Está en la página 1de 21

131

(Desarrollo regional
y ferrocarriles en el Perú:
1850-1819

Guido Pen
Introducción características comunes, por lo tanto, esta-
Cuando se analiza seriamente la rán en función del modo de producción que
problemática del subdesarrollo, se descubren, les fue impuesto en los distintos momentos
como elementos sumamente importantes pa- o instancias históricas del avance del siste-
ra romper con la barrera del atraso, la in- ma dominante y a los efectos que esa forza-
tegración y la articulación nacionales Es- da articulación normalmente produce 2 .
te fenómeno de la integración del país y su Uno de los más importantes instru-
conversión en un auténtico estado-nación re- mentos que han sido utilizados históricamen-
quiere, en la mayoría de los casos, de la con- te para lograr dicha articulación ha sido el
tribución de un sistema de comunicaciones ferrocarril 3 . Normalmente se ha presenta-
y de transporte efectivo sin el cual la posi- do al ferrocarril como elemento aglutinante,
bilidad de articulación interna se vuelve re- integrador, lo que —a mi entender— no siem-
mota. De no lograrse esta interacción de las pre ha sido el caso, ya que el desarrollo fe-
distintas áreas geográfico-productivas del rroviario en la mayoría de los países latino-
país, se tendrá, en lugar de un país articu- americanos, y en el Perú en especial, ha es-
lado, una sociedad desmembrada, en la cual tado ligado a una estrategia de desarrollo
el elemento constitutivo más saltante será el hacia afuera que ha contribuido a mantener,
subdesarrollo heterogéneo"; vale decir, una y en muchos casos a agravar, esa situación
sociedad configurada por áreas muy pobre- de desarticulación existente en lugar de fo-
mente integradas unas con otras, en las que mentar la integración nacional.
el elemento común entre ellas estará dado Este trabajo pretende mostrar algu-
:or la interacción que establecen éstas con nos efectos que dicho proceso tuvo, sobre to-
la metrópoli a la cual han sido sometidas, y do en el que podría llamarse primer perío-
no por el hecho de pertenecer a una socie- do de expansión ferroviaria peruana (1850-
dad territorial y políticamente definida. Las 1879). Su estudio cobra actualidad hoy, ya
132 ARTICULOS

que se está retomando, por obvias razones, ración espacial en dichos países tomara las
la idea del ferrocarril como elemento inte- características típicas de desarrollo básica-
grante del sistema de transporte de nuestra mente "costero", con desarrollos en el inte-
economía. rior sólo en aquellas zonas en las que se rea-
lizaba alguna actividad extractiva.
Articulación espacial Estos casos concretos, además de
Los procesos de crecimiento econó- otros similares 5 , permiten apreciar que hay
mico, y aun los de desarrollo, presentan nor- una última variable muy importante que se
malmente una evolución espacial desequili- debe considerar para entender la dinámica
brada, desde su inicio 4 . Esto se debe a una del desarrollo regional y de la articulación
serie de características muy diversas relacio- espacial: me refiero a la actividad producti-
nadas, en primer lugar, con las zonas espe- va en sí misma o, mejor dicho, al modo de
cíficas donde dichos procesos se efectúan. producción que sea dominante y su forma
Por ejemplo, habría que considerar los efec- de realización en un determinado momento
tos que pueden tener las distintas dotacio- histórico. Desde el período mercantil, y aun
nes y tipos de recursos naturales existentes, antes, la producción siempre estuvo orienta-
las distintas clases de clima, la existencia o da a satisfacer necesidades y, lo que es más,
no de medios naturales de comunicación, el a producir excedentes. La apropiación y uti-
hecho de que cierta región sea punto inter- lización de esos excedentes, ya sea por un
medio en un camino natural o paso obliga- grupo, una casta, una fracción de clase o una
do entre áreas de producción complementa- clase, que es la que normalmente organiza
rias, el poseer facilidades para desarrollar e impulsa dicho modo de producción —y que,
actividades portuarias, el tener en la región al mismo tiempo, es el estrato que más se
la cabecera de un río importante, etc. Ade- beneficia del proceso de acumulación en for-
más, se deben considerar también otras va- ma directa — , son elementos básicos del aná-
riables más sofisticadas como, por ejemplo, lisis para entender la dinámica espacio-re-
el hecho de que una región sea centro de gional de un país.
confluencia de la producción de sectores o Según quien sea el que se apropie
regiones distintas, el poseer una diversifica- del excedente y donde éste se acumule, se
da producción que garantice una subsisten- generará un mayor o menor desarrollo es-
cia adecuada sin tener que recurrir a inter- pacio-regional específico. En el caso del Pe-
cambio masivo —es decir, gozar de cierta au- rú, la organización de la producción en el
tonomía de recursos básicos—, el tener un período pre-colonial refleja precisamente es-
potencial de población necesario y suficien- te conjunto de variables antes señaladas. La
te para implementar un proyecto de desa- actual estructura longitudinal, costera, sólo
rrollo autosostenido, etc. Por otro lado, hay es imagen física "artificial", pues el Perú
que tener presente que el desarrollo histó- siempre fue y debería seguir siendo un país
rico del país tiene gran importancia en la longitudinal serrano. La posibilidad de vida,
distribución geográfica de la población y la intercambio y comunicación se dio siempre
actividad económica. Así, por ejemplo, el ca- cerca de las corrientes de agua. El hombre
so del Perú, al haber sido, al igual que la iba tras el curso de las aguas; por eso la vi-
mayoría de los países de América Latina, da en la costa tuvo un curso natural que iba
conquistado y colonizado por España en el de las montañas hacia el mar, y viceversa,
siglo XVI, y neocolonizado por Inglaterra en o sea de corte netamente transversal. Sólo
el siglo XIX, esta última pudo determinar gracias al desarrollo de los modernos siste-
que la actividad productiva en los satélites mas de comunicación —al servicio de un mo-
fuese netamente extracto-exportadora, lo que delo de desarrollo específico— puede el
determinó al mismo tiempo que la configu- hombre recorrer la costa a todo lo largo,
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 133
pero su camino natural nunca fue así. La ser la organización espacial peruana. Al es-
sierra era como la columna vertebral de to- tudiar este proceso tenemos que considerar
do el sistema, con brazos laterales hacia el dos etapas muy marcadas: primero, desde
mar y hacia la selva 6 . La organización de el período colonial hasta mediados del siglo
la producción en el período pre-colonial obe- XIX; y el período posterior, hasta fines de
decía a los intereses del incario que gozaba la Segunda Guerra Mundial.
de una alternativa de crecimiento "hacia el Durante el período colonial encon-
interior" y de corte autosuficiente; por lo tramos que la distribución espacial de la pro-
tanto, la localización y distribución del exce- ducción, aunque diferente a la del incario,
dente implicaba una distribución espacial de fue bastante equilibrada, sobre todo por el
corte longitudinal serrano y transversal ha- fuerte movimiento comercial entre las distin-
cia la costa y la selva. La mejor explicación tas áreas: virreinatos e intendencias colonia-
del por qué de esta distribución espacial ra- les. Cabe resaltar, por ejemplo, la gran vía
dica en la influencia que tiene el fenómeno comercial establecida entre Lima, Arequipa,
ecológico en la producción, especialmente en Cuzco, Puno, Potosí y Buenos Aires, etc. Es-
la producción agrícola y las repercusiones to se debió, en parte, al proteccionismo mer-
de esto en la dieta de los individuos. Cada cantilista ejercido por España en sus colo-
• alie costeño tenía más o menos el mismo nias y a la imposibilidad de España, debido
po de cultivo, y su posibilidad de intercam- a su incipiente desarrollo industrial, de sa-
bio se daba solamente "río arriba". Lo mis- tisfacer los mercados coloniales, —fenómeno
mo sucedía con los valles de la selva y mon- éste que permitió la aparición y el desarro-
taña, donde la producción era y es muy si- llo de cierta actividad artesano-industrial,
milar entre los distintos valles por distantes como los textiles de Cuzco, Huamanga y
cue éstos sean. En la sierra la situación es Huancayo; la industria lechera de Cajamar-
:otalmente diferente; primero, por la varie- ca; y el desarrollo urbano de Huancavelica,
dad de producción que se puede encontrar Tarma, Jauja, Huánuco, etc.— 10.
en una zona relativamente pequeña gracias
Posteriormente, con la independen-
a la diversificación en la producción que los
cia, concebida por sus ideólogos como el rei-
iistintos pisos ecológicos permiten 7 , y, ade-
no de la libertad política y al mismo tiempo
más, por el factor tiempo-climático8. Este
de aquella otra libertad —más camuflada en
cnómeno permite que aun en un mismo pi-
un principio— que interesaba al gobierno
o ecológico —la quebrada, por ejemplo—
de Inglaterra —es decir, la libertad irres-
donde se producen bienes de subsistencia si-
tricta de comercio que buscaba ampliar y fa-
milares, el proceso de maduración y de co-
vorecer el vigoroso apetito expansionista del
l c h a varíe según las diferentes épocas del
sistema comercial inglés que en dicha época
¿ño de acuerdo con los distintos grados de
se encontraba en franco crecimiento—, se re-
latitud; este fenómeno favorece la rotación
definió la estructura espacio-productiva pe-
y el intercambio de excedentes y aun la mo-
ruana. Los grandes beneficiados con este ti-
vilización de la mano de obra en un sentido
po de política de libre cambio inicialmente
dinámico longitudinal en el cual se insertan
fueron los comerciantes, tanto los de la cos-
'os movimientos transversales de excedentes
ta — en los principales puertos se afincaron
y de mano de obra de los valles de la costa
las famosas casas de importadores: aún hoy
y montaña 9 .
se recuerda a Duncan Fox, Mílne, Grace,
Con la conquista española se dio etc. — , como los intermediarios del interior
inicio a la reestructuración de la organiza- — que, si bien no lograban los mismos már-
.ión espacial del proceso productivo en el genes de beneficios que sus similares de la
Perú. Esta reestructuración tuvo efectos su- costa, contribuyeron a eliminar todo intento
mamente drásticos sobre lo que vendría a previo de industria que existió en el país
134 ARTICULOS

antes de la guerra de la independencia—. ejemplo, se decía que: "La antigua capital


Así, por ejemplo, durante el siglo XIX el sur de los incas yace hoy triste y abatida en me-
del Perú se convirtió en una economía pre- dio de las ruinas de su pasado y grandeza,
dominantemente exportadora de lanas, in- ofreciendo un espectáculo lastimoso e impo-
centivada por la fuerte demanda de que la tente. Faltando el principio que establece
transformada industria textil británica ejer- la obligación de proteger por todos los me-
cía sobre la zona y que se unía al desequi- dios posibles la industria nacional, se le ha
librio que la importación de telas británicas dado el último golpe facilitando la introduc-
había producido sobre la producción artesa- ción de los efectos extranjeros que se ela-
no-textil del Cuzco. boran en el Cuzco. De esta forma se han
En el caso del Cuzco, por ejemplo, arruinado sus fábricas de tocuyo y paños
la industria textil, sólo superada por la mi- burdos"
nería, había logrado preponderancia no úni- Además: "El comercio de géneros
camente en el mercado nacional sino que ex- extranjeros que poseemos es totalmente no-
portaba al Alto Perú. La industria textil cuz- civo a nuestras provincias. De ahí ha naci-
queña era pujante y vigorosa, estaba orien- do la disminución de las rentas públicas, el
tada a la exportación, y sostenía a un núme- desmayo de la agricultura, la parálisis del
ro de personas bastante importante. Esta comercio, la notable escasez de numerario,
industria sufrió los efectos de la independen- el entorpecimiento de la circulación"12. A
cia a través de dos fenómenos: la invasión comienzos de la república el espacio perua-
masiva de tejidos ingleses y la compartimen- no sufrió una profunda desarticulación, con-
talización de las antiguas colonias america- secuencia de la debilidad del nuevo estado,
nas con el establecimiento de las fronteras de la rotura de los circuitos comerciales y
de las nuevas repúblicas. La causa más im- monetarios, de la postración de las econo-
portante para explicar la crisis de la indus- mías provincianas, etc.
tria textil es la febril importación de teji- Este hecho produjo la reestructura-
dos ingleses que llevaba, gracias a su revo- ción del espacio productivo, especialmente en
lución industrial, una enorme ventaja sobre la zona de la sierra, con el surgimiento del
los industriales cuzqueños. gamonalismo y el caudillismo, o lo que Ma-
El clamor de ciertos sectores al ini- cera sugiere como la refeudalización de Ja
cio de la independencia hizo que por mo- economía agraria serrana 13 . Este poder de
mentos se intentara proteger ciertas indus- los nuevos "caciques" regionales estuvo ne-
trias, como la textil de Cuzco, pero la anar- tamente favorecido por la legislación liberal
quía cívico-legal y las urgencias fiscales im- de la época. Esos fenómenos se pueden no-
pidieron que esta política continuase. No hay tar claramente ya que: "Antes de la inde-
que olvidar el importante rol que cumplían pendencia la 'frontera' agrícola del Cuzco
los impuestos a las importaciones, en esa con la selva incluía la explotación de 19 va-
época, para el fisco; por lo tanto, cualquier lles que se encontraban al oriente de la cor-
prohibición de importación era también una dillera de Carabaya. Esta explotación duró
reducción de la base imponible y por ende más de 2 siglos y produjo muchos millones
de la renta del Estado. Había que elevar las de pesos a la corona de España" 14. "Con la
rentas de las aduanas, y los reducidos dere- independencia, las guerras y el aislamiento,
chos de las importaciones eran muy impor- vemos que se produjo todo un fenómeno de
tantes. Esto contribuyó en gran parte a la 'retorno'; ya en el año 1867 sólo quedaba
desaparición del intento proteccionista, y el el valle de San Gabán (. ..) El reflujo fue
retorno al total liberalismo. tal que en un siglo se perdieron para la eco-
Algunos comentarios de ciertos au- nomía regional los valles de Carabaya, Mar-
tores tipifican esos fenómenos. Así, por capata y Kosñipata" 15.
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 135
"La provincia se repliega en sí mis- ra se destruyó todo el sistema de comercio
ma, los caminos y carreteras se obstruyen y interno. Los puertos y la costa cobraron nue-
el aislamiento es cada vez mayor (...) Para va vida y se produjo un desplazamiento del
el Cuzco no ha habido consolidación ni con- eje motor de nuestra economía hacia aqué-
signatarios y su pobreza contrasta con la ri- lla y al exterior. La costa se convirtió, así,
queza de la naciente burguesía limeña"i6. en el nuevo eje motor con algunos brazos
Esto permitió el asentamiento de la aislados que penetraban en busca de aque-
hegemonía de Arequipa sobre toda la zona llos recursos exportables. La sierra dejó de
del sur, que terminó de consolidarse con la funcionar como columna vertebral, y comen-
construcción del ferrocarril de 1870 —justa- zó un franco proceso de debilitamiento y des-
mente logrado por el general arequipeño moronamiento, del cual no se recupera aún
Diez Canseco (véase Caravedo y Flórez-Ga- hoy.
lindo) El afianzamiento de estas políticas
Por otro lado, ese mismo proceso de desarrollo, tal como se han llevado a ca-
es el que contribuyó a la consolidación de bo en América Latina, no ha contribuido, en
las oligarquías regionales, tanto en el norte lo más mínimo, a lograr un desarrollo equi-
— a partir del segundo civilismo, el azúcar, librado y justo, en términos de clases y gru-
y el segundo período de expansión ferroca- pos sociales, y tampoco en términos espacio-
rrilera (Burga, Klaren) 18—, como en el cen- regionales. Por el contrario, este tipo de po-
tro —con la consolidación de la posición de líticas ha contribuido a agravar los desequi-
la Cerro, la Peruvian y el cobre (Flores-Ga- librios regionales que se han traducido en
lindo, Miller) 19—, y en el sur —con la me- serios desajustes sociales, como la urbaniza-
diana propiedad y el poder comercial lanero ción excesivamente concentrada, la crecien-
de Arequipa—. te marginalización de amplios sectores socia-
Ese proceso de surgimiento de áreas les, etc.
económico-productivas c u a s i-independientes En el plano nacional, las relaciones
estuvo sujeto a dinámicas socio-económicas entre las diversas regiones subnacionales co-
diversas: en el norte fue básicamente un de- rresponden a las de un sistema típico de do-
sarrollo agrario capitalista, en el centro fue minación y dependencia en el cual, como es
fundamentalmente capital extranjero y gran bien sabido, las relaciones se caracterizan
minería, y en el sur fue capital comercial y por tener una serie de deformaciones tales
mediana propiedad. Pero todas usaron de como el colonialismo interno, según el cual
una u otra forma del ferrocarril para acen- una superregión incorpora a las otras a su
tuar y consolidar aún más su posición, vis servicio y ejerce al mismo tiempo las pre-
a vis al resto del país, sobre todo la econo- siones y efectos que algunos países industria-
mía serrana que se deterioraba cada vez más. lizados ejercen sobre los periféricos, las con-
Dicho fenómeno no se dio únicamen- vierten en productores de materias primas
te en el Cuzco, ni menos aún sólo en el Pe- a precios decrecientes y en compradoras de
rú, ya que, por ejemplo, México en la mis- manufacturas a precios crecientes; además,
ma época sufrió la ruina de su industria tex- parte sustancial de los recursos e ingresos
til por el libre comercio: ese es el caso de de las regiones deprimidas o menos desarro-
las textiles de Puebla y Querétaro. Lo mis- lladas son canalizadas hacia la superregión.
mo sucedió en el interior de la Argentina 20 . Otro fenómeno que corre paralelo
Las ventajas del ferrocarril y el pro- al anterior es el parasitismo al que es obli-
greso del transporte marítimo terminaron por gada la región dependiente ya que no está
desequilibrar completamente el desarrollo en condiciones de desplegar sus energías e
regional, ya que al reestructurar el desarro- iniciativas en la mdida que "necesita" cons-
llo del comercio con un modelo hacia afue- tantemente de la "tutela" y la "protección"
136 ARTICULOS

del estado nacional. Este fenómeno se tra- del Estado, surgieron otros proyectos de fe-
duce en la sumisión extrema de la región rrocarriles que, siendo privados en cuanto
para con la partida que le venga asignada a capital y administración se refiere, conta-
en el presupuesto nacional del cual depen- ron siempre con la simpatía del Gobierno
de. Así, por el resto del año, todo posible (ver Cuadro 1).
intento de crecimiento y desarrollo queda a Estos primeros ferrocarriles tuvie-
la espera del próximo presupuesto. Estas ta- ron como objetivo principal la unión de cen-
ras se verán muy claramente reflejadas tros urbanos que de por sí ya tenían alguna
también en fenómenos socio-políticos como vinculación o relación de intercambio: así
son el localismo, el privilegismo y la confron- quedaba garantizada una adecuada tasa de
tación regional sistemática. Es dentro de retorno al capital invertido. Esos ferrocarri-
este esquema que se gestó el desarrollo fe- les fueron elementos dinamizadores de una
rrocarrilero en el Perú. ya existente relación comercial entre los pun-
tos que unían; pero, por otro lado, no hay
Desarrollo Ferroviario en el Perú que olvidar que, si bien aumentaron las re-
La primera vez que se planteó la laciones entre esos centros urbanos, esto no
posibilidad de implantar un ferrocarril en fue siempre y en todos los casos enteramen-
el Perú la encontramos en el decreto del te provechoso. Por ejemplo, en el caso del
Supremo Gobierno del General Bolívar, de Ferrocarril de Lima-Callao, el puerto se vio
fecha 13 de mayo de 1826, mediante el cual bastante perjudicado por esta facilidad en el
se solicitaban propuestas para la construc- transporte, ya que a partir de ese momento
ción de un camino de hierro entre Lima y las principales casas comerciales que antes
Callao. Ese proyecto tuvo serios tropiezos tenían su centro de operaciones en el Callao
por la disputa que se entabló entre los in- se trasladaron a Lima y centralizaron sus
teresados en el camino de hierro y los anti- operaciones en la capital; lo mismo sucedió
guos concesionarios del viejo camino "made- con los bancos, las casas importadoras, y los
ra-carriles", similar a los que se usaban en establecimientos comerciales más importan-
las minas y fábricas inglesas. Posteriormen- tes. Esto redujo tremendamente la capaci-
te, en el año 1834, se volvió sobre el tema dad de crecimiento del puerto 22 .
del camino de hierro, pero el 26 de febrero Los capitales utilizados en esos pri-
de 1835, siendo presidente Felipe Santiago meros ferrocarriles provenían en su mayor
Salaverry, se dejó sin efecto el contrato por parte de los fondos que el Estado había des-
"no tener objeto importante ni creerse in- tinado para la "consolidación de la deuda
dispensable para el tráfico, el camino que interna" y que, básicamente, no eran sino
se proyectaba"; debiendo, más bien, el go- el primer dinero que llegaba a las arcas fis-
bierno reparar la carretera ya existente. Fue cales como producto del inicio de la explo-
recién con el General Ramón Castilla que, tación del guano 23 (ver Cuadro 1). Una vez
el 15 de noviembre de 1845, se dispuso la construidos esos tres primeros ferrocarriles,
construcción del camino de hierro entre Li- se dio un fenómeno de gran optimismo y se
ma y Callao. Luego de un largo proceso de generalizó el deseo de desarrollar ferrocarri-
selección y presentación de alternativas, fi- les en el Perú. Además, se lograban gran-
nalmente el 18 de noviembre de 1848 se des ganancias. Por ejemplo, el caso de Fe-
aprobó la propuesta de Don Pedro G. Can- rrocarril de Lima-Callao, del cual se habían
damo y Don Manuel Vicente Oyague; lleva- obtenido durante el período 51-60 un pro-
dos a efecto los trabajos, se inauguró el fe- medio de 300,000 a 400,000 pesos anuales y
rrocarril en el mes de abril de 1851 21 . que, hacia fines de 1860, supuestamente el
Una vez construido el primer ferro- triple de la población del Perú había hecho
carril, con capital privado pero a instancias uso de él —es decir 6'100,143 pasajes-per-
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 137
sonas—. Es así que, al poco tiempo, las prin- apoyado a ciertos proyectos en base a prés-
cipales salitreras del sur comenzaron a inte- tamos mediante la colocación de bonos en el
resarse en la utilización del ferrocarril para mercado, pero no había una política estableci-
el acarreo de sus productos, y en todos los da al respecto. Fue recién el 8 de noviembre
círculos comerciales de los distintos centros de 1864 que el gobierno del general Pezet
regionales del país se comenzó a pensar en logró la sanción, por parte del Congreso,
la necesidad de implantar su respectivo fe- de una ley mediante la cual el Estado ga-
rrocarril. Este proceso, que bien podría lla- rantizaba una tasa de retorno del 7% a to-
marse el primer maqumismo peruano, no do capital que se invirtiera en ferrocarriles.
es un hecho aislado. Al contrario, no hay Como es de suponer, esta ley fue muy bien
que olvidar que la esclavitud había conclui- recibida en aquellos momentos de rápida acu-
do en el Perú recién en 1845 y que pocos mulación de capital. Esa ley no hizo sino
años después de ese hecho histórico había acelerar los pedidos de autorización, tanto
comenzado la producción para la exporta- de los estudios como de propuestas de cons-
ción en forma sistemática y organizada; ya trucción, de un sinnúmero de ferrocarriles,
estaba en pleno crecimiento la producción muchos de las cuales llegaron a plantear pro- ^
del azúcar, lana, algodón, arroz, etc.; no ha- yectos que se yuxtaponían, en todo o en par-
cía mucho que había quedado abierta la co- te, unos con otros.
municación a vapor con el exterior, median- Como se puede apreciar en el Cua-
te la Pacific Steam Navigation Company; y dro 1 de información ferroviaria hasta el año
ya en esa época el Perú era un país relati- 1867, de acuerdo con el trabajo de Don Luis
vamente importante entre los países expor-
tadores de productos agrícolas. Junto a esa
realidad, habría que agregar que los prime-
Cuadro 1
ros efectos del comercio del guano ya se em-
pezaba a sentir, y el primer boom económi- Ferrocarriles hasta 1867
co de la era republicana se comenzaba a vis-
lumbrar. Como es natural en todo proceso Año de Año del
construcción estudio
de expansión económica, la mano de obra
Construidos
se convierte en producto escaso y los ferro- Lima-Callao 1850
carriles son los primeros en sentir esa falta Arica-Tacna 1851
de brazos. Como es bien sabido por los tra- Lima-Chorrillos 1856
bajos de Stewart y Granda 24 , la importación
de coolíes chinos pretendió poner remedio a Promovidos o en proyecto
esa problemática, y, en el caso de los ferro- Lima-Jauja 1850
carriles, vemos que tanto el de Arica-Tacna Pisco-Ica 1859
como el de Lima-Chorrillos se usaron en for- Mejía-Arequipa 1860
ma masiva para la época (400 y 700 coolíes, Chimbote-Huaraz 1864
Pisagua-Sal de Obispo 1864
respectivamente).
Pacasmayo-Cajamarca 1864
Cerro-Pasco 1864
Es dentro de esa atmósfera de ex- Cerro Azul-Cañete 1866
pansión económica que se planteó una serie Eten-Ferrefiafe 1867
de proyectos ferrocarrileros de distinta ín- Pimentel-Chiclayo 1867
dole, con capitales tanto privados como es- Lima-Pisco 1867
tatales. Pero a pesar de que la fiebre fe- Lima-Chancay 1867
rroviaria ya había comenzado, hasta ese mo- Lima-Magdalena-Bellavista 1867
Iquique-La Noira 1867
mento no se había formulado ni desarrolla- Pacasmayo-Lambayeque 1867
do una política general respecto de los fe-
rrocarriles por parte del Estado; se había Fuente: Luis Benjamín Cisneros, ver nota 25.
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 137
sonas—. Es así que, al poco tiempo, las prin- apoyado a ciertos proyectos en base a prés-
cipales salitreras del sur comenzaron a inte- tamos mediante la colocación de bonos en el
resarse en la utilización del ferrocarril para mercado, pero no había una política estableci-
el acarreo de sus productos, y en todos los da al respecto. Fue recién el 8 de noviembre
círculos comerciales de los distintos centros de 1864 que el gobierno del general Pezet
regionales del país se comenzó a pensar en logró la sanción, por parte del Congreso,
la necesidad de implantar su respectivo fe- de una ley mediante la cual el Estado ga-
rrocarril. Este proceso, que bien podría lla- rantizaba una tasa de retorno del 7% a to-
marse el primer maqumismo peruano, no do capital que se invirtiera en ferrocarriles.
es un hecho aislado. Al contrario, no hay Como es de suponer, esta ley fue muy bien
que olvidar que la esclavitud había conclui- recibida en aquellos momentos de rápida acu-
do en el Perú recién en 1845 y que pocos mulación de capital. Esa ley no hizo sino
años después de ese hecho histórico había acelerar los pedidos de autorización, tanto
comenzado la producción para la exporta- de los estudios como de propuestas de cons-
ción en forma sistemática y organizada; ya trucción, de un sinnúmero de ferrocarriles,
estaba en pleno crecimiento la producción muchos de las cuales llegaron a plantear pro-
del azúcar, lana, algodón, arroz, etc.; no ha- yectos que se yuxtaponían, en todo o en par-
cía mucho que había quedado abierta la co- te, unos con otros.
municación a vapor con el exterior, median- Como se puede apreciar en el Cua-
te la Pacific Steam Navigation Company; y dro 1 de información ferroviaria hasta el año
ya en esa época el Perú era un país relati- 1867, de acuerdo con el trabajo de Don Luis
vamente importante entre los países expor-
tadores de productos agrícolas. Junto a esa
realidad, habría que agregar que los prime-
Cuadro 1
ros efectos del comercio del guano ya se em-
pezaba a sentir, y el primer boom económi- Ferrocarriles hasta 1867
co de la era republicana se comenzaba a vis-
lumbrar. Como es natural en todo proceso Año de Año del
construcción estudio
de expansión económica, la mano de obra
Construidos
>e convierte en producto escaso y los ferro- Lima-Callao 1850
carriles son los primeros en sentir esa falta Arica-Tacna 1851
de brazos. Como es bien sabido por los tra- Lima-Chorrillos 1856
bajos de Stewart y Granda 24 , la importación
de coolíes chinos pretendió poftér remedio a Promovidos o en proyecto
esa problemática, y, en el caso de los ferro- Lima-Jauja 1850
carriles, vemos que tanto el de Arica-Tacna Pisco-Ica 1859
como el de Lima-Chorrillos se usaron en for- Mejía-Arequipa 1860
ma masiva para la época (400 y 700 coolíes, Chimbote-Huaraz * 1864,
Pisagua-Sal de Obispo 1864
respectivamente). 1864
Pacasmayo-Caj amarca
Cerro-Pasco 1864
Es dentro de esa atmósfera de ex- Cerro Azul-Cañete 1866
pansión económica que se planteó una serie Eten-Ferreñafe 1867
de proyectos ferrocarrileros de distinta ín- Pimentel-Chiclayo 1867
dole, con capitales tanto privados como es- Lima-Pisco 1867
Lima-Chancay 1867
tatales. Pero a pesar de que la fiebre fe-
Lima-Magdalena-Bellavista 1867
rroviaria ya había comenzado, hasta ese mo- 1867
Iquique-La Noira
mento no se había formulado ni desarrolla- Pacasmayo-Lambayeque 1867
do una política general respecto de los fe-
rrocarriles por parte del Estado; se había Fuente: Luis Benjamín Cisneros, ver nota 25.
138 ARTICULOS

Benjamín Cisneros25, a esa fecha sólo se sino que más bien le vino impuesta por la
contempla la existencia efectiva de tres fe- sociedad peruana de la época, que estaba
rrocarriles, estando todos los demás en cali- totalmente enceguecida por la riqueza del
dad de proyecto. Lo cierto es que ese pe- guano y la fama y prestancia del gran cons-
ríodo fue más de estudios y proyectos que tructor ferroviario.
de construcción propiamente dicha. Recién a No bien establecido Meiggs en el
partir del año de 1868, —que, además, coin- Perú, y al momento mismo del inicio del Fe-
cide con la llegada de José Balta a la pre- rrocarril de Moliendo-Arequipa, se presentó I
sidencia—, se inicia el verdadero expansio- una serie de reclamaciones con relación a
nismo ferrocarrilero en el Perú. Se dio ini- dicho contrato, se esgrimieron una serie de
cio de ese año al Ferrocarril de Pisco a lea, razones para anularlo: se hablaba de costo j
se inició el de Moliendo-Arequipa, que fue excesivo, ilegal proceso de adjudicación, etc. ¡j
contratado por el tres veces presidente Diez Pero sus grandes dotes de negociador y su j
Canseco —quien, en su tercer y también fu- fama de gran empresario le permitieron,
gaz paso por la presidencia, se dio maña su- después de perfeccionado el contrato del Fe-
ficiente para lograr concretar el contrato de rrocarril de Moliendo-Arequipa, obtener los |
ese ferrocarril para su tierra natal y ade- contratos de otros seis proyectos ferrovia-
más logró que dicho ferrocarril fuera cons- rios (véase el Cuadro 2). El mencionado Fe-
truido por Don Enrique Meiggs, el Pizarro rrocarril de Moliendo-Arequipa fue el último
yanqui26, que por esa época se encontraba gran impulso que necesitó el Perú para ter-
en Chile realizando obras de construcción minar de enloquecer con la fiebre ferrovia-
ferroviaria—. Cabe resaltarse en este mo- ria: el movimiento económico, comercial y
mento que la mayor parte de los ferrocarri- de recursos que su construcción generó —no
les que se contrataron al iniciarse este perío- hay que olvidar que 10,000 extranjeros, es- !
do son por lo general de la zona sur o cen- pecialmente chilenos, fueron traídos para la
tro del Perú, reflejando hasta cierto punto construcción del Ferrocarril de Moliendo—
la correlación de fuerzas de las distintas oli- fue suficiente para la explosión posterior.
garquías regionales en ese momento. Es im-
En relación a la figura de Meiggs
portante señalar, además, que una serie de
se ha dicho mucho, tanto positiva como ne-
proyectos previos, como por ejemplo el Fe-
gativamente. El trabajo que quizá plantea I
rrocarril de Lima-Junín, se tuvieron que pos-
el mejor balance objetivo de ese personaje
poner en su momento por problemas de ines-
es el de Watt Stewart 2S . Pero, independien-
tabilidad política. S *
temente de esos aspectos, algo que tenemos
La llegada de Meiggs al Perú en los que resaltar es el hecho de que justamenu
mejores momentos de riqueza guanera; la fueron los ferrocarriles por él construidos
fuerte presión de los liberales —futuro par- — todos financiados por el Estado— aquellos I
tido civilista— a través de la Revista de Li- que tuvieron el costo promedio más elevado, I
ma, que trataba de mostrar cuán necesarios si los comparamos con el costo promedio de 1
eran los ferrocarriles para la república (bas- los ferrocarriles de la época. Que sus ferro-
ta ver el trabajo de Don Manuel Pardo 27 en carriles eran los más difíciles, por ser en su
relación al supuesto Ferrocarril de Lima- mayoría transandinos, es cierto; pero, aun
Jauja) ; la incipiente pero alentadora políti- así, podemos ver que "habiendo Meiggs y s-
ca del General Pezet; y los ya concretados consejo de ingenieros estimado en 6'700,000
proyectos, ayudan a comprender más clara- el costo efectivo del Ferrocarril de Mollen-
mente por qué a Balta se le conoció como do-Arequipa, al concluir el cálculo, Don En- j
el presidente de los ferrocarriles. No es que rique leyó los nombres de dieciséis personas
él impusiera la idea del desarrollo ferrovia- seguidos de cifras que representaban la su-
rio como parte de su proyecto de gobierno, ma de las gratificaciones que había que
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 139
Tuadro 2

ferrocarriles contratados por don Enrique Meiggs


Exceso frente
a costo
— Ferrocarriles Construidos Km. Costo Cost./Km. promedio *

Moliendo-Arequipa 172.2 12*000,000 69,686.4 37%


Arequipa-Puno 355.0 32*000,000 90,140.8 77%
Callao-Oroya 222.0 27*600,000 124,324.3 144 %
C himbote-Huaraz 275.0 24*000,000 87,272.7 71 %
Pacasmayo-Guadalupe-Magdalena 148.0 7*700,000 52,027.0 2%
J uliaca- (Puno) -Cuzco 368.0 24*000,000 65,217.3 28%
Üo-Moquegua 100.8 6*700,000 66,468.2 31 %

1,641.0 134*000,000 81,657.5 60%

— Ferrocarriles Estudiados

Lima-Pisco No se culminó
Tacna-Puno Se estimó no rentable
Oroya-Chanchamayo Faltaron recursos
J roya-Cerro de Pasco Faltaron recursos

El costo promedio por Km. es: 50,808.5 soles plata/Km.

r.¿arles. Dichas sumas alcanzaban desde tuvo competencia en cuanto a postores se


"•-0,000 soles hasta 25,000 soles. Al final de refiere, y en muchos casos las propuestas
. lista figuraban tres partidas de 100,000 alternativas a las suyas eran más ventajosas
cada una, para Ingenieros, Obras de para el gobierno. Se ha dicho que Meiggs
. _-dad y Préstamos. Estas diecinueve sumas tenía la ventaja de la seguridad que ofrecían
. fizaban 1'300,0Í10 con lo que el costo to- su experiencia y conocimientos, pero siempre
de la ferrovía llegaba a 8'000,000. Los queda pendiente la pregunta acerca del cuál
y. ñeros del Estado habían estimado en debió ser el precio real de esa experiencia,
: -2 el costo dé esta línea en 10'000,000 so- ya que en la mayoría de sus contratos ha-
Al presidente y sus ministros se les su- bía un costo adicional por encima del 4%
¿ -.ó que la ferrovía no se podía realizar por del monto de la obra por él calculado. Ade-
-: :os de 15'000,000 soles y que cualquier más, en el caso del Ferrocarril de Callao-
. r.ratista que la ofreciera por menos se Oroya, el mejor postor fue Montero y Hnos.,
-.j a la ruina. Acto seguido Don Enrique que ya había construido ferrocarriles en el
..piánimamente se ofrece a hacerla por Perú, y que no estaba tan distante de Meiggs
1 uOO.OOO soles, apenas 2'000,000 más del es- en cuanto a capacidad empresarial se refie-
cudo en 1862" 29. re (ver Cuadro 3).
Este párrafo muestra en forma cla- A comienzos de 1871 se habían pla-
ra cómo se llevó la construcción de las gran- neado alrededor de 50 distintas líneas ferro-
des vías ferroviarias en el primer período viarias en el Perú, y se había iniciado la
:c- la expansión ferroviaria peruana. construcción de más o menos 25, de las cua-
También podemos ver que, en casi les por lo menos 10 ya habían sido termina-
::_os sus otros proyectos, como en el caso das (ver Cuadro 3). Este crecimiento ex-
Ferrocarril de la Oroya, Meiggs siempre plosivo tuvo un tremendo incentivo, sobre
140 ARTICULOS

Cuadro 3

AUTORIZACION DE
AUTORIZACION O

APROBACION Y / O
CONCESION DEL

! TERMINO DE LA
PATROCINADOR

CONSTRUCCION
CONSTRUCCION
PROGRAMADOS

SUSPENSION DE
CONSTRUCCION

CONSTRUIDOS
CONSTRUIDOS
KILOMETROS
KILOMETROS

KILOMETROS
PRESIDENTE
PRESIDENTE

PRESIDENTE
1er. Periodo de Expansión

PROPUESTA

AGREGADO
AGREGADO
EXTENSION
INICIO DE
ESTUDIO
Ferrocarriles (1850-1879)

i. L i m a - Callao 1845 Castilla 1 8 4 6 Castilla 1 8 5 0 Castilla 13.7 13.7 1851 13.7


2. Arica - T a c n a 1851 Echenique 1852 Echenique 1 8 5 4 Castilla 63.0 76.7 1856 76.7
3. Lima - Chorrillos 1851 Echenique 1 8 5 6 Castilla 1 8 5 6 Castilla 15.0 91.7 1858 91.7
4. F. C. Islas .Chincha n.d. n.d. 1 8 5 7 Castilla 1 8 5 7 Castilla 1.8 93.5 1857 93.5
5. I q u i q u e - La N o i r a 1860 Castilla 1 8 6 1 Castilla 1 8 6 8 Diez C a n s e c o 64.0 157.5 1875 157.5
•6. Pisco - l e a 1860 Castilla 1867 Prado 1 8 6 8 Diez C a n s e c o 76.8 234.3 1871 234.3
7. Moliendo - Arequipa 1860 Castilla 1864 Pezet 1 8 6 8 Diez C a n s e c o 1 7 2 . 2 406.5 1871 406.5
8. Callao - O r o y a (Chicla) 1861 Castilla 1863 Pezet 1 8 7 0 Balta 222.0 628.5 s.t. 1875 142 548.5
9. Lima - J u n í n • 1861 Castilla 250.0 878.5 n.c.
10. Callao - La P u n t a 1863 Diez C a n s e c o 1 8 6 3 Diez C a n s e c o 1 8 6 3 Diez C a n s e c o 2.6 881.1 1863 551.1
11. L i m a - Pisco 1864 Pczet 1867 Prado 1876 Pardo 246.0 1,127.1 s.t. 1876 11 562.1
12. C e r r o - Pasco 1864 Pezet 1 8 6 8 Balta 1 8 6 9 Balta 24.0 1,151.1 s.t. 1872 12 574.1
13. Arequipa - Puno 1864 Pczet 1 8 6 9 Balta 1 8 7 0 Balta 355.0 1,506.1 1876 929.1
14. Chimbóte - Huaraz (Suchlman) 1864 Pezet 1 8 6 9 Balta 1 8 7 1 Balta 275.0 1,781.1 s.t. 1877 57 986.1
15. Pisagua - Sal de O b i s p o 1864 Pezet 1 8 7 0 Balta 1 8 7 0 Balta 56.0 1,837.1 1875 1,042.1
16. Pacasmayo-Guadalupe-Magdalenl (Yonan) 1864 Pezet 1 8 7 0 Balta 1 8 7 1 Balta 148.0 1,985.1 1874 1,190.1
17. C e r r o Azul - C a ñ e t e 1866 Prado 1870 Balta 1 8 7 0 Balta 10.0 1,995.1 1872 1,200.1
18. Pisco - P a c a s m a y o * 1867 Prado 935.0 2,930.1 n.c.
19. Pacasmayo - Lambaycque * 1867 Prado 65.0 2,995.1 n.c.
20. Lima - H u a c h o (Chancay) 1867 Prado 1867 Prado 1 8 6 9 Balta 143.2 3,138.3 s.t. 1870 66 1,266.1
21. Eten - Ferreñafe 1867 Prado 1867 Prado 1 8 7 1 Balta 44.8 2,183.1 1871 1,310.9
22. Lima - Magdalena 1867 Prado 1867 Prado 1 8 7 2 Balta 7.6 3,190.7 1875 1,318.5
23. Pimcntel-Chiclayo-Lambayeque 1867 Prado 1867 Prado 1873 Pardo 24.0 3,214.7 1873 1,342.5
24. Chiclayo - Patapo 1867 Prado 1 8 7 1 Balta 1 8 7 1 Balta 30.0 3,244.7 1874 1,372.5
25. Chiclayo - L a m b a y e q u c * 1868 Prado 10.2 3,254.9
26. U r b a n o del Callao n.d. n.d. 1 8 6 8 Balta 1 8 6 9 Balta 1.2 3,256.1 1869 1,373.7
27. Malabrigo - A s c o p e * n.d. n.d. 1 8 6 9 Balta 40.0 3,296.1 n.c.
28. Salaverry - T r u j i l l o * n.d. n.d. 1 8 7 0 Balta 10.0 3,306.1 n.c.
29. Salaverry - T r u j i l l o - A s c o p e 1869 Balta 1 8 7 0 Balta 1 8 7 1 Balta 89.0 3,395.1 1876 1,462.7
30. C e r r o Azul - La Q u e b r a d a - Casa B l a n c a 1869 Balta 1870 Balta 1 8 7 1 Balta 6.4 3,401.5 1871 1,469.1
31. Huacho - I^mbayeque * 1869 Balta 670.0 4,071.5
32. Huacho - Puente Cochas - Recuay * 18<3* Balta 240.0 4,311.5
33. Trujillo - Eten • • 1869 Balta 236.8 4,547.5
34. T a c n a - F r o n t e r a Boliviana * 1869 Balta 1 8 7 1 Balta 1 8 7 2 Balta 172.8 4,720.3 n.c.
3 5. Tacna - Puno * 1869 Balta 481.6 5,201.9
36. Paita - Piura 1869 Balta 1 8 7 0 Balta 1 8 7 1 Balta 100.8 5,302,7 s.t. 1876 31 1,500.1
37. Juliaca - Cuzco (Santa Rosa) 1869 Balta 1 8 7 0 Balta 1 8 7 2 Balta 368.0 5,670.7 s.t. 1875 131 1,631.1
38. lio - Moquegua 1870 Balta 1 8 7 0 Balta 1 8 7 0 Balta 100.8 5,771.5 1873 1,731.9
39. Plava Chica - H u a c h o 1870 Balta 1 8 7 2 Balta 1 8 7 2 Balta 16.0 5,787.5 1873 1,747.9
40. Huacho - Sayan 1870 Balta 1 8 7 1 Balta 1 8 7 2 Balta 57.6 5,845.1 s.t. 1878 20 1,767.9
41. C h a n c a y - C e r r o de Pasco * 1870 Balta 192.0 6,037.1 n.c.
4?. Oroya - Chanchamayo * 1870 Balta 110.0 6,147.1 n.c.
43. lea o Central Trasandino - Ayacucfrb * 1870 Balta n.d. n.d. n.c.
44. Pasco - J a u j a * 1870 Balta 225.0 6,372.1 n.c.
45. Trujillo - Cajamarca * 1870 Balta 370.0 6,742.1 n.c.
46. Trujillo - Garita Demoche * 1870 Balta 7.2 6,749.3 n.c.
47. Chancay - Palpa 1871 Balta 1 8 7 2 Balta 1873 Pardo 25.0 6,774.3 1875 1,792.9
48. Lambaycque - Motupe * 1871 Balta 70.0 6,844.3 • '
49. Iquique - Lapena 1871 Balta 1 8 7 1 Balta 1 8 7 1 Balta 72.0 6,916.3 1871 1,864.9
50. Huacho - Huaraz * 1871 Balta 265.0 7,181.3 n.c.
51. Chancay - Huaura * 1872 Balta 253.0 7,434.3 n.c.
52. O r o y a - C e r r o de Pasco * 1872 Balta 132.0 7,566.3 n.c.
53. Paita - P u e r t o L i m ó n • 1872 Balta 1873 Pardo 420.0 7,986.3 n.c.

* Proyectos no c o n c r e t a d o s
n.d : no d a t o s
C: Costa
S: Sierra
M: Montaña

\
142 ARTICULOS

todo en cuanto a proyectos se refiere, en la terminado momento, todos los planos de fu-
facilidad que otorgaba el Estado al financiar turos ferrocarriles se hacían en función de
los estudios que cualquier privado decidiera las zonas del interior que todavía no habían
realizar por su cuenta: bastaba con recabar sido "conectadas" con la costa mediante un
un permiso y presentar al final los planos ferrocarril; tal es el caso del Transandino a
y los costos de su elaboración y demostrar Ayacucho, o el de Trujillo-Cajamarca, Paita-
su factibilidad en función de las posibles ri- Puerto Limón, Huacho-Huaraz, Tacna-Puno,
quezas que se podían extraer de la zona. Es- etc. Pero esa dinámica de supuesta "inte-
te sistema implicaba, además, la posibilidad gración" en el fondo no era sino la parte
de imputación del costo del estudio en el menos importante de la política general, o
presupuesto de construcción si es que se de- un simple pretexto, ya que en realidad era
cidía la construcción del mismo por parte del una forma más que tomó la gran pugna que
Estado. El sistema fue establecido por Meiggs se estaba librando entre las distintas oligar-
en sus tratos con el gobierno, y luego se hi- quías regionales de las principales zonas y
zo extensivo a todo posible contratista. Esta sub-zonas urbanas de la costa que buscaban
facilidad para conseguir trabajo financiado asegurarse la posibilidad de control de al-
explica en parte el problema de la prolife- guna zona del interior a través de la cone-
ración y yuxtaposición de líneas proyectadas xión ferroviaria. Es realmente por esto que
a que hiciéramos mención anteriormente. encontramos distintos centros urbanos dispu-
Además, muestra cómo se canalizó, después tándose el paso del ferrocarril por su valle
de la muerte de Meiggs, la labor del con- principal o, en su defecto, la lucha por con-
junto de ingenieros que fueron traídos y en- seguir la partida presupuestaria para esta-
trenados por este último. Fueron esos inge- blecer por lo menos un ferrocarril competi-
nieros, convertidos en contratistas indepen- dor al ya establecido en la ciudad rival. Es-
dientes, quienes continuaron el proceso de te es el caso, por ejemplo, del Ferrocarril
desarrollo ferroviario en el Perú: tal es el de Tacna-Frontera Bolivia o Tacna-Puno así
caso de Federico Blume, Ernesto Malinows- como el Ferrocarril de Ilo-Moquegua con res-
ki, etc. pecto al Ferrocarril de Moliendo-Arequipa,
o de Arequipa-Puno. Así también es el caso
Otro aspecto importante que mere-
del Ferrocarril de Trujillo-Cajamarca y el
ce resaltarse de ese período es la generali-
de Pacasmayo-Magdalena; o el de Chimbóte-
zación que se estableció respecto al tipo de
Huaraz con el de Huacho a Huaraz, etc.
ferrocarril a construirse en nuestro país: me
refiero al ferrocarril de penetración o, me- Esos ferrocarriles contribuyeron al
jor dicho, al ferrocarril de extracción. Una enriquecimiento de las principales ciudades
interesante descripción de esos ferrocarriles de la costa, que se convirtieron en interme-
la dio Garland 30 : "Arranca la línea desde diarias entre la sierra y el exterior, logran-
un puerto situado en las playas del Pacífico do acumular un excedente no de una activi-
y, después de recorrer algunos kilómetros dad productiva sino más bien de una pura
por el centro de campos sembrados de al- actividad comercial; es decir, se apropiaban
godones y atravesar cañaverales azucareros, del excedente producido en el interior. Al
toma alguna de las estrechas gargantas de mismo tiempo, con el ferrocarril se inició el
la cordillera. . ." O, como dice otro autor: ocaso de las grandes ferias rurales y la rui-
"... son como sondas aspirantes o tuberías na de todo el sistema económico que se sus-
de descarga para hacer descender al mar tentaba en ellas, así como de los arrieros
los productos del interior, por lo general que eran el medio de comunicación básico
agrícolas o minerales. .."31 de la zona. Ese es el caso de la famosa fe-
Este tipo de concepción de línea fe- ria de Vilque, que era el centro de comer-
rroviaria proliferó a tal punto que, en un de- cio de la región y que mantenía unidos los
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 143
lazos comerciales entre Cuzco, Puno y Are- ferrocarril, dos privadas y la del Ferrocarril
quipa de un lado, y de Bolivia y Argentina del Sur 32 .
por el otro: en época de dicha feria se rea- El ferrocarril fue, pues, un elemen-
lizaban transacciones comerciales por más de to básico que contribuyó a la consolidación
dos millones de pesos y se congregaban más de la burguesía arequipeña. Con el ferro-
de diez o doce mil almas, pero fue perdien- carril, Arequipa consolidó su posición de cen-
do importancia al abrirse el tráfico de mer- tro hegemónico en el sur del Perú y logró
caderías por intermedio del Ferrocarril del cierta independencia de Lima. Además, fe
Sur. las ingenió de manera tal que consiguió frus-
Además, el ferrocarril desplazó otras trar los intentos de Tacna por lograr un fe-
rutas que antes se utilizaban en forma con- rorcarril competidor: aun habiendo ésta ob-
tinuada —por ejemplo la ruta Majes-Cayllo- tenido ya en mayo de 1872 un empréstito
ma-Cuzco o la ruta Moquegua-Puno—, para de 1 millón 200 mil libras para dicho ferro-
dar lugar a la dé Arequipa-Puno, que pre- carril, éste no se construyó por oposición del
tendía favorecer a Arequipa y su clase diri- Gobierno que se inauguró a mediados de
gente: én el proyecto del Ferrocarril del Sur 1872 y que tenía ciertos intereses ligados
estaba considerada claramente la posición con Arequipa y se frustró así un ferrocarril
hegemónica de la burguesía arequipeña por que, como dice Basadre 33 , hubiese sido de
encima de cualquier otra, a tal punto que, suma utilidad en la guerra del Pacífico.
si analizamos la distancia del Ferrocarril de El mismo fenómeno que hemos vis-
Mollendo-Arequipa-Puno, veremos que cons- to en el sur se dio con ligeras ventajas en
taba de 527.2 km.; mientras que el Ferro- la zona del norte del Perú. Así, vemos por
carril de Ilo-Moquegua-Puno demandaba 298 ejemplo que, alrededor de 1860, existía en
km., más una pequeña carretera práctica- el valle de Jequetepeque una feria anual que
mente construida. se había iniciado como fiesta religiosa pero
La introducción del Ferrocarril del que, por esa época, ya había adquirido el ca-
Sur produjo la transformación de su zona rácter de feria comercial de trascendencia
agrícola: el valle de Majes tuvo una drásti- regional. Por el año de 1863 alcanzaba su
ca caída por su poca competividad con los máximo esplendor, era concurrida por 20,000
productos (licores y aguardientes) del nor- personas aproximadamente, y se hacían tran-
te. En cambio, el valle del Tambo, por el sacciones comerciales por más de un millón
que pasaba el ferrocarril, se benefició tre- de pesos: una verdadera feria regional 34 .
mendamente, se modernizó al igual que los En 1888, el sub-prefecto de la pro-
valles norteños, y, paradójicamente, también vincia informaba que el transporte marítimo i
se convirtió en productor de caña, gracias y el ferrocarril habían originado su deca-
a ciertas características ecológicas que per- dencia y que los comerciantes preferían ir
mitieron su alto rendimiento. Además, el a Lima: se avanzaba hacia una centralización
Ferrocarril del Sur permitió, aparte de la del mercado nacional. En el año 1902, el
transformación de la producción del valle, sub-prefecto de la provincia escribía: "La fe-
el rápido acarreo de sus productos a Arequi- ria de Guadalupe en la que años atrás se
pa, Cuzco y Bolivia, con la consiguiente am- efectuaba fuertes transacciones ha quedado
pliación de mercado. La mecanización del reducida a una animada fiesta local". Sólo
valle llegó hasta el punto que se construye- se realizaban eventos de tipo local que per-
ron ferrocarriles privados hasta las casas- mitieron la aparición de los mercados domi-
haciendas, tanto de la hacienda Chucarapi nicales en las poblaciones del valle. Y es
como de la de Pampa Blanca, dándose el in- que la prosperidad falaz del Perú, o perío-
creíble fenómeno de que en un solo valle, do del guano, también llegó al valle y tuvo
por demás estrecho, corriesen tres líneas de hondas repercusiones. Su primera manifes-
144 ARTICULOS

tación fue la llegada del presidente José Y era justamente Meiggs quien estaba cons-
Balta, el futuro "presidente de los ferroca- truyendo el Ferrocarril de Lurifico, vale de-
rriles", quien compró la hacienda "Lurifico" cir, el de Pacasmayo a Guadalupe, precisa-
en 1866. Algunos años más tarde, el ferro- mente por encargo del gobierno de su ami-
carril llegó al valle a iniciativa de Balta y, go Balta y que tenía por finalidad unir y dar
con él, los capitales y maquinaria de Enri- salida a los'pueblos y haciendas más impor-
que Meiggs. Así se inició el desarrollo de tantes del valle.
la agricultura comercial en el valle y su li- Similar dinámica, aunque en menor
gazón con el mercado internacional. escala, la encontramos en las pugnas que se
Como ya se ha dicho, el guano fue dieron en las zonas de los valles azucareros
el elemento dinamizador de la cadena que per- del norte. Mediante ellas, los distintos ha-
mitió la aparición de los ferrocarriles, y por cendados trataban de que sus haciendas fue-
ende la transformación de la producción en sen las conectadas por la línea del ferroca-
los valles más importantes de la costa: se rril en lugar de las de los vecinos y compe-
pasó de una producción para el consumo in- tidores. Tal es el caso del Ferrocarril de
terno a una producción de tipo comercial pa- Malpbrigo-Ascope con el de Salaverry-Truji-
ra los mercados en el exterior. 11o, y el ferrocarril que resultó finalmente
La hacienda "Lurifico" inició su pro- integrando a casi todos. Lo mismo sucedió
ceso de transformación a partir de la llega- en el Ferrocarril de Eten-Ferrenafe, que tuvo
da del Ferrocarril de Pacasmayo-Guadalupe que tener ramales a Tumán, Pátapo, Pucalá,
que se construyó de tal manera que pasara etc. 35 . En el caso del Ferrocarril Central 36
por la mencionada hacienda. Fue con el fe- la situación es similar en un principio, pero
rrocarril que se impulsó el desarrollo de la el no haberse terminado antes de la guerra
hacienda capitalista en el valle del Jequete- del Pacífico, y la penetración del capital ex-
peque. tranjero tanto en el manejo de los ferroca-
El primer impulso de capitales pro- rriles (vía la Peruvian Corporation), así co-
vino de la transformación de los capitales mo en la minería, incorporan elementos nue-
logrados a través del plan del gobierno de vos que son más propios del segundo expan-
Echenique que buscaba beneficiar a los gru- sionismo ferrocarrilero peruano y no son ma-
pos "burgueses", inflando desmesuradamen- teria de este primer trabajo introductorio.
te las cifras de lo dispuesto a pagarse en El fenómeno de ligazón que se ha
nombre de la consolidación de la deuda in- visto —entre guano, ferrocarriles y agricul-
terna. Entre dichos beneficiarios figuraba tura— es un aspecto típico de la coyuntura
Balta, que logró comprar "Lurifico". político-económica de la época. Si nos fija-
Este proceso, en el fondo, no es más mos bien, es justamente a partir de 1872 (en
que la transformación de los capitales logra- forma oficial, ya que antes lo hacían desde
dos con el guano a la agricultura, dentro de fuera) que el liberalismo se convirtió en la
un sistema de explotación capitalista, con in- doctrina del Estado peruano: el partido civi-
tensidad de capital y con el empleo de mo- lista de Pardo estaba conformado por los
dernos recursos, aun de ferrocarril, en el hombres que encarnaban el liberalismo de
marco de un sistema de explotación que, he- aquel período. Durante este período se con-
** redado del guano, se tenía que basar en una tinuó el proceso de desarrollo ferrocarrilero
economía neta de exportación. La consolida- que había iniciado Balta: se iniciaron algu-
ción no fue sino el vehículo que se utilizó nos ferrocarriles adicionales, pero principal-
para ese efecto (ver Cuadro 3). mente se continuaron los ya comenzados, y
Posteriormente, vemos cómo Meiggs se terminaron 1,251.6 kilómetros. Esa políti-
invirtió también en agricultura, al comprarle ca de continuar con los ferrocarriles estaba
a Balta la misma hacienda "Lurifico" en 1871. dentro de los planes de los civilistas que,
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 145
como vimos, aun antes de estar en el gobier- Cuadro 4
no ya impulsaban esa idea. Pero, en el ca-
Desarrollo de los ferrocarriles en el Perú en
so de los civilistas de Pardo, la necesidad
términos anuales:
del desarrollo mediante ferrocarriles obe-
decía a la necesidad, que ellos veían, de en- ACUMU- PRESI-
contrar una fuente de riqueza que reempla- AÑO* KM. v LADO DENTE
zara al agotable guano y que fuera inagota-
1851 13.7 13.7 Castilla
ble; y, en esa búsqueda, el presidente Par-
1856 63.0 76.7 Castilla
do encontró en la agricultura de exportación
1857 1.8 78.5 Castilla
ese "nuevo" e inagotable recurso de expor-
1858 15.0 93.5 Castilla
tación y, por ende —de acuerdo con su con-
1863 2.6 96.1 Pezet
cepción— 37, de creación de riqueza. El par- Balta
1869 1.2 97.3
tido civil y su presidente estaban muy preo- 1870 66.0 163.3 Balta
cupados con la crisis que les tocó vivir y con 1871 372.2 535.5 Balta
su empeoramiento visible. Esto lo percibi- 1872 22.0 557.5 Balta
mos en su ya muy conocida frase: "Desgra- 1873 140.8 698.3 Pardo
ciada la República, si llegado el momento de 1874 178.0 876.3 Pardo
la desaparición del guano, no encuentra ya 1875 425.6 1,301.9 Pardo
arraigado en las costumbres, el medio de ha- 1876 486.0 1,787.9 Pardo
cer frente a los gastos nacionales"3S. 1877 57.0 1,844.9 Prado
( La percepción de las exportaciones 1878 20.0 1,864.9 Prado
como quizá la base única de generación de 1879 1,864.0 Prado
riqueza la tenían tanto Pardo como el gru-
po civilista, a propósito de su experiencia * De terminación de obras o parte de obras.
propia, ya que la mayor parte de su rique-
za justamente provenía de su participación
como consignatario de guano: fue precisa- férreas. Entre 1840 y 1879, el conjunto de
mente el enriquecimiento de un grupo am- la economía peruana reposó en los exceden-
plio de consignatarios lo que permitió la con- tes logrados de la explotación del guano, y
formación de un grupo de poder económico uno de los principales destinos que tuvieron
que pudo desafiar la supremacía del poder esos beneficios fue el ferrocarril.
político del —hasta ese entonces— primer En el año 1869, el dúo Balta-Piéro-
militarismo, y aparecer como el primer mo- la entregó el guano en monopolio a Dreyfus
vimiento político no militar, que después se a cambio de los capitales necesarios par^
convertiría en el "partido civilista", tan ca- financiar el costosísimo proyecto de desarro-
racterístico por su fervoroso liberalismo y llo ferroviario. Gracias al guano es que se
su planteamiento de desarrollo "hacia afue- pudo llegar a los niveles exorbitantes de en-
ra", y que además se encargó del segundo deudamiento a los que se llegó. Como con-
gran expansionismo ferrocarrilero en su se- secuencia de esa política ferrocarriles-endeu-
gundo período de gobierno, ya en los prime- damiento, la deuda externa del Perú pasó
ros años del presente siglo. de 8'600,000 libras esterlinas, o 46'000,000
de soles aproximadamente, con l'OOO.OOO de
libras en amortizaciones en 1869, a 35'000,000
Crisis y Ferrocarriles
de libras esterlinas, o 175'000,000 de soles,
Como hemos podido apreciar, la fie-
con amortizaciones de 2'600,000 de libras en
bre ferroviaria, se calmó mediante un siste-
1872. Ya en esa época —1872— los ingre-
ma de empréstitos basado en la venta futu-
sos por guano cubrían ajustadamente la amor- *
ra de guano y la potencial hipoteca de las
tización que se tenía que hacer por los em-
rentas de las aduanas y de las propias vías
146 ARTICULOS

préstitos ferroviarios, y el déficit fiscal as- glar de manera definitiva la ya larga pro-
cendía aproximadamente a 8*000,000 de li- blemática de la deuda externa..."41 Fue
bras 39 . Durante los diez años del boom fe- dentro de esta perspectiva que se adoptó la
rroviario el país vivió un período de "refi- solución propuesta por Grace, consistente en
nanciación" de deudas, que se basó en la la entrega de los ferrocarriles por 66 años
conversión de las deudas anteriores en nue- a los tenedores de bonos de la deuda perua-
vas mediante la emisión de bonos que se co- na. Fue así que se entregaron los siguien-
locaban en los diversos mercados financieros tes Ferrocarriles: Moliendo-Arequipa; Are-
del mundo. quipa-Puno; Juliaca-Santa Rosa; Pisco-Ica; Ca-
Otro aspecto sumamente importante llao-Chilca; Lima-Ancón* Chimbote-Suchiman;
fue que, en Ja mayoría de los ferrocarriles, Pacasmayo-Yonan-Guadalupe; Salaverry-Truji-
los contratistas recibieron casi la totalidad llo-Ascope; y Paita-Piura (ver Cuadro 3).
del dinero asignado a la obra aun antes de Así nació la Peruvian Corporation
concluida la mitad de la misma, y las am- en 1890.
pliaciones presupuestarias fueron una prác-
tica muy común. Por ejemplo, en la línea Conclusión
de Callao-Oroya se habían gastado en 1872 Como se ha podido apreciar a lo -
5'000,000 de libras esterlinas, es decir, largo de este ensayo, las bases para un de-
20'000,000 de soles plata, y sólo se habían sarrollo ferroviario coherente y equilibrado
construido 139 de los 222 Km. totales. Du- nunca estuvieron presentes en nuestro país.
rante este período sólo se terminó una vía Es más, yo diría lo contrario, pues casi todas
principal transandina, la de Arequipa-Puno; las circunstancias estaban en favor de su
todas las otras quedaron a medias o sin ter- inexorable fracaso como instrumento articu-
minar. Además, para cuando hubiese llega- lador de nuestro sistema económico espacial.
do el ferrocarril a las provincias del inte- Además, si consideramos que el ferrocarril
rior, de seguro ya se habría producido el de- contribuyó a agravar la ya en ese entonces
terioro que el modelo liberal posibilitó. Ello dispareja estructura socio-espacial en nues-
hizo que, en el fondo, el desarrollo ferro- tro país —por la vía de la concentración del
viario haya sido un proceso de desperdicio beneficio en los sectores modernos— gene-
de capital, porque la ayuda que se preten- rando la destrucción de la dinámica econó-
dió dar en un principio al interior con el fe- mica de los sectores del interior —mediante
rrocarril fue nula, ya que a esas alturas el la extracción de excedente en favor de los
interior estaba casi aniquilado como produc- centros urbanos, en desmedro de las áreas
to del modelo librecambista de desarrollo ha- rurales, y aun de las zonas urbanas del in-
cia afuera, y aun las posibilidades de simple terior, antes verdaderos centros motores de
extracción de riqueza se habían reducido enor- nuestra economía,— podemos concluir que su
memente. aporte fue en ese sentido negativo. La re-
Finalmente, la guerra del Pacífico, ducción en los costos de transporte, que pu-
terminó por destruir la ya debilitada econo- do incentivar la inversión en las zonas del
mía peruana por la crisis de 1872 Su re- interior, sólo fue aprovechada por el capital
construcción, en el pensamiento de sus go- extranjero interesado en la minería y con
- bernantes, sólo podía lograrse con el con- un sistema de exportación tipo enclave, que
curso masivo del capital extranjero, y par- más es lo que perjudica que lo que aporta
ticularmente del británico; " . . . pero esta en la zona, beneficiando solamente a las bu-
vez no se invertirían dichos capitales en rocracias de las principales ciudades que vi-
préstamos al Estado peruano, sino que inter- ven de los recursos "dejados" por ese tipo
vendrían directamente en las áreas produc- de sistema.
tivas; para esto se requería previamente arre- Por otro lado, los recursos utiliza-
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 147
dos por, el ferrocarril, especialmente al ini- ramos recuperar nuesstra economía. Planteo
cio, fueron todos importados —aun la mano hoy esta pequeña revisión histórica justamen-
de obra— con lo cual el efecto multiplica- te cuando la crisis, el endeudamiento, las
dor de esas inversiones tuvo muy poco que obras públicas —y últimamente los ferroca-
hacer en nuestra economía y menos aún en rriles— nuevamente se quieren dar la mano
nuestra sociedad. Esta dinámica de deuda, en un intento equivocado por solucionar los
ferrocarriles y crisis fue sumamente grave problemas de nuestro país. Ojalá esta diná-
para nuestra sociedad y pasó mucho tiempo mica no se repita.
y costó mucho esfuerzo antes de que lográ- Noviembre 1978.
*

NOTAS
*

1/ Véase al respecto los t r a b a j o s de: Harvey Ferlofi 13/ Pablo Macera, "Las Plantaciones Azucareras
y Lowdon Wingo, y el artículo de Douglas North Andinas", e n : Trabajos de Historia N" 4, Lima,
en la compilación de John Friedman y William INC, 1977.
Alonso, Regional Development and Planning, Ma- 14/ Tamayo, op. cit., pp: 53.
ssachusetts, MIT Press, 1964. 15/ Op. cit., pp: 55.
2/ Véase, p o r ejemplo, el t r a b a j o de Eric Wolf y 16/ Op. cit., pp: 47.
E d w a r d Hansen, The Human Condition in Latin 17/ Para entender claramente la dinámica de Are-
America, London, Oxford University Press, 1972. quipa, revisar: Alberto Flores-Galindo, Arequipa y
3/ El caso de los Estados Unidos de Norteamérica el Sur Andino, siglos XVIII-XX, Lima, Editorial
en su proceso de "conquista" del oeste es suma- Horizonte, 1977, y Baltazar Caravedo, Desarrollo
mente conocido. La U.R.S.S., también ha utilizado Desigual y Lucha Política en el Perú, 1948-1956,
el ferrocaril con esa finalidad. En Europa sucedió Lima, IEP, 1978.
algo similar. 18/ Los t r a b a j o s m e j o r enfocados que explican la
4/ Véase, por ejemplo, Harry Richardson, Regional dinámica económica y social del norte del Perú sojn
Economic, Londres, Weidenfeld & Nicolson, 1969. los de: Manuel Burga, De la Encomienda a la Ha-
5/ Para el caso del este de Africa, véase: E.A. Brett, cienda Capitalista, Lima, IEP, 1976, y el de Peter
Colonialism and Underdevelopment in East Africa, Klaren, La Formación de las Haciendas Azucareras
New York, NOK Publishers, 1973. y los Orígenes del APRA, Lima, IEP, 1970.
6/ Luis G. Lumbreras, De los Orígenes del Estado 19/ Alberto Flores-Galindo, Los Mineros de la
en el Perú, Lima, Milla Batres, 1972. Cerro de Pasco 1900-1930, Lima, PUC, 1974; Rory
7/ John V. Murra, Formaciones Económicas y Polí- Miller, "Railways and Economic Development in
ticas del Mundo Andino, Lima, IEP, 1975. Central Pera, 1890-1930", en: Rory Müler et. al.
8/ John V. Murra, op. cit.. Cap.: 3. (editores), Social and Economic Changa in Modera
9. Giorgio Alberti y Enrique Mayer (compiladores), Perú, Liverpool, Center f o r Latin American Studies,
- Reciprocidad e Intercambio en los Andes Peruanos, Monograph Series N? 6.
Lima, IEP, 1974. 20/ Los m o m e n t o s m a s dramáticos de la crisis
10/ Ver la obra postuma de Mateo Paz Soldán, textil en el Perú, y en América Latina en general,
Geografía del Perú, París, 1862. figuran entre los años 1829 a 1850.
11/ José Tamayo Herrera, Historia Social del Cuz- 21/ Ferrocarriles del Perú, Economía y Reseña
co Republicano, Lima, Edición del autor, 1978, Histórica, Publicación de la Dirección de Obras
pp: 47. Públicas y Vías de Comunicación del Ministerio de
12/ José Tamayo Herrera, op. cit., pp: 48. Fomento, Lima, 1932.
148 ARTICULOS

22/ H. Hutchison, " I n f o r m e sobre el Movimiento 33/ Jorge Basadre, Historia de la República del
Comercial del Callao de 1867 a 1870 y parte de 1871", Perú, Lima, Editorial Universitaria, 1968.
en: Heraclio Bonilla, Informes de los Cónsules Bri- 34/ Manuel Burga, op. cit., pp: 200.
tánicos, Lima, IEP, 1976, Vol. III. 35/ La promoción que hizo Balta del Ferrocarril
23/ Jonathan V. Levin, Tile Export Economies, de Tacna-Frontera con Bolivia no tuvo otra inten-
Massachusetts, H a r v a r d University Press, 1960, pri- ción que la de reducir o aminorar el poder econó-
m e r a parte. mico que estaba logrando Arequipa al controlar
24/ Watt Stewart, La Servidumbre China en el Perú, todo el tráfico comercial del sur gracias al ferro-
Lima, Mosca Azul editores, 1976; y Ernesto Fernán- carril de Mollendo-Arequipa-Puno. No hay que ol-
dez - Germán Granda, Apuntes Socioeconómicos de vidar que Balta era del norte y que las más grandes
la inmigración China en el Perú, (1848-1874), Lima, amenazas a su gobierno siempre estuvieron ligadas
Universidad del Pacífico, serie Tesis N 9 1, 1976. a las oligarquías regionales sureñas.
25/ Luis Benjamín Cisneros, Memoria sobre Pro- 36/ Rory Miller, op. cit.
yectos de Ferrocarriles, Lima, Cámara de Diputados, 37/ No hay que olvidar que el Dr. Manuel Pardo
1867. estudió en Francia en época en la que todavía la
26/ Watt Stewart, Henry Meiggs, Un Pizarro Yan- influencia de la escuela fisiócrata era muy fuerte
qui, Santiago de Chile, Ediciones de la Universidad en la escuela de economía de la Universidad de
de Chile, 1954. París. De esta influencia se deriva probablemente
27/ Manuel Pardo, Estudios sobre la Provincia de su apego tan f u e r t e p o r la agricultura de exporta-
Jauja, Lima, 1862. ción como fuente de riqueza p a r a el Perú.
28/ Watt Stewart, Henry Meiggs..., op. cit., caps: 38/ Manuel Pardo, Estudios sobre . . . , op. cit.
i y 2. Heraclio Bonilla, Los Mecanismos de un Con-
29/ Op. cit., pp: 54. trol Económico, Lima, IEP, 1977, Vol. 5, cap.: 1.
30/ Alejandro Garland, El Perú en 1906, Lima, 40/ Alejandro Revoredo, Apuntes de Historia Po-
I m p r e n t a La Industria, 1908. lítica y Financiera, Lima Librería e I m p r e n t a Gil,
31/ Antonello Gerbi, El Perú en Marcha, Lima, 1943. 1939.
32/ Flores-Galindo, A r e q u i p a . . . , op. cit., pp: 107, 41/ Heraclio Bonilla, op. cit., Cap.: 1.
m a p a 3.

BIBLIOGRAFIA

1/ ALFARO, Eloy, Historia del Ferrocarril de Gua- 8/ BILLINGHURST, Guillermo, Los ferrocarriles
yaquil a Quito, Quito, I m p r e n t a Nacional, 1396, salitreros de Tarapacá, Santiago, 1888.
reproducido por: Universidad Central del Ecuador, 9/ BILLINGHURST, Guillermo, Documentos rela-
1977. tivos al ferrocarril de Patillos, Valparaíso. 1905.
2/ ALMENARA, Manuel D„ El ferrocarril de Chim- 10/ BLUME, Federico, El trazo del ferrocarril entre
bóte a Recuay y Cajabamba, Lima, 1929. Ancón y Chancay, Lima, 1886.
3/ ANTUNEZ DE MAYOLO, Santiago, El trans- 11/ BLUME, Federico, Ferrocarril de Tarma a
porte de 140,000 H.P. del Cañón del Pato a Lima y Chancbamayo, Lima, 1887.
el ferrocarril de Lima a Chimbóte, Lima, 1923. 12/ BOLLINGER, William, The Rise of United
4/ BARREDA Y BUSTAMANTE, José F., Los fe- Síaícs influence in the Peruvian Economy, 1869-1921,
rrocarriles en el Perú, Lima, 1910. Los Angeles, Tesis inédita de maestría, 1971.
' 5 / BARREDA Y OSMA, Felipe, Los ferrocarriles y 13/ BONILLA, Heraclio, "El impacto de los ferro-
el proyecto de los tenedores de bonos, Lima, 1888. carriles. Algunas proposiciones", en: Historia y
6/ BASADRE, Federico, Comparación entre los fe- Cultura N? 6, Lima, 1973. /
rrocarriles y caminos en el Perú, Conferencia dada 14/ BONILLA, Heraclio, Los mecanismos de un
en la Sociedad de Ingenieros el 11 de Octubre de control económico, Vol. 5, Lima, IEP, 1977.
1927, Lima, 1927. 15/ BORDA, Mariano Antonio, Ferrocarril urbano,
7/ BASADRE, Jorge, Historia de la República del Lima, 1875.
Perú, Lima, Editorial Universitaria, 1968. 16/ BORDA, Mariano Antonio, Recurso presentado
Pennano: Desarrollo Regional y Ferrocarriles en el Perú 149
por el concesionario del ferrocarril urbano de Lima rococha, Lima, 1900.
al Honorable Concejo Provincial, Lima, 1875. 40/ FAWCETT, Brian, Railways of the Andes, Lon-
17/ BRADY, G. S. y W. R. Long. Railways of .ime- don, George Alien & Unwin, 1963.
rica, Washington, 3 v. 1926, 1927, 1930. 41/ FERROCARRIL CENTRAL TRASANDINO, S e o
18/ BUENO ORTIZ, Armando, Nuestros ferrocarri- ción de Callao y Lima a la Oroya, Documentos,
les en explotación, Lima, 1931. Lima, El Nacional, 1870.
19/ BURGA, Manuel, De la Encomienda a la Ha- 42/ FERROCARRIL DE AREQUIPA, Informe de
cienda Capitalista, Lima, IEP, 1976. los Empresarios, Arequipa, Francisco Ibañez, 1864.
20/ CAMACHO, Simón, Ferrocarriles jdel Perú, 43/ FERROCARRIL DE AREQUIPA, Documentos
Lima, 1876. relativos a esta empresa, Lima, El Nacional, 1369.
21/ CAMPUZANO, Severino, Ferrocarril de Tacna 44/ FERROCARRIL DE AREQUIPA, Historia do-
a La Paz y Oruro. Antecedentes del proyecto, La cumentada de su origen, construcción e inaugura-
Paz, 1889. ción, Lima, I m p r e n t a del Estado, 1871.
22/ CAMPUZANO. Severino, Ferrocarril de Tacna 45/ FERROCARRIL DE ETEN A MONSEFU, Lima,
a La Paz y Oruro. Motivos que impiden su planti- 1867.
ficación, La Paz, 1890. 46/ FERROCARRIL DE LA OROYA, Estudios com-
23/ CARRANZA, Luis, Memorándum sobre el pro- parativos de las propuestas presentadas al Supre-
yecto de ferrocarril de la Oroya al Paucartambo, mo Gobierno, Lima, El Nacional, 1869.
Lima, 1897. 47/ FERROCARRIL DE MALABRIGO A ASCOPE,
24/ CASTAGNOLA CEVALLOS. Dante, Economía Compañía de Ferrocarriles de Trujillo, Lima, 1871.
en el trazo y la construcción de los ferrocarriles 45/ FERROCRRILES DEL PERU. Economía y Re-
nacionales, Lima, 1930. seña histórica, publicación de la Dirección de Obras
25/ CISNEROS, Luis Benjamín, Memoria sobre Públicas y Vías de Comunicación del Ministerio de
Proyectos de Ferrocarriles, Lima, Cámara de Dipu- Fomento, Lima, 1932.
tados, 1867. 49/ FLORES, Zoila, Ferrocarriles de Iquique y de
26/ CORONEL ZEGARRA, Enrique, El ferrocarril Pisagua, Tacna, 1870.
al Marañón y el ferrocarril al Ucayali, Lima, 1913. 50/ FLORES-GALINDO, Alberto, Arequipa y eí Sur
27/ CORONEL ZEGARRA, Enrique, Ferrocarril de Andino, siglos XVII-XX, Lima, Editorial Horizonte,
Paita al Marañón, Lima, 1914. 1977.
28/ COSTA Y LAURENT, Federico, Reseña históri- 51/ GARCIA Y GARCIA, José Antonio, El ferroca-
ca de los ferrocarriles del Perú, Lima, Litografía rril de Eten, Lima, 1874.
Tip. Carlos Fabri, 1908. 52/ GARLAND, Alejandro, Ferrocarril del Norte,
29/ COSTA Y LAURENT, Federico, "El ferrocarril Lima, 1904.
Central del Perú", en: 'informaciones y Memorias, 53/ GARLAND, Alejandro, Las vías de comunica-
Lima, octubre, 1926. ción y la futura red ferroviaria del Perú, Lima, 1906.
30/ COSTA Y LAURENT, Federico, El ferrocarril 54/ GARLAND, Alejandro, El ferrocarril del Norte, v
a Huancavelica; opiniones técnicas, discursos, ma- de Paita a Puerto Limón, Lima, Lit. Tip. Nacional
pas, etc., Lima, 1927. de Badiola y Berrio, 1906.
31/ DAVALOS Y LISSON, Pedro, La primera cen- 55/ GUEVARA, Alejandro, Informes sobre ferroca-
turia, Lima, Librería e I m p r e n t a Gil, 1919. rriles, de julio de 1919 a noviembre de 1920,
32/ DELGADO DE CASTRO, Raquel, El despertar Lima, 1920.
de Huancavelioa, Lima, 1927. 56/ GUEVARA, Víctor J., La República del Perú
33/ DENEGRI, Luis, El ferrocarril Panamericano, y la Peruvian Corporation, Lima, 1932.
Lima, 1928. 57/ HALSEY, Frederic, Railway expansión in Latin
34/ DIEZ CANSECO, Jesús A., Para la historia pa- America, New York, 1916. /
tria. El ferrocarril de Arequipa y el General Pedro 58/ HANSELL, N. V., El ferrocarril del Pacífico
Diez Canseco, Arequipa, 1921. al Amazonas, Lima, 193— (?).
35/ DUEÑAS. Enrique, Informe sobre el reconoci- 59/ HUTCHISON, H., " I n f o r m e sobre el comercio
miento de las rutas apropiadas para proyectar la del Callao, 1872'J, en: Heraclio Bonilla, I n f o r m e s de
vía férrea entre la Costa, Oyón y la Montaña, Lima, los Cónsules Británicos, Vol. III, Lima, IEP, 1976.
1919. 60/ HUTCHISON, H., " I n f o r m e sobre el movimien-
36/ DURAND, Juan E„ Ferrocarril de Lima a Yuri- to comercial del Callao de 1867 a 1870 y parte de
maguas, Lima, 1906 (?) 1871". en: Heraclio Bonilla, Informes de los Cón-
37/ ELMORE- Alberto, "El ferrocarril panamerica- sules Británicos, Vol. I I I , Lima, IEP, 1976.
no en relación con las vías férreas al Oriente" en 61/ LA COMBE, Ernesto, Conferencia sobre los
Carlos L a r r a b u r e y Correa, Colección de leyes, de- estudios del trazo del ferrocarril intercontinental.
cretos, resoluciones y otros documentos oficiales Parte peruana, Lima, 1900.
referentes al Depto. de Loreto, Lima, 1905-1908. 62/ LE ROY, Edmundo, Informe sobre la explora-
38/ ESTEVES, Luis, Apuntes para la historia eco- ción de los valles de Pasamayo y del Rímac para
nómica del Perú, Lima, 1882, reproducido por: Cen- el Ferrocarril Trasandino. Por orden del Directorio
tro de Estudios de Población y Desarrollo, 1971. de la Compañía del Ferrocarril de Lima a Huacho,
39/ FALCONE, José, El ferrocarril de Ticlio a Mo- Lima, 1869.
150 ARTICULOS

63/ LLOYD, Reginald, Impresiones de las Repú- de Lima, Lima, 1965.


blicas Sud-Americanas del Oeste en el Siglo Veinte, 80/ REVOREDO, Alejandro, Apuntes de Historia
Londres, JAS. Truscott & Son. Ltd., 1915. y Financiera, Lima, Librería e I m p r e n t a Gil, 1939.
64/ LONG, W. Rodney, Railways of South America, 81/ RIGAUD, Joaquín, Ferrocarriles, Lecciones en
Washington, 1927. la Escuela de Ingenieros de Lima, Lima, 1928, 2 v.
65/ MALINOWSKI, Ernesto, Ferrocarril Central 82/ SEMINARIO, Miguel E., Ferrocarril urbano de
Trasandino. Informe del Ingeniero en Jefe. Sección Lima a Miraflores, Lima, 1901.
del Callao y Lima a la Oroya y presupuesto de la 83/ SILGADO, Enrique, Lecciones de Ferrocarriles,
obra, Lima, 1869. Esc«ela de Ingenieros, Lima, 1908.
66/ MASIAS, Felipe, El ferrocarril de Islay a Are- 84/ ST. JOHN, Spencer, "El Perú en 1878, I n f o r m e
quipa y la posibilidad de su ejecución, Lima, 1862. General", en: Heraclio Bonilla, Informes de los
67/ MEIGGS. Enrique, Propuestas presentadas al cónsules Británicos, Vol. I, Lima, IEP, 1976.
Supremo Gobierno para la terminación de los ferro- 85/ STEWART, Watt, " E l t r a b a j a d o r chileno y los
carriles, Lima, 1874. ferrocarriles del Perú", en: Revista Chilena de
68/ MIDDENDORF, Ernest W„ Perú, observaciones Historia y Geografía, Santiago, julio-diciembre,
y Estudios del país y sus habitantes durante una 1938.
permanencia de 25 años, 3 tomos, Lima, Universi- 86/ STEWART, Watt, Henry Meiggs, Un Pizarra
dad Nacional Mayor de San Marcos, primera edi- yanqui, Santiago de Chile, Ediciones de la Univer-
ción en castellano, 1973. sidad de Chile, 1954.
69/ MILLER, Rory, "Railways and Economic De- 87/ THORNDIKE, Juan L., Contestación con moti-
velpment in Central Perú, 1890-1930", en: Miller, vo de la 2a. exposición del Sr. D. Enrique Caravedo,
Smith y Fisher eds., Social and Economic change Director de Gobierno sobre los ferrocarriles del Sur,
in Modern Perú, Centre f o r Latin American Studies, Lima, 1887.
The University of Liverpool, Monograph Series N? 88/ TIZON Y BUENO, Ricardo, El problema fe-
6, s. f. rroviario del sur del Perú, Lima, 1915.
70/ MOSS, A. Miles, A souvenir of the Oroya 89/ TORRICO, Federico, Exposición a S.E. el pre-
Railroad, Lima, 1908. sidente de la República sobre la conveniencia de
71/ PACHECO, Fernando, El ferrocarril del Cuzco modificar la contrata celebrada para la construc-
N
a La Convención, Cuzco, 1911. ción del ferrocarril de Arequipa, Lima, 1868.
72/ PACHECO, Toribio, "Proyecto de ferrocarril 90/ TORRICO, Joaquín, Ferrocarril Mineral de
de Arequipa a Islay", en: La Revista de Lima, Tomo Pasco. Informe de su origen y actual estado, Lima,
II, 1860. 1876.
73/ PATIÑO SAMUDIO, Manuel, "Al Oriente del 91/ UGARTE, César Antonio, Bosquejo de la His-
Perú", Conferencia dada en la Sociedad Geográfica toria Económica del Perú, Lima, 1920,. reproducida
de Lima, 1906. r por: Delva Editores, 1977.
74/ PEREZ FIGUEROLA, Arturo, Proyecto de re- 92/ URIZAR GARFIAS, Antonio, Inauguración del
glamento general de ferrocarriles, Lima, 1908. Ferrocarril de Moliendo-Arequipa, Lima, 1871.
75/ PERU, CUERPO DE INGENIEROS CIVILES, 93/ VELASQUEZ JIMENEZ, Juan, Viaiidad férrea
Informe sobre ferrocarriles, Lima, 1918. en Sudamérica, Lima (?), 1907 (?).
77/ PFLUCKER PEDEMONTE, L., La construcción 94/ VELASQUEZ JIMENEZ, Juan, Estudio de una
de ferrocarriles en el Perú, Lima, 1924. línea férrea entre lio y La Joya; anteproyecto, me-
78/ REATEGUI MORE Y, César, Los ferrocarriles moria descriptiva y presupuesto, Lima, 1910.
al Oriente, Lima, 1931. 95/ VELAZCO, Gil, La prolongación de la línea
79/ REGAL, Alberto, Historia de los ferrocarriles férrea Lima-Huancayo, Lima, 1922.

También podría gustarte