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CAPÍTULO

Cáncer
de cuello uterino

OBJETIVOS
• Identificar los métodos de detección y
diagnóstico temprano.
• Valorar los datos epidemiológicos y la
importancia de los agentes virales en la
carcinogénesis cervical.
• Reconocer los signos y síntomas clínicos.
• Comprender el concepto de
"estadificación clínica y quirúrgica” .
• Comprender las diferentes terapéuticas,
y la selección adecuada de los pacientes
para la aplicación de dichos
tratamientos.
• Conocer los resultados terapéuticos y
factores pronósticos de recidivas y
supen/ivencia.

EP ID E M IO LO G ÍA La edad promedio de presentación es 51 años, con


dos picos de incidencia, uno entre los 30 y 39 años y
El cáncer de cuello uterino es el segundo tumor otro entre los 60 y 69 años.
fennenino en frecuencia en el mundo y el primero en
Latínoméríca, representa el 10% de los cánceres feme­
ninos.
Se estiman cerca de 500.000 nuevos casos por año de
CARCINOGÉNESIS
los cuales el 80% son diagnosticados en países en vía No hay dudas hoy sobre el papel causal de la irxfec*
de desarrollo. Las regiones geográficas de mayor ries­ ción persistente por los tipos oncogénicos del virus del
go de cáncer incluyen el sur y este de África, Asia del papiloma humano (HPV de alto riesgo). Sin embargo,
Pacífico, el Caribe, América Central y América del Sur, el cáncer cervical es una rara complicación de esta infec­
donde la incidencia excede los 30 casos/100.000 muje* ción, necesario pero no suficiente para el desarrollo neo*
res por año. Se estiman 270.000 muertes anuales, y nue­ plásico. Por lo tanto, cpbran importancia en la carcino­
vamente el 75% ocurren en países en desarrollo, donde génesis otros cofactores tales como los sexuales (inicio
por falta de diagnóstico temprano sobreviven a cinco precoz de relaciones sexuales, múltiples parejas, etc.), el
años menos del 50% de las mujeres diagnosticadas. tabaquismo y la inmunosupresión (cuadro 48*1).
481

metrorragia irregular o de la posmenopausia (véase


Cuntir*» '111 - 1 . Cofa<tores de la carcinogénesis
cervical Caso clínico 48-1).
El flujo serosanguinolento y maloliente es muy fre­
(nkiacíón precoz de reidciones sexuales cuente y se presenta en especial en tumores con cier­
Multípariddd
to grado de infección y necrosis.
La metrorragia crónica puede llevar a cuadros de
Múltiples parejas sexuales
astenia por anemia; junto con el dolor pelviano y lum-
Parejas sexuales promiscuas
bosacro, el edema de miembros y los síntomas urina­
Tabaquismo rios y rectales, constituye una manifestación clínica
Uso protortgado de antkorKepuvos orales de enfermedad avanzada.
Irímurtosupresión
Coinfección con HIV Diagnóstico
Otras infecciones de tracto genital inferior
Cuando el tumor es clínicamente evidente, una
Factores genéticos
Ifiopíin de aid lo resulta suficiente para el diagnóstico;
Factores nutricionales
la colposcopia puede ayudar a dirigir la biopsia hacia
áreas de mayor patología y escasa necrosis, así como
también definir la propagación del carcinoma a la
vagina.
PESQUISA Y PREVENCION En otros casos, se llega al diagnóstico a través del
estudio histopatológico seriado de una piezn de coniza-
El cáncer de cuello uterino es uno de los pocos cán* ción luego de una biopsia cervical que informa neo*
ceres humanos evitables. Su prevención se basa en el plasia intraepitelial de alto grado (NIC AG) o sospe*
diagnóstico y tratamiento de ias lesiones precancero* cha de microinvasión.
sas (neoplasia intraepitelial cervical [N[C] o CIN
según su sigla en inglés). En teoría, el tratamiento de
las lesiones precursoras prevendría el desarrollo neo* Anatomía patológica
plásico.
El 75-80% de los tumores malignos cer\'icales
Sin embargo, este proceso es más complejo de lo
corresponden a carcinomas pavimentosos, seguidos
que parece ya que requiere:
en frecuencia por el adenocarcinoma (20%) y otras
formas histológicas poco frecuentes (cuadro 48-2).
^ Tamizaje {Screeiiiiig) citológico regular de la
población en riesgo
** Amplia cobertura de esta p>oblación Vías de diseminación
** Apropiado manejo de las lesiones precursoras.
El cáncer cer\'ical puede propagarse de las siguien­
Los países desarrollados, que cuentan con s c re e n iiig tes maneras:
organizado, han mostrado un importante descenso en
la incidencia y mortalidad por esta neoplasia, hecho ¡mwfióit directa del estroma cervical, cuerpo uteri­
que no se cumple en los países en vías de desarrollo, no, vagina y parametrios, vejiga y recto.
donde la ausencia de programas de pesquisa y pre­ Pcriiieación y metástasis linfáticas a los ganglios del
vención es responsable de la alta incidencia y morta­ parametrio, a los ganglios pelvianos, y d c ^ e allí a los
lidad por cáncer cervical. ganglios ilíacos primitivos y paraaórticos.
Con el conocimiento de la relación causal entre
algunos tipos de HPV y el cáncer cervical, emergen Diseminación hcmalógena: a pesar de que el cáncer
cervical es una patología fundamentalmente locorre*
nuevas situaciones de $cnvnin¡i, como la asociación
gional (pelviana), en estadios avanzados, la disemina­
de la prueba del DNA del HPV a la citología, a fin de
ción hematógena puede ocurrir con localizaciones
mejorar los índices de detección. Todas estas estrate­
más frecuentes en pulmón, hígado y huesos.
gias coi^tituyen la prevención primaria.
En pivi»eiición príimrin, la investigación se centró en
el desarrollo de vacunas, que prevendrían la infección
por HPV y por lo tanto el cáncer cervical.
C u n d ro 4 0 - 2 . Histología de los tumores de cuelto
uterino
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Y DIAGNÓSTICO • Cardnoma pavímentoso

Presentación clínica • Adenocarcinoma

Frecuentemente es asíntomático. La primera mani­ • Tumor neuroendoaino


festación clínica es la metrorragia, que en general es • Sarcomas
poscoital (sinusorragia), pero puede ocurrir como una
482 Patología oncológica pelviana

ESTADIFICACIÓN vidad involucrada en la apreciación clínica, y que


lleva a que no se pueda garantizar que los diferen­
E sta d ific a c ió n clínica tes examinadores, aun siendo experimentados,
El primer paso luego de establecer el diagnóstico puedan obtener resultados idénticos y reproduci-
histológico de cáncer invasor de cuello uterino es bles.
estadificar. es decir, intentar establecer la real exten­ En las décadas de 1970 y de 1980, los diferentes
sión de la enfermedad. informes de estadificación quirúrgica con evaluación
Como en cualquier patología oncológica, la esta- de la extensión directa del tumor en el parametrio y
diíicación del cáncer de cuello tiene diferentes obje­ en los ganglios pelvianos y lumboaórticos sumaron
tivos: definir el pronóstico, planificar los tratamien­ conocimientos sobre los patrones de extensión del
tos adecuados de acuerdo con los resultados obteni­ cáncer cervical y establecieron la Inexactitud de la
dos, valorar la eficacia de éstos en diferentes subgru* Estadificación Clínica de la FIGO en la valoración de
pos de pacientes y comparar objetivamente resulta­ la verdadera extensión tumoral. Este error oscila entre
dos entre distintos centros oncológicos. el 20% y el 25% en el estadio I, el 40% en el estadio II
Un error en la estadificación se traduce como y hasta el 67% en el estadio III-IV, según los diferentes
sobrevaloración o subvaloración de la magnitud de la ensayos publicados.
enfermedad. Esto lleva consecuentemente a un error Con la finalidad de mejorar los datos de estadifi­
en la determinación de la estrategia terapéutica. La cación previos al tratamiento obtenidos con la meto­
sobreestadificación induce a la utilización de terapéu­ dología FIGO, y por ende determinar la más ade*
ticas excesivamente agresivas con su implícita iatro- cuada estrategia terapéutica, se ha implementado la
genia; la subestadificacíón llevará inevitablemente a realización de otros estudios complementarios de
la realización de tratamientos insuficientes y por ende diagnóstico no requeridos por la FIGO, tales como
al fracaso terapéutico. la ecografía transvaginal y transrectal con Doppler
La estadificación del cáncer cervical, según la Fe­ color, la tomografía computarizada (TC), la linfo-
deración Internacional de Ginecología y Obstetricia
(FIGO 2009) es clínica (cuadro 48-3) a diferencia de
otras patologías oncológicas ginecológicas, en las
cuales la estadificación es posquirúrgico-patológica. C u a d ro 4 8 * 3 . Clasificación o estadificación clínica
de la FIGO (2009)
Esto se debe a que muchas pacientes en el mundo
m son tratadas con radioterapia. De hecho, las modali­ £stódk> 0: carcinoma in situ.
dades de tratamiento han sido, y aún son, la cirugía
m radical para los estadios tempranos y la radiotera­ Estadio I: cdfcirtoma cervical confinado al céoñc (la propagación
pia para los estadios tempranos y avanzados. ¿I cuerpo es indiferente)
a El sistema TNM (í»»íor-norfe-níeírtsírts/s) ha fracasa­ Estadio üa; enferir>edad nn'Kroscópka
do para la evaluación clínica del cáncer cervical, ya lal: invasión estromal mínima, de no más de 3 mm de
« I que se hace impracticable la valoración clínica certera profurtdidad ni de 7 mm de extensión
de los ganglios retroperítoneales. Ia2: lesiones de 3 a S mm de invasión en profundidad y
fii de no más de 7 mm de extensión
La FIGO basa su sistema de clasificación del cáncer
Estadio tt>: tumores mayores que el la2
cervical en la evaluación clínica preterapéutica (ins­ Ibl: lesiones no mayores de 4 cm de diámetro
« pección, palpación combinada abdominovaginal y lb2: lesiones mayores de 4 cm de di¿n>etro
examen rectovaginal) y en la ejecución de algunos
estudios complementarios de diagnóstico, de dispo­ Estadio H: e4 carcir^orr» se extiende fuera del útero, sin llegar a
nibilidad umversal tales como: la pared pelviana o al tercio inferior de la vagina
m Ba: sin invasión parametrial
- Laboratorio de rutina fíal: Ie s ió n ¿ d 4 c m
•Radiografía de tórax y eventualmente de la co­ Ba2: lesión > 4 cm
lumna vertebral y la pelvis fíb: con invasión parametrial
- Colposcopia
Estadio W. el cardnoma se extiende a la pared pelviana y/o at
- Urograma excretor terdo inferior de la vagina, o causa hidronefrosis
ü - Cistoscopia IHa: el tumor invade et tercio inferior de la vagirta sin
- Rectoscopia. extensión a la pared pehñana
a mb.: el tumor se extiende a la pared peMana o causa
El examen pélvico rectovaginal debe ser realiza­ hidroneírosis. o hay anulación funciortal del riAón

0 do preferentemente bajo anestesia general. De de


esta forma, con la paciente relajada, será posible Estadio IV: el carcinoma se ha extendido más allá de la peKris o
compromete (demostradodo por biopsia) la mucosa
una evaluación más fidedigna de las características
JB vesical o rectal. El edema ampollar no permite que el
del tumor y de su propagación a la vagina y en caso sea estatificack) como estadio IV
especial a los parametrios. A pesar de ello se regis­
m A^; invasión a mucosa vesical y/o rectal
tra un elevado grado de inexactitud en el examen /Vb; metástasis a distancia
clínico, que radica fundamentalmente en la subjeti­
M

-m
C á n c e r d e c u e llo u t e r in o 483

C u a d ro 4 8 - 4 . Factores pronósticos histológicos Una correcta estadificación quirúrgica consiste


del cáncer cervical técnicamente en la realización de una amplia lapa­
rotomía que permita la correcta valoración de la pel­
Esta<Io ganglíondr vis y el abdomen, la realización de un lavado peri-
toneal para estudio citológico y la cuidadosa eva­
InfiHrdción microsc6ptc¿ de par*metríos
luación de la cavidad abdominal y del área lumboa-
Tamaño lumoral órtica. La estadificación pelviana consiste en la
lrtvasi6n iinfovascular en e) tufnor (ILV) disección de las fosas paravesicales y pararrectales,
que permitirá ia correcta evaluación de los parame-
Profundidad de invasión al estroma cervical trios y la valoración de los tabiques vesicovaginal y
Grado y tipo histológico rectovaginal. Se deben realizar además biopsías
dirigidas si fuese necesario. A continuación se reali­
zará la linfadenectomía pelviana desde la arteria ilí­
aca primitiva hasta su límite inferior en la vena ilía­
ca circunfleja superficial (en su cruce con la vena ilí­
grafía, la punción citológíca ganglionar y parame*
aca externa).
tral, y más recientemente la incorporación de la
resonancia magnética (RM) y la tomografia por emi* La estadificación quirúrgica es el paso inicial del
manejo quirúrgico del cáncer invasor inicial, es
sión de positrones (PET)- U>s resultados obtenidos a
decir, precede a la histerectomía radical y define la
través de estos métodos, aunque fueran citológicos
factibilidad de su realización. En los estadios avan­
o histológicos, no modifican la clasificación clínica
zados, la estadificación quirúrgica laparoscópica es
previa, pero sí pueden modificar la estrategia tera­
realizada en protocolos de investigación clínica,
péutica.
algunos de ellos con resultados promisorios.
De todos estos estudios no invasivos de diagnós-
tico preterapéutico, en la actualidad el más utiliza­
do es la RM, que permite precisar el tamaño tumo- TRATAMIENTO
ral, con la correcta medición de los tumores (exocer-
vicales y endocervícales) y el grado de infiltración El tratamiento del cáncer cervical invasor debe in­
estromal. Visualiza también las adenomegalias y cluir la lesión príiTtaria y los sitios potenciales de pro­
evalúa con buena precisión el compromiso de pagación de la enfermedad.
estructuras vecinas como vagina, parametrios, tabi­ Las estrategias terapéuticas se basan en la cirugía,
ques, recto y vejiga. la radioterapia (RT) y más recientemente la quimiote­
La estadificación clínica con la utilización de rapia.
todos los métodos aceptados por la FIGO, así como Para lograr una terapéutica satisfactoria es nece­
el agregado de los métodos más sofisticados, sigue sario tener un adecuado conocimiento de la exten­
teniendo un importante porcentaje de error en la sión de la enfermedad en el cual se encuentra la
definición de la real extensión de la enfermedad. patología.
Este hecho se establece a partir de la comparación La cirugía cumple una función curativa básica­
de los hallazgos clínicos con los hallazgos quirúrgi- mente en estadios iniciales de invasión (estadios IA o
co’patológicos de la estadificación quirúrgica de la microcarcinoma y en estadios IBl y IIA < 4 cm). El tra­
enfermedad, que permitirá además conocer los tamiento quirúrgico tiene como prioridad lograr la
principales factores pronósticos de esta neoplasia exérisis "radical", es decir, que la resección hranscurra
(cuadro 48-4). por márgenes sanos o libres de tumor, tanto a nivel
parametral como vaginal. Los tipos de histerectomía
radical utilizadas en el tratamiento quirúrgico del
E s ta d ific a c ió n q u irú rg ic a
cáncer cervical se ejemplifican en el cuadro 48-5.
La incapacidad de los métodos no invasivos de También la cirugía tiene su indicación en estadios
diagnóstico para detectar pequeñas metástasis gan- avanzados o recurrencias centrales de la enfermedad
glionares, o invasiones parametrales iniciales, llevó (exenteraciones pelvianas).
a los investigadores en la década del setenta, a la El tratamiento radiante tiene su indicación, al igual
realización de estadificación quirúrgica laparotó- que la cirugía, en los estadios tempranos de invasión,
mica preterapéutica. La finalidad era identificar y es el tratamiento los estadios localmente avanza­
aquellas pacientes con factores pronósticos desfavo­ dos de la enfermedad (estadios 162, HA > 4 cm, IIB, III
rables, en especial metástasis lumboaórticas, que y IV).
deberían ser tratadas con campos extendidos de El tratamiento radiante consiste en la asociación de
radiación. radioterapia externa y radioterapia endocavitaría o
En el manejo del cáncer invasor de cuello uterino, braquiterapia, sola o en combinación con quimiotera­
la cirugía cumple una doble función; pia concurrente (QT), donde la QT actuaría como
radiosensibilizante.
^ Estadificación de la enfermedad El tratamiento del cáncer cervical puede ser qui­
® Terapéutica. rúrgico (histerectomía radical), radioterápico o com-
484 Patología oncológica pelviana

C u a d ro 4 8 * 5 . Tipos de histerectomia radical de


cáncer de cuello según Piver y Rutlege (1974).

Piver I: Histcrectomía ertrafascíal o hhtefeclomía simple,


tratamiento de etecci6n en estadios IA1.

Piver II: se realiza ur^ histefectomía radical modificada, la


arteria uterina se liga en el punto donde se entrecruza con el
uréter y se extirpa la mitad medial de los ligamentos cardinales y
uterosacros, y el tercio superior de la vagina. Con el agregado
de linfadenectomia pelviana, es aplicable a estadk» IA2.
(Gráfko I y U).

Piver III: Histefectomía radkal u operación de Wertheim*Meigs;


la arteria uterina se liga en su nacimiento, se secciortan los
ligamentos cardinales en toda su extensión, los uterosacros y la
mitad superior de la vagina, más linfadenectomia peMana. Es
la cirugía para realizar en estadios IB>IIA. (Gráfico I y II).

Piver IV: Hrsterectomia radical extendida: se diseca el uréter por


completo del ligamento veskouteríno, se liga la arteria vesical
superior y se extirpan las tres cuartas partes de la vagina. Se
realiza en casos de recurrencias centrales posrddioterapia.

Piver V: Exenteración pardal en casos de recurrencias centrales


que afecta el uréter en su extremo dista! o la vejiga. Se realiza la
resección parcial del órgano comprometido.

binado (radioterapia/quimioterapia), según et esta­


dio de la enfermedad.
Debido a la complejidad y diversidad de factores
que determinan el correcto tratamiento det cáncer
cervical, desarrollaremos las modalidades terapéuti­
cas y luego su aplicación según los estadios de la
enfermedad.

Cirugía

Tratam iento quirtirgico prim ario


La cirugía es el tratamiento de elección de los
tumores limitados al cuello o con compromiso del ter­
cio superior de la vagina.
La técnica quirúrgica es la histerectomia radical de F lg . 4 8 -1 A y B. Referencias dndtómicds de la
Wertheim-Meigs o Piver III, que consiste en una col- cirugía de cáncer de cuello de útero. II: limites de sección
pohisterectomía total ampliada (resección de parame- en la cirugía de tipo Piver II (ligadura de la arteria uterina
trios laterales, posteriores y anteriores) y la realiza­ en su cruce con el uréter y la mitad de tos ligamentos). Ill:
ción sistemática de la linfadenectomia pelviana (cua­ límites de sección en la cirugía de tipo Piver lll (ligadura
dro 48-5 y figs. 48-1A y B y 48-2). de la arteria uterina en su nacimiento en la vesical
Cuando la histerectomia radical se realiza por vía superior o en la arteria hipogástrka y los parametrios a
vaginal, se denomina operación de Schauta>Stoekel, nivel de la pared pelviana).
mientras que para la realización de linfadenectomia
se requiere un abordaje de los ganglios por vía abdo­
minal retroperitoneal o laparoscópica (iinfadenecto- monal, evitando así la atrofia vaginal. Es muy
mía laparoscópica). importante considerar esto en mujeres sexualmente
La cirugía tiene algunas ventajas en relación con activas, en quienes la preservación de la función
la radioterapia, en estos estadios de la enfermedad, sexual es muy importante para la calidad de vida
ya que permite además realizar una estadificación postratamiento.
quirúrgica y conocer con exactitud la extensión de Por el contrario, el tratamiento radiante puede pro­
la enfermedad, a partir del estudio anatomopatoló- ducir secuelas, como la pérdida de la elasticidad vagi­
gico de la pieza quirúrgica del útero y los ganglios nal, fibrosis con estrechez vaginal, además de la cas­
linfáticos (fig. 48-3). Además la cirugía posibilita la tración actínica.
conservación ovárica en mujeres jóvenes con tumo­ La cirugía radical del cáncer cervical no está exenta
res pavimentosos, lo cual preserva la función hor- de complicaciones, que son las inherentes a cualquier
Cáncer de cuello uterino 485

C u a d ro 4 8 -7 . Complicaciones del tratamiento


quirúrgico

• Infección
• Hemorragias
• Lesión de órganos vecinos
« Trombosis venosa profunda
• Tromboembofísmo pu/monar
• Oisfunciones de la micción (dificultad en el vaciado de la
vejiga)
« Fístulas urinarias (ureterovaginales o vestcovagínales)
• Infección urinaria recúsente
• Estructuras ureterales

semanas (fig. 48-4). Después de esta fecha es reco­


F ig . 4 8 - 2 . Limites de sección parametridl en las mendable indicar radio-quimioterapia inmediata o
cirugías de tipo Piver II y lil. A. Límites de sección en la eventualmente esperar la viabilidad fetal y realizar
histerectomfa radical modificada (Piver II). B. Límites de el tratamiento radical en el mismo acto quirúrgico de
sección en la histerectomía radical (Piver llí). la cesárea electiva.
El estado clírúco de la paciente desempeña un papel
acto quirúrgico (infecciones, hemorragia, lesiones in- importante en el momento de decidir el tratamiento.
Aquellas mujeres en las cuales existan contraindica­
traquirúrgicas de órganos vecinos). Las complicacio­
ciones, por su morbilidad, para ser sometidas a ciru­
nes posoperatorias del tracto urinario son específicas
gía, la radioterapia constituye el tratamiento primario
de este procedimiento quirúrgico, que requiere la
amplia disección de los parametrios, que p u ^ e origi­ de elección en cualquier estadio de la enfermedad. La
edad de la paciente no es por sí sola un factor indepen­
nar daño del sistema nervioso autónomo (inervación
de la vejiga, recto y vagina), así como la disección ure- diente para decidir el tipo de tratamiento.
teral puede originar daños en su integridad e irriga­ r
ción. Es fundamental el rápido reconocimiento diag­ R estiitados del tratam iento (jitiníi^co
nóstico y tratamiento de estas complicaciones, para
lograr resultados satisfactorios (cuadro 48-7). Los resultados terapéuticos de la cirugía radical
Los grandes avances en las técnicas quirúrgicas y han mejorado signifícativamente en las últimas déca­
en ios cuidados perioperatorios han permitido que das. Esto se d ete fundamentalmente a la mejora de
los índices de complicaciones del tratamiento quirúr­ las técnicas quirúrgicas y anestésicas, y a los cuidados
gico sean menores al 5%, haciendo que este trata­ clínicos ]>erioperatorios que pueden lograrse en cen­
miento sea de elección en muchos centros del mundo. tros oncológicos entrenados en el manejo de este tipo
Mucho se ha publicado sobre la mayor o menor de pacientes.
dificultad que se presenta durante la realización de La supervivencia a cinco años del cáncer cervical
una histerectomía radical en una mujer gestante. estadio IB-IIA, es del 85-90%. Sin embargo, estas
Algunos autores refieren mayor sangrado durante el tasas de supervivencia pueden variar en correlación
acto quirúrgico. En nuestra experiencia, por el con­ con los factores pronósticos patológicos obtenidos
trario, la disección anatómica se ve facilitada por el luego del estudio de la pieza quirúrgica. La presencia
edema propio del embarazo y esto disminuye la de metástasis ganglionares es el factor pronóstico
posibilidad de hemorragias. desfavorable de mayor valor en el cáncer cervical y
Como límite prudente para su indicación se con­ reduce la supervivencia a cinco años al 50-60% (cua­
sidera una edad gestacional no mayor a las 18-20 dro 48-8).

C u a d ro 4 8 * 6 . T ra ta m ie n to s p o r e sta d io C u a d ro 4 8 - 8 . Factores pronósticos estadios 18-IIA

Estadios Cirugía Radioterapia Estado gar>glior>ar


TamaiV} del turrvor prin>ario
Estadio 1 Si Si
Profundidad de invasión estromal
Estadio II Si (estadio IIA) Si Presencia o ausencia de invasión del espacio linfovascular
Presencia o ausencia de extensión parametral
Estadio III No Sí
Tipo histológico
Estadio IV Si (estadio IVA) SI Estado de los márgenes de resección (vagir^les y parametrales)
486 Patología oncológica pelviana

metrios y los ganglios pelvianos, conservando el


cuerpo uterino y 1 cm del cuello uterino, que al final
de la cirugía se reanastomosa a la vagina (figs. 48-5
a 48*7).
Esta técnica fue ganando adeptos, y hoy es consi­
derada una alternativa terapéutica para mujeres jóve­
nes con deseos de preservar la fertilidad. Está indica­
da eii pacientes con microcarcinomas de cuello esta­
dio IA2, y en tumores invasores menores de 2 cm de
diámetro máximo, sin metástasis ganglionares y con
escaso compromiso del canal endocervical. Si bien
hoy no puede ser considerado un tratamiento están­
dar en el cáncer invasor de cuello uterino, los resulta­
dos oncológicos y obstétricos son considerados
actualmente muy satisfactorios.

Tratam iento quirúrgico del cáncer avanzado.


F ig . 4 8 -3 . Pieza de histerectomia rddícdl (operación Exentcraciótr pelvian a
de Werthein>Meigs). Consiste en la resección en bloque de las visceras
de la pelvis. Tiene una finalidad curativa, por lo cual
Dependiendo de los factores pronósticos, se esta­ los ganglios retroperitoneales, en especial los lumbo-
blecerá, en el grupo de pacientes con cirugía primaria, aórticos, deben estar libres de enfermedad.
la realización de radioterapia adyuvante posoperato- Está indicada en las recurrencias centrales del cán­
ria (RT pelviana con agregado o no de RT vaginal). cer cervical y en algunos casos seleccionados de esta­
dios IVA (propagación a vejiga o recto, sin invasión de
los parametrios).
Tratam iento cotiservador de In fertilid a d El procedimiento quirúrgico consiste en la realiza­
Lamentablemente, esta enfermedad tiene uno de sus ción de una histerectomía radical con linfadenectomía
picos de ocurrencia entre los 30 y los 39 años de edad, pelviana, y resección de la vejiga (exenteración ante­
momento en el cual muchas mujeres manifiestan su rior), del recto (exenteración pK>sterior), o de ambos
deseo de preservar la fertilidad. Esto obligó a los gine­ (exenteración total). La realización de neovejigas con­
cólogos oncólogos a tratar de lograr resultados onco­ tinentes y de ar\astomo5Ís rectales bajas ha reducido
lógicos satisfactorios, preser\'ando la integridad ana­ la morbilidad de estas pacientes
tómica del sistema reproductor.
La traquelectomía radical por vía vaginal más linfa- R ad io terap ia prim aria
denectomía pelviana, fue descrita por Daniel Dargent
y cois, en 1994. Con posterioridad en 1997, Smith y R adioterapia
cois, desarrollaron esta técnica por vía abdominal.
La radioterapia (RT) puede ser usada en todos los
La técnica de traquelectomía radical consiste en
estadios de la enfermedad.
la resección radical del cuello uterino con los para-
Las dos modalidades de tratamiento radiante son;
la rfídiolernpifí externa y la rndioterfípia endocñvilnria o
brñ<¡niU’¡-apifí. El tratamiento consiste en la asociación
de ambos tipos de RT.
La radiación externa se aplica sobre la pelvis en su
totalidad y los parametrios, incluidos los ganglios ilía­
cos internos, y en algunos casos se extiende a los gan­
glios paraaórticos. La enfermedad central (cuello,
vagina y el parametrio medial) se complementa con
las fuentes de radiación endocavítaria.

Rniliokrapifí externa
La radiación pelviana externa se utiliza antes de la
braquiterapia en los siguientes casos:

* En pacientes con tumores grandes, mayores de


4 cm ({»»%)/ para mejorar la geometría de la
aplicación intracavitaria
* En tumores exofíticos y sangrantes
F ig . 4 8 - 4 . Pieza de histerectomía radical con * En tumores con necrosis o infección
embarazo. ® En los tumores con irxfiltración parametral.
Cáncer de cuello uterino 487

F ig . 4 8 * 6 . Traquelectomía radical: anastomosis


F ig . 4 8 - 5 . Traquelectomia rddicsl: se observa el íismico-cervical.
cuerpo uterino separado del muñón cervical.

En estos casos^ fínatizado el tratamiento con RT metrios. El tratamiento radiante posoperatorio (RT
pelviana, las pacientes completarán el tratamiento pelviana) está indicado ante la presencia de esos fac­
con braquiterapia. tores desfavorables. De igual manera la presencia de
En tumores menores de 4 cm, lo usual es la inicia­ márgenes de resección quirúrgicos positivos para
ción del tratamiento radiante endocavitario, seguido tumor a nivel parametral o vaginal es una indicación
de la RT extema. de RT posoperatoria.
Dado el espesor anatómico de la pelvis, los rayos
fotónicos de alta energía (>10 MV) son los elegidos D osis d e radioterapia
para estas terapias externas. Su utilización permite
disminuir la dosis de radiación que reciben los tejidos Las dosis óptimas de radiación para el cáncer cer­
periféricos normales (particularmente la vejiga y el vical recomendadas, que se consigue con una combi­
recto) y una más homogénea distribución de la dosis nación de la RT pelviana más la braquiterapia, son las
en la pelvis central. siguientes;
Campo de radiación pelviana 4.500-5.000 cGY en
Braquiterapia 25 fracciones (campos anterior, posterior, con campos
laterales o sin ellos).
Si bien se dispone de muchos isótopos para braqui­ Radioterapia endocavitaria o braquiterapia, en una
terapia en el cáncer de cuello uteriiio, actualmente, dosis de 45-TO cGy en punto A.
para la técnica de baja tasa de dosis (LDR) de braqui­ Las dosis de cada tipo de RT (externa o endocavi­
terapia, el cesio 137 (Csl37) es el más utilizado debido taria) pueden tener pequei\as variaciones según el
a su seguridad. El iridio 192 (Irl92) se utiliza con la estadio de la enfermedad.
técnica de alta tasa de dosis de braquiterapia (HDR).
La braquiterapia se realiza con técnicas intracavita*
rias usando una variedad de aplícadores, que consis­
ten en un tanden o sonda intrauterina y colpostatos
vaginales o, si es necesario, cilindros vaginales. Todos
estos sistemas de aplicación son de carga ulterior (de
la fuente radiactiva).
La valoración de la correcta ubicación de los apli-
cadores se realiza a través de placas radiográficas,
que permitirán además establecer las curvas de iso-
dosis, que valoran la dosimetría o dosis recibida en
diferentes puntos de la pelvis (punto A y B) en forma
adecuada.
PAIUNCTIUO

R ad ioterap ia pelvian a
después de la bisterectoim a radical
Las metástasis en los ganglios pelvianos se aso*
COSA VAOIMAL
cian frecuentemente al mayor tamaño tumoral, a la
invasión estromal profunda, a la invasión linfática y
vascular y al compromiso microscópico de los para> F ig . 4 8 - 7. Pieza de traquelectomía.
488 Patología oncológica pelviana

Q u im io te ra p ia un tumor cuyas medidas no deben superar los 7 mm


en extensión superficial por 5 mm en profundidad.
El papel de la quimioterapia (QT) como tratamien­
Aunque en pequeñas biopsias por sacabocados
to primario, en el cáncer cervical es limitado por puede sospecharse la microinvasión del estroma, el
varias razones, a saber:
diagnóstico siempre debe ser realizado en piezas de
' Los excelentes índices de curación obtenidos con conización, que además definirán los factores pronós­
cirugía radical o RT radical en los estadios inicia­ ticos del microcarcinoma, tales como la profundidad
les de la enfermedad. de invasión (< 3 mm vs. 3-5 mm) y la invasión neoplá-
- Las recurrencias de la enfermedad se producen sica de los espacios linfovasculares (ILV).
generalmente en la pelvis, en áreas previamente
irradiadas, lo que dificulta el acceso de la QT E stadio lA l (FIGO: 7 mm en superficie x 3 mm
por alteración de la irrigación de los tejidos irra­ en profundidad)
diados.
- La enfermedad recurrente o avanzada se asocia La posibilidad de encontrar en estos estadios dise­
frecuentemente a fallas de la función renal, lo que minación hacia los ganglios linfáticos es muy baja: no
acota el uso de drogas. supera el 0,5%. Por lo tanto, el manejo de estos tumo­
res puede ser llevado a cabo con procedimiento sin la
A pesar de estas limitaciones, desde la década de necesidad de ima histerectomfa radical:
1970, muchos estudios han evaluado el papel de la Histerectomía total extrafascial (vía abdomiixal,
QT en el cáncer cervical, evidenciando su utilidad en vaginal o laparoscópica).
la enfermedad metastásica o recurrente no controlada Conización con márgenes negativos en pacientes
con la RT o la cirugía, y además como una modalidad con deseo de fertilidad y posibilidad de seguimiento.
combinada con la radioterapia (QTcon RT concurren­
te), o con la cirugía radical (QT neoadyuvante).
E stadio IA2 (FIGO: 7 mm en superficie x 5 mm
La quimioterapia neoadyuvante consiste en la
aplicación de quinuoterapia como primera terapéuti­ en profitndidad)
ca, en aquellos tumores que por su tamaño (mayores El manejo de los tumores en estadios IA2 debe
de 4 cm) no son elegibles para tratanniento quirúrgico incluir la valoración de los ganglios linfáticos pelvia­
primario. nos ya que la incidencia de metástasis ganglionar, en
Se utilizan tres ciclos de un esquema qulmioterápi- estos tumores, es de 5*12%. Las opciones terapéuticas
co que tenga como droga base el cisplatino. La finali­ se mencionan a continuación:
dad de este tratamiento es:
• En mujeres que no desean tener hijos podría reali­
^ Disminuir el tamaño tumoral, permitiendo la zarse una histerectomía radical modificada (PIVER
realización de una cirugía radical luego de los II), que constituye la estrategia terapéutica más
tres ciclos de quimioterapia. apropiada (véanse figs. 48-1 y 48-2).
^ Tratar posibles micrometástasis • En mujeres jóvenes con deseos de fertilidad podrían
realizarse:
Diferentes estudios aleatorizados, han demostrado
que esta modalidad de tratamiento mejora la supervi­ ^ Conización con márgenes negativos de lesión
vencia y el tiempo libre de enfermedad, debido fun­ más linfadenectomía pelviana (vía laparoscó­
damentalmente a una disminución de las recurren­ pica).
cias pélvicas de las pacientes en estadio IB2. * iraquelectomía radical más linfadenectomía pel­
La radioterapia actúa sobre las células en proceso viana: esta opción es indicada en especial en el
de división, por lo que el fundamento del uso conco­ microcarcinoma IA2 con invasión linfovascular
mitante de la quimioterapia como sensibilizante a la (microcarcinoma con factores pronósticos desfa­
acción de la RT se basa en la inhibición de la repara­ vorables). Véase apartado Tratamiento conserva­
ción del daño celular originado por la RT, en la sincro­ dor de la fertilidad.
nización de los ciclos celulares, en la inclusión de
células no proliferantes al ciclo celular y en la reduc­
ción de la fracción de células hipóxicas. T ra ta m ie n to d e los cánceres m a cro in va so re s
Estudios aleatorizados demostraron una mejora Hemos dicho que el tratamiento del cáncer invasor
en la supervivencia en pacientes que recibieron qui- de cuello uterino puede ser quirúrgico, radiante o
miorradiación con cisplatino al compararlas con la combinado (cirugía + RT o RT con QT concurrente).
radioterapia sola. Estas modalidades terapéuticas tienen el mismo
resultado, siempre y cuando sean correctamente indi­
T ra ta m ie n to de los e s ta d io s p re clín ico s cadas y aplicadas en centros especializados en el
o m ic ro in v a s o re s manejo y tratamiento de esta neoplasia.
La cirugía (histerectonnía radical) se indica en los
Incluye los estadios lA l y IA2, y el diagnóstico se estadios iniciales de invasión (estadios IBl-IIA ),
basa en el estudio microscópico de la pieza quirúrgi­ mientras que la radioterapia (RT) puede ser indicada
ca obterúda por la realización de una conización. Es en estos estadios tempranos y en todos los casos de
Cáncer de cuello uterino 489

C u a d r o 4 8 - 9 . S u p erv iv en cia a 5 a ñ o s seg ú n esterilización tumoral disminuye. Por otro lado, el


e s ta d io s FIGO incrementar las dosis de RT aumenta la morbilidad
intestinal, vesical y vaginal, por lo cual son varias las
Estadio Ib 80-90% estrategias investigadas para tratar de mejorar el con­
trol local de la enfermedad sin comprometer la super­
Estadio itA 70-80%
vivencia de las pacientes.
Estadio IIB 65% Las estrategias aplicables en RT del cáncer cervical
son:
Estadio IIIA-B 33-38%

Estadio IVA »7-20% ^ Hiperfraccionamiento de la radiación


10%
** Uso de sensibilizantes a la RT
Estadio IVB
^ Uso de la quimioterapia concurrente con la RT
(quimiorradiación)
^ Quimioterapia neoadyuvante previa a la RT.
estadios locatmente avanzados (estadio IB2, II y III)
(véase cuadro 48^). De todas estas opciones, la más promisoria y en
uso actualmente es la quimiorradiación (RT con QT
concurrente); la droga sensibilizante de elección es el
E stadios IB ' IlA (< 4 cm)
cisplatíno semanal en dosis de 40 mg/m^ durante seis
Tanto la cirugía como la radioterapia brindan simi­ semanas.
lares resultados curativos en pacientes con tumores en
estadio IBl y IIA (con tumor cervical menor de 4 cm).
Por lo tanto la estrategia terapéutica aplicada está PRONÓSTICO Y SEGUIM IENTO
basada en la experiencia de cada centro oncológico.
Los resultados terapéuticos del cáncer de cuello
En este grupo de pacientes, en casos muy seleccio­
uterino dependen del estadio de la enfermedad y de
nados, puede aplicarse un tratamiento quirúrgico
los factores pronósticos ya analizados (véase cuadro
conservador de la fertilidad (véase Tratamiento con­
48-9).
servador de la fertilidad).
Las recurrencias ocurren fundamentalmente en la
pelvis y el 70% dentro de los dos primeros años del
E stadios IB2-IIA ( > 4 an ) seguimiento; es menos frecuente la difusión a distan­
cia (pulmón, hueso, hígado).
Estos tumores son los que mayor controversia El factor pronóstico de mayor valor es el estado de
plantean en cuanto al manejo terapéutico, debido a los ganglios retroperitoneales.
que la posibilidad de fallas o recurrencias locorregio- La finalidad del seguimiento posterapéutico será la
nales y a distancia es mayor que en el estadio IB l. Por detección tempraria de aquellas recurrencias que pue­
tal motivo, la tendencia actual es la utilización de den ser rescatadas o curadas exitosamente con la RT o
terapéuticas combinadas. la cirugía.
Existen distintas modalidades de tratamiento que Para ello las pacientes serán controladas cada cua­
deben ser evaluados en cada caso en particular. Las tro meses los dos primeros años, y cada seis meses
opciones incluyen: hasta cumplir cinco años, a partir de lo cual pasarán a
controles anuales.
• Tratamiento primario con radioterapia (RT) y En cada visita de seguimiento, la paciente debe ser
quimioterapia (QT) concurrente (véase Radiote­
cuidadosamente interrogada sobre posibles síntomas
rapia primaría) de alarma. Se realizará el examen físico que incluya
** Histerectomía radical primaria seguida de radia­ palpación de las áreas ganglionares (supraclavicula-
ción posoperatoria res e inguinales), examen ginecológico que incluya
• Quimioterapia neoadyuvante seguida de histe* citología y colposcopia. y es de fundamental impor­
rectomía radical. tancia el examen rectovaginal de la pelvis.
No es necesario solicitar de rutina estudios de imá­
genes como TC, RM o PET. Éstos serán indicados en
E stadios IIB-IVA el seguimiento de las pacientes de mayor riesgo (fac­
La RT radical externa más braquiterapia es el trata­ tores pronósticos desfavorables) o ante la presencia
miento de referencia del cáncer cervical avanzado. de síntomas de alarma que requieran investigación, a
A medida que el volumen de la lesión primaria fin de descartar recurrencias locorregionales o a dis­
aumente, la posibilidad de la radiación de lograr la tancia.
490 Patología oncológica pelviana

CASO CLÍNICO 48-1


# Paciente de 42 años. G$ P4. Refiere último control Una vez realizado el diagnóstico histológico, ¿cuál es el
ginecológico hace cinco aAos, er^ oportunidad de su quin­ siguiente paso?
to embarazo. A ctualm ente es portadora de un dispositivo
Se debe estatificar la enferm edad, es decir establecer
intrauterino (DIU). Refiere ciclos menstruales regulares
su extensión real. Recordemos que la FIGO establece una
hasta hace ocho meses, en que com enzó con metrorragias
estadificación clínica del cáncer cervkal.
intermestruales. que la paciente interpretó com o causa­
das por el DIU. Ante la persistencia de la sintom atologia ¿Cómo realiza una estadificación clínica?
n concurre a la consulta. Luego de un cuidadoso interroga­
torio, el ginecólogo realiza un exam en ginecológico. En la Se realizó un exam en b ajo anestesia para establecer
« especuloscopia se observa a simple vista una lesión exofí- el tam añ o tum oral. su propagación a órganos vecinos
tica, de 3 cm. con vasos sangrantes al contacto instrumen* (recto, vejiga, vagina) y en especial la extensión a los
tal. que ocupa la zona de transform ación y el labio an te­ param etrios, a través de la realización del ta cto vagino»
rior de cuello uterino. Los fondos de saco vaginales están rrectal.
libres de lesión y. al tacto ginecológico, el útero es de La paciente fue estatificada com o un Estadio IB1.
tamaAo normal y móvil y tas áreas anexiales de caracterís-
¿Qué tratam iento indicaría?
tk as normales.
# La paciente puede ser tratada con cirugía o con radio­
¿Qué conducta adoptarla?
terapia.
m Debe realizarse una biopsia de la lesión visible en cue­ Si se indica cirugía, ésta seria una histerectomia radical
llo uterirK). (colpohisterectomía total ampliada con linfader>ectomla
m La anatom ía patológica informa carcinoma invasor epi- pelviana). Se denomina operación de Wertheim-M elgs si
dermotde. es por vía abdominal o de Schauta por vía vaginal.
m

AUTOEVALUACIÓN
1 •¿Cuáles son los signos y síntomas clínicos de cáncer cervical?
2 ■ La estatificación FIGO del cáncer de cuello es clínica o quirúrgico-palológica?
3 • ¿Cuál es la supervivencia a cinco años de los estadios IB-IIA tratados con cirugía radical?
4 - ¿En qué consiste la operación de Wertheim-Meigs o Piver III?
5 - ¿Cuál es el tratamiento para los estadios IIB y IIIB?
y
6 i

BIBLIOGRAFIA

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