FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS DE LA INCLUSIÓN EDUCATIVA

La inclusión educativa ancla su fundamentación ideológica en la Declaración

Universal de los Derechos Humanos (1948), que proclama la igualdad de los
derechos para todas las personas sin distinción alguna, desde donde se
pretende garantizar la digna existencia del ser humano.
Subyacen aquí, tres principios ideológicos fundamentales:
- La diversidad
- La equidad
- La participación
¿Qué significan cada uno de estos términos? ¿Cómo se conjugan en la realidad
social y educativa? Veamos:

1. DIVERSIDAD
Hablar de inclusión es hablar de diferencia y diversidad, dos términos que se
llevan y se traen dentro del discurso sin diferenciación alguna, pero es
importante aclarar que si bien son sinónimos no significan lo mismo. El
diccionario define la diferencia como la cualidad o accidente por el que una
cosa se distingue de otra; mientras que la diversidad la define como variedad,
diferencia o de distinta naturaleza, especie, número o figura. Así, lo diferente
es sinónimo de lo diverso, y ambos son antagónicos a lo idéntico.
De acuerdo con el texto «Diversidad, diferencia, desigualdad y discriminación.
Una propuesta para ordenar los discursos anti-racistas en educación» 1,
hablamos de diversidad para referirnos a una condición natural e inherente al
ser humano, dadas sus condiciones de unicidad y singularidad irrepetibles, que
se pueden manifestar en el orden de lo biológico, lo psicológico y lo
sociocultural; una naturalidad que existe y persiste innegablemente aunque no
hubiera existido una mente capaz de percibirla. Hablamos de diferencia para
referirnos a la construcción cognitiva de dicha diversidad, a la forma posible de
nombrar la naturaleza diversa; un proceso que empieza con la sensación, pasa
a la percepción y culmina con la nominación, gracias al lenguaje que permite al
ser humano atrapar la realidad y hacerla comprensible. “Diferenciar consiste
entonces en percibir, reconocer y nombrar la diversidad” 2, puede decirse que
estructura el prejuicio.

2. EQUIDAD

1
Documento de internet consultado en Junio de 2008.
http://www.juntadeandalucia.es/gobernacion/opencms/portal/PoliticasMigratorias/Publicaciones/materiales_f
orinter/modulo2/pulido_2_1.pdf

2
Idem
La equidad es un término que si bien no tiene una definición técnicamente
precisa, puede afirmarse que remite a necesidades y posibilidades de sujetos y
sociedades. Dentro del contexto educativo, puede definirse como el dar a cada
quien lo que necesita y requiere para el proceso de construcción de su
autonomía e independencia, convocando necesariamente el término de
diversidad, antes referido. No puede hablarse entonces de contextos
equitativos cuando se homogenizan las necesidades y posibilidades de los
estudiantes. Así, podría decirse que la equidad autoriza ciertas desigualdades.
A la luz de este concepto entonces, puede considerarse entonces que:
- Cada estudiante precisa de apoyos singulares para desempeñarse con
éxito en su proceso educativo.
- La inclusión educativa no remite con exclusividad al ámbito de la
educación formal regular, pues para algunos estudiantes las clases
regulares no resultan ser el medio más apropiado y efectivo en acuerdo
con sus necesidades y posibilidades.

3. PARTICIPACIÓN
Es una forma de intervención social que convoca al ser humano a implicarse en
los procesos de gestión y de toma de decisiones del entorno que habita.
Permite a los individuos reconocerse como actores con intereses, expectativas
y demandas comunes y singulares. Stringer (1972)51 interpreta tres versiones
conocidas sobre la participación:
- “Tener parte de” algo que pertenece a un grupo
- “Tomar parte en” algo con otros
- “Ser parte de” algo, es decir, involucrarse en lo esencial, con lo cual se
tiene y se toma parte.
La participación se constituye en el fin real de la inclusión como derecho y
deber de todos los seres humanos que constituyen y construyen sociedad, y en
este sentido, se pretende que la última versión expresada por Stringer sea la
que habite el contexto educativo.