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Universidad Nacional de Colombia.

Curso de Economía Política Marxista 2018-II


Profesor: Stanley Malinowitz
Presentado por: Stephen Andrés Yanez Aguilar

Reacción 1: El Capital, Crítica a la Economía Política. Acerca del fetichismo de la


mercancía, el proceso de cambio; el dinero o la circulación de mercancías.

En estas secciones Marx hace una crítica del carácter fetichista de la mercancía, fetichismo
entendido como la atribución a objetos poderes sobrenaturales o características humanas,
el autor buscando la procedencia de este carácter que reviste la mercancía concluye que
proviene de la forma de la mercancía, pues el trabajo humano asume la forma material de
mercancía. Según Marx, el grado de en que se gaste la fuerza humana de trabajo medido
por el tiempo de su duración reviste la forma de magnitud de valor de estos productos, esto
hace que las mercancías se reflejen en la mercancía dinero. Por otro lado, las relaciones
que tiene cada productor de mercancía que es una función social de su trabajo se traducen
en una relación social entre los productos de los mismos productores en una sociedad, esta
situación muestra que la misma mercancía tiene un carácter social. La consolidación del
carácter de valor de los productos del trabajo se realiza por magnitudes de valor, pero estas
magnitudes cambian sin que intervengan la voluntad o el conocimiento previo de los
mismos productores. “Su propio movimiento social cobra a sus ojos la forma de un
movimiento de cosas bajo cuyo control están, en vez, de ser ellos quienes la controles”
(Marx, 1946, p 40).

Las mercancías se recubren de la apariencia material de las condiciones sociales del


trabajo, pues las personas que adquieren cualquier mercancía no entran en relación con
las personas que hicieron parte del proceso de producción sino con una persona que es
vendedor y permite el tránsito de M – D. Además, Marx, quiere poner el debate del papel
de la naturaleza en la formación del valor de cambio ya que en aquel contexto histórico los
economistas pensaban que la naturaleza influía en el valor de cambio, ya que Marx afirma
que el valor de cambio es una manera social de expresar el trabajo que se ha invertido en
un objeto y que por lo tanto no puede contener material natural ya que esta es transformada
por el mismo trabajo. Bajo este carácter fetichista sobre la mercancía Marx a su vez hace
una crítica a su sociedad debido a que el sistema económico que es una construcción social
y por ende creación humana se vuelve en contra de este dominándolo y atribuyéndole
poderes supernaturales y así generando una cadena de interdependencia, condición que a
pesar de ser observada por Marx hace más de 100 años aún sigue con vigencia y con una
ahondada interdependencia.

Para que la mercancía se vincule a un proceso de cambio es necesario que para que sus
poseedores no sea un valor de uso, pues deben establecer una relación entre sus
mercancías como valores con referencia a otras mercancías independientemente de la
mercancía con tal de que desempeñe las funciones de equivalente general, para este tipo
de asignación es el proceso social que asigna a la mercancía su función social específica
por ejemplo la gente necesita camisas para distintas funciones de uso (cubrirse el cuerpo,
lucirla para que otras personas lo observen etc) la mercancía camisa se enfrenta a su vez
con otras mercancías y su circulación depende de las personas que observen la mercancía
camisa como valor de uso. En cuanto la forma dinero que es la materialización del trabajo
que representa el valor de esa misma mercancía, va encarnar la función de equivalente
general en este caso los metales preciosos que son el oro y la plata.

Al igual que otra mercancía el dinero también sufre el fetichismo atribuyéndole poderes
mágicos como la corrupción o formas de detentar el poder a otros sujetos sociales, como
por ejemplo un político que posee maquinaria política y por ende mucho dinero, tiene la
capacidad de injerencia en un proceso político. Finalmente, Otro aspecto que Marx resalta
es el papel del dinero en la circulación de las mercancías como lubricante ya que representa
los valores de las mercancías como magnitudes. El dinero tiene dos funciones muy
distintas, el dinero como medida de valores como la encarnación de trabajo socialmente
necesario para producir cualquier mercancía y la otra, como un patrón de precios, como un
peso fijo y determinado por un metal en este caso el oro. Siendo el precio, el nombre en
dinero del trabajo materializado en la mercancía, esta magnitud expresa una proporción
necesaria de su proceso de producción junto con el tiempo de trabajo social. Aunque el
dilema del precio que no toda mercancía que tenga precio no significa que deba tener valor
como por ejemplo un concierto de Maluma.

El proceso de cambio opera a partir de dos procesos antagónicos pero que se


complementan recíprocamente, la transformación de mercancía en dinero y el dinero a
nueva mercancía representada en esta sencilla fórmula propuesta por Marx. M – D – M.
Un carácter que genera el dinero es su enajenación ya que nadie se apropia de él sólo en
algunos casos como el ahorro y/o atesoramiento. Lo mismo sucede con las mercancías que
son enajenables producto de su circulación e interacción social, ya que un productor
cualquiera ve su mercancía enajenable y el dinero que obtiene por ellas igual de enajenable.
Son varios los procesos y factores que se desarrollan en la circulación, como el
atesoramiento que es la necesidad de tener la mercancía en su primera etapa despertando
según Marx la codicia, otro factor que puede influenciar son las modalidades de pago de
una mercancía como el fraccionamiento de los pagos con el fin de que la circulación sólo
se quede en la primera etapa de M – D.

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