Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por disposición del artículo 687 de la Ley Federal del Trabajo, en las
comparecencias, escritos, promociones o alegaciones, no se exigirá forma
determinada; pero las partes deberán precisar los puntos petitorios.
Se utiliza la expresión comparecencia en juicio, para designar el acto de comparecer
personalmente o por medio de representante, ante un órgano judicial. Para poder
comparecer en juicio hay que tener capacidad procesal. Los escritos que se
presentan en el proceso son esencialmente la demanda y la contestación.
La nueva reforma en materia laboral divide al proceso en dos fases, la fase escrita
y la oral, mismas que se describen a continuación.
Las notificaciones son el instrumento que utiliza la autoridad para hacer saber a las
partes y a los interesados las resoluciones que dicte en un procedimiento laboral.
Los sujetos que participan en una notificación son dos: El órgano jurisdiccional que
hará la notificación y el destinatario de la notificación que quedará legalmente
enterado de la comunicación cuando se cumplan los requisitos legales pertinentes.
Las notificaciones pueden ser personales, por correo, por estrados, por edictos, por
instructivo, por boletín o por listas impresas o electrónicas.
Según el artículo 739 Bis de la LFT, las resoluciones que se dicten en los juicios
laborales deben notificarse a más tardar dentro del tercer día hábil siguiente. La
razón que corresponda se asentará inmediatamente después de dicha resolución.
Las partes, en su primera comparecencia o escrito, deberán señalar domicilio para
oír y recibir notificaciones dentro del lugar de residencia del Centro Federal de
Conciliación y Registro Laboral, o del Centro de Conciliación Local o bien del
Tribunal al que acudan; si no lo hacen, las notificaciones personales se harán por
boletín o por estrados, según el caso, en los términos previstos en esta Ley. Las
notificaciones personales se harán en el domicilio señalado en autos, hasta en tanto
no se designe nueva casa o local para ello; y las que se realicen en estas
condiciones, surtirán plenamente sus efectos.
El artículo 742 de la Ley Federal del Trabajo enlista las notificaciones que deben
hacerse personalmente, algunas de ellas son las siguientes:
El emplazamiento a juicio y cuando se trate del primer proveído que se dicte
en el mismo
El auto de radicación del juicio
La resolución en que un Tribunal se declare incompetente
El auto que recaiga al recibir la sentencia de amparo
La resolución que ordene la reanudación del procedimiento; cuya tramitación
estuviese interrumpida o suspendida por cualquier causa legal
El auto que cite a absolver posiciones o responder un interrogatorio
La resolución que deban conocer los terceros extraños al juicio
La sentencia laboral, cuando ésta no se dicte en la audiencia de juicio
El auto que conceda término o señale fecha para que el trabajador sea
reinstalado
El auto por el que se ordena la reposición de actuaciones
La primera notificación para comparecer a la audiencia obligatoria de
conciliación ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral o los
Centros de Conciliación Locales competentes, a excepción de lo previsto en
el antepenúltimo párrafo del artículo 684-E de la LFT.
Las partes pueden aceptar que las notificaciones posteriores al emplazamiento se
hagan por correo electrónico. Las reglas para realizar el emplazamiento, o la
primera notificación personal se encuentran en el artículo 743 de la Ley Federal del
Trabajo.
Según el artículo 745 Bis de la LFT, las notificaciones por boletín o lista se fijarán y
publicarán en el local del órgano jurisdiccional, en lugar visible y de fácil acceso, así
como en el portal de Internet del Poder Judicial de la Federación y de los Poderes
Judiciales de las Entidades Federativas; en estos casos los portales de Internet
deberán tener la opción de consulta por órgano jurisdiccional y número de juicio o
expediente.
Las notificaciones deberán hacerse en horas hábiles con una anticipación de
veinticuatro horas, por lo menos, del día y hora en que deba efectuarse la diligencia;
y surtirán sus efectos de la manera siguiente:
Las personales: el día y hora en que se practiquen, contándose de momento
a momento, cualquiera que sea la hora en que se haya hecho la notificación.
Las demás; al día siguiente al de su publicación en el Boletín, o en la lista
que se publique en los estrados del Tribunal.
En dos días las que se realicen al buzón electrónico.
Según el Diccionario Prehispánico del Español Jurídico, las horas hábiles son las
horas en que la ley permite la realización de las actuaciones procesales. Los días
hábiles son aquellos en los que es posible realizar las actuaciones procesales de
manera eficaz, no surtirán ningún efecto las notificaciones o actos que se practiquen
en días u horas inhábiles. No obstante, en situaciones excepcionales la autoridad
jurisdiccional puede habilitar días u horas inhábiles.
En ese tenor los artículos 715, 716 y 718 de la Ley Federal del Trabajo disponen
respectivamente lo siguiente:
Son días hábiles todos los del año con excepción de los sábados y domingos,
los de descanso obligatorio, los festivos que señale el calendario oficial y
aquéllos en que las autoridades laborales señaladas en el artículo anterior
suspendan sus labores.
Son horas hábiles las comprendidas entre las siete y las diecinueve horas,
salvo el procedimiento de huelga, en el que todos los días y horas son
hábiles.
Los Tribunales, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral y los
Centros de Conciliación Locales pueden habilitar los días y horas inhábiles
para que se practiquen diligencias, cuando haya causa justificada,
expresando concreta y claramente cuál es ésta, así como las diligencias que
hayan de practicarse.
Las correcciones disciplinarias son aquellas que puede imponer el juzgador para
lograr orden, consideración y respeto, así como el adecuado comportamiento de los
sujetos procesales, en los actos y en las audiencias judiciales. No existe en los
ordenamientos procesales mexicanos un criterio uniforme para determinar el
número y la extensión de las correcciones disciplinarias, pues en tanto que algunos
preceptos las enumeran en forma precisa, en otros se dejan al criterio del juzgador.
Por otra parte, es preciso distinguir estos instrumentos de los llamados “medios de
apremio”, que son similares y a veces coinciden, pero que tienen el diverso objeto
de dotar al juzgador de medios para imponer la obediencia de los mandatos
judiciales.
Las correcciones disciplinarias que pueden imponerse de acuerdo al artículo 729 de
la Ley Federal del Trabajo son:
Amonestación.
Multa, que no podrá exceder de 100 veces la Unidad de Medida y
Actualización en el momento en que se cometa la falta. Tratándose de
trabajadores, la multa no podrá exceder del importe de su jornal o salario en
un día. No se considera trabajadores a los apoderados.
Expulsión del local del Tribunal; la persona que se resista a cumplir la orden,
será desalojada del local con el auxilio de la fuerza pública.
Cuando los hechos que motiven la imposición de una corrección disciplinaria,
puedan constituir la comisión de un delito, el Tribunal levantará un acta
circunstanciada y la turnará al Ministerio Público, para los efectos conducentes.
Se definen por la Ley Federal del Trabajo como las resoluciones que se refieren a
simples determinaciones de trámite o cuando decidan cualquier cuestión dentro del
negocio (artículo 837, fracción I).
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante tesis de número de registro
2021073 ha explicado que las “determinaciones de trámite” son aquellos que
implican simples determinaciones encaminadas a la marcha del proceso, tendentes
a poner un asunto en estado de resolución; se diferencian de los "autos", en que
estos últimos sí deciden un punto concreto del proceso.
Según el artículo 837, fracción II de la Ley reglamentaria, son los que resuelven un
incidente, dentro o fuera del juicio.
Para el derecho, un incidente es una cuestión que difiere del asunto principal de un
juicio, pero que guarda relación con él. Puede decirse que el incidente es un litigio
accesorio al procedimiento judicial principal, que el juez o el tribunal deben resolver
a través de una sentencia interlocutoria o de un auto.
Algunos ejemplos de incidentes que se pueden interponer en el proceso laboral son
el de caducidad, prescripción, incompetencia, nulidad de actuaciones, entre otros.
Las sentencias que deciden sobre el fondo del conflicto en materia laboral se
denominan laudos. No obstante, es preciso mencionar que en el proceso existen
dos formas básicas para terminar la relación jurídica procesal, la ordinaria que es
propiamente el laudo; y la extraordinaria, como lo es, la composición o convenio,
conciliación, autocomposición, caducidad, etcétera.
Como ya se ha dicho, en nuestros días, sentencia y laudo en materia de trabajo se
consideran como sinónimo aunque su evolución semántica sea distinta. Por tanto,
laudo es el acto jurisdiccional en virtud del cual la Junta aplica la norma al caso
concreto al de resolver la incertidumbre del derecho.
En atención al artículo 840 de la LFT, el laudo debe contener lo siguiente:
I. Lugar, fecha y Junta que lo
pronuncie
II. Nombres, domicilios de las partes
y de sus representantes
III. Extracto de la demanda v su
contestación que deberá contener
con claridad y concisión, las
peticiones de las partes y los
hechos controvertidos
IV. Enumeración de las pruebas y su debida apreciación
V. Extracto de los alegatos
VI. Las razones legales o de equidad, la jurisprudencia y doctrina que les sirva
de fundamento.
VII. Los puntos resolutivos
Las sentencias deben ser claras, precisas y congruentes con la demanda,
contestación, y demás pretensiones deducidas en el juicio oportunamente. Se
dictarán sin necesidad de sujetarse a reglas o formulismos sobre estimación de las
pruebas, pero los Tribunales están obligados a estudiar pormenorizadamente las
rendidas, haciendo la valoración de las mismas. Asimismo, expresarán los motivos
y fundamentos legales en que se apoyan.
La interrupción del proceso impide, del Trabajo, en los términos y para los
por ministerio de la ley, que el mismo efectos a que se refiere el artículo 772
continúe siempre y cuando de la Ley.
acontezcan determinadas
Por su parte, el artículo 772 de la
circunstancias señaladas en el
misma ley, señala a la letra lo
ordenamiento jurídico, las cuales
siguiente:
suponen la necesidad de impedir que
trascurran los plazos procesales en Artículo 772.- Cuando, para continuar el
perjuicio de derechos fundamentales trámite del juicio en los términos del
como lo son el debido proceso, el artículo que antecede, sea necesaria
derecho de defensa y contradicción, promoción del trabajador y éste no la haya
frente a alguna de las partes en un efectuado dentro de un lapso de cuarenta
y cinco días naturales, el Tribunal deberá
proceso judicial.
ordenar que se le requiera personalmente
La interrupción del proceso se da por para que la presente, apercibiéndolo de
causas externas que afectan la que, de no hacerlo, operará la caducidad
posibilidad de que las partes actúen en a que se refiere el artículo siguiente.
este. Por ejemplo, en materia civil el Si el trabajador está patrocinado por un
proceso se interrumpe por muerte, Procurador del Trabajo, el Tribunal
enfermedad grave o privación de la notificará el acuerdo de que se trata al
libertad de quien actúa en el proceso trabajador y a la Procuraduría de la
directamente; en el caso del proceso Defensa del Trabajo, para los efectos
laboral no necesariamente es así, toda correspondientes. Si no estuviera
vez que el artículo 774 de la Ley patrocinado por la Procuraduría, se le
hará saber a ésta el acuerdo, para el
Federal del Trabajo dispone que en
efecto de que intervenga ante el
caso de muerte del trabajador,
trabajador y le precise las consecuencias
mientras tanto comparecen a juicio legales de la falta de promoción, así como
sus beneficiarios, el Tribunal hará la para que le brinde asesoría legal en caso
solicitud al Procurador de la Defensa de que el trabajador se la requiera.
La caducidad de la instancia es un medio anómalo de terminación del proceso,
originado por la paralización de las actuaciones durante el tiempo establecido en la
Ley, siempre que la inactividad de la actuación sea imputable a la parte.
Por su parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante tesis de número
2022046, ha definido a la figura jurídica de caducidad de la instancia en el proceso
laboral como la extinción de la instancia judicial porque las dos partes abandonen
el ejercicio de la acción procesal, es decir, que sólo operará cuando la inactividad
procesal sea imputable a las partes, no así cuando, habiendo agotado éstas su
carga procesal, tal inactividad derive de la omisión del tribunal de actuar conforme
a las leyes que rigen su procedimiento.
En la Ley Federal del Trabajo esta figura jurídica se regula en los artículos 771, 772
y 773; que disponen que cuando, para continuar el trámite del juicio sea necesaria
promoción del trabajador y éste no la haya efectuado dentro de un lapso de cuarenta
y cinco días naturales, el Tribunal deberá ordenar que se le requiera personalmente
para que la presente, apercibiéndolo de que, de no hacerlo, operará la caducidad.
El Tribunal, a petición de parte, tendrá por desistida de la acción intentada a toda
persona que no haga promoción alguna en el término de cuatro meses, siempre que
esa promoción sea necesaria para la continuación del procedimiento y se haya
cumplido lo dispuesto en el artículo anterior.