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ISSN: 1578-908X
accionpsicologica@psi.uned.es
Universidad Nacional de Educación a
Distancia
España
1
Se suele utilizar el término paciente en femenino porque la gran mayoría de los casos de TCA son mujeres.
AMANDA CELIS EKSTRAND Y ELIAS ROCA VILLANUEVA / ACCIÓN PSICOLÓGICA, enero 2011, vol. 8, n.o 1, 21-33 23
ta como parte de su propia identidad. Esta baja permite utilizar básicamente una misma teoría
autoestima dificulta el cambio, principalmente a y tratamiento para el conjunto de los trastor-
través de dos mecanismos: por un lado, les crea nos alimentarios.
una sensación de desesperanza sobre la propia
Según este autor, en la práctica clínica los
capacidad de cambio (perdiendo la confianza
tres diagnósticos recogidos en el DSM-IV-TR se
en el tratamiento), y por otro lado, las lleva a
distribuyen de forma que la gran mayoría de
perseguir con determinación logros en las áreas
estas pacientes cumplen los criterios para el
altamente valoradas (p.e. control sobre ingesta,
diagnóstico de TCA no especificado (50-60%),
peso y figura corporal) que son difíciles de al-
seguido de las diagnosticadas como BN (30%) y,
canzar porque no son realistas ni están bajo su
en menor medida, de aquellas con AN (10-15%).
control (i.e. llegar a pesar una determinada ci-
Dentro de los diagnósticos no especificados en-
fra, utilizar una talla concreta de ropa, seguir
trarían los casos que no cumplen todos los cri-
dietas estrictas, etc.). Cuando no logran alcanzar
terios para BN o AN (subclínicos), aquellos que
dichas metas, ese “fracaso” se sobregeneraliza y
combinan características de ambos diagnósti-
se interpreta como confirmación de “ser una
cos (“mixtos”), y los que cumplen criterios para
fracasada”. Estas pacientes con autoimagen ne-
el trastorno por atracón (el grupo más pequeño
gativa crónica suelen responder mal al trata-
que compone menos del 10% de los casos).
miento.
En concordancia con estos datos, los tres
3. Intolerancia a los cambios en el estado diagnósticos de TCA comparten entre sí más ca-
de ánimo. Algunas pacientes con TCA tienen racterísticas que diferencias. Siguiendo el plan-
problemas para afrontar de forma adecuada teamiento de Fairburn (2008), estos trastornos
ciertos estados emocionales, tanto negativos (p.e. tienen una parte de psicopatología “específica”2
ira, ansiedad o depresión) como positivos (p.e. y otra serie de componentes de psicopatología
euforia). Cuando experimentan cambios en su “general” (es decir, compartidos con trastornos
estado de ánimo, estas pacientes son incapaces no alimentarios), como síntomas de depresión,
de reconocerlos y aceptarlos, e intentan modular ansiedad o abuso de sustancias, entre otros.
su estado anímico con conductas que, en oca-
siones, son muy desadaptativas, por ejemplo, au- La psicopatología específica de los TCA se
tolesiones o consumo de sustancias psicoacti- refiere al “núcleo psicopatológico” descrito an-
vas. También recurren a otros comportamientos teriormente, es decir, a la sobrevaloración de la
como atracones, vómitos y ejercicio físico inten- figura, y del peso corporal y su control. Ade-
so para modular su estado de de ánimo. más, las conductas llevadas a cabo por las per-
sonas con trastornos alimentarios conllevan una
4. Dificultades Interpersonales. Algunas serie de riesgos para la salud física, muchos de
pacientes con TCA también presentan impor- los cuales surgen a raíz de las purgas, como de-
tantes problemas en sus relaciones interperso- sequilibrios en los fluidos corporales y en los
nales. La terapia interpersonal ha demostrado electrolitos (sodio, potasio, etc.).
su eficacia como tratamiento para la BN (Wil-
son, 2005), y es por ello que se han integrado al- La clasificación en los tres diagnósticos es-
gunos de sus elementos en el modelo transdiag- tablecidos por el DSM-IV puede parecer arbi-
nóstico y en la TCC derivada de él, ya que las traria si observamos el curso y la evolución de
dificultades en esta área pueden estar perpe- éstos trastornos a nivel longitudinal. La AN sue-
tuando el TCA . le comenzar a mediados de la adolescencia con
restricciones en la dieta, que poco a poco se
De acuerdo con uno de los últimos trabajos vuelve más rígida y extrema, mientras que la
publicados por Fairburn (2008) en forma de ma- persona consigue un peso significativamente
nual para terapeutas, la visión transdiagnóstica bajo (IMC3 <17,5-18). Sin embargo, es frecuente
2
Para Fairburn (2008) los TCA son, esencialmente, “trastornos cognitivos” porque comparten un núcleo psi-
copatológico basado en pensamientos, creencias y actitudes relacionados con la idea sobrevalorada de delgadez.
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Índice de Masa Corporal (IMC).
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que estas personas recurran a los atracones en suele quedar compensado entre los episodios
algún momento, que ganen algo de peso y que de sobreingesta y los periodos restrictivos (estas
desarrollen BN (en aproximadamente la mitad pacientes suelen tener un IMC dentro del rango
de los casos) o una forma mixta de TCA no es- saludable), mientras que en la AN los intentos
pecificado. En la BN el trastorno empieza, por por restringir la ingesta consiguen un bajo peso
lo general, más tarde (al final de la adolescencia significativo (IMC <17.5). Sin embargo, los ele-
o al principio de la edad adulta) y puede ser si- mentos que mantienen ambos TCA y que, por
milar a una AN, que luego va cambiando hasta tanto, deben ser tratados durante la TCC son
parecer también una forma mixta de trastorno los mismos, los presentados en el modelo de la
no especificado. Figura 2.
Estas características ponen de relieve lo que Como ya hemos dicho, el núcleo psicopato-
Fairburn (2008) denomina una “migración de lógico en los TCA es la sobrevaloración de la
diagnósticos”4 dentro de los TCA; una migra- importancia de la figura, y del peso corporal y
ción que no ocurre al azar sino que refleja que su control, que deriva en conductas dirigidas a
estos trastornos comienzan con restricciones en reducir la ingesta, mediante dietas estrictas y
la ingesta, que acaban por romperse con episo- otras medidas para controlar el peso. Es enton-
dios de atracones, debidos a la dificultad que ces cuando suelen aparecer los episodios de
tienen las pacientes para mantener el control atracón, que se pueden dar en cualquier TCA,
de una dieta muy rígida y demandante. Los fre- aunque son menos comunes en pacientes con
cuentes cambios de diagnóstico en estas pa- AN5.
cientes sugieren que, en lugar de tratarse de la El modelo transdiagnóstico incluye a pa-
recuperación de un trastorno y el desarrollo de cientes que tienen un bajo peso significativo
otro distinto, se trata de la evolución de un mis- (que suelen ser típicamente aquellas con AN,
mo trastorno alimentario. Es a partir de estos pero también casos mixtos o no especificados).
datos y ésta reflexión, de donde surge la visión En estas pacientes con bajo peso significativo el
transdiagnóstica de los TCA. círculo vicioso se cierra de nuevo con la preo-
cupación central por el peso y la figura; que en
algunos casos puede cursar también con atra-
TCC para los TCA cones.
El resto del modelo incluye las conductas
De acuerdo con éste planteamiento, el mo-
compensatorias tras los episodios de atracón.
delo propuesto inicialmente por Fairburn (1985)
Se añade también a esta nueva reformulación la
para la BN, se amplia para abarcar distintas re-
influencia de los eventos externos y de los cam-
alidades clínicas en la teoría y tratamiento
bios en el estado de ánimo, como moduladores
transdiagnóstico, como refleja la Figura 2, que
de los atracones.
incluye diagnósticos como la AN, BN y otros
que pueden incluirse en la categoría de no espe-
cificados.
Descripción De La Tcc De Fairburn
El modelo transdiagnóstico destaca que la Según La Visión Transdiagnóstica
única diferencia básica entre AN y BN radica
en el grado de éxito alcanzado en sus intentos El tratamiento derivado de la teoría trans-
de controlar su peso corporal. En la BN el peso diagnóstica de los TCA es una TCC que los au-
4
El trastorno por atracón (que se incluye dentro de la categoría de TCA no especificado), es una excepción,
ya que cursa de manera diferente a la BN y la AN: empieza alrededor de la treintena, una tercera parte de los
pacientes son hombres, es un trastorno intermitente con periodos de control sobre la ingesta, y se da en per-
sonas con tendencia a comer en exceso y ganar peso (son pocos los que indican haber padecido AN o BN an-
teriormente).
5
Los pacientes con AN suelen tener atracones de tipo “subjetivo”, en los que la cantidad de alimento in-
gerida no es grande, pero se percibe como tal teniendo en cuenta la dieta estricta y la evitación de alimentos.
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tores han denominado “mejorada” (“Enhanced”- tenimiento del problema alimentario (de acuer-
Cognitive Behavioral Therapy)6, que incluye el do a la Figura 2); describir el tratamiento; ex-
tratamiento de todos los TCA y que, en su ver- plicar la monitorización de la ingesta (autorre-
sión principal, se estructura en cuatro etapas gistros); aclarar las tareas para la próxima
desarrolladas en un total de 20 sesiones a lo lar- sesión, y resumir la sesión antes de concertar la
go de 20 semanas (5 meses). siguiente cita.
A partir de la formulación de cada caso, la
terapia admite distintas formas tratamiento. Por
un lado, existen dos versiones: la “focalizada” Sesión 1
(focused versión) que se centra exclusivamente
en la psicopatología propia de los TCA y la ver- La primera sesión tiene como prioridad con-
sión “extendida” (broad versión) que incluye los seguir que la paciente se comprometa con la te-
mecanismos adicionales (perfeccionismo clíni- rapia. Además, deben conseguirse los siguientes
co, baja autoestima, estados de ánimo y rela- objetivos:
ciones interpersonales). Por otro lado, se con- Empezar a instaurar el hábito de monitori-
templan dos posibilidades en cuanto a la zar el peso en cada sesión.
duración: 20 sesiones (en su versión más habi-
tual) y 40 sesiones (en casos de peso por debajo Revisar los autorregistros diarios que deben
de un IMC=17,5). Además, existen versiones con incluir la información siguiente: todas las in-
modificaciones específicas para pacientes jóve- gestas (comidas y bebidas), señalando la hora y
nes, una modalidad intensiva para pacientes in- el lugar en que se producen, indicando si alguna
ternos y versiones para ser aplicadas en grupo. de las ingestas se considera excesiva (presencia
de atracones objetivos o subjetivos), anotar los
En el presente trabajo nos centraremos es- vómitos y uso de laxantes o diuréticos y, por úl-
pecialmente en la TCC de 20 sesiones, en su ver- timo, anotar comentarios, según las indicacio-
sión focalizada y a nivel individual, ya que es la nes del terapeuta en cada etapa (p.e. pensa-
que se recomienda para la mayoría de las pa- mientos, emociones o circunstancias
cientes y la que se centra exclusivamente en la importantes relacionadas con ingestas o atra-
psicopatología de la conducta alimentaria. En la cones). El modelo de autorregistro puede en-
tabla 1 se resúme cada una de las etapas del contrarse en Fairburn (2008).
tratamiento indicando la duración en semanas y
el número de sesiones. Revisar la formulación del caso para asegu-
rarnos de que la paciente entiende el modelo,
para utilizarlo como guía durante el tratamien-
Etapa I to.
Educar a la paciente sobre el peso y sobre las
La primera etapa se compone de 7 sesiones conductas de comprobación del peso (p.e. el pa-
(de 50 minutos) además de la sesión inicial, y se pel mantenedor de conductas como pesarse con
desarrolla a lo largo de cuatro semanas con una frecuencia o mirarse continuamente al espejo).
frecuencia de dos sesiones por semana.
Sesiones 2-7
Sesión Inicial
A partir de la segunda sesión, el tratamiento
Es la sesión más larga (90 minutos) y debe debe centrarse en obtener cambios.
cubrir siete componentes: motivar a la paciente
en el tratamiento; evaluar la naturaleza y seve- La terapia seguirá una estructura fija: pesar
ridad de la psicopatología; formular, conjunta- a la paciente, revisar los últimos autorregistros,
mente con la paciente, los mecanismos de man- establecer los puntos a tratar en la sesión (de
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Esta forma de TCC también suele denominarse tratamiento transdiagnóstico (ver Fairburn et al. 2003).
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forma conjunta), trabajar sobre los puntos esta- siones con los obtenidos en las primeras entre-
blecidos, aclarar las tareas para la próxima se- vistas. Cuando las afectadas llegan a esta etapa,
sión y, por último, resumir lo tratado en la se- habitualmente han mejorado su patrón de ali-
sión. mentación y han reducido la frecuencia de atra-
cones y otras conductas compensatorias.
En estas seis sesiones de la primera etapa
se cubren los siguientes objetivos: Identificar las posibles barreras que dificul-
tan el cambio: discutir con la paciente los posi-
Educar sobre los TCA a través de lecturas bles mecanismos que estén obstaculizando el
guiadas como el libro de autoayuda de Fairburn
proceso (p.e. miedo al cambio, eventos exter-
(1995).
nos, dificultades interpersonales, incompatibili-
Establecer un patrón regular de ingesta: pla- dades de la terapia con el trabajo o la vida fa-
nificar cinco comidas diarias (de este modo las miliar, depresión clínica, desagrado con la
pacientes con atracones se benefician porque terapia, etc.).
estos se desplazan, las que tienen hábitos de ali-
Revisar la formulación del caso: consideran-
mentación caóticos adquieren una estructura y
do si hubiese que cambiar algún elemento, aun-
un control sobre sus comidas, y las que restrin-
que no suele ser necesario.
gen la ingesta empiezan a regulan sus sensacio-
nes de hambre y saciedad). También han de tra- Decidir entre continuar con la versión focali-
tarse en este punto: las conductas de purga, el zada o aplicar a partir de ahora la versión “exten-
ejercicio excesivo y la sensación de “estar lle- dida”:a partir de esta etapa se continuará con la
na” o “hinchada” tras las comidas. versión focalizada en la gran mayoría de los ca-
sos, pero ha de contemplarse la posibilidad de
Hacer partícipes a otras personas en la tera-
utilizar la versión extendida con pacientes en
pia: familiares y amigos que puedan ayudar a
los que existen mecanismos externos al trastor-
conseguir el cambio, o aquellos que estén obs-
no alimentario (como los explicados en aparta-
taculizando el proceso.
dos anteriores) que ayudan a mantener la psi-
copatología y que obstaculizan el cambio. En
caso de utilizarse la versión extendida a partir
Etapa II de la etapa III, el tratamiento se centrará en
uno de los módulos adicionales (o máximo dos
La segunda etapa del tratamiento es de tran- módulos en caso de utilizarse la versión de 40
sición, se compone de una o dos sesiones (una sesiones). Ver Fairburn (2008).
por semana) en las que se revisa el progreso ob-
tenido hasta el momento y se toman decisiones Diseñar la etapa III: la tercera etapa corres-
con respecto a la etapa III. ponde a la parte principal del tratamiento don-
de se continúa con la estructura establecida en
la etapa I y se trabajan los mecanismos mante-
Sesiones 8-9 nedores del problema. Los seis principales me-
canismos mantenedores son: 1) la sobrevalora-
Se establecen cinco objetivos: ción del peso y figura, 2) la sobrevaloración del
control sobre la comida, 3) los intentos de limi-
Revisar el progreso alcanzado: la magnitud tar la ingesta, 4) la restricción dietética7 , 5) el
del cambio durante las primeras semanas es un mantenerse por debajo del peso saludable
fuerte predictor de los resultados del tratamien- (IMC< 17.5) y, 6) la influencia de eventos exter-
to. Por tanto, conviene volver a evaluar a la pa- nos, los cambios en el estado de ánimo, y los
ciente y comparar los registros de las últimas se- hábitos de alimentación. Es importante que el
7
Fairburn (2008) hace distinción entre los intentos por restringir la dieta (dietary restraint), es decir, es-
fuerzos por limitar la ingesta que no implican necesariamente que se ingieran menos calorías de las necesarias;
y la restricción dietética (dietary restriction) que conlleva por definición una ingesta de calorías por debajo de
las necesarias a nivel fisiológico.
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terapeuta conozca la importancia que cada uno A. Preocupación por la figura, rituales
de estos mecanismos mantenedores tiene en de comprobación, sensación de “sentirse
cada paciente, a la hora de decidir sobre cuales gorda” y pensamientos y creencias
se trabajará y en qué orden. En líneas genera- relacionados.
les, los autores proponen las siguientes pautas:
a) en pacientes con bajo peso la prioridad es
aumentar el peso y, por tanto, lo recomendable La etapa III frecuentemente comienza cen-
es el tratamiento en 40 sesiones; b) en los que trándose en el “núcleo psicopatológico” de los
predomina la sobrevaloración de la figura y/o el TCA, es decir, en la sobrevaloración de la figura,
peso y el control sobre la comida conviene co- del peso y de su control. Recordemos que uno de
menzar la siguiente etapa centrándose en es- los aspectos más característicos de este tipo de
tas actitudes, ya que es uno de los mecanismos pacientes es que juzgan su autovalía personal
más difíciles de cambiar y que requiere más casi exclusivamente en relación a su peso y figura
tiempo de trabajo; c) en pacientes con un IMC> corporal, y a su habilidad para controlarlos. Éste
17.5 los intentos de limitar la ingesta y la res- módulo del tratamiento es el que conlleva una
tricción dietética pueden tratarse de forma con- mayor dedicación de tiempo y el que obtiene un
junta; y d) en aquellas en las que el problema cambio más gradual. A lo largo de las sesiones
alimentario está influido por eventos externos y que se dediquen a este módulo, han de cubrirse
cambios en el estado de ánimo, esto debe ser los siguientes elementos en el orden propuesto:
tratado en segundo o tercer lugar a lo largo de I. Identificar la sobrevaloración y las consecuen-
la etapa III. cias derivadas. Hay que educar a la paciente
sobre el concepto de auto-evaluación, los as-
pectos importantes sobre los que las personas
Etapa III podemos juzgarnos y cómo en los TCA existe
una idea sobrevalorada acerca de la figura y
La tercera etapa del tratamiento es la más el peso. Una forma de trabajar este tema es
larga. Comprende 8 sesiones, con periodicidad proponerle que represente, mediante un gráfi-
semanal. El trabajo a lo largo de esos dos meses co de pastel, la importancia de distintas áreas
se dirige a cuestionar los mecanismos mante- de su vida a la hora de auto-evaluarse (la ma-
nedores, según la formulación de cada caso. Por yoría de pacientes con problemas alimentarios
dibujarán una gran parte del gráfico con cues-
tanto, de acuerdo con lo visto anteriormente,
tiones relacionadas con el aspecto físico, la del-
ha de estar diseñada según las características
gadez, etc., y dedicarán un porcentaje muy pe-
de la paciente y de su problema.
queño a otras áreas como la familia, los
La etapa III del tratamiento no está estruc- estudios o el trabajo). La idea es ayudarla a vi-
turada por sesiones como lo están las etapas sualizar y comprender cómo el tener un área
anteriores. Sin embargo, los autores distinguen tan dominante a la hora de auto-evaluarse es
tres bloques temáticos, que han de ser tratados perjudicial, porque disminuye notablemente la
a lo largo de las 8 semanas: A) preocupación importancia de otras áreas (p.e. amigos, pareja,
por la figura, rituales de comprobación, sensa- actividades de tiempo libre, etc.) y hace a las
personas vulnerables a evaluarse de forma ne-
ción de “sentirse gorda” y pensamientos y cre-
gativa cuando no pueden controlar el área do-
encias relacionados; B) intentos de restringir la
minante en todo momento. Una explicación
dieta, reglas dietéticas y control sobre la ali- más detallada de esta técnica puede encontrar-
mentación, y C) eventos externos, estados de se en Fairburn (2008) y Waller et al. (2007).
ánimo y hábitos de alimentación.
II. Aumentar la importancia de otras áreas impli-
A continuación se exponen los aspectos más
cadas en la autovalía. Continuando con la idea
relevantes de cada uno de esos tres bloques te- anterior, hay que mostrar a la paciente que la
máticos. sobrevaloración del peso y la figura margina
otras áreas importantes de la vida, que pueden
contribuir a una auto-evaluación más positiva
de uno mismo. Se trata de recuperar activida-
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des que se han dejado de realizar a partir del tar sudando, etc.). Una vez detectados los de-
TCA (incluyendo nuevos elementos al gráfico sencadenantes, se entrena a la paciente en la
de pastel dibujado anteriormente), por ejem- técnica de resolución de problemas para apren-
plo, retomar relaciones interpersonales, co- der a manejarlos.
menzar nuevas actividades de tiempo libre,
etc., que la paciente debe intentar durante las V. Explorar los orígenes de la sobrevaloración. En
próximas semanas. las últimas sesiones de la etapa III es aconseja-
ble indagar en los posibles orígenes del tras-
III. Tratar los rituales de comprobación y las con- torno alimentario y en cómo se ha mantenido
ductas de evitación. Es importante hacer pre- en el tiempo. Para ello se le pide a la paciente
guntas directas y educar sobre las conductas que recuerde si en distintos periodos de su vida
de comprobación y evitación relacionadas con (p.e. hasta un año antes del inicio del TCA, du-
el cuerpo y la comida, ya que muchas pacien- rante el año anterior a su inicio, el primer año
tes no suelen hablar de ello directamente o no de evolución y hasta el momento actual) se dio
son conscientes de realizar estas conductas. alguna circunstancia o evento que pudo con-
Los rituales de comprobación del peso y la fi- tribuir al desarrollo de la sobrevaloración del
gura incluyen conductas como mirarse fre- peso, la figura y su control. A partir de esta in-
cuentemente al espejo, medirse ciertas partes formación se crean hipótesis sobre el origen y
del cuerpo, apretar o tocar zonas del cuerpo mantenimiento del problema, que ayudan a la
determinadas, compararse constantemente paciente a entender su proceso y a verlo como
con otras personas o mirarse continuamente el algo más “normal” y menos “patológico”.
cuerpo (p.e. muslos o barriga). Entre las con- VI. Aprender a controlar los pensamientos y creen-
ductas de evitación destacan: no llevar ropa cias relacionados con eL TCA: este último mó-
ajustada, evitar los espejos, no mirar fotogra- dulo suele tratarse en las últimas sesiones de la
fías de una misma o cubrirse ciertas partes tercera etapa, y constituye la parte más cogniti-
del cuerpo. El terapeuta puede pedir que estas va del tratamiento. Consiste en identificar los
conductas se incluyan en una nueva columna pensamientos y creencias problemáticos que
del autorregistro, durante algunas semanas de contribuyen al mantenimiento del problema,
esta etapa, mientras la paciente aprende a eli- con el objetivo de cuestionarlos y modificarlos.
minarlas. Una explicación más detallada de El núcleo psicopatológico de los TCA puede ser
cómo abordar este aspecto puede encontrarse entendido como un sistema de creencias que
en Fairburn (2008) y Waller et al. (2007). lleva a la paciente a filtrar la información que
recibe del exterior, así como la relacionada con
IV. Tratar la sensación de “sentirse gorda. Las per- sus estímulos internos, en forma tal que la lleva
sonas con TCA suelen equiparar el “sentirse a malinterpretar ciertas experiencias y a realizar
gordas” con estar realmente gordas o tener so- conductas específicas derivadas de dichas ma-
brepeso. Esto debe tratarse en esta etapa, ya linterpretaciones. Fairburn (2008) utiliza la me-
que contribuye al mantenimiento de ciertas táfora del reproductor de DVD para explicar
conductas problemáticas (p.e. evitar ciertos ali- que la mente reproduce pensamientos diversos
mentos o realizar ejercicio físico excesivo). La y que hay que aprender a detectar cuándo se
sensación de “sentirse gorda” fluctúa a lo largo está reproduciendo el DVD de los problemas
del tiempo a pesar de que el peso corporal se alimentarios, reconociendo los primeros sig-
mantenga estable. Hay que ayudar a la pacien- nos, para parar a tiempo y volver al camino co-
te para que pueda distinguir exactamente en rrecto, siguiendo lo aprendido durante la tera-
qué consiste esa sensación, es decir, pregun- pia y realizando actividades alternativas
tarle cuándo ocurre, bajo qué circunstancias, distractoras.
qué sensaciones fisiológicas le acompañan, etc.
La gran mayoría de los desencadenantes de la
sensación de “sentirse gorda” están asociados a
estados de ánimo negativos (p.e. aburrimiento, B. Intentos de restringir la dieta, reglas
soledad, tristeza, etc.) o se derivan de conduc- dietéticas y control sobre la alimentación.
tas o sensaciones físicas normales (p.e. sentirse
llena después de comer, notar la ropa ajustada, Frecuentemente este módulo se incorpora
compararse con otras personas, tener calor, es- al tratamiento después de varias sesiones en la
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tratamiento (TCC) de los TCA según la visión Beck, A.T., Rush, A.J., Shaw, B.F. & Emery, G. (2005).
transdiagnóstica (Fairburn et al., 2003), en res- Terapia cognitiva de la depresión. (18ª ed.). Bil-
puesta a la demanda de sus autores de disemi- bao: Desclée De Brouwer.
nar su propuesta para que sea accesible a los Carretero, A., Raich, R.M., Sánchez, L., Rusiñol, J. &
terapeutas que trabajan con pacientes con estos Sánchez, D. (2009). Relevancia de factores de
trastornos. A pesar de los estudios que demues- riesgo, psicopatología alimentaria, insatisfacción
tran que la TCC es un tratamiento basado en la corporal y funcionamiento psicológico en pa-
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extendida en la práctica clínica (Wilson, 2005). Fairburn, C. G. (1985). Cognitive-behavioral treatment
for bulimia. En D. M. Garner & P.E. Garfinkel
Por lo que se refiere a la propuesta trans- (Eds.), Handbook of treatment for eating disor-
diagnóstica, son necesarios más estudios que ders (pp. 160-192). New York: Guilford Press.
demuestren la eficacia de este tratamiento para Fairburn, C. G. (1995). Overcoming binge eating. New
la AN, aunque parece prometedor ya que esta York: The Guilford Press.
aproximación incorpora aspectos característi-
cos de estas pacientes, como el miedo a ganar Fairburn, C. G. (2008). Cognitive behavior therapy and
peso o el perfeccionismo, que pueden verse be- eating disorders. New York: The Guilford Press.
neficiados con la TCC (Wilson, 2005). Fairburn, C. G., Cooper, Z, Doll, H., O´Connor, M.,
Bohn, K., Hawker, D. Wales, J. & Palmer, R.
A pesar de los esfuerzos realizados por los au- (2009). Transdiagnostic cognitive-behavioral ther-
tores para mejorar la TCC para los TCA en esta apy for patients with eating disorders: a two-site
nueva versión mejorada, es necesario todavía op- trial with 60-week follow-up. American Journal
timizar su eficacia y, posiblemente, simplificar su of Psychiatry, 166, 311-319.
procedimiento determinando cuáles son los in-
gredientes más activos del mismo y eliminando Fairburn, C. G., Cooper, Z. & Shafran, R. (2003). Cog-
nitive behaviour therapy for eating disorders: a
los restantes componentes (Fairburn, 2008).
“transdiagnostic” theory and treatment. Behav-
Por último, destacar que existen tratamien- iour Research and Therapy, 41, 509-528.
tos más sencillos y de menor coste, como los Fairburn, C. G. & Wilson, G. T. (1993). Binge eating:
manuales de autoayuda basados en la evidencia Nature, assessment, and treatment. New York:
(p.e. el de Fairburn, 1995) que están considera- Guilford Press.
dos como una posible primera opción para al-
gunas pacientes con BN o trastorno por atra- National Institute for Clinical Excellence (2004). Eating
cón (NICE, 2004; Wilson, 2005). La autoayuda disorders –core interventions in the treatment and
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guiada por un manual tiene la posibilidad de
and related eating disorders. NICE Clinical Guide-
ser utilizada por la propia paciente o con su-
line no. 9. London: NICE. www.nice.org.uk
pervisión y apoyo de un terapeuta, y en caso de
no dar resultado se aconseja la aplicación de la Palacios, X. (2007). Evolución de las teorías cognosciti-
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Atracones
Medidas compensatorias:
vómitos/laxantes o diuréticos
Medidas compensatorias:
vómitos/laxantes o diuréticos
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Figura adaptada de Fairburn, Cooper y Shafran (2003).
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Figura adaptada de Fairburn, Cooper y Shafran (2003) y Fairburn (2008).
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Semana del
Etapa Sesiones Objetivos principales
tratamiento