Agro Ingreso Seguro fue un programa creado en el año 2006 por Andrés Felipe Arias, quien era ministro de agricultura en ese año, con el fin de favorecer a los campesinos más pobres. El congreso de la república aprobó este programa con el fin de promover la productividad y competitividad, reducir la desigualdad en el campo y preparar a todos los agricultores de Colombia tanto grandes y pequeños en los Tratados de Libre Comercio que venían. Esto en sí, buscaba apoyar a estos empresarios a través de la agroindustria ya que era la única forma de competir en el mundo globalizado. El problema surgió cuando los grandes agricultores decidieron fragmentar sus predios para obtener más ayudas de las permitidas. Además de ello se encontraron irregularidades relacionadas a la contratación los cuales no tenían los debidos estudios, encontraron irregularidades en los métodos de contratación, beneficios indebidos a algunas familias terratenientes, falta de supervisión de los programas y aumento indebido de los recursos destinados al programa de gobierno Esos casos y los 26.000 millones de pesos que habían desembolsado en subsidios generaron una gran indignación nacional y se convirtieron en uno de los mayores escándalos del gobierno de Álvaro Uribe. La justicia colombiana no encontró que Arias se hubiera robado un peso en este programa, cosa que generó desconcierto de algunos sectores con el monto de la pena. Sin embargo, la corte encontró probado el favorecimiento de terceros y la forma irregular en que se celebraron contratos. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia encontró a Arias responsable de los siguientes delitos contra la administración pública: CELEBRACIÓN DE CONTRATOS SIN CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS LEGALES En este punto se dice que Andrés Felipe Arias cometió dos errores muy grandes: - Haber hecho contrataciones sin haber realizado una planeación previa, razón por la cual se le culpa de poner a funcionar el programa de Agro Ingreso Seguro a como fuera lugar, sin importarle que no conocía a cabalidad los principios que se requerían para llevar a cabo una correcta contratación administrativa. En este orden de ideas, se considera que Andrés Felipe por el afán de aprobar lo más pronto posible este programa, para que le garantizaran recursos económicos y así poder ejecutarlo rápidamente pasó por alto uno de los principios más fundamentales de la contratación estatal, el cual es el principio de economía y el deber de planeación. Incluso a la Universidad de los Andes se le encomendó realizar un estudio para la suscripción de estos convenios y cuando tuvieron los resultados ya era demasiado tarde, ya habían suscrito el primer convenio, lo que dejó sin sustento la necesidad de priorizar estos programas de riego, la población a la que debía ser dirigida o la forma en cómo debía implementarse este programa. Según lo explicado anteriormente la Corte concluyó afirmando que el ministro Arias se apersonó de todas estas gestiones para aprobar y garantizar recursos ejecutables a AIS, violando principios esenciales de la contratación pública. Así mismo, había seleccionado la entidad que él quería que ejecutara el programa antes de que este hubiera sido aprobado o contará con los recursos. - Como segundo error y pienso que es el más grave, él decidió elegir la contratación directa como modalidad del programa, sin realizar licitaciones o concursos públicos, para contratos que tenían un valor muy alto, y además de ello, estos no tenían como objetivo desarrollar actividades de ciencia y tecnología; todo esto hizo que lo incurrieran en este delito. En este punto se generó un gran problema ya que, por regla general, cuando el Estado va a realizar contrataciones, realizan una serie de procedimientos en los que se incluyen convocatorias, licitaciones y/o concursos públicos, a los cuales se pueden presentar todos los que cumplan con los requisitos que exigen, y de este se elige a quien haya presentado la mejor propuesta. Aunque cabe resaltar que la Corte tiene dos excepciones en estos casos: cuando la contratación es de menor cuantía o cuando, el objeto de la contratación es desarrollar actividades de ciencia y tecnología. En estos casos, la entidad estatal está autorizada para contratar directamente, sin que medie otro procedimiento. En el caso de estos convenios, el Ministerio empleó la modalidad de contratación directa, aduciendo que el objeto de estos convenios era desarrollar actividades de ciencia y tecnología. De acuerdo a lo anterior, la situación era la siguiente desde la perspectiva de los jueces: si los convenios sí tenían por objeto desarrollar actividades de ciencia y tecnología, entonces el ministro estaba autorizado para hacer lo que hizo y su actuación fue legal. De lo contrario, habría cometido el delito que se le imputa. Entonces, ¿tenían los convenios el objetivo de desarrollar actividades de ciencia y tecnología? La Corte dice que no. Respecto a los convenios, la Corte considera que la finalidad de los contratos era concretar un proyecto, pero el objeto directo de los mismos era implementar una convocatoria. Adicionalmente, la Sala Penal afirma que producto de estos convenios no se produjo ningún elemento de innovación ni aporte a la ciencia y tecnología, y que la labor del IICA fue eminentemente administrativa: administrar los concursos, verificar el cumplimiento de requisitos formales de las propuestas, y proporcionar personal y planta física al programa. De esta manera, la Corte concluyó que el exministro Arias incurrió en un delito: sus acciones coincidían con los hechos descritos como prohibidos en la ley; su actuación no estuvo al servicio del interés general (como debe ser en la administración pública) y lo que hizo fue de forma consciente. Voluntariamente tramitó y suscribió los tres convenios omitiendo requisitos legales esenciales de la contratación pública, sin una razón lógica o jurídica que le respaldara. PECULADO POR APROPIACIÓN EN FAVOR DE TERCEROS. Como segundo cargo, la Fiscalía acusó a Andrés Felipe Arias de peculado por apropiación en favor de terceros, esto significa que él desvió el dinero destinados al programa para favorecer a terceros. Este delito está definido en el artículo 397 del Código Penal. El ente acusador afirmó como tal, que el exministro como servidor público y administrador de bienes del Estado permitió la entrega de subsidios a grandes empresarios, lo que afectó el cumplimiento de los objetivos específicos del programa Agro Ingreso Seguro. Para él lograr eso, Arias se valió de un aparato burocrático que le permitía tener control directo sobre todas las instancias y poder tomar decisiones relacionadas con los convenios sin que recayera esto en su responsabilidad de esto, además de ello es importante resaltar que el exministro pudo tener control sobre los criterios impuestos dentro de la convocatoria para recibir los subsidios gracias a esta estructura. Por lo tanto, los terceros se valieron de estos cambios para lograr apropiarse del dinero a través de las siguientes maneras: Fraccionaron ficticiamente los inmuebles para presentar proyectos vinculados con los predios como si se tratara de diferentes fincas. La Asignación y entrega, en idéntica o en sucesiva convocatoria, de varios subsidios para el mismo grupo familiar y/o empresarial. La Obtención de subsidios para proyectos que no satisfacían los requerimientos técnicos de la convocatoria, mediante una recalificación no prevista en el concurso, efectuada por un «grupo de expertos». La Corte aclaró que todas estas maneras atentaron contra el objetivo específico del programa que era promover la productividad reduciendo la desigualdad. ANALISIS: Según lo explicado anteriormente considero que en este programa de Agro Ingreso Seguro hubo mucha corrupción y que tal vez las cosas hubieran sido distintas si este se hubiera detectado a tiempo, pero lastimosamente no fue así, considero que en este sentido faltó mucho control por parte todas las entidades que lideraban este proyecto y es triste saber que después de las denuncias que realizaron los medios de comunicación es que empezaron a hacer las investigaciones pertinentes. Pienso que esta ayuda se le hubiera podido brindar a campesinos que realmente lo necesitaban pero lastimosamente muchos casos como estos se ven en este país, lo que en un principio se hizo con el fin de promover la productividad y competitividad, además de ello reducir la desigualdad en el campo causó un efecto contrario; ya que como se va a poder hablar de reducir la desigualdad si solo se están beneficiando unas pocas personas que además de ello son los mas adinerados de algunas regiones del país. Con este caso de corrupción que se presentó pienso que todos los Colombianos deberíamos de estar más pendientes de cómo se están ejecutando y gestionando programas como estos, ya que en parte estos se están llevando a cabo con dinero de nosotros, así que lo más lógico seria es que fuéramos participes de ello para lograr reducir un poco la corrupción, siendo como más maliciosos con esas actividades que se desarrollan, porque como se vio anteriormente, muchas personas del sector publico buscan la manera de que este tipo de tramites les facilite solo su beneficio propio. Es muy triste saber que en nuestro país en realidad existen muchos campesinos o productores que son de muy pocos ingresos y que día a día se esfuerzan por trabajar de una manera honesta y muy fuerte, y que lastimosamente no tienen acceso a tales ayudas, mientras que muchos empresarios a través de mentiras y falsedades obtienen millonarios subsidios sin esfuerzo alguno.