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Señor (a)

JUEZ PROMISCUO DE FAMILIA DE MELGAR (Tol.) CON


FUNCIONES DE JUEZ CONSTITUCIONAL

E. S. D.

Referencia: ACCIÓN CONSTITUCIONAL DE


TUTELA
Accionante: YEIMMY FAISULY SARQUIS
RIVERA en Representación su menor hija SARA
VALENTINA CRUZ SARQUIS
Accionado: EPS FAMISANAR SAS, identificada con
NIT. 830.003.564

YEIMMY FAISULY SARQUIS RIVERA, mayor de edad


identificada con C.C. N° 1.106.891.061 de San Jose del Guaviare, vecina de esta localidad,
domiciliada y residente en la Calle 10ª # 28-19 Barrio “Galán” del Municipio de Melgar
(Tol), actuando como agente oficiosa de mi menor hija SARA VALENTINA CRUZ
SARQUIS, identificada con T.I. 1.070.612.878 haciendo uso del derecho consagrado en el
artículo 86 de la Constitución Política de Colombia, reglamentado por el decreto 2591 de
1991; respetuosamente me permito interponer ante usted Acción Constitucional de Tutela
en contra de la EPS FAMISANAR SAS, identificada con NIT. 830.003.564 a fin de
solicitar sean amparados los Derechos Fundamentales de mi hija A LA SALUD Y A LA
VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, A RECIBIR PROTECCIÓN DEL ESTADO, A
LA SEGURIDAD SOCIAL COMO DERECHO Y DEBER, A LA IGUALDAD y
demás derechos conexos que fueron cercenados por accionada al NEGAR el suministro de
“…Silla de ruedas para niño neurológica, marco plegable, con sistema de crecimiento,
liviana, espaldar firme a nivel de hombros acolchado, soporte cefálico graduable en altura,
sistema de reclinamiento y basculamiento, escualizable, soportes laterales de tronco,
graduables en altura profundidad y removibles, izquierdo a nivel de T10, pechera en
mariposa, asisto firme con cojín convencional con barra preisquial soportes laterales de
muslo y cojin abductor removible, cinturón pélvico en 4 puntos, apoyabrazos removibles
ajustables en altura, apoyapiés bidodalicos ajustables en altura removibles, banda tibial
posterior, mesa de trabajo transparente, frenos para ser activados por terceros, llantas
traseras de 14 pulgadas y delanteras de 6 1 1 / 2 pulgadas N° 1 (uno) y Silla de baño, en
estructura que resista contacto con fluidos, plegable en tres planos, a la medida del paciente
con ángulos de inclinación de cadera graduables, enmallado plástico, con base media y
graduable en altura, con correare de seguridad torácica, pélvica y en muslos cantidad (uno)
…”, elementos que fueron ordenados por la Junta de Medicina Física y Rehabilitación en
fecha del pasado siete (7) de noviembre de 2019 y que ha sido negado por la accionada
conforme los siguientes:

Fundamentos Facticos
I. Mi hija en condición de discapacidad presenta un diagnóstico de parálisis
cerebral y encefalitis autoinmune, esta enfermedad cronica degenerativa y de
alto costo implica una afectación a su sistema nervioso central y una
disminución de su bienestar y calidad de vida.
II. Conforme con el avance de la citada patología, en pasada fecha del siete (7) de
noviembre, reunidos los galenos Paula Andrea Suarez especialista en Fisiatría,
María Fernanda Camacho Fisioterapeuta y Francisco Luis Zuluaga Osorio
Licenciado Ortosista Protesista, emitieron el siguiente concepto “… Paciente
con diagnósticos anotados requiere sistema de movilidad y posicionamiento
adecuado para favorecer traslados y prevenir deformidades, el no uso de estos
dispositivos ea en contra d ela salud y el bienestar de la paciente…” ordenando
en consecuencia lo siguiente “…una (1) Silla de ruedas para niño
neurológica, marco plegable, con sistema de crecimiento, liviana, espaldar firme
a nivel de hombros acolchado, soporte cefálico graduable en altura, sistema de
reclinamiento y basculamiento, escualizable, soportes laterales de tronco,
graduables en altura profundidad y removibles, izquierdo a nivel de T10,
pechera en mariposa, asisto firme con cojín convencional con barra preisquial
soportes laterales de muslo y cojín abductor removible, cinturón pélvico en 4
puntos, apoyabrazos removibles ajustables en altura, apoyapiés bidodalicos
ajustables en altura removibles, banda tibial posterior, mesa de trabajo
transparente, frenos para ser activados por terceros, llantas traseras de 14
pulgadas y delanteras de 6 1 1 / 2 pulgadas N° 1 (uno) y una (1) Silla de
baño, en estructura que resista contacto con fluidos, plegable en tres planos, a
la medida del paciente con ángulos de inclinación de cadera graduables,
enmallado plástico, con base media y graduable en altura, con correare de
seguridad torácica, pélvica y en muslos cantidad (uno)…”, tal como se acredita
con la historia clínica del 7/11/2019 aportada como prueba.
III. Pese a existir dichas ordenes médicas, los elementos necesarios para que mi hija
pueda desarrollarse honradamente, y hacer un poco menos indigna su situación
patológica, que corresponden a una (1) Silla de ruedas y una (1) Silla de
baño, no han sido suministrados por la empresa prestadora del servicio de salud
FAMISANAR SAS siendo necesario para ello haber radicado Derecho de
Petición el pasado 26 de noviembre de 2019.
IV. En respuesta al derecho de petición invocado, el pasado dos (2) de diciembre de
2019 la acciona contesto lo siguiente:

“….Frente a su petición de suministro de silla de ruedas y silla de baño para la menor Sara
Valentina Cruz Sarquis TI 1070612878, se informa que estas no se encuentra incluidas en el
Plan de Beneficios de Salud según lo contemplado en el Parágrafo 2 del articulo 59 de la
Resolución 5857 de 2018, del Ministerio de Salud y Protección Social…”

V. Frente a la negativa emitida por la accionada, considero que mi hija en un


Estado Social de Derecho merece el tratamiento integral de los padecimientos
que actualmente sufre, pues una conducta así asumida, no puede interpretarse de
manera distinta a una fragrante omisión que va en detrimento de la salud de mi
hija, que afecta su calidad de vida, motivo por el cual instauro esta Acción
Constitucional de Tutela considerando que su prosperidad es de fácil acierto.
VI. A pesar de las órdenes impartidas por los galenos, y por los requerimientos
realizados a la entidad prestadora de salud no atiende, resuelve, soluciona o
inicia las acciones correspondientes a tomar las medidas necesarias para la
salvaguarda y protecciones de los Derechos Fundamentales de mi prohijada A
LA SALUD Y A LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, A RECIBIR
PROTECCIÓN DEL ESTADO, A LA SEGURIDAD SOCIAL COMO
DERECHO Y DEBER, A LA IGUALDAD, más aun si se tiene que mi hija es
una persona o sujeto especial de protección por la condición de ser menor de
edad tal como lo prescribe
VII. La inobservancia de las ordenes médicas y formulas medicas ambulatorias por
parte de la prestadora de salud FAMISANAR EPS, han logrado colocar a mi
hija en un estado peor de deterioro, situación misma que habría podido evitarse
o solventarse si la Institución aquí accionada, hubiese procurado la salvaguarda
y protección de los Derechos Fundamentales de mi hija.
VIII. Bien ha de decirse, e iterarse que las patologías y padecimientos que sufre mi
hija a ojos de cualquier ser humano requiere con urgencia el suministro de los
elementos ordenados para lograr la dignificación de su actual estado humano.
IX. La ocurrencia de los hechos aquí descritos y esbozados se encuentran
acreditados con documental arrimada.
X. Expondré a continuación los siguientes:

ARGUMENTOS JURIDICOS Y JURISPRUDENCIALES

ESTUDIO DEL CUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS GENERAL PARA LA


PRESENTE ACCION CONSTITUCIONAL DE TUTELA

INMEDIATEZ

Requisito que se cumple a cabalidad, pues a la fecha de la presentación de la acción constitucional,


ha transcurrido poco mas de un mes, desde el momento en el que se ordeno la entrega de los
elementos correspondientes a una (1) Silla de ruedas para niño neurológica y una (1) Silla de
baño, teniéndose como norte la fecha siete (7) de noviembre de 2019.

SUBSIDIARIEDAD

Si bien la ley 1122 de 2007 (modificada por la Ley 1438 de 2011) estableció un mecanismo
jurisdiccional en cabeza de la Superintendencia Nacional de Salud para resolver controversias
relativas a procedimientos, intervenciones, medicamentos, entre otros, no menos es cierto, que
dicha situación ha sido aclara en el sentido que se ha reiterado que el mencionado mecanismo, “…
si bien puede llegar a ser idóneo para revertir la situación vulneradora de derechos, es ineficaz
debido a las múltiples deficiencias que presenta.

Al respecto, la sentencia T-439 de 2018 refirió:

“la estructura de su procedimiento tiene falencias graves que han desvirtuado su idoneidad y
eficacia, tales como: “(i) La inexistencia de un término dentro del cual las Salas Laborales de los
Tribunales Superiores de los Distritos Judiciales deban resolver las impugnaciones formuladas en
contra de las decisiones emitidas por la Superintendencia Nacional de Salud. (ii) La imposibilidad
de obtener [el] acatamiento de lo ordenado. (iii) El incumplimiento del término legal para proferir
sus fallos. (iv) La carencia de sedes o dependencias de la Superintendencia Nacional de Salud en el
territorio del país.”

Ahora al realizar el análisis de idoneidad y eficacia de que trata y aclara la sentencia SU-124 de
2018 “…indicó que del mecanismo bajo estudio debe realizarse “siempre a partir de las
circunstancias que rodean el caso concreto”, con el fin de verificar escenarios en los cuales se torna
procedente la acción de tutela, entre las cuales se encuentran: “(i) la calidad de sujetos de especial
protección de quienes solicitan el amparo; (ii) la gravedad del riesgo para la salud o la vida digna de
los afectados; y (iii) las condiciones de debilidad manifiesta de los solicitantes…”

Lo anterior permite colegir que de acuerdo a senda jurisprudencia, el Mecanismo Constitucional de


Tutela para el caso en concreto tiene magna aplicación, puesto que la obtención de los elementos
una (1) Silla de ruedas para niño neurológica y una (1) Silla de baño, con las especificaciones
debidamente transcritas, se torna de vital necesidad para la salvaguarda de los derechos
constitucionales A LA SALUD Y A LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, A
RECIBIR PROTECCIÓN DEL ESTADO, A LA SEGURIDAD SOCIAL COMO
DERECHO Y DEBER, A LA IGUALDAD de la menor de edad SARA VALENTINA
CRUZ SARQUIS.

A continuación me permito transcribir la Senda Jurisprudencia que rodea al caso en concreto, pues
es un asunto que hace línea jurisprudencial en la Alta Corporación Constitucional, permitiéndome
para ello transcribir solo un aparte de la sentencia T-239 de 2019 La garantía efectiva del derecho
fundamental a la salud y los principios de accesibilidad e integralidad

El derecho fundamental a la salud es “la facultad que tiene todo ser humano de mantener la
normalidad orgánica funcional, tanto física como en el plano de la operatividad mental, y de
restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser”.
Tal garantía es indispensable para el ejercicio de otros derechos fundamentales y una vida en
condiciones de dignidad.

Justamente, su estrecha relación con la dignidad humana, en tanto principio universal de respeto a
toda persona, determina su carácter fundamental y justiciable en el ámbito internacional, así como
en el ordenamiento constitucional colombiano.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) establece al


respecto que los Estados Parte “reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel
posible de salud física y mental” y, en consecuencia, tienen el deber de “la reducción de la
mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños (…) la creación de
condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad”.

De manera semejante, la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 24, reconoce “el
derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de
las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que
ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios. Los Estados Partes
asegurarán la plena aplicación de este derecho”.

Todos estos aspectos son reconocidos por la Constitución Política colombiana, al establecer que la
atención en salud es una responsabilidad a cargo del Estado y que “se garantiza a todas las personas
el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud” (art. 49).
Adicionalmente, dispone que en el caso de los niños esta garantía prevalece sobre los derechos de
los demás (art. 44).

Sobre este último punto, se destaca que el ordenamiento internacional y nacional brinda una
salvaguarda reforzada a la salud de los niños, en tanto presente y futuro de la humanidad. Aspecto
que se relaciona con su necesidad de protección por parte de la familia, la sociedad y el Estado.

Por su parte, la Ley Estatutaria de Salud, Ley 1751 de 2015, reconoce el derecho a la salud como
fundamental, autónomo e irrenunciable, comprendiendo “el acceso a los servicios de salud de
manera oportuna, eficaz y con calidad para la preservación, el mejoramiento y la promoción de la
salud”.

En este sentido, el artículo 6° de dicha ley establece la accesibilidad como uno de los elementos
esenciales del derecho a la salud, por lo que “los servicios y tecnologías de salud deben ser
accesibles a todos, en condiciones de igualdad, dentro del respeto a las especificidades de los
diversos grupos vulnerables y al pluralismo cultural”.

La Corte Constitucional también ha destacado el principio de integralidad como una de las bases de
la prestación efectiva del servicio de salud, en tanto exige la adopción de todas las medidas que
resulten necesarias para brindar un tratamiento que mejore las condiciones de bienestar y calidad de
vida del paciente. De manera que los usuarios tienen derecho a recibir una atención y tratamiento
completos, sin que estos puedan fraccionarse por razones administrativas y/o financieras.

Al respecto, la Ley Estatutaria de Salud dispone en su artículo 8° que: “Los servicios y tecnologías
de salud deberán ser suministrados de manera completa para prevenir, paliar o curar la enfermedad,
con independencia del origen de la enfermedad o condición de salud, del sistema de provisión,
cubrimiento o financiación definido por el legislador. No podrá fragmentarse la responsabilidad en
la prestación de un servicio de salud específico en desmedro de la salud del usuario”.

5. La prohibición de anteponer barreras administrativas para la prestación del servicio de salud y las
reglas relativas a la entrega de silla de ruedas en el marco de la acción de tutela

En relación con los principios abordados anteriormente, la jurisprudencia constitucional ha indicado


que la prestación efectiva y eficiente del servicio de salud no puede interrumpirse o fraccionarse
con base en barreras administrativas que deban adelantar las entidades prestadoras de salud y/o
conflictos entre los distintos organismos que componen el Sistema General de Seguridad Social en
Salud.

Es así, como la sentencia T-405 de 2017 indicó sobre este tema que: “la negligencia de las entidades
encargadas de la prestación de un servicio de salud a causa de trámites administrativos, incluso los
derivados de las controversias económicas entre aseguradores y prestadores, no puede ser trasladada
a los usuarios por cuanto ello conculca gravemente sus derechos, al tiempo que puede agravar su
condición física, psicológica e, incluso, poner en riesgo su propia vida. De ahí que la atención
médica debe surtirse de manera oportuna, eficiente y con calidad, de conformidad con los principios
de integralidad y continuidad, sin que sea constitucionalmente válido que los trámites internos entre
EPS e IPS sean imputables para suspender el servicio”.

En consecuencia, las EPS no pueden aducir dificultades administrativas o de trámite para suspender
o negar servicios de salud requeridos por los pacientes, menos aún, cuando se trata de personas que
se encuentran en estado de vulnerabilidad y/o revisten las calidades de sujeto de especial protección
constitucional.

Como ejemplo de ello, esta Corporación ha enfatizado en varias ocasiones que si un profesional de
la salud determinó que un paciente necesita la realización de algún procedimiento o la entrega de un
medicamento o insumo, las EPS tienen el deber de proveérselo, sin importar si están incluidos en el
Plan de Beneficios en Salud (PBS) con cargo a la Unidad de Pago por Capitación (UPC).

En el caso de las sillas de ruedas, se encuentra que la Resolución 5857 de 2018[47], en su artículo
59, parágrafo 2°, dispuso que “no se cubren con cargo a la UPC sillas de ruedas, plantillas y zapatos
ortopédicos”. Sin embargo, esto no quiere decir que se trate de instrumentos excluidos del PBS,
pues estos se encuentran listados en la Resolución 244 de 2019 y ésta omite referencia alguna a las
sillas de ruedas.

Además, se destaca que de ninguna manera se trata de elementos “que tengan como finalidad
principal un propósito cosmético o suntuario no relacionado con la recuperación o mantenimiento
de la capacidad funcional o vital de las personas”, tal como reza uno de los criterios de exclusión
establecidos en el artículo 15 de la Ley 1751 de 2015.

Tampoco puede aducirse que su cobertura corresponde a programas de integración social que
adelantan los entes territoriales para personas con discapacidad, pues su entrega no tiene como fin
promover que todos tengan las mismas oportunidades para participar, relacionarse y disfrutar de un
bien, servicio o ambiente, sin ninguna limitación por razones de discapacidad, como lo refiere la
Ley Estatutaria 1618 de 2013, por la cual se garantizan los derechos de esta población.

En contraste, la Corte considera que la entrega de sillas de ruedas prescritas por razones médicas,
tiene como fin menguar las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentra una persona debido a
una determinada afectación de salud, lo cual busca permitir que el paciente pueda tener una vida en
condiciones de dignidad humana, eje y fundamento de los derechos humanos, del Estado
colombiano y, claramente, del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

De esta manera, la Corte enfatiza que las sillas de ruedas sí hacen parte de los insumos que deben
ser cubiertos por el sistema de salud, sin embargo no son financiados con cargo a la UPC, sino que
deben ser pagados por la EPS y después recobrados a la Administradora de los Recursos del
Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES).

Dicho procedimiento se encuentra regulado en la Resolución 1885 de 2018, “Por la cual se


establece el procedimiento de acceso, reporte de prescripción, suministro, verificación, control,
pago y análisis de la información de tecnologías en salud no financiadas con recursos de la UPC, de
servicios complementarios y se dictan otras disposiciones”.

Al respecto, la reciente sentencia T-464 de 2018 explicó, en un caso semejante, que la prestación de
servicios de salud y/o entrega de medicamentos o insumos debe analizarse con base en tres
posibilidades:

“i. Que se encuentren incluidos en el PBS con cargo a la UPC, en cuyo caso, al ser prescritos,
deben ser suministrados por la EPS y financiados por la UPC;ii. Que no estén expresamente
incluidos en el PBS con cargo a la UPC o que, a pesar de estarlo en el PBS, no sean financiados
por la UPC. En este evento, se deberá adelantar el procedimiento previsto por la Resolución 1885
de 2018 para su suministro y para que la EPS solicite el recobro a la ADRES. Adicionalmente, en
caso de ser reclamados en sede de tutela, el juez constitucional debe verificar el cumplimiento de
los requisitos decantados por la jurisprudencia de esta Corporación para ordenar su autorización;
o iii. Que se encuentren excluidos expresamente del Plan de Beneficios en Salud, como
consecuencia del procedimiento de exclusión previsto por la Resolución 330 de 2017.”

Como puede evidenciarse, las sillas de ruedas se enmarcan en el segundo escenario y, por lo tanto,
las EPS deben entregarlas sin anteponer barreras administrativas a los pacientes y surtiendo el
procedimiento establecido en la Resolución 1885 de 2018 para solicitar el respectivo recobro a la
ADRES.

Además, si se reclama dicho instrumento por medio de acción de tutela, la sentencia mencionada
refiere que: “de acuerdo con las reglas decantadas por la jurisprudencia constitucional para los
insumos y servicios incluidos en el PBS, las sillas de ruedas deben ser suministradas por las EPS
cuando hayan sido ordenadas por un médico adscrito a la EPS”.

Sobre este punto, las sentencias T-032, T-464, T-491 de 2018 y T-014 de 2017, entre otras, reiteran
que la ausencia de inclusiones explícitas de algún instrumento o ayuda técnica en el Plan Básico de
Salud (PBS) no puede ser una barrera administrativa para que las EPS procedan a su entrega.

De manera que, si se incumple esta obligación, es el juez de tutela quien debe intervenir a efectos de
salvaguardar los derechos fundamentales bajo amenaza, para lo cual debe verificar el cumplimiento
de los siguientes requisitos:

“i. La falta del servicio médico vulnera o amenaza los derechos a la vida o a la integridad
personal de quien lo requiere;

ii. El servicio no puede ser sustituido por otro que se encuentre incluido en el Plan de
Beneficios en Salud;

iii. Ni el interesado ni su núcleo familiar pueden costear las sumas que la entidad encargada
de garantizar la prestación del servicio se encuentra autorizada a cobrar y no puede acceder
al servicio por otro plan distinto que lo beneficie; y

iv. El servicio médico ha sido ordenado por un médico adscrito a la entidad encargada de
garantizar la prestación del servicio a quien lo solicita, o se puede deducir razonablemente
que la persona requiere dicho servicio”.

También se destaca que, esta Corporación ha ordenado la entrega de sillas de ruedas a niños que
padecen parálisis cerebral o han sufrido algún tipo de accidente cerebro vascular, incluso si estos
instrumentos no han sido prescritos por el médico tratante. Lo anterior, tuvo sustento en que la
gravedad de los casos hacía evidente su necesidad para garantizar el derecho a la salud y a la vida
en condiciones dignas de los menores.

Los servicios esenciales para sobrellevar un padecimiento y garantizar una vida en


condiciones dignas. Reiteración de jurisprudencia

En virtud del principio de integralidad del servicio de salud, la Corte Constitucional ha sido enfática
en señalar que el tratamiento que debe proporcionársele al enfermo no se reduce a obtener la
curación. Este, debe estar encaminado a superar todas las afecciones que pongan en peligro la vida,
la integridad y la dignidad de la persona, por tal razón, se deben orientar los esfuerzos para que, de
manera pronta, efectiva y eficaz reciba los cuidados médicos tendientes a proporcionarle el mayor
bienestar posible.

Al respecto, en Sentencia T-617 de 2000, esta Corporación manifestó:

“En este orden de ideas, el desconocimiento del derecho a la salud no se circunscribe


únicamente a la constatación del peligro inminente de muerte, dado que su ámbito de
protección se extiende a la prevención o solución de eventos en los cuales el contenido
conceptual básico de los derechos fundamentales involucrados puede verse afectado, de
esta forma, no solo el mantenimiento de la vida, previsto en el artículo 11 de la
Constitución política, se protege como fundamental, sino la materialización del derecho a
la existencia en condiciones dignas”.

De la misma manera, este tribunal constitucional mediante Sentencia T-224 de 1997, reiteró que:
“el ser humano necesita mantener ciertos niveles de salud para sobrevivir y desempeñarse, de modo
que cuando se presentan anomalías en la salud, aun cuando no tengan el carácter de enfermedad,
pero que afecten esos niveles y se ponga en peligro la dignidad personal, el paciente tiene derecho a
abrigar esperanzas de recuperación, a procurar el alivio a sus dolencias y a buscar la posibilidad de
una vida que pueda llevarse con dignidad”.

Lo anterior, obedece a que la enfermedad no solo debe tratarse desde el punto de vista médico sino
desde una perspectiva integral, que abarca todos los elementos y tratamientos necesarios para
optimizar las habilidades funcionales, mentales y sociales del paciente.

De esa manera, en aquellos casos en los que científicamente no se pueda obtener la recuperación del
estado de salud del paciente por el complejo cuadro clínico que presenta, se debe propugnar, por
todos los medios, a garantizar el nivel de vida más óptimo a través de la totalidad de los elementos y
tratamientos que se encuentren disponibles, pues con ocasión de sus enfermedades son fácilmente
expuestos a afrontar situaciones que atentan contra su dignidad humana, los cuales, aunque no
persigan el completo y eficaz restablecimiento del paciente, sí resultan paliativos para sus difíciles
condiciones, pues por medio de ellos se les brinda una calidad de vida con un mínimo de dignidad.

En ese sentido, el artículo 8 de la Ley 1751 de 2015, Estatutaria de Salud, estableció que los
servicios y tecnologías de salud deberán ser suministrados de manera completa para prevenir, paliar
o curar la enfermedad, con independencia del origen de la enfermedad o condición de salud, del
sistema de provisión, cubrimiento o financiación definido por el legislador. Así, en caso de existir
duda sobre el alcance de un servicio o tecnología de salud cubierto por el Estado, se entenderá que
este comprende todos los elementos esenciales para lograr su objetivo médico respecto de la
necesidad específica de salud diagnosticada.

Conforme a lo expuesto, resulta claro que se deben suministrar todos los implementos, accesorios,
servicios, insumos y tratamientos que requiera el paciente, cuando por su insolvencia económica no
pueda asumir su costo y con su falta, se vea expuesto a afrontar, además de sus complejas
enfermedades, una serie de situaciones que atentan contra su dignidad humana. Una actuación
contraria desconoce los postulados constitucionales y los pronunciamientos de esta Corte en los que
se ha indicado que no se debe prestar un servicio que permita la mera existencia de la persona, sino
que, además, le asegure unas condiciones de dignidad a pesar de sus irreversibles padecimientos.

Precisamente, en la Sentencia T-899 de 2002, la Corte señaló:

“(…) En segundo lugar, porque el derecho a la vida, como lo ha establecido esta Corporación
implica el reconocimiento de la dignidad humana, es decir, no se trata de la mera existencia, sino de
una existencia digna, en la cual se garanticen las condiciones que le permitan al ser humano
desarrollar en la medida de lo posible sus facultades.”

Así las cosas, si a las personas que tienen aminoradas sus condiciones de salud no se les
salvaguarda su estado bajo unas condiciones tolerables que permitan su subsistencia en forma
digna, entonces se les vulneran sus derechos fundamentales, pues no basta que se asuma y se les
brinde una prestación de manera simple, sino que esta debe estar encaminada a asegurar, en todo
momento, la dignidad de la persona, razón por la cual no es válido que una empresa prestadora del
servicio de salud niegue la autorización y el acceso a un tratamiento, procedimiento, servicio,
terapia o cualquier otra prestación requerida para, por lo menos, paliar los efectos de la enfermedad.

EL CASO EN CONCRETO
En el caso en sub examine podrá manifiestamente el Dictador de Justicia observar el cuadro
clínico de mi menor hija SARA VALENTINA CRUZ SARQUIS, mismo que demuestra el grave
y delicado estado de salud, observara claramente las recomendaciones, y elementos esenciales
otorgados por los especialistas para el adecuada e integral cuidado que detenta mi hija.

Que de acuerdo a lo expuesto por la Alta Corte Constitucional, el Juez Constitucional está
llamado a velar, proteger y garantizar los Derechos Fundamentales de mi procurada, por su
condición de sujeto especial de protección, por su grave cuadro clínico, por la incapacidad de sus
parientes para solventar los innumerables gastos y poderse así brindar una calidad de vida digna,
unas condiciones propias de un Ser Humano en un Estado Social de Derecho.

DERECHOS CUYA PROTECCIÓN SE DEMANDA


Constitucionales:

Artículos 1, 11, 13, 41, 48, 49, 116, de la Constitución Política Nacional.

Legales:

Ley 100 de 1993

PETICIONES
Con fundamento en los hechos relacionados, y los argumentos esbozados solicito al Juez de Tutela
disponer y ordenar a la parte accionada y a favor de mi procurada lo siguiente:

I) Tutelar los Derechos Fundamentales de mi hija a la A LA SALUD Y A LA VIDA


EN CONDICIONES DIGNAS, A RECIBIR PROTECCIÓN DEL
ESTADO, A LA SEGURIDAD SOCIAL COMO DERECHO Y DEBER, A
LA IGUALDAD, y demás derechos conexos que fueron conculcados por la
accionada al al NEGAR el suministro de “…Silla de ruedas para niño
neurológica, marco plegable, con sistema de crecimiento, liviana, espaldar firme
a nivel de hombros acolchado, soporte cefálico graduable en altura, sistema de
reclinamiento y basculamiento, escualizable, soportes laterales de tronco,
graduables en altura profundidad y removibles, izquierdo a nivel de T10,
pechera en mariposa, asisto firme con cojín convencional con barra preisquial
soportes laterales de muslo y cojin abductor removible, cinturón pélvico en 4
puntos, apoyabrazos removibles ajustables en altura, apoyapiés bidodalicos
ajustables en altura removibles, banda tibial posterior, mesa de trabajo
transparente, frenos para ser activados por terceros, llantas traseras de 14
pulgadas y delanteras de 6 1 1 / 2 pulgadas N° 1 (uno) y Silla de baño, en
estructura que resista contacto con fluidos, plegable en tres planos, a la medida
del paciente con ángulos de inclinación de cadera graduables, enmallado
plástico, con base media y graduable en altura, con correare de seguridad
torácica, pélvica y en muslos cantidad (uno)…”.
II) Consecuencia de la anterior petición se sirva ordenar a la accionada EPS
FAMISANAR SAS, identificada con NIT. 830.003.564 en la menor brevedad
posible otorgue los elementos necesarios una (1) Silla de ruedas para niño
neurológica y una (1) Silla de baño, establecidos ya por los especialistas galenos,
tal y como se han descrito en el sustento factico de la presente Acción Constitucional.
III) Oficiar a la Superintendencia Nacional de Salud , para que en el ejercicio
de sus facultades se manifieste e intervenga en el caso en concreto.
IV) En caso de continuar la desobediencia a la decisión de Tutela, se abra cuaderno de
cumplimiento al fallo y de desacato.
V) Se vinculen a los terceros que considere el despacho de Tutela, para evitar nulidades en
el trámite de la acción de Tutela.

MEDIDA PROVISIONALE DE CARÁCTER ESPECIAL


De acuerdo a lo preceptuado por el artículo 7 del Decreto 2591 de 1991, que me permito
transcribir:

ARTICULO 7o. MEDIDAS PROVISIONALES PARA PROTEGER UN DERECHO.

Desde la presentación de la solicitud, cuando el juez expresamente lo considere necesario y


urgente para proteger el derecho, suspenderá la aplicación del acto concreto que lo amenace o
vulnere.

Sin embargo, a petición de parte o de oficio, se podrá disponer la ejecución o la


continuidad de la ejecución, para evitar perjuicios ciertos e inminentes al interés público. En
todo caso el juez podrá ordenar lo que considere procedente para proteger los derechos y no hacer
ilusorio el efecto de un eventual fallo a favor del solicitante.

La suspensión de la aplicación se notificará inmediatamente a aquél contra quien se hubiere


hecho la solicitud por el medio más expedito posible.

El juez también podrá, de oficio o a petición de parte, dictar cualquier medida de


conservación o seguridad encaminada a proteger el derecho o a evitar que se produzcan otros daños
como consecuencia de los hechos realizados, todo de conformidad con las circunstancias del caso.

El juez podrá, de oficio o a petición de parte, por resolución debidamente fundada, hacer cesar en
cualquier momento la autorización de ejecución o las otras medidas cautelares que hubiere dictado.”

La H. Corte Constitucional, con relación a la medida provisional ha expresado:

“(...)

Procede el decreto de medidas provisionales frente a las siguientes hipótesis: (i) cuando éstas
resultan necesarias para evitar que la amenaza contra el derecho fundamental se concrete en una
vulneración o; (ii) cuando, constatada la ocurrencia de una violación, sea imperioso precaver su
agravación”.

Igualmente a través de auto A207 de 2012, la H. Corte Constitucional manifestó:

“La medida provisional de suspensión de un acto concreto que presuntamente amenaza o vulnera
un derecho fundamental, pretende evitar que la amenaza al derecho se convierta en violación
o que la violación del derecho produzca un daño más gravoso que haga que el fallo de tutela
carezca de eficacia en caso de ser amparable el derecho.

Como su nombre lo indica, la medida es provisional mientras se emite el fallo de tutela, lo cual
significa que la medida es independiente de la decisión final.

El juez de tutela podrá adoptar la medida provisional que considere pertinente para proteger el
derecho, cuando expresamente lo considere necesario y urgente. Esta es una decisión
discrecional que debe ser “razonada, sopesada y proporcionada a la situación planteada”.

Las medidas provisionales buscan evitar que la amenaza contra el derecho fundamental se
convierta en violación o, habiéndose constatado la existencia de una violación, ésta se torne más
gravosa y las mismas pueden ser adoptadas durante el trámite del proceso o en la sentencia, toda
vez que “únicamente durante el trámite o al momento de dictar la sentencia, se puede apreciar la
urgencia y necesidad de la medida”.

Para que la medida cautelar proceda debe estar acreditado el perjuicio irremediable que se
causaría si no se adopta la medida provisional, mismo que a voces de la H. Corte Constitucional
se caracteriza por ser un perjuicio (i) inminente, es decir, por estar próximo a ocurrir; (ii)
grave, por dañar o menoscabar material o moralmente el haber jurídico de la persona en un grado
relevante; (iii) que requiera medidas urgentes para conjurarlo; y (iv) que la acción de tutela
sea impostergable a fin de garantizar el adecuado restablecimiento del orden social justo en
toda su integridad.

En este orden de ideas, y aplicando los preceptos normativos antes anotados al caso concreto,
advertirá el suscrito al Juez Constitucional de Conocimiento que para el caso sub examine con los
padecimientos y patologías sufridos por mi hij, se deduce inequívocamente que no brindarse la
protección en las próximas 48 horas se estaría en las inmediaciones de causarse un perjuicio
irremediable cual es la el deterioro y/o cuadro de complicaciones que podría presentar mi menor
hija, aunado a lo anterior ha de señalarse como iteradamente se ha hecho la condición de sujeto
especial de protección al contar con tan solo siete (7) años de edad que hace necesario además las
medidas urgentes para solventar la grave condición a la que ha sido puesta mi prohijada, elementos
esenciales que como madre y junto con mi hogar no podemos cubrir, por nuestra imposibilidad
económica es por esto que se constituye esta Acción Constitucional en una acción impostergable a
fin de garantizar el adecuado restablecimiento del estado de salud de mi hija para otorgarle las
condiciones necesarias que detenten una mejora en su calidad de vida, para la realización de su ser
como ciudadana perteneciente a este Estado Social de Derecho.
PRUEBAS
Con el fin de establecer la vulneración de mi derecho constitucional fundamental reclamado,
solicito señor Magistrado tener en cuenta las siguientes pruebas:

I) Copia de la cédula de ciudadanía de YEIMMY FAISULY SARQUIS RIVERA,


II) Copia del registro civil de nacimiento de la menor SARA VALENTINA CRUZ
SARQUIS.
III) Copia de la T.I. de la menor SARA VALENTINA CRUZ SARQUIS.
IV) Copia de la historia clínica de SARA VALENTINA CRUZ SARQUIS por parte de
FAMISANAR EPS.
V) Copia de la historia clínica de SARA VALENTINA CRUZ SARQUIS por parte del
Instituto de Ortopedia Roosevelt.
VI) Copia de las ordenes médica que prescribe una (1) Silla de ruedas para niño
neurológica, marco plegable, con sistema de crecimiento, liviana, espaldar firme a nivel
de hombros acolchado, soporte cefálico graduable en altura, sistema de reclinamiento y
basculamiento, escualizable, soportes laterales de tronco, graduables en altura
profundidad y removibles, izquierdo a nivel de T10, pechera en mariposa, asisto firme
con cojín convencional con barra preisquial soportes laterales de muslo y cojín
abductor removible, cinturón pélvico en 4 puntos, apoyabrazos removibles ajustables
en altura, apoyapiés bidodalicos ajustables en altura removibles, banda tibial posterior,
mesa de trabajo transparente, frenos para ser activados por terceros, llantas traseras de
14 pulgadas y delanteras de 6 1 1 / 2 pulgadas N° 1 (uno) y una (1) Silla de baño, en
estructura que resista contacto con fluidos, plegable en tres planos, a la medida del
paciente con ángulos de inclinación de cadera graduables, enmallado plástico, con base
media y graduable en altura, con correare de seguridad torácica, pélvica y en muslos
cantidad (uno).
VII) Copia derecho de petición radicada ante Famisanar EPS con fecha del 26 de Noviembre
de 2019.
VIII) Copia de respuesta por parte de Famisanar EPS en la que niega los elementos
ordenados.

JURAMENTO
Bajo la gravedad de juramento, manifestó ante su despacho, no haber interpuesto alguna otra acción
de tutela conforme a los mismos hechos o pretensiones.

ANEXOS
Lo anunciado en el acápite de pruebas, adicionalmente fotocopia de la cedula de ciudadanía de mi
mandante

NOTIFICACIONES
Accionada: EPS FAMISANAR SAS en la SEXTA Calle 7 #
25 - 38; Melgar, Tolima

La Suscrita: me notificare personalmente en la Secretaria de su


despacho o en mi oficina de Abogado de Ibagué (Tol), de la en la
Calle 10ª # 28-19 Barrio “Galán” del Municipio de Melgar
(Tol), Correo electrónico: eangomezg@gmail.com y
yeimmy8930@hotmail.com

Del (a) Señor (a) Juez;

Con todo Respeto;


YEIMMY FAISULY SARQUIS RIVERA

C.C. N° 1.106.891.061 de San José del


Guaviare

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