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INSTITUCIÓN EDUCATIVA LA PAZ

GUÍA DE APRENDIZAJE # 3 FECHA: Tercera clase NÚMERO DE HORAS: 2


de la semana 9.
ASIGNATURA: Física TEMA: Tercera Ley de Newton

DOCENTE: Juan Fernando Duque LOGRO ESPERADO: Enuncia, diferencia, y


CONTACTO: jfduquesilva@gmail.com explica las leyes de Newton mediante ejemplos
prácticos.
GRADO: Décimo (B, C y D) CRITERIOS DE EVALUACIÓN: Este tema
estará sujeto a evaluación en la primera semana
del segundo periodo.

Plan de Lectura Institucional

Tercera Ley de Newton - Acción y Reacción


El tercer principio de la dinámica completa la descripción de las características de las fuerzas. Como espero que
recuerdes, el primero establecía la fuerza como la causa de los cambios en el movimiento de los cuerpos, y el segundo
principio cuantificaba dicho cambio. Sin embargo, hay una cosa más de la que hablamos cuando describimos de manera
informal las características de las fuerzas: el hecho de que una fuerza es siempre una interacción entre dos cuerpos.

Si te fijas, tanto la primera ley como la segunda se centran en el cuerpo que experimenta las fuerzas: ¿Cambia su estado
de movimiento? Si es así, ¿cómo y cuánto lo hace? Pero, por supuesto, ese cuerpo no experimenta fuerzas que surgen de
la nada, sino que algo ejerce esas fuerzas. ¿Qué hay de quien las ejerce? ¿Tiene sentido decir que alguien ejerce una
fuerza y otro la experimenta, si las fuerzas son interacciones entre cuerpos? A estas preguntas responde la tercer tercera
ley de Newton, también denominada ley de acción y reacción, que dice así:

Ley III: Para cada acción siempre existe una reacción igual y opuesta: las fuerzas que dos cuerpos ejercen el uno sobre
el otro son siempre iguales y dirigidas en sentidos contrarios.

Primer aspecto - las fuerzas existen a pares


En primer lugar, las fuerzas existen siempre a pares: dado que son interacciones entre cuerpos, ambos ejercen una
influencia el uno sobre el otro. No tiene sentido pensar en un cuerpo como originador de la fuerza y el otro como su
receptor – ambos son, a la vez, originadores y receptores. Por tanto, no hay una fuerza sobre un cuerpo, sino dos fuerzas,
una sobre cada uno de los dos cuerpos.

Aunque creo que es algo bastante intuitivo, tal vez una analogía económica te ayude a asimilarlo mejor. Supongamos
que el estado de movimiento es como el estado económico de una persona, y que las fuerzas –las modificaciones de ese
estado– son ganancias y pérdidas de dinero. Toda ganancia o pérdida, de acuerdo con el tercer principio, no es algo que
le sucede a un individuo aislado, sino que es una interacción entre individuos. Visto así, una fuerza se convertiría, en
esta analogía, en algo así como una transferencia bancaria. Y una transferencia no puede tener sólo una cuenta
involucrada: se produce siempre entre dos cuentas bancarias. Dicho incluso más burdamente: si ganas dinero, alguien te
lo ha dado, y si lo pierdes, alguien te lo ha quitado. Los cambios monetarios son siempre interacciones entre dos
individuos.

Esto significa que no es posible para un cuerpo modificar su estado de movimiento sin interaccionar con alguien más y,
por tanto, modificar el estado de movimiento del otro. Si un cuerpo está compuesto de partes, desde luego, unas partes
pueden modificar su estado de movimiento interaccionando con otras partes –y las consecuencias de esto las
exploraremos en un rato–, pero un cuerpo simple, como una canica, sólo puede alterar su estado de movimiento si
alguien interacciona con él.
Segundo aspecto - Las fuerzas se dirigen en sentidos contrarios
En segundo lugar, las fuerzas que aparecen sobre ambos cuerpos son de sentidos contrarios. Esto sigue siendo bastante
intuitivo, porque lo llevamos notando toda nuestra vida, pero veamos un ejemplo concreto. Imagina que tú y un amigo
estáis sobre una pista de hielo perfectamente lisa, de pie el uno frente al otro, y en un momento dado pegas un empujón
a tu amigo para alejarlo de ti. De acuerdo con la tercera ley, el empujón se convierte en una interacción entre ambos en
la que los dos sufrís las consecuencias. Efectivamente, tu amigo empieza a moverse en una dirección, pero tú también
experimentas un empujón idéntico al suyo en sentido opuesto, y te alejas también del punto en el que te encontrabas:

En nuestra analogía económica, los cambios monetarios son interacciones en sentidos opuestos: si tú ganas dinero, no
sólo debe haber alguien más involucrado, sino que ese alguien pierde dinero. También pasa al revés: si tienes menos
dinero que antes es que has interaccionado con alguien que ahora tiene más dinero que antes.

¡Ojo! Las fuerzas de acción y reacción se producen sobre cuerpos diferentes

Hay veces en las que se aprende algo con poca solidez y se acaba peor de como se empezó, y espero que éste no sea un
ejemplo de ello para ti. A veces, tras comprender que las fuerzas aparecen a pares y que se dirigen en sentidos
contrarios, vemos la tercera ley donde no está; por ejemplo, si sobre un cuerpo aparece una fuerza en un sentido y otra
fuerza idéntica en sentido contrario, eso no es una manifestación del tercer principio.
No, el tercer principio expresa la necesidad de la fuerza como interacción entre dos cuerpos, y las fuerzas de acción y
reacción, por tanto, son las que aparecen en dos cuerpos distintos que están interaccionando. Si las dos fuerzas las
experimentas tú, entonces es imposible que sean fuerzas de acción-reacción del tercer principio, porque no es una
interacción entre dos cuerpos.

Hay una multitud de ejemplos obvios de la tercera ley, pero si has comprendido la parte evidente de la cuestión, me
gustaría pararme en los menos obvios. Si recuerdas la primera consecuencia del principio, no es posible empujar sobre
uno mismo: las fuerzas son interacciones. Así, si estás de pie y en reposo sobre el suelo, no es posible modificar ese
estado sin interaccionar con alguien. ¡No puedes siquiera andar tú solo! Lo mismo sucede si estás flotando en el agua y
quieres empezar a moverte, no puedes hacerlo tú solo. Si estás en el aire y quieres volar, no puedes hacerlo tú solo.
Podríamos decir que éstas son las “malas noticias” del tercer principio: tú solo no vas a ninguna parte. Sin embargo,
evidentemente, tú caminas todos los días, y seguramente alguna vez has nadado, con lo que es posible hacerlo utilizando
el tercer principio. ¿Cómo sucede esto?

Cuando quieres andar hacia delante, de acuerdo con la tercera ley, debes ejercer una fuerza sobre alguna otra cosa hacia
atrás. Esa “alguna otra cosa”, en la inmensa mayoría de las veces, es simplemente el suelo: lo empujas hacia atrás con
los pies y, como consecuencia del tercer principio, tú sales impulsado hacia delante, en sentido contrario. Sí, avezado
lector, si se te ha encendido la bombilla puedes redefinir lo que significa andar: andar es empujar el suelo hacia atrás.
Pero ¿qué es nadar? ¡Empujar el agua hacia atrás, naturalmente! Cuando mueves los brazos y las manos al nadar, piensa
en lo que estás haciendo: estás tomando agua, cuanta más agua mejor, con los brazos, y empujándola hacia atrás. Como
consecuencia de esta interacción, el agua te impulsa a ti hacia delante. Lo mismo haces con las piernas y los pies. Y
volar es, desde luego, la misma cosa: empujar el aire en una dirección para experimentar una fuerza opuesta. Así vuelan
un pájaro, un avión o un helicóptero.

Acción y reacción sobre un mismo cuerpo y propulsión espacial

Ya hemos visto que para andar, correr, nadar o volar, utilizamos el tercer principio empujando algo en un sentido para
salir despedidos en el contrario, y que es imposible cambiar nuestro estado de movimiento sin interaccionar con algo.
¿Qué pasa entonces si no hay nada con lo que interaccionar? ¿Qué sucede si no hay suelo, ni agua, ni aire, ni nada,
porque estamos en el vacío? La respuesta es que el tercer principio sigue ahí, si eres capaz de desprenderte de una parte
de ti para interaccionar con ella, por ejemplo, con un empujón, es posible modificar tu estado de movimiento. Por
ejemplo, si estás en el vacío interestelar lejos de cualquier objeto y quieres modificar tu estado de movimiento, tienes un
problema. Pero si tienes suerte y, por razones desconocidas, tienes una mochila llena de naranjas, siempre puedes coger
un naranja y lanzarla con mucho vigor en una dirección – por el tercer principio, tú experimentarás la misma fuerza en
sentido contrario. ¡Empezarás a moverte! Por eso cualquier astronauta precavido siempre, siempre, lleva naranjas en el
traje, cuantas más mejor.

Éste es el principio de funcionamiento de los cohetes: llevan masa de la que se desprenden y que impulsan en una
dirección para salir despedidos en sentido contrario.

Pero claro, este principio se aplica a todas las fuerzas, no sólo a las que decidimos hacer nosotros al andar, nadar o volar.
Por ejemplo, la Tierra te atrae hacia abajo debido a la gravedad, pero a estas alturas, sabes que esa descripción es
incompleta: la Tierra y tú os atraéis ambos, el uno al otro, en una interacción en forma de fuerza. La Tierra “tira” de ti
hacia abajo, luego tú “tiras” de la Tierra hacia arriba… pero ¿con cuánta fuerza?

Tercer aspecto - Las fuerzas son de igual intensidad


Hemos visto ya la parte cualitativa, es decir, que las fuerzas aparecen siempre a pares y se dirigen en sentidos opuestos,
pero hay una palabra clave en el enunciado de la Ley III de la que no hemos hablado aún, ese “iguales” es fundamental
para entender el Universo. Las fuerzas no sólo se producen a pares, y no sólo se dirigen siempre en sentidos contrarios,
sino que son absolutamente idénticas en magnitud. Este asunto es el que a menudo hace chirriar nuestra intuición
aunque al principio no nos demos cuenta.

En el dibujo de tu amigo y tú sobre el hielo, podemos representar este tercer aspecto cuantitativo eligiendo un valor para
la fuerza entre vosotros:

Como decíamos antes, la Tierra tira de ti hacia abajo, y ese tirón es lo que llamamos peso. Pero eso significa, de acuerdo
con el tercer principio, que tú ejerces una fuerza idéntica sobre la Tierra hacia arriba. Esto suele hacernos arquear la ceja
por dos razones: En primer lugar, solemos pensar, ¿cómo yo voy a ejercer la misma fuerza sobre la Tierra que el planeta
entero sobre mí? ¡La fuerza que hace la Tierra debería ser muchísimo mayor que la que hago yo! En segundo lugar
razonamos que si las dos fuerzas son iguales, ¿por qué yo me caigo al suelo cuando salto, y la Tierra no sube hacia mí
debido a mi atracción sobre ella? ¿Por qué yo noto algo y la Tierra no nota nada? ¡Tiene que ser porque las fuerzas no
son iguales!

La respuesta a la primera pregunta, naturalmente, es que ambas fuerzas son exactamente iguales. La atracción
gravitatoria, como cualquier otra fuerza, no es algo que una cosa ejerce sobre otra, sino algo que ambas comparten y que
“pertenece” igualmente a ambas. Puedes pensarlo así: la atracción gravitatoria es tanto mayor cuanto más grandes son
ambos cuerpos. Por tanto, la intensidad de la atracción entre la Tierra y cualquier otra cosa depende de la Tierra y de la
otra cosa, del mismo modo que la atracción entre tu cuerpo y cualquier otra cosa depende de tu cuerpo y de la otra cosa.
Ambos dependéis igualmente el uno del otro.

La respuesta a la segunda pregunta es más profunda, y requiere haber asimilado bien el resto de las leyes de Newton.
Recuerda que las fuerzas son las causas de los cambios en el estado de movimiento, y el cambio de movimiento –es
decir, la aceleración– es la consecuencia. Cuando hablamos de la segunda ley vimos que el hecho de que dos cuerpos
experimenten la misma fuerza no quiere decir que experimenten la misma aceleración. En el caso de la Tierra y tu
cuerpo, ambos experimentan exactamente la misma fuerza en sentidos contrarios: digamos, por ejemplo, que se trata de
una fuerza de 588 N y que tu masa es de 60 kg. La causa es idéntica para ambos, pero ¿lo es la consecuencia? ¡No!
Suponiendo que esa fuerza es la única que experimentáis la Tierra y tú, la aceleración que experimenta cada uno, será
esa fuerza dividida por cada una de vuestras masas (segunda ley):

• Tu cuerpo experimentará una aceleración igual al cociente de la fuerza entre tu masa, es decir, 588 N / 60 kg =
9.8 m/s². Se trata de una aceleración considerable, que notas perfectamente.
• La Tierra experimentará una aceleración igual al cociente de la misma fuerza entre su masa (unos 5.97 ×10²⁴
kg), es decir, 588 N / 5.97×10²⁴ kg, o lo que es lo mismo, 9.85×10⁻²³ m/s². Para saborear bien lo que esto
significa, es tan sólo 0.0000000000000000000000985 m/s².

De modo que ambos experimentáis exactamente la misma fuerza; sin embargo, tu movimiento cambia mucho y el de la
Tierra muy poco, por la diferencia de masas. De manera que la tercera ley de Newton no dice que las aceleraciones que
se notan sean iguales, dice que las fuerzas son iguales; el efecto que esas fuerzas tienen sobre cada cuerpo puede ser
muy diferente.

Permite que te dé otro ejemplo similar en el que, en vez de ser el cuerpo minúsculo, eres el más grande. Si tiras una
canica con todas tus fuerzas, ésta sale disparada y tú no. Sin embargo, tú has experimentado exactamente la misma
fuerza que la canica pero en sentido contrario. En este caso quien tiene una masa muy pequeña –y por tanto experimenta
una gran aceleración– es la canica, mientras que la misma fuerza apenas se nota en tu cuerpo por su mayor masa.

En nuestra analogía monetaria, este aspecto cuantitativo simplemente dice que sí la cantidad de dinero que ganas tú es
de $2000, entonces quienquiera que haya perdido dinero ha de haber perdido necesariamente la misma cantidad exacta,
$2000. El efecto de la masa también puede ser traducido a esta analogía; podemos decir que alguien nota el cambio
monetario si, en proporción, su dinero ha cambiado de manera notable. Supongamos entonces que tú has ganado $2000
y la otra persona ha perdido $2000. ¿Cambiará la vida de cada uno de vosotros en consecuencia? Depende; si tú antes
tenías $1000, ahora tienes $3000, lo que significa que has triplicado tu dinero. Sin embargo, si la otra persona ha
perdido la misma cantidad de $2000 pero tenía $2000000, el cambio es un 0.1%, con lo que ni siquiera se dará cuenta de
nada. Causas idénticas, consecuencias diferentes.

Ideas clave
Lo esencial de esta lectura es lo siguiente:

• El tercer principio de la dinámica afirma que para cualquier fuerza ejercida por un cuerpo sobre otro siempre
existe otra idéntica y de sentido contrario ejercida por el segundo cuerpo sobre el primero.
• Las fuerzas, al ser interacciones entre cuerpos, siempre aparecen a pares.
• Los pares de fuerzas son tales que ambas tienen siempre sentidos contrarios.
• Cada una de las dos fuerzas tiene exactamente la misma magnitud que la otra.

Fuente del texto: https://eltamiz.com/2011/12/01/mecanica-clasica-i-principio-de-accion-y-reaccion/

Para responder en el cuaderno:

1. ¿Es posible para un cuerpo modificar su estado de movimiento por si solo? Justifique.
2. Si una mosca choca con el parabrisas de un bus en movimiento, ¿cuál cuerpo experimenta una fuerza de impacto de
mayor magnitud? ¿cuál cuerpo experimenta la mayor aceleración?
3. Un hombre dispara un rifle y la explosión del cartucho resulta en un retroceso del rifle. La magnitud de la fuerza que
actúa sobre rifle ____________ a la magnitud de la fuerza que actúa sobre la bala, y la magnitud de la aceleración del
rifle ______________ que la de la bala. (Llena los espacios con “es mayor”, “es menor” o “es igual”)
4. Un persona empuja con sus manos un mueble de la sala para cambiarlo de sitio. Por la tercera ley de Newton, el
mueble ejerce una fuerza sobre la persona que es igual en magnitud y de sentido contrario. ¿Estas fuerzas se anulan?
¿Por qué se mueve el mueble? Justifique.
5. Un amigo y tú están jalando una cuerda tan fuerte como puedan en direcciones opuestas. ¿Cuál es la fuerza "igual y
en sentido opuesto" a la fuerza de tu mano que jala la cuerda descrita por la tercera ley de Newton?

a) La fuerza de tu amigo que jala de la cuerda. c) La fuerza de fricción entre el suelo y tus zapatos.
b) La fuerza de la cuerda que jala de tu mano. d) La fuerza de la cuerda que jala de la mano de tu amigo.

6. La Tierra te está jalando hacia abajo con una fuerza que llamamos peso. Pero el piso ejerce una fuerza de igual
magnitud y sentido opuesto (supongamos que estás de pie y quieto) que te empuja hacia arriba y que cancela el peso.
¿Ambas fuerzas son un par acción-reacción? Justifique.

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