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Psicolingüística

La psicolingüística es una rama de la psicología interesada en cómo la especie humana


adquiere y utiliza el lenguaje. Para ello estudia los factores psicológicos y neurológicos
que capacitan a los humanos para la adquisición y deterioro del mismo, uso,
comprensión, producción del lenguaje y sus funciones cognitivas y comunicativas.

La psicolingüística nace de los estudios del lingüista francés Gustave Guillaume (1883-
1960), motivo por el cual también se la conoció a principios del siglo XX como
guillaumismo. Guillaume llamó a su teoría: Psicosistema y en ella vinculó los elementos
lingüísticos con los psicológicos.

Esta disciplina analiza cualquier proceso que tenga que ver con la comunicación
humana, mediante el uso del lenguaje (sea este el que sea, oral, escrito, etc.). A
grandes rasgos, los procesos psicolingüísticos más estudiados pueden dividirse en dos
categorías, unos llamados de codificación (producción del lenguaje), otros llamados de
decodificación (o comprensión del lenguaje). Comenzando por los primeros, aquí se
analizarían los procesos que hacen posible que seamos capaces de formar oraciones
gramaticalmente correctas partiendo del vocabulario y de las estructuras gramaticales.
Estos procesos se denominan codificación.

La psicolingüística también estudia los factores que afectan a la decodificación, o con


otras palabras, las estructuras psicológicas que nos capacitan para entender
expresiones, palabras, oraciones, textos, etc. La comunicación humana puede
considerarse una continua percepción-comprensión-producción. La riqueza del
lenguaje hace que dicha secuencia se desarrolle de varias formas. Así, dependiendo de
la modalidad visual o auditiva del estímulo externo, las etapas sensoriales en
percepción serán diferentes. También existe variabilidad en la producción del lenguaje,
podemos hablar, gesticular o expresarnos con la escritura. Finalmente, el acceso al
significado varía según si la unidad de información considerada es una palabra, una
oración o un discurso.

Otras áreas de la psicolingüística focalizan en temas tales como el origen del lenguaje
en el ser humano (natural vs. cultura). Por ejemplo, en psicolingüística se trata el
estudio de preguntas tales como el modo en que la gente aprende una segunda
lengua, así como los procesos de adquisición lingüística en la infancia. Según Noam
Chomsky (1928–), máximo exponente de la escuela generativista, los humanos tienen
innata una gramática universal (concepto abstracto que abarca todas las lenguas
humanas). Los funcionalistas, que se oponen a esta tesis, afirman que el lenguaje tan
solo se aprende mediante el contacto social. Sin embargo, está probado
científicamente que todo ser humano que no padezca ninguna enfermedad que se lo
impida, tiene la innata capacidad de aprender lenguas, siempre y cuando esté
expuesto a ellas durante un período suficiente. Este período se extiende
considerablemente después de la pubertad. Por lo cual, un niño puede aprender
rápidamente cualquier lengua, mientras que un adulto puede necesitar años para
aprender una segunda o tercera lengua. También parece probado que cuantas más
lenguas se sabe, resulta más sencillo aprender otra.
Aunque Jean Piaget (1896-1980) nunca se ocupó de la escritura como tal, ni de los
procesos que implica el aprendizaje de la lengua escrita, su teoría inspiró el inicio de
estudios, indagaciones e investigaciones especialmente sobre los procesos que se
desarrollan en el aprendizaje del lenguaje en general y de la escritura en particular;
partiendo de los esquemas y fundamentos de la psicogénesis, puesto que el legado
que dejó Piaget respecto al enfoque del niño se constituye en el punto de referencia
obligado para cualquier psicólogo, pedagogo o lingüista que se interesa por el
desarrollo del conocimiento en el ámbito de la escritura, ya que para «comprender un
proceso psicológico hay que comprender su génesis». En consecuencia, la
psicolingüística se origina cuando la psicología trata de analizar las funciones del
lenguaje, principalmente el funcionamiento de la palabra (Ferreiro, 1999).

De esta manera, los revolucionarios cambios comentados más arriba derivaron en la


creación oficial de la psicolingüística, entendida como «la disciplina científica cuyo
objeto de estudio es la adquisición y uso de las lenguas naturales —comprensión y
producción de enunciados orales y escritos— desde la perspectiva de los procesos
mentales subyacentes».

Sociolingüística

La sociolingüística estudia el lenguaje en relación con la sociedad. Su objetivo de


análisis es la influencia que tienen en una lengua los factores derivados de las diversas
situaciones de uso, tales como la edad, el sexo, el origen étnico, la clase social o el tipo
de educación recibida por los interlocutores, la relación que hay entre ellos o el tiempo
y lugar en que se produce la comunicación lingüística.

La sociolingüística nació del interés por ir más allá de unos estudios que consideraban
la lengua como un sistema abstracto, aislado del hablante y de la sociedad. El término
sociolingüística aparece por primera vez en 1952 en el título de un trabajo de H. C.
Currie; sin embargo, una de las fechas más importantes en los inicios de la disciplina es
1964, año en el que se celebraron en Estados Unidos varias reuniones importantes
-convocadas principalmente por lingüistas, sociólogos y antropólogos- que
despertaron el interés de muchos especialistas e impulsaron el desarrollo de la
disciplina. A partir de esta fecha, se inició una actividad incesante en torno a los
estudios sociolingüísticos en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

En el nacimiento de la sociolingüística confluyeron los intereses de distintas disciplinas


como la lingüística, la antropología o la sociología. W. Labov cuestionó la dicotomía 
chomskyana competencia/actuación por entender que era imposible separar el
sistema de la lengua de su realización. Del mismo modo, si N. Chomsky afirma que el
objetivo de la lingüística es la competencia de un hablante-oyente ideal que pertenece
a una comunidad homogénea y que no se encuentra afectado por factores ajenos, W.
Labov insiste en la importancia de la variación lingüística y afirma que la justificación
de esa variación es la interrelación entre los factores lingüísticos y los sociales. Acota
así el concepto de competencia sociolingüística, que describió como el resultado de la
suma del nivel interno de la lengua (competencia), el externo (actuación) y los factores
sociales.
A grandes rasgos, existen dos vertientes dentro de la sociolingüística: una empírica,
que se encarga sobre todo de la recogida de datos y que posiblemente sea la
responsable del desarrollo actual de la disciplina; y una teórica, cuyo objetivo es la
reflexión sobre esos datos. La investigación en sociolingüística se desarrolla
principalmente en tres campos: el de la sociolingüística cuantitativa urbana o
variacionismo (esta rama estudia la variación lingüística asociada  a factores sociales
que se da en un hablante o en una comunidad de hablantes), el de la sociología del
lenguaje  y el de la Etnografía de la comunicación.  Entre estas corrientes hay
diferencias teóricas y metodológicas importantes. Además, cada país tiene unas
escuelas, unas tradiciones, unas convenciones de estudio y unas situaciones
sociolingüísticas particulares que determinan las investigaciones.

Algunos lingüistas, ante el desacuerdo existente acerca de qué parcelas son objeto de
estudio de la sociolingüística y cuáles quedarían fuera de su ámbito de estudio, han
propuesto que los estudios sociolingüísticos pueden incluir desde el estudio de la
comunicación interpersonal, por ejemplo los actos de habla o la secuenciación de
enunciados (micro sociolingüística), hasta el estudio de la planificación lingüística, la
elección de la lengua en comunidades bilingües o plurilingües o las actitudes
lingüísticas (macro sociolingüística).

Las relaciones entre la sociolingüística y el aprendizaje de lenguas han sido numerosas


y fecundas. Por un lado, la sociolingüística se ha interesado por los procesos de
adquisición de lenguas (primeras y segundas) ya que el contexto social es uno de los
factores más influyentes en este proceso. Por otro lado, la didáctica de lenguas ha
recogido los planteamientos básicos de la sociolingüística: la variación lingüística debe
estar reflejada en la enseñanza de una lengua y es por tanto necesario prestar
atención a la lengua en su contexto social. En la didáctica de lenguas es imprescindible
poner de manifiesto los componentes sociolingüísticos de la comunicación tanto en la
producción como en la recepción de la lengua por parte de los alumnos. El Marco
común europeo de referencia para las lenguas apunta que los estudiantes de una
lengua extranjera deben desarrollar los  conocimientos y destrezas  necesarios para
poder utilizar la lengua en su dimensión social, es decir, para desarrollar su
competencia sociolingüística. 

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