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Para llegar a dictaminar sobre la razonabilidad de los estados financieros y opinar sobre la

gestión, la aplicabilidad de las normas, la calidad del control interno, se requiere de una
alta capacidad profesional y sobre todo de un conocimiento integral de la organización.

El informe ejecutivo de auditoría, con resultados contundentes expresados en hallazgos


materiales, refleja la experiencia del grupo auditor, y concibe especial atención de los
gerentes o representantes legales, quienes consideran éste examen un mecanismo
retroalimentador de mejoramiento en la organización y les proporciona confianza sobre su
labor y responsabilidad. Por lo que constituyen nuestros principales objetivos:

 Esclarecer la importancia de la redacción oportuna y correcta de los Informes de


Auditoría.

 Proporcionar un panorama general acerca de las normas referidas a la forma,


oportunidad, contenido, presentación y distribución de los Informes de Auditoría.

 Facilitar el desarrollo de las habilidades del auditor en la organización de los


hallazgos y su aparición en orden lógico, de manera tal, que permita comunicar los
resultados a los dirigentes y funcionarios apropiados de la entidad auditada y a los
organismos competentes.

La materialización final del trabajo llevado a cabo por los auditores se documenta en el
dictamen, informe u opinión de auditoría. Este Informe es escrito siempre para terceros
que constituyen los clientes, de ahí la importancia concedida al mismo y a los
requerimientos que debe cumplir. Deben ser claros, precisos, oportunos y eficientes en
cuanto al uso de recursos.

Características

1. Es un documento mercantil o público.

2. Muestra el alcance del trabajo.

3. Contiene la opinión del auditor.

4. Se realiza conforme a un marco legal.

La capacidad y habilidad del auditor en la redacción del informe, son fundamentales para
que este logre sus objetivos y cumpla con los propósitos de ofrecer los elementos que
permitan al lector conocer, de forma fácil, los resultados del trabajo realizado por los
auditores.
Se debe tener en cuenta:

 Ser conciso, a la vez que suficientemente claro y completo, incluyendo frases y


hechos esenciales para facilitar su comprensión.

 Presentar comentarios, conclusiones y recomendaciones en forma objetiva,


debidamente respaldados por la evidencia documentada en papeles de trabajo
que sustentan en cualquier momento su exactitud y veracidad.

 Ser preciso respecto de la información que contiene y correcto en relación con los
aspectos gramaticales, ortográficos y de puntuación.

 Redactar, libre de palabras o frases antagónicas, presentando las críticas con una
perspectiva justa considerando las circunstancias que rodearon el hecho
observado y dando las sugerencias para mejorarlo.

 Relacionar los hallazgos positivos.

Pautas de Redacción:

 Evitar la repetición excesiva de vocablos.

 No utilizar siglas o abreviaturas que no hayan sido declaradas previamente; salvo


que sean muy conocidas, como: MP, UM, MLP, etcétera.

 No utilizar términos ofensivos o vulgares teniendo en cuenta que la crítica debe ser
constructiva.

 Utilizar palabras comunes y de uso generalizado.

 Redactar en forma impersonal.

 Utilizar adecuadamente los signos de puntuación.

 Conformar la fecha de la forma siguiente: día, mes y año.

 Incluir un índice en los casos de informes que por su extensión así lo requieran; en
el que se deben identificar las secciones y partes esenciales del documento.

 Los resultados deben aparecer ordenados por su importancia y significación.


Lenguaje

 Se debe redactar el informe ejecutivo con un lenguaje coloquial evitando el exceso


de términos contables o desconocidos.

 Cuando un informe de auditoría no es claro, su lectura es incomprensible y el


auditado simulará no entenderlo para así minimizar el peso del mismo.

 Se debe redactar con un estilo impersonal.

 Evitar el tono impositivo e imperativo en las observaciones reportadas

 Evitar el acento de regaño o menosprecio.

 Evitar la abundancia de literatura que solo hace difícil su lectura y repetir las
situaciones que reporta.

 Evitar la sobre-información que aumenta el volumen del dictamen.

 Debe ser tan preciso y evidente que las observaciones realizadas se acepten de
inmediato y sin necesidad de hacer aclaraciones.

Los directivos a los cuales van dirigidos los informes de auditoría disponen cada día de
menos tiempo, o para decirlo de otra manera para una misma cantidad de tiempo tienen
cada día una mayor demanda de actividades. Ante ésta situación, los auditores se ven en
la imperiosa necesidad de ser, como antes se expresó, claros, concisos, oportunos y
aprovechar al máximo los recursos.

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