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Optimismo
Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.
Viviendo el Valor
Busca en tu entorno aquello que te parezca bueno y hermoso: realiza una lista por
escrito. Dale preferencia a las esperanzas y proyectos nacidos de tu vida y
experiencias propias. No adoptes como tuyos los proyectos de la publicidad.
No midas tu éxito o fracaso en relación con el de los demás. Mídelos con respecto
a las oportunidades que hay en tu vida. Aunque la esperanza y el optimismo
tienen que ver con la reflexión, actívate para darles forma material: “siéntate o
levántate pero haz algo”. Una de las grandes experiencias humanas es compartir
planes y esperanzas. Búscalos a tu alrededor. ¿Tienes algún proyecto común con
tus padres, tus hermanos o amigos? Aléjate de las personas que te desalienten o
te desanimen en tus planes. Acércate a quienes te impulsen a cumplirlos.
Conoce a
Los Niños del Temblor
Sin embargo, ocurrió algo importante. Su hijo le dijo: -"Padre, ¿pero no escuchas la
radio, ni lees los periódicos? Estamos sufriendo una grave crisis. La situación es
realmente mala; peor no podría estar". El padre pensó: "Mi hijo estudia en la
Universidad, lee la prensa, ve la televisión y escucha la radio. Sabe entonces lo
que dice". Compró pues menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora,
dejó el alquiler del terreno a fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus ricas
albóndigas con pan.
Es una simple elección personal. En estos tiempos distintos, asumamos que hay
muchas oportunidades esperando por nosotros. El optimismo es el valor que nos
ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo
lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras
capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir.
No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido encontrar
en la adversidad un estímulo para superarse, fortaleciendo su voluntad y empeño;
en los errores y equivocaciones una experiencia positiva de aprendizaje.
Todo requiere esfuerzo y el optimismo es la alegre manifestación del mismo, de
esta forma, las dificultades y contrariedades dejan de ser una carga,
convirtiéndonos en personas productivas y emprendedoras.
Cuento
De Una en Una
Un amigo nuestro iba caminando al atardecer por una playa desértica, mientras
caminaba, diviso a otro hombre a lo lejos, al acercarse, noto que el lugareño se
agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua una y otra vez
lanzaba cosas al océano cuando nuestro amigo se acerco mas todavía, vio que
el hombre recogía estrellas de mar que se habían lavado en la playa y, una por
vez, las iba devolviendo al agua nuestro amigo se sintió confundido se acerco y le
dijo:-buenas noches, amigo me pregunto que esta haciendo.-devuelvo estrellas
de mar al océano. Ve en este momento, la marea esta baja y todas estas estrellas
quedaron en la costa si no las hecho nuevamente al mar, se mueren aquí por
falta de oxigeno.-ya entiendo-respondió mi amigo-, pero ha de haber miles de
estrellas de mar en esta playa. Es imposible agarrarlas a todas son demasiadas
además, seguramente esto pasa en ciento de playas a lo largo de toda la costa.
¿No se da cuenta que no cambia nada? el lugareño sonrió, se agacho, levantó
otra de las estrellas de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió:-¡para esta
si cambio algo!
Cuento
La Ventana
Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto semi-
privado del hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la
tarde, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la única
ventana de la habitación. El otro tenía que permanecer acostado de espalda
todo el tiempo. Conversaban incesantemente todo el día y todos los días,
hablaban de sus esposas y familias, sus hogares, empleos, experiencias durante sus
servicios militares y sitios visitados durante sus vacaciones. Todas las tardes cuando
el compañero ubicado al lado de la ventana se sentaba se pasaba el tiempo
relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por la ventana. Con el tiempo,
el compañero acostado de espalda que no podía asomarse por la ventana, se
desvivía por esos periodos de una hora, durante el cual se deleitaba con los
relatos de las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un
parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras
los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se
paseaban de la mano entre las flores multicolores; en un paisaje con árboles
majestuosos y en la distancia, una bella vista de la ciudad. A medida que el señor
cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero
cerraba los ojos e imaginaba un cuarto pintoresco. Una tarde, le describió un
desfile que pasaba por el hospital y aunque el no pudo escuchar la banda, lo
pudo ver a través del ojo de la mente mientras su compañero se lo describía.
Pasaron los días y las semanas y, una mañana la enfermera al entrar para el aseo
matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del señor cerca de la ventana, quien
había expirado tranquilamente, durante su sueño. Con mucha tristeza aviso para
que trasladaran el cuerpo. Al día siguiente, el otro señor pidió que lo trasladaran
cerca de la ventana. A la enfermera le agrado hacer el cambio y luego de
asegurarse de que estaba cómodo, lo dejo solo. El señor con mucho esfuerzo y
dolor, se apoyó de un codo para poder mirar el mundo exterior por primera vez.
Finalmente tendría la alegría de verlo por si mismo. Se esforzó para asomarse por
la ventana y lo que vio fue la pared de un edificio de al lado. Confundido y
entristecido, le preguntó a la enfermera que sería lo que animó a su difunto
compañero a describir tantas cosas maravillosas fuera de la ventana....La
enfermera le respondió que el señor era ciego y no podía ni ver la pared de
enfrente. Ella le dijo "Quizás solamente deseaba animarlo a usted"
Cuento
En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un
chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para
encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus
compañeros. Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas.
Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras
graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del
condado. En su cama, el niño horriblemente quemado y semi - inconsciente, oía
al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría
que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la
parte inferior de su cuerpo. Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que
sobreviviría. De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.
Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico
hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las
extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido
mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida,
sin la posibilidad de usar sus piernas. Una vez más el valiente niño tomó una
decisión. No sería un inválido. Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura
para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.
Finalmente, le dieron de alta. Todos los días, su madre le masajeaba las piernas,
pero no había sensación, ni control, nada. No obstante, su determinación de
caminar era más fuerte que nunca. Cuando no estaba en la cama, estaba
confinado una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio
para que tomara aire fresco. Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la
silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas. Llegó hasta el cerco de
postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al
cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.
Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto
al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas. Por fin, gracias a las
oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su
resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego
caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.
La Vaquita
Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando
vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.
Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas,
también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos
de estas experiencias. Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los
habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y
rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de
familia y le preguntó:..."En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos
de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El
señor calmadamente respondió: "Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que
nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o
lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra
parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como
vamos sobreviviendo." El sabio agradeció la información, contempló el lugar por
un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su
fiel discípulo y le ordenó: "Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y
empújela al barranco." El joven espantado vió al maestro y le cuestionó sobre el
hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia.
Pero como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.
Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó
grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años. Un bello día el
joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y
regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo
hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles
floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños
jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que
aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el
paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó
por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años, el señor respondió que seguían
viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la
misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le
preguntó al señor (el dueño de la vaquita): "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y
cambiar de vida?" El señor entusiasmado le respondió: "Nosotros teníamos una
vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la
necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos
que teníamos, y así alcanzamos el éxito.
Frases Célebres
“El secreto de la felicidad está en contar las bendiciones, no los cumpleaños.”
Personaje
Hellen Keller
Nació el 27 de junio de 1880. No nació ciega ni sorda, sino una niña típica. No fue
hasta diecinueve meses después que contrajo una enfermedad que los doctores
describieron como una congestión aguda del estómago y el cerebro. Helen no
tuvo la enfermedad por mucho tiempo, pero la dejó ciega, sorda, e incapaz de
hablar. A la edad de siete años había inventado más de sesenta distintas señas
que podía emplear para comunicarse con su familia. Anne Sullivan enseño a
Helen a pensar inteligiblemente y a hablar, usando el método Tadoma: tocando
los labios de otros mientras hablan, sintiendo las vibraciones, y deletreando los
caracteres alfabéticos en la palma de la mano de Helen. También aprendió a leer
francés, alemán, griego, y latín en braille. Helen se convirtió con una tremenda
fuerza de voluntad en una oradora y autora mundialmente famosa. Estableció la
lucha por los sensorialmente discapacitados del mundo como la meta de su vida.
En 1915, fundó Helen Keller International (Helen Keller Internacional), una
organización sin fines de lucro para la prevención de la ceguera. Helen y Anne
Sullivan viajaron a más de 39 países, e hicieron varios viajes a Japón, llegando a
ser favorecida por la gente japonesa. Helen Keller conoció a cada presidente
Viviendo el Valor
Haz una lista de todos tus amigos. Piensa cuáles actividades e intereses
comparten y qué experiencias han estrechado más la amistad.
Si hace tiempo no has visto a alguno de ellos, háblale por teléfono o visítalo.
La amistad debe ser siempre equilibrada: hay que saber expresarse con los
amigos, pero también hay que saber escucharlos.
Presenta a tus amigos entre sí: pronto habrán generado una red amplia de
apoyo y actividades compartidas.
La amistad no consiste en aprobar todo lo que hacen tus amigos. Si notas que
están fallando en algo es muy importante que se los digas.
Las personas cambian con el tiempo, pero la amistad puede renovarse junto
con ellas y volverse cada vez más estrecha.
Conoce a:
En la antigua Grecia, hace casi dos milenios y medio, surgió una de las amistades
más célebres en la cultura occidental. Fue la que sostuvieron los filósofos Sócrates
y Platón El primero fue maestro del segundo y compartió sus conocimientos con él.
Sócrates no dejó ninguna obra escrita, pero Platón decidió recuperar los hechos
de su vida y los detalles de su pensamiento en una serie de obras filosóficas y
literarias denominadas “Diálogos”, como, por ejemplo, la Defensa de Sócrates.
Hoy día se cuentan entre los libros más importantes para la historia del
pensamiento. Aristóteles fue discípulo y amigo de Platón, pero no compartía su
visión del mundo y creó un sistema a partir de ideas propias. Así lo expreso en una
frase: “Amo a Platón, pero amo más a la verdad”. Leída hoy día ésta es un buen
ejemplo de cómo la diferencia de criterio no necesariamente marca el fin de una
amistad. Incluso puede fortalecerla. Ser amigo también es respetar la diferencia
de ideas y expresar con honestidad las propias.
Cuento
Arena y Piedra
Dice una leyenda que dos amigos viajaban por el desierto y en un punto
determinado del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro
ofendido, si nada que decir escribió en la arena: “Hoy mi amigo me pegó una
bofetada en el rostro”.
Cuento
Dos Amigos
En el mundo en que vivimos la verdadera amistad no es frecuente.
Muchas personas egoístas olvidan que la felicidad está en el amor desinteresado
que brindamos a los demás.
Esta historia se refiere a dos amigos verdaderos. Todo lo que era de uno era
también del otro; se apreciaban, se respetaban y vivían en perfecta armonía.
Una noche, uno de los amigos despertó sobresaltado. Saltó de la cama, se vistió
apresuradamente y se dirigió a la casa del otro. Al llegar, golpeó ruidosamente y
todos se despertaron. Los criados le abrieron la puerta, asustados, y él entró en la
residencia. El dueño de la casa, que lo esperaba con una bolsa de dinero en una
mano y su espada en la otra, le dijo: -Amigo mío: sé que no eres hombre de salir
corriendo en plena noche sin ningún motivo. Si viniste a mi casa es porque algo
grave te sucede. Si perdiste dinero en el juego, aquí tienes, tómalo...
...Y si tuviste un altercado y necesitas ayuda para enfrentar a los que te persiguen,
juntos pelearemos. Ya sabes que puedes contar conmigo para todo.
El visitante respondió: -Mucho agradezco tus generosos ofrecimientos, pero no
estoy aquí por ninguno de esos motivos... ...Estaba durmiendo tranquilamente
cuando soñé que estabas intranquilo y triste, que la angustia te dominaba y que
me necesitabas a tu lado... ...La pesadilla me preocupó y por eso vine a tu casa a
estas horas. No podía estar seguro de que te encontrabas bien y tuve que
comprobarlo por mí mismo. Así actúa un verdadero amigo. No espera que su
compañero acuda a él sino que, cuando supone que algo le sucede, corre a
ofrecerle su ayuda. La amistad es eso: estar atento a las necesidades del otro y
tratar de ayudar a solucionarlas, ser leal y generoso y compartir no sólo las alegrías
sino también los pesares.
Cuento
Mi Amigo
Mi amigo no ha regresado del Campo de Batalla, señor. Solicito permiso para ir
a buscarlo”, dijo un soldado a su teniente. "Permiso denegado", replicó el oficial,
"no quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha
muerto". El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió y una hora más tarde
regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso : "Ya le dije yo que habría muerto!. Dígame: ¿merecía la
pena ir allá para traer un cadáver?" Y el soldado, moribundo, respondió:
"Claro que sí, señor!. Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme:
"¡Estaba seguro que vendrías!" Un amigo es aquel que llega cuando todo
el mundo se ha ido.
Cuento
Los Enemigos
Se cuenta que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las
provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno
y a los jefes militares que lo rodeaban: "Vamos. Seguidme. Pronto destruiré a mis
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Frases Célebres
“Un amigo es una luz que nos guía.”
“La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos
almas.”
“Un amigo verdadero es alguien que cree en ti aunque tu hayas dejado de creer
en ti mismo”.
Viviendo el Valor
El valor de la solidaridad se manifiesta al reconocer que, para cualquier objetivo,
no bastan los esfuerzos individuales. Quien lo vive se abre a la posibilidad de recibir
ayuda, y también esta dispuesto a darla. Implica la búsqueda de una fraternidad
que comienza entre dos personas, se extiende a la sociedad, alcanza a un país
entero, trasciende las fronteras y abarca a la humanidad en su conjunto sin
distinguir credo, sexo, raza, nacionalidad u orientación política.
Conoce a
La Abeja Reina
Tres hermanos habían partido, cada uno por su lado, en busca de fortuna. Los
mayores eran apuestos e inteligentes. El menor, llamado Benjamín, no tan guapo y
un poco distraído. Meses después se encontraron. Los grandes se rieron de
Benjamín y le comentaron: “Si nosotros, con todo nuestro ingenio no hemos
podido salir adelante, cómo quieres hacerlo tú, siendo tan bobo?”Andando,
llegaron a un hormiguero. Los mayores quisieron revolverlo para divertirse viendo
cómo corrían los asustados insectos. Pero Benjamín intervino: —Déjenlas en paz.
No las molesten. Pasos más adelante encontraron un lago con docenas de patos
silvestres. Los mayores propusieron apoderarse de un par de ellos para asarlos y
comerlos. Pero Benjamín se opuso: —Déjenlos en paz. No los molesten.
Por último, en el tronco de un árbol, hallaron una colmena. Producían tanta miel
que ésta escurría por las ramas. Los hermanos mayores planeaban encender una
hoguera para hacer un espeso humo, expulsar a las abejas y comerse toda la
miel. Pero Benjamín salió en su defensa: —Déjenlas en paz. No las molesten.
Cansados de caminar sin rumbo, llegaron finalmente a un pequeño pueblo
donde, por efecto de un hechizo, todos los animales y los habitantes se habían
convertido en figuras de piedra. Entraron al gran palacio. La corte y el rey habían
sufrido el encantamiento de otra manera: habían caído en un sueño profundo.
Tras recorrer las galerías los tres hermanos llegaron a una habitación donde había
un hombrecillo de corta estatura. Al verlos, éste no les dijo nada. Simplemente los
tomó del brazo y los condujo a una mesa donde estaban servidos ricos manjares.
Cuando terminaron de cenar, sin pronunciar palabra, llevó a cada uno a un
confortable dormitorio. Los tres durmieron un sueño reparador, y despertaron
llenos de energía al día siguiente. El hombrecillo fue por el hermano mayor y lo
llevó a una mesa de piedra para darle de desayunar. Sobre ella estaban escritas
las tres pruebas que debía superar para librar al pueblo del encantamiento. La
primera era ésta: en el bosque, bajo el musgo, estaban las mil perlas de la
princesa. Había que buscarlas todas antes de que el sol se pusiera y traerlas al
palacio. Si no las hallaba, él mismo se convertirla en piedra. El mayor fue pero, a
pesar de su esfuerzo, sólo halló cien, y se convirtió en piedra. Al día siguiente, el
segundo hermano realizó la prueba, pero sólo halló doscientas y también se
convirtió en piedra. Llegó el turno de Benjamín. Éste llegó temprano y se puso a
buscar en el musgo.
Casi no encontraba ninguna y se sentó en una piedra a llorar de aflicción. Pero
por allí andaba el rey del hormiguero que él había salvado. Venían acompañados
de cinco mil hormigas para ubicar las perlas. En muy poco tiempo habían
encontrado todas y las juntaron en un montón. Cuando volvió al palacio para
entregarlas, Benjamín encontró que le esperaba la segunda prueba. La llave de la
alcoba de la princesa se había caído al fondo del lago. Era necesario
recuperarla. Al llegar a la orilla vio a los patos que había protegido de sus
hermanos. Todos se sumergieron bajo el agua y, en cuestión de minutos, uno traía
la dorada llave en el pico. La tercera prueba era la más difícil. Entre las tres hijas
del rey, que estaban dormidas hacia meses, había que escoger a la menor, que
era la más buena. El problema es que eran muy parecidas. Sólo las diferenciaba
un detalle. Las dos mayores habían comido un terrón de azúcar, y la menor, una
cucharada de miel. "¿Qué haré?” pensó Benjamín muy apurado. Pero entonces,
por la ventana entró volando la reina de las abejas y se posó en la boca de la
que había comido miel. De este modo, Benjamín reconoció a la más buena. En
ese mismo instante se rompió el encantamiento. Los habitantes del palacio
despertaron y todas las figuras de piedra recuperaron su forma humana. Benjamín
se casó con la princesa más joven y, años después, llegó a ser rey. Sus hermanos,
liberados también dehechizo, se casaron con las otras dos hermanas.
Cuento
Cadena de Solidaridad
Conversaban animadamente los claveles con las clavelinas, los primeros más altos
se quebraban un poco para participar en la conversación.
Ellas hablaban de la sra. Rosa, así la habían escuchado nombrar, estaba enferma
desde hacía varios días, y por lo mismo no las podía mirar como antes, ni dar
vuelta su tierra, ni regar y vivía solitaria en su casa, que era pequeña y acogedora.
Ya eran varios días que ella no salía de su casa, ni recibía visitas.
Las clavelinas se sentían tan bien, cuando ella les decía que bonitas están mis
flores, que alegran mi corazón con sus botones de colores. Y las flores se
alegraban de escuchar su voz. Los claveles que eran un poco más indiferentes a
los halagos, se dieron cuenta que si la sra. Rosa no se preocupaba más de ellos,
iban a morir, y que podían hacer, si ellos eran flores y no podían caminar.
Vino una abeja a visitar a las flores, y éstas le contaron la preocupación que
tenían por la dueña de su jardín, y ella les dijo que era chiquitita que porque mejor
no hablaban con el viento. Y el viento que pasaba por allí se acercó y preguntó:
¿quién quiere hablar conmigo?, todo fuerte y poderoso como él era, y la abejita
le explicó la tristeza de las flores por la sra. Rosa. Entonces él dijo que iba a pasar
por sus ventanas, efectivamente pasó por ellas, y una de las ventanas era del
dormitorio de la sra. Rosa, ella estaba como durmiendo y quejándose en sueños.
Que triste es, como es que nadie del vecindario se ha dado cuenta que no ha
salido hacen días, pensó el viento. El viento triste le contó el caso a su hermana, la
brisa, pues él no podía quitar de su mente que una persona que tenia tan bonita
su casa y su jardín tan bello, nadie se diera cuenta de sus días de ausencia.
La brisa al ver la tristeza de su hermano viento, fue a visitar la casa y golpeó los
vidrios y vio que la sra. Rosa giró su cabeza pero no se levantó.
Allí se dio cuenta la brisa que con mucha razón habían hablado las clavelinas, los
claveles, la abeja y su hermano viento. Justo ese día, era un día Domingo los niños
jugaban en el patio con una pelota, y la brisa empujó con todas sus fuerzas esa
pelota hacia el jardín de la sra. Rosa, los niños le dijeron a sus padres que se les
había caído la pelota en el patio de la casa vecina, y sus padres les dijeron que
no se preocuparan que cuando salieran compraban otra pelota. La brisa estaba
decepcionada no contaba con esa solución, pero en eso vio a Don Segundo, al
otro lado de la casa, con su sombrero de siempre y vino la brisa, y lo hizo caer en
el jardín de la sra. Rosa, hacia mucho sol ese día, para estar sin sombrero, así que
el empezó a llamar: sra. Rosa, sra. Rosa, mi sombrero se cayó a su jardín.
Don Segundo no recibía respuesta, así que decidió entrar a su casa a buscar otro
sombrero, pero la brisa no se había ido, ella estaba esperando que alguien
entrara a la casa y muy traviesamente con ayuda de su hermano viento, lanzaron
el sombrero al jardín nuevamente. Entonces Don Segundo, se dio cuenta que era
demasiada casualidad que se le cayeran dos sombreros y al mismo patio, buscó
la escalera y la apoyó en el muro medianero y observó que el jardín estaba seco,
la sra. Rosa hacían días que no lo cuidaba, que extraño pensó, pues si ella hubiera
salido le habría dicho a él que le cuidara la casa, como siempre ella lo había
hecho, se sintió triste al darse cuenta, que no había notado su ausencia en sus
salidas a las compras y en el riego del jardín. Sra. Rosa, Sra. Rosa volvió a gritar y
no recibió respuesta, salió de su casa y observó la puerta de la casa de la sra.
Rosa y estaba con la chapa cerrada con llave, y sin el candado, así que concluyó
que ella estaba dentro y empezó a pensar en como lo hacia, fue a buscar a su
esposa y le preguntó si se había topado con la sra. Rosa en los últimos días y ella le
contestó que no, el le expresó su preocupación por la vecina y que quería pasar
por la muralla a la casa vecina, y su esposa trató de hacerlo desistir de la idea,
diciéndole que no se metiera en líos. Y si era tarde, pensó Don Segundo.
La posibilidad que fuera demasiado tarde le dio valor, así que llamó a la policía, le
explicó lo que pasaba con su vecina, y los policías le dijeron que iban a darse una
vuelta más tarde. Don Segundo no quiso aguardar más, y se pasó a la casa
vecina, revisó las ventanas y las puertas y afortunadamente, la puerta de la
cocina no estaba bien cerrada, y el la empujó un poco y la abrió, entró a la casa
llamándola, y miro todas las habitaciones hasta que encontró el dormitorio de la
señora Rosa y le vio en la cama, le tomó la mano y le preguntó porque no los
había llamado y ella le respondió que por no molestar en un hilo de voz. Don
Segundo se dio cuenta que había que llamar a la ambulancia, la sra. Rosa estaba
deshidratada, pálida y delgadísima de seguro que hacia días que no se
alimentaba. Llamo de inmediato a la ambulancia y los doctores al atenderla se
dieron cuenta que doña Rosa tenia pulmonía y que era urgente llevarla al
hospital. Don Segundo y su esposa iban a visitar al hospital a doña Rosa y le
contaban que sus flores estaban esperándola y que estaban muy bonitas, la sra.
Rosa se sonreía al escuchar eso, les miraba agradecidamente y les daba la mano,
y él le decía que si no hubiera sido por la brisa y el viento que llevaron sus
sombreros a su jardín, él no hubiera sabido que ella estaba enferma. El viento y la
brisa se sonreían felices, porque en realidad ellos solo habían participado de la
cadena de las flores, de la abejita y del valor de don Segundo, pues al final todos
eran parte de esta cadena de solidaridad.
Cuento
Cuando era muy pequeño, su padre murió... Vivió con su madre y abuelo hasta
hacía un año... a los 13 muere su abuelo, y tres meses después su madre en un
accidente...Solo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes....sin
hablar... Estaba pálido y nervioso... Este medico no podía hacerlo hablar..
Comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía
expresarse...y él... por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho. Optó
por sentarse...y observarlo en silencio....acompañando su dolor.... Después de la
segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba....el doctor le puso una mano
en el hombro: "Ven la semana próxima si gustas....duele verdad?..." el muchacho
lo miró, no se había sobresaltado ni nada... solo lo miró y se fue... Cuando volvió a
la semana siguiente....el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez.. así pasaron
varios meses...sin hablar....pero el notaba que David ya no parecía nervioso... y su
palidez...había desaparecido... Un día mientras el doctor miraba la cabeza del
muchacho mientras él estudiaba agachado en el tablero... pensaba en lo poco
que sabemos del misterio del proceso de curación... De pronto....David alzó la
vista y lo miró: "Le toca - le dijo" Ese día empezó a hablar... hizo de amigos en la
escuela, ingreso a un equipo de ciclismo... Y comenzó una nueva vida... su vida.
Posiblemente el medico le dio algo... pero también aprendió mucho de él...
Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable...
a estar presente cuando alguien lo necesita... a comunicarnos sin palabras. Basta
un abrazo, un hombro para llorar, una caricia... un corazón que escuche.
Frases Célebres
“Creo en la unidad esencial de todas las personas y, en general de todo lo que
vive”.
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no
hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos”
“No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy”
Personaje
Viviendo el Valor
El viejo método no falla. Cuando algo nos cause enojo podemos contar hasta
diez, repasar nuestras actividades pendientes o recordar lo que hicimos ayer… Se
trata de ganar tiempo para conquistar la calma y recuperar la alegría. Si alguien
se acerca en actitud agresiva, lo mejor es tomar distancia y no responder a las
provocaciones. De este modo nos protegemos y ayudamos a la otra persona.
Aprendamos a ser “mediadores”. Si dos personas cercanas se están peleando
podemos acercarnos y proponerles que resuelvan sus diferencias con respeto y
serenidad.
Conoce a
Cuento
La Felicidad
En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y la
mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo:
“Esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un
cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra; debemos pensar
en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaríamos creando nuevos
dioses. Debemos quitarles algo, pero ¿qué les quitamos?”. Después de mucho
pensar uno de ellos dijo: “¡Ah! ¡Ya se! Vamos a quitarles la felicidad, pero el
problema va a ser dónde esconderla, para que no la encuentren jamás". Propuso
el primero: “Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo”. A lo
que inmediatamente repuso otro: “No, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez
alguien subirá, y la encontrará. Y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".
Otro dijo: “Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra”. Y le dijeron: “No,
recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una nave en la
que pueda viajar a otros planetas y la descubrirán. Entonces todos tendrán
felicidad y serán iguales a nosotros”. El ultimo de ellos, era un dios que había
permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas
de los demás dioses, analizo en silencio cada una de ellas y entonces rompió el
silencio y dijo: “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la
encuentren”. Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: “¿Dónde?”.
“La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola
fuera, que nunca la encontraran”. Todos estuvieron de acuerdo y, desde
entonces, ha sido así; el hombre se pasa la vida buscando la felicidad, sin saber
que la trae consigo...
Cuento
El Secreto de la Felicidad
Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que
aprendiera el Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por
el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de la montaña. Allí
vivía el sabio que buscaba. Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo,
nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que
entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta
que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares
de aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que
esperar dos horas para que lo atendiera. El sabio escuchó atentamente el motivo
de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el
Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos
horas más tarde. —Pero quiero pedirte un favor —añadió el sabio entregándole
una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite—. Mientras caminas,
lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame. El joven comenzó a subir
y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la
cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio. —¿Qué tal? —
preguntó el sabio— ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el
jardín que el Maestro de los Jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los
bellos pergaminos de mi biblioteca? El joven avergonzado, confesó que no había
visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite
que el Sabio le había confiado. —Pues entonces vuelve y conoce las maravillas
de mi mundo, dijo el Sabio. No puedes confiar en un hombre si no conoces su
casa. Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear
por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que
adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la
delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada
en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo
que había visto. —¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié?,
preguntó el Sabio. El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había
derramado. —Pues éste es el único consejo que puedo darte —le dijo el más
Sabio de todos los Sabios—. El Secreto de la Felicidad está en mirar todas las
maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la
cuchara.
Cuento
La Alegría
Había una vez un pájaro azul, que se llamaba Felicidad, volaba en invierno a
tierras más lejanas y cálidas cuando encontró en su vuelo a un cuervo negro.
Pero resulta que el cuervo, no era tal sino un duende que le preguntó a Felicidad
si acaso su nombre era mágico y Felicidad contestó que no. Entonces el cuervo
duende hizo unos giros rápidos alrededor de Felicidad y le embrujó, pues todos
iban a ser felices cuando Felicidad estuviera cerca, pero si alguien lloraba
estando él presente era porque se había acabado el tiempo de su magia.
Felicidad pensó para sus adentros, que eso no era cierto, porque como podía
creer que un cuervo duende pensara en que los que le rodearan iban a ser
felices. Pero finalmente, llegó a su destino y descansó en un manzano muy grande
y alto. No pasó mucho tiempo para darse cuenta que el producía un cambio,
pues el manzano donde se había posado tenía peste, y se sentía tan contento el
manzano que sus redes de hojas, ramas y tronco como por arte de magia
espantaron a la enfermedad, y el campo donde se encontraba se contagiaba de
la alegría y sus frutos eran sanos y parecía que se contagiaban las flores, la tierra,
los insectos, las aves, hasta los campesinos se sentían extrañamente fortalecidos.
Todos se sentían diferentes: más serenos, más tolerantes, más pacientes, más
saludables y como si algo bueno se despertara dentro de ellos. Y a donde viajara
Felicidad pasaba lo mismo, él nunca más se encontró con el cuervo-duende en
sus vuelos. Pero, llegó aquel especial día, en que una jovencita muy triste se
acerco al árbol donde se encontraba Felicidad y lloraba mucho.
En ese momento, Felicidad supo que ya no traería más felicidad, pero el viento
arrulló a nuestra jovencita que se durmió bajo la sombra de una roca alta. El
viento le susurró al oído que ella no tenía porque llorar porque todo contenía un
sentido en la vida, y que debía disfrutar el sol, las nubes, el río, las flores, la huella
de su sendero, todo contenía a Dios, y que preparara día a día su corazón para
ser feliz. Allí se dio cuenta Felicidad, que siempre había estado y que seguiría
estando, pues él era no sólo por la magia, pues dentro de sí, él era mágico, no por
la magia sino por el amor, el amor llena el alma y la mantiene feliz, lejos de la
enfermedad, lejos del egoísmo, lejos de la pereza, lejos de la soberbia, lejos del
orgullo, lejos del yoismo, es esto lo que nos mantiene vivos, enérgicos, diligentes y
pacientes, felicidad es la palabra que resume el amor. Es así como nuestro
cuento paso por un zapatito roto y pronto te contará otro...
Frases Célebres
“La alegría es aquello que no ocupa lugar alguno y sin embargo lo llena todo a su
alrededor”
Personaje
Viviendo el Valor
El amor es una disposición de la inteligencia y los afectos para buscar el bien y el
desarrollo de los demás. Mientras la compasión consiste en ayudar a quienes viven
situaciones difíciles para evitar su sufrimiento, la comprensión nos permite
entenderlos. Esas ideas se relacionan con un firme sentido del compromiso: no se
trata sólo de dar palmadas al hombro y desentendernos de los problemas ajenos,
sino de ejercer un conjunto continuo de acciones en bien de los demás, aun
cuando no obtengamos más beneficio que el gusto de ayudarlos.
Conoce a
El Ruiseñor
Hace miles de años vivió en China un emperador sordo. Como no podía escuchar
las voces de los pájaros ordenó que fueran castigados todos aquellos que no
tuvieran un hermoso plumaje. Un día, su hija Litay Fo estaba en el jardín y se
emocionó mucho al oír a un ruiseñor que cantaba desde las ramas de un
durazno. —Querido amigo, no debes estar aquí, pues te aguarda un fuerte
castigo —le dijo. —No importa, de cualquier forma con estas noches tan frías no
podré vivir demasiado —respondió el ruiseñor. Litay Fo decidió llevarlo consigo a
sus aposentos para cuidarlo y gozar con sus trinos. Pero una mañana, sin aviso, el
emperador entró a la habitación de la pequeña y descubrió al pájaro. —¡Huye
para salvar tu vida! —gritó Litay Fo para proteger a su mascota. El pajarillo la
obedeció. Sin embargo, con el paso del tiempo, la pequeña empezó a debilitarse
por la tristeza de su ausencia. El emperador hizo traer a un médico.
—No podemos hacer nada por ella —afirmó éste. El padre recibió la noticia con
gran preocupación pero, aprovechando la visita del doctor, le preguntó por su
propia sordera. —Para ésa sí hay una cura: consiste en aplicarle al oído el corazón
caliente de un ruiseñor —indicó el médico. —¡Que busquen uno de inmediato! —
ordenó el rey. Los hombres que trabajaban con él le llevaron, precisamente, al
amado pajarillo de Litay Fo. Éste entró volando a la habitación. —Disponga usted
de mi vida. Estoy seguro que su hija se sentirá feliz si usted recupera el oído —
ofreció el pajarillo al emperador, a través de uno de los súbditos que escribía el
mensaje para que éste lo leyera. Emocionado por la bondad de la pequeña ave,
los ojos del emperador se arrasaron de lágrimas. —De ninguna forma. Prefiero
seguir siendo sordo que hacerte daño —indicó. El ruiseñor siguió viviendo en el
palacio. Litay Fo se recuperó muy pronto de su tristeza y el emperador supo que
aquel pajarillo era el más hermoso de todos, no por su canto, ni por su plumaje,
sino por el bondadoso corazón que había salvado una vida y siguió latiendo por
muchos años.
Cuento
Amor
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y
cualidades de los hombres. Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por
tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:--¿Vamos a jugar a
los escondidos? La INTRIGA levantó la ceja intrigada, y LA CURIOSIDAD, sin poder
contenerse pregunto...--¿A los escondidos? ¿Y como es eso?--Es un juego --explicó
LA LOCURA--, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un
millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el
primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. EL
ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA, LA ALEGRIA dio tantos saltos que
terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a LA APATIA, a la que nunca
interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, LA VERDAD prefirió no
esconderse ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban, y LA SOBERBIA opinó que
era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no
hubiese sido de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse...--Uno, dos, tres.—
comenzó a contar LA LOCURA. La primera en esconderse fue LA PEREZA, que
como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. LA FE subió al cielo y
LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto. LA GENEROSIDAD casi no
alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para
alguno de sus amigos, ¿Qué sí un lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA. ¿Que sí la
rendija de un árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ. ¿Que sí el vuelo de una ráfaga de
viento? Magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.
EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado,
cómodo... pero solo para él. LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos
(mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y LA PASION y EL DESEO en el
centro de los volcanes. EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso
no es lo importante. Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había
encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que
divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.--Un millón - contó
LA LOCURA- y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue LA PEREZA sólo a
tres pasos de una piedra. Después se escuchó a LA FE discutiendo con Dios en el
cielo sobre teología y LA PASION y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro pudo deducir donde estaba
EL TRIUNFO. EL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el solo salió disparado de su
escondite, había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al
acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA y con LA DUDA resultó más fácil todavía
pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado
esconderse. Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA
ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira, si ella
estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO... que ya se le había olvidado
que estaban jugando a los escondidos, pero sólo EL AMOR no aparecía por
ningún sitio, LA LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, cada arroyuelo del
planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida
divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas,
cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los
ojos AL AMOR; LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, imploró,
pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por
primera vez se jugó a los escondidos en la tierra...EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA
SIEMPRE LO ACOMPAÑA
Cuento
El Amor y el Tiempo
Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso,
habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la tierra. En esta isla vivían en
armonía el Amor, la tristeza, y todos los otros sentimientos. Un día en uno de esos
que la naturaleza parece estar de malas, el amor se despertó aterrorizado
sintiendo que su isla estaba siendo inundada. Pero se olvido rápido del miedo y
cuido de que todos los sentimientos se salvaran. Todos corrieron y tomaron sus
barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla
siendo inundada pero sin que corriesen peligro. Solo el amor no se apresuro, el
amor nunca se apresura. El quería quedarse un poquito mas en su isla, pero
cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir.
Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y grito por auxilio. La
Riqueza, oyendo su grito, trato luego de responder que no podría llevarlo ya que
todo el oro y la plata que cargaba temía que su barco se hundiera. Pasó
entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el
amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad no soportaba la
suciedad. Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda
que no quería estar acompañada por nadie. Pasó también la Alegría, pero esta
tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor. Sin esperanza el Amor se sentó
sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó
a menguar. Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que
pasaba con su barco. El viejito tomo al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la
montaña más alta, junto con los otros sentimientos. Recuperándose el amor le
preguntó a la Sabiduría quien era el viejito que lo ayudó,. a lo que ésta
respondió...: “El Tiempo”. El Amor cuestionó: “¿Por qué solo el Tiempo pudo
traerme aquí…?”. La Sabiduría entonces respondió: “Por que sólo el Tiempo tiene
la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles”.
Cuento
Un Día de Verano
En un día caluroso de verano un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su
casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz. No se
daba cuenta de que un cocodrilo se le acercaba. Su mamá desde la casa
miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su
hijo gritándole lo más fuerte que podía. Oyéndole, el niño se alarmó y viró
nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mamá
tomó al niño por sus brazos justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La
mujer jalaba determinada, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más
fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba.
Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató
al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo
llegar a caminar. Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le
quería enseñar las cicatrices de sus pies. El niño levantó la colcha y se las mostró.
Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y señalando hacia las
cicatrices en sus brazos le dijo: "Pero las que usted debe ver son estas". Eran las
marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo
porque mamá no me soltó y me salvó la vida". Nosotros también tenemos las
cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros actos, pero
algunas son la huella de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no
caigamos en las garras del mal. Cuando las cosas van mal, no te desanimes...
puede ser Dios sujetándonos fuertemente para librarte de lo que no te conviene.
Rescata siempre lo positivo de cada cosa cotidiana de la vida. ¡Y disfruta de la
vida! “Dios inventó el amor, con todo lo lindo que encontró”
Frases Célebres
“El amor es el arquitecto del universo”
Personaje
Teresa de Calcuta
Viviendo el Valor
El valor de la responsabilidad se relaciona con la idea de respuesta, y se ejerce
cuando cada persona ofrece una actitud adecuada a las tareas que le
corresponden. En algunos casos exige superar las dificultades necesarias para
conseguir un objetivo. En su sentido más profundo se vincula con el respeto a los
compromisos que hicimos con las demás personas y con la tarea de definir la
dirección de nuestra propia vida.
Conoce a
Cuento
El Aprendiz de Brujo
En un inmenso castillo vivía un hechicero que se dedicaba al estudio de las
fórmulas mágicas. No permitía que nadie fuera a visitarlo y sólo aceptaba la
compañía de su joven ayudante, Daniel, un jovencito moreno y espigado que no
entendía lo que hacía su maestro. En una ocasión, el mago tuvo que salir a un
largo viaje en busca de plantas para una fórmula secreta. Antes de partir le hizo
recomendaciones a Daniel: no debía abrir la torre donde él trabajaba, ni tocar sus
libros. También le encargó que limpiara algunas habitaciones del castillo. —Es una
gran responsabilidad, pero sé que podrás cumplirla —le dijo. Los primeros días
Daniel siguió las instrucciones. Pero dos semanas después comenzó a sentir fastidio
por las tareas de limpieza. Así que una tarde subió a la torre. Sobre la mesa halló el
libro con las anotaciones del mago. Emocionado por pensar podía ser un
hechicero, se puso la túnica de éste y, subido en un banquito de madera,
comenzó a leer. No entendía las palabras, pero las pronunció en voz alta sin darse
cuenta que eran mágicas. De repente, la escoba y el balde se presentaron y se
pusieron a sus órdenes.
Daniel se asustó un poco, pero pensó aprovechar la situación. Para limpiar tenía
que cargar agua, y le daba flojera. Así que les dio instrucciones de hacerlo.
El balde y la escoba iban y venían, iban y venían. Después de algunas vueltas ya
había agua suficiente y Daniel les pidió que no trajeran más. Pero como sólo
entendían palabras mágicas no le hicieron caso y siguieron trabajando.
Al cabo de un rato el agua cubría el piso y corría escaleras abajo. Llenó las
habitaciones e inundó el castillo pero el balde y la escoba no se detenían. El
líquido le estaba llegando al cuello y los objetos del laboratorio flotaban a su
alrededor. “¡Auxilio!” gritó el joven aprendiz. En ese instante apareció el brujo. Vio
lo que estaba pasando y pronunció las palabras necesarias para resolverlo. El
hechizo se detuvo y pronto todo estuvo bajo control. Instantes después el mago
reprendió a Daniel: “Antes que aprender magia y hechicería, tienes que aprender
a cumplir con las responsabilidades que se te encomiendan”.
Cuento
Totalmente Pagado
Una tarde, un pequeño se acerco a su madre, que preparaba el almuerzo, y le
entrego una hoja de papel en la que había algo escrito..... Después de secarse las
manos en el delantal, ella leyó lo que decía...
Cuando el hijo terminó de leer lo que había escrito su madre, tenía los ojos llenos
de lágrimas. La miro a los ojos y le dijo: —TE QUIERO MUCHO, MAMÁ... —luego
tomó el lápiz y escribió: —TOTALMENTE PAGADO.
Cuento
La Cigarra y la Hormiga
Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte,
y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano. Fue
entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su
grano hasta la llegada de la próxima estación. -Te pagaré la deuda con sus
intereses; -le dijo-antes de la cosecha, te doy mi palabra. Mas la hormiga no es
nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra: -¿Qué
hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello? -Cantaba noche y día libremente -
respondió la despreocupada cigarra. -¿Conque cantabas? ¡Me gusta tu frescura!
Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía. No pases tu tiempo dedicado
sólo al placer. Trabaja y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.
Cuento
Un Saco de Plumas
Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por
la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado. Tiempo después se
arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un
hombre muy sabio a quien le dijo: "Quiero arreglar todo el mal que hice a mi
amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma un saco
lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas". El hombre muy
contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día
las había soltado todas. Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo
que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar el
saco con las mismas plumas que soltaste. Sal a la calle y búscalas". El hombre se
sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna. Al
volver, el hombre sabio le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas
que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el
daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo,
pues no hay forma de revertir lo que hiciste". "Cometer errores es de humanos y de
sabios pedir perdón".
Frases Célebres
“No puedes escapar a la responsabilidad de mañana evitándola hoy.”
“No somos sabios al recordar nuestro pasado, sino al asumir la responsabilidad del
futuro”
“Por regla general los hombres deben poco a lo que son por nacimiento. La clave
está en lo que ellos mismos hacen de su vida”
“Una persona responsable tiene una actitud de estima y respeto para con su
propia persona y aporta esos mismos valores a las tareas en que participa.
Personaje
Hipócrates
Médico griego. Según la tradición, Hipócrates descendía de una estirpe de magos
de la isla de Cos y estaba directamente emparentado con Esculapio, el dios
griego de la medicina. Contemporáneo de Sócrates y Platón, éste lo cita en
diversas ocasiones en sus obras. Al parecer, durante su juventud Hipócrates visitó
Egipto, donde se familiarizó con los trabajos médicos que la tradición atribuye a
Imhotep. Aunque sin base cierta, se considera a Hipócrates autor de una especie
de enciclopedia médica de la Antigüedad constituida por varias decenas de
libros (entre 60 y 70). En el campo de la ética de la profesión médica se le atribuye
el célebre juramento que lleva su nombre, que se convertirá más adelante en una
declaración deontológica tradicional en la práctica médica, que obliga a quien
lo pronuncia, entre otras cosas, a «entrar en las casas con el único fin de cuidar y
curar a los enfermos», «evitar toda sospecha de haber abusado de la confianza
de los pacientes, en especial de las mujeres» y «mantener el secreto de lo que
crea que debe mantenerse reservado».
Julio
Convivencia
Viviendo el Valor
Favorecer el clima adecuado, acogedor, de respeto.
El deseo de escuchar y compartir, actitud de apertura.
El trato amable, educado, respetuoso no carente de familiaridad.
Atención en lo que se escucha y no tanto en lo que debe decirse.
La capacidad de atender y reflexionar que permite dar la mejor respuesta.
La convivencia de persona a persona en lo particular.
Aportar elementos positivos al otro que permitan un interés por volver a
establecer comunicación.
Conoce a
El Labrador y el Águila
A media tarde, en lo profundo del bosque, iba caminando Martín el labrador.
Solía regresar a casa a esa hora, cansado por el trabajo que desarrollaba en un
huerto de duraznos jugosos y aromáticos. Siguiendo el atajo que conocía para
llegar a su hogar, escuchó un batir de alas cerca del manantial. Se volvió para ver
de qué se trataba. Era una enorme águila de cabeza blanca, negro plumaje y
pico amarillo. Alguien la había atrapado y la mantenía sujeta de la pata derecha
empleando una cadena fija a un árbol. Daba tristeza ver sometido a un animal
tan acostumbrado a las alturas. Además, en el bosque estaba prohibido cazar.
Con gran decisión, Martín se acercó al árbol. De su mochila sacó algunos
instrumentos que usaba para su trabajo y separó la cadena del tronco. Sin
embargo, el águila no podía volar, pues el cepo pesaba mucho. Con cuidado y
detenimiento (aun con el riesgo de sufrir un picotazo) el labrador se lo quitó y el
ave se elevó en el cielo, libre al fin. El labriego siguió su camino. Comenzó a
sentirse fatigado y pensó en hacer un alto.
Érase una vez en que los colores del mundo comenzaron a reñir. Todos
reclamaban que ellos eran el mejor, el más importante, el más útil, y el favorito.
El Azul interrumpió, "Ustedes solo piensan de la tierra, pero consideren los cielos y
el mar. Es el agua la que es la base de la vida y es elevada por las nubes del mar
profundo. El cielo da espacio y paz y serenidad, sin mi paz Ustedes todos serían
nada."
El Amarillo se rió, "Ustedes son todos tan serios. Yo traigo risa, regocijo, y calor al
mundo. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez
que mire un girasol el mundo entero empieza a reír. Sin mí no habría diversión."
Yo no ando rondando por ahí todo el tiempo, sino cuando lleno el cielo a la
salida y puesta del sol, mi belleza es tan notable que ninguno da otro
pensamiento a ninguno de Ustedes."
El Rojo no podía aguantar por más tiempo, gritó, "Yo soy el regente de todos
Ustedes! Soy sangre — la sangre de la vida! Soy el color de la valentía. Estoy
dispuesto a pelear por una causa. Traigo fuego en la sangre. Sin mí, la tierra
estaría tan vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor, la rosa roja, la
poinsetia y la amapola." El Púrpura se levantó a su plena altura.
Era muy alto y habló con gran pompa. "Soy el color de la realeza y del poder. Los
reyes, jefes, y obispos me han siempre escogido a mí, porque soy el signo de
autoridad y sabiduría. La gente no me cuestiona! Ellos escuchan y obedecen."
Y así los colores fueron jactándose, cada uno convencido de su propia
superioridad. Su riña se puso cada vez más ruidosa. Súbitamente hubo un
relámpago de luz brillante, el trueno tronó y retumbó. La lluvia empezó a caer sin
clemencia. Los colores se agacharon de miedo, acercándose los unos a los otros
para confortarse. En medio del clamor, la lluvia empezó a hablar: "Ustedes tontos
colores, peleándose entre Ustedes, cada uno tratando de dominar al resto. ¿No
saben que cada uno de Ustedes fue hecho con un propósito especial, único y
diferente? Únanse de las manos y vengan conmigo." Haciendo como a ellos se les
dijo los colores se unieron y unieron sus manos. La lluvia continuó: "desde ahora en
adelante, cuando llueva, cada uno de Ustedes se estirará a través del cielo en un
gran arco de color como un recordatorio de que Ustedes todos pueden vivir en
paz. El Arco Iris es un signo de esperanza para el mañana." Y así, siempre que una
buena lluvia lava al mundo, y un arco iris aparece en el cielo, recordemos en
apreciarnos los unos a los otros.
Cuento
Dios respondió: —Sí, Yo sé eso. Sé que hice a los humanos solamente con un ala...
Intrigado el ángel quería entender y preguntó: —Pero, por qué el Señor dio a los
hombres solamente un ala cuando son necesarias dos alas para que puedan
volar? Sin prisa, Dios respondió: —Ellos pueden volar sí, mi ángel. Di a los humanos
apenas una sola ala para que ellos pudiesen volar más y mejor que Yo o vuestros
Arcángeles. Para volar, mi pequeño amigo, tú precisas de tus dos alas. Y aunque
libre, tú estás solo... Mas los humanos... los humanos con su única ala precisaran
siempre dar las manos a alguien a fin de tener sus dos alas. Cada uno ha de tener
un par de alas... Cada uno ha de buscar su segunda ala en alguien, en algún
lugar del mundo... para que se complete su par. Así todos aprenderán a
respetarse y a no quebrar la única ala de la otra persona, porque pueden estar
acabando con sus propias oportunidades de volar. Así, mi ángel, ellos
aprenderán a amar verdaderamente a la otra persona... Aprenderán que
solamente permitiéndose amar ellos podrán volar. Tocando el corazón de otra
persona ellos podrán encontrar el ala que les falta y podrán finalmente volar.
Solamente a través del amor podrán llegar hasta donde Yo Estoy... así como lo
haces tú, mi ángel. Y ellos nunca, nunca estarán solitarios al volar.
Cuento
Especialmente papá, vi. que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en
familia. Vos y mi mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y
rara es la que vez conversan conmigo, o conversamos los tres. Al terminar el relato,
el padre se quedó mudo... mientras su hijo agregaba: ¡¡ Gracias papá, por
enseñarme lo rico que podríamos llegar a ser!!
Frases Célebres
“El hombre solo se hace hombre mediante la comunicación humana”.
“El secreto de la felicidad no esta en hacer siempre lo que quieres sino en disfrutar
lo que haces”
“Hemos sido llamados al concierto de este mundo para tocar de la mejor manera
posible nuestro instrumento”
Personaje
Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú Tum. Indígena maya quiché. Nieta de mayas, esposa de Ángel,
madre de Mash. Nació en Chimel, una pequeña aldea de las montañas del
Quiché guatemalteco, en 1959. A los 19 años comenzó a militar en el Comité de
Unidad Campesina (CUC), mientras el ejército nacional llevaba a cabo su
campaña de "tierra arrasada" contra la población sospechosa de pertenecer a la
oposición armada. Participó en la organización de los encuentros indígenas
previos a la conmemoración del quinto centenario de la llegada de los
colonizadores españoles a América. En 1992 fue galardonada con el Premio Nóbel
de la Paz y actualmente se dedica a actividades en favor de los derechos
humanos y la sana convivencia. Por su parte, los niños dicen que Rigoberta juega
con ellos y les cuenta historias. Además, es una muy buena cocinera.
Agosto
Respeto
Veneración, acatamiento, miramiento, consideración, deferencia que se hace a
alguien.
Viviendo el Valor
El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por el valor de
algo o de alguien. Puede estar dirigido hacia los derechos y la dignidad de las
demás personas, hacia los de nosotros mismos y también hacia el entorno natural,
incluyendo las plantas y los animales que lo integran. Nos ayuda a conservar
intacto aquello que mas apreciamos en la vida; nos enseña a reconocer aquello
que mas aprecian los demás. Puede vivirse en forma colectiva —entre un país y
otro— o individual —entre dos personas—.
Conoce a
El anciano suspiró hondamente pero no dio respuesta alguna a esas palabras que
lo habían lastimado. Pasó algún tiempo desde esa ocasión. Un día estaban en la
casa el hijo y la nuera del anciano. Los dos esposos miraban con mucha atención
al pequeño niño de ambos. El infante estaba en el suelo, jugando con unos
bloques de madera. Los acomodaba de una manera y de otra, como si quisiera
darle forma a un objeto en particular. —¿Qué figuras estas haciendo con esos
pedazos de madera, hijo? —preguntó con curiosidad su padre. —Estoy haciendo
una cubeta de madera papá. De esa forma, cuando tú y mamá sean tan viejos
como el abuelo podré usarla para servirles su comida —informó el pequeño
Micha. Sin decir palabra, el hombre y la mujer se pusieron a llorar. Sentían
vergüenza de haber tratado al abuelo de aquella manera. Desde aquel día le
sirvieron nuevamente la comida en la mesa, y lo cuidaron bien.
Cuento
El Abuelo
El abuelo se había hecho muy viejo. Sus piernas flaqueaban, veía y oía cada vez
menos, babeaba y tenía serias dificultades para tragar. En una ocasión -prosigue
la escena de aquella novela de Tolstoi- cuando su hijo y su nuera le servían la
cena, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo. La nuera comenzó
a quejarse de la torpeza de su suegro, diciendo que lo rompía todo, y que a partir
de aquel día le darían de comer en una palangana de plástico. El anciano
suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada. Un rato después, vieron al hijo
pequeño manipulando en el armario. Movido por la curiosidad, su padre le
preguntó: “¿Qué haces, hijo?” El chico, sin levantar la cabeza, repuso: “Estoy
preparando una palangana para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis
viejos”. El marido y su esposa se miraron y se sintieron tan avergonzados que
empezaron a llorar. Pidieron perdón al abuelo y a su hijo, y las cosas cambiaron
radicalmente a partir de aquel día. Su hijo pequeño les había dado una severa
lección de sensibilidad y de buen corazón.
Cuento
casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave y lo puso bajo la mesa de
la cocina. Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. — ¿Qué hay
en ese cofre? preguntaron, mirando bajo la mesa. — Oh, nada -respondió el
anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado. Sus hijos lo empujaron y vieron
que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo. — Debe estar lleno con el
oro que ahorró a lo largo de los años -susurraron. Deliberaron y comprendieron
que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así
podrían cuidar también de él. La primera semana el hijo menor se mudó a la casa
del padre, y lo cuidó y le cocinó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo
hijo, y la semana siguiente acudió el mayor. Así siguieron por un tiempo. Al fin el
anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues
sabían que una fortuna los aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían
costearse un gasto grande con el viejo. Cuando terminó la ceremonia, buscaron
en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron el cofre. Por cierto, lo
encontraron lleno de vidrios rotos. — ¿Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo
mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos! — Pero, ¿qué podía hacer? -preguntó
tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo
habríamos descuidado hasta el final de sus días.
Cuento
Asamblea en la Carpintería
Cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una
reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El MARTILLO ejerció la
presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa?
hacía demasiado ruido Y, además se pasaba todo al tiempo golpeando. EI
martillo aceptó su culpa, pero a su vez pidió la expulsión de LA LIJA. Hizo ver que
era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo
Frases Célebres
“Nadie es lo suficientemente pequeño o pobre para ser ignorado”
Personaje
Alfonso Caso
Estudiando a fondo nuestras culturas prehispánicas, Alfonso Caso se percato de
que solo conociendo y respetando el pasado es posible construir el futuro. Nacido
en 1896, se graduó como abogado y realizo después la carrera de arqueología,
recibiéndose en 1925. Fue el quien descubrió la ciudad de Monte Albán, capital
del pueblo zapoteca, exploro mas un centenar de tumbas y fue parte de la
llamada Escuela Mexicana de Arqueología, la Escuela Nacional de Antropología,
el Instituto Nacional de Antropología e Historia el Museo Nacional de Antropología
y el instituto nacional indigenista, el que dirigió hasta poco antes de su muerte.
Septiembre
Esfuerzo
Empleo enérgico para conseguir algo venciendo dificultades.
Viviendo el Valor
Realiza cada tarea con profundidad y concentración. Si se trata de lavar un
plato, procura que no quede una sola mancha. Si estás pasando algún apunte
a tu libreta evita cometer errores. Si practicas un deporte perfecciona tus
estrategias y movimientos.
Aprende las ventajas del “trabajo hormiga”. Si tu habitación, tu mochila o tus
cajones están en completo desorden dedica, por ejemplo, quince minutos al
día para arreglarlos. Al cabo de un mes cada cosa se hallará en el lugar que le
corresponden.
De acuerdo con tus intereses personales emprende una actividad a tu gusto,
aprovéchala como oportunidad de fortalecer tu perseverancia y conocer lo
estimulante que es obtener logros. Puede tratarse del aprendizaje de un idioma
o alguna manualidad.
Conoce a
El Buey Trabajador
En un hermoso establo de las estepas vivían juntos un buey y un burro. Mientras el
burro flojeaba casi todo el día y se limitaba a transportar muy de vez en cuando a
su amo, el buey vivía jornadas agotadoras de esfuerzo: labraba la tierra, llevaba
en su lomo pesadas cargas y hasta tenía que ayudar a sacar el agua de una
noria. Una tarde llegó muy cansado al establo, comió una abundante ración de
paja, bebió agua suficiente y empezó a quedarse dormido cuando de repente se
sobresaltó. —¿Qué te pasa? —le preguntó el burro. —Acabo de recordar que
mañana tengo que levantarme muy temprano, pues debo ayudar a labrar el gran
terreno que hay pasando la laguna, y ya no aguanto la fatiga —respondió el
buey. —No te preocupes, yo voy a enseñarte cómo puedes quedar libre de ese
trabajo — dijo el burro.—¿Cómo? —Es muy fácil. Mañana, cuando el patrón
venga por ti comienza a caminar sólo sobre tres patas. El amo creerá que tienes
lastimada la cuarta y te dejará descansar todo el día —explicó el habilidoso
jumento. Aquella noche el buey no logró conciliar el sueño pensando qué hacer
al día siguiente. Así vio ocultarse la luna y salir el sol. Si ya de por sí estaba
cansado, ahora tenía todavía menos energías. El gallo cantó y el patrón de los
animales se acercó al establo para despertar al buey. Siguiendo los malos
consejos del burro, cuando éste se incorporó hizo como que cojeaba.
El dueño del establo lo vio con detenimiento y le dijo:—Mmm… creo que has
estado trabajando de más estas semanas y haré venir al veterinario para que te
revise esa pata. Pero el terreno que hay pasando la laguna no puede quedarse
sin labrar… ¡Ya tengo la solución! En esta ocasión serás tú quien me ayude —dijo
mirando al burro. Espantado por la perspectiva de trabajar todo un día el burro
pegó un rebuzno que se oyó muy lejos y cuando recuperó la compostura se dirigió
al amo: —Patrón, patrón, el buey no está enfermo de la pata, yo le aconsejé que
mintiera para no ir a trabajar —le explicó. —¿De manera que le estuviste dando
malos consejos para que sea igual de flojo que tú? —comentó el amo y se quedó
pensando un largo rato. Ambos animales esperaban temerosos la decisión de su
dueño hasta que éste finalmente habló. —Bueno, los dos podrían merecer una
buena paliza por mentirme. Pero he tomado otra decisión. Tú, buey, te has
esforzado más de lo que puedes y mereces un descanso. Y tú, burro, necesitas
hacer algo por cambiar de vida.
Así que mientras el buey toma unas vacaciones me ayudarás a labrar la tierra —
comentó. —¿Y cuando terminen las vacaciones? —cuestionaron los animales a
coro. —Entonces todos los días iremos los tres a labrar para conocer juntos la
alegría del esfuerzo (y también la del descanso).
Cuento
La Bolsa de Clavos
Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio
una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería
clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos
detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a
controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la
puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que
lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su
padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta... Su padre lo tomó
de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mío, pero
mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú
pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo
devastará, y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina
como una ofensa física.
Los amigos son en verdad una joya rara. Ellos te hacen reír y te animan a que
tengas éxito. Ellos te prestan todo, comparten palabras de elogio y siempre
quieren abrirnos sus corazones.
Cuento
La Roca Misteriosa
En aquel pueblo de África a nadie le gustaba trabajar. Daban las doce del día y
la mayor parte de las personas estaban acostadas. Todo estaba sucio y
desordenado en sus casas que, por fuera, parecían abandonadas. Aunque
contaban con lo necesario para poner pequeñas granjas, eso era lo que menos
querían. Preferían comer cualquier cosa que encontraran tirada en el suelo. Las
callejuelas estaban en total descuido. Habían crecido hierbas y arbustos en las
banquetas. La basura se acumulaba en las esquinas y abundaban las serpientes,
las ratas y los escorpiones. Entre todos ellos sólo había un hombre trabajador que
había reunido una considerable fortuna. Le desesperaba la situación y se
cansaba de pedir a los demás que hicieran algo para vivir mejor. —¿Para qué? Si
así estamos bien —respondían a coro y luego gritaban: —Tenemos sueño.
Tenemos sueño. Tenemos sueño. De repente iban cayendo al piso y quedaban
profundamente dormidos. El hombre trabajador pensó en un plan para hacerlos
reaccionar. Al pueblo sólo se llegaba por un camino. Pensó en obstruirlo y ver qué
pasaba. Con la ayuda de dos amigos colocó una enorme piedra en medio del
camino. “Como ahora les resultará difícil pasar por aquí, con seguridad se
empeñarán en moverla y así harán algo de ejercicio” pensó. Pero no fue así.
Cuando los flojos habitantes del pueblo vieron la piedra preferían tratar de
brincarla o de plano mejor no salir del pueblo. —¿Para qué queremos salir, si se
duerme bien en todas partes? —decían. Pasó tanto tiempo que hasta crecieron
plantas sobre la piedra que cada vez se acomodaba mejor en el terreno. Una
tarde Totsi, un viajero que deseaba visitar a un familiar que tenía en aquel pueblo,
recorrió el mismo camino. Al ver la piedra pensó que era un peligroso obstáculo y
que sin duda alguien podría tropezarse con ella. “¿Qué haré? Parece muy
pesada. Bueno, voy a intentar moverla” se dijo. Dejó su morral en el piso y
comenzó a empujar. La piedra se mantenía firme en su lugar. Lo intentó una y otra
vez durante todo el día, sin éxito. Por la noche comenzó a llover y se refugió en
una cueva cercana. Al día siguiente, con la salida del sol, reanudó su tarea. El
agua de la lluvia había aflojado la tierra así que poco a poco logró mover la
piedra y apartarla a un lado del camino. Para su sorpresa encontró que abajo de
ella, enterrado en un agujero, había un cofrecillo lleno de zafiros. Lo sacó y lo miró
con mucha atención preguntándose quién lo había puesto allí. —Fui yo —dijo el
hombre trabajador que andaba casualmente por allí. —¿Y para qué? —preguntó
Totsi. —Para enseñar a los habitantes de este pueblo que quien se empeña
consigue una recompensa. Veo que no aprovecharon la lección, pero al menos
tú me has demostrado que en este sitio sigue habiendo personas diligentes. Ve y
disfruta tu bien merecida recompensa.
Frases Célebres
“La gota abre la piedra, no por su fuerza sino por su constancia y esfuerzo.”
Personaje
Nelson Mandela
Viviendo el Valor
Estos valores avanzan en una escala gradual, que va de lo superficial a lo
profundo. En la superficie se háyanle compromiso y la cooperación, un conjunto
de normas fáciles de aprender y seguir: En el primer plano se encuentra el
compromiso: ayudar a los demás personas. En el siguiente plano se encuentra la
cooperación: la organización de las actividades y proyectos de manera que
tomen en consideración los de los demás nivel la capacidad de llevar la cortesía,
el respeto y el orden a toda la sociedad en su conjunto y crear un clima propicio
para la convivencia y la participación
Conoce a
Cuento
El Violinista
En noviembre 18 de 1995, el violinista Itzhatk Perlman, subió al escenario para dar
un concierto en el salón Avery Fisher del “Lincoln Center”, en la ciudad de Nueva
York. Si usted alguna vez ha estado en un concierto de Perlman, sabe que subir al
escenario no es un logro pequeño para él. Él fue afligido de polio cuando era
niño, tiene abrazaderas en ambas piernas y camina con la ayuda de muletas.
Verlo caminar sobre el escenario de un lado al otro, paso a paso, lenta y
penosamente, es una escena impresionante. Él camina penosamente pero
majestuosamente, hasta que alcanza su silla. Después se sienta y lentamente
pone las muletas sobre el piso, abre los broches de las abrazaderas en sus piernas,
recoge un pie y extiende el otro hacia adelante. Después se inclina y recoge el
violín, lo pone bajo su barbilla, hace seña al Director y procede a tocar. Hasta
ahora, la audiencia ya estaba acostumbrada a este ritual. Permanecían
silenciosamente sentados mientras él caminaba por el escenario hasta su silla.
Permanecían respetuosamente en silencio hasta que él estuviera listo para tocar;
pero esta vez, algo ocurrió. Justo cuando él terminaba de tocar sus primeras
barras, una cuerda de su violín se rompió. Uno podía oír el estallido. Salió
disparada como bala por el salón. No había duda de lo que ese sonido
significaba. No había duda de lo que él tendría que hacer. Los que estaban ahí
esa noche tal vez pensaron: “Para esta, él va a tener que ponerse de pie,
abrocharse las abrazaderas, recoger las muletas, y cojear hasta a fuera del
escenario para encontrar otro violín u otra cuerda”. Pero no fue así. En su lugar, el
espero un momento, cerró sus ojos y después hizo seña al Director para empezar a
tocar. La orquesta empezó y él tocó desde donde había parado. El tocó con
tanta pasión, con tanto poder y con una claridad que nunca antes nadie había
escuchado. Claro, cualquiera sabe que es imposible tocar una obra sinfónica con
sólo tres cuerdas. Lo sé yo y lo sabe usted, pero esa noche Itzhak Perlman se
rehusó a saberlo. Uno podía observar como modulaba, cambiaba y recomponía
esa pieza en su cabeza. En una instancia, sonaba como que él estuviera
desentonando las cuerdas para obtener sonidos que estas ellas habían hecho.
Cuando él termina, había un silencio impresionante en el salón. Después la gente
se levanto y lo aclamó. Había una explosión de aplausos desde cada rincón del
auditorio. Todos estábamos de pie, gritando y aclamando, haciendo todo lo
posible para mostrar cuanto apreciábamos lo que él había hecho. Él sonrió, se
secó el sudor de sus cejas, alzó su arco para callarnos, y después dijo, no
presumidamente, pero en un tono tranquilo, pensativo, y reverente: “Ustedes
saben, algunas veces la tarea del artista es la de averiguar cuanta música
podemos producir con lo que nos queda”. Qué renglón tan poderoso. Se ha
quedado en mi mente desde que lo oí. ¿Y quien sabe? Tal vez esa sea la
definición de la vida, no sólo para los artistas pero para todos nosotros. He aquí un
hombre que se ha preparado por toda su vida para producir música con un violín
de cuatro cuerdas, quien, se encuentra de repente en medio de un concierto con
solo tres cuerdas; y entonces produce música con tres cuerdas, y la música que él
produjo esa noche con sólo tres cuerdas era más bonita y más memorable, que
cualquier otra que él haya producido con cuatro cuerdas. Entonces, tal vez
nuestra tarea en este mundo inestable, cambiante, y perplejo en el que vivimos es
la de producir música, primero con lo que tenemos, y después, cuando esto ya no
sea posible, producir música con lo que nos queda.
Cuento
La Fórmula Mágica
Una aldea de Nepal, habitada por treinta familias, era gobernada por el rey
Magadha. La justicia y rectitud de sus acciones le habían ganado el apodo de “el
bueno”. Magadha pensaba que la mejor forma de educar al pueblo era con el
ejemplo: trabajaba con ellos, limpiaba las calles con ellos y compartía la mesa
con ellos. Con estas lecciones, los pobladores aprendieron a cooperar y evitar los
problemas entre sí. Los resultados llegaron pronto: construyeron hermosas casas y
dotaron de servicios a toda la aldea que se convirtió en un lugar tranquilo, seguro
y apacible. En un clima de amistad y respeto todos se dedicaban a buscar formas
de mejorar la calidad de vida. Pero alguien no estaba de acuerdo. Se trataba de
Ravi, juez del gobierno anterior a Magadha. En ese entonces la población estaba
inquieta y Ravi lo aprovechaba para enriquecerse: cuando le planteaban
cualquier disputa o problema, pedía dinero a cambio de favorecer a una parte,
aunque no tuviera razón. Incluso recibía sobornos para permitir la venta de un
fuerte licor, muy malo para la salud. Llegó a ser el hombre más temido y
acaudalado del lugar. Pero cuando Magadha llegó al poder, perdió el dinero y el
respeto de todos: un bandido como él no tenía nada que hacer en ese pueblo
pacífico, justo y ordenado. Ravi hizo un plan para recuperar su poder y solicitó
audiencia con el rey. —Majestad. En la zona más remota de la aldea hay
personas dedicadas a perjudicar a los demás: ensucian el agua del río, molestan
a los animales, cortan las plantas y hasta se emborrachan —le mintió. El rey no
creyó una sola palabra pero quiso darle una lección. —No puede haber gente así
en mi reino. Por favor tráelos a mi presencia —le solicitó. El malvado Ravi detuvo a
personas inocentes que jamás habían tenido una mala conducta y los llevó a la
presencia del rey. Éste simuló estar convencido del falso relato y tomó una
decisión: los diez culpables serían castigados; tendrían que acostarse en el piso y
tres feroces elefantes caminarían sobre ellos. Llegó el día del castigo y ocurrió algo
muy curioso. Los elefantes se quedaron quietos. —¿Qué ocurre? —preguntó el
malvado Ravi— Con seguridad estos delincuentes practican la magia, o dieron
algo de beber a los elefantes. —Sin duda, dijo el rey. —En esta aldea trabajamos
con una fórmula mágica que tiene cinco pasos: respetar la vida, respetar la
propiedad, respetar nuestro cuerpo, hablar con la verdad y no dejarnos perder
por el alcohol. Así conseguimos que hasta las fieras se amansen. Hoy, entre todos,
quisimos darte esa lección. Ravi fue expulsado de la aldea. Le prometieron
permitirle la entrada cuando hubiera aprendido cada paso de la fórmula mágica
para convivir en sociedad.
Frases Célebres
“Ningún trabajo es arduo para la persona comprometida”
Personaje
Leonardo Da Vinci
Este gran genio del renacimiento italiano es uno de los mas representativos
ejemplos de lo que puede lograr un ser humano cuando se interesa
apasionadamente por el mundo que lo rodea y dedica todo su tiempo y sus
energías al trabajo creativo. Nacido en el pueblo Toscazo de Vinci, próximo a
Florencia, en 1945 y muerto 67 años mas tarde en el Castillo Francés de Clos Luc,
Leonardo no conoció el aburrimiento un solo momento de su vida. Realizo un sin
fin de obras de arte, dibujos anatómicos e invenciones y estudios que dan cuenta
de su infatigable actividad.
Noviembre
Justicia
Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le
corresponde o le pertenece.
Viviendo el Valor
El valor de la justicia se refiere a la concepción que cada época o cultura han
tenido de lo que es bueno para todos. Su fin práctico es reconocer lo que le
corresponde y pertenece a cada cual hacer que se respete ese derecho,
recompensar su esfuerzo y garantizar su seguridad. No se limita a los casos que se
tratan en los tribunales, aparece en la vida diaria como un factor del que se
derivan relaciones más equilibradas y respetuosas, así como el bienestar de la
sociedad en su conjunto.
Conoce a
La Campana de la Justicia
En una remota población de Italia el rey Juan había ordenado que se instalara
una campana en el centro del jardín principal. Podía jalar su cordón cualquier
persona que hubiera sufrido alguna acción injusta, o se le negara un derecho que
le correspondía. Cuando el rey la escuchaba, de inmediato llamaba a sus
consejeros para que resolvieran lo que correspondía hacer. Su sonido era
frecuente. La usaban las personas que no recibían pago por su trabajo, o los
clientes de algún vendedor de fruta que elevaba demasiado los precios de las
naranjas y las manzanas. La campana se hallaba en una pequeña torre y, con el
paso del tiempo, las ramas de una enredadera que crecía en el jardín fueron
subiendo poco a poco hasta que el cordón se enredó con ellas. Había en el
pueblo un comerciante que tenía un caballo de carga. Éste había sido un animal
fuerte y hermoso que lo ayudó mucho en su negocio. Sin embargo, después de
años de trabajo, el animal estaba viejo y cansado. Cuando dejó de resultarle útil
el caballero simplemente se desentendió de él. Le soltó las riendas y lo abandonó
a su suerte.Triste, el caballo vagaba por el pueblo en busca de refugio y comida.
Una tarde llegó al jardín donde estaba la campana. Se acercó a la enredadera y
empezó a morder sus hojas, pues no aguantaba el hambre. Al jalar una de las
ramas, tiró sin querer el cordón y la campana empezó a sonar. El rey pensó que el
caballo estaba pidiendo ayuda y llamó a los jueces. Éstos averiguaron que,
cuando tenía fuerza y vigor, el animal había servido a su dueño. Por eso
resolvieron que él debía cuidarlo ahora, cuando ya no podía trabajar, y se le
ordenó que así lo hiciera. El caballo pasó el resto de su vida en un establo
confortable. Cuando tenía hambre salía al patio, tomaba el sol, comía toda la
paja que se le antojaba y bebía agua fresca del estanque. A veces el caballero
iba a saludarlo. Juntos, recordaban sus aventuras de otros tiempos.
Cuento
El Eco
Un padre invitó a su hijo a realizar un muy lindo paseo por la montaña. La mañana
era soleada, y la aventura de compartir con su padre unas horas llenaba al niño
de emoción. Iban ya en camino cuando de pronto, en forma inesperada, el niño
cae al piso, haciéndose una leve herida en su pierna. Cuando reaccionó sobre lo
que le había pasado, pegó un fuerte grito: — ¡Aaaaaahhhhhhhhhh!Cuál sería su
sorpresa, cuando oye su propia voz repetirse, desde algún lugar en la montaña:
¡Aaaaaaaahhhhhhh! Asombrado por la experiencia y con curiosidad gritó
nuevamente: — ¿Quién eres túuuuuuuuuu? Recibiendo de respuesta: — ¿Quién
eres túuuuuuuuuu? Ya enojado y menos preocupado por su lesión volvió a gritar:
— ¡Cobarde! Y recibe la respuesta: — ¡Cobardeeeeeeeeeeee! El niño mira a su
padre, y le pregunta: — ¿Qué está pasando? El padre sonríe y le dice: — Hijo,
mío, presta atención. Y entonces, fue el padre quien gritó:
— ¡Te admiro! La voz responde: — ¡Te admirooooooooooo! Y otra vez el hombre
gritó: — ¡Tú eres un campeón! La voz respondió: — ¡Tú eres un
campeóooooooooon! El niño sorprendido, continuaba sin entender. Fue en ese
momento en que el padre consideró oportuno explicarle:
— Querido hijo, la gente llama a esto Eco, pero realmente es la VIDA. Y tiene el
poder de devolverte de igual manera cualquier cosa que digas o hagas.
Óyeme: nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.
Si tú quieres más amor en el mundo, crea más amor en tu corazón. Si tú quieres
más competencia en tu equipo, mejora tu propia competencia. Esta relación se
aplica a todo, en todos los aspectos de la vida.
Cuento
El Sol y el Viento
El sol y el viento discutían sobre cuál de dos era más fuerte. La discusión fue larga,
porque ninguno de los dos quería ceder. Viendo que por el camino avanzaba un
hombre, acordaron en probar sus fuerzas desarrollándolas contra él. -Vas a ver -
dijo el viento - como con sólo echarme sobre ese hombre, desgarro sus vestiduras.
Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero cuanto más esfuerzo hacía, el hombre
más oprimía su capa, gruñendo contra el viento, y seguía caminando. El viento
encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el hombre no se detuvo y más cerraba
su capa. Comprendió el viento que no era posible arrancarle la capa.
Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes, recalentó la tierra y el pobre hombre,
que se regocijaba con aquel dulce calor, se quitó la capa y se la puso sobre el
hombro.
-Ya ves - le dijo el Sol al Viento - como con la bondad se consigue más que con la
violencia. Los seres humanos deberíamos pensar profundamente acerca de
nuestras acciones. Utilizamos la violencia, la ironía, la agresividad, la sorna y la
burla para tratar de lograr nuestros objetivos. Pero no nos damos cuenta de que,
la mayoría de las veces, con esos métodos, son más difíciles de alcanzarlos.
Siempre una sonrisa puede lograr mucho más que el más fuerte de los gritos.
Frases Célebres
“Haz lo que sea justo. Lo demás vendrá por sí solo.”
"Y añado, que la justicia es, en el mayor grado, la completa virtud porque el que
la posee puede aplicarla con relación a los demás, y no sólo a sí mismo.”
Personaje
El Rey Salomón
En los tiempos bíblicos, la sabiduría era más apreciada que la riqueza o cualquier
otra forma de actividad. Era un término muy amplio, que incluía reinar con justicia,
pero también con buenos modales y comportarse con delicadeza. De todos los
personajes de la historia, el rey Salomón es el que más directamente se asocia
con la justicia. La siguiente anécdota ilustra muy bien su sentido de lo humano: un
día se presentan ante el dos mujeres que decían ser la madre del mismo bebé.
Salomón mando traer una espada para partir al bebe en dos: la primera de las
dos mujeres no puso objeción a la sentencia, mientras que la segunda, llorando,
pidió que le dejaran el bebe a su rival. “Dale al niño a la segunda mujer –
sentencio Salomón - . “Ella es la verdadera madre”.
Diciembre
Esperanza
Estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
Viviendo el Valor
La esperanza y el optimismo te enseñan a ver el lado positivo de las cosas y las
situaciones que te rodean. Son una disposición del carácter para hallar soluciones
y dar la bienvenida a un porvenir dichoso. Cuando los vives a fondo te sientes
alegre incluso en situaciones muy difíciles, pues sabes que llegarán a término.
Hasta este momento todo ocurre dentro de ti, pero esos sentimientos no actúan
solos: te sirven sólo como una plataforma para esforzarte con entusiasmo, trabajar
con entrega y alegría en la búsqueda de tus sueños y comenzar de nuevo
cuando todo parece perdido.
Conoce a
El viajero lo miró con aire burlón y le comentó: —¿Pero apoco crees que vale la
pena? En esta playa hay cientos de estrellas. ¡Y en las playas del mundo hay
millones más! Aparte de todo, cuando vuelva a bajar la marea, las echará otra
vez para acá. ¿Te das cuenta que si regresas una al agua la historia de las estrellas
no cambia para siempre? El joven indígena pensó un instante, entornó con gracia
los ojos y le respondió: —Por lo menos ahorita sí cambia la historia de la que traigo
en la mano. ¿Por qué no te atreves a regresarla tú al agua? —Le propuso mientras
le ofrecía la estrella. El viajero lo dudó un momento. Finalmente, con mano
temblorosa, la tomó y se decidió a hacerlo. A él mismo le sorprendió que su brazo
tuviera tanta fuerza para hacerla llegar así de lejos.
Él y el joven indígena estuvieron en la playa hasta que se puso el sol, devolviendo
una y otra estrella a las aguas profundas del mar que en un solo día fue azul,
anaranjado, negro y plateado con el reflejo de la luna.
Cuento
—¿Ha perdido el juicio? —inquirió el jinete— esa piedra es mucho más valiosa que
este jamelgo. —Ándale —insistió Meme— hallaré algo mejor. El jinete aceptó el
intercambio, entregó el caballo y Meme siguió caminando de buen humor.
Entonces encontró a un hombre con un buey y le propuso intercambiar los
animales. —¿Se siente bien Don Meme? —cuestionó el dueño del buey— su
caballo vale mucho más que esta vieja bestia. —Ándale —insistió Meme— hallaré
algo mejor. El cambio se realizó y el anciano se fue todavía más contento. Halló a
otras personas en su camino: cambió el buey por una oveja, la oveja por una
cabra y la cabra por un gallo. Cada persona beneficiada con los cambios le
preguntaba por qué procedía así y él contestaba: —Porque me gusta seguir
buscando. Por último halló a un cantor ambulante que entonaba la canción más
hermosa que jamás había escuchado. Sus ojos se llenaron de lágrimas por tanta
alegría. “¡Me siento tan contento con sólo oír esta melodía! Lo mejor para mí sería
aprender a cantarla”, pensó Meme. —¿Adónde va Don Meme? —preguntó el
cantante. —A mi casa. Hoy ha sido un día extraordinario. Encontré una turquesa,
la cambié por un caballo. Cambié el caballo por un buey, el buey por una oveja,
la oveja por una cabra, y la cabra por este gallo. Y ahora, de repente, escucho tu
canción… Si me enseñas a cantarla, te doy mi gallo. Así cómo yo transformé
aquella piedra, tú puedes transformarlo en lo que quieras o quedarte con él, si te
hace feliz. Con paciencia el músico le enseñó las palabras y la melodía. Meme no
cantaba muy bien que digamos, pues su voz era ronca y cascada. Sin embargo,
se sentía contento al entonarla… supo que esa canción lo acompañaría al iniciar
el día, le daría ánimo durante sus pesadas jornadas de trabajo y tranquilidad por
las noches. El músico se alejó llevándose al gallo, e imaginó todo lo que podría
hacer con su nuevo compañero. Meme finalmente llegó a su casa. Cuando se
estaba quedando dormido recordó el brillo de la turquesa mágica. Pensó en la
oportunidad que abre cualquier cosa que hallemos en la vida y supo que
mañana, al despertar, se dedicaría a buscar algo más hermoso todavía. Cuando
se despidieron para siempre, el caminante siguió su ruta paso a paso
Cuento
Sacúdete y Sube
Se cuenta de cierto campesino que tenía una mula ya vieja. En un lamentable
descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca. El campesino oyó los
bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría. Le dio pena ver a su fiel
servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la
situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía
sepultarla en el mismo pozo. El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que
estaba ocurriendo y los enlistó para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo
para que no continuara sufriendo. Al principio, la mula se puso histérica.
Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre
sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una
palada de tierra cayera sobre sus lomos... ¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA
TIERRA. Esto hizo la mula palazo tras palazo. Sacúdete y sube. Sacúdete y sube.
Sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma. No importaba cuán
dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso
de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y
SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos
captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a
poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir
de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que parecía que la
enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó
la adversidad.
Cuento
La Paloma de la Esperanza
Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos que constantemente se
amenazaban aprovechando el menor pretexto. Uno de ellos decidió declarar la
guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar.
El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de
quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su
armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento
pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.
—¿Por qué no lo trajiste? —le reclamó. —No pude cargarlo, pesa mucho —
contestó ella. —Yo mismo iré por él. —No, por favor no lo toques —pidió la madre
mientras le impedía el paso. —¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco?
—preguntó él. —Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una
paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las
aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días su madre les trae de
comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero
tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traerá
desgracias a nuestro país.. El príncipe no quería discutir con su madre y se
presentó al combate sin casco. Al verlo, su enemigo quedó sorprendido.
—¿Cómo se te ocurre combatir así? —Mi madre halló que en el casco viven una
paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño. El otro príncipe no podía creer
lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era
cierta. —Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre.
Se me hace que apenas rompieron el cascarón —confirmó el enviado.
Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo. —Hagamos la paz para
siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus
polluelos ¿cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de
personas?
Frases Célebres
“La esperanza es como el sol, arroja todas las sombras detrás de nosotros”
Personaje
Mahatma Gandhi