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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD METROPOLITANA
FACULTAD DE CIENCIAS Y ARTES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA

VIVENCIAS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES DEJADOS


ATRÁS POR PADRES QUE MIGRAN DE VENEZUELA

Maitreya Alejandría Morales Perdomo


Tutor: Gloria López

Caracas, 01 de noviembre del 2019


DERECHOS DE AUTOR

Quien suscribe, en condición de autora del trabajo titulado “Vivencias


de niños y adolescentes dejados atrás por padres que migran de
Venezuela”, declaro que: cedo a título gratuito, y en forma pura y simple,
ilimitada e irrevocable a la Universidad Metropolitana, los derechos de autor
de contenido patrimonial que me corresponden sobre el presente trabajo.
Conforme a lo anterior, esta cesión patrimonial sólo comprenderá el derecho
para la Universidad de comunicar públicamente la obra, divulgarla, publicarla
o reproducirla en la oportunidad que ella así lo estime conveniente, así
como, la de salvaguardar mis intereses y derechos que me corresponden
como autora de la obra antes señalada.

La Universidad en todo momento deberá indicar que la autoría o


creación del trabajo corresponden a mi persona, salvo los créditos que se
deban hacer al tutor o a cualquier tercero que haya colaborado o fuere
hecho posible la realización de la presente obra.

Autor: Maitreya Alejandría Morales Perdomo


CI: 24.899.736
(Firma):

_____________________

En la ciudad de Caracas, a los 01 días del mes de noviembre del año


2019.

i
APROBACIÓN DEL TUTOR

Considero que el Trabajo Final titulado: “Vivencias de Niños y


Adolescentes dejados atrás por padres que migran de Venezuela” elaborado
por la ciudadana: Maitreya Alejandría Morales Perdomo para optar al Título
de Licenciado en Psicología reúne los requisitos exigidos por la Escuela de
Psicología de la Universidad Metropolitana y tiene méritos suficientes como
para ser sometido a la presentación y evaluación exhaustiva por parte del
jurado examinador que se designe.

En la ciudad de Caracas, a los 01 días del mes de noviembre del año


2019.

______________________
Tutor

ii
AGRADECIMIENTOS

A mi madre por su apoyo incondicional, por creer en mí, por darme


alas y acompañarme a alcanzar mis sueños, por ser mi guía, mi motor, mi
fuerza y mi motivación en todo momento. Gracias por tu entrega diaria para
poder lograr esta meta; sin ti nada hubiese sido posible.

A mi familia, por siempre estar en cada etapa de mi vida. Los amo.

A la Universidad Metropolitana, por darme la oportunidad de estudiar


la carrera que amo, por brindarme una educación que apunta siempre a la
excelencia, por apostar por mí, entre muchos y otorgarme una beca de
excelencia en compromiso cívico, por brindarme la oportunidad de ser una
profesional. Por premiar el esfuerzo.

A mi novio por su apoyo, gracias por la disposición, por llevarme y


buscarme a La Vega, San Agustín y las Acacias para poder realizar las
entrevistas, por motivarme a seguir en cada momento, por estar y formar
parte de este proceso.

A mi tutora por su guía, comprensión y paciencia. Por ser un apoyo,


por ser receptiva a cada propuesta, por motivarme a finalizar cada etapa con
éxito. Por su disposición y profesionalismo. Gracias.

A cada uno de los participantes que se abrieron a contarme sus


historias de vida, por confiar en mí aún sin conocerme. Por ser cristalinos al
expresar sus sentimientos. Gracias infinitas a ustedes por hacer posible este
estudio.

A los directores y profesores de las escuelas Fe y Alegría por su


receptividad y disposición.

iii
DEDICATORIA

A todos los niños y adolescentes venezolanos dejados atrás por sus


padres migrantes, quienes noblemente afrontan las circunstancias que les
toca vivir sin que sus derechos sean respetados.

Que sus voces sean escuchadas a través de estas líneas y que sus
vivencias sean un marco de referencia para una generación que no escogió
crecer sin sus padres.

A mi país, Venezuela.

"Les diría que sean fuertes y que sigan adelante sin importar lo que pase, eso es lo que
hago yo, que no se sientan tristes porque algún día los volverán a ver”
Anónimo

iv
ÍNDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 1
CAPÍTULO I. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN .......................................... 3
I.1 Antecedentes históricos, contextuales y de investigación ..................... 3
I.2 Preguntas de Investigación .................................................................... 8
I.3 Objetivos de Investigación ..................................................................... 9
I.3.1 Objetivo general .............................................................................. 9
I.3.2 Objetivos específicos ....................................................................... 9
I.4 Justificación de la investigación ............................................................. 9
CAPÍTULO II. MARCO REFERENCIAL ....................................................... 12
II.1 Contexto social, político y económico venezolano .............................. 12
II.1.1Migración como fenómeno ............................................................ 15
II.1.2 Migración en Venezuela ............................................................... 16
II.2 Dejados atrás ...................................................................................... 18
II.2.1 Una mirada hacia los dejados atrás en América .......................... 18
II.2.2 Aproximación a los dejados atrás en Venezuela .......................... 20
II.3 Familia ................................................................................................ 26
II.3.1 Crianza ......................................................................................... 27
II.3.2 Desarrollo Humano ....................................................................... 28
II.3.3 Infancia y Adolescencia ................................................................ 28
II.3.4 Desarrollo Socio-emocional en Niños y Adolescentes............... 29
II.4 Abandono físico y emocional .............................................................. 30
II.4.1 Infancia en riesgo social ............................................................... 32
II.4.2 Maltrato infantil ............................................................................ 33
II.4.3 Desamparo ................................................................................... 34
II.5 Bases legales que sustentan la investigación ..................................... 34
II.5.1 Derechos Humanos ...................................................................... 34
II.5.2 Derechos Humanos del Niño y el Adolescente ............................. 35
II.5.3 Derechos de los Niños y Adolescentes en Venezuela.................. 36
II.5.4 Protección Social .......................................................................... 37

v
II.6 Teorías y Enfoques psicológicos ....................................................... 38
II.6.1 Construccionismos Social ............................................................. 38
II.6.2 Teoría Ecológica de Bronfrenbrenner ........................................... 40
II.7 Antecedentes empíricos ..................................................................... 42
CAPÍTULO III. METODOLOGÍA................................................................... 46
III.1 Enfoque de la Investigación ............................................................... 46
III.2 Descripción del contexto de investigación y acceso a campo ........... 48
III.3 Método y diseño de Investigación ...................................................... 49
III.4 Participantes ...................................................................................... 50
III.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información .................... 52
III.6. Técnicas de Procesamiento de la Información ................................. 54
III.7. Descripción del Procedimiento para la Investigación ........................ 56
III.8. Criterios de calidad del estudio ......................................................... 58
III.9 Consideraciones éticas ...................................................................... 59
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE DATOS DE LA INVESTIGACIÓN ................. 62
IV.1 Planificación del viaje de los padres .................................................. 63
IV.1.1 Padres que comunican la decisión de emigrar con anticipación . 64
IV.1.2 Padres que comunican la decisión tomada al momento de emigrar
.............................................................................................................. 67
IV.1.3 Padres que no comunican la decisión de emigrar ....................... 68
IV.1.4 Partida de los padres emigrantes: “Cuando se iba me dijo que me
cuidara mucho y que cualquier cosa hablábamos por mi Tablet” .......... 72
IV.1.5 Significados construidos en torno a la decisión de emigrar de los
padres: “Porque aquí en Venezuela hay que sobrevivir” ....................... 78
IV.2 Contexto socio-familiar ...................................................................... 80
IV.2.1 Núcleo familiar previo a la emigración de los padres .................. 81
IV.2.2 Núcleo familiar actual .................................................................. 84
IV.3 Consecuencias y Expectativas ........................................................ 109
IV.3.1 Se asume el rol de madre ......................................................... 109
IV. 3.2 Cuidadores transitorios: “Ojalá mi mamá llegue para que esto se
acabe de una vez” ............................................................................... 110
IV. 3.3 Más de una despedida ............................................................. 112
IV. 3.4 Necesidades no cubiertas ........................................................ 114

vi
IV. 3.5 Incumplimiento de acuerdos: Sin garantías ............................. 116
IV.3.6 Varios cambios a la vez ............................................................ 117
IV.3.7 Adaptación a la ausencia de los padres: “Me siento feliz” ......... 118
IV.3.8 Expectativas .............................................................................. 119
CONCLUSIONES ...................................................................................... 122
RECOMENDACIONES .............................................................................. 126
LIMITACIONES .......................................................................................... 129
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................... 130
ANEXOS .................................................................................................... 143

vii
ÍNDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS

Tabla 1. Características de los participantes................................................ 52


Tabla 2. Comunicación de la decisión de emigrar........................................ 64
Tabla 3. Partida de padres emigrantes ........................................................ 73
Tabla 4. Estructura familiar previa a la emigración ...................................... 81
Tabla 5. Estructura familiar actual ................................................................ 85

viii
RESUMEN

“VIVENCIAS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES DEJADOS ATRÁS POR


PADRES QUE MIGRAN DE VENEZUELA”
Autor (es): Maitreya Morales
Tutor (a): Gloria López Caracas, 01 de noviembre de 2019
Actualmente muchos padres de familias venezolanas debido a la
crisis que atraviesa el país, no cuentan con los recursos necesarios para
cubrir las necesidades básicas de sus hijos. Esto ha generado un incremento
del fenómeno migratorio en Venezuela, como solución para poder proveer el
sustento para sus hijos y poder proporcionarles mejores condiciones de vida;
situación que trae como consecuencia que muchos de estos niños y
adolescentes queden al cuidado de un sólo padre o de familiares, fenómeno
al que se le ha denominado “niñez dejada atrás” (Saraiba, 2018). El objetivo
general de esta investigación fue conocer las vivencias de los niños y
adolescentes venezolanos; con la intención de conocer qué significados
construyen en torno a esta experiencia, la valoración emocional que le
otorgan, la dinámica familiar que se suscita, las consecuencias atribuidas a
esta situación y las expectativas que tienen en torno a la situación que
afrontan. Se utilizó la metodología cualitativa, bajo la mirada del
construccionismo social, y la teoría fundamentada de Strauss y Corbin,
(2002). Se realizaron entrevistas a profundidad a niños, niñas y adolescentes
de ambos sexos, entre 8 y 17 años de edad. Y como conclusiones se
obtuvo: la separación de los padres repercute de manera importante en el
estado emocional de estos, experimentando tristeza, soledad, esperanza e
incertidumbre predominantemente, además de sufrir múltiples cambios en
sus rutinas, normas y hábitos, el significado compartido por el cual los
padres deben partir es “por sus hijos”, teniendo como consecuencias
sentimiento de abandono y bajo rendimiento escolar, aunado a la
expectativa principal del reencuentro familiar.
Palabras clave: Dejados atrás, Venezuela, Migración, Familia.

ix
INTRODUCCIÓN

A lo largo del tiempo las migraciones han sido un fenómeno que ha


estado presente desde el inicio de las civilizaciones; sin embargo, las causas
para tomar la decisión de trasladarse hacia una nueva ciudad, país o
continente varía según las circunstancias del contexto en el cual las
personas se encuentren desarrollando su vida y la de su grupo familiar. Las
fuertes olas migratorias producto de guerras, invasiones, dictaduras, crisis
sociales, políticas y económicas, son algunas de las razones por las que se
generan los desplazamientos humanos a grandes escalas, dejando un sin fín
de consecuencias que no sólo involucran a quien decide partir en busca de
mejores oportunidades, sino que envuelve a toda la familia, como respuesta
tanto a factores negativos que operan en el país de origen o punto de
partida, como a factores positivos que se desarrollan en el país destino o
punto de llegada (Jansa y García, 2004).

En este sentido, los niños y adolescentes “dejados atrás”, representan


un fenómeno que se ha ido agudizando cada vez más en Venezuela, dado a
la fuerte crisis que sigue transformando al país y a las familias venezolanas,
sin embargo, no se tienen cifras oficiales por parte de Estado ni estudios
científicos a nivel nacional que brinden información sobre este fenómeno que
psicosocial que continúa en desarrollo, razón por la que se justifica la
realización de la presente investigación.

El propósito fundamental de esta investigación estuvo orientado a


conocer las vivencias de estos, los cuales han tenido que continuar con una
relación sostenida en la distancia con sus padres (en algunos casos) y en
otros, por la ausencia total de los mismos, pero en presencia de familiares
cercanos como cuidadores; tomando así el tema a estudiar, diferentes
vertientes.

1
Para ello, en el primer capítulo con la intención de ubicar al lector y
contextualizarlo en el tema, se hará énfasis en las características del
proceso migratorio en Venezuela, la situación actual del país, y la influencia
que ejerce en los jóvenes, el ser dejados atrás siendo menor de edad. Se
mencionan los antecedentes históricos más resaltantes, pasando por las
preguntas de investigación, los objetivos y la justificación de la investigación
como parte de lo que es el planteamiento del problema, la trascendencia
teórica y relevancia social así como se explicará en detalle la factibilidad
para la realización de la presente investigación. Posterior a esto, el segundo
capítulo está dedicado al marco referencial, en el cual se expondrán los
antecedentes y haberes teóricos relacionados con la línea de investigación,
haciendo mención de los antecedentes empíricos. Mientras que en el tercer
capítulo, se explicará el método a utilizar, el enfoque y diseño de la
investigación, en el que se aborda la descripción del acceso al campo, los
participantes y las técnicas e instrumentos de recolección de información
que serán posteriormente analizados bajo las técnicas y procedimientos
pertenecientes al enfoque cualitativo; describiendo los criterios de validez.
En el cuarto capítulo, se expone el análisis de los resultados, en
comparación con aportes teóricos y estudios relacionados al tema de
investigación, mencionando aspectos significativos para los participantes y el
ordenamiento conceptual alcanzado a partir de los datos. Para finalizar, se
presentan las conclusiones, así como también las recomendaciones y
limitaciones que surgieron a lo largo de este trabajo investigativo.

2
CAPÍTULO I. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

I.1 Antecedentes históricos, contextuales y de investigación

El tema de estudio, vivencias de niños y adolescentes dejados atrás


por padres que migran de Venezuela, ubica la presente investigación en el
campo de la Psicología Social, disciplina científica cuyo propósito está
orientado a indagar sobre la constitución teórica de un punto de vista de la
realidad. En este sentido, la psicología social implica especialmente el
estudio científico de la conducta de los individuos en función de los distintos
estímulos sociales generados en el contexto en el que se desenvuelven
(Crespo, 1995).

En este sentido, la presente investigación estuvo orientada a explorar


las vivencias de los niños y adolescentes dejados atrás por sus padres,
quienes deciden emigrar, en un contexto que se encuentra enmarcado
dentro de la sociedad actual venezolana. Con el propósito de conocer los
significados que construyen en relación a esta vivencia.

Es por esto que, para un abordaje global de este fenómeno social, se


hizo énfasis en algunos aspectos teóricos fundamentales como: el contexto
sociopolítico, cultural y económico venezolano, la migración como fenómeno
generador de esta problemática social, la familia como derecho humano, y
las instituciones internacionales y nacionales que se han dedicado a
investigar sobre el tema de estudio de los niños y jóvenes dejados atrás.

Por otra parte, de acuerdo con Padrón (1995) partiendo del análisis
cultural venezolano en un estudio realizado por el Instituto de
Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad de los Andes,
denominado “La crisis económica venezolana y el control de cambio” se
exponen distintos elementos que muestran de forma preocupante la
situación que vive actualmente nuestro país, pues por primera vez en su

3
historia se vive una crisis global en el ámbito político, social, cultural,
económico, ético e institucional, que ha generado un sin fin de cambios en la
calidad de vida de los venezolanos. Crisis caracterizada por la disminución
de reservas, devaluación de la moneda, hiperinflación, desabastecimiento de
alimentos y artículos de primera necesidad, aumentos del salario mínimo
que no se equipara a la velocidad del crecimiento inflacionario, corrupción a
distintos niveles en el funcionamiento de las instituciones y en la que el
Estado tiene gran responsabilidad, aspectos determinantes que han
generado la pérdida del poder adquisitivo del venezolano y la insatisfacción
con el estilo de vida que se lleva día a día pese a esta situación.

Aunado a esto, Human Rights Watch (2016) establece que Venezuela


atraviesa una profunda crisis humanitaria en la que no solo está presente la
escasez de alimentos, sino que también prevalece la ausencia de insumos
médicos, medicamentos y la dificultad de acceso a la atención médica
esencial, siendo vulnerados los derechos a la salud y a la alimentación de
los venezolanos, enfatizando que el gobierno nacional no toma acciones
concretas para mitigar este problema.

En este mismo orden de ideas, de acuerdo con lo investigado por la


Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, el porcentaje de hogares en
pobreza por ingreso percibido es de 87%, seguido por la precariedad de los
servicios en las viviendas en un 18,9%, las condiciones de la vivienda por un
16,4%, por el empleo y la protección social en un 15%, como las principales
causas de la pobreza (ENCOVI, 2017).

Además, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) señala que


a medida que el empobrecimiento se agrava, cambian las formas del delito,
y se incorpora un nuevo tipo de delincuente: personas que cometen actos
delictivos por hambre, siendo los bienes y la comida el principal objetivo.
Señalando que para el año 2018, la tasa pronosticada es de 81,4 muertes
por cada cien mil habitantes, lo que representa un leve reducción en

4
comparación al año anterior; pero siendo igualmente la tasa más alta de
América Latina, lo que nos sigue posicionando como el país más violento de
Suramérica (Observatorio Venezolano de Violencia, 2018).

Adicionalmente, ENCOVI estableció para el año 2018 que en materia


de servicios básicos como: electricidad, agua y saneamiento que afecta al
país, el 25% de la población padece de la interrupción del servicio eléctrico
por varias horas; el 23% de la población carece de fuentes de aguas
mejoradas y el 13% no posee saneamiento mejorado, agudizando la crisis
económica y social por la que continua atravesando el país (ENCOVI, 2018).

En este sentido, tal como lo señala Freitez (2017) en un contexto en


el que la calidad de vida ha ido disminuyendo de forma considerable y
afectando a todos los estratos sociales, Venezuela ha pasado de ser un país
receptor de inmigrantes, a uno de emigrantes. Reportando según datos
estimados por ENCOVI, (2017) que entre 2012 y 2017 han emigrado
aproximadamente 815 mil personas, donde el 12% de los hogares con
emigrantes correspondiente al estrato más pobre. Cifras que reflejan, que la
emigración está tomando cada día mayores proporciones y realizándose en
condiciones cada vez más precarias como una solución desesperada ante
una realidad que no permite el sustento de muchas familias venezolanas.
Siendo el 12% de los hogares con emigrantes correspondiente al estrato
más pobre, quienes recurren a formas de traslado como la vía terrestre e
incluso en muchos de los casos deciden no utilizar ningún medio de
transporte y optan por caminar hasta llegar al país receptor, siendo
generalmente países fronterizos con Venezuela, los destinos escogidos por
este tipo de emigrantes (Freitez, 2017).

Por otra parte, se sabe que el 80% de la emigración reciente de


Venezuela ha salido básicamente durante los años 2016 y 2017. Con un
predominio del género masculino, de un 50,7% vs 49,3% correspondiente al
género femenino, comprendidos en edades de entre 15 a 59 años en su

5
mayoría. Aspecto que se asocia a que uno de los principales motivos de
quienes emigran es la búsqueda de trabajo, siendo los destinos mayormente
elegidos por los venezolanos, países latinoamericanos, especialmente
Colombia, Panamá, Chile, Argentina, Perú y Ecuador (Freitez, 2017).

Es así como el fenómeno migratorio que se ha generado, producto de


la crisis económica y social que atraviesa Venezuela ha dado origen a la
aparición de miles de niños y adolescentes dejados atrás, nombre que no
sólo hace referencia a aquellos jóvenes dejados en su país natal por sus
padres, sino que también hace alusión a aquellos jóvenes que no logran
equipararse al promedio en los distintos ámbitos, entre ellos: el escolar,
acceso alimenticio, y demás aspectos esenciales para un desenvolvimiento
pleno e igualitario (UNICEF, 2010).

Sin embargo, en Venezuela al hablar sobre “los dejados atrás” se


hace alusión a todos los niños y adolescentes que son dejados por sus
padres, quienes parten del país en busca de nuevas formas de ingreso;
situación que incluso ha llegado a ser calificada como un problema de salud
pública por educadores y activistas sociales; debido a que muchos de los
casos, manifiestan haber sido dejados al cuidado de personas que no son
sus familias y en otros casos, quedando sin ningún tipo de cuidador (El
Nacional, 2018).

En este sentido, la red de colegios de la Organización Fe y Alegría,


señala que de sus 170 instituciones educativas repartidas en zonas
populares de toda Venezuela, se han reportado aproximadamente 4.444
niños y adolescentes que han sido "dejados atrás" por sus padres, quienes
son dejados a cargo de abuelas, tíos, hermanos mayores o vecinos, sólo en
sus planteles ubicados en Caracas y en los estados Vargas y Miranda, unos
1.008 niños y adolescentes han visto partir a sus padres a países como
Perú, Ecuador y Colombia, países que actualmente han reportado una
migración "masiva" de venezolanos (El Nacional, 2018).

6
Como consecuencia de este fenómeno Saraiba, (2018) psicólogo y
miembro del Consejo Directivo de Cecodap, explica que “los niños dejados
atrás”, acarrean consecuencias emocionales y psicológicas, ya que “el
abandono de un hijo así sea por mejor calidad de vida, en un periodo
indefinido, genera tristeza y hasta rabia en los niños y adolescentes” (p.3). A
lo que complementa el director del Centro Comunitario de Aprendizaje, que
dentro de las emociones que experimentan tanto adultos, como niños y
adolescentes predominan la rabia, frustración, confusión y miedo, sin
embargo, son los menores de edad quienes resultan más perjudicados; pues
los jóvenes experimentan las mismas sensaciones que los adultos en torno
al contexto en el que se encuentra el país, pero la elaboración que estos
menores de edad pueden realizar de lo que están viviendo no es la misma,
dada la diferencia en cuanto a experiencia y madurez (Cecodap, 2018) .

Por otra parte, de acuerdo con la bibliografía encontrada, han surgido


dos grandes grupos, los niños y adolescentes que han quedado en orfandad
ante la crisis, aquellos quienes quedan al cuidado de uno de sus padres,
familiares, vecinos o terceros. Como consecuencia de ello, se generan
sentimientos de abandono, vulnerabilidad y pérdida de autoestima en los
niños y los adolescentes que permanecen en el país de origen en ausencia
de sus padres. En este sentido, podría decirse que dependiendo del
contexto y las vivencias de cada joven, sus emociones y sentimientos
pueden variar, sin embargo, es evidente que "cuando un miembro de la
familia migra, las relaciones se redefinen y los consiguientes cambios en las
funciones y responsabilidades repercuten en la vida diaria de los niños”
(Muñoz, Gómez, y Santamaría, 2008; p.11).

La exploración de las vivencias de los niños y adolescentes que


fueron dejados atrás por sus padres, por medio del paradigma
construccionista, permitió comprender mejor este fenómeno. Ya que tal
como lo señala Mora, (2015) “la investigación que se realiza desde el

7
enfoque construccionista, considera la realidad vivida y los significados de
situaciones específicas que son construidos por los actores sociales” (p.51).

Es de vital importancia para el presente estudio, la realidad social de


quienes experimentan ser dejados atrás. Realidad Social descrita por
Gergen (2007) como: “una construcción social que se genera y se mantiene
en el tiempo como consecuencia de prácticas sociales que producen
transformaciones en las construcciones, teniendo así una dimensión
histórica” (p.53). La cual puede conocerse a través de los significados
lingüísticos de los participantes; los cuales se convertirán en el medio
articulador del intercambio social a través de la narración de lo vivido y la
interpretación dada a esta situación, la cual viene a ser la forma de concebir
el mundo de estos niños y adolescentes (Mora, 2015). En este sentido, a
continuación se plantea la pregunta de investigación del presente estudio.

I.2 Preguntas de Investigación

¿Cómo es la vivencia de los niños y adolescentes en Caracas al ser


“dejados atrás” por sus padres emigrantes?

Pregunta orientadora de la cual surgen otras interrogantes que permiten


abordar el estudio a profundidad:
• ¿Cuáles son las emociones que ellos experimentan frente a esta
vivencia?
• ¿Cómo se ve afectada la dinámica familiar?
• ¿Qué significados construyen los jóvenes en torno a la decisión de
emigrar de sus padres mientras ellos deben permanecer en el país?
• ¿Qué consecuencias tiene esta experiencia en los diferentes ámbitos
de su vida?
• ¿Cuáles son sus expectativas frente a la situación que experimentan?

8
I.3 Objetivos de Investigación

I.3.1 Objetivo general

Conocer las vivencias de los niños y adolescentes venezolanos en


Caracas al permanecer en Venezuela en ausencia de uno o ambos padres
emigrantes.

I.3.2 Objetivos específicos


• Identificar las emociones y sentimientos de los niños y adolescentes
venezolanos en cuanto al ser dejados al cuidado de familiares o de un
sólo padre.
• Describir el estilo de vida de los jóvenes en su nuevo ambiente
familiar.
• Conocer los significados que construyen relacionados al proceso de
ser dejados en Venezuela.
• Describir las consecuencias que los niños y adolescentes atribuyen a
la migración de sus padres.
• Conocer las expectativas de los jóvenes, frente a la nueva situación
que experimentan.

I.4 Justificación de la investigación

Con la presente investigación se buscó conocer a profundidad los


cambios que se generan en la organización y funcionamiento interno de las
familias de los niños y adolescentes que se quedan en Venezuela sin saber
con exactitud por cuánto tiempo deberán continuar con sus vidas en
ausencia de uno o ambos padres. Tema de gran trascendencia, para la
Psicología Social, dado que actualmente en Venezuela la mayoría de las
investigaciones se han centrado en analizar los procesos que viven los
emigrantes una vez que cruzan las fronteras hacia el país escogido como
destino; pero son pocas las investigaciones realizadas que se enfocan en

9
conocer las vivencias de aquellos menores de edad dejados en casa, cuyos
padres han decidido marcharse en busca de nuevos horizontes. Como único
referente a nivel investigativo en torno al tema de estudio, se encuentran los
estudios realizados por parte de Cecodap, y el Observatorio Venezolano de
Violencia. Además, el ente gubernamental encargado de Asegurar los
Derechos Humanos de la Infancia y la adolescencia (IDENNA), no ofrece
cifras ni investigaciones en relación a estos jóvenes en el contexto
venezolano.

Existe un vacío de información en torno a este fenómeno psicosocial,


debido a la ausencia de trabajos de grado publicados en las universidades
venezolanas mayormente dedicadas al área de investigación, como lo son:
la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB), Universidad de Los Andes (ULA), y Universidad
Metropolitana (UNIMET). Razón por la cual acceder a información nacional
sobre el tema fue posible únicamente a través de portales digitales y
periódicos que reseñan cifras y entrevistas a psicólogos pertenecientes a
instituciones involucradas en informar y atender esta problemática social que
continua desarrollándose. Por lo tanto, el presente estudio estaría siendo
pionero a nivel Nacional; dejando un marco referencial científico que podría
servir para futuras investigaciones en el tópico de estudio.

La relevancia social de este estudio, se pone de manifiesto en que


muestra que el proceso migratorio venezolano es un problema psicosocial
que engloba actualmente a una gran cantidad de familias venezolanas, y
que resalta la importancia de analizar de forma global y en todas sus
vertientes. Se contabilizaron aproximadamente 8.904 casos de niños y
adolescentes dejados atrás por sus padres en las escuelas Fe y Alegría,
para enero de 2019 (Venezuela Awareness, 2019). Lo que quiere decir que
existe un número superior a esta cifra de menores de edad en esta situación,
que no es están siendo contabilizados en la actualidad por ninguna
institución gubernamental. Sin embargo, esta cifra garantizó el acceso a la

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muestra de estudio; aunado q que el resto de los colegios de la zona
metropolitana de Caracas a pesar de no llevar un registro exacto de los
jóvenes en esta situación, albergan entre sus aulas de clase jóvenes dejados
al cuidado de un solo padre, familiares, vecinos o terceros debido al éxodo
de los padres y madres jefes de familias venezolanas. Siendo una
problemática extensa, puesto que si bien el tema de estudio se limita a
analizar las vivencias de los jóvenes dejados en manos de un solo padre, y
familiares, ya comienzan a contabilizarse cifras de abandono ante la partida
de los progenitores, estimándose al menos 82 casos de niños abandonados
y 21 casos de niños entregados a terceros (Cecodap, 2018).

Así mismo, en este contexto se buscó tener una aproximación a la


manera en que los menores de edad viven la migración y los factores que
intervienen en este proceso, desde su propia concepción y puntos de vista,
como un nuevo fenómeno social emergente en el país y bajo la mirada del
construccionismo social.

Adicionalmente a esto, se considera que la presente investigación es


generadora de un gran aporte a nivel metodológico a los estudios de orden
cualitativo, a partir de una postura emergente centrada en la construcción y
profundización de los fenómenos a través de la perspectiva de los
participantes; es decir, a través de sus vivencias (Hernández, Fernández y
Baptista, 2006).

A través de la Psicología Social la presente investigación estaría


posando su mirada bajo otro enfoque de la migración, el cual se centra en la
contraparte de los que migran de Venezuela siendo estos los “dejados
atrás”, no sólo a nivel práctico sino inclusive a nivel investigativo (Pacheco,
Irizarri y Wapner, 1984).

11
CAPÍTULO II. MARCO REFERENCIAL

El presente capítulo está orientado a la exposición de los conceptos


básicos y primordiales de la investigación, partiendo de la exploración del
contexto social, político y económico venezolano como elemento
fundamental en los procesos migratorios que atraviesa el país, los cuales
han dejado como consecuencia el fenómeno emergente de los niños y
adolescentes dejados atrás por padres que migran de Venezuela. Así
mismo, se abordarán las principales corrientes teóricas en las cuales se
centra la investigación y algunas de las investigaciones más importantes
relacionadas al tema de estudio a nivel internacional.

II.1 Contexto social, político y económico venezolano

Antes de analizar el tema de estudio, es de suma importancia conocer


a profundidad el escenario actual en los diferentes ámbitos de la vida
nacional, los cuales de manera inexorable se vinculan con el fenómeno de la
migración en Venezuela durante los últimos años.

Tal como lo señala Freitez (2011) específicamente durante la última


década, Venezuela se ha visto inmersa en una serie de factores que han
generado un flujo creciente de emigrantes; situación que ha sido motivada
principalmente por los problemas relacionados con la supervivencia
cotidiana y la falta de oportunidades de desarrollo personal y profesional, así
como también por un sentimiento generalizado de inseguridad personal, al
experimentarse distintas situaciones que ponen en riesgo la vida de quienes
aún habitan el país.

La emigración es un fenómeno que ha ido incrementándose de forma


alarmante; tomando en un inicio como protagonistas de este fenómeno a la
clase media y alta del país, y actualmente siento protagonizada por los
estratos sociales más bajos. Sin embargo, lo que la mayoría de los

12
emigrantes tienen en común es que las razones a las que se remiten para
justificar su salida del país, se resumen al hecho de que Venezuela desde la
década de los 90 experimentó una terrible crisis económica que se prolongó
hasta los años 2002-2003, año en el que por conflictos políticos y a raíz de
un golpe de estado, se produjo un paro petrolero que llevó a que dicha crisis
se pronunciará aún más (Freitez, 2011).

En este sentido, durante el año 2003, tres de cada cinco venezolanos


se encontraban en situación de pobreza y el 30% de la población
permanecía en situación de pobreza extrema, siendo para el año 2004 que
el país mostró signos de progreso económico, en virtud de los múltiples
ingresos provenientes de la bonanza petrolera de la que se estaba gozando
en años anteriores. Esta bonanza produjo notables avances en el
crecimiento del Producto Interno Bruto (P.I.B) hasta el año 2008, mientras
que ya para el año 2009, se comenzaron a ver notables bajas en cuanto a
ese crecimiento económico; la situación política y social del país se fue
agravando, se fueron disminuyendo las reservas internacionales, así como
fueron bajando de forma progresiva las exportaciones petroleras, aunado a
medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional que desarticularon aún más la
crisis, entre ellas: se aumentó en un 20% el salario mínimo, se incrementó
en un 3% el impuesto del valor agregado (IVA), estableciéndose un régimen
cambiario y comenzando a asentarse el proceso de devaluación (Villegas,
Acosta y Cayaffa, 2012).

Aunado a esto, es importante mencionar como acontecimientos que


han dejado grandes secuelas en el país, la crisis petrolera generada en el
año 2014, la cual provocó que los precios del petróleo se redujeran
drásticamente. Lo que afectó gravemente a la economía venezolana pues
más del 90% de su (P.I.B), estaba basado en los ingresos petroleros. Por lo
que no es completamente una problemática producto de la mala gestión del
presidente Nicolás Maduro, sino que también es producto de las malas
decisiones tomadas por el ex presidente Hugo Chávez durante su mandato,

13
quien realizó gastos excesivos en programas sociales, y no pagó a las
empresas extranjeras que operaban con PDVSA en la extracción del
petróleo, realizó expropiaciones, entre otras muchas acciones adheridas a
su corriente socialista (OEA, 2018).

Por otra parte, los datos arrojados por Datanálisis muestran un


panorama bastante preocupante, dado que un 61% de la población
considera que el principal problema del país es el económico a lo que se le
atribuyen aspectos como hiperinflación, devaluación, costo de la vida,
escasez y desabastecimiento; otro 21% de la población cree que la política
es el contexto más perturbador en el país, incluyendo las acciones del
Gobierno, la Mesa de la Unidad Democrática y los enfrentamientos entre
ambos; mientras un 17% considera que lo más inquietante en el panorama
venezolano son los problemas sociales incluyendo aspectos como, la
inseguridad, delincuencia y pobreza. Al ser consultados sobre los principales
problemas de las familias, se tiene que el 76% considera que los principales
problemas son los económicos y un 20% cree que son los sociales. Por lo
que evidentemente debe entenderse como una crisis que engloba el orden
estructural de la nación, desde lo político, lo social y lo económico
(Ecoanalítica, 2017).

Es así, como actualmente se vive una crisis social de grandes


dimensiones en materia humanitaria y de derechos humanos, en la que la
tasa de desempleo continúa aumentando de manera desproporcionada, y
las limitaciones salariales contrastan de manera importante con el alto costo
de la vida, lo que ha traído como consecuencia que Venezuela haya dejado
de ser un país atractivo para la migración internacional, y por el contrario
actualmente se posicione como un país de emigrantes venezolanos y en el
que los extranjeros se han dedicado a retornar a sus países de origen
(Freitez, 2011).

14
II.1.1Migración como fenómeno

Dado a que el tema de estudio está centrado en los niños y


adolescentes dejados atrás por sus padres, quienes emigran de Venezuela,
se considera de gran importancia comprender el fenómeno migratorio de
forma global.

Es importante destacar que La Organización Internacional para las


Migraciones (OIM, 2006) señala que la migración es el movimiento de
población hacia el territorio de otro Estado, (denominada migración
internacional); o dentro del mismo (denominada migración interna) que
abarca todo movimiento de personas sea cual sea su tamaño, su
composición o sus causas. La Unión Interparlamentaria (2015) define la
migración internacional como “La circulación de personas a través de las
fronteras para residir de manera permanente o temporal en un país distinto
al del nacimiento o ciudadanía” (p.1).

Actualmente el fenómeno migratorio es consecuencia de distintos


factores políticos y sociales, entre ellos desajustes económicos, el hambre y
la miseria presente en muchos países subdesarrollados, así como las
violaciones generalizadas de los derechos humanos y el desempleo,
motivos por los que estos deciden dejar sus países en busca de mejores
condiciones de vida (Unión Interparlamentaria, 2015).

En este mismo sentido, Igor y Flores (2008) señalan que la migración


de los latinoamericanos puede ser vista como una respuesta a la falta de
oportunidades laborales y de escasas perspectivas a futuro en sus propios
países, siendo los principales impulsores las dificultades económicas, de
acceso a la salud, educación y diversos factores familiares y emocionales
que inciden en la decisión de migrar; considerando que las razones para
migrar pueden ser muy variadas según la situación particular de cada
individuo. Sin embargo a pesar de tener múltiples causas, ésta decisión

15
tiende a estar dirigida a la busca de oportunidades y crecimiento tanto
individual como familiar, el cual es visualizado en el país destino.

Finalmente, Bermúdez, Mazuera, Albornoz y Morffe (2018)


consideran la migración como “un fenómeno ineludible a la humanidad que
ha transfigurado civilizaciones, ha redefinido fronteras y ha permitido el
desarrollo y socorro a millones de ciudadanos a lo largo de siglos” (p.7).

II.1.2 Migración en Venezuela

Situando este fenómeno migratorio dentro de nuestras fronteras,


encontramos que antiguamente la sociedad venezolana no tenía la
experiencia en cuanto a la emigración internacional se refiere, por el
contrario, había sido un país receptor de inmigrantes durante la mayor parte
del siglo XX, y durante largas décadas. Sin embargo dicho fenómeno ha
tomado dimensiones preocupantes, dado a la complejidad de dicha
problemática y su constante incremento en todos los estratos sociales, sin
distinción (Bermúdez et al. 2018).

En este sentido, actualmente el flujo migratorio es cada día más


habitual en la vida de los venezolanos, siendo adoptada como una cultura
migratoria, que trae consigo diferentes consecuencias relacionadas con el
país destino y con el país receptor (Aruj, 2008).

Destacándose dentro de los determinantes de los flujos migratorios,


tal como los señalan Dibeh, Fakih y Marrouch (2018) los determinantes
macro (relacionados con problemas estructurales y que atacan a todo la
población, como la pobreza, el desempleo, la corrupción, la hiperinflación, la
inseguridad, la escasez de alimentos y medicinas, las políticas económicas
restrictivas que afectan la producción nacional, y la ineficiencia de los
servicios públicos); y los micro (relacionados con el nivel educativo, edad,
ingresos de los hogares y ocupación).

16
Es así, como la crisis económica y social por la que atraviesa
Venezuela, va de la mano con la insatisfacción de los venezolanos con las
condiciones y la calidad de vida que ofrece el país en este momento, y lo
que a su vez conlleva a que muchos venezolanos visualicen la migración
internacional, como una estrategia de vida para muchos hogares, e incluso
como una necesidad, para poder mejorar la situación en la que se
encuentran tanto económicamente, como en materia de salud, alimentación
y esparcimiento (Aruj, 2008).

Por otra parte en cuanto a cifras se refiere, en el caso venezolano, la


emigración ha ido en aumento desde el 2005 hasta la actualidad. Pues, de
acuerdo con la Organización Mundial de Migraciones para finales del 2015
entraron constantemente a distintos países receptores, 695.000 venezolanos
(OIM, 2019); mientras que en el 2017 salieron de Venezuela
aproximadamente 1.622.109 venezolanos, cifra que es superior, y sin
embargo no incluye a los venezolanos con otra nacionalidad, que han
emigrado con pasaporte extranjero. Mientras que para mediados del 2019, la
Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM) establecen que se ha incrementado
la diáspora venezolana a más de 4 millones, lo que posiciona el fenómeno
migratorio en Venezuela como uno de los grupos de poblaciones
desplazadas más grandes del mundo. Se ha establecido un ritmo de salida
alarmante hacia países latinoamericanos; entre ellos Colombia, el cual
cuenta con la mayor cantidad de migrantes acogiendo aproximadamente 1,3
millones, seguido por Perú con 768.000, Chile con 288.000, Ecuador con
263.000, Argentina con 130.000 y Brasil con 168.000 migrantes venezolanos
(ACNUR, 2019). Por lo que se considera que el flujo migratorio venezolano
difiere a los demás y tiene la particularidad de que los venezolanos emigran
sin distinción de estado civil, nivel educativo, ocupación, o estrato social.
Pudiendo calificarse como una crisis migratoria generalizada, que deja entre
otras consecuencias una gran cantidad de familias desintegradas, siendo los
adultos jóvenes principalmente quienes migran dejando a sus hijos a cargo

17
de otros cuidadores, emergiendo así un nuevo fenómeno social,
denominado: los dejados atrás.

II.2 Dejados atrás

Niñez dejada atrás, es el nombre que se le da a aquellos menores de


edad dejados en su país de origen mientras uno o ambos padres, migran
dejándolos bajo el cuidado de alguna otra persona del círculo familiar;
habitualmente tíos, abuelos, hermanos mayores o uno de los padres que
quede en el país; pudiendo incluso ser dejados solos (Brazzoduro, 2018).

II.2.1 Una mirada hacia los dejados atrás en América

En la actualidad la migración afecta a millones de niños y


adolescentes en todo el mundo; convirtiéndose en un fenómeno complejo
que abarca una amplia gama de problemas a los que deben enfrentarse los
mismos tanto en América Central como en América del Norte, representando
un desafío en cuanto a derechos humanos se refiere. Siendo Honduras, El
Salvador, Guatemala, México y recientemente Venezuela países donde
estos niños y adolescentes se han visto privados del acceso a la educación,
a la atención médica e incluso a la alimentación. Condiciones que fuerzan a
sus padres a migrar (Musalo y Frydman, 2015). Es así como pudiera decirse
que muchos de estos jóvenes corren el riesgo de ser dejados atrás no
solamente por sus padres, sino también por las sociedades en las que
crecen, al no estar incluidos ni protegidos por éstas. En este sentido, se
considera que la mejor forma para juzgar la posición de una nación es el
empeño con que se ocupa de sus niños en cuanto a su salud, seguridad y
educación, así como no menos importante, en la necesidad de estos jóvenes
de sentirse amados, apreciados e incluidos dentro de la familia y la sociedad
en la que han nacido. Tomando como premisa que una sociedad civilizada
es aquella que brinda protección a los niños durante los años más cruciales
y vulnerables de su crecimiento, como rasgo distintivo (Musalo y Frydman,
2015).

18
Ejemplo de ello, es lo que ocurre en el caso de Honduras, en el que
miles de niños y adolescentes también han sido dejados atrás por padres
que han partido a México o Estados Unidos. Siendo generalmente los
miembros de la familia extendida quienes cuidan de manera informal de los
niños en esta situación; aún cuando ninguno de estos cuidadores es
responsable de ellos a nivel legal. Derivándose de esta situación, que ante la
falta de padres que los protejan y apoyen, y en un contexto de políticas
públicas sociales ineficientes, estos menores de edad se vuelven
vulnerables, y se convierten en objeto de pandillas. Por otra parte, también
está latente la posibilidad de que sean los mismos cuidadores quienes
lleguen a maltratarlos o desatenderlos, trayendo como consecuencia en
muchas ocasiones que estos niños y adolescentes decidan migrar solos
hacia otra nación (Musalo y Frydman, 2015).

Así mismo, los padres de muchos niños y adolescentes salvadoreños


han emigrado a México o Estados Unidos, lo que los expone entre otras
cosas, al abuso, la explotación y el abandono mientras están al cuidado de
miembros de la familia extendida o amigos. Incluso algunos niños y
adolescentes salvadoreños migran en busca de sus padres, con el deseo de
recibir el cuidado y el cariño del cual han sido privados, así como en otros
casos, con el deseo de escapar de situaciones de abandono, abuso y otros
daños. Es así como, en vista de la ausencia de alternativas adecuadas para
la migración regular basada en la reunificación familiar, los niños no
acompañados que quieren reunirse con su familia no tienen otra opción que
recurrir a largos trayectos en los que se exponen a una gran cantidad de
peligros, corriendo incluso el riesgo de que los repatríen de Estados Unidos
o México, sin hacer valer sus derechos, necesidades e intereses (Musalo y
Frydman, 2015).

En el caso de Guatemala, también se presenta una situación similar a


los hondureños y salvadoreños, dado que, algunos niños y adolescentes

19
guatemaltecos también migran para poder reunirse con sus padres en
México y Estados Unidos. Siendo estos últimos dos países, naciones con un
alto flujo de menores de edad dejados atrás. Mientras que, en el caso de
México, muchos son los niños y adolescentes que viven en hogares en los
que uno o ambos progenitores han migrado a Estados Unidos; situación que
es agravada bajo un contexto de pobreza extrema, privación de los derechos
humanos de los niños y adolescentes. Lo que fomenta que muchos de estos
infantes también decidan ir en busca de sus padres a Estados Unidos, una
vez generado el proceso de separación y desintegración familiar. Mientras
que, en Estados Unidos por su parte, separa a las familias sin tener en
cuenta el interés superior del niño; comportamiento que va en contra del
derecho internacional. Ya que, las leyes de inmigración de Estados Unidos
no dan prioridad a la reunificación familiar, y las alternativas para que
familiares de personas que residen en Estados Unidos puedan inmigrar
regularmente son bastante restringidas. A lo que se le añade que una vez
detenidos o deportados por las autoridades migratorias, los padres pierden
el control de las decisiones relacionadas con la custodia y el cuidado de sus
hijos e incluso no pueden establecer un contacto de forma sencilla con
estos. Lo que trae como consecuencia, que miles de niños en Estados
Unidos terminen en casas hogares. Mientras que los padres corren el riesgo
de que les sean suspendidos sus derechos parentales a pesar de no haber
maltratado, abandonado o desatendido a sus hijos. (Musalo y Frydman,
2015).
Es así como la niñez en el contexto de la migración es un fenómeno
que involucra directa e indirectamente a decenas de millones de
jóvenes menores de 18 años de edad, en particular a niños, niñas y
adolescentes quienes se quedan en sus países de origen, cuyos
padres han migrado. (Musalo y Frydman, 2015, p. 30)

II.2.2 Aproximación a los dejados atrás en Venezuela

Es importante comenzar por comprender que no sólo los que


emigran sufren el proceso de la migración; también es un proceso de
cambios y adaptación para quienes se quedan; y en especial para los niños

20
y adolescentes que se quedan en el país en ausencia de sus padres. Pues
tal como lo señalan los autores Levitt y Schiller (2006): “Los estudios
centrados en los adultos no dejan claro cómo los niños tienen un papel
activo en la configuración de los viajes de la familia, los espacios en que se
mueven y sus experiencias dentro de esos campos sociales” (p. 206).

En base a lo anterior, Saraiba (2018) explica como actualmente en


Venezuela muchas familias se encuentran en estado de pobreza; y las
familias que aún no se encuentran en esta situación, se les hace cada día
más cuesta arriba cubrir las necesidades básicas. Lo que ha generado que
muchas de estas familias en la búsqueda de opciones para poder proveer el
sustento para sus hijos, se vayan del país. Situación que trae como
consecuencia que muchos de los infantes queden al cuidado de otros
familiares que no son sus padres, o bajo el cuidado de un solo progenitor.
Generando que algunos de estos niños manifiesten sentirse abandonados,
con una profunda pérdida y con miedo e incertidumbre respecto a lo que le
depara su futuro. Siendo uno de los motivos más frecuentes de consulta en
el centro de atención psicológica de Cecodap.

Así mismo, Saraiba (2018) señala la importancia de cumplir con la


palabra dada a los hijos al momento de establecer el contacto por medio de
las diferentes vías electrónicas, cuidando las promesas realizadas a los
mismos, así como recomienda que la separación en estos casos debe ser lo
más breve posible; recalcando que la persistencia y la constancia de los
padres en el cuidado del vínculo, es lo que hará la diferencia, puesto que
para un niño “una pantalla no sustituye un abrazo, pero sin embargo es
necesario mantener a toda costa los vínculos que permitan hacer sostenible
esta situación”(p.1). Así mismo el coordinador de la ONG, señala que
aproximadamente el 40 % de los casos de “Niñez dejada atrás“ quedan al
cuidado de los abuelos, sin embargo enfatiza que cada día aumenta el
número de menores de edad que quedan a cargo de sus hermanos. A lo que
el coordinador general del Centro Comunitario de Aprendizaje, agrega que

21
las responsabilidades que son inherentes a los padres no son delegables, y
que como medida de resguardo para los menores de edad en caso de que
ambos padres emigren del país, la Ley Orgánica para la protección del Niño
Niña y Adolescente (Lopnna) establece que existe una medida de colocación
familiar bajo la modalidad de entrega voluntaria a un tercero que requiere de
la aprobación de un juez. Mientras que en los casos en los que un solo
padre emigra, y el niño queda a cargo de un solo padre, precisa que existe
un procedimiento denominado “ejercicio unilateral de la paternidad” en el
que el padre o la madre no migrante asume la custodia del menor de edad
(Efecto Cocuyo, 2018).

Por otra parte, (Cecodap, 2018) señala que en un estudio reciente del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),
cifra en 1,5 millones las salidas de venezolanos en los últimos años,
destacando además a Venezuela como el cuarto país en nuevas solicitudes
de asilo en el mundo, sólo por detrás de Afganistán, Siria e Irak. Siendo una
diáspora que a pesar de tener un gran impacto a nivel internacional, también
está teniendo efectos internos en Venezuela.

En este sentido, uno de los pocos psicólogos clínicos venezolanos


que informan sobre el tema de estudio, enfatiza en una entrevista que: “Los
dejados atrás son el eslabón más vulnerable de la migración venezolana”
(p.1). Pues constantemente recibe en sus consultas niños y adolescentes de
los cuales aproximadamente 3 de cada 10 menores de edad experimentan el
fenómeno denominado “duelo migratorio”. Enfatizando que la salud mental
de los mismos está en riesgo, debido a que la migración ha reconfigurado a
la familia venezolana, destacando como parte de los síntomas de este
proceso: desobediencia a los custodios temporales, sensación de abandono,
cambios de humor, aislamiento, bajo rendimiento académico y sentimiento
de culpa en los hijos por la partida de sus padres debido a que los niños y
adolescentes hacen especial énfasis en que sus padres migran por ellos.
Adicionalmente expresa que, estos menores de edad pasan a ser “niños y

22
adolescentes encargados” que terminan siendo responsabilidad de
terceros que no son sus padres. Cuidadores que también acuden en
busca de ayuda psicológica para saber cómo afrontar esta situación.
(Papagayo News, 2018)

Por otra parte, considera que agrava esta situación, el hecho de que
los padres se van pero no comunican con transparencia sus planes, ni su
agenda migratoria. Colocando a los menores en un estado de incertidumbre
y esperanza en el futuro reencuentro familiar, mientras la realidad es que se
encuentran en un panorama completamente incierto. El hecho de ser
“dejado atrás” trae como consecuencias en algunos casos conductas
regresivas y ansiedad “comerse las uñas, pierden el control de sus
esfínteres y lloran de forma espontánea” (p.1). Mientras que en los menores
de edad el esparcimiento y el juego, es una actividad necesaria para que
estos puedan drenar. Mientras en los adolescentes recomienda que nada
en esta etapa debe ser ignorado o pasado por alto. (Papagayo News, 2018)

En este mismo sentido, García e Itriago (2018) señalan que:


Los niños están pasando por un duelo no elaborado. No se les explica
el por qué de la ida y deja de haber un contacto permanente con la
madre o padre porque no todos tienen los recursos para un teléfono
inteligente, por lo que experimentan una sensación de abandono,
aunado a los diversos conflictos que se generan en los nuevos
hogares, en ocasiones multifamiliares y multigeneracionales, que
provocan que esto niños o jóvenes busquen en sus amigos y en la
calle lo que ya no encuentra en casa. (p.34)

Por su parte, la coordinadora del proyecto de ciudadanía y paz de Fe


y Alegría hace énfasis en que esta situación es cada vez más frecuente en
Venezuela y que la misma tiene hasta el momento tres dimensiones: una
primera dimensión en la que el niño se queda con un solo padre, o sin
ambos; una segunda dimensión en la que los padres, se van porque están
desesperados y no pueden más con la situación; y una tercera dimensión en
la que el familiar, vecino o cuidador que se queda a cargo del niño o
adolescente no tiene tiempo para cuidar de él, educarlo o simplemente no

23
puede alimentarlo. Como algunas de las variables presentes, pero que
varían según el caso por caso. Así mismo afirma que a su juicio además de
la escasez generalizada; la dificultad en la alimentación, la escasez de
medicinas, de vacunas y la hiperinflación, que hoy transforma la vida de
niños y jóvenes venezolanos, el fenómeno del abandono de sus padres
quienes han decidido emigrar, suma un nuevo elemento que afecta el
crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes venezolanos, pudiendo
incluso correr el riesgo de caer en depresión (Valero, 2018).

En este mismo orden de ideas, destaca que la situación de “duelo


migratorio” también le genera a los padres una sensación de culpabilidad por
tomar la decisión de irse del país sin sus hijos, pues esta decisión impacta
en su desarrollo psicológico al sentirse abandonados por ellos, dado a que
juegan con las esperanzas de los niños al decirles que retornarán pronto a
buscarlos cuando realmente no saben cuándo regresarán, si es que
regresan al país. Pues lo más importante ante esta situación es “velar
porque el familiar, el amigo, la vecina, o el abuelo que se quede a cargo,
este muy pendiente del cuidado emocional del menor ante los cambios que
se avecinan y que, sin duda, impactarán en su vida (Valero, 2018).

En base a lo anterior, es importante definir el concepto de “duelo


migratorio”. Este tipo de duelo se considera un duelo parcial, recurrente y
múltiple. Se habla de un duelo parcial debido a que el “objeto” de la pérdida
no desaparece para siempre, sino que existe la posibilidad de un
reencuentro; por otra parte se dice que es recurrente dado a que existe una
gran posibilidad de que este se reactive por distintos motivos como: el
contacto telefónico, internet, los viajes esporádicos y la llegada de paisanos
que hacen que el vínculo se reavive. Adicionalmente se dice que es un duelo
múltiple porque incluye la pérdida de muchos factores, entre ellos se incluye:
el duelo por la pérdida del idioma o lengua para el uso cotidiano, el duelo por
la cultura que incluye los hábitos, valores y formas de vida propios de la
cultura dejada atrás, el duelo por no poder regresar y el duelo por la familia y

24
los amigos entre otros. Siendo este último, caracterizado por la separación
de la familia: hijos pequeños, padres mayores, hermanos, familia extensa y
los amigos, pues supone una pérdida de la red familiar (Calvo, 2005).

Adicionalmente, el abogado y el coordinador general de CECODAP,


explica que lo que está ocurriendo es lo que él cataloga como un nuevo tipo
de abandono, producto de la migración, en el que entre la propia familia se
protege la información relacionada con el viaje de uno o de ambos de padres
del niño, por lo que al momento de tomar la decisión de marcharse estos
acuerdan con un miembro de la familia o alguien de confianza quién se hará
cargo del infante, según lo que ellos consideren como la persona más
idónea para hacerse responsable de sus hijos durante su ausencia (El
Nacional, 2018).

Aspecto que también es resaltado por el psicólogo y fundador de


CECODAP, agregando que el abandono por emigración sigue
incrementándose en la actualidad, pero sin embargo es un proceso nuevo
del que no hay datos oficiales y del cual las consecuencias son difíciles de
dimensionar, y se irán viendo a largo plazo. Sin embargo, hace énfasis en
que ya es evidente una de sus consecuencias, y es la llamada: niñez dejada
atrás. Problemática social que ha llegado a convertirse en el tercer motivo de
consulta entre abril y julio del 2018 en los espacios de atención psicológica
de Cecodap, espacio visitado por aproximadamente 30 a 40 personas
diarias pidiendo asesorías porque se van del país y quieren saber cómo
delegar los derechos de sus hijos o cómo pueden obtener una autorización
para llevarse a los niños (Cecodap, 2018).

Así mismo, dentro de los pocos datos que se tienen al respecto, la


Organización Fe y Alegría constató que en solo 10 escuelas en la región de
Guayana el promedio de casos de abandono era de 45 niños o
adolescentes, sin embargo para el mes de mayo del 2018 se contabilizaron
450 menores de edad. Mientras que en una sola escuela de la zona de

25
Occidente del país la organización registró durante el censo del mes de
marzo, 104 niños en situación de abandono. (Valero, 2018).

Adicionalmente la Organización “Save the Children” comunica en uno


de sus informes que Venezuela disminuyó en 32 puntos su índice de
protección a la infancia; la tasa de mortalidad de niños y niñas menores de 5
años aumentó en 40 % y la de homicidios de niños y niñas en 60 %. Lo que
demuestra el estado de vulnerabilidad presente en los niños actualmente en
el país (Venezuela Awareness, 2019).

II.3 Familia

Ineludiblemente al hablar de los jóvenes dejados en Venezuela por


sus padres y puestos frecuentemente bajo el cuidado de algún familiar
(abuelos, tíos, hermanos mayores); enmarca esta problemática social dentro
de distintos cambios que se suscitan en el núcleo familiar de éstos jóvenes.
En este sentido es importante destacar el concepto de familia, como aspecto
importante dentro del presente estudio.

Se entiende como familia, al grupo de personas que están unidos por


un vínculo, como relaciones de filiación o pareja; siendo establecida por la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, como el elemento natural,
universal y fundamental de la sociedad, la cual a su vez debe ser protegida
por la sociedad y el Estado; además de ser considerada como la
organización general más importante para el correcto desarrollo y
desenvolvimiento del hombre (Ortiz, 2014).

Además de esto, Jaramillo (2007) establece que la familia es el primer


mundo social que encuentra el niño, y es a través de este agente que se les
introduce en las relaciones íntimas y personales, que les proporcionan sus
primeras experiencias las cuales serán determinantes en el desarrollo de su
personalidad; convirtiéndose así en el primer grupo referencial de normas y

26
valores que el niño adopta como propios y que en el futuro le ayudarán a
emitir juicios sobre sí mismo.

Por su parte, Gómez (2016) establece que la familia influye de


manera importante en el desarrollo socio afectivo del infante, ya que los
modelos, valores, normas, roles y habilidades se aprenden durante el
período de la infancia, la cual está relacionada con el manejo y resolución de
conflictos, las habilidades sociales y adaptativas, con las conductas pro
sociales y con la regulación emocional. Siendo el principal factor que afecta
el desarrollo de los niños dado a que abarca aspectos claves, tales como los
estilos y pautas de crianza, que a su vez tienen una gran influencia en su
desarrollo socio afectivo. Por otra parte es importante destacar, que los
cambios en las interacciones familiares, hacen que la misma se redefina
constantemente.

II.3.1 Crianza

Aunado a lo anterior, es importante considerar el rol de la crianza


dentro de la familia, e incluso dentro del ambiente en el que los niños y
adolescentes crecen bajo el cuidado de terceros. En este sentido, se
entiende como crianza al acto que ejercen las personas que cuidan,
alimentan y educan a un ser humano, donde se brinda soporte a la actividad
física, emocional, social y de desarrollo intelectual de un niño hasta su edad
adulta; siendo principalmente llevada a cabo por padres biológicos pero en
muchos casos también ejercida por tutores o cuidadores, o padres adoptivos
que cumplen esta función, según sean las circunstancias particulares de
cada niño (Barrera, 2001).

Es importante resaltar la sensibilización de los padres sobre su rol y


su responsabilidad en la optimización del desarrollo de sus hijos, en cuanto a
sus habilidades sociales y emocionales en la infancia como aspecto
trascendental para facilitar la autorregulación emocional e incluso para
generar conductas pro sociales en la infancia. Razón por la que la familia

27
debe considerar los cambios en la estructura y dinámica familiar que pueda
alterar las pautas de crianza (valores, normas, comunicación, solución de
problemas y regulación emocional) para de ésta manera evitar que se
generen conflictos o desajustes durante éste período, así como para generar
estrategias de afrontamiento y de resolución de problemas que faciliten el
desarrollo adecuado durante la infancia (Cuervo, 2010).

II.3.2 Desarrollo Humano

“Al hablar de desarrollo humano, se hace referencia al campo de


estudio interdisciplinario dedicado a la comprensión de todos los cambios
que los seres humanos experimentan a lo largo de la vida” (Berk, 1999, p. 4).

En este sentido Navarro, Hormaza, Orozco, y Restrepo (2009)


plantean que existen tres aspectos que caracterizan la concepción de
desarrollo. Siendo en primer lugar, el desarrollo cognitivo, lingüístico, social y
afectivo de los niños caracterizado por avances y retrocesos irregulares, y en
segundo lugar, se considera que el desarrollo inicia desde el momento de
gestación y podría decirse que nunca concluye, pues siempre podría
encontrarse en un continuo en el que se transforma el conocimiento, las
relaciones afectivas y sociales de las personas.

II.3.3 Infancia y Adolescencia

Partiendo de que los participantes del estudio serán niños y


adolescentes, es necesario tener en cuenta los conceptos de cada una de
estas etapas, las cuales son cruciales dentro de su desarrollo. En este
sentido, la infancia, es entendida generalmente como el tiempo que va
pasando entre el nacimiento y la edad adulta, y hace referencia al estado y
la condición de la vida de un niño; la cual está determinada por su
desenvolvimiento personal. Es una etapa en la vida antes de alcanzar la
adolescencia y la adultez que implica no solo los primeros años de vida de

28
una persona, sino la calidad de vida de esos años, en la cual los niños
crecen y se desarrollan (UNICEF, 2005).

Mientras que la adolescencia, es definida como una etapa entre la


niñez y la edad adulta, que cronológicamente se inicia por los cambios en la
pubertad y que se caracteriza por profundas transformaciones biológicas y
psicológicas pero que sin embargo no es solamente un período de
adaptación a los cambios corporales del adolescente, sino que también es
una etapa de grandes transformaciones psicológicas (Pérez y Santiago,
2002).

Por su parte, UNICEF (2011) establece que la adolescencia es la


etapa que transcurre entre los 10 y 19 años, pudiendo dividirse en dos fases:
la adolescencia temprana (que oscila entre los 10 a 14 años) y la
adolescencia tardía (entre los 15 a 19 años); caracterizándose la primera
fundamentalmente por los cambios físicos, es decir, crecimiento de vello
púbico y de los órganos sexuales y cambios bruscos en la conducta;
mientras que la segunda se caracteriza por el alcance de un mayor control
de los impulsos, en la que suelen experimentarse un poco más de
independencia así como también poner en práctica cosas que aprendieron
durante su infancia.

II.3.4 Desarrollo Socio-emocional en Niños y Adolescentes

El desarrollo del niño es un proceso dinámico en el que intervienen


factores físicos y psicosociales. En este sentido, el desarrollo psicosocial
consiste principalmente en el desarrollo cognoscitivo, social y emocional del
niño pequeño como resultado de la interacción continua con el medio y los
cambios que se dan en el mismo. Por otra parte, áreas como la memoria, la
atención, el raciocinio, el lenguaje, las emociones, y la capacidad de obrar
recíprocamente con el medio físico y social en el que se encuentra,
dependen de la maduración biológica del sistema nervioso central y del
cerebro (UNICEF, 2010).

29
De acuerdo con Navarro et al. (2009) entre los tres y cuatro años los
niños son capaces de entender, expresar y controlar las emociones; y el
control que se tiene sobre estas se denomina “regulación emocional”,
competencia que adquieren al moderar sus reacciones. Igualmente, los
niños pueden anticipar la evaluación que los otros hacen sobre sus
sentimientos y comportamientos. Y es en ésta medida, en que el control de
sus emociones está relacionado con la manera en que ellos comprenden la
perspectiva que los otros tienen sobre ellos.

Además de esto, para que los niños puedan comprender la


complejidad de las relaciones humanas, es necesario que atraviesen por un
proceso de descubrimiento, en cuanto a la intensidad, variedad y oposición
de los afectos; de forma que puedan comprender que se pueden sentir dos
sentimientos opuestos o ambivalentes hacia la misma persona, sin que estos
sean excluyentes uno del otro. Pudiendo atribuirlos a experiencias y
contextos diferentes, al elaborar esas diferenciaciones y reflexionar sobre
ellas (Navarro et al., 2009).

Así mismo, Rosenblum y Lewis (2004) destacan que en este período


se desarrolla aún más la capacidad para la introspección, se tiene un mayor
autocontrol y regulación de las emociones intensas y que fluctúan
rápidamente, tienen mayor capacidad para transformar el significado de un
acontecimiento negativo para que sea menos dañino, logran negociar y
mantener relaciones interpersonales en presencia de fuertes emociones y
sobrellevan las situaciones en las que experimentan excitación emocional de
aquellas experiencias que despiertan empatía y simpatía.

II.4 Abandono físico y emocional

A la hora de pensar en abandono, es necesario enmarcarlo como una


forma de maltrato infantil, que engloba tanto el abandono físico o negligencia
como aquellas actuaciones inapropiadas por parte de los responsables del

30
cuidado y educación del niño, ante sus necesidades físicas, sociales,
psicológicas e intelectuales (Agresta, 2015).

Arruabarrena (1999) estableció algunos indicadores que pueden


verse en el niño por la presencia de abandono físico, los cuales están
relacionados con el incumplimiento satisfactorio de las necesidades básicas
como la alimentación, la inadecuada vestimenta de acuerdo a la
temperatura, la falta de higiene corporal, la ausencia de consultas médicas o
la falta de vigilancia durante varias horas.

En este mismo sentido, Moreno (2001) plantea que el enfoque


objetivista conceptualiza al abandono como el tipo de maltrato, donde las
necesidades básicas del niño (como la alimentación, salud, vestimenta y
vivienda) no son tomadas en cuenta de forma responsable por la persona
que lleva a cabo la crianza. Distinguiéndose el abandono de la negligencia,
dado que el primero es total, (ya que el cuidador no cumple con sus
responsabilidades parentales, mientras que la segunda es parcial, dado a
que el cuidador cumple con sus necesidades de forma escasa.

Así mismo, Sanín (2013) establece que dentro del abandono puede
haber distintos tipos, ya sea el moral, material, físico o emocional. El moral
está relacionado con la ausencia de educación, por ejemplo en la formación
intelectual o de carácter, vigilancia y la colocación de límites. El material
hace referencia a las necesidades básicas del niño como son la
alimentación, vestimenta y vivienda. El abandono físico, tiene que ver con la
ausencia presencial del cuidador, en este está en juego la red de apoyo
social de la familia. Y por último, el abandono emocional, dentro del cual
interviene la negligencia a nivel socio-emocional, ya que implica la falta de
atención y de interacción, vigilancia deficiente y descuido; lo que es
perjudicial para el desarrollo del niño.

31
II.4.1 Infancia en riesgo social

Se considera riesgosa, cualquier situación en la que se vea


comprometido el bienestar del niño o adolescente, colocándolo en peligro de
verse altamente perjudicado por cualquier circunstancia externa, sea
personal, familiar o social. Entre las situaciones de riesgo más comunes a
las que se ven enfrentados los infantes, se incluyen: la inatención física y
psíquica por parte de los progenitores, el castigo físico, la falta de
escolarización, la incapacidad de controlar la conducta de los niños por parte
de los padres, o cualquier otra circunstancia que pudiera evolucionar y
desembocar en el desamparo del niño (Balsells, 2003).

Por su parte, López, Fuertes, Sánchez y Merino, (1995) plantea una


taxonomía de las necesidades básicas en la que se establece como riesgo
dentro de las necesidades emocionales y sociales: el rechazo, la ausencia
parental, el aislamiento social, la imposibilidad de contar con amigos, el
abuso sexual, la violencia verbal, las amenazas, la pérdida de control, y la no
disponibilidad de tiempo por parte de los cuidadores. Además de hacer
énfasis en que también deben ser cubiertas las necesidades cognitivas de
los infantes, tales como: la estimulación sensorial, la exploración y la
comprensión de la realidad física y social; y las necesidades físico-
biológicas como: la alimentación, el higiene, el sueño, las actividades físicas
y la salud, para que los mismos puedan crecer y desarrollarse de forma
integral.

Guasch y Ponce (2002) establecen que en la actualidad se están


dando importantes cambios de forma constante que van generando con ellos
situaciones desconocidas para las sociedades, y que afectan directamente a
la correcta socialización de la infancia. En este sentido, las distintas
corrientes teóricas que definen situaciones de riesgo social tienen como
punto en común, que las mismas tienden a recaer sobre circunstancias
familiares. Entre ellas, la corriente conductista resalta que las situaciones de

32
riesgo están causadas fundamentalmente, por las necesidades de los padres
en desarrollar su rol parental y en cubrir las necesidades básicas de sus
hijos. Mientras que por su parte el enfoque sistémico parte de la premisa de
que el individuo con problemas forma parte de un sistema, básicamente
familiar, con dificultades. Por lo que debe considerarse el microsistema
familiar como un elemento clave en la determinación de la infancia en riesgo
social; ya sea por desestructura familiar, maltratos infantiles por parte de
familiares, dinámica conflictiva entre padres e hijos, la ausencia o el exceso
de disciplina y la negligencia o la ausencia de lazos afectivos como algunos
de los factores que se han identificado como causa de la desadaptación
social. No obstante, el impacto que puede tener el medio en cualquier
proceso de riesgo social y de desadaptación en los niños, está determinado
al mismo tiempo por la interacción que éste tiene con respecto al contexto
en el que se encuentra.

II.4.2 Maltrato infantil

El maltrato infantil se puede definir como “toda acción, omisión o trato


negligente, no accidental, que priva al niño de sus derechos y su bienestar,
que amenaza o interfiere en su desarrollo físico, psíquico o social y cuyos
autores son personas del ámbito familiar” (Faura, 2015, p.1).

Distinguiéndose dentro de ésta acción, cuatro elementos


fundamentales: la negligencia, la cual involucra la omisión de toda acción
necesaria para atender el desarrollo y el bienestar físico y psicológico de un
menor de edad; el maltrato sexual, el cual hace referencia a cualquier
comportamiento en el que un menor es utilizado por un adulto u otro niño
como medio para obtener estimulación o gratificación sexual; el maltrato
emocional, relacionado a conductas realizadas voluntariamente por la madre
o personas del entorno familiar que influyen negativamente en el desarrollo
del infante y el maltrato físico, el cual engloba todas las acciones que
provoquen o puedan provocar lesiones (Faura, 2015).

33
Por otra parte, el maltrato infantil fue aceptado por la Organización
Mundial de la Salud en 1999 como un problema global de salud pública,
debido al daño físico y emocional que ocasiona en la víctima, considerando
que puede ser entendido como un problema médico, social y legal (Abdalá,
Llaguno y Muñoz, 2013).

II.4.3 Desamparo

De acuerdo con Sanín (2013) el término desamparo, ha comenzado a


utilizarse en los últimos tiempos vinculado a los conceptos de negligencia y
abandono, ya que se relaciona a daños físicos y psicológicos, producto de la
ausencia de cuidados esenciales en el desarrollo sano de la infancia. Sin
embargo, se considera el desamparo más amplio que el abandono, dado
que también incluye a niños que se encuentran privados por diferentes
motivos, ya sea por ausencia de sus padres biológicos; a situaciones
vinculadas al ámbito social, ambiental y político; tales como; guerras,
desastres ambientales, tráfico infantil, crisis sociales, entre otras, así como
violaciones de sus derechos humanos.

II.5 Bases legales que sustentan la investigación

A continuación se hace mención a las bases legales enmarcadas


dentro del tema de estudio centrado en la comprensión de las vivencias de
los jóvenes (niños y adolescentes) dejados en Venezuela; los cuales tienen
derechos específicos que velan por su bienestar físico, mental y psicológico
a nivel internacional y nacional, expresados en distintos organismos, y
protegido por distintas organizaciones, identificando principalmente aquellos
relacionados al entorno familiar, así como el rol del Estado ante ésta
situación.

II.5.1 Derechos Humanos

De acuerdo con las Naciones Unidas (s.f.) los derechos humanos,


son aquellos que son inherentes a las personas, sin distinción de raza, sexo,

34
nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición
externa. Los mismos surgen en la declaración universal de los derechos
humanos (DUDH) tras la segunda guerra mundial; para posteriormente ser
reconocidos para y por todas las personas a nivel internacional. Entre ellos
se encuentran: el derecho a la vida, a la libertad de opinión, a la educación,
al trabajo, entre muchos otros, pero sobretodo es importante resaltar, uno de
los derechos humanos que más se vinculan al tema de investigación,
además de ser un derecho fundamental en la vida de todo ser humano; y es
que todas las personas tienen derecho a ser criados y cuidados por su
padres, sin excepción, por el simple hecho de ser seres humanos.

II.5.2 Derechos Humanos del Niño y el Adolescente

De acuerdo con la UNICEF (2010) los niños y los adolescentes son


seres humanos, que también gozan de derechos fundamentales propios de
esa etapa de la vida, lo que implica que están protegidos ante determinadas
situaciones, de índole adversa y que puedan vulnerar sus derechos, tales
como el derecho a la protección contra toda forma de explotación, abuso
físico o mental, maltrato o descuido, así como el derecho a tener el cuidado
de un padre y una madre. En este sentido, fundamentalmente existen cinco
principios en los que se basan los derechos humanos de los niños: igualdad
y no discriminación, interés superior del niño, prioridad absoluta,
corresponsabilidad y solidaridad social, y efectividad. De igual manera, se
establecieron una serie de deberes para los Estados y los padres, con el
objetivo de garantizar el respeto de esos derechos, así como normas de
infancia que son universales, aceptadas por 195 países, lo cual hace
obligatorio su cumplimiento en los mismos; en este sentido se destacan los
siguientes derechos:

➢Derecho a la vida, a la convivencia familiar o contra todo tipo de abuso,


derecho a la no discriminación, y la consecución del interés superior del
menor y su desarrollo.

35
➢Derecho de provisión, que engloba el derecho a recibir cuidados
sanitarios, a disfrutar de un medio ambiente saludable, y a recibir los
recursos para un adecuado desarrollo físico, mental, espiritual, moral y
social.

➢Derecho de participación, el cual hace alusión al derecho a una identidad,


nacionalidad, a recibir información y a opinar con libertad (Amnistía
Internacional, 2018).

II.5.3 Derechos de los Niños y Adolescentes en Venezuela

En Venezuela contamos con la materialización de dicha Convención a


través de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente,
donde se ven garantizados los derechos más elementales de los mismos,
consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tales
como la igualdad, la no discriminación, el interés superior del niño, el
derecho a la alimentación, educación y la salud, así como el derecho a
crecer en el seno de su grupo familiar, los cuales también son reflejados en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Sin embargo, es necesario hacer énfasis en que al hablar de


derechos humanos en Venezuela, es necesario hacer mención a que fue en
el año 1990 cuando se ratificó en el país la convención de los mismos, y es a
partir de entonces que también comenzaron a surgir una serie de
organizaciones independientes y sin fines de lucro que trabajan por el
bienestar físico y emocional de los niños, niñas y adolescentes, generándose
una serie de propuestas en pro del avance respecto a este tema a nivel
nacional; e incluso siendo estas organizaciones quienes en la actualidad
atienden las distintas problemáticas que se van suscitando; mientras que las
instituciones del Estado encargadas de velar por este compromiso no están
prestando ningún tipo de servicio, datos o estudios al respecto.

36
Reflejo de ello, son las cifras de los centros de apoyo y atención
psicológica tanto para los niños que se quedan en el país mientras sus
padres se marchan, como para la atención de los familiares que se quedan;
labor que realiza el Centro de Aprendizaje Comunitario (Cecodap), el cual
trabaja desde el año 1984 en la promoción y defensa de los derechos
humanos de la niñez y adolescencia (Cecodap, 2014).

Paralelamente la organización y red de apoyo Aldeas Infantiles, dirige


su labor a velar por el derecho de los niños y niñas venezolanos a vivir en
familia, y prevenir la pérdida del cuidado familiar, brindando alternativas de
cuidado e incluso ofreciendo la oportunidad de ser reinsertados en otra
familia. Organizaciones que actualmente contribuyen de forma importante
con el tema de estudio (Aldeas Infantiles SOS Venezuela, 2017).

En base a esto, la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela (1999) en su artículo 75, establece: “Los niños y adolescentes
tienen derecho a vivir, ser criados y a desarrollarse en el seno de su familia
de origen” (p.20).

Adicionalmente a esto, la Ley Orgánica para la Protección de Niños,


Niñas y Adolescentes (1998) establece en su preámbulo que “la familia debe
ofrecer un ambiente de afecto, seguridad y bienestar, que permita el pleno y
armonioso desarrollo de la personalidad de los niños, niñas y adolescentes”
(p.13).

II.5.4 Protección Social

Finalmente es necesario destacar el concepto de protección social, se


vincula de forma importante con la responsabilidad y conjunto de
instrumentos utilizados por el Estado, con el objetivo de promover y mejorar
el bienestar de las personas. En este sentido, el Sistema Europeo señala en
sus Estadísticas de Protección Social, que el mismo está enmarcado dentro
de todas aquellas actividades de los organismos destinados a aligerar las
cargas que representan para las hogares y los individuos una serie de

37
riesgos o necesidades, siempre y cuando no exista un acuerdo simultáneo,
recíproco, ni individual.

Aspecto que hoy día, se muestra ampliamente vulnerado en


Venezuela, y que se refleja en distintos ámbitos, entre ellos la ausencia de
cifras oficiales de las olas migratorias e inclusive la ausencia de prosecución
con hechos reales en la atención y prevención de los derechos de los niños,
niñas y adolescentes por parte de los organismos encargados por velar por
los mismos y ofrecer espacios de apoyo, difusión de información y
estadísticas al respecto. Ejemplo de ello, la ausencia de información y
atención dada a los menores de edad que son dejados atrás en Venezuela
por sus padres migrantes, por parte del Instituto Autónomo del Consejo
Nacional de Derechos de Niño, Niñas y Adolescentes (Agresta, 2015).

II.6 Teorías y Enfoques psicológicos

Para comprender y analizar el tema de estudio, se realizará un


abordaje del mismo principalmente por dos enfoques psicológicos, los cuales
abarcan el área eminentemente social del fenómeno y el área socio
emocional vinculada al mismo, en consonancia con los objetivos planteados.
En este sentido, se exponen a continuación el construccionismo social y la
teoría ecológica de Bronfenbrenner.

II.6.1 Construccionismos Social

Se entiende por Construccionismo Social a uno de los enfoques más


influyentes de las Ciencias Sociales, que parte del conocimiento relativista,
el cual se centra en la forma en que las personas explican su realidad y a
ellos mismos desde sus vivencias, teniendo un sentido histórico
característico de la psicología social. En este sentido, Gergen (2007) plantea
que las sociedades humanas son históricamente cambiantes, y que por
ende, los significados que las personas le atribuyen a la realidad y que
influyen en las acciones y decisiones que toman, también tienen un carácter

38
variable; y que a su vez está determinado por las vivencias personales de
vida de cada sujeto y el modo en que estas influyen en su presente.
Sugiriendo un cambio en la perspectiva de análisis, en la que se reemplaza
la visión de un sujeto pasivo y receptor de la realidad, por uno activo en la
construcción de esta.

Por otra parte, Gergen (2007) plantea que existe una posición dualista
que asume la existencia de una realidad externa objetiva que contrasta con
la existencia de una realidad mental privada y subjetiva; de la que parte el
conocimiento y que se ajusta de forma adecuada a los estados objetivos del
mundo externo. Es por esto que este enfoque considera que no existe
ninguna explicación de la realidad que sea más admisible que otra, pues
toda verdad adquiere su validez en el marco de la comunidad en que se
construye.

Berger y Luckman (citado en Moya, 2010) indican que el lenguaje es


el principal medio por el cual las personas acumulan y comunican el
conocimiento que han construido, y que son traspasados de una generación
a otra; dándose este traspaso de información mediante las continuas
interacciones sociales que construyen y reproducen la realidad,
convirtiéndose esta en una realidad social compartida. Convirtiéndose de
esta manera el lenguaje en el elemento fundamental entre los contenidos
mentales de las personas y los hechos sociales que son experimentados.

Por lo tanto, el construccionismo social constituye una perspectiva de


aproximación a la comprensión de los fenómenos psicosociales que
contemplan la integración de la mutua influencia y reciprocidad entre los
aspectos individuales y los aspectos socioculturales; centrándose en la
construcción de realidades, que se generan de la posición que asume el
sujeto frente a las situaciones, la forma en que las vive y cómo experimenta
los acontecimientos y hechos, los cuales son influidos por experiencias y
significados sociales aprendidos. Por tal motivo, es de suma importancia el
abordaje de la presente investigación bajo este enfoque, puesto que es a

39
partir del estudio cualitativo exploratorio de tipo fenomenológico que se
busca comprender un fenómeno social, permitiendo así conocer en este
caso, las vivencias de los jóvenes dejados atrás por padres migrantes y las
distinciones de cada individuo, respecto a lo que para ellos es significativo,
tomando en consideración sus sentimientos, pensamientos y acciones, en
base a esta experiencia (Niemeyer, 2004).

II.6.2 Teoría Ecológica de Bronfrenbrenner

Desde el punto de vista del modelo ecológico, la evolución del niño se


entiende como un proceso de diferenciación progresiva de las actividades
que este realiza, y las interacciones que mantiene con el ambiente;
iniciándose estas por los padres y aquellos que forman parte de su grupo
etario. Es por esto que al analizar el desarrollo del niño o adolescente, no se
debe analizar su comportamiento de forma aislada, tomando en
consideración únicamente el proceso de maduración, sino que debe hacerse
especial énfasis al ambiente en el que el niño se desarrolla (Sánchez, 2001).

En este sentido, Bronfrenbrenner (1991) plantea que es fundamental


el ámbito en el que cada persona se desenvuelve, y considera al desarrollo
como un cambio perdurable en el modo en el que la persona percibe el
ambiente que le rodea (su ambiente ecológico) y en el modo en que se
relaciona con él. Es por esto que establece como postulado básico del
modelo ecológico, que el desarrollo supone una acomodación progresiva
entre el ser humano como persona activa, y por otro lado todos aquellos
elementos cambiantes de los entornos inmediatos en los que la persona en
desarrollo vive. Denominando a este proceso dinámico (acomodación
mutua), la cual se va produciendo a través de un proceso continuo que
también se ve afectado por las relaciones que se establecen entre los
distintos entornos en los que participa la persona en desarrollo y los
contextos más grandes en los que esos entornos están inmersos. En este
orden de ideas, Bronfrenbrenner postula cuatro niveles o sistemas que

40
afectan de forma directa o indirectamente sobre el desarrollo del niño y
adolescente, estableciéndolos en el siguiente orden:

41
➢ Microsistema:
Corresponde al patrón de actividades, roles y relaciones
interpersonales que la persona en desarrollo experimenta en un entorno
determinado en el que participa.
➢ Mesosistema:
Comprende las interrelaciones de dos o más entornos
(microsistemas) en los que la persona en desarrollo participa (por ejemplo,
relaciones establecidas en el hogar, la escuela y su grupo de pares; mientras
que en el caso de los adultos, influyen las relaciones entre la familia, el
trabajo, pareja y vida social en general).

➢ Exosistema:
Se refiere a los propios entornos (uno o más) en los que la persona
en desarrollo no está incluida directamente, pero en los que se producen
hechos que afectan a lo que ocurre en los entornos en los que la persona si
está incluida (por ejemplo: el lugar de trabajo de los padres, la clase del
hermano mayor, el círculo de amigos de los padres, entre otros).
➢ Macrosistema:
Hace referencia a los marcos culturales o ideológicos que afectan o
pueden afectar transversalmente a los sistemas de menor orden y que les
confiere a estos una cierta uniformidad, en forma y contenido, y a la vez una
cierta diferencia con respecto a otros entornos influidos por otros marcos
culturales o ideológicos diferentes.

Siendo estos cuatro sistemas elementos a tomar en consideración en


el tema de estudio.

II.7 Antecedentes empíricos

A los fines de poder comprender mejor el objeto de estudio de la


presente investigación es de suma importancia ahondar en otros estudios
realizados acerca del tema a nivel internacional, es por ello que a

42
continuación se exponen algunas investigaciones encontradas en torno a la
infancia y la migración como dos temas entrelazados.

En un estudio realizado en la Costa Chica de Oaxaca, denominado


“Cuando los Padres se van: Infancia y Migración”, se planteó como
principales objetivos: conocer y analizar los ajustes familiares que se dan en
el cuidado, crianza y la socialización de los niños hijos de migrantes, los
conflictos y negociaciones que sigue la familia con relación al cuidado y la
crianza de los hijos, los deberes y los derechos que tienen sobre sus hijos
los padres y madres ausentes, la manera en que se construye socialmente
la infancia de los hijos de migrantes, tomando como eje de observación los
esquemas de percepción, interpretación y acción de los niños y niñas que
tienen en común vivir con la ausencia de sus progenitores y comprender
cómo se desarrolla la reproducción a través de la relación entre abuelos y
nietos. Para ello, se utilizó como estrategia un contacto de relación directa
con los niños con edades comprendidas entre cuatro y quince años de edad,
por medio de un trabajo etnográfico enfocado en documentar la vida de los
niños y su forma de socialización. Encontrándose como principales
hallazgos, cambios en la estructura de los hogares, por otros más extensos y
la creación de formas inéditas de convivencia al igual que derechos y
obligaciones, en muchos casos siendo muy común cuando los padres se
van, que los niños pasen a vivir con sus abuelos maternos o paternos, y esto
inevitablemente lleva a una nueva composición, sin embargo, no queda del
todo claro en qué medida los cambios observados en la composición de los
hogares afecta al desarrollo de los niños (Quecha, 2011).

Por otra parte, una investigación cualitativa realizada en Colombia,


específicamente en el eje cafetero del país, denominada “El cuidado de las
hijas y los hijos durante la migración internacional de los padres y madres”
durante el período del 2008 a 2010, la cual tenía como objetivo identificar
las transformaciones de la familia y el cuidado de los hijos e hijas, durante la
infancia y la adolescencia, cuando el padre o la madre migran fuera del país.
En este sentido, se seleccionaron 49 familias, con padre o madre migrante

43
quienes tenían al menos un hijo o una hija hasta los 12 años. Mediante
visitas continuas a la residencia habitual, se hicieron entrevistas
semiestructuradas al cuidador, padre o madre no migrante, y a un hijo o una
hija cuya edad no superaba los 17 años, abordando temas como las
dimensiones del cuidado de los padres hacia los niños, la educación, la
apropiación de la cultura, la socialización, la provisión económica y la
seguridad personal. Arrojando como resultado, que los nuevos cambios
tienen como eje principal la disgregación de la familia y la reorganización a
partir de la redefinición en las tareas de sus participantes (López, 2012).

Otro estudio denominado “La migración internacional y el cuidado de


los hijos en Colombia”, realizada con el objetivo de comprender los procesos
de construcción de sentido y reasignación de roles que las familias con
migración parental desde Cali hacia España realizan en torno al cuidado de
los hijos que permanecen en el país de origen y examinar el papel que la
migración parental a España juega en dichos procesos de construcción de
sentido tanto desde la perspectiva de los padres o madres, como desde la
perspectiva de las abuelas y los hijos que permanecen en Colombia. A
través de la perspectiva teórica del interaccionismo simbólico para la
exploración de las construcciones de sentido en torno a la migración parental
y el cuidado de los hijos; por medio de entrevistas grupales y de profundidad
a hijos, madres, padres y abuelas, se encontró como hallazgo que los hijos
receptores del cuidado de los padres no migrantes y abuelas, se sienten
cuidados y que sus necesidades materiales son cubiertas, además de sentir
que se preocupan por ellos y que reciben atenciones para satisfacer sus
necesidades. Además de esto, se encontró que en opinión de las personas
que han tenido la experiencia de cuidar a los hijos de los migrantes,
consideran que el hecho de la migración parental, limita la transmisión de
afecto de ellos hacia los niños. En cuanto a las parejas que enfrentan la
migración y tienen una relación conyugal, las madres o padres, entienden
que para poder brindarle un mejor cuidado a sus hijos, deben realizar tareas
que son propias del otro género, este hecho le da un aspecto muy novedoso
a las familias de estas parejas, ya que antes de la migración cuidaban a sus

44
hijos uno en compañía del otro y en vista de eso nunca se había enfrentado
a esa situación. También es importante el hecho de que los padres
separados de sus parejas migrantes, se les hace difícil el hecho de que el
cuidado de las madres sea especial, y ellos estén incapacitados para
hacerlo, estos padres sienten que a sus hijos les falta el cariño materno y
esto los lleva a tener sensaciones de dolor (León, 2015).

45
CAPÍTULO III. METODOLOGÍA

En el presente capítulo se presentan las orientaciones metodológicas


de la investigación, delimitadas por la metodología cualitativa y el
construccionismo social como base. Así mismo, se describe el contexto de la
investigación y el acceso a campo, así como el método y diseño de
investigación. Posteriormente se especifica el criterio de selección de los
participantes, así como una descripción de los mismos, se detalla el proceso
de acceso a campo, la entrevista a profundidad como técnica de recolección
de datos y las técnicas a utilizar para el análisis de información. Por último,
se hace referencia a los criterios que garantizan la validez de la
investigación, el procedimiento de la misma y las consideraciones éticas de
la investigación.

III.1 Enfoque de la Investigación

Se utilizó la metodología de investigación cualitativa, con la finalidad


de comprender a profundidad el fenómeno de estudio, considerando que por
su carácter descriptivo, centrado en las palabras y las conductas de las
personas que forman parte de la investigación, resulta ser el mejor abordaje
para dar respuesta a los objetivos planteados de la misma, centrados en
conocer las vivencias de los niños y adolescentes dejados atrás por padres
que migran de Venezuela. En este sentido, se busca conocer este fenómeno
desde la mirada de los mismos actores, para así comprender cómo es
experimentada esta situación en sus vidas, y considerando cómo es
percibida su realidad dentro del marco de referencia de ellos mismos (Taylor
y Bogdan, 1987).

Sabiendo que la metodología es una manera de entender la realidad y


de estudiarla; es importante destacar que la metodología cualitativa se
caracteriza por la realización de investigaciones que producen hallazgos a
los que no se llega por medios estadísticos u otros medios de cuantificación.
Razón por la que el enfoque cualitativo está orientado a estudiar detalles

46
complejos de algunos fenómenos, tales como sentimientos,
emociones, y procesos de pensamiento; los cuales son difíciles de
extraer por medios de investigación más convencionales (Strauss y
Corbin, 2002).

Según Esterberg (citado en Hernández, Fernández y Baptista, 2010)


la mirada cualitativa “en lugar de iniciar con una teoría particular y luego
confirmar si esta es apoyada por los hechos, el investigador comienza
examinando el mundo social y en este proceso desarrolla una teoría con los
datos observados, frecuentemente denominada teoría fundamentada” (p. 9).

Por otra parte, la investigación cualitativa se caracteriza por ser


inductiva, lo que quiere decir que parte de la recolección de datos, los cuales
son descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas,
interacciones y conductas, obtenidos mediante la observación empírica,
cuya continuación construye a partir de las relaciones descubiertas, sus
categorías y proposiciones teóricas. En este sentido, pretende descubrir una
teoría que justifique los datos, mediante el estudio de los fenómenos
semejantes y diferentes analizados, pudiendo desarrollar una teoría
explicativa del fenómeno de estudio, que parte de una aproximación
holística, porque se busca considerar el “todo” sin reducirlo al estudio de sus
partes, siendo su objetivo, generar la transferibilidad por medio del mismo y
no la generalización científica (Taylor y Bogdan, 1987; Hernández, et al.,
2010).

Se toman estos aspectos como base teórica y metodológica para


justificar la selección de la metodología cualitativa como eje orientador de la
presente investigación, dado que responde al paradigma construccionista, el
cual forma parte de la perspectiva teórica psicosocial, que permite
comprender los sentimientos, emociones y puntos de vista en las
interacciones de los menores de edad que viven la experiencia de ser
dejados en Venezuela por sus padres migrantes. Aspectos subjetivos que no

47
podrían explorarse desde la metodología cuantitativa (Taylor y Bogdan,
1987).

III.2 Descripción del contexto de investigación y acceso a campo

Actualmente en Venezuela tras la gran crisis política, social y


económica que vive el país, se ha incrementado la migración de los
venezolanos de forma importante, trayendo consigo un nuevo fenómeno
psicosocial denominado “niñez dejada atrás”. En este sentido no hay
investigaciones realizadas, hasta el momento, orientadas a la comprensión
de las vivencias de éstos niños y adolescentes dejados por sus padres,
quienes deciden migrar de Venezuela; a pesar de ser un fenómeno que
afecta a muchas familias de los diferentes estados del país. (Saraiba, 2018).
Sin embargo, los pocos datos que se tienen al respecto arrojan que dentro
de la zona metropolitana de Caracas, específicamente en la cadena de
colegios de Fe y Alegría existen alrededor de 4.444 casos de jóvenes en
ésta situación (El Nacional, 2018), los cuales se incrementaron en una cifra
alarmante de 8.904 casos de niños y adolescentes en esta situación para el
2019. (Venezuela Awareness, 2019).

Datos que fueron tomados como referente para esta investigación, ya


que los participantes fueron contactados a través de los colegios Fe y
Alegría ubicados en la ciudad de Caracas; cadena de colegios destacada
por ser un movimiento de educación popular integral y promoción social,
insertada en medios populares y marginados (Fe y Alegría, 2018).

En este sentido, la inmersión a campo, tal como lo señala Hernández,


Fernández y Baptista (2010) comienza por adquirir el punto de vista “interno”
de los participantes, para posteriormente recabar datos sobre los conceptos,
el lenguaje, las maneras de expresión, historias y relaciones de los
participantes. Razón por la que el estudio se llevó a cabo en el entorno
natural de los participantes, (las instituciones académicas) con la finalidad de
analizar las vivencias de los niños y adolescentes desde su contexto.

48
Aunado a esto, en cuanto al proceso de inmersión inicial se utilizaron
técnicas de acercamiento como el rapport y la empatía, para el
establecimiento de vínculos adecuados con los participantes, buscando
establecer un clima de confianza (Hernández, et al., 2010). El cual se logró
gracias a repetidos encuentros con los participantes, en los que realizaron
las entrevistas presenciales a profundidad.

III.3 Método y diseño de Investigación

La presente investigación, se abordó bajo el enfoque de la Teoría


Fundamentada, la cual “utiliza un procedimiento sistemático cualitativo para
generar una teoría que explique en un nivel conceptual acciones e
interacciones de un área específica” (Hernández, et al., 2010; p.687).

La teoría fundamentada indaga en la construcción subjetiva de la


realidad del individuo, partiendo de sus experiencias para comprender el
fenómeno a estudiar desde sus vivencias y desde los significados atribuidos
a dicho fenómeno por parte de los mismos actores (Strauss y Corbin, 2002).

Esta teoría también denominada sustantiva o de rango medio, se


construye a partir de los datos empíricos y de las proposiciones teóricas que
surgen de la investigación, los cuales se aplican a un contexto concreto;
razón por la que su explicación a pesar de responder a un ámbito
determinado, posee un valor interpretativo reconocible y aporta nuevas
visiones sobre el fenómeno de estudio (Hernández, et al., 2006).

En este sentido, la teoría fundamentada exige identificar categorías


teóricas que son derivadas de los datos, mediante la utilización de un
método de comparación constante; el cual consiste en la derivación de
categorías teóricas que parten de las similitudes y diferencias de los mismos,
y las cuales ayudan a comprender la realidad a investigar (Glaser y Strauss,
1967).

49
Por otra parte, como diseño de la investigación se utilizó el diseño
emergente, el cual “asume que el fenómeno de estudio es una realidad
desconocida para el investigador, por lo que rechaza las posiciones
metodológicas elaboradas a priori que conciben el proceso de investigación
social de manera lineal” (Pérez, 2007, p.1). Aunado a lo anterior, se hizo
énfasis en que al tomar la perspectiva del otro como eje rector de la
investigación, esto implica a su vez que se toman en cuenta la existencia de
diversas visiones del fenómeno de estudio, los contenidos teóricos de los
autores que han investigado sobre el tema en cuestión, y el contexto como
aspecto fundamental para el diseño emergente ya que estima que “la
experiencia humana se perfila y tiene lugar en contextos particulares, de
manera que los acontecimientos y fenómenos no pueden ser comprendidos
adecuadamente si son separados de ellos” (Sandín, 2003, p.125).

El diseño emergente surge desde el planteamiento del problema, el


trabajo de campo, la recolección de datos, el análisis de los mismos, hasta
finalmente llegar a la teoría explicativa; pudiendo sufrir modificaciones a
medida que se va avanzando en el proceso investigativo, ya que dentro de
su carácter flexible permite ir realizando nuevos ajustes y considerar nuevos
escenarios y áreas que en un inicio no fueron previstos, pero que pueden
surgir a medida que se indaga en las vivencias de los participantes del
estudio (Pérez, 2007).

Por otra parte, es importante destacar que la presente investigación


se llevó a cabo como trabajo de grado, para el cumplimiento de los requisitos
estipulados por la escuela de psicología de la Universidad Metropolitana,
razón por la que la misma se realizó durante un período específico de
tiempo, llegando hasta un ordenamiento conceptual del fenómeno de
estudio.

III.4 Participantes

50
Para la selección de los participantes se tomó en cuenta el criterio de
edad, comprendido por niños y adolescentes entre 8 y 17 años de ambos
géneros, que cumplieron con la condición de tener uno o ambos padres en el
extranjero.

Además de esto, los participantes de esta investigación se


encontraban bajo el cuidado de uno de los padres no migrantes y en su
mayoría al cuidado de terceros. Así mismo todos se encontraban
escolarizados en la Red de Colegios Fe y Alegría: María Olaso, ubicado en
la parroquia la Vega, Padre Machado, ubicado en las Acacias, y el colegio
Don Pedro ubicado en San Agustín.

Con respecto a la muestra, se indagó en las vivencias de (8) ocho


niños y adolescentes “dejados atrás” por sus padres, de los cuales se obtuvo
la autorización de sus representantes a cargo (abuelos, hermanos mayores y
uno de los padres no migrante). En este sentido, se empleó el tipo de
muestreo no probabilístico de máxima variación como criterio de selección,
que “busca mostrar distintas perspectivas y representar la complejidad del
fenómeno estudiado, o bien documentar la diversidad para localizar
diferencias y coincidencias, patrones y particularidades” Creswell, Hektner,
Henderson y Huberman (citado en Hernández, et al., 2006, p. 387).

Para acceder a los participantes de las escuelas de Fe y Alegría, se


contó con el apoyo de las directoras de cada uno de los colegios, quienes
facilitaron el permiso para realizar las entrevistas dentro del contexto escolar,
quienes en conjunto con los docentes de la institución, proporcionaron la
información necesaria para realizar el contacto con los jóvenes que cumplían
con las características de la muestra.

Dicha muestra fue heterogénea en sexo y la diferencia de la edad, ya


que la investigación estuvo orientada a conocer las vivencias de niños y
adolescentes venezolanos de las escuelas Fe y Alegría, dejados atrás por
sus padres migrantes.

51
La siguiente tabla describe las características de los participantes, su
edad, sexo, grado académico, sus cuidadores actuales, el padre o madre
migrantes y el país destino de los mismos:

Tabla 1. Características de los participantes

N° Edad Sexo Grado Cuidadores Padre Destino


Emigrante

E1 9 años F Tercero Padre, Tío, Madre Perú


Abuela

E2 8 años M Tercero Abuelos Madre y Padre Ecuador

E3 9 años M Tercero Abuelos Madre y Padre Padre Ecuador


Madre Brasil

E4 11 años M Quinto Hermana Mayor Madre y Padre Madre Panamá


Padre Chile

E5 14 años F 2do Año Abuela, Madre Colombia


Padrastro

E6 14 años M 3er Año Abuela Madre y Padre Colombia

E7 17 años M 5to Año Hermana Mayor Madre y Padre Chile

E8 16 años F 4to Año Hermana Mayor Madre Colombia

III.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información

Se utilizó la entrevista a profundidad como técnica de recolección de


datos, la cual permitió profundizar en la experiencia de los participantes
como dejados atrás por uno o ambos padres migrantes, proporcionando así
una mayor comprensión del fenómeno de estudio. En este sentido, la
entrevista a profundidad se define como:
Reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los
informantes, encuentros estos dirigidos hacia la comprensión de las
perspectivas que tienen los informantes respecto a sus vidas,
experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias
palabras. Las entrevistas en profundidad siguen el modelo de una
conversación entre iguales, y no de un intercambio formal de
preguntas y respuestas (Taylor y Bogdan, 1992, p.1).

52
Por otra parte, Barriga (1995) señala que la entrevista a profundidad
opera bajo la suposición de que cada individuo resignifica sus experiencias a
partir de la forma en que se ha ido formando su esquema referencial. Lo que
permitió acceder a los conocimientos, percepciones y valoraciones de los
participantes en relación a su entorno y experiencia personal, considerando
la subjetividad de los mismos.

Así mismo, se empleó el tipo de entrevista semiestructurada, la cual


se caracteriza por ser una guía de preguntas abiertas, que pueden ser
modificadas por el entrevistador, teniendo la libertad incluso de introducir
preguntas nuevas a medida que avanza la investigación, para precisar
conceptos u obtener mayor información sobre los temas deseados
(Hernández, et al., 2010). Aspecto que permitió que los mismos participantes
guiaran la entrevista mediante su propio discurso para de esta manera
obtener información más detallada acerca del fenómeno de estudio y
conocer los significados que tienen los niños y adolescentes acerca de la
vivencia de ser dejados atrás por sus padres migrantes. Estas entrevistas
duraron por sesión entre 30 a 50 minutos aproximadamente, según la
disponibilidad de cada uno de los participantes de acuerdo a sus
responsabilidades académicas.

Por otra parte, es importante resaltar que el proceso de recolección


de datos fue un proceso extenso que tomó mucho tiempo y análisis siendo
este de aproximadamente seis meses; período durante el cual se realizaron
las entrevistas de forma presencial e individualmente en las instituciones
educativas, ya que estas forman parte del ambiente cotidiano de los
participantes, específicamente en espacios en los que estaban únicamente
presente el evaluador y el participante fomentando un clima de confianza
que permitió que los mismos expusieran aspectos muy personales, siendo
en ocasiones: salones de clases, espacio de psicopedagogía, dirección y
aula de profesores. Aspecto que facilitó una mejor comunicación en los

53
segundos encuentros con los participantes. En cuanto a las entrevistas, las
mismas se iniciaron estableciendo rapport con los participantes a quienes se
les solicitó el permiso para grabar sus narraciones, haciendo énfasis en el
anonimato y resguardo de sus datos personales, explicando la importancia
de sus experiencias como hijos de padres migrantes en Venezuela a cargo
de un solo padre o terceros, para efectos de la investigación.

En este sentido, se realizó un guión de preguntas orientadoras.


(Anexo Nº 1) de acuerdo con los objetivos de la investigación, el cual sirvió
de base para profundizar en las vivencias de ser “dejados atrás”. En este
sentido, se comenzó cada entrevista con preguntas abiertas, respetando la
información que iba emergiendo de cada participante y se culminó con
preguntas más específicas. Siendo esta parte del proceso investigativo
orientado principalmente en función del discurso de cada participante, por lo
que el guión fue modificado de acuerdo a la información suministrada por los
mismos, por lo que este proceso se tornó muy enriquecedor para la
investigación.

III.6. Técnicas de Procesamiento de la Información

Una vez realizadas las entrevistas, para el procesamiento y análisis


de la información se utilizó el método de Comparación Constante, el cual
consiste en codificar los datos para así tener un descripción más completa
de estos; en este sentido, se procedió en primer lugar a comparar los
incidentes o acciones aplicables a cada categoría (Hernández, et al. 2010;
Glasser y Strauss, 1967). Entendiendo como categorías, a los “conceptos
derivados de los datos, que representan fenómenos” (Strauss y Corbin,
2002, p.124). Para ello, en primer lugar se realizó la codificación abierta de
los datos para luego pasar a la codificación axial y poder realizar un
ordenamiento conceptual de los mismos, para luego finalizar con la
discusión teórica de los datos encontrados.

54
Es importante destacar que dicho proceso de codificación implica,
“además de identificar experiencias o conceptos en segmentos de los datos
(unidades), decidir qué piezas se ajustan entre sí para ser categorizadas,
codificadas, clasificadas y agrupadas para conformar los patrones que serán
empleados con el fin de interpretar los datos” (Hernández et al., 2010,
p.449).

En base a lo anterior, se procedió a realizar la codificación abierta de


los mismos, la cual consistió en integrar estas categorías junto a sus
propiedades y dimensiones, de las cuales surgieron las subcategorías,
proporcionando información en cuanto a cuándo, dónde, por qué y cómo es
probable que ocurra un fenómeno (Strauss y Corbin, 2002). Lo que en otras
palabras, consistió en agrupar las ideas similares presentes en las narrativas
de los entrevistados, para luego darles un nombre común que reflejara la
experiencia de los mismos en torno a cada uno de los temas que fueron
emergiendo en el fenómeno de estudio, lo que permitió estudiar las
relaciones y diferencias entre los distintos relatos de los participantes,
pudiendo darle una estructura conceptual al conocimiento que se iba
generando.

En este sentido, el análisis de estos datos a partir de la comparación


constante, permitió llegar a la codificación axial, en la que de acuerdo con
Hernández et al., (2010):

Se agrupan las piezas de los datos identificados y separados por el


investigador en la codificación abierta, para crear conexiones entre
categorías y temas; construyendo un modelo del fenómeno que
incluye las condiciones en que ocurre o no ocurre, el contexto, las
acciones que lo describen y sus consecuencias. (p.494)

Se pudo realizar la codificación axial, en la que se relacionan las


categorías con sus subcategorías. “Esta codificación ocurre alrededor del eje
de una categoría, y enlaza las categorías en cuanto a sus propiedades y
dimensiones” Strauss y Corbin (2002, p.134).

55
Para la codificación axial se realizó un mapa con cada una de las
categorías que hacen mención al proceso de ser dejado atrás, iniciado
desde el proceso de planificación el viaje, la partida de los padres y
posteriormente el contexto socio-familiar posterior a la emigración de los
padres como eje central, respondiendo así a los objetivos específicos de la
investigación: identificar las emociones y sentimientos presentes durante
todo el proceso (antes, durante y después de la emigración de los padres),
describir el estilo de vida de los jóvenes en su nuevo ambiente familiar,
conocer los significados que construyen relacionados al proceso de ser
dejados al cuidado de terceros o de un sólo padre, las consecuencias
atribuidas a la emigración de sus padres y las expectativas de estos jóvenes,
frente a la nueva situación que experimentan. (Anexo N° 2). Así mismo se
realizaron esquemas adicionales en cuanto a aspectos relevantes que
surgieron de la narrativa de los participantes como: comunicación de la
decisión por parte de los padres, y la estructura previa y posterior a la
emigración de estos.

En este sentido, esta investigación tiene un alcance a nivel de


organización conceptual, la cual se “genera en base al contenido descriptivo
para poder entender las experiencias vividas por cada participante” Strauss y
Corbin (2002, p.25). Siendo este uno de los estudios pioneros en el tema
dado a la naturaleza del fenómeno el cual en la actualidad continúa en
constante desarrollo.

III.7. Descripción del Procedimiento para la Investigación

Como ciudadana venezolana inmersa en el contexto que experimenta


el país y estudiante de psicología del último año de carrera, he tenido
contacto con allegados, familiares y amigos que dado a la situación actual en
la que se encuentran en Venezuela, deciden migrar hacia otros países
dejando a sus hijos con algún otro miembro de la familia; hecho que llamó
profundamente mi atención ya que comenzó a ser una práctica bastante
frecuente incluso con niños menores de 10 años y adolescentes de todas las

56
edades. En vista de esto, me propuse realizar una revisión de la literatura y
antecedentes nacionales relacionados con estos niños y adolescentes
dejados en Venezuela por sus padres, a cargo de otros cuidadores,
consiguiendo únicamente noticias por parte de algunas organizaciones como
Cecodap, Aldeas Infantiles y la cadena de colegios de Fe y Alegría, pero sin
encontrar investigaciones con aval científico que aborden este fenómeno
psicosocial. Aspecto que me llevó a ampliar mi búsqueda y conseguir
diversas investigaciones a nivel mundial con énfasis especial en América
Latina, específicamente en países con culturas migratorias de larga data
como México, lo que incrementó mi interés por el tema como problemática
venezolana que comienza a acentuarse.

A partir de ese momento me planteé realizar la presente


investigación cualitativa, utilizando la teoría fundamentada y el diseño
emergente como bases metodológicas. Aunado a esto, el proceso de
recolección de datos, se realizó por medio de entrevistas semiestructuradas
a profundidad, las cuales se llevaron a cabo en ambientes naturales para los
participantes, (como lo son las instituciones académicas a las cuales asisten
diariamente) las cuales se pudieron llevar a cabo luego de contactar con las
directoras de cada uno de los planteles y solicitar su aprobación para la
realización del estudio dentro de sus instalaciones, quienes a su vez
proporcionaron los datos de los niños y adolescentes con uno o ambos
padres fuera del país. Estas entrevistas posteriormente fueron grabadas
luego de solicitar el permiso de los entrevistados para tener el registro
textual de cada uno de sus verbatims y significados en torno al área de
investigación.

Por otra parte, fueron entregadas las autorizaciones a los profesores


de cada participante para ser firmadas por los representantes a cargo, las
cuales fueron entregadas nuevamente a los profesores y posteriormente al
investigador. Así mismo, la muestra utilizada fue de máxima variación, con la
finalidad de conocer todas las visiones y perspectivas de los entrevistados,
para posteriormente pasar a transcribir las entrevistas a través de la

57
codificación abierta, por medio del método de comparación constante y bajo
la auditoría externa de un experto en el área: crear categorías,
subcategorías y dimensiones. Considerando como parte del procedimiento,
el consenso en conjunto con el tutor de la investigación para decidir cuál
sería el próximo participante a escoger según los aspectos que fueron
emergiendo del estudio hasta finalizar la investigación, para finalmente llegar
a la codificación axial de los datos encontrados en torno a los “dejados atrás”
en Venezuela y formar el mapa, para finalmente concluir con la discusión de
los datos encontrados.

III.8. Criterios de calidad del estudio

La validez o confiabilidad de este estudio está determinada por los


criterios de dependencia, confirmabilidad y transferencia, destacados por
Hernández, et al. (2010) como aspectos fundamentales en cuanto al rigor de
las investigaciones de tipo cualitativas.

Por lo tanto, se buscó cumplir con la dependencia o también


denominada consistencia lógica, la cual hace referencia al grado en que
diferentes investigadores que recolectan datos similares en el campo y
efectúan los mismos análisis, generan resultados equivalentes. Franklin y
Ballau 2005 (citado en Hernández, et al., 2010). Aspecto, que en este caso
se cumplió a través de las auditorías externas continuas tanto con el tutor,
como con un experto en el área; con la finalidad de evitar los sesgos por
parte del investigador a la hora de interpretar los datos obtenidos de las
entrevistas.

Aunado a lo anterior, tal como lo señalan Hernández, et al., (2010)


evitar que las creencias y opiniones del entrevistador afecten la coherencia y
sistematización de las interpretaciones de los datos, así como considerar
todos los datos encontrados y no establecer conclusiones antes de que los
datos sean analizados, fueron otros elementos tomados en consideración
para cumplir con el criterio de dependencia.

58
En cuanto a la confirmabilidad, definida por Mertens (citado en
Hernández et al. 2010) como la minimización de sesgos y tendencias del
investigador, relacionado con la credibilidad. Por medio de las auditorías que
se realizaron durante todo el proceso de investigación, en las que se
revisaran los verbatims y codificaciones elaboradas para evitar cualquier
prejuicio o sesgo que pueda surgir del investigador se estaría asegurando
dicho criterio.

Finalmente, con la finalidad de que el lector pueda contar con más


elementos para evaluar la posibilidad de transferencia, como investigadora
describo en este estudio con toda amplitud y precisión: el ambiente, los
participantes y materiales utilizados al momento de la investigación. Por otra
parte, es importante destacar que la transferencia de un estudio de
investigación nunca será total, puesto que no existen dos contextos iguales,
sin embargo, el objetivo de este criterio de validez es que esta logre ser
parcial (Hernández, et al. 2010).

III.9 Consideraciones éticas

La presente investigación es de carácter académico, realizada con la


finalidad de optar por el título de Licenciatura en Psicología y de aportar
conocimientos científicos sobre el fenómeno psicosocial venezolano
denominado “niñez dejada atrás”; se conduce a través de las
consideraciones éticas contempladas en el Código de Ética Profesional del
Psicólogo, contemplado por la Federación de Psicólogos de Venezuela en
1981, asumiendo en consecuencia el compromiso y la responsabilidad de
dar cumplimiento a los principales artículos que este código destaca en
cuanto al área de investigación, siendo fiel a los más elevados principios
éticos y científicos, tal como se señala en su Artículo 54.

Así mismo, en cumplimiento con el Artículo 55, este estudio contó con
la supervisión y auditoría de expertos en el área de investigación cualitativa,
durante todo el proceso de investigación, incluyendo al tutor de la misma.

59
Profesionales que están técnicamente preparados para evaluar el
comportamiento humano y científicamente calificado para guiar dicho
proceso. Lo que asegura la obtención de calidad científica, a la cual se llega
mediante la utilización de métodos y técnicas aprobadas y validadas por
expertos, condición que contribuye al desarrollo de la ciencia y se contempla
en los artículos 5 y 11.

Artículo 55: La investigación en Psicología deberá ser realizada y


supervisada por personas técnicamente entrenadas y científicamente
calificadas.

Artículo 5: “El Psicólogo está obligado a ejercer su profesión en condiciones


morales y materiales que garantice la calidad científica de la misma y los
eminentes fines humanos que deben caracterizarle” (p.1).

Artículo 11: “El Psicólogo debe presentar la información psicológica de


manera objetiva y precisa” (p.1).

Por otra parte, los participantes del estudio que formaron parte de la
muestra lo hicieron de forma voluntaria, cuya participación fue autorizada por
parte de sus representantes temporales, por ser menores de edad.
Respetando en este sentido, lo expresado a continuación:

Artículo 57: Para proteger la integridad física y mental de la persona, la


experimentación con humanos debe cumplir los siguientes requisitos:
a) Toda persona debe expresar con absoluta libertad su voluntad de aceptar
o rechazar su condición de sujeto de experimentación.
b) Debe tener la facultad de suspender la experiencia en cualquier momento.
c) Debe estar suficientemente informado acerca de la naturaleza, alcance,
fines y consecuencias que pudieran esperarse de la experimentación,
excepto en aquellos casos en que la información pudiera alterar los
resultados de la misma.
d) Debe garantizarse la asistencia médica y psicológica necesaria durante

60
todo el tiempo que dure la experimentación, y aún después de concluida
ésta, por las consecuencias que puedan resultar de la misma.
e) Deben establecerse procedimientos que permitan compensarle por los
riesgos que se deriven de la experiencia efectuada (p. 3)

Artículo 60: El investigador deberá garantizar el anonimato de las respuestas


de los sujetos sometidos a investigaciones y evitar aminorar la posibilidad de
cualquier daño moral a aquellos”(p. 4).

Por último, esta investigación está orientada a generar un aporte


científico, razón por lo que los resultados del presente estudio serán
compartidos con otros investigadores y profesionales de la psicología. En
cumplimiento con el artículo 63, el cual establece: “Como científico, el
Psicólogo debe, en lo posible, comunicar los resultados de su investigación a
otros investigadores” (p. 4).

61
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE DATOS DE LA INVESTIGACIÓN

Conocer las vivencias de los niños y adolescentes dejados en


Venezuela en sectores populares como: La Vega, San Agustín y Las
Acacias por sus padres migrantes, pasa por conocer cómo son
experimentados cada uno de los momentos que forman parte de esta
experiencia que se inicia con el proceso de separación entre padres e hijos,
para luego mantener una relación con los mismos sostenida en la distancia,
donde su contexto más próximo pasa a estar conformado por figuras como:
tíos, abuelos y hermanos mayores quienes quedan a cargo de su crianza.
En este sentido, tal como lo señala Niemeyer, (2004) la relación que existe
entre los sujetos que participan de una cultura común, y que desde su propia
experiencia y subjetividad van construyendo realidades en el lenguaje social,
permite conocer las vivencias y las distinciones que se tienen respecto a lo
que para ellos es significativo.

En este capítulo se expone la organización conceptual extraída de los


relatos de los participantes y el análisis de los mismos arrojando así los
resultados de la investigación que corresponden a sus vivencias como
dejados atrás. A continuación se presentan las tres grandes categorías que
conforman el estudio, con sus respectivas subcategorías en torno a los niños
y adolescentes dejados en Venezuela por sus padres migrantes. La primera
categoría se denominó: Planificación del viaje de los padres. Categoría
que describe el proceso previo a la emigración de los padres, abordando la
comunicación de la decisión de emigrar de los padres a sus hijos como
aspecto significativo, la participación de los niños y adolescentes en la
planificación del viaje, cómo se desarrolla la partida de los padres, las
emociones experimentadas en este momento, los síntomas físicos que
algunos participantes manifiestan experimentar luego de la partida de los
padres y finalmente se exponen los significados que los niños y
adolescentes construyen en torno a la decisión de emigrar por parte de sus
padres. La segunda categoría se denominó: Contexto socio-familiar, en

62
ella se exponen los aspectos significativos descritos por los entrevistados
como parte de su núcleo familiar con sus padres y posteriormente con
quienes son actualmente sus cuidadores, ubicando los cambios dentro de su
estilo de vida actual, en el área: académica, de alimentación y salud como
aspectos destacados dentro de sus narraciones; así como se describen las
relaciones a distancia con sus padres y la convivencia con sus cuidadores;
mencionando las emociones y sentimientos que estos experimentan en torno
a su vivencia. Y como tercera categoría se abordan las Consecuencias y
Expectativas que experimentan los participantes ante este proceso de
cambios, entre ellos: el rol que asumen los cuidadores, en especial la figura
femenina, la inestabilidad de estos como figuras de apoyo familiar en
algunos de los casos, las múltiples separaciones que afrontan de manera
simultánea, las necesidades que manifiestan estando al cuidado de
familiares y la adaptación a estos cambios como parte del proceso, así como
las expectativas en torno a sus padres.

IV.1 Planificación del viaje de los padres

Entre los significados narrados por los entrevistados la palabra


“Comunicación” cobró una importancia vital durante el proceso de planificar
el viaje debido a que es a través del acto de comunicar la decisión de
emigrar que los niños niñas y adolescentes se preparan para experimentar la
separación física de sus padres y se asoma por primera vez la posibilidad de
que los menores de edad queden al cuidado de familiares cercanos, quienes
pasan a ser sus cuidadores. Para Luckmann, 1967 (citado en García, 2015),
la realidad cotidiana se encuentra dominada por la acción y la comunicación,
esto debido a que concibe al individuo en permanente vínculo e interacción
con sus semejantes, interacción a partir de la cual los sujetos construyen la
sociedad y estos a su vez son construidos por esta. En base a esto,
establece como una de las características generales del construccionismo
social que las experiencias de los sujetos en el mundo son en principio
procesos sociales; siendo la interacción de la vida cotidiana determinante en
los conocimientos incorporados por los sujetos.

63
En este orden de ideas, al analizar la narrativa de los participantes del
estudio en torno a la comunicación de la decisión de emigrar parte de sus
padres. Se identificaron tres formas de realizarlo: con anticipación a la fecha
de partida, el mismo día en el que emigran hacia otro país y los que no lo
comunican. Pudiéndose visualizar de forma más clara en la siguiente tabla:

Tabla 2. Comunicación de la decisión de emigrar

IV.1.1 Padres que comunican la decisión de emigrar con anticipación

Cuatro de ocho participantes expresan haber sido informados con


anticipación al menos por uno de sus dos padres migrantes, quienes
informaron el país destino como parte de la agenda migratoria:

64
"Mi mamá me dijo en el 2016 que en algún momento se iban a ir a Colombia" (E6).
"Bueno, ya tenían dos años planificando el viaje a Chile y un día ella llegó a la casa
y me dijo, me voy del país en dos meses. Y después cuando mi papá se iba, me
enteré el mismo día de mi cumpleaños el 23 de enero, me dijo que se iba a ir en
unos meses" (E7).
“Mi mamá me había dicho que se iba a ir a Perú” (E1).
“Ella me decía que ya pronto se iba a ir a Ecuador, que me iba extrañar mucho, que
muy pronto voy a ir para allá con ella” (E2).

Aunado a esto, como parte de comunicar el plan de irse del país y


encontrar mejores opciones de vida fuera de Venezuela, una de las
participantes expresa que esta decisión por parte de su madre no sólo fue
informada, sino que se llevó a cabo bajo un consenso familiar, en este
sentido ella expresa:

"Ella me decía, ¿hija que te parece? Me están invitando a irme fuera del país,
después nos sentó a los seis y nos explicó, nos planteó el problema y dijo que si
estábamos de acuerdo o no y todos dijimos que sí. Porque ella dice que tampoco se
podía ir así, sin plantearnos las cosas a nosotros” (E8).

Así mismo, dos de los participantes relatan que en esta ocasión sus
padres les proponen la opción de emigrar junto a ellos, propuesta a la que
ambos deciden rechazar, escogiendo así la opción de quedarse en
Venezuela con sus abuelas maternas, otorgándole importancia al hecho de
dejarlas solas e incluirlas en el proceso de emigración familiar:

"Me dieron dos opciones. Irme con ellos y venir a visitar a mi abuela. O quedarme y
visitarlos a ellos. Me dijo que si yo me quería ir, y yo le dije que no que yo no iba a
dejar a mi abuela aquí" (E6).
“Ella me dijo que si yo me quería ir, y yo le dije que no que yo no iba a dejar a mi
abuela aquí, que si nos íbamos nos llevábamos a mi abuela. Y ella me dijo que no
se podía así, que teníamos que irnos uno, después la otra y después llevarnos a los
demás” (E5).

Adicionalmente, se identificaron dos formas en la que los padres


emigran de acuerdo a la relación de los mismos. Por una parte se

65
encuentran los padres que mantienen una relación de pareja para el
momento de la partida y deciden emigrar al mismo destino, como lo relatan
tres de los participantes:

“Mi mamá se fue primero para Ecuador y luego se fue mi papá”. (E2)
“Se fueron los dos para Chile, mi mamá se fue hace 7 meses y mi papa hace 4
meses” (E7)
“Sí, los dos tiene un año que se fueron a Colombia, se fueron juntos” (E6)

Mientras que los padres que se encuentran separados para el


momento de emigrar escogen destinos diferentes, como lo narran dos de
los entrevistados:

“Primero se fue mi papá para Ecuador, después se fue mi mamá para Brasil” (E3)
“Mi papá se fue hace unos meses para Chile y mi mamá se fue para Panamá en
febrero” (E4)

En base a lo anteriormente expuesto, se encontró como parte del


proceso de planificación del viaje la participación de los niños y
adolescentes, siendo manifestado por los participantes que fueron
informados con tiempo de anticipación sobre la decisión de emigrar de sus
padres, por lo que estos fueron incluidos de distintas formas en los
preparativos del viaje. Relatando:

“Este primero yo la estaba acompañando a pagar el pasaje con mi papá y mi


familia, con mi tía y mi prima” (E1)
“Yo la acompañaba por allá lejísimo para la cédula” (E3)
"Buscábamos lo del permiso, lo del pasaporte, lo que tenían que llevarse...Todo
eso" (E7)
“La acompañé a sacar su cédula y la partida de nacimiento para el viaje”. (E2)
“Bueno en la semana en que ella me dijo eso fue puro trajín, de salir para acá y
para allá… Comprar esto y aquello... Yo salía con ella… Buscábamos lo del
permiso, lo del pasaporte, lo que tenía que llevarse, la comida que ella se iba a
llevar para el camino. Todo eso” (E5).

66
IV.1.2 Padres que comunican la decisión tomada al momento de
emigrar
Por otra parte, en cuanto a los padres que informan sus planes de irse
del país el mismo día en que emigran, dos niños y una adolescente relatan
haber sido informados sobre la decisión tomada por sus padres de irse de
Venezuela al último momento. A continuación se exponen breves relatos de
los participantes entrevistados en estas condiciones:

“Me dejó fue una nota en el cuaderno el mismo día que se fue”
(E3) de 9 años estudiante de tercer grado perteneciente al Colegio Fe y
Alegría María Olaso en la parroquia La Vega, quien tiene una hermana
menor de 6 años, ambos bajo el cuidado de sus dos abuelos y su tío, narra
con lágrimas en los ojos el momento en el que se enteró que su padre había
emigrado a Ecuador, expresando que la carta decía: “te quiero mucho hijo y
lo otro no me acuerdo”. Razón por la que no pudo despedirse de su padre,
teniendo como referencia temporal que eso sucedió “cuando yo estaba en
primer grado con la profesora María”. A su vez, al ahondar en cómo se sintió
en ese momento expresa “triste”. Luego de esto narra que vive un tiempo
con su madre y su hermana pequeña cuidando la casa de un señor que
también había emigrado del país, hasta el momento en el que también se
separa de su madre quien emigra a Brasil, destacando “ella sí me lo dijo”.

"Ella salió a comprar el pasaje… Y nosotros no sabíamos y


bueno ese mismo día que se fue me enteré (E8) de 16 años de edad
estudiante de cuarto año de ciclo diversificado del Colegio Fe y Alegría Don
Pedro, en la parroquia San Agustín, la cuarta de seis hermanos, un hermano
de 25 años quien se fue junto a su madre para Colombia, otro de 18 años
quien también emigra al mismo país en compañía de su madre, su hermana
de 24 años con quien vive actualmente, y dos hermanos menores de 14 y 13
años respectivamente que se encuentran viviendo con su padre en
Venezuela. Al indagar sobre la planificación del viaje de la madre quien los
ha criado junto a su padrastro también emigrante, expresa que a pesar de

67
que les había consultado a todos sobre su decisión de emigrar, nunca le
comentó le fecha de su viaje. Expresando en relación a este momento: “Ella
le dijo fue a mi hermana mayor, a la que se quedó conmigo aquí en
Venezuela. A mí me llamó y me dijo que ya se iba, me dijo que la ayudara a
arreglar la maleta y eso ese mismo día”.

"Cuando estaba en el aeropuerto me llamó para decirme, pero


no se escuchaba bien y le dije que luego hablábamos" (E4) de 11 años
estudiante de quinto grado del Colegio Fe y Alegría María Olaso en la
parroquia La Vega, hijo menor de tres hermanos: un hermano mayor de 20
años quien emigra a Panamá y deja a su hija de dos meses en Venezuela
con su madre, y una hermana mayor de 24 años quien está bajo su cuidado
en ausencia de la madre actualmente. Expresa al indagar sobre cómo se
entera de que su padre también decide emigrar del país de forma
normalizada que su padre le informa de su viaje al momento previo de
subirse al avión, pero que no se escuchaba bien debido a la mala señal y a
que ya debía abordar el mismo.

En base a lo anterior, El Nacional (2018) señala en una entrevista


realizada al coordinador general de Cecodap, que es desaconsejable no
decir nada o decirlo en el último momento, así como también hace énfasis
en mantener una comunicación constante con los niños luego del proceso
migratorio. Aspecto que también se señala en (Papagayo News 2018) como
agravante de la situación dado que los padres se van pero no comunican
con transparencia sus planes, ni su agenda migratoria. En este sentido de
acuerdo a las observaciones y las narraciones de los participantes, esta
forma de comunicar el viaje podría considerarse abrupta y generadora de un
estado de desconcierto, por ser una noticia que no se esperan y que por
ende no han tenido el tiempo de asimilar.

IV.1.3 Padres que no comunican la decisión de emigrar

68
No obstante, algunos padres deciden no comunicar su partida fuera
de las fronteras venezolanas, por lo que en estos casos los participantes del
estudio expresan cuatro variantes: saber que los padres emigraron luego de
que están en el país destino, ser informados por otros familiares, haberse
enterado “por casualidad”, y nunca haber sido informados sobre la
posibilidad de que sus padres emigraran de forma definitiva. A continuación
se presentan breves relatos de los participantes en estas condiciones:

“Cuando mi papá llegó a Ecuador fue que me dijo"(E2) de 8 años


estudiante de tercer grado del Colegio María Olaso en la parroquia La Vega,
quien está bajo el cuidado de sus dos abuelos, manifiesta que luego de que
su madre emigra y vive un tiempo con sus abuelos, al tiempo el padre
también decide emigrar a Ecuador y se entera por parte de sus abuelos, en
base a esto expresa: “Yo me enteré fue porque mis abuelos de Artigas
me dijeron, él no me había dicho que se iba, me puse triste, porque yo
pensando que él estaba allí y quería ir para la casa de él”. Porque
vivíamos en casas separadas”. Lo que demuestra que tal como lo destaca
Peña: “Los padres están comunicando poco o nada de sus planes
migratorios a sus hijos. Los niños saben que los papás se fueron, pero no
tienen muy claro si vienen o no, ya que se están marchando casi sin avisar”
(p.1).

En este sentido, se comienza a vislumbrar el hecho de la exclusión


de la participación del niño en la planificación del viaje como consecuencia
del desconocimiento de la partida de los mismos hasta que otra persona le
informa sobre la decisión tomada por su padre, por lo que el conocer la
opinión del niño sobre su mudanza a otro país no es el proceder, sino por el
contrario es llevado a cabo de forma arbitraria. Por otra parte, al
comunicarse con su padre, este relata lo siguiente: “me dijo que: perdón por
no decirme que él tenía mucho trabajo” (E2).

“Ese día yo me enteré de casualidad porque me paré a las tres de


la mañana a tomar agua y yo vi que ella estaba llorando con mi

69
hermana por mi sobrina y por mí y por mi papá, porque estaba triste de
que mi papá estuviese lejos también”. (E4) expresa al ahondar en cómo
transcurrió el día en que conoce la noticia, relatando en relación a la omisión
de esta información por parte de su madre lo siguiente: "Mi mamá me dijo
que me iba a dar una sorpresa para que no llorara”. Lo que pareciera reflejar
una relación establecida por parte de la misma entre: evitar el dolor de la
separación equivalente a no comunicar la decisión de emigrar.

Siendo esta situación experimentada en oportunidades consecutivas


con su madre, debido a que la misma al cumplir los seis meses en Panamá
regresa por un período corto de tiempo a Venezuela y en el momento en el
que nuevamente decide retornar al extranjero no lo comunica. A lo que
expresa: “Ella esa vez se fue a las ocho de la mañana y yo no me di cuenta
y en lo que ella llegó me llamó” (E4.)

“Yo me entero que ella decide irse porque ella viene y me dice
(eso a ella le salió así de momentico) que ella iba a buscar mercancía y
se venía…” (E5) de 14 años estudiante de tercer año de Bachillerato en el
Colegio Fe y Alegría Padre Machado ubicado en Las Acacias, es la mayor
de cuatro hermanos, una hermana de 12 años y dos hermanos pequeños de
ocho y seis años respectivamente; narra con lágrimas en los ojos que la
decisión de emigrar de su madre nunca le fue informada, debido a que esta
le comunicó de forma repentina dos semanas antes de irse que se iba a
Colombia a comprar mercancía y regresaba. Hecho que nunca sucedió
puesto que su madre decidió quedarse en el país vecino. A lo que expresa:
“Bueno en su trabajo ella había metido un reposo, por eso yo estaba
confiada que ella iba a volver, que ella iba a estar aquí y broma y se
quedó…” En relación a este aspecto se indaga en qué le comunicaba la
madre a medida que iba transcurriendo el tiempo fuera del país, a lo que
relata con nostalgia en relación a la falta de comunicación por parte de la
madre sobre su emigración del país: “Dijo no, me voy el martes, no me voy
el otro martes, el otro, el otro hasta que se quedó. Ella todos los días decía
que se venía los martes, pero no se vino (lágrimas)”. Para el momento de la

70
entrevista de acuerdo al relato y la observación en (E5) llamó la atención al
evaluador que desde antes de iniciarse la misma, está se encontraba
llorando… Por lo que se indaga sobre el motivo de su tristeza y relata: “es
por esta situación de mi mamá, me he sentido mal”. Lo que refleja un
malestar debido a la falta de comunicación por parte de su madre sobre sus
verdaderos planes de irse del país los cuales nunca fueron expresados;
utilizando así el posponer su regreso a Venezuela como esperanza, la cual
con el tiempo no se logra mantener. Adicionalmente se pudo conocer que
desde aproximadamente un año desde que su madre emigra, no había
compartido esta situación con ninguna persona de su entorno a nivel
académico a excepción de su profesor guía y su familia.

De este modo, a pesar de que el coordinador de Cecodap, destaca en


El Nacional (2018) que algunos padres al momento de tomar la decisión de
marcharse acuerdan con un miembro de la familia quién se hará cargo del
infante; se pudo conocer que algunos padres se están marchando incluso
sin realizar una planificación de su viaje y sin comunicar la decisión de
emigrar tanto a sus hijos quienes quedan a cargo de otro familiar sin haber
sido preparados para la separación, como incluso sin avisar a los familiares
que asumen la responsabilidad del cuidado de los menores de edad. Por
otra parte, dentro de este marco contextual es importante destacar que los
familiares que se encuentran bajo el cuidado de estos menores de edad
están asumiendo la crianza de los mismos mientras los padres se
encuentran ausentes por un tiempo indefinido, lo que los ubica tal como lo
establece Sanín (2013) en una condición de “desamparo” debido a que este
término engloba a los menores de edad que se encuentran privados de la
presencia de sus padres biológicos por diferentes motivos atribuidos a
situaciones de carácter social como lo es en este caso la emigración,
incluyendo la violación de sus derechos humanos, siendo la condición de
siete de los ocho participantes del estudio. Por consiguiente desde este
momento está siendo violado el derecho a ser criados y cuidados por su

71
padres, sin excepción, por el simple hecho de ser seres humanos, tal como
lo establece las (UNICEF, s.f).

Adicionalmente, en cuanto al área legal es importante resaltar que los


entrevistados manifiestan que sus padres no llevaron a cabo un proceso de
colocación familiar bajo la modalidad de entrega voluntaria a un tercero
como lo establece la Lopnna cuando ambos padres emigran del país; ni es
llevado a cabo el “ejercicio unilateral de la paternidad” en el caso en el que
uno de los padres se queda a cargo del menor de edad (Efecto Cocuyo,
2018). Lo que agrava esta situación a nivel jurídico debido a que al no tener
el documento requerido no existen garantías de que los niños y
adolescentes puedan tener acceso a todos sus derechos. En base a lo
anterior es importante que los padres que emigran del país y deciden dejar a
sus hijos en Venezuela, tengan información sobre el proceso legal que
deben realizar, debido a que los “permisos y los poderes” no son correctos a
nivel jurídico, debido a que las responsabilidades de los padres son
indelegables e irrenunciables (Venezuela Awareness, 2018).

IV.1.4 Partida de los padres emigrantes: “Cuando se iba me dijo que me


cuidara mucho y que cualquier cosa hablábamos por mi tablet”

Se entiende como partida, al proceso de separación entre los padres


migrantes y sus hijos dejados en Venezuela al irse del país, momento
importante en el que se pudieron identificar tres puntos que se suceden uno
tras otro durante el mismo día de acuerdo con la narrativa de los
participantes, que van desde: la dinámica de despedida, pasando por el
establecimiento de acuerdos y del medio de contacto hasta finalmente
experimentar algunos síntomas a partir de este momento, como se muestra
en el siguiente orden:

72
Tabla 3. Partida de padres emigrantes

IV.1.4.1 Dinámica de despedida

Dentro del marco contextual de la partida de los padres, la dinámica


de despedida se posiciona como el momento previo a la pérdida del contacto
físico con las personas más significativas para los niños, niñas y
adolescentes del estudio: sus padres. En relación a este primer punto, cuatro
de los entrevistados narran algunas similitudes en cuanto a su dinámica de
despedida, caracterizadas por un compartir familiar previo:
“Nosotros nos levantamos, comimos y después fuimos en una camioneta hacia el
aeropuerto, cuando llegamos allá también comimos unos helados y después que
ella se fue y me puse a llorar” (E2).
“Cuando ella se fue nosotros la fuimos a acompañar, fuimos todos sus hijos y
almorzamos todos en la calle porque ella se iba en la tarde. Y compartimos con ella
antes de que se fuera” (E8).
“Bajaron todos menos mi tío grandote, él se despidió allá, de ahí bajó mi tía de
Guarenas a despedir a mi mamá, bajó mi abuela, y mis otros tíos” (E3).
“Temprano fuimos a buscar a mi tío que tiene un carro y nos quedamos ahí hasta
tarde todos (mis tíos, mi abuela, mis hermanos mis papás y yo) y después subimos
al auto y llegamos a una estación de bus que los iba a llevar hasta Colombia, y
después mi mamá y yo esperamos hasta la noche y se fueron con mi tía, mi tío, mis
hermanos, mi primita, mi primo y mi otra prima mayor” (E6).

73
Al respecto, Brazzoduro (2018) señala que las despedidas suponen
distintos tipos de rupturas, entre ellas: rupturas de las formas cotidianas
correspondientes a los hábitos, de las tradiciones familiares y rupturas de los
afectos. Es decir de todos aquellos aspectos que contribuyen al sentimiento
de estabilidad y pertenencia. Por lo que se genera un cambio, en cuanto a la
vida conocida para los niños y adolescentes en esta condición.

IV.1.4.2 Establecimiento de acuerdos y del medio de contacto

Por otra parte, como segundo punto durante la despedida, se lleva a


cabo en algunos casos el establecimiento de acuerdos realizados por parte
de los padres a sus hijos antes de marcharse fuera de las fronteras
venezolanas. En relación a esto, tres de los entrevistados narran un posible
reencuentro en el país escogido como destino por sus padres:

“Me dijo de que pronto me llevaría para allá para Ecuador. Ella dijo que
después que ella se fuera yo voy a ir” (E2).
“Ella nos había dicho que después que ella estuviera en un lugar bien
establecido donde pudiéramos tener una comodidad todos, ella dice que
nos venía a buscar. Y bueno sólo estamos esperando que venga” (E8).

Adicionalmente, uno de los participantes expresa que el acuerdo fue


reencontrarse en Venezuela: “Mi mamá me dijo: tranquilízate que yo vengo
muy pronto y no te pongas triste porque eso es muy malo para mí” (E4). Así
mismo, el establecimiento del medio de contacto es puntualizado en este
momento según lo relata una de las participantes: “Cuando se iba me dijo
que me cuidara mucho y que cualquier cosa hablábamos por mi tablet”. (E1),
expresando a su vez la necesidad de crearse una red social: "Me tuvieron
que crear un facebook porque cómo iba a hablar con mi mamá si no tenía
facebook”. (E1) de 9 años. Por otra parte, se pudo conocer que parte de los
acuerdos realizados en esta ocasión por los padres involucran el envío de
remesas, comida y teléfonos para poder comunicarse, de acuerdo a los
relatos de dos de los participantes:

74
“Ella me dijo que iba a tratar de conseguir todo el dinero que pudiera para
mandármelo para acá y también me dijo que me va a mandar comida para comer”
(E2).
“Mi papá me dijo que me iba a comprar un teléfono para que podamos
comunicarnos de ahí, ella me manda las cosas, la ropa me la manda con un señor”
(E1).

En relación a lo anterior, para Saraiba (2018) resalta que es de suma


importancia que los padres cumplan con la palabra dada a los hijos,
cuidando las promesas realizadas a los mismos. Aspecto importante debido
a que este tipo de afirmaciones o acuerdos pasan a ser la base de la
esperanza en un futuro reencuentro familiar del cual se desconoce el
momento exacto en que este pueda darse.

Por último, se interpreta de las narraciones de dos de los


entrevistados que algunos de los padres le asignan la responsabilidad a sus
hijos sobre su autocuidado y en ocasiones el de sus hermanos más
pequeños al momento de partir; aspecto que llama la atención debido a que
estos quedan bajo el cuidado de sus familiares más cercanos:
“Me dijo que se iba, que estudiara y cuidara a mi hermana” (E3) de 9 años.
“Mi mamá me decía que me cuidara que me portara bien y todo eso” (E2) de 8
años”.

IV. 1.4.3 Síntomas experimentados

Como parte de la vivencia de ser dejado atrás, el proceso de


separación que conlleva la emigración de los padres es descrito tanto por los
niños como por los adolescentes del estudio como un momento en el que la
tristeza es la emoción predominante, según lo narran los ocho participantes
del estudio:
“Cuando se fue en el avión yo me puse a llorar porque la iba a extrañar mucho”.
(E2).
"Muy triste" (E9).
“Me puse a llorar” (E3).
“Me sentí muy triste” (E4).

75
"Yo me sentí triste, por fuera no llore, pero por dentro si llore, para que ella tampoco
estuviera triste" (E6).
"Bueno, de verdad que me sentí mal, porque me pegó bastante que ella se haya
ido, yo toda mi vida he vivido con mi mamá y mi abuela. Me pegó bastante que ella
se haya ido, yo al principio me sentía mal, el día que ella se fue, me sentía mal. Me
sentí triste porque yo nunca me había separado de ella sabes" (E5).
"Triste porque ya se iba pues, a pesar de que pasó el cumpleaños conmigo. Yo
sabía que este año no la iba a pasar ni con mi mamá ni con mi papa" (E7).
"Cuando me dijeron eso no me cayó muy bien y me dio tristeza, ganas de llorar. Y
después me llamó y me dijo que ya se iba, me dijo que la ayudara a arreglar la
maleta y eso. Y cuando yo le veía acomodando la maleta era algo como que me
ahogaba. Sentía un nudo en la garganta porque estaba triste" (E8).

Mientras que una de las participantes manifiesta experimentar un


sentimiento de preocupación ante la partida de su madre hacia Colombia por
vía terrestre, acompañado por un sentimiento de incertidumbre, expresando:
“Y por ejemplo los días que duró viajando, no sabía nada de ella y más me
preocupaba y pensaba ¿cómo estará?, ¿ya habrá comido? ¿Por qué no me
ha llamado?” (E8) de 16 años.

Para Calvo (2005) constantemente los seres humanos experimentan


distintos tipos de pérdidas: pérdidas de personas significativas, pérdidas de
aspectos de sí mismo, pérdidas de objetos, de ideales, e incluso de
ilusiones. Expresando en base a esto, que toda pérdida supone un duelo y
que la intensidad del mismo depende del significado o el valor que se le
atribuye a la persona u objeto que se ha perdido. Así mismo, plantea que
existen algunas expresiones sintomáticas frecuentes cuando el duelo ya es
manifiesto, siendo en primer lugar, y el síntoma más frecuente: la tristeza,
seguida por el llanto y la preocupación, la fatiga, el cansancio, la falta de
fuerza o incapacidad para seguir adelante, la pérdida o aumento del apetito,
inhibición de la actividad y alteraciones frecuentes del sueño como:
problemas para conciliar el sueño, el despertar precoz, el sueño
entrecortado y pesadilla, dado a que la noche es el momento en el que
afloran los recuerdos y la soledad. Sin embargo, destaca que el duelo es un

76
proceso que no se vive de la misma manera en todas las personas, debido a
que este depende de muchos factores como: la manera de afrontarlo, los
rasgos de personalidad, las circunstancias contextuales y las redes sociales.
Al respecto, Cecodap (2018) establece:
Las despedidas generan una forma de duelo, los niños son los que
menos recursos tienen para enfrentarlas; pues se encuentran en la
espera de que mamá, papá o ambos consigan mejores condiciones
de vida para poder resolver las necesidades materiales, mientras se
quedan al cuidado de otros. (p.33)

Por otra parte, dos de los participantes relatan que el día de la partida
de sus padres experimentan algunos cambios a la hora de dormir como:
dificultad para conciliar el sueño y pesadillas. Narrando:
“Me paraba a cada rato en la madrugada y me asomaba en la ventana y lo que
hacía era ver puro las montañas y el cielo y llorar porque siempre me acordaba de
ella” (E8).
“Pero ese día yo no podía dormir, soñaba cosas con ella de que me decía algo,
también soñaba que mi hermana se moría” (E1).

Adicionalmente, (E8) relata que no sólo experimentó insomnio durante


los primeros días sin su madre, sino que también experimentó un cambio en
su apetito, expresando:
“No quería comer, al principio. Como una semana duré sin comer y después yo
recapacite sabes porque mi mamá no se fue a jugar”.

Por otro lado, una de las participantes relata que tanto su padrastro con
quien vive actualmente, como sus dos hermanos menores de 6 y 7 años de
edad respectivamente han manifestado algunos cambios en su estado de
ánimo, sueño, alimentación y actividades escolares:
"Bueno él también está muy afectado. No come, no duerme, en las noches lo único
que hace es puro pensar en mi mamá. Porque como los niños se ponen a
llorar…"Los niños lo primero que hacen cuando se despiertan es preguntarme: ¿mi
mamá te escribió?, y yo les digo que no. No sé nada. Y entonces no quieren ir al
colegio porque antes la que los llevaba era mi mamá, y eso es todos los días lo
mismo” (E5).

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Por otra parte, para Calvo (2005) así como la inmigración tiene
repercusiones para quien emigra, también supone cambios que son
necesarios integrar en quienes se quedan en el país de origen. Debido a que
estos últimos notan la ausencia de quién se marchó, viven la separación de
manera dolorosa, la comunicación intermitente reaviva el dolor y la fantasía
del reencuentro aviva y prolonga los duelos. Puesto que pueden pasar los
años y los hijos han quedado atrás crecen y los padres cada vez más
mayores.

IV.1.5 Significados construidos en torno a la decisión de emigrar de los


padres: “Porque aquí en Venezuela hay que sobrevivir”

Como parte del análisis de los datos obtenidos, se pudieron conocer


los significados que los niños, niñas y adolescentes construyen para dar
sentido a la decisión de emigrar por parte de sus padres; siendo así
enmarcado dentro del contexto político, económico y social por el cual
atraviesa el país. En este sentido los motivos por los cuales los participantes
consideran que sus padres deciden marcharse están asociados con: la
escasez, la inflación, el desempleo, “porque aquí en Venezuela hay que
sobrevivir” y por el bienestar familiar en especial de ellos sus hijos; como
determinantes de forma conjunta en la partida de sus padres hacia otras
fronteras.

En este sentido, Human Rights Watch (2016) establece que Venezuela


atraviesa una profunda crisis humanitaria en la que está presente la escasez
de alimentos, por lo que están siendo vulnerados los derechos a la salud y a
la alimentación de los venezolanos. Al respecto, se presentan algunas
narraciones de los participantes:
“Primero porque no hay comida, todo está caro” (E3).
“Para conseguir más comida y mandarla para acá” (E2).
“Porque los precios están muy caros” (E5).
“Sabes, ya últimamente yo le pedía algo a ella y me decía, déjame ver si encuentro
la plata y te la compro. Ella como que se esforzaba para conseguir la plata para

78
comprarme lo que yo quería, porque aquí trabajando un sueldo mínimo no alcanza
para nada”. (E8)

Adicionalmente, es importante recordar que de acuerdo con la


Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, el porcentaje de hogares con
pobreza cada vez va en aumento, vinculado principalmente a la caída del
ingreso percibido y la precariedad laboral (Freitez, 2017). Siendo reflejado
como parte de la significación que le otorgan a la partida de sus
progenitores:
“Porque que no tienen trabajo aquí” (E3).
“Porque no tenían empleo” (E1).
“Así, que yo creo que ellos se van para conseguir trabajo, y buscar una estabilidad
para sus hijos” (E8).

Por otra parte, algunos de los participantes manifiestan que se


encontraban para ese momento en condiciones de supervivencia, motivado
a la imposibilidad de su núcleo familiar para costear la cesta básica
alimentaria y consumir las tres comidas diarias:

“Porque aquí la cosa esta fea y a veces nos acostábamos sin comer” Lágrimas (E3).
“Para conseguir más comida y que ellos también tengan una vida buena y esas
cosas. Por ejemplo comen mucha comida, pueden comprarse lo que ellos quieren”
(E2).
“O sea ahorita no es fácil vivir aquí. Aquí en Venezuela hay que sobrevivir. Aquí
estábamos pasando por una situación bastante estricta y ella se fue para que no
nos faltara el plato de comida de todos los días, ni da de esas cosas” (E8).
“Porque con la situación país nadie se puede mantener” (E4).

Al respecto, es importante destacar que la FAO (2011) establece:


La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en
todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos
suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades
energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida
activa y sana. (p.1)

Adicionalmente, siete de los entrevistados coinciden en que sus


padres decidieron emigrar específicamente por el bienestar de todos los

79
integrantes de la familia pero específicamente por ellos, sus hijos. En base a
esto los entrevistados relatan:

“Se fue por nosotros” (E2).


“Ella fue a trabajar por nosotros también” (E1).
“Porque quieren un mejor futuro para sus hijos” (E7).
“Yo creo que ellos lo hacen para trabajar para empezar, y no quieren que sus hijos
pasen trabajo como lo pasan ellos” (E3).
“Le decía que no se fuera, pero ella me decía que se tenía que ir, para ayudar a mi
abuela y a nosotros” (E6).
“Me dijo hijo, yo me vine es porque ya no puedo más con la situación país y yo
quiero que ustedes estén sanos y que coman bien. Porque allá yo no hago nada
puro trabajar y hago esfuerzos pero para nada. Ella dice que si no estuviese allá, no
estuviésemos comiendo, no tendríamos nada” (E4).
“Por un futuro mejor, para que no pasáramos trabajo tampoco, y la mayoría se ha
ido para no ver a sus hijos pasar trabajo, para que no les falte nada” (E8).

De este modo, esta primera categoría da cuenta de cómo es


experimentado por los niños y adolescentes este primer momento previo y
durante a la emigración de los padres, abordando incluso las expresiones
sintomáticas manifestadas luego de la partida de estos y los significados que
estos construyen para dar sentido a la separación como forma de velar por
su bienestar en Venezuela. Pues para ellos la separación a pesar de ser
considerada como necesaria para tener una mejor calidad de vida, es
experimentada como un momento doloroso por la ausencia de las personas
más significativas en su cotidianidad, aunado al hecho de no saber cuándo
se dará el anhelado reencuentro con sus padres.

IV.2 Contexto socio-familiar

Conocer las vivencias de los niños, niñas y adolescentes dejados


atrás por sus padres migrantes, abarca conocer la estructura familiar de los
entrevistados, las actividades que forman parte su día a día como: el área
académica, recreación, alimentación, disciplina, salud y celebraciones
familiares. Aunado a las relaciones con sus cuidadores actuales, y la

80
relación con sus padres a distancia; así como los sentimientos que describen
en torno a su experiencia conviviendo con familiares cercanos en ausencia
de sus progenitores.

IV.2.1 Núcleo familiar previo a la emigración de los padres

En este sentido, es necesario comenzar por conocer el núcleo familiar


de los participantes del estudio previo a la emigración de sus padres, así
como los aspectos destacados por los mismos sobre este momento en el
que aún convivían con su madre, padre o ambos. A continuación se muestra
la estructura familiar de los entrevistados:
Tabla 4. Estructura familiar previo a la emigración

Como puede verse en el mapa, existen distintas constituciones


familiares en cada uno de los entrevistados previo al momento de la
emigración de los padres, donde en cinco de los casos (E1, E5, E6, E7 y E8)
ya se encontraban viviendo con quienes serían posteriormente sus
cuidadores, mientras que los otros tres casos restantes sólo vivían con uno
de sus padres o ambos, en conjunto con sus hermanos.

Por otra parte, al analizar la estructura familiar de los participantes se


identificó como elemento en común: la vivienda compartida. Esto aunado a
que la familia extendida comprendida por: tíos, tías, abuelos, primos y
hermanos; en estos cinco casos ya formaba parte del núcleo familiar en ese

81
momento, aspecto que pudiera interpretarse como parte de los motivos de
los padres para partir hacia otras fronteras en busca de poder
proporcionarles mejores condiciones de vida a sus hijos. A continuación se
exponen algunos relatos breves de dos niños y una adolescente en estas
condiciones:

"Antes vivíamos en donde una vecina, porque mi mamá no tenía


otra casa. Luego vivimos por un tiempo en la casa del papá de mi
hermana, y después nos fuimos a casa de mi abuela y llegó mi tía y mi
prima y habían demasiadas personas” (E1) de 9 años, estudiante de
tercer grado del Colegio Fe y Alegría María Olaso en la parroquia La Vega,
relata cómo antes de que su madre emigrarara hacia Perú, se encontraba en
condiciones que pudieran considerarse como hacinamiento, dado a que
vivían siete personas en el mismo espacio: madre, padre, tía, tío, prima, su
abuela y ella. Aunado a esto, relata que dormía en la misma cama junto a su
madre, su hermana y su abuela. Expresando: “No, yo no tenía cuarto, me
hicieron uno pero estaba desastroso, había que comprarle cama, por eso
dormía con ellas; mi papá dormía en un colchón porque no había espacio en
la cama”. Por otra parte, destaca que su alimentación era variada y que
consumía las tres comidas diarias. Mientras que al explorar sobre sus
celebraciones familiares como cumpleaños y navidades expresa: “En mi
cumpleaños a veces salíamos ir a pasear, íbamos al cine, otras veces
estábamos en la casa haciendo la fiesta; y en navidades antes yo siempre
recibía el niño Jesús, comíamos hallacas y yo como siempre me quedaba
dormida”.

De igual manera, uno de los entrevistados expresa que previo a la


emigración de ambos padres fuera de las fronteras venezolanas, vivía en la
casa de un vecino quien para ese entonces ya había emigrado del país:
“Hace tiempo vivíamos en la casa de un señor que se fue del país y nos
pidió que se la cuidáramos”. Adicionalmente también expresa que no
contaba con un espacio para dormir: “A veces dormía con mis papás y a

82
veces con mi hermana”. Mientras que al explorar sobre su alimentación narra
con tristeza que para ese momento se acostaban sin cenar, puesto que no
tenían los recursos para tener una alimentación completa y balanceada,
expresando: “A veces nos acostábamos sin comer”. Aunado a esto, al
explorar sobre las celebraciones familiares con sus padres expresa: “El
único cumpleaños que recuerdo es cuando cumplí 6 años que me dieron una
piñata grandísima de un dinosaurio y vino mi tía de Guarenas y vino mi
abuela de Colombia”. “En las navidades recuerdo que un día lo pasaba con
mi mamá y otro con mi papá y siempre me daban regalo del niño Jesús, la
última vez me dieron un DS”. Finalmente menciona como parte de lo que
recuerda de su dinámica familiar en ese momento, que se despertaba muy
temprano: “Me despertaba a las 5:00 am porque mi mamá dormía mucho
entonces yo ponía la alarma para ya estar listo cuando ella se despertara a
las 6:00 am porque ella tenía que alistar a mi hermana” (E3) de 9 años.

Aunado a lo anterior, (E5) de 14 años, al relatar parte de su dinámica


familiar con sus padres, expresa que desde ese entonces ya vivía junto a su
abuela, su padrastro y sus tres hermanos en la misma casa, en la que tenían
espacios separados para dormir: “Yo dormía en un cuarto con mi hermana y
mis dos hermanos pequeños dormían en otro cuarto”. Expresando en cuanto
a su alimentación: “Comíamos distinto. Comíamos bastante pollo y carne
más bien nos cansábamos de comer eso, queríamos comer más cosas,
antes salíamos a comer en la calle, ahora no salimos”. Mientras que al
explorar sobre la relación con su madre para ese entonces, menciona:
“Éramos más unidas y nos sentíamos como dos amigas, ahora no”. Por otra
parte, describe la relación con su abuela y su padrastro de la siguiente
manera: “Yo siempre he estado con mi abuela y nuestra relación
siempre ha estado así activa, pero ahorita con los problemas de mi
mamá, que no escribe y eso, nos hemos como distanciado un poquito.
Anteriormente nos contábamos todo lo que hacíamos y eso, pero ya
no”. Agregando que con su padrastro para esa entonces no tenía muy
buena relación: “Antes siempre peleaba con mi padrastro; porque yo era

83
muy celosa con mi mamá. Yo le decía: ¡Aléjate de mi mamá!, ¡no te quiero
con mi mamá, fuera de nuestras vidas!”.

Aunado a esto, es importante resaltar que para Bronfrenbrenner


(1991) el ambiente en el que cada individuo se desenvuelve tiene una
importancia crucial en el desarrollo humano, debido a que es el contexto
junto con sus características físicas, sociales y los aspectos idiosincráticos
los cuales son percibidos por la persona como su ambiente ecológico, dentro
del cual se relaciona. Destacando como microsistemas primarios: la familia,
el grupo de pares, la escuela y el vecindario, dado a que implica el ámbito
más próximo del individuo, en conjunto con las actividades, roles y
relaciones interpersonales que la persona en desarrollo experimenta. En
este sentido, a continuación se exponen algunas narraciones breves de
aspectos significativos de cinco de los participantes en torno a su dinámica
familiar con sus padres en Venezuela:

“Antes cuando estaba mi mamá, ella para mi cumpleaños me compraba la torta, me


compraba fosforitos como en Navidad, compraba la piñata, o sea era la que más
hacía ese día” (E2) de 8 años.
“Mi mamá me trataba con cariño y ella siempre me llevaba al colegio, siempre
hacía el esfuerzo para que yo no faltara a la escuela” (E4) de 11 años.
“Mi mamá siempre trata de que yo sea un buen hombre, de que salga bien en las
materias, yo la amo. Ella a veces me grita pero yo se que me quiere y yo la quiero
mucho” (E6) de 14 años.
“Bueno, mi cumpleaños con ellos era súper bien porque como me cae el 23 de
enero, siempre hay marcha, entonces siempre íbamos a la marcha y salimos,
íbamos a comer, al parque y picábamos la torta en la casa y hacíamos una reunión”
(E7) de 17 años.
“Con mi mamá salía, bromeaba, ella también me ayudaba con mis tareas. Mi
relación con mi mamá es perfecta. Nosotras hemos sido siempre unidas, siempre
hemos compartido” (E8) de 16 años.

IV.2.2 Núcleo familiar actual

Luego de conocer aspectos significativos descritos por los


participantes en torno a su dinámica familiar previa a la emigración de los

84
padres, es de suma importancia, conocer el estilo de vida de los jóvenes en
su nuevo ambiente familiar. A continuación se muestra la constitución
familiar actual de cada uno de los entrevistados:
Tabla 5. Estructura familiar actual

Como puede observarse en el mapa, la familia tiene un rol crucial en


el fenómeno de estudio, debido a que son parientes cercanos quienes se
quedan al cuidado de los menores de edad, y por ende quienes asumen la
responsabilidad de su alimentación, actividades recreativas, disciplina, salud
y escolaridad, como áreas esenciales dentro de la formación de niños y
adolescentes; siendo los abuelos quienes asumen el rol de cuidadores
principales en tres de los casos (E2, E3, E6) y como cuidadores
complementarios en dos casos (E1, E5); mientras que son las hermanas
mayores de 24 y 25 años respectivamente, quienes asumen el rol de
cuidadores principales en tres familias (E4, E7, E8), de lo que se interpreta
que esta responsabilidad está siendo asumida por personas que se
encuentran en la tercera edad (adultos mayores) y personas que se
encuentran en la adultez temprana con mayor frecuencia.

Para Jaramillo, (2007) la familia es el primer mundo social que


encuentra el niño, el cual se convierte en el primer grupo referencial de
normas y valores que se adaptan como propias y donde se establecen las
relaciones personales que irán formando la personalidad del menor. Aspecto
importante, debido a que como se observa en el mapa, la estructura familiar

85
se transforma luego de la emigración de los padres con quienes los hijos
tenían rutinas y normas establecidas hasta ese momento. Por lo cual,
Cecodap (2018) establece que el acompañamiento psicológico actualmente
está orientado no sólo a los niños quienes quedan bajo el cuidado de nuevas
figuras, sino también a los abuelos y familiares que quedan cuidando a sus
nietos, sobrinos o hermanos; teniendo así que ajustar su estilo de vida previo
para incluir a los niños y adolescentes dentro de la dinámica familiar.

IV.2.2.1 “No me falta el plato de comida gracias a Dios”

Distintos aspectos fueron resaltados por los participantes en torno a la


alimentación con sus cuidadores, entre ellos seis de los ocho entrevistados
destacan como punto en común: que nunca les falta la comida en sus casas.
Aspecto que describen como una necesidad cubierta por quienes quedaron
bajo su cuidado, mencionando que consumen tres comidas diarias
correspondientes al desayuno, el almuerzo y la cena. Sin embargo, de la
narración de los mismos se pudo conocer que las frutas se encuentran fuera
de su ingesta diaria, mientras que las proteínas mencionan consumirlas con
frecuencia sólo cuatro de los entrevistados; siendo los carbohidratos el rubro
de alimentos que consumen más a menudo, características que no cumplen
con las condiciones de una alimentación balanceada:

“De desayuno me dan pan con queso o plátano con queso para no venir a la
escuela con hambre. En el almuerzo, algunas veces mi abuela hace sopa, un día
hizo parrilla porque compraron cosas pero después ya no comí más eso, hasta que
mi papá tenga plata. Y de cena como arepa y otras veces me dan pan con café y
leche” (E1)
“Ahorita igual no me falta el plato de comida gracias a Dios como lo que quiero. Si
quiero comer pollo, pollo me compran, y así. Me gusta comer mucha mortadela de
pollo, a veces comemos carne molida, carne para guisar. Me hacen sentir bien
pues, porque mi mamá le manda dinero a mi hermana para que compre comida”
(E8)

Por otra parte, (E5) adolescente de 14 años, menciona colaborar de


forma alterna, en la preparación de la comida para todos los integrantes de

86
la familia en conjunto con sus cuidadores; mientras que (E8) de 17 años
menciona ser él quien realiza de forma cotidiana tanto el desayuno como el
almuerzo antes de ir al colegio:

“Nosotros comemos en las mañanas nuestra arepa con queso, en la tarde varia, un
día comemos arroz con pollo, otro día arroz con caraota, arroz con carne, pasta con
carne molida así… Y en la cena, arepa, bollito o pastelito. Y bueno un día la hace mi
abuela, otro día la hace mi padrastro, otro día la hago yo” (E5) de14 años.
“Bueno en la mañana, me despierto a las 4:30 am, porque mi hermana no se
despierta tan temprano y me hago mi desayuno y mi almuerzo. Comemos de todo
un poco: pollo, chuleta, pasta, arroz, granos, arepa, pan cosas así” (E7) de 17 años.

Así mismo, otro de los participantes hace énfasis en que su


alimentación no ha tenido ningún cambio con sus cuidadores actuales en
comparación a la alimentación que mantenían con sus padres. Mientras que
uno de ellos considera que es mucho mejor ahora porque consume
productos que antes no comía:

“La comida de ellos siempre me gustaba (la de mis papás) pero mi abuela cocina
igualito que mi mamá, así que me gusta” (E2).
“Con mi abuela como igual que con mi mamá, pero los sábados si como más
delicioso con mi abuela, porque me da Corn flakes, me da helados y también
porque mi abuela hace pollo y todo lo que a mí me gusta. Y cuando estaba con mi
mamá hacía pura sopa” (E3).

Aunado a esto, uno de los participantes narra que consume verduras,


proteínas y alimentos de la caja CLAP; sin embargo menciona que su abuela
deja de comer, para que él coma:

“Comemos sardina, pollo, pescado, arroz, sopa, verduras, cochino, lentejas,


caraotas que traen la cajas, y otras cosas que trae mi abuela. Ella siempre está
preocupada por mí, ella no come para darme comida a mí". (E6)

De lo que se interpreta, como parte de la crisis económica, política y


social que atrevida el país: el priorizar la alimentación de los más jóvenes
ante la precariedad de alimentos en el hogar. Generando así, que no todos

87
los miembros del grupo familiar estén consumiendo los nutrientes necesarios
para su salud. Al respecto, ENCOVI (2017) destaca que el contexto
alimenticio del país engloba el continuo desarrollo de la hiperinflación y de la
pérdida del poder adquisitivo, el control del Estado de gran parte de
distribución de alimentos mediante CLAP y el desarrollo de estrategias de
supervivencia. Generando como una de sus consecuencias, la Inseguridad
Alimentaria, a pesar de ser un derecho humano. (FAO 2011; citado en La
Cumbre Mundial sobre la Alimentación, 1996).

Por último, uno de los participantes expresa con desagrado:


“Siempre me tenía que comer la comida fría” en relación a su experiencia
viviendo con su hermana mayor de 24 años, agregando que ingería la
comida sin calentar todos los días, tanto en la mañana como en la cena.
Expresando: “Ella me decía que estaba muy cansada de trabajar, y yo no me
meto con el fuego porque me puedo quemar”. En relación a esto, se pudo
conocer que en su hogar no cuentan con microondas y que la cena siempre
era la misma comida que en el almuerzo. Agregando: "Además siempre me
pegaba un dolor de barriga cuando llegaba al colegio". Aunado a esto, relata
que muchas veces no le dejaba comida para desayunar, y se iba caminando
hasta la casa de su abuela, que vive en la misma zona y esta le hacía el
desayuno. “Mi abuela me hacía una avena o un pan”. (E4) de 11 años.

Al respecto, (E4) expresa a modo de comparación, que mientras vivía


con su madre, está siempre le preparaba sus tres comidas diarias, y que
además “sacaba las cosas de la nevera y me la preparaba al momento, no
me repetía la comida”. De lo que se interpreta, que el hecho de tener que
buscar por su cuenta el desayuno, repetir las mismas comidas y comerlas
frías diariamente, pareciera estar generando una sensación de desatención
al momento de comer, en un área que suele ser un punto de unión familiar.
Aunado, a que sentir disgusto por lo que come y por las condiciones de la
comida, pudiera repercutir posteriormente en la cantidad de comida que
consume, tendiendo a disminuir las cantidades.

88
IV.2.2.2 “Siempre me voy solo al colegio”

Al explorar el área académica de los entrevistados se pudo conocer


que seis de los participantes, actualmente se van y regresan solos del
colegio o liceo. Aspecto que si bien, es esperado en los adolescentes cuyas
edades están comprendidas entre: 14 y 17 años; de acuerdo a sus
narraciones esto no era habitual en la dinámica familiar con sus padres,
puesto a que en algunos casos: los llevaban en carros particulares y los
buscaban al salir de clases, los acompañaban en transporte público, o
simplemente los acompañaban caminando hasta llegar a las escuelas Fe y
Alegría. Sin embargo a pesar que los adolescentes no manifiestan sentir
incomodidad en cuanto a este nuevo hábito dentro de su cotidianidad, dos
de los niños en esta condición, muestran posturas distintas al respecto:

“Me sentía mal, yo no quería venirme sólo, algunas veces la


mamá de un amigo me acompañaba pero casi siempre me voy solo”.
Expresa (E4) de 11 años, estudiante de quinto grado, en la parroquia La
Vega; como aspecto que le desagrada de convivir con su hermana mayor,
ya que esta nunca lo lleva ni lo busca al colegio. Manifestando que es un
aspecto que le genera preocupación a su madre emigrante: “A mi mamá no
le gustaba que me fuera sólo porque ahorita hay muchos crímenes y por eso
me mandó a vivir con mi tía y mi abuela”. Por lo que pareciera, que parte de
los cambios en los núcleos familiares y en la asignación o cambio de
cuidadores, se dan porque no siempre quienes se quedan a cargo del menor
de edad mantienen las costumbres que eran realizadas por los padres; y en
especial no son llevadas a cabo las precauciones de seguridad que son
importantes para los padres de los niños, que en resumen forma parte del
cuidado delegado de forma informal en este caso, a su hermana de 24 años.

Aunado a esto, es importante destacar que dentro del ambiente


escolar descrito por (E4), sus compañeros de clases le hacen bullying por su
aspecto físico, expresando: “Ahorita me hacen bullying por mis dientes
grandes; yo siempre los ignoro porque se ponen peor cuando les digo algo”.

89
Situación que, a pesar de ser continua, ha sido manifestada por él a su
profesora, y esta a su vez a los padres de los niños que lo molestan.

Sin embargo, para (E3) de 9 años, estudiante de tercer grado. A


pesar de expresar que su madre era quien lo acompañaba siempre al
colegio. Manifiesta que sus abuelos le otorgan esta independencia desde
que está viviendo con ellos, relatando: “Yo siempre me voy solo, aunque
algunas veces me voy con mis amigos en el autobús pero ellos se
quedan en el portugués, y yo sigo para las torres”. Sin embargo, no
expresa ningún tipo de malestar en tener que irse solo, tomar el “Yutong” y
de regreso tomar un jeep hasta su casa, para luego caminar
aproximadamente dos cuadras. De lo que se interpreta que en la zona de La
Vega, muchos son los niños que asisten al colegio sin la supervisión de un
adulto, por lo que para él es algo normal.

Por otra parte, en cuanto al rendimiento académico, se pudo conocer


como aspecto en común en los cuatro niños participantes, que la materia en
la que tienen un mejor rendimiento es matemática, mientras que en doble
línea presentan mayor dificultad; sin reportar ningún tipo de desmejora en el
mismo que sea significativo. Mientras que en el caso de los adolescentes,
dos de ellos manifestaron no tener ningún tipo de cambio en cuanto a su
promedio o desempeño escolar, obteniendo buenas calificaciones en la
mayoría de las materias; pero sí resaltando aspectos como: deseo de recibir
ayuda por quienes forman parte del núcleo familiar, y recibir regalos como
premio a las buenas calificaciones:

“Bueno, no he repetido en ninguna ocasión, ni reparar, estoy en primer año y hasta


ahora he pasado todas mis materias, siempre he tenido un buen rendimiento, pero
me gustaría que mi prima me ayudara más, siempre le pido ayuda pero nunca lo
hace” (E6).
"Mi hermana siempre me premia cuando saco buenas notas, como hacían mis
papás, casi siempre saco 18 o 20, y me compra un reloj, o me lleva a comer" (E7).

90
Mientras que dos de las participantes, también adolescentes
manifiestan experimentar una desmejora significativa en su rendimiento
académico, el cual es atribuido a la condición de salud actual y al hecho de
estar sin sus madres:

"Bueno en el primer lapso y en el segundo mis notas fueron finas. Pero ahorita en el
tercer lapso no he presentado casi nada, porque como he estado de reposo y eso
no he podido venir. Y bueno también siento que me está afectando lo de mi mamá".
(E5) de 14 años.
“Ahorita estoy en reparación, me quedaron 3 materias, nunca me había quedado
una materia. ¿Sino que me quedo porque me hace falta mi mamá sabes? Y me he
descuidado un poco del liceo”. (E8) de años.

En relación a esto, Fundación Reflejos Venezuela (2018) expresa:


El derecho a la educación es un aspecto fundamental que se ve
afectado por esta situación. Al ver el niño alterada de manera abrupta
e involuntaria su vida y resquebrajada su familia, quedan al cuidado
de sus abuelos quienes deben recurrir a la educación pública para el
sostén formativo sistemático del niño. (p.1)

En este sentido, es importante mencionar que al localizar parte de la


muestra de los niños y adolescentes dejados atrás en las escuelas Fe y
Alegría, se corroboró como parte del proceso de investigación que los seis
casos de niños dejados al cuidado de vecinos o personas externas al grupo
familiar, ya no se encontraban asistiendo al colegio como aspecto en común
en las tres escuelas en las que se llevó a cabo la investigación, sin que estos
fueran retirados formalmente. Por lo cual, no se pudo entrevistar a ningún
niño en esta condición.

Mientras que, por otra parte, el contexto país es sin duda un


agravante, ya que tal como lo establece, ENCOVI (2016) el 39% de la
población entre 3 a 17 años falta algunas veces, el 19% falta por las
deficiencias en el servicio de agua, 11% por los apagones, 12% por la falta
comida en el hogar, 9% por la dificultad en cuanto al transporte y 6% falta
por las huelgas constantes.

91
Por último, dos de los entrevistados manifiestan recibir ayuda por
parte de sus tíos para realizar sus tareas, así como mantener sus hábitos de
estudio. Lo que demuestra un apoyo familiar por parte de familiares dentro y
fuera del núcleo familiar actual en cuanto al estudio de los menores de edad:

“Con mi tío también comparto algunas tareas de la casa y de las que me mandan
aquí, como divisiones, multiplicaciones, él me ayuda ahora”. (E1)
"Mi tía me ayuda a hacer la tarea". (E2)

Aspecto que es resaltado por Cecodap (2018) puesto que se


considera necesario el apoyo hacia las atenciones y cuidados del infante a
través de redes de familiares o allegados, puesto que quienes quedan a
cargo del menor de edad también están pasando por el duelo de ver partir a
un ser querido, y en muchos de los casos, son personas mayores como los
abuelos quienes asumen esta labor, por lo que se debe brindar apoyo
incluso por si llegara a ocurrir algo.

IV.2.2.3 Problemas de salud

Tres de los adolescentes entrevistados manifestaron para el momento


del estudio presentar diversas afecciones de salud, entre ellas: bronquitis,
anemia, y condiciones como: hernias y arenilla. Al explorar sobre esto, llamó
la atención que una de las participantes tiene aproximadamente dos años
con anemia, a pesar de estar recibiendo una alimentación adecuada según
reporta a través de atenciones de su hermana como: consumir jugos de
guayaba, hígado, fresa, entre otros alimentos para subir la hemoglobina,
condición que incluso presentaba cuando aún vivía con su madre;
experimentando de forma constante: debilidad, sueño, mareos y náuseas:

“Bueno si te soy sincera ahorita tengo anemia así que lo que hago es puro dormir.
Yo lo tengo desde que mi mamá estaba aquí. Tengo años con la anemia, solo que
a todos no nos da igual, cuando mi mamá estaba aquí yo no dormía tanto. Pero sin

92
embargo, la semana pasada me fui a hacer unos exámenes en el CDI y salió que
estaba mejor” (E8) de 16 años.

Por otra parte, una de las participantes expresa tener un asma


bronquial, la cual pasó a bronquitis, por la dificultad para conseguir los
medicamentos necesarios, corriendo el riesgo de que esta se agrave aún
más. Sin embargo, la misma expresa realizarse chequeos médicos en
compañía de su abuela y su padrastro:

“Como 3 semanas, primero era asma bronquial, después me mandaron a hacer


unos exámenes y es cuando se detectó que tenía bronquitis. Y como no
conseguimos los remedios y eso, la doctora me dijo que pudiera ser que siguiera
con la enfermedad que tenía pero que los dolores y eso me dieran más fuertes y me
pudiera dar pulmonía”. (E5) de 14 años.

Aunado a esto, El País (2018) destaca que buscar medicinas en


Venezuela se ha vuelto una tarea compleja, debido a que tanto
farmacias como consultorios y hospitales están desprovistos de la
mayoría de los fármacos necesarios para los enfermos. Agregando,
que ocho de cada diez medicamentos no están disponibles en las
farmacias por la hiperinflación que afecta a la economía venezolana.

Por otra parte, uno de los entrevistados, expresa en cuanto a su


condición física, no operarse de un desvío en la columna que presenta
desde antes que sus padres emigraran porque desea continuar con sus
actividades recreativas en las que practica distintos estilos de danza; ha
pesar de que esto pudiera agravar en un futuro esta condición. Aunado a
que consume alimentos que no son adecuados para su salud:

“Tengo unas enfermedades de la columna, en los riñones y una hernia.


Tengo arenilla, he ido y me dicen que tengo eso, y siempre me la estoy
limpiando pero produjo mucha arenilla y ellos me dice que consumo mucho
queso y harina”. (E7) de 17 años.

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IV.2.2.4 Relaciones con padres migrantes: Atenciones y afectos en la
distancia

En cuanto a la relación de los menores de edad con sus padres, la


comunicación cobró una importancia vital, puesto que al estar lejos de sus
padres, la misma deja de ser directa para establecerse a través de distintos
medios electrónicos, siendo la tecnología la herramienta que permite el
contacto a pesar de la distancia física. Por lo cual la frecuencia de esta, y la
calidad de la misma fue un aspecto destacado tanto en niños como
adolescentes como significativo en el vínculo con sus padres, e incluso
afectando en sus emociones de manera importante ante la ausencia de
comunicación o la precariedad de la misma.

En este sentido, Piras (2016) platea que otra diferencia relevante es el


tipo o la calidad de cuidado que los progenitores ejercen desde la distancia,
o el cuidado que los hijos sienten y cuentan recibir de sus padre migrantes.
Al respecto se pudo conocer que el cuidado que ejercen las madres, es un
cuidado más frecuente que los padres, siendo parte de sus temas de
comunicación el estado de ánimo de sus hijos, el trato que estos perciben
recibir de sus cuidadores, su rendimiento académico, alimentación, y
comportamiento. Experimentando en algunos de los casos, que estas
intentan seguir ejerciendo control sobre esos ámbitos de sus vidas, tal y
cómo lo hacían antes de haber emigrado. Sin embargo, no todos se sienten
cuidados en la distancia por sus madres. Mientras que la mayoría de los
padres emigrantes, no son destacados dentro del discurso de los mismos,
más allá de extrañarlos y de que conversan a través de los medios
electrónicos de forma esporádica para saber cómo están. Por lo se infiere
que la presencia del padre en la distancia para el cuidado de sus hijos es
menor con respecto a la presencia de las madres venezolanas.

94
IV.2.2.4.1 Frecuencia en la Comunicación

Al respecto, dentro de los aspectos analizados en cuanto a la


comunicación con los padres migrantes, se pudo conocer: la frecuencia de la
misma, oscilando entre:
● Diariamente
● 1 o 2 días a la semana
● Irregular
● Pérdida de comunicación total

En este sentido, de acuerdo a las narraciones de los participantes,


cuatro mantienen una comunicación irregular con al menos uno de sus
padres migrantes, de los cuales dos de los entrevistados expresan con
normalidad pasar tiempo sin hablar con ellos, incluso uno de ellos destaca
que no recuerda cuándo fue la última vez que habló con sus padres para el
momento del estudio, mientras que otro de los participantes expresa que es
su hermana quien mantiene contacto permanente:

"Tenemos contacto pero últimamente no hablamos mucho, perdí la cuenta de las


veces que hablamos" (E6).
“Tenemos casi tres semanas sin hablar, mi hermana es la que siempre habla con
ellos pero yo no" (E7).

Así mismo, una de las participantes en esta condición, destaca la falta


de contacto por parte de su madre, así como el tiempo que se tarda esta en
responder sus mensajes. De lo que se interpreta, que incluso los motivos por
los cuales los padres no se logran comunicar, no están siendo comunicados
a sus hijos, por lo que estos se quedan esperando, a que estos escriban o
respondan sus mensajes. Mientras que una de las adolescentes expresa
que se logra comunicar sin dificultad al momento que sea hablar con su
madre o viceversa:

95
"¡Algunas veces mi mamá no se pone en contacto conmigo y no sé por qué!, ¡A
veces yo le mando algo y ella como que se tarda mucho en responderme!” (E1).
“Eh hablamos, siempre que ella me quiere llamar o yo la quiero llamar, no tenemos
horario” (E8).

En base a esto, Piras (2016) plantea que:


La separación territorial de la familia es un proceso que genera
cambios importantes en el estilo de vida de los integrantes, sin
embargo, a pesar de la distancia física el vínculo afectivo con las
personas que se fueron se va a mantener (aunque cambie la calidad
de la relación), y se pueden valer de las nuevas formas de
comunicación que aporta la tecnología para mantener una
comunicación constante y efectiva, y, de ese modo, un grado de
cercanía con ellos. (p.1)

Aspecto que, sin embargo no se da de esta manera en los padres que


por decisiones desconocidas, a pesar de tener los medios y recursos que
brinda la tecnología para comunicarse, no hacen uso de estos para
mantenerse cercanos con sus hijos dejados en Venezuela. Por otra parte,
dos de los ocho participantes expresan tener una comunicación diaria con
sus madres migrantes como punto en común, y sólo uno de ellos expresa
comunicarse con su padre uno o dos días a la semana, siendo estos
generalmente los fines de semana, debido a que entre semana el horario del
trabajo les impide comunicarse.

"Mi relación con ella es más cercana nos comunicamos todos los días” (E3).
“Con mi mamá si hablo más seguido, hablamos todos los días" (E2).
"Nosotros hablamos los fines de semana" (E4).

IV.2.2.5.2 “Pienso que ella nos abandonó”

Una de las adolescentes entrevistadas manifiesta haber perdido la


comunicación con su madre, a pesar de que la misma había regresado de
Colombia en diciembre para pasar las navidades en familia, al devolverse al
país vecino, dejó de escribir de forma paulatina, hasta perder el contacto por

96
completo con su familia en Venezuela. En este sentido, a continuación se
expone un breve relato de la participante en esta condición:
"Se comunicó con nosotros como 5 veces y de ahí para allá no se
comunicó más, no sabemos nada de ella, nada de nada". Narra con
lágrimas en los ojos (E5) de 14 años. Al explorar aún más sobre lo ocurrido,
esta expresa que antes se comunicaban una semana sí, y otra no. Pero
“Después ella dejó de escribirnos”. Hecho que se da febrero y para junio del
año en curso, aún no sabía nada de su madre; haciendo énfasis en que ha
tratado de comunicarse con ella “pero ella no responde”. Aspecto que es
sumamente significativo para ella, al expresar con firmeza “Yo pienso que
ella nos abandonó. Como dejo de escribirnos y eso… Y bueno antes de ella
irse en febrero nos trataba mal”.

Por lo que pareciera existir una asociación entre abandono y la


pérdida de comunicación con el padre o madre migrante, ya que no se da
ningún tipo de explicación a los niños o a los cuidadores sobre la ausencia
tanto física como a distancia. En este sentido, es importante destacar que el
término de abandono no había surgido por parte de los entrevistados hasta
esta ocasión en la que se pierde el contacto de forma total y permanente en
el tiempo.

A diferencia de lo señalado en USB Noticias (2018) por el coordinador


del Programa Creciendo sin violencia de la ONG Cecodap, en donde se
plantea que la mayoría de niños y adolescentes dejados atrás, viven este
proceso como un abandono, “aunque venga acompañado del relato sobre la
búsqueda de un mejor futuro, volveremos por ti, nos vamos a reencontrar”
(p.1). De acuerdo al significado de los participantes, mientras los padres se
mantengan comunicados, ellos no se consideran niños o adolescentes
abandonados, muy por el contrario sienten que sus padres están trabajando
por una mejor calidad de vida, tanto para ellos como para sus familiares, tal
como lo describen en sus narraciones. Significado que cambia a “abandono”
ante la ausencia de comunicación de los padres al transcurrir el tiempo o
ante la falta de comunicación de la decisión de emigrar:

97
“Bueno, algunos abandonan a sus hijos y yo pienso que eso está mal, si lo dejaste
aquí debes ayudarle desde afuera, abandonar para mi es que no lo ayudes, que no
lo llames para saludarlo” (E7) de 17 años.
“Abandono es que por ejemplo mi mamá se hubiese ido sin decirnos” (E8) de 16
años.

Razón por la que el establecimiento del contacto hace la diferencia


para ellos.

IV.2.2.5.3 "No tengo teléfono inteligente”

Seis de los ocho entrevistados manifestaron no tener teléfono propio,


por lo que deben acudir a distintas personas dentro y fuera de su núcleo
familiar, para poder comunicarse con sus padres. Siendo en la mayoría de
los casos, utilizado el teléfono de los cuidadores principales o personas del
núcleo familiar para establecer el contacto por WhatsApp a través de
mensajes, video llamadas y notas de voz. Y en otros casos siendo la Red
Social Facebook el medio alternativo para comunicarse, a través de la
computadora o tablet. Tal como lo describen los participantes:

“Yo no tengo teléfono inteligente, mi hermana si tiene, y hablamos por vídeo


llamadas, por WhatsApp o por mensajes. Ella me va a traer el teléfono ahorita el
mes que viene” (E8).
“Hablo con ellos por el Facebook, por la computadora o la tablet y el WhatsApp por
el teléfono de mi abuela” (E6).
“Hablamos por el teléfono de mi hermana, yo no tengo teléfono” (E7).
"Ella me llamaba a un teléfono que tiene mi tía, el de mi abuela o sino por el de mi
hermana" (E4).

Mientras que uno de los participantes relata que para comunicarse


con sus padres, debe ir hasta la casa de una vecina en la noche y así poder
conversar con ellos, ya que ninguno de sus abuelos posee teléfono
inteligente, y es en este horario que los padres han llegado del trabajo.
Hábito que ha mantenido durante los 2 años que tiene sin sus padres:

“A mí me presta el teléfono una señora que vive cerca, ella era amiga de mi mamá
cuando ella estaba aquí. Yo voy en la noche porque mi papá y mi mamá llegan en la

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noche, y yo le digo a ella para enviarle un mensaje o sino para llamarlos si están
conectados y ella me dice que si o que no” (E3) de 9 años.

Al respecto, se interpreta que muchos de los padres dentro de la


planificación que realizan para migrar del país, no están tomando las
previsiones necesarias en torno a los medios electrónicos para comunicarse
con sus hijos y familiares, teniendo como plan en algunos casos, comprar un
teléfono inteligente en el exterior para mandarlo a Venezuela; plan que sin
embargo no se logra cumplir a corto plazo, de acuerdo a las experiencias de
los entrevistados en esta condición. Siendo solo un niño y una adolescente
quienes cuentan con teléfono propio.

Por otra parte, llamó la atención como investigador, que a pesar de


que (E3) debe desplazarse hacia otra casa, para poder comunicarse con
ambos padres, expresa que la comunicación con los mismos es diaria:
"Mi relación con ella es más cercana nos comunicamos todos los días” (E3).

En cuanto a esta área, Papagayo News (2018) establece que la


comunicación entre padres e hijos antes, durante y luego de la migración de
los padres debe ser total. Sin embargo, existen algunas dificultades para que
esta se dé sin complicaciones, entre ellas: fallas en las telecomunicaciones,
la vida laboral del migrante la cual se complica en cuanto a los horarios para
comunicarse y por último y muy importante: no hay teléfonos inteligentes en
todas las familias. Complicaciones que fueron también manifestadas por los
participantes del estudio.

IV.2.2.5.4 Remesas: la extensión de la relación

Al explorar sobre la relación de los padres migrantes con sus hijos,


algunos de ellos hacen mención al envío de remesas y de distintos artículos
como una de las formas en la que además del contacto por vía electrónica,
continua la relación a distancia con sus progenitores. De acuerdo a las
narraciones de cinco de los participantes, destacan el envío de: dinero,

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zapatos, ropa, juguetes, alimentos no perecederos, productos de aseo
personal:
“De ahí ella me manda las cosas, la ropa, me la manda con un señor. Yo le dije que
para mi próximo cumpleaños que vaya reuniendo porque quiero hacer una
pijamada, entonces me va a mandar todo eso y algunas veces me manda ropa, me
mando unos zapatos de unicornio y ahora me quiere mandar una camisa de
unicornio, ella también me manda juguetes, y me dice que si se me daña la tablet
ella me va a mandar un teléfono para que podamos estar en contacto” (E1).
“Manda dinero para comprar comida y eso. A mi abuela le manda para que le
compre a mi hermana cosas, este ropa, y a mí también me manda para que me
compre ropa, y para comer helados, cosas así” (E3).
“Mi papá bueno ya tiene casa y trabajo y me manda dinero a veces cuando el puede
porque él gasta bastante” (E4).
“Si, nos mandan dinero y productos personales, cremas, champú, desodorante y
cosas así” (E7).
“Sólo vino a traer cosas, nos trae comida, ropa, enlatados, cosas de uso personal.
Además mi mamá me manda el dinero y mi hermana me lo saca o me da la tarjeta
para que ella con el dinero lo que yo quiera” (E8).

Al respecto, para Canales (2005) las remesas están directamente


vinculadas con los patrones migratorios, y en particular, con los arreglos
familiares que se establecen entre los hogares. Agregando:

Tal parece que hay diversos factores sociodemográficos, económicos,


así como de estructura familiar, composición de la unidad doméstica,
características de sus miembros, evolución del ciclo familiar,
experiencia e historia migratoria familiar e individual, entre otros
aspectos, que establecen importantes diferencias en cuanto a los
momentos y condiciones en que un hogar se vuelve perceptor de
remesas. (p.1)

En este sentido, tres de los entrevistados relatan no ser perceptores


de remesa por parte de sus padres, haciendo alusión a que
económicamente los mismos, aún no están percibiendo ingresos suficientes
como para enviarles a ellos a Venezuela, aunado a que durante los primeros
meses en el exterior, no están lo suficientemente estables:

100
“Han tratado pero, el dinero aún no ha llegado, y la cosa está dura por allá, aunque
los dos tienen trabajo, la cosa está dura por allá” (E6).
“Igual que mi mamá pero mi mamá todavía no me ha mandado porque no está
instalada” (E2).

Mientras que (E5) expresa “una sola vez nos envió como 7 mil
bolívares, pero después dejó de escribirnos y más nunca nos mandó nada”.

De lo anterior, es importante destacar que a pesar de que la mayoría


de los padres migrantes, parten con el objetivo de proporcionarles a sus
hijos mejores condiciones de vida en Venezuela, y solventar de forma
cotidiana gran parte de los gastos familiares, como: vivienda, servicios
sociales y personales y otros gastos para la manutención del menor de edad
dentro del hogar (Canales, 2005). Los padres migrantes, parecieran estar
colocando dentro de sus prioridades los gastos asociados a la manutención
de sus hijos a través del envío de artículos que en el contexto Venezolano
les son difíciles de adquirir, como: artículos de vestir, alimentos y gastos
para recreación y celebraciones especiales. A excepción de los padres que
se desentienden de los únicos nexos descritos para mantener la relación a
distancia: la comunicación y el envío de remesas.

IV.2.2.5.5 “Esperanza en el regreso de los padres”

Principalmente los niños dejados atrás, cuyas edades están


comprendidas entre 8 y 11 años, expresan sentir “esperanza”
específicamente en torno al reencuentro de los padres, como sentimiento
que inicia desde el momento de la separación. Prevaleciendo en ellos, el
desconocimiento de cuándo y dónde será dicho reencuentro; por lo que la
incertidumbre y el anhelo de este momento, acompañado del amor y el
sentimiento de extrañar su presencia física, son emociones que continúan
experimentando en relación a sus padres migrantes:

“Yo le pregunto siempre que cuándo va a venir, y ella me dice que no sabe todavía”
(E1).

101
"Ellos me dicen que pronto van a venir" (E3).
“Yo le digo que la extraño, que la amo que un día quisiera estar con ella y a mi papá
igual” (E2).

En este sentido, para Piras (2016) la partida del progenitor a edades


tempranas, afecta de manera importante, debido a que en estas edades, se
considera esencial la presencia de los progenitores. Por otra parte, uno de
los participantes, expresa con nostalgia el deseo de que su madre regrese,
haciendo a alusión a que quiere que termine este periodo bajo su cuidadora
actual, quien es su hermana mayor:

"Yo sólo quiero que mi mamá regrese para que se acabe todo esto, me hace falta
mi madre y mi padre, no puedo con tanta tristeza. Pero trato de no estar triste,
porque eso también los pone tristes a ellos" (E4).

De lo anterior, Piras (2016) plantea lo siguiente:


La comparación funciona como dispositivo del recuerdo, de
sentimientos de tristeza y de echar en falta algo que casi no
recuerdan lo que es, por haberlo apenas experimentado en el pasado.
(p.1)

Por otra parte, las emociones ambivalentes surgen en torno a esta


disyuntiva, oscilando entre felicidad y tristeza. Puesto que, por un lado se
encuentra la incertidumbre de no saber en qué momento exacto se dará el
reencuentro con sus padres, lo que les genera tristeza; y por otra parte está
la posibilidad de que su madre o padre regrese en un periodo corto de
tiempo. Por lo que pareciera ser utilizado la palabra “pronto regreso” para
calmar la incertidumbre de los más pequeños ante la ausencia indefinida, de
la que pareciera que los mismos, tampoco tienen certeza de cuándo será el
reencuentro:

"Me siento medio triste y medio feliz, medio triste porque mi mamá dice que no sabe
cuándo va a estar conmigo”. “Medio feliz porque ella me dice que ya casi va a venir
para acá” (E1).

102
Aspecto que de acuerdo a su narración, también le afecta al dormir,
ya que manifiesta soñar con la posibilidad de que su madre migrante nunca
regrese, relatando “sueño que mi mamá no va a venir más para acá" (E1).
Aunado a lo anterior, otros de los participantes expresan: nostalgia, y tristeza
ante la falta de sus padres como principales emociones, aún después de la
partida de los mismos y ante la sensación de abandono:

“Triste porque extrañaba a mis hermanos y ellos” (E6).


"Triste, porque los extraño a pesar de todo los extraño" (E7).
“Me he sentido muy triste con lo de mi mamá, yo siento que nos abandonó” (E5).

Por otra parte, dentro de las diferencias en cuanto a la vivencia


emocional de los participantes, una de ellas expresa que a pesar de tener a
su abuela y a su tío dentro de núcleo familiar actual, siente inseguridad ante
la ausencia de su padre no migrante al momento de dormir:

"No me siento segura cuando mi papá no está conmigo en las noches" (E1).

Por otra parte, para una de las adolescentes, los sentimientos


generados a raíz de la migración han ido cambiando con el tiempo; pues
a pesar de haber sentido mucha tristeza ante la partida de su madre, al
punto de experimentar distintos síntomas asociados al duelo migratorio,
esta expresa un cambio en ese sentimiento de dolor ante su ausencia: “Si
te soy sincera, ella me hace falta, pero no me hace falta como la primera
vez que se fue, la extraño un poco menos. Ya han pasado dos años”
(E8). En este sentido, es importante destacar que dentro las
observaciones al momento de las entrevistas, los niños y adolescentes
que habían experimentado recientemente la emigración de los mismos,
se notaban más conmovidos y afectados ante esta situación, al igual que
en la participante que manifiesta experimentar un sentimiento de
abandono; mientras que los adolescentes y los niños que llevaban más
de un año, sin sus padres parecieran haberse adaptado a las nuevas
circunstancias. De lo que se interpreta, que con el pasar de los años

103
algunos dejados atrás, se acostumbran a la lejanía de sus padres y por lo
tanto los síntomas observables del duelo migratorio desaparecen, sin
embargo surge la interrogante, ¿esta sensación de abandono y el dolor
asociado al duelo migratorio producto de la separación con sus padres,
podría tener algún efecto a lo largo de la vida de estos menores de edad?

IV.2.2.5.6 Forma de lidiar con las emociones displacenteras

Por otra parte, se pudo conocer que dentro de las formas de lidiar
con las emociones displacenteras experimentadas producto de la
separación con los padres, tanto los niños como los adolescentes
manifiestan como punto en común: llorar en los momentos en los que
sienten que están pasando por situaciones por las que con sus padres no
pasarían, o simplemente por la falta que estos tienen en sus vidas. Y en
uno de los casos, expresan recurrir a la oración como estrategia para
calmar sus emociones, pidiéndole a Dios que a sus padres les vaya bien
para que pronto puedan venir o ellos irse con ellos:
“Sí, lloro a veces cuando estoy sola” (E1).
“Y siempre todos los días oro por ella para que le vaya bien y pueda venir pronto”
(E4).

Por otra parte, una de las participantes, expresa como forma de


lidiar con el sentimiento de abandono, apegarse a lograr su objetivo de
estudiar y superarse; a pesar de que su estado de salud actual no le
favorece para lograrlo pareciera ser este, un motivo para continuar con el
nuevo contexto familiar que le toca vivir junto a su familia.
“Yo sólo quiero seguir estudiando y superarme como yo siempre he querido, ser
abogada eso es lo único que yo tengo en la mente ahora” Lágrimas (E5).

IV.2.2.6 Relación con cuidadores: “Significa un Cambio”

En torno a la relación de los niños y adolescentes con sus cuidadores


actuales, se pudo conocer que parte de sus nuevos hábitos, abarca

104
involucrarse dentro de las actividades realizadas en el hogar por quienes
ahora suplantan los cuidados y atenciones correspondientes a sus padres,
como forma de compartir y colaborar. En este sentido, destacan
principalmente, contribuir con la limpieza del hogar y con actividades como:
siembra y jardinería, las cuales realizan de forma voluntaria en ocasiones y
en otras, como forma de obtener el permiso de los mismos para salir a jugar
solos a la calle, en el caso de los niños:

"Ayudo a mi abuela a lavar la ropa, la tiendo y después la bajo" (E2).


"Yo la ayudo a fregar, a limpiar la casa y ella me deja salir a jugar. También
acompaño a mi abuelo a lavar las matas, el césped y después vamos a cosechar
cosas" (E3).
"Los fines de semana limpio la casa" (E7).
Sin embargo, en cuanto a estas actividades del hogar, para una de
las adolescentes esto genera una actitud de rebeldía hacia su hermana
mayor, debido a que la misma le solicita que la ayude con las cosas de la
casa. Lo cual no es acatado en algunas oportunidades. Incumpliendo de la
misma manera con las normas estipuladas dentro de su hogar:
“Estamos bien, solo que a veces discutimos y me hace salir de mis casillas, por
ejemplo por fregar. Me dice que no quiero hacer nada, que ella lo hace todo, que la
ayude. Porque a veces me da flojera”. “Significa un cambio, porque por ejemplo
tuve un momento de rebeldía, yo no le hacía caso a mi hermana, cuando salía con
mis amigos y llegaba que si a las seis de la mañana”. (E8)

Adicionalmente, expresa como parte de su convivencia, que al inicio


fue difícil vivir únicamente con su hermana, pero que sin embargo con el
transcurrir del tiempo logra adaptarse a la ausencia de su madre.

“Todo era mi mamá sabes y entonces en lo que mi mamá se fue yo me quedé con
ella, y no me sentía igual al principio, después fue que me fui adaptando y nos
fuimos uniendo más, salimos a veces a compartir para la calle”. (E8)

Al respecto, debido al reajuste familiar, podría decirse que estas


actividades compartidas con sus cuidadores forman parte del (microsistema)
de estos, al ser parte de más de uno de los entornos en los que éstos

105
participan producto de la interacción y las relaciones dentro del hogar, en
conjunto con sus actividades escolares y de recreación. Aunado a que los
padres migrantes y las decisiones tomadas por estos, al involucrados y a ser
personas significativas para ellos, pese a la distancia existente forma parte
de su (exosistema), en conjunto con las dinámicas y hábitos en los que sus
abuelos, hermanos, tíos y personas de su núcleo familiar participan. Todo
esto, enmarcado inexorablemente dentro del contexto venezolano, en el que
la cultura migratoria continua acentuándose, en conjunto con una
experiencia de escasez de alimentos, medicinas, altos índices inflacionarios
que incrementan la dificultad para adquirir artículos de ropa, aseo personal y
gastos de recreación. Así como estar escolarizados en escuelas populares,
como algunos de los elementos dentro del (macrosistema) compartido por
los integrantes de la presente investigación. Los cuales establecen una
diferencia respecto a otros entornos, y contextos influidos por otros marcos
culturales o ideológicos diferentes (Bronfrenbrenner 1991).

Por otra parte, otro de los entrevistados que se encuentra viviendo


bajo el cuidado de su hermana, al narrar su experiencia bajo su cuidado,
este lo resume a que: “es como estar a veces solo porque como ella no está,
yo mismo hago mis cosas”. Agregando, como uno de los aspectos que le
desagrada de la nueva dinámica familiar, tener que cuidar a su sobrina de 4
años, mientras “ella se va a fiestas”. Por lo que expresa, que ese sería un
aspecto que le gustaría, fuese diferente:

“Quisiera que fuera diferente porque ella le gusta salir a fiestas y yo le puedo cuidar
a la niña, pero ella lo hace de martes a sábado y yo tengo que hacer tareas” (E7).

De lo que se interpreta, que al igual que se delega la responsabilidad


por parte de su madre a su hermana de 24 años de cuidar de su hermano de
17 años, esta le delega la responsabilidad de cuidar de su sobrina de 4 años
ante su ausencia; por lo que pareciera no estarse asumiendo los cuidados
por parte de la figura materna, tanto migrante como no migrante, como parte
de la dinámica familiar. Aunado a esto, destaca que en la actualidad no

106
están cumpliendo a cabalidad con las decisiones y normas de sus padres
migrantes: “ya no acatamos mucho sus reglas porque es como ella dijo un
día, yo no sé cómo está la situación allá, yo puedo decir lo que veo en la
televisión pero ustedes son los que están allá”. Haciendo mención a los
precios, y a la seguridad; enfatizando en que estos desconocen la situación
real en Venezuela, por lo que asumen independencia sobre sus actividades
recreativos y hobbies como: danza y fiestas nocturnas; a pesar de que para
sus padres esto pudiera significar exponerse a la inseguridad por la que
atraviesa el país.
Además de esto, surge una disputa en torno a la autoridad de su
hermana sobre él, pues considera que por ser mayor que él, no significa
que tiene la potestad de dirigir sus acciones, sino que ambos están
encargados de la casa, y por ende expresa:

“A veces peleamos porque como a ella le gusta llevar todo lo de la casa, le gusta
ser la que manda, pero los dos estamos encargados de la casa” (E7).

En este sentido, Piras (2016) señala que la migración ha


reconfigurado a la familia venezolana, destacando como parte de los
síntomas de este proceso: desobediencia a los custodios temporales,
sensación de abandono, cambios de humor, aislamiento, bajo rendimiento
académico y sentimiento de culpa. Sin embargo con lo encontrado en el
presente estudio, no se evidencia sentimiento de culpa en los niños y
adolescentes dejados atrás, ni cambios de humor repentino, en contraste
con lo encontrado en otros estudios.

Por otro lado, es importante destacar que, también emerge de la


narración de uno de los participantes, la descripción de sentirse casi igual a
como estaba con sus padres, a pesar de estar bajo las atenciones de sus
abuelos. Expresando: “Bueno me siento bien, no se ve mucho la diferencia,
me siento seguro con ellos” (E6).

107
Mientras que en cuanto a las emociones y sentimos de los
entrevistados hacia sus cuidadores, se pudieron identificar algunos
similitudes. Entre ellas, relatan experimentar felicidad de estar con sus
familiares. Alegría al tener sus necesidades básicas cubiertas y por sentirse
queridos:
"Con mi abuela y padrastro me siento feliz" (E5).
"Felicidad, por ver a mi abuela sonreír" (E6).
"No me falta nada" (E7).
“Me siento muy bien porque ellos me cuidan y me dan la comida, mi mamá me da la
ropa” (E1).

Sin embargo, el sentimiento de “soledad” fue uno de los más


recurrentes en los participantes, atribuido a que parte de su cotidianidad y
actividades diarias las realizan sin compañía de sus familiares:

"Nadie me acompaña al colegio ahora. Y siempre me quedo sólo" (E4).


“Sí, me quedé sola, pero mi abuela me llamaba a cada rato" (E1).
"Me he sentido más sola desde que mi mamá se fue, y afectada de salud" (E5).
"Bueno, es como estar a veces solo porque como ella no está, yo mismo hago mis
cosas" (E7).

Mientras que en cuanto a las diferencias, emerge la sensación de


“paz” al ser tomados en cuenta por sus familiares y recibir un buen trato por
parte de estos; surge el “amor”, al sentir que los orientan en cuanto a qué
cosas deben hacer y qué cosas no; inseguridad ante algunas de las
demandas por parte de los cuidadores: “Yo no quise subir la olla de presión
caliente por las escaleras sin luz" (E4). Y tanto las emociones ambivalentes
como la tristeza continúan estando presentes durante este proceso:

“Me he sentido bien, un poquito triste” (E3).


"Me sentía como si ellos aún estuvieran ahí pero en realidad no estaban, me sentía
bien, pero en parte triste" (E6).

Por último, el sentimiento de sentirse rechazado por sus cuidadores


surge en uno de los casos, debido a que estos no manifestaban ser

108
recíprocos ante algunos hábitos. Al igual que surge la “rabia” ante no
sentirse lo suficientemente apoyado en sus actividades escolares por parte
de quienes conviven con ellos y pudieran contribuir en un mejor desempeño.
Mientras que en otras ocasiones esta emoción surge como consecuencia de
discusiones entre sus hermanos cuidadores y ellos:

"Yo siempre les pedía la bendición y no me respondían nada" (E4).


"Rabia, por estar soportando a la floja de mi prima, que siempre le pido ayuda con
mis cosas del liceo y nunca me ayuda” (E6).
"Más que todo rabia, porque peleaba con ella a veces, con mi hermana" (E7).

IV.3 Consecuencias y Expectativas


La migración de los padres, crea un nuevo modelo de familia en el
que los niños y adolescentes permanecen meses e incluso años bajo
custodios temporales, quienes los reciben en sus hogares y se genera una
nueva dinámica familiar en la que todas aquellas atenciones y cuidados que
antes realizaban los padres, son delegadas a los familiares escogidos por
sus padres como las personas más idóneas según su criterio para quedarse
con los menores de edad. Sin embargo, en este proceso surgen distintos
escenarios, importantes a considerar.

IV.3.1 Se asume el rol de madre

A través de los testimonios de los participantes, se pudo conocer que


parte de la nueva dinámica familiar, comprende intentar suplantar los vacíos
existentes. En este sentido, al analizar sus narrativas, pareciera que las
figuras femeninas sin importar la edad, entre ellas: abuelas y hermanas
mayores, asumen el rol de madre de forma voluntaria, y en oportunidades
pareciera que las madres migrantes delegan estos cuidados y atenciones a
sus hijas, utilizando el término de “segundas madres”:

"Todo está bien porque mi abuela está intentando ser como mi mamá" (E2).
"Mi mamá me dijo que mi hermana es como mi mamá segunda" (E4).

109
"Yo le digo mamá a mi abuela desde los dos años más o menos, porque desde esa
edad comencé a vivir con mis abuelas" (E6).
"Mi hermana está pendiente de mi como si fuera mi mamá" (E8).

Aspecto que pareciera ser de agrado para los entrevistados, debido a


que esto involucra atenciones en el área de alimentación, salud, disciplina, y
de recreación. Siendo en los casos en los que ya las abuelas vivían con ellos
desde pequeños, un cambio menos brusco tanto para los niños y
adolescentes como para estas. Mientras que en el caso de las hermanas
mayores al cuidado de sus hermanos, se pudo conocer que los niños no
presentan dificultad para verlas como figuras de autoridad, siendo las
comparaciones con las atenciones con sus madres el sentir predominante.
Mientras que los adolescentes al cuidado de sus hermanas mayores se
muestran desafiantes ante el establecimiento de límites y normas.

Al respecto, para Cecodap (2018) esta situación implica que los


cuidadores deben asumir un compromiso y una responsabilidad importante,
no solo en el cuidado de los niños, sino también en las demás
responsabilidades que estos padres dejan una vez toman la decisión de irse
del país. Por lo que los familiares cuidadores deben ahora incorporar a estos
niños en su cotidianidad, donde se tendrán que establecer acuerdos de
convivencia y respeto por las particularidades de todos los miembros de la
familia.

IV. 3.2 Cuidadores transitorios: “Ojalá mi mamá llegue para que esto se
acabe de una vez”

Al analizar el núcleo familiar posterior a la emigración de los padres,


se pudo conocer que uno de los participantes, pasó por el cuidado de al
menos dos familiares para el momento del estudio, aspecto que de acuerdo
a su narración establece una nueva dimensión que es: la alternancia de los
cuidadores o cuidadoras transitorios. En relación a esto, a continuación se
expone un breve relato en el que se puede conocer parte de la dinámica

110
familiar en permanencia de los primeros y segundos familiares cuidadores
del entrevistado en esta condición:

“Cuando mi mamá se va yo primero me quedo con mi hermana,


su novio y mi sobrinita chiquita. Pero con mi hermana yo tenía que irme
sólo para el colegio, y me quedaba sólo en la casa”. (E4) de 11 años,
relata al describir su experiencia con su hermana mayor, con quien vive
aproximadamente 6 meses, la primera vez que su madre emigra a Panamá.
Y posteriormente luego de que su madre retorna al país destino, vuelve a
quedarse al cuidado de su hermana 5 meses. Al explorar más sobre la
relación con su hermana, relata: “Bueno también ella algunas veces me
pegaba para despertarme y eso no me gustaba, yo decía: ¡ojalá mi mamá
llegue ahorita para que esto se acabe de una vez!, porque ella siempre
también me maltrataba, me pegaba con la correa de cuero y me pegaba
gritos y ¡eso nunca me gustó! Además botó a la calle los perritos que mi
mamá me había regalado en mi cumpleaños”.

En base a lo anterior, expresa que debido al trato que su hermana le


daba, su madre decide que pase a estar bajo el cuidado de su tía y su
abuela: “A mi mamá no le gustaba que me fuera sólo porque ahorita hay
muchos crímenes y a mi mamá le dio mucho miedo eso y me mandó con mi
tía y abuela, para que me cuidaran bien”. Al explorar en torno a su
experiencia conviviendo con ellas durante dos semanas, expresa: “Mi tía
tenía un trato excelente conmigo, era cariñosa conmigo, me abrazaba, y me
decía: cuídate mucho que yo voy a estar contigo hasta que venga tu mamá;
todos los días me da merienda y no me hace falta nada”. Además de esto,
expresa como parte de la dinámica familiar con su tía, que la ayudaba en su
trabajo: “Ella a veces nos lleva para su trabajo, y yo la ayudo a pasarle los
panes que la gente dice y esas cosas, porque ella trabaja en un negocio de
comida”. Sin embargo, a pesar de que se mostraba bastante contento por
mudarse con su tía y su abuela; al realizar una segunda entrevista con el
participante, todo el contexto había cambiado, debido a que según su

111
narración, ellos con el pasar de los días comenzaron a cambiar su trato
hacia él, condicionando así su permanencia en la vivienda de acuerdo al
cumplimiento de las exigencias impuestas por los familiares cuidadores: “Un
día fui a llevar un mandado y se fue la luz. Tenía que subir una olla de
presión con unas caraotas desde el piso 1 hasta el 14 donde estaban ellos, y
yo le dije que no podía subir por esas escaleras solo porque me podía caer.
Entonces ella me dijo: “ah bueno entonces te irás con tu hermana porque ya
yo no te voy a cuidar más”. “Y yo le dije a mi mamá porque allí me trataban
muy mal, me contaban los minutos para ir al baño. Antes el primer día me
trataban muy bien”.

Al explorar qué aspectos eran considerados por el participante como


“malos tratos”, este relata: "Ellos me recibieron de maravillas al principio pero
después a las dos semanas no me querían más allí. Mi tía al siguiente día
que me dijo eso, ya me tenía toda mi ropa en un bolso”.

Y a partir de este momento, pasa a estar nuevamente bajo el cuidado


de su hermana mayor con quien había vivido los primeros meses: "Me tuve
que regresar con mi hermana, y ella está cambiando conmigo. Ahora ha sido
bien, los fines de semana ella se esfuerza para traernos algo, aunque sea
poquito, pero ya nos calienta la comida y todo ha cambiado". Expresa sobre
su situación actual bajo el cuidado de su hermana, para el momento de la
segunda entrevista realizada.

IV. 3.3 Más de una despedida

La migración en Venezuela es un fenómeno que afecta a todo el


grupo familiar, no solo porque los hijos dejados atrás deben separarse de
sus padres y adoptar un nuevo estilo de vida y dinámica familiar, sino porque
también muchas veces además de esta separación, deben lidiar con la
desunión de otros de los integrantes de la familia. Al respecto, una de las
participantes expresa que su núcleo familiar cambió debido a la emigración
de algunos familiares, un tiempo después de que su madre partiera hacia

112
Perú. “Cuando mi mamá se fue yo primero me quedé con mi prima, mi
tía y mi hermanita y después mi tías y mi prima se fueron para Ecuador
y a mi hermana se la tuvieron que llevar para Trujillo” (E1) de 9 años,
relata como parte de lo que fue su experiencia luego de la partida de su
madre, en donde la emigración por segunda vez, la separa en este ocasión
de su tía, su prima y su hermana menor con quienes estaba viviendo para
ese momento.

En este sentido, otros de los participantes también relatan


experimentar más de una despedida, incluyendo la separación con sus
hermanos, siendo en algunos de los casos porque estos también emigran:
"Mi hermano mayor y tres menores están en Chile, también se fueron con mis
papás" (E7).
"Mi hermano también se fue a Panamá y dejó a su hija con la mamá" (E4).

Mientras que en otro de los casos, se genera la ruptura con los


hermanos, porque al no ser hijos del padre que queda en Venezuela y estar
la madre fuera del país, estos son entregados a su padre biológico. Por lo
que la mudanza de estos hermanos no sólo es hacia otro hogar, sino en este
caso hacia otro Estado del país. Por lo cual, desde que su madre emigró a
Perú no ha compartido con su hermana, con quien vivía anteriormente:

“Mi otra hermana se quedó con su papá, porque como no la podía tener mi mamá.
Ella se quedó con su papá, y se la tuvieron que llevar para Trujillo” (E1).

Así mismo, una de las participantes también manifiesta como parte de


los cambios atribuidos a la emigración de su madre, la separación con su
hermana menor de 12 años. Quien tomó la decisión de forma voluntaria de
quedarse viviendo junto a su abuela paterna, decisión que toma sin
consultarlo con su abuela o padrastro con quienes vivía incluso antes de que
su madre emigrara:

"A mi hermana al principio sí le afectó lo de mi mamá y se quiso ir con su abuela,


ella se fue este año. Ella lo decidió. En carnavales se fue unos días para allá y se

113
quedó. No volvió a buscar ropa, ni comida ni da, solo no regresó más a la casa"
(E5).

Por otra parte, dentro de los cambios en la dinámica familiar, una de


las entrevistadas expresa con nostalgia, que luego de que su madre se fue
del país, sus padres se separan. Por lo que atribuye como parte de las
consecuencias de esta decisión la ruptura en la relación de sus padres:

"Lo que cambió es que ya mis papás no están juntos. Mi papá ya no pudo estar con
ella y también terminaron" (E1).

En este sentido, pareciera que existen múltiples dimensiones en torno


a la separación de familiares, en las que no sólo se ven afectados los hijos
de los migrantes, sino que también está involucrada gran parte de la familia
extendida de estos, y no sólo cambia la calidad de la relación con los hijos,
sino también con los padres e incluso con los cuidadores que asumen
hacerse cargo del menor. En base a esto, para Piras (2016) las redes
familiares de cuidados que se tejen alrededor del hogar son de crucial
importancia para su funcionamiento y para el bienestar emocional de la
descendencia, así como considera que la familia es un ente en continua
construcción que entre muchos factores se ve condicionado en sus
dinámicas y representaciones por el fenómeno migratorio.

IV. 3.4 Necesidades no cubiertas

Uno de los entrevistados expresa sentir una “falta de cariño” que se


traduce en necesidad de afecto, durante el tiempo en el que ha estado
conviviendo con su hermana en ausencia de sus padres; debido a que
extraña algunos comportamientos que su madre tenía hacia él, los cuales no
sienten recibir actualmente:

"Mi hermana no es cariñosa conmigo, en cambio mi mamá siempre me daba un


beso en la frente y me daba la bendición. Además cuando estaba con mi tía y mi

114
abuela, yo les pedía la bendición y me ignoraban, me decían que ya no querían que
viviera con ellos” (E4).

Mientras que para uno de los niños entrevistados, no tener juguetes


con los cuales jugar, significa no estar del todo bien. Pues expresa con
desánimo que en la actualidad sólo tiene dispositivos electrónicos, que
además no puede utilizar porque los cargadores están dañados. Razón por
la que quisiera tener juguetes, pero en su núcleo familiar no cuentan con los
recursos económicos para comprarlos:

"No tengo juguetes, pura tecnología y los cargadores no sirven. Ahora vivo más o
menos, porque ya se dañaron todos los juguetes y no tengo casi nada con qué jugar
y no me pueden comprar casi nada” (E3) de 9 años.

Para, Aznar (1992) las representaciones sociales que tiene cada


conjunto de población sobre la infancia en cada momento histórico
conforman buena parte de los elementos más básicos del contexto social en
que los niños viven y crecen. Pues el contexto social en que se
desenvuelven los niños está configurado no sólo por elementos materiales,
sino también por grandes conjuntos de elementos actitudinales (es decir,
psicosociales) que los adultos mantienen hacia la población infantil. En este
sentido, es importante destacar, que a pesar de que los niños y
adolescentes participantes del estudio tienen necesidades como:
alimentación, educación y salud medianamente satisfechas. Existen para
ellos necesidades importantes correspondientes a la etapa de su ciclo vital,
en la que a pesar de tener artículos de vestir a través de las remesas, entre
otros artículos enviados por los padres, los juguetes representan parte
esencial de su mundo creativo, al igual que el área afectiva forma parte de
su estabilidad emocional al estar separados de figuras significativas como
sus padres. Área que pareciera no estar siendo considerada por todos los
familiares al cuidado de los menores de edad no sólo por no adquirir
comportamientos afectivos propios de sus padres hacia ellos, sino a través

115
de comportamientos que reflejan maltrato y desatención en algunos de los
casos mencionados anteriormente.

IV. 3.5 Incumplimiento de acuerdos: Sin garantías

Dentro de los aspectos en común en las experiencias de los


entrevistados, el incumplimiento de acuerdos por parte de los padres, fue
una de las áreas resaltadas en su discurso. Acuerdos que fueron realizados
al momento de partir fuera de Venezuela y durante el tiempo transcurrido en
el extranjero, mencionando situaciones como: regresar pronto a Venezuela,
enviar teléfonos para poderse comunicar con sus hijos, llamar diariamente,
mandar remesas e incluso omitiendo la posibilidad de radicarse en el país
destino, por lo cual manifestaron regresar y no fue de esta manera. Como
muestra de ello a continuación se exponen parte de sus narraciones:

“Mi papá dijo que me iba a mandar para comprarme un teléfono"(E3).


“Mi mamá dice que pronto va a venir pero que no sabe cuándo"(E1).
"Yo estaba confiada porque ella había metido un reposo y todos los martes me
decía que venía que venía pero no se vino" (E5).
"Dijeron que nos iban a mandar, han tratado mandarnos algo, pero el dinero aún no
ha llegado, y la cosa está dura por allá" (E6).
"Él me dijo hijo no te preocupes porque yo te voy a llamar todos los días" Pero más
nunca me llamó (E2).

En este sentido, a pesar de que existen situaciones que se salen del


control de los padres, puesto que realmente se desconoce el estado
económico que estos puedan conseguir fuera de Venezuela, y por ende no
existen garantías de que incluso estos logren enviar remesas o dispositivos
electrónicos; pareciera que los padres utilizan estas promesas o acuerdos
con el fin último de calmar la angustia y la tristeza producto del hecho
inevitable de la separación ante la migración. Por otro lado, ante el escenario
de no informar los planes de migración a los hijos diciendo: “yo me regreso”,
pareciera ser utilizada la esperanza y la incertidumbre como paliativo a las
consecuencias emocionales que pudiera acarrear radicarse en otro país; sin

116
embargo el desvincularse por completo de sus hijos, genera un sentimiento
de abandono el cual representa una pérdida mayor. Mientras que los padres
que establecen frecuencias para comunicarse con sus hijos al momento de
partir y no explican los motivos por los cuales no han podido comunicarse
están incumplimiento parte del acuerdo establecido antes de emigrar, en el
área que permite la cercanía del vínculo en la distancia.

IV.3.6 Varios cambios a la vez

Como parte de las consecuencias de la emigración de los padres, se


pudo conocer que, pese a la distancia de estos, se les da a los niños y
adolescentes la libertad de escoger y decidir en varios de los casos, sobre
dónde pasar sus vacaciones e incluso dónde desean vivir, brindando en esta
última opción la posibilidad de que emigren junto a ellos:

"En julio no sé si irme para Biscucuy o para Colombia. Mis papás, me dijeron que
decidiera yo"(E4).
"Y no me quiero ir, porque lo que comencé aquí tengo que terminarlo porque tendría
que hacer una equivalencia y comenzar de nuevo, me pudiera ir con ellos a Chile
pero no quiero" (E7).

Por otra parte, una de las participantes menciona sentir menos unión
en su núcleo familiar como parte de los cambios luego de la emigración de
su madre, la cual deja de comunicarse por completo con su familia en
Venezuela. Al respecto expresa: “Ya no somos tan unidos como antes.
Antes, estábamos como más unidos… ¡Ya no! Si estamos unidos, pero no
tan unidos a como estábamos todos nosotros antes" (E5). Además de esto,
surge a raíz de esta situación un sentimiento de abandono: “Abandono para
mí significa que nos dejan solos, sin ninguna explicación. Ni decirnos por
qué no quiso seguir más con nosotros". Sentimiento que genera en ella
irritabilidad y rabia, como cambio emocional ante el hecho de sentirse
abandonada por su madre: "Me puse más amargada, no tengo sentimiento,
lo único que hago es puro pelear".

117
Aspecto que también es resaltado por Cecodap (2018) donde se
menciona que el abandono por emigración sigue incrementándose en la
actualidad, pero por ser un proceso nuevo aún no se tienen datos oficiales,
del cual las consecuencias son difíciles de dimensionar, y se irán viendo a
largo plazo.

Por último, dentro de las consecuencias experimentadas surge una


dimensión dentro de la estancia de los niños y adolescentes con sus
cuidadores, en la que los participantes están sin supervisión durante el día:

“Otras veces yo me quedo sola, pero con los perritos. Y mi abuela me llamaba a
cada rato" (E1).
"Yo tenía que irme solo, me tenía que comer la comida fría, y nadie me
acompañaba para el colegio y siempre me quedaba solo en la casa" (E4).

Aspecto que incluso se ve reflejado en las actividades recreativas de


los niños, quienes expresan tener como hábito salir a jugar a la calle con sus
vecinos, distintos juegos deportivos:

“Después de hacer la tarea mis abuelos me dejan salir a jugar fútbol con amigos y
primos en la calle cerca de mi casa” (E2).
“Salgo a jugar con mis amigos Stop y fusilados” (E3).

IV.3.7 Adaptación a la ausencia de los padres: “Me siento feliz”

Cinco de los ocho participantes, expresan sentir un cambio en los


sentimientos y emociones que sentían al inicio de la separación con sus
padres, donde predominaba la tristeza y el vacío de no tenerlos cerca. A
continuación, estos describen como punto en común “haberse adaptado a la
ausencia de sus padres”, razón por la que sienten menor predominancia de
tristeza y mayor felicidad:

"Antes me sentía muy triste, ahora los sigo extrañando pero me siento feliz" (E2)

118
"Todo sigue igual, sólo que mi mamá no está. Sólo ha cambiado que ahora están
lejos" (E6)
“Ahora los extraño pero me siento feliz” (E7)
"Ella me hace falta pero no me hace falta como la primera vez que se fue, la extraño
un poco menos. Ya me estoy adaptando porque ella por lo menos viene, dura que si
un mes y se vuelve a ir. Pero ya no siento la misma emoción que cuando ella
estaba aquí, porque ahora no la extraño tanto como antes" (E8)

Al respecto, se interpreta que el transcurrir del tiempo es un elemento


que pudiera favorecer a que tanto niños como adolescentes logren ajustarse
a una situación que en un inicio era distinta a la habitual, caracterizada por la
convivencia sin sus padres. En este sentido, resulta importante definir el
concepto de adaptación. Para Fierro (1997) significa una adecuación del
individuo hacia el entorno, en conjunto con una conducta interactiva de la
persona, en la que se incluye adaptar el entorno a las necesidades y
demandas personales, para así hacer vivible y habitable una situación o
circunstancia.

Por otro lado, Calvo (2005) establece que el estilo de afrontamiento


ante cualquier tipo de duelo, incluyendo el migratorio, es personal. Sin
embargo, establece que el mismo está sujeto a influencias externas, por
ejemplo la cultura, que establece parámetros de qué y cómo sentir en cada
situación; o en la familia, en la que los mayores van dejando a los más
pequeños un legado de cómo afrontan sus duelos.

IV.3.8 Expectativas

En cuanto a las expectativas de los participantes, surgieron


similitudes y diferencias que oscilaron en seis grandes áreas, las cuales
involucran el contexto en el que se encuentran inmersos, así como el lugar y
las personas con las que quisieran vivir:
1. Reencuentro familiar en Venezuela
2. Regreso de la madre
3. Deseo de que la situación cambie

119
4. Reencuentro familiar fuera de Venezuela
5. Vivir con otro familiar distinto a sus padres
6. Permanecer en Venezuela aunque implique estar sin sus padres

En cuanto al reencuentro familiar en Venezuela, cuatro de los


entrevistados manifestaron en forma esperanzadora lo siguiente:
“Me gustaría que todos volvieran a la casa, incluso mi prima, por eso yo prefiero
quedarme aquí, porque a esta casa es donde volvería mi mamá y mi hermana" (E1)
"Quisiera que vinieran y volviéramos a estar todos juntos" (E6)
"Yo me quiero quedar aquí, pero con mi mamá y con toda mi familia como era
antes". (E8)

En relación a lo anterior, se interpreta un deseo por parte de los


participantes a volver a las circunstancias previas a la emigración, donde
toda la familia estaba unida en el mismo país y en el mismo hogar, a pesar
de no saber con certeza si esto llegue a suceder en algún momento.
Mientras que dos de los participantes, expresan con anhelo que sus madres
regresen a Venezuela y estén nuevamente en su vida cotidiana:
"Yo sólo quiero que regrese mi mamá para que se acabe toda esta pesadilla" (E4)
"Yo quisiera que ella vuelva y que no se vuelva a ir más" (E5)

Expectativa, que para uno de los participantes podría ser posible “si
cambia la situación en Venezuela”, por lo que desea que esto ocurra, para
así poder estar con su madre:
"Para que mi mamá regrese y se quede para siempre, porque si se acomoda esta
situación ella se viene" (E4)

Por su parte, otro de los participantes, desea la unión familiar, pero


fuera de Venezuela, expresando:
“En un futuro quisiera irme con mi mamá, quisiera que estuviéramos juntos toda la
familia en Ecuador” (E2)

Mientras que uno de los niños participantes, expresa como parte de


sus expectativas, irse a vivir a un país distinto al que se encuentran sus

120
padres, pues en Colombia, donde vive una de sus tías hay suficientes
juguetes para él:
"No me gustan esos países donde están ellos, yo me quiero para Colombia para
donde está mi tía…En Colombia mi primo me tiene un cuarto lleno de puros
juguetes" (E3)

Por último, uno de los adolescentes expresa que prefiere quedarse en


Venezuela, pues se siente agradado con la independencia que tiene en la
actualidad, viviendo con su hermana:
"Yo quisiera que se estabilizaran allá, bueno ya se estabilizaron, yo en realidad no
me quiero ir a vivir con ellos, acá me siento bien a pesar de todo" (E7)

Por último, como parte del análisis de los datos encontrados, en


contraste con las investigaciones realizadas en América sobre los dejados
atrás, a pesar de que en uno de los casos están presentes comportamientos
por parte de los familiares que pudieran considerarse como maltrato físico y
psicológico, y en otro de los casos surge el abandono por parte de la
emigrante, ninguno de los niños y adolescentes expresan el deseo de ir en
busca de sus padres a otra nación por sus propios medios, como se da en
los casos de Honduras, el Salvador y Guatemala. A pesar de tener como
expectativa el reencuentro familiar como punto en común.

121
CONCLUSIONES

A continuación se destacan los resultados más importantes del


proceso de investigación, y se señalan algunas recomendaciones y
limitaciones que pudieran servir para próximos trabajos de investigación en
el área.

De la información obtenida a través de las entrevistas realizadas a


niños y adolescentes entre 8 y 17 años, se extrae como aspectos
fundamentales dentro de sus vivencias lo siguiente:
• La emigración de los padres fuera de Venezuela está siendo llevada a
cabo en mayor proporción de forma arbitraria, sin establecer un
consenso con los hijos donde se les informe y se les prepare en torno
a la separación y a la convivencia con familiares cuidadores, lo que
genera tristeza y sentimiento de exclusión ante la toma de decisiones
que les afecta directamente a nivel emocional y cambian su estilo de
vida, durante meses e incluso años.

• No informar sobre los planes migratorios a los hijos no evita el


sentimiento de dolor o tristeza que estos puedan experimentar
producto de la separación, por el contrario, acentúa los mismos, pues
no han tenido tiempo para asimilar y digerir los cambios que
devienen.

• Actualmente no se están llevando a cabo los procesos legales


pertinentes en torno a lo que conlleva irse del país y dejar a los hijos
con un familiar cercano, pues ninguno de los padres del estudio
realizó el proceso de colocación familiar bajo la modalidad de entrega
voluntaria a un tercero como lo establece la Lopnna, ni el ejercicio
unilateral de la paternidad, en el caso en el que uno de los padres se
queda a cargo del menor de edad. Aunado a que los permisos y

122
poderes no son legales a nivel jurídico, pues las responsabilidades de
los padres son indelegables e irrenunciables.

• Al no realizar los procesos legales estipulados por la Lopnna, los


menores de edad en esta condición quedan vulnerables a nivel
jurídico, pues no existen garantías de que pueden acceder a todos
sus derechos.

• Los menores de edad dejados atrás se encuentran en una condición


de desamparo porque se encuentran privados de la presencia de sus
padres biológicos, lo que genera que les sea violado el derecho a ser
criados y cuidados por sus padres, sin excepción, por el simple hecho
de ser seres humanos (Naciones Unidas s.f.).

• De acuerdo con los referentes teóricos, algunos de los participantes


del estudio se encuentran en una condición de abandono emocional,
dado a que este implica la falta de atención, vigilancia deficiente y
descuidos que perjudican al menor de edad a nivel socio-emocional.

• Este grupo de jóvenes denominados dejados atrás pertenecientes al


estudio, cumplen con las características de lo que se considera
“infancia en riesgo social”, pues el bienestar de los mismos, se ve
comprometido por circunstancias familiares y sociales, como:
rechazo, ausencia parental, y la no disponibilidad de tiempo por parte
de los cuidadores, debido a la necesidad de los padres de cubrir las
necesidades de sus hijos.

• El duelo migratorio no sólo es experimentado por quienes parten de


un país a otro, sino que también forma parte de la experiencia de los
dejados atrás, a pesar de ser un proceso que no es vivido de la
misma manera por todos los participantes. Sin embargo, es
importante resaltar que algunos de los síntomas como: tristeza, llanto,

123
dificultad para conciliar el sueño, pesadillas y la pérdida del apetito
fueron descritos por algunos de los participantes.

Finalmente, en respuesta a los objetivos planteados, se pudieron


identificar las emociones y sentimientos experimentados por los participantes
en torno a la vivencia de ser dejados atrás por sus padres, los cuales oscilan
entre: tristeza ante la separación, rabia hacia algunos de los integrantes del
núcleo familiar actual, inseguridad ante la ausencia momentánea del padre
no migrante, miedo ante la posibilidad de que el padre o madre migrante
nunca regrese, incertidumbre, soledad ante el hecho de irse solos al colegio
y estar sin compañía durante gran parte del día, rechazo por parte de
algunos familiares cuidadores, añoranza, preocupación, felicidad por sentirse
cuidados y atendidos, alegría ante el posible regreso de los padres y porque
“no les falta nada”, amor hacia sus padres, y hacia sus cuidadores por cubrir
sus necesidades de alimentación y educación, y paz por ser tomados en
cuenta por cuidadores. Destacando finalmente haberse adaptado a esta
nueva estructura familiar en algunos de los casos.

Mientras que el estilo de vida de los entrevistados en su nuevo


ambiente familiar se caracterizó por experimentar múltiples cambios en
cuanto a sus rutinas, normas y hábitos que eran llevados a cabo bajo el
cuidado de sus padres, entre ellos: deben irse solos al colegio, pasan gran
parte del día sin supervisión, la recreación de muchos de los niños se
caracteriza por juegos en las calles con amigos de la zona. Contribuyen con
actividades del hogar, así como participan en las actividades de algunos de
sus cuidadores en ambientes laborales y de esparcimiento como siembra y
jardinería. Además de esto, en algunos de los casos, pasan por varios
cuidadores, quienes principalmente son figuras como: abuelos, hermanas
mayores, tíos y padrastros (cuando ambos padres deciden emigrar), y las
condiciones de salud son atendidas por estos.

124
En cuanto a los significados construidos al ser dejados bajo el
cuidado de familiares y de un sólo padre, estos giran en torno a la
consecución de una mejor calidad de vida, la cual debido al contexto
económico, político y social que atraviesa el país no pueden tener en
Venezuela, ya que resaltan: la escasez, la inflación, el desempleo, la
situación país y el bienestar familiar como motivos por los cuales sus padres
tuvieron que marcharse. Describiendo como principal motivo para que estos
emigren: “Lo hacen por nosotros, para que estemos sanos y no pasemos
trabajo”.

Por otra parte, dentro de los significados identificados a través de la


narración de los participantes, se pudo conocer que la ausencia de
comunicación por parte de los padres hacia ellos representa un abandono en
sus vidas. Por lo que la comunicación cobra una importancia vital en cuanto
a las atenciones y afectos de los padres, los cuales son esperados y
apreciados por estos a través de los distintos medios electrónicos.

Las consecuencias que se derivan de esta situación para los


principales involucrados son: abandono por parte de sus padres, bajo
rendimiento académico, irritabilidad, desunión familiar, permanencia
condicionada en alguno de los casos por los familiares cuidadores donde no
acatar las exigencias impuestas significa que no pueden permanecer con
estos, separación de hermanos, separación de los padres migrantes,
maltrato físico y psicológico en alguno de los casos, y necesidades de afecto
y de juguetes en los niños.

Aunado a lo anterior, se pudieron identificar distintas expectativas en


los menores de edad en estas condiciones, entre ellas: está presente de
forma predominante un deseo de reencuentro familiar en Venezuela, el
regreso de la madre, deseo de que la situación del país cambie para que sus
padres puedan regresar, reencuentro familiar fuera de Venezuela en algunos
de los casos, vivir con otro familiar distinto a sus padres y mencionan el

125
deseo de permanecer en Venezuela aunque esto implique estar sin sus
padres.

Por último, desde el punto de vista personal, como investigadora


considero que a pesar de que algunos de los participantes expresan sentirse
adaptados a esta situación, esto no significa que las consecuencias
emocionales estén completamente atendidas, sobre todo en el caso de los
niños, pues la separación con sus padres, en la mayoría de las casos, fue un
evento que no tuvieron suficiente tiempo para elaborar; aunado a los
distintos cambios que estos manifiestan experimentar en distintas áreas de
su vida que reflejan estar afectados por esta situación. Y en este sentido es
importante destacar que el proceso de ser dejado atrás es experimentado de
forma distinta en los niños, debido a la etapa del ciclo vital en la que se
encuentran, ya que viven la separación de forma más dolorosa por ser sus
principales figuras de apego. Mientras que en los adolescentes la separación
de sus padres con el pasar del tiempo la van traduciendo a mayor autonomía
e independencia lo cual les agrada, y se corresponde con la etapa en la que
se encuentran. Aunado a esto, en base a las observaciones y a las notas de
campo realizadas, a nivel global, quienes fueron informados con suficiente
tiempo, se mantienen en contacto con sus padres de manera frecuente y
expresan sentirse queridos y atendidos por sus cuidadores, parecieran
afrontar esta situación de una mejor manera, pues sienten que el vínculo con
sus padres a pesar de haber cambiado, no ha dejado de estar presente; por
lo que la red de apoyo familiar es un área que pareciera ser favorable en
este proceso. Mientras que quienes pasan por experiencias de rechazo,
abandono, maltrato físico y psicológico, se mostraron más afectados
anímicamente, ya que el rompimiento del vínculo pudiera considerarse
traumático en estos casos, por lo que este evento pudiera tener mayor
impacto en la vida de estos en el futuro.

126
RECOMENDACIONES

• Para futuras investigaciones sería de gran aporte realizar una


aproximación sobre las vivencias de los niños y adolescentes que
están bajo el cuidado de vecinos y personas externas a su núcleo
familiar, así como conocer las experiencias de quienes están en la
condición de ser dejados atrás y no están escolarizados.

• Sería interesantes realizar una investigación incluso con la


metodología cuantitativa, con el fin de identificar con precisión
posibles síntomas de depresión y estrés, en esta población que
experimenta constantes cambios.

• Además de esto, se recomienda en este tema de estudio realizar


encuentros repetidos con los participantes, ya que las dinámicas y los
cambios en cuanto a su núcleo familiar y estilo de vida, cambian
constantemente.

• Desde el punto de vista de la Psicología Social, surge como temática


interesante de abordar: las vivencias de los cuidadores ante este
proceso.

• También sería importante poder analizar la mirada de los niños y


adolescentes de mayor poder adquisitivo en esta condición, y la
dinámica familiar de estos.

• Por otra parte, se recomienda a los padres migrantes realizar una


planificación del viaje donde se incluya la comunicación de la decisión
de emigrar con suficiente tiempo de anticipación como primer punto,
explicar los motivos por los cuales toman la decisión en caso de que
no deseen consultarlo con sus hijos, tomarse un tiempo para preparar
a sus hijos ante los cambios que devienen sin realizar ningún tipo de

127
acuerdo o promesas que no estén seguros de poder cumplir, y por
último y muy importante mantenerse en contacto por los medios
digitales que ofrece la tecnología para cultivar la relación a distancia,
aspecto incluso más importante que el envío de remesas para su
bienestar emocional.

• Antes de emigrar, se recomienda también evaluar la responsabilidad y


capacidad de atención que el familiar cuidador pueda tener con el
menor de edad y luego de confirmar la idoneidad de este, realizar los
procesos legales requeridos para que este tenga sus derechos
garantizados en su ausencia.

• Se recomienda también para futuras investigaciones utilizar una


muestra más cerrada en cuanto al rango de edad de los participantes,
para que de esta manera se logre comprender más a fondo las
diferencias presentes en este proceso a nivel cognitivo y emocional,
tanto en niños como en adolescentes.

• Por último, con el fin de cuidar la salud emocional de estos jóvenes se


recomienda que estos se encuentren en atención psicológica
constante con el fin de elaborar el duelo migratorio de sus padres,
siendo prioridad en los casos donde existe abandono migratorio.

128
LIMITACIONES

Para la realización del presente estudio, muchas fueron las


limitaciones presentadas, siendo las más relevantes ocasionadas por la
inestabilidad del contexto social, que se generó producto de apagones
nacionales consecutivos, lo que generó dificultades en el suministro de agua
en gran parte de la ciudad capital, por lo que la suspensión de las clases por
tiempo indefinido fue una barrera para llevar a cabo la inmersión a campo en
el tiempo previamente establecido.

Adicionalmente, las zonas en las que están ubicados los colegios Fe y


Alegría, fueron de difícil acceso, por lo cual asistir a los mismos fue un
aspecto que complicó el proceso. Además de esto, en muchas
oportunidades los niños y adolescentes registrados por parte de las
instituciones en esta situación, no cumplieron con las características de la
muestra, y en otras ocasiones estos habían desertado de la vida escolar sin
previo aviso, siendo estos quienes estaban bajo el cuidado de vecinos y
personas externas al círculo familiar, razón por la que no se pudo acceder a
esta muestra.

Por otra parte, al tratarse de menores de edad, el proceso para


realizar las entrevistas, representó mayores pasos previos, tanto en llevar
solicitudes a los colegios, como en ubicar a los participantes y
posteriormente entregar y recibir las autorizaciones firmadas por los padres,
por lo que el proceso fue aún más largo, y requirió de múltiples visitas a los
tres colegios en los que se realizó el estudio.

Además de esto, también representó una limitación, que los


participantes del estudio fueron apareciendo de forma progresiva en el
transcurso del tiempo; pertenecientes a distintos grados de escolaridad y con
distintas edades, por lo que se fueron entrevistando según los casos

129
disponibles que iban emergiendo en los colegios hasta que se saturó la
muestra.

Por último, representó un reto importante entrevistar a niños


pequeños, pues en algunos casos se evidenció una dificultad para
desarrollar sus ideas, sin embargo a medida que estos se sintieron en
confianza se logró realizar las mismas de manera fluida, e incluso sin
preguntarles estos comentaban los nuevos cambios y cómo se sentían al
respecto.

130
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142
ANEXOS

Anexo N° 1. Guión de entrevista

EMOCIONES
¿Cómo te enteras que tus padres deciden emigrar de Venezuela?
¿Cómo recuerdas el momento en que tus padres estaban preparando el
viaje?
¿Cómo te sentiste cuando tus papás se fueron de Venezuela?
¿Qué emociones han estado presentes durante este tiempo sin tus padres?
¿Cómo te sientes con las personas con las que vives actualmente?
¿Qué les dirías a otros niños o adolescentes, que van a pasar por la misma
experiencia que tú, cómo es el proceso de vivir con otros familiares?
¿Por qué crees que tus padres decidieron irse de Venezuela?

ESTILO DE VIDA
¿Cómo es tu estilo de vida?
¿Con quiénes vives actualmente?
¿Me podrías dar un ejemplo de cómo es actualmente tu ambiente familiar?
¿Qué podrías decirme sobre la disciplina en tu hogar, tienes alguna norma?
¿Es igual a la disciplina con tus padres?
¿Cómo es tu día cotidiano actualmente desde que te despiertas hasta que te
vas a dormir?
¿Cómo es actualmente tu alimentación, qué alimentos sueles comer?
Sobre tu salud, ¿Qué me podrías comentar durante este tiempo sin tus
padres?
En cuanto al sueño, ¿Qué me podrías comentar? ¿Cómo es tu espacio para
dormir?
¿Cómo describes vivir bajo el cuidado de otras personas?
¿Realizas algún deporte o actividad?
¿Me podrías dar un ejemplo de cómo son tus relaciones en el colegio, con
amigos maestras y profesores?

143
DINÁMICA FAMILIAR
¿Con quienes vivías antes de que tus padres se fueran del país?
¿Cómo era tu vida escolar cuando vivías con tus padres? ¿Dónde realizabas
tus tareas?
¿Qué solías comer cuando tus padres vivían contigo?
¿Qué cosas solías hacer con tus padres para divertirte?
¿Cómo es tu relación con tu mamá?
¿Cómo es la relación con tu papá?
¿Cómo es tu relación con las personas con las que vives actualmente?
¿Tienes hermanos? ¿Cómo es tu relación con ellos?
¿Cómo te comunicas con tus padres?
¿Cada cuanto conversas con ellos?

CONSECUENCIAS
¿Cómo son actualmente tus relaciones familiares? ¿Sientes que han
cambiado en algún aspecto? ¿De ser así, ¿Por qué?
¿Cómo es tu rendimiento escolar en este momento? ¿Siempre ha sido así?
¿Consideras que el hecho de que tus padres se hayan ido a otro país ha
afectado de alguna manera tu vida? ¿De ser así, en qué sentido crees que
ha cambiado?

EXPECTATIVAS
¿Cuáles son tus expectativas en relación a tus padres?
¿Qué expectativas tienes en torno a tu familia?
¿Cómo te visualizas dentro de un tiempo con quienes vives actualmente?
Algunas personas consideran que los jóvenes que se quedan en Venezuela
desean irse con sus padres, mientras que otras personas piensan todo lo
contrario. ¿Tú qué opinas al respecto?
¿Cuáles eran tus expectativas al momento en que tus padres se fueron del
país?

144
Anexo 2. Vivencias de dejados atrás

145

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