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TEMAS EXAMEN
BACHILLER EN TEOLOGÍA
MADRID, 2016
EL HECHO RELIGIOSO
TEMAS 1 AL 3
El acceso al hecho religioso. La dimensión religiosa del hombre. El cristianismo y las religiones.
TEMA 1_EL ACCESO AL HECHO RELIGIOSO
1. El acceso fenomenológico a la realidad finita en su carácter «sacramental», al Dios del ser y de
la vida, y al hombre como sujeto constitutivamente religado a Dios.
1.1. Introducción
Husserl es el padre de la fenomenología moderna; busca una aproximación a las cosas mismas tal y
como se manifiestan partiendo de los datos de conciencia que recibimos por la experiencia.
1.2. El acceso fenomenológico a la realidad finita en su carácter sacramental
1.2.1. Génesis del acceso fenomenológico: filosofía, ciencias humanas, fenomenología
Primera Ilustración: nace la filosofía (siglo VI a.C) como búsqueda del arché de las cosas sin el
lenguaje mítico y evitando lo que es mera opinión; se apoya en la propia luz de la razón.
Segunda Ilustración: reducción racionalista de la religión a una cuestión meramente
antropológica (hipótesis de la razón o proyección del hombre) que se estudia desde las ciencias empíricas.
Fenomenología: búsqueda del carácter específico e irreductible de la religión preguntándose por
la condición de posibilidad del hecho religioso partiendo de la experiencia religiosa social e individual
(fenómeno, fenomenicidad y fenomenalidad).
Schleiermacher: precursor de la fenomenología de la religión. La religión es un elemento
esencial del hombre que pertenece al sentimiento de lo divino (panteísmo), la religión tiene una
dimensión histórica y no se agota en expresiones concretas (pluralismo)
Rudolf Otto: 1º en aplicar el método fenomenológico a la conciencia. La religión se
articula entre la nóesis (acto de conciencia) y el noema (objeto). La esencia es el sensus numinis que se
despliega entre la fascinación (piedad) y el temor (obediencia). Correlato objetivo.
Gerardus van der Leeuw: el hecho religioso se da en el encuentro de un sujeto y un
objeto (evita el subjetivismo) y tiene un polo teológico (lo sagrado), antropológico (actos religiosos) y
relacional (alejamiento, lucha, tranquilidad o intranquilidad).
Geo Widengren: fenomenología empírica centrada en la génesis, el desarrollo y el ocaso
de las religiones históricas. Evolucionismo religioso.
Mircea Eliade: la realidad está formada por el plano de lo sagrado (inmutable) y el de lo
profano (mutable) en constante relación mediante las hierofanías (manifestación de la Trascendencia) y
los símbolos religiosos (acción humana que refleja esa presencia).
J.M. Velasco: armoniza las fenomenologías anteriores. La intención específica del acto
religioso (noesis) determina los componentes materiales del hecho religioso (noema), convirtiéndose en el
campo específico de estudio.
Estos autores ponen de manifiesto que la religión no es una cuestión meramente antropológica, pero
circunscriben el hecho religioso a la conciencia humana o abandonan el método filosófico por el
empírico.
1.2.2. Acceso fenomenológico a la realidad finita
El método filosófico consta de dos tiempos:
Epoché: basarse en la propia experiencia al margen de la tradición (prejuicio, precomprensión)
Reducción
Trascendental: obviar lo no acreditado a la conciencia
Eidética: ir a la esencia (al margen de los datos empíricos).
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TEMA 1_EL ACCESO AL HECHO RELIGIOSO
Ontológica (o patética): conocimiento pasivo de uno mismo.
Refleja: en relación con la apertura al mundo, mediada por la sensibilidad.
Reflexiva: conciencia de la auto-posesión y de la capacidad de auto-determinación.
El conocimiento de Dios se obtiene por medio de los datos de la modalidad reflexiva, aunque es
precario puesto que, debido a la experiencia del mal, puede no darse. Existen fenómenos de revelación
libres, ante los que la única actitud adecuada es la confianza en el amor del que se revela (el logos del
fenómeno de revelación es el amor). La experiencia de Dios no puede darse separada de la experiencia
del amor.
La autoconciencia y la autoposesión no proceden del hombre mismo; Aquél que ha dado el ser a todo
es también el origen de la vida.
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TEMA 2_LA DIMENSIÓN RELIGIOSA DEL HOMBRE
1. La religión como respuesta del hombre a su constitutiva religación con Dios.
La religación consiste en la dependencia para ser que todo hombre tiene de Dios, por el mero hecho de
ser criatura. Ante esta conciencia el hombre puede, con su libertad, acoger (religión) o negar (ateísmo o
agnosticismo) este hecho. Todo hombre está religado a Dios pero no todo hombre responde a esta
experiencia vital fundamentada en la realidad. No toda tradición religiosa responde adecuadamente a la
naturaleza de la religación ni a la naturaleza del hombre. «Religión» puede proceder de relegere, religare,
religere siempre hace mención a un retorno.
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TEMA 2_LA DIMENSIÓN RELIGIOSA DEL HOMBRE
Biblia: El ateísmo solamente se menciona en Sal 14, 1 y Sal 53,1. No es un fenómeno
cultural.
Edad Media: Con el Cisma de Oriente (s. XI) y el Cisma de Occidente (1378-1417) se
debilita el signo de la unidad de los cristianos. Desde el siglo XII se comienza a oponer fe y razón y el
nominalismo del siglo XIV (Scoto afirma la razón autónoma de la teología y Ockham la separación entre
teología y economía) prescinde de la analogia entis (los vínculos entre el mundo y Dios están en la
voluntad absoluta de Dios). Se desarrolla la idea de la naturaleza propia, quedando abierto el camino para
describir el cosmos en términos absolutamente naturales.
Modernidad: Surge el luteranismo y el anglicanismo (s. XVI-XVII). El siglo XVII se
caracteriza por la controversia de auxiliis (armonizar la plena soberanía de Dios con la plena libertad
humana). La filosofía cartesiana consagra la idea de la separación entre fe y razón; Spinoza (1677)
ensalza el Estado como garante de tolerancia y libertad; Locke insiste en esta línea, que se refuerza con el
teísmo moral de Kant y alcanza su culmen en el idealismo alemán (Hegel, Fichte).
La sociedad moderna se apropia de los contenidos éticos del cristianismo por vía racional (Jesucristo
mantiene un valor ideal, como símbolo de lo que todo hombre puede llegar a hacer y a ser).
Siglo XIX: Feuerbach (se le considera el padre del ateísmo moderno) afirma que Dios es una
proyección de las necesidades del hombre. Se basa en el pensamiento hegeliano y en una visión pesimista
del hombre. Comte defiende la historia de los tres estadios (religioso-mítico, filosófico, científico-
positivo) y Marx afirma que la religión ha sido creada por el hombre para evadirse de las malas
condiciones de vida (alienación); deben cambiarse las condiciones sociales. Nietzsche sostiene que el
cristianismo es un anti-humanismo que consagra la impotencia humana.
Siglo XX (totalitarismos): la promesa del progreso ilimitado de la ciencia finaliza con la
IGM (1914-1918); se absolutiza lo político y lo económico, la naturaleza, la patria, el partido,... como
forma de vertebrar la sociedad.
Posmodernidad: después de la IIGM (1939-1945) la postmodernidad desintegra los falsos
absolutos: crítica de toda la razón, crisis del sujeto, desaparición de los grandes relatos, renuncia a la
búsqueda de la unidad, yuxtaposición de culturas,... La posmodernidad consiste en una instalación
práctica en la finitud.
Este conocimiento tiene siempre su origen en Dios y culmina y alcanza su pleno sentido en la plenitud
de la revelación que es Cristo. Si el Creador es el Uno y Trino, de algún modo se debe encontrar esa
referencia en la creación. En definitiva podemos decir que, si bien, no se debe confundir la revelación de
Dios en la Creación y la revelación de Dios en Cristo, no se pueden separar porque la posibilidad del
conocimiento natural de Dios garantiza la libertad y responsabilidad del acto de fe, que ha de ser
justificable ante la razón teniendo en cuenta que esta no basta para el conocimiento de Dios, pues si Él se
hace presente como donación la forma de acceso del hombre será la de la entrega.
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TEMA 3_CRISTIANISMO Y RELIGIONES
1. Religión y religiones.
Desde la antigüedad existe la dimensión religiosa en el hombre que surge ante la pregunta existencial,
y pone de manifiesto su orientación hacia algo que lo trasciende. Podemos definir la religión como
«conjunto de creencias, celebraciones y normas ético-morales por medio de las cuales el hombre reconoce
en clave simbólica su vinculación con lo divino en la doble vertiente objetiva y subjetiva». La causa de la
pluralidad religiosa radica en la infinitud de la divinidad y la finitud del hombre, la fragilidad del
conocimiento de lo divino, mal uso de la libertad a causa del pecado, condiciones socioculturales,
geográficas e históricas, sensibilidad para lo religioso y el genio de los grandes fundadores (Buda,
Mahoma,...).
2.2 Budismo
Nace en la zona del Ganges, hacia el siglo IV a.C. en un contexto de rechazo de la tradición védica y
de reflexión sobre el sufrimiento y la felicidad verdadera. Los valores fundamentales del budismo son: el
buda (iluminado; el Gran Buda es Siddhattha Gotama), el dharma (ley eterna que se encuentra en la
naturaleza de las cosas) y el sangha (comunidad de los budistas). No puede llamarse religión en sentido
propio dado que no afirma la existencia ni la relación con un dios. El budismo se apoya en las cuatro
nobles verdades (el sufrimiento es inherente a la vida, el sufrimiento y la rueda de la existencia se
originan en el deseo, el deseo y el sufrimiento pueden ser destruidos; el noble camino óctuple conduce a
este camino.
A diferencia del hinduismo, el valor personal se adquiere por el propio esfuerzo (no está ligado a la
casta), la salvación consiste en alcanzar el nirvana (salir del ciclo de reencarnaciones), no existe un
creador (sería responsable del sufrimiento); solamente generan karma las acciones intencionales y no se
es culpable de la condición presente, sin embargo se debe procurar vivir conforme al dharma (no
obstante, existe un cierto determinismo).
2.3 Islam
Surge en la Península Arábiga (entre las ciudades de la Meca y Medina) en torno al 610-632 d.C.,
iniciada por Muhammad ibn Abdallah (Mahoma). Existen dos grandes etapas diferenciadas: primera
predicación en la Meca, caracterizada por la dimensión religiosa (creer en un único Dios, omnipotente y
creador; en el día del Juicio; implorar el perdón de los pecados; hacer dos oraciones al día; no cometer
adulterio ni enterrar vivos a los recién nacidos; ser justo con las viudas, los pobres y los huérfanos y
afirmar que solamente la fe da valor a las obras); segunda predicación en Medina (significa «ciudad del
profeta»), centrada en la guerra santa.
«Islam» significa sumisión y obediencia a Dios y a su ley como único medio para alcanzar la paz; el
fundador es Dios y el Islam comienza a existir desde Adán pero fue tergiversado por judíos y cristianos;
Mahoma es el enviado por Dios para restaurarlo en su última fase, porque es la única y verdadera religión
universal. El Islam debe configurar toda la vida humana; la ley religiosa puede y debe convertirse en ley
civil y por eso la comunidad musulmana es fundamental para vivir la sumisión a Dios: las sociedades
paganas son enemigas del Islam (ponen en peligro a los musulmanes que viven en ellas y no están
sometidas a Dios). Esto justifica la jihad (lucha) para extender el Islam por todos los territorios. Los
contenidos fundamentales del Islam se pueden recoger en 16 artículos (los dos principales son creer en
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TEMA 3_CRISTIANISMO Y RELIGIONES
Dios único y en sus enviados, especialmente en el último, Mahoma). Los cinco pilares del Islam son el
testimonio de la fe, la oración ritual, la limosna, el ayuno y la peregrinación a la Meca una vez en la vida.
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TEOLOGÍA DE LA REVELACIÓN
TEMAS 4 AL 7
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TEMA 4_LA REVELACIÓN EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
La palabra es creadora y por ello muestra la eficacia de Dios, que hace lo que dice. La Creación es
atribuida a la Palabra de Dios (Is 48, 13; Sal 33, 9; Sal 148, 8; Si 39, 31;Is 55, 10; Gn 27, 33; Jos 66, 26; 1
Ry 16-34).
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TEMA 5_LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN
1. Naturaleza de la transmisión de la Revelación (DV 7)
El objeto de la transmisión es la revelación misma, mediante hechos y palabras (lo que manifiesta su
connaturalidad con la Revelación misma) en virtud de la disposición explícita de Dios, que quiere que
todos se salven, y por mandato de Jesús a los apóstoles. Éstos, mediante su predicación escrita (Sagrada
Escritura) y no escrita (predicación oral y acciones) que es continuada pos sus sucesores (los obispos, con
su triple oficio de enseñar, santificar y gobernar la Iglesia) obedecen a este mandato.
5. La Escritura (AT y NT) como testimonio escrito e inspirado de la revelación de Dios (DV 11.16)
Dado que Jesús es el culmen de la Revelación, no podemos identificar ésta con la Sagrada Escritura;
que es testimonio (palabra con pretensión de verdad que quiere inclinar el juicio) escrito (por los
hagiógrafos) e inspirado (por Dios y por tanto normativo) de la Revelación (sin representarla en su
totalidad ni por el modo ni por el contenido). El canon de las Sagradas Escrituras está formado por el AT
(como preparación) y el NT (como plenitud), ya que ambos tienen a Dios por autor (cf. DV 16); novum in
vetere latet et in novo vetus patet (los libros del AT alcanzan su plenitud de sentido en el NT y al mismo
tiempo lo explican). Hay un único designio de salvación que se realiza progresivamente en el tiempo.
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TEMA 6_EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Fuentes y etapas de la historia de Israel.
Las fuentes bíblicas son el AT y el NT (testimonian hechos históricos) y las extrabíblicas son
arqueológicas y escritas: Flavio Josefo (333-135), Olivio, Tito, Tácito, apócrifos del AT (Enoc, 3-4 Mac),
targumim, mishnah (leyes que consolidan la tradición oral), Talmud (recopila toda la tradición legislativa)
y midrashim, así como algunos testimonios de Qumrám.
Las etapas de la historia de Israel son: Prehistoria Gn 1-11; Historia patriarcal (S. XVIII aC),
Abraham, Isaac, Jacob y sus 12 hijos. Éxodo de Egipto (1240), Moisés, Mar Rojo, Alianza en Sinaí,
desierto, tierra prometida. Época de jueces (1200-1030), desde entrada en Canaán hasta monarquía.
Monarquía: Saúl (1030-1010), David (1010-970, conquista Jerusalén), Salomón (970-931), división del
Reino. Caída del Reino del Norte de Samaría (Israel) en 721. Caída de Nínive (Asiria) en el 612; Caída
del Reino del Sur (Judea), exilio a Babilonia (587-531: edicto de Ciro); Período persa (538-333). En el
515 se acaba el Templo. Período helenístico (333-63; ptolomeicos y seleúcidas). Persecuciones con los
Antíocos. Período romano (63 a.C.-135 d.C.). Destrucción del Templo en el 70 d.C.
3. Pentateuco
3.1. Descripción de los libros e hipótesis sobre su composición
Significa «cinco rollos» (πέντε τεύχος) y es el nombre que LXX da a los cinco primeros libros del AT
()תורה. Se intercalan códigos (Alianza, Santidad y Deuteronomista) con relatos narrativos (orígenes,
patriarcas y Moisés); hay mucha variedad de estilo vocabulario. Recoge dos decálogos: Ex 20 y Dt 5).
Tradicionalmente se atribuía a Moisés, pero en realidad es una recopilación de textos de diversas épocas.
Wellhausen defiende la teoría de cuatro tradiciones: J, E, P y D. Génesis (שית ִׁ ב ְֵּרא, γενεσις): historia sobre
los orígenes de la humanidad y prehistoria de Israel. Éxodo (שמת ְּ ְּו ֵאלֶּה, ἐξοδος): Dios libera al pueblo de
la esclavitud y sella la Alianza en el Sinaí. Comienza a organizarse el culto. Levítico ( ַויִׁק ְָּרא, λευιτικον):
códigos legislativos, rituales de culto y sacrificios de los levitas. Números ( ַוי ְּדַ בֵר, ἀριθμοι): estilo
histórico-narrativo adaptando las leyes anteriores a nuevas circunstancias. Deuteronomio (אֵ לֶּה הַדְּ ב ִָׁרים,
δευτερονομιον): recapitula la historia de Israel desde el Sinaí.
3.2. Lugar de la Toráh en la Biblia
Es el primer grupo de escritos, fundamento teológico e histórico de la conciencia de Israel como
pueblo elegido por Dios por medio de la Alianza. Es el libro más proclamado en la sinagoga. Los temas
principales son la creación realizada por el único Dios, elección de Israel, liberación que Dios otorga y
vocación (DV 14/DH 4221). Podemos distinguir un fondo histórico y una historia literaria, comprendidos
en la historia de la salvación: Dios, Señor de la historia, actúa en ella salvando.
4. Libros históricos
Son escritos redactados en distintas épocas: la historia bíblica es una lectura de la intervención de Dios
en la historia, hecha desde la fe y para suscitarla.
4.1. La hipótesis deuteronomista: formada por Jos, Juec, 1-2Sam y 1-2 Ry (son los profetas
anteriores de la TaNak). La teoría documentaria habla de una continuidad con el Pentateuco hasta el libro
de Josué (Hexateuco) y la hipótesis deuteronomista (formulada por M. Noth, en el s.XX) afirma que Jos y
Ry formaría una unidad con Dt (entre el siglo XIII-587 a.C.). Teológicamente son muy similares (lectura
teológica de la historia en la que se reflexiona sobre las causas y consecuencias de los hechos y se
proclama la justicia de Dios y la infidelidad del pueblo y sus dirigentes). En la base de estos textos se
encuentra la teoría de la retribución (el destierro es consecuencia del pecado).
4.2. La «obra del cronista»:Está formada por 1-2 Cr, Esd, Neh, 1-2Mac, Rut, Tob, Jud y Est.
Compuesta a finales del periodo persa o comienzo de la dominación griega (IV a.C) en Jerusalén.
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TEMA 6_EL ANTIGUO TESTAMENTO
Mediante la historia se intentan justificar las soluciones dadas a problemas que surgen después del exilio,
sosteniendo la idea de que Dios sigue presente y de que siguen siendo el pueblo elegido. Se quiere
revitalizar el culto, el Templo,… en la espera del Mesías davídico. Cr presenta los acontecimientos de
Israel cronológicamente, en paralelo con Sm, Ry y Neh, que son sus principales fuentes.
5. Libros sapienciales
El desarrollo de la literatura sapiencial corresponde al periodo post-exílico, con la desaparición de los
profetas y el encuentro con otras culturas ante las que deben dar razón de su fe. Salomón es considerado
el autor de Prov, Sb, Ct y Qo.
5.1. Género literario: El género sapiencial se caracteriza por la reflexión sobre la vida y la lírica. El
sabio es el hombre que trae por su modo de vivir y que comparte su experiencia, especialmente con los
más jóvenes. Esta sabiduría se pone directamente en relación con Dios y se expresa mediante sentencias
breves, proverbios, comparaciones, enigmas, alegorías,…
5.2. Sabiduría tradicional (Pr y Sir): Se caracterizan por la ley de la retribución (haz el bien y
tendrás vida) intra-histórica (Prov 10,1-4; Si 6,5-8). Está en forma de consejos, proverbios, refranes,…
5.3. Crítica a la sabiduría tradicional (Jb y Qo): Toma de conciencia de que la ley de la retribución
no se cumple (sufrimiento del justo y la muerte). En Job encontramos un relato en el que se cuestiona la
injusticia de Dios que permite el sufrimiento del justo y en Qo, escrito filosófico, pone de manifiesto la
fugacidad de la vida.
5.4. Síntesis (Sab): Fue escrito en griego (razón por la cual no fue admitido en el canon hebreo) y se
atribuye a Salomón. La clave del libro se encuentra en la apertura a la trascendencia: se presenta la muerte
del justo desde la idea de que su recompensa es la vida eterna (primer acercamiento explícito a la noción
de inmortalidad)
5.5. Lírica (Sal y Ct): Sal también refleja la aporía entre el sufrimiento y el justo que se convierte en
súplica a Dios desde la confianza. Emplea diversos recursos literarios: paralelismos, antinomias y
sinonimias, aliteraciones, paronomasias, onomatopeyas,… Se pueden clasificar en acción de gracias,
himnos, didácticos o reales. La redacción final de Ct es post-exílica, aunque tiene algunos poemas
anteriores. Tradicionalmente se le atribuía a Salomón, aunque hoy en día se piensa que se trata más bien
de un fenómeno de pseudoepigrafía. Se ha interpretado literalmente (canto de amor entre dos amantes) y
alegóricamente (relación entre Dios e Israel o el alma). Ambas lecturas se complementan, pues pone de
manifiesto la imagen esponsal de la Alianza.
6. Libros proféticos
6.1. Profecía e historia: Es fundamental, para interpretar correctamente a los profetas, situarlos en su
contexto histórico, aunque la profecía tenga una dimensión que trasciende ese momento. Ponen de
manifiesto la acción de Dios en la historia. El periodo profético se corresponde a los siglos VIII-V a.C.
Después del exilio encontramos los grandes oráculos de salvación. En este apartado encontramos a los
profetas posteriores de la TaNaK. Los libros son colecciones de oráculos proféticos al servicio del pueblo
de Dios, explicando la Toráh y profundizando en las promesas de Dios.
6.2. Formación de los libros proféticos: Podemos distinguir tres etapas: predicación oral del profeta;
primeros escritos (encontramos algunas referencias en Jr 36,1-6; 8,16 o Is 30,8) por parte del mismo
profeta o de sus discípulos; redacción final (que no finaliza hasta el año 200 a.C., tal y como se deduce de
algunas citas en Si y Qumrám).
6.3. Grandes etapas de la profecía: S.VIII: En el Reino del Norte estamos en el contexto de alianzas
con los reinos extranjeros, expansión de Asiria (guerra siro-efraimita), caída de Samaría (722) y primera
deportación y reforma religiosa de Ezequías. Pertenecen a este periodo Am y Os. En el Reino del Sur hay
cierta estabilidad político-económica. Pertenecen a este periodo I Is (1-39), Miq. S. VII: Imperio
babilonio y caída de Jerusalén (587) con dos deportaciones. Pertenecen a este periodo Jer-Bar, Nah, Hab,
So. Profetas del destierro (s. VI): Ez, Abd, II Is (40-55). Profetas de la Restauración (s. VI): Ag, I Za
(1-8), III Is (56-66) Últimos profetas: Jol, Jon, II Za (9-14) y Mal.
6.4. Literatura apocalíptica del AT: Lecturas escatológicas de las profecías; pertenece al periodo
persa-helenista y al intertestamentario. Género normalmente vinculado a situaciones de opresión que
mediante lenguaje simbólico muestra la soberanía de Dios en la historia. Dn está escrito durante la
persecución de Antíoco IV Epifanes en tres lenguas (hebreo, arameo y griego).
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TEMA 7_EL NUEVO TESTAMENTO
1. Introducción
1.1. Historicidad de los Evangelios
Transmiten fielmente lo que Jesús hizo y dijo (DV 19) predicado por los Apóstoles y varones
apostólicos (DV 18) tal y como nos lo atestigua los Padres de la Iglesia (Ireneo, Papías de Hierápolis,
Clemente de Alejandría, Eusebio de Cesarea,…). Orígenes afirme que el Evangelio es uno en forma
cuádruple.
1.2. Relación del NT con el AT
La Iglesia reconoce en AT prefiguraciones de lo que Dios realizó en la plenitud de los tiempos en
Jesús, por lo que debe ser leído bajo la luz de la Pascua: «novum in vetere latet et in novo vetus patet».
2. Evangelios sinópticos
2.1. El género evangelio y la formación de los Evangelios (cuestión sinóptica)
Hasta el siglo II «evangelio» no se emplea para referirse a los testimonios escritos de la buena noticia
de Jesús. Podemos agruparlos en dos bloques: los sinópticos y Juan, que difiere en contenido y estilo,
aunque los cuatro narran su ministerio y concluyen con su muerte y resurrección. Podemos disntinguir
tres etapas en el proceso de redacción: vida de Jesús (6 a.C.-30 d.C.); generación apostólica (30-70), por
tradición oral y escrita; segunda generación cristiana (70-110). Las características propias de cada uno
están en función de la comunidad a la que están destinados. No conocemos las fuentes empleadas en la
redacción, aunque parece claro que Mt y Lc se basaron en Mc, Q (fuente de dicho que testimonia Papías)
y fuentes propias.
2.2. Estructura fundamental de Mateo, Marcos y Lucas-Hechos
2.2.1. Mateo: pudo haber sido escrito en arameo atribuido a Mateo. Escrito en torno al 80 por un
judeo cristiano de lengua griega y dirigido a una comunidad procedente del judaísmo y del paganismo. Se
articula en torno a cinco discursos de Jesús (montaña, misión a los 12, parábolas, eclesiástico y
escatológico) enmarcados por el relato de la infancia y de la pasión. Jesús es el Mesías prometido que
viene a llevar la ley a su plenitud.
2.2.2. Marcos: escrito en Roma entre el 60-75 para una comunidad perseguida. El núcleo del
Evangelio es la identificación de Jesús con el Cristo y con el Hijo de Dios (Mc 1,1) tal y como confiesan
Pedro y el centurión. Esta confesión exige una actitud de discipulado, participación en la misma vida de
Jesús.
2.2.3. Lucas-Hechos: atribuida a Lucas, discípulo de Pablo, y escrita entre 80-90 para cristianos
provenientes de la gentilidad. Vincula a Jesús con la historia de la humanidad (remonta la genealogía
hasta Adán. Se estructura en: episodios de la infancia, actividad pública de Jesús, Pasión, muerte,
resurrección y ascensión a los cielos, predicación, por parte de los apóstoles en Samaría, Judea, Asia
Menor y Roma (representa los confines del mundo y por lo tanto la universalidad de la salvación).
3. Cartas paulinas
3.1. Grandes temas de la teología paulina
Escatología (Tes), soteriología (Gal y Rm), cristología (Flp, Col, Ef) y eclesiología (Co, Ef y
Pastorales). De estas consideraciones acerca de la acción de Dios en la historia se deduce el
comportamiento del cristiano como hombre nuevo.
3.2. Las grandes cartas: 1-2 Tes (50-51) relacionan escatología y cristología, ante la proximidad de
la Parusía describe los efectos de la salvación para vivos y difuntos. En 2Tes afirma que la Parusía estará
precedida por unos signos. 1-2 Co (54-57), escritas en Éfeso y Macedonia. Defiende la resurrección de
los muertos y la unidad de la comunidad/ sobre el misterio de la nueva Alianza y obras de caridad. Ga
(57-58) desde Corinto, la justificación viene por la fe. Rm (57-58) desde Corinto. Profundiza en el tema
de la justificación por la fe.
3.3. Las cartas de la cautividad: Col (63-64), primera prisión en Roma. Supremacía de Cristo en
cuanto creador, redentor y cabeza de la Iglesia. Ef desarrolla la teología de Col (cristología y eclesiología
como cuerpo de Cristo). Flp (61-63) testimonio de las funciones de dirección en las comunidades
cristianas. Fil intercesión por el esclavo Onésimo ante su dueño, Filemón, apoyándose en que todos
somos hermanos en Cristo.
3.4. Cartas pastorales: 1-2 Tim y Tito escritas entre la primera y la segunda cautividad romana
dirigidas a dos colaboradores de Pablo con indicaciones para el desarrollo de su ministerio. Eclesiología.
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TEMA 7_EL NUEVO TESTAMENTO
3.5. La carta a los Hebreos: homilía escrita hacia el año 70, por un cristiano de origen judío. Cristo
es el Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza (cita desde LXX).
4. Escritos joánicos
Tradicionalmente atribuidas a Juan, hijo de Zebedeo, pero puede ser también obra de un discípulo
suyo, en Éfeso a finales del siglo I.
4.1. El Evangelio según Juan: Jesús es el Verbo encarnado mediante el cual el AT llega a su pleno
cumplimiento. Su ministerio se centra en Judea y en Jerusalén. Se puede dividir en dos partes (Libro de
los Signos y libro de la Gloria) junto con un prólogo y un epílogo. También se puede articular en torno a
la categoría de «testimonio».
4.2. Las cartas de Juan: Comunión con Dios y advertencias por los peligros de los anticristos. 2-3 Jn
están escritas por «el presbítero» a una Iglesia y a Gayo.
4.3. El Apocalipsis: Es el único libro del NT de carácter profético, narrando mediante símbolos el
pasado y el presente para proyectarlos en el futuro, centrado en la fe en la victoria de Cristo sobre
el pecado y la muerte. Ya ha inaugurado la vida nueva y el señorío definitivo de Dios. Está
escrito en forma de carta dirigida a las siete Iglesias de Asia (Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira,
Sardes, Filadelfia y Laodicea). Se estructura en dos partes (las cartas y Dios como Señor de la
historia).
5. Cartas católicas
5.1. St: escrita en griego culto con trasfondo semita. Pone de manifiesto la unidad entre el AT y el
NT.
5.2. 1-2 Pe: 1Pe pone de manifiesto lo que debe ser la presencia cristiana en el mundo y muestra la
misión de la primitiva Iglesia. Está escrita a modo de catequesis bautismal (por medio del cual el cristiano
participa del misterio pascual de Cristo) a fieles de Asia perseguidos. 2Pe se apoya en Jd. Destaca la
enseñanza sobre la inspiración de las Escrituras rechazando la interpretación privada.
5.3. Jd: contrarresta las falsas doctrinas que apoyaban la salvación en el conocimiento y no en la fe.
Sale al paso de la separación entre fe y vida.
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DIOS UNO Y TRINO
TEMAS 8 AL 11
La revelación del Misterio trinitario. Principales afirmaciones dogmáticas sobre el Misterio de Dios.
Categorías fundamentales de teología trinitaria (I y II)
TEMA 8_LA REVELACIÓN DEL MISTERIO TRINITARIO
1. La elección de un pueblo para una Alianza eterna
La finalidad de la revelación personal de Dios es manifestar a la humanidad su voluntad de que todos
puedan participar de la Vida. Se realiza a través de personas concretas que deben ser testigos del designio
de Dios y su obrar en la historia, que queda sellado mediante alianzas (mediante las cuales Dios sella la
comunión con el hombre al mismo tiempo que conlleva una promesa de plenitud) hasta llegar a la alianza
nueva y eterna en Jesucristo (DV 3). La alianza con Noé inaugura la economía de las naciones y con
Abrahám, que hereda la promesa de la creación (Gn 3,15) y la de Noé, y continúa en los patriarcas,
comienza el germen del Pueblo de Dios que reunirá la humanidad dispersa tras el pecado. El pueblo que
nace de Abrahám es constituido, mediante la liberación de Egipto y la Alianza sellada en el Sinaí, en el
Pueblo Elegido que será educado en la esperanza de la salvación (tierra prometida). Los profetas tienen la
misión de alentar al pueblo y purificar esta esperanza para que espere al salvador prometido.
5. Dios como Padre en el NT. El concepto de Abbá: la nueva imagen de Dios revelada por Jesús, el
Hijo
Jesús se dirige siempre a Dios como «Padre» y se designa a sí mismo como «Hijo» (nadie conoce al
Padre…). En los sinópticos encontramos esta proclamación en el bautismo y la transfiguración (hecha por
el Padre) y en Cesarea (por Pedro), siempre en un sentido mesiánico; Juan afirma en su Evangelio que
Jesús es «el Hijo» (υἷος) de un modo único, los hombres somos τέκνον en relación a Dios y siempre es
una filiación mediada en la de Jesús (Jn 1,13.3) y Pablo (1Co 8,6) identifica al Dios creador con el Padre
de Jesús. Esta filiación, en cuanto hombre, está ligada a la acción del Espíritu Santo, por medio del cual
los hombres también recibimos su filiación (Gal 4,46) de modo que Dios sea Padre de todos. Esta
relación queda reflejada en la oración del Padrenuestro, en la que Jesús nos enseña a dirigirnos al Padre
(Jn 20,17).
~ 23 ~
TEMA 8_LA REVELACIÓN DEL MISTERIO TRINITARIO
Jesús se dirige a Dios como Padre de muchos modos: el Padre, vuestro Padre, Padre mío,… (Mc
13,32; Mc 11,25; Mc 8,38), porque tiene conciencia de una relación singular que se expresa en el término
que emplea para referirse a Dios: (abba). Este término hebreo es empleado por las primeras
comunidades que lo transcriben al griego ἀββα. El Padre es el centro de la vida de Jesús y tiene con Él
una extraordinaria intimidad que podría resultar escandalosa. No forma parte de las expresiones cultuales
judías pero, sin embargo, es un término incorporado en las fórmulas de oración de las primeras
comunidades, incluso en las de origen pagano. De este modo se supera la separación entre profano y
sagrado: la relación con Dios abarca toda la vida y no sólo en el culto. Este modo en el que Jesús se
relaciona con Dios manifiesta esta consagración completa de la vida (Lc 9, 59-61) y al mismo tiempo
pone de manifiesto un amor recíproco paterno-filial (el AT también reflejaba la conciencia de la
paternidad de Dios [Os 11; Is 4,…], pero de un modo distinto). En cuanto Padre, Dios se muestra como el
origen de una iniciativa que siempre precede a toda respuesta del hombre. Por lo tanto, esta expresión
pone de manifiesto la relación paterno-filial de Dios (como don y acogida del amor en la obediencia hasta
el extremo de la muerte) y la constitución de la Iglesia como cuerpo de Cristo en el que somos hijos en el
Hijo (es el fundamento de una nueva fraternidad). La condición eclesial no es resultado de un esfuerzo
humano sino don trinitario que nos precede: pueblo histórico que no nace de carne ni sangre sino de la
vocación de Dios a los hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación.
8. Pneumatología paulina
Es el Espíritu de vida que resucita a Jesús y vivifica a los cristianos (Rm 8,11; 1,41) glorificando la
humanidad y posibilitando la incorporación en Cristo. No es simple fuerza sino Dios en cuanto
comunicado, con personalidad propia (Rm 8,16; Gal 4,6). Existen fórmulas paulinas triádicas donde el
Espíritu se presenta en igualdad con el Padre, y con Cristo (1Cor 12, 4-6; 1Cor 13, 13).
~ 24 ~
TEMA 9_PRINCIPALES AFRIMACIONES DOGMÁTICAS SOBRE EL Mº DE DIOS
1. Los primeros símbolos de la fe
1.1. NT
Dentro del Nuevo Testamento distinguimos tres modelos:
1.1.1. Cristológico: bien el nombre de Jesús seguido de un título, bien como kerigma
(narración del acontecimiento pascual)
1.1.2. Binario: intervención del Padre y del Hijo en la historia de la salvación
1.1.3. Ternario: esquema sobre el cual se elaborarán los símbolos magisteriales. van a
construir los Credos posteriores. Quieren reflejar la unidad del Misterio de Dios en la diferencia.
1.2. Padres de la Iglesia
1.2.1. Apostólicos: reflexión a partir de las fórmulas triádicas, aunque todavía no hay una
teología trinitaria elaborada. Se afirma la preexistencia de Cristo. Todavía no se habla del Espíritu Santo
en las relaciones intradivinas.
1.2.2. Apologetas: para responder a las herejías profundizan en las relaciones Padre-Hijo,
teniendo presente la acción del Espíritu Santo en unión con ambos. El tema principal es la generación
eterna del Logos. Dentro del siglo II-III destacan Ireneo de Lyon, Tertuliano (creador del vocabulario
trinitario latino, trinitas), Hipólito (introduce el concepto de πρόσοπον) y Orígenes (primero en afirmar
claramente la naturaleza espiritual de Dios, lo que le permite hablar de generación eterna).
~ 25 ~
TEMA 9_PRINCIPALES AFRIMACIONES DOGMÁTICAS SOBRE EL Mº DE DIOS
3.2.Concilio I de Constantinopla (381)
La dificultad para profundizar en I Constantinopla es que no conocemos las causas por las que fue
convocado ni se conservan las actas. El Símbolo que se conserva contiene diferencias respecto de Nicea
(empezando por evitar el uso de términos filosóficos): omite algunas cláusulas (de la sustancia del Padre,
Dios de Dios, en el cielo y en la tierra) e introduce expresiones nuevas (creador del cielo y de la tierra,
antes de todos los siglos, por el Espíritu Santo y María la Virgen, fue sepultado, según las escrituras, está
sentado a la derecha del Pare, volverá con gloria y su reino no tendrá fin). Respecto al Espíritu Santo (DH
150) se emplean términos bíblicos de carácter doxológico (Señor, dador de vida), para distinguirlo de una
criatura: creo en el Espíritu Santo (εἰς, distinto de ἐν); Señor (2 Cor 3,17), es el título propio de Dios;
dador de vida (Rm 8,2), resucita a Jesús y da la vida eterna (no se puede dar lo que no se tiene); procede
del Padre (término de Jn 15,26) y que lo distingue de la generación del Hijo; recibe una misma adoración
y gloria (se reza al Espíritu), habló por los profetas, obra en la Historia de la Salvación (las afirmaciones
sobre la Iglesia pueden ser entendidas como obras del Espíritu).
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TEMA 10_CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE TEOLOGÍA TRINITARIA (I)
1. Una sustancia y tres personas
El objeto de la primera declaración doctrinal fue el punto central de la fe: la divinidad de Jesús, el
monoteísmo cristiano e, indirectamente, la divinidad del Espíritu Santo. Durante los primeros siglos (I-
III) se reflexiona sobre la identidad de Jesucristo, su relación con el Padre, la relación de Dios
(trascendente e inmutable) con el mundo (mutable, finito),… En este proceso en el que se intentan
comprender e integrar todos los polos surgen las primeras herejías trinitarias: ebionitas, gnosticismo,
monarquianismo, adopcionismo, modalismo, subordinacionismo, arrianismo. Arrio considera que el Hijo
es la criatura más excelsa (quiere defender la unidad divina) pero inferior al Padre. El Concilio de Nicea
recurre al término ὁμοούσιον para mantener la fe en la divinidad del Hijo; los Padres Capadocios
clarifican el significado de οὐσία y defienden la divinidad del Espíritu Santo frente a los pneumatómacos.
II Constantinopla sanciona definitivamente la fórmula de la unidad en la ousía y la distinción en las tres
hypóstasis.
5. La persona del Padre, la persona del Hijo, la persona del Espíritu Santo
El Padre: Origen sin principio. Fuente de la única divinidad: asegura la unidad de la Trinidad. En
el NT: El Padre es ἀρχή en plenitud de la divinidad del Hijo y del ES. Es el ser en pura donación. La
naturaleza divina es comunicada al Hijo tal como es poseída por el Padre. El Padre engendra de su
sustancia. El Padre es principio de la generación del Hijo y del mismo modo de la procesión del Espíritu
Santo (junto o mediante el Hijo).
El Hijo: Logos (audición) e imagen de Dios (visión). Los términos aparecen en el AT pero los
encontramos en Jn con una radicalidad: el Logos es personal, es el Hijo de Dios encarnado. El Hijo es el
principio por el que Dios actúa ad extra, aparece así como única mediación salvífica. La perfecta
respuesta al amor del Padre. La entrega del Hijo al mundo (economía) por amor se funda en la entrega
intratrinitaria. Muestra en su entrega por nosotros la capacidad infinita de autodonación del Padre.
El Espíritu Santo: Comunión de Amor (Don y Amor). En el NT aparece como sujeto que actúa,
no es un dinamismo impersonal, es sujeto personal entre el Padre y el Hijo. No se puede explicar la vida
de Jesús, de la Iglesia y la de cada cristiano sin la actuación del ES. Es el Espíritu del Padre y del Hijo: El
término «don» es relativo, hace referencia a quien lo dona, en el NT las diferentes fórmulas manifiestan
que es don del Padre y del Hijo. Amor recíproco entre el Padre y el Hijo: Se nos revela la relación
desbordante y comunicativa del amor divino. Tiene una particular relación con el Misterio Pascual de
Cristo, es el don de Cristo resucitado está siempre en la tradición de la Iglesia: el Espíritu como
«communicatio Christi».
~ 28 ~
TEMA 11_CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE TEOLOGÍA TRINITARIA (II)
1. La unidad de la esencia divina y los atributos de Dios a la luz de la fe trinitaria
El misterio de Dios se puede considerar desde dos perspectivas: desde la unidad de la esencia a la
Trinidad de personas (evitar considerarla como previa a la Trinidad) o desde la Trinidad de personas
(partiendo de la economía de la salvación) a la unidad de esencia (sin ser un proceso de unión de las tres
personas). Esta segunda perspectiva es la más seguida últimamente, porque sólo en la revelación
neotestamentaria podemos tener acceso a las personas divinas y conocer su unidad.
Esta unidad se da en la máxima distinción personal de la donación mutua de las personas en su
diferencia irreductible. Si se afirma excesivamente la unidad se cae en el sabelianismo o en el
patripasianismo (Jn, 10,30) y si se afirma excesivamente la distinción, en el triteísmo. La tradición funda
la unidad de la esencia en la fuente de la divinidad, que es el Padre (en tanto que referido al Hijo y al
Espíritu Santo) y de la que surgen la comunión, para la que es necesaria la distinción de personas. Esta
esencia divina se ha revelado en la historia, cuyas propiedades y atributos conocemos por la Sagrada
Escritura: en el AT lo conocemos como omnisciente, misericordioso, justo, fiel, vida, trascendente, santo;
en el NT, estos atributos se revelan en los hechos y en las palabras de Jesús. Aunque se sigue subrayando
la trascendencia divina, se revela que el hombre puede participar de la vida de Dios mediante la acción
salvador de Cristo en el Espíritu Santo.
Basilio de Cesarea distingue entre propiedades expresadas negativamente (incorruptible, inmortal,
invisible) y las expresadas positivamente (bueno, justo, creador, juez) y la reflexión patrística y medieval
posterior continuará con esta distinción. IV Letrán (DH 800) añade eterno inmenso, inmutable,
incomprensible, omnipotetnte e inefable. El CVI (DH 3001-3003) también habla del ser de Dios. En
cualquier caso, todas los atributos que se reflejan señalan la plenitud de ser en Dios ligada a su infinitud,
tal y como afirma Nicea (DH 126), Toledo (DH 569), IV Letrán (DH 801) y CVI (DH) y que se concreta
en la inmutabilidad e impasibilidad.
El problema es que con el paso del tiempo el estudio de los atributos y propiedades divinas se
había ido haciendo desde un punto de vista cada vez más filosófico y especulativo. Y desde esa
perspectiva los atributos de impasibilidad e inmutabilidad resultan paradójicos al ponerlos en relación con
la revelación. Por lo tanto es insuficiente una reflexión racional sobre ellos y requiere que se consideren
dentro del conjunto de la historia salvífica.
A la vez que decimos que Dios es impasible tenemos que afirmar que en su amor por los hombres
el Hijo de Dios, obediente al Padre, se ha encarnado, ha sufrido, ha muerto en cruz. Todo esto ocurre en la
persona divina del Verbo, que es impasible. Por lo tanto la ἀπάθεια que se presupone en Dios se completa
con la revelación. Su impasibilidad no es insensibilidad ante el mundo. Así Dios se coloca por amor en
una posición que no corresponde a su naturaleza.
A la impasibilidad se añade la inmutabilidad, que viene a afirmar que Dios no puede cambiarse ni
por disminución ni por progreso. Este atributo tiene que medirse también con la encarnación. Dios se
convierte en algo más pequeño, permaneciendo lo que es. Y esto sería signo de su perfección divina y no
signo de limitación.
Hay que evitar los excesos en estas concepciones – ni Dios se perfecciona en la historia, ni alcanza
su plenitud en lo humano. Para entender estas dos propiedades puestas en cuestión por la encarnación
debemos acudir a la noción de fidelidad. Fidelidad de Dios a sí mismo y al amor de su designio en la
historia. Y podemos recordarnos que si Dios no puede padecer, puede compadecer y esta compasión está
fundada en su capacidad infinita de amar, expresión de su perfección máxima y su plenitud de vida.
~ 29 ~
TEMA 11_CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE TEOLOGÍA TRINITARIA (II)
2.2. La relevancia de la fe trinitaria para la concepción de la sociedad
La vida social toma su pleno sentido y fundamento en la comunión trinitaria. Dios no es un Dios
solitario sino una comunión de personas, por lo tanto el hombre no puede vivir en soledad y realizarse sin
salir de sí mismo y entregarse al otro como hacen las personas divinas (GS 24). Haber sido creados a
imagen del Dios Trinidad condiciona el modo de entender las relaciones interpersonales: La unidad de los
hombres nace de la participación mutua en lo del otro, al igual que en la Trinidad. Esta comunión no
elimina el ser propio de la persona sino que respeta la diferencia, no pretende la uniformidad, y lleva a
plenitud a la persona. La comunidad humana es así comunidad de personas, donde la relación de amor
deja al otro ser quién es.
Esta vida de comunión de amor está formulada como mandamiento nuevo en Jn 13, 34 (Amaos como
yo os he amado) y se hace posible realizarla por la participación en la unidad del Padre y el Hijo que hace
posible el Espíritu Santo y que se nos anuncia en Jn. 17, 22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para
que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de
modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Es en la familia donde con más claridad se muestra la imagen y semejanza de Dios Trino. Así a lo
largo de la historia de la teología, muchos padres de la Iglesia han visto aquí la mejor analogía para
expresar lo que Dios es y lo que el hombre es y está llamado a ser. Es en el seno de la familia donde se da
la dinámica del dar-recibir, acogida-donación. La unidad en la diversidad, la fraternidad, la comunión de
amor.
La identidad de la Iglesia viene definida por la Trinidad: La Iglesia es Pueblo de Dios, Cuerpo de
Cristo y Templo del Espíritu Santo.
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CRISTOLOGÍA
TEMAS 12 AL 17
El objeto y el método de la cristología. Los misterios de la vida de Cristo. Los misterios de la vida de Cristo: hechos y dichos. La clarificación
magisterial del misterio de Cristo. Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Jesucristo, salvador de todos los hombres
TEMA 12_EL OBJETO Y EL MÉTODO DE LA CRISTOLOGÍA
1. El acceso teológico a Jesús de Nazaret: unidad del «Jesús de la historia» y «el Cristo de la fe»
Desde finales del s. XVIII, los escritos del NT han tenido que superar las pruebas de la crítica liberal
para ser tomados como fiables desde un punto de vista histórico. Esta crítica estableció como punto de
partida que los Evangelios no eran un testimonio de la vida de Jesús sino de la fe de sus discípulos,
creándose así la radical distinción entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe. El primero habría sido
un judío del que poco podemos saber sino de su muerte en cruz. El Cristo de la fe sería una construcción
de la comunidad (por influencia helenista) ha creado los relatos de los milagros y a la fe pascual, donde se
da la visión de Jesús como Mesías, Hijo de Dios y Dios; afirmaciones teológicas que podrían ser
consideradas míticas.
Etapas de la cuestión histórico-crítica
Old quest: Desde Reimarus (1778) hasta inicios del s. XX. Reconstruir una vida de Jesús
partiendo de la negación de que sea Dios y admitiendo como verosímil sólo aquello que tenga una
explicación racional. Habría que quitar el ropaje mítico (Reimarus), y desvincularse de Cristo para
encontrar a Jesús de Nazaret (Harnack)
No quest: Bultmann (†1976). Escepticismo en la búsqueda del Jesús histórico, lo importante no es
Jesús, sino lo que significa el Kerygma para mí.
New quest: Käsemann y J. Jeremías entre otros. A mediados del s. XX se plantea la cuestión de la
«nueva búsqueda» del Jesús histórico. Subrayando la importancia para la teología de la persona histórica
de Jesús.
Third quest: Última década del s. XX. Nueva ilusión investigadora, gracias a los descubrimientos
de la arqueología, fuentes y los nuevos métodos de interpretación literaria, de manera que se ha querido
buscar cómo estaba Jesús arraigado en el ambiente judío y cuáles eran sus elementos de discontinuidad.
También aquí hay muchas interpretaciones de Jesús: un maestro, un predicador carismático, una forma de
rabino, un exorcista…
La causa del fracaso de las investigaciones racionalistas sobre la vida de Jesús radicaba en su falta de
familiaridad con las fuentes históricas principales (los Evangelios) y en su propio método, que partía, por
principio, de la negación de lo sobrenatural y de la negación de la Iglesia como camino capaz de
mostrarnos la verdad del Jesús histórico.
¿Dónde encontramos a Cristo y dónde se dan las condiciones objetivas para conocerlo? Por una parte,
en los textos escritos y en los monumentos que recuerdan su existencia, pero sobre todo, se encuentra en
las personas que creen en Él, le confiesan vivo y le ofrecen a los demás como salvador: la Iglesia. Ella es
punto de partida y criterio inmediato para establecer la conexión con la realidad de Cristo. Aquel tiempo y
aquel Cristo ya sólo nos son accesibles por el testimonio de los Apóstoles en el presente de la comunidad.
Del Cristo de la Iglesia responde una comunidad ininterrumpida desde el origen, que se ha remitido
siempre al propio testimonio de Cristo transmitido por los Apóstoles y sus sucesores, la comunidad
creyente: toda la que ha vivido y creído hasta ahora, toda la que dispersa por el mundo vive y cree hoy. Y
sólo a través de su testimonio se tiene acceso a la figura de Jesús. La Cristología no es «Jesús histórico» o
«Cristo de la fe», se trata de asumir las dos dimensiones. «Jesucristo», único sujeto del Jesús «pre» y
«post» pascual.
~ 33 ~
TEMA 12_EL OBJETO Y EL MÉTODO DE LA CRISTOLOGÍA
2.2. Fuentes cristianas no canónicas
Apócrifos: Protoevangelio de Santiago, Evangelio de la infancia de Tomás, Evangelio de los
nazarenos, Evangelio de los Ebionitas, Evangelio de los Hebreos.
Ágrafos: son dichos de Jesús de tradición oral, que pasan a formar parte después de distintas
colecciones.
2.3. El NT
La fuente principal de nuestro conocimiento de Cristo está constituida por el NT y, en especial, los
cuatro Evangelios canónicos. Los evangelistas se han servido de una Tradición oral y escrita y, asimismo,
como redactores de los mismos, han insertado su propia intención teológica. DV19 explica su proceso de
formación y los sitúa en su verdadero valor: En primer lugar comunican hechos históricos que ocurrieron,
en la base de la predicación está la vida y enseñanza de Jesús. Fueron los apóstoles los que en un segundo
momento predicaron, con la “luz del Espíritu”, y finalmente se pusieron por escrito sintetizando o
explicando según las necesidades de la Iglesia.
Se utilizan una serie de criterios fundamentales de historicidad, que deben aplicarse conjuntamente, y
que nos hablan de la fiabilidad de los evangelistas a la hora de transmitirnos la vida y enseñanza de Jesús:
múltiple fuente (si los datos se encuentran en fuentes, sobre todo si esas fuentes son independientes entre
sí), discontinuidad (datos que no pueden reducirse a las concepciones del judaísmo o la Iglesia primitiva,
datos que son difíciles de comprender o explicar), conformidad (si son datos que nos hablan de la época y
tienen coherencia con el resto del mensaje), explicación necesaria (una explicación coherente que ilumina
y agrupa varios datos), intelegibilidad interna (datos insertos en el contexto mediato o inmediato). El uso
convergente de los criterios de historicidad, son prueba o demostración de la autenticidad histórica de los
Evangelios. Gracias a la correcta aplicación de los criterios de historicidad, han vuelto a adquirir crédito a
los ojos de la crítica histórica.
~ 34 ~
TEMA 13_LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO
1. El misterio pascual, centro de los misterios de Cristo
De alguna manera esta frase nos ayuda a caer en la cuenta de que la clave de interpretación de la
vida de Cristo es su misterio pascual. El acontecimiento de su muerte y resurrección arroja una luz nueva
que permite a los discípulos reinterpretar lo que han vivido con el Señor. Por otro lado, la Cruz y la
Resurrección son la culminación de la progresiva revelación que Cristo hace de sí mismo. La
encarnación, el bautismo, su vida oculta y su vida pública van encaminados al cumplimiento y
confirmación que supone la Resurrección en la vida de Jesús y en la Historia de la Salvación. La
Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó. Todas las
verdades, incluso las más inaccesibles al espíritu humano, encuentran su justificación si Cristo, al
resucitar, ha dado la prueba definitiva de su autoridad divina según lo había prometido. La Resurrección
es cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento y del mismo Jesús durante su vida terrenal y
está estrechamente unida al misterio de la Encarnación del Hijo de Dios: es su plenitud según el designio
eterno de Dios.
~ 35 ~
TEMA 13_LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO
primicia a la naturaleza humana de Cristo (redención objetiva) y a través de Él a toda la humanidad
(redención subjetiva). Es un acontecimiento escatológico, la plenitud de la creación y de la salvación.
4. La ascensión
No consiste en un viaje espacio-temporal, sino en la entrada de Jesús en su dimensión divina con su
humanidad resucitada. Hay que decir que, formando parte del único Misterio pascual de Cristo, se
distingue realmente de la resurrección y que tiene una serie de consecuencias: Cristo reina con su
humanidad en la gloria como Señor y Juez universal, intercede por nosotros, nos envía su Espíritu y nos
estimula con la esperanza de alcanzarle. La glorificación de Cristo incluye el descenso a los infiernos, la
resurrección, la ascensión, el sentarse a la derecha y el envío del Espíritu.
5. La concepción virginal
Las razones por las cuales era conviene más la concepción virginal de Jesús tiene que ver tanto con la
persona como con la misión redentora de Cristo y de María. Por un lado, manifiesta la iniciativa absoluta
de Dios. El único Padre de Jesús es Dios, y Él, concebido por el Espíritu Santo es el Nuevo Adán, que
inaugura la nueva creación, en la que los hombres serán hijos de Dios por adopción en virtud de su fe. La
acogida de la vida del Espíritu en la fe es virginal, como la de María, que le hace llegar a ser la Madre del
Salvador.
~ 36 ~
TEMA 14_LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO: HECHOS Y DICHOS
1. Los milagros de Jesús como muestras del poder del Reino de Dios
«Jesús acompaña sus palabras con numerosos “milagros, prodigios y signos”, que manifiestan que el
Reino está presente en Él. Ellos atestiguan que Jesús es el Mesías anunciado». Los milagros de Jesús
están en estrecha relación con su anuncio del Reino. En el NT se habla de ellos con tres términos: terata
(expresa lo portentoso del suceso), semeia (acentúa el valor de signo o manifestación de lo oculto) y
dinamis (refiriéndose al poder que provoca el hecho).
Se empezó a cuestionar su historicidad con la Ilustración a finales del siglo XVII, llegando a
catalogarlos como elementos míticos, puestos por escrito mucho después de la muerte de Jesús. Sin
embargo, existe una fuerte vinculación entre la predicación de Jesús y sus milagros, y, además, sin ellos
no se explicarían los acontecimientos más característicos de la vida de Jesús: ni el entusiasmo de la
muchedumbre y de los discípulos, ni el odio de los enemigos, de hecho sus contemporáneos jamás
dudaron de sus milagros. Además en la narración de los milagros encontramos notables diferencias con la
literatura extrabíbiblica, Jesús no aparece haciendo milagros sin más ni de forma ostentosa, en ocasiones
huye de hacerlos, y demuestra su enfado cuando se piden milagros y no hay fe. Por otra parte nunca cede
a hacer milagros por su espectacularidad, tampoco los hace de manera punitiva o en premio a un servicio
recibido, ni en provecho propio.
Jesús realiza 4 tipos de milagros: exorcismo, resurrecciones de muertos, curaciones de enfermos y
milagros de la naturaleza. Sus milagros son signos de la presencia salvífica y actual del Reino de Dios en
el mundo. Manifiestan que Jesús es el Hijo de Dios con poder para realizar la obra de la salvación.
Explicitan por tanto el misterio de Cristo, son parte de la Revelación y tienen un valor probativo. Están al
servicio de la palabra, y apuntan a la victoria sobre el mal, en el presente y su cumplimiento escatológico
futuro.
~ 38 ~
TEMA 15_LA CLARIFICACIÓN MAGISTERIAL DEL MISTERIO DE CRISTO
1. Formación de la doctrina cristológica en los siglos II y III
La doctrina cristológica se va forjando sobre todo en el conflicto. Desde el principio surgen
movimientos incapaces de conciliar el monoteísmo estricto del AT y la trascendencia divina, con la fe de
la Iglesia en Jesús. Aparecen los ebionitas, judíos convertidos al cristianismo que veían a Jesús como el
mayor de los profetas, pero un hombre. El monarquianismo adopcionista, más común entre los griegos
conversos, sostenía que Jesús era sólo un hombre, adoptado por el Padre en el Bautismo (Pablo de
Samosata). Los docetas, por el otro extremo, afirmaban que Jesús, hijo de Dios no era verdadero hombre,
no tenía realmente carne humana (en el fondo hay un desprecio de la carne). Los marcionitas disociaban
al Dios del AT del Dios perfecto y bueno del NT, Padre de Jesús. Los sabelianos, monarquianismo
modalista, creen que el Hijo y el Espíritu son distintas manifestaciones del Padre, pero no tres personas
distintas. El Patripasianismo es una de sus variantes que afirma fundamentalmente que el que padece en la
Cruz es el Padre.
Frente a esto, la perspectiva católica habla de un monarquianismo ortodoxo, afirmando la divinidad del
Hijo pero sin saber conjugarla en términos precisos con la primacía del Padre.
Los Padres tendrán sobre todo una preocupación soteriológica en lo que se refiere a la verdadera
humanidad y divinidad de Cristo. Ambas deben ser afirmadas para poder decir que el hombre ha sido
verdaderamente salvado.
Justino tenderá puentes entre el cristianismo y la filosofía con su teoría del Logos (inmanente al Padre
– endiathetos – y para la Creación del mundo – proforikós – cuyas verdades contienen todas semillas del
Logos – spermatikós). E Ireneo luchará una ardua batalla contra ebionitas y gnósticos haciendo hincapié
en la economía de la salvación y la perspectiva de la recapitulación (Cristo, Nuevo Adán)
En el siglo III la atención se desplazará a la Trinidad, y a intentar dar razón del número en Dios.
Tertuliano por eso hablará del origen intratrinitario del Hijo, que procede del Padre de forma singular, y
defiende al mismo tiempo la integridad de su naturaleza humana. Orígenes intentará lo mismo y contará
además con su formulación de la “inmaterialidad” de Dios que le permitirá hablar de una generación
eterna (según Prov. 8,22) y de una encarnación que toma como intermediaria el alma humana de Cristo.
~ 40 ~
TEMA 16_JESUCRISTO, VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE
1. La filiación divina de Jesús: el Hijo y otros títulos
El NT atribuye a Jesús títulos procedentes del AT profundizando en ellos a la luz del Espíritu Santo.
Hijo de Dios: es un título dado a ángeles, al pueblo elegido y a sus reyes. Significa una filiación
adoptiva, intimidad particular, especial vocación de elección. En Jesús indica la relación íntima
(ontológica) con su Padre. Así, este título humano, se convierte en indicación ontológica de la divinidad
de Jesús. Jesús poseyó una conciencia única de filiación divina que se expresa en el Evangelio en el modo
predominante de referirse a Dios como Padre (abbá), con posesivos en singular que indican una relación
exclusiva y única.
2. El Hijo del hombre, el Cristo, el Señor
Mesías: significa «ungido», se aplica a personajes de la historia de Israel elegidos y enviados por
Dios para ejercer una misión libertadora en favor de su pueblo. Dios enviará al Mesías para instaurar
definitivamente el reino, y será sacerdote, profeta y rey. La Iglesia interpreta la obra salvadora de Jesús en
términos mesiánicos, en Él se cumplen las promesas de liberación del AT.Está unido a la figura del
Siervo sufriente.
Hijo del hombre: este título lo encontramos en la literatura apocalíptica judía (I Henoc, IV
Esdras) y especialmente en Dn, donde se describe como personaje de origen celeste que recibe de Dios un
poder universal y eterno. Se interpreta como persona individual o colectiva. Es un título muy usado por
Jesús, sobre todo en contexto escatológico, y referido a elementos de la vida terrena del Hijo (perdona
pecados, el sábado) y de su Pasión.
Señor: traducción griega del tetragrámaton (en hebreo se sustituye por adonai) y es el nombre más
habitual para designar al Dios de Israel. Prevalece en el Evangelio de Mateo. Jesús se lo atribuye a sí
mismo y revela su soberanía divina mediante su poder sobre la naturaleza, los demonios, el pecado, la
muerte, y sobre todo con su Resurrección. Las primeras confesiones de fe cristiana proclaman que el
poder, el honor y la gloria que se deben a Dios Padre se le deben también a Jesús. La comunidad del NT
se sirve de este título para expresar el misterio de la identidad trascendente y divina de Jesús.
4. Consustancial al Padre
Esta afirmación surge como reacción al arrianismo, que afirmaba que el Hijo había sido creado por el
Padre, que la naturaleza del Hijo no procede de la del Padre, y además no era una generación eterna. La
respuesta la da Nicea, que afirma la divinidad del Hijo diciendo que es consustancial al Padre (de su
misma naturaleza, esencia o sustancia) con el término homoousios. “Engendrado del Padre, es decir, de la
~ 41 ~
TEMA 16_JESUCRISTO, VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE
esencia (ousía) del Padre”. El Hijo no es algo hecho por el Padre sino una comunicación del propio ser
del Padre por modo de generación. Es una generación por naturaleza, no por gracia. Quiere expresar que
del Hijo se puede decir, con la misma propiedad que del Padre, que es Dios. Con el homoousios el
concilio rechaza el esquema de la emanación y de la gradualidad del ser entre Dios y el mundo (no hay un
dios de segundo rango). Sólo se admiten dos modos de ser: el increado y el creado. Nicea une al Hijo y al
Padre y lo separa de las criaturas.
2. Salvación y redención
Hay dos aspectos de la salvación que Cristo nos ofrece:
- Liberación o redención, se refiere a la justificación, al perdón de los pecados, al rescate del poder del
mal y de la muerte que Jesús ha obrado por nosotros.
- Glorificación del hombre, lo que los Padres griegos llaman divinización del hombre. El Hijo de Dios
se hace hombre para que el hombre, en Él y por Él, pudiese llegar a ser Dios, participando de la vida
divina por la adopción.
Mientras que la redención haría referencia fundamentalmente al primer aspecto, la salvación abarca
ambos significados, ya que la salvación es el don que Dios hace de sí mismo en Jesucristo y en el ES, que
nos permite la participación en su vida trinitaria. La salvación se ha dado en la forma de la redención
debido a nuestro pecado, pero no es sólo la respuesta al pecado del hombre sino que expresa también el
modo concreto en que el Creador asume desde el principio la responsabilidad de su creación.
~ 43 ~
TEMA 17_JESUCRISTO, SALVADOR DE TODOS LOS HOMBRES
expía por nosotros significa que Él nos da su vida para destruir el pecado y rehacer nuestra relación con
Dios.
3.3. Satisfacción
Pertenece al orden jurídico: cumplir un deber, pagar una deuda, obtener un permiso o un perdón. Es un
término que introduce Tertuliano. A veces se ha entendido de forma casi comercial. La satisfacción no es
una exigencia de la justicia de Dios que reclama al hombre como condición previa de su perdón, sino una
exigencia de la dignidad y del amor del hombre después de hacer experiencia del amor y del perdón
recibido de Dios.
Otras categorías importantes son: sacrificio (se refiere a la ofrenda voluntaria y amorosa que hace a
favor de los hombres), reconciliación (restablecimiento de la relación entre Dios y los hombres).
Desarrollo histórico de la reflexión teológica de la salvación:
- Padres: orientales: se centran más en la divinización. Latinos: se centran más en la justificación,
como liberación y justificación del pecado original.
- Época medieval: Prevalece la visión de Cristo mediador en su humanidad. La gracia creada
libera al hombre del pecado, lo transforma y hace capaz de acoger el amor de Dios y corresponder a él.
Doble efecto: renovación del ser creado y perdón de los pecados.
- San Anselmo y la reforma: la salvación deriva sobre todo de la muerte en cruz de Cristo, donde
soporta el castigo que merecen nuestros pecados, como si fueran suyos. Hay un intercambio o traslado de
nuestros pecados a Él y de su justicia a nosotros. Lutero ve la salvación, ante todo, como justificación del
pecador, por la imputación al hombre de la justicia de Cristo con el perdón de los pecados
3.4. Sustitución vicaria
Escritura y Tradición afirman que Cristo ha padecido y ha muerto por nosotros. Para nosotros y en
nuestro lugar. La idea de sustitución aparece ya en la figura del Siervo de YHWH. Ante nuestra
incapacidad el amor generoso del Hijo que se sumerge en nuestro pecado, padece sus consecuencias y lo
destruye desde dentro. En la actualidad se intenta repensar esta categoría desde el término solidaridad.
Dios nos une al Hijo hecho hombre de modo que su muerte y resurrección es la nuestra. Esta palabra
resulta insuficiente para describir la acción de Cristo porque es el Hijo de Dios, y sólo la categoría de
sustitución para alcanzar la total hondura del acontecimiento redentor. Además de estas categorías
fundamentales están: la salvación por revelación (nos revela al Padre para que nos salvemos conociéndolo
y amándolo), liberación (evoca el estado de esclavitud en que nos encontramos), justificación (ante la
incapacidad del hombre de justificarse por sí mismo, Dios lo justifica, lo hace justo mediante la fe que es
don de gracia).
Vocación y misión de María, la Madre del Señor. Origen, contenido y significado de los dogmas marianos
TEMA 18_VOCACIÓN Y MISIÓN DE MARÍA, LA MADRE DEL SEÑOR
1. La Virgen María –predestinación, vocación y misión– en la Sagrada Escritura
Predestinación: Se ve en los Evangelios de la infancia, y también en el AT en profecías que anuncian
su futuro papel en la historia de la salvación.
- El “protoevangelio” (Gn 3,15) anuncia la lucha entre el linaje de la mujer y la serpiente. María
“aparece ya proféticamente en la promesa de la victoria sobre la serpiente”.
- El oráculo de Isaías (Is 7,14) presenta un signo, el nacimiento de un heredero de la dinastía davídica a
través de la cual Dios se manifiesta fiel a la promesa. Se cumple en Mt 1,22
- La profecía de Miqueas (Mi 5,2-3): la mujer dará a luz en Belén al sucesor de David.
- María es la mujer con la que Dios ha establecido su alianza. 2 perspectivas: 1.“Hija de Sión”, que
aplica a María las profecías que relacionan a Israel con YHWH como su esposa: Os 1-3; Is 62, 4-5; como
madre: Sal 87; Is 60, 1-7; y como virgen: Am 5, 1-6. 2. María aparece también apuntada en las
instituciones del AT: Arca de la Alianza o Nueva Tienda.
Vocación: La de María es realmente singular. Ella es la “elegida por pura gracia”. Elegida ya en el
pueblo de Israel y elegida de nuevo, después de la traición del pueblo, en los “pobres de YHWH”, en el
“resto de Israel”. Elegida por amor para responder al plan divino con un corazón humilde y una entrega
total.
Misión: Elegida para ser la Madre del Mesías, en Lc 1, 26. La misión como tal no aparece explícita en
Mateo, pero sí se menciona en el anuncio a José y en la genealogía. Su misión es ser Madre del Mesías,
acoger la Palabra de Dios, de modo que se cumplan en Ella las promesas hechas a Israel. Otro aspecto de
su misión es el de ser Madre espiritual de los creyentes, o Madre de la Iglesia. La culminación de su
maternidad llega por la purificación en la fe que convierte su maternidad corporal en espiritual. Para eso
la prepara el Señor durante toda su vida pública como se ve en diversos pasajes. Se expresa en la entrega
del discípulo a la madre y viceversa. Después de la entrega, todo se ha cumplido, luego esa función
materno-espiritual de María es parte de la obra de salvación de Jesús y parte de la misión de María.
~ 47 ~
TEMA 18_VOCACIÓN Y MISIÓN DE MARÍA, LA MADRE DEL SEÑOR
- La historia y el cosmos tienen un fin al que el hombre es invitado: La Asunción de María
evidencia esta realidad, ahora glorificada en cuerpo y espíritu, la Iglesia ve en ello una imagen de lo que
ella misma espera ser.
3. Principios, estructura y finalidad del culto que la Iglesia tributa a la Madre del Señor
De su posición de María Madre de Dios y de los creyentes, se derivan nuestra relación con ella, el
culto mariano. “Marialis cultus” (1974), expone los principios que han de guiar el culto que la Iglesia le
tributa y cuyo fin último es glorificar a Dios y empeñar a los cristianos en una vida absolutamente
conforme a su voluntad.
- Referencia Trinitaria: el culto cristiano es al Padre por Cristo en el Espíritu. Por eso, la
veneración a María es extensión del culto que la Iglesia tributa a la Trinidad. En el culto a María todo es
referido a Cristo y todo depende de Él. Todo lo que Dios ha hecho en ella y por ella se ha realizado por el
Espíritu Santo. Modos de culto: Nicea II distingue: postración (culto) de latría (adoración), sólo a Dios, y
la postración de honor (veneración o dulía), que compete a las criaturas (santos). El culto a la Madre de
Dios es de dulía, Santo Tomás dirá de hiperdulía.
- Referencia Eclesiológica: Expresada sobre todo en LG. Madre de los creyentes (nº 61),
mediadora por su unión al único Mediador (nº 62), tipo de la Iglesia en cuanto Virgen y Madre (nº 63-64),
modelo a seguir por sus virtudes (nº 65).
- Otras orientaciones: 1) bíblica: ha de inspirarse particularmente en la SE; 2) litúrgica: ha de
armonizarse con la Liturgia. Los ejercicios piadosos son recomendados por el Magisterio; 3) ecuménica:
por su carácter eclesial, pues en el culto a la Virgen se reflejan las preocupaciones de la Iglesia, entre las
que sobresale la unidad de los cristianos; 4) antropológica: su figura y misión, -como Virgen, Esposa y
Madre- ilumina la vida humana marcada por la influencia de la mujer en el mundo actual.
Ámbitos en los que se concreta la alabanza de María por parte de la Iglesia:
- Liturgia: El culto a María no es una iniciativa de los hombres o de la Iglesia, sino que obedece a
la voluntad divina. a) Raíz Bíblica (enraíza en la Palabra y tiene su razón última en el designio de Dios; la
acogida por parte del discípulo amado manifiesta la voluntad de Jesús de que todo discípulo suyo aceptara
el papel materno de María) b) Raíz cristológica: en el culto litúrgico es memorial de la salvación, de ahí
que en la liturgia se haga memoria especial de María, que ha estado unida a la obra del Salvador. c) Raíz
eclesiológica: En la celebración litúrgica la Iglesia se une e identifica con María Madre de Jesús. María es
tipo de la Iglesia en su condición de virginidad y maternidad (regeneración de los hijos de Dios por obra
del Espíritu) y en la acción litúrgica la Iglesia hace exactamente eso.
- La piedad popular: La piedad mariana popular, debe estar guiada por los mismos principios que
guían el culto mariano: referencia a Jesucristo, correspondencia con la liturgia y orientación de los
mismos al compromiso de caridad y justicia.
- La espiritualidad de corte mariano. En ella convergen dos estilos: a) María como Madre de la
Iglesia: vida cristiana caracterizada por la confianza, el abandono, la intimidad con María (la esclavitud
mariana, la filiación, la consagración perfecta.) b) María como la realización perfecta de la Iglesia:
espiritualidad caracterizada por la imitación de María, en su receptividad del don de Dios, humildad,
atención a la palabra...
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TEMA 19_ORIGEN, CONTENIDO Y SIGNIFICADO DE LOS DOGMAS MARIANOS
1. Fundamento, contenido y significado histórico-salvífico de los dogmas marianos
2. Maternidad divina y virginal, Inmaculada Concepción y Asunción a los cielos
2.1. Maternidad divina y virginal
La virginidad es el aspecto de su servicio total al misterio de Cristo, en función de la maternidad.
Maternidad divina de María: en sentido ontológico-genético, la acción generativa de María
tiene como término la Persona divina del Verbo. María es Madre de Dios, no de un hombre unido Dios.
En sentido salvífico la Maternidad divina alude a su perfecta obediencia a la voluntad de Dios y a su
papel en la Hª de la Salvación como Madre de Jesús, lo que implica, su maternidad espiritual y su relación
con la Iglesia como tipo en cuanto madre y virgen. Datos bíblicos: Ga 4, 4; Rom 9, 5; Lc 1, 35
Datos de la Tradición: afirmada por Ignacio de Antioquía, Justino, Ireneo y Tertuliano. Justino. La
expresión “Madre de Dios” empleada por Alejandro de Alejandría y S. Atanasio. También en la conocida
y antiquísima oración mariana “Sub tuum praesidium”. Contra docetas: Cristo no se habría hecho
verdaderamente hombre, un cuerpo aparente; al gnosticismo valentiniano: Cristo tuvo no un cuerpo de
carne recibido de María, sino un cuerpo celeste que habría “pasado” por María; y al adopcionismo de
Pablo de Samosata (Cristo nace siendo hombre y después “es adoptado”).
Datos magisteriales: I Constantinopla, afirma: “Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria virgine”.
Anuncia el hecho, sin indicar ni la naturaleza ni la modalidad de la maternidad, la relación con el ES.
Aunque se indique la función no aparece el término “madre”. Éfeso (vs Nestorio: unión entre Dios y su
humanidad no sustancial sino moral, extrínseca, por gracia, estrecha, como si fueran una única persona de
unión. María sería la generaría la persona de la unión, que no es lo mismo que la Persona del Verbo,
María sería Christotokos): aceptó el planteamiento de Cirilo, que afirma la unión “según la hipóstasis” del
Logos con la sarx; sancionó el único sujeto en Cristo, la integridad y perfección de las 2 naturalezas, la
communicatio idiomatum y el título de Theotókos atribuido a María. CVII: situado en un contexto más
extenso que el genético, el de la hª salvífica. Servicio a la voluntad de Dios. Este misterio abarca su
función maternal, pone de relieve su perfecta y progresiva unión y conformación con su Hijo. Es tipo de
la Iglesia en la maternidad virginal y Madre espiritual de los creyentes.
La virginidad de María: Es corporal y perpetua. Manifiesta la iniciativa absoluta de Dios: el único
Padre de Jesús es Dios. Subraya la completa dedicación de María a Dios.
- La virginidad antes del parto: Jesús, concebido sin mediación de varón, sino por obra del ES. María
es madre por don divino. Jesús es Nuevo Adán que inaugura nueva creación y nuevo nacimiento de los
hijos de adopción en el ES por la fe. El apoyo escriturístico está en Lc. 1, 26-27 y la traducción que hace
Mt 1, 22 de la cita de Is. 7, 14 παρθένον= virgen.
Tradición: testimonio patrístico unánime: Ignacio de Antioquía; Justino; Ireneo vs ebionitas;
Orígenes vs Celso, sostenía el adulterio; aparece en los símbolos de las Iglesias. Doctrina del Magisterio:
1) símbolo de San Epifanio de Salamina (374), que afirma que “fue engendrado perfectamente de santa
María la siempre virgen, por obra del Espíritu Santo”; 2) Símbolo I concilio de Toledo (400); 3) Concilio
II de Constantinopla (553).
- La virginidad en el parto: No hay pasajes bíblicos claros que puedan aducirse.
Tradición: 1) en oposición al parto doloroso impuesto por Dios a Eva, Ireneo describe el parto sin
dolor en relación con la profecía de Is; 2) en el siglo IV existe una fe universal en la virginidad en el parto
(Ambrosio, Agustín, Gregorio de Nisa); 3) en contra Tertuliano, por refutar las teorías gnósticas.
Doctrina del Magisterio: parto excepcional afirmado ya de desde muy temprano; 1) Sínodo de
Roma 2) Ad Flavianum, primer documento papal en que se afirma (DH 291); 3) Sínodo Romano (649)
Subraya la real maternidad de la Theotokos junto al carácter prodigioso de su parto “sin disolver
mínimamente la integridad virginal”.
Sentido de la virginidad en el parto: El parto no rompe la integridad corporal de la Virgen, rompe
las leyes de la naturaleza. Sínodo de Letrán: ha de verse como un signo que remite al misterio de Cristo,
manifiesta su divinidad y su poder salvífico. El CVII afirmó el hecho de la virginidad en el parto (“no
menoscabó la integridad, sino que la santificó”).
- Virginidad después del parto: tampoco se afirma ni se niega nada explícitamente en los textos.
Tradición: La afirma en Orígenes y Clemente, en Jerónimo y Ambrosio. Vinculada a la cuestión
de la virginidad perpetua: 1)“siempre virgen” Símbolo de San Epifanio; 2) s.IV-VI Zenón de Verona,
Agustín entre los obispos africanos; 3)en el s.VII S. Ildefonso “Sbre la virginidad perpetua de Sta Mª”.
Doctrina magisterial: 1) “siempre virgen”, S. Epifanio 2) Sín de Letrán (649).
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TEMA 19_ORIGEN, CONTENIDO Y SIGNIFICADO DE LOS DOGMAS MARIANOS
La teoría de los hnos de Jesús querría desmentir esto: En Mt 1, 25 y Lc 2, 7 se llama a Jesús hijo
“primogénito”, hay que considerarla en su sustrato semítico, que no implica hnos posteriores. En otros
textos del NT se habla de los hnos de Jesús. Este término se aplica tb a parientes, primos. En el NT nunca
se dice de los “hnos” de Jesús que sean hijos de María.
2.2. Inmaculada Concepción
Datos bíblicos: - Gn 3, 15: Dios pone enemistad entre María y el demonio y el v. está construido con un
paralelismo enemistad María-Diablo y Cristo-diablo, lo cual implica la exclusión de un estado originario
de pecado en María. / Lc 1, 28: se llama a María con la palabra griega κεχαριτωμένη indicaría que tiene,
de modo estable la gracia y en plenitud desde el principio de su existencia, corresponde a su dignidad de
Madre de Dios. Tradición: Entre los ss XII-XIV niegan la IC Anselmo, Tomás y Buenaventura, debido a
una concepción demasiado material del p.o. y su transmisión y por la dificultad de la universalidad de la
redención de Cristo (no se comprendía que María hubiera podido ser redimida a no ser que hubiese tenido
p.o). Tb hay teólogos favorables, Eadmero, indica que la condición inicial de María debe corresponder a
su dignidad de Madre del Redentor. Bula “Ineffabilis Deus” Pío IX (1854 DH 2800-2804): 1) “en el
primer instante de su concepción”: se refiere al primer momento de su existencia, nunca ha estado en p.o.
2) “por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente”: un beneficio concedido solamente a ella.
“Privilegio” no como excepción a la ley, sino de beneficio. 3) “en atención a los méritos de Cristo
Salvador del género humano”. 4) “Preservada”: está conectada con la expresión anterior. Don de Dios al
que no podía acceder por sí misma. 5) “revelada por Dios”: definida en cuanto tal. 6) Se realiza en orden
a su maternidad divina, para la cual Dios la colmó de gracias celestiales.
2.3. Asunción a los cielos
Glorificación corporal anticipada de la Virgen. María, después de su vida terrestre, se encuentra en
aquel estado en el que se hallarán los justos después de la resurrección final.
Datos bíblicos: no existe un texto claro.
Tradición: Antes del siglo IV, existen narraciones apócrifas del tránsito de la Santísima Virgen.
Liturgia: la Dormición se celebra en Jerusalén (s. VI) y Constantinopla (s.VII). Lo que se celebra es la
glorificación de Mª. Fin s. VII se introduce en Roma. En los ss. VIII y IX se extiende a todo Occ. Germán
de Constantinopla y Juan Damasceno, entre otros la afirman. Tras definir la Inmaculada Concepción, la
unanimidad de la fe del pueblo se manifiesta en las peticiones a favor de la definición y en las respuestas
de los obispos a la consulta de Pío XII. La Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus” Pío XII
(1950 DH 3900-3904): Define la Asunción de María. En ella, el Papa propone una argumentación mixta
basada en la doctrina patrística y bíblica sobre la asociación de la Virgen Madre a la persona y obra de su
Hijo. Observaciones: “Cumplido el curso de su vida terrestre”. Deja abierto si María muere o no. -“En
cuerpo y alma”: la glorificación en toda su realidad existencial humana.
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ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA
TEMAS 20 AL 26
Dios creador y su creación. Creación del hombre a imagen de Dios. El hombre, ser uno en cuerpo y alma. La vocación divina del hombre. El pecado
original. La gracia. La unidad y diversidad de la gracia.
TEMA 20_DIOS CREADOR Y SU CREACIÓN
1. La creación en el AT
La creación es revelada como el primer paso hacia la Alianza. Se distinguen dos líneas de
interpretación: Sapiencial: La comprensión sapiencial dirá que la comprensión que Israel tiene de la
Creación y Dios Creador está en continuidad con las tradiciones religiosas del Antiguo Oriente.
Westermann (Gn. 1-11 no sería específico de la fe de Israel). Profética: Dirá que la comprensión es única
y nace de la manifestación de Dios en su historia. De ahí su monoteísmo radical. Un solo Dios que ha
elegido a Israel, lo ha salvado, del que procede todo. Von Rad (noción derivada de la alianza, por la
irrupción de Dios en la historia) Schmid (puesto central y clave teológica del AT), Pannenberg (de la
adoración única a Dios a la consideración del único Dios creador).
La verdad de la creación se expresa en el mensaje de los profetas (Is 44,24), en la oración de los
salmos (Sal 104) y de la liturgia, en la reflexión de la sabiduría (Pr 8,22-31) del Pueblo elegido. Gn 1-3
ocupa un lugar único y expresan, en su lenguaje solemne, las verdades de la creación, de su origen y de su
fin en Dios, de su orden y de su bondad, de la vocación del hombre, finalmente, del drama del pecado y
de la esperanza de la salvación.
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TEMA 21_CREACIÓN DEL HOMBRE A IMAGEN DE DIOS
1. El motivo de la imagen de Dios en el AT
El AT trata el tema del hombre como imagen de Dios en cinco pasajes:
- Gn 1,26-27: Es el texto más importante. En él se afirma tres veces que el hombre fue creado a
imagen de Dios, unos apelan a la naturaleza espiritual y ven en ella la imagen de Dios; otros lo ven en el
cuerpo. En cualquier caso es el fundamento de la relación entre Dios y el hombre, deriva su dignidad y
superioridad sobre el resto de la creación. Así pues, la imagen se refiere la dimensión personal, relacional
y racional del hombre.
- Gn 5,3: Los católicos afirman que el hombre conserva la imagen de Dios después del pecado. Se
dice de Set que Adán lo engendró a su semejanza después del pecado. Ser imagen de Dios es un elemento
constitutivo del ser humano que no puede perderse completamente.
- Gn 9,6: La calificación del hombre como imagen de Dios fundamenta el deber moral de evitar
cualquier atentado contra su vida. El homicidio es algo sacrílego puesto que constituye una profanación
de la semejanza divina que hay en el hombre.
- Si 17,1-4: relaciona la imagen de Dios con la caducidad y la grandeza del hombre.
- Sb 2,23-24: La imagen de Dios se realiza en la inmortalidad. Esta visión de la imagen es más
dinámica, no como cualidad natural sino como dependiente de la fidelidad a Dios.
2. Cristo como imagen perfecta de Dios y la llamada del hombre a reproducir su imagen
Pablo interpreta el motivo de la imagen en sentido cristológico. Cristo es el nuevo Adán y es la
verdadera imagen de Dios que los hombres están llamados a reproducir entrando en comunión con él e
imitándole.
Cristo es imagen del Padre: Col 1,15-17. Esto pone de relieve su divinidad y su ser revelador definitivo
y perfecto de Dios. 1. En cuanto Verbo eterno, la imagen es total es Dios mismo. 2. En cuanto Verbo
encarnado, la imagen alcanza su realización plena en la glorificación de Jesucristo, resultado de la unión
progresiva, histórica y total, en su humanidad, a la voluntad del Padre.
Nosotros a imagen de Cristo: Esta realidad expresa el proyecto salvífico de Dios, que de antemano
conoció y predestinó a la humanidad a ser imagen de su Hijo, para que sea Él el salvador de sus
hermanos. En el centro del designio de Dios está el Hijo y en comunión con Él la nueva humanidad. Es
una llamada a ser “hijos en el Hijo”. El sentido de la historia de la salvación apunta a esa meta última de
transformación, por la gracia, los hombres que se adhieren a Cristo. Aparece la contraposición entre el
primer Adán y Cristo. Ambos tienen en común ser principios de humanidad según una lógica de
solidaridad. La vieja humanidad relacionada con Adán, ha reproducido su fisonomía de pecado y de
muerte. La nueva humanidad unida a Cristo reproducirá su imagen de resucitado. Reproducir su imagen
comienza en ahora, por la vida de fe. La existencia cristiana consiste en la transformación profunda del
creyente, que de hombre viejo dominado por el pecado y la muerte pasa a ser hombre nuevo, en el orden
de la salvación hay esa tensión entre el don y la tarea.
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TEMA 22_EL HOMBRE, SER UNO EN CUERPO Y ALMA
1. Términos antropológicos en la Biblia
Desde el siglo XIX se acusó al cristianismo de helenización por proponer un dualismo cuerpo-alma
contrario a la antropología unitaria bíblica. Sin embargo la propuesta cristiana prefiere hablar de una
unidad en dos principios.
En el AT los términos para referirse al hombre aluden a su totalidad: nefes (cuello: significa vida, el
ser vivo del hombre concreto. Traducción griega: psyché), ruah (viento, aliento, soplo, hombre
relacionado con Dios como ser espiritual. Traducción griega: pneuma), basar (carne, cuerpo, hombre en
relación con otros hombres, el principio unificador es la sangre. Traducción griega: sarx o soma), leb,
lebab (corazón) indica interioridad, centro de las decisiones morales y religiosas. Sin embargo hay
excepciones como Sabiduría 3, 1, o las alusiones a los refaim o fantasmas una vez que el hombre muere.
En el NT la terminología sinóptica opta por el esquema unitario del AT pero también da cuenta de la
dualidad. Mc 14, 38 introduce, sin embargo, el binomio espíritu (pneuma – ruah) está pronto, pero la
carne (sarx – basar) es débil o Mt 10, 28 “No temáis a los que matan el cuerpo, pero al alma no la pueden
matar...temed al que puede arruinar alma y cuerpo en la gehenna”. Jesús habla de algo que muere y algo
que no muere, pero ambas (alma y cuerpo) se relacionan, tienen la posibilidad de acabar en la gehenna.
Pablo conoce la concepción dicotómica griega pero no se sirve de ella debido a las connotaciones
negativas que tiene para el helenismo el griego. Sin embargo a la hora de referirse al hombre utiliza
términos griegos y modos hebreos: 1 Tes 5, 23 “que todo vuestro espíritu (pneuma), alma (psyché) y
cuerpo (soma)” es un modo hebreo de expresar totalidad (todas sus dimensiones). Sarx para él tiene un
doble uso: lo frágil de su condición de creatura (humanidad débil) y la criatura que se cierra a Dios
(debilidad moral) un sinónimo del mundo de Juan.
~ 57 ~
TEMA 22_EL HOMBRE, SER UNO EN CUERPO Y ALMA
aunque sea estado imperfecto e incompleto. El Concilio Letrán V (DH 1440-45) dirá que el alma es
inmortal y no es universal sino singular: se multiplican según el número de cuerpos.
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TEMA 23_LA VOCACIÓN DIVINA DEL HOMBRE
1. La razón más alta de la dignidad humana
La dignidad de la persona humana tiene dos aspectos: estático (el ser creada a imagen de Dios) y
dinámico (de realización, en que el hombre recibe una llamada, una vocación: en contraste con imagen,
Ireneo habla de semejanza, que requiere de un proceso de desarrollo).
La razón más alta de la dignidad humana es la llamada a la comunión con Dios, y es la clave suprema
de la Antropología Cristiana. Tal vocación no es una más, sino “la vocación”, esencia de su condición
creatural, intrínseca.
GS 19 fundamenta la dignidad del hombre no sólo en la creación, sino en la encarnación y pascua de
Cristo, en quien se realiza el designo eterno de Dios. Nuestra vocación es acoger todo lo del Padre y darlo
todo en el Espíritu (como Cristo). GS 22, el misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo
encarnado. Esta es la llamada a ser hijos en el Hijo. La miseria del hombre es negar toda dependencia
respecto de Dios.
Esta llamada, o vocación, tiene su origen en el amor benevolente del Padre y es gratuita, universal
(aunque puede ser rechazada) y eficaz (genera un vínculo con Cristo que no puede ser eliminado), y nos
capacita para ser verdaderos interlocutores de Dios, capaces de encontrarnos con Él y acogerle.
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TEMA 24_EL PECADO ORIGINAL
1. El relato del paraíso y la caída en el Génesis
Gn 3 ha sido leído por la Iglesia de distintas formas: historicista, mítica (influencia del
protestantismo),… En la actualidad se lee como relato sapiencial y etiológico en que se aprecian
elementos míticos (anonimato de los protagonistas, ausencia de testigos, presencia de lo sobrenatural,
imprecisión de lugar) e históricos (continuidad causa-efecto, juicios del autor, acción-reacción de los
personajes). (CEC 390). La intención del autor sagrado es mostrar que este pecado es un pecado concreto,
origen de una situación nueva para la humanidad. Adán es un singular colectivo, designa a la humanidad.
4. La síntesis tomista
Elabora una síntesis de las distintas corrientes: El hombre fue constituido en gracia (rectitud de la
naturaleza, sumisión del hombre a Dios, y de las potencias inferiores a las superiores), pero pecó (quiso
conseguir por sí mismo lo que no podía conseguir sin Dios) y perdió este estado, permitiendo que se
afianzara la concupiscencia e impidiendo que el alma mantuviese incorruptible el cuerpo. Este pecado se
transmite a todos los hombres. Como Anselmo considera que todos los hombres están presentes en Adán,
según la analogía de la solidaridad de todos los hombres en un solo cuerpo. El primer pecado fue
personal, pero afectó a la naturaleza. El pecado voluntario de la persona de Adán se convierte en un
pecado de la naturaleza para la humanidad. A su vez la naturaleza viciada que hemos recibido es la fuente
principal de los pecados personales. Por el pecado el hombre no pierde el libre albedrío, pero necesita la
ayuda de la gracia para elegir el bien y la verdad. Esa corrupción de la naturaleza es un estado o hábito -
distinto de los actos-, y que se infunde en los niños. En el bautismo se recupera la justicia original, pero
queda la inclinación al mal. Distingue 4 daños que se siguen por el pecado original: ignorancia, malicia,
debilidad y concupiscencia (S. Th. I-II, q. 85, a. 3).
5. Lutero y Trento
Lutero absolutiza su propia experiencia frente a lo metafísico, lo subjetivo frente a lo objetivo, lo
individual frente a lo comunitario. Para superar la angustia insoportable de la culpa comete dos graves
errores: no distingue entre la inclinación al mal y el acto pecaminoso que deriva de ella; y tiende a
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TEMA 24_EL PECADO ORIGINAL
identificar la justificación y la conciencia de la misma y el pecado original con la concupiscencia. Afirma
que todo hombre, está corrompido intrínsecamente. Interpreta la justificación como una no imputación del
pecado; una especie de acto jurídico en consideración de los méritos de Cristo. El Concilio de Trento
(1546) no se limitó sólo a los errores de Lutero, sino también a otros (Erasmo, valentin., maniq. y
priscilian.). Existe una pecaminosidad originaria y universal, anterior a los pecados personales; ésta
depende del pecado de Adán (pecado original originante); hay una distinción real entre pecado original
originado y la concupiscencia que se conserva en los bautizados; la concupiscencia procede del pecado,
induce al pecado, pero no es pecado; no hay nada en el bautizado que ofenda a Dios y en él se da una
verdadera regeneración interior, y no sólo jurídica o exterior (DH 1511-1514).
6. El debate moderno
Hasta la segunda mitad del s.XX se sigue una “corriente clásica” remite a la teología medieval, y
asume a Trento como cuadro de referencia, pero entra en crisis debido a la visión evolucionista del
mundo y del hombre, la nueva sensibilidad personalista, la aplicación del método hco.crítico al relato
bíblico y el rechazo de las categorías ontológicas y jurídicas. Aparecen nuevas explicaciones para hacerlo
más comprensible y surge el convencimiento de que es posible y necesario distinguir entre el núcleo
esencial e inmutable del dogma y las formas de expresarlo que pueden cambiar con el tiempo. Algunas
reflexiones han servido para profundizar en el misterio pero otras han sido desacertadas.
9. La concupiscencia
(DH 1515) Consiste en la inclinación al pecado (procede de él) y permanece en los bautizados para el
combate. Es la tendencia desordenada y espontánea de las facultades naturales sensibles y espirituales, del
hombre, previa al concurso de su voluntad y su razón. Sólo la gracia de Dios restablece el equilibrio.
~ 62 ~
TEMA 25_LA GRACIA
1. Prefiguración en el AT
La gracia es el don que Dios nos ha hecho de sí mismo en Jesucristo y en su Espíritu. El término
proviene del griego χάρις que traduce los términos hebreos (gracia, belleza, favor), (misericordia y
lealtad), (justo), (verdad, fidelidad). Hay dos conceptos teológicos que prefiguran la gracia:
elección (acción inicial por la que Yahvé se relaciona con el pueblo gratuita e irrevocablemente en
relación con el designio de salvación) y alianza (promesa con significado matrimonial entre Dios y el
pueblo).
~ 63 ~
TEMA 25_LA GRACIA
aspectos: Sola gracia (justificación como sentencia favorable de Dios totalmente gratuita al margen de los
méritos humanos), sola palabra (la acción salvífica de Cristo llega por la Palabra de Dios, los sacramentos
no aportan nada), sola fe (entendida como confianza en la misericordia de Dios), solo Cristo (que nos
justifica externamente, el hombre la recibe pasivamente). Trento (DH 1520-1550) parte del pecado
original: la gracia precede en todo el proceso de justificación realizando un cambio en el ser del hombre,
que puede colaborar con ella libremente. La justificación es el paso del estado como hijo del primer Adán,
al estado de adopción entre los hijos de Dios por medio de Jesucristo; es verdadera remisión de los
pecados y renovación del hombre interior. El concilio de Trento determina las causas de la justificación.
Trento afirma la simultánea primacía de la gracia y la libertad humana. El hombre asiente y este
asentimiento es colaboración, modo humano de cooperar con Dios. Este proceso interactivo entre la
gracia divina y la libertad humana viene descrito con unos pasos: fe, conversión, esperanza de la
salvación, amor a Dios, bautismo y vida nueva.
8. Neoescolástica
La neoescolástica tiende a repetir las tesis fundamentales de Tomás, pero desde una problemática
posterior y en clave antiprotestante. Comienza distinguiendo entre gracia increada (Dios mismo presente
por su Espíritu en el justo) y gracia creada (y efectos de la benevolencia y presencia de Dios en el
hombre: del Creador, como gracia del estado original; del Redentor, que salva al hombre caído). Según el
modo de actuación, la gracia creada se divide en externa (orientada hacia la gracia interior como hacia su
meta/ predicación y los sacramentos) e interior (de modo adecuado a su ser). Esta última es el centro de la
neoescolástica, puede ser: ministerial (a personas particulares para que sirvan a la salvación de otros) y
santificante (destinada a la santificación personal). Esta última puede ser habitual (cualidad permanente
en el alma) o actuales (coadyuvantes contienen influjos puntuales de Dios: iluminativa y gracia motiva,
que Dios influya sobre el entendimiento o la voluntad). También puede ser preveniente o concomitante,
suficiente o eficaz.
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TEMA 26_LA UNIDAD Y DIVERSIDAD DE LA GRACIA
1. La índole divina y personal de la gracia
Índole divina: La gracia es el don de la participación en la vida divina; es ya comienzo de salvación,
que será plena en la gloria. Viene de Dios y no es algo externo a Dios, sino constitutivo. Dios es al mismo
tiempo dador y don de la gracia. Pero no se puede identificar a Dios con la gracia, porque una cosa es
Dios (gracia increada) y otra su don (gracia creada). Elementos constitutivos (del ser) de la gracia: Es
gratuita, no la merece la criatura. Tiene su fuente última en las procesiones intratrinitarias y su fuente
inmediata en las misiones del Hijo y el Espíritu que son libres. Es la condición de posibilidad de que la
criatura participe de la vida divina. De hecho la gracia es participación de esta vida. La índole personal
deriva de que la gracia supone un encuentro entre Dios y persona humana. El Dios trinitario llama al
hombre a la comunión de vida con Él se entrega a él y le atrae para que le acoja y corresponda con su
propia entrega. Cuando esto sucede, tiene lugar la unión más profunda posible en este mundo: la
comunión personal del hombre con Dios trinitario, que sitúa al hombre en el camino de su realización
personal y comunitaria. Dios le ofrece su santidad y su gozo, comienzo de salvación ya en el mundo. Es
una forma de presencia divina muy por encima de la presencia del Creador en las cosas creadas.
2. La prolongación de la vida trinitaria en las misiones del Hijo y del Espíritu
La vida trinitaria es fuente y modelo de la vida de gracia, en primer lugar porque la vida intratrinitaria
es una vida de comunicación, en la que el Padre, que tiene la iniciativa hace partícipe al Hijo y al Espíritu
de su amor, y por su amor excedente crea el mundo: esta es la gracia originaria de la Creación. Después
los enviará al mundo para hacer partícipes a los hombres de su propia vida, prolongando acción concreta
en las misiones del Hijo y el Espíritu. Estos envíos progresivos hablan de un orden del ser en Dios, y de
un vínculo decisivo entre procesiones y misiones. El envío del Hijo prolonga como hombre su acogida y
entrega al Padre. El del Espíritu Santo expresa y culmina el misterio de la plenitud de la vida divina, ese
amor desbordante que los Padres llamaron don, sello, beso. La Iglesia se comprende sólo a partir de las
misiones trinitarias (la Iglesia está unida al misterio trinitario en Cristo y el Espíritu Santo LG 1) y los
medios salvíficos de la Iglesia brotan precisamente de las misiones: por ello la gracia tiene una dimensión
eclesial y sacramental de incorporación a la vida divina y a la Iglesia como Pueblo de Dios que camina.
~ 65 ~
TEMA 26_LA UNIDAD Y DIVERSIDAD DE LA GRACIA
y pasar del hábito al acto, realizar las obras virtuosas. En la SE la gracia se representa como una
iluminación o fortalecimiento para la realización del acto: 2 Cor 3:5 ; cf. 1 Cor 3:6 ss ; Ef 1:17; Hch
16.14. S. Agustín insiste en que la gracia es una ayuda actual, como explica en la controversia contra
Pelagio. El sínodo de Cartago afirma con él que la Gracia no sólo perdona sino ayuda a no cometer
pecados y perseverar; no sólo abre la inteligencia sino que da la fuerza y no es sólo una ayuda sino que es
necesaria para que llevemos a cabo el acto. Trento distingue dentro de la gracia actual (diferente de la
gracia habitual que es una cualidad permanente en el alma), la previniente (influjo divino que precede a la
actividad de la voluntad humana) y la concomitante (influjo de Dios acompaña a la actividad de la
voluntad). La Iglesia defendió la universalidad de la gracia actual contra jansenistas que negaban que
judíos o herejes pudieran recibir influjo alguno de Cristo.
7. Gracia y libertad
(cf. Controversia de auxiliis). En este punto, la Antropología Teológica busca respuesta en la
Cristología, pues la cuestión se resuelve en Cristo (GS 22), en las controversias cristológicas sobre la
relación entre su divinidad y su humanidad: San Máximo el Confesor observó que en la Carta a los
Hebreos se describe cómo la libertad de Cristo como hombre tuvo dificultades (gemidos inenarrables),
pero el Padre le envía su Espíritu: la gracia. Con esta ayuda, el Hijo puede prolongar como hombre lo que
ya hacía como Dios desde toda la eternidad: acoger la voluntad del Padre. La naturaleza humana no es
asumida en un sentido anulante por la divina, sino que en la Persona del Hijo divino, la naturaleza
humana es relacionada, puesta en relación, con la divina.
Así pues Constantinopla III es culmen de Antropología Teológica: La voluntad humana de Jesús
se afirma acogiendo la divina: la voluntad (libertad) se afirma acogiendo la gracia.
~ 66 ~
LA IGLESIA DE CRISTO
TEMAS 27 AL 30
La continuidad de la Iglesia con Jesucristo. La Iglesia vivificada por el Espíritu. El Pueblo de Dios presente en la historia.
La Iglesia, comunión con el Cuerpo del Señor.
TEMA 27_LA CONTINUIDAD DE LA IGLESIA CON JESUCRISTO
1. La fundación de la Iglesia por Jesucristo:
1.1. la eclesiología de la «sociedad perfecta»
La Iglesia ha mantenido siempre, no solo que Jesucristo es el fundamento de la Iglesia (DH 774), sino
que Jesucristo mismo ha querido fundar una Iglesia y que la ha fundado de hecho. La Iglesia ha nacido de
la libre decisión de Jesús (DH 3302-3304). La Iglesia debe su existencia al don que él ha hecho de su vida
sobre la cruz (DH 540).
A raíz de la crítica histórica moderna se ha establecido una discontinuidad entre la predicación de
Cristo, el Reino, y la Iglesia, acontecimiento postpascual, interpretado en clave sociológica, como si fuera
una evolución no prevista por Él.
Reimarus: Restablecimiento del reino davídico que fracasa y llega la Iglesia. También Harnack (el
núcleo del mensaje de Jesús es el reinado de Dios en el corazón del hombre), Loisy (Jesús predica el
Reino escatológico y la comunidad postpascual predica la cruz, no lo que predicó Jesús) y Bultmann
opinan esto. Jesús, sin embargo, vinculó profundamente el Reino con el sentido de su vida y el
cumplimiento de la voluntad del Padre.
La división alcanzará más tarde con Kässeman un nuevo hito, debido a la separación entre la Iglesia
carismática y la jerárquica a la que se adherirán después H. Küng y L. Boff. Posteriormente se llegará a
una nueva síntesis católica, en que se habla de una eclesiología implícita de Jesús, que depende de su
conciencia sobre su misión y persona, y que no cifra la fundación de la Iglesia en un momento concreto
de la vida de Jesús, sino en un proceso con sucesivas etapas, que comienza en el Antiguo Testamento y
culmina en el Misterio Pascual.
La sociedad perfecta es un modo de comprender la Iglesia que reacciona ante las tesis reformadas de la
Iglesia invisible (de Lutero, sólo los que han acogido la gracia forman parte de ella), de la Iglesia de los
predestinados (de Zwinglio que sólo Dios conoce) y la Iglesia identificada con el Estado secular (de
Calvino). Se hablará entonces de la Iglesia como una sociedad jurídica perfecta, es decir, dotada de todo
lo necesario para cumplir sus propios fines. Tiene una finalidad (sobrenatural) - la salvación - y unos
medios (sobrenaturales) - fe y sacramentos - y tiene verdadero poder, autoridad.
Roberto Belarmino: En su obra “Las controversias” afronta el problema sobre cuál es la verdadera
Iglesia. Él habla de las condiciones de pertenencia a la Iglesia: La Iglesia es una sociedad de hombres
unidos por estos tres elementos: 1º por la profesión de la fe cristiana; 2º por la comunión de los mismos
sacramentos; 3º bajo la guía de los pastores legítimos principalmente el Romano Pontífice. Además
afirma que la Iglesia es reconocible como una realidad visible y tangible.
Esta concepción de sociedad perfecta desaparece con el CVII que prefiere la categoría de Pueblo de
Dios para referirse al aspecto social de la Iglesia, y sin abandonar lo jerárquico introduce un nuevo
avance, la eclesiología de comunión.
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TEMA 27_LA CONTINUIDAD DE LA IGLESIA CON JESUCRISTO
la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el
Reino.
2. Ecclesia ex Trinitate.
Cada una de las Personas divinas se ha manifestado en la historia de la salvación como un único
protagonista, es una obra única de la Trinidad. El Padre, origen de la divinidad, ha enviado al Hijo y, por
el Hijo y en el Hijo, ha enviado al Espíritu. La Iglesia nace de este designio trinitario, de estas misiones
divinas que deben ser miradas conjuntamente. LG 2 ayuda a entender que el horizonte de la Iglesia es un
horizonte de salvación, del designo salvífico universal de Dios. La contemplación del Padre evita que se
cierre en sí misma y siempre abre el horizonte de evangelizar a todos los hombres. De la relación con
Cristo nace la necesidad de la fidelidad a lo que Él nos ha revelado, que el Espíritu Santo ayuda a esta
fidelidad. La Iglesia debe vivir de la continuidad del acontecimiento de Cristo sustentada por la acción del
Espíritu. Se puede hablar de la Iglesia como icono de la Trinidad, nace de ella, en esa se forma y a ella se
dirige, es el culmen de la peregrinación. Es la singularidad histórica del Hijo de Dios la posibilidad del
acceso al Padre y la recepción del don del Espíritu.
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TEMA 28_LA IGLESIA VIVIFICADA POR EL ESPÍRITU
1. La Iglesia como Templo del Espíritu
El origen trinitario de la Iglesia lo encontramos expresado en LG1, que subraya también un
protagonismo del Espíritu Santo, que hace presente la obra redentora de Cristo a todos los hombres de
todos los tiempos. Esta es la misión de la Iglesia, que no se añade a la de Cristo y del Espíritu Santo, sino
que es su sacramento, ha sido enviada para anunciar, dar testimonio, actualizar y extender el Misterio de
la Comunión con la Trinidad.
El ES actúa en la Iglesia: 1. Abriendo los corazones para que acojan el anuncio del Evangelio. 2.
Llevando a cabo su obra de santificación 3. Guiando la Iglesia a través del ministerio apostólico. 4.
Enriqueciéndola a través de carismas personales y comunitarios.
A lo largo de la Historia se utilizan distintas imágenes para destacar el protagonismo del Espíritu Santo
en la Iglesia.
- Alma: Así se sitúa como principio de unidad entre la cabeza y los miembros.
- Corazón: Vínculo que resalta la centralidad de la caridad para la Iglesia. Además supone la
consideración de su ser Persona-Amor.
Estas dos imágenes tienen el peligro de considerar al Espíritu Santo como un componente de la
Iglesia, como si no fuera distinto de ella.
- Templo del Espíritu Santo, habla mejor de su relación. El Espíritu Santo trasciende el templo que
lo habita, no se identifica con él. San Pablo habla tanto del bautizado (Rom 12, 1) como de la Iglesia (Ef
2, 21) en estos términos.
~ 71 ~
TEMA 28_LA IGLESIA VIVIFICADA POR EL ESPÍRITU
La catolicidad tiene cuatro rasgos: 1. Índole escatológica: Ya está presente y dará cumplimento en el
cielo, es un don de Dios que requiere un compromiso de la Iglesia. 2. Universalidad: en cuanto que
refleja la voluntad salvífica de Dios, que quiere que todos los hombres se salven. 3. Recapitulación: busca
hacer de todos los pueblos uno en Cristo por el Espíritu Santo. 4. Adhesión a la verdad revelada: Doctrina
apostólica
El CVII expresa la catolicidad en LG13 (llama y congrega a todos los hombres y la pertenencia puede
ser distinta – plena o no plena, siempre ordenados a ella)
A partir de la consideración se abren dos debates: La verdadera Iglesia subsiste en la católica
(expresión del concilio que busca favorecer el diálogo ecuménico, considerando que hay elementos de
salvación fuera de ella, si bien, reconociendo que la plenitud de los medios de salvación está en la
católica), y la comprensión del adagio “extra ecclesiam nulla salus” (trata de armonizar la voluntad
salvífica universal de Dios con la necesidad absoluta de la Iglesia: en la Biblia los datos esenciales son los
siguientes: (1Tm 2,4) (Mt 13, 41-42) (1Jn 2, 18-19). LG 14 dirá que es Dios quien juzga en el ámbito de
los no católicos y de la salvación fuera de la Iglesia, LG 15 respecto a los no católicos entiende que son
inculpables de herejía, LG 16, separa entre los de vida recta y a los que no llevan una vida ordenada
según la Ley Natural.
Finalmente, la universalidad de la Iglesia está pidiendo atender al mandato misionero del Señor cuyo
fin último no es otro que hacer participar a los hombres en la comunión que existe entre el Padre y el Hijo
en su Espíritu de amor.
4. La santidad de la Iglesia
Es una de las notas de la Iglesia presentes en el Credo. “La fe confiesa que la Iglesia no puede dejar de
ser santa”. El problema es que hay pecado en la Iglesia.
En la SE, la santidad describe la esencia de Dios, toda la realidad se santifica por su relación con Dios.
En el NT la santidad tiene que ver con compartir la misma vida de Dios, ser hijos suyos. En el CVII el
capítulo V de LG tiene como motivo la llamada universal a la santidad, independientemente del estado de
vida de cada uno. Lógica del documento: 1º la Iglesia no puede dejar de ser santa; 2º porque viene de la
Trinidad; 3º determina una llamada a la santidad de todos todos. La santidad debe acontecer en la vida de
los fieles.
Hay que diferenciar entre la santidad objetiva, la Iglesia que el Señor nos ha dado, es obra de Cristo,
Santa en sus principios formales, realidades santas en sí mismas, instrumentos por el que Dios santifica,
y la santidad subjetiva, de cada uno de los fieles.
Las tres referencias del magisterio que hay que mantener son: 1. La santidad se ha afirmado
siempre. 2. Los pecadores pertenecen a la Iglesia. 3. La Iglesia necesita purificarse.
1. Ecclesia sancta et peccatrix (H. Küng): la Iglesia es una Iglesia de pecadores.
2. Ecclesia sancta peccatorum. La santidad tiene la preeminencia sobre el pecado.
3. Ecclesia inmaculata (Ch. Journet y G. Biffi): los pecadores son miembros de Cristo y de su
Iglesia pero no de la misma manera que los justos. Pertenecen a la Iglesia no por su pecado, sino por los
valores de santidad que en sí llevan.
La Iglesia inmaculada es Iglesia peregrina, ¿cómo entender la “santidad imperfecta”?:
1. Los fieles no pertenecen a la Iglesia en virtud de su pecado. 2. La Iglesia es Inmaculada a imagen de
la Virgen María en cuanto redimida. 3. Peregrina hacia la Patria definitiva, implica crecimiento y
maduración. Libertad y posibilidad de pecado.
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TEMA 29_EL PUEBLO DE DIOS PRESENTE EN LA HISTORIA
1. La Iglesia como Pueblo de Dios, comunidad sacerdotal, profética y regia
La categoría Pueblo de Dios trata de la Iglesia misma considerada en su peregrinación histórica, es
adecuada para hablar de la Iglesia como sujeto y añade la dimensión comunitaria más directamente.
Habla de la pertenencia intrínseca de la Iglesia al misterio del designio divino y a la historia.
Dos factores favorecen la eclesiología del Pueblo de Dios: 1. Las críticas que recibió la eclesiología
del cuerpo de Cristo, por exclusivista, solo de los fieles cristianos. 2. Las guerras mundiales en que había
católicos en ambos bandos, y se necesitaba la fe para reunir a los hombres de nuevo. Esta categoría puede
significar mejor la realidad común compartida por todos los fieles cristianos, tanto en su dignidad como
en su responsabilidad. Tiene, sin embargo, dos límites fundamentales: que necesita la referencia
cristológica (que queda diluida si esta no se completa con otras imágenes como Iglesia-Cuerpo de Cristo)
y que puede sufrir una reducción sociológica (el Pueblo de Dios acaba quedándose en pueblo de hombres
reunidos sin más)
Biblia: La expresión “λαος του θεου”, tanto el AT como el NT, designan siempre al pueblo de Israel, y
en una única ocasión, 1Pe 2, 9-10 es aplicada para hablar de las comunidades cristianas. Los cristianos
prefieren el término ekklesia, cuyo contenido es el mismo del Pueblo de Dios, en su realidad cultual y
comunitaria. Su uso tan abundante indica que la primera comunidad cristiana se comprendió a sí misma
en relación a la historia salvífica que le precedía. Denota continuidad con el Pueblo de Israel, y al mismo
tiempo, novedad (porque designa a la Iglesia en tres realidades, asamblea de culto, Iglesia local e Iglesia
universal). Historia: En los padres prenicenos, (y en Agustín, Ambrosio, etc.) tiene una cierta prioridad,
pero después se pierde y toman fuerza otras imágenes. No volverá a ponerse en primera línea hasta el
CVII. Nunca, sin embargo, desapareció del ámbito litúrgico. La doctrina del CVII sobre el Pueblo de
Dios está en LG9: Habla de una voluntad salvífica universal de Dios que elige a una nación y la convierte
en su pueblo. A partir de la Alianza con ese pueblo se universaliza la salvación, se deja ver la pedagogía
de Dios, y cómo de un Pueblo concreto llega a todos los pueblo, en una dinámica de cumplimiento y no
de sustitución. Es Jesucristo el que hace surgir el pueblo nuevo que reúne a gentiles y judíos en unidad.
Se pasa a formar parte de este pueblo en virtud de los sacramentos. La caracterización de este pueblo
parte de la común dignidad de los fieles cristianos parte de la iniciación cristiana (tiene raíz sacramental),
la cual habilita para participar en la misión de la Iglesia y en la vida de comunión y fraternidad. Este
Pueblo de Dios es un pueblo de sacerdotes (LG 10): hay un sacerdocio común de todos los fieles, al
servicio del cual, existe un sacerdocio ministerial diferente en esencia y no sólo en grado. El sacerdocio
común está para por medio de toda obra del hombre cristiano, ofrezcan sacrificios espirituales unidos al
sacrificio eucarístico y lo ejercen en la recepción de los sacramentos (LG11), en la oración y acción de
gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante.
Además es un pueblo profético (LG12) que participa del don profético de Cristo y que supone la
asistencia a todo el Pueblo de Dios del Espíritu Santo en lo que se refiere a la fe, de modo que no puede
equivocarse en lo que cree.
Por último es un pueblo de reyes (LG9), por la condición filial de los fieles que son hijos libres de
Dios, y que están capacitados para participar en la misión de la Iglesia, signo e instrumento de salvación
(LG 31.36)
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TEMA 29_EL PUEBLO DE DIOS PRESENTE EN LA HISTORIA
Contra ellas hay que afirmar que Jesús quiso la Iglesia y la fundó (no fue una necesidad de
institucionalización postpascual). Y que el “subsistit in” debe entenderse según su contexto filosófico y
escolástico: subsistere es un caso especial de “esse” (de ser), es el ser en la forma de un sujeto
independiente. El Concilio quiere decir, por lo tanto, que la Iglesia de Cristo se puede encontrar realmente
en la Iglesia Católica como sujeto concreto en la realidad histórica, reflejando el hecho de la división
entre los cristianos. Con esto se excluyen interpretaciones como el exclusivismo eclesiológico (fuera de la
estructura visible de la Iglesia no existe nada eclesial o cristiano), el relativismo eclesiológico (podría
subsistir en otras iglesias, además de la Católica - La Iglesia de Cristo es mayor que la Iglesia Católica -),
y el escatologismo eclesiológico (hay que esperar hasta la vida eterna para que se de la Iglesia de Cristo).
El Ecumenismo: El problema es que la Iglesia es una pero los cristianos están divididos. El
Ecumenismo es el movimiento a través del cual los cristianos tienden a unirse para manifestar de la mejor
forma posible la unidad de la Iglesia, que existe porque es obra del Señor, don del ES y no puede decaer.
El ecumenismo trata de manifestar esta unidad de forma visible y clara teniendo en cuenta que puede
crecer en la historia hasta la plenitud de los tiempos, que no reconocer la integridad de la doctrina católica
daña el ecumenismo y por lo tanto hay que cuidar de expresarla de forma adecuada, profunda y exacta.
UR 4 y 11, contienen el núcleo fundamental de la doctrina católica sobre el ecumenismo. Al confrontar
las doctrinas hay un orden o "jerarquía" de las verdades en la doctrina católica, por ser diversa su
conexión con el fundamente de la fe cristiana. Las jerarquías de las verdades de la fe no dice que haya
unos “grados de verdades”, unas más verdaderas que otras. Quiere decir orden intrínseco desde el
acontecimiento de Jesucristo, principio de inteligibilidad.
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TEMA 30_LA IGLESIA, COMUNIÓN EN EL CUERPO DEL SEÑOR
1. La Iglesia como Cuerpo de Cristo
1 Cor 12,12-13; 1 Cor 10,16; Col 1,18; Col., 1,5; Ef., 1,18. San Pablo concibe las relaciones entre Cristo y
los cristianos como la relación de los distintos miembros del Cuerpo y la Cabeza (relación íntima entre
Cristo y la Iglesia). Esta unidad, que precede a la actividad del Cuerpo, no elimina la diferencia entre los
miembros y la diversidad de funciones que cumplen. Además, Cristo Cabeza, es principio de crecimiento
del Cuerpo, lo recapitula y lo rige. A Él se pertenece por la fe y la caridad y, sacramentalmente, por el
Bautismo y la Eucaristía. La imagen del Cuerpo de Cristo se aclara con la Imagen de la Iglesia Esposa
que resalta más la diferencia entre Cristo y la Iglesia y califica el vínculo que los hace uno, como un
vínculo íntimo de amor. Es la máxima unidad posible entre dos sujetos distintos, evitando la fusión, y
expresando en términos de obediencia y libertad su relación. La reflexión patrística, que S. Agustín
sistematiza en la doctrina del Cristo Total, descubre en la Iglesia el Cuerpo verdadero de Cristo en clave
Eucarística. El Bautismo nos incorpora individualmente al ser colectivo Cristo, a la Iglesia: significa
pasar a ser miembro de Cristo de forma individual, la Eucaristía como Cuerpo.
Las disputas eucarísticas de la Edad Media invierten la terminología: la Iglesia pasa a ser corpus
mysticum y la Eucaristía corpus verum. Con el desarrollo de la ciencia canónica el término corpus se
entiende más en sentido corporativo y pierde su matiz sacramental, aunque se conserva el tema de la
gratia Christi capitis.
En la Edad Moderna, como consecuencia del cisma luterano, se emplean categorías que subrayan más
la dimensión visible de la Iglesia (societas perfecta). En el s. XIX surgen movimientos de reforma que
revaloran la categoría (Möhler: la Iglesia como la prolongación de la encarnación en la historia). Hasta
que Mystici corporis, de Pío XII, la convierte en el centro de la eclesiología. Descubre sus ventajas:
definición cristológica de la Iglesia, acentuación de la dimensión interior y de comunión, acentuación de
la dimensión de crecimiento y desarrollo, unidad en la diversidad de carismas y ministerios. Y también
sus riesgos: entender Cristo y la Iglesia como un único sujeto, no permite resolver de forma adecuada la
cuestión de la pertenencia a la Iglesia: no permite formas de comunión imperfectas.
El CVII utiliza una gran variedad de imágenes para referirse a la Iglesia. Prefiere Pueblo de Dios, pero
no deja aparte la imagen del Cuerpo de Cristo. LG 7 la considera particularmente adecuada: partiendo de
la perspectiva trinitaria, indica la modalidad sacramental por la cual los creyentes se unen a Cristo, la
Iniciación cristiana, que tiene su plenitud en la Eucaristía. Ser miembros de este Cuerpo fundamenta la
solidaridad de los miembros entre sí en el horizonte de su edificación.
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TEMA 30_LA IGLESIA, COMUNIÓN EN EL CUERPO DEL SEÑOR
3. La apostolicidad de la Iglesia
La nota de la apostolicidad indica la permanencia en la Iglesia, a lo largo de la historia, de sus
principios constitutivos recibidos de Cristo y transmitidos por los apóstoles (en la Iglesia se hace presente
de forma indefectible el acontecimiento de Cristo). La Iglesia es apostólica en virtud del ES, garante de la
Traditio catholica. Esta apostolicidad tiene dos dimensiones: de doctrina (profesión de la fe de los
apóstoles) y de ministerio (sucesión apostólica que surge en función de la recta profesión de fe). La
Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los apóstoles (Ef 2,20), guarda y transmite, con la ayuda
del ES, el depósito de la fe recibido de los apóstoles, y sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por
los apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a los que le suceden en el ministerio (obispos). La
apostolicidad es el fundamento de la misión: toda la Iglesia es apostólica en cuanto es enviada al mundo.
El encuentro con Cristo en la Iglesia: Introducción general a los sacramentos. La celebración litúrgica:
culto al Padre en espíritu y verdad. El Bautismo y la Confirmación. Los sacramentos de sanación: Penitencia y Unción. La institución
de la Eucaristía. El sacramento del ministerio ordenado. El Matrimonio.
TEMA 31_ EL ENCUENTRO CON XTO EN LA IGLESIA: INTRO. GNRL. SCRAMENTOS
1. Símbolo y rito
Símbolo: realidades sensibles que remiten a otra que no lo es. Poseen un significante (lo sensible) y un
significado (realidad a la que remite). La diferencia entre signo y símbolo está en que la relación
significante/significado en el signo es artificial, establecida por el hombre; en el símbolo, el significante está
naturalmente relacionado con el significado. El fundamento de los símbolos sacramentales está en el ámbito de la
creación (árbol signo de vida, agua signo de vida y también de muerte, etc.), la tradición hebrea (circuncisión,
cordero, pascua) y la voluntad de Cristo que quiso condicionar la eficacia de su misterio a determinadas acciones
simbólicas. Rito: es una forma de expresión simbólica, es una acción sagrada que se ejecuta con exactitud en
ciertos momentos con palabras que explican el significado de la acción y que introduce en el ámbito de lo divino.
Características: a) ruptura justa con la vida ordinaria (excesiva: hieratismo, rubricismo; escasa: banalización del
rito), b) la gestualidad o mimesis c) gestos y palabras intrínsecamente unidos; d) introducción en el Misterio
Pascual.
2. Dimensiones y estructura del signo sacramental
Son un acto de culto a Dios y de oblación de la vida que queda transformada. Tiene dos dimensiones de los
sacramentos: anabática (ascendente), celebración de la Iglesia y liturgia auténtica donde se ofrece a Dios la vida;
catabática (descendente), Cristo entrega su gracia y nos santifica. En cuanto a estructura distinguimos: res
sacramenti, significado del sacramento; res et sacramentum, entre el contenido y la realización del signo, carácter
sacramental; sacramentum tantum, elemento externo (materia y forma).
3. Aspectos bíblicos
En la SE hay palabras y gestos que remiten a una realidad ulterior y divina, medios por los que Dios trata con su
pueblo y éste con Dios. AT: signos instituidos por Dios que garantizan a su modo la presencia cultual de Dios en
medio del pueblo y que prefiguran a Cristo: Circuncisión, la Ley, el Cordero Pascual, el Templo, el Sábado y el
Nombre de Dios. NT: Cristo está vinculado al concepto de signo, su propia identidad es signo de contradicción, sus
milagros son signos para provocar la fe. Sin embargo, la palabra mysterium que se traduce por Sacramentum, en
griego común se refería a algo secreto. En Pb Pablo aparece unas 20 veces referido al designio divino, al plan de
Dios: es la misma vida de Dios y la decisión de comunicar al hombre las riquezas de su gloria. Este misterio es
prolongado por la Iglesia a través de las acciones que nos hacen participar del acontecimiento salvífico (los
sacramentos).
4. Perspectiva patrística
Los primeros Padres usaron el término μυστήριον en sentido paulino. En este contexto sitúa Ireneo las
celebraciones sacramentales. Orígenes acentúa el sentido de participación velada (realidad divina manifestada y
comunicada en signos sensibles como velos de esa realidad). Los padres latinos tradujeron μυστήριον por
sacramentum (acentúa el carácter de mediación sensible pero no el sentido hco-salvífico, lo cual condujo a la
disociación entre la historia de la salvación y la sacramentalidad cristiana), que designa el juramento de obediencia
de los soldados hacia el general. Tertuliano lo generalizó para designar los misterios cristianos, concibiéndolos
como realidades sensibles capaces de conferir un efecto sobrenatural, cuya eficacia depende de la cruz de Cristo en
la que participa. Agustín afirma que lo propio del sacramento es ser signo sagrado (visible de la gracia invisible) y
que tiene tres funciones: gnoseológica o pedagógica, tipológica, mediación del acontecimiento salvífico. Distingue
dos planos: visible, compuesto de palabras (verba) y signo (elementum); invisible (res divina), realidad significada
o misterio celebrado, que comporta la gracia (sanctificatio) y, en algunos sacramentos, un sello indeleble
(consecratio). La eficacia de los sacramentos depende de la potestas Christi (no de la santidad del minsitro), que es
conferida a la Iglesia para que los administre. Los sacramentos celebrados fuera de la unidad de la Iglesia se
celebran verdaderamente pero no producen sus frutos. S. Isidoro de Sevilla, destaca la acción eficaz y misteriosa
del Espíritu bajo el velo de la realidad material.
5. La reflexión escolástica
Hugo de San Víctor escribe el primer tratado general de Sacramentos, De sacramentis christianae fidei
(Elemento material, perceptible, que por su semejanza representa, por su institución significa y por su santificación
contiene una gracia invisible y espiritual). Es una realidad material instituida por Cristo, que significa la gracia y
realiza la santificación en el hombre por la actuación del Espíritu Santo, remedio contra los pecados cometidos.
Pedro Lombardo añade que es un tipo de signo cuya diferencia específica es ser «causa de la gracia» (1º en
difundir el septenario). Santo Tomás: «signo sensible de una realidad sagrada», la materia y la forma conforman la
esencia física del sacramento. «que justifica», mediación instituida por Dios para realizar la santificación del
hombre. «concediendo la gracia y algunos el carácter», signos eficaces que realizan lo que significan y conceden
dos tipos de gracia: santificante y específica de cada sacramento. «que proceden de Dios en Cristo», su causa
eficiente es Dios, para quien la Pasión de Cristo es causa meritoria y el sacramento causa instrumental. Distingue
entre acción sacramental en sí misma, siempre válida y a pesar de la indignidad del ministro y de las disposiciones
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TEMA 31_ EL ENCUENTRO CON XTO EN LA IGLESIA: INTRO. GNRL. SCRAMENTOS
del sujeto (causa de la gracia ex opere operato) y el uso de la acción celebrativa sacramental (como causa ex opere
operantis).
8. La presencia del obrar salvífico de Dios y los efectos de los sacramentos (gracia y carácter)
La presencia del Mº Pascual (res sacramenti) se realiza ex opere operato (Cristo es el ministro principal de los
sacramentos) aunque es necesaria la intención del ministro que actúa en nombre de la Iglesia (ex opere operantis) y
coopera a la acción del ES (sinergia). Los efectos de los sacramentos: La gracia: de la unión con Dios que es una
participación de la vida trinitaria. La gracia, santificante, implica la remisión de los pecados y la comunión con la
Iglesia, e incluye la concesión de las virtudes y dones del ES. Cada sacramento confiere una gracia particular.
Carácter: una señal (sphragis) con que el Espíritu Santo sella, para configurar con Cristo Sacerdote, Profeta y Rey
y hacerlo miembro consagrado de la Iglesia (indeleble y distintiva). Lo capacita para realizar el culto a Dios (señal
dispositiva).
~ 80 ~
TEMA 32_ LA CELEB. LITÚRGICA: CULTO AL PADRE EN ESPÍRITU Y VERDAD
1. La Liturgia como obra de la Trinidad
La liturgia, es siempre don a la Iglesia y obra de la Santísima Trinidad en la vida de los hombres: forma parte de
la automanifestación del Padre y de su amor al hombre, por Jesucristo en el Espíritu Santo. La dimensión Trinitaria
de la Liturgia es el principio teológico fundamental de su naturaleza, y la primera ley de toda celebración (ab patre
per filium in spirito, in spirito per filium ad patrem). Padre: la oración litúrgica siempre es dirigida al Padre,
principio y fin de toda acción litúrgica (teocéntrica). Hijo: La plegaria Eucarística es paradigmática de la
centralidad de Cristo en la liturgia (memoria de su obra redentora), porque es el mediador único entre Dios y los
hombres, sumo Sacerdote. Como cabeza de la Iglesia permanece junto a ella y se hace presente principalmente en
los actos litúrgicos de diversos modos para llevar a cabo la obra de la salvación (cf. SC 7). Espíritu Santo: asiste
siempre a la Iglesia en la acción litúrgica para que invoque a su Señor. Bajo la guía y el impulso del Espíritu Santo
la Iglesia ora, canta y celebra al Padre, confiesa a Jesucristo como Señor y lo invoca en la espera de su retorno.
Hace que los actos sacramentales de la Iglesia realicen lo que significan, conduciendo la obra de Cristo a su
plenitud según el designo eterno del Padre.
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TEMA 33_ EL BAUTISMO Y LA CONFIRMACIÓN
1. La iniciación cristiana
La categoría de “iniciación” procede de los misterios helenísticos, en los cuales se hace un uso técnico de dos
verbos: μύω ( μυστήριον; iniciar en los μυστήρια) y τελέω (perfección). Filón de Alejandría usó esta nomenclatura
para describir los ritos mosaicos, de donde pasó a los padres alejandrinos, que la aplicaron a los ritos cristianos. En
la Edad Media la categoría desapareció de la teología y la recupera a finales del XIX la escuela de la
Religionsgeschichte (escuela del estudio comparado de las religiones) en el estudio de la relación entre cristianismo
y cultos mistéricos. Louis Duchesne, Orígenes del culto cristiano, con la categoría de iniciación se refiere al
Bautismo, Confirmación y Eucaristía. El CVII, libros litúrgicos, el CIC y el CEC hablan así de estos sacramentos.
2. El Bautismo
2.1. Principales textos del Nuevo Testamento sobre el Bautismo
Buenaventura y Tomás son conscientes de que para los padres de la Iglesia, el Bautismo fue instituido cuando
Jesús fue bautizado en el Jordán; pero Alejandro de Hales y Alberto Magno pensaban que fue instituido en la
ascensión (Mt 28,19), apoyándose en la interpretación patrística del costado de Cristo (Rm 6, el bautizado es
configurado con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo). Este argumento también está en Tertuliano.
Buenaventura resuelve la dificultad mediante la teoría de la institución sucesiva: en el Jordán Jesús empieza a
instituir el bautismo. Hay cuatro momentos importantes: el diálogo con Nicodemo, Jesús bautiza por medio de sus
discípulos, pasión, Mt 28,19. Tomás distingue dos momentos: institución en el Jordán (prefiguración de la Pascua,
igual que los sacramentos del AT, con la diferencia de que aquí se hace presente en la humanidad de Cristo) y
mandato de bautizar (comienza a ser necesario).
La sinopsis revela dos tradiciones:
Sinóptica: Distingue dos momentos: de agua (caos-cosmos/prefigura muerte) y de espíritu (vida: paloma/
Gn 1,2. 8; Ex 14) y voz (sal 2 o Is 42, 1, a partir de ahora hijo secundum operationem). Resurrección.
Joánica: siervo de Yahvé (Is 53).
2.5. Efectos
El Bautismo es la puerta de los sacramentos, es necesario para la salvación, al menos de deseo. Por él, los
hombres se liberan del pecado y son reengendrados como hijos de Dios e incorporados a la Iglesia quedando
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TEMA 33_ EL BAUTISMO Y LA CONFIRMACIÓN
configurados con Cristo. Esta regeneración en Cristo es la justificación. San Pablo vincula la regeneración a la fe,
en Rm 3, 28, pero en Rm 6, la vincula más bien al Bautismo, describiéndolo como una muerte al pecado. Para los
reformadores esto es una contradicción en Pablo que se explica por su relación con los cultos mistéricos en
ambiente helenístico. Esta contradicción se supera entendiendo la fe como μετάνοια un cambio de νούς (Ga 2,20):
hago mío el νούς del ser colectivo Cristo, es decir, el de la Iglesia. Por tanto, la fe no es una elaboración mía, sino
que a ella llego incorporándome a la Iglesia; esa incorporación tiene lugar en el bautismo. Así, entre fe y bautismo
no hay incompatibilidad, sino todo lo contrario.
3. La Confirmación
3.1. Origen, elementos esenciales y efectos
Trento define en el c. 1 que la confirmación es un verdadero sacramento y no sólo una catequesis por la que los
que están próximos a la adolescencia exponen ante la Iglesia su fe, contra la doctrina de los reformadores Calvino y
Lutero. Harnack cree que el sacramento de la Confirmación y del Bautismo habían sido un único sacramento y que
se habían separado posteriormente (Pío X da respuesta en el decreto Lamentabili). Según Cipriano, algunos ritos de
la iniciación cristiana (como el bautismo) pueden ser administrados por el presbítero; en cambio, la imposición de
manos está reservada al obispo (conciencia de que había diferencia entre uno y otro rito, aunque por lo general se
administraran conjuntamente): ambos ritos son “dos sacramentos” (“utroque sacramento”). Cornelio papa y el
Concilio de Elvira testimonian que había casos (eg. en peligro de muerte) en los que se administraban por separado.
Calvino diceque es una corrupción medieval. En buena medida se trata de un debate exegético sobre la
interpretación de Hchs 8,14ss: carismática (es gratia gratis data, asociada a carismas extraordinarios de entonces,
que ya no permanecen) y la sacramental (gratia gratum faciens, una imposición de manos sacramental). La
tradición y el magisterio de la Iglesia siempre ha optado por la interpretación sacramental, desde san Cipriano hasta
la Divinae consortium naturae y el CEC.
Diferencia entre los efectos de la Confirmación y del Bautismo. Calvino: si decimos que la Confirmación otorga
el don del ES, estamos haciendo injuria al bautismo. Algunos teólogos afirman que el Bautismo se administra “ad
innocentiam” (otorga el perdón de los pecados”, no el don del ES), mientras que la Confirmación se administra “ad
augmentum” (otorga el don del ES). Calvino rechaza esta teoría que fue condenada en tiempo de Agustín por el
Concilio de Milevi. Ambrosio testimonia que en su época la fórmula empleada en la Confirmación hacía referencia
a los dones del ES (el bautismo confiere las virtudes teologales y la confirmación confiere los dones del ES). Esta
teoría aparece en Rabano Mauro, Pedro Lombardo y Buenaventura. Tomás dice que el bautismo ya infunde los
dones del ES. La confirmación es el sacramento de la madurez cristiana. El niño no puede engendrar, no puede ser
padre o madre; el adulto sí, puede generar, comunicar la humanidad que tiene. Análogamente, el bautizado no
confirmado ya tiene la vida divina, la filiación, pero no puede comunicarla, esta capacidad viene dada por la
confirmación. Permite vivir la paternidad/maternidad espiritual, nos capacita para ello = es el sacramento del
apostolado (comunicación de la vida divina, y lucha contra el demonio).
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TEMA 34_ LOS SACRAMENTOS DE SANACIÓN: PENITENCIA Y UNCIÓN
1. Penitencia
1.1. Textos bíblicos
El concepto de pecado tiene sentido en un contexto de alianza. El pecado supone una ruptura con Dios, que se
resuelve con la conversión del pecador. En el AT hay numerosos testimonios de la llamada a la conversión tanto en
los salmos como en los profetas. Pretenden un cambio interior que acabe concretándose en aspectos externos. Surge
la conciencia de que la conversión, el cambio de corazón, supera las fuerzas humanas y es un don de Dios que hay
que suplicar. Hay que tener en cuenta, además que el concepto de pecado abarca lo personal y lo comunitario por
eso se hace referencia a prácticas de penitencia colectiva, incluso a distintos medios disciplinares contra el pecador
como la exclusión de la comunidad. En el NT el Bautista predica la conversión (toma de conciencia de pecado,
apelación a la Misericordia Divina, amor que lamenta el pasado y voluntad de cambio) y esta llamada también es la
primera de Jesús (Mc 1,15). Pero no sólo invita a la conversión (que supone aceptar por la fe la salvación que trae)
sino que Él mismo es capaz de perdonar el pecado (Mt 9,1-8) y de llevar a cabo la obra de reconciliación entre Dios
y los hombres. Del poder de perdonar los pecados, que corresponde sólo a Dios, Jesús hace también partícipes a los
apóstoles y esto supone su autoridad reconciliar a los pecadores con la Iglesia (Mt 18,18; 16,18). Lo expresa
mediante las palabras a Pedro: "A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará
atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. Atar y desatar significan que el que
sea excluido de la comunión eclesial será excluido de la comunión con Dios y el que sea recibido de nuevo, Dios lo
acoge en la suya. La reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios. En Jn 20, 19 se usan
las palabras “perdonar y retener”, resaltando que el perdón es fruto de la Pasión, obra del Espíritu Santo sobre los
creyentes y un poder ligado a la misión que Cristo confía a sus discípulos. Pablo transmite desde el comienzo la
importancia de que la comunidad amoneste al pecador para librarle del fermento del pecado, significar que está
bajo el poder de Satanás, y por su bien, para que se salve. Si se convierte es perdonado y readmitido.
1.2. Historia del sacramento de la Penitencia
Institucionalización eclesial de la penitencia (ss. II-III): la reconciliación de los cristianos que habían cometido
pecados particularmente graves después de su Bautismo (por ejemplo, idolatría, homicidio o adulterio), seguía una
disciplina muy rigurosa, según la cual los penitentes hacían penitencia pública por sus pecados, a menudo, durante
largos años, antes de recibir la reconciliación. No hay pecados imperdonables (vs. novacianos). Todo pecado puede
ser perdonado por la Iglesia.
Penitencia canónica (del s. IV-VI): Se trataba de una confesión secreta al Obispo de pecados graves. Si era
necesario se hacía penitencia pública y rigurosa e ingreso en el orden de los penitentes. Al final se recibe la
absolución (“oración del sacerdote”). Generalmente, una vez en la vida. Permanecían los entredichos para siempre.
Penitencia Privada (VII-XI): Los presbíteros reconcilian privadamente a los penitentes que lo piden. Cristaliza
en la penitencia la tarifada, con la ayuda de los libros Penitenciales. El acento está ahora en la confesión entendida
como reconocimiento del pecado ante la Iglesia. Otras características son la periodicidad y la confesión de
devoción, manifestando también los pecados leves, así como su celebración por el presbítero.
Siglo XII- Trento: Durante este siglo se plantea la cuestión de la sacramentalidad de la Penitencia privada. Se
tendió a centrar la penitencia en el interior de la persona, mientras que la realidad eclesial o sacramental tendía a
permanecer extrínseca al perdón. Santo Tomás consigue una síntesis distinguiendo el signo sacramental (materia y
forma), la res et sacramentum (verdadera contrición) y la res tantum (la remisión del pecado).
Lutero y Trento (DH894-906): Para Lutero el hombre está completamente corrompido, la justificación que
obtiene por Cristo es una justificación extrínseca que no cambia al pecador. Trento responde certificando que la
penitencia es un sacramento que perdona realmente los pecados, y establece una estructura básica que tiene en
cuenta por un lado los actos del penitente (contrición, confesión y satisfacción) y la absolución por parte del
ministro.
El último paso supone que la absolución se dé antes de la realización de la penitencia y, a partir del s.XVIII, el
cambio de la fórmula de absolución.
1.3. Elementos esenciales de este sacramento
El examen de conciencia que pide Trento es un “diligente examen”, no de “angustiosa introspección
psicológica”. Conviene hacerlo a la luz de la Palabra de Dios.
La Contricción: La contricción es “dolor del alma y detestación del pecado cometido con la resolución de no
volver a pecar” (Cc. De Trento). “De ella depende la verdad de la penitencia”. Se distingue: Contricción perfecta:
brota del amor de Dios sobre todas las cosas. Imperfecta, o atricción: es también un don de Dios (Lutero lo negaba)
e impulso del Espíritu Santo. Nace de la contemplación de la fealdad del pecado o del temor de la condenación
eterna.
La Confesión: Es la manifestación de los pecados ante la Iglesia representada en sus ministros. Ha de ser:
Integra (todos los pecados mortales en número y especie); Eclesial (con la mediación de la Iglesia); e individual,
pues el pecado es un hecho profundamente personal.
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TEMA 34_ LOS SACRAMENTOS DE SANACIÓN: PENITENCIA Y UNCIÓN
Satisfacción o Penitencia: No es el precio que se paga, sino el signo del compromiso que el cristiano ha asumido
ante Dios, aceptando unirse a la Pasión de Jesús para combatir los efectos negativos del pecado. Ha de reparar las
consecuencias negativas del pecado. Por eso, ha de acomodarse a cada penitente, para que repare lo que destruyó,
sea remedio de su pecado, y le ayude a renovar su vida.
1.4. Efectos
Los efectos espirituales del sacramento de la Penitencia son (CEC 1496): la reconciliación con Dios por la que
el penitente recupera la gracia; y con la Iglesia; la remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales; la
remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado; la paz y la serenidad de la
conciencia, y el consuelo espiritual y el acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.
1.5. Ritual y celebración
a) Para reconciliar a un sólo penitente: Preparación por medio de la oración, acogida del penitente, lectura de la
Palabra de Dios, confesión y aceptación de la satisfacción, oración del penitente y absolución. b) Reconciliación de
varios penitentes con confesión y absolución individual: Permite subrayar más los aspectos comunitarios del
sacramento y su naturaleza eclesial. Reciben el perdón individualmente con la fórmula para reconciliar a un solo
penitente. c) Varios penitentes con confesión y absolución gral: Es totalmente excepcional: en peligro de muerte o
por insuficiencia de confesores con conocimiento y consentimiento del Ordinario, que debe valorar si existen las
condiciones. Además, “queda la obligación de confesar individualmente los pecados graves antes de recurrir de
nuevo a otra absolución general”.
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TEMA 35_ LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
1. La institución de la Eucaristía por Jesucristo en el marco del anuncio del Reino de Dios
La apocalíptica es una corriente que se desarrolla a partir del siglo III a.C.: Israel se halla amenazado por un
peligro; se pide a Dios que intervenga para salvarlo, se le pide una intervención definitiva, que destierre para
siempre el peligro; tras esa intervención en favor de Israel quedará instaurado el reino de Dios, y todos los pueblos
de la tierra pasarán a formar parte de él. Hay textos que afirman que el RD se inaugurará mediante un banquete (Is
25). Este banquete escatológico de la basileia se corresponde con el banquete de la alianza del Sinaí de Ex 24. En el
Sinaí la secuencia fue la siguiente: 1) suben al monte Moisés y los ancianos; 2) Dios se les aparece, a pesar de lo
cual no mueren; 3) se celebra un banquete; se trata de un banquete de comunión (zäbăḥ) en el que se come el
novillo inmolado para ratificar la alianza. En Is 24,23, que es el último versículo del capítulo, la secuencia es la
misma: 1) Los ancianos suben al monte Sión; 2) la Gloria de Dios se les aparece, 3) a continuación, en el capítulo
25, se celebra un banquete, que es una todá. Pero hay una diferencia. La alianza del Sinaí se concierta con Israel. La
del monte Sión se concierta con todos los pueblos, tal y como dicen los versículos 6-7.
Esta idea está muy presente en la tradición rabínica. La Pesiqta dice: “En el tiempo venidero (mesiánico)
cesarán todos los sacrificios, pero el sacrificio de la todá no cesará por toda la eternidad, y cesarán también todos
los cantos (religiosos), pero los cantos de la todá no cesarán por toda la eternidad.” Es decir, según la tradición
rabínica, cuando venga el Mesías, cesarán todos los sacrificios. Todos menos uno, la todá. La idea la encontramos
también en Qumrán: cuando venga el Mesías, se celebrará un banquete en el cual se comerá pan y mosto. De
hecho, se recoge el ritual con arreglo al cual deberá celebrarse este banquete mesiánico. En los cuatro relatos de la
institución se hace referencia a la Antigua Alianza de Ex 24 y se presenta la Eucaristía como la todá de la Nueva
Alianza. Es decir, da la impresión de que se interpreta la Eucaristía desde la clave escatológica de Is 25.
3. La Eucaristía como sacramento de la presencia real de Cristo; significado particular de la doctrina sobre
la transubstanciación
En la Edad Media hubo ya dos grandes discusiones sobre la presencia real. La primera tuvo lugar en el siglo IX,
es el llamado debate carolingio (entre Pascasio Radberto y Ratramno), y la segunda, en el XI, la controversia en
torno a Berengario de Tours. En estas dos discusiones asoma incipientemente una problemática que va creciendo
con el nominalismo, luego con Wycleff y Hus y que estallará con toda su virulencia en la Reforma. Trento se
escribe en controversia con los reformadores, los cánones de la sesión VII sobre los sacramentos contestan con la
doctrina católica a los ataques luteranos (DH 1651). El canon 1 afirma la presencia real en términos de continencia,
«verdadera, real y sustancial», condenándose las tesis reformistas sobre la presencia. El canon 2 define la
conversión sustancial y reconoce la validez del término transustanciación. Se condena la consustanciación. El
canon 3 define la presencia de todo Cristo en cada una de las especies. El canon 4 define la presencia permanente y
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TEMA 35_ LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
condena la presencia in usu. Los cánones 6-7 condenan a los que niegan el culto de adoración a la eucaristía,
reserva, procesiones, o comunión a los enfermos. Para Lutero en la Eucaristía está verdaderamente el Cuerpo de
Cristo, pero únicamente durante la celebración de la Misa. Es la presencia in usu. Acepta la presencia real pero no
la doctrina de los accidentes sine subiecto, propia de la teoría de la transustanciación. Prefiere la presencia de Cristo
junto con las sustancias del pan y el vino. Es la consustanciación. Lutero considera que esta doctrina ha sido fruto
de la recepción de Aristóteles en la teología medieval, sin embargo, aunque la palabra transustanciación no aparece
como tal, el concepto aparece ya en los padres. Fausto de Riez (*) utiliza ya la fórmula converti ex substantia
panis. se introduce en teología en época medieval y que va ligado a una concepción del mundo que ya no es la
actual. Sin embargo, la idea no es medieval, sino que aparece ya en los padres. Podéis mencionar el texto de Fausto
de Riez. Trento, al definir en sus cánones la doctrina de la transubstanciación no está optando por la teología
tomista en detrimento de la nominalista, sino que se hace eco de la Tradición. Se ha dado un debate
contemporáneo muy importante sobre la transustanciación. En el siglo XX la categoría de transustanciación ha
vuelto a entrar en crisis, debido sobre todo a dos problemáticas. 1) Problemática científica: la física moderna
supone una superación de la física aristotélica; ahora bien, la metafísica aristotélica se apoyaba sobre la física, por
lo que parece que cae juntamente con ella. ¿Qué sentido tiene entonces seguir explicando el misterio eucarístico
con categorías sacadas de la metafísica aristotélica? 2) Problemática fenomenológica: frente a la Escolástica que
para hacer teología recurre sobre todo a la metafísica aristotélica, la teología contemporánea empieza a echar mano
de la fenomenología y, concretamente, de la fenomenología existencial. Ahora bien, la fenomenología intenta
superar el concepto aristotélico de sustancia, que es considerado un tanto cosista. Con lo cual el concepto de
transustanciación entra en crisis.
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TEMA 36_ EL SACRAMENTO DEL MINISTERIO ORDENADO
1. Jesucristo, Apóstol y Sacerdote del Padre
Jesús es enviado del Padre. Cristo realiza su misión salvadora cargado de autoridad debido a su calidad
de enviado del Padre. En el NT el reconocimiento del ministerio de tal autoridad del Señor toma diversos
nombres: Cristo, Maestro, Hijo de David... Finalmente estos títulos se sistematizan en un triple título:
Sacerdote, Profeta y Rey. Es una trilogía de funciones que significan a Cristo como enviado del Padre y
plenitud de las promesas de Dios, compendian tres aspectos bajo los que el Padre ha ido desplegando su
plan de salvación: los profetas, los reyes y los sacerdotes. En el NT se insinúa el sacerdocio de Cristo, don
que hace de sí mismo al Padre y adhesión al mandato recibido de Él. Sacerdocio que abarca su vida
entera, manifestándose plenamente en la cruz. En Hb aparece la Cristología Sacerdotal: 1. Cristo es
Mediador (establece una comunicación perfecta y definitiva entre el hombre y Dios). 2. Cristo es
misericordioso y digno de fe (Sacr. existencial en favor de los hombres). 3. Cristo es sacerdote único y
eterno (es eficaz al contrario de los del AT). El fundamento y origen del ministerio apostólico radica,
según el NT, en el ministerio salvífico de Jesucristo.
3. Evolución histórica
3.1. Padres Apostólicos y Patrística posterior: Padres Apostólicos: Didajé: Diferencia ministerios
itinerantes y estables y el paso de uno a otro en relación con la celebración de la Eucaristía. / Clemente de
Roma: Destaca la importancia de la sede romana y el carácter irrevocable del ministerio. / Ignacio de
Antioquía: Testimonia una estructura jerárquica consolidada: epíscopo, presbíteros y diáconos en torno a
una Iglesia local, simbolizan la unión de Cristo con el Padre y de este con sus Apóstoles. De la patrística
posterior: Tradición Apostólica: Obispo elegido por el pueblo y ordenado por otro Obispo que le impone
las manos. Otros ministerios inferiores (lector, subdiácono, viudas) sin la imposición de manos. / Pseudo-
Dionisio: (sacral) el sacerdote es más mediador: la jerarquía eclesial es reflejo de la jerarquía del cielo,
olvida lo apostólico. / Jerónimo: (cultual) el sacerdote está enfocado a la Eucaristía. / San Agustín:
(pastoral) el sacerdote hace presente en medio del pueblo la caridad de Cristo. / San Isidoro de Sevilla:
sacramento del sacerdocio común para presbíteros y obispos, todos son sacerdotes pero uno con más
dignidad o con tareas peculiares.
3.2. Teología Escolástica: Pedro Lombardo y Santo Tomás: El sacramento del orden confiere el
poder para celebrar la Eucaristía; la diferencia entre el episcopado y presbiterado es la jurisdicción. /
Contra los Cátaros y los Valdenses, que niegan la Eucaristía y el orden, el Concilio IV de Letrán y
Concilio de Florencia. Jesucristo único sacerdote del NT, el sacerdote debidamente ordenado participa del
único sacerdocio de Cristo. Afirma la doctrina del carácter, la autoridad del sacerdote para absolver, y la
materia del sacramento.
3.3. Reforma protestante y Concilio de Trento: Lutero: El sacramento del orden es un invento del
Papa. Único sacerdocio es el de Cristo y común a todos los bautizados. / Concilio de Trento (DH 1769-
1770 capítulos; DH 1771-1778 cánones) / La sesión XXIII responde a los errores protestantes a través de
4 capítulos y 7 cánones: Sacramento instituido por Cristo, imprime carácter, ordenación, potestad de
celebrar la Eucaristía. Además los decretos de Reforma de la Sesión XXII: seminario, residencia, abusos
del estado clerical.
3.4. La figura sacerdotal postridentina
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TEMA 36_ EL SACRAMENTO DEL MINISTERIO ORDENADO
4. El ministerio ordenado: su origen en Cristo y en la misión apostólica
LG III. Cristo, enviado del Padre, envió a los apóstoles. Puso a Pedro al frente. La misión divina fue
confiada por Cristo a los apóstoles y estos para que durase hasta el final del mundo, según la voluntad de
Cristo, se preocuparon de instituir esta sociedad jerárquicamente organizada por sus sucesores.
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TEMA 37_ EL MATRIMONIO
1. El designio originario de Dios sobre el matrimonio
El matrimonio se enraíza en la realidad humana desde el principio. Jesús se remite al Gn. El designio originario
queda recogido en Gn 2, 18-24 y Gn 1, 26-28. El primer relato destaca la igualdad fundamental entre los esposos, la
libertad y unidad e indisolubilidad (propia del matrimonio natural) y la complementariedad. En el segundo relato,
destacan la fecundidad y la igualdad (a imagen de Dios). El plan originario de Dios sobre el Matrimonio se resume
en: Naturaleza, comunión de vida y amor entre varón y mujer, querida por Dios; fines,(ayuda mutua
(complementariedad-bien de ambos) y procreación; propiedades, unidad e indisolubilidad. El pecado original en
relación con el Matrimonio es la razón por la que Cristo busca purificar y elevar a sacramento el matrimonio. En
contraste con el designio original, desviaciones de los israelitas en el matrimonio: divorcio (Dt 24, 1-4) y poligamia
(entre los ricos y reyes).
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ESCATOLOGÍA CRISTIANA
TEMAS 38 AL 39
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TEMA 38_ DIOS CONSUMA LA CREACIÓN POR JESUCRISTO
conciliar el juicio particular y el universal que sacará a la luz lo relevante y lo irrelevante de cada historia
humana en relación con la Historia en su conjunto. Conoceremos el sentido último de toda la obra de la
creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos los caminos admirables por los que el
Señor habrá conducido todas las cosas a su fin último. El juicio final revelará que la justicia de Dios
triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte. El
mensaje del Juicio final llama a la conversión, inspira el santo temor de Dios. Los Credos primitivos
afirman la realidad del juicio universal al final de los tiempos, y señalan la centralidad de Cristo Juez. El
Concilio IV de Letrán afirma el juicio por las obras. La expresión «vivos y muertos» comporta un doble
significado: 1) equivale a «todos» (justos e impíos, vivos o muertos: una expresión al estilo bíblico que
incluye a todos); 2) el juicio recaerá tanto sobre los que entonces estén vivos, como sobre los que ya
hayan muerto.
Resurrección universal: Dn 12,2 y 2Mac 7 son los textos fundamentales del AT referidos a la
resurrección. Anuncian una resurrección universal de justos e impíos. Una resurrección personal en la que
caben dos estados: vida eterna o eterna ignominia. En el NT El Evangelio de Juan pone en boca de Jesús
la idea del libro de Daniel, (Jn 5,28-29) y vincula la resurrección universal al juicio y Hchs 24, 15 hace
referencia a la resurrección universal. Pero el texto central para la reflexión acerca de la resurrección es
1Co 15. Cristo aparece como modelo, norma y primicia de la resurrección de los cristianos. Pablo explica
la resurrección en una dinámica de continuidad-discontinuidad: se siembra corrupción, deshonor,
debilidad y un cuerpo animal, y resucita incorrupción, gloria, fortaleza, un cuerpo espiritual. La
resurrección universal es la reunión del alma con su cuerpo vivificado y supone resucitar con Cristo.
Todos los hombres resucitarán o para la vida o para la muerte. Y lo harán al modo de Cristo, con su
mismo cuerpo, manteniendo su identidad numérica, la misma materia según el IV Concilio de Letrán,
pero será transformado, glorioso, espiritualizado, inmortal e incorruptible. Y este cuerpo será diferente
para los justos, que estarán llenos de claridad, impasibilidad, agilidad y sutileza, y para los condenados
cuyo cuerpo será oscuro y pasible. Todo esto tendrá lugar al final de los tiempos junto con la Parusía y el
Juicio. El Símbolo Quicumque (DH 76) especifica aún más este acontecimiento: «vendrá desde allí a
juzgar a vivos y muertos; a su venida han de resucitar todos los hombres con sus cuerpos y han de dar
cuenta de sus propios actos; y los que obraron bien, irán a la vida eterna; y los que obraron mal, al fuego
eterno».
La vida eterna: La vida eterna comienza inmediatamente después de la muerte y consiste en vivir con
Cristo para siempre. El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del
hombre, el estado supremo y definitivo de dicha que constituye la meta de la existencia humana. En la
gloria del Cielo, los bienaventurados disfrutarán de la visión beatífica, la contemplación eterna de la
esencia de Dios. La SE habla de este ver a Dios cara a cara (1Cor 13,12; Ap 22,4), tal cual es (1Jn 3,2).
Allí los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios con relación a los demás
hombres y a la creación entera, y disfrutan de la eterna novedad que es Dios, inabarcable para el hombre.
Así veía Ireneo el Cielo: “Conversar eternas novedades con Dios”.
El Magisterio en la “Benedictus Deus” (DH 1000) explica cómo las almas separadas, desde el
momento de la muerte tienen ya una visión intuitiva, facial e inmediata, de la esencia divina, cuyas
consecuencias son gozo y bienaventuranza. Repite lo mismo el concilio de Florencia. Éste definió además
que la visión de Dios admite grados diversos de perfección fundándose en la inmensidad de Dios y la
libertad del hombre que ha alcanzado distintas perfecciones. En la visión beatífica se ve a todo Dios
(puesto que es un ser simple y no hay en él partes), pero no totalmente. El grado de intensidad responde al
estado en que el hombre se encuentra cuando llega a la gloria celeste. Para cada bienaventurado el grado
de su visión será plenamente saciativo, porque corresponderá perfectamente a su capacidad concreta.
La LG 48-51, pone de relieve el carácter cristológico de la vida eterna, manifiesta su índole social
y comunitaria (el “Pueblo de Dios” es el sujeto de la bienaventuranza, esperamos la “comunión” de los
santos y que entonces se ponga de manifiesto la verdad, ahora escondida, de que todos somos hermanos
de todos).
~ 96 ~
TEMA 39_ LA ESCATOLOGÍA INDIVIDUAL
1. La fe cristiana en la inmortalidad y la resurrección
El AT atestigua una revelación progresiva en la cual el pueblo de Israel va siendo cada vez más
consciente del significado de que Yahvé sea un Dios de vivos: la idea de la resurrección va siendo
perfeccionada poco a poco a través de la historia y los acontecimientos salvíficos que vive el pueblo. La
conciencia de que el cadáver permanece en el sepulcro pero las refaim bajan al sheol (lugar común de
todos los que mueren), además de manifestar un cierto dualismo antropológico testimonia la fe en la
pervivencia de las almas, a la que se le une la esperanza de la retribución (en esta vida primero y en un
destino escatológico diferenciado entre justos e impíos. Crisis de la fe en la retribución de la vida presente
(Job y Qo), los salmos manifiestan la esperanza (16,49,63). Los libros escritos en griego son los primeros
que hablan directamente de la inmortalidad del alma (Sb), y de la resurrección (Dn 12; 2 Mac 7), y lo
hacen partiendo de la idea de que Dios, creador del alma y el cuerpo es fiel a su obra.
El NT asume la doctrina judía de inmortalidad y resurrección (teniendo en cuenta que había grupos
que la rechazaban). En los sinópticos la parábola de Lázaro expresa la idea del Sheol diferenciado (Lc
16), o del Paraíso en la perícopa del buen ladrón (Lc 23, 43). La comprensión cristiana de estos temas está
determinada por la resurrección de Cristo: quien cree en Él, recibe una vida nueva que no termina con la
muerte física. San Pablo testimonia la resurrección con mucha fuerza en numerosos textos (1Tes 4, 13-18,
Flp 1,23; 2Cor 5,1). Conecta la resurrección del cristiano con la de Cristo (resucitaremos con Él como
cabeza y como Él, con un cuerpo espiritual). Sobre todo para Juan, la resurrección ha sido anticipada en el
bautismo, y es una realidad (aunque oculta) para quienes creen en Jesús (Rm 6,4-11; Col 2,1-29; Jn 5,24-
25; 11,25-26). Y también se anticipa en la Eucaristía, tal y como afirma Jesús (Jn 6, 26). Jesús mismo es
la resurrección y la vida (Jn 11, 21-27).
3. El Estado Intermedio
Esta denominación sólo tiene sentido en una escatología de doble fase. Se refiere a la situación que
media entre la muerte personal y la resurrección de los muertos en la parusía. Es una escatología del alma.
Desde el punto de vista de la coherencia doctrinal, al estar la resurrección temporalmente separada de la
muerte del individuo, la pervivencia de un elemento subsistente entre la muerte y la resurrección es lo que
salvaguarda la continuidad e identidad entre el hombre que vivió y el hombre que resucitará.
Este estado intermedio está en la conciencia de la Iglesia, pertenece al depósito de la revelación, tal
como definió Benedicto XII en la Benedictus Deus y como luego ha recordado el Magisterio posterior
hasta nuestros días: existe un alma inmortal que recibe su retribución inmediata tras la muerte (DH1000)
y existe una distinción y separación entre la muerte y la resurrección final.
La elaboración teológica debe mantener estas tesis a la hora de tratar los distintos temas. El estado
intermedio se opone a una posible resurrección en la muerte, y remite a los problemas de: la corporalidad
(el cadáver enterrado debe resucitar), el carácter cosmológico y universal (la plenitud que llega al final de
~ 97 ~
TEMA 39_ LA ESCATOLOGÍA INDIVIDUAL
la historia) y el transcurso del tiempo tras la muerte (si se puede establecer una sucesión de actos, hay un
“antes” y un “después” y, por tanto, una cierta noción de tiempo, aunque esta noción no sea unívoca con
el tiempo presente).
4. La purificación ultraterrena
A esta purificación acceden aquellos que han muerto en estado de gracia pero con penas temporales
del pecado. Es completamente distinto del castigo de los condenados. Es un estado de purificación previa
a la visión de Dios, que se realiza por medio de penas purgatorias. Los vivos pueden ayudar a los difuntos
con sus sufragios. Hay dos textos que la Iglesia desde pronto leyó como referidos a una purificación del
hombre posterior a la muerte: 2Mac 12,43-46 (ofrenda por quienes han muerto por su idolatría) y 1Cor
3,12-15 (la purificación de quien ha construido pero lo ha hecho con paja). Si bien en la reflexión
patrística aparecen testimonios explícitos de oración por los difuntos, principalmente mediante la oblación
eucarística, no será hasta el s. XI, donde se acentúa la distinción entre escatología general e individual,
cuando se sistematice la doctrina sobre el purgatorio. El Magisterio recoge esta doctrina en la Benedictus
Deus, al definir que “quienes mueren en estado de gracia justificante, pero necesitan purgar los pecados
veniales y los castigos temporales de los pecados, alcanzan la visión divina después de una purificación”.
II Lyon y Florencia hablan explícitamente de penas purgatorias. Trento reafirmó la doctrina en polémica
contra los reformadores. LG49 define la comunión de los santos como unión de la Iglesia en el triple
estado: terrena, purgante y triunfante. La última intervención del Magisterio al respecto ha sido la
Encíclica Spe Salvi (se contempla desde la perspectiva del encuentro con Cristo Juez y con su mirada).
5. El Infierno
La esperanza de la plenitud final no puede excluir con certeza la posibilidad de un fracaso definitivo.
El NT afirma con claridad el destino diverso de justos e impíos (exclusión definitiva de la vida eterna).
Las fórmulas absolutas de exclusión que emplea el NT implican la idea de un castigo eterno (Ap 14,11;
Mt 25,41), mediante imágenes, “será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt 13,42); la “gehena, fuego que
no se apaga” (Mc 9,43). La enseñanza del Magisterio ha sido clara al respecto: el Símbolo “Quiqumque”
afirma la existencia y la eternidad del infierno; IV de Letrán habla de la resurrección de los condenados;
los Concilios de Lyon y Florencia distinguen entre la pena de sentido –tormentos, fuego- y pena de daño
–privación de la visión de Dios-. Se afirma por tanto, la existencia y eternidad del infierno. A pesar de ser
clara la doctrina, a lo largo de toda la historia han aparecido teorías que trataban de resolver los problemas
que la existencia del infierno plantea:
- Apocatástasis: Orígenes propone una restauración universal final. El infierno tiene una duración
limitada tras la cual todos los condenados serán acogidos en la Vida eterna. Esta doctrina se condena en el
Sínodo Endemousa (DH 411) y el II Concilio de Constantinopla.
- Dios, bondad y misericordia, es irreconciliable con la posibilidad del infierno. Dios quiere que “todos
lleguen a la conversión”, pero, habiendo creado al hombre libre y responsable, respeta sus decisiones. Por
eso, la “condenación” consiste en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre, y
confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción.
- Infierno vacío: Existe la posibilidad de la condenación, y por eso, cuando la fe habla de ello lo hace
con verbos en futuro y no hipotéticos. Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados ni
para destruir el infierno de la condenación, sino para liberar a los justos que le habían precedido.
Ciertamente que la Iglesia no tiene poder para declarar quienes son los que se han condenado, pero
ciertamente existe y supone tomar en serio el mal de este mundo, el pecado del hombre y su libertad.
- Autoexclusión definitiva: morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor
misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre
elección. Es el hombre mismo quien, con plena autonomía, se excluye voluntariamente de la comunión
con Dios si, en el momento de la propia muerte, persiste en el pecado mortal.
- Condenación que nos es iniciativa de Dios sino el reflejo del drama de la libertad humana. La
sentencia de Dios ratifica ese estado. La condenación es la estabilización eterna en el pecado, una
existencia sin Dios en la soledad, los individuos están incomunicados y cerrados en sí mismos.
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TEOLOGÍA MORAL
TEMAS 40 AL 45
La moral cristiana, la vida de la fe. El seguimiento de Cristo y la conformación del sujeto cristiano. Movidos por el Espíritu.. El pecado. Algunas
cuestiones morales. Doctrina social de la Iglesia.
TEMA 40_ LA MORAL CRISTIANA. LA VIDA DE LA FE
1. Característica de la experiencia moral, fundamentada en la dinámica del amor
Este tema comienza por la pregunta de Mt 19,16. Se refiere a la acción (principio de la experiencia
moral) y al fin de la acción (siempre es la felicidad). Esta búsqueda de la felicidad se ve truncada por la
experiencia del pecado, en contraste con el camino que Dios ha marcado desde siempre con la ley natural.
La experiencia moral comienza con la pregunta por el valor moral de las propias acciones. En ella hay
una búsqueda que orienta y exige la acción. La acción moral tiene una serie de características básicas:
- Trascendencia: El hombre gracias a su actuación libre, se supera y se construye.
- Apertura: La acción humana implica la inteligencia y la voluntad, por lo que es intencional. Se abre a
algo nuevo, que es el fin de la acción.
- Realidad: No basta experimentar sensaciones o tener ideas para dar sentido a la vida del hombre. La
acción es necesaria porque incide en la realidad y cambia al hombre.
- Referencia al absoluto: Preguntarse por el bien, obliga a plantearse la pregunta sobre Dios. El bien
moral remite a Dios, único bueno, y fuente de todo bien.
La experiencia moral (lo bueno) se encuentra entre la estética (lo bello) y la religiosa (lo absoluto): Se
asemeja a la experiencia estética en el conocimiento por connaturalidad, pero mientras que ésta acaba en
la contemplación, la experiencia moral tiende a la acción. Se asemeja a la religiosa en que ambas tienen
un elemento que trasciende al hombre. La experiencia religiosa tiene como objeto a Dios mientras que la
moral encuentra en Dios el fin de la moral.
En el fondo, la pregunta moral se convierte en la pregunta por el sentido de la vida: “¿Quién soy yo”.
El sujeto busca su identidad y se construye por medio del obrar. El hombre es agente de sus acciones en
cuanto que en ellas se realiza a sí mismo, esta es la dimensión inmanente de la acción. Existe por tanto
una relación intrínseca entre persona y acción.
La Revelación nos muestra cómo la moral cristiana tiene su motor en la vocación al amor que ha
recibido de Dios. El don del amor divino busca la respuesta del hombre para conformar su vida, hasta el
punto que “el hombre es la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma, y no puede
encontrarse plenamente en sí mismo sino en la entrega sincera de sí.” (GS24)
La experiencia del amor conoce distintos niveles (metafísico -Amor originario-, afectivo -unión
afectiva amante y amado-, antropológico –conocimiento, distancia de las cosas, valoración en sí mismas-,
moral -personal: amans amato bonum velle -), y tiene una estructura interna en la que se dan distintas
dimensiones: una presencia del tú en el yo (que despierta el deseo, el afecto está en el origen de la acción)
que mueve al encuentro (acogida del don y promesa de un bien mayor) para lograr la comunión, principio
y fin de la moral cristiana. La finalidad de la acción es lograr la comunión, esto es, alcanzar la felicidad.
*Relación: Ley eterna (el designio de Dios, ordenamiento que Dios ha dispuesto para la Creación,
es eterna porque es divina), ley natural (participación del hombre en la ley eterna que podemos percibir en
la conciencia), ley antigua (el decálogo es una expresión privilegiada de la ley natural, el decálogo
manifiesta la ley de la conciencia, pero el hombre no podía descubrirlo, es una ley positiva que ayuda a
recordar la ley natural, una pedagogía que guía a la verdad), ley nueva (plenitud de la ley que llega con
Cristo y que el hombre tiene en su corazón)
*La dinámica de la acción: presencia (hay un amor previo que suscita un deseo y que genera la
acción), encuentro y comunión. La acción busca el gozo que sacie el deseo.
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TEMA 41_ EL SEGUIMIENTO DE XTO Y LA CONFORMACIÓN DEL SUJETO CRISTIANO
1. Encuentro con Cristo y conversión bautismal
La respuesta del Señor a la pregunta del joven rico es la invitación a su seguimiento. La experiencia
moral cristina se funda en este encuentro singular con Cristo y la respuesta libre del hombre a su
propuesta. El encuentro con Cristo es un encuentro del todo original, diferente de otros encuentros, que
implica reconocer a Cristo como norma de la propia vida, y su seguimiento como forma de actuar moral.
Además en este encuentro se revela al hombre su verdadera identidad filial, su vocación, su nombre y su
misión. Se constituye como “sujeto moral” desde la elección previa de Dios.
La vocación cristiana tiene distintas dimensiones: es originaria (desde la Creación), universal (a todos
y cada uno concretamente), y efectiva (supone una donación de gracia de parte de Dios para provocar la
respuesta del hombre). Es una llamada que va conociéndose a medida que se responde. Se va realizando
en actos y acontecimientos y genera una verdadera vida en Cristo, que tiene la forma de la amistad con Él.
Es una amistad porque configura toda la vida del cristiano en la Iglesia, con todas sus dimensiones y
estados, orientándola a la unidad y la santidad. La primera llamada es la conversión a Cristo, en el fondo,
una imitación y configuración con Cristo (Gal 2, 20) que se expresa en el Bautismo. Es la llamada a entrar
en el Reino y supone un cambio de mente y corazón, en el fondo, una muerte al pecado y un nacimiento a
la vida divina. Así se hace el cristiano hijo en el Hijo, por el don del Espíritu Santo que incorpora a la
Iglesia y pone en el camino de una nueva vida, que se va renovando en una conversión permanente. Esta
nueva vida tiene exigencias muy concretas de conducta que se expresan en las Bienaventuranzas y que
tienen como matriz la caridad.
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TEMA 41_ EL SEGUIMIENTO DE XTO Y LA CONFORMACIÓN DEL SUJETO CRISTIANO
acción completa, la caridad necesita del ejercicio humano de las otras virtudes, las cuales son ordenadas
por la caridad hacia el bien de la persona. La caridad no prescinde del esfuerzo humano, sino que lo
anima y vivifica para que la virtud sea perfecta. La virtud moral es una disposición habitual y firme a
hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas
sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de
acciones concretas. Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los
gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para armonizarse
con el amor divino. Cuatro virtudes desempeñan un papel fundamental. Por eso se las llama “cardinales”;
todas las demás se agrupan en torno a ellas (Sb 8, 7).
La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro
verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. (1 Pe 4, 7). Conduce las otras virtudes
indicándoles regla y medida y guía directamente el juicio de conciencia. Gracias a esta virtud aplicamos
sin error los principios morales a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos
hacer y el mal que debemos evitar.
La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo
lo que les es debido. La justicia para con Dios es llamada “la virtud de la religión”. Para con los hombres,
la justicia dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía
que promueve la equidad respecto a las personas y al bien común.
La fortaleza es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda
del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral.
La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las
pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por
defender una causa justa.
La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el
uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en
los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una
sana discreción y no se deja arrastrar “para seguir la pasión de su corazón” (Si 5,2; Cf. 37, 27-31).
Las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos deliberados, y una
perseverancia, mantenida siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina. Con la
ayuda de Dios forjan el carácter y dan soltura en la práctica del bien. El hombre virtuoso es feliz al
practicarlas.
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TEMA 42_ MOVIDOS POR EL ESPÍRITU
1. Don y acción, estructura sacramental de la acción del hombre
La Teología Moral estudia la colaboración de las acciones humanas y divinas: el don divino como
principio (motor y guía) de la acción ("teándrica"). El amor es el primero de los dones y la razón de
cualquier otro don, porque no surge del temor (pago), el deseo (interés), la obligación (deber), y pide una
respuesta libre de gratitud y gratuidad. La acción-donación del hombre responde, más que a deseos-
necesidades, a un don primero (Creación) que tiende a su perfección (comunión): Este don es gratuito
(supera lo exigido por naturaleza), pide reciprocidad (aunque no sea una respuesta simétrica, está
pidiendo acogida, según la dinámica del amor), se configura como don de sí (en distintos grados de
implicación personal hasta el amor esponsal) y hace brotar la alegría. El Espíritu Santo habita con su
gracia y sus dones en el cristiano y lo mueve a actuar.
El hombre debe recibir el don pero Dios mismo le ha dado a su Iglesia como mediadora, y los
sacramentos como dones particulares.
El don de sí de Dios en los sacramentos crea la comunión con Cristo y entre los hombres. La Eucaristía
es el gran don que convierte el fruto del trabajo del hombre en alimento de vida eterna. La acogida del
don divino se realiza en la acción, a través de la cual la persona se expresa, se reconoce -junto con la
acción de Dios en él- y se realiza ordenando la vida hacia su verdadero fin (la unión con Dios).
3. Los dones del Espíritu y la ley nueva de la gracia, valor salvífico de la acción cristiana
La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones
permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo (Is 11,2). Los dones
se reciben en la acción, y manifiestan la sinergia de Dios y el hombre en la acción del cristiano. Inciden
en los diversos principios operativos humanos y ayudan a perfeccionar las virtudes, dirigiéndolas a la
consecución de la comunión: el don de inteligencia y el don de sabiduría se dirigen al conocimiento
experiencial de la Bondad de Dios. El don de ciencia y de consejo al descubrimiento y sometimiento dócil
a la providencia de Dios. Los dones de piedad, fortaleza y temor de Dios ayudan a generar una vida filial.
La "ley nueva" del ES mueve y ordena la acción y la abre a su fin sobrenatural. El cristiano tiene un
corazón nuevo por el don del Espíritu para reconocer y cumplir la ley moral, no de una forma extrínseca
sino que la ley del ES pasa a ser un principio dinámico de la acción que tiene su raíz en el amor. Esta es la
libertad cristiana que nos lleva a cumplir la ley no por coacción exterior (esclavitud-temor) sino por
convicción y moción interior (libertad-amor).
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TEMA 42_ MOVIDOS POR EL ESPÍRITU
El valor de las acciones del hombre depende en primer lugar de la acción paternal de Dios, en cuanto
que Él impulsa, y después, el libre obrar del hombre, en cuanto que éste colabora, de suerte que los
méritos de las obras buenas deben atribuirse a la gracia de Dios en primer lugar, y al fiel, seguidamente.
Las buenas acciones proceden, en Cristo, de las gracias prevenientes y de los auxilios del Espíritu Santo.
Es la gracia y la colaboración de la libertad humana, que asiente a su impulso, la que hace al hombre
capaz de realizar acciones excelentes, que le conducen a la salvación, le dirigen al fin de la comunión
divina.
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TEMA 43_EL PECADO
1. El pecado en la Sagrada Escritura:
1.1. El plan de Dios y la respuesta humana, pecado y Alianza: sólo puede comprenderse en
relación con el plan de Dios. En el AT se designa con los términos hattah (equivocarse), awon (alejarse) y
peshah (romper con). El primer pecado se narra en Gn 3: fruto de la libertad humana que rechaza a Dios
rompiendo la comunión con él, con uno mismo, con las demás personas y con la creación. Dios responde
con la promesa de la redención, pero esto no evita la muerte ni el dolor como consecuencias del pecado
que se extienden universalmente (Caín, diluvio, babel,…). El sentido comunitario del pecado es fruto de
la comprensión de la infidelidad a la Alianza (relacionado con la conciencia de impureza ritual) y del
castigo pedagógico de Dios. En el periodo profético el pecado se entiende como injusticia que impide
conocer a Dios (Jr, nueva alianza; Ez, nuevo corazón; Is nueva creación). El periodo del destierro permite
una perspectiva personal, como transgresión que necesita contrición y petición de perdón.
1.2. El pecado en los sinópticos: nace del interior del hombre. La conversión nace de la fe en el
Evangelio: mediante sus palabras y hechos Jesús anuncia el perdón.
1.3. en Pablo: afecta a todos los hombres y es necesaria la intervención de Dios (relación entre
pecado y misterio pascual). La vida exige una actitud de conversión y penitencia.
1.4. en Juan: es una falta de fe en Jesús y los pecados son consecuencia de esa falta de fe.
2. Definición teológica del pecado: salvación y misterio del mal, ruptura de la Alianza y de la
Comunión con Dios, desprecio al amor de Dios y al prójimo
El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para
con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del
hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo
contrarios a la ley eterna”
El pecado es una ofensa a Dios, se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él nuestros
corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de
hacerse “como dioses”, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Gn 3, 5). El pecado tiene
como dos dimensiones relacionadas: “aversión a Dios”, lo que nos separa de Él; y “conversio ad
creaturas”, tender hacia lo creado que nos separa de Dios, poniéndolo en lugar de Dios. Por esta
exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la
salvación (Cf. Flp 2, 6-9). En la Pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella, es donde éste
manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y
del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones
de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de
este mundo (Cf. Jn 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará
inagotable el perdón de nuestros pecados.
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TEMA 44_ALGUNAS CUESTIONES MORALES
1. El valor de la vida humana y los problemas morales ante el origen de la vida: técnicas de
reproducción asistida, intervención sobre embriones, aborto. Valoración moral.
La vida humana es un don sagrado, que Dios otorga y que le pertenece, del que somos responsables.
Los dos relatos de la Creación del hombre reflejan que la vida es don estático (creados a imagen de Dios,
necesidad de conservación), y dinámico, que tiende a donarse (creced y multiplicaos): en la entrega cobra
su verdadero sentido. En EV (DH 4990), Juan Pablo II expone el valor ético de la vida humana y cómo
debe ser defendida en todo caso, nunca puede ser suprimida. En este sentido respetar la vida es respetar la
dignidad de la persona humana, y ésta debe ser atendida y promovida. Condena como gravemente
inmoral la eliminación directa y voluntaria de un ser inocente. Para tratar los distintos temas morales que
afectan al comienzo de la vida humana hay que partir de una doble premisa: el embrión sea sujeto del
respeto debido a la dignidad humana; el fruto de la fecundación es una nueva vida humana que, en
condiciones normales y si no se actúa contra ella, seguirá un proceso de natural desarrollo por el que
llegará a ser un adulto. Además en su concepción respetar su dignidad supone considerarlo como un don a
acoger y no como un elemento debido del proyecto de los padres. Esta premisa de la dignidad humana
ilumina las realidades de la reproducción asistida, la experimentación y el aborto.
La reproducción asistida conoce distintas formas: inseminación artificial (intracorpórea, homóloga o
heteróloga), la transferencia intratubárica de gametos (intracorpórea o extracorpórea) y la fecundación in
vitro (extracorpórea, embriones supernumerarios). Todas son rechazadas (DH 4800-4805) en
consideración a la dignidad de la persona y de la integridad de la unidad matrimonial.
La experimentación con embriones no puede valorarse moralmente desde el fin con que se usan,
puesto que puede tener aplicaciones terapéuticas buenas, sino que es necesario valorar su origen. Los
embriones son personas que pueden dañarse y llegar a destruirse en la experimentación. Además
técnicamente está comprobado que las células madres adultas resultan más eficaces.
La reducción embrionaria supone que después de haber implantado un embrión tras la fecundación in
vitro, se eliminan los restantes, o si no se eliminan, se congelan. Los diagnósticos preimplantatorios y
prenatales que pretenden determinar qué embriones son genéticamente normales, y no van a desarrollar
anomalías, son diagnósticos que acaban por abocar al aborto de los que no son sanos.
El aborto, es finalmente, “la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser
humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento”. La vida humana da
comienzo en la fecundación: el cigoto mismo dirige su propio desarrollo, siempre sin saltos cualitativos,
por lo tanto el cigoto pertenece a la especie humana, es persona y sujeto de derechos. Para algunos hasta
que no se da la individualidad (14 días) no hay un sujeto de derechos, pero lo cierto es que en el momento
en que hay un ser humano, una persona. Posteriormente se da la anidación en el útero de la madre, y el
embrión se configura como un ser único e irrepetible, la gemelización se da antes de la anidación. A partir
de las 2 o 3 semanas, comienza la cefalización y hay actividad cerebral.
La Sagrada Escritura y la Tradición ponen de manifiesto que Dios es el autor de la vida antes de nacer
(Is 49, 5: YHWH plasmó a Is desde el seno materno; 2 Mac 7, 22-23: Dios como modelador del hombre).
El NT reconoce la vida humana en el seno materno (Lc 1), pero no habla directamente del comienzo de la
vida humana, tan solo afirma que proviene de Dios. Los Padres del s. II condenaban el aborto en
cualquier estado de desarrollo del embrión. En el s. IV, Agustín y Jerónimo plantean la tesis de la
animación retardada: “el alma se infunde en el cuerpo cuando ya está formado y no antes”, siendo menor
la pena cuando el aborto se realiza antes de la animación (40 días de la concepción). Sto. Tomás lo acepta
y Hugo de SV y Pedro Lombardo no consideran homicidio suprimir el feto no animado. En el s. XV
aparece el aborto para salvar la vida de la madre; éste es el caso terapéutico. Desde finales del s. XVIII se
mantiene la animación inmediata (el alma se infunde en la fecundación). El CVII (GS51) afirma que
desde el comienzo ha de respetarse la vida, porque ya existe todo lo propio de la persona.
Toda vida humana es digna por estar hecha a imagen y semejanza de Dios. La Iglesia condena toda
agresión contra la vida humana concebida, sin alusión a su estadio de desarrollo y rechaza el aborto
desde el momento de la concepción. Se condena el aborto porque: La vida es don que pertenece a Dios, se
viola el mandamiento del amor al prójimo al atentar contra su vida, que es la vida de un inocente
indefenso. El documento que trata este tema es “El aborto provocado” de la CDF (DH 4550ss), afirma el
respeto a la vida humana desde la fecundación apoyándose en la ciencia genética y no en un capricho de
la Iglesia.
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TEMA 44_ALGUNAS CUESTIONES MORALES
2. Los problemas morales ante la muerte: eutanasia y doctrina eclesial
Hoy, debido a los progresos de la medicina y en un contexto cultural con frecuencia cerrado a la
trascendencia, la experiencia de la muerte se presenta con algunas características nuevas. Prevalecen el
placer y el bienestar, el sufrimiento aparece como una amenaza insoportable, de la que es preciso librarse
a toda costa. Por eso surge la idea de la eutanasia, la buena muerte, como la provocación intencionada
(por acción u omisión) de la muerte para evitar el sufrimiento o estado de vida precario. Se malentiende
así la autonomía de la persona y no se encuentra sentido al sufrimiento. Se hace necesaria una reflexión
sobre lo que significa morir dignamente. Morir con dignidad es ayudar al enfermo a integrar el dolor y a
asumir su sufrimiento y su muerte. Hay que situarlo entre la no aceleración consciente de la muerte y la
retención en vida de forma innecesaria (ensañamiento terapéutico). No se ama a las personas porque se
las elimine para que no sufran sino porque se les ayuda a vivir ese momento afrontando y asumiendo lo
dificultoso. Morir con dignidad implica atención técnica (analgésicos,…), humana (familiares) y religiosa
(sentido al dolor y a la muerte); condiciones humanas. La Iglesia ha condenado todo tipo de eutanasia, no
se puede aceptar moralmente. Se acepta el uso de anestesias y narcóticos para acabar con el dolor, sin
suprimir el conocimiento del enfermo, aunque acorten la vida. Los medios técnicos extraordinarios de
reanimación no deberían utilizarse si se piensa que no hay alguna esperanza de vida o recuperación, su
uso debe ser proporcionado. GS27 también lo condena y la CDF, en “Iura et bona” (DH 4660).
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TEMA 45_DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
1. La DSI en el ámbito de la evangelización: mensaje y promoción humana
Con su enseñanza social, la Iglesia quiere anunciar y actualizar el Evangelio en la compleja red de las relaciones
sociales. Con su entrada en nuestra historia, Cristo ha redimido y transformado al hombre individualmente, pero
también sus relaciones sociales. Es al hombre como sujeto social e histórico es destinatario de la evangelización y
por eso, también los problemas de la comunidad de los hombres (la justicia, la liberación, el desarrollo, las
relaciones entre los pueblos, la paz) competen a la Iglesia. Es necesario que el Evangelio fecunde toda la historia
humana. Al mismo tiempo, la Iglesia reconoce la autonomía de las realidades temporales. Y por eso, no se hace
cargo de la vida en sociedad bajo todos sus aspectos, sino con su competencia propia, que es la del anuncio de
Cristo Redentor. La Iglesia, con su doctrina social, no entra en cuestiones técnicas y no instituye ni propone
sistemas o modelos de organización social: “La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político,
económico o social. El fin que le asignó es de orden religioso.”(GS42)
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TEMA 45_DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
que es siempre expresión de la persona. El trabajo tiene la dignidad propia de un ámbito en el que debe realizarse la
vocación natural y sobrenatural de la persona.
Sollicitudo rei socialis (JPII, 1987). Tema del desarrollo: distinción progreso y desarrollo. Verdadero desarrollo:
plenitud del “ser” del hombre, no sólo multiplicación de bienes (tener). Estructuras de pecado.
Centesimus annus (JPII, 1991). Articulado y profundo análisis, especialmente del gran cambio de 1989, con la
caída del sistema soviético. Análisis de las res novae (1989). Democracia y economía libre: solidaridad.
Caritas in veritate (Benedicto XVI, 2009): Es el principio sobre el que gira la doctrina social de la Iglesia, un
principio que adquiere forma operativa en criterios orientadores de la acción moral: dos de ellos la justicia y el bien
común. Además replantea la cuestión social desde “La caridad en la verdad pone al hombre ante la sorprendente
experiencia del don”.
4. Principios y valores fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia
Principios: parámetros de referencia para interpretar y valorar fenómenos sociales: la dignidad de la persona
humana, es y debe ser fundamento, sujeto y fin de la vida social, es el fundamento de los DDHH; el bien común: es
el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el
logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. Bien de todos los hombres y de todo el hombre. El bien
común es un deber de todos y es la razón de ser de la autoridad política, que debe armonizar los diversos intereses.
El destino universal de los bienes: La persona, en efecto, no puede prescindir de los bienes materiales que
responden a sus necesidades primarias (derecho natural). El DUB no anula la propiedad privada que es un derecho
natural del hombre. Sin embargo, la tradición cristiana nunca ha aceptado el derecho a la propiedad privada como
absoluto, sino como subordinado al derecho al uso común, al destino universal de los bienes. La subsidiariedad:
Conforme a este principio, todas las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de ayuda (apoyo,
promoción, desarrollo) respecto a las menores. De este modo, los cuerpos sociales intermedios pueden desarrollar
adecuadamente las funciones que les competen. En sentido negativo garantiza la libertad, ya que protege a la
sociedad inferior de abusos y evita la excesiva dependencia de la sociedad superior. En sentido positivo es garantía
de solidaridad, procura una ayuda efectiva a la sociedad inferior. La participación: consecuencia de la
subsidiariedad, que se expresa en actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros,
directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social
de la comunidad civil. Es un deber que todos han de cumplir conscientemente y con vistas al bien común. Es uno
de los pilares de los ordenamientos democráticos. La solidaridad: vínculo de interdependencia entre los hombres y
entre los pueblos, que se manifiesta a todos los niveles pero persisten, grandes desigualdades entre unos países y
otros. Expresa la exigencia de reconocer en el conjunto de los vínculos que unen a los hombres y a los grupos
sociales entre sí, el espacio ofrecido a la libertad humana para ocuparse del crecimiento común.
Los valores sociales son inherentes a la dignidad de la persona humana, cuyo auténtico desarrollo favorecen. Su
práctica es el camino seguro y necesario para alcanzar la perfección personal y una convivencia social más humana.
Verdad: En las relaciones sociales es fundamental la búsqueda de la verdad. Junto a la búsqueda de la verdad, es
necesario respetarla y dar testimonio de ella. Libertad: Toda persona humana, creada a imagen de Dios, es libre y
responsable. Es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana. Se respeta este valor cuando a cada
miembro de la sociedad le es permitido realizar su propia vocación personal (manifestar sus ideas religiosas,
culturales y políticas, expresar sus opiniones, desarrollar su trabajo, asumir iniciativas de carácter económico,
social y político). Justicia: “consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es
debido”. Se traduce en la actitud determinada por la voluntad de reconocer al otro como persona y constituye el
criterio determinante de la moralidad en el ámbito social. El Magisterio social invoca el respeto de las formas
clásicas de la justicia: la conmutativa, la distributiva y la legal. La plena verdad sobre el hombre permite superar la
visión contractual de la justicia, que es una visión limitada, y abrirla al horizonte de la solidaridad y del amor: “Por
sí sola, la justicia no basta. Más aún, puede llegar a negarse a sí misma, si no se abre a la fuerza más profunda que
es el amor”. Caridad: Debe ser reconsiderada en su auténtico valor de criterio supremo y universal de toda la ética
social. Es el mejor camino para afrontar las dificultades que van surgiendo en las relaciones sociales. Es la fuente
interior de la verdad, la justicia y la libertad. Ninguna legislación, ningún sistema de reglas o de estipulaciones
lograrán persuadir a hombres y pueblos a vivir en la unidad, en la fraternidad y en la paz; ningún argumento podrá
superar la llamada de la caridad.
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TEOLOGÍA PASTORAL
TEMA 46
Evangelización y catequética.
TEMA 46_EVANGELIZACIÓN Y CATEQUÉTICA
1. La teología Pastoral y la misión de la Iglesia
Las misiones trinitarias constituyen el origen de la misión de la Iglesia que constituye una extensión gratuita de
la vida trinitaria en el tiempo. Los destinatarios son los hombres de todos los tiempos para que participen en la vida
divina. La teología pastoral es la reflexión teológica sobre la misión y evangelización como tarea principal de la
Iglesia. Define la evangelización y fundamenta la acción pastoral, estudia los cometidos, tareas, “munus” (Palabra,
Liturgia y Caridad).
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TEMA 46_EVANGELIZACIÓN Y CATEQUÉTICA
Iglesia que va profundizando y explicitando el misterio de Cristo. El Evangelio ha sido confiado a la Iglesia y el
Magisterio garantiza su autenticidad. Ella lo conserva “integro y vivo” y es responsable de que el Evangelio siga
vivo. La vitalidad del Evangelio se expresa cuando el cristiano hace suya la Palabra de Dios, la vive diariamente,
celebra los sacramentos y la anuncia. Es depositaria para ser transmisora, y esto lo hace a través de la catequesis,
de modo que comunica su propia experiencia del Evangelio a quienes han decidido seguir a Jesucristo.
9. El contenido de la catequesis
La profesión de la fe es la base de toda catequesis. El Directorio General para la Catequesis propone unos
criterios teológicos o normas para la presentación del contenido: 1. Hay que transmitir la fe desde el teocentrismo
trinitario y el cristocentrismo 2. Hay que transmitir la totalidad del mensaje de Cristo. 3. La fe constituye un todo
orgánico. 4. Es fundamentalmente el encuentro con Cristo. 5. Existe una jerarquía de verdades. 6. Existe una íntima
relación entre la fe y la existencia humana, la fe ofrece un sentido, y es, por eso, significativa para el que la oye.
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HISTORIA DE LA IGLESIA
TEMAS 47-50
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TEMA 47_LA IGLESIA ANTIGUA
6.2. Alejandrina: Arraigada en Filón y definida por los dos grandes: Clemente y Orígenes. Los origenianos,
que son legión, pocos son originales: Ambrosio en puntos de cristología e Hilario en todo. 1ª mitad s. III.
Espiritualismo platónico (dos niveles, sensible e inteligible)
6.3. Agustiniana: el mal es fruto del pecado original, hay verdad en la sabiduría pagana. Contra el
maniqueísmo (rechaza el dualismo ontológico, sólo hay un principio/Plotino), donatismo (cisma 411, traditores.
Iglesia permixta, la validez del sacramento no depende de la moralidad del ministro), pelagianismo (411-418/ 418-
430, contra Juliano de Eclana). Predestinación a la salvación.
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TEMA 48_LA IGLESIA MEDIEVAL
1. La conversión de los pueblos germánicos
Segunda mitad del siglo IV, los pueblos germánicos comienzan a instalarse en tierras romanas: como federados,
invasión violenta,… Los suevos, vándalos y alanos (406-407) alcanzan Hispania y África cartaginesa. Arrianos
(ostrogodos y vándalos) aunque algunos se adhieren al catolicismo (visigodos, suevos, borgoñones y longobardos).
Siglo VI, varios pueblos germánicos abandonan el arrianismo (conversiones colectivas, rey). Labor misionera:
evangelización, lucha contra las supersticiones, cristianización de las costumbres, práctica religiosa. Francos:
matrimonio del rey, Clodoveo con princesa católica y su triunfo contra los germanos, hacen que se bautice (496).
La iglesia merovingia emprendió la evangelización de las tribus francas. Evangelizadores: Martín de Tours,
Remigio de Reims, Cesareo de Arlés o Gregorio de Tours, auxiliados por monjes irlandeses. Borgoñones: arrianos,
pero con su rey se hacen católicos en el siglo VI. Lombardos: arrianos por su contacto con los godos, conquistan el
norte de Italia y maltratan a los católicos hasta que su rey se convierte. Celtas: grupos tribales. La Iglesia adoptó
una organización de tipo monacal, en la que el monasterio era el centro de la vida religiosa del clan y su abad el
superior eclesiástico y obispo. Destacan san Columba, evangelizador de Escocia, y san Columbano. Misioneros.
Anglosajones: iniciativa del papa Gregorio Magno. En el siglo VI, el rey de Kent se bautiza (597). El obispo
Agustín fue nombrado obispo de Cantorbery. Visigodos: Recaredo (587) en el III Concilio de Toledo (589), hizo
una solemne profesión de fe y presidió la abjuración del arrianismo hecha por los obispos y nobles góticos. La
vitalidad de la iglesia visigótica se puso de manifiesto en su capacidad creadora. En el ámbito del derecho, la
España visigoda produjo su propia colección canónica, la Hispana. Ordenó su propia liturgia, la mozárabe, hasta la
reforma gregoriana del siglo XI. San Leandro, san Isidoro y san Fructuoso compusieron sus propias reglas.
2. La reforma de la Iglesia carolingia
A mediados del siglo VIII la Iglesia romana se desligó del Imperio de Oriente (se debilitan las relaciones por la
presión islámica, crisis iconoclasta), el Imperio franco se convierte en protector de Roma. Pipino el Breve (741-
768) recibe del papa la unción real, ratificando la alianza. Victoria contra los lombardos y cede el territorio desde el
Po. Su hijo Carlomagno ratifica la cesión y dona nuevos territorios (Estados Pontificios, ducado de Roma). Inicia
una reforma (768-814), renacimiento carolingio con el ideal agustiniano de civitate Dei: la fe y la civilización
cristiana son el principio de su actividad política, orden de la Iglesia y de la sociedad es competencia política.
Capitulares: leyes, disposiciones y reglamentos que implican restauración de la disciplina en los monasterios,
refuerzo de la jerarquía diocesana, reforma litúrgica, erección de escuelas en iglesias episcopales y abadías, regular
misiones. Monacato (misión e interés político), reforma disciplinar (introducción de la regla benedictina, Benito de
Aniano). Tras su muerte comienza el «siglo de hierro», periodo de decadencia política y eclesial: nobles controlan
iglesias particulaes,… intrusión abusiva de lo político también en obispados y abadías.
8. La herejía medieval
Adopcionismo: Elipando de Toledo y Félix de Urgel, Jesús es hijo de Dios por naturaleza divina pero adoptivo
por naturaleza humana (aceptación de los musulmanes): aunque rechaza el nestorianismo, su doctrina lo concluye.
Combatido por abad Beato de Liébana y el obispo Eleuterio (la filiación se predica de la persona, no de la
naturaleza). Intervienen Carlomagno y Adriano I, condenándolo en Sínodo de Ratisbona (792) y Francfort (794).
Predestinación: Godescalco, monje, malinterpreta a san Agustín y a san Fulgencio de Ruspe. Afirma que existe
una doble predestinación, a la gloria o a la condenación. Combatido por su abad y condenado en Maguncia (848) y
Quierzy (849). Pobreza: de su exaltación, postura anticlerical y antijerárquica, Fraticelli y Humillados. Valdenses:
Pedro Valdo reúne a los Pobres de Lyon. Cátaros (albigenses): S. XII en Italia y Francia, mezcla de gnosticismo y
maniqueísmo: elitistas, austeridad de vida. Cruzada antiherética: se benefician los reyes de Francia. S. XII nace la
inquisición episcopal, Gregorio IX, 1232, inquisición pontificia a cargo de los dominicos.
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TEMA 49_LA IGLESIA MODERNA
1. La disolución de la cristiandad: el Cisma de Occidente y el Conciliarismo
S. XIV, comienza el laicismo, individualismo y secularización, que madura en la Ilustración. Cristiandad
(sistema socio-político-religioso-cultural que cohesiona la sociedad en la Edad Media occidental fundada en el
agustinismo político que da lugar a la teocracia pontificia) comienza a desaparecer. Monarquías afianzan su poder
(inicio del regalismo), se cuestiona la plenitudo potestatis pontifica, problema del nepotismo, excesivas
concesiones al poder político. Inicios del conciliarismo: Pedro Nogaret invade Roma por orden de Felipe IV y
humilla públicamente al papa Bonifacio VIII, inicio de la Edad Moderna. Cisma de Occidente: Papa Clemente V
(influencia francesa) y debido a las presiones de Felipe IV se establece en Avignon (1309-1377): Juan XXII,
pontífice más autoritario de este periodo: se enfrenta al emperador (ruptura definitiva entre pontificado e imperio),
vs frailes rigoristas con la pobreza (bula Cum Inter nonnullos), problema de la visión beatífica (solucionado por
Benedicto XII con bula Benedictus Deus). Gregorio XI vuelve a Roma, gracias a la ayuda de Gil de Albornoz, que
elabora las Constituciones Egidianas para los Estados Pontificios (vigentes hasta 1816), santa Brígida y santa
Catalina de Siena. Muere en 1378 y sale papa Urbano VI, los cardenales franceses alegan que es ilegítimo y eligen
papa francés, Clemente VII, en Avignon. En 1409 doce cardenales se reúnen en Pisa, declara herejes a los dos y
eligen nuevo papa: Alejandro V. Conciliarismo (Guillermo Durante, Juan de París o Marsilio de Padua): autoridad
suprema es del concilio (filosofía aristotélica, origen de la autoridad en la comunidad; interpretación de algunos
cánones que autorizan a deponer al papa hereje). Indefectibilidad de la Iglesia Univesal: ¿congregatio fidelium o
solo Roma? Concilio de Constanza: convocado por Juan XXIII (Pisa) a instancias del emperador Segismundo
para acabar con el cisma y empezar una reforma. Juan XXIII abandona Constanza (es depuesto en la XII sesión),
Gregorio XII convoca de nuevo el Concilio y abdica; Benedicto XIII se niega y es depuesto. Se elige papa a Martín
V (1417), que promulga los decretos conciliares y firma concordatos (en poder político) para evitar nuevo cisma.
2. La expansión de la Europa cristiana:
2.1. Relaciones con las Iglesias orientales: intentos de unión, II Lyon (1274). Distancia mayor por cruzada
Inocencio III y la invasión de Constantinopla 1203 (no dieron permiso para acoger al ejército) y nombrar un
emperador latino: en 1261, restauración paleóloga. Piden a Eugenio IV la unión con Roma (1431) ante la invasión
turca; se traslada Basilea a Ferrara que se plantea como concilio unionista (1438). Cuatro puntos: Filioque (Basilio
y Epifanio), materia válida para la consagración (pan de trigo), penas del purgatorio, primado; se tratan en
Florencia. No se llega a la unión por la invasión turca y por los que no habían participado en el Concilio (1453).
Contacto con la Iglesia maronita y los cristianos de santo Tomás.
2.2. América: legitimidad de la presencia española: Alejandro VI (dominus mundi) cede las tierras a los Reyes
Católicos (derecho de Patronato Regio) para que se encarguen de la evangelización (bula Inter coetera, partición
del territorio, modificado por Tordesillas; Eximiae devotionis, privilegios para el gobierno eclesiástico; Dudum si
quidem, ampliación a nuevos territorios conquistados). Dos causas guerra justa: contra cristianos que incumplen la
ley natural y Evangelio, contra paganos que incumplen la ley natural y adoran ídolos. Asentamiento: 1ª fase (1492-
1524) sistema de encomiendas, leyes de Burgos. 2ª fase (1524-1573), desde llegada a México hasta la prohibición
de la conquista armada (Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria, ilegitimidad de la guerra de conquista).
Diócesis sufragáneas de Sevilla (hasta 1550, se erige Lima y México archidiócesis metropolitana). Misioneros
franciscanos, dominicos, mercedarios (denuncian abusos), agustinos, jesuitas.
3. Los primeros intentos de reforma en España e Italia
España: Reyes Católicos, deber estatal: deseo de edificar la Iglesia, función edificadora de la fe. Reforma del
episcopado (presentación: naturales del reino, doctos y piadosos); de las órdenes religiosas, del pueblo (esfuerzo
catequético, Inquisición por Bula de Sixto IV, 1478 Exigit sincerae devotionis). Italia: nace de los gremios.
Compañías del Divino Amor: sacerdotes y laicos, obras de misericordia, circunscritas a casa ciudad. Clérigos
regulares: somascos, teatinos y barnabitas, libertad respecto de los compromisos conventuales para dedicar más
tiempo al ministerio. También el nacimiento de la Compañía de Jesús (4º voto) y V Letrán (1512-17).
4. Lutero y el luteranismo
Lutero (1483): influencia de los Hermanos de la vida común (experiencia interior de Dios y propia salvación),
agustino (doctrina de la gracia, incapacidad para obrar el bien), nominalismo (Gabriel Biel, fideísmo). Tres pilares:
justicia de Dios (cruz salda la deuda del pecado), justificación por la fe (extrínseca, creer en la salvación), sola
scriptura. Consecuencias: sola fides, no hay mediación entre Dios y el hombre (sacramentos son recuerdo de
Cristom no signo eficaz de gracia); la Iglesia invisible (la visible en mano de los príncipes). Publica las 95 tesis en
la Universidad de Wittenberg en 1517. Dieta de Augsburgo (1518) y disputa de Leipzig (1519) contra Eck y
cardenal Cayetano. 1520: A la nobleza cristiana de la nación alemana (jurisdicción temporal); De la cautividad
babilónica de la Iglesia; De la libertad cristiana (síntesis de su doctrina). Excomulgado por León X, bula Exsurge
Domine. Carlos V convoca la Dieta de Worms (1521) y lo declara proscrito en todo el Imperio.
Luteranismo: Imperio alemán, pequeños estados gobernados por príncipes, rey decide poco en cada estado,
mayor control del Papa en las diócesis: rencor hacia el papado, vs clero e instituciones, influencia de la Devotio.
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TEMA 49_LA IGLESIA MODERNA
Los príncipes alemanes apoyan la reforma y forman una liga en 1525. Carlos V convoca la dieta de Augsburgo
(1530) para suprimir el cisma y en 1531 los príncipes alemanes crean la Liga de Esmalcalda, contra el poder
imperial. Durante la guerra contra los turcos (1532-1536) el protestantismo refuerza posiciones. En 1541 fracasa el
acercamiento teológico de la Dieta de Ratisbona, en 1545 comienza el Concilio de Trento, al que no acude ningún
protestante. En 1546 muere Lutero. En 1547 las tropas de Carlos V derrotan la Liga de Esmalcalda”en la batalla de
Mühlberg. Finalmente, en 1555 la Paz de Augsburgo Carlos V deroga el Edicto de Worms. Guerras de religión.
7. Tensiones entre la iglesia y el estado español durante los siglos XVII y XVIII
Regalismo: Los siglos XVII y XVIII están marcados por una progresiva unión de trono y altar. Los reyes de
España fueron obteniendo privilegios de la Santa Sede con los que conseguían un fuerte control sobre la Iglesia
muy perjudicial para la vida de la misma. Se produjeron injerencias recíprocas que llevaron a un desprestigio
eclesial. En efecto, cuando surgían quejas contra el Estado, solían ir acompañadas de críticas al clero. Las ideas
ilustradas favorecían esta mentalidad. En España, el gran ideólogo del regalismo es Pedro Rodríguez de
Campomanes y el rey que con más fuerza llevó a la práctica estas ideas fue Carlos III.
Expulsión de los jesuitas: En este episodio se puede ver un ejemplo de hasta qué punto las decisiones de un
monarca influyen en la vida de la Iglesia. Los jesuitas habían ido cayendo en desprestigio en España por diversos
motivos: influencia del jansenismo, soberbia de algunos jesuitas, privilegios que habían obtenido, conflictos con
otras órdenes, etc. El rey Carlos III los veía como enemigos. Aprovechó el motín de Esquilache para iniciar una
campaña de desprestigio contra ellos, pues les declaró culpables. Finalmente el rey decide expulsar a los jesuitas de
España el 2 de abril de 1767, a través de la “Pragmática Sanción”, que fue leída en todos los institutos jesuitas de
España. Se les permitió coger lo necesario para el viaje. Salieron 532 jesuitas en dirección a Italia. Encontraron
asilo en Córcega. Tras esta expulsión, Carlos III inició negociaciones con el papa Clemente XIV para lograr la
supresión de la Compañía. Intervino el embajador José Moñino. Tras negociaciones que no estuvieron exentas de
amenazas e intentos de soborno, el papa publicó el breve Dominus ad Redemptor del 31 de julio de 1773, en el que
se decretaba la supresión de la Compañía de Jesús.
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TEMA 50_LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA
1. Absolutismo monárquico: Jurisdiccionalismo y formas que presenta en cada país
Sistema jurídico-político propio de los estados católicos europeos del XVIII: el soberano asume el papel del
protector de la Iglesia mediante un estricto control.
1.1. Febronianismo: Alemania. Von Hontheim, obispo de Tréveris, El estado de la Iglesia y el poder legítimo
del romano pontífice (1763), pseudónimo: Justinus Febronius. El gobierno de la Iglesia debe basarse en los
artículos galicanos; la infalibilidad reside en la Iglesia (concilio), no en una persona particular; la Iglesia de Roma
es el centro de unidad. Pío VI condena la obra en 1786 y aunque el autor se retracta los obispos aceptan sus tesis,
Puntuaciones de Ems, también condenadas.
1.2. Josefinismo: José II de Austria (1765-1790) en Austria, Países Bajos y Milán (jurisdiccionalismo y
jansenismo). Reforma en la enseñanza universitaria (suprime S.I.), órdenes religiosas (control de los bienes
eclesiásticos y 25 edad mínima para profesar). 1781, proclama tolerancia religiosa (protestantes y católicos),
suprime órdenes no dedicadas a la enseñanza u obras caritativas y se apropia de sus bienes; crea seminarios de
espiritualidad jansenista. Pío VI cede derechos de nombramiento para evitar cisma.
1.3. Regalismo: Comienza con Reyes Católicos, continúa en los Austrias y culmina con los Borbones,
privilegios entregados a la corona: aumentar regalías (exenciones económicas), defensa del Patronato Universal
(nombramientos y beneficios eclesiásticos). Monarca es defensor y garante de la doctrina católica, episcopalismo,
reforma del clero y creación de seminarios, desamortización y limitación de derechos y exenciones de las órdenes
religiosas. Supresión S.I (Colonias1767. General 1773 por Clemente XIV) por causas ideológicas (regalismo),
sociales y políticas (acusación de intervenir en el Motín de Esquilache). Restaurada en 1814.
1.4. Galicanismo: unión de galicanismo (político) y jansenismo (teológico). Cuatro artículos: libertad de la
Iglesia francesa, sometimiento al rey, conciliarismo e inalterabilidad de las tradiciones de la Iglesia galicana. Bula
Vinema Domini y Unigenitus (Clemente XI).
2. La Iglesia y la revolución francesa: Constitución civil del clero y proceso de descristianización
Crisis económica (1780-1790) y lujo en la corte de Luis XVI, que convoca el 1 de julio 1789 los Estados
Generales, que forman una asamblea nacional al margen del rey para crear una constitución. Se convoca al ejército
pero París toma la Bastilla el 14 de julio. Se firma un pacto entre la Asamblea Nacional y el Rey y se forma la
Asamblea Constituyente: abolición de derechos y privilegios feudales, supresión de la vida monástica, prohibición
de los votos religiosos y nacionalización de los bienes eclesiásticos (clero es un funcionario estatal). Aprobación de
la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano (afirma la libertad religiosa) y de la Constitución Civil del
clero, para crear una Iglesia galicana independiente de Roma y sometida al estado. Con la persecución contra los
sacerdotes, Pío VI lo condena en la bula Quod aliquantum. La Asamblea legislativa declara la guerra a las
monarquías europeas y por la Convención (descristianización) se suprimen las fiestas y símbolos religiosos y
manifestaciones externas de culto, secularización de los cementerios. Nuevo culto a la razón. El Directorio ataca
los Estados Pontificios (Napoléon obliga al exilio a Pío VI, firma concordato con la Santa Sede: libertad de culto,
Estado da sueldo a curas,…). Derrotas en Europa hacen que Napoleón abdique y el papa es liberado.
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TEMA 50_LA IGLESIA CONTEMPORÁNEA
guerras civiles carlistas. La reforma liberal traerá para la Iglesia las desamortizaciones y un concordato con la
monarquía moderada en 1851. La revolución gloriosa de 1868 destronó a Isabel II, sucediéndose distintos
gobiernos hasta la entronización de una monarquía liberal con Amadeo de Saboya, que ante la falta de apoyos
abdicó, instaurándose una convulsa república que durará hasta que un golpe de estado restaura la monarquía con
Alfonso XII. Durante el reinado de Alfonso XII, Cánovas y Sagasta idean el sistema político de la restauración, con
una alternancia pacífica de los partidos. Logran una Constitución liberal aceptada por la mayoría de los españoles.
León XIII publica una nueva encíclica, Libertas, donde define los tipos de liberalismo, por lo que no se pueden
condenar a todos en su globalidad, y afirma que los católicos tienen obligación de participar en las instituciones
liberales, porque es desde dentro de ellas como se cambia la sociedad. Se crean los congresos católicos a imitación
de lo que se hacía en Italia o Alemania. En 1890 se inicia un periodo de crisis política y económica de la Regencia,
con enfrentamiento con los católicos, aprovechado por carlistas y republicanos. Esto llevará a que los obispos
busquen un modo distinto de organizar a los católicos al margen de la política, para lo cual León XIII encarga, en
1902, la organización de la Acción Católica en España.
8. El concilio Vaticano II
Dos grandes bloques tras el final de la Segunda Guerra Mundial (capitalismo y marxismo), el 25 de enero de
1959, Juan XXIII anuncia en la basílica de San Pablo extramuros la convocatoria de un sínodo romano, un concilio
ecuménico y la revisión del Derecho Canónico (reforma de la Iglesia, la unidad de los cristianos y la apertura de la
Iglesia al mundo). Comienza 11 de octubre de 1962.
1er periodo: necesidad de cambiar el reglamento para que los se pudieran recoger las intervenciones de los
Padre conciliares. Al mismo tiempo, se evidenció las distintas escuelas teológicas que dieron lugar a la creación de
comisiones mixtas para adecuar los esquemas a los nuevos planteamientos teológicos. El 3 de junio de 1963 muere
Juan XXIII, siendo elegido Pablo VI el 21 de junio, que continúa los trabajos conciliares. Resumió en cuatro puntos
los objetivos principales: la conciencia de la Iglesia, su renovación, el restablecimiento de la unidad de los
cristianos y el diálogo con el hombre actual. Para agilizar los trabajos, Pablo VI sustituyó la comisión de
coordinación y dirección por un colegio de moderadores de las sesiones formado por cuatro cardenales. 2º periodo
(29-IX-1963 / 4-XII-1963) discusión del esquema de la Iglesia (diferencias al tratar la colegialidad) y el de los
obispos y el del ecumenismo, aprobándose la constitución sobre la liturgia. En los meses sucesivos se produjo el
viaje del papa a Tierra Santa y su encuentro con el patriarca Atenágoras. 3er periodo (14-X-1964 / 21-XI-1964) vio
la discusión de textos sobre: escatología, la Virgen, libertad religiosa, judíos y religiones no cristianas, revelación,
seglares, sacerdotes, religiosos, Iglesias orientales, misiones, seminarios, educación y sacramentos, y se promulgó
la constitución dogmática sobre la Iglesia y los decretos sobre ecumenismo e Iglesias orientales. 4º periodo (14-IX-
1965 / 8-XII-1965) se aprobaron el resto de los decretos y constituciones, y se instituyó el sínodo de los obispos.
Hay que destacar en este momento el viaje realizado por Pablo VI a la sede de la ONU, donde pronunció un
solemne discurso. El 8 de diciembre, Pablo VI clausuró el concilio, estableciendo un Jubileo hasta Pentecostés de
1966.
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