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Suspensión del acto reclamado en Amparo Directo

Su tramitación por la Autoridad Responsable


La suspensión del acto reclamado puede definirse como la medida cautelar que es
decretada por la autoridad encargada de conocer el juicio del garantías y de la
competencia de los Juzgados de Distrito, los Tribunales Colegiados de Circuito o
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (cuando hace uso de su facultad de
atracción).
En amparo directo para analizar sobre la suspensión del acto reclamado no se
prevé su desahogo en una audiencia, ya que esta medida cautelar es resulta de
plano por la autoridad responsable, sin que se lleve a cabo substanciación previa,
esto en consecuencia de que el hecho que el acto reclamado constituye es una
sentencia definitiva, un laudo o alguna resolución que haya puesto fin al juicio.
El objeto de la suspensión en el juicio de amparo es conservar la materia del
mismo y es por esto que no compromete el criterio judicial en lo que respecta a la
sentencia del fondo del juicio constitucional.
La suspensión del acto tiene como efecto que la autoridad responsable, una vez
que el quejoso lo solicite, detenga la ejecución material del acto de autoridad (de
la sentencia) hasta que se resuelva en forma definitiva sobre la constitucionalidad
o inconstitucionalidad del acto reclamado.
Cuando se trata de juicios de garantías donde la competencia recae sobre los
Tribunales Colegiados de Circuito (amparo directo), la autoridad responsable
decidirá sobre la suspensión de la ejecución del acto reclamado ajustándose a lo
que establece el artículo 107 de la Constitución, sujetándose a las disposiciones
de la ley de amparo.
La autoridad responsable decidirá, en el plazo de veinticuatro horas a partir de la
solicitud, sobre la suspensión del acto reclamado y los requisitos para su
efectividad (artículo 190, Ley de Amparo).
Tratándose de laudos o de resoluciones que pongan fin al juicio, dictados por
tribunales del trabajo, la suspensión se concederá en los casos en que, a juicio del
presidente del tribunal respectivo, no se ponga a la parte trabajadora en peligro de
no subsistir mientras se resuelve el juicio de amparo, en los cuales sólo se
suspenderá la ejecución en cuanto exceda de lo necesario para asegurar tal
subsistencia.
En términos del artículo 191 de la Ley de Amparo, cuando se trate de juicios del
orden penal, la autoridad responsable con la sola presentación de la demanda,
ordenará suspender de oficio y de plano la resolución reclamada. Si ésta
comprende la pena de privación de libertad, la suspensión surtirá el efecto de que
el quejoso quede a disposición del Órgano jurisdiccional de amparo, por mediación
de la autoridad responsable
Cuando se trate de sentencias definitivas o de resoluciones que pongan fin al
juicio, dictadas en juicios del orden civil o administrativo, la suspensión se
decretará a instancia del agraviado, y surtirá efecto si se otorga caución (garantía)
bastante para responder de los daños y perjuicios que pueda ocasionar a tercero.
En caso de resoluciones pronunciadas en juicios del orden civil, la suspensión y
las providencias sobre admisión de fianzas y contrafianzas, se dictarán de plano,
dentro del preciso término de tres días hábiles.
Cuando la ejecución o la inejecución del acto reclamado pueda ocasionar
perjuicios al interés general, la suspensión podrá ser concedida o negada
buscando no causar esos perjuicios. En estos casos la suspensión surtirá sus
efectos sin necesidad de que se otorgue fianza.
Las garantías que deben otorgarse para la suspensión del acto reclamado,
mencionadas en la ley de amparo se harán valer ante la misma autoridad
responsable, y para su trámite seguirán las mismas reglas que para el amparo
indirecto.

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