Universidad Pontificia de Mexico
DESTINO Y CONSUMACIÓN
Introducción
Ordinariamente, si nosotros como pastores
nos detenemos a escuchar lo que las personas
piensan o imaginan sobre el fin de los
tiempos, podemos encontrarnos con distintas
opiniones dentro de nuestra comunidades, de
ahí que, muchos fieles cristianos sostengan
distintas visiones o teorías sobre el fin de los
tiempos, las cuales van desde las personas
fanáticas con visiones y guías espirituales de
dudosa reputación, que desde los púlpitos de
YouTube predicen el Fin del mundo con una
cierta exactitud (apoyados en el cuarto secreto
de la virgen de Fatima), y viven con el Jesús
en la boca pensando que el fin del mundo esta
a la vuelta de la esquina. No obstante, existe
también otro grupo de fieles que apoyados en
canciones populares, nos dicen que, a cada
quien se le va acabando el mundo cuando se
va muriendo y de nada sirve ser un santo
porque la vida es un sueño y es mejor darle
gusto al gusto, porque la vida pronto se acaba.
Resulta cada vez más palpable reconocer,
también una cierta ausencia del concepto de
esperanza cristiana dentro del imaginario
colectivo, pero será acaso que solo hay una
ausencia de esperanza cristiana en el
colectivo de los fieles o será un problema más
profundo y complejo de lo que parece.
I. Destino, fin de la historia o su
posposición indefinida.
Si revisamos de manera atenta, la compresión
del tiempo en las personas, podremos
descubrir que en realidad no existe un
ausencia o perdida de la esperanza entre los
hombre; por el contrario la esperanza ésta
más viva que nunca. Entonces, ¿cuál es es
problema? ¿será acaso que los hombre de
nuestro tiempo han perdido el sentido de su
vida?
Escatología
Juan Armando Vargas Bueno
Para ofrecer una respuesta a estas
interrogantes podemos responder con un
rotundo no, lo que ocurre realmente a los
hombres de nuestro tiempo, es la mutación
del sentido que tiene la esperanza, causado
por la incertidumbre de no saber con claridad
hacia donde de va la historia, pasando del
eschato de la esperanza, al fate de la
incertidumbre cuyo horizonte puede ser la
fatalidad.
El cual, situado en el contexto de la pandemia
significa un horizonte próximo, que como la
vendida del Señor se sigue posponiendo una y
otra vez, no por no haya salvación, sino
porque ésta nunca termina de llegar (como la
vacuna, y cuando llega no sirve para nada),
descubriendo al hombre como un ser
vulnerable, cuya salud (salvación) cual hilo
pude ser cortado por las Moiras y esfumase
en un momento toda esperanza.
Conclusión
Es el fin de la historia el destino del hombre.
Hablar de fin o conclusión, a todo hombre de
nuestro tiempo parece sonarle algo bueno,
terminar con algo parece simple necesario,
pero no siempre el término "fin" significa
plenitud o conclusión, ya que este también
puede entenderse como interrupción o
irrupción, esto nos lleva a preguntarnos será
el fin, el horizonte al cual se dirige el hombre,
llevado simplemente por la fuerza del tiempo
que avanza sin detenerse.
En tiempos de incertidumbre resulta
conveniente volver sobre el sentido del
tiempo y pensarlo no en horizonte del fin,
sino en el de la consumación y considerar la
Parusía de Cristo, como algo al bueno que
todavía pude ser necesario esperar.
Tecomán, col. 29 de enero 2021