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Los rasgos que tienen en común las personas con mucho potencial

Image: REUTERS/Shannon Stapleton (UNITED STATES - Tags: EMPLOYMENT BUSINESS SOCIETY


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02 nov 2017

1. M. Victoria S. Nadal

   

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En un mercado laboral con recursos limitados resulta necesario desarrollar estrategias para
identificar no solo cuáles son los empleados mejor preparados para el puesto, sino aquellos que
tienen mayor potencial. Investigaciones llevadas a cabo durante los últimos años han demostrado
que invertir en esos profesionales maximiza los rendimientos de las organizaciones. Es algo que
parece obvio pero que da resultados curiosos. El trabajo de los empleados con mucho potencial
mejora también el nivel de desempeño de sus compañeros. Esto está muy bien, pero, ¿cómo
podemos identificarlos? La clave está en su capacidad, sus habilidades sociales y su fuerza de
voluntad, según explican Tomás Chamorro y Seymour Adler, profesores de psicología laboral.

Uno de los puntos más importantes para detectar a estos diamantes en bruto es mirar más allá de
las aptitudes específicas que se solicitan para cada puesto concreto. Es necesario evaluar otros
criterios que tienen más que ver con las habilidades personales e incluso con la personalidad. "La
primera pregunta y la más importante es: '¿Qué posibilidades tiene?", explican los profesores en
HBR. "Hasta ahora, la mayoría de las intervenciones se centran en el éxito profesional individual,
en su capacidad para ascender dos puestos en cinco años. Pero la capacidad de avanzar en la
propia carrera no garantiza que se haga una contribución crucial a la organización".

Desde su punto de vista, es necesario esforzarse en predecir quién se convertirá en "un impulsor
clave del desempeño en la empresa". La ciencia revela que esos individuos comparten una gama
de cualidades medibles que se pueden identificar fácilmente durante el proceso de selección. En el
estudio Employability and career success: bridging the gap between theory and reality, Chamorro,
Adler y Robert B. Kaiser, de Kaiser Leadership Solutions, identifican tres marcadores generales de
potencial alto, que desgranamos a continuación.

Capacidad
Un criterio básico es que el candidato tenga los conocimientos y habilidades necesarios para
desarrollar el trabajo en cuestión. Pero lo que nos interesa en este tema es ver si esa persona
tiene la capacidad de amoldarse y estar a la altura si en el futuro tiene que desarrollar un trabajo
más complejo del que se le exige en el momento de la contratación. Por eso también es necesario
que el trabajador sea capaz de aprender y dominar las nuevas habilidades. "El mejor indicador de
esto es el cociente intelectual o la capacidad cognitiva", explican Chamorro y sus colegas. "La
capacidad de aprendizaje incluye la motivación para adquirir nuevos conocimientos y habilidades
de forma rápida y flexible".

Habilidades sociales

El informe The future of jobs destaca la coordinación con otros y la gestión de equipos como


algunas de las habilidades más solicitadas para ocupar un puesto de trabajo. Los empleados deben
ser capaces de llevarse bien con sus compañeros y sus jefes y de apoyar y recibir feedback de sus
colegas de profesión. Esta capacidad para relacionarse con los demás facilita tener una red de
trabajo más amplia y ser influyentes y persuasivos con sus interlocutores.

Las habilidades sociales implican dos cualidades fundamentales: la capacidad de administrarse y la


de gestionar a los demás. Estos son los elementos centrales de la inteligencia emocional, por eso
podríamos valorar este tipo de inteligencia como un indicador temprano de alto potencial.

Fuerza de voluntad

La motivación para trabajar arduamente, lograr y hacer lo que sea necesario para conseguir hacer
el trabajo es otra de las categorías a tener en cuenta. "Se identifica fácilmente como ambición:
la capacidad de permanecer insatisfecho con los logros", se lee en el estudio. Esta capacidad se
puede identificar al prestar atención a la diligencia con la que trabaja una persona, su disposición
para asumir deberes y tareas y su deseo de más responsabilidad.

Una vez en la empresa, las personas con estas cualidades sirven de modelo y enseñan conductas a
sus compañeros que facilitan instaurar una cultura de alto rendimiento en la empresa. Según el
estudio Stargazing: An integrative conceptual review, theoretical reconciliation, and extension for
star employee research, el simple hecho de incluir a un empleado con alto potencial aumenta la
efectividad de otros miembros del equipo entre un 5% y un 15%. No es de extrañar que estudio
tras estudio se demuestre un desempeño financiero más sólido en las empresas que se esfuerzan
más en identificar y desarrollar los mejores talentos.

Trabajadores que parece que tienen mucho potencial... pero no

Hay algunas características que pueden despistarnos cuando queremos identificar a los candidatos
con potencial. Tendemos a pensar que aquellos con mucha experiencia, responsables o que se
ajustan a los principios de la organización son los trabajadores ideales. Pero no.

Experiencia técnica y profesional. Es más probable que se valore como trabajadores con alto
potencial a aquellos que tienen más conocimiento y experiencia. En realidad las personas con alto
potencial son aquellas que tienen unas habilidades concretas que no están necesariamente
vinculadas con sus conocimientos concretos sobre el trabajo.
Cumplir con los compromisos de forma constante. Las personas que cumplen siempre con los
plazos generan confianza y una imagen de responsabilidad que se puede confundir con alto
potencial.

Ajustarse a la cultura de la organización. Una investigación de Jack Zenger y Joseph Folkman, al


frente de la consultora que lleva sus apellidos, mostró que las personas con potencial bajo tendían
a resaltar un rasgo valorado por su organización. Esto puede dar información sesgada al pensar
que porque una persona presente una cualidad importante para la cultura de la compañía —
como, por ejemplo, ser amable— implica que es más válido.

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