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UNIDAD 5 LA LITERATURA GAUCHESCA "Me he esforzado, sin presumir haberlo conseguido, en presentar un tipo que personificara el cardcter de nuestros gauchos, concentrando el modo de ser, de sentir, de pensar y de expresarse que les es peculiar.” José Hernandez 170 OBJETIVOS * Reconocer los rasgos que caracterizan a la literatura gauchesca como fenémeno rioplatense, * Determinar las modalidades que dentro de la manifestacién gauchesca identifica a los distintos autores estudiados. + Rescatar los valores literarios que han determinado la trascendencia de Martin Fierro como obra cumbre de las letras gauchescas. CONTENIDOS Introduccién al movimiento literario. La literatura gauchesca. 5.1. Poesfa gauchesca: Hidalgo, Ascasubi y Estanislao del Campo. 5.2. La poesia gauchesca en su més alta expresi6n: Martin Fierro. 5.3. Rafael Obligado: Simbiosis de poesfa roméntica y gauchesca. ANALISIS LITERARIO * Fausto + Martin Fierro * Santos Vega UNIDAD 5 CONTENIDOS Introduccién al movimiento literario La literatura gauchesca Habria que dar una especie de vuelta de pagina a fin de com- prender el universo que encierra a la literatura geruchesca. De hecho, y tratando el tema con el mayor criterio posible, no se trata de un movimiento literario sino, mas bien, de una exterioriza- cién de determinados rasgos que dotan de originalidad a las letras rioplatenses del siglo XIX. Pese a todo, y por razones de orden didéctico, estudiamos la ma- nifestacion gauchesca en el entorno de los movimientos literarios a partir, casi exclusivamente, del cambio tematico-estético que provoca, aunque el fenémeno estd literariamente circunscripto a un émbito geografico: es {écil adivinar, salvando la perogrullada, que no podria haber existido literatura gauchesca sin la figura del gaucho (el paisa- no, en ultima instancia también el payador) que la inspirara. Pues entonces, en una éptica amplia, no es dable consignar un fe- némeno rioplatense como cardcter representativo de las letras en sus valores mds universales. Lejos de restringir su valor a un asunto de trascendencia de fronteras, conviene marcar que la temdtica tradicio- nalista que sustenta a Ia literatura gauchesca es virtualmente autée tona, despojada de toda influencia extranjera, Origen y proyeccién de la literatura gauchesca Es necesario sefialar, a instancias de esclarecer bien el ambito li- terario de lo gauchesco, que esta: manifestacién surge a través de una corriente genuina que hacia fines del siglo XVII encuentra ex- presién en la poesia de los primeros payadores. Se sabe que el pa- yador, como tal, es el hombre de campo que retine un auditorio for- mado por un grupo de paisamos amigos, a los cuales refiere, con un dejo folclérico, el esponténeo discurrir de versos de digna improvisa- cién. Esta figura rioplatense, en sus comienzos, fue considerada fuera de todo orbe cultural, unida tinicamente al ambiente basico de la gente rural. Y, con esto, al mundo de los iletrados que con orgullo ar- maban versos ante el resplandor de un fogén o la sombra placente- ra de un ombi. Por supuesto, era impensable que esta forma de expresién, que sélo habia nacido de la necesidad del hombre de campo de expre- sar sus sentires y cuitas, ingresara en el claustro de las letras cultas. Primeramente, superada la indiferencia, hubo una suerte de despre- cio hacia esta “juglaria’, o sea hacia este oficio de la expresién oral que identificaba a los payadores rioplatenses. Con el correr del tiempo, este fenémeno fue variando. Poco a po- co, algunos escritores roménticos comenzaron a prestar cieria aten- cién a estos cantares gestados al son del rasgueo de una guitarra. También, claro, les llamé la atencién la idiosincrasia del gaucho, consustanciado con las raices mas profundas del ambito rural. Las 71 172 prendas gauchescas, el lenguaje de los gauchos, el mede en que es- ios hombres junio a sus mujeres- pensoban y senticn, fueron ele- mentos que ganaron la curiosidad de muchos escritores de entonces. Asi, el motivo gauchesco fue desplazéndose hacia el mundo de las letras cultas. Y, aunque en algtin momento ~como dijimos- hubie- se sido impensable, lo cierto es que los autores instruidos se hacen eco de esa corriente prosaica de los primitives payadores. De este modo, en términos generales, nace la poesia gauchesca cuya expresién mds acabada esté en las paginas del Martin Fierro. Pero hace falta distinguir algo més: hay diferencias importantes entre Jos cultores de la literaturct gauchesca, puesto que no todos muestran los mismos signos ante una realidad convocante come la de rescatar al gaucho {por extensién: sus circunstancias, su paisaje) para enmar- carlo en las letras cultas. Aproximacién a los distintos tipos de literatura gauchesca Al margen de la primera poesia payadoresca, de transmisién ex- clusivamente oral, y ademas anénima, existe un tipo de literatura propiamente gauchesca nacida de la pluna de poetas cultos -que te- nian por émbito natural la ciudad- , los cuales imitaron en sus com- posiciones el habla de los gauchos, introduciendo ast infinidad de ex- presiones peculiares. Tanto es asi que hasta se habla de una lengua gauchesca, por otra parte, poco homogénec segun se trate de un au- tor u otto. Son representantes de este género Bartolomé Hidalgo, Hilario As- casubi, Estonislao del Campo y José Herndindez. Hay otro tpo de literatura gauchesca, en Ja que los poetas escri- ben sin apelar al lenguaje gauchesco. Esto es, producen sus obras en lengua culta aun cuando el motivo inspirador no sea sino | gaucho Y su propic habitat. Un ejemplo conforme a esto es el Santos Vega de Rafael Obligado. Por ultimo, irradia también la literatura gauchesca en la prosfstica y la dramaturgia, donde no faltan los crutores ~algunos empleando la longua gauchesce y ottos la lengua culta~ que toman la tradicién del personaje del gaucho y del ambiente rural. En este caso, el mejor ejemplo lo brinda Don Segundo Sombra, do Ricardo Guiraldes. En torno de la figura del gaucho Bastante se ha dicho, y se ha escrito, sobre la figurcr de! gaucho, personaje que con el paso del tiempo ha cambiado su fisonomia al punto que en la actualidad apenas si aparece en cuentagotas en la campaha de la Argentina y el Uruguay, Cuando aparece, tampoco es e| misino gaucho del siglo XIX. Esto es Iégico. gCémo era, pues, aquel gaucho que inspiré tantas paginas de li- teratura’? Lo cierto es que el gercho -claro: tampoce todos los gauchos eran “iguales"- vivia a veces del trabajo temporario y otras veces del pi- ligje, sumido casi siempre en la pobreza (subsistia en precario ran- cho), pese a que pudiera tener en algin caso tropilla y ganado. UNIDAD 5 SINOPSIS Caracteristicas de la literatura gauchesca LITERATURA GAUCHESCA * Surge hacia fies de siglo XIX dento de las letras rogltenses, ‘Respond en suraigembre ala ransrisitn oral de fs payadores de ines oa sgt XV y XI * La teméticaestdigada al émbito vay ala vida y costumbres del gaucho, + Recogeelementos-sinbols inherent ala isosincrasia gauchesca: el mate, el poncho, cl cabalo, el rancho, etcetera ! ‘+ Incorporaen una de sus ness, ur nuevo tipo de langusie, producto cel habla natural del gaucho. ‘Muchas veoes asta preserte el tema de laibertay ls coecien social, 173, 174 CONTENIDOS 5.1. Poesia gauchesca: Hidalgo, Ascasubi y Estanislao del Campo ‘Mas alla de algunos autores y obras que en la época de Ia Inde- pendencia -incluso, en la época colonial- dan cuenta de la aparicién de elementos de lo gauchesco, lo que marea el inicio del género co- mo tal es el cultivo de una poesia con notas mds acabadas. En este sentido, los nombres que autorizan a hablar del punto de partida de lq literatura gauchesca son: Bartolomé Hidalgo (1788-1822), Hilario As- casubi (1807-1875) y Estanislac del Campo (1834-1880). BARTOLOME HIDALGO En relacién con lo que acabamos de decir, Hidalgo es el poeta que da inicio al género gauchesco. Se lo considera, pues, el precur- sor de este tipo de manifestacién literaria rioplatense. La vida de Hidalgo revela un arduo andar, donde alterna alguna que otra misién diplomattica con la disipada faena de participar co- mo soldado en luchas de su pais, primero contra los espafioles -en el sitio de Montevideo- y después contra los portugueses, que preten- dian imponer su dominio en la Banda Oriental. Entretanto, cultive las letras, labor no s6lo de escritura sino que debié encargarse de ven- der por las calles sus propias poesias. Tiempos harto dificiles: Hidal- go murié de una afeccién pulmonar y eumido en una total pobreza. Si bien nacié en Montevideo, cuando el Uruguay no era ain una nacién independiente, Hidalgo se establecié en Buenos Aires, donde formé familia. Su obra fue concebida en estas tierras y, por lo demds, sin ser él un gaucho, conocié muy bien a los paisanos de la Banda Oriental, con quienes iniegré las fuerzas revolucionarias. De esta simbiosis entre la imagen del hombre de campo urugua- yo (mejor: oriental o rioplatense) y la vida del Buenos Aires de enton- ces nace la materia: nutriente de la obra de Hidalgo. Combina, ade- ms, la influencia neoclasica recibida a través de sus lecturas. De sus obras, son los Cielitos y los Diélogos aquellas composicio- nes que le han dado fama y en las cuales expresa mejor el espiritu gauchesco. En cuanto a los Cielites nombre genérico que designa a la vez al texto Iirico y a la miisica y danza que lo acompafian- , se puede decir que transmiten 6] sentir patriético, comin a las odas. Pero, en el caso de los “cielitos’, el autor incorpora el acervo popular dado a partir del gaucho y de su lengua. Los Diélogos Patriéticos, por otra parte, reflejan -como lo indica el titulo- la clara consigna de Hidalgo respecio de la necesidad de dar cuerpo definitive a su devocién patriética, en una época en que el nacionalismo era causa visceral y, en consecuencia, exarcebada. Estos Diélogos, escritos en verso, tienen por personajes a gauchos patriotas que entablan conversaciones acerca de la participacion que les cupo en las luchas de la Independencia. Asi, a menudo salpica- dos de humor, estos didlogos refieren aspectos historicos a la par que recogen la ideclogia del autor. UNIDAD 5 HILARIO ASCASUBI Ascasubi vivi de manera azatosa y, sobre él, sayan los aconteci- mienios mas variados: participé de no pocas batallas (Ituzcingé, El Tala, Casoros, Cepeda), milité como unitario, conocié el exilio a pro- nunciarse antirrosista, fue comercicinte, viajé a Paris enviado por Mi- tre a fin de reclutar hombres por contrato para la lucha contra el aborigen. Una vida que no incita al remedo. Ademds, escribi6. Y es por eso que nos convoca, Sus escritos, claro, ingresan en la literatura gauchesca pero ~des- de un punto de vista amplio- alcanzan el grado de alegates politicos en relacién con su militamcia. Los gauchos de las obras de Ascasabi son personajes identificados con su idea! unitario y, por ende, inspt- rados en la concepcién de transformarlos en canales de expresién politica, Con todo, son inconfundibies los visos de humor chispeante que reserva el autor para sus personajes més célebres. Entre otras piezas, escribis: Pauline Lucero, Aniceto el Gallo y Santos Vega o Los Mellizos de La Flor. ‘Ascasubi incorporé a la literatura gauchescet €! personaje femeni- no. ESTANISLAO DEL CAMPO, AUTOR DEL FAUSTO CRIOLLO Llegamos, por tiltimo, a Estcmislao del Campo, el poeta mds repre- sentativo dentro de esta trilogia. Sin detenemos demasiado en su biografia, apuntermos solamente que inlervino en luchas civiles luego de la caida de Rosas y, tiempo después, actué ya militarmente en Cepeda y en Pavén, Por lo visio, con algunas diferencias, Icr maycria de los jévenes de entonces -por Gesgracia~ creian en el aliciente de las armas antes que en el sosie go de la paz. Desde el dngule literario, del Campo se inicié « la zaga de Asca: subi; en el marco del Romanticismo integré e! sitial de los cultores de la poesta gauchesca con un manejo casi impecable del arte de ver- sificar y, en otto orden, con un talento especial para rescatar la sem- lanza del paisaje telurico y el hombre de campo rioplatenses. Tam- bién agrego nuevos aditamentos al lenguaje gauchesco utilizade por sus antecesores. Junto a la poesia gauchesca que lo caracteriza, dejd piezas de cor- te romdntico escritas en lengua culta, De su produccion se destacan. Gobierno gaucho y Fausto, su obra insigne. 175 176 ANALISIS LITERARIO Fausto Esta obra es, por asi decitlo, el fruto de una anécdota: en 1868, en el Teatro Colén de Buenos Aires, se estrena (ya conocida en Paris en 1859) la 6pera Fausto de Charles Gounod, basada en la célebre obra homénima del escritor alemén Gosthe. All{ en el Teatro Colon, y en esa oportunidad, se encontraba Estanislao del Campo con un grupo de amigos. Entre bromas, y en torno de algunos chascarrillos ensaya- dos en lengua gauchesca por del Campo, nacié la idea de escribir una obra. As{ se gest6, con la anuencia sobre todo de su amigo Ri- cardo Gutiérrez, el Fausto cricllo de Estanislao del Campo. Facsimil de la primera pagina de! manuscrito de! Fausto. (Museo Martiniano Leguizamén, de Parand.) éCudl es la historia? Como basamento, demos al menos una brevisima resefia del ar- gumento del Fausto de Goethe, drama dividido en dos partes. Un sabio ya anciano -Fausto- s6lo ansia descubrir los misterios del mundo, y para ello apela a la magia. Pero hébilmente seducido por Mefistéfeles -el diablo- accede a la idea de rejuvenecer y, asi, disfrutar de los placeres. Lo que ha hecho Fausto es, en definitiva, “vender su alma al diablo”. De este modo, se enamoraré de Ia joven Margarita y, al mismo tiempo, sufrité al igual que ella una serie de infortunios. La pieza se UNIDAD 5 cierra con Ja redencién de Fausto, quien se ha dado cuenta de que no hay placer mds preciado que el de obrar correctamente. Fausio muere. A la par que las puertas del infiemno se abren pa- ra recibir su alma, un grupo de dngeles se encarga de recogerla, EI alma de Fousto estaba liberada. Desde luego, y salvando la légicu adaptacién que exige toda sin- tesis como ésta, podemos percibir que el poema de Goethe revela a través de su argumento una nitida linea alegérica que da profundi- dad al asunto tratado. En el caso que especificamente nos convoca, el de Estanislao del Campo, el autor reelabora -en virtud de la opera de Gounod la his- foria de Fausto, aprehendida desde la transposicién argumental que de la pieza realizan Anastasio ol Pollo (el relator) y su compadre La- guna; el primero, precisamente como relator, es el que ha visto la re- presentacién en el Teatro Colén. ‘Asi, se entrecruzan el argumento de la 6pera, sustancialmente ins- pirado en la primera parte del poema de Gosthe, con el discurrir sa- leroso de Anastasio el Pollo y su compadre Laguna, a lo que se agrega la voz de un narrador anénimo presente en la introduccién. Estilo y versificacion El Fousto de Estonislao del Campo registra un estilo que merece algunas reservas: el lenguaje gauchesco, en la opinién acreditada de Rafael Hernandez y otros estudiosos del tema, no esté exento de im- precisiones (a veces yertos) en Ia pluma del autor. Sin duda porque del Campo conocia ali gaucho apenas de soslayo, puesto que, senci- lamente, era un hombre de ciudad. Le atraic el lenguaje y la figura del gaucho -también admiraba los escritos de Ascasubi- , y eso le fue suficiente para adherir a lo gauchesco y Ilenar los péginas del Fausto y de otras tantas obras suyas. Ademds, el gaucho siempre desperié en él simpatia. El poema esté versificado en redondillas y décimas, con predomi- nio de las primeras, Juicios disimiles Aparte del estilo (tampoco es justo olvidar que hay excelentes pa- sajes -descripciones- en un lenguaje de arisias cultas que muy bien manejaba el autor), hay juicios disimiles respecto de la obra en si, para algunos demasiado parédica frente a un argumento relevante como el de Fausto: sdos gauchos exegetds de Goethe..? w7 178 ANTOLOGIA TEXTOS ANTOLOGICOS Y DE CRITICA LITERARIA FAUSTO SEGUNDA PARTE (fragmento) Como a eso de la oracién', aura? cuatro 0 cinco noches, vide una fila de coches contra el tiatro de Colén3. La gente en el corredor, como hacienda amontonada, pujaba desesperada por llegar al mostrador. Alli a juerza de sudar, y a punta de hombro y de codo, hice, amigazo, de modo que al fin me pude arrimar, Cuando compré mi dentrada y di gielta... Cristo mio! estaba pior el gentfo que una mar alborotada, Era a causa de una viej que le habfa dao el mal -Y si es chico ese corral Ja qué encierran tanta oveja? —Ah{ verd: por fin, cufiao, a fuerza de arrempujén salf como mancarrén® que lo sueltan trasijao®. Mis botas nuevas quedaron lo propio que picadillo, y el fleco del calzoncillo hilo a hilo me sacaron. oracién: Se refiere al “toque de énimas", cuyo significado en Espafia hhora del atardecer en que se escuchan las campanadas de las parro- ; aunque en este caso significa “hard”, Colén: Recordamos, de paso, que el Teatro Colin en esta época -y hasta 1887— se hallaba en su lugar de origen: en Reconquista y Rivadavia, donde después se establecié el Banco de la Nacién. dao el mal: expresién que significa desmayarso, mancarrén: Caballo viejo y estropeado (sentido despectivo).. ‘rasijao: Término que aparece en Hilario Ascasubi, tiene el significado de aniqui- lado, flaco. 2. UNIDAD 5 Y para colmo, cufiao, de toda esta desventura, el pufial, de la cintura me lo han refalao”, ~Algin gringo como luz para la ufia ha de haber sido, = i¥ no haberlo yo sentido! En fin, ya le hice la cruz. Medio cansado y tristén por la pérdida, dentré y una escalera trepé con ciento y un escalén® Llegué a un alto®, finalmente, ande va Ja paisanada, que era la ultima camada en la estiba de la gente. Ni bien me habfa sentao, rompié de golpe la banda! que detrés de una baranda la habfan acomodao. Y ya también se corris un lienzo grande, de modo que a dentrar con flote y todo me aventa, créamelé™ Atrés de aquel cortinao, un Dotor aparecis, que asigin of decir yo, era un tal Fausto! montao. -yDotor dice? Coronel de la otra banda, amigazo; Jo conozco a ese criollazo porque he servido con él La significacién de este vocablo podtfa ser “resbalac”, “errar” 0 “robar” cifiéndonos al contexto, esté con ¢l significado de “robar”. Giento y un escalén: Algunos han puesto e] acento sobre la curiosa exactitud, puesto que la escalinata dol viejo Colin que leva al “paraiso” tiene este mime- ro preciso de escalones. Llogué a un alto: Referencia a lo que en el Colén se da en lamar el “paraiso”. banda: Es de suponer que el autor juega, en tn toque de ironfa, con la ignoran- cia del gaucho, quien en lugar de decir “orquesta” dice “banda”, ‘eréamel6: Obsérvese en la imitacién del habla gauchosca la doblo tildacién: en la primera sflaba como palabra esdrdjula al agregarse el pronombre enclitico me; Juego, se agrega uun tilde (con valor enfético) al segundo pronombre enclitico, lo. (Es extensivo a casos similares.) Fausto: Al decir “un tal Fausto”, el autor alude, 2 partir de la ironia que cause Ja confusiéa de nombres. al coronel uruguayo Fausto Aguilar (1808-1865), a quien so le atribuye haber dicho en Ia batalla de Sarandi dirigiéndose & sus sol- dados: “Dejen los ponchos, muchachos, porque en el otro mundo no hace fri.” {A oste hocho se refiere Hilario Ascasubi en la “Gaceta N° 6", de donde lo tomé seguramente Estanislao del Campo). 179 180 13, 14. 418, -Yo también lo conoci, pero el pobre ya murié, jBastantes veces mont6 lun zaino que yo le di! Déjels al que std en el cielo, que es otro Fausto el que digo, pues bien puede haber, amigo, dos burros del mesmo pelo, -No he visto, gaucho més quiebra™? para retrucar!4 , jahijunal = Déjemé hacer, Don Laguna, dos gérgaras de gifiebra. Pues como Ie iba diciendo, el Dotor apareci6, y en piiblico se quejé de que andaba padeciendo. Dijo que nada podie con la cencia que estudi6. Que él a una rubia queria, pero que a él la rubia no. Que al fudo? Ia pastoriaba dende el nacer de Ja aurora, pues do noche y a toda hora siempre tras de ella Lloraba Que de mafana a ordefiar salfa muy currutaca, quo 61 le maniaba la vaca, pero pare de contar. Que cansado de suftir, y cansado de Horar, al fin se iba a envenenar porque eso no era vivir. El hombre allf renegé, tiré contra el suelo el gorro, y por fin, en su socorro, al mosmo Diablo Ham. jNunca lo hubiera llamao! jviora sustazo, por Cristo! jahi mesmo, jediendo a misto, se aparecié el condenao! Estanislao del Campo quicbra: Empleado aqui, como adjetivo, significa astuto, hébil, corajudo. retrucar: Recuérdese que este vocablo, que figura en el Diccionario Académico como argentinismo, deriva de la respuesta pronta y enérgica que se da en el jue- go dol truco: re-trucar. al fiudo: Hacer algo sin sentido, inttilmente, en vano, UNIDAD 5 CRITICA LITERARIA [COMO LOS CUENTOS DE TOLSTOI) (fragmento) Criticos con una idea limitada de lo “teal” han objetado esta fan- tas(a del poeta. Pero tenga o no visos de probabilidad ia aventura del Pollo [en el Fausto de Estanislao del Campo) . la historic este magnificamente contada. Es tan clara y sencilla como los cuentos s- critos por Tolstot parer los muriks; Ic conversacién de los dos gauchos es excelente y sus comentarios muy oportunos (..) Pedro Henriquez Urefia: (EL FAUSTO, OTRA GRAN EPOPEYA ARGENTINA] (fragmento) (.) Para los que compatten la idea de que no existe en realidad una originalidad de fondo, porque el “nihil novum sub sole", debe aplicarse especialmente al fondo de las ideas artisticas 0 de las crea- ciones literarias; para los que tengan la capacidad de fijarse que parte del titulo, todo es nuevo, personal, con sello propio, de puro cagentinismo, y de tradicional corte hispano en el Fausto, dentro de cuyo molde americano no podria reivindicar ni el més pequefio tro: 20 el Jupiter Olimpico de la gran Alemania; para todos los inteligen- tes lectores, que tengan capacidad de discemir y de juzgor, el Faus to es otra gran epopeya argentina: por la forma, por el sentimiento, por la filosolia, por la vercicidad de los tipos nuestros que allf apate- con. Alfredo Parodié Mantero [A PESAR DE ALGUNAS DEFICIENCIAS] (fragmento) (.) lar técnica del autor acusa en muchos pasajes deficientes cono- cimientos criollos; pero el conjunto admirable del relato, la belleza de las descripciones rebosantes de sentimiento y de poesia hacen del Fausto una de las més ratilontes producciones de la lira argentina. Martiniano Leguizamén 181 ACTIVIDADES CONOCIMIENTOS Cuestionario 1. 2A qué se denomina “literatura gauchesca"? 2. 4Es homogénea la produccién de los escritores de las letras gauches- cas? 2Pueden clasificarse segun el estilo? {Cémo? 3, Senala caracteristicas generales de la escritura de Hidalgo y Ascasubi, precursores de la poesia gauchesca 4. {De qué modo Estanisiao del Campo parafraseé el Fausto de Goethe? 5. ,Qué papel juegan en el poema de Estanislao del Campo los personajes de Anastasio el Pollo y su compadre Laguna? AREA EXPRESIVA 182 Expresion escrita Hemos visto que el Fausto de Estanislao del Campo toma para su en- cuadre argumental un espacio: ol Teatro Colén, Investiga, para luego presentar un trabajo escrito, sobre el Teatro Co- lon, Una guia de apoyo, por ejemplo, podria ser: * Historia del Teatro Colén; © Su arquitectura; * El valor cultural; ® Idiosincrasia del publico: zun teatro de elite?; * Espectéculos y figuras que han tenido lugar en el Col6n; * Actualidad de! Teatro Colon, ‘Nota: Si ain no lo han hecho, seria interesante que e! colegio organizara con los alumnos una visita guiada al Teatro Colén. (Para las escuelas de provincia, el do- cente adaptara esta actividad de acuerdo con las posiblidades concretas.) Expresi6n oral A partir de la lactura individual que hardn los alumnos, comentar en clase el cuento “Una aventura del Pollo” -alusivo al poema de Estanisiao del Campo- que escribié Manuel Mujica Lainez en su obra Misteriosa Buenos Aires. (Este libro, dada su celebridad, es facilmente hallable en librerias y bibliotecas: Cf., ademés, Actividades de pag. 32 donde ya fue consignado.) UNIDAD 5 _CONTENIDOS| 5.2. La poesia gauchesca en su mas alta expresién: Martin Fierro Si hay un libro de la literatura argentina que goza de la doble vir- tud de haber sido profusamente lefdo y, a la vez, elogiado por mu- chos criticos, ese libro es Martin Fierro. En consecuencia, también su autor, José Herndndez (1634-1686), se ha ganado un lugar de absoluta relevancia en las letras argentinas. Es més: Martin Fierro es una obra que ha trascendido fronteras. En esta suerte de marco general, es obvio que est implicito que dentro de la literatura gauchesca ~sin que esto vaya en desmedro de otras obras del mismo género-, el poema capital de José Hernandez descuella. José Heméndez El duro ajetreo de las contingencias y de las luchas ideolégicas A la vida de Hernandez no le faltan hechos aciagos. Hijo de un matrimonio que respondia a familias politicamente opuestas -la rama 183 184 paterna era rosista y la materna antirrosista~ , conocio ya desde muy nifio el duro golpe de los circunstancias: su madre murié trégicamen- te y, ademés, como nifio que era, fue inocente destinatario de las idas y venidas a raiz de las luchas politicas por entonces cruentas. Una especie de precoz anticipo de las consecuencias que luego sufriria por cuestiones ideolégicas: contrario al gobierno no sélo de Rosas (y no porque fuese unitario) sino también de Sarmiento, obli- géndolo esto tltimo a emigrar al Brasil después de que fracas6 el le- vantamiento de Lopez Jordén -en el que Hernndez habia participa- do- contra Sarmiento. Claro, en el interin de dieciséis afios entre la caida de Rosas (1852) y la egada de Sarmiento a la presidencia (1868), Hemnéndez ya habia dado muestras de su impronta en la lucha politica. En la dificil epoca de la Organizacion Nacional, participé incluso en accio- nes militares (en Cepeda y en Pav6n). Hasta que, luego de este de- rrotero, surge su vocacion por el periodismo, que sera su nueva tri- buna de expresién: desde alli iré haciendo mella su ideologia, parti- cularmente combativa de los preceptos “progresistas’ de Sarmiento. Seguin Hernandez, el pensamiento de Sarmiento llevaba la semilla de la discriminacién y la relegacién a ultranza.de los mas débiles. Entre las filas de los mas débiles estaba, por supuesto, el gaucho. Recurrir a las apreciaciones antagénicas de Sarmiento y Hernén- dez acerca del gaucho es caer en una visién tal vez parcial. Con to- do, el hecho es que el primero lo consideraba causa esencial del atraso del pais y el segundo victima de una sociedad que, sin com- prenderlo, lo marginaba. ‘Agreguemos a esto que Herndndez conocié muy bien la genealo- ‘fa del gaucho (con lo cual no decimos que su vision sea irrefutable) durante los diez afios que pasé en la estancia "Los Cerrillos", junto con su padre, desempefitndose como aparcero, es decir como com- pafiero de tareas precisamente de su padre, quien dirigia y ensefia- ba a la peonada. De esta experiencia deben gran parte las paginas de Martin Fie- ro. Y, mucho mds, las de Instruccién del estanciero. Por ultimo, y como conclusién de la vida de Hernandez, pongamos de relieve su ajetreo politico-ideolégico en tiempos histéricos de pug- na permanente. Las frustraciones, la pérdida temprana de afectos y las expatriaciones moldearon en Hernandez cierta tacitumidad, qui- zAs acrecentada por un Romanticismo que imponia el cetro de los sentimientos, en particular aquellos uncidos a la nostalgia. También aqui se reconccen vivencias que, trazando una sutil It nea de afinidad, ocupan el espiritu de su personaje legendario: Mar- tin Fierro. Su obra UNIDAD 5 La cbra de Hernéndez, poco cuantiosa, recoge basicamente tes composiciones: Instruccién del estanciero, Vida del Chacho y Martin ‘erro. Presentamos a continuacién un cuadro referencial. (OBRAS DE JOSE HERNANDEZ Timo Genero FECHA DE TEMATICA EDICION ‘Aegato conta Sarmiento, Vida del Chacho | Arcus peradisicos. | 1869—_| en ese entonces godernador de (Datrba) San Juan Heménde toa la figura del cavalo "El Chacto” Peraiowa | yresporsabiliza 8 Sarmiento de su ‘tue eecucién: un grupo de unilarns asesina alovasarente al ‘audi, o deaiellay luego, co loca la cabeza en una pica yla expo ne ena plaza dela ciudad de Ota Martin Fierro. Poema Primora parte: | Contingencias deun gaucho (Clasticado porla j — Elgaucho | -Maitin Fie que vive en rlrioga Cctica de civersos | Marlin Fierto | con las eutcrdaces y le sociedad modos: epopeye, (1872) | Decide relugase ene os rcs, ravela an verso.) |unio con su amigo Cruz | Segunda nate: | Regreso de Fier ala cvlizaciin. ‘Lavuelta de. | Narra su experiencia en as tlceras. Marin Fierro! Brinde consejos a sus hos y 1879} sostene una oéleore payaca ; ‘on el moreno {La obra se Cerra con os consejasy con una senta espedida de! autor en detensa ‘clos deraches de! gaucho esamparado} Instruccién | Texto de corte Menval de ensenanza que recare de estancioro. | ensayistca -cidactico temas urales,culdado de arimales 1881 | de campo, rato con peared, lrabajos de hacienda, eicetera, 195, 186 "ANALISIS LITERARIO| Martin Fierro Martin Fierro, tal como lo acabamos de sefialar en el cuadro pre- cedente, esta dividido en dos partes. La primera parte ~"La Ida‘ contiene trece cantos; la segunda ~"La Vuelta” treinta y tres. Siete afios las separan en sus fechas de aparicién: la primera parte resulta de mayor espontaneidad y hay en ella un predominio de la accién sobre el ditlogo. La segunda, en cambio, y no sdlo por Ia extensién sino también por el estilo, es me- nos fluida pero de primordial alcance reflexivo y de técnica algo mas elaborada. Linea argumental y estructura Las dos partes del poema estén unificadas bajo una historia co- min, cuya base se sustenta en las desdichas del gaucho Martin Fie- To. * Primera parte: El gaucho Martin Fierro ha vivido parte de su existencia integrando la peonada en una estancia. Alf fue feliz has- ta que su sifuacién comenzé a declinar. Pero lo peor habrd de llegar cuando sea apresado arbitrariamente por las autoridades y éstas lo envien a defender Ia frontera del ataque de los indios. Victima de los padecimientos de una vida infausta en Ia frontera, sin fuerzas para seguir soportando, encuentra la oportunidad de huir y, asi, regresa a su pago: el rancho que alguna vez tuvo fue destrui- do y no halla rastro alguno de su familia. Ante semejante desgracia, en oposicién a las autoridades y a la sociedad que las considera res- ponsables de su aciago destino, jura a partir de ese momento “ser mds malo que una fiera". Convertido, pues, en gaucho pendenciero, comete dos crimenes. Buscado por la justicia se enfrenta con una partida de cinco policfas: en plena refriega, a instancias de un Martin Fierro casi doblegado, uno de los adversarios -el sargento Cruz- se pone de su parte y, en- tre ambos, logran reducir a la partida. Vuelta de Martin Fierro (lémina publicada en la primera edicion de la Segunda Parte del poera, en 1879), UNIDAD 5 Ast, Martin Fierro sella con Cruz, que acaba de salvarle la vida, una fuerte amistad. Muchas cosas en comin Jos unen. Los dos re- suelven, entonces, ir juntos al desierto a refugiarse entre los indios. Payadla de contrapunto ‘entre Martin Fierro y of ‘moreno (ibider) * Segunda parte: Martin Fierro, después de comprobar que era mayor el infierno de vivir entre los indios que en Ia frontera donde habfa estado al principio, decide regresar a la civilizacién. Ya de re- greso, narra sus experiencias en la tolderfa, Allf resefia la vida de los salvajes, sus costumbres, y refiere Ia triste muerte de su amigo Cruz, victima de una epidemia que azoté a los indios. También relata Mar- tin Fierro el hecho que lo levé a matar a un indio en defensa de und cautiva a quien aquél maltrataba. Después de exponer su vida, Fierro rescata a la mujer y huye junto con ella, a quien entrega a salvo en una estancic. Sigue a esto el encuentro de Fierro con sus hijos y con el hijo de Cruz, el gaucho Picardia. Cada uno de los hijos de Fierro cuenta su propia historia, El menor alude a sus desventuras vividas de mano del Viejo Vizcacha, personaje indigente que le ha brindado consejos que resultarén antagénicos respecto de los que habré de darle des- ‘pués su padre. Ya sobre el final tiene lugar una payada entre Fierro y el more- no, hermano de aquél a quien Fierro habja dado muerte en un bal- Je, El protagonista, que ha sido reconocido por el moreno, rechaza con virtual conciencia el duelo que éste le propone. Coneluida la payada, Fierro da consejos a sus hijos y, a colacién, Ja obra despide al lector con versos que reivindican la causa del gaucho ante una sociedad que lo margina. Respecto de la estructura, el poema incluye en el total de sus cua- renta y seis cantos diversas secuencias, muchas de las cuales van cambiando la voz del yo-narrador: unas veces es el protagonista -Martin Fierro- y otras veces el propio autor; esto deben agregar- se otras voces, como las que surgen del resto de los personajes que en algin momento cobran protagonismo: Cruz, los hijos de Fierro, Pi- cardia, e} moreno. Asi, Martin Fierro se estructura sobre la base secuencial de histo- ras natradas que combinan hechos con teflexiones. 187 188 ESTRUCTURA PRIMERA PARTE SEGUNDA PARTE Canios| a Xi ‘Cantos al XXII (eXIval Lyi) * Invoduocién Vida en ta * Inteduocion y reat oe las fronteray huida al pago, costubves indigenas. Vida (ny ela tlderia (eV) * Asesinato de rnoreno + Must de Cuz y desampara ‘seguide de otra muerte que de Foro. Historia de la ‘ambien infinge Fito, ceaulva y huida de! cesien, Persecucisn.(WI-ViI) (eK) + Enltentariento de Feta «© Encuentro de Faro con sus ccon’a poli, Accion hips: relatos que estos hacen, de Cruz amistad Fetto- ‘consejos del Veja Vizcacha Cruz} su musre e historia de Picaria. XXXVI) + Relato auobiogrio de Cruz ertca al orden ‘+ Agaricin del mareno. Payada gubernamertal. (%)) cee és Feo, OOD) « Retugo de Feray Cur ene deseo, Ol) + Consejos da Fierro a us hyps.Epllogo. (K-30) Temas y contenido de fondo Naturalmente, el poema gira en tomno de varios temas que Her- nandez revela ¢ partir de le Iinea argumental. Son algunos de ellos, en relativo orden de ‘importancia, la indefensién del gaucho ante una sociedad que lo discrimina, su conducta aviesa como mecanismo de respuesta irente a un ambiente y una actitud de las autoridades que lo presionan a obrar asf, la kbertad, lar amistad, el pragmatism pro- ducto de la experiencia de vida, le subsistencic, la mujer, la soledad. En relacién con estos temas, que aparecen implicitamente en la accién y explicitamente en las reflexiones combativas, Heméndez apoya su denuncia a las ideas que rondaban en la mente de aque- llos gobernantes que, a su entender, pretendian “civilizar” al gaucho diezmandolo en su condici6n de hombre libre. Este contenido de fondo parece estar amalgamado a unc historia que sugiere mayor universalidad, El problema del gaucho, en ultima instancia, no es sélo el problema del gaucho, sino del hombre que debe vivir en medio de un orden social que prescinde de su perso- na. En este caso, un orden que con frecuencia condena a esa perso- ng al injusto sistema de la leva, que consistia en "levantar’ ~reclu- tar- a los gauchos para defender las fronteras del ataque de les in- dios. Pero Hernandez no propone en la figure de Martin Fierro la insu- areceién sino, lo que es mucho mds sutil, propone (y refleja) a traves do ella la idea de tomar conciencia de la desgracia del hombre cuando éste es relegado, méxime si por sus venas corren rastros de incivilidad. UNIDAD 5 Personajes Ha sido motivo de controversias -con las antipodas en Leopoldo Lugones y Jorge Luis Borges- el andlisis de las caracteristicas del protagonista, Para Lugones, que elevé la imagen de Martin Fierro a la de hé- roe-literario, se trata de un personaje que en si evidencia valentia, dignidad y sapiencia. Esta idea comporta, asimismo, la premisa de que la obra herandiana constituye una epopeya, siguiendo la linea de los grandes poemas épicos. Borges, en cambio, sostiene que Martin Fierro es e! representante de ese gaucho matrero, victima de sus circunstancias y de un am- biente que lo condiciona a obrar con violencia, con desgarro. En es- ta idea de ser-victima, Hernandez inmola el estado “de gaucho" des- de la denuncia a las clases gubernamentales de su tiempo. Por lo demas, Borges sostiene que el poema puede considerarse como una novela en verso, A diferencia de Martin Flerro, otros personajes cumplen una fun- cién anquilosada. Tales los casos de los dos personajes que lo secun- dan: Cruz expresa el sentido de Ia amistad y el Viejo Vizcacha encar- na la veta de lo antisocial, de lo antiético, pues sus consejos escon- den la semilla de una viveza malsana. Estilo Heméndez da muestras en Martin Fierro de un estilo cuidado y a Ia vez, propio. Acierta con el lenguaje y. en el plano de los recursos, utiliza metéforas, comparaciones, imagenes, andforas y otras figuras, con impecable conocimiento de la estética, hasta alcanzar en ciertos pasajes picos de gran Lirismo. Como estrofa, predomina la sextina (seis versos oclosilabos de ri- ma consonante). 189 190 ANTOLOGIA TEXTOS ANTOLOGICOS Y DE CRITICA LITERARIA MARTIN FIERRO (fragmentos) PRIMERA PARTE EL GAUCHO MARTIN FIERRO Aqui me pongo a cantar Al compas de la vigiiela, Quo el hombre que lo desvela Una pena extraordinaria, Como el ave solitaria, Con el cantar se consuela. Pido a los santos del cielo Que ayuden mi pensamiento; Les pido en este momento Que voy @ contar mi historia Me refresquen la memoria Y aclaren mi entendimiento. Vengan santos milagrosos, Vengan todos en mi ayuda, Que la lengua se me afuda Y se me turba la vista; Pido a mi Dios que me asista En una ocasin tan ruda Yo he visto muchos cantores, Con famas bien obtenidas, Y que después de adquiridas No las quieren sustentar: Parece que sin largar Se cansaron en partidas. Mas ande otro criollo pasa Martin Fierro ha de pasar; Nada lo hace recular Ni los fantasmas lo espantan; Y dende que todos cantan Yo también quiero cantar. Cantando me he de morir, Cantando me han de enterrar. Y cantando he de legar Al pie del eterno padre: Dende el vientre de mi madre Vine a este mundo a cantar. Que no se trabe mi lengua Ni me falte la palabra. El cantar mi gloria labra, Y poniendomé a cantar, Cantando me han de encontrar Aunque la tierra se abra. Me siento en el plan de un bajo A cantar un argumento. Como si soplara un viento Hago tiritar los pastos. Con oros, copas y bastos Juoga allf mi pensamiento. Yo no soy cantor letrao; Mas si me pongo a cantar No tengo cudndo acabar Y me envejezco cantando; Las coplas me van brotando Como agua de manantial. Con la guitarra on la mano Ni las moscas se me arriman; Naides me pone el pie encima, ¥ cuando el pecho se entona, Hago gemir a la prima ¥ llorar a la bordona. Yo soy toro en mi rodeo ¥ torazo en rodeo ajeno; Siempre me tuve por giieno; Y si me quieren probar, Salgan otros a cantar Y veremos quién es menos. No me hago al lao de la giieya Aunque vengan dogollando; Gon los blandos yo soy blando Y soy duro con los duros, Y ninguno en un apuro Me ha visto andar tutubiando. En el peligro, qué Cristo!, El corazén se me enancha, Pues toda la tierra es cancha, Y¥ de esto naides se asombre: Que el que se tiene por hombre Ande quiera hace pata ancha. Soy gaucho y entiendalé Como mi lengua lo esplica: Para mf la tierra es chica Y pudiora ser mayor. Nila vibora me pica Ni quema mi frente el sol. Nacf como nace el peje, En el fondo de la mar; Naides me puede quitar Aquello que Dios me dio: Lo que al mundo truje yo Del mundo lo he de Hevar. Mi gloria es vivir tan libre Como el pajaro del cielo; No hago nido en este suelo, Ande hay tanto que sufr Y naides me ha de seguir Guando yo remonto el vuelo. UNIDAD 5 Yo no tengo en el amor Quien me venga con querellas; Como esas aves tan bellas Que salian de rama en rama, Yo hago en el trébol mi cama Y me cubren las estrellas. Y sepan cuantos escuchan De mis penas el relato, Que munca peleo ni mato Sino por necesida, Y a quo tanta alversida Sélo me arroj6 el mal trato. Y atiendan la relacion Que hace un gaucho perseguido, Que padre y marido ha sido Empeiioso y diligonte. Y sin embargo la gente Lo tiene por un bandido. SEGUNDA PARTE LA VUELTA DE MARTIN FIERRO [LA MUERTE DE CRUZ] Esas fiobres son terribles Y aunque de esto no disputo, Ni de saber me reputo, Ser4, deciamos nosotros, De tanta carne de potro Como comen estos brutos. Habfa un gringuito cautivo Que siempre hablaba del barco Y lo ahugaron en un charco Por causante de la peste Tenfa los ojos celestes Como pottillito zarco. Que le dieran esa muerte Dispuso una china vieja; Y aunque se aflige y se queja, Es imitil que resista. Ponia el infeliz. la vista Como la pone la oveja, Nosotros nos alejamos Para no ver tanto estrago. Cruz. sentia los amagos De la peste que reinaba, Y la idea nos acosaba De volver a nuestros pagos, Pero contra ol plan mejor El destino so robela: La sangre se me congela! EI que nos habfa salvao, Cayé también atacao De la fiebre y la vingiela. No podfamos dudar Al verlo en tal parecer El fin que habfa de tener, Y Cruz, que era tan humano, “Vamos -me dijo-, paisano, A cumplir con un’deber" 191 192 Fuimos a estar a su lao Para ayudarlo curar. Lo vinieron @ buscar Y hacerle como a los otros; Lo dofendimos nosotros, No lo dejamos lanciar. Iba creciendo la plaga Y la mortandé seguia; A su lado nos tenia Cuidandolé con paciencia, Pero acabé su esistencia Al fin de unos pocos dias. E] recuerdo me atormenta, Se renueva mi pesar; Me dan ganas de lorar; Nada a mis ponas igualo: Cruz también cayé muy malo, Ya para no levantar. Todos pueden figurarse Cudnto tuve que suftir; Yo no hacia sino gemir, Y aumentaba mi afliccién No saber una oracién Pa ayudarlo a bien morir. Se le pasmé la virgiiela, Y el pobre estaba en un grito, Me recomendé un hijito Que en su pago habia dejeo. “Ha quedao abandonao— Me dijo aquel pobrecito”. “Si vuelve, busquemol Me repetia a media voz. “En el mundo éramos dos, Pues él ya no tiene madro: Que sepa el fin de su padre Y encomiende mi alma a Dios”. Lo apretaba contra el pecho Dominao por el dolor. Era su pena mayor El morir allé entro infioles. Suftiendo dolores cruelos Entregé su alma al Criador. De rodillas a su lao Yo lo encomendé a Jestis. Falté a mis ojos la luz; Tuve un terrible desmayo; Caf como herido del rayo Cuando Io vi muerto a Cruz, vu Aquel bravo compafiero En mis brazos espiré Hombre que tanto sufri6. Varén que fue tan prudente, Por humano y por valiente En el desierto imurié. ¥ yo, con mis propias manos, Yo mesmo lo sepulté. A Dios por su alma rogué, De dolor el pecho leno: Y humedecié aquel terreno El llanto que redamé. [CONSEJOS DE MARTIN FIERRO A SUS HIJOS] XXXII Un padre que da consojos, Més que padre es un amigo. Ansf, como tal les digo Que vivan con precaucién: Naide sabe en qué rincén Se oculta el que es su enemigo. ‘Yo nunce tuve otra escuela Que una vida desgraciada. No estrafien si en la jugada Alguna vez me equivoco, Pues debe saber muy poco Aquel que no aprendié nada. Hay hombres que de su cencia Tienen la cabeza lena; Hay sabios de todas menes; Més digo, sin ser muy ducho: Es mejor que aprender mucho El aprender cosas giienas. No aprovechan los trabajos Si no han’ de ensefarnos nada. El hombre de una mirada, Todo ha de verlo al momento. El primer conocimiento Es conocer cudndo enfada. Su esperanza no la cifren Nunca en corazén alguno. En el mayor infortunio Pongan su confianza en Dios; De los hombres, s6lo en uno; Con gran precaucién, en dos. Las faltas no tienen limites Gomo tienen los terrenos; Se encuentran en los més gilenos, Y es justo que les prevenga: Aquel que defotos tenga, Disimule los ajenos. Al que es amigo jamés Lo dejen en la estacada; Pero no le pidan nada Ni lo aguarden todo de él: Siempre el amigo més fie! Es una conduta bonrada. Ni el miedo ni la codicia Es bueno que a uno lo asalten. Ans{, no se sobresalten Por los bienes que perezcan, Al rico nunea le ofrezcan Y al pobre jamés le falten, Bien lo pasa hasta entre pampas EL que respeta a la gente. EI hombre ha de ser prudente Para librarse de enojos: Cauteloso entre los flojos, Moderao entre valientes. EI wabajar es la ley Porque es preciso alquirir. No s0 pongen a sufrir Una triste situacién: Sangra mucho el corazén Del que tiene que pedir. Debe trabajar el hombre Para ganarse su pan; Pues la miseria, en su afan De perseguir de mil modos, Llama a la puerta de todos Y entra en la del haragin, A ningén hombre amenacen Porque naides se acobarda; Poco en conocerlo tarda Quien amenaza imprudente; Que hay un peligro presente Y otto peligro se aguarda. Para vencer un peligro, Salvar de cualquier abismo, Por esperencia lo afirmo: Més que el sable y que la lanza Suele servir la confianza Que el hombre tiene en si mismo, UNIDAD 5 Nace el hombre con la astucia Que ha de servirle de guia; Sin ella sucumbiria; Pero sigtin mi esperencia Se vuelve en unos prudencia ¥ en los otros picardia, Aprovecha la ocasién El hombre que es diligente; Y tenganl6 bien presente, 8i al compararla no yerro; La ocasién es como el fiero: Se ha de machacar caliente. Muchas cosas pierde el hombre Que a veces las vuelve a hallar; Pero les debo ensefar, Y es gtleno que lo ricuerden: Si Ia vergiienza se pierde Jamés se vuelve a encontrar. Los hermanos sean unidos, Porque ésa es la ley primera; Tengan union verdadera En cualquier tiempo que soa, Porque si entre ellos pelean Los devoran los de ajuera. Respeten a los ancianos; El burlarlos no es hazaix ‘Si andan entre gente estrafia Deben ser muy precavidos, Pues por igual es tenido Quien con malos se acompai, La cigtiefia cuando es vieja Pierde la vista, y procuran Cuidarla en su edad madura Todas sus hijas pequenas: Apriendan de las cigtienas Este ejemplo de temnura, Si les hacen una ofensa, Aunque la echen en olvido, Vivan siempro prevenidos, Pues ciertamente sucede Que hablaré mal de ustedes Aquel que los ha ofendido. El que obedeciendo vive Nunca tiene suerte blanda; Mas con su soberbia agranda El rigor en que padece: Obedezca el que obedece Y seré gtieno el que manda 193 Procuren de no’ perder Ni el tiempo ni la vergtienza; Como todo hombre que piensa Procedan siempre con juicio; Y sepan que ningin vicio Acaba donde comienza. Ave de pico encorvao Le tiene al robo aficién; Pero el hombre de razén No roba jamés un cobre, Pues no es vergtienza sor pobre Y es vergiienza ser ladron. El hombre no mate al hombre Ni pelé por fantasfa; Tiene en la desgracia mia Un espejo en que mirarse: Saber el hombre guardarse Es la gran sabidurfa. La sangre que se redama No se olvida hasta la muerte; La impresién es de tal suerte, Que @ mi pesar, no lo niego, Cai como gotas de fuego En la alma del quo la vierte. Es siempre, en toda ocasién, El trago el pior enemigo; Con cariiio se los digo, Recuérdenl6 con cuidado: Aquel que ofiende embriagado Si so arma algin revolutis, Siempre han de ser los primeros; No se muesiren altaneros Aungue la raz6n les sobr En la barba de los pobres Aprienden pa ser barberos. Si entriegan cu coraz6n ‘A alguna muger quorida, No le hagan una partida Que Ia ofienda a la muger: Siempre los ha de perder Una muger ofendida, Procuren, si son cantores, E] cantar con sentimiento; No tiemplen el estrumento Por sélo el gusto de hablar, Y acostimbronse a cantar En cosas de jundamento. Y les doy estos consejos, Que me ha costao alquizirlos, Porque deseo dirijirlos; Poro no alcanza mi cencia Hasta darles la prudencia Que precisan pa soguizlos. Estas cosas y otras muchas Medité en mis soledades; Sopan que no hay falsedades Ni error en estos consejos: Es de la boca del viejo Merece doble castigo. De ande salen las verdades. José Herndndez CRITICA LITERARIA 194 EL MARTIN FIERRO COMO POEMA SAPIENCIAL (fragmento) El Martin Fierro es un poema complejo por !a multitud de ele- mentos y de historias paralelas que lo estructuran. Introducciones y conchisiones en que el cantor justifica su misién. Cinco personajes contaran su historia, y todavia uno de ellos pintara la de otro, el mejor delineado: Vizcacha. Cuadros de costumbres, como la vida campestre, las reuniones en la pulperia, el infieno indio, la leva de contingentes, e] juego, etc. Pintura de caracteres. Trozos Iricos, como el canto al habla, al hombre, a la mujer. Proverbios. Y la tan magis- tral payada. Y en primer plano, la historia tiniea del Protagonista: Martin Fierro. Sin embargo, todos estos elementos estén informados por und actitud y un significado nico: lo sapiencial. Pero esa inten. cién sapiencial esté como organizada en diversos planos, mantenién- UNIDAD 5 dose igual en cada uno de ellos, y formando en su totalidad un vinico universo. Por un lado, lo més evidents, es el “contexto existencial” del poema. Las condiciones de vida. Pero todo esta tensionado por el drama de una raza que agoniza. Es el drama del gaucho, desapare- ciendo en medio de ese contexto. Y, finalmente, por sobre todo ello, se alza unica la figura de Martin Fierro démdole sentide y unidad a los restantes elementos. Alejandro Losada Guido MARTIN FIERRO COMO HEROE (fragmento) Lugones fue quien primero ha destacado la dimension heroica de Martin Fierro. “Fuerte y solo” como caballero andante, es campeén en la lucha por Io Justicia y Ia libertad. No sé si podemes alirmar tanto de nuestro desgraciade payador. ¢Es realmente su divisa cons- ciente Ia Iucha por la libertad y la justicia? {Es un paladin, que, como el Cid o Rolando, arrastraria tras sf a los encandilados por ler nobleza de su causa? Se nos ccurte més bien, que si hay algo heroi- co en su existir, es su desesperada resistencia a la circunstancia. No ha aceptado la situacién. Y por eso no transige. No es el adalid de una causa, S6lo de una protesta. De un rachazo sin solucién. Su situacién mds Ia vemos pintada por aquellos versos del negro: “No han visto en medio del campo / al hombre que anda perdido, / dando gueltas afligido sin saber dénde rumbiar...?" Asi es Pierro. La situacién no tiene solucién, No puede hacer nada. Anda como perdi- do. ¥ sin embargo no ceja. Porque se juega algo més que la pér da de la libertad. Est en juego la perdida de si mismo. ¥ éste es ol drama central que debe enfrentar. ite [ANALOGIAS ENTRE EL QUIJOTE Y EL MARTIN FIERRO) (fragmento) ‘Martin Fierro no puede estar quisto. Don Quijote no puede estar inmévil. Y la sucesién (un momento después de otro, un lance tras otro lance) implica dosvanecimiento fatal. La accién, cosa suprema, se deshace en el Tiempo. Y al deshacerse la accién, deja en el alma sabor de amargura. Asi en el Quijote y as{ en Martin Fierro. El Quijote consta de dos partes. Martin Fierro también. Cervantes se lanza con ardor a escribir la primera parte. No es la primera todavia. Ha emprendido el autor un juguete sin importancia. José Hernandez comienza a escribir la primera parte de Martin Fierro. No es tampoco qin a primera, Para que haya primera se necesita que haya una segunda. Ni Cervantes ni Hernandez piensan en esa segunda parte, Pero el Tiempo pasa. La obra Jabra su huella en la sensibilidad de su autor. Las obras comienzan siendo nuestras y nosotros acabamos 195 196 siendo de las obras. Cervantes es el hombre de la mano en la meji- lla y el codo en la mesa. Heméndez recuesta también su cabeza en la mano. En la segunda parte del Quijote las aguas se han decanta- do. Todo es mas Iimpido, mas sereno y mds humano. En la segunda Parte de Martin Fierro todo es mds transparente, més hondo y mas cordial. El dolor esta mas patente en las dos segundas partes, y toda gran obra es una obra de dolor. Las dos obras han tenido su proce- 80 andlogo a lo largo del Tiempo. Aaorin Nota: Para el texto de Azorin (espanol, 1873-1967), de ser necesario, recomen- amos a los alumnos volver sobre el Andlisis Literario del Quijote en nuestra Literatura IV -Las letras hispénicas-. CONOCIMIENTOS AREA EXPRESIVA, UNIDAD 5 ACTIVIDADES Cuestionario 1 {Qué relacion puede establecerse entre el acontecer politico (ideolégico) de la vida de José Hernandez y su obra? 2 Indica los temas que interesan a José Hernéndez segtin podemos apreciar en el contenido de sus principales obras, 3 {Cudles son los avatares por los que pasa el gaucho Martin Fierro? g¥ sus pérdidas? 4 {Por qué es posible afirmar que el personaje de Martin Fierro es en su accionar producto de la situacién social del gaucho? 5 Qué tiene de aleccionador el poema hernandiano? Expresién escrita 1 Desarrolla el siguiente tema a través de un lenguaje ensayistico: Martin Fierro, una obra de aspectos siempre vigentes. 2 Elegir cinco de los consejos que Martin Fierro da a sus hijos (ver Textos, Antolégicos, pags. 192-194) y explicarlos en un trabajo escrito que incluya ejemplos cotidianos como base para la interpretacién. Expresion oral Comentar en clase el siguiente didlogo con Jorge Luis Borges que mantuvo Roberto Alifano, = eCual es el origen que usted le atribuye a la poesia gauchesca, Borges? = La llamada poesia gauchesca tiene un claro origen en el uruguayo Bartolomé Hidalgo. Mitre no ignoraba ese origen, y cuando Hernandez, que era su opositor politico, le envié un ejemplar de El Gaucho Martin Fierro, en el afio 1872, le contesté con una carta muy conceptuosa, como se acostumbraba entonces, en la que le decia: “Hidalgo, ser siempre su Homero." © sea que Mitre no ignoraba el origen de ese género poético. ~ Ahora bien, :tenia conciencia el propio Bartolomé Hidalgo de que habia inventado un género poético? — No, yo creo que no. Y eso se debe a que Hidalgo fue un poeta bas- tante mediocre; en esta época merecidamente olvidado. Hidalgo es cono- cido, en especial, por gracia de sus continuadores. Hilario Ascasubi us6 como seudénimo suyo el nombre de un personaje de Hidalgo: Aniceto el Gallo. La linea de ese género es: Bartolomé Hidalgo, Hilario Ascasubi, 197 198 Estanislao del Campo y, el més famoso de todos, José Hernandez. En rosa podemos mencionar a Eduardo Gutiérrez, el autor de Juan Moreira Y, Como una suerte de elegia de todo ese género, a Ricardo Gtiraldes, el autor de Don Segundo Sombra. = eLe parece realmente menor la poesia de Hidalgo? zNo seré que nos parece mediocre porque la comparamos con todo lo que vino después? = Si, tal vez usted tenga razén. Sin duda, en la época en que se pu- blicé la poesia gauchesca de Hidalgo, para la gente haya resultado asom- brosa. Y es indiscutible que ahora, cuando la comparamos con sus espléndidas consecuencias, nos parezca minima. = Un excelente poeta, inmerecidamente olvidado, es Hilario Ascasubi, 2no? ~ Es cierto. Junto a todos los poetas gauchescos, Ascasubi ha sido sacrificado a la mayor gloria de Hernéndez. Lugones es quien inaugura la canonizacién de El Martin Fierro, en el arto 1915. Actualmente, El Martin Fierro que leemos todos no es el de Hernandez; es el que ley Leopoldo Lugones. eCémo es eso? ~ Bueno, José Hernéndez publicé su poema El Gaucho Martin Fierro en la segunda mitad del sigio pasado, pero sin pensar, en ningtin momen- to, que ese personaje fuera ejemplar; por el contrario, él queria mostrar a qué terribles consecuencias llevan el poder del Estado, la leva y el exce- 80 de autoridad. Hernandez queria contestar a todo eso y mostrar como transforman a un gaucho bueno en un bandido. Después Lugones con- Vierte a ese gaucho en modelo, ~ePor qué no volvemos a Hilario Ascasubi, un poeta que usted considera importante -como también lo considera Mujica Lainez, que escribié un magnifico libro sobre éI- , y nos detenemos un poco en ‘su obra; después seguimos con Hernandez?

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