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creador de las teorías de la selección natural, y señaló que las especies de seres
vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un
proceso denominado selección natural. Charles Darwin desde la infancia dio muestras de
un gusto por la historia natural que él consideró innato y, en especial, de una gran afición
por coleccionar cosas, además en 1825 con solo 16 años ingreso a la universidad de
Edimburgo para estudiar medicina por decisión de su padre, pero no consiguió interesante
esta carrera así que realizo otros estudios, e inicio una carrera eclesiástica en Christ's
College de Cambridge en la cual pudo aprender de la variedad de algunos maestros como el
de botánica Henslow quien le sugirió un interés sobre la geología y quien lo presento con
Adam Sedgwick, fundador del sistema cambriano quien inició precisamente sus estudios
sobre el mismo en una expedición al norte de Gales en compañía de Darwin.
Su segundo libro fue el origen del hombre en el que saca diversas conclusiones
como que el hombre tiene el mismo tipo de desarrollo que los animales por que hay
similitudes en algunas enfermedades, en la conformación corporal, el embrión humano es
semejante al de otros animales, en ese libro a su inicio Charles Darwin trato de probar
ciertas aproximaciones entre el hombre y algunos animales, en la forma del esqueleto,
sistema nervioso, enfermedades, órganos rudimentario, y según esto postula que el hombre
y todos los demás vertebrados han sido construidos según un mismo modelo general,
además todas las facultades mentales son el resultado del desarrollo de instintos que se
adquirieron por la selección natural de variaciones a partir de instintos más simples. Las
causas por las que surgieron esas variaciones son desconocidas para Darwin. Este
planteamiento equipara absolutamente al animal con el hombre en todos los aspectos, lo
que posibilita que estén sometidos a las mismas emociones, que en el caso de los animales
superiores son comunes a las del hombre, amor, orgullo, vergüenza, miedo, burla. ncluye
que también existen en animales superiores. Reconoce que el lenguaje articulado es
particular del hombre, pero admite que pudo haberse originado por evolución desde monos,
a base de uso continuo de los órganos de la voz, a lo que habría ayudado el desarrollo del
cerebro. El desarrollo del lenguaje habría perfeccionado la inteligencia. Por tanto, concluye,
ninguna de las facultades intelectuales impide que el hombre se hubiera desarrollado a
partir de una forma inferior.