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9.

El procedimiento
ordinario
El proceso ordinario consiste en la realización de un procedimiento que se efectúa
ante la autoridad jurisdiccional (en éste caso ante las Juntas de Conciliación y
Arbitraje), donde las partes en conflicto reseñan hechos, exponen los fundamentos
de sus derechos y solicitan se declare mediante sentencia a quien corresponde el
derecho debatido, según lo alegado y probado durante el proceso. Son
procedimientos ordinarios aquellos que no tienen una tramitación especial.
En el proceso jurisdiccional la finalidad que relaciona los diversos actos es la
solución de una controversia entre partes que pretenden, en posiciones
antagónicas, que se les resuelva favorablemente a sus respectivas reclamaciones,
deducidas ante un órgano que ejerce facultades jurisdiccionales.
Para la aplicación del procedimiento ordinario laboral evidentemente se requiere
que exista una controversia derivada de un conflicto de trabajo que genere la
necesidad de resolver u otorgar la razón a alguno de los sujetos procesales típicos
en una controversia laboral (patrón o trabajador).
José Ovalle Favela señala que el conflicto se convertirá en litigio cuando una
persona formula contra otra una pretensión, es decir, le exige la subordinación del
interés ajeno al interés propio; y frente a esa pretensión, la otra parte expresa su
resistencia ante la pretensión que se le reclama.

9.1 Funciones de las Juntas de Conciliación y Arbitraje,


en la integración de los conflictos de trabajo
La Junta de Conciliación y Arbitraje es un órgano perteneciente a los Estados
Unidos Mexicanos que tiene un carácter democrático y que se encarga de generar
soluciones y dar fines a todos los conflictos laborales que puedan aparecer en la
relación obrero-patronal. Sus bases fundamentales son la transparencia y la
impartición de justicia y gracias a la integración que posee, intenta mantener un
equilibrio entre todas las partes involucradas en la producción de una empresa. Está
bajo la supervisión de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y tiene carácter
autónomo.
Las Juntas de Conciliación y Arbitraje tienen como función principal promover la
paz, buscar la justicia y garantizar la seguridad social y resolución de problemas en
cualquier tipo de relación laboral, apoyándose principalmente la conciliación y el
arbitraje.
Según lo establecido por el artículo 123 Constitucional (apartado A, fracción XX),
las Juntas de Conciliación y Arbitraje deben tener una organización tripartita. Esta
Junta, está conformado por una persona, como representante del gobierno actual;
una persona, representante de los trabajadores; y una persona, en representación
de los patrones. En este caso, los mismos patrones y trabajadores tienen derecho
a elegir democráticamente quien será su representante en la Junta de Conciliación
y Arbitraje.
Características principales de la Junta de Conciliación y Arbitraje:
 Jurisdicción: en este sentido, la Junta de Conciliación y Arbitraje podría
confundirse con la Junta Federal y Locales de Conciliación y Arbitraje, debido
a que realizan más o menos la misma función y tienen como finalidad,
garantizar seguridad y resolución de problemas laborales. Sin embargo, la
jurisdicción de la Junta de Conciliación y Arbitraje es completamente distinta.
Su principal diferencia, radica en que todas las empresas y compañías que
pertenecen y están bajo la protección de la jurisdicción federal del trabajo,
corresponden a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
 Sectorización: La Secretaría del Trabajo y Previsión Social debe priorizar la
correcta unión y trabajo en equipo realizada entre la Junta de Conciliación y
Arbitraje junto con la Junta Federal y Locales de Conciliación y Arbitraje.
Además, gracias a que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social realiza un
trabajo administrativo importante, se considera que la Junta de Conciliación
y Arbitraje tiene un carácter sectorizado, en el sentido de que su función
implica coordinar y vigilar que el trabajo sea integrado entre todos los
organismos antes mencionados.
 Autonomía: la Junta de Conciliación y Arbitraje, pertenece a la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social y este último, debe vigilar que todo funcione
correctamente. Sin embargo, estas dependencias tienen autonomía.

9.2 Tramitación de los conflictos jurídicos


El procedimiento ordinario comprende a los conflictos laborales individuales y
colectivos de naturaleza jurídica que no tienen una tramitación especial. Su marco
legal, está comprendido en los artículos 870 a 891 de la Ley Federal del Trabajo
(con la reforma publicada el 12 de junio del 2015, es decir antes de la reforma en
materia laboral), y se divide en 2 fases:
a) Fase de instrucción, que comprende las siguientes etapas:
1. Comprende la presentación de la demanda, auto de recepción a trámite,
notificaciones, emplazamiento y traslado (artículos 870 a 873, así como 742
fracción 1 y 743 de la Ley Federal del Trabajo);
2. Comprende la celebración de la audiencia de conciliación, demanda,
excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas, cuyo desarrollo es de
acuerdo a los artículos 874, 876, 878 y 879 de la Ley Federal del Trabajo;
3. Comprende la etapa de desahogo de pruebas, que se efectúa considerando
las pruebas ofrecidas por las partes (artículos 880 a 885 de la Ley Federal
del Trabajo);
4. Cierre de instrucción, que se da previa certificación de que no existen
pruebas pendientes por desahogarse (artículo 885 de la Ley Federal del
Trabajo);
b) Fase resolutiva, que comprende lo siguiente:
1. Que se refiere a la formulación del proyecto de laudo – dictamen (artículos
885 a 891 de la Ley Federal del Trabajo).
2. Que se refiere a la discusión y votación del proyecto de laudo (artículos 887
y 888 de la Ley Federal del Trabajo).
3. Que es la aprobación y firma del laudo (artículos 889 y 890 de la Ley Federal
del Trabajo).
Después de la Reforma
Dentro del nuevo modelo de justicia laboral, el procedimiento será competencia del
Poder Judicial. Este cambio, elimina el modelo tripartita, y con ello, las Juntas de
Conciliación y Arbitraje.
Las disposiciones aprobadas, pretenden un procedimiento jurisdiccional que brinde:
economía, seguridad, transparencia y agilidad procesal, así como el auxilio de
herramientas tecnológicas para notificaciones y despachos.
El procedimiento ordinario considera una parte escrita y otra oral, estableciendo
como requisito previo, una etapa conciliatoria prejudicial, ante el Centro de
Conciliación y Registro Laboral. Sin haber acudido antes al Centro de Conciliación
no se puede iniciar el proceso. Cuando se cumple éste requisito previo, y si no
hubiere conciliación o acuerdo entre las partes, entonces se puede iniciar el proceso
laboral, que se puede dividir en las siguientes etapas.

Etapa Audiencia Audiencia


escrita previa de juicio
A. Etapa escrita
La parte escrita iniciará con la presentación de una demanda y pruebas, seguido,
previo emplazamiento, de la exhibición de la contestación a la demanda y pruebas.
En esta etapa, se dará el derecho de réplica y objeción a las pruebas de las partes.
Contrario al procedimiento aún vigente, la Etapa escrita, salvo que en la
contestación se señalen hechos que el actor no tuviera conocimiento.
B. Audiencia Previa o Preliminar
Se ha considerado, una audiencia preliminar que tendrá por objeto depurar el
procedimiento, (i) desestimando hechos no controvertidos, (ii) admitiendo las
pruebas que se ajusten a derecho y tengan relación con la controversia, (iii)
resolviendo las excepciones procesales y (iv) citando a las partes a la Audiencia de
Juicio.
Además, el Tribunal ordenará la preparación de las pruebas ofrecidas, procurando
el desahogo de todas ellas, en la Audiencia de Juicio.
C. Audiencia de Juicio
En esta audiencia, se desahogarán las pruebas que se encuentren preparadas.
Se formularán alegatos.
En aras de la celeridad procesal, se procurará dictar sentencia en la propia
audiencia, y solo en casos extraordinarios, se emitirá sentencia dentro de los 5 días
siguientes.

9.3 Audiencias de conciliación, demanda y excepciones


El procedimiento se iniciará con la presentación del escrito de demanda ante la
oficialía de partes o la unidad receptora de la junta competente, la cual lo turnará al
pleno o a la junta especial que corresponda, el mismo día antes de que concluyan
las labores de la junta.
Según el artículo 873 de la Ley Federal del Trabajo anterior a la reforma señala que
la Junta, dentro de las veinticuatro horas siguientes, contadas a partir del momento
en que reciba el escrito de demanda, dictará acuerdo, en el que señalará día y hora
para la celebración de la audiencia de conciliación, demanda y excepciones, que
deberá efectuarse dentro de los quince días siguientes a aquél en que se haya
recibido el escrito de demanda. Dicho acuerdo se notificará personalmente a las
partes, con diez días de anticipación a la audiencia cuando menos.
Dicha audiencia constará de dos etapas:
 De conciliación.
 De demanda y excepciones.
La audiencia se iniciará con la comparecencia de las partes que concurran a la
misma; las que estén ausentes podrán intervenir en el momento en que se
presenten, siempre que la Junta no haya tomado el acuerdo de las peticiones
formuladas en la etapa correspondiente.
La etapa de conciliación, primera etapa del procedimiento ordinario laboral, tendrá
como intención la de conciliar los intereses entre la partes para evitar llegar al juicio
laboral, propiamente dicho. Así, en teoría, sólo deberán llegar a juicio los asuntos
que verdaderamente contengan la oposición de intereses irreconciliables.
En la etapa de conciliación se pueden dar los supuestos de la conciliación, la
inasistencia, la obtención de un convenio o el diferimiento de la audiencia. Esta
etapa de conciliación está perfectamente delimitada como la primera parte del
procedimiento ordinario laboral; encuentra su regulación específica en el artículo
876, en cuyas dos primeras fracciones se explican las características de esta etapa:
1. Comparecencia personal de las partes: esto es, sin la comparecencia de
abogados patronos, asesores o apoderados, buscando que la etapa
conciliatoria sea verdaderamente eso, y no se inmiscuyan los intereses o
puntos de vista de terceras personas. Evidentemente, cuando el demandado
sea una persona moral, acudirá a esta etapa la persona facultada para tal
efecto, mientras que en el caso del trabajador, su comparecencia será
siempre personal.
2. Intervención de la junta: la junta intervendrá para la celebración de pláticas
entre las partes y exhortará a las mismas para que procuren llegar a un
arreglo conciliatorio.
Los efectos de esta etapa también encuentran su fundamento en el artículo 876 de
la LFT, y obedecen a los supuestos que hemos señalado con anterioridad.
Naturalmente, el objetivo deseado es la obtención de un acuerdo conciliatorio, lo
que casi no se da.
1. Obtención de un acuerdo conciliatorio: si las partes llegaren a un acuerdo se
dará por terminado el procedimiento; si el convenio se apega a derecho,
producirá todos los efectos jurídicos inherentes a un laudo.
2. Pláticas conciliatorias: las partes, de común acuerdo, podrán solicitar se
suspenda la audiencia con objeto de conciliarse; y la junta, por una sola vez,
la suspenderá y fijará su reanudación, quedando notificadas las partes de la
nueva fecha con los mismos apercibimientos contemplados en la ley.
3. Apercibimientos: si las partes no llegan a un acuerdo, se les tendrá por
inconformes, pasando a la etapa de demanda y excepciones. En caso de que
las partes no concurran a esta etapa, se les tendrá por inconformes con todo
arreglo y deberán presentarse personalmente a la etapa de demanda y
excepciones.
Una vez terminada la etapa de conciliación, y con el desarrollo normal del
procedimiento ordinario laboral, continúa la etapa de demanda y excepciones, que
en el caso concreto viene a ser donde nace el conflicto de trabajo propiamente dicho
como tal, pues es donde la parte actora fija sus pretensiones, ejercitando una
acción, y la parte demandada se resiste, oponiendo las excepciones legales que
considere pertinentes.
De acuerdo con el artículo 878 de la LFT anterior a la reforma, la etapa de demanda
y excepciones, se desarrollará conforme a las normas siguientes:
I. El Presidente o el funcionario conciliador y demás personal jurídico de la
Junta exhortará nuevamente a las partes para que resuelvan el conflicto
mediante un arreglo conciliatorio y, si éstas persistieran en su actitud, dará la
palabra al actor para la exposición de su demanda;
II. Si el actor es el trabajador o sus beneficiarios y no cumple los requisitos
omitidos o no subsana las irregularidades que se le hayan indicado en el
planteamiento de las adiciones a la demanda, la Junta lo prevendrá para que
lo haga en ese momento. El actor expondrá su demanda, ratificándola,
aclarándola o modificándola, precisando los puntos petitorios;
III. Expuesta la demanda por el actor, el demandado procederá en su caso, a
dar contestación a la demanda oralmente o por escrito. En este último caso
estará obligado a entregar copia simple al actor de su contestación; si no lo
hace, la Junta la expedirá a costa del demandado;
IV. En su contestación opondrá el demandado sus excepciones y defensas,
debiendo de referirse a todos y cada uno de los hechos aducidos en la
demanda, afirmándolos o negándolos, y expresando los que ignore cuando
no sean propios; pudiendo agregar las explicaciones que estime
convenientes. El silencio y las evasivas harán que se tengan por admitidos
aquellos sobre los que no se suscite controversia, y no podrá admitirse
prueba en contrario. La negación pura y simple del derecho, importa la
confesión de los hechos. La confesión de éstos no entraña la aceptación del
derecho;
V. La excepción de incompetencia no exime al demandado de contestar la
demanda en la misma audiencia y, si no lo hace y la Junta se declara
competente, se tendrá por contestada en sentido afirmativo la demanda;
VI. Las partes podrán por una sola vez, replicar y contrarreplicar brevemente,
asentándose en actas sus alegaciones si lo solicitaren;
VII. Si el demandado reconviene al actor, éste procederá a contestar de
inmediato; o bien, a solicitud del mismo, la Junta acordará la suspensión de
la audiencia, señalando para su continuación una fecha dentro de los diez
días siguientes; y
VIII. Al concluir el periodo de demanda y excepciones, se citará a la audiencia de
ofrecimiento y admisión de pruebas, que tendrá verificativo dentro de los diez
días siguientes. Si las partes están de acuerdo con los hechos y la
controversia queda reducida a un punto de derecho, se declarará cerrada la
instrucción turnándose los autos a resolución.

9.4 Fijación de la litis


El procedimiento se iniciará con la presentación del escrito de demanda ante la
oficialía de partes o la unidad receptora de la junta competente, la cual lo turnará al
pleno o a la junta especial que corresponda, el mismo día antes de que concluyan
las labores de la junta.
La fijación de la litis consiste en precisar claramente las pretensiones del actor y la
oposición de la demandada. Y se fija en la demanda y en la contestación.
La demanda es el acto procesal mediante el cual la parte actora exige el
cumplimiento de determinadas prestaciones a su contraparte (parte demandada) en
ejercicio de una acción que le justifique la obtención de ese derecho. En el
procedimiento laboral ordinario vamos a tener las acciones derivas del acto que dé
origen al procedimiento y que van a variar dependiendo de si se trata de un ejercicio
individual o colectivo.
La contestación de la demanda se dará en términos de la expresión de excepciones,
como contrapeso a las acciones intentadas por la parte actora. En ejercicio de la
excepción o derecho de defensa en juicio, la parte demandada opone sus
excepciones contrarias al ejercicio o acción de su contraparte.
Una vez que el actor expone su demanda, el demandado procederá, en su caso, a
dar contestación a la demanda de forma oral o por escrito.

9.5 La carga de la prueba


Dentro del derecho procesal laboral, existe un principio denominado la redistribución
de la carga de la prueba, el cual establece que la parte patronal es a quien le
corresponde aportar la prueba para demostrar lo incierto de los alegatos de su
contraparte.
Esto surge debido a que dentro de la relación obrero patronal, es el empleador quien
tiene la mayor facilidad de tener acceso a los datos y la documentación de todas las
incidencias.
El artículo 784 señala las causas que permitirán la eximición de la carga de prueba
al trabajador, y se refiere a la obligación patronal de contar con los documentos
relacionados con el trabajador en el desempeño de su trabajo; la falta de
presentación de éstos presume como ciertos los hechos alegados por el trabajador.
Por otra parte, cuando el patrón logra revertir la carga de la prueba, es porque negó
la relación laboral, o porque el trabajador demandó en el ámbito de los riesgos de
trabajo.
9.6 Ofrecimiento de pruebas
El ofrecimiento de pruebas es el acto procesal, mediante el cual el actor pone a
disposición del tribunal juzgador los elementos de prueba con los que pretende
comprobar su situación o acción, y el demandado a su vez pone sus respectivas
pruebas a fin de comprobar sus excepciones y defensas.
Las pruebas más ofrecidas en materia laboral son las siguientes:
1. Confesional 7. Instrumental de actuaciones
2. Documental 8. Fotografías y, en general,
3. Testimonial aquellos medios aportados por
4. Pericial los descubrimientos de la
5. Inspección ciencia
6. Presuncional
Por disposición del artículo 880 de la LFT anterior a la reforma, la audiencia de
ofrecimiento y admisión de pruebas se desarrollará de acuerdo con las normas
siguientes:
I. El actor ofrecerá sus pruebas en relación con los hechos controvertidos.
Inmediatamente después el demandado ofrecerá sus pruebas y podrá
objetar las de su contraparte y aquel a su vez podrá objetar las del
demandado;
II. Las partes podrán ofrecer nuevas pruebas, siempre que se relacionen con
las ofrecidas por la contraparte, así como las que tiendan a justificar sus
objeciones a las mismas, en tanto no se haya cerrado la audiencia, y por una
sola vez;
III. Las partes deberán ofrecer sus pruebas, observando las disposiciones que
establece la LFT en el capítulo XII del Título Catorce; y
IV. Concluido el ofrecimiento, la Junta resolverá inmediatamente sobre las
pruebas que admita y las que deseche. En caso contrario, la Junta se podrá
reservar para resolver dentro de los cinco días siguientes.

9.7 Recepción de las pruebas


La Junta, en el mismo acuerdo en que admita las pruebas, señalará día y hora para
la celebración de la audiencia de desahogo de pruebas, que deberá efectuarse
dentro de los diez días hábiles siguientes.
El desahogo de las pruebas en el procedimiento ordinario laboral se considera en
una audiencia especial regulada en el artículo 884 LFT, debiendo seguir las
siguientes reglas:
1) Una vez que se abre la audiencia se procederá a desahogar todas las
pruebas que se encuentren debidamente preparadas, procurando que sean
primeramente las del actor e inmediatamente las del demandado o, en su
caso, aquellas que hubieren sido señaladas para desahogarse en su fecha.
Es decir, la intención primaria de la autoridad es que todas las pruebas se
desahoguen en una misma audiencia.
2) Si por algún motivo faltare por desahogar alguna prueba, por no estar
debidamente preparada, se suspenderá la audiencia para continuarla dentro
de los diez días siguientes, haciéndose uso de los medios de apremio a que
se refiere esta ley. Por ejemplo, si un testigo no asiste a la audiencia.
3) En caso de que las únicas pruebas que falten por desahogar sean copias o
documentos que hayan solicitado las partes, no se suspenderá la audiencia,
sino que la junta requerirá a la autoridad o funcionario omiso para que le
remita los documentos o copias; si dichas autoridades o funcionarios no
cumplieran con esa obligación, a solicitud de parte, la junta se lo comunicará
al superior jerárquico para que se le apliquen las sanciones
correspondientes.

9.8 Resolución de los laudos


Una vez que se ha concluido con el desahogo de las pruebas, y en su caso se han
formulado los alegatos de las partes y previa certificación del secretario de que ya
no quedan pruebas por desahogar, el auxiliar, de oficio, declarará cerrada la
instrucción, y se procederá a esperar el laudo correspondiente (artículo 885).
Dentro de los diez días siguientes, formulará por escrito el proyecto de laudo, que
deberá contener lo siguiente (artículo 840):
I. Lugar, fecha y Junta que lo pronuncie;
II. Nombres y domicilios de las partes y de sus representantes;
III. Extracto de la demanda y su contestación; réplica y contrarréplica y, en su
caso, de la reconvención y contestación a la misma, que deberá contener
con claridad y concisión las peticiones de las partes y los hechos
controvertidos;
IV. Enumeración de las pruebas admitidas y desahogadas y su apreciación en
conciencia, señalando los hechos que deban considerarse probados;
V. Extracto de los alegatos;
VI. Las razones legales o de equidad, la jurisprudencia y doctrina que les sirva
de fundamento; y
VII. Los puntos resolutivos.
El laudo es la determinación que decide el fondo del conflicto. Dicha resolución se
dictará a verdad sabida y buena fe guardada, y apreciando los hechos, sin
necesidad de sujetarse a reglas o formulismos sobre estimación de las pruebas,
debiendo expresar los motivos y fundamentos legales en que se apoyen (artículo
841).
De dicho proyecto de laudo, formulado por el auxiliar, se entregará una copia a cada
uno de los miembros de la junta (representantes del capital, de los trabajadores y
del gobierno), quienes tienen cinco días hábiles para solicitar que se practiquen las
diligencias que no se hubieren llevado a cabo por causas no imputables a las partes,
o cualquiera diligencia que juzguen conveniente para el esclarecimiento de la
verdad, para lo cual se fijará una audiencia (artículo 886). Una vez que haya
transcurrido el término mencionado o, en su caso, desahogadas las diligencias que
en este término se hubiesen solicitado, el presidente de la Junta citará a los
miembros de la misma para la discusión y votación, que deberá efectuarse dentro
de los diez días siguientes a que haya concluido el término fijado o el desahogo de
las diligencias respectivas.
Si el proyecto de resolución fuere aprobado, sin adiciones ni modificaciones, se
elevará a la categoría de laudo y se firmará de inmediato por los miembros de la
Junta. En caso de que el proyecto fuera modificado o adicionado, se ordenará al
secretario que de inmediato redacte el laudo, de acuerdo con lo aprobado, lo que
se hará constar en acta (artículo 889).

Fuentes:
 Ley Federal del Trabajo (reforma publicada el 12 de junio del 2015)
 Ley Federal del Trabajo (vigente)
 Ramírez Juárez, Claudia Lizbeth. (2012). El procedimiento ordinario laboral
en la ley federal del trabajo. Revista Latinoamericana de Derecho Social.
Recuperado de http://www.scielo.org.mx/pdf/rlds/n14/1870-4670-rlds-14-
215.pdf
 ¿Qué es la Junta de Conciliación y Arbitraje? (2017). Runa. Recuperado de
https://runahr.com/recursos/aspectos-legales/solucionando-conflictos-
laborales-la-junta-de-conciliacion-y-arbitraje/

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