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INTRODUCCIÓN E INSTRUCCIONES

¡Ahora eres un nuevo creyente y estamos felices por eso! Cuando Dios te
llamó y te arrepentiste de tus pecados, dentro de ti ocurrió el milagro de tu
nuevo nacimiento: esta vez como hijo de Dios, y por lo tanto, como miembro
de nuestra familia en Cristo.
Nuestra Iglesia cristiana es continuadora de aquella primera Iglesia que nació
en Jerusalén el día que se celebró la fiesta de Pentecostés (Hechos 2), donde
los discípulos de Jesús fueron sellados con el Espíritu Santo, tal como tú
y todos quienes le hemos recibido. También en este libro de la Biblia, en
Hechos 11:26, descubrimos que fue en Antioquia que se nos llamó cristianos
por primera vez.
Como Iglesia nos comprometemos a alimentarte y ayudarte a dar tus
primeros pasos para tu crecimiento espiritual. Para esto, hemos preparado
esta serie de 8 lecciones, todas ellas basadas en la Biblia, cada una de las
cuales contiene algún aspecto importante de la vida cristiana.
Te recomendamos leer cada lección por lo menos dos veces. La primera vez
procura leerla sin interrupciones, con el fin de captar el mensaje general de la
lección. En la segunda lectura, procura ir deteniéndote para meditar los
detalles y para buscar y leer en tu Biblia cada uno de los pasajes citados. Es
importante memorizar el o los pasajes sugeridos para cada lección.
Recomendamos que lleves contigo una copia de estos versículos para repasar
el pasaje.
Lo más importante para tu crecimiento espiritual es la Biblia. Obedeciéndole
hallarás todo lo necesario para crecer y conducir nuestras vidas de la manera
que agrada a Dios. Aprovecha cada oportunidad de oírla, leerla, meditarla y
memorizarla.

¡Dios bendiga tu camino!

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INDICE

Contenido
INTRODUCCIÓN E INSTRUCCIONES...................................................................................................1
LECCIÓN Nº 1.....................................................................................................................................3
LA BIBLIA ES LA PALABRA INSPIRADA DE DIOS.................................................................................3
LECCIÓN Nº 2.....................................................................................................................................8
TU NUEVA VIDA.................................................................................................................................8
LECCIÓN Nº 3...................................................................................................................................13
TU COMUNICACIÓN PERSONAL CON DIOS.....................................................................................13
LECCIÓN Nº 4...................................................................................................................................18
EL ESPÍRITU SANTO Y LA SANTIFICACIÓN.......................................................................................18
LECCIÓN Nº 5...................................................................................................................................24
LA IGLESIA, TU NUEVA FAMILIA......................................................................................................24
LECCIÓN Nº 6...................................................................................................................................30
LA MAYORDOMÍA...........................................................................................................................30
LECCIÓN Nº 7...................................................................................................................................35
LA TENTACIÓN Y EL PECADO...........................................................................................................35
LECCIÓN Nº 8...................................................................................................................................42
INFLUYENDO EN TU ENTORNO.......................................................................................................42
EL PODER DE TU TESTIMONIO.........................................................................................................42
LOS LIBROS DE LA BIBLIA.................................................................................................................48
VERSICULOS A MEMORIZAR............................................................................................................52
MAPA...............................................................................................................................................53

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LECCIÓN Nº 1
LA BIBLIA ES LA PALABRA INSPIRADA DE DIOS

Versículo para memorizar:


2ª Timoteo 3:16-17
“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Las lecciones de este discipulado se basan en la Biblia, y todo buen cimiento
DEBE estar bien firme. Es por esto que comenzamos fortaleciendo nuestro
cimiento espiritual, la Biblia.
1.- La biblia es la Palabra inspirada de Dios
El punto de partida de todo cristiano y su crecimiento espiritual se basan en
la firme convicción de la autenticidad y veracidad de la Biblia como la Palabra
inspirada de Dios. Sin esa convicción no podrás progresar en tu vida
espiritual.
La Biblia es el único libro en la tierra capaz de dar una respuesta coherente a
los cuestionamientos básicos del ser humano: Nuestro origen, sentido de la
existencia y destino eterno. Nuestra seguridad espiritual descansa en la
verdad de la Biblia, y nuestro crecimiento espiritual depende de vivir de
acuerdo a los principios que están en ella.
Por lo tanto nuestra convicción nace de que:
• La Biblia es Suficiente
• La Biblia es nuestra Única Autoridad,
• La Biblia es Inerrante, no hay error ni interpretación privada
• En la Biblia encontraremos Concordancia, siendo esta atemporal
• La Biblia; su conocimiento y sabiduría debe aplicarse a nuestra vida
Veamos algunos aspectos que demuestran que la Biblia fue escrita por
hombres inspirados por el Espíritu Santo de Dios.

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2.- Su exactitud científica
La exactitud científica confirma a la Biblia como la palabra de Dios. La Biblia
no es un libro de ciencia, pero cuando habla de ciencia lo hace
correctamente. Por otro lado, la ciencia humana ha estado en un constante
proceso de cambio
2.1 La tierra está suspendida en el espacio
Por años se tejieron muchas hipótesis respecto a este tema. Los antiguos
egipcios creían que la tierra estaba sostenida por grandes pilares, los griegos
creían que un gigante llamado Atlas cargaba la tierra en su espalda, y los
hindúes creían que la tierra descansaba en los lomos de gigantescos
elefantes.
Veamos lo que dice la Biblia en el libro de Job 26:7 “Él extiende el norte
sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada.” Cabe mencionar que el libro de
Job sea probablemente la pieza literaria más antigua conocida por el hombre.
¿Cómo supo Job que la tierra estaba suspendida en el espacio?

2.2 La tierra no es plana


Recuerda que hasta el año 1.492 d.C. muchos pensaban que la tierra era
plana. La historia cuenta que Cristóbal Colón fue advertido que tuviera
cuidado porque se podía caer por el borde de la tierra. Pues bien, el año 750
a.C el profeta Isaías dijo “Él es el que está sentado sobre el círculo de la
tierra...” (Isaías 40:22). La palabra “círculo” es jug en hebreo, y significa globo
o esfera.
¿Cómo supo Isaías que la tierra era redonda?

2.3 Las estrellas no se pueden contar


Usted y yo sabemos que las estrellas no se pueden contar, sin embargo, un
astrónomo de la época llamado Hiparco dijo que eran 1.022 estrellas. Este
dato científico fue considerado válido por 250 años. Luego vino otro científico
llamado Tolomeo y dijo que Hiparco se había equivocado porque eran 1.056.
Busque en Jeremías 33:22 y se dará cuenta que cientos de años antes que

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estos científicos nacieran, la Biblia ya decía que las estrellas no se pueden
contar.
¿Cómo supo Jeremías que las estrellas no se pueden contar? Gen.15:5
2.4 La importancia de la sangre en el cuerpo
La medicina moderna enseña que la sangre es transportada por todo el
cuerpo, pero esto no fue así sino hasta 1.628, cuando el médico William
Harvey descubrió que la sangre efectivamente circula por todo el cuerpo.
Antes tampoco se conocía la importancia de la sangre en el cuerpo humano.
De hecho, cuando alguien se enfermaba decían que “tiene sangre mala”, y se
hacía sangrar al paciente arriesgando aún más la vida del enfermo. Levítico
17:14a”Porque la vida de toda carne es su sangre”.
¿Cómo supo Moisés la importancia de la sangre?
Respuesta:
Por la sencilla razón de que los autores de la Biblia hablaron de parte de Dios,
inspirados por medio del Espíritu Santo de Dios. 2ª Pedro 1:21 dice “Porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
3. Su exactitud histórica
La Biblia no es un libro que sólo habla de historia, pero cuando habla de
historia lo hace de manera inequívoca. Por el año 1.800, decían que en la
época de Moisés (autor de los 5 primeros libros de la Biblia), los hombres no
sabían escribir. Esta idea fue derribada en 1.887 al encontrarse las tablas de
arcilla de Tel el-Amarna, escritas en lenguaje Babilónico durante el siglo XV
a.C.
El libro de Daniel 5:5-6 narra la historia de la escritura en la pared, que luego
Daniel interpreta al rey Belsasar. Algunos creían que la Biblia se había
equivocado, ya que los registros históricos mencionaban a Nabónido como
último rey de Babilonia. En 1.881 se descubrió el cilindro de Nabónido,
el cual identifica a Belsasar como hijo mayor del rey. Es decir, habían
dos reyes: padre e hijo, Nabónido y Belsasar.
Además de los dos ejemplos mencionados anteriormente, hay más de 23.000
exploraciones arqueológicas que confirman los datos históricos que aparecen
en la Biblia.
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4. Su maravillosa unidad
La Biblia es una recopilación de 66 libros; 39 son lo que llamamos Antiguo
Testamento y 27 los que llamamos Nuevo Testamento. Se escribió en un
período de 1.600 años, por aproximadamente 40 autores, quienes vivieron
en lugares y tiempos diferentes. La mayoría no se conocieron entre sí,
provenientes de trasfondos completamente diferentes (reyes, pastores,
militares, estudiosos, pescadores, etc.). Fue escrita originalmente en tres
idiomas diferentes: arameo, hebreo y griego.
Lo maravilloso es que al unir los 66 libros, se conforma un solo libro que
contiene una historia que comienza en Génesis 1:1 y que termina en
Apocalipsis 22:21.
• La Biblia tiene un tema: La redención.
• La Biblia tiene un héroe: El Señor Jesús.
• La Biblia tiene un enemigo: El diablo.
• La Biblia tiene un propósito: La gloria de Dios.
Dado todo lo anterior, sólo podemos maravillarnos ante la unidad
absolutamente sobrenatural de la Biblia, su exactitud científica e histórica,
demostrando ser la palabra inspirada de Dios. Salmos 119:18

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 2
TU NUEVA VIDA

Versículos para memorizar:


Gálatas 2:20
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Juan 5:24
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida.”
En esta lección vamos a analizar lo que significa que Cristo ahora vive en ti y
por lo tanto tu salvación está segura en Él.
1. La vida nueva
Cuándo Dios te llama, Hechos 20:21. Estas son a) el “arrepentimiento para
con Dios y b) “la fe en Nuestro Señor Jesucristo”.
El arrepentimiento ocurre cuando nos damos cuenta de nuestra
condición de pecado y comprendemos que ese pecado nos ha mantenido
separados de Dios. Es decir, el verdadero arrepentimiento consiste en:
• Confesar tus pecados a Dios y pedirle perdón. Hechos 2:38
• Tener la convicción de dejar tus pecados. Salmos 32:5
• Cambiar tu manera de pensar y así cambiar tu manera de vivir.
Romanos 12:1-2
Es muy común que cuando te propongas abandonar un pecado, te das
cuenta de que frente a alguna situación en particular, tú solo no podrás
cambiar. Sentirás que no bastan tus propias fuerzas para romper malas
costumbres que por años guiaron tu vida. Es entonces cuando la fe en
Jesucristo juega un papel fundamental porque es el único que ha demostrado
tener poder sobre el pecado.

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2. Cristo venció el pecado y la muerte
Sólo Jesucristo vivió una vida perfecta en este mundo, venció toda tentación
y cumplió toda la ley de Dios. Pero hizo más que esto... al final de su vida
perfecta, aceptó la culpa de todos nuestros pecados y sufrió en la cruz el
castigo que nosotros merecíamos.
Luego de su muerte y sepultura, Cristo resucitó y con ese acto nos demostró
que su poder está por sobre el pecado y la muerte. Juan 5:24 dice “De cierto,
de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”
3. Cristo ahora vive en ti
Cuando tenemos fe verdadera en Jesucristo, le recibimos en nuestro corazón
(Cuando el Señor quitó el velo de nuestros ojos y nos dio la fe pasó a ser…)
Señor soberano de nuestra vida y así gobernarnos según su voluntad. Su
respuesta a esta fe (que Él nos dio), es el regalo de nuestra salvación Ef. 2:8-
9. Pero no solamente eso, pues ahora Cristo vive en ti por medio del Espíritu
Santo (Efesios 1:13-14).
Romanos 8:9-11 dice: “Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad
está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.”
El apóstol Pablo reconoce que todos moriremos físicamente, pero nuestros
espíritus vivirán eternamente con Dios por medio de la justicia de Jesús.
Colosenses 1:27 presenta la misma idea al decir “Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria”. Nuestra esperanza de alcanzar la gloria celestial está
garantizada por el hecho de que ahora Cristo mismo vive en nosotros.
4. La transformación de nuestras vidas
Al hacer morada en nosotros transformará nuestras vidas Juan 14:23. Él nos
da el poder para cambiar todo aquello que no agrada a Dios. Ahora somos
criaturas nuevas, completamente nuevas por medio de la palabra de Dios.
2ª Corintios 5:17 dice “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” En forma
semejante, 1ª Pedro 1:23 dice “siendo renacidos no de simiente corruptible,
sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para
siempre.”

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La presencia de Cristo en ti te capacita para vivir una vida
verdaderamente cristiana, sean cuales fueren las circunstancias que te
rodeen. Gálatas 2:20 dice así: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en
la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Este
hermoso texto enseña que la muerte de Cristo fue también tu muerte. Tú,
como Pablo, estás crucificado juntamente con Cristo. Cuando creíste en
Cristo, creíste que él tomó tu lugar en la cruz y sufrió el castigo que tú
merecías. Es decir, aceptaste la muerte de Cristo como tu propia muerte.
Como ya estás crucificado juntamente con el Señor, no tienes que morir a
causa de tus pecados. Ahora eres libre de toda condenación por medio de tu
fe en Jesús. Cristo está en ti y desea vivir en ti su propia vida,
transformándote de manera que seas un reflejo suyo.
5. La seguridad de tu salvación
Este cambio gigantesco en tu nueva vida, va mucho más allá de los
sentimientos hermosos que probablemente experimentaste al bautizarte y al
hacer una oración de fe. Nuestros sentimientos son cambiadizos y fácilmente
se alteran. Es probable que en algún momento ya no sientas el mismo gozo y
paz como al principio.
¿Querrá decir esto que perdiste tu salvación? ¡De ninguna manera! Por eso,
la certeza absoluta de tu salvación nunca debe depender de lo que sientas,
sino de lo que sabes. Dios te ha regalado la salvación y debes confiar
en Su poder para guardarla. En 2ª Timoteo 1:12 el apóstol Pablo dice: “yo
sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi
depósito para aquel día”. Tú, como Pablo, has hecho un depósito en Cristo,
le has confiado el eterno cuidado de tu alma. Tú también puedes estar
seguro de que Él tiene poder para guardar tu depósito hasta el fin.
Jesús dice que quienes hemos creído en Él, somos sus ovejas. En Juan 10:27-
30 leemos: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar
de la mano de mi Padre”. Note lo tajante de las palabras de Jesús…”nadie las
puede arrebatar de la mano de mi Padre”.

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¿Sería el Señor Jesús capaz de mentir? ¡Por supuesto que no! (Tito 1:1-2)
Ten confianza entonces, en que Él cumplirá todo lo que te ha prometido.
Porque creíste y confiaste en Él, ahora tienes vida eterna gratuitamente. Has
pasado de muerte a la vida eterna y no podrás ser condenado jamás. La
fidelidad de Nuestro Señor es garantía absoluta de tu seguridad. Esperamos
que estés confiado y que empieces a disfrutar este precioso regalo desde
ahora.
Debes rendir a Dios la confianza en ti mismo. Debes confiar, descansar y
depender de Jesús. Deja de tomar decisiones según tu propia carne, y
comienza a obedecer la voluntad de Cristo. Entonces se verá en ti el reflejo
de Jesús y serán manifestados en ti su gozo, su paz, su pureza, su propósito y
su poder.
¡Qué glorioso es saber que ahora Cristo vive en ti y que tu salvación está
asegurada en Él!

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 3

TU COMUNICACIÓN PERSONAL CON DIOS

Versículo para memorizar:


Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.”
1. Comunicación directa con Dios.
Si hay algo que nos debe hacer sentir con gozo, es la bendición que tenemos
de poder comunicarnos directamente con Dios (Hebreos 10:19). Esto es algo
maravilloso que debemos practicar durante toda nuestra vida. La única forma
de establecer una relación profunda con alguien, es conocerlo y relacionarme
permanentemente con él. Dios conoce hasta el último detalle acerca de ti;
ahora, tú debes conocerlo a Él en profundidad. Además de hacer de Dios tu
mejor compañía, esto te ayudará a crecer espiritualmente.

2. Lectura de la Biblia
Tu bien sabes que todo crecimiento, físico o espiritual, requiere
necesariamente de una alimentación adecuada. La Biblia nos enseña que
la Palabra de Dios es alimento espiritual. En Mateo 4:4 el Señor Jesús,
durante su ayuno en el desierto dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios”. 1ª Pedro 2:2 dice “desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por
ella crezcáis para salvación”. Por “leche espiritual no adulterada” el apóstol
se refiere al alimento puro de la Palabra.
2.1. Mi lectura DIARIA de la Biblia
Para una buena lectura diaria, es preciso considerar tres cosas: leerla
cuidadosamente, aprender de ella diligentemente, y meditar acerca de lo
que has leído. Sólo así podemos conocer a Dios y obedecerle.

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Te recomendamos los siguientes pasos para poder sacarle el mayor provecho
a tu lectura Bíblica:
• Dispone de un tiempo cada día para leer cuidadosamente la Biblia.
• Antes de leer, ora y dale gracias a Dios por el privilegio de tener su
Palabra y pide por entendimiento.
• Busca en el texto un mensaje personal de Dios para ti. Dios nos habla a
través de su palabra.
• Dependiendo del tamaño del texto, lee varias veces el mismo
pasaje, procurando extraer de él su máximo contenido.
• Busca en un diccionario palabras que no entiendes. El disponer
de un diccionario Bíblico puede ayudar a comprender aspectos culturales o
contextuales de esa época.
• Pregúntate:
 ¿Hay algún ejemplo que debo seguir?
 ¿Hay algún pecado que debo confesar?
 ¿Hay algún error que debo corregir o evitar?
 ¿Hay algún mandamiento que debo obedecer?
 ¿Hay alguna promesa de Dios para mí?

Todo cristiano debe leer la Biblia de comienzo a fin, al menos una vez en su
vida. Antes de embarcarse en la lectura completa de la Biblia, se sugiere
comenzar leyendo el Nuevo Testamento, con la epístola 1a de Juan varias
veces, para que tengas absoluta seguridad de tu salvación. Luego, se
recomienda que leas los evangelios a partir de Juan. En los Anexos 2 y 3 de
este libro, encontrarás un plan para poder leer toda la Biblia en un año.
Te animamos a embarcarte en este hermoso desafío leyendo entre 15-20
minutos al día.
2.2. Alimento más sólido
Sabemos también que la leche es el alimento perfecto para los niños recién
nacidos, pero no podemos tener un desarrollo normal si luego de un tiempo
no recibimos alimento más sólido. En 1ª Corintios 3:1-3 el apóstol Pablo se
lamenta de unos creyentes que se habían estancado en su crecimiento
espiritual. Dice “Os di a beber leche y no vianda porque aún no erais
capaces, ni sois capaces todavía”. Dios desea que crezcamos sanos y

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fuertes, para lo cual tienes que aprender a alimentarte diariamente con
el estudio personal de la Biblia.
2.3. Memorizar pasajes Bíblicos
Debemos esforzarnos en aprender algunos pasajes bíblicos escogidos. El
Salmo 119:11 dice: “En mi corazón he guardado (atesorado) tus dichos,
para no pecar contra ti.” Lo que se nos indica aquí es que debemos atesorar
y memorizar las palabras de Dios. Jesucristo nos muestra la importancia
de conocer la Biblia, cuando rechazó las tentaciones de Satanás con pasajes
del libro de Deuteronomio.
Compara los siguientes textos:
• Mateo 4:4 con Deuteronomio 8:3
• Mateo 4:7 con Deuteronomio 6:16
• Mateo 4:10 con Deuteronomio 6:13

Al tener porciones de la Palabra en nuestra mente, podemos meditar en


ellas, y también fluirán por medio del Espíritu Santo en los momentos
necesarios (Colosenses 3:16).
3. La oración personal
La oración personal es tu comunicación más íntima y directa con tu Padre
celestial. La vida cristiana no puede existir sin orar. Los cuatro evangelios
mencionan veintidós ocasiones distintas en que Jesús oraba. Si el mismo Hijo
de Dios no pudo vivir en este mundo sin orar, menos lo podremos hacer
nosotros.
El tiempo diario para orar y dar gracias es parte de lo que se suele llamar un
“devocional”. ¡Hay tantas razones para alabar y dar gracias a Dios! Su
fidelidad, su entrega hacia nosotros, su cuidado permanente, la grandeza
infinita de su amor, de su sabiduría y de su poder. Un “devocional” es un
momento a solas, especial para Dios, en el cual tú apartas tiempo de tu día
para alabar al Señor, leer su Palabra y hablar con Él.
Jesús nos dejó un ejemplo de oración personal en Mateo 6:9-13, conocido
como el Padre Nuestro en el catolicismo romano. Es importante aclarar que
no somos llamados a repetir oraciones o rezos, sino a hablar con Dios. De
hecho poco antes del texto mencionado, Jesús llama a no hacer “vanas

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repeticiones” (Mateo 6:7). Los versículos del Padre Nuestro son un esquema
para orar a Dios.
A continuación un detalle de cada sección que debería contener nuestra
oración personal con Dios:
• “Padre nuestro que estás en los cielos” ¿De quién somos hijos? Hay
sólo dos opciones (1ª Juan 3:10). Reconocemos a Dios como nuestro padre
celestial.
• “Santificado sea tu nombre.”, se refiere al nombre de Dios, YHWH,
Yavé o Jehová y de reconocer su santidad.
• “Venga tu reino”, la primera petición es por la llegada del reino de
Dios, reconociendo la seguridad de nuestra salvación en Cristo.
• “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”, que
no se haga mi voluntad en la tierra, sino la de Dios (Jesús es nuestro ejemplo
en Lucas 22:42).
• “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.”, se pide por necesidades
básicas como nuestra alimentación. No debemos pedir por lujos o deleites
personales (Santiago 4:3).
• “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores.”, se pide perdón y se establece que
nosotros tenemos que perdonar de la misma manera (Lea la parábola de los
dos deudores Mateo 18:23-35).
• “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”, Dios no tienta a
nadie (Santiago 1:13), pero si permite la tentación como parte de nuestro
crecimiento espiritual (Mateo 4:1). Por eso le pedimos a Dios que, en el caso
de ser tentado, nos ayude a no pecar, para así ser librado del mal.
• “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Amén”, semejante a lo que aparece en 1ª Crónicas 29:11, debemos tener
claro el lugar que Dios ocupa en nuestras vidas. Romanos 11:36 “Porque de
él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.
Amén.” A su vez, esto nos ayuda a recordar nuestro humilde lugar ante Dios
durante la oración. Debemos orar permanentemente y dar gracias por todo
con gozo en nuestros corazones (1ª Tesalonicenses 5:16-18).
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NOTAS

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LECCIÓN Nº 4
EL ESPÍRITU SANTO Y LA SANTIFICACIÓN

Versículo para memorizar:


Gálatas 5:22-23
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
1. El Espíritu Santo mora en ti
Cuando llegamos a conocer a Dios por medio del Señor Jesucristo hemos
nacido de nuevo, porque ahora el Espíritu Santo de Dios mora en nosotros.
1ª de Corintios 3:16 dice “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros?” Hemos sido sellados por el Espíritu
Santo con la promesa de vida eterna en Cristo Jesús. Efesios 1:13 dice “En
él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa”
2. La obra transformadora de Dios, la santificación
A partir de este momento, comienza la obra transformadora de Dios en
nuestras vidas, hasta el día en que el Señor nos lleve. Antes vivíamos según
nuestros propios deseos e íbamos en pos de ellos. Ahora que estamos
equipados con el Espíritu Santo, podemos hacer morir todo eso. El apóstol
Pablo escribe en Colosenses 3:5-10 “Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y
avaricia...ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de
vuestra boca. No mintáis… habiéndoos despojado del viejo hombre con
sus hechos, y revestido del nuevo...”. La santificación es el proceso mediante
el cual el cristiano se va despojando de lo que éramos, y vamos día a día
esforzándonos por ser cada vez más semejantes a Cristo. Filipenses 3:13-14
dice “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo
que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de
Dios en Cristo Jesús.”

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Jesús fue el único sin pecado (1ª Pedro 2:21-22); para todos los cristianos,
incluso para el apóstol Pablo, el proceso de santificación es un proceso
continuo hasta nuestra muerte. Día a día debemos extendernos hacia
adelante y proseguir a la meta de la santidad y vida eterna.
3. Un cristiano inevitablemente producirá el Fruto del Espíritu.
En la segunda lección quedó claro que la salvación no se pierde, sin embargo,
quizás te has preguntado… ¿Y cómo puedo estar seguro de que soy salvo? Es
aquí donde el fruto del Espíritu es vital para todo cristiano. Así como un
árbol va creciendo y comienza a dar frutos, un cristiano en la medida que va
madurando espiritualmente necesariamente va a producir el fruto del
espíritu. En mayor o menor medida, más visible o menos; pero
definitivamente ese fruto va a empezar a aparecer. Jesús declara en forma
muy tajante en Mateo 7:16a “Por sus frutos los conoceréis.” y luego en
Mateo 7:18-19 “No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo
dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en
el fuego.” Si el Espíritu Santo mora en ti, si realmente te has arrepentido para
con Dios y tienes fe en Nuestro Señor Jesucristo (Hechos 20:21), vas a
producir el fruto del Espíritu Santo. No somos salvos por la obras (Efesios 2:8-
9), pero al ser salvos nuestra vida transformada va a ser evidente. A esto se
refieren los versículos de Santiago 2:17-18 “Así también la fe, si no tiene
obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo
obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”
4. ¿Cómo reconocer el fruto del Espíritu en mí?
El Espíritu Santo:
• Produce en nosotros vida y paz (Romanos 8:6).
• Nos enseña y nos ayuda a recordar su palabra (Juan 14:26).
• Da testimonio de Cristo en nuestras vidas (Juan 15:26).

4.1. Amor
Del griego “Ágape” significa amor sobrenatural y sacrificial. Pero la
palabra utilizada en este verso nos habla de un amor a prueba de todo, un
amor que se entrega sin recibir nada a cambio, el amor que sólo proviene de
Dios. El amor de Dios debe crecer en nosotros cada día ya que es un
distintivo del discípulo de Jesús. El mismo Señor dijo en Juan 13:35 “En
esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos

21
con los otros.” Dios nos ama en forma absolutamente inmerecida. Romanos
5:8 dice “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.” Pablo en su primera epístola a la
Iglesia de Corinto habla sobre el amor “Ágape”. 1ª Corintios 13:4-7 dice “El
amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. “
4.2. Gozo
En el idioma hebreo es el vocablo “Shimkja” y en el griego “Jará” que denota
un estado que no está sujeta a lo externo, sino a lo interno. Existe una
diferencia sustancial entre el gozo y la felicidad, la felicidad está sujeta
a situaciones favorables en cambio el gozo no. Como cristianos debemos
estar siempre gozosos, no tan sólo en los momentos de éxito o quietud, sino
siempre y sobre todo en la aflicción. En el libro de Hechos 5:41 los apóstoles
Pedro y Juan estaban gozosos luego de haber sido encarcelados y azotados…
“Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos
por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.”
4.3. Paz
Proviene del hebreo “Shalom” y del griego “Eirene” que significa paz,
prosperidad y bienestar. En estos días es usual escuchar en las noticias
internacionales sobre la paz mundial. Sin embargo, la verdadera paz proviene
de Dios. La paz del mundo es totalmente distinta a la de Dios, el mismo Señor
lo dijo en Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” La paz de los
hombres es esporádica, frágil, en cambio la de Dios es sublime y eterna. El
rey David escribió “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú,
Jehová, me haces vivir confiado.” en Salmos 4:8. Los cristianos no estamos
exentos de dificultades y aflicción, pero la paz de Dios nos acompañará más
allá de las circunstancias. Así lo dice Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado
para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo.”
4.4. Paciencia
Proviene de la palabra griega “Makrothumia” compuesta por las raíces
“Makro” que significa “largo” y “Thumia” que significa “temperamento”. La
22
paciencia sólo la podemos perfeccionar en Dios. La sociedad actual es la
generación del “ahora” “enseguida”, el mundo no concibe la paciencia como
una virtud sino como una debilidad. Dios es un Dios paciente, lo podemos ver
a lo largo de toda la escritura (Salmos 86:15, Romanos 9:22, 2ª Pedro 3:9, 2ª
Pedro 3:15) y nos pide que nosotros ejercitemos la paciencia con el prójimo.
Efesios 4:2 dice “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con
paciencia los unos a los otros en amor,”
4.5. Benignidad y bondad
Estas partes del fruto son complementarias la benignidad es el estado, el
comportamiento, el envoltorio y la bondad es llevar a la acción ese estado.
Estas palabras provienen de los vocablos griegos “Jrestemai” y
“Jrestótes” respectivamente que implican amabilidad, cortesía, gentileza.
Son parte de los atributos de Dios como dice Salmos 86:5 “Porque tú,
Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos
los que te invocan.” Dios nos perfecciona para que desarrollemos esa parte
del fruto y así entregar esa bondad y benignidad a los otros. Efesios 4:30-32
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para
el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira,
gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo.”
4.6. Fe
Proviene del griego “Pistis” y significa creer confiadamente, estar persuadido
firmemente de una verdad. Tener fe no es tan sólo creer, ya que cualquier
persona puede creer que puede volar (sin ningún medio de ayuda), pero eso
no es fe ya que no es verdad. La fe se cimienta en la verdad. Todo el capítulo
de Hebreos 11 habla sobre la fe. La definición de fe más precisa está en
Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de
lo que no se ve. “ La fe es inmensamente poderosa. En Mateo 17:20 Jesús
dijo “...Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se
pasará; y nada os será imposible.” Dios no nos pide fe ciega, Romanos 1:20a
dice “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo...” Si te falta fe, podemos
pedírsela libremente al Señor. Lucas 17:5 dice “Dijeron los apóstoles al
Señor: Auméntanos la fe.” La fe necesariamente nos lleva al actuar por
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medio del desarrollo del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) y por medio de
buenas obras para la gloria de Dios (Santiago 2:17).
4.7. Mansedumbre
Del griego “Praotes” significa una persona, humilde, moldeable, sumiso,
humilde a Dios y de condición benigna. Esto es completamente distinto a la
soberbia natural en el ser humano (1ªPedro 5: 5–7), de la cual debemos
despojarnos. Como cristianos debemos buscar la mansedumbre y la
humildad revistiéndonos de ella ya que esto agrada a Dios (Sofonías 2:3, 1ª
Timoteo 6:11, Colosenses 3:12). Todas aquellas personas que tuvieron un
encuentro íntimo con Dios eran personas mansas. A Moisés la Biblia lo
describe como el hombre más “manso” que pisaba la tierra (Números 12:3).
La mansedumbre nos ayuda a convivir mejor los unos con los otros (Efesios
4:2, Tito 3:2). El Señor Jesucristo es el ejemplo de mansedumbre más grande
que pueda existir y nos llama a imitarlo. Mateo 11:29 dice “Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas”.
4.8. Templanza
Del griego “Eukrateia” que significa dominio propio, poder bajo control. La
templanza modera y canaliza los apetitos naturales del cristiano
produciendo sobriedad, prudencia y moderación. Cuando recibimos la
salvación, ya no somos esclavos del pecado y gracias a Jesucristo podemos
desarrollar el dominio propio. Los apóstoles en muchas cartas nos hacen un
llamado a la sobriedad (1ª Tesalonicenses 5:6, 2ª Timoteo 1:7; 2ª Timoteo
4:5, 1ª Pedro 1:13) para estar alertas a los tiempos en que estamos viviendo.
Debemos pedirle a Dios que incline nuestro corazón a la prudencia
(Proverbios 2:2).
5. El carácter de Dios en nosotros
Dios quiere esculpir Su carácter en nosotros. El fruto del Espíritu no es otra
cosa que el carácter de Jesucristo en nosotros (Efesios 4:13). El fruto del
Espíritu es uno, es un todo, por tanto cada parte del fruto crece
simultáneamente. No puedo tener benignidad si no hay paciencia, no puedo
tener gozo sin paz, no puede haber mansedumbre sin amor. Acerquémonos a
Dios, pidámosle que haga crecer su fruto en nosotros. Sólo así podemos
medir nuestro crecimiento y madurez espiritual.

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 5
LA IGLESIA, TU NUEVA FAMILIA

Versículo para memorizar:


Hebreos 10: 24-25
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas
obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Para poder continuar creciendo en tu nueva vida espiritual, además de leer
tu Biblia y comunicarte con Dios, deberás practicar la comunión cristiana.
1. ¡Un bebé ha nacido… Bienvenido a la familia!
Nuestra vida espiritual, así como nuestra vida física, comienza con un
nacimiento y continúa con un proceso de crecimiento y desarrollo. La divina
voluntad es que cada criatura nazca en el seno de una familia responsable,
donde pueda recibir el amor, la protección, el alimento y la instrucción que
necesita para su buen desarrollo. En forma semejante, el Señor cuida a sus
hijos espirituales, por lo que ha provisto de una familia espiritual para
nosotros. Cuando tú y yo nacimos de nuevo, ingresamos a la familia de Dios
(Efesios 2:19). Él es ahora nuestro Padre (2ª Corintios 6:18); Cristo Jesús es
nuestro hermano mayor (Romanos 8:29); y todo verdadero creyente es
nuestro hermano (Mateo 23:8).
En el sentido más amplio, la familia de Dios abarca a todos los
creyentes del mundo. A donde quiera que vayamos, cuando nos
encontremos con un creyente, hay un lazo que nos une. Este lazo es el amor
fraternal cristiano y es evidencia de un mismo Espíritu. Ahora, en lo que
respecta a tu crecimiento espiritual, esta familia tiene una manifestación
cercana al lugar donde tú vives: tu Iglesia local.
2. Las bendiciones de Dios

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Cada cristiano debe ser parte de un cuerpo, pertenecer a una familia.
Al congregarte con tus hermanos para adorar a Dios, dos cosas ocurrirán:
recibirás bendiciones y serás portador de bendiciones para otros.
El libro de los Hechos 2:42 dice “Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones.” Somos llamados a reunirnos como nuestros hermanos en
Cristo, tener comunión (“koinonia” en griego) y así perseverar en la
doctrina. Seremos bendecidos al congregarnos y tener esa comunión con
nuestra familia espiritual. Esta bendición podrás recibirla de distintas
maneras. Puedes ser animado, ayudado o corregido por medio de:
• Un texto bíblico leído o estudiado
• Una alabanza
• El testimonio de algún hermano(a)
• Alguna oración congregacional, etc.

Las bendiciones de Dios, sin embargo, no son fines en sí mismas. Somos


bendecidos para que seamos de bendición a quienes nos rodean.
Efesios 2:10 enseña que fuimos “...creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas”. Las buenas obras que hagamos de ahora en adelante, no son mérito
nuestro, sino que fueron preparadas por Dios. Nuestro deber es andar en
ellas y hacerlas para cumplir Su voluntad.
3. Los dones espirituales ¿Cómo puedo ayudar?
Cuando el Señor te salvó, te concedió a lo menos, un don espiritual y este
don te hace apto para algún servicio o ministerio. 1ª Pedro 4:10 dice: “Cada
uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios.” La palabra traducida
como “don”, es la palabra charisma en griego. Significa una gracia,
un favor o un regalo de Dios, absolutamente inmerecido; en este caso,
para bendecir a quienes nos rodean.
4. La Iglesia
Refiriéndose a la actuación de los miembros en la Iglesia, Pablo recomendó a
los hermanos de la Iglesia en Corinto: “Hágase todo decentemente y con
orden” (1 Corintios 14:40). En cuanto a la organización, para que la Iglesia
como “cuerpo de Cristo” pueda cumplir con sus propósitos, la Biblia dice en

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Efesios 4:11–12 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo”.

4.1 Apóstoles. Estos apóstoles incluían a los doce originales Mat.10:1-4


(suprimiendo a Judas y añadiendo a Matías después de la traición de Judas) y
a Pablo. Los apóstoles de Cristo fueron llamados por Él, además testigos de
sus palabras, de sus hechos, y en especial de su resurrección.
En Hechos 1:12-26 se describe como los 11 apóstoles “echaron suertes” y la
“suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”. Es Jesús
quien en Hechos 9:1-19 llama a Saulo de Tarso (el apóstol Pablo) a ser
apóstol porque va a ser un “instrumento escogido” para predicar a los
gentiles (Ahora hablamos de los doce mas Pablo). Es por esto que los
llamados y muchas veces hasta auto-proclamados “apóstoles” modernos son
una completa herejía.
4.2 Profetas. Esta palabra se puede aplicar a aquellas personas que a)
hablaban de parte de Dios, o bien b) aquellas personas que hablan y
enseñan la palabra y doctrina de Dios. Al igual que los apóstoles, debemos
tener mucho cuidado con aquellos que dicen ser “profetas” del primer tipo o
que “tienen una palabra de Dios” para alguien. 1ª Juan 4:1 dice “Amados,
no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque
muchos falsos profetas han salido por el mundo.” Lo anterior no invalida ni
anula el hecho que hoy y siempre Dios hace todo tipo de milagros como
respuesta a la oración del hijo de Dios o la congregación (Santiago 5:14-
15).
4.3 Evangelistas. Se refiere a los predicadores del evangelio.
Aunque todo cristiano es llamado a ser un evangelista en su entorno
particular, existe el don de evangelista (Por ejemplo: Hechos 21:8 y 2ª
Timoteo 4:5) que Dios da a algunos hermanos para hacer avanzar el reino de
Dios.
4.4 Pastores. El pastor recibe otros nombres tales como “anciano” u “obispo”
(Hechos 20:17-28 y 1ª Pedro 5:1–3). Sus requisitos se encuentran en 1ª
Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9. En una Iglesia suele haber más de un
pastor/anciano/obispo (Hechos 14:23; Tito 1:5), pero uno es el principal. El
28
cuerpo de ancianos incluye al pastor principal de la Iglesia y constituye la
principal autoridad espiritual para desarrollar una sana doctrina Bíblica. Tal
como lo indican los primeros versículos de 1ª Pedro 5, deben apacentar
(alimentar) la grey (rebaño) de Dios, cuidar de ella, no como teniendo señorío
sobre ellos, sino siendo ejemplos de la grey.
4.5 Maestros. En la Iglesia se aplica a aquellos hermanos y hermanas que,
además del cuerpo de ancianos, enseñan en los diferentes ministerios de la
Iglesia.
4.6 Servidores. Los servidores, también llamados diáconos (1ª Timoteo 3:8-
13) o diaconisas (Romanos 16:1-2) son una parte importante de la
congregación, y su función principal es la de ser ayuda confiable para el
cuerpo de ancianos de la Iglesia así como para la Iglesia en general. El libro de
Hechos 6:1-6 relata el comienzo de los servidores en la Iglesia.
5. La cena del Señor (Santa cena)
Es una ordenanza para la Iglesia instituida por Jesús en “la noche que
fue entregado” (1ª Corintios 11:23-26). Los cuatro evangelios relatan la
santa cena o cena del Señor (Mateo 26:17-29; Marcos 14:12-25; Lucas 22: 7-
23 y Juan 13:21-30). Jesús dijo: “esto es mi cuerpo” y “esto es mi sangre”
cuando estaba sentado con sus discípulos, antes de ser crucificado. Pero eso
habló de manera simbólica y no literal.
Debemos interpretar esto en la misma forma que interpretamos otras
expresiones simbólicas de Jesús, tales como “Yo soy el pan de vida” (Juan
6:35), “Yo soy la vid verdadera” (Juan 15:1) y “Yo soy la puerta” (Juan 10:9)
entre otras. Lo que Jesús dice, es que el pan y el vino representaban,
simbólicamente, su cuerpo y su sangre para el perdón de los pecados. Es
importante que entiendas que la cena del Señor no es la eucaristía de la
misa, palabra que significa sacrificio. Según la doctrina del catolicismo
romano, el sacerdote vuelve a sacrificar Cristo durante la eucaristía, donde el
pan y el vino son literalmente la carne y sangre de Cristo. Eso significaría que
Cristo es sacrificado cada vez que se realiza la misa. Hebreos 9:23-28 deja
totalmente claro que ya no necesitamos que un sacerdote haga un sacrificio
cada vez que pecamos, sino que “Cristo fue ofrecido una sola vez para
llevar los pecados de muchos”.
Jesús ordenó en Lucas 22:19b y 1ª Corintios 11:24 “haced esto en memoria
de mí.” respecto a la partición del pan y en 1ª Corintios 11:24 “haced esto

29
todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.”, respecto a beber el
vino de la cena del Señor. Es importante que comamos y bebamos la
cena del Señor dignamente: 1) recordando el sacrificio que hizo Jesús por
nuestra salvación, 2) recordando lo que representa el pan y el vino y, 3)
esperando al resto de la Iglesia para consumirlo todos simultáneamente. En
1ª Corintios 11:27-34, el apóstol Pablo increpa a la Iglesia de Corinto por no
cumplir éstos tres requisitos.

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6. El bautismo
Jesucristo nos dio ejemplo haciéndose bautizar por Juan el Bautista, sin tener
Él ninguna necesidad de hacerlo. El bautismo es un símbolo de nuestro
nacimiento espiritual (Juan 3:3-6) al oír, entender y aceptar el evangelio de
Cristo. En Hechos 2:41 se relata cómo durante el primer discurso del apóstol
Pedro “los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron
aquel día como tres mil personas. “ La expresión “recibieron su palabra” da
la idea de oír el mensaje, entenderlo y estar de acuerdo con él. Esto nos
indica que es requisito para ser bautizado el haber oído, entendido y
aceptado el mensaje del evangelio.
Lo anterior, demuestra el error de la doctrina de bautizar a los bebés y a los
niños pequeños. El bautismo es el primer acto de obediencia del nuevo
creyente, el cual debe ser por inmersión total en el agua, salvo excepciones
justificadas (baptitzo en griego significa inmersión). Es un símbolo de nuestra
muerte carnal y nuestro nacimiento espiritual, como cuando el apóstol Pablo
dice en Colosenses 2:12 que somos “sepultados con él (con Cristo) en el
bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él”.
7. No dejes de congregarte
En base a todo lo expuesto anteriormente, y lo que enseña Hebreos 10:25
(“...no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre...”),
es de suma importancia que seas fiel en la comunión fraternal cristiana.
Asiste con regularidad a las actividades que tu Iglesia, cultivando el
compañerismo junto a tus hermanos en la fe. Romanos 12:9-16.
8. La oración congregacional
También es importante que consideres el reunirte a orar con tu familia
espiritual, por los asuntos corporativos de la Iglesia tales como la dirección,
planes, proyectos de la Iglesia, así como también por cada uno de los
ministerios de la Iglesia y la Iglesia perseguida entre otros temas (Hechos
2:42, Hechos 12:5).
Una vez más, te damos la bienvenida a tu nueva familia espiritual y te
invitamos a participar de ella activamente con sumo gozo y alegría.

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 6

LA MAYORDOMÍA

1Cr 29:10-14 “Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová


delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová,
Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. Tuya es, oh
Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque
todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh
Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria
proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder,
y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios
nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. Porque ¿quién soy
yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas
semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos .”
Versículo para memorizar:
1Cr 29:14  “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos
ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo
recibido de tu mano te damos.”

1. Dios es dueño absoluto de todo


Deuteronomio 10:14 “He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos
de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.”
Dios es el creador y dueño de todo cuanto existe. Leamos en Salmos 50:10-
12 dice: “Porque mía es toda bestia del bosque y los millares de animales en
los collados. Conozco a todas las aves de los montes y todo lo que se mueve
en los campos me pertenece. … mío es el mundo y su plenitud”.

2. Somos administradores de Dios


Este es el segundo concepto que debemos acuñar en nuestro corazón:
el ser humano, es decir, tú y yo, somos mayordomos de Dios. Mayordomo es
la persona que ejerce administración sobre los bienes que un dueño le
confía. Nacemos para administrar lo que es de Dios. La orden que leemos en
33
varios versículos del libro de Génesis es “señoread la tierra”. Es decir,
ejercer la mayordomía sobre todo lo creado por Dios en la tierra. David
expresa esta condición en el Salmo 8: 3 - 4, 6 “Cuando veo tus cielos, obra
de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿qué es el
hombre, para que tengas de él memoria, y el Hijo del hombre, para que lo
visites?”, “Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste
debajo de sus pies”.
3. Ser administradores de nuestro propio cuerpo
Debemos cuidar nuestros propios cuerpos, porque de hecho ya no es
nuestro. 1ª Corintios 6:19–20 “No sois vuestros, habéis sido comprados por
precio”. Nuestro cuerpo ahora es templo del Espíritu Santo y debemos
cuidarlo, mantenerlo saludable y limpio, darle comida sana y descanso,
tratarlo bien y vestirlo con sencillez. No debemos descuidar ni tampoco
afanarnos en lo que respecto al cuidado del cuerpo. Aunque nuestro
cuerpo se va desgastando físicamente con el tiempo, nuestro espíritu se
renueva día a día (2ª Corintios 4: 16).
4. Ser administradores de nuestro tiempo
Como dice Eclesiastés 3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere
debajo del cielo tiene su hora.” Debemos administrar correctamente el
tiempo que Dios nos da. Efesios 5:15-16 dice “Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.” Te animamos a autoevaluarte en lo que
respecta a tu actual administración del tiempo.
5. La administración de los bienes materiales para el cristiano
a. El dar es un principio bíblico
El dar no es una opción para un Cristiano, sino un principio bíblico que
Jesús nos dejó y se acompaña de una bendición. Lucas 6:38 dice “Dad, y se
os dará...”
b. El dar es un privilegio y parte de nuestra adoración
El apóstol Pablo coloca a los hermanos de Macedonia como un ejemplo en
2ª Corintios 8:1-4. Dice que ellos han pedido “que les concediésemos el
privilegio de participar en este servicio para los santos.”

34
Es parte de nuestra adoración a Dios:
El pueblo de Israel 1°Crónicas 16:29
Los hermanos de la iglesia primitiva Fil. 4:18

Tú responsabilidad de dar en nuestra iglesia


La Biblia da a la Iglesia una serie de principios sobre cómo debemos dar
obedeciendo Su mandato:
1. Con generosidad: Según nos indica 2° Corintios 9:6
2. Con gratitud de corazón: En 2° Corintios 9:7-8
3. Con orden y regularidad: Se debe planificar el dar, uno debe estar
preparado. Uno no debe dar lo que tenga a mano, lo que le sobra o
cuando se acordó a última hora que debía dar. Uno debe planificar
y apartar lo que va a dar 1ª Corintios 16:1-2.
4. La bendición de Dios a la obediencia de sus hijos
a. 2°Corintios 9:8
b. Malaquías 3:10
c. Malaquías 3:11
5. El compromiso personal con tu iglesia: Según los pasajes leídos
anteriormente podemos resumir que el hijo de Dios con respecto a
su compromiso de dar debe ser: Fiel, generoso y ordenado

Resumen:
La actitud correcta es dar a la obra de Dios como un privilegio, y hacerlo con
gozo. Tú eres parte de este cuerpo y es el lugar donde eres alimentado y
guiado, como consecuencia debes participar de la bendición de sostenerlo.
Un cristiano debe dar, según como haya prosperado, como propuso en su
corazón, alegre y agradecido; ya que el dar es una bendición para nuestras
vidas y una forma de adoración.

35
Lo que dice los estatutos de nuestra iglesia respecto al dar:
La ICLS reconoce que todo recurso material fruto de un trabajo honesto, es
provisión de Dios para el sustento de sus hijos (Santiago 1:17) y es un
privilegio dado a su pueblo el participar del sostenimiento, desarrollo y
crecimiento de la iglesia, con el propósito de alcanzar a más personas a
través de la predicación del evangelio.
La ICLS no impone u obliga monto alguno a sus miembros; respetando el
concepto de diezmo en quienes poseen esta convicción como forma de
compromiso voluntario; y el privilegio de dar como concepto de ofrenda
expresada adicionalmente como compromiso formal. Ambos conceptos que
nacen de un corazón agradecido, alegre y generoso.
Su entrega debe ser planificada y de manera regular (1 Corintios 16:2) y
“cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”
Los recursos recibidos por la Iglesia, serán utilizados de acuerdo a los
parámetros prescritos en las Sagradas Escrituras y especialmente, para el
sostenimiento de la obra de Dios, gastos administrativos de la Iglesia,
remuneración de los trabajadores y ayudas a miembros necesitados, entre
otros.

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 7
LA TENTACIÓN Y EL PECADO

Versículo para memorizar:


1ª Corintios 10: 12-14
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido
ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con
la tentación la salida, para que podáis soportar. Por tanto, amados míos,
huid de la idolatría.”
1. Dificultades en tu santificación
Como has podido ver en los capítulos anteriores lo primero que un cristiano
nota en su nueva vida, es el deseo por hacer las cosas bien e iniciar el
proceso de santificación. Sin embargo, al poco andar, te encontrarás con
dificultades para poder vivir según la voluntad de Dios. Estas dificultades son
parte del proceso de la santificación y son absolutamente posibles de superar
ya que para eso vive Cristo en ti. Él tiene el poder y el deseo de transformar
tu carácter y conducta. Si diariamente te entregas a Jesús, y dependes de Él
para tomar decisiones, para aceptar y obedecer su voluntad, entonces Cristo
y su vida gloriosa se manifestarán en ti. Esto es lo que aprendimos en nuestro
estudio de Gálatas 2:20. ¿Te acuerdas?
2. La prueba, la tentación y el pecado
La Biblia está llena de versículos que nos llaman a soportar la tentación.
Santiago 1:12 dice que es bienaventurado quien “soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que
Dios ha prometido a los que le aman.” En los versículos 14-15 dice que
“cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz
el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. ” Por otro
lado 1ª Tesalonicenses 2:4b dice “…sino a Dios, que prueba nuestros
corazones.”

38
En resumen: Dios no tienta a nadie, sino que prueba nuestros corazones.
Durante la prueba, somos tentados por nuestras propias concupiscencias lo
que nos puede llevar a pecar (Santiago 1:14), o a un crecimiento espiritual
(Job).

Posibles consecuencias de la tentación según


Santiago 1:12-15.

Es importante que entiendas que el ser tentado no es pecado. De hecho,


Hebreos 4:15b dice que Jesús “fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.” Siempre debemos recordar que Dios no
permitirá una tentación que no podamos resistir y que siempre proveerá
una salida (1ª Corintios 10:13). A nosotros, los hijos de Dios, nos
corresponde elegir bien y aprovechar la salida provista por Dios.
3. Todo cristiano verdadero ha pecado, peca y pecará
¡El cristiano que dice que no peca es un mentiroso! Así lo dice 1ª Juan 1:10
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra
no está en nosotros.” Hasta el apóstol Pablo se lamentó en Romanos 7:24 al
decir “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”.
Todo pecado de todo cristiano fue pagado en la cruz, ya sean pecados
pasados, presentes o futuros. Esto nos llama a ser aún más humildes porque
nos recuerda cuán inmerecida es nuestra salvación (Romanos 3:24).

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4. Todo cristiano verdadero no practica el pecado
Esto queda absolutamente claro en 1ª de Juan 3:8-9, que dice “El que
practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.
Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo
aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de
Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.”
Cuando el cristiano verdadero peca, le duele, se arrepiente de corazón, usa
su mente para analizar las condiciones que lo llevaron a pecar (lugar, hora,
compañía de personas, etc.) y actúa evitando que esas condiciones se repitan
para no pecar más. El religioso que practica el pecado, se prepara para pecar.
Sabe que va a pecar. Peca y luego hace una oración superficial, pero sigue
pecando y no hace nada para evitarlo. Quién hace esto, no perdió la
salvación, porque la salvación no se pierde (Lección Nº2), sino que nunca fue
cristiano. 1ª Juan 2:19 dice “Salieron de nosotros, pero no eran de
nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros.”
5. Identificando el Campo de Batalla
Desgraciadamente hay mucha gente en el ámbito cristiano que culpan de
manera exclusiva al diablo por sus pecados. Para poder superar las diferentes
dificultades en nuestro madurar cristiano, es imprescindible detectar
correctamente las verdaderas fuentes de tentación y pecado. Hay tres
fuentes: la carne, el mundo y el diablo; a continuación veremos cada
una de ellas en detalle:
5.1 La carne: El enemigo interior
Somos llamados a evitar y huir de las cosas carnales y buscar “la justicia, la
piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre” (1ª Timoteo 6: 11).
Estamos en una permanente lucha entre nuestra naturaleza carnal y nuestra
nueva criatura espiritual. El apóstol Pablo le llama la atención a la
Iglesia de Corinto en 1ª Corintios 3:3, donde dice “porque aún sois
carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no
sois carnales, y andáis como hombres? ” El versículo de Gálatas 5:16 dice
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”
Romanos 8:9 dice “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el

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Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene
el Espíritu de Cristo, no es de él.”
5.2 El mundo: El enemigo exterior
Cuando hablamos de la palabra “mundo” nos referimos a la palabra griega
“Aión”, que significa época, período de tiempo caracterizado por
una forma de pensamiento. Jesús no nos sacó del mundo (Juan 17:15-
16), no nos llamó a aislarnos, sino a vivir en el mundo, pero también dice
que “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. No debemos
ser parte del sistema de pensamiento del mundo, no debemos amar al
mundo. 1ª Juan 2: 15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” Todo lo
contrario, somos llamados a vivir de manera “sobria, justa y piadosamente”
(Tito 2:12). Solo así podemos ser sal y luz como Jesús dice en Mateo 5:13-16.
5.3 Nuestro adversario el diablo
Desde Génesis hasta Apocalipsis se nos habla sobre el diablo, el
opositor, el enemigo de Dios y su creación. Independientemente de tu
manera de pensar antes de ser cristiano, la Biblia claramente declara la
existencia del diablo y el ignorar su existencia es un gran riesgo. 1ª Pedro 5:8
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” Somos llamados a
no ignorar “sus maquinaciones.” (2ª Corintios 2:11) y a no darle “lugar al
diablo” (Efesios 4: 27).
5.3.1 Dios creó a Lucifer, no al diablo
Dios creó a Lucero, que significa portador de luz (Isaías 14:12). Era un ángel
de Dios, integrante de la clase de los querubines, santo, sabio, hermoso, fue
líder entre ellos llamado guardián y “querubín grande, protector” (Ezequiel
28:12-15). Pero ante su posición y belleza se volvió arrogante y deseó
sentarse en un trono y ser semejante a Dios. La caída de Satanás de su
posición angelical (Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:17), ocurrió a causa de su
orgullo, arrogancia y su deseo de ser como Dios. A causa de su rebelión
Satanás fue arrojado del cielo por Dios “... yo te eché del monte de Dios... yo
te arrojaré por tierra” (Ezequiel 28:16-17) y lo destinó al lago de fuego
(Apocalipsis 20:10 / Isaías 14:15).

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5.3.2 Afectó a otros ángeles de Dios
Cuando Satanás cayó del cielo no cayó solo. Llevó consigo un tercio de los
ángeles del cielo (Apocalipsis 12:4,9) que participaron en su rebelión contra
Dios (Judas 1:5-6). Este grupo de ángeles es parte ahora de una fuerza del
mal, los demonios quienes también están destinados al lago de fuego (Mateo
25:41). La batalla aún está en progreso sobre la tierra donde Satanás está
contra el mundo entero. 1ª Juan 5:19 dice “Sabemos que somos de Dios, y el
mundo entero está bajo el maligno.” La buena noticia es que él ya es un
enemigo derrotado, Jesús venció el poder de Satanás mediante Su muerte y
resurrección. Juan 16:33b dice “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad,
yo he vencido al mundo.”
6. La armadura de Dios
Lea Efesios 6:10-18 con mucho cuidado y detención. Es un texto que da un
listado de herramientas que Dios nos ha dado para enfrentar la tentación y
así evitar el pecado.
6.1 El cinturón - La verdad (Versículo 14a)
Todo cristiano que desea ganar la batalla contra el enemigo debe de
comenzar con la verdad. En Proverbios 23:23 dice "compra la verdad y no la
vendas".
6.2 La coraza - La justicia (Versículo 14b)
Uno de los requerimientos más importantes para el creyente es la justicia,
santidad y rectitud. Mateo 6:33 dice “Buscad primeramente el reino de Dios y
su Justicia”.
6.3. El calzado - El apresto del evangelio de la paz (Versículo 15)
El cristiano está mandado a “estar firme” espiritualmente, a que su calzado le
evite resbalar y caer. Nuestro cimiento es el evangelio de Jesucristo que trae
paz a la vida de todo cristiano.
6.4. El escudo - La fe (Versículo 16)
La fe es un arma de defensa y protección para el creyente. Es parte del fruto
del Espíritu (Gálatas 5:22-23). “Sin fe es imposible agradar a Dios” dice
Hebreos 11:6.

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6.5 El yelmo - La salvación (Versículo 17a)
La fe nos llevó a la salvación. Como dice Romanos 5:1a, "justificados pues
por la fe…" No permitan que el diablo ponga dudas en su cabeza acerca de su
salvación (Lección Nº 2).

6.6 La espada - La Palabra de Dios (Versículo 17b)


La espada es un arma importante para el cristiano, aquella que nos permite
nuestra mayor defensa y debemos saber usarla, La Biblia. 1ª Pedro 3:15b
dice “estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre
y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que
hay en vosotros”. Es imprescindible que el cristiano conozca la palabra de
Dios para que pueda resistir al enemigo. Además de todo lo mencionado
anteriormente, es sumamente importante todo lo que aparece en la “Lección
Nº 3: Tu comunicación personal con Dios”.

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NOTAS

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LECCIÓN Nº 8
INFLUYENDO EN TU ENTORNO
EL PODER DE TU TESTIMONIO

Versículos para memorizar


1ª Corintios 10:31-32
“Sí, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios.”
2ª Timoteo 1:7-8
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y
de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de
nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el
evangelio según el poder de Dios”
Ser testigo no es algo opcional para el cristiano. Hay dos formas por las
cuales testificamos acerca de Dios: el testimonio de tu vida, y el
testimonio de tus palabras. Según 1ª Corintios 10:31-32, damos
buen testimonio cuando nuestra vida realmente se ajusta al modelo de
Jesús.
Debemos abstenernos de todo lo que pudiera dar pretexto para que un
inconverso se niegue a creer en el evangelio, o para que un creyente se
desvíe de los caminos del Señor. Debemos procurar que todo lo que
hagamos glorifique a Dios. La palabra “santo” (“hagíos” en griego y
“qadoš” en hebreo), significa apartado, diferente. Debemos ser diferentes al
sistema de pensamiento del mundo, de tal manera que un inconverso se
sienta atraído a ser también un hijo de Dios.
1. Todo para la gloria de Dios
Las Escrituras subrayan la importancia de ser buenos testigos de Jesús en
todo momento. A eso se refiere Jesús cuando dice que somos “la sal”
(Mateo 5:13) “la luz del mundo” (Mateo 5:14-16). Todo nuestro testimonio
siempre debe ser para la gloria de Dios. Mateo 5:16 dice “Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

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2. El testimonio puede llevar a la evangelización
Es común que cuando un cristiano recién convertido deja ciertos malos
hábitos básicos, como dejar de decir garabatos, aquellos más cercanos se
extrañan y hasta preguntan por el cambio. Si además de eso permite que el
Espíritu Santo comience a producir su Fruto, definitivamente la gente de su
entorno se extrañará. Cuando fueron interrogados los apóstoles; los
gobernantes, los ancianos, los escribas y fariseos reconocieron que habían
estado con Jesús por su manera de hablar. Hechos 4:13 dice “Entonces
viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin
letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con
Jesús.”
En 1ª Pedro 3:1–2, el apóstol habla a mujeres cristianas cuyos maridos no
eran creyentes. “Estad sujetas a vuestros maridos”, les dijo, “para que
también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la
conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y
respetuosa.” Aprendemos aquí que la conducta diaria del creyente puede
ser el factor decisivo en la evangelización.
A veces las personas que no van a querer escuchar la palabra de Dios, sin
embargo por medio de un buen testimonio cristiano, hay ocasiones donde el
mensaje del evangelio es bien recibido.
3. Cuidado con la hipocresía
El testimonio que entrego con mi forma de vivir, debe coincidir con el
testimonio de mis palabras. De lo contrario me transformaría en un
hipócrita, es decir, me pongo una máscara de una persona y detrás de la
máscara soy otra. Jesús se dedica durante todo el capítulo 23 de Mateo a
confrontar a los escribas y fariseos por ser hipócritas. Ellos decían una cosa y
hacían otra. Nosotros debemos ser consecuentes entre lo que decimos y lo
que hacemos.
4. Una comunión permanente con Dios
La única forma de fortalecer en nosotros un buen testimonio, es mantener
nuestra comunión con Dios de manera permanente (Lección N° 3). El estar
apartados de Dios nos debilita enormemente. Un ejemplo de esto, lo vemos
en la vida de David. Al descuidar su obligación de salir al frente de los

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ejércitos del Señor, y dejarse llevar por el ocio, David se expuso a la
tentación y cayó en el doble pecado (adulterio y homicidio) (2ª Samuel
11). Cuando finalmente se arrepintió, Dios tuvo misericordia de él y le
perdonó (2ª Samuel 12). Pero una secuela de desgracias le sobrevino como
consecuencia inevitable de sus pecados. El profeta Natán tuvo la misión de
exhortarlo: “Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con
este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha
nacido ciertamente morirá” (2ª Samuel 12:13-14).
5. ¿Cómo puedo avanzar en el testimonio en mi vida?
La respuesta a estas y otras inquietudes similares, es la misma: es necesario
que permitas a Cristo moldearte: tu carácter, tu forma de pensar; esto hará
que cambie tu forma de vivir y así Él se mostrará a través de ti; de esa forma
brilla en nosotros su luz. Efesios 4:30 dice “Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” La palabra
“contristéis” viene del griego “Lupeo”, y quiere decir afligir, entristecer,
angustiar. ¿Cuándo entristecemos al Espíritu Santo? Cuando de nuestra boca
salen palabras corrompidas, amarguras, enojos, iras, griteríos y
maledicencias (Efesios 4:29,31). Nuestro deber es facilitar que el Espíritu
Santo haga su obra y alegrarlo, siendo benignos, misericordiosos y
perdonando al prójimo, así como nosotros somos perdonados (Efesios 4:32).
El hecho de que Cristo mismo vive en ti, por medio de su Espíritu, se
manifiesta a través de una vida transformada, en la que se comienzan a ver
frutos espirituales. El propósito de Dios es usarte como instrumento ante el
mundo, y así mostrar la gracia y el amor de Jesucristo hacia ellos.
6. Debemos auto-examinarnos
El apóstol Pablo, en Gálatas 5:22-23 nos enseña cual es el fruto del Espíritu:
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza (Recuerde la Lección Nº 4, El Espíritu Santo y la Santificación).
Todas estas virtudes no son otra cosa que una descripción del carácter de
Jesucristo. Al estar llenos del Espíritu de Dios, Él produce en nosotros su
fruto, lo que nos permite liberarnos del dominio de nuestra naturaleza
carnal. Los versículos de 1ª Juan 2:3-6, nos llaman a auto- examinar nuestra
conducta cuando dice “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si
guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que

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guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha
perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Examínate constantemente respecto al fruto del espíritu en tu vida. ¿Cómo
está mi paciencia? ¿Cómo está mi dominio propio? Quizás al principio del
día, quizás al final. Con el tiempo verás la fuerte conexión entre tu
comunicación personal con Dios (Lección Nº 3), tu desarrollo personal del
fruto del Espíritu (Lección Nº 4) y tu testimonio como cristiano.
7. Predicar el evangelio a todas las naciones
Al final del libro de Mateo, específicamente en Mateo 28:19-20 dice “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Somos ordenados
por Jesucristo en persona a predicar el evangelio (la buena noticia), de que
el Reino de los Cielos se ha acercado (Mateo 3:2; Mateo 4:17).
De que por fin el pecado del mundo ha sido quitado (Juan 1:29) por medio
del sacrificio de Dios encarnado en la persona de Jesús. Dios ha condenado a
toda persona que ha pecado (Romanos 3:23) al castigo eterno (Mateo
25:46; Marcos 3:29; Hebreos 6:2; 2ª Tes. 1:9), pero no hay condenación
para el que está en Jesús (Romanos 8:1). En Marcos 5:19, Jesús le dice a un
hombre de quien había sacado muchos demonios “Vete a tu casa, a los
tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo
ha tenido misericordia de ti”. Y al apóstol Pablo, cuando luchaba para
introducir el evangelio en la ciudad pagana de Corinto, el mismo Señor Jesús
se le apareció en visión de noche y le dijo: “No temas, sino habla, y no
calles” (Hechos 18:9). En la ciudad de Cesarea, el capitán romano Cornelio
buscaba el camino de Dios. Un día, mientras oraba, un ángel entró donde
estaba y le dio instrucciones de mandar traer al apóstol Pedro. ¿Para qué
tenía que traer a Pedro? He aquí la respuesta: “Él te hablará palabras por
las cuales serás salvo tú, y toda tu casa” (Hechos 11:14). Esto quiere decir
que el mensaje de salvación debe ser comunicado por medio de palabras
humanas. Tú y yo, pues, tenemos la solemne obligación y privilegio de
hablar de nuestro Salvador.

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8. Superar los temores de dar testimonio
A veces podemos sentir vergüenza y temor de predicar el evangelio, pero
Dios está contigo siempre, y Él es más fuerte que cualquier dificultad. 2ª
Timoteo 1:7-8a dice “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de
dar testimonio de nuestro Señor.”
Es importante que entiendas que no son “nuestras palabras” las que salvan a
las personas, sino las palabra de Dios por medio de la Biblia (Hebreos 4:12-
13). Si estás recién comenzando y alguien te pregunta por tu fe, no dudes en
dar testimonio de Jesús. Si te preguntan algo que no sabes, tienes a toda tu
familia espiritual, tu Iglesia local y la Palabra de Dios para ayudarte a salir
adelante.

¡¡¡ Que el Señor te bendiga!!!

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NOTAS

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LOS LIBROS DE LA BIBLIA

ANTIGUO TESTAMENTO
El Pentateuco (Los 5 primeros libros de la Ley de Dios):
1. Génesis: Los comienzos.
2. Éxodo: Liberación de Egipto.
3. Levítico: Reglas para los levitas, los sacerdotes y la nación de Israel.
4. Números: El censo y el período en el desierto.
5. Deuteronomio: La repetición de la ley.

Los Libros Históricos:


6. Josué: La entrada a la tierra prometida de Israel.
7. Jueces: Guerra con los países vecinos.
8. Rut: Historia de la mujer moabita que llegó a ser israelita.
9. 1 Samuel y...
10. 2 Samuel: Las vidas de Samuel, Saúl, y David.
11. 1 Reyes y...
12. 2 Reyes: Salomón y otros reyes hasta el cautiverio.
13. 1 Crónicas y...
14. 2 Crónicas: Repite la historia de Israel desde Saúl hasta el cautiverio.
15. Esdras: Retorno del remanente a Jerusalén.
16. Nehemías: Retorno del remanente.
17. Ester: Mujer judía que llegó a ser reina de Persia durante el cautiverio.

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Los Poetas:
18. Job: Hombre recto y apartado del mal que sufrió muchas calamidades.
19. Salmos: Cancionero de Israel.
20. Proverbios: Sabiduría de Israel.
21. Eclesiastés: Peregrinaje espiritual, buscando el sentido de la vida.
22. Cantares: Canción de amor.
Los Cinco Profetas Mayores:
23. Isaías: Un llamado al arrepentimiento. Promesas del Mesías.
24. Jeremías: Un llamado al arrepentimiento.
25. Lamentaciones: Lamenta la destrucción de Jerusalén.
26. Ezequiel: Visiones del juicio de Dios y la futura restauración.
27. Daniel: Este profeta confronta al rey Nabucodonosor. Visiones del
retorno profético de Jesús.
Los doce profetas menores:
28. Oseas: El amor de Dios para su pueblo infiel.
29. Joel: El Día del Señor, juicio devastador.
30. Amós: Denuncia a Israel por injusticia con los pobres.
31. Abdías: País vecino, Edom, será castigado por invadir a Judá.
32. Jonás: El profeta huye y es tragado por un pez.
33. Miqueas: Explotación de los pobres y la perversión del sacerdocio.
34. Nahúm: Profecía de la destrucción de Nínive.
35. Habacuc: El profeta duda de la justicia de Dios.
36. Sofonías: Juicio sobre Judá y otras naciones.
37. Hageo: Anima a reconstruir el templo.
38. Zacarías: Visiones de la restauración y del Mesías.
39. Malaquías: Acusaciones contra los sacerdotes.

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EL NUEVO TESTAMENTO
Los Evangelios:
1. Mateo: Para los judíos, para mostrar que Jesús es el Mesías.
2. Marcos: Para los gentiles, simple y lleno de acción.
3. Lucas: Para Teófilo, detallado.
4. Juan: Para los gentiles, teológico.

Historia de la Iglesia:
5. Hechos: Historia de la extensión de la Iglesia.

Cartas (Epístolas) de Pablo:


6. Romanos: La Salvación es por la fe.
7. 1 Corintios: Contra divisiones.
8. 2 Corintios: Pablo defiende su ministerio.
9. Gálatas: Contra el legalismo.
10. Efesios: Unidad en Cristo.
11. Filipenses: Gozo en medio del sufrimiento.
12. Colosenses: Vida nueva en Cristo.
13. 1ª Tesalonicenses y...
14. 2ª Tesalonicenses: La segunda venida de Cristo.
15. 1ª Timoteo y...
16. 2ª Timoteo: Consejos para un pastor joven.
17. Tito: Instrucciones para los líderes en Creta.
18. Filemón: Pablo pide a Filemón que reciba a Onésimo como un hermano.

53
Otras Cartas (Epístolas):
19. Hebreos: La superioridad de Cristo.
20. Santiago: Contra el libertinaje.
21. 1ª Pedro.
22. 2ª Pedro: La esperanza.
23. 1ª Juan.
24. 2ª Juan.
25. 3ª Juan: Dios es luz y amor.
26. Judas: Contra los maestros falsos.

Profecía:
27. Apocalipsis: La victoria en Cristo.

Número de Libros de la Biblia


Antiguo Testamento 39
Nuevo Testamento 27
TOTAL 66

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VERSICULOS A MEMORIZAR

Lección 8 Lección 4
Gálatas 5:22-23
1a Corintios 10:31-32 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra paciencia, benignidad, bondad, fe,
cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. mansedumbre, templanza; contra tales
No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni cosas no hay ley."
a la iglesia de Dios."
Lección 3
2a Timoteo 1:7-8 Josué 1:8
"Porque no nos ha dado Dios espíritu de "Nunca se apartará de tu boca este libro de
cobardía, sino de poder, de amor y de la ley, sino que de día y de noche meditarás
dominio propio. Por tanto, no te en él, para que guardes y hagas conforme a
avergüences de dar testimonio de nuestro todo lo que en él está escrito; porque
Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa entonces harás prosperar tu camino y todo
de las aflicciones por el evangelio según el te saldrá bien."
poder de Dios"
Lección 2
Lección 7 Gálatas 2:20
"Con Cristo estoy juntamente crucificado,
1aCorintios 10:12-14 y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo
"Así que, el que piensa estar firme, mire que que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe
no caiga. No os ha sobrevenido ninguna del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó
tentación que no sea humana; pero fiel es a sí mismo por mí."
Dios, que no os dejará ser tentados más de lo Juan 5:24
que podéis resistir, sino que dará también "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
juntamente con la tentación la salida, para palabra, y cree al que me envió, tiene vida
que podáis soportar. Por tanto, amados eterna; y no vendrá a condenación, mas ha
míos, huid de la idolatría. " pasado de muerte a vida."

Lección 6
Lección 1
Deuteronomio 10:14
“He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y 2a Timoteo 3:16-17
los cielos de los cielos, la tierra, y todas las "Toda la escritura es inspirada por Dios, y
cosas que hay en ella." útil para enseñar para redargüir, para
Lección 5 corregir,
Hebreos 10:24-25 para instruir en justicia, a fin de que el
"Y considerémonos unos a otros para hombre
estimularnos al amor y a las buenas obras; de Dios sea perfecto, enteramente
no dejando de congregarnos, como algunos preparado para toda buena obra”
tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca."

55
MAPA

56

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