien años. El que realmente lo sienta, que tome
varias propuestas. Cooke, al describir, las de los La comunidad organizada. Estudiaban cada uno parte de la lucha. No con llamados a la buena
super-violentos lanza una de sus frases más pene- de los filósofos citados en este último texto. Ago- voluntad de los opresores, sino armando el brazo de
trantes. Los super-violentos “proceden como tadora tarea, ya que Perón no dejaba uno sin los oprimidos, dándoles conciencia de su opresión y
poseedores de las recetas infalibles para la revolu- citar. La izquierda peronista les decía “el peronis- de las causas y despertando su voluntad para buscar
ción perfecta, trazada con escuadra y tiralíneas” mo mogólico”. Cuando Perón llega (en su pri- la libertad” (Cooke, Ibid., p. 66). Aquí resuena
(John William Cooke, La lucha por la liberación mer regreso y se instala en Gaspar Campos) la poderosa frase de Marx: “Hay que hacer la
nacional, Editorial Quadrata, Buenos Aires, rodean la manzana, pasan la noche ahí, custo- opresión real aún más opresiva, agregándole la
2007, p. 35). Si hemos de reflexionar sobre la diándola, y cuando sale el sol cantan: “Buenos conciencia de la opresión; hay que hacer la igno-
violencia, lo mejor es hacerlo desde ya, pues esta días, general, su custodia personal”. Eran pro- minia aún más ignominiosa, publicándola” (Es
historia es violenta de cabo a rabo y si es Cooke fundamente antimarxistas. Profundamente anti- la Introducción a la filosofía del derecho de Hegel,
quien nos acerca sus reflexiones en uno de sus cookistas. Detestaban a la guerrilla aunque no se 1843). O del mismo texto: “La crítica no es una
textos más notables, más importantes, hay que le opusieron hasta que Perón se les enfrentó. En pasión de la cabeza, sino la cabeza de una pasión.
escucharlo más que a muchos, no digo más que 1973, en medio de ese enfrentamiento, Podetti No es un bisturí sino un arma. Su objeto es su
a nadie, pero más que la mayoría de los que han empezó a dar unos cursos sobre ortodoxia pero- enemigo, a quien no quiere refutar, sino aniqui-
desvariado en torno al tema fundamental de la nista en el Teatro San Martín. La encontraron lar”. Y sigue Cooke: “Es falsa la elección entre
condición humana: ¿hay que matar?, ¿por qué muerta, en plena dictadura, de un paro cardíaco, violencia y no violencia: lo que se debe resolver
mata el hombre?, ¿hay una violencia legítima?, dijeron. Salvo que haya sido algún ajuste de es si se ha de oponer a la violencia de los opreso-
¿cuáles son sus condiciones? A veces creo que el cuentas de la derecha peronista, los militares no res la violencia libertadora de los oprimidos”
tema de este ensayo (un ensayo en torno de un tenían motivo alguno para liquidarla. Había sido (Cooke, Ibid., p. 66). Pero esto es muy comple-
movimiento político urdido por la violencia) es una ferviente enemiga de la guerrilla. Y había jo. No es cuestión de venir a hablar así nomás de
precisamente éste. De modo que escuchemos la odiado a Cooke desde Perón y atacado la impor- la “violencia de los oprimidos” y de pronto apa-
voz lúcida, el pensamiento de un tipo arrasado- tancia que nosotros le dábamos a nuestro Gordo recen cuatro locos con metralletas al grito de
ramente inteligente. “La no-violencia (escribe querido. “¡Aquí están los oprimidos!” Eso le hace un daño
Cooke) corresponde a una manera de ser, a una irreversible a la revolución. Escribe Cooke: “Por
modalidad intrínseca de la burocracia reformista; LOS FUNDAMENTOS eso los que vienen con revolucionarismos abs-
la violencia sin fundamentos teóricos suficientes DE LA VIOLENCIA tractos, anunciando baños de sangre y declaran-
es también una simplificación de la realidad, que Cooke, en su Informe a las bases, escribe textos do la guerra civil porque sí y ante sí, también
supone un expediente –el de la violencia– sacado dignos del Prólogo de Sartre a Fanon: “El obrero están lejos de la violencia revolucionaria, que pre-
del contexto revolucionario, desvinculado de la (...) sujeto para sí, es objeto para quienes lo supone la moral. El revolucionario no desprecia
lucha de masas, es la acción de una secta ilumina- explotan, carente de bienes materiales y también la moral: desprecia la ética del régimen para sus-
da. Ambos tienen la misma falla respecto de la de los bienes espirituales a los que se accede por tituirla por la ética de la solidaridad revoluciona-
realidad. Uno la acata tal cual es: mide la corre- medio de la cultura y el desenvolvimiento de la ria” (Cooke, Ibid., p. 67). La violencia revolu-
lación de fuerzas y como, evidentemente, el ene- personalidad. El primer paso para dejar de ser cionaria, dirá, es distinta a la del régimen porque
migo tiene la máxima concentración de fuerza objeto no es la cultura, que los regímenes de tra- tiene una base ideológica y moral. “Porque no se
material, los tanques, las armas y el dinero del bajo extenuantes no le permitirán formarse, sino puede exponer a un ser humano a la cárcel –y tal
imperialismo, se resigna y busca que el régimen la acción revolucionaria” (Cooke, Ibid., p. 50). vez a la muerte– sino conmoviéndolo como con-
le dé entrada con alguna porción de poder com- De este modo, la misión del verdadero hombre ciencia, como parte de la conciencia colectiva. Es
partido; es el neoperonismo y todas las variantes de izquierda es incorporar al obrero a la praxis, violencia contra los enemigos de los seres huma-
de la burocracia reformista. Al mismo tiempo, no hacerla solo, como el vanguardista ilumina- nos; o sea, es amor a los hombres que se traduce
violento porque sí, el que se proclama exclusiva- do, porque incorporando al obrero lo incorpora en odio a quienes causan su desgracia” (Cooke,
mente como ‘línea dura’ cree que esa correlación a la cultura, que sólo le puede venir de la acción Ibid., p. 67. Cursivas mías).
de fuerzas puede ser modificada por el mero volun- revolucionaria. Esta es la única acción pedagógica Considero que la exposición que acabamos
tarismo de un grupo pequeño de iniciados; no aspi- válida del intelectual sobre el obrero: sumarlo a de ver en este luminoso texto de John William
ra a un movimiento de masas en que la salida la lucha revolucionaria, ayudarlo a encontrar su Cooke es una de las más sólidas e inteligentes
revolucionaria sea la consecuencia lógica y la direc- identidad en la lucha. Luego Cooke dirá otra de que se han formulado desde la izquierda. Si
ción revolucionaria se convierta en la única posible, sus frases como latigazos: “Un régimen nunca se tenemos en cuenta que el texto es de 1964 no
sino que aspira a constituirse como vanguardia del cae, siempre hay que voltearlo”. Notemos que la podemos sino concluir que es posterior a todo
movimiento caído de la estratosfera para venir a potencia de estas fórmulas responde al poder de cuanto Guevara le haya podido decir acerca del
decirle las verdades reveladas de esa revolución sin su pluma eximia, como el caso de Sartre. foco insurreccional en Cuba. Bien, en este texto
fundamento doctrinario, sin base en la realidad” Y ahora el anteúltimo parágrafo de este texto no hay una sola mención a ese foco. ¿Cuál es la
(Cooke, Ibid., p. 36. Cursivas mías.) Este volun- deslumbrante. Su título: Los fundamentos de la diferencia? El foco insurreccional plantea: pri-
tarismo es constitutivo de la vanguardia. Con la violencia. Detecta una carencia en el peronismo mero el foco, después las masas. Es lo que can-
voluntad todo es posible. La voluntad revolucio- revolucionario: una adecuada teoría de la violen- taban –muy equivocadamente– los pibes de la
naria puede vencer los escollos de la realidad, cia. “La teoría revolucionaria comprende la teo- JP, los foquistas: “Ayer fue la Resistencia, hoy
siempre débiles ante ella. La voluntad revolucio- ría de la violencia” (Cooke, Ibid., p. 65). Vamos Montoneros y FAR, y mañana el Pueblo entero
naria puede suplir el respaldo de las masas y, con a citarlo extensamente. Lean con detenimiento el en la lucha popular”. Lo que causaba el estupor
su poder, convocarlo. No es azaroso que el libro texto. Luego, con ese mismo detenimiento, nos de muchos, pero muchos, eh, muchos, que
de Anguita y Caparrós lleve por título La Volun- consagraremos a analizarlo. Cooke empieza con habíamos “entrado” en el peronismo por otros
tad. La voluntad es un concepto nietzscheano y el argumento que extiende la violencia a la injus- motivos. Justamente por el contenido masivo
la voluntad de poder es, para Nietzsche, aquello ticia social: “Pero el que algunos tengan mucho y del movimiento. Oigan, ¿cómo mañana el pue-
que permite el devenir de la vida. Para el revolu- otros no tengan nada, ¿acaso no es un hecho de blo entero? ¿Para eso nos metimos en el pero-
cionario abstracto, iluminista, su voluntad no violencia? (...) La opresión no es una fatalidad nismo? No, muchachos: Y por siempre el pueblo
necesita asideros en la realidad, los crea. Su que nos llega del cielo: la opresión es algo que entero en la lucha popular. La concepción de
voluntad es, también, pura, es la voluntad del unos hombres les hacen a otros hombres. No es Cooke no es la de Guevara, por más amigos
iluminismo revolucionario que tiene que vencer una situación de la que nadie sea responsable: es que hayan sido y por más que, según la leyen-
necesariamente al vil mercantilismo del merce- responsable el régimen, son responsables los da, haya seducido el Guerrillero Heroico al
nario. Hay una valoración moral de la voluntad. hombres del régimen (...). Si en el Noroeste hay gran lector de Sartre y de Marx. Para Cooke la
Nuestra voluntad es pura, es limpia, se rige por una mortalidad infantil altísima (...) eso no ocu- cosa no es primero el foco, después el pueblo.
ideales. Nuestros enemigos son mercenarios. O rre porque sí, sino porque hay hombres que han No es primero una minoría y después las
soldados recogidos del pueblo que se nos unirán creado las condiciones para ello, y hombres que masas. Una minoría sin masas se extravía sin
en el momento del combate. La voluntad, a la son cómplices porque las aceptan” (Cooke, Ibid., remedio. No existe revolución sin masas. El
vez, me permite conocer la realidad y se nutre p. 66). Ese es el aspecto existencialista de Cooke. verdadero revolucionario es aquel que trabaja
con ese conocimiento, que es, ni más ni menos, Su hondo humanismo sartreano. Si Levinas con y desde las masas. Por eso valoraba tanto a
que la teoría revolucionaria. Cooke, por el con- puede decir que los filósofos existencialistas se Perón. Lo que Perón le daba: las masas peronis-
trario, escribe: “La política revolucionaria no equivocaron al reducir el Ser al ente antropológi- tas. Lo veremos todavía con mayor profundi-
parte de una verdad conocida por una minoría co, Cooke lo mandaría al diablo. A mí me dad en nuestra próxima entrega. Cuando anali-
sino del conocimiento que tengan las masas de importa el hambre, la miseria y la explotación cemos la Correspondencia Perón-Cooke, una joya
cada episodio y de las grandes líneas estratégicas” del ente antropológico, si eso es el Ser o no lo es, del pensamiento político. También una imposi-
(Cooke, Ibid., p. 38). no me preocupa, entreténgase usted con esas bilidad de entendimiento que se vislumbra
¿Se comprende el valor que le damos a este cosas. Observemos con qué obsesividad Cooke desde el principio y que será cerrada por Cooke
PRÓXIMO texto, el aura mítica que tenía para nosotros marca la responsabilidad de los hombres en la cuando escriba: “Mis argumentos, desgraciada-
DOMINGO cuando sólo podíamos conseguirlo en mimeó- iniquidad de la historia. El mecanismo de la mente, no tienen efecto: Ud. procede en forma
grafo? La derecha peronista nunca lo aceptó. explotación no viene de las estructuras, Son los muy diferente a la que yo preconizo, y a veces
Amelia Podetti, brillante teórica, notable filóso- hombres quienes lo sostienen. Se dispone a luchar en forma totalmente antitética”.
John William Cooke, fa, detestaba a Cooke. Hicimos juntos en 1969 contra la degradación de los hombres con todos
el peronismo que un seminario sobre los procesos de cambio en la los medios que tenga. Y si no es elegante, no le Colaboración especial:
Perón no quiso (III) Argentina. Amelia decía: “El teórico del peronis- importa. “Nosotros somos peronistas, no caballeros” Virginia Feinmann – Germán Ferrari

IV Domingo 13 de julio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


33 John William Cooke,
el peronismo que Perón no quiso

Suplemento especial de

PáginaI12
EL ATAQUE A LA GUARNICIÓN DE AZUL comparte la desgracia de sus compañeros. Un militar que habrá DELEGADO DE PERÓN
a acción la emprende la Compañía Héroes de de condenar con extrema dureza los acontecimientos produci- Cooke es una de las figuras más enigmáticas del peronismo.

L Trelew. Se supone que quieren robar


armamentos y municiones. El resultado es que
matan al centinela de guardia, el soldado Daniel
González (un soldado, un perejil que posiblemente
estuviera haciendo la colimba), y al coronel Camilo Gay y su
esposa. Vale anotar, como detalle, que Gorriarán no tomó en
cuenta que el matrimonio Gay estaba acompañado por su
dos. Un militar malhumorado, poseído por una indignación
temible. Un militar que dice: “Me dirijo a todos los argentinos
frente al bochornoso hecho que acaba de ocurrir en la provin-
cia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, en el Regimiento
de Tiradores Blindados C-10, donde una partida de asaltantes
terroristas realizara un golpe de mano, mediante el cual asesi-
naron al jefe de la unidad, coronel don Camilo Gay, y a su
Fogoso diputado, es el que no se calla una en esa Cámara, el
que se opone a la visita de Milton Eisenhower, el que apoya
con fervor militante y revolucionario la clausura de La Prensa
(para un revolucionario no hay nada más coherente que cerrar
un diario burgués: para eso es un revolucionario, las revolucio-
nes no son democráticas), se opone al Contrato con la Califor-
nia y logra que ese Contrato no se firme (Nota: Bajo el Gobier-
hija Patricia, que tenía apenas catorce años. Se suicidó el 5 de señora esposa, y luego de matar alevosamente a soldados y herir no de Perón el Contrato con una empresa del Imperio desató
octubre de 1993. (La Pando te lo agradece, Gorriarán.) La a un oficial y suboficial, huyeron llevando como rehén al un escándalo institucional, después se firmaron a montones y
Compañía Héroes de Trelew tomó como prisionero al teniente coronel Ibarzábal. nadie se opuso seriamente, se había perdido el carácter nacional
teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal. Luego se retiraron “Hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el que tenía el gobierno de Perón pese a sus aflojadas) y no hay
sin haber logrado ninguno de sus objetivos. El fracaso cubrió grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas que medida nacional, popular, de carácter irritativo para las clases
de desprestigio a Gorriarán dentro de la organización. Lo vienen operando en la provincia de Buenos Aires ante la evi- dominantes que no cuente con su apoyo. Era querido por los
sacaron del Estado Mayor y jamás llegó al grado de dente desaprensión de sus autoridades. El Gobierno del Pue- peronistas, era joven y los veteranos le decían el “Bebe” Cooke.
comandante. En cuanto al coronel Ibarzábal, el ERP lo tuvo blo, respetuoso de la Constitución y la ley, hasta hoy ha venido Este apodo se lo seguirán dando, pero jamás para los que
preso diez meses y luego lo asesinó. ¿O vamos a hablar de observando una conducta retenida frente a esos desbordes gue- siguieron su línea, para los siguieron su obra no fue el “Bebe”
justicia popular? ¿Consultaron con, al menos, algún sector del rrilleros que nada puede justificar en la situación que vive la
pueblo para ultimar a Ibarzábal? Hoy, desde luego, es una República.”
bandera de la derecha de los dos demonios. El sábado 21 de Hay una frase letal para el gobierno de Bidegain y para
junio apareció en La Nación una carta de una hija o algún Troxler, como jefe de policía. Perón dice: “Hechos de esta
cercano pariente de Ibarzábal. Yo no leo La Nación porque naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad
los artículos de Morales Solá tienen un odio tan desmedido, y audacia de los grupos terroristas que vienen operando en la
casi irracional, que me resultan intolerables. Además, me provincia de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus
resulta intolerable una distorsión tan belicosa de la verdad autoridades”. Se acabó. Bidegain viaja a Buenos Aires, se entre-
que alienta un proto-golpismo evidente. Sin embargo, al vista con Perón y renuncia. Lo ponen a Calabró. La Provincia
tratar el tema del ataque a la Guarnición de Azul (que, quiero queda en manos de la derecha. Troxler queda a la deriva.
ser insistentemente claro, me parece un hecho abominable Queda marcado. Es casi el primero de la lista. O uno de ellos.
que, en buena medida, determina el asesinato de Troxler al Empieza a trabajar en la Facultad de Derecho. Pero luego de
facilitarle a Perón destituirlo como jefe de Policía de la la muerte de Perón, el accionar de la Triple A se desboca. Ya
Provincia y dejarlo al descubierto) me acercaron la carta de veremos la responsabilidad de Perón en estas cuestiones. Como
esta señora. Su fin es claro: detener los juicios de lesa sea, a Alberto Villar lo pone él como jefe de Policía. Y Rodolfo
humanidad o incluir en ellos a los muertos por la guerrilla. La Almirón era parte íntima de su custodia. López Rega, su secre-
señora es hábil. Acaso sepa que cuando se habla de “derechos tario privado. A su muerte es que los asesinatos empiezan a
humanos” se menciona a las víctimas del terrorismo estatal. sucederse ininterrumpidamente. La maquinaria que se armó
Para eso, en todo el mundo, se han creado los “derechos bajo su mirada empieza a actuar con un vértigo imparable. Así,
humanos”: para defender al ciudadano, inmerso en el el 20 de septiembre de 1974 (fecha que debe unirse en la histo-
Leviatán estatal, de los posibles crímenes de éste. Para juzgar ria del peronismo, si queremos asumir toda su complejidad, con
los delitos cometidos por grupos civiles está el propio Estado. la del 9 de junio de 1955), desde un Peugeot negro se llevan a
Los miembros de la institución estatal no necesitan Julio Troxler. El Peugeot se detiene en el Pasaje Coronel Rico,
organismos de derechos humanos pues son miembros del en Barracas. ¿Qué habrá sentido, que habrá sufrido o alucinado
Estado y es éste el que debe protegerlos. El problema es Troxler? ¿Cómo? ¿Otra vez esto? Si yo me salvé. Si los gorilas de
cuando el propio Estado se convierte en una máquina de Aramburu no me mataron. Pero éstos dicen que no son gorilas,
matar, como ocurrió en la Argentina. Ibarzábal fue una dicen que son peronistas y que yo soy un traidor, un zurdo de
víctima de un grupo civil que empuñó las armas. Las mierda. O no, por ahí Julio la tenía bien clara: éstos son fachos,
organizaciones de derechos humanos se encargan de la son bien fachos, porque el peronismo es facho y nunca lo quisi-
defensa y justicia de todos aquellos asesinados por el mos ver. Porque el Viejo es facho. Por eso se vistió de milico
terrorismo estatal. No obstante, la señora Ibarzábal –pareciera para tirarlo a Bidegain y bajarme a mí. Hicimos bien con Walsh
conocer este tema– se maneja con habilidad pues le exige y con Cedrón en no nombrarlo al final de Operación Masacre.
coherencia a la Presidenta en nombre de “todas las víctimas” Mirá vos, va a tener que escribir otro libro Walsh. Otro Opera-
de la Argentina. El caso de Ibarzábal es ideal para este tipo de ción Masacre. Porque estos fachos ahora me dicen que después
reclamo. La derecha puede justificar todo desde ahí. O, sin de mí van a liquidar a Sandler, porque rima con Troxler, a
duda, intenta hacerlo. ¿Para qué se lo tuvo prisionero diez Ortega Peña, Curuchet, Atilio López, Silvio Frondizi, Sueldo,
meses? ¿Por qué luego de un tiempo tan prolongado se lo Bidegain, Cámpora, Laguzzi, Betanín, Villanueva, Caride, Taia-
ultimó? Este trabajo que desarrollamos buscará ahondar en el na, Añón, Arrostito. Qué masacre van a hacer. Y el Viejo ya no
tema de la violencia (Teoría de la violencia: levantar la mano los puede parar. Se murió el Viejo. ¿Por qué no los paró antes?
sobre el otro, y tomará como punto de partida la polémica que ¿O estaba ciego, o boludo? ¿O no veía lo que estos tipos estaban
desató la carta de Oscar del Barco), pero no es el momento de preparando? ¿Para qué mierda lo trajimos al Viejo? ¿Para esto?
hacerlo. Reproduzco la carta de la señora Ibarzábal para que Le atan las manos a la espalda. Llegan a una calle que limita
se juzgue cuán funcional es a la derecha, que buscará, con un terraplén ferroviario. Están en Barracas. Estos te matan
siempre, identificar los muertos por el terror estatal con los a la luz del día. No les importa nada. Los gorilas te mataban de
muertos por la guerrilla. La carta dice así: noche. En un basural. Estos, así nomás. Hay que tener libre el
“Memoria. Señor Director: “Escuché con atención el discur- territorio para hacer estas cosas. Bien libre. Carajo, mirá cómo
so de la Presidenta el 17/6, en conmemoración de las víctimas vengo a terminar. Yo, que me salvé de los gorilas. Que me les
del bombardeo a la Plaza de Mayo, en 1955. “En él hizo refe- fui de las manos esa noche, en José León Suárez. Salvarse así y
rencia al ‘recuerdo que todos los argentinos deberíamos tener venir ahora a morir contra ese paredón. Asesinado por fachos
de todas las víctimas en la Argentina’. En su alocución mencio- peronistas. Por fachos que el Viejo, desde el mismísimo día de
nó: víctimas del bombardeo de 1955, víctimas de la Guerra de Ezeiza, cubrió, les dio manija, les dio sus mejores jefes, Villar,
las Malvinas, víctimas del proceso militar de 1976. Margaride, ese hijo de puta de López Rega. Carajo, qué puta
“Pero omitió hablar sobre las víctimas del terrorismo de la suerte, venir a morir así. Como un perro.
Argentina. Es decir que la Presidenta se olvidó de las víctimas –Bajate.
de Montoneros, ERP y afines. Troxler se baja y le dicen que camine hacia adelante. La calle
“Respecto de su permanente reclamo de memoria en la por la que camina se llama Suárez. Se acabó todo. Esta vez, sí.
mayoría de sus discursos, como ciudadana me ofrezco a cola- Los fachos, por fin, me alcanzaron. Porque éstos no son pero-
borar en el ejercicio de aquélla, para que incorpore en su agen- nistas. Son fachos. Igual que los gorilas de José León Suárez.
da toda la temática que este capítulo de la historia merece. Fachos todos. Pero si los gorilas son fachos. Si éstos son fachos,
“Señora Presidenta: nosotros, las víctimas del terrorismo de nos equivocamos fiero, irlandés. Todo el país es facho. Lo
la Argentina, también sufrimos la intolerancia. También añora- borra una ráfaga de ametralladora.
mos vivir en democracia.” El que muy posiblemente haya dirigido el operativo se llama
Silvia Ibarzábal Rodolfo Almirón. Un subcomisario de la Policía Federal. En
1974, el año en que asesina a Troxler, había custodiado al
BAJATE, TROXLER General hasta la muerte. Hay una foto clarita, clarita. Se lo ve a
Perón actúa con reflejos rápidos. Habla por la cadena nacio- Almirón, de bigotazos negros, mirando hacia un costado, aten-
nal de radiodifusión. Y por primera vez se pone el opulento to, no vaya a ser que algún zurdo quiera matar al General. Y
uniforme de teniente general del Ejército. (En una medida no delante de él se lo ve al General. Hay mucha más gente en la
desdeñable, sino de peso, verdadera, había regresado para eso. foto. También están, desde luego, Isabel y López Rega. Perón
Para humillar a quienes lo degradaron. Para que fueran éstos se ve malhumorado. La foto es en blanco y negro, bien de la
quienes tuvieran que ponerle de nuevo los oropeles de militar época. Almirón, tenso, va detrás del General. Pero cerca. Uno
con los que quería morir.) O sea, el que le habla a la ciudada- diría demasiado cerca.
nía es un militar indignado. El que habla es un militar que JOHN WILLIAM COOKE,
II
Cooke, sino John William Cooke, el tipo que inventó la “Por la presente autorizo al compañero Dr. D. John Villar al frente de la Policía, por su terrible amonestación a los
izquierda peronista. William Cooke, actualmente preso, por cumplir con su deber diputados de la JP y, para no seguir, por dejar a Isabel y a
Cuando el gobierno peronista se derrumba, en 1955, Perón de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o López Rega como herederos. Este último aspecto es ilevanta-
lo nombra al frente del Partido Justicialista, una medida más acción política. En ese concepto su decisión será mi decisión y ble. No tiene perdón. El anciano líder (como suele decirse)
que apropiada a causa de los momentos de claudicaciones, su palabra la mía. sabía más que bien que sus días estaban contados. Los doctores
rajes varios y terrores de cuanto burócrata y adulón formaba “En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para Cossio y Taina se lo habían dicho, aunque se emitiera un
parte del movimiento, que sumaban muchos y a los que Perón presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en documento público que lo negaba. Lo sabía: moriría pronto.
había permitido crecer. De aquí que la medida de poner a el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor ¿Cómo no hace un cambio? ¿Cómo le deja el país a Isabel
Cooke fuera correcta, pero tardía. Del modo que sea, siempre que las mías. Martínez que –él lo sabe mejor que nadie– es arcilla fácil en
me sorprendió esta medida porque iba más allá de lo que el “En caso de mi fallecimiento, delego en el Dr. D. John manos de López Rega, el fanático impulsor de la Triple A?
líder –en la intimidad de su conciencia, si es que alguien algu- William Cooke el mando del Movimiento. ¿Cómo le deja el país a un asesino? ¿Ignora que dejarle el país
na vez supo qué había ahí: Perón era impenetrable– estaba dis- “En Caracas, a los 2 días de noviembre de 1956. al sanguinario Lopecito es dejárselo a los escuadrones de la
puesto a ofrecer en términos de lucha. La lucha no se produce, Perón. muerte? Nadie tiene una explicación para esto. Se lo dice de
pero –aun así– Perón, ya desde el exilio, insiste en mantener la puertas adentro. Pero se acabaron las “puertas adentro”. Ha
conducción de Cooke y redacta un documento por el cual Perón se murió en el peor momento para él y para el país. pasado demasiado tiempo y ya nada puede no problematizarse.
delega en el joven dirigente toda posible representación. Es En 1974 ya estaba manchado por las acciones parapoliciales en Se muere en el momento en que peor queda su imagen. En el
uno de los documentos más sobreinterpretables del peronismo: Córdoba, por su reflotamiento de toda la legislación antirre- momento en que sus herederos son una tonta sin formación de
“Al Dr. D. John William Cooke, Buenos Aires. presiva, por el nombramiento de un matarife como Alberto nada y un matarife que estará dispuesto a hacer la matanza, a
lanzar a la calle a los escuadrones de la muerte, a “hacer la
tarea”, según dirá notablemente Mariano Grondona, que ava-
lará al asesino desde su revista Carta Política.
Supongamos que Perón muere en 1964, volviendo al país,
siendo detenido por la Cancillería de Illia, el Gobierno brasile-
ño y la Embajada de Estados Unidos en El Galeao. Muere
como un héroe. Como un líder que regresa a su país a luchar,
a enfrentar la historia, a que lo arresten (algo que desencadena-
ría una pueblada genuina, poderosa) o a ponerse al frente del
Movimiento para presentarse en elecciones democráticas. Pero,
¡he aquí lo impensable! Supongamos que se muere en Caracas,
el 3 de noviembre de 1956, luego de haberle cedido todos sus
derechos a Cooke. Luego de haber dicho: “Su decisión será mi
decisión y su palabra la mía”. Luego de haber dicho: “En caso de
mi fallecimiento, delego en el Dr. D. John William Cooke el
mando del Movimiento”.
Cooke asume la conducción del Movimiento. La Resistencia
no demora en convertirse en lucha abierta para la toma del
poder. Cooke extrema la lucha. El Movimiento ya no pendu-
lea. Elige ser la extrema izquierda que Cooke luego propondría
al General. En 1959, Cooke viaja a Cuba y establece una férrea
unión con el castrismo. Regresa con el aval de Fidel. La buro-
cracia partidaria y el sindicalismo pactista se le resisten. Cooke
moviliza a las masas. Les exige que abandonen las ilusiones de
Estado de Bienestar. Ya no hay Estado de Bienestar. Ahora hay
que luchar para conquistarlo. Todo esto es impensable. Esta-
mos en plena Ucronía: ¿Qué habría ocurrido en la historia si no
hubiera ocurrido lo que ocurrió? Pero volvamos al tema que
intentamos sugerir: ¿cómo lo dejaba a Perón este final? Como
el líder que había delegado el mando en un combativo que
(Perón no lo ignoraba) llevaría al Movimiento a la lucha por la
verdadera toma del poder, por el socialismo, por la unión con
otros movimientos libertarios de América o con los que pudie-
ran surgir (en 1956 el castrismo no existía), ese líder quedaba
en la Historia como el hombre combativo que, lejos del que
rehuyó la lucha en el ‘55, la reiniciaba (advirtiendo que no
había otro camino) en el ‘56 por medio del más fogoso de sus
cuadros políticos. La otra posibilidad es la que más sencilla-
mente habría podido darse: que Perón muriera sin volver. Es la
más sencilla. No necesita una coyuntura especial. Ni ser dete-
nido en El Galeao. Ni haber designado a un combativo en su
reemplazo. No, quedarse allá en Puerta de Hierro. Morirse
ahí, en Puerta de Hierro, custodiado por esos dos monstruos
que no habríamos llegado a conocer, Isabel y Lopecito. Morirse
en la lejanía, morirse sin quebrar el mito, sin matarlo. Desde
este punto de vista –se sabe– la jugada de Lanusse habría logra-
do un triunfo perfecto. Lo obligaron a volver y las contradic-
ciones de todos los demonios que había desatado lo liquidaron
en pocos meses. Volver, para Perón, fue una catástrofe. Y otra
para el país. El país podría, al menos, haber conservado un
símbolo, un mito, un hombre anhelado por el pueblo que la
injusticia del régimen impidió volver. Es cierto que el peronis-
mo sigue vivo y que a los peronistas les repugna, les desagrada
y les da mucho miedo meterse con las aristas del Perón del
regreso. Ahí está esa pintada. Se pintó no bien la Justicia deci-
dió ocuparse de la Triple A: “No jodan con Perón”. La pintada
ya admite que empezar por Rodolfo Almirón, asesino de Trox-
ler y Silvio Frondizi y Ortega Peña, no puede terminar más
que, primero, en López Rega y, después, en Perón. Por eso
apenas lo arrestan a Almirón aparece esa pintada, la de no
joder con Perón. Es una amenaza, claro. ¿Qué van a hacer?
¿Una Triple A para amenazar a los jueces que lleven la causa
de Almirón y no sepan dónde detenerse, no puedan hacerlo y
lleguen hasta las mismas puertas del dormitorio de Perón?
Veremos cómo sigue esto.
Pero volvamos a 1956. Se forma la Resistencia Peronista.
Perón pone a su frente al más combativo de sus cuadros.
¿Sabemos bien quién es John William Cooke? Vean, somos
muchos los que queremos a Cooke. De toda esta historia llena
de sonido y de furia son muy pocos los que habrán de salir sin
mácula, sin errores graves, con una moral incuestionable, con
una pasión verdadera, sin haber transado nunca, con las ideas
intactas, con la vida puesta en las propias creencias y con la
III
vida en riesgo permanente por ellas. Uno de esos –¿Por qué? otro lado y no en el lecho conyugal que lo haga
excepcionales tipos (un tipo del valor moral, de la –Primero, tengo una cátedra como profesor de nomás. Ella tiene bastante con el coche carísimo
estatura militante, de la pureza Julio Troxler) es Economía Política en la Universidad de Buenos que le compró, con la casa, con los hijos, con las
John William Cooke, el Bebe Cooke, el Gordo Aires. cenas a las que la lleva, con el infinito, orgásmico
Cooke. Detengámonos en él. –Pero, ¿vos me estás cargando? ¿Por un puesto placer de conocer al Presidente, con enviar a los
de mierda en la Universidad vas a abandonar un chicos a buenos colegios. El burócrata bromea con
HABLEMOS DE diario? ¿Un puesto de batalla día por día, minuto su secretaria y de tanto en tanto le toca el culo,
JOHN WILLIAM COOKE a minuto? Un lugar desde donde un tipo con tu porque él es así: jodón. La secretaria se le hace la
Cooke nace en La Plata el 14 de noviembre de inteligencia les puede contestar sus canalladas a púdica y dice: “Ay, señor Argañaraz, qué cosas
1919. De origen irlandés como Rodolfo Walsh, los contreras? tiene usted”. El burócrata la pasa bien. Total,
es el primer hijo de Jauna Isaac Cooke, abogado –Tengo otro proyecto también. Y éste es mientras dure hay que aprovechar y forrarse bien
y dirigente radical. Sigo para esta biografía la bueno, señora. Una revista. Como a usted le por si después la cosa se complica y alguien le pide
entrada que le dedica Horacio Tarcus en su Dic- gusta. Dura, pero satírica, socarrona. Pegándoles cuentas. Ahí, un buen abogado y a otra cosa. “No
cionario de la izquierda argentina. La entrada es a los contreras donde más les duele. Se va a lla- jodamos, muchachos. ¿A mí me van a joder?
larga, dilatada, de las más extensas del Dicciona- mar De Frente y la dirijo yo. Miren que si yo hablo se caen por lo menos cin-
rio. Bien, Tarcus: Cooke fue uno de los más –Dale. Pero recordá algo. Los gorilas no son cuenta, por lo menos, digo, ¿está claro?, cincuenta,
grandes militantes de la izquierda argentina. Y sólo ruines y pancistas. También son crueles. No ochenta, ¿quieren la lista?” Es que el aparato es el
fue peronista porque veía en el movimiento polí- te caigas, porque te patean. aparato. El corleonismo es el corleonismo. Y el
tico creado por Juan Perón la sustancia, hablando –No me voy a caer, señora. periodismo entra en la cosa también. “O nos dan
en lenguaje hegeliano, por medio de la cual se En De Frente, Cooke no sólo se la agarra con la la Planta de Pico Ladeado o seguimos puteando
desarrollaba la dialéctica histórica, en la cual oligarquía, también “critica a los sectores buro- contra ustedes durante toda la eternidad.”
Cooke creía fervientemente. Casi podríamos cráticos del sindicalismo y algunas medidas del Contra todo esto, en una época en que aún el
decir que Cooke veía en el peronismo la materia gobierno, como la firma del contrato con la menemismo no las había llevado al extremo de la
prima de la Historia Argentina cuyo necesario e empresa norteamericana Standard Oil de Califor- indecencia apocalíptica, estaba Cooke. Quien,
inmanente desarrollo dialéctico llevaría a las nia, transformándose en una figura destacada en antes del golpe del ‘55 visita sindicatos y unidades
masas al poder. El régimen estaba condenado. la línea más radical de dentro del peronismo. Es básicas en un intento ganar apoyo para su estrate-
Aunque, en una de sus frases más célebres y con- la primera persona a la cual Perón convoca después gia de movilización integral y resistencia armada.
tundentes, habrá de decir: “Un régimen nunca se de los bombardeos aéreos de 1955, ofreciéndole un Esta política crea una fuerte oposición entre los
cae, siempre hay que voltearlo”. John está habitua- puesto como secretario de Asuntos Técnicos. Cooke militares y la dirigencia peronista, “que solicitan su
do a las discusiones políticas desde su infancia: su rechaza sosteniendo que ‘no es tiempo de la téc- detención antes del golpe de Estado de septiembre de
padre fue funcionario del Ministerio de Gobier- nica sino de la política’ y es nombrado interven- 1955” (Tarcus, Ibid., p. 148/149). Cooke coinci-
no de la Provincia de Buenos Aires. “Se afilia a la tor del Partido Peronista en la Capital Federal, de con Milcíades en que la resistencia popular era
Unión Cívica Radical y participa en la agrupa- encontrándose con una estructura corrupta y posible y en que había que armar a las masas.
ción antifascista y analiadófila Acción Argentina, burocrática” (Tarcus, Ibid., 148). Todo parece indicar que no se encontraron. Lásti-
frente integrado por figuras del socialismo, el ma. Se habrían potenciado. Lo de Cooke, en el
radicalismo, el liberalismo, y el conservadurismo. FENOMENOLOGÍA DEL ‘55, fracasa, pero su recurrencia a las armas se
Cooke percibe inicialmente el golpe de junio de BURÓCRATA: LA ANTÍTESIS encarnará en las actividades desarrolladas durante
1943 como otro cuartelazo, pero su actitud cam- DE COOKE la resistencia a los regímenes militares en la segun-
bia cuando el coronel Perón asciende posiciones ¡Qué pelotas tenía Cooke para rechazarle pues- da mitad de los años ‘50 y los ‘60” (Tarcus, Ibid.,
en el nuevo régimen” (Horacio Tarcus (director). tos a Perón! El rechazo de la Secretaría de Asuntos p. 149). Pero hay que aclarar algo: Cooke, en
Diccionario biográfico de la izquierda argentina, Técnicos es ejemplar. Ésa es la estampa de un 1955, quiere armar a las masas. Quiere recurrir a
De los anarquistas a la “nueva izquierda” (1870- militante. “No es tiempo de la técnica sino de la la violencia pero con las masas como protagonista.
1976), Emecé, 2007, Buenos Aires, p. 148. Insis- política.” Pero no bien es nombrado interventor No busca el grupo guerrillero que habrá de surgir
to en lo valioso de esta obra. Hay ausencias y hay del Partido Peronista en la Capital, Cooke habrá de la equivocada y fatal teoría del foco guerrillero
algunas presencias que apestan. Pero es un traba- de toparse una vez más con un adversario del que guevariana y el poder galvanizador de la guerrilla.
jo sólido. Un gran trabajo de equipo. Una herra- jamás se librará: la burocracia peronista, que ter- Cooke tiene a las masas peronistas. Milcíades
mienta que los ensayistas precisábamos). Obser- minó por ser, a lo largo de los años, sin más, el también. Y cuando, en el ‘55, buscan armas esas
vemos por qué Cooke es Cooke: no se deja arras- peronismo. Pero en la época de Cooke esta batalla armas no son para ellos. Son para crear milicias
trar por toda esa alharaca del nazismo de Perón. no estaba saldada y él estaba dispuesto a dar la obreras. No son jóvenes de clase media dispuestos
Ve enseguida en él al líder obrerista. Lo diferen- lucha. Fijemos un punto: ¿qué es un burócrata? (Y a salvar a la clase obrera. Trabajan con la materia
cia de los otros milicos del GOU. Perón viene a ojo: burócratas no sólo hay en el peronismo, están prima de la clase obrera. Este punto es fundamen-
otra cosa. El padre de Cooke es designado minis- por todas partes.) Evita decía que era un nombre tal. Si lo enuncio aquí es porque este ensayo, esta
tro de Relaciones Exteriores desde agosto de dispuesto a servirse de su puesto y no ponerse al novela teórica, no es lineal, según ha sido exhaus-
1945 a junio de 1946. Se convierte en un fiero servicio de él. Eso es, sí. Pero también es un trai- tivamente comprobado, y el lugar para diferenciar
contrincante de Spruille Braden. Cooke está a su dor. Es un tipo que está para negociar. Y se nego- un intento armado de un grupo burgués que dice
lado, y ahí aprende a resistir a las presiones de los cia para ganar dinero. Hablemos, yo le doy esto, representar a la clase obrera y un militante de
Estados Unidos. Estas presiones han seguido ¿qué me da usted? El burócrata tiene una visión años como Cooke, y otro como Milcíades, que
ininterrumpidamente. (¿Alguien cree que, hoy, financiera de la política. Lo que tiene, lo que piden armas porque saben que los obreros están
en estos días dramáticos y repugnantemente reac- logró, el cargo del que se ha adueñado lo hace sen- en condiciones de agarrarlas y defender a un régi-
cionarios, en esta fiesta de la oligarquía respalda- tir superior a los hombres del pueblo. Desde ahí men más allá de su líder, el cual, ante esa defensa,
da por una clase media chillona y atildada en su puede hacer negocios. Un burócrata es un tipo al masiva, proletaria, genuinamente peronista,
vestimenta y en sus elementos estridentes de coci- que la política sólo le interesa en tanto mantenga podría regresar y ser la bandera que la resistencia
na, no se encuentra la mismísima Embajada de el statu quo. Porque él lo es. Si nada cambia, yo armada requería convocar a la clase obrera, a los
los Estados Unidos?) Cuando Perón gana las estoy aquí para siempre. Y si algo cambia, será sindicalizados, que superarían a sus conducciones
elecciones del ‘46 Cooke es elegido diputado. para que yo trepe. Es un tipo que se la creyó. Que burocráticas o que contarían con ellas porque las
Tiene sólo 25 años y se convierte en uno de los tiene muchas secretarias. Que hace sentir a los mismas verían que sólo podrían sobrevivir al costo
diputados más vehementes, más rompebolas del demás que es inaccesible. Que hace negocios en de sumarse a la lucha.
Congreso, porque le temen al Bebe Cooke como los mejores restaurantes de la ciudad y con los Lo notable aquí era que Perón –en un gesto
se le teme a la sangre joven, a las ideas frescas, a mejores vinos. Que tiene una familia para la for- notable y que expresa su decisión de pelear, aun-
los modos nuevos, a las palabras nuevas y francas. malidad tediosa de los actos públicos, pero se que él esté lejos– decide que el único dirigente
Cooke es joven, pasional, insobornable. Hasta divierte desatinando sábanas con las mejores capaz de conducir la hosca, dura, lucha que se
sus iras se desatan contra el gobierno que repre- minas que sus subalternos le consiguen. Hace del avecina es el Gordo Cooke, por una razón muy
senta. Se opone al Acta de Chapultepec y a la sexo una fanfarronada constante. Cuenta sus haza- sensible: era el más bravo, el más fiel, el más
Carta de las Naciones Unidas porque, como ñas en las mesas de la burocracia y las calla en las combativo y el que nunca haría lo que ya estaban
sabemos todos, fueron dos aflojadas de Perón. de los negocios serios. No es de buen gusto hablar haciendo la mayoría de los canallas del peronis-
Bien, Cooke las rechazó. En 1951 lo expulsan de de polvos clandestinos con los altos jerarcas del mo: hablar con los de la Libertadora, acomodarse
las listas partidarias. Está lleno de enemigos den- Chase Manhattan Bank. Sabe contar chistes. Sabe dentro de las estructuras del nuevo régimen,
tro del peronismo, es movimiento de alcahuetes y cantar tangos. O le gustan mucho. Idolatra a mostrar buenos modales, negociar, conciliar, por-
adulones, según, célebremente, lo definiera Perón. Adora a Evita. Él es el peronismo. El ver- que estos Libertadores vinieron para quedarse, se
Perón. Se opone al Congreso de la Productivi- dadero. Esos pibes que en el pasado quisieron lle- decían. El ejemplo más patético y público de esta
dad. No quiere que las crisis del gobierno se solu- varlo a la izquierda no entendieron al pueblo. El conducta fue el marino Teisaire, vicepresidente
cionen con una mayor plusvalía de los obreros. Si pueblo peronista ama a los hombres como él. de la República, que se puso a hablar hasta por
no hay guita, que la pongan los que tienen y no Siempre es fanático de algún club de fútbol. En su los codos. Yo era niño, iba al cine, aparecía el
el esfuerzo de los trabajadores en jornadas extra- oficina tiene la foto de Perón, de Evita y la de noticiario y aparecía Teisaire y hablaba pestes del
ordinarias. Se viene el Segundo Gobierno Pero- algún crack del club de sus amores. Se lo puede movimiento al que pertenecía. Sólo consiguió
PRÓXIMO
nista. Evita está enferma. Se eclipsa, agoniza. ver con alguna puta de lujo, de alta jerarquía, pero que el humor popular le pusiera un nombre inol-
DOMINGO Pero lo llama. nadie dirá nada a su familia. Además, si la boluda vidable: “El cantor de las cosas nuestras”.
–Oíme, Bebe, te necesito como editor del dia- de su mujer se entera, no hay drama. Porque Continuará.
John William Cooke, rio Democracia. Tenemos que tener ahí un bas- –aunque se piense lo contrario– no es boluda y
el peronismo que tión fuerte contra los contreras. sabe que lo que tiene lo tiene gracias a los choreos Colaboración especial:
Perón no quiso (II) –No puedo, señora. de su marido, de modo que si quiere ponerla en Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 6 de julio de 2008


Peronismo
Filosofía política de una obstinación argentina
José Pablo Feinmann

32 Julio Troxler, una tragedia argentina

Suplemento especial de

PáginaI12
LA INGENUIDAD DE VALLE
ay ingenuidad en la revolución de

H Valle. En él mismo sobre todo.


Pareciera no haber puesto en la
balanza la adhesión poderosa de
las clases medias y de los sectores
intelectuales y académicos para con la
Libertadora. Si Valle pensaba que una masa
incontenible de obreros peronistas se sumaría a él,
ese error era mayúsculo. En junio de 1956 era
más probable que se movilizaran los sectores
ligados al catolicismo, al Cristo Vence, los
empleados que esperaban prosperar en el nuevo
gobierno, los que estaban hartos del estilo
agobiantemente personalista de Perón, los
intelectuales, los radicales, los socialistas, los
comunistas, que las masas peronistas que
permanecían en la misma desorganización en que
Perón las había mantenido. No era el momento
de una revolución a la luz del sol. No era el
momento de un paseo triunfal hasta la Plaza de
Mayo (al estilo del de Uriburu y sus cadetes),
tampoco el de una simple proclama que arrancara
de sus barrios oscuros, humillados, sometidos a la
persecución de la policía aramburista, a los
obreros beneficiados por el régimen peronista.
Siempre conocedor de los hombres y las
coyunturas, siempre zorro y, más aún, viejo, el
general se había opuesto al intento de Valle. Van
al muere, era su pronóstico. Valle y los suyos
pensaban que Aramburu y Rojas eran unos
cobardes, que no afrontarían una sublevación,
que el golpe del ‘55 era fruto del coraje de
Lonardi. Era increíble que desconocieran el odio
del antiperonismo. El desplazamiento de Lonardi
abrió paso, justamente, al odio gorila, que no es
para desdeñar. Ha tenido y tiene una fuerza
poderosa en la Argentina. Sobre todo cuando
identifica al peronismo con esa fuerza maligna a
la cual suele asociarlo: el peligro comunista. El
odio gorila razona así: si el peronismo se
mantuviera en sus posiciones podríamos
contenerlo, incluirlo, no reprimirlo. Pero, al ser
un movimiento de masas, al representar a la
negritud de este país, aun cuando siempre
contemos entre sus filas con fascistas que
adherirán a nosotros en un enfrentamiento
definitivo, el peligro de este maldito movimiento
que tanto persevera es que surja de él el
comunismo. O, en nuestros días, el populismo
latinoamericano, enemigo de Estados Unidos,
partidario de los juicios contra los “héroes de la
lucha contra la subversión” e, incluso, partidario
de una investigación sobre la Triple A (y esto
viene de parte del mismo peronismo) que podría
llegar a tocar la intocada e intocable figura de
Perón. Créase o no, es a la derecha argentina en
totalidad a la que no le interesa que se “toque” a
Perón. Los trabajos sucios que hizo la Triple A y
que podrían involucrar (en principio en su faceta
permisiva) a Perón involucrarían al Ejército
Argentino, pues todo lo que la Triple A hizo
estuvo avalado por el establishment. Basta
recordar (ya nos detendremos sobre esto en su
momento) la Meditación del elegido con que anularon el movimiento. La objetividad con que ble que el alzamiento de unas masas obreras desa-
Mariano Grondona fundamenta públicamente las fue informada la institución y la opinión pública lentadas, agredidas, que recibían el desdén de los
acciones terroristas de López Rega, hacia fines de sin deformaciones, hablan de una confianza abso- poseedores y la burla sobre todo aquello en que
1974 en Carta política. luta en los valores morales del ejército y de la ciu- habían creído en los últimos años. Además, ¿cómo
Valle estaba muy lejos de conocer ese odio. dadanía consciente y libre” (La Prensa, 13/6/56. sabía Valle que Perón habría de volver? No es
Debió haberlo conocido luego del bombardeo del Citado por Ferla, Ibid., p. 135, cursivas mías.) Lo casual que Perón se haya opuesto al golpe. No esta-
16 de junio, pero parecía creer más en la moviliza- cual situaba a un católico como Valle del lado del ba repuesto aún. Necesitaba elaborar su derrota y
ción instantaneísta de la clase obrera que en los que ateísmo marxista-leninista soviético. juntar coraje para ponerse de nuevo al frente de un
sostenían las banderas de la Iglesia, el Ejército, las Valle también ignoró que la Libertadora maneja- movimiento, el que Valle ponía en sus manos, que
clases medias y el resto del país que había tirado a ba todos los medios de difusión, o, sin duda, los esta vez enfrentaría a adversarios temibles y sangui-
Perón y que todavía mantenía la sensación de su decisivos. Que en los teatros se daban obras satíri- narios a los que Perón respetaba en su justa medida
triunfo, la convicción de sostenerlo y el odio con cas sobre el peronismo, Perón y Evita. Que se y todavía un poco más.
que lo había llevado a cabo. Era impensable un exponían al público joyas, tapados de piel, meda- Valle se despide de su hija Susana y se dirige
“paseo” hacia la Plaza de Mayo, concentrarse ahí y llas, todo tipo de objetos de lujo que se atribuían al hacia el pelotón de fusilamiento. Lo fusilan en la
exigir el regreso del líder. Se habría producido un despilfarro, al robo descarado de la pareja presiden- cárcel de la Avenida Las Heras, donde ahora hay
nuevo y más sanguinario 16 de junio. En el diario cial. Que se hablaba sin cesar de los hurtos de Juan un espacio verde en el que algunos chicos juegan y
La Prensa del 13 de junio se recogían las declara- Duarte (muchas veces veraces). Que actores como algunos mayores hacen jogging para bajar de peso
ciones que, la noche anterior, ante un grupo de Leonor Rinaldi y Pepe Arias eran ídolos nacionales. o para escaparles a los infartos. Citemos la prosa
periodistas, en el mismo momento en que Valle era Que en La Revista Dislocada, “la gran creación emocionada, algo cándida (en medio de tanto
fusilado, había formulado el ministro de Ejército, cómica de Delfor”, en la que colaboraba el humo- terror, de tanta crueldad) de Salvador Ferla: “Así
general Arturo Ossorio Arana: “El asesinato, incen- rista rabiosamente antirrojo Aldo Cammarota, que pasa Valle a la inmortalidad. Así entra este héroe y
dio o destrucción de vidas, iglesias y otros bienes terminó viviendo en Miami, los chistes se descarga- mártir, esta gloria auténtica del Ejército Argentino
de la colectividad, señalan el camino a un estado ban sobre el “régimen depuesto”. La clase media y al reino de Dios, allí donde no existen la crueldad
anárquico total con estrecha semejanza al propug- la clase alta vivían envueltas en un clima de júbilo y ni el odio ni la calumnia. Hermano de Dorrego y
nado por la revolución social comunista. La repre- hasta de exaltación que probablemente las hubiera Peñaloza, representante de una Argentina ¡por cen-
sión firme, ecuánime y serena de las fuerzas arma- llevado a una defensa activa del gobierno de facto. tésima vez vencida!” (Ferla, Ibid., p. 134).
das y en particular la noble reacción del ejército Valle no pensaba que esta posibilidad era más via- Sin embargo, ese reino de Dios en el que Ferla
II
Valle, para desgracia de Aramburu, escribe una
Carta. También las había escrito Dorrego, cuando
esperaba los fusiles de Lavalle en los campos de
Navarro. Las de Dorrego le sirvieron a Rosas para
imponer mayor dureza a su régimen. Respondía a
la dureza con la dureza. Las cartas de Dorrego
habían pedido que esto no ocurriera. Escribe a su
hija Angelita: “Mi querida Angelita: En este
momento me intiman que dentro de una hora
debo morir; ignoro por qué; mas la providencia
divina, en la cual confío en este momento crítico,
así lo ha querido. Perdono a todos mis enemigos y
suplico a mis amigos que no den paso alguno en
desagravio de lo recibido por mí”. Otra carta: “Mi
querida Angelita: te acompaño esta sortija para
memoria de tu desgraciado padre”. Otra: “Mi que-
rida Isabel: Te devuelvo los tiradores que hiciste a
tu infortunado padre”. Otra más: “Sed católicos y
virtuosos, que esa religión es la que me consuela en
este momento”. Otra: “Mi vida: Mándame hacer
funerales y que sean sin fausto. Otra prueba de que
muero en la religión de mis padres”. Y la última,
fechada en Navarro en 1828, y dirigida al Señor
Gobernador de Santa Fe, Don Estanislao López, es
de notable importancia: “Mi apreciable amigo: En
este momento me intiman morir dentro de una
hora. Ignoro la causa de mi muerte, pero de todos
modos perdono a mis perseguidores. Cese usted
por mi parte todo preparativo y que mi muerte no
sea causa de derramamiento de sangre” (cursivas
nuestras).
La Carta de Juan José Valle no será tan magná-
nima. Es dura. Algo está pidiendo. No le augura a
su verdugo un futuro de felicidad. No tiene el aire
calmo, pleno de bondad y de religiosidad de
Dorrego. Es una Carta conocida pero añadiremos
algo: la Carta de Valle se liga con la Carta de
Walsh. Las liga el arbitrio del crimen aleve, la falta
de juicio, decidir fusilarlo antes de que estuviera
proclamada la Ley Marcial. Basura. La Historia
pasa por los patios húmedos, nocturnos de las
penitenciarias, la muerte es clandestina.
La Carta de Valle será, a la vez, la Carta de Valle
y la condena de muerte de Pedro Eugenio Aram-
buru, su ejecutor, que no dudó un instante, que
buscó el escarmiento, demostrar la dureza de la
Libertadora y que nadie más se atreviera a lanzarse
a una aventura revolucionaria como Valle. La
Carta dice: “Dentro de pocas horas usted tendrá la
satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi
Patria la declaración fidedigna de los aconteci-
mientos. Declaro que un grupo de marinos y mili-
tares, movidos por ustedes mismos, son los únicos
responsables de lo acaecido. Para liquidar oposito-
res les pareció digno inducirnos al levantamiento y
sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o
perversidad para adivinar la treta. Así se explica
que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos
con las ametralladoras, que avanzaran los tanque
de ustedes antes de estallar el movimiento, que
capitanearan tropas de represión algunos oficiales
comprometidos en nuestra revolución. Con fusi-
larme a mí bastaba. Pero no. Han querido ustedes
escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad
asegura entrará Valle era propiedad de los Liberta- Reino y echaría una eterna maldición sobre sus confesada por el mismo Rojas, vengarse de los
dores. La Iglesia no hizo nada por impedir los fusi- asesinos. La Iglesia, como siempre, consideraba sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones,
lamientos. “Aramburu y su ministro del Interior que Dios era justo, pero a veces con unos y a veces desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los
informaron que habían secuestrado instrucciones con otros, de acuerdo con sus propios intereses. diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo
de los rebeldes para tomar casi todas las iglesias y Cuando Dios favorecía a los que la Iglesia apoyaba (...) Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con
colegios religiosos del país y fusilar a los sacerdotes –como en el caso de Aramburu al fusilar a Valle– la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágri-
y monjas que se resistieran (...) El arzobispo de La Dios era justo con los amigos de la Iglesia. Cuando mas, verán en mí a un idealista sacrificado por la
Plata, Antonio Plaza, participó de la ‘ceremonia no lo era, lo sería pronto. O habría que luchar para causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta
patriótica’ organizada frente al Departamento de lo fuera. Pues “Dios” es una formidable rúbrica ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de
Policía para agradecer ‘la ejemplar conducta’ de que suelen ponerse a sí mismas las revoluciones de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disi-
sus tropas durante la sublevación. En Rosario, base clerical, oligárquica, que han triunfado. Para mular el terror que les causan”. Ahora leamos cui-
Caggiano visitó al comandante del Cuerpo de desgracia de Valle, Dios no estaba en la Peniten- dadosamente los párrafos que siguen. Late en ellos
Ejército, general José Rufino Brusa, en cuya sede ciaria de Las Heras la noche en que lo fusilaron. el reclamo de la venganza, o el vaticinio del seguro
aún había personas detenidas. Si fue a pedir cle- (Nota: En la película que Richard Brooks hizo asesinato de Aramburu, Rojas y los victimarios de
mencia, no lo hizo público ni se conocen docu- sobre la nonfiction novel de Truman Capote, A san- junio: “Aunque vivan cien años sus víctimas les
mentos que lo indiquen” (Horacio Verbitsky, La gre fría, en la escena final están por ahorcar a los seguirán a cualquier rincón del mundo donde preten-
violencia evangélica, Tomo II, “De Lonardi al Cor- asesinos de la familia de farmers. A uno lo suben al dan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus
dobazo (1955-1969)”, Editorial Sudamericana, cadalso, le ponen la cuerda alrededor del cuello y hijos bajo el terror constante de ser asesinados (...) Es
Buenos Aires, 2008, p. 45/46). El Reino de Dios el tipo ya siente la trampa que se abrirá bajo sus asombroso que ustedes, los más beneficiados por el
es de quienes poseen el poder. Ellos no desean pies. Hay un sacerdote, a su lado, que reza. El régimen depuesto y sus más fervorosos aduladores,
entrar a ese reino sino que envían ahí a quienes hombre lo mira. El frío es cruel. Le pregunta: hagan gala ahora de una crueldad como no hay
son sus enemigos. Lo hacen con suma frecuencia “Padre, ¿está Dios en este lugar?” ¿Estaba cuando memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que
en nombre de ese Reino, de ese Dios, de ese Culto. fusilaron tan indecentemente a Valle?) ustedes le están imponiendo el libertinaje de una
Dios no pareciera decidirse a ser justo como lo minoría oligárquica, en pugna con la verdadera
creía Lonardi. Notable cuestión: Aramburu creía LA CARTA DE VALLE libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y
que Dios era justo porque él fusilaba a Valle. Valle Pero los crímenes no suelen quedarse en el pasa- laico en contra de las tradiciones de nuestro país.
creía que Dios era justo porque lo acogería en su do. Siempre hay algo que los arroja hacia el futuro. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos las
III
dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como papel. Al discutir el libro con él y con Cedrón, pueblo peronista. Lo quería traer a Perón. Este
tienen ustedes los días contados, para librarse del llegamos a la conclusión de que el film no debía punto, en un texto que seguramente escribió
propio terror, siembran terror (...) Pero no taparán limitarse a los hechos ahí narrados. Una militan- Walsh pero con Troxler y Cedrón muy cercanos,
con mentiras la dramática realidad argentina por cia de casi veinte años autorizaba a Troxler a es una rareza. El “Perón Vuelve” seguía siendo la
más que tengan toda la prensa del país alineada al resumir la experiencia colectiva del peronismo en consigna que daba unidad a todo el peronismo.
servicio de ustedes”. Valle concluye con una frase los años duros de la resistencia, la proscripción. Y
de unidad que más suena a forma que a sincera la lucha armada. “SALUD, COMPAÑERO
convicción: “Ruego a Dios que mi sangre sirva “La película tiene pues un texto que no figura TROXLER”
para unir a los argentinos. Viva la Patria. Juan en el libro original. Lo incluyo en esta edición Cuando asume Cámpora, Oscar Bidegain llega
José Valle, Buenos Aires, 12 de junio de 1956”. porque entiendo que completa el libro y le da su a la gobernación de la provincia de Buenos Aires
Entre tanto, Aramburu metía en la cárcel a miles sentido último” (Walsh, Ibid., p. 181/182). y pone a Troxler como jefe de Policía. Bidegain
de trabajadores, reprimía con ferocidad cada Troxler es el narrador de todo el film. Y hace su era un tipo más que cercano a la Tendencia
huelga que pugnaba por producirse y torturaba propio papel. Al final, se planta frente a cámara y Revolucionaria, de modo que la provincia de
en todo el territorio de la República. dice un largo texto de gran riqueza, de gran pate- Buenos Aires podía ser considerada como uno de
Las figuras de Valle y Tanco serán retomadas tismo, de gran dolor. Dice Troxler: esos territorios que el sector juvenil del Movi-
tanto por el catolicismo que dará origen a Mon- “Yo volví de Bolivia, me metieron preso, cono- miento Justicialista tenía bajo su comando.
toneros como por la izquierda marxista, que se cí la picana eléctrica. Mentalmente regresé Cuando a fines de julio la JP organiza una enor-
incluía en la tradición de John William Cooke muchas veces a este lugar. (Troxler habla en José me movilización para ir hasta la Quinta de Oli-
(un gran lector de la Crítica de la razón dialéctica León Suárez, durante un amanecer, JPF.) Quería vos y rodearla con el propósito manifiesto de
de Sartre y amigo del Che y hasta miliciano de la encontrar la respuesta a esa pregunta: qué signifi- “romper el cerco del brujo López Rega”, es Trox-
Cuba revolucionaria). Esta condición bifronte de caba ser peronista. ler el que asegura el orden, el que les da a los
la JP se inclinará hacia su cara socialista. Sobre “Qué significaba este odio, por qué nos mata- militantes de la Tendencia la seguridad de que no
todo cuando los chicos católicos del montoneris- ban así. Tardamos mucho en comprenderlo, en serán atacados por los grupos del matonaje de la
mo temprano se relacionen con las FAR y empie- darnos cuenta de que el peronismo era algo más derecha peronista, sobre todo el Comando de
cen a enterarse de las ideas esenciales del marxis- permanente que un gobierno que puede ser Organización de Alberto Brito Lima. La certeza
mo. Pero Valle y Tanco eran católicos. En la derrotado, que un partido que puede ser pros- era: el compañero Troxler nos cubre. Sólo algu-
Carta del primero se lee claramente la frase “un cripto. nos señalamientos sobre esa jornada: la JP rodea
liberalismo rancio y laico en contra de las tradi- “El peronismo era una clase, era la clase traba- la Quinta y durante cerca de media hora o más,
ciones de nuestro país”. De este modo, los prime- jadora que no puede ser destruida, el eje de un rabiosamente, ruge la consigna: “Perón/ Perón/ el
ros que se apropian de Valle y Tanco son los muy movimiento de liberación que no puede ser pueblo te lo ruega/ queremos la cabeza del trai-
belicosos muchachos de Tacuara. En el comedor derrotado, y el odio que ellos nos tenían era el dor de López Rega”. Fue un acto dionisíaco.
de la Facultad de Derecho, hacia 1961, entra una odio de los explotadores por los explotados. Muy especialmente si tenemos en cuenta que lo
pandilla de jóvenes con cadenas y manoplas al “Muchos más iban a caer víctimas de ese odio, dionisíaco –tal como Nietzsche lo entiende– es la
grito de “¡Vivan los generales Valle, Tanco y en las manifestaciones populares, bajo la tortura, osadía de perder la individuación en la embria-
Cogorno!” Bajo este grito se consagran a moler a secuestrados y asesinados por la policía y el ejérci- guez del grupo. Eso pasó en el operativo Gaspar
cadenazos a todos los “zurdos” que había en el to, o en combate. Campos. (Acaso alguien sonría. O diga: qué
lugar, a los cuales tenían bien ubicados. Eran los “Pero el pueblo no dejó nunca de alzar la ban- locos estaban esos pendejos. Puede ser. Pero,
tiempos de Tacuara, un grupo numeroso de jóve- dera de la liberación, la clase obrera no dejó ¿usted nunca se volvió loco por nada? ¿Nunca
nes de las clases altas, nacionalistas, antisemitas, nunca de rebelarse contra la injusticia. El pero- perdió la individuación en un acto colectivo de
vagamente peronistas y claramente nazis. Temi- nismo probó todos los métodos para recuperar el características dionisíacas? Qué pena.) Perón reci-
bles, brutales, solían poner bombas en sinagogas. poder, desde el pacto electoral hasta el golpe bió a la conducción de la Tendencia y les prome-
Cierta vez dialogué, muy tensamente, con uno militar. El resultado fue siempre el mismo: explo- tió una serie de cosas que, desde luego, no pensa-
que tenía un muñón envuelto en cuero. Le había tación, entrega, represión. Así fuimos aprendien- ba cumplir. Al día siguiente, haciendo gala de un
explotado una bomba en la mano. Era un fanáti- do. cinismo impecable, lo nombró a López Rega
co ultracatólico, peinado a la gomina, admirador “De los políticos sólo podíamos esperar el como enlace entre él y la Juventud Peronista.
frenético de don Juan Manuel de Rosas, de la engaño, la única revolución definitiva es la que Pero no es ésta la cuestión. Cuando la militancia
Alemania nazi, antisemita cruel y ya cerca de un hace el pueblo y dirigen los trabajadores. Los se retiraba por la parte de atrás de la Quinta apa-
peronismo que daría como figura más notoria al militares pueden sumarse a ella como individuos, reció un tipo alto, al que apenas se veía porque ya
aventurero Joe Baxter, de quien nos ocuparemos. pero no dirigirla como institución. Porque esa era de noche. Pero todos supieron quién era.
Estas pandillas se peinaban con mucha gomina, institución pertenece al enemigo y contra ese “Salud, compañero Troxler”, le dijeron. Troxler
el pelo bien tirante hacia atrás, saco azul y panta- enemigo sólo es posible oponer otro ejército sur- saludó haciendo la V peronista. Luego, todo
lón gris. Durante esos días, la gomina Glostora gido del pueblo. siguió su curso. La derecha peronista esperaba
sacó por la tele un comercial que los aludía: un “Estas verdades se aprendieron con sangre, descabezarlo. A él y a Bidegain. Pero no era fácil.
tacuarita, sonriente, se pasaba la mano por el pelo pero por primera vez hicieron retroceder a los Bidegain había ganado bien en la provincia de
brillante, bien peinado a la gomina y hacia atrás y verdugos, por primera vez hicieron temblar al Buenos Aires. La derecha ya quería reemplazarlo
el locutor del comercial decía: “Glostora, como te enemigo, que empezó a buscar acuerdos imposi- por Victorio Calabró. Pero algún motivo tenía
gusta a vos, Juan Manuel”. Se fueron raleando en bles entre opresores y oprimidos. La marea empe- que tener. Ese motivo se lo dio uno de los perso-
pocos años, entraron en los sectores católicos del zaba a darse vuelta, las balas también les entraban najes que más daño le ha hecho a la causa popu-
peronismo, pero fueron superados por los jóvenes a ellos, a los torturadores, a los jefes de la repre- lar en la Argentina. El que atacó el cuartel de La
socialistas, que impusieron sus lecturas y sus con- sión. Tablada en plena democracia. Enrique Gorriarán
signas. Es cierto que el socialismo de la JP estaba “Los que habían firmado penas de muerte Merlo. Que, en enero de 1974, también en plena
alimentado por lecturas del revisionismo históri- sufrían la pena de muerte. Los nombres de nues- democracia, en la provincia de Buenos Aires,
co –también asumidas por los de Tacuara–, pero tros muertos revivían en nuestros combatientes. donde se contaba con un gobernador adicto al
ellas convergían hacia una unidad con el socialis- Lo que nosotros habíamos improvisado en nues- que era muy difícil deponer, ataca la Guarnición
mo tercermundista. Como sea, todo esto contri- tra desesperación, otros aprendieron a organizarlo de Azul. ¡Qué festín para la derecha! ¡Qué excep-
buye a la multiplicidad ideológica del peronismo, con rigor, a articularlo con las necesidades de la cional regalo! ¡No podían esperar nada mejor!
a sus mil caras posibles, que Perón alimentó clase trabajadora, que en el silencio y el anonima- Acababan de recibir en bandeja el motivo para
siempre. Salvo a partir de junio de 1973, cuando to va forjando su organización independiente de descabezar a Bidegain y a Troxler. Ese motivo se
optó por la derecha, por una derecha violenta, traidores y burócratas, la larga guerra del pueblo, lo había entregado la torpeza, la soberbia, el des-
contrainsurgente y parainstitucional cuya trágica el largo camino, la larga marcha, hacia la Patria dén absoluto por la política de masas de Gorria-
historia tenemos por delante. Aunque, a partir de Socialista” (Walsh, Ibid., p. 183/ 184). rán Merlo.
aquí, y para narrar el triste asesinato de Julio Troxler ha enunciado las bases programáticas El error de Gorriarán hará posible (o acelerará)
Troxler, tendremos que acudir a ella. de la izquierda peronista. El pueblo protagonista el asesinato de Troxler. En tanto era jefe de Poli-
hegemonizado por la clase trabajadora, la organi- cía de la Provincia estaba cubierto. Al menos no
HABLA JULIO TROXLER zación de base, la reivindicación del “arambura- había recibido la bofetada histórica que Perón
De la matanza de José León Suárez –según zo” (“los que habían firmado penas de muerte habrá de pegarles a él y a Bidegain, poniéndose
vimos– se salvaron varios. Entre ellos, Julio Trox- sufrían la pena de muerte”), la guerra popular para la ocasión y por primera vez el uniforme de
ler. En 1971 lo encontramos colaborando con prolongada (“la larga guerra del pueblo”) y la teniente general. Troxler, con la desautorización
Rodolfo Walsh y Jorge Cedrón en el film Opera- Patria Socialista. Observemos algo sustancial: en de Perón, que lo acusa de “desaprensión” ante los
ción Masacre, que se basa en los hechos de José ningún momento, en el texto, se nombra a “grupos terroristas” que vienen actuando en la
León Suárez que Walsh narrara. “La filmación Perón. Ni siquiera se menciona como consigna provincia de Buenos Aires, queda devaluado
(escribe Walsh) se realizó en condiciones de clan- de lucha “el regreso incondicional del general como peronista, señalado, además, como colabo-
destinidad que la dictadura de Lanusse impuso a Perón a la patria”, que era una frase que decían rador de la guerrilla. No habrá de ser casual que
la mayoría de las actividades políticas y a algunas todos, que se decía sola, que no había quien no la la Triple A lo ponga entre los primeros lugares de
artísticas (...) La película se terminó en agosto de incluyera en un programa revolucionario. Es un sus listas. ¡Salvarse de los gorilas en José León
PRÓXIMO
1972. Con el concurso de la Juventud Peronista, vacío estridente. En la fecha en que el texto se Suárez y venir a morir a manos de los fachos del
DOMINGO peronismo de base, agrupaciones sindicales y escribe ningún grupo (ni siquiera el peronismo peronismo en una calle de Barracas! Pobre Trox-
estudiantiles, se exhibió centenares de veces en de base, que manejaba una alternativa indepen- ler. Pobre país.
John William Cooke, barrios y villas de Capital e interior, sin que una diente a la conducción de Perón) habría obviado
el peronismo que sola copia cayera en manos de la policía (...) En la la mención del regreso de Perón pues era la más Colaboración especial: Virginia Feinmann -
Perón no quiso película Julio Troxler desempeña su prolijo movilizadora de las consignas. Era lo que quería el Germán Ferrari

IV Domingo 29 de junio de 2008


Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


31 Operación Masacre

Suplemento especial de

PáginaI12
WALSH, EL NARRADOR “¿DÓNDE ESTÁ TANCO?”
DE LOS HECHOS Esa noche, la del 9, trasmiten una pelea:
Lausse contra el chileno Loayza. Lausse viene de
a violencia del 9 de junio de 1956 lucirse en Estados Unidos. Pero bajo “el

L debe entenderse –entre otras cosas,


pero en un plano central– como
una consecuencia del despla-
zamiento de Lonardi por Aram-
buru. Cuando los subordinados que cargan
armas saben que en la cúspide la que ganó es el
ala dura, los gatillos se vuelven fáciles.
régimen depuesto”. La Libertadora igual lo trata
bien. Pese a que Luis Elías Sojit hubiera dicho
esas frases inolvidables, entre cómicas, patéticas
y hasta trágicas cuando transmitía esas peleas:
“¡Lausse sangra de la nariz! ¡Es sangre
peronista!”. No, con Lausse todo bien. El país
boxístico espera, además, que se enfrente con
Lonardi, que proponía el diálogo con el Rafael Merentino, lo que sería la pelea del año.
peronismo, no hubiera abierto el paraguas Un grupo de amigos –la noche es muy fría– se
político que pudiera dar cobertura a los reúne para escuchar la pelea Lausse-Loayza. Esta
asesinatos de junio, Aramburu sí. Una política es la historia que cuenta Walsh. En la
de diálogo erradica la violencia, porque no la investigación lo acompaña Enriqueta Muñiz, a
alimenta el odio ni la venganza. Fueron estas quien le dedica el libro. También dice: “Donde
dos características las que ganaron al perder escribo ‘yo’ debe leerse ‘nosotros’”. Es la historia
Lonardi. Rojas fue el que se encargó de trazar de un grupo de tipos que escucha una pelea la
la línea Mayo-Caseros. Colocaba al peronismo noche del levantamiento de Valle: Carranza,
en la “barbarie”. Aramburu hizo lo que hizo Livraga (el sobreviviente que Walsh contacta
siempre el liberalismo con los bárbaros: para que le cuente los hechos), Garibotti, Díaz,
atacarlos sin piedad. Si es necesario, como Lizaso, Gavino, Torres, Brión y Rodríguez.
tantas veces lo fue, liquidarlos. Este es el Entra la cana y se los lleva por participar en la
encuadre político-conceptual de los episodios revolución. El que entra a los gritos y como una
del 9 de junio: mano dura, peronismo=bar- fiera desenfrenada es el jefe de Policía de la
barie, la línea Mayo-Caseros encarna lo más Provincia de Buenos Aires, teniente coronel (R)
puro y noble de la patria, no hay diálogo Desiderio A. Fernández Suárez, el más
posible con los herederos de la línea histórica despiadado del relato, el mejor hombre de
de los déspotas de la primera y la segunda Aramburu, el más perverso, el asesino por
tiranía. Y algo más, definitivo: castigo delegación y por convicción. Entra gritando:
ejemplar, escarmiento. “¡Dónde está Tanco!” Tanco era, con Valle, la
Lo tenemos a Walsh preparado para narrar la cabeza de la Revolución. No lo iban a
historia del 9 de junio. “Ésa es la historia que encontrar ahí. Ahí encuentran a esos
escribo en caliente y de un tirón, para que no me pobres tipos que querían escuchar la pelea
ganen de mano” (Walsh, Ob. cit., p. 20). Hace de Lausse, que andaba tan bien, mirá
muchos años, en los comienzos del ‘84, en el vos, que hasta a los yanquis les había
retorno de la democracia, hablaba con dos dado piñas fieras, ¿cuándo peleará con
escritores, dos colegas del arte de la soledad, y Merentino? Para ellos, nunca. Nunca
veíamos el endiosamiento que se venía alrededor pelearon, de todos modos, pero, saber
de Walsh. Uno de ellos dijo algo cierto: que no eso, no habría consolado a ninguno.
había que perder de vista que era un tipo alegre, Caen, en la casa de Florida, también a
jodón, que le gustaba el ajedrez, trazar mapas, escuchar la pelea otros dos: Troxler y
imaginar la búsqueda de El Dorado y que con Benavídez. De Troxler nos vamos a
Operación Masacre pensaba ganarse el Premio ocupar extensamente.
Pulitzer. Lo cual era cierto. También en “Esa Anota Walsh, lo anota en cursivas
mujer” el protagonista lo tienta al Coronel con para que quede bien claro, para que
los beneficios de publicar la historia que sólo él nadie pierda el dato: “A las 24 horas del
sabe y guarda como una tumba. 9 de junio de 1956, pues, no rige la ley
El periodista dice: marcial en ningún punto del territorio de
“–Hay que escribirlo, publicarlo. la nación. Pero ya ha sido aplicada. Y se
–Sí, algún día. aplicará luego a hombres capturados antes
Parece cansado, remoto. de su imperio, y sin que exista –como
–¡Ahora! –me exaspero–. ¿No le preocupa la existió, en Avellaneda– la excusa de
historia? ¡Yo escribo la historia y usted queda haberlos sorprendido con las armas en la
bien para siempre, Coronel! mano” (Ibid., p. 69). ¿Qué sucedió en
La lengua se le pega al paladar, a los dientes. Avellaneda? Fue desbaratado el intento de
–Cuando llegue el momento... usted será el rebelión de los hombres de Valle. “La
primero... represión es fulminante. Dieciocho civiles y
–No, ya mismo. Piense. Paris Match. Life. dos militares son sometidos a juicio sumario en
Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera”. la Unidad Regional de Lanús. Seis de ellos serán
(Rodolfo Walsh, “Esa mujer”, en Perón vuelve, fusilados: Yrigoyen, el capitán Costales, Dante
Compilación de Jorge Lafforgue, Norma, 2000, Lugo, Osvaldo Albedro y los hermanos
Buenos Aires, P. 135.) Clemente y Norberto Ros. Dirige este
Es cierto que lo del Pulitzer lo decía un poco procedimiento el subjefe de Policía de la
en broma, un poco en serio, pero lo decía. No provincia, capitán de corbeta aviador naval
era “Walsh” aún, estaba saliendo de la policial Salvador Ambroggio. Los tiros de gracia corren
de enigma hacia el género negro. Buscando en por cuenta del inspector mayor Daniel Juárez.
esa historia se buscaba él mismo. Se estaba Con fines intimidatorios, el gobierno anunció
haciendo. Hay frases como latigazos: “Muchos esa madrugada que los fusilados eran dieciocho”
pensamientos duros el hombre se lleva a la (Walsh, Ibid., p. 68). Todo esto, antes de ser
tumba, y en la tumba de Nicolás Carranza ya promulgada la ley marcial. Se trata de
está reseca la tierra” (Operación Masacre, Ibid., asesinatos. Es a la 0.32 cuando por Radio del
p. 29). Le gusta anticipar algunos hechos, como Estado se da lectura a un comunicado de la
si no quisiera perderse al lector, advertirle: Secretaría de Prensa de la Presidencia de la
“Guarda, lo mejor está por venir”. Por ejemplo: Nación. El artículo primero declara la ley
“El barrio en que van a ocurrir tantas cosas marcial en todo el territorio de la nacional.
imprevistas” (Ibid., p. 36). O también: “La casa Cuando Troxler, junto a Benavídez, llega a la
donde han entrado Carranza y Garibotti, donde casa de Florida, donde lo arrestan, Walsh hace
se desarrollará el primer acto del drama y a la de él una minuciosa descripción. Apelando a su
que volverá por último un fantasmal testigo” efectivo recurso anticipatorio digamos que
(Ibid., p. 37). Es el recurso de decirle al lector nuestro interés en Troxler es, por supuesto,
algo de lo que va a pasar, sin contárselo, para existencial, casi entrañable, pero también
meterle la intriga, tironearlo para que siga. Un teórico: Nadie expresa como Julio Troxler, con su
recurso clásico sería: “Se despidieron en la tragedia personal, la tragedia del movimiento
esquina de Superí y Monroe. No volverían a nacional peronista. Que es también, por supuesto,
verse”. ¿Por qué? ¿Alguno de los dos va a morir? una tragedia argentina.
¿Lo van a matar o simplemente se va de viaje?
Además, si no vuelven a verse, ¿cómo se resuelve LOS FUSILAMIENTOS
el lío en que están metidos? Y el lector da vuelta Se abre la puerta de la casa de Florida y
la página y sigue adelante. Troxler se encuentra con un sargento y dos
II
vigilantes que lo apuntan con sus armas. Apenas detiene alumbrándolos con los faros. Rodríguez
se inmuta. Conoce al sargento. Moreno baja, pistola en mano.
“–¿Qué hubo? –pregunta Troxler. “A partir de ese instante el relato se fragmenta”.
–No sé. Tengo que llevarlos. (Nota: Walsh revela en esta frase que había leído
–¿Cómo me vas a llevar? ¿No te acordás de –como todos nosotros– atentamente a Borges.
mí? Que, en su cuento “El muerto” de El Aleph,
–Sí, señor. Pero tengo que llevarlo. Es una escribe: “Aquí la historia se complica y se
orden que tengo” (Walsh, Ibid., pp. 71/72). ahonda”, Jorge Luis Borges, Obras Completas,
Así describe Walsh a Troxler: “Es un hombre Tomo I, Emecé, Buenos Aires, p. 548.) La frase
alto, atlético, que en todas las alternativas de esa completa de Walsh es más impresionante, va más
noche revelará una extraordinaria serenidad. allá de la mera técnica narrativa: “A partir de ese
“Veintinueve años tiene Troxler. Dos instante el relato se fragmenta, estalla en doce o
hermanos suyos están en el Ejército, uno de ellos trece nódulos de pánico”. (Walsh, Ibid. p. 91.
con el grado de mayor. El mismo siente quizá También es notable que tenga un aire impecable
cierta vocación militar, mal encauzada porque de relato posmoderno.)
donde al fin ingresa como oficial es en la policía “Carlitos, azorado, sólo atina a musitar:
bonaerense. Rígido, severo, no transige sin –Pero, cómo... ¿Así nos matan?
embargo con los ‘métodos’ –con las brutalidades– (...)
que le toca presenciar y se retira en pleno –¡Alto! –ordena una voz.
peronismo. A partir de entonces vuelca su Algunos se paran. Oros avanzan todavía unos
disciplina y capacidad de trabajo en estudios pasos. Los vigilantes, en cambio, empiezan a
técnicos. Lee cuanto libro o revista encuentra retroceder, tomando distancia, y llevan la mano
sobre las especialidades que le interesan –motores, al cerrojo de los máuseres.
electricidad, refrigeración–. Justamente es un (...)
taller de equipos de refrigeración el que instala en –¡De frente y codo con codo! –grita
Munro y con el que empieza a prosperar. Rodríguez Moreno” (Walsh, Ibid., p. 92).
“Troxler es peronista, pero habla poco de Luego habrá de vociferar:
política. Cuantos lo trataron lo describen como –¡Tírenles!
un hombre sumamente parco, reflexivo, enemigo “Sobre los cuerpos tendidos en el basural, a la
de las discusiones. Una cosa es indudable: conoce luz de los faroles donde hierve el humo acre de la
a la policía y sabe tratar con ella” (Walsh, Ibid., p. pólvora, flotan algunos gemidos. Un nuevo
71). Observen otro rasgo del estilo de Walsh. crepitar de balazos parece concluir con ellos. Pero
Escribe: “Veintinueve años tiene Troxler”. de pronto Livraga, que sigue inmóvil e
Nunca: “Troxler tiene veintinueve inadvertido en el lugar en que cayó, escucha la
años”. El primer modo de armar la voz desgarradora de su amigo Rodríguez que dice:
oración la torna más dura. Más –¡Mátenme! ¡No me dejen así! ¡Mátenme!
novela negra. El otro es demasiado “Y ahora sí, tienen piedad de él, y lo ultiman”
correcto, como escolar. Troxler era, (Walsh, p. 94).
sí, un tipo alto, de pocas palabras, Y ahí termina la masacre de José León Suárez.
de pocas expresiones, y de poca
suerte, aun cuando pareció haberla CÓMO SE SALVA TROXLER
tenido toda de su parte la noche ¿Qué ha sido de Julio Troxler. “Julio Troxler
de José León Suárez. se ha escondido en una zanja próxima. Espera
Al grupo que escuchaba la pelea que pase el tiroteo. Ve alejarse los vehículos
que Lausse le ganó al chileno policiales. Entonces hace algo increíble. ¡Vuelve!
Loayza lo meten un colectivo y lo Vuelve arrastrándose sigilosamente y llamando
llevan a la Unidad Regional San en voz baja a Benavídez, que escapara con él del
Martín. Es la 0.45. El jefe de la carro de asalto. Ignora si se ha salvado.
unidad es el inspector mayor “Llega junto a los cadáveres y los va dando
Rodolfo Rodríguez Moreno. Los vuelta uno a uno –Carranza, Garibotti,
hacen sentar en unos bancos. Son las 3 Rodríguez–, mirándoles la cara en busca de su
y todavía están ahí. Hace mucho frío: amigo. Con dolor reconoce a Lizaso. Tiene
0 grado. A las 2.53, el contraalmirante cuatro tiros en el pecho y uno en la mejilla.
Rojas habla por la cadena nacional. Lee Pero no encuentra a Benavídez” (Walsh, Ibid.,
el comunicado Nº 2. Lo lee él. ¿Qué hay p. 100. Benavídez se salvó. Tomándolo como
en esta elección? ¿Por qué lo lee él? Quiere punto de partida, como base del relato también,
que sepan que él es un duro, un tipo que se la directora Cecilia Miljiker hará su documental
hace cargo de sus actos, que son los castigos Los fusiladitos, narrado por Malena Solda, del
que aplica. Duro, con una arrogancia feroz, que ya hablaremos.)
dice: “La Revolución Libertadora cumplirá Troxler se va. Se mete en una cola de
inexorablemente sus fines”. colectivos cuando teme ser reconocido. Pero no
Al rato, Fernández Suárez le da una orden lo ven ni sube al colectivo. Empieza a caminar.
decisiva, final, a un subordinado: (Ya lo harán caminar otra vez. Pero todavía
–¡A esos detenidos de San Martín, que los lleven falta.) “Está exhausto y aterido. Desde la noche
a un descampado y los fusilen! anterior no prueba bocado. Camina once horas
El camión policial con los prisioneros llega a seguidas por el Gran Buenos Aires, convertido
una callecita pavimentada que conduce a un en desierto sin agua ni albergue para él, el
Club Alemán. “De un lado la calle tiene una sobreviviente de la masacre.
hilera de eucaliptus, que se recortan altos y “Son las seis de la tarde cuando llega a un
tristes contra el cielo estrellado. Del otro, a la refugio seguro” (Walsh, Ibid., p. 102).
izquierda, se extiende un amplio baldío, un Así se salvó Julio Troxler, peronista, de los
depósito de escorias, el siniestro basural de José fusiles de la Libertadora. Otros fusiles, en un
León Suárez, cortado de zanjas anegadas en futuro que era imposible prever ni soñar ni
invierno, pestilente de mosquitos y bichos alucinar, lo esperaban.
insepultos en verano, corroído de latas y Escribe Walsh: “Dieciséis huérfanos dejó la
chatarra” (Walsh, Ibid., p. 90). Ya presienten lo masacre: seis de Carranza, seis de Gariboitti,
que se viene. Ahí, caminando por ese baldío, tres de Rodríguez, uno de Brión. Esas criaturas
¿qué otro destino sino el peor, el de morir, en su mayor parte prometidas a la pobreza y el
puede aguardarles? Si intentan detenerse o resentimiento, sabrán algún día –saben ya–
aminorar la marcha es porque tienen los pies que la Argentina libertadora y democrática de
helados y se les hace difícil caminar, los canas junio de 1956 no tuvo que envidiar al infierno
les encajan en los riñones, en la espalda los nazi” (Walsh, Ibid., p. 126). ¿Qué habrían
caños de los fusiles. Llegó el momento. dicho Victoria, Borges y Bioy y Manucho y
“–¿Qué nos van a hacer? –pregunta uno. tantos, tantos otros si hubieran sabido que un
–¡Camine para adelante! –le responden. irlandés implacable le decía nazi a la revo-
–¡Nosotros somos inocentes! –gritan varios. lución de la libertad, de la democracia, de la
–No tengan miedo –les contestan–. NO LES cultura, de la restauración de la Civilización,
VAMOS A HACER NADA. ¡NO LES de la derrota de la Barbarie, del fin del ré-
VAMOS A HACER! gimen del tirano depuesto, del segundo tirano?
“Los vigilantes los arrean hacia el basural ¿Que podrá decir el decano de nuestros
como a un rebaño aterrorizado. La camioneta se historiadores que escribió su frase memorable,
III
inmortal: “El año 1956 transcurrió así con crueldad llegue a tal extremo. Pero recibe una Acres rosas de sangre florecen en los pechos,
un rumbo político impreciso”? ¿En serio, respuesta histórica. Pide, imperiosamente, hablar El rocío mitigó las heridas aleves,
Halperín Donghi, le parecen “imprecisos” los con Aramburu y le responden: El presidente Seis hombres caen de bruces sobre la tierra
acontecimientos que acabamos de narrar? duerme y ha dado orden de no ser molestado. De helada/
En cuanto al jefe de Policía de la Provincia de modo que la mujer de Valle se va de Campo de Y el presidente duerme.
Buenos Aires, Fernández Suárez, la situación Mayo con esta respuesta: El presidente duerme.
puede tornarse delicada: “Ha detenido a una “José Gobello (escribe Ferla) eternizó ese ¡Silencio! ¡Que ninguno levante una protesta!
docena de hombres antes de entrar en vigor la instante en su verso El presidente duerme” (Ferla, ¡Que cese todo llanto! ¡Que nadie se lamente!
ley marcial. Los ha hecho fusilar sin juicio. Y Ibid., p. 115). Un silencio compacto se adueñó de la noche.
ahora resulta que siete de esos hombres están Sí, claro que sí. José Gobello, gran Y el presidente duerme.
vivos” (Walsh Ibid., p. 131). lunfardista, que fue, nada menos que
En el Epílogo dice Walsh: “Tres ediciones presidente de la Academia del Lunfardo, ¡Oh, callan, callan todos! Callan los
de este libro, alrededor de cuarenta artículos escribió este bonito poema que inmortaliza esa camaradas.../
publicados, un proyecto presentado al respuesta de Aramburu. No lo podemos dejar Callan los estadistas, los prelados, los jueces...
Congreso e innumerables alternativas pasar. Gobello expresa la complejidad patética, El Pueblo ensangrentado se tragó las palabras
menores han servido durante doce años para a veces carnavalesca, que es el peronismo. Su Y el presidente duerme.
plantear esa pregunta (la de los fusilamientos, poema a Valle es sincero y no está del todo
JPF) a cinco gobiernos sucesivos. La mal. Pero lo malo lo hizo después. Si bien un El Pueblo yace mudo como un ajusticiado,
respuesta siempre fue el silencio. La clase que peronista puede hacer casi cualquier cosa sin Pero, bajo el silencio, nuevos rencores crecen.
esos gobiernos representa se solidariza con que nos sorprenda. Por ejemplo: que le escriba Hay ojos desvelados que acechan en la
aquel asesinato, lo acepta como hechura suya un poema al sacrificado general Valle y años sombra/
y no lo castiga simplemente porque no está después sea un matazurdos desde la revista Y el presidente duerme.
dispuesta a castigarse a sí misma” (Walsh, nazi del diputado Rodolfo Arce comprometida
Ibid., p. 174). Y luego: “El 12 de junio se con las acciones de la Triple A en la (Nota: El poema de Gobello figura en el
entrega el general Valle, a cambio de que cese modalidad del entusiasmo incontenible. libro de Ferla con la lista de los 27 fusilados
la matanza. Lo fusilan esa misma noche. Aquí va el poema: del 9 de junio de 1956.)
“Suman 27 ejecuciones en menos de 72 horas
en seis lugares diferentes” (Walsh, Ibid., p. 75). El presidente duerme... En la revista El Abasto, de agosto de 2005,
El texto que continúa es Aramburu y el juicio Por José Gobello Nº 68, le preguntan al vate nazifascista,
histórico. Por razones de narración de los hechos defensor, sin embargo, de Valle y su
nos volcaremos sobre él más adelante. La noche yace muda como un ajusticiado, revolución contra los de la Libertadora, por
Podríamos hacerlo ahora, dada la íntima Más allá del silencio nuevos silencios crecen, qué adhiere tan fervorosamente a Jorge Rafael
conexión que tienen. De todos modos, cuando Cien pupilas recelan las sombras de la sombra, Videla. Gobello responde: “Yo antes de ser
narremos los sucesos que culminaron en Timote Velan las bayonetas y el presidente duerme. peronista y argentino soy católico. A mí la
necesariamente retornaremos a reflexionar sobre Iglesia no me la toquen. Ni Perón, ni
la tragedia de José León Suárez, así de Muchachos ateridos desbrozan la maleza Kirchner, ni nadie. No sé si está bien o mal,
entrelazados están estos acontecimientos. Para que sea más duro el lecho de la muerte... pero soy así. Yo soy antizurdo y antifidelista
En sábanas de hilo, con piyama de seda porque creo que eso es una gran farsa.
“EL PRESIDENTE DUERME” El presidente duerme. “Te explico simplemente por qué dejé de ser
Ahora es la mañana del 10 de junio de peronista. Cuando salió el proceso militar,
1956. Y una muchedumbre “se aglomera La luna se ha escondido de frío o de ¿vos vivías en el ‘76, te acordás de la guerrilla y
frente a la Casa de Gobierno. En la plaza vergüenza,/ los asesinatos? Ahora la gente tiende a
prohibida, oficialmente prohibida, como que Ya sobre los gatillos los dedos se estremecen, olvidarse...”
existe una disposición vetando las reuniones Una esperanza absurda se aferra a los teléfonos, En otro reportaje dice: “Los milicos
públicas en ese lugar; allí donde nuestra clase Y el presidente duerme. vinieron a poner orden y se les fue la mano.
obrera ya no puede vivar, saltar y cantar, una Pero en toda guerra se cometieron
multitud gorilizada, exultante de odio va a El llanto se desata frente a las altas botas. atrocidades. Mirá, en Vietnam: también
alentar al gobierno en la macabra tarea que –Calle mujer, no sea que el llanto lo despierte. tiraban gente desde los aviones”.
está ejecutando. Gritan desaforados estribillos –Sólo vengo a pedirle la vida de mi esposo. Este hombre estuvo en el peronismo, se
como este: ¡Dale Rojas! ¡Dale leña!... ¡Aram- –El presidente duerme entusiasmó con Evita, con Perón, le escribió
buru, dale duro! ¡A la horca! ¡Ley marcial! un poema a Valle, un poema que era un
“Gran parte de ese público, un año antes Reflectores desgarran el seno de la noche, riesgo, y estuvo en la revista de Rodolfo Arce
precisamente en junio de 1955, se había El terraplén se apresta a sostener la muerte, corriendo zurdos con agravios que despertaban
sumado a la santa procesión de Corpus Christi, El pueblo se desvela de angustia y de la furia de las bandas. Caramba. Qué arduo es
caminando compungido, detrás de la Cruz, impotencia/ todo esto. Gobello, usted que fue presidente
nada más que para darle a la procesión un Y el presidente duerme. de la Academia del Lunfardo, ¿cómo no le
sentido político y probar si con la Cruz le puso a su poemita El presidente apoliya? ¿No
movían el piso a quien entonces no se lo habían De cara hacia la noche sin límites del campo, hay una incongruencia ahí?
podido mover por la espada” (Salvador Ferla, Las manos a la espalda, se yerguen los En cuanto a Aramburu, lo indignante (en
Ibid., p. 101). valientes,/ medio de todo lo inaceptable que tiene esta
La mujer de Valle va a Campo de Mayo. Los laureles se asombran en las selvas lejanas historia macabra) fue no recibir a la mujer de
Junto a ella, van sus cinco hijos, que quedarán Y el presidente duerme. Valle. Porque un presidente que ordena
huérfanos si su padre es fusilado. Le dijeron que responderle a la mujer de un hombre que está
Aramburu es el único que puede apiadarse de su Tras de las bocas mudas laten hondos por ser fusilado, a una mujer que le ruega por la
marido y salvarle la vida. ¿Para qué fusilar a clamores.../ vida de su marido, por una vida que depende de
Valle? ¿Fusiló Perón a Menéndez? ¿Fusiló el –¡Cumplan con su deber y que ninguno tiemble una decisión suya: “El presidente duerme”, es un
feroz tirano depuesto a alguno de todos los de frío ni de miedo! mal tipo, alguien que desdeña la vida humana,
hombres que le hicIeron la Revolución de 1951? En una alcoba tibia que no tiene piedad, al menos que no la tuvo en
Pero la decisión de la Libertadora es la mano El presidente duerme. ese momento y, si no la tuvo ahí, con un viejo
PRÓXIMO
dura, el escarmiento, que no se vuelva a repetir compañero de estudios, casi con un amigo, se
DOMINGO un acto así, cueste la sangre que cueste. La –¡Viva la patria! Y luego los dedos temblorosos, hace sospechoso de no haberla tenido nunca.
mujer de Valle, desesperada, llega a Campo de Un sargento que llora, soldados que
Julio Troxler, Mayo. Su marido ha sido su amigo. obedecen,/
una tragedia Compartieron reuniones de familia. No puede Veinticuatro balazos horadando el silencio... Colaboración especial:
argentina creer que no haya piedad. No puede creer que la Y el presidente duerme. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 22 de junio de 2008

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