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Luis de Unzaga y Amézaga

Primer Capitán General de Venezuela (1777-1782).


Nacimiento: 6 de abril de 1717, Málaga, España
Fallecimiento: 1790, Málaga, España
Años de servicio: 1731-1793
La Colonia y la República del siglo XIX

Ya para principios del siglo XVIII se asumen como un grupo asentado en la Provincia de
Venezuela y pertenecientes a la elite criolla, prueba de ello es el funcionamiento de la Real
Compañía Guipuzcoana de Caracas la cual tuvo el monopolio económico con la región
desde 1728 hasta 1781. El rey Carlos III designa a Luis de Unzaga y Amézaga como primer
Capitán General de Venezuela (1777-1782). Ilustres próceres de la independencia
venezolana tenían antepasados vascos, entre los que destacan el Libertador Simón Bolívar,
Cristobal Mendoza, Francisco Javier Ustáriz, Manuel Gogorza Lechuga, Rafael Urdaneta,
Luis Urdaneta, Carlos Soublette, José Antonio Anzoátegui, Salvador de Madariaga, Juan
Guillermo Iribarren, Pedro Lucas Urribarrí, José Tadeo Monagas, Juan Bautista Arismendi,
Justo Briceño Otálora y Juan José Flores Aramburu quien fuera el Primer presidente de la
República del Ecuador.

Después que se asienta la Compañía Guipuzcoana, a partir del 1730, la afluencia vasca en
el país es numerosa. Y si en verdad choca el monopolio de la compañía, un monopolio que
ha sido apreciado como estímulo hacia Ja creación de sentimientos nacionalistas, un vasco
gobernador de Venezuela, Unzaga y Amezaga, preside la creación de la Capitanía General,
punto de partida de la unidad patria. Entre varios vascos se disputa en San Felipe el motín de
1742 y años posteriores, porque la tierra ya ha tomado al hombre y le ha dado calor y le está
enseñando a rebelarse. Después que se extingue la Guipuzcoana, los vascos ya se han
integrado al país, como lo prueba el impulso que dan al comercio en Puerto Cabello,
Cumaná, La Guaira. Y cuando Venezuela se dispone a liberarse políticamente, son Bolívar,
Mendoza, Ustáriz, Arrioja, Urdaneta, Soublette, Arísmendi, Aramendi, Zaraza, entre otros, los
que se echan al hombro la tarea sin par.

Siempre habrá un vasco o un descendiente, ayer y siempre, asociado a la empresa de hacer


a Venezuela

Unzaga y Amézaga, Luis de. Le Conciliateur. Málaga, 6.IV.1717 – 21.VI.1793. Capitán


general de la Habana, primer capitán general de Venezuela, teniente general, gobernador de
Luisiana, de las costas de los reinos de Granada y Galicia, caballero de la Orden de Carlos
III.

De ilustre familia: sobrino del marqués de Riscal de Alegre, Hurtado de Amézaga Unzaga,
que fue gobernador de Málaga y comendador de la Orden de Santiago; hijo del alcaide de la
Alcazaba de Málaga, Francisco de Unzaga-Amézaga Aperribay; nieto del regidor de Bilbao,
Tomás de Unzaga Gardoqui y biznieto del comisario real y pagador de la Armada, Francisco
de Unzaga Beraza; por la materna, nieto de Luis de Paniza-Ladrón de Guevara, capitán de
las costas de Granada, y tataranieto del filántropo y fundador de escuelas en Lombardía,
Luigi de Paniza.

Con sólo 13 años, siguiendo el ejemplo familiar, ingresó como cadete en el Ejército. Participó
en la reconquista de Orán (1732) y hasta 1735 lo hizo en varias misiones de Italia. Partió
(1740) de Guipúzcoa a América, en plena Guerra del Asiento, combatió (1741) con tres
fragatas de la Compañía Guipuzcoana a dos navíos de guerra ingleses. Colaboró en
reorganizar a las tropas supervivientes, logrando constituir el Regimiento Fijo de la Habana;
fue nombrado (1744) teniente de guerra de Baracoa y capitán gobernador de Puerto Príncipe
(1747) donde reconstruyó la iglesia de la Merced. “En atención a su mérito” fue elevado a
comandante (1753) en el mismo regimiento, acometiendo la reforma de su caballería. Como
teniente coronel, durante el asedio inglés a La Habana (1762), trabó amistad con los
irlandeses Alejandro O’Reilly y Oliver Pollock, juntos lograron provisiones para las
guarniciones españolas. Cagigal y Bucareli lo ascendieron a coronel (1766) por su óptima
gestión en el pago de sueldos a las tropas de su Regimiento de Santiago de Cuba,
anticipándose así a los Reglamentos (1767) que regularían los salarios.

Acompañó a O’Reilly a Luisiana (1769) para restablecer el gobierno español tras la expulsión
de Ulloa en la Revolución (1768). Allí presidió el Cabildo de Nueva Orleans hasta ser
nombrado gobernador titular de Luisiana (1770), cuya población, de tradición francesa,
estaba recelosa de la reciente Administración española. Durante este periodo realizó
reformas urbanas y tuvo que acometer el gran incendio, decretando multas a quienes no
colaborasen en la extinción de fuegos y marcando pautas de seguridad.

Su manera de gobernar fue conciliadora entre los intereses españoles y franceses, entre
otras, sacando de prisión a los líderes de la Revolución que estaban vinculados a la
Masonería. Ordenó estudios agrónomos e incentivó la productividad agrícola, entregando
parcelas a nuevos colonos de varias procedencias y creencias. Con la promulgación de su
Código (1770), que ha sido referencia jurídica pionera, reformó la administración de justicia
con la práctica de expedientes minuciosos que evitaran la ineficacia en los juicios y alivió la
abusiva regulación en la adquisición de esclavos, antes de la abolición plena de la esclavitud.
Aplicó políticas de relaciones pacíficas con los amerindios, haciendo prosperar así la
economía de Luisiana (un tercio de los actuales EE.UU.), gracias a su permisividad con el
libre comercio.

Dentro del proceso de españolización y como gobernador ilustrado, Unzaga creó en 1771 el
primer sistema educativo público bilingüe del mundo, en español y francés. Contrajo
matrimonio (1775) con la joven Isabel, hija mayor del rico hacendado Gilbert de Saint
Maxent, unión que mejoró la relación con los comerciantes franceses. Supo conciliar la
rivalidad surgida entre capuchinos franceses y españoles.

Tras la llegada de tropas británicas a las Trece Colonias para reprimir las sublevaciones
contra la subida de impuestos, Unzaga vio la necesidad de apoyar secretamente a los
colonos norteamericanos en su Independencia; para ello, poco antes de la Masacre de
Boston (1770), empezó a trazar una red de espías para informarse de los sucesos: Motín del
Té (1773) y el asedio (1775-76). Tomando consciencia de la débil defensa de Luisiana y de la
dificultad de ayuda de la metrópolis en caso de guerra, optó por reorganizar sus posiciones
estratégicas, formando a sus milicias y por subdividir su extensa provincia, creando fuertes,
como el Puesto Unzaga, que sirvieran de núcleos de intercambio de información y libre
comercio. En la red participaron agentes militares, comerciantes, amerindios e incluso
miembros del clero, además del especialista en espionaje Estachería que luego, como
director de la Academia Militar, formará al también malagueño y futuro cuñado de Unzaga,
Bernardo de Gálvez.

En abril de 1776 Unzaga fue pionero en atender las peticiones de ayuda del Ejército
Continental americano, primero, al dar refugio a varios buques perseguidos por otros de
guerra británicos y al ofrecer suministros al Comité Secreto vía Pollock-Gibson; luego,
respondiendo a las peticiones del general Lee, en mayo de 1776, y a las de Patrick Henry,
padre fundador de EE.UU., que prometió a Luis que, si seguía ayudando, España
encontraría en EE.UU. un fiel aliado. Así fue cómo Unzaga proporcionó las primeras ayudas
(toneladas de pólvora, mantas, materiales sanitarios, uniformes y harina) a los colonos, a
través del Mississippi y el Ohio hasta Fort Pitt, bajo bandera española para no ser detectadas
por los ingleses y por vía de su primo Diego de Gardoqui, lo que permitió a Washington sus
primeras victorias.

En el verano de 1776 a Unzaga se le encomendaba la creación de la Capitanía General de


Venezuela, siendo sustituido interinamente por el joven Bernardo de Gálvez, casi 30 años
más joven que el brigadier Unzaga. El gobernador Unzaga acompañó al teniente coronel
Gálvez durante varios meses, poniéndole al día en todos los asuntos de la magna provincia
de La Luisiana española, cuya próspera economía Gálvez supo mantener, a pesar de la
situación bélica, en la misma línea de su paisano. Bernardo de Gálvez se convirtió en su
hermano político al casarse con Felicité Saint Maxent, hermana de su esposa Isabel.

El 17 de junio de 1777 Unzaga llegó a Caracas, donde, tras desgajar territorios del virreinato
de Nueva Granada y fusionarlos a Cumaná, Guayana, Maracaibo, Margarita y Trinidad, se
convirtió, el 8 de septiembre de ese año, en el primer capitán general de Venezuela. Unzaga
se mantuvo contrario a los monopolios ya que arruinaban a los pequeños productores,
teniendo que apaciguar varias sublevaciones debido a los métodos de cobranza del
intendente Ávalos sobre el tabaco.

Unzaga, entre 1777 y 1779, creó las dos primeras escuelas públicas de Venezuela, presidió
la Junta que examinó a los primeros farmacéuticos, a semejanza de Nueva Orleans y
supervisó al ingeniero Crame en su Plan de Defensa para la Provincia de Caracas, plan que
firmó (1779) el entonces mariscal de campo Luis de Unzaga y que evitó el avituallamiento
inglés, favoreciendo así a los incipientes EE.UU.; de hecho Unzaga permitió que
embarcaciones norteamericanas practicaran el libre comercio con Venezuela durante la
guerra contra Inglaterra incluso antes del Decreto de Libre Comercio (1781).

El 10 de diciembre de 1782 fue nombrado capitán general de Cuba, ocupando el cargo en un


lugar y momento claves para la Historia Mundial, ya que desde su posición privilegiada de La
Habana y en coordinación con el Ejército de Operaciones, dirigido por Ezpeleta y luego
Gálvez, pudo seguir gestionando esfuerzos de ayuda material y militar a favor de EE.UU.
Entre 1783 y 1785 Unzaga recibió varias peticiones de los padres fundadores de EE.UU., G.
Washington y Robert Morris, para liberar el comercio con EE.UU. Gracias a la intermediación
de Unzaga con unas letras de cambio de los banqueros Le Couteulx, se pudo pagar al
Ejército Continental, evitando una rebelión en sus filas que pusiera en peligro la paz de los
nacientes EE.UU. con Inglaterra.

En el entreacto entre el fin de la guerra y el Tratado de Paz de París (3.IX.1783), Luis y su


esposa Isabel, ambos con reconocidas dotes diplomáticas y conciliadoras, recibieron en su
residencia de La Habana, con pirotecnia y otros agasajos, la visita del príncipe Guillermo de
Inglaterra, futuro Guillermo IV, que sirvió para canjear prisioneros y anunciar los preliminares
de la Paz, intercambiando Bahamas por Florida y ordenando Unzaga al embajador español
que comunicase el fin de la guerra en EE.UU. y en el resto del continente.

Las gestiones de Unzaga, tanto en Luisiana y Venezuela, como después en Cuba y más
tarde en Málaga, trascendieron la esfera militar, adentrándose en la labor de gobernador civil
y político. En 1784, cuando se desató el fuerte ciclón San Juan, dispuso órdenes ilustradas,
entre ellas una para proteger la extinción de cedros o la fundación de la Villa de San Antonio
de los Baños para las familias damnificadas. En Cuba desempeñó también un papel
reseñable en relación con Francisco Miranda.

Tras 45 años en el continente americano, al servicio de la Corona española, regresó a su


Málaga natal, dejando en los principales puestos de América a personas de su confianza: en
Nueva España a su cuñado Gálvez y en la Embajada en EE.UU. a Gardoqui.

En 1786 ocupó la gobernación política y militar en Galicia; entre 1787 y 1793 la de la


Comandancia General del reino de Granada y como presidente de la Junta de Reales Obras
de Málaga, una ciudad en expansión, aún llevó a cabo actuaciones que permitieron vertebrar
la ciudad y afrontar su flujo comercial. Falleció en Málaga, donde su viuda desplegó una
intensa vida sociocultural, creando sociedades femeninas filantrópicas y donde sus hijos
desempeñarán también un papel destacado en la Historia.

Por Real Cédula del Rey Carlos III, el 8 de septiembre de 1777 se creó la Capitanía General
de Venezuela con lo cual quedaron integradas, bajo una misma jurisdicción política y militar
las principales provincias que, posteriormente, conformaron el territorio de la República de
Venezuela.

El primer funcionario nombrado para ocupar el cargo de Capitán General de Venezuela fue
Luis de Unzaga y Amézaga, nacido en Málaga en 1715. Durante los cinco años que duró su
mandato (1777-1782), no solamente se produjo la integración de las provincias de
Maracaibo, Margarita, Guayana y Cumaná a la provincia de Venezuela, bajo una sola
autoridad militar, política y administrativa, sino que además, se instauró el estanco del tabaco
para el control de la producción y comercialización de este producto, quedó derogado el
funcionamiento de la Compañía Guipuzcoana que se había fundado en 1728 para garantizar
el monopolio comercial de la Corona y se estableció un reglamento de libre comercio que
favoreció el intercambio de productos con otros puertos.

Al terminar sus funciones pasó a desempeñar el mismo cargo en la isla de Cuba y de allí
pasó a España.

Luis de Unzaga y Amézaga (Málaga, 1721 - id. 1793) fue un militar y administrador español
en América, gobernador de las provincias de Luisiana, Venezuela y Cuba.

Como militar participó en el frente americano de la guerra de los Siete Años. En 1763, tras el
final de la guerra, Francia cedió a España la colonia de Luisiana, según lo establecido en los
tratados de Fontainebleau (1762) y París (1763). La llegada del nuevo gobernador español
Antonio de Ulloa provocó una rebelión entre los colonos franceses, descontentos con la
cesión del territorio a España. En 1769 Unzaga, con el rango de coronel, acompañó al
mariscal de campo Alejandro O'Reilly a Luisiana con la misión de sofocar la rebelión. Tras la
partida de O'Reilly en 1770, Unzaga quedó como gobernador y presidente del cabildo de la
colonia.

En sus funciones, con el apoyo de la corte de Madrid, ayudó militarmente a las Trece
Colonias en su lucha contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los
Estados Unidos.
En 1770 se casó con Marie Elizabeth de St. Maxent, segunda hija de Gilbert Antoine de St.
Maxent, acaudalado comerciante y oficial militar francés en Luisiana.

En 1777 Carlos III ordenó integrar las provincias de Cumaná, Maracaibo, Guayana, Trinidad
y Margarita en la Capitanía General de Venezuela, recién creada.
El mando de esta capitanía le sería asignado a Unzaga, quien permanecería en el cargo
hasta 1782.
Al año siguiente se le designó gobernador de Cuba, cargo que ocuparía hasta 1785.

Militar y político español. Casado con María Isabel de Saint-Maxent. Coronel del Regimiento
de Infantería Fijo de La Habana. En 1769 acompañó al mariscal de campo Alejandro O'Reilly
a Luisiana para sofocar una rebelión. Gobernador de Luisiana (1770-1777). Gobernador y
capitán general de Venezuela (1777-1782). Gobernador de Cuba (1782-1785). Comandante
general en Málaga, en las costas del Reino de Granada y en Galicia.

Fuentes y bibl.: Archivo Catedralicio de Málaga, legs. 19, 44 y 55; Archivo Diocesano de
Málaga, legs. 486, 514, 526-528, 568, 592, 623-627. Archivo General de Indias, Cuba, 70,
81-82, 101-105, 110-112, 131, 134, 147-151, 172-181, 186-194, 204, 208, 224-226, 569, 585,
593, 626, 630, 1049, 1147, 1051-1055, 1137, 1145-1146, 1198, 1222, 1277, 1334-1368,
1393-1394, 2357-2358, 2370; Indif., 158; Santo Domingo, 1218, 2530, 2534, 2543, 2547,
2552, 2581-2585, 2594, 2633, 2661, 2674; Caracas, 58, 84-85; C-15057-C-15060; MP-
Florida_Luisiana, 48, 75; Archivo General Militar de Segovia, Exps. Personas célebres, leg.
1198, 1212; Archivo General de Simancas, legs. 96, 963 y 4609; Archivo Histórico de la
Autoridad Portuaria de Málaga, leg. 399; Archivo Histórico Provincial de Málaga, legs. 52-57;
Archivo Municipal de Málaga, legs. 140, 165, 177-181.

C. Gayarré, History of Louisiana. The Spanish Domination, New York, W. J. Widdleton, 1854;
E. Beerman, España y la independencia de EEUU, Málaga, Arguval, 1992; P. Hoffman,
Luisiana, Madrid, Mapfre, 1992; J. Montero de Pedro, The Spanish in New Orleans and
Louisiana, Gretna, Pelican Publishing, 2000, pág. 39; J. C. Frederick, “In Defense of Crown
and Colony: Luis de Unzaga and Spanish Louisiana”, en Louisiana History, 49 (2008), págs.
390-422; F. J. Cazorla Granados, R. García Baena y J. Polo Rubio, El gobernador Luis de
Unzaga (1717-1793) Precursor en el nacimiento de los EE.UU. y en el liberalismo, F. Cazorla
(coord.), M. Reder Gadow (pról.), Málaga, Fundación Málaga, 2019.

Historiadores descubren que el termino -Estados Unidos- se empleó por primera vez en
1776, y lo acuñó un español: Luis de Unzaga
Asume el cargo de gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela Luis Unzaga y
Amézaga, quien viene de ejercer el mismo cargo en Luisiana.

Durante su mandato, una real cédula del 8 de septiembre de 1777 ordenó que las provincias
de Cumaná, Guayana, Maracaibo e islas de Margarita y Trinidad quedaran separadas del
Virreinato de la Nueva Granada y pasaran a depender, en lo militar, de la provincia de
Venezuela. Unzaga terminó su mandato el 10 de diciembre de 1782 y pasó a ocupar igual
cargo en la isla de Cuba.

A medida que va avanzando el proceso de conquista se van creando los primeros cuerpos de
gobierno: los virreinatos y las “Gobernaciones”, con autonomía unas de otras; así se
establecieron las gobernaciones de Caracas (llamada a veces Venezuela), Cumaná (llamada
también Nueva Andalucía), Guayana, Maracaibo, Margarita y Trinidad. Alternativamente
estas gobernaciones dependían o bien del Virreinato de Santa Fe de Bogotá o de la
Audiencia de Santo Domingo. A veces unas de Bogotá y otras de Santo Domingo. No
conformaban una unidad político territorial. No tenían una única capital, la de unas era
Bogotá, la de otras Santo Domingo, no tenían un vínculo político o administrativo que las
uniera.

Pero el 8 de Septiembre de 1777 el Rey Carlos III de España dicta una real cédula por
medio de la cual se crea la “CAPITANÍA GENERAL DE VENEZUELA” que reúne por primera
vez en un solo cuerpo político y bajo un solo mando militar a aquellas seis provincias que
antes estaban dispersas y bajo distintos gobiernos. La real cedula de Carlos III despoja al
Virreinato de Nueva Granada de sus provincias de Cumaná, Maracaibo, Margarita Guayana
y Trinidad y las incorpora a la de Caracas para crear la nueva capitanía general. Desde
entonces Venezuela no será dependiente de ningún virreinato. Es el verdadero nacimiento
de Venezuela como país unido bajo unas mismas autoridades civiles y militares, lo cual será
completado unos años después, en 1786 con la creación de la Real Audiencia de Caracas,
que terminará rematando la autonomía con concediendo sus propias autoridades judiciales a
la Capitanía de Venezuela.

El territorio del Virreinato de Santa Fe y la pequeña capitania de Venezuela.

Es tan trascendental la real cédula del 8-9-1777, que en las constituciones de la república,
luego de la independencia, se señala que el territorio nacional “es el de la antigua capitanía
general de Venezuela”. Desde aquella fecha se proyecta en el futuro y hasta hoy tan
trascendental acto. Nuestro país de hoy, fue formado por aquella Real Cédula de Carlos III.

El primer Gobernador y Capitán General de Venezuela, el primer gobernante de todo nuestro


país fue Luis de Unzaga y Amézaga, quien venía de desempeñar una brillante gestión en
Louisiana, lo que hoy es Estados Unidos. Allí se destacó por ser un colaborador de los
independentistas norteamericanos, a quienes apoyó con armas e insumos. Luego recibe la
orden de abandonar Nueva Orleans y venir a organizar la nueva capitanía General de
Venezuela.

Unzaga es un personaje casi desconocido para la mayoría de los venezolanos, pero


podríamos decir que fue nuestro primer jefe político, el hombre que le dio forma y
organización a aquella naciente Venezuela; ejerció su cargo entre 1777 y 1782, siendo el
primer gobernante que ejerce su autoridad lo mismo en Los Andes, que en el Orinoco, en
Maracaibo o en Margarita, en Valencia o en Cumaná.

Por su parte, durante el reinado de Carlos III, y en el de sus sucesores de la dinastía de los
Borbón, se llevaron a cabo una serie de reformas conocidas como las “reformas borbónicas”
que unificaban la administración y fueron dando forma a Venezuela, entre ellas podemos
mencionar la centralización del poder militar en el capitán general, la supresión de la antigua
prerrogativa de los alcaldes de suceder a los gobernadores cuando estos faltaran, la creación
de la Real Audiencia de Caracas, máxima autoridad judicial de Venezuela, la Real Cédula de
“Gracias al Sacar” dictada por Carlos IV, sucesor de Carlos III, por medio de la cual los
pardos, por medio del pago de una cantidad de dinero podía acceder a los privilegios de los
blancos, la creación de la Universidad de Caracas y del Seminario de Mérida, de las
Academias de Geometría Matemática y Derecho Público y el Colegio de Abogados y
finalmente la creación de las “Compañías de Milicias de Blancos”, cuerpo militar de criollos,
del cual nacerían unos treinta años después los militares que encabezarían la
independencia.

Ya para principios del siglo XVIII se asumen como un grupo asentado en la Provincia de
Venezuela y pertenecientes a la elite criolla, prueba de ello es el funcionamiento de la Real
Compañía Guipuzcoana de Caracas la cual tuvo el monopolio económico con la región
desde 1728 hasta 1781. El rey Carlos III designa a Luis de Unzaga y Amézaga como primer
Capitán General de Venezuela (1777-1782). Ilustres próceres de la independencia
venezolana tenían antepasados vascos, entre los que destacan el Libertador Simón Bolívar,
Cristobal Mendoza, Francisco Javier Ustáriz, Manuel Gogorza Lechuga, Rafael Urdaneta,
Luis Urdaneta, Carlos Soublette, José Antonio Anzoátegui, Salvador de Madariaga, Juan
Guillermo Iribarren, Pedro Lucas Urribarrí, José Tadeo Monagas, Juan Bautista Arismendi,
Justo Briceño Otálora y Juan José Flores Aramburu quien fuera el Primer presidente de la
República del Ecuador.

La fecha del 8-9-1777 es un hito fundamental en la historia de Venezuela. Si el 19 de Abril y


el 5 de Julio son las fechas del nacimiento de la Patria, el 8-9-1777 Francisco J. Cazorla
Granados

Compilacion Edicion y Publicacion


Xabier Iñaki Amezaga Iribarren
Editorial Xamezaga
La Memoria de los Vascos en Venezuela
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