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Caso Clinico Insuficiencia Renal Aguda
Caso Clinico Insuficiencia Renal Aguda
Grupo 12
Orlit Coyoy - 201315483
Daniela Arrivillaga - 201604084
Edgar Barrera - 201604429
Jeniffer Rojché- 201616832
María José Meléndez - 201616842
La AKI no constituye una sola enfermedad, más bien denota un grupo heterogéneo de
cuadros que comparten manifestaciones diagnósticas: específicamente, incremento de la
concentración de nitrógeno ureico sanguíneo (BUN, blood urea nitrogen), incremento de la
concentración plasmática o sérica de creatinina (SCr, serum creatinine) o ambos factores,
que se acompaña a menudo por disminución del volumen de orina. Es importante reconocer
que la AKI es un diagnóstico clínico, no uno estructural. Un paciente puede tener AKI sin
lesión del parénquima renal. La gravedad de AKI puede variar de un cuadro asintomático con
cambios transitorios en los parámetros de laboratorio de la tasa de filtración glomerular (GFR,
glomerular filtration rate) a alteraciones sobreagudas que culminan rápidamente en la muerte,
en la regulación efectiva del volumen circulante y en la composición de electrolitos y acido
básica del plasma (Kasper, et. al., 2016).
En el presente trabajo se enfocará sobre la insuficiencia renal aguda, realizando una revisión
bibliográfica de la patología, para luego analizar un caso clínico sobre la misma.
1. Definición
La insuficiencia renal aguda es la pérdida súbita de la capacidad de los riñones para eliminar
el exceso de líquido y electrolitos, así como el material de desecho de la sangre (Miyahira,
2013). La Insuficiencia Renal Aguda (IRA) se define como la disminución en la capacidad que
tienen los riñones para eliminar productos nitrogenados de desecho, instaurada en horas a
días. La eliminación de productos de desecho no es la única función de estos órganos,
quienes además desempeñan un papel imprescindible en la regulación del medio interno,
manteniendo el equilibrio electrolítico y la volemia en unos márgenes muy estrechos. A pesar
de algunas limitaciones, la concentración plasmática de creatinina y la de urea proporcionan
una estimación eficaz y rápida de la tasa de filtrado glomerular, aunque se están investigando
nuevos marcadores de daño renal. Los límites para definir el fracaso renal agudo son muy
variables entre autores y al final el marcar una barrera es totalmente artificial y arbitrario
(Gaínza, 2020).
2. Causas
La insuficiencia renal aguda generalmente ocurre cuando los riñones se dañan de repente.
El daño que produce la insuficiencia renal aguda puede ser causado por:
● No hay suficiente sangre fluyendo a través de los riñones
● Una lesión directa a los riñones o un problema con los riñones
● Un bloqueo en los uréteres, los tubos que llevan la orina de los riñones a la vejiga
(American Kidney Fund, 2019).
Problemas que pueden causar que se tenga muy poca sangre fluyendo a través de los riñones
son:
● Presión arterial baja
● Sangrado excesivo
● Diarrea severa
● Enfermedad cardíaca o ataque al corazón
● Infección
● Insuficiencia hepática
● El uso de AINEs (antiinflamatorios no esteroideos), como la aspirina, el ibuprofeno y
el naproxeno
● Quemaduras graves
● Estar muy deshidratado
● Reacción alérgica severa (American Kidney Fund, 2019).
3. Cuadro Clínico
En ciertas ocasiones, la insuficiencia renal aguda no provoca signos ni síntomas, y es
detectado a través de pruebas de laboratorio que se han realizado por otros motivos.
Entre los signos y síntomas de la insuficiencia renal aguda más habituales se incluyen los
siguientes:
● Disminución del volumen de orina ● Náuseas
excretado, aunque a veces este se ● Debilidad
mantiene estable ● Ritmo cardíaco irregular
● Retención de líquido, que causa ● Dolor u opresión en el pecho
hinchazón en las piernas, los ● Convulsiones o coma en casos
tobillos o los pies severos.
● Falta de aire ● Edemas.
● Fatiga ● Síndrome urémico.
● Desorientación
Entre los sistemas más afectados se encuentra el neurológico con desarrollo de una
neuropatía y sobre todo encefalopatía metabólica progresiva con deterioro de la capacidad
cognitiva que en casos graves lleva al coma. La aparición de todos estos síntomas dependerá
del estado basal del paciente, su edad y estado de nutrición, así como por la presencia de
otros fallos orgánicos.
4. Fisiopatología
Primeramente, por su etiología, existen numerosas causas potenciales de AKI,
principalmente relacionadas con un desajuste focal entre el suministro de oxígeno y nutrientes
(debido a una microcirculación alterada) a las nefronas y una mayor demanda de energía
(debido al estrés celular). Durante muchos años, el diagnóstico y tratamiento de la IRA se
basó en el concepto de clasificación en tres categorías principales: prerrenal, intrínseca y
posrrenal como se observa en el cuadro 1 (Makris & Spanou, 2016)
Hiperazoemia prerrenal: El término proviene de las raíces griegas “hiper” que denota
superioridad o exceso, “azo” que significa nitrógeno y “-emia”, sangre, y constituye la forma
más común de AKI. Denota el incremento de la concentración de creatinina sérica o de
nitrógeno ureico sanguíneo, por el flujo plasmático renal insuficiente y por la presión
hidrostática intraglomerular que no basta para apoyar la filtración glomerular normal. Los
cuadros clínicos más frecuentes que se acompañan de hiperazoemia prerrenal son
hipovolemia, disminución del gasto cardiaco y fármacos que interfieren en las respuestas
autorreguladoras renales, como antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) e inhibidores de la
angiotensina II. La hiperazoemia prerrenal puede coexistir con otras formas de AKI
intrínsecas. Los lapsos prolongados de esta hiperazoemia pueden ocasionar daño isquémico,
denominado a menudo necrosis tubular aguda (ATN, acute tubular necrosis). Por definición,
la hiperazoemia prerrenal no comprende daño del parénquima renal y se puede revertir con
rapidez una vez que se restaure la hemodinámica intraglomerular (Kasper, et. al., 2016)
Intrínseca o renal: Las causas más frecuentes son septicemia, isquemia y nefrotoxinas,
endogenas y exogenas. Otras causas de AKI intrínseca son menos frecuentes y se pueden
definir anatómicamente por el sitio principal de daño del parénquima renal: glomérulos, plano
tubulointersticial y vasos (Kasper, et. al., 2016)
Posrrenal: ocurre después de una obstrucción aguda del flujo urinario, lo que aumenta la
presión intratubular y por lo tanto disminuye la TFG. Además, la obstrucción aguda del tracto
urinario puede conducir a una alteración del flujo sanguíneo renal y a procesos inflamatorios
que también contribuyen a la disminución de la TFG.Puede desarrollarse AKI posrrenal si la
obstrucción se localiza en cualquier nivel dentro del sistema de recolección de orina (desde
el túbulo renal hasta la uretra). En caso de que la obstrucción esté por encima de la vejiga,
debe afectar a ambos riñones (o un riñón en el caso de un paciente con un solo riñón en
funcionamiento) para producir una insuficiencia renal significativa. Sin embargo, un paciente
con insuficiencia renal preexistente puede desarrollar AKI con obstrucción de un solo riñón.
La obstrucción urinaria puede presentarse como anuria o flujo urinario intermitente (como
poliuria alternando con oliguria) pero también puede presentarse como nicturia o AKI no
oligúrica. La revisión oportuna de las causas prerrenales o posrrenales generalmente resulta
en una pronta recuperación de la función, pero la corrección tardía puede conducir a daño
renal (Makris & Spanou, 2016)
5. Métodos de Diagnóstico
Los pasos diagnósticos deberán seguir una sistemática lógica, que comprenda una batería
que vaya, de lo más simple a lo más sofisticado, de lo menos agresivo a los más cruento.
Conviene recordar que se pueden presentar varios factores simultáneamente o
consecutivamente como consecuencia de la evolución de la enfermedad o de la intervención
humana. Se enumeran 6 pasos para el correcto diagnóstico etiológico y diferencial de la IRA:
7. Incidencia
Otro dato importante es la tasa de incidencia, para 2019 fue de 161 por millón de habitantes,
con 2835 casos. Los departamentos ubicados en el cuarto cuartil son: Sacatepéquez,
Escuintla, Guatemala, Santa Rosa, Jutiapa, Retalhuleu. Los departamentos con tasas por
arriba de la media nacional, además de los ya indicados en el cuarto cuartil son:
Suchitepéquez, Quetzaltenango.
Figura 2. Mapa de incidencia de IRA en Guatemala, por cuartiles.
De los datos obtenidos por caso encontramos que el 62% se encuentra en hemodiálisis, 37%
con Diálisis, 31% son casos incidentes, 56% con antecedentes de diabetes mellitus e
hipertensión arterial, 2% son por ERCnT, 60% en el grupo de 20- 59 años; 9% del total de
casos fallecieron en este año; la sobrevida del 80% está estimada a cuatro años. De los casos
prevalentes se logró realizar 98 trasplantes renales.
8. Referencias Bibliográficas
American Kidney Fund. (2019). Lesión renal aguda. Recuperado de:
https://www.kidneyfund.org/en-espanol/enfermedad-de-los-rinones/otros-problemas-
renales/lesion-renal-aguda.html
De León, M. (2002). Insuficiencia Renal Aguda. España: Editorial Limusa.
Gainza, F. (2020). Insuficiencia Renal Aguda. Nefrología al día. 309 - 334.
Govantes, J. (2006) Insuficiencia renal aguda. Nefrología. Hospital Universitario Virgen del
Kasper, D., Fauci, A., Hauser, S., Longo, D., Jameson, J. & Loscalzo, J. (2016). Harrison
Principios de Medicina Interna. (19ª Edición). (Volumen II). México: McGraw-Hill
Makris, K. & Spanou, L. (2016). Acute Kidney Injury: Definition, Pathophysiology and Clinical
Phenotypes. Clin. Biochem. Rev. 37(2): 85-98
Miyahira, J. (2013). Insuficiencia renal aguda. Rev Med Hered, (14),1, 36-46.
MSPAS. (2020). Boletín de la semana epidemiológica. SEMEPI No. 11. Departamento
de Epidemiología. Recuperado el 21/10/20 de:
http://epidemiologia.mspas.gob.gt/phocadownloadpap/boletin-semana-
epidemiologica/SEMEPI__11_2020.pdf
Rocío. Unidad de Nefrología Pediátrica. Sevilla. España. Recuperado de:
http://www.neonatos.org/DOCUMENTOS/IRA.pdf
Ponce, M., Carrillo, R., Briones, J., Malagón, E., Moreno, A & Perez, A. (2016). Insuficiencia
Renal Aguda. México: Hospital General Eduardo Liceaga.
Wein, A. (2007). Campbell-Walsh. Urología (9 ed). Madrid: Médica Panamericana
Presentación del Caso Clínico
1. Interrogatorio
1.4 Antecedentes
Familiares: No refiere
Personales: Intento de suicidio. Trastorno de incontinencia vesical y rectal.
Consumo de droga (cocaína) y alcohol.
Hereditario: No refiere
3. Exámenes de laboratorio
Cocaína 52 ng/ml
*mg/dL: miligramos por decilitro; U/L: Unidades por litro; mmol/L: milimoles por litro; ng/ml:
nanogramo por mililitro
El examen de cocaína fue positivo, la muestra fue tomada aproximadamente 36
horas después del último consumo.
Leucocitos (uL) 11.300 16.200 13.200 11.500 11.700 13.500 11.200 11.600
N. ureico (mg/dL) 33 38 50 37 51 49 49 45
Creatinina (mg/dL) 2,9 3,1 5,0 5,7 8,9 7,5 7,0 6,3
Sodio (mmol/L) 134 144 138 137 137 135 136 136
Potasio (mmol/L) 3,4 3,6 3,3 4,4 5,2 5,1 4,6 4,5
Bilirrubina total (mg/dL) 0,99 1,96 2,58 4,55 4,17 2,9 2,19 1,89
Bilirrubina directa (mg/dL) 0,33 1,09 1,39 2,85 2,74 1,7 1,15 0,97
GPT (UI/L) 119 1634 427 139 2,589 829 1.248 999
PCO2 (mmHg) 25,8 27,7 42,6 40,9 34,7 33,3 33,0 27,0
4. Exámenes de gabinete
5. Diagnóstico
Diagnóstico confirmado: Insuficiencia renal aguda.
6. Tratamiento
14. ¿Qué comentario podría hacer de este caso clínico, como un método de
enseñanza?
Conocer la importancia que tienen los riñones como órganos del cuerpo humano que
desempeñan un papel fundamental en la homeostasis de todo el organismo, así
también, desempeña funciones muy importantes como la eliminación de productos de
desecho, como un papel imprescindible en la regulación del medio interno,
manteniendo el equilibrio electrolítico y la volemia en unos márgenes muy estrechos.
Así también identificar las causas de la IRA a modo de prevenir este tipo de patologías
para nuestra sociedad y en especial de nuestra familia a pesar de que la IRA se
caracteriza por aparecer de forma repentina.
De suma importancia creemos que la identificación del cuadro clínico tempranero de
este tipo de patologías puede brindar las mejores opciones de tratamiento, dentro de
los síntomas identificar cuando existe un descenso en el volumen de la orina,
retención de líquidos provocando hinchazón en las piernas, los tobillos y pies, ritmo
cardiaco irregular u la aparición de edemas, incluyendo la aparición de cuadro
neurológicos y que puedan desarrollarse neuropatías que conduzcan al deterioro de
la capacidad cognitiva.
Derivado del cuadro clínico, conocer cómo QF los tipos de diagnósticos más
habituales y lo más importante el tratamiento a la IRA, como tratamiento farmacológico
y no farmacológico, lo cuales dependen de que es lo que lo esté causando. En base
al tratamiento administrado, la evolución y el pronóstico que a esta enfermedad pueda
darse.
Referencias Bibliográficas