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Indicadores-De-Salud Manual OMS
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Indicadores de salud
Aspectos conceptuales y operativos
Washington, DC - 2018
Se publica también en inglés y portugués:
Health Indicators. Conceptual and operational considerations. ISBN: 978-92-75-12005-7
Indicadores de Saúde. Elementos Conceituais e Práticos. ISBN: 978-92-75-72005-9
Todos los derechos reservados. Las publicaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) están
disponibles en su sitio web en www.paho.org. Las solicitudes de autorización para reproducir o traducir,
íntegramente o en parte, alguna de sus publicaciones, deberán dirigirse al Programa de Publicaciones a
través de su sitio web (www.paho.org/permissions).
La Organización Panamericana de la Salud ha adoptado todas las precauciones razonables para verificar la
información que figura en la presente publicación, no obstante lo cual, el material publicado se distribuye
sin garantía de ningún tipo, ni explícita ni implícita. El lector es responsable de la interpretación y el
uso que haga de ese material, y en ningún caso la Organización Panamericana de la Salud podrá ser
considerada responsable de daño alguno causado por su utilización.
ii
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 1
iii
2.4.5 Estandarización de las tasas de mortalidad 42
2.4.6 Otros factores 44
iv
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) desea reconocer los esfuerzos conjuntos realizados
por sus unidades técnicas y representaciones, así como por los expertos de los ministerios de salud, que
brindaron orientación y asistencia técnica durante la elaboración de este documento.
La producción del documento se hizo bajo la coordinación de Vilma Gawryszewski. En la preparación del
material preliminar también se contó con la colaboración de Andrea Gerger, Bremen de Mucio, Gabriela
Fernández, João Risi, Jr., Oscar Mujica, Pablo Durán, Patricia Soliz y Roberta Caixeta. La revisión y producción
del documento final se hizo en colaboración con Elizabeth Duarte y Enrique Vázquez.
Debe reconocerse en particular la contribución de los participantes del grupo de trabajo que se mencionan
a continuación: Olga Araya, Laura A. Barufaldi, Gustavo Bretas, Roberta Caixeta, Elizabeth Duarte, Bremen
De Mucio, Pablo Durán, Gabriela Fernández, Vilma Gawryszewski, Andrea Gerger, Carlos Guevel, Lilia
Jara, José Moya, Rodolfo Peña, João Risi, Jr., Patricia L. Ruiz, Antonio Sanhueza, Patricia Soliz, Cintia H.
Vasconcelos, Enrique Vázquez y Carlos C. F. Vidotti.
v
INDICADORES DE SALUD: ASPECTOS CONCEPTUALES Y OPERACIONALES
INTRODUCCIÓN
El propósito de esta publicación es ayudar a los Estados Miembros de la Región de las Américas a
seleccionar, gestionar, interpretar y usar los indicadores de salud. Su objetivo general es facilitar el
avance en el monitoreo y el análisis de situaciones y tendencias en el ámbito de la salud, puesto que es
importante medir y monitorear los indicadores de salud para sentar las bases que permitan medir las
desigualdades en la salud y orientar la toma de decisiones basada en la evidencia en el campo de la salud
pública.
En este documento se analizan los aspectos conceptuales y prácticos a la hora de seleccionar y calcular
indicadores de salud. Está dirigido principalmente a dos tipos de destinatarios: a) las personas que a
nivel nacional tienen la responsabilidad de generar, analizar y validar datos oportunos y fidedignos
sobre sistemas y servicios de salud, lo que incluye al personal de los organismos que generan
estadísticas vitales y los profesionales de la salud pública; y b) los usuarios de información de salud
que deben tomar decisiones para fortalecer la prestación de servicios de salud. Los autores reconocen
que los Estados Miembros de la Región se encuentran en diferentes niveles de progreso con respecto
a los recursos humanos y la capacidad institucional para producir información de salud fidedigna,
comparable y uniforme.
ANTECEDENTES
La Iniciativa Regional de Datos Básicos de Salud (IRDBS) de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS) se estableció en 1995 para contribuir con el conocimiento sobre el estado de salud y bienestar
de la población, y promover el uso de datos fidedignos para la toma de decisiones. El objetivo de la
IRDBS es facilitar el monitoreo de las metas y los mandatos de los Estados Miembros de la OPS en
el campo de la salud, además de recopilar cada año un conjunto mínimo de datos e indicadores que
permitan describir la situación y las tendencias de salud en los países de la Región. En 1997, el 40o
Consejo Directivo de la OPS aprobó la resolución CD40.R10 con la cual se institucionalizó la IRDBS. Ese
año se seleccionaron 118 indicadores, los cuales se agruparon por materias. Desde entonces, la mayor
parte de los países y territorios de la Región han adoptado la iniciativa para monitorear su situación y
tendencias de salud a nivel subnacional y nacional (1,2). El Plan Estratégico de la OPS 2014-2019 sigue
promoviendo el uso de información estratégica de salud como una herramienta para tomar decisiones
1
en el campo de la salud e incluir la formulación de políticas, la reorganización de los servicios de salud
y la movilización de recursos, entre otras cosas.
En los últimos años, la capacidad de los Estados Miembros para generar y analizar información de
salud ha mejorado considerablemente. En muchos casos, la adhesión de los países de la Región a la
IRDBS contribuyó a este logro. La mejora se refleja, por ejemplo, en la capacidad de muchos países para
monitorear y evaluar el logro o el avance con respecto a las metas de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM). Sobre la base de los ODM, y a fin de cumplir con las metas que no se alcanzaron, ahora
los países deben monitorear 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas, según lo
establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Aprobada por los líderes del mundo en el
2015, en esta agenda mundial se reafirma que la salud es un derecho fundamental. Los objetivos y metas
establecidos en la Agenda 2030 representan una aspiración mundial por el planeta, por las personas
y por su prosperidad, al expresar el deseo de que nadie se quede atrás. El ODS 3 (“Garantizar una vida
sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”) apunta en este sentido. Para el monitoreo
de estas metas, se necesitan datos desglosados de buena calidad, accesibles, oportunos y fiables para
medir los progresos y asegurar que nadie se quede atrás, ya que esos datos son fundamentales para
tomar decisiones (3).
El presente documento tiene cinco secciones. En la sección 1 se analiza qué son los indicadores de salud,
cómo se usan y cuáles son sus atributos; en la sección 2, la elaboración y medición de los indicadores
de salud; en la sección 3, las fuentes de datos para elaborar indicadores de salud; en la sección 4, los
pasos necesarios para evaluar la calidad de los datos y los indicadores de salud; y en la sección 5, los
indicadores estimados por métodos indirectos: conceptos básicos, usos y limitaciones. Cada sección
comienza con una breve descripción de sus objetivos específicos e incluye una lista de enlaces a sitios
web y documentos complementarios pertinentes. Se espera que esta publicación sea un recurso valioso
para fortalecer los sistemas de información para la salud y promover la integración de datos en el proceso
de toma de decisiones.
2
ENLACES DE INTERÉS
•• Compendio de indicadores del impacto y resultados intermedios. Plan Estratégico de la OPS 2014-2019.
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=1930%3A2009-compendium-indica-
tors-monitoring-regional-and-global-ncds-americas&catid=1384%3Acncd-surveillance&Itemid=1708&lang=es
•• Organización Panamericana de la Salud. Preparar a la Región de las Américas para alcanzar el Objetivo de Desarrollo
Sostenible sobre la salud
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=31629&Itemid=270&lang=es
•• Organización Mundial de la Salud. La salud en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (resolución WHA69.11)
http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69/A69_R11-sp.pdf
•• Red Interagencial de Informaciones para la Salud (RIPSA). Indicadores básicos para la salud en Brasil: Conceptos y
aplicaciones
http://www.paho.org/bra/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=informacao-e-anali-
se-saude-096&alias=168-indicadores-basicos-para-salud-brasil-conceptos-e-aplicaciones-8&Itemid=965
•• Naciones Unidas. Trasformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/70/1
REFERENCIAS
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OPS; 14 de julio de 1997 (documento CD40/19).
Disponible en: http://hist.library.paho.org/Spanish/GOV/CD/25287.pdf.
2. Organización Panamericana de la Salud. Evaluación decenal de la iniciativa regional de datos básicos en salud.
Washington, DC: OPS; 2004 (documento CD45/14).
Disponible en: http://www1.paho.org/spanish/gov/cd/cd45-14-s.pdf?ua=1.
3. Naciones Unidas. Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Nueva York, 2015
(resolución A/RES/70/1). Disponible en: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/70/1.
3
SECCIÓN 1
Objetivo
Introducir el tema y resumir los conocimientos básicos que se necesitan para entender mejor los indica-
dores de salud.
1 Al año siguiente, en 1948, la Asamblea Mundial de la Salud escogió el día 7 de abril (fecha de la creación de la Organización
Mundial de la Salud) para conmemorar el Día Mundial de la Salud, con el fin de crear conciencia sobre los diferentes factores
que afectan la salud.
4
El concepto de la OMS en cierta medida está alineado con el modelo holístico y refuerza la connotación
positiva de la salud. Sin embargo, algunos críticos han mencionado su carácter utópico e inalcanzable (2):
como la idea de bienestar refleja una idealización del concepto, no resulta útil usarlo como meta para
los servicios de salud, porque elaborar indicadores operativos de la salud resulta insuficiente. Otros han
mencionado que este concepto depende del contexto cultural y no toma en consideración diferentes
dimensiones. Sin embargo, hay quienes consideran que la definición de salud de la OMS constituye una
alternativa aceptable y un avance frente a la definición propuesta por los modelos biomédicos. Varios
académicos se han dedicado a hacer de la salud un elemento medible a partir de este marco conceptual
(5). Vale la pena destacar en particular que este concepto subraya que la salud no es responsabilidad
exclusiva del sector de la salud, sino también de otros sectores. Esto lo corrobora el carácter integrado de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus metas, lo que puede facilitar la integración de políticas
en los distintos sectores.
Según Morgenstern (7), medir variables de salud abarca diferentes niveles de medición, que pueden
generarse de dos maneras:
1. Por la observación directa de la persona (por ejemplo, la presión arterial de las personas, el
acceso de las personas a los servicios de salud cuando los necesitan).
Las mediciones generadas a partir de la observación de grupos o lugares se usan para generar indicadores
y pueden clasificarse de la siguiente manera:
5
2. Mediciones ecológicas o ambientales: Se refieren a características físicas del lugar en el cual los
grupos de población viven o trabajan. Algunas de estas características pueden ser difíciles de medir
(por ejemplo, exposición a la contaminación atmosférica, a horas diarias de luz solar, a vectores del
dengue). Son factores externos al individuo.
3. Mediciones globales: Son atributos del grupo o del lugar sin análogos a nivel individual (densidad
poblacional, índice de desarrollo humano, producto interno bruto per cápita). Se consideran indicadores
contextuales.
En esta publicación, la expresión “indicador de salud” se usará como sinónimo de “indicador de salud de la
población”, en contraposición a “indicador de salud del individuo”. Por tanto, se usa información de grupos
o lugares generada por medio de mediciones consolidadas de salud, para las cuales se suele definir un
evento de interés, una población de referencia y criterios de inclusión y exclusión.
6
Las diversas definiciones de indicadores en la bibliografía (10-12) tienen como elemento común que los
indicadores son mediciones resumidas capaces de revelar (o medir) de una manera sencilla una situación
que no es obvia por sí misma. En el caso del indicador de salud, es capaz de medir una característica de
salud de una población dada.
A los fines de este documento, los indicadores de salud se definen como mediciones resumidas que
capturan información relevante sobre distintos atributos y dimensiones del estado de salud y del
desempeño de un sistema de salud. Los indicadores de salud intentan describir y monitorear la situación
de salud de una población. Los atributos se refieren a las características o cualidades de la salud; y las
dimensiones de la salud comprenden el bienestar físico, emocional, espiritual, ambiental, mental y social.
En este contexto, es importante distinguir entre dato e indicador. Pueden considerarse datos todos los
elementos numéricos que han contribuido a la construcción del indicador.
Por ejemplo, la tasa de incidencia de la sífilis congénita en una población y año específicos es un
indicador. Los datos son el número de casos de sífilis congénita diagnosticada en menores de 1 año de
edad (el numerador) y el total de nacidos vivos en esa población y año específicos (el denominador). Sin
embargo, el dato de cada nuevo caso de sífilis congénita es también un indicador por sí mismo, que indica
la transmisión vertical de la enfermedad, refleja la calidad de la atención prenatal y muestra un evento
evitable por la acción de los servicios de salud.
Por último, cabe destacar que los indicadores son dinámicos, y responden a situaciones y contextos
temporales y culturales específicos. Por ejemplo, en la actualidad se vive un proceso acelerado de
envejecimiento de la población en muchos de los países de la Región de las Américas, así como un
incremento de las enfermedades no transmisibles (ENT) crónicas. Por ello, muchos países aún realizan
grandes esfuerzos para recopilar datos pertinentes sobre indicadores clave para controlar de manera
eficaz las ENT.
7
1.1.4 INDICADORES DE SALUD POSITIVOS Y NEGATIVOS
La clasificación de los indicadores en positivos y negativos se refiere a la manera en que estos indicadores
se relacionan con el concepto de salud, ya sea de forma directa o inversa.
La esperanza de vida al nacer es un indicador de supervivencia a longo plazo. Por lo tanto, puede
considerarse un indicador de salud positivo. Otros ejemplos son la proporción de casos de tuberculosis
curados, la cobertura de vacunas o la necesidad satisfecha de planificación familiar.
Son ejemplos de indicadores negativos la tasa de mortalidad infantil, la razón de mortalidad materna, la
tasa de incidencia del sida y la proporción de abandono del tratamiento de tuberculosis.
La elaboración de indicadores no puede entenderse como una finalidad en sí misma, con una perspectiva
contemplativa de su distribución espacial o temporal o exclusivamente documental. El uso de indicadores
en el ámbito de la salud pública tiene como objetivo alimentar la toma de decisiones en el ámbito de la
salud. La misión última es mejorar la salud de la población y reducir las desigualdades injustas y evitables
(13).
Algunos autores han hecho propuestas acerca de los usos de los indicadores de salud (3, 10, 14). Entre sus
principales usos o aplicaciones se encuentran los siguientes:
8
• Descripción. Los indicadores de salud pueden usarse para describir, por ejemplo, las necesidades
de atención de salud de una población, así como la carga de enfermedad en grupos específicos
de la población. La descripción de las necesidades de salud de una población puede, a su vez,
dirigir la toma de decisiones en cuanto al tamaño y la naturaleza de las necesidades que deben
atenderse, los insumos necesarios para enfrentar el problema, o los grupos que deben recibir
mayor atención, entre otras funciones.
• Predicción o pronóstico. Los indicadores de salud pueden usarse para prever resultados
en relación al estado de salud de una población (predicción) o de un grupo de pacientes
(pronóstico). Estos indicadores se usan para medir el riesgo y el pronóstico individuales, así
como la predicción de la carga de enfermedades en grupos de la población. Asimismo, pueden
predecir el riesgo de brotes de enfermedades, por lo que pueden asistir, por ejemplo, en la
prevención de situaciones de epidemia o en frenar la expansión territorial de determinados
problemas de salud.
• Explicación. Los indicadores de salud pueden ayudar a comprender por qué algunos individuos
de una población son sanos y otros no. En este caso, es posible analizar los indicadores según
los determinantes sociales de la salud, como son los roles y las normas de género, la pertenencia
a una etnia, y los ingresos y el apoyo social, entre otros, además de las interrelaciones entre
dichos determinantes.
• Evaluación. Los indicadores de salud pueden reflejar los resultados de las intervenciones en la
salud. El monitoreo de esos indicadores puede reflejar la repercusión de políticas, programas,
servicios y acciones de salud. Distintos autores han analizado el nivel de adecuación (resultados
compatibles con lo esperado) y plausibilidad (resultados no explicados por factores externos)
9
de la evidencia del impacto en el ámbito de la salud, donde las tendencias y la distribución de
los indicadores de salud son útiles y, en ocasiones, suficientes como evidencia para demostrar
el resultado de las políticas, programas, servicios y acciones de salud pública (15).
• Promoción de la causa 2 . Los indicadores pueden ser herramientas a favor o en contra de ciertas
ideas e ideologías en diferentes contextos históricos y culturales. Un ejemplo es la elocuencia
con que los políticos evocan ciertos indicadores de salud en defensa o en contra de determinadas
políticas o gobiernos. El uso de indicadores de salud para la promoción de la causa es una de
las estrategias más importantes para lograr progreso, puesto que puede orientar la toma de
decisiones y mejorar el nivel de salud de la población.
• Indicadores sensibles al género. Los indicadores que toman en cuenta el género miden las
brechas entre hombres y mujeres que son consecuencia de diferencias o desigualdades de los
roles, normas y relaciones de género. También proporcionan evidencia sobre si la diferencia
observada entre hombres y mujeres en un indicador de salud (mortalidad, morbilidad, factores
de riesgo, actitud en cuanto a la búsqueda de servicios de salud) es resultado de desigualdades
de género. Para la construcción de estos indicadores pueden ser necesario el desglose de los
datos o el agregado de variables adicionales. Por ejemplo, al porcentaje de adolescentes que
son madres se le puede añadir el porcentaje de estas madres que informaron que el padre de su
hijo tiene 30 años de edad o más.
2 En este documento se usa el término “promoción de la causa” como traducción de advocacy en inglés. Según el diccionario de
inglés Cambridge (en línea), advocacy significa “apoyar o sugerir públicamente una idea, desarrollo o manera de hacer alguna
cosa”.
10
1.3. ESTRATIFICACIÓN SEGÚN LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA, EL LUGAR Y EL
TIEMPO
Es sabido que los datos regionales y nacionales pueden ocultar diferencias en cuanto a los problemas
y las necesidades de salud entre los países y dentro de ellos. Por lo tanto, se hace necesario desglosar
los datos para determinar los grupos con necesidades prioritarias y las inequidades en materia de
salud. Además, el monitoreo de los cambios de estos patrones de distribución de un evento en el
tiempo permite formular hipótesis relevantes para la salud, como el impacto de las acciones y políticas
sanitarias, los cambios de los patrones de susceptibilidad de la población frente a las enfermedades y
la introducción de nuevos serogrupos o serotipos de virus con diferentes comportamientos, entre otras.
Por ejemplo, las cuestiones relativas al género son fundamentales para entender la epidemia de la
infección por el VIH/sida. Si bien tanto los hombres como las mujeres pueden estar expuestos al VIH,
la transmisión sexual del virus es mayor de hombre a mujer que de mujer a hombre (16). Además,
hay muchos otros factores sociales, educacionales, económicos y culturales que también revisten
importancia, y que pueden incidir de manera diferente en las necesidades específicas de hombres y
mujeres y en la respuesta del sector de la salud. Para entender la epidemia de la infección por el VIH
es importante disponer de datos desglosados por sexo y edad, medidos según la prevalencia y la
incidencia. Estos datos básicos son necesarios para abordar las desigualdades en materia de género
que exacerban la epidemia.
Otro ejemplo es el uso de indicadores de salud para evaluar las desigualdades sociales en la salud.
Si bien no se profundizará este tema en este documento, vale la pena recordar que las mediciones
puntuales de tendencia central (como las medias, medianas y proporciones) pueden ocultar grandes
desigualdades internas (ya sea en lo que refiere a una zona geográfica dada, a un subgrupo poblacional
11
dado o a un punto dado en el tiempo). Es de extrema importancia, por lo tanto, observar la dispersión
interna del indicador, ya sea por medio de desvíos de patrones, cuartiles o valores máximos y mínimos
(entre otras medidas de dispersión) con el objeto de poner de manifiesto la heterogeneidad interna, de
haberla. Por ejemplo, examinar la tasa de mortalidad infantil de Brasil en el 2013 (15,0 por 1000 nacidos
vivos) tiene un valor informativo limitado dado que este indicador varía de 10,4 en la región sur a 19,4
en la región nordeste, que dentro de la región nordeste los estados varían de 14,9 en Pernambuco a
24,7 Maranhão, y que incluso dentro de este mismo estado de Maranhão puede observarse una gran
variabilidad de ese indicador.
Según la OMS (6), los factores de estratificación más utilizados para el seguimiento de las desigualdades
en materia de salud están incluidos en la sigla PROGRESS acuñada en Inglés: Place (lugar: región,
provincia, estado), Race o ethnicity (raza o etnicidad), Occupation (ocupación), Gender (género), Religion
(religión), Education (educación), Socioeconomic status (estado socioeconómico) y Social capital
(capital social) o recursos. Cabe mencionar que, en general, el número de indicadores necesarios a
nivel mundial y regional es menor que los necesarios a nivel nacional, que a su vez es menor que los
necesarios a nivel estatal, y así sucesivamente (Figura 1).
NIVEL DESGLOSE
Nacional Estado, sexo, grupo etario, grupo étnico. Metas regionales y nacionales
12
1.4 ATRIBUTOS DESEABLES DE UN INDICADOR DE SALUD
Son varios los criterios que pueden usarse para escoger indicadores de salud según su finalidad, las fuentes
disponibles y el público destinatario, entre otros. En esta sección se destacan algunos atributos deseables
en cualquier indicador. Se analiza también la importancia de contar con indicadores que puedan estratificarse
según las características de la persona, el lugar y el momento que se están examinando. Como se mencionó
anteriormente, la factibilidad de estratificación es un atributo deseable de los indicadores de salud.
A continuación, se examinan algunos de estos atributos útiles a la hora de evaluar indicadores para medir
la salud de la población (10; 18-21).
• Validez: Es la capacidad del indicador de medir lo que se pretende medir. Está vinculado a la
exactitud de las fuentes de datos que se usan y el método de medición. Por ejemplo, es habitual
que los sistemas de información de mortalidad sean relativamente válidos para calcular el
número de defunciones en países con un registro adecuado de estadísticas vitales3 (22), pero
pueden ser menos válidos para estimar las causas de muerte debido a errores de diagnóstico
y codificación (19). Además, los sistemas de información con coberturas bajas pueden generar
cálculos de indicadores poco válidos debido a un sesgo en la selección (los casos notificados
pueden diferir sistemáticamente de los casos no notificados). Por ejemplo, los datos de
morbilidad pueden sufrir un sesgo de detección (un tipo de sesgo de selección) si la gravedad
del caso influye en la probabilidad de notificación del mismo, lo que significa que es probable
que solo los casos más graves se notifiquen.
• Oportunidad: Los indicadores deben ser recopilados y notificados en el momento oportuno. Por
oportunidad se entiende aquí el momento en que se necesita el indicador para tomar una decisión
3 Los eventos vitales son eventos relacionados con la vida y la muerte de los individuos, así como de su familia y el estatus civil, incluyendo
nacimientos, matrimonios, divorcios, separaciones y muertes. (22).
13
relativa a la salud. El tiempo que transcurre entre la recopilación y la notificación de los datos debe
ser mínimo para que el indicador transmita información actualizada y no información histórica.
• Reproducibilidad: Las mediciones deben ser iguales cuando son hechas por diferentes personas
usando el mismo método. Un indicador se considerará reproducible si no hay un sesgo por parte
del observador, los instrumentos de medición o las fuentes de datos, entre otros factores.
• Sostenibilidad: Se refiere a las condiciones necesarias para su estimación continua. Eso depende
de las condiciones locales para mantener las fuentes de datos, así como del mantenimiento de
la capacidad técnica para la estimación del indicador. Sobre todo, es sumamente importante
que exista voluntad política. Cabe mencionar que, cuanto más relevante y útil es el indicador
para la gestión de salud y más sencilla es su estimación, mayor es la probabilidad de que sea
sostenible. En general, los indicadores compuestos con métodos de cálculo más complejos (como
indicadores de carga de enfermedad, calidad de vida y expectativa de vida sin discapacidad,
entre otros), aunque tengan relevancia para la gestión, pueden tener limitaciones en cuanto
a su sostenibilidad por la falta de capacidad nacional para retener y mantener los recursos
técnicos necesarios en los servicios locales de salud. Por otro lado, si el indicador es importante,
se debe tratar de fortalecer las capacidades técnicas para generar el indicador.
• Relevancia e importancia: Los indicadores deben suministrar información adecuada y útil para
orientar las políticas y programas, así como para tomar decisiones. Por ejemplo, la estimación
de tasas de prevalencia de portadores de marcadores genéticos o biológicos predictores de
enfermedades para las cuales no existe intervención o método de prevención factible conocido
(por ejemplo, enfermedad de Alzheimer) puede tener una finalidad académica relevante, pero
es irrelevante para la gestión en salud.
En resumen, los indicadores tienen un papel clave al convertir los datos en información
relevante para los responsables de tomar decisiones en el campo de la salud pública.
Los indicadores de salud son relevantes para definir las metas relacionadas con la
salud que deben trazarse las autoridades nacionales de salud.
14
ENLACES DE INTERÉS
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http://webarchive.nationalarchives.gov.uk/20160708123732/http://www.apho.org.uk/resource/item.aspx?RID=44584
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• Naciones Unidas. Indicators for Policy Management: A practical guide for enhancing the statistical capacity of policy-
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http://www.undp.org/content/dam/aplaws/publication/en/publications/poverty-reduction/poverty-website/indicators-for-
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• Organización Panamericana de la Salud. Boletín Epidemiológico. On the Estimation of Mortality Rates for Countries of the
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• Organización Mundial de la Salud. Medición del nivel de salud: informe de un grupo de estudio.
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/37342/1/WHO_TRS_137_spa.pdf
• Organización Panamericana de la Salud. Manual para el monitoreo de las desigualdades en salud, con especial énfasis en
países de ingresos medianos y bajos.
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=12571%3Amanual-monitoreo-
desigualdadessalud-paises-ingresos-medianos-bajos&catid=8896%3Apublications&Itemid=42134&lang=es
• Denise Brown D. Good Practice Guidelines for Indicator Development and Reporting.
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17. Parrish RG. Measuring population health outcomes. Prev Chronic Dis. 2010;7(4):A71. Disponible en: http://www.cdc.gov/pcd/
issues/2010/jul/10_0005.htm [consultado en octubre del 2016].
18. Chrvala CA, Bulger RJ, editors. Leading health indicators for Healthy People 2010: final report. Washington D.C.: Institute of
Medicine; 1999. En: Parrish RG. Measuring population health outcomes. Prev Chronic Dis. 2010;7(4):A71. Disponible en: http://
www.cdc.gov/pcd/issues/2010/jul/10_0005.htm [consultado en octubre del 2016].
19. Institute of Medicine. State of the USA health indicators: letter report. Washington (DC): National Academies Press; 2009. En:
Parrish RG. Measuring population health outcomes. Prev Chronic Dis. 2010;7(4):A71. Disponible en: http://www.cdc.gov/pcd/
issues/2010/jul/10_0005.htm [consultado en octubre del 2016].
20. Larson C, Mercer A. Global health indicators: an overview. CMAJ. 2004;171(10):1199-200. En: Parrish RG. Measuring population
health outcomes. Prev Chronic Dis. 2010;7(4):A71. Disponible en: http://www.cdc.gov/pcd/issues/2010/jul/10_0005.htm
[consultado en octubre del 2016].
21. Naciones Unidas. Principios y recomendaciones para un sistema de estadísticas vitales. Nueva York: Naciones Unidas, 2014.
Disponible en: https://unstats.un.org/unsd/demographic/standmeth/principles/M19Rev3es.pdf [consultado en agosto del 2017].
16
SECCIÓN 2
Contenido
Indicadores de salud según su medición matemática (indicadores basados en mediciones absolutas y
mediciones relativas), según su interpretación epidemiológica (prevalencia e incidencia) y tipos de
indicadores (indicadores de factores de riesgo comportamentales, morbilidad, mortalidad y de evaluación
de los servicios de salud).
Objetivo
Conocer los diferentes cálculos más comunes de los indicadores de salud, sus interpretaciones, usos y
limitaciones.
La medición es el procedimiento de aplicar una escala estándar a una variable o un conjunto de valores,
lo cual resulta necesario para facilitar comparaciones en diferentes puntos en el tiempo y entre
diferentes poblaciones. Un indicador puede ser algo tan simple como un número absoluto de eventos
o un cálculo complejo, como esperanza de vida al nacer, tasa de fecundidad, calificación de calidad de
vida, calificación de capacidad funcional, calificación de síntomas depresivos, valoración del puntaje
de Apgar, entre otras. Existe una distinción entre los indicadores de salud que se basan en mediciones
absolutas y aquellos que se basan en mediciones relativas. La mayoría de los indicadores basados en
mediciones relativas están compuestos por un numerador y un denominador, que por lo general se
refieren al mismo período y el mismo lugar.
17
Las mediciones más frecuentes son el conteo (medición absoluta), la razón, la proporción, la tasa y los
llamados odds (mediciones relativas) (1-4).
2.1.1 CONTEO
Un conteo es el número de veces que ocurren los eventos que se están estudiando,
dentro de un período específico y en un lugar determinado.
Describe la magnitud del problema, y se denomina frecuencia absoluta. Indica el impacto de una
enfermedad en términos numéricos exactos. Es la información básica necesaria para el cálculo de
indicadores y los análisis de las condiciones de salud, así como la planificación y el manejo de los
servicios de salud. Por ejemplo, si se diagnostica tuberculosis a 250 personas de una comunidad, esta
información es esencial para tomar decisiones sobre la cantidad de medicamentos terapéuticos que
necesitarán los servicios de salud, por ejemplo. Además, la frecuencia absoluta es sumamente relevante
para la vigilancia de los eventos de salud y las variaciones de los eventos que están en observación,
especialmente en situaciones donde el número de casos es bajo. Un análisis de la frecuencia absoluta
debe incluir un análisis de las frecuencias relativas (por ejemplo, enfermedades en fase de erradicación
como el sarampión y la rabia, o notificación de casos autóctonos e importados).
El monitoreo del número absoluto de eventos de salud también puede impulsar la formulación de
hipótesis relativas a los cambios en los patrones de enfermedad y la mortalidad asociada. El número
de casos endémicos de sarampión en un país o territorio determinado hasta entonces libre de dicha
enfermedad es un indicador importante de la reintroducción de la enfermedad, que deberá desencadenar
una serie de acciones de salud pública. Por ejemplo, el número de casos de microcefalia en Recife
(Pernambuco, Brasil, 2015) comparado con el mismo indicador en un período anterior equivalente fue
el indicador que hizo sospechar que en la epidemia de infección por el virus del Zika podía haber
transmisión congénita con consecuencias importantes para los recién nacidos. El número de casos de
chikunguña en una población dada debe orientar a los gerentes de salud a organizar su red de atención
para que incluyan servicios de atención fisioterapéutica que permitan atender a los pacientes con
artritis asociada a la enfermedad. Asimismo, el número de niñas menores de 15 años embarazadas es
importante para detectar y monitorear los casos de abuso sexual contra menores.
18
2.1.2 RAZÓN, PROPORCIÓN, TASA Y ODDS
Sin embargo, para efectos de comparaciones en el tiempo o el espacio, en especial cuando existe un
cambio importante del tamaño de la población de referencia3 (o población base), las mediciones absolutas
tendrán una validez limitada. Sería poco informativo comparar, por ejemplo, los números absolutos de
muertes por accidentes de tránsito en São Paulo, Brasil (aproximadamente 11,4 millones de habitantes
en 2010), con los números de Quito, Ecuador (aproximadamente 1,8 millones de habitantes), porque las
poblaciones de referencia (de donde provenían las personas que tuvieron los accidentes de tránsito)
tienen tamaños muy diferentes y hace que estas mediciones puedan arrojar números absolutos de
accidentes de tránsito muy diferentes, aun cuando ambas tuvieran condiciones semejantes de vialidad,
tipos de legislación y educación vial, imprudencia y consumo de alcohol, entre otras situaciones de riesgo.
En estos casos, es necesario formular medidas relativas, con el objeto de tomar en cuenta el efecto de la
diferencia de tamaño de las poblaciones de referencia.
Razón en matemáticas muestra la relación entre dos números. Se calcula dividiendo dos cantidades
cualesquiera, sean o no de la misma naturaleza. Como se explica a continuación, existen varios tipos de
razones, cada una con características especiales.
• Tasa: El numerador es el número absoluto de veces que ocurre el evento de interés en un período
específico. El denominador es la población de referencia (o la población estudiada) en el mismo tiempo.
3 Población de referencia o población base: es la población donde se observaron los eventos de interés, o incluso la población compuesta
por sujetos que pueden (potencialmente) tener que ver con el evento de interés.
4 Según la teoría frecuentista, la probabilidad (P) de que un evento (A) ocurra es la frecuencia relativa del evento (A), a largo plazo, en
experimentos repetidos en condiciones similares. P(A) = m/n (n → ∞), donde m = número de veces que el evento A se observa, n = número
de repeticiones del experimento. (Colton T. Statistics in medicine. Boston: Little, Brown & Co.; 1974, 32 p.)
19
• Odds5: El numerador es la proporción del evento de interés y el denominador es la proporción
del no evento. El numerador y el denominador son, por lo tanto, proporciones complementarias
(p/1-p).
En resumen, es costumbre llamar razón a los indicadores basados en medidas relativas que no cuadran,
desde el punto de vista conceptual, con las proporciones, odds y tasas. Por ejemplo, se utiliza la
denominación razón cuando el numerador y el denominador son eventos de naturaleza distinta, como
en el caso de la razón de camas hospitalarias (número de camas en hospitales dividido por el total de la
población) o la razón de muertes maternas (número de defunciones maternas entre el total de nacidos
vivos), entre otras situaciones.
Por ejemplo, en un año específico una comunidad tenía 20 000 habitantes. La comunidad contaba con 300
camas hospitalarias, de las cuales 250 se encontraban en hospitales públicos y 50 en establecimientos
privados. La razón del número de camas hospitalarias por población de la comunidad en el año en cuestión
se calcula de la siguiente forma: 300/20 000 = 0,015 camas por habitante. Para pasar esto a porcentaje lo
multiplicamos por 100, y entonces tenemos 1,5 camas por 100 habitantes.
La proporción del número de camas hospitalarias públicas por el total de camas hospitalarias de
la comunidad en ese año es el resultado de 250/300 = 0,833; es decir, el 83,3% de las camas de la
comunidad son camas públicas.
El odds de camas hospitalarias públicas por camas hospitalarias privadas ese año es el resultado de
250/300 (proporción del evento) dividida por 50/300 (proporción del no evento) = 0,833/0,167 = o 0,833/
(1-0,833) = 5 camas hospitalarias públicas por cada cama hospitalaria privada. En la Tabla 1 se presenta la
información dada en este ejemplo.
Razón de camas hospitalarias por población 300 camas 20 000 hab 1,5 camas por 100 habitantes
Proporción (%) de camas hospitalarias públicas 250 camas 300 camas 83,3% de camas públicas
5 camas hospitalarias públicas
Odds de camas hospitalarias públicas frente a privadas 250/300 50/300
por 1 privada
a Población de la comunidad = 20 000 habitantes (en el año de interés), camas hospitalarias: 250 públicas y 50 privadas (total: 300 camas).
5 En este documento se mantuvo el término odds en inglés, ya que su uso es amplio en la mayoría de los países de la Región de las
Américas. No existe una traducción consensuada para este término en español. Se ha utilizado el término “momio” y “probabilidad” en
algunos documentos.
20
2.1.3 DEFINICIÓN DE LA BASE MULTIPLICATIVA DE UNA POBLACIÓN
Como se mencionó anteriormente, los indicadores basados en mediciones relativas están compuestos por
un numerador y un denominador. La fórmula general con una base multiplicativa es:
X
* 10
n
y
La notación 10ⁿ define la base multiplicativa, y n asume normalmente valores de 2 (102 = 100), 3 (103 =
1000), 4 (104 = 10 000) y 5 (105 = 100 000). La selección del valor n responde a dos objetivos. Por un lado,
facilitar la comprensión de la magnitud del indicador. Por ejemplo, las tasas de mortalidad por grandes
grupos de causas de muerte se multiplican por 104 = 10 000, pues es más fácil comprender la magnitud
de la tasa de mortalidad por enfermedades del aparato respiratorio —por ejemplo— expresada como
seis muertes por 10 000 habitantes que expresarla como 0,0006 muertes por 1 habitante. La mortalidad
proporcional por grandes grupos de causas de muerte se expresa como 102 = 100 defunciones, la tasa
de mortalidad infantil se expresa como 103 = 1000 nacidos vivos. En la Tabla 2 se muestran los datos en
números absolutos y bases multiplicativas.
21
Tabla 2. Número absoluto de defunciones, mortalidad proporcionala y tasa de mortalidadb por grandes grupos de causas
básicas de muerte, Región de las Américas, 2010
22
2.2 INDICADORES SEGÚN SU INTERPRETACIÓN MATEMÁTICA Y EPIDEMIOLÓGICA
Los indicadores de salud pueden tener interpretaciones bastante distintas según la situación
epidemiológica y el tipo de evento que se observa en el numerador. En este sentido, conviene hablar de
indicadores basados en la proporción de eventos incidentes y la proporción de eventos prevalentes. Las
tasas resultantes constituyen las dos tasas más usadas para describir enfermedades en el campo de la
salud pública.
A partir de esos eventos incidentes pueden crearse varios indicadores de mediciones relativas. Las
mediciones relativas que pueden calcularse con base en eventos incidentes en salud pública son la
incidencia acumulada o proporción de incidencia, junto con la tasa de incidencia o densidad de incidencia.
A continuación se presenta la definición e interpretación de tasa de incidencia.
En este documento se analiza solo la incidencia acumulada (proporción de incidencia), que será
denominada tasa de incidencia, ya que es la terminología que suele utilizarse en el campo de la salud
pública. Lo mismo se aplicará a las proporciones de prevalencia con respecto al uso del término tasa
de prevalencia. Por lo tanto, en este documento se adopta el uso lato sensu del término “tasa”, como
sinónimo de “proporción”.
Tasa de incidencia
Concepto: La tasa de incidencia se define como el número de casos nuevos de una enfermedad u otra
condición de salud dividido por la población en riesgo de la enfermedad (población expuesta) en un lugar
específico y durante un período especifico.
Interpretación matemática: La tasa de incidencia es la probabilidad de que un individuo perteneciente a
la población en riesgo se vea afectado por la enfermedad de interés en un período específico.
Interpretación epidemiológica: Esta tasa permite calcular la probabilidad de que haya un cambio de
estado (por ejemplo, de no tener la enfermedad a enfermarse, de vivo a muerto, sin un evento dado y
con evento adverso, entre otros) en un intervalo determinado. En términos epidemiológicos, esto se
23
denomina “riesgo”. El riesgo es, entonces, la probabilidad de cambio de estado (enfermedad, muerte,
efecto adverso) en una población de interés y en un intervalo dado (3). En el caso del ejemplo citado en el
punto 2.1.2 sobre las probabilidades de desarrollar una alergia entre el momento del nacimiento y los 10
años de edad, podemos decir que la medición de la incidencia (proporción) en diez años calcula el riesgo
de que un niño nacido vivo en esa población base desarrolle una alergia antes de cumplir los 10 años de
edad.
Al igual que con los eventos incidentes, a partir de esos eventos prevalentes (medición absoluta) pueden
crearse indicadores de salud basados en mediciones relativas. En epidemiología, la medición relativa más
importante calculada con base en eventos prevalentes es la proporción o tasa de prevalencia. Existen
otras mediciones de eventos prevalentes (como la prevalencia de período), pero son poco usuales, por lo
que no se tratarán en este documento.
Tasa de prevalencia
Concepto: La tasa de prevalencia se define como el número de casos existentes de una enfermedad u
otro evento de salud dividido por el número de personas de una población en un período específico. Cada
individuo es observado en una única oportunidad, cuando se constata su situación en cuanto al evento
de interés.
Interpretación matemática: La tasa de prevalencia es la probabilidad de que un individuo perteneciente
a la población base sea afectado por el evento (enfermedad) de interés en un momento dado.
Interpretación epidemiológica: La tasa prevalencia se refiere a una probabilidad estática de una condición
dada (estar enfermo) en determinado momento en el tiempo. Sin embargo, no calcula el riesgo de contraer
la enfermedad. En el caso del ejemplo citado en 2.1.2, en el cual 10% de una población dada padece de
hipertensión, lo que se mide es la tasa de prevalencia de hipertensión. Es posible entonces calcular que
24
si se selecciona al azar a un sujeto de esa población, la probabilidad (estimada por el coeficiente de
prevalencia) de que esa persona sea hipertensa es de 10%. Sin embargo, con estos datos, no es posible
afirmar cuál es el riesgo de que un individuo llegue a sufrir de hipertensión en esa población.
Si una enfermedad tiene una prevalencia alta en una población, ello podría indicar una incidencia elevada
o el hecho de que la enfermedad o trastorno tiene una larga duración, como las enfermedades que se
hacen crónicas y son incurables aunque no tienen una letalidad alta. Por el contrario, si una enfermedad
tiene una prevalencia baja, ello podría indicar una incidencia baja o un proceso de desaparición rápida de
la persona con la enfermedad o condición, ya sea porque en poco tiempo se cura o se muere. Considerando
esta relación, vale la pena mencionar que cualquiera que sea la incidencia, si el evento es tan agudo
que su duración media tiende a cero, la prevalencia de ese evento se inclinará también hacia cero. Son
ejemplos de esto la rabia humana o la muerte por cualquier causa.
Por lo general, se usa la prevalencia y la incidencia para enfermedades crónicas transmisibles, como la
lepra y la tuberculosis, así como para las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes. Se
usa la incidencia para enfermedades agudas de corta duración que son curables o terminan con la muerte,
25
como la rabia humana, el sarampión, la fiebre chikunguña y el dengue, entre otras. Se prefiere la tasa de
incidencia cuando el interés es calcular el riesgo (probabilidad individual de que ocurra el evento nuevo
en determinado intervalo) y, por lo tanto, determinar factores de riesgo individuales (4).
En esta sección podría presentarse una amplia lista de indicadores clasificados según el evento que se
va a medir. Sin embargo, para poder demostrar la utilidad y las limitaciones de los indicadores, solo se
incluye un número limitado de indicadores de cuatro dominios: la situación de salud (morbilidad), la
situación de salud (mortalidad), los factores de riesgo comportamentales y los servicios de salud.
Al final de esta sección, se proporciona una lista de enlaces con ejemplos y fichas técnicas de varios
indicadores de salud, como la Lista de Referencia Mundial de los 100 Indicadores Básicos de Salud de la
OMS y el documento de la RIPSA.
Estos indicadores pueden expresarse al medir la incidencia o la prevalencia. Para calcular las tasas de
morbilidad es necesario recurrir a la observación directa (con encuestas y otras investigaciones), la
notificación de los eventos en los sistemas de vigilancia y notificación de enfermedades en los sistemas
ambulatorios, hospitalarios o registros específicos, entre otros.
Diversos factores pueden afectar la exactitud de la medición de estos eventos de morbilidad, entre los
cuales se encuentran:
a. La calidad de los datos: La falta de calidad de los datos hace difícil interpretar y comparar datos
de diferentes zonas de un país o de distintos países. La calidad de los datos se ve comprometida,
entre otras cosas, por la diversidad de fuentes de datos sobre morbilidad, como los sistemas
de vigilancia, los registros ordinarios de los hospitales (públicos y privados) sobre pacientes
internados y pacientes ambulatorios, así como las encuestas elaboradas por instituciones
nacionales y las investigaciones efectuadas por grupos académicos.
26
b. La validez de los instrumentos de medición: La exactitud de las pruebas de diagnóstico médico
(probabilidad de error de los diagnósticos, como falsos positivos y falsos negativos) y la validez
de los instrumentos de recopilación de datos usados en las encuestas, así como la cobertura
y la calidad de los sistemas de información utilizados, pueden comprometer la validez de
los instrumentos de medición. El uso de pruebas de diagnóstico más precisas puede alterar
sobremanera la determinación de casos (incidentes o prevalentes) y generar falsas alteraciones
en las tendencias temporales de esos indicadores.
27
momentos en el tiempo y en diferentes subgrupos poblacionales brinda información útil para
monitorear la magnitud del indicador. Este indicador también puede suministrar evidencia
preliminar sobre la efectividad de las políticas, los programas y las actividades de prevención
de la enfermedad. Por ejemplo, puede apoyar los estudios de posibles asociaciones entre la
incidencia de esta enfermedad, por una parte, y los comportamientos de riesgo o el alcance de
la cobertura del tratamiento antirretroviral, por la otra.
28
2.3.2 INDICADORES DE MORTALIDAD
La mortalidad en un lugar y tiempo determinados se puede medir de distintas maneras, como cifras
absolutas, proporciones y tasas, por ejemplo. A diferencia de la morbilidad, la muerte es un evento único,
claramente identificable, que refleja la ocurrencia y la gravedad de una enfermedad. Se recomienda
desglosar los datos sobre mortalidad por características como causa, edad, sexo, lugar de residencia y
ocurrencia, y origen étnico, entre otras.
La mortalidad es la fuente más antigua y común de datos sobre el estado de salud de la población. El registro
de datos sobre mortalidad es obligatorio en todos los países de la Región de las Américas, que exigen la
utilización de certificados de defunción. Además, la OMS ha publicado recomendaciones internacionales
acerca de las variables que se deben incluir en los certificados de defunción, así como directrices acerca
de la secuencia y la codificación médica de las enfermedades que deben registrarse en estos certificados.
La mayor parte de los países utiliza la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) para codificar las
causas de muerte, lo que permite hacer comparaciones entre países en distintos momentos.
a. La existencia de leyes nacionales que establecen que la emisión del certificado de defunción es
un requisito legal para autorizar la sepultura.
b. La exactitud de las pruebas de diagnóstico médico (probabilidad de error en los diagnósticos,
como falsos positivos y falsos negativos); la validez de los instrumentos de recopilación de
datos; la cobertura de los datos así como la calidad de los certificados de defunción y los
procesos de codificación médica.
c. Las normas culturales pueden afectar el correcto llenado del certificado de defunción y generar
errores en la clasificación de algunos aspectos de las defunciones (causa, circunstancias, etc.).
d. El deseo de confidenacialidad por parte de los pacientes en casos de suicidio, infección por el
VIH y aborto ilegal, por ejemplo, puede traer como consecuencia la omisión de algunos eventos
6 La causa básica de defunción ha sido definida como “a) la enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos patológicos que
condujeron directamente a la muerte o b) las circunstancias del accidente o violencia que produjo la lesión fatal” (5).
29
relacionados con la salud en encuestas, certificados de defunción y otras fuentes de datos sobre
mortalidad.
e. La capacitación de quien emite el certificado en particular, la capacitación con respecto a los
métodos correctos para llenar los certificados de defunción y codificar las defunciones usando
las directrices de la CIE.
f. Los riesgos competitivos según la estructura etaria y las causas más frecuentes de muerte en
edades más tempranas, algunas causas de defunción pueden quedar ocultas (lo que reduce la
probabilidad de su observación) debido a lo que puede denominarse “riesgos competitivos de
mortalidad” 7 (6). Por ejemplo, una población con mortalidad alta por accidentes de tránsito en
hombres jóvenes tendrá una menor probabilidad de observar eventos tardíos de mortalidad,
como defunciones por cáncer de próstata. Examinar las tasas específicas por edad y sexo puede
ayudar a comprender mejor los riesgos asociados a la mortalidad en esa población sin el efecto
de los riesgos competitivos.
En la Tabla 2 en la página 25 se presentan tres categorías de indicadores de mortalidad por causa básica
de muerte (capítulos de la CIE-10): basados en números absolutos de defunciones y en números relativos
(mortalidad proporcional por 100 defunciones y tasa de mortalidad por 10 000 habitantes).
30
RAZÓN DE MORTALIDAD MATERNA
• Método de cálculo: Número de muertes maternas —muertes de mujeres por causas y
condiciones relacionadas con la gestación, el parto y el puerperio (hasta 42 días después de
que el embarazo llega a término)— por 1000, dividido por el número de nacidos vivos, en la
población en el año de interés.
• Fuentes comunes: Los datos para el numerador de este indicador normalmente provienen de
los sistemas nacionales de mortalidad y del registro de estadísticas vitales, complementado con
información de la vigilancia de la mortalidad materna, mientras que los datos del denominador se
obtienen de los sistemas nacionales de registro de nacidos vivos y registro de estadísticas vitales.
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima, aunque de manera indirecta, el riesgo
de una mujer de morir por causas relacionadas con el embarazo. Refleja el acceso a los
servicios y la calidad de la atención ofrecida a las mujeres durante el embarazo, el parto y
el puerperio. El análisis de esta estimación a lo largo del tiempo, para diferentes subgrupos
de causas de muerte y en diferentes subgrupos poblacionales, permite monitorear la
magnitud de este indicador. Este tipo de análisis suministra evidencia de la efectividad
de las políticas, los programas y las intervenciones que tienen como objetivo prevenir las
muertes maternas, que en su gran mayoría son evitables si se dispone de atención prenatal
y posnatal de buena calidad, y se emprenden otras mejoras de los servicios de salud.
31
MORTALIDAD PROPORCIONAL POR CAUSAS MAL DEFINIDAS
• Método de cálculo: Número de defunciones por causas mal definidas (por 100) dividido por el
número total de muertes, en la población en el año de interés.
• Fuentes comunes: Los datos del numerador y del denominador de este indicador normalmente
se obtienen de las unidades de estadísticas de salud y los sistemas nacionales de información
sobre mortalidad.
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima la proporción de muertes que ocurren
por causas mal definidas (capítulo XIX de la CIE-10). Su análisis en el tiempo y en diferentes
subgrupos poblacionales permite monitorear la calidad de la información sobre las causas
básicas de muerte, así como la exactitud de la codificación de la CIE.
El monitoreo de la mortalidad y la morbilidad debidas a ECNT tiene un papel relevante, pero capta en
forma tardía las tendencias que reflejan las exposiciones acumuladas en la vida. Por ejemplo, el aumento
de la mortalidad por cáncer de pulmón solo se observó en los países desarrollados decenios después
del incremento epidémico del consumo de tabaco, considerado hasta entonces un hábito inocuo. En
consecuencia, las iniciativas de protección y promoción de la salud, en particular las relacionadas con las
ECNT, deben centrarse en sus determinantes más distales, a fin de formular y monitorear indicadores de
los comportamientos de riesgo.
Entre los determinantes de las ECNT, existe un conjunto de factores de riesgo comportamentales que
están relacionados con modos de vida que son susceptibles de modificación por medio de acciones de
promoción de la salud, vigilancia y atención primaria de salud. Como ejemplos de indicadores de factores
de riesgo comportamentales modificables asociados a las principales ECNT se podrían mencionar: las
tasas de prevalencia del consumo de tabaco, del sedentarismo, de la alimentación poco saludable y
del consumo excesivo de alcohol. De hecho, según la OMS, estos cuatro comportamientos de riesgo se
asocian a los cuatro grupos de causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, neoplasias, diabetes y
enfermedades respiratorias) con mayor incidencia en el mundo (7).
32
Se ha propuesto un gran número de indicadores de factores de riesgo. A continuación se presentan
algunos ejemplos.
33
sobre la asociación entre no realizar suficiente actividad física y la diabetes, diferentes tipos de
cáncer, las enfermedades isquémicas u otras enfermedades.
34
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima la frecuencia del consumo excesivo de
bebidas alcohólicas en la población de 15 o más años de edad. El análisis de esta estimación
en el tiempo y en diferentes subgrupos poblacionales permite monitorear la magnitud de
este indicador, el cual proporciona evidencia preliminar sobre la efectividad de las políticas,
los programas y las intervenciones que tienen como objetivo prevenir el consumo excesivo
de bebidas alcohólicas. Además, el indicador puede usarse en estudios que analizan la
asociación entre el consumo excesivo de alcohol y la incidencia de enfermedades asociadas al
exceso de alcohol, como cirrosis alcohólica, pancreatitis alcohólica, demencia, polineuropatía,
miocarditis, desnutrición, hipertensión arterial, infarto de miocardio o ciertos tipos de
cáncer (de la boca, la faringe, la laringe, el esófago o el hígado), entre otras enfermedades.
Al analizar los indicadores de los servicios de salud, cabe preguntarse qué es la calidad de la atención
y desde qué punto de vista debe evaluarse: la del usuario, la de los profesionales de la salud, la de la
población en general o la de los gerentes. Este interesante debate puede profundizarse mediante la
consulta de la bibliografía pertinente al final de esta sección.
35
Uno de los enfoques más ampliamente reconocidos para evaluar la calidad de los servicios de salud
es el uso de las categorías de “estructura”, “proceso” y “resultado” propuesto por Donabedian (10-
11). Aunque el autor centró sus reflexiones en la calidad de la asistencia médica, estos conceptos se
aplican de forma más amplia a la calidad de la atención de la salud que ofrecen los servicios de salud
en general.
En el marco propuesto por este autor, se supone que buenas estructuras de salud aumentan la
probabilidad de tener buenos procesos, y ambos aumentan la probabilidad de obtener buenos
resultados en cuanto a la salud.
En ese contexto, los indicadores de estructuras son características más fijas del sistema e incluyen
la calidad de los recursos materiales (edificaciones, equipos y recursos financieros), los recursos
humanos (número y calificación) y la estructura organizativa (organización del equipo médico, métodos
de control de calidad y métodos de reembolso) (10-11). Los indicadores de procesos describen los
procesos importantes que contribuyen al logro de resultados, incluidos los procesos de prestar atención
de salud, como las actividades para formular un diagnóstico, recomendar un tratamiento y brindar
atención, entre otras. Los indicadores de los resultados de la atención de salud reflejan el estado de
salud de los pacientes y la población: un mayor conocimiento por parte del paciente, cambios en su
comportamiento con respecto al autocuidado y la satisfacción del paciente con respecto a la atención
recibida.
Antes de formular y monitorear algunos de los indicadores disponibles relacionados con la calidad
de los servicios de salud, es necesario tener en claro las relaciones esperadas (plausibles) entre los
indicadores de estructura y procesos que se van a monitorear y los indicadores de resultados. Además,
el concepto de calidad de la atención deberá guiar la posibilidad de definir criterios y patrones que
deben alcanzar los indicadores de estructura y procesos a objeto de lograr determinados resultados,
con base siempre en un referente teórico adecuado (base de conocimiento válida y razonable) (10-11).
36
RAZÓN DEL NÚMERO DE CAMAS HOSPITALARIAS POR HABITANTE
• Método de cálculo: Número de camas hospitalarias (por 1000) dividido por el número total
de habitantes en un año (ajustado, en general, para la mitad del año).
• Fuentes comunes: Los datos para el numerador de este indicador normalmente se obtienen
de los institutos nacionales de estadística, los registros de las instituciones de salud o las
investigaciones específicas sobre la estructura de los servicios de salud.
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima la relación entre la oferta (o de la
cobertura potencial) de camas hospitalarias y la población residente. Debe señalarse
que en algunos países el conjunto de datos solo incluye las camas del sector público.
El análisis de este indicador en diferentes momentos en el tiempo y en diferentes
subgrupos poblacionales permite monitorear la razón. Este indicador proporciona
evidencia preliminar sobre la efectividad de las políticas, los programas y las acciones
que tienen como objetivo expandir la capacidad para los ingresos hospitalarios. Además,
puede usarse en estudios sobre la estructura de la atención hospitalaria. En general, las
camas hospitalarias se concentran en las zonas urbanas. El monitoreo de este indicador
puede poner sobre la mesa de negociaciones de un país la cuestión de buscar una
mayor equidad en la distribución geográfica de las camas de hospital en un territorio.
PROPORCIÓN DE CESÁREAS
• Método de cálculo: Número de nacimientos por cesárea (por 100) dividido por el total de
nacimientos en la población en el año de interés.
• Fuentes comunes: Los datos del numerador y del denominador de este indicador normalmente
se obtienen de los sistemas nacionales de información sobre nacimientos, así como de encuestas
demográficas y de salud.
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima la proporción de cesáreas dentro del total de
nacimientos en la población. El análisis de este indicador en diferentes momentos en el tiempo
y en diferentes subgrupos poblacionales permite monitorear la magnitud de este indicador,
el cual proporciona evidencia preliminar sobre la efectividad de las políticas, los programas y
las acciones que tienen como objetivo promover el parto natural. Además, el indicador puede
usarse para apoyar las investigaciones sobre los procedimientos y prácticas de una sociedad
respecto de la accesibilidad y el uso de los servicios de atención de salud durante el parto.
37
TASA DE MORTALIDAD POR ENFERMEDADES INMUNOPREVENIBLES EN MENORES DE 1 AÑO
• Método de cálculo: Número de muertes por enfermedades inmunoprevenibles en menores de
1 año de edad (por 100 000) dividido por el total de nacimientos en la población en un año
específico.
• Fuentes comunes: Los datos para el numerador de este indicador normalmente se obtienen de los
sistemas nacionales de información sobre mortalidad, mientras que los datos del denominador
provienen de los sistemas nacionales de información sobre nacimientos.
• Ejemplos de interpretación: Este indicador estima el riesgo que tienen los menores de 1 año de
edad de morir por alguna causa relacionada con un conjunto de enfermedades para las cuales
los servicios de salud tienen programas óptimos de vacunación. El análisis de este indicador en
diferentes momentos en el tiempo y en diferentes subgrupos poblacionales permite monitorear
la magnitud del indicador, el cual suministra evidencia preliminar sobre la efectividad de las
políticas, los programas y las intervenciones para fomentar la ampliación del acceso a vacunas,
y apoyar las investigaciones sobre los procesos y prácticas de los servicios de salud en cuanto
a la vacunación de los menores en su primer año de vida.
En la Figura 2 se resumen los quince indicadores descritos en esta sección y cómo se clasifican para los
análisis.
38
Figura 2. Indicadores seleccionados y sus clasificaciones
MODO DE CATEGORÍA
MEDIDA
INDICADOR MEDIR LA INTERPRETACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE
MATEMÁTICA
SALUD INDICADOR
39
MODO DE CATEGORÍA
MEDIDA
INDICADOR MEDIR LA INTERPRETACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE
MATEMÁTICA
SALUD INDICADOR
Tasa de mortalidad por Incidencia (riesgo de un menor de 1 año de
enfermedades inmunopre- morir por una enfermedad prevenible mediante Servicios de
Proporción Negativo
venibles en menores de vacunación, en la población base y en un perío- salud: impacto
1 año do determinado)
Para el cálculo de la incidencia, conviene recordar que los eventos nuevos se acumulan a medida que se
extiende el tiempo de observación. Además, la magnitud de la tasa aumentará según el número de nuevos
casos.
Para tener certeza de que un evento (incidente) es nuevo, los individuos deben haber
sido observados por lo menos dos veces (identificados al inicio sin la condición o el
evento, y luego con la condición o el evento).
Sin embargo, es posible medir eventos incidentes de forma indirecta: cuando se trata de eventos
agudos, sintomáticos y no susceptibles de curso crónico. Para los fines de la vigilancia epidemiológica,
la observación del individuo en una única ocasión con la presencia del trastorno ya denota un evento
incidente. Algunos ejemplos de estos casos serían algunas enfermedades transmisibles o una reacción
alérgica, entre otros.
40
2.4.3. DEFINICIÓN DEL DENOMINADOR
El denominador es el número de personas de la población de interés al inicio del período de observación,
independientemente de que padezcan alguna enfermedad o trastorno de salud específico. Cabe recordar
que el numerador está compuesto por los individuos con alguna probabilidad de convertirse en sujetos
que padecen el evento. En otras palabras, el numerador debe ser la población con el trastorno o el evento
objeto de la observación. Por ejemplo, al medir la tasa de incidencia del cáncer cervicouterino en un
período específico, deberíamos incluir en el denominador únicamente a las mujeres de la población base
que tienen útero; en el cálculo de las tasas de incidencia de suicidio, sería recomendable excluir del
denominador a los menores de 5 años de edad, porque por lo general se considera que no tienen la
capacidad de suicidarse.
Para definir los denominadores de las tasas (tasas de mortalidad, por ejemplo) con base en datos
obtenidos en los sistemas de información de salud se deben usar estimaciones de la población para
mediados de año (1 de julio), debido a que: a) las estimaciones para el comienzo del año (es decir, 1
de enero) no incluyen a quienes nacerán después; b) los cálculos para fines de año (es decir, 31 de
diciembre) no incluyen a quienes fallecieron en un momento anterior del año, pero formaban parte
de la población expuesta; y c) se supone que las muertes y los nacimientos se distribuyen de manera
homogénea durante el año. Por convención, las estimaciones del censo se proporcionan para mediados
de año. Además, como se mencionara, el concepto de población en riesgo o potencialmente expuesta
se refiere a las personas que tienen posibilidades de contraer la enfermedad o experimentar el evento
de interés. Las acciones de salud pública funcionan mejor cuando están centradas en la población
verdaderamente susceptible al evento objeto de la observación. Sin embargo, debe señalarse que no
todas las personas incluidas en la población en riesgo están con certeza bajo ese riesgo. Al calcular la
prevalencia de la hepatitis B, por ejemplo, lo ideal sería excluir a quienes recibieron la vacuna. Como la
mayoría de las veces no es posible hacer tal exclusión, en términos prácticos se considera al total de la
población estimada por el censo.
De igual manera, en el cálculo de las tasas de incidencia de suicidio, el denominador suele incluir a la
población total.
41
sí mismo, riegos de enfermarse y morir distintos. La edad, el sexo, origen étnico, lugar geográfico, nivel
socioeconómico, son variables que influyen en gran medida en esa diferenciación.
42
Tabla 3. Método de cálculo de la estandarización directa de las tasas de mortalidad, por grupo etario
Tasa
Población Tasa/100 000 Población
Número de Cociente estandarizada /
Grupo etario por grupo Base habitantes estándar
muertes (2)/(3) 100 000
etario (4)*(5) (OMS)
habitantes
43
Las tasas de mortalidad calculadas a partir del total de defunciones registradas en una zona geográfica
específica se denominan tasas brutas de mortalidad. Dado que la edad es el factor de confusión, se usa
una población estándar para eliminar los efectos de cualquier diferencia en la edad entre dos o más
grupos de la población. Estas técnicas se llaman tasas de mortalidad estandarizadas o ajustadas por la
edad. Las tasas ajustadas por la edad son tasas artificiales, empleadas solo para hacer comparaciones.
La tasa real para una zona geográfica específica es la tasa bruta. Cuando se elaboren cuadros, deben
calcularse ambas tasas. La selección de la población estándar hipotética es algo arbitraria, por lo que se
recomienda emplear una población externa. Cabe destacar que la experiencia internacional indica que,
una vez que se adopta una población estándar, debe emplearse por decenios (9). El uso de poblaciones
estándares disímiles no permite comparaciones de las tasas en el tiempo. Por lo tanto, la OPS usa la
nueva población mundial estándar de la OMS (2000-2025) en el cálculo de las tasas ajustadas por la
edad (usando el método directo), con el fin de facilitar comparaciones a nivel mundial. Se espera que los
Estados Miembros de la OPS usen la población estándar de la OMS.
44
ENLACES DE INTERÉS
• Organización Panamericana de la Salud. Módulos de Principios de Epidemiología para el Control de
Enfermedades (MOPECE).
http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=9161&Itemid=40096&lang=es
• Organización Panamericana de la Salud. Situación de la salud en las Américas: Indicadores básicos de salud 2016.
http://iris.paho.org/xmlui/handle/123456789/31288
• Organización Mundial de la Salud. Global Reference List of 100 Core Health Indicators, 2015.
http://www.who.int/healthinfo/indicators/2015/en/
• Red Interagencial de Informaciones para la Salud (RIPSA). Indicadores básicos para la salud en Brasil:
Conceptos y aplicaciones.
http://www.paho.org/bra/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=informacao-
e-analise-saude-096&alias=168-indicadores-basicos-para-salud-brasil-conceptos-e-aplicaciones-
8&Itemid=965
• Ahmad OB, Boschi-Pinto C, López AD, et al. Age standardization of rates: a new WHO standard–GPE Serie
Documentos de trabajo no. 31. Organización Mundial de la Salud, 2001.
http://www.who.int/healthinfo/paper31.pdf
• Naciones Unidas. Indicators for Policy Management: A Guide for Enhancing the Statistical Capacity of Policy-
makers for Effective Monitoring the MDGs at Country Level.
http://www.undp.org/content/dam/aplaws/publication/en/publications/poverty-reduction/poverty-website/
indicators-for-policy-management/Indicators_for_Policy_Management.pdf
• Organización Mundial de la Salud. Reproductive health indicators: guidelines for their generation, interpretation
and analysis for global monitoring. http://whqlibdoc.who.int/publications/2006/924156315X_eng.pdf
• Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. National Vital Statistics Reports. Deaths: Preliminary
Data for 2011. http://www.cdc.gov/nchs/products/nvsr.htm#vol62
• Organización Mundial de la Salud. Informe mundial sobre la tuberculosis, 2017 [sinopsis en español, informe
completo en inglés]. http://www.who.int/tb/publications/global_report/es/
• Vigilância de fatores de risco e proteção para doenças crônicas por inquérito telefônico (VIGITEL).
http://tabnet.datasus.gov.br/cgi/vigitel/vigteldescr.htm
45
REFERENCIAS
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York: Van Nostrand Reinhold Print; 1982.
2. Woodward, M. Epidemiology—Study design and data analysis. Segunda edición. Reino Unido: Chapman & Hall/CRC
Texts in Statistical Science; 2005.
4. Fleiss JL. Statistical methods for rates and proportions. Toronto: John Wiley & Sons; 1973.
6. Gooley TA et al. Estimation of failure probabilities in the presence of competing risks: new representations of old
estimators. Stat Med. 1999;18(6):695-706.
7. Organización Mundial de la Salud. Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no
transmisibles 2013-2020. Disponible en: http://www.who.int/entity/cardiovascular_diseases/15032013_updated_
revised_draft_action_plan_spanish.pdf?ua=1
8. Organización Mundial de la Salud. International Guide for Monitoring Alcohol Consumption and Related Harm.
Ginebra: OMS; 2000.
9. Arah AO, et al. A conceptual framework for the OECD Health Care Quality Indicator Project. Int J Quality in Health
Care. 2006:5-13.
10. Donabedian A. The assessment of technology and quality. A comparative study of certainties and ambiguities. Int. J
Technol Assess Health Care 1988; 4:487-96. Reprodución autorizada en Rev Calidad Asistencial, 2001; 16:S89-S94.
11. Donabedian A. Evaluating the quality of medical care. The Milbank Memorial Fund Quarterly. 1966; 44:166 203.
Reproducción autorizada en Rev Calidad Asistencial, 2001; 15:S11-S27.
46
SECCIÓN 3
Contenido
Conceptos de fuentes primarias y secundarias de datos, identificación, descripción, usos y limitaciones de
las principales fuentes de datos utilizadas en salud pública para elaborar indicadores de salud.
Objetivo
Explicar los conceptos básicos así como las ventajas y desventajas de las principales fuentes de datos
utilizadas en la salud pública para elaborar indicadores de salud.
Al finalizar esta sección, el lector estará en capacidad de explicar:
• Cuál es la diferencia entre una fuente primaria y una fuente secundaria de datos.
• Cuáles son las principales fuentes de datos secundarias para la estimación de indicadores.
• Cuáles son los principales criterios de calidad de fuentes de dados secundarias.
• De qué manera la calidad de las fuentes de datos afecta la calidad del indicador de salud que
se obtiene de esas fuentes.
Cuando se toma la decisión de monitorear un determinado aspecto de la salud de una población por
medio de indicadores, se presentan dos opciones claras:
• Establecer las fuentes de datos ya existentes que, aunque no se hayan formulado con ese
propósito, faciliten la elaboración de un indicador confiable.
• Cuando no existen fuentes de datos adecuadas, diseñar mecanismos específicos de recopilación
de datos para la elaboración del indicador o conjunto de indicadores.
Estas dos opciones definen lo que se denominan datos secundarios (provenientes de fuentes secundarias)
y datos primarios (provenientes de fuentes primarias). La decisión de crear nuevas fuentes de datos para
un objetivo determinado que implique monitorear la salud de una población o usar fuentes disponibles
de datos debe basarse en las ventajas y limitaciones de estas opciones. Por consiguiente, es importante
ponderar la calidad de las fuentes de datos disponibles frente al esfuerzo requerido para crear y mantener
las nuevas fuentes de datos.
47
3.1 FUENTES DE DATOS
De manera análoga, una encuesta de escolares cuyo objetivo es estimar la prevalencia de comportamientos
de riesgo en una muestra de la población se considerará una fuente primaria siempre que se utilice con
esta finalidad.
3.1.3 VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS FUENTES Y LOS DATOS TANTO PRIMARIOS COMO
SECUNDARIOS
En la Figura 3 se señalan las ventajas y desventajas de usar fuentes y datos primarios y secundarios para
la elaboración y el monitoreo de indicadores de salud.
48
Figura 3. Ventajas y desventajas del uso de fuentes y datos primarios o secundarios para la elaboración y el monitoreo de
indicadores de salud
FUENTES Y DATOS
49
3.2. ATRIBUTOS PARA SELECCIONAR FUENTES SECUNDARIAS DE DATOS
Si los datos requeridos para la elaboración de los indicadores que han de monitorearse pueden obtenerse
de fuentes secundarias, antes de seleccionarlas deben considerarse las características de los datos, así
como las ventajas y desventajas de las fuentes secundarias de datos mencionadas en la sección 3.1. A
continuación se describen los atributos relevantes para seleccionar las fuentes secundarias de datos
para generar indicadores de salud de base poblacional. Sin embargo, estos atributos pueden y deben
evaluarse a la luz del propósito para el cual se usarán los datos.
• PERIODICIDAD: Los datos pueden recopilarse de forma continua, como en el caso del registro civil,
el registro de cáncer y los sistemas de vigilancia de enfermedades de notificación obligatoria; de
forma periódica, usando intervalos regulares (por ejemplo, el censo poblacional decenal y las
encuestas de escolares cada tres años); o sin periodicidad predefinida, y de forma puntual o por
única vez (por ejemplo, las encuestas de salud sobre temas específicos y las investigaciones
académicas). Aunque los estudios puntuales sobre la salud son reconocidos como una fuente
útil de información importante para elaborar indicadores específicos, tendrán una utilidad
limitada en el monitoreo de indicadores a largo plazo. Aun así, varias investigaciones específicas
proporcionan a veces una idea de las tendencias, aunque no tengan una comparabilidad
50
metodológica ideal. Un ejemplo son las investigaciones sobre la prevalencia del tabaquismo
realizadas con métodos y poblaciones destinatarias diferentes. De todas maneras, tales
investigaciones pueden dar una idea general de la tendencia, prestando siempre atención a las
limitaciones pertinentes.
• VALIDEZ: Se refiere a la capacidad de la fuente para medir lo que se pretende medir (ausencia
de distorsiones, sesgos o errores sistemáticos). Los sesgos más relevantes son aquellos
relacionados con la selección de la población objeto de estudio y la calidad de la información
que se recopila. La fuente de datos debería incluir las variables necesarias para la elaboración
del indicador. Un ejemplo es el sistema de información de nacidos vivos que incluye datos sobre
malformaciones congénitas (incluida la microcefalia). En general, las observaciones hechas
al momento del nacimiento, sin exámenes complementarios y sin seguimiento de los niños,
tienden a subestimar la prevalencia de malformaciones congénitas. Aunque el sistema se
considera bastante sólido como base de datos para una serie de otros indicadores, no es válido
para estimar la prevalencia de malformaciones congénitas en niños.
51
• PRECISIÓN: Algunas muestras probabilísticas bien delineadas y que garantizan representatividad
poseen cierto grado de imprecisión, que debe considerarse en cualquier indicador que se obtenga
a partir de esas muestras. La imprecisión puede considerarse, por ejemplo, cuando se calculan
intervalos de confianza que informan al usuario (en general con 95% de confianza) sobre los
valores plausibles de un indicador dado para la población de la cual se tomó la muestra. Solo las
fuentes censales, como los censos poblacionales, las fuentes de datos universales y los sistemas
de información de estadísticas vitales, entre otras, no arrojan imprecisión en sus resultados.
• ACCESSO A LOS DATOS: Se refiere a garantizar la disponibilidad de los datos para el público
mediante repositorios nacionales de datos y otras alternativas.
Entre las principales fuentes de datos están los censos demográficos, los sistemas de información
de estadísticas vitales, los sistemas de notificación de enfermedades, los registros de cáncer, las
investigaciones de base poblacional y otras investigaciones muestrales (locales o subnacionales,
regulares o periódicas) y los diferentes sistemas de información del sector de la salud u otros sectores
con propósitos administrativos.
Entre los datos de un censo nacional se encuentran: a) la población total, por sexo, edad, origen étnico;
b) el aumento de la población; c) la proporción de población rural y urbana, y d) la razón de dependencia.
Además, los censos demográficos son fuentes secundarias de datos cuando se utilizan como denominador
de muchos indicadores (tasas, proporciones, razones) de salud: tasas de mortalidad; tasas de incidencia
y prevalencia de enfermedades, accidentes y hechos de violencia; tasas de prevalencia de factores de
riesgo y secuelas de accidentes y hechos de violencia; y razón de camas hospitalarias por población.
52
La necesidad cada vez mayor de información ha convertido a los censos en una herramienta muy
importante para los sistemas de información en los países. Su finalidad es política, administrativa, técnica
y científica.
Los datos se recopilan para toda la población mediante entrevistas personales. En la mayor parte de los
países, los censos representan datos periódicos, se llevan a cabo cada diez años y la información que
arrojan se difunde aproximadamente dos años más tarde.
Las fortalezas de los censos son las siguientes: a) alta representatividad, pues
proporcionan un registro completo (o casi completo) del total de la población en el
país; b) periodicidad, puesto que aunque la recopilación de datos se hace cada diez
años, es útil disponer de información que tenga en cuenta el momento en que se
recopiló, especialmente como punto de referencia; c) alta sostenibilidad, ya que el
censo es tarea de un organismo gubernamental que asegura los correspondientes
recursos y la base legal; d) conocimiento sobre la distribución de la población en
función de características importantes; y e) inclusión de preguntas acerca de la
salud.
Una limitación de usar datos de los censos es la posibilidad de que haya inexactitud de las estimaciones
sobre la población en los años entre censos. Las estimaciones tienden a perder exactitud cuanto más
lejos se está del año del censo; además, los cálculos están sujetos a cambios emanados de la nueva
información demográfica que se va generando. Hay distintos métodos para hacer estas estimaciones
y cada uno tiene sus propios supuestos, pero todos ellos incluyen los factores demográficos básicos:
fecundidad, mortalidad y migración (1).
En un contexto de grandes cambios en los factores que afectan el patrón demográfico de un país,
los métodos existentes tienden a presentar dificultades especialmente en cuanto a las proyecciones
poblacionales. Se puede citar la dificultad para producir proyecciones poblacionales adecuadas a partir
de los censos demográficos decenales, en el contexto del marcado y acelerado descenso de las tasas
de fecundidad que ocurrió entre los años 1980 y 2010. Las migraciones poblacionales en razón de los
conflictos o factores económicos también pueden afectar las proyecciones poblacionales. Además, estos
factores pueden incidir sobre las estimaciones de los indicadores de salud, ya que los datos poblacionales
extraídos de censos demográficos y sus proyecciones se usan como denominador. Por estas razones, si se
53
hace un seguimiento de los indicadores en el transcurso del tiempo, se recomienda recalcularlos en forma
retrospectiva cuando se elaboran nuevas proyecciones sobre la población.
• Sistemas de información sobre mortalidad: En todos los países de la Región de las Américas
es obligatorio notificar todas las defunciones. En algunos países, debe llenarse un formulario
denominado “declaración de defunción” y posteriormente registrar esos eventos en el
sistema de registro civil, donde se emite un certificado de defunción (un documento legal).
La OMS ha propuesto un formulario internacional para la certificación médica de la causa de
muerte, que incluye un conjunto mínimo de variables que deben incluirse en un certificado
de defunción, como las causas básicas, las causas intermedias y las causas inmediatas
de la muerte. En la mayor parte de los países se utiliza la Clasificación Internacional de
Enfermedades (2) para codificar las causas de muerte, lo que permite hacer comparaciones
entre países y en el tiempo. En algunos países, en especial en zonas remotas, la cobertura de
las defunciones es incompleta, lo que compromete la representatividad de las estadísticas
sobre mortalidad. La proporción de subregistro de defunciones y la proporción por causas
mal definidas son indicadores de la calidad de las estadísticas de mortalidad (3-5).
• Sistema de información sobre nacimientos: Es una fuente para los datos censales y la
recopilación de estadísticas vitales. El registro de todo niño que nació vivo es obligatorio
en todos los países de la Región de las Américas. En la mayor parte de los países, los
nacimientos tienen lugar en establecimientos de salud, donde se emite un formulario
denominado “declaración de nacido vivo”. Posteriormente, el nacimiento debe registrarse
en el registro civil, donde se emite un documento legal que se denomina “certificado de
nacimiento”. La declaración de nacimiento genera datos para la formulación de indicadores
de gran utilidad para el monitoreo de la salud de la madre y del niño durante el período
prenatal, el parto y el período perinatal, además de describir el perfil de fecundidad de una
población. La estandarización de las definiciones, formularios y variables de interés facilita
54
las comparaciones tanto entre países como en el tiempo. La principal limitación de trabajar
con los indicadores relativos a los nacimientos es que la cobertura puede ser incompleta, en
especial en las zonas remotas de algunos países, lo cual compromete la representatividad de
las estadísticas. La proporción de subregistro de nacimientos y de falta de información sobre
las variables importantes son indicadores de la calidad de los registros sobre nacimientos (6).
Estos dos sistemas de información son fuentes de datos para elaborar indicadores.
Los sistemas de información que incluyen estadísticas vitales —especialmente la
mortalidad y los nacimientos— tienen muchas fortalezas: a) sostenibilidad alta,
puesto que todos los países tienen leyes que establecen el uso de estadísticas vitales;
b) periodicidad continua, ya que los datos se elaboran de manera continua conforme
los hechos se registran a medida que van ocurriendo; y c) representatividad alta en
casi toda la Región, con problemas puntuales de representatividad en algunas zonas
debido al subregistro (3-5).
• Sistemas de vigilancia de salud pública: De acuerdo con la OMS, la vigilancia de salud pública
es la recopilación, el análisis y la interpretación, continuos y sistemáticos, de los datos de salud
necesarios para la planificación, la ejecución y la evaluación de la práctica de salud pública (7).
Estos sistemas son fuentes de datos útiles para elaborar indicadores de morbilidad relacionados
con la prevención y el control de enfermedades transmisibles, enfermedades no transmisibles,
y accidentes y violencia. Los sistemas de vigilancia de las enfermedades transmisibles tienen
una función clave para la alerta temprana de las posibles amenazas a la salud pública,
y permiten hacer un seguimiento de los programas y medidas de prevención y control. Por
consiguiente, disponer de sistemas nacionales de vigilancia y respuesta eficaces resulta
fundamental para la seguridad en el campo de la salud a nivel nacional, regional y mundial.
En la mayoría de los países de la Región de las Américas, los ministerios de salud han
establecido sistemas nacionales de vigilancia. Sin embargo, en cada país hay diferencias con
respecto al número de enfermedades bajo vigilancia, el tipo de información recopilada, el uso de
registros electrónicos o en papel y la cobertura del sistema. La vigilancia de las enfermedades
no transmisibles puede hacerse en los servicios de atención de salud (con información de
las instituciones de salud) o usando encuestas de salud basadas en la población. Además, la
vigilancia puede hacerse por medio de los programas que combaten enfermedades específicas
como la tuberculosis y las enfermedades prevenibles mediante vacunación. En algunos
55
países, la vigilancia de ciertas enfermedades puede que no esté integrada en el sistema nacional
de vigilancia. Cabe señalar que las definiciones de los casos de vigilancia pueden cambiar con el
transcurso del tiempo en respuesta a cambios en las características de la epidemia, como sucedió
en el caso de la infección por el VIH/sida y la infección por H1N1. Otra herramienta de vigilancia es
el Reglamento Sanitario Internacional 2005 (RSI), que prevé el seguimiento de enfermedades
que pueden cruzar fronteras y representar una amenaza para las personas a escala mundial.
En los últimos años, los sistemas de vigilancia se han usado para monitorear una amplia gama
de trastornos de salud, factores de riesgo y otros problemas de salud pública. Algunos países
han puesto en práctica registros de vigilancia para las enfermedades no transmisibles (cáncer
cervicouterino, infarto agudo de miocardio, violencia, diabetes, etc.) o para los problemas de
salud generados por sustancias ambientales tóxicas. Estos registros recopilan información sobre
todos los casos de estas enfermedades por medio de la red de servicios de atención de salud o
en unidades centinela notificadoras. Dichos sistemas son una fuente de datos pertinente sobre
los indicadores de morbilidad relacionados con la prevención y el control de enfermedades (8).
Entre las principales ventajas de usar sistemas de vigilancia como fuente para la
elaboración de indicadores cabe mencionar las siguientes: a) representatividad, aunque
puede haber variaciones según las características del sistema en el país; b) nivel alto de
sostenibilidad para monitorear las enfermedades que son objeto de reglamentación y
legislación; y c) periodicidad alta, puesto que los datos se recopilan de manera constante.
Debe señalarse que como la verdadera frecuencia y distribución del trastorno de salud en
una población por lo general es una estimación, es imposible medir de manera exacta la
representatividad.
56
• Registros de cáncer basados en la población: Representan el criterio de referencia para el
suministro de información sobre dicha enfermedad. Este tipo de registro recopila, clasifica,
analiza y presenta información sobre todos los tipos de cáncer de notificación obligatoria que
se producen en una población definida geográficamente. Esta información se toma de una
multiplicidad de fuentes, incluidos hospitales, laboratorios de análisis clínicos y departamentos
de estadísticas vitales. El cálculo rutinario de tasas (por 100 000 habitantes) que arrojan los
registros de cáncer basados en la población suministra información que puede ayudar a los
funcionarios de salud pública a entender mejor la enfermedad y su tratamiento, así como a
evaluar los programas de prevención y control del cáncer. Esta información proporciona una
base sólida para la planificación e implementación de programas para reducir la carga del cáncer
y para las investigaciones acerca del tema.
En la Región, en especial en el Caribe, los países tienen un interés cada vez mayor en la implantación de
sistemas de información nacionales en las hospitalizaciones, los servicios ambulatorios y los servicios de
urgencia, así como en el uso de registros médicos electrónicos. Algunos países, como Belice y Dominica,
han hecho inversiones importantes en este sentido.
Por otro lado, como estas fuentes de datos suelen crearse con fines administrativos más que para
monitorear los eventos de salud por sí mismos, los datos epidemiológicos generados pueden estar sujetos
57
a sesgos asociados a su cobertura, calidad y utilización eficaz. Una característica común en algunos
países es la fragmentación de estos sistemas y las dificultades de intercambio de información entre el
sector público y privado, lo que genera informes tardíos, incompletos o incorrectos. A pesar de estos
desafíos, hay razones para el optimismo dada la introducción cada vez mayor de las nuevas tecnologías
de información (registros médicos electrónicos, etc.) que tienen el potencial de mejorar sustancialmente
la calidad y el uso de los datos para la toma de decisiones (9).
Las asociaciones gremiales también pueden generar datos sobre los recursos humanos en el sector de
la salud. Sin embargo, estos datos pueden presentar distorsiones si la información sobre fallecimientos,
defunciones, migración, tipo de capacitación y ocupación actual, entre otros, no se actualiza de manera
periódica.
Las encuestas de población se han convertido en una fuente importante de información acerca del
estado de la salud y los determinantes sociales de la salud. Esta fuente puede arrojar datos con muchas
finalidades, como las atinentes a factores de riesgo, acceso y uso de los servicios, disponibilidad y uso de
medicamentos, morbilidad, salud mental, violencia y lesiones, discapacidad, consumo de drogas, salud
reproductiva, condiciones de trabajo y estilos de vida y salud, entre otros.
Usando estas encuestas pueden calcularse las tasas de prevalencia de enfermedades, factores de riesgo,
comportamientos, trastornos previos, situaciones de vulnerabilidad, conocimientos, actitudes y hábitos
sobre diferentes prácticas relacionadas con la salud o el uso de los servicios de salud, entre otras cosas.
La población destinataria puede ser una población general definida por su zona geográfica de residencia,
o una población específica definida por algún atributo de interés: adolescentes, escolares, mujeres en
edad fecunda, hombres de cierta edad específica, población privada de la libertad, entre otros.
Un ejemplo de una encuesta poblacional es el Sistema Mundial de Vigilancia del Tabaco (GTSS por su sigla
en inglés). Esta es una encuesta exhaustiva que hace un seguimiento del consumo de tabaco y las políticas
58
enunciadas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS), pero el diseño
de este sistema no facilita comparaciones con otros factores. Un ejemplo de encuesta multitemática es la
encuesta de vigilancia según el método STEPwise de la OMS, que tiene las características de una encuesta
general y abarca una multiplicidad de temas con el fin de monitorear las tendencias dentro de un país. Esto
permite recopilar medidas biológicas y físicas, pero limita la posibilidad de dar un seguimiento estrecho a
toda la gama de temas, especialmente lo atinente a la aplicación de las políticas (10).
Los datos de las encuestas pueden recabarse según diferentes métodos de comunicación, como las
entrevistas personales (encuestas de hogares) y las telefónicas, o por medio de cuestionarios llenados
por los propios sujetos. Las encuestas de población permiten hacer un seguimiento de la población a lo
largo del tiempo usando muestras probabilísticas, a un costo menor y con un trabajo simplificado en el
terreno, o bien en una estructura más compleja y costosa. Las encuestas llevadas a cabo en las escuelas
se han aplicado en todo el mundo, y representan un ejemplo de cómo hacer una encuesta de población de
una manera sencilla y menos costosa. Esto representa un claro contraste con las encuestas de hogares,
que requieren una estructura y un proceso más complejos.
Las encuestas de hogares pueden usarse como fuentes de datos para calcular indicadores sobre los
determinantes de la salud, el estado de salud y las tendencias de los gastos de salud a nivel nacional e
individual.
Entre las limitaciones de la utilización de las encuestas como fuente de datos cabe mencionar las siguientes:
a) las personas suministran información sobre la base de una medición autorreferida de su propia salud
y sus propias enfermedades; b) en términos de las tasas de respuesta, el éxito de las encuestas depende
de su planificación y de la receptividad del entrevistado para suministrar la información; c) el nivel de
representatividad y el desglose de datos pueden aumentar considerablemente el costo de la encuesta
(10-11). Además, la falta de sostenibilidad en el tiempo por motivos de escasez de recursos o de voluntad
política puede ser un obstáculo.
59
Muchos países de la Región han realizado encuestas de hogares en torno a diferentes temas de interés.
Algunos países usan las encuestas nacionales de salud como una importante fuente de información
sobre muchos temas de salud. Sin embargo, es importante que los países sigan realizando esfuerzos
para fortalecer la capacidad, crear un sistema de vigilancia sostenible y disponer de las asignaciones
presupuestarias necesarias para garantizar que se genere de manera sistemática y oportuna información
confiable, estandarizada y periódica.
La Figura 4 muestra algunas encuestas nacionales e internacionales que se han llevado en la Región de
las Américas para proporcionar información sobre las enfermedades no transmisibles y los factores de
riesgo.
60
Figura 4. Selección de encuestas nacionales e internacionales sobre enfermedades no transmisibles y factores de riesgo (1)
POBLACIÓN
ORGANISMOS
ENCUESTA DESTINATARIA COMPONENTES CLAVE
INVOLUCRADOS
(EDAD EN AÑOS)
61
3.4 MAPEO DE LAS FUENTES DE DATOS
El mapeo de las fuentes de datos es un inventario de las fuentes de datos disponibles a nivel de país,
estado, provincia u otra unidad geográfico-administrativa (12). Este mapeo supone encontrar y describir
todas las fuentes de datos disponibles en el país para determinar qué fuentes se pueden utilizar para
elaborar los indicadores de salud. Esta actividad puede ayudar a determinar brechas y la necesidad de
fuentes nuevas o complementarias de datos para elaborar los indicadores apropiados de salud. Si hay
escasez de datos en un área o componente del programa en particular, es importante recopilar los datos
para el análisis subsiguiente. El mapeo de las fuentes de datos incluye lo siguiente:
• Hacer una lista de todas fuentes de datos disponibles (por tipo) usadas en la elaboración de
indicadores relacionados con la salud en el país, junto con el período que abarca el conjunto de
datos y, donde proceda, elaborar la misma lista con fuentes adicionales a los niveles de estado,
provincia y comunidad.
• Hacer un cuadro con información acerca del nivel de desglose disponible en cada fuente que
pueda ser pertinente para analizar los indicadores de salud.
Figura 5. Ejemplo de lista de fuentes de datos disponibles para generar indicadores (datos ficticios)
TIPO DE AÑO(S) DE POSIBLE
FUENTE / TIPO DE POBLACIÓN INSTITUCIÓN
RECOPILACIÓN RECOPILACIÓN DESGLOSE DE
MUESTRA DESTINATARIA RESPONSABLE
DE DATOS DE DATOS INTERÉS
Censo poblacional Nacional (universal) Instituto nacional Periódica Rondas 1990, Sexo, edad, unidad
de estadística (decenal) 2000 y 2010 geográfica, escolari-
dad, origen étnico
Sistema de informa- Nacional (solamente atención Ministerio de Continua Desde 1998 Sexo, edad, unidad
ción hospitalaria/ hospitalaria en servicios Salud geográfica, escola-
censal públicos) ridad
Encuesta de Ciudades capitales (escola- Instituto nacional Puntual 2016 Sexo, edad, unidad
escolares/ res de 10 a 15 años de edad de estadística y geográfica, tipo de
muestra matriculados en escuelas universidades escuela, etnia, nivel
representativa públicas y privadas) social
Sistema Unidades centinela seleccio- Ministerio de Periódica 2010, 2015 y Sexo, orientación
de vigilancia nadas (víctimas de acciden- Salud (sin intervalos 2017 sexual, edad, local
de accidentes tes y hechos de violencia definidos del suceso, perfil del
y hechos violentos/ atendidos en servicios agresor, escolaridad
muestra no públicos seleccionados)
representativa
62
ENLACES DE INTERÉS
• Lista de institutos nacionales de estadística en América Latina, disponible en la página del Centro
Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE).
http://www.cepal.org/celade/proyectos/censos2000/cen_ines00e.htm
• Strengthening civil registration and vital statistics for births, deaths, and causes of deaths -Resources kit.
http://www.who.int/entity/healthinfo/CRVS_ResourceKit_2012.pdf?ua=1
• Improving the quality and use of birth, death and cause-of-death information: guidance for a standards-
based review of country practices.
http://www.who.int/healthinfo/tool_cod_2010.pdf
63
• Encuesta agrupada de indicadores múltiples.
http:/www.unicef.org/statistics/index_24302.html
REFERENCIAS
1. Laurenti R, Mello Jorge MHP, Lebrão ML, Gotlieb S. Estatísticas de Saúde 2a. edición. Capítulo 4. Registro dos
eventos vitais. E.P.U. São Paulo: Editora Pedagógica e Universitária Ltda; 2005.
3. Organización Mundial de la Salud. Health Metric Network. Framework standards for country health information
systems. 2.a ed. Ginebra: OMS; 2007.
4. Organización Mundial de la Salud. Manual sobre el monitoreo de las desigualdades en salud: con especial énfasis
en países de ingresos medianos y bajos. Ginebra: OMS; 2013. Disponible en:
http://who.int/gho/health_equity/handbook/en/ [consultado el 9 de agosto del 2017]
5. Organización Mundial de la Salud. Mortality statistics: a tool to improve understanding and quality. Ginebra:
OMS; 2013. Disponible en: https://pdfs.semanticscholar.org/2a8a/fbfe615b248ec8af5e5201dbe909fc8ff0f5.pdf
[consultado el 7 de junio del 2017].
6. Organización Mundial de la Salud. Improving the quality and use of birth, death and cause-of-death information:
guidance for a standards- based review of country practices. Ginebra: OMS; 2010. Disponible en:
http://www.who.int/healthinfo/tool_cod_2010.pdf [consultado el 7 de junio del 2017].
7. Organización Mundial de la Salud. Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2010.
Disponible en: http://www.who.int/nmh/publications/ncd_report2010/es/
8. McQueen D; Puska P. Global Behavioral Risk Factor Surveillance. Nueva York: Kluwer Academic/Plenum Publishers;
2003.
9. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Principles of Epidemiology in Public Health Practice, 3.a
edición; 2006. Disponible en: http://www.cdc.gov/osels/scientific_edu/SS1978/Lesson5/index.html
10. División de Estadísticas de las Naciones Unidas. Household Sample Surveys in Developing and Transition Coun-
tries, 2005. Disponible en: https://unstats.un.org/unsd/hhsurveys/
11. Organización Mundial de la Salud. Health facility and community data toolkit. Disponible en:
http://www.who.int/healthinfo/facility_information_systems/Facility_Community_Data_Toolkit_final.pdf [consul-
tado el 27 de junio del 2017].
64
SECCIÓN 4
Contenido
Criterios, procesos, participación de actores involucrados y estrategias prácticas para evaluar la calidad
de los indicadores de salud.
Objetivo
Analizar estrategias para la evaluación de indicadores de salud de buena calidad.
4.1. INTRODUCCIÓN
En la sección 1 se describieron en detalle los atributos de un buen indicador. Entre ellos, se destaca
que un indicador debe ser mensurable, factible, válido, oportuno, reproducible, sostenible, relevante y
comprensible. Además, es preferible que los indicadores estén estratificados por persona, lugar y tiempo.
En esta sección se examinarán algunas estrategias prácticas para evaluar la calidad de los indicadores
de salud. Cabe señalar que disponer de fuentes de datos de buena calidad ayuda a crear indicadores
de buena calidad. También debe mencionarse que además de la calidad de las fuentes y los datos, el
desempeño del indicador debe medir lo que se supone que debe medir.
Para poder evaluar un indicador, su propósito y atributos deben estar bien definidos. La definición clara
de un indicador entraña más que conocer y describir de manera adecuada su numerador y denominador
(si así se lo construye). Algunas publicaciones (RIPSA, ONUSIDA y la lista mundial de referencia de los 100
indicadores de la OMS) son referencias útiles para este análisis (1-3).
65
De acuerdo con estas publicaciones, se debe especificar claramente los siguientes atributos de un
indicador:
La evaluación de indicadores de salud debe involucrar, en la medida de lo posible, a las personas clave
relacionadas con la producción, el análisis y la interpretación de datos e información. Estas personas
deben conocer los procesos que deben realizarse para monitorear las tendencias y los contextos locales,
regionales y nacionales. Es conveniente recordar que la mayoría de los datos e información de salud es
generada a nivel local por trabajadores locales de salud que conocen mejor las características, fortalezas
y limitaciones de esos datos y la información derivada. Conviene entonces que, siempre que sea posible,
el personal local participe en la realización de la primera fase del proceso. Los productores, gerentes
y usuarios de datos deben promover una cultura que valore la información y fomente la recopilación y
gestión de datos. Las iniciativas de capacitación en curso sobre recopilación, gestión, evaluación y análisis
de datos son muy importantes para mejorar las capacidades nacionales, especialmente a nivel local.
Como se mencionó antes, gran parte de la calidad de los indicadores depende de la calidad de los datos y
sus fuentes. Debe promoverse que todos los principales actores involucrados, incluidos los que producen
los datos y los administradores de los sistemas de información, sean tanto usuarios como evaluadores,
66
para que conozcan las fortalezas y debilidades del sistema. Los sistemas de información de salud que
no pueden suministrar los fundamentos para tomar decisiones en el ámbito de la salud fomentan el
desperdicio de los escasos recursos y la escasez de información confiable en el sector de la salud. Un
sistema de información de salud eficiente genera productos que tienen un valor cada vez mayor para
generar mejoras en la atención de salud. La necesidad de disponer de información de salud de calidad de
manera continua es un sólido motivo para fortalecer y usar sistemas nacionales de información de salud
y dar recomendaciones sobre las limitaciones inherentes de estos sistemas de información.
Como el sector de la salud está bajo la influencia de una amplia gama de factores, muchos de los cuales
no están vinculados con la prestación de servicios de atención de salud, es importante colaborar con
otros sectores (por ejemplo, otras dependencias gubernamentales, las universidades y los centros de
investigación). Algunos de los intereses clave de estos otros sectores deben definir, elaborar, analizar
y usar indicadores de salud. Por ello, la colaboración intersectorial mejorará y optimizará la calidad y
relevancia de los indicadores de salud, y fomentará la toma de decisiones fundamentadas en la evidencia
en todos los sectores.
Algunos autores han propuesto directrices para la evaluación de datos e indicadores de salud (3-4). Sin
embargo, hay algunos aspectos fundamentales que pueden aplicarse en la evaluación de indicadores de
salud, los cuales se describen en los pasos siguientes.
Paso 1. Examine la integridad de los datos completos y válidos que componen el indicador
a. ¿El indicador se basa en datos representativos de la población objeto de estudio? Observe en detalle
a la población que se supone debe estar descrita en los datos. No haga generalizaciones indebidas
(extrapolaciones). Preste atención a posibles sesgos en la selección debido a la falta de respuesta,
así como a los sesgos de demanda y de indicación; evalúe si algunos establecimientos generan más
notificaciones que otros (establecimientos públicos frente a establecimientos privados, por ejemplo).
b. ¿Las variables usadas para calcular el indicador están completas y son adecuadas y suficientes?
Calcule y tabule las características de las variables usadas para elaborar el indicador. Incluya las
proporciones de no respuesta (de ser posible), las respuestas inválidas y otras pérdidas. Detecte los
problemas de cobertura de las variables de interés, tomando en cuenta la representatividad baja, un
posible sesgo de selección del indicador y los cálculos basados en datos no representativos.
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c. ¿El indicador se basa en datos válidos de la población destinataria? ¿Las variables usadas para
calcular el indicador se midieron de manera correcta y con un estándar mínimo? Analice de manera
detallada la forma en que se definieron, calcularon y recopilaron las variables que produjeron el
indicador. Esto incluye la revisión de las definiciones de caso, la competencia del personal a cargo
de la recopilación de datos y la calidad de los instrumentos (pruebas de diagnóstico, aparatos de
medición, etc.) usados para recopilar los datos. Establezca los problemas de validez de las variables
de interés y tenga en cuenta un posible sesgo de medición en los indicadores basados en cálculos
problemáticos.
Del paso 2 al 5 se evalúan los valores observados y esperados para el indicador en diferentes situaciones,
según las características de persona, lugar y tiempo. Con esta evaluación se responderán las siguientes
tres preguntas:
I. ¿Las discrepancias encontradas pueden ser causadas por fluctuaciones aleatorias de números
pequeños? Un número insuficiente de observaciones no permite estimar indicadores con la
debida precisión.
II. ¿Las discrepancias observadas pueden ser causadas por sesgos (errores sistemáticos en la
medición del indicador) que comprometen la calidad del indicador?
III. ¿Las discrepancias observadas pueden ser válidas? Las discrepancias entre valores esperados y
observados deben examinarse con cuidado, a fin de no dejar escapar variabilidades verdaderas
atribuibles a cambios locales.
Paso 2. Examine la congruencia del indicador estimado con respecto a los atributos de persona
¿El indicador es congruente según las características de persona? Analice la congruencia del indicador,
teniendo en cuenta las variables de persona (sexo y edad, entre otras) de la fuente de datos, por categorías
relevantes para el indicador en cuestión. Observe los valores del indicador según esas variables y analice
si tienen sentido. ¿Los resultados son congruentes con lo que se espera obtener para esos subgrupos de
la población?
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Paso 3. Examine la congruencia del indicador estimado con respecto a los atributos de lugar
¿El indicador es congruente en el espacio? Realice un análisis (de ser posible) de la distribución espacial del
indicador (por municipios, estados, zona de residencia urbana versus rural, entre otros). Para la mayoría
de los indicadores, existe un patrón espacial esperado según la distribución conocida de factores de riesgo
importantes (por ejemplo, pobreza, población más joven o más vieja, zonas más o menos urbanizadas,
entre otros). Examine la adherencia del patrón del indicador en cuestión a lo que cabría esperar o sería
relevante para despertar sospechas sobre su calidad.
Esperanza de vida al nacer (años) 2016 77,0 79,0 75,5 74,4 73,4 74,4 77,8 73,8
Razón mortalidad materna/100 000 nv (notificada) UAD* 46,8 12,1 60,8 80,2 104,4 77,3 35,2 88,8
Tasa mortalidad infantil/100 000 nv (reportada) UAD* 13,0 5,9 15,9 17,5 32,8 18,7 10,3 17,2
Tasa mortalidad neonatal/100 000 (reportada) UAD* 8,2 4,0 10,0 9,8 19,1 12,0 7,1 15,8
Tasa mortalidad < 5 años/100 000 nv (reportada) UAD* 15,9 6,9 19,6 22,2 48,9 22,9 11,9 18,9
Tasa de mortalidad general/1 000 hab 2014 5,6 4,8 6,0 6,7 5,8 6,3 5,5 7,2
Tasa mortalidad por causas externas/100 000 hab 2014 63,5 53,3 68,8 81,1 61,4 87,7 46,6 70,3
Incidencia de VIH/100 000 hab 2015 12,9 13,1 12,3 12,4 18,0 18,2 15,3 56,8
Incidencia de tuberculosis/100 000 hab 2014 22,1 3,0 33,2 28,4 58,8 45,3 20,8 15,9
Desnutrición crónica en niños < 5 años (%) 2012 10,1 2,1 13,2 30,2 13,1 16,5 7,1 6,9
Sobrepeso en niños < 5 años (%) 2012 7,2 6,0 7,7 5,4 7,7 6,6 10,0 6,6
Sobrepeso en adultos 2014 61,0 67,0 57,6 54,0 51,2 57,6 60,8 59,4
Paso 4. Examine la congruencia del indicador estimado con respecto a los atributos de tiempo
¿El indicador es congruente en el tiempo? Realice un análisis, de ser posible, de las tendencias del
indicador en el tiempo (años, meses, semanas y otros). Varios indicadores tienen un carácter cíclico
estacional conocido; es decir, una variación cíclica o tendencias históricas esperadas que pueden servir
como referencia para ese análisis de uniformidad. Además, la mayoría de los indicadores presentan
fluctuaciones lentas en las tendencias temporales, como leves aumentos o descensos sin grandes
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saltos, excepto en situaciones especiales. Grandes fluctuaciones temporales de indicadores en el
tiempo pueden indicar:
Paso 5. Examine la plausibilidad de la magnitud del indicador estimado según otras fuentes de datos
Compare la magnitud obtenida para el indicador con la información vigente y la evidencia obtenida de
otras fuentes de datos. ¿El resultado de la medición de ese indicador es plausible considerando lo que
ya se sabe sobre el tema? ¿La magnitud es plausible considerando las estimaciones hechas mediante
otros métodos (métodos indirectos, investigaciones u otras fuentes de datos)? ¿La magnitud es plausible
considerando el contexto actual de la población donde se estimó? ¿La magnitud es plausible considerando
los factores de riesgo presentes en esa población? ¿Y considerando los valores para el mismo indicador
estimado para otros países, estados o municipios en mejores o peores condiciones?
70
Por ejemplo, la observación de razones bajas de mortalidad materna en países con una atención precaria
de la salud de la mujer en el período del embarazo, parto y puerperio, y calidad limitada en los sistemas
nacionales de vigilancia permite tener sospechas sobre la calidad de ese indicador. La comparación de
ese indicador con otros países de un nivel de atención de salud más alto puede ayudar a esclarecer la
disparidad que se percibe.
Uno de los trabajos más recientes es el de AbouZahr et al. (4), quien propone diez pasos para evaluar
datos de mortalidad, a saber:
1. Preparar tabulaciones básicas de defunciones por edad, sexo, origen étnico y causa de muerte.
2. Revisar las tasas brutas de mortalidad.
3. Revisar las tasas de mortalidad específicas por edad y sexo.
4. Revisar la distribución de defunciones por edad.
5. Revisar las tasas de mortalidad infantil.
6. Revisar la distribución de las principales causas de muerte.
7. Revisar el patrón por edad de las principales causas de muerte.
8. Revisar las principales causas de muerte.
9. Revisar la razón de defunciones por enfermedades no transmisibles respecto de enfermedades
transmisibles.
10. Revisar las defunciones por causas mal definidas.
71
ENLACES DE INTERÉS
• Organización Panamericana de la Salud. Indicadores básicos. Situación de Salud en las Américas 2016.
http://iris.paho.org/xmlui/handle/123456789/31288
REFERENCIAS
1. Red Interagencial de Informaciones para la Salud (RIPSA).Indicadores e Dados Básicos para a Saúde no Brasil (IDB).Ficha de
Qualificação do Indicador [indicadores básicos para la salud en Brasil, ficha de calificación del indicador]. Disponible en:
http://www.ripsa.org.br/vhl/indicadores-e-dados-basicos-para-a-saude-no-brasil-idb/ficha-de-qualifica-
cao-do-indicador/
2. Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida. Indicator Standards: operational guidelines for
selecting indicators for the HIV response. Disponible en:
http://www.unaids.org/sites/default/files/sub_landing/files/4_3_MERG_Indicator_Standards.pdf
3. Organización Mundial de la Salud. Global Reference List of 100 Core Health Indicators, 2014. Disponible en:
http://www.who.int/healthinfo/indicators/2015/en/ [consultado en marzo del 2017).
4. AbouZahr, C. et al. Mortality statistics: a tool to enhance understanding and improve quality. Pacific Health Dialog.
2012;18(1):247-70. Disponible en:
http://www.getinthepicture.org/sites/default/files/resources/Mortality%20statistics%20a%20tool%20to%20
improve%20understanding%20and%20quality.pdf [consultado en marzo del 2017].
72
SECCIÓN 5
Contenido
Estimación de los indicadores de salud más usados en salud pública.
Objetivo
Conocer las estimaciones más comunes de los indicadores de salud, sus usos y limitaciones.
Casi todos los cálculos de los indicadores de salud se basan en estimaciones, independientemente de
que los datos se hayan recopilado por medio de técnicas de medición directas o indirectas: en ambos
casos existe un margen de error. En el caso de las mediciones directas, la inexactitud puede tener origen
en errores aleatorios, inherentes a los procesos muestrales, o en errores sistemáticos, debidos a los
procedimientos de selección de la población, la recopilación de datos y el análisis subsiguiente. En el
caso de estimaciones hechas a partir de técnicas de medición indirectas que usan modelos matemáticos o
estadísticos, la inexactitud también puede tener su origen en errores inherentes al método, debidos a los
supuestos y las limitaciones del modelo. En estos modelos, los supuestos suelen ser difíciles de evaluar,
en particular en poblaciones pequeñas, con escasos datos e información, especialmente en ausencia de
series históricas suficientemente largas y confiables.
73
En esta sección el término estimación se empleará en el sentido de estimaciones por métodos indirectos
basadas en técnicas que contemplan modelos matemáticos y estadísticos u otra técnica demográfica
para ajustar o corregir los datos directos. De esa forma, las estimaciones de indicadores por métodos
indirectos se opondrán al cálculo directo de indicadores, el cual se basa de manera exclusiva en datos e
información que se obtienen de fuentes de información primarias o secundarias.
En las últimas décadas, los sistemas de información y otras fuentes de datos de salud se han perfeccionado
considerablemente en la mayor parte de los países. Aun así, debido a lagunas en los datos y problemas
en las mediciones, existe la necesidad de calcular estimaciones de indicadores de salud por medio
de diferentes métodos matemáticos y estadísticos, entre otros. Existen diferentes razones para usar
estimaciones en el campo de los indicadores de salud de las poblaciones. A continuación, se mencionan
algunas situaciones comunes:
• Ausencia total de sistemas de información y otras fuentes de datos para calcular indicadores
básicos de eventos vitales y otra información de salud esencial para la gestión de salud.
• Lagunas de datos de salud debido a problemas relevantes relacionados con la validez y cobertura
en algunos puntos en el tiempo o para algunas zonas geográficas como consecuencia de una
capacidad técnica limitada, oscilaciones en la priorización política o falta de sostenibilidad
financiera de los sistemas de información de salud, entre otros factores.
• Existencia de datos e indicadores de salud que son adecuados, pero que se obtienen de
estudios con muestras probabilísticas (observación de parte de un todo) para los cuales se
debe incorporar la variación muestral por procesos de estimación (inferencia estadística).
• Necesidad de indicadores de interés para los organismos internacionales con fines de comparación
y monitoreo de los países, así como la producción de estimaciones para las grandes regiones
del mundo, que abarcan países muy heterogéneos en cuanto a la calidad y cobertura de la
información de salud (1).
74
Es necesario ser cautelosos al hacer estimaciones por métodos indirectos para un país determinado a
objeto de facilitar que los indicadores mundiales calculados por los organismos internacionales sean
compatibles a nivel transnacional. Esta materia ya ha sido objeto de amplio debate (1, 2).
Existe el consenso de que los datos directos deben ser, siempre que sea posible, valorizados y evaluados
en forma continua. El uso habitual de datos directos puede generar oportunidades para mejorar esas
fuentes de datos. El uso indiscriminado de indicadores estimados puede menoscabar la autenticidad de
los datos y la información que se originan directamente de los sistemas nacionales de información de
salud. Una consecuencia podría ser la asignación de recursos para mejorar los sistemas de información de
salud, en particular en países cuyos recursos para la salud son escasos.
Muchos métodos de estimación indirecta (de datos demográficos u otros) no están libres de inexactitudes,
especialmente en algunas circunstancias como cuando los datos nacionales están incompletos o rara vez
están disponibles. Sin embargo, es exactamente en esas situaciones en las que se hace necesario el
cálculo de las estimaciones de indicadores de salud. Para superar el problema de la falta de disponibilidad
de datos, en ocasiones se usan datos imputados a objeto de generar los datos necesarios para hacer
estimaciones indirectas. Los límites inherentes a esta imputación —como la baja representatividad de la
diversidad de un país, la presencia de un error aleatorio en ocasiones desconocido y la posible existencia
de errores sistemáticos relevantes, entre otros— se subestiman (2). Esos errores pueden comprometer
en gran medida la exactitud de las estimaciones indirectas y no necesariamente superar la limitación
de la calidad de los datos directos. Otra cuestión relevante es la limitación de la mayor parte de las
técnicas indirectas para captar de manera correcta cambios significativos en los indicadores que están
calculándose. Un ejemplo es el descenso brusco de la tasa de fecundidad en Brasil y la limitación de
las técnicas de proyección poblacional utilizadas por el gobierno para explicar de manera adecuada tal
fenómeno en las estimaciones de nacidos vivos, por citar un ejemplo.
Por último, cabe destacar la complejidad cada vez mayor que los procesos de estimación indirecta
han cobrado en años más recientes y, con ello, la reducción de la capacidad de comunicación y de la
reproducibilidad de los resultados. En este sentido, la publicación Guidelines for Accurate and Transparent
Health Estimates Reporting (GATHER) (3) representa una iniciativa loable emprendida con el fin de
formular directrices, las cuales son una opción para abordar la escasez de datos de salud confiables en
ciertos contextos. Sin embargo, siempre han de tenerse en cuenta sus limitaciones y consecuencias para
la notificación precisa y transparente de los indicadores de salud (4).
75
Deben fomentarse asociaciones a nivel mundial, nacional y local para fortalecer los sistemas de información
de salud nacionales y crear capacidad local para la producción, el análisis y el uso de datos e indicadores
de salud. En este sentido, debe reconocerse el esfuerzo de los organismos internacionales (la OMS y otros
organismos de las Naciones Unidas), las instituciones científicas y los gobiernos en el sentido de apoyar
la mejora de los sistemas de información de salud y la capacidad analítica.
• en los niveles mundial o regional, debido a la necesidad de usar información estándar para
calcular indicadores; las diferencias en cuanto a la calidad de los datos y la información y a los
protocolos adoptados por los sistemas de salud respecto de la representatividad poblacional,
la definición de casos, la recopilación y análisis de datos, en diferentes lugares (países) y
momentos en el tiempo pueden comprometer sobremanera la comparabilidad de los indicadores
entre países y regiones.
Las principales fuentes de estimaciones estadísticas son: para estimaciones demográficas, la División
de Población de las Naciones Unidas y la Oficina del Censo de los Estados Unidos; para indicadores
socioeconómicos y de mortalidad materna, el Banco Mundial; para cifras de mortalidad, cuadros de
mortalidad y tasas de mortalidad materna, la OMS; para cifras y cuadros de mortalidad, el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el
Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE); y las instituciones académicas, que usan una
amplia variedad de estimaciones.
76
permite comparar datos sobre mortalidad maternoinfantil provenientes del Grupo Interinstitucional de
las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad en la Niñez (IGME, por su sigla en inglés). Este
grupo fue creado en el 2004 para armonizar las estimaciones en el seno del sistema de las Naciones
Unidas, mejorar los métodos de estimación de la mortalidad infantil, informar sobre los avances hacia
la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y ahora los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), y mejorar la capacidad de los países para elaborar cálculos sobre la mortalidad infantil
que sean oportunos y se hayan evaluado adecuadamente. El IGME está encabezado por el UNICEF y la
OMS, y comprende asimismo al Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas (dentro
del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales).
Ante la necesidad de establecer una línea de base sobre la cual medir los avances hacia el logro del
ODM 5 y ahora el ODS 3, y ante la falta de datos confiables sobre las tendencias mundiales en cuanto a
mortalidad materna, fue necesario desarrollar estimaciones del número de muertes maternas, así como
la razón de mortalidad materna.
Al día de hoy, muchos países han hecho avances importantes en cuanto a la clasificación y el registro
de muertes maternas y de nacidos vivos, por lo cual cuentan con datos confiables, aunque perfectibles.
Sin embargo, medir la mortalidad materna sigue siendo un importante desafío. En el año 2013, según
datos oficiales notificados por los Estados Miembros a la OPS, el número absoluto de muertes maternas
en América Latina y el Caribe se ubicó en torno a 6000 al año. Es probable que el número real sea
mayor, debido a que algunos países cuyos números absolutos de muertes maternas son relativamente
importantes no notificaron datos (Bolivia, Guyana, Haití y Trinidad y Tabago).
Sin embargo, para el mismo período, el Grupo Interinstitucional para la Estimación de la Mortalidad
Materna (MMEIG, por su sigla en inglés), constituido por la OMS, el UNICEF, el UNFPA y el Banco
Mundial, estimaron un número aproximado de 9300 muertes, mientras que el Instituto de Sanimetría
y Evaluación de Salud (IHME, por su sigla en inglés) informó que su estimación era de 7600 muertes
maternas. Estas tres cifras diferentes generan bastante incertidumbre en los países que notifican
datos. Si bien los grupos que realizan estimaciones tienen algunas similitudes en los métodos que
emplean para estimar las tendencias en cuanto a la mortalidad materna, conviene explicar las causas
de las diferencias.
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Debido a la importancia de estos indicadores, en esta guía se analizarán dos métodos que pueden usarse
para medir la exactitud de la relación de mortalidad materna y la relación de mortalidad infantil calculadas
a partir de fuentes a nivel de país.
Los países del grupo B no tienen datos completos de los registros de estadísticas vitales, pero en ellos se
usan otros tipos de fuentes de datos. En estos países, el MMEIG estima la razón de mortalidad materna
usando un modelo que mide la exposición al riesgo en base a tres factores de predicción:
• la tasa de fecundidad general (nacidos vivos por mujer entre los 15 y los 49 años de edad).
La proporción obtenida se usa para estimar el número total de muertes de mujeres en edad reproductiva,
que luego se divide entre el número total de nacimientos para estimar la razón de mortalidad materna.
Estos dos datos provienen de la División de Estadísticas de las Naciones Unidas.
78
• la tasa de mortalidad neonatal;
• la tasa de prevalencia de VIH/sida (esta variable marca una diferencia con el modelo del MMEIG,
ya que en el otro no se considera esta variable, por lo que se hace una estimación de la mortalidad
por esta causa y se corrige la estimación).
El IHME corrige los problemas de subconteo y calidad baja de los registros multiplicando por un factor de
corrección de 1,4.
La información disponible surge de diferentes fuentes y métodos cuyas diferencias deben ser valoradas al
momento de interpretar los datos disponibles. La OPS consolida y presenta datos a partir de lo informado
por los países en términos de mortalidad. El número de nacimientos anuales se obtiene de las estimaciones
de la División de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina del Censo de Estados Unidos. A partir
de estas fuentes se estiman la tasa de mortalidad de menores de 1 año (mortalidad infantil) y la tasa de
mortalidad de menores de 5 años (mortalidad de la niñez).
A nivel mundial se cuenta con estimaciones provenientes del IGME así como del IHME. Los enfoques
metodológicos de ambas fuentes difieren en cuanto a los datos básicos, su procesamiento y sus
procedimientos de ajuste finales. Las discrepancias más relevantes en los resultados responden
fundamentalmente a cambios en la mortalidad en los países, a las correcciones o ajustes, y a los modelos
utilizados para obtener las estimaciones como alternativa a los problemas de cobertura en las estadísticas
vitales.
Como en otras fuentes de datos, la utilidad de las estadísticas de mortalidad, así como la exactitud de
los datos, depende en gran medida de su calidad, condición que se vincula principalmente con el grado
de cobertura.
79
En el marco de la evaluación de medio término del plan regional de salud del recién nacido, se analizó la
cobertura y la precisión de la información sobre las defunciones neonatales obtenida a partir de sistemas
de estadísticas vitales. Esta evaluación se hizo usando información de las bases de datos disponibles en
el equipo de la OPS de Información y Análisis de Salud. Las bases de datos incluyeron información sobre
defunciones neonatales, infantiles y de la niñez para 47 países de la Región, desde el año 1995 hasta el
año 2010. Estas bases de datos generaron indicadores sobre mortalidad neonatal, infantil y de la niñez,
que fueron contrastados con estimaciones directas obtenidas de las encuestas DHS/RHS y OMS (WHOSIS),
así como con las estimaciones indirectas elaboradas por el IGME, el IHME y el UNICEF (encuestas a base
de indicadores múltiples o MICS, por su sigla en inglés).
En forma similar, las bases de datos de la OPS fueron utilizadas para la obtención de la distribución de las
defunciones neonatales, infantiles y de la niñez según la causa de muerte. En este caso, la elaboración
de estimaciones directas se complementó con la compilación de medidas elaboradas por el Grupo de
Referencia Epidemiológica sobre la Salud del Niño (CHERG, por su sigla en inglés).
A partir de los análisis realizados, se pudo observar que los niveles de cobertura para el total de
las defunciones son buenos en 21 países, satisfactorios en 6 y de regulares a deficientes en 12. En
consecuencia, el nivel promedio de cobertura de las defunciones es elevado (mediana de 94%). En
cuanto a la congruencia de las estimaciones, se observa en general que los resultados son comparables
a los datos provistos por la División de Estadísticas de las Naciones Unidas para años próximos a los
analizados, tanto con respecto al total (mediana de 93,5%) como a la mayoría de los países al ser
considerados por separado.
Se observa una relación inversa entre el porcentaje de cobertura de las defunciones y la variación relativa
entre las tasas obtenidas por métodos directos e indirectos (cuanto más elevado el primero, más reducida
la segunda). En términos de mortalidad infantil y de la niñez, las correlaciones entre el porcentaje de
cobertura y la diferencia relativa entre las tasas obtenidas por el método directo e indirecto eran más
importantes cuando las últimas eran calculadas por el IHME, en tanto que en el caso de la mortalidad
neonatal la asociación era más elevada en la relación entre porcentaje de cobertura y la diferencia relativa
entre las tasas directas y las calculadas por el IGME.
Además, se observa que los países de la Región presentan niveles aceptables de precisión en la declaración
de la causa de muerte, con frecuencias de causas mal definidas menores a 10%.
80
En virtud de lo indicado antes, cabe considerar que si bien es necesario fortalecer la calidad de la
información sobre mortalidad en la Región, tanto los niveles de cobertura como de precisión son adecuados
en términos generales. En la medida en que sean mejores tales mediciones, la información disponible a
partir de datos directos constituye una fuente de información más adecuada que las fuentes indirectas.
REFERENCIAS
1. Boerma T, Mathers CD. The World Health Organization and global health estimates: impro-
ving collaboration and capacity. BioMed Central - Medicine. 2015. DOI 10.1186/s12916-015-0286-7
https://bmcmedicine.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12916-015-0286-7
2. Frias PG, Szwarcwald CL, Pis L. Estimação da mortalidade infantil no contexto de descentralização do Sistema Único
de Saúde (SUS). Rev. Bras. Saúde Matern. Infant. 2011;11(4): 463-70.
3. Stevens, GA, et al. Guidelines for Accurate and Transparent Health Estimates Reporting (GATHER) PLoS Medicine,
June 28, 2016 2016. Disponible en:
http://journals.plos.org/plosmedicine/article/file?id=10.1371/journal.pmed.1002056&type=printable [consultado
el 9 de agosto del 2017]
81
ANEXO
Ficha para la descripción del indicador8
Título del indicador Incluya el título del indicador.
Definición del indicador Describa cómo se define el indicador, incluidos los parámetros clave.
Propósito del indicador Indique por qué es importante utilizar el indicador propuesto o sus parámetros.
Interpretación Describa el contexto, cuando sea necesario, el significado del indicador, y lo que se está midiendo.
Tipo de indicador Indique si la medición del indicador es un número absoluto, una proporción, una tasa, etc.
Frecuencia de medición Indique con qué frecuencia se recopilan e informan los datos para el indicador.
Zona de referencia Indique el país o zona geográfica a la que está relacionado el indicador.
Período de referencia Indique el período de tiempo o punto en el tiempo al que se refiere el indicador.
Incluya los niveles de desglose definidos por su posible contribución a la interpretación de los datos y que
Desglose están realmente disponibles. Categorías de análisis: sexo, grupo etario, origen étnico y zona geográfica
(estado, provincia, urbano/rural).
Fuente de datos Identifique el generador de los datos del indicador. Indique la fuente de datos principal según corresponda.
Limitaciones Indique los desafíos o restricciones relacionados con el indicador para su medición, uso e interpretación.
Institución responsable Incluya el nombre de la entidad o unidad responsable de generar, notificar y monitorear el indicador.
Incluya todos los aspectos relevantes relacionados con la construcción del indicador que puedan interferir
Notas técnicas
en su uso e interpretación.
8 Adaptado de las fichas técnicas utilizadas para la Iniciativa de Datos Básicos y Perfiles de País de la OPS. Unidad de Información y Análisis
de Salud (OPS/CHA/HA), Plan Estratégico de la OPS 2014-2019 y RIPSA.
82
FICHA MODELO
Código y título RIT 1.1.1. "COBERTURA DE TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL"
del indicador
Nombre del Número de países y territorios que tienen una cobertura de 80% con el tratamiento antirretroviral en
indicador la población que reúne los criterios
Definición del Este indicador mide la cobertura del acceso al tratamiento antirretroviral. Una cobertura del 80% o
indicador mayor en las personas que reúnen los criterios de tratamiento se define internacionalmente como
acceso universal.
Hasta mediados del 2013, los criterios de elegibilidad eran las personas que viven con el VIH con un
recuento de CD4 de 350/mL o menos. Sobre la base de las nuevas directrices de la OMS publicadas
en junio del 2013, el umbral recomendado para la iniciación del tratamiento antirretroviral ha aumen-
tado a un recuento de CD4 de 500/mL o menos, lo que significa que se incrementará el número de
personas que reúnen los criterios de tratamiento (denominador).
Se utilizan fuentes de datos múltiples, ya que no todos los países están comprendidos en los dife-
rentes informes. En el plano nacional, la recogida de datos es continua, con el cálculo de la cober-
tura de países a finales de año.
Tipo de indicador Absoluto
83
Limitaciones Hay algunas incertidumbres con respecto a la exactitud de la modelización estadística en el contex-
to de los países más pequeños con epidemias concentradas.
• Es muy difícil hacer un cálculo fiable de los denominadores de las poblaciones muy pequeñas.
Además, el ONUSIDA no está generando denominadores para todos los países, entre ellos los
pequeños estados insulares.
El cambio recomendado en los criterios para el tratamiento de un umbral de CD4 de 350/mL a 500/
mL aumentará el número estimado de personas elegibles (denominador), lo que da lugar a una
aparente disminución en la cobertura. Deberá tenerse en cuenta el impacto de este cambio en el
seguimiento de este indicador.
Este indicador mide la cobertura total del tratamiento antirretroviral, pero no mide las desigualda-
des en la cobertura, en particular relacionados con los grupos de población clave, como los HSH,
trabajadores sexuales y personas transgénero. Los problemas locales, como los inmigrantes indo-
cumentados, también influirán en la precisión del indicador. El monitoreo continuo del acceso de
estos grupos de población clave al tratamiento es fundamental, así como la calidad de la atención.
Referencias Marco de monitoreo del continuo de la atención al VIH. Anexo al informe de reunión: Consulta re-
gional en América Latina y el Caribe sobre información epidemiológica de la infección por el VIH.
Organización Panamericana de Salud, 2014.
84
I
SBN:978-
92-
75-
32005-
1