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“TRES CARACTERISTICAS DE UN BUEN OBRERO”

“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de


ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas;
porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su
mies” Mateo 9:35-38.
Introducción
*Estas son épocas de especial entusiasmo en lo que respecta a seguir a cristo y a
obedecer su mandamiento de ir y hacer discípulos. Los desafíos evangelisticos y
misioneros en todo el mundo nunca antes fueron tan grandes. Es preciso que
conozcamos estos desafíos y pensemos en lo que significan para el reino de
Jesucristo y su crecimiento. Por lo tanto, EL AUMENTO DE LA POBLACION 
Cuando Jesús pronuncio la Gran Comisión probablemente la población mundial no
pasaba de (300 mill. año 1) (año 1000 500 mill. de hab.) (Año 1750 700 mill. de
hab.) (Año 1890 1.500 mill. de hab.) (Año 1966 3.400 mill.de hab.)  (Año 1990
5.300 mill. de hab.) (Año 2000 6.000 mill. de hab.) Ahora siglo 21 la población del
mundo alcanza mas de 7.000 millones, de habitantes y esta en  aumento (7.500 a
7.600 aproximadamente). El mayor crecimiento se da en Asia, América Latina y
África, y en países donde la religión principal no es la cristiana. Mas de la mitad del
mundo adora a algún otro dios y no al Dios revelado en la biblia y en Jesucristo.

¿Qué significa esto para el evangelismo y los obreros del Señor? sin duda,
significa que el campo de cosecha es mas grande que nunca antes. Más personas que
nunca necesitan ser alcanzadas con el EVANGELIO. Mas obreros deben responder
al llamado del señor, “la mies es mucha los obreros pocos” los obreros deben
prepararse, y empezar a recoger la cosecha. Las iglesias en todas partes deben
comprometerse con la evangelización.

Estadistas de la eficacia de la iglesia  en evangelismo

*De toda la iglesia mundial el 80% simplemente no evangeliza no gana almas para
Cristo; sobra el 20 %. De ese porcentaje, aproximadamente el 15% no sabe
evangelizar porque sus líderes y pastores simplemente no les enseñaron a sus
iglesias a evangelizar ni a testificar de Cristo. De la iglesia mundial, solo el 5%
evangeliza y gana almas que triste es que aun la iglesia después de más de 2000 mil
años todavía no entiende la razón de su existencia. La biblia habla sobre el deber de
la iglesia que es enviada: “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique?  ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas!” Romanos 10. 13:15.

La obra del Señor necesita obreros.


La palabra obreros que se usa acá, en griego se lee ergatai, esta proviene de
ergazomai, y significa trabajadores, activos u obreros. Esta palabra se
entrelaza y usa mucho además con la obra de Dios, sobre todo con aquella que
tiene que ver con el arduo trabajo de la salvación, por lo tanto, los obreros que
necesita el reino, son personas que tengan la misma meta de establecer el reino
de Dios y la salvación de los seres humanos, que tenía Jesús.
Ante esto se nos viene la pregunta ¿Cómo deben ser estos obreros?
Los textos que hemos leído nos dan tres características que tiene que tener un
obrero del Señor:
La primera característica de un obrero es que tiene visión.
Jesús luego de sanar a algunas personas como lo son la mujer que tocó su
manto, la hija de Jairo, los dos ciegos y al mudo, se detiene a contemplar a la
multitud y viéndolas sintió la compasión. Por lo tanto, nos enseña que el
verdadero obrero tiene una mirada diferente o una visión especial de la
realidad.
A uno de los grandes predicadores se le preguntó acerca del éxito de su
ministerio, a lo cual, él tomo al que lo entrevistaba y lo llevó hacia su
escritorio ubicado en un segundo piso, y abrió las ventanas y le dijo: que es lo
que puedes ver, le dijo al periodista, titubeando, veo personas, otra vez
preguntó el predicador ¿qué vez?, pero esta vez observa bien le dijo, el
periodista volviendo a mirar le dijo solo veo gente caminando de un lado a
otro, entonces le respondió el predicador, esa es la diferencia de mi ministerio
y lo que ha marcado el progreso del mismo, y es que donde ustedes solo ven
gente caminando o personas, yo veo almas sin Cristo que caminan hacia el
infierno.
El obrero del Señor será por lo tanto motivado por el simple hecho de entender
una realidad que otros no son capaces de percibir, pues, mientras algunos
están relajados en sus asientos, no percibiendo que hay quienes pasan por su
lado caminando directo al infierno, otros reconocen la necesidad que alberga
este mundo que se lo está llevando el diablo, representado en los campos
blancos que se pudren por necesidad de obreros, de que gente se prepare y se
entregue al servicio activo y los trabajos de la obra, sea cual sea su espacio en
el cuerpo de Cristo.
Entonces los que pretendamos ser obreros del Señor debemos detenernos a
observar la realidad de nuestro entorno, como lo hizo Jesús, ya que sus
miradas siempre van a ser importantes y penetrantes en la biblia, también las
nuestras deben serlo, para llevarnos a mirar con los ojos de Dios la necesidad
de los seres humanos, y así poder ser obreros que se motiven a servir al Señor
y disponerse para su obra de Dios.
La segunda característica de un obrero es que tiene pasión.
La palabra “tuvo compasión” en griego se lee “εσπλαγχνισθη =
esplagchnisthe”, y significa compadecerse, ser movido a misericordia, y
aunque no es clásica, si lo es en cuanto al hombre εσπλαγχa = esplagcha, que
significa vísceras principales, es decir, corazón, pulmón, hígado e intestino.
Los griegos sostenían que estas vísceras constituían el asiento de las
emociones y pasiones, especialmente de la ira, la ansiedad, el miedo e incluso
el amor, es del amor en lo que vamos a centrar el sentimiento que invade
nuestras viseras.
D.L. Moody dijo que Napoleón trató de establecer un reino por medio de la
fuerza de sus ejércitos. Lo mismo hicieron Alejandro el Grande, Julio César y
otros guerreros. Jesús fundó su reino sobre el amor, y su reino va a
permanecer. Cuando llegamos a este plano, el del amor, todas las cosas
egoístas e indignas desaparecen, y entonces nuestra obra puede soportar el
fuego de la prueba.
Jesús lo entendió así, cuando declaro diciendo que por amor vino a este
mundo enviado por el Padre (Juan 3:16), y fue precisamente ese amor el que
lo llevó a soportar cualquier cosa que este mundo pudiera hacerle, con tal de
llevar el mensaje del evangelio a la mayor cantidad de personas posibles, por
esto mismo son reconocidos los últimos capítulos de los relatos de los
evangelios, como la pasión de Cristo, el momento en que Jesús va a la muerte
por la potencia de su amor.
Por lo tanto, si queremos ser buenos obreros de la obra de Dios, debemos
procurar sentir hasta en nuestras entrañas el amor que Dios siente por las
almas, y la necesidad que tiene de manifestarse a las almas sin Cristo.
La tercera característica de un obrero es que tiene negación.
Esta palabra apunta a personas obedientes y capaces de que luego de haber
mirado con compasión a los perdidos, y sentir en sus viseras la necesidad de
prepararse para poder servir a la obra, además aceptan el llamado de ir cuando
Dios lo envíe.
John Wesley, a la edad de 87 años, en una carta a Alexander Mather, le
escribió: "Dame cien predicadores que no teman a nada más que al pecado y
no deseen nada más que a Dios, y me importa poco si son cleros o laicos;
tales solos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el reino del cielo
sobre la tierra."
La negación y entrega de los derechos para ser usados y gobernados por el
reino de los cielos, es esencia de vida de un buen obrero, ya que lo único que
sentirán es la necesidad de servirle, esta negación y entrega es demandada por
Jesús para todo aquel que quiera seguirle de verdad (Lucas 9:23), además a
esto le añadió Pablo que así debían conocernos los hombres como siervos y
administradores de los misterios de Dios (1Corintios 4:1).
Ultimas palabras
El verdadero obrero entonces debe estar dispuesto a ir, a dejarlo todo cuando
el Señor quiera enviarlo, pues, es lo único que desea en su corazón, servir a un
Dios real y poderoso. Además reconoce que eso es lo que le llena y realmente
vale la pena.
Entonces debemos decir que los obreros que el reino de los cielos necesita y
de los cuales el Señor exige frente a la gran necesidad de cosecha que se está
perdiendo, deben tener las características de Visión, para contemplar la
realidad de las almas sin salvación. Pasión, que lleve a nuestras entrañas a
amar las almas y sentir en nuestro corazón como lo hace Dios, y por ultimo.
Negación para poder estar dispuestos a ir cuando el Señor así lo demande y
hacer lo que el le mande Amén que así sea.

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