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Isis

Isis es una de las principales diosas de la religión del Antiguo Egipto, cuyo
culto se extendió por todo el mundo grecorromano. Aparece por primera vez
durante el Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.) como uno de los principales
personajes del mito de Osiris, en el que resucita a su esposo asesinado, el
divino rey Osiris, y engendra y protege a su heredero, Horus. Se creía que
ayudaba a los muertos a entrar en la otra vida como había ayudado a Osiris y
se la consideraba la madre divina del faraón, a quien se le identificaba con el
dios Horus. Su ayuda materna fue invocada en encantamientos de curación
para beneficiar a la gente común. En un principio desempeñó un papel
limitado en los rituales reales y en los ritos de los templos egipcios, aunque
fue más prominente en los ritos funerarios y en los textos mágicos. Por lo
general, el arte la retrataba como una mujer que lucía en su cabeza un
jeroglífico en forma de trono. Durante el Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.),
al asumir rasgos que originalmente pertenecían a Hathor, la diosa
predominante de épocas anteriores, Isis llegó a ser retratada con el tocado de
Hathor: un disco solar entre los cuernos de una vaca.

En el primer milenio antes de Cristo, Osiris e Isis se convirtieron en las


deidades egipcias más adoradas, e Isis asumió características de muchas otras
diosas. Los gobernantes de Egipto y su vecino del sur, Nubia, comenzaron a
construir templos dedicados principalmente a Isis y su templo en File era un
La diosa egipcia Isis.
centro religioso para egipcios y nubios por igual. Su poder mágico era mayor
que el de todos los demás dioses y se decía que protegía al reino de sus
enemigos, gobernaba los cielos y el mundo natural y tenía poder sobre el
propio destino.
Isis
Durante el período helenístico (323-30 a. C.), cuando Egipto fue gobernado y en jeroglífico 1
colonizado por los griegos, era adorada por los griegos y los egipcios, junto
con un nuevo dios, Serapis. Su culto se difundió por todo el mundo
mediterráneo. Los devotos griegos de Isis le atribuyeron características tomadas de las deidades griegas, como
la invención del matrimonio y la protección de los barcos en el mar y mantuvo fuertes vínculos con Egipto y
otras deidades egipcias que eran populares en el mundo helénico, como Osiris y Harpócrates. Como la cultura
helenística fue absorbida por Roma en el siglo I a. C., el culto a Isis pasó a formar parte de la religión romana.
Sus devotos constituían una pequeña proporción de la población del imperio romano, pero se encontraban en
todo su territorio. Sus seguidores desarrollaron fiestas propias como la Navigium Isidis, así como ceremonias
de iniciación parecidas a las de otros cultos mistéricos grecorromanos. Algunos de sus devotos decían que
abarcaba todos los poderes divinos femeninos del mundo.

Su culto terminó con el ascenso del cristianismo en los siglos IV y V d. C. y puede haber influido en las
creencias y prácticas cristianas, como la veneración a María, pero la evidencia de esta influencia es ambigua y
a menudo controvertida. Isis sigue manifestándose en la cultura occidental, particularmente en el esoterismo y
el neopaganismo, a menudo como personificación de la naturaleza o como el aspecto femenino de la
divinidad.

Índice
En Egipto y Nubia
Nombre y orígenes
Funciones
Esposa y doliente
Diosa madre
Diosa de la realeza y protectora del reino
Diosa de la magia y la sabiduría
Diosa del cielo
Diosa del universo
Iconografía
Culto
Relación con la realeza
Templos y festividades
Ritos funerarios
Culto personal
En el mundo grecorromano
Expansión
Funciones
Relación con otros dioses
Iconografía
Adoración
Devotos y sacerdotes
Templos y ritos diarios
Culto personal
Iniciación
Fiestas
Posible influencia en el cristianismo
Influencia en culturas posteriores
Véase también
Notas y referencias
Bibliografía
Bibliografía adicional
Enlaces externos

En Egipto y Nubia

Nombre y orígenes

Mientras que algunas deidades egipcias se remontan al período predinástico tardío (antes de 3100 a. C.), ni Isis
ni su esposo Osiris fueron mencionados explícitamente antes de la dinastía V (c. 2494-2345 a. C.).2 3 Una
inscripción que puede hacer referencia a Isis data del período del reinado de Nyuserra - Iny4 y aparece de
forma destacada en los Textos de las Pirámides, que comenzaron a escribirse al final de la dinastía y cuyo
contenido puede haberse desarrollado mucho antes.5 Varios pasajes de estos textos la vinculan con la región
del delta del Nilo cerca de Behbeit el-Hagar y Sebennitos y su culto puede que se haya originado allí.6 n 1

Muchos expertos se han centrado en su nombre para tratar de determinar sus orígenes. Su nombre egipcio era
Ȝs.t (Aset, Iset, Eset, Ese),n 2 lo que dio lugar a la forma copta ⲎⲤⲈ (Ēse) y a su nombre en griego antiguo,
Ίσις, romanizado: Isis, transcripción en alfabeto latino en el que se basa su teónimo moderno. El nombre
jeroglífico incorpora el signo de un trono, que Isis también porta en la cabeza como signo de su identidad. El
símbolo sirve como un fonograma, deletreando los sonidos st en su nombre, pero también puede que
representara un vínculo con los tronos reales. El término egipcio para un trono también era st y puede haber
compartido una etimología común con el nombre de Isis. Por ello, el egiptólogo alemán Kurt Sethe sugirió que
originalmente era una personificación de los tronos.12 El neerlandés Henri Frankfort coincide con esa
opinión, al entender que el trono era considerado la madre del rey y por lo tanto una diosa, debido a su poder
para convertir a un hombre en rey.13 Sin embargo otros estudiosos, como los alemanes Jürgen Osing y Klaus
P. Kuhlmann, han cuestionado esta interpretación, debido a las diferencias entre el nombre de Isis y la palabra
trono,12 o a la falta de pruebas de que el trono haya sido deificado.14

Funciones

El ciclo del mito sobre la muerte y resurrección de Osiris se recogió por primera vez en los Textos de las
Pirámides y se convirtió en el más elaborado e influyente de la mitología egipcia.15 Isis juega un papel más
activo en este mito que los demás protagonistas, por lo que a medida que se desarrolla en la literatura desde el
Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.) hasta el período ptolomaico (305-30 a. C.), se convierte en el personaje
literario más complejo de todas las deidades egipcias.16 Al mismo tiempo, asimiló características de muchas
otras diosas, ampliando su significancia mucho más allá del mito de Osiris.17

Esposa y doliente

Isis es parte de la Enéada de Heliópolis, una familia de nueve dioses descendientes del dios creador, Atum o
Ra. Junto a sus hermanos, Osiris, Seth y Neftis, son la última generación de la Enéada, nacidos de Geb, dios
de la tierra, y Nut, diosa del cielo. El dios creador, el gobernante original del mundo, transmite su autoridad a
través de las generaciones masculinas de la Enéada, para que Osiris se convierta en rey. Isis, que es la esposa y
hermana de Osiris, es su reina.18

Seth mata a Osiris y, en algunas versiones del relato, desmembra su cadáver. Isis y Neftis, junto con otras
deidades como Anubis, buscan los trozos del cuerpo de su hermano y lo recomponen. Sus esfuerzos son el
mítico prototipo de la momificación y otras prácticas funerarias del antiguo Egipto. Según algunos textos,
también deben proteger el cuerpo de Osiris de más profanaciones por parte de Set o sus sirvientes. Sus
esfuerzos son el mítico prototipo de la momificación y otros ritos funerarios del Antiguo Egipto.19 Según
algunos textos, también deben proteger el cuerpo de Osiris de más profanaciones por parte de Set o sus
sirvientes.20 Isis es la personificación de una viuda de luto. El amor y el dolor de Neftis y ella por su hermano
ayudan a devolverle la vida, junto con la recitación de palabras mágicas por parte de Isis.21 Algunos textos
funerarios recogen sus palabras en las que expresa su dolor por la muerte de Osiris, su deseo sexual por él, e
incluso la ira que él le ha dejado. Todas estas emociones juegan un papel en su renacer, ya que tienen la
intención de incitarlo a la acción.22 Finalmente, Isis devuelve el aliento y la vida al cuerpo de Osiris y copula
con él, concibiendo a su hijo, Horus.19 A partir de este momento, Osiris solo vive en la duat, o inframundo.
Además al engendrar un hijo y un heredero para vengar su muerte y llevar a cabo ritos funerarios por él, Isis se
ha asegurado de que su marido perdurará en la otra vida.23
Su papel en las creencias de la vida después de la muerte estaba basado en las
de este mito. Ayudaba a restaurar la integridad de las almas de los seres
humanos fallecidos, como lo había hecho con Osiris. Al igual que otras
diosas, como Hathor, también actuó como madre de los difuntos,
proporcionando protección y alimento.24 Así, al igual que Hathor, a veces
adoptó la forma de Amentit, la diosa de Occidente, que acogía al alma
fallecida en la otra vida como si fuera su hijo.25 Pero durante gran parte de la
historia egipcia, se creía que las deidades masculinas como Osiris
proporcionaban los poderes regenerativos, incluida la potencia sexual, que
eran cruciales para el renacimiento. Se creía que Isis solo contribuía
estimulando este poder.24 Los poderes divinos femeninos se hicieron más
importantes en las creencias de la vida después de la muerte en el Imperio
Nuevo.26 Varios textos funerarios ptolemaicos enfatizan que Isis desempeñó
un papel activo en la concepción de Horus estimulando sexualmente a su
marido inerte;27 algunas decoraciones de tumbas del período romano en
Egipto la situaban en un papel central en la vida después de la muerte,28 y un
texto funerario de la época sugiere que se creía que las mujeres se unían a las
personas que acompañaran la comitiva de Isis y de Neftis en la otra vida.29

Diosa madre Figurilla en madera de Isis


doliente de la dinastía
Es tratada como la madre de Horus incluso en las primeras copias de los ptolemaica, Roemer- und
Pelizaeus-Museum
Textos de las Pirámides.30 Sin embargo, hay indicios de que Hathor fue
Hildesheim.
considerada originalmente como su madre,31 y otras tradiciones consideran
que una forma más antigua de Horus es el hijo de Nut y hermano de Isis y
Osiris.32 Puede que Isis solo se convirtiera en la madre de Horus cuando el
mito de Osiris tomó forma durante el Imperio Antiguo,31 pero a través de su
relación con él llegó a ser vista como el paradigma de la devoción
maternal.33

En la forma desarrollada del mito, Isis da a luz a Horus, después de un


prolongado embarazo y un parto difícil, en los matorrales de papiros del delta
del Nilo. A medida que su hijo crece, debe protegerlo de Seth y de muchos
otros peligros: serpientes, escorpiones y enfermedades.34 En algunos textos
viaja entre humanos y debe buscar su ayuda; según una de estas historias,
siete deidades escorpión menores viajan con ella para protegerla y se
vengarán de una mujer rica que se ha negado a ayudarla picando su hijo,
haciendo necesario que la diosa cure al niño inocente.35 Su reputación como Isis amamantando a Horus,
deidad compasiva, dispuesta a aliviar el sufrimiento humano, contribuyó en siglo VII a. C.
gran medida a su notoriedad.36

Continuará ayudando a su hijo cuando desafía a Seth a reclamar la realeza que ha usurpado,37 aunque madre
e hijo a veces son representados en conflicto, como cuando Horus decapita a Isis y reemplaza su cabeza por la
de una vaca, un mito fundacional sobre el origen del tocado de cuerno de vaca que luce Isis.38

Su faceta maternal se extendió también a otras deidades. Los Textos de los sarcófagos del Imperio Medio (c.
2055-1650 a. C.) relatan que los llamados «Cuatro hijos de Horus», deidades funerarias que se creía protegían
los órganos internos de los difuntos, eran los descendientes de Isis y la forma más antigua de Horus.39 En la
misma época, Horus se sincretizó con el dios de la fertilidad Min, por lo que Isis era considerada como la
madre de Min.40 Una forma de este dios conocida como Kamutef, «toro de su madre», que representaba la
regeneración cíclica de los dioses y de la realeza, se decía que fecundaba a su madre para engendrarse a sí
mismo,41 por lo que Isis también era considerada como consorte de Min.42 La misma ideología de la realeza
puede estar detrás de una tradición, que se encuentra en algunos textos, de que Horus violó a Isis.43 44 Amón,
la deidad egipcia más importante durante los imperios Medio y Nuevo, también asumió la figura de Kamutef,
y cuando estaba en esta forma, Isis actuaba a menudo como su consorte.42 Apis, un toro que fue adorado
como un dios viviente en Menfis, se decía que era el hijo de Isis, engendrado por una forma de Osiris conocida
como Osiris-Apis. La madre de cada toro Apis era conocida como la «vaca Isis».45

Un relato en el Papiro Westcar del Imperio Medio la incluye entre un grupo de diosas que sirven como
matronas durante el parto de tres futuros reyes.46 Desempeña un papel similar en los textos del Imperio
Nuevo que describen los nacimientos divinamente decretados de los faraones reinantes.47

En el Papiro Westcar, Isis pronuncia los nombres de los tres niños cuando nacen. La egiptóloga
estadounidense Barbara S. Lesko ve esta historia como una señal de que tenía el poder de predecir o
influenciar eventos futuros, como otras deidades que presidían el nacimiento,46 como Shai y Renenutet.48
Textos de épocas mucho más tardías denominan explícitamente a Isis «dueña de la vida, gobernante de la
suerte y del destino»46 e indican que tiene control sobre Shai y Renenutet, tal y como se decía que otros
grandes dioses como Amón lo hacían en épocas anteriores de la historia egipcia. Al gobernar estas deidades,
Isis determinaba la duración y calidad de las vidas humanas.48

Diosa de la realeza y protectora del reino

Horus se equiparaba con cada faraón vivo y Osiris con los predecesores
fallecidos. Isis era por lo tanto la madre y esposa mitológica de los reyes. En
los Textos de las Pirámides su importancia primordial para el rey era ser una
de las deidades que le protegían y le ayudaban en la otra vida. Su
protagonismo en la ideología real se acrecentó en el Imperio Nuevo.49 A
partir de entonces en los relieves de los templos se muestra al rey lactando del
pecho de Isis; su leche no solo sanaba a su hijo, sino que simbolizaba su
derecho divino a gobernar.50 La ideología real enfatizaba cada vez más la
importancia de las reinas como equivalentes terrenales de las diosas que
servían como esposas del faraón y como madres de sus herederos.
Inicialmente la más importante de estas diosas fue Hathor, una equivalente
femenina de Ra y Horus, cuyos atributos se incorporaron en el arte en las
coronas de las reinas. Pero debido a sus propios vínculos mitológicos con la
realeza, a Isis también se le asignaron los mismos títulos y vestimentas que a
las reinas humanas.51

Sus acciones para proteger a Osiris de Seth se convirtieron en parte de un


aspecto más belicoso de su personalidad.52 Los textos funerarios del Imperio
Nuevo la representan en la barca de Ra mientras navega por el inframundo, Isis sosteniendo al faraón
actuando como una de las varias deidades que someten al archienemigo de Seti I en su regazo, siglo
53
Ra, Apep. Los reyes también invocaron su poder mágico protector contra XIII a. C.
los enemigos humanos. En su templo ptolemaico de File, situado cerca de la
frontera con los pueblos nubios que invadieron Egipto, se la describió como la
protectora de toda la nación, más eficaz en la batalla que «millones de soldados», apoyando a los reyes
ptolemaicos y a los emperadores romanos en sus esfuerzos por someter a los enemigos de Egipto.52

Diosa de la magia y la sabiduría


También era conocida por su poder mágico, que le permitió revivir a Osiris y proteger y curar a Horus, y por
su astucia.54 Por sus conocimientos mágicos, se decía que era «más inteligente que un millón de
dioses».55 56 En varios episodios de la historia de la dinastía XX Los conflictos de Horus y Seth, utiliza estas
habilidades para superar a Seth durante el enfrentamiento con su hijo. En una ocasión se transforma en una
joven que le dice a Seth que está envuelta en una disputa de sucesión similar a la usurpación de la corona de
Osiris por parte de Seth. Cuando Seth califica esta situación de injusta, Isis se burla de él, diciendo que se ha
juzgado a sí mismo como culpable.56 En textos posteriores utiliza sus poderes de transformación para luchar y
destruir a Seth y a sus seguidores.54

Muchas historias sobre Isis aparecen como historiola, prólogos de textos mágicos que describen
acontecimientos míticos relacionados con el objetivo que el hechizo pretende alcanzar.16 En un hechizo, crea
una serpiente que muerde a Ra, que es mayor y más viejo que ella, y lo enferma con su veneno. Le ofrece
curarlo si él le dice su secreto nombre verdadero, un elemento de conocimiento que lleva consigo un poder
incomparable; tras una intensa coerción, Ra le dice su nombre, que ella transmite a Horus, reforzando su
autoridad real.56 La historia puede entenderse como un relato para explicar el origen de por qué la habilidad
mágica de Isis supera a la de otros dioses, pero como utiliza la magia para someter a Ra, esta historia parece
considerar como si tuviera esas habilidades incluso antes de conocer su nombre.57

Diosa del cielo

Muchos de los roles que adquirió le dieron una posición importante en el cielo.58 Pasajes de los Textos de las
Pirámides la vinculan estrechamente con Sotis, la diosa que representa a la estrella Sirio, cuya relación con su
marido Sah —la constelación de Orión— y su hijo Sopdu es paralela a las relaciones de Isis con Osiris y
Horus. El orto helíaco de Sirio, justo antes del inicio de la crecida del Nilo, le otorgó a Sotis una estrecha
relación con el desbordamiento y la consiguiente mejora de las cosechas.59 En parte debido a su relación con
Sotis, Isis también estaba vinculada a la crecida,60 que a veces se equiparaba con las lágrimas que derramaba
por Osiris.61 En la época ptolemaica estaba ligada a la lluvia, a la que los textos egipcios denominan «Nilo en
el cielo»; al sol como protector de la barca de Ra;62 y a la luna, posiblemente porque estaba vinculada a la
diosa lunar griega Artemisa por una conexión compartida con Bastet, la diosa egipcia de la fertilidad.63 En
himnos inscritos en File se la denomina la «Señora del cielo», cuyo dominio sobre el cielo es paralelo al
dominio de Osiris sobre la duat y el reinado de Horus en la tierra.64

Diosa del universo

En los tiempos ptolemaicos la esfera de influencia de Isis podía incluir todo el cosmos.64 Como la deidad que
protegía a Egipto y apoyaba a su rey, tenía poder sobre todas las naciones, y como proveedora de lluvia,
revitalizaba el mundo natural.65 El himno de File que inicialmente llama a su gobernante del cielo continúa
expandiendo su autoridad, así que en su apogeo su dominio abarca el cielo, la tierra y la duat. Dice que su
poder sobre la naturaleza alimenta a los humanos, a los benditos muertos y a los dioses.64 Otros himnos en
lengua griega del Egipto ptolemaico la designan como «la bella esencia de todos los dioses».66 En el
transcurso de la historia egipcia, muchas deidades, mayores y menores, han sido descritas en términos
similares. Amón fue descrito más comúnmente de este modo en el Imperio Nuevo, mientras que en el Egipto
romano estos términos tendían a aplicarse a Isis.67 Estos textos no niegan la existencia de otros dioses, sino
que los tratan como aspectos de la deidad suprema.68

En los períodos tardío, ptolemaico y romano, muchos templos incluían un mito de la creación que adaptaba
ideas ancestrales sobre la creación para conferir los principales papeles a las deidades locales.69 En File se
describe a Isis como la creadora de la misma forma que los textos más antiguos hablan de la obra del dios
Ptah,64 de quien se decía que diseñó el mundo con su intelecto y lo esculpió para que existiera.70 Como él,
Isis formó el cosmos «a partir de lo que su corazón concibió y sus manos crearon».64

Como otros dioses a lo largo de la historia egipcia, adoptó muchas formas en sus centros de culto individuales
y cada centro de culto enfatizaba diferentes aspectos de su carácter. Los cultos locales de Isis se centraban en
los rasgos distintivos de su deidad más que en su universalidad, mientras que algunos himnos egipcios a Isis
tratan a otras diosas en centros de culto de todo Egipto y el Mediterráneo como manifestaciones de ella. Un
texto en el templo de Isis en Dendera dice «en cada nomo es ella quien está en cada pueblo, en cada nomo con
su hijo Horus».71

Iconografía

En el arte egipcio se la representaba generalmente como una mujer con los atributos típicos de una diosa: un
vestido envolvente, un bastón de papiro en una mano y un signo de anj en la otra. Su tocado original era el
signo del trono que se usaba para escribir su nombre. Aparece a menudo junto a Neftis, sobre todo cuando
llora la muerte de Osiris, sosteniéndolo en su trono, o protegiendo los sarcófagos de los muertos. En estas
situaciones, a menudo sus brazos se cruzan sobre sus rostros, en un gesto de luto, o se extienden alrededor de
Osiris o de los difuntos como signo de su papel protector.72 En estas circunstancias generalmente se
representaban como milanos o mujeres con alas de milanos. Esta forma puede estar inspirada en una similitud
entre las llamadas de los milanos y los gritos de las mujeres que lloran,73 o en una metáfora que compara la
búsqueda de carroña de estas aves con la búsqueda de su hermano muerto por parte de las diosas.72 A veces
aparecía con otras formas animales: como cerda, representando su carácter maternal; como vaca, sobre todo
cuando estaba ligada a Apis; o como escorpión.72 También adoptó la forma de un árbol o de una mujer que
emerge de un árbol, ofreciendo a veces alimento y agua a las almas fallecidas. Esta forma aludía a la
alimentación materna que ella proporcionaba.74

Comenzando en el Imperio Nuevo, gracias a los estrechos vínculos entre Isis y Hathor, asumió los atributos de
la otra diosa, como un sistro y un tocado de cuernos de vaca que contenía un disco solar. A veces se
combinaban los dos tocados, de forma que el glifo del trono se situaba sobre el disco solar.72 En la misma
época comenzó a luicir los emblemas de una reina humana, como la corona en forma de buitre en la cabeza y
el uræus real, o cobra alzada, en la frente.51 En los tiempos ptolemaicos y romanos, sus estatuas y figuras a
menudo la mostraban en un estilo escultórico griego, con atributos tomados de la tradición egipcia y
griega.75 76 Algunas de estas imágenes reflejaban su vinculación con otras diosas de maneras novedosas. Isis-
Thermuthis, una combinación de Isis y Renenutet que representaba la fertilidad agrícola, fue mostrada en este
estilo como una mujer con la parte inferior del cuerpo de una serpiente. Estatuillas de una mujer que lleva un
elaborado tocado y muestra sus genitales pueden representar a Isis-Afrodita.77 n 3

El tyet, un símbolo en forma de bucle similar a la del anj, estaba considerado como el emblema particular de
Isis al menos desde la época del Imperio Nuevo, aunque ya existía mucho antes.79 A menudo estaba
confeccionado con jaspe rojo y se asimilaba con la sangre de Isis. Utilizado como amuleto funerario, se creía
que confería su protección al portador.80

Galería
Isis con una Isis alada al pie del Isis (a la izquierda) y Estatuilla de Isis-
combinación de trono- sarcófago de Ramsés Neftis esperan Thermuthis, siglo II
glifo y cuernos de III, siglo XII a. C. mientras Anubis d. C.
vaca, así como un embalsama al difunto,
tocado de buitre. siglo XIII a. C. Una
Templo de Kalabsha, Isis alada aparece en
siglo I a. C. o I d. C. la parte superior.

Estatuilla Un amuleto tyet, siglo


posiblemente de Isis- XV o XIV a. C.
Afrodita, siglo II o I
a. C.

Culto

Relación con la realeza

A pesar de su relevancia en el mito de Osiris, originalmente Isis era una deidad menor en la doctrina en torno
al rey viviente. Desempeñó un pequeño papel, por ejemplo, en el papiro dramático del Ramesseum, el guion
de los rituales de coronación realizados para la ascensión de Sesostris I durante el Imperio Medio.81 Su
importancia creció durante el Imperio Nuevo,82 cuando se vinculó cada vez más con Hathor y las reinas
humanas.83

A principios del primer milenio a. C. se observa un mayor interés en la tríada familiar de Osiris, Isis y Horus y
un espectacular crecimiento en la popularidad de Isis. En el siglo IV a. C. Nectanebo I, de la dinastía XXX la
declaró como su deidad patrona, vinculándola más estrechamente al poder político.84 El Reino de Kush, que
gobernó Nubia desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo IV d. C., asimiló y adaptó la ideología egipcia relativa a
la realeza. Equiparaba a Isis con la kandake, la reina o la reina madre del rey kushita.85

Los reyes griegos de la dinastía ptolemaica, que gobernaron Egipto como faraones desde el año 305 hasta el
30 a. C., desarrollaron una ideología que los vinculaba tanto con los dioses egipcios como con los griegos,
para fortalecer su derecho al trono ante sus súbditos griegos y egipcios. Durante siglos, los colonos griegos y
los visitantes a Egipto habían establecido paralelismos entre las deidades egipcias y las suyas propias, en un
proceso conocido como interpretatio graeca.86 Heródoto, historiador y geógrafo griego que escribió sobre
Egipto en el siglo V a. C., la comparó con Deméter, cuya mítica búsqueda de su hija Perséfone se asemejaba a
la búsqueda de Osiris por parte de Isis. Deméter fue una de las pocas deidades griegas que fueron ampliamente
adoptadas por los egipcios en la época ptolemaica, por lo que la similitud entre ellas proporcionó un vínculo
entre las dos culturas.87 En otros casos estaba vinculada con Afrodita a través de los aspectos sexuales de su
personalidad.88 Sobre la base de estas tradiciones, los dos primeros Ptolomeo promovieron el culto al nuevo
dios Serapis, que combinaba aspectos de Osiris y Apis con los de dioses griegos como Zeus y Dioniso. Isis,
representada en una forma helenizada, fue considerada como la consorte tanto de Serapis como de Osiris.
Ptolomeo II y su hermana y esposa Arsínoe II crearon un culto real en torno a ellos, de modo que eran
adorados en los mismos templos que Serapis e Isis, y Arsínoe fue equiparada tanto a Isis como a Afrodita.89
Algunas reinas ptolemaicas posteriores se identificaron todavía más con Isis. En el siglo II a. C. Cleopatra III
utilizaba el nombre de Isis en lugar del suyo en las inscripciones y Cleopatra VII, la última gobernante de
Egipto antes de que fuera anexionada por Roma, utilizó el epíteto «la nueva Isis».90

Templos y festividades

Hasta finales del Imperio Nuevo, su culto estaba estrechamente ligado


a deidades masculinas como Osiris, Min o Amón. Generalmente se la
adoraba junto a ellos como su madre o consorte y se le rezaba
especialmente como la madre de varias formas locales de Horus.91
Sin embargo tenía su propio sacerdocio independiente en algunos
lugares92 y al menos un templo propio, en el centro de culto a Osiris
en Abidos, a finales del Imperio Nuevo.93

Los primeros templos importantes en su honor conocidos fueron el de File vista desde la isla Bigeh, por
Iseion en Behbeit el-Hagar en el norte de Egipto y el de File en el David Roberts (1838).
extremo sur. Ambos comenzaron a construirse durante la dinastía
XXX y fueron completados o ampliados por reyes ptolemaicos.94
Gracias a la gran popularidad de Isis, File atrajo a peregrinos de todo el Mediterráneo.95 Se le erigieron otros
muchos templos en la época ptolemaica, desde Alejandría y Canopo en la costa mediterránea hasta la frontera
de Egipto con Nubia.96 En esa región había una serie de templos dedicados a Isis que se extendían desde el
sur de File hasta Maharraqa y que eran lugares de culto tanto para los egipcios como para varios pueblos
nubios.97 Los nubios de Kush le construyeron sus propios templos en lugares tan al sur como Wad ban
Naqa,98 incluido uno en su capital, Meroe.99

El ritual más frecuente de los templos para cualquier deidad era el de la ofrenda diaria, en el que los sacerdotes
vestían la imagen de culto de la deidad y le ofrecían comida.100 En la época romana, los templos de Isis en
Egipto podían construirse en estilo egipcio, en el que la imagen de culto se encontraba en un santuario aislado
accesible únicamente a los sacerdotes, o en un estilo grecorromano en el que se permitía a los devotos ver la
imagen de culto.101 Sin embargo la cultura griega y egipcia estaban muy entremezcladas en esa época y
puede que no haya habido separación étnica entre los devotos de Isis.102 La misma gente puede haberle
rezado fuera de los templos egipcios y delante de su estatua dentro de los templos griegos.101

Los templos también celebraban muchas fiestas a lo largo del año, algunas a nivel nacional y otras muy
locales.103 Se realizaron una elaborada serie de ritos en todo Egipto por Osiris durante el mes de Khoiak,104
e Isis y Neftis sobresalieron en estos ritos al menos desde el Imperio Nuevo.105 En la época ptolemaica dos
mujeres representaron los papeles de Isis y Neftis durante el Ka-Hor-Ka (cuarto mes del calendario egipcio y
copto), cantando o salmodiando en duelo por su hermano muerto. Sus cantos se conservan en el Festival de
canciones de Isis y Neftis y las Lamentaciones de Isis y Neftis.105 106
Con el tiempo Isis fue teniendo sus propios festivales. En la época romana, los egipcios de todo el país
celebraban su cumpleaños, la Amesysia, llevando su estatua de culto local a través de los campos,
probablemente en celebración de sus poderes de fertilidad.107 Los sacerdotes de File celebraban un festival
cada diez días cuando la estatua de culto de Isis visitaba la vecina isla de Bigeh, de la que se decía que era el
lugar donde estaba enterrado Osiris y los sacerdotes realizaban ritos funerarios en su honor. La estatua de culto
también visitaba los templos vecinos al sur, incluso durante los últimos siglos de actividad en File, cuando esos
templos eran administrados por pueblos nubios fuera del dominio romano.108

El cristianismo se convirtió en la religión dominante en el Imperio romano, incluido Egipto, durante los siglos
IV y V de nuestra era. Los templos de culto egipcios fueron desapareciendo, gradualmente y en varios
momentos, por una combinación de falta de fondos y hostilidad cristiana.109 El templo de Isis en File,
respaldado por sus devotos nubios, todavía tenía un sacerdocio organizado y festivales regulares hasta por lo
menos mediados del siglo V d. C., lo que le convierte en el último templo en pleno funcionamiento en
Egipto.110 n 4

Ritos funerarios

En muchos hechizos en los Textos de las Pirámides, Isis y


Neftis ayudan al faraón fallecido a llegar a la otra vida. En los
Textos de los sarcófagos del Imperio Medio, Isis aparece
todavía con más frecuencia, aunque en estos textos se le
atribuye a Osiris el haber revivido a los muertos más a menudo
de lo que lo hace ella. Fuentes del Imperio Nuevo como el
Libro de los muertos la describen como la protección de las Isis (a la izquierda) y Neftis como milanos
almas fallecidas cuando se enfrentan a los peligros de la Duat. junto al féretro de una momia, siglo XIII
También la describen como miembro de los consejos divinos a. C.
que juzgan la integridad moral de las almas antes de admitirlas
en la otra vida y aparece en viñetas junto a Osiris, que preside
este tribunal.112

Isis y Neftis participaban en las ceremonias fúnebres, donde dos plañideras, como las del festival de Abidos,
lloraban a los difuntos mientras las dos diosas lloraban a Osiris.113 Con frecuencia se mostraba o aludía a Isis
en el equipamiento funerario: en los sarcófagos y en los arcones canopesn 5 como una de las cuatro diosas que
protegían a los «Cuatro hijos de Horus», en el arte de las tumbas ofrendando su leche revitalizadora a los
difuntos, y en los amuletos tyet que a menudo se colocaban en las momias para asegurarse de que el poder de
Isis los protegía de cualquier daño.115 Los textos funerarios tardíos destacaban su duelo por Osiris y se dice
que uno de ellos, concretamente uno de los Libros de las Respiraciones, fue escrito por ella para beneficio de
Osiris.116 En la liturgia funeraria nubia, Isis fue considerada más importante que su marido, porque ella era la
pareja activa, mientras que él solo recibía pasivamente las ofrendas que ella hacía para mantenerlo en la vida
después de la muerte.117

Culto personal

A diferencia de muchas deidades egipcias, a Isis rara vez se le rezaba o se la invocaba por su nombre antes de
finales del Imperio Nuevo.118 119 A partir del Período Tardío (c. 664 a. C.) se convirtió en una de las
deidades más comúnmente mencionadas en las fuentes de este período, que a menudo se refieren a su carácter
amable y a su disposición a responder a aquellos que le piden ayuda. 120 Se hicieron cientos de miles de
amuletos y estatuas votivas de Isis amamantando a Horus durante el primer milenio antes de Cristo,121 y en la
época romana fue una de las deidades más comúnmente representadas en el arte religioso del hogar, como las
estatuillas y las pinturas en paneles.122
Destaca en textos mágicos desde el Imperio Medio en adelante. Los peligros a los que se enfrenta Horus
durante la infancia son un tema frecuente en los encantamientos mágicos de curación, en los que los esfuerzos
de Isis por curarlo se extienden para curar a cualquier paciente. En muchos de estos hechizos obliga a Ra a
ayudar a Horus asegurándole que detendrá el sol en su curso a través del cielo a menos que su hijo se cure.123
Otros hechizos la equiparaban a las mujeres embarazadas para asegurarse de que darían a luz a sus hijos con
éxito.124

La magia egipcia comenzó a incorporar conceptos cristianos a medida que esta religión se estableció en
Egipto, pero los dioses egipcios y griegos continuaron apareciendo en encantamientos mucho después de que
su adoración en los templos hubiera cesado.125 Hechizos que pueden datar de los siglos VI, VII u VIII d. C.
invocan el nombre de Isis junto a las figuras cristianas.126

En el mundo grecorromano

Expansión

Los cultos establecidos en una ciudad o nación en particular eran la


norma en todo el mundo antiguo hasta mediados o finales del primer
milenio antes de Cristo, cuando el mayor contacto entre las diferentes
culturas permitió que algunos cultos se expandieran. Los griegos
conocían a las deidades egipcias, incluida Isis, al menos desde la
época arcaica (c. 700-480 a. C.) y su primer templo conocido en
Grecia fue construido en o antes del siglo IV a. C. por los egipcios
que vivían en Atenas. Las conquistas de Alejandro Magno a finales
de ese siglo crearon reinos helenísticos a lo largo del Mediterráneo y Restos del templo de Isis en Delos.
el Cercano Oriente, incluido el Egipto ptolemaico y pusieron en
contacto mucho más estrecho a las religiones griega y no griega. La
difusión transcultural resultante permitió que muchas tradiciones religiosas se extendieran por todo el mundo
helenístico en los últimos tres siglos antes de Cristo. Los nuevos cultos desplazados se adaptaron de forma
significativa para atraer a personas de diversas culturas. Los cultos de Isis y Serapis, en las formas helenizadas
creadas bajo los ptolomeos, estaban entre los que se expandieron de esta forma.127

Difundidos por comerciantes y otros viajeros mediterráneos, los cultos de Isis y Serapis se establecieron en las
ciudades portuarias griegas a finales del siglo IV a. C. y se extendieron por toda Grecia y Asia Menor durante
los siglos III y II. La isla griega de Delos fue un antiguo centro de culto de ambas deidades y su condición de
centro comercial la convirtió en un trampolín para que los cultos egipcios se difundieran por Italia.128
También fueron adorados en lugares dispersos del Imperio seléucida, el reino helénico en el Medio Oriente,
incluso hasta Irán, aunque desaparecieron de la región cuando los seléucidas perdieron su territorio oriental
ante el Imperio parto.129

Los griegos consideraban la religión egipcia exótica y a veces extraña, pero cargada de sabiduría antigua.130
Como otros cultos de las regiones orientales del Mediterráneo, el culto de Isis atrajo a griegos y romanos
aprovechando sus orígenes exóticos,131 pero la forma que tomó después de llegar a Grecia fue notablemente
helenizada.132

El culto de Isis llegó a Italia y a la esfera de influencia romana en algún momento del siglo II a. C.133 Fue uno
de los muchos que se introdujeron en Roma a medida que el territorio de la República romana se expandía en
los últimos siglos antes de Cristo. Las autoridades de la república trataron de definir qué cultos eran aceptables
y cuáles no, en un intento de definir la identidad cultural romana en medio de los cambios culturales
provocados por la expansión de Roma.134 En el caso de Isis, se le erigieron santuarios y altares en la colina
Capitolina, en el corazón de la ciudad, por parte de ciudadanos particulares a principios del siglo I a. C.133 La
independencia de su culto ante el control de las autoridades romanas lo hizo potencialmente perturbador para
ellos.135 En los años 50 y 40 a. C., cuando la crisis de la República romana hizo temer a muchos romanos
que peligrara la pax deorum, el Senado destruyó estos santuarios,136 137 aunque no prohibió por completo la
entrada de Isis en la ciudad.133

Los cultos egipcios se enfrentaron a una mayor hostilidad durante la cuarta guerra civil de la República romana
(32-30 a. C.), cuando Roma, dirigida por Octavio, el futuro emperador Augusto, luchó contra el Egipto de
Cleopatra.138 Tras la victoria de Octavio, se prohibieron los santuarios de Isis y Serapis dentro del pomerium,
el límite más interno y sagrado de la ciudad, pero se permitieron en otras partes de la ciudad fuera de este
límite, señalando así a las deidades egipcias como no romanas pero aceptables para Roma.139 A pesar de
haber sido expulsados temporalmente de Roma durante el reinado de Tiberio (14-37 d. C.),n 6 los cultos
egipcios se convirtieron gradualmente en una parte aceptada del panorama religioso romano. Los emperadores
flavianos a finales del siglo I d. C. trataron a Serapis e Isis como patronos de su gobierno de la misma manera
que a los dioses romanos tradicionales como Júpiter y Minerva.141 Aunque se estaba integrando en la cultura
romana, el culto a Isis desarrolló nuevas características que enfatizaban su origen egipcio.142 143

Su culto también se expandió a las provincias occidentales de Roma, comenzando a lo largo de la costa
mediterránea en los primeros tiempos del imperio. En su apogeo a finales del siglo II y principios del III d. C.,
Isis y Serapis eran adorados en la mayoría de las ciudades del imperio occidental, aunque sin mucha presencia
en el mundo rural.144 Se encontraron templos dedicados a ellos desde Petra y Palmira, en las provincias árabe
y siria, hasta Itálica en Hispania y Londinium en Britania.145 Para entonces ya estaban en una posición
comparable con los dioses romanos nativos.146

Funciones

Su culto, como otros en el mundo grecorromano, no tenía un dogma rígido y


sus creencias y prácticas pueden que solo fueran relativamente similares a
medida que se difundían por toda la región y evolucionaran con el paso del
tiempo.148 149 Las aretalogías griegas que exaltan a Isis son la base de gran
parte de la información que se tiene sobre estas creencias. Partes de estas
aretalogías son muy parecidas a los conceptos de los himnos egipcios tardíos
como los de File, mientras que otros elementos son totalmente griegos.150
Otra información proviene de Plutarco (c. 46-120 d. C.), cuyo libro Sobre Isis
y Osiris interpreta a los dioses egipcios basándose en su filosofía del
platonismo medio,151 y en varias obras de la literatura griega y latina que
hacen referencia a la adoración de Isis, en especial una obra de Apuleyo (c.
125-180 d. C.) Las metamorfosis, que finaliza describiendo como su
protagonista tuvo una visión de la diosa y se hizo su devoto.152

Al referirse al papel de Isis como esposa y madre en el mito de Osiris, las


aretalogías la declaran como la inventora del matrimonio y de la maternidad. Estatua romana de Isis,
Fue invocada para proteger a las mujeres durante el parto y, en antiguas siglo I o II d. C. Sostiene un
novelas griegas como Efesíacas, para proteger su virginidad.153 Algunos sistro y una jarra de agua,
aunque estos atributos se
textos antiguos sugieren que era la patrona de las mujeres en general.154 155
añadieron en una renovación
Puede que su culto haya servido para promover la autonomía de la mujer de
del siglo XVII.147
manera limitada tomando como precedente el poder y la autoridad de Isis,
pero en el mito ella se dedicaba a su marido y a su hijo y nunca fue totalmente
independiente de ellos. Las aretalogías reflejan posturas ambiguas hacia la independencia de la mujer: unas
dicen que Isis hizo a las mujeres iguales a los hombres, mientras otras que hizo que las mujeres estuvieran
subordinadas a sus maridos.156 157

A menudo se describía a Isis como una diosa lunar, paralelamente a las características solares de Serapis.158
También se la veía como una diosa cósmica en general; varios textos afirman que organizaba el
comportamiento del sol, la luna y las estrellas, gobernando el tiempo y las estaciones que, a su vez,
garantizaban la fertilidad de la tierra.159 Estos textos también le atribuyen la invención de la agricultura, el
establecimiento de leyes y el diseño o la promoción de otros elementos de la sociedad humana. Esta idea se
deriva de las antiguas tradiciones griegas sobre el papel de varios dioses griegos y héroes culturales, como
Deméter, en el establecimiento de la civilización.160

También se encargaba de los mares y los puertos. Los marineros dejaron inscripciones en las que se le pedía
que velara por la seguridad y la buena suerte de sus viajes. En este papel se la llamaba Isis Pelagia, 'Isis del
Mar', o Isis Faria, en referencia a una vela o a la isla de Faro, lugar donde se encontraba el Faro de
Alejandría.161 Esta visión de Isis, que se desarrolló en la época helenística, puede haber estado inspirada en
imágenes egipcias de Isis en una barca, o en deidades griegas que protegían a los marineros, como
Afrodita.162 163 Isis Pelagia adquirió un significado adicional en Roma. El suministro de alimentos de la
ciudad dependía de los envíos de cereales de sus provincias, especialmente Egipto, por lo que Isis garantizaba
cosechas fértiles y protegía los barcos que transportaban los alimentos obtenidos a través de los mares,
asegurando así el bienestar del imperio en su conjunto.164 Se decía que su protección se extendía a los
ejércitos de Roma, al igual que en el Egipto ptolemaico, y a veces se la conocía con el nombre de Isis
Invicta.165 Sus funciones eran tan numerosas que llegó a ser denominada myrionymos 'una con innumerables
nombres', y panthea 'todas las diosas'.166 Tanto Plutarco como un filósofo posterior, Proclo, mencionaron una
estatua cubierta con un velo de la diosa egipcia Neit que ellos vincularon con Isis, citándola como ejemplo de
su universalidad y sabiduría enigmática. Llevaba las palabras «Yo soy todo lo que ha sido, es y será; y ningún
mortal ha levantado jamás mi manto».167 n 7

También se decía que beneficiaba a sus seguidores en la otra vida, lo cual no fue muy resaltado en la religión
griega y romana.170 Las metamorfosis y las inscripciones dejadas por sus adoradores parecen indicar que
muchos de sus seguidores creían que ella les garantizaría una mejor vida después de la muerte a cambio de su
devoción. Describían esta vida después de la muerte de forma inconsistente; algunos decían que se
beneficiarían del agua vivificante de Osiris mientras que otros esperaban navegar a las Islas de los
bienaventurados de la tradición griega.171

Como en Egipto, se decía que tenía poder sobre el destino, lo que en la religión griega tradicional era un poder
que ni siquiera los dioses podían desafiar. El historiador italiano Valentino Gasparini afirma que este control
sobre el destino aglutina los distintos rasgos de Isis: gobierna el cosmos, pero también libera a la gente de sus
desgracias comparativamente triviales, y su influencia se extiende al reino de la muerte, que es «individual y
universal al mismo tiempo».172

Relación con otros dioses

Más de una docena de dioses egipcios fueron adorados fuera de Egipto en las épocas helenística y romana en
una serie de cultos interrelacionados, aunque muchos de ellos eran de escasa importancia.173 De las más
importantes de estas deidades, Serapis estaba estrechamente relacionada con Isis y a menudo aparecía junto a
ella en el arte, pero Osiris seguía siendo el centro de su mito y se destacaba en sus rituales.174 Los templos de
Isis y Serapis a veces estaban uno junto al otro, pero era raro que un solo templo estuviera dedicado a
ambos.175 Osiris, como deidad muerta a diferencia de los dioses inmortales de Grecia, le resultaba extraño a
los griegos y desempeñaba solo un papel menor en los cultos egipcios en tiempos helenísticos. En la época
romana se convirtió, como Dioniso, en símbolo de una vida gozosa
después de la muerte, y el culto a Isis se centró cada vez más en
él.176 Horus, a menudo bajo el nombre de Harpócrates,n 8 también
apareció en los templos de Isis como su hijo junto a Osiris o Serapis.
Adoptó rasgos de dioses griegos como Apolo y actuó como dios del
sol y de las cosechas.178 Otro miembro del grupo era Anubis, que
estaba vinculado al dios griego Hermes en su forma helenizada
Hermanubis.179 En ocasiones también se decía que Isis había
aprendido su sabiduría de Tot, el dios egipcio de la escritura y el
conocimiento, conocido en el mundo grecorromano como Hermes
Trismegisto, o incluso que era su hija.180 181 Isis dando la bienvenida a Io a
Egipto, de un fresco en Pompeya,
También tenía una extensa red de conexiones con deidades griegas y siglo I d. C.
romanas, así como con algunas de otras culturas. No estaba totalmente
integrada en el panteón griego, pero en diferentes momentos se la
equiparó con una serie de figuras mitológicas griegas, entre ellas Deméter, Afrodita o Io, una mujer que fue
convertida en vaca y perseguida por la diosa Hera desde Grecia hasta Egipto.182 El culto a Deméter fue una
influencia helénica especialmente importante en la adoración de Isis desde su llegada a Grecia.183 Su relación
con las mujeres estaba influenciada por su frecuente analogía con Artemisa, que tenía un doble papel como
diosa virgen y promotora de la fertilidad.184 Debido al poder de Isis sobre el destino, estaba asociada a las
personificaciones griegas y romanas de la fortuna, Tique y Fortuna.185 En Biblos (Fenicia), en el segundo
milenio antes de Cristo, Hathor había sido adorada como una forma de la diosa local Baalat Gebal; Isis la
remplazó gradualmente a lo largo del primer milenio antes de Cristo.186 En Nórico, en Europa central, Isis
estaba sincretizada con la divinidad tutelar local Noreia,187 y en Petra puede haber estado vinculada con la
diosa árabe `Uzza.188 El autor romano Tácito dijo que Isis era adorada por los suevos, un pueblo germánico
que vivía fuera del imperio, pero puede haberla confundido con una diosa germánica porque, como ella, estaba
simbolizada por un barco.189

Muchas aretalogías incluyen largas listas de diosas con las que Isis estaba vinculada. Estos textos tratan a todas
las deidades que enumeran como formas de ella, lo que parece indicar que a los ojos de los autores era un ser
sumodeísta: la única diosa para todo el mundo conocido.190 191 En el mundo religioso romano, muchas
deidades se consideraban «una» o «única» en textos religiosos de este tipo. Al mismo tiempo, los filósofos
helenísticos veían con frecuencia el principio unificador y abstracto del cosmos como divino. Muchos de ellos
reinterpretaron las religiones tradicionales para que se ajustaran a su concepto de este ser superior, como hizo
Plutarco con Isis y Osiris.192 En Las metamorfosis Isis dice «mi única persona manifiesta los aspectos de
todos los dioses y diosas» y que es «adorada por todo el mundo bajo diferentes formas, con varios ritos y con
múltiples nombres», aunque los egipcios y nubios usan su verdadero nombre, Isis.193 194 Pero cuando
enumera las formas en que varios pueblos mediterráneos la adoran, solamente menciona a las deidades
femeninas.195 Las deidades grecorromanas estaban firmemente divididas por género, limitando así el carácter
universal que podría tener Isis. Una aretalogía evita este problema llamando a Isis y Serapis, que a menudo se
decía que englobaban a muchos dioses masculinos, las dos «únicas» deidades.196 197 De manera similar,
tanto Plutarco como Apuleyo limitan la importancia de Isis al tratarla como subordinada en última instancia a
Osiris.198 La afirmación de que ella era única tenía el propósito de enfatizar su grandeza más que de hacer
una declaración teológica precisa.196 197

Iconografía

Las imágenes de la diosa realizadas fuera de Egipto eran de estilo helenístico, como muchas de sus imágenes
realizadas en Egipto en los tiempos helenísticos y romanos. Los atributos que portaba eran muy variados.199
A veces lucía el tocado hathórico del cuerno de vaca, pero los griegos y los romanos redujeron su tamaño y a
menudo lo interpretaban como una luna creciente.200 También podía usar
tocados que incorporaran hojas, flores o espigas de trigo.201 Entre otros
rasgos comunes se encontraban los mechones de pelo en tirabuzón y un
elaborado manto atado en un gran nudo sobre los pechos, que tenía origen en
la ropa egipcia ordinaria pero que fuera de Egipto se tomaba como un símbolo
de la diosa.202 n 9 En las manos podía llevar un uræus o un sistro, ambos
tomados de su iconografía egipcia,204 o un acetre, un recipiente utilizado
para las libaciones de agua o leche que se realizaban en su culto.205

Como Isis-Fortuna o Isis-Tique sostenía en su mano derecha un timón, que


representaba el control del destino y en su mano izquierda una cornucopia,
que representaba la abundancia.206 Como Isis Faria llevaba un manto que
ondeaba detrás de ella como una vela,161 y como Isis Lactante, amamantaba
a su hijo, Harpócrates.206 Esta diversidad de imágenes surgió de sus
múltiples funciones; como dice el escritor y divulgador estadounidense Robert
Estatuilla romana de bronce
Steven Bianchi, «Isis podía representar cualquier cosa para cualquiera y podía
de Isis-Fortuna con una
ser representada de cualquier manera imaginable».207 cornucopia y un timón, siglo
I d. C.

Adoración

Devotos y sacerdotes

Como la mayoría de los cultos de la época, el de Isis no requería que sus devotos la adoraran exclusivamente a
ella, y su nivel de compromiso probablemente era muy variable.208 Algunos seguidores de Isis actuaron
como sacerdotes en diversos cultos y realizaron diferentes iniciaciones dedicadas a otros dioses.209 Sin
embargo, muchos destacaron su fuerte devoción hacia ella, y algunos la consideraron el centro de sus
vidas.210 Estaban entre los pocos grupos religiosos en el mundo grecorromano que tenían un nombre
distintivo, equivalente a «judío» o «cristiano», que podría indicar que se definían por su confesión religiosa,
aunque la palabra («isiaco») se empleaba poco.208

Los isiacos constituían una parte muy pequeña de la población del Imperio romano,211 pero provenían de
todos los niveles de la sociedad, desde esclavos y libertos hasta altos funcionarios y miembros de la familia
imperial.212 Relatos antiguos indican que era popular entre las clases sociales más bajas, lo que ofrece una
posible razón por la que las autoridades de la República romana, preocupadas por las luchas entre clases, veían
con recelo su culto.213

Las mujeres tenían una mayor representación en el culto de Isis que en la mayoría de los cultos grecorromanos
y en tiempos del Imperio podían ejercer como sacerdotisas en las mismas posiciones jerárquicas que sus
homólogos masculinos.214 Las mujeres constituyen mucho menos de la mitad de los isiacos representados en
las inscripciones y rara vez figuran entre los rangos más altos del sacerdocio,215 pero debido a que las
mujeres están infrarrepresentadas en las inscripciones romanas, su participación puede haber sido mayor de lo
que se ha registrado.216 Varios escritores romanos acusaron al culto de Isis de fomentar la promiscuidad entre
las mujeres. El historiador español Jaime Alvar sostiene que el culto despertó la desconfianza de los hombres
simplemente porque les dio a las mujeres un lugar para moverse fuera del control de sus esposos.217

Sus sacerdotes eran conocidos por sus distintivas cabezas afeitadas y sus ropas de lino blanco, ambas
características tomadas de los sacerdotes egipcios y sus requisitos de pureza ritual.218 Un templo de Isis
podría incluir varios rangos de sacerdotes, así como varias asociaciones de culto y tareas especializadas para
los devotos laicos.219 No se ha encontrado ninguna evidencia de que existiera una jerarquía que supervisara
varios templos y es muy posible que cada uno de ellos haya funcionado de forma independiente de los
demás.220

Templos y ritos diarios

Los templos de deidades egipcias fuera de Egipto, como la Basílica


Roja de Pérgamo, el Templo de Isis en Pompeya o el Iseum
Campense en Roma, fueron construidos en un estilo
fundamentalmente grecorromano pero, al igual que los templos
egipcios, estaban rodeados de grandes patios cerrados por murallas.
Estaban decorados con obras de arte de temática egipcia, e incluían a
veces antigüedades procedentes de Egipto. Su trazado era más
elaborado que el de los templos romanos tradicionales e incluía
habitaciones para albergar a los sacerdotes y para diversas funciones
rituales, con una estatua de culto a la diosa en un santuario
aislado.222 223 A diferencia de las imágenes de culto egipcias, las
estatuas helenísticas y romanas de Isis eran de tamaño natural o
mayor. El ritual diario consistía en vestir cada mañana la estatua con
vestiduras muy elaboradas y ofrecerle libaciones, pero en contraste Fresco de una reunión de isiacos,
con la tradición egipcia, los sacerdotes permitían a sus devotos ver la siglo I d. C. Un sacerdote atiende un
estatua de culto durante el ritual matutino, rezarle directamente y fuego mientras otro sostiene una
vasija de agua sagrada a la puerta
cantar himnos ante ella.224
de un templo flanqueado por
Un objeto de veneración en estos templos era el agua, que se esfinges.221
consideraba un símbolo de las aguas del Nilo. Los templos de Isis
construidos en tiempos helenísticos a menudo incluían cisternas
subterráneas que almacenaban esta agua sagrada, elevando y bajando el nivel del agua a semejanza de la
crecida del Nilo. Muchos templos romanos usaban un cántaro de agua que era adorado como una imagen de
culto o manifestación de Osiris.225

Culto personal

Los lararios romanos, o santuarios del hogar, contenía estatuillas de los penates, un variado grupo de deidades
protectoras elegidas en función de las preferencias de los miembros de la casa.226 Isis y otras deidades
egipcias fueron encontradas en lararios en Italia desde finales del siglo I a. C. hasta principios del siglo IV
d. C.227 228

El culto exigía pureza tanto ritual como moral a sus devotos y requería periódicamente baños rituales o
períodos de varios días de abstinencia sexual. Los isiacos a veces mostraban su piedad de forma irregular,
cantando las alabanzas de Isis en las calles o, como forma de penitencia, proclamando sus faltas en
público.229

Algunos templos de deidades griegas, incluido Serapis, practicaban la incubación, en la que los adoradores
dormían en un templo esperando que el dios se les apareciera en un sueño y les diera consejos o sanara sus
dolencias. Algunos textos indican que esta práctica tuvo lugar en los templos de Isis, pero las pruebas son
escasas.230 Se creía que Isis se comunicaba a través de los sueños en otras circunstancias, incluso para llamar
a los adoradores a someterse a la iniciación.231

Iniciación
Algunos templos de Isis realizaban ritos mistéricos para iniciar a nuevos miembros del culto. Aunque estos
ritos se encuentran entre los elementos más conocidos del culto grecorromano de Isis, solo se tiene constancia
de que se practicaron en Italia, Grecia y Asia Menor.232 n 10 Al darle al devoto una experiencia dramática y
mística de la diosa, las iniciaciones añadieron intensidad emocional al proceso de unirse a su adoración.231

Las metamorfosis, al describir cómo se incorpora el protagonista al culto de Isis, nos ofrece el único relato
detallado de la iniciación isiaca.239 Los motivos que llevaron a Apuleyo a escribir sobre el culto y la exactitud
de su descripción ficcional son muy debatidos. Sin embargo el relato es en general coherente con otras
evidencias acerca de las iniciaciones, y los estudiosos se apoyan en gran medida en él a la hora de estudiar el
tema.240

Los antiguos ritos mistéricos utilizaban una serie de experiencias intensas, como la oscuridad nocturna
interrumpida por la luz brillante y la música y el ruido intensos, para abrumar sus sentidos y proporcionarles
una intensa experiencia religiosa que les hacía sentir como si estuvieran en contacto directo con el dios al que
se habían encomendado.241 El protagonista de la novela de Apuleyo, Lucio, se somete a una serie de
iniciaciones, aunque solamente la primera se describe en detalle. Después de entrar por la noche en el interior
del templo de Isis, dice: «Llegué al límite de la muerte y, habiendo pisado el umbral de Proserpina, viajé a
través de todos los elementos y regresé. En medio de la noche vi el sol brillando con luz resplandeciente, me
enfrenté cara a cara con los dioses de las profundidades y los dioses de lo alto, y los reverencié desde muy
cerca».242 Esta críptica descripción sugiere que el viaje simbólico de los iniciados al mundo de los muertos se
comparó con el renacimiento de Osiris, así como con el viaje de Ra a través del inframundo en el mito
egipcio,243 posiblemente implicando que Isis trajo al iniciado de vuelta de la muerte como lo hizo con su
esposo.244

Fiestas

El calendario romano incluía las dos fiestas más importantes de Isis ya en el siglo I d. C. La primera festividad
era la Navigium Isidis en marzo, que marcaba el inicio de la apertura de la temporada de navegación245 246 y
celebraba su influencia sobre el mar y servía de oración por la seguridad de la gente de mar y, en definitiva, del
pueblo romano y de sus líderes.247 Consistía en una elaborada procesión, que incluía a sacerdotes y devotos
isiacos con una gran diversidad de vestimentas y emblemas sagrados, que trasladaban una reproducción de un
barco desde el templo local de Isis hasta el mar o hasta un río cercano.248 249 La otra eran las Isia (o Isideia)
a finales de octubre y principios de noviembre. Al igual que su precursor egipcio, el festival Khoiak, las Isia
ofrecían una representación ritual de la búsqueda de Osiris por parte de Isis, seguida por el júbilo cuando se
encontraba el cuerpo del dios.250 También se celebraban otras fiestas menores en su honor, como la Pelusia a
finales de marzo, que posiblemente celebraba el nacimiento de Harpócrates, y la Lychnapsia, o fiesta de la luz
de las lámparas, que celebraba el propio nacimiento de Isis el 12 de agosto.247

Las festividades de Isis y otros dioses politeístas se celebraron a lo largo del siglo IV d. C., a pesar del
crecimiento del cristianismo durante esa época y de la persecución a los paganos que se intensificó hacia
finales del siglo.251 La Isia se celebró al menos hasta el año 417 d. C., y la Navigium Isidis duró hasta bien
entrado el siglo VI.252 Con el tiempo el significado religioso de todas las fiestas romanas se fue olvidando o
ignorando, aunque las costumbres continuaron. En algunos casos, estas costumbres pasaron a formar parte de
la cultura clásica y cristiana de la Alta Edad Media.253

Posible influencia en el cristianismo


Una cuestión polémica sobre Isis es si su culto influyó en el cristianismo.254 Algunas costumbres isiacas
quizá estuvieron entre las prácticas religiosas paganas que se incorporaron a las tradiciones cristianas a medida
que se cristianizaba el Imperio romano. El historiador y arqueólogo húngaro Andreas Alföldi, por ejemplo,
sostenía en los años 1930 que el festival medieval del Carnaval, en el que se
llevaba una reproducción de un barco, se desarrolló a partir del Navigium
Isidis.255

Gran parte de la discusión se centra en si elementos del cristianismo fueron


tomados de cultos paganos mistéricos, incluido el de Isis.256 Los miembros
más devotos del culto de Isis asumían un compromiso personal con una
deidad que consideraban superior a las demás, como hacían los cristianos.257
Tanto el cristianismo como el culto a Isis tenían un rito de iniciación: los
misterios en el caso de Isis, el bautismo en el cristianismo.258 Uno de los
temas comunes de los cultos mistéricos —un dios cuya muerte y resurrección
pueden estar relacionadas con el bienestar del devoto en la vida después de la
muerte— se asemeja al tema central del cristianismo. La posibilidad de que las
creencias básicas del cristianismo fueron tomadas de los cultos mistéricos ha
Isis Lactante sosteniendo a
provocado un acalorado debate desde hace más de 200 años.259 En respuesta Harpócrates en un fresco
a estas controversias, tanto Hugh Bowden como Jaime Alvar, especialistas en egipcio del siglo IV d. C.
los antiguos cultos mistéricos, sugieren que las similitudes entre el cristianismo
y los cultos mistéricos no se originaron en el simple hecho de tomar prestadas
las ideas, sino en su procedencia común, es decir, en la cultura grecorromana en la que se desarrollaron todos
ellos.258 260

También se han analizado las posibles similitudes de Isis con María, la madre de Jesús. Han sido objeto de
controversia entre los cristianos protestantes y la Iglesia católica, ya que muchos protestantes han argumentado
que la veneración católica de María es un remanente del paganismo.261 El clasicista R. E. Witt veía a Isis
como la «gran precursora» de María. Sugirió que los convertidos al cristianismo que antes habían adorado a
Isis habrían visto a María en términos muy parecidos a los de su diosa tradicional. Señaló que ambas tienen en
común varias esferas de influencia, como la agricultura y la protección de los marineros y comparó el título de
María como «Madre de Dios» con el mismo epíteto de Isis, al igual que el de ambas como «Reina de los
Cielos».262 Stephen Benko, un historiador estudioso del cristianismo primitivo, argumenta que la devoción a
María estaba profundamente influenciada por la adoración de varias diosas paganas, no solo de Isis.263 En
contraste, John McGuckin, un estudioso de la Iglesia, dice que María adquirió rasgos superficiales de estas
diosas en la iconografía, pero que los fundamentos de su culto eran completamente cristianos.264

Por su parte, las imágenes de Isis con Horus en el regazo se presentan a menudo como una influencia en la
representación de María, en particular las imágenes de la Virgen de la Leche, ya que las imágenes de las
mujeres lactantes eran raras en la cultura mediterránea de la antigüedad, fuera de Egipto.265 266 El
arqueólogo canadiense Vincent Tran Tam Tinh señala que las últimas imágenes de Isis amamantando a Horus
datan del siglo IV d. C., mientras que las primeras imágenes de María amamantando a Jesús datan del siglo
VII d. C.; por su parte, Sabrina Higgins, basándose en el estudio de Tran Tam Tinh, argumenta que si hay una
conexión entre las iconografías de Isis y María, se limita a las imágenes de la Virgen de la Leche en
Egipto.267 En contraposición, Thomas F. Mathews y Norman Muller consideran que la pose de Isis en las
últimas pinturas de paneles antiguos influyó en varios tipos de iconos marianos, dentro y fuera de Egipto.268
Elizabeth Bolman dice que estas primeras imágenes egipcias de María amamantando a Jesús tenían la
intención de enfatizar su divinidad, de la misma manera que las imágenes de las diosas amamantando lo hacían
en la antigua iconografía egipcia.269 Higgins argumenta que estas similitudes prueban que las imágenes de
Isis influyeron en las de María, pero no que los cristianos adoptaron deliberadamente la iconografía de Isis u
otros elementos de su culto.270

Influencia en culturas posteriores


La memoria de Isis sobrevivió a la desaparición de su culto. Al igual que los
griegos y los romanos, muchos europeos modernos han considerado al
antiguo Egipto como cuna de una profunda y a menudo mística sabiduría, y
esta sabiduría ha estado a menudo vinculada a esta diosa.271 La biografía de
Isis de Giovanni Boccaccio en su obra de 1374 De mulieribus claris, basada
en fuentes clásicas, la trató como una reina histórica que transmitió a la
humanidad los conocimientos de la civilización. Algunos pensadores
renacentistas desarrollaron esta visión de Isis. Annio de Viterbo, en la década
de 1490, afirmó que Isis y Osiris habían civilizado Italia antes que Grecia,
estableciendo así una conexión directa entre su país natal y Egipto. Los
Apartamentos Borgia, pintados para el papa Alejandro VI, incorporan este
mismo tema en su interpretación ilustrada del mito de Osiris.272

El esoterismo occidental hace referencia a Isis con frecuencia. Dos textos


esotéricos romanos utilizaron el tema mítico en el que la diosa transmite
conocimientos secretos a Horus. En el Kore Kosmou le enseña la sabiduría
recibida de Hermes Trismegisto,273 y en el antiguo texto alquímico Isis la Isis como una «Diosa de la
Profetisa a Su Hijo Horus, le proporciona recetas alquímicas. 274 Los textos vida» cubierta con un velo
de los inicios de la literatura esotérica moderna, que veía a Hermes en el Herbert Hoover
National Historic Site.
Trismegisto como un sabio egipcio y que frecuentemente utilizaba textos a los
que se le atribuía su autoría, en ocasiones también se referían a Isis.275 En
otro orden de cosas, la descripción de Apuleyo de la iniciación isiaca ha
influido en las prácticas de muchas sociedades secretas.276 La novela del sacerdote francés Jean Terrasson de
1731, Séthos, se inspira en Apuleyo para un imaginario rito de iniciación egipcio dedicado a Isis.277 Fue
imitado por rituales reales en varias sociedades masónicas y de inspiración masónica durante el siglo XVIII, así
como en varias obras literarias, entre las que destaca la ópera de 1791 de Wolfgang Amadeus Mozart, La
flauta mágica.278

A partir del Renacimiento, la estatua de Isis cubierta por un velo que mencionaban Plutarco y Proclo fue
interpretada como una personificación de la naturaleza, basada en un pasaje de las obras de Macrobio del siglo
V d. C. que equiparaba a Isis con la naturaleza.279 n 11 Autores de los siglos XVII y XVIII atribuyeron a esta
imagen una gran variedad de significados: Isis representaba a la naturaleza como la madre de todas las cosas,
como un conjunto de verdades que esperaban ser reveladas por la ciencia, como un símbolo del concepto
panteísta de una deidad anónima y enigmática que era inmanente dentro de la naturaleza,280 o como un
impresionante poder sublime que podía ser experimentado a través de extáticos ritos mistéricos.281

En la descristianización de Francia durante la Revolución se convirtió en una alternativa al cristianismo


tradicional: un símbolo que podía representar la naturaleza, la sabiduría científica moderna y un vínculo con el
pasado precristiano.282 Por ello la imagen de Isis apareció en obras de arte auspiciadas por el gobierno
revolucionario, como la Fontaine de la Régénération, y también por el Primer Imperio francés.283 284

La metáfora del velo de Isis continuó difundiéndose a lo largo del siglo XIX. Helena Blavatsky, fundadora de
la tradición teosófica esotérica, tituló su libro de 1877 sobre la teosofía Isis sin velo, sugiriendo que revelaría
verdades espirituales sobre la naturaleza que la ciencia no podría.285

Los egipcios modernos la utilizaron como símbolo nacional durante el movimiento faraónico de principios del
siglo XX,n 12 a medida que el país se independizaba del dominio británico. En obras como el cuadro de
Mohamed Naghi en el Parlamento de egipcio titulado El renacimiento de Egipto y la obra de teatro de Tawfiq
Al-Hakim El retorno del espíritu, Isis simboliza el renacimiento de la nación. Una escultura de Mahmud
Mujtar, también titulada El renacimiento de Egipto, escenifica el motivo por el que Isis se quitó el velo.286
Isis se encuentra frecuentemente en obras de ficción, como una franquicia de superhéroes de DC Comics, y su
nombre e imagen aparecen en lugares tan dispares como los anuncios publicitarios y los nombres de pila.287
Isidoros, que significa 'don de Isis', perduró en el cristianismo a pesar de sus orígenes paganos, dando origen a
los nombres en español Isidoro e Isidro.

Isis sigue estando presente en los modernos sistemas de creencias esotéricas y neopaganas. El concepto de una
diosa única que encarnaba todos los poderes divinos femeninos, inspirado en parte por Apuleyo, se convirtió
en un tema muy difundido en la literatura del siglo XIX y principios del XX.288 Grupos y figuras influyentes
en el esoterismo, como la Orden Hermética de la Aurora Dorada a finales del siglo XIX y Dion Fortune en la
década de 1930, adoptaron a esta diosa universal en sus sistemas de creencias y la llamaron Isis. Esta
concepción influyó en la «Gran Diosa», un concepto de diosa madre que se encuentra en muchas formas de
brujería contemporánea.289 290 Hoy en día las recreaciones de la antigua religión egipcia, como el kemetismo
ortodoxo o la Iglesia de la Fuente Eterna, incluyen a Isis entre las deidades a las que veneran.291 292 Una
secta centrada en la divinidad femenina se llama a sí misma la Fraternidad de Isis porque, en palabras de una
de sus «sacerdotisas», M. Isidora Forrest, puede ser «todas las Diosas para todas las personas».293

Véase también
Tabla isiaca
Isis ptolemaica

Notas y referencias
Notas

1. La adoración de un dios particular, como Isis, dentro de la antigua religión egipcia se denomina
«culto».7 A menudo ocurre lo mismo con la adoración de dioses individuales dentro de la
religión griega o romana. Los clasicistas se refieren a veces a la adoración de Isis, o de
algunas otras deidades que fueron introducidas en el mundo grecorromano, como «religiones»
porque eran muy distintas de la cultura que las rodeaba y no de los cultos de los dioses
griegos o romanos.8 Sin embargo, estos cultos no formaron el tipo de comunidades
independientes y autónomas con distintas visiones del mundo que los grupos judíos y
cristianos del Imperio romano.9 El historiador francés Françoise Dunand y el español Jaime
Alvar han argumentado que la adoración de Isis debería denominarse «culto» porque formaba
parte de los principales sistemas de la religión griega y romana y no de un sistema
independiente y global de creencias como el judaísmo o el cristianismo.8 10
2. La escritura jeroglífica solo devuelve las consonantes y algunas semivocales, no hay vocales.
Por lo tanto, se pierde la vocalización exacta de las palabras egipcias.11
3. Estas estatuillas, que eran comunes en el Egipto romano, con frecuencia se cree que
representan a Isis o Hathor en combinación con Afrodita, pero ni siquiera es seguro que
representen a una diosa.78 La anasyrma pueden representar la fertilidad,77 o estar destinada
a protegerse del mal.78
4. Los expertos han considerado tradicionalmente, basándose en los escritos de Procopio, que
File fue cerrado hacia el año 535 d. C. por una expedición militar a las órdenes de Justiniano I.
Jitse Dijkstra, de la Universidad de Ottawa, ha argumentado que el relato de Procopio sobre el
cierre del templo es inexacto y que la actividad religiosa regular cesó en ese lugar poco tiempo
después de la última fecha inscrita en el tempo, en el año 456 o 457 d. C.110 El historiador
estadounidense Eugene Cruz-Uribe sugiere en cambio que durante los siglos V y VI el templo
estuvo vacío la mayor parte del tiempo, pero los nubios que vivían cerca continuaron
celebrando fiestas periódicas hasta bien entrado el siglo VI.111
5. Los arcones canopes son recipientes utilizados por los antiguos egipcios para recoger los
órganos internos extraídos durante el proceso de momificación. Cuando comenzaron a
utilizarse los vasos canopes, a finales de la dinastía IV, los vasos se colocaron dentro de los
arcones canopes. Aunque los primeros enterramientos canópicos confirmados datan del
reinado de Seneferu durante la dinastía IV, hay pruebas que sugieren que hubo instalaciones
canópicas en Saqqara que datan de la dinastía II.114
6. La expulsión por parte de Tiberio de los cultos egipcios fue parte de una reacción más amplia
contra las prácticas religiosas que se consideraban una amenaza para el orden y la tradición,
incluidos el judaísmo y la astrología. Flavio Josefo, un historiador judeoromano que ofrece el
relato más detallado de la expulsión, dice que los cultos egipcios fueron atacados por un
escándalo en el que un hombre se hizo pasar por Anubis, con la ayuda de los sacerdotes de
Isis, para seducir a una noble mujer romana. La historiadora estadounidense Sarolta Takács
pone en duda el relato de Josefo, argumentando que es una ficción con el fin de transmitir un
punto de vista moral.140
7. La estatua estaba en un templo en Sais, el centro de culto de Neit. Plutarco, en cuya época
esta diosa se vinculó estrechamente con Isis, dice que la estatua es de «Atenea [Neit], a quien
[los egipcios] consideran Isis». La versión de Proclo de la cita dice «nadie ha levantado nunca
mi velo», lo que implica que la diosa es virginal.168 Esta afirmación se hacía ocasionalmente
sobre ella en la época grecorromana, aunque entraba en conflicto con la creencia
generalizada de que ella y Osiris concibieron juntos a Horus.169 Proclo también añade «El
fruto de mi vientre fue el sol», sugiriendo que la diosa concibió y dio a luz al sol sin la
participación de una deidad masculina, lo que significaría que se refería a los mitos egipcios
sobre Neit como la madre de Ra.168
8. Harpócrates es una helenización del nombre egipcio para una forma específica de Horus: ḥr-
pꜣ-ẖrd 'Horus el Niño'.177
9. Este nudo se denomina a veces «nudo de Isis», aunque no debe confundirse con el tyet, que
también se conoce como «nudo de Isis».203
10. Los ritos mistéricos pueden haber surgido como parte de la helenización de Isis bajo los
Ptolomeo en el siglo III a. C.,233 en Grecia bajo la influencia del culto a Deméter en el siglo I
a .C.,234 o incluso en el siglo I o II d. C.232 Se decía que eran de origen egipcio y puede que
se basaran en la tendencia al secretismo de algunos ritos egipcios, que eran realizados por
sacerdotes fuera de la vista del público.235 Sin embargo, se basaban principalmente en varios
cultos mistéricos griegos, sobre todo en los misterios eleusinos dedicados a Deméter,
impregnados de elementos del mito y el ritual egipcio.236 237 Incluso después de que se
hubiera desarrollado la ceremonia de iniciación, pocos textos en Egipto se referían a ella.238
11. Las primeras ilustraciones modernas de Isis como la naturaleza a menudo la mostraba con
numerosos pechos. Originalmente, la forma de Artemisa que fue adorada en Éfeso se
representó con protuberancias redondas en su pecho que llegaron a ser interpretadas como
senos. Estos primeros artistas modernos dibujaron a Isis de esta forma porque Macrobio
afirmaba que tanto Isis como Artemis estaban representadas así.279
12. El movimiento faraónico o faraonismo, es una ideología que cobró importancia en Egipto en
las décadas de 1920 y 1930. Se basaba en el pasado preislámico de Egipto y argumentaba
que el país formaba parte de una civilización mediterránea más amplia. Esta ideología
destacaba el papel del río Nilo y del mar Mediterráneo. El defensor más notable del faraonismo
fue el escritor Taha Hussein.

Referencias

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