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Asignatura

Practica de Psicología Clínica 2

Tema

Tarea 3 y 4 fusionadas

Facilitador (a)

Daysi Rodríguez MA.

Participante/matricula

Maritza Paulino / 04-0531

Fecha

17 noviembre del 2020


INTRODUCCION

En este ensayo se aprenderá sobre la esquizofrenia, enfermedad que parezco


yo, la cual es el diagnostico que se le da a las personas con varios trastornos
mentales crónicos y muchas veces esos trastornos son graves, estos
trastornos se caracterizan porque altera la percepción y la expresión de la
realidad, la esquizofrenia causa mutaciones en el funcionamiento psíquico de
cada individuo, principalmente todos los funcionamientos que tengan que ver
sobre la realidad, además afecta las funciones ejecutivas. En las personas con
rasgos de esquizofrenias se les puede controlar con medicamentos como la
olanzapina. Hay siete tipos de esquizofrenia desde la más grave que es la
esquizofrenia de tipo paranoide que es donde se da mucho los sentimientos de
persecución y donde también se dan los delirios de grandeza y alucinaciones
auditivas, como también está la esquizofrenia más leve que es la esquizofrenia
simple donde no manifiesta alucinaciones ni delirios, pero también se muestran
síntomas negativos.

En este ensayo se podrá observar análisis sobre la similitud que existe entre
los niños, los adultos y los esquizofrénicos. Un punto importante del ensayo es
conocer acerca de la personalidad antisocial, disocial y esquizofrenia, la
herencia, medios y aprendizaje, el pensamiento, flujo de ideas, símbolos y
asociaciones dirigidas hacia un fin, el sistema inconsciente y la esquizofrenia
tipo infantil.
1. Elaboración de un diario de doble entrada, conteniendo lo siguiente:

DIARIO DE DOBLE ENTRADA


Definición de esquizofrenia La esquizofrenia es una enfermedad
compleja. Los expertos en salud
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las
mental no están seguros de cuál es
personas interpretan la realidad de manera anormal. La
su causa. Sin embargo, los genes
esquizofrenia puede provocar una combinación de
pueden jugar un papel.
alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento
Ciertos eventos ambientales pueden
y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y
desencadenar la esquizofrenia en
puede ser incapacitante.
personas que están en riesgo de
padecerla debido a sus genes.
Usted es más propenso a presentar
esquizofrenia si tiene un familiar con
esta enfermedad.
La esquizofrenia afecta por igual a
hombres y mujeres. Generalmente
comienza en los años de
adolescencia o a principios de la
adultez, pero puede empezar más
tarde en la vida. Tiende a empezar
más tarde en las mujeres y es más
leve.
La esquizofrenia de aparición en la
niñez comienza después de la edad
de 5 años. La esquizofrenia en la
niñez es poco común y puede ser
difícil diferenciarla de otros trastornos
del desarrollo en la infancia, como el
autismo.

Edades que comprende

En los hombres, los síntomas de la esquizofrenia suelen


comenzar entre principios y mediados de los 20 años. En las
mujeres, los síntomas suelen comenzar a finales de los 20
años. Es poco común que a los niños se les diagnostique
esquizofrenia y poco común para los mayores de 45 años.
Características de la esquizofrenia

 Una de las principales características de esta


enfermedad es que la persona afectada sufre de delirios. El
paciente suele concebir ideas en las que cree con firmeza,
incluso cuando sean probadamente falsas. Un ejemplo muy
claro es cuando da por hecho que todo el mundo está
pensando en hacerle daño.
 Suele sufrir de alucinaciones, es decir, la persona ve o
siente algo que no existe.
 El esquizofrénico se vuelve poco comunicativo.
 Con el tiempo, el paciente va perdiendo la capacidad
de sentir emociones y, en etapas avanzadas, puede incluso
llegar a no sentir nada.
 En estados avanzados se pierde la capacidad de hablar
con fluidez.

Teorías sobre las causas de la esquizofrenia

1) Factores Genéticos En La Esquizofrenia

La evidencia de una predisposición genética a la


esquizofrenia es abrumadora. La frecuencia de la
esquizofrenia en la población general es inferior al 1% (en los
Estados Unidos). Sin embargo, estar relacionado con alguien
con esquizofrenia aumenta grandemente su riesgo de
desarrollar la enfermedad.

2) Teorías evolutivas de la esquizofrenia

Las teorías del desarrollo de la esquizofrenia dicen que algo


va mal cuando el cerebro se está desarrollando. El desarrollo
del cerebro, desde la primera etapa del desarrollo fetal hasta
los primeros años de vida, es un proceso extremadamente
complicado. Millones de neuronas se forman, migran a
diferentes regiones del cerebro en formación y se
especializan para realizar diferentes funciones.

3) Teorías de la Enfermedad Infecciosa de la


Esquizofrenia

Algunos investigadores creen que la esquizofrenia es


causada por la interacción de un agente infeccioso,
particularmente un virus, con una predisposición genética a la
enfermedad. Hay una serie de características en los virus
conocidos que podrían hacer esto posible:

 Los virus pueden atacar ciertas regiones del


cerebro y dejar a otras zonas intactas.

 Los virus pueden alterar ciertos procesos dentro de


una célula cerebral sin matar a la célula.

 Los virus pueden infectar a alguien y luego


permanecer inactivos durante muchos años antes
de causar la enfermedad.

 Los virus pueden causar anormalidades físicas


menores, las complicaciones del nacimiento, y los
patrones alterados de la huella digital encontrados
a veces en gente con esquizofrenia.

 Los virus pueden afectar a los neurotransmisores.

 Algunos agentes antipsicóticos también son


agentes antivirales.
4) Teorías Neuroquímicas de la Esquizofrenia

La esquizofrenia claramente implica irregularidades en los


químicos del cerebro (neuroquímicos) que permiten a las
células cerebrales comunicarse entre sí. Se sabe porque el
bloqueo de ciertos neurotransmisores con fármacos (como
la anfetamina o PCP) pueden causar síntomas similares a la
esquizofrenia. Además, los medicamentos antipsicóticos que
bloquean la acción del neurotransmisor dopamina pueden
reducir eficazmente los síntomas.

5) Teorías del estrés de la esquizofrenia

El estrés psicológico tiene efectos fisiológicos y está


implicado en causar o contribuir a trastornos psiquiátricos
incluyendo trastornos de estrés postraumático. El estrés
psicológico también agrava enfermedades como la presión
arterial alta y enfermedades del corazón.

Sin embargo, no se ha demostrado que el estrés psicológico


cause esquizofrenia. Esta declaración no tiene sentido para
muchas personas familiarizadas con la esquizofrenia.

Tipos esquizofrenia

Esquizofrenia paranoide

Esquizofrenia desorganizada

Esquizofrenia catatónica

Esquizofrenia residual

Esquizofrenia indiferenciada.
Fases de la esquizofrenia

Las fases de la esquizofrenia incluyen:

Prodrómico. Esta etapa temprana a menudo no se reconoce


hasta que la enfermedad ha progresado.

Activo. También conocida como esquizofrenia aguda, esta


fase es la más visible. Las personas mostrarán los síntomas
reveladores de la psicosis, que incluyen alucinaciones,
desconfianza y delirios.

Residual. Aunque no es un diagnóstico reconocido en el


DSM-5, este término aún se puede usar para describir un
momento en que las personas con esquizofrenia tienen
menos síntomas obvios (la psicosis se silencia). Sin
embargo, algunos síntomas todavía están presentes.

Fase estable o asintomática

Esta es la fase que todo psicólogo intenta instaurar dentro de


la esquizofrenia y procura dotar de herramientas, tanto al
paciente como a la familia para que esta fase se mantenga a
lo largo de la enfermedad. Cabe remarcar que es una fase
muy variable a nivel sintomatológico dentro de las personas.

Es posible que una persona no muestre ningún síntoma


aparente, mientras que otra persona siga mostrando algún
síntoma negativo de forma más leve. Pero esta fase por
desgracia no dura eternamente, y tras esta fase volvería a
aparecer la fase prodrómica, y tras ésta, la crisis, la fase
residual, asintomático y vuelta a empezar. Por ello el
tratamiento de la esquizofrenia a nivel psicológico ha tomado
tanta importancia en los últimos años. Se ha convertido en
una de las vías más eficaces para manejar una de las
enfermedades mentales más complicadas de nuestra era.

Síntomas positivos y negativos

Síntomas positivos

Alucinaciones auditivas. Son el tipo de alucinación más


frecuente, aunque también pueden existir alucinaciones
visuales, somáticas o incluso gustativas. Normalmente se
trata de voces que hablan al paciente o le llaman de diversas
maneras. Las voces pueden ser masculinas, femeninas,
familiares o desconocidas. Menos características que las
voces serían los acoasmas; es decir, ruidos como música o
chasquidos. En algunas ocasiones, el paciente refiere
escuchar voces que hablan entre sí, comentando algo sobre
él.

Ideas delirantes. Los delirios son relatos que el paciente


comenta con gran convicción sin ser capaz de tomar
conciencia de que son producto de su propia mente; al
contrario de como ocurriría con las ideas obsesivas, por
ejemplo. La modificación del delirio, por lo tanto, es casi
imposible, por mucho que intentemos convencer a la persona
de que lo que está diciendo carece de lógica o coherencia.

Alteraciones motoras. El deterioro motor aparte de ser un


síntoma de la esquizofrenia como enfermedad, también
puede ir asociado al uso de la medicación. Esta produce
acatisia o inquietud motora, discinesia y síntomas
extrapiramidales. Son características de la esquizofrenia de
tipo catatónico. Algunos de estos síntomas motores son: el
estupor, aislándose el paciente del mundo exterior pudiendo
incluso llegar al mutismo. La inhibición o agitación motora, la
catalepsia por la que el paciente adquiere posturas rígidas y
extrañas, los manierismos -gestos caricaturizantes con falta
de naturalidad- o las estereotipias motoras.

Alteraciones del lenguaje. Suelen ser discursos fluidos pero


pobres en contenido. Algunos ejemplos son el
descarrilamiento o asociaciones laxas en las que el patrón de
habla consiste en ideas que se salen del curso, pasando a
otra idea sin relación alguna. También podemos encontrar la
circunstancialidad, con la que el paciente responde de forma
indirecta y llena de detalles, retrasando así la parte del
mensaje que realmente quiere transmitir. Los neologismos -
palabras inventadas por la persona- también son típicos, así
como la resonancia o hablar con palabras elegidas en
función de su sonido y no de su significado.

Comportamiento extravagante. Los pacientes


esquizofrénicos pueden manifestar este síntoma en relación
a la vestimenta -vestir con un abrigo de pana en pleno
verano-, al comportamiento social y sexual -masturbarse en
público, hablar solo por la calle en voz alta-, al
comportamiento agresivo o agitado o con conductas
repetitivas.

Síntomas negativos

Los síntomas negativos, como hemos dicho, no son tan


espectaculares o vistosos como los positivos, pero sin
embargo tienen peor pronóstico. Con estos síntomas, los
neurolépticos no son efectivos. Se relacionan con pérdidas
neuronales en el lóbulo temporal y giro parahipocampal. Son
más frecuentes en hombres y normalmente tienen un curso
crónico e irreversible. Algunos de estos síntomas son:

Afecto embotado. Hay un empobrecimiento característico


de la expresión de emociones y sentimientos. Esta pobreza
afectiva se manifiesta en: expresión facial inmutable -cara de
madera o helada, sin expresión-, movimientos disminuidos o
escasez de ademanes, escaso contacto visual, incongruencia
afectiva y ausencia de respuesta - “sonrisa estúpida”
mientras se habla de un tema serio- y ausencia de inflexiones
vocales -habla monótona, sin cambios en tono o volumen-.

Alogia. El pensamiento es vacío, rígido y lento. Esto lo


inferimos por la calidad del lenguaje al expresarse. Las
respuestas tienen una duración mayor y tardan más en
responder a lo que se le pregunta. Cuando lo hacen, el
contenido es pobre.

Abulia y apatía. La abulia es la falta de interés


o voluntad para hacer algo. Los pacientes son incapaces de
iniciar por sí mismos o finalizar diferentes tareas. Puede
manifestarse en aspectos comportamentales, como la
higiene, el abandono de proyectos o la ausencia de iniciativa.

Anhedonia y retraimiento en las relaciones sociales. El


paciente esquizofrénico con síntomas negativos en muchos
casos es incapaz de experimentar placer, además de evitar
las relaciones sociales que podrían darle esa gratificación. En
este sentido, no existe interés alguno en temas sexuales,
intimidad o proximidad con otros o en actividades recreativas.

La farmacoterapia es el tratamiento de elección actualmente


para la esquizofrenia. Además, se ha comprobado que el
tratamiento psicológico añadido mejora la eficacia de
los antipsicóticos.

El problema estriba en que los fármacos son eficaces cuando


el paciente tiene síntomas positivos, pues actúan bloqueando
los receptores dopaminérgicos D2 e inhibiendo así su
actividad, lo que atenúa las alucinaciones y/o los delirios. Por
contra, parece ser que los fármacos no solo no mejoran los
síntomas negativos, sino que en algunos casos pueden llegar
a empeorarlos. Por tanto, se hace necesaria más
investigación en este sentido.
Cuadro patológico

Delirios: Ideas erróneas de las que el paciente está


convencido. Por ejemplo, creer que todo el mundo está
contra él o que tratan de perjudicarle.

Alucinaciones: Percibir algo que no existe. Por ejemplo, oír


voces (que le insultan o hablan de él), o ver objetos o caras
que no están.

Trastornos del pensamiento: El lenguaje del paciente se


hace incomprensible y con poca fluidez.
 
Alteración de la percepción de sí mismo: La persona
siente que su cuerpo está cambiando, se ve a sí mismo como
alguien raro. Los pacientes pueden decir que no se
reconocen al mirarse al espejo. Los límites entre uno mismo
y los demás no están claros; por ello, pueden creer que los
demás pueden saber lo que piensa o, por el contrario, creen
adivinar lo que otros piensan.

Deterioro de las emociones: La afectividad se va


empobreciendo. Los pacientes se muestran inexpresivos y se
comportan con frialdad hacia los demás.
 
Aislamiento: Los pacientes se encierran en sí mismos y en
su mundo interior. Con frecuencia se manifiesta en que el
paciente se queda encerrado en su habitación y evita la
compañía de los demás.

Abordaje clínico

Se diferencian dos tipos de intervenciones psicológicas: las


individuales (un terapeuta y un paciente) y las grupales (un
terapeuta y varios pacientes). También se pueden distinguir
por las técnicas u objetivos que se proponen. Los
tratamientos psicosociales pueden ser llevados a cabo por
distintos profesionales de las ciencias de la salud
(psiquiatras, psicólogos, personal de enfermería y asistentes
sociales). Entre las modalidades de tratamientos
psicosociales se incluyen:
Psicoeducación
Terapia familiar
Entrenamiento en habilidades sociales
Rehabilitación vocacional
Terapias cognitivo-conductuales
Rehabilitación cognitiva
Es importante incidir en que estas técnicas psicosociales
actuales son un complemento y no una alternativa a la
terapia farmacológica. Es decir, forman parte de la terapia
integral de la esquizofrenia y deben combinarse con el
tratamiento farmacológico, que es el eje vertebrador de todo
el tratamiento. Además, es clave remarcar que su indicación
debe individualizarse en cada caso y momento evolutivo de
la enfermedad.

Terapia farmacológica utilizada para la esquizofrenia

El tratamiento de la esquizofrenia se basa fundamentalmente


en fármacos llamados antipsicóticos, los cuales controlan los
síntomas activos, pero es necesario y a la vez
complementario que el enfermo reciba un tratamiento
psicosocial (psicológico, ocupacional y social), es
fundamental que la persona deje de alucinar, de delirar, pero
también lo es que recupere sus hábitos de vida, que este
durante todo el día ocupado, que tenga su grupo de amigos,
es decir, la integración en la sociedad, la normalización.

Medicación antipsicótica
El tratamiento farmacológico de la esquizofrenia se efectúa
mediante unos fármacos llamados al
principio neurolépticos (nl) por sus efectos catalépticos y más
modernamente hay un cierto consenso en
llamarlos antipsicóticos (ap).
Desde la introducción de la antipsicótica clorpromazina en
1954, las medicaciones psicotrópicas se han convertido en el
pilar del tratamiento para la esquizofrenia y otras
enfermedades psiquiátricas. Numerosos estudios han
documentado la eficacia de los antipsicóticos en el
tratamiento de la esquizofrenia y del litio y los antidepresivos
en el tratamiento de los trastornos afectivos. Los
antipsicóticos o neurolépticos han mostrado su eficacia tanto
en el tratamiento agudo de los síntomas psicóticos como a
nivel de recaídas.
Los antipsicóticos reciben también el nombre de
neurolépticos. Fueron descubiertos a comienzo de los años
50. son especialmente útiles para los síntomas
característicos de la esquizofrenia. Provienen de cinco
familias químicas, pero todos ofrecen los mismos efectos
terapéuticos. No hay diferencia en la eficacia entre un tipo de
antipsicótico frente a otro. Sólo gracias a los tratamientos
farmacológicos se han abierto las posibilidades de la
rehabilitación y de una vuelta rápida al entorno social.
La esquizofrenia va acompañada de una alteración del
metabolismo cerebral, se trata de un funcionamiento
excesivo de la dopamina. Los antipsicóticos bloquean el
efecto excesivo de la dopamina y restablecen el equilibrio en
el metabolismo cerebral. Sin embargo, los neurolépticos
también modifican otros ámbitos metabólicos cerebrales, de
ello resultan, además de los efectos deseados,
desafortunadamente también efectos laterales o secundarios
indeseables.

Anormalidades de la neurotransmisión

Se han observado anormalidades en sustancias


neurotransmisoras como la dopamina, la serotonina y el
glutamato.

Dopamina. Se ha relacionado este neurotransmisor con la


esquizofrenia desde hace bastante más tiempo que cualquier
otro. Este hecho hizo posible el descubrimiento casi
accidental de que un medicamento que bloquea el grupo
funcional de la dopamina (fenotiazinas), es capaz de reducir
los síntomas de la esquizofrenia. Este descubrimiento
también se apoya en el conocimiento de que ciertas drogas
como la cocaína o las anfetaminas aumentan la secreción de
dopamina y con ello agravan los síntomas psicóticos de la
esquizofrenia.

Serotonina. El hecho de que medicamentos recientes como


la clozapina también actúen reduciendo los síntomas de la
esquizofrenia hace evidente que la dopamina no puede ser el
único neurotransmisor relacionado con la esquizofrenia. Esto
resulta así porque estos medicamentos antipsicóticos actúan
en mayor medida sobre el neurotransmisor que estamos
tratando ahora mismo, la serotonina.
Glutamato. El interés por este neurotransmisor en relación
con esta enfermedad surge a partir de encontrar niveles
anormalmente bajos de los receptores de glutamato en
cerebros postmortem de personas previamente
diagnosticadas de esquizofrenia y, además, el
descubrimiento de que drogas bloqueadoras de glutamato
(como fenciclidina y ketamina), pueden simular síntomas y
problemas cognitivos asociados a la esquizofrenia.

Hallazgos neuropatológicos e histopatológicos


encontrados

Hallazgos neuropatológicos
Hallazgos de neuroimagen
Ciertos estudios que utilizaron pruebas neuropsicológicas y
de neuroimagen, tales como las tecnologías de imagen por
resonancia magnética funcional (IRMf) y la tomografía por
emisión de positrones (TEP) para examinar las diferencias
funcionales en la actividad cerebral, demostraron que las
diferencias parecen ocurrir más comúnmente en los lóbulos
frontales, hipocampo y lóbulos temporales, vinculados al
déficit neurocognitivo que a menudo se asocia con la
esquizofrenia. Los trastornos del lenguaje, de la atención, el
pensamiento abstracto, el juicio social y la planificación de
acciones futuras, todos característicos en la esquizofrenia,
están íntimamente ligados a las funciones del lóbulo frontal.
También ha habido hallazgos relacionados con diferencias en
el tamaño y la estructura de determinadas áreas cerebrales
en la esquizofrenia. Un metaanálisis en 2006 de resonancia
magnética nuclear de todo el cerebro reveló que el volumen
del hipocampo y la amígdala se ven reducidos y que el
volumen ventricular se incrementa en pacientes con un
primer episodio psicótico en comparación con controles
sanos. El promedio de los cambios volumétricos en estos
estudios es, sin embargo, cercanos al límite de detección de
la metodología de la resonancia magnética, por lo que queda
por determinar si la esquizofrenia es un proceso
neurodegenerativo que comienza aproximadamente en el
momento de la aparición de los síntomas, o si se caracteriza
mejor como un proceso de neuro-desarrollo anormal del
cerebro que produce como resultado un volumen anormal a
una edad temprana. En el primer episodio de psicosis, los
antipsicóticos típicos como el haloperidol se asociaron con
reducciones significativas en el volumen de materia gris,
mientras que los antipsicóticos atípicos como
la olanzapina no mostraban tal asociación. Los estudios
en primates no humanos demostraron reducciones, tanto en
la materia gris como blanca, para los antipsicóticos típicos y
los atípicos.
Hallazgos histopatológicos
En estudios histológicos de cerebros de pacientes
esquizofrénicos se han demostrado cambios significativos en
la distribución de algunas poblaciones neuronales,
conllevando a una mala distribución de las neuronas
intersticiales en la sustancia blanca del lóbulo frontal, estando
disminuidas en ciertas zonas de la sustancia blanca y
aumentada su densidad en otras. El desplazamiento
selectivo de estas neuronas de la sustancia blanca del lóbulo
frontal del cerebro de pacientes esquizofrénicos puede
indicar un patrón alterado durante la migración de las
neuronas o en el patrón de muerte celular programada.
Ambos casos podrían llevar a circuitos corticales defectuosos
en el cerebro de pacientes esquizofrénicos, especialmente,
las funciones que dependen del lóbulo frontal.
Se han demostrado cambios en otras regiones de cerebros
de pacientes esquizofrénicos, incluyendo atrofia del área de
Broca y disminución del área de la sustancia gris y blanca
del área de Wernicke, así como un aumento de los axones
liberadores de glutamato en la corteza de la circunvolución
del cíngulo.

Luego realización de un diario de doble entrada donde contengas lo


siguiente:

DIARIO DE DOBLE ENTRADA


a) Trastorno de conducta y trastorno de oposición-
desafiante y delincuencia juvenil.

Trastorno de oposición desafiante


El trastorno oposicionista desafiante implica un patrón recurrente
de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigida
hacia las figuras de autoridad. Si bien este trastorno tiene una
relevancia clínica importante, es muy poco lo que se conoce al
respecto; probablemente porque muchos especialistas lo
consideran como una variante o manifestación del trastorno de
conducta. En este sentido debe puntualizarse que padecer el
trastorno oposicionista desafiante incrementa el riesgo de
desarrollar un trastorno disocial de la conducta y de manifestar
una personalidad antisocial en la edad adulta pero no debe
identificarse con el trastorno de conducta propiamente dicho.
Se estima que el trastorno oposicionista desafiante tiene una
prevalencia poblacional que varía entre el 2 y el 16%. Casi un
75% de los casos están relacionados con un trastorno de déficit
de atención e hiperactividad, tanto es así que entre el 40 y el
60% de los niños que tienen diagnosticado un trastorno de déficit
de atención e hiperactividad terminan desarrollando un trastorno
oposicionista desafiante.
Generalmente los niños con un trastorno oposicionista desafiante
suelen identificarse desde la temprana edad de los dos o tres
años ya que sus conductas resultan muy disruptivas, llegando
incluso a crear problemas familiares.
Síntomas
– Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante
que se extiende por lo menos durante seis meses y en el que
están presentes cuatro o más de los siguientes comportamientos:
1. Se encoleriza e irrumpe en pataletas
2. Discute con los adultos
3. Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus
demandas
4. Molesta deliberadamente a otras personas
5. Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
6. Es susceptible o fácilmente molestado por otros
7. Colérico y resentido
8. Rencoroso o vengativo
– Se evidencia un deterioro clínicamente significativo en la
actividad social o académica
– Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el
transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado
del ánimo.
La diferencia esencial entre el trastorno oposicionista desafiante
y otros tipos de patologías disociales estriba en que estos niños
no violan las leyes o los derechos fundamentales de los demás.
De la misma forma, el niño no roba y no manifiesta
comportamientos destructivos, de crueldad o de intimidación. La
presencia definitiva de cualquiera de estas formas de
comportamiento excluiría su diagnóstico.
Causas
Este trastorno es más frecuente en los niños que en las niñas.
Algunos estudios han demostrado que afecta al 20% de los niños
en edad escolar; sin embargo, la mayoría de los expertos cree
que esta cifra es alta debido a las definiciones culturales
cambiantes de lo que es un comportamiento infantil normal y a
posibles sesgos o prejuicios raciales, culturales y de género.
Este trastorno se inicia generalmente hacia los 8 años de edad.
Sin embargo, puede empezar incluso en los años de preescolar.
Se piensa que el trastorno es causado por una combinación de
factores biológicos y psicosociales.
Tratamiento
Implica no sólo la psicoterapia sino también la farmacología,
utilizándose los inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina y otros medicamentos como el metilfenidato, la
atomoxetina y en casos excepcionales la risperidona.
Si nos referimos a los tratamientos conductuales, uno de los
programas más generalizados es el Defiant Children, donde se
contempla la intervención de los padres mediante una serie de
pautas muy bien estructuradas y sistematizadas dirigidas a que el
niño adquiera un abanico de conductas positivas que le ayuden a
alcanzar el éxito en el colegio y en sus relaciones sociales.
Otro tipo de acercamiento terapéutico al trastorno oposicionista
desafiante es el Collaborative Problem Solving, donde se
comprenden las conductas disruptivas como comportamientos
inflexibles y explosivos. En este caso se parte de la idea de que
la conducta del niño se debe a un retraso en el desarrollo de
habilidades cognitivas concretas por lo que el programa se
focaliza en que el pequeño aprenda a regular las emociones,
desarrolle la tolerancia a la frustración y la habilidad para resolver
problemas.
Delincuencia juvenil
La delincuencia juvenil refiere a todos aquellos delitos que
cometen los niños que todavía no han alcanzado la mayoría de
edad. En el caso de España y respondiendo a una definición
jurídica nos centraríamos en las edades comprendidas entre los
14 a los 18 años según la Ley de Responsabilidad del Menor.
Una definición más criminológica abarcaría no solo las conductas
constitutivas de infracciones penales sino también otras como el
alcoholismo, la drogadicción, el absentismo escolar... Incluso se
podría ampliar la franja de edad incluyendo a personas que están
por debajo de los 25 años, no 18.
Durante décadas se ha estudiado este fenómeno y sobre todo
cuáles son las causas que pueden llevar a un menor a cometer
delitos, ya que se trata normalmente de un fenómeno multicausal
como más adelante veremos. Casi todos los países cuentan con
juzgados específicos para tratar este tipo de delincuencia
(Juzgado de Menores) así como centros de detención destinados
únicamente a menores de edad.

Causas de la delincuencia juvenil


Dentro de las causas de la delincuencia juvenil podemos
encontrar diversas teorías que han tratado de explicar el
fenómeno juntando diferentes factores. Las teorías se dividen en:
Teorías psicobiológicas
Estas teorías sostienen que el origen del comportamiento
delictivo se encuentra en la presencia de diversos factores
genéticos, psicobiológicos y psicofisiológicos que influyen tanto
de forma aislada como relacionándose entre sí en el impulso
hacia el individuo para cometer el acto delictivo. Algunos
ejemplos: exceso de agresividad, estados patológicos, anomalías
de genéticas...
Teorías psicomorales
Presencia de factores biofisiológicos, psicológicos, sociológicos o
morales los encargados de conformar en el individuo una
personalidad tendente a la delincuencia. Por ejemplo, pueden
influir factores como el egocentrismo, la agresividad, la
indiferencia afectiva, la labilidad afectiva...
Teorías psicosociales
Estas explicaciones teóricas se centran en que la delincuencia es
resultado de la interacción entre diferentes estímulos
individuales, sociales y situacionales. Aquellos sujetos
que carezcan de recursos personales adecuados serán más
vulnerables a delinquir cuando se les presente el estímulo en
cuestión.
Teorías del conflicto
En este caso son las contradicciones internas de las sociedades
modernas las que provocan el desencadenamiento del acto
delictivo. La frustración, la inestabilidad social de la época en que
vivimos y el resentimiento hacia un futuro incierto pueden
provocar agresividad y conductas delictivas.
Teorías críticas o radicales
Conciben la delincuencia como una mera etiqueta que se ha
impuesto de forma social a las clases más bajas y pobres por
parte de todos los que ejercen el control formal e informal. La
delincuencia pasaría a no ser algo real sino artificial.

Consecuencias de la delincuencia juvenil


Las consecuencias de la delincuencia juvenil engloban tanto
cuestiones administrativas, como psicológicas y sociales.
Consecuencias jurídicas
Internamiento terapéutico
Asistencia a centro de día
Permanencia centro fin de semana
Tratamiento ambulatorio
Prestaciones en beneficio de la comunidad
Realización de tareas socio-educativas
Convivencia con otra persona, familiar o grupo educativo
Privación de permisos de conducir o del derecho a tenerlo
Inhabilitación absoluta
Amonestaciones
Consecuencias para el individuo y para la sociedad
Las consecuencias más comunes que se pueden encontrar son:
Desequilibrio mental
Desintegración familiar o deterioro del núcleo familiar
Promiscuidad sexual y falta de valores morales
Comunes enfermedades sexuales
Muertes prematuras por broncas callejeras
Pérdida de valores

Tipos de delincuencia
La delincuencia juvenil puede aparecer en diferentes
circunstancias. Los actos de delincuencia juvenil pueden ser
clasificados de la siguiente manera:
Conductas de ocasión: comportamientos que el joven adopta al
tener que acostumbrarse a la vida social y a unas normas con las
que todavía no está familiarizado. Suelen ser los menores
comportamientos delictivos, los de bajo grado.
Conductas de transición: engloba comportamientos delictivos
más severos en un periodo de tiempo más limitado. Suelen ser
respuestas a cambios en la escuela, en la familia...
Conductas de condición: asociadas a los jóvenes que persisten
en mantener su comportamiento antisocial, afectando de forma
más grave en su estilo de vida y desarrollando lo que se conoce
como carrera delictiva.
Tipos de delincuentes juveniles
Según una clasificación basada en lo cognitivo-conductual que
analiza el tipo de crianza parental vs la tipología delictiva se han
clasificado los delincuentes juveniles en:
El insolente
Presenta una estructura psicológica y un patrón conductual
condicionado por un trastorno de la función socializadora y
educativa del vínculo paterno. Es el delincuente más común de
todos y es impulsivo, poseedor de un pobre autoconcepto,
pobres habilidades interpersonales y una actitud de
oposición respecto a las normas sociales. Es el que presenta una
mayor probabilidad de reinserción social puesto que sus
procesos resilentes se encuentran estancados, pero con
posibilidades de cambiarlo.
El tipo de violencia no suele tener una motivación fija ni una
planificación, es más bien impulsiva e instrumental y a menudo
bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Algunos ejemplos de
delitos serían:
Delitos menores contra la propiedad
Hurtos en viviendas
Hurtos en el comercio
Hurtos de vehículos
Estafas
Faltas a las normativas sociales
El indolente
Presenta una estructura psicológica y patrones de conducta
condicionados por el trastorno de la función nutridora "vínculo
materno". Muestra trastornos del apego y la empatía lo cual
deteriora su capacidad para mantener vínculos interpersonales a
través del tiempo además de ser incapaces de reconocer
necesidades y sentimientos de otras personas. Bajo control de
impulsos pudiendo alcanzar niveles altos de agresividad. La
posibilidad de rehabilitación es baja debido a que sus niveles de
resilencia son mínimos.
Algunos ejemplos de delitos que pueden cometer son:
Delitos mayores contra las personas
Abusos sexuales
Violaciones
Homicidios simples
Robo con violencia
Agresiones con lesiones graves
Secuestros
El incorregible
El tipo menos común de todos. Presenta un mayor nivel de
reincidencia violenta y suelen actuar en solitario. Son los más
peligrosos en cuanto a su expresividad y potencial criminal. El
nivel de psicopatología es global y suelen presentar trastornos
agudos tanto en funciones socializadoras como educativas y
nutridoras. No suelen sentir remordimiento y presentan violencia
extrema llegando a disfrutar con el sufrimiento ajeno. Sus
posibilidades de rehabilitación son escasas ya que es probable
que en su edad temprana estos individuos no hayan desarrollado
procesos psicológicos asociados a la empatía y a la resilencia.
Algunos ejemplos de delitos:
Delitos mayores y crímenes
Violaciones seriales
Secuestros con tortura
Robo con homicidio
Homicidios seriales
Canibalismo
Agresiones con resultado mortal

b) Trastornos de ansiedad habituales en niños y


adolescentes

Los trastornos de ansiedad se caracterizan por temor,


preocupación o terror que altera mucho la capacidad de funcionar
normalmente y que es desproporcionado para las circunstancias.
La ansiedad puede causar síntomas físicos. El diagnóstico es
clínico. El tratamiento consiste en terapia conductista y fármacos,
en general, ISRS.
Cierto grado de ansiedad es un aspecto normal del desarrollo,
como en los siguientes casos:
La mayoría de los niños pequeños se muestran temerosos
cuando son separados de sus madres, sobre todo en entornos no
familiares.
El temor a la oscuridad, los monstruos, los bichos y las arañas es
frecuente en niños de 3 a 4 años.
La reacción inicial de los niños tímidos a situaciones nuevas
puede ser de temor o retraimiento.
El temor a las lesiones y la muerte es más frecuente en niños
mayores.
Los niños mayores y los adolescentes suelen mostrarse ansiosos
cuando deben presentar el informe de un libro delante de sus
compañeros de clase.
Estas dificultades no deben ser consideradas evidencia de un
trastorno. Sin embargo, si las manifestaciones de ansiedad se
vuelven tan exageradas que alteran mucho el funcionamiento o
causan intensa angustia y/o evitación, corresponde considerar un
trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad a menudo surgen durante la infancia
y la adolescencia. En algún momento durante la infancia,
aproximadamente del 10 al 15% de los niños experimentan un
trastorno de ansiedad. Los niños con un trastorno de ansiedad
tienen un mayor riesgo de trastornos depresivos y de ansiedad
más adelante en la vida.
Los trastornos de ansiedad que pueden ocurrir en niños y
adolescentes incluyen
Agorafobia
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de pánico
Trastorno de ansiedad por separación
Trastorno de ansiedad social
Fobias específicas
Etiología
La evidencia sugiere que los trastornos de ansiedad involucran
una disfunción en las partes del sistema límbico y el hipocampo
que regulan las emociones y la respuesta al miedo. Los estudios
de la herencia indican un papel para los factores genéticos y
ambientales. No se han identificado genes específicos; muchas
variantes genéticas están probablemente involucradas.
Los padres ansiosos tienden a tener hijos ansiosos y pueden
hacer que los problemas de los hijos sean peores de lo que
podrían ser. Aun niños normales tienen dificultad para mantener
la tranquilidad y la compostura en presencia de un padre ansioso,
y los niños genéticamente predispuestos a la ansiedad tienen
una dificultad aún mayor. Hasta en el 30% de los casos, resulta
útil tratar la ansiedad de los padres junto con la del niño (para el
tratamiento de la ansiedad en adultos, véase Trastornos de
ansiedad).
Signos y síntomas
Quizá la manifestación más frecuente de un trastorno de
ansiedad en niños y adolescentes sea el rechazo a ir a la
escuela. La expresión “rechazo escolar” ha reemplazado en gran
medida al término “fobia escolar”. El temor real a la escuela es
sumamente raro. Es probable que la mayoría de los niños que se
niegan a ir a la escuela presenten ansiedad por separación,
trastorno de ansiedad social, trastorno de pánico o una
combinación. Algunos tienen una fobia específica. Asimismo,
debe considerarse la posibilidad de que el niño esté siendo
acosado.
Algunos niños se refieren directamente a su ansiedad y la
describen en términos de preocupaciones: p. ej., "Me preocupa
que nunca vuelva a verte" (ansiedad por separación) o "Me
preocupa que los niños se rían de mí" (trastorno de ansiedad
social). Sin embargo, la mayoría de los niños expresan sus
molestias en términos de síntomas somáticos: “No puedo ir a la
escuela porque me duele el estómago”. A menudo, estos niños
están diciendo la verdad, porque la ansiedad suele acompañarse
de malestar gástrico, náuseas y cefaleas. Varios estudios de
seguimiento de largo plazo confirman que muchos niños con
quejas somáticas, especialmente dolor abdominal, tienen un
trastorno de ansiedad subyacente.
Diagnóstico
Evaluación clínica
El diagnóstico de un trastorno de ansiedad es clínico. Por lo
general, una anamnesis psicosocial completa puede confirmarlo.
En los niños, los síntomas físicos que a veces causa la ansiedad
pueden complicar la evaluación. En muchos casos, se realiza
una cantidad considerable de estudios complementarios antes de
que los médicos consideren un trastorno de ansiedad.
Pronóstico
El pronóstico depende de la gravedad, la disponibilidad de
tratamiento competente y la resiliencia del niño. Muchos niños
luchan con los síntomas de ansiedad hasta la adultez. Sin
embargo, con tratamiento temprano, muchos de ellos aprenden
cómo controlar su ansiedad.
Tratamiento
Terapia conductual (terapia cognitivo-conductual basada en
exposición)
Intervenciones padre-hijo y familiares
Fármacos, por lo general los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS) para el tratamiento y algunas
veces las benzodiazepinas a largo plazo para aliviar los síntomas
agudos
En los niños, los trastornos de ansiedad se tratan con terapia
conductista (aplicando principios de exposición y prevención de
la respuesta), a veces junto con farmacoterapia.
En la terapia cognitivo-conductual basada en exposición, los
niños son expuestos de manera sistemática y en forma graduada
a la situación que provoca ansiedad. Ayudando a los niños a
permanecer en la situación que provoca ansiedad (prevención de
la respuesta), los terapeutas les permiten desensibilizarse
gradualmente y sentir menos ansiedad. La terapia conductista es
muy eficaz cuando un terapeuta experto en desarrollo infantil
individualiza estos principios.
En casos leves, la terapia conductista sola suele ser suficiente,
pero puede requerirse farmacoterapia cuando los casos son más
graves o hay acceso limitado a un terapeuta conductista infantil.
Por lo general, la primera elección consiste en ISRS para el
tratamiento a largo plazo (véase tabla Fármacos para el
tratamiento a largo plazo de la ansiedad y otros desórdenes). Las
benzodiazepinas son mejores para la ansiedad aguda (p. ej.,
debido a un procedimiento médico), pero no se prefieren para el
tratamiento a largo plazo. Las benzodiazepinas con una vida
media corta (p. ej., Lorazepam 0,05 mg/kg hasta un máximo de 2
mg en una dosis única) son la mejor opción. Se descubrió que la
buspirona es bien tolerada por los pacientes pediátricos (de 6 a
17 años) con un trastorno de ansiedad generalizada, pero dos
ensayos aleatorizados y controlados no demostraron mayor
eficacia que el placebo; estos ensayos tuvieron poca potencia
para detectar efectos pequeños.

c) La depresión infantil

La depresión infantil es una enfermedad psiquiátrica bastante


frecuente y seria en niños y adolescentes. Se trata de una
enfermedad clasificada dentro de los llamados trastornos del
humor, y está descrita desde hace siglos en distintas culturas.
Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y
adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los
19 años. La realidad es que menos de la mitad de estos niños
reciben un tratamiento adecuado. Los estudios muestran que los
padres suelen subestimar seriamente la intensidad de la
depresión de sus hijos.
Investigaciones recientes muestran que los niños y adolescentes
padecen depresión con síntomas a veces parecidos a los de los
adultos, y también con otros síntomas específicos y diferentes
según la edad.
Hay varios tipos de trastornos del humor que pueden afectarles,
como la depresión mayor, la distimia (un estado de depresión
ligera, pero de larga duración), y la llamada enfermedad
maniaco-depresiva (o bipolar).
Síntomas de la depresión en niños o adolescentes
 Irritabilidad elevada, ira u hostilidad extrema.
 Tristeza frecuente o episodios de llanto.
 Sentimientos de desesperanza.
 Disminución de su interés en actividades, o dificultad para
divertirse en actividades que previamente eran sus
favoritas.
 Aburrimiento persistente.
 Falta de energía o cansancio.
 Aislamiento social o falta de comunicación.
 Autoestima baja o sensación de culpa o responsabilidad
por cosas malas que puedan pasar.
 Sensibilidad extrema al rechazo o poca resistencia ante
los fallos o errores.
 Quejas frecuentes sobre problemas físicos (como dolores
de cabeza, o de estómago, mareos, nauseas…) en los
que no se encuentra causa médica.
 Ausencias frecuentes de colegio, o disminución del
rendimiento escolar.
 Problemas de concentración.
 Cambio importante en los hábitos alimentarios o del
sueño.
 Conversaciones sobre intención de escaparse de casa.
 Pensamientos o expresiones sobre la muerte o intención
de suicidarse activa o pasivamente.

El diagnóstico y tratamiento
Los niños con depresión deben tratarse por parte de un equipo
de profesionales con experiencia en esta enfermedad. Es un
problema relativamente frecuente pero que con el correcto
enfoque y tratamiento tiene buenos resultados. El trabajo
coordinado con los padres es esencial para conseguir solucionar
el problema.
El diagnóstico debe realizarse mediante entrevista clínica.
Deberán emplearse técnicas específicas, tanto verbales como no
verbales, debido a la existencia de limitaciones cognitivas y de
verbalización en este grupo de edad.
Para completar la evaluación psicopatológica, es imprescindible
la información aportada por los padres y por el entorno escolar.
Tras escuchar a los padres, evaluar al niño y realizar las pruebas
complementarias necesarias, el equipo de médicos, psicólogos y
enfermeras llega a un diagnóstico utilizando la metodología más
moderna y actualizada disponible.
La frecuencia de la depresión es igual en los niños y las niñas
antes de la pubertad, pero a partir de la pubertad, las chicas
tienen más riesgo de sufrir depresión.
Frecuentemente el tratamiento de la depresión en niños y
adolescentes requiere la combinación de psicoeducación a los
padres, psicoterapia y una medicación.
1. Tratamiento con medicación: 

Los antidepresivos que han demostrado en estudios científicos


ser eficaces en niños y adolescentes con depresión son los
inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Estos medicamentos no son drogas, no crean dependencia ni
adicción, ni cambian la personalidad del niño. 
 
Es importante hablar con el médico si no se ve efecto beneficioso
en unas 3 a 6 semanas, o si aparecen efectos secundarios.
2. Tratamiento con psicoterapia al niño y a la familia:

Es importante un apoyo con psicoterapia al niño y a la familia, ya


que muchas veces los padres se culpan erróneamente de los
problemas o dificultades del niño. También el niño se ha
acostumbrado a percibir las cosas negativamente. Estas ideas
negativas deben ir cambiando con el tratamiento a una visión
más realista.

d) Trastornos sintomáticos comunes que pueden aparecer


durante la infancia.

 Trastornos de Conducta
 Trastorno de Déficit de Atención con/sin
Hiperactividad (TDAH)
 Trastornos Generalizados del Desarrollo y/o Trastornos
del Espectro Autista
 Trastornos del Habla y/o del Lenguaje
 Trastornos de Ansiedad
 Trastorno de Ansiedad por separación (TAS)
 Trastorno de Ansiedad generalizada (TAG)
 Fobia Social
 Trastorno de Pánico con/sin Agorafobia
 Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
 Mutismo selectivo
 Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)
 Trastorno Somatomorfo (Enfermedad Psicosomática)
 Trastornos Afectivos y/o del estado de ánimo
 Trastorno Bipolar/ Trastorno maníaco depresivo
 Trastornos Reactivos de la Vinculación
Existen dos tipos principales de trastorno reactivo de la
vinculación
Tipo inhibido, que se caracteriza por la incapacidad persistente
de iniciar y responder a la mayoría de las interacciones sociales
de forma apropiada para el nivel de desarrollo.
Tipo desinhibido, que se caracteriza por la sociabilidad
indiscriminada o la falta de selectividad en la elección de figuras
de vinculación.
 Trastornos de Aprendizaje
 Síndrome de Gilles de la Tourette y Otros Trastornos
por Tics
 Trastornos Psicóticos y Esquizofrenia Infantil
 Trastornos de la eliminación
 Trastornos del sueño

e) Cinco enfermedades orgánicas que pueden producir


retraso mental.

Síndrome de Asperger
Es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente, que afecta
más a los niños que a las niñas. La persona que lo padece tiene
un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene
retraso en la adquisición del habla, pero tiene problemas para
relacionarse con los demás y a veces presenta comportamientos
inadecuados. Los padres suelen darse cuenta de esta diferencia
entre los 2 y los 7 años.

Síndrome de Rett
Es un trastorno neurológico, sólo en niñas (los niños con esta
mutación acaban en aborto), en el que el desarrollo temprano es
normal, pero entre los 6 meses a 18 meses de vida hay una
pérdida parcial o completa de capacidades manuales adquiridas
y del habla, retraso en el crecimiento de la cabeza y la
consecuencia es una grave invalidez mental.

Síndrome de Prader Will


Es un defecto congénito no hereditario que puede afectar por
igual a cualquier bebé, independientemente de su sexo, raza o
condición de vida. Se caracteriza fundamentalmente por un
apetito insaciable y por problemas de conducta. Otros síntomas
son el escaso tono muscular, deficiencia mental, desarrollo
sexual deficiente, corta estatura, manos y pies pequeños,
problemas visuales, dentales, trastornos respiratorios, escoliosis
y diabetes.

Síndrome de Down
Alteración genética del par 21 que presenta tres cromosomas
(trisomía 21); uno de cada 700 niños nace con este síndrome, en
todos los grupos étnicos, con tendencia a engendrar varones. Si
bien cualquier persona está expuesta a concebir un hijo Down,
las madres de edad avanzada tienen más posibilidades de tener
descendencia con este trastorno.

Autismo
Consiste en un trastorno profundo del desarrollo que afecta las
capacidades de relación, comunicación y flexibilidad del
comportamiento. Las estadísticas mundiales señalan que cinco
de cada 10 mil nacidos tienen autismo, en su mayoría varones y
generalmente está vinculado a algún nivel de retardo mental; las
conductas propias de este síndrome comienzan a manifestarse
antes de los tres años de vida, desconociéndose hasta ahora sus
causas.

2. Elaboración de una tabla conteniendo:

Niveles de retraso mental y rango de CI.


Retraso mental leve con un CI que oscila entre un 50-55 a 70

Este nivel se le denomina “nivel educable” y a este nivel pertenecen el 85%


de las personas que sufren retraso mental.

En este nivel las habilidades sociales y de comunicación se ven mayormente


afectadas, durante la edad preescolar de (0-5) años de edad.
También estos niños tienen presentan problemas mínimos en sus áreas
psicomotoras y algunas veces sus deficiencias no son diagnosticadas hasta
que alcanzan una edad más avanzada.

Los individuos con retraso mental leve pueden llevar una vida normal en
sociedad y ser independientes mientras cuenten con ayuda adecuada.
Retraso mental moderado con un CI que oscila entre un 35-40 a un 50-
55

En este grupo de retraso mental moderado entran los que llamamos un “nivel
adiestrable”. Este grupo lo constituyen alrededor del 10% de la población que
tiene retraso mental.

Estos individuos adquieren habilidades de comunicación durante los primeros


años de su niñez. Pueden mantener un trabajo con supervisión moderada y
tomar a cargo su cuido personal. Es poco probable que progresen en las
materias escolares.

Pueden transportarse independientemente alrededor de lugares que les sean


familiares. La mayoría pueden realizar trabajos en los que no se requieren
habilidades especiales. Se adaptan a vivir en grupos comunitarios
generalmente en instituciones con la supervisión adecuada.

Retraso mental grave con un CI que oscila entre 20-25 a un 35-40

En este grupo se incluyen el 3-4% de los individuos con retraso mental. Este
retraso es notable durante los primeros años de vida pues su lenguaje es
muy escaso, prácticamente es nulo. Aprenden a hablar durante la edad
escolar y son entrenables para cuidar de su aseo personal.

Con respecto a la enseñanza académica, puede aprender lo prebásico, como


por ejemplo familiarizarse con el alfabeto y con sumas y restas de dos
números. Podrían aprender a leer algunas palabras imprescindibles para
poder sobrevivir académicamente.

Cuando adultos, estos individuos pueden realizar tareas simples si son


cuidadosamente supervisados en instituciones especializadas para su
discapacidad. En su mayoría se adaptan bien a vivir en comunidades, vivir
una vida independiente, a no ser que sufran de una incapacidad física que
les impida hacerlo.
Retraso mental profundo con un CI de 20-25

En este grupo incluye aproximadamente el 1-2% de las personas que sufren


de un retraso mental. La mayoría de los individuos con este diagnóstico
presentan una enfermedad de tipo neurológico, la cual explica su retraso
mental. En los primeros años de vida desarrollan mayores alteraciones de su
funcionamiento senso-motor.

Estas personas necesitan ayuda y supervisión constantes, así como una


relación de uno a uno con el educador. Las deficiencias en su desarrollo
motor y sus habilidades de comunicación al igual que su cuidado personal
pueden mejorar si se les da el adiestramiento adecuado. Algunos de ellos
pueden llegar a realizar tareas muy simples si son estrictamente
supervisados.

Retraso mental de gravedad (CI no es verificable mediante un test)

Estas personas pueden ser entrenadas para que vivan en sociedad,


dependiendo de la gravedad de su retraso mental. Pueden ser capacitadas
aprendiendo señales básicas de tránsito tales como leer rótulos de “Pare”,
para que puedan trasladarse a lugares familiares.

Podrían aprender un oficio elemental y trabajar para alguien que les dé la


oportunidad de hacerlo. Son personas consideradas con una discapacidad
intelectual muy severa.

El retraso mental se mide por el coeficiente de inteligencia

Las personas con un coeficiente de inteligencia normal oscilan en números


mayores a 70 y menores de 130. El retraso mental, en la escala de medición
de la inteligencia está por debajo de 70. El otro extremo corresponde a los
superdotados que tienen un CI mayor de 130.
CONCLUSION

La esquizofrenia es uno de los trastornos que más deteriora la vida humana, afectan
muchas cosas de la vida del ser humano y puede llegar a convertirse en alguien
extraño, distinto para la sociedad, aunque para los esquizofrénicos la realidad que
viven es la verdadera, sus juegos, sus muecas, sus delirios, sus proyecciones visuales,
son para nosotros nuestro propio modo de vida. Al igual que un niño, las fantasías son
el momento actual y lo único que existe. También te puedes dar cuenta de que nadie
está completamente sano. Otra cosa es que si acaso tienes rasgos de esquizofrenia
como es mi caso, las alteraciones serán mínimas y pueden ser completamente tratadas
con medicamento. En mi caso el cual es rasgos de esquizofrenia en el cual se tiene leve
pérdida de memoria, inseguridad hacia casi todo, alteración del sueño, se da el estrés
fácilmente, obsesión compulsiva, fobias hacía varias cosas, ansiedad por lastimarme
solo, leves delirios, pero el tratamiento que me recetaron es practicar algún deporte y
seguir tomando el medicamento por un tiempo determinado.

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