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MODULO NUEVO TESTAMENTO 1 Y 2 TESALONICENSES

INTRODUCCIÓN
Tesalónica era una de las ciudades en Macedonia (la parte norte de la Grecia moderna)
visitada por Pablo y sus compañeros, Silas y Timoteo, durante su segunda campaña
misionera (Hechos 16—18). La ciudad era la capital de la provincia romana, un centro
comercial situado en la ruta más importante, la Vía Ignatia, con una población heterogénea
que incluía a los judíos. Después de ser forzado a dejar Filipos, Pablo pasó un breve tiempo
aquí, ganando un número de convertidos de judíos y griegos que asistían a la sinagoga y
estableció una iglesia. La oposición de los judíos que no respondieron al mensaje forzó a los
misioneros a dejar el lugar más pronto de lo que ellos hubieran deseado (<441701>Hechos
17:1-9). Pablo fue hacia el sur a Acaya y permaneció brevemente en Atenas y luego por un
período más largo en Corinto. Desde Atenas envió a Timoteo de regreso para visitar a la
iglesia (1 Tesalonicenses 3: 1-6), y es probable que les escribiera desde Corinto. La carta de
1 Tesalonicenses, por lo tanto, se escribió en cuestión de pocos meses, o sea, desde el
tiempo cuando los lectores habían oído el evangelio por primera vez, y se debe leer como
la carta de seguimiento a los nuevos convertidos. Nada se sabe sobre la iglesia durante el
breve período entre su fundación y la composición de la carta aparte de las alusiones que
contiene. La impresión que se da es la de una iglesia que era libre de grupos que
predicaban una versión diferente del evangelio (contrastar con Galacia) y que estaba
progresando bien en el desarrollo de la fe y el amor. La preocupación de Pablo era si la
iglesia podría resistir los ataques de afuera, no tanto por debilidades básicas entre ellos,
sino porque era una congregación joven. El área mayor en la que Pablo sintió la necesidad
de dar instrucciones era en cuanto al advenimiento futuro (o parousía) del Señor Jesús. No
era que hubiera alguna falsa enseñanza, sino que los tesalonicenses habían fallado en
apreciar debidamente el significado de la enseñanza paulina sobre la Segunda Venida y
sobre la resurrección de la muerte. Los problemas y necesidades que subyacen en la carta
son los de una iglesia en su infancia, enfrentando la oposición de afuera y la falta de una
detallada enseñanza que Pablo les habría dado si hubiera podido permanecer más tiempo
con ellos. La carta sugiere que la futura venida del Señor había jugado un papel
significativamente prominente en la predicación de Pablo, y se refiere a ello con notable
frecuencia (1 Tesalonicenses 1:9, 10; 2:19; 3:13; 4:13—5:11; 5:23). Por otro lado, la carta
refleja las características típicas del pensamiento de Pablo, incluyendo el uso distintivo de
la frase “en Cristo” (y frases similares) para describir la naturaleza de la vida cristiana.
Algunas de las ideas más características, notablemente la doctrina de la justificación por la
fe, están ausentes, pero esto puede ser simplemente en función de que nada en la
situación requería el uso de la enseñanza la cual está asociada en particular con la polémica
contra un énfasis judío en las obras de la ley. La carta se acepta en general como genuina.
Se ha dicho que tiene una forma particular, y se han hecho intentos para explicar este
fenómeno como una combinación de dos o más documentos, o como un documento que
ha sido sometido a interpolaciones, pero estas teorías son sin duda más ingeniosas que
convincentes. La carta produce un sentido admirable en su forma actual. La epístola tiene
la estructura usual de las cartas paulinas en que comienza con un saludo (1 Tesalonicenses
1:1), seguido por un informe de cómo Pablo recuerda a la iglesia en sus oraciones.
Agradece a Dios por la forma en la que la vida cristiana perdurable y el testimonio de la
iglesia certifican la realidad de una respuesta positiva de sus miembros a su predicación
inicial del evangelio (1 Tesalonicenses 1:2-10). Este informe tiene el efecto de confirmar
que la iglesia tiene buena salud y así de proveer a los lectores con aliento suficiente para
proseguir en el camino tal como ellos lo están haciendo. Luego Pablo comenta acerca del
carácter de su obra misionera en la ciudad, afirmando que tanto él como sus compañeros
habían actuado justa y amorosamente en toda relación (1 Tesalonicenses 2:1-12). Esto
puede sugerir que los oponentes de la iglesia estaban ocupados en calumniar a los
misioneros. A pesar de esta oposición, la iglesia le había dado una cálida respuesta al
evangelio (1 Tesalonicenses 2:13-16). La continuación de la hostilidad a la iglesia desde su
partida, lo había preocupado a Pablo de tal manera que había deseado regresar para ver
cómo estaban las cosas. En su lugar él había enviado a Timoteo como su representante, y
éste había retornado lleno de entusiasmo por el estado de salud de la iglesia (1
Tesalonicenses 2:17—3:13). Así, la primera parte de la carta se ocupa del progreso de la
iglesia a pesar de la oposición, y ayuda a fortalecer los lazos entre el escritor ausente y sus
lectores. En lo que resta de la carta Pablo da a la iglesia la clase de enseñanza y consejo
práctico que a él le habría gustado compartir con ellos en persona. Primero, anima a los
lectores a que vivan vidas santas —con especial referencia a evitar la inmoralidad sexual—
y a continuar creciendo en el amor (1 Tesalonicenses 4:1-12). Segundo, conforta a aquellos
que estaban temerosos sobre la suerte de los que habían muerto diciéndoles que cuando el
Señor regrese tendrá lugar la resurrección de los muertos, de modo que los que
“durmieron” en Cristo vendrán con él y se reunirán con aquellos que todavía están vivos.
Los creyentes no necesitan preocuparse acerca de cuándo esto tendrá lugar; si están
verdaderamente “despiertos” como cristianos, no serán sorprendidos como el mundo
incrédulo (1 Tesalonicenses 4:13—5:11). Finalmente, Pablo anima a la vida común de la
iglesia recomendándoles amor fraternal y el uso de los dones espirituales (1 Tesalonicenses
5:12-24), y cierra la carta con saludos personales (1 Tesalonicenses 5:25-28).

BOSQUEJO DEL CONTENIDO


1 Tesalonicenses 1:1 ——Saludos iniciales
1 Tesalonicenses 1:2-10——Agradecimientos iniciales
1 Tesalonicenses 2:1-16——La conducta de los misioneros en
Tesalónica
1 Tesalonicenses 2:17—3:13 —El continuo interés de Pablo por la
iglesia
1 Tesalonicenses 4:1-12——Estímulo para el progreso ético
1 Tesalonicenses 4:13 —5:11—Instrucción y ánimo sobre la
segunda venida de Jesús
1 Tesalonicenses 5:12-24——Instrucciones para la vida en la
iglesia
1 Tesalonicenses 5:25-28——Pedidos y saludos finales

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