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En un embarazo natural, una vez que el óvulo ha sido fecundado en las trompas de Falopio, se
activa el genoma del embrión y comienza la división celular (día 1). El embrión avanza hacia el
útero en su forma de mórula y llega a él en su forma de blastocisto (día 4-5). A partir de aquí
comienza la implantación embrionaria.
Fase de precontacto: el blastocisto toma posición dentro de la cavidad uterina sobre el tejido
endometrial. Permanece inmóvil y se orienta con el polo embrionario hacia el endometrio para
permitir más adelante la adecuada formación de la placenta.
Fase de aposición: entre los días 5-8 del desarrollo embrionario el blastocisto comienza a
situarse y buscar un lugar en el útero donde adherirse e implantarse. Generalmente esto
sucede en el tercio superior de la pared posterior del útero. El blastocisto orienta su masa
celular interna en el polo en el que el trofoectodermo se va a adherir al epitelio endometrial,
iniciándose el diálogo bioquímico entre el embrión y las células endometriales.
Fase de invasión: este proceso ocurre el día 8 y es cuando el blastocisto (más concretamente el
trofoblasto embrionario) invade el estroma endometrial y se mete dentro del endometrio. El
embrión rompe la membrana basal y penetra en los vasos sanguíneos maternos. Las células
trofoblásticas desplazan, disocian y sustituyen a las células epiteliales, continuando por invadir
la membrana basal y el estroma subyacente.
Una vez que ocurra la penetración del blastocisto en el endometrio, comienza el proceso de
desarrollo del embrión. Al concluir el desarrollo embrionario tenemos el feto que completará
su desarrollo hasta el momento del parto.
El cigoto es el primer estadio de un embrión, que solo cuenta con una célula. Los núcleos
paterno y materno se han fusionado y el embrión vuelve a tener 46 cromosomas, lo cual es la
dotación genética normal del ser humano.
La fecundación hace referencia a la fusión de los gametos masculino y femenino, ambos con la
mitad de material genético que el resto de células de un organismo (46 cromosomas) debido a
la reducción cromosómica que han sufrido con la meiosis.
El cigoto, que es una sola célula, comienza su división celular al día siguiente de la fecundación.
En este momento, deja de denominarse cigoto y pasa a ser un embrión de día 2 que ya cuenta
con unas cuatro células.
El primer trimestre del embarazo abarca desde el momento de la concepción hasta la semana
13. Aunque hasta que no transcurren 14 días desde el inicio de la última menstruación el óvulo
no se encuentra en el momento óptimo para ser fecundado, para calcular en qué semana del
embarazo nos encontramos, se empieza a contar desde la fecha de la última menstruación.
A partir del momento de la fecundación, el cigoto, nombre que recibe la célula inicial formada
por la fusión del óvulo y el espermatozoide, comienza a dividirse y se implanta en el útero de la
madre. Asimismo, desde este primer momento ya está determinado genéticamente cuál será
el sexo del bebé.
Durante el primer trimestre, los órganos del feto comenzarán a desarrollarse, la columna
vertebral, las características faciales -fosas nasales, vesículas ópticas, orificio bucal-, las
piernas, los brazos y los dedos. También empezarán a desarrollarse el aparato respiratorio y el
aparato digestivo, así como el cordón que sirve para alimentar a la criatura –a través de la
madre– proporcionarle oxígeno y eliminar los residuos y el dióxido de carbono durante el
embarazo. Es el momento adecuado para realizar la primera ecografía puesto que el corazón
ya late –aunque lo hace de una forma suave y delicada que no podemos percibir– y el embrión
ya se mueve.
Desde las primeras semanas de gestación hasta el día del parto, el líquido amniótico envuelve
y protege al feto dentro del saco amniótico.
Durante estas primeras semanas, el futuro bebé es un embrión ya que todavía no cuenta con
unas estructuras anatómicas diferenciadas. Habrá que esperar a la semana 12 para que este
embrión se convierta en feto y empiece a tener forma humana: es a partir de entonces y hasta
el momento del parto cuando realmente se produce el desarrollo fetal. Durante el tiempo que
va desde la fecundación hasta aproximadamente la décima semana de embarazo, hablaremos
de período embrionario. A partir de entonces, ya podremos hablar propiamente de desarrollo
fetal.
Mesodermo: Es la capa germinal media. Se origina a partir de la masa celular interna y se sitúa
entre el endodermo y el ectodermo. Es el origen del sistema esquelético, los músculos, el
sistema circulatorio y el aparato reproductor.
Endodermo: Es la capa germinal más interna. Aparece siempre cuando una capa de células se
proyecta hacia afuera a partir de la masa celular interna que crece alrededor del blastocele. Es
el origen del intestino, el hígado, el páncreas, los pulmones, los riñones, y la mayor parte de
órganos internos.
Ahora que se han formado todos los órganos y los sistemas importantes, en los siguientes seis
meses se dedicarán a crecer. El peso del feto se multiplicará más de siete veces en los
siguientes meses, a medida que el feto se transforma en un bebé que puede sobrevivir fuera
del útero.
Antes del final del segundo trimestre, el feto mide entre unas 13 y 16 pulgadas de largo y pesa
entre 2 y 3 libras. El desarrollo fetal durante el segundo trimestre incluye lo siguiente:
Los ojos se han estado moviendo hacia el frente del rostro y las orejas se han movido desde el
cuello a los costados de la cabeza. El feto puede escuchar la voz de la madre.
Una sustancia blanca cremosa (llamada vérnix caseosa, o simplemente vérnix) comienza a
aparecer en el feto y ayuda a proteger la delgada piel fetal. La piel absorbe gradualmente el
vérnix, pero puede que se vea un poco sobre los bebés incluso después del nacimiento.
El cerebro experimentará su período más importante de crecimiento a partir del 5to mes.
Han crecido las uñas en las puntas de los dedos de las manos y de los pies y estos están
completamente separados.
La piel está arrugada y roja, cubierta con vello suave (llamado lanugo).
Los párpados están comenzando a abrirse y las cejas y las pestañas son visibles.
Un feto que nace al final de la semana 24 puede sobrevivir en una unidad de cuidado intensivo
neonatal (NICU, por sus siglas en inglés).