1° Epístola de Pedro

Introducción
Entre las epístolas llamadas universales ninguna ha sido mas
ampliamente usada y más altamente respetada durante la
historia de la iglesia que ésta, atribuida a Simón Pedro. No se
trata de una epístola general en el sentido de que haya sido
enviada a toda la iglesia, sino que fue dirigida a un grupo
más amplio que el de la mayoría de las epístolas del Nuevo
Testamento, que habitualmente eran escritas para ser
enviadas a una sola congregación. La epístola a la cual se
parece más 1° Pedro es Gálatas, que fue enviada a un grupo
de iglesias, pero cuyos receptores vivían en un área
geográfica mucho más amplia.
 Autor

Datos concretos :

Pedro, apóstol de Jesucristo (1:1), co-presbítero, testigo

de la pasión de Cristo y partícipe de la gloria que se va a
revelar (5:1), por medio de Silvano, hermano de
confianza, ha escrito brevemente (5:12) esta carta a los
elegidos del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
desde Babilonia (¿eufemismo de Roma?) (5:13), donde
también está Marcos, su hijo.
La identificación del autor de la primera carta de
Pedro con el apóstol Pedro es una cuestión
controvertida.
Eusebio de Cesarea la colocó entre los libros no
cuestionados y tanto Policarpo de Esmirna,
Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría y
Tertuliano testificaron que el libro fue escrito por
el apóstol.
 Hay argumentos a favor hacia Pedro como autor de la carta.

La afirmación del apostolado (1:1) concuerda con el tono de autoridad de la obra,

equilibrada por una agradable modestia que lleva al escritor a identificarse a sí
mismo con los presbíteros (5:1). En el mismo pasaje él asevera ser un testigo de
los sufrimientos de Cristo y un participante de su gloria, lo que concuerda con su
papel en el jardín del Getsemaní, con su cercanía general a los hechos de la
pasión de Cristo, y con la apreciación de que la resurrección de Cristo también lo
abarcaría a él. Es posible que hasta se esté echando aquí una mirada de reojo a la
transfiguración.
Una comparación de la epístola con los discursos de Pedro que están registrados
en Hechos da ciertos puntos favorables a su paternidad literaria.
Entre éstos está el tema de que Dios no hace acepción de personas (Hch. 10:34; 1°
P. 1:17); Cristo la piedra rechazada por los edificadores (Hch. 4:10-11; 1° P. 2:7-8);
la prominencia que se da al "nombre" (de Cristo) en varios puntos (Hch. 3:6,16;
4:10,12; cf. 5:41; 10:43 1° P. 4:14,16); y el hecho de Cristo como cumplimiento del
testimonio profético (Hch. 3:18,24; 1° P. 1:10-12).
Sin embargo, hay algunos indicios nos permiten dudar de que Pedro haya sido el
autor.

La datación de algunos temas teológicos de la primera carta de Pedro sobrepasa

el año 67 d.C; por tanto, el apóstol ya había muerto (se cree que fue entre los
años 64 a 67 d.C) cuando la carta fue redactada.
La calidad literaria de la carta tanto por el griego utilizado, como por el estilo y la
utilización de la traducción griega del Antiguo Testamento, no corresponde a un
pescador de Galilea poco instruido.
La presencia activa de Silvano en la redacción de la carta (5:12).
Entre los destinatarios de la carta figuran las regiones de Galacia y Asia, iglesias
fundadas por Pablo. Es difícil que el apóstol Pedro se dirigiera a ellas en vida de
Pablo.
Como hipótesis podemos decir que se trata de un escrito atribuido a Pedro, obra
de un responsable culto de la comunidad, conocedor de la situación por la que
pasan los cristianos, que utilizando la autoridad del apóstol Pedro, dirige esta
carta circular a las iglesias de Asia Menor.
 Destinatarios

El encabezamiento de la carta nos ofrece una lista de vastas regiones

que abarca las zonas costeras de Asia, Bitinia y Ponto y las
continentales de Galacia y Capadocia. Esta lista no contiene nombres
de ciudades, sino sólo de regiones, lo cual puede ser un indicio de
evangelización en zonas rurales del interior de los vastos territorios
mencionados en la carta. Además la carta no va dirigida a individuos
particulares, sino a grupos de cristianos que viven en zonas rurales,
principalmente en aldeas. La mayoría de los cristianos son
campesinos o pastores procedentes del paganismo, gentes de clase
baja, que cultivan las propiedades de las clases dominantes, romanas
o locales. Entre los cristianos también hay pequeños propietarios que
viven en aldeas autónomas o dependientes de ciudades, pero en
ningún caso se puede hablar de propietarios ricos.
 Fecha

Si se toma como base el punto de vista tradicional con respecto al

escritor, la epístola debe haber sido escrita en la última parte de la
vida del apóstol, probablemente poco antes de la persecución bajo
Nerón en el 64 d.C. Los cargos en contra de Pablo, que le habían
traído a Roma, y la muerte de Santiago en Palestina presagiaban una
creciente oposición contra los cristianos, por lo que Pedro se sintió
obligado a preparar a sus lectores para el impacto. Visto que Marcos
estaba preparando un viaje hacia el Asia Menor cuando Pablo estaba
en Roma (Col. 4:10), él debe haber terminado
su misión para poder ser conocido por los lectores de la carta (5:13).
Debe concederse suficiente tiempo para que la expansión de la
fe llegara a la parte norte del Asia Menor.
 Lugar de composición

En cuanto al lugar de redacción de la carta, muchos comentaristas se inclinan por

Roma, encubierta con el nombre de Babilonia (1 Pe 5:13). En efecto, la
designación de la capital del imperio con el nombre simbólico de Babilonia está
testimoniada en la literatura judeocristiana posterior al año 70 d.C y en diversos
documentos de la literatura latina precristiana, lo cual hace verosímil que sea
Roma el lugar de la redacción de la primera carta de Pedro y que éste sea el
primer documento de la tradición judeocristiana que presenta tal denominación
para la ciudad eterna. Sin embargo, no se puede concluir nada con certeza, hasta
el punto de inclinarnos más bien por la localización de la primera carta de Pedro
en algún núcleo cristiano importante de Asia Menor, debido a la sencilla
estructuración de la iglesia que allí se deja entrever, a los rasgos sencillos que
caracterizan la figura del autor, al conocimiento real y concreto que tiene de la si-
tuación de los destinatarios, y a la presencia del término "cristiano" ( 1 Pe 4:16)
procedente de Antioquía (Hch 11:26).
 Estructura Literaria De La Carta

1. Saludo Inicial (1:1-2)

2. Herederos De La Salvación (1:3-12)

a) Dios Nos Ha Regenerado (1:3-5)

b) Alegría En La Prueba De La Fe (1:6-9)
c) La Pasión Y Glorificación De Cristo: Gracia Y Anuncio De
Salvación (1:10-12).
 Desarrollo De La Carta (1:13 al 5:9)

1. Regenerados Por La Resurrección De Jesucristo (1:13 al 4:11)

a) Llamados A Una Nueva Vida (1:13 al 2:10)
b) Llamados A Una Conducta Cristiana: La Disponibilidad (2:11 al 3:7)
c) Llamados A La Vida, Haciendo El Bien (3:8-22)
d) La Pasión Y La Glorificación De Cristo: Origen De La Mentalidad Cristiana Y
Del Amor (4:1-11)

2. Sufrimiento Y Gloria (4:12 al 5:9)

a) Sufrir Con Cristo (4:12-19)
b) Exhortaciones Particulares A Los Presbíteros Y A Los Jóvenes Para
Obtener La Gloria De Dios (5:1-5)
c) Exhortación General A La Humildad, A La Fe Y A La Solidaridad Con
Los Que Sufren (5:6-9)
d) Doxología (5:10-11)
e) Saludo Final (5:12-14)
 Contenido De La Carta

El mensaje sobre la pasión de Cristo, tratado en la carta mediante los sustantivos

sangre (1 Pe 1,2.19) y sufrimiento (1 Pe 1,11; 4, 13; 5, 1) y los verbos padecer-
sufrir ( 1 Pe 2,21.23; 3,18; 4,1) y desechar (1 Pe 2,4.7) aplicados a Cristo parecen
constituir el tema más importante de toda la carta. El dato más relevante de la
estructuración anteriormente presentada es que el tema de la pasión aparece en
casi todas las secciones principales de la carta. Por eso se puede considerar que el
tema de la pasión de Cristo es como la clave doctrinal de la primera carta de
Pedro, de modo que se convierte en fundamento primordial de la exhortación. Se
trata de un eje, pues todas las referencias a este tema jalonan las subdivisiones
de la carta, poniendo de relieve su importancia en el pensamiento del autor. Se
considera central en la estructura pues, tanto a nivel de disposición literaria como
de desarrollo teológico, constituye el núcleo temático del que brota la novedad
propia de la primera carta de Pedro en el tratamiento de los elementos
doctrinales y parenéticos (relativo a la exhortación) típicos de las tradiciones
principales de la Iglesia del Nuevo Testamento.
 Reflexión

Esta carta es muy relevante para la iglesia actual ya que:

Se nos relata que Dios en su misericordia nos eligió para ser parte de
su pueblo mediante el sacrificio de Jesucristo y posterior resurrección
de entre los muertos (1:1-2).
Nos invita a buscar la santidad y apartarnos de acciones que nos
lleven a pecar (1:14-16).
Nos anima a querer buscar más de Dios, escudriñando en su Palabra
para poder tener un mayor conocimiento de Cristo, conocer su
voluntad y ser edificados en El (2:2-5)
Nos recalca que somos propiedad del Señor (pueblo escogido, nación
santa) para llevar su evangelio a toda criatura (2:9)
Nos invita a que seamos respetuosos de nuestras autoridades (2:13-
14).
Entrega preceptos de como deben tratarse los esposos dentro de la
comunidad cristiana (3:1-7).
Nos exhorta a que seamos de un mismo sentir, que nos amenos
fraternalmente y que bendigamos incluso a aquellos que nos
lastiman o quieren hacer daño a uno (3:8-9).
Nos invita a estar firmes en oración, que tengamos mucho amor,
que usemos los dones que Dios nos entregó y que no participemos
de las obras de la carne (4:7-10)
Nos alienta a soportar la injusticia y el sufrimiento por causa de
Cristo (4:12-17)
Exhorta a los lideres de las iglesias a apacentar la grey de buena
manera, que los jóvenes se sometan a los lideres y que en la iglesia
reine la humildad ente todos (5:2-6).