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El origen de los guardinaes

Jack Frost

Jack Frost (también conocido como el Padre Invierno o Jack Frío) es una figura élfica legendaria


perteneciente al folclore del norte de Europa; se cree que este mito proviene de
los anglosajones y nórdicos.1234
En términos generales y a pesar de su inespecífica apariencia, es una personificación de las heladas,
el hielo, la nieve, el aguanieve, el invierno y el frío helado. Concretamente, su trabajo consiste en hacer
que caiga nieve o crear las condiciones típicas de invierno, de las heladas y de morder en la nariz y
dedos de los pies en ese clima, colorear el follaje en otoño y dejar escarcha en las ventanas en invierno.
A partir de la literatura de finales del siglo XIX, las caracterizaciones más desarrolladas de Jack Frost lo
representan como un personaje parecido a un sprite, que a veces aparece como un siniestro malicioso o
como un héroe. Este personaje ha aparecido en distintas películas. La película Jack Frost de 1979,5 la
película Jack Frost de 1998, en la película de animación de DreamWorks El origen de los
guardianes de 2012, entre otras.
También aparece en la saga de videojuegos Shin Megami tensei 6 y en su spin-off, "Persona". El mismo
es la mascota oficial de la compañía Atlus.
Se dice tradicionalmente que Jack Frost deja los patrones helados, como helechos, en las ventanas en
las frías mañanas de invierno (heladas en las ventanas o helechos) y corta las extremidades en climas
fríos. Con el tiempo, la escarcha en las ventanas se ha vuelto menos frecuente en el mundo moderno
debido al avance del doble acristalamiento, pero Jack Frost sigue siendo una figura conocida en la
cultura popular. A veces se lo describe o representa con un pincel y un cubo para colorear el follaje
otoñal rojo, amarillo, marrón y naranja.7A veces se lo retrata como un gigante peligroso:
Los hindúes derivan el nombre de Hindú Kush de la tradición de que un gigante solía estar allí al
acecho para matar ( kesh ) a todos los hindúes que pasaban por allí. Este gigante probablemente era el
mismo que nosotros, en las Regiones del Ártico, solíamos llamar "Old Zero", más conocido en
Inglaterra como "Jack Frost". Los horrores de los desechos nevados probablemente dieron origen a la
tradición".89
Puede provenir de las costumbres de invierno anglosajonas y nórdicas y tiene un capítulo entero que
lleva su nombre en Kalevala, la epopeya nacional finlandesa compilada a partir de su antigua tradición
oral.
En Rusia, sin embargo, adoptó una forma diferente como Abuelo Escarcha, y en Alemania, en cambio,
hay una entidad completamente diferente conocida como la Sra. Holle. Hay varios otros seres
mitológicos que asumen un papel similar pero que tienen un folklore único.
Jack Frost es mencionado en muchas películas, por ejemplo, en la canción de invierno "The Christmas
Song" (alias "Chestnuts Roasting on an Open Fire"). Ha sido presentado como un villano en algunos
medios y un héroe en otros.
Conejo de Pascua:
El conejo de Pascua es un personaje que aparece como un conejo, que, según la leyenda, trae canastas
llenas de huevos de colores y dulces a los hogares de los niños, y por ello tiene similitudes con  Papá
Noel, ya que ambos traen regalos a los niños en la noche antes de su día de fiesta correspondiente. Se
mencionó por primera vez en la obra de Georg Franck von Frankenau1 De ovis paschalibus2 (Acerca de
los huevos de Pascua) en 1682,3 que se refiere a una tradición de Alsacia de una liebre que trae
los huevos de Pascua.
Aunque sus orígenes no están muy definidos, se supone que la elección del conejo se debe a su prolífica
capacidad de procreación, de gran valor simbólico en una temporada de fiestas dedicadas a
la fertilidad de la tierra tras el invierno.
Su uso se remonta a pueblos antiguos del norte europeo, que veían en la liebre un símbolo: sus fuertes
patas traseras le permiten moverse siempre hacia arriba con facilidad, mientras que sus débiles patas
delanteras le dificultan el descenso.
Desde antes de Cristo, el conejo era un símbolo de la fertilidad e inmadurez gonadal asociado con la
diosa fenicia Astarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril. En alusión a esa diosa, en
algunos países centroeuropeos a la festividad de Pascua se la denomina "Easter". Ya
en 1835 en Deutsche Mythologie, Jacob Grimm afirmaba la posible relación con Ostara, propuesta que
fue recogida repetidamente por otros autores, incluyendo a Charles Isaac Elton 4 y Charles J.
Billson.5 The Westminster Dictionary of the Bible (El diccionario Westminster de la Biblia) recoge que
Easter era «originalmente la festividad de la primavera para honrar a la diosa teutónica de la luz y de la
primavera, a quien se conocía en anglosajón como Easter».
El conejo como símbolo de la fertilidad y la renovación en la región alemana se transformó en una
tradición en torno al Osterhase.6 Dentro de esta tradición, existía una leyenda alemana en la que una
mujer pobre, incapaz de ofrecer dulces a sus hijos, escondió en el jardín huevos decorados. Los niños,
al ver a un conejo, creyeron que había puesto huevos. Desde entonces, los niños fabricaban un nido que
se encontraba en el jardín a la espera de los huevos del conejito de Pascua, que se llena durante la
noche.7
Otro posible origen del conejo de Pascua sería Sajonia, donde se honraba a la diosa Eostre en
primavera. La liebre es el animal emblemático de la diosa, y se mantuvo asociada con la Pascua. Del
mismo modo, en las tradiciones celtas y escandinavas, la liebre era el símbolo de la diosa madre.7
Hada de los dientes
El hada de los dientes (en inglés, tooth fairy) es un personaje de fantasía de la cultura occidental de
habla inglesa. Según el folclore, cuando un niño pierde uno de sus dientes de leche, debe depositarlo
debajo de la almohada. Luego, el hada de los dientes vendrá y le dejará, como recompensa, algo de
dinero. Esta tradición se practica en numerosos países.12
En Europa del Norte, existía una tradición acerca de la tand-fé o tooth fee («hada de los dientes»), que
consistía en entregar dinero a los niños que perdían su primer diente de leche. Esta práctica se conservó
en escritos tempranos como las Eddas (c. 1200), que son el primer registro literario de las tradiciones
noruegas y del norte de Europa. 3
El monto varía según el país, la situación económica de la familia, el dinero que reciben otros niños de
su círculo y otros factores.45 De acuerdo con una encuesta de Visa, los niños de Estados Unidos reciben
3,70 USD por diente, en promedio.67 Además, solo el 3 % de los niños encuentran un dólar o menos,
mientras que otros encuentran un billete de cinco dólares o más bajo su almohada.8
Durante la Edad Media, existieron otras supersticiones sobre los dientes de los niños. En Inglaterra, por
ejemplo, se les pedía a los niños que quemaran sus dientes de leche para protegerse de las adversidades
de la vida más allá de la muerte. Los que no lo hubieran hecho, pasarían toda la eternidad buscándolos.
Otra razón para quemar los dientes era el miedo a las brujas: se creía que si una de ellas conseguía un
diente, podía tener control sobre la criatura.9
Por su parte, los vikingos les pagaban a los niños por sus dientes. En la cultura nórdica, los dientes y
otros artículos pertenecientes a los niños podían atraer la buena suerte en las batallas; los guerreros
escandinavos colgaban los dientes de leche de su cuello.9
La representación moderna de estas tradiciones, es decir, la moderna hada de los dientes, comienza a
rastrearse en 1977, 1962 o 1927.1011Sin embargo, existe una referencia más temprana en un artículo de
1908 en el Chicago Daily Tribune.12
Personajes relacionados[editar]

El Ratoncito Pérez es el equivalente del hada de los dientes en España y Latinoamérica.

 El Ratoncito Pérez es una figura popular en España y las culturas iberoamericanas. Similar al
hada de los dientes, se originó en Madrid en 1894. Al igual que en los países angloparlantes,
cuando un niño pierde un diente es costumbre dejarlo bajo la almohada, para que el roedor lo
cambie por dinero. La tradición es casi universal, pero toma distintas formas en cada región.
En México, Perú y Chile recibe el nombre de «el Ratón de los Dientes», mientras que
en Argentina, Venezuela, Uruguay y Colombia se lo conoce como «el Ratón Pérez». Esta figura fue
empleada por Colgate en Venezuela.20

 En Italia, la figura correspondiente es «il topolino dei denti».21

 En Francia y la Región Valona de Bélgica, este personaje se denomina la petite souris. De


las Tierras Bajas de Escocia también proviene una tradición similar: un hada-rata que intercambia
los dientes de los niños por monedas.22

 En Cataluña, los personajes más populares son «els Angelets» (los angelitos) y también «Les
animetes» (pequeñas almas) y, como en otros países, el diente es colocado debajo de la almohada y
será cambiado por una moneda o un objeto pequeño.23

 En el País Vasco, existe Mari Teilatukoa («María del tejado»),24 quien vive en el tejado de


los caseríos y atrapa los dientes que arrojan los niños.

 En algunos países de Asia, como la India, China, Japón, Corea del Sur y Vietnam, cuando un


niño pierde un diente, se acostumbra arrojarlo al techo si corresponde a la mandíbula inferior, o al
piso si proviene de la mandíbula superior. Mientras se hace esto, el niño pide con un grito que el
diente perdido sea reemplazado por un diente de ratón. La tradición se basa en el hecho de que los
dientes de los ratones crecen durante toda la vida, lo que sucede con todos los roedores. Además, la
idea detrás de estas acciones es que de esta forma, el diente crecerá derecho. En algunas culturas de
la India, los chicos entierran sus dientes en el suelo, cerca de grandes árboles.25

 En países del Medio Oriente, como Irak, Jordania, Egipto y Sudán, existe la tradición de arrojar


un diente de leche al cielo, en dirección al sol o a Alá. Esta costumbre se origina en una ofrenda
preislámica y data del SIGLO XIII, según menciona Izz bin Hibat Allah Al Hadid.26

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