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LA SOMBRA EN EL ESPEJO
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Resumen
El objetivo de la presente investigación fue determinar la posible relación entre
el índice de distorsión de la imagen corporal y el riesgo de padecer trastornos de
la conducta alimentaria en una muestra de adolescentes escolarizados de la
ciudad de La Banda. Como objetivos específicos se plantearon determinar el
índice de distorsión de la imagen corporal, identificar conductas de riesgo
alimentario y conocer si existen diferencias en el índice de distorsión de la
imagen corporal y las conductas de riesgo alimentario según la variable género.
La muestra estuvo constituida por 156 adolescentes de 13 a 18 años de edad de
una escuela católica de la ciudad de La Banda. Como instrumentos se utilizaron
un cuestionario sociodemográfico, el Inventario de Trastornos Alimentarios (EDI-
3) de Garner versión 2004 y el Test de la Silueta para Adolescentes de Cruz y
Maganto versión 2008.
Los adolescentes de este estudio presentaron distorsión de la imagen corporal y
conductas de riesgo alimentario. Además, se determinó que las mujeres
presentaron mayor insatisfacción corporal y más deseo de adelgazar cuando se
las comparó con los varones participantes.
No se encontró relación entre el índice de distorsión de la imagen corporal y el
riesgo de padecer trastornos de la alimentación en los adolescentes
escolarizados, estos resultados no coinciden con estudios internacionales que
sugieren que existe una relación entre ambas variables, mientras que si coincide
con un estudio realizado en Argentina el cual informa que el índice de distorsión
de la imagen corporal y el riesgo de padecer conductas de riesgo alimentario
resultan independientes una de otra.
Agradecimientos
En primer lugar, quiero agradecerle a mi gran compañera de vida, mi madre,
quien me apoyó en la elección de esta hermosa carrera y me escuchó en todo
momento, secó mis lágrimas de frustración y me abrazó en momentos de
felicidad, ella es mi gran pilar y mi guía en el camino de la vida. Gracias a mi
padre quien siempre me apoyó y alentó en el camino que recorrí hasta hoy, su
fortaleza me ayudó a no bajar los brazos a pesar de las mil piedras que encontré
en el camino. A mi hermano que siempre estuvo ahí para mí con alguna broma
incluso en los momentos más tristes, con su alegría contagiosa me curó en
muchos momentos y a mi hermana quien es mi gran ejemplo a seguir.
A los directivos del colegio que me abrieron las puertas de su institución, y a los
adolescentes que participaron en la investigación por su colaboración.
A Lucía y Soledad, mis mejores amigas, quienes siempre tienen una palabra de
aliento y amor para decirme, por haberme brindado tanta ayuda, y principalmente
momentos de alegría y felicidad.
A mi gran amigo Álvaro, quien desde que lo conocí me brindó ayuda y amistad,
quien escucha todas mis frustraciones y siempre tiene una broma escondida
para aligerar todo momento de tristeza.
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ÍNDICE
Resumen…………………………………………………………………………….. 2
Agradecimientos……………………………………………………………………. 3
CAPÍTULO 1
1 Justificación………………………………………………………………………… 7
1.1 Áreas del conocimiento en la que se enmarca el trabajo………………….. 11
1.2 Objetivos……………………………………………………………………….... 12
1.2.1 Objetivo general………..……………………………………………………. 12
1.2.2 Objetivos específicos……………………………………………………….. 12
1.3 Hipótesis………………………………………………………………………… 13
CAPÍTULO 2
2 Marco teórico…………………………………………………………………….... 14
2.1 Adolescencia definición……………………………………………………….... 14
2.1.1 Cambios físicos……………………………………………………………….. 14
2.1.2 Aspectos psicosociales de la adolescencia………………………………… 16
2.2 Imagen corporal (IC), concepto y evolución del término…………………… 20
2.2.1 Características de la imagen corporal en la adolescencia………………. 23
2.2.2 Insatisfacción corporal……………………………………………………….. 24
2.2.3 Alteraciones en la imagen corporal……………………………………….... 25
2.2.4 Trastorno de la imagen corporal…………………………………………….. 26
2.3 Trastornos de la conducta alimentaria (TCA)....…………………………….. 28
2.3.1 Antecedentes históricos de los Trastornos de la conducta alimentaria.... 30
2.3.2 Factores determinantes para el desarrollo de los trastornos de la conducta
alimentaria…………………………………………………………………………… 32
2.3.3 Modelo explicativo de los trastornos de la conducta alimentaria. Teoría
transdiagnóstica de Fairburn……………………………………………………….. 33
2.3.4 Criterios diagnósticos de los trastornos de la conducta alimentaria…….. 34
2.3.4.1 Anorexia nerviosa…………………………………………………………... 34
2.3.4.2 Bulimia nerviosa…………………………………………………………..... 37
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CAPÍTULO 3
3 Metodología……………………………………………………………………….. 55
3.1 Método…………………………………………………………………………… 55
3.2 Tipo de estudio………………………………………………………………...... 55
3.3 Diseño de investigación………………………………………………………… 55
3.4 Población………………………………………………………………………… 56
3.5 Muestra…………………………………………………………………………... 56
3.6 Variables de estudio…………………………………………………………….. 56
3.7 Instrumentos de recolección de datos………………………………………… 57
3.8 Estrategia de análisis de datos………………………………………………… 60
3.9 Recolección de datos…………………………………………………………… 61
CAPÍTULO 4
4 Análisis de datos………………………………………………………………... 62
4.1 Descripción de la muestra……………………………………………………… 62
4.2 Análisis de datos según los objetivos de la investigación…………………… 66
4.2.1 En relación al primer objetivo específico: identificar si existe distorsión de
la imagen corporal y cuál es el índice del mismo en la muestra de adolescentes
escolarizados………………………………………………………………………... 66
4.2.2 En relación al segundo objetivo específico: reconocer conductas de riesgo
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Página
CAPÍTULO 5
5. Conclusiones y discusión…………………………………………………….. 74
CAPÍTULO 6
6 Limitaciones de la presente investigación…………………………………. 82
CAPÍTULO 7
7 Líneas futuras de investigación……………………………………………….. 83
8 Referencias bibliográficas…………………………………………………….. 84
9 Anexo………………………………………………………………………………. 90
9.1 Formulario de consentimiento informado…………………………………….. 90
9.2 Nota a directivos del colegio……………………………………………………. 94
9.3 Inventario de trastornos de la conducta alimentaria (EDI 3) y cuestionario
sociodemográfico…………………………………………………………………… 96
9.4 Test de la Silueta para Adolescentes………………………………………… 102
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CAPÍTULO 1
de grasa corporal (Serpa et al., 2017). En esta cultura el cuerpo ideal se impone
de Santiago del Estero, una de ellas que realiza un estudio sobre la existencia
de diferencias en el grado de satisfacción con la imagen corporal, el riesgo de
presentar trastornos alimentarios y rasgos psicológicos asociados a dicho
trastorno entre estudiantes de ballet y aquellas mujeres que no practican dicha
danza, concluye que el grupo de bailarinas presenta un mayor porcentaje de
insatisfacción con su imagen corporal que aquellas que no practican ballet y a
su vez el primer grupo presenta una media mayor de bulimia que las del segundo
grupo. (Campitelli, 2015)
En otro estudio realizado en Santiago del Estero sobre conductas de riesgo
alimentario y características psicológicas asociadas al trastorno alimentario en
adolescentes escolarizados la autora concluye que una proporción significativa
de mujeres presenta conductas de riesgo de trastornos alimentarios. (Moyano,
2015)
Por último, se puede decir que la distorsión de la imagen corporal, como así
también los trastornos de la conducta alimentaria, resultan un tema de
preocupación actual, ya que como se dijo anteriormente los adolescentes
pueden presentar insatisfacción o distorsión de su imagen corporal lo cual podría
influir en riesgos de padecer trastornos alimenticios. En base a esto resultaría
importante preguntarse ¿Existe relación entre la distorsión de la imagen
corporal y el riesgo de padecer trastornos de la alimentación en
adolescentes escolarizados en la ciudad de La Banda?
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1.2 Objetivos
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1.3 Hipótesis
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CAPÍTULO 2
2. Marco teórico
2.1 Adolescencia, definición
En un primer momento resulta pertinente definir la etapa del desarrollo que
atraviesan los participantes de este estudio, para ello se tomarán las nociones
de diversos autores respecto a la misma.
Principalmente la adolescencia constituye un momento clave en el desarrollo
evolutivo (Urbano & Yuni, 2001), consiste en la etapa del desarrollo del ser
humano que sigue a la pubertad y en donde se producen cambios físicos y
psicológicos (Carretero,1985).
Feldman (2007) considera a la adolescencia como una etapa de transición entre
la infancia y la madurez, iniciándose aproximadamente a los 11-13 años y
finalizando a los 20. En este momento del crecimiento y del desarrollo viene
condicionado por distintos procesos biológicos. El comienzo de la pubertad
marca el pasaje de la niñez a la adolescencia (OMS, 2015).
Tabla 1:
Cambios físicos en la adolescencia (Mujeres)
Tabla 2:
Cambios físicos en la adolescencia (Varones)
Mujeres Hombres
Mamas Vello púbico
Vello púbico Vello axilar
Vello axilar Desarrollo muscular
Cambios en la voz Vello facial
Cambios en la piel Cambios en la voz
Aumento en la amplitud y profundidad Cambios en la piel
de la pelvis
Desarrollo muscular Aumento en la amplitud de los
hombros
Nota: Fuente: Papalia, Olds y Feldman, 2009
Papalia (2009) dirá que es necesario resaltar que estos cambios no suceden de
forma lineal o secuencial, en ciertas ocasiones se pueden producir dos cambios
de forma conjunta, adelantándose o retrasándose en su tiempo.
Tabla 4:
Desarrollo de los objetivos psicosociales durante la adolescencia
intimidad y
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establecer
-Emergen límites
sentimientos
sexuales
– Falta de
control de
impulsos,
conducta
arriesgada
peligrosa
Nota: Fuente: Vicario & González, 2014
tamaño, peso y forma del cuerpo. Las alteraciones en la percepción dan lugar a
sobreestimaciones o subestimaciones.
Aspectos cognitivos-afectivos: son las actitudes, sentimientos,
pensamientos y valoraciones que despierta el propio cuerpo.
Aspectos conductuales; son las conductas que se derivan de la
percepción y de los sentimientos asociados con el cuerpo. (Raich, 2004)
Para Cash (citado por Rodríguez & Guarín, 1999) la IC sería como una huella
digital, un estado mental que se desarrolla desde el nacimiento, esta IC recibe
influencias de:
Factores históricos que van dando forma a la manera en la cual miramos
nuestra apariencia.
Factores actuales que se encuentran relacionados con la vida diaria que
determina la forma en que sentimos, pensamos y actuamos respecto a nuestra
apariencia.
Por su parte Slade (citado por Ayensa, 2003) dirá que la imagen corporal se
encuentra influenciada por factores históricos, culturales, sociales, individuales y
bilógicos que irán variando con el tiempo. A su vez elaboró un modelo explicativo
sobre la imagen corporal que será expuesto a continuación.
Normas
Historia de información
sociales y Actitudes
sensorial recibida sobre
culturales individuales hacia
experiencia corporal
el peso y la figura
IMAGEN
Historias de CORPORAL Variables
cambio en el cognitivas y
peso afectivas
Variables Psicopatología
biológicas individual
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Figura 1: Modelo de imagen corporal según Slade (1994). Fuente Ayensa, 2003
cambios, pero aquellos más drásticos son los del cuerpo, con respecto a esto
negativas hacia el tamaño y la forma del cuerpo (Moreno & Ortiz, 2009).
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Según Chávez (citado por Moreno & Ortiz, 2009) la IC es una construcción social
publicado al respecto fue en el año 1970, en este artículo la esencia del trastorno
Página
Tabla 5:
Criterio diagnóstico del Trastorno Dismórfico según el DSM V
excesiva.
b) La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o
deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
c) La preocupación no se explica mejor por la presencia de otro
trastorno mental (p. ej. la insatisfacción con el tamaño y la silueta
corporales en la anorexia nerviosa).
Nota: Fuente: DSM V, 2013.
Tabla 6:
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria en el DSM V Y CIE-10
Restrictiva.
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Purgativa.
Si bien se considera que los TCA se tratan de un problema actual los mismos
presentan una larga historia, ya que los problemas del hambre auto-inducida
datan desde los tiempos bíblicos (Aguinaga, 2000).
Un ejemplo puede ser Santa Liberata, quien fuere hija del rey de Portugal la cual
es considerada santa patrona de las mujeres que desean liberarse de las
apetencias masculinas tras haber renunciado al cuerpo de mujer, adelgazando
al extremo y restringiendo la ingesta de alimentos (Cabasés, 1999).
En otras épocas hubo personas que buscaban la delgadez y presentaron
trastornos similares a los actuales TCA, un ejemplo puede ser el ayuno que se
impusieron a algunas santas dentro de la tradición católica como una forma de
ascetismo para alcanzar la santidad, este podría ser considerado como una de
las primeras referencias del comportamiento anoréxico (Marcé, 1862). Estas
mujeres padecieron amenorrea, estreñimiento, dificultades para conciliar el
sueño y tuvieron una vida hiperactiva. En Roma, por su parte, era habitual en los
banquetes y fiestas la ingesta masiva de alimentos, seguida de conducta
purgante (Espinosa y Castillo, 2003).
A continuación, se desarrollará un breve recorrido histórico de la bulimia nerviosa
y la anorexia nerviosa:
Anorexia nerviosa (AN): La anorexia se encuentra desarrollada en la
literatura médica desde tiempos antiguos, ya en el año 1500 había logrado
identificar un caso de lo que en la actualidad se denominaría anorexia nerviosa.
Pero el primer autor en proporcionar una definición de AN fue el médico inglés
Richard Morton quien en 1689 define con gran precisión y detalle el cuadro del
ya mencionado trastorno denominándolo “Consunción nerviosa” (Cabasés,
1999).
En el siglo XIX Gull denominó a este trastorno como “anorexia nerviosa
otorgándole un componente mental manifestando que en los individuos víctimas
30
En este punto cabe aclarar que los TCA se encuentran determinados por
diversos factores por lo que la mejor forma de comprender su complejidad es
tomar una perspectiva multidimensional de los mismos, siendo el producto de un
conjunto de fuerzas que interactúan en él (Garfinkel & Garner, 1982).
Garner (1993) citado por Moyano (2015) dirá que los factores que contribuyen
en el origen y desarrollo de los trastornos se encuentran agrupados en dos
categorías:
Factores predisponentes: que contribuyen a generar una vulnerabilidad
en la persona a padecer un TCA. Entre ellos se encuentran:
Factores individuales: conjunción de factores hereditarios, variables
temperamentales e influencia de la educación social y el entorno familiar.
Factores familiares: Diversos autores determinan que los factores
familiares predisponentes para padecer un TCA son la existencia de familiares
que sufren el trastorno, depresión, consumo excesivo de alcohol, malos tratos o
progenitores con obesidad (Moyano, 2015).
Factores socio culturales: son los parámetros dados por la cultura actual
como ser el igualar la delgadez con el éxito profesional, la belleza, la juventud,
la buena salud y la fuerza de voluntad (Moyano, 2015).
Factores desencadenantes: situaciones de estrés que inducen a la
aparición del trastorno en un momento dado.
Una vez que el problema se encuentra instaurado recibe el nombre de factores
de mantenimiento los cuales prolongan la duración del trastorno o interfieren en
el proceso de recuperación. Entre estos factores se pueden encontrar el
mantenimiento de pautas alimentarias inadecuadas, la alteración de la imagen
corporal que es el causante de que las pacientes sigan teniendo un control sobre
los alimentos (Garner y Garfinkel, 1985).
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de manera tal que los criterios del TCANE seguidas por los pacientes
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La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son las formas más extremas de los
TCA, que se caracteriza por la presencia de alteraciones importantes en la
conducta de ingesta de alimentos que están acompañados de un gran temor a
engordar y una preocupación excesiva por la imagen corporal, la comida y el
peso. Se trata de una enfermedad multideterminada donde confluyen varios
factores (psicológicos, biológicos y socioculturales) (Rutsztein, 2008).
Es fundamental resaltar que hacer dieta no es condición necesaria para llegar a
un trastorno alimentario. Se podría decir que la base y el fundamento de los
trastornos de la conducta alimentaria se ven asociadas con una alteración
psicológica respecto a la comida, al peso y a la imagen corporal. Suelen
presentarse en la adolescencia o en el inicio de la edad adulta (Rutsztein, 2002).
A continuación, se describirá las características de los tres tipos de trastornos
alimentarios que son la anorexia (AN), la bulimia nerviosa (BN) y trastornos
alimentarios no especificados (TCNE) como así también los criterios
diagnósticos de los mismos.
Tabla 7:
Criterios diagnósticos de la Anorexia Nerviosa del DSM-V y en la CIE 10
Tabla 8:
Criterios diagnósticos de la Bulimia Nerviosa en el DSM V y en la CIE-10
se consideran AN o BN.
la media. Por otro lado, los pacientes bulímicos suelen ser más impulsivos
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(Borrego, 2000).
En la siguiente tabla se expondrán las principales diferencias entre ambos
cuadros.
Tabla 9:
Características para la diferenciación entre AN y BN
Tabla 10:
Diferencia en cuanto al pronóstico
hospitalización.
3. Menor número de 3. Presencia de red de
hospitalizaciones. apoyo (amistades).
1. Peso muy bajo. 1. Severidad del
trastorno alimenticio y
de la frecuencia basal de
vómitos.
2. Duración prolongada 2. Fluctuaciones de
de la enfermedad. peso acentuadas.
3. Anormalidades 3. Impulsividad.
Mal Pronóstico premórbidas clínicas o
del desarrollo
4. Presencia de 4. Baja autoestima.
conductas purgativas.
5. Disfunción familiar. 5. Presencia de
trastornos comórbidos.
6. Conductas suicidas.
Nota: Fuente: Bosque & Caballero, 2008.
Tabla 11:
Diagnóstico diferencial entre TCA y otros trastornos
Diagnóstico diferencial entre TCA y otros trastornos
Hipotiroidismo
Diabetes
Enfermedades orgánicas Tumor
Enfermedades gastrointestinales
VIH
Otros trastornos Depresión: La disminución de peso, al
igual que otros síntomas (problemas
de sueño, de concentración se debe a
43
la inhibición general
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Trastorno obsesivo-compulsivo:
Disminución de peso atribuida a otras
causas, por ejemplo: temor a que
los alimentos estén contaminados y
los rituales
Trastornos de personalidad, con
rasgos histéricos, borderline o
narcisistas: Las preocupaciones por la
imagen corporal se deben a que la
misma un punto a considerar en la
autovaloración
Trastorno de ansiedad: Disminución
de peso por miedo a que la comida
cause algún malestar estomacal o que
se atore al tragar.
Esquizofrenia: Como producto de una
actividad delirante.
Nota: Fuente: Ferrarys, 2016
Hipotiroidismo, arritmias.
Página
Fracturas, osteoporosis.
Catastrofismo: “si gano un kilo es lo peor, quiere decir que voy a engordar
Página
Por otro lado, Cash y Brown (1987) dirán que los pacientes con TCA presentan
una serie de distorsiones cognitivas englobadas en la “Docena Sucia” (ver tabla
12).
Tabla 12:
Distorsiones cognitivas más frecuentes en los TCA según Cash y Brown, 1987.
La docena sucia
La bella y la bestia: no hay punto medio (gorda o flaca, fea o linda).
El ideal irreal: se compara el cuerpo propio con el ideal de belleza que se
considera en el momento (modelos, cantantes).
La lupa: excesivo énfasis en los defectos que uno percibe en el propio cuerpo.
Comparación injusta: la persona se compara con personas que tienen
atributos que ellos tienen y uno lo desea.
La ceguera mental: la persona minimiza los aspectos positivos favorables o
agradables del propio cuerpo.
Expansión de la fealdad: a partir de un aspecto que a la persona no le agrada,
generaliza el disgusto a la imagen en general.
Leer (mal) la mente: supone que porque está pensando negativo los demás
también lo deben hacer.
Predecir la desdicha: se considera que la imagen corporal actual llevará a la
obtención de consecuencias negativas a futuro.
La atadura de belleza: pensar que la apariencia obstaculiza la ejecución de
alguna actividad.
Sentirse fea: considera que como ella se ve fea, efectivamente lo es.
El espejo malhumorado: traslada las emociones o pensamientos negativos
producidos por alguna situación o acontecimiento, a la propia imagen
corporal, generándole insatisfacción con la misma.
47
Página
La terapia cognitiva fue desarrollada en un primer momento por Aaron Beck para
tratar la depresión, más adelante C. G. Fairburn adaptó este tratamiento para la
bulimia nerviosa (Rutztein, 2009).
La TCC para la bulimia nerviosa se enfatizaba en el rol de los aspectos cognitivos
y conductuales del trastorno, se trataba de un tipo de tratamiento ambulatorio,
de tiempo limitado, estructurado, con orientación hacia el problema y centrado
en el presente y futuro (op cit.).
En 1990 el TCC para la bulimia nerviosa era considerado un tratamiento de
primera opción, pero Fairburn consideraba que éste debía ser mejorado.
Fairburn, junto con Copper y Shafran decidieron cambiar el tratamiento debido a
que observaron que algunos pacientes presentaban recuperación plena y
duradera mientras que otros no lo hacían. Estos autores extendieron la teoría
cognitiva-conductual de la bulimia nerviosa a todos los trastornos de la conducta
alimentaria y desarrollaron un tratamiento desde la perspectiva transdiagnóstica
(op cit.).
Este tipo de tratamiento es considerado mejorado ya que incluye el tratamiento
de todos los TCA (Ekstrand & Villanueva, 2011). Fue diseñado para adultos en
tratamiento ambulatorio, es apto tanto para hombres como mujeres, pero a su
vez pude ser utilizado para pacientes más jóvenes o ser realizado en grupo
(Rutztein, 2009).
De acuerdo a la formulación de cada caso se admiten dos versiones del
tratamiento (Ekstrand & Villanueva, 2011):
La focalizada centrada exclusivamente en la psicopatología propia de los
TCA, se encuentra compuesta por 20 sesiones en un periodo de 5 meses.
La extendida que incluye todos los mecanismos adicionales
(perfeccionismo clínico, baja autoestima, estados de ánimo y relaciones
49
Tabla 13:
Etapas y sesiones del tratamiento focalizado
varones como mujeres entre 10-19 años da cuenta de que el 6.95% de los
Página
(Condori, 2017).
Cruz y Maganto (2002, 2003) concluirán que tanto la distorsión como la
insatisfacción de la imagen corporal representan factores de riesgo de padecer
TCA. Particularmente en un estudio sobre distorsión e insatisfacción con la
imagen corporal muestra que existe una asociación entre las dos variables ya
mencionadas y los subtests del EDI-2: Obsesión por la delgadez, Bulimia,
Insatisfacción corporal, Ineficacia, Conciencia introceptiva, Ascetismo e
Inseguridad social. Con respecto a la distorsión determina que a medida que ésta
incrementa se observa a su vez un incremento en la puntuación de las escalas
ya mencionadas (Cruz & Maganto, 2003).
Por último, cabe destacar un estudio realizado en la ciudad de Santa Fe respecto
a la percepción de la IC y las conductas alimentarias de riesgo en bailarinas de
danzas clásicas, en el mismo se concluyó que ambas variables resultan
independientes entre sí (Paredes, Nessier & Gonzalez, 2011).
54
Página
CAPÍTULO 3
3 Metodología
3.1 Método
Conforme a los objetivos planteados el método que se utilizó para llevar a cabo
la investigación fue del tipo cuantitativo. Como principal base tuvo la medición
numérica para lograr determinar patrones de conducta (Hernández Sampieri,
Fernández Collado y Baptista Lucio, 2010).
3.4 Población
La población quedó compuesta por adolescentes escolarizados, varones y
mujeres de la ciudad de La Banda cuya edad estuvo comprendida entre los
13 y 18 años de edad
3.5 Muestra
El método de muestreo fue no probabilístico (no aleatorio) de tipo intencional
el cual se basó exclusivamente en la selección de casos que resultaron más
convenientes para el propósito de dicha investigación.
La muestra quedó compuesta por 156 adolescentes escolarizados, varones
y mujeres, de la ciudad de La Banda con edades entre los 13 y 18 años de
edad. En el capítulo siguiente se especificará las características de la misma
en relación a las variables género, edad y nivel de escolaridad.
Tabla 14:
Variables de estudio e instrumentos de recolección de datos
VARIABLE DEFINICIÓN INSTRUMENTO NIVEL DE
MEDICIÓN
Edad Informada por el Cuestionario socio- Cuantitativo.
sujeto. demográfico.
Género Informado por el Cuestionario socio- Cualitativo.
sujeto. demográfico.
Nivel de Año que se Cuestionario socio- Cuantitativo.
escolaridad encuentra demográfico.
cursando el
56
sujeto.
Página
perturbación en la imagen corporal. Agrupa los ítems 2, 9, 12, 19, 31, 45, 55, 59,
62.
Además, dicho instrumento cuenta con nueve escalas de características
psicológicas asociadas a los trastornos alimentarios:
Ineficacia: presencia de sentimientos de inseguridad, desamparo, falta de
control sobre la propia vida. Se vincula con “baja autoestima” o “pobre
autoconcepto”, incluyendo además referencias a sentimientos de “vacío” y
“soledad”. Compuesta por los ítems 10, 18, 20, 24, 27, 37, 41, 42, 50, 56.
Perfeccionismo: presencia de pensamientos o creencias acerca de que los
demás esperan del sujeto sólo conductas exitosas. Agrupa los ítems 13, 29, 36,
43, 55, 63.
Desconfianza: existencia de sentimientos sobre la necesidad de mantenerse
alejado/a de las demás personas. Ésta subescala se encuentra comprendida por
los ítems 15, 17, 23, 30, 34, 54, 57.
Alexitimia: presencia de sentimientos confusos en relación con el reconocimiento
de afectos, la imposibilidad de diferenciar sentimientos de sensaciones
corporales. Compuesta por los ítems 8, 21, 26, 33, 40, 44, 47, 51, 60, 64.
Miedo a crecer: hace referencia al deseo de poder detener el crecimiento
personal, el miedo a crecer y convertirse en adulto. Comprendida por los ítems
3, 6, 14, 22, 35, 39, 48, 58.
Ascetismo: tendencia a comportarse de manera “virtuosa” a través de ciertos
ideales como la autodisciplina, el autorechazo, el autocontrol. Agrupa los ítems
66, 68, 71, 75, 78, 82, 86, 88.
Impulsividad: presencia de tendencias impulsivas, hiperactividad, hostilidad,
componentes destructivos en las relaciones interpersonales. Esta dimensión
está relacionada con características de personalidad borderline y psicopática.
Conformada por los ítems 65, 67, 70, 72, 74, 77, 79, 81, 83, 85, 90.
Inseguridad social: creencias de la persona respecto a sus relaciones sociales
las que pueden ser percibidas como tensas, inseguras, desagradables, y, en
general, de baja calidad. Constituida por los ítems 69, 73, 76, 80, 84, 87, 89, 91.
58
Página
Este instrumento cuenta con 91 ítems los cuales se pueden responder con las
posibilidades: Siempre, Casi Siempre, A menudo, Algunas veces, Casi nunca y
Nunca.
El EDI-3 se encuentra adaptado a la provincia de Santiago del Estero en el año
2015 por la Licenciada Laurencia Moyano. En esta investigación el Alpha de
Cronbach para la escala “Riesgo” fue de .89 para los 19 ítems y para escala de
“Características psicológicas” presenta un Alpha de Cronbach de .93 para los 42
ítems, mostrando que el EDI-3 constituye una media confiable de los atributos
“Riesgo de padecer Trastornos Alimentarios” y “Características Asociadas a los
Trastornos alimentarios”.
Se decidió trabajar con las tres escalas denominadas de riesgo ya que las
mismas son las específicas de los trastornos de la conducta alimentaria ya que
muestra las preocupaciones que presenta el sujeto en cuanto a la comida y la
alimentación, el peso corporal y la estatura.
- Test de la Silueta para Adolescentes (TSA) el cual permite evaluar
la Insatisfacción y la Distorsión de la imagen corporal en adolescentes de 14 a
18 años de ambos sexos, ofreciendo puntos de corte específicos para establecer
el riesgo de TCA. También permite evaluar el modelo estético corporal del
sujeto, incluyendo las atribuciones de los pares y de los progenitores. Los
baremos han sido construidos a partir de una muestra de 1.956 adolescentes
hombres y mujeres con edades entre los 14 y los 18 años. El estudio fue
realizado en centros educativos por parte de profesionales psicólogos.
En total se utilizan 16 siluetas distribuidas en dos filas (8 siluetas masculinas y 8
siluetas femeninas), las mismas muestran un incremento de tamaño corporal en
ancho, no en alto conforme se produce un aumento de peso.
El TSA está compuesto por 8 ítems que evalúan diferentes aspectos de la
imagen corporal del sujeto, estos ítems son:
1. En cada una de las siluetas masculinas indica si te parece delgada, normal
o gorda.
2. En cada una de las siluetas femeninas indica si te parece delgada, normal
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o gorda.
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Tabla 15:
Técnicas de análisis de datos
OBJETIVOS TÉCNICAS
Identificar el índice de distorsión de Análisis estadístico descriptivo
la imagen corporal en la muestra (distribución de frecuencias y
de adolescentes escolarizados. porcentajes, medidas de
tendencia central, medidas de
variabilidad).
60
Tal como indica los principios éticos vigentes, se le aseguró a cada uno de los
sujetos el carácter confidencial de la información brindada y se les informó que
la participación en la investigación era de carácter voluntaria. Para este fin se
realizó un consentimiento informado (ver apartado 8, anexo), el cual fue
firmado por los padres y los alumnos que participaron en el estudio.
CAPÍTULO 4
4 Análisis de datos
En el presente apartado se procederá a presentar los resultados obtenidos del
análisis de datos, es decir que se encarga de mostrar cómo se comportaron las
variables estudiadas en la muestra de adolescentes de La Banda.
Para ello se utilizó un software estadístico para el análisis de los datos obtenidos,
se construyeron gráficos con el propósito de describir la edad, el año de cursado,
peso corporal en kilogramos, género, índice de distorsión corporal como así
también las conductas de riesgo alimentario del grupo de adolescentes.
A su vez se realizó un estudio comparativo de grupo con el fin de determinar si
existen diferencias estadísticamente significativas en el índice de distorsión de
la imagen corporal y en las conductas de riego alimentario entre los grupos de
adolescentes femeninos y masculinos. Para realizar la diferencia de medias se
utilizó la prueba estadística paramétrica t de Student dado que la distribución de
cada una de las variables en los grupos fue consistente con el modelo de
distribución normal.
Debido a que se trata de un estudio correlacional, se realizaron pruebas
estadísticas de correlación con el fin de determinar si existe relación
estadísticamente significativa entre el índice de distorsión de la imagen corporal
y las conductas de riesgo alimentario, para ello se utilizó la prueba estadística
Pearson (r).
La muestra estuvo compuesta por 156 alumnos, de los cuales el 62,2% fueron
mujeres (n=97) y el 37,8% restantes fueron hombres (n=59), con una distribución
de edades entre los 13 y 18 años. La media de edad de los estudiantes fue de
14,8 años y la desviación estándar de 1,42 (ver figura 2).
Respecto al peso de los alumnos el mismo oscilaba entre los 39 y los 116 kg con
una media de 58,01, siendo los pesos más frecuentes 45, 5 y 60 kg y los menos
frecuentes 39, 44, 46, 68, 73, 95 y 116 kg (ver tabla 15).
37,8…
62,20%
Masculino Femenino
63
Página
Tabla 16:
74 3 1,9
Página
75 7 4,5
80 2 1,3
87 1 ,6
90 2 1,3
95 1 ,6
105 2 1,3
116 1 ,6
Total 156 100,0
66
Página
Figura 5: Distribución de la muestra según el del índice de distorsión de la imagen corporal de acuerdo a
las puntuaciones obtenidas en el Test de la Silueta para Adolescentes
En este punto cabe aclarar que, según lo dicho por Maganto y Cruz (2008), los
valores de índice de distorsión iguales a -2 o 2 y a -3 o 3 implican un desajuste
perceptivo importante que necesitaría atención específica.
En base a lo mencionado anteriormente se podría determinar que el 55,8% de
los alumnos presentaron un ID mayor a -1 o 1 lo cual implicaría un desajuste
perceptivo que requiere atención específica.
Respecto a todo lo mencionado se podría confirmar la hipótesis planteada al
comienzo de la investigación la cual expresaba que los adolescentes
escolarizados presentan distorsión positiva y negativa de su imagen corporal.
67
Página
Para identificar las conductas de riesgo alimentario se utilizaron tres de las doce
subescalas del inventario de trastornos alimentarios (EDI, por sus siglas en
inglés) las cuales son: Deseo de adelgazar, Bulimia e Insatisfacción corporal ya
que las mismas evalúan las conductas específicas consideradas de riesgo, cabe
aclarar que dicho inventario no proporciona un diagnóstico de TCA, sino que
ofrece una medida comprensiva de la presencia de los síntomas clínicamente
relevantes en el marco de una evaluación de sujetos con TCA.
Estas subescalas presentan percentiles que van del 1 al 100 en donde se debe
tener en cuenta que a mayor nivel percentilar obtenido le corresponde mayor
presencia de la dimensión descripta.
En este punto cabe aclarar que no presentarían riesgo aquellos sujetos que
obtienen un percentil entre 1 y 49, en cambio sí presentarían riesgo sí obtienen
un percentil entre 50 y 100.
Respecto a la muestra se pudo observar que el 66,7% de los alumnos
presentaron riesgo en cuanto al deseo de adelgazar, se habla de riesgo ya que
implica la necesidad del sujeto de ser mucho más delgado o su temor a “ser
gordo”, se vincula principalmente a las preocupaciones por la dieta, el peso y el
temor a aumentar de peso (Casullo & Pérez, 2003), mientras que el 33,3%
restante no presentan riesgo en la dimensión antes mencionada (ver figura 5). 68
Página
33,30%
66,60%
35,30%
64,70%
69
41%
59%
Para llevar a cabo dicho objetivo se realizó la prueba t de Student para muestras
independientes la cual evalúa si dos grupos difieren entre sí de forma significativa
respecto a sus medias de una variable, en este caso las variables evaluadas
fueron las subescalas de riesgo alimentario (Deseo de adelgazar, Bulimia,
Insatisfacción corporal) y el Índice de distorsión corporal.
A partir de éste análisis se observa que existen diferencias estadísticamente
significativas (ver tabla 17) entre el género masculino y femenino respecto al
deseo de adelgazar (F= 8,268; p<0,05) y la insatisfacción corporal (F= 18,003;
P<0,01) a favor del grupo de género femenino de la muestra de adolescentes.
Al realizar las comparaciones correspondientes respecto a la media entre los
grupos masculino y femenino (ver tabla 17) en función de sus respuestas se
observa que las mujeres presentan valores más altos en las subescalas deseo
de adelgazar (M=10,37) e insatisfacción corporal (M=11,57); mientras que los
hombres presentan niveles más bajos en las subescalas deseo de adelgazar
(M=6,78) e insatisfacción corporal (M=7,02).
Por otro lado, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la
subescala bulimia (F= 3,595; P= ,060) y el índice de distorsión (F= ,012; P= ,913)
(ver tabla 1).
Tabla 17:
Medias muestrales de las conductas de riesgo alimentario e índice de distorsión
corporal para el grupo de adolescentes según la variable género
Tabla 18:
Diferencias en las conductas de riego alimentario e índice de distorsión corporal
según la variable género.
Prueba de Levene para Prueba t para la igualdad de
la igualdad de varianzas medias
F Sig. T Gl
72
Página
corporal
Página
CAPÍTULO 5
5. Conclusiones y Discusión
El objetivo de la presente investigación fue evaluar la posible relación entre el
índice de distorsión de la imagen corporal y el riesgo de padecer trastornos de la
conducta alimentaria en adolescentes escolarizados. El estudio hizo foco en esta
etapa del desarrollo ya que es donde los cambios físicos se producen de una
manera brusca, en donde el adolescente se encuentra preocupado por su
apariencia física e incluso se siente insatisfecho con su imagen corporal, además
se encuentra influenciado por diversos factores socioculturales que pueden
operar como desencadenantes de trastorno de la conducta alimentaria
(Carretero, 1985).
En base al análisis de datos precedentes se pueden determinar diversos
aspectos como así también la corroboración de algunas hipótesis y la refutación
de otras que fueron planteadas al comienzo del trabajo investigativo.
En primera instancia cabe destacar que más de la mitad de los alumnos
presentaron distorsión de su imagen corporal (77,5%) con predominio de
distorsión del tipo negativo (44,2%), es decir que percibían su imagen más
delgada que la que corresponde según su índice de masa corporal. El resultado
obtenido respecto a la distorsión corresponde con otros estudios realizados en
los cuales se arribó a la inferencia de que los adolescentes distorsionan respecto
a su imagen (Enríquez & Quintana, 2016; Kazarez, Vaquero & Esparza, 2017;
Ramos et al, 2003; Cruz & Maganto, 2003), pero dichas investigaciones no
corresponden con los resultados obtenidos respecto al tipo de distorsión, ya que
los mismas arribaron a la conclusión de que los adolescentes presentan
distorsión de la imagen corporal del tipo positivo, es decir que se ven más
gruesos de lo que son en realidad. Una posible hipótesis del por qué sucede esto
en los adolescentes podría ser debido al uso de las nuevas aplicaciones de
fotografías desarrolladas en los últimos tiempos, como ser el Snapchat, los filtros
de Instagram o los efectos mismos de las propias cámaras del teléfono; estas
74
que para los hombres se relaciona con el éxito laboral y la apariencia de fortaleza
Página
hacia un cuerpo musculado por lo que los hombres podrían percibir su cuerpo
Página
más delgado y con menos musculatura que lo que su índice de masa corporal
indica.
Por último, en cuanto a la existencia de una relación entre el índice de distorsión
de la imagen corporal y las conductas de riesgo alimentario, se llegó a la
conclusión, en base a los resultados obtenidos, de que no existe relación entre
la distorsión de la imagen corporal y el deseo de adelgazar, la bulimia e
insatisfacción corporal.
Los resultados que aquí se presentan no guardan concordancia con otros
estudios llevados a cabo como ser un estudio realizado en Venezuela donde se
concluye que las mujeres que perciben su peso como superior al real presentan
mayor riesgo de padecer un trastorno alimenticio (López, Molina & Rojas, 2008).
Por otro lado, en una investigación acerca de las actitudes alimenticias y los
comportamientos alimentarios anómalos, distorsión de su imagen corporal e
insatisfacción con la misma podrían incluirse dentro del grupo con riesgos de
padecer trastornos alimenticios (Merino, Pombo & Godáz., 2001). En Perú se
realizó una investigación respecto percepción de la imagen corporal y trastorno
de conducta alimentaria en adolescentes de 3° y 4° de secundaria en donde se
estableció que existe una relación estadísticamente significativa entre la
percepción de la imagen corporal y los trastornos de conducta alimentaria
(Condori, 2017). Cruz y Maganto (2003) dirán respecto a la distorsión que a
medida que ésta incrementa se observa a su vez un incremento en la puntuación
de las escalas del EDI-2.
En Argentina, por otra parte, se realizó un estudio sobre la percepción de la
imagen corporal y las conductas alimentarias de riesgo en bailarinas de danzas
clásicas, en el mismo se concluyó que ambas variables resultan independientes
entre sí. Los autores determinaron que éstas variables si bien resultan
independientes y no se manifiestan de forma simultánea en el tiempo, una podría
conducir a la otra (Paredes, Nessier & Gonzalez, 2011).
Surgieron diversas hipótesis en base a los resultados obtenidos en la presente
investigación, una de ellas es que esto se podría deber a que, como se resalta
al comienzo del apartado, hubo un mayor porcentaje de sujetos que presentaron
78
un índice de distorsión negativo, por lo que se podría pensar que si una persona
Página
81
Página
CAPÍTULO 6
82
Página
CAPÍTULO 7
83
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90
Página
9Anexo
Lucas.
Introducción
que firme y feche este consentimiento y se le entregara una copia del mismo.
91
Página
Objetivo de la investigación
92
Página
escolarizados de La Banda”.
93
Página
S / D
De mi mayor consideración:
imagen corporal y cuáles son las conductas de riego alimentario asociadas a los
estudiantes de su institución.
resultados y el uso que se hará de ellos, como así también quienes tendrán acceso a
importancia ya que de ellos depende el éxito del proyecto per, además, dada la
tratamientos concretos para la población que padece o está en riesgo de sufrir algún
atentamente.
95
Página
Edad:
Curso:
actitudes y comportamientos. Indica, con una cruz (X) de acuerdo con la frecuencia
con que para vos te sucede lo que dice. No hay respuestas correctas o incorrectas.
comer
demás
Página
sentimientos
explicar
Siempre Casi A Algunas Casi Nunca
siempre menudo veces Nunca
problemas
77 Me es imposible sacar de mi cabeza
ciertos pensamientos extraños
78 Comer por placer es un signo de
debilidad
79 Suelo tener ataques de rabia
80 Creo que la gente me da el
reconocimiento que merezco
81 Tengo que cuidarme de mi tendencia a
consumir alcohol
Siempre Casi A Algunas Casi Nunca
siempre menudo veces nunca
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