Está en la página 1de 15

Acción Psicológica

ISSN: 1578-908X
accionpsicologica@psi.uned.es
Universidad Nacional de Educación a
Distancia
España

Celis Ekstrand, Amanda; Roca Villanueva, Elia


TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL PARA LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA
ALIMENTARIA SEGÚN LA VISIÓN TRANSDIAGNÓSTICA
Acción Psicológica, vol. 8, núm. 1, enero, 2011, pp. 21-33
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=344030765002

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33. ISSN: 1578-908X 21

TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL PARA


LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
SEGÚN LA VISIÓN TRANSDIAGNÓSTICA

COGNITIVE BEHAVIOURAL THERAPY FOR EATING DISORDERS


ACCORDING TO THE TRANSDIAGNOSTIC VIEW
AmAndA Celis ekstrAnd y eliA roCA VillAnueVA
Unidad de Salud Mental Malvarrosa, Área 5. Avda. Malvarrosa, 10, 46111. Valencia.
amanda.celis@uv.es

Resumen ory and CBT of Bulimia Nervosa developed by


Fairburn shows positive, but still limited, out-
Las investigaciones actuales sobre eficacia comes. In order to enhance its effectiveness and
de los tratamientos psicológicos para los tras- extend the model (and treatment) to embrace
tornos de la conducta alimentaria (TCA) mues- all ED, Fairburn proposed the transdiagnostic
tran, por lo general, que la terapia cognitivo- theory and the CBT derived from it. This article
conductual (TCC) es la que obtiene un mayor aims to present a theoretical introduction to the
apoyo empírico. La teoría y la TCC desarrolla- topic and to describe the various forms of treat-
das por Fairburn para la Bulimia Nerviosa ofre- ment according to the transdiagnostic view. The
cen los resultados más positivos, aunque aún different stages of the CBT and their main com-
son limitados. Para mejorar su eficacia y para ponents are presented in detail according to the
expandir su modelo (y tratamiento) incluyendo 20-session focused version.
a todos los TCA, Fairburn ha propuesto la teoría Key words: eating disorders, cognitive-be-
transdiagnóstica y la TCC derivada de ella. El havioural therapy, transdiagnostic theory and
objetivo de este trabajo es presentar una intro- treatment.
ducción teórica de estos planteamientos y des-
cribir las nuevas formas de tratamiento, con es-
pecial atención a la versión focalizada, de 20 Introducción
sesiones, de la que se detallan las diferentes eta-
pas y sus principales componentes. La clasificación propuesta por el DSM-IV-
Palabras clave: trastornos de la conducta TR (American Psychiatric Association, 2000)
alimentaria, terapia cognitivo-conductual, teoría para los trastornos de la conducta alimentaria
y tratamiento transdiagnóstico. (TCA) reconoce dos categorías diagnósticas es-
pecíficas, la anorexia nerviosa (AN) y la buli-
mia nerviosa (BN), junto con una categoría re-
Abstract sidual denominada trastorno de la conducta
alimentaria no especificado (donde se incluyen
Cognitive-behavioural therapy (CBT) is todos aquellos trastornos que presentan grave-
presently among the most effective psychologi- dad clínica pero que no cumplen con los crite-
cal treatments of eating disorders (ED). The the- rios diagnósticos de AN o BN).

Artículo recibido: 27/07/2010


Artículo aceptado: 30/10/2010
22 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

Los trastornos alimentarios se caracterizan la figura; además de disminuir otros síntomas


por una alteración de la percepción de la figura y asociados como: depresión, baja autoestima y
el peso corporal. Además, las personas que pade- deterioro en el funcionamiento social. La TCC-
cen estos trastornos presentan una conducta ali- BN, basada en la teoría explicativa del manteni-
mentaria alterada, principalmente a consecuen- miento de éste trastorno, viene descrita en ma-
cia de restricciones en la ingesta o episodios de nuales de tratamiento para terapeutas (Fairburn
sobreingesta; junto con una serie de prácticas re- y Wilson, 1993) y libros de autoayuda para los
alizadas con el objetivo de “compensar” los efec- propios pacientes (Fairburn, 1995).
tos de la ingesta y de controlar el peso y la figura
La teoría cognitivo-conductual para la BN
(p. e. vomitar, usar laxantes y/o diuréticos, ayunar
sostiene que el elemento central que mantiene el
o realizar ejercicio físico excesivo) que conllevan
trastorno es un sistema disfuncional de autoeva-
importantes riesgos para la salud.
luación: mientras que la mayoría de las personas
Las posibles causas de los TCA incluyen una se evalúan a sí mismas basándose en la percep-
variedad de factores que sugieren la interacción ción que tienen de su propia ejecución en distin-
entre aspectos socioculturales que fomentan la tas áreas de su vida (p.e. las relaciones interper-
insatisfacción con la imagen corporal, variables sonales, el trabajo, la familia, los intereses
familiares y, sobre todo, factores de riesgo indi- personales, etc.), las personas con TCA se juzgan
viduales como: antecedentes de obesidad (Gar- a sí mismas principalmente, o incluso de forma
cía, Raich, Sánchez, Rusiñol y Sánchez, 2009), exclusiva, en relación a sus hábitos de ingesta, a
afecto negativo, rasgos de personalidad como su figura y peso corporal; y a su capacidad para
la necesidad de control (Polivy y Herman, 2002) controlarlos. Esta sobrevaloración de la im-
o seguir dietas (Fairburn, 1995). portancia de la figura, del peso y de su con-
trol es la pieza clave en el mantenimiento del
problema, lo que Fairburn, Cooper y Shafran
Terapia Cognitivo Conductual (2003) denominan el “núcleo psicopatológico”
(core psychopathology). A partir de éste núcleo se
Actualmente los estudios sobre tratamien- derivan el resto de características clínicas de los
tos psicológicos que se consideran eficaces para trastornos TCA: la dieta estricta y los compor-
los trastornos alimentarios muestran, por lo ge- tamientos dirigidos a controlar el peso (p.e.
neral, que la terapia cognitivo-conductual (TCC) restringir la ingesta, ejercicio excesivo, etc.), la
es la que obtiene mayor apoyo empírico (NICE evitación (p.e. evitar mirarse ciertas partes del
2004, Wilson, 2005). cuerpo), los rituales de comprobación (p.e. mi-
rarse continuamente al espejo, pesarse frecuen-
temente), y la preocupación por pensamientos
TCC para la bulimia nerviosa sobre la comida, la figura y el peso.
Según éste modelo, la única característica clí-
El primero de los tratamientos cognitivo-con- nica que no está directamente relacionada con el
ductuales protocolizado y específico para los TCA núcleo psicopatológico son los atracones, que
que empezó a ofrecer resultados positivos fue el aparecen como consecuencia de los intentos por
propuesto por C. Fairburn (1985) para la BN a restringir la ingesta y someterse a dietas extremas
mediados de los años 80. Esta terapia cognitivo- e inflexibles. La relación que se establece entre
conductual para la Bulimia Nerviosa (TCC-BN) hacer dieta y los atracones forma un círculo vi-
tiene como objetivos: reducir los atracones y las cioso, ya que la restricción dietética favorece la
conductas compensatorias (como las de tipo pur- pérdida de control con ingesta de grandes canti-
gativo que incluyen vómitos y uso de laxantes o dades de comida (atracones), pero a su vez la
diuréticos); modificar la tendencia a hacer dietas dieta es una respuesta a la sobreingesta (una me-
extremas, y cambiar las actitudes hacia el peso y dida compensatoria). Cuando las pacientes1 fra-

1
Se suele utilizar el término paciente en femenino porque la gran mayoría de los casos de TCA son mujeres.
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 23

casan en el cumplimiento de sus normas dietéti- La TCC-BN es el tratamiento de elección


cas estrictas con episodios de atracones, lo in- para éste tipo de pacientes. Sin embargo, su efi-
terpretan como evidencia del poco control que cacia es limitada: solo la mitad de las pacientes
tienen sobre su ingesta, su figura y su peso. Rom- tienen una respuesta completa y duradera (Fair-
per las reglas dietéticas les supone una “pérdida burn et al., 2003).
de control” sobre la figura y el peso deseados,
que les resulta inaceptable, por lo que tiende a re-
forzarse su conducta de hacer dieta y su idea so- La Visión Transdiagnóstica De Los Tca
brevalorada de la necesidad de mantener un de-
terminado peso corporal, dando lugar de nuevo a La eficacia limitada de la TCC-BN en su for-
un círculo vicioso que tiende a automantenerse mulación original ha llevado a sus autores a re-
(ver Figura 1). formular su modelo añadiendo una serie de me-
Las estrategias compensatorias de tipo pur- canismos mantenedores del trastorno, además
gativo (vómitos autoinducidos y uso de medi- de extenderlo a todos los TCA y no exclusiva-
camentos laxantes y diuréticos) favorecen el mente a la BN. Recientemente, Fairburn et al.
mantenimiento de los atracones. En muchas (2003) han denominado a ésta extensión del mo-
ocasiones las personas con BN tienen atraco- delo “Teoría transdiagnóstica” (transdiagnostic
nes cuando saben que podrán utilizar algún tipo theory) . Según ésta reformulación, en ciertos
de purga. Además, creen en algunas de estas pacientes (aquellos en los que la TCC-BN no su-
prácticas como métodos para eliminar todas las pone una mejora duradera en el tiempo) uno o
calorías ingeridas en los episodios de atracones varios de los procesos mantenedores adicionales
(sin embargo, los laxantes no parecen afectar a propuestos actuaría obstaculizado el cambio.
la absorción de las calorías y los vómitos elimi- Los cuatro mecanismos adicionales, mante-
nan menos de la mitad de las calorías ingeri- nedores de los trastornos alimentarios, pro-
das, por tanto, son prácticas ineficaces para puestos por Fairburn et al. (2003) son: el per-
controlar el peso). feccionismo clínico, la baja autoestima, la
intolerancia a los cambios en el estado de ánimo
La formulación original del modelo de BN
y las dificultades interpersonales. Los resumi-
de Fairburn explica que los momentos en los
mos seguidamente.
que las pacientes se saltan sus reglas estrictas y
tienen episodios de atracones, estos no ocurren 1. Perfeccionismo Clínico. Este mecanismo
por azar, sino que suelen desencadenarse como hace referencia a un esquema disfuncional de
respuesta a cambios en el estado de ánimo. Los autoevaluación donde la valía personal es juz-
atracones tendrían una función reguladora de gada principalmente por los esfuerzos destina-
los estados disfóricos, neutralizando los estados dos a alcanzar objetivos elevados y por el éxito
de ánimo negativos y los síntomas de estrés. El al conseguirlos, independientemente de las con-
modelo del mantenimiento de la BN viene re- secuencias perjudiciales que puedan tener di-
presentado en la Figura 1. chos esfuerzos para el funcionamiento global. El
perfeccionismo es una característica bastante
El tratamiento que se deriva de éste modelo
común en los TCA. Existe un miedo al fracaso
de mantenimiento de la BN no se centra princi-
(p.e. comer en exceso, engordar, saltarse la die-
palmente en los atracones (que suelen ser la
ta, etc.), una atención selectiva a determinadas
queja principal de éste tipo de pacientes), sino
actuaciones (p.e. contar calorías, vigilar el peso
que abarca una respuesta más amplia y durade-
y la forma corporal) y una elevada autocrítica
ra al enfocar la terapia en la dieta estricta, las
derivada de sesgos cognitivos negativos.
medidas compensatorias y, sobre todo, en el nú-
cleo psicopatológico: la idea sobrevalorada so- 2. Baja autoestima. En algunas pacientes
bre la figura, el peso y su control. Se trata de un con TCA, la baja autoestima no consiste sim-
tratamiento diseñado para unas 15-20 sesiones, plemente en pensar negativamente sobre una
distribuidas en tres etapas con aproximada- misma, como resultado de la incapacidad de
mente cinco meses de duración (un resumen de controlar la ingesta o el peso; sino en la existen-
esta terapia se encuentra en Roca y Roca, 1999). cia de una autoimagen negativa permanente vis-
24 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

ta como parte de su propia identidad. Esta baja permite utilizar básicamente una misma teoría
autoestima dificulta el cambio, principalmente a y tratamiento para el conjunto de los trastor-
través de dos mecanismos: por un lado, les crea nos alimentarios.
una sensación de desesperanza sobre la propia
Según este autor, en la práctica clínica los
capacidad de cambio (perdiendo la confianza
tres diagnósticos recogidos en el DSM-IV-TR se
en el tratamiento), y por otro lado, las lleva a
distribuyen de forma que la gran mayoría de
perseguir con determinación logros en las áreas
estas pacientes cumplen los criterios para el
altamente valoradas (p.e. control sobre ingesta,
diagnóstico de TCA no especificado (50-60%),
peso y figura corporal) que son difíciles de al-
seguido de las diagnosticadas como BN (30%) y,
canzar porque no son realistas ni están bajo su
en menor medida, de aquellas con AN (10-15%).
control (i.e. llegar a pesar una determinada ci-
Dentro de los diagnósticos no especificados en-
fra, utilizar una talla concreta de ropa, seguir
trarían los casos que no cumplen todos los cri-
dietas estrictas, etc.). Cuando no logran alcanzar
terios para BN o AN (subclínicos), aquellos que
dichas metas, ese “fracaso” se sobregeneraliza y
combinan características de ambos diagnósti-
se interpreta como confirmación de “ser una
cos (“mixtos”), y los que cumplen criterios para
fracasada”. Estas pacientes con autoimagen ne-
el trastorno por atracón (el grupo más pequeño
gativa crónica suelen responder mal al trata-
que compone menos del 10% de los casos).
miento.
En concordancia con estos datos, los tres
3. Intolerancia a los cambios en el estado diagnósticos de TCA comparten entre sí más ca-
de ánimo. Algunas pacientes con TCA tienen racterísticas que diferencias. Siguiendo el plan-
problemas para afrontar de forma adecuada teamiento de Fairburn (2008), estos trastornos
ciertos estados emocionales, tanto negativos (p.e. tienen una parte de psicopatología “específica”2
ira, ansiedad o depresión) como positivos (p.e. y otra serie de componentes de psicopatología
euforia). Cuando experimentan cambios en su “general” (es decir, compartidos con trastornos
estado de ánimo, estas pacientes son incapaces no alimentarios), como síntomas de depresión,
de reconocerlos y aceptarlos, e intentan modular ansiedad o abuso de sustancias, entre otros.
su estado anímico con conductas que, en oca-
siones, son muy desadaptativas, por ejemplo, au- La psicopatología específica de los TCA se
tolesiones o consumo de sustancias psicoacti- refiere al “núcleo psicopatológico” descrito an-
vas. También recurren a otros comportamientos teriormente, es decir, a la sobrevaloración de la
como atracones, vómitos y ejercicio físico inten- figura, y del peso corporal y su control. Ade-
so para modular su estado de de ánimo. más, las conductas llevadas a cabo por las per-
sonas con trastornos alimentarios conllevan una
4. Dificultades Interpersonales. Algunas serie de riesgos para la salud física, muchos de
pacientes con TCA también presentan impor- los cuales surgen a raíz de las purgas, como de-
tantes problemas en sus relaciones interperso- sequilibrios en los fluidos corporales y en los
nales. La terapia interpersonal ha demostrado electrolitos (sodio, potasio, etc.).
su eficacia como tratamiento para la BN (Wil-
son, 2005), y es por ello que se han integrado al- La clasificación en los tres diagnósticos es-
gunos de sus elementos en el modelo transdiag- tablecidos por el DSM-IV puede parecer arbi-
nóstico y en la TCC derivada de él, ya que las traria si observamos el curso y la evolución de
dificultades en esta área pueden estar perpe- éstos trastornos a nivel longitudinal. La AN sue-
tuando el TCA . le comenzar a mediados de la adolescencia con
restricciones en la dieta, que poco a poco se
De acuerdo con uno de los últimos trabajos vuelve más rígida y extrema, mientras que la
publicados por Fairburn (2008) en forma de ma- persona consigue un peso significativamente
nual para terapeutas, la visión transdiagnóstica bajo (IMC3 <17,5-18). Sin embargo, es frecuente

2
Para Fairburn (2008) los TCA son, esencialmente, “trastornos cognitivos” porque comparten un núcleo psi-
copatológico basado en pensamientos, creencias y actitudes relacionados con la idea sobrevalorada de delgadez.
3
Índice de Masa Corporal (IMC).
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 25

que estas personas recurran a los atracones en suele quedar compensado entre los episodios
algún momento, que ganen algo de peso y que de sobreingesta y los periodos restrictivos (estas
desarrollen BN (en aproximadamente la mitad pacientes suelen tener un IMC dentro del rango
de los casos) o una forma mixta de TCA no es- saludable), mientras que en la AN los intentos
pecificado. En la BN el trastorno empieza, por por restringir la ingesta consiguen un bajo peso
lo general, más tarde (al final de la adolescencia significativo (IMC <17.5). Sin embargo, los ele-
o al principio de la edad adulta) y puede ser si- mentos que mantienen ambos TCA y que, por
milar a una AN, que luego va cambiando hasta tanto, deben ser tratados durante la TCC son
parecer también una forma mixta de trastorno los mismos, los presentados en el modelo de la
no especificado. Figura 2.
Estas características ponen de relieve lo que Como ya hemos dicho, el núcleo psicopato-
Fairburn (2008) denomina una “migración de lógico en los TCA es la sobrevaloración de la
diagnósticos”4 dentro de los TCA; una migra- importancia de la figura, y del peso corporal y
ción que no ocurre al azar sino que refleja que su control, que deriva en conductas dirigidas a
estos trastornos comienzan con restricciones en reducir la ingesta, mediante dietas estrictas y
la ingesta, que acaban por romperse con episo- otras medidas para controlar el peso. Es enton-
dios de atracones, debidos a la dificultad que ces cuando suelen aparecer los episodios de
tienen las pacientes para mantener el control atracón, que se pueden dar en cualquier TCA,
de una dieta muy rígida y demandante. Los fre- aunque son menos comunes en pacientes con
cuentes cambios de diagnóstico en estas pa- AN5.
cientes sugieren que, en lugar de tratarse de la El modelo transdiagnóstico incluye a pa-
recuperación de un trastorno y el desarrollo de cientes que tienen un bajo peso significativo
otro distinto, se trata de la evolución de un mis- (que suelen ser típicamente aquellas con AN,
mo trastorno alimentario. Es a partir de estos pero también casos mixtos o no especificados).
datos y ésta reflexión, de donde surge la visión En estas pacientes con bajo peso significativo el
transdiagnóstica de los TCA. círculo vicioso se cierra de nuevo con la preo-
cupación central por el peso y la figura; que en
algunos casos puede cursar también con atra-
TCC para los TCA cones.
El resto del modelo incluye las conductas
De acuerdo con éste planteamiento, el mo-
compensatorias tras los episodios de atracón.
delo propuesto inicialmente por Fairburn (1985)
Se añade también a esta nueva reformulación la
para la BN, se amplia para abarcar distintas re-
influencia de los eventos externos y de los cam-
alidades clínicas en la teoría y tratamiento
bios en el estado de ánimo, como moduladores
transdiagnóstico, como refleja la Figura 2, que
de los atracones.
incluye diagnósticos como la AN, BN y otros
que pueden incluirse en la categoría de no espe-
cificados.
Descripción De La Tcc De Fairburn
El modelo transdiagnóstico destaca que la Según La Visión Transdiagnóstica
única diferencia básica entre AN y BN radica
en el grado de éxito alcanzado en sus intentos El tratamiento derivado de la teoría trans-
de controlar su peso corporal. En la BN el peso diagnóstica de los TCA es una TCC que los au-

4
El trastorno por atracón (que se incluye dentro de la categoría de TCA no especificado), es una excepción,
ya que cursa de manera diferente a la BN y la AN: empieza alrededor de la treintena, una tercera parte de los
pacientes son hombres, es un trastorno intermitente con periodos de control sobre la ingesta, y se da en per-
sonas con tendencia a comer en exceso y ganar peso (son pocos los que indican haber padecido AN o BN an-
teriormente).
5
Los pacientes con AN suelen tener atracones de tipo “subjetivo”, en los que la cantidad de alimento in-
gerida no es grande, pero se percibe como tal teniendo en cuenta la dieta estricta y la evitación de alimentos.
26 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

tores han denominado “mejorada” (“Enhanced”- tenimiento del problema alimentario (de acuer-
Cognitive Behavioral Therapy)6, que incluye el do a la Figura 2); describir el tratamiento; ex-
tratamiento de todos los TCA y que, en su ver- plicar la monitorización de la ingesta (autorre-
sión principal, se estructura en cuatro etapas gistros); aclarar las tareas para la próxima
desarrolladas en un total de 20 sesiones a lo lar- sesión, y resumir la sesión antes de concertar la
go de 20 semanas (5 meses). siguiente cita.
A partir de la formulación de cada caso, la
terapia admite distintas formas tratamiento. Por
un lado, existen dos versiones: la “focalizada” Sesión 1
(focused versión) que se centra exclusivamente
en la psicopatología propia de los TCA y la ver- La primera sesión tiene como prioridad con-
sión “extendida” (broad versión) que incluye los seguir que la paciente se comprometa con la te-
mecanismos adicionales (perfeccionismo clíni- rapia. Además, deben conseguirse los siguientes
co, baja autoestima, estados de ánimo y rela- objetivos:
ciones interpersonales). Por otro lado, se con- Empezar a instaurar el hábito de monitori-
templan dos posibilidades en cuanto a la zar el peso en cada sesión.
duración: 20 sesiones (en su versión más habi-
tual) y 40 sesiones (en casos de peso por debajo Revisar los autorregistros diarios que deben
de un IMC=17,5). Además, existen versiones con incluir la información siguiente: todas las in-
modificaciones específicas para pacientes jóve- gestas (comidas y bebidas), señalando la hora y
nes, una modalidad intensiva para pacientes in- el lugar en que se producen, indicando si alguna
ternos y versiones para ser aplicadas en grupo. de las ingestas se considera excesiva (presencia
de atracones objetivos o subjetivos), anotar los
En el presente trabajo nos centraremos es- vómitos y uso de laxantes o diuréticos y, por úl-
pecialmente en la TCC de 20 sesiones, en su ver- timo, anotar comentarios, según las indicacio-
sión focalizada y a nivel individual, ya que es la nes del terapeuta en cada etapa (p.e. pensa-
que se recomienda para la mayoría de las pa- mientos, emociones o circunstancias
cientes y la que se centra exclusivamente en la importantes relacionadas con ingestas o atra-
psicopatología de la conducta alimentaria. En la cones). El modelo de autorregistro puede en-
tabla 1 se resúme cada una de las etapas del contrarse en Fairburn (2008).
tratamiento indicando la duración en semanas y
el número de sesiones. Revisar la formulación del caso para asegu-
rarnos de que la paciente entiende el modelo,
para utilizarlo como guía durante el tratamien-
Etapa I to.
Educar a la paciente sobre el peso y sobre las
La primera etapa se compone de 7 sesiones conductas de comprobación del peso (p.e. el pa-
(de 50 minutos) además de la sesión inicial, y se pel mantenedor de conductas como pesarse con
desarrolla a lo largo de cuatro semanas con una frecuencia o mirarse continuamente al espejo).
frecuencia de dos sesiones por semana.

Sesiones 2-7
Sesión Inicial
A partir de la segunda sesión, el tratamiento
Es la sesión más larga (90 minutos) y debe debe centrarse en obtener cambios.
cubrir siete componentes: motivar a la paciente
en el tratamiento; evaluar la naturaleza y seve- La terapia seguirá una estructura fija: pesar
ridad de la psicopatología; formular, conjunta- a la paciente, revisar los últimos autorregistros,
mente con la paciente, los mecanismos de man- establecer los puntos a tratar en la sesión (de

6
Esta forma de TCC también suele denominarse tratamiento transdiagnóstico (ver Fairburn et al. 2003).
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 27

forma conjunta), trabajar sobre los puntos esta- siones con los obtenidos en las primeras entre-
blecidos, aclarar las tareas para la próxima se- vistas. Cuando las afectadas llegan a esta etapa,
sión y, por último, resumir lo tratado en la se- habitualmente han mejorado su patrón de ali-
sión. mentación y han reducido la frecuencia de atra-
cones y otras conductas compensatorias.
En estas seis sesiones de la primera etapa
se cubren los siguientes objetivos: Identificar las posibles barreras que dificul-
tan el cambio: discutir con la paciente los posi-
Educar sobre los TCA a través de lecturas bles mecanismos que estén obstaculizando el
guiadas como el libro de autoayuda de Fairburn
proceso (p.e. miedo al cambio, eventos exter-
(1995).
nos, dificultades interpersonales, incompatibili-
Establecer un patrón regular de ingesta: pla- dades de la terapia con el trabajo o la vida fa-
nificar cinco comidas diarias (de este modo las miliar, depresión clínica, desagrado con la
pacientes con atracones se benefician porque terapia, etc.).
estos se desplazan, las que tienen hábitos de ali-
Revisar la formulación del caso: consideran-
mentación caóticos adquieren una estructura y
do si hubiese que cambiar algún elemento, aun-
un control sobre sus comidas, y las que restrin-
que no suele ser necesario.
gen la ingesta empiezan a regulan sus sensacio-
nes de hambre y saciedad). También han de tra- Decidir entre continuar con la versión focali-
tarse en este punto: las conductas de purga, el zada o aplicar a partir de ahora la versión “exten-
ejercicio excesivo y la sensación de “estar lle- dida”:a partir de esta etapa se continuará con la
na” o “hinchada” tras las comidas. versión focalizada en la gran mayoría de los ca-
sos, pero ha de contemplarse la posibilidad de
Hacer partícipes a otras personas en la tera-
utilizar la versión extendida con pacientes en
pia: familiares y amigos que puedan ayudar a
los que existen mecanismos externos al trastor-
conseguir el cambio, o aquellos que estén obs-
no alimentario (como los explicados en aparta-
taculizando el proceso.
dos anteriores) que ayudan a mantener la psi-
copatología y que obstaculizan el cambio. En
caso de utilizarse la versión extendida a partir
Etapa II de la etapa III, el tratamiento se centrará en
uno de los módulos adicionales (o máximo dos
La segunda etapa del tratamiento es de tran- módulos en caso de utilizarse la versión de 40
sición, se compone de una o dos sesiones (una sesiones). Ver Fairburn (2008).
por semana) en las que se revisa el progreso ob-
tenido hasta el momento y se toman decisiones Diseñar la etapa III: la tercera etapa corres-
con respecto a la etapa III. ponde a la parte principal del tratamiento don-
de se continúa con la estructura establecida en
la etapa I y se trabajan los mecanismos mante-
Sesiones 8-9 nedores del problema. Los seis principales me-
canismos mantenedores son: 1) la sobrevalora-
Se establecen cinco objetivos: ción del peso y figura, 2) la sobrevaloración del
control sobre la comida, 3) los intentos de limi-
Revisar el progreso alcanzado: la magnitud tar la ingesta, 4) la restricción dietética7 , 5) el
del cambio durante las primeras semanas es un mantenerse por debajo del peso saludable
fuerte predictor de los resultados del tratamien- (IMC< 17.5) y, 6) la influencia de eventos exter-
to. Por tanto, conviene volver a evaluar a la pa- nos, los cambios en el estado de ánimo, y los
ciente y comparar los registros de las últimas se- hábitos de alimentación. Es importante que el

7
Fairburn (2008) hace distinción entre los intentos por restringir la dieta (dietary restraint), es decir, es-
fuerzos por limitar la ingesta que no implican necesariamente que se ingieran menos calorías de las necesarias;
y la restricción dietética (dietary restriction) que conlleva por definición una ingesta de calorías por debajo de
las necesarias a nivel fisiológico.
28 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

terapeuta conozca la importancia que cada uno A. Preocupación por la figura, rituales
de estos mecanismos mantenedores tiene en de comprobación, sensación de “sentirse
cada paciente, a la hora de decidir sobre cuales gorda” y pensamientos y creencias
se trabajará y en qué orden. En líneas genera- relacionados.
les, los autores proponen las siguientes pautas:
a) en pacientes con bajo peso la prioridad es
aumentar el peso y, por tanto, lo recomendable La etapa III frecuentemente comienza cen-
es el tratamiento en 40 sesiones; b) en los que trándose en el “núcleo psicopatológico” de los
predomina la sobrevaloración de la figura y/o el TCA, es decir, en la sobrevaloración de la figura,
peso y el control sobre la comida conviene co- del peso y de su control. Recordemos que uno de
menzar la siguiente etapa centrándose en es- los aspectos más característicos de este tipo de
tas actitudes, ya que es uno de los mecanismos pacientes es que juzgan su autovalía personal
más difíciles de cambiar y que requiere más casi exclusivamente en relación a su peso y figura
tiempo de trabajo; c) en pacientes con un IMC> corporal, y a su habilidad para controlarlos. Éste
17.5 los intentos de limitar la ingesta y la res- módulo del tratamiento es el que conlleva una
tricción dietética pueden tratarse de forma con- mayor dedicación de tiempo y el que obtiene un
junta; y d) en aquellas en las que el problema cambio más gradual. A lo largo de las sesiones
alimentario está influido por eventos externos y que se dediquen a este módulo, han de cubrirse
cambios en el estado de ánimo, esto debe ser los siguientes elementos en el orden propuesto:
tratado en segundo o tercer lugar a lo largo de I. Identificar la sobrevaloración y las consecuen-
la etapa III. cias derivadas. Hay que educar a la paciente
sobre el concepto de auto-evaluación, los as-
pectos importantes sobre los que las personas
Etapa III podemos juzgarnos y cómo en los TCA existe
una idea sobrevalorada acerca de la figura y
La tercera etapa del tratamiento es la más el peso. Una forma de trabajar este tema es
larga. Comprende 8 sesiones, con periodicidad proponerle que represente, mediante un gráfi-
semanal. El trabajo a lo largo de esos dos meses co de pastel, la importancia de distintas áreas
se dirige a cuestionar los mecanismos mante- de su vida a la hora de auto-evaluarse (la ma-
nedores, según la formulación de cada caso. Por yoría de pacientes con problemas alimentarios
dibujarán una gran parte del gráfico con cues-
tanto, de acuerdo con lo visto anteriormente,
tiones relacionadas con el aspecto físico, la del-
ha de estar diseñada según las características
gadez, etc., y dedicarán un porcentaje muy pe-
de la paciente y de su problema.
queño a otras áreas como la familia, los
La etapa III del tratamiento no está estruc- estudios o el trabajo). La idea es ayudarla a vi-
turada por sesiones como lo están las etapas sualizar y comprender cómo el tener un área
anteriores. Sin embargo, los autores distinguen tan dominante a la hora de auto-evaluarse es
tres bloques temáticos, que han de ser tratados perjudicial, porque disminuye notablemente la
a lo largo de las 8 semanas: A) preocupación importancia de otras áreas (p.e. amigos, pareja,
por la figura, rituales de comprobación, sensa- actividades de tiempo libre, etc.) y hace a las
personas vulnerables a evaluarse de forma ne-
ción de “sentirse gorda” y pensamientos y cre-
gativa cuando no pueden controlar el área do-
encias relacionados; B) intentos de restringir la
minante en todo momento. Una explicación
dieta, reglas dietéticas y control sobre la ali- más detallada de esta técnica puede encontrar-
mentación, y C) eventos externos, estados de se en Fairburn (2008) y Waller et al. (2007).
ánimo y hábitos de alimentación.
II. Aumentar la importancia de otras áreas impli-
A continuación se exponen los aspectos más
cadas en la autovalía. Continuando con la idea
relevantes de cada uno de esos tres bloques te- anterior, hay que mostrar a la paciente que la
máticos. sobrevaloración del peso y la figura margina
otras áreas importantes de la vida, que pueden
contribuir a una auto-evaluación más positiva
de uno mismo. Se trata de recuperar activida-
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 29

des que se han dejado de realizar a partir del tar sudando, etc.). Una vez detectados los de-
TCA (incluyendo nuevos elementos al gráfico sencadenantes, se entrena a la paciente en la
de pastel dibujado anteriormente), por ejem- técnica de resolución de problemas para apren-
plo, retomar relaciones interpersonales, co- der a manejarlos.
menzar nuevas actividades de tiempo libre,
etc., que la paciente debe intentar durante las V. Explorar los orígenes de la sobrevaloración. En
próximas semanas. las últimas sesiones de la etapa III es aconseja-
ble indagar en los posibles orígenes del tras-
III. Tratar los rituales de comprobación y las con- torno alimentario y en cómo se ha mantenido
ductas de evitación. Es importante hacer pre- en el tiempo. Para ello se le pide a la paciente
guntas directas y educar sobre las conductas que recuerde si en distintos periodos de su vida
de comprobación y evitación relacionadas con (p.e. hasta un año antes del inicio del TCA, du-
el cuerpo y la comida, ya que muchas pacien- rante el año anterior a su inicio, el primer año
tes no suelen hablar de ello directamente o no de evolución y hasta el momento actual) se dio
son conscientes de realizar estas conductas. alguna circunstancia o evento que pudo con-
Los rituales de comprobación del peso y la fi- tribuir al desarrollo de la sobrevaloración del
gura incluyen conductas como mirarse fre- peso, la figura y su control. A partir de esta in-
cuentemente al espejo, medirse ciertas partes formación se crean hipótesis sobre el origen y
del cuerpo, apretar o tocar zonas del cuerpo mantenimiento del problema, que ayudan a la
determinadas, compararse constantemente paciente a entender su proceso y a verlo como
con otras personas o mirarse continuamente el algo más “normal” y menos “patológico”.
cuerpo (p.e. muslos o barriga). Entre las con- VI. Aprender a controlar los pensamientos y creen-
ductas de evitación destacan: no llevar ropa cias relacionados con eL TCA: este último mó-
ajustada, evitar los espejos, no mirar fotogra- dulo suele tratarse en las últimas sesiones de la
fías de una misma o cubrirse ciertas partes tercera etapa, y constituye la parte más cogniti-
del cuerpo. El terapeuta puede pedir que estas va del tratamiento. Consiste en identificar los
conductas se incluyan en una nueva columna pensamientos y creencias problemáticos que
del autorregistro, durante algunas semanas de contribuyen al mantenimiento del problema,
esta etapa, mientras la paciente aprende a eli- con el objetivo de cuestionarlos y modificarlos.
minarlas. Una explicación más detallada de El núcleo psicopatológico de los TCA puede ser
cómo abordar este aspecto puede encontrarse entendido como un sistema de creencias que
en Fairburn (2008) y Waller et al. (2007). lleva a la paciente a filtrar la información que
recibe del exterior, así como la relacionada con
IV. Tratar la sensación de “sentirse gorda. Las per- sus estímulos internos, en forma tal que la lleva
sonas con TCA suelen equiparar el “sentirse a malinterpretar ciertas experiencias y a realizar
gordas” con estar realmente gordas o tener so- conductas específicas derivadas de dichas ma-
brepeso. Esto debe tratarse en esta etapa, ya linterpretaciones. Fairburn (2008) utiliza la me-
que contribuye al mantenimiento de ciertas táfora del reproductor de DVD para explicar
conductas problemáticas (p.e. evitar ciertos ali- que la mente reproduce pensamientos diversos
mentos o realizar ejercicio físico excesivo). La y que hay que aprender a detectar cuándo se
sensación de “sentirse gorda” fluctúa a lo largo está reproduciendo el DVD de los problemas
del tiempo a pesar de que el peso corporal se alimentarios, reconociendo los primeros sig-
mantenga estable. Hay que ayudar a la pacien- nos, para parar a tiempo y volver al camino co-
te para que pueda distinguir exactamente en rrecto, siguiendo lo aprendido durante la tera-
qué consiste esa sensación, es decir, pregun- pia y realizando actividades alternativas
tarle cuándo ocurre, bajo qué circunstancias, distractoras.
qué sensaciones fisiológicas le acompañan, etc.
La gran mayoría de los desencadenantes de la
sensación de “sentirse gorda” están asociados a
estados de ánimo negativos (p.e. aburrimiento, B. Intentos de restringir la dieta, reglas
soledad, tristeza, etc.) o se derivan de conduc- dietéticas y control sobre la alimentación.
tas o sensaciones físicas normales (p.e. sentirse
llena después de comer, notar la ropa ajustada, Frecuentemente este módulo se incorpora
compararse con otras personas, tener calor, es- al tratamiento después de varias sesiones en la
30 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

etapa III. Consiste principalmente en hacer en- Etapa IV


tender a la paciente que “hacer dieta” es una
conducta contraproducente porque mantiene el La cuarta etapa del tratamiento consta de
problema alimentario y produce efectos adver- tres sesiones, una cada 15 días, a lo largo de
sos como la disminución de la capacidad de seis semanas. Esta última etapa trata de conso-
concentración, el aumento de ansiedad y la res- lidar los avances conseguidos en las etapas an-
tricción de los alimentos que pueden ingerirse teriores asegurando, en lo posible, el manteni-
(pudiendo dificultar las relaciones sociales), miento del progreso y minimizando las recaídas
además de ser el principal factor de riesgo para en el futuro. En esta etapa hay que comprobar
los atracones. Es importante evaluar el tipo de que las expectativas de las pacientes son realis-
comidas que se evitan (comidas prohibidas) y tas y se adaptan a lo conseguido durante las se-
las reglas dietéticas que se intentan seguir, para siones anteriores, así como repasar los logros
lograr un patrón de alimentación regular y va- alcanzados y las estrategias que han sido más
riado que pueda mantenerse después del trata- útiles a lo largo de la terapia. Al finalizar el tra-
miento. También hay que tratar en este punto la tamiento es posible que algunas pacientes sigan
idea sobrevalorada de la necesidad de controlar haciendo dieta, e incluso teniendo atracones o
la alimentación, con experimentos conductuales vómitos ocasionales y manteniendo ciertas ideas
en los que se le pide a la paciente que deje de re- disfuncionales sobre la figura y el peso. A pesar
alizar conductas de comprobación o que rompa de ello, es aconsejable terminar en el tiempo es-
sus reglas dietéticas. tablecido y preparar un plan de mantenimiento
a largo plazo. Al finalizar la última de las sesio-
nes se programa una sesión de revisión para 20
semanas después de finalizar el tratamiento.
C. Eventos externos, estados de ánimo y
hábitos de alimentación.
Sesión de Revisión.
En este módulo se insiste en la relación exis- En la revisión se vuelve a evaluar a la pa-
tente entre los hábitos de alimentación en los ciente y se contempla la necesidad de realizar al-
TCA y su relación con eventos externos o con guna otra sesión. Además, se evalúa el segui-
cambios en el estado de ánimo, y se enseñan miento del plan de mantenimiento, se analiza la
técnicas para resolver problemas concretos, con necesidad de seguir con el hábito de pesarse se-
ejemplos recientes tomados de la paciente. En manalmente, se discuten las posibles “caídas”
los casos en que a pesar de la mejora consegui- (recaídas leves) producidas desde el final de la
da hasta la etapa III continúan con “atracones terapia y se revisa el plan a seguir a largo plazo.
residuales” de manera intermitente, se utiliza
la técnica del “análisis de atracones” en la que se
intenta reencuadrar la situación, como conse- Comentarios Finales
cuencia de alguno de los siguientes procesos: a)
romper una de las reglas dietéticas, b) desinhi-
La aproximación transdiagnóstica destaca
birse a causa del consumo de alcohol u otras
que ciertas características clínicas entre las pa-
drogas, c) no comer lo suficiente a lo largo del
cientes con TCA (las ideas sobrevaloradas acerca
día, o d) estar facilitado por ciertos eventos ex-
de su figura, peso corporal y su control) son más
ternos o por estados disfóricos. Se trata de ana-
consistentes entre sí y más importantes que las
lizar las situaciones, para que la paciente las
diferencias en el peso (IMC) o las manifestacio-
vea como acontecimientos aislados, que tienen
nes conductuales. Por ello, considera que las di-
solución si son detectados a tiempo, aplicando
ferencias en el diagnostico entre los diversos TCA
técnicas como el control de estímulos, la reso-
son menos relevantes de lo que se creía a la hora
lución de problemas o la realización de activi-
de formular el caso y diseñar el tratamiento.
dades alternativas sustitutorias (para más infor-
mación sobre estas técnicas consultar Fairburn, Este trabajo pretende dar a conocer los as-
1995). pectos teóricos y prácticos relacionados con el
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 31

tratamiento (TCC) de los TCA según la visión Beck, A.T., Rush, A.J., Shaw, B.F. & Emery, G. (2005).
transdiagnóstica (Fairburn et al., 2003), en res- Terapia cognitiva de la depresión. (18ª ed.). Bil-
puesta a la demanda de sus autores de disemi- bao: Desclée De Brouwer.
nar su propuesta para que sea accesible a los Carretero, A., Raich, R.M., Sánchez, L., Rusiñol, J. &
terapeutas que trabajan con pacientes con estos Sánchez, D. (2009). Relevancia de factores de
trastornos. A pesar de los estudios que demues- riesgo, psicopatología alimentaria, insatisfacción
tran que la TCC es un tratamiento basado en la corporal y funcionamiento psicológico en pa-
evidencia, tanto para la BN como para el tras- cientes con TCA. Clínica y salud, 20(2), 145-157.
torno por atracón, su aplicación no está muy
extendida en la práctica clínica (Wilson, 2005). Fairburn, C. G. (1985). Cognitive-behavioral treatment
for bulimia. En D. M. Garner & P.E. Garfinkel
Por lo que se refiere a la propuesta trans- (Eds.), Handbook of treatment for eating disor-
diagnóstica, son necesarios más estudios que ders (pp. 160-192). New York: Guilford Press.
demuestren la eficacia de este tratamiento para Fairburn, C. G. (1995). Overcoming binge eating. New
la AN, aunque parece prometedor ya que esta York: The Guilford Press.
aproximación incorpora aspectos característi-
cos de estas pacientes, como el miedo a ganar Fairburn, C. G. (2008). Cognitive behavior therapy and
peso o el perfeccionismo, que pueden verse be- eating disorders. New York: The Guilford Press.
neficiados con la TCC (Wilson, 2005). Fairburn, C. G., Cooper, Z, Doll, H., O´Connor, M.,
Bohn, K., Hawker, D. Wales, J. & Palmer, R.
A pesar de los esfuerzos realizados por los au- (2009). Transdiagnostic cognitive-behavioral ther-
tores para mejorar la TCC para los TCA en esta apy for patients with eating disorders: a two-site
nueva versión mejorada, es necesario todavía op- trial with 60-week follow-up. American Journal
timizar su eficacia y, posiblemente, simplificar su of Psychiatry, 166, 311-319.
procedimiento determinando cuáles son los in-
gredientes más activos del mismo y eliminando Fairburn, C. G., Cooper, Z. & Shafran, R. (2003). Cog-
nitive behaviour therapy for eating disorders: a
los restantes componentes (Fairburn, 2008).
“transdiagnostic” theory and treatment. Behav-
Por último, destacar que existen tratamien- iour Research and Therapy, 41, 509-528.
tos más sencillos y de menor coste, como los Fairburn, C. G. & Wilson, G. T. (1993). Binge eating:
manuales de autoayuda basados en la evidencia Nature, assessment, and treatment. New York:
(p.e. el de Fairburn, 1995) que están considera- Guilford Press.
dos como una posible primera opción para al-
gunas pacientes con BN o trastorno por atra- National Institute for Clinical Excellence (2004). Eating
cón (NICE, 2004; Wilson, 2005). La autoayuda disorders –core interventions in the treatment and
management of anorexia nervosa, bulimia nervosa
guiada por un manual tiene la posibilidad de
and related eating disorders. NICE Clinical Guide-
ser utilizada por la propia paciente o con su-
line no. 9. London: NICE. www.nice.org.uk
pervisión y apoyo de un terapeuta, y en caso de
no dar resultado se aconseja la aplicación de la Palacios, X. (2007). Evolución de las teorías cognosciti-
TCC llevada a cabo por un terapeuta. vas y del tratamiento cognoscitivo conductual de la
anorexia nerviosa. Terapia Psicológica, 25(1), 73-85.
Perpiñá, C. (1995) Trastornos alimentarios. En A. Be-
Bibliografía lloch, B. Sandín & F. Ramos (Eds.) (1995). Man-
ual de psicopatología . Vol. II. (pp. 403-421).
American Psychiatric Association (2000). Manual Madrid: McGraw-Hill-Interamericana
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Polivy, J. & Herman, C.P. (2002). Causes of eating
(DSM-IV-TR) (4ª ed. texto revisado). Barcelona: disorders. Annual Review of Clinical Psychology,
Masson. 53, 187-213.
American Psychiatric Association (2006). Practice Roca, E. & Roca, B. (1999). La bulimia nerviosa y su
guideline for the treatment of patients with eating tratamiento: terapia cognitivo conductual de Fair-
disorders (3ª ed.). APA Practice Guidelines. burn. Cuadernos de medicina psicosomática y psi-
www.psych.org quiatría de enlace, 49 y 50, 48-58.
32 AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33

Schramm, E. (1998). Psicoterapia interpersonal. De Wilson, G.T. (2005). Psychological treatment of eating
las depresiones y otros trastornos psíquicos. Bar- disorders. Annual Review of Clinical Psychology, 1,
celona: Masson. 439-465.
Waller, G., Cordery, H., Corstorphine, E., Hinrichsen Wilson, G.T., Grilo, C. M. & Vitousek, K.M. (2007).
R. L., Mountford, V. & Russel, K. (2007). Cogni- Psychological treatment of eating disorders.
tive behavioral therapy for eating disorders. A American Psychologist, 62, 199-216.
comprehensive treatment guide. New York: Cam-
bridge University Press.

Figura 1. Modelo cognitivo-conductual del mantenimiento de la BN de Fairburn8

Sobrevaloración de la figura y el peso


corporal y su control

Dieta estricta y comportamientos


para controlar el peso

Atracones

Medidas compensatorias:
vómitos/laxantes o diuréticos

Figura 2. Modelo cognitivo-conductual «transdiagnóstico» de Fairburn (2003, 2008)9

Sobrevaloración de la figura y el peso


corporal y su control

Dieta estricta y comportamientos


para controlar el peso

Eventos externos y Atracones Bajo peso significativo


estados de ánimo

Medidas compensatorias:
vómitos/laxantes o diuréticos

8
Figura adaptada de Fairburn, Cooper y Shafran (2003).
9
Figura adaptada de Fairburn, Cooper y Shafran (2003) y Fairburn (2008).
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 33

Tabla 1. Resumen de las etapas y sesiones del tratamiento en 20 sesiones

Semana del
Etapa Sesiones Objetivos principales
tratamiento

• Motivación y educación sobre la TCC


• Formulación del caso
I 1-4 2/semana (7+1)
• Realización de autorregistros (peso,
ingestas, …)

• Revisar el progreso y la formulación del


caso
II 5-6 1/semana (2) • Identificar barreras para el cambio
• Diseñar etapa III (versión focalizada o
extendida)

• Modificar los mantenedores del TC


◦ Preocupación por la figura
III 7-14 1/semana (8)
◦ Dieta
◦ Eventos externos y estados de ánimo

• Revisar el progreso alcanzado


IV 15-20 2/mes (3)
• Plan de mantenimiento a largo plazo

Sesión de 20 semanas • Revisar el mantenimiento y las posibles


1
revisión post-tratamiento caidas

También podría gustarte