Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Destinatarios
Hay una serie de aspectos de este escrito que se han ido clarificando poco a poco
y contribuyen a que tengamos un conocimiento cada vez más delimitado de la
identidad de los destinatarios de la carta. A ello han contribuido en gran medida
los métodos histórico-críticos y el llamado análisis sociológico del NT.
Durante siglos -de hecho hasta entrada la edad moderna- el término «diáspora»,
que se encuentra en el encabezamiento de la carta (1,1), había sugerido que los
destinatarios podían ser judeocristianos, es decir, judíos de la diáspora,
convertidos por la predicación de los primeros misioneros cristianos que
recorrieron el Asia Menor, incluido naturalmente Pablo.
Sin embargo, hay pasajes de 1 Pe que excluyen esta interpretación. Se dice, por
ejemplo, en 1,14: «no os amoldéis a las antiguas pasiones de cuando vivíais en la
ignorancia». El tiempo anterior a la conversión es un tiempo de ignorancia, es
decir, de desconocimiento de Dios y de sus exigencias. Esta constatación
contrasta con la valoración muy positiva que hace toda la tradición del AT y, más
en concreto, con la consideración de mujeres santas de la época del AT (3,5-6).
Más explícito es el texto siguiente: «ya habéis pasado demasiado tiempo
cumpliendo la voluntad de los paganos y viviendo en libertinajes, pasiones,
embriagueces, orgías, borracheras e ido- latrías abominables. Ahora ellos se
sorprenden de que no corráis a su lado a desenfrenos sin límite y no paran de
injuria- ros» (4,3-4). Recordemos, por otra parte, la buena noticia de que los
destinatarios son ahora pueblo de Dios, cuando antes no lo eran (2,10), lo cual
apunta también en la misma dirección. Por consiguiente, parece claro que los
destinatarios son, por lo menos en su gran mayoría, convertidos del paganismo.
1
4,1-4.14-16)
Es justo notar que los últimos años han visto una aportación de calidad a la
comprensión de 1 Pe. Y que tanto los métodos histórico-críticos como el análisis
sociológico han ayudado notablemente a comprender el mensaje de este escrito.
Con todo, el camino está lejos de haber sido recorrido en todas sus etapas.
2. Fecha de composición
2
Muchos autores se inclinan por una datación cercana a los años 80 a partir de la
relación entre la teología de 1 Pe y otras obras del NT . Pero no puede negarse
que faltan datos y elementos que confirmen esta apreciación. La opinión que se va
imponiendo poco a poco, cada vez con mayor claridad, es que estamos ante un
escrito del período subapostólico, es decir, de la segunda o tercera generación
cristiana
La verdad es que los datos son descorazonadores. En primer lugar, porque son
textos muy formales y poco aportan a la comprensión de 1 Pe. Pero, además, la
frase «testigo de los padecimientos de Cristo» significa más bien «el que da
testimonio de Cristo con los propios padecimientos», y no necesariamente «el que
da testimonio de los sufrimientos de Cristo». En el fondo, por tanto, ni el
encabezamiento, ni la salutación final, ni tampoco el texto sobre tener parte en los
sufrimientos de Cristo (4,13) apuntan a ninguna clave de lectura de la carta.
4. Lugar de composición
Hemos dejado para el final esta cuestión, porque se solapa con las anteriores y no
aporta ningún dato especialmente clarificador. La opinión tradicional, que aceptaba
3
sin más la autoría petrina y que aceptaba la capital del Imperio como lugar de
composición de 1 Pe, tenía como punto de referencia fundamental que Babilonia
(5,13) era una designación en clave críptica de la ciudad de Roma (cf. Ap 14,8).
Sin embargo, dada la poca claridad de la filiación petrina de 1 Pe, tampoco hay
argumentos claros y definidos para considerar Roma como el lugar de la redacción
de la carta. En efecto, los paralelos con la Carta Primera de Clemente, dirigida
desde Roma a Corinto y por tanto a una comunidad cristiana del Asia Menor, no
acaban de ser decisivos. La cuestión ha de quedar, en consecuencia, abierta.
Por otra parte, como ya hemos indicado, se han apunta- do razones para situar el
lugar de la redacción en Antioquía. Pero los argumentos que se presentan son
muy débiles. Finalmente, como ya ha quedado apuntado, dada la familiaridad de 1
Pe con la situación del cristianismo del Asia Menor hacia finales del siglo I, la
composición de 1 Pe en Asia Menor continúa siendo una posibilidad que no puede
ser excluida sin más.