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CARLOS ALBERTO LOPRETE LITERATURA ESPANOLA, HISPANOAMERICANA Y ARGENTINA Plus Ultra ® | __ LA POESIA ACTUAL coe rh Prisma, revista mural dirigida por Horges, Eduardo Gonzalez Lanuza y otros. LA POESIA CONTEMPORANEA Ordenar en categoria literaria la produccién actual de 1a Argentina o de His- panoamérica es, por el momento, sumamente dificil, frente a la notable cantidad de buenas obras que se han publicado desde el modernismo (hacia 1920) hasta nuestros dias y a la diversidad de inspiracion, temas y técnicas que implican esas obras. E] transcurso del tiempo separara inexorablemente las obras duraderas de sus semejantes meramente exitosas o de moda, y permitira a los criticos una observacion mas objetiva y panoramica del mundo literario. Esto vale tanto para la poesia, como para la narrativa o el teatro, La leciura de los mas autorizados criticos, especialistas en literaturas his- panoamericanas, confirma y refuerza esta afirmacién. No es posible obtener de sus paginas un cuadro limpido, seguro y convincente. El criterio varia y las cla- sificaciones difieren. 463 Caracteres de la poesia. Sin embargo, aun dentro de estas mismas limitaciones e imposibilidades, y con el objeto de ofrecer un cuadro orientador, podrian sefia- larse algunas caracteristicas de la poesia de nuestra época: 8) madtipticidad de movimientos: no hay un movimiento winico en Hispanoamérica, como en tiempos del romanticismo o del modemnismo. Los movimlentos —cuando los hubo— fueron locales © alslados, y no llegaron a constituirse en verdaderas escuelas generales, como el ultraismo de Buenos Alres (Borges iniclal y el grupo de la revista Proa), el creacionismo en Chile (Vicente Hul- dobro}, fa poesia negra en el Caribe (Luis Palés Matos}, etcétera, b) las denominadas “poesias de vanguardia” son europeizantes; constituyen imitaciones 0 derivaciones de las escuelas europeas, como ef futurismo (Marinetti), el exprestonismo (Rilke), el Superreatismo 0 surrealismo (Gerardo Diego, Juan Ramon Jiménez}, o en su defecto, contindan la inspiracion de algiin poeta individual determinado: Apollinatre, Baudelaire, Poe, etcétera, | la tinea de poesia popular o intimista no se corta: siguen coexistiendo, junto a los poetas cosmopolitas, artistas que culttvan una poesia de tipo popular, intimista, afectiva, de gusto tradi- clonal, o intelectuatizada, como Carriego. Bernérdez, la Storni, Pedroni, Banchs, Feméndez More- no y otros, en la Argentina. El mismo fenomeno se registra en los otros paises. d) tntroduceién del “frisson nouveau” en ia poesia: algunos poctas apelan a contenidos, for- ‘mas ¥ recursos del denominado frisson nouveau fescalofrio o estremecimiento nuevo) de las poesias europeas, en distinto grado, medida o partlcipacién, segtin los casos. Dentro de los aportes toma- dos al ‘nuevo estremecimlento’, pueden sefialarse: 1. desprecto por ta rima: verso libre; la rima cede su lugar a la asonancia y a la aliteractin. 2. nuevo esquemc ritmtoo y sonore: la combinacién de acentos tiene en cuenta el total de un asafe, para darie una delerminada cadencla; los acentos se colocan Iibremente, sin exigen- fa ninguna. 3. lenguaje personal, hermético y desconcertante: el valor del lenguaje y la selecclan de los vocablos y las formas de expresion no se someten en lo sucesivo a ninguna consideracién gamatical ni estilistica: sélo cuenta la inspiracién del poeta. 4. ctague a la retérica: en lo sucesivo pierden validez todas las reglas y normas retérlcas, para dar paso a Ja ocurrencia pura del poeta. 5. qluste de Ia forma al pensamlenio: no existe ninguna forma o estructura previa de poesia: el pensamiento surge y el poeta le ajusta la forma que considera mefor, aun s! no ha existido todavia. 6. destruccién del pasado: el tempo pasado no interesa mas: sélo el presente y el futuro. 7. el simbolo como medio de expresién: como la poesia expresa ahora los contenidos mas profundos, ocultos ¢ incomprensibles del alma humana, sélo pueden formalizarse éstos a través de simbolos, que para cada poeta son personales. 8, imprecision, divagactén, confustén: el poema se vuelve impreciso, sin sentido neto y claro: su significado debe comprenderse a través de un acto de esfuerzo intelectual; la confusién ¢s deliberada, 9. ‘Incurstones en to inarticulado”: se prefiere el mundo inconsciente, profundo, oscuro, a la claridad de fo intelectual: por eso el poeta expresa su munde interlor en forma inarticulada, sin preocuparse por el orden légico, ractonal, del contenido del poema, 10. correspondencias sensoriales: se mezclan y combinan las sensaciones de distinta proce- dencia: vista, gusto, olfato, ete: a negra. 11. tdeales personales de perfeccton artisitoa: cada poeta se fija los proplos y se atlene a ellos, 12. nueva actttud det poeta hacta si mismo: el poeta se revaloriza ahora ante si mismo, se interpreta como clarividente o excepcional 0 iluminado. 13. ausenela del corazén: el sentimlento no tiene cabida en el poema, que es un producto muevo y distinto. El ultraismo argentino. El ultraismo es un movimiento literario de origen es- panol, iniciado para renovar la poesia. El promotor en Espafia fue Cansinos As- sens y. la eclosion tuve lugar hacia 1918, inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. Su nombre deriva de la palabra ultra (mas allé, en latin). Conforme con esta denominacién, la flamante escuela proclamé un deseo de superacién de las vie- jas practicas poéticas, y contribuyeron en esta aventura, al lado de su creador, el espafiol Ramon Gomez de la Sema, el chileno Vicente Huidobro y el argentino Jorge Luis Borges. La nueva escuela adopté temas y técnicas desconocidas en lengua espafio- la, aunque no en la francesa e italiana, que ya habian sido levadas hacia las nuevas libertades por artistas y poetas, Borges, que venia de estudiar en Suiza, adolescente atin, y Vicente Huido- bro, recién llegado de Paris, trajeron los nuevos versos a la Argentina y Chile. . _ En Buenos Aires, Borges inicié con otros poetas el ultraismo en 1921. Ya habian conquistado la celebridad por ese tiempo en el pais Leopoldo Lugones, Enrique Banchs, Fernandez Moreno, Alfonsina Storni y Evaristo Carriego. Los Poetas jévenes se atrevieron a la ruptura con la tradicién poética y la llevaron a la practica en las paginas de la revista Prisma (1921), mural en un principio. Constituyeron simultaneamente el grupo denominado Martin Fierro y editaron una publicacion con ese mismo titule. Un poco mas tarde el grupo cred una Revisia oral (1925-26), que funcionaba en el café Royal Keller, donde los colabo- radores ultraistas leian sus poesias y sus articulos. Otra publicacién del grupo fue también Proa (1922-1923). Formaban parte del grupo ultraista el citado Borges, Eduardo Gonzalez La- nuza, Norah Lange, Ricardo Giiraldes, Oliverio Girondo, Conrado Nalé Roxio, José B, Pedroni, Horacio Rega Molina, Francisco Luis Bernardez, Carlos Mastro- nardi y varios mas que el tiempo ha olvidado. Una antologia compuesta por Pe- dro Juan Vignale y César Tiempo, titulada Exposicién de la actual poesia argen- tina (1922-1927), recoge colaboraciones de todos los miembros de la escuela, precedidas en cada caso de una breve autobiografia. En realidad, segin declararon con el tiempo los protagonistas del movi- miento, el grupo duro pocos arios, se desmembré y cada autor siguié su propio camino, La historia literaria ha dejado de hablar de una escuela ultraista, para considerarla simplemente como una agrupacién circunstancial, sin grandes consecuencias para la poesia argentina, 1a estética de] movimiento puede sintetizarse en estos aspectos: a) reaccién contra los maestros consagrados de la literatura, Leopoldo Lagones en espectal: »} Imttactén de escuelas europeas de Vanguardla, el futurismo de Marinette! dadaismo, y en general, los poetas nuevas y reformistas; } compostcién vaga, sin argumento, sin senstbilidad fia nl prectsa; 465 4) carécter fragmentario, como inconcluso, de la poesia; ¢) libertad de forma: abolicién de la medida, la rima y el ritmo fijos; ) empleo de una ret6rica distorsionada: desfiguracién de la frase corriente, abuso de sustan- tivos abstractos, de una voz por otra, discontinuidad de la sintaxis, renglones sueltos, supresion de las transictones, arbitrartedad en la construccion, supresion de los signos de puntuacion, dis- tutbucion tipografica de los versos en forma de dibujos, etc; empleo fundamental de la metafora: la metafora fue el elemento basico de la nueva poesia, y debia ser totalmente novedosa, sin antecedentes. Borges dijo del movimiento que era una “flesta de imagenes". El mecantsmo de la formacion de imagenes consistia en la mezcla de lo concreto con lo abstracto, la suposicion de que lo abstracto tiene caracteres concretos: caracteres concretos: El silencio es un arroyo... (E. Gonzalez Lanuza) © viceversa: La vaca rumia siglos. (E. Gonzalez Lanuza) 6 que lo abstracto ejecuta una accion: El silencio armulla su luz. (E. Gonzalez Lanuza) ‘o mezcla de sensaciones: Bien paladeado el gusto de la noche. (orge Luis Borges) © comparaciones entre términos en principio no comparables: La luna nueva se ha enroscado a un mastil. Vorge Luts Borges) © comparaciones implicitas: lo que podria expresarse explicitamente se hace ocultando par- tes de la expresion de modo que la frase queda oscura y se formula novedosamente, En vez de expresar: Hay un naufragio de soles, sin ruido, que provocan pavor, se escribe: Hay un pavor de soles que naufragan sin ruldo. (Leopoldo Marechal) El creacionismo en Chile. Vicente Huidobro pasa por ser el fundador del cre- acionismo en Chile, aunque otro autor le disputa la primacia. En lo esencial es un movimiento similar al ultraismo, basado sobre todo en la metafora novedosa. La técnica de la metafora creacionista parte del supuesto de que si dos objetos se asemejan en un aspecto, deben parecerse en todos los otros. De alli surge la novedad: si la luna se parece en lo redondo a un reloj, también tendra que pa- recérsele en el sonido (Néstor Ibarra): La luna suena como un reloj. Vicente Huidobro ha expresado su propia definicion del creacionismo con estos términos: “Crear un poema tomando a la vida sus motivos y transforman- dolos para darle una vida nueva e independiente. Nada anecdotico ni descripti- vo. La emocion debe nacer de la sola virtud creadora. Hacer un poema como la naturaleza hace un arbol”. Veamos una estrofa de dicho poeta: 466 Estamos sentados alrededor de una voz Se para sobre tu dedo un pajaro de calor Mlentras los duraznes se inflan sordamente O estas otras: Torre Effet Gultarra del clelo Tu telegrafia sin hilos Atrae las palabras Como un rosal a las abejas LA CAPILLA ALDEANA Ave eanta ‘que tw conto encanta sobre ef campo inerte yore More. Dade a erut tanto «el triunfo del sol canto y bajo ef palio azul det cielo deshoja tus canterer sobre ef suelo, One tus notes a les de lo compana Que yo ze despercia ebria dé matana Foangelizanda le gran quictud aldeana. Es un amanecer en que una bondad brille Lo eapilts extd ante Ta par de le montafa Como una limomera extd ante su capilla. Se exparce en el paisaje ef aire de una extrefe Somtided, algo BIblico, lgo de piel Ae oveja Algo como un rorlo Meno de bendiciones Cus si el compo rewara una idica gueje Tena de ris coviciat y de sus emociones. La capilla ex como una viejiis acurrvends V ol pie de la moniafa parece un cuento de hada Junto a ella como una bandads de mendigos Se agrupan y se acercen unor cuantor castefos Que 2 atoman curiaior por todor lor portigor Con ia malevolencia de ior viejos hurafios, Y en el cxadsito Weno de ambiente 7 de frescura En ef poissje alegre con castided de tino Pinta un brochaso negro la solane del cura. Cuando ya lo tarde elarge su sombra sobre ef comin Porece que st meliera al fondo de ta copille Y fa luz de le gram ldmpara com su Brillo mortecina Pinta en [a muratia blance, como una rays amavilla, Las tablas viejas roncon, crujen, exando entre el viento oliendo 6 rorat Rewonga iste en un murmullo el exo santo del rosario La obscurided ua amalgemendo y confundiendo axf tar cosas Y vucle un “Angelus” Uororo con lentitud del companerio. Un poema de Vicente Huicobro, 467 ® Baldomero Fernandez Moreno Fernandez Moreno es uno de los primordiales escritores del postmodernis- mo argentino, y dentro de esta tendencia, cultivé una poesia sencilla y realista. Su estilo ha sido calificado por la critica como el “sencillismo”. Vida. Poeta y prosista, nacid en Buenos Aires (1886), de padres castellanos, y murié en la misma ciudad (1950). A poco de nacer residié con su familia en Espafia —Barcena y Madrid— donde concurrié a la escuela de primeras letras. El poeta ha recordado esa cir- cunstancia de su vida en una obra en verso y otra en prosa. De regreso en su pais, continué sus estudios en el Colegio Nacional Buenos Aires, publicé algunas composiciones y obtuvo el titulo de médico. Ejercié la me- dicina en poblaciones del interior, Chascomiis (Buenos Aires) y Catrilé (La Pam- pa). De sus aftos de médico y profesor, dejé un emotivo recuerdo en su libro Yo, médico. Yo, catedratico. Volvié a la Capital Federal y retomé su profesion, sin descuidar la poesia, que lo cautivaba profundamente. Se cas6 con Delmira Lopez Osornio, la “Negri- ta” de su versos. De este matrimonio nacié su primogénito, César, que con sus hermanos sera otro de los temas preferidos del poeta: los hijos. Después de una nueva residencia temporaria en Chascomis, regres para establecerse definitivamente en Buenos Aires, y abandoné la medicina para de- dicarse con exclusividad a la poesia. Mientras tanto, habian ido apareciendo al- gunos de su volitmenes artisticos, los cuales son los que la critica ha denomina- do propiamente “sencillismo”, 0 sea la produccion de la primera época, hasta el afo 1924. Desde entonces y hasta el final de su vida, ejercié la catedra en es- cuelas secundarias. A partir de entonces comienza la etapa “formal” de su poesia, caracterizada por la variedad de formas métricas: décimas, sonetos, romances y seguidillas. Por estos mismos afios obtuvo diversos premios, entre ellos el municipal y el primer Premio Nacional de Poesia. Después de una profunda crisis nerviosa e insomnios, provocada por la muerte de uno de sus hijos, Fernandez Moreno entré en la tercera etapa de su obra, la “sustancial”. Su hijo César, escritor también, ha clasificado en estos pe- 468 riodos la obra de Fernandez Moreno. A esta ultima manera pertenecen San José de Fores, barrio donde residi6, y Parva. Una buena parte de la obra de Fernandez Moreno en prosa habia aparecido desperdigada en diarios y revistas, y hacia los diltimos arios de su vida el artista la ordend por temas y las dio a las prensas: La patria desconocida (1886-1899), que aparecié en 1943, y la continuacién, Vida y desaparici6n de un médico (1900- 1915), publicada mas tarde. Su poesia. Fernandez Moreno es uno de los mas grandes poetas argentinos de este siglo, y acaso el que mayor variedad de temas ha tratado. La variedad de sus motives incluyen el campo, la aldea espaziola, la ciudad, las sierras, las vi- Ilas, la familia, los hijos, la escuela, el café, los personajes, los animales, las calles, las plazas, los poetas, los alumnos y todo otro motivo de la vida cotidiana y real, espafiola y argentina. El “sencillismo”. Se ha denominado a su peculiar estilo “sencillismo”, pero no fue una escuela literaria ni mucho menos: sélo el propio Fernandez Moreno fue sencillista, aunque algunos escrilores tengan deudas artisticas con él. En modo simplificado, el sencillismo es una forma de ver la realidad de la vida humana en las cosas cotidianas y sencillas, una huida de los temas filos- ficos, un escribir como con despreocupacién. Se lo ha considerado como el poeta argentino “menos interceptado por la Teminiscencia literaria”, caracteristica muy notoria en la poesia de Fernandez Moreno, donde es muy dificil percibir acentos o enfoques de autores anteriores. Fernandez Moreno encontré un camino propio en la poesia, sin buscarlo afuera: lo hallé en su propia inspiracién y espontaneidad. La naturalidad es una nota tipica de su arte, y las poesias aparecen escritas sin esfuerzo alguno, como fluidas al hablar, sin estudio ni rebusca previa. No revelan, entonces, un hondo refinamiento sino una gracia y armonia simples, llanas, comunicativas, En esta naturalidad quizas deba buscarse la causa de su gran celebridad y, sobre todo, popularidad, . Su tono fue ligero, amable, ingenioso, carifoso, y a veces picaro, humoris juglaresco, Pero fue también nostalgico, tristén y algo sentimental. La lectura de sus composiciones produce un efecto placentero y melancélico en el lector, que puede adivinar detras de las letras a un hombre bonancible, pacifico, sufrido y hasta dolorido. La poesia de Fernandez Moreno no es exultante ni vitalista, brillante ni de- corativa. Es directa, coloquial y realista: dice lo que cualquier ser humano puede ver u oir, 0 expresa ideas y emociones que todos conocemos por experiencia, Es un poeta de lo nuestro, mas que de lo de él. Es un artista para nosotros, no para si, De su propia obra inicial, decia el poeta: “No creo ser el creador de escuela alguna. Lo unico que he hecho es concretar en un momento dado el sentir gene- tal. Era de imperiosa necesidad para nuestra literatura dejar en paz a las mar- 469 quesas en sus tocadores y a los dioses en su Olimpo...". Con esto significaba rotundamente la modestia de su intencién y reconocia la decadencia del moder- nismo. El elemento autobiografico es también persistente en su obra. Pero la vida propia que expresa no es la vida de confesiones al tipo romantico, eclosiones de una intimidad sentimental, sino narraciones de hechos de su vida doméstica y de su vida de observador, que encuentra algo interesante que referir atin incluso en las cosas minusculas de la realidad. Por esta caracteristica, se ha dicho que ‘su poesia es fundamentalmente narrativa. Lo descriptivo no desaparece, sin embargo, de sus composiciones. Son fre- cuentes las poesias en que el poeta describe paisajes de la naturaleza, de la casa, de la ciudad, o presenta retratos de personajes: un pe6n, un escritor, una vaca muerta, un estanciero, 0 el parroquiano de un café. Se ha sefalado con insistencia su dominio del idioma, su vocabulario casi completo, preciso y expresivo, que probablemente le venia de su estirpe castella- na. Lo mismo puede decirse de su sintaxis, directa, sin retorcimientos, efectiva y pura. La obra en prosa. Las prosas de Fernandez Moreno aparecieron unas en vida del autor, y otras fueron péstumas. Ellas reflejan las mismas particularidades de su poesia, la sencillez, la correcci6n estilistica, la riqueza de su vocabulario, el buen humor o la ironia, la realidad de los asuntos. Abunda en sus paginas la memoria autobiografica, sin ser éste el tema ex- clusivo, pues de pronto nos entrega el prosista una estampa 0 un aforismo. En los ya citados La patria desconocida y Vida y desaparicién de un médico, cuenta sus memorias, desde la infancia en Espafia hasta su madurez artistica en la Argentina. En Quiosco y Guia caprichosa de Buenos Aires, describe tipos de la ciudad y estampas de la vida ciudadana, y en La mariposa y la viga practica una suerte de aforismos del tipo de las greguerias (Ram6n Gomez de la Serna), en los cuales encierra pensamientos ingeniosos, irdnicos, humoristicos 0 gracio- Sos: Aunque una jaula sea casi del tamafio del espacio, siempre sera una jaula. Da una limosna si quleres: pero, por Dios, que no se te caiga la moneda al suelo. El poeta es un pensador con una flor en la mano. La adulacton, como el engrudo, sempre chorrea. Nada mas certero que una bala perdida. Parece mentira que sean los mismos hombres los que han inventado los diminutivos y la pena de muerte. La verdad: s6lo me gustan mis hijos y mis versos. OBRAS Y EDICIONES: Antologia 1915-1947. Buenos Aires México, Espasa-Calpe Argentina S.A. 1952. Las cien mejores poesias de Fernandez Moreno. Bucnos Aires, EUDEBA. 1961. Scleccién y prologo de César Fernandez Moreno, Vida. Memorias de Fernéndez Moreno. Buenos Aires, Kraft, 1957. (Incluye La patria desconocida y Vida y desaparicién de un médico). LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: César Fernandez Moreno, Introduccion a Ferndin- dez Moreno, Buenos Aires, 1956. 470 Poesias AL SENOR MARQUES DE SANTILLANA Aqui, para entre los dos, averigiiemos qué es, joh magnifico marquést, aquello de “Dios ¢ Vos”. Esta claro lo de Dios, mas lo de vos gqué seria? Que era la Virgen Maria afirman, graves, los sabios... Ptegaba el marqués los labios, el marqués se sonreia. SONETO Sin presumir de antiguo ni mo- [derno iba yo lentamente mi camino acariciando el corazén divino cuyo latir me parecia eterno, Sobrecogiéme anticipado invier- Ino, y ya flor es de nieve mi destino, Caido en una cama y sin el sue- {mo que baja al nombre natural y [suave sobre el rostro sombrio o el ri- [suefo. sacudo mi cabeza como un ave, mi cabeza, que nunca tuvo due- ronco graznido lo que fuera trino, [fo fuste de pedernal el tallo tierno. salvo el regazo de la noche grave. (Versos de la penumbra) RANCHOS Es un montén de ranchos miserables apoyados los unos en los otros. Asi deben estar hace cien afos soportandolo todo, lluvia y polvo. Una comun resignaci6n los une. Y un mismo musgo de oro. {Campo argentino) SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR, Setenta balcones hay en esta casa, setenta balcones y ninguna flor... cA sus habitantes, Sefor, qué les pasa? ~Odian el perfume, odian el color? 471 472 La piedra desnuda de tristeza agobia, idan una tristeza los negros balcones! éNo hay en esta casa un nifia novia? No hay algin poeta bobo de ilusiones? ¢Ninguno desea ver tras los cristales, una diminuta copia de jardin? éEn la piedra blanca trepar los rosales, en los hierros negros abrirse un jazmin? Si no aman las plantas no amaran el ave, no sabran de musica, de rimas, de amor. Nunca se oird un beso, jamas se oira un clave... iSetenta balcones y ninguna flor! (Ciudad) NOCTURNO Piernas de vagabundo, corazén de mendigo, marcho por las tinieblas a la merced del viento, Me estoy quedando, amigos, casi sin un amigo, pero no sé encender la Juz de mi aposento. Si ya conoces todos los rincones urbanos, si no hay rostro noctambulo que no conozcas ya, si has estrechado inutilmente todas las manos, equé haces a estas horas solo por la ciudad? (Ciudad) SONETO Et mundo es una gran algarabia en la que todo es agudo nuido: pregon, portazo, zapatear, chillido, aplauso tonto y palabreja fria. Hueco el sollozo y el reir falsia, batuque en cada casa y cada nido; y todo lo oye el indefenso oido a herida sentenciado noche y dia. Debia estar prohibida la palabra, solo oirse la idea, si rezuma, el tirén de la yunta cuando labra, el remo al despedirse de la espuma, y. por cauta, la ufia de la cabra. El beso, y poco mas. Silencio y bruma. (Versos de la penumbra) PALABRAS A MIS ALUMNOS Nunca debi dejaros dispersar a los vientos, discipulos queridos que me brindé el azar. Yo debi cada curso separar unos cuantos, llevarlos de la mano y atarlos en un haz. Cada ano regaléme cuatro o cinco cabezas en que estaba la estrella dando destellos ya. Frontales que avanzaban como otras tantas proas, manojos de cabellos arados hacia atras. Estaba en vuestros ojos, indolente, el ensuefo, el verso entre los labios de juvenil coral; aun mas que los promedios y las lecciones diarias al lado del pupitre gustabais recitar. Estéis en donde estéis, mi pensamiento os sigue, mi memoria, agua fresca. es de ello capaz; ora tornéis al fondo de vuestras heredades, o baile en vuestras sienes la borla doctoral. Ya sé que nada puede la vida rencorosa, que lo que ha de brillar, por fuerza ha de brillar; el tallo tembloroso surgir sobre las hierbas, la copa redondearse, los pajaros llegar. Pero yo debi uniros a todos en mi pecho, daros una bandera, cambiar una sefal, y. hechos una curfia de rosas y diamantes, hender las multitudes negras de la ciudad. (Yo, médico. Yo, catedratico) A MI HIJO CESAR No te metas conmigo, mocosuelo, talle de lezna, calabaza vana: si algo sabes de parla castellana te llega por tu padre y por tu abuelo. Ni una amapola te sangré aquel suelo, ferrefia nuez, o huera una avellana, Mira alternarse en mi perilla cana en leche, natas, y en café, recuelo. 473 El Romancero vuela en mis humores como el soplo del monte en huerto quedo. Mi idioma es atin mayor que mis mayores. Y Garcilaso y Géngora y Quevedo para mis narizotas son tres flores. Yo soy un roble, hijo. Ta, ni un bledo. (Ciudad) ELEGIA LA CUNA A LEOPOLDO LUGONES Hoy no pudimos mas, y envuel- Tal vez el pajaro cante [tos para las ramas del roble. del creptsculo azul en la pe- Tal vez el rio murmure [numbra, para las piedras que roe. nos fuimos por el pueblo lenta- Tal vez el viento se queje [mente para la cruz de la torre. a comprar una cuna. Tal vez nosotros callemos, puesto que tU no nos oyes. Y compramos de intento la mas [pobre, (Ciudad) mimbre trenzado a la manera [rastica, cuna de labradores y pasto- Ires... Hijo: la vida es dura. (El hijo) 474 A UN NINO CONDUCTOR DE LLAMAS EN EL JARDIN ZOOLOGICO Confio a los blandos lomos de tu lama el dulce tesoro de mi chiquitin. Aparta la piedra, separa la rama y dale una vuelta por el jardin. Huye de la mole gris del elefante, huye del rugido del tigre real, muéstrale el flamenco rosa y elegante y el cisne en el quieto lago de cristal. Tienes unos ojos que inspiran carifo, unas manos pilidas, voz de dulce son, cortas un jazmin, paseas un nif... Confio en tu lama y en tu coraz6n. (EL hijo) DECIMAS A LA VIDA Actisome de haber hecho por mi vida y por mi arte, poca cosa de mi parte, y que no estoy satisfecho. Porque si ardia en mi pecho hoguera de inspiracién, ansia de dominacién, no debi darme a vagar... Lo corriente fue sonar y trabajar la excepcién. La conciencia despiadada, cada vez que me acomete, me enrostra mucho tapete, mucho beso y mucha almohada. Mucha hora disipada en nervioso caminar so pretexto de tomar ora la luna, ora el sol; mucho café, a lo espariol, mucho reir, mucho hablar. Sin embargo estoy contento; esta vida a la ventura me ha dejado una frescura de niio desnudo al viento. Sélo yo sé como siento la belleza universal: el oro, rosa y cristal que arma la aurora al nacer, y el talle de una mujer, todo el bien y todo el mal. Primera edlicién de Versos de Negrita, 475 @ Francisco Luis Bernardez De retorno en su ciudad natal, Bernardez se incorporé al grupo ultraista de Florida, junto a Borges y otros poetas, y rindié culto a la metafora novedosa, tan apreciada por esa tendencia, Pero en 1935 dio a conocer su poema El buque, en el que el ultraismo aparece mitigado y se anuncia la nueva manera de escribir del poeta, al gusto tradicional espanol. El libro le valio el premio municipal de poesia, y le abrié al autor las puertas de la fama. Estuvo afiliado a los cursos de Cultura Catolica, fundados en los mismos anos del grupo ultraista Martin Fierro, y el poeta consolidé alli su formacién tomista. Colaboré en el diario La Nacién, y enfermé por esa época de cierta gra- vedad, por lo que debié suspender su actividad literaria y retirarse a Cordoba, donde conocié a Laura, inspiradora de su exitoso y difundido libro La ciudad sin Laura, la cual fue después su esposa. Aqui el tema es el del amor. De vuelia a los ambientes portefios, prosiguié su obra poética con varios libros de igual repercusién que los anteriores, entre los cuales sobresalen Cielo de tierra, Poemas elementales y Poemas de carne y hueso. Fue consagrado en 1944 con el Premio Nacional de Poesia. Alterné su vida entre Ja Argentina y el extranjero, Uruguay y Espafia, donde fue varias veces agregado cultural. Fue miembro de la Academia Argentina de Letras. Fallecié en 1978. La poesia religiosa de Bernardez. El buque (1935) es un largo poema al gusto clasico espaiiol, si bien impregnado de cierta modernidad en las figuras. En él se presenta como un novedoso poeta catélico, con resonancias de los misticos Fray Luis de Le6n y San Juan de la Cruz. La poesia religiosa de Bernardez puede considerarse sin antecedentes en la literatura argentina, salvo algunos poemas sueltos de autores anteriores, como Ricardo Gutiérrez. La critica sefalé de inmediato las novedades que aportaba Bernardez en su arte: a) retorno al poema largo; b) empleo de la lira como forma expresiva, ya caida en desuso; c} expresién clara y no hermética; d) temas espirituales e inti- mistas: e) el mundo teoldgico catélico como contenido poético. El poema £1 buque es una alegoria o metafora prolongada a través de toda 476 la pieza, y simboliza el encuentro del hombre con las virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad, en otras palabras Dios. El poeta se encuentra frente a sus cuartillas, solo y en silencio, de noche, casi a punto del alba. Deja vagar su alma, en procura de inspiracién, y asi va desmaterializandose, espiritualizando- se poco a poco, hasta que en vago sueno cree percibir un buque. Cobra entonces altura su inspiracién y se ofrece a su conocimiento una serie de verdades que lo seducen: son los misterios de su religidn catélica, que le permiten una perfecta unién de su alma con el alma que se apodera de ella (Dios): Las cosas interlores adquteren un vigor desconocido, mientras las exteriores carecen de sentido como st nunca hublesen existido. Borrados los pecados, el alma vislumbra “una vida sin numero, sin peso y sin medida”, que es “humo del fuego en cuyo fuego se consume”. El poeta comprende entonces que es infructuosa esta biisqueda del saber taltimo, pues es superior a todo cuanto puede el hombre comprender. Renuncia entonces a saber y se consuela: Pero, gpara qué quiero saber la causa y el significado del canto pristonero, sablendo que a su lado se vive dulcemente acompaiiado? Vuelve el dia y el barco se aleja, se desliza en el fondo del cielo. Este es el momento en que el alma se emancipa de la tierra y del clelo participa. En sintesis, el poema expresa el camino del alma hacia Dios, la via mistica de los poetas religiosos esparioles, “La ciudad sin Laura” o el amor. Escrito durante su estancia en Cordoba por altibajos de salud, el poeta ampara su libro en el recuerdo del italiano Petrarca, enamorado también de una Laura. El poeta comenta en el prologo al lector: “pienso... pienso y me digo que quiza no hay, entre mis libros, dos que puedan hermanarse y hasta complementarse mejor que La ciudad sin Laura y El bugue’. Aunque nacidos en diversas circunstancias y con claves intelectuales dis- tintas, para el poeta hay en los dos una sola palabra escondida: el amor. Este sentimiento es el tinico que puede devolvernos para siempre la misericordiosa unidad que es Dios: Cuando mi luz estaba consumida y se volvian noches mis mafianas, 477 pues la desesperanza de mi vida era un cuarto sin puertas ni ventanas. Busqué para mis penas sobrehumanas la proteceién de la ciudad querida, y en el regazo fiel de sus campanas recliné mi cabeza dolorida. Y me quedé dormido bajo el cielo, con un suefo de niiio fatigado, que sélo en descansar halla consuelo. Para soflar desde mi noche inclerta y volver a sofiar, enamorado, con la mujer que ahora me despierta. (Soneto de Cérdoba) En este libro, modelo de sencillez y espontaneidad, Bernardez logra un tono de suavidad y dulzura de gran eficacia poética. Los temas de Bernérdez. En las obras de Bernardez hay una voluntaria reite- racién de temas, una insistencia en los mismos asuntos, expresados en formas muy variadas: Dios, lo amoroso, lo musical, la noche, la salvacién del alma, la palabra, la union mistica, el silencio, el ser humano, los santos, el mar, el cielo y la tierra. También cultivé la poesia de tema patriético en composiciones a la Argenti- na, el Libertador, la Bandera y al soldado desconocido: Desconocido pero ajeno, su ser descansa en nuestro amor agradecido. Y en el fervor de nuestras almas su corazén est callado pero vivo. Nada sabemos de su rostro, nada sabemos de su nombre y su apellido. Nada sabemos de sus pasos, nada sabemos de sus gestos y sus gritos. Pero sabemos con certeza que su valor fundé la patria en que nacimos. (El soldado) Estilo. En lo formal, Bernardez es un poeta austero en el empleo de recursos estilisticos. Su poesia es sobria, casi sencilla gramaticalmente. Si algunos poe- mas 0 versos suyos requieren una exégesis, es mas bien por el contenido con- ceptual 0 metafisico que no por sus formas. Particularmente caracteristicos del poeta son algunos usos, como la repeti- cion voluntaria de formas paralelas: ¢De quién es esta voz que me serena? eDe quién es esta voz que me levanta? De quién es esta voz que me enajena? 478 La sencillez dela adjetivacion: agua clara alma pura noche oscura ozo negro fuego ardiente elo azul El contraste o retruécano, y el juego conceptual de palabras: SI para recobrar lo recobrado debi perder primero Jo perdido, si para consegulr lo conseguido tuve que soportar lo soportado. Ademas de otros aspectos largos de enumerar, podrian citarse el empleo de un vocabulario sencillo, y sobre todo, su creacién del verso de veintidés silabas asonantes, con caracteristico ritmo interno, que alarga y demora la expresién: Dios ha querido iberarme, Dios ha querido rescatarme del olvido. EL BUQUE (Fragmento) Abandono la nave Con la certeza de que no es posi- [ble Saber cual es la clave Del canto incomprensible, Ni guién es el cantor inaccesible. Pero gpara qué quiero Saber la causa y el significado Del canto prisionero, Sabiendo que a su lado Se vive dulcemente acompafa- Ido? Resulta que a medida Que va recuperando sus poten- Icias, El alma sorprendida Nota correspondencia Con lejanisimas inteligencias. Adquiere certidumbre De sus ocultas comunicaciones Con una muchedumbre Viva de corazones De ninos, de mujeres, de varo- Ines. Es como si formara Parte de un organismo que tu- [viera Los ojos de la cara En la causa primera, Pero los pies en otras cuales- [quiera. iCaridad unitiva De la musica todopoderosa, Cuya voz afectiva, Cuya voz amorosa, Hace de muchas una sola cosa! 479 RESPONSO EN BRONCE MA‘ Daba el retoj tas doce... y eran doce golpes de azada en terra... Antonio Machado Encadenaron la noche doce estabones de bronce. Improvisaron las torres doce cadalsos de bronce. Ajusticiaron la noche doce verdugos de bronce. Amortajaron 1a noche doce sudarios de bronce. YOR Cavaron su tumba, doce, doce azadores de bronce. Rezongaron, doce monjes, doce Libera me domine de bron- Ice. Cayeron sobre la noche doce silencios de bronce. (Alcandara) SONETO DE LA ENCARNACION Para que el alma viva en armo- Inia con la materia consuetudinaria, y, pagando la deuda originaria, la noche humana se convierta en Idia; para que a la pobreza tuya y mia suceda una riqueza extraordina- [ria y para que la muerte necesaria se vuelva sempiterna lozania, vw. suo fattore. Non disdegné i Jarst sua fattura. Dante. Par. XXXII lo que no tiene iniciacién empie- (za, lo que no tiene espacio se limita, el dia se transforma en noche loscura, se convierte en pobreza la rique- (za, el modelo de todo nos imita, el creador se vuelve criatura. (Cielo de tierra) 480 SONETO Si para recobrar lo recobrado debi perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo Norado. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el arbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado. (Cielo de tierra) EL SILENCIO No digas nada, no preguntes nada. Cuando quieras hablar, quédate mudo: que un silencio sin fin sea tu escudo y al mismo tiempo tu perfecta espada. No Names si la puerta esta cerrada, no llores si el dolor es mas agudo, no cantes si el camino es menos rudo, no interrogues sino con la mirada. Y en la calma profunda y transparente que poco a poco y silenciosamente inundara tu pecho de este modo, sentiras el latido enamorado con que tu corazon recuperado te ira diciendo todo, todo, todo. (Poemas elementales) SONETO A LA ASUNCION DE LA SANTISIMA VIRGEN Al puro Cielo que nacié en la Tierra y que en la Tierra tuvo preso al Cielo (para que el Cielo convirtiera en Cielo la Tierra que hasta entonces era Tierra), el Clelo lo levanta de la Tierra y de la Tierra se lo lleva al Cielo, y al verse abandonada por el Cielo la Tierra Nora lagrimas de Tierra. 481 Que no Ilore la Tierra por el Cielo, porque el Cielo que ahora esta en el Cielo nunca estuvo tan cerca de la Tierra; porque aquel puro Cielo esta en el Cielo para que el Cielo mire, desde el Cielo, a la Tierra con ojos de la Tierra. (Poemas de carne y hueso) LA PUERTA CERRADA Mientras el Serior errante pedia en tu puerta hogar, para convertirlo en Cielo por toda la eternidad, ta, con la puerta cerrada, no lo dejabas entrar. Pidele perd6n, amigo. pidele perd6n, si ya tienes corazén. Mientras el Senor hambriento pedia en tu puerta el pan que luego convertiria en la hostia del altar, ta con la puerta cerrada, comias el tuyo en paz. Pidele perd6n, amigo, pidele perd6n, si ya tienes corazén. Mientras el Senor pedia de puerta en puerta un lugar para nacer y salvarte de tu propia soledad, tii con la puerta cerrada, preferias tu orfandad. Pidele perdén, amigo, pidele perdon, si ya tienes corazon. (Poemas de carne y hueso) OBRAS Y EDICIONES: Antologia poéticn. Madrid, Espasa-Calpe S.A., 972. 2° edicion. La eludad sin Laura, El buque. Buenos Aires, Losada, 1947, LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Alonso Gamo, José Maria, Tres poetas argentinos: Marechal-Molinari-Bernérdez. Madrid, Ediciones Cultura Hispaniea, 1951. Lacunza, Angélica B.. Francisco Luis Berndrdez y el vanguardismo. Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Facul- tad de Fulosofia y Letras, 1963. 482 Alfonsina Storni Alfonsina Storni es la voz femenina mas importante de la poesia argentina, Su nombre se recuerda junto al de Gabriela Mistral y Juana de Ibarbourou, in- tegrantes de una trilogia excepcional en las letras hispanoamericanas. Vida. Nacid en una pequefia aldea suiza (1892), tomé la ciudadania argentina y puso fin a su vida voluntariamente en la ciudad de Mar del Plata (1938). Su infancia fue la de una nifia pobre, y el resto de su vida una lucha por ganarse el sustento y dar oportunidad de expresarse a su natural talento poéti- co. Fue una de las primeras mujeres argentinas en conquistar un lugar en Jos ambientes literarios del pais, merced a una tenaz persistencia y a una decision ejemplar. Pas6 su infancia en San Juan, donde curs6 sus primeros estudios, y mas tarde en Coronda (Santa Fe), de donde egresé con el titulo de maestra normal. De nifia trabajé en una fabrica de gorras como obrera, y mas tarde en la ciudad de Buenos Aires como empleada de una conocida casa comercial. Dio entonces a conocer su libro de versos La inquietud del rosal (1916), y en tiempos posteriores sus otros voliimenes, entre ellos El dulce dafo, Languidez y Ocre, considerado por la critica como el mas logrado de sus poemarios. Ocup6 una catedra en el Teatro Infantil Lavardén, y dos afios mas tarde (1923) fue nombrada profesora de declamacién en la Escuela Normal de Len- guas Vivas. En sus dltimos afios ejercié en el Conservatorio Nacional de Misica. Viajo por Europa y dict6 alli con éxito conferencias. Pero el momento culm!- nante de su carrera artistica lo constituyé la reunién, en la Universidad de Mon- tevideo, de la Mistral, la Ibarbourou y Alfonsina Storni, en una convocatoria conjunta para “hacer piiblica la confesién de su forma y manera de crear”, Ob- tuvo premios nacionales y municipales, Alfonsina presentia ya suenfermedad, y se trasladé a Mar del Plata, donde escribié su altima poesia, Voy a dormir, que el diario La Nacién publicé al dia siguiente de su suicidio (1938). . La obra. Alfonsina es conocida generalmente como poetisa, pero escribié tam- bién algunas piezas escénicas, dramas y farsas, y algunas prosas. En publica- 483 ciones de la época es posible rastrear sus numerosas colaboraciones y conferen- cias. Su poesia autobiografica. La poesia de Alfonsina Storni evolucioné, como en todo artista, de una primera manera postmodernista hasta formas mas avanza- das desde el punto de vista formal o técnico. Sin embargo, cualquiera fuera la forma que utilizara, siempre el contenido fue el autobiografico: ella misma fue su gran tema. Se preocupé por expresar sus vivencias intimas, sus pensamientos e in- quietudes, sus enfoques de la vida y su concepto del amor. También ocupa un lugar repetido en sus poemas el tema de la mujer misma, en su encuadre social, para la cual reclamé con insistencia derechos y comprensién en este mundo. Por esta tiltima causa se ha definido como una feminista. En la primera época, su poesia fue una combinacién de romanticism y postmodernismo, expresando sus gozos por el mar, la danza, la primavera, las flores, el amor, la muerte, el silencio y otros motivos tipicos del viejo repertorio subjetivo. Pero paulatinamente fue desprendiéndose de esta manera poética para orieniarse hacia formas mas objetivas del arte, mas serenas, consistentes y vita- les; la naturaleza, la ciudad, la soledad, la incomunicaci6n, el mundo, lo concre- to, lo cotidiano. Este cambio fue voluntario y consciente: Yo he sido aquella que pase orgullosa El oro falso de unas cuantas rimas Sobre su espalda, y se crey6 gloriosa, De cosechas opimas. (Humildad} Alfonsina revelé en todo momento una conciencia cierta de su condicién natural de artista, y asi lo hizo saber a toda voz, sin remilgos y con audacia: ‘Naturaleza: gracias por este don supremo Del verso, que me diste: Yo soy la mujer triste A quien Caronte ya mosiré su remo. (ta palabra} A menudo alzé el tone para expresar nuevas ideas y nuevos problemas, con frecuencia olvidados por la poesia tradicional: Agrio esté el mundo, tnmaduro, -detenido; sus bosques florecen puntas de acero; 484 suben las viejas tumbas ala superfidte; el agua de los mares acuna casas de espanto. {Agrio esta el mundo} Roberto F. Giusti ha puntualizado dos notas de su poesia: su sentido paga- no de la vida y su ansia de liberacion de tas convenciones sociales que limitan al ser humano: “En su poesia, el hombre, a la vez amado y odiado, es el cruel ene- migo de la mujer... El mundo es vulgar, triste y egoista...”, dice el critico. Hay un pesimismo desolado en algunas de sus composiciones ultimas, que se va haciendo mas notorio con el tiempo, y lleva a la poetisa a composiciones ingeniosas, puramente intelectuales, a veces herméticas, llenas de alusiones y adivinanzas, producto de una mente que dominaba y ahogaba las efusiones sen- timentales ‘para dar paso a una sofisticacién tematica, casi caprichosa: La terra gira y gira y va a buscarla aun prado rosa donde esta yemando, y Viene a sallos y se trepa al lomo del mundo y latiguea el viejo musgo. (legoria de ta primavera Pequeito foso de irisadas cuencas y marfiles ya muertos, con estrias de contraluces; misteriosa valva vuelta cavemna en las alturas tristes del cuello humano... (Una oreja) Por diez centavos lo compré en la esquina y vendjomelo un Angel desgarbado; cuando a sacarle punta lo ponia io vi como un cafién pequetio y fuerte, (Un lapiz) Personalidad. Alfonsina fue una mujer excepcional en su arte. Su fin iragico privé a la literatura argentina de presumibles obras mayores. Se ha dicho que no era bonita (Roberto F. Giusti) y que alguna vez impresioné como aspera, pero que al leerla subyugaba la femineidad de sus poemas y se hacia sentir como una mujer encantadora (Anderson Imbert). Sorprendié a sus contemporaneos y se impuso a la sociedad, La historia de 485 {a literatura ha recogido su obra y le ha hecho justicia. “Mi madre era una mujer luminosa, con un sentido casi masculino de la amistad, pero profundamente fe- menina... Su figura era menuda; su andar nervioso; caminaba a pequenios pa- sos. Costaba seguirla’, dice de ella su hijo. Monumento a Alfonsina Storni en La Perla, Mar cet Plata. OBRAS Y EDICIONES: Obra poética. Bucnos Alres. Roggero Ronal Editores, 1952. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: José D. Forgione, Alfonsina Storni. Buenos Aires, Libreria Argentina, 1939. 486 Poesias ROMANCE DE LA VENGANZA Cazador alto y tan bello como en la tierra no hay dos, se fue de caza una tarde por los montes del Sefior. Seguro llevaba el paso, listo el plomo, el corazon repicando, la cabeza erguida y dulce la voz. Bajo el oro de ja tarde tanto el cazador caz6 que finas lagrimas rojas se puso a llorar el sol... Cuando volvia cantando suavemente a media voz desde un arbol, enroscada, Iba a vengar a las aves, mas, tremendo, el cazador con hoja de firme acero la cabeza le corto. Pero aguardandolo estaba a muy pocos pasos yo... Lo até con mi cabellera y dominé su furor. Ya maniatado le dije: —Pajaros matasteis vos, y voy a tomar venganza ahora que mio sois... Mas no lo maté con armas, busqué una muerte peor: jlo besé tan dulcemente una serpiente lo vio. que le parti el corazén! Envio Cazador: si vas de caza por los montes del Seftor, teme que a pajaros venguen hondas heridas de amor. {Ocre} ALFONSI STORM OCRE HAN VENIDO. Hoy han venido a verme Mi madre y mis hermanas. Hace ya tiempo que yo estaba sola Con mi versos, mi orgullo... casi nada. Mi hermana, la mas grande, estd crecida, Es rubiecita; por sus ojos pasa El primer sueno: He dicho a la pequena: —La vida es dulce. Todo mal acaba... SUENoe Pines MEMRTY 487 Mi madre ha sonreido como suelen Aquellos que conocen bien las almas; Ha puesto sus dos manos en mis hombros, Me ha mirado muy fijo... Y han saltado mis lagrimas. Hemos comido juntas en la pieza Mas tibia de la casa. Cielo primaveral... para mirarlo Fueron abiertas todas las ventanas. Y mientras conversébamos tranquilas De tantas cosas viejas y olvidadas, Mi hermana, la menor, ha interrumpido: —Las golondrinas pasan... (Languidez) TU ME QUIERES BLANCA Tu me quieres alba, Me quieres de espumas, Me quieres de nacar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada. Ni un rayo de luna Filtrado me haya. Ni una margarita Se diga mi hermana. Tu me quieres nivea, Tu me quieres blanca, Tu me quieres alba. Ta que hubiste todas Las copas a mano, De frutos y mieles Los labios morados. Tu que en el banquete Cubierto de pampanos Dejaste las carnes Festejando a Baco. Ta que en los jardines Negros del Engafo Vestido de rojo 488 Corriste al Estrago. TU que el esqueleto Conservas intacto No sé todavia Por cuales milagros, Me pretendes blanca (Dios te lo perdone), Me pretendes casta iMe pretendes alba! Huye hacia los bosques; Vete a la montana; Limpiate la boca; Vive en las cabanas; Toca con las manos La tierra mojada; Alimenta el cuerpo Con raiz amarga; Bebe de las rocas; Duerme sobre escarcha; Renueva tejidos Con salitre y agua; Habla con los pajaros Y lévate al alba. Y cuando las carnes Te sean tornadas, Y cuando hayas puesto En ellas el alma Que por las alcobas Se qued6 enredada, Entonces, buen hombre, Preténdeme blanca, Preténdeme nivea, Preténdeme casta. (El dulce daiio) HOMBRE PEQUENITO Hombre pequefito. hombre pequenito, Suelta tu canario que quiere volar.,. Yo soy el canario, hombre pequenito, Déjame saltar. Estuve en tu jaula, hombre pequenito, Hombre pequefiito que jJaula me das. Digo pequenito porque no me entiendes, Ni me entenderas. Tampoco te entiendo, pero mientras tanto Abreme la jaula que quiero escapar: Hombre pequenito, te amé media hora, No me pidas mas. Girremediablemente} YO EN EL FONDO DEL MAR, En el fondo del mar hay una casa de cristal, A una avenida de madréporas, da. Un gran pez de oro, a las cinco, me viene a saludar. Me trae ‘un rojo ramo de flores de coral. Duermo en una cama un poco mas azul que el mar. Un pulpo me hace guinos a través del cristal. En el bosque verde que me circunda —din don... din dan— se balancean y cantan las sirenas de nacar verdemar. Y sobre mi cabeza arden, en el creptsculo, las erizadas puntas del mar. {Mundo de siete pozos) 489 VOY A DORMIR Dientes de flores, cofia de rocio, manos de hierbas, tu, nodriza fina, tenme prestas las sdbanas terrosas y el edredén de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mia, acuéstame. Ponme una lampara a la cabecera: una constelacién; la que te guste; todas son buenas; bajala un poquito. Déjame sola: oyes romper. los brotes... te acuna un pie celeste desde arriba y un pajaro te traza unos compases. Para que olvides... Gracias. Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido... (Mascarilla y trébol) Alfonsina Storni, caricatura de 1931. 490 Banchs es otro de Ios liricos argentinos mas importantes de la primera mi- tad del siglo x. Vida. La vida de Enrique Banchs es poco conocida, sobre todo en cuanto se reflere a su nifiez y adolescencia. Se inicié como poeta a los diecinueve afios con el libro Las barcas (1907), que revelé a un artista en cierne, dotado de particular sensibilidad y destreza versificadora. Le siguieron El libro de los elogios y El cascabel de! halcon. Mas tarde, de veintidés aiios, publics un sonetario, La urna, y desde en- tonces no edité mas libros. Sin embargo, continud dando a conocer poemas sueltos en revistas y en los suplementos literarios de dos importantes diarios del pais, Este “silencio” de Enrique Banchs ha permanecido sin explicacién hasta el presente, creando casi una leyenda en torno de él. Profesionalmente, sin embargo, su actividad ha sido publica, ocupando car- gos en el antiguo Consejo Nacional de Educacion, la Sociedad Argentina de Es- critores, la Comisin Nacional de Cultura, la Comision Protectora de Bibliotecas Populares, y en 1941 se incorporé como miembro de la Academia Argentina de Letras, Obtuvo también diversos premios literarios. Fallecié en 1968, Su arte poético. Por las razones anteriores, los libros de Enrique Banchs son dificiles de conseguir y “escasos en las bibliotecas mas famosas del mundo”. Fe- lzmente, esta carencia ha sido cubierta por la Academia Argentina de Letras, que en 1973 ha dado a conocer la totalidad de su Obra poética, que ademas de los cuatro libros tnicos del autor, ya citado, incluye las poesias no reunidas en libro del periodo (1907-1955). En todos ellos sobresale la maestria formal del poeta, a quien la critica sa- lud6 en su momento como “el talento mas fuerte de la generacién que surge” (Roberto F. Giusti), asi como “el gran lirico que faltaba a la Argentina’ (Leopoldo Lugones). En modo general, la poesia de Banchs trasunta dos origenes: la experiencia directa de la vida circundante y las reminiscencias de lecturas literarlas, en par- ticular castellana de la Edad Media. 494 ‘Sus temas mas frecuentes suelen ser un cuadro realista, la evocacién his- torica, la concepci6n fantasista de un relato poetizado o la recreacion de una leyenda. No faltan tampoco en su tematica otros motivos ocasionales como des- cripciones pictéricas, evocacién de personajes, canciones, baladas, trovas, co- plas, didlogos, etcétera. En todos hay un optimismo invencible, un idealismo insobornable y vitalis- ta. Se han sefialado tres aspectos tipicos de su lirismo: el jibilo, la fantasia y el dolor. A pesar de la impresion de gozo que provoca la lectura de las piezas de Banchs, es perceptible un cierto concepto doloroso de la vida y el destino huma- no. Como buen poeta lirico, la biisqueda de un sentido al destino del hombre no podia estar ausente de su sensibilidad e inquietud. El canto de alegria y jubilo, el placer de vivir, la fe en el porvenir, no son incompatibles en Banchs con un fondo tenue, apenas insinuado, sin estridencia ni angustia, de pena y melanco- lia: Angeles de las Cosas vestidos de infinitos, que apoyais vuestras manos en mis hombros transides, dadme dos alas blancas como al ave del nido, que inicla suavemente ‘su vuelo en el destino. (Andando mi sendero) “El cascabel del halcén”. Es el libro sorpresivo de Banchs. El poeta despliega en él hasta sus maximas consecuencias artisticas, la evocacién de un mundo historico pasado, tamizado a través de la fantasia. Banchs ha abandonado algu- nos temas de su arte primigenio para dar salida torrentosa a sus temas dilectos, tomados de sus lecturas, el mester de juglaria, el mester de clerecia, la poesia provenzal, el lied folklérico aleman, el cancionero espajiol, el romancero caste- llano, las leyendas medievales. El libro esta dividido en dos partes, En la primera emerge el mundo literario indicado, y esta preferencia se comprueba en el empleo de formas rimadas anti- guas: canciones, romances, carolas, baladas, trovas, coplas y otras. Y se refuer- za esta vocacién en la seleccién de temas caballerescos, los cantares de gesta, la recordacién del Cid, Carlomagno, Roldan, Tristan e Iseo, Lanzarote del Lago, da- mas, pajes, doncellas, reyes, infantinas, caminantes, juglares y juglaresas, pas- tores, y demas. En la segunda parte, en cambio, Banchs se torna intimista y reflexivo, y aparece la meditacion sobre la vida, la desolaci6n, el dolor, la mujer, los estados de animo, la confidencia. 492 Yo me parezco al perro vagabundo que hace su stesta al sol bueno y fecundo, y al despertar, enorme de tlusion, mira el manso palsaje largamente para que la quietud que tiene al frente se le vaya enredando al coraz6n. Amagen) Et cascabel det halcén refleja la totalidad del arte de Banchs. “La uma”, esta considerado como el libro definitive de Banchs. Lo componen slo sonetos, cada uno de los cuales es una joya maestra de técnica e inspiracion. Aqui aparece el Banchs profundo y filos6fico, el de la resignacion y la noble- za de alma, el intimo. Un critico argentino lo ha considerado “la obra maxima de a lirica argentina de todos los tiempos” (Alfredo A. Roggiano}, por la intensidad poética y humana que se esconde en esas composiciones. Aumentando la pon- deracién de este artista, dice a continuacién: “En definitiva, Banchs es el primer gran poeta argentino, el anico quizds que puede entrar sin reparos de ninguna indole en 1a mas rigurosa antologia de la poesia universal”. Leamos un ejemplo: ‘Como es de amantes necesaria usanza hutr la compafiia y el riido, vagaba en sitlo solo y escondido ‘como en floresta umbria un clervo herido. Ya fe que aunque cansado de esperanza, pedia al bosquecillo remembranza yen cada cosa suya semejanza con el ser que me olvida y que no olvido. Estilo. Una caracteristica de Banchs es el dominio casi absoluto de la lengua y a técnica de la versificacién. Es un poeta cultural. Su vocabulario es amplisimo, producto sin duda de un estudio profundo de la lengua, y su sinlaxis es de todo punto correcta. La versificaci6n magistral se aprecia en la abundancia de metros cultivados, la perfeccion del ritmo y de la medida. OBRAS Y EDICIONES: Obra poética. Buenos Aires, Academia Argentina de Letras, 1973. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Ange! J. Battistessa, Dos poetas argentinos: Enrl- (El otro pocta estudiado es Baldomero Fernindez Moreno, por Vicente Barbieri). Bue nos Aires, 1945. Jullo No¢, Historia de la literatura argentina, dirigida por Rafael Alberto Arrieta, £.1¥, pags. 97-101. Buenos Aires, Peuser, 1959. 493 Poesias EL CASCABEL DEL HALCON BALBUCEO' Triste esta la casa nuestra, triste, desde que te has ido. Todavia queda un poco de tu calor en el nido. Yo también estoy un poco triste desde que te has ido; pero sé que alguna tarde Negaras de nuevo al nido. iSi supieras cuanto, cuanto la casa y yo te queremos! Algtin dia cuando vuelvas. veras cuanto te queremos. Nunca podria decirte todo lo que te queremos: es como un monton de estrellas todo lo que te queremos. SIMPLES PALABRAS No trabajes el verso con amor prolongado. Sea como paloma que se va de la mano. La dulce estrofa siempre un poco de alma exhale. Mas que hoja de libro sea gota de sangre. Pero mas a menudo sea gota de alegria, y provida reparta ja cordial sonrisa. Tengo unas gotas que suben del corazon a los ojos, gotas que yo no sabria por cuales penas las loro. Dicen los libros que vienen por alguna ilusioncilla. iPero quién sera tan loco que tenga eso todavia? Pues, gqué son las ilusiones: Que no tenga en tu vida mucha importancia el verso. Ta que los haces sabes qué poco vale eso. Haz como algunos hombres que trabajan seis dias y los domingos podan unas plantas queridas. Trabaja tus seis dias, y en la aurora de Dios pédate el buen rosal que esta en tu corazén. BALBUCEO fuegos fatuos en los vientos? ¢Ahora vendran a nacerme igual que en los cementerios? Si por otra cosa fuera que me vienen estas gotas. que leer no me dejaron. si fuera por otra cosa, quiero irme a los doctores que me digan mis dolores. 1 Varias composiciones del volumen tienen este mismo titulo. 494 CANCIONCILLA Cuidé no te amara, paloma torcaz. éQuién que no te amara? Ya no puedo mas. Tanto sufrimiento, zorzal de jardin, duro sufrimiento me ha doblado al fin. Suspiros, sollozos, pajaro del mar: sollozos, suspiros me quieren matar. Porque de lorar et de sospirar ya non cesaré. Luna No queria amarte, ramo de azahar: no debia amarte: te tengo que amar. Tan manso vivia..., rosa de rosal, tan quieto vivia: me has herido mal. éNo éramos amigos? Vara de aleli, si éramos amigos, epor qué herirme asi? CARRETERO Oloroso esta el heno, carretero, oloroso esta el heno: huele a trébol del valle, a vellon [nuevo y al patio viejo del mesén del {pueblo. Oloroso esta el heno en la carre- (ta, el heno de la hameda pradera sembrada de corderas... jOh, pradera que esta en la pri- [mavera! —Oloroso esta el heno, buen lamigo, que vas por el camino... Un camino, una tarde, un buen lamigo... oloroso esta el heno con rocio, —lo cortamos cuando era luna Inueva. —gSonaba una vihuela? —Si, una vihuela de baladas [ena a la luz de la luna, luna nueva. Tus manos siempre tocan el ro- Icio, y el heno y la tierruca del cami- [no, y por eso parecen dos racimos de sembrado con sueno matuti- Ino. Y tiene un gajito de pereza, de esa pereza, de esa pereza que dormita en la carreta quejosa a la tornada de la era. Quién sabe si es tristura la que empafia la breve felpa lobscura del ojo de los bueyes, de la yunta de mansedumbre grave y de dul- (zura. Carreta y carretero se humedecen en ese raso viejo del ojo de los bueyes, y por eso 495, estan tus manos tristes, carrete- Iro. Tus manos grandes, 6seas, mo- [renicas, como sarmientos de las viejas vi- Inas, sobre el heno oloroso estan dor- [midas, carretero que vas para la villa. LA MUERTA Le cerraron los ojos azules, le besaron las manos muy pali- Idas; las manitas con pufos de tules eran dos milagrosas crisalidas. En la sala lejana lloraba y lloraba la madre sus penas; el cabello muy rubio bajaba a secar sus mejillas serenas. A la madre le dice el chicuelo: —Si la nena se ha muerto de ve- [ras, eme daran sus mufecas a mi? Tesorito, luz mia, mi cielo: nunca, nunca, luz mia, te mue- [ras; te daran sus mufiecas, si, si... LA URNA 496 LA URNA Como es de amantes necesaria usanza huir la compajiia y el riido, vagaba en sitio solo y escondido como en floresta umbria un ciervo herido. Y a fe que aunque cansado de esperanza, pedia al bosquecillo remembranza y en cada cosa suya semejanza con el ser que me olvida y no olvido. Cantar a alegres pajaros oia y en el canto su voz no conocia; miré al cielo de un suave azul y perla y no encontré la triste y dulce estrella de sus ojos... y entonces para verla, cerré los mios y me hallé con ella. Entra la aurora en el jardin; despierta los calices rosados; pasa ef viento y aviva en el hogar ja llama muerta. cae una estrella y raya el finmamento: canta el grillo en el quicio de una puerta y el que pasa deteniéndose un momento, suena un clamor en la mansién desierta y le responde el eco soficliento; y si en el césped ha dormido un hombre la huella de su cuerpo se adivina; hasta un mdrmol que tenga escrito un nombre lama al Recuerdo que sobre él se inclina... Sélo mi amor estéril y escondido vive sin hacer sefias ni hacer ruido. Sé de una fuente mansa y silenciosa que sobre antiguo marmol se derrama lenta y constante. El agua que rebosa jamas refleja un rostro ni una rama. Vierta la noche azul Ja luna en ella, o abra su golfo de oro la manana donde naufraga la postrer estrella, la solitaria fuente que siempre mana. 497 498 iGeneroso dolor que siempre llora, fuente que el agua da calladamente como el tiempo su hora... Conozco una pasién que nadie mira, que nadie escucha y sin cesar suspira perdiéndose como agua de la fuente. * Tornasolando el flanco a su sinuoso paso va el tigre suave como un verso y la ferocidad pule cual terso topacio el ojo seco y vigoroso. Y despereza e] mtisculo alevoso de los ijares, languido y perverso y se recuesta lento en el disperso otofio de las hojas. Et reposo... El reposo en la selva silenciosa. La testa chata entre las garras finas y el ojo fijo, impavido custodio. Espia mientras bate con nerviosa cola el haz de las férulas vecinas, en reprimido acecho... asi es mi odio. La firme juventud del verso mio, como hoy te habla te hablara manana. Pasa la bella edad, pero confio a la estrofa tu bella edad lejana. Y cuando la vejez tranquila y fria de color virginal te haga una aureola, no sabra tu vejez mi estrofa sola, y te hablara cual pude hablarte un dia. Y cuando pierdas la belleza, aquella adolescente, el verso en que te llamo, te seguird diciendo que eres bella. Cuando seas ceniza, amada mia, mi verso todavia, todavia te diré que te amo. Gabriela Mistral Fue una de las mas famosas poetisas de Hispanoamérica y obtuvo el Pre- mio Nobel de Literatura en 1945, Vida. Su verdadero nombre fue Lucila Godoy Alcayaga y nacié en el pueblecito de Vicufia, Coquimbo, Chile (1889). Siguié los estudios det magisterio, como su padre, y durante dieciocho arios ensefié en escuelas turales de su pais. Después fue profesora de colegios secundarios en varios sitios de su patria, hasta culmi- far su carrera docente como directora de un importante liceo de Santiago. Con motivo del suicidio de su novio, Romelio Ureta, Gabriela recibié una profunda impresién, Comenzé a publicar sus poesias y obtuvo un premio en los Juegos Florales de Santiago por unos sonetos que le dieron consagracién y fama. Pocos aiios después, el Instituto de las Espafias de Nueva York publicé su primer libro, Desolacién (1922), y ese mismo ano viajé a México invitada por el gobierno para visitar el pais y colaborar en la reforma educacional, Viajé a partir de 1924 en forma continuada por América Hispanica y por Europa, y representé a su pais como consul en Italia, Espavia, Portugal, Brasil y Los Angeles (Estados Unidos). Representé también a su patria en algunas sec- ciones de la Liga de las Naciones y en la organizacién de las Naciones Unidas después, En 1945 recibio el Premio Nobel de Literatura. Enferma desde hacia varios afios, murié en un hospital de Hemstead, Nueva York (1957), La poesia de Gabriela. La poesia de Gabriela Mistral esta cabalmente represen- tada en tres de sus libros, Desolacién (1922), Tala (1938) y Ternura (1924), Su tematica es al mismo tiempo clasica y moderna, y esta referida directa- mente a su experiencia de la vida cotidtana. Un gran sustrato femenino en la vision del mundo y de las cosas trasciende de sus composiciones, como la ma- ternidad, canciones de cuna, pérdida del ser amado y esterilidad. Un segundo motivo muy tratado es Ia religién y la religlosidad, con poemas a Cristo, a la Virgen, a Dios, al Angel de la Guarda y otros de inspiracién biblica, El tercer gran motivo es la naturaleza, sobre todo la chilena, con alusiones continuas a los vailes, la cordillera, los paisajes patagénicos. Completan el cuadro temalico de la poetisa el didactismo moral, que con 499 frecuencia surge de su espiritu enriquecido por una interpretacion digna y pro- funda de la vida. En el fondo de todos sus poemas el motivo comin es el amor y el dolor. En los versos de su primera época expres6 con una novedad y sutileza peculiares los estados de alma originados en la mujer por el amor, influida quizas por la vivencia de su frustrado idilio, Este tema, sin embargo, no llega en ningin mo- mento a lo erdtico y se mantiene en los castos limites de un exquisito pudor femenino. El dolor, sobre todo el que trae consigo la vida misma con su carga de su- frimientos, angustias y busqueda de la verdad ultima, es otro de los motivos fundamentales de su poesia. Con el transcurso de los afios, Gabriela Mistral se torné menos poetisa y mas humana, y volcé su preocupaci6n por los pobres, los humildes, los sufrientes y, sobre todo, por los nifios. Personalidad. Gabriela, sin llegar a ser un alma atormentada, fue un alma pro- funda y fuertemente apasionada. Dotada de un excepcional vigor psiquico, refle- J6 esta fuerza espiritual en sus piezas, y las proyecté en favor de su mision de apéstol del amor y de la humanidad. Su voz sera inconfundible en Ja literatura hispanoamericana Fue también una eximia conferenciante, y escribié ademas cartas y ensa- Casa natal de Gabricla Mistral en Vicuna. ‘OBRAS Y EDICIONES: Desolacién. Nucva York. Instituto de las Espafias, 1922. Ternura. Madrid. 1924. Tala. Buenos Aires, 1938. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Julio Saavedra Molina, Gabriela Mistral, su vida y 4u obra. Santiago, Universidad de Chile, 1946. Unién Panamericana, Gabriela Mistral (1899-1957). Washington, 1958. Con diversas colaboraciones, en homenaje a la poetisa. 500 Poesias EL NINO SOLO Como escuchase un llanto, me paré en el repecho y me acerqué a la puerta det rancho del camino. Un nifio de ojos dulces me miré desde el lecho iy una temura inmensa me embriag6 como un vino! La madre se tard6, curvada en el barbecho; el nifio, al despertar, buscé el pezon de rosa y rompié en llanto... Yo lo estreché contra el pecho, y una cancién de cuna me subi6, temblorosa... Por la ventana abierta la luna nos miraba. El nino ya dormia,.y la cancion banaba, como otro resplandor, mi pecho enriquecido... . Y cuando la mujer, trémula, abrié la puerta, me veria en el rostro tanta ventura cierta ique me dej6 el infante en los brazos dormido! TRES ARBOLES Tres Arboles caidos quedaron en el sendero. El lenador los olvidé, y conversan. apretados de amor, como tres ciegos. El sol de ocaso pone su sangre viva en los hendidos lefos ly se llevan los vientos la fragancia de su costado abiertot Uno, toreido, tiende su brazo inmenso y de follaje trémmulo hacia otro, y sus heridas como dos ojos son, llenos de ruego. El lefiador los olvidé. La noche vendra. Estaré con ellos. Recibiré en mi coraz6n sus mansas resinas. Me seran como de fuego. iY mudos y cenidos nos halle el dia en un monton de duelol 501 502 DESOLACION LOS SONETO. F LA MUERTE 1 Del nicho helado en que los hombres te pusieron, te bajaré a la tierra humilde y soleada. Que he de dormirme en ella los hombres no supieron, y hemos de sonar sobre la misma almohada. Te acostaré en la tierra soleada, con una dulcedumbre de madre para el hijo dormido, y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna al recibir tu cuerpo de nifio dolorido. Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas, y en la azulada y leve polvareda de luna, los despojos livianos iran quedando presos. Me alejaré cantando mis venganzas hermosas, jporque a ese hondor recéndito la mano de ninguna bajara a disputarme tu pufiado de huesos! 2 Este largo cansancio se hara mayor un dia, y el alma dira al cuerpo que no quiere seguir arrastrando su masa por la rosada via, por donde van los hombres, contentos de vivir. Sentirés que a tu lado cavan briosamente, que otra dormida llega a la quieta ciudad. Esperaré que me hayan cubierto totalmente... iy después hablaremos por una eternidad! Sélo entonces sabras el porqué, no madura para las hondas huesas tu carne todavia, tuviste que bajar, sin fatiga, a dormir. Se hard luz en la zona de la sinos, oscura; sabras que en nuestra alianza signo de astros habia y. roto el pacto enorme, tenias que morir... 3 Malas manos tomaron tu vida, desde el dia en que, a una senal de astros, dejara su plantel nevado de azucenas. En gozo florecia. Malas manos entraron tragicamente en él... Y yo le dije al Seftor: “Por las sendas mortales Je Hevan. jSombra amada que no saben guiar! Arrancalo, Sefior, a esas manos fatales o le hundes en el largo suefo que sabes dar!” “No le puedo gritar, no le puedo seguirt Su barca empuja un negro viento de tempestad. Retérnalo a mis brazos o le siegas en flor”. Se detuvo la barca rosa de su vivir... ¢Que no sé del amor, que no tuve piedad? TG, que vas a juzgarme, lo comprendes, Sefior! Gabriela Mistral pronun ¢tando una conferencia, 503 @ Juana de Ibarbourou Es la mas celebrada poetisa del Uruguay y una de las mayores figuras de la literatura femenina de Hispanoamérica. Vida. Juanita Fernandez era su verdadero nombre y fue “una niifia feliz”, segin dijo en una oportunidad. Realizé sus primeros estudios en Melo, Uruguay, don- de habia nacido (1880), y muy joven contrajo matrimonio con el capitan Lucas Ibarbourou, de quien tuvo un hijo unico, “su mejor poema’. Con su esposo residié en varias localidades, conforme era trasladado por sus obligaciones militares, Se instalaron por fin en Montevideo con el nifio, y un dia Juanita tuvo la satisfaccién de ver publicadas sus primeras poesias en un. diario local. Unos meses después en Buenos Aires, una editorial publica su pri- mer poemario, Las lenguas de diamante, prologade por Manuel Galvez (1919), A partir de ese momento, su arte sorprende al mundo literario, Le trajo un renombre insospechado por ella misma y la convirtié de pronto en Ja nifia mima- da del arte rimado: “Vino como et alba tras la sombra. Simbolizé la fuerza tre- menda de Ja Naturaleza en ascendimiento eterno”. Vinieron otros libros, El cdntaro fresco, relatos en prosa artistica, y su se- gundo tomo de poesia, Raiz salvaje, que confirmaron sus dotes artisticas y au- mentaron su fama de mujer de sensibilidad exquisita y primitiva, simple, fuerte, regocijada y enigmatica. Un recordado agosto de 1929 es su gran dia de gloria: un grupo de jovenes uruguayos, acompafiados por autoridades y el pueblo, le rinden un homenaje publico en el Palacio Legislativo y la coronan como en los antiguos tiempos en un acto fastuoso, proclamandola al mismo tiempo “Juana de América”. Habla- ron en la ceremonia distinguidos hombres de letras, entre ellos Zorrilla de San Martin, quien le entreg6 un anillo simbdlico, deciéndole: “Este es el signo visible de sus desposorios con América”, Dio a conocer mas tarde dos libros en prosa en los que testimont6 de su fe catélica, Estampas de la Biblia y en el mismo afio Loores de Nuestra Sefora. La elegida, Juana de América, continué su irrefrenable carrera de éxitos, de sorpre- sa en sorpresa para la critica, Por aquellos arios recibié gran cantidad de premios y distinciones, oficiales y privados, nacionales e intemacionales, y fue invitada junto a Gabriela Mistral 504 y a la argentina Alfonsina Storni a una convocatoria para hablar en los Cursos de Verano organizados por las autoridades educativas del Uruguay, sobre sus propias poesias y la forma de escribirlas. En la magnifica reunion de las tres voces femeninas mas significativas de América, Juana, entre otras confesiones, expreso de si misma: “Decirles que no uso vestiduras flotantes, ni luces veladas, nj lamparas de oro, ni divanes cubiertos con pétalos de rosa... es tal vez un des- afio que puede costarme caro. Decir que mi torre de marfil es una amable habi- taclon querida, en Io alto de mi casa, con dos grandes ventanas abiertas a la vida... quiz no sea habil.., Pero la verdad tiene una pacifica y cémoda belleza y bajo ella me amparo. La luz solar también es poesia”. Aparecié al poco tiempo su célebre Chico Carlo, autobiografia de sus afos infantiles, tierno y gracioso, y a continuacién sus piezas de teatro infantil y otros voliimenes de versos. Recluida en su hogar, fiel a su vocacién literarla, lejos del bullicio munda- no, modesta y recogida, pas Juana de América los afios siguientes, dejando el eco de su voz resonante, armoniosa y bella. La poesia de Juana. Como es natural, la poesia de Juana de Ibarbourou sufrié una evolucién en el transcurso del tiempo. Las lenguas de diamante reflejan a una mujer que vive el gozo de la naturaleza, casi con sentido pagano, ansiosa de ser amada con ardor, libre del concepto de culpa, audaz en la expresion de su intimidad, y sensitivamente comunicada con la naturaleza, plantas, agua, soni- dos, olores, flores y, sobre todo su supuesto amado. Existe para ella otra lengua que sirve para hablar, los ojos, que con su mi- Yada sin palabras, son como lenguas de diamante. La vida es un conjunto de objetos sensuales y hermosos, tangible y real, y el amor es la manifestacion de la felicidad. Pero también es al mismo tiempo ia revelacién de otra realidad: el retorno por la muerte a la madre tierra. Este tema del retorno a la naturaleza es recurrente en sus versos: Ah, que estoy cansadal Me he reido tanto, Tanto, que a mis ojos ha asomado el Ianto; Tanto, que este rictus que rontrae mi boca Es un rastro extraiio de mi risa loca. (Despecho) Y murmura al verme la gente que pasa: —¢No vels que esta loca? Tornadia a su casa. {Dice que en las manos le han nacido rosas Y las va agitando como mariposast (Bl dulce mélagro) Aunque comprende que la muerte es inevitable, rechaza este final. Simboli- 7a su vida en una Hama, y reclama, cuando muera, que sea enterrada a flor de 505 terra para que desde ese estado pueda volver a la tierra como savia de plantas y como flor, y su amado pueda volver a amarla. Los rincones de su tierra de infancia, los cuadros naturales, las vivencias y emociones de aquellos dias se convierten para la poetisa en otro de los motivos persistentes de su arte: Me vestiré de blanco, me aromaré de rosas, E tremos por las rutas que huelen a tomillo, Igual que una zagala va con su pastorcillo En busea de lejanas capillas milagrosas. (i buen dia) Me ha quedado clavada en los ojos La vision de ese carro de trigo, Que cruz rechinante y pesado, Sembrando de espigas el recto camino, fRaiz salvaje) Su segundo libro de poemas, Raiz salvaje, mantiene su inspiracién exul- tante, espontanea y vitalista, y el mismo tono de melancolia que su aparente alegria oculta. Los criticos han notado cierta contradiccién entre su manifesta- clon pagana y gozosa de la realidad frente a un concepto triste y apesadumbra- do de la vida, Es la mezcla de lo dionisiaco y lo mistico que refleja en sus prime- Tos afios: Se ha apagado él fuego. Queda sélo un blando Montén de cenizas, Donde estuvo ondulando fa llama. (Cenizas} Con los afios, el estro de Juana se serend, se torné mis hondo y reflexivo, y reflej una tristeza y un amargor, fruto de un alma que tomaba cada vez mas conciencia del destino humano, creado para otra finalidad distinta que el goce del cuerpo y la naturaleza. La joven salvaje se ha aquietado, su paganismo ha cedido el paso al cristianismo, y la aceptacién del destino previsto para el ser humane le ha traido paz, sosiego y conformidad: ‘Océano que te abres Jo mismo que una mano A todos los viajeros y a todos los marinas: ‘Tan solo para mi eres puio cerrado, Para mi solamente ti no tHene caminos, (Atlético) 506 En mi gran soledad florece el canto, Girasol de una luz rectén creada, Porque tentendo rota la mirada, Fluia s6lo la fuente de mi ilanto, (Secreta dutzura) La prosa. Juana de Ibarbourou cultivé también la prosa, sobre todo la prosa, poética, Esta otra vertiente de su arte se compone de cuentos, relatos, semblan- zas de santos y patriarcas, alabanzas de la Virgen, recuerdos de infancia, un diario intimo, discursos y paginas varias, En Estampas de la Biblia rememora algunas figuras extraidas del Antiguo Testamento: Cain, Abel, Noé, Moisés, los profetas, escritas en primera persona, como autobiografias de esos personajes. De Moisés escribe: Hablé con Jehovd cara a cara y transmiti a los hebreos su voluntad y su voz. Soy Motsés, “el constructor", Hice leyes, unifiqué naciones, conduje pucblos. He sido fuerte y vidente, inflexible y astuto, De mi pasta son todas los dominadores. (Moises) En los Loores de Nuestra Sefiora hace profesion de su amor a la Virgen: “Devocién de mi casa, limpido fervor familiar, ha sido siempre entre nosotros la Santisima Virgen del Perpetuo Socorro... Me crié en Ja amada cosiumbre de su oracién diaria y sus ofrendas florales como a una madrina reverenciada y pode- rosa, a la que yo acudia de continuo con mi cuita infantil y mi suefio adolescen- te’. Sobre cada una de las invocaciones de las letanias tradicionales en latin, hace Juana una glosa: No eres, Sefora, la soberana de duro cefo, sino la buena Madre que sonrie jubllosa para conceder y sonrie ternamente para negar. Tienes un admirable aire de infinita gracta... (Mater amabits} Loada seas, casa de oro, a cuya puerta me arrodillé con las manos plegadas, en desesperado ruego, una noche en que auillaban como lobos los negros vientos de la vida. (Domus aurea) En Mis amados recuerdos, sememora personajes que su vida literaria le permitlé conocer y admirar: Alfonso Reyes, Federico Garcia Lorca, Juan Zorrilla de San Martin y otros. De Alfonsina Storni, por ejemplo, dice: Entre Alfonsina y yo no hubo nunca esa aproximacién profunda que llega a ser una amistad del alma. Cuando la conoc, ella era ya desdichada, amarga y mordaz bajo su constante sonrisa y su buena salud rosada... Por contraste. yo me volvia més extatica y silenctosa. Ninguna de las dos nes adivinames. {Recuerdo de Alfonsina Storni) 507 Diario de una islena es un breve libro, algunas pocas paginas, en que Juana narra autobiograficamente algunos aspectos de su alma: Yo tenia hambre y sed continuas de las cosas mds bellas de la vida, mis manos eran aves. cazadoras, mi sangre, un mar de clas furlosas; mi alma, una nave de henchidos velamenes. Pero munca di un paso més alld de la orilla del agua. (Diario de una tstena) De entre sus discursos, entresacamos algunos parrafos del pronunciado cuando fue consagrada como Juana de América: Sin embargo, yo no esperé munca, no alenté, no busqué, no pedia a los dioses esta hora de premio maximo, que viene ella a la vida por voluntad fraterna de un grupo de poetas y de amigos, que no han querido que me vaya de la juventud sin saber lo que es la generosidad del afecto desinteresado y puro... Les doy las gracias con la sensacién del que encuenetra de pronto una lémpara encendida en la noche impenetrable. Chico Carlo esta considerada la obra maestra en prosa de Juana de ibar- bourou. Se trata de una autobiografia de los afios de niria de la autora. Los re- cuerdos de esos tiempos se presentan en un tono melancélico y fantasmagérico, como de suefio apenas recordado. Los personajes mencionados existieron en la realidad, como Feliclana, su aya negra de origen brasilefio, pero el centro de atencién de la autora se radica en la figura de Chico Carlo, el taciturno nifio enamorado de Juana, comprendido €n su mutismo y sus actitudes simbélicas por la escritora, de quien dice: “Yo sé que Chico Carlo constituy6, sin que yo misma lo supiese hasta ahora, mi primer amwr...” De ella misma, dice: "Yo sé que ful tierna, feliz, amada, buena, que todo lo que narro en este libro es verdad, y que la vida entonces era como el paraiso de los elegidos de Dios. jY todo me parece un cuento!” Chico Carlo marca la culminacién de la madurez literaria de Juana, “un pu- tiado de ricas memorias de infancia melancolizadas”, que se han comparado por ‘su poesia y ternura a Platero y yo de Juan Ramon Jiménez. OBRAS Y EDICIONES: Obras completas, Madrid, Aguilar, 1968. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Dora Isela Russell, Noticia blogrifica. Introducci6n ala citada edicién anterior. 508 Las lenguas de diamante REBELDE Caronte: yo seré un escandalo en tu barca. Mientras las otras sombras recen, giman 0 Loren. Y bajo tu mirada de siniestro patriarca Las timidas y tristes, en bajo acento, oren. Yo iré como una alondra cantando por el rio Y levaré a tu barca mi perfume salvaje, E irradiaré en las ondas del arroyo sombrio Como una azul linterna que alumbrara en el viaje. Por mas que tu no quieras, por mAs guifios, siniestros Que me hagan tus dos ojos, en el terror maestros, Caronte, yo en tu barca seré como un escandalo. Y extenuada de sombra, de valor y de frio, Cuando quieras dejarme a la orilla del rio Me bajar4n tus brazos cual conquista de vandalo. DESPECHO iAh que estoy cansada! Me he reido tanto, Tanto, que a mis ojos ha asomado el Ianto: Tanto, que este rictus que contrae mi boca Es un rastro extrafo de mi risa loca. Tanto, que esta intensa palidez que tengo {Como en los retratos de viejo abolengo), Es por la fatiga de la loca risa Que en todos mis nervios su sopor desliza. jAh, que estoy cansada! Déjame que duerma, Pues, como la angustia, la alegria enferma. iQué rara ocurrencia decir que estoy triste! ¢éCuadndo mas alegre que ahora me viste? jMentiral No tengo ni dudas, ni celos, Ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos. Si brilla en mis ojos la humedad del Ianto, Es por el esfuerzo de reirme tanto... 509 510 VIDA-GARFIO Amante: no me Ileves, si muero, al camposanto. A flor de tierra abre mi fosa, junto ai riente Alboroto divino de alguna pajarera O junto a la encantada charla de alguna fuente. A flor de tierra, amante. Casi sobre la tierra Donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos, Alargados en tallos, suban a ver de nuevo La lampara salvaje de los ocasos rojos. A flor de tierra, amante. Que el transito asi sea Mas breve. Yo presiento La lucha de mi carne por volver hacia arriba Por sentir en sus Atomos la frescura del viento, Yo sé que acaso nunca alla abajo mis manos Podran estarse quietas. Que siempre como topos arafaran la tierra En medio de las sombras estrujadas y prietas. Arréjame semillas. Yo quiero que se enraicen En la greda amarilla de mis huesos menguados. jPor ta parda escalera de las raices vivas Yo subiré a mirarte en los lirios morados! SALVAJE Bebo del agua limpia y clara del arroyo Y vago por los campos teniendo por apoyo Un gajo de algarrobo liso, fuerte y pulido, Que en sus ramas sostuvo la dulzura de un nido. Asi paso los dias. morena y descuidada, Sobre la suave alfombra de la grama aromada Comiendo de la carne jugosa de las fresas O en busca de fragantes racimos de frambuesa. Mi cuerpo esta impregnado del aroma ardoroso De los pastos maduros. Mi cabello sombroso Esparce, al destrenzarlo, olor a sol y a heno, A salvia. a yerbabuena y a flores de centeno. jSoy libre, sana, alegre, juvenil y morena, Cual si fuera la diosa del trigo y de la avenal Soy casta como Diana Y huelo a hierba clara nacida en la mananat RAIZ SALVAJE LA HIGUERA Porque es Aspera y fea, porque todas sus ramas son grises, yo le tengo piedad a la higuera. En mi quinta hay cien Arboles bellos: ciruelos redondos, limoneros rectos y naranjos de brotes lustrosos. En las primaveras, todos ellos se cubren de flores en torno a la higuera. Y la pobre parece estar triste con sus gajos torcidos que nunca de apretados capullos se visten... Por eso, cada vez que yo paso a su lado, digo procurando hacer dulce y alegre mi acento: “Es ta higuera el mas bello de los arboles todos del huerto”. Y tal vez, a la noche, cuando el viento abanique su copa, embriagada de gozo cuente: —iHoy a mi me dijeron hermosa! Si ella escucha, si comprende el idioma en que hablo, iqué dulzura tan honda harA nido en su alma sensible de arbol! CENIZAS Se ha apagado el fuego. Queda sélo un blando Mont6n de cenizas, Donde estuvo ondulando la Mama. Ahi tienes, amigo, hecho porcién quieta De polvo liviano, A aquel pino inmenso que nos dio su sombra, Fresca y movediza, durante el verano. S11 512 Tan alto, tan alto que pasaba el techo De la casa mia. Si hubiera podido guardarlo en dobleces, Ni en el arca grande del desvan cabria. Y del pino inmenso ya ves lo que queda. Yo, que soy tan pequefia y delgada, iQué monton tan chiquito de polvo Seré cuando mueral DUALISMO EL CORDERO Sin madre, pequenito, lastimero, Con humedad de Ilanto en las pupilas Infantiles y glaucas, un cordero Me dieron, de una granja en las esquilas. Alegre y juguet6én como un chicuelo, Todo el verano retozé a mi lado Y fue mi companero con tal celo Que se hizo proverbial en el poblado. Después la vida me Ilevé muy lejos; De una aurora otofal a los reflejos, Abandoné por siempre la alqueria. Pero el recuerdo de mi blanco amigo De aquel tiempo lejano que bendigo, Me sigue hasta en el sueno todavia. LAS CANCIONES DE NATACHA I Se enojé la luna, Se enojé el lucero, Porque esta ninita Rino con el sueno. Duérmete, Natacha, Para que la luna Se ponga contenta Y te dé aceitunas. Duérmete, Natacha, Para que el lucero Te haga una almohadita De albahaca y romero. Ya he dicho cémo era aquel amigo de mi infancia que luego la vida entregé a sus brujas, y no vi nunca mas. Cejijunto, callado, cruel; pero tenia para mi un se- creto panal en el coraz6n. Mi hada madrina (ahora pienso que debié ser también una bruja), en un momento de buen humor lo hizo uno de los seres mas pre- ciosos para mi alma. Y en aquella criatura tan hos- ca yo tuve lo que en toda mi existencia me ha sido tan nece- sarlo como la luz, el agua y el pan: ternura infinita, Para la po- bre niia tan sensible, la limpida cisterna de] agua de Dios estaba en aque] pequefo pecho erizado de dardos. Chico Carlo se las daba de hombre malo y desde- hoso; sabia despreciar y poseia el instinto humanisimo de la burla quemada. Pero, pese a sus hadas malignas, pese a él mismo, era un nino, un nino con una ambi- cién y un ensuefio. Chico Carlo ambictonaba tener un rifle. ;Oh, dioses: un rifle minimo, de ju- guetel Mucho menos que mi de- seo de ser duefa de una estrella para prendedor, y de una mune- ca mas, [yo que poseia una nu- merosa familia de bebés de por- celana y nifias con cabeza de loza y cuerpo de aserrin! Mi Chi- co Carlo, varén fuerte, queria un. rifle, como los hombres quieren una escopeta para derribar paja- Chico Carlo y su rifle ros y un revélver para matar, si pueden, a otros hombres. Aquel nifio queria un rifle ino- fensivo, de madera casi sin cepi- llar, con cafio de hojalata y gati- llo de hierro oxidado. Solo para parecer un bandido o un vaquero! Al revés de los in- numerables bandidos que simu- lan ser buenos, el inocente se perecia por esconder su arcangel y deslumbrar con demonios que no poesia. Dios, invisible, pero siempre presente para todas sus criaturas (gpor qué entrega nuestra hechura al peor de sus alfareros, a aquel que amasa la arcilla mas inferior?), debia son- Teir, enigmatico a ese anhelo de Angel caido. Y tal vez se divertia con las fatigas de mi amigo para conseguir la inconmensurable fortuna de los diez vintenes de cobre, o de los dos realitos de plata, que costaba, en la tienda de Fioritto, el infernal tesoro del mal sueno de Chico Carlo. No sé cémo Iegué a ser su confidente y participante de aquellos afanes. Mas de una vez trémula, quise ayudarlo con alguno de los vin- tenes que solia darme para pas- tillas mi tio Ezequiel, excelente y barbado hermano de mi madre, que yo adoraba porque era ale- gre, tierno y despilfarrador. Pero Chico Carlo, con su hermosa dignidad que me hacia tan timi- da, movia negativamente su lin- 513 da cabeza despeinada y me re- prendia orgulloso: —zEstas loca, Susana? jTe voy a dejar sin trenzast Si no lo com- Pro todavia es porque no quiero y_ ando en otros negocios. Ya ve- ras. Yo sabia bien que no tenia un centésimo, pero ya con un dulce sentido de mujer que adivina y calla, fingia creerle para no he- rirlo. jInstinto mas piadoso que venda y balsamo que no he per- dido nunca empleandolo a ciegas. hasta para el diablo, yo, que he sufrido tanto, y no he encontra- do nunca piedad! (Dios poderoso! giré a llorar ahora, débil mufeca de trapo. yo, que siempre he tenido tam- bién el orgullo de sonreir para que no se me viera nunca san- grar y desfallecer?) Entre Chico Carlo y yo tuvimos ese admirable secreto de infancia que fue tal vez un amor, Porque un secreto levado por dos almas es, por lo menos, una tierna ca- ridad carifosa, una lucecita en- cendida en la tiniebla y cuidada por dos ternuras. zQué mas, para ser un ensuefio de hombre y mujer y una fusién de corazo- nes, un apoyarse el uno en el otro, cuidando la azul lamita de Ja lucerna en ta noche det desier- to? Creo ahora, triste casi hasta morir, que quise mucho a aquel nifio orgulloso y desdichado. Creo que él también me quiso mucho... jSumo Sefior del infier- no cierto y del cielo ni siquiera entrevisto: creo que debo arrodi- llarme para agradecerte la celes- te rosa de oro con que iluminas- te mi infancia! jCon cuanta humildad deslumbrada te digo por ella: jGracias, Sefor! (iY ten- go toda la cara mojada de lagri- mas!) L.. Y creo gue nunca en la vida quise tanto a nadie como a aquel nifio extraordinario, que sofiaba desesperadamente con un minimo juguete inalcanzable y me daba la luna. Donde quiera que esté, paguen- selo los angeles. Yo ruego por él, siempre. Juana de Ibarbou- rou en su juven- tuck. A a | oS, a J Conrado Nalé Roxlo Nalé Roxlo fue poeta, cuentista, humorista y autor teatral, y su vasta obra literaria cubre un amplio periodo de la literatura argentina. ‘Vida. Nacié en Buenos Aires (1898), de padres uruguayos. De nifio vivid en San Fernando, que con los ajios le dio motivo para describir humoristicamente la vida pueblerina. Retorné con su familia a Buenos Aires, y comenzé a frecuentar Jas tertulias Iiterarias de los cafés de la época, escuché a los grandes maestros de la Facultad de Filosofia y Letras, entablo amistad con escritores y dio a conocer sus prime- Tas poesias. Por esos afios, gané un concurso literario organizado por una edito- tial del pais, y su libro Et grillo merecié los mas aquilatados elogios de Leopoldo Lugones, que con su generoso juicio lo impulsé definitivamente al mundo del arte. Trabajé en el diario Et Mundo, ocupé diversos empleos, viajé por el pais y publicé su segundo libro de poesias, Claro desvelo. En lo sucesivo fueron apa- reciendo sus diversas obras y se inicié en el teatro con la obra La cola de Ia si- rena, que conquisté el aplauso de la critica. Por esta pieza obtuvo el primer Pre- mio Nacional de Teatro. Por ese entonces aparecieron también los Cuentos de Chamico, su primera obra humoristica. E] perseverante trabajo literario de Nalé Roxlo le permitié publicar De otro cielo, su tercer volumen de poesias, las obras teatrales £1 pacto de Cristina, Una viuda dificil y Judith y las rosas, y varios tomos de cuentos y humorismo. Fallecié en 1971, El poeta, Tuvo la fortuna de iniciarse como poeta con el rotundo elogio de Leo- poldo Lugones, por esos avios la figura de mas predicamento literario: *...quien como Nalé Roxio inicia su vida piiblica de escritor con la obra de arte que es el soneto transcripto [EI grillo]... acredita desde luego, uno de esos temperamentos infalibles hasta la totalidad, si es propio expresar asi, tan noble destino”. Sus caracteristicas iniciales fueron un cierto panteismo alegre algo de con- fidencial en la expresién de sus observaciones y razonamientos sobre la realidad y Ja vida humana, una actitud irénica y piadosa ante Jas cosas creadas, un aire 515 funambulesco en el decir, y en lo formal, un dominio del arte de versificar, pleno de musicalidad, colorido, lenguaje simple y natural y flexibilidad del verso. La poesia de Nalé Roxlo no es filoséfica ni profunda, sino sencillamente gra- cil, ligera, amena, y por momentos burlona. Antes que hacer poesia pareciera que le complace solamente versificar con soltura e ingenio, sin mas pretensio- nes: Estoy cansado de andar con los versos bien peinados, Y quiero hoy, alborotados, al viento verlos flotar, Ese aire fresco y aparentemente ingenuo de su poesia, ha permitido Juzgar al arte de Nalé como “la perfeccién irresponsable de las obras de los nifics pre- coces”, Pero en el fondo de estas rimas aparentemente juguetonas, caprichosas y risuefias, se adivina un clerto pesimismo o filosofia amarga, una soma de la vida, constituida de negro y blanco, “un poco vivir y mucho sofar”, “un poco hacer y mucho dudar”. Nalé Roxlo canta tanto en El grillo, su primer poemario, como en Claro desvelo y su tercer volumen, De otro cielo, con la misma voz; una alegria por la vida exterior y una pena por la vida interior, un insoslayable contraste entre la Tealidad y la ensofiacion, una tremenda y molesta duda sobre las verdades ultl- mas de la creacion, que terminan en una casi desolacion: ‘Nada me preguntéls, que nada he visto. Del pajaro no sé, ni sé del canto. Sélo en espejos de caliente Tanto la inutil sangre vi correr de Cristo, Entonces, la engafiadora misica y la traviesa jocosidad de los versos inicia- Jes ocultan en el fondo una honda desgarradura y una desesperanza que no al- canzé a compensar con una creencia metafisica 0 religlosa. El resultado fue la soledad del poeta frente a su propia facilidad de versificador. Los temas, aunque variados y diferentes entre si, concluyen en lo mismo: la desilusién frente al misterio. Todo lo material y cotidiano, lo inmediato, le sirve de motivo para legar a la misma conclusién: el grillo, la Luna, el gallo de la veleta, las liebres, la hierba y el viento, el paisaje rural, el hogar campesino, el rio, el alma, el amor, algunas leyendas, los relatos y cuentos tradicionales, y muy a menudo, las confesiones o desahogos de su espiritu inquieto, buscador y desilusionado. El desencanto de vivir es una constatacién que puede hacer a cada instante, sobre cualquier hecho cotidiano: la vida humana es precaria, el misterio lo envuelve todo, las ilusiones se quiebran, a pesar de algunas maravi- las que la naturaleza ofrece: pajaros, flores, musica, imagenes, suefios, Ei humorista. Nalé, con los aflos, fue dando paso en su inspiracién a la prosa y al teatro, y el gran poeta de los afos mozos dejé su cancién versificada por el cuento humoristico y el teatro, 516 En |a prosa humoristica adopté el seudénimo de Chamico, que Ip hizo cé- lebre. Con envidiable generosidad de espiritu, cambié el desaliento de sus versos por la sonrisa de la burla sana, Los Cuentos de Chamico, La medicina vista de regjo, Libro de quejas y El ingenioso hidalgo, son titulos de sus numerosas obras de este género. Nalé Roxlo adopto este nombre literario como recuerdo de una mentada planta del hechizo, que segin habia leido en un viajero inglés que lleg6 ala Buenos Aires colonial, fumaban ciertos esclavos africanos para tener visio- nes y suefios. “Debo agregar —dice Nalé— para que ningdn incauto caiga en ta trampa, que los paraisos artificiales cuyas puertas abria el humo del chamico no eran mas que un cuento del inglés”. El humorismo del autor es sano, delicado y de ninguna manera grotesco 0 soez. Se burla de ciertas costumbres criollas, prejulcios, practicas burocraticas, el politiquero, el faso poeta, los plcapleitos, personajes ridiculos, y cuanta false- dad o mentira encuentra en su camino. No podria decirse que su ironia, o hu- mor, sea moralizante, agresiva o vengativa. Es solo una manifestacion de su buen humor, y en todo caso, de la picardia criolla. El autor teatral. El teatro es la parte de la produccién de Nalé mas apreciada o difundida en el extranjero, Todas sus piezas fueron éxitos teatrales: Una viuda dificil, La cola de la sirena, Et pacto de Cristina y Judith y las rosas. La primera es una farsa y las tres restantes son teatro poético, Nuevamente las notas dis- tintivas son el humor y el lirismo, Los mismos ideales que Nalé expresaba en sus composiciones poéticas los evé al mundo del escenario. Nale rompe en la dramaturgia argentina con la antigua tradicion realista 0 costumbrista de Payré, Florencio Sanchez, Laferrére y los sainetistas. Incorpora el teatro poético, gracioso, divertido y amable. No encubren sus personajes ni la trama, filosofias ni pensamientos hondos, No es un autor de tesis tampoco. Mu- chos escritores en la historia mundial del teatro escribleron dramas que pudie- ron haber sido recitables por el excesivo lirismo de sus piezas, 0 al contrario, obras que pudieron haber sido novelas. Nalé Roxlo no hizo ni lo uno ni lo otro. Anécdota y lirismo importan en sus piezas, pero el tone final es una equilibrada combinacion de ambos. Recuerda un critico teatral que las obras de Nalé, no bien fueron represen- tadas, hicieron renacer la vieja querella del arte argentino. gEran o no piezas argentinas las de Conrado Nalé Roxlo? Si nos atenemos a la tematica, no lo eran; pero si tenemos por argentino mas el espiritu de las piezas que los hechos refe- ridos, st lo eran. El recurso de utilizar personajes imaginarios, escenarios remo- tos 0 exdticos, mitos antiguos, era una innovacién en el teatro nacional, y en tal sentido, el arte teatral de Nalé Roxlo es argentino, y demuestra una de las carac- teristicas del talento nacional, que es la aptitud para abrirse a la comprensién flexible y universal de la belleza. Una viuda dificil es una farsa situada en el Buenos Aires colonial. La califi- cacién mas adecuada es la de comedia poética, a pesar de la denominacién que Je impuso el propio autor, porque la pieza no Mega hasta lo grotesco ni su pura 517 intencién es simplemente hacer reir, Aunque el hecho narrado sea por naturale- za inverosimil —la disposicion de un virrey para conmutar la pena de muerte de un reo por la libertad si alguna mujer desea casarse con él, el desarrollo y didlogos de la pieza son verosimiles y posibles. La obra fue estrenada en el Teatro Odeon de Buenos Aires por Paulina Sin- german y Santiago Arrieta, bajo la direccién de Cunill Cabanellas (1944). Obtuvo ese mismo afio el segundo Premio Nacional de Teatro, El tema de la vida astuta —protagonista de la pleza— es de procedencia renacentista, pero en este caso Nalé Roxio la transforma en una mujer de carac- ter complejo y amante, Este asunto lo combina el autor con elementos regiona- les de nuestro pais, como el del caprichoso bando de! virrey, sobre el cual Leo- poldo Lugones ya habia escrito un romance. Los personajes son tipicos de la vida portena y por momentos recuerdan a Pe habitantes de las casonas tradicionales del Buenos Aires de principios de siglo. Como el teatro de Nalé no es un teatro de Ideas, resulta aventurado preten- der inferir de la obra algiin pensamiento filoséfico. Es una pieza algo sentimen- tal, mas bien divertida, ingeniosa y amena, Por su estructura es un drama en tres actos, La escenografia se repite y cuenta poco en el espectaculo, E] lenguaje es depurado, coloquial, sin exageracién ni artificio retérico algu- No. El recurso estilistico fundamental es, como corresponde a la dramaturgia, el didlogo, OBRAS ¥ EDICIONES: Poestas: El grillo. Claro desvelo. Buenos Aires, Ramon J. Roggero y Cla.. 1951. De otro clelo, Buenos Aires, Ramén J. Roggero y Cla., 1952. Una viuda dificll, Judith y las yoaas. Buenos Aires, Huemul, 1976. La cola de i sirena. El pacts de Cristina. Buenos Alres, Huemul, 1974, El ingenloso hidalgo. Buenos Aires, EUDEBA, 1965. Libro de quejas, Buenos Alres, Ortentactén Cultural Editores, 1953. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Maria Hortensta Lacau. RL mundo poético de Con- rado Nalé Roxio, Poesia y estilo. Buenos Aires, Raigal, 1954. Tempo y vida de Conrado Nalé Rorlo. Entre el angel y el duende. Buenos Aires, Plus Ultra. 1976. 518 EI grillo EL GALLO DE LA VELETA Parado sobre la aguja de la iglesia, su silueta, oro sobre azul, dibuja el gallo de la veleta. Su voz no se oye en el coro que en la noche se contesta, y hunde en las estrellas de oro como otra estrella, la cresta. Es su pico de lat6én el que los lazos desata del viento de ronco son y la brisa, voz de plata. Si él no ordena al cristalino viento de la tarde: jvuela! gqué haran el pobre molino y el pobre barco de vela? Si un viento constante y fijo no enyiara a la cigtiena, como llegaria el hijo a la madre que lo suena? Qué haria el triste pais sin su silueta bizarra sobre el panorama gris de los techos de pizarra? EL GRILLO Musica porque si, musica vana como la vana masica del grillo; mi corazén eglégico y sencillo se ha despertado grillo esta manana. 2Es este cielo azul de porcelana? Es una copa de oro el espinillo? 2O es que en mi nueva condicién de grillo veo todo a lo grillo esta manana? iQué bien suena la flauta de la ranal... Pero no es son de fauta: en un platillo de vibrante cristal, de a dos desgrana, gotas de agua sonora. —jQué sencillo €s a quien tiene corazén de grillo interpretar la vida esta mafianal LIED Cuando mis dolores eran nifios, a un arbol subian y desde e] arbol hacian sehas para que los vieran. Hoy que la copa mas alta pueden sus manos tocar, silencio y sombra les falta para ocultarse y llorar. 519 SE NOS HA MUERTO UN SUENO Carpintero, haz un féretro pequeno de madera olorosa, se nos ha muerto un suefio, algo que era entre el pajaro y Ja rosa. Fue su vida exterior tan imprecisa que sélo se lo vio cuando asomaba al trémulo perfil de una sonrisa 9 al tono de la voz que lo nombraba... Mas qué te importa el nombre. carpintero era un suerio de amor, tu mano clave pronto las tablas olorosas, quiero enterrar hondo el sueno flor y ave. jAl compas del martillo suena un cantot “No vayas al campo santo, porque los suefios de amor no mueren, se muda en Uanto su forma de ave y de flor”, PROLOGO INUTIL Estoy cansado de andar vuelo alocade y fugaz con los versos bien peinados hacia la barroqueria. Y quiero hoy alborotados al viento verlos flotar. El alma la dejo en casa y vengo a hacer el payaso Fuerte viento impresionista con mi vestido de raso que en la torre del poeta y mis volados de gasa. ha clavado la veleta en direccién imprevista. Bajo mi sombrilla roja. entre luces y oropeles, Viento que soplé este dia al son de mis cascabeles y tal vez no sople mas; danzaré en la cuerda floja. 520 LO IMPREVISTO. Sefior, nunca me des lo que te pida. Me encanta lo imprevisto, lo que baja de tus rubias estrellas; que la vida me presente de golpe la baraja, contra que he de jugar. Quiero al asombro de ir silencioso por mi calle oscura, sentir que me golpean en el hombro, volverme y ver la faz de la aventura. Quiero ignorar en donde y de qué modo encontraré la muerte. Sorprendida, sepa el alma a la vuelta de un recodo, que un paso atras se le quedé la vida. CLARO DESVELO BALADA DEL JINETE MUERTO Ay. alazan, alazan no corras, que ya no es tiempo. si llegamos a tiempo. Cuando llegues a la casa Rojas traigo las espuelas —icémo me duele el recuerdol— de tu sangre, compafero, oirds cantar la roldana, y mt blusa azul manchada te daran un cubo fresco, de sangre en el lado izquierdo. y ella, de brazos desnudos, iComo resuena el camino ir a abrazarte gimiendo; bajo tus cascos ligeros! sus lagrimas correran Suena como un ataud. con el sudor de tu cuello iSi legaremos a tiempol... y oiras cantar a mis hijos Sélo tu sombra se alarga ja cancién del padre muerto. por el suelo ceniciento. Ay, que mi sombra no va Ay. alazan, alazan, con la tuya, compafiero. no corras, que ya no es tiempo, . alazn mio, HOY Nada me preguntéis, que nada he visto. Del pAjaro no sé, ni sé del canto. Sélo en espejos de caliente lanto Ja inutil sangre vi correr de Cristo. No sé quién soy ni sé para qué existo, crece ante mi la flora del espanto. Y el temeroso paso que adelanto las losas pisa de un dolor previsto. Cerradas puertas, negras torres mudas. Cadaveres de nifos y campanas. Gesticular de euménides y dudas. Muertas bajo un laurel las nueve hermanas. Y mis manos ardientes y desnudas escribienco al azar palabras vanas. 521 UNA VIUDA DIFICIL Isabel, la protagonista, es una viuda algo caprichosa, que dirige una plateria heredada de su es- poso. Joven y bonita, es coquete- ada por diversos pretendientes, entre ellos Victor, su antiguo no- vio, que en definitiva no tiene in- tenciones de contraer un honesto matrimonio. Despechada y ofendida, Isabel ofrece casarse con Mariano, un condenado a la horca por siete supuestos asesinatos, a quien de acuerdo con un bando del virrey, se le conmutaria la pena de muerte si alguna mujer lo acepta- se en matrimonio: Del barrio del Matadero salié Mariano el valiente, con un pufal en la mano y una diadema en la frente. Después de varias peripecias, Isabel llega a enamorarse real- mente de su esposo, que no re- sulta ser un asesino, sino un ti- mido y sensitivo hombre que se ha atribuido los crimenes para crearse fama de valiente en su barrio. CUADRO II Mientras se cambia la decora- cion, que se hara lo mas rapida- mente que sea posible, se segui- ra oyendo el tambor, cada vez mas cercano, y voces confusas culminando en algarabia cuando se levanta el telon. La escena representa la calle, frente a la plateria, que ahora vemos que se llama “Plateria de la Honradez”. En el quicio de su puerta, Isabel, secandose las 14- grimas recientes, y a su lado Rita. Asomada a la ventana, Nie- ves, negrita sirvienta. En medio de la calle, montado en un burro que lleva del ronzal el verdugo, esta Mariano; el cabello y la bar- ba crecidos le dan un aspecto fe- roz; trae al cuello, y colgando hasta el suelo, la soga con que sera ahorcado. Completan la co- mitiva el alcalde, el pregonero 522 con su tambor, fray Lucindo, un franciscano que asiste al reo, soldados, alguaciles, pueblo, ne- gros esclavos y todos los per- sonajes que hemos visto en el cuadro anterior: Don Cosme, Pe- drito, Justina, el Galan. El pregonero da el ultimo redo- ble y se dispone a leer la senten- cia, desenrollando un papel. Alcalde (quitandoselo). —Déme usted, pregonero, que voy a leer yo la sentencia para demostrar a mas de un gracioso que aunque soy alcalde sé leer. (Lleyendo con énfasis). Convicto de siete muertes y de las mismas confeso Mariano Pereyra y Obes, que es el grandisimo reo que veis montado en el burro aqui, con la soga al cuello, ser Hevado a la horca para que sirva de ejemplo a jévenes calaveras y gente de poco seso, que andan metiendo el cuchillo donde no tienen derecho, cosa que esta muy ma) vista por las leyes de este reino. Mas yo, el Virrey, en el uso de mi autoridad, decreto: por ser hoy aniversario de mi feliz casamiento, que si alguna mujer quiere Por esposo a dicho reo se le conmute la pena de horea por la de himeneo, siempre y cuando el asesino a tal cosa esté dispuesio, que si ahorcar por fuerza es justo no lo es casar por decreto, que la horca es cosa rapida y muy largo el casamiento, (Terminada !a lectura se pro- duce un gran silencio expectati- vo. El reo, con la cabeza y los brazos caidos, parece indiferente a cuanto ocurre y presenta un aspecto de lo mas desdichado. Fray Lucindo le habla en voz baja, en forma apremiante, como queriéndolo convencer de algo, pero él hace que no con la cabe- za). Alcalde, —Conque ya lo habéis oido. Se le conmuta al reo la pena de horca por la de casa- miento, siempre que haya una mujer dispuesta a ser la ejecuto- va de la ultima, pasando el pre- venido incontinenti de las manos de] verdugo a las de su cényuge. Verdugo. Bueno estaria eso... Alcalde (le lanza una mirada de reproche). —Las condiciones del novio son las siguientes: veinti- siete anos cumplidos, excelente salud, sin victos mayores, activo y de buen caracter. Justina (después de dar una vuelta alrededor del reo, miran- dolo como quien estudia un ca- ballo para comprarlo, hace un gesto de desprecio y vuelve a su lugar). —jVaya una facha! (De la multitud parten silbidos), Alcalde. —Si, hay que recono- cer que su aspecto fisico esta un tanto descuidado por la carencia absoluta de artes cosméticas que se sufre en nuestras prisiones, sin que esto importe una critica para el actual sistema carcela- rio... Creo yo que con un bafio en el rio y una buena afeitada que- dar4 presentable y hasta muy galan... En cuanto a lo que sabe hacer, ya lo dice ampliamente la sentencia... (Mariano habla al oido del fraile y éste hace senas al alcalde, quien se acerca y es- cucha lo que le dice en voz baja). Alcalde. —Comunicame el reo que también sabe tocar la guita- tra... Tienen la palabra las nifas, Rita, —jEsto parece una broma de San Antoniot Nieves. —jQué holol, mi amita! (Murmullos entre las mujeres.) Alcalde {a Mariano), —jA ver si ayudas, hombre, que con ese as- pecto de pollo mojado no vas a encontrar novia! (Le arregla el pelo y le da un pellizco). jBiza- tria, hombre, bizarria! (El reo adopta una actitud mas gallar- da). jEh!, zqué tal el mozo? Voz de hombre. —jAnimo, mu- chacho, que no todos los dias cae un novio de 1a horca! Alcalde, —jCalle el chuscot Verdugo. —Sefor alcalde, que se hace tarde... Alcalde. —Hombre, verdugo, 2qué apuro tienes? Verdugo. —Es el pan de mis hijos... (Victor entra por la dere- 523 cha y se coloca en actitud des- pectiva en donde Isabel pueda verlo y mirandola con sorna se retuerce el bigote. Isabel, que ha seguido la escena sin interés, posa su mirada llena de indigna- cion en Victor, que sonrie mas insultante y tose significativa- mente). Alcalde. —Por ultima vez. gHay boda o hay horca? (Espera un momento, y como nadie respon- de:) jA la horca! Verdugo. —jGracias a Dios! (La comitiva inicia la marcha, pero Isabel la detiene, plantandose frente al burro, muy decidida.) Isabel. —Un momento, senor alcalde. Yo me caso con él. Alcalde (jubilosamente). — jPara el burro, verdugo! Verdugo. —jMaldita viuda! Padre Lucindo. —jDios sea lo- ado! (Mariano suelta un profun- do suspiro y se arregla lo mejor que puede.) Rita. —zEstas loca, Isabel? Nieves. —jNo, mi amita, pol Dios! (Murmullos, silbidos.) Alcalde. —jSilenciol... Perfecta- mente, pero antes hay que llenar un requisito legal. (Al reo). Aceptas por esposa a esta sefio- ra o prefieres la horca? Mariano. —jAcepto! Alcalde (levanta la vara de la justicia). —Entonces, en el nom- bre de la ley... Don Cosme. —jAlto, sefor al- calde! Hay un impedimento. Alcalde. —Expéngalo usted. Don Cosme. —En mi caracter de presidente de la comisién de vecinos de este barrio, y como mejor corresponda, me presento ausia y digo: (carraspea) que, en salvaguardia de las buenas cos- tumbres, la moral y las leyes mas elementales de la buena ve- 524 cindad, rogamos a usia no con- sienta esa boda, para que un asesino no venga a turbar la paz, la tranquilidad y el buen nombre de este barrio. Sera justicia. Alcalde. —Visto y considerando que el recurrente no tiene vela en esta boda, no ha lugar. (Del fon- do de la calle parten gritos de “que baje la vara”, “jque no la baje!”, “jque lo ahorquen!”, “jque lo casen!”, “jque lo afeiten”) Isabel (que esta visiblemente incémoda en medio del corro, pero firme, bajo la mirada de to- dos y la de Victor, que tose signi- ficativamente). —jVamos, senor alcalde, despache! Alcalde (que se esta secando el sudor). —Si, si, sefora. En el nombre de la ley... (A Mariano.) Bajate del burro, Mariano. (Ma- riano lo hace. El alcalde toma la punta de la soga y se la entrega a Isabel.) ...Y en el mio propio, sirvase usted, sefora, y que sean felices. Voz. —iQue baile el oso! Otra voz de mujer. —jMala pé- coral Otra. —jDescastada! Isabel (da la espalda a todos y se dirige a la casa Ilevando a Ma- riano de la soga). —Venga usted pronto. Verdugo. —Un momento, se- fora. Esta bien que usted me haya hecho perder las ocho on- zas de la ejecuci6n, pero eso de quedarse también con la soga... (Le quita la soga al reo y vuelve junto al burro, Isabel entra en la casa llevando de la mano al pre- so, seguida por el fraile y Rita.) Una voz. —jDesvergonzada! Otro. —jViudal Y sobre los murmullos, co- mentarios y silbidos de todos cae el telén. Pablo Neruda £s uno de los grandes poetas modernos y el tercer hispanoamericano que obtuvo el Premio Nobel de Literatura (1971). Vida. Su nombre verdadero es Neftali Ricardo Reyes, Nacié en Parral, en el sur de Chile (1904), en el seno de un humilde hogar de trabajadores. Desde los catorce afios de edad comenzé a escribir y publicar sus trabajos, descubierto por un periodista local, Vino mas tarde a Santiago (1920) e ingresé en el Instituto Pedagégico de la capital chilena, pero no concluyé los estudios iniciados. Publicé entonces su primer libro de versos y se propuso declarada- mente quitar a la poesia toda suerte de elementos extrafios para consagrarla a decir lo que tenga que decir en la forma mas seria posible. Fue designado después consul de su pais en Rangin, capital de Birmania (1927). Prosiguié mientras tanto su tarea literaria, coincidentemente con sus estadas en el extranjero. En Madrid lo sorprendié la Guerra Civil y se Pronuncié en favor de los republicanos. Estuvo después en México, también en funcién consular, y regres6 a Chile, donde fue elegido senador nacional. A partir de 1952 reside en Chile, donde obtuvo el Premio Nacional de Lite- ratura (1945) y fue presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (1958). Fa- lecié en su pais en 1973. La poesia de Neruda. Neruda es quizas el mayor poeta hispanoamericano mo- derno y uno de los mas originales. Su nombre figura al lado de los grandes liri- cos del siglo actual. Se ha revelado, sobre todo, como un innovador de la poesia. Su renovacién ha legado a los metros, las combinaciones estroficas, el ritmo, el vocabulario, las imagenes, los temas y el tono. Neruda es un asombroso combinador de voca- blos. Su riqueza produce un efecto sorpresivo en el lector. La sustantivacién, la adjetivacién y la verbalizacion se apartan de todo clisé poético anterior; sus enunciados, empero, no incurren en el alambicamiento de algunos poetas mo- dernistas o de las vanguardias siguientes y reflejan siempre frescura, naturali- dad e ingenio: Diccionario, no eres tumba, sepulcro, féretro, 525 tamulo, mausoleo, sino preservacion, fuego escondido, plantacién de rubies, Perpetuidad viviente, de la esencia, granero del idioma. (Oda al diccionario) Otro matiz llamativo de su estilo son las imagenes y metéforas, siempre bri- llantes y originales, referidas a objetos inesperados 0 tradicionalmente desconec- tados entre si: Abandonado como tos muelles en el alba: Navegaban todas las cosas; oscuros como piedrecitas; como un océano de cuero; Yo pongo el alma mia donde quiero. Yo no me nutro de papel cansado. EI tono y los temas de sus poesias cambiaron en el curso de su itinerario poético, Después de los iniciales Veinte poemas de amor, el libro mas leido del poeta y del que se dice que se vendieron millones de ejemplares, ei subjetivismo, vital y melancélico cede su turno en los volimenes de Residencia en la tierra (entre 1933 y 1937) a un estro mas hondo relacionado con la muerte y la ines- tabilidad angustiante de la existencia humana. Neruda se afirma, entra en con- tacto con los otros seres y reclama derechos para una poesia mas atenta a la realidad. Exhibe de modo descarnado una vision penosa del mundo, la anar- quia, la descomposicién moral, la decadencia, dando nacimiento al “nerudismo” que Lantos discipulos y émulos tuvo en las nuevas generaciones. “Esta es la épo- ca més dolorosa de mi poesia’, recordaria afios mas tarde en sus memorias. No entronca con la religiosidad, ya que Neruda no fue nunca un espiritu religioso, ni con Ia filosofia, porque su espiritu no era metafisico. Su dolor se insintia a través de sus ojos, de lo visto y percibido, y madura en su inteligencia practica, Por ese entonces ataca a la poesia pura por su cardcter elitista y por su separa- cién de la vida concreta ¢ inmediata, acepta que el mundo ha cambiado y que por lo tanto su poesia debe cambiar. En esta etapa de su poética, Neruda se involucra intimamente con el Parti- do Comunista y se convierte en el gran poeta hispanoamericano. Su entonada voz y firme personalidad lo transforman en un ejemplo lirico y su fama se uni- versaliza, Algunos admiradores de Neruda consideran a Residencia como el libro fundamental del artista, superior a su famoso Canto general (1950). A los afios la estimacién inicial decliné y hasta merecié de una ilustrada nerudista el juicio de “doloroso y decadente, pernicioso, quiza, pero necesario...” En Canto general el poeta se agiganta, su estilo logra esplendor y su pensa- miento politico se infiltra abiertamente en los versos. Pensado inicialmente como un canto a Chile para expresar su amor al pais, fue creciendo durante la redac- cién y se convirtio en un extenso poema a América: Bseribo para el pueblo aunque no pucda leer mi poesia con sus ojos rurales. 526 En quince secciones desarrolla el espectaculo geografico y Ja historia de América, desde Ja naturaleza inicial (I) hasta la confesién autobiografica y su profesién de fe (XV), haciendo pasar en este desfle a los indigenas, conquistado- res, libertadores, dictadores, poetas, artistas y personajes representativos. El canto es un libro épico, literariamente de excepcién, muy discutido por los jui- cios emitidos desde un enfoque ideolégico y por las menciones explicitas de po- liticos contemporaneos. Se ha elogiado en él la sintesis panoramica que ofrece de la historia —mas instructiva que las Aridas clases de historia, segun alguna opinién—, y se lo ha aproximado a las antiguas epopeyas del Mio Cid y Roldan, aunque se le han formulado reparos por el tono enfatico y declamatorio de algu- nos pasajes. Otra obra posterior de Neruda ha merecido elogiosos comentarios, las Odas elementales (1954-57), referentes a las pequefias cosas de la realidad: la cebolla, el cobre, la castaria, el libro, el pan, la madera —“elementales"—, y a los estados de 4nimo mas universales y simples: la pereza, Ja soledad, la envidia, la alegria, la esperanza, el amor: Pan, con harina agua y fuego te levantas. Espeso y leve, recostado y redondo, repites el vientre de la madre, equinoccial germinacién: terrestre. (Oda al par) Neruda es casi inagotable en su inspiracién y también lo es el estudio de su poesia y de su geografia. No fue un poeta perfecto, pero si un gran poeta, Aun- que no abordd los temas preferidos por los liricos superiores de las letras, ni su pensamiento se adentro en los grandes temas metafisicos de la naturaleza y el destino humanos, su poesia es el trasunto de un espiritu moderno y universal. OBRAS ¥ EDICIONES: Velnte poomas de amor y una cancién desespereda. Buenos Aircs, Losada, 1944. Odas elementales. Bucnos Aires, Losada, 1954. Canto general. Buenos Alres, Losada, 1964, av. LECTURAS COMPLEMENTARIAS ¥ ESTUDIOS: Amado Alonso, Poesias y estilo de Pablo Neruda: Interpretacién de wna poesia hermétiea, Buenos Aires, 1940. 527 RESIDENCIA EN LA TIERRA BARCAROLA St solamente me tocaras el coraz6n, si solamente pusieras tu boca en mi corazén, tu fina boca, tus dientes, si pusieras tu lengua como una flecha roja alli donde mi corazén polvoriento golpea, si soplaras en mi corazon, cerca del mar, llorando, sonaria con un ruido oscuro; con un sonido de ruedas de tren con [suefo, como aguas vacilantes, como el otofio en hojas, como sangre, con un ruido de llamas hamedas quemando el cielo, sonando como suefios 0 ramas 0 Iluvias, 0 bocinas de puerto triste; si ti soplaras en mi coraz6n, cerca del mar, como un fantasma blanco, al borde de Ja espuma, como un fantasma desencadenado, a la orilla del mar, llorando. Como ausencia extinguida, como campana subita, el mar reparte el sonido del corazon, loviendo, atardeciendo, en una costa sola, la noche cae sin duda, y su ligubre azul de estandarte en naufragio se puebla de planetas de plata enronquecida. Y suena el coraz6n como un caracol agrio, llama, oh mar, oh Jamento, oh derretido espanto esparcido en desgracia y olas desvencijadas: de lo sonoro el mar acusa sus sombras recostadas, sus amapolas verdes. Si existieras de pronto, en una costa ligubre, rodeada por el dia muerto, frente a una nueva noche, llena de olas, y soplaras en mi coraz6n de miedo frio, soplaras en su movimiento de paloma con llamas, sonarian sus negras silabas de sangre. crecerian sus incesantes aguas rojas. y sonaria, sonaria a sombras, sonaria como la muerte, Namaria como un tubo lleno de viento o llanto o una botella echando espanto a borbotones. Asi es, y los relampagos cubririan tus trenzas 528 y Ja Iluvia entraria por tus ojos abiertos. a preparar e] llanto que sordamente encierras, y las alas negras del mar girarian en torno de ti, con grandes garras, y graznidos, y vuelos. Quieres ser fantasma que sople, solitario, cerca de] mar su estéril, triste instrumento? Si solamente Ilamaras, su prolongado son, su maléfico pito, su orden de olas heridas, alguien vendria acaso, alguien vendria, desde las cimas de las islas, desde el fondo rojo del mar, alguien vendria, alguien vendria. Alguien vendria, sopla con furia, que suene como sirena de barco roto, como lamento, como un relincho en medio de la espuma y la sangre, como un agua feroz mordiéndose y sonando. En la estacién marina su caracol de sombra circula como un grito, Jos pajaros del mar lo desestiman y huyen, sus listas de sonido, sus higubres barrotes se levantan a orillas del océano solo. 529 César Vallejo (Dibujo de Picasso} do aN > César Vallejo Esta considerado como el mas importante de los poetas peruanos y uno de los mayores de Hispanoamérica en este siglo. Vida. Nacié en plena cordillera, en el pueblecito norterio de Santiago de Chuco (1892). Se presume que en ese lugar fue a la escuela primaria, ya que faltan datos de la vida de Vallejo en sus primeros trece afios. En Huamachuco siguié sus estudios secundarios en medio de graves difi- cullades econémicas. Trabajd en una hacienda azucarera de Santiago y como preceptor de los hijos de un terrateniente. A los veintitin afios (1913) ingres6 en la Universidad de Trujillo, donde es- tudid filosofia y letras, al tiempo que se desempefiaba como maestro. Aparecie- ron entonces sus primeros poemas, que fueron muy castigados por la critica, ‘Trujillo seria en la vida de Vallejo la ciudad de su bohemia literaria. Se trasladé después a Lima (1918), donde trabajo en una escuela primaria y estudié en Ja Universidad de San Marcos. Publicé por ese entonces Los he- raldos negros (1918), recibido con indiferencia y aun con menosprecio por los crilicos, Fue profesor en el Colegio Nacional de Guadalupe, de donde lo dejaron cesante por su vida privada algo libre. De regreso al poco tiempo en su ciudad natal, fue apresado y recluido en la carcel de Trujillo (1920), acusado de participar en un movimiento campesino subversivo, por “incendio, asalto, homicidio frustrado y asonada”. Pasé alli unos cuatro meses y fue luego liberado. Pasé a Lima, prosiguié su vida bohemia y public Trice (1922). Se embarcé afios después para Europa (1924) ante el peligro de que se re- abriera su juicio, y se establecio en Paris. Se convirtié al marxismo y realizé un viaje a Rusia (1928). De regreso, se cas con una mujer bretona, Georgette, y realizé un segundo viaje a Rusia y otros paises (1929). A raiz de un incidente con la policia, recibié en Paris tres dias de plazo para abandonar Francia (1930). Se establecié entonces en Espaiia como refugiado politico ¢ ingreso en el Partido Comunista Espaiiol. Se convirtié en instructor partidario, se lig6 a gran- des figuras de las letras espafiolas e intervino en varias asambleas literario-po- liticas internacionales. Volvié mas tarde a Francia, donde vivié en una extrema pobreza. 530 Publicd Poemas humanos (1923), cuya segunda parte, Esparia, aparta de mi ese caliz, se publicaria afios después. Fallecié en Paris (1938). La poesia de Vallejo. Si bien la poesia de Vallejo muestra una evolucién artis- tica creciente, el Vallejo esencial esta presente desde los primeros poemas (Los heraldos negros): insistencia en su propia vida y destino, concepcién dolorista y pesimista de la vida (“el dolor de Vallejo"), franqueza casi insolente y sin limites. La prosa, Vallejo cultivé la prosa también, en distintas formas: una novela antiimperialista (Tungsteno), cuentos, ensayos y articulos periodisticos, En la ci- tada novela, presenta la dura vida de los indios en una mina del Peri. En los cuentos y relatos, la intencién politica no aparece y algunas de esas prosas son de buena calidad, aunque no Ilegan at valor de la obra poética. OBRAS Y EDICIONES: Los heraldos negros. Buenos Aires, Losada, 1961, Trice. Buenos Aires, Losada, 1961. Poemas humanos. Buenos Aires. Losada, 1961. Novela y cnentos completos. Lima, Francisco Monclea, 1967. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Mario Jorge De Lellis, Céaas Vallejo. Buenos Altres, Ia Mandrégora, 1960. Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Universidad de Pitts. burg, EE.UU., Revista Iberoamericana, N° 71, abril-junio de 1970 {nimero totalmente dedicado @ César Vallejo). Estuardo Nunez, La literatura pernana en el siglo XX. México. Editorial Pormnaca, 1965, LOS HERALDOS NEGROS VERANO VERANO, ya me voy. Y me dan pena las manitas sumisas de tus tardes. Legas devotamente; llegas viejo; y ya no encontraras en mi alma a nadie. Verano! Y pasaras por mis balcones con gran rosario de amatistas y oros, como un obispo triste que Megara de lejos a buscar y bendecir Jos rotos aros de unos muertos novios. Verano, ya me voy, Alla en setiembre tengo una rosa que te encargo mucho; la regards de agua bendita todos los dias de pecado y de sepulcro. Si a fuerza de Ilorar el mausoleo, con luz de fe su marmol aletea, levanta en alto tu responso, y pide a Dios que siga para siempre muerta. Todo ha de ser ya tarde; 532 y ta no encontraras en mi alma a nadie. Ya no llores, Verano! En aquel surco muere una rosa que renace mucho... TRILCE ‘TAHONA ESTUOSA DE AQUELLOS MIS BIZCOCHOS Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos pura yema infantil innumerable, madre. Oh tus cuatro gorgas, asombrosamente mal plaftidas, madre: tus mendigos. Las dos hermanas ultimas, Miguel que ha muerto y yo arrastrando todavia una trenza por cada lefra de! abecedario. En la sala de arriba nos repartias de mariana, de tarde de dual estiba, aquellas ricas hostias de tiempo, para que ahora nos sobrasen cascaras de relojes en flexion de las 24 en punto parados. ijMadre, y ahora! Ahora, en cual alvéolo quedaria, en qué retofo capilar, cierta migaja que hoy se me ata al cuello y no quiere pasar. Hoy que hasta tus puros huesos estaran harina que no habra en qué amasar jtiema dulcera de amor!, hasta en la cruda sombra, hasta el gran molar cuya encia late en aquel lacteo hoyuelo que inadvertido labrase y pulula jta lo viste tanto! en las cerradas manos recién nacidas. Tal la tierra oira en tu silenciar, como nos van cobrando todos el alquiler del mundo donde nos dejas y el valor de aquel pan inacabable. Y nos lo cobran, cuando, siendo nosotros pequefios entonces, como tu verias, no se to podiamos haber arrebatado a nadie: cuando tt nos lo diste, edi, mama?

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