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TÉCNICAS DE DEBATE

DISCUSIÓN POR OBJETIVOS

Fuente: FABRA, Mª L.: Técnicas de grupo para la cooperación, Barcelona, CEAC, 1992, p. 138.

Éste es un sistema racional de organizar las discusiones que permite ir avanzando, a través de la
consecución de objetivos secundarios, hacia lo que es el núcleo de la discusión o su objetivo principal. En
esta técnica, la función del educador es crucial para organizar y dirigir la discusión, aunque cuando los
educandos están acostumbrados a utilizarla pueden participar en la confección del guión, lo cual
contribuye también, sin duda, al desarrollo de sus habilidades intelectuales.

Esta técnica es adecuada a partir de los 10 años, aunque con las debidas adaptaciones, puede tener éxito
también a partir de los 6 años.

La organización de la discusión y la dirección de la misma es pues un aspecto central de la técnica y es


por tanto muy importante que el educador haga escribir por algún educando en la pizarra o papelógrafo un
guión en el que figuren los aspectos centrales de la discusión y los diversos subtemas que hay que tratar
intentando que la secuencia de los mismos sea lo más lógica posible. Se señala asimismo el tiempo
disponible para discutir cada uno de los subtemas. Con ello se consigue que el grupo debata todos y cada
uno de los puntos del tema, no se explaye u oriente sólo hacia uno de ellos y evite cualquier aportación
que se desvíe del asunto que se está tratando en cada fase de la discusión

Una vez terminado el guión, comenzará la discusión propiamente dicha, que será moderada por un
coordinador elegido por el grupo, y que se desarrollará conforme al orden acordado. Un secretario,
también elegido por el grupo, controlará los tiempos e irá resumiendo los contenidos de cada punto antes
de pasar a la siguiente.

La técnica termina con las exposiciones de los secretarios de todos los subgrupos, cerrando el educador
con unas conclusiones generales y un resumen sobre el tema debatido.

Sugerencias prácticas
- En las primeras veces que se aplica esta técnica es fácil que a los subgrupos les cueste controlar y
cumplir el tiempo de debate que tienen asignado para cada uno de los puntos o subtemas. Por eso es
conveniente que el educador les vaya marcando con una señal dichos tiempos y recordándoles siempre a
los Secretarios su responsabilidad en el control temporal. Si es necesario se les facilita a cada subgrupo el
guión por escrito con los tiempos señalados.

- Después de las exposiciones de los Secretarios ante todo el grupo y antes de la intervención final del
educador, puede organizarse un pequeño Foro, lo que enriquecerá aún más la discusión.

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PEQUEÑO GRUPO DE DISCUSIÓN

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 143-147.

Se trata de un intercambio de ideas "cara a cara" entre un pequeño grupo de educandos que poseen un
interés común para discutir un tema, resolver un problema, tomar una decisión o adquirir información por
el aporte recíproco. Todo ello dentro de un máximo de informalidad, espontaneidad, libertad y autonomía
de acción, limitado solamente por el cumplimiento más o menos flexible de algunas normas generales que
favorecen el proceso y diferencian a esta técnica de una charla o conversación corriente. Tales normas
son:

a) La discusión se realiza alrededor de un tema previsto que interesa a todos, apartándose lo menos
posible del mismo.
b) El intercambio de ideas sigue cierto orden lógico, tiene ilación, no se realiza caprichosamente o al
azar; gira en torno del objetivo central, aunque el curso de la discusión debe dejarse a la
espontaneidad del grupo.
c) El grupo designa de entre ellos a un coordinador para ordenar la discusión, y a un Secretario,
encargado de tomar nota de las ideas que se aportan y de redactar las conclusiones del debate
elaboradas de manera consensuada por todos.
d) La discusión se desarrolla en un clima democrático, sin hegemonía de ninguno de los miembros, y
con el mayor estímulo para la participación activa y libre.

Es una de las técnicas de debata que debe reservarse a partir de los 14 años, siempre que los educandos
hayan alcanzado ya cierta experiencia en los debates de pequeño grupo a través de otras técnicas más
dirigidas u orientadas. Los adolescentes gustan de la discusión, desean y buscan el esclarecimiento de
infinidad de temas que les resultan problemáticos. El educador puede enterarse de los temas que más les
interesan, pidiendo a los educandos que se los hagan conocer por escrito, después que se haya hablado de
la probabilidad de discutirlos.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

El educador o el grupo mismo eligen el tema que se ha de tratar, en lo posible con cierta anticipación
para que miembros, conociéndolo, puedan pensar sobre él, informarse, y hacer así la discusión más rica y
fundamentada.

DESARROLLO

1. Una vez reunidos, el pequeño grupo designa un coordinador para conducir la sesión del día, y un
secretario, para que anote las ideas que van surgiendo en el debate, registre las conclusiones y lleve
un control del tiempo.

2. El director formula con precisión el tema o problema por debatirse, esclarece sus implicaciones,
propone los aspectos que podrían tratarse, los objetivos parciales y generales, etc.; todo lo cual será
decidido en última instancia por el acuerdo del grupo. También por decisión del grupo se
establecerán las normas por seguir, el tiempo que se dedicará a la discusión y para cada exposición
de los miembros (unos dos o tres minutos), si el tema deberá agotarse en esa sesión o podrá
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continuar en otras, etc. Hecho esto, cede la palabra al grupo para que comience la discusión del
tema.

3. Los miembros del grupo exponen libremente sus ideas y puntos de vista, tratando de no apartarse
del tema y teniendo en cuenta los objetivos fijados. El curso de la discusión será espontáneo, pero
siguiendo una ilación que acerque progresivamente a las conclusiones que se buscan. La discusión
será siempre cordial, cooperativa, ecuánime, evitándose toda forma dé agresividad, de crítica
sistemática, de parcialidad y de competición. Una oportuna salida de ingenio o una pincelada de
buen humor pueden encarrilar las cosas si se hace necesario... Al coordinador le cabe la mayor
responsabilidad en este sentido.

4. En determinados momentos, cuando sea oportuno, el coordinador pedirá una breve pausa con el fin
de recapitular lo realizado, sugerir la vuelta a algún aspecto soslayado o no tratado debidamente,
hacer alguna indicación sobre la marcha del proceso, destacar objetivos logrados, etc.

5. La tarea general del coordinador será: estimular la participación de todos los miembros del grupo,
limitando a los "acaparadores" de la palabra y alentando en cambio a los remisos; devolver al
grupo las preguntas que se le hagan directamente (¿Y a vosotros qué os parece? ¿Qué haríais
vosotros en ese caso?, etc.); no expresar sus ideas personales al hacer los resúmenes de lo tratado,
aunque sí puede participar con sus ideas en el transcurso de la discusión; mantener en todo
momento el ambiente informal del grupo, la cordialidad y la participación; etc.

6. Se llegará a las conclusiones por consenso, y sólo se votará en casos en que resulte la última
solución posible.

7. Los miembros del grupo deben aprender a escuchar a los demás con espíritu comprensivo,
centrándose más en las ideas que en las personas que las expresan, así como a reconocer un error y
rectificarse si llega el caso.

8. Al finalizar la discusión el coordinador, con acuerdo del grupo, hará un resumen de lo tratado y
formulará las conclusiones, las cuales serán registradas por el secretario. Éste también podrá tomar
nota de las ideas que se expresen a medida que se desarrolla el debate.

9. Todos los miembros del grupo han de ser solidarios con las conclusiones a que se llegue, puesto
que éstas habrán sido tomadas a través de una elaboración participativa y democrática. Estas
conclusiones pueden ser expuestas ante el educador y/o ante todo el grupo.

10. La técnica termina con la intervención del educador señalando unas conclusiones generales y un
resumen sobre el tema debatido.

Sugerencias prácticas
- Para facilitar la comunicación, será conveniente situarse en círculo y aún mucho mejor alrededor de
una mesa grande. Todos deben verse y poder comunicarse cara a cara con comodidad.

- Elegir un lugar adecuado, con los elementos necesarios (sillas, mesas, pizarra, papel, etc.)

- Antes de comenzar los debates, el educador debe reunirse con todos los coordinadores de los
subgrupos para concretar la tarea a realizar, dar las recomendaciones que sean necesarias y aclarar las
posibles dudas.

- Los coordinadores deberán evitar la oratoria y la verborrea por medios amables que no causen
intimidación o resentimiento. Una cordialidad necesaria no está reñida con que se produzcan
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enfrentamiento de ideas, diálogos animados, desacuerdos amistosos o algún acaloramiento pasajero. Lo
importante es que se discutan las ideas sin hacer referencias personales.

- El grupo de discusión puente tener cierta permanencia, reunirse periódicamente para discutir diversos
temas, dando oportunidad de ejercer la coordinación y secretaría a todos los miembros una vez que han
adquirido experiencia del trabajo en grupo.

- Puede haber en el grupo un "observador del proceso", y en ciertos casos un "asesor" (educador o no)
para dar información especial sobre el tema en discusión.

- Después de las exposiciones de los secretarios ante todo el grupo y antes de la intervención final del
educador, puede organizarse un pequeño Foro, lo que enriquecerá aún más la discusión.

BOLA DE NIEVE

Fuente: FABRA, Mª L.: Técnicas de grupo para la cooperación, Barcelona, CEAC, 1992, p. 112.

La técnica llamada Bola de Nieve o Pirámide consiste en doblar parejas iniciales en subgrupos de cuatro
educandos y luego de ocho que discuten sobre un tema para comunicar finalmente a todo el grupo sus
conclusiones. Las figuras de coordinador y secretario son muy importantes en cada una de las tres fases y
la garantía de continuidad en el paso de una a otra.

PRIMERA FASE
A B C D E F G H
B
A B SEGUNDA FASE E F
C D G H

A B C D

E F G H

También puede hacerse esta técnica pidiendo a cada educando que anote individualmente las dudas que
tenga sobre lo que acaba de exponer el educador o sobre un aprendizaje realizado individualmente, y que
las comparta luego con un compañero, con cuatro y con ocho. Al final, el secretario comunicará al
educador todas las dudas consensuadas en su grupo y éste las irá resolviendo en público una a una. De esta
manera se obtiene un buen listado de dudas, que no se suele tener si se pregunta directamente a todo el
grupo.

En un caso u otro, está técnica favorece el desarrollo del pensamiento autónomo entre los educandos,
favorece la comunicación entre ellos, mejora su expresión verbal y constituye un medio excelente de

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motivarlos y de estimular la participación. Esta técnica es adecuada a partir de los 10 años, aunque con las
debidas adaptaciones, puede tener éxito también a partir de los 6 años.

Es muy importante que el educador indique los tiempos para cada una de las fases, organice bien los
desplazamientos de educandos en el aula y procure un adecuado clima de comunicación y participación.
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DIÁLOGOS SIMULTÁNEOS

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 153-154.

Diálogos Simultáneos es una técnica de debate que consiste en dividir a un grupo en parejas que debaten
en voz baja (para no molestar a los demás) un tema, problema o cuestión. De este modo todo el grupo
dialoga simultáneamente sobre un mismo asunto, en subgrupos de dos, y en pocos minutos puede
obtenerse una opinión compartida sobre una pregunta formulada al conjunto.

Es una técnica que permite reflexionar a los educandos, compartir información, informarse
recíprocamente, y desarrollar su capacidad de síntesis. Esta técnica es adecuada a partir de los 10 años,
aunque con las debidas adaptaciones, puede tener éxito también a partir de los 6 años, pero con especial
cuidado en la selección de la tarea y una importante adaptación a la edad y nivel formativo de los
educandos, aparte, claro está, de una implicación más intensa del educador.

Esta técnica puede servir para fundamentar infinidad de decisiones: qué temas interesan más al grupo,
normas y procedimientos a seguir, etc. Suele realizarse asimismo con éxito después de una actividad
presenciada por todo el grupo (excursión, película...) o una intervención de expertos (conferencia, mesa
redonda,...) con el fin de conocer opiniones, puntos de vista o nivel de aprovechamiento de la experiencia.
Señalemos, por último, la entrada en el debate de parejas después de un trabajo individual o simplemente
sin ningún tipo de acción preparatoria (conocimientos previos).

Con la utilización de esta técnica, el educador pude también obtener rápidamente el nivel de
comprensión y de dudas sobre un tema de estudio o de una explicación por parte del educador (clase
magistral).

Cómo se realiza

Esta técnica no requiere preparación. Cuando sea preciso conocer la opinión del grupo sobre un tema,
problema o cuestión prevista o del momento, el educador invita a discutir sobre el mismo, en lo posible
reducido a una pregunta muy concisa, en parejas. Cada miembro puede dialogar con su compañero más
cercano, el que esté a su lado, sin necesidad de levantarse. El diálogo simultáneo, de dos o tres minutos, se
hará en voz baja intercambiando ideas para llegar a una respuesta o proposición que será luego informada
al educador por uno de los miembros de cada pareja. Una vez que todos han informado al grupo, pueden
agregarse cosas que se estiman importantes y que no se han dicho. De todas las respuestas u opiniones
dadas, el educador extraerá luego una síntesis o conclusión general, añadiendo, si fuese preciso, las
aclaraciones y complementos informativos necesarios.

Sugerencias prácticas

- Es muy necesario insistir en la necesidad de hablar en voz baja para no interferir sobre los demás.

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- Para evitar que uno de los miembros de la pareja domine excesivamente en el diálogo, debe
recomendarse la activa participación de ambos.

- Uno de los miembros de la pareja actuará en calidad de secretario: tomará nota de la respuesta u
opinión final, para leerla luego cuando el educador la solicite.

DEBATE DIRIGIDO

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 137-142.

Todo el grupo debate sobre un tema bajo la dirección y ayuda activa y estimulante del educador.

Consiste en un intercambio de ideas e información sobre un tema, realizado por un grupo bajo la
conducción estimulante y dinámica del educador, que hace de guía e interrogador. El debate debe
responder, no obstante, a una serie de requerimientos:

a) Para que haya debate -y no meras respuestas formales- el tema debe ser cuestionable, susceptible
de diversos enfoques, opiniones o interpretaciones. El tema será fijado y anunciado de antemano,
pudiendo ser propuesto por los educandos, o bien elegido por el educador dentro de los contenidos
de estudio de su asignatura.

b) El coordinador y moderador del debate (educador) debe hacer previamente un plan orgánico de
preguntas que llevará escritas, con sus respectivas respuestas, y que responden a los principales
puntos de desarrollo del tema a debatir. La habilidad del educador consistirá en que todas esas
respuestas, de una manera u otra, aparezcan en el debate, ya que de lo contrario, la sesión podría
convertirse en una clase magistral, o por el contrario, en una aportación sesgada o incompleta de
ideas y conocimientos por parte de los educandos.

c) Pueden ser varias las formas de entrada al debate:

1. Los participantes conocen el tema con suficiente antelación como para informarse por sí mismos, y
poder así intervenir con conocimientos en la discusión: el educador les facilita previamente material
de información para la indagación del tema, que podrá hacerse de manera individual o en pequeños
grupos.

2. También puede llegarse al debate después de alguna actividad o experiencia previa individual o
grupal, e incluso posteriormente a una intervención de expertos (Conferencia, Mesa redonda,
Simposio...).

3. Señalemos, por último, que el debate podría realizarse sin ninguna preparación previa por parte del
educando (muy útil para comprobar conocimientos previos), pero en este caso el educador tendrá
que esforzarse al máximo para que se planteen y dialoguen todos los aspectos del tema que él
mismo considera que deben ser aprendidos por parte de los educandos.

No se trata de una técnica de "comprobación del aprendizaje" o de evaluación de aprovechamiento de


lecciones anteriores, sino de una técnica de aprendizaje que estimula el razonamiento, la capacidad de
análisis crítico, la intercomunicación, el trabajo colectivo, la comprensión y la tolerancia; ayuda a superar
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prejuicios e ideas preconcebidas y amplía el panorama intelectual por medio de la participación activa en
el intercambio, elaboración y actualización de ideas, conocimientos y puntos de vista múltiples, a menudo
dogmatizados por falta de una saludable confrontación. La experiencia ha demostrado que este tipo de
aprendizaje permite profundizar más los temas, responde a genuinas motivaciones y produce satisfacción
a los educandos. Esta técnica es adecuada a partir de los 10 años, aunque con las debidas adaptaciones,
puede tener éxito también a partir de los 6 años.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

Elegido el tema del debate, el educador, si procede, prepara y programa los antecedentes del mismo
(experiencia, material de información previa...) y lo comunica a los participantes, instruyéndoles sobre su
manejo y posterior aplicación en el debate. Prepara las preguntas más adecuadas para estimular y conducir
el debate, así como las respuestas debidas. De la habilidad en la preparación de las preguntas depende
muchas veces que un tema en apariencia inapropiado o indiferente pueda resultar eficazmente
cuestionable. El tema debe ser analizado en todos sus aspectos, y las preguntas deben seguir un orden
lógico que mantenga el enlace entre las distintas partes. Casi siempre podrá preverse aproximadamente el
curso que seguirá el desarrollo del debate, lo cual no significa que se lo deba conducir de modo rígido.
Puede calcularse que cada pregunta central consumirá unos 15 minutos de discusión, dentro de los cuales
se harán oportunas subpreguntas de acotación para esclarecer y guiar el desarrollo.

DESARROLLO

1. El coordinador hace una breve introducción para encuadrar el tema, dar instrucciones generales y
ubicar al grupo mentalmente en el debate. Inicia el Foro explicando con precisión cuál es el tema o
problema que ha de debatirse, o los aspectos de la actividad observada que se han de tomar en
cuenta. Señala asimismo las normas a las que ha de ajustarse el grupo: tiempo limitado para cada
expositor –de uno a tres minutos-, no apartarse del tema, exponer con la mayor objetividad posible,
levantar la mano para pedir la palabra, hablar en voz alta, escuchar con atención y respetar la
opinión del otro.

2. Formula la primera pregunta e invita a participar. En el caso de que nadie hablara, el coordinador
puede estimular las respuestas por medio del recurso de la "respuesta anticipada", que consiste en
contestar uno mismo insinuando algunas alternativas posibles (Ejemplo: “alguien podría opinar
que..., otros podrían decir que...”). Esto da pie para que los presentes se adhieran o rechacen las
sugerencias (algunos coordinadores opinan que las que provocan rechazo rompen antes y mejor el
silencio del auditorio), con lo cual comienzan las interacciones y el debate.

1. Es probable que en ocasiones el debate se desvíe del objetivo central. En estos casos cabe al
coordinador hacer un breve resumen de lo tratado y encauzar la actividad hacia el tema central
mediante alguna nueva pregunta secundaria. Si ha surgido algún nuevo tema interesante no
previsto y el grupo manifiesta un evidente interés por él, el educador puede sugerir un nuevo
debate para otro día.

2. Si el tema lo permite, en un momento dado puede hacerse uso de ayudas audiovisuales,


documentales o testimoniales, con carácter de información, ilustración, prueba, sugerencia, motivo
de nuevas preguntas, etc.

3. El coordinador prestará atención no sólo al desarrollo del contenido que se debate, sino también a
las actitudes de los miembros y detalles del proceso de grupo. Lo que importa más no es obtener la
respuesta que se desea, sino estimular y guiar al grupo hacia la elaboración mental y las respuestas
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propias, que servirán al coordinador para conducir los razonamientos hacia los objetivos buscados
(ideas y cocimientos correctos y valiosos).
Moderará el debate prudentemente cuidando de no ejercer presiones, intimidación o sometimiento.
Podrá sugerir, aportar elementos de información, esclarecer confusiones y contradicciones, pero
sin comprometerse en los puntos de vista ni “entrar” en la discusión. Regulará las intervenciones
con turnos solicitados de palabra y procurará que haya un clima adecuado de respeto y escucha
entre todos. Admitirá todas las opiniones, pues ninguno debe sentirse descalificado, rechazado,
burlado o menospreciado.
Ha de ser hábil y rápido en su acción, no ir ni muy deprisa ni muy despacio, cuidadoso en sus
expresiones y diplomático para no molestar o intimidar a nadie, cordial en todo momento, con
ingenio y un cierto sentido del humor, sereno y seguro de sí mismo, con dosis de flexibilidad,
estimulante de la participación, y a la vez, controlar oportunamente la misma, ya que a menudo se
corre el riesgo de que aparezcan las figuras de “acaparador de palabra”, “expositor verborréico”,
“divagador”, “discutidor”, “provocador”, “moralista”, “propenso a contar la vida personal”,
“descalificador”, y otras figuras por el estilo que obstaculizan un debate fluido, dinámico, tolerante
y respetuoso del derecho de los demás..

4. Antes de dar por terminado el Foro debe llegarse a alguna conclusión, síntesis o acuerdo sobre
todo lo discutido. No puede cortarse el debate sin más, hay antes que resumir todo lo debatido y
extraer lo positivo de las diversas aportaciones. Para ello, y antes de comenzar el debate, el
educador sugerirá a dos educandos que asuman la función de secretarios/as. Serán ellos quienes
aporten al final el resumen de todo lo tratado. El educador cerrará la sesión agradeciendo al grupo
su participación, recapitulando las ideas y conocimientos básicos del tema y facilitando, si es
preciso en días posteriores, un documento escrito donde queden todos recogidos.

Sugerencias prácticas

- El Debate dirigido puede lograr buenos resultados en sesiones de 45 a 60 minutos.

- La mejor disposición de aula para hacer un debate es en círculo o herradura, permitiendo así que todos
puedan tener un contacto visual.

- No conviene que los participantes tomen notas escritas pues eso distraería su atención del debate. Los
secretarios/as pueden cumplir perfectamente esta función. El documento final elaborado por el educador
es también de gran importancia.

- Hay que desechar las preguntas que puedan contestarse con un “sí” o “no”, pues con ellas no se
alcanza el debate. El educador debe animar a los educandos a que argumenten y razonen sus respuestas
con criterio y elaboración propia, especialmente cuando acudan también a la célebre frase de “yo opino
igual que mi compañero/a”.

- Debe evitarse que determinados miembros del grupo acaparen las intervenciones. Es necesario
conseguir que participen el mayor número de personas. A veces el educador podrá solicitar la opinión
directamente a determinados educandos, pero siempre tendrá que respetar “su derecho a no querer hablar”.

FORO

Fuente: CIRIGLIANO, G. J. y VILLAVERDE, A.: Dinámica de grupos y Educación. Fundamentos y Técnicas, Buenos
Aires, Humánitas, 1966, pp. 155-159.
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Todo el grupo debate informalmente sobre un tema bajo la coordinación del educador.

El Foro es una actividad de debate en la que todo el grupo discute informalmente un tema, hecho,
problema o actividad, siempre bajo la coordinación y moderación del educador. Suele realizarse a
continuación de una actividad o experiencia de interés general en la que ha participado todo el grupo
(proyección de una película, lectura de un libro, representación teatral, visita, excursión, audición de un
disco, montaje audiovisual, experimento, etc.). En este caso existen ya algunas formas clásicas y muy
elaboradas de Foro que analizaremos más adelante: cine-forum, video-forum, disco-forum o libro-forum.
También puede planificarse un Foro como parte final de algún trabajo realizado en pequeños grupos,
después de alguna actividad preparatoria previa a nivel individual, e incluso posteriormente a una
intervención de expertos (Mesa redonda, Conferencia, Simposio...). Señalemos, por último, que al Foro
puede llegarse sin ninguna preparación anterior por parte del educando, lo que será entonces de gran
utilidad para comprobar los conocimientos previos que se tienen sobre el asunto que es motivo de debate.

La finalidad del Foro es permitir la libre expresión de ideas y opiniones a todos los miembros del grupo,
en un clima informal de mínimas limitaciones. Por ello, el coordinador o moderador del Foro (educador)
juega un papel muy importante, ya que debe orientar y controlar la participación espontánea, imprevisible
y heterogénea de sus educandos. De este modo, se obtienen opiniones de un grupo acerca de un tema,
hecho, problema o actividad; se puede llegar a ciertas conclusiones generales y establecer diversos
enfoques sobre un mismo asunto; se incrementa la información de los asistentes a través de los aportes
múltiples; y finalmente, se desarrolla el espíritu de participación de los miembros. Esta técnica es
adecuada a partir de los 10 años, aunque con las debidas adaptaciones, puede tener éxito también a partir
de los 6 años.

La diferencia principal entre el Debate dirigido y el Foro estriba en que en aquél, el debate se hace
dentro de unos parámetros cognoscitivos marcados por el educador y dando entrada necesariamente a
todas y cada uno de las ideas y conocimientos que conforman un contenido educativo determinado y que
es necesario abordar en la discusión para poder conseguir un aprendizaje completo del mismo. En el Foro,
por el contrario, el debate tiene como objetivo el intercambiar y contrastar informalmente las opiniones
que el grupo tiene sobre un determinado tema, hecho, actividad o problema. En el Foro, el educador se
conforma con las opiniones de los educandos, mientras que en el Debate dirigido debe conectarlas o
reconducirlas hacia el desarrollo temático por él programado. La actuación del educador es pues más
“difícil” y “dirigista” en la primera técnica que en la segunda.

Cómo se realiza
PREPARACIÓN

Cuando se trata de debatir un tema o problema determinado en forma directa y sin actividades o trabajos
previos (individuales o grupales), éste se dará a conocer a los miembros del Foro con cierta antelación
para que puedan ir reflexionando y participar luego con ideas propias y más o menos estructuradas. Por el
contrario, cuando se programe para después de una actividad, como corolario de un trabajo en pequeño
grupo, de una intervención de expertos, o incluso con el requerimiento de una preparación individual
previa, entonces deberán preverse todos estos antecedentes y programar los tiempos necesarios para que
puedan llevarse a efecto.

Prepara asimismo las preguntas más adecuadas para estimular y conducir el debate. De la habilidad en la
preparación de las preguntas depende muchas veces que un tema en apariencia inapropiado o indiferente
pueda resultar eficazmente cuestionable. El tema debe ser analizado en todos sus aspectos, y las preguntas
deben seguir un orden lógico que mantenga el enlace entre las distintas partes. Casi siempre podrá

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preverse aproximadamente el curso que seguirá el desarrollo del debate, lo cual no significa que se lo deba
conducir de modo rígido. Puede calcularse que cada pregunta central consumirá unos 15 minutos de
discusión, dentro de los cuales se harán oportunas subpreguntas de acotación para esclarecer y guiar el
desarrollo.

DESARROLLO

1. El coordinador hace una breve introducción para encuadrar el tema, dar instrucciones generales y
ubicar al grupo mentalmente en el debate. Inicia el Foro explicando con precisión cuál es el tema o
problema que ha de debatirse, o los aspectos de la actividad observada que se han de tomar en
cuenta. Señala asimismo las normas a las que ha de ajustarse el grupo: tiempo limitado para cada
expositor –de uno a tres minutos-, no apartarse del tema, exponer con la mayor objetividad posible,
levantar la mano para pedir la palabra, hablar en voz alta, escuchar con atención y respetar la
opinión del otro.

2. Formula una pregunta concreta y estimulante referida al tema, elaborada de antemano, e invita a
los educandos a exponer sus opiniones. En el caso de que nadie hablara, el coordinador puede
estimular las respuestas por medio del recurso de la "respuesta anticipada", que consiste en
contestar uno mismo insinuando algunas alternativas posibles (Ejemplo: “alguien podría opinar
que..., otros podrían decir que...”). Esto da pie para que los presentes se adhieran o rechacen las
sugerencias (algunos coordinadores opinan que las que provocan rechazo rompen antes y mejor el
silencio del auditorio), con lo cual comienzan las interacciones y el debate.

3. El coordinador irá distribuyendo el uso de la palabra, formulará nuevas preguntas sobre el tema,
reconducirá la discusión cuando sea necesario y procurará la participación de todos.

4. El coordinador prestará atención no sólo al desarrollo del contenido que se debate, sino también a
las actitudes de los miembros y detalles del proceso de grupo. Moderará el debate prudentemente
cuidando de no ejercer presiones, intimidación o sometimiento. Podrá sugerir, aportar elementos
de información, esclarecer confusiones y contradicciones, pero sin comprometerse en los puntos de
vista. ni “entrar” en la discusión. Regulará las intervenciones con turnos solicitados de palabra y
procurará que haya un clima adecuado de respeto y escucha entre todos. Admitirá todas las
opiniones, pues ninguno debe sentirse descalificado, rechazado, burlado o menospreciado.
Ha de ser hábil y rápido en su acción, no ir ni muy deprisa ni muy despacio, cuidadoso en sus
expresiones y diplomático para no molestar o intimidar a nadie, cordial en todo momento, con
ingenio y un cierto sentido del humor, sereno y seguro de sí mismo, con dosis de flexibilidad,
estimulante de la participación, y a la vez, controlar oportunamente la misma, ya que a menudo se
corre el riesgo de que aparezcan las figuras de “acaparador de palabra”, “expositor verborreico”,
“divagador”, “discutidor”, “provocador”, “moralista”, “propenso a contar la vida personal”,
“descalificador”, y otras figuras por el estilo que obstaculizan un debate fluido, dinámico, tolerante
y respetuoso del derecho de los demás.

5. Antes de dar por terminado el debate debe llegarse a alguna conclusión, síntesis o acuerdo sobre
todo lo discutido. No puede cortarse el debate sin más, hay antes que resumir todo lo debatido y
extraer lo positivo de las diversas aportaciones. Para ello, y antes de comenzar el debate, el
educador sugerirá a dos educandos que asuman la función de secretarios/as. Serán ellos quienes
aporten al final el resumen de todo lo tratado. El educador cerrará la sesión agradeciendo al grupo
su participación y recapitulando de nuevo todas las ideas surgidas del debate.

Sugerencias prácticas

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- El Foro puede lograr buenos resultados en sesiones de 45 a 60 minutos.

- La mejor disposición de aula para hacer un debate es en círculo o herradura, permitiendo así que todos
puedan tener un contacto visual.

- No conviene que los participantes tomen notas escritas pues eso distraería su atención del debate. Los
secretarios/as pueden cumplir perfectamente esta función.

- Hay que desechar las preguntas que puedan contestarse con un “sí” o “no”, pues con ellas no se
alcanza el debate. El educador debe animar a los educandos a que argumenten y razonen sus respuestas
con criterio y elaboración propia, especialmente cuando acudan también a la célebre frase de “yo opino
igual que mi compañero/a”.

- Es necesario conseguir que participen el mayor número de personas. A veces el educador podrá
solicitar la opinión directamente a determinados educandos, pero siempre tendrá que respetar “su derecho
a no querer hablar”

CINE-FORUM o VIDEO-FORUM
Para aprender a ver cine con capacidad de reacción, uno de los medios más apropiados es el de ver
enjuiciando en un cine-forum o video-forum. El público, la presentación del film, el coordinador o
moderador del Foro y el coloquio subsiguiente, son los elementos imprescindibles de esta actividad.

- El presentador. El presentador debe tener en cuenta al grupo, a fin de adecuar a él la


ambientación del film que va a proyectarse. Su explicación no debe alcanzar el cuarto de hora.
Además de breve y sobria, debe ser sugerente, a fin de estimular la atención de los que
enseguida van a poner su mirada en la pantalla. Es conveniente que la función de presentación
sea ejercida por el educador, aunque también podría recaer en algún educando del grupo.

- El coordinador o moderador del coloquio. Esta misión recaerá ineludiblemente sobre el


educador. Su actuación se adecuará a todo lo que ya hemos señalado anteriormente para el
Foro.

- El coloquio. El motivo del coloquio puede abarcar desde cuestiones estrictamente


cinematográficas (dirección, fotografía, actores, guión...), hasta la temática que se intenta
trasmitir a través de la película.

LIBRO-FORUM O FORUM LITERARIO


El libro-forum o “forum literario” puede definirse como el debate en profundidad de un libro, realizado
por un grupo de educandos-lectores bajo la coordinación y moderación del educador.

Son requisitos imprescindibles de esta técnica:

1. Un convencimiento de que todo libro es un medio para conocer problemas actuales o de valor
universal, de tipo social, ideológico, religioso, filosófico, moral, político, etc. Convencimiento que
debe estar en su justo medio, puesto que los datos ofrecidos, aunque sean valiosos y reales, no son
datos científicos y habitualmente sólo ofrecen una visión parcial de la realidad.

2. Una necesidad de alimentar la curiosidad del lector contestando a todas las preguntas que haga, eso
sí, siempre de acuerdo con su edad para que pueda asimilarlas. Debe mantenerse viva la curiosidad

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haciendo surgir nuevos problemas, cuyas respuestas permitan al lector avanzar poco a poco en el
conocimiento de la tesis o en la sicología de los personajes.

3. Aunque parezca una perogrullada, es necesario leer el libro entero. La lectura incumbe, en primer
lugar, al educador y en el mismo plano y con la misma prioridad, al menos a un 50% de los
educandos que integran el grupo con el que se va a realizar la experiencia. Cumplido este requisito,
se procede a la realización de la técnica, que se inicia con el relato del contenido del libro por parte
de los que lo han leído completo, y ello con el fin de que todo el grupo esté en conocimiento de las
mismas cosas.

4. Durante las diversas intervenciones, el coordinador debe permanecer observando, sin intervenir
más que para dar paso a un nuevo relator. Sólo en el caso de que hayan olvidado algún pasaje
importante, puede, y una vez que todos han terminado de relatar, hacer recaer la atención sobre lo
omitido con una fórmula parecida a ésta: "¿Recordáis cuando el protagonista...?, provocando con
ello el relato en uno de los participantes. Nunca contándolo él. Por lo demás, el papel del educador
se ajustará a lo ya señalado para el Foro.

Para facilitar la labor del libro-forum señalamos un posible guión para el debate:

- Título de la obra.
- Autor: rasgos biográficos, personalidad, línea de pensamiento, obras importantes,...
- Rasgos formales del libro en cuestión: género, lenguaje, extensión,...
- Indagación del argumento: El coordinador lanza una pregunta y permanece de observador hasta que el
grupo haya agotado las posibilidades. Sin recoger y centralizar las opiniones, salvo en el caso que sean
unánimes, indaga sobre el enfoque peculiar que el autor da, es decir, lo que generalmente denominamos
tema principal o tesis.
- Estudio de los personajes, tratando de dilucidar cuál o cuáles son especialmente interesantes para cada
lector.
- Con el tema principal y la penetración en los personajes, se tratará de plantear la situación general humana
que presenta la obra.
- Enriquecimiento que la obra ha producido en el lector y aportaciones fundamentales.

DISCO-FORUM O FORUM MUSICAL


Con él se pretende dar a conocer distintos géneros de música. Su objetivo es hacer “gustar” y “sentir” la
música. Los elementos necesarios son: sala de audición, equipo de música y CD o DVD.

Realización del forum:

1. El coordinador (educador) presenta la obra e indica la pieza o los fragmentos de la misma que se
van a oír. Da a conocer, a continuación, el autor o autores, situándolos en su época. Indica
asimismo otros aspectos de la grabación: compositor, grupo, solista, etc. Excepcionalmente la
presentación puede ser realizada por algún educando del grupo.

2. Se procede a la audición de la obra completa o del fragmento o fragmentos elegidos.

3. Se desarrolla el debate, siempre de acuerdo a las directrices señaladas anteriormente para el Foro
Si la composición es sólo instrumental, el coloquio se realizará en torno al valor estético de la obra,
su línea melódica, los instrumentos utilizados, la armonía, los sentimientos que trasmite, etc. Si la
composición dispone de una letra, los educandos podrán además profundizar en el mensaje que
intenta trasmitir.

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PANEL DE DEBATES

Fuente: ANTUNES, C.: Manual de técnicas de dinámica de grupo, de sensibilización y lúdico-pedagógicas, Buenos
Aires, Lumen, 1992, pp. 53-55. FABRA, Mª L..: Técnicas de grupo para la cooperación, Barcelona, CEAC, 1992, pp. 65-
67.

El Panel de Debates es una técnica que plantea, como su nombre indica, la organización de un debate a
cargo de dos educandos, o mejor aún, de dos subgrupos dentro del aula, que se preparan especialmente
para discutir sobre un tema, bien planteado por el educador o respondiendo a los intereses del grupo. La
guía del educador será en este caso indispensable, pero la actividad de discusión en sí debe dejarse a los
educandos.

Es una técnica que produce resultados muy provechosos especialmente a partir de los 12 años.
Desarrolla un clima tolerante y cooperativo en el grupo, estimula el interés de todos, favorece el esfuerzo
intelectual de los educandos y les obliga a estructurar su discurso y a entrenarse en la expresión verbal.
Puede ser utilizada para contenidos de ciencias humanas, donde ideas e ideologías diferentes necesitan ser
esclarecidas sin partidismos. También puede ser aplicada en ciencias físicas y naturales, colocando frente
a frente los argumentos contradictorios de diferentes teorías científicas. En cualquier caso, se presta muy
bien para aportar, completar, aclarar y reforzar ideas y conceptos.

Mucho más que en cualquier otra técnica, aquí es extremadamente importante el papel del educador que,
con imparcialidad, debe resaltar los argumentos propuestos, independientemente de su simpatía o no por
los mismos. Es muy conveniente, eso sí, proponer el debate en términos de “sí” o “no”, “a favor” o “en
contra”, “defensores de la alternativa A” o “defensores de la alternativa B”, etc.

Convendría que, días antes del elegido para el Panel, el educador presentase las líneas generales de la
polémica para todo el grupo, mostrando las opciones posibles en relación con los misma. En el grupo
aparecen así en dos o más subgrupos, dependiendo del número de opciones en que pueda situarse. A partir
de aquí, el educador puede orientar a estos subgrupos en una profundización documentada sobre la opción
elegida y en una preparación de argumentos para desarrollar en el posterior debate. En este caso utilizaría
en primer lugar algunas técnicas de análisis y estudio de temas, como por ejemplo, el Seminario o la
Standard, para que los educandos, agrupados por afinidades electivas y coincidencias de puntos de vista,
estructuren su pensamiento y luego en el Panel puedan hacer partícipes de su enfoque o propuesta a los
demás grupos de una manera clara y ordenada. No obstante, también podría entrarse en el debate sin
ninguna actividad preparatoria previa por parte de los educandos, con lo cual estaríamos en el terreno de
los conocimientos previos.

Etapas del Panel de Debates

1) Es conveniente reunir a los subgrupos unos minutos antes de la realización del Panel y explicarles
bien el sentido del acto y las normas de participación en el debate.

2) El educador vuelve a presentar el tema en discusión y establece las reglas fundamentales de la


participación de los subgrupos encargados de sostener posiciones divergentes. Todos los demás miembros
del grupo asumirán el papel de espectadores, que a veces pueden ser llamados a participar.

2) Comienza el debate de acuerdo al siguiente orden:

 Presentación de los argumentos del subgrupo A, sin derecho a réplica.


 Presentación de los argumentos del subgrupo B, sin derecho a réplica.

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 Preguntas del subgrupo A al subgrupo B. Preguntas del subgrupo B al subgrupo A.
 Preguntas del grupo al subgrupo A, con derecho a réplica.
 Preguntas del grupo al subgrupo B, con derecho a réplica.
 Debate libre entre los subgrupos, e incluso entre éstos y el resto del grupo.

Todas las intervenciones podrán acompañarse y apoyarse en materiales que se consideren convenientes:
diapositivas, láminas, testimonios en entrevistas grabadas, videos, documentos escritos, etc.

El educador, en cuanto moderador del debate, incitará a todos a participar, exponiendo él mismo algunos
interrogantes y señalando los aspectos de discusión de mayor interés.

La única limitación sería el hecho de que, por razones de tiempo, no pudieran intervenir todos los
miembros de cada subgrupo y tuviera que recurriese a portavoces. En este caso, el educador tendría que
conseguir que los educandos se turnasen en el rol de portavoz del grupo.

3) Concluida la actividad, el educador recordará las opciones que han estado en litigio y hará un
resumen o conclusión sobre los distintos argumentos manifestados, señalando puntos de acuerdo y
desacuerdo. Destacará al mismo tiempo la contribución de cada educando y subgrupo participante y
completará con aclaraciones los fallos y omisiones cometidas. Terminará con una exposición de las ideas
más importantes respecto al tema tratado para que así el educando pueda percibir su globalidad.

PANEL O.V.

Fuente: ANTUNES, C.: Manual de técnicas de dinámica de grupo, de sensibilización y lúdico-pedagógicas, Buenos
Aires, Lumen, 1992, pp. 71-72.

En el Panel O.V., también llamado familiarmente Acuario o Pecera, los educandos se dividen en grupos
de Observación (grupos O) y grupos de Verbalización (grupos V). Es una técnica que mejora los hábitos
de inducción y reflexión Aplicable a partir de los 10 años, también constituye un importante instrumento
para la discusión de temas que pueden ser de interés para los educandos.

Etapas del Panel O.V.

1. Presentada una situación-problema por parte del educador, se orienta hacia su resolución (material
bibliográfico), se divide el grupo en pequeños grupos (subgrupos), se especifica el trabajo grupal de
los educandos (preparación del tema, búsqueda de información, síntesis y resúmenes...) y se señala
el día que tendrá lugar el debate.

2. Después de esta preparación, el grupo se divide en dos subgrupos: el de Verbalización (V) y el de


Observación (O). Al grupo V, formado con un educando delegado de cada pequeño grupo (elegido
por el propio grupo o por el educador), le corresponde la responsabilidad de debatir el tema,
situación o problema de que se trate, y llegar a conclusiones que el educador, o incluso un educando
del grupo, irá anotando en la pizarra. El grupo O, a su vez, deberá estar atento al debate del grupo V
y, como cada educando conoce el tema discutido (trabajo grupal), estará listo en cualquier momento
para sustituir a su compañero en el grupo V (ver gráfico).

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3. Después de algunos minutos de debate (con un mínimo de diez o quince, según la edad de los
educandos), el educador, que siempre actuará en calidad de moderador y conductor del debate,
invertirá la posición de los grupos. Los observadores serán ahora verbalizadores (un nuevo miembro
de cada pequeño grupo se incorpora al grupo V sustituyendo a su compañero), discutiendo a partir
de las conclusiones a que llegó el primer grupo de verbalizadores. Es conveniente, poco antes de
reiniciarse los debates, que el educador exponga nuevos puntos de discusión, a partir de las dichas
conclusiones.

4. En todo momento, el debate debe estar enmarcado dentro de unas reglas mínimas de respeto y
comunicación, en los mismos términos que ya hemos señalado para las técnicas anteriores.

5. Para terminar, una observación complementaria: como el grupo O es mayor que el grupo V, es
evidente que algunos participantes no podrán verbalizar en una sesión. Sólo en el mismo momento
podrá saber un educando si se incorporará o no al grupo V, por lo que la fase de preparación
individual y grupal del tema será decisiva.

6. Concluida la actividad, que se situará entre 45 y 60 minutos, el educador hará un resumen o


conclusión sobre los distintos argumentos manifestados, señalando puntos de acuerdo y desacuerdo.
Destacará al mismo tiempo la contribución de cada educando y subgrupo participante y completará
con aclaraciones los fallos y omisiones cometidas. Terminará con una exposición de las ideas más
importantes respecto al tema tratado para que así el educando pueda percibir su globalidad.

Grupo de Observación

Subgrupo 2 Subgrupo 1

Grupo
de Delegados Grupo de Educador
Observación Verbalización

Subgrupo 3 Subgrupo 4

Grupo de Observación

Variante 1 Grupo de Observación

Cada subgrupo se sienta detrás de su delegado y sigue atentamente el debate, y si creen necesario
intervenir, lo pueden hacer, pero sólo por escrito, en una nota que entregan, sin más comentario, a su
delegado. Estas notas o comunicaciones tienen valor de sugerencia, el delegado puede o no atenerse a
ellas.

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Esta variante es interesante ya que enriquece mucho más el debate y hace aumentar la participación, de
todos, pero puede alargar más la duración de la técnica. Hemos comprobado además que produce cierto
“revuelo” y “alboroto” del grupo, especialmente en el momento de pasar las notas a los delegados
respectivos, que pierden así atención y concentración en el debate, e incluso a veces la coherencia en su
discurso. Lo mismo ocurre con el resto de educandos, más preocupados a menudo de escribir las notas que
de escuchar y atender.

Esta variante podría aplicarse con educandos a partir de 16 años, y después de haber pasado por otras
técnicas de debate, e incluso por esta misma técnica en su versión inicial. En cualquier caso, siempre es
muy conveniente establecer y hacer observar unas mínimas reglas en cuanto a la elaboración de las notas,
forma y momento de pasarlas a los delegados, número máximo de ellas, etc.

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