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CARLOS ALBERTO LOPRETE LITERATURA ESPANOLA, HISPANOAMERICANA Y ARGENTINA Plus Ultra / LA LITERATURA | GAUCHESCA Pulperia gaucha en ta Pampa. :POESIA GAUCHESCA La poesia gauchesca es un fenémeno literario propio del Rio de la Plata (Ar- gentina y Uniguay), y al mismo tiempo, es el mas tipico y original de ambos paises, aunque .no'lo unico o lo mas representativo de ellos. El entusiasmo por Ja originalidad y el sabor argentino de este género, su- mado al hecho de que.e] Martin Hierro es una de las mejores obras argentinas de todos'los tiempos, ha Levatlo a algunos criticos, literatos ¢ historiadores, a otor- sara) arte gaucheseo el earacter de representativo de la Argentina. Otros autores, en.eambio, se han negado a aceptar esta distincién, por en- tender que la:literatura-gauchesca-no es la mejor muestra lograda de la literatu- ra argentina, -ni tampoco lo gauchesco representa totalmente al pais, sino sdlo a «ina parte geagrafica.y humana, -y-a un momento histérico determinado, Lo que-es indudabie, -es-que fa titeratura gauchesca es uno de los géneros 349 mas estudiados hasta el presente en nuestro pais, y uno de los mas Jogrados y originales, Por otra parte, es uno de los géneros que mas han concitado el inte- rés y el agrado de los piiblicos y estudiosos extranjeros. El ambito del género gauchesco, A esta altura de los estudios literarios, no hay una definicién clara y precisa sobre el ambito de la literatura gauchesca, Para algunos criticos (Carlos Alberto Leumann), corresponde diferenciar entre poesia gaucha y poesia gauchesca. La primera era la primitiva poesia de los payadores rurales de fines del siglo xv y siglo xx, natural, espontanea e inculta. La recitaban o cantaban acompafiados de guitarra, y consistia en can- tares, decires, romances o coplas de la tradicion oral, o creaban, a veces impro- visando en payadas, sus propias piezas, Esta forma de arte fue anonima. El término gauchesco, en cambio, debe aplicarse al arte escrito e individua- lizado, fruto de la inteligencia de hombres cultos, 0 por lo menos instruidos, de ciudad, que compusieron poemas a imitacién de esa otra poesia gaucha, anéni- ma ¢ inculta. Por lo menos, éste es el caso sin discusién de los autores Hidalgo, Ascasubi, del Campo y Hernandez. Una tercera especie, 0 caso, es el de los escritores 0 autores cultos, que a su vez escribieron poemas de tema gauchesco, pero en lengua culta, sin imitar el lenguaje de los gauchos, como Mitre (A Santos Vega) y Rafael Obligado (Santos Vega). El cuarto y ultimo caso, es el que corresponde a las obras en prosa, sobre tema rural, novelas 0 teatro, algunas en lengua gauchesca totalmente (Benito Lynch, El romance de un gaucho), 0 con parlamentos unicamente en ese len- Buaje (Ricardo Giiiraldes, Don Segundo Sombra}, o en lenguaje totalmente culto (Enrique Larreta, Zogoibi). Sobre la delimitacién estricta del campo de la literatura gauchesca, no hay todavia una interpretacién tinica, pero siguiendo la tradici6n critica mas genera- lizada, reservaremos el nombre de literatura gauchesca para las obras, en prosa en verso, en lengua gauchesca, que ponga como protagonistas a gauchos que hablan su propio lenguaje campesino. El elemento decisivo seria, pues, la len- gua. El problema del origen. En cuanto al origen de este tipo de poesia, hay tam- bién posiciones en controversia. Para algunos criticos, la antigua poesia tradicional y anénima de los gau- chos, tiene una base espaiiola popular (romances, coplas, canciones), ingresada en el Rio de la Plata con los conquistadores y colonizadores, la cual fue repitién- dose de boca en boca, adaptandose a la realidad americana, hasta llegar a con- vertirse en la poesia de los gauchos argentinos (Ricardo Rojas, Alfonso Cerrizo, Angel Azeves). Esta opinion no es compartida, sin embargo, por otros estudiosos, que le asignan un cardcter de originalidad autéctona, nacida simplemente de un ha- Hazgo de escritores cultos, a quienes se les ocurrié presentar descripciones, na- 350 Traciones © didlogos, en la forma y lengua de los gauchos. El incorporar a los gauchos como protagonistas o expositores, presentaba la ventaja y la novedad de traer una interpretacién un poco picara, original, llamativa y del mundo cir- cundante. Literatura gauchesca y folelore. La literatura gauchesca no es folclore puro, porque no retine las condiciones de! material especifico de esta area cultural: popular, andnimo, tradicional, oral, empirico y geograficamente localizado. Pero, en cambio, podria en algunas expresiones ser literatura folclorica, cuando los artistas han ido en bisqueda de sus asuntos, ambiente, lenguaje 0 espiritu de sus obras, a la realidad viviente de lo folclrico (Augusto Rati] Corta- zat). La poesia gauchesca. La poesia gauchesca adopté varias formas, a través de su historia. Por de pronto, su aparicién fue anénima y popular, en el arte de los canto- Tes y payadores criollos. Seguin toda probabilidad, hizo su aparicién timida en el teatro de la época colonial en El amor de la estanciera (hacia 1780-1795), pieza en verso breve de autor desconocido, en que un portugués fanfarrén y ridiculo pretende el amor de una bella criolla, en competencia con un criollo de buenas dotes personales, pero pobre, llamado Juancho Perucho, quien es el que en la comedia habla el lenguaje gauchesco. En la época de la independencia, otra obra dramatica en verso, el Detalle de la acci6n de Maipii (1818), presenta el relato de Juan José, un soldado que aca- ba de legar de Chile y cuenta las hazajias del general San Martin en esa batalla, con expresiones a veces en lengua popular. Esta pieza o sainete puede conside- rarse un antecedente de la técnica expositiva de los didlogos de Hidalgo. Por ultimo, en otro sainete versificado, Las bodas de Chivico y Pancha (hacia 1823-1826), se ofrece un cuadro de las bodas de esos personajes, donde se baila, se recitan versos y hasta sucede una reyerta que termina con la llegada del alcalde. La accién sucede dentro de un rancho con tipicos elementos de la cultura gauchesca: vestuarlo, costumbres, cantos y lenguaje. Se compuso inten- cionalmente en estilo gauchesco, Anteriormente a estas manifestaciones, ya el escritor Juan Baltasar Maziel (1727-1788) habia compuesto, entre otras poesias, un singular romance dedica- do a exaltar el triunfo del virrey Ceballos sobre los portugueses, titulado Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Exmo. senor don Pedro de Cevallos, en el cual el guaso cantaba asi: ‘Aqui me pongo a cantar debajo de aquestas talas, dal maior guaina del mundo Jes triunfos y las gazafias. Pero, con propiedad, lat poesia-gauchesca aparece-err el siglo xx'con las obras de Bartolomé Hidalgo: El gaucho. Los gauchos son los protagonistas de los poemas gauchescos y de las obras en prosa del. misme-género. Acerca de este ejemplar secial y humano, y de su papel histérico y su psi- cologia, se ha debatido bastante, y se han escrito numerosas obras, ya para en- salzarlo, ya para denigrarlo: Sarmiento, por ejemplo, tuvo un concepto subalter- no del gaucho en la evohicién det pais hacia el progreso, mientras que Hernan- dez lo considera un actor hervico y. principal, injustificadamente perseguido. Con respecto a la aparicion del gaucho-en el Rio de la Plata, hay también diserepancias: segiin algunos estudiosos (Carlos Alberto Leumann), los gauchos comienzan a existir en el-siglo XVIII, cuando en virtud de ordenanzas-arbitrarias. del gobierno, los hombres libres y pobres optan por ir a vivir al campo, er una existencia nomada y trashumante, renunciando ala. propiedad, a-la-vida orde- nada, al hogar, al amor permanente. Son por eso pastores antes que agriculto- Tes, viven en la pobreza sin afincarse por intereses al. suelo, tienen tropilla y a veces ovejas, y cuando Ja: necesidad los:aeucia, se contratan para empieos tran- silorios, “arrimados*, enlas estancias, Casttodds‘ellos:sen-criollos; y mey-peeos mestizos. La otra tesis (Emilio A. Coni), los considera individuos sin oficio, perdidos, que vivian holgazanamente de las vaquerias y pillerias, para tener asi la-comida segura, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, ladrones dé vacunos y ye- guarizos, a quienes habia que forzar por. la'ley para obligarlos a-trabajar o servir al desarrollo y la seguridad del pais. Su-caracter insocial era-una:rémora pare las ideas de progreso. Estos serian los sucesores de los'antiguos gauderios. de que hablaban varios viajeros.de los primeros:tiempos-de la:¢peca:colenial: El gaucho, como persenaje literarlo, comenzé a:apareter en esas narracio- nes de los viajeros fordneos. La lengua gaucheseai. La:lengua gaucha aparece utilizada con bastante fideli- dad en la literatura gauchesca, aunque la exactitud de esta reproduccion no es igual en todos los autores, y a veces se infiltran supuestosgauchismos 0 se mez clan espuriamente vocables rurales de distintas-localizaclenes geograficas, Todavia superviven.en algunas hablas rurales Testoe déla-vieja lengua gau- chesca, pero en cierto modo puede afirmarse que yar ha-cristalizado, literaria- mente, en la forma-registrada por les poemas-y proses del siglo pasado. Sucintamente presentada, la lengua gauchesca-ofrece las siguientes carac- teristicas: 1, Vocates: : a) tendencia a 1a diptongacion indebida; métz, mestro, éido, rétr, ahura, catba. plor, rlunion, peliador . b) cambio de vocales: menistro, potecta, cubdfas. sigur, Hetén. ©) cambio de lugar (metitests): naides. 352 2. CONSONANTES: .)_ simplifacion de los grupos.censondnticos elimolégices: olener,-teton, direcion, dotor, con- duta, vitoria, indino, ecetuar, inorancia, istrumento, istinto. ‘cambio de consonantes: refalar Justl, djunto, jediondo, juncton, quéya, buya. 1} desapariclén de consonantes intervocdlicas o finales particularmente la d: buriao, mario. matao, tempestd, mita. 3. Vocasutario: ) persisteneia.de arcaismos-se oxigen hispanico: mesmo, tage. awasina, vide, dende, cuasi. ‘h) americanismos: flete, estancia, parefero, mazamorra, cmarrin. 4) indigentsmo: che, quincho, saguaipé, yaguané. 3) vulgarismos de varies tipos: ausja, juersa, pa (pama}.-palipara el), mey {me he), toma {toma}. ‘ia (habia), seya {sea}, nofao (enojadio}. dir (de tr}4axfest. +k) weaeo: tom aes, vos dijistes, sas. 1) uso de diminutivos y aumentativos: forazo, machazo, hielo, ahurita, unito, cinquito. 4, Foxemca: La fonética es la tipica rioplatense, con variedades tagionales, segun la procedencta ‘gtografica del.gaucho. En lo principal: m) c, 5, z equivalentes. n) yelsmo: gieya, eya. ©} cambios en la acentuacién: priendalé, téngals. Algunos especialistas han insistido ene] caraeter-fundamentalmente espa- fiol de la Jengua gauchesca (Eleuterio F. Tiscormia),-eritesio que no es comparti- do por los lingdistas actuales. 353 Portada de El gaucho Martin Fierro, primera edicién. José Hernandez 4 wows BE Hernandez ha sido el mas grande cultor de la poesia gauchesca, y su Martin Fierro esta considerado por muchos criticos como la obra maestra de la literatu- Ta argentina. Otros han reclamado para Hernandez el honor de “poeta nacional” de la Argentina. Vida. Nacié en el caserio de Perdriel, partido de San Martin, en Ja provincia de Buenos Aires (1834), Se educé en las primeras letras, y debido a una afeccién pulmonar se radicé con su padre en una estancia del sur bonaerense. En Cama- rones y Laguna de los Padres se adiestré en las faenas rurales y conocié la vida del gaucho. A la caida de Rosas, se incorpord al partido de Urquiza, frente a Mitre, e intervino en varias acciones militares. En Parana, donde tenia su sede el gobier- no confederacionista, ocupé diversos cargos, como taquigrafo del Senado, alter- nando estas funciones y otras con su condicién de sargento mayor. Se cas6 con Carolina Gonzalez del Solar (1863). Hizo también periodismo, y publicé la Vida del Chacho (1836), biografia del caudillo riojano Pefialoza. Pas6 luego a la provincia de Corrientes, donde desempefié otros cargos ad- minisirativos y judiciales (1867-1868), para retornar luego a la ciudad de Bue- nos Aires (1869), y fundar el diario El Rio de ta Plata (1869). En él sostuvo sus ideas politicas y sociales, sobre todo en defensa de los gauchos y contra la per- secucion de las autoridades y los contingentes de frontera. Al afio de vida, debi cerrarse la publicacién por las agudas criticas al gobierno de Sarmiento, por en- tonces Presidente de la Nacién. Casi al mismo tiempo se produjo el asesinato de Urquiza (1870} en Entre Rios y el levantamiento del general Lopez Jordan contra Sarmiento. Hernandez marché entonces al interior para ponerse al lado del jefe revolucionario, pero como la rebelién fue sofocada, Hernandez debié huir al Brasil. Regresé a Buenos Aires un aio después, y se consagré a la tarea de escribir su Martin Fierro, cuya primera parte aparecié en 1872, y la segunda, siete afios después (1879). Dos afios mas tarde, publicé su libro en prosa instruccién del estanciero (1881). Al terminar Sarmiento su presidencia (1874), Hernandez reanud6 su activi- dad periodistica y se incorporé como diputado a la legislatura de Buenos Aires. 354 Intervino activamente en los famosos debates sobre la federalizacion de la ciu- dad de Buenos Aires (1880) y fue vicepresidente de la Camara (1879-1881). Co- laboré activamente con su amigo Dardo Rocha en las lareas de la fundacion de la ciudad de La Plata (1884). Fallecié repentinamente de un ataque al corazon, mientras ocupaba una banca en el Senado (1886). La obra en prosa de Hernandez. La obra Instruccion. del estanciero es una es- pecie de manual destinado a transmitir a los hombres de campo experiencias y conocimiento en materia rural: naturaleza de los campos bonaerenses, pastos, construcciones rurales, ganado vacuno, marcas y sefiales, cria del ganado caba- lar, ganado lanar y manejo de personal. Toda la civilizacién gaucha de fines del siglo pasado desfila a través del volumen, y si bien es cierto que muchos de sus conceptos han perdido actualidad frente a la moderna tecnologia, otros en cam- bio conservan una permanente validez. El tomo puede ser considerado, ademas, como un manual de cultura gau- cha, “civilizacién del cuero” como se Ja ha denominado, con interesantes ele- mentos de juicio para comprender la época. Hernandez mismo tenia conciencia de Ja rareza de una obra de esa naturaleza, en momentos en que la tarea cam- pestre era rutinaria y fundada en la mera experiencia, al decir de Ja introduc- cién: “Nuestro libro, por su caracter y objetos, sera sin duda una excepcién al giro intelectual de la época...” En la Vida del Chacho, José Hernandez la emprende contra Sarmiento, su enemigo irreconciliable, a la sazn gobernador de la provincia de San Juan. El Chacho Pefialoza, caudillo regional, se ha alzado contra el gobierno, y Mitre, Pre- sidente de la nacién, da instrucciones a Sarmiento y le confia el cargo de “direc- tor de guerra”, para reducir el conflicto a un acto meramente policial. El Chacho es apresado; lo maniatan, Io atraviesan con una lanza, los soldados disparan contra su cuerpo agonizante, y luego le cortan la cabeza para exhibirla como trofeo, clavada en una lanza (1863). El hecho tuvo repercusiones en todo el pais. El gobierno nacional censuré aquella ejecucion sin procedimientos legales y lo mismo hizo el ministro de gue- Tra, pues la responsabilidad directa recaia sobre el jefe militar que la habia eje- cutado. Pero Sarmiento, como “director de guerra’, tenia para Hernandez la res- ponsabilidad politica. Escribié entonces, al correr de la pluma, varios articulos en El Argentino de Parana, responsabilizandolo de esa muerte, El volumen, que recoge esos articulos, es panfleto y biografia. La critica lo ha interpretado como una advertencia indirecta a Urquiza contra sus enemigos, previniéndolo contra los unitarios, que luego podrian caer también sobre él. (A. Pagés Larraya). EI resto de la obra en prosa de Hernandez esta compuesto por articulos periodisticos, cartas y discursos parlamentarios, sobre muy diversos asuntos. Estos escritos nos muestran a un Hernandez, moderno, informado de la politica mundial y abiertamente interesado en el progreso argentino: la division de la tierra, el servicio militar, las obras del Riachuelo, la fundacién de La Plata, el servicio de fronteras, la inmigracién, el camino transandino, etc. 355, Hi “Martin Fierro”. El Martin Fierro sefiala.la culminacién det-género gauchesco en la literatura rioplatense: Fue compuesto-en:dos-pastes: Et gaucho Martin Merro (1872) y La vuelta de Martin Fierro (1879), que-suelen conocerse con los titulos simplificados-de la: Ida y la- Vuelta. El gaucho Martin Flerro: Mastin Fierro es un gaticho que vive feliz con su mujer y sus hijos. En un acto arbitrarto, las autortelades lo: apresan y Jo envian a la frontera, donde sirve en un fortin, sin recibir paga alguna, y victitna de-una comandarcla injusta y corrompida. Agobtado por esa vida miserable, huye y regresa a su pago; alli'se encueniza corr stz ranch destruido, y desa- Parecides sus hijos y su mujer. Entonees jura ser-mas-malo que-unavfleras y se-convierte en gau- cho pendenciero. Es perseguiio-nuevamente-como-vago, y en una-refriega cor a polleia, se en- cuentra con Cruz, otro gaucho alzado contra las autoridades. Cruz pelea a favor de Fierro y Irtunfantes del lance, resuelven irse Juntos-a refugiarse entre fos Indios. 1a vuelta de Martin Plerro: Al cabo de un tempo Martin Pierro regresa a la etvilizacion, y Narra su Vida en Jas tolderias: las costumes de los salvales, los estragos de una epldemia de viruela, la muerte de su amigo Cruz por contagis, la matanza de un indio que maltrataba a una crlstiana cautiva y la fuga con ella, hasia dejarla 2 salvo en una estancia. Alli encuentra Flerro a sus hij: el mayor de ellos narra también sus aventuras, y el menor Teflere sus andanzas bajo la tutela det Viefo Vizcaehias un menestereso suxco ¢ Ingenioso, que solla darle famosos consejos. Legan entonees‘el gauche Pleardia; hijerde-Cruz; y un moreno, hermano de una de las victimas de Flerro, Se produee-entonces una célebre payada entre Fierro y el More- no, Luego reta a duelo a Flerro al reeonoeerlo, pero éste, a quien los-atos y las desdichas han aplacado y le han otorgado una serenddad de hombre bueno, rechaza el lance, da consejos a sus hijos, y se retira con ellos. El poema recoge algunas fuentes foicléricas (dialogos entre gauchos, ciertas combinaciones estréficas), fuentes gauchescas autéctonas (semejanzas con al- unos otros poemas gauchescos, en versos 0 pasajes), y fuentes romanticas (an- tecedentes de Echeverria y su La Cautiva, color local, rebeldia, exaltacién del bandido, algunos rasgos estilisticos, reminiscencias de personajes de la literatu- Ta espafola, sobre todo de Espronceda, y del Periquillo Sarniento}. : Evidentemente, como toda obra maestra, el poema es un complejo de remi- niscenelas, imitacin, influencias y creacién, algunas de las cuales han sido bastante bien precisadas mientras otras esperan un estudio e investigacion mas a fondo. Estructuralmente, el poema consta de dos partes, muy semejantes entre si en inspiracion y en fondo, pero algo diferentes en su técnica, pues la segunda da mayor cabida a los didlogos, y es-menos rica en acciones, cediendo lo dramatico lugar a las descripciones y alas reflexiones de los personajes, 0 sea, que es mas lirica que narrativa. Ademas, la primera parte es mas esponténea, mientras que la segunda es mas elaborada y artistica, Los estudios criticos sobre el poema. El Martin Fierro, como obra maestra que es, ha sido objeto de valiosos andlisis criticos ¢ interpretaciones, tanto de argen- tinos como de extranjeros. 356 Leopoldo Lugones y Ricardo Rojas fueron los criticos argentinos que revalo- rizaron el poema ante la opinién publica, y lo convirtieron en materia de interés académico y universitario, Lugones, en unas célebres conferencias (1913), que luego edité bajo el titulo de BI Payador (1916), lo elevo en su jerarquia artistica, si bien intent vanamente considerarlo como epopeya, al modo de las clasicas, quiz llevado por un honrado interés argentinista de situar al poema dentro de la gran linea universal de poemas épicos, desde los tiempos homéricos. Ricardo Rojas (Los gauchescos), por su parte, fue el maestro que lo Hevé a la catedra universitaria: A partir de este ejemplo, el Martin Fierroha sido objeto de permanente estudio en los centros universitarios de la Argentina, de América y de Europa: Jorge Luis Borges (El Martin Perro, 1953), a su vez, le ha dedicado intere- santes meditaciones, ha reconocido aspectos inadvertidos del poema, pero lo ha incluido sorpresivamente, con una tesis peculiar, dentro del género novelesco: e] Martin Fierro seria, para él, una novela en verso. Ezequiel Martinez Estrada (Muerte y transfiguracion de Martin Fierro, 1948) ha efectuado un valioso y profundo andlisis, aunque discutido en algunos as- pectos, adentrandose en interpretaciones psicologicas y sociolégicas del autor y de la realidad argentina, a través del texto mismo del poema. Angel H. Azeves (La elaboracién literaria del “Martin Fierro", 1960) ha exa- minado, con minuciosidad y certera técnica critica, las fuentes del poema y sus relaciones con lo folclérico, lo gauchesco, la poesia tradicional espaiiola y ame- ricana, y el movimiento romantico de la época. Eleuterio F. Tiscornia {en sus ediciones anotadas y en La lengua de Martin. Fierro, 1930) ha especializado su interés en Ja lengua del poema, reconociendo los antecedentes, en la poesia americana y espafola, del vocabulario y las expre- siones de la obra,, aunque con una insistente preocupacién por enraizar al po- ema dentro de la tradicién clasica espasiola. En cuanto al propio Hernandez, nos ha dejado en el poema mismo, y en su correspondencia, irrefutables testimonios de que su creaci6n tenia una intencio- nalidad social: Yo he conocido cantores que era un gusto el escuchar: mas no quieren opinar y se divierten cantando; pero yo canto opinando que es mi modo de cantar (II, 61) Mas explicito e incontrovertible aparece este designio de Hemmandez en una famosa carta a José Zoilo Miguens, que precedié a la primera edicion, en la cual dice: “ No le niegue su proteccién [al poema], Vd. que conoce bien todos los. abusos y todas las desgracias de que es victima esa clase desheredada de nuestro pais”. Esta carta es un documento de inestimable valor, pues en ella Hernandez hace referencia al esfuerzo y a las peripecias de la composicién del poema, hecho 357 al regreso del Brasil, al afio siguiente de la epidemia de fiebre amarilla, en el Hotel Argentino, donde se hospedaba el poeta. Hernandez habia recibido y leido Los tres gauchos orientales, que le envié el poeta uruguayo Antonio Lussich, el cual tiene algunas similitudes con el Martin Fierro. Esto ha hecho suponer a algunos estudiosos que el poema del argentino €s una imitacion del otro, En torno a este delicado asunto de la inspiracién 0 modelo, se ha debatido mucho. Exito y difusién, El poema de Hernandez tuvo gran difusién y éxito ni bien aparecié, Se ha citado infinidad de veces el pedido de un pulpero a su proveedor de la ciudad de gruesas de cajas de fosforos, una barrica de cerveza, cien cajas de sardinas y doce eJemplares de la Vuelta, para mostrar que por primera vez en la Argentina un libro se convertia en mercancia de interés campesino. Contribuyeron decisivamente al éxito del poeta los juicios criticos de Miguel de Unamuno (1894) y de Marcelino Menéndez y Pelayo, que desde el otro lado del Atlantico aplaudieron sin reservas al poema hernandiano, y sorprendieron asi a la critica culta local, que se resistia a ver virtudes artisticas en un poema de corte gauchesco, “En Martin Fierro se compenetran y se funden intimamente el elemento épi- coy el lirico, Martin Fierro es de todo lo hispanoamericano que conozco, lo mas hondamente espafiol...”, decia Unamuno. Y Menéndez y Pelayo: “Lo que palida- mente intent6 Echeverria en La Cautiva, lo realizé con viril y sana rudeza el au- tor de Martin Fierro”. El Martin Fierro es la obra de la literatura argentina que mas estudios ha provocado, y al mismo tiempo es la obra que mas ediciones y mas traducciones en lenguas extranjeras ha motivado. OBRAS Y EDICIONES: Instrnceiéa del estanclero. Buenos Aires, Petia Del Giudice, 1953. Prosas de Martia Pierro. Buenos Aires. Raigal 1952. Con una seleceién de los eserites en prosa de José Her- nandez, por Antonio Pagés Larraya, Martin Pierro. Buenos Aires, Losada, 1999. Edicién con estudio, notas y Vocabulario por Eleuterio F. Tiscornia. LECTURAS COMPLEMENTARIAS Y ESTUDIOS: Leopoldo Lugones, ER payador. Bucnos Aires, Cery turién, 1961. Jorge Luis Borges, Bl “Martin Fierro”. Buenos Aires, Columba, 1953. Ezequel Marti- ez Estrada, Muerte y transfiguracién de Martin Flerro, México, Fondo de Cultura Econémica, 1948. Francisco |. Castro. Vooabulasio y frases de Martin Fierro. Buenos Aires, Clordia y Rodri_ guez. 1950. Angel H. Azeves. La elaboractén Mterarie de Martin Fierro, La Plata, Universidad Na- clonal de La Plata, Facultad de Humantdades y Ciencias de la Educacion, 1962. 358 El Vijo Vizcacha, {lus: Ntracin de la primera Fedicién de La vuelta de Martin Fierro. 1, [ivrropuccion] Aqui me pongo a cantar al compas de la vigiiela’, que al hombre que lo desvela una pena estraordinaria, como el ave solitaria con el cantar se consuela. Pido a los santos del cielo que ayuden mi pensamiento: les pido en este momento que voy a cantar mi historia me refresquen la memoria y aclaren mi entendimiento. Vengan santos milagrosos, vengan todos en mi ayuda, que la lengua se me afiuda* y se me turba la vista; pido a mi Dios que me asista en una ocasi6n tan ruda. Yo he visto muchos cantores, con famas bien otenidas. y que después de alquiridas no las quieren sustentar: * Guitarra. * Anuda. parece que sin largar se cansaron en partidas. Mas ande otro criollo pasa Martin Fierro ha de pasar; nada lo hace recular ni los fantasmas lo espantan, y dende que todos cantan yo también quiero cantar. Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando he de llegar al pie de] Eterno Padre; dende el vientre de mi madre vine a este mundo a cantar. Que no se trabe mi lengua ni me falte la palabra; el cantar mi gloria labra y poniéndome a cantar, cantando me han de encontrar aunque Ja tierra se abra. I. [La wpa bet caucro} Ninguno me hable de penas porque yo penando vivo, y naides se muestre altivo aunque en el esiribo esté, que suele quedarse a pie el gaucho mas alvertido. Junta esperiencia en la vida hasta pa dar y prestar quien la tiene que pasar entre sufrimiento y Hanto; porque nada ensena tanto como el sufrir y el llorar. 359 Martin Fierro Viene el hombre ciego al tmundo, cuartiandolo' la esperanza, y a poco andar ya lo aleanzan Jas desgracias a empujones; ila pucha que trae liciones el tiempo con sus mudanzas! Yo'he conocido esta tierra en que-el-paisano vivia y su ranchito tenia y sus hijos y mujer... Era una delicia ver cémo pasaba sus dias. Entonces... cuando-el Lucero” brillaba en el cielo santo, y los gallos con su canto nos decian que el dia Megaka, a la cocina rumbiaba el gaucho.,.que era un encanto. Y sentao junto al jogén a esperar que venga el dia, al cimarrén* le prendia hasta ponerse rechoncho, mientras su china‘ dormia tapadita con su poncho. Y apenas la madrugada empezaba a coloriar, los pajaros a cantar y las gallinas a apiarse,® era cosa de largarse cada cual a trabajar. Ricuerdo jqué maravilla! cémo andaba la gauchada siempre alegre y bien montada pero en el dia... jbarajo! no se le ve de aporriada.® El] gaucho mas infeliz tenia tropilla de un pelo” * Arrastrandolo, guléndolo. * Plamcta Venus. * Mate no le faltaba un. consueto y andaba la gente lista... Tendiendo al campo Ia vista, no veia sino hacienda y cielo. Estaba el gaucho en su pago" con toda segurida, pero aura... jbarbarida! la cosa anda tan fruncida, que gasta la pobre vida en juir de la autorida. Pues si usté pisa en su rancho y si el alcalde lo sabe lo caza lo mesmo que ave aunque su mujer aborte... No hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte! Y al punto dése por muerto si el alcalde lo bolea®, pues Ahi no mas se le apea con una felpa de palos. Y después dicen que es malo. el gaucho si los pelea. Y el lomo le hinchan a golpes, y le rompen la cabeza y luego con ligereza, ansi lastimao y todo, lo amarran codo con codo y pa el cepo Io enderiezan. Ahi comienzan sus desgracias, hi principia el pericon’®; porque ya no hay salvacién, y que usté quiera 0 no quiera, jo mandan a la frontera!! o lo echan al batallén. Ansi empezaron mis males lo mesmo que los de tantos; si gustan... en otros cantos. les diré lo que he sufrido. Después que uno esta perdido no lo salvan ni los santos. . Mujer, esposa. * Bajarse de los drboles. © Casuigada. 7 De un salemo eelor de pelaje. ‘Lugar de nacimiento o donde se vive. * Lo caza, 10 apresa. "® Baile nacional; en este caso, desgracias. " Fortines de frontera. en tos lindes. 360 LA VUELTA DE MARTIN FIERRO XV. [Consevos pet Vievo Vizcacna] Siempre andaba retobao con ninguno solia hablar; se divertia en escarbar y hacer marcas con el dedo; y cuando se ponia en pedo me empezaba a aconsejar. Me parece que lo veo con su poncho ‘calamaco!; después de echar un buen taco* ansi principiaba a hablar: “Jamas llegués a parar a donde vedas perros flacos”. “El primer cuidao del hombre es defender el pellejo: Hevate de mi consejo, fijate bien lo que hablo: el diablo sabe por diablo pero mas sabe por viejo”. “Hacéte amigo del juez, no le des de qué quejarse; y cuando quiera enojarse vos te debés de encoger, pues siempre es giieno tener palenque ande ir a rascarse”. “Nunca le llevés la contra porque él manda la gavilla; alli sentao en su silla ningtin gtiey le sale bravo: a uno le da con el clavo y a otro con la cantramilla”’. “El hombre, hasta el mas so- [berbio, con mas espinas que un tala, aflueja andando en la mala y es blando como manteca: hasta Ja hacienda baguala* cai al jagiel con la seca”. “No andés cambiando de cue- (va, hacé las que hace e! raton: conservate en el rincén en que empez6 tu esistencia: vaca que cambia querencia se atrasa en la parici6n”. Y menudiando los tragos aque! viejo como cerro, “No. olvidés, me decia, Fierro, que el hombre no debe creer, 361 en lagrimas de mujer ni en la renguera del perro”. “No te debés afligir aunque el mundo se desplome: lo que mas precisa el hombre tener, segiin yo discurro, es la memoria del burro que nunca olvida ande come”. “Deja que caliente el horno el dueno del amasijo; lo que es yo, nunca me aflijo y a todito me hago el sordo: el cerdo vive tan gordo y se come hasta los hijos”. “El zorro que ya es corrido, dende lejos la olfatea; no se apure quien desea hacer lo que le aproveche: la vaca que mas rumea es la que da mejor leche”. “El que gana su comida, bueno es que en silencio coma; ansina, vos ni por broma querras llamar la atenci6n: nunca escapa el cimarrén* si dispara por la loma”. “Yo voy donde me conviene y jamas me descarrio; llevate el ejemplo mio, y llenaras la barriga; aprendé de las hormigas: no van a un noque® vacio”. “A naides tengas envidia, es muy triste el envidiar; cuando vedas a otro ganar a estorbarlo no te metas: cada lech6n en su teta es el modo de mamar”. “Ansi se alimentan muchos mientras los pobres lo pagan; como el cordero hay quien lo haga 362 en la puntita, no niego; pero otros, como el borrego, toda entera se la tragan”. “Si buscas vivir tranquilo dedicate a solteriar; mas si te querés casar con esta alvertencia sea: que es muy dificil guardar prenda que otros codicean”. “Es un bicho la mujer que yo aqui no lo destapo: siempre quiere al hombre guapo, mas fijate en la eleci6: porque tiene el corazon como barriga de sapo”. Y gangoso con la tranca’, me solia decir: “Potrillo, recién te apunta el cormillo, mas te lo dice un toruno; no dejés que hombre ninguno te gane el lao del cuchillo”. “Las armas son necesarias pero naides sabe cuando; ansina, si andas pasiando, y de noche sobre todo, debés Ilevarla de modo que al salir, salga cortando”. “Los que no saben guardar son pobres aunque trabajen; nunca, por mas que se atajen, se libraran del cimbrén: al que nace barrig6n es al fudo que lo fajen”. “Donde los vientos me llevan alli estoy como en mi centro, cuando una tristeza encuentro tomo un trago pa alegrarme: a mi me gusta mojarme por ajuera y por adentro”. “Vos sos pollo, y te convienen toditas estas razones; mis consejos y leciones no echés nunca en el olvido: en Jas rifias he aprendido a no peliar sin puyones”*. Con estos consejos y otros, que yo en mi memoria encierro y que aqui no desentierro, educandome seguia, hasta que al fin se dormia, mesturao entre los perros. * Poncho ordinario, hecho de lana coloreada, ? Beber. * Parte de atras de la picana: la delantera ¢s ¢l clavo. * En estado salvaje, libre. * Potro bagual. sin domesticar. € Reciplente, estanque. ’ Borrachera. * Bspalones de los gallos de rita. XXXII. [Consmvos pe Martin Fierro] Un padre que da consejos mis que padre es un amigo; ansi, como tal les digo que vivan con precaucién: naides sabe en qué rincén se oculta el que es su enemigo, Yo nunca tuve otra escuela que una vida desgraciada; no estrafien si en la jugada alguna vez me equivoco, pues debe saber muy poco aquel que no aprendié nada. Hay hombres que de su cen- Icia tienen la cabeza Mena; hay sabios de todas menas'. mas digo, sin ser muy ducho: es mejor que aprender mucho el aprender cosas buenas. No aprovechan los trabajos si no han de ensefarnos nada: el hombre, de una mirada todo ha de verlo al momento: el primer conocimiento es conocer cuando enfada. La esperanza no la cifren nunca en corazén alguno; en el mayor infortunio pongan su confianza en Dios: de los hombres, sélo uno, con gran precaucién, en dos. Las faltas no tienen limites como tienen los terrenos, se encuentran en los mas bue- Inos, y es justo que les prevenga: aquel que defectos tenga, disimule los ajenos. Al que es amigo, jamas Jo dejen en Ja estacada*; pero no le pidan nada ni lo aguarden todo de él: siempre el amigo mas fiel es una conduta honrada. Ni el miedo ni la codicia €s bueno que a uno lo asalten, ansi, no se sobresalten por los bienes que perezcan; al rico nunca le ofrezcan y al pobre jamas le falten. Bien lo pasa hasta entre pam- (pas* el que respeta a la gente; el hombre ha de ser prudente para librarse de enojos; cauteloso entre los flojos, moderado entre valientes. El trabajar es la ley. porque es preciso alquirir: no se espongan a sufrir una triste situacion: sangra mucho el corazon del que tiene que pedir. 363 Martin Fierro mata al indio que mat- trata a una cristtana (11,9). Rustracién de A, Bellocg. Debe trabajar el hombre para ganarse su pan; pues la miseria, en su afan de perseguir de mil modos, Nama a la puerta de todos y entra en la del haragan. A ningiin hombre amenacen porque naides se acobarda; poco en conocerlo tarda quien amenaza imprudente, que hay un peligro presente y otro peligro se aguarda. Para vencer un peligro, salvar de cualquier abismo. por esperencia lo afirmo: mas que ei sable y que la lanza suele servir la confianza que el hombre tiene en si mismo. Nace el hombre con la astucia que ha de servirle de guia; sin ella sucumbiria, pero, sign mi esperencia, se vuelve en unos prudencia y en los otros picardia. 364 Aprovecha la ocasi6n el hombre que es diligente; y ténganlé bien presente si al compararla no yerro: la ocasién es como él flerro, se ha de machacar caliente. Muchas cosas pierde el hom- fore que a veces las vuelve a hallar, pero les debo ensefiar, y es bueno que lo recuerden: si la vergdenza se pierde jamas se vuelve a encontrar. Los hermanos sean unidos, porque ésta es la ley primera; tengan union verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de ajuera. Respeten a los ancianos, el burlarlos no es hazana; si andan entre gente extrana deben ser muy precavidos, pues por igual es tenido quien con malos se acompania: La cigiiefia, cuando es vieja pierde la vista, y procuran cuidarla en su ed4 madura todas sus hijas pequenas: apriendan de las cigtenas este ejemplo de ternura. Si les hacen una ofensa, aunque-la echen en olvido, vivan siempre prevenidos; pues ciertamente sucede que hablara muy mal de ustedes aquel que los ha ofendido. El que obedeciendo vive nunca tiene suerte blanda; mas con su soberbia agranda el rigor en que padece: obedezca el que obedece y sera bueno el que manda. Procuren de no perder ni el tiempo, ni la vergienza: como todo hombre que piensa procedan siempre con juicio, y sepan que ningun vicio acaba donde comienza. Ave de pico encorvado le tiene al robo aficién: pero el hombre de razén no roba jamas un cobre pues no ¢s vergienza ser pobre y es vergitenza ser ladron. El hombre no mate al hombre ni pelee por fantasia; tiene en la desgracia mia un espejo en que mirarse: saber el hombre guardarse es la gran sabiduria. La sangre que se derrama no se olvida hasta la muerte; la impresion es de tal suerte que a mi pesar, no lo niego, cai como gota de fuego en la alma del que Ia vierte. Es siempre, en toda ocasién el trago el pior enemigo; con carifo se los digo, recuérdenlo con cuidado: aquel que ofiende enbriagado merece doble castigo. Si se arma algiin revolutis* siempre han de ser los primeros; no se muestren altaneros aunque la razén les sobre: en la barba de los pobres aprienden pa ser barberos. Si entriegan su coraz6n a alguna mujer querida, no le hagan una partida que la ofienda a la mujer: siempre tos ha de perder una mujer ofendida. Procuren, si son cantores, el cantar con sentimiento no tiemplen el estrumento por solo el gusto de hablar, y acostimbrensé a cantar en cosas de jundamento. Y les doy estos consejos, que me ha costado alquirirlos, porque deseo dirigirlos; pero no alcanza mi cencia hasta darles la prudencia que precisan pa seguirlos. Estas cosas y otras muchas, medité en mis soledades; sepan que no hay falsedades ni error en estos consejos: es de la boca del viejo de ande salen las verdades. * Clases. * No Jo abandonen, “Indios pampa. ‘ Penencla, rifia. 365

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