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¡Firmes, Erguidos y Levantad Vuestra Cabeza!

Versículo introducción: Lucas 21:28

Lucas 21:28 “Cuando estas cosas empiecen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza,
porque vuestra redención está cerca.”
Las cosas a que se refiere el texto son las descritas en los v. 25 y 26 que preceden a la venida
del Hijo del Hombre, que hemos comentado en el artículo precedente.

La venida del Hijo del Hombre no será cualquier cosa. Lucas nos habla de las grandes señales
que se presentarán, y con ello nos demuestra que nadie, absolutamente nadie, pondrá en duda la
venida de nuestro Señor. Los astros le obedecerán y se producirán unas señales que todo ser
humano al verlas quedará “sin aliento”. La venida será en “una nube con gran poder y gloria”
“Erguíos y levantad vuestra cabeza” porque los acontecimientos que sucedan harán que los
hombres se agachen y se escondan temerosos.

¿Y nosotros qué? Cuando veamos al Hijo del Hombre venir con poder y gloria será el tiempo de
levantar nuestras cabezas y levantarnos, porque será el tiempo de nuestra redención.

Cuando el Señor venga toda rodilla se doblará delante de Él, algunos para lamentarse y llorar,
mientras que otros para adorar gozosos al que prometió regresar por los suyos.

Esa es la diferencia, ¿quién es Jesús para mí? ¿El que trae juicio y condena? ¿O el que viene a
buscarme como parte del pueblo que Él compró?

Pero los creyentes no tendrán nada que temer. Al contrario, deberán alegrarse porque la
redención anunciada para el final de los tiempos estará a la puerta. (Rm.8:20-23)

Lucas 21:29,30. “También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando
ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está cerca.”
Aquí Lucas presenta un ejemplo tomado de la naturaleza. Los árboles pierden sus hojas en
invierno y quedan completamente desnudos. Pero, terminando la estación fría, empiezan a
aparecer los brotes de donde surgirán las hojas y las nuevas ramas. El que observa la naturaleza
puede concluir fácilmente que esos brotes son anuncio del próximo verano: “está cerca”, no ha
aparecido ya, pero ya está a la puerta.

“Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de
Dios.”
Eso mismo deben concluir los discípulos de Jesús cuando aparezcan las señales mencionadas,
cuando lo anunciado se cierna sobre el panorama: la venida del reino está cercana.

Debemos “velar” porque no sabemos ni el día ni la hora (Mt 25,13), para no caer en la tentación
(Mt 26,41), y porque seremos Bienaventurados (Ap 16,15). Debemos orar con fe para ayudar al
enfermo (St 5,15), para mantener la unidad (Hch 1,14), para obtener la bendición de Dios (Mt
21,22), y para prevalecer y hacernos más fuertes en los momentos difíciles.

El Señor Jesús viene, pero no dice cuando, así que lo mejor es estar preparado.
Jesús hoy nos dice: vigilar, orar, también erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca.

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