Predicación del Evangelio

Que es el Evangelio?

El Evangelio conforme a Romanos 1:16 “es Poder de Dios es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree”.
En el original griego, la palabra “poder” es Dunamis, de donde proviene la palabra “dinamita”.
lo que El Evangelio hace en las personas es lo mismo que hace la dinamita en la roca fuerte, la
parte para poder abrir una camino. El Evangelio parte los corazones duros para que pueda
entrar Cristo, El dijo “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
(Jn.14:6).

Cuando compartimos el Evangelio, lo que hacemos es contar básicamente lo que hizo nuestro
Señor Jesucristo por TODOS nosotros, y lo hacemos de una manera tan sencilla que todos
pueden entenderlo.

Básicamente el evangelio consta de tres partes: 1- el preludio; 2- el evangelio; 3- el llamado.

En el preludio contamos desde la creación del mundo hasta llegar al anuncio del plan de
salvación, y yo en lo personal, empiezo desde allí solo cuando a la persona quien estoy
evangelizando jamás á escuchado de Jesús, y/o es ateo.

En el Evangelio, lo que contamos es en sí la historia de Jesús aquí en la tierra. Este consta de

cuatro puntos de poder
1- Nacimiento virginal.
2- Una vida de milagros
3- Muerte en la Cruz
4- Resurrección y ascensión al cielo

En el llamado, lo que hacemos es hacer propiamente el llamado a que las personas inviten a
Jesucristo a sus corazones como El Señor y único Salvador de sus vidas. Se hace con una sencilla
confesión de labios, pero creyendo lo que se confiesa con el corazón. Esta es la palabra de fe
que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia,
pero con la boca se confiesa para salvación. (Rom. 10:8-10).

En las cruzadas que he realizado, después de hacer el llamado, contamos una historia de
milagros de La Biblia (en lo particular, a mi me encanta la del ciego Bartimeo, pero hay muchas
más) para mover la fe de los que están oyendo, luego hacemos un segundo llamado, que es, ya
no para salvación, sino para sanidad. Se ora por los que pasan para que reciban sanidad, y luego
se le pide a la gente que se revise, que haga lo que no podía hacer, los que reciben sanidad
pasan al frente a dar testimonio y mientras esto sucede, la fe en los demás crece y siguen
sucediendo muchos milagros.

Como predicamos el evangelio?

Preludio
El Dios a quien servimos es el Único Dios vivo y verdadero. El creo los cielos y la tierra, puso las
estrellas en el cielo, creo también los árboles y puso los peces en el mar, y las bestias en los
campos. Ese Dios nos creo también a ti y a mí, puso al hombre en un huerto para que lo
cuidase. Dios creó todo para que al hombre no le faltase nada. Dios creó al hombre para que
este le adorara, y para que tuviese una perfecta relación con El, Dios bajaba al huerto para
platicar con el hombre. Pero Dios tiene un enemigo, que se llama Lucifer, Satanás, o el diablo,
este no quería que el hombre tuviera esa relación con Dios, no quería que Dios fuese adorado,
el quería serlo, por lo que engaño astutamente al hombre. Dios le había dicho a Adam que del
árbol que estaba en el centro del huerto no comiera, y que si lo hiciera moriría, pero Satanás le
mintió al hombre diciéndole que eso no sucedería, y el hombre obedeció la palabra de Satanás,
con lo que esa preciosa relación que tenía con Dios fue rota. Pero Dios amó tanto al hombre
que formuló un plan para que el hombre pudiera retomar esa relación.

Evangelio
Hace más de dos mil años Dios envió un ángel a una joven mujer virgen llamada María para
anunciarle el plan de salvación. El ángel le dijo: bendita tu entre todas las mujeres, porque de ti
nacerá el salvador del mundo, María asustada le contesto: como es esto, si aun soy virgen y no
conozco varón?. El ángel le respondió: no es como tú crees, El poder del Altísimo reposará
sobre ti, por lo que el Santo Ser que nacerá de tu vientre será llamado Hijo de Dios, le pondrás
por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo. El ángel se fue y sucedió tal y como se lo había
anunciado a María, ella quedó embarazada, tubo al Niño, y le llamaron Jesús. Este creció como
un niño normal, hasta llegar a la edad de 30 años, cuando empezó a hablar del inmenso amor
de Dios, pero no solo hablaba de él, sino que también lo mostraba con grandes prodigios y
milagros, le devolvía la vista a los ciegos, hacía a los sordos oír, a los mudos hablar, le daba
fuerzas a los cojos y paralíticos y estos caminaban, sanaba a los leprosos y levantaba a los
muertos. Todo esto hizo que los líderes de la época se enojaran y quisieron arrestarlo, pero no
encontraban razón alguna, porque Jesús solo hacia el bien, por lo que contrataron falsos
testigos para que atestiguaran en su contra, luego lo arrestaron, lo acusaron falsamente, le
pusieron una corona de espinas en su cabeza, lo latigaron, se burlaron de Él, y lo hicieron cargar
una pesada cruz a la cual lo clavaron con clavos en sus manos y en sus pies, y aun en la cruz se
seguían burlando del El, le decían que si era el Hijo de Dos se bajara de la cruz, pero el Sabía
que para eso había venido. Cuando murió, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en una cueva (así
era como antes enterraban a los muertos) y en la entrada de la cueva pusieron una pesada
roca. Pero EL les había dicho a sus discípulos que eso sucedería, pero que al tercer día
resucitaría, y eso fue lo que sucedió, al tercer día salió vivo y triunfante de la muerte, y se les
mostró a sus discípulos, enseñándoles sus heridas, y les dijo que cuando este evangelio fuese
predicado, y la gente lo creyera serían salvos, porque escrito esta: “con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.

Llamado
Si tú crees esto, te invito a que recibas en tu corazón a Jesús. Repite conmigo: “Señor Jesús, te
pido perdón por mis pecados, te doy gracias por morir por mí en la cruz del calvario y limpiarme
con tu Sangre. Reconozco que eres El Hijo de Dios y que Dios Padre te levantó de los muertos.
Te abro mi corazón y te recibo como mi Señor y único y suficiente Salvador de mi vida. Gracias
por hacerme un(a) hijo(a) de Dios. En El Nombre de Jesús, AMEN.”
Si hiciste esta oración, te invito que busques una Iglesia cercana donde se comparta la Palabra
de Dios. También hásnoslo saber para poder orar por tí. QUE DIOS TE BENDIGA.