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TÉCNICAS EN LAS QUE INTERVIENEN EXPERTOS

Presentamos a continuación un conjunto de técnicas capaces de aportar a nuestros educandos un


importante componente formativo. Se trata de técnicas en las que invitamos a muestro grupo (o juntamos a
varios grupos) a una serie de expertos que en su condición de especialistas o conocedores de un
determinado tema, se prestan a aportar a nuestros educandos unos momentos de claro beneficio educativo
para éstos. Estas técnicas pueden aplicarse a partir de los 12 años, aunque con las debidas adaptaciones,
puede tener éxito también a partir de los 10 años.

CONFERENCIA-COLOQUIO

Fuente: ROBERTIS, C. de y PASCAL, H.: La intervención colectiva en trabajo social. La acción con grupos y comunidades,
Buenos Aires, El Ateneo, 1994, p. 199.

Un experto desarrolla un tema ante un grupo de educandos

Es una técnica utilizada con frecuencia: consiste en traer al aula una persona cualificada en un tema para
que lo exponga ante todos los educandos. Se trata de una técnica útil para dar rápidamente informaciones
completas y precisas sobre un tema, pero tiene el inconveniente de establecer una relación en sentido
único entre el expositor y su público, y de subrayar la distancia entre el experto y los no informados.

Esta técnica necesita que el conferenciante sea competente en el tema a tratar, que esté preparado en la
manera de exponer oralmente (forma de hablar, vocalización, alcance de la voz, dominio de las pausas,
matices y gestos) y que se adapte en todos momento al grupo de educandos que tiene delante. Ahora bien,
no es siempre fácil encontrar la persona que posea estos requisitos, convirtiéndose a menudo la sesión en
algo pesado, tedioso e incomprensible.

En cuanto al público, esta técnica requiere capacidades de comprensión lógica, de abstracción, de


concentración. Es siempre interesante estar previamente informado o sensibilizado por el contenido de la
conferencia, con el fin de seguir mejor la exposición oral.

Mediante la Conferencia pueden obtenerse o ampliarse conocimientos en cualquier tipo de temas, El


educador que desee tratar un tema del programa de estudios con especial profundidad, puede recurrir a
esta técnica, invitando a un experto en la materia. También se puede utilizar con el objeto de ofrecer a los
educandos información autorizada y actual sobre múltiples temas o problemas no estrictamente
curriculares que puedan interesarles.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

Elegido el tema a cuestión que se desea tratar, el educador, en su condición de organizador y


coordinador, selecciona a al conferenciante más apropiado.

Es conveniente realizar días antes una reunión con el experto para intercambiar ideas, evitar
reiteraciones en las exposiciones, delimitar el enfoque, calcular el tiempo de la exposición, etc. Además de
esta reunión previa de planificación, el conferenciante y el educador se reunirán de nuevo unos momentos
antes de dar comienzo para cerciorarse de que todo está en orden y ultimar detalles.
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El educador debe preparar convenientemente el ambiente físico donde se desarrollará la Conferencia.
Los educandos deben poder observar cómodamente al experto, para lo cual será preciso que éste se
coloque sobre una tarima o escenario. También una forma de semicírculo sería favorable, detrás de una
mesa o sin ella, pero siempre de frente al público. Estos requerimientos de espacio no deben suponer sin
embargo un inconveniente insalvable, ya que el educador siempre puede idear una forma óptima de
distribución en el aula

EXPERTO COORDINADOR
(Educador)

AUDITORIO
(Educandos)
AUDITORIO
(Educandos)

DESARROLLO

1. El educador inicia el acto, expone claramente el tema a tratar, explica brevemente el procedimiento
a seguir, las normas básicas de comportamiento (respeto, atención y escucha), hace la presentación
del conferenciante al auditorio, destacando la importancia de su presencia y lo interesante de sus
aportaciones. Hecho esto cede la palabra al experto.

2. Los educandos pueden ser solicitados a intervenir o a expresarse por el conferenciante, generándose
así una suerte de coloquio, a través del cual, el experto va introduciendo las ideas básicas que
quiere aportar. También puede intervenir durante unos 25 minutos y dejar el resto del tiempo para
contestar las preguntas que le hagan los educandos, que estarán más aseguradas si previamente a la
sesión o bien después de la intervención del experto, se deja un tiempo para que en parejas, tríos o
pequeños grupos se acuerden algunas de ellas, que luego serán formuladas al experto a través de
los respectivos portavoces.

3. Es aconsejable que el conferenciante utilice también otros medios dinamizadores para el auditorio
que mantengan activa su atención y minimice su cansancio: inflexiones de voz, ciertas dosis de
humor, soportes informáticos y audio-visuales, etc.

4. Finalizada la conferencia, el educador puede hacer un breve resumen o síntesis de las principales
ideas expuestas, e incluso puede intentar elaborar unas conclusiones finales.

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5. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de la intervención o bien un documento elaborado por el educador resumiendo las ideas
más fundamentales del tema.

6. El acto termina dando las gracias el educador al conferenciante, así como a todos los educandos por
su actitud de respeto, escucha y participación. Una conferencia debe durar entre 30 y 45 minutos,
nunca más de este tiempo. Podría llegarse a 1 hora si se da cabida al coloquio durante o después de
la misma.

7. En días posteriores, y ya sin las presencia de los expertos, el grupo puede discutir el tema del Panel
a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas
- El grado de informalidad de la Conferencia dependerá de las circunstancias y del modo de actuar del
experto, pero ha de mantenerse en un nivel que responda a las expectativas del grupo, se adapte al tipo de
educandos, con la claridad necesaria, dotes de amenidad, alguna salida de buen humor y el dinamismo
necesario para atraer el interés y la atención de los educandos.

- Es probable que el coordinador deba ingeniarse para desalentar cordialmente las intenciones polémicas
de algún integrante del auditorio. Debe aclarar que las preguntas del público no deben convertirse a su vez
en "exposiciones" sobre el tema, y que una vez contestadas no deben llevar a la discusión.

SIMPOSIO

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 111-114.

Un equipo de expertos desarrolla diferentes aspectos de un tema o problema en forma sucesiva ante un
grupo de educandos

Cuando se desea obtener o impartir información fundamentada y variada sobre un determinado tema o
cuestión, visto desde sus diferentes ángulos, aspectos o partes, se puede recurrir a la técnica del Simposio.
Consiste en reunir a un grupo de personas muy capacitadas sobre un tema, las cuales exponen al grupo sus
ideas o conocimientos en forma sucesiva, siempre desde sus particulares especialidades, integrando así un
panorama lo más completo posible acerca de la cuestión de que se trate. Es una técnica bastante formal,
que tiene muchos puntos de contacto con la Mesa redonda y con el Panel. La diferencia estriba en que en
el Panel, sus integrantes, generalmente cualificados científica y/o académicamente, conversan o debaten
libremente entre sí desde los distintos aspectos del tema en que están especializados. En el Simposio, en
cambio, los integrantes, especializados también científica y/o académicamente, exponen individualmente,
sin ningún debate y en forma sucesiva; sus ideas pueden ser coincidentes o no serlo, y lo importante es
que cada uno de ellos ofrezca un aspecto particular del tema, de modo que al finalizar éste quede
desarrollado en forma relativamente integral y con la mayor profundidad posible. Por su parte, en la Mesa
redonda los expositores mantienen puntos de vista divergentes u opuestos pero sobre un mismo tema, su

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condición de expertos no está basada necesariamente en una especialización científica y/o académica, y
hay lugar para un breve debate entre ellos.

El Simposio es útil para obtener, en un mínimo de tiempo, información autorizada, completa, profunda y
ordenada sobre los diversos aspectos de un mismo tema, puesto que los expositores no defienden
"posiciones" (como en la Mesa redonda), sino que "suman" información al aportar los conocimientos
propios de su especialización. Así, por ejemplo, el tema general "El consumo de drogas" podría ser tratado
en un Simposio donde los expertos desarrollarán sucesivamente los aspectos: familiar, social, jurídico,
psicológico, biológico, educativo, etc.

Mediante el Simposio pueden obtenerse o ampliarse conocimientos en cualquier tipo de temas, El


educador que desee tratar un tema del programa de estudios con especial profundidad, puede recurrir al
Simposio invitando a expertos en la materia, y participando en él como coordinador e incluso como
expositor en el aspecto en que se sientan más capacitados. También se puede utilizar con el objeto de
ofrecer a los educandos información autorizada y actual sobre múltiples temas o problemas no
estrictamente curriculares que puedan interesarles.

Cómo se realiza
PREPARACIÖN

Elegido el tema a cuestión que se desea tratar, el educador, en su condición de organizador y


coordinador, selecciona a los expositores más apropiados –el número óptimo es de 3- teniendo en cuenta
que cada uno de ellos debe enfocar un aspecto particular que responda a su especialización.

Es conveniente realizar días antes una reunión con los miembros del Simposio, para intercambiar ideas,
evitar reiteraciones en las exposiciones, delimitar los enfoques parciales, establecer el mejor orden de la
participación, calcular el tiempo de cada expositor, etc. Además de esta reunión previa de planificación,
los integrantes del Simposio y el educador se reunirán de nuevo unos momentos antes de dar comienzo
para cerciorarse de que todo está en orden y ultimar detalles.

El educador debe preparar convenientemente el ambiente físico donde se desarrollará el Simposio. Los
educandos deben poder observar cómodamente a los expositores, para lo cual será preciso que éstos se
hallen ubicados sobre una tarima o escenario. Los participantes y el coordinador estarán sentados en la
parte posterior de la tarima, y en el momento en que les corresponda intervenir pasarán a situarse ante una
mesa pequeña o atril que se habrá colocado en la parte delantera. Estos requerimientos de espacio no
deben suponer sin embargo un inconveniente insalvable, ya que el educador siempre puede idear una
forma óptima de distribución de expertos y educandos en el aula.

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EXPERTOS

MESA PARA COORDINADOR


EL EXPOSITOR (Educador)

AUDITORIO
(Educandos)
AUDITORIO
(Educandos)

DESARROLLO

1. El educador inicia el acto, expone claramente el tema a tratar, así como los aspectos ha sido
dividido, explica brevemente el procedimiento a seguir, las normas básicas de comportamiento
(respeto, atención y escucha) y hace la presentación de los expositores al auditorio, destacando la
importancia de su presencia y lo interesante de sus aportaciones. Hecho esto cede la palabra al
primer expositor, de acuerdo con el orden establecido en la reunión de preparación.

2. Una vez terminada cada exposición el coordinador cede la palabra sucesivamente a los restantes
miembros del Simposio. Si la presentación hecha al comienzo ha sido muy superficial, puede en
cada caso referirse a la personalidad del orador cuando llega el momento de su participación. Las
exposiciones no excederán los 10 minutos, de modo que en total no se inviertan más de 30 minutos
en total.

3. Finalizadas las exposiciones de los miembros del Simposio, el educador puede hacer un breve
resumen o síntesis de las principales ideas expuestas para mostrar así la coherencia de los distintos
planteamientos con el tema general del Simposio, e incluso puede intentar elaborar unas
conclusiones finales. También, si el tiempo y las circunstancias lo permiten, puede invitar a los
expositores a intervenir nuevamente para hacer aclaraciones, añadidos o comentarios. Puede
sugerir asimismo que el auditorio haga preguntas a los miembros del Simposio, sin dar lugar a
discusión.

4. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de cada una de las intervenciones o bien un documento elaborado por el educador
resumiendo las ideas más fundamentales del tema.

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5. El acto termina dando las gracias el educador a los expertos que han intervenido, así como a todos
los educandos por su actitud de respeto, escucha y participación. El Simposio no tendrá una
duración superior a 1 hora.

6. En días posteriores, y ya sin las presencia de los expertos, el grupo puede discutir el tema del
Simposio a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas

- Aunque ésta es una técnica más bien formal de trabajo en grupo, en la cual hay poco lugar para la
interacción, la creatividad y sentido de la oportunidad del educador y de los expertos pueden darle un
cierto matiz de informalidad, sobre todo cuando se advierta que los educandos necesitan un "respiro" para
amenizar su participación pasiva y estimular o mantener su interés y atención.

- Es probable que el coordinador deba ingeniarse para desalentar cordialmente las intenciones polémicas
de algún integrante del auditorio. Debe aclarar que las preguntas de los educandos no deben convertirse a
su vez en "exposiciones" sobre el tema, y que una vez contestadas no deben llevar a la discusión.

PANEL

Fuentes: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 120-124.

Un equipo de expertos discute un tema en forma de diálogo o conversación ante el grupo.

Como en el caso de la Mesa redonda y el Simposio, en el Panel se reúnen varias personas para exponer
sus conocimientos sobre un tema ante un auditorio. La diferencia, empero, consiste en que en el Panel
dichos expertos no "exponen", no "hacen uso de la palabra", no actúan como "oradores", sino que
dialogan, conversan, debaten entre sí el tema propuesto, desde su particular especialización, pues cada uno
es experto en una parte del tema general.

En el Panel, la conversación es básicamente informal, pero con todo debe seguir un desarrollo coherente,
razonado, objetivo, sin derivar en disquisiciones ajenas o alejadas del tema, ni en apreciaciones demasiado
personales. Los integrantes del Panel tratan de desarrollar a través de la conversación todos los aspectos,
orientaciones y enfoques posibles del tema, para que los educandos obtengan así una visión relativamente
completa acerca del mismo.

El educador, en cuanto coordinador o moderador, cumple la función de presentar a los miembros del
Panel ante la clase, ordenar la conversación, intercalar algunas preguntas aclaratorias, controlar el tiempo,
extraer las conclusiones, etc.

El Panel puede ser utilizado en los marcos escolares para tratar múltiples temas, ya sea del programa de
estudios o de interés general de los educandos. Las mencionadas características de informalidad,
espontaneidad y dinamismo, desarrolladas convenientemente por interlocutores hábiles, amenos y bien
informados, atraerán sin duda la atención de un auditorio bien predispuesto. Para que esto suceda es
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conveniente sin embargo que el auditorio del Panel esté hasta cierto punto familiarizado con las técnicas
grupales, posea alguna experiencia de trabaja en grupos, y haya adquirido así las aptitudes necesarias para
valorar el sentido de la actividad, para saber escuchar, y para identificarse con sus actitudes en la tarea
que se está desarrollando. La estructura formal y a veces rígida del ambiente escolar aconseja tales
precauciones para evitar un choque frente a una actividad de grupo que se caracteriza precisamente por los
rasgos opuestos. El Panel tendrá mayores posibilidades de éxito si se realiza después de haber practicado,
por ejemplo, la Mesa redonda o el Simposio, técnicas por cierto más estructuradas y formales. Por otra
parte, convendrá experimentarlo con educandos realmente interesados en la cuestión que se desarrolle, y
con auditorios no demasiado numerosos.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

De acuerdo con el tema elegido para el Panel, el educador selecciona a los componentes o miembros del
mismo – el número óptimo es de 3 o 4 – tratando de que sean personas capacitadas en la cuestión, que
puedan aportar ideas más o menos originales y diversas, que enfoquen los distintos aspectos y que posean
facilidad de palabra (pero no verborrea), juicio crítico y capacidad para el análisis tanto como para la
síntesis. Aún sería deseable, por lo menos en alguno, un cierto sentido del humor para amenizar una
conversación que podría tornarse en algunos momentos un poco fatigosa.

Es conveniente días antes una reunión del educador con todos los miembros que intervendrán en el
Panel, para cambiar ideas y establecer un plan aproximado del desarrollo de la sesión, compenetrarse en
el tema, ordenar los subtemas y aspectos particulares, fijar tiempo de duración, acordar normas de
intervención, etc. Además de esta reunión previa de planificación, los integrantes del Panel y el educador
se reunirán de nuevo unos momentos antes de dar comienzo para cerciorarse de que todo está en orden y
ultimar detalles.

El educador debe preparar convenientemente el ambiente físico donde se desarrollará el Panel. Los
educandos deben poder observar cómodamente a los expositores, para lo cual será preciso que éstos se
hallen ubicados sobre una tarima y estén colocados de tal manera que puedan verse entre sí para dialogar.
La forma semicircular suele ser también otra posibilidad, ya sea detrás de una mesa o sin ella, pero
siempre de cara al público. Estos requerimientos de espacio no deben suponer sin embargo un
inconveniente insalvable, ya que el educador siempre puede idear una forma óptima de distribución de
expertos y educandos en el aula.

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COORDINADOR (Educador)

EXPERTOS

AUDITORIO
(Educandos)

Así, pues, aunque el Panel debe aparecer luego como una conversación espontánea e improvisada,
requiere para su éxito ciertos preparativos como los expuestos.

DESARROLLO

1. El educador inicia el acto, expone claramente el tema a tratar, explica brevemente el procedimiento
a seguir, las normas básicas de comportamiento (respeto, atención y escucha) y hace la
presentación de los expositores, destacando la importancia de su presencia y lo interesante de sus
aportaciones, y formula la primera pregunta acerca del tema que se va a tratar.

2. Cualquiera de los miembros del Panel inicia la conversación (puede estar previsto quién lo hará), y
se entabla el diálogo que se desarrollará aproximadamente según el plan flexible también previsto.

3. El educador interviene para efectuar nuevas preguntas sobre el tema, orientar el diálogo hacia
aspectos no tocados, centrar la conversación en el tema cuando se desvía demasiado de él, superar
una eventual situación de tensión que pudiera producirse, etc. Habrá de estimular el diálogo si éste
decae, pero sin intervenir con sus propias opiniones.

4. Antes de la terminación del diálogo, el coordinador invita a los miembros a que hagan un resumen
muy breve de sus ideas.

7. Finalizado el diálogo entre los expertos, el educador puede hacer un breve resumen o síntesis de
las principales ideas expuestas para mostrar así la coherencia de los distintos planteamientos con el
tema general del Panel, e incluso puede intentar elaborar unas conclusiones finales. También, si el
tiempo y las circunstancias lo permiten, puede invitar a los expositores a intervenir nuevamente
para hacer aclaraciones, añadidos o comentarios. También puede sugerir que el auditorio haga
preguntas a los miembros del Panel, sin dar lugar a discusión.

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8. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de cada una de las intervenciones o bien un documento elaborado por el educador
resumiendo las ideas más fundamentales del tema.

9. El acto termina dando las gracias el educador a los expertos que han intervenido, así como a todos
los educandos por su actitud de respeto, escucha y participación. El Panel no debe tener una
duración superior a 1 hora.

10. En días posteriores, y ya sin las presencia de los expertos, el grupo puede discutir el tema del Panel
a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas
- Se aconseja tener especial cuidado en la elección de los miembros del Panel, pues una conversación de
este tipo debe mantener despierto el interés y la atención de los educandos, que permanece en pasividad
expectante. Aparte del conocimiento y autoridad sobre el tema, se requiere en los interlocutores ciertas
dotes de amenidad, facilidad de palabra, claridad de exposición, serenidad, ingenio y alguna salida de
buen humor.

- Es probable que el coordinador deba ingeniarse para desalentar cordialmente las intenciones polémicas
de algún integrante del auditorio. Debe aclarar que las preguntas del público no deben convertirse a su vez
en "exposiciones" sobre el tema, y que una vez contestadas no deben llevar a la discusión.

MESA REDONDA

Fuentes: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 115-119. ROBERTIS, C. de y PASCAL, H.: La intervención colectiva en trabajo social. La
acción con grupos y comunidades, Buenos Aires, El Ateneo, 1994, pp. 200-201.

Un equipo de expertos que sostienen puntos de vista divergentes o contradictorios sobre un mismo
tema, exponen ante el grupo en forma sucesiva.

Se utiliza esta técnica cuando se desea dar a conocer a un auditorio los puntos de vista divergentes o
contradictorios de varios especialistas sobre un determinado tema o cuestión. El diálogo y la confrontación
de enfoques y puntos de vista permitirán a los educandos obtener una información variada y ecuánime
sobre el asunto que se trate, evitándose así por ejemplo los enfoques parciales, unilaterales o sesgados,
posibles en toda conferencia unipersonal.

En ningún momento los participantes en la Mesa redonda deben utilizar su posición para "hablar desde
la tribuna" y hacer una larga exposición. Esta técnica debe guardar un carácter informal y espontáneo, y
permitir un libre intercambio ante el público. La Mesa redonda proporciona menos informaciones y éstas
están menos disponibles y menos organizadas que en la Conferencia, Simposio o Panel, pero por el
contrario, permite problematizar mejor el tema, dar opiniones o posiciones contradictorias, expresar
opiniones diferentes. Es por ello también más polémica, por lo que aumenta el interés del público por el
tema tratado.
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Los integrantes de la Mesa redonda deben ser elegidos, pues, sabiendo que han de sostener posiciones
divergentes u opuestas sobre el tema a tratar, ya sea individualmente o por parejas o bandos. Además, han
de ser especialistas a nivel científico o académico o simplemente buenos conocedores de la materia. En
cualquier caso, hábiles para exponer y defender con argumentos sólidos su posición.

Las posibilidades de aplicación de esta técnica en los marcos escolares son también innumerables. En
todas las asignaturas de estudio (historia, conocimiento del medio, filosofía, ciencias naturales...), se
presentan temas que pueden dar lugar a interpretaciones divergentes. Por otra parte, la constante
actualización derivada de investigaciones científicas, de descubrimientos e invenciones, incrementa la
necesidad de confrontar conocimientos, difundir novedades, ampliar o profundizar esquemas establecidos,
de acuerdo con los progresos y adelantos del momento. El aporte de personas capacitadas y/o de
especialistas en los diversos temas que merezcan tratarse, dará oportunidad para esta "puesta al día"
mediante una prudente confrontación critica donde los puntos de vista divergentes deben ser sostenidos en
sólidas argumentaciones.

Fuera de los temas del programa de estudios, la Mesa redonda se presta también para esclarecer y
ampliar la visión de los educandos sobre infinidad de cuestiones controvertidas que están latentes en su
interés, y sobre las cuales no hallan corrientemente eco en el ambiente escolar. Temas de actualidad que a
veces apasionan a los oyentes pueden ser abordados con cierta altura y seriedad en Mesas redondas
realizadas en la escuela.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

Una vez decidido el tema o cuestión que desea tratarse en Mesa redonda, el educador, en su condición
de organizador y coordinador de la actividad, debe seleccionar a los expositores –el número óptimo es de
3- de los distintos puntos de vista, de acuerdo con los requisitos ya expuestos. Es conveniente realizar días
antes una reunión con los miembros de la Mesa, para intercambiar ideas, evitar reiteraciones en las
exposiciones, delimitar los enfoques parciales, consensuar los puntos a tratar, establecer el mejor orden de
la participación, calcular el tiempo de cada expositor, pactar reglas de no agresión recíproca y respeto
mutuo, etc. Además de esta reunión previa de planificación, los integrantes del la Mesa y el educador se
reunirán de nuevo unos momentos antes de dar comienzo para cerciorarse de que todo está en orden y
ultimar detalles. La Mesa redonda requiere esta preparación, a pesar de que en su desarrollo público se
manifieste luego como una situación espontánea.

El educador debe prever asimismo el ambiente físico donde tendrá lugar la Mesa redonda. Sus miembros
deben estar ubicados en un escenario donde puedan verse entre ellos y ser vistos por todos los educandos.
Generalmente el educador se sienta en el centro, detrás de una mesa amplia, y los expositores a su derecha
e izquierda formando los respectivos "bandos" de opinión. También una forma de semicírculo sería
favorable, detrás de una mesa o sin ella, pero siempre de frente al público. Como ya hemos señalado para
las técnicas anteriores, estos requerimientos de espacio no deben suponer sin embargo un inconveniente
insalvable, ya que el educador siempre puede idear una forma óptima de distribución de expertos y
educandos en el aula.

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EXPERTOS

COORDINADOR
(Educador)

AUDITORIO
(Educandos)

DESARROLLO

1. Situados en el escenario los participantes, el educador abre la sesión con unas palabras iniciales,
mencionando el tema por tratarse, explica el procedimiento que ha de seguirse, las normas básicas
de comportamiento (respeto, atención y escucha) y hace la presentación de los expositores,
destacando la importancia de su presencia y lo interesante de sus aportaciones, y ofrece la palabra
al primer expositor.

2. Cada expositor hará uso de la palabra durante 10 minutos aproximadamente. El coordinador cederá
la palabra a los integrantes de la Mesa redonda en forma sucesiva, y de manera que se alternen los
puntos de vista opuestos o divergentes. Si un orador se excede demasiado en el uso de la palabra el
coordinador se lo hace notar prudentemente.

3. Una vez finalizadas las exposiciones de todos los participantes, el coordinador hace un breve
resumen de las ideas principales de cada uno de ellos, y destaca las diferencias más notorias que se
hayan planteado.

4. Con el objeto de que cada expositor pueda aclarar, ampliar, especificar o concretar sus argumentos
y rebatir los opuestos, el coordinador les invita a hablar nuevamente durante unos dos minutos cada
uno. En esta etapa los expositores pueden dialogar si lo desean defendiendo sus puntos de vista.

5. Llegado el momento previsto, el educador da por terminada la discusión y expone las conclusiones
haciendo un resumen final que sintetice los puntos de coincidencia que pudieran permitir un
acercamiento entre los diversos enfoques, y las diferencias que quedan en pié después de la
discusión.

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6. El coordinador invita a los educandos a efectuar preguntas a los miembros de la mesa sobre las
ideas expuestas. Estas preguntas tendrán sólo carácter ilustrativo, y no se establecerá discusión
entre el auditorio y la mesa.

7. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de cada una de las intervenciones o bien un documento elaborado por el educador
resumiendo las ideas más fundamentales del tema.

8. El acto termina dando las gracias el educador a los expertos que han intervenido, así como a todos
los educandos por su actitud de respeto, escucha y participación. La Mesa redonda no puede tener
una duración superior a 1 hora.

9. En días posteriores, y ya sin las presencia de los expertos, el grupo puede discutir el tema de la
Mesa a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas
- El coordinador ha de ser imparcial y objetivo en sus intervenciones, resúmenes y conclusiones. Tendrá
agilidad mental, soltura, ciertas dosis de improvisación y capacidad de síntesis, y será además muy
prudente en el tiempo que tome para su participación, ya que lo realmente importante en la Mesa redonda
es conocer las ideas de los miembros invitados).

- Es probable que el coordinador deba ingeniarse para desalentar cordialmente las intenciones polémicas
de algún integrante del auditorio. Debe aclarar que las preguntas del público no deben convertirse a su vez
en "exposiciones" sobre el tema, y que una vez contestadas no deben llevar a la discusión.

DEBATE PÚBLICO

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 125-127.

Dos expertos conversan ante un grupo sobre un tema siguiendo un esquema previsto.

Como su nombre lo indica, el Debate público consiste en una intercomunicación directa entre dos
personas, que conversan ante un auditorio sobre un tema, cuestión o problema determinado de antemano.
Han de ser personas capacitadas, expertos o especialistas en el tema que tratan, pues del diálogo que
realizan, el grupo debe obtener información actualizada de cierta significación o importancia. Permite
obtener datos diversos de dos "fuentes" a la vez, hace reflexionar a los educandos, y por su propio
desarrollo y flexibilidad mantiene despierta la atención del auditorio.

Muchos temas de las diversas asignaturas, o de interés personal de los educandos, pueden ser tratados a
enriquecidos mediante la técnica del Diálogo en la escuela. Bastará con que dos personas capacitadas, que
bien pueden ser dos educadores del cuerpo educador, se presten para colaborar en esta actividad.

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Cómo se realiza
PREPARACIÓN

Una vez decidido el tema o cuestión que desea tratarse en el Debate público, el educador, en su
condición de organizador y coordinador de la actividad, debe seleccionar a los dos expositores, que deben
ser personas conocedoras del tema y además capaces de mantener un diálogo vivo e interesante. Es
preferible que ambos posean puntos distintos de enfoque, lo cual no quiere decir contradictorios.

Es conveniente realizar días antes una reunión con los expertos, para intercambiar ideas, evitar
reiteraciones en las exposiciones, delimitar los enfoques parciales, ordenar los puntos y subtemas a tratar,
establecer el mejor orden de la participación, calcular el tiempo de cada expositor, etc. Podrán preparar
material ilustrativo para usar en el momento oportuno (diapositivas, láminas, gráficos, esquemas, etc.).
Además de esta reunión previa de planificación, los integrantes del Debate y el educador se reunirán de
nuevo unos momentos antes de dar comienzo para cerciorarse de que todo está en orden y ultimar detalles.

El educador debe prever asimismo el ambiente físico donde tendrá lugar el Debate. Sus miembros deben
estar ubicados en un escenario donde puedan verse entre ellos y ser vistos por todos los educandos.
Generalmente el educador se sienta en el centro, detrás de una mesa amplia, y los expositores a su derecha
e izquierda. Como ya hemos señalado para las técnicas anteriores, estos requerimientos de espacio no
deben suponer sin embargo un inconveniente insalvable, ya que el educador siempre puede idear una
forma óptima de distribución de expertos y educandos en el aula.

COORDINADOR (Educador)

EXPERTOS

AUDITORIO
(Educandos)

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DESARROLLO

1. El educador inicia el acto, expone claramente el tema a tratar, explica brevemente el


procedimiento a seguir, las normas básicas de comportamiento (respeto, atención y escucha) y
hace la presentación de los expositores, destacando la importancia de su presencia y lo interesante
de sus aportaciones, y cede la palabra a los invitados.

2. El debate da comienzo y se desarrolla de acuerdo con el esquema previamente realizado, lo cual


de ningún modo significa que cada uno "recite su parte", sino muy por lo contrario, que se entable
una conversación animada, flexible, a veces incisiva, en lo posible ingeniosa, y teniendo siempre
en cuenta el tipo de educandos.

3. Los expertos deben evitar toda retórica, actuar cooperativamente, mantener la ilación dentro del
tema, haciendo sus aportaciones de manera alterna, sin olvidar que no se trata de una “entrevista"
sino de un diálogo informativo con responsabilidad compartida.

4. Antes de la terminación del debate, que no debe sobrepasar los 30 minutos, el coordinador invita
a los miembros a que hagan un resumen muy breve de sus ideas.

5. Finalizado ya el diálogo entre los expertos, el educador puede hacer un breve resumen o síntesis
de las principales ideas expuestas para mostrar así la coherencia de los distintos planteamientos
con el tema general Debate, e incluso puede intentar elaborar unas conclusiones finales. También,
si el tiempo y las circunstancias lo permiten, puede invitar a los expositores a intervenir
nuevamente para hacer aclaraciones, añadidos o comentarios. También puede sugerir que el
auditorio haga preguntas a los miembros del Debate, sin dar lugar a discusión.

6. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de cada una de las intervenciones o bien un documento elaborado por el educador
resumiendo las ideas más fundamentales del tema.

7. El acto termina dando las gracias el educador a los expertos que han intervenido, así como a todos
los educandos por su actitud de respeto, escucha y participación. El debate no debe tener una
duración superior a 1 hora.

8. En días posteriores, y ya sin las presencia de los expertos, el grupo puede discutir el tema del
debate a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas
- El grado de informalidad del Debate dependerá de las circunstancias y del modo de actuar de los
expertos, pero ha de mantenerse en un nivel que responda a las expectativas del grupo, se adapte al tipo de
educandos, con la claridad e ilación necesaria, dotes de amenidad, alguna salida de buen humor y ciertas
dosis de ingenio y dinamismo para atraer el interés y la atención de los educandos.

- Es probable que el coordinador deba ingeniarse para desalentar cordialmente las intenciones polémicas
de algún integrante del auditorio. Debe aclarar que las preguntas del público no deben convertirse a su vez
en "exposiciones" sobre el tema, y que una vez contestadas no deben llevar a la discusión.

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ENTREVISTA o CONSULTA PÚBLICA

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 128-130.

Un experto es interrogado por un miembro del grupo ante sus compañeros sobre un tema de interés
previamente establecido.

La Entrevista consiste en un interrogatorio realizado ante el grupo y por uno de sus miembros, a un
experto en determinado tema o actividad, que puede estar especializado a nivel científico o académico, o
simplemente ser un buen conocedor de la materia. En cualquier caso, proporcionar a los educandos
información, opiniones, conocimientos especializados y actualización de temas, con el interés que
despierta una actividad nueva y un expositor bien documentado.

La designación de un solo interrogador en representación del grupo responde a un deseo de mayor


formalismo, o al hecho de que quizá el grupo total no posee la habilidad, facilidad de expresión o madurez
necesarias para conectarse provechosamente con el experto invitado. Por otra parte, si lo hiciera todo el
grupo, el interrogatorio libre resultaría probablemente desordenado, confuso, y muy extenso.

La Entrevista previene los riesgos de una disertación o conferencia que pudiera ser monótona, fría,
desconectada de los intereses del grupo, fuera de nivel, etc. En ella es el educando-interrogador quien
orienta el desarrollo, propone los puntos de interés, enfatiza los aspectos deseables, "obliga" en cierto
modo al experto a referirse a aquello que el grupo desea conocer, pues el interrogador habrá consultado
previamente con todos sus compañeros acerca de los puntos de su mayor preferencia o interés.

El grupo, con la colaboración del educador, puede invitar a un experto para realizar con él una
Entrevista acerca de un punto del programa de estudios, o de cualquier otro tema de interés.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

La persona invitada para mantener la Entrevista ha de ser bien elegida por su capacidad y condiciones
didácticas de exposición, y en muchos casos se la encontrará en el cuerpo educador de la propia escuela. A
continuación, el grupo deberá elegir al educando-interrogador, y lo hará teniendo en cuenta ciertas
cualidades tales como cordialidad, facilidad de expresión, seguridad, don de la oportunidad, agilidad
mental, y en lo posible algún conocimiento particular del tema a tratar.

Designado el interrogador, la clase le hace conocer los aspectos o puntos especiales que desea sean
desarrollados por el experto, con el fin de que las preguntas vayan dirigidas en tal sentido. Días antes de la
Entrevista, el interrogador se reúne con el experto invitado a fin de organizar un plan o esquema flexible,
ordenar los puntos por tratar, distribuir el tiempo, y confeccionar en colaboración una lista de preguntas
básicas que podrá ser luego enriquecida con otras preguntas ocasionales.

El grupo deberá designar también la persona que hará la presentación del experto, que no tiene por qué
ser necesariamente el educador.

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El educador debe prever asimismo el ambiente físico donde tendrá lugar la Entrevista. Sus componentes
deben estar ubicados en un escenario donde puedan verse entre ellos y ser vistos por todos los educandos.
También una forma de semicírculo sería favorable, detrás de una mesa o sin ella, pero siempre de frente al
público. Como ya hemos señalado para las técnicas anteriores, estos requerimientos de espacio no deben
suponer sin embargo un inconveniente insalvable, ya que el educador siempre puede idear una forma
óptima de distribución d el aula.

INTERROGADOR EXPERTO

AUDITORIO
(Educandos)

DESARROLLO

1. El educador u otro miembro designado por la clase explica al auditorio los alcances del tema a
desarrollar en la Entrevista, señala las normas básicas de comportamiento (respeto, atención y
escucha), y presenta al interrogador y al experto invitado, destacando la importancia de su
presencia y lo interesante de sus aportaciones.

2. Puede darse oportunidad al experto para hacer una muy breve exposición global sobre el tema.

3. El interrogador formula la primera pregunta de acuerdo con lo previsto, y el experto contesta,


iniciándose así un diálogo que ha de ser dinámico, fluido, flexible, matizado, y en la medida de las
circunstancias, ingenioso o "audaz". (Un hábil interrogador puede hacer al experto ciertas
preguntas "difíciles", "comprometidas", que pueden crear la expectativa de un "aprieto", aunque
casi siempre han sido previstas de común acuerdo). Si la pregunta es hecha "a quemarropa" y el
experto no desea contestarla, tiene derecho a expresarle así. Un interrogatorio agudo (no agresivo)
mantiene despierto el interés del auditorio. El interrogador deben mantenerse en un nivel de
respetuosidad, cordialidad y fineza, sin caer en ningún momento en expresiones de tono agresivo o
perseguidor. El reconocimiento del grupo al experto que presta su cooperación ha de advertirse en
todas las actitudes.

4. Las preguntas no deben ser dirigidas a buscar respuestas de "sí" o "no". Deben provocar la
explicitación por parte del expositor. Además deben adaptarse a la edad nivel general de la clase,
para que ésta pueda aprovechar el contenido de las respuestas.

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5. El personaje principal de la entrevista es el experto. El interrogador ha de ser hábil y eficiente pero
no buscará en ella su "lucimiento personal".

6. Antes de finalizar la Entrevista, el experto puede hacer una breve síntesis de lo expuesto para
reafirmar, aclarar o ampliar algunos puntos. También puede hacer un resumen final el interrogador
o el propio educador.

7. Los educandos podrán tomar notas de lo que se diga, o bien puede distribuírseles posteriormente
una copia de la intervención del experto, o bien un documento elaborado por el educador
resumiendo las ideas más fundamentales del tema tratado.

8. El acto termina dando las gracias el educador al experto que ha intervenido, al educando-
interrogador por su buen hacer, así como a todos los educandos por su actitud de respeto, escucha
y participación. La sesión no puede tener una duración superior a 1 hora.

9. En días posteriores, y ya sin las presencia del experto, el grupo puede discutir el tema de la
Entrevista a la manera de un Foro.

Sugerencias prácticas
- El grado de informalidad de la Entrevista dependerá de las circunstancias y del modo de actuar del
experto y del interrogador, pero ha de mantenerse en un nivel que responda a las expectativas del grupo,
se adapte al tipo de educandos, con la claridad e ilación necesaria, dotes de amenidad, alguna salida de
buen humor y ciertas dosis de ingenio y dinamismo para atraer el interés y la atención de los educandos.

- Puede introducirse una variante invitando a dos expertos a la vez.

ENTREVISTA COLECTIVA

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 131-133.

Un equipo de educandos elegidos por el grupo interroga a un experto ante sus compañeros sobre un
tema de interés previamente establecido.

La Entrevista con un interrogador se convierte en Entrevista colectiva cuando son varios los educandos
que interrogan al experto. En efecto, si se desea dar mayor dinamismo y variedad a la entrevista, el grupo
puede designar varios compañeros (de 2 a 4) para que actúen como comisión interrogadora del experto o
persona invitada. La comisión interrogadora representa un nexo entre el grupo que la designa y el experto.
La finalidad sigue siendo obtener información, conocimientos, opiniones, relatos de experiencias, etc.
Pero el hecho de ser varios los interrogadores produce mayor interés en el auditorio por la variedad de
intervenciones, enfoques, modalidades o puntos de vista. Al ser varios los que preguntan, pueden
interpretar mejor los intereses quizá heterogéneos de toda la clase Además, se amplía el campo de
referencia, los interrogadores comparten entre sí la responsabilidad y tienen más tiempo para ir elaborando
sus preguntas sobre la marcha del diálogo.

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Todo lo dicho para la Entrevista con un interrogador (Véase Entrevista), es aplicable en este caso. Sólo
que en lugar de elegir a un solo educando para actuar como interrogador, deberán seleccionarse varios.
Esto, en cierto sentido, permitirá entrenar a mayor número de miembros del grupo en una tarea interesante
y provechosa.

Elegido el tema e invitado el experto que ha de desarrollarlo, el grupo designa a los miembros de la
comisión interrogadora, teniendo en cuenta las mismas condiciones expuestas para el interrogador en la
Entrevista (Ver Entrevista). La reunión previa se hará con el experto y todos los interrogadores,
distribuyéndose así el papel de cada uno. El experto puede ilustrar a los interrogadores acerca de los
aspectos destacados del tema, sobre los cuales ellos pueden formular preguntas. Cada interrogador
dispondrá de una guía de preguntas, pero la Entrevista permitirá adaptarla e intercalar otras preguntas
ocasionales dentro del tema. Uno de los miembros de la comisión interrogadora puede actuar como
coordinador potencial de la misma.

EXPERTO

INTERROGADORES

AUDITORIO
(Educandos)

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