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Resumen
La clasificación de los materiales y recursos físicos-deportivos, ha sufrido numerosos cambios durante las últimas décadas, el gran
número de clasificaciones existentes y el desacuerdo entre los autores que la componen ha dado lugar a una enorme confusión. Las
discrepancias en la diferenciación de materiales y recursos, el desconocimiento de los autores sobre los antecedentes de otras
clasificaciones estableciendo así sus propios criterios, la clasificación errónea o no acertada de diversos materiales son algunas de las
dificultades que se presentan a la hora de elaborar una clasificación de recursos materiales, por lo que el principal objetivo de este
estudio es elaborar una clasificación de los materiales físicos-deportivos partiendo de las clasificaciones ya elaboradas intentando
unificarlas y sintetizarlas en una. Palabras clave: Clasificaciones. Materiales. Educación Física.
Abstract
The classification of material and physical resources-sports, has undergone many changes over the
past decades, the large number of existing classifications and disagreement among the authors who
compose it has led to enormous confusion. The discrepancies in the differentiation of materials and
resources, ignorance of the authors about the history of other classifications and establishing their
own criteria, misclassification successful or not different materials are some of the difficulties that
arise when developing a classification of material, so that the main objective of this study is to develop
a classification of physical materials-based sports classifications developed and trying to unify and
synthesize them into one. Keywords: Classifications. Materials. Physical Education.
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 167, Abril de 2012. http://www.efdeportes.com/
Introducción
Por ello se hace necesario, en primer lugar, establecer las discrepancias entre materiales
curriculares y recursos de educación física y deportiva. Blázquez (1994) ya establece las
diferencias, definiendo materiales curriculares como aquellos que han sido elaborados con
una finalidad explícita, mientras que los recursos didácticos toman su verdadero valor
pedagógico en el momento en el que los docentes deciden, desde la metodología,
integrarlos en el currículo.
Autores como Blández (1995) diferencia solo entre específicos y no específicos basándose
esta clasificación en aspectos ergonómicos, es decir, según la función para la cual fue
fabricado. Otros autores como Cánovas y Martínez (2010) realizan su clasificación según la
procedencia del material, bien si ha sido fabricado, reutilizado, extraído del hogar, de la
naturaleza, etc. Galera (1996) realiza una clasificación según el peso y la movilidad de dichos
materiales y recursos, por ello, lo divide en tres grupos: fijos, móvil pesados, móvil ligeros,
seguidamente expone tres categorías más, donde en alguna de ella se pueden situar algún
grupo anterior, estos grupos son: materiales deportes en equipo; balones, pelotas y discos
voladores y por último auxiliares. Díaz (1996) centrándose en el contexto educativo, añade
otro tipo de material, “material complementario” que incluye aquel material que se utiliza
para la docencia de la educación física, pero que complementa a las clasificaciones
anteriores en la consecución de los objetivos (ropa deportiva, al impreso, al audiovisual).
Esto se complica aún más cuando entre los autores existe desacuerdo y cada uno se centra
en realizar su clasificación sin tener en cuenta, en muchos casos, lo ya elaborado. Por lo
que se crea la contradicción, y como consecuencia a esto, la confusión como por ejemplo
ocurre en la definición y posición dentro de las clasificaciones de los materiales y recursos
no convencionales y los alternativos. Para Rivadeneyra (2001) los materiales no
convencionales son aquellos que no ha sido utilizado tradicionalmente en actividades físicas
- deportivas. Mientras que los materiales alternativos son cualquier objeto, fácil de conseguir
y de escaso o nulo coste económico, que no habiendo sido diseñado para su aplicación
directa a la actividad física, puede servir, modificado o no, para facilitar el proceso de
enseñanza aprendizaje. Esto fue apoyado por Martín (2007) quien ayudándose de
clasificaciones anteriores de Méndez (2003), Jardí y Rius (2004) apoya a Rivadeneyra
realizando una clasificación del material dividida en dos grupos: específico y alternativo,
definiéndolo como aquel material que, a pesar de no haber sido diseñado específicamente
para la práctica físico-deportiva, puede resultar muy útil en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.
Esto fue refutado por Carrasco (2010) ya que en su diversificación sitúa al material
alternativo dentro del no convencional, definiendo el material alterativo como aquel que solo
sustituye a otro de carácter específico o convencional, siendo los materiales no
convencionales aquellos que proveniente de cualquier ámbito de la vida, usamos bien en su
forma original, bien modificado o transformado para un objetivo que no es el
correspondiente.
Autores como Parcerisa (1996) consideran que los materiales ayudan a planificar, desarrollar
y evaluar el curriculum. En áreas como la educación física los materiales pueden tener una
especial importancia por las características específicas de esta asignatura. Cuando el niño
empieza a descubrir el mundo lo hace manipulando los objetos, interactuando con ellos.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio es elaborar una clasificación de los materiales físicos-
deportivos partiendo de las clasificaciones ya elaboradas intentando unificarlas y
sintetizarlas en una.
Métodos y recursos
Métodos
En primer lugar se ha realizado una puesta en común sobre los artículos encontrados que
hacen referencia al tema a tratar, para posteriormente establecer una clasificación de
trabajos que podían tener relevancia en nuestro artículo, aceptándose como válidos aquellos
artículos que estableciesen cualquier tipo de clasificación del material deportivo en las aulas
de educación física.
El Consejo Superior de Deportes en el año 1981 crea una clasificación para los materiales
físicos–deportivo en el ámbito escolar. Este los va a dividir en equipo de aparatos
empotrados, los cuales pueden ser colgados o fijos, equipo de aparatos transportables,
equipo de aparatos manuales, de material complementario y de test de EF.
Se observa en esta clasificación, que debido al año en que se creó, no hablan de materiales
convencionales, no convencionales ni materiales auxiliares por lo que esta clasificación
queda anticuada. Se aprecia que en las clasificaciones propuestas por diferentes autores
años más tarde hablan de lo mismo pero con denominaciones distintas.
Zapico (1994)
Zapico (1994) va a diferenciar los materiales en tradicionales y nuevos. Los tradicionales
diferenciados en ligeros y pesados, diferenciación subjetiva realizada dependiendo del peso
del material; y los nuevos los diversifica en psicomotricidad, alternativos y no
convencionales. Hace una mayor distinción a los materiales denominados como nuevos ya
que es una época de cambios y se emprende con algo que como él denomina es “nuevo”
aunque esta clasificación quede incompleta debido a que no detalla ni explica estos nuevos
conceptos. Es la primera clasificación en denominar el material como alternativo o no
convencional, tales términos tienen una especial importancia en la actualidad debida a que
son materiales donde existe una interacción constante entre los alumnos y éstos, donde el
tiempo de compromiso motor se multiplica.
Esta clasificación se ha quedado algo anticuada ya que es del año 1994, y además su
incompleta explicación y ejemplificación lo que la hace una clasificación bastante pobre.
Blázquez (1995)
Gimnasios
Patios de recreo
Deportes
Psicomotricidad
Naturales
Reciclados
Construcción propia
Comerciales
Esta clasificación se diferencia en dos bloques, en el primero Blázquez hace referencia a los
materiales de educación física en sí, pero sin concretar en ninguno de los sub-apartados,
quedando poco completo.
En cuanto al segundo bloque, materiales no específicos del área de educación física, el autor
hace una clasificación en la lo expone en un marco distinto al material de educación física.
Como son los materiales reciclados, comerciales, de fabricación propia. Este tipo de
materiales son importantes para esta área de conocimiento, por lo que este tipo de recursos
tendrían que estar en un apartado dentro del área de educación física con una mención más
global con sus respectivos sub-apartados.
Blández (1995)
Materiales específicos
Gimnasio, los del patio de recreo, los de deporte y los de
Psicomotricidad.
Materiales no específicos
Los naturales, los reciclados (domésticos e industriales), los de fabricación propia y los
comerciales. Aquí es donde estarían incluidos los materiales alternativos construidos, como
pueden ser: las bolas de malabares hechas con globos y arroz, las indiacas hechas con papel
y bolsas de plástico, los zancos hechos con latas y cuerda, etc.
Blández (1995) centra su clasificación principalmente en una de otro autor con un enfoque
más de dependencia económica, donde tendría que depender de los fondos económicos del
departamento de educación física dentro del centro escolar para ese año lectivo. Los
materiales serian específicos del área de educación física y los materiales referentes a la
propia creación debido a los medios escasos del departamento.
Velázquez (1995)
Material no convencional
Material convencional
Pequeño material.
Gran material.
Convencional usado de forma no convencional
Este autor realiza una clasificación del material no convencional, explicando y desarrollando
lo que Zapico (1994) solo nombra. Dentro del material no convencional, este autor hace
una distinción distinta a la clasificación propuesta por Blández (1995). Blández habla de
material reciclado y dentro de este hace otra clasificación, por su parte Velázquez (1995)
habla de material de desecho pero no los subdivide en ningún otro sino que lo nombra de
manera más global. Por otra parte, este autor sí que distingue dentro del material no
convencional al material alternativo y Blández (1995) no lo hace.
En esta clasificación el autor elabora una clasificación de los materiales didácticos específicos
del área de Educación Física, para ello y antes de comenzar se fijó unos criterios de
clasificación de los cuales partió apara elaborar una completa clasificación.
Posteriormente realiza una clasificación del material deportivo, donde coincide en algunos
apartados con otros autores, algunos de estos son tenidos en cuenta por la mayoría de
autores, aunque aquí aparecen algunos más. Los apartados mencionados por este autor
son: material no convencional, material convencional, material convencional utilizado de
forma no convencional y material fungible y de otro tipo, también contempla un apartado
donde tiene en cuenta las características e importancia del material.
Los siguientes puntos que trata en esta clasificación son más escuetos y con menos
importancia que los anteriores donde se habla sobre el equipamiento de los alumnos,
material de soporte del profesor, material impreso, material audiovisual e informático y
material complementario.
Esta clasificación realizada por Joaquín Paredes Labra para su tesis doctoral es un buen
manual de partida para analizar lo existente hasta ese año. Se puede extraer, de su gran
extensión, que se ha investigado mucho sobre el tema de los materiales en el ámbito
específico de la educación física.
Material específico de Educación Física con uso distinto para el que fue
diseñado. Ejemplo: un saltómetro como una portería.
Materiales de usos ajenos al ámbito de las actividades motrices. Ejemplo:
cintas elásticas, listones o pelotas pequeñas.
Los autores hacen una clasificación diferenciando entre los materiales referentes a la
educación física con una utilidad distinta a la de su fabricación, y otro apartado donde hace
referencia a los materiales ajenos a las actividades motrices, quedando una clasificación
escasa y algo cuestionable en cuanto a los materiales ajenos a las actividades motrices, ya
que necesitaría un planteamiento algo menos general, concretizando más en la cuestión,
puesto que perfectamente las cintas elásticas, pelotas pequeñas, etc., pueden desarrollar
actividades con implicaciones motrices.
Rivadeneyra (2001)
Esta autora basa su clasificación en dos autores anteriores como son Galera y Díaz (1996).
En una primera parte Galera (1996) se comienza haciendo una clasificación del material en
seis grupos, atendiendo mayoritariamente a la gestión de estos. La clasificación se establece
en: aparatos empotrados, colgados y fijos; material móvil pesado; material móvil ligero;
material de deporte de equipo; balones, pelotas y discos voladores; material auxiliar.
Como punto final se realiza una separación entre las distintas concepciones que se pueden
dar. Se categorizan según Díaz (1996) en dos grupos: de concepción neutra y de concepción
participativa y emancipadora. En el primer grupo el material solo es utilizado para aquello
que está diseñado, con lo que el profesor solo reproduce la utilización del material. Sin
embargo el segundo grupo es más amplio, permitiendo dar distintos usos a este, mejorando
la actividad docente.
Como se puede concluir, se ha realizado una clasificación del material de forma escalonada,
primero focalizándola hacia la gestión, después en un contexto educativo y por último, y
que ya se saldría un poco de las clasificaciones, serían criterios de selección del material.
Un año más tarde de la clasificación propuesta por Zapico (1995), sale publicado una
clasificación sobre los materiales no convencionales. Esta clasificación engloba todo excepto
que no nombra, ni define en ningún caso el material alternativo. La clasificación se va a
diferenciar en material natural y material reciclado, y dentro de éste concreta más y se
dividen en domésticos, industriales, comerciales y de fabricación propia. Es posible apreciar
un especial hincapié en los materiales de desecho por lo que se ve que quieren participar
en la mejora del medio ambiente y hacer ver a los alumnos/as la importancia de éste y que
con un poco de creatividad un simple envase, botella, cajas, etc..., se pueden realizar
muchísimos materiales con los que poder jugar.
Martín (2007)
Material específico
Material diseñado para el uso concreto en las clases de educación física o para la práctica
deportiva. La industrialización y la tecnología han generado infinidad artículos físico-
deportivos que dan respuesta a la especificidad de muchos de los deportes actuales.
Podemos conseguirlos en tiendas deportivas especializadas en Educación Física. Según
Blández (1998) podemos clasificar este material en material de gimnasio, de patio o recreo,
deportivo y de psicomotricidad.
Material alternativo
En este grupo queda englobado todo aquel material que, a pesar de no haber sido diseñado
específicamente para la práctica físico-deportiva, puede resultar muy útil en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Estos autores nos muestran una clasificación en donde apuestan por unos materiales
específicos, alternativos y reciclados o de desecho, dentro de los materiales específicos hay
que destacar a Blández (1998), quien a su vez divide este grupo en materiales de gimnasio,
de patio o recreo, deportivo y de psicomotricidad.
Esta aportación a este grupo es bastante importante ya que clarifica aún más los diferentes
materiales que podemos encontrar, y completa la ya existente de los autores Méndez, Jardín
y Rius y Martín, aunque se podría hacer una clasificación a parte de los materiales específicos
que englobe a estos.
Con respecto a los materiales reciclados esto autores hacen una sub-clasificación, donde
están los materiales naturales palos, arena, piedras, legumbres, etc. y de origen artificial
latas, envases, neumáticos, tubos, etc. En este sentido queda muy ajustado este enfoque.
Materiales auxiliares
Existen una serie de materiales que no son obligatorios pero son indispensables para el
desarrollo de la competición que habrán de tenerse en cuenta a la hora de planificarla, son
lo que llamamos materiales auxiliares. Estos materiales se hacen imprescindibles aunque
como he dicho antes no son obligatorios, pero se necesitan de ellos para la realización de
la competición donde se debe llevar todo de forma más estricta.
A la hora de competir todos estos materiales tienen una función específica ya que por
ejemplo, necesitamos de los marcadores para saber cómo va un partido, el cronómetro
para el tiempo de juego (materiales de control de resultados); botiquín de primeros
auxilios para heridas de algún tipo (materiales médicos y sanitarios); víveres líquidos y
sólidos para las personas que participen en una competición, etc.
Puede vislumbrarse en esta clasificación que a pesar de estar bien diversificar, no explica
dónde van situados estos materiales dentro de una clasificación, es decir, si pertenecen a
un grupo como pudiera ser materiales convencionales, alternativo, etcétera o son un
grupo en sí mismo como lo son los materiales antes nombrados.
Conclusión
Tras analizar y revisar todas las clasificaciones podemos concluir con la idea de que las
clasificaciones están realizadas en función de lo que el autor/a considere, sin tener en cuenta
lo ya escrito o publicado. Destacar la no aclaración, en muchos de los casos, del parámetro
en base al cual fue diseñada, es decir, en función a qué se diseñó, como ejemplo la
diversificación elaborada por el Consejo Superior de Deporte (1981) donde realizan su
clasificación en función de la movilidad de los materiales, mientras que Blázquez (1995) la
realiza en función de si el material es específico o no del área de educación física.
Nuestra clasificación está elaborada en función del uso que le demos a cualquier material,
pues si usamos un material para soportar libros, indistintamente del material que fuese,
éste sería un soporta libros o como quiera llamarse, por ello, creemos de vital importancia
catalogar un material según el uso que se le dé, esto supone que a priori no podamos decir
qué clase de material es uno u otro, pudiendo ser, en distintos momentos, una clase de
material u otro.
La clasificación propuesta consta de cuatro bloques fundamentales, los cuales son: material
convencional, material no convencional, material alternativo y material auxiliar.
Definiendo el material convencional como aquel material usado para la actividad física o
deportiva para el cual fue diseñado y fabricado, como ejemplo si usamos un balón de fútbol
para jugar al fútbol este balón se denominará material convencional.
El material no convencional como aquel que usamos en una actividad física o deportiva
distinta a la que por fabricación, tradición, diseño y reglamentación usaríamos. Un ejemplo
sería el jugar al baloncesto con un balón de fútbol, el balón de fútbol sería no convencional
ya que lo estamos usando en un deporte para el cual no fue fabricado.
El material alternativo lo definimos como aquel material que no siendo fabricado, ni diseñado
para la realización de actividades físicas o deportivas, lo utilizamos para este fin. Por ejemplo
una mesa sería un material alternativo si esta es usada como portería.
Por último, definimos el material auxiliar como aquel que nos ayuda a la realización de la
actividad física o deportiva. Dentro de este apartado encontramos una subdivisión realizada
por Monroy (2008):
Fabricación propia: Cuando el material ha sido fabricado por nosotros o por la propia
persona que lo usa.
Reciclado: Cuando la fabricación del material, bien por parte de la persona que lo
usa o bien por una industria, son confeccionados con material reciclado.
Comercial: Cuando el material es comprado en tiendas, siendo producido por
industrias.
Bien es cierto, como ya hemos comentado, que un mismo material en dos situaciones
distintas pueda ser dos clases de materiales diferentes, como ejemplo claro si usamos una
pelota de tenis para jugar al fútbol, esta sería no convencional, pero si la usamos para jugar
al tenis cambiaría y sería convencional.
Por todo ello hemos considerado que el material alternativo debe ser aquel que empleamos
para la actividad física o deportiva pero que no fue diseñado o fabricado para ello.
Consideramos un acierto el considerar a los materiales deportivos por su uso, esta es una
clasificación novedosa, nunca realizada antes, que intenta aclarar y despejar todas las
confusiones y errores que producen las clasificaciones elaboradas con anterioridad.
Discusión
Los datos recogidos en el proyecto de revisión nos dan a conocer la gran diversidad que se
encuentra hoy día en cuanto al tipo y criterios de clasificación de los materiales de educación
física.
En este trabajo se ha llevado a cabo una búsqueda de clasificaciones que van desde el año
1981 hasta el año 2008. Estas muestran la realidad de los materiales de educación física,
su utilidad en la práctica, y como cada autor le da un enfoque diferente dependiendo de su
criterio profesional y su experiencia docente.
Se han encontrado multitud de tipos y autores como CSD (1981), Zapico (1994), Blázquez
(1995), Velázquez (1995), Labra (1998), Rius y Jardí (1998), Camerino (2000), Rivendaya
(2001), Sánchez y Fernández(2003), Méndez (2003), Martín (2007), Monroy (2008
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