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Accion Inmediata Tras Una Parada Cardiaca
Accion Inmediata Tras Una Parada Cardiaca
EDUCACION VIRTUAL
ACCIONES INMEDIATAS TRAS UNA PARADA CARDIACA
INTRODUCCIÓN
La parada cardiaca súbita o repentina (PC) es una de las principales causas de muerte en en
el país, en Colombia cada hora mueren 6 personas de PC, Dependiendo de cómo se defina
la PC, ésta afecta a entre 350.000 y 750.000 individuos al año, y el pronóstico de la PC, tanto
hospitalaria como extra hospitalaria sigue siendo pobre.
En un análisis inicial del ritmo cardiaco, alrededor del 25-50% de las víctimas con PC
presentan una Fibrilación Ventricular (FV). Es probable que muchas más víctimas presenten
una FV o una Taquicardia Ventricular (TV) en el momento del colapso, pero en el momento
que se registra el primer electrocardiograma (ECG) por el personal del Servicio de
Emergencias Médicas (SEM) su ritmo ya ha degenerado a asistolia.
Cuando se registra el ritmo de forma precoz tras el colapso, particularmente cuando se hace
con un Desfibrilador Automático Externo (DEA) situado en el lugar del incidente, la
proporción de víctimas en FV puede ser tan alta como de un 76%.
La mayoría de las víctimas pueden sobrevivir si los testigos actúan inmediatamente
mientras la FV está todavía presente y, sin embargo, es mucho menos probable que la
resucitación sea exitosa una vez el ritmo ya ha degenerado a asistolia.
LA CADENA DE SUPERVIVENCIA
La cadena de Supervivencia es un concepto bastante gráfico que resume los eslabones
vitales e imprescindibles para una resucitación satisfactoria:
1. Reconocimiento precoz de la parada cardiaca: que va a permitir una rápida
activación de los SEM y un inicio precoz de la reanimación cardiopulmonar (RCP) por
los testigos. En la mayoría de los países, el acceso al SEM se consigue por medio de
un único número de teléfono (por ejemplo, 123).
2. Reanimación CardioPulmonar precoz por los testigos: Una RCP inmediata puede
doblar o cuadruplicar la supervivencia tras una PC con FV. Si es posible, los testigos
con entrenamiento en RCP deberían proporcionar compresiones torácicas junto con
ventilaciones de rescate. Cuando un testigo no tiene conocimientos de RCP, el
personal del 123 al teléfono debería guiarle para proporcionar una RCP sólo con
compresiones torácicas mientras espera la llegada de ayuda profesional.
Proporcionar una RCP sólo con compresiones torácicas es mejor que no iniciar esta
RCP.
3. Desfibrilación precoz: Una RCP más una desfibrilación en los primeros 3-5 min tras
el colapso puede producir tasas de supervivencia tan altas como del 50 al 70%.
Una de las novedades de las guías de RCP de es la importancia que estas guías dan al papel
clave en el reconocimiento precoz de la PC por parte de los responsables médicos que
reciben la llamada de alerta por parte de los testigos. Enfatizan la importancia del
entrenamiento de este personal y la adherencia a protocolos con preguntas específicas para
mejorar el reconocimiento de los signos de parada cardiaca.
Comprobar el pulso carotideo (o cualquier otro pulso) es un método poco preciso y fiable
para confirmar la presencia o ausencia de circulación espontánea, tanto para reanimadores
no profesionales, como profesionales.
Las guías de la AHA directamente no aconsejan comprobar el pulso para reanimadores no
profesionales. Y así mismo, aconsejan limitar el tiempo de comprobar el pulso a no más de
10 segundos para evitar retrasos en el inicio de las compresiones, e idealmente comprobar
el pulso de forma simultánea con la comprobación de la respiración.
Tanto los profesionales sanitarios como los reanimadores no sanitarios suelen encontrar
dificultades a la hora de determinar la presencia o ausencia de una respiración normal o
adecuada en las víctimas inconscientes, que no responden. Esto suele deberse a que la vía
aérea no está abierta o a que la víctima presenta respiraciones agónicas ocasionales o
gasping.
Incluso los coordinadores de los SEM pueden malinterpretar la información relativa a la
respiración proporcionada por los testigos del colapso y confundir el gasping con una
respiración normal, y esto puede dar lugar a que estos testigos no inicien las maniobras de
RCP, lo que va a empeorar el pronóstico de la víctima.
Ya en las guías de 2010 se hacía mucho énfasis en la importancia del gasping como signo de
PC y la necesidad del entrenamiento de los coordinadores de los SEM para interrogar a los
testigos que realizan la llamada para conseguir una adecuada información en relación a la
ausencia o presencia de respuesta por parte de la víctima y la calidad de la respiración para
alentar al testigo a iniciar las maniobras de RCP.
Hay estudios que demuestran que el reconocimiento del gasping como un signo de PC se
asocia con una mayor supervivencia.
Las guías inciden nuevamente en el énfasis de signos importantes que deben de asociarse
a una PC, que son este gasping y las pequeñas convulsiones generalizadas (causadas por la
disminución del flujo cerebral), y también en la importancia de asumir que un paciente está
en parada cardiaca cuando no responde y no respira de forma normal. Por último, resaltan
también la importancia de la RCP asistida por estos profesionales (o RCP-telefónica), ya que
ésta ha demostrado mejorar las tasas de RCP proporcionada por los testigos, reducir el
tiempo hasta la primera RCP, aumentar el número de compresiones proporcionadas y
mejorar el pronóstico de las OHCA en todos los grupos de pacientes.
VÍA AÉREA
RIESGOS DURANTE LA RCP
RIESGOS PARA EL REANIMADOR DURANTE LAS PRÁCTICAS Y DURANTE UNA RCP REAL
Desde un punto de vista físico, estudios observacionales han descrito en muy escasas
ocasiones una distensión muscular, síntomas dorso-lumbares, hiperventilación, y algún
caso de neumotórax, dolor torácico, infarto de miocardio y lesión nerviosa. La incidencia de
estos eventos es muy baja, y la RCP tanto durante su entrenamiento como durante un caso
real es segura en la mayoría de las circunstancias.
Diversos estudios con maniquís han encontrado que la profundidad de las compresiones
torácicas puede disminuir tan pronto como 2 minutos después de iniciar las compresiones.
Un estudio con pacientes en un hospital mostró que, incluso cuando se emplean
dispositivos de feed-back real, la media de la profundidad de las compresiones torácicas
empeora entre 1.5 y 3 minutos tras iniciar la RCP.
Es recomendable, por tanto, que los reanimadores se cambien cada 2 minutos aprox. Pero
hay que tener en cuenta que con el cambio de los reanimadores se debe minimizar al
máximo la interrupción de las compresiones.
Es extremadamente raro la lesión de los reanimadores durante la desfibrilación. No
obstante, los reanimadores no deberían continuar las compresiones manuales durante la
descarga.
Una revisión sistemática identificó 8 publicaciones que contaban un total de 29 efectos
adversos relacionados con la desfibrilación.
Las causas incluían un mal uso accidental o intencionado del desfibrilador, mal
funcionamiento de los dispositivos y descargas accidentales.
Artículos de 4 casos diferentes describieron el choque a los reanimadores por descargas de
desfibriladores implantables, siendo causa en uno de los casos de lesión nerviosa.
No hay publicaciones de daño de los reanimadores por intentar la desfibrilación en un
ambiente mojado.
A nivel psicológico un amplio estudio prospectivo sobre el acceso público a la desfibrilación
encontró pocos efectos adversos psicológicos asociados con la RCP o el uso del DEA que
requirieran intervención.
Dos grandes estudios retrospectivos basados en cuestionarios en relación a la aplicación de
la RCP por parte de testigos encontraron que prácticamente la totalidad de los encuestados
consideraron su intervención como una experiencia positiva.
En relación a la transmisión de enfermedades, el riesgo es extremadamente bajo tanto
durante el entrenamiento como durante una RCP real. Tan sólo hay muy pocos casos
publicados en los que el proporcionar una RCP a una víctima se haya asociado con la
transmisión de enfermedades.
Estos casos han implicado a enfermedades como la Salmonella infantis, Staphylococcus
aureus, SDRA severo, meningitis meningocócica, Helicobacter pylori, virus Herpes simplex,
tuberculosis cutánea, estomatitis, traqueítis, Shigella y Streptococcus pyogenes. Una
publicación describió una infección por virus Herpes simplex durante un entrenamiento de
RCP.
Llevar guantes durante la RCP es muy razonable, pero ésta no se debe retrasar por el hecho
de no tener guantes disponibles.
Los reanimadores deberían tomar medidas apropiadas de seguridad en aquellos casos de
víctimas con infecciones severas conocidas. (VIH, TBC, VHB, etc…).
No hay estudios en humanos que hayan valorado la seguridad, efectividad o viabilidad del
empleo de dispositivos de barrera para prevenir el contacto con la víctima durante la
respiración de rescate. Dos estudios hallaron que el empleo de estos dispositivos
disminuyeron la transmisión de bacterias con condiciones controladas de laboratorio.
Debido a que el riesgo de transmisión es muy bajo, iniciar las respiraciones de rescate sin
dispositivos de barrera es razonable. Si se sabe que la víctima tiene una infección severa sí
que está recomendado el empleo de estos dispositivos.